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7/23/2019 Un dilogo entre la posmodernidad y las redes sociales
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INSTITUTO DE ESTUDIOS HUMANSTICOS
SEDE DE LA SABIDURA
Seminario Arquidiocesano de Monterrey
Instituto de Filosofa
Un dilogo entre la posmodernidad y
las redes sociales"
Seminario de TesisPbro. Lic. Vicente Daz Aldaco.
Alumno
MARTNEZ TREVIO MARTN LEONARDO.2007-2011
Benito Jurez, Nuevo Len. Marzo del 2011
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NDICEGENERAL
INTRODUCCIN ........................................................................................................................... I
CAPTULO I. Anlisis fenomenolgico de la comunicacin ..................................................... 041. Proceso de la comunicacin .................................................................................... 041.1. Elementos del proceso de comunicacin .................................................... 05
1.1.1. El lenguaje ................................................................................... 071.2. Relacin intersubjetiva ............................................................................... 081.3. Relaciones sociales ..................................................................................... 09
2. Evolucin de los canales de comunicacin ............................................................. 112.1. Escritura y envo de cartas .......................................................................... 122.2. El telgrafo ................................................................................................. 122.3. El telfono ................................................................................................... 14
2.4. Internet y Web ............................................................................................ 153. Web 2.0 .................................................................................................................... 17
3.1. Aplicaciones ............................................................................................... 193.2. Redes sociales y transformacin de los modelos de comunicacin ........... 20
CAPTULO II. Intersubjetividad ................................................................................................. 23
1. El modelo de la Poltica en Aristteles ................................................................... 232. Relacin recproca Yo-T en Martn Buber ............................................................ 25
2.1. La experiencia humana ............................................................................... 26
2.2. Relacin Yo-Ello ........................................................................................ 272.3. Relacin Yo-T .......................................................................................... 27
3. Ser y estar con los otros en Gabriel Marcel ............................................................. 293.1. Formas fundamentales de intersubjetividad ............................................... 30
3.1.1. La respuesta ................................................................................. 313.1.2. La llamada ................................................................................... 323.1.3. El encuentro ................................................................................. 34
3.2. Intersubjetividad encarnada ........................................................................ 353.2.1. La familia ..................................................................................... 353.2.2. La comunidad humana ................................................................. 36
3.2.3. Relacin intersubjetiva con Dios ................................................. 374. tica del discurso ..................................................................................................... 38
4.1. Principio deontolgico de universalizacin ................................................ 404.1.1. Pretensiones de validez ................................................................ 41
4.2. Posibilidades del discurso ........................................................................... 42
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CAPTULO III. Principios ticos en Internet ............................................................................. 451. Brecha digital ........................................................................................................... 462. Prdida de identidad ................................................................................................ 483. Desinstitucionalizacin ............................................................................................ 524. Internet: red encarnada ............................................................................................ 54
5. Modelos dialgicos y procesos comunicativos basados en el inters ..................... 566. Principios personalistas en relacin a las redes sociales ......................................... 57
6.1. Compartir .................................................................................................... 586.2. Esfuerzo personal ....................................................................................... 586.3. Respeto ....................................................................................................... 58
CONCLUSIN ........................................................................................................................... LX
BIBLIOGRAFAGENERAL...................................................................................................... LXII
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I
INTRODUCCIN
Nuestro tiempo requiere nuevos caminos de comprensin y, en particular, nuevos
caminos de relaciones dialgicas. Formamos parte de un mundo que avanza vertiginosamentegenerando nuevos y sorprendentes modos de acceder a la realidad provocando un cambio en
nuestras estructuras epistemolgicas: se hacen ms visuales, ms interactivas, ms fluidas, ms
interconectadas; y se apoyan en nuevos modelos dialgicos, aspecto importante en esta tesis
cuyo tema se centra en las relaciones interpersonales, producto del dilogo de los hombres;
motivo por el cual he decidido titular este tesis como: Un dilogo entre la posmodernidad y
las redes sociales.
Hemos crecido bajo una enorme oleada de avances tecnolgicos y cientficos de forma
tan acelerada que en pocas ocasiones nos hemos detenido a reflexionar sobre las repercusiones
que estos progresos provocan en nuestra sociedad; de ah que en los siguientes captulos se
desentraa una reflexin fenomenolgica de las relaciones interpersonales que se presentan en
plataformas electrnicas, estudindolas bajo la directriz del personalismo dialgico-
comunitario y la filosofa aristotlico-tomista convergiendo en un valoracin tica-social de
dichas relaciones.
Por tanto, ms que intentar hacer una abstraccin exhaustiva de todos los fenmenos que
acompaan a los avances cientficos, aqu solamente se trata del anlisis exclusivo de la
relaciones que se forman a partir de los nuevos medios de comunicacin, por supuesto,
acompaado de las condiciones de posibilidad que viabilizan que dicho fenmeno se presente
y bajo la condicin de repensar a fondo los argumentos, estructura, vas ticas de acceso y de
explicacin que conlleva la tecnologa en boga. Asumiendo todas estas implicaciones ser
posible hacer que esta tesis responda adecuadamente a la realidad del siglo XXI al modo con
el que el hombre de este siglo se entiende a s mismo o, mejor, se autopercibe. Porque una vez
asumidos esos complejos retos a los que nos enfrentamos podremos obtener una interesante
contrapartida que hoy resulta ms interesante que nunca: superar la complejidad posmoderna
que ha fragmentado el espejo tico de los valores, donde la persona se ve reflejada en cientos
de imgenes deformadas e independientes, ninguna de las cuales responde a su verdadero yo.
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II
Motivados por esa razn en esta tesis aspiramos, con mayor o menor conciencia, a una
valoracin tica y antropologa que reconstruya una imagen unitaria gracias a la cual podamos
recuperar nuestra identidad perdida y el sentido de su existencia. As pues, si bien la
renovacin de la concepcin que tenemos de las redes sociales se presenta como una empresa
llena de dificultades, tiene a su favor una fructuosa recompensa: colmar un vaco de
significado.
Esta tarea a penas comienza a dar sus primeros pasos, el mundo cambia, la tecnologa
precipita este proceso, pero la realidad hace que este cambio no sea tan estrepitoso; los
fenmenos que enmarcan las redes sociales no empezaron ayer, vienen de lejos. Comenzaron
siglos atrs, si bien es cierto que hoy asistimos a una fortsima aceleracin e intensificacin de
estos fenmenos, la reflexin filosfica ha venido respondiendo paulatinamente a las
experiencias personales propias de cada poca convulsionada. Y as, esa reflexin se ha vuelto
ahora valiosa, til e iluminadora para fines del objetivo planteado en esta tesis.
El trabajo que a continuacin se presenta se articula en tres partes. La primera comienza
con una caracterizacin del fenmeno, las disposiciones que lo favorecen y la evolucin de los
fenmenos que han provocado la proliferacin de las redes sociales. El intento de mostrar el
avance de los medios de comunicacin est en orden a una construccin fenomenolgica de
los elementos que han ido formando las causas necesarias para llegar a esta irrevocable
realidad. Quiz pueda parecer chocante que dedique un captulo entero a realizar un apunte
histrico de Internet, cuya antigedad no alcanza ms all de unas pocas dcadas. Incluso,
podran preguntarse qu sentido tiene incluir en esta obra dicha mencin histrica. Sin
embargo, podemos argumentar que conocer algo del devenir de la Red puede ayudarnos a
comprender el porqu de su repercusin social.
La segunda parte se ocupa de las principales doctrinas personalistas del dilogo y de la
comunidad. Oponindonos al individualismo y al colectivismo, examinaremos dos autores que
ven en las relaciones interpersonales la posibilidad de establecer relaciones profundas, estables
y duraderas a travs del dilogo entre los hombres. El primero de ellos es Martn Buber quien
afirmar que la persona slo se puede reconocerse en las relaciones Yo-T y nunca en las Yo-
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III
Ello; y el encuentro entre el Yo y el T slo es posible a travs del pronunciamiento de las
palabras primordiales: cuando yo digo T el otro siempre entender Yo y viceversa, eso
es lo que permite la comunicacin, ya que los dos entendemos lo mismo pues cuando digo T
le estoy dando el Yo al otro, es decir, le permito ser y ejercer su Yo. Despus vendr
Gabriel Marcel quien trascender las relaciones Yo-T y pondr especial atencin en las
relaciones Yo-Nosotros en donde no basta estar en la comunidad, sino se hace necesario ser
con ella de tal forma que cada uno de los miembros alcanza su plenitud al mismo tiempo que
la alcanzan los dems. Luego, pasamos al estudio de la tica del discurso de Jrgen Habermas,
donde ms que obtener orientaciones de contenido, se desarrolla un procedimiento lleno de
presupuestos que deben garantizar la imparcialidad en la formacin de juicios; dicho
procedimiento somete a confrontacin las diversas posiciones que se pueden adoptar dentro de
la comunicacin y ve en el dilogo la posibilidad de salir de la tensin que se puede generar.
Tendramos que debatir si est justificada esa expectativa, y corresponde al lector decidir si,
entre las respuestas que encontrar en estas pginas, acepta como vlido este mtodo para
conducir sus relaciones interpersonales.
La tercera y ltima parte de esta tesis est dedicada a la exposicin de algunos principios
ticos que deben regir el uso de Internet y de las redes sociales en todos los mbitos en los que
se utilice esta herramienta, pero principalmente en la formacin de relaciones interpersonales.
Durante todo este captulo se remarca que las cosas son lo que son, a pesar de que en
ocasiones se les intente cambiar el nombre o el significado al dictado de la mayora. As, por
ejemplo, la verdad no siempre es lo que dice la mayora, la belleza no la determinan las modas
del momento o el bien de una accin no tiene porque estar relacionado con la cantidad de
personas que la realicen. Aunque lo lleven muchos o les guste a muchos, puede ser feo.
Aunque lo hagan muchos, puede ser un aceptable ticamente. En cualquier caso, esta tesis
alcanzar su fin si se lee con el afn de reconocer los deberes y derechos mutuos de los
ciudadanos, extendiendo su campo de accin a las relaciones de los hombres en la convivencia
y teniendo como resultado el bien comn en las relaciones humanas.
