Triptico Quijote de La Mancha

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Vivir para contarla es la historia de la vida de Garca Mrquez que engloba el perodo que empieza en 1927 y termina en 1950 con la propuesta de matrimonio a su mujer. La trama de la novela se centra en la vida familiar de Garca Mrquez, su educacin y su temprana carrera como periodista y autor de cuentos cortos. Tambin incluye referencias a numerosos eventos de su vida real, incluyendo la masacre que menciona en Cien aos de soledad. Igualmente, en la obra encontramos la silueta del amigo del autor cuya vida y muerte se convirtieron luego en el esbozo para la historia contada en Crnica de una muerte anunciada.G su relacin con el famoso dictador y buen amigo, FidelGarca Mrquez, adems de mostrarnos en grandes lneas la vida poltica y social de la Colombia de la segunda mitad del siglo XX, nos seala con nostalgia su pasado lleno a la vez de pobreza y de belleza. La solidaridad de la familia a partir de sus abuelos, los valores adquiridos en las escuelas donde estuvo internado y donde por las noches lea en voz alta obras de la literatura universal para todo el alumnado.Mrquez, a travs de este libro, nos ensea lo importante que es vivir y no slo estar en la vida como una artculo o un mueble. Nos muestra en cambio la narracin y el ttulo perfecto para comprender que para estar se necesita ser uno mismo y que si no somos nosotros mismos no existimos. Para vivir hay que sentir, amar, ser uno mismo; si no, nos convertiremos en viejas farolas en un parque abandonado.nos informa acerca de la idiosincrasia de un pueblo y de un continente, desconocidos culturalmente para dos tercios de la humanidad como el emblemtico bi-partidismo de Conservadores y Liberales que existieron en Amrica Latina despus de las respectivas independencias patrias y que an perdura bajo otras denominaciones en nuestro continenteLa familia de Garca Mrquez no escapa a esta realidad y su numerosa familia (once hijos) hace esfuerzos infrahumanos para sobrevivir una profunda miseria econmica y donde la creatividad para sobrellevar el diario vivir resulta casi milagrosoLa vida no es la que uno vivi, sino la que uno recuerda y cmo la recuerda para contarla.La madre de Gabo: Sumando sus once partos, haba pasado casi diez aos encinta y por lo menos otros tantos amamantando a sus hijos. Haba encanecido por completo antes de tiempo, los ojos se le vean ms grandes y atnitos detrs de sus primeras lentes bifocales, y guardaba un luto cerrado y serio por la muerte de su madre, pero conservaba todava la belleza romana de su retrato de bodas (pg. 9).Autorretrato: Dicen que era plido y ensimismado, y que slo hablaba para contar disparates, pero mis relatos eran en gran parte episodios simples de la vida diaria, que yo haca ms atractivos con detalles fantsticos para que los adultos me hicieran caso (pg. 104).El Quijote: Hice otras tentativas [de leer elQuijote] en el bachillerato, donde tuve que estudiarlo como tarea obligatoria, y lo aborrec sin remedio, hasta que un amigo me aconsej que lo pusiera en la repisa del inodoro y tratara de leerlo mientras cumpla con mis deberes cotidianos. Slo as lo descubr, como una deflagracin, y lo goc al derecho y al revs hasta recitar de memoria episodios enteros (pg.168).La ortografa: Me cost mucho aprender a leer. No me pareca lgico que la letramse llamaraeme, y sin embargo con la vocal siguiente no se dijeraemeasinoma. Me era imposible leer as. Por fin, cuando llegu al Montessori la maestra no me ense los nombres sino los sonidos de las consonantes. As pude leer el primer libro que encontr en un arcn (pag.108).Mercedes Barcha, su futura esposa: Siempre fue divertida y amable conmigo, pero tena un talento de ilusionista para escabullirse de preguntas y respuestas y no dejarse concretar sobre nada. Tuve que aceptarlo como una estrategia ms piadosa que la indiferencia o el rechazoEn la universidadEn 1947, Garca Mrquez se instala en Bogot y empieza a estudiar derecho. Sus impresiones de Bogot no son mejores que las de Zipaquir: con sus cachacos que siempre andaban de negro, parados ah con paraguas y sombreros de coco, y bigotes, la capital le parece gris y yerta, asfixiante, sinnimo de aprehensin y tristeza. Con estros rasgos describir a Bogot cuando raramente aparezca en su mundo ficcin.

