Un Guion Para Artkino - Rodolfo Enrique Fogwill.pdf

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    Un guin para Artkino es unode los textos ms hilarantes delescritor bonaerense RodolfoEnrique Fogwill, aunque bajo laaparente broma, bajo la carcajada,se encuentre mucha verdad nadacmica. Un escritor despreciable,llamado tambin Fogwill, escribela obra de su vida, un guincinematogrfico, para elHollywood sovitico en un futuro-

  • pasado donde Argentina y buenaparte del mundo se han sumado a laUnin de Repblicas SocialistasSoviticas frente al resto de esemismo mundo: los pasescapitalistas con sede en New York.En esa hipottica ArgentinaSocialista se lee Pravda, se fumatabaco ruso y se conducen cochesrusos, pero las traiciones son las desiempre: en apariencia polticas,pero en realidad muy humanas, esdecir, ms ligadas al carcter de loshombres que a las reglas polticas

  • con las que tratan de organizarse:vanidad, pasin, celos, ambicin.

    [Nota de la Editorial]

    NOTA DEL AUTORLA MISINLAS BUENAS NUEVASEL GNERO21 DE JUNIO DE 1994REAL POLTICACLIMASEL MARCO HISTRICOEL SABER DE LA

  • HISTORIAVIDA DE FAMILIAPRERROGATIVASLOS MITOSLAS EVASIONESTRES PARTESEL EFECTO DE REALIDADGENERACIONESLA LTIMA CENACLASESDATOSDIARIOCONCIENCIA, CONSIGNASLA HORA DE CITAR

  • DISCESSUSSIC FATA TULERUNTnotes

  • Fogwill

    UN GUINPARA ARTKINO

  • PRIMERA EDICIN: mayo de

    2009 Rodolfo Enrique Fogwill, 2009

    de esta edicin, EditorialPerifrica, 2009

    Apartado de Correos 293. Cceres1001

    [email protected]

    ISBN: 9788493692667

    Impresin: Toms RodrguezCceres

  • Encuadernacin: Preimex, Mrida Generado con: QualityEbook v0.42

  • A LA MEMORIA DE ANBALPONCE,

    VITTORIO CODOVILLAY EL GENERAL JUAN MANUEL

    ZAPIOLA ETCHEVERRY,QUE SOARON LA ARGENTINA

    DE HOY

  • NOTA DEL AUTOR

    Un guin para Artkino fuecompuesta en 1977, o 1978, cuandoya nadie imaginaba la posibilidadde una Argentina Socialista. Lascosas pudieron haber sido distintas,pero fueron as. La correg en 1982,y a comienzos de 1983 hiceimprimir unas copias para losamigos. Todos perdieron las suyasy, antes o despus, yo perd eloriginal: lo nico que se pierde ms

  • rpido que la amistad son losborradores de libros. Por entoncesno haba discos rgidos que seestropeasen, pero ya las amistadesse deleteaban con tanta rapidezcomo ahora. De paso: quienencuentre una copia de Memoriaromana, La clase, Nuestro modode vida o Los estados unidos serrecompensado con librosautografiados y con la dedicatoriade la primera edicin, si apareciesealguien al estilo de Garamona, de laeditorial Mansalva1, dispuesto a

  • perder dinero con ellos.Siempre habr editores

    dispuestos a perder dinero en unmundo con tanta gente dispuesta agastar dinero y tiempo leyendo yescribiendo.

    Un guin para Artkino: fuebueno escribirla. Imaginar lashistorias del despreciable seorFogwill, hroe del relato, meense mucho sobre m y sobre lacondicin del escritor en laopresiva Argentina. Capitalista osocialista.

  • Y fue bueno perderla: comotodo lo que desaparece, lanouvelle, con su mezcla de ausenciay vaga memoria, fue rodendose dela atmsfera del mito, a tal punto,que hasta a m, al reencontrarla, mepareci mejor de lo que debhaberla juzgado cuando dej que seextraviase.

    Deb dedicar este libro aleditor, crtico y escritor LuisChitarroni. l lo exhum del fondode sus pilas de originales no ledos.Pero como castigo por tantas obras

  • y sueos de edicin que seperdieron en su parva, siguededicada al general que en mifantasa torci la historia decolonialismo y dependencia de laArgentina, y a dos figurasprominentes del tambindesaparecido Partido Comunista,esa suerte de InstitutoDesmovilizador de VoluntadesBolcheviques que tanto gravit enla poltica y en las finanzas de laArgentina hasta 1973.

  • Fogwill, 24 de noviembre de 2008

  • LA MISIN

    Tengo cincuenta y cuatro aos.He llegado a mi madurez comoescritor y como hombre y s que nome quedan muchos aos de vidaproductiva. Una dcada, tal vez unpar de dcadas y ya no podr dar ala literatura las energas que, sinpausa, he vertido sobre ella durantetreinta aos. Recin entoncesdescansar. Despus llegar lamuerte como un suave remanso, una

  • recompensa ms sumada a laalegra de haber vivido el amanecersocialista de mi querida patria. Yoslo espero que antes que todoconcluya podamos festejar la horaen que la Gran Alborada Roja delSocialismo ilumine todos lospueblos de la Tierra.

    Cada hombre tiene su paladn,su referencia e ideal de emulacin.La mayora de los escritores de mipatria, cuando buscamos un modelo,no podemos sino apuntar la figurade Borges, el genial ciego de

  • Palermo. Hoy sabemos que, comomuchos grandes escritores de supoca, fue vctima de un sistemaperverso que cercen su obra hastael extremo de minar su voluntad conla artera finalidad de distraerlo desus objetivos democrticos ypopulares presentando en su dignafigura la imagen de un escritorcapitalista, soez y reaccionario.Amenazas, torturas, desprecio,allanamientos policiales einterferencias amparadas por suceguera falsificaron los

  • sentimientos patriticos delmaestro.

    Mas l a todo supo anteponerel estoicismo y la confianza en unaArgentina que tarde o tempranoamanecera Soberana, Sovitica,Libre, Justa, Proletaria y Socialista.Cuntos vejmenes, humillacionesy tergiversaciones resisti ensilencio...! Cmo pudo anteponersu fe en el hombre que construir elsocialismo para sostenerse en susheladas maanas del Buenos Airessin energa de la dcada del

  • setenta...!Por fortuna, la Sociedad

    Argentina de Autores y Escritoresha destacado una comisin dehomenaje, que tras muchos aos detrabajo ordenado rescat losoriginales del maestro y hacomenzado a publicar sus edicionescrticas, a medida que son retiradosde la venta los textos apcrifos quelos editores de su obra (la firmacapitalista Emec, que, se supoaos ms tarde, no era sino unadivisin especial de la polica

  • poltica del rgimen) habanimpreso profusamente para acentuarel dolor y el sufrimiento de losltimos aos de la vida del genialEhrenburg rioplatense.

    A esta comisin de homenajeal camarada Borges, que preside elcamarada Boris Ilich FernndezLuduea, debemos la exhumacinde la excelente novela Horasproletarias, que narra lasalternativas de la represin almovimiento obrero en la SemanaTrgica de 1917 y destaca el

  • importante papel que junto al lderde los tipgrafos Francisco Realdesempe el gran VittorioCodovilla en la conduccin de esasgloriosas jornadas. Por infidenciade algn colega supe que lamaravillosa novela cortaMaanitas metalrgicas, escrita enPalermo en la dcada del cincuenta,llegar a la prensa no bien losexgetas borgeanos concluyan elcomentario de sus ltimoscaptulos. No dudo que ladivulgacin de esta obra traer

  • nueva luz sobre la importancia queel hijo de la camarada LeonorAcevedo ha tenido en losmovimientos literarios clandestinosque, desafiando la cruel represinimperialista y oligrquica,florecieron bajo la conduccin delviejo y glorioso Partido Comunistaentre 1930 y 1996, ao de lavictoria.

    Como escritor y como hombreno puedo sino compararme con elcamarada Borges cuando tena miedad: cincuenta y cuatro aos. Es

  • 1953. Habita un pequeo semipisoque debe compartir con su madre,pensionada. No tiene mucama niautomvil y ni siquiera ha soadocon vacaciones anuales ysecretaria, que son las mnimasconquistas que requiere eltrabajador de las letras. Subiblioteca es limitada. Hay estantesvacos pues ha debido dejar suscolecciones de Pushkin, Ggol,Tolsti, Dostoievski, Ehrenburg yotros grandes de la literaturauniversal en una chacra alejada de

  • Buenos Aires a cuidado decampesinos amigos, paraprotegerlas de la represin que seensaara con ellos como tantasveces lo hiciera con sus ejemplaresen rstica de El capital y deMaterialismo y empiriocriticismo.

    Hoy, basta un sencillo trmiteante las autoridades, que laSociedad Central de Escritorespuede hacer por un pequeoarancel, para obtener autorizacinde consulta y portacin de cualquierlibro, aunque se trate de obras

  • como el caso de las edicionesapcrifas de la imprentaparapolicial Emec que falseanla realidad, la voluntad del autor yla naturaleza real del contraste entrecapitalismo y socialismo, que no es,como dijera el camaradacontraalmirante Eloy RodrguezUsandivaras, sino el contraste entrelo inhumano y lo humano elevado asu mxima potencia por gracia delsublime despertar socialista.

    Secretaras voluntarias a cargode estudiantes, automvil, vivienda

  • digna, vacacin anual, libre accesoa la informacin reservada adirigentes: todas estas conquistasde los escritores, ganadas palmo apalmo a la oligarqua durante lasluchas por la liberacin, handignificado y humanizado nuestrooficio, que hoy bien podraconsiderarse un privilegio. Esteoficio que para Borges no fue sinoel calvario y la acumulacin desinsabores que lo arrastraron a laceguera, la desesperacin y lamuerte...!

  • Imagino a Borges en una deesas reuniones de aristcratas a lasque era invitado y a las que debaconcurrir a riesgo de ser llevadopor la fuerza de los esbirros de losmagnates. All est el escritor, solo,en su rincn, exhibido entre pielesde cebra y cabezas reducidas degauchos, como un trofeo ms de losdueos de la casa, a la espera delmozo que le extiende un pequeobolso de celofn que ocultar entresus ropas para llevar algo de losrestos del festn a su madre anciana.

  • Pobre maestro en sus heladasnoches de Palermo! Pero... Quejemplo para todos nosotros,escritores de la patria Libre,Soberana, Justa, Liberada,Sovitica, Armnica y Socialista!Qu estmulo para emular! Vamos:Camaradas de la Sociedad deEscritores manos a la obra! Aproducir y producir para agigantarla obra del socialismo y vengar enla carne de los enemigos de lavictoria todos y cada uno de lossufrimientos de nuestro padre y

  • maestro, el gran Jorge Luis Borges!Ese es nuestro deber. En marcha,pues!

  • LAS BUENASNUEVAS

    El pasado lunes nossorprendi el telegrama. Lacnico:Guin Film 120 min. entrega1/4/1998 artkino filmskvda. viv s.Amer. Stop, va anticipo, deca.

    Por la tarde, comoconfirmacin de nuestra esperanza,llegaba un cheque por 100.000rublos-rublos, algo as como dosmillones de pesos nuevos-nuevos.

  • Jams haba recibido tanto dinerojunto, y, segn me informan en lasociedad de escritores, esta sumaslo liquida un veinte por ciertoinicial de los derechos por el guindel filme.