Cd. Benito Jurez, marzo del 2011.
Martn Leonardo Martnez Trevio.
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Captulo I
Anlisis fenomenolgico de la comunicacin
A gran escala, la vocacin hacia el ministerio sacerdotal inicia con la llamada de Dios alos hombres y la respuesta libre y confiada de stos. Este proceso de comunicacin (llamada-
respuesta) es el modelo que el hombre ha utilizado para relacionarse con otros, con el mundo y
con Dios. En s mismo, el proceso de comunicacin no ha variado, sin embargo, las nuevas
tecnologas han insertado en la sociedad diferentesmodelos de comunicacin que trascienden
el espacio fsico y temporal. El presente captulo constituye una reflexin amplia y
cuestionante acerca de los fenmenos que se presentan ante las nuevas tecnologas en el
mbito relacional que de alguna manera se proyectan sobre el mundo; reflexin que se hace
como un servicio a la sociedad y como una invitacin a revalorar la importancia del dilogo
para las relaciones profundas.
1. Proceso de Comunicacin
En el mbito de la vida se encuentran minerales, vegetales, animales y otros hombres,
realidades irreductibles entre s y, por tanto, autnticas. La actitud del individuo hacia cada
una de ellas es diferente; la accin que se ejecuta hacia la piedra o el vegetal deja indiferente al
hombre. No se percibe su presencia y mucho menos se corresponde con una accin anloga ala de l. Es una relacin unilateral; es decir, la piedra es para el hombre slo una piedra, pero
l no existe para sta; hacia el animal, la situacin es distinta, l existe para m y yo existo para
l; se da una coexistencia entre los dos, pero ni siquiera aqu se llega al fenmeno social, como
lo es la comunicacin. La comunicacin, en sentido estricto, es propia del hombre. Frente a
otra persona, surge la novedad de encontrarse delante de alguien que tiene una opinin sobre
m, que me conoce como ser racional y relacional. Su respuesta no es parcial ni limitada como
la de los animales; el otro sujeto es capaz de responder de la misma manera que yo a l. Como
afirma Ortega y Gasset: lo social nos aparece adscrito slo a los hombres1; y como lo afirma
ms tajantemente Simmel el individuo est atado y ata a otro2.
1 ORTEGA Y GASSET, J. El hombre y la gente, Obras Completas, Alianza, Madrid 1983, vol. VIII, p.74.2BREIGER, R. Control Social y redes sociales: un modelo a partir de Georg Simmel, Poltica y Sociedad, RevistaPoltica y Sociedad, # 33, Madrid 2000, p. 62.
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Sin embargo, esta sociabilidad no se da en el bullicio de la calle, en la muchedumbre, a
partir de la nada; es necesaria la comunicacin y sta es posible en el diario compartir; en la
vida nada escapa a la pertenencia social dado que la prctica humana y sus resultados es un
recurso para la construccin de vnculos interpersonales3. En pocas palabras, ciertos marcos,
lugares y medios son relativamente favorables a la construccin de vnculos interpersonales,
mientras que otros los hacen difcil. Hemos de reconocer que el proceso de comunicacin
definido como un intercambio de informacin, conocimientos, sentimientos, y opiniones
entre los seres humanos4, es fundamental para el desarrollo de la vida en sociedad y se realiza
de tal manera que exige el empleo de distintos sistemas o lenguajes, y al mismo tiempo la
intervencin de ciertos elementos, los cuales por su importancia en el tema, abordaremos en el
siguiente apartado.
1.1. Elementos del proceso de comunicacin
Michael Grossetii afirma que al comunicarnos, tratamos de alcanzar objetivos
relacionados con nuestra intencin bsica de influir en nuestro medio ambiente y en nosotros
mismos5; sin embargo, la comunicacin puede ser invariablemente reducida al cumplimiento
de un conjunto de conductas, a la transmisin o recepcin de mensajes; an as podemos
afirmar que el proceso de la misma es bidireccional y no unilateral, es decir, hay dos partes
que estn involucradas, un emisor y un receptor, un yo y un t. Pero para que este proceso sea
posible y se d de forma ptima, es necesario considerar la presencia de otros elementos:
mensaje, cdigo, medio o canal fsico y referente.
Un emisor inicia el proceso de comunicacin construyendo un mensaje y envindolo a
un receptor, ste a su vez analiza la informacin y reconstruye el mensaje a la luz de sus
propios antecedentes y experiencias, los cuales le servirn para sintetizar los datos recibidos.
El receptor analiza y reconstruye los significados del mensaje, sintetiza y construye
significados y se convierte en un emisor al responderlo. El mensaje representa el testimonio3Cfr.GROSSETTI,M. Qu es una relacin social? Un conjunto de mediaciones didicas, Revista Redes Vol. 6,# 2, junio 2009, p. 51.4 LOZARES,C. Valores, campos y capitales sociales, Revista Redes Vol. 4, # 2, junio 2003, p. 13.5 Cfr.GROSSETTI,M. Qu es una relacin social? Un conjunto de mediaciones didicas, Revista Redes Vol. 6,# 2, junio 2009, p. 47.
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que el difusor desea transmitir al receptor, pues contiene los smbolos verbales (orales y
escritos) y claves no verbales que representan la detalles que el emisor desea trasmitir al
receptor. El mensaje emitido y el recibido no necesariamente son los mismos, ya que la
codificacin y decodificacin del mismo pueden variar debido a los antecedentes y puntos de
vista tanto del emisor como del receptor. Jrgen Habermas pone especial atencin en este
aspecto, pues considera que quien habla pretende, antes que nada, que lo que dice tiene sentido,
de suerte que su interlocutor puede entenderlo6 . Si uno de los interlocutores se siente
incapacitado de entender o dar respuesta al emisor, en ese momento la comunicacin se vuelve
un monlogo y la figura dialogal llamada-respuesta se torna slo llamada.
Codificar el mensaje consiste en traducir la idea en palabras, grficas u otros smbolos
adecuados para darlo a conocer. El emisor escoge el cdigo a fin de organizar las palabras ylos smbolos en una forma que facilite el tipo de transmisin. Existen diferentes tipos de
cdigos, como lo es el idioma espaol, el lenguaje de los sordomudos, la clave Morse, las
letras, etc. Tambin existen los cdigos de grupos especiales, como el del sistema policaco,
los pilotos, etc., que tienen una manera especial de transmitir sus mensajes. Existe un sin fin
de cdigos en la comunicacin: smbolos visuales, gestos, seales con las manos, lenguaje,
escritura, etc., sin embargo, el que normalmente usamos es el verbal, el lenguaje.
Hasta ahora hemos definido los elementos del proceso de la comunicacin desde el
presupuesto de la participacin singular del hombre en este proceso. Conocer la funcin que
juegan estos elementos ha de ser considerada de gran importancia para nuestra tesis, pues
frente a los paradigmas del pasado ms uniformes y homogneos, hoy habitamos en
sociedades en las que los modelos de comportamiento y, sobre todo, los valores dialgicos
varan significativamente de una persona a otra. En estas condiciones, se hace necesario
remarcar el sentido universal que tiene la comunicacin y lo haremos detenindonos en la
funcin que el lenguaje ejerce como distintivo especfico del hombre.
6 Cf. HABERMAS, J. Conciencia moral y accin comunicativa, Trotta, Madrid 2008, p. 37.
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1.1.1. El lenguaje
El lenguaje no es slo un caracterstica o una capacidad especfica del hombre, sino
propiamente lo que lo constituye como humano. El hombre es constituido, creado por el
lenguaje7. Ciertamente esta proposicin puede invertirse y se puede afirmar que es el hombre
el que crea el lenguaje; crea smbolos y crea el lenguaje con su infinitud de formas y
contenidos. El lenguaje es lo que nos abre al mundo, nos lo presenta tanto en su aspecto real y
fsico como en su sentido; constituye el mundo que percibimos, vivimos, tratamos e
intentamos dominar tal como lo afirma Aristteles:
[] lo que hay en el sonido son smbolos de las afecciones que hay en el alma, y la escritura
es smbolo de lo que hay en el sonido. Y, as como las letras no son las mismas para todos,
tampoco los sonidos son los mismos. Ahora bien, aquello de lo que esas cosas son signos
primordialmente, las afecciones del alma, son las mismas para todos, y aquello de lo que
stas son semejanzas, las cosas, tambin son las mismas8.
Aristteles distingue al hombre como un animal simblico o simbolizante, creador de
smbolos y de lenguajes, el cual le permite abrir un horizonte nuevo, una dimensin
trascendente: no se mueve slo dentro del mundo del sentido; el mismo mundo fsico y
material es visto con una significacin y un sentido. El smbolo y el lenguaje abren para el
hombre un mundo inmenso, un mundo infinito, ms amplio que el fsico. De esta manera el
hombre se hace humano9. El aspecto fundamental que hemos de resaltar en este sentido es
que el lenguaje humano es simblico, es decir, el hombre expresa su pensamiento con signos
fonticos, grficos o de otro gnero. El hombre expresa, adems, su pensamiento mediante
signos y smbolos que no tiene ninguna relacin natural con la cosa significada. Por ejemplo,
no existe relacin alguna entre la luz roja y su significado alto. Como dice Gehlen, la
palabra humana tiene una relacin doble: a la forma de la palabra (nombre) y al contenido de
la palabra (concepto); ambas convergen en la realidad indicada10.
7 AMENGUAL, G. Antropologa filosfica, BAC, Madrid 2007, p. 141.8 ARISTTELES, Sobre la interpretacin, Tratados de lgica II, Trad. M. Candel, Madrid 1995, p. 35.9 AMENGUAL, G. Antropologa filosfica, BAC, Madrid 2007, p. 14210 Cf. GEHLEN, A. El hombre. Su naturaleza y su lugar en el mundo, Trad. F.C. Vevia Romero, Sgueme,Salamanca 1995, p. 293.
