Un mundo para Julius - Alfredo Bryce Echenique.doc

8/10/2019 Un mundo para Julius - Alfredo Bryce Echenique.doc

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Alfredo Bryce Echenique

Un mundo para Julius



Memoria y recreación de la infancia, Un mundo para Juliusconstituye un hito de la narrativa latinoamericana de losúltimos tiempos. Ha sido traducida a varios idiomas y eslectura oli!ada en muchas universidades francesas,alemanas y norteamericanas. "#or la inteli!encia de sufactura, la ciencia de su len!ua$e, la me%cla sutil de iron&a,nostal!ia y humor, y la a!uda visión de lo real que conformansu esencia, este liro de Bryce Echenique es una de lasme$ores novelas escritas por un autor latinoamericano"'(ariel (arc&a M)rque%*.



U+ MU+- #AA JU/0U1de Alfredo Bryce Echenique(2nero+ovela#ulicada en 3456 en /ima A Ma!!ie



7/o que Juanito no aprende, no lo sar) nunca Juan.8Refrán alemán

7a%a de Ael, ra%a de los $ustos, ra%a de los ricos, qu2tranquilamente hal)is. Es a!radale, 9no es cierto:, tener

para s& el cielo y tami2n al !endarme. ;u2 a!radale espensar un d&a como su padre y el padre de su padre...8 JeanAnouilh,

Médée, Nouvelles Pièces noires



EL PALAC! !R"NAL

7ecuerdas que durante los via$es a los que nos llevaami madre, cuando 2ramos ni<os, sol&amos escaparnos delva!ón=cama para ir a corretear por los va!ones de terceraclase. /os homres que ve&amos recostados en el homro deun desconocido, en un va!ón sorecar!ado, o simplementetirados por el suelo, nos fascinaan. +os parec&an m)s realesque las personas que frecuentaan nuestras familias. Unanoche, en la estación de >olón, re!resando de ?annes a #ar&s,

vimos a los via$eros de tercera eiendo en la peque<a fuentedel and2n@ un orero te ofreció a!ua en una cantimplora desoldado@ te la eiste de un tra!o, y en se!uida me lan%astela mirada de la peque<uela que acaa de reali%ar la primeraha%a<a de su vida... Hemos nacido pasa$eros de primeraclase@ pero, a diferencia del re!lamento de los !randesarcos, aquello parec&a prohiirnos las terceras clases.8

o!er ailland, Beau Masque

Julius nació en un palacio de la avenida 1alaverry, frente

al anti!uo hipódromo de 1an elipe@ un palacio con cocheras, $ardines, piscina, peque<o huerto donde a los dos a<os seperd&a y lo encontraan siempre parado de espaldas, mirando,por e$emplo, una Cor@ con departamentos para laservidumre, como un lunar de carne en el rostro m)s ello,hasta con una carro%a que usó tu isauelo, Julius, cuando era#residente de la epúlica, Dcuidado, no la toques, est) llenade telara<as, y 2l, de espaldas a su mam), que era linda,tratando de alcan%ar la mani$a de la puerta. /a carro%a y la

sección servidumre e$ercieron siempre una eFtra<afascinación sore Julius, la fascinación de 7no lo toques, amor@por ah& no se va, darlin!8. Ga entonces, su padre ha&amuerto.

1u padre murió cuando 2l ten&a a<o y medio. Hac&aal!unos meses que Julius ia de un lado a otro del palacio,caminando y sólito cada ve% que pod&a. 1e escapaa hacia la



sección servidumre del palacio que era, ya lo hemos dicho,como un lunar de carne en el rostro m)s ello, una l)stima,pero aún no se atrev&a a entrar por ah&. /o cierto es quecuando su padre empe%ó a morirse de c)ncer, todo enersalles !iraa en torno al cuarto del enfermo, menos sushi$os que no de&an verlo, con eFcepción de Julius que aún eramuy peque<o para darse cuenta del espanto y que andaa losucientemente lire como para aparecer cuando menos lopensaan, envuelto en pi$amas de seda, de espaldas a laenfermera que dormitaa, oservando cómo se mor&a supadre, cómo se mor&a un homre ele!ante, rico y uenmo%o.

G Julius nunca ha olvidado esa madru!ada, tres de la ma<ana,una velita a 1anta osa, la enfermera te$iendo para nodormirse, cuando su padre arió un o$o y le di$o porecito, y la

enfermera salió corriendo a llamar a su mam) que era linda ylloraa todas las noches en un dormitorio aparte, paradescansar al!o siquiera, ya todo se ha&a acaado.

#ap) murió cuando el último de los hermanos en se!uirpre!untando, de$ó de pre!untar cu)ndo volv&a pap) de via$e,cuando mam) de$ó de llorar y salió un d&a de noche, cuandose acaaron las visitas que entraan calladitas y pasaan defrente al salón m)s oscuro del palacio 'hasta en eso ha&apensado el arquitecto*, cuando los sirvientes recoraron su

mediano tono de vo% al halar, cuando al!uien encendió laradio un d&a, pap) murió.

+adie pudo impedir que Julius se instalara pr)cticamentea vivir en la carro%a del isauelo=presidente. Ah& se pasaatodo el d&a, sentado en el desvenci$ado asiento de terciopeloa%ul con eF=rietes de oro, dispar)ndoles siempre a losmayordomos y a las amas que tarde tras tarde ca&an muertosal pie de la carro%a, ensuci)ndose los !uardapolvos que, porpares, la se<ora les ha&a mandado comprar para que no

estropearan sus uniformes, y para que pudieran caer muertoscada ve% que a Julius se le anto$aa acriillarlos a ala%osdesde la carro%a. +adie le imped&a pasarse ma<ana y tardemetido en la carro%a, pero a eso de las seis, cuandoempe%aa ya a oscurecer, ven&a a uscarlo una muchacha,una que su mam), que era linda, dec&a hermosa la chola,dee descender de al!ún indio nole, un inca, nunca se sae.



/a chola que pod&a ser descendiente de un inca, sacaaa Julius car!ado en peso de la carro%a, lo apretaa contraunos senos proalemente maravillosos a$o el uniforme, y nolo soltaa hasta lle!ar al a<o del palacio, al a<o de los ni<osm)s peque<os, sólo el de Julius, ahora. Muchas veces trope%óla chola con los mayordomos o con el $ardinero que yac&anmuertos alrededor de la carro%a, para que Julius, Jesse Jameso (ary ?ooper se!ún el d&a, pudiese partir tranquilo aa<arse.

G ah& en el a<o empe%ó a despedirse de 2l su madre,dos a<os despu2s de la muerte de su padre. /o encontraasiempre de espaldas, parado frente a la tina, desnudo con elpip& al aire pero ella no se lo pod&a ver, contemplando lasuida de la marea en esa tina llena de cisnes, !ansos ypatos, una tina enorme, como de porcelana y celeste. 1umam) le dec&a darlin!, 2l no volteaa, le daa un eso en lanuca y part&a muy linda, mientras la hermosa chola adoptaaposturas incomod&simas para meter el codo y proar latemperatura del a!ua, sin caerse a lo que ien pod&a ser unapiscina de Beverly Hills.

G a eso de las seis y media de la tarde, diariamente, lachola hermosa co!&a a Julius por las aFilas, lo al%aa en peso ylo ia introduciendo poco a poco en la tina. /os cisnes, lospatos y los !ansos lo reci&an con ale!res ondulaciones sorela supercie del a!ua calentita y l&mpida, parec&an hacerlereverencias. Il los co!&a por el cuello y los empu$aasuavemente, ale$)ndolos de su cuerpo, mientras la hermosachola se armaa de toallitas $aonadas y $aones perfumadospara ni<os, y empe%aa a frotar dulce, tiernamente, con amorel pecho, los homros, la espalda, los ra%os y las piernas delni<o. Julius la miraa sonriente y siempre le pre!untaa lasmismas cosas@ le pre!untaa, por e$emplo 79G tú de dónde

eres:8, y escuchaa con atención cuando ella le halaa de#uquio, de +a%ca camino a la sierra, un puelo con muchascasas de arro. /e halaa del alcalde, a veces de ru$os, perose re&a como si ya no creyera en eso, adem)s hac&a ya muchotiempo que no su&a por all). Julius la miraa atentamente yesperaa que terminara con una eFplicación para hacerle otrapre!unta, y otra y otra. As& todas las tardes mientras sus



hermanos, en los a$os, acaaan sus tareas escolares y sepreparaan para comer.

1us hermanos com&an ya en el comedor verdadero oprincipal del palacio, un comedor inmenso y lleno de espe$os,

al cual la chola hermosa tra&a siempre car!ado a Julius, paraque le diera un eso con sue<o a su padre, primero, y lue!o,al otro eFtremo de la mesa, toda una caminata, el últimoesito del d&a a su madre que siempre ol&a riqu&simo. #ero estocuando ten&a meses, no ahora en que sólito se met&a alcomedor principal y pasaa lar!os ratos contemplando unenorme $ue!o de t2 de plata, instalado como cúpula decatedral en una inmensa consola que el isauelo=presidenteha&a adquirido en Bruselas. Julius no alcan%aa la teterarillantemente atractiva, siempre proaa y nada. #or n und&a lo!ró alcan%arla pero ya no a!uantaa m)s en punta depies, total que no la soltó a tiempo y la tetera se vino aa$ocon !ran estr2pito, le chancó el pie, se aolló, en n, fue todauna cat)strofe y desde entonces no quiso volver a saer m)sde $ue!os de t2 de plata en comedores principales overdaderos de palacios. En ese comedor que, adem)s del

$ue!o de t2 y los espe$os, ten&a vitrinas de cristal, alfomrapersa, va$illa de porcelana y la que nos re!aló el #residente1)nche% ?erro una semana antes de que lo mataran, ah&

com&an ahora sus hermanos.1ólo Julius com&a en el comedorcito o comedor de los

ni<os, llamado ahora comedor de Julius. Aqu& lo que ha&a erauna especie de isneylandia las paredes eran puro #atoonald, ?aperucita o$a, MicKey Mouse, >ar%)n, ?hita, Janeien vestidita, 1uperm)n sac)ndole la mu!re proalementea r)cula, #opeye y -livia muy muy Caca@ en n, todo estopintado en las cuatro paredes. /os espaldares de las sillaseran cone$os ri2ndose a carca$adas, las patas eran %anahorias

y la mesa en que com&a Julius la car!aan cuatro indiecitosque nada ten&an que ver con los indiecitos que la cholahermosa de #uquio le contaa mientras lo a<aa en BeverlyHills. DAh, adem)s ha&a un columpio, con su silletita col!antepara lo de toma tu sopita Julito 'a veces, hasta Juliuscito*, unacucharadita por tu mam), otra por ?intita, otra por tuhermanito Boicito y as& sucesivamente, pero nunca una por



tu papito porque papito ha&a muerto de c)ncer. A veces, sumadre pasaa por ah& mientras lo columpiaanatra!ant)ndolo de sopa, y escuchaa los horrendosdiminutivos con que la servidumre arruinaa los nomres desus hi$os. 7ealmente no s2 para qu2 les hemos puesto esosnomres tan lindos Ldec&aL. 1i los oyeras decir ?intita enve% de ?inthia, Julito en ve% de Julius, Dqu2 horror8 1e lo dec&aa al!uien por tel2fono, pero Julius casi no lo!raa escucharlaporque, entre la sopa que se acaaa y el columpio que lomec&a ara%)ndolo como la planta del sue<o, poco a poco seia adormeciendo, hasta quedar listo para que la cholahermosa lo reco!iera y se lo llevara a su dormitorio.

#ero, cosa que nunca sucedió cuando sus hermanoscom&an en isneylandia, ahora toda la servidumre ven&a aacompa<ar a Julius@ ven&a hasta +ilda, la 1elv)tica, lacocinera, la del olor a a$os, la que aterraa en su %ona,despensa y cocina, con el cuchillo de la carne@ ven&a pero nose atrev&a a tocarlo. Era 2l quien huiera querido tocarla, peroentonces m)s pod&an las frases de su madre contra el olor aa$os para Julius todo lo que ol&a mal ol&a a a$os, a +ilda, ycomo no sa&a muy ien qu2 eran los a$os, una noche lepre!untó, +ilda se puso a llorar, y Julius recuerda que 2se fueel primer d&a m)s triste de su vida.

Hac&a tiempo que +ilda lo ven&a fascinando con sushistorias de la selva y la palara >amopata@ eso de quequedara en Madre de ios especialmente, era al!o que losacaa de quicio y 2l le ped&a m)s y m)s historias sore lastrius calatas, todo lo cual dio lu!ar a una serie de intri!as yodios secretos que Julius descurió hacia los cuatro a<osilma, as& se llamaa la chola hermosa de #uquio, atra&a laatención de Julius mientras lo a<aa, pero lue!o, cuando lollevaa al comedor, era +ilda con sus historias pla!adas de

pumas y chunchos pintarra$eados la que captaa toda suatención. /a pore +ilda sólo trataa de mantener a Julius conla oca aierta para que ilma pudiera meterle con mayorfacilidad las cucharadas de sopa, pero no@ no porque ilma semor&a de celos y la miraa con odio. /o !enial es que Julius sedio cuenta muy pronto de lo que pasaa a su alrededor yresolvió el prolema con !ran astucia empe%ó a interro!ar



tami2n a los mayordomos, a la lavandera y a su hi$a quetami2n lavaa, a Anatolio, el $ardinero y hasta a ?arlos, elchofer, en las pocas oportunidades en que no ha&a tenidoque llevar a la se<ora a al!una parte y se hallaa presente.

/os mayordomos se llamaan ?elso y aniel. ?elso contóque era sorino del alcalde del distrito de Huarocondo, de laprovincia de Anta, en el departamento del ?u%co. Adem)s, eratesorero del ?lu Ami!os de Huarocondo, con sede en /ince.All& se reun&an mayordomos, mo%os de caf2, empleadasdom2sticas, cocineras y hasta un chofer de la l&nea escal%os=1an 0sidro. G como si todo esto fuera poco, a<adió que, en sucalidad de tesorero que era del ?lu, le correspond&a elcuidado de la ca$a del mismo, y como el candado de la puertadel local estaa un poco vie$ito, la ca$a la ten&a !uardadaarria en su cuarto. Julius se quedó co$udo. 1e olvidó porcompleto de ilma y de +ilda. 7DEns2<ame la ca$a DEns2<amela ca$a8, le ro!aa, y ah& en isneylandia, la servidumre enpleno !o%aa pensando que Julius, propietario de unasuculenta alcanc&a a la que no le prestaa nin!una atención,insistiera tanto en ver, tocar y arir la ca$a del ?lu Ami!os deHuarocondo. Esa noche, Julius tomó la decisión de escaparse yde entrar, de una ve% por todas, en la le$ana y misteriosasección servidumre que, ahora, adem)s, ocultaa un tesoro.

Ma<ana ir&a para all)@ esta noche ya no, no porque la sopaacaaa de terminarse y el columpio se ia poniendo cadave% m)s suave, la silletita voladora huiera alcan%ado la luna,pero siempre suced&a lo mismo ilma lo sorprend&a con susmanos )speras como palo de escoa y se lo llevaa a uerteApache.

uerte Apache 'as& dec&a un letrero colocado en lapuerta* era el dormitorio de Julius. All& estaan todos loscooys del mundo pe!ados a las paredes, en tama<o natural

y tami2n parados en medio del dormitorio, de cartón y conpistolas de pl)stico que rillaan como metal. /os indios yaha&an muerto todos para que Julius se pudiera acostartranquilo y sin reclamar. En realidad, en uerte Apache, laatalla ha&a terminado y sólo el indio Jerónimo, uno quedespertaa las simpat&as de Julius, como si eventualmentefuera a amistar con Burt /ancaster, por e$emplo, sólo Jerónimo



ha&a sorevivido y continuaa parado al fondo del cuarto,pensativo y or!ulloso.

ilma adoraa a Julius. 1us ore$otas, su pinta incre&leha&an despertado en ella enorme cari<o y un sentido del

humor casi tan no como el de la se<ora 1usan, la madre de Julius, a quien la servidumre criticaa un poco últimamenteporque diario sal&a de noche y no re!resaa hasta las mil yquinientas.

1iempre lo despertaa. G eso que Julius se dorm&a muchodespu2s de que ilma lo ha&a de$ado ien dormidito se hac&ael dormido y, en cuanto ella se marchaa, ar&a !randa%os loso$os y pensaa re!ularmente un par de horas en miles decosas. #ensaa en el amor que ilma sent&a por 2l, por

e$emplo@ pensaa y pensaa y todo se le hac&a un mundoporque ilma, aunque era medio lancona, era tami2n medioindia y sin emar!o nunca se que$aa de andar metida entretodos los indios muertos que ha&a ah& en uerte Apache@adem)s, nunca ha&a manifestado simpat&a por Jerónimo, m)sien miraa a (ary ?ooper, claro que todo eso pasaa en losEstados Unidos, pero indios y mi dormitorio y ?elso 2se s& quees indio... As& hasta que se dorm&a, tal ve% esperando que lospasos de mami en la escalera lo despertaran, ah& lle!a, sue.

Julius escuchaa sus pasos en la escalera y sent&a adoración,se acerca, pasa por la puerta, si!ue de lar!o hacia su cuarto,al fondo del corredor donde murió papi, donde ma<ana ir2 adespertarla linda... 1e dorm&a rapidito para ir a despertarlacuanto antes, siempre la despertaa.

#ara ilma era un templo@ para Julius, el para&so@ para1usan, su dormitorio, donde ahora dorm&a viuda, a los treintay tres a<os y linda. ilma lo llevaa hasta ah& todas lasma<anas, alrededor de las once. /a escena se repet&asiempre 1usan dorm&a profundamente y a ellos les daa ni s2qu2 entrar. 1e quedaan parados a!uaitando por la puertaentreaierta hasta que, de pronto, ilma se armaa de valor yle daa un empu$oncito que lo pon&a en marcha hacia la camaso<ada, con techo, con columnas retorcidas, con tules y conan!elitos arrocos esculpidos en los cuatro )n!ulossuperiores. Julius volteaa a mirar hacia la puerta, desde



donde ilma le hac&a se<as para que la tocara@ entonces 2leFtend&a una mano, la introduc&a apartando dos tules y ve&a asu madre tal cual era, sin una !ota de maquilla$e,profundamente dormida, ell&sima. #or n se decid&a a tocarla,su mano alcan%aa apenas el ra%o de 1usan y ella, quedespertaa siempre viviendo un último instante lo de anoche,respond&a con una sonrisa diri!ida a trav2s de la mesa de unclu nocturno, al homre que acariciaa su mano. Julius latocaa nuevamente 1usan !iraa d)ndole la espalda yescondiendo la cara en la almohada para volver a dormirse,porque durante un se!undo acaaa de re!resar cansada detanto ailar y no ve&a las horas de acostarse. 7Mami8, ledec&a, atrevido, !rit)ndole suavecito, casi resondr)ndola enroma, envalentonado por las se<as de ilma desde la puerta.

1usan empe%aa a enterarse de la lle!ada del d&a pero,aprovechando que aún no ha&a aierto los o$os, volv&a adiri!ir una sonrisa a trav2s de la mesa de un clu nocturno einsist&a en !irar hundi2ndose un poco m)s en el lado hacia elcual se ha&a volteado al acostarse cansada, la se!unda ve%que Julius la tocó@ lue!o, en una fracción de se!undo, dorm&a&nte!ra su noche hasta que ella misma de$aa que el eco del7mami8, pronunciado por Julius, se ltrara ilumin)ndole lalle!ada del d&a, reapareciendo por n en una sonrisa dulce y

pere%osa que esta ve% s& era para 2l.Larlin! Loste%aa, lindaL, 9qui2n se va a ocupar de

mi desayuno:

LGo, se<ora@ voy a avisarle a ?elso que ya puede suir ela%afate.

1usan terminaa de despertar cuando divisaa a ilma,al fondo, en la puerta. Ese era el momento en que pensaaque pod&a ser descendiente de un indio nole, aunquelancona, 9por qu2 no un inca:, despu2s de todo fueroncatorce.

Julius y ilma asist&an al desayuno de 1usan. /a cosaempe%aa con la lle!ada del mayordomo=tesorero trayendo,sin el menor tintineo, la tacita con el caf2 ne!ro hirviendo, elvaso de cristal con el $u!o de naran$as, el a%ucarerito y lacucharita de plata, la cafetera tami2n de plata, por si acaso



la se<ora lo desea m)s car!ado, las tostadas, la mantequillaholandesa y la mermelada in!lesa. +o ien arrancaan lossoniditos del desayuno, el de la mermelada untada, el de lacucharilla removiendo el a%úcar, el !olpecito de la tacitacontra el platito, el ocado de tostada crocante, no iensonaan todos esos detalles, una atmósfera tierna seapoderaa de la haitación, como si los primeros ruidos de lama<ana huieran despertado en ellos innitas posiilidadesde cari<o. A Julius le costaa traa$o quedarse tranquilo, ilmay ?elso sonre&an, 1usan desayunaa oservada, admirada,adorada, parec&a saer todo lo que pod&a desencadenar consus soniditos. e rato en rato al%aa la cara y los miraasonriente, como pre!unt)ndoles 79M)s soniditos: 9Ju!amos alos !olpecitos:8

>erminado el desayuno, 1usan empe%aa una lar!a seriede llamadas telefónicas y ilma part&a con Julius rumo alhuerto, a la piscina o a la carro%a. #ero, por una ve%, Julius noesperó que ilma lo co!iera de la mano@ se le anticipó y saliócorriendo detr)s de ?elso que a$aa con el a%afate.7DEns2<ame la ca$a DEns2<ame la ca$a8, le ia !ritando,mientras el otro se le ale$aa en la escalera. #or n lo lo!róalcan%ar en la cocina y el mayordomo=tesorero aceptómostr)rsela no ien terminara de poner la mesa, porque sus

hermanos ya no tardaan en lle!ar del cole!io con hamre.7uelve en un cuarto de hora8, le di$o.

LD?inthia L!ritó Julius, apareciendo en el !ran hall dela escalera.

?omo todos los d&as, ?arlos, el chofer ne!ro=uniformado=con=!orra de la familia, acaaa de traerlos del cole!io yahora su&an a saludar a su mam).

LD-re$itas LeFclamó 1antia!o, sin detenerse.

Boy no volteó a mirar@ en camio ?inthia se ha&aquedado parada en el descanso de la escalera.

L?inthia, ?elso me va a ense<ar la ca$a del ?lu de losAmi!os de (ua...

LHuarocondo Llo ayudó ?inthia, sonrienteL. Ahoritaa$o para que me acompa<es a almor%ar.



Minutos despu2s, Julius entró por primera ve% en lasección servidumre del palacio. Miraa hacia todos ladostodo era m)s chiquito, m)s ordinario, menos onito, feotami2n, todo disminu&a por ah&. e repente escuchó la vo% de?elso, pasa, y recordó que lo ha&a venido si!uiendo, perosólo al ver la cama de erro marrón y fr&o comprendió que sehallaa en un dormitorio. Estaa oliendo p2simo cuando elmayordomo le di$o

LEsa es la ca$a Lse<al)ndole la mesita redonda.

L9?u)l: Lpre!untó Julius, mirando ien la mesita.

LIsa, pues.

Julius vio la que no pod&a ser. 79?u)l:8, volvió a

pre!untar, como quien usca al!o en la punta de su nari% yespera que le di!an 9no ves:, D2sa Dah& Den la punta de tusnarices

L?ie!o est)s, Julius@ 2sta es.

?elso se inclinó para reco!er la lata de !alletas deencima de la mesa, se la alcan%ó. Julius la co!ió por la tapa,mal, se le destapó la lata un montón de illetes y monedassucias le cayeron sore el pantalón y se re!aron por el suelo.

LDEste ni<o /o que has hecho... ayúdame.

LApúrate, ten!o que servirle a tus hermanos... L>en!oque acompa<ar a ?inthia.

?inthia tami2n ten&a su ama, como Julius ten&a a ilma,pero no era hermosa sino !orda y uena@ !orda, uena,anti!ua, vie$a, responsale y canosa. Julius se pasaa la vidahaci2ndole la misma pre!unta y ella nunca sa&a comorespond2rsela.

LMam) dice que eres una de las pocas mu$eres del

puelo con canas, 9por qu2:/a pore Bertha, uen&sima como era, hi%o todo lo

humanamente posile por averi!uar y un d&a se apareció conla respuesta.

LEntre la !ente pore el indicio de mortaldd es m)s altoque entre la !ente decente y ien.



Julius no le entendió ni papa, pero retuvo la fraseproalemente en el suconsciente porque un d&a, siete a<osm)s tarde, le vino as& i!ualita, con sus errores y todo,mientras se paseaa en icicleta por el ?lu de #olo. Ah& s& que la comprendió.

#ero entonces hac&a tami2n siete a<os que Bertha ha&amuerto. Bertha se murió un d&a, una calurosa tarde de verano.Ha&an vaciado la piscina y estaa sentada en un sillónesperando que ?inthia viniera para escarmenarla y refrescarlacon orotones de a!ua colonia que ella $am)s de$ó que leentraran a sus o$itos. /o mismo ha&a hecho treinta a<os atr)scon la ni<a 1usan, hasta que la mandaron a estudiar a0n!laterra, y lue!o cuando re!resó, hasta que se casó con else<or 1antia!o y empe%aron a nacer los ni<os. ?inthiaapareció corriendo, sofocada, !rit)ndole Daqu& estoy mamaBertha, pero la pore acaaa de morir por lo de la presióntan alta que siempre la ha&a molestado. Antes de sentirse ala muerte, tuvo la precaución de poner el frasco de a!uacolonia en lu!ar se!uro para que no se fuera a caer@ esco!ióel suelo porque era lo m)s cercano, al ladito puso el peine de?inthia, cuya vo% lo!ró escuchar, y su escoillita.

?inthia insistió en que la vistieran de luto y le anduvoro!ando a su mam) para que le comprara una corata ne!raa Julius.

LD+o D#or nada de este mundo LeFclamaa 1usanlindaL. DMe van a arruinar al pore Julius Bastante ten!o converlo revolcarse todo el d&a en el huerto. Adem)s se pasa todoel d&a con la servidumre. D#or nada de este mundo

#ero despu2s se marchaa oliendo delicioso y ya nore!resaa hasta las mil y quinientas. ue as& que, de repente,

Julius se le apareció incomod&simo y con el cuellito irritado,

pero decidido a no quitarse la corata esa de tela ne!ra yordinaria ni por todas las propinas del mundo. 9?u)l de los dosmayordomos se la dio: Eso es al!o que mam), por m)s lindaque fuera, nunca lle!ó a saer. ?on la corata col!)ndolemucho m)s aa$o de la ra!uetita, Julius se!u&a a ?inthia portodo el palacio porque con ella se sufr&a me$or por la muertede Bertha. El l&o era cuando se ia al cole!io porque le



entraan !anas de $u!ar en el huerto o en la carro%a, y ya laotra tarde se ha&a descuierto quit)ndose la coratotaporque el cuello le sudaa a chorros de tanto disparar contralos indios. eli%mente en ese instante lle!ó ?inthia@ no ien lavio, Julius recordó el duelo y empe%ó a a$ustarse la corata almismo tiempo que a$aa de la carro%a muy compun!ido.

M)s que nunca, ahora, porque ?inthia acaaa dedescurir las foto!raf&as del entierro de pap) y ha&aempe%ado a relacionar. 1usan, linda, se que$aa era indecilelo que esa criaturita la hac&a sufrir, la torturaa con susnervios, es hipersensile, Bay, le contaa a una ami!a, mevuelve loca con sus pre!untas... DG Julius vive prendido deella D#endiente de que lle!ue del cole!io Ga le he dicho ailma que trate de separarlos, Dinútil ilma vive enamoradade Julius, todos en esta casa. /o que 1usan no contaa es que?inthia la tra&a loca con lo de pap), 9por qu2, mami:, mami,yo me escap2, yo vi por la ventana, 9por qu2, a p)pi se lollevaron en un ?adillac ne!ro con un montón de ne!rosvestidos como cuando papi ia a un anquete en #alacio de(oierno:, 9por qu2, mami:, 9ah:, 9mami: Horas se pasaadici2ndole yo s2, mami, yo vi cuando se llevaan a pap), mehan contado tami2n. G es que entonces no se daa muy iencuenta pero ahora de pronto se acordaa y relacionaa con la

manera en que se llevaron a Bertha, en una amulanciamami, por la puerta falsa. #ero ah& se atracaa y titueaa yes que no encontraa las palaras o la acusación paraeFpresar la maldad 9de qui2n: cuando se llevaron a Berthapor la puerta falsa, ien rapidito, como quien no quiere lacosa.

Julius presenciaa el asedio de su madre. Mientras?inthia pre!untaa, 2l permanec&a inmóvil, con las ore$otascomo alfa$ores=voladores, las manos pe!aditas al cuerpo, los

tacos $untos, pero las puntas de los pies ien separadas comoun soldado distra&do en atención. El asedio ten&a lu!ar en ela<o que usó su padre. Ah& estaan aún sus frascos@ no losha&an movido ah& estaan sus lociones, sus cremas deafeitar, sus nava$as, hasta su $aón se ha&a quedado ah& y suescoilla de dientes. >odo a medio usar, para siempre.7#arece que fuera a venir8, le di$o un d&a ?inthia a Julius, pero



no por eso se olvidaa de Bertha.

LJulius, limpia ien tu corata ne!ra Lle di$o, otro

d&a.

L9#orqu2:LMa<ana por la tarde vamos a enterrar a Bertha.

Al d&a si!uiente, ?inthia re!resó muy nerviosa delcole!io. +o ien saludó a su mam) le di$o que no ten&a tareasque hacer y corrió a uscar a Julius que estaa $u!ando conilma en el huerto. El pore no ha&a pe!ado los o$os en todala noche. >oda la tarde la ha&a estado esperando y, no ien lavio aparecer, corrió a su encuentro. ?inthia lo co!ió de lamano y 2l la si!uió como siempre en esos d&as. ilma ven&a

detr)s. ?inthia lo llevó hasta su dormitorio y le pidió que laesperara afuera mientras se camiaa el uniforme. 1alió lindapero toda vestida de ne!ro@ desde la muerte de Bertha sevest&a siempre de ne!ro, menos cuando ia al cole!io. 1usanya no hac&a nada por evitarlo. /o llevó de la mano hasta ela<o y le lavó la cara con amor. Entonces le di$o que lo ia apeinar y que quer&a humedecerle el pelo. Julius aceptó que loa<aran en a!ua colonia y se de$ó peinar@ tami2n de$ó queella le anudara nuevamente la coratota ne!ra, a pesar de

que ilma pod&a resentirse porque era ella quien se laamarraa siempre con un estilo muy suyo. Unas !otas dea!ua colonia se desli%aron por el cuello de Julius, Dcómo leardió, las l)!rimas le saltaron a los o$os, tanto que ?inthia lepre!untó si quer&a que le camiara de corata, pero 2l le di$oque no y lue!o sintió lo que uno siente cuando !rita Dpornada, al ver que ?inthia sonre&a aliviada, porque sin coratane!ra no pod&a asistir al entierro. el a<o lo llevónuevamente de la mano hasta su dormitorio y ah& se puso allorar, ante la cara de espanto de ilma que los se!u&a

siempre silenciosa, como si estuviera de acuerdo con todo,aun con lo que estaa viendo siempre llorando, ?inthia ar&aun ca$ón de su cómoda y sacaa una ca$a. Julius la miróaterrado@ sa&a que ian a enterrar a Bertha, pero 9cómo:?inthia destapó la ca$a y les ense<ó el contenido. ilma y

Julius soltaron el llanto al ver el peine, la escoilla y el frascode a!ua colonia con que Bertha le escarmenaa diariamente



el pelo, un mechoncito tami2n de ?inthia, de cuando tecortaron tupelito la primera ve%. 1e fueron los tres llorandohacia los a$os. ?inthia ha&a cerrado la ca$a y la llevaa a laaltura de su pecho, co!ida con amas manos, mientrasatravesaan el $ard&n de la piscina, rumo al huerto. Julius sequedó sorprendido al ver que en el camino se les un&an ?elso,aniel, ?arlos, Arminda, su hi$a ora y Anatolio. Hasta +ildaapareció, que en esos d&as andaa en muy malas relacionescon ilma, siempre por causa de Julius. /os ha&an estadoesperando, ?inthia lo ha&a or!ani%ado todo, tami2n era ideasuya el que se vistieran cuando menos de oscuro, y ah& estaan ahora, pidi2ndole que se apurara, por favor, ni<ita, lase<ora nos va a pescar. /os mayordomos, sore todo, leped&an@ ?arlos, el chofer, acompa<aa entre sonriente y

respetuoso, la quer&a mucho a la ni<ita ?inthia. #or nencontraron el lu!ar apropiado para que Anatolio ariera elhueco donde ian a depositar la ca$a con el peine, la escoillay el último frasco de a!ua colonia que usó Bertha. >erminó supeque<a eFcavación y ah& s& que todos soltaron el llanto, alpore Julius la corata le ard&a como nunca y los mocos lecol!aan hasta el suelo. D;u2 triste era todo G por qu2 ni 2l ninadie se espantó sino que todos la quisieron m)s cuando?inthia se sacó la medallita de platino que le col!aa del

cuello y la enterró tami2n. #or turno, ?inthia y Julius primero,fueron echando un poquito de tierra@ esa última parte fue ideade +ilda. /ue!o todos se escaparon, menos ?arlos que caminóserio a tomar su t2 de las seis.