    En mi Banco no lo podancreer. Vi la expresin del cajerocuando corri a la gerencia einform el monto de mi depsito.Las letras doradas del chequeartkino seguan titilando en lapantalla del terminal de lacomputadora cuando el gerente me

  • convid con un caf:Felicitaciones, camarada!

    me dijo. Yo no era ms unescritor de pacotilla, apenasconocido por notas en las pginasliterarias de los domingos. Ahoraera un cliente importante del Banco,un autor para espectculos de todoel planeta: Artkino.

    Hasta hoy, cuando unaempleada nueva interrogaba sobremi figura discreta y esmirriada, elviejo cuentacorrentista sola decir:Un escritor..., y algo despectivo

  • connotara su voz. De ahora en msy eso lea yo en la mirada delgerente, que iba de mis manos alrepetidor de la computer y de all ala agenda donde haba recuadradomi nombre toda vez que alguienpregunte por m dirn: se es elcamarada Fogwill, que escribe paraArtkino, y ya los imagino haciendocon sus labios el gesto aprobatoriode quien ha comido un buen borschy se sienta satisfecho a beber suvodka en un atardecer de invierno.

    Gente sencilla, los camaradas

  • del Banco forman una capa difcilde depurar de los vicios de lasociedad capitalista. Me ha dicho elcamarada Soldati, que se estinformando, pues le hanencomendado un poema para elaniversario de la Asociacin deBancos, que en el Partido seconsidera necesaria la subsistenciade ciertas poses capitalistas paraevitar un cambio brusco que podraafectar la fluidez del sistemafinanciero, tan necesario para laconstruccin del Nuevo Mundo. En

  • este terreno, como en muchos otros,no siempre la lnea recta es elcamino ms corto entre dos puntos.Y, a veces, un paso atrs equivale ados pasos adelante, como sugerirael camarada Lenin a propsito de lapoltica agraria, y como bien lotestimonia entre nosotros el colosaldesarrollo de la industriafarmacutica autnoma incentivada.

    Ya lo veis, el camaradaFogwill ha depositado su cheque enel Banco y sin que haya cruzado porsu mente una sola idea de viajes,

  • placeres o elementos de confort quesemejante suma poneinesperadamente a su alcance, havuelto a su casa y ha echado manosa la obra. As responde el camaradaFogwill a la confianza que en l hadepositado, a miles de kilmetrosde distancia, la ms grande ymaravillosa industria delespectculo. Porque el camaradaFogwill sabe retribuir conconciencia Revolucionaria ySocialista, y con madurez ydisciplina, este desafo que lo

  • enorgullece, no slo porque las msaltas figuras de las letras componenel cuerpo de asesores de Artkino,sino tambin porque concientizaque los lazos que unen a laproductora con nuestra queridaUnin de Repblicas SocialistasSoviticas confirman que todo loque pueda darle a su circunstancialcliente, lo estar dando tambin alpueblo que carg sobre sushombros el peso histrico de llevarla libertad a todos los rincones dela Tierra, y que an hoy, cuando se

  • pueden contar con los dedos losfocos de resistencia capitalista delAtlntico Norte y Lejano Oriente,sigue empeado en contagiar almundo este amanecer, calzando susbotas de montaa, piloteando sustanques, que lanzan el fuegosagrado de la libertad, dirigiendodesde el tablero sus misiles, queson mensajes del futuro,desarrollando desde el laboratorioms y mejores medios para elcontrol de los reductos enemigos,desde la ctedra y desde las granjas

  • del pueblo, que trabaja y da su vidapor impulsar la gran alborada rojaque acabar con la miseria de unavez por todas en la historia de laHumanidad.

  • EL GNERO

    Esta maana intu que el guinpara Artkino deba instalarse en elgnero ciencia ficcin. El pblicose entusiasma ante lo que procededel futuro, quiz porque esaimprobable regin del tiempo estimpregnada de sus esperanzas. Heconsultado a directivos de variasdistribuidoras cinematogrficas ytodos coinciden con miapreciacin: el pblico prefiere

  • este gnero, y la prensa tiende a sergenerosa en sus opiniones haciaeste tipo de filmes. No s por qu.

    Slo una vez incursion en elgnero. Yo era joven, y el resultadofue un cuento breve, tpicorepresentante de una etapa febril enque haba dado la espalda alrealismo que las luchas de mishermanos de clase reclamaban. Noobstante, releyendo ahora aquelpequeo texto, observo quebrindaba, sin mayor conciencia, yconfieso a pesar de mis

  • objetivos de esa poca, unadescripcin alegrica del carcterdespiadado de la organizacincapitalista de la sociedad.

    ste es el relato que jamspubliqu, y que hoy, pasadosveinticinco aos, integro a la obraque documenta mis jornadas detrabajo sobre mi guin paraArtkino:

    El nio de piel lila sale del campo

    La voz del supervisor interrumpiun instante la actividad del grupo de

  • induccin treinta y ocho. Algunos niosmiraron hacia los difusores de cuarzalque iluminaban el campo y repetan lasinstrucciones del ordenador de losejercicios. El nio de piel lila aguardunos instantes, fingiendo no haberescuchado o imaginando secretamenteque haba entendido mal unainstruccin dirigida a otro. Las miradasde sus vecinos lo convencieron de que,en efecto, estaba eliminado: estabaeliminado. Se apart de su puesto sinvalorar en qu medida compadecan ocensuraban esas miradas. Camin haciala salida cuando el juego comenzaba arecuperar su orden. Su paso perturb a

  • algunos segmentos del campo quevieron interferida su actividad por esapresencia no prevista en la rutina. Losojos del nio de piel lila brillaban:quizs estuviese a punto de llorar. Casillor cuando fue amonestado porprimera vez a comienzos de suInduccin y tambin en oportunidad dela segunda amonestacin, durante laInduccin de Afectos. Esta terceraamonestacin, que lo eliminabadefinitivamente, era previsible. Algofall y l haba anticipado esta escenadesde que las reglas fueron impartidas.

    Al salir cometi su ltimo error:sin advertirlo fue hacia el arco de los

  • vencedores y un celador de aspectocansado debi corregirlointerponindose en su camino. Los ojosdel nio de piel lila seguan brillandomientras bajaba, lentamente, losprimeros peldaos del arco de loseliminados y all ningn celador lodetuvo, confirmando que jamsvolvera a incurrir en faltas. Al llegar ala zona oscura de la escalera, el ritmode su descenso se hizo ms lento. Sushombreras de cuarzal blanco apenasreflejaban la poca luz que llegaba desdelo alto y parecan pesar eternamentesobre la espalda del nio de piel lila,que se perdi en la oscuridad.

  • Algn valor ha de tener este

    cuento, que he llamado El nio depiel lila y enviar a OffsetLeningrado para incluirlo en laprxima edicin de mis obrascompletas.

    En verdad no es muchoantecedente para quien se proponetrabajar sobre el gnero cienciaficcin, pero imagin que vala lapena incorporarlo a estedocumento. Por desgracia, poco heledo de ciencia ficcin, aunque en

  • oportunidad de la reinscripcin deescritores en la Sociedad, debrealizar un cursillo de gnerosparalelo a los cursos de formacinideolgica, y tuve el placer deasistir a las clases del camaradaElvio Gandolfo sobre el tema. Lamonografa que present para mipromocin en el cursillo se titulabapresuntuosamente Ciencia ficcin:huida de la realidad de clase-anticipacin del futuro mejor, yhoy al releerla debo confesar queno era sino un ejercicio escolar,

  • indigno de un hombre de cuarenta ycinco aos que postulaba sucandidatura de ingreso a la entidadrectora del quehacer literario de laPatria.

    Es tan grande la distancia entreescribir literatura (que es escribirpara escritores) y escribir un guin(que es imaginar para pblicos) queno me sentira mejor habilitado sien lugar de escoger ciencia ficcinhubiese elegido algn gnero quedomino por haberlo empleado enobras anteriores: sea la

  • autobiografa, la exgesis o elpanegrico.

    En todo caso, toma forma yatiene forma de relato elenvoltorio del guin, esto queescribo a la espera de nuevas ideaspara mi filme.

    Literato incurable... dijomi esposa cuando le cont al cabode la jornada de ayer los pequeosavances de este trabajo que melanza a una popularidad inesperada,que ya estoy detectando: muchagente telefonea no bien lee en su

  • peridico la noticia de mi contratopara Artkino, que los representantesde la firma han difundido comogacetilla a travs de su eficienteaparato de prensa. Parece mentiraque logros tan importantes de unacarrera de escritor como lapublicacin de mi Obra escogida yla edicin de mi Obra completaque ha prometido OffsetLeningrado, no impactasen a misamistades tanto como la difusin deeste contrato, que, paradojalmente,premia algo que todava no he

  • hecho, este guin, mi guin paraArtkino.

  • 21 DE JUNIO DE 1994

    Hoy cumpl cincuenta y cincoaos. Mi esposa me sorprendidurante el desayuno con un hermosoregalo y una carta de nuestro hijomenor, que estudia en Crdoba.Har mecanografiar la carta por lavoluntaria que copia mis trabajos:

    Escuelas Amrica Libre, Crdoba,1976 / 1994

    Querido pap:

  • Te escribo para desearte un felizcumpleaos, y a la vez para felicitartepor el xito de tu gestin en la URSS.Mis maestros me mostraron el recortedel diario con tu fotografa y la noticiade la adjudicacin del contrato paraArtkino.

    Qu lindo es ser el hijo de ungran hombre! Estoy orgulloso de ti ymis maestros y compaeros te envan,por mi intermedio, fraternales saludos.

    Cunto me gustara ser un hijodigno de ti, pero los test prueban queno ser escritor ni cientfico lo sabrspor el ltimo boletn informativo ydebo orientarme hacia la industria de

  • manufacturas livianas. Si todo salebien, aprobar pronto el psicofsicopara comenzar el prximo ao misprcticas rentadas en una fbricacercana al colegio.

    No es mucho, pero sa ser mimanera de servir a nuestra AmadaPatria Socialista. A fin de ao losvisitar, y si todo sale como esperopasaremos unos das juntos.

    Saludos revolucionarios.

    Tu hijo,Gernimo

    Yo estoy orgulloso de mi hijo,

  • como l lo est de m. Acepta sudestino con fe en la justiciarevolucionaria, y la disciplina y elcarcter que la escuela le estinculcando lo preparan para unavida feliz en la patria socialista.

    A veces su abuela trata deapelar a mis influencias para lograruna mejor promocin del muchachoen la escuela, pero no sera justocon l ni con mis camaradas si lohiciera. La carta que he recibidomuestra su madurez tiene slocatorce aos y los logros de esta

  • excelente escuela sobre muchachoscomo Gernimo, hijos deescritores, cientficos y dirigentesde masas, con los naturalesconflictos que provoca la posicinpblica de sus mayores.

    Qu ocurrira si supiese quesu padre lo ayuda, a distancia, paraaventajar a sus compaeros, algunode los cuales merece lo que l, porser mi hijo, podra obtener?

    Se avergonzara: meenfrentara diciendo:

    Pap, no esperaba esto de

  • vos!Porque mi hijo es un muchacho

    del nuevo mundo que con tantoesfuerzo hemos construido, ycualquiera sea el lugar que lasociedad le destine, si cumple sumisin con la misma seriedad yempeo con que progresa en sucarrera escolar, estar siempreorgulloso de l y de lo que lrepresenta: la Maravillosa Juventudde la Argentina Socialista de Hoy.