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En conclusin, a diferencia del animal que se expresa y comunica a travs de signos
naturales, el hombre se expresa y comunica con los dems a travs de signos convencionales y
simblicos unidos entre ellos por reglas gramaticales y sintcticas con las que es posible
expresar el propio pensamiento. Como dice Xavier Zubiri: Slo el animal tiene signos, y slo
el hombre tiene significaciones. [] El llamado lenguaje animal no es lenguaje, porque el
animal carece de significaciones; posee por tan slo, o puede poseer, seales sonoras
signitivas11.
1.2. Relacin intersubjetiva
En el anterior apartado profundizamos en el lenguaje como elemento crucial para
entender la especificidad humana que normalmente usamos como cdigo para comunicarnos,
de tal forma que al hacerlo nos abrimos al mundo, a la trascendencia, nos abrimos a otro sujeto.Dada esta importancia, vamos a detenernos en este aspecto relacional y considerar sus
implicaciones antropolgicas.
Nuestra sociedad se explica por relaciones recprocas entre los individuos, de manera
que la reciprocidad en las relaciones se convierte en principio bsico: hay sociedad donde hay
relaciones entre sus componentes, la sociedad misma viene formada y constituida por dichas
relaciones12. Sin embargo, las relaciones con cada hombre son diferentes y por tanto steha
de buscar el desacoplamiento de sus seguridades, miedos y dudas y fomentar mayores recursos
de mediacin que le permitan encontrar puntos de inters; de esa forma la insercin del
hombre en la vida social ser un hecho tan evidente como constitutivo esencial del hombre13.
Si el hombre fuese un ser solitario que accidentalmente se encuentra en convivencia con
los dems, los cambios sociales no se haran sentir en l; pero en cuanto es social en su
constitucin intrnseca14, es transformado en su forma particular. Un claro ejemplo est en la
dependencia que tiene de los padres durante muchos aos y, an llegando a adulto, sigue
manteniendo la necesidad de los dems para conseguir los medios de supervivencia. De esa
11 ZUBIRI,X. Inteligencia sentiente. Inteligencia y realidad, Alianza, Madrid 1980, pp. 50-51.12 AMENGUAL,G. Antropologa filosfica, BAC, Madrid 2007, p. 155.13 Cf. LUCAS LUCAS, R. El hombre espritu encarnado, Sgueme, Salamanca 2008, p. 242.14 Cf. Ibd. p. 243.
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forma, vemos como el hombre en su ser social utiliza el lenguaje como instrumento de
intercambio cultural, elevndolo, al mismo tiempo, por encima de los dems animales,
mostrando de este modo la estructura intersubjetiva. El lenguaje no es solamente
comunicacin, sino sobre todo, comunin entre personas y encuentro de libertades; de esa
forma afirmamos que la esencia del lenguaje es la relacin con el otro.
Se puede por tanto afirmar que el individuo particular no puede alcanzar sus fines
generales comunes a causa de las limitaciones de su propia individualidad por lo que se hace
necesaria la colaboracin de los dems hombres para que, enriquecido con su ayuda, pueda
superar los propios lmites y alcanzar la perfeccin humana. Aparece claro, por tanto, el
significado profundo de la dimensin intersubjetiva humana y Ramn Lucas Lucas lo expresa
muy bien al afirmar que las relaciones intersubjetivas no son otra cosa ms que el encuentroentre persona y persona, y esto no sobre la base de una decisin de carcter tico, sino como
constitutivo esencial de la misma persona15. La identidad del hombre puede comprenderse
plenamente slo en el horizonte del ser, abierto a la comunicacin, al don de s y constituido
intrnsecamente como relacional, es decir, en la relacin esencial con los otros.
1.3. Relaciones sociales
Como hemos visto, el hombre se encuentra en un mundo donde la relacin con el otro es
indispensable para el desarrollo de sus capacidades. Este proceso de socializacin alcanza una
mayor perfeccin cuando la persona no slo se pone frente al otro, sino cuando ese otro lo
lleva a un nuevo miembro del proceso comunicativo: una parte importante de las relaciones
intersubjetivas nace de la existencia de otras relaciones; estar en relacin con alguien es
incrementar la posibilidad de entrar en contacto con aquellos con quienes el sujeto est
tambin en relacin16. Sin embargo no todas las relaciones que se dan entre un grupo de
hombre son iguales; a continuacin presento tres clases de relaciones que, en principio, se dan
o pueden darse en toda sociedad:
15 LUCAS LUCAS, R. Horizonte vertical, BAC, Madrid 2008, p. 264.16 GROSSETTI,M. Qu es una relacin social? Un conjunto de mediaciones didicas, Revista Redes Vol. 6, # 2,junio 2009, p. 55.
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En primer lugar encontramos las relaciones competitivas, en las cuales el
comportamiento se da como entre adversarios, no necesariamente enemigos, pero s con
intereses contrapuestos, de tal manera que el beneficio de uno redunda en la prdida para el
otro. Por duro que parezca, no se puede olvidar que estas relaciones se dan en la sociedad, y
que incluso difcilmente se pueden eliminar, puesto que siempre es posible que tengan lugar
situaciones de conflicto por enfrentamiento en la posicin contrapuesta de las partes. El
principio que va rigiendo este tipo de relacin es: si yo gano, t pierdes. Es el caso, por
ejemplo, de unas oposiciones o la bsqueda de un puesto de trabajo, que si lo consigue uno, no
lo consigue otro, por muy amigos que sean. Adems de estas razones objetivas, pueden darse
razones subjetivas, como la envidia, los celos, la pura afirmacin del propio prestigio frente al
otro, etc. De ah el carcter conflictivo que reviste a la sociedad con este tipo de relaciones,
carcter, en muchos casos, inevitable.
Las relaciones en las que nos comportamos como amigos, en las que todos coincidimos
en los mismos objetivos y quizs incluso en medios semejantesson las de tipo cooperativas.
Se trata de relaciones que crean conexin social, que hacen de la sociedad un todo, no siempre
armonioso, pero s por lo menos tendente a un mismo fin. Basado en este tipo de relaciones
Aristteles llega a poner la amistad como principio de la comunidad pues la concordia parece
ser una amistad civil17, y se dice que una ciudad est en concordia cuando los ciudadanos
piensan lo mismo sobre lo que les conviene, eligen las mismas cosas y realizan lo que es de
comn inters18. La concordia de la cual habla Aristteles se parece a una relacin de amistad,
puesto que en tanto que participan de una comunidad hay amistad pues sta slo existe en
comunidad. Su principio puede definirse de esta manera: si t ganas, yo tambin, ganamos
todos.
Pero, an cuando el egosmo puede verse manifestado en muchas de nuestras amistades,
encontramos tambin relaciones solidarias. Aqu se trata de relaciones asimtricas, entre
desiguales, en las que uno est dispuesto a perder para que el otro gane. Se trata de relaciones
en las que se discrimina a favor del desfavorecido19. Solidaridad no significa simplemente
17ARISTTELES. tica nicomaquea. tica Eudemia, Trad. J. Palli Bonet, Madrid 1985, 1167 b1.18 Ibd. 1167 a26-28.19 Cf. AMENGUAL, G. Antropologa filosfica, BAC, Madrid 2007, pp. 371-380.
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cohesin social, sino se encamina a mejorar las condiciones de la vida humana en s misma,
es decir, procurar el bien comn de la multitud de tal modo que cada persona concreta, no slo
en el mbito de una clase privilegiada, sino de la entera poblacin, pueda verdaderamente
alcanzar el grado de independencia propio de la vida civilizada20. Estas relaciones son
necesarias en la sociedad, dada la diversidad de causas de desigualdad que de alguna manera
hay que nivelar, por el bien de todos, principalmente de los ms necesitados. El principio que
rige estas relaciones podra formularse de esta manera: yo pierdo, para que t ganes.
En sntesis podramos decir, que el hombre en cuanto posee la facultad de comunicarse
ejerce esta potencialidad de relacionarse de modo tan perfecto que en la misma apertura al
mundo se logra la realizacin de la relacin con los otros. Este proceso comunicativo es tan
completo que sus elementos se llegan a formular de manera tan simple y tan prctico que enpocas ocasiones abrimos el camino de reflexin para cada uno de ellos. De esa forma se llega
a comprender la importancia del lenguaje como cdigo de sociabilizacin que nos permite
formar desde relaciones competitivas hasta las solidarias pasando por las cooperativas.
Una vez que hemos reflexionado sobre la importancia del lenguaje como medio para que
la persona exista como realidad que se refiere a otras personas, y por las cuales es capaz de
establecer relaciones para lograr su plenitud personal en vinculacin con el bien y plenitud de
la comunidad, es necesario detenernos a reflexionar en las evolucin de los canales de
comunicacin a lo largo de la humanidad y cmo stos han ayudado a la construccin de la
sociedad a travs del dilogo.
2. Evolucin de los canales de comunicacin
Desde hace ya algunos aos el hombre se ha movido en una sociedad convulsionada por
nuevas tecnologas de comunicacin. Sin embargo, algo que es importante sealar es que el
comunicarse no es un fenmeno nuevo. El ser humano se ha caracterizado por ser un animal
netamente social, y se diferencia de los dems seres por su capacidad de razonamiento, la cual
se manifiesta por medio del lenguaje; es decir, la habilidad de comunicarse, que permite al
hombre exteriorizar sus pensamientos.
20 MARITAIN, J., en BURGOS, J.M. Reconstruir la persona, Palabra, Madrid 2009, p. 178.
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Podemos darnos cuenta como a lo largo de la historia los canales de comunicacin se
revolucionan constantemente por lo que el fenmeno de la evolucin de los canales de
transmisin de informacin nos concierne para este anlisis filosfico, puesto que nos
ayudarn a establecer los cambios en el proceso de comunicacin del hombre. Las pinturas
rupestres son una primera manifestacin de la necesidad del hombre por comunicarse y
comunicar sus conocimientos a los dems hombres. La pintura rupestre la podemos considerar
como el primer canal mediante el cual el individuo sali de s mismo y se abri al otro.
Aunque este canal es muy efectivo, pues en la actualidad el mensaje se sigue transmitiendo a
las generaciones, resulta muy tarda su transmisin.
