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Universidad Autónoma de Yucatán Facultad de matemáticas
Un estudio sobre el carácter situado de la matemática escolar
Tesis que presenta: Andrés Gregorio Chi Chablé
Para obtener el titulo de: Licenciado en Enseñanza de las Matemáticas
Asesor de tesis: M. en C. Eddie de Jesús Aparicio Landa
Mérida, Yucatán Abril de 2007
1
Índice
Introducción 4
Capítulo Primero
1.1 Planteamiento del estudio 8
1.2 Justificación 11
1.3 Hipótesis de investigación 12
1.3.1 Lo situado de la matemática 12
1.3.1.1 Sobre la producción de conocimiento matemático 13
1.3.1.2 Matemática escolar 15
1.4 Síntesis 16
Capítulo Segundo
2.1 Introducción 18
2.2 Reformas y el DME del profesor 18
2.3 Creencias sobre el saber matemático 20
2.4 Lo secuencial y epistemología del saber 21
2.5 Selección de saberes 22
2.6 La producción de conocimiento matemático 23
2.7 Usos de la matemática 26
2
Capítulo Tercero
3.1 Introducción 29
3.2 Aspectos relativos a la selección de teorías 29
3.3 La socioepistemología y las prácticas sociales 33
3.4 Lo social y lo cultural 36
3.5 Determinación de algunos términos clave para el estudio 39
3.5.1 Lo situado 39
3.5.1.1 ¿Lo situado o lo universal? 42
3.5.2 El currículo 44
3.5.2.1 Hacia una concepción del currículo 44
3.5.2.2 Consecuencias 49
3.5.2.3 El currículo frente a la globalización 51
3.6 Metodología del estudio 53
Capítulo Cuarto
4.1 Una percepción del escenario de la comunidad estudiada 58
4.1.1 Desarrollo curricular: el caso de la facultad de ingeniería 60
4.1.2 Innovación educativa: el caso de la facultad de ingeniería 61
4.2 Entrevistas 62
3
4.2.1 Notación 62
4.2.2 La cultura entorno a la enseñanza del cálculo 63
4.2.3 La concepción del cálculo 63
4.2.4 Apreciación del currículo 65
4.2.5 La práctica docente 66
4.2.6 La organización de los currículos de cálculo 68
4.2.7 Percepción de los cambios en el currículo y la práctica docente 70
4.2.8 Cambio de concepciones sobre el currículo de cálculo 72
Capítulo Quinto
5.1 Sobre la práctica docente en el aula 75
5.2 Conocernos y reconocernos: El caso de la cultura 78
5.3 Lo normativo del currículo: socioculturalmente 80
5.4 Concepciones del currículo de cálculo 83
5.5 Conclusiones 85
Bibliografía
4
Introducción al estudio
Podemos establecer que existen, principalmente, dos creencias entorno a la forma
en como se concibe y/o se desarrolla un currículo. La primera de ellas, es la
relacionada a que éste se desarrolla bajo las creencias personales de los
profesores de matemáticas, así, para algunos profesores la matemática es, como
un lenguaje, de modo que los contenidos se centrarán en presentar las reglas de
sintaxis validas universalmente. En consecuencia, la matemática como lenguaje
tiene como función primordial ser aplicada en otras áreas del conocimiento, como
la física, entre otras áreas del saber o si la matemática es concebida como un
conjunto de axiomas estructurados de manera formal, se ubicaría en la llamada
escuela logicista; ello supondría en el plano de las situaciones de aprendizaje, que
el docente consideraría para la organización de los contenidos el orden lógico
establecido por la comunidad académica de la matemática (Ruiz,1987; citado en
Parra, 2004) o más aún, habrá profesores quienes conciban a la matemática como
una herramienta, la cual sirve para la resolución de ciertas tareas específicas y por
consiguiente, centrarán sus clases en mostrar sus diversas aplicaciones.
Más, si el funcionamiento o el desarrollo del currículo de matemáticas y en
particular el de cálculo estuviese dado en función de estas creencias, podríamos
encontrar hoy en día, clases diferentes de un salón a otro, pues estás depende de
cómo el profesor conciba a la matemática, por ejemplo, pensemos en tres
profesores de una misma escuela que crean en el currículo de cálculo como en
cada uno de las formas como lo hemos señalado, luego entonces, en dicha
escuela podríamos encontrar que los saberes de cálculo escolar tienen
5
características y finalidad diferente y a su vez podríamos señalar lo mismo con
respecto a la práctica docente, empero, estudios como los de García (2006a) y
García (2006b), permiten vislumbrar cómo en una misma escuela, existe entre los
profesores, cierta homogeneidad en cuanto a la forma de impartir clases de
matemáticas, de estructurar sus clases, etc.
Por otra parte, se tiene la creencia, de que las acciones de los profesores están
reguladas por el currículo escolar o por la institución (a través, de la filosofía
educativa), que hace que funcione, de la manera en como funciona. Es decir, es
en el currículo en donde se plasma qué, en qué momento enseñar y cómo
enseñarlo (versión del saber a elegir). Y se podría pensar que, esto efectivamente
es así, pues encontramos como lo habíamos dicho en el párrafo anterior, cierta
globalización entre las acciones de los profesores. Sin embargo, es necesario
observar cómo la mayoría de las acciones desarrolladas no es del todo
congruente con lo que queda plasmado ya sea en el currículo o en el modelo
educativo. Luego entonces, ¿de dónde provienen ese conjunto de acciones
desarrolladas? Es decir, si no fueran en buena medida las creencias personales,
ni la institución escolar vía los currículos o el modelo educativo quienes hacen
actuar como lo hacen al profesorado, ¿qué es lo que los rige? para que aun de
salón en salón, o de institución en institución, siga habiendo cierta homogeneidad
en las prácticas y el pensamiento a la hora de poner en funcionamiento el currículo
de cálculo.
Es al seno de este tipo de reflexiones al que nos acogimos con la finalidad de
desarrollar este estudio, el cual lo estructuramos de la siguiente manera:
6
En el capítulo primero, el lector podrá encontrar el problema, pregunta y objetivo
de la investigación, así como una breve reseña histórica de la producción de
conocimiento y con base en ella hemos de postular nuestra hipótesis de
investigación.
En el capítulo segundo, se podrá encontrar una serie de investigaciones que son
los antecedentes inmediatos a este estudio, éstos mismos, en un segundo
instante, nos servirán a manera complementaria de nuestros datos recabados.
En el capítulo tercero, encontraremos aspectos relativos a la determinación de
nuestro marco teórico y los aspectos que nos han interesado de la aproximación
teórica que hemos tomado. Acogidos al seno de esta aproximación, tratamos de
precisar algunos de los términos que son de nuestro interés y que tienen una
connotación diversa. En este apartado, describimos la forma de proceder de inicio
a fin e ilustramos la forma en que nos basamos para obtener nuestros datos.
En el capítulo cuarto, presentamos nuestros datos y una breve reseña del grupo
que consideramos para desarrollar nuestro estudio, posteriormente hacemos un
análisis de los datos recabados.
En el capítulo quinto, reflexionamos acerca de la evidencia recabada e ilustramos
algunos de los resultados. Finalmente, con base en dichas reflexiones postulamos
nuestras conclusiones.
8
1.1 Planteamiento del estudio
Investigaciones como las desarrolladas por Arrieta; Buendía; Ferrari; Martínez;
Suárez; (2004), Buendía (2003), Covian (2006), dan evidencia de que lo que le da
sentido y significado a la matemática escolar, no es en si el concepto o su
estructura axiomática, sino un conjunto de prácticas de naturaleza social que el
ser humano desarrolla por voluntad propia y que permiten generar aprendizajes.
Claro está, no se refieren a cualquier tipo de prácticas, sino a un conjunto en
específico, pues; por ejemplo, el vestir es una práctica social pues todo ser
humano la realiza, “obligadamente”, más esta actividad por si sola, en la mayoría
de los casos, no desarrolla ningún conocimiento (en nuestro caso, conocimiento
matemático), pues la colectividad de los seres lo hace por cuestión de pudor. Más
adelante, trataremos de detallar a que nos referimos con práctica social.
Por su parte, Moreno (1999) citado en D’Amore (2000) y Brousseau (1997), nos
ofrecen indicios para pensar que el aprendizaje responde a escenarios
específicos, por ejemplo, Brousseau señala que las acciones y el pensamiento de
los estudiantes en situación escolar, responden a las cláusulas del contrato
didáctico que se ha establecido entre profesor y alumno.
Más aun, haciendo un ejercicio de análisis sobre nuestras vivencias, no es difícil
percibir que en ellas podemos encontrar otro conjunto de acciones que tienden a
tener un carácter situado, por ejemplo, la gesticulación, el habla, el
comportamiento, la forma de vestir, etc.
9
A través de revisiones históricas y de lo que sucede en los sistemas didácticos,
emerge evidencia de cómo el discurso matemático escolar suele favorecer sólo
algunos aspectos de los conceptos matemáticos, dejando de lado elementos
presentes en la construcción social del conocimiento (Arrieta, 2004). Es decir, la
forma de enseñar y aprender matemáticas regularmente se basa en un modelo
“tradicional-formal” que con frecuencia limita la apropiación de los conceptos
matemáticos. Por ejemplo, se dota a los conceptos matemáticos de un tratamiento
escolar que parte por definir el objeto y sus propiedades, y en ocasiones, se le da
un valor funcional.
Sin embargo, el valor funcional del concepto matemático, histórica y
epistemólogicamente, antecede al valor teórico, esto es, el último paso para
concretar un concepto matemático es exactamente definirlo en términos de
estructuras en las cuales éste interviene y de las propiedades que satisface
(Brousseau, 1997). En otras palabras, el concepto matemático “vive” y es usado
durante largo tiempo por una sociedad hasta que a través de los años dicho
concepto es formalizado e incluso, institucionalizado. Muestra de ello es que el
concepto de función y los conceptos de análisis, eran ya utilizados aun antes de
que Euler y otros matemáticos los dotaran de rigor o que la geometría era ya
conocida o utilizada aun antes de que Euclides publicara los elementos. Así
también, tomemos como un ejemplo más, el hecho de que los seres humanos ya
tenían y usaban nociones como las distancia, antes de su definición formal
(matemáticamente hablando).
10
Es entonces, que este estudio se centró en analizar las relaciones que se
establecen entre el sistema didáctico, la producción de conocimiento matemático y
el carácter situado de la práctica escolar matemática, es decir, nos preguntamos:
¿cuál es la relación del sistema didáctico? , con la práctica escolar y el carácter
situado de la matemática escolar?
De manera que ello nos permitiera conocer y reconocer las posibles relaciones
que guardan el proceso cultural con el carácter situado y la función de la
matemática escolar en una comunidad específica. Particularmente, vislumbrar las
circunstancias que favorecen la aparición de ciertas costumbres entorno a la
matemática escolar y su incidencia en el sistema didáctico.
Actualmente en diversas instituciones educativas han optado por desarrollar una
cultura de trabajo colegiado, es decir, desarrollar como principio y norma, la idea
de que una participación conjunta en asuntos académicos y administrativos
permitirá dar una mejor atención a las exigencias que nuestra misma sociedad
plantea, como ejemplo tenemos la globalización y los cuerpos académicos.
De manera que, nuestra tesis consiste en plantear que son las circunstancias las
que proveen de sentido a las acciones que en algún momento realizan o dejan de
hacer los individuos o grupos de éstos. Incluso, la misma cultura, se ve alterada
por tales circunstancias, pues éstas deben evolucionar a fin de adaptarse a las
nuevas formas de entender y explicar la realidad.
? entenderemos por ello, el conjunto de relaciones que se establecen o son establecidas entre profesor y alumnos con la intencionalidad explícita de comunicar y generar aprendizaje vía una enseñanza.
11
Para el caso en que nos instauramos, diremos que precisamente a nivel
institucional educativo, son las comunidades de profesores y estudiantes (en
menor medida los administrativos) quienes proveen de sentido a la educación
matemática. Empero, tales comunidades sostenemos esta idea, no son ajenas e
independientes de su escenario sociocultural y de sus propias formas de entender
y explicar las realidades. De esta manera y concretamente, buscamos información
sobre la forma en que una comunidad académica específica, dice impartir,
entender y explicar la educación en cálculo.
Esto es, indagamos sobre los mecanismos que se establecen y emplean en los
procesos de organización y difusión de una producción matemática con fines
didácticos o instruccionales. Específicamente, nos centramos en el área de
cálculo.
1.2 Justificación
El contexto del saber como el de la sociedad en donde se encuentra inmerso las
instituciones, nos provee de elementos importantes que permiten dar cuenta de la
construcción de la formación del discurso matemático escolar (dme). Sin embargo,
no basta con mirar hacia a nuestro alrededor sino hay que saber reconocerlos,
describirlos y relacionarlos. Nuestro estudio, en otras palabras, pretende dar
evidencia sobre ello, a través de las relaciones que se establece entre el sistema
didáctico, la producción de conocimiento y la cultura en una comunidad. De
manera que ello nos provea de explicaciones sobre algunos fenómenos como lo
12
son el discurso tradicional formal y la cultura didáctica, que ocurren entorno al
funcionamiento del currículo de cálculo y cuáles son algunas de sus causas.
El hecho de conocernos y recocernos nos ayudará a implementar estrategias
acordes a nuestras circunstancias y no a implementar acciones que queden fuere
de nuestro alcance, este estudio se encamina a aportar información sobre ello a
partir del análisis de los datos recabados. Por ejemplo, la evidencia empírica que
recabamos apunta a que los mecanismos por los cuales se desarrolla y concibe el
currículo de cálculo tiene más bien su origen en lo sociocultural, que en las
creencias personales de los ejecutores o en los decretos puestos en el currículo o
modelo educativo, luego entonces, deberíamos encaminarnos, antes bien, ha ver
la forma de incidir en esa cultura, que en hacer decretos de naturaleza platónica.
Por otra parte, este estudio es un producto de las tendencias que ciertas
investigaciones en Matemática Educativa empiezan a eregir, es decir, a través de
nuestro trabajo se puede mirar una cantidad considerable de evidencia que da
cuenta de la incidencia del aspecto sociocultural sobre el funcionamiento de los
sistemas escolares y didácticos.
1.3 Hipótesis de investigación
1.3.1 Lo situado de la matemática
A continuación, mostramos algunos resultados existentes sobre los aspectos
socioculturales que intervienen en la formación de los sistemas de producción y
escolarización (o institucionalización) de los conocimientos científicos, en
13
particular, los de índole matemática. Esto nos permite vislumbrar que estos
sistemas responden a escenarios particulares. Tomamos como referencia los
cambios de era más significativos y divulgados que hay en la historia; con la
finalidad de hacer notar esto de manera un tanto más evidente.
