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traducción
Un Análisis de la Derrota
Francesa en
Dien Bien Phu
Traducido por Francisco Medina Portillo
ediciones
Un Análisis de la Derrota Francesa en
Dien Bien Phu
Harry D. Bloomer
Traducido por
Francisco Medina Portillo
Traducciones
Edciones De La Guerra
www.delaguerra.net
Año 2010
ediciones
UN ANÁLISIS DE LA DERROTA FRANCESA
EN DIEN BIEN PHU1.
Por Harry D. Bloomer
El 7 de mayo de 1954 cayó la guarnición francesa en Dien Bien Phu, cul‐minando una operación que duró 209 días. Los últimos 54 días, la guarnición estuvo en realidad bajo constante ataque. Para los franceses, Dien Bien Phu fue la gota que desbordó el vaso. Dos meses después, el 20 de julio de 1954, fue ne‐gociado un alto el fuego formal entre los franceses y el Viet Minh en Ginebra.
1 Título original “A Análisis of the French Defeat at Dien Bien Phu. Original disponible en http://www.globalsecurity.org/military/library/report/1991/BHD.htm.
Este acuerdo acabó una guerra de ocho años que produjo alrededor de 75.000 muertos a las Fuerza Expedicionaria Francesa. Este alto el fuego no fue nunca más allá de una tregua militar, y la falta de un acuerdo político dejó la puerta abierta para la siguiente guerra de Indochina. De hecho, el Viet Minh dejó Gi‐nebra convencido de que habían sido traicionados. Creían que los chinos les forzaron a aceptar una partición de Vietnam en vez de un Vietnam unificado bajo su control. La victoria en el campo de batalla se perdió en Ginebra a medi‐da que el Viet Minh estaba preocupado; sin embargo, no perdieron las esperan‐zas acerca de su objetivo de un Vietnam unificado.
El Viet Minh derrotó a los franceses en Dien Bien Phu en una ajustada batalla que, en esencia, tuvo la importancia de golpear a los franceses con su propio juego. La conmoción de esta derrota repercutió a todo lo largo del mun‐do occidental. Como el Coronel William F. Long declaró doce años después de la derrota, “Dien Bien Phu o DBP se ha convertido en acrónimo para la derrota de Occidente en manos del Este, para el triunfo del primitivo… Dien Bien Phu provocó varias consecuencias políticas”. La derrota francesa fue ciertamente un absoluto desastre para Francia y Estados Unidos quien, en 1954, estaba finan‐ciando el 80% de los gastos franceses en Indochina. Dados los desfavorables acontecimientos resultantes de esta derrota, las causas de la derrota francesa justificaban más análisis. El fundamental Manual de Combate del Ejército FM 100‐5 afirma que “El éxito en la batalla no puede aisladamente asegurar el logro de los objetivos de seguridad nacional, pero la derrota garantizará el fracaso”. Este manual también enfatiza la importancia de los nueve principios de guerra que son fundamentales para la actual doctrina del Ejército. Dien Bien Phu pue‐de ser analizada a través del uso de los principios de guerra. Estos principios no son sacrosantos; sin embargo, no deberían ser violados a la buena de Dios. En Dien Bien Phu, los franceses violaron casi todos los principios de guerra en cada nivel de la guerra: estratégico, operacional y táctico. Estas violaciones contribu‐yeron significativamente a la derrota francesa.
El primero y quizás central principio de guerra es el objetivo. El FM 100‐5 describe el objetivo, “Dirija cara operación militara hacia un objetivo claramente definido, decisivo y alcanzable” (8, Apéndice A). El objetivo es traducido como la determinación del comandante que dirige la conducta de una operación. El objetivo francés en Dien Bien Phu no estaba ni claramente definido ni era alcan‐zable.
Estratégicamente, la guía enviada al comandante de las fuerzas francesas en Indochina, General Henri Navarre, era, “por encima de todo, garantizar la seguridad de nuestro Cuerpo Expedicionario”. Las instrucciones del General Navarre antes del desembarco aerotransportado en Dien Bien Phu (Operación Cástor) eran ajustar sus operaciones a sus medios. Las autoridades francesas en Francia no se enteraron del lanzamiento de la Operación Cástor hasta seis horas después de que comenzara. En resumen, las operaciones en Dien Bien Phu fue‐ron ejecutadas con muy poco envolvimiento estratégico. La guía estratégica fue
enviada al General Navarre, pero la Operación Cástor no fue ciertamente dise‐ñada para cumplir con esa guía.