Una semana m)s tarde, 1usan trató de resondrar a?inthia por ser tan descuidada, por haer perdido la medallitade platino que 9te re!aló:... pero en ese instante se le olvidócompletamente qui2n se la ha&a re!alado y en camiorecordó que en estos d&as andaa m)s tranquilita, y ahora que

se $aa, hace por lo menos una semana que no se pone eltra$e ne!ro.

L9G usted:

1e aalan%ó sore Julius, paradito ah& con las puntas delos pies separad&simas, volvió a sentir esa necesidad de quefuera un e2 y, en ve% de decirle usted ya tiene cinco a<os, a



usted ya deer&amos ponerlo en el cole!io, le dio un esooliendo delicioso.

LMami est) apurada, darlin! Ldi$o, volteando a mirarseen un espe$o.

/ue!o se inclinó para que ellos alcan%aran sus me$illas,un mechón lacio, ruio, maravilloso se le vino aa$o comosiempre que se inclinaa, los enterró entre sus caellos?inthia y Julius de$aron sus esos ah&, !uardaditos, prote!idos,para que le duren hasta que vuelva.

El entierro de Bertha unió a ?inthia y a Julius m)s que

nunca@ due<os ahora de un secreto común, andaan por todoslados $untos, aunque ?inthia prefer&a evitar las matan%as deindios desde la carro%a que fue del isauelopresidente. #eroello no creó nin!ún desacuerdo entre los dos y ?inthiaaprovechaa esos momentos para hacer sus tareas escolares.

/o que nunca quedó aclarado es si no $u!aa en lacarro%a por ser ni<a y ser eso cosa de ni<os, por tener ya die%a<os, o porque ya nunca se sent&a muy ien. D>errile ?inthiaHi%o un pacto con su madre s&, se tomar&a todos los remedios

calladita, hasta el m)s malo, sin protestar, todo lo querecetara el m2dico, todo lo que quieran que tome, pero que Julius nunca se entere de nada, que el m2dico entre aescondidas, por la puerta falsa si es posile, que Julius nuncasepa que estoy enferma, mami. +o, eso nunca quedar)aclarado@ ni tampoco cómo Julius, que todo lo notaainmediatamente, tardó tanto esta ve% en darse cuenta de que?inthia no andaa muy ien, nada ien. En realidad sólo sedio cuenta en el santo de su primo afaelito /astarria, esa

mierda.1usan col!ó el tel2fono y los mandó llamar. ilma se

los tra$o de la mano, uno a cada lado de la hermosachola, y ellos escucharon cuando mam) les dec&a

L>ienen que ir, hi$itos@ 1usana es mi prima y me hallamado para invitarlos@ otros a<os han ido 1antia!uito y



Boy, esta ve% les toca a ustedes.

G ese s)ado por la tarde los vistieron &nte!ramente delanco, %apatitos y todo@ para Julius una coratita de sedalanca, i!ualita al la%o que reco!&a el mo<ito pasado de moda

sore la caecita ruia de ?inthia. ueron en el Mercedes.?arlos, el chofer, ilma, m)s !uapa y lancona que nunca y elre!alo, un ote de velas para que nave!ue en la piscina de losprimos, adelante@ atr)s, ellos dos, mudos, espantados, cadave% m)s porque ya se ian acercando a la casa de los/astarria, sus primitos, esas mierdas, ellos los conoc&an a<osatr)s sus hermanos 1antia!o y Boy ha&an sido v&ctimas delas mismas invitaciones. ?inthia, fr)!il, adorada, continuaap)lida y muda sore el asiento de cuero del Mercedes. A sulado, Julius no alcan%aa el suelo con las piernas y via$aa conlas manos pe!aditas al cuerpo fr&o y con los tacos $untitostemlando en el aire. As& lle!aron. ilma los car!ó y los pusosore la vereda, mientras ?arlos a$aa el ote de vela cuyom)stil asomaa por encima del paquete. -tros ni<os tami2nlle!aan, que se conoc&an y no, y all&, en la puerta de los/astarria, ni<os lindos y no, desenvueltos y no, amas conuniformes para cuando lleven a los ni<os a un santo, all& todoel mundo rivali%aa en elle%a, en calidad, en n, en todo loque se pod&a rivali%ar frente a la puerta de los /astarria y era

un poquito como si todo el mundo se estuviera odiando.ilma no entend&a muy ien qu2 casa tan rara ten&an los

primos de los ni<itos@ acostumrada a vivir y a traa$ar en unpalacio, no captaa muy ien esas enormes paredes depiedra, esas ventanas oscuras y esas vi!as como troncos@ noes que realmente estuviera preocupada, pero se quedó yam)s tranquila cuando el mayordomo le metió letra en lacocina, mientras les invitaan t2, y le di$o que era una casaestilo castillo y 9cómo es la de usted, uenamo%a:, mientras

lavaa unas ta%as.Ese mismo mayordomo, di!no mayordomo de los

/astarria, arió la puerta, les di$o pasen, y entre todas lasamas esco!ió a ilma. Julius lo captó inmediatamente y le dioun coda%o a ?inthia que estaa tosiendo muerta de miedo.

>odos los ni<os entraron al castillo, y uno por uno, la se<ora



/astarria los fue esando y reconociendo. 7Buenas tardes,se<ora8, di$o ilma@ entre!ó el re!alo con la tar$etita y sintióp)nico porque Julius ya ha&a desaparecido. (racias a ios,ah& estaa, de espaldas a ella y mirando muy atento unaenorme armadura de metal, parada como un !uardi)n $unto auna de las puertas del castillo. ?inthia se le acercó y se co!ióde su mano, los dos miraan ahora, pero en este instante elra%o de la armadura descendió y casi les da un porra%o eraafaelito, uno de sus trucos favoritos, que ahora sal&adisparado hacia el $ard&n sin saludar a nadie. Julius sintió queya ha&a empe%ado el santo donde los primos /astarria.7Dafaelito ven Dafaelito ven a ver tus re!alos8, !ritaa sumam), pero afaelito ha&a desaparecido en el $ard&n y ahoratodos ten&an que salir a $u!ar al $ard&n.

LD>odos los ni<os al $ard&n L!ritaa la t&a 1usana/astarriaL. DAll) est)n afaelito y su hermano &ctor Ldec&a,diri!i2ndose al mayordomoL ha!a pasar al $ard&n a los ni<osque vayan lle!ando.

El mayordomo oedeció y se quedó parado en la puerta,esperando que lle!aran m)s invitados. 1e quedó a des!anoporque se le ian los o$os por ilma, estaa uena.

?amino al $ard&n, cru%aron el inmenso corredor lleno de

armaduras, espadas, escudos, lleno de o$etos de ruscometal, vasos enormes como para tomar san!re en laspel&culas de terror y candelaros de erro ne!ro quedescansaan pesad&simos sore mesas como las que oinHood usaa para comer cuando andaa en uenas relacionescon los reyes de 0n!laterra. A amos lados del corredor,anchas puertas prote!idas por implacales armaduras queadorada ?inthia sent&a al pasar, de$aan entrever oscurossalones, el del illar, el del piano, el del tren el2ctrico, elescritorio, el comedor, la ilioteca, el otro y todav&a otro m)sque ilma no lo!raa eFplicarse. 7/le!amos8, di$o, por n.

El $ard&n estaa pla!ado de ni<os y amas@ ni<os de seis ysiete, ocho a<os, nin!uno de cinco como Julius. Muchosllevaan vestidito lanco con chaquetita perfecta, sin solapa,y camisita de popelina con su cuella%o ien almidonado delcual col!aa una coratita na, celeste, ro$a o verde como la



de los toreros. +in!uno ten&a acn2 todav&a y todos estaanfelices, listos para empe%ar a $u!ar, sin acercarse mucho a lapiscina, ni<ito, sin arro$arle piedras a los peces colorados de lala!unita. Julius, ?inthia y ilma formaan un tr&o ien co!idode la mano y como esperando.

>ami2n afaelito, que hoy cumpl&a ocho a<os, estaaesperando@ los estaa esperando arria del )rol pero ellos nolo ha&an visto y no supieron a qu2 atenerse cuando empe%óla lluvia de terrones, los disparos, los tro%os de tierra húmedaque les ca&an por todo el cuerpo con violencia y uenapunter&a. (riter&a, risas y que$idos mientras ilma los envolv&acon sus ra%os y trataa de esconderlos entre sus piernas,como fuera con el uniforme, y llamaa Dse<ora Dse<ora,hasta que vino la se<ora y todo se detuvo cuando empe%ó aordenar Dque a$ara afaelito, Dque a$ara en ese mismoinstante, Dque era insoportale, Dque no sa&a portarse consus primitos, D que entonces para qu2 los invitaa, Dque ela<o entrante no le celerar&an el santo... as&, dram)ticamentehasta que afaelito empe%ó a a$ar lenta, sonriente,triunfalmente, las manos emarradas y un taparrao tipo

>ar%)n sore el tra$e de santo.

e otro )rol a$aa #ipo. #ipo era el hermano y enemi!omortal de afaelito hasta el d&a en que ten&an invitados@ enesas ocasiones, una eFtra<a confraternidad nac&a entre ellos,sore todo si se trataa de los primos llamados Julius, ?inthia,Boy, etc. #ipo a$aa nada contento de otro )rol no ha&alo!rado apuntar a tiempo y se ha&a quedado con la Cecha enla mano, ten&a tres Cechas en la mano.

G ?inthia tos&a pero no lloraa y miraa a Julius quemiraa a ilma que estaa mirando a la se<ora 7Den!an

Den!an para que los escoillen D#or la misericordia de

ios no les ha ca&do en los o$os 'A ilma le ha&a ca&do uno!randa%o en la oca.* DGa no s2 qu2 hacer con afaelitoamos a escoillarlos, ilma@ despu2s yo misma losacompa<ar2 al $ard&n.8

/os volvieron a sacar medio veteados al $ard&n. ?inthia semor&a de fr&o y tos&a, Julius estaa furioso con las manospe!ad&simas al cuerpo y ilma aún escup&a tierra. /e



preocupaa su uniforme y pensaa en el mayordomo, perotami2n, la estaa escuchando, en la tos de ?inthia, cu)ntasveces le he dicho ya a la se<ora, cada d&a tose m)s, se<ora,ese remedio, pero qu2 sa&a ella de esas cosas, la se<ora vivecada d&a m)s apurada. Bertha y yo hemos sido la madre deestos ni<os sore todo desde que murió el se<or... 7en,?intita, descansa un poquito, ven Julius, acompa<a a tuhermanita8... Ah& estaa y la estaa mirando.

G era !uapo el cholo, medio lancón y todo.#roalemente ya ha&an lle!ado todos al santo y ya no ten&aque esperar para arir la puerta cada ve% que sonaa eltimre. Ga todos estaan all&, en el $ard&n y el santo sedesarrollaa normalmente. &ctor 'as& se llamaa estepretendiente de ilma* atravesaa el $ard&n y sa&a que ilmalo estaa mirando atravesaa con el aplomo que le daansus a<os de servicio en esa casa y, en a%afate de plata, iahaciendo circular los vasitos de cartón aporcelanado con la?oca=?ola y la chicha morada heladitas. /os ni<os se serv&an osus amas les serv&an y muchos, por supuesto que #ipo yafaelito, esas mierdas, sacaan ca<itas del olsillo y a trav2sde ellas le soplaan el l&quido fr&o a su ami!uito, en el o$o, pore$emplo. /as amas acud&an presurosas y separaan a loscontendores, pero &ctor, acostumrado a todo eso por sus

a<os de servicio, no perd&a el aplomo y continuaa sirviendo,de lado a lado del $ard&n, sin derramar, esquivando, airoso,en!ominado, sa&a que ilma lo estaa mirando.

G ilma, realmente, lo estaa mirando. Estaasentada $unto a un inmenso ventanal y, a su lado, ?inthiatosiendo y Julius volteado, mirando hacia el interior de la casa,hacia el corredor de las armaduras, las espadas y los escudos.En ese instante salió la t&a 1usana, horrile, y ?inthia le di$o7Me !usta tu casa, ti&ta, 9puedo entrar a ver:8 Entonces la t&a,

sorprendida, le di$o que s&, despu2s de todo los hi$os de 1usansiempre ha&an sido medio raritos. ?inthia co!ió a Julius de lamano, 7ven8, le di$o, y para fastidiar m)s a la t&a horrile, ledi$o que ia a estar leyendo en la ilioteca. Julius como quecaptó al!o y la si!uió. ilma se incorporaa tami2n parase!uirlos, pero la t&a la detuvo.



L#uede usted pasar a la cocina, ilma Lle di$oL@ vamosa invitarles t2 a todas antes de que los chicos entren alcomedor. ayan pasando por !rupos La<adió, diri!i2ndose aotras amas que andaan por ah& en ese momento.

?inthia y Julius estuvieron lar!o rato inspeccionando lasarmaduras@ primero se $aan ien que no huiese nadieescondido detr)s de ellas o adentro, y entonces s& ya lasinspeccionaan detenidamente. ?inthia le ia eFplicando todolo que ha&a aprendido sore armas, armaduras y escudos enel cole!io, y Julius, a su lado, la escuchaa con !ran atención,asintiendo con la cae%a a medida que ella contaa. Minutosdespu2s ya estaan en otra sala, la del illar y en otra, elescritorio, aqu& me$or no entremos, y todav&a en otra, la delpiano. 7Es Beethoven8, le di$o ?inthia, se<al)ndole el usto deronce que ha&a sore una columna de m)rmol y que miraafurioso hacia el piano. 791aes que el t&o auelo que est) enel escritorio de la casa tuvo otra mu$er antes que nuestra t&aauela:8 Julius hi%o no, con la cae%a, y uicóinmediatamente al t&o auelo entre todos los cuadros deantepasados que ha&a en el escritorio del palacio. 71&8,a!re!ó ?inthia, y le contó la lar!a historia del t&o auelo, el t&oauelo rom)ntico, as& lo llamaan cuando halaan de 2l,mamita le ha&a contado &nte!ra la historia.

G era 'Julius escuchaa atent&simo* porque quer&a muchopero mucho a una se<orita que no era de su condición y queera pianista, que tocaa lindo el piano. Mamita dice quepore, que humilde, en n, ya parec&a que Julius iaentendiendo y no deer&a pre!untar a todo 9por qu2:, sinom)s ien escuchar y de$ar que ella termine la historia. /eprohiieron que la viera, a la muchacha que no era de sucondición, pero el t&o auelo la si!uió viendo y entonces huopresión, as& dice mamita, 9qu2 quieres que ha!a:, huo

presión y a ella la metieron a un convento@ as& hac&an en esa2poca con las chicas que se portaan mal todas terminaande mon$itas. #ero 2sta no, Julius, 2sta tuvo que salir porqueestaa muy enferma, pero siempre se!u&a tocando lindo elpiano. G el t&o auelo rom)ntico, por eso est) as& en el cuadrocon esa ara y el pelo as& de lar!o, pap) dec&a que hi%oturuma con los ne!ocios de la familia, feli%mente que tuvo



hermanos, ueno, el t&o auelo no se quiso casar con otra, nisiquiera con la t&a auela que ya estaa enamorada de 2l.Esperó y esperó hasta que la se<orita salió enferma delconvento y mamita dice que ya estaa condenada pero que 2lse casó con ella porque se sent&a responsale y era uncaallero, a pesar de todo. 9>ú no crees que era ien ueno:

Julius hi%o s&, con la cae%a, y con los o$os ped&a el resto de lahistoria.

G ?inthia le si!uió contando le di$o que se casaron y quese fueron a vivir a 1an Mi!uel, una casa que todav&a eFiste, en1an Mi!uel, linda, lanquita, como si fuera de mu<ecas. Ah& viv&an pero ella siempre en cama@ ella no pod&a levantarse,ten&a mucha tos, mucha tos, no paraa de toser. G el t&oauelo no cuidaa los ne!ocios, siempre estaa a su lado ysiempre le ped&a que le tocara el piano, le ha&a re!alado unpiano lindo cuando se casaron. >res meses sólo vivió, Julius.Una ma<ana 2l le pidió que le tocara piano, todos los d&as leped&a pero ella no pod&a levantarse, sólo ese d&a se levantó yempe%ó a tocar lindo y entonces fue que empe%ó a toser yque se quedó muerta tocando piano. 7Ah& se acaa lahistoria8, le di$o ?inthia, pero Julius le hi%o todav&a al!unaspre!untas y ella le contó que despu2s 2l se casó con nuestrat&a auela y que no vivió mucho tiempo porque su primera

esposa, la pianista, lo ha&a conta!iado. ue el hi$o mayor del#residente y t&o carnal de papi, pero murió mucho antes deque papi naciera. #or eso es que papi se asustaa tantocuando al!uno de nosotros ten&a tos. 1e quedaron pensativoslos dos se ha&an sentado sore el anquito del piano yha&an aierto la tapa. 1us cuatro manitas li!eras y nasdescansaan dudosas sore las teclas de marl que los/astarria, por supuesto, ni tocaan.

En la cocina, veintitr2s amas lle!adas a /ima de todas las

re!iones del #erú ha&an lo!rado espantar a ?irilo, el se!undomayordomo, pero no a &ctor, se<or en sus dominios, queahora hac&a funcionar todos los aparatos el2ctricos paraimpresionarlas. 1ecaa los vasos a presión, alaa cuchillosapretando un otoncito que pon&a en movimiento una meditacomo de piedra, y se comunicaa con la se<ora por tel2fonointerno, 7voy con la ?oca=?ola8, le dec&a. #or lo menos die%



amas se llenaron de disfuer%os cuando colocó dos ta$adas depan en la tostadora, esperó unos minutos, les di$o escuchen, yen ese instante sonó una campanita tin tin y saltaron lastostadas. #or lo menos cinco sintieron cosquilleospecaminosos cuando se las ofreció a ilma, 9por qu2 no:,despu2s de todo era la reina. /as dem)s se!u&an la escena,pero no la ve&an ien chunchas todav&a, ha&an $ado los o$osen el fondo de sus ta%as de donde ya no los sacar&an tal ve%m)s. #ero ilma no@ ilma aceptó el reto o lo que fuera eso dedarle las primeras tostadas, tremenda ciriada, en realidad.79+o tendr&a mantequilla:8, pre!untó, coquetona. Entonces s& que todas las cholas a$aron la mirada, era atrevida ilma,pero era hermosa y en el fondo ellas la admiraan. G &ctor,por un instante, casi pierde los papeles@ pero no se sorepuso

y corrió por la mantequillera. 7Aqu& tiene, la se<orita8, di$o,todo 2l, alcan%)ndosela. 7(racias8, le replicó ilma, y empe%óa untar mantequilla en una tostada, sonriente, tranquila, todaella, pero entró la se<ora que ya los ni<os estaan pasando alcomedor, que ya de&an ir@ ilma, que Julius y ?inthia ha&andesaparecido.

#or ah& ya ha&an uscado, por ah& tami2n, en realidadha&an uscado por todos los a$os de la casa y ha&a queproar los altos porque en el $ard&n no quedaa nadie. 7&ctor

Lordenó la t&a 1usanaL acompa<e a ilma a los altos yav&seme en cuanto los encuentren.8 G por eso los dossuieron $untos y anduvieron silenciosos por austerosdormitorios, por a<os en cuyas tinas pod&a uno quedarse avivir, por corredores que atravesaan !ritando DJulius DJuliusD?intita, por salas de estudio en las que tampoco estaan,por una escalera de servicio en la que &ctor intentó unaciriadita, pero no@ no, porque ilma estaa llorosa, asustada,le$ana y ahora al!o menos eFtraviada, como si toda esa parte

de la casa le fuera m)s familiar, esas locetas fr&as de patio,estaan en la parte de la servidumre y ella continuaallam)ndolos hasta que escuchó aqu& estamos, la vocecita de?inthia que sal&a del a<o de servicio.

LDónde se han metido LeFclamó ilma, al verlos.

LEste a<o no tiene tina, ilma Lcomentó Julius.



ue toda la respuesta que otuvo, pero Dqu2 importaa,ah& estaan y no les ha&a pasado nada. ilma empe%ó allenarlos de esos.

L9+o tendr&a unito para m&: Lintervino &ctor,

sorad&simo. Julius y ?inthia lo miraron desconcertados.

LAv&sele, por favor, a la se<ora que ya los encontramos.Lilma se arre!ló el mo<o.

L9#ero antes me dir) qu2 d&a le toca su salida: Lpre!untó 2l, sonriente, y se quedó ien parado y esperando.

LDEl $ueves Del $ueves D?orra DAv&sele a la se<ora...

&ctor salió disparado y ilma suspiró. Empe%ó lenta,dulce, temlorosamente a llevarlos de la mano hacia elcomedor, mientras ellos miraan con los o$os enormes esasección del castillo que ian de$ando atr)s.

afaelito y #ipo ten&an un ami!o, un &dolo, y aunqueha&an ocultado su preocupación frente a los invitados, loha&an estado esperando desde que lle!ó el primero. Mart&n.9#or qu2 no lle!ar): 9endr): #or cierto que mam) huierapreferido que no viniera. 9Acaso no les dec&a siempre que nose $untaran con 2l: #ero era su santo, era el santo de afaelitoy nada pudo hacer para que no lo invitaran. 7/o haninvitado8, le di$o a su marido@ y que era un desconocido, queviv&a en uno de esos edicios que ha&an construidoúltimamente, que su mam) era impresentale, que la ha&avisto en la parroquia, que el chico era un dialito, que eramayor, que lo que pasaa es que era retaco, que o$al) noviniera, que le ha&a ense<ado a afaelito a decir pende$o,que le perdonara la palara, etc.

G Mart&n, que no era tan retaco pero que ya ten&a oncea<os, lle!ó $usto a la hora del lonche. ino solo y caminandodesde su casa y entró diciendo que ma<ana traer&a el re!alo,en realidad al pore su pap) le ha&a dicho que se de$ara demariconadas, que ya estaa ien !randa%o para re!alitos,pero que no se perdiera tremendo papeo. G ahora, ienpe!adito a la mesa, com&a su tercera utifarra ante la mirada



de afaelito, al!o as& como la de un !ato en celo. Ga &ctorestaa atendiendo a todos, ya las amas estaan atentas alocado que su ni<o se ia a meter a la oca, o sac)ndole lalechu!a a la utifarra por lo de la tifoidea, o quit)ndole laplatina al chocolate y !uard)ndose el poema de ?ampoamorque ha&a adentro. Ga Julius y ?inthia estaan cada uno con susanduichito en la mano, ya ilma estaa nuevamentehermosa y tranquila, ya la t&a 1usana estaa nuevamente almando de todo y horrile, ya #ipo y afaelito le estaandiciendo a Mart&n que 2sos eran y se<al)ndole a ?inthia y a

Julius. >odos com&an, el !ordo tami2n, por supuesto, m&renloqu2 !racioso cómo se atra!anta, es hi$o de Au!usto y /icia@todos com&an sus dulcecitos hechos por mon$as de anti!uosconventos de /ima, de Ba$o el #uente, del ?armen, de los

Barrios Altos, del n del mundo, hi$a, el chofer se perdió y esoque ha vivido por ah&, ahora ya no, hi$a, ahora en una arriadales da por eso, por lo del terrenito y tienen que irse m)stemprano, es un fastidio@ ya todos comen i%cochitos, f&$ate sino es un )raro el !ordo@ y todos een sus helados, 2se esel Mart&n ese@ y todos piden m)s ?oca=?ola y &ctor va porellas, las trae, las reparte, ro%a a ilma al pasar, a ilma quese contempla en el inmenso espe$o que cure toda una paredes !uapa, por eso le !usta a &ctor, le queda ien su mo<o y

qu2 eFacto t2rmino medio el de esos tacos, ni altos contra eluniforme, porque la se<ora no consentir&a, ni a$os tampoco,casi no se nota que son ahitos y sin emar!o le tornean laspiernas, los senos est)n ien marcados a$o lo lanco, la telaayuda, se muestran ien y el cinturón marca la cintura, lascaderas son anchas, fuertes, est)n uenas... esde el otrolado del comedor, la se<ora la est) mirando, conversa de otracosa pero la est) mirando tremendo el &ctor, es !uapa lachola, medio !ordona pero !uapa, el pelo es ordinario pero es!uapa, las piernas ien formadas, es rousta, ya tiene a<oscuidando a Julius, desde que nació, es !uapa, es pretenciosa,cómo se mira, yo soy fea, !uapa la chola, pore... G el%amarro del &ctor, tumarla, tumarla y !ui<aditas se estaacomunicando por el espe$o con ilma.

#or supuesto que tami2n ha&a velitas que apa!ar,aunque afaelito huiera preferido que pasaran todo eso por



alto esta ve% porque, a su lado, Mart&n estaa mirando todo elasunto matoncito y esc2ptico@ pero &ctor no se huieraperdido la oportunidad por nada de este mundo y ah& estaaencendiendo todas las velitas con un solo fósforo, ilma sent&aque ya se ia a quemar el dedo, pero no, no aunque velita deldialo pr2ndete, se prendió y por n pudo hacer lo que tantoha&a querido al%ar el fósforo un poco en el aire y que todoslo vieran apa!arlo con los dedos, ilma se quemó.

LD;ue partan la torta L!ritó Mart&n.

L+o te di!o, 2se es.

As& 1usana /astarria ia comentando todo lo que pasaacon su hermana ?hela, que ha&a venido a ayudarla acontrolar a tanta erecilla. G tanta erecilla com&a ahora su

torta, caKe is the <ame, que era imposile terminar con todolo de es hi$o de fulanito, de men!anito, el diputado, tanuenmo%o como era, últimamente ha enve$ecido mucho,i!ualito a su mam), como dos !otas de a!ua. 91usan:, pore1usan, no creas que lo pasa tan mal, yo la he visto con 2l, ypor qu2 no si es viuda, hace tres a<os ya...

G, un poco por lo que en !eo!raf&a suele llamarsedeterminismo !eo!r)co 'antideterminismo lo hace elhomre* Julius y ?inthia continuaan metidos en todo eso,

pero sin ale$arse mucho de ilma. Ha&an !o%ado demomentos de tranquilidad mientras los dem)s com&an, peroya el lonche se ia acaando y pronto ser&a hora de salir al

$ard&n y $u!ar.

eli%mente Mart&n decidió que ten&an que esco!er dosequipos para un partidito de fútol. >odo el mundo quer&a

$u!ar en el equipo de Mart&n. Era el nuevo l&der y el quetomaa las decisiones D>ú para aqu&, Dtú para all), Dtú no

$ue!as, Dtú para all), Dtú tami2n, Dque se vaya esta chica,

Dafael ven para ac), D2se es muy chico Entonces afaelitofue y le dio un empu$oncito a Julius y ilma vino a reco!erlo,?inthia tami2n@ 7en, Julius Lle di$oL, te voy a ense<ar unacosa, pero la vas a aprender, 9ah:8 1e diri!ieron hacia elinterior del castillo, pero antes, en el camino, se encontraroncon la t&a 1usana.



L+o se vuelvan a perder Lles di$oL@ qu2dense dondelos puedan ver. ilma, no los pierda de vista@ falta media horapara que lle!ue el ma!o.

?uando lle!ó el ma!o, el partido ya ha&a terminado.

>odos saemos que !anó el equipo de Mart&n. os a cero untapona%o de #ipo en el estóma!o del arquero 'cayó dentro delarco*, y un punta%o de Mart&n que hi%o a<icos una ventana delcastillo. Ahora ya oscurec&a y las amas les estaan limpiandolas caras sudorosas con toallitas húmedas y tiias, Dcómo tehas ensuciado la ropa, ni<ito, por ios, con verdaderahailidad los ian de$ando nuevecitos porque ya no tardaaen comen%ar la función este a<o, en ve% de cine, ma!o.

/os sentaron en silletitas alineadas en el inmenso hall del

castillo. En la caecera de la tercera la estaan ?inthia, Juliusy ilma, de pie, a un lado. esde el fondo, &ctor lacontemplaa por encima de las caecitas de unos cincuentani<os y de las cae%otas de unas quince amas que ha&anlo!rado sentarse@ las dem)s estaan de pie, recostadas en lasparedes. En primera la, al centro, afaelito, #ipo y Mart&n,este último diciendo que todo era puro truco 'el ma!o aún noha&a asomado por el hall*, y al eFtremo, las hermanas ?helay 1usana, 1usana odiando a Mart&n 7DEso s& que noD1i2ntese8 Mart&n trataa de or!ani%ar una arra para reciiral ma!o Dtruco Dtruco Dtruco Mocoso retaco insolente.

El ma!o #ollini, que ha&a actuado en la televisión y todo,entró maricons&simo y casi corriendo por la puerta lateral del!ran hall. Encantado de estar en el castillo, avan%ór)pidamente hasta la se<ora 1usana y le esó la mano comohac&a tiempo no se la esaa a nadie en /ima. 71en=<ora Ldi$oL, a sus órdenes8, y todo empe%ó a oler a perfume en esa%ona del hall. espu2s saludó a la t&a ?hela, otro esito en lamano, y les presentó a su partenaire, que era su esposatami2n, lar!os a<os por escenarios de todo 1udam2rica, consiliditos y todo y que no, no lo!raa ser como la se<ora. Elma!o pre!untó si pod&a proceder, le di$eron que s&, y entoncesse diri!ió a la mesa que ha&an dispuesto para 2l, frente a losni<os. /as hermanas se sentaron nuevamente y el ma!o,echando una miradita al auditorium, varios millones reunidos,



descurió, al fondo, a &ctor. 79Me podr&an traer un vaso dea!ua:8, di$o, como quien no quiere la cosa. &ctor se hi%o eldesentendido, ni que fuera qui2n, pero la se<ora volteó amirarlo 7&ctor, tr)i!ale un vaso de a!ua al ma!o... al se<or8,y el pore no tuvo m)s remedio que humillarse en presenciade ilma. El ma!o tami2n ya le ha&a echado el o$o, pero noera el momento, estaa en un castillo.

Al%ó los ra%os como si lo fueran a fusilar, pero era paraque su partenaire le sacara la capa. Ga ha&a puesto elsomrero tarro y el malet&n de cuero ne!ro sore la mesa yahora se parec&a menos a r)cula, para tranquilidad de Juliusy de muchos otros que lo se!u&an atentamente con los o$os ycon la oca aierta. ?inthia le dio un coda%o a su hermano,7no te olvides, Julius, 9te acuerdas de todo:8, parece queilma tami2n participaa del secreto. #ero en ese instantelle!aa &ctor donde el ma!o con el vaso de a!ua, que lode$ara ah& no m)s, sore la mesa, y pudo comproar que noera tan lanco, se talquea el rosquete y se maquilla, de$ó elvaso y le mentó la madre con los o$os. Ahora s& ya ia aempe%ar la función.

0a a empe%ar, porque en ese instante lle!ó el se<or/astarria, el padre de afaelito y el ma!o se derritió. Entró else<or /astarria, Juan /astarria, y avan%ó para saludar una ve%m)s a su esposa, hac&a diecisiete a<os que la saludaa unave% m)s. El ma!o lo miraa, lo admiraa y esperaa que, conlos o$os, lo autori%ara a correr y saludar. Ese era el se<or/astarria, di!no de admiración, 2se que ahora lo estaamirando, ya pod&a venir y saludar, 2se cuya mano estrechaaahora feli%, soón, y que por supuesto no le esó la mano a supartenaire, a su mu$er.

En camio a 1usan s& se la ia a esar. A 1usan, no1usana, Juan /astarria sent&a la diferencia@ a 1usan, linda, lamadre de Julius que en ese instante lle!aa tami2n estaaien visto eso de reco!er a los hi$os de un santo, amormaternal, sentido de responsailidad, etc.@ y ellaaprovechaa, ella mataa dos p)$aros de un tiro reco!&a a loshi$os y de paso se soplaa a su prima 1usana, tan fea, tansosa@ de paso se soplaa a Juan, de paso lo hac&a feli%, de



paso se de$aa esar la mano por 2l, my duchess, y el esitocomo una espon$a en la mano siempre linda.

Ah& estaan todos. 1e saludaan. 1usan y 1usana. Juan/astarria y el ma!o. /a partenaire y 1usana y 1usan

imposile. 1usan era viuda y 1usana era fea, horrile. Juan fuepore arriista traa$ador, por matrimonio ha&a lo!rado hastael castillo y ahora era cursi. El ma!o era un artista. El se<or/astarria ha&a triunfado. /a partenaire estaa muerta, peroera tami2n veinte a<os de una vida llena de trucos.

