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FAMILIA ESTABLECIDA Los rasgos de una familia saludable de acuerdo a la Escritura Las características de una iglesia establecida Iglesia Evangélica Dios es Amor ASIGEO Samuel Marcano y Danny Carpenter Julio, 2005

Trato Con Los Hijos - Guia de Estudio

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Guia para tratar a los hijos

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UNIDAD 1

FAMILIA ESTABLECIDA

Los rasgos de una familia saludable

de acuerdo a la Escritura

Las caractersticas de una iglesia establecida

Iglesia Evanglica Dios es AmorASIGEO

Samuel Marcano y Danny CarpenterJulio, 2005TEMA UNIDO: CONFLICTOS CON LOS HIJOS

Pasajes

BblicosLecturas

preguntas para reflexonar

Deu. 21:18-21

Prov. 2:12-22; 3:12; 4:10-17; 8:13; 10:1; 13:1, 20, 24; 19:13; 22:15; 23:13; 24:1-2; 29:15, 17

Efe. 6:1-3

Tito 1:6El amor y la disciplina en los nios.

Disciplina: moldeando la voluntad con sabiduraCuatro puntos cardinales en relacin con los hijos

1. Cules conflictos internos pueden experimentar padres e hijos? Por qu?

2. Cules medidas pueden tomar los padres para evitar que los hijos sean problemticos?

3. Qu tipo de disciplina se debe aplicar a los hijos que causan problemas? Cundo debe ser administrada la disciplina? Con qu actitud debe ser administrada?

4. Cules conflictos externos enfrenten los padres con sus hijos? Por qu?

5. Qu responsabilidad tienen los padres para con sus hijos para que estos no caigan en mala compaa?

El Amor y la Disciplina en los Nios

Por Gary Chapman y Ross Campbell

La disciplina implica la larga y vigilante tarea de guiar a un nio desde la infancia a la edad adulta. Basado en el exitoso libro "Los Cinco Lenguajes del Amor", este artculo te ensear a entender a tu hijo de una nueva manera.

El entrenar la mente y el carcter de tu hijo hasta que se convierta en un miembro del hogar y la comunidad, dueo de s mismo y constructivo, requiere que emplees todo tipo de comunicacin con l. Para guiarlo, pondrs ejemplos, servirs de modelo, lo instruirs verbalmente, le pedirs por escrito, le ensears y le predicars sobre la buena conducta, le corregirs la mala conducta, le proporcionars enseanza y mucho ms.

Tambin el castigo es uno de los medios y tiene su lugar, pero en la mayora de los hogares se abusa del castigo. De hecho, muchos padres suponen que la disciplina y el castigo son sinnimos, y que la disciplina en realidad quiere decir castigo. El castigo es un tipo de disciplina aunque sea el ms negativo.

Muchos padres, especialmente aquellos que no recibieron mucho amor en su propia niez, tienden a pasar por alto la importancia de formar un nio. Ellos consideran que la principal tarea de la paternidad es castigar en lugar de emplear otras formas ms positivas de disciplina. Para que la disciplina sea efectiva, los padres tienen que mantener lleno el tanque emocional de sus hijos con amor. De hecho, disciplinar sin amor es como tratar de hacer funcionar una mquina sin aceite.

Guindolo hacia el comportamiento maduro

La definicin comn y popular de disciplina es el establecimiento de la autoridad paternal, el desarrollo de pautas de comportamiento, y despus el ayudar a los nios a vivir dentro de estas pautas. Histricamente cada cultura ha fijado expectativas de lo que se considera un comportamiento maduro y ha ideado medios a travs de los cuales puede lograrse esto. nicamente en este siglo -y por muy corto perodo de tiempo- alguna gente ha supuesto que los nios no necesitan disciplina. Este enfoque de "carta blanca" hacia la paternidad, que permite que los hijos hagan lo que se les ocurra, no produce hijos felices ni responsables.

El amor y la disciplina

El amor busca el beneficio de otro; eso mismo hace la disciplina. Por lo tanto la disciplina es con toda certeza un acto de amor. Mientras ms se sienta amado un nio, ms fcil es disciplinarlo. La razn es que un hijo tiene que identificarse con sus padres a fin de aceptar su guianza sin resentimientos ni hostilidad, y sin hacer resistencia pasiva. Esto significa que tenemos que mantener lleno el tanque de amor del nio antes de administrar la disciplina.

Si el hijo no se identifica con sus padres, considerar cada solicitud con tal resentimiento, que en lo que se refiera a la autoridad paterna -y al final, toda autoridad-, se inclinar por entero a hacer exactamente lo opuesto a lo que se espera de l. Esa actitud se ha vuelto sumamente comn.

Como ama un nio

Antes de que seamos capaces de disciplinar eficazmente a un nio con amor, necesitamos hacernos dos preguntas:

1.- Cmo ama un nio? 2.- Qu necesita mi hijo cuando se porta mal?

Cmo ama un nio? De un modo inmaduro. En contraste, los adultos buscan amar de manera incondicional. Algunos padres piensan que un hijo debera tratar de ganarse su amor y afecto con buena conducta, pero esto es del todo imposible. Un nio por naturaleza prueba nuestro amor constantemente con su conducta. Est preguntando: "Me quieres?" Si respondemos "S, te quiero", y llenamos su tanque de amor, reducimos la presin y hacemos innecesario que contine probando nuestro amor. Tambin eso facilita mucho controlar su conducta. Sin embargo, si caemos en la trampa de pensar que nuestro hijo debera "ganarse" nuestro amor con su buena conducta, nos sentiremos constantemente frustrados. Tambin veremos a nuestro hijo como malo, irrespetuoso y desamorado, cuando en realidad necesita que le reafirmemos nuestro amor.

Las causas del mal comportamiento: Un tanque de amor vaco.

Cuando tu hijo se porta mal y te has preguntado: "Qu necesita mi hijo?", la siguiente pregunta debe ser: "Necesita que le llenen su tanque de amor?" Es mucho ms fcil disciplinar a un hijo si se siente amado de veras, sobre todo si la causa de la mala conducta es un tanque de amor vaco. En tal momento, necesitas tener en mente los cinco lenguajes del amor, sobre todo el contacto fsico y el tiempo dedicado, y emplear las miradas.

Cuando un hijo obviamente se porta mal, lo que ha hecho no debe ser tolerado. Sin embargo, si no sabemos lidiar con eso -o somos demasiado speros o demasiado indulgentes- tendremos ms problemas en un futuro con ese nio, y esos problemas empeorarn segn vaya creciendo. S, necesitamos disciplinar (entrenar) a un nio guindolo hacia una buena conducta, pero el primer paso en ese proceso no es el castigo.

Involucrar la disciplina en el lenguaje del amor primario de tu hijo Lorenzo es ingeniero elctrico y por naturaleza su personalidad es bastante rgida. En sus primeros aos de paternidad, tenda a ser severo y desapasionado al disciplinar a sus hijos. Despus de aprender acerca de los cinco lenguajes del amor, determin que el lenguaje primario de su hijo era el contacto fsico. Ahora nos cuenta cmo aplic esto al disciplinar a su hijo:

"Despus que llegu a casa, fui tranquilo al dormitorio de mi hijo Ren quien estaba trabajando en su computadora. Entr y empec a frotarle el hombro. Al minuto l se volvi y me prest atencin. Le dije:

-Levntate, quiero abrazarte-

Lo tom en mis brazos y le dije:

-Tengo que hacer algo muy duro y quiero que sepas que te quiero por encima de todo-. Mantuve mi abrazo por un rato, saboreando mi proximidad a l.

Entonces lo solt y le dije:

-Mami me llam hoy para contarme lo que sucedi con la ventana del seor Santos. S que fue un accidente, pero t sabes bien que est prohibido que juegues a la pelota en el patio. Por lo tanto, tengo que disciplinarte por quebrar esa regla. Me duele tener que hacerlo, pero es por tu bien. No podrs jugar a la pelota durante las prximas dos semanas. Y tendrs que pagar con tu dinero la reparacin de la ventana del seor Santos.-

Entonces lo tom en mis brazos y lo abrac otra vez. S que sinti mis lgrimas corriendo por su cuello.