El gobierno francés para este punto de la larga guerra estaba interesado en estabilizar la situación en Vietnam a fin de que las conversaciones de paz pudieran comenzar. La victoria militar ya no era el objetivo ya que los franceses buscaban una salida honorable de la guerra a través de la negociación. El Gene‐ral Navarre se daba cuenta de esto; no obstante, emprendió la Operación Cástor pese a la falta de un mandato claro para esta clase de operación. Dien Bien Phu desde el comienzo careció de intención estratégica lo que dejaba el foco en el nivel operacional.
Si hubo una pequeña razón estratégica para ocupar un valle en el interior del territorio enemigo, entonces tenía que ser una buena razón operacional. Un objetivo operacional citado por el General Navarre era la defensa de Laos del ataque del Viet Minh. Dien Bien Phu está localizado a unas 8 millas de la fronte‐ra laosiana, y Laos era entonces un miembro de la Unión Francesa. El Viet Minh había atacado Laos en el pasado. El problema con este objetivo es que el Viet Minh podía atacar fácilmente Laos sin pasar a través de Dien Bien Phu. Ade‐más, el General Navarre no tenía instrucciones específicas de cubrir Laos.
Otro objetivo significativo para la Operación Cástor era el pretendido es‐tablecimiento de un punto de resuministro para las unidades tribales de guerri‐lla. Estas guerrillas operarían en cooperación con los franceses contra las áreas de retaguardia del Viet Minh. Había dos problemas con este objetivo. El prime‐ro de todos, estas unidades de guerrilla aún no estaban operacionales. En se‐gundo lugar, la presencia de unidades de combate del Viet Minh en Dien Bien Phu obviamente imposibilitaría el establecimiento de un punto de resuministro francés. Este objetivo equivalía a un deseo en el pensamiento militar.
Los franceses, al igual que los norteamericanos que les siguieron des‐pués, tuvieron dificultades en enfrentarse al enemigo en batallas convenciona‐les. Dien Bien Phu podía ser utilizado para tentar al Viet Minh a participar en una batalla de esta clase, y los franceses podrían entonces aplastarlos. El Gene‐ral Navarre estaba buscando una oportunidad para infligir fuertes bajas y una derrota contundente al Viet Minh. Operaciones a pequeña escala pero similares habían sido ejecutadas en los meses que precedieron a la Operación Cástor, y el General francés las contemplaba como exitosas.
Sin embargo, estos éxitos anteriores fueron mal interpretados por el Ge‐neral Navarre. El Viet Minh atacó y sufrió fuertes bajas, pero los franceses a menudo eran copados y forzados a retirarse precipitadamente o a combatir por retirarse de puntos insostenibles. Estas operaciones nunca fueron realizadas dentro de los límites de las líneas de comunicaciones amigas, e invariablemente, los franceses terminaban retirándose. Además, el comandante del Viet Minh, General Vo Nguyen Giap, aprendió lecciones vitales de estas pequeñas batallas mientras que los franceses no aprendieron nada. Por lo tanto, en Dien Bien Phu, cuando los franceses presentaron a Giap con otro objetivo lucrativo de propor‐
ciones sin precedentes, Giap se apresuró rápidamente a enfrentarse con los franceses con unas cuantas sorpresas bajo su manga. Los franceses tendrían su batalla convencional.
El General Navarre contemplaba Dien Bien Phu como muchas cosas, pe‐ro no había ninguna indicación de las que él contemplaba como una fortaleza selvática diseñada para aguantar un asedio regular. Dien Bien Phu se converti‐ría rápidamente en eso. En el nivel táctico, el objetivo se convirtió rápidamente en la supervivencia cuando la guarnición luchó por su mismo existencia.
En resumen, los objetivos operacionales franceses para la Operación Cás‐tor, incluidos cubrir Laos, establecían un punto de suministro para las opera‐ciones guerrilleras amigas y derrotar al Viet Minh en una batalla convencional. No hubo un claro objetivo estratégico para la Operación Cástor. El único objeti‐vo alcanzable posible era la batalla convencional, y los franceses no estaban preparados apropiadamente para esta eventualidad.
