LA POESÍA COMO “ESENCIA” DEL EXISTIR Y DEL AMOR

“El poema no sólo es una realidad verbal: también es un acto. El poeta dice y, al decir, hace. Este hacer es sobre todo un ha-cerse a sí mismo: la poesía no sólo es autoconocimiento sinoautocreación. El lector, a su vez, repite la experiencia de autocreación del poeta y así la poesía encarna en la historia”.

Octavio Paz.

Para Félix Gutiérrez Huamaní el quehacer lírico es una experiencia vital. Así como Pedro Salinas nos entregase su poema “El amor esencial”, Guty nos brinda su último poemario titulado “Esencia”, cuya síntesis florece en la fontana del sentimiento más sublime: el Amor.

De la propuesta múltiple del discurso poético, destacamos en el texto la vivencia del Amor como contradicción, como fusión y metamorfosis.

Los poemas revelan al Amor en contradicción. En el primer poema, que aparece a modo de epígrafe, se muestra el presentimiento del dolor y la afirmación de la locura causada por la pasión en conflicto. Colocar la pasión en estado problemático ha sido y es un motivo poderoso de presentarla como un encuentro entre la vida y la muerte, la tenencia y la carencia, la afirmación y la negación, la llegada y la partida, la unión y la separación, etc. Si fueron los románticos quienes llevaron a los límites extremos la contradicción amorosa, ésta es una virtud de todo poeta que trasunta el tema del amor, aún desde los albores de la poesía hasta el presente. Pero la contradicción no sólo se muestra entre el querer del amado y la amada, sino entre el amor y las fuerzas internas y externas, por eso el poeta dice: “Ayer quise ser el jinete de tu corazón amado/ mas una falsa maraña de la vida nos alejó// Pese a que tus ojos nobles me llamaban/ una retina oscura de la vida nos separó”.

El Amor como fusión, integración plena, cual un cosmos diverso pero único, se consustancia con la mujer, con la vida, con la naturaleza y la poesía misma. La metamorfosis del Amor es una reafirmación de tal integración. El Amor se metamorfosea e integra con y en el sufrir, la locura, el rapto, el misterio, la esencia, la vida, lo sagrado, la razón, la libertad, la belleza, la naturaleza, la juventud, el sueño, la esperanza, la muerte, el deseo, la invitación, el silencio, la eternidad, el tiempo, la realización, el canto…en fin, es el universo poético pleno y diverso: “Eres melodía que cabalgas por mis venas/ siempre que te veo te haces poesía”.

El poemario invita a múltiples lecturas, pero sin duda el eje es el Amor. Poesía intimista, sentida, con elementos propios de la cultura andina, con novedad en su particular manera de versar, heterogénea, autosuficiente, sorprendente en esa sencilla grandeza de optar por el Amor, única razón esencial que justifica nuestra vida y nuestra poesía. El Amor como objeto y como sujeto, lo abarca y fundamenta todo, hasta la negación del desamor. El poemario se inicia con una dedicatoria de por sí pasional, sigue con dos poemas-epígrafes y con otros veinte poemas. Cada poema posee un título que redondea, completa o amplifica el sentido de cada poema. Los versos asimétricos dispuestos libremente le otorgan a los poemas variadas formas en su constitución. Se cierra con un poema, (Amada), que expresa el triunfo del Bien, así se configura la unidad en consonancia a la esencia: la realización plena del Amor.

La poesía de Guty no sólo encarna la historia, porque establece una identidad con la vivencia del lector, sino que se constituye en la historia misma, pues nos habla con el acento humano de lo que nos concierne diariamente, de lo que estamos hechos y de lo que constantemente ansiamos y buscamos apasionadamente. Configurado en poesía, todo lo que nos poetiza Guty, consagra al hombre y su devenir. Queda a los lectores hacer suya y enrumbar los versos por los caminos de la vida, sea la estación del Amor y la Poesía que nos encanten para seguir floreciendo, porque Guty no parará en su trajinar de poeta, para coronación de nuestra literatura.

Ayacucho, enero 2011 de lluvias

DANIEL QUISPE TORRES Prof. de Literatura-UNSCH

UN “LIENZO LÍRICO” COMO GESTACIÓN

“No sé si la poesía puede definirse. Creo y profeso que es indefinible y que se manifiesta en el momento de expresarnos (…) la poesía es de todos; brota de una experiencia profundamente personal y que, por lo tanto, en su expresión debe llevar el signo inconfundible de la individualidad que la expresa, teniendo al mismo tiempo esos caracteres de anonimidad, corales, según los cuales será poesía y no será ajena a ningún ser humano”.

Giuseppe Ungaretti.

Bienvenida Poesía, bienvenida con la voz y el pincel de Brunihlda Ailly Acosta Melchor. Cuando la poesía habla del amor, de la libertad, del nacimiento de lo nuevo, etc. no puede prescindir de la mujer como una de las esencias que la inspira y revela. Pero si es la mujer la misma que versa poesía, entonces…atravesamos el umbral de lo terrenal y accedemos a un mundo misterioso, virginal, real y celestial.

El poemario Lienzo lírico se inicia con una dedicatoria “A la poesía de los hombres justos” (demás palabras para explicar la justeza de pensamiento). Sigue de un epígrafe de Javier Heraud en la que se colige la decisión de partir por el amor a la libertad. La cita resume uno de los axis temáticos del texto: la presentación del amor como transgresión social. Se prosigue con trece poemas, cada cual con su título respectivo, ya en castellano o en quechua, con lo cual se signa la referencialidad a elementos de la tradición andina.

La unidad del poemario tiene como hilo el tema del amor. Como búsqueda, partida, retorno, encuentro y deseo (poema Aliento). Unido al dolor, al misterio, a la infancia, a la pureza y a la consumación (Huellas). A la espera, signado como lo incorpóreo, identificado con la poesía y el pueblo (Poema). O hermanado, lleno de deseo y la unión con Natura (Wayna). Fusionándose con elementos de la naturaleza, con signo de libertad y melodía, cantando el amor descubierto (Armonía). Descubriendo su cualidad quijotesca donde la locura es igual a razón, pero sagrado y camino a seguir

(Dulcedad). Amor como unión dual incluyendo siempre al pueblo y lo andino en acción de resurgimiento (Ritmo). La pasión conquistadora, la acción que pinta el lienzo eterno del amor (Lienzo). Lo social, la lucha justa del pueblo (Confeso). La libertad como gestación ideal y material (Libertad). El despertar…en Natura, del ideal, de la vida (Despertar). Amor a la madre con recuerdo tierno, con dolor y nostalgia (Sangre). Y amor como canto y danza asociado a lo andino, al recuerdo pasional, al regreso, al encuentro, a la partida y a final (Qachwa). Sin duda, al margen de lo evidente, hay tantas gemas que desentrañar en cada poema, tantos colores que se entretejen y tantas melodías que afinan una textura simple, sincera y poética.

La poesía primigenia de Aylli emplea el verso libre como para traducir estéticamente esa decisión verbal por la vida, por la raíz, por la esencia, por la libertad y el amor. Los vaivenes de la pasión comprometen a los elementos sociales y cosmológicos, y nos da la percepción que la poesía es parte de la dinámica universal donde todos nos hallamos, por ello la poesía de Aylli no es ajena sino de todos. En esta gestación, después de leer los poemas, nos sentimos que somos más y uno. Sean bienvenidos entonces los lectores que en el encuentro (la lectura de los poemas) nacemos arcoíris con el Lienzo lírico de una poetiza.

La presencia de la mujer en la literatura ha sido menoscabada por quienes fungen de críticos o jueces del arte y la cultura. Recordemos que Clarinda y Amarilis, muy a pesar de los límites de un sistema machista, paternalista, colonial y jerárquico dejaron fluir su pasión por la poesía, y brillaron con luz pura. Frente al coraje de toda mujer que se embarque amorosamente en las aguas de la literatura, lo mínimo es tender nuestra admiración y la apuesta que vendrán más lluvias. Bienvenido a todos en el goce de la poesía.