-Te quiero, amiguito- le dije. -Yo tambin te quiero, pap- contest l.

Sal del dormitorio sabiendo que haba hecho lo que deba.

Este artculo ha sido tomado del libro "Los cinco lenguajes del amor de los nios" - por Gary Chapman y Ross Campbell - ISBN 0789905086 - Editorial Unilit - Usado con permiso.

DISCIPLINA: MOLDEANDO LA VOLUNTAD CON SABIDURIA

Charles Swindoll

Captulo 6 del libro Sabidura para la Vida Familiar

Yo me opongo a cualquier argumento cuya lgica se base en extremos. Invariablemente, ese tipo de pensar conduce a ridculas conclusiones.

Veamos, por ejemplo, el tema de los accidentes automovilsticos. Algunos choferes de hoy son descuidados, desconsiderados y francamente irresponsables cuando se sientan tras el volante. Sus acciones imprudentes causan incontables accidentes. Con gente como esa en nuestras calles y carreteras, puede ser peligroso conducir vehculos. Uno puede quedar seriamente herido mientras maneja su automvil, incluso quiz hasta lo maten. Sin embargo, qu locura sera que alguien sugiriera que la mejor solucin para nuestra elevada tasa de accidentes sea la de no conducir vehculos!

O miremos todos los matrimonios desdichados que nos rodean. Muchos de los que se casan tienen disputas con sus cnyuges. Las voluntades chocan. Abundan las peleas. Persiste la falta de armona. Los tribunales estn atiborrados de divorcios. A pesar de este dilema, nunca he escuchado a alguien sugerir que aprobemos leyes que declaren ilegal el matrimonio, aunque eso solucionara inmediatamente todos los futuros conflictos conyugales.

Sin embargo, cuando se trata de la disciplina fsica de los nios, sa es la clase de lgica que uno oye exponerse en esta poca. Como el castigo corporal ha sido llevado a brutales extremos por algunos padres o tutores, la tendencia de muchos es botar el beb junto con el agua del bao. Eso es lo que acontece cuando la diplomacia y la comodidad reemplazan al discernimiento y la exactitud.

Hace aos aprend un principio que nunca me ha fallado ni siquiera una sola vez:Nunca adoptes el extremo como norma tuya. El anverso de ese principio? El equilibrio y la sabia prudencia deben prevalecer cuando existe la posibilidad de riesgo o peligro. Eliminar todo castigo corporal porque algunos padres han abusado de l o usado mal, significa abrazar una postura extremista que desafa a la lgica y al sentido comn y. lo que importa ms, niega el consejo de la Sagrada Escritura.

Antes de proseguir, djeme esclarecer que aborrezco y deploro toda forma de maltrato abusivo, especialmente el maltrato a los nios. No cabe en mi filosofa o teologa la disciplina domstica llevada a ese extremo. Como padre que ha criado cuatro nios propios y pastor que se ha visto obligado a intervenir en casos de maltrato domstico de toda la gama imaginable, he comprobado las recompensas de la disciplina justa como tambin los horrores del maltrato descontrolado. No hay manera reconocida de eliminar el riesgo, pero a la luz de los beneficios finales que acompaan a la apropiada disciplina de los nios, estoy ahora ms convencido que nunca de que Dios honra a aquellos que siguen Sus instrucciones, aunque algunos las malentiendan, las apliquen mal y lleven a un extremo Su consejo. Por favor, entiendan que nunca he abogado, ni lo har, por cualquier tipo de accin que sea abusiva o injusta para los nios; cmo podra hacerlo a la luz de lo que acabamos de leer en el captulo cinco? Los nios son originados y entretejidos por el Creador, se acuerda? Cada uno es un precioso regalo nico dado por Dios con habilidades divinamente prescritas. Por eso no asombra que Jess enseara:

Y cualquiera que haga tropezar a algunos de estos pequeuelos que creen en mi, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. (Mateo 18.6)

Claro que esa declaracin nunca fue dicha con el propsito de que se les deba dar a los nios irrestricta y desenfrenada libertad. Vuelva a leer el ttulo que les di a este captulo. Gracias a Dios que he aprendido algo desde que Dios nos dio a nuestros cuatro hijos. Veinte aos atrs yo hubiera titulado este captulo Comprtate bien o embrcate y hubiera ofrecido cinco o seis pasos precisos del xito en esto de ser padres, con resultados garantizados. Ahora no, de ninguna manera! Dejo esos ideales a los conferenciantes y autores que no tienen un hogar lleno de nios. De modo que, teniendo detrs aos de experiencia llenos de duros golpes y noches insomnes como pap, quiero volver a Proverbios, el antiguo libro de sabidura y dejar que algunos de estos principios probados por el tiempo, surjan en toda su gloria.

UNA DECLARACION DIGNA DE RECORDARSEJusto antes de leer los consejos de Salomn, dse tiempo para ponderar un pensamiento digno de recordar. La disciplina confirma su amor por su hijo antes que hacer que el nio se lo cuestione. El nio que vive con correccin justa y consecuente, aprende que usted lo valora. Cuando usted se preocupa lo suficiente como para establecer sanos lmites, cuando se toma el tiempo para hacer que rijan las reglas, y cuando sirve de modelo a las expectativas que tiene, los nios crecen mucho ms felices y ms seguros que aquellos a los que se les da virtualmente rienda suelta. Numerosas pruebas demuestran que los nios bien queridos pero justamente disciplinados son ms sanos y maduran para ser ms adultos productivos y seguros que aquellos criados en ambientes ultrapermisivos.

Volvamos a una antigua declaracin bblica que puede habrsele olvidado que estaba en el Libro:

El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; ms el que lo ama, desde temprano lo corrige. (Proverbios 13:24).

Unir el amor con la disciplina fue muy sabio de parte de Salomn. Aquellos que verdaderamente aman a sus hijos se dan cuenta de la importancia que tiene la disciplina consecuente. El nio siente que los padres se preocupan cuando se afirman y mantienen los parmetros que han establecido, lo cual proporciona un apoyo emocional indispensable para una adultez.

TRES DISTINCIONES IMPORTANTES

Como la nuestra es poca de extremismos, debemos dejar en claro unas cuantas distinciones en aras del completo entendimiento.

Primero, hay que distinguir entre maltrato y disciplina. Aunque ya he intentado eliminar toda duda al respecto, quiero explicarme en forma dolorosamente clara. Invariablemente, cuando alguien desea encontrarle defectos a una persona que cree en disciplinar a los nios, la manera ms efectiva de criticarlo es acusarlo de maltrato! Quiz me ayudara hacer un paralelo para mostrar el contraste entre ambos:

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Algunas casas son cmaras de horror. A padres pecaminosos y enfermos (que fueron vctimas en muchos casos del maltrato infantil), les falta la suficiente fortaleza interior para autocontrolarse cuando administran la disciplina. Algunos, debido a las drogas o el alcohol, ni siquiera se dan cuenta cuando estn funcionando descontroladamente.

Vivo en la desparramada metrpolis de Los ngeles, una enorme selva de necesidades humanas. Difcilmente pasa un da en que no vea, escuche o lea de nios que son maltratados. No hace mucho un niito muri, en un da de intenso calor, dentro del automvil con llave, con las ventanas cerradas. Las historias que rompen el corazn son interminables.

El abuso sexual es otra faceta de este trgico paisaje, ms prevaleciente de lo que cualquiera de nosotros quisiera admitir, Algunos relatos del abuso a que se somete a los nios, me hacen llorar. Tal vez sea por eso que me esfuerzo al extremo para asegurarme de que nadie siquiera implique que yo abogo por una disciplina que se aproxime al maltrato. Segundo, hay que distinguir entre abatir el espritu y moldear la voluntad. En otro proverbio leemos sobre un espritu quebrantado.