Los objetivos del Viet Minh, al contrario que los franceses, eran claros, coherentes y claramente alcanzables. El objetivo de Giap era destruir a la guar‐nición francesa en Dien Bien Phu. Además, el Comité Central, a quien Giap in‐formaba, apoyaba plenamente los planes de Giap. En el nivel estratégico, el Viet Minh estaba ansioso por obtener una espectacular victoria militar que hiciera negociar a los franceses con los términos de Ho Chi Minh. En el nivel operacio‐nal, Giap se dio cuenta de que los franceses dependían completamente del re‐suministro aéreo y del fuego de apoyo aéreo. Giap había identificado la crítica vulnerabilidad francesa. Por lo tanto, su primera prioridad era la temprana des‐trucción o neutralización del poder aéreo francés. El Viet Minh también estaba buscando una batalla convencional, y estaba determinado a no dejar escapar el desliz francés esta vez.
El segundo principio de guerra es la ofensiva, que el FM 100‐5 define como tomar, retener y explotar la iniciativa (9, Apéndice A). La Operación Cás‐tor comenzó el 20 de noviembre de 1953 con cinco batallones franceses lanzán‐dose sobre Dien Bien Phu. En este punto, los franceses habían tomado la inicia‐tiva. Sin embargo, cualquier esperanza de permanecer a la ofensiva terminó rápidamente. A comienzos de diciembre, las tropas francesas encontraron difícil ir más allá del valle. Ofensivamente, las acciones fueron pronto limitadas al apoyo aéreo, patrullas y contraataques locales.
En realidad, el General Navarre concedió la ofensiva al Viet Minh en su estimación de la situación enviada el 3 de diciembre de 1953. En esta estima‐ción, pronosticaba correctamente el inminente ataque enemigo. El General Na‐varre entonces nombró a un soldado de caballería, el Coronel de Castries, para mandar a las fuerzas en Dien Bien Phu. Por lo tanto, aunque anticipaba un combate defensivo en el valle, ¡el General Navarre nombraba a un experto en operaciones ofensivas móviles para dirigir la defensa! El Coronel de Castries tomó seriamente la ofensa como evidencia sus corrosivas palabras a su coman‐dante de artillería el 5 de enero de 1954, “¡Cállese! No quiero oír el nombre de
Na San pronunciado aquí. Na San era un campo atrincherado. Somos una base ofensiva”.
El General Navarre comenzó a explorar planes de retirada en enero de 1954, pero una ruptura era evaluada como suicida. Ningún intento significativo de ruptura de Dien Bien Phu fue hecho. El General Navarre incluso especulaba con que la pérdida de Dien Bien Phu era estratégicamente aceptable ya que no era la tarea principal en el teatro de operaciones. Sin embargo, no tuvo en cuen‐ta el efecto de la pérdida sobre la moral del Ejército Francés, y no pudo conside‐rar la erosión resultante del apoyo político a la guerra en casa. Para el 13 de marzo de 1954, el ataque sobre Dien Bien Phu había comenzado, y la ofensiva estaba perdida para siempre en manos del Viet Minh.
Giap, por otra parte, era capaz de establecer el tiempo y el lugar de los enfrentamientos virtualmente a lo largo de la operación. Esta vez, Giap no se apresuró con ataques de oleadas humanas como los franceses habían esperado. Tomó tiempo para concentrar sus fuerzas, traer fuego de apoyo, asegurar sus propias líneas de comunicación, y establecer una asedio formal a la guarnición francesa. El primer gran asalto del Viet Minh llegó a los tres meses justos de la operación. Los franceses habían dado a Giap la ofensiva, y éste gustosamente aceptó y utilizó esta ventaja.
Los siguientes dos principios de guerra son recíprocos. Amasar y econo‐mizar las fuerzas se discutirán conjuntamente. Amasar es definido como con‐centrar poder de combate en el lugar y tiempo decisivos, y economizar fuerzas es definido como asignar el mínimo poder de combate esencial para tareas se‐cundarias (9, Apéndice A).