>erminaron de saludarse. 7DJulius, D?inthia8, eFclamó 1usan,volteando a mirar a donde ya sa&a que estaan, se acercó ylos esó, linda. 79Un hisKy, duchess:8, as& la llamó su primo

Juan. 71&, darlin!, con una pi%ca de hielo.8 #ore darlin!, secasó con 1usana, la prima 1usana, y descurió que ha&a m)stodav&a, somethin! called class, aristocracy, ella por e$emplo,y desde entonces viv&a con el pescue%o estirado como siquisiera alcan%ar al!o, al!o que tú nunca ser)s, darlin!.

#ero para el ma!o el asunto era distinto@ 2l ya nocaptaa tanta sutile%a, cuestión de centavos m)s ien para 2l@2l s& que admiraa al se<or /astarria y por eso maldec&a haerpedido el vaso de a!ua, maldito el momento en que lo pidió,se!uro que ahora no le invitaan un escodo. Ga los tra&a elmayordomo, 2l los contó mentalmente, r)pidamente losdistriuyó, para al!o era ma!o no, no ha&a uno para 2l, yaia co!iendo cada uno el suyo, el se<or /astarria tami2n, yale tocaa empe%ar con su sho.

Juan /astarria acomodó a duquesa a su lado, sorió untra!o de hisKy y mir)ndola de relón, dio la orden de queempe%aran con todo eso. 1usan tami2n lo miró el primo

Juan, Dqu2 feli% estaa, sus pechitos re!ordetes a$o lacamisa de seda, la pancita que tanto hac&an entre 2l y elsastre para esconder, la paradita insoportale con la manoentre los otones del saco, el i!otito recto sore el laio,aprendido en sae ios qu2 caaret 'no olvidar&a nuncacuando 1antia!o, su esposo, di$o que era la distancia m)scorta entre sus dos cachetes*, la planchada de caellos tipoma!nate !rie!o=ar!entino, por e$emplo, los anteo$a%os de soltodo el a<o, cursilón el primo@ era la ima!en que se le ha&a



!raado y que la espantaa, pore primo... /a risa de losni<os atra$o su atención el ma!o ya ha&a empe%ado.

G no sólo ya ha&a empe%ado sino que ya ha&a sacadouna araridad de huevos de un somrero, y todav&a sacó uno

m)s y uno m)s, en realidad continuaa sacando huevos comoesas t&as vie$as y pintarra$eadas que uno tiene, solteronasrom)nticas, uno cree que ya $am)s podr)n tener otro novio yD%as, se te presentan un d&a en casa con unos dulcecitos,para ti hi$ito, y otro novio m)s, un italiano, esta ve%. HastaMart&n se quedó co$udo con la cantidad de huevos y todo elmundo aplaudió. El ma!o a!radeció, hi%o una venia, y se<alóa su partenaire para que tami2n la aplaudieran un poquito.En verdad los aplausos disminuyeron mucho porque la mu$erlo único que hac&a era ir !uardando todo lo que el ma!osacaa del somrero, o de los pu<os del saco, o de la oca, ode la solapa, o del olsillo interior del saco@ era endemoniadoel tipo, ahora acaaa de sacarse tres palomas al hilo de unolsillo en que no ha&a nada. #or supuesto que no faltó quientuviera un $eecito por ah&, quien se faricara una hondita porah&, nadie confesó haerlo hecho pero nada le !ustó al ma!ocuando casi le liquidan una de las palomas del ne!ocio.

7DEst2nse quietos, ni<os8, ordenó la se<ora 1usana y,por su parte, Juan /astarria 71i!a, por favor@ no ha pasadonada.8 El ma!o oedeció y si!uió, pero claro, es ló!ico, antes!uardó ien sus palomas y ahora empe%ó m)s ien a metersecosas se tra!ó un erro caliente, lue!o una espada, y as& sucesivamente hasta que empe%ó con otros trucos, de cartasesta ve%. Era un trome, el ma!o, ha&a traa$ado en latelevisión y todo, su partenaire no se cansaa de decirlo, unespect)culo de primer&sima calidad para los ni<itos del #erú yde 1udam2rica, un espect)culo de calidad en honor deafaelito /astarria cuyo onom)stico celeramos hoy d&a, un

aplauso para 2l 'Mart&n, por supuesto, cero*, hi$o del se<or y lase<ora... Ga asta, pintamonos.

#ero hay un momento en que los ma!os tratan deproarles a los ni<os que en esta vida no hay nada imposile.Entonces los llaman, les piden que se acerque uno, cualquierade ellos y que pruee hacer un truco. /os ni<os se cortan



toditos, se aver!Nen%an, enmudecen, a!achan las caritas, lasesconden en el pecho, las amas los empu$an, les dicen quevayan, as& hasta que se para un decidido, uno que, pore$emplo, ya ha ayudado la misa y va y hace un truquitodiri!ido por el ma!o, y se !ana la eterna admiración de suscompa<eros. 1ucede siempre, o me$or dicho, casi siempre,porque en este santo sucedió al!o mucho me$or, una escenacolosal.

El ma!o ya estaa empe%ando con toda la alharaca de7a ver, 9qui2n quiere hacer un truquito:8, cuando, sin quenadie lo huiese notado 'sólo ilma y ?inthia*, descurió que,a su lado, $unto a la mesa, ha&a una criatura ore$ona paradacon los tacos muy $untos, las puntas de los pies muyseparadas y las manos pe!aditas al cuerpo.

LGo s2 hacer un truco.

LDAveraveraveraveraver 9?ómo te llamas, hi$ito: L Julius.

>odos se desternillaan de risa. 1usan, linda, viraa.ilma se mor&a de miedo. ?inthia tos&a, 7o$al) que seacuerde8.

LDant)stico DMaravilloso DEFtraordinario 9G cu)ntos

a<os tienes, hi$ito: L?inco.LDMaravilloso Dant)stico Denomenal DJulius, a$o midirección, les va a hacer el m)s eFtraordinario truco de todoslos tiempos

L+o. Go s2 hacer un truco.

LDAveraveraveraver, hi$ito

El ma!o se estaa poniendo un poco nervioso. Miró hacialos due<os de casa, sonre&an. L9>ú saes hacer un truco: L

1&.LA ver, hi$ito, averaveraveraver, pasa por ac). 9;u2

truquito saes hacer: ?u2ntanos...

Julius miró a ?inthia ?inthia le hac&a se<as con el dedocomo si quisiera recordarle al!o. ilma se tapaa la cara.

L+ecesito que otro ni<o me ayude. LJulius halaa



como si supiese todo de paporreta, casi no daa entonación asus palaras. 1e!u&a con las manos muy pe!aditas al cuerpo yore$ons&simo, pero ten&a la mirada $a en afaelito.

LDAh entonces es un truco complicado, Ddole

Denomenal Dant)stico 9?u)l es tu nomre, hi$ito:LJulius.

LDAqu& Julius nos va a mostrar toooda su ciencia D+o selo pierdan DAqu& viene lo me$or 9G qu2 ni<ito te va a ayudar:

Lafael.

LDAh 9afaelito: D?laro que s& Dafaelito el due<o delsanto DMuy pero muy ien

/a partenaire estiró amos ra%os en dirección aafaelito que miraa toda la escena desconcertado ytemeroso. A su lado, Mart&n sonre&a m)s esc2ptico que nunca.

LA ver, pues, anda Lle di$o, d)ndole un coda%o.

El due<o del santo se paró y avan%ó desconado hasta lamesa. En su vida ha&a odiado tanto a su primo@ adem)sahora estaa odiando a todos los invitados, era incre&le laulla que met&an. DA ver, pues afael, Da ver, pues, !ritaany se mov&an inquietos en los asientos.

L+ecesito un cenicero y una piedrita Ldi$o Julius,sacando el cenicero y la piedrecita del olsillo del sacoL Aqu& est)n.

LDant)stico Denomenal LeFclamó el ma!oL. Gahora, 9qu2 truquito nos vas a hacer:

Julius colocó el cenicero y la peque<a piedra sore lamesa y miró a su primo afael.

LGo pon!o la piedrita y la tapo con el cenicero. Entonces

di!o unas palaras m)!icas y te apuesto que saco la piedritasin tocar el cenicero.

afaelito se puso verde y lo odió ya para siempre. Miróhacia el auditorium y vio, entre mil caecitas que se mov&aninquietas, a su padre, a su madre, a la madre de Julius loestaan mirando, estaan esperando. Adem)s, en primerala, Mart&n parec&a decirle 7Ga anda pues homre@ fri2!ate de



una ve%.8

En el auditorium, todo el mundo se ha&a olvidado deque era el due<o del santo y de todo, no tuvo m)s remedioque decir

LDMentiraLe verdad Ldi$o Julius, y curió la piedrecita con el

cenicero.

L9iste: Ah& est), dea$o. L1&. 9G ahora:

LGo di=di!o Ltartamudeó Julius mirando a ?inthiaL, yodi!o unas palaras m)!icas... LDA ver

LAracadara Lpronunció Julius, poniendo las manosunos veinte cent&metros encima del cenicero.

El ma!o, ien empolvado y su partenaire, todapintarra$eada, miraan a Julius como implorando.

L9G ahora: Lpre!untó afaelito, furioso.

LAhora yo puedo sacar la piedrecita sin tocar elcenicero.

ilma terminó de comerse una u<a, empe%ó con otra y?inthia suspiró como aliviada. L9?ómo:

LMira, para que veas.afaelito se aalan%ó sore el cenicero, levant)ndolo

para comproar que la piedra se!u&a all& aa$o. En esemomento, la manita de Julius, temlorosa, rootiana, retiró lapiedrecita.

L9Ga ves: Ldi$oL@ no he tocado el cenicero.

Al principio nadie entendió ien lo que ha&a ocurrido, enrealidad los ni<os tardaron un poco todav&a en desternillarsede risa, pero ya Juan /astarria ha&a empe%ado a arrancarsei!otitos, 1usana a odiar para siempre a 1usan, linda,mientras el ma!o hac&a volar palomas por todo el castillo,sacaa millones de huevos de todas partes y casi se tra!a elmalet&n. Julius miraa a ?inthia y los ni<os empe%aan aaplaudir, cuando afaelito, verde y todo inCado de raia,!ritó



LD#ero tú no tienes casa en Ancón LG desapareció.

El ma!o todav&a se cortó un dedo ima!inario, se sacó unra%o ima!inario, le atravesó una espada a su partenaire enpleno cora%ón y en n, varias prueas m)s que lo!raron

calmar un poco a los ni<itos, ien eFcitados se les notaa. Julius volvió a sentarse $unto a ?inthia y ilma, con tres u<asdestro%adas, uscaa la mirada de &ctor.

Ga los ni<os ha&an re!resado al $ard&n y all& esperaanque mam) o el chofer viniera a reco!erlos. Ha&an iluminadotodo con luces de mil colores y las caras de las amas se ve&anp)lidas, casi tan lancas como sus uniformes. Ga lo único quequer&an era que los ni<itos no se ensuciaran m)s, no tardaanen venir por ellos. G ah& los ian llamando por su nomre y

apellido, que a fulanito, que a men!anito, que a %utanito, y seian retirando, previo eso de la se<ora 1usana, en la puertay previa cara de odio de afaelito, tami2n en la puerta.

M)s ale!re era la cosa por el ar del castillo. Ah& Juan/astarria, 1usan y ?hela, m)s otros familiares o ami!os queha&an aceptado pasar un ratito a eer un hisKy, fumaan yconversaan ale!remente. ?laro que no faltaa al!unapesada que insist&a en halar del cole!io de su hi$o, pero en!eneral, el amiente era propicio para que /astarria pudiera

realmente entalar conversación con 1usan y decirle myduchess, mil veces m)s y sentirse en la !loria cuando ella ledec&a darlin!, delante de medio mundo. As& la vida era m)sa!radale, as& s& que val&a la pena vivir y para eso se ha&atraa$ado tanto en la vida, as&, halando de nuestrosantepasados, de tu auelo, 1usan, tan rit)nico en todo, tanse<or, como ya no los hay y con ese nomre tan su!estivo,#atricK, estudió en -Fford 9no:, Dcu)nta tradición A /astarriale fascinaa todo lo in!l2s, el castillo era una uena pruea deello y por eso era tan maravilloso tener a 1usan, nieta dein!leses, hi$a de in!l2s, educada en /ondres, metida en el ar,ah& ya no faltaa nada ni nadie.

1ólo el ma!o@ el pore ma!o ya ha&a !uardado suspalomas, sus espadas, sus pa<uelos de seda, hasta a supartenaire huiera querido !uardarla en el malet&n y, ahora, aunos die% metros del ar, se mandó tremendo afarolado con la



capa de r)cula, su partenaire lo ayudó a aroch)rsela, as& sela pon&a en las !randes ocasiones. Juan /astarria notó supresencia y lo llamó, los llamó, para invitarles un hisKy. G 2lmismo se los sirvió, el mismo les puso hielo en cada vaso,entonces ellos empe%aron a responder a unas cuantaspre!untas. #re!untas como 9G el truco de las palomas, cómolo hace usted:, o 9G cuando se corta y le sale san!re:espu2s, tami2n, pre!untas sore su vida, su vida de artista,claro, ah& fue cuando la partenaire, qu2 )rara cómo sepintarra$ea, se puso sentimental y todo, hasta que ya era horade que se fueran.

>ami2n en el $ard&n estaan sucediendo cosas. El tr&oafaelito=#ipo=Mart&n, acompa<ado de al!unos nuevosadeptos a la maa, ha&a reaparecido decidido a $u!ar al perroy al amo, lo cual, en resumidas cuentas, quer&a decir,ven!arse de Julius y a sacarle la mu!re. ?inthia era la últimamu$ercita que quedaa y se estaa que$ando de fr&o y sudor,mientras ilma se apuraa en ari!arla para volver aconversar con &ctor. Estaan los dos la mar de disfor%ados,a$o un )rol y todo, pero ilma no de$aa que sus ni<os seale$aran mucho. #or eso ellos pod&an o&r su conversación, al!oas& como

LGo ir&a, pues, a la esquina.

L#ero yo no le cono%co, oi!a. LG una sonrisita.

LEl $ueves, yo tami2n puedo tomar mi salida.

L9G cómo sae que sal!o el $ueves: L-tra sonrisita yuna mirada a los ni<os.

LUsted me lo ha dicho.

L9G si es de mentiras:

L9?apa% le !usta a usted mentir siempre:...

LGo no le miento a nadies.

L9Entonces es de verdad:

L9G usted cómo sae:

L91er), pues, usted misteriosa: LAndaa impaciente elpore &ctor, las manos sudorosas y todo.





Esto estaa por verse@ y tami2n lo que estaaocurriendo en el centro del $ard&n tumulto y !riter&a y ilmamiró hacia donde acaaa de verlos ni ?inthia ni Julius. #artióla carrera, atravesó medio $ard&n !ritando DJulius DJulius eltumulto sal&an varios ni<os a !atas, los perros, y sus amos,otros ni<os, los m)s !randecitos, que los llevaan atados delcuello con so!as y correas. G Julius y ?inthia en medio de todala !riter&a, ?inthia tosiendo, discutiendo, que Dno, que Ds&,!ritaa afaelito, Dque ten&an que $u!ar como todo el mundoDque Julius se de$ara poner el cinturón al cuello Julius tami2n!ritaa que no y ?inthia a!re!aa que si quer&an $u!aan peroque ella ser&a el perro de Julius. Entonces ilma, aúndesconcertada, vio cómo ?inthia se arro$aa al suelo, se pon&aen cuatro patas y se enroscaa un cinturón en el cuello

7amos, Julius, Dco!e8 Julius co!ió, ilma los estaaayudando a salir del !rupo, pero en ese instante vieron las!otitas de san!re que resalaan por el racito de ?inthia.?inthia se soltó como pudo y partió la carrera !ritando Dnoten!o nada, Dno ten!o nada, Dqu2date con Julius, Dvoydonde mamita, y tos&a mientras ia corriendo.

Julius nunca ha saido, no ha querido saer cómo fue

toda la escena adentro, en el ar. 1ólo recuerda que lat&a 1usana vino a uscarlo al $ard&n y le di$o que ya se ten&aque ir. A la salida, en la puerta, su t&o Juan se despidió de 2l yno se olvidó de esarle la mano a su duquesa. 7+o es nada,

Juan@ nada, darlin!@ dee haerse lastimado la naricita pordentro.8 1usan se despidió de todos, linda y nerviosa.

>odav&a, al lle!ar al auto, ?arlos, el chofer y &ctor sepelearon por arirles la puerta.

D?inthia DAdorada ?inthia +o@ no ten&a ni una solamanchita@ estaa impecale, fresca, sonriente, peinadita, con

la carita lavada@ ni un solo indicio para asustar a Julius que temiraa el ra%o, adorada ?inthia, mientras re!resaan a casa,por n se ha&a acaado otro santo de los primitos /astarria,esas mierdas. G ahora re!resaan, ir&an de frente a la tina ylue!o a camita. Mam) tami2n, que estaa linda sentada ah& adelante, volteando de rato en rato a mirarlos qu2preocupaciones tra&an estas dos criaturitas, siempre



nerviosas, siempre enferm)ndose, esa noche ia a quedarseen casa, no saldr&a, lo llamar&a por tel2fono porque ahora s& ya?inthia empe%aa a preocuparla. 1us hi$os mayores nuncaha&an dado tanto que hacer, 2stos crec&an sin padre, entreamas y mayordomos, inevitale y eran tan fr)!iles, taninteli!entes pero tan fr)!iles, tan distintos, tan dif&ciles, 9uninternado: +o, 1usan, tú no eres mala, nunca lo has sido, eressimplemente as&, no puedes estar sola, aurrida, sin tu !ente,dando órdenes en un caserón con ni<os, tus ni<os, 1usan... Unmayordomo arió la re$a del palacio y el Mercedes se desli%ósuavemente por el camino que llevaa hacia la !ran puerta.All& estaan los dem)s, hasta +ilda la 1elv)tica, los estaanesperando, los ha&an esperado toda la tarde y ahora losreci&an sonrientes, ale!res, dispuestos a responder a las mil

pre!untas de Julius. #ero al!o deieron notar, al!una se<aldeió hacerles ilma, porque de pronto como que fuerondesapareciendo. A 1usan le molestaa que andar)n por todala casa, últimamente se met&an por todas partes, entraan entodos los cuartos, eso no pasaa en la 2poca de 1antia!o@claro, es que ahora viv&an con los chicos y ella era impotentepara evitarlo, no ten&a ni tiempo ni !anas, a duras penasfuer%a para unas cuantas órdenes, como ahora que loa<ara, que la acostara, que tra$era el termómetro, que al

m2dico ya no se le pod&a llamar hasta ma<ana, que le dierasus remedios. G ilma inmediatamente empe%aa a ocuparsede todo@ los llevaa a los altos, les tra&a su comidita, laacostaa, lo a<aa, le avisaa a la se<ora que ya pod&a venira darles las uenas noches y se quedaa todav&a un rato con

Julius, conversando, riendo, romeando, como si quisiera quele tocaran el tema, como si quisiera halarle de eso,9entender&a:, de que &ctor, al arirle la puerta del auto, leha&a dicho que el $ueves la esperaa en la esquina, a las tresen punto, el $ueves le tocaa su salida.

#ero el $ueves nadie salió del palacio en todo el d&a.+adie salió porque esa noche la se<ora 1usan part&a con?inthia a los Estados Unidos. El m2dico decidió que eso era lo



me$or, las cosas ian tomando proporciones, la chiquilina noandaa muy ien que di!amos, no quer&a pecar de alarmistael m2dico, pero me$or partir a curarse en un hospital deBoston, s& s&, era preciso actuar con rapide%, ni un minuto queperder. 0nmediatamente empe%aron los preparativos, lasllamadas telefónicas a las a!encias de via$es, los a$etreos delpasaporte, la locura de las maletas. >odos en palacio a$aronel tono de vo% desde que se anunció el via$e, y Julius aprendióque los Estados Unidos nada ten&an que ver con el ?entral#arK instalado últimamente en el ?ampo de Marte, lleno deruedas ?hica!o y mil atracciones m)s en in!l2s@ los EstadosUnidos quedaan mucho m)s le$os que eso, Duf, much&simom)s, quedaan del aeropuerto, por el cielo oscuro, a verpiensa lo m)s le$os que puedes pensar, mucho mucho m)s

que eso, le$&simos... 7D+o8, !ritó, pero un llanto tenuehumedeció ense!uida la carita ardiente de raia, !an)ndolapara la triste%a.

?inthia !uardó cama y tosió hasta horas antes de partir.Apareció muy ari!ada en el !ran comedor donde hoy Juliusse ha&a sentado a la mesa con todos. ?om&an callados yamales, se pasaan la mantequillera cuando todav&a no se laha&an pedido, se serv&an el a!ua antes de que el mayordomoviniera para servirla, nunca se miraan, las !racias se las

daan despacito. #or n terminaron y fue hora de pasar alsalón del piano para se!uir esperando. All&, ?inthia trató dedisimular su malestar y estuvo un ratito sentada en elanquillo del piano, !olpeando las teclas como quien noquiere la cosa, un poquito ida tal ve%, hasta que se encontrócon la mirada $a de Julius, la estaa mirando aterrado, r)pidoretiró sus manitas crispadas del teclado y corrió a sentarse

$unto a 2l.

L?uando re!rese espero que ya te har)s cansado de

$u!ar en la carro%a Lle di$o, ayud)ndolo con unas cosquillitasen la aFila para que se sonriera por favor.

Era triste la atmósfera en la sala del piano. 1ólo ha&anencendido una l)mpara, la que iluminaa el sillón en que sehallaa 1usan. ?inthia, Julius, 1antia!uito y Boy,ele!ant&simos, llenaan un sof) que permanec&a en la



penumra. Afuera, en el corredor, los empleados murmuraancomo de$ando sentir su participación en tanta pena@ callaan,y la ausencia de sus voces de$aa a los ni<os indefensoscontra un escalofr&o, piel de !allina se tocaa la pore 1usan,muda@ volv&an a empe%ar, y sus murmuros eran como reves,fr)!iles pausas de un silencio acumulado y total, un silencioque !ritaa su nomre, que avan%ó un poco o que se detuvoaún m)s cuando sonaron die% campanadas de la noche enal!ún relo$, en otro salón, triste y oscuro tami2n, porque eld&a en que partió ?inthia, desde el atardecer, las haitacionesdel palacio se ha&an ido convirtiendo en vasos comunicantesde triste%a y profundidad. asos enormes como la!os en losque ahora !oteaan lenta, desesperantemente, uno por uno,tic=tac tic=tac tic=tac, media hora m)s para la partida@ ellos

escuchaan mudos, inmóviles como el enfermo húmedo deere que descure el camino del sue<o en la respetuosaaceptación del insomnio, en la m)s atenta contailidad de las!otitas de un ca<o mal cerrado, 7esta noche no duermo, mefre!u28, dice y cuenta.

As&, ellos no se enteraan de que las maletas ianpasando hacia el Mercedes !uinda, all) afuera, en la noche.1usan suspiró honda, profundamente. /a triste noticia la ha&asorprendido en una 2poca de particular elle%a, de total

ele!ancia, y ahora parec&a un cisne herido nave!ando,de$)ndose m)s ien llevar por el viento hacia una orilla quetal ve% alcan%ó al sonar el tel2fono para ella. 7#or lo menos tútienes cómo matar el tiempo8, pensó 1antia!o al verla salir aresponder. /os sirvientes aprovecharon su ausencia, ianentrando en punta de pies, +ilda delante, los otros la se!u&an,parece que ella ia a halar por todos, ?intita, ?intita, lodem)s no sa&an decirlo.

71&!uenos, Juan /ucas8, le di$o 1usan al homre que

estaa al volante de otro Mercedes, uno sport, parado detr)sdel de ellos. Ha&a lle!ado $usto en el momento en que part&any le ha&an aierto la re$a para que entrara hasta la !ranpuerta del palacio. Ahora pon&a nuevamente su motor enmarcha y sal&a detr)s de ellos rumo al aeropuerto. ?inthiavolteó a mirar, pero en la oscuridad no lo!ró ver qui2nmane$aa ese auto. El nomre Juan /ucas no le sonaa



conocido y le dio un coda%o a Julius, casi lo mata del sustoera la primera ve% que sal&a de noche, la primera ve% que iaa un aeropuerto y la primera ve% que se separaa de suhermana por tanto tiempo su caecita dormilona pensaa enmil cosas eFcit)ndose cada ve% m)s, un !olpe desprevenidofue demasiado, pero no ien reaccionó hi%o un esfuer%o pordevolverle una sonrisa. Eran demasiados en el Mercedes@ sushermanos 1antia!o y Boy se acomodaan a cada rato aeFpensas suyas, cada ve% lo ian hundiendo m)s, pocofaltaa para que lo incrustaran por la rendi$a del asientoposterior. Adelante, 1usan lloraa, pero sólo ?arlos y ilma,sentados $unto a ella, pod&an darse cuenta.

/a ?-#A?. 7?orporación #eruana de Aeropuertos?iviles8, le eFplicó ?inthia a Julius que, en la última parte deltrayecto, ha&a reaccionado y ha&a empe%ado a aho!arla depre!untas@ empe%ó a toser y ilma la ari!ó m)s para a$ar.7?orre mucho viento8, anunció. ?arlos, por su parte, anuncióque 2l se ia a encar!ar de las maletas, pero otro homreapareció con !orra diciendo lo mismo y se odiaron@ al mismotiempo un tercer homre, con !orra y placa con número en lasolapa, apareció tratando de corar al!o y de cuidar el auto,pero ?arlos le di$o que para eso estaa 2l y se odiarontami2n. El tipo insistió diciendo que entonces qui2n pa!aa

el ticKet del estacionamiento. 1usan arió su cartera y se lecayeron los pasa$es, una polvorera, sus anteo$os de sol y ell)pi% de laios de oro. eco!ió los anteo$os, todos sea!acharon para ayudarla con lo dem)s, ?inthia empe%ó atoser y Boy di$o que mam) nunca ten&a un c2ntimo en lacartera. ilma uscó en los olsillos de su uniforme y di$o quetampoco ten&a, Boy se ne!ó a prestar dinero y por n ?arlospa!ó el asunto, ment)ndole la madre al del ticKet, con los o$osno m)s, por la se<ora y los ni<os. #or supuesto que a la hora

de a$ar las maletas, ?arlos no pod&a con todo lo que lase<ora se llevaa de equipa$e y huo que empe%ar a uscar altipo que hac&a un instante acaaa de estar ah& con la carretaesa, Dll)menlo, por favor Julius pe!ó tal oste%o que casi seva de espaldas sore la pista y, no ien recuperó el equilirio,pre!untó en cu)l de los aviones se ian, cuando todav&a no seve&a nin!uno. 7D?)llate, por favor8, le !ritó 1usan, pero en



se!uida se le echó encima para esarlo y ara%arlo, le mo$ótoda la carita con sus l)!rimas.

Un homre se acercó, que di$o 1usan, como ellos nuncaantes lo ha&an o&do decir, como si fuera la única palara que

tuviera, como si se huiera mandado poner cuerdas vocalesde oro para pronunciarla !o%ando m)s. 1usan se puso las!afas ne!ras y proó una sonrisa, Juan /ucas, si supieras loque es esto. Juan /ucas la co!ió del ra%o, calma, calma@ al%óel ra%o i%quierdo y con los dedos empe%ó a hacer tic tic ytodo se llenó de calma y de homres con carretas y uenavoluntad, dispuestos a llevarse &nte!ro el equipa$e de losse<ores. espu2s, siempre del ra%o, la condu$o hacia elinmenso hall iluminado del aeropuerto, caminaan como por!ordas alfomras hacia la lu%, ahora s& se le pod&a ver ienha&a interrumpido sus placeres, se ha&a tomado el traa$ode ir a un aeropuerto. /os ni<os ven&an detr)s, se!uidos porilma y ?arlos que siempre ha&a lo!rado que le de$aran unamaletita. /os cuatro hermanos se acercaan al mostrador de#ana!ra tristes y somnolientos@ 1antia!o, sin emar!o sent&anacer en 2l una cólera terrile 9qui2n era ese im2cil que leco!&a el ra%o a su madre:

G ahora que lo ve&a medio de lado, apoyadodistin!uid&simo en el mostrador de #ana!ra, sintió que ya nopod&a m)s de raia. #ero no sa&a por dónde a!arrarlo. ?ómodestruirlo si casi lo cautivaa con tanta nura. A 2se s& que selo ha&an tra&do derechito de la ?osta A%ul a un campo de!olf, claro, y en un campo de !olf deió conocer a 1usan, ah& deió haerla visto por primera ve% mientras !olpeaa unsin! y la pelotita lanca desaparec&a en la perfección verde,mientras avan%aa y el aire lo ia despeinandoele!antemente, ondulando li!eramente sus sienes plateadasy refrescando su cutis siempre ronceado@ y despu2s, por qu2

no, eiendo $untos !in and tonics que lle!aan hasta lapiscina del clu en ande$as de plata sore manos invisiles yoedientes que se retiraan silenciosas para que ellosconversaran en pa%, para que sus palaras pudieran cru%arseentre el viento y lle!ar nas a sus o&dos, con la música defondo, para los se<ores socios, para sus invitados, y con pecesde colores... D?on 2l era que sal&a todas las noches Dcon 2l



que ailaa Dcon 2l que e&a Dcon 2l que trasnochaa Dpor2l que casi nunca la ve&an Dque ahora estaa triste,1antia!uito acaaa de descurir al!o insoportale.

7+i en Hollyood los farican as&8, andaa pensando el

tipo de #ana!ra, lleno de admiración, cuando Juan /ucas di$orma estos papeles, 1usan, eFtendi2ndole una pluma de oroque nadie ah& ha&a visto nunca anunciada por la pulicidad@se la eFtendió co!ida como un ci!arrillo, entre dos dedos cuyaeducación ha&a transcurrido indudalemente entre plumasfuente de oro y vasos de cristal. /a pore 1usan terminó dermar los tres papeles que le correspond&an y descurió queen cada uno ha&a !araateado su nomre diferente. 7+oten!o rma, anunció volteando aterrada donde Juan /ucas,9qu2 ha!o, darlin!:, 9en qu2 l&os me voy a meter ahora:8

Juan /ucas volvió a co!er su pluma, la !uardó en el olsillitopara lapiceros de su chaqueta para la ocasión, miró $amenteal tipo de #ana!ra, por si acaso huiera pensado urlarse dela se<ora, y la tomó del ra%o. >odo estaa listo y en re!la conlos pasaportes. 1antia!o quiso de$arse de mariconadas,de$arse de contemplar al tal Juan /ucas, pero ahora de nuevolo contemplaa mientras atravesaa el hall con su madre,parec&a que se ian al cielo. 1usan volteó a decirle a ilmaque no fuera a desari!ar a ?inthia y que tra$era a los ni<os al

ar. #or supuesto que Julius ha&a desaparecido y todo elmundo empe%ó a requintar, pero Juan /ucas ya lo ha&a vistoy lo se<alaa con un dedo tan no y tan lar!o que casi node$aa pasar a la !ente all), all), pe!ado al ventanal,contemplando el campo de aterri%a$e. ?uando ilma casi lomata del susto al co!erlo del ra%o, por detr)s, 2l le di$o queen ese avión se ia ?inthia, era un Air rance, el que m)s le!ustaa.

En el ar fue ?oca=?ola para todos los ni<os, menos para

?inthia, tú me$or nada, darlin!. Julius le dio la mitad de suvaso, ale!ando que no ten&a hielo. 1usan lo ia a resondrar,pero en ese instante Juan /ucas feste$ó el asunto ech)ndoseli!eramente hacia atr)s y soltando tres $a $a $a encantado, nim)s ni menos que si huiera lo!rado dieciocho hoyos endieciocho $u!adas. Entonces 1usan escondió la cara entre susmanos como diciendo que todo eso era demasiado para ella,



pero ya lle!aan los hisKys. 79;u2 tal si le invitamos uno a1antia!o:8, propuso el del !olf. 1usan lo miró sorprendida,huiera querido decir al!o, pero en ese instante 1antia!o sepuso de pie y !ritó que sus copas se las pa!aa 2l, que selar!aa a tomarlas al mostrador. Juan /ucas hi%o una muecacomo si huiera fallado una $u!ada f)cil. 7/l2venle al $ovencitoun paquete de ?hester Ldi$o, reaccionando a tiempoL@ los vaa necesitar.8

?uando llamaron a los pasa$eros por los altavoces, ya1antia!uito se ha&a eido tres hisKys y se ia por elcuarto. +o quiso despedirse ni de ?inthia. Juan /ucas era elúnico que no lloraa mientras a$aan hacia la puerta deacceso a la pista@ ah& ilma empe%ó realmente a !emir, cosaque incomodaa al del !olf, con la chiquillada ten&a suciente.?inthia fue reve a todos les dio un ara%o y un esito y a

Julius le di$o que le ia a escriir y que le contestara. espu2s1usan comen%ó a despedirse, un eso para cada uno, a ilmay a ?arlos les dio la mano y tuvo que aalan%arse paracontrolar a Boy que se le ia encima a un chico que seestaa urlando. En ese momento fue me$or que no estuviera1antia!uito ellos vieron cuando ese se<or que se llamaa

Juan /ucas ara%ó a su madre, la esó tiernamente y le di$oque si se demoraa en volver ir&a a visitarla a los Estados

Unidos.espu2s entre Juan /ucas, ilma y ?arlos los llevaron a la

terra%a para que vieran despe!ar al avión y le hicieran adiós amami y a ?inthia. 7DAll) van8, !ritó Boy, el primero enverlos atravesar la pista y voltear lue!o para hacerles adiós,1usan siempre con las !afas ne!ras y ?inthia tosiendo. #ero

Julius vio otra cosa@ vio cómo llenaan de !asolina los tanquesdel avión en que se!ún 2l se ia ?inthia, uno que en realidadpart&a mucho m)s tarde, pero era el avión que le ha&a

esco!ido y estaa esperando que suieran, cuando en esoempe%ó a vomitar. /e manchó el pantalón a un se<or queestaa a su lado, claro que el se<or se molestó, pero Juan/ucas, distin!uid&simo, resolvió el prolema con unas palarasien dichas y con un pa<uelo de hilo de seda perfumado queentre!ó como quien reparte un volante, mirando al próFimo.