En Ayacucho, enero arguediano de 2011

DANIEL QUISPE TORRESProf. de Literatura - UNSCH

TRASCENDENCIA Y SIGNOS EN “POEMAS DE OTROTIEMPO”

(Daniel Quispe Torres)

1. “Poemas de otrotiempo” es un conjunto de poemas del poeta Héctor García Blásquez Bedoya, cuya primera edición en forma de libro fue realizada por Lluvia Editores y publicada en el año de 1998 con un tiraje de mil ejemplares. A pesar de ello, está constituida por poesías compuestas (a confesión del autor) en diferentes fechas que datan desde el 60 hasta los 90. La selección y formalización fue realizada por el mismo poeta, por lo que en la búsqueda de unidad estructural ha tenido que dejar de lado poemas que pertenecen a los poemarios inéditos de “Despertar”, “El incendio de las sombras” y “Confidencia a ruda voz”. De tal modo que asistimos a una nueva composición o re-estructuración, a un nuevo poemario que ofrece propias interrelaciones poéticas que lo constituyen, a nivel de sistema, en una formalización peculiar.

2. “La poesía dice por sí misma”, pero también emerge de una base real y la simboliza poéticamente. La poesía como creación humana es y genera cultura, historia, ideología. No constituye un sistema cerrado absolutamente, sino que permanece en un estado de diálogo con los sistemas de la realidad y de los lectores. Voloshinov (1976:19) identifica los sistemas sígnicos con la ideología, nos dice que cualquier imagen estética –simbólica- originada por un objeto físico particular ya es un producto ideológico. El objeto físico o realidad concreta se transforma en signo, el cual sin dejar de ser parte de la realidad material, hasta cierto punto simboliza y refracta otra realidad. Nos dice que los signos son “objetos, materiales particulares, no ideales y que la relación entre signo y realidad no es necesaria, y que siendo parte de la realidad la refleja o refracta, mediante mecanismos de producción simbólica, coincidiendo el dominio de la ideología con el de los signos. Sin signos no hay ideología, cualquier imagen artístico-simbólica originado por un objeto particular, ya es un producto ideológico”. En este sentido, contexto, signo e ideología asumen interrelaciones “visibles” u “ocultas”, generalmente sugeridas, como es el caso de “Poemas de otrotiempo”.

3. “Poemas de otrotiempo”, diacrónicamente es un signo de la realidad peruana y ayacuchana, una formalización o simbolización estética (por tanto ideología consustanciada con arte) de situaciones y años convulsos que provienen de la década del 60 hasta fines del 90.Sinteticemos el marco contextual de donde emergen los textos del poemario: en los años 60 destaca la figura del poeta Javier Heraud y los sucesos de la guerrilla foquista, también la presencia de la Teología de la Liberación con Gustavo Gutiérrez. Toda una década de cuartelazos, violencia y desequilibrio social.En los 70 se da el accionar del gobierno reformista de Velazco Alvarado, la segunda fase del gobierno militar con Morales Bermúdez, la grave crisis económica y social concretado en paros y huelgas (CGTP, 1977).

En los 80 asistimos al recrudecimiento de los movimientos sociales, Sendero Luminoso inicia su lucha armada; la migración a las ciudades hace que 2/3 de la población viva en las urbes. Los problemas se intensifican: se producen las muertes de los periodista en Uchuraccay (1983), el motín en El Sexto (1984), las masacres en los penales (1986), la estatización de la banca (1987), la inflación alarmante (1988).Tales hechos se prolongan hasta el 90 que se inicia con el fujishock, el repliegue de las acciones de Sendero Luminoso con la captura de Abimael Guzmán (1992), las privatizaciones (telefónica en 1994), el rescate de la embajada (1997) y otros sucesos.

4. Los escritores ayacuchanos, en diferentes grados, incorporaron creativamente la tópica de la realidad conflictiva. La poesía se nutrió de la presencia crítica, contestataria, cuestionadora del magisterio de César Vallejo, Javier Heraud, Manuel Scorza, Pablo Neruda, Nicanor Parra, Nazim Hikmet y otros, leídos ávidamente por jóvenes poetas como del “Círculo Literario Javier Heraud” (1964 – 1975), del cual fue co-fundador Héctor García Blásquez Bedoya. La experiencia vivida e imaginada, los intereses, los propósitos, las necesidades del escritor no pudieron soslayar tremenda realidad, mas bien lo recrearon poéticamente.

5. “Poemas de otrotiempo” tiene una división tripartita. Se abre con un epígrafe de Javier Heraud, perteneciente al poema Arte Poética:“Tal vez no he dicho nada,Acaso ya todo estaba dicho,Pero seguiré echando mis palabrasAl viento, seguiré arrojando misRecuerdos al mar”.En estos versos se proclama la persistencia del hombre como acto poético seguiré echando mis palabras) de consagración a la vida (al viento) y a la muerte (al mar).Se sigue de una dedicatoria para al Círculo Literario “Javier Heraud” y del testimonio de parte del poeta. Héctor confiesa haber adquirido solidez ideológica y literaria en sus tertulias con Oswaldo Reynoso, Manuel J. Baquerizo, Marco Martos, Antonio Cisneros, Reynaldo Naranjo, César Calvo, Víctor Zavala, Maynor Freyre, Miguel Gutiérrez, Juan Murillo y otros; además del intercambio con diversos grupos literarios y revistas literarias (Estación reunida de Lima, Sur intenso de Puno, Bubinzana de Iquitos, Homo de Arequipa, Zánzicos de Ecuador); y también en sus discusiones estudiantiles como universitario y su acercamiento con los movimientos populares de Huamanga.

6. “Ecos del corazón” contiene 10 poemas. El título de esta sección asume carga semántica sentimental concretada en lo personal y social. Los ecos son las pulsaciones o repeticiones sonoras de la fuente de vida, del sentimiento, del “asidero del alma” que es el corazón.Se inicia con el poema “poblando el silencio” de versos libres y asimétricos, con un lenguaje poético que funde dialécticamente la sencillez con la densidad, lo cotidiano con lo trascendente. Se exalta o valora la suntuosidad de la poesía (poesía = con pies dorados), el compromiso de decidir ir (salgo de mi casa) al encuentro con lo colectivo o social (la calle) a partir de lo individual o de la existencia del hogar (mi casa), todo para enunciar con la fuerza delicada de la poesía (a susurrar, a sembrar o decir) lo callado, lo

censurado, lo prohibido. Se postula al conflicto de comprometerse-no comprometerse, de asumir la verdad o callarla, de asumir sólo el rol personalista o el colectivo…La actitud del yo lírico frente a la realidad que simboliza es externa, el compromiso ideológico de yo personal con el yo colectivo. A decir de Javier Heraud (Arte poética: l961): “Y la poesía es/un relámpago maravilloso, una lluvia de palabras silenciosas,/un bosque de latidos y esperanzas,/el canto de los pueblos oprimidos,/el nuevo canto de los pueblos liberados./Y la poesía es entonces,/el amor, la muerte,/la redención del hombre”.En el poema “Era mayo” se alude al suceso de la caída (acribillado, desgajado hasta los ojos) de Javier Heraud (15 de mayo). Los signos trasuntan la fuerza simbólica del poeta comprometido y asociado con su realidad (voluntario caminante. unido /hasta la médula/en millones inacabables), como rebeldía libertaria (querido por el viento). Pero, por encima de la muerte imponente se cifran los signos del río (= signo de vida y rebelión, “atropellándose en trueno”) y del mes de Mayo (=eterno o “sin tiempo”) que glorifican y le otorgan sentido de triunfo eterno al poeta (disparo de sol en la noche), el triunfo de la vida sobre la muerte.El poema “Con el río en mi cuarto” nos introduce en la soledad y el “encierro” del poeta en su cuarto (=celda), pero donde el río se configura como vida, muerte, tiempo que transcurre, esperanza, sosiego y libertad.En “Ecos del corazón” el poeta nos sitúa en un espacio conflictivo (=”la oscura profundidad de la noche”, “entre los montes”) desde donde surge el compromiso rebelde del poeta (“se levanta el eco de mis pasos”, “viene, blandiendo”), a esta acción se adhieren los demás y Natura (“el canto caído del viejo bosque de álamos”, “su palabra blanca y rebelde”). Este hecho produce la felicidad de la patria (“profunda y triste de mi hermano corazón”=sentimiento de fraternidad colectiva).Con el poema “El sendero” se incide en el acento rítmico de los signos (=palabras) como símbolo de rebelión, empuje y llamado a la unión para trajinar a través del caos, la distancia, la enajenación, lo imperial… la muerte… “incendiando las sombras”, que es la apuesta por la vida. El llamado no sólo incluye a personajes humanos (a Boris Igor, como hiciera Nazim Hikmet con su Memet), sino a Natura (los cóndores, el sol) como fuerzas históricas y culturales de la identidad andina.“Carta a Zafarita”, al modo de Nazim Hikmet, es una confesión lírica a la amada acerca de la historia conflictiva en el que reina la destrucción, pero que también se exalta al pueblo que brega contra los opresores, causantes del mal. Zafarita asume dimensión social y cosmológica, es el motivo por el cual, el yo lírico, asume la tarea de construir una nueva historia para el mañana.Con el poema “A la noche” el yo lírico interroga si la muerte (=noche) y la miseria (“el pan será símbolo del hambre”) seguirán reinando. Existe una sugerente convocatoria a la acción a fin de revertir la situación adversa, como César Vallejo nos lo planteara en La cena miserable.En el poema “Grito dormido”, el signo del grito representa el primer y certero impulso para la unión y la pasión o la rebelión. El “grito” es la fuerza activa que puede generar la unión pasional entre los amantes o la unión de todos los individuos para la rebelión (el “incendio”).