Estratégicamente, las fuerzas enfrentadas en Dien Bien Phu llegaron a amasar desde dos perspectivas completamente diferentes. Los franceses sim‐plemente no estaban dispuestos a pagar el precio de poner en campaña a una gran fuerza en Indochina. Ya en 1950, el Parlamento francés aprobó una ley que restringía la utilización de reclutas en la metrópoli lo cual imposibilitaba su uti‐lización en Indochina. Esta sola ley limitaba severamente el número de tropas que podrían estar disponibles para el servicio en Indochina. Forzados a confiar en sus fuerzas regulares, los franceses aglutinaron a su ejército de regulares y lo envió a Indochina donde fueron aumentados con tropas reclutadas localmente. Los efectivos medios del Cuerpo Expedicionario Francés en Indochina oscilaron en torno a las 150.000 tropas, lo cual era insuficiente para lograr una concentra‐ción estratégica. En contraste, el Viet Minh practicó lo que equivalía a una leva en masa. Se esperaba que todos los hombres y mujeres hicieran su parte en la guerra contra los franceses. Todos los recursos disponibles fueron movilizados para apoyar a las fuerzas armadas del Viet Minh. Para 1954, el Viet Minh había organizado, entrenado y equipado seis divisiones regulares además de sus irre‐gulares territoriales.
En el nivel operacional, la guarnición francesa en Dien Bien Phu se cifra‐ba en torno a los 13.000 hombres, o menos del 10% de las fuerzas francesas en
Indochina. Estas tropas formaban 13 batallones. El perímetro del valle en Dien Bien Phu medía aproximadamente 50 millas, y para asegurar apropiadamente esta área se requería alrededor de 50 batallones. Los franceses pretendían utili‐zar su potencia de fuego y tecnología superiores para derrotar al numéricamen‐te superior Viet Minh. Para complicar el problema de las insuficientes fuerzas, el General Navarre envió la Instrucción Nº 964 el 12 de diciembre de 1953, en la cual detallaba la Operación Atlante. La Operación Atlante fue establecida para el sur del Vietnam central, a unas 400 millas de Dien Bien Phu. Esta operación involucraba al doble de fuerzas francesas de las que estaba siendo empleadas en Dien Bien Phu. La Operación Atlante fue ejecutada al mismo tiempo con Di‐en Bien Phu provocando una reservas estratégicas limitadas para Dien Bien Phu. De hecho, el General Navarre contemplaba la Operación Atlante como su esfuerzo principal y Dien Bien Phu como una operación de economía de fuer‐zas. El General Navarre no creía que Dien Bien Phu fuese una operación decisi‐va a pesar de los sólidos informes de inteligencia que confirmaban que el Viet Minh se estaba concentrando allí.
El Viet Minh concentró cuatro divisiones, totalizando más de 50.000 hombres, en Dien Bien Phu. Al mismo tiempo, Giap sujetaba a las fuerzas fran‐cesas y evitaba que respondieran con fuerza en Dien Bien Phy desarrollando acciones de diversión alrededor por todo el país. Giap pudo concentrar exito‐samente sus fuerzas en el lugar y en el tiempo decisivo mientras empleaba dies‐tramente operaciones de apoyo destinadas a engañar a los franceses. La inteli‐gencia preveía este plan; sin embargo, el General Navarre no tomó cartas en el asunto.
En el campo de batalla, los franceses otra vez fueron sospechosos en su concentración de fuerzas. Los franceses dispersaron sus fuerzas en Dien Bien Phu en una serie de puntos fuertes. Más de un tercio de las fuerzas francesas en el valle estaban posicionadas en Isabelle, el punto fuerte más al sur en el valle. Esta posición estaba a siete kilómetros del punto fuerte más cercano y no podía proporcionar apoyo mutuo al resto de la guarnición. Debido a esta amplia dis‐persión de las fuerzas franceses, el Viet Minh era capaz de concentrar fuerzas para lograr una absoluta superioridad en cualquier punto fuerte francés. Ade‐más, los franceses también carecían de una reserva en Dien Bien Phu. Esta po‐bre situación fue más exacerbada por el hecho de que nunca fue realizado un ensayo general completo para un contraataque.