  • REAL POLTICA

    Mi esposa es una realpolitikerdel arte: pragmtica, simplona, amapisar tierra segura, y sospecho queyo sera el mismo para ella si enlugar de escribir dirigiese unBanco. Desde que coment que miguin para Artkino ira envasadoen un relato, an antes de saber queel tema de mi filme sera El Futuro,segn el gnero ciencia ficcin,comenz a conspirar contra mis

  • planes, hasta el extremo deobligarme a poner fin a suscomentarios y saboteos, apelando ami autoridad de esposo y escritorreconocido, cuando comenz abuscar apoyo en una mecangrafavoluntaria que reemplaza a nuestraSilvia, enferma de rubola.

    Literato incurable... dijobromeando, pero despus insinuque los jefes Artkino consideraranmi guin una falta de respeto, quemi actitud era informal, yfinalmente pregunt a Claudio Di

  • Paola, un escritor joven que nosvisita muy a menudo, qu ocurrirasi los directivos de Artkinopensasen que el relato quecontendr el guin es un intento porcobrar los derechos de autor delfilme, y algn beneficio extra porpublicar de los entretelones de suconfeccin.

    Di Paola, afortunadamente,rest chance a tal eventualidad ymostr que simpatizaba con misplanes de redaccin.

    No entiendo las razones de su

  • repentino conservadurismo. Ha deser la edad, o las conversacionesque mantiene a mis espaldas conalgunas mujeres, esposas desolapados enemigos de larevolucin. Algo me dice que sustemores expresan falta de confianzaen nuestra patria: dnde acabarael arte de un pas liberado sinuestras obras cayesen en laformalidad y la etiqueta, slojustificadas en el caso de unfuncionario administrativo, o de ungerente que debe cumplir su rutina y

  • demostrar su apego a ellarutinizando su vida y susemociones...?

    Pero no es se el lugar delescritor, del artista. El arterevolucionario debe crear, y lacreacin genera sus propioscaminos. La creacin, cuando esten buenas manos y es orientada poruna conciencia proletaria que sirvea la patria, define sus propiosrumbos y no transita jams el surcoabierto por la pluma de otrocamarada. Yo trazo mi camino. sa

  • es mi manera de servir a larevolucin.

    Di Paola est de mi parte. Encambio, la voluntaria quereemplazaba a Silvia de inmediatoadhiri a la posicin de mi mujer.Es una chica eficiente, aunque conpoca experiencia. Segn el informedel Partido, es hija de una familiaburguesa y sus padres se encuentranen vsperas de concluir lareadaptacin. Ella pertenece a laJuventud desde los doce aos ysiempre ha actuado como una

  • camarada leal. Estudia letras y nocomprendo cmo pudo terciar afavor de mi esposa. Ser unaalianza de mujeres contra m...? Encualquier caso, en el futuro serms cauto en la administracin delorden de mi hogar y en lasdecisiones del trabajo, tratando deamenguar mis exigencias y demostrarme ms tolerante hacia loserrores de ambas, para ganarme suconfianza y lograr de ellas un pocoms de colaboracin.

    Por qu demonios no

  • puedes atenerte a lo que tepidieron...? pregunt Rita, miesposa, ayer por la tarde, cuando DiPaola se haba marchado.

    Porque soy un artista, qucarajo! respond, y repardespus que la voluntaria, desde miestudio, nos estaba escuchando.Pero hubiese sido intil disimularesa discusin: durante la maana,aprovechando mi salida para untrmite municipal, Rita habaconsultado a la muchacha en elmismo tono alarmado con que se

  • haba dirigido a Di Paola durante lacharla de la noche anterior.Mujeres...!

  • CLIMAS

    Y puse carajo. Haca muchotiempo que no empleaba unaexpresin soez en mis escritos. Talvez haya sido el contrato de Artkinoesa suerte de espaldarazoprofesional que he recibido de lamayor autoridad mundial de lasartes y los espectculos, que meha hecho sentir ms libre paradisponer de todos los recursos denuestra lengua en un texto como el

  • presente, que est destinado a serimpreso tarde o temprano, una vezque el filme coseche el mnimo dexito de taquilla que losespecialistas de mercadeo de laproductora habrn previsto.

    Pero mi esposa que, deboreconocer, hoy ha estado menosagresiva que en los ltimos dasno interpreta mi actitud de la mismamanera y antepone a todo sustemores, su conservadorismo y sudesconfianza irracional hacia lasinstituciones socialistas. Algo

  • semejante ocurre con la voluntariaVernica, y escribira que locomunicar al Partido en miinforme semanal de tareas si nofuese porque es ella quienmecanografa y corrige misescritos, y sera entonces la primeraen conocer mi disconformidadhacia su tendencia a formularopiniones sin conocimiento decausa. Me comprende, camaradaVernica Garca...? Espero queesto le sirva de enseanza para susfuturos destinos de secretaria!

  • Pero es un buen da: ha salidoel sol despus de una semana dellovizna y cielo plomizo, y minimo ha mejorado al punto desentirme capaz de enfrentar laopinin de todas las mujeres delmundo, de todos los escpticos delmundo y hasta mis propias dudasque por instantes parecen sumarfuerzas con aquellos que preferiranimpulsarme a un trabajoestandarizado y burocrtico. Soy unartista, y si la gente de Artkinodemandase un guin estandarizado y

  • burocrtico no me lo hubieseencargado a m, dirigiendo suspreferencias hacia alguno de losmillares de redactores quecontratan para la correccin deobras del pasado a las que seencuentra algn detalle digno derecuperar.

    Hoy he completado laconcepcin de la obra. Estarubicada en el ao 2018, y por suscaractersticas ser fcil de llevaral cine. No requiere la construccinde costosas maquetas de naves

  • espaciales o macrociudadesubicadas en planetas lejanos.Material de archivos y piezas demuseo podrn ambientar las tomasexteriores mediante un sencillorecurso que he ideado, y querelatar cuando el retorno de Silvia,pues esta tarde me informaron en elPartido que se ha repuesto de surubola y el prximo lunes ya latendremos con nosotros. Hoy esviernes: maana y pasadodescansar en nuestra dacha dePilar y el lunes pondr manos a la

  • obra.

  • EL MARCOHISTRICO

    La accin del filme transcurreen el ao 2018. Eliminados losfocos de resistencia capitalistaenquistados en el Atlntico Norte yel Extremo Oriente, el mundomarcha hacia la unidad. Porconveniencia de las vas deaeronavegacin, se ha fijado laciudad de Mosc como centro deTrabajo de la Comisin Federativa

  • que analiza la modalidad que por unperodo de tres o cuatrogeneraciones adoptar laorganizacin internacional.

    Qu importa el plazo de unavida humana cuando los hombreshemos puesto fin a la historia, queno era sino la historia de la luchaentre sectores arbitrariamentediferenciados en el seno de cadasociedad?

    Se ha fijado el ao 2103, aodel centenario de la liberacin delltimo pueblo sometido a la

  • injusticia capitalista, como fechalmite para la vigencia de launiformidad de las lenguas,prohibindose de all en ms laescritura de textos en dialectoslocales, salvo que se los empleepara el estudio de la lingstica. Eluso oral de localismos o lenguasparciales e imperfectas serlimitado a partir de entonces, salvoque resulte imprescindible pararepresentaciones escnicas, y dosmillones de instructores sernentrenados para facilitar la

  • adaptacin de todos los pueblos delmundo a la asimilacin de la lenguauniversal.

    Atendiendo a esta resolucin,en mi filme no se hablar espaolcorriente, procediendo a recuperargiros del espaol antiguo ylocalismos del Ro de la Plata, depueblos de Hispanoamrica, yvariaciones errticas del castellano,como el cataln y el ladino, seincorporarn a los parlamentos paramostrar, de ese modo, la relatividadde una lengua que por resolucin

  • mayoritaria de la comisin delenguas del Congreso MundialFederativo, deber desaparecer enel plazo de un par de generacionespara favorecer la rpida difusindel idioma universal, que sobre elmodelo del ruso la lengua msperfeccionada y musical adoptaalgunos trminos de raz griega,latina, inglesa y francesa, a efectosde construir una semntica precisa.

    Para terminar con lasdiferencias entre naciones, fundadaen la mayora de los casos en una

  • serie de arbitrariedades cuyo nicoobjetivo era encubrir la explotacinde unos pueblos por parte de otros,el Congreso Mundial Federativoencomend un profundo anlisis auna comisin especial que funcionanexa a la Comisin de DivisinInterregional del Trabajo y enestrecho contacto con la Comisinde Lenguas.

    Despus de un largo estudio,seguido de discusiones donde todaslas ponencias de los participantesfueron consideradas, la comisin

  • recomend la propuesta delsocilogo Gil Wolf, joven brillante,ex ingls, que realiz su formacinacadmica en la metrpoli (exURSS). Bajo el aspecto de unasencilla receta, tomada de laparticular organizacin clnica delpueblo celta, el modelo de Gil Wolfcontiene una serie de medidas quese han probado como las mseficaces para acabar de una vez portodas con la arbitraria diferenciaentre pases.

    Segn recomendara Wolf, se

  • procedi a sortear para cada uno delos ciento setenta y seis pases(Francia, Italia, Uganda, etc.), ypara las ciento cuarenta y ochocomunidades que desde hace siglosreclaman su independencia(Corrientes, Irlanda, el Pas Vasco,y dentro de ste el territorionavarro, etc.), una prerrogativa yuna prohibicin. As quedandiferenciadas las nacionalidades,tal como hace siglos los primerospobladores de las islas britnicasdiferenciaban a sus clanes.

  • El modelo tiene un fundamentoemprico: la distancia de tiempoentre clanes, estimada para elestado de las vas de comunicaciny los medios de transporte de lapoca de su temprana vigencia, erasemejante a la distancia nuncamayor de seis horas que en elestado actual de los transportessepara los distintos conglomeradoshumanos, que siguen obstinados enreivindicar su estatus denacionalidades.

    No bien fueron difundidas las

  • listas de prerrogativas yprohibiciones, muchasnacionalidades manifestaron, pormedio de sus representantes, sutemor a la eventual manipulacindel sorteo por parte de susenemigos de antao. Por esemotivo, las listas fueron difundidasdurante largo tiempo y el sorteo serealiz cuando todos los delegadosal congreso mundial manifestaronacuerdo y confianza en laimparcialidad de losprocedimientos. Se sorte en

  • primer trmino un orden deprerrogativas, despus un orden depases y, finalmente, otros dossorteos ordenaron las prohibicionesy determinaron a qu pascorrespondera cada una de ellas.Los resultados, como siempreocurre, trajeron una serie dedisputas y objeciones que nuncaalcanzaron (y de ah micaracterizacin de genial almodelo de Wolf) el grado deintensidad que en el pasado tenanlas discrepancias entre naciones,

  • por prximas o litigiosas que fuesensus fronteras.

    Los ex argentinos padecimosalgunos inconvenientes paraadministrar el resultado que nostocara en suerte. Nuestraprohibicin (teir el cabello), fuedura de asimilar por parte de lapoblacin femenina, y tambin poralgunos jvenes varones delgrupsculo trotskista-gay, que andesde la clandestinidad siguemanejando sus oscuras redes deinfluencia. No obstante, a pocos

  • meses de la difusin de losresultados del sorteo se considerque el pas estaba administrando suprohibicin con el nivel de eficaciaesperado por Wolf y su cuerpo deasesores.

    Ms difcil fue para los exargentinos administrar suprerrogativa.