“Poema” es la voz lírica que asume la decisión de la acción transformadora de “escribir entre los hombres/el poema final de la sangre”).El poema final, “Era casi todo”, es la confesión poética del retrato del yo lírico como ser diverso, universal, histórico, complejo, “casi” integral o total, pero menos la duda ni la negación al Bien.

7. “Convocatoria a la vida” contiene 16 poemas. El hilo temático de los poemas es precisamente el llamado a la existencia o a la vida fraterna, solidaria, combativa, humana, constructiva…Se asume la actitud poética de César Vallejo, dado en el “Himno a los voluntarios de la República”.En “Tarde que nunca es tarde” se convoca a los muertos (“a los que llamé ayer enguantados en la sombra”), a los resucitados (“a los que llamé ayer, se han levantado…entre sus huesos), a los vivos (“a los que hoy siempre llamo”), para aplacar la fuente del mal (“frío pozo de las canciones nunca nuestras!”) y enlazar lo esencial (“nuestras venas”=lo vital, lo rebelde) a la Vida (“al río”) frente a la cercanía de la muerte (“esta tarde que nunca es tarde”).El poema “Convocatoria a la vida” asume líricamente la misión de la unión universal para la rebeldía como forma única de liberación, para rehuir el dolor y la muerte, en fin, para realizar el bien (“Haced la luz y al hombre, hombre”).“De las verdades” intima saber reconocer la naturaleza de la verdad como relativa y oculta, hasta censurada, que es preciso revelarla prudentemente. Nos recuerda, intertextualmente, a Brecht y su Compromiso en arte y literatura.El poema “¿Campo de concentración?” resalta al dictador como signo de opresión e imposición, el yo lírico llama convoca tomar conciencia de la situación crítica, para la acción liberadora que frente a la inacción, que significa muerte, genera vida.En “El grito en la puerta” reincide en el llamado a ser guerreros para luchar y lograr la alegría, el amor, la verdad…aún así uno perezca. El “grito” constituye un signo ideológico de rebeldía, llamado, esperanza para la felicidad humana.El poema-canción “Palomitay”, al estilo musical andino anuncia a la palomita (=amada, libertad buscada) la llegada de los guerreros libertarios e invoca esperarlos. Los símbolos ideológicos son básicamente externos y sociales.El poema “De nuestras necesidades” utiliza el “hablar” como signo de interrelación, comunicativo, integrador, humano, liberador, catártico…en referencia a la atención de las necesidades elementales del hombre.El poema “Confidencia a ruda voz” utiliza magistralmente la ficción de la confesión del yo que se tipifica como un malo y canalla, a través de su confesión-reflexión, sin embargo, descubre la verdad de las mentiras o falsedades de los poderosos, recurre al amor y comprensión de la amada, inocente e ingenua, para conseguir el sustento, la unión y desenmascarar las apariencias.En “Camisa de fuerza” se asume la concientización de la vida contradictoria, enajenante, putrefacta, inhumana. Subyacentemente se convoca a ser conscientes de la crisis. La amada, y el amor, se hallan en el espacio conflictivo y el yo lírico asume el papel de concientizador.

En el poema “Asamblea” el hablante lírico convoca a los presentes en la asamblea al deber de iniciar a manifestar la verdad y rebelarse frente al mal. La ficción funciona en cuanto los signos trascienden a la misma realidad: el hablante es quien tiene el saber, la razón, la conciencia; la asamblea, muda pero presente, representa a la masa; la “voz”, el “canto” simbolizan la ruptura de la explotación, de las leyes coercitivas e injustas, es pues, signo ideológico de la defensa de la vida y los derechos, la liberación de la humanidad.En “Nuevamente” se reitera la acción destructiva de los poderosos, sin embargo se incide en el genocidio (representado por Pedro, el estudiante). La repetición del signo “nuevamente” marca la constante presencia de los crímenes impunes.“Inundación” advierte la imposibilidad de ocultar la realidad en brega, los hechos o la lucha (“El Gran Río”) superan al silencio y la indiferencia e “inundan” con vida.La temática de la prevalencia de la esperanza sobre lo nefasto y el mundo problemático se concreta poéticamente en “Saludo a la esperanza”. Ayacucho adquiere valores connotativos de esperanza, sueño, conocimiento o lucidez y triunfo universal.El texto “Por tu camino, mi Señor”, al modo de los poemas-oraciones de Ernesto Cardenal o los antipoemas de Nicanor Parra, manifiesta la dimensión social (la masa o Ayacucho) como un Dios que pelea a favor de los pobres. No solo el Dios corresponde al Cristo bíblico, sino a la sociedad de los desposeídos (inmortal, inquebrantable, heroico) que lucha con amor y rebeldía.En “Por el camino de la luz” el yo lírico recuerda la misión de seguir hacia la luz al viajero, la “marcha” simboliza el viaje hacia el bien seguro.Finalmente, el poema “Huamanga” versa sobre la Tierra serrana en conflicto, se incide en la acción libertaria de quienes son parte de ella (“y el surco se incendia en tu hoguera”).

8. “Tiempo de aguas” contiene 5 poemas.Se inicia con el poema “La lluvia se fue contigo” en el que se expresa la unión de la pareja y su posterior separación, quedando el poeta solo, mientras reflexiona sobre el bien o lo fecundo que se fue con la compañera. La “lluvia” reúne rasgos sémicos de vida, unión, amor, comprensión, su falta signa separación constante, estatismo, desesperanza, inquietud, angustia, desolación. El poema tiene una bella coincidencia con el poema Serenata (de Los adioses:1960) de Manuel Scorza:“¡Íbamos a hacer tantas cosas juntos!/ Ahora tenemos otras citas./Estrellas diferentes nos alumbran en noches diferentes./ La lluvia que te moja me deja seco a mí./ Está bien: adiós./ Contra el viento el poeta nada puede.// A la hora en que parten los adioses,/ el poeta sólo puede pedirle a las golondrinas/ que vuelen sin cesar sobre tu sueño”.En el poema “Por la senda repetida” el yo lírico se caracteriza como el doble que contiene lo oscuro, lo invasor, lo profanador; pero también el que ama, acaricia y busca el amor. Ambos, el uno y el otro, transitan la misma senda, la misma búsqueda.“Quietud” es la confesión de quien sembró piedras (=palabras, actos, sentimientos) para el logro de la unión no realizada, el yo lírico permanece en espera ( “despertar en tus aguas de jazmín y estrellas”).

“El viaje” es el poema del viajero que ve llegar la hora inexorable de la partida. Se adentra al uso de símbolos occidentales (referencia a Carón) pero universales. La plena conciencia de la proximidad de la muerte, la mansedumbre de la espera, la finalización del tiempo para el amor (como en el texto español de El enamorado y la muerte) y la vida, la serenidad de la aceptación otorgan al tema una dimensión existencial única y original.“El tiempo del amor” es la petición del hablante a la comunión entre los hombres, desterrando el olvido y aportando por la identificación y la presencia constantes. También es el triunfo del tiempo del amor, si hay acercamiento, unión, convocatoria, memoria entre los hombres.