1.3.1.1 Sobre la producción de conocimiento matemático
Montiel (2005), señala que en el papiro de Rhind (1700 a. C.), una fuente de
información importante de los egipcios, se observa que en ese entonces ya se
tenía un conocimiento entorno al cálculo de áreas de diversas figuras, y algunos
rudimentos de trigonometría que se basan en cálculos necesarios para la
construcción de pirámides y monumentos, dichos conocimientos fueron
introducidos en Grecia por Thales, en donde junto a la medición y el cálculo, se
volvió importante la observación de los cuerpos celestes, el cálculo de sus
tamaños y las distancias entre ellos (la astronomía). Hay que señalar que la
observación y el registro del movimiento de los cuerpos celestes, en particular las
estrellas, le corresponden a culturas anteriores a la griega, los babilónicos y
egipcios, más fueron los griegos quienes buscaron teorías explicativas de los
datos observados, incluso trataron de sistematizarla, luego entonces, su objeto de
estudio era la matemática misma y no los fenómenos en sí. En este caso, el uso
de la matemática estaba más enfocado a una forma de filosofar, de manera que el
centro de las reflexiones estaba centrado en el individuo mismo.
A finales del siglo XVI, el conocimiento matemático y su producción empieza a ser
utilizado por algunos grupos sociales como una forma de explicar su realidad,
14
aunque los grupos eran muy reducidos, puesto que se tiene en ese entonces un
pensamiento religioso que de alguna manera establecía límites. Fueron los
trabajos de astronomía desarrollados por Copernico los que empezaron a incurrir
en esa dirección, por ejemplo, él se preguntaba ¿Somos nosotros el centro del
universo? ¿De qué manera se mueve nuestro planeta? Años más tarde, serían
otras personas quienes generarían conocimiento científico bajo este paradigma,
por ejemplo, entre los más destacados en está línea se encuentra Newton, quien
se interesa; principalmente, en el movimiento de los cuerpos. De esta manera, se
empieza a dar una descentralización sobre el individuo, en contraposición de la
época griega, trasladando el centro de atención hacia la naturaleza.
Muestra de este cambio de mentalidad es el hecho de que a esta época se le
conoció como la revolución científica, esta transformación ha sido el resultado de
un cambio de mentalidad hacia la naturaleza, de un nuevo pensamiento
científico… de manera que, la tarea de la ciencia del siglo XVII fue encontrar
técnicas precisas para tener el control racional de la experiencia y mostrar cómo
conceptos matemáticos se pueden utilizar para explicar los fenómenos naturales
(Wikipedia, 2006a).
A mediados del siglo XX, la producción de conocimiento estuvo en función de la
generación de nuevas tecnologías, en pro de la defensa o ataque de los países
por causas como, por ejemplo, la primera o la segunda guerra mundial. Después
de la cantidad de conocimientos y tecnologías producidas en esta época, en el
ámbito militar, se pensó en cómo serían útiles estos mismos avances al resto de la
sociedad, avances tales como los ordenadores, el Internet, los aeroplanos, etc.
15
Actualmente investigaciones como las de Covián (2006), Cantoral y Farfán (2003),
Cordero (2000), entre otros; señalan que la producción de conocimiento científico
está ligado a ciertas prácticas de carácter normativo que tienen su propia
identidad, son dinámicas, dependen del contexto y realidad a la que pertenecen.
1.3.1.2 Matemática escolar
Castañeda (2006) muestra que las obras de L’Hospital y Maria G. Agnesi,
responden a ciertas prácticas difundidas desde el entorno social y cultural de esa
época, a saber, el ejercicio de difusión que al ser vertidas sobre el saber
matemático hace que adopte significados y formas específicas, por ejemplo, la
exposición de las ideas matemáticas atendiendo a una secuencia lógica, así como
la necesidad de más formas de caracterizar el saber (gráficas, explicaciones
verbales, ejemplos, etc.) para garantizar que los lectores no necesariamente
expertos pudieran acceder al saber.
Por su parte D’Amore (2000), muestra a través de una serie de ejemplos, cómo el
saber matemático escolar se hace dependiente de los contextos sociales y
culturales donde uno se encuentre, si bien el valor de una almeja multiplicado por
el número de almejas es sensato escolarmente, en el ámbito de los pescadores
esta operación es inadmisible, pues jamás se contarían las almejas contenidas en
una caja. Pero, por otra parte, si bien el contar es una práctica muy racional en el
contexto de nuestro vivir diario, esto mismo es inadmisible escolarmente,
imagínese ¡contar seis veces doce! en vez de multiplicar seis por doce. Este
hecho señala el autor, se debe a que las manipulaciones sintácticas de la escuela
16
vuelven sensato en ausencia de un contexto real, las operaciones que se puedan
realizar. Así, el saber vuelto institucional condiciona las normas no sólo del acceso
a él sino también las normas de uso.
1.4 Síntesis
Los datos reportados en este primer capítulo dan muestra de que la producción de
conocimiento científico se rige bajo la lógica de ciertos escenarios, por nuestra
parte, consideramos que la matemática escolar no es la excepción, pues al igual
en ella encontramos situaciones particulares que hacen que el saber adquiera un
significado. Esto es, hablamos de una influencia de los entornos sociales y
culturales para la formación de una propia sociedad y cultura, empero,
escolarmente hablando.
De esta manera mantenemos la idea de que la producción y la escolarización del
conocimiento matemático tienen una lógica (o sociocultura) propia, y por tanto son
dos sistemas que si bien tienen un eje común, no se rigen bajo las mismas normas
y leyes de funcionamiento. Es decir, si bien la forma axiomática tiene sentido
cuando se habla de la validación, generalización e institucionalización de la
producción del conocimiento matemático, ésta no tendría porque tener el mismo
sentido cuando deseamos o procuramos el aprendizaje o difusión de la misma.
18
2.1 Introducción
En este apartado mostramos algunos de los trabajos que nos permitieron
reflexionar, vislumbrar y delimitar nuestro estudio. Hemos dispuesto seis
subapartados y en todos ellos nos tratamos de enfocar a dilucidar la forma en
cómo las investigaciones muestran lo situado del conocimiento matemático ya sea
a través de factores socioculturales o bien personales. Se comenta sobre los
escenarios y describimos los principales rasgos que caracterizan a la matemática
en dicha situación.
2.2 Reformas y el discurso matemático escolar en el profesor
La supuesta secuencialidad de contenidos temáticos en los programas escolares,
presupone una supuesta secuencialidad en el aprendizaje o construcción de
conocimiento. ¿Es el proceso de construcción del conocimiento “secuencial”?
¿Qué evidencia hay de que esto sea así? La literatura especializada (Chevallard,
1998) muestra cómo la organización de contenidos obedece y se rige bajo la
lógica de la economía del “funcionamiento” del sistema ya sea educativo o
didáctico, empero, no bajo la lógica de construcción o aprendizaje de la
matemática. Durante mucho tiempo, las instituciones escolares (en el nivel
superior) han optado por la costumbre de favorecer la enseñanza de los conceptos
matemáticos a través del paradigma de un discurso en forma axiomática-formal.
Es decir, la enseñanza de la matemática se piensa debe hacerse de una forma
axiomática en donde primero es A, luego B, luego C… . y así sucesivamente y que
19
el aprendizaje por su parte, es una reflexión profunda sobre el saber matemático
(ya establecido) de la forma: proposición entonces afirmación ( qp ? ).
A través de los años, este discurso formalista ha sido objeto de diversas
transformaciones y de un estudio sistemático de los fenómenos que conlleva, a la
luz de esto se dio lugar a diversos paradigmas y con ello a diversas teorías, de tal
forma que en cada una de ellas se argumentaba y sostenía una forma de lo que
es aprender o de lo que es construir o hacer matemáticas en situación escolar.
Podemos mencionar entre estas corrientes teóricas una de las que tuvo un gran
impacto y aceptación por diversas instituciones escolares fue el constructivismo,
donde a la luz de esta corriente hacer matemáticas es igual al paradigma
formalista anterior, es decir, de manera axiomática y aprender por su parte, es la
reflexión profunda acerca de la veracidad de una afirmación dada, de esta manera
se realizaron producciones de “situaciones didácticas” (no en el sentido estricto
referido por Brousseau, 1997) por parte de los profesores, de tal suerte que se
resguardasen bajo verbos como: conjeturar, establecer, hipotetizar, estimar,
desestimar, verificar, bosquejar, representar, modelar,… (Cantoral, 2004). Otras
visiones en contraposición de la anterior, en vez de establecer la veracidad de
que qp ? , se preguntaba ¿será qué qp ? ?
Este decreto por parte de las instituciones escolares de acogerse bajo una visión o
la otra, debieron movilizar la forma y la estructura de como dar clases de
matemáticas. Sin embargo, a pesar de ello las clases hoy en día siguen
conservando rasgos esencialmente iguales a algunas décadas atrás. Clases
20
inscritas en el uso excesivo de técnicas expositivas y discursivas; centralizadas en
el profesor como “único” responsable de la enseñanza (¿y del aprendizaje?).
2.3 Creencias sobre el saber matemático
El ser humano por naturaleza se presenta como dos seres, individual y social
(Durkheim, 1996). En el que a ciencia cierta estos dos seres que coexisten en uno
solo, no son iguales, pero tampoco son ajenos, esto es, no podemos decir que el
ser humano es totalmente individual y que sus reflexiones son productos
exclusivamente de su cognición, empero, tampoco podemos decir que sus
pensamientos son totalmente sociales, es decir, los individuos aun en una misma
sociedad actuán y se desenvuelven de diferente manera logrando conservar
rasgos esencialmente iguales de comportamiento.
En Arrieta (2003), se establece que:
Cada individuo en una sociedad es una parte de un todo, que es la
sociedad, pero esta interviene, desde el nacimiento del individuo, con su
lenguaje, sus normas, sus prohibiciones, su cultura, su saber; el todo
está en la parte. Y, sin embargo, somos singulares puesto que “el todo
esta en la parte” no significa que la parte sea un reflejo puro y simple
del todo. Cada parte conserva su singularidad y su individualidad pero,
de algún modo, contiene el todo (pp.21).
A través de este y otros argumentos se sostiene que el aprendizaje: es una
actividad humana situada en contextos sociales y culturales, donde los actores
21
sociales ejercen prácticas usando y construyendo herramientas, modificando con
esta actividad, las mismas prácticas, su entorno, sus realidades, sus herramientas
y su identidad.
Por otra parte, podemos emplear este mismo argumento para el caso del profesor
de matemáticas, en él, el todo y las partes, se torna aun más complejo, es decir, él
está constituido en al menos tres “todos”: la sociedad, la práctica laboral y las
instituciones escolares, pero a su vez, éste conserva su individualidad e
independencia, sus creencias personales de cada una de los tres “todos”
anteriores. Estos “todos” en ocasiones son opuestos, por ejemplo, hacer
matemáticas. ¿Puede pensarse en enseñar la integral antes que la derivada? y/o
contradictorios; Cómo se utiliza y aplica la matemática, ¿habrá problemas reales
en donde los datos se presentan organizados, tal como se presentan en la
escuela? Es decir, el sistema didáctico versus la práctica laboral.
Todo esto de alguna u otra manera, establecemos que incide en un proceso de
enseñanza-aprendizaje de las matemáticas, o bien ¿podemos pensar que el
profesor al dar su clase de matemáticas lo hace libre de algunos de los preceptos
anteriores?
2.4 Lo secuencial y epistemología del saber
El discurso matemático escolar (dme), por años se ha organizado bajo el
paradigma de que el conocimiento se da en forma secuencial o bien en forma
axiomática, de tal manera que para resolver un problema es necesario tener las
22
herramientas necesarias para ello. O que es necesario primero definir y luego usar
un objeto matemático.
Sin embargo, el valor funcional del concepto matemático, epistemólogicamente,
antecede al valor teórico, esto es, el último paso para concretar un concepto
matemático es exactamente definirlo en términos de estructuras en las cuales este
interviene y de las propiedades que satisface (Brousseau, 1997).
Castañeda (2006) a través de un análisis de los libros de texto para el caso de la
formación del discurso sobre el máximo y mínimo de las funciones, establece que
el fenómeno se remonta, en ese caso, al hecho de que se pensó en llegar a un
número mayor de personas, mediante un lenguaje accesible a la población no
especializada. Él dice: esto produjo una transposición didáctica del cálculo en el
que las ideas aparecieron adaptadas a una circunstancia específica <<la
difusión>> y se organizaron en una secuencia lógica atendiendo a la evolución y
profundidad de las ideas. Por tanto, no se entendió el ejercicio de difusión como la
reimpresión y publicación en gran escala de los originales.
2.5 Selección de saberes
El primer paso para la realización de currículos escolares es una dialéctica entre
los saberes matemáticos a estudiar y las necesidades sociales a satisfacer, pues
como lo indica Chevallard (1997), (… ) todo proyecto social de enseñanza se
establece mediante la identificación y designación de saberes (...), de modo que
dentro toda la gama de saberes se elegirán unos con la finalidad de ser
enseñados. Esta elección no es única, por el contrario, es múltiple, es decir, una
23
vez elegido el saber a enseñar, se tendría que establecer ¿qué del saber se ha de
enseñar?, ¿con qué profundidad? y más aun ¿qué versión (creación didáctica) del
saber se habrá de enseñar? Por ejemplo, supóngase que estamos interesados en
enseñar cálculo, en específico, derivadas, cuál versión debemos enseñar la de
Leibniz (como curvas poligonales) o la de Newton (como velocidades de cambio)*,
o tal vez ninguno de los dos, (si nos situamos en nuestra era y didácticamente
hablando, el de Leithold, el de Spivak o el de D’ Alambert). Sin duda alguna, esto
es algo que los diseñadores de currículos deben elegir, si se piensa en ello; sino,
por el contrario cada profesor lo tendría que hacer. Por lo que, un saber
matemático pasa de la función que le dio origen a cumplir una función social, que
puede o no ser la misma a la de su génesis.
2.6 La producción de conocimiento matemático
La matemática en situación escolar es “construida” y dada a conocer con la
característica intrínseca, es decir, se pone en apariencia que la matemática es
construida a partir de una serie de afirmaciones evidentes que no necesitan ser
demostradas (axiomas), que nos llevan a construir una matemática de un nivel
más elaborado que al anterior, pero, cuya verdad es demostrada a través de los
axiomas, siguiendo esta construcción se dan otros conocimientos en un nivel más
sofisticado que los anteriores, pero, que su verdad es puesta en evidencia a través
de las afirmaciones del nivel anterior. De manara que, la producción de
conocimiento matemático, se puede dar bajo una lógica propia, gracias a su
método axiomático, a partir de cuestionarse profundamente sobre la veracidad de
* Tomado del libro “Desarrollo conceptual de cálculo” Cantoral y Farfán (2004). No textualmente.
24
tal afirmación, esto da muestra de la autonomía que posee la matemática por si
misma, es decir, es una ciencia que se puede generar así misma, tal es el caso
por ejemplo, de la producción de conocimiento matemático cuando se negó o
afirmó el quinto postulado de Euclides.