  • EL SABER DE LAHISTORIA

    Ms difcil fue para losargentinos implementar laprerrogativa que nos concedi elazar. Se hizo necesario reclamar laasistencia de un grupo decolaboradores de Wolf y formaruna comisin regional para analizarlas consecuencias que una u otrareglamentacin de la prerrogativapudiesen acarrear.

  • Conservar libremente elpasado histrico, tal la gracia quepocos supieron comprender en suverdadero alcance al sercomunicado a la opinin pblica elresultado del sorteo. Naturalmente,Wolf, al crear esa prerrogativa,quera sealar que todo aquel queno habitase en la regincorrespondiente al ex pas que laobtuvo en el sorteo quedaralimitado en su posibilidad deconservar o rendir culto al pasadohistrico. Pero esa consideracin

  • poco importaba a los ex argentinos,ms preocupados por saber quhacer con ese inesperado regalo deun pasado, a todas luces intil paraun conglomerado socialdomesticado durante siglos parauna demencial carrera hacia lamodernidad.

    La comisin demor dieciochomeses para expedirse y todas lasvoces se alzaron para orientar afavor de una u otra tendencia losresultados de su dictamen. Quienespretendan que la reglamentacin de

  • la prerrogativa llevase agua parasus molinos sectoriales, y quienespretendan que la reglamentacinfuese un chirle compromiso entre lanorma y el statu quo (tal lapropuesta de varios sindicatos delimitar la conservacin del pasadoa unas rplicas del estilo artnouveau insertadas al azar en lasgrandes ciudades), se vierondefraudados por la inteligencia conla que la comisin resolvi elproblema. En rigor, su dictamenimplicaba la insercin, dentro de la

  • realidad contempornea, decuas del pasado que sugiriesenque la historia estaba en permanenteproceso, pero que algunas de susformaciones se conservaran parasiempre. Fueron escogidos lossiguientes elementos a conservar:

    I. El ferrocarril administradopor ingleses en forma privada (loque determin una proliferacin depostulantes de origen ingls eirlands a los cargos directivos).

    II. La figura del general Roca(que exigi la caracterizacin de un

  • actor profesional y variossuplentes, que se rotaran cada diezaos en la representacin de lafigura del conquistador de lasfronteras).

    III. Las tribus indgenas, talcomo existan hacia fines del sigloXIX, lo que exigi la contratacinde mestizos de ex Bolivia y exEcuador, ante los magros resultadosque para ese tipo racial arrojara elcenso de 1990.

    IV. Las luchas por el desierto,destinndose una regin de ciento

  • veintids mil hectreas como tierrade nadie para que soldados eindgenas luchasen por ellas con susarmas de poca.

    V. Los trgicosenfrentamientos obrero-patronalessucedidos entre 1917 y 1976, paralo que se destinaron comparsas ydivisiones especiales bienremuneradas y una amplia franjaurbana entre la zona de Plaza deMayo y Barracas, lindera al ro eincluyendo el puerto seco y susdrsenas b, f, g, h y l.

  • VI. El organillero, las negritasque venden pasteles, la carreta quellevaba la imagen de la Virgen deLujn, el cultivo y el culto de layerba mate y el estilo campero depuntear la guitarra. En lo querespecta a los roles de negrita,payador, organillero y mayoral, seresolvi que hubiese en funcionesun ejemplar de alguno de ellos cadaquince mil habitantes, satisfaciendode ese modo por igual a todos losbarrios de las ciudades y hasta lasciudades ms pequeas del pas, sin

  • encarecer demasiado el costosocial de la administracin de estaprerrogativa.

    Es asombroso cmo unospocos elementos, cuyo costo apenasincide en la distribucin del ingresode un ex pas, pueden modificar elmodo de vida de sus habitantes yenriquecer su potencial turstico.Tal es resultado de la puesta enmarcha de la administracin de laprerrogativa correspondiente a laex Argentina. Dudo que laprohibicin de teir cabellos haya

  • tenido un efecto notable, y si lotuvo, en el relato de mi guin no fuepercibido entre tantos cambios queprodujo esa cua de la historia (adecir de Wolf) insertada en larealidad del ex pas.

  • VIDA DE FAMILIA

    Mi esposa calific deingeniosa la idea que heatribuido a Wolf para diferenciar alas ex naciones del futuro segn unsistema arbitrario de prerrogativase interdicciones. Sus intentos paramodificar mi plan, transformandomi obra en un guin insulso, no hancesado, pero ahora acta mssutilmente. Han amainado susreproches y espera a la sobremesa

  • para lanzar sus dardos contra miplan de trabajo.

    Pareciera que cuanto msconfo en mis ideas, ms vacilaella, como si no temiese tanto unimprobable rechazo de Artkinocomo que yo me identifique con miobra. Es posible que paralelamente,cuanto ms ella y algunoscamaradas discrepan con mienfoque del tema (la mayora deellos, debo reconocerlo, con lamejor intencin de ayudarme,puesto que son camaradas honestos

  • y leales, sin sentimientosmezquinos), ms me convenzo deque marcho por el buen camino. Talvez tengan razn, y yo sea vctimade un espejismo: no sera laprimera vez que trabajo durante unaquincena o un par de meses y miobra me desborda y me impidetomar la distancia necesaria paravalorarla en todo su alcance. Peroesta vez algo me dice que el guin,o mejor dicho, la obra donde voy aintegrar mi guin, no adolece deaquello que hace veinte aos tuvo

  • mi Efecto de Realidad, y que nohace tanto, en 1992, volvi aocurrir con Ciencia nica. Cadalnea que escribo, corrijo, y lasvoluntarias pasan en limpio, lasiento pesando como definitiva. Esun presentimiento, o una intuicin,pero en estas cuestiones, laschispas de percepcin, que parecendictadas por una anticipacin delfuturo y siento que esta obra en elfuturo ser muy importante para micarrera y para las letras de la patriaen general, son en rigor un

  • resumen que nuestra concienciaprocesa con una rapidez que escapaa nuestra capacidad de registro, ascomo escapa a las posibilidades desu registro la digitacin en unamecangrafa o en un violinista, laconjugacin de los verbos para elescolar o el diagnstico de unaenfermedad a partir de sus sntomasen un prctico clnico, hechosasombrosos que no dejan defundamentarse en las ms rigurosasreglas lgicas de la cienciamaterialista. Ocurre algo semejante

  • con el lector de la novela: l ignorala cantidad de relatos que fueronescritos y descartados antes deoptar por el prrafo que lossintetiza, y sin embargo, al leer eseprrafo, si ha surgido de una plumaeducada y tocada por los dones delarte, recibe todo aquello que elautor descart en un supremoesfuerzo de sntesis, y susposteriores comentarios losorprenden, porque detallesomitidos por economa y perodosdel tiempo que el relato obvia para

  • mejor manejo de la tensindramtica son imaginados por ellector tal como los describi ynarr el autor en esas pginas quejams fueron impresas.

    La ciencia materialista puedeexplicar estos fenmenos a partir dela dialctica de los procesos devigilia y de sueo, analizados sobreel modelo cientfico de la TeoraGeneral de los ReflejosCondicionados. Los espritussimples ven en estos fenmenos detaqui-percepcin o meta-

  • comunicacin la operacin de algomgico, y no pueden explicarlo,porque no toleran el esfuerzointelectual de descomponer elproceso de comunicacin en suspiezas materiales, o porque deseancon fervor sostener su creencia enentidades inexplicables. Estosltimos son los aliados deloscurantismo, que necesitaconservar un rea de la realidadmaterial bajo las sombras,calificndola como inaccesible oinexplicable, para depositar en ella

  • el conjunto de mitos eirracionalidades sobre las quesostienen sus falacias lospartidarios de la vieja sociedad.

    Por fortuna, la iglesia hacomprendido esto, y en su encclicamagistral De Rerum Irreversibilumel Pontfice ha puntualizado el reade accin del saber religioso comoajena a estas cuestiones de intersmundano (el mundo material,incluyendo las civilizaciones que al pertenecen), y ha llamado a sugrey a rechazar cualquier

  • promocin de ideas oscurantistas,por tan opuestas al espritu catlicocomo a los intereses de laconstruccin de una sociedadmejor.

    Lamentablemente, algunoscatlicos no comprenden el alcancede la enseanza del Santo Padre yson llevados por la seduccin deteoras retrgradas a integrar lasVerdades De La Fe al sistematerreno de la Verdad Cientfica,perjudicando no slo los interesesde la comunidad y del desarrollo

  • del saber objetivo, sino tambin laTarea Espiritual de la Iglesia, cuyospostulados, que no compartimos,son respetables y merecen nuestrasimpata en tanto apoyan la misindel bien comn de todos lospartidos del orbe.

    Silvia me ha hecho notar queel prrafo anterior repite casitextualmente el documento que elgeneral Dorio Caparrs dio aconocer hace un par de aos, y quefue difundido en todos los mediosdel pas. Se refiere probablemente

  • a la conferencia sobre lacomplementacin entre fuerzasrevolucionarias y fuerzas religiosasen la misin de estimular laconvivencia, que posteriormente fuepublicada por la DivisinInformacin Pblica de la Junta deGobierno bajo el ttulo Iglesia yPartido. Dialctica de lascontradicciones no antagnicas.En este excepcional resumen deideas, ensea el general que todacontradiccin ideolgica que no seaproducto o pantalla de una

  • contradiccin de clase, debe serasimilada en el seno de la SociedadPlural Socialista sin temores, entanto su discusin fortalece a lospartidarios de una y de otradoctrina, y permite llegar a lasntesis en la cual diferentesvisiones de la realidad, que noexpresan contradicciones deintereses de clase ni privilegios, seintegran en consignas comunes, talcomo la lanzada por el ConsejoCentral de Obispos y PadresCristianos en la asamblea conjunta

  • con el comit central del Partido:Construir desde ya!.

    Estamos construyendo. Miesposa, ordenando la vida delpequeo grupo de personas quegravita en nuestro entorno elpersonal de la casa, los chicos ynuestros padres y activando en lacomisin de vecinos que administrala cooperativa de abastecimientos.Yo, escribiendo, creando para elbien comn y abriendo nuevassendas espirituales para acercarconsuelo, reflexin, entretenimiento

  • y educacin al pueblo. Silvia, queahora reproduce mi texto integrandolos resultados de un sencillo trabajointelectual a la compleja cadena deproduccin de libros yespectculos, que reclama tantoscuidados como cualquier procesoindustrial, construye a su manera.Como dijera el brigadierMandelbaum: Todos estamosconstruyendo.

    La voluntaria Silvia ha llegadoayer, respuesta de su rubola. La videsmejorada, pero el alta mdica y

  • el descanso de estos das deconvalecencia me ha dicho lahan preparado para trabajar mejoren nuestra misin. Diferente deVernica, pone empeo y lealtad ensu trabajo. Sabe que su misin esimportante, y que despus de sulealtad al Partido y a las Juventudesdel Partido slo me debe lealtad am, su jefe en estas horas de trabajovoluntario, y se comporta enconsecuencia. Fue gracioso:escuch que gritaba Fogwill!Fogwill...!. Era la primera vez

  • que no me llamaba camaradaFogwill. Corr al estudio dondeestaba copiando el captulo anteriory la encontr exaltada:

    Cmo supo...? mepregunt. Y yo, que haba notadocambios en ella, no alcanzaba aentender el motivo de su exaltacin.Haba teido su cabello, y en suprimera jornada de trabajo debi decopiar esa pgina escrita un par dedas antes y que evit entregar aVernica, sobre la prohibicin deteirse el cabello...! Yo tambin

  • sent que algo haba ocurrido y meesforc por dilucidarlo junto a ella.Le ped que preparase un t y lainvit a la sala de la casa:

    Cmo adivin? volva apreguntarme.