En cada nivel de guerra, los franceses parecían haber violado el principio de masa mientras que el Viet Minh hizo justamente lo contrario. ¿Si Dien Bien Phu era contemplado como una acción de economía de fuerzas para los france‐ses, entonces qué fue del esfuerzo principal? La Operación Atlante, tras algún éxito inicial, se atascó rápidamente en una serie de emboscadas del Viet Minh sobre los convoyes franceses. Los franceses finalmente terminaron la Operación Atlante sin ganancias tangibles mientras Dien Bien Phu se perdía.
El principio de maniobra es definido como colocar al enemigo en una po‐sición de desventaja a través de la aplicación flexible del poder de combate (9, Apéndice A). Dien Bien Phu no es un buen ejemplo de este principio de guerra. Estratégicamente, el gobierno francés mantuvo un control impreciso de las ope‐raciones en Indochina, dejando mucho a la discreción del comandante del teatro de operaciones. Cuando ya se discutió, el gobierno había tomado pasos que li‐mitaban su flexibilidad. Una vez que llegó a ser claro que Dien Bien Phu se iba a perder sin alguna clase de acción, los franceses no poseían la movilidad estraté‐gica necesaria para influenciar sobre el resultado. Francia entonces se volvió hacia Estados Unidos, un país que poseía la flexibilidad para cambiar el curso de los hechos en Dien Bien Phu. Estados Unidos declinó ayudar tras algunas actividades políticas interesantes, y el destino de Dien Bien Phu estaba sellado.
El Viet Minh hizo gala de flexibilidad estratégica en su respuesta al asalto francés sobre Dien Bien Phu. Los planes para ocuparse del asalto fueron rápi‐damente desarrollados por Giap y aprobados por el Comité Central de Ho. En el nivel operacional, el Viet Minh, muy para la sorpresa de los comandantes franceses, lograron una movilidad sin precedentes en sus pasadas operaciones. El Viet Minh era capaz de concentrar sus fuerzas en una posición que ponía a los franceses en gran desventaja. Primero, el Viet Minh rodeó Dien Bien Phu al mes del asalto original francés. Desde entonces, el Viet Minh fue capaz de dictar el ritmo de la operación. Las maniobras tácticas del Viet Minh fueron lentas y metódicas. Una vez que inició el ataque sobre Dien Bien Phu, pasaron 54 días antes de que los franceses se rindieran.
La movilidad operacional francesa dependía de sus recursos aéreos. Los franceses emplearon sus fuerzas aéreas para atacar las líneas de comunicación del Viet Minh que llevaban a Dien Bien Phu. También prevenía cualquier acu‐mulación enemiga significante en el área asegurando por lo tanto a las fuerzas francesas en Dien Bien Phu. Las fuerzas aéreas francesas fracasaron completa‐mente en evitar acumulaciones enemigas de suministros, artillería pesada y fuerzas de combate. El General Navarre podía haber introducido fuerzas adi‐cionales en Dien Bien Phu mediante un asalto aerotransportado; sin embargo, no lo hizo. Como resultado, Francia no obtuvo ventaja de su superior movilidad operacional de recursos.
Tácticamente, los franceses fueron reducidos a contraataques y ataques aéreos para lograr movilidad. Sobre el terreno, en los últimos días de la opera‐ción, ambos bandos combatieron desde posiciones atrincheradas, pero los fran‐ceses fueron casi totalmente reducidos a permanecer bajo tierra para sobrevivir. Francia había esperado utilizar a las fuerzas aéreas y a la artillería en combina‐ción con unidades móviles terrestres para aplastar cualquier ataque del Viet Minh en el valle. Una vez que el Viet Minh neutralizó la ventaja de movilidad aérea francesa, el principio de maniobra fue cedido al Viet Minh, tal como había hecho con la ofensiva.
La unidad de mando es el sexto principio de guerra. Es definido como asegurar la unidad de esfuerzo para cada objetivo bajo un comandante respon‐sable (9, Apéndice A). El Mayor General Rene Cogny, el comandante de las fuerzas francesas en el Vietnam del Norte, afirmó que Dien Bien Phu tenía que convertirse en la batalla clave para todo el norte de Indochina y por lo tanto debería haber estado bajo un único mando global. De esta aseveración, pode‐mos ver que los franceses tenían obviamente problemas en esta área al igual que en otras áreas ya debatidas. De hecho, la situación de mando desde el cam‐po de batalla a París era muy inestable.
