21
TRATAMIENTO PARA EL SOSPECHOSO DE GLAUCOMA Introducción Por definición el paciente sospechoso de glaucoma es aquel individuo que en ausencia de daño papilar o campimétrico posee uno o más factores de riesgo que se relacionan con el desarrollo de glaucoma. Una vez que en un paciente con éstas características se observa un daño campimétrico compatible con glaucoma deja de ser un sospechoso y se convierte en un paciente con la enfermedad, iniciándose hasta este momento un tratamiento hipotensor. La ventaja más representativa de un diagnóstico temprano es el establecimiento de un tratamiento oportuno en pacientes cuyos factores de riesgo los hagan más susceptibles de desarrollar la enfermedad o finalmente el descubrimiento de pacientes con glaucoma en el periodo preperimétrico. Sin embargo el paciente con glaucoma preperimetríco, es decir aquel paciente en el que se puede observar un daño estructural mediante tecnología como tomografía retiniana (HRT) o de coherencia óptica (OCT y GDX) que pudiera incluso tener una curva de presión horaria con fluctuaciones se encuentra en un limbo de definiciones en las cuales actualmente lo excluyen de un glaucoma como tal por la ausencia de daño campimétrico pero que con las características previamente mencionadas y la suma de otros factores de riesgo dependiendo de

TRATAMIENTO PARA EL SOSPE - OMP - Oftalmología … ·  · 2015-10-12TRATAMIENTO PARA EL SOSPECHOSO DE GLAUCOMA Introducción Por definición el paciente sospechoso de glaucoma es

Embed Size (px)

Citation preview

TRATAMIENTO PARA EL SOSPECHOSO DE GLAUCOMA

Introducción

Por definición el paciente sospechoso de glaucoma es aquel individuo que en

ausencia de daño papilar o campimétrico posee uno o más factores de riesgo que

se relacionan con el desarrollo de glaucoma. Una vez que en un paciente con

éstas características se observa un daño campimétrico compatible con glaucoma

deja de ser un sospechoso y se convierte en un paciente con la enfermedad,

iniciándose hasta este momento un tratamiento hipotensor.

La ventaja más representativa de un diagnóstico temprano es el establecimiento

de un tratamiento oportuno en pacientes cuyos factores de riesgo los hagan más

susceptibles de desarrollar la enfermedad o finalmente el descubrimiento de

pacientes con glaucoma en el periodo preperimétrico.

Sin embargo el paciente con glaucoma preperimetríco, es decir aquel paciente en

el que se puede observar un daño estructural mediante tecnología como

tomografía retiniana (HRT) o de coherencia óptica (OCT y GDX) que pudiera

incluso tener una curva de presión horaria con fluctuaciones se encuentra en un

limbo de definiciones en las cuales actualmente lo excluyen de un glaucoma como

tal por la ausencia de daño campimétrico pero que con las características

previamente mencionadas y la suma de otros factores de riesgo dependiendo de

cada caso en particular lo colocan en una etapa inicial en el desarrollo de la

enfermedad y que por lo tanto el establecimiento de un tratamiento oportuno

pudiera preservar el campo visual y la calidad de vida del paciente.

Tipos de sospechoso de glaucoma

Dentro de la sospecha de glaucoma se pueden mencionar dos tipos principales

relacionados con la etiología del glaucoma y que por lo tanto como el mecanismo

de glaucoma es diferente el establecimiento de un tratamiento oportuno en cada

caso será también diferente.

Estos dos tipos principales de sospechosos están en relación a los dos tipos

principales de glaucoma, el glaucoma primario de ángulo abierto y el glaucoma

primario de ángulo cerrado. Se estima que para el año 2010 existirán en el mundo

alrededor de 44.8 millones de personas con glaucoma primario de ángulo abierto y

15.7 millones con glaucoma de ángulo cerrado. (1) Debido a estas cifras es muy

importante que el oftalmólogo reconozca los principales factores de riesgo y dentro

de estos factores de riesgo se definan cuales son aquellos que tienen un peso

mayor en orden de determinar cuales son los pacientes sospechosos que

ameriten el establecimiento de un tratamiento temprano.