El corazn gozoso alegra el rostro, pero la tristeza quebranta el espritu . (Proverbios 15.13)

Consideremos otro, la misma idea con diferentes palabras:

El corazn alegre es buena medicina, pero el espritu quebrantado seca los huesos (Proverbios 17.22). Sera bueno reemplazar abatido por quebrantado. Que nunca se olvide que, en ltima instancia, una de las principales metas de la disciplina es la de edificar la fortaleza interior del nio, la de darle la seguridad y la confianza en s mismo que le darn ayuda interior durante todos los restantes aos de su vida; la de ayudarle a cultivar un espritu sumiso, el corazn de un siervo. Pero cuando se abate el espritu dentro del nio, la luz se apaga en lo ms profundo de su ser. El impulso necesario para lograr metas y cumplir objetivos se detiene, dejando a la criatura abandonada a merced de las olas. Sabio es el padre que mantiene una vigilancia protectora sobre el frgil espritu del nio mientras que, al mismo tiempo, trata de moldear esa porfiada voluntad.

Tercero, hay que distinguir entre infantilismo normal y desafo voluntarioso. Todo nio que crece necesita espacio para descubrir, aprender, equivocarse y experimentar todas las dems cosas que involucra el crecer para madurar. De vez en cuando los nios, naturalmente, olvidan hacer una tarea, derraman su leche, y el agua, y el jugo y la bebida y el cereal TODO! Se tropiezan y se caen. Rompen cosas. Dejan olvidadas en sus bolsillos cosas como: piedras, caracoles y ranas. Se resbalan en la baera y golpean sus cabecitas. Ensucian la ropa limpia recin puesta segundos despus de salir. Se olvidan de que usted les dijo que permanecieran limpios.

Todo eso es parte de ser nio. No es que traten de ser malos o desafiadores, sino que estn sencillamente aprendiendo. Es injusto indignarse y retar duramente a un pequeuelo por cosas como las sealadas. En tales ocasiones la disciplina resulta inapropiada. Cynthia y yo conocemos a una pareja que tiene varios varoncitos en su familia. Son grandes muchachos. Bochincheros, inquietos, ruidosos, enrgicos y divertidos. Los nios no son intencionalmente rebeldes, sino slo activos. Sus padres han realizado una maravillosa labor en moldear sus voluntades con sabidura.

Hace varios aos ellos estaban de visita en la casa de una familia, en el sur del pas, y en esa ocasin desayunaban ms bien apurados. La casa, situada en el estado de Georgia, era elegante, los anfitriones muy finos y la mesa estaba bellamente puesta: mantel de encajes, loza muy fina, utensilios de plata, en fin lo mejor. Como nuestros amigos deban abordar el avin, se vieron obligados a comer rpido para irse pronto. Todo iba bien. Ningn plato quebrado, nada de leche derramada, ni siquiera un salero volcado. Era como un milagro chiquito, un sueo realizado hasta que como tena que apresurarse para estar a la hora, pap se agach para tomar a su hijo nmero cuatro justo en el momento en que el desayuno decidi salirse del estmago del niito. En una dcima de segundo, la serena y digna elegancia se transform en el mximo enredo sucio. Qu hacer? Cmo podra uno recobrarse de algo as? Le pregunt al pap qu hizo. Sonriente, se encogi de hombros: Bueno, nos disculpamos y tomamos el avin. S, se disculparon una docena de veces, y trataron de ayudar a limpiar; pero los nios son nios, siempre. Disciplinar a un nio en una situacin as es algo fuera de toda lgica. Usted se limita a tragarse el orgullo, sonrer dulcemente, decir que lo lamenta, limpiar el vmito y tomar el avin.

PRINCIPIOS PARA TRATAR LA ACTITUD DESAFIANTEOtra cosa es el desafo voluntarioso. Aqu tengo en mente la desobediencia deliberada de parte del nio. Dudo que esa clase de conducta exija mucha explicacin. Los profesores lo ven a diario en el aula; los comerciantes la enfrentan en sus tiendas; los policas lo encuentran diariamente, los que trabajan con la juventud en las iglesias del pas, siempre se ven obligados a tratar con ella. Por qu? porque los padres no lo hacen. La permisividad encontrada en los hogares de hoy es francamente preocupante. No resulta raro encontrar hogares centrados en el nio, donde stos intimidan a sus padres. Asustados de mostrarse duros, vacilantes para permanecer firmes en contra de la decidida voluntad de sus nios, los padres crean un escenario domstico que se vuelve insoportable.

El conocido conferenciante y escritor Denis Waitley realiza una obra maestra cuando describe tal tipo de escena en un inolvidable encuentro que tuvo con un pequeo rebelde al que etiquet de Bradford el Brbaro.

En mis seminarios sobre ser padres y lderes, cuento una historia real sobre una joven pareja que me invit a comer a su casa hace un tiempo, despus de una jornada entera en la universidad. Este hombre y mujer, ambos muy inteligentes, con ttulos de estudios avanzados, haban optado por un hogar centrado en los nios, de modo que su criatura de cinco aos, Bradford, tuviera absolutamente todo a su disposicin para ser un triunfador all en el competitivo mundo.

Cuando llegu a la entrada de automviles de su casa, un chalet Tudor de dos pisos, muy de moda, en el fondo de la calle sin salida, debiera ya haber sabido lo que me aguardaba. Me top con su mueco E.T. al bajarme del auto fui saludado con un Fjese por dnde camina o tendr que comprarme uno nuevo! Al entrar por la puerta principal, descubr instantneamente que ste era la casa de Bradford, no la de sus padres. El mobiliario pareca haber sido, originalmente de fina calidad. Me pareci reconocer un mueble Ethan Allen que haba sufrido la ira de Khan. Tratamos de tomar una taza de algo caliente en la sala, pero Bradford estaba muy ocupado en manejar sus nuevos controles de Intellivision. Tratar de hallar donde sentarse era como cruzar un campo minado saltando en un solo pie y con los ojos vendados

Bradford comi primero, en el saln, para que no estuviera solo. Casi volqu mi taza con la bebida caliente sobre mis pantalones cuando trajeron una silla alta, diseada como un asiento eyectable de avin de retropropulsin, con cuatro patas y amarras. Secretamente imagin una bala de can de veinte milmetros amarrada a un cohete espacial puesto bajo el asiento, con un fusible de dos segundos. Bradford tena cinco y tenan que amarrarlo a una silla para que comiera una comida!

Cuando empezamos con nuestras ensaladas en el comedor, que era una alcoba abierta adyacente al saln, el joven Bradford haba tirado su cena en la alfombra y procedido a verter encima su leche para cerciorarse de que las arvejas y las zanahorias penetraran bien profundamente en los pelos de la alfombra. Su madre le dijo: Bradford, tesorito, no hagas eso. Mami quiere que t crezcas fuerte y sano como papito. Te traer algo ms de comer mientras papito limpia eso.

Mientras ellos estaban ocupados en eso, Bradford se haba soltado las amarras, bajado de su percha, y reunido conmigo en el comedor, comindose mis aceitunas. Pienso que debieras esperar tu comida le dije discretamente, sacando su mano de mi plato de ensalada. El movi su pierna para patearme la espinilla, pero no me fallaron mis reflejos de viejo expiloto, de modo que cruc tan rpido las piernas que no logr asestar patada, perdi el equilibrio y se cay sentado en el suelo. Uno hubiera credo que se encontraba en el dentista por lo que aullaba mientras corra a su madre sollozando: El me peg. Cuando sus padres preguntaron qu pasaba, serenamente les inform que se haba cado accidentalmente y que, adems, yo nunca le pegara al jefe de un hogar

Supe que era hora de irme cuando llevaron a la cama a este Prncipe Valiente, ponindole galletitas en los escalones para incentivarlo a subir. Se comi su ida a la cama! Cmo van a lograr motivarlo para que vaya a la escuela? les pregunt tranquilamente. Ellos se rieron contestando: Oh, seguro que ya se nos ocurrir algo! S, pero qu pasa si los perros del barrio se comen lo que le pongan? Se va perder igual que Hansel y Gretel! Mientras manejaba el automvil camino al aeropuerto, le ped a Dios que me perdonara por no haberme quedado callado.