2.1. Escritura y envo de cartasCon el desarrollo del habla, los hombres pudieron establecer una comunicacin ms
rpida y clara en el mensaje que queran compartir. Sin embargo, este tipo de comunicacin
exige la presencia fsica de ambas partes; tanto emisor como receptor deben estar juntos al
establecer la comunicacin. Ahora se poda emitir el mensaje de forma rpida, pero con la
condicionante de la presencia fsica. Con el advenimiento de la escritura esto cambi
radicalmente, ya no era necesario la presencia de ambas partes de la comunicacin para poder
entablar una conversacin. La invencin del papel y el desarrollo de sistemas de escritura
permitieron establecer todo un proceso de comunicacin que exiga a cambi, un transporte
fsico del mensaje. Esto no fue ningn problema puesto que el hombre se poda trasladar de un
lugar a otro con relativa facilidad. As, con el uso de la carta naci un primer concepto de
portadora de un mensaje.
2.2. El telgrafo
Cuenta la historia que mientras Samuel Morse viajaba por Europa, su madre, en Estados
Unidos cay gravemente enferma, inmediatamente su familia intent contactarlo por medio de
una carta, pero para cuando sta lleg a l, su madre ya haba muerto21. Esta situacin y el
inters de Morse por los asuntos de la electricidad lo condujeron a llevar a cabo una profunda
21 Cfr. JOSKOWICZ. J. Historia de la telecomunicaciones, Instituto de Ingeniera Elctrica, Universidad de laRepblica, Montevideo, Uruguay 2008, p. 5.
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investigacin sobre las propiedades de la transmisin de la corriente elctrica a travs de un
cable22. La cual finaliz con la invencin del telgrafo. Este invento de Morse funcionaba
mediante la presin de los dedos, el cual permita el paso de la corriente durante un lapso
determinado y a continuacin la anulaba. Estos pulsos podan ser transmitidos a un aparato
receptor distante con ayuda de un slo cable. El receptor Morse original dispona de un
puntero controlado electromagnticamente que dibujaba trazos, los cuales tenan una longitud
dependiente de la duracin de la corriente elctrica que circulaba por los cables del
electroimn y presentaba el aspecto de puntos y rayas. La combinacin de puntos y rayas se
poda traducir en letras mediante el uso de un cdigo que Morse termin de perfeccionar en
1838, el cual lleg a conocerse y usarse mundialmente como clave Morse23.
El invento de Morse nos ayuda a ver un fenmeno que se comenz a dar con esteinvento y que en la actualidad se ve de forma emancipada por los avances tecnolgicos, esto
es el carcter annimo en la sociedad. Las relaciones sociales propiamente dichas y los
proceso de comunicacin no son slo personales, llevan tambin el signo de lo annimo, de lo
impersonal, de lo institucional24. El telgrafo fue el primer medio de transmisin elctrico por
el cual lo annimo de la comunicacin tom un realce importante. Es en este sentido donde se
entiende la formacin de la sociedad, no slo de las experiencias del tiempo presente, sino de
la acumulacin de experiencias prcticas y acciones de otras personas e instituciones, que han
ido actuando a lo largo de generaciones, creando tradiciones, instituciones, costumbres, leyes
y hbitos. La sociedad se ha construido y se constituye a partir del anonimato de la historia.
En este mbito de lo annimo, impersonal e institucional hemos de reconocer que la
accin social se ha objetivado en instituciones, que si en principio fueron resultado de
acciones de individuos, actualmente operan como principio y marco de acciones, puesto que
encauzan y motivan nuestra accin25. De esa forma una vez que la persona lo asume en su
proceso de comunicacin y sociabilizacin, se lo apropia al mismo tiempo que lo hace
22 N.B. Cuando estudiaba en Yale aprendi que si se interrumpa un circuito se vea un fulgor y se le ocurri queesas interrupciones podan llegar a usarse como un medio de comunicacin. Cfr. Ibdem.23 Cf. BRIGGS, A. De Gutenberg a Internet. Una historia social de los medios de comunicacin, Trad. M.A.Galmarini, Taurus, Madrid 2005, p. 181.24 AMENGUAL, G. Antropologa filosfica, BAC, Madrid 2007, p. 156.25 Ibdem.
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subjetivo. Es importante no perder de vista en este apartado la importancia que tienen las
instituciones como producto de la historia, pues si el hombre se llegara a olvidar del origen,
principio y sentido de su historia, comenzara a perder el rumbo del proyecto solidario de crear
un mundo ms humano, en colaboracin con todas las generaciones, principalmente, a travs
de las instituciones. Perderle el sentido a las instituciones, es manifestacin de una prdida de
sentido de la historia y cuando esto sucede es una tentativa a perder de vista la realidad26.
2.3. El telfono
El telgrafo fue casi totalmente reemplazado 40 aos despus de su nacimiento por el
revolucionario invento de Graham Bell, el telfono. Bell haba sido educado en una familia
donde la msica y las palabras tenan gran relevancia. Su padre haba diseado un sistema
denominado voz visible, para ayudar al aprendizaje del habla a las personas sordas. Porinfluencia de su padre, toda la educacin y entorno de Bell estuvo relacionada con la mecnica
de la voz y el sonido; as lo deja ver cuando varios aos luego de haber inventado el telfono,
remarcaba: Ahora me doy cuenta que nunca hubiera inventado el telfono si hubiera sido
electricista. La ventaja que yo tuve fue que toda mi vida la haba dedicado al estudio del
sonido, al estudio de las vibraciones27. Dado sus conocimientos acerca del sonido, Bell crea
que sera posible enviar varios mensajes sobre un mismo cable (este concepto, conocido
actualmente como multiplexacin es ampliamente usado en telefona) por lo que tena en
mente la idea de transmitir voz sobre los cables telegrficos. Esto fue posible en el verano de
1875, cuando luego de varios experimentos y de forma accidental, Bell escuch un sonido al
otro lado del telgrafo en el que Watson, su asistente de experimentos, estaba haciendo
algunas pruebas. Al inspeccionar el estado del telgrafo, se dieron cuenta que por error, uno de
los contactos estaba demasiado apretado, y no llegaba a abrirse completamente, pero si a
variar su resistencia. Finalmente, el 10 de marzo de 1876, Bell y Watson lograron trasmitir una
seal de voz a travs de un cable elctrico28.
26 N.B. En el tercer captulo ahondaremos en esta realidad que se ve en los nuevos medios de comunicacinsocial (la desinstitucionalizacin), profundizaremos en los principios ticos que nos pueden ayudar a superar estarealidad y el valor de la historia como creador de cultura. Cf. ZUBIRI, X. La dimensin histrica del ser humano,Universidad Santo Toms, Bogot 1982, p. 53.27 BRIGGS, A. De Gutenberg a Internet. Una historia social de los medios de comunicacin, Trad. M.A.Galmarini, Taurus, Madrid 2005, p. 193.28 Cf. Ibd., pp. 195-197
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Fue tan grande, y lo sigue siendo, el impacto de este nuevo canal de comunicacin que
las consecuencias en la estructura de la sociedad y de la comunicacin entre ellos cambi de
forma global. La ausencia conjunta, tanto del yo como del t, en el dilogo se haca cada vez
ms natural. Y aunque el dilogo tiene una estrecha relacin con la palabra y los gestos que el
rostro manifiesta29 no podemos negar que el dilogo puede existir incluso sin estos signos:
As como tampoco el intercambio de palabras ms animado constituye una conversacin [],
as, por otra, una conversacin no necesita de sonidos, ni siquiera de gestos. El lenguaje puede
renunciar a toda cadencia sensible y permanecer lenguaje30. Sin embargo, no hemos de
perder de vista que el hombre es por esencia intimidad tal como lo afirma Ortega y Gasset: El
hombre exterior est habitado por un hombre interior; tras el cuerpo est emboscada el alma31.
A diferencia de todas las realidades del universo, lo humano es un misterio que se revelamediante la corporeidad. La intimidad del hombre no ocupa espacio; por ello necesita de la
materia para revelarse y se hace presente mediante el cuerpo; en l se proyecta, se imprime y
manifiesta. Cuando veo a otro hombre, su presencia sensible me da de l un cuerpo que
manifiesta una forma particular, que se mueve, que tiene comportamientos externos y visibles,
pero lo ms misterioso es que viendo slo la figura externa vemos en ellos algo que es pura
intimidad: su pensar y su querer.
2.4. Internet y Web
Los orgenes de Internet se remontan a un proyecto de investigacin en redes de
conmutacin de paquetes, dentro de un mbito militar. A finales de los aos sesenta (1969), en
plena guerra fra, el Departamento de Defensa Americano (DoD) lleg a la conclusin de que
su sistema de comunicaciones era demasiado vulnerable. Estaba basado en la comunicacin
telefnica (Red Telefnica Conmutada, RTC), y por tanto, en una tecnologa denominada de
29 N.B. Las estadsticas muestran que la mmica del rostro, sobre todo los ojos, contribuyen al 50% en latransmisin de los contenidos. El requerimiento de la presencia fsica de la otra persona en la formacin denuevas amistades ser un punto que analizaremos en tercer captulo, no slo visto desde la necesidad de entablarrelaciones profundas y reales, sino tambin desde la perspectiva de no perder la identidad tanto del yo como delt en aquellas relaciones que se forman por medio electrnicos.30 BUBER, M., en LUCAS LUCAS, R. Horizonte vertical, BAC, Madrid 2008, p. 293.31 ORTEGA Y GASSET,J. Sobre la expresin del fenmeno csmico, Obras Completas, Alianza, Madrid 1983, vol.II, p. 578.
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conmutacin de circuitos (un circuito es una conexin entre llamante y llamado 32), que
establece enlaces nicos y en nmero limitado entre importantes nodos o centrales, con el
consiguiente riesgo de quedar aislado parte del pas en caso de un ataque militar sobre esas
arterias de comunicacin.