Factores de riesgo, que definen al sospechoso de glaucoma

Sospechoso de glaucoma de ángulo cerrado

El sospechoso de glaucoma de ángulo cerrado debe de considerarse en un rubro

aparte al de primario da ángulo abierto ya que las características anatómicas y

fisiológicas de estos pacientes son las que los colocan en un riesgo incrementado

de padecer la enfermedad.

De igual manera podemos definir al sospechoso de glaucoma de ángulo cerrado

como aquel paciente que tiene uno o más factores de riesgo general, anatómico,

fisiológico o farmacológico en ausencia de un daño campimétrico.

Dentro de los factores de riesgo generales destacan el antecedente heredofamiliar

de glaucoma de ángulo cerrado en especial de ascendencia directa, la edad y el

sexo. La edad media varía entre los 40-50 años (e incluso cerca de los 60 años)

según la literatura que se lea; es una enfermedad en la que el sexo femenino tiene

dos veces mayor frecuencia de ángulos ocluibles y que por lo tanto el glaucoma

primario de ángulo cerrado se presenta con mayor frecuencia en el sexo femenino

(2).

Existen también factores de riesgo anatómico, de estos el que tiene mayor

correspondencia con la enfermedad es la profundidad de la cámara anterior que

generalmente en estos pacientes es un milímetro menor que en ojos normales, de

igual manera una profundidad de cámara anterior igual o menor de 1.5 mm tiene

una correspondencia con 75% de glaucoma primario de ángulo cerrado.

La disminución en la profundidad de la cámara anterior en estos pacientes va de la

mano de un aumento del eje antero-posterior del cristalino, que en el glaucoma

primario de ángulo cerrado es 0.6 mm más grueso comparado con ojos normales

acompañado también de un desplazamiento anterior secundario a laxitud zonular

y a un aumento en el radio de curvatura de hasta 2.33 milímeros.

La mejor manera de identificar a un paciente sospechoso de glaucoma primario de

ángulo cerrado es la realización de una gonioscopía adecuada ya que la detección

de un ángulo ocluible es otro factor de riesgo para desarrollar glaucoma de ángulo

cerrado; se considera un ángulo ocluible al ojo contralateral sano en un paciente

con ataque agudo de ángulo cerrado (3) y cuando en un paciente sin historia

previa de ataque agudo se observen mediante gonioscopía menos de 180º de

trabéculo (4); sin embargo en un paciente sin historia previa de ataque agudo de

ángulo cerrado es difícil pronosticar una oclusión angular a pesar de la exploración

mediante gonioscopía, ya que el aumento de la presión intraocular tras la midriasis

farmacológica puede darse en ángulos abiertos y no todos los ángulos cerrados

tienen un incremento de la misma. (5)

La presión intraocular en el paciente sospechoso de glaucoma de ángulo cerrado

juega también un papel muy importante ya que ésta puede encontrarse en límites

normales aún ante la presencia de un cierre angular por sinequias, gracias al

funcionamiento del trabéculo no cerrado. Cuando el trabéculo restante es incapaz

de mantener un flujo de salida adecuado del humor acuoso se elevara la presión

intraocular y de persistir esta presión elevada se producirá un daño en el nervio

óptico con su correspondiente daño campimétrico implantándose así un glaucoma

primario de ángulo cerrado. De igual manera una presión intraocular por arriba de

los 20 mmHg en un paciente con un ángulo ocluible debe considerarse como

anormal en ausencia de daño papilar o campimétrico.

Dentro de la exploración un aspecto muy importante es el de la oftalmoscopia con

especial interés en los datos que sugieran una alteración a nivel de la cabeza del

nervio. La exploración de la papila debe realizarse con una descripción detallada

como se menciona mas adelante el sospechoso de glaucoma de ángulo abierto.

De igual manera la presencia de daño campimétrico compatible con glaucoma

deja el término de sospecha de glaucoma de ángulo cerrado a un lado.