Cmo podemos impedir que suceda esa clase de cosas en nuestro propio hogar? No basta con pensar positivamente y orar mucho. Tampoco servir que deposite al jovencito o jovencita en la iglesia un par de veces por semana. Crame, esto requiere poner manos a la obra de disciplinar. SUS manos, padres. Consideremos cuatro sugerencias, de dos palabras cada una, que funcionaron bien en el hogar de los Swindoll:

Empiece temprano

Contrariamente a la creencia popular, no es solucin esperar hasta que sus hijos estn en la escuela. En lugar de hacerse ms fcil, mientras ms tiempo espera, la disciplina se dificulta cada vez ms. Examinemos estos dos proverbios:

El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige (Proverbios 13:24).

La necedad est ligada en el corazn del muchacho; mas la vara de la correccin la alejar de l (Proverbios 22.15).

En el primer proverbio, la expresin desde temprano, merece serio estudio. Originalmente, significaba el alba, temprano en el da. El trmino adquiri mucho ms significado a medida que transcurri el tiempo y lleg a significar perseguir algo desde temprano temprano en la vida. Si agregamos ese significado, el proverbio podra entenderse as:

El que detiene la vara a su hijo odia, pero el que lo ama, lo busca con disciplina desde temprano en la vida.

Por qu empezar temprano? Por qu no esperar hasta la adolescencia cuando se puede dialogar ms inteligentemente? Porque la necedad est ligada firmemente al ser interior de su nio. Recuerda las malas inclinaciones presentadas al final del captulo anterior? Aqu se trata de la misma idea.

La necedad suena ms bien como travesura y picarda, algo alegre y divertido. Pero los hebreos la entendieron en forma mucho ms seria. Dice el necio en su corazn: No hay Dios... (Salmo 14:1). El necio posee una naturaleza que odia la enseanza y que se burla de Dios. Por lo tanto, los necios desprecian la disciplina. La necedad no respeta la autoridad, decidida a seguir su propio camino, se resiste a todo reproche. Y, recuerde, todo esto est ligado al corazn del muchacho, de su hijo. Sabio es comenzar temprano a modelar esa necia voluntad. Un nio abandonado a sus necios caminos solamente acelera su insolencia a medida que pasa el tiempo.

Padres, no demoren el proceso disciplinario. Dios les dar sabidura a medida que le presentan a El su deseo de tener un nio cuyo corazn sea tierno y est bajo control. Naturalmente, los padres deben adaptar sus procedimientos disciplinarios a la edad de cada nio. Los nios mayores pueden (y deben) razonar; pero si usted se demora en empezar, solamente experimentar ms dificultades.

Mantnganse equilibrado Mire otra vez a Proverbios 22:15:

La necedad est ligada en el corazn del muchacho; mas la vara de la correccin la alejar de l (Proverbios 22:15). Obviamente, nuestro Seor tiene en mente el castigo corporal. La disciplina aqu implica la idea de infligir dolor para asociar el dolor con lo malo. El nio aprende dos hechos sencillos pero esenciales: lo malo produce dolor, lo bueno produce placer.

La zurra comunica al nio un mensaje firme y doloroso. No me refiero a una bofetada en la cara. Ni el rostro, la parte superior del cuerpo no estn diseadas para recibir ese castigo. Dios ha provisto en el cuerpo el lugar perfecto para el dolor, incluso ha puesto en esa rea un relleno extra. Y cuando se administra la vara de la disciplina, con la motivacin correcta, firme y brevemente, no deja ningn dao permanente. De acuerdo con la promesa de Dios, alejar la necedad de l.

Para que usted no sonra ante la necedad, ignorando su gravedad, piense que la necedad es tan fea y devastadora como un demonio. Ese peligro en potencia debe ser enfrentado! Usted le debe a su prjimo, al profesor de la escuela, a la sociedad en general, el alejar la necedad de su nio. Si no lo hace, vivir para lamentarlo.

Para mantener el equilibrio adecuado en mente, hay otro pasaje que debiera considerar:

No rehses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morir. Lo castigars con vara, y librars su alma del Seol. (Proverbios 23:13-14).

Puede que le sorprenda saber que cuando leo eso me siento aliviado. Si la disciplina se administra correctamente, los padres no deben temer que vaya a producirse la muerte. Cuando me entero de que un nio fue maltratado tan severamente que se muri, s que no fue disciplina bblica la que se emple, sino una extremada accin descontrolada de humana locura. Dios promete a los padres que no habr muerte resultante de la disciplina que apliquen a Su modo. Efectivamente, la disciplina apropiada preservar a su hijo de aflicciones extra. Lo castigars con vara, y librars su alma del Seol. El Seol es el lugar de la muerte, la tumba. La disciplina libera.

Esto nos resguarda contra el maltrato del nio en vez de darnos licencia para tratarlo brutalmente. En efecto, esto dice Castiga con firmeza cuando haya habido voluntariosa insolencia, y tienes la seguridad que te da Dios de que tu progenie no morir. Esa clase de disciplina no mata.

La palabra hebrea yah-saar, que se traduce por vara, me molest la primera vez que me puse a estudiar esto, hace unos nueve aos. Me fastidiaba porque sonaba ruda, pero luego me alivi saber que se traduce como vara porque la palabra hebrea realmente significa bastn. Sbitamente agradec que mi padre ignorara el hebreo en aquellos das. No pasen por alto esto: layah-saar indica que ha de usarse un implemento cuando discipline a sus nios. Quiz debiramos pensar por un momento en eso.

Durante una parte de mis aos de crecimiento, pap era maquinista. Tena brazos fuertes. Cuando me zurraba, no lo haca con una varilla o paleta, sino con su mano. Quiz esa sea la razn por la que viv buena parte de mis aos de infancia teniendo miedo de mi padre: identificaba a mi pap con el dolor del castigo.

Cuando empezamos a criar a nuestros hijos (y queramos hacerlo a la manera de Dios), Cynthia y yo decidimos que siempre usaramos una pequea paleta para disciplinar a nuestros hijos. La paletita que usamos estaba unida a una pelota chica como del tamao de una de pimpn, que se devolva, por lo que sacamos la pelotita y usamos solamente la paleta. Tenamos varias, dispuestas en distintos lugares de la casa. Por alguna extraa razn desaparecan continuamente, de modo que terminamos por esconderlas. De esa manera siempre estaran en lugar seguro fuera de la vista.

Seguimos un particular proceso que explicar ms adelante. Me agrada decir que result bien: nuestros hijos relacionaron el dolor con la paleta y no con nosotros.

Una vez despus de haber castigado a nuestra hija menor y de haber revisado todo el problema, ella estaba en su dormitorio preparndose para irse a la cama. De pronto, exclam Papi, ven!. Y yo pens: Pero, qu habr pasado? Qu habr hecho? Habr chupado su lamparilla? Qu sucede all? Corr a su dormitorio para saber cul era el problema. Mirando enojada a la paleta que por olvido se me haba quedado sobre su tocador, ella grito: saca eso de aqu. Lo que interesa es que ella me quera cerca pero no a esa cosa.

Quiz esa sea la razn por la que Dios sugiere la vara cuando se trata de disciplinar. Pero puede que aun usted no se convenza. Todava puede sentir injusto o brutal pegarle a su hijo o usar un instrumento para hacerlo. Puede temer que su nio dude de su amor si usted le produce dolor.

Detngase por un momento en la manera en que Dios lo trata a usted, a m. Le recuerdo que Dios dice que nos ama y que a quien ama, azota (Hebreos 12:6). Esa s que es palabra fuerte! Puede significar hasta despelleja. S que mi Padre celestial me ama y se interesa por m. Cmo lo s? Cuando yo me comporto mal, El me lleva aparte y despelleja mis asentaderas. Crame, nunca me olvidar de Sus palizas. Necesito esos momentos. Si se me dejara no hacer caso a Su voluntad prescrita para m y se me permitiera salirme con la ma, yo pensara que El, realmente, no se interesaba por m.

Pero para mantenernos equilibrados, debemos recordar que debe haber .o pasen correccin verbal junto con el dolor fsico. Es necesario que aadamos cuando nuestras palabras de reprensin. Por qu iba yo a sugerir tal mezcla? Lea en eso. Proverbios 3:11-12.

No menosprecies, hijo mo el castigo de Jehov, ni te fatigues de su correccin; porque Jehov, al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere.