9. ¿Y en qué radica la trascendencia poética de “Poemas de otrotiempo” ? En múltiples aspectos poéticos funcionales.Con el primer poema, “Poblando el silencio”, se plantea el “despojo” de lo propiamente personal, de esa existencia y compromiso individualista, hogareño, para ir al encuentro con el compromiso social, universal, con toda la pasión épica de hallar el orden y la justicia (primera y segunda parte del poemario) hasta el encuentro con el amor como encarnación y gestación de vida (tercera parte del poemario). No se trata de un proceso de vivencia y conciencia cíclica, sino dialéctica, de cambio, transformación y superación de lo meramente personal al fusionarse con los otros (la masa) y el otro (la amada).El contenido nocional y circunstancial de los poemas, en gran medida, son del tipo social, objetivo, externo o realista, simbólico y con sustrato histórico e ideológico. El poemario constituye una formalización estética de una realidad problemática al cual se le aproxima recreativa y simbólicamente. Asume un compromiso (desde lo ficcional y la artificialidad del lenguaje poético) múltiple en el que destaca lo ideológico, social, político, afectivo y existencial. Los signos poéticos “tejen” un mundo desde la visión de abajo, de los desposeídos, signando estéticamente una utopía (una manera de idear el mundo) de contenido humano, justiciero, solidario, libertario, equitativo…de felicidad y fusión universal.César Vallejo en su texto “Poesía nueva” (Amauta, Lima, 3, 1920, p. 17) reflexiona: “La poesía ‘nueva’ a base de palabras nuevas o de metáforas nuevas se distingue por su pedantería de novedad y por su complicación y barroquismo. La poesía nueva a base de sensibilidad nueva es, al contrario, simple y humana y a primera vista, se la tomaría por antigua y no atrae la atención sobre si es o no es moderna”.La poesía de Héctor García Blásquez Bedoya posee sensibilidad nueva porque es la búsqueda de un mundo nuevo, diferente al que impera en el mundo efectivo. La búsqueda de lo nuevo encuentra su originalidad y novedad en la fuerza expresiva del lenguaje poético, rítmico, libre, cargado de una dialéctica entre lo sencillo y lo complicado, entre lo objetivo y lo subjetivo, entre lo personal y lo colectivo, entre el Bien y el Mal con sus diferentes variantes y presuposiciones.La trascendencia temática y expresiva del poemario le otorga sitial en la historia vigente de la poesía nacional y universal. Una fuente vital para lectores y escritores que aman la vida y la muerte como signos de nuestra integral existencia.

10. Desde este espacio y tiempo…esta sencilla y humana evocación al poeta, al niño, al maestro…al hombre…porque:

“En el llanto o en la risaSi tu corazónVacíoSangra, EvócameY estaréRiendo o llorando contigo”.

En Ayacucho de los milagros, 2010

REMANSO LITERARIO

En el marco del Congreso Nacional Lingüístico Literario, realizado en Ayacucho del 25 al 30 de octubre de 2010, se convocó a los concursos de Poesía, Cuento y Ensayo, que ostentó acertada y laureadamente el nombre del preclaro y singular poeta Héctor García Blásquez Bedoya.

Los concursos literarios siempre han sido concebidos contradictoriamente y fueron motivo de aceptación o rechazo. Por un lado, pueden ser la catapulta que lleve, justa o injustamente, a la fama a quienes son laureados; por otro lado, puede ser el epitafio ignorado de quienes, con razón o no, se consideran los que debieron llegar al estrado. De ahí que la posición del jurado sea incómoda, pues no cuenta con instrumentos exactos para medir la calidad de las creaciones, en cambio sólo posee su experiencia, su saber o conocimiento, su formación, su cultura, su sensibilidad…lo propio de su contexto y su ser, aunque sea de gran reconocimiento, siempre con limitaciones.

Sin embargo, ponernos en el extremo de abolir los concursos sería una forma de “matar” a la creación estética, de no alentarla, aún más cuando el Sistema Cultural oficial no se interesa por desarrollarla. Dejando las situaciones perniciosas de los Premios y los Concursos, como que a Borges le negaron el Nobel Literario, fomentarlos es necesario e importante, más aún cuando se nos maquina de “consumistas”, incapaces de crear lo nuestro.

De este modo, aprenderemos a inventar e inventarnos como creadores y críticos, a encontrarnos y marchar juntos al Norte

Esta vez, en el concurso de poesía se tuvo a diez participantes de distintos espacios del Perú, en el caso del cuento fueron cinco concursantes y en ensayo uno sólo. Los resultados fueron:. En Poesía: Primer puesto: Compartido por Alexander Wilber Hilasaca Machaca y su poemario Pájaro ebrio con Eddison Miguel Enciso Rubio y su poemario Aves de fuego.. En cuento: Primer puesto: José Saúl Barzola Vivanco.

En ensayo y el resto de los puestos se declararon desiertos.De los trabajos presentados seleccionamos algunos textos, con la

satisfacción de haber tenido serias creaciones literarias, de jóvenes que van fraguándose día a día, verso a verso, línea a línea, canto a canto. Los textos son diversos en su temática, estructuración y discurso, de ahí que son difíciles de clasificarlos, además que, creemos, obedecen a un proceso de búsqueda de sus autores, quienes, por su parte, derivan de distintos contextos de nuestra realidad peruana.

Encontramos los poemas de Pájaro ebrio, del poeta Alexander Wilber Hilasaca Machaca, que hila poéticamente contenidos sociales, existenciales, amorosos, cotidianos desde un enfoque irónico, ficcional de un “pájaro” o poeta cantor que está “ebrio” o lúcido desde el “otro lado” que no es la razón formal. También tenemos los poemas de Aves de fuego del poeta Eddison Miguel Enciso Rubio, en los cuales trasciende el individualismo que sintetiza poéticamente múltiples realidades que se entrecruzan. Además, a manera de antología se recogen los poemas de Analí Sthefani Garayar Zevallos, Luis

Eduardo Ayala Pérez, Pedro Briceño Rojas, Ronald René Chuquija Aracayo, Alvaro Renato Casalino Hildebrant, Wilson Wilber Chiara Peralta, Wilson Gregorio Sucari Turpo y de Santos Morales Aroni. Poemas que presentan formas y temas que se metamorfosean de manera inédita, libre, propia.

En cuanto a la narrativa seleccionamos dos cuentos del único premiado José Saúl Barzola Vivanco: en Dos caramelos marca J el discurso entreverado y protagónico de los personajes develan una realidad cruda de las ciudades, con un estilo árido se narra acerca de la miseria, la explotación, el vicio, la indiferencia y distintos males que se hallan vigentes. En el cuento Demasiado cuidado asistimos a un caso existencial y social, el final es sorpresivo y desencantador, como la vida misma. Acompañamos dos cuentos de Gina Moore Carranza, como invitada especial, cuyos textos breves, pero con la precisión y la síntesis bien lograda, nos conduce por el sendero del la tensión y el misterio, con uso magistral del dato escondido y un final que sorprende y desconcierta.

Cada texto tiene su misterio y encanto por descubrir, de ahí que el jurado y crítico verdadero es el lector, a él va dirigido el texto y sea él quien lo valores a la justeza de su altura. No obstante, saludamos a la acción de todos quienes hacen posible la realización de los Concurso o Premios, a quienes participan en estos llamados y a todos que intervienen de diversos modos. Grato augurio para nuestras letras! Salud!

Ayacucho, de los encuentros.

Daniel Quispe Torres Prof. Literatura

PRESENTACIÓN

Los cuentos: transmisión de vida. En ellas palpitan tradiciones, costumbres, cosmovisiones, intenciones, hábitos, sueños, ritos, pasiones, esperanzas...del hombre. Es a la vez causa y efecto, signo que trasciende el tiempo y el espacio, lo mágico y lo real. Beber de su fuente insondable ha sido y será la afirmación de nuestro humanismo; pero, ¿beberlo todo?, nos queda contentarnos con lo que está a nuestro alcance, pues tenemos limitaciones en cuanto a publicación, divulgación, consumo, etc. Sin embargo, existen antologías que nos hacen más cómodo el acceso al mundo literario.

La presente selección cuidadosa de cuentos corresponde a Vidal Navarro Janampa, hombre de letras que a su labor de editor y narrador suma el de infatigable motivador para la creación y consumo de la literatura. Sin duda, la antología, constituye un muestrario limitado de cuentos, un mosaico artístico que puede diferir de otros, pero que ostenta su propia identidad. De este modo, Vidal Navarro, nos hace una primera entrega de cuentos de la literatura universal desde una actitud apasionada e inteligente, como síntesis de un conocer y gustar constantes de la literatura.