Por otra parte, cuando en su caso, la matemática entabla la relación con otras
ciencias se deja percibir que la matemática es preexistente a las demás puesto
que ella es la herramienta para que las demás funcionen; ¿de qué manera pues,
podría resolver la física sus problemas sino hubiera matemáticas? La creencia de
que la matemática es una disciplina más antigua e importante que la física,
astronomía, química, etc. es muy divulgada en nuestro entorno social, Sin
embargo, es el saber matemático el que surge a través del planteamiento de
preguntas en cada uno de los contextos de las ciencias, es decir, la matemática
muchas veces, no se crea así misma, por el contrario, surge cuando el ser
humano se enfrenta a la resolución de tareas específicas o a la explicación de
fenómenos de su vida cotidiana, por ejemplo, preguntas como: “si el ser humano y
nuestro planeta están sometidos constantemente a los rayos del sol” ¿cómo es
que no se ha quemado la tierra? llevaron a plantearse modelos, favoreciendo con
ello el surgimiento de las series de Fourier.
En este orden de ideas, diremos que el pensamiento matemático, suele
interpretarse de distintas formas; por un lado se le entiende como una reflexión
espontánea que los matemáticos realizan sobre la naturaleza de su conocimiento
y sobre la naturaleza del proceso de descubrimiento e invención en matemáticas.
Por otra, se entiende como parte de un ambiente científico en el cual los
25
conceptos y las técnicas matemáticas surgen y se desarrollan en la resolución de
tareas; finalmente, una tercera visión considera que el pensamiento matemático se
desarrolla en todos los seres humanos en el enfrentamiento cotidiano a múltiples
tareas (Cantoral, et al, 2000).
Actualmente bajo esta última visión, podemos encontrar estudios sobre los
contextos socioculturales que dan evidencia de cómo el saber matemático
responde a escenarios particulares, por ejemplo, en Cantoral (2001) citado en
Castañeda (2006), él muestra que por lo menos existen tres versiones de la
integral, la de Cauchy-Riemann, la de Newton-Leibniz y la de Wallis, las tres
presentaciones no solo difieren por la época en la que fueron desarrolladas sino
también respecto de las explicaciones de las que echan mano. Esto da cuenta de
que el saber matemático es constantemente creado según las necesidades
sociales de la era, porque en este sentido no podemos hablar de una evolución de
un concepto matemático, es decir, no es que la integral de Wallis halla sucedido a
la de Newton o viceversa, sino que en sí, cada una responde a necesidades
sociales diferentes. O como lo muestra Montiel (2005) para el caso de la función
trigonométrica, donde ésta estuvo asociada a prácticas sociales como la
anticipación, la predicción y la formalización, a su vez asociadas a las prácticas de
referencia como la matematización de la astronomía, la matematización de la
física y la matematización de la transferencia del calor, respectivamente.
26
2.7 Usos de la matemática
La matemática puede ser usada de diversas formas en diversos contextos,
cualquiera que sea el uso, el saber puesto en juego adquirirá un carácter situado
específico, por ejemplo, situándonos en un contexto escolar, es evidente que la
matemática nunca se hizo pensando en ser enseñada, puesto que ella surge y se
construye a través de las actividades a las que el ser humano se enfrenta. Más las
necesidades sociales de enseñanza obligaron a una escolarización de los
saberes, luego entonces, a que el saber adquiera un carácter específico, como por
ejemplo, una estructura axiomática.
Por ejemplo, en Marcolini (2005) se muestra como respecto a la serie de Taylor
hoy en día en las aulas de clases se favorece su aprendizaje como un instrumento
de convergencia en lugar de ser utilizada como una herramienta de predicción
como original fue concebida. Este hecho hace que el saber matemático puesto en
juego adquiera características específicas como que sea preexistente (forma) y
que sea utilizada como un instrumento de convergencia (uso).
En Parra (2003) se señala que, algunos profesores creen que la matemática es un
lenguaje y como tal enfocan sus clases de matemáticas a que los estudiantes se
aprendan la sintaxis valida universalmente, otros piensan que la matemática es un
conjunto de axiomas estructurados de manera formal y enfocan sus esfuerzos en
este rubro, algunos piensa que es un conjunto de ideas independientes del mundo
y otros pocos, entiende a la matemática como producto de una realidad concreta y
de la experiencia. En cualquiera de los casos, son las creencias sobre el uso del
27
saber matemático entre los profesores lo que hace que la matemática sea utilizada
para un objetivo específico.
Pero no acaso es la matemática puesta en escenarios escolares por alguna razón
más que lo que de ella se reinterpreta por los agentes de este sistema, de qué
manera se hace este proceso, es decir, cómo es que la matemática pasa de ser
un objeto de predicción, en el caso de la serie de Taylor, a ser un objeto de
convergencia.
Este estudio se centró en parte a ello, poniendo énfasis no en aspectos intrínsecos
a la(s) persona(s), tal como presenta Parra (2004), sino más bien en los aspectos
sociales, puesto que suponemos ellos también intervienen. Por ejemplo, a lo largo
de los años diversas investigaciones en el campo de la sociología y recientemente
en matemática educativa (Arrieta, 2003; Buendía, 2004; Montiel, 2005), muestran
que el pensamiento humano no es intrínsecamente propiedad de un individuo,
sino que ello más bien responde a una forma socialmente compartida de un grupo,
comunidad o sociedad, incluso, cuando el ser humano piensa matemáticamente.
29
3.1 Introducción
El proceso de selección de los problemas de investigación en cualquier disciplina
científica debe estar conectada con un marco teórico y con teorías específicas que
den significación a los mismos, de modo que los conocimientos aportados
contribuyan a la compresión global de los fenómenos didácticos (Aparicio, 2003)
de esta manera a lo largo de este capítulo se discutirá primero algunos aspectos
relativos a la selección de teorías acordes al objetivo de la investigación.
Centraremos la discusión en la aproximación teórica de la socioepistemología o el
acercamiento socioepistemológico (Cantoral y Farfán, 2003). Una vez acogidos al
seno de este marco teórico de investigación en matemática educativa, veremos
cómo algunos de los términos que comúnmente manejamos en el ámbito
educativo y que hemos utilizado en capítulos anteriores adquieren un nuevo
significado, por ejemplo, la práctica social.
3.2 Aspectos relativos a la selección de teorías
Considerando el problema y objetivo de investigación dado en capítulos
anteriores, se puede observar el carácter social de los fenómenos que hemos
estudiado. En efecto, dado que se desea reconocer las relaciones que guardan los
individuos y la cultura entorno a la organización y práctica del currículo de cálculo.
Se puede decir que en cada uno de
nosotros existen dos seres.... el ser
individual y el ser social.
Émile Durkheim. Educación y sociología
30
Empero, queremos decir que no es propiamente el carácter social del estudio lo
que hace que sea de competencia de teorías antropológicas o sociológicas, más
que, de teorías en matemática educativa, pues en efecto, puede pensarse que un
sociólogo o antropólogo con conocimientos de matemática y dotado de
metodologías afines, puede hacer dicha labor. Luego entonces, ¿cuál es la razón
para que sujetos con estudios en matemáticas se centren en estudiar fenómenos
de índole social? Viendo la investigación de esta manera, se acepta que es labor
de teorías sociales, sin embargo, pasamos por alto el enfoque y el centro de
atención que le daría cada uno, es decir, mientras que el antropólogo se interesará
en el origen y la evolución de la sociedad, el sociólogo se interesará en explicar el
hecho social, en tanto que, por su parte el matemático educativo pondrá su
atención en dar cuenta de la matemática en situación escolar a través de lo social,
es decir, lo social es un medio (y no precisamente el objeto de estudio, como si lo
sería para el sociólogo o antropólogo) que permite ampliar las reflexiones y
explicaciones entorno a los diversos fenómenos que ocurren en la educación
matemática.
De esta manera, más que necesitar de teorías antropológicas y de antropólogos o
sociólogos, es necesario la labor de teorías que permitan estudiar de manera
sistémica al profesor, al alumno y el saber, estas componentes, son reconocidas
en matemática educativa como los vértices del triángulo didáctico (en un primer
nivel). Además, en nuestro caso, viendo los elementos en que hemos puesto
nuestro interés, hemos de situar estas componentes en un entorno sociocultural.
31
Actualmente el triángulo didáctico se ha generalizado, por ejemplo, en vez del
profesor puede referirse al rol que juega éste, que es el de normar el saber al
interior del aula (constituida por estudiantes) y de esta manera situar en su lugar a
la institución, que juega a su vez el mismo rol en las comunidades, en vez de
hablar del alumno hablemos de una comunidad, y en lugar de saber hablemos de
currículos (Ver figura 2).
Dicho triángulo o su generalización, en la actualidad es reconocido como la unidad
mínima de análisis de las investigaciones en didáctica de las matemáticas o en
matemática educativa, como es llamada la disciplina por nuestra ubicación
geográfica.
Por otra parte, se puede mencionar que existen diversos paradigmas que permitan
guiar las investigaciones en matemática educativa, por ejemplo, la teoría de los
campos conceptuales (Vergnaud, 1991), la de las representaciones semióticas
(Duval, 1999), la de la transposición didáctica (Chevallard, 1998), las situaciones
didácticas (Brousseau, 1997), la aproximación teórica de la socioepistemología
(Cantoral y Farfán, 2003), etc. Estas teorías se centran, cada una, sobre alguno de
Profesor
Alumno Saber
Institución
Comunidad Currículo
Figura 2
32
los vértices o lados del triángulo didáctico, explicando los fenómenos en didáctica
de las matemáticas desde esa visión.
Por ejemplo, la teoría de los campos conceptuales de Vergnaud (1991) y la de las
representaciones semióticas de Duval (1999), permiten explicar los fenómenos en
didáctica de las matemáticas tomando como centro de sus reflexiones al alumno y
su relación con el saber matemático en situación escolar, así, permiten explicar el
comportamiento cognitivo de los estudiantes ante ciertas actividades matemáticas
específicas (Cantoral y Farfán, 2003), por ejemplo, se permite explicar por qué si
algunos estudiantes pueden hacer la suma de dos medidas de una misma serie de
objetos con gran facilidad, hasta cierto punto, ante el cambio de situación como
realizar la suma de una cantidad inicial de objetos más la de una cantidad final,
después de sufrir una transformación, ellos no pueden hacerlo con la misma
destreza que en la primera situación. O explicar, bajo la visión de Duval, porque el
estudiante puede tener un gran dominio en un contexto algebraico para hallar
raíces de polinomios, pero ante el cambio a un contexto geométrico, en muchas
ocasiones, ellos tienen un gran fracaso. De esta manera, dichas teorías permiten
establecer una relación cognitiva entre alumno y saber.
Por otro lado, teorías como la de situaciones didácticas de Brousseau (1997)
permiten establecer un contrato didáctico entre el profesor y el alumno. Y teorías
como las de Chevallard dejan entre ver los efectos de transposición didáctica de
las que son objeto los saberes, estableciendo de esta manera una relación entre
profesor y saber, de transposición. Dichas relaciones establecidas son tomadas en
ocasiones como los lados del triángulo didáctico.
33
Sin embargo, dichas aproximaciones aunque explican las relaciones que desean
explicar, no asumen que este triángulo es situado. Dejando de lado los efectos del
entorno sociocultural sobre los agentes del sistema educativo, como establece la
teoría Socioepistemológica al proponer la tesis, de que las prácticas sociales
tienen una función normativa en las actividades de los seres humanos. Y de esta
manera, dichas relaciones retomarían nuevos significados. Es decir, la relación
alumno-profesor es percibida como un producto de la cultura donde se encuentra
inmerso el individuo.
Al percibir el carácter sociocultural de los fenómenos en didáctica de las
matemáticas y con ello el del triángulo didáctico, se permite hacer referencia a la
aproximación teórica de la socioepistemología la cual permite hacer estudios de
corte sociocultural de tal manera que en ella se perciba que el triángulo didáctico
es situado social y culturalmente, y de esta manera darle un enfoque diferente a
los vértices y lados del triángulo didáctico, además de un tratamiento sistémico se
concibe a su vez los escenarios socioculturales. De esta manera, una vez
discernido y argumentado la razón por la cual nos acogemos por una teoría y no
por otra, veamos lo que se entiende por ello y qué de particular nos interesó tomar
de dicha teoría.
3.3 La socioepistemología y las prácticas sociales
Recientemente un grupo de investigadores de matemática educativa en nuestro
país comparten la visión de plantearse como tarea fundamental el examen del
conocimiento situado, aquel que atiende a las circunstancias y escenarios
34
socioculturales particulares, caracterizando al conocimiento como fruto entre
epistemología y factores sociales (Cantoral, 2002; citado en Montiel, 2006). Esto
supone el problematizar al saber matemático a través de la atmósfera donde ésta
surge, escenarios sociales, con la finalidad de proveer explicaciones a los
fenómenos didácticos, esta visión rompe de principio con los paradigmas
preexistentes a él, pues de principio pone en cuestionamiento el saber matemático
y en segunda, porque se enfoca al estudio de elementos sociales presentes
cuando el ser humano construye matemática y no, en la matemática misma. Por
ejemplo, se piensa que cuando el ser humano hace matemáticas solo intervenían
él y el saber puesto en juego, hoy en día se sabe, que igual intervienen factores
como la institución donde está inmerso, el profesor (Brousseau, 1997) y la
sociedad en la que desenvuelve (Cantoral, 2000).
Es entonces como un grupo de investigadores en nuestro país proceden a
investigar como sigue, si el conocimiento matemático es de la forma qp ? ,
entonces se ocupa, dice Cantoral (2004), de problematizar el saber, por ejemplo,
¿p?, ¿será p el punto de partida?, ¿de donde provino p? en este caso se ocupa de
desnaturalizar o desmatematizar el saber matemático al aceptar que antes que
hablar de p, habrá que hacerlo sobre un complejo de prácticas, de naturaleza
social, que den sentido y significado al saber matemático escolar. De esta manera,
se acepta que se puede generar matemática externa a ella, es decir, por medio de
una praxis que evoluciona y que se convierta en lo que norma la actividad
matemática (práctica social).
35
Esta visión y forma de hacer investigación en matemática educativa es conocido
actualmente no solo en México, sino en otras partes del mundo como una
aproximación socioepistemológica. Por ejemplo, en Wikipedia (2006b) se dice: La
socioepistemología (del latín socialis y el griego ep?st?µ?, episteme,
"conocimiento" o "saber", y ?????, logos, "razonamiento" o "discurso"), también
conocida como epistemología de las prácticas o filosofía de las experiencias, es
una rama de la epistemología que estudia la construcción social del conocimiento.
Y aunque, es una teoría, que esta en proceso de construcción, existe ya una gran
diversidad de trabajos que la toman como marco teórico, véase por ejemplo,
Aparicio (2006) y (2003), Buendía (2003), Covian (2006), entre otros.
Covian (2006) propone y muestra un modelo de la evolución de la práctica, la cual
se presentará en tres etapas, a saber, etapa inicial, etapa primaria y etapa teórica.