Qu significa todo esto? Cuando usted equilibra sus principios disciplinarios, no slo sostiene firme una vara, sino tambin la lengua fiel. Ambas van juntas.

De vez en cuando oigo que la gente dice: Hubo momentos cuando era nio en que me pegaron pero no supe por qu. Eso significa que la disciplina fue desequilibrada. El nio necesita que lo traten con bastante firmeza cuando ha hecho algo malo, pero siempre, s, siempre, necesita saber por qu. Cuando el nio no tiene idea de por qu le pegan, significa que la disciplina es incorrecta e injusta.

Para los padres es sumamente importante recordar que a medida que el nio va creciendo, debe haber cada vez menos castigo fsico y ms correccin verbal. Una vez que llega a un cierto nivel de madurez, no hay ms paliza, slo conversacin. Su consejo cambia de fsico a verbal a medida que su hijo madura. Debo agregar esto: No hay una edad especial para todos los nios en cuanto a la llegada de este momento. Algunos nios pasan la edad del castigo fsico cuando llegan a los nueve o diez aos. No he conocido muchos de stos, pero los hay. Cuando llega la adolescencia, usted se ha aproximado peligrosamente a esa frgil voluntad propia donde la paleta hace ms daos que beneficio. Claro que hay raras excepciones.

Entendamos tambin que la correccin verbal no es dar latigazos con la lengua. El trmino hebreo significa probar, demostrar, convencer. Nosotros convencemos mediante palabras a nuestros hijos, que malo, es malo, y que no puede ser tolerado. Recuerde que esa cita de Proverbios termina as:

Porque Jehov al que ama reprende como un padre al hijo en quien se deleita . (v. 12).

Eso ayuda. La palabra deleita significa aprobar a alguien, estimar. Incluso significa admirar, afirmar.

Sabe su hijo que usted lo admira? Su admiracin les ayuda a admirarse riente no a s mismo. La afirmacin obra maravillas!

Su hijo no slo necesita el toque peridico de la paleta en el lugar y momento adecuados, tambin necesita la sabia correccin de su lengua. Esto le ayuda a razonar a travs de todo el asunto de la provocacin y su consecuencia. A veces los nios se dan cuenta de que ciertas personas que tienen autoridad sobre ellos no pueden ponerles la mano encima, de modo que se aprovechan de eso para intensificar su rebelda, lo cual puede llegar a una postura muy desafiante. En esas ocasiones todo lo que puede hacerse es verbal; pero no piense ni por un momento que todo es en vano.

Mi viejo amigo, el doctor James Dobson, escribe acerca de uno de los ejemplos ms divertidos (yo agregara, efectivos) de esto que yo haya ledo:

En ausencia de liderazgo de los padres algunos nios se ponen extremadamente majaderos y rebeldes, especialmente en los lugares pblicos. Quiz el mejor ejemplo sea el de un nio de diez aos, Roberto, paciente de mi buen amigo, el doctor William Slonecker, quien contaba que su equipo peditrico tema los das en que Roberto tena turno tomado. Este nio literalmente atacaba la consulta, tomando instrumentos, archivos y telfonos. Su pasiva madre haca poco ms que mover desconcertada la cabeza.

Durante un examen fsico el doctor Slonecker observ varias caries en los dientes de Roberto y supo que deba transferirlo a un dentista del lugar, pero, a quin conferir semejante honor? El envo de un paciente como Roberto poda significar el fin de una amistad profesional. El doctor Slonecker finalmente decidi enviarlo a un dentista, de ms edad, que tena fama de entender a los nios. La confrontacin que sigui tiene hoy un lugar entre los clsicos de la historia del conflicto humano.

Roberto lleg al consultorio del dentista, preparado para la batalla.

Sintate en ese silln, jovencito dijo el doctor. De ninguna manera, replic el nio.

Hijo, te dije que subas al silln y eso es lo que quiero que hagas contest el dentista.

Roberto mir fijamente a su adversario por un momento y luego respondi: Si usted logra subirme a ese silln, me sacar toda la ropa.

El dentista calmadamente dijo: Hijo, qutatela. El nio procedi a quitarse la camisa, la camiseta, los zapatos, los calcetines y lo mir desafiante.

Bien, hijo dijo el dentista, ahora arriba, al silln.

Usted no me oy farfull Roberto: Dije que si usted me sentaba en ese silln, me quitara TODA la ropa.

Hijo, qutatela, replic el hombre. Roberto procedi a quitarse los pantalones y los calzoncillos, quedndose, por ltimo, totalmente desnudo delante del dentista y su ayudante.

Ahora, sbete al silln, hijito dijo el doctor. Roberto hizo lo que le deca, se sent, cooper durante todo el proceso. Cuando le limpiaron y taparon las caries, le dijeron que se bajara del silln. Dme mis ropas ahora dijo el nio.

Lo siento replic el dentista, dile a tu madre que vamos a retener tus ropas por hoy. Ella puede venir a buscarlas maana.

Comprende la sorpresa de la madre de Roberto cuando se abri la puerta que daba a la sala de espera, y all estaba de pie su hijo, rosadito, desnudo como cuando naci? La sala estaba llena de pacientes, pero Roberto y su mam caminaron entre ellos para salir al pasillo. Bajaron en un ascensor pblico y salieron al estacionamiento, sin hacer caso a las miradas de los que pasaban cerca.

Al da siguiente, la madre de Roberto volvi a buscar la ropa y pidi hablar con el dentista, pero no vena a protestar. Estos fueron sus sentimientos: Usted no sabe cunto aprecio lo que sucedi aqu ayer. Vea usted, Roberto haba estado chantajendome con su ropa durante aos. Cada vez que estamos en lugar pblico, como una tienda de vveres, me formula exigencias irracionales. Si no le compro inmediatamente lo que quiere, amenaza con quitarse toda la ropa. Usted es la primera persona que se ha encarado con este chantaje y el impacto en Roberto ha sido increble!

Un versculo ms sobre el tema y luego seguimos con el tercer principio. Me encanta Proverbios 29:15 porque da el equilibrio:

La vara y la correccin dan sabidura, mas el muchacho consentido avergonzar a su madre.

La vara, esto es el castigo corporal, y la correccin, esto es la instruccin verbal, dan sabidura. Crecemos en sabidura familiar, padres, cuando comenzamos temprano y conservemos el equilibrio en este asunto de la disciplina.

Sea consecuente

Ahora hemos llegado a una de mis ms duras luchas como padre, posiblemente sea suya tambin. Puede que usted se imagine que los Swindoll deben haber realizado como padres el trabajo ideal, excelente y lo ptimo. Si piensa as, se equivoca realmente. A veces en mi corazn saba que mi nio se haba portado deliberadamente rebelde y deba ser castigado, pero no le pegu. En otras ocasiones saba que algo haba pasado, pero no sonde todo lo profundo que era necesario porque me falt energa para hacerlo. S que todo eso no benefici a mis nios y estoy seguro de que llevan consigo la misma tendencia. Dicho en forma clara y sencilla, el problema es la inconsecuencia.

Aunque no siempre hemos sido consecuentes, cuando lo fuimos, esta es la manera en que lo realizamos. Les transmito nuestro proceder esperando que les sirva de gua. Primero, establecimos firmemente las reglas para que los nios entendieran qu se esperaba, qu era bueno y qu era malo. Antes que aprendieran a hablar, cuando eran muy pequeos para comunicarnos, una palmada en las sentaderas era suficiente. Ellos aprendieron a relacionar su dolor con nuestro disgusto y pena. La desobediencia acarreaba una experiencia dolorosa! Sin embargo, desde el comienzo hicimos lo mejor posible para cercioramos de que se supieran las reglas. Ningn nio debe ser sorprendido con una paliza.

Segundo, cada vez que disciplinbamos por transgresin de las reglas, lo hicimos en forma privada. (Dios nos disciplina en privado). Si era posible, tratbamos de que nadie presenciara la paliza, pues es muy humillante para el nio tolerarla frente a otras personas. Ni siquiera nuestros otros hijos miraban la correccin administrada a su hermano o hermana. Por qu agregar vergenza al dolor de ser disciplinado? Al igual que no mostrbamos ni comparbamos las notas de unos con otros, no le pegbamos en presencia de otros miembros o amigos de la familia. Recuerda lo que escrib antes? La disciplina debe sostener la dignidad del nio, no debe humillarlo.