Existen autores cuyos textos son de imprescindible lectura, desconocerlos es negarnos como seres históricos y universales. En este sentido, la presente edición reúne cuentos de Juan de Timoneda, Horacio Quiroga, Oscar Wilde, Ryunosuke Akutagawa y de Antón Chejov. Todos, maestros de la narrativa, profundos en el contenido y doctos en el manejo del discurso. La riqueza también reside en la diversidad contextual, temporal y espacial, que se traduce en trascendencia cultural a través de los cuentos, pues los autores son de distinto origen y experiencia, lo que nos conlleva a conocer la realidad desde una variada gama de prismas artístico-culturales.

El conocimiento y valoración del texto literario, creemos, no es exclusividad de los expertos, pues la literatura como creación humana y cultural pertenece al Hombre, de ahí que las diferentes teorizaciones y metodologías no son sino instrumentos de acercamiento al texto, ninguna de manera absoluta, tampoco definitiva ni autosuficiente,

porque el carácter del discurso literario no se concreta sólo a especificaciones de estructuras mentales, ni a sistematizaciones lingüísticas, sino que va más allá, que incluye lo sentimental, lo cultural, las circunstancias, motivaciones en que se crea y se lee y aprecia el texto, etc. Debido a estas razones, se acompaña, a la siguiente publicación un conjunto de interrogantes a manera de autoevaluación. Las preguntas versan acerca de diferentes aspectos del comentario textual, esto es, tomándose como base la perspectiva del autor, del texto y del lector, considerándose al texto no sólo desde la visión inmanentista, que sería inhumano a decir de Anderson Imbert, sino abarcando hasta el contexto y la posición del lector. De este modo, se introyecta algunas pistas y vías para el registro, conocimiento y valoración del texto, hecho que es valedero tanto para el lector principiante como para el experimentado.

Sería egoísta no acoger esfuerzos como la presente publicación . En un tiempo, como el nuestro, donde prevalecen ideas trasnochadas del neoliberalismo que disminuyen el valor de la creación literaria y artística, haciendo prevalecer como necesidad “inmediata” el valor pragmático de los objetos de consumo, se hace urgente distinguir lo vital de lo nocivo: la literatura es vida, afirmamos y lo reafirmamos.

Daniel Quispe Torres Prof. de Literatura Jefe DALL-UNSCH

LA POESÍA VIDA EN PALABRA MUJER

El Universo todo es Poesía, los poetas saben refractar su naturaleza con la flor de la palabra. Si la pasión no se mantiene ligada a la razón, el hombre se idiotiza y muere. La necesidad de la poesía es lo que el hombre precisa del cosmos…en una palabra: Vida. Y cuando ésta se encarna en la Mujer, la otra energía vital, entonces la existencia se hace prolongación, una bella eternidad, como los versos de William Blake: “Quien a sí encadenare una alegría/ malogrará la vida alada./ Pero quien la alegría besare en su aleteo/ vive en el alba de la eternidad.”

A la luz de la apuesta porque el arte sea la partera de nuevas esencias para la humanidad, Félix Gutiérrez Huamaní nos hace la siguiente entrega poética de su libro: PALABRA MUJER. Poemario que incluye 34 poemas, cuya unicidad formal se manifiesta en la apelación por la versificación libre y, a nivel de contenido, por la relación amante-amor-amada. El poeta no nos deja de sorprender con el entusiasmo de Cupido por la poesía. Esa constancia juvenil creadora que se suma al Fuego ingente y sagrado de tantos poetas indesmayables; en cierto modo, Félix Gutiérrez, revitaliza los diamantes de Víctor Hugo: “Yo tengo alas, aspiro al pináculo,/ mi vuelo es seguro./

Tengo alas para la tempestad/ y para el azul./ Soy aquél a quien nada detiene,/ aquél que va…/ El hombre-deber./ Soy el poeta indómito.”

Un científico señaló que el cerebro humano no está hecho para buscar la verdad, sino principalmente para que el hombre sobreviva. El primer poema del libro abre el canto al derecho por la vida…y por el amor: no sólo sobrevivir, sino vivir, hasta con la conciencia de que ésta supone dolor. La razón apasionada de los poemas nos conduce a la fuente del Amor con todas sus ramificaciones posibles; así, se desliza la vigencia del amor, la nostalgia y su posesión urgente. El Amor como la raíz o la pakarina de la existencia hace que el poeta suplique su retorno; sin menoscabar la esperanza, mediante el verbo reluciente, se profesa la belleza de la vida cuando se ama. Béranger versaba:”Amar, amar, es ser útil a sí mismo,/ hacerse amar, es ser útil a los demás.” No obstante, todo tiene sus reveses, ¡dolorosa ley!, y se sufre amando. De este modo, los versos de Félix Gutiérrez cantan también a lo imposible, a la atracción destructiva que cansa hasta la pedrada, a ese amor inerme donde la muerte muestra su presencia amarga, al tiempo que lo arrasa todo…Pero, la optación fundamental está al lado del Bien, aunque el amado sufra y la condición de la separación inevitable se imponga, se desea lo mejor para la amada y…se sigue amando, pura y subliminalmente, tal como John Donne poetizaba: “ Cuanto muere, no estaba mezclado justamente;/ si son nuestros amores uno solo, si amamos/ sin mengua, no hallaremos ya la muerte.”

Sin embargo, en el poemario no hallamos un romanticismo trasnochado, ni menos a lo europeo. El autor despliega un discurso propio, acompasado con la identidad andina, los elementos poéticos hacen gala de la fusión del hombre, su conciencia y su sentimiento con la naturaleza, la misma que se presenta vitalista, con utilización de imágenes multisensoriales, metáforas, epítetos, simbolizaciones, etc. que, a pesar de la sencillez de los poemas, le brindan densidad semántica y robustez literaria. Con lúcido acierto nos apropiamos de la analogía entre la amada y la luna, el yaraví, la flor silvestre, el rocío de la retama, la amapolita amada, la torcacita, la yerbita de los andes, la yerba santa y otros elementos poéticos sugerentes, complejos y de significación múltiple que el lector encontrará en una lectura de goce. De este modo, la mujer, como axis mundi, alcanza niveles simbólicos múltiples en razón a la existencia, dejando la mera idealización del romanticismo de antaño. La musicalidad de los versos traducen estados afectivos diversos y conflictivos, del trotar apasionado, a la tristeza sosegada, al dolor desesperado, a la protesta desaforada…hasta la calma dulce del amor. En fin, cada poema constituye un mar de perlas que sondear, las pequeñas, translúcidas, las invaluables y misteriosas, o las simples e intangibles… queda a cada lector sumergirse y cosechar sus propias piedras, quizá en algún recodo encontremos el llamado a la lucha contra la miseria humana o la alerta ante la vida problemática; mas, sin duda, estaremos en acuerdo que PALABRA MUJER de Félix Gutiérrez, no sólo es un aporte a la poesía y a la literatura nuestra, sino la vida del hombre hecho arte. Y bueno…viajemos por el sendero de la poesía…la Poesía Vida en Palabra Mujer…

DANIEL QUISPE TORRES Prof. de Literatura – UNSCH

PRESENTACIÓN

Anderson Imbert señala que sobre los orígenes del cuento existen diversas conjeturas inverificables: religiosas, mitológicas, simbolistas, psicoanalìticas, evolucionistas, antropológicas y ritualistas. Todas de hecho se manifiestan vigentes como una síntesis histórica. Y es que el cuento es eso, es el hombre y su historia. Este devenir no sería posible sin las entregas: de los autores y también de los editores. De este modo, revaloramos la presente publicación de Ediciones Cernícalo, cuya estructura básica es la siguiente: texto narrativo (cuento), participación del lector, texto poético (poema) y al final el añadido de los datos de autores. De esta disposición destacan las narraciones de diferentes autores, con estilos y contenidos también distintos que demuestran acertada calidad estética.

El primer cuento se titula Puerta de calle de Juan A. Osorio. Aparte de las dotes de poeta, el autor despliega su acertada y bien lograda prosa introduciéndonos, a los lectores, en los vericuetos de la búsqueda de justicia en un mundo hostil. La viuda Asunción Rodríguez ha sido despojado de su propiedad por un abogado, desde entonces se crea la imagen del Ser histórico y temporal que ensoña el logro de la justicia, sin embargo ello es imposible, por lo que su ir y venir, que marca su esperanza, no constituye sino un pretexto para seguir arrastrándose en la supervivencia inútil. La narración es fluida, el discurso pulido intercala trazos precisos del ambiente y los

personajes, no se descuida el efecto sorpresa, tampoco la plasmación estética con la cual se conmociona y se atrapa al lector en una lectura apasionada que deja interrogantes , sabores y sinsabores sobre la experiencia de la vida, la nuestra.