Es en está última donde se hace visible el concepto de práctica social, la cual no
es sólo la evolución de la actividad humana y la praxis, sino que goza de un poder
coercitivo sobre los individuos de la sociedad. Por ejemplo, una práctica social
encontrada a través de un estudio de corte socioepistemológico es la práctica de
la predicción, que a falta de controlar el tiempo a voluntad, obliga a los grupos
sociales a predecir, a anticipar los eventos con cierta racionalidad y de la cual
deriva todo un cuerpo teórico de conocimientos y un aparato herramental como lo
es el cálculo infinitesimal.
En Arrieta, et al, (2004), se postula que son las prácticas sociales las que permiten
a los individuos generar conocimiento, pues son ellas un conjunto de acciones
voluntarias que intencionalmente desarrolla el ser humano para construir
36
conocimiento. Es decir, es algo que los incita a hacer lo que hacen y no por ser
una mera obligación preestablecida sino porque es una actividad social y como tal
está investida de un poder coercitivo que se establece por medios sociales.
Es así, como la socioepistemología se ha a dado a la tarea de encontrar las
prácticas sociales en algunos temas de matemáticas, muestra de ello son las
diversas prácticas sociales halladas a través de las investigaciones, como por
ejemplo, la de predicción, la de comparación, la de aproximación y la de
estimación (Aparicio, 2003).
3.4 Lo Social y lo cultural
Estamos tan acostumbrados en nuestra hablar cotidiano a utilizar la palabra
sociedad y se nos ha enseñado a distinguir bien entre una y otra, a través de
meramente examinar si se tiene una característica observable, del tipo físico;
principalmente, el grupo al que nos referimos, es decir, cuando nos referimos a la
sociedad yucateca aceptamos el término tal vez porque es “obvio” que se refiere a
las personas que viven en el estado de Yucatán, cuando se habla de la sociedad
mexicana, nos referimos a las personas que viven en México, aun en otras
situaciones distinguimos bien una sociedad, por ejemplo, cuando hablamos de la
alta o baja sociedad son distinguibles estas por la cantidad de dinero o por la
apariencia que tienen las personas en cada uno de los casos mencionados.
Pero, si distinguir entre una y otra sociedad se reduce a la observación de
características físicas, de qué manera podemos hablar de sociedades de
mexicanos viviendo en estados unidos de Norteamérica, o incluso de qué manera
37
hablar de una sociedad yucateca sin una delimitación geográfica, dónde acaba
una sociedad y comienza otra sino hay una delimitación geográfica, más aun,
cuántas personas podemos decir que forman una sociedad.
Puesto que aun dentro de una misma sociedad podemos encontrar sociedades de
otros estilos, es de nuestro parecer que dicho término puede ser definido en
términos de cosas no cuantificables, ni físicas. Es decir, existen fenómenos
totalmente exteriores al individuo, al lugar y al número de personas que hicieron
que tal sociedad sea hoy en día como es y que de esta manera se pueda distinguir
entre una y otra sociedad.
Observemos que una de las características de toda sociedad (que no es física y ni
geográfica) es el poder normativo con el que actúa sobre los individuos que la
conforman, por ejemplo, quién osaría ir vestido con pantaloncillos cortos y una
chamarra a una fiesta de gala en la noche. Ciertamente no existe una legislación
que lo impida, ni que las demás personas lo hagan directamente, pero hay algo
fuera de ellos que les dice como ir, pues sino están propensos a las burlas y
críticas de los individuos. Es la sociedad la que habla por boca de aquellos que las
afirman en presencia nuestra: es ella la que oímos oyéndoles y la voz de todos
tiene un acento que no podría tener la de uno solo… ella tiende a rechazar las
representaciones que la contradicen, las mantiene a distancia; impone, al
contrario, actos que la realizan, y esto no por una coerción material o por la
perspectiva de una coerción de este tipo, sino por el simple brillo de la energía
mental que está en ella (Durkheim, 2000).
38
Esta imposición no se limita solo a decirnos como vestir, como comer o que
comer, sino que, abarca muchos otros aspectos, más de los que podemos
imaginar, imponiéndonos sus condiciones y sus formas de realizarlo, inclusive
eligiéndonos las carreras que hemos de estudiar, caracterizando lo bueno, lo
malo, estableciendo qué es lo normal y qué lo anormal, hacia a donde debemos
encaminar nuestros esfuerzos para contribuir al objetivo social (por cierto, más
bien, implícito), la religión a profesar, como comportarnos, como pensar, etc.
¿Cómo pensar? En efecto, pensar es un acto de naturaleza intrínseca a la
persona, pero dada la normatividad de la sociedad, se vuelve un acto social,
aunque claro está, no todos los individuos de una sociedad piensan de la misma
manera, pues existen particularidades, pero, tampoco es posible encontrar por
encima de la media, formas de pensar radicales.
Es por ello que pensamos en lo social como aquellas formas de pensamiento
externas al individuo, que son compartidas por encima de la media y que están
investidas de un poder normativo.
Por otra parte, existen ciertas prácticas preexistentes a la sociedad (siempre y
cuando ella no sea la elemental, en el sentido de Durkheim (2006)), es decir, son
aquellas trasmitidas y/o que permanecen con la evolución de la sociedad, ellas
por ejemplo, nos dicen cómo hacer ciertas cosas, o cómo se hacían, y las formas
de apreciar algo, en este sentido es que concebimos que una de las formas en
como se caracteriza a la cultura es como lo hace Taylor (1995) citado en
Wikipedia (2006) siendo para él, aquel todo complejo que incluye el conocimiento,
39
las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres, y cualesquiera otros
hábitos y capacidades adquiridos por el hombre.
En síntesis, mientras que la sociedad es caracterizada principalmente por su
poder normativo sobre los individuos que la conforman, la cultura por su parte es
caracterizada principalmente por aquellos conocimientos acumulados a través de
los años de existencia de dicha sociedad (aunque actualmente están siendo
aceptados, los conocimientos producto de otras sociedades como parte de la
cultura de una sociedad, por ejemplo, el conocimiento matemático).
3.5 Determinación de algunos términos clave para el estudio
En este apartado nos centráramos principalmente en la determinación,
dialectización y caracterización de aquellos términos que son los que nos
interesan sobremanera en este estudio. Con base en el marco ya definido
trataremos precisamente de lograr esta caracterización y a su vez de reflexionar
acerca de los fenómenos que conlleva desde esta misma perspectiva.
3.5.1 Lo situado
Situar, localizar y ubicar en muchas ocasiones son tomados como sinónimos,
aunque a decir verdad, es el escenario donde nos hallemos el que nos limita, en
ocasiones, asignar cierto significado a estas u otras palabras. Para fines de
profundidad y alcance de este estudio, nos es preciso el delimitar el significado de
cada uno de los términos a utilizar, en particular, el significado de la palabra situar.
Al menos que se desee que las palabras se han reinterpretadas a gusto y placer
40
del lector, tal y como sucedía en la sociología según señala Durkheim (2006)
cuando se habla de términos como la familia, el delito, la sociedad, etc., que por
considerarse cotidianos en nuestro hablar eran innecesario definir. Sin embargo,
cuando el sociólogo diga, por ejemplo, “la familia es la base central de una
sociedad”, ¿qué debemos entender por familia? aquella formada por padre, madre
e hijo (s), según la concepción (ideal) católica, empero no acaso en oriente o en el
pasado podemos encontrar que la estructura de las familias es diferente a la
anterior o tal vez en una concepción, un tanto más platónica, deberíamos entender
por familia aquel conjunto de personas que contribuyen al desarrollo de cada uno
de los elementos del conjunto, aceptándolos, aconsejándolos, dándole hogar, etc.
De esta manera, así como en sociología es preciso el uso de un lenguaje para
denominar ciertos fenómenos u objetos propios de ella, al igual en la matemática
educativa es necesaria la definición de los términos propios a utilizar, así cuando
alguien utilice palabras tales como escenario, contexto, contrato, conversión,
transponer, etc., se puede entender el alcance y profundidad de dichos términos.
En nuestro caso, cuando a lo largo de este escrito digamos situar o carácter
situado, se debe entender algo más que localizar y ubicar, que cotidianamente se
podrían pasar por sinónimos todos ellos.
En el diccionario de la academia española de la lengua (Versión Web), localizar,
es tomado en un sentido de delimitar, fijar o encerrar a alguien en un lugar
determinado. Ubicar se refiere a instalar en determinado espacio o lugar y situar
es poner a alguien en determinado sitio o situación.
41
De manera simplista vemos que las tres palabras refieren a la noción de lugar,
espacio o las coordenadas donde se puede encontrar un determinado objeto, en el
sentido de localizar se refiere al hecho de que el objeto ya está en un espacio
predeterminado al cual solo tenemos que hallar sus coordenadas en un plano, en
tanto que ubicar, más que el objeto esté en dicho lugar de manera
predeterminada, hace referencia a instalar o poner un objeto en algún lugar. De
manera que, mientras en el primer caso el objeto se encuentra de manera
anticipada en el lugar en el segundo es el resultado de la acción de quien lo pone
en un lugar.
En tanto que situar no solo se refiere a ubicar o localizar un objeto haciendo
referencia al espacio físico, sino que su significado va más allá, al hacer referencia
a la situación, es decir, en sí todo un escenario en el cual es puesto, ubicado o
localizado un objeto, en nuestro caso, matemático. Tal y cual dice Cantoral (2002),
citado en Martínez (2005), lo situado se refiere aquel que a tiende a circunstancias
y escenarios particulares.
Luego entonces, por el carácter situado de la matemática escolar (caso específico,
el currículo de cálculo) entenderemos a la forma y uso que adquiere la matemática
escolar, o una forma de pensamiento matemático, cuando esta responde a los
escenarios donde es puesta en juego. Por ejemplo, situando a la matemática en el
aula de clases, podremos decir que el carácter situado que la matemática
adquiere es de una matemática que responde a circunstancias y escenarios
específicos, por ejemplo, responde a una forma axiomática de presentación y
tratamiento de contenidos, la cual es usada única y exclusivamente para cubrir
42
una necesidad de enseñanza, misma que puede pensarse como la actividad que
ha de conducir a que el alumno se apropie de ciertos algoritmos y técnicas
algebraicas para la resolución de tareas escolares.
3.5.1.1 Lo situado o lo universal
Concibiendo así lo situado, se nos pone en el camino, al menos dos vías para
concebir los hechos tanto cotidianos como inusuales; una es percibirlos
precisamente como que responde a circunstancias particulares y la otra, pensar
que se da por cuestiones de tipo universal o mejor dicho, descontextualizado. Por
ejemplo, en el primer caso podemos pensar en cuestiones como el estado de
ánimo, las creencias religiosas, la lengua que hablamos, el tipo de moneda que
utilizamos, etc., en el segundo caso, la verdad no hemos hallado hasta el
momento ejemplos que repodan a este orden de cosas, es decir, cómo pensar en
algo que se da por espontaneidad y que no tiene circunstancias asociadas que lo
hacen ser como es y no de otra manera.
Pensemos por ejemplo en la risa, esta podríamos decir que denota el compartir la
alegría, la felicidad o el agrado de una situación, de manera universal, y hay que
recalcar que hablamos de una risa sincera y no aquella que tiene la intención de
hacer mofa de los demás, más qué pasaría si soltáramos una risa en una
situación, como un funeral, inmediatamente seriamos presa de esa presión del
grupo de individuos que nos exige el comportarnos de la manera “correcta”. En
nuestro quehacer cotidiano no acaso podemos interactuar y convivir con otra
persona sin poder asegurar que nuestras palabras o gestos van a tener otra
43
interpretación más de la que nosotros le quisimos dar, cuan problemático es a
veces esta situación.
En ocasiones, se piensa que la matemática es una abstracción de una realidad
descontextualizada para responder a diversas situaciones, empero aun así, las
proposiciones o teoremas que de ella emanan, están condicionadas, valga la
expresión, por las condiciones a las que estén sujetos los susodichos, por
ejemplo, los postulados en geometría están sujetos al plano en el que se esté
trabajando, los teoremas de la forma qp ? ; la veracidad de q esta sujeta a las
condiciones de p, etc., y más aun, la forma y el establecimiento de un teorema o
postulado responde a una situación específica, por ejemplo, el cálculo escolar, no
es más que la respuesta a una necesidad de enseñanza de los trabajos de Leibniz
y Newton, donde el primero surge de la situación de medir curvas y en el segundo
el interés por el movimiento de los cuerpos.
Pero si los significados y las acciones son más particulares que universales
¿cómo es que nos entendemos? Cómo es qué “donde uno ve blanco, la mayoría,
sino es que todos, ven al igual blanco”, de qué manera nos podemos comunicar
por medio de un lenguaje. Son aquellas imposiciones sociales que actúan de
manera conciente o inconciente para rendir tal efecto, es decir, creemos en ellas
sin razón alguna, sólo por el simple hecho de que tienen un efecto normativo
sobre nosotros, por ejemplo, no podemos salir a la calle sino es de la forma usual
en como es tradicional vestir en nuestra sociedad, es pues lo normativo que nos
hace actuar e incluso entender lo mismo que otras personas, pero no lo normativo
visto desde las leyes, decretos o normas preescritas, sino visto a través de lo
44
social y en efecto, esto es social, pues cuando hablamos en nuestra ciudad, con
los términos que la sociedad nos ha impuesto regionalmente, nos es fácil
comunicarnos y entendernos, pero si se da el caso de que salimos de nuestra
región, en muchas ocasiones se nos presentan dificultades para entender lo que
nos quieren decir aun hablando el mismo idioma (por ejemplo, el español).
3.5.2 El currículo
3.5.2.1 Hacia una concepción del currículo
A través de los años, en educación se han venido desarrollando diversas
definiciones de lo que es un currículo, o éste se ha ido entendiendo de diversas
maneras, por ejemplo para Arnaz (1981) citado en Díaz (2004), el currículo es, el
plan que norma y conduce explícitamente un proceso concreto y determinante de
enseñanza-aprendizaje que se desarrolla en una institución educativa (… ) Es un
conjunto interrelacionado de conceptos, proposiciones y normas, estructurado en
forma anticipada a acciones que se quiere organizar; en otras palabras, es una
construcción conceptual destinada a conducir acciones, pero no las acciones
mismas, si bien, de ellos se desprenden evidencias que hacen posible introducir
ajustes o modificaciones.
Mientras que para Arredondo (1981) citado en Díaz (2004), dice que el currículo
es el resultado de a) el análisis y reflexión sobre las características del contexto,
del educando y de los recursos b) la definición (tanto explicita como implícita) de
los fines y los objetivos educativos c) la especificación de los medios y los
45
recursos humanos, materiales, informativos, financieros, temporales y
organizativos de manera tal que se logren los fines propuestos.
Y para Glazman y De Ibarrola (1978) citado en Díaz (2004), lo definen como el
conjunto de objetivos de aprendizaje, operacionalizados, convenientemente
agrupados en unidades funcionales y estructuradas de tal manera que conduzcan
a los estudiantes a alcanzar un nivel universitario de dominio de una profesión,
que normen eficientemente las actividades de enseñanza y aprendizaje que se
realizan bajo la dirección de las instituciones educativas responsables, y permitan
la evaluación de todo el proceso de enseñanza.