Aunque estudia los cinco cursos de Derecho algunos en Bogot y otros en Cartagena, donde se haba trasladado su familia y donde se hace amigo del poeta lvaro Mutis- no llega a graduarse, porque, segn confiesa, me aburra a morir esa carrera. Lo ms importante de ese periodo es el encuentro con alguna de las personas ms decisivas de sus vida especialmente, Camilo Torres, el que luego ser cura guerrillero cruelmente asesinado y Plinio Apuleyo Mendoza, desde entonces uno de sus amigos ms ntimos.

Inicio en el periodismoOtra circunstancia importante es que, en Bogot, empieza a escribir, para el peridico El Espectador, sus primeras obras: Diez cuentos, de los que abjurar despus, que constituyen su prehistoria como escritor. Tambin es remarcable que Garca Mrquez participase, como otros muchos estudiantes, en las manifestaciones surgidas a raz del bogotazo: el asesinato en 1948 de Jorge Eliecer Gaitn, poltico progresista aspirante a la presidencia de la repblica. El asesinato de Gaitn desencadena una escalofriante y larga oleada de violencia (casi trescientos mil muertos entre 1948 y 1962) que tendr su reflejo en la literatura de Garca Mrquez y de otros escritores, como Fernando Garrido y lvaro Mutis, hasta el punto de que la narativa colombiana de estas dcadas ha sido designada como literatura de la violencia.Pronto, Garca Mrquez abandona los estudios de Derecho: en un viaje a Barranquilla conoce a un grupo de periodistas que le fascinan y decide instalarse all y orientar totalmente su vida al periodismo, por lo que empieza a trabajar de columnista en El Heraldo, y a la literatura: se instala en un cuartucho nfimo de un bloque de cuatro piso llamado El Rascacielos y all empieza a escribir su primera novela, La hojarasca.

IntelectualesGabo se integra en el llamado Grupo de Barranquilla, que se rene en el Caf Happy y el Caf Colombia. Miembros del Grupo de Barranquilla son: Germn Vargas, lvaro Cepeda y Alfonso Fuenmayor, periodista de El Heraldo de gran formacin intelectual, al que Garca Mrquez le debe el descubrimiento de los autores que ms tarde se convertirn en sus modelos literarios: Kafka, Joyce y, muy especialmente, Faulkner, Virginia Woolf, y Hemingway. A las tertulias del Caf Colombia acude tambin Ramn Vinyes, un viejo cataln republicano, escritor, ex-librero y profesor de un colegio de seoritas, al que Garca Mrquez homenajear en el sabio cataln, junto a sus tres amigos, en las ltimas pginas de Cien aos de soledad.

Su amorEn Barranquilla, Garca Mrquez conocer a Mercedes Barcha, quien ms tarde se convertir en su compaera de toda la vida. En 1954, convencido por lvaro Mutis, Garca Mrquez regresa a Bogot. All, de nuevo para El Espectador, trabaja como reportero y crtico de cine. Ese periodo de apasionada dedicacin al periodismo, dejar posteriormente huella en su literatura.

Como seala Vargas Llosa, de all proviene en buena medida su fascinacin por los hechos y personajes inusitados, la visin de la realidad como una suma de ancdotas y las virtudes de concisin y transparencia de estilo de sus mejores libros, en los que narra con la precisin de un cirujano. Esta simbiosis de literatura y periodismo es clara en algunas sus obras narrativas publicadas, Relato de un nufrago (1955), Crnica de una muerte anunciada (1981), Noticia de un secuestro (1997).

Desde ese momento, Garca Mrquez no abandonar nunca su actividad periodstica y posteriormente ser colaborador habitual en peridicos de Colombia, Venezuela, Mxico, Espaa y Estados Unidos.