Como alternativa, el citado Departamento de Defensa, a travs de su Agencia de
Proyectos de investigacin Avanzados (Advanced Research Projects Agency, ARPA) decidi
estimular las redes de computadoras mediante becas y ayudas a departamentos de informtica
de numerosas universidades y algunas empresas privadas. Esta investigacin condujo a una
red experimental de cuatro nodos (puntos de interseccin o unin de varios elementos que
confluyen en el mismo lugar33), que arranc en diciembre de 1969, se denomin ARPAnet. La
idea central de esta red era conseguir que la informacin llegara a su destino aunque parte dela red estuviera destruida. Al igual que en los equipos o las conexiones, tambin se evolucion
en los servicios que ofreca ARPAnet, ya que si bien al principio slo permita ejecutar
programas en modo remoto, en 1972 se introdujo un sistema de correo electrnico, que liber
a los usuarios de la dependencia de los horarios (algo de importancia en Estados Unidos, por
la gran extensin territorial de este pas), y supuso un sorprendente aumento en el trfico
generado, convirtindose en la actividad que mayor volumen generaba.
Dado que una gran cantidad de los organismos del gobierno de los Estados Unidos
tenan sus propias redes de rea local (RAL) conectadas a los nodos de la red, se fue
evolucionando hacia una red llamada ARPA Internet formada por miles de equipos. El nombre
sufri algunos cambios ms, como: Federal Research Internet, TCP/IP Internet y finalmente
Internet; durante los ltimos aos de los ochenta, esta herramienta creci tanto que comenz a
incluir el potencial informtico de las universidades y centros de investigacin, lo que unido a
la posterior incorporacin de empresas privadas, organismos pblicos y asociaciones de todo
el mundo supuso un fuerte impulso para Internet que dej de ser un proyecto con proteccin
estatal para convertirse en la mayor red de las computadoras del mundo. El xito de Internet
continu gracias a la notable mejora en la facilidad de uso de los servicios ofrecidos, dado que,
32 Cf. RIVOIRCABRERA, A. Redes Sociales: Instrumento metodolgico o categora sociolgica?, Universidad dela Repblica de Uruguay, Uruguay 2009, p. 11.33 Cf. Ibdem.
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an mantenindose los servicios originales de transferencia de ficheros, correo electrnico o
acceso remoto, la irrupcin de la World Wide Web (www o Web), un servicio de consulta de
documentos hipertextuales, ha sido el paso definitivo hacia la popularidad de la que
actualmente goza.
Con la aparicin del Internet nace no slo en los profesionales de la informtica sino en
todo usuario, un sueo caso utpico, librar al mundo de las fronteras fsicas creando un
espacio donde el tiempo y el espacio fueran conceptos muy flexibles. El impacto de Internet
provoc un aceleramiento en la globalizacin mundial entendiendo por este trmino la
exportacin planetaria de tecnologa y mercados, pero tambin de modelos sociales, que se
distribuyen aceleradamente por las grandes carreteras cibernticas34. El impacto de Internet
no slo ha cambiado las reglas de la economa, sino que ha modificado los patrones culturalesde los pueblos, que de muchas formas se sienten atrados o incluso presionados a adaptarlos en
un proceso de transculturacin incomparable por sus dimensiones y su rapidez. Es importante
no perder de vista que el hombre vive una vida verdaderamente humana cuando asimila y
asume, en la libertad, su propia cultura, es decir, el hombre es capaz de llegar al pleno
desarrollo de sus capacidades en la medida en que vive una vida cultural. Frente a los modelos
de globalizacin que el Internet, por su rapidez y utilidad, ha potencializado se hace urgente la
necesidad de afirmar la cultura propia, pues al contrario de los dems animales que se
desarrollan naturalmente siguiendo modelos de comportamientos fijos e instintivos, el hombre
es un animal que se hace; en l la mayor parte de los comportamientos son aprendidos y no
heredados biolgicamente. As es como podemos llegar a afirmar que el hombre tiene una
cultura, un proyecto, una misin que realizar, significando con ello el conjunto de la obra
humanizadora del hombre en el tiempo35.
3. Web 2.0
La Web ha triunfado con tal xito que los avances tecnolgicos no se han hecho esperar,
dentro de estas transformaciones generales de los medios y de la expansin especfica de
Internet, emerge y se sita en vanguardia la denominada web 2.0:
34 GONZLEZ ESCOTO, A. El modelo social de la globalizacin y su impacto en la cultura cristiana, Universidaddel Valle de Atemajac, Mxico 2003, p. 22.35 LUCAS LUCAS,R. El hombre, espritu encarnado, Ed. BAC, Salamanca, 2008, p. 233.
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una red social, o de relaciones interactivas, abierta a los internautas que quieran
participar en los procesos comunicativos de produccin, difusin, recepcin e intercambio
de todo tipo de archivos: escritos, de audio, de vdeo o integrados en una concepcin
audiovisual que lleva a los tratamientos multimedia con la incorporacin de los complejos
modelos de la navegacin, los enlaces y la interactividad y que enriquecen los modelos decomunicacin interactiva36.
En la anterior definicin el concepto de red se distancia de su concepcin tradicional y
adquiere una dimensin de vinculacin social y de valor comunicativo, es decir, en un medio
que une a diversas personas, siendo este aspecto el que le otorga la significacin social. Con
este aspecto social que se adquiere en la Web 2.0, se propicia el incremento de modalidades
dialgicas y procesos comunicativos para nuevos contenidos digitales, la informacin, el
entretenimiento, el negocio y las relaciones interpersonales. Si anteriormente, en Internet, los
procesos comunicativos iban de uno a uno o a hacia muchos, en la nueva Web todo se abre
para que sean directamente los usuarios quienes desarrollen sus propios procesos
comunicativos. El yo no slo se abre a un t, sino que se abre a un nosotros annimo:
Lo social annimo consiste en acciones y comportamientos humanos, pero no es un
comportamiento personalizado, sino que aparece en tanto en cuanto estamos en relacin
con otros hombres annimamente, en el peor de los casos se puede llegar a caer en un
seguir las costumbres de modo autmatas, nadie es sujeto creador, responsable y
consciente de esos actos. El comportamiento social puede llegar a ser alienacin y
despersonalizacin del hombre. Es hacerse a s mismo un se, haciendo lo que la gente
hace, pensando como la sociedad, diciendo lo que se dice37.
Se ha de tener presente la anterior afirmacin de Lucas Lucas, pues si por una parte
veamos que en lo annimo de la historia se forman instituciones y recursos que llenan de
plenitud al hombre, ahora vemos como el anonimato vivido sin plena voluntad y hacindolo
condicionado nos puede llevar a un fenmeno propiamente social: al afirmar que todos lohan hecho, al mismo tiempo decimos nadie lo ha hecho. Este hecho se ve influenciado en la
Web 2.0 pues los usuarios aparecen al mismo nivel, sin orden jerrquico, ni de prioridad de
36 CEBRIN HERREROS, M. La Web 2.0 como red de comunicacin e informacin, Universidad Complutense deMadrid, Madrid 2008, p. 346.37 LUCAS LUCAS,R. El hombre, espritu encarnado, Ed. BAC, Salamanca, 2008, p. 247.
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unos sobre otros38. En ese sentido corremos el riesgo de seguir un espritu de masas, donde el
hombre, perdiendo su capacidad de ser l mismo, evade su responsabilidad con la sociedad
para vivir de modo ms individual teniendo la utilidad y el inters como nica fuerza de
cohesin social.
Con la llegada de la Web 2.0, se observa, adems, el creciente incremento del audio y
vdeo informativos. Los sistemas expresivos son ms complejos en cuyos casos la capacidad
de interrelaciones elaboradas por un autor se organizan de acuerdo a sus planteamientos. La
combinacin de informacin escrita con la sonora, visual y audiovisual genera mayor
complejidad en la integracin de los usuarios de esta plataforma. Podramos decir, que lo ms
sobresaliente de esta Web es la promocin de la participacin ciudadana que fomenta; los
usuarios ya no son meros receptores pasivos, ni siquiera meros receptores activos einteractivos, el gran cambio procede de la capacidad que se les da para la creacin y
produccin de informaciones y de mensajes39. Ser tarea de la sociedad civil salir del
anonimato en el que se puede caer y hacer de las relaciones medios de produccin, de
informacin y de solidaridad para con aquellos que menos tienen; y esto slo se puede lograr
si el hombre es capaz de ver la respuesta, el intercambio y a la discusin dentro de una
comunidad participativa, es decir, si los procesos de produccin, difusin, recepcin e
intercambio se convierten en algo plenamente interactivo.
3.1. Aplicaciones
El amplio universo de la Web 2.0 se extiende como un Big Bang en el que van
emergiendo nuevos progresos y aplicaciones, sobresalen los usos interpersonales y personales,
se manifiesta como una red de informaciones interpersonales mediante el uso de correos, chats,
foros y la incorporacin de video-correos, video-chats y video-foros. Uno de los mayores
desarrollos es el de los podcastingo documentos sonoros. stos, son archivos de audio y de
video distribuidos por suscripcin a los oyentes40. El usuario es creador personal del medio y
de la informacin para ofrecerla directamente a otros usuarios o a travs de otro medio que
38 SALAVERRA, R. Cibermedios. El impacto de Internet en los medios de comunicacin en Espaa,Comunicacin Social, Espaa 2005, p. 4.39CONTRERAS,F. El cibermundo. Dialctica del discurso informtico, Alfar, Espaa 2008, p. 114.40 CEBRIN HERREROS, M. La Web 2.0 como red de comunicacin e informacin, Universidad Complutense deMadrid, Madrid 2008, p. 351.
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presenta una seccin para este fin. Uno de los aspectos que fomentan el xito de los
podcasting, es que ya no es importante quin ofrece esta programacin, si una emisora
tradicional o un usuario cualquiera, sino el inters que despierte en los seguidores.
En este mismo desarrollo se da un salto ms al crearse las redes sociales, que por la
situacin comunicativa que originan, se requiere para su anlisis, la construccin de nuevos
modelos de comunicacin distintos a los tradicionales y diferentes del modelo predominante
en la comunicacin interactiva. No es nuestra intencin plasmar todos las aplicaciones que
tiene la Web 2.0, hablar de cada una de ellas llevara a la creacin de otro trabajo de
investigacin, sin embargo, para fines de nuestra tesis es importante conocer el desarrollo de
estos avances cientficos, en cuanto marcarn el rumbo de la posterior reflexin que se realice
y resaltar el catalizador que propicia su xito exorbitante.