Desde el ángulo estratégico, como ya se ha mencionado, el gobierno ten‐día a dejar a los generales dirigir la guerra sin proporcionarles mucha asistencia en recursos o dirección. El gobierno estaba enterado del plan de Navarre para iniciar la acción en Dien Bien Phu. Francia ya no buscaba una solución militar al problema de Indochina, y Navarre no esperaba arriesgar sus fuerzas innecesa‐riamente. El gobierno envió al Almirante Cabanies del Comité de Defensa Na‐cional para informar personalmente a Navarre de la oposición del gobierno a la operación de Dien Bien Phu. El Almirante Cabanies llegó el 20 de noviembre de 1953 para informar a Navarre de la opinión del comité. Mientras los generales hablaban, los primeros 5.000 soldados franceses eran lanzados sobre Dien Bien Phu. El General Navarre se apresuró sin una orden clara de sus superiores para hacerlo.
La situación no mejoró para los franceses en el nivel operacional. Hubo muchos oficiales que expresaron su oposición a la Operación Cástor incluso antes de que comenzara. El comandante de todo el transporte aéreo para el Cuerpo Expedicionario, Coronel Nicot, afirmó oralmente y por escrito que no podía mantener un vuelo permanente de suministros a Dien Bien Phu. Otros oficiales expresaron sus dudas al General Navarre, y éste escuchó todos los ar‐gumentos contra la operación incluyendo los severos informes de inteligencia que describían una significativa amenaza enemiga. Sin embargo, el General Navarre no escuchó a nadie excepto a sí mismo; la Operación Cástor procedió según lo planeado. Su desgana en escuchar es notable considerando que este era un mando que desempeñaba desde hace menos de seis meses y un mando que él no había buscado activamente (su anterior destino fue con la OTAN). ¡Este mando era su primer viaje a Indochina!
Durante el curso de la operación de Dien Bien Phu, el General Navarre y el General Cogny llegaron a embrollarse en un cruento conflicto persona. Nava‐rre llegó a creer que Cogny estaba para provocar su caída. La esposa de Nava‐rre, en Francia, incluso llegó a agravar la situación arrojando calumnias sobre Cogny. La situación estalló completamente el 2 de abril de 1954, cuando Cogny la emprendió a golpes con Navarre, “Si usted no fuera un general de cuatro es‐trellas, le cruzaría el rostro”. El impacto de esta desavenencia sobre las opera‐ciones de Dien Bien Phu es imposible de contar; sin embargo, no ayudó cierta‐mente a la situación.
Con el gobierno echándose atrás y los generales sufriendo y cavilando, el cuadro de mando en el nivel táctico debería de ser mejor. El General de Brigada Jean Gilles saltó sobre Dien Bien Phu el día dos de la operación, y llegó a ser el comandante sobre el terreno. El General Gilles era un soldado experimentado en este tipo de operación. Se dio prisa en declarar al General Cogny durante la primera visita de éste al valle que “Seré muy feliz cuando usted encuentre un sucesor para mí aquí. En Na San, pasé seis meses de mi vida como una rata. Utilíceme en cualquier parte donde pueda estar al aire libre”. Cogny y Navarre acordaron luego reemplazar a Gilles si bien Gilles era el más capacitado para el tipo de combate que seguiría. El Coronel de Castries fue elegido para mandar la guarnición en Dien Bien Phu. Incluso de Castries advirtió a Navarre “Si desea un segundo Na San, entonces escoja a otro. No me siento capacitado para ello”. Navaree convenció a de Castries para que aceptara el mando bajo la concepción de ataques móviles sobre el Viet Minh que se extenderían fuera de Dien Bien Phu.