L+o se olviden de 1antia!o Lles di$o, despidi2ndose.#artió sin haerse enterado ien del vómito de que se que$aael im2cil ese, antes de que empe%ara a oler, en todo caso.

Ellos esperaron en el auto mientras ?arlos ia a traer a

1antia!uito. /o encontró en el ar y estuvo lar!o rato tratandode convencerlo de que ten&a que volver a casa, de que sushermanos se estaan cayendo de sue<o. #or n pareció queia a ceder pero cuando lle!ó el momento de pa!ar el mo%odi$o que esos tra!os ya estaan pa!ados, que el pap) del

$oven los ha&a pa!ado. Entonces s& que se armó la !rande,1antia!uito !ritó que el alcahuete ese no era su padre, que 2llo ia a parar, que lo ia a matar, que su madre era sa!rada yun montón de cosas m)s por el estilo hasta que empe%ó allorar y se cayó al suelo. ?arlos lo car!ó hasta el auto@ ah& todav&a si!uió pataleando y maldiciendo un rato. Julius di$oque estaa loco pero Boy le di$o que no, que estaaorracho por lo de mam).

/a primera carta de Boston lle!ó una semana m)s tardey ven&a diri!ida a Julius. ilma se la leyó p2simo.

;uerido Julius

9?ómo est)s: 9Me eFtra<as: Go s& te eFtra<o mucho.Mamita y yo siempre pensamos en ti. Ella dice que tú ya

deer&as estar en el cole!io y que en cuanto lle!ue a /ima temandar) al 0nmaculado ?ora%ón para que aprendas in!l2s.Mamita dice que es necesario que aprendas in!l2s y queaprendas a leer de una ve%. ice que est)s muy atrasado entodo y que le va a escriir a la t&a 1usana porque ella tiene ladirección de la se<orita Julia para que la se<orita Julia vaya adarte clases a la casa. Go le he dicho que tú ya saes leerastante pero ella no me cree y dice que te pasas todo eltiempo $u!ando en la carro%a y en el huerto con los

mayordomos y con ilma. #órtate ien hasta que re!resemosporque mamita est) ien preocupada por ti.

Go estoy muy ien. Estoy contenta. Estoy practicando miin!l2s con las enfermeras y con el m2dico. 1on tres m2dicos yvienen todo el tiempo a verme. Go les entiendo muy ien loque me halan y ahora que les di$e que te ia a escriir, medi$eron que te mandara saludos. Ga les cont2 cómo eres y



siempre me pre!untan por ti cuando vienen. #or eso esnecesario que me escrias para que yo pueda saer de ti paracontarles m)s cosas. >ú d&ctale a ilma lo que quierescontarme pero tami2n escrie un poquito para ver cómo est)tu letra. Me da mucha pena que ya no podemos se!uir con lasclases. Estaas aprendiendo muy r)pido. ?uando vaya lase<orita Julia ens2<ale todo lo que has aprendido conmi!o ycon ilma porque mamita no quiere creer que has aprendidotanto.

Go estoy muy ien. En el avión estuve dormida todo eltiempo casi y mamita tami2n se durmió. #rimero estuvollorando astante por lo de 1antia!uito se!uro pero despu2sse tomó un montón de pastillas y se quedó dormida $unto am&. En +ueva GorK tuvimos que camiar de avión, pero nosalimos del aeropuerto porque mamita di$o que hac&a muchofr&o y que adem)s no ten&amos tiempo. En el otro avióntami2n dormimos y cuando nos despertamos ya est)amosen Boston. Ah& mismito fuimos a un hotel y dormimos m)stodav&a. A la ma<ana si!uiente vinimos al hospital. Es unhospital enorme y cuando entramos mamita se encontró conun se<or de /ima que ten&a c)ncer. espu2s me tra$eron a micuarto que es muy onito. Mamita vive en el hotel pero vienedesde tempranito y se queda todo el d&a conmi!o y por la

noche se va al cine para distraerse. Go estoy tratando de queesto acae pronto y de sanar r)pido para que est2 m)stranquila. Mamita est) ien p)lida y no se pinta nada.

>ami2n est) ien triste y cuando se despide de m& por lanoche llora astante. EFtra<a mucho y yo me siento culpale.#or eso creo que dees portarte muy ien para que nada lamoleste en estos d&as. #órtate ien, por favor. Espero quecuando re!rese ya no $u!ar)s en la carro%a porque pierdesmucho tiempo ah&.

1aluda a ilma y a ?arlos y a Arminda y a todos de miparte. Go les voy a escriir sólo que quer&a escriirte a tiprimero. +o de$es de contestarme. 9#romesa: Mil esos,

?0+>H0A

/a se!unda carta para Julius lle!ó quince d&as m)s tarde.



ilma tami2n se la leyó, llorando.

;uerido Julius

/a semana pasada no te escri& porque le escri& aBoy, a 1antia!uito y a los sirvientes. Estoy un poco

preocupada porque creo que me olvid2 de poner el nomre de?arlos y para 2l tami2n era la carta. ile, por favor. Estoyien cansada. eci& tu cartita. Mamita leyó lo que ha&aspuesto y se quedó sorprendida. Ella no sa&a que sa&as tantoy dice que con la se<orita Julia vas a aprender m)s y que a lome$or te aceptan en el cole!io un a<o m)s adelante y notienes que hacer Kinder!arten. -$al) porque Kinder!arten esien aurrido. Go creo que es para e2s. Estoy ien cansada.

>u cartita es linda. >e quiero mucho Julius y pórtate ien. /a

se<orita Julia es muy antip)tica y tiene vellos ne!ros en losra%os. >e pelli%ca todo el tiempo y yo no s2 por qu2 mamitasiempre la llama desde que t&a 1usana se la recomendó.A!uanta por mamita que est) ien mal. Go terminar2 deescriirte esta tarde porque ten!o que descansar.

icen que me$or no te escria hoy. Acao dedespertarme y resulta que ya es de noche. Me$or te escrio denuevo otro d&a y ahora te mando esto no m)s. Ha venido elm2dico m)s vie$o. Aqu& est). ?hau Julius. >e adora,

?H0+>H0Aespu2s huo tres cartas de mam) y despu2s apareció

Juan /ucas muy no y muy serio. #or último huo una llamadade los Estados Unidos. #arece que Juan /ucas la ha&a estadoesperando porque anduvo mucho rato sentado $unto altel2fono y, no ien haló, di$o que se ia a Boston y que sellevaa a 1antia!o con 2l. 1antia!o se le tiró a llorar en losra%os y a 2l se le formó una mueca en los laios y como queenve$eció. 1antia!uito los esó en la puerta del palacio, eso

fue todo. +adie fue a despedirlos al aeropuerto. olver&ancuando se produ$era el mila!ro.

Mientras tanto Julius se pasaa horas con la se<orita Julia, pero ella nunca lo pelli%caa. Al!o raro ocurr&a porque 2landaa siempre esperando un pelli%cón, con lo distra&do queera, y sin emar!o nada@ por el contrario, la se<orita Julia



parec&a un poco asustada y lo miraa como si le tuvieramiedo. /ue!o empe%ó a halarle en vo% a$a, cada ve% m)sa$a. Un d&a le murmuró re%a, hi$ito, re%a, y Julius vomitó y sepuso a temlar todito.

#or la noche lle!aron la t&a 1usana y el t&o Juan /astarriacon un cale en la mano. Boy ha&a ido donde un ami!o y Julius estaa acostado. /a servidumre salió a reciirlos, en elcamino ian al%ando los ra%os impotentes, aspaventosos,desesperados, el alarido de +ilda hirió denitivamente elpalacio. G otro m)s y otro m)s. ;ue se calmaran, que porfavor se calmaran que ian a asustar a los ni<os, quecorrieran a uscar a Julius, que se!uro lo ha&an despertado,me$or que no supiera nada, pore criaturita, hasta quevolviera su mam). espu2s los t&os /astarria se aurrieron unpoco mirando llorar a la servidumre y entraron a sentarse unrato en el escritorio. Ella re%aa. El permaneció en silenciohasta que no pudo m)s y empe%ó a pasearse de cuadro encuadro, a envidiar tanto antepasado y a decir que no ha&anada como la tradición. Arria, en su dormitorio, arrodillado

$unto a la cama, Julius re%aa de paporreta, rodeado por todala servidumre. ilma sosten&a atenta una acinica. ?arloslloraa escondido en su mano enorme, +ilda !em&a lo m)sdespacio que pod&a, Julius los miraa comprendiendo y

temlando y aho!)ndose.espu2s fue todo lo del aeropuerto. e ah& fueron

directamente al cementerio. Prdenes de los se<ores que noviniera nadie, que no quer&an ver a nadie, sólo Boy y ?arlospara que mane$e. Juan /ucas diri!&a cada paso con un !estoamar!o en la oca, como si estuviera soportando una fuerteacide% estomacal, li!eramente despeinado, un saco que talve% huiera preferido no usar una tarde as&. 1usan se ha&adopado. ecordaa haer tenido un pa<uelo en la mano y una

ca$ita llena de pastillas de diferentes colores, 9en qu2momento: Arió los o$os y vio marrón por sus anteo$os de solel aeropuerto, marrón el pecho de Juan /ucas, ven, mu$er.?arlos se encar!aa de Boy, aferrado a 1antia!uito.

Dios m&o Dcu)ndo se va a acaar todo esto ElMercedes avan%aa por arrios feos, anti!uos, pores,



9/ima:@ se!u&a a la carro%a fúnere por calles eFtra<as,hostiles, vie$as, nuevas para ella, sólo cuando murió 1antia!o,Dios m&o, Dios m&o 1usan, amor. /a !ente ia viendo pasaresos dos veh&culos@ homres y mu$eres sentados en lasveredas, en las puertas de sus casas los miraan pasar@al!unos ni<os cru%aan la pista y volteaan tami2n a mirarcuriosos, odiosos, pores. Una curva, una recta m)s anchaahora y la !ente le$os en la vereda, vamos avan%ando. Elpolic&a los de$a pasar, que si!an, que si!an, respetuoso, con elra%o.

7Aqu& puede usted de$ar el auto, ?arlos8, le dice Juan/ucas, pas)ndose la mano por los caellos. Mira por laventana antes de arir la puerta, aqu& tami2n le quierencuidar a uno el carro. Are la puerta, Dv)yanse, Dno molestenAre la puerta de atr)s, por aqu&, 1usan, conmi!o, ven!an,Boy, 1antia!o. ?onocen el camino al mausoleo de la familia,1antia!o, pap). Avan%an entre tumas, paellones de nichos,siempre m)s paellones de nichos, enormes colmenaslancas, fr&as que se cierran y ya no recien m)s@ otraspersonas como ellos pero no se ven, se cru%an silenciosas,nunca se tocan, aprensivas casi@ mu$eres con pomitos dealcohol y que limpian, un sacerdote, $ardines y tami2n Cores.Aqu&. Un sacerdote los esperaa, a$an a lo fr&o, entran al

m)rmol, reci2n ahora los vuelven a notar los homres de lafuneraria proceden t2cnicos, profesionales de lo irreparale,entendidos de la triste%a, traa$an la m)s terrile escena, elsacerdote ahora para lo otro. ?inthia, tú an!elito, $unto a tupadre. ?emento. /a mano de Juan /ucas se eFtiende y tiemlaunas letras, una crucecita, devuelve el adile$o y los ara%a,lentamente los hace suir, no miran atr)s, avan%an i!uales atodos los homres, entre el viento y los $ardines, entre losmuertos. /le!an a la re$a, salen, Juan /ucas diri!e, los hace

pasar, Boy, 1antia!uito, 1usan con 2l. Afuera tantos ni<oshan cuidado el carro, no se enteran, parecen el n de al!o.

-scurecieron el palacio. +o ar&an ni una persiana, ni unacortina, nada. Boy y 1antia!uito ian todos los d&as a misacon su mam), antes de partir al cole!io. /os hicieron estudiarcomo locos y adelantar los eF)menes nales para quepudieran via$ar tami2n a Europa. #art&an a n de mes con su



mam) y con el t&o Juan /ucas. Julius se!uir&a mientras tantocon la se<orita Julia y el a<o entrante lo pondr&an de frente enpreparatoria. 1e tomaan una serie de decisiones r)pidas. Elpalacio continuaa a oscuras, pero dentro todos actuaannerviosamente para olvidar. 1usan se eFced&a en loscalmantes y el t&o Juan /ucas recomendaa !olf, vestida de!ris, hasta el d&a del via$e. Un d&a Julius se acercó a pedirle a1usan que lo llevaran tami2n a Europa y ella notó que estaai%queando. +o huo m)s remedio que llamar al m2dico ydecirle que i%queaa i!ual que ?inthia cuando murió sumam) Bertha. El m2dico haló de la eFtrema sensiilidad delni<o y di$o que por nada de este mundo se les fuera a ocurrirllevarlo a Europa. En camio, recetó clima seco de ?hosicacon una araridad de vitaminas. 1e pensó en la casa de Juan

/ucas en los ?óndores, pero dónde met&an a la servidumre,eso era una !arQonniRre. Ha&a que decidir al!o y r)pido.

#

A ?hosica partieron Julius y la servidumre en pleno.Arminda, la lavandera, aprovechó para traerse a su hi$a oraque últimamente se estaa portando p2simo, se escapaacon un heladero de S-nofrio y todo. +ilda tra$o al e2 que

ha&a tenido, nadie sae cómo simplemente un d&a empe%ó ainCarse a$o el mandil de cocinera y una tarde pidió permisopara irse a dar a lu%. Una semana despu2s re!resó lista parael via$e a ?hosica y con el monstruito ese. #ero suspreocupaciones est2ticas se diri!&an m)s ien hacia Julius y,no ien se instalaron, decidió aprovechar la ausencia de lase<ora para pe!arle las ore$as a la cae%a. Esparadrapo, cintaen!omada, qu2 no usó para lo!rar sus nes, tanto que ilmaprotestó pero la 1elv)tica la amena%ó con el cuchillo enormede la cocina, uno nuevo para la casa nueva.

/a casa, invisile desde fuera, rodeada de altos muroslancos, quedaa en un sitio lindo de ?hosica. /a parteposterior se estrellaa con los cerros y ah& uno viv&aconstantemente amena%ado por esas rocas enormes que sinemar!o no se ca&an nunca. #ara al!o ha&an pa!ado unamillonada por el alquiler, nada m)s. >en&a su piscina la casa, y



tami2n su $ardin%ote llenecito de )roles y hasta susca<averalitos para que Julius se introdu$era por ellos, secru%ara con un sapo en el camino y desemocara sudoroso,Dlle!u2 a Madre de ios, +ilda, ante el dormitorio de la1elv)tica y su hi$ito. ?asi no era necesario salir, sore todo losdomin!os y feriados en que medio /ima se ven&a a tomar elsol, y todo se llenaa de carros amarillohorrorosos y demu$eres melenudo=pecadoras que lue!o se marchaande$ando ?hosica pla!ado de c)scaras y papeles. A las que s& ten&an que ir a visitar al!una de esas tardes era a las mon$itasfrancesas del Bel2n de ?hosica@ de todas maneras ten&an queir porque una t&a mon$a del se<or Juan /ucas les ha&a dadouna tar$etita=estampita de presentación.

>res veces por semana, lunes, mi2rcoles y viernes,aparec&a la se<orita Julia, ese monstruo, con los ra%osllenecitos de vellos ne!ros, para ense<arle una araridad decosas. eci2n en ?hosica empe%ó a pelli%carlo y Julius aquerer matarla. 1in emar!o, huo una 2poca en que lo!róinteresarlo fue cuando empe%ó a contarle cosas de ?inthia,cuando era su alumna, lo inteli!ente, lo dulce, lo tierna queera esa ni<ita. Julius le pre!untaa m)s y m)s y nunca secansaa de escucharla. Aunque fueran las mismas an2cdotas,los mismos ad$etivos, tierna, dulce, adorale ?inthia.

-tros que ven&an eran los m2dicos@ ven&an $untos, unave% a la semana, y lo eFaminaan calato. espu2sconversaan lar!o rato, ah&, delante de 2l, pero 2l ya estaapensando en ?inthia. e$aan un montón de recetas y seian. A uno le daa por los tónicos y al otro por lasinyecciones. ec&an que Julius estaa muy ien, que serecuperaa asomrosamente. >ami2n ven&a una se<oritapara lo de las inyecciones. ?omo a Julius el potin!o se levolv&a !elatina, de miedo, le pa!aa un sol por pon2rselas y

lue!o se marchaa corando veintiún soles por ha2rselaspuesto.

Aparte de esos momentos desa!radales, la vida en?hosica transcurr&a apacilemente. #or n un d&a salieron apasear y llamaron a la puerta verde del cole!io Bel2n. Una

mon$ita los reciió en franc2s pero camió r)pido a





!allina, ah& todav&a, rodeados de im)!enes, los 1a!rados?ora%ones sore todo. 1e pusieron a temlar de la puraespectativa, ya se ian por el cuarto minuto... Hasta quehaló de nuevo y normal la Madre 1uperiora, Julius y ilmarespiraron, n del estado raro, nin!ún santo supoaprovecharlo todo, asolutamente todo anduvo dispuestopara una aparición... G de las uenas... ?on tres testi!os... etres edades diferentes.

/a Madre 1uperiora se puso de pie, aandonandotemporalmente la contemplación de sus cuarteles denitivos@se acercó donde Julius y le hi%o una crucecita en la cae%a,casi lo mata del escalofr&o. /e di$o que fuera a $u!ar con losninós e las nin)s.

Ha&a un montón que no pod&an correr durante el recreoporque ten&an asma y estaan ien p)lidas. ?on ellasconversó Julius y les contó que su mam) estaa en Europacon sus hermanos porque su hermanita ?inthia se ha&amuerto. espu2s les di$o que por eso 2l estaa medio i%co yque ia a sanar en ?hosica, que para eso ha&a venido, lasde$ó turulatas a todas con su historia. #or ah& tami2naparecieron las !randes@ 2sas ya estaan en los a<ossuperiores y lo llenaron de caricias y de mimos, lo esarontoditito hasta que les puso cara de tranca. Entoncesempe%aron a pre!untarle que cu)ndo ia a ir al cole!io y quecu)ntos a<os ten&a. Il les contó que ia a cumplir seis en elverano y que estudiaa en casa con la se<orita Julia. /es di$oque ya sa&a leer y escriir correctamente y sin faltas deorto!raf&a. Una ien onita sacó un l)pi% y un locK de sumandil y le di$o a ver, escrie al!o. Julius co!ió el l)pi% yempe%ó a escriir 7/a se<orita Julia tiene vellos ne!ros en losra%os.8 0a a poner al!o m)s pero en ese momento se ledespe!ó el esparadrapo de una de las ore$as y todas soltaron

la carca$ada. #artió la carrera se!uido por ilma, no paró hastala calle. i$o que no volver&a m)s.

#ara re!resar a casa tomaron la calle del costadoderecho del cole!io, una calle en pendiente, de veredasescalonadas. 0an suiendo por la pista, callados y pensativos,cuando en eso Julius vio al!o que atra$o inmediatamente su



atención. 71on los mendi!os Lle di$o ilmaL@ no teacerques8 pero ya era tarde Julius ha&a partido la carrera yya estaa lle!ando al lu!ar en que se hallaan tirados, $unto auna de las puertas laterales del cole!io. 1e detuvo cerquita deellos y empe%ó a mirarlos descaradamente. /os mendi!ostami2n lo miraan y al!unos hasta le sonre&an, 2l ya notardaa en pre!untarles por qu2 ten&an todos una cacerola,pero ilma lo interrumpió7Damos8, le ordenó, $al)ndolo delra%o. 0nútil. Estaa ien parado, los talones $unt&simos, laspuntas de los pies muy separadas y las manos pe!aditas alcuerpo. Me$or de$arlo un poco. /os mendi!os empe%aron adecirle ni<ito, y a sonre&rle inofensivos pero andra$osos. Eranun montón de serranos y serranas vie$os o medio inv)lidos. Enese momento se arió la puerta del cole!io y apareció una

mu$er vestida casi de mon$a pero con mo<o@ con ella apareciótami2n un homre que dec&a el puchero, el puchero,mientras acercaa una olla enorme sore una mesa rodante.Atr)s, una mon$ita indudalemente uen&sima sonre&a con losra%os aiertos e ia endiciendo toda la operación.

#or esos d&as empe%aron a lle!ar las primeras cartas deEuropa. /a primera ven&a de Madrid y estaa diri!ida a ilma,con instrucciones para que le leyera al!unas partes a Julius. AMadrid ha&a lle!ado una carta de los m2dicos, inform)ndoles

del restalecimiento de Julius. Ga sa&an que ha&a recuperadoun Kilo y que com&a ien y que ya no vomitaa. 1a&antami2n que ha&a de$ado de mencionar a ?inthia en todassus conversaciones y que dorm&a tranquilo con los nuevoscalmantes. +o les ia mal en Espa<a pero estaan tristes yeFtra<aan mucho a Julius. Era realmente una l)stima que nolo huieran podido traer, pero as& todo era me$or porque, laverdad, estaa demasiado peque<o para andar visitandomuseos y dando trotes de un lu!ar a otro. Ellos todav&a no

ha&an visitado nin!ún museo pero ya no tardaan en ir,sore todo por los ni<os que se estaan portando muy ien. Else<or Juan /ucas ten&a muy uenos ami!os en Madrid ydiariamente ellos lo llevaan a $u!ar a !olf a un clu en lasafueras de la ciudad. Eso s& que era un verdadero descansopara los nervios. Justo lo que necesitaan. +ecesitaandistraerse, olvidar. Estaan tristes. +o era f)cil distraerse pero



el se<or Juan /ucas y sus ami!os hac&an lo posile porentretenerlos. All& nadie los conoc&a como en /ima y pod&ansalir a cenar en restaurantes. Adem)s no ten&an que vestirsede ne!ro que es tan deprimente. ilma comprender&a lomucho que necesitaan distraerse, salir, camiar deamientes, ayudarse a olvidar. El se<or Juan /ucas le estaaense<ando a 1antia!uito a $u!ar !olf y el ni<o aprend&a muyien. ?ada d&a se llevaa me$or con su t&o. Boy nadaamucho en la piscina y ha&a conocido a al!unos chicos de suedad. /a verdad, estaan ien en Madrid y les !ustar&aquedarse un poco m)s de lo que ten&an pensado. espu2sir&an a #ar&s y a /ondres para comprar ropa y re!alos paratodos. Era necesario moverse, distraerse para olvidar. Estaanesperando la cartita de Julius. ;ue escriiera, por favor.

;uer&an ver los pro!resos que hac&a con la se<orita Julia. Else<or Juan /ucas tami2n pre!untaa muchas veces por 2l.;ue le escriiera una cartita tami2n a 2l. ;ue ella les contaratodo lo que hac&a Julius en ?hosica. ;ue le tomaran unafoto!raf&a y se la mandaran. ;ue lo llevaran a pasear en autocon ?arlos pero que tuvieran cuidado con el tr)co. G,

Julius, darlin!

El m2dico me cuenta que est)s muy ien. ice que cadad&a comes me$or y que pronto estar)s fuerte como un >ar%)n.Ha% todo lo que 2l y ilma te di!an. Estudia astante para quepuedas entrar a preparatoria. /a próFima ve% vendr)s tútami2n. Mami te lo promete. >u t&o Juan te manda muchoscari<os. Est) terminando de amarrarse la corata. Muy uenmo%o, darlin!. As& vas a ser tú de !rande. Me est) pidiendoque me apure. Mami todav&a no est) lista y ya es hora de irse.Mil esos.

/-E

irmó 1usan con letra de cole!io in!l2s y metió la cartaen un sore de lu$o. Ense!uida se puso de pie para avan%arhacia el espe$o en que Juan /ucas se miraa perfeccion)ndoseel nudo de la corata. Minutos despu2s aparecieron en elcorredor donde 1antia!uito y Boy los esperaan. Elascensor los llevó suavemente a la planta a$a@ ah& estaanlos ami!otes de Juan /ucas, !randes saludos, 9en qu2



restaurant cenamos: Un aperitivo primero en el ar y lue!overemos. El del !olf se conoc&a todos los lu!ares los t&picos,los t&picos caros y los solamente caros. G al!unos toreros paraque 1antia!uito lo admirara m)s que nunca, a partir de esanoche, Dqu2 no sa&a, Da qui2n no conoc&a eci2n lle!aanlos aperitivos y ya estaa animad&simo, muerto de risa,chocho como nunca con 1usan, como con nin!una y es quecomo ella nin!una y Dole, 9qu2 piensan:, 9se nos casa Juan/ucas:, Dhomre, ya eso es m)s dif&cil ha&an estadocon$eturando los ami!otes, y ahora, felices ah& en el ar,viendo lle!ar los aperitivos, mirando a Juan /ucas mirar a1usan, Dhomree, un rindis por la pare$a no vendr&a mal...

En ?hosica las cosas marchaan como para que los deEuropa se quedaran a<os all), si quer&an. Julius se sent&a cadave% me$or, hasta i%queaa menos, en realidad ya casi noi%queaa aunque siempre se le ve&a muy Caco, sore todo lacarita de frente, por las ore$as pe!adas con esparadrapo ycinta en!omada. >oleraa a la se<orita Julia sin que$arse peroencontraa que Julio erne era mucho m)s entretenido. /oha&a descuierto en uno de sus paseos por ?hosica Ba$a,mientras ilma se ia de o$itos con el dependiente de unalirer&a. ?hosica Ba$a deslumhraa a Julius con su mercadolleno de frutas y de animales muertos col!ando de inmensos

!aros. Tltimamente ha&a empe%ado a ir todos los d&as conilma y +ilda para lo de la compra de los v&veres. Ga hasta loconoc&an y lo reci&an con sonrisas era el ni<ito ore$udo queven&a con la cocinera insolentona y el ama requeteuena.

Un d&a, pase)ndose por ah&, descurió a un pintornorteamericano con ara, pipa y %apatillas de tenis. Ise s& que lo cautivó de arranque, sentado ah& superraro, pintando alos vendedores y aprendiendo palaras en castellano. Eratartamudo el !rin!o y simpatiqu&simo. 7DA m&, m&ster, Da m&,

m&ster8, le ro!aan los placeros y 2l les contestaa que po=poco a poco, porque no pod&a pintarlos a todos al mismotiempo. #ero en cuanto descurió a Julius con su canastarealsando y con ilma al lado, les di$o que po=por favor no sefueran, que los que=quer&a pintar. G en cosa de minutos hi%osu dise<o, ya despu2s le pondr&a colores porque Julius seestaa cansando de sostener la canastota con el pescada%o y



porque todo lo que ia diciendo mientras posaa le parec&arealmente !racioso y di!no de mayor atención. ilma casi semuere de miedo cuando los invitó a tomar una !aseosa y aconversar un rato. Julius di$o que ueno, pero ella se ne!ó,otro d&a, estaan apurados. 1in emar!o, en ese momentoapareció +ilda con su canasta llenecita de a$os, coles, apios,ceollas, etc., y nada m)s por darle la contra a ilma di$o ques&. 1e fueron los tres a un ar=restaurant, una especie deenorme terra%a sore el r&o, $unto al puente col!ante.

Ah& +ilda se tomó una cerve%a de las !randes y halóhasta por los codos con el m&ster, contaa y contaa de laselva. ilma, en camio, se!u&a la conversación sonrientepero sin intervenir. Julius era todo o$os y o&dos porque #eter,as& se llamaa el pintor, ya ha&a estado en la selva y seconoc&a 0quitos, >arapoto y >in!o Mar&a como la palma de sumano. Adem)s ha&a nave!ado por el Ama%onas y ha&aestado en Brasil, en Belem du #ara y todo. Ahora estaavia$ando por el #erú y se !anaa la vida pintando. /o de laara era por Co$era de afeitarse y la pipa casi nunca laencend&a, pero no pod&a quit)rsela de la oca. 7Es el chupóndel m&ster8, comentó +ilda y soltó una carca$ada con caries ydientes de oro por montones. #eter no entendió la roma y selimitó a sonre&r y a pre!untarle m)s sore la selva. Ah& s& que

+ilda se desató a contarle todo lo que sa&a y m)s. /a cosapara ella era se!uir halando, halar y halar, eFhiirse con elm&ster en la mesa y cautivarlo, a 2l y a Julius, a todos, de$arloscon la oca aierta y que ilma quedara como una sosa@ a vertami2n si a punta de ser entretenida le li!aa su pinturita.Era una ma<ana feli% para Julius@ nunca antes la 1elv)ticaha&a contado tantas historias sore la selva, nunca antes lasserpientes ha&an sido tan venenosas, ni las tar)ntulas e2stan terriles, ni la ara<a del pl)tano tan chiquitita y tan

fre!ada. 0!noraa por completo las 2pocas de la historia,+ilda@ hi%o mierda la cronolo!&a de la selva peruana@ su ni<e%,su $uventud, su mayor&a de edad en >arapoto, todo lo iame%clando y, poco a poco, la selva se fue convirtiendo en unlu!ar donde los chunchos, completamente calatos para laocasión, ian y ven&an por lo verde=peli!roso, desde elcampamento de los lin!Nistas hasta el de los evan!elistas, por



e$emplo, y en el camino se cru%aan con caucherosmultimillonarios, mucho m)s ricos que el pap) de Julius queen pa% descanse. +ilda se acordaa hasta de los nomres delos que encend&an ci!arrillos con illetes y se constru&anpalacios en plena selva. /a pore hi%o todo lo posile porcautivar al m&ster pero 2l no se decidió a pintarla, prefer&aescucharla mientras halaa y ya despu2s fue muy tarde,ha&a que re!resar para que Julius almuerce. >otal que #eter y

Julius casi no lle!aron a conversar, pero quedaron en verse denuevo y el pintor prometió avan%ar con el cuadro para el d&asi!uiente.

En casa ha&a carta de rancia, carta de la se<ora parailma. ?ontaa que ha&an reciido la cartita de Julios $ustoantes de salir de Madrid@ linda, deliciosa, quer&an queescriiera m)s. Estaan en la ?osta A%ul pero no hac&a muyuen tiempo. 1antia!uito ha&a conocido a una chica italianay no quer&a moverse de ah& por nada, por nada quer&a ir a#ar&s. El se<or Juan /ucas se ia a encar!ar de eso cuandolle!ara el momento. Estaan rodeados de ami!os del se<or ymuy ien atendidos. Ella se sent&a un poco m)s tranquila.

>anto a$etreo y tanto avión la manten&an con la menteocupada en otras cosas. Esa ma<ana los ha&an invitado apasear en yate '1usan usó la palara in!lesa yacht*.

escansar&a mucho en el mar. El mar siempre la ha&adescansado mucho. Estaan felices con lo ien que ia Julius./os m2dicos ha&an vuelto a escriir diciendo que las cosas nopod&an marchar me$or. altaa #ar&s, /ondres, oma, enecia,pero re!resar&an a tiempo para los seis a<os de Julius y paraver todo lo de su cole!io. G,

Julius, darlin!

Estamos apurad&simos porque nos esperan para pasearen yacht. >u cartita es simplemente una $oya. >odos la hemosle&do. >u t&o Juan tami2n. Boy y 1antia!uito adoran al t&o

Juan /ucas. >ú tami2n lo vas a querer as&, darlin!. Esto esmuy importante para nosotros. Mil esos,

MAM0

einte minutos despu2s, 1usan, Juan /ucas, 1antia!uito y



Boy nave!aan en /a Mouette, invitados por uno de losami!os que el del !olf ten&a por ese sector de la vida color derosas. +ave!aan mirando constantemente el cielo, porque alprincipio parec&a que el tiempo no ia a me$orar. Halaan enin!l2s para que los chicos entendieran. #ero despu2s, cuandoel sol apareció y las horas a%ules en el mar empe%aron atranscurrir, y cuando la lan!osta con su de$o salado hi%o quefueran cinco los sentidos que !o%aan del mar, Juan /ucaseió un soro del lanco seco y arrosquetó como pudo suoca castellana para alaar el vino, empe%ando as& una lar!acharla en franc2s, con la me$or pronunciación.