3.2. Redes sociales y transformacin de los modelos de comunicacin
Con la incorporacin de la web 2.0 las comunicaciones interactivas se expanden hacia
nuevos modelos de redes sociales. Si en las comunicaciones interactivas anteriores se
observaba ya un cambio en los paradigmas tradicionales por el intercambio de papeles de
emisores y receptores, con las redes sociales se traslada todo ello a los usos entre los propios
consumidores en cuyos casos nadie se siente como emisor ni receptor sino como un
comunicante de intercambios de mensajes41. Pero antes de seguir avanzando en el tema es
necesario hacer una aclaracin en los conceptos que estamos manejando. Nos referimos a
relacin social a la forma natural en la que el hombre se organiza y a partir de las cuales se
posibilita para crear, actuar y vivir42. Mientras que las redes sociales, son una manifestacin
tcnica de la Web 2.0, desde las cuales el hombre puede crear lazos de relacin social a partir
de nexos tales como el entendimiento y caractersticas comunes43.
41 Cf. CEBRIN HERREROS, en ESPINOSA VERA, P. Semitica de los mass-media. Imperio del discurso de lacomunicacin global, Ocano, Mxico 2005, pp. 89-111.42 Cfr.MOTTA,R. en RIVOIRCABRERA, A. Redes Sociales: Instrumento metodolgico o categora sociolgica?,Universidad de la Repblica de Uruguay, Uruguay 2009, p. 7.43 Cfr. Ibdem.
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Aclarados estos puntos, podemos afirmar que las redes sociales y en general la Web 2.0,
generan modelos de comunicacin especficos en los que los componentes se hacen ms
complejos y adquieren otras dimensiones. Frente a los modelos tradicionales, los emisores y
receptores se intercambian los papeles en unos procesos interactivos. Es ms, dentro de los
modelos de comunicacin interactivos, los usuarios de las redes sociales adquieren unas
dimensiones de interrelaciones entre todos los participantes en igualdad de situaciones. La
mediacin tcnica se hace ms compleja:
Se da entrada a una dimensin expresiva y discursiva multimedia en contenidos,
navegacin y bsquedas y la penetracin en un ciberespacio y en un cibertiempo.
Tales vinculaciones se desarrollan en un mbito virtual que genera a su vez un
cibermundo44.
Las redes sociales propiciadas por la web 2.0 funcionan en un ciberespacio propio. Ya
no se trata de la red comunitaria que se organiza en un entorno local como las tradicionales
concepciones alternativas. Internet desborda la reduccin de espacios y todo cuanto aparece en
ella lo convierte en algo global con acceso desde cualquier lugar en el que exista una conexin.
De este modo, las redes sociales se abren a todos los participantes del mundo que lo deseen.
La restriccin de participacin no es espacial, sino idiomtica y cultural45. Tambin se abre a
otros tiempos diferidos, es decir, a conversaciones dentro de las cuales cada participante puedeintervenir cuando quiera sin estar sometido a la simultaneidad. Se trata de participaciones, de
conversaciones en tiempos diferentes, algo prcticamente imposible en los procesos
comunicativos en la realidad. Sin embargo, una vez que hemos visto como las redes sociales
cambian los modelos tradicionales de comunicacin, podemos decir que en el fondo las
nuevas y las tradicionales formas de comunicacin comparten su xito por mantener una
actitud dialogante en todo momento, evitando la expresin exclusiva de una persona para que
las dems le sigan, sino adquiriendo su pleno sentido cuando la interactividad es un dilogo
abierto, un intercambio, nunca una imposicin unilateral46.
44 CEBRIN HERREROS, M. La Web 2.0 como red de comunicacin e informacin, Universidad Complutense deMadrid, Madrid 2008, p. 353.45 Cfr. Ibdem.46CONTRERAS,F. El cibermundo. Dialctica del discurso informtico, Alfar, Espaa 2008, p. 118.
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Sintetizando este captulo podemos caer en la cuenta de tres ideas. La primera, la
realidad de las redes sociales y las nuevas tecnologas de los medios de comunicacin masiva
no es algo que ha surgido de un momento a otro, y mucho menos podemos pensar que surgi a
partir de la nada, sino todo lo contrario, estas nuevas modalidades de intersubjetividad son
fruto de un proceso paulatino de comunicacin que el hombre ha comenzado desde hace ya
muchos siglos, es decir, es una realidad que el hombre ha ido construyendo poco a poco; y lo
radical que necesito para llegar hasta aqu fue hacer presente su capacidad dialgica, lo cual
nos remite a la segunda idea.
La segunda idea con la que nos podemos quedar de este captulo es que la fundamental y
necesaria condicin de posibilidad para que las redes sociales funcionen y mantengan vigente
su xito es el ser relacional del hombre, es decir, durante todo el captulo reflexionamos sobreel ser del hombre como un ser-con-los-otros y para-los-otros, de ah que se haga necesaria una
reflexin que conteste a las preguntas: es ontolgico en el hombre su ser-relacional?, es
necesaria la presencia de los dems hombres para la comprensin de uno mismo?, qu
relaciones me llevan a la plenitud?, y pueden, realmente, darse relaciones que lleven al
florecimiento comunitario?, y si se dan, cmo son estas relaciones? Estas preguntas no
podemos contestarlas desde este captulo, slo surgen de ste, por tanto vemos apremiante la
reflexin sobre estas preguntas en el siguiente apartado a la luz del pensamiento personalista
comunitario, corriente que en los ltimos aos ha puesto especial atencin en este aspecto.
Y la tercera idea que obtenemos de este captulo es que el ser-relacional del hombre no
es la nica condicin de posibilidad para que las redes sociales se presenten, aunque es el
principal, tambin encontramos el lenguaje, la tecnologa, la historia, la afectividad y la
presencia fsica del hombre, entre otras, como condiciones de posibilidad de las cuales surgen
fenmenos que se asocian a la realidad de las redes sociales, fenmenos que estudiamos en
este primer captulo y que podemos resumirlos en cuatro formas fundamentales: la solidaridad,
identidad dialgica, institucionalizacin como proceso histrico y los nuevos procesos
dialgicos. Esta tercer idea se resume en pocas palabras del siguiente modo: son varias las
condiciones de posibilidad y variados los fenmenos que se presentan alrededor de stas.
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Captulo II
Intersubjetividad
En el captulo anterior reflexionamos sobre algunos fenmenos que se presentan en lasrelaciones interpersonales, en el campo especfico de las nuevas tecnologas que en la
actualidad estamos experimentando. En el siguiente captulo obedeceremos la intencin de
propiciar una reflexin profunda sobre el estatuto filosfico del ser-relacional del hombre en
las actuales tendencias comunicativas. Partiremos con una lnea de pensamiento personalista,
siendo la reflexin de Martin Buber quien nos ayude a comprender la necesidad que se tiene
del otro para comprenderse uno mismo; posteriormente Gabriel Marcel nos ubicar en un
contexto no slo de relacin yo-t sino nos llevar a una visin comunitaria del dilogo; y
finalmente, tomaremos el pensamiento contemporneo de Jrgen Habermas ayudndonos a
esclarecer la propuesta de la tica discursiva.
1. El modelo de la Poltica en Aristteles
Segn la filosofa medieval el hombre es una sustancia individual de naturaleza
racional47. Esta definicin realza que todo hombre es uno, individual, intransferible; sin
embargo, hay en el hombre un profundo afn de convivencia con los dems, tal como lo
afirma Aristteles al inicio de su obra Poltica: el hombre es por naturaleza un hombrepoltico48, es decir, el hombre es un animal cvico, animal que vive en sociedad, en ciudad, en
estado, a diferencia de los animales que viven gregariamente.
Empecemos por considerar qu significa por naturaleza. Podemos encontrar dos
significados que no se excluyen entre ellas. En el primer sentido, podemos entender que el
hombre es cvico, social, no slo porque a lo largo de la historia l se ha hecho tal, o las
circunstancias o las conveniencias le han obligado a ser tal; sino que lo es por s mismo, por su
propia constitucin49. Pero naturaleza tambin adquiere otro sentido, pues un poco antes,
Aristteles ha definido la polis como la comunidad perfecta, ya que posee la conclusin de
47 S.TH, I, q. 29, a.3 ad 248 ARISTTELES. Poltica.I,1. Trad. de J. Maras y M. Araujo, Madrid 1989, 1253.49 Cf.LUCAS LUCAS,R. Horizonte vertical, BAC, Madrid 2008, p. 257.
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la autosuficiencia total y es la finalidad de las otras comunidades y lo es por naturaleza50. Y a
raz de esta afirmacin se entiende por naturaleza finalidad. Lo que cada ser es, despus de
cumplirse el desarrollo, eso decimos que es su naturaleza. Naturaleza no es vista slo como el
origen y fundamento de una determinacin, sino como su finalidad, aquello que debe ser
cumplido, realizado. En este sentido, decir que el hombre es por naturaleza un animal cvico
significa que slo en la ciudad llega a ser lo que es por su concepto, llega a realizar su
naturaleza, consigue su finalidad, su plenitud.
Lo que Aristteles denomina como comunidad poltica es, a diferencia de una
comunidad puramente contractual, una comunidad sin la cual sus miembros no podran existir,
no se podran realizar como tales; se trata, por tanto, de una comunidad a la que se entra no
por amor de un fin particular, sino por amor del ser mismo. En ese sentido, Aristtelesafirmar que la diferencia entre vivir y vivir bien se manifiesta en la estructura de la ciudad-
Estado (y toda comunidad humana) que es moral, fundada sobre leyes que distinguen entre el
bien y el mal, y a esa distincin se llega por medio del uso, no slo de la voz, sino por su
palabra, el lenguaje y la comunicacin51. El hecho fundamental, que aqu nos interesa destacar,
es que el hombre vive por naturaleza en ciudad, en comunidad; se realiza en sociedad, no se
realiza en lo solitario, sino en comunidad y comunicacin, compartiendo valores y virtudes, tal
como lo afirma el personalismo:
La persona no es un ser solitario, slo puede lograr su plenitud personal si vive por y
para los dems. En el orden social esto significa que la existencia adecuada y correcta de
la persona le impone la obligacin moral de vincularse con el bienestar material y
espiritual de su comunidad52.