En tanto que para la propia Díaz (2004), el currículo es la conclusión deducida de
un proceso dinámico de adaptación al cambio social y al sistema educativo. Es el
resultado del análisis del contexto, del educando y de los recursos, implica
también la definición de fines, objetivos, medios y procedimientos para asignar los
recursos.
Pero estas definiciones no sólo difieren por las palabras y con ello lo que implica el
uso de estos términos, por ejemplo, como usar enseñanza o aprendizaje, sino al
igual por la función que cumple el currículo en cada caso; por ejemplo, como sí
éste tiene una carácter normativo o no, o si se concibe al currículo como un
proceso dinámico o estático. Además, a nuestro parecer, todas estas definiciones
son construidas sobre un idealismo en aras de establecer una metodología para la
elaboración de un currículo, pues inmediatamente, dada su definición, proceden a
establecer una forma de realizar esto. Pero, bien podríamos nosotros haber
46
pasado por alto las bondades que estos autores nos señalan, por ejemplo, como
que todos ellos tienen en común que el currículo es un acto de planeación.
En aras de establecer una caracterización del currículo, en particular de la función
a cumplir y el carácter de éste, procedamos a reflexionar en los inicios de la
educación y cómo ella fue evolucionando hasta llegar a lo que hoy en día es. De
esta manera, debiéramos comenzar por establecer las formas elementales de la
educación, pero a nuestro parecer podemos saltar este gran camino gracias a los
trabajos realizados en esta dirección del sociólogo Émilie Durkheim, para más
referencia consúltese “educación y sociología” de mencionado autor. Es así en
que simplemente nos fijaremos en la definición de educación, basados en los
hechos propuestos por el autor antes citado, para que posteriormente nos fijemos
en los medios de cómo llevar ésta acabo con la masificación de la educación, y de
esta manera, vislumbrar alguna forma del currículo.
La educación puede ser entendida de diversas formas, una de ellas es como lo
dice Stuart Mill, todo lo que hacemos por voluntad propia y todo cuanto hacen los
demás a favor nuestro con el fin de aproximarnos a la perfección de nuestra
naturaleza, o como James Mill diría, hacer del individuo instrumento de dicha para
sí mismo y para sus semejantes. Pero estas definiciones pecan de subjetividad,
por ejemplo, ¿qué es aquello que los demás hagan a favor nuestro? O ¿qué es la
dicha? Una definición un poco más satisfactoria obtenida a través de un análisis
crítico de la historia de las sociedades en las cuales se encontró formas
elementales de lo que hoy llamamos así, es la que Durkheim (1996) establece: la
educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre aquéllas que
47
no han alcanzado todavía el grado de madurez necesario para la vida social.
Tiene por objeto el suscitar y desarrollar en el niño un cierto número de estados
físicos, intelectuales y morales, que exigen de él tanto la sociedad política en su
conjunto, como el medio ambiente específico al que está especialmente destinado.
Lo anterior, implícitamente acepta y postula que la educación es eminentemente
un hecho social y a su vez, los fines de la misma. Aunque de esta misma manera
hace emerger preguntas tales como, ¿de qué manera proceder para alcanzar
dichos fines?, es decir, aunque quedase claro que de lo que trata la educación “es
la socialización de las generaciones jóvenes para formar mentes”, aquí queda al
aire qué es formar mentes, como si todos supiesen lo que es hacer esa labor, o
más aun, a través de qué vías llegar a ello.
En un primer instante, la educación era desarrollada a través de los padres, eran
ellos a los que se les reservaba el derecho de cómo hacerlo y por qué vías,
después, por fenómenos como la diversificación, la división, la agrupación de los
individuos en mayor número y con ello acentuar el hecho de que un solo hombre
no podía hacer todo, es decir, no podía ser carpintero, carnicero, alfarero, etc., y
con la complejidad de las tareas a las que se enfrentaba, la sociedad misma
despertó en el individuo la necesidad de saber, pues ya sus necesidades son
mayores y no tan simples, necesidad de un médico, un dentista, un veterinario,
etc., entonces, la cultura científica se tornó imprescindible, y éste es el motivo por
el cual la sociedad la exige en sus miembros y se la impone como una obligación
(Durkheim, 1996).
48
Es entonces, que la educación pasa de ser un acto familiar para convertirse a uno
social, pero este acto; pensamos, es el que lleva implícito la pérdida del proceso y
las vías para alcanzar estos fines, es decir, mientras que para los padres es claro
lo que esperan de su hijo, podría no quedarle claro eso mismo para hijos ajenos.
Pensemos además, en que ya no es un profesor sobre el que recae toda la
educación, sino es sobre un conjunto de ellos, por ejemplo, los de nivel primaria,
secundaria o más aun, situándonos a nivel superior cada profesor desarrolla una
materia, de qué manera estas convergerán para lograr el fin de la educación. En el
liceo de Francia, con la finalidad de sortear esto (acaso un rasgo de currículo) un
ministro instituyó asambleas mensuales en las que todos los profesores asistían
para discutir acerca de las diferentes cuestiones que les atañían a todos… se
acudía con toda puntualidad e interés, pero pronto se pudo constatar que nada
tenían que hablar, dado que todo objetivo común les era ajeno (Durkheim, 1996).
Esto no es más que la muestra de que cada individuo posee un ideal, en muchas
ocasiones, distinto a los que poseen el resto de los demás, por decir, mientras que
para algún profesor lo importante es que la derivada sea vista como variación,
para otro lo importante será que el alumno conozca los símbolos y el lenguaje
involucrado en la derivada, ¿qué de común hay entre estas dos visiones? En el
medioevo, el maestro de la faculté des Arts quería ante todo hacer de sus alumnos
unos dialécticos. En el renacimiento, los jesuitas y los regentes se dieron como
meta la de hacer humanistas (Durkheim, 1996). Es decir, por lo menos cada
profesor tenía trazado un ideal para la educación (de lo que debiera ser), y aunque
49
la forma de llevarlo no es clara, esto es poco relevante, (en este caso), pues no
importa la forma de alcanzar dicho ideal sino el alcanzarlo.
¿Y si es por decreto la forma de alcanzar el ideal? Los reglamentos y los decretos
no pasan de ser meras palabras que no pueden convertirse en realidades más
que con la colaboración de aquellos que son encargados de aplicarlos… más sino,
se aceptan más que a regañadientes, si se someten a su autoridad aun cuando no
comulguen con ellos, no pasaran de ser letra muerta y sus resultados serán
estériles (Durkheim, 1996)
En todo este discurso que acabamos de realizar, encontramos el hilo conductor
que nos guía a establecer en una forma de concebir el currículo, lo primero que
hay que observar es que es de carácter social y debe responder a las necesidades
sociales; en segunda; que trata de establecernos un ideal para formar a los
individuos de cierta sociedad, y que finalmente es una forma de homogenizar los
ideales, más no, de coartar ni de imponer ideales. En síntesis, el currículo no es
más que, como diría Chevallard (1998), un proyecto social de enseñanza y
aprendizaje.
3.5.2.2 Consecuencias
El currículo no es más que un ideal, una utopía, un plan de lo que el alumno debe
aprender o debe ser, más de ninguna manera una imposición, ni algo con carácter
normativo. Y si es así, ¿De qué manera alcanzar el fin último de la educación?
¿No debería ser normativo el currículo? Es decir, piénsese en el proyecto de
construir un edificio de veinte pisos (plantas), no acaso necesitaremos terminar de
50
construir el tercero, para terminar la obra, que seria de una planta que no tuviera el
piso o sus paredes, ¿no acaso sería un proyecto inconcluso? O más aun, un
fracaso de ingeniería. Pero claro está, que el ejemplo precedente responde a un
orden de cosas distintas al que nosotros nos queremos enfocar, pues ello está
centrada en el reino de los objetos físicos, en donde el orden de las bases
(cimientos, principios, raíces, etc.) puede llegar a jugar un papel trascendental
además de que en este reino tratamos con objetos que podemos modificar a
antojo y capricho, en tanto que en el otro, tratamos con personas, es decir,
hablamos del reino de las ideas socialmente compartidas. Pero aun así, que tal si
desearemos aplicar las mismas reglas a este reino, y terminar dicho proyecto en el
tiempo y lugar previstos, ¿podemos despertar en el individuo, una idea de un día a
otro, o en seis meses? Y es que aquí entra en juego la complejidad del
pensamiento del ser humano, es decir, nos referimos al hecho de que, a veces,
tan sólo una circunstancia (o un conjunto de ellas) puede ser un motor para una
serie de cambios en su forma de pensar y actuar. Es decir, en este reino, no es
tan importante y necesario un orden específico para alcanzar la meta, basta con
tener algunos elementos que sean los detonantes para alcanzar nuestro fin o en
pensar de que dichos elementos no necesariamente son alcanzados en los
mismos tiempos, pero que con el tiempo es posible alcanzarlos.
Aun cuando pensemos, en que el carácter normativo del currículo es sui generis,
no sería más que una nueva utopía, pues como ya hemos establecido los decretos
no funcionan, o más aun, pensando que funcionarán en las personas que les
corresponde ejercer el currículo, qué pasaría con las personas que están inmersos
51
en este proyecto, es decir, qué sería de los estudiantes, por ejemplo, piénsese en
un grupo de personas que asiste a un teatro, ¿todos aprenden lo mismo de la
puesta en escena?, o dicho de otra manera ¿ven lo mismo todos? Como si un ser
humano que tiene habilidades para la medicina se le obligara a ser ingeniero, es
decir, como si el ser humano fuera capaz de modificar su intención (de
aprendizaje) y responder a una externa, esto es, no tratamos con objetos que
podamos modificar a antojo y capricho.
Por otro lado, el currículo al tratar de responder a las necesidades sociales trae
consigo una problemática relacionada con el saber, puesto que para responder a
necesidades sociales al momento de realizar el currículo, necesitamos de
antemano tener ya concebidas las herramientas que debemos utilizar, es decir, de
qué manera podemos pretender enseñar cálculo, sino existe un saber matemático
que le designemos de esa manera, en otras palabras, enseñamos sólo aquello
que es explícito o que es preexistente. Aun cuando vayamos a enseñar cálculo no
vamos a enseñar todo el cálculo, así que debemos remitirnos a establecer qué del
cálculo vamos a enseñar.
3.5.2.3 El currículo frente a la globalización
El problema del currículo actualmente, no solo se reduce a responder a las
necesidades particulares de una sociedad específica, ni a las relaciones que ha de
establecer con los sujetos o el saber, pues en el marco de la globalización se
necesita tener también una estrategia para hacerle frente a ello. Y no solamente
pensando en aquel proceso de globalización a nivel mundial o entre naciones que
52
trata de “homogenizar”, sino al igual en los distintos niveles en el sistema
educativo, por ejemplo, las universidades y en nuestro caso particular la autónoma
de Yucatán, hoy en día se busca por mantener en todas sus facultades y
preparatorias adscritas, el regirse bajo el modelo educativo propuesto, que sus
reglas y normas se han usadas, salvo; en ocasiones; de particularidades, y esto
no sólo afecta a los estudiantes y personal académico, sino al igual a los
currículos, pues en ella se percibe que sus programas de estudio deben estar
orientados a conformar una estructura flexible y dinámica, y en otro lado trata de
imponer una forma en cómo dar las cátedras, incorporación en los académicos de
nuevos papeles como facilitadores y promotores del aprendizaje y del trabajo en
grupo (Modelo Educativo Vigente), entre otras acciones que trata de regular. En el
caso de la facultad de ingeniería ésta se mantiene adscrita, adicionalmente, a un
organismo que evalúa y designa lo que se ha de enseñar (CACEI).
Si bien la globalización institucional se da de manera explícita a través de los
diversos documentos que emite un organismo o la universidad a través del modelo
educativo, la filosofía de la universidad, la misión, el reglamento, los objetivos
institucionales, etc., por otro lado la globalización en el contexto de los demás
países y/o estados se da en una relación más bien implícita, pues lo único que se
trata de conciliar es que debiera existir una perfecta relación laboral entre
individuos de cualquier parte del mundo, de esta manera, la gente necesita
aprender un poco de matemática para ser un pueblo independiente, para no
depender de otras naciones. Para que la gente pueda comenzar su propia
53
organización, nuestro propio trabajo, nuestros propios recursos. Y a la vez para
homogeneizar pensamientos (Navarro, 2002).
Es por eso que el currículo, en particular el de matemáticas, hoy en día lucha con
diversas y variadas formas de globalización, tratando de responder a estas
exigencias, pero, y ¿las necesidades particulares? Es decir, aun teniendo en
cuenta a la globalización, la educación para un yucateco no puede ser la misma
que para un poblano, ni que para un japonés. Primero por la forma de
pensamiento de cada uno, segundo por sus costumbres, su lenguaje, y por sobre
todo por sus necesidades sociales de cada uno, por ejemplo, un México con
potencial en cuanto a la diversidad de climas, de recursos naturales y de tierras
por cosechar no puede obligarse a convertirse en un país industrializado vía la
educación; como la haría un país, tal vez, como Japón, dejando de lado sus
potencialidades.
3.6 Metodología del estudio
En este apartado nuestro interés está en hacer explícito la manera de proceder
para desarrollar este estudio, desde su inicio hasta su fin.
De inicio, con fines de difusión nos hemos visto en la necesidad de ordenar este
escrito no según la evolución de las ideas y del análisis de los hechos, sino según
un orden axiomático, es decir, partimos de dar un breve bosquejo de la tesis a
manera de introducción, seguido de ello en el primer capitulo planteamos el
problema de investigación y así sucesivamente hasta llegar a lo que deseamos
mostrar.
54
La forma para contestarnos la pregunta de investigación consistió en el hecho de
considerar una comunidad y aplicar una serie de entrevistas clínicas a los
individuos pertenecientes a este sistema social, estudiar brevemente su historia y
su contexto actual. Una vez recabados dichos datos, procedimos a su trascripción
y organización, para posteriormente hacer un análisis de ellos y unas pequeñas
reflexiones sobre ellos.
Como nuestro interés se centró en el simple hecho de verificar lo que ya de por si,
las tendencias de las investigaciones apuntaban <<el carácter situado de algunos
fenómenos didácticos>> en un primer instante, en el capitulo segundo tomamos
estas investigaciones, a manera de antecedentes, esto mismo, en un segundo
instante nos serviría como un complemento de nuestros datos recabados a
manera de esclarecer las nociones que encontramos a través de nuestras
entrevistas. Es decir, un tipo de investigación documental complementada con la
técnica de entrevistas clínicas.