Muchas veces andbamos de compras y tuve que irme de la tienda para darle una zurra a un nio, el mo, se entiende, Claro que hubo ocasiones en que dese poder irme de la tienda para pegarle a otro nio, pero no tena el derecho. El lugar privado ms a mano sola ser el automvil, as que nos bamos all, y me encaraba con la provocacin. Normalmente, por supuesto, esto tena lugar en el dormitorio mismo del nio, con la puerta cerrada.

Tercero, despus que la razn de la paliza quedaba clara y firmemente administrado el castigo, abrazbamos y consolbamos al nio. A veces sollozamos junto con nuestro hijo o hija. No escribo eso para parecer bien, sino porque sencillamente es cierto. Me cuesta recordar un momento en que haya administrado la paliza sin sentirme con ganas de llorar junto con mi nio. Siempre me duele causarle dolor a mi hijo. Abrazbamos apretadamente al nio y le hablbamos con calma, a veces hasta por media hora, y luego salamos juntos del dormitorio. No sometamos a nuestros hijos al exilio de llorar solos en sus dormitorios. Si hay un momento en que el nio necesita la ternura y presencia de un padre o madre, es despus que le ha sido administrada la disciplina.

Con nuestro hijo menor vimos que l mismo alzaba sus bracitos para que lo abrazramos (por entonces ya habamos aprendido a perfeccionar bastante la tcnica), hacindolo como en forma automtica, esperando que le afirmramos nuestro amor y compadeciramos. Entonces conversbamos de lo que haba pasado y que nunca ms deba suceder y de lo mucho que apenaba a su pap o mam y afliga a nuestra familia.

Deben mencionarse un par de puntos especficos sumamente importantes. Primero, no debe tolerarse la rivalidad entre hermanos. En nuestro hogar no se permiti que un hermano o hermana atacara verbal o fsicamente a otro u otra. Exigimos que los desacuerdos se ventilaran. Es cierto que eso llevaba mucho tiempo y, a menudo exiga que mam o pap se sentaran a desempear el papel de rbitros. Pero rehusamos dejar que se arreglaran peleando mientras nosotros hacamos la vista gorda. El flagelo de la rivalidad entre hermanos, en mi opinin, es ms daino para la armona domstica que cualquier otro tipo de conflicto que deba enfrentar una familia. Por favor, atindanme: sus hijos deben aprender la manera de resolver sus diferencias de manera inteligente, controlada y serena o, de lo contrario, llevarn consigo a su adultez el espritu de rivalidad.

Segundo, hicimos lo mejor posible para tratar severamente tanto las malas actitudes como manejamos las malas acciones. Tal como con la rivalidad entre los hermanos, esto no es fcil de hacer. Ahora, que ya son crecidos, nos damos cuenta de que cuando nuestros hijos adultos observan una mala actitud en otro nio, o a veces en uno de ellos, comentan: Necesita un ajuste de actitud; alguien debiera mostrrselo. Realmente han aprendido la importancia de una actitud cooperadora y positiva.

Empiece temprano. Mantenga el equilibrio. Sea consecuente.

Necesitamos otra gua ms para cerrar este captulo. Sinceramente esta es una que probablemente ni hubiera mencionado veinte aos atrs.

Sea razonable

En todo usted debe ser razonable. Los nios perfectos no viven en su casa ni en la ma. Tampoco los padres perfectos. Entienda que habr momentos en que usted mismo va a transgredir sus propias reglas. Vivir bajo el constante asalto de la culpa no le ayudar ni a usted ni a su familia. Por falta de una mejor forma de decirlo, djese un espacio de fluctuacin. Trate con el mayor empeo de no exigir perfeccin ni de sacar a relucir los males pasados y perdonados, ni de establecer su nivel de expectativas a demasiada altura. La familia debe seguir siendo un equipo, lo cual significa que deben tirar juntos para l mismo lado, flexibilidad, ajuste, ceder, tomar. Cuando los nios se cran y crecen en un ambiente razonable sienten la libertad de fallar sin que los aplaste una tonelada de culpa. Tambin crecen con mejores recuerdos de cmo fueron las cosas en su infancia.

METAS Y OBJETIVOS MAYORES

Permtame ayudarle con un par de metas y objetivos mayores relacionados con la disciplina. Aqu va la primera: una meta realista para los padres: D el modelo del rol de Dios hasta que su nio llegue al punto en que cambia el rol de autoridad. Nosotros tenemos que servir de modelo para el lugar que tiene la autoridad de Dios hasta que nuestros hijos sean lo suficientemente maduros como para trasladar la autoridad, de nosotros a su Padre celestial. Saquen, entonces, sus manos, padres, cuando pase ese perodo de transicin! pues en este punto ya est tratando con un adulto, no con un nio, as que no le dispense un trato infantil sino que djelo libre.

Si se va a la universidad, suelte su agarre. Si se casa, sultelo para que se case. Si se trata de su propia carrera, estupendo, djelo que prosiga esa carrera. Respete el derecho a crecer que Dios le dio. Sea usted el modelo del rol de autoridad de Dios hasta que los nios lleguen al punto en que se produce el cambio natural de autoridad; entonces, djelos irse!

Una segunda y final meta para nuestra paternidad es sta: cultive en los nios un sano respeto por s mismos y por los dems, de modo que se desempeen bien, independientemente de lo que les sea contrario. Mientras moldea las vidas de sus nios, empese en cultivar ese sano respeto por s mismos y los dems, de modo que puedan adaptarse e ir ms all de lo que los otros pudieran visualizar. Cynthia y yo tratamos de alcanzar ese importante objetivo cuando invertamos horas con nuestros hijos. Despus de todo, la meta final de los padres es edificar decisin, esperanza, firmeza y fibra en el ser interior de cada nio y eso lleva aos!

El siguiente relato no slo es la hermosa historia de una familia, sino el ejemplo perfecto del principio con el cual quiero concluir. Michael Elmore es un gastroenterlogo, palabra polisilbica que significa que es un mdico que se especializa en enfermedades del aparato digestivo. Cuando estaba en la escuela de medicina, pas por una prueba de inteligencia, y logr un CI de 126 puntos, puntaje considerado como superior. Quin hubiera soado que treinta y cuatro aos antes una directora de escuela le dijo a la madre de Michael que el nio era semiretardado mental? Charlotte Elmore manej eso sabiamente; se neg sencillamente a creer lo que le dijeron. Incluso, nunca se lo dijo a Michael hasta que obtuvo el ttulo de mdico. Leamos el relato de Charlotte que comienza en la oficina de esa directora de escuela, cuando Michael tena seis aos.

Desesperada le pregunt si le podan hacer de nuevo la prueba, a lo cual ella mene su cabeza y dijo que no. Tratando de mostrarle cun normal era Michael, empec a hablarle de todas las cosas que el nio haca bien, pero ella dej de lado mis comentarios y se par despidindome a la vez que deca Michael estar bien.

Esa noche, despus que Michael y su hermana Linda, de tres aos, estuvieron acostados, llorosa le habl a Frank sobre lo que haba sabido ese da. Despus de conversarlo, nos pusimos de acuerdo en que conocamos a nuestro hijo mucho mejor que la directora, o que una prueba de inteligencia. Decidimos que el bajo puntaje de Michael en esa prueba deba estar equivocado.

Tal como yo, Frank no poda creer que nuestro hijo fuera semiretardado. En lugar de eso, me habl de algunas de las cosas que Michael haba hecho recientemente y que, segn l, probaban que el nio era inteligente. Dijo que una noche Michael se interes por los esbozos de planos en que l estaba trabajando, de modo que busc el juego de bloques de formas raras de Michael, y rpida mente dibuj una representacin bidimensional de cada uno de los bloques, pidindole al nio que identificara cul bloque corresponda a cada dibujo. Frank coment que le gust ver lo bien que trabaj Michael. Tambin me habl de la facilidad de Michael para hacer cosas con su juego de constructor, siguiendo los diagramas que venan con el juego.