De este modo, la ciudad es el fin del obrar del hombre: al realizarse a s mismo, tiene
como fin la construccin de la ciudad, puesto que en su propia realizacin va implicada la
realizacin de los dems hombres y por ende el de la ciudad. Las caractersticas de la
comunidad humana son que sta se da por naturaleza, en su doble sentido: no slo por opuesto
a convencin, sino tambin como cumplimiento del fin, la realizacin de la esencia del
50 Cf. AMENGUAL,G. Antropologa filosfica, BAC, Madrid 2007, p. 151.51 Cf. Ibdem.52 BURGOS,J.M. Reconstruir la persona, Palabra, Espaa 2009, p. 166.
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hombre. Con esta teora de Aristteles podemos afirmar que la comunidad humana no slo es
una estructura utilitaria, sino de comunicacin, de compartir y de vivir en plenitud. De esa
forma podemos ver las dos grandes aportaciones que residen en las anteriores afirmaciones: el
carcter esencial y constitutivo de la comunidad y la estructura comunicativa de la misma53.
2. Relacin recproca Yo-T en Martn Buber
Una vez que hemos analizado el fundamento aristotlico sobre el cual se funda la
comunidad, la relacin entre los hombres y sus fines, ahondaremos en la dimensin personal,
tanto del yo como del t, mostrando que la relacin yo-t no se cierra en dos personas
excluyentes, y mucho menos se cierra a un antropologa individualista y una sociologa
colectivista. El personalismo comunitario nos da argumentos para oponernos a estas posturas
radicales, y abrirnos a una nueva comprensin de la persona.
Emmanuel Mounier despus de haber experimentado el marxismo y el capitalismo, vino
a la conviccin de que ni el individualismo capitalista ni el colectivismo comunista
solucionaban el problema social moderno. Para l, la enfermedad del mundo se poda curar
slo cuando se llegara a valorar la dignidad del ser humano y se profesara como constitutivo
esencial de la persona su dimensin social, es decir, Mounier pretenda que el hombre fuera
aceptado como ser responsable ante sus hermanos. Esta dimensin humana, ligada a la de
responsabilidad, viene explicada por Buber, quien advierte que en la conciencia del yo
aparece que l no es aquel t, pero que hay entre ambos algo en comn donde brota el
nosotros, aquella comunin de personas independientes, que han alcanzado ya la altura de
su mismidad y la responsabilidad propias54. El tema es amplsimo, enorme, pero, a nuestro
juicio, es posible sintetizar las races fundamentales de esta perspectiva en el pensamiento del
filsofo judo Martn Buber.
53 N.B. Como veamos al inicio del captulo anterior, la comunicacin siempre ha manejado un sentido relacionaly funcional dentro de una sociedad, sin embargo, la reflexin de Aristteles nos ayuda a comprender que lacomunicacin que se puede propiciar entre los miembros de una comunidad no slo tiene repercusiones entreellos, sino de forma extraordinaria trasciende los lmites comunicativos y de relaciones intersubjetivas para tenerefectos sobre toda la comunidad y llegar a formar relaciones sociales.54 BUBER,M. Qu es el hombre?, Trad. Eugenio Imaz, F.C.E., Mxico 1949, p. 105.
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2.1. La experiencia humana
Para Buber, el dato fundamental para poder darse cuenta que existe el ser, es la
existencia necesaria de otro ser frente a l. Ese que dice que existe el ser es un yo pero al
decir yo va implcito un t, es decir, para darse cuenta de la existencia del ser se necesita
alguien frente al yo. Buber sostiene que el yo no existe nunca en s mismo, el yo
siempre se encuentra en relacin: No existe ningn Yo en s, sino slo el Yo de la palabra
bsica Yo-T y el Yo de la palabra bsica Yo-Ello55; sin embargo, hemos de reconocer que,
en la condicin humana fundamental existe una distancia constitucional ontolgica, es decir,
existe la conciencia del yo y la conciencia de los otros. Los otros estn frente a mi y al
mismo tiempo son independientes de m. Tanto el yo como el t siguen manteniendo su
identidad ontolgica ms profunda. Entonces, la naturaleza y experiencia humana del hombre
se entiende desde su ser en relacin, sin negar la propia soledad (identidad) que se vadescubriendo a partir de las relaciones previas.
La naturaleza humana no se comprende slo como un ser o estar, sino principalmente
consiste en un estar con otro yo. El ser del hombre es vinculacin, por tanto la naturaleza no
es un ser previo a esta vinculacin. La persona es una identidad cuya naturaleza es estar con,
vinculado a otros. Si queremos conocer la identidad de la persona hemos de ver la relacin de
vinculacin recproca: el ser en cuyo estar-dos-en-recproca-presencia se realiza y se
reconoce cada vez en encuentro del uno con el otro56.
Martn Buber analizando los tipos de vinculacin y haciendo una sntesis de las
relaciones de los hombres concluye en las siguientes relaciones: Yo-T y Yo-Ello,
afirmando que si queremos llegar a la palabra fundamental e integral de la relacin de
vinculacin, sta se encontrara en la relacin Yo-T: La palabra bsica Yo-T funda el
mundo de la relacin57; esa palabra (Yo-T) expresa la identidad ms profunda del hombre,
claro est con una reflexin ya hecha del hombre como persona, porque decir yo es un
fragmento de la persona y decir t sigue siendo slo un fragmento del hombre.
55 BUBER,M. Yo-T, Trad. Carlos Daz, Caparrs, Madrid 1998, p.11.56 BUBER,M.Qu es el hombre?, Trad. Eugenio Imaz, F.C.E., Mxico 1949, p. 151.57 BUBER,M. Yo-T, Trad. Carlos Daz, Caparrs, Madrid 1998, p.13.
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2.2. Relacin Yo-Ello
Es una relacin sujeto-objeto, esta relacin se puede tener con todo ente, tambin con
otras personas, simplemente las conozco, conceptualizo, juzgo y razono para adquirirlas,
representarlas y consumirlas o producirlas. Cuando el conocimiento es orientado por el ser
humano por el camino del uso y consumo se est en la relacin yo-ello; esta relacin no es una
relacin degradante en s misma, sino es una relacin importante para la ciencia y la tcnica.
La degradacin est cuando el hombre se identifica en el uso y el consumo, es decir, cuando el
hombre usa y consume se encuentra en un relacin de posesin: conoce para usar y consumir.
Cuando el hombre comienza a poseer a otros hombres se corre el riesgo de ser posedo y al
mismo tiempo el posedo comienza a poseer. El hombre hace parte de su identidad el tener y el
poseer y mientras nos contentemos con poseernos como un objeto, no nos enteraremos del
hombre ms que como una cosa ms entre otras, y no se nos har presente la totalidad quetratamos de captar58.
2.3. Relacin Yo-T
En esta relacin se conoce para hacerse responsable del conocido. El encuentro es una
capacidad humana, una posibilidad ontolgica de estar con, y se identifica en el encuentro de
dos personas donde hay un conocimiento para hacerse responsable lo cual implica adecuarse
al t, contemplar y ser contemplado, conocer y ser conocido, amar y ser amado59. La
relacin con el t es de tiempo, no es en un instante. El encuentro es una penetracin
profunda en el tiempo, es un compartir y un acoger abrindose mutuamente al amor. Donde
hay apertura de conocimiento y de responsabilidad es donde hay una verdadera relacin Yo-
T tal como lo afirma Buber: El amor no se adhiere al Yo como si tuviese al T slo como
contenido, como objeto, sino que est entre Yo y T. [] El amor es responsabilidad de un
Yo por un T60. En ese sentido de responsabilidad podemos afirmar que slo existe una
amistad verdadera donde hay amor, pues cuando no se llega al amor estamos en una etapa
inmadura de la relacin Yo-T, y as lo expresa Martn Buber cuando afirma que slo
58 BUBER,M. Qu es el hombre?, Trad. Eugenio Imaz, F.C.E., Mxico 1949, p. 7.59 Cf. Ibd., p.117.60 BUBER,M. Yo-T, Trad. Carlos Daz, Caparrs, Madrid 1998, p.20.
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amamos a quienes somos capaces de ofrecerle toda nuestra personalidad para ayudarle a
crecer como persona61.
Educar para Buber es la ayuda y responsabilidad del yo para que el t descubra la
verdad, pero la Verdad y la propia identidad (Yo-T). Y la verdad se descubre educando y la
educacin consiste en acompaar al yo para que descubra esta ontologa humana y aprenda
a ser responsable por otro distinto de l mismo, es decir, a que asuma la responsabilidad que
tiene con los otros62. La categora de ayudar de Buber es un concepto que va de la mano con
las categoras psicolgicas y antropolgicas antiguas, es decir, se entiende que es compartir el
yugo, las nostalgias, las tristezas, las penas y las alegras. Buber dice que si se comparte el
yugo del otro estamos en el camino de la responsabilidad pero an no del amor, pues, aunque
el amor necesariamente lleve consigo la responsabilidad, sta no es en s misma amor; serequiere del anhelo por buscar la plenitud propia y del otro. Una de las caractersticas que
llega a manifestarse en esa responsabilidad es que, en cuanto el ser humano est en relacin,
puede surgir el conflicto que a su vez despierta un deseo que no debera ser as, pero que
puede surgir a causa del compromiso por una autntica realizacin del hombre:
Es necesario que el hombre se d cuenta, sobre todo l mismo, de que las situaciones
conflictivas que lo oponen a los dems son slo consecuencias de situaciones conflictivas
presentes en su alma; y que por tanto debe esforzarse por superar el propio conflictointerior para poder as dirigirse a sus semejantes como un hombre transformado,
pacificado, y enlazar con ellos relaciones nuevas, transformadas63.