    No adivin. Fue unacasualidad... dije.

    Pero, cmo puede ser...?Usted sabe, camarada, que lascamaradas de la seccin femeninade la juventud me criticaron, ysealaron que al oscurecer micabello yo... no s... quera ser

  • diferente...!Pero eso no tiene nada que

    ver con nuestra casualidad ledije.

    Pero... Se da cuenta quequeran prohibirme que lo volvieraa hacer...!

    Cosa de muchachas. No haymotivo para prohibir que una chicaelija su color de cabello, si esanatural coquetera... Si esa cosanatural, femenina, no encubre unaintencin de establecerprivilegios...

  • Entonces, con sus palabras,Silvia me explic que suscamaradas sostenan que la modade teir el cabello de colorescobrizos y oscuros era una tentativapor establecer diferencias fsicascon los pueblos ms avanzados, yque encubra un intentoreaccionario por sobrevalorar eltipo racial criollo. Yo consider laalternativa y me pareci unafrivolidad de muchachasenvidiosas, que se disputan laconquista de algn pionero o de

  • algn joven y apuesto instructor delenguas recin llegado de Mosc, yle dije:

    Camarada, le doy mipalabra de treinta aos demilitancia revolucionaria que nadapuede haber contra su libreeleccin de color de cabello.

    Eso la tranquiliz. Observque el cabello oscuro provocaba unefecto de palidez en su rostro, y leseal que por la maana la habanotado desmejorada, pero queahora entenda que era un efecto de

  • su nuevo color y de su nuevopeinado, y que tal vez necesitaramaquillar su rostro para compensarla palidez que los cabellos oscurosderramaban en su rostro. Entoncesme pregunt si poda trabajarmaquillada y le dije que sera unplacer, que tanto yo como mifamilia sabamos apreciar labelleza de los jvenes, y que unamuchacha mejor arregladatrabajara, sin duda, con msseguridad en s misma... Qumuchacha! Corri al bao de

  • servicio de la casa con su cartera yen un par de minutos regres con unleve tono cobrizo en sus mejillas, ycon los ojos apenas acentuados ensus rasgos moriscos. Pareca unamujer de veinticinco aos.

    Qu edad tiene, camarada?le pregunt.

    Diecinueve, seor Fogwillrespondi, mientras pona enmarcha su mquina de escribir.

    No me agrad que me llamaseseor. Suelo escuchar esteaditamento cuando hablo con

  • dependientes de comercio o conempleados de la editorial. S que amenudo, en gente mayor, el uso deltrmino es una prueba del fracaso asu adaptacin a las nuevas formasfrancas y revolucionarias de la vidasocial, justificado por los hbitos,la rigidez y el deterioro de lasfunciones intelectuales, que haquedado en ellos como resultado dela propaganda y de laestupefaciente vida de la sociedadcapitalista. Pero cuando lo escuchoen gente joven, temo que este

  • retorno del pasado, en lugar demanifestarse como a veces ocurreyo mismo vuelvo al pasadoempleando giros tomados de laliteratura gauchesca: un respetosano hacia la tradicin, encubre unintento por establecer una distanciao una complicidad, segn los casos.Esta vez sent que la camaradaSilvia quera decirme: Camarada,le dir seor para hablar fuera delPartido, como si hubiese unaposibilidad en nuestra relacin queno pasase por el Partido, que la ha

  • destinado a esta funcin. Trat dedecrselo, pero resolv que no seraoportuno hablarlo el segundo dadespus de su convalecencia lotomara tal vez como una crtica asus faltas, y lo dejo en elmanuscrito que ahora est copiandopara integrarlo en el proceso deproduccin material del libro: tal sumisin, camarada Silvia.Comprende...?

  • PRERROGATIVAS

    Creo que tampoco mi esposahaba percibido cambios en elcabello de Silvia, aunque estamaana, cuando abri la puerta,pues la empleada de la casa atendaa los nios, y yo estaba leyendo laedicin internacional de Pravda,escuch que en respuesta alBuenos das, camarada de lamuchacha exclam:

    Camarada...! Ahora se

  • pinta?S, s, seora cre

    escuchar que enfatizaba la voz deSilvia, estaba muy demacradapor la fiebre, y ste es un cosmticode Industrias Quilmes que merecomend el mdico de lasJuventudes para cuidar la piel...Tengo la piel sensible, sabe...?Cerca de casa hay muchas fbricasy los residuos me provocanalergia...!

    La camarada Silvia no sabr,hasta el instante en que su trabajo

  • reproduzca mi manuscrito, que yoasist asombrado a esaconversacin. Involuntariamente enun comienzo, despus converdadera curiosidad. Declaraba mimujer:

    Yo pienso que unaestudiante joven slo debierapintarse para una fiesta o cuando vaal teatro o al ballet con su novio.Ha de haber algn producto que lepermita proteger su piel sin darleese aire frvolo que la favorece muypoco, querida camarada! Le hablo

  • como amiga... No s qu dir miesposo cuando la vea...!

    Seora... preguntaba lamuchacha, cree usted que l loconsiderar mal...? Le parece queser mejor que me quite elmaquillaje antes de verlo?

    No... Pero si l se enoja,dgale que me consult antes dehacerlo... Yo despus lo convenzopara que sea un pococomprensivo... Pero...

    Gracias, camarada.Pero... prosegua mi

  • mujer, le dira que cuide un pocoestas cosas, no por nosotros, quesomos familia de artistas... Pero nos cmo lo tomaran en otroslugares...

    S... Ya hubo problemas enla Universidad y en una reunin delcrculo de la Juventud, pero loestamos discutiendo con los lderesy quisiramos llegar a unadefinicin...

    Para qu? mi esposapareca interesada.

    Porque no puede ser que las

  • muchachas de afuera del Partidovistan mejor y se arreglen y seanms atractivas que nosotras... Esono favorece a las Juventudes, ymuchos camaradas corren trasmujeres que, por estar fuera de laJuventud y de las tareas del Partido,se arreglan como actrices detelevisin. Si hay justicia... quehaya justicia para todos!

    En eso tiene razn,camarada dijo mi esposa, peropienso que las muchachas comousted debieran ser un ejemplo para

  • las dems.Es que a veces los ejemplos

    no sirven... Pero gracias, seora...No tiene que agradecerme,

    la comprendo muy bien queridacamarada. Y si en su crculo laautorizan, por mi parte convencera mi esposo para que pase por altosu arreglo personal en sus informesal Partido. Tendr que explicarle loque pasa con la Juventud... l esttan alejado de todo...! La Literaturalo absorbe... Ni sabe lo que pasaafuera.

  • S dijo riendo confranqueza Silvia, a veces noentiende nada de lo que pasa afuera.

    Es porque vive para y por laliteratura. Est encerrado en sumundo! Pero yo le explicar, pierdacuidado... ahora rea.

    Gracias, seora.No tiene nada que

    agradecerme, camarada. Voy a verqu estn haciendo mis chicos...

    Se despidieron, haba ganadoSilvia. No hay duda: mi esposa esuna buena mujer, vive para el

  • trabajo de la familia y para nuestroshijos. No acept ingresar en elPartido y sin embargo loscamaradas de la zona tienen un muybuen concepto de ella. En losinformes peridicos sealan suejemplo de disciplina y lealtadrevolucionarias, por los trabajosque realiza en la cooperativa deabastecimiento de la vecindad y porla colaboracin que en muchasoportunidades ha prestado alPartido en tareas que slo unapersona apartada de la organizacin

  • puede brindar, tales como elmantenimiento al da de losinformes zonales de OpininPblica.

    Reconozco que Silvia secomport con discrecin yhabilidad. Despus de las primerasmanifestaciones de mi esposa podahaber hecho su descargo citandonuestro dilogo de la tarde anterior,sin embargo, opt por relevarme deresponsabilidades, asumiendo suarreglo y su maquillaje como sihubiera sido producto de una

  • decisin inconsulta.Pero ahora lamento no haber

    informado a mi esposa la charla conSilvia de la tarde anterior. Anoche,cuando comenc a contarle misavances del da, no bien rozamos eltema de mis reflexiones sobre laconvergencia entre las religionessuperiores y los intereses delPartido, camos en la discusin delos episodios del domingo, cuandola secta latinista intent copar laplaza General Mosconi pararealizar su misa de campaa. Por

  • fortuna, horas antes, informados poralguna va, los jvenes de laAccin Catlica, y los seminaristasdel Centro de Formacin PastoralCamilo Torres ocuparon la plaza, ylos organizadores de laprovocacin, encabezados por eldelirante cardenal Craviotti y sussecuaces, fueron despachados conuna buena paliza. Muchos de ellosandarn ahora rezando en latn enalgn cuartel de provincia, dondelos esperan unos buenos meses deencierro para reflexionar.

  • Las opiniones de mi esposaoscilan entre ambos extremos, y pormomentos observo que no slocambia de posicin a lo largo de undilogo, sino que puede adherir, enun mismo momento, a dosposiciones antagnicas. En esto merecuerda a los freudianos queabundaban por aqu hace un par dedcadas:

    Son agentes de espionajenorteamericanos dijorefirindose a los sectarioslatinistas excomulgados.

  • No hay que ser tanesquemtica dije. Entre ellostrataba de explicar hay genteconfundida y engaada. Estas sectasse nutren de descontentos, gente quepertenece a sectores o a familiascuyos privilegios fueron aplastadospor la revolucin, y as unidasexpresan su disconformidad haciael nuevo orden. Pero creen en loque hacen y no todos sonconscientes de que su actividad esreflejo de su insercin social.

    No es cierto! protest

  • ella. Hay obreros, hayinmigrantes brasileos entre ellos...hay desocupados!

    Y bien le dije, esoprueba que el grupito latinistacanaliza sectores descontentos, quecon el tiempo, cuando la revolucinlos haga partcipes de sus frutos, seirn adaptando...

    Menos mal que ahora estnpresos...

    No se van a curar por estaren un cuartel. Al contrario, eso losune y los fortalece... trataba de

  • explicarle.Y qu... Hay que matarlos

    entonces? dijo a punto deconvencerse, y s que si yo decaque s, dira que hay quematarlos, pero que pasados algunosminutos afirmara que no se puedeencarcelar a la gente por rezar enlatn, olvidando que los detenidosestn en el cuartel por congregargente en un lugar no autorizado,intentando realizar provocaciones,y no por rezar. Anticipando estaposibilidad le dije:

  • No hay que matarlos. Hayque trabajar para ubicarlos en unlugar, o para que la sociedad puedadarles algo que sustituya lo que hanperdido...

    Ms a mi favor respondi. Eso es lo que yo digo...

    Era intil. A causa de estedilogo y de los esfuerzos que debadministrar para controlar lairritacin que me provocan lascontradicciones de Rita, no pudecontarle mi captulo anterior, queinclua esa cita para Silvia.

  • Tenamos sueo y transmitan endirecto el Bolshoi. Conect eltelevisor pequeo en nuestro cuartoy ella lo habr apagado, pues desdela mitad del segundo acto del balletno recuerdo su desarrollo: deb dequedarme profundamente dormido.