En capítulos anteriores hemos ya establecido la forma en cómo entendemos el
carácter situado de las cosas, en particular el de la matemática y la matemática
escolar y, la forma en que hemos llegado a esto es a través de un análisis de las
investigaciones ya existentes y las diversas posturas que ellas asumen y no
olvidemos que nuestro interés fue el de recabar información sobre la relación del
sistema didáctico con la práctica escolar y el carácter situado de la matemática
escolar a fin de validar o refutar nuestra hipótesis, la cual consistió en asumir que
son los factores de índole sociocultural los que norman la práctica y la
funcionalidad del currículo de cálculo en una comunidad específica.
55
Por ello la forma de proceder que encontramos viable para llegar a este fin, es el
tomar una sociedad o grupo social específico, en nuestro caso; la comunidad de
maestros de ingeniería del área de cálculo, luego entonces proceder a hacer
entrevistas clínicas, haciendo preguntas que nos dieran cuenta de la relaciones
existentes entre profesor, institución, sociocultura y el saber matemático puesto en
juego. Dichas preguntas fueron hechas pensando en el esquema que se muestra
en la figura 2.
Una vez que las entrevistas fueron llevadas a cabo, procedimos a hacer la
trascripción de éstas de manera textual. Teniendo todas las entrevistas transcritas,
era pues hora de aplicar un análisis de dicha información. Mediante la
triangulación que describe la figura 2, observando de esta manera relaciones o
disociaciones entre estos vértices del triángulo, así, de esta manera podríamos
entender de dónde proceden o donde tienen sus orígenes las prácticas que
desarrollan los profesores al momento de difundir y organizar los temas de cálculo.
Tratando de establecer qué es lo que los hace hacer lo que hacen de esa manera,
Figura 2
Funcionamiento del Sistema Didáctico
Producción de la matemática
Carácter situado de la “matemática”
Mecanismos de Difusión
Usos y condiciones
Cultura
56
y es en este punto entraría en juego nuestro marco teórico definido en términos de
las prácticas sociales.
De manera que una vez hecho el análisis, nos dimos a la tarea de ilustrar y
argumentar la forma en que hicimos nuestras interpretaciones y en los efectos que
tenían al seno de la educación matemática esas interpretaciones, para finalmente
hacer nuestras conclusiones.
Es de señalar que muchas de las cosas que se dicen y se establecen en este
estudio pueden tener diversas connotaciones y de hecho el estudio pudo haber
tomado diversas vertientes, que de ninguna manera negamos que influyan, más
sólo fue de nuestro interés los aspectos tomados en cuenta.
58
4.1 Una percepción del escenario de la comunidad estudiada
Los inicios de la facultad de ingeniería estuvo dado por el C. Manuel Cepeda
Peraza en 1867, quien funda el instituto literario y a su vez una escuela para la
enseñanza de la ingeniería que al parecer dependía del departamento de
educación pública, posteriormente con la formación de la universidad nacional del
sureste (antecedente inmediato de la universidad autónoma de Yucatán) en 1922,
la escuela de ingeniería se integra a ella de manera económica y académica. Esto,
después de más de medio siglo de gozar de una vida independiente de la
universidad, ahora se tiene que encaminar según lo diga la universidad naciente.
Los organismos externos jugaron un papel importante en la formación de la
facultad de ingeniería pues debido a la intervención de la asociación de
constructores de Yucatán es que la universidad se encamina a poner en
funcionamiento nuevamente a la facultad, después de cerca de un semestre de
figurar como inexistente en los documentos de la universidad.
En 1936, la facultad de ingeniería se dice ver obligada a crear la preparatoria
especial para ingeniería con la finalidad de elevar el nivel académico en los
estudiantes que entran a ingeniería, y como una repuesta a que la eficacia se
logra a través de una buena preparación previa y que luego entonces esta no sólo
es circunstancial.
En 1996, se obtiene una acreditación por parte del CACEI después de años de
pasar de tener a pocas personas interesadas en la docencia. En el ámbito de la
investigación los resultados se dieron años más tarde a través de diversos
59
proyectos con financiamiento externo como CONACYT, FOMIX y becas PRIORI,
además de empezar a imprimir su propia revista de divulgación científica que hoy
en día se indexó en LATINDEX y PERIODICA y afiliada a la red REDALYC.
Después de haber vivido todo un proceso basado en la fuerza y el impulso de
cada uno de sus académicos, de suerte que ellas tuvieran un mismo fin. En el año
2000, se hace una evaluación diagnostica en la que se definieron los indicadores
para medir la calidad de su desempeño y en el año 2001, se planteó su plan de
desarrollo de la facultad de ingeniería, el cual tomó como marco de referencia el
plan institucional de desarrollo, el PIFI y el nuevo modelo educativo y académico
de la universidad, de manera que fue adoptado oficialmente en el 2002 y a partir
de este año, parte de los planes de estudio de toda la universidad ha ido
paulatinamente conformándose a este modelo. Es pues que se decide hacer
diversos proyectos donde se planea el tratar de sistematizar e institucionalizar
metas a largo y corto plazo idénticas y que ya no fueran las visiones, la fuerza y el
impulso de cada uno, los que guiaran la educación en la facultad de ingeniería.
Como resultado de todo éste plan, se desarrollan proyectos tales como la
organización de los profesores por academias, mejorar su planta académica,
desarrollo de la investigación, desarrollo de los programas educativos, etc., bajo la
premisa de que es necesario realizar: la docencia, la investigación y la extensión,
de una manera integrada como NO se ha realizado previamente. Y en otra parte
se dice que, se reconoce lo indispensable de todos los recursos pero se da una
especial importancia a la planta académica por ser la directamente involucrada en
utilizar los demás recursos… Además, se delibera que los procesos de educación
60
deben ser cada vez más integrales y centrados en el aprendizaje, dar más
importancia al aprender, a ser más que la simple transmisión de conocimientos.
Este proceso o el plan de desarrollo de la facultad de ingeniería, inició en el año
2001, y se estableció de una visión, con horizonte de 5 años (2006): la facultad de
ingeniería de la UADY consolidará su liderazgo académico regional en la
formación de ingenieros, se proyectará sobre todo el territorio nacional y estará en
capacidad de competir exitosamente fuera de las fronteras de México. Nuestros
graduados estarán a la vanguardia y serán líderes en el siglo XXI en la creación
de la infraestructura y la modernización tecnológica de México. Utilizando sus
conocimientos, habilidades y liderazgo, crearán y utilizarán la tecnología para
atender las demandas de desarrollo, crecimiento y bienestar de la sociedad,
teniendo un especial compromiso con ella a través de una práctica profesional
ética y de calidad, que optimice los recursos y sea consciente del impacto que
puede causar en el medio ambiente, tratando en todo momento de minimizarlo.
4.1.1 Desarrollo curricular: el caso de la facultad de ingeniería
Como hemos ya mencionado en el marco del programa de desarrollo de la
facultad, se elaboró un proyecto enfocado al desarrollo de los currículos, en éste
se plasma que con la finalidad de contar con programas actualizados, modernos y
flexibles que concordaran con el nuevo modelo educativo de la UADY y asimismo,
dieran cumplimiento a todas las recomendaciones de los organismos evaluadores
externos… Además se consideró que se debería diversificar la oferta educativa
aprovechando las fortalezas de la institución y de la facultad.
61
Según lo que se establece en el portal de la dependencia, se alcanzaron las
siguientes metas: se evaluaron y actualizaron los planes de estudio de ingeniería
civil y física, con modificaciones de flexibilidad, actualización y conformación al
nuevo modelo educativo y académico de la UADY, así como avances en la
formación integral de los estudiantes de la licenciatura de ingeniería y que sean
congruentes con las tendencias locales, nacionales y con las tendencias
mundiales. Por otra parte, se desarrolló un estudio de factibilidad para ofrecer la
licenciatura en mecatrónica y como resultado se diseñó su plan de estudios.
Siempre en este mismo sitio se estipula que, algunas de las características más
notables incluidas en los nuevos planes de estudio, son: flexibilidad, integración de
un tronco común, metodologías orientas hacia el aprendizaje y al logro del estudio
independiente, facilidad en la movilidad estudiantil, formación integral de los
estudiantes, vinculación con el entorno, facilidad de una titulación temprana,
participación de estudiantes en proyectos de investigación, inclusión de evolución
de trayecto.
4.1.2 Innovación educativa: el caso de la facultad de ingeniería
Por otra parte, siempre en el marco de sus proyectos que desarrollaron estaba
inmerso el programa de innovación educativa, el cual para su desarrollo se dieron
a la tarea de incorporar nuevos enfoques en las estrategias de enseñanza-
aprendizaje que hagan uso de las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación, y que en general promuevan un aprendizaje de calidad. En este
sentido, fue por el que se impartieron diversos cursos, diplomados y talleres como:
estrategias de aprendizaje, estrategias para la enseñanza con un enfoque
62
constructivista (en 2 ocasiones), computación educativa, ¿quiero mejorar mi clase
de física?, competencias educativas para el siglo XXI, constructivismo en
ingeniería, sistema de educación en línea.
4.2 Entrevistas
Los entrevistados, en nuestro caso, son 3 profesores que han impartido la materia
de cálculo en la facultad de ingeniería, a los que llamaremos en lo sucesivo,
profesor A (PA), profesor B (PB) y profesor C (PC), sus años de estar laborando
en esta facultad son de 4, 20 y 48 años respectivamente. Se realizaron 5
preguntas a todos, y a los dos últimos les hicimos dos más. Las entrevistas se
hicieron en diferentes días y de manera individualizada.
4.2.1 Notación
Los códigos de notación utilizados en nuestras transcripciones de las entrevistas
realizadas son como se indica a continuación:
Letra de molde: Entrevistado
(Cursivas): Entrevistador
[… ]: Silencio de más de tres segundos.
//: Corte de la oración o de la palabra, por parte del otro interlocutor o por el mismo
sujeto.
63
4.2.2 Sobre la cultura entorno a la enseñanza del cálculo
Pregunta: En su opinión, ¿en esta facultad se podría decir que hay o existe una
cultura sobre la enseñanza del cálculo?
PA: [… ] Tanto como una cultura, yo creo que no.
PB: Sí hay una cultura, (si hay una cultura cómo de qué), en cuanto a que
normalmente los maestros siempre tratamos de buscar los mejores
métodos de aprendizaje para los muchachos.
PC: Sí, sí existe.
Observemos que dos de los tres profesores reconocen que existe una cultura
entorno a la práctica docente de la enseñanza del cálculo, aunque al tratar de
explicar en que sentido era ello; les fue difícil el expresarla, por otra parte, vemos
que el único que no reconoció una cultura es el profesor que tiene apenas cuatro
años laborando en la facultad.
4.2.3 La concepción del Cálculo
Pregunta: Imagine que tuviera que explicarle a un estudiante qué es el cálculo,
¿Qué le diría?
PA [… ] bueno el cálculo al que creo que te refieres el cálculo diferencial e
integral, básicamente le diría que es una herramienta matemática que se
64
encarga de estudiar los cambios, los cambios [… ] que sufre alguna [… ]
función o relación.
PB: [… ] En mi caso particular, como siempre he dado clase a los alumnos de
ingeniería pues les diría que es una materia básica para poder hacer sus
aplicaciones en ingeniería.
PC: [… ] No creo que te pueda decir en pocas palabras, tendría que ser una
cosa muy extensa, algo extenso. [… ] Te repito que no te lo podría decir
en una entrevista así, tendría que explicarlo con más detalle al
estudiante.
Nótese como los profesores de la misma dependencia poseen diferentes
concepciones sobre lo que es el cálculo (aquel que enseñan), a saber, una
herramienta, una materia y algo (tan complejo) que no se puede decir en una
entrevista, aunque este mismo profesor, profesor C, dejo entrever en otros lados
de la entrevista que el cálculo es un antecedente, cuando decía cosas, como por
ejemplo, es lo que ellos necesitan como fundamento para sus asignaturas…
Notamos en estas respuestas dadas por los profesores al menos dos
concepciones sobre la enseñanza del cálculo, 1) aquella que mira al estudio del
cálculo como el conjunto de conocimientos teóricos y herramentales que son
antecedente al estudio de las ecuaciones diferenciales o el análisis o asignaturas
avanzadas en general y 2) aquella que entiende al cálculo como una forma de
estudiar, explicar y resolver fenómenos de variación y cambio.
65
De la misma manera resaltamos el hecho de que los dos profesores que
coincidieron en sus respuestas, es decir, los dos que perciben al cálculo como un
antecedente a otras materias, son los mismos que aceptaron la existencia de una
cultura entorno a la enseñanza del cálculo y más aun, son los que llevan más de
veinte años laborando en la dependencia educativa.
4.2.4 Apreciación del currículo
Pregunta: ¿Cuál sería una apreciación de usted hacia los programas de cálculo en
esta dependencia?
PA: [… ] En lo que respecta al programa y los temas que se ven yo digo que
están muy bien.
PB: Que realmente están enfocados a las carreras de ingeniería, al cálculo
aplicado.
PC: Los programas están diseñados de tal manera que le den base al
estudiante para que pueda continuar con sus estudios de ingeniería, no
es una interpretación es considerar la clase de cálculo se trata, se trata
de que el alumno aprenda lo que ya está diseñado como parte de su
formación profesional.
En este apartado, se puede inducir de la respuesta de los tres profesores que el
currículo tiene un carácter normativo, de hecho en el último profesor (PC), el de
mayor antigüedad en la dependencia, es aun más evidente cuando dice: no es
66
una interpretación es considerar la clase de cálculo… . Y eso mismo podemos
entre ver en otras partes de la entrevista, cuando se utilizan palabras como
cumplir, adaptar o cuando tratan de ver si la respuesta es coherente con él.
Por otra parte, se habla que el currículo de cálculo y el modelo educativo es lo que
los guía o “norma” a hacer lo que hacen, más sin embargo, como podemos ver en
el siguiente apartado su práctica docente difiere de lo que se dice tanto el
currículo, como en el modelo educativo. Esta misma “normatividad” tiene como
consecuencia el hacer rígidos y estrictos los contenidos temáticos a desarrollar,
pues, si ellos son incuestionables tal cual están, luego entonces, con uno menos,
sería difícil que adquiera dicha categoría, es decir, si el currículo de cálculo es
aquel formado por la colección de saberes A, B, C, D y E, luego entonces, si
faltará alguna letra (saber), entonces, dicho currículo sería cuestionable.
4.2.5 La práctica docente
Pregunta: ¿Cómo caracterizaría su práctica docente que realiza hoy en día?
PA: Lo tradicional ¿no?, respecto, ¿a dar clases te refieres?, (aja), lo
tradicional una exposición de los temas, en lo que se refiere en cuando
quiero hacer una graficación pues llevo algo una maquina, para
proyectar la gráfica porque siempre es difícil hacerlo sobretodo si es en
tres dimensiones y de allí, bueno es todo.