/a se<orita que le pon&a las inyecciones a Julius estaaenferma, por eso lle!ó #alomino. /le!ó una tarde en icicletay con malet&n ne!ro de m2dico, con iniciales doradas y todo.

>ocó el timre important&simo y, cuando ?elso le arió lapuerta, di$o que ven&a a uscar al ni<o Julius, como si fuera unami!o que ven&a a visitarlo. Hasta se sentó en elvest&ulo?elso lo odió. #alomino, por su parte, despreció a?elso. Era estudiante de medicina el cholo y se ayudaaponiendo inyecciones. 1e cre&a el don Juan de ?hosica, lo cuallo oli!aa a estrenar impecale terno a%ul marino, todos losa<os en estas patrias. /a verdad es que era el rey de lasamas del #arque ?entral. Adem)s pon&a realmente ien las

inyecciones y viv&a or!ulloso de eso '2l mismo lo dec&a*.En esos d&as la situación andaa muy tensa entre ilma y

+ilda, y casi ha&a estallado precisamente el d&a en que#alomino vino por primera ve%. Julius andaa metido en elcuarto de +ilda, pre!unt)ndole cu)ndo pensaa auti%ar a sue2. +ilda, primero, casi lo mata de la impresión dici2ndoleque ella no era católica sino evan!elista. espu2s le eFplicó loque era ser evan!elista y le contó que ha&a muchasreli!iones y que la católica no ten&a necesariamente que ser la

verdadera. /o poco o mucho que entendió el pore Juliusastó para que se quedara turulato. 1e quedó el pore con loso$os aiertos enormes y con las manos pe!adas al cuerpo,est)tico y como esperando m)s todav&a. ue en ese momentoque el e2 de +ilda empe%ó a llorar y que ella lo car!ó conuna mano, como si fuera un paquetito. ?on la otra mano sedesaotonó el vestido y eFtra$o un seno enorme, fofo, con un



pe%ón rosado=incre&le=con=!ranitos y empe%ó a darle demamar. /e se!u&a contando lo del evan!elismo y 2l no sepod&a ir. Estaa temlando. Ga no pod&a m)s. 1ent&a a!uaamar!a llen)ndosele en la oca. Muy tarde miró la puerta,vomitó. Aun mientras vomitaa sent&a que no huiera queridovomitar ah&. En ese instante entró ilma usc)ndolo y comoque captó toda la escena, tal ve% por lo predispuesta queandaa contra +ilda desde lo del cuchillo, el otro d&a. Adem)s,lo del pintor #eter en el mercado ha&a empeorado mucho lasrelaciones. Julius miraa a ilma en usca de ayuda, noatinaa a nada. Miraa al suelo sucio, a ilma y a +ildasiempre d)ndole de mamar al e2, ah& se!u&a el seno. ilmaacusó a +ilda de una araridad de cosas y la 1elv)tica le di$oque esperara no m)s a que termine con el e2, que la ia a

matar. #or suerte, en ese momento lle!ó ?elso anunciandoque un tal #alomino ha&a venido para lo de las inyecciones.

ilma se $ó ien que Julius no se huiera ensuciado laropa y le humedeció la oca con una toallita perfumada. 1a&aque estaa pr)cticamente sano y que lo del vómito era porotra cosa, me$or pues que no se enterara nadie y muchomenos los m2dicos y el de las inyecciones. #alomino se pusode pie al verlos aparecer, ni se $ó siquiera en Julius, encamio a ilma casi se la come con los o$os. 79A qui2n ten!o

que ponerle la inyección:8, pre!untó. 1a&a perfectamenteque era al ni<o, pero quer&a que ella se lo di$era, para replicarqu2 l)stima, mientras aprovechaa unos rayitos de sol que seltraan para hacer rillar ien las iniciales del malet&n dem2dico. ilma sonrió, coqueta.

/a se<orita de las inyecciones no volvió m)s. 1e pasó sumes de descanso y nada. Era #alomino quien ven&a siempreahora@ ven&a hasta cuando no le tocaa ponerle inyecciones anadie. G se pasaa horas conversando con ilma, cosa que

aurr&a astante a Julius. A todos menos a ella les cayóantip)tico con su icicleta, sus ternos a%ul marino y sumalet&n ne!ro. 1e cre&a un medica%o el tal #alomino, pero loque no sa&a era que ?arlos, ?elso y aniel lo quer&an matar.+ilda, por otro lado, !ritaa que ilma era una tal por cual yque esperara no m)s a que lle!ara la se<ora, a que seenterara, ya ni se ocupaa del ni<o Julius por andar



coqueteando con el enfermero ese. #alomino despreciaaol&mpicamente a todos, ni siquiera los saludaa. ?ada d&a sepasaa m)s horas metido en el $ard&n y una ve% hasta seolvidó de ponerle su inyección a Julius por estar conversandocon ilma. -tra ve%, vino con m)quina de fotos y la tuvoposando lar!o rato. ?arlos y los mayordomos ha&an salido,+ilda andaa ocupada con su hi$o y Arminda y su hi$a saeios por dónde andar&an. /o cierto es que el pore Juliusestaa loco por salir a uscar al pintor #eter en el mercado. /eha&a dicho que ia a ir esa tarde, pero ilma no le hac&a caso.

G #alomino hasta le !ritaa que se a!uantara un poco, que nofre!ara. As&, hasta que ilma apareció en ropa de a<o, unaque le ha&a re!alado la se<ora y que le quedaa a la trinca.#arec&a aspirante a rumera con esas poses de artista tan mal

aprendidas. /o que s& es verdad es que estaa como man!o lachola, y #alomino dale que dale, foto y foto, desde todos los)n!ulos, en lanco y ne!ro, hasta en tecnicolor, se!ún 2l, ylas horas pasaan y el pore Julius esperando. #or n seescapó.

econoció f)cilmente el camino hacia ?hosica Ba$a erasólo cuestión de tomar la primera calle a la i%quierda y lle!ar,dos cuadras m)s all), al #arque ?entral. 1e!uir siempre defrente hasta encontrar una de las escaleras que a$an a la

avenida VW de Julio, la principal de ?hosica Ba$a, ancha, llenade tiendas, a%ares y ode!as. En una de sus últimasocacalles estaa el mercado, al fondo, cerca del r&o, no eradif&cil uicarlo. ?laro que la aventura era como para asustar acualquier ni<o de su edad, pero Julius, llevado por el ansia deencontrar al pintor #eter del mercado, olvidó el miedo y no sesintió perdido en nin!ún momento. G ah& estaan ya losKioscos, los puestos, los petates de los amulantes, lasverduras, los pescados rillantes y los tro%os de vacas y toros

col!ando colorados e inmensos. G ah& estaa #eter, tami2n,con su paleta y todo su instrumental en una olsa.?onversaa con una placera, rodeado de curiosos, posilescarteristas y admiradores sinceros. 1u pipa se despla%óli!eramente hacia la derecha cuando sonrió al ver a Julius, lollamaa con una mano y con la otra le se<alaa al!o all) alfondo, en un Kiosco. Julius se acercó y, por primera ve% en su



vida, le dio la mano a al!uien por iniciativa propia, sin quenadie, a su lado, le di$era saluda ni<ito.

El pintor #eter del mercado lo introdu$o al !rupo y le di$otartamud&simo que ya le ten&a listo el cuadro y que se lo ia a

re!alar. espu2s le pre!untó por +ilda y por ilma, y Julius lecontó que se ha&an quedado ocupadas en la casa, por esoha&a tenido que venir solo, pero no se ha&a perdido ni nada.#eter sonrió. Estaa muy atareado con sus clases vivas decastellano 'as& le llamaa 2l a conversar con la !ente, por lacalle*. /a verdad es que aprend&a y mucho, pero su acento erafrancamente malo y no faltaa quien lo tratase urlonamente.?on cari<o, eso s&@ cari<o y respeto porque el m&ster se ha&aconvertido en una especie de institución en el mercado,siempre pintando, siempre conversando, siempre contando desu pa&s, de sus via$es, siempre con la pipa en la oca,tartamudeando adem)s. Mucho traa$o le costaacomunicarse con los nacionales, pero insist&a.

Unos die% minutos despu2s se despidió de todos y se fuecon Julius hasta el Kiosco donde ten&a !uardada la pintura.

Julius la co!ió con amas manos y estuvo lar!o ratomir)ndola, antes de decir que le !ustaa y que muchas!racias. Ah& estaan 2l y ilma i!ualitos y la canastota con elpescado asomando por el orde, los puestos de verdurassirviendo de fondo. #intaa muy ien su ami!o. Julius le di$oque se ia a llevar el cuadro a su casa y que lo ia a col!ar ensu dormitorio. 1u casa en ?hosica era nueva, eFplicó, faltaancuadros. El pintor #eter del mercado le pre!untó si quer&avenir al restaurant sore el r&o a tomar una !aseosa. ?laro quequer&a.

Estuvieron lar!o rato conversando frente a las otellas. Julius respond&a con precisión a todas las pre!untas, le contóenterita la historia de su familia. +ada conmovió tanto al!rin!o como lo de la carro%a que ten&an en /ima. Estaa locopor pintarla el pore, pero se!uro cuando Julius re!resara a/ima 2l ya estar&a en ?u%co o #uno, aún no conoc&a esasre!iones. #ara #eter, era simplemente !enial la in!enuaversión que Julius daa sore el esplendor de su familia, soresu padre, sore la elle%a de su madre, sore el entierro de



Bertha, sore el t&o auelo rom)ntico y la pianista tuerculosa.0nsist&a con sus pre!untas, quer&a saer m)s, pero empe%ó anotar que se eFcitaa demasiado cuando halaa de suhermana ?inthia, no pod&a reco!er el vaso de la mesa,palidec&a.

#or eso le pre!untó si ha&a cru%ado el puente col!ante.Muy atinada su pre!unta porque la idea de cru%ar el r&o por elpuente que tiemla lo fascinó. ilma nunca ha&a queridollevarlo por ah&. El !rin!o llamó al mo%o y pa!ó las !aseosas.7amos8, le di$o, y se pusieron en camino. Antes de entrar, lehi%o notar cómo temlaa todito y le pre!untó si ten&a miedo.;ue no, le respondió Julius, adelant)ndose tranquilamente.All) ia sólito, se acercaa demasiado al orde, #eterespantado pero no le dec&a ni p&o, no porque fuera unmonstruo sino porque ten&a sus ideas muy modernas sore laeducación de los ni<os.

G Julius, a punta de hacerle recordar su propia ni<e%, lofascinaa. El !rin!o andaa emocionado y todo. En el fondoera un solitario y últimamente... Al otro lado del puente, lese<aló el Hotel de la Estación. 1e estaa viniendo aa$o devie$o pero ten&a historia y encanto. Julius como que captó elasunto y empe%ó a escuchar con atención mientras #eter lecontaa que era un hotel muy anti!uo, todo de madera, miraien, que ya casi nadie se alo$aa ah&, pero que en sus uenostiempos ha&a alo$ado hasta pre=presidentes y mi=ministros.#or n Julius no pudo m)s y le pre!untó por qu2tartamudeaa. #eter, cesando inmediatamente detartamudear, le contó que no ha&a nacido tartamudo sinoque cuando era ni<o... G como Julius ya le ha&a contado de?inthia y de su i%quera, fue un momento ien emocionante,ah& frente al vie$o Hotel de la Estación.

espu2s estuvieron un rato conversando con un vie$oencantador que administraa el hotel y que se sa&a lahistoria de ?hosica desde la 2poca del rey #epino. El vie$itohasta trató de convidarles una !aseosa, andaa encantadocon el hu2sped norteamericano, despu2s de a<os, uno, comosi el pore #eter fuera turista rico y su presencia ah& si!nicara un resur!imiento de ese olvidado sector de



?hosica. Eso tami2n fue ien triste@ me$or que Julius noaceptara la !aseosa porque ten&a un poco de n)useas,adem)s el !rin!o andaa medio cai%a$o. 1ólo el vie$itoestaa encantado.

G se quedó muy sonriente cuando ellos empe%aron aa$ar por entre las piedras, hacia el r&o. 1e quedó sonri2ndoseah& sólito con sus recuerdos, tanto que al cao de unmomento se incorporó para acercarse hasta un punto desdedonde pudiera se!uir vi2ndolos. Ah& estaan, aa$o, sentadossore dos piedras, mo$)ndose los pies en el r&o. ?u)ntohuiera dado por escuchar lo que dec&an, no o&a nada. G esque casi no halaan. 1e limitaan a intercamiar foto!raf&as,diciendo 2sta era ?inthia, o 2ste era yo de ni<o, a tu edad, alos cinco a<os. As& estuvieron un rato hasta que #eter empe%óa dar muestras de fati!a, de !olpe Julius lo encontró muyp)lido. #eor todav&a mientras su&an hacia el hotel, se lenotaa cansad&simo, nervioso. Al puente lle!ó p2simo. /epre!untó si se atrev&a a cru%arlo y Julius le respondió queclaro, casi no se mueve, a!re!ó, para tranquili%arlo. #etersonrió y le pasó la mano por la cae%a al ver que semarchaa. Estuvo un rato mir)ndolo, all) va, all), ya no se leve, cu=cu=cu, quiso decir cu&date, pero se pe!ó una atracadaterrile en la primera s&laa, cucu=cu=cu, no ha&a nada que

hacer, ma<ana se ia para siempre, al!uien ah& se encar!ar&ade despedirse en su nomre cuando volviera otro d&a auscarlo al mercado.

Julius re!resó dudando hacia ?hosica Alta ilma de&aestar muy asustada, era su culpa, ten&a que aprovechar laescapada, un ratito m)s, a esa hora los mendi!os deer&anestar esperando su comida, ilma se ne!aa siempre allevarlo por ah&, se!uro lo estaan uscando, era su culpa.

>otal que se diri!ió al cole!io Bel2n. /le!ó $ustito cuando

aparec&a la mu$er vestida casi de mon$a pero con mo<o. >ami2n aparecieron el homre que empu$aa la mesarodante con la olla enorme y la mon$ita uen&sima queendec&a todo con su sonrisa. 1e quedó medio desilusionadoel pore Julius los mendi!os ni caso que le hac&an, loaandonaron completamente por la olla, y 2l que pensaaense<arles el cuadro y decirles que pod&a traer a su ami!o



pintor, para que los pintara tami2n. 1e ha&a venidocar!ando el cuadro todo el tiempo y ya estaa un pococansado@ decidió irse porque hasta que terminaran de comerpasar&an horas. Ga se ia, cuando la mon$ita empe%ó con lo dedonde est) tu ama, donde est) tu casa, poqu2 est)s soo, qu2temeridad y mil cosas m)s, desesperada la pore y condelicioso acento franc2s. /os mendi!os se!u&an ocupados enver que les llenaran ien los ta%ones, ni cuenta se dieroncuando la mon$ita Bendición se lo llevó de la mano.

En casa ha&a ardido >roya. >odo empe%ó cuando ilmaterminó de posar para #alomino y fue a ponerse nuevamentesu uniforme. En el camino de re!reso, se encontró con +ilda,odi)ndola. /a 1elv)tica le pre!untó que dónde estaa el ni<o

Julius y ella le contestó que en el $ard&n, dónde quer&a queestuviese. Entonces +ilda, como presintiendo al!o pe!ó unode sus alaridos, DJuuuuuuuliuuuuuus, y nada denitivamenteno estaa en el $ard&n. D#or andar con el picaCor ese DAhoradónde se har) metido el ni<o Julius DA ver si se entera lase<ora ilma sólo replicó que no se metiera con ella.Empe%aa a asustarse la pore, cuando la 1elv)tica soltó else!undo DJuuuuuuliuuuuuus, y nada tampoco. >al ve% en losaltos, pero era imposile que no huiera escuchado. /as dosmu$eres presintieron al!o malo al mismo tiempo, $untas se

lan%aron en loca carrera hacia los altos, trope%)ndose variasveces en la escalera. Arria, corr&an de cuarto en cuarto de

Julius ni el humo.

LUsted tiene la culpa por %amarra, por andar putean...

+o pudo terminar porque ilma se le fue encimadesesperada, y empe%aron a matarse contra las paredes,contra los sillones, rodando por el suelo entre chillidos,alaridos, !emidos.

En el $ard&n, #alomino escuchaa los !ritos sin saer iena qu2 atenerse@ aún no lo!raa determinar su eFactaprocedencia, o&a Dauuu Dayyy Dsu2lteme Dsocorro y hastaD#alomiiiino, pero las puertas estaan cerradas y nada pod&ahacer por intervenir. /os minutos pasaan, ya se ha&a dadoien cuenta que las dos mu$eres se estaan matando,empe%aa a inquietarse el pore, lo asustaa pensar que



pod&a verse envuelto en un l&o mayor. G los !ritos se!u&an,escuchaa clarito los alaridos de las mu$eres, se estaanmatando all) arria. +ilda le ha&a ara<ado &nte!ra la cara ailma y ahora ilma la ha&a co!ido por el cuello y la estaaaco!otando. En eso lle!aron los homres de la casa. Entraroncar!ando una cama que acaaan de a$ar del Mercedes y sedieron con #alomino haci2ndose el sorado en el $ard&n.1intieron !anas de matarlo, pero entonces escucharon losalaridos. ?arlos soltó la cama y partió a la carrera, arió lapuerta principal y suió corriendo hasta los altos. Ah& loprimero que vio fue a las dos mu$eres, ya casi sin fuer%as,pero todav&a tratando de hacerse da<o. >en&an los uniformesras!ados, hechos tri%as. ilma sollo%aa tirada en un rincón@en una de las últimas ca&das se ha&a roto el me<ique y,

cuando ?arlos la vio, se defend&a sólo con las piernas de losespor)dicos ataques de +ilda.

LEl ni<o se ha perdido Lsollo%ó la 1elv)ticaL@ por culpade 2sta.

?arlos partió la carrera para avisarle a los mayordomos./os encontró en el $ard&n, controlando una posile fu!a de#alomino, y les di$o que Julius se ha&a perdido por culpa deilma.

L#or andar $u!)ndose con el huevas este.ue la oportunidad de sus vidas. #alomino sonrió entre

sorado y aterrori%ado, trató de iniciar al!una eFplicación, unapalareadita, pero ya nada ni nadie pod&a contener a ?elso yaniel. El de las inyecciones !uardó su m)quina de fotos yempe%ó a retroceder como quien no quiere la cosa, pero enese instante le cayeron de a dos y empe%aron a matarlo enpleno $ard&n, entre )roles y ca<averalitos. /o ensuciaron. /odespeinaron &nte!ro. /e rompieron lo que m)s odiaan en 2l

la cara, el malet&n y el terno a%ul marino. #or último, losacaron a empellones hasta la calle.

/ue!o corrieron a los altos a ver qu2 ha&a pasado. ilmay +ilda ya estaan de pie, pero lloraan sin lo!rar eFplicarclaramente las cosas. En realidad nadie sa&a muy ien lo queha&a ocurrido ni en qu2 momento ha&a desaparecido Julius,ni si se lo ha&an raptado, ni nada. /a 1elv)tica di$o que los



mendi!os esos del Bel2n eran !itanos y que a lo me$or se loha&an roado a Julius. En ese caso, ya no lo volver&an a ver.

L>al ve% al!ún d&a vuelva a aparecer traa$ando en uncirco, pero ya estar) nacionali%ado !itano, ya ni se acordar)

de su familia.espu2s empe%ó a decir que no, que lo que ha&a

pasado era que el pintor, el !rin!o ese se!uro que eramaricón, de!enerado, se ha&a raptado a Julius, lo ha&aviolado, ya lo ha&a matado. /a interrumpieron los alaridos deilma enloquecida, lan%)ndose contra las paredes,maldiciendo su suerte, y a #alomino, Della nunca ha&acoqueteado con nadie, Dque la perdonaran, Dsólo ha&aquerido que le tomaran unas fotos, DJulito, DJulito, DJulito,

Dios m&o, Dqu2 va a ser de m& +ilda tami2n !em&a,asustada por sus propias palaras@ los mayordomos ya notardaan en imitarlas. ?arlos dudaa llamar a la polic&a, no seatrev&a. DG los se<ores en Europa

?uando en eso sonó el tel2fono. ?arlos se lan%ó sore 2l./lamaan del cole!io Bel2n y ah& estaa Julius. El chofer di$oque inmediatamente pasaa a reco!erlo, que por un descuidode la muchacha el ni<o se ha&a escapado, ahoritita ia por 2l.El alma les volvió al cuerpo@ se miraan sonrientes,

temlorosos, a!otados, aliviados@ se quedaron parados,mir)ndose sonrientes, aver!on%ados, mientras ?arlos volaaen el Mercedes.

Julius lo esperaa tranquilamente en la puerta del Bel2n./o vio lle!ar tan nervioso, que se apresuró en decirle quenada ha&a pasado, lo único que la madre no ha&a queridode$arlo irse solo, le ten&a miedo a los mendi!os, entonces9para qu2 les daa de comer si eran tan malos: En esoapareció la mon$ita y empe%ó a resondrar a ?arlos, con

delicioso acento franc2s. ?arlos a!achó respetuoso la cae%adesnuda, para escuchar el sermón@ pero no ien vio que lamon$ita sonre&a y se aprestaa a despedirse con una crucecitaen la cae%a de Julius, se chantó r)pido la !orra para evitarque se la hiciera a 2l tami2n, no todo lo que lleva h)ito es1anta osa.

>odos salieron a reciirlo@ ilma y +ilda aún sollo%ando y



con los uniformes destro%ados@ ?elso y aniel acomod)ndoseun poco los caellos y con inmensas caras de satisfacción. Elmal rato ha&a pasado y ahora lo reci&an como al ni<opródi!o, sin que 2l lo!rara eFplicarse qu2 dialos ha&aocurrido durante su ausencia. /as mu$eres no lo de$aanreCeFionar, lo esaan pre!unt)ndole dónde ha&a estado,por qu2 se ha&a marchado, por qu2 no ha&a avisado. Juliuslas miraa atónito y como esperando una eFplicación, 9qui2nles ha&a pe!ado: Una silla que rodó por la escalera durantela pelea estaa ah& tirada, acus)ndolas. ilma no pudo m)s yrompió nuevamente a llorar y a !ritar. #ed&a que laperdonaran, Dnunca m)s volver&a a ver a #alomino DG Juliusera antes que nada para ella, Dno faltar&a nunca m)s a sudeer, Dsólo ha&a sido por las fotos, Della no era mala, Dno

se de$aa tocar por nadie, D+ilda se equivocaa por completorespecto a ella, Della no podr&a vivir sin Julius >otal que +ildase emocionó y soltó el llanto tami2n@ se armó un lloriqueohorrile delante de Julius@ los homres trataan de calmarlasdici2ndoles que no ha&a pasado nada, que no hay mal quepor ien no ven!a, en el fondo ha&an tenido suerte, seha&an lirado de #alomino.

Julius pensó que tal ve% descuriendo el cuadro,mostr)ndoselo. Mala idea porque no ien ilma se vio, soltó

por en2sima ve% el llanto al recordar que ten&a la cara toditaara<ada. G un o$o medio cerrado y el cuerpo ardi2ndole portodas partes. 1implemente !em&a, la chola hermosa, con lapiernota al aire, semidesnuda, ara<ad&sima. +ilda laacompa<aa con otros tantos orotones de llanto@ m)slloraa, m)s le dol&a porque el laio superior lo ten&a partidoen dos, reventado, hidrópico, llenecito de cochinada. Ha&aque suir cuanto antes al otiqu&n y desinfectar las heridas@en se!uida correr donde el primer m2dico que encontraran en

?hosica para que le viera el me<ique a ilma@ y a +ilda lo quefuera que la hac&a que$arse, no pod&a respirar ien, dec&a quese ha&a quedado medio aco!otada, se!uro que ya estaalle!ando a la muerte el aco!otón que le pe!ó ilma. ?asi se levuelve a ir encima, la presencia de Julius la contuvo@ erapreciso aandonar la violencia y usar la cae%a 9qu2 historiainventar&an:, 9qu2 le dir&an al m2dico:



Esa misma tarde le enyesaron el dedo a ilma. /a poreandaa muy dolorida, pero hac&a todo lo posile por disimulary por mostrarse eciente en sus tareas. 1e!u&a a Julius decuarto en cuarto y trataa de complacerlo en todo. A la horade la comida, 2l empe%ó a contarle lo que ha&a hechodurante la escapada. /e contó que ha&a estado casi todo eltiempo con su ami!o el pintor #eter del mercado, que despu2sha&a ido un ratito a ver a los mendi!os y que si no huierasido por la madre esa, har&a re!resado mucho antes a lacasa, ella no ha&a querido de$arlo venirse solo. En esasestaa, cuando ilma notó que empe%aa a ponerse muynervioso, m)s halaa, m)s eFcitado se ia poniendo. Gse!u&a halando, repet&a la historia, la camiaa cada ve%,como si necesitara se!uir halando, nunca lo ha&a visto as&.

?orrió a llamar a +ilda, con quien acaaa de hacerdenitivamente las paces, se ha&an lierado las cholas, comoen el mito !rie!o se ha&an reconciliado por la lucha, por eldolor. /a 1elv)tica lle!ó n!iendo calma y dispuesta a ayudara su cole!a, pero ilma notó que desde que entró al comedor,

Julius halaa m)s aún, m)s r)pido que antes, mucho m)sr)pido, las cosas empeoraan en ve% de me$orar. e !olpeperdió el apetito y, mientras contaa y contaa de 2l y de#eter, ia soltando ya no quiero, ll2vense el plato, su ami!o

pintor lo ha&a llevado hasta el r&o, ll2vatelo ilma, le ha&apresentado al vie$ito del hotel de madera de la estación, noten!o hamre, del errocarril ?entral. ilma salió disparada allorar en la cocina. +ilda tampoco a!uantó, se fue paramandar en su lu!ar a los mayordomos. Julius sintió unprofundo alivio al ver que entraan los dos mayordomossonrientes y con las caras enteritas. Ense!uida lle!ó ?arloscon el frasquito de calmantes, el m2dico ha&a dicho querecurrieran a ellos si era necesario. LA ver, Juli)n...

>en&a ra%ón ?arlos al d&a si!uiente despertó tranquilo,ha&a dormido ien. 1e sent&a muy ien y estaa listo para suclase con la se<orita Julia. A la profesora sólo se le contar&aque ilma y +ilda ha&an peleado por cosas de ellas, no ten&apor qu2 enterarse de m)s detalles. +uevamente reinaa lacalma en ?hosica y todos alrededor de Julius trataan deproarse que no ha&a ocurrido nada. El tami2n.



Al principio, ilma no se atrev&a a darle cara a la se<orita Julia, pero se animó a asomarse cuando apareció +ilda, m)sselv)tica que nunca, con un peda%o de carne cruda en el o$oderecho, y la eFpresión 7Dya usted qu2 le importa8, marcadaa !ritos en lo que le quedaa de mirada. elicad&sima, lase<orita Julia se dio por enterada, sin comentario al!uno, delvul!ar asunto de sirvientas y cocineras. +ada ten&a que vertodo eso con su mundo de eterna estudiante de la acultad deEducación de la ?uatricentenaria Universidad +acional Mayorde 1an Marcos, la M)s Anti!ua de Am2rica. Mucho menos consu mundo de profesora de (ran Unidad Escolar -ra del(oierno del (eneral de ivisión Manuel A. -dr&a, ;ue Ba$ó al/lano en 34XW. +ada que ver tampoco con su mundo de?lases de ?astellano y e!las de (ram)tica. 9Acaso sa&an

esas infelices lo que quer&a decir 1intaFis o #rosodia:, 9oqui2n era u2n ar&o:, 9o qui2n fue el poeta de Am2rica:Ella, en camio, era el m)s delicado producto del Manual de?arre<o, sa&a decir 7provecho8, cuando ve&a a al!uiencomiendo y, lo que es m)s, responder 7servido8, cuandoal!uien le dec&a a ella 7provecho8. Ah& estaa sentada $unto a

Julius, insistiendo en la -rto!raf&a, con los ra%os y piernasllenecitos de vellos lar!os, lacios y ne!ros, ien separados unodel otro, paraditos todos. Antip)tica con su tra$ecito sastre de

comate y con su carterita llena de illetes de ómnius, deida y vuelta compraa siempre. /a me$or ondulaciónpermanente de todo Jesús Mar&a. G, por supuesto, encantadade estar en casa de millonarios, aunque no est2 la se<ora, conella s& que le !ustaa halar. #ero la se<ora no le contestaani p&o cuando ella comentaa lo del #oeta de Am2rica, y lo deque ya es hora de que al!uien ha!a un estudio profundo sorela poes&a de alle$o, un vac&o en las /etras #eruanas. Al!ún d&aella har&a su tesis, pero alle$o era demasiado profundo paraque ella hiciera su tesis sore alle$o y llenara el profundovac&o. e cualquier modo, ella optar&a su t&tulo de peda!o!a y!anar&a mucho m)s y ya no tendr&a que !anarse la vida conclases a domicilio, tomando t2 en la reposter&a, con laservidumre de las casas que visitaa, esperando que lasse<oras ricas, a quienes ella tanto admiraa, prescindieran desus servicios cuando menos se lo esperaa, como la se<ora



1usan cuando ?inthia har) lo mismo el d&a que este ore$ónvaya al cole!ioMucho pensar y ya estaa amar!a la se<orita

Julia, ya ha&a adoptado la actitud psicoló!ica del que esperaque se le pare la mosca Julius se equivocó, le chantó elpelli%cón.

Julius !ritó y ilma vino, pero no se atrevió a intervenirpor temor al castellano si!nicante de la maestra. En camiola malhumorada se<orita aprovechó para decirle que estaahorrile, hi$a, 9qui2n la ha&a ma!ullado as&:, pero lainterrumpió +ilda que entró pre!untando desaante por qu2ha&a !ritado el ni<o. Julius di$o que lo ha&an pelli%cado, y la1elv)tica furiosa empe%ó a !ritar que si quer&an hacerlovomitar o qu2, tanto que el pore sintió li!eras n)useas ypidió continuar, proalemente para evitar m)s l&os. /ase<orita Julia se asustó y di$o que ian a continuar, pero lacocinera se quedó parada montando !uardia hasta el n de laclase. G no le fue tan mal porque se entretuvo con el poemitaque la maestra empe%ó a ense<arle a Julius para el d&a de lamadre. altaa mucho para el d&a de la madre pero

$ustamente as& 2l tendr&a tiempo para aprenderlo ien dememoria, le ia a !ustar el poemita, a tu mam) tami2n. ;u2le quedaa, ah& estaa el pore paporreteando uno de esospoemas que se recitan mientras se le entre!a a mam) el

ramito de Cores, en el a<o de la casa, por e$emplo@ la co!endesprevenida a mamita y es horrile@ te mueres dever!Nen%a.

1i no huiera sido por ora, la hi$a de Arminda, lalavandera, se har&a podido decir que todo marchaa perfectoen ?hosica. /os m2dicos ya para qu2 ian a venir, Julius nopod&a estar me$or. A #alomino sólo huo que rempla%ado treso cuatro veces, no se necesitaan m)s inyecciones. A ilma eldedo le quedó muy ien cuando le quitaron el yeso@ se estaa

portando a las mil maravillas. #or las tardes, sal&an todos en elMercedes y se ian hasta el #alomar o a presenciar partidosde fútol que veintidós cholos, con veintidós uniformesdistintos, toda clase de %apatos y hasta descal%os, $u!aan encanchas improvisadas al orde de la carretera. A vecestami2n ha&a partido en el #arque ?entral, pero ah& s& cadaequipo con su uniforme y todos con sus chimpunes. Al





restaurant por -nslo (ardens. D?u)nto dar&a por queestuvieras con nosotros

Estoy feli% de saer que ya est)s ien. #ronto se acaanuestro via$e. alta enecia, oma, no s2 ien, pero ya deen

ir preparando el re!reso a /ima porque nosotros volvemospronto. #asaremos un verano lindo en /ima con t&o Juan /ucas@ah, 9darlin!: 9;u2 te parece: y despu2s Julius al cole!io.?orro donde Juan /ucas. Me espera en el ar. >odos teesamos mil veces.

>en&a aún puesto el tra$e verde con que se ha&a casado.1e sent&a la mu$er m)s hermosa de la tierra, la m)s dichosa./o era, proalemente, esa ma<ana, mientras caminaa lindahacia el ar del hotel. Ah& estaa Juan /ucas, mir)ndola venir.