El segundo cuento, un clásico muy difundido y conocido, es Oshta y el duende de Carlota C. de Núñez. Mediante la historia de Oshta , de su madre Silveria, del zorro, del puma y del duende accedemos a la cotidianeidad de la vivencia familiar rural, con sus deberes y mandados, con sus juegos que conducen, a veces, a desobediencias e incumplimientos; pero también podemos extraer temas referentes a la astucia como acto de sobreposición y sobrevivencia o la paciencia desmedida de las madres para con los hijos o, aún más, la imposible reparación de los actos a causa del tiempo desaprovechado. La narración ágil nos brinda una gama de sugerencias que el lector podrá gustar y descubrir.

Destino, el cuento de Vidal Navarro, nos remonta a un mundo cruel, violento, lleno de conflictos, de reacciones violentas e irracionales, un mundo de orfandad y miseria, de promesas incumplidas, de desvalores y degradaciones, también de recriminaciones y arrepentimientos. Esta visión desaforada alcanza su logro con el manejo de un discurso serio, rudo, también cruel, casi al modo Rulfiano y que nos recuerda las narraciones de Cronwell Jara y José Cela con su La familia de Pascual Duarte. Sin embargo, el texto nos invita al juego reflexivo debido a su no-linealidad, su fragmentarismo y uso alternado de los puntos de vista y de tiempos.

Teodosio Olarte nos brinda una narración del todo convincente con un final desalentador como la vida misma. El título del texto es Moico, mediante su anecdótica colegimos que las buenas intenciones solidarias pueden generar hombres dignos, que la ayuda desinteresada trae sus gratitudes en el momento menos pensado: es el caso del profesor Teobaldo Barrientos quien apoya a su pupilo Moisés Salvatierra. Pero también somos testigos que la vida es una lucha constante por sobrevivir, del lado bueno o malo que estés, que también somos víctimas de las violencias sociopolíticas como fatalidad histórica. En fin, una lectura, sin duda, activa hará del lector una experiencia provechosa sobre una historia que aún nos abraza.

Narraciones que guardan sus piedras preciosas, en procura del lector zahorí, su variedad de estilo y de contenido, otorga riqueza a la presente edición. Sin embargo, se añade aún más, para cada cuento se formulan preguntas de comprensión, valoración y creación por parte del lector, hecho que es importante desde el punto de vista didáctico. También se intercala el desarrollo de las narraciones, a modo de postres o entremeses, con poemas: Sirena de Andamarca de Hermógenes Janampa, Retorno de Félix Gutiérrez, Pasña Guitarra de José Antonio Sulca; poesía propiamente de sabor y ambientación huamanguina, dulces, delicadas, sugerentes y bellas. Sin duda, el esfuerzo de Ediciones Cernícalo por la presente entrega, es invaluable, merecedor sí de aliento y aplausos.

DANIEL QUISPE TORRES Prof. de Literatura DALL-UNSCH

INTRODUCCIÓN

“Las novelas, siempre, me dejan haciendo la digestión, en cambio un gran cuento me abre el apetito”, expresó Marco Denevi; pero son múltiples las funciones que el cuento puede cumplir en relación a cada lector: ser el desencadenante de una nueva idea, la explosión de un sentimiento, el impulso hacia una acción…en fin, toda narración nace de la existencia y vuelve a ella para dar su nota vital. La tarea de rescatar contadores de cuentos todavía es un reto en nuestro medio; sin embargo, también la de recopilar, analizar y trasmitirlos o difundirlos. En un tiempo, como el presente, con toda su avasalladora repercusión de la cibernética, el INTERNET, el globalismo mundial y los nuevos cambios sorprendentes en todo campo, se hace necesario reafirmar y consolidar que la literatura no es hecho del pasado, sino que su presencia es aun más necesaria, porque nadie puede negar que es la prolongación de la historia y la cultura del hombre. Por ello, el compromiso de los editores o difusores de la literatura son loables, y ésta colección de narraciones, a manera de entregas, tiene el gran espíritu de mantenernos fiel a nosotros mismos.

Los textos seleccionados corresponden a la diversidad y heterogeneidad cultural del mundo. Sin duda , toda antología es ingrata, corre muchos riesgos, cierra espacios y coloca límites hasta prejuiciosos; pero son imprescindibles según el contexto en que nos toca vivir. La presente antología es variada, puesto que reúne textos diferentes en todo sentido, geográfico, temporal, cultural, idiomático y hasta de género. Sólo el hilo conductor de ser creación humana y cuyo último fin es el hombre, nosotros, nos brinda la unidad.

La antología narrativa tiene tres partes, las que corresponden a la literatura ayacuchana son Vicuñas en el sueño de Sócrates Zuzunaga y Yutito de Vidal Navarro. Ambos relatos poseen una profunda ternura cargada de inocencia, cuyos temas se aproximan a nuestro mundo de infantes, a partir del cual accedemos a diversos aspectos del entorno social, sin dejar, claro está, de gustar el manejo del lenguaje literario. Vale destacar la ascendente mejora en la calidad literaria de los jóvenes escritores que, con seguridad, tienden a la universalización sin mayores deslindes de lo regional o transnacional.

La segunda parte corresponde a las narraciones de la denominada “literatura universal”, es decir, la de escritores consagrados y de mayor reconocimiento crítico a nivel mundial. Con Augusto Monterroso nos introducimos al tiempo de los Mayas, sabios conocedores de los secretos de la naturaleza, quienes desmitifican los paternalismos en el saber, así, El eclipse ,nos sorprende por su contenido descolonizador en tan breves palabras. Y Homero siempre será aún más grande a través de todos los tiempos, el fragmento Ulises y los Cíclopes es el canto del triunfo del hombre ante las fuerzas monstruosas internas y externas, por medio

de la astucia, la sapiencia y el valor. Guillermo Tell de Federico Schiller también nos sitúa en conflictos con presencia de fuerzas verticalistas del cual el hombre logra salir airoso gracias a la destreza física y mental. También podemos leer en la literatura fantástica de Rudyard Kipling, Cómo obtuvo el camello su joroba, una lección a la negativa desobediencia. Finalmente, tenemos una joya de la narrativa árabe con El rey leproso, otro cuento moralista o de sentencia para reafirmar el sentido justiciero.

La tercera parte de la antología narrativa corresponde a la literatura peruana. En El vuelo de los cóndores de Abraham Valdelomar alberga la tierna historia de niños ante un mundo hostil en el que los adultos no reparan la soledad, la confinación y el sentimiento infantiles. Por otro lado, Ricardo Palma, el tradicionista, con La proeza de Benites nos deleita dinámicamente al modo hasta épico con una historia de reconocimiento al valor oculto.

Sin menoscabo, cada lector, de acuerdo a su interés y competencia, hallará un tesoro invaluable en los textos. La experiencia de la lectura no es vivencia superficial, sino enriquecedora y creadora.

La antología también presenta poemas de diversos autores. Los poemas siguen , en su selección, el mismo criterio de las narraciones. Los textos van acompañados, con sentido pedagógico, de preguntas de autoevaluación, los mismos que sirven de guías para futuros comentarios que cada lector puede tener de cada texto. Es preciso valorar este fin didáctico de la entrega, pues no sólo sirve para la formación educativa de los discentes, sino que todos, sin distinciones, estamos en la grandiosa mira del crecimiento cultural.

Lic. Daniel Quispe Torres Jefe del DALL-UNSCH

PRESENTACIÓN

La optación por hacer arte conlleva una serie de retos, conflictos y compromisos que van más allá de lo personal, además de converger tiempo y espacio, sobre todo los rebasa. En este punto de equilibrio precario se encuentra Memorias de doña Estela, un texto narrativo con rasgos de una novela breve. Y es que como muchos escritores, Vidal Navarro Janampa, crece a partir del relato corto al extenso, lo que significa su activa procura de encaminar nuevos derroteros, hecho que nos alegra y, a la par, nos invita a ir más allá de donde estamos.

La novela como género posee rasgos esenciales que lo tipifican, como también es la narración más proteica que establece adecuaciones a la diversidad cultural e histórica, incluso constituye un fenómeno en constante libertad y rebeldía frente a los cánones privilegiados de la literatura. Sin perder de vista esta aparente paradoja, la entrega de Vidal Navarro se inscribe en la novela andina, por el manejo de las estructuras y funciones narrativas y la contextualización andina o serrana de la historia.