  • LOS MITOS

    Las contradicciones de miesposa se manifiestan en suspalabras, nunca en sus actos. Aliniciar nuestro matrimonio cre queera un juego: despus verifiqu queno, que as era su naturaleza,contradictoria. Pienso que si sehubiese integrado al Partido, laformacin y la prcticarevolucionarias la habranfamiliarizado con el manejo de las

  • ideas, grabando en ella la norma deno contradiccin que es unaconquista de la Humanidad a la quelamentablemente no ha accedido. Suconducta, en cambio, es recta comola trayectoria de un Tupolev 88. Talvez de all provenga el aprecio quele demuestran los camaradas delPartido, que jams dejan deconsiderarla como una ciudadanade valor a pesar de no pertenecer anuestras filas. Ahora pienso quepara nuestro matrimonio ha sido unadecisin feliz mantenerla fuera de

  • las misiones. Si hubiese ingresadoal Partido, en la actualidad serauna dirigente, nadie cuidara de lacasa ni de mi ropa, los niossufriran su ausencia y,posiblemente, nos hubisemosdivorciado, como muchosmatrimonios revolucionarios en losque, construida la pareja sobreslidas bases bolcheviques ysacramentada la unin por el amorms sincero que es dado hallar,fueron minados por esa suerte deburla a la ley natural que es la

  • delegacin del cuidado de los niosa terceras personas para satisfaceruna vocacin de poder que amenudo eleva a las mujeres porencima de sus esposos. Sin duda,eso hubiese ocurrido con Rita siella hubiese aceptado la invitacina ingresar en el Partido que tantasveces le formularon.

    Rita es intuitiva, como yo.Pocas veces se equivoca y estoyseguro de que esta idea que hatomado en contra de mi plan detrabajo es un error causado por la

  • desconfianza en la sociedadsocialista que inculcan mujeres defamilias retrgradas de nuestracooperativa de abastecimiento delBarrio de Escritores y Artistas. Lehe expuesto mi plan. Y he quemadohoras aclarndole una a una lasfunciones del modelo de obra queen pocos meses presentar aArtkino en espaol.

    Los guionistas, que no en vanohan cursado diez aos de estudiosde cinematografa en Mosc,trabajarn sobre mi obra. Toda esta

  • larga introduccin que describe elautor, su mundo, las condiciones enlas que produce su obra, lospequeos accidentes cotidianos quegeneran ideas, no porespontaneidad mecnica, sinoporque ponen en movimientodialctico una suma de experienciasmateriales acumuladas en lamemoria, no es, como quisieracreer Rita, una divagacin, unrelleno, o una provocacin aquienes tan generosamente me hancontratado, sino un aporte a los

  • trabajadores del cine, que con estosdatos podrn desarrollar mejor elclima que el filme debe imponer asus espectadores.

    La primera parte de la obra seextiende durante setenta y cincopginas. Las primeras veinticinco,hasta la fijacin del marcohistrico, son una definicin delautor. Al conocerlo trabajarnmejor los tcnicos para expresar loque el autor quiso, sus mviles, susobjetivos, su idiosincrasia. Msadelante, hasta la pgina treinta y

  • cinco, se define el marco histrico.Y posteriormente, se anecdotiza es esta parte de la novela lacotidianeidad del autor, para quepuedan ver las escenas del filmecon los ojos del autor de la obra enun acto de comprensin, paraexpresarlo con un trmino acuadopor los filsofos idealistas. Usareste concepto tomado de Jaspers,no implica adoptar los postuladosirracionalistas y antipopulares quele dieron origen. Al decircomprensin [Verstehen] me

  • refiero al instante dialctico deconsolidacin de la idea reflejomaterial, que sintetiza lacontradiccin entre la conciencia yla prctica material en una unidad.Si excluyese la realidad, sera,como Husserl, como Jaspers, comoMassuh, un reaccionario idealista.Pero yo no puedo excluir larealidad, la realidad me penetra porvocacin, por experiencia, pordestino y por disciplinarevolucionaria. Yo soy un productode la realidad que la piensa

  • dialcticamente, segn lasenseanzas de Marx, Engels yLenin. Recuerdo una cita delcamarada Stalin: Los burgueses,los explotadores, los terratenientesy los prfidos aristcratas preparana sus sabios para ocultar larealidad... No os asombris si susexperimentos no fallan! Toda suciencia se dirige como las mesastrucadas del mago de los teatrospara ocultar el verdaderomecanismo de produccin de losfenmenos. Hurgad sus mangas, sus

  • bolsillos y el doble fondo de susgaleras y sus mesas... sa es larealidad: la explotacin, elsometimiento. Hay que destruir laciencia espuria, que es un armadefensiva de quienes buscandetener el curso inexorable de lahistoria para explotar al pueblo; ydesde sus laboratorios y susgabinetes, donde pergean ideassexuales, espirituales y perversassobre la lengua, la psicologa y laverdadera naturaleza de la materia,intentan aplastar el colosal avance

  • de nuestro pueblo.En efecto, la comprensin,

    ahora que desnudamos sus doblesfondos y recursos, nos ayuda aentender una obra a partir de laprctica concreta del dilogo con elautor. Imaginad que el guindescribiese, pginas ms adelante,una escena que se desarrolla en uncafetn de Marsella.

    Marsella. Un cafetn. Brumasen la calle. Humo de tabacoCaporal en su interior. Vidriosempaados. Mujeres empaadas

  • por la tristeza. Llegan dosmarineros soviticos. Tomanasiento. Una mujerzuela se acerca aservirlos. Viene ahora una toma delalmanaque sobre la cajaregistradora. Es 1972. Un retratodel contradictorio general DeGaulle junto al almanaquecontribuye a situarnos en la poca.

    He aqu el cafetn de Marsellade mi imaginacin. Si el guionistaque debe determinar la lista depiezas escenogrficas, lacaracterizacin de actores, la ptica

  • a ser usada por las cmaras,enfrentara ese prrafo aislado:producir acaso lo mismo si losabe escrito por un autordeterminado supongamos elcamarada Cortzar que si fueseescrito por este autor que ahorabien ha comenzado a conocer...?No. El mismo prrafo tendr otraptica, otra madera, otro estao enla barra del bar, habr otro gradode embriaguez en las pobrescoccotes explotadas por el gobiernochauvinista de los sionistas

  • Dussault y Rothschild (no otrosintereses expresaba De Gaulle), yeso prueba muchas cosas, y justificaesta larga introduccin, que ya hacumplido cuarenta y dos pginas yque, en homenaje a la comprensinde los camaradas trabajadorescinematogrficos, durante jornadasde escritura he ido agregando sincargo a mi proyecto de guin paraArtkino.

    Hacia la pgina setenta y doshabr completado mi retrato.Entonces comenzar el guin

  • propiamente dicho. Su encuadrehistrico fue anticipado en elcaptulo octavo. Su encuadre visualse presentar entre las pginassetenta y cinco y ciento cuarenta ycinco, con sus correspondientesdilogos.

    El filme es realista, pero supersonaje central slo aparece enescena unos instantes. Conocemossu edad aproximadamente: tieneentre cuarenta y cincuenta aospuesto que en las primeras escenasle hablan de sus hijos veinteaeros.

  • Sabemos que trabaja en unaorganizacin de masas comofuncionario. No conocemos su sexoy su voz corresponde a una mujerde tono grave o a un hombre detimbre afeminado. Sin embargo,est presente en el filme. Tal ser elarte del director de fotografa: lapresencia del personaje sersealada por la cmara, pues l esel relator y l es la cmara. Con esafinalidad, los zooms y lostravellings se realizarn siempre apaso de hombre y por efecto de

  • algn sistema hidrulico, la cmarase mover levemente, como semueve, por efectos de la marcha, elpunto de vista de un sujeto que sedesplaza. Creo que este efecto hasido utilizado en otros excelentesfilmes de origen sovitico. En losinstantes de accin intensa, o queimplican una carga emocional fuerteen el protagonista, se trucar enlaboratorio la imagen de unparpadeo. Entiendo que este efectojams fue usado en cine: consulttelefnicamente a Julio Bo, que

  • dirigi la excelente comedia Amoreslavo, y me dijo que eraperfectamente realizable, y mefelicit, recomendndomeregistrarlo como invencin antesque otros directores se apresuren aemplearlo, haciendo perder a mifilme para Artkino uno de suselementos innovadores. Tal vez elms interesante, y el ms eficazpara que el pblico se entregue porcompleto a su contemplacin ysalga del cine gratificado, comoquien ha cenado una excelente

  • souvaroff, ha bebido dos copas devodka y deja el restauranteapretando los labios e hinchandolos carrillos mientras acaricia suvientre en un gesto de plenasatisfaccin.

    El relato del guin, entre laspginas setenta y dos y cientosesenta y siete, es interrumpido tresveces para narrar la evolucin delas ideas del autor. De ese modo, sefavorecer la comprensin de losartistas y tcnicos de Artkino y a lavez se conocern reflexiones y

  • opiniones del autor de la idea, quepermitirn su mejor plasmado enimgenes.

    Esos prrafos sern un tantoensaysticos, un tanto literarios, yen verdad, confirmando lassospechas de mi esposa, estarncreados pensando en una posteridadque el cine gnero perecedero silo hay no puede garantizar. Deall el despliegue un tanto abusivode recursos literarios, al que meatrevo en la certeza de que lostrabajadores soviticos, una vez

  • traducido el texto a su lengua,sabrn leerlo y disfrutarlo comoliteratura, entregndose durante sushoras de trabajo al placer del texto,que moviliza en ellos,dialcticamente, los resortesdestinados a promover una mejorrealizacin del filme, objetivosupremo de nuestra misin. Yo,escritor, y los artistas ytrabajadores del espectculoestamos juntos para generar unagran obra para deleite de lostrabajadores del mundo, que a la

  • vez reforzar los lazos de sangreque unen a nuestro pueblo con losartistas, los trabajadores y losdirigentes de la gloriosa URSS,cuna del socialismo.

    Al finalizar el guin agregarun par de captulos previendo laprobable edicin de la obra, seaporque el xito del filme estimule asu demanda, o porque la demandade mis obras por parte de OffsettLeningrado continen en el futurotan activas como hasta ahora.

    Maana pedir a Silvia que

  • haga las gestiones en la Sociedadde Autores para que ellos registrena nombre de nuestra cooperativa detrabajo la idea tcnica delparpadeo, destinada a generar unefecto de mirada de protagonista enel curso del filme. Lo he llamadoEfecto de Realismo Palpebral deFogwill, y quien quiera utilizarlo enel curso de los prximos diez aosdeber pagar un derecho a nuestraseccin de la Sociedad deEscritores. Concluido el plazo, miEfecto Palpebral pasar a dominio

  • pblico y cualquier artista del filmepodr recurrir a su empleogratuitamente.

  • LAS EVASIONES

    Esta maana regresaba en miautomvil por la autopista Celia dela Serna y deb descender a laaltura de la avenida Pern a causade un control militar destinado adetectar el movimiento de loslatinistas, que por ser hoyfestividad de Corpus tratarn dehacerse notar. Los latinistas soncuatro gatos, pero perturban msque el movimiento de campesinos,

  • que nuclea medio milln depequeos propietarios, retrgradosirrecuperables ellos tambin.

    La avenida Pern estaba mstransitada que de costumbre ygrupos de jvenes universitariospaseaban por el bulevar, yendo yviniendo de sus clases. En laesquina de Arbenz me sorprendiver a Silvia en la cola de mnibus:eran las once, deba estartrabajando en mi estudio, copiandomis notas y originales de ayer.