Nos mudamos a Fort Wayne, Indiana, en 1962, y Michael ingres en el Liceo Luterano Concordia. Sus notas le garantizaron que pudiera inscribirse para estudiar los cursos preparatorios para la universidad, incluyendo biologa, latn y lgebra, esa materia que nunca iba a poder aprender segn lo que me dijeron cuando estaba en primero bsico. Prontamente la biologa se convirti en su asignatura favorita y empez a decirle a todo el mundo que iba a ser mdico.

Michael entr a estudiar el curso preparatorio para medicina en la Universidad de Indiana, en Bloomington, en 1965. A mitad de ao su promedio de calificaciones fue tan excelente que qued en la lista de los mejores y tuvo permiso para cursar ms horas que las recomendadas por la universidad. Se gan los suficientes crditos para ser aceptado en la Escuela de Medicina de la misma Universidad, en Indianpolis, a fines de su primer ao en el preuniversitario.

Cuando estaba en primer ao de medicina, hizo otra prueba de inteligencia y obtuvo 126 puntos en vez de los 36 de antes. Segn su directora de estudios bsicos, un aumento como se era imposible.

El da de su graduacin, el 21 de mayo de 1972, Frank, Linda y yo asistimos ala ceremonia y abrazamos a nuestro doctor Mike! Despus de la ceremonia les contamos (a Michael y Linda) del bajo CI que Michael sac en la prueba de inteligencia cuando tena seis aos, tal como habamos planeado hacerlo. Primero, ambos pensaron que estbamos bromeando. Desde ese da Michael a veces nos mira y dice, con un gran guio sonriente: Mis padres nunca me advirtieron que no podra ser mdico, hasta que obtuve el titulo. Esa es su forma de agradecernos por la fe que tuvimos en l.

Se ha dicho que los nios suelen cumplir las expectativas que los adultos tengan de ellos: dgale a un nio que es tonto y se comportar como tal. A menudo nos preguntamos que habra pasado si hubiramos tratado a Michael como a un semiretardado imponindole lmites a sus sueos.

Saben sus hijos lo mucho que usted confa en ellos? Se dan cuenta del alto valor que tienen para usted? Sera usted tan decidido como los Elmore para rechazar un puntaje de una prueba de inteligencia? Protege a sus hijos contra la informacin insegura que podra daar la autoestima de ellos? Nunca habr un mejor momento para responder a esas preguntas que ahora. Puede que desee comenzar abrazando a sus hijos, sin suponer que ellos lo saben, para decirles el deleite que representan para usted. Cercirese de que cada uno de sus hijos est seguro de su confianza y fe en ellos. Puede tener en sus manos a otro Michael con el potencial de llegar mucho ms lejos de lo que podra sealar el puntaje obtenido en alguna prueba.

Ha pasado mucho, muchsimo tiempo desde la ltima vez que algn nio oy palabras como esas. No suponga que lo sabe. Los padres que esperan moldear con sabidura las voluntades de sus hijos deben mezclar mucho amor y afirmacin en sus disciplinas, tema del cual trata el prximo captulo.Cuatro puntos cardinales en relacin con los hijos

por Osvaldo CasatiLa comunicacin es la entrega ms importante y profunda que podemos dar. La relacin padres e hijos depende de la calidad de la comunicacin. Aqu compartimos orientaciones para mejorar la experiencia diaria de comunicarnos.

Los grados de relacin entre padres e hijos pueden pasar por distintos niveles, en los que no slo deberamos tomar en cuenta los aspectos afectivos.

Debemos partir, para realizar un anlisis til, de la consideracin de la estructura humana.

Somos distintivamente seres racionales, es decir que tenemos el uso de la razn o intelecto para conocer y juzgar. Superamos todo otro ser creado que nos rodea en el privilegio de razonar y entender nuestras decisiones.

En segunda instancia somos seres volitivos. La capacidad de resolver, hacer o no hacer nos faculta para determinar responsablemente nuestras acciones.

Y para completar nuestro anlisis no podemos dejar de enfatizar, particularmente porque tenemos una fuerte influencia latina, nuestra condicin de seres emocionales. La definicin de emocin, estado de nimo caracterizado por una conmocin orgnica consiguiente a impresiones de los sentidos, ideas o recuerdos, la cual produce fenmenos viscerales que percibe la persona emocionada, y con frecuencia se traduce en gestos, actitudes u otras formas de expresin, nos parece precisa pero menos rica que la propia experiencia que nos lleva a llorar o exaltarnos y que reconoce la ira o la ternura como fundamentos.

Este trptico que conformamos cada uno de nosotros no est en un perfecto e inalterable equilibrio, sino que en ndices diferenciados y variables nos hacen adquirir una personalidad particular y distintiva. As nos conocen. As nos relacionamos y desde esa personalidad debemos considerar los cuatro puntos de la relacin con nuestros hijos.

Dicha relacin que expresa forma de comunicacin se manifiesta por cuatro palabras:

ANTIPATA

APATA

SIMPATA

EMPATA

ANTIPATA:

De la palabra griega antipatheia significa: repugnancia instintiva hacia alguien.

Parece incongruente la experiencia de ser padre y el de sentir antipata a los hijos. El afecto instintivo que provocan las criaturas debera estar totalmente reido con toda forma de rechazo o agresin, sin embargo la realidad y crueldad de esta situacin ser ampliado en nuestro prximo nmero de Los Temas "Contrato contra los nios".

Como aclaracin en la experiencia familiar se puede expresar antipata sin agresin fsica. El desdn, el silencio, la crtica despiadada, la confesin pblica de ser un hijo no deseado, etc. pone en evidencia la existencia de antipata y el nio es altamente sensible a toda forma de agresin.

APATA:

(Latn apathian) Impasibilidad del nimo, falta de energa y compromiso, indiferencia. La relacin padres e hijos es activa. Mejor entendido, interactiva. Es normalmente una relacin de ida y vuelta. Por lo tanto requiere la participacin de dos. La ausencia de participacin de una de las partes entraa un serio riesgo en la relacin.

Es tpica la evidencia de drogadependencia en una actitud aptica frente a la realidad. El sentido etimolgico de la palabra "droga" es engao, mentira. Y una gran equivocacin es ignorar la presencia, las necesidades y los problemas de un hijo.

Los justificativos surgen desde un enfoque sociolgico. Hemos pasado de la sociedad primaria, con amplia relacin entre sus componentes, a la sociedad secundaria que invierte mucho tiempo en viajes restndolo a las relaciones humanas con vecinos, familiares, etc. Menos tiempo y ms cansancio mental y stress termina bloqueando el inters por los otros, an cuando los otros sean los hijos. Un trueque habitual y equivocado es cambiar o cubrir la apata por dinero o bienes. Ningn regalo reemplaza el valor de un beso paterno o el tiempo de una conversacin sincera. La apata no lastima exteriormente, agota interiormente.

Es probablemente el mayor enemigo de la relacin padres e hijos de nuestro tiempo. Tiene tendencia a crecer en la medida que las ciudades crecen, las distancias se prolongan, las horas de trabajo aumentan en la bsqueda de mantener el nivel de vida, los horarios de los integrantes de la familia se desencuentran ms y ms.

SIMPATA:

La actitud afectiva hacia una persona, generalmente espontnea y mutua, se supone como la adecuada para la relacin padres e hijos.

La simpata es el mayor acercamiento exterior que podemos lograr. Significa quedar al borde de la piel del ser querido. Es mirarse a los ojos. Es estar frente a frente muy de cerca. Crea dilogo, comprensin, sinceridad.

Indudablemente un porcentaje mayoritario de los padres desea una relacin de esta naturaleza con sus hijos.

EMPATA:

Una palabra de poco uso que explica el estado mental y emocional por el cual se produce una profunda identificacin con el estado de nimo de otra persona.

Si la simpata nos deja al borde de la piel, la empata nos introduce debajo de la piel de la otra persona.

Los indgenas estadounidenses de la tribu de los navajos lo grafican muy bien al decir: "Antes de juzgar a un hermano debo caminar tres lunas en sus mocasines".