El Coronel de Castries resultó ser totalmente inapropiado para los hechos que se desarrollaron en Dien Bien Phu. El 14 de marzo de 1954, el segundo día del ataque del Viet Minh, de Castres fue alcanzado por un proyectil. No podía tomar decisiones y básicamente cesó de actuar como comandante de la guarni‐ción. Hubo rumores de un relevo inminente de de Castries, pero en lugar de ello fue promovido a General de Brigada. Una vez que de Castries cayó en un estado de desesperación, el Teniente Coronel Pierre Langlais llegó a ser de hecho el comandante de la guarnición en Dien Bien Phu. Langlais era un vete‐rano de Indochina y un miembro de la mafia paracaidista. Inmediatamente se puso a reorganizar y simplificar la cadena de mando en Dien Bien Phu. Situó a muchos de sus colegas paracaidistas en subsectores de mando vitales del valle. Más tarde, en defensa de esta acción, Langlais declaró “cualquiera de los jefazos en Hanoi o Saigón podrían haber volado y saltado si estaban descontentos con su premoción de de Castries, o si ellos tenían una mejor idea”.
Mientras los franceses luchaban con Navarre en Saigon y con Cogny en Hanoi y con un teniente coronel sobre el terreno en Dien Bien Phu, Giap movió su cuartel general a Dien Bien Phu a fin de supervisar personalmente la opera‐ción. Ho se reunió con él allí. El Viet Minh no experimentaba problemas con la unidad de mando en Dien Bien Phu.
Los principios de seguridad y de cumplimentar la sorpresa hacen mu‐tuamente la concentración y economía de fuerza. La seguridad es definida co‐mo nunca permitir que el enemigo adquiera una ventaja inesperada, y la sor‐presa es definida como golpear al enemigo en un tiempo o lugar, o en cierto modo, para lo cual no está preparado (9, Apéndice A). Los franceses carecían de estas áreas en Dien Bein Phu. Sólo tres días después del comienzo de la Opera‐ción Cástor, los periódicos franceses llevaron a los titulares el asalto paracaidis‐ta, citando al General Cogny cuando decía “Ésta no es una incursión como en
Long Son, sino el comienzo de una ofensiva”. El Viet Minh nunca dio publici‐dad a sus operaciones (especialmente mientras estaban en curso).
Algunos de los errores de bulto cometidos por los franceses en Dien Bien Phu pueden ser achacados a la sorpresa. Estratégicamente, hubo poco envolvi‐miento con este principio con la posible excepción del gobierno francés siendo cogido fuera de guardia por las acciones de sus propios generales. Operacio‐nalmente, los franceses fueron sorprendidos repetidamente. El error capital en Dien Bien Phu fue la infravaloración de las capacidades del enemigo. El General Navarre rehusó creer muchas cosas acerca de su enemigo. Navarre rechazaba la noción de que el Viet Minh podía dominar a sus hombres con la artillería desplegada en las colinas por encima de Dien Bien Phu. Falló en anti‐cipar que los obuses de Giap cerrarían la pista de aterrizaje en Dien Bien Phu dificultando el resuministro y la evacuación de los heridos y la retirada de las tropas imposible. El mapa de reconocimiento de Navarre no revelaba un piso del valle con gruesa maleza y profundo barro durante los monzones primavera‐les que imposibilitarían los movimientos de los blindados.
Hubo otras sorpresas en reserva para los franceses. No sólo fueron sor‐prendidos al ser superados en número y cañoneados por la artillería enemiga, sino que también se conmocionaron por su incapacidad de destruir a la artille‐ría enemiga. El General Navarre parece haber puesto en aplicación una canti‐dad de mitos predominantes sobre el Viet Minh que fueron doctrina para algu‐nos soldados franceses. Cosas comúnmente conocidas como que el Viet Minh nunca atacaba cuando se encontraba igualado o frente a una dificultad seria, y que no tenían artillería y sí la tenían no sabían cómo utilizarla, fueron amplia‐mente aceptadas como hechos por el Ejército francés. Navarre, como coman‐dante de todas las fuerzas francesas, debería de haber sido el último en tomar al enemigo a la ligera. A pesar de su buena inteligencia, el General Navarre fue cogido completamente por sorpresa cuando el Viet Minh alineó cuatro divisio‐nes con artillería pesada de apoyo alrededor del valle poco después de que los franceses aterrizaran.