    Silvia reconoci de inmediato

  • mi Moscowa color limn y mesalud agitando su mano derecha.Vesta un tapado de lana a cuadrosy medias que hacan juego con susbotas de tacos bajos. Al encontrarlaentre desconocidos, pude observarque es una muchacha espigada yluminosa. El cabello oscuro la hacemayor, pero sus ojos verdes, aun adistancia, dan un aire franco, casipueril, a sus gestos.

    Hola, camarada... gritmientras yo abra la puertadelantera de mi Moscowa.

  • Buen da. Qu esthaciendo...? pregunt.

    Vine a fotocopiar suscertificaciones a la Universidad, esms barato que hacerlo en laSociedad de Escritores... dijo, yme extendi una carpeta conpapeles certificados. Yo habaolvidado que esa maana Silviadeba registrar mi idea de Tcnicade Parpadeo y por un minuto llegua pensar que aprovechaba miausencia para ir a la universidad aperder el tiempo con sus amigos.

  • Adnde va...? le dije,mostrndome dispuesto a llevarla.

    Iba para su casa, a entregaresto y volver a almorzar en elcomedor popular del lago porqueya termin de copiar sus notas yresmenes de ayer, seor Fogwillme dijo.

    Yo avanc por la avenida,atestada de trnsito rumbo a micasa, y mirando la carpeta de lascopias le dije:

    Entonces... no tiene objetoque la lleve a mi casa... Dnde la

  • dejo?Silvia mir su reloj Nevsky y

    vacil un instante, mordiendo sulabio inferior en actitud pensativa.

    No s... Puedo ir antes allago... Pensaba si valdra la pena irhasta mi casa... Pero tengo clases alas tres y voy a llegar muy sobre lahora. Djeme en el lago, que voy atomar un poco de sol mientrasrepaso mis apuntes...

    La avenida se bifurcaba a laaltura de la calle Duarte. Un ramalbordea el lago de Avellaneda, y el

  • otro se eleva y corre paralelamentea la autopista central. Tom elramal del lago, desde donde se venlos pequeos veleros del Club dePioneros Revolucionarios, con losque se entrenan nuestros jvenes.La maana estaba fresca, pero niuna nube ocultaba el brillante sol:sera una tarde templada. Nosacercbamos al pequeo bosqueque rodea el comedor popular,donde meriendan estudiantes yobreros de pavimentacin yservicios pblicos que trabajan por

  • la zona.Al llegar al bosque, detuve el

    automvil. No me vendra mal unacaminata junto al lago. Tal vez, esoabrira mi apetito, algo debilitadoen los ltimos das a causa de tantotrabajo sobre el guin del filme.

    Quiere caminar...? pregunt Silvia, anticipndose.

    No estara mal, eso pensabaahora... le respond.

    Lo acompao un rato. Megustara un paseo en bote, pero nos si los mircoles alquilan. Ayer

  • estaba cerrado.Veamos dije, cerrando el

    Moscowa. Verifiqu que todas laspuertas estuviesen trabadas y que elsistema de alarma quedaraconectado antes de poner la llave,pues tengo entendido que por lazona merodean rateros y marginalesque daan y hasta roban losautomviles modernos, por el meroplacer de agredir.

    Caminamos por el muelle demadera. El aire fresco meestimulaba, ya no dudaba que ese

  • medioda comera con un apetitoque desde haca un par de semanasno senta. Silvia abri su cartera yme extendi un cigarrillo, un Polkanacional. Tom otro del fondo de sucartera y repar que estabaarrugado, pero tem ofenderlaconvidndola con uno de misMorris. Encend el suyo y nossentamos a fumar en un banco, juntoal galpn de los botes, que nosprotega de la fresca brisa del sur.Ella buscaba algo en su cartera yfinalmente extrajo un pequeo

  • cepillo. En un instante desat sustrenzas y dndome la espaldacomenz a cepillarse el pelo. Suactitud me record una escena demi novela Las horas libres, y suscabellos reflejaban el sol. Por uninstante pens que ella repetaaquella escena del captulo cuarto oquinto de mi vieja y querida novelapero... No poda ser...! Algo estabamal... Yo, con mi traje de lana y migruesa corbata de seda cruda, juntoa esa muchacha de diecinueve aos,treinta y cinco menor que yo... Una

  • hija casi... No...Se acuerda de Las horas

    libres? pregunt.Y entonces algo se cort

    dentro de m. Esa es la idea: cortar,como si un hilo de carne uniesepartes internas del pecho y, depronto, la ua de una mujer, filosa,segura de s, se clavara en la fibra yla cortara con esa clase de dolorque de inmediato provoca un granalivio...

    S, claro, parece que la haledo...! dije preocupado.

  • S, me gusta, a veces la leo.Al fin consegu la primera edicin!

    Qu edicin? mepreocup ms.

    La de Papeles, de 1977.Consegu una fotocopia reducida,me la vendi una compaera...

    Sent que el aire se tornaba uncristal: no poda respirar. Milibro... Circulaba esa edicindesprolija que tanto me habacostado corregir para mis nuevasediciones, y ella...!

    Pero la nueva versin est

  • mejor escrita. No tiene mis obras?S... Pero no es lo mismo,

    Fogwill...Ya no haba camarada ni

    seor, era Fogwill. Roc suscabellos con el dorso de mi mano yapenas poda respirar. Ella tom mimano. Su piel suave engaaba: susmsculos fuertes de pioneraapretaban mi mano cuando sevolvi hacia m, mirndome confirmeza:

    Entendi, perdneme dijo, sin dejar de acariciar mi

  • mano...Sent que el aliento volva a

    m. Ya no poda fingir.Y ahora qu hacemos?

    dije.Ella debi de sentirlo como

    una suerte de ruego.Estamos juntos me dijo.S. Estamos juntos,

    camarada...Camarada... me

    respondi sonriendo. Tom surostro entre mis manos, su brazoderecho se apoy en mi hombro y

  • percib el aroma de su cuello.Cerr los ojos.

    Y ahora qu hacemos? volv a decir antes de besarla.

    Camarada... dijo.Silvia...Y haba desaparecido

    nuevamente mi apetito. No obstante,compramos una bolsa de merienday resolvimos almorzar lejos de laciudad. Puse el Moskowa en lapista elevada y en pocos minutosestbamos en un balneario deBernal, donde buscamos una dacha

  • en alquiler por horas. El balneariose llamaba El Sol y la dacha dabaal jardn. Haba pocos automviles,pero hacia la una del mediodacomenzaron a llegar cochesimportantes, tal vez de funcionariosde Buenos Aires que hacen susescapadas con las secretarias desus oficinas: poco me interesabaeso en aquel momento.

    Yo no sola ser infiel a miesposa. De hecho, no haba tenidorelaciones ntimas con mujeresdesde poco antes del nacimiento de

  • mi pequea Eva, hace ya once aos.Por fortuna, Silvia es una muchachaexperimentada y me ayud mucho.Por momentos, me sent volviendo auna edad que bien s,objetivamente, se ha perdido.

    De regreso a la ciudad lohablamos con franqueza. Eranecesario analizar nuestros actos ensu verdadero significado.

    Qu queramos cada uno delotro? Qu significaban nuestrosdeseos? No ramos vctimas de unerror subjetivo, producto de la

  • tensin provocada por el trabajo?No era yo una figura poderosa, quela atraa inconscientemente por miposicin casi privilegiada dehombre que, al fin de su carrera,dispone de ciertos frutosreservados a dirigentes? No eraella para m una manera de evadirmis responsabilidades? No era para decirlo con rigor autocrticolo que me impuls hacia su amor enaquel momento una actitudcontrarrevolucionaria, que meapartaba del trabajo y me descubra

  • a los ojos de quienquiera nos viesecomo un dscolo que rompe elorden social, comenzando por launidad familiar sobre la que sefundamenta la civilizacinsocialista...?

    Silvia sonrea, pareca muyserena y convencida, pareca notemer nada. Silvia...!

    No tems?Qu? pregunt,

    sorprendida.No s... Lo que pueda pasar

    con nosotros... dije.

  • No. Ya pas mucho! Puedepasar ms... No? Y prosigui:Puede no pasar nada! Qu ms da.Slo importa ser un poquitofelices!

    Dijo: un poquito felices. Nodijo: lo que importa es lafelicidad. Qu pasaba con esamuchacha? Por qu un poquito?

    Por qu un poquito? pregunt.

    Porque todo no hay dijo As dice en un libro: todo nohay.

  • En ese instante no recordaba ellibro. Pero despus repar que erauna cita de mi compaero deestudios y amigo, Pareda, que fueun maestro para todos nosotroshasta que abraz el anarquismo yadhiri a una secta disidentefinanciada por la policacapitalista: muri en la crcel.Pobre Pareda, creo que muriconvencido de que sus compaeroseran honestos...

    Todo es la patria dije.Yo no me acost con la

  • patria hoy, creo que ustedestampoco dijo acaricindome.

    Nosotros?S, ustedes me acariciaba

    y rea.Fue peor. Cuando la dej en su

    facultad me senta an peor quedurante el episodio del lago. Antesera bella, la deseaba, pero ahora, susoltura, su displicencia y la libertadque exhiba me atraan demasiado.No era esa misma libertad la quegenera el arte?, me preguntaba. Eratodo un ardid de mujerzuela

  • seductora? Quise apartar esa ideade mi mente y no me fue difcil: fuedulce, fue generosa: no es unamujerzuela. Qu era? Debaordenar mis ideas. Llegado a casabeb dos copas de coac y medispuse a dormir la siesta. Por esoescrib durante la noche, como solahacerlo en mi juventud: parecemenos burocrtico escribir cuandotodos duermen. A Rita le molest.Desde su habitacin nuestrahabitacin, en rigor escucha elruido de la mquina de escribir, y

  • eso le molesta. Segu ordenandomis notas y redactando mis ideashasta este momento, cuando, segnmi reloj, son las cuatro de lamadrugada. Ir a la cama a lascuatro y media, como en mis viejostiempos. Antes comer algocaliente, para reponerme.

  • TRES PARTES

    La accin del filme debetranscurrir en el ao 2018, cuandoderrotados todos los focos deresistencia imperialistas ycapitalistas la Argentina concluyepor integrarse al Nuevo OrdenMundial, establecido por el plazode un siglo a partir de un inteligentesistema de prerrogativas yprohibiciones que dota a cada expas de una diferenciacin

  • arbitraria, tan arbitraria como antesfueron las diferencias de frontera,lenguaje y costumbres, que nohacan sino ocultar diferencias entrepases explotados y pasesexplotadores y su compleja red derelaciones. El mbito urbano deBuenos Aires o de cualquier capitaleuropea sirve para los exteriores.Bastar, para obtener lascondiciones fijadas en el guin, elsencillo agregado de unas pocascarretas de bueyes, caballos,indgenas y expedicionarios, que

  • pueden recuperarse de los plantelesque abastecen filmes de caballerao de cowboys, algunas personas deraza cobriza, negra o mulata, yropas de poca que los museosmilitares argentinos podrn facilitara los encargados de produccin deArtkino.

    El filme debiera ser habladoen la particular lengua que lasociedad argentina ha elegido, paraque, por medio de la adulteracindel espaol, su pueblo vayaeducndose en los conceptos de la

  • relatividad lingstica necesariospara asumir sin resistencia suprxima conversin a la lenguamundial. Por el elevado niveleducacional de la poblacin que,no debe dejar de sealarse, se debea la accin de los camaradasSarmiento y Pern nuestro passer uno de los primeros en adoptarla nueva lengua, cuyaobligatoriedad en escala mundialcomenzar a regir en 2103, peroque entre nosotros entrar en vigora partir de 2060.