Significa entender y sentir lo que l entiende y siente. Es ver con sus ojos. Probablemente no dar razones para justificar actitudes o expresiones pero permitir entenderlos.

La histrica y conocida "crisis generacional" en la que los hijos comienzan a cuestionar a los padres tiene en nuestros das condimentos muy amargos.

Desde el riesgo de desastres nucleares hasta lluvia cida y otras desagradables manifestaciones de contaminacin ambiental o desde el SIDA hasta las mltiples formas de drogadiccin, por mencionar slo unos pocos problemas que afrontan nuestros hijos y que no eran conocidos ni imaginados por la mayora de los lectores de estas lneas.

Nuestra ignorancia de las presiones que representan, la falta de una respuesta adecuada a sus consecuencias no puede solucionarse con apata ni an con la mayor simpata.

El amor nos ensear a vivir la relacin con nuestros hijos a travs de una empata cotidiana, sintiendo lo que ellos sienten.

No se aprende en un curso, no se logra en un instante. Es el fruto de una relacin inteligentemente cultivada, voluntariamente sostenida y emocionalmente sentida.

Es esta la piedra angular de una comunicacin eficaz entre padres e hijos

PARA UN BREVE ANLISIS

Raciocinio:

Planeamos nuestra familia?

Consideramos sus posibles necesidades?

Estudiamos los conflictos que podran surgir?

Voluntad:

Llevamos adelante los objetivos planeados?

Cumplimos las promesas que hicimos?

Emociones:

Compartimos nuestros sentimientos con nuestros hijos?

Les explicamos nuestras tristezas o enojos?

Les hacemos notar claramente nuestro afecto?

Antipata:

Nos enoja el llanto de los nios?

Nos avergenza alguna incorreccin realizada en pblico?

Castigamos fsica o verbalmente a nuestros hijos en pblico?

Nos molesta que obtengan notas reprobatorias en la escuela?

Apata:

Carecemos de tiempo para escucharlos?

Ignoramos quienes son sus compaeros y amigos?

Nos preocupan los lugares que frecuentan y los horarios en que regresan?

Simpata:

Conocemos sus gustos?

Les dedicamos tiempo para que nos cuenten sus sueos y preocupaciones?

Estimulamos su desarrollo espiritual y cultural?

Respetamos su vocacin?

Empata:

Nos entendemos con la mirada?

Sufrimos sus frustraciones?

Nos adelantamos o conocemos de antemano sus deseos o necesidades?

Realizando un anlisis objetivo, la solucin a nuestras debilidades comenzar a travs de una prctica activa del amor. Entendemos por amor no la pasin emocional, sino la esencia del evangelio que nos ensea "que de tal manera am Dios al mundo que dio a su Hijo unignito".

Debemos dar: tiempo, atencin, inters. DAR.

El amor no se declama, se expresa.

La ilustracin humorstica del novio que escriba a su amada diciendo:

Por ver tus hermosos ojos atravesar las montaas ms altas.

Por contemplar tu sonrisa cruzar los ms caudalosos ros.

Por estar junto a ti luchar contra todos los que se interpongan.

Te amo profundamente.

Osvaldo.

P.D.: Hoy no te visitar porque est lloviznando.

Ni regalos, ni declamaciones, AMOR. Esa es la clave de una adecuada relacin entre padres e hijos.

Y como apndice

LOS CUATRO ESTADIOS DE LA COMUNICACIN

INTRAPERSONAL: La comunicacin consigo mismo. El autoanlisis. El or la conciencia. Es el medio de lograr un balance racional de nuestros pensamientos, dichos y hechos. Es saludable, pero difcilmente es ecunime.

INTERPERSONAL: De persona a persona. De corazn a corazn. Es dialgica. Es de ida y vuelta. Es la comunicacin ideal.

GRUPAL: De una persona a un grupo (maestro y alumnos) o entre varios, como si fuera el estallido intermitente y poderoso de los tomos en una reaccin en cadena. (La familia conversando durante el almuerzo).

MASIVA: La que genera un emisor (conferencista, orador, comunicador social) frente a una vasta audiencia, sea visible (porque los oyentes estn fsicamente frente a l) o invisible (porque le captan por radio o televisin).

En la experiencia padres e hijos, se pueden aplicar las tres primeras experiencias: intrapersonal, interpersonal y grupal.

La buena comunicacin se estudia, se planea, se perfecciona.

En forma ntima podemos analizar cuanto primaron nuestras emociones en la comunicacin con nuestros hijos. Qu grado de racionalidad se manifiesta en nuestra comunicacin. Cunto cumplimos nuestras promesas o amenazas, etc.

Con todo, la comunicacin ms eficaz es la que se realiza de padre/madre a hijo y viceversa.

La parte ms difcil de la comunicacin es el saber escuchar. Diversos mecanismos tales como impaciencia, ira, incomprensin, etctera, nos impiden entender el mensaje implcito o encubierto que nuestro hijo desea plantearnos. El siguiente test puede ser til para un anlisis personal.

1. Te buscan tus hijos con frecuencia para conversar y plantearte sus problemas?

S

No

Si es as, es muy probable que los escuches con empata.

2. Los interrumpes o refutas con frecuencia?

S

No

Si es as, ests rebatiendo sin haber escuchado realmente lo que tu hijo/a tiene que decirte.

3. Te anticipas a lo que tu hijo/a va a decir o a lo que t vas a responderle cuando haya terminado?

S

No

Si es as, una conversacin se convierte en dos monlogos en vez de un dilogo.

4. Sientes que se levanta una barrera entre ti y tu hijo/a cuando se mencionan ciertas ideas, palabras, nombres, costumbres o prcticas?

S

No

Si es as, eres vctima de tus propios prejuicios o emociones. El buen padre sabe escuchar an cuando no est de acuerdo en todo.

5. Confundes la apariencia de tu hijo/a o su modo de expresarse con la calidad de sus ideas o de su vida?

S

No

Si es as, debes reconocer que eres apresurado/a en tus juicios y proponerte cambiar.

6. Cunto puedes recordar de una conversacin con tu hijo/a, de una charla que hayas tenido recientemente?

Nada

Poco

Regular

Mucho

Si analizas sinceramente podrs tener la mejor evaluacin de tu capacidad para escuchar bien.

7. Ests interesado/a en escuchar?

S

No

REALMENTE ESTA ES LA PREGUNTA MS IMPORTANTE

El que sabe escuchar bien, quiere escuchar porque tiene inters y amor por los dems.

Y la comunicacin familiar interactiva, dinmica debe ser alentada para lograr una sana relacin de todos sus componentes.

Escuchar an a los ms pequeos respetando y contestando sus opiniones.

Priorizar el dilogo sobre la televisin o la programacin radial que suelen ser los responsables de encuentros mustios, melanclicos o incmodos porque un "ajeno" toma el centro de la atencin.

El nio tiene dos maneras de sentirse bien, dice Maurice E. Wagner en su libro "La sensacin de ser alguien" (Editorial Caribe, pg. 77), una es la de sentirse bien atendido, la de estar contento. En esto sus apetitos y apetencias priman para procurar imponer su voluntad. La otra es sentirse amado. Ambas confluyen cuando el pequeo es confortado por sus cariosos padres. Y una de las ms importantes muestras de amor es escuchar y responder. En definitiva, comunicarse.

Apuntes Pastorales, 1992.

Los temas de Apuntes Pastorales. Volumen 1, nmero 3. Todos los derechos reservadosObjetivo: Descubrir los conflictos internos y externos que los padres pueden tener con sus hijos y cmo corregirlos.

Disciplina

Justa y esperada Sustenta a la dignidad Equilibrada: limitada Dolorosa sin cicatrices Motivada por el amor Conduce a un sano respeto por la autoridad

Refuerza la autoestima conduce a que la persona se autodiscipline.

Brutal

Injusta Degradante y desmoralizadora Extrema muy dura, brutal Torturante; deja cicatrices Resultado del odio y rencor Crea terror, dao emocional y resentimiento respecto a la autoridad Destruye la autoestima conduce a un horroroso dao permanente y a la incapacidad de ser responsable ms adelante en la vida.

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