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50 > TIGRIS > DESDE ADENTRO JEAN VANIER: UN GRANDE QUE SE HIZO PEQUEÑO Texto y fotos: María Mullen Canadiense, oficial de marina y filósofo. A los 36 años, cono- ció a dos personas con discapacidad mental y, conmovido por la situación en la que vivían, los invitó a vivir con él. Su his- toria inspiró a miles de personas en todo el mundo, y hoy su obra existe en los cinco continentes. Con casi 80 años, Jean Vanier, fundador de las comunidades “El Arca”, recibió a Tigris en su casa, en el pueblito de Trosly, al norte de Francia.

Un gran que se hizo pequeño

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Canadiense, oficial de marina y filósofo. A los 36 años, conoció a dos personas con discapacidad mental y, conmovido por la situación en la que vivían, los invitó a vivir con él. Su historia inspiró a miles de personas en todo el mundo, y hoy su obra existe en los cinco continentes. Con casi 80 años, Jean Vanier, fundador de las comunidades “El Arca”, recibió a Tigris en su casa, en el pueblito de Trosly, al norte de Francia.

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50 > TIGRIS

> DESDE ADENTRO

JEAN VANIER:UN GRANDE QUESE HIZO PEQUEÑO

Texto y fotos: María Mullen

Canadiense, oficial de marina y filósofo. A los 36 años, cono-

ció a dos personas con discapacidad mental y, conmovido por

la situación en la que vivían, los invitó a vivir con él. Su his-

toria inspiró a miles de personas en todo el mundo, y hoy su

obra existe en los cinco continentes. Con casi 80 años, Jean

Vanier, fundador de las comunidades “El Arca”, recibió a

Tigris en su casa, en el pueblito de Trosly, al norte de Francia.

POSTALES DE UNA VIDA ENTREGADASoplando velitas con su amigo Philippe; reco-rriendo Calcuta con la Madre Teresa; trabajan-do con pala y rastrillo en mano; dando confe-rencias a miles de personas; abrazando a gentede distinta raza, color y discapacidad; recibien-do un premio de manos del Papa Juan Pablo II;cenando entre guirnaldas y amigos en silla deruedas…Así lo muestran las fotos en los libros y cartele-ras. Así lo recuerdan todos los que lo conocen.Así sigue siendo hoy Jean Vanier, el fundadorde los hogares El Arca, cuya obra comenzó enuna casita, en el mismo pueblo donde viveactualmente, Trosly-Breuil, al norte de París. La historia comenzó por el año 1963, cuandoVanier visitaba a un sacerdote amigo, el domi-nico Thomas Philippe, capellán de un institu-to para personas con discapacidades mentales.“Me impresioné profundamente por aquelloshombres que se habían vuelto amigos delPadre Thomas –cuenta–. Él parecía haber com-prendido el lugar que ellos ocupaban en elcorazón de Dios. Tenían tanta vida y, al mismotiempo, habían sufrido tanto, que rogaban poramistad: ‘¿Vas a volver?’, ‘¿Me querés? ’. Sullanto de dolor y su sed por ser mirados y ama-dos me tocó profundamente”.Con la ayuda de familiares y amigos, y empu-jado por la certeza de que “era lo que tenía

que hacer”, Vanier compró una casita e invitóa dos hombres del instituto a vivir con él:Rapheël y Philippe. Al hogar le puso de nom-bre “El Arca”, en alusión al arca de Noé, quesalvó a la humanidad del diluvio. Con los añosy la ayuda de quienes se transformaban por loque sucedía en El Arca, los hogares comenza-ron a crecer, siempre acogiendo a cinco o seispersonas por casa, con asistentes que vivían ytrabajaban con ellos. “Descubrí que a menudolas personas con discapacidad mental tienen eldon de la acogida, la espontaneidad, la con-fianza y presentan un mayor desarrollo de losafectos, de la capacidad de amar. Son capacesde guiarte hacia los valores esenciales –diceJean–, la relación con ellos te trasforma”.