El Viet Minh no fue sorprendido más allá del asalto inicial excepto quizás por la permanencia francesa en el valle. Ésta fue una agradable sorpresa para el Viet Minh ya que esperaban que los franceses hiciesen justamente eso. Tácticamente, los franceses no podían ganar mucho con la seguridad o la sor‐presa ya que el Viet Minh podía fácilmente observar los movimientos franceses a lo largo del valle. El abrupto terreno que rodeaba Dien Bien Phu ofrecía un santuario para el Viet Minh de la observación y el fuego de los franceses.
El último principio de guerra es la simplicidad, que es definida como preparar planes claros y elementales y órdenes claras y concisas para asegurar una compresión cabal (9, Apéndice A). En ningún caso es deseable introducir confusión y malentendidos en los planes y órdenes militares. Por este punto debe ser claro que los franceses posiblemente no pudieron haber desarrollado una orden clara y concisa para las operaciones en Dien Bien Phu a ningún nivel
de mando. En lugar de ello, fueron emitidas complejas y largas directivas que enfatizaban la naturaleza ofensiva de la operación. Respondiendo a los infor‐mes de inteligencia del 3 de diciembre de 1953 que mostraban cuatro divisiones enemigas acercándose a Dien Bien Phu, el General Navarre envió instrucciones en las que afirmaba que los franceses aceptarían la batalla y que Dien Bien Phu debía de ser mantenido a toda costa. Esto dejó estupefacto a su personal y a su gobierno. Hasta este punto, el General Navarre no había indicado sus preferen‐cias para una batalla decisiva en Dien Bien Phu. Navarre parecía haber sido cualquier cosa excepto claro y conciso en su intención desde el comienzo de la Operación Cástor.
Sobre el terreno, el nombre del juego para los franceses se convirtió en supervivencia. Fueron desarrollados planes de huida, pero no hubo ningún in‐tento significativo para implementarlos. Hubo alguna especulación sobre el lanzamiento de una columna de relevo desde el cercano Laos, pero ello no salvó a los defensores. Las esperanzas francesas de un masivo ataque aéreo nortea‐mericano para levantar el asedio se desvanecieron cuando Estados Unidos de‐clinó una acción unilateral para salvar a los franceses. El Teniente Coronel Lan‐glais diseñó tácticas para mantener la integridad del perímetro defensivo pero nada más. A su favor, los franceses resistieron 54 días frente a una superioridad abrumadora del Viet Minh.
En contraste, el Viet Minh emitió órdenes claras y cortas destinadas a arrasar a la guarnición francesa en Dien Bien Phu. El General Giap tenía la ven‐taja de emitir órdenes y llevarlas a cabo por sí mismo ya que estaba en la esce‐na. Las confusiones o malentendidos podían ser aclarados inmediatamente. Hay muchas razones para la derrota francesa en Dien Bien Phu. Comenzando con la falta de un objetivo claramente definido para la operación, los franceses acumularon errores a partir del cálculo equivocado para crear un desastre. Los franceses concedieron demasiado al enemigo en términos de iniciativa, terreno elevado y concentración de fuerzas; aún así, ¡todavía esperaban aplastar al enemigo! Un combatiente no se impide a sí mismo por atarse un brazo detrás de su espalda o por permitir movimientos libres a su enemigo. Los franceses estaban muy preparados para sacrificar los principios sólidos con objeto de se‐ducir al Viet Minh a un enfrentamiento general. La cadena de mando francesa estaba infestaba con varios problemas; sin embargo, nada fue hecho para corre‐gir esto a lo largo de la operación. Finalmente, fueron cogidos completamente por sorpresa en diversas áreas, y no pudieron ajustarse y recuperarse de ningu‐na de estas sorpresas. Incluso haciendo frente los franceses a todos los obstácu‐los en Dien Bien Phu, ¿podrían haber prevalecido los franceses? Sólo aquellos que creen que un masivo ataque aéreo norteamericano hubiera cambiado la ma‐rea en contra del Viet Minh apoya el escenario de una victoria francesa. Los franceses pudieron haber evitado la derrota reconociendo la locura de empren‐der la Operación Cástor y cancelando completamente todo antes de lanzarla. Una vez que emplearon fuerzas en esta operación, el esfuerzo francés fue acen‐
tuado operacional y estratégicamente cometiendo un craso error que la valentía inquebrantables de los combatientes no podría vencer.
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Hugo A Cañete www.delaguerra.net
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