PB Este, normalmente siempre, trato de buscar el mejor método para que el
67
alumno entienda, pero siempre me queda esa espinita de que hay algo
mejor, normalmente cuando sale uno de una clase tu dices esto si lo
entendieron esto no lo entendieron, esta clase si sentí que lo
entendieron, pero hay días en que sales y vez sus caritas así como de
extrañeza ¿no?, entonces desde mi perspectiva es tratar siempre buscar
el mejor método de aprendizaje para ellos, (pero ese lo varia conforme
los días que van pasando), trato de variarlo a veces es solo clase
expositiva, a veces pues combinada con ejercicios ¿no?, a veces que
ellos pasen a la pizarra, a veces dinámicas de grupo y a veces trato de
llevarlos al centro de computo usando el SWP, scientific word places,
para poder comprender un poquito y no sientan lo abstracto de las
matemáticas.
PC: No entiendo esa palabra, (caracterizaría sí, ¿qué hace?), ¿Qué hago?,
pues trato de que el alumno aprenda, (de que manera realiza esto),
bueno ahorita estamos tratando de cumplir con el nuevo meto// modelo
educativo de la universidad el constructivismo es lo que estamos
tratando de adaptar al dar las clases de cálculo.
En este aspecto nos parece pertinente mencionar que el profesor que dice
reconocer la existencia de una cultura entorno a la enseñanza del cálculo, profesor
C, es el único que dice tratar de implementar el constructivismo, en tanto que los
otros dos en sus respuestas dejaban entre ver que sus clases eran, en su
mayoría, de manera expositiva, sin embargo, el profesor C, en otras partes de la
68
entrevista nos dio indicios para inferir basados en la concepción del currículo de
cálculo y el cálculo que su práctica es de manera tradicional-formal.
Aunque el único que fue abierto y explicito en declarar éste hecho fue el profesor
A, mismo que no reconoce una cultura entorno a la enseñanza del cálculo, mismo
que percibe al cálculo de manera diferente.
Por otra parte, se logra percibir el hecho de que se sienten evaluados por algo, al
hacer expresiones lingüísticas del tipo ¿no?, que no es más que una forma de
preguntar si fue correcto o incorrecto lo que había el dicho en la entrevista. Esto
mismo, ocurre en otras partes de la entrevista, y le atribuimos el mismo sentido a
está expresión.
Es de notar de forma declarada como lo hizo el profesor A o en forma implícita
como se infiere de los otros dos profesores que la práctica docente se da en forma
tradicional formal, pues son ellos quienes buscan el mejor método de aprendizaje,
exponen de diversas formas o dicen tratar de implementar un constructivismo, eso
significa que se trata de modificar lo tradicional-formal en que se desarrolla la
práctica docente actualmente.
4.2.6 La organización de los currículos de cálculo
Pregunta: En su opinión, ¿Cómo se organiza un programa o currículo de cálculo?
Es decir, ¿cuáles son las consideraciones o aspectos que se toman como ejes
para llevar a cabo el programa?
69
PA: En el caso de la facultad de ingeniería, hay un organismo que se
encarga de las evaluaciones, hace poco vinieron los miembros del
CASEI, que es el cuerpo que evalúa la enseñanza de la ingeniería,
básicamente ellos tienen un estándar nacional donde dicen que temas
son los apropiados y creen convenientes que se vean, eso es lo que se
sigue.
PB: Primero que nada hacer una revisión de los estándares nacionales, de lo
que pide CASEI, de lo que pide CENEVAL, y en función de eso, de los
temas que supuestamente son los mínimos para una carrera de
ingeniería y en función de eso hacemos el currículo de la materia, claro
que también vemos las materias que van a estar seriadas, es decir, lo
que ellos necesitan en las materias de aplicación de ciencias de la
ingeniería.
PC: Pues lo que se ha hecho siempre, es este [… ] investigar [… ] en las
asignaturas correspondientes de la ingeniería básica y la ingeniería
aplicada, qué es lo que ellos necesitan como fundamento para sus
asignaturas y en base a eso se han hecho los programas de cálculo.
Algunas de las posibles respuestas en este caso, se podían vislumbrar aun antes
de que ellos nos la contestasen, pero aun así, nos pareció pertinente hacerlas
para observar la conciencia sobre este aspecto. El profesor C, es el único en no
hacer mención de dichos organismos externos implicados en la organización. Esto
70
habla de una globalización y una regulación de parte de ciertas instituciones,
organismos y decretos (por el modelo educativo) que tratan de hacer que, la
enseñanza del cálculo se propicie de una manera y no de otra.
Esto es, se trata de presidir maneras de proceder y de actuar reconocidas y
aceptadas por una comunidad. Más de ninguna manera, se habla, por ejemplo, de
las tendencias y necesidades sociales, de las circunstancias en las que se puede
desarrollar la práctica docente, de la situación cognitiva de los estudiantes o de la
epistemología del saber matemático.
Notemos, como la concepción del cálculo como un antecedente a otras materias
es más evidente aquí, principalmente; en los profesores B y C, y este mismo
hecho, es en el cual se basan para organizar sus programas. Pues el cálculo es
una base para acceder a sus materias de ingeniería básica o aplicada.
4.2.7 Percepción de los cambios en el currículo y la práctica docente
Pregunta: En retrospectiva y en sus años de docente en esta dependencia, ¿Nota
alguna diferencia entre lo que se hacia antes y lo que se hace hoy?
PB: Definitivamente sí, porque al principio cuando una empieza, ya sabes
que no somos profesores de formación, sino que somos ingenieros que
nos dedicamos a dar clase, entonces al principio me acuerdo que sí
realmente como que uno daba su clase y no te importaban tanto lo que
ellos entendieran, ahora, las clases en cuanto a que antes eran clases
puramente expositivas ¿no? eran solamente gis y pizarrón ¿no? Ahorita
71
nos sirven exposiciones en PowerPoint y nos sirven a veces las
funciones a la hora de clases por medio del SWP, entonces si ha
cambiado en cuanto a la metodología; antes era el cien por ciento de los
parciales, ahora no, hay el sesenta-cuarenta, sesenta en el parcial y
cuarenta por ciento en trabajos y participaciones y todos hasta un
proyecto. (Y en la forma de estructurar el cálculo), en la forma de
estructurar pues allá no creo que haya mayor cambio (y por ejemplo sino
ha habido mayor cambio, ¿se siguen manteniendo esos objetivos que se
tenían al inicio?), bueno lo que se ha visto que desde que se inició el
bachillerato general, antes empezábamos con ejercicios de derivadas, a
partir de allá era el cálculo, el caso de una variable y el caso de dos
variables, inclusive cuando yo empecé a dar clase solamente se daba
cálculo de una variable, no se daba cálculo de dos variables, entonces
hoy que se da cálculo de dos variables, la forma de estructurarlo al
incluir el bachillerato general de la prepa incluimos ahora a partir de
límites ¿no? Por que veíamos que ellos traían un poquito de deficiencia
en la parte de límites cuando no llevaban materias optativas ¿no? Que
estaban relacionadas con la parte del cálculo.
PC: hay mucha diferencia claro, (¿En que sentido va esa diferencia?),
Bueno, al principio el alumno tenía que aprender por su cuenta casi
exclusivamente, pero se han ido mejorando las situaciones para que el
alumno aprenda a aprender, claro que guiado por los profesores, (y esto
72
va en el sentido de la enseñaza ¿no?, y ahora en el sentido de
estructurar, de la estructura que lleva el cálculo, hay alguna diferencia en
como estaba estructurado antes a como está estructurado hoy en día), si
creo que ha habido más avances en tecnología en las áreas de las
ingenierías y en base a eso hay más requerimientos en la enseñanza del
cálculo.
En el caso de la organización del currículo, las respuestas obtenidas son
“contradictorias”, es decir, mientras que por un lado se asevera la existencia de
cambios en la estructura del cálculo por otro lado se “niegan” dichos cambios,
aunque después, el profesor B, se retracto en su respuesta, y le atribuyó los
cambios a cuestiones de una falta de conocimiento previos en los estudiantes, en
tanto que el otro, el profesor C, atribuyó los cambios a avances en la ingeniería.
Esto hace evidente, hasta cierto punto, una falta de conocimiento acerca de la
cultura.
Con respecto a la enseñanza del cálculo, los dos argumentaron poner en práctica
cosas novedosas, como el aprender a aprender o clases con ayuda de la
tecnología. En sí, cambiar de la enseñanza al aprendizaje.
4.2.8 Cambios de concepciones sobre el currículo de cálculo
Pregunta: ¿La interpretación hacia el currículo de cálculo que lleva hoy en día es
la misma que la que tenía al inicio de laborar aquí? Sí o No ¿Cuál sería la
diferencia?
73
PB: La interpretación es que antes estaba más que nada centrada para el
método de enseñanza y ahorita esta enfocada al método de aprendizaje
¿no? Más que nada al aprendizaje, antes era más bien al de enseñanza.
PC: Ya te respondí anteriormente con el cambio que ha habido del cálculo la
concepción tiene que ser diferente, pero la que usted tenía ¿vario?, ya te
lo respondí anteriormente ya te dije que es muy diferente la enseñanza
del cálculo de hace 40 años a la enseñanza del cálculo ahora la
concepción tiene que ser diferente
El profesor B, argumentó que el cambio está en pasar de la enseñanza al
aprendizaje, en tanto que el profesor C, no dijo si él cambió su concepción, sólo
dijo: tiene que ser diferente, pero, con respecto a la suya nada dejó entrever.
En ambos podemos extraer que se sienten evaluados por algún tipo de factores o
mecanismos, que los obliga a hacer lo que hacen de la manera en lo que hacen,
sino de otra manera ellos serían blanco de críticas, por ejemplo, cuando dicen
¿No? o tiene que ser diferente.
75
Una vez expuestos las circunstancias, los datos de la comunidad que nos interesó
entrevistar y hecho un breve análisis de sus respuestas, es menester nuestro
ahora el explicar ellos para dar cuenta y ver el alcance de algunos de los aspectos
que encontramos presentes en los datos recabados. No es nuestra intensión el
refutar y echar todo su sistema abajo, pues; de otra manera, ¿qué incongruentes
seriamos con nuestra hipótesis y tesis?
5.1 Sobre la práctica docente en el aula
A través de los hechos precedentes, podemos notar como la práctica docente en
el aula se ve envuelta en toda una noosfera de índole sociocultural que les incita a
hacer y dejar de hacer ciertas cosas, pues, el profesor A, el único que no reconoce
la existencia de una cultura entorno a la enseñanza del cálculo, es el que
abiertamente declara que su práctica docente es tradicional y que el uso que le da
a la tecnología es el expositivo, en tanto, que los otros dos profesores trataron de
atribuir cuanto decían que hacían a cuestiones de un cambio de pasar de la
enseñaza al aprendizaje o a un seguimiento del modelo educativo, pero en si, lo
que ellos hacían en el aula, se puede percibir que es apegarse al método
tradicional-formal de enseñanza. Y en efecto, está noosfera es de índole
sociocultural, pues, dichas acciones no son escritas en el currículo, ni el modelo
educativo, luego entonces, no hay lugar mejor donde tenga su origen para que los
hagan actuar por encima de la media a los profesores con cierta homogeneidad,
que no sean los mecanismos socioculturales.
76
Bajo este mismo esquema, sobre todo para aquellos que siente y reconocen la
existencia de una sociocultura, pero más allá de esto; para los que ya llevan más
años en esta dependencia, se sienten incluso evaluados o en la necesidad de
reproducir discursos, y ¿qué no será de las acciones? aceptados por éste sistema
de creencias y prácticas de naturaleza social. De manera que esto no sólo regula
las actividades que ellos realizan, sino que las rige, así, lo que hacen o dejan de
hacer, como, exponer temas en la pizarra o con tecnología, marcar ejercicios,
hacer que el alumno aprenda, etc. es normado por prácticas de está índole. Que,
como ya dijimos, no son provenientes o tienen su origen en el currículo formal
(escrito) de cálculo.
La práctica docente en el aula se ha convertido en algo sociocultural, al grado que
hoy en día se le denomina tradicional, pero, ¿qué es lo que pasa? quizá el
individuo no puede luchar en contra de todo este sistema de creencias y normas
que imponen las instituciones escolares. Es decir, si desde el inicio de la escuela,
al nivel básico, hasta la universidad son pocos los profesores o las ocasiones que
se nos da una clase diferente, esta tradición que se va construyendo en los
estudiantes y futuros profesores ¿no se puede destruir? O acaso, podemos
encontrar profesores que den su clase de forma radical en comparación con los
demás; llevándoles objetos, tales como un sensor para medir la variación que hay
cuando una persona camina o ir a un rió para estudiar el flujo del agua; acaso no
es verdad que aun estando en aulas diferentes la práctica docente, en el caso del
profesor, sigue conservando una cierta homogeneidad.
77
En efecto, en este punto podemos vislumbrar la influencia de factores
socioculturales sobre las relaciones que se entablan entre profesor, alumno y
saber, como diría D’ Amore (2000) una escolarización de las relaciones. Es decir,
no acaso cuando el profesor hace algo fuera de lo cotidiano para que el alumno
aprenda, como por ejemplo, medir el llenado de un vaso, el mismo alumno dice,
“¿y las matemáticas?” eso que me mostró “¿son matemáticas?”. O en el caso del
profesor, que burla recibiría de sus pares si estando en una facultad de ciencias se
les observara a sus pupilos medir el llenado de un vaso. Claro está, que el
carácter normativo del currículo, en las formas de enseñar, no es intrínseco a él si
no más bien viene de fuera, en específico de factores socioculturales.
Si hoy construimos no trasmitimos, no enseñamos hacemos que aprenda, no
acaso, es un decreto e imposición del nuevo modelo educativo de la universidad
basado en una filosofía constructivista, invirtiendo esfuerzos de toda índole en
cursos de actualización, que antes bien son decretos, que no tienen por sí solos
este carácter normativo de actuar sobre los individuos, pues la evidencia apunta a
que la práctica no responde a todas estos decretos, pero que bien son
acompañados de “decretos” de orden sociocultural para rendir otros frutos. Pues,
no hay nada preescrito que haga a los profesores actuar en la manera que lo
hacen, y sobre todo, haciendo que sus acciones sean hasta cierto punto
homogenizadas.
78
5.2 Conocernos y reconocernos: el caso de la cultura
En los datos recabados es posible observar cómo sólo dos profesores,
reconocieron la existencia de una cultura entorno a la enseñanza del cálculo y en
estos es posible observar cómo las respuestas de lo que decían que hacían y
pensaban, son muy análogas. Por ejemplo, ambos decían tratar de pasar de
enseñar a hacer que el alumno aprenda, ambos perciben la organización del
currículo de cálculo como un antecedente y ambos dicen realizar su práctica
docente de manera análoga. Aunque, lo importante en este punto no es notar si
ellos reconocen o no a la cultura, si no el poder con el que actúa sobre ellos de
manera que esto es lo que nos permite ver lo trascendental que resulta el conocer
y reconocer a lo cultural y lo social, cuando tratamos de hacer reformas en el
currículo o en la práctica docente.
Uno de los objetivos fundamentales de todo sistema educativo en el mundo es la
formación de cuadros capaces de responder a las demandas de una sociedad.