Factores de riesgo farmacológico: El uso de ciertos fármacos tópicos como

sistémicos debe alertar al oftalmólogo de un posible cierre angular progresivo o

incluso agudo, con mayor frecuencia este último con bloqueo pupilar. Dentro de

los fármacos oftalmológicos que pueden enmascarar un bloqueo pupilar

progresivo están los inhibidores de la anhidrasa carbónica y los betabloqueadores,

los pacientes glaucomatosos que estén recibiendo un tratamiento farmacológico

con estos fármacos deben revisarse mediante gonioscopía de manera regular con

el fin de detectar un cierre angular progresivo enmascarado por el efecto de estos

fármacos supresores de la producción del humor acuoso (6). El riesgo de

desencadenar un bloqueo pupilar después de una midriasis farmacológica es de 1

en 3000 pacientes dilatados con tropicamida 0.5% y fenilefrina al 0.5%, aunque es

un riesgo bajo la dilatación farmacológica debe realizarse con precaución en

especial en aquellos pacientes que presenten un ángulo ocluible. Dentro de otros

fármacos de uso tópico está también el yoduro de fosfolina.

Dentro de los fármacos de uso sistémico que ocasionan un ángulo cerrado están

anticonvulsivantes como el topiramato y cualquier paciente que use

antihistaminérgicos y aminas simpáticas por lo general.

Tratamiento del sospechoso de glaucoma de ángulo cerrado

El tratamiento profiláctico por excelencia para el sospechoso de glaucoma de

ángulo cerrado es la realización de una iridectomía periférica. Sin embargo su

empleo como profilaxis continúa siendo controversial y debe depender entre otras

cosas de la historia natural de estos ángulos. En el estudio de Vellore, 1 de nueve

ojos sospechosos de glaucoma de ángulo cerrado que recibieron iridotomía

periférica con laser progresó a glaucoma primario de ángulo cerrado, por otra

parte en el grupo control que no recibió iridotomía 7 de 19 progresaron a glaucoma

primario de ángulo cerrado. Este resultado no fue estadísticamente significativo,

sin embargo asumiendo que la iridotomía periférica es 100% efectiva el número

necesario a tratar para prevenir la progresión hacia glaucoma de ángulo cerrado

es de 4. Gráfica 1

Gráfica 1: Progresión entre pacientes con iridotomía y sin iridotomía

En el caso especial del ojo contralateral del paciente con ataque agudo de ángulo

cerrado es indicativo de iridotomía profiláctica ya que estos ojos tienen un alto

riesgo de desencadenar un bloqueo pupilar (entre el 50 y el 75%). Otro factor de

riesgo muy importante que debe tomarse en cuenta para la realización de una

iridotomía profiláctica es la profundidad de la cámara anterior, en especial cuando

es menor o igual de 1.5 mm ya que estos ojos se relacionan a la presencia de

glaucoma primario de ángulo cerrado en el 75% de los casos.

La presión intraocular por arriba de 21 mmHg en presencia de un ángulo ocluible

en donde se vea solo 90 grados o menos del trabéculo es también indicativo de

una iridotomía en especial cuando se asocia a una excavación mayor de 0.6.

Actualmente las indicaciones para una iridotomía con láser de yag continúan

siendo las que se resumen en la tabla 3.

Factores de riesgo como la edad, el sexo, la hipermnetropía y pruebas

estructurales y funcionales anormales pero no diagnósticas ameritan observación

y la realización de una gonioscopía periódica.

El tratamiento para el sospechoso de glaucoma de ángulo cerrado lo resumimos

en la figura 1.

Sospechoso de glaucoma de ángulo abierto

Dentro de los factores de riesgo más importantes para desarrollar glaucoma se

encuentran la presión intraocular alta y el antecedente heredofamiliar positivo,

especialmente en aquellos pacientes que tienen ascendencia africana o bien el

antecedente de madre, padre o hermanos con glaucoma (7-10). Existen otros

factores como, fluctuaciones en la presión intraocular durante la curva de presión,

una excavación papilar amplia ó asimetría papilar, el grosor corneal central, miopía

mayor de 6 dioptrías, edad mayor de 60 años, hemorragia en astilla y algunas

características oculares que pueden poner al paciente en una predisposición a

padecer glaucomas secundarios de ángulo abierto como lo son el síndrome de

pseudoexfoliación, el síndrome de dispersión pigmentaria, trauma ocular y uso de

esteroides (11). Estos factores de riesgo se resumen en la figura 1.