Salir del conflicto, para Buber, es la categora de la determinacin y la libertad, es cierto
que hay muchas cosas que no podemos cambiar pero tambin es cierto que el hombre tiene la
capacidad de sobrepasar los lmites deterministas. La liberacin que hay que realizar con el t
es apoyar y empujar la libertad que l mismo tiene para responsabilizarse por l y por el t,
de esa forma podr liberarse de la esclavitud. La propuesta de Buber es voltear al hombre y
61 BUBER,M., en LPEZ QUINTS,A. El poder del dilogo y del encuentro,BAC, Madrid 1997, p. 231.N.B. Esta idea de responsabilidad y amistad fundadas en el amor nos ayudan a comprender la esencia misma delas relaciones solidarias que estudiamos en el apartado 1.3 del captulo anterior. Esta comprensin deresponsabilidad nos permite asumir la idea de que los elementos altruistas son necesarios para aunar y compactara la sociedad.62 Cf. BUBER,M. Qu es el hombre?, Trad. Eugenio Imaz, F.C.E., Mxico 1949, p. 23. 63 BUBER,M., en LUCAS LUCAS,R. Horizonte vertical, BAC, Madrid 2008, p. 288.
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llevarlo a la comunidad, pero para eso ser necesario la naturaleza ontolgica del hombre: la
relacin dialgica yo-t. Frente al deseo de salir de las relaciones conflictivas para llegar a
relaciones plenificantes y plenificadoras podemos decir que la relacin dialgica es
ontolgicamente necesaria.
En esa relacin dialgica, la pregunta del yo provoca una respuesta del tu; por eso
para Buber no puede haber plenitud sin dilogo; y es dilogo lo que acontece en cada hora
concreta de la vida humana64; nicamente es necesario que el hombre sea capaz de escuchar
la palabra que a l se le dirige y responder a la misma:
En el instinto de contacto se realiza el T innato muy pronto, de modo que expresa cada
vez ms ntidamente la reciprocidad, la ternura; pero el instinto de autor que seestablece ms tarde se determina tambin por el surgimiento de una personificacin de
lo hecho, por un dilogo65.
Se denota en la anterior afirmacin de Buber que el hombre no slo descubre su ser
ontolgico en el dilogo, sino que tambin se siente personificado al entablar una relacin yo-
t, es decir, el hombre se siente realizado en su dignidad y valor ms profundo, rechazando los
fundamentos tericos materialistas y el miedo a ser utilizado y consumido en una relacin yo-
ello. Una vez que el hombre se redescubre en esa relacin amorosa del yo-tu, abierto al otro, yresponsable de los dems, es capaz de abrirse a la comunidad y fundar en ella nuevas
relaciones dialgicas, pero de este tema nos encargaremos en el siguiente apartado con la
reflexin de Gabriel Marcel.
3. Ser y estar con los otros en Gabriel Marcel
Martn Buber afirmaba que si la soledad es el bastin del aislamiento en que el ser
humano entretiene consigo mismo el dilogo no para probarse y dominarse a favor de lo
venidero, sino en la autocontemplacin de su configuracin anmica, entonces esto es la
verdadera cada del espritu66. En ese sentido, podemos decir que el origen real de la persona
64 ARROYO ARRAYS, J.L. La antropologa dialgica en la historia de la filosofa , Revista Thmata # 39,Universidad de Huelva 2007, p. 1.65 BUBER,M. Yo-T, Trad. Carlos Daz, Caparrs, Madrid 1998, p.31.66 Ibd., p. 91.
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humana, el nacimiento, excluye la soledad. No slo cada persona procede de otras, de los
padres por ejemplo, sino que la propia constitucin del hombre de indigente o menesteroso,
hace que la vida personal sea necesariamente interpersonal, es decir, de convivencia.
En el pensamiento de Gabriel Marcel este sentido de convivencia se encuentra en total
comunin con Buber, para quien la idea de la fundamentacin del ser se encuentra en la
relacin personal con el t. Sin embargo, Marcel da un paso ms al considerar que la
intersubjetividad no slo es una condicin de la existencia personal sino la condicin de la
subjetividad o intimidad, pues no hay yo o intimidad sin intersubjetividad, gracias a la cual
el hombre no slo es persona sino que lo es plenamente67.
Entonces, la intersubjetividad no slo es estar con los otros, sino es ser y estar con losotros, pero principal y esencialmente es ser con los otros. Marcel afirm que la
intersubjetividad y el ser estn estrechamente vinculados, pero no son idnticos, por lo que la
intersubjetividad es una condicin de perfeccionamiento de la persona68. Cuando la persona se
descubre siendo con los otros, en ese momento se identificar con la sociedad y arraigar en
ella los valores ms profundos en cuanto condicin de estada con los dems.
3.1. Formas fundamentales de intersubjetividad
Para Marcel la intersubjetividad, al igual que la individualidad, no puede ser pensada
mediante un conocimiento abstracto, sino mediante un conocimiento concreto. Marcel
concede primaca al anlisis de realidades y acontecimientos concretos, porque es entre ellos
donde se da la creatividad, se crean los diversos modos de encuentro y se abre, as, la persona
a la trascendencia69.
67 Cf. MARAS,J. Persona, Alianza, Madrid 1997, p. 43.68 Cf. Ibd., p. 40. N.B. Esta nocin de trascender el mbito de estar-con-los-dems para llegar a ser-con-losdems nos permite entender el apartado 2.2 del captulo anterior, donde veamos que el hombre en cuantohistrico formaba y se formaba con las instituciones. El hombre que es capaz de ser-con-los-dems manifestarsu adhesin a las instituciones pues reconocer que stas son creacin de hombres que han sido, son y sern-con-l.69 Cfr. LPEZ QUINTS, A. Claves para la interpretacin del pensamiento de Gabriel Marcel, Universidad deNavarra, Espaa 2005, p. 3.
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Marcel deja entrever en muchos de sus escritos que esta trascendencia slo es posible en
el amor como forma suprema de intersubjetividad y del encuentro entre seres personales: el
amor es la forma en la que los seres humanos se encuentran como tales, como dos t y no
como dos objetos o dos seres que lo nico que hacen es compartir informacin70, sin embargo,
para llegar a esta nocin y a la profundidad del amor hemos de detenernos en la condicin
mnima para poder tratar a un ser como a un t, capacidad que Marcel recapitula en la
respuesta.
3.1.1. La respuesta
El l es para Marcel el ser que no puede responder a las preguntas o que en su
respuesta slo ofrece informacin, pero no a s mismo. En esta situacin el ser es tratado como
una fuente de informacin o como un objeto sobre el cual se tiene un dilogo con uno mismo,sin que el otro participe en dicho dilogo. Sin embargo, si el otro es visto como un ser capaz
de responder, entonces es tratado como un t porque un ser que es capaz de responder ha
comprendido la pregunta y la ha hecho suya, lo cual supone un encuentro entre el que
pregunta y el que responde. Marcel afirm que en la pregunta y la respuesta est comprendida
la objetividad, puesto que es una forma de comunicacin, pero a la vez est presente un
encuentro entre dos t, y eso est ms all de la pura informacin u objetividad de la
pregunta y de la respuesta71. El dilogo es, por lo tanto, una comunin en la verdad y no slo
una comunicacin de la verdad.
Entendida como un encuentro, la pregunta es una llamada que puede ser o no ser
entendida y la respuesta, cuando es dada por un t es vista como don, no como una simple
informacin. Ahora bien, segn Marcel, esta experiencia de estar frente a un t, propia de
las presentaciones formales o de las coincidencias, puede ser superada y acabar convirtindose
en un verdadero dilogo de dos t:
70 MARCEL,G. Ser y tener, Trad. Ana Mara Snchez, Caparrs, Madrid 2003, p. 116.71 Cfr. MARCEL,G. Diario metafsico, Trad. Jos Rovira Armengol, Losada, Buenos Aires 1956, p. 144.
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Un encuentro casual entre dos extraos puede dar lugar a una verdadera amistad, ya que
gracias a la comunicacin ambos han sido capaces de superar la primera sensacin de ser
un l frente a otro l y han llegado a ser un nosotros72.
Como habamos dicho, esta apertura de dos seres que se comportan como un l frentea otro l, a dos seres que son dos t, que forman un nosotros, es para Marcel una forma
primaria de amor. En el amor, segn l, se descubre al otro como un t y a uno mismo como
un yo. El amor y la respuesta son para Marcel del orden del misterio y, por ello, de lo no
comunicable directamente: un mundo del que lo misterioso fuera excluido y donde todo lo
que tuviera el poder de comunicarse se comunicara directamente, espontneamente sera un
mundo carente de amor73. Que el amor sea del orden del misterio no significa que no sea
comunicable. El amor se expresa de muchas formas, pero no de forma predicativa, pues el
conocimiento predicativo no expresa el ser y no tiene ningn valor ontolgico74.
3.1.2. La llamada
El t es aquel ser al que se dirige un pregunta de tal modo que no lo convierte en un
objeto de cuestionario; en la medida en que se supera el plano objetivo y predicativo, el t
est en orden de la libertad:
no es la esencia en tanto que naturaleza lo que alcanzo en el t. En efecto, al tratarlocomo l, yo reduzco el otro a no ser ms que naturaleza: un objeto animado que funciona
de tal manera y no de tal otra. Por el contrario, tratando al otro como t, yo lo trato, yo lo
capto como libertad; yo lo capto como libertad, porque l es tambin libertad y no
solamente naturaleza75.
El amor accede al otro como ser libre; el t es el ser libre y creativo al que el yo se
dirige. El amor o conocimiento del t libera al yo de la interpretacin ilusoria que lo
convierte en un sujeto cerrado en s mismo. El yo se comprende como amante, como
invocacin de un yo a otro yo. En este sentido, el amor es la apertura del yo y la
superacin del l en la creacin de un nosotros. Cuando un yo hace un llamado a un t
72 Ibd., p. 150.73 Ibd., p. 164.74 Cf. Ibd., p. 166.75 MARCEL,G. Ser y tener, Trad. Ana Mara Snchez, Caparrs, Madrid 2003, p. 154.
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no lo hace con el afn de apresar su amor en una sentencia lgica, ms bien se subordina l
mismo a ese amor: si participo del amor ya