Las formas para lograrlo dependen de los marcos culturales, de las prácticas
sociales y de las historias de las instituciones. Cada sociedad tiene que reconocer
sus condiciones, recursos y posibilidades, establecer sus estrategias, medios y
escenarios, formular acciones y teorizar (hacer conocimiento) para trazar
orientaciones y entender lo que se desarrolla (Cordero, 2006)
En síntesis, lo que plantea todo lo anterior es que conocer y reconocernos es algo
fundamental. ¿Qué sería de nosotros si sólo actuamos por actuar sin saber porqué
hacemos lo que hacemos? Decimos hoy necesitamos cambiar la concepción del
79
currículo o la práctica docente, y los medios inmediatos por los que se quiere
lograr esto es por medio de decretos y normas escritas basadas en teorías que
tienen un carácter situado, pero; más aun, sin saber si ello queda dentro de los
alcances, posibilidades y es acorde a las tendencias de la práctica educativa de la
comunidad en la que deseamos incidir.
Por ejemplo, siendo nuestro país uno con grandes extensiones territoriales, y por
cierto muy productivas, por qué basar nuestra economía en ser un país
industrializado, en lugar de ser uno productor o el decir, hoy somos
constructivistas en lugar de conductistas, el decir que hoy el alumno aprende y no
se le enseña. Sin, siquiera pensar en si está en nuestras posibilidades, o mejor
dicho, en nuestras circunstancias el poder realizar esto.
Nos “empeñamos” en decir, tratamos de cumplir con el nuevo modelo educativo,
sin saber si ello tendría que aplicarse necesariamente de la misma manera como
se aplica aquí, que como se aplica allá, por ejemplo, si la guerra en Irak, o la
invasión a otros países; en general, le resulta a los Estados Unidos de
Norteamérica, acaso eso mismo nos funcionaría a nosotros. Cómo construiría un
estudiante, por si mismo, el concepto de derivada cuando para que Newton o
Leibniz lo hicieran necesitaron de todo un ambiente fenomenológico y de años de
intentos de otros grandes matemáticos, cómo en hora veinte minutos, esperamos
que el estudiante resuma lo que hiciera la humanidad en casi un siglo, y más aun,
sino podemos el resumir en dos palabras lo que la humanidad hiciera con el
cálculo: estudiar cambios. Claro está, no por ello objetamos que no se pueda
hacer, simplemente lo que tratamos de resaltar es el hecho de que más bien cada
80
cosa responde a una circunstancia específica, que los grandes logros se basan en
un estudio y entendimiento de la realidad, mejor dicho, de los hechos o sucesos
históricos en los que nos hemos venido desenvolviendo; por no ser subjetivos.
Es decir, si bien el constructivismo ha funcionado en diversos países, o si la
aplicación de tecnologías para la enseñanza funciona en estados unidos de
Norteamérica, no necesariamente tendría que tener los mismos efectos en nuestro
país. Es decir, no por ello, nuestro nuevo modelo educativo tendría que ser uno de
esos estilos, solo por el hecho de que son las exigencias producto de la
globalización. Puesto que, tal vez nuestra fortaleza radica en otras cosas, y
nuestras debilidades son precisamente las fortalezas de los otros países. Para
lograr cambios significativos en todo los ámbitos, es menester no solo el
considerar la existencia de una cultura en torno al currículo y a la práctica docente,
sino el conocerla y reconocerla, pues no creamos y construimos sobre la nada, por
el contrario, construimos sobre tradiciones y costumbres, que son ahora
inherentes a los individuos, que en muchas ocasiones están investidos de un
poder coercitivo que nos obliga a modificar nuestras conductas e incluso nuestro
pensamiento.
5.3 Lo normativo del currículo: socioculturalmente
Hemos ya establecido cómo la práctica docente no tiene su razón de ser, en gran
parte, en las necesidades que plantea y exige “didacticamente” hablando un
currículo escolar, y en general cómo lo que se piensa y se realiza en torno a la
enseñanza del cálculo, parece tampoco tener su origen en éste, en un segundo
81
instante observamos el papel trascendental que juega éste, pues actúa
normativamente sobre las acciones del docente, pero cabe señalar de que los
medios sobre los cuales actúa en los individuos no es por represión o coerción
física, ni penal, ni psicológica (aunque con tantos cursos podríamos pensar que es
de está manera, dichos cursos son centrados en el constructivismo y la práctica es
distinta), ante esto, nos queda por aceptar que uno de las medios que tendría
como efecto las acciones ya dichas, son los mecanismos socioculturales.
Pudiéramos verificar tal aseveración a través de la evidencia recabada, pues
podemos encontrar por encima de la media, acciones y pensamientos
homogeneizados.
Ante esto, se nos presenta el carácter normativo del currículo en su faceta
sociocultural, donde dicho carácter puede ser entendido, al menos, en dos
sentidos, uno de ellos es por cómo ya hemos mostrado en la forma con la que
actúa sobre los individuos de la comunidad para que se hagan ciertas cosas
entorno a la práctica docente y no otras, y por otra parte, en el papel normativo
que juegan los contenidos temáticos a desarrollar.
Sin embargo, ¿de que manera normar y aplicar la misma lógica en un escenario o
en otro, cuando ello procede, en ocasiones, de situaciones distintas? Pues, como
hemos establecido en capítulos anteriores muchas de las acciones, hechos e
incluso el pensamiento responde más bien a circunstancias específicas, por
ejemplo, el habla, los gestos, etc. De la misma manera, las necesidades
responden a escenarios específicos, pero, qué sería de nosotros si resistiéramos a
dichos cambios, es decir, pensemos hoy en día, en una sociedad o grupo que
82
trate de desvincularse de los medios tecnológicos al grado de rechazarlas,
seguramente su futuro no es muy prometedor. O más aun, pensemos en un
medico cirujano que siga operando como lo hacia hace 20, 5 o incluso 2 años
atrás, ¡imposible! la misma sociedad le impediría esto. ¿Por qué pensar en que las
acciones a las que se debe encaminar el profesor en el ámbito educativo deben de
ser la excepción? Es decir, si el currículo es aquel que responde a las
necesidades sociales y estas como ya expusimos líneas arriba son variables, por
qué pensar en que los objetivos y fines del currículo tendrían que seguir siendo los
mismos. ¿Es una necesidad social a lo que encaminamos nuestros esfuerzos?
¿El currículo normativo?, suponiendo que, en efecto, el currículo es de carácter
normativo, enfrentamos de cara otros aspectos a sortear, por ejemplo, pensemos
en los estudiantes frente a esta normatividad y su situación cognitiva, o en la
normatividad y la epistemología del profesor, en este último punto es posible, a
través de otros estudios, la forma en cómo se ha conservado el discurso
matemático del profesor, es decir, en que dicho discurso hoy en día es casi
idéntico al del pasado, es decir, lo que el profesor hace y dice en el aula de clase
no es algo que halla variado en gran medida, de generación en generación, por el
contrario, esta situación se reproduce casi de manera fiel en las instituciones
escolares, aun cuando el papel que se plantea en los modelos educativos o en los
currículos escolares que debe jugar el profesor es otro.
A nuestro parecer, este carácter normativo, que hoy en día se le ha imprimído al
currículo responde más bien a factores socioculturales, pues tenemos indicios
83
para pensar, según capítulos anteriores, que el currículo sui generis no tiene este
carácter.
5.4 Concepciones del currículo de cálculo
Los resultados muestran cómo los profesores, concibe al currículo de cálculo
como un antecedente a las materias de ingeniería básica o aplicada. Por la forma
en como se presentó este tipo de pensamiento y por lo que hemos establecido en
capítulos anteriores podemos decir que ello es un pensamiento de naturaleza
sociocultural, además, nada se dice al respecto en el currículo y luego entonces
esta idea tiene su origen en otro lugar, el cual tiene el poder de actuar
normativamente sobre los individuos. De manera que no sería extraño que dentro
de algunos años, que el profesor que concibe al cálculo de manera distinta
empiece a concebirlo como un antecedente a las materias de ingeniería en lugar
de la rama de la matemática que se encarga de estudiar los cambios.
Empero, ¿cuándo las matemáticas son enseñadas para el ahora? Pues en nuestro
ambiente social siempre se enseña matemáticas para el nivel siguiente (a
excepción, podríamos decir, de la primaria donde todas las matemáticas son
“aplicables en la vida cotidiana”), es decir, enseñamos matemáticas en la
secundaria porque es la que nos va a servir en la preparatoria, enseñamos
matemáticas en la preparatoria, pues, es la que nos ha de servir en nuestros años
de universidad. Pero, qué hay acerca de los preparatorianos o bachilleres que no
continúen sus estudios y se incluyan en el mercado laboral, ¿qué sentido tendría
para ellos el saber matemáticas? O más aun ¿Con qué finalidad enseñar
84
matemáticas? O en nuestro caso particular, sí el cálculo, es una materia básica
para poder hacer sus aplicaciones o es fundamento para sus asignaturas, ¿Cómo
debiera interpretarse el currículo de cálculo?
De manera que, en muchas ocasiones; como podemos observar en nuestros
datos, la interpretación de los currículos, en particular, los de cálculo, son tomados
como un mero antecedente, por ejemplo; a las ecuaciones diferenciales o al
análisis. De forma que lo sociocultural dice que, el cálculo, es un antecedente a
materias posteriores.
En nuestra opinión y por los datos recabados, decimos que es lo sociocultural lo
que le da sentido y significado al saber matemático escolar, de manera que ello
nos forma cierta visión que en ocasiones es difícil de quitar, más aun si ella no se
reconoce o conoce, que hace que terminemos creyendo una cosa, que en muchas
ocasiones es transpuesta, por ejemplo, el soldado que muere por su bandera,
muere por su patria; pero de hecho, en su conciencia, es la idea de la bandera la
que está en primer plano… se pierde de vista que la bandera no es más que un
signo, que no tiene valor por sí mismo, sino que no hace más que recordar la
realidad que representa; se le trata como si él mismo fuera esta realidad
(Durkheim, 2000). Y lo mismo podríamos decir del valor que le damos a nuestra
moneda (ella por si sola no vale, el valor que nosotros le asignamos) y esto
mismo, en el caso de la interpretación de los currículos de cálculo, ello no es que
sean ahora lo que son, un antecedente y que gozan de un carácter normativo, sino
es lo que al final de cuentas lo social y/o cultural le ha venido asignado a éste y es
en lo que creemos.
85
5.5 Conclusiones
El interés puesto en este estudio estuvo centrado en reconocer las relaciones que
guarda el proceso cultural y lo social, en la función de la matemática escolar, de
suerte que ello nos permitiera entender y vislumbrar la manera en que aparecen
ciertas costumbres entorno al sistema didáctico. En particular nos centramos en
estudiar el funcionamiento del currículo de cálculo sabiendo que tanto la
producción de conocimiento matemático erudito, como escolar y el sistema
didáctico, responden a escenarios y lógicas diferentes, que en ocasiones “son
contradictorias”.
Acogidos al seno del paradigma socioepistemológico, tratamos de dar explicación
de esta problemática, indagando sobre el carácter social de éste. Aunque, bajo
este paradigma de investigación fue posible mostrar cierto conjunto de acciones
que los humanos desarrollan y sobre qué los incita a hacerlo, a ciencia cierta, no
pudimos establecer una práctica social asociado a ello, pues sería necesario
investigar si se genera o no conocimiento en la escuela, lo cuál sería objeto de
otro estudio. Sin embargo, aunque fuera del objetivo de este estudio, es posible
observar cómo la aproximación teórica en la que nos acogimos, se puede aplicar a
un nuevo conjunto de situaciones para la cual ella nos pueda dar explicaciones,
como son los escenarios socioculturales de índole escolar, es decir, si bien lo que
le da sentido y significado al saber erudito son los escenarios socioculturales, de la
misma manera, lo que la da sentido y significado a los saberes escolares y a la
práctica docente, son precisamente los escenarios socioculturales, de la misma
naturaleza. De manera que aplicándola en éste tipo de escenarios, tal
86
aproximación nos permita dar sentido a las prácticas escolares que desarrollan los
seres humanos, es decir, antes de hablar de un saber matemático de naturaleza
escolar, es necesario hablar sobre un conjunto de prácticas que le dan sentido y
significado a este saber, de la misma naturaleza.
Para alcanzar los resultados expuestos fue necesario apegarnos al modelo que
plantea la teoría, es decir, mostrar cierto conjunto de acciones que las personas
dicen realizar (actividad humana) a qué está ligado (práctica de referencia) y qué
los norma a hacer lo que hacen (práctica social). Para ello nos dimos a la tarea de
hacer una serie de entrevistas clínicas, de suerte que ello nos permitiera
corroborar ciertas pesquisas que las investigaciones y las situaciones actuales,
daban indicios.
Con base en la información recabada es posible vislumbrar cómo en lo que se
dice hacer, se deja de hacer o piensan los profesores, es normado por los
mecanismos socioculturales de la escuela donde se encuentran inmersos, más
que, por los decretos o normas escritas, esto nos permite reflexionar sobre el
hecho de que el funcionamiento del currículo de cálculo se da en gran medida a
través de estos mecanismos, pues ellos hacen que exista cierta homogeneidad
entre lo que se dice, se hace y piensa. Así pues, entendemos que lo que le da
sentido y significado al saber matemático escolar son precisamente dichos
mecanismos, pues de ellos devienen las concepciones del cálculo como un
antecedente y no como el estudio de las variaciones o cambios, esto de alguna
manera, consideramos incita a hacer una práctica docente de manera tradicional-
formal y no tipo constructivista.
87
De manera conclusiva, bajo el esquema del marco teórico al que nos acogimos es
posible ver alguna de las actividades humanas que los docentes desarrollan: dan
clase, interpretan el currículo de cálculo, organizan los saberes que dicen
corresponder al cálculo, cambian las concepciones que se tienen sobre el mismo
currículo a través de los años, usan el saber con una finalidad específica, usan la
tecnología de la misma manera, ligada a la práctica de referencia de la enseñanza
del cálculo, aunque con respecto a la práctica social tal cual establece la
aproximación teórica en la que nos acogimos nada podemos decir, como ya
habíamos establecido, más en su lugar, obtuvimos evidencia significativa que
apunta a establecer que lo sociocultural juega un papel normativo en las
actividades humanas que ellos desarrollan.
Para finalizar, diremos que las relaciones que se entablan entre profesor y saber,
proviene de factores socioculturales más que de factores institucionales. Es decir,
no son los decretos dados vía la misión, la visión, el modelo educativo, etc. lo que
hace que el profesor diga y piense como piensa, sino que son los “decretos”
socioculturales los que producen este efecto. Y que son precisamente este tipo de
factores los que le imprimen un carácter situado a la matemática escolar. De
manera que si lo que pretendemos es modificar la práctica docente sería
necesario el que incidamos en lo sociocultural para que ella evolucione y llegue al
estado del cual deseamos que se lleve a cabo dicha práctica.
88
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