Junto a 2l, 1antia!o y Boy, francamente ellos con sustemos oscuros y esa ele!ancia poco preparada que 1usanprefer&a en los $óvenes. ?onversaan con !ente que acaaande conocer, con los ami!os de su padre, los incre&les John y

Julius, orrachos, encantadores como cuando ella los conoció,Dfue ayer, ayer cuando conoció a un peruano en /ondres y secasó con 2l en /ima, ahora se casaa en /ondres con unperuano conocido en /ima. #ensar que Juan /ucas estaa en/ondres cuando ella sal&a con 1antia!o... Ayer le prometió a

Julius ponerle su nomre a uno de sus hi$os y ahora, al verlo,ha&a corrido a escriirle unas l&neas a Julius... 1onrió al unirseal !rupo, en el ar, prefer&a no recordar, Juan /ucas la ayudóla reciió co!i2ndola suavemente por la nuca, mientrashalaa, tray2ndola con cari<o hacia 2l mientras se!u&acontando entretenido, feli%. 1usan sintió el peso del freno tiioen el cuello, reaccionó con un !esto i!ual al del león de laMetro, arió tensa la oca, pero mientras recorr&a el caminodel !esto hacia el homro de Juan /ucas, fue descuriendoque su cuello se acomodaa perfecto en la curva tena%,

deliciosa de la mano@ reciió una copa, pasando el otro ra%opor la espalda de Juan /ucas, inclinando la cae%a, casiescondi2ndose a$o el mechón ruio que se derrumaainterrumpiendo precioso la perfección oscura, para la ocasión,que vest&a Juan /ucas. ?erró la oca en una sonrisa. +adienotó la revedad de su !esto. G ella, al sentir queaandonaan su nuca, estuvo a punto de repetir el !esto, casi



vuelve a !irar el cuello hacia el otro lado pero tuvo miedo deno encontrarse en la mano, de eFi!ir demasiado, de morder yque fuera un recuerdo, ya no el momento, que se le ia, 9s&:,9cómo:, le estaan pre!untando al!o. e!resaa siempre deestados as& de tiernos, por eso la encontraan tan linda, poreso le perdonaan todo, la quer&an tanto.

#

El palacio los esperaa lleno de lu%. El sol de ese veranose ltraa por las amplias ventanas y lle!aa hasta losúltimos rincones, ale!r)ndolo todo. Entre ?elso y anielha&an lo!rado que cada cosa volviera a relucir y que los pisosrecuperaran el rillo de antes. >odo recuerdo in!rato de&a

desaparecer, todo estaa listo para una nueva vida, y ellos seaprestaan a servir al nuevo se<or. e tanto cocinar, de tantoplanchar, encerar, arrer, aldear, de tanto lustrar se ha&anacostumrado a que la ni<a ?inthia ya no estuviese.

Madru!aron el d&a del aeropuerto. +ilda llenó ladespensa de productos alimenticios, mientras ilmacontrolaa la ropa del ni<o y ?arlos limpiaa los automóviles.A Julius le di$eron que no se fuera a meter en la carro%a y queesperara tranquilito la hora de partir. /o ha&an vestido

pr)cticamente de primera comunión y le ha&an puesto sucoratita de torero. Esperaa nervioso, recordando, asociandoeste se!undo via$e al aeropuerto con el primero, prefer&a noesperar en el salón del piano. A cada rato ven&an a verlo@ loencontraan siempre tranquilo, muy ien, 2l mismo lo dec&a,sin quererlo estaa aprendiendo el arte del disimulo y lasmanos temleques.

?arlos le conversó durante todo el camino. /e iadiciendo que 1antia!uito volver&a hecho ya todo un homre.

En casa ha&an decidido lo mismo 1antia!uito ia a cumplirdiecis2is a<os, ten&a que re!resar convertido en unhomrecito, Europa ten&a que haerlo camiado. 0nsist&an enesa idea, como si unos cuantos meses de ausencia fueransucientes para que aceptaran la superioridad del ni<o,haci2ndolo crecer en sus mentes. Boy tami2n ya ia paralos trece, entraa a secundaria, ya no volver&a a usar pantalón





haerlo visto todav&a. 1e quitó las !afas de sol y casi la matala lu% inmediatamente se las volvió a poner, 9dónde est)

Julius: 7DAll), mam), Dall) Lle !ritaa 1antia!o, en la ore$a,por el aireL, Dall) 9+o lo ves:8 e&a a ?arlos, no ve&a a Julius.7D+o importa, mam) Da$a D+o de$as pasar a nadie L1eha&an apropiado de la escalinataL. DApúrate8

#or supuesto que pa!aron varios sueldos de al!uien poreFceso de equipa$e, pero eso no era nada. /o principal ven&apor arco, palos de !olf para todo el mundo, coleccionesenteras@ ropa in!lesa, francesa, italiana@ re!alos hasta para lalavandera, comprados as&, por montones, sin esco!errealmente@ licores raros, n&simos@ adornos, l)mparas, $oyas@m)s colecciones de pipas unhill con sus taaqueras de cueroy su puntito de marl en cada una. Ha&a sido un via$e feli%,demasiado corto, ahora que ya se sent&an en /ima. 0mposileresumirlo as&, en tan poco tiempo. /a !ente les pre!untar&a.

>odo lo que contaran era poco. En n, ya de eso seencar!ar&an las crónicas sociales con 7inimitalementecater&a8, se!ún Juan /ucas. Halar&an de su via$e sinque ellos lo quisieran... 'Ga por ah& no me meto eso es al!oque pertenece al yo profundo de los lime<os@ nunca se sar)@eso de querer salir, o no, en 7sociales8, $uran que no...*

D?ómo ha&a camiado el palacio 9;ui2n ha&acomprado esos mueles tan onitos: 9;ui2n ha&a esco!idoesas pinturas para las paredes: Prdenes de Juan /ucaslle!adas en al!una carta diri!ida a al!ún apoderado de uen!usto y eciente. ?arlos se!u&a car!ando las maletas de cuerode chancho, con cara de yo=ya=estuve=con=ellos, y se sent&asuperior. ilma notó que 1antia!uito ya era un homre y quela miraa. Ense!uida se $ó en Juan /ucas, el se<or, y aceptósu ele!ante metro ochenta y siete, sin eFplicarse por qu2, enrealidad sin comprender tanta fama de uenmo%o, la verdad,

no se parec&a a nin!ún artista de cine me$icano. Era para lase<ora. olteó nuevamente y 1antia!o la se!u&a mirando.+ilda se ha&a lavado las manos de a$o, para soltar su !rito defelicidad, interrumpido esta ve% por la mueca del se<or, qu2tanta euforia de las mu$eres, que desapare%can de una ve%,que est2 todo instalado ya, que haya un !in and tonic enal!una terra%a ventilada de este mundo. 1usan s& los quer&a,



pero ha&a toda la tradición de +ilda oliendo a a$os, adem)sArminda estaa llorando, no tardaa en persi!narse yarrancar con eso de ios endi!a a los que lle!an a esta casa.#ore 1usan, hi%o un esfuer%o y esó a la cocinera pero, yaven, Arminda estalló con lo de su hi$a ora y el heladero deS-nofrio. ?elso y aniel tuvieron que aandonar el equipa$epara venir a consolarla y, de paso, arranc)rsela a la se<ora delos ra%os. #or n Juan /ucas terminó con tantaconfraternidad@ sus ra%os se eFtendieron nerviosos, a<os queno se escuchaan órdenes superiores en el palacio, 1usan loadmiraa pon!a las maletas en su sitio, por favor@ concuidado de no ara<ar el cuero@ suan para que nos ayuden acol!ar las cosas@ mu$er, ya no llore, por favor. +o sa&a sunomre, tampoco el de +ilda que reaparec&a !ritando que 2se

era su hi$o, que lo ia a educar como a un ni<o decente, y lesense<aa al monstruito. Juan /ucas empe%ó a crisparse, last&picas arru!as del duque de Zindsor se diu$aron a amoslados de sus o$os. Julius di$o mira, mami, el hi$o de +ilda, y

Juan /ucas desapareció, mientras 1usan decid&a amarlos atodos un ratito y acariciaa al e2. ?elso y aniel corrierondetr)s del se<or.

Al d&a si!uiente, por la ma<ana, llamó 1usana /astarria.1usan sintió una eFtra<a me%cla de pena y Co$era al o&r su vo%

en el tel2fono. ?on verdadera resi!nación soportó media horade su envidia y le contó todo lo que quer&a saer del via$e, dela oda, sore todo. inalmente, cuando ella cre&a que ya ia aterminar, 1usana le pre!untó si ia a celerar el santo de

Julius. 1usan hi%o un esfuer%o !i!antesco para recordar,captar y eFpresar en palaras la manera de pensar de suprima 7+o Lle respondióL@ creo que aún es muy pronto paratener estas en casa@ aunque se trate de ni<os.8

LD?laro Me parece muy ien. >ienes toda la ra%ón. ;u2

dir&a la !ente.../le!ó el cumplea<os de Julius, pero no los re!alos de

Europa, y tuvieron que correr a comprarle un tren el2ctrico.ino un homre para armarlo y 2l se pasó toda la tardehaci2ndole demasiadas pre!untas. #or n, a eso de las seis, eltren empe%ó a funcionar en una sala y toda la servidumre



apareció, aprovechando que el se<or no estaa. Julius decidiócu)l era la estación de ?hosica. #r)cticamente se olvidó deltren cuando empe%ó a contarle de ?hosica a su mam), queera toda para 2l esa tarde, hasta las siete, en que ten&a quecamiarse para un cóctel. /e contó del pintor #eter delmercado, de los mendi!os y, cuando se arrancó con lo de#alomino y las inyecciones, +ilda di$o que era hora de cocinary se marchó. #ero tanto miedo fue en vano porque estuvo delo m)s atinado y sólo contó lo que se pod&a contar. /o hi%o tanien, adem)s, que 1usan empe%ó a a!radecerles y a decirlesque nunca olvidar&a lo uenos que ha&an sido, el se<or losia a recompensar. 0nmediatamente ellos replicaron que no loha&an hecho por inter2s, a lo cual 1usan, a su ve%, replicódiciendo que tra$eran helados para todos, ?oca=?ola tami2n.

+ilda volvió a aparecer trayendo al monstruito, se!uida por?elso y aniel con los a%afates.

LDBrindemos con ?oca=?ola por los seis a<os de JuliusLdi$o 1usan, mir)ndolos, a ver qu2 tal reci&an su frase.

/e salió perfecto. 1e emocionaron todos. >anto que ellaterminó sacando la cuenta y ?inthia tendr&a ya once a<os@ sele llenaron los o$os de l)!rimas anticóctel, se me van ahinchar los o$os. /os sirvientes ha&an enmudecido. 79#orqu2: Lse pre!untaa ellaL, 9notar)n:8 En ese instante +ilda,en nomre de todos, di$o que acompa<aan a la se<ora en surecuerdo. 1usan se quedó pensativa, en todo est)n cuando setrata de... Dqu2 )raros para querer...

LDEl tren no puede quedarse eternamente parado en?hosica Ldi$o, reaccionando.

>odos sonrieron. 7#or una ve% un cumplea<os sin los/astarria8, pensó Julius, inclin)ndose ale!re para poner enmarcha el tren. >odos sonre&an mientras tomaan sus helados

y sus ?oca=?olas. G el tren circulaa, pasaa y pasaa por?hosica. 1in detenerse porque 2l se ha&a entretenidoescuch)ndola 1usan les estaa contando de Europa@ omit&alos nomres para no confundirlos@ rancia, 0n!laterra, 0talia,eso era todo@ contaa y el tren !iraa, se terminaan loshelados y se!u&a, ni cuenta se daa de que ellos ha&anvolteado a mirar hacia un lado de la sala, miraan con



sonrisas nerviosas hacia la puerta desde donde Juan /ucas,1antia!o y Boy, reci2n lle!ados del (olf, se!u&an la escenairónicos, url)ndose, aver!on%)ndola.

Ga estaa decidido. /os primeros d&as despu2s del via$e

ha&a tenido muchas reuniones y no ha&a podido ocuparse deeso. #ero ahora acaaa de reanudar sus pr)cticas de !olf yten&a m)s tiempo lire para pensar. /os primeros d&as despu2sde un via$e siempre son pesados. Ha&a tenido que soplarsemil informes de !erentes y apoderados. G los haycandele$ones, Dcr2eme Ha&a tenido que tomar muchasdecisiones sore asuntos descuidados durante su ausencia.eli%mente todo marchaa ien. Bastaron unas cuantasindicaciones, al!unas cartas, al!unas reuniones. >odomarchaa nuevamente sore rieles. /as oras que ha&aencar!ado hacer en la casa hacienda de Huacho andaanmuy avan%adas. #ronto podr&an invitar !ente a pasar el n desemana. /a verdad es que estaa satisfecho con el !iro queha&an tomado las cosas durante su ausencia. /e molestaandos o tres huel!as que se anunciaan. #ero, en n, eso era/ima. El secreto est) en transportar cualquier prolema,cualquier dis!usto a un campo de !olf ah& alcan%a suverdadera e insi!nicante dimensión. Hay que ver cómocamia la perspectiva. Un uen !olpe, un uen sin! se

parec&a tantas veces a la verdadera marcha de sus cosas.Adem)s, hay tus cosas y las de los chicos. >odo $unto, ahora.

Ga se estaa viendo eso. Motivo de m)s reuniones. eunionescon los nuevos socios norteamericanos, tami2n. #ara lo delas f)ricas. /es ian a de$ar tres f)ricas. En n, como pod&aver, ha&an sido muchas reuniones y aún continuaanllam)ndolo al (olf, interrumpi2ndolo. #ero as& son siempre losprimeros d&as despu2s de un via$e. eci2n ahora acaaa dereanudar sus pr)cticas y ten&a tiempo lire para pensar.

L/a verdad es que ayer, saliendo del clu, me provocó.#or qu2 no, Juan /ucas, pens2, y entonces me di cuenta deque ya estaa decidido.

A 1usan le dio un poco de pena aandonar el palacio,pero lo ve&a tan entusiasmado, eFplicaa tan ien que sólo enuna casa nueva podr&a empe%arse una vida realmente



nueva... >en&a ra%ón. Adem)s ha&a que ver lo contentos quese ha&an puesto los chicos con la idea. 1antia!uito empe%ó a!ritar que s&, que Juan /ucas ten&a toda la ra%ón y que esa erauna casa demasiado se<orial, demasiado oscura, fúnere, casise le escapa que correspond&a perfectamente altemperamento de pap). 1e calló a tiempo, pero sin poderevitar que lo callado creciera en su mente pap) nunca $u!aa!olf ni nada, sólo le interesaan las haciendas y el nomre desu estudio y !anar $uicios, sólo pensaa en el nomre de lafamilia, no ser2 ao!ado... >odos all& parecieron sentir queal!o caducaa, tal ve% un mundo que por primera ve% ve&andemasiado formal, oscuro, serio y aurrido, honorale,anti!uo y tristón. +o ha&a sino que mirar a Juan /ucas paraver que los estaa salvando hacia una nueva vida, no s2, sin

tantos cuadros de antepasados, sin esos vitrinones, sinestatuas, ustos, s&, s& quer&an una casa llena de terra%as,una casa donde uno sal!a siempre a una terra%a y ah& est2n?elso y aniel sirvi2ndote un refresco, donde lo anti!uo seaun adorno adquirido o un recuerdo, no lo nuestro. 1usan vioenve$ecer el palacio en un se!undo@ se levantó el mechónruio, ca&do, y descurió su casa vie$&sima, le uscó hastaolores. ?omprendió entonces que 2se nunca ha&a sido su!usto, fue 2l, yo ten&a diecinueve a<os, le huiera !ustado

vivir en esa casa pero en una pel&cula. io a 1antia!o, suesposo, en el instante en que se le acercaa por primera ve%en una esta en 1arrat, al norte de /ondres, en casa de losincre&les John y Julius... /o adoró...

L9;ui2n va a ser el arquitecto: Lpre!untó, en unesfuer%o triunfal, feli%, como el atleta que cru%a la rayaprimero, perse!uido.

.../e parec&a maravilloso haerlo recordado as&,acerc)ndosele sonriente, enamor)ndose de ella, ahora que la

casona con que 2l so<ó empe%aa a enve$ecer...?onchudo ?arlos se metió a dormir en la carro%a, una

tarde de fuerte calor. /e !ustó y decidió que, en adelante, 2seser&a el lu!ar para su siesta. /le!aa, se quitaa la !orra, laemocaa por la ventana y se su&a sin pensar que era lahora de Julius. /e camió &nte!ro el orden de su mundo.



+ormalmente, los indios, a lo m)s, lle!aan al pescante paraque 2l, desde el interior, alar!ara un ra%o por la ventana ylos despachara de un solo tiro. #ero, de pronto, una tarde lle!óy se lo encontró muy ien instalado, durmiendo en el vie$oasiento de terciopelo. 79#or qu2 est)s ah&:8 le pre!untó,in!enuo, y por toda respuesta tuvo un pedo, acompa<ado dela palara conchudo, porque soy un conchudo. En se!uidaempe%ó a roncar y 2l salió disparado a avisarle a ilma, queestaa terminando de almor%ar en la reposter&a. +ildaintervino !ritando que no se acusaa a nadie pero que ha&ahecho muy ien en venir a decir. ilma no se inmutó hastaque Julius les pre!untó qu2 quer&a decir conchudo. 7en8, ledi$o.

LD?arlos #or favor )$ese de la carro%a para que el ni<o Julius pueda $u!ar... Ga es su hora.

LG la m&a tami2n.

ilma y Julius se quedaron sin palaras. /a cholahermosa se limitó a a!re!ar que no le ense<ara lisuras alni<o, pero ya ?arlos se ha&a cuierto la cara con la !orra yparec&a dormir.

L1e hace el que ronca Ldi$o Julius.

#ero con los d&as empe%ó a dudarlo. >arde tras tardeven&a a la carro%a y se lo encontraa roncando. G por m)s quese quedara, roncaa eFacto. /o cierto es que ?elso, aniel yAnatolio, el $ardinero, ya no quer&an caer muertos !ritando nisaltar por los estrios y el pescante de la carro%a por temor adespertar a don ?arlos, como ellos lo llamaan. Julius trató decamiar el sistema del $ue!o ahora 2l suido en el pescante,salvando a los pasa$eros heridos de la dili!encia, con !ranpeli!ro de caerse de cae%a contra las rocas, de rodar por loscerros... 0nútil. +o ha&a cooyada que funcionase con

disparos en vo% a$a, sin alaridos de indios enfurecidos. G ese verano 1usan, Juan /ucas y sus hermanos ian

diario al (olf@ ?arlos se pasaa la tarde desocupado o sea queno ha&a nada que hacer. 1ólo esperar que despertara, a esode las cinco y media, y suir a conversar un rato con 2l.

L9;u2 quiere decir conchudo: Lle pre!untó, una tarde.



LGo, por e$emplo Lle di$o ?arlos, a$)ndose !randote dela carro%aL. amos La!re!ó, despere%)ndoseL@ ya va a serhora de tu a<o@ ilma te dee estar uscando.

Media hora despu2s, era 2l quien la uscaa no ha&a

ido a llamarlo a la carro%a, no estaa en la cocina, tampoco enlos altos. >en&a que estar en su dormitorio. Julius se diri!ióhacia la escalera de servicio y, cuando se aprestaa a suir,se encontró con 1antia!o a$ando nervioso, a!itado. #ensóque ha&a re!resado muy temprano del (olf, pero como elloscasi nunca se halaan, se limitó a darle pase y suió hacia eldormitorio de ilma. 791e puede:8, pre!untó. /e encantaapre!untar 9se puede:

LD+o, Julius. DUn momento Un momentito, por favor. Ga

te voy a arir. D;u2 horror D#ero si se me ha pasado la horade prepararte tu a<o

Ha&a invitados en el palacio. ?elso y aniel,ele!ant&simos, pasaan a%afates llenos de ocaditos y deaperitivos. 1usan, linda, triunfaa. >en&a esa maneramaravillosa de llevarse hacia atr)s el mechón ruio que leca&a sore la frente@ re&a, entonces el mechón se derrumaasuavemente sore su rostro y todos enmudec&an mientrasechaa la cae%a hacia atr)s, ayud)ndose apenas con la

mano, la punta de los dedos@ los homres se llevaan lascopas a los laios cuando de$aa el mechón en su lu!ar, laconversación se reanudaa hasta la próFima risa. M)s all),

Juan /ucas comentaa el d&a de !olf con tres i!ualitos a 2l yde rato en rato se re&an y eran varoniles y sólo dec&an cosasien dichas. ?elso se acercó al !rupo y di$o al!o en vo% a$a@al!o que deió ser muy !racioso porque Juan /ucas estalló ensonora carca$ada y uscó a 1usan entre los invitados.

L9Has escuchado eso, mu$er:

L+o, darlin!, 9qu2:LAqu& el mayordomo me cuenta que el chofer est)

desesperado porque 1antia!o se ha roado uno de los carros.

?ada palara ven&a con una entonación perfecta, varonil.1usan se quedó est)tica@ lo miraa, no sa&a si era ueno omalo lo que ha&a hecho 1antia!o. #ensó que har&a sido malo



en la 2poca de su esposo, pero ahora con Juan /ucas...

Larlin!, 9qu2 vamos a hacer:

Lamos a esperar Lrespondió Juan /ucasL. 1i re!resa yel carro no huele a perfume de muchacha, entonces s& que no

de$aremos que se lo vuelva a roar.LD>en&a una cita L!ritó Boy, que ha&a estado todo el

tiempo por ah&.

?arca$ada !eneral, todos se re&an y se llevaan copas alos laios, 1usan volv&a a acomodarse el mechón de pelo.

Era la vida feli% con Juan /ucas y sus ami!os, ah& estaanlos preferidos, los que sa&an vivir sin prolemas. Ah& estaatami2n el arquitecto seleccionado para la nueva casa. 7+o es

un mal chico Lpensaa 1usanL, pero est) demasiado en los!rupos en que estoy. +o s2 si podr) eer como los otros.8

A Julius ya lo ha&an acostado y le ha&an apa!ado la lu%.Estaa tratando de dormir un poco antes de que los invitadossalieran al $ard&n. ?omo siempre, despu2s de la comida, losinvitados pasar&an a la terra%a y eer&an hasta las mil yquinientas. Har&a música y aile. Aunque se durmiera, pues,la música y las carca$adas lo despertar&an m)s tarde. +o lequedar&a m)s remedio que asomarse a la ventana. #or ahora

pod&a descansar un rato, reci2n estaan eiendo losaperitivos.

Acaaa de lle!ar uno de los socios norteamericanos de Juan /ucas y era realmente un placer conversar con 2l. Unhomre no y un eFcelente $u!ador de !olf. +o ten&a el acentohorripilante de los norteamericanos y ha&a ca&do muy ien enel (olf. G en /ima. 1u mu$er era una !rin!uita como haymuchas, pero despu2s de un rato uno se daa cuenta de queera inteli!ente y de que ten&a cierto mundo. ?on ellos estuvo

a punto de completarse un !rupo perfecto de !enteronceada, de deportistas ricos, donde nadie era feo odesa!radale. /o único malo es que no tardaan en lle!ar los/astarria, qu2 se ia a hacer, ha&a que invitarlos al!una ve%.

Juan /astarria ha&a casi muerto de infarto de tantoesperar a su horrile esposa. /a muy idiota ten&a que de$ar a



sus dos hi$os en cama antes de salir a cualquier parte, y 2laa$o, fumando m)s de la cuenta y esperando que terminarade arre!larse, para qu2, no s2, mientras 1usan y Juan /ucasreci&an y conversaan hace una hora por lo menos. #or nlle!aron. Il huiera querido verse una ve% m)s el i!ote en unespe$o, comproar que ese terno realmente le ocultaa laarri!a, sa&a que Juan /ucas era un deportista eFimio. anielarió la puerta y /astarria casi se tira de cae%a al vest&ulodel palacio. 1e contuvo y de$ó pasar primero a su esposa,horrile. G ahora ven&a 1usan de$)ndose el mechón ruio ensu sitio y esaa linda a su prima, mientras 2l se inCaa hastam)s no poder, sacaa pechito y se inclinaa para dar el esoen la mano y 1usan soportaa. Al entrar en la !ran sala delpalacio, /astarria pensó en tanto antepasado y en tanta

tradición, pero el llamado del presente pudo m)s que todoah& estaa Juan /ucas. /astarria se sintió enano pero feli%. M)sfeli% aún cuando los otros lo saludaron. elic&simo, lue!o,cuando su mu$er se perdió entre otras, ah no, ah& est),olv&date Juan y !o%a.

G esa misma noche, antes de la comida, anunciópúlicamente que ha&a decidido $u!ar !olf y que se ia ahacer socio del clu mientras Juan /ucas le hac&a se<as a unode sus ami!otes para hacerle notar que /astarria se estaa

pasando la noche empinado, se!u&a lle!)ndoles al homro elpore. #oco rato antes de que sirvieran '+ilda estaaofendid&sima porque para estas reuniones encar!aan lacomida al hotel Bol&var*, empe%ó a perse!uir a 1usan, a suduquesa, por todas partes. En realidad el pore se deat&aentre Juan /ucas [ ?&a., y 1usan. Eran dos ahora porque elarquitecto de la casa nueva tami2n la se!u&a y la adoraa.Un $ovencito rillante, estaa de moda, pero le faltaa vivir unpoco todav&a. /astarria se ca!aa en el $ovencito rillante y

/ima est) creciendo porque el arquitecto no sa&a qui2n era/astarria. A pesar de que huiera podido interesarle...

#or supuesto que todo en la comida era delicioso comosiempre en el palacio y la t&a 1usana, horrile, quer&a, pero noia por nada de este mundo, pedir la receta de tantamaravilla. 1e ha&a le&do una ilioteca en liros de cocina ynunca ha&a preparado nada i!ual, de cualquier manera sus



hi$os estaan me$or cuidados que los de 1usan. En camio Juan, su esposo, ya se ha&a enterado de que todo eso ven&adel hotel Bol&var y, desde ahora en adelante, 2l tami2n ia apedir al hotel y que su mu$er se fuera al dialo con susrecetas. 7elicioso, my duchesss8, y trataa de !anar elprimer lu!ar en la cola de a dos que formaa con elarquitecto. /os i!ualitos a Juan /ucas y Juan /ucas halaande unos terrenos estupendos, no muy le$os de /ima, y de lasposiilidades de formar un nuevo clu de !olf. Alnorteamericano tami2n le interesaa el asunto y propon&areunión para ma<ana en osita &os, se estaa acriollando el!rin!o y, adem)s de ser simp)tico, toleraa muy ien lospicantes coste<os. Ga en su via$e anterior ha&a re!resado a+ueva GorK con varias otellas de pisco, m)s unos huacos y,

se!ún contaa, de$ó co$udos a sus socios all) con el piscosauer. >odo el mundo quer&a la receta en +ueva GorK y todo elmundo quer&a invertir dinero en el #erú, si el !rin!ocontinuaa en ese plan y, adem)s astante no, ia a ser unode los primeros socios norteamericanos del ?lu +acional. G1usan ten&a la oportunidad de practicar su eFquisito in!l2s conir!inia, la esposa de /ester /an! 000 'el !rin!o pesaa deverdad*, y as& escapar moment)neamente a la persecucióndel arquitecto y /astarria. +in!uno de los dos sa&a in!l2s y no

se atrev&an a hacer el rid&culo frente a la eFtran$era. 1equedaan esperando mientras 1usan halaa con ella y, si sedemoraa, /astarria part&a la carrera hacia el !rupo de Juan/ucas y los otros campeones, sonre&a al lle!ar, al%aa y met&asu copa entre el c&rculo para que le hicieran caso, por favor, yles $uraa que ia a hacerse socio del ?lu. /o terrile eracuando aparec&a 1usana usc)ndolo para decirle, por e$emplo,que no eiera mucho vino lanco y que se cuidara con lasespinas del pescado. Il la odiaa porque en los palacios noeFisten pescados con espinas, Dqu2 horrile es, por ios,cualquier otro camino huiera sido ueno para lle!ar hastaah& sin ella, pero no ha&a otro camino. As& pensaa /astarria ypor momentos hasta se acordaa de la casa vie$a en el centrode /ima, vini2ndose aa$o, su madre traa$ando para pa!arlelos estudios, pero en eso 1usan estaa lire y 2l se inCaa,sacaa pecho, pechito y part&a la carrera. 1e trope%ó con el



arquitecto. /os del !olf sintieron que se ha&an lirado de unmal $u!ador.

1usan estaa pensando que el arquitecto de&a teneruna novia o al!o y que en el futuro me$or que viniera con ella.

Estaa muy eFcitado el muchacho y tal ve% ser&a convenienteque no eiera m)s. Hi%o la pruea de decirle a ?elso y anielque no le sirvieran m)s vino, pero fue inútil cuando el a%afateno ven&a al arquitecto, el arquitecto ia al a%afate. G volv&acorriendo con la copa llena para no perderse un instante de1usan, la pasión de su vida. G huo vinos tintos franceses ypostres y licores y el $oven rillante dale y dale y adorando a1usan, ya no de$aa que /astarria colocara una sola palara.;uer&a ailar adem)s, y ped&a que suieran un poco lamúsica, que no se escuchaa ien afuera, mientras iansaliendo todos a la terra%a. Juan /ucas se enteraa de esascosas sin verlas, por costumre, por osmosis o por lo quefuera. G ten&a sus m2todos@ tantos a<os de vuelo le ha&anense<ado que nada era peli!roso en esta vida. 1usan vino adecirle que el arquitecto... pero 2l la co!ió del ra%o y ella loadoró y quedó se!ur&sima de que una ve% m)s Juan /ucasresolver&a el asunto ale!remente cuando lle!ara el momento.#or ahora estaa halando de un clu de !olf en ?hile y de un!anado para en!ordar que tra&an de la sierra, m)s unas

avionetas para una f)rica de harina de pescado, esto últimoa /ester /an! 000 le interesaa mucho. Boy se ha&aencar!ado de al%ar el volumen del estereofónico y elarquitecto ailaa con 1usan, para desesperación de/astarria. 1usana, horrile, trataa de no oste%ar entre un!rupo de mu$eres que ten&an o no hi$os, pero que ha&anmantenido la silueta@ sa&a qui2nes eran, sa&a qui2nes eransus padres, qui2nes sus esposos, pero no las ha&a vuelto atratar desde la 2poca del 1a!rado ?ora%ón. /a pore no sa&a

qu2 hacerse entre ellas porque no quer&an recordar el cole!ioni tampoco halar de hi$os que ya deer&an estar acostados yno ro)ndose el carro de la casa. Adem)s ella no conoc&a alprofesional ar!entino, el que ha&a lle!ado hace poco enrempla%o del otro, 2ste se quedaa m)s en su lu!ar, pero as& empe%ó el anterior tami2n y terminó cas)ndose con la sociaindicada y ya la !ente empe%aa a aceptarlo en lu!ares que



no fueran el campo de !olf, eran tremendos los profesionalesar!entinos. Muchas de esas mu$eres usaan iKini todav&a yse a<aan en la piscina del ?lu y sal&an retratadas en losperiódicos, los lunes por la ma<ana. 1usana se estaapre!untando qui2n llevar&a esos ho!ares, qui2n se ocupar&ade esos ni<os, cuando sae ios por qu2 al%ó la cara y divisóa Julius, asomado por la ventana de su dormitorio. 1u deerera avisarle a su prima.

El arquitecto de moda llevaa ya tres ailes al hilo con1usan y le estaa descriiendo la casa que ha&a so<adoconstruir al!ún d&a, por ah& la quer&a hacer caer el muyin!enuo, despertando en ella el deseo de vivir $untitos en unacasa de ensue<o. 791e la ima!ina:8, le estaa diciendo,cuando 1usan notó que su prima la llamaa y aprovechó parasac)rselo un rato de encima.

L1usan, Julius est) despierto y son m)s de las once dela noche. /e puede hacer mucho da<o trasnochar as&.

Larlin!, 9qu2 haces all) arria: Lpre!untó 1usan,mirando hacia la ventana por donde se asomaa la caecitade Julius.

L+o puedo dormir, mami@ mucha ulla.

Juan /ucas ha&a advertido el asunto.L-i!a, $ovencito Ldi$o urlonamenteL@ 9qu2 hace ustedlevantado a estas horas:

LEstoy mirando, t&o.

L9;uiere que le enviemos un hisKy:

Julius no contestó, en todo caso no se oyó lo que di$o,pero la t&a 1usana fue terminante e insistió en que deer&aacostarse en el acto.

Larlin!...L2$enlo que disfrute Ldi$o Juan /ucasL@ por una noche

qu2 importa.

/a t&a 1usana, horrile, pensó que eso era todas lasnoches y ya ten&a !anas de irse. El !racioso acento de /ester/an! 000 la contuvo.



L9?u)ntous fueroun las incas: Lpre!untó, mirandohacia la ventana donde se diu$aa el rostro de Julius.

L?atorce.

LD?arhhamas Dantastic donSt Kno ho many

presidents there have een in the 1tates. Must revise myhistory. L1e ha&a olvidado de sus presidentes el !rin!o.

?arca$ada !eneral de los que entend&an in!l2s. e/astarria tami2n, empe%aa a !ustarle el norteamericano yse colocó a su lado y sacó pecho. /an! 000 no lo captaa muyien y miró a Juan /ucas como pre!untando qui2n es el deli!ote. Juan /ucas le di$o que era un nuevo socio del ?lu ypariente suyo, /astarria casi se derrite, con tal de que no se

acerque 1usana... #or suerte no se acercó, y pudo empinarseien y sentir cómo lo ian aceptando, despu2s de todo 2ltami2n pesaa varios millones. #or matrimonio, claro.