En Memorias de doña Estela asistimos a dos segmentos anecdóticos: una historia básica secuencial constituida por el viaje de doña Estela a comerciar su coca en una feria; la segunda historia reconstruida por las “memorias”, que en verdad utiliza reiteradas analepsis (saltos al pasado para mostrar verbalmente hechos pretéritos), mediante las cuales acudimos a incorporar el proceso de la existencia conflictiva de los personajes principales.

En el texto podemos encontrar múltiples conflictos, dados en diversos niveles: Una conflictividad dialógica se hace patente a partir del establecimiento de la lucha del lenguaje y las estructuras narrativas de los centros del poder. De ahí que el lenguaje sea áspero, en cierto modo “chocante”, tosco, soez, brutal y popular frente a los modelos privilegiados, naturaleza que proviene del sustrato quechua, es decir, de la interculturalidad discursiva, hecho desde el cual podemos afirmar que el texto de Vidal Navarro incide en el proceso de transculturación de nuestra narrativa por su carácter periférico o marginal. Y como un texto confiere totalidad unitaria, la estructuración novelística ostenta su complejidad (que puede confundir, pero a la vez otorga riqueza y actuación del lector) con los saltos temporales y espaciales, cambios en la focalización y usos de diversas estrategias narrativas. Así devienen conflictos temáticos en relación a lo existencial, social, ideológico, político y cultural que el texto incorpora. Por ejemplo, el texto invita a la reflexión acerca de cómo la existencia en las zonas rurales se hace imposible y el cómo las ciudades “tragan” a las poblaciones andinas. La novela sugiere una serie de causas: económicas, sociales, políticas…y también una serie de consecuencias. Y como la novela tiene un final abierto, los conflictos también se hacen proceso. De este modo, uno de los propósitos de la narración es constituirse en organon de la historia.

Memorias de doña Estela se revela como memoria textual, pues narra una y varias historias con registro distinto, donde podemos descubrir lo manifestado como lo

silenciado, donde podemos considerar el saber del ser en cuanto totalidad, aceptando la diferencia como valor e incorporando al Otro. Es la novela de la épica de lo cotidiano, la procura de textualizar literariamente los hechos más descarnados de una sociedad mísera y caótica, la visión crítica, en cierto modo auténtica, de la condición humana problematizada de los humildes que sobreviven ante la indiferencia y el abuso prepotente de los agentes deshumanizados y deshumanizadores de toda sociedad. Novela que recoge artísticamente hechos fácticos del presente, lo que puede signarle como literatura post colonial, aunque preferimos la acreditación de ser novela andina actualizada y que da nuevos aportes en consonancia a su temática vigente, contribuyendo a significar la realidad peruana.

Sin embargo, todo logro validado es producto de un proceso de trabajo a cierta distancia. Es la práctica constante que afinará el acierto en las estructuras y funciones discursivas de un texto, en el tratamiento verosímil de los personajes y la historia, en el manejo del ritmo narrativo y otros…es la apuesta que podemos vislumbrar en el arte poética de Vidal Navarro, por lo que enaltecemos su dedicación a la literatura como creador y difusor, también como quien propone la lectura dirigida a través de guías o preguntas que ayudan a consolidar la comprensión y análisis crítico de un texto. No será en adelante una inesperada sorpresa, las mayores entregas que el autor de Memorias de doña Estela pueda regalarnos, sino la firme certeza de un sólido compromiso artístico que se hace realidad, para goce de todos los lectores.

DANIEL QUISPE TORRES Prof. De Literatura-UNSCH Ayacucho-2005

PRESENTACION

Con UN BESO A LA VIDA se reafirma la singular autenticidad de nuestro canto y música del Perú profundo ; su vitalidad sintetiza tradición y modernidad en un contexto intercultural. La entrega reúne doce músicas orales de Félix Gutiérrez Huamaní : un artista de los pocos, que destaca en la poesía, el teatro, la composición musical y otros menesteres de inmensurable valía. Pues Ayacucho es el árbol de incesante florecer, del cual los hijos rutilan sus voces y sus melodías que transmiten emociones, sentimientos, sueños, desaires, esperanzas e ideales diversos que comprometen la historia, la realidad múltiple y a la sociedad toda.

Mamá Grande apertura el tempo con marcado acento social, es el huayno de loa a la Pachamama, deidad andina que traduce vida, lucha y resistencia frente al mal, bondad, luz que guía, poesía, canto y amor encarnados en Huamanga. Comparten este sentido rítmico Tierra de Qantu y El Pichinkito. El primero simboliza a la tierra madre que arde o lucha como la flor ante la hostilidad de su entorno, es la colectividad sufriente, pero valiente y luchadora, en suma, la esperanza y el futuro de bien. La poeticidad cadenciosa del segundo nos induce a pensar en la condición social del hombre, transgredida al mal por la acción del mismo, mas con la optación por la libertad y la justicia. La tres canciones constituyen el testimonio vivo del huayno de raíz social que connota las luchas históricas y sociales de resistencia ante los embates de las fuerzas destructoras. Son músicas orales de cuestionamiento, de crítica, de denuncia de la violencia injusta y que, enfáticamente, nos confían a la solidaridad y al bien. A manera de los harawiqkuna populares, cantores ancestrales y vigentes, el autor nos revela su competencia de componer huaynos de signos diversos con audaz originalidad.

El tema amoroso ha sido y es el centro de inspiración y motivación de las diversas formas del arte. En este marco, romántico al modo serrano, se desenvuelven Ausencia, Torcaz, Tortolita, Urpi (de Ailly Acosta M.), China Diabla, Corazón herido, El primer beso, Sentimiento, Melodía y Promesa. El amor ocupa el centro de toda existencia, es la razón de ser, axis de vida o muerte, puente que une o separa a los seres. Por un lado está el que ama : sujeto paciente, sincero, fiel, amoroso, humilde, cumplidor, suplicante, con destino incierto. A veces aparece con rasgos de guitarrero y seductor, como se presenta en la canción China Diabla, pero en mayoría al lado del desamor, del abandono, del desprecio y el olvido. Por otro lado, aparece la imagen de la amada : inconstante en el amor, dañadora, ingrata, vanidosa, orgullosa, pretenciosa, despreciativa, indiferente, desdeñosa, sujeto siempre ausente, hermosa, linda, preciosa, yana ñahui, suni chukchacha, poética y musical, a veces descrita con cierta ironía « negra bandida ». Ambos representan modelos colectivos que trascienden límites espaciales y temporales, aunque podemos vislumbrar en ellos al huamanguino y a la huamanguina típicos. Las canciones tienen el carácter elegíaco y manifiestan el sentimiento puro con suavidad y

delicadeza. Apreciemos la savia andina y el lamento del mestizo y del cholo como intertextualidad verbal y musical que las composiciones nos transmiten.

Queda para los intérpretes la plena y precisa expresión estética de la pasión fuerte y delicada de las músicas orales, queda para los receptores su deleite y vivencia. La entrega musical de Félix Gutiérrez ya forma parte de nuestra cultura y tradición folklórica que cada vez se acrecienta y enriquece, constituye un peldaño significativo en la fortificación y desarrollo de nuestra identidad, de ahí su valor y trascendencia. Sin menoscabo de los hermanos mayores,se toca el corazón con humildad. Las canciones de UN BESO A LA VIDA son la acción del pueblo y para el pueblo. Vale.

Daniel Quispe Torres Prof. de Literatura UNSCH

PRESENTACIÓN

Escoger el hilo esencial de la vida como tema poético es entretejer la historia del hombre y del universo mismo : la madre hecha poesía o la poesía que es madre nuestra. No hay justificación para el silencio, porque ella misma es silencio que canta, entonces, prolongar el diálogo con ella, de ella, para ella, por ella…tal vez sea la manera de mantenernos conscientes. Venimos de ella, nos nutrimos primigeniamente desde su vientre y seguimos según el calor que nos brindó, hasta ser lo que somos, aún si fuéramos la peor escoria no podrá abandonarnos, querrá seguir protegiéndonos, porque somos su razón, aunque actuemos con la sinrazón.

El canto a la mujer se dimensiona aún más cuando ésta es una madre. Si la reconocemos con el verbo poético es porque nos acercamos a comprenderla, a integrarnos en su seno para ser Uno. No se trata de solo un juego metafórico, ¿es un ritual ? ¿una simbiosis ? ¿una aleación ? ¿una fusión ?...no lo sé, pero todos, en el instante chocante del nacer y del morir, buscamos no desligarnos, sino permanecer en y con ella. Quizá, ya en nuestra soledad, ya en nuestra nostalgia, sentimos la carísima necesidad de encontrar formas o actitudes de siempre estar unidos en la vida, ya sea nombrándola…y, si tenemos la savia artística, poetizándola.