Figura 1: Diagrama de flujo para tratamiento del paciente con sospecha de

glaucoma de ángulo abierto

De igual manera pacientes con enfermedades sistémicas como diabetes mellitus,

hipertensión arterial sistémica, insuficiencia venosa profunda, migraña e incluso

enfermedades autoinmunes como artritis reumatoide y lupus eritematoso sistémico

se pueden considerar también como factores de riesgo para desarrollar la

enfermedad.

Presión intraocular alta: Es decir aquella que se encuentra en un valor estadístico

por arriba de los 20 mmHg, coloca al paciente en una situación de riesgo muy

especial, actualmente a pesar de los adelantos tecnológicos y del desarrollo de

nuevos instrumentos cada vez más precisos para la toma de la presión intraocular

(como lo son el tonómetro de PASCAL y el Analizador de Respuesta Ocular) la

toma de ésta mediante el tonómetro de aplanación de Goldamann continúa siendo

debido a su disponibilidad y precio el arma más accesible para la toma de la

presión intraocular y por lo tanto es el instrumento contra el cual se compara la

nueva tecnología.

A pesar de su uso generalizado la tonometría de aplanación mediante Goldmann

tiene algunos factores de corrección, dentro de estos el más importante es el

grosor corneal central(12). El tonómetro de Goldmann fue calibrado para tomar

presiones intraoculares con un grosor corneal de 520 micras, en córneas más

gruesas o más delgadas a las 520 micras la presión intraocular puede

sobrestimarse o subestimarse respectivamente. Aunque no existe una formula

aceptada mundialmente para hacer la corrección de la presión intraocular la más

usada en nuestro servicio es la de corregir 1 mmHg por cada 30 micras. Restando

en grosores por arriba de las 520 micras y sumando por debajo de esta cifra.

Se considera una presión sospechosa aquella ya corregida que se encuentre por

arriba de 20 mmHg en aquel paciente que no tiene daño estructural ni

campimétrico, o incluso presiones cercanas a esta a la que se le puedan sumar

otros factores de riesgo como una excavación papilar amplia, asimetría papilar,

antecedentes familiares positivos…etc.

Fluctuaciones en la presión intraocular: Para muchos la realización de un curva de

presión horaria es la principal herramienta diagnóstica en el sospechoso de

glaucoma y el mejor método para el diagnóstico precoz del glaucoma(13). Cuando

en una curva de presión horaria de 7 medidas durante el día iniciando a las 6:00

hrs en la cama del paciente y terminando a las 24:00 hrs valores para la media

diaria mayores de 19 mmHg y de 2.1 mmHg para la variabilidad diaria deben

considerarse de alto riesgo aún cuando otros estudios de diagnóstico precoz

hayan dado un resultado negativo.

Antecedente heredofamiliar de glaucoma: El antecedente de glaucoma en la

familia es sumamente importante, entre el 10-20 % de pacientes con glaucoma

tienen antecedentes en la familia. Particularmente de primer grado por lo que es

muy importante preguntar si hay antecedentes del padecimiento o ceguera por

causa desconocida entre sus consanguíneos ya que el riesgo de glaucoma se

incrementa 3.7 veces más para individuos con antecedentes familiares de

glaucoma positivos (10).

Excavación papilar amplia o asimétrica: Dentro de la exploración clínica ocular un

aspecto muy importante es el de la oftalmoscopia con especial interés en los datos

que sugieran una alteración a nivel de la cabeza del nervio óptico. La exploración

de la papila no debe limitarse a una mera cifra de la excavación de la misma sino

a una descripción detallada que se enfoque en aquellos aspectos que resulten en

una sospecha alta, incluso de aquellos cambios que para un observador no

entrenado pudieran pasarse por alto debido a su sutileza.