INTERNACIONAL EN POCO TIEMPO“Yo creía que mi hogar no debía tener máspersonas de las que podían entrar en mi auto,así siempre podía llevar a todos de un lado aotro –relata–. Pero el proyecto de Dios eramucho más grande”. Al poco tiempo, de lamano de su hermana, fundó un hogar enLondres. Llegó, luego, a Canadá, India,Bélgica, después cruzó el Atlántico y comenzóen Honduras, República Dominicana, México,Haití, Brasil, Argentina. También África y Asiafueron testigos de su paso: Burkina Faso,Uganda, Zimbabwe, Costa de Marfil, Egipto,Siria, Japón y Filipinas. Si bien El Arca nació con una gran tradicióncatólica, muy apreciada por el Vaticano, amedida que se expandía, Vanier se dio cuentade que debía ser interreligiosa, ecuménica.“¿Cuál es el rol de la Fe en El Arca? –cuestio-na Vanier–. Esencialmente creer en el amor.Algunos podrán creer en el evangelio, otrosno, pero todo el mundo va a creer en el amor.Tenemos mucha gente no cristiana que vienea El Arca, que son buenas personas y que des-cubren que hay algo escondido y valioso en laspersonas que viven aquí”. Hoy son 138 comunidades en 35 países, quereciben asistentes de todas partes del mundo,dispuestos a vivir una experiencia de unosmeses, años o una vida en comunidad, juntocon los más débiles. Sorprende el clima festivoy alegre que acompaña a todas las sedes. Alentrar a un hogar, es frecuente sentirse bien-venido y, a pesar de encontrar gente muy dis-tinta, con capacidades especiales y de otrasclases sociales, celebrar juntos.

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¿Cuál es el grito de las personas con

discapacidad? ¿Esque quieren poder y

dinero? Su grito esser mirados, ser

encontrados. Lloranpor una amistad…

A SOLAS CON JEAN VANIERMide casi dos metros, tiene una mirada pro-funda y voz pausada. Recuerda a todos por sunombre, abre los brazos de par en par al salu-dar a sus amigos y presta atención personal atodos aquellos que se le acerquen. Él ofrece suoído atento y su mano fraterna al hombro. Todavía vive en Trosly, sobre la angosta calleRue de Marillac, en el mismo pueblo dondecomenzó todo, sólo que ahora se multiplica-ron los hogares. Allí todavía reina el silencio, elcanto de los pájaros y una paz permanente.Chicos y grandes con sillas de ruedas, síndro-me de Down y otras dificultades entran y salende los hogares. Van a trabajar en las huertas,los talleres de cerámica, las velas y tantas cosi-tas más. A una cuadra de la casa de Vanier,todavía se conserva el primer hogar, con unamaderita sobre la puerta, que dice: “L´Arche”.

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¿Cuál es el mensaje de El Arca?El mensaje es bastante claro. En primer lugar,las personas con discapacidades mentalesson seres humanos y son importantes.Como cada uno de nosotros, ellos tambiéntienen un don que dar. Lo que es esencial enEl Arca es que debemos revelarles su digni-dad y sus dones a ellos mismos y a la socie-dad. Porque amar a alguien es revelarle que

es bello y que tiene un valor. Por otro lado, el corazón de El Arca es des-cubrir que la relación y la amistad con elpobre o con la persona con discapacidadmental es capaz de cambiarnos y transfor-marnos por completo. Hay una gran dife-rencia entre la generosidad y el encuentro.En el Arca se trata de pasar de la mente a larelación. Cuando me encuentro con otro, yano lo juzgo. Al contrario, soy capaz de con-vertirme en su amigo, algo muy diferente.Cada vez hay más muros que separan nues-tra sociedad; dividen los ricos de los pobres,los fuertes de los débiles. A veces porquetenemos miedo del encuentro.

¿Dónde ve esa “imagen y semejanza deDios” –de la que habla el cristianismo– enlas personas con discapacidad mental? ¿Cuál es el grito de las personas con disca-pacidad? ¿Es que quieren poder y dinero? Sugrito es ser mirados, ser encontrados. Lloran

por una amistad… Y cuando te convertís en amigo de alguien,comenzás a amarlo, a amarlo con su liber-tad. Y te volvés vulnerable. Yo encuentroque Dios es sumamente pequeño y vulne-rable, y también pide amistad. Quizá elmayor signo de Dios es un niño pequeñoque ama. Haciéndonos amigos de las per-sonas con discapacidad mental, resuelvo elmisterio de La Trinidad, que es el amorentre el Padre, el Hijo y el Espíritu. Y el amorsólo se da en una relación.

Sorprende un poco escuchar que Dioses vulnerable…Es que amar te vuelve vulnerable.

¿Qué es lo esencial del ser humano, larazón o el corazón? Mientras que Aristóteles distingue al hom-bre de los otros animales por “poseer lacapacidad de razonar”, yo prefiero distin-guirlo por su capacidad de amar. El misteriodel ser humano es que somos corazón.Cuando nos volvemos viejos, ya no pode-mos hacer cosas ni razonar como antes,pero sí tenemos un corazón.