Y hasta aquí cada cual escribe a su manera el canto sagrado a la Madre. Aquí llegamos a ser los partícipes del poemario de Teodoro Félix Gutiérrez Huamaní EN EL CAMINO A MAMÁ…PASO REDOBLE DE LOS TRIGOS. En las tres partes en que está dividido el libro, los poemas son cantos referidos a la Mamá. A pesar que cada lector pueda encontrar, con su experiencia y conocimiento propios, sentidos o contenidos peculiares, es posible delinear como rasgos presenciales del poemario el viaje de lo individual o personal hacia lo colectivo o social. El yo lírico canta desde su propia vivencia personal, este enfoque traduce una visión lírica subjetiva que le otorga una identidad personal sobre el tema. Sin embargo, este tratamiento va prolongándose hasta alcanzar la dimensión colectiva y social, dándose un carácter mucho más rico, amplificado y complejo del valor de la Madre. A esta forma se suma el derrotero poético que va del sentimiento a la razón ; la percepción simbólica unida, en los primeros poemas, al sentimiento cobra su unidad dialéctica, con los poemas finales, que conjuncionan sentimiento y razón. Así, no es solo la fuerza irracional, inocente y pura de la Madre, lo que justifica la lucha y la persistencia por la Vida y el Bien, sino la energía del logos. Pero, los signos no se muestran superficialmente, pues todo ello se entreteje en un ir de lo concreto a lo abstracto, de la unidad a lo universal, de lo simple a lo complejo…

Entonces podemos acceder que la Madre es Uno y Todo, es encarnación de Huamanga, de la vida, la esperanza, Natura, es la maestra universal, la melodía, la hilandera, la obrera, la Pachamama, la Yakumama, la diosa, la existencia, el corazón, la esencia, la lucha, lo universal, la filosofía, la luz, la lluvia, la victoria, el fruto, la ternura, la hacedora, la batalladora, la guerrera, la heroína, el canto, la viajera, la sangre…en fin, la Poesía. El poemario es un canto justo, la voz del hijo que viene desde

la cuna, con todos los sonidos variantes y vibrantes, con las pausas y los gritos, con las lágrimas y el furor, con el amor inmenso y el deseo contenido…poesía bella por su contenido, complaciente por los versos amatorios y de loa al Ser que tanto amamos.

La forma poética es diversa, los versos libres asumen disposiciones de caos y armonía o equilibrio, esta manera acentúa el referente conflictivo del poemario, claro está, en franca proposición pictórica o gráfica, hecho que añade madurez en la poética del vate. El discurso va por diversos senderos, por momentos es testimonial, por otros es expresivo, también tiende a ser apelativo, sugerente, invocador, solemne, coloquial, confidencial, de protesta…lo que se dice, de diversos tipos y niveles, un lenguaje con densidad semántica, con variantes discursivas. Y los poemas, por tal textura, no solo pueden recitarse, sino cantarse.

El poemario de Félix Gutiérrez llena el vacío y el deseo que todos tenemos : traducir con un lenguaje poético la verdadera esencia y realidad de la Madre en relación a nosotros y el cosmos. Hecha la Creación, estos poemas pertenecen a todo aquél que va a su encuentro…en auténtica fusión con la Poesía-Madre. Hecho el canto, que discurra con su encanto, aunque el sordo no tenga madre y no sepa de poesía.

Ayacucho, primera lluvia de 2009

DANIEL QUISPE TORRES Prof. de Literatura

LA ESCAFANDRA Y LA MARIPOSA

La narración literaria también testimonia simbólicamente la existencia colectiva y en particular del hombre. Una escritura literaria alcanza su grado cero al deleitar estéticamente, cumpliendo sobre ello las diferentes funciones como acto individual y social. La entrega que nos hace Vladimir Pizarro Gonzáles de DIARIO PÓSTUMO, un conjunto de textos narrativos breves, constituye la afirmación de la literatura joven en una búsqueda comprometida de la realeza de la literatura.

Escribir compromete todo, es una lucha constante entre dos fuerzas que deciden en su encuentro el final feliz o adverso, los límites del poder hacer o no poder hacer realidad la creación, está manifiesta entre lo que ata y lo que nos permite libertad : entre la escafandra y la mariposa. Esta es la acción que notamos en los textos de Vladimir Pizarro. Pero, sin temor al aquívoco, en la lucha va ganando la mariposa…la literatura en su magnitud de pureza a lograr como fruto del esfuerzo y la constancia.

La colección reúne los siguientes textos : Bitácora de náufrago, La noche de las almas, La segunda muerte de Lázaro, Fuego consumado, El último sueño binario, Un día en la granja, Diario póstumo, Conspiración de los sueños, Los postulantes. Son narraciones de diferentes extensiones y naturaleza, pero todas cercanas al cuento. En cuanto a la anecdótica o historia, como la esencia misma del arte literario, hallamos una serie de tramas y temas. Por un lado destacamos la solvencia en el tratamiento de la narración sicológica, próxima al policiaco y demencial, hecho que nos recuerda a Edgar Allan Poe. El asesinato narrado logra dimensiones polivalentes, sustrayendo aspectos psicológicos y sociales, humanos e inhumanos, racionales e irracionales, bárbaros y legales También encontramos narraciones inclinadas al terror, en ellas se aborda la presencia de la muerte como una constante que se presiente como una cotidianeidad. Sin duda, uno de los caracteres del autor es brindarnos temas cargadas de misterio, entre los que sobresale como elemento fundamental la femineidad o la visión del otro.

El tratamiento de los personajes narrativos alcanza opacidad y complejidad, atributo que le otorga a los personajes el carácter multisémico. El eje, sin embargo, está constituido por un Yo, el sujeto del enunciado es sujeto de la enunciación. Así, las narraciones son testimoniales o confidenciales, o simplemente monólogos que exorcisan los actos « secretos » o « prohibidos » del narrador. Mediante este recurso logramos penetrar en los estados íntimos, profundos del narrador-personaje, descubrimos los pensamientos puros, ingenuos y hasta bárbaros.

El manejo del tiempo y del espacio se da en relación al carácter de las narraciones breves, la propensión a evitar una descripción detallada del espacio otorga a los textos su inclinación a la psicologización del cronotopo, acto que conlleva a mostrar la precisión de los pincelazos al referir el tiempo y el espacio de la acción. Los espacios y el tiempo contienen conflictos en procesos continuos, son vitales, en algunos casos llegándose a una tensión angustiante.

El narrador es diverso, el punto de vista más saltante es la primera persona, la visión desde adentro de la realidad. Esta focalización, no obstante, encierra

contradicciones a un nivel simbólico, esta riqueza está relacionada con el manejo del discurso. Si hallamos diálogos, entonces nos asomamos a un contraste de ideas, sentimientos, emociones, percepciones. Si leemos el monólogo conversacional, la tensión va desde el yo personal hasta afuera, a la tensión con los otros. El discurso alcanza niveles disímiles, esto es, se presenta una realidad intertextual donde la diversidad de textos o « voces » le suman riqueza expresiva a las narraciones. Evidentemente, el autor va ganando terreno en el manejo del lenguaje, tan difícil y complejo en su proceso.

No podemos afirmar que el autor tiene una carga de inocencia en la estructuración de los relatos, aunque alguien vislumbre carencia de selectividad y presencia de redundancias ; al contrario, para ser la primera aventura narrativa, podemos ser partícipes de la carnavalización moderada y seria de la realidad con recursos consistentes.

La escafandra es lo que nos limita, nos pone resistencia y nos hunde al fondo del mar ; pero puede ser también la causa, el impulso para salir a flote. La mariposa es la creación, la imaginación o simbolización, la fuerza que nos da libertad. Tanto la mariposa como la escafandra son necesarias. En los textos de Valdimir Pizarro confluyen en brega la mariposa y la escafandra. Será el contacto con el lector lo que decida, será la constancia firme lo que decida…si la literatura sea la coronación del acto de escribir. En fin, sabemos que el autor complace un vació y, seguramente, nos dará más sorpresas en el camino de la creación literaria. Bienvenida literataura. Vale.

Abril de 2009

Daniel Quispe Torres Prof. De Literatura- UNSCH