Dentro de estos aspectos son de importancia fundamental, el tamaño del nervio

óptico, su coloración, emergencia vascular, calibre vascular, presencia de calibre

vascular disminuido en forma sectorial, presencia de vasos circumlineares,

excavación vertical y horizontal, grosor del anillo neurorretiniano siguiendo la regla

ISNT, la presencia de escotaduras, palidez sectorial o generalizada, grado y tipo

de atrofia peripapilar, presencia o ausencia y características de la lámina cribosa y

la presencia de hemorragias en astilla que de presentarse en ausencia de

enfermedades sistémicas como diabetes mellitus, hipertensión arterial o vasculitis

es un signo patognomónico de glaucoma (14).

Grosor corneal central: Bajo la perspectiva actual de los resultados del estudio de

tratamiento de la hipertensión ocular conocido por sus siglas en ingles como

OHTS (12), se encontró que en aquellos pacientes con córneas por debajo de las

550 micras tienen un riesgo incrementado en padecer la enfermedad, incluso

córneas con un grosor menor a la cifra mencionada desarrollan glaucoma con PIO

aparentemente más bajas.

Miopía alta: La miopía, es un factor de riesgo conocido, asociado con glaucoma,

particularmente en individuos con más de 6 dioptrías (15). Es común en estos

pacientes, dadas su características anatómicas, encontrar un área de disco

grande, una excavación amplia y una rotación del eje vertical de la papila (papila

oblicua), que dificulta una evaluación minuciosa.

Enfermedades sistémicas: Enfermedades como la hipotensión arterial, se

encuentra asociada con la aparición y progresión de daño por glaucoma, en

especial en aquellos pacientes hipertensos en lo cuales una sobre medicación en

el tratamiento de la hipertensión puede conllevar hipotensión arterial; los episodios

de choque hipotensivo, trauma, cirugía vascular o hemorragia masiva, son

potencialmente perjudiciales en la irrigación de la cabeza del nervio óptico. La

presencia de fenómenos vasoespásticos, locales o periféricos, tales como

migraña y síndrome de Raynaud se relaciona con la presencia de glaucoma de

tensión normal. Igualmente la presencia de enfermedad cardiovascular y de

hipertensión arterial son una asociación mencionada con este tipo de glaucoma.

En el caso de la diabetes mellitus estudios recientes (16-19) cuestionan su

presencia como factor de riesgo, e incluso se cataloga como un factor de

protección. Sin embargo la lógica y siendo la diabetes mellitus una enfermedad

con un blanco microvascular muy importante observándose por la microangiopatia

diversa que ocasiona la hipergluucemia crónica, no sólo a nivel ocular; se hace

difícil pensar, que ésta microangiopatía no afecte de manera selectiva a la cabeza

del nervio óptico.

Campos visuales: Como ya se ha mencionado en el sospechoso de glaucoma el

campo visual es normal, es decir se observa una ausencia de los defectos

campimétricos típicos de glaucoma como lo son: defectos paracentrales, aumento

en la mancha ciega, escalón nasal, escotoma arqueado en el área de Bjerrum o

cualquiera de la suma de estos. A pesar de esta ausencia debe recordarse que un

campo normal no descarta la presencia de glaucoma. Los defectos de la capa de

fibras nerviosas preceden a las alteraciones del campo visual, incluso hasta siete

años antes de presentarse, por lo que es necesario en un paciente con sospecha

de glaucoma alta realizar estudios que puedan hacer un diagnóstico precoz de la

enfermedad como la tomografía de coherencia óptica (OCT) o la tomografía

retiniana de Heidelberg (HRT).

Hasta aquí hemos mencionado los principales factores de riesgo en el sospechoso

de glaucoma de ángulo abierto, y podemos dividir aquellos factores que tienen

mayor peso o que su relación con la enfermedad es más estrecha y aquellos que

no, obteniendo dos tipos de sospechosos de glaucoma, los de bajo riesgo y los de

alto riesgo. Tabla 1.