En la actualidad, con los avances cientí-ficos, hay madres que deciden abortara sus hijos si les reconocen una disca-pacidad, ¿qué opina al respecto?¿Imagina posible un mundo sin perso-nas con discapacidad intelectual? Nunca existirá un mundo sin discapacidad.Con las tecnologías, habrá más y más per-sonas con Alzheimer. En Francia, una decada tres personas es mayor de edad.Antes, era uno de cada cinco. Muchas de

Se puede ser feliz, se puede amar y alcanzar lapaz a pesar de las diferencias y las debilidades.

las personas que viven en El Arca, no nacieroncon una deficiencia, si no que fue adquirida.Créase o no, todos vamos a morir. Vamos aser débiles y dependientes, al igual que cuan-do nacimos. Hay algo en nuestra sociedadque quiere el poder y el control. Las personascon discapacidad llevan tiempo, dinero yrecursos humanos… Pero ¿qué necesitamosmás los seres humanos? ¿Poder o capacidadde relacionarnos?

¿Cómo encuentra la situación social enAmérica Latina?En América Latina la brecha entre los ricos ylos pobres es muy fuerte. Recuerdo que enuna visita a Chile, para dar un retiro, mientrasiba desde el aeropuerto hasta Santiago, elconductor me dijo: “De este lado están lospobres y de éste, los ricos. Pero nadie cruza deun lado a otro”. Esto es una realidad. Cuandoempezamos El Arca en Honduras, en algúnlugar de nuestra visión, queríamos crear unlugar que fuera un puente entre ricos ypobres. En teoría se trataba de un puente,pero en la realidad, los miembros del Consejotenían dificultades para relacionarse con losque vivían en el hogar. Daban y hacíanmuchas cosas, pero no entraban en relación.Otra dificultad presente en América Latina esque durante mucho tiempo, quien trabajabacon los pobres también era consideradocomunista.

En sus libros, usted habla mucho acercade aceptar la fragilidad y descubrir quehay algo bueno en ella, ¿cómo es eso? Tengo el privilegio de vivir con personas condiscapacidades hace más de 40 años. Pero, asícomo pueden enseñarnos la ternura, la escu-

cha, el perdón, el valor del tiempo y la espon-taneidad, también pueden enojarse, ser vio-lentos… No siempre es fácil. Muchas veceslogran destapar nuestras propias heridas, yuno debe acercarse a ellas. Es en esa acepta-ción de las heridas donde se da la comunión.

¿Cuál cree que es la mayor “discapaci-dad” de la sociedad actual?La competencia. La búsqueda desenfrenadapor ganar y separar el mundo entre ganado-res y perdedores; incluso, no dar a algunos nisiquiera la posibilidad de perder. Debemospasar de una sociedad de la competencia auna sociedad de relaciones humanas. Sólotenés que caminar por un barrio pobre o porun Instituto Psiquiátrico y te encontrarás contantas preguntas… Así entenderás la visión deEl Arca.

UN PEQUEÑO SIGNO“El Arca es pequeña”, asume Jean Vanier.“Pero no se trata sólo de un lugar agradabledonde se cuida a personas con discapacida-des. Sabemos que no somos la solución atodas las personas con discapacidades menta-les, pero sí queremos ser un signo para lasociedad. Signo de que cada persona es unahistoria sagrada y de que se puede ser feliz, sepuede amar y alcanzar la paz a pesar de lasdiferencias y las debilidades. Somos como elgoteo de una canilla. Apenas una pequeñagota delante de un río de poder, competenciay dinero. Se trata de cambiar el mundo uncorazón por vez”.

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La mayor “discapacidad” de la sociedadactual es la competencia. La búsquedadesenfrenada por ganar y separar el mundoentre ganadores y perdedores.

Más info: www.jean-vanier.orgwww.larche.org

MIRAR MÁS ALLÁEntre sus anécdotas Vanier suele recordar

una vez en la que, mientras charlaba con

un señor en su oficina del Arca, Jean

Claude, un chico con síndrome de Down,

tocó a su puerta. Antes de que Vanier res-

pondiera, Jean Claude entró corriendo.

Lleno de felicidad saludó, estrechó manos,

dijo algunas bromas, y se volvió a ir rien-

do. “Qué triste ¿no? ?dijo de pronto el

visitante?. Que existan chicos así…” .

Vanier lo miró y sintió lástima por el señor.

“Ese hombre era totalmente ciego: no

podía ver que Jean Claude era feliz”.

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