  • La decisin a este respectocorrer por cuenta del director delfilme. Yo, como autor de la idea,sugiero el empleo de la lenguaespaola con las correcciones delcaso, pero estoy dispuesto aallanarme al empleo de otroidioma, por cuanto la presencia deactores soviticos compensar concreces la prdida de este atractivodel filme, enriqueciendo susimgenes con la gracia, la calidadinterpretativa y el tipo fsicolimpio, esbelto y superior de la raza

  • eslava.Las ideas que ya he registrado,

    y los resmenes que da a da voypreparando, sugieren a mi esposaleal consejera y a algunoscolegas cuyo juicio suelo apreciar,que algunos temas del filme sonalgo atrevidos, pues tienden a poneren evidencia ciertascontradicciones que, a pesarnuestro, an enfrenta nuestraorganizacin social. Pero: por quocultarlas...? La restauracin delcapitalismo es impensable: la

  • derrota del imperialismo,vaticinada por Lenin en 1918 yfestejada por cuatro quintas partesde la Humanidad hace ya un lustro,es un hecho consumado. Si hasta losmismos analistas polticos delrgimen imperialista la handiagnosticado.

    En efecto, hoy la edicininternacional del Pravda reproduceun artculo del Rocky Institutedonde un grupo de socilogos ehistoriadores capitalistas,empleando sofisticados modelos,

  • concluyen probando que la derrotade la sociedad individualista esinexorable, en razn dicencnicamente de la eficiencia de ladictadura bolchevique. Estvisto: reconocen nuestra eficiencia,y mediante aditamentos procuranensombrecer nuestros supremoslogros. El informe, segn resumePravda, concluye recomendandouna estrategia de retirada delimperialismo, que le permita gozarun par de dcadas de aliento a loshawks, que as llaman ahora a los

  • imperialistas nostlgicos, que en suromanticismo se creen an capacesde recuperar un palmo de territorioliberado.

    Este artculo, que he recortadopara exponerlo a mi esposa y aalgunos camaradas que dudan sobremi guin, ha venido a fortalecer misopiniones: ya es hora de concluircon la hipocresa, y los artistasdebemos ser sensibles a lascontradicciones no antagnicas denuestra sociedad, para contribuir amejorarla. No vivimos en el

  • paraso: apenas hemos regado connuestra sangre y limpiado demalezas con nuestro trabajo elcamino hacia un mundo mejor. Sicerrsemos los ojos y caysemos enel conformismo adocenado:seramos artistas?

    No! Seramos bufones deCorte, que, bien sabemos, es loltimo que quisiera de nosotros elcamarada mariscal en jefe JimnezDozo, y es lo ltimo que reclama denosotros la sociedad comunista delfuturo, cada da ms prximo.

  • Hoy debimos despedir a unasecretaria de la sociedad deescritores. Lo descubri Di Paola,hace un par de semanas. La mujerentr a su oficina y le pregunt:

    Dnde coloco estoscurricula?

    En el archivo dijo Dippy.Y despus advirti algo extrao.

    Camarada Laura...! llam.

    S, camarada.Usted dijo currculums o

    curricula?

  • Curricula... En plural.Dnde estudi latn?

    pregunt el camarada inocentemente. Aqu todo el mundo dicecurrculums.

    Entonces la muchachaenrojeci y dio una explicacinpoco satisfactoria. Di Paola llevsus dudas a la reunin de losviernes, donde dispusimos unacelosa investigacin, que prob quetal como se sospechaba, Lauraperteneca a una secta latinista.

    Por ser una muchacha de buena

  • foja de servicios, y atendiendo a suestado de gravidez, resolvimosmantener en reserva estainformacin y no rendimos cuenta ala polica. No obstante, porunanimidad, acordamos despedirla:sera muy peligroso que nuestradocumentacin interna cayese enmanos de conspiradores. Porque loslatinistas, que se nutren de gentesencilla como Laura, estninfiltrados por agentesrestauracionistas y proimperialistas. Las pruebas las

  • conocemos todos: hay en suorganizacin una lealtad fundada ensupersticiones religiosas que puedehacer de cualquier trabajadorhonrado un servil colaborador desus srdidos fines. Lo lamentamos,pero no podemos arriesgar el bienganado prestigio de nuestraSociedad de Escritores frente aotras instituciones laborales,sindicales y estatales, amparandoelementos txicos que abusen denuestra confianza. A Laura la habarecomendado el camarada De

  • Diego, de conducta irreprochable,no obstante se ha resuelto chequearsus movimientos para que su fichade colaboraciones siga luciendo tanirreprochable como hasta hoy.

    Silvia toma en broma a loslatinistas. Me coment, a propsitodel captulo donde narraba midilogo con Rita, que esta cuestinreligiosa era folclore(Folclore...!) y que considerabauna tontera enredarse en lasdiscusiones internas de losfetichistas catlicos. La muchacha,

  • aunque brillante en sus juicios, noalcanza a comprender la necesidadde nuestra patria por mantener enorden a los focos desviantes. Llega su madurez en medio de la fase deconstruccin del socialismo y esola dota de una seguridad quequienes hemos padecido laspostrimeras del capitalismo jamspodremos permitirnos. Quin delos nuestros hombres de migeneracin no tiembla ante lamnima perspectivarestauracionista, en pro de la cual

  • los retrgados latinistas confluyencon cratas, fascistas ydemosindicalistas, para formar unmagma uniforme con los burguesesy los oligarcas desplazados?

    No me gusta la omnipotenciade Silvia. Tampoco comparto sudesprecio hacia la religin catlica:la Iglesia es un puntal de nuestrasociedad y cumple una misinespiritual que los leninistasdebemos reconocer, aunque repugnea nuestra doctrina el trasfondoidealista sobre el que funda sus

  • creencias. Hay que saberdiferenciar las ideas del sentidosocial de su uso eso enseabaEngels, y aunque la idea de fondode los cristianos sea equvoca yfalaz, no es ste el momentoadecuado para resucitar argumentosque no eran sino una de lasmscaras del pensamiento liberalde los prfidos capitalistas.

    Las palabras de Silvia merecordaron a los librepensadoresque conoc en mi juventud. Creo, yas lo expres en mi artculo sobre

  • el discurso del general Torres, queel pensamiento liberal, aunque aveces coincida con nuestrospostulados, es un cncer que corroenuestro movimiento: loslibrepensadores tienen unafacilidad asombrosa paramimetizarse con cualquierideologa, y su soltura, fruto de lams acabada carencia deprincipios, les permite cambiar ellugar de emplazamiento de susbateras ideolgicas para confundiry desorientar a los revolucionarios.

  • Mucho tenemos que aprender de loscristianos a este respecto, y muchastareas en comn nos esperan junto aellos. Por tal razn, debo aclararestos conceptos a la camaradaSilvia y evitar que ella y lascamaradas de su crculo setransformen en depositaras de esasideas perimidas ycontrarrevolucionarias...

    Envi una carta a Artkinoconfirmando el plan de entregas delguin y reclamando sus formulariosstandard para la presentacin de

  • normas de produccin, casting deelencos, decorados y vestimentas...

    Hoy faltar a la reunin de laSociedad de Escritores. No quieroasistir al enfrentamiento de DiPaola y Rocha con De Diego. En elfondo, en toda la discusin sobre lalatinista exonerada se ventilantemas personales a cuyadilucidacin en nada puedocontribuir. Me ha informado Rochaque la latinista Laura fue detenidamientras trataba de hacer llegar uninforme al grupo de aclitos del

  • falso obispo Craviotti. Lo lamento.Tengo entendido que su esposo,padre de la criatura que espera parajulio, es un trabajador honesto quepresta servicios en la Corporacinde Omnibus de los suburbios:pobre hombre!

  • EL EFECTO DEREALIDAD

    Ingres al Partido en 1977. Pordiez aos fui un simpatizante, aquien daban trato de camarada acausa de la amistad de algunosdirigentes que apreciaban su obra ydepositaban en l las esperanzasque, por fortuna, el tiempo permiticonfirmar. Despus de aos deaventurerismo entre 1971 y 1977,en los que oscil embriagado entre

  • las modas freudianas, putschista,psicodlica y estetizante que seensaaron con nuestra claseintelectual, me entregu con todasmis fuerzas a la militanciarevolucionaria dentro de ladisciplina del Partido. Dieciochoaos de lucha tienen al fin susrecompensas: estos pequeosprivilegios con que ahora cuento, yque no reservo para m sino quecomparto con mis camaradas de laSociedad de Escritores. Eso meotorga ciertos derechos, como es en

  • este caso el reconocimiento de miexclusivo inters al servicio de lapatria, el socialismo, la revoluciny la suprema lealtad a nuestroslibertadores. Por eso puedoenfrentar las crticas, y por esamisma razn puedo escribir unaautocrtica exhaustiva, sin temor aser malinterpretado. El camaradaFogwill sirve a la revolucin. Elcamarada Fogwill arriesgacualquiera de sus privilegios y suspequeos intereses personales porla revolucin. El camarada Fogwill

  • pone su corazn y su pluma alservicio de la revolucin, delsocialismo y de la lealtadinternacional proletaria hacia elejrcito rojo de la Unin deRepblicas Socialistas Soviticas.Aqu est el camarada Fogwill. Poreso acepta crticas y emprende laautocrtica, con la mirada alta dequien vislumbra el gran amanecerdel comunismo.

    Aos de militancia y reflexinrevolucionaria guiada por losclsicos, me han enseado que el

  • sentido de la accin humana no esel que quien obra de tal o cualmanera cree procurar, sino elresultado objetivo de su accin,medida por sus consecuenciassobre el proceso de produccin, yel complejo mayor de relacionesantagnicas que la contiene, esdecir, la lucha de clases.

    Recuerdo que cuando uncamarada exhiba un encendedor deplata, o de metal plateado,corramos a sealar: Camarada,no importa ahora cmo obtuvo

  • usted ese emblema, pero estmanchado por la sangre de lostrabajadores, porque el metalprecioso representa el poder deunos sobre otros.... Por lo general,el camarada, avergonzado, sedeshaca de su encendedor, o loempeaba para donar ese dinero ala causa revolucionaria.

    La exhibicin del ocio, laslargas vacaciones, las aventurasamorosas: todo era analizado entrminos de sus resultadosobjetivos para las relaciones de

  • produccin, las relaciones socialesy el conjunto que las define en cadaetapa histrica, es decir, elparticular momento decorrelacin de fuerzas socialesopuestas: la burguesa, elimperialismo y sus aliados de unaparte, y el proletariado, elcampesinado, los pequeosempresarios, las Fuerzas Armadas ylos intelectuales revolucionarios deotra.

    Es misin del intelectualrevolucionario y todo artista

  • debe comportarse como taldesnudar en cada uno de sus actosel sentido objetivo de sucomportamiento. Veamos: he hechotal o cual cosa. Aqu est elenemigo, aqu est mi clase y susaliados. Qu aporta cada uno deellos el acto que acabo de cometer?Y qu aporta al proceso deproduccin? Tal el examencotidiano de conciencia que elintelectual debe realizar sin pasarpor alto el ms pequeo de susmovimientos en el seno de la

  • sociedad civil.Estoy enamorado de Silvia.

    Qu refleja esto? En primertrmino, debo reconocer con Marxque el amor es una entidad sublimeque representa, en la pequeaescala de la pareja humana (o de sufamilia, en tanto el amor se extiendea los hijos de