Tratamiento del sospechoso de glaucoma de ángulo abierto

La decisión de tratar al paciente sospechoso de glaucoma es delicada y compleja,

y depende de factores, oculares, sistémicos, psicológicos y sociales. Por lo

general la desición de iniciar tratamiento se fundamenta en dos aspectos

principales: Cuando el riesgo de desarrollar daño glaucomatoso sea inminente

debido al nivel de PIO, Fluctuaciones en la curva de presión horaria, antecedente

heredofamiliar y estudios estructurales limítrofes y cuando ante el conocimiento

del paciente de la naturaleza irreversible del glaucoma, éste prefiere no correr el

mínimo riesgo de desarrollar glaucoma

Nosotros proponemos el siguiente esquema de tratamiento para el sospechoso de

glaucoma de ángulo abierto, basándose en el peso de los factores de riesgo de

manera individual como su conjunto. Como se ha mencionado existen factores de

riesgo alto y factores de riesgo bajo, esto nos orienta a tener un mayor cuidado en

aquellos pacientes con sospecha de glaucoma que posean factores de riesgo alto,

como lo son presión intraocular por arriba de 21 mmHg, curva de presión horaria

positiva, excavación papilar mayor a 0.6, antecedente heredofamiliar, pruebas

estructurales anormales y campos visuales anormales.

De todos estos factores de riesgo el más importante es el de la presión intraocular

alta, este factor de riesgo es el único que por sí solo puede ser indicativo de iniciar

tratamiento hipotensor, ya que se ha demostrado en estudios en animales que

presiones intraoculares por arriba de los 25 mmhg alteran el flujo sanguíneo y

axoplasmico a nivel del nervio óptico; de tal manera que el hallazgo de una

presión intraocular corregida de más de 25 mmHg es indicativo de iniciar

tratamiento hipotensor tomando encuentra que la historia de la enfermedad inicia

con presiones intraoculares altas o bien con picos de presión alta durante la

madrugada. Lo cual nos hace colocar en el siguiente peldaño a la curva de presión

horaria, que a pesar que es un método diagnóstico algo impráctico arroja mucha

información en especial cuando se busca un glaucoma incipiente; también en

aquellos pacientes que encontremos una presión intraocular alta o variaciones de

la presión intraocular por arriba de 2.1 mmHg en la curva horaria es indicativo de

iniciar tratamiento hipotensor y realizar un seguimiento con estudios estructurales

como el HRT, OCT y GDX así como funcionales que detecten un daño incipiente

como la tecnología de doble frecuencia. De interés especial es también el

observar un estudio confiable de análisis de fibras nerviosas disminuido, en este

caso es importante descartar cualquier otra patología retiniana que pudiera estar

ocasionando esta alteración. Otros factores de riesgo importantes, o de alto

riesgo son el antecedente heredofamiliar, la excavación papilar y campos visuales

alterados pero no diagnósticos. Cualquiera de los factores de alto riesgo en

asociación con otro es indicativo de iniciar tratamiento hipotensor y un seguimiento

adecuado, después de establecer los riesgos y beneficios y una aceptación por

parte del paciente.

Dentro de los factores de bajo riesgo estan el grosor corneal central, la diabetes

mellitus la hipertensión arterial sistémica, miopía mayor a 6 diptrías, la migraña y

el vaso espasmo cualquiera de estos en conjunto con uno de los factores de alto

riesgo (con excepción de la curva horaria alterada y la presión intraocular por

arriba de los 25 mmHg) amerita solo seguimiento con estudios estructurales y

funcionales con una perioricidad de 6 meses.

En presencia de cualquier factor de riesgo por separado solo ameritara

seguimiento con estudios estructurales y funcionales así como una revisión clínica

completa y de ser posible documentación fotográfica del nerivo óptico cada año.

La decisión esta basada en la evaluación de los factores de riesgo, así como la

suma de estos, ya que no será lo mismo un sospechoso de glaucoma en el que

solo se observen una excavación papilar de 0.6, regular sin ningún otro dato

patológico, con una presión de 10 mmHg e hipertensión arterial, el cual solo

requiere de un seguimiento estrecho. Aquel sospechoso que tiene una presión

intraocular de 19 mmhg, con antecedente heredofamiliar positivo, con un grosor

corneal central de 540 micrias y una papila en 0.8 con aumento de la excavación

vertical y pérdida de ISNT, en el cual se encuentran alterados el estudio de análisis

de fibras nerviosas pero que tiene unos campos visuales normales y que a pesar

de la normalidad de los campos visuales requerirá de tratamiento hipotensor.