Hacia la una de la ma<ana, el arquitecto de moda ha&aya despla%ado la casa so<ada hacia las playas del sur y laha&a construido sore una colina, frente al mar.

L#ara ti, 1usan.

L;u2 cosas dices, darlin!... Ma<ana te vas a sentirp2simo.

#ero 2l dale con ailar m)s, con tamalearse de un ladoa otro, ya no tardaa en empe%ar a llorar de tanto que laquer&a a esa se<ora. /as ami!as de 1usan contemplaan laescena muertas de risa, aunque consideraan que ya seestaa poniendo un poquito pesado el muchacho y trataande salvarla inventando cualquier preteFto para llamarla. #eroel arquitecto la se!u&a, ven&a tami2n donde ellas y se lestamaleaa ah& delante, cómo har&an para llev)rselo a casa.

Ga astante tardecito apareció 1antia!o y al verlo todosrecordaron que se ha&a roado el auto.

LA ver, mi ami!o Ldi$o Juan /ucas, llam)ndolo.

L9;u2 pasa: Lpre!untó 1antia!o, entre sonriente ynervioso.

Len!a usted por ac), mi ami!o.



1antia!o se acercó atravesando entre los invitados. Juan/ucas lo co!ió amistosamente por el ra%o y se inclinóli!eramente. /a t&a 1usana era toda eFpectativa, ia a morirde suspenso.

L9;u2 dictamina el $ue%: Lpre!untó uno de los del !olf,muerto de risa.

L>ell us all aout it, 1antie!ou. Le todo quer&aenterarse /an! 000.

LHuele a hisKy y est) ecu)nime. Adem)s huele aperfume de muchacha. DEste muchacho sae lo que hace

1usan adoró a Juan /ucas y le hi%o una se<a por lo delarquitecto, mientras todos felicitaan a 1antia!o y le dec&an

que se merec&a un auto propio. /ester /an! 000 le invitó unci!arrillo y le prometió que para el próFimo via$e a /imatraer&a a su hi$o, tal ve% para entonces quedar&a una chicalire, a no ser que 1antie!ou... D;u2 !rin!o simp)tico >odo elmundo feste$aa tanta simpat&a, menos 1usana /astarria queuscaa a su marido para irse ya, ma<ana le tocaa salida alama y cosas horriles por el estilo, delante de los del !olf, 2lsacricar&a lo que quedaa de la noche con tal de que no semetiera con los del !olf ni con /ester /an! 000. Estaafascinado con lo de 000.

Arria, Julius acaaa de cerrar su ventana para volversea acostar, a pesar de que sa&a que el asunto ia a durarhasta las mil y quinientas y que el ruido le impedir&a dormir./e eFtra<aa que 1antia!o no huiera suido a acostarse@ha&a desaparecido de la terra%a antes de que 2l cerrara suventana y sin emar!o aún no su&a. Hasta su cama lle!aanlas carca$adas de los homres y la risa delicada de al!unasmu$eres. econoc&a la de su madre, se deleitaa escuch)ndolaentre la música, pero poco a poco lo fue venciendo el sue<o y

ya no lle!ó a enterarse del n de la reunión.L+os vamos... +os vamos todos Ldec&a Juan /ucas.

En realidad lo que pasaa es que el arquitecto ya estaapesadito. Ha&a lle!ado al estado en que $uraa tener la casasore la colina, frente al mar, perfectamente amolada parama<ana por la ma<ana. 1e ca&a, pero dale con ailar. G 1usan



muerta de pena por el muchacho. #ero ha&a lle!ado elmomento de hacer al!o con 2l. Juan /ucas, copa en mano ysonriente, se acercó y lo co!ió ami!alemente por el ra%o.

LAmi!o artista...

El arquitecto de moda oyó al!o que le !ustó, y volteó amirarlo, ten&a que hacerle una casa... Ese pensamiento o elque fuere se le me%cló con la casa so<ada y quiso ailar denuevo.

L1&, s&... todos vamos a ailar, pero vamos a al!úncaaret, al!ún lu!ar con m)s amiente...

/e hi%o una se<a a 1usan para que desapareciera ycontinuó ocup)ndose del artista. 7>odos nos vamos@ all) nos

vamos a encontrar todos8, le ia diciendo mientras loconduc&a hacia la puerta del palacio. Afuera lo esperaa untaFi que aniel se ha&a encar!ado de llamar. El arquitecto setamaleó hasta la puerta del auto, Juan /ucas lo ayudó asuir.

LAll) nos vamos a encontrar todos Lle repitió,cerr)ndole la puerta antes de que pre!untara por 1usan.

El taFi se puso en marcha mientras el arquitecto sedesmoronaa feli% en su asiento, se!ur&simo de que all) se ia

a encontrar con ella.Empe%ó a vivirse la última semana de vacaciones

escolares. El verano estaa por terminar y no ha&a m)sremedio que ocuparse del asunto de los uniformes. ?omotodos los a<os, por la misma 2poca, 1usan se dio cuenta deque ha&a perdido la dirección de la costurera. /e alcan%aronel tel2fono y marcó el número de su prima 1usana.

L9A qu2 hora se acostó Julius la otra noche:

1usan le di$o que se apurara, por favor, Juan /ucas notardaa en lle!ar, ten&an que salir con /ester y otros ami!os.1usana se sa&a la dirección de memoria, se la dioinmediatamente.

LAntes de que me olvide La<adióL, Juan quiere invitara los /an! uno de estos d&as@ ya les avisaremos para queven!an ustedes tami2n.



L1&... Juan /ucas va a estar encantado.

1usan col!ó el tel2fono y llamó a 1antia!o y a Boy,para decirles que se quedaran en casa hasta que lle!ara la

costurera, ?arlos ia a reco!erla despu2s del almuer%o.

/os dos protestaron.L1&, pero hay que quedarse Ldi$o 1usan, con el tono

a$&simo y dulce que empleaa cuando ten&a que dar unaorden que ella no huiera cumplido por nada de este mundo.

Ba$ó a despedirse de Julius, que se aprestaa a almor%ar,terminada su clase con la se<orita Julia. Era su última semanacon la se<orita velluda. /o ten&a loco, a toda costa quer&a quelle!ara al cole!io sai2ndolo todo. Estaa harto el pore.

1usan le di$o que tuviera paciencia, que ya no quedaan sinounos di&tas@ en se!uida le dio un eso y desapareció porque Juan /ucas acaaa de lle!ar para llevarla al (olf, all) se ia areunir con los /an! para pasar el d&a $untos. Julius se quedóalmor%ando en compa<&a de la servidumre. esde el !ranpleito de ?hosica, +ilda y ilma se ha&an estado llevando alas mil maravillas@ sin emar!o, 2l notó que esa ma<ana al!ono marchaa entre ellas. /a 1elv)tica la miraa demasiado yla #uquiana como que no le daa cara. /a aparición de ?elso,trayendo al e2 de +ilda, lo hi%o olvidar moment)neamente

el asunto. /e faltaa mucho todav&a para caminar, pero elmayordomo=tesorero lo tra&a su$eto de amos ra%os,oli!)ndolo a dar unos pasitos casi en el aire con sus piernaschuequ&simas. ue la primera ve% que el monstruito hi%o al!oque no fuera errear, todos lo feste$aron y el almuer%o volvióa adquirir su tono normal y diario. ?elso y aniel empe%aron adiscutir de fútol. Uno quer&a que Julius fuera hincha delMunicipal y el otro del 1portin! >aaco. +ilda interven&a!ritando que no lo inCuenciaran, que era malo para el cerero,

que lo de$aran esco!er sólito.#or la tarde, ilma y Julius se instalaron en el pescante

de la carro%a, para la diaria lectura de >om 1ayer. Hoy nadieles ia a pedir silencio porque ?arlos ha&a ido por lacosturera y la carro%a estaa vac&a. 1in emar!o 2l apenasescuchaa la lectura, andaa muy preocupado con lo delcole!io, quer&a ima!in)rselo, 9cómo ser):, estaa pensando,





Encontró a la 1elv)tica leyendo su periódico. Acaaande raptarse a un ni<o y estaa maldiciendo contra los !itanos.79;u2 te pasa:8, le pre!untó, al verlo llorando. Julius le contólo de la escalera y +ilda !ritó que eso no pod&a se!uir, estave% no era culpa de ilma, el ni<o 1antia!o era terrile y noha&a m)s remedio que avisar a los se<ores. Il no comprendióien qu2 ocurr&a, sólo captó que al!o malo andaa haciendosu hermano.

#or la noche estalló el asunto@ ?elso y aniel escucharon!ritos provenientes del cuarto de ilma y corrieron a ver lochaparon en pleno force$eo. G no era la primera ve%, confesóilma. iario se le met&a al cuarto y ella haciendo todo loposile por que nadie se entere. Hoy se ha&a propasado elni<o 1antia!o. /os mayordomos le cerraron el paso, primero@lue!o, cuando 2l los atacó, lo llenaron de ofetadas, letaparon los o$os para que no viera, la oca para que no losmaldi$era y se lo llevaron car!adito hasta su cuarto. >en&a tresara<ones en la cara, uno cerca del o$o, producto del force$eo.ilma no podr&a volver a usar ese uniforme. As& andaan lascosas cuando lle!aron 1usan y Juan /ucas, a!otados despu2sde un lar!o d&a con los /an!. +ilda salió !rit)ndoles la historiaen la cara, pero ellos tardaron astante en comprender y porn decidieron poster!ar el asunto para el d&a si!uiente.

Lescansen todos, ahora Ldi$o Juan /ucasL. Ga ma<anaveremos.

/o que vieron ma<ana fue la manera de deshacerse deilma, sin que los dem)s protestaran demasiado. Al menos,eso era lo que aconse$aa Juan /ucas, sentado en su cama=templete, terminando de desayunar. 1i no huiera sido porqueeran las die% de la ma<ana, uno har&a pensado que reci2n seia a acostar ni una sola arru!a en su pi$ama. 1usan, linda asu lado, huiera querido encontrar una solución me$or que2sa, sore todo porque Julius ia a sufrir. #ero 2l, removiendoel a%úcar en el caf2, una nada m)s li!ero que de costumre,di$o que ya era hora de que el mocosillo se olvidara de tantaama y tanta cosa@ andaa metido siempre entre laservidumre o conversando con el $ardinero, con cualquieramenos con otro i!ual a 2l. 1usan le daa la ra%ón, es verdad,



darlin!, pero le daa tami2n tanta pena... Juan /ucas trató deser terminante que llamara a ilma, que le halara, lue!o 2lle dar&a una uena suma y punto nal. #ero ella insist&a entener pena esa ma<ana, hasta di$o que era culpa de1antia!uito.

LEscucha, 1usan el chico est) saliendo con muchachas@es natural que quiera desaho!arse... En /ima, a su edad, noes f)cil, 9saes:... /a chola es !uapa y ah& tienes... as& es...

L1&, darlin!, pero ella no tiene la culpa.

L9e dónde sacas esas ideas, 1usan:

Larlin!, pero... se... ha... defendido...

LBien arrepentida dee estar, 9o tú la crees santa:

Larlin! no s2, pero...L>oca el timre para que ven!an a llevarse el a%afate,

1usan.

Larlin!, 1antia!o merecer&a...

L1antia!o lo que merece es un poco de !olf, estama<ana... #ara que se le despe$e un poco la mente... eso lotranquili%ar).

L9 G ilma, darlin! :

LGa te he dicho, mu$er hala con ella y lue!o yo le dar2una uena propina. Mis %apatillas de levantarme... amos,mu$er, lev)ntese... no sea usted Co$a... Duuuup

e la cama pasaron al a<o@ cada uno ten&a su a<o. Juan /ucas se peinó un poco antes de afeitarse@ no resist&asino lo perfecto en el espe$o y ahora, mientras se afeitaa, iainstal)ndose en el d&a al sentir la rme%a de su ra%o varonildesli%ando hacia arria y hacia aa$o la nava$a de afeitar. 0a

retirando la crema lanca, espumosa, de su cara ronceada yse ia identicando con la nura de sus colonias, de susfrascos de Gardley or Men, tres, cuatro frascos para usosdistintos que yac&an ele!antes sore la repisa de porcelana,

$unto a otros art&culos para caalleros, $aones, shampoos,cosas que ol&an a homre no, for men only como la revista

Esquire. e rato en rato tarareaa al!una canción, como



para comproar que su vo% se!u&a siendo para !rupos dehomres con hisKys y ne!ocios en la mano, para clu, parafrases oportunas, pertinentes, para ser respetado porarmans que sa&an demasiado. >erminó de afeitarse y ahorael pi$ama resultaa insoportale, una ducha fresca loesperaa, donde cantar&a un poco antes de envolverse entoallas de vivos colores, tami2n for men only, ya despu2svendr&a la camisa de seda italiana, lue!o lo de esco!er lacorata, nin!una mu$er sa&a hacerlo, cosas de homres...#oco a poco ir&a quedando listo para un d&a m)s de homrerico.

En otro a<o, uno que tú nunca tendr)s, hollyoodenseen la forma, en el color, en la dimensión de sus aparatoshi!i2nicos, oriental en sus pomitos de perfume, franc2s en susfrascos de porcelana de otica anti!ua, con inscripcioneslatinas, 1usan tomaa feli% una ducha deliciosa. A veces Juliuslle!aa por esas %onas y escuchaa la vo% de su madrepidi2ndole una toalla. ?orr&a a alcan%)rsela y ve&a aparecertras la cortina, entre humo, entre vapor, el ra%o de su madreque co!&a la toalla tarareando. Ahora tami2n tarareaaaunque de rato en rato el nomre de ilma la asaltaa,oli!)ndola a enmudecer de !olpe. 1e ocupaa entonces desu cuerpo con el $aón m)s no del mundo y era tanto placer

comproar cómo se!u&a siempre linda, despu2s, mientras sesecara, comproar&a una ve% m)s en el espe$o que aún podr&ahacer una escena de desnudo en una pel&cula, ilma tami2n,qu2 pena, qu2 pesadilla, pore ilma podr&a hacer una uenaescena, medio calata la chola en una pel&cula me$icana, lasartistas me$icanas son m)s llenitas, como ilma, pore, Juan/ucas va a deshacerse de ella, pore Julius.

1e ian a un clu, al sur de /ima, invitados a almor%arpor unos ami!os. 1e le pod&a decir al chofer que se tomara el

d&a lire, ellos ir&an en el sport y le de$ar&an las llaves del otrocarro a 1antia!o. >odo esto lo ha&a decidido Juan /ucas antesde partir, pero para nada ha&a mencionado lo de ilma, comosi el solo deseo de verla desaparecer huiese astado paraque la chola se esfumara.

+o fue as&. #or eso ahora Juan /ucas mane$aa astante





1usan, ha&a que verlo ah& escuchando todo y prendido deilma, mir)ndonos como si fuera un enemi!o, eres candida,1usan... Juan /ucas quer&a halar de eso, sacarse la escena deadentro, no volverse a acordar m)s de todo eso, olvidarlo porcompleto antes de lle!ar donde los ami!os, pero 1usan de$aaque el viento $u!ara con sus caellos y se!u&a perdida detr)sde sus anteo$os de sol, completamente ida, como si loi!norara, 9en qu2 pensaa:

L1usan, enci2ndeme un ci!arrillo, por favor... Est)n enla !uantera... 1usan. L1&, Juan.

L9;u2 piensas de todo eso, 1usan: LDarlin! DHa sidohorrile Me muero de pena, Juan.

LD#ero mu$er, pareces tonta. rancamente creo que esa

mu$er ha hecho lo me$or que pod&a hacer... 1i no fuera porquese lar!ó por su propia voluntad aún estar&amos escuchando eldiscurso de tu cocinera.

LAhora que s2 que se ha ido me siento peor que antes...+o ten&a la culpa, darlin!... #or qu2 crees que todos sequisieron marchar con ella...

L?osas de momento... 9>ú crees que van a perder sutraa$o como si nada:

LD#ero darlin!... 1aes perfectamente que lo ian ahacer@ si nosotros ot)amos a ilma se ian todos... /o quepasa es que ella ha pedido que la de$en marcharse sola@ ellaha dicho que ya no quiere se!uir en la casa... por su propiavoluntad. 9+o has visto cómo lloraa de pena:

LEl que sale !anando es Julius, 1usan@ se te va a volvermaricón de tanto andar entre mu$eres...

LDarlin!, por favor Ise no es el asunto. Has estadomuy vivo, te has aprovechado de la situación primero ilmales dice que se va por su propia voluntad, claro, los otros sedesconciertan y tú aprovechas para decir que 1an=

tia!o mismo le llevar) su indemni%ación y le pedir)perdón... Has estado muy vivo, darlin!... ?omo el otro d&a conel arquitecto... 1ólo que ahora Julius se va a morir de pena...Adem)s, 1antia!o no ir) nunca a pedirle perdón.









/a camioneta la destinaron a reco!er a los chicos delcole!io. A Boy y 1antia!o del MarKham y a Julius del0nmaculado ?ora%ón. 1antia!o quer&a mane$ar y Boy insist&aen ir adelante, al lado de la ventana. >otal que ?arlos via$aasiempre sentado entre los dos. Este arre!lo contentaa aamos hermanos porque era muy mal visto, entre losestudiantes de secundaria, via$ar en el asiento de atr)s, soretodo cuando era tan ien visto que ah& fuera el ama, 0meldaahora, en ve% de ilma. Al!o impopular la tal 0melda, no seacoplaa ien al resto de la servidumre, no confraterni%aa,no mostraa sentimiento, clarito se ve&a que no ienterminara sus estudios de corte y confección ia a aandonara la familia sin pena al!una. A su lado, en el asiento posteriorde la camioneta, via$aa Julius con el uniforme a%ul,

impecale por las ma<anas, inmundo por las tardes, y elcuella%o lanco almidonad&simo, i!ualito a cientos m)s de sucole!io.

/as mon$itas eran todas americanas y realmente uenas,con eFcepción de la \anahoria que se pon&a furiosa y m)scolorada todav&a. 1o<aan con tener un cole!io nuevo,!randa%o, moderno, con capilla y salón de actos separados,con muchas clases y $ardines para lo del fútol con Morales. Ges que ten&an que entrenar fuerte para que los m)s !randa%os

del 0nmaculado ?ora%ón $u!aran y le !anaran a los m)schiquitos del 1anta Mar&a, un cole!io de padres americanos, adonde era ló!ico que uno pasara al terminar con 0nmaculado?ora%ón.

/as mon$itas se compraron un terreno inmenso al fondode la avenida An!amos, estaan felices y llenas de deudas.

Julius le a<adió un Ave Mar&a m)s a las doce que re%aa todaslas noches antes de acostarse, para que el cole!io fuera al!únd&a realidad. Morales tendr&a su campo de fútol y podr&a

entrenar al equipo. >odo un persona$e, Morales@ dec&a yas conla oca%a enorme y las madres conaan en 2l.

1e empe%aa por la casa peque<a de la avenidaAn!amos. /os ni<os entraan por un costado y se ian defrente hasta el $ard&n del fondo, donde estaa el lavadero. Aese $ard&n daan todas las clases y ah& los esperaa Morales,



siempre con su estropa$o. Eso era para los que se quedaan aalmor%ar y tami2n para los recreos. >erminaan a<ados ensudor porque se ha&an pasado media hora !irando en laronda alrededor de >aoada, cantando a !ritos 7D>aoada tevamos a cocinar, Dte vamos a cocinar8, y el pore >aoadaclamando por su mam), !imiendo ante la mirada sonriente deMorales que consideraa que se estaan haciendo ienperuanitos. ?uando sal&a la mon$ita con la campana, losresondraa por lo de la dancita primitiva y ense!uida miraaal cholo 7(o ahead, Mourales8. 7Gas, madre8, le respond&a elotro, con su oca de llanta, y empe%aa a co!erlos uno poruno para limpiarlos con el estropa$o. /o sacaa empapado dellavadero y se los ia pasando rudamente por la cara, hasta lessalpicaa los cuella%os de almidón seco. espu2s, a los m)s

machitos, a los que me$or $u!aan fútol les daa su pataditaen el culo y los ia haciendo entrar a clase. Uno siemprehuiera pensado que traa$ar entre tanto ni<o del 0nmaculado?ora%ón, le har&a permitido aprovecharse de la situación,tramarse al!ún chanta$ito, por e$emplo 7-ye, 1antamar&a,9por qu2 no le dices a tu pap) que me consi!a un puesto en elMinisterio: 1i le dices, yo te pon!o en el equipo de fútol.8#ero no Morales se quedó siempre con las mon$itas,lav)ndoles a todos la cara con el estropa$o y vi2ndolos a$ar

de camionetas como se<ora con hemorroides.Aundaan esas camionetas. Much&simas. /a camioneta

celeste de los ]in! 'su pap) era diplom)tico norteamericano*@la amarilla de los -tay%a, unos que no ten&an ama sinoinstitutri% alemana@ la a%ul de #enti, que ten&a una araridadde hermanas en illa Mar&a. 0mposile enumerarlas. /a de

Julius era marrón.

?uando los ni<os crec&an un poco se los llevaan a lacasona de adoes de la avenida Arequipa. e lo primero que

se enteraan es de que #astor se pod&a levantar ien tardeporque viv&a al lado. /inda la casona de adoes, hastamisteriosa no paraa, aunque con tanto chico meti2ndose portodas partes ya sólo quedaan las haitaciones de las madrespara lo del misterio y las mil pre!untas. ?uando Julius lle!ó,acaaa de formarse la pandilla de la #epa.



/a #epa era medio %amito, su pap) m)s todav&a, peroten&a un montón de plata por al!o de unas minas, y comoten&a tantos carros y una casa tan !rande no le costó traa$oconvertirse en $efe de pandilla. El asunto era con caallos. 1eataan los !uardapolvos alrededor de la cintura y de$aan unacola para que de all& se co!iera el $inete. El del !uardapolvocorr&a y el de a caallo lo se!u&a !rit)ndole Dm)s r)pido, Da laderecha, Da la i%quierda, hasta que te alcan%aan, y si aúnno ha&as sido admitido en la pandilla te revolcaan por elsuelo. Era la 2poca en que se llevan siempre ras!u<os en larodilla y en la que se empie%a a ser o a tener un &dolo. 1inemar!o, la #epa no era &dolo para Julius, que se le escond&asiempre y que adem)s no estaa dispuesto a entre!arle ellapicero de ?inthia, porque entre!arle tu lapicero era lo que te

eFi!&a para entrar en su anda. /o de la #epa deióterminarse cuando 2ste ya ten&a al 4W^ del cole!io en supandilla, y resultaa muy aurrido pe!arle a los pocos quequedaan, siempre los mismos. >ami2n la #epa empe%ó a nocrecer y un d&a vino Ar%uia!a y levantó una piedra inmensa.

>odo el mundo corrió a llamar a la #epa para que viniera alevantarla, pero 2l respondió que lo estaa esperando suchofer y no vino. Bien triste deió ser eso, porque desdeentonces ya no volvió a pedir m)s lapiceros y empe%ó a $u!ar

ladrones y celadores como todo el mundo.El prolema con Ar%uia!a es que nunca le pe!aa a

nadie@ una ve% hasta separó a dos que estaan en plenocatchascan. >odos le !ritaan que no los separara, que lamon$a no ven&a todav&a, pero Ar%uia!a los separó car!ando auno en peso. Adem)s, ias a pedirle que le sacara la mu!re a(óme%, un cholón medio ruto y con demasiado pelo ne!ro,pero 2l sonre&a y te dec&a que otro d&a. Ise era el prolemacon Ar%uia!a, uno hasta se olvidaa de que ha&a car!ado el

pedrón, se lo ha&a puesto sore la cae%a y todo.Una tarde 1ilva car!ó el pedrón y tami2n se lo puso

sore la cae%a. 1ilva era ien ruio y ten&a cara de !atomalo. >en&a los o$os ien verdes y las piernas lancas yfuertes. ?ar!ó el pedrón, y una semana despu2s ya le ha&ape!ado a am&re%, el del coro, a ]in!, que era norteamericanoy a afaelito /astarria, que andaa por esa 2poca en tercero



de primaria@ no saludaa ni miraa ni nada a su primo Julius, y Julius ha&a a!re!ado un Ave Mar&a m)s a sus oracionesnocturnas.

Ar%uia!a era lanco pero moreno, era ien fuerte y

conversaa con todos. +o ped&a lapiceros ni te otaa de suequipo cuando quer&as $u!ar con 2l. Eso era lo malo nollenaa los requisitos para ser matón, y sin emar!o tresveces m)s ha&a car!ado la piedra. >ami2n ha&a tumadof)cilmente al !ordo Martinto que pesaa el triple que lapiedra, $u!ando no m)s porque el !ordo era uen&simo, poresa 2poca era el me$or ami!o de Julius.

A la hora del recreo, una ma<ana, 1ilva salió furioso yse!uido por una pandilla, una pandilla no muy se!ura porque

a lo me$or Ar%uia!a le pe!aa. El !ordo Martinto fue a uscara Ar%uia!a y le di$o que 1ilva le quer&a pe!ar, que lodesaaa al catchascan en el $ard&n lateral. Julius tami2nandaa por ah&, hac&a rato que estaa uscando al !ordo paradesaarlo con unas espadas de madera que se ha&anconstruido. Martinto ha&a visto una pel&cula en la que unespadach&n le volaa la ore$a al otro y estaa loco por de$ar a

Julius mocho, de mentira no m)s porque ha&an puesto unoscorchos en las puntas de los palos. 1e pasaan la vida, el!ordo tratando de volarle la ore$a y Julius tratando dedesinCarlo. Esa ma<ana lo ha&a estado esperando, peroresulta que ahora ven&a con lo del desaf&o m)s importante de1ilva.

Ar%uia!a di$o que 2l estaa ah& y que no se corr&a denadie, macanudo era Ar%uia!a. El !ordo Martinto partió lacarrera con la noticia, por supuesto que en el camino se cayó,se llenó el uniforme de tierra y se volvió a raspar la rodilla.#ero se incorporó inmediatamente, escupió el polvo que ha&atra!ado y si!uió corriendo para que no se fuera a acaar elrecreo sin pelea. 7>iene miedo8, di$o 1ilva, parec&a que ia asacar las u<as. Estaa !rin!u&simo esa ma<ana y con muchacólera, se le notaa en los o$os de !ato y en la respiración. +opudo m)s y atravesó el patio diri!i2ndose, como en laspel&culas, a donde el otro. Atr)s ven&an la indecisa pandilla yMartinto !ord&simo y ya inmundo.





le pe!ó a 1ilva es Ar%uia!a, 2se es !rande, el a<o entrantepasa donde los padres del 1anta Mar&a...

L1&, darlin!, 9y cu)l es tu ami!o entonces:

L/os dos, mami...

LEntonces invita a los dos...

L+o, mami, Ar%uia!a est) en tercero@ sólo voy a invitaral !ordo...

Martinto no se hac&a tanto prolema con su familia. iv&afeli% y su pap) ten&a una hacienda enorme, muy cerca de/ima, un lu!ar ideal para que el !ordo se revolcara. ;uer&ainvitar a sus ami!os a la hacienda, pero su mam) se opon&a aque viniera Ar%uia!a porque era muy !rande. D;u2 dialos le

importaa al !ordo, 2l con tal de divertirse. G para eso leastaa con un espadach&n, Julius en este caso. ?orretearonun d&a entero por toda la hacienda, hasta ponerse inmundos,y por la noche re!resaron al palacio que los padres del !ordoten&an en 1an 0sidro. /e quedaan fuer%as para se!uirluchando al !ordo, saltaa por los sillones, por las mesas,perse!u&a a Julius de haitación en haitación, incre&le cómoia de$ando huellas de arro y de tierra sore tapices yalfomras orientales, al menos por el precio.

ue por esos d&as que Julius tuvo una metida de pataterrile. 1e quedó muy triste despu2s de que aquello ocurrió yhasta se lo contó a su mam). Juan /ucas, que andaa por ah&,soltó tremenda carca$ada al escuchar la historia y di$o que porn el chico se estaa avivando. 1usan, linda, le dio un eso yle ro!ó que tuviera cuidado con los o$os de las otras criaturas,no vuelvas a hacerlo, darlin!. /e dio otro eso al notar que elchico estaa realmente preocupado, y volteó a mirar a Juan/ucas, donSt lau!h, darlin!, Martinto era su ami!o...

L9Martinto era tu ami!o, darlin!: Lle resultaa tandif&cil retener todos esos nomres...

7+o tiene un pelo de tonto el mocoso8, pensaa Juan/ucas, al escuchar la historia, despu2s de todo Martinto leha&a volado ya diecinueve veces la ore$a derecha y 2l sóloha&a lo!rado pincharle la pan%a once veces. /o de la arena se



lo ha&a visto hacer a ?ornell Zilde en el cine y ya estaaharto de que el !ordo no respetara ni una sola de las re!lasdel duelo. /o cierto es que andaan en pleno comate en lapo%a de los saltos, y el otro dale con ven&rsele encima sint2cnica al!una, as& cualquiera !ana, pero de pronto Julius seacordó de su pel&cula y, mientras el !ordo retroced&a paracar!ar de nuevo como Atila, co!ió un pu<ado de arena y se loarro$ó en la cara. 7DBruto L!ritó MartintoL, Dno veo nada81e refre!aa y se refre!aa los o$os y Julius esperandodesconcertado, quer&a verlo re&r, que si!uiera la roma, peroel !ordo se ia poniendo cada ve% m)s colorado y los o$os lela!rimeaan y las l)!rimas se le me%claan con la arena.1oltó la espada y se fue caminando cie!o, furioso en usca dea!ua. Julius trataa de acerc)rsele, de ayudarlo a lavarse la

cara, pero Martinto lo amena%aa a!itando los ra%os con lospu<os cerrados, 7Das a ver, Dvas a ver8, le !ritaa. G fueverdad porque no ien recuperó la vista empe%ó a perse!uirlopara sacarle la mu!re lo alcan%ó, se trompearon, le dio unpu<eta%o en el o$o, se lo puso ne!ro y huo l&o con lasmadres.

>res d&as despu2s el !ordo se volvió ueno de nuevo. +ofaltaron los intentos de acercamiento, miraditas en la ydurante las clases, pero ya nunca volvió a ser lo mismo.

Adem)s, al terminar preparatoria, y como era de esperarse, al!ordo se lo $alaron en los eF)menes nales. 1e lo $alaron porsucio y por Co$o aunque lo volvieron a aceptar en el cole!ioporque su pap) acaaa de hacer una fuerte donación para lodel nuevo local. 1i!uió siendo tan simp)tico como inmundoMartinto, pero eso de estar en clases distintas separa mucho alos ni<os y, al a<o si!uiente, 2l ya ten&a un ami!o nari!ón y sepasaa el d&a entero, espada en mano, tratando de volarle lanari%.

#ero todav&a ese a<o de la arena en los o$os sucedió al!oque desconcertó astante a Julius. #or esa 2poca era ienimportante tener su pelota propia y traerla al cole!io. /o maloes que el cole!io era en realidad casa y no ha&a sitio paraque se $u!aran tantos partidos de fútol al mismo tiempo.Ar%uia!a lo!raa poner cierto orden@ sa&a or!ani%ar losequipos, once y once, aunque a medida que avan%aa el



recreo se ian metiendo otros, !eneralmente al equipo quellevaa las de !anar, y los partidos terminaan con veinte

$u!adores por un lado y siete por el otro 'dos perdedores seha&an lar!ado y dos se ha&an pasado al equipo vencedor, ala disimulada*. El mismo Ar%uia!a era impotente paracontrolar tanto desande, lo m)s que lo!raa era que elasunto empe%ara como es deido. #ero no se molestaa.

>en&a una paciencia de santo y nunca le pe!aa a nadie. Esos&, nadie lo fauleaa. -tro prolema era el del !rin!o ]in!@nunca, hasta que a su pap) lo nomraron ema$ador en+icara!ua y se fue, nunca comprendió el fútol a la peruanay, en lo me$or del partido, co!&a la pelota con las manos, searrancaa como un loco y se met&a al arco corriendo y!ritando D!ooool, cre&a que era como en el ru!y. Buena

!ente el !rin!o, su hermano menor tami2n era uena !ente,pero una estia para los $ue!os peruanos. 1iempre le tra&a lapelota a Ar%uia!a al terminar el recreo.