El tratamiento para el sospechoso de glaucoma de ángulo abierto lo resumimos en

la figura 2.

Figura 2: Diagrama de flujo para el tratamiento del Sospechoso de Glaucoma

Primario de Ángulo Abierto

Bibliografía:

1. Quigley, Broman. The number of people with glaucoma worldwide in 2010

and 2020. Br J Ophthalmol; 90: 267-267.

2. Foster PJ. The epidemiology of primary angle closure and associated

glaucomatous optic neuropathy. Semin Ophthalmol, 2002;17(2):50-8.

3. Friedman. Who needs an iridotomy? Br J Ophthalmol 2001; 85:1017-1021

4. Perkins ES. The Bedford glaucoma survey.I. Long-term follow-up of

borderline cases. Br J Ophthalmol 1973: 57:179-85

5. Laske MC. The epidemiology of open angle glaucoma: a review. Am J

Epidemiol. 1983;118:166-91

6. Lachkar Y, Bouassida W. Drug-induced acute angle closure glaucoma. Curr

Opin Ophthalmol, 2007; 18(2):129-33.Sommer A, Tielsch JM, Katz J, ett al.

Relationship between intraocular pressure and primary open angle

glaucoma among white and black Americans. The Baltimore Eye Survey.

Arch Ophthalmol 1991;109:1090-5.

7. Sommer A, Tielsch JM, Katz J, ett al. Relationship between intraocular

pressure and primary open angle glaucoma among white and black

Americans. The Baltimore Eye Survey. Arch Ophthalmol 1991;109:1090-5.

8. MichellP, SmithW Attebo K, Healey PR. Prevalence of open angle glaucoma

in Australia. The Blue Mountains Study. Ophthalmology 1996;103:1661-9.

9. Wolfs RC, Klaver CC, Ramarttan RS, et al. Genetic risk of primary open-

angle glaucoma. Population-based familial aggregation study. Arch

Ophthalmol 1998; 116:1640-5.

10.Tielsch JM, Katz J, Sommer A, et al. Family history and risk of primary open

angle glaucoma. The Baltimore Eye Study Survey. Arch Ophthalmol 1994;

112:69-73

11.American Academy of Ophthalmology. Preferred Practice Pattern, Open

Angle Glaucoma. San Francisco: American Academy of Ophhalmology,

2002.

12.Gordon MO, Beiser JA, Brandt JD et al. The Ocular Hypertension

Treatment Study: Base line factors that predict the onset of primary open-

angle glaucoma. Arch Ophthalmol 2002; 120:714-20.

13.Ref: 1st South Amer. Symp. Glaucoma, Bariloche 1966 Mod. Probl Ophthal;

vol. 6, p. 1 – 23 (Karger, Basel/New York 1968) Variaciones diarias de la

presión intraocular en ojos sanos, sospechosos y glaucomatosos R.

Sampaolesi, N. Calixto, C.A. de Carvalho y R. Reca. Cátedra de

oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.

Hospital de Clínicas.

14.Terminología y Pautas para el Glaucoma, EUGS, 2003

15.Mitchell P, Hourihan F, Sanbach J, Wang JJ. The relationship between

glaucoma and miopía: The Blue Mountains Eye Study . Ophthalmology

1999; 106:2010-15

16.Mitchell Pk, Smith W Chey T, Healey PR. Open-angle glaucoma and

diabetes mellitus: The Blue Mountains eye study, Australia. Opthalmology

1977; 104:712-18

17.Klien BE, KleinR, Jensen SC Openn Angle glaucoma and older-onset

diabetes mellitus: The Baever Dam Eye Study. Opthalmology

1994;101:1173-7

18.Tielsch JM, Katz J, Quigley HA, et al. Diabetes intraocular pressure, and

primary openangle glaucoma in the Baltimore Eye Survey. Ophthalmology

1995; 102:48-43

19.Wu SY, Leske MC. Associations with intraocular pressure in the Barbados

Eye Study. Arch Ophthalmol 1997;115:1572-6