Ar%uia!a era el due<o de esa pelota. #or las tardes la!uardaa en una red lanca y esperaa que vinieran areco!erlo. #ero una tarde, un !rupo se quedó $unto a la puertaprincipal, quer&an $u!ar un poco. #rohiido $u!ar en ese

$ardincito porque ah& estaan las rosas de la Madre 1uperioray adem)s ha&a mucha ventana. 1in emar!o Ar%uia!a sacó

la pelota e hi%o un pase lateral, Martinto la elevó y decaecita se la pasó a Julius quien, a su ve%, se la entre!ó a el?astillo, el ?astillo a 1)nche% ?oncha, 1)nche% ?oncha aMartinto, el !ordo a Ar%uia!a y as& sucesivamente hasta queapareció la \anahoria como loca con la campanita yreclamando en in!l2s la pelota. Ense<aan muy ien el in!l2sen 0nmaculado ?ora%ón porque todos entendieron cuando!ritó que eran unos demonios y que ia a entre!ar la pelotapara los pores del catecismo. 1e la llevó a$o el ra%o, se fue

furiosa tocando su campana. >odos los a<os circulaanrumores de que ian a camiar a la \anahoria, pero siemprelos reci&a el primero de aril, campana en mano, enroscadaen su enorme rosario y lista para enfurecer. ?omo esta tarde.el ?astillo le aconse$ó a Ar%uia!a que le di$era a su mam),por qu2 se la ian a quitar, ni siquiera ha&an tocado losrosales de la Madre 1uperiora. ?laro, claro@ pero era ya tan



tarde, se!uro que la madre no volver&a a aparecer, ha&adesaparecido con su pelota, la in$usticia, el miedo, los alaridosas&, de !olpe, todo $unto fue demasiado, Ar%uia!a se puso allorar... Eso que estaa en tercero, eso que era un !rande yque el a<o próFimo pasaa al 1anta Mar&a. El !ordo Martintole di$o que si su mam) halaa con la 1uperiora, la \anahoriatendr&a que devolverle su pelota. el ?astillo pre!untó quequi2nes eran los pores del catecismo. +adie sa&a, perocomo que les ten&an miedo. Martinto eFplicó que a lo me$oreran los chicos esos, los que est)n en los papelitos que teprenden cuando das plata para las misiones. #ero 1)nche%?oncha lo interrumpió 7+o seas ruto, !ordo, 2sos est)n enel Yfrica.8 /a discusión se animó un poco y Ar%uia!a fueparando de llorar. Al d&a si!uiente, la \anahoria lo resondró de

nuevo pero le devolvió su pelota@ eso s& prohiido comprarchocolates en el recreo, esta semana@ todo lo que ahorraraten&a que sacricarlo para las misiones. Bastantes d&as estuvo

Julius preocupado por lo del llanto de Ar%uia!a ahora resultaque los !randes tami2n lloraan...

/o del cole!io nuevo andaa viento en popa. /asmon$itas ha&an cercado su terreno. 7+o de$en de $arse Llesdec&an a los ni<osL@ cuando pasen en sus autos por el n dela avenida An!amos, no de$en de $arse ah& se va a construir

el cole!io nuevo.8 Una ma<ana pusieron la primera piedra yhuo misa y los vistieron con el uniforme lanco y les dieronel d&a lire. elices. -$al) pusieran la primera piedra todos losd&as. Adem)s ian a comprar ómnius nuevo, !randa%o,carrocer&a norteamericana, letrera%o amarillo inmaculadocora%ón a amos lados, (umersindo ;ui<ones le hac&a sureverencia a la 1uperiora. DAdem)s la capilla ia a serpreciosa DAdem)s ia a haer salón de actos DG cancha defútol enorme Morales sonre&a, todos lo miraan implorantes

a m&, Morales, escó!eme para el equipo. Ese cole!io ten&a queser un para&so lleno de ventanas, lleno de salas de clase,repleto de corredores, con salón especial para los queestudian piano, con $ardines llenos de rosas para la capillapreciosa. El para&so ten&a que ser el nuevo 0nmaculado?ora%ón. #ero faltaa el dinero. /a Madre 1uperiora se ven&aaa$o cuando les dec&a que faltaa the money. /os arrastraa



a todos en su ca&da. D?ómo sufr&an eli%mente volv&a aelevarse hasta su cate!or&a para decirles que era necesaria laayuda de todos. e todos y cada uno. G como esa ma<anaha&an puesto la primera piedra, primero har&a misa, lue!oentrar&an en la al salón donde estaa el plano, Dpara quevean lo lindo que es, Den colores En se!uida pasar&an alcomedor de los desayunos con chocolate. G nalmente... laMadre 1uperiorase callaa un instante, temlaan...nalmente Dd&a lire para todos DEl himno del cole!io D>odosD?anten ?antaan con un entusiasmo...

/o que no andaa muy viento en popa era laconstrucción de la casa nueva, en ese terreno enorme que

Juan /ucas ten&a $unto al #olo. ?laro que al nal todo ia a salirien, pero por el momento no lo!raan ponerse de acuerdosore los planos. esulta que el arquitecto era funcionalista yquer&a casa funcional@ adem)s quer&a que lo de$aran hacer loque le daa la !ana, despu2s de todo 2l era el artista. Juan/ucas quer&a, por e$emplo, unas te$itas en este techo, pero elarquitecto dec&a que te$as en los pa&ses en que llueve, que sede$aran de cosas asurdas en /ima. 1usan, por su parte, sellevaa el mechón cautivante de pelo hacia atr)s y quer&a unrancho me$icano con patio de piedras, para poner ah& lacarro%a ien pintadita y restaurada. Eso ya le parec&a menos

asurdo al arquitecto, y hasta se apareció una tarde con unenorme plano, un rancho me$icano con su ventana y su re$apara lo de la serenata y todo. 1usan !o%ó y sonrió feli%,ima!in)ndose la carro%a en el patio y el estereofónicosonando a lo le$os, en una sala de paredes lancas y espesas,adornadas con esos cuadros de la escuela cu%que<a y losotros, los de la escuela quite<a@ eran tan lindos sus cuadros,ella misma los llevar&a a restaurar. #ero Juan /ucas quer&amoderno y con ventanales que llenaran todo de lu% y

permitieran ver el campo de polo, al fondo. El arquitectomiraa a 1usan, la aceptaa imposile, la adoraa medianteplanos y uena voluntad, accediendo hasta olvidarse porcompleto del funcionalismo. Miraa a 1usan y pon&a la manosore el rancho me$icano ien diu$ado en la cartulina, leseFplicaa. Juan /ucas lo interrump&a insistiendo sore lomoderno, mientras 1usan se ima!inaa caminando





alumnos, y se pasaa la tarde ense<)ndole sus hi$os a susami!as, como si fueran una $oya valios&sima. ?orr&a de mon$aen mon$a y se desviv&a salud)ndolas y present)ndoles a sumarido, para que vieran que era due<a de un ho!ar formal,que ella no era de esas mu$eres que pierden la dirección de lacosturera todos los a<os, como su prima 1usan. 1usan, linda,se aurr&a a !ritos, no ve&a las horas de que la ceremonia seacaara. Julius la uscaa con los o$os, la miraa desde susilletita y la adoraa, la controlaa, con el deseo le eFi!&a queprestara atención, que uicara a cada uno de sus ami!os, quese $ara ien cuando los ian llamando, en cuanto est2 lista lanueva casa voy a celerar un santo, uno !randa%o y voy ainvitar a toda la clase. 1antia!o y Boy siempre ha&anpasado con las $ustas de a<o, en camio Julius estaa entre

los primeros de su clase. eci2n se enteraron cuando la Madre1uperiora lo llamó, le tocó la cae%a y le col!ó una medallita.

>erminaa preparatoria y era tercero de la clase. /a t&a 1usanacasi se muere de envidia, pero vino a felicitar a su prima. G lapore 1usan loca por lar!arse, imposile faltaa el recital,todav&a.

Era linda la mon$ita del piano. ealmente linda y conpecas. 1e llamaa Mary A!nes y te hac&a entrar a un cuartocon su estatua de 1an Jos2, en un rincón y con una alfomra

cu%que<a, al centro, entre los dos pianos. Julius nunca usósino el de la i%quierda, el otro era para las madres y estaasiempre cerrado. Al principio no sa&a si era al!o que seechaa la mon$ita o al!ún l&quido para limpiar las teclas, peroese olor en el cuarto del piano fue el primer perfume quenecesitó en su vida, ayudaa tanto al sentimiento musical.../a mon$ita usaa una especie de aero enorme, lanco yalmidonado que le ocultaa los senos y la hac&a parecer m)suena todav&a@ por los costados aparec&a el rosario

interminale que la envolv&a con reminiscencias de cadenas.Era muy nerviosa la mon$ita y se mord&a los laios cuando teequivocaas, pero era tami2n uen&sima y nunca, nunca

$am)s se molestó con Julius. Horas se pasaan tres veces porsemana, sentados frente al piano oloroso@ ella se mord&a loslaios pero inmediatamente sonre&a y le ped&a que empe%arade nuevo. G Julius se inspiraa, se llenaa del l&quido ese para



las teclas y la adoraa@ la miraa, uscaa su sonrisa, ella lese<alaa las teclas sonriente, 7empie%a8, le dec&a...

My Bony lies over the ocean My Bony lies over the seaMy Bony lies over the ocean -h rin! acK my Bony to me...

...G el perfume y la adoraa. ?ada ve% tocaa m)ssuavecito, con m)s sentimiento.

/a mon$ita de las pecas lo preparó muy ien y 2l se matóestudiando, para desesperación de Juan /ucas que siempre seque$ó de la ulla que mete el mocoso con su música, hastaque un d&a 1usan le dio un eso y lo llevó despacito al salóndel piano. 7M&ralo8, le di$o. Estaa de espaldas a ellos,astante ore$ón aún, pero tan !racioso@ separaa tanto laspuntas de los pies que se le resalaan de los pedales, tocaa

y cantaa al mismo tiempo, suavecito, como si quisieraencontrar un olor tami2n en ese piano...

-h rin! acK my Bony to me...

... Adoraa a ?inthia, a madre Mary A!nes y a ladesconocida Bony.

#ara el recital de n de a<o, en preparatoria, Julius ten&aMy Bony estudiad&simo, a 1usan ni se le pasaa por la menteque podr&a equivocarse. +o miró a su alrededor para que

supieran que era su hi$o el que estaa tocando, pero s& escuchó con ternura mientras el pore atallaa con unosinesperados nervios, en realidad tocó un My Bony astantecamiado. D;u2 importa, todo el mundo estuvo de acuerdoen que lo hi%o con mucho sentimiento.

As& eran los recitales. >ocaan los me$ores alumnos, lamon$ita de las pecas los seleccionaa y los preparaa hasta elúltimo minuto. >erminada la repartición de premios sal&an alescenario y se equivocaan varias veces. 1us mamas se

mor&an de nervios, se preparaan para aplaudir, para morirsecuando uno se quedara a la mitad de la pie%a, paraaplaudirlos fuertemente como si ya huieran terminado ysalvarlos no importaa, al nal siempre ha&an tocado conmucho sentimiento. Hasta afaelito /astarria lo!ró tocar en unrecital, claro que con trampa porque ten&a otra profesora encasa, pero lo!ró terminar su an%a Apache y 1usana se sintió





y todo lo dem)s. Aprovechó, pues, para hacerse socio del ?luy para venir sin su mu$er. El pore se volv&a loco por terminarr)pido con los hoyos de la ma<ana y correr a la piscina dondesu duchess. /e esaa la mano ridicul&simo, &nte!ramentevestido de !olsta, y se sentaa a contarle que era un homrefeli%, el !olf lo estaa transformando, lo re$uvenec&a. Entre

Juan /ucas y sus ami!otes le pusieron #aredón, porque sacaapechito cuando se pon&a la ropa de a<o y sal&a inmaculado yre!ordete a darse su remo$ón en la piscina. 1e urlaan de 2lmientras nadaa para mantenerse $oven y 1usan se mor&a depena en in!l2s, les ro!aa que ya no la hicieran re&r m)s, y ledec&a a Julius que no fuera a aprender those horrile thin!sque contaan sore su t&o. #ero Juan /ucas insistió eneFplicarle cómo era su t&a 1usana en ropa de a<o, y ah& s&

que ya todos soltaron carca$adas varoniles y pidieron !in andtonics que ven&an de adentro, del ar del clu, tra&dos pormo%os que atravesaan de m)rmol entre tanta mu$er, tantani<a, tanta !rin!a en ropa de a<o. +adie pa!aa en ese!rupo@ las cuentas se las $u!aan por la tarde, en el arped&an cachitos, y mientras las se<oras esperaan en laterra%a, ellos iniciaan el poKer, acompa<ado por las copasdel atardecer@ ian lan%ando los dados y comentando el d&a de!olf, los resultados de hoy, el número de !olpes, los dados se

encar!aan de decidir cu)l entre todos soltar&a un Dcara$o sinimportancia, varonil solamente, y rmar&a el vale que ya al!únd&a lle!ar) a la ocina. /astarria se distra&a siempre en plenopoKer, por andar oservando al profesional del ?lu. /e estaadando clases, a car&simo la hora, el profesor ar!entino. G erauenmo%ón y medio ele!ante, luc&a en todo caso, atan!adoen la peinada, canchero adem)s y ronceado, /astarria nosa&a si tratarlo como a empleado o como a se<or.

#uede parecer mentira, pero Julius empe%ó a odiar al

maitre que los atend&a en el almuer%o, el que les alcan%aa elmenú y trataa mal a los mo%os cuando se equivocaan enal!o. G lo incre&le es que el maitre tami2n empe%ó mediocomo a despreciarlo, ni m)s ni menos que si fuera hi$o de unsocio cuya quiera era ya conocida en el ?lu. Al!o rarosuced&a en esa mesa cada ve% que el famoso maitre seacercaa@ indudalemente se sent&a superior a los mo%os por



lo del saco m)s no, pero 9y esas miraditas para aa$o a Julius:... ;ui%) porque el otro d&a se a!achó para reco!er unpan que el mo%o ese deer&a haer reco!ido@ qui%) porque noera autoritario cuando trataa a los caddies y a los mo%os@casi imposile eFplicarlo 9a qu2 otra cosa pod&a deerse esenaciente odio entre un maitre alcahuete y soón y un ni<oque ia a cumplir los siete a<os: #ero Julius lo i!noraasoeranamente no ien lle!aan esos cocteles de camarones,o esas paltas rellenas, o esas corvinas a la meuniere o lascrep2s al cointreau despidiendo llamaradas sore la mesa, sinque Juan /ucas se inmutara.

/os !olstas y sus mu$eres ian entrando al comedor@aparec&an ronceados, ele!antemente ronceados y se lesnotaa )!iles y en eFcelente situación económica. 1esaludaan aunque se odiaran en los ne!ocios y ah& nadieha&a cometido un pecado si se ha&a divorciado, por e$emplo,a los amantes se les aceptaa en vo% a$a pero se lesaceptaa. ?laro que no faltaan las de apellidos m)santi!uos, un poco m)s nas o conservadoras que las otras, aveces, pero tami2n muchas veces ya no ten&an tanto dineroy por eso qui%) no protestaan@ hasta se daa el caso de quelle!aran invitadas pores, 2se era su lu!ar pero ha&a elprolema de la cuota de in!reso@ no pod&an, pues, estarse

$ando en las vul!ares o en las inmorales. ?on los aperitivosse recuperaa el equilirio, sal&a a Cote el comedor y, mirandopor los ventanales al campo, era como nave!ar sore un marverde, un via$e de placer por un oc2ano quedes!raciadamente ten&a sus l&mites todo el alto cercoalrededor del ?lu, para que no se metieran los palomillas aroarse las pelotitas.

/astarria sufr&a mucho cuando lle!aa la hora delalmuer%o. A pesar de haer !astado un dineral para equiparse

de !olsta, no lo!raa hacerse de muchos ami!os en el ?lu.?laro que todo el mundo sa&a que era Juan /astarria, peroeso era precisamente lo malo, lo sa&an. /o sa&an tami2n deotros pero 2sos eran uenmo%os, o orrachines y !raciosos ode !ran simpat&a y fuerte capacidad asimilativa. /astarria, encamio, se!u&a medio cursilón y no captaa al!unos detallesimportantes. 1i Juan /ucas no lo tra&a a su mesa, el pore



ten&a que %amparse a otra, claro que despu2s pa!aa lacuenta, rmaa un vale, eso s& lo aprendió r)pido. 1usan seha&a dado cuenta del prolema y muchas veces era ellaquien lo llamaa a su mesa, se mor&a de pena de verlo vestidode !olsta y sin parecerlo, Dqui2n le ha vendido la chompitaesa

>erminado el almuer%o hac&an una lar!a soremesa ypart&an nuevamente a !olpear la pelotita, a completar lavuelta de dieciocho hoyos iniciada por la ma<ana. 1usantami2n era de la partida, en compa<&a de varias ami!as,esposas de diplom)ticos y de otros como Juan /ucas. +ofaltaa una que otra in!lesa, al!unas norteamericanas y talve% una alemana. Halaan en in!l2s o en castellano, perosea cual fuere el idioma que esco!&an, infer&an en 2l condeliciosas palaras eFtran$eras. >ami2n, a veces, halaanen franc2s, por lo de la ema$adora, pero ah& ya s& quemuchas de las nacionales se pasaan la tarde sin decir estaoca es m&a. 0nútil decir que todas eran el último alarido de lamoda, Daaaaahhhhh, y car&simo. /os homres avan%aan en!rupo y dec&an Dcara$o yo Dcarón, ien dicho, en su deidomomento y era varonil@ as& los caddies no se atrever&an apensar que por nos y distintos eran maricones. 1i, pore$emplo, en ese momento, te huieras asomado por el cerco

que encerraa todo lo que cuento, har&as quedadoconvencido de que la vida no puede ser m)s feli% y m)shermosa@ adem)s, har&as visto muy uenos $u!adores de!olf, homres sin edad, de ra%os fuertes y )!iles, y mu$eresastante chamonas en lo de darle a la pelotita pero lindas.;ued)ndote asomado un ratito m)s, y con un poco deperspicacia, har&as podido tami2n reconocer a Juan/astarria y al profesional ar!entino, ien canchero este último,caminando los dos tras la pelotita y todo lo que ella

representaa.Mientras tanto los ni<os y las ni<as estaan en Ancón, o

en la Herradura o ah& mismo, en la piscina del ?lu. Julius sea<aa hasta que le dol&an los o&dos, por lo de la presión dela!ua cuando uceas. Boy no lo conoc&a y se!u&alan%)ndose del trampol&n y saliendo siempre de la piscina porel lado en que estaa la canadiense, la hi$a del ema$ador. #or



supuesto que prescind&a por completo de la escalerilla sal&aacro)ticamente por el orde, se acomodaa la ropa de a<o,de$ando el omli!o al aire, y trotaa hasta la escalera deltrampol&n@ su&a, se ase!uraa disimuladamente que ella loestuviese mirando, part&a la carrera, la t&a 1usana nunca lohuiera de$ado, y al lle!ar a la punta del talón empe%aa avolar, transform)ndose primero en !aviota, lue!o en avión enpicada al mar, despu2s era como una llanta pero al últimoinstante se estiraa )!ilmente y penetraa en la supercie dela!ua sin salpicar. >remendo salto mortal. G es que estaa apunto de perder la vida por la chiquilla canadiense. D;ue eram)s onita... >ami2n ella se derret&a por 2l pero sentaditaen su anca y mirando, no tardaa en sonre&rle. Un d&a por nse conocieron y empe%aron a a<arse $untos. +i m)s ni menos

que >ar%)n y Jane, as& sent&a 2l, y uceaan pe!aditos de unlado a otro del r&o como si fueran a encontrarse cocodrilos enel camino. Un d&a apareció uno Julius se acercó a pre!untarlesla hora, a decirle a Boy que ya no tardaa en venir mamitaa llamarlos para irse, y por mocoso, por cocodrilo se llevótremendo cocacho de un >ar%)n aver!on%ad&simo.

Al caer la tarde re!resaan los !olstas. Al!unoshomres se pe!aan su ducha%o y hasta su refrescón en lapiscina. espu2s entraan a los camarines y conversaan

envueltos en toallas o calatos, eso depend&a de lamasculinidad y de la arri!a. /as voces de Juan /ucas y de susami!os resonaan entre los casilleros numerados de lossocios, mientras se vest&an comentando las $u!adas del d&a.Una tarde /astarria se calateó delante de todos y no faltóquien le hiciera una roma sore el estado de su cuerpo.

>odos se rieron, 2l m)s que nadie, se sintió ien socio del?lu. Era su hora predilecta en cuanto estuvieran listospasar&an al ar, cosa de homres, a lo del cachito, ah& s& que

lo aceptaan y aun comentaan los pro!resos que iahaciendo con el profesional ar!entino. #oco a poco se iainte!rando /astarria y, si le se!u&an dando palmaditas en elhomro, no tardar&a en sentirse como en su casa. 1e sent&apr)cticamente en su casa, aunque todav&a le ocurr&an cosasdesa!radales. ?omo la otra tarde, por e$emplo, en que dio!racias al cielo por haer estado solo pero al mismo tiempo se



sintió tan solo. #ore. El condecito, el espa<olito ese radicado,el maricueca ese, tan sno, tan cretino, tan en quiera, tanno, tan admirado, tan invitado, el condecito le pe!ótremendo empu$ón, le !anó la puerta, no lo saludó, casi leescupe, estaa orracho el !alifardo. G 2l, 2l sin querer soltóun perdón conde, que ahora no lo de$aa dormir tranquilo, aln y al cao soy rico, homre mayor y de traa$o, padre defamilia. D;u2 frase tan infeli%, se despertaa a media nocherecord)ndola, ten&a su di!nidad Juan /astarria. >ami2n lesucedió... D Ah, si no fuera por esos incidentes se sentir&a tansocio... le sucedió que le presentaron al cónsul del Japón Juan,el cónsul del Japón, y a 2l no le !ustó, se deatió entre ladiplomacia y el chino de la esquina, el de la ode!a, se cortótodito, se demoró, no supo qu2 hacer mientras el otro le

estiraa una mano de seda fr&a, oriental&simo el cónsul y sellenaa de reverencias@ lo miraron como a un perfecto im2cil,los chinos tami2n pueden ser nos. ?osas as& le ocurr&an alpore Juan y lo pon&an al orde del infarto, lue!o la !ente dir)que fue por causas económicas, por eFceso de ne!ocios,preocupaciones mercantiles, infarto deido a las tensionest&picas del uen usiness man...

En el ar permanec&an hasta el anochecer, mientras lasmu$eres los esperaan afuera, en la terra%a y los ni<os

empe%aan a reventar la paciencia porque ya quer&an irse.1ur!&an ne!ocios tami2n en el ar, pero !eneralmente serevisaa con ele!ancia la situación pol&tica del pa&s o la de laindustria pesquera, sin olvidar por supuesto el último chiste ylos comentarios sore un d&a m)s de !olf. #ronunciado el7Dcara$o, hoy me tocó pa!ar a m&8, los !olstas empe%aan aretirarse. Juan /ucas sal&a a uscar a 1usan a la terra%a, laesaa y se adoraan. 1e sentaa a su lado y permanec&anunos minutos en silencio, contemplando cómo se ian

perdiendo los )roles del campo en el anochecer,interrumpi2ndose moment)neamente el verano verde y oroque viv&an. Era como una reve reca&da en el or!ani%adoequilirio de sus vidas, pero ellos no la de$aan lle!ar a suscuerpos llamaan a los chicos para diri!irse a la camioneta yre!resar a palacio, y sal&an despidi2ndose de al!unos sociosque quedaan por ah&, desparramados en las pere%osas,



ma<ana nos vemos, Dadiós A esa hora se marchaan tami2nlos caddies y ellos los ve&an pasar $unto a la camioneta. Juan/ucas nunca omit&a al!ún comentario in!enioso 71oltaron alos presos8, por e$emplo, mientras pon&a el motor en marcha.7Buenas noches, se<or8 era el maitre@ su&a a un -ldsmoilvie$&simo, que pudo ser de un socio, die% o doce a<os atr)s,lleno de cromos que ian a chirriar, un -ldsmoil !ordo comouna se<ora huachafa, se demoraa un poquito en calentarle elmotor.

El cole!io nuevo crec&a y crec&a, pero Julius no lo ia aalcan%ar para lo de la primera comunión. e!resó a la vie$acasona de la avenida Arequipa, enorme, con el mirador all)arria, inalcan%ale y que era la clase de los de tercero, los!randes. Ar%uia!a ha&a pasado al 1anta Mar&a y Martintose!u&a !ord&simo y completamente revolcado, pero enpreparatoria otra ve%. En primero de primaria ha&a que sermuy ueno porque les tocaa hacer la primera comunión,tami2n los ian a conrmar, para eso se necesitaa unpadrino. G, ante todo, no pecar, no pe!arle a nadie y muchomenos roarse un lapicero o tener malos pensamientos.

Acaaan de lle!ar y estaan conversando en el patio,cuando apareció la \anahoria tocando la campana como locapara que formaran las. >odos sintieron que la \anahoria ya loha&a visto y que no tardaa en ven&rsele encima paracasti!arlo. ;uer&a que las las fueran de a dos y en orden detalla, cosa astante dif&cil porque nadie quer&a reconocer que2ste que el a<o pasado era m)s chico, est) ahora m)s!rande. #ero ella se les acercaa colorad&sima por la raia y elcalor y los med&a en un instante, pelli%cón y campanada en laore$a al que no oedec&a ipso facto. 1e pon&a furiosa, cada ve%se eFcitaa m)s, feli%mente que salió la Madre 1uperiora adarles la ienvenida y a decirles que el próFimo a<o se

mudar&an al nuevo local. Ense!uida les presentó a unamon$ita que acaaa de lle!ar de los Estados Unidos y lespidió que re%aran un Ave Mar&a esta noche, para que el climade /ima no le siente mal. /a mon$ita nueva se llamaa Mary

>rinity y era linda. Menudo prolema para los que estudiaanpiano con madre Mary A!nes, porque ahora ya no sar&an acu)l querer m)s. G es que Mary >rinity era deliciosa@ se





la de ?arlos y la de 0melda. 1e resi!nó con una suida depropina, muy necesaria ahora por lo de los ci!arrillos. Julius,en camio, feli% de saer que tendr&a que re!resar todas lastardes en el ómnius del cole!io.

1e hi%o &ntimo ami!o de (umersindo ;ui<ones. 1onaael timre de salida y los del ómnius corr&an a co!erse unlu!ar $unto a la ventana. /ue!o ven&a la mon$ita de turno yal!uien ten&a que cederle su asiento, para eso eran ien útileslos soones. (umersindo, previa venia a la mon$ita, cerraa lapuerta ase!ur)ndose de que sólo 2l podr&a volverla a arir. Elómnius nuevo era inmenso, mucho m)s ancho que el vie$o,pero (umersindo alcan%aa siempre a la puerta desde suasiento. G Julius pod&a oservar la mano ne!ra, enorme, esapalma color marl, qu2 raro. Adem)s las canas. /as canas tanlancas hac&an del ne!ro todo un se<or y 2l contó en su casay 1usan le di$o que efectivamente el chofer era muy atento, loha&a visto una ve%, as& son los ne!ros descendientes deesclavos, continúan muy leales, muy noles, viven felices conel nomre de sus anti!uos amos. Julius la escuchaaencantado, quer&a m)s, m)s sore (umersindo ;ui<ones, m)ssore los ne!ros... /e ian a dar !usto, ah& lle!aa Juan /ucasque se!uro sae mucho sore el asunto... +o le ha!as caso,darlin!, t&o Juan /ucas anda siempre romeando una se<ora

le estaa acariciando la cae%a a un ne!rito, ne!rito lindo,ne!rito lindo, le dec&a, 9y saes lo que le contestó el ne!rito:e chiquito ne!rito lindo, pero de !rande ne!ro de mierda...+o le ha!as caso, darlin!.

Era uno de los últimos en a$arse del ómnius y pod&aconversar lar!o con 2l. /a mon$ita de turno !eneralmente noentend&a muy ien el castellano, o sea que no participaa ensus di)lo!os, se entreten&a mirando por la ventana.(umersindo le contó toda una serie de detalles sore su

descendencia de los esclavos de los ni<itos ;ui<ones. Iltami2n ha&a traa$ado con esa familia, claro que ya nocomo esclavo, pero ha&a sido chofer de la casa y a menudolos visitaa. Ahora estaa vie$o y prefer&a traa$ar con lasmadres@ con ellas el traa$o resultaa m)s descansado porquesólo ten&a que hacer cuatro via$es al d&a y a las seis de la tardequedaa lire. onde los ;ui<ones, en camio, no paraa



ma<ana y tarde, lo ten&an mane$ando hasta las nueve de lanoche y a veces m)s. /a camioneta ?hevrolet la usaa parallevar a las madrecitas donde el m2dico, o a hacer suscompras o a visitar a las madrecitas del illa Mar&a...

L1e!uro ah& se ha educado tu mamita.L+o, mi mamita se educó en /ondres.

LAh, eso ya es distinto.

... /as madrecitas del illa Mar&a son tami2namericanas, la misma con!re!ación que las de 0nmaculado?ora%ón. /o que pasa es que empe%aron antes y por eso yatienen su cole!io como ios manda. Muchas se<oras quetienen a su hi$ito en 0nmaculado ?ora%ón fueron educadas en

illa Mar&a...L1e!uro ah& se ha educado tu mamita.

L+o, (umersindo, mi mami se educó en /ondres.

Lerdi ver da...

#erd&a un poco el hilo el chofer, pero es que estaaatent&simo al tr)co y nunca volteaa para no distraersenunca, no sea que vaya a haer un accidente con todos losni<itos adentro. Julius, en camio, no perd&a una sola palara@

lo malo es que ya se ian acercando a su paradero y ahora letocaa a$arse y (umersindo se!uir&a conversando con losdos o tres que faltaan, qu2 tal ra%a, 2l era el que hac&a laspre!untas y ahora los otros se quedan oyendo. 1e a$aapendiente de la manota en la mani$a, necesitaa sellar esaamistad con un fuerte apretón de manos. #or n un d&a lolo!ró.

ue el último d&a el Mercedes de 1antia!o ya estaa listoy, a partir de ma<ana, volver&an a llevarlo y a reco!erlo del

cole!io en la camioneta. esde que empe%aron a acercarse asu paradero, en una esquina de la avenida 1alaverry, supoque el momento ha&a lle!ado, una especie de ahora o nunca.#or eso, cuando (umersindo detuvo el ómnius, volteó adespedirse de la mon$ita y lue!o lo miró 7Ma<ana ya novendr28, le di$o co!i2ndole la mano que sosten&a aún lamani$a. (umersindo reaccionó con una !ran sonrisa 7adiós









se les apareciera ios en cualquier momento, aunque m)sproale que fuera por la noche, mientras re%aanarrodillados $unto a la cama y a oscuras. /o esperaan, yhasta pensaan que ser&a estial que se me apareciera a m& yno a los Arenas, por e$emplo. Era la primera ve% que losde$aan solos un rato en la clase, y sin emar!o no met&an

ulla. 1e quedaron ien m&sticos. #or n apareció la\anahoria, un poco desconcertada porque no ha&a a qui2nresondrar estaan muy tranquilitos y con las manos $untassore la carpeta. As& los de$aa, cada a<o, el padre Bron,cuando ven&a a prepararlos para la primera comunión. /a\anahoria puso la campana sore el pupitre y se les acercó7Ahora tienen que estudiar muy ien su catecismo@ tienenque aprenderse de memoria todo lo que en 2l di!a y noolvidarlo m)s en la vida@ aqu2l que se olvide de su catecismoestar) siempre en peli!ro de pecar@ Dde pecar D+o lo olvidenD+o lo olviden nunca D+unca $am)s8 Ga se estaamolestando, sólita, sin que nadie le di$era nada. 7G a ver sicuando lle!ue ese d&a, ese !ran d&a de pa% y ale!r&a, se portancomo es deido y no se equivocan como unos tontos. #ara esovamos a practicar diariamente@ primero aqu&, en el cole!io ycuando se acerque el d&a, iremos a la i!lesia, para que sevayan haituando y para que cada uno sepa cu)l va a ser el

lu!ar que le corresponde. Dan a ir en orden de talla D+o seolviden DG no quiero ver a nadie masticando la hostia D/ahostia no se mastica D1e tra!a suavemente D?on los o$oscerrados D1in mirar al de al lado DAy de que yo vea a al!uienmirando al de al lado 9Han entendido: 9Han entendido:8

>odos le di$eron que s&, y empe%aron a morirse de miedopensando que podr&an atorarse. #racticar&an en casa, con una!alletita, con lo que sea.

El padre Bron ven&a tres veces por semana a

prepararlos@ ven&a por las tardes y se quedaa una hora om)s, si era necesario, hal)ndoles de la transformaciónprofunda que ia a ocurrir en sus vidas. /os tranquili%ó unpoco cuando les di$o que ios perdonaa siempre, queastaa con tener un rme propósito de enmienda, la rmeintención de no volver a pecar. En primer lu!ar, de&an evitarlos malos pensamientos y amar a ios sore todas las cosas,





hamre y de fr&o. El padre Bron les ia dando la asolución,uno por uno, y ellos se retiraan espantados, evitando alm)Fimo los malos pensamientos y caminando comomu$ercitas.

+unca estuvieron tan oedientes, tan estudiosos, ya nofaltaan sino cuatro d&as para el !ran d&a. /os llevaron dosveces a la i!lesia del #arque ?entral de MiraCores, para quehicieran las pr)cticas denitivas. Hasta la \anahoria se ha&atransformado. #arec&a que ella tami2n ia a hacer la primeracomunión porque los trataa muy ien y no se molestaa ninada. ?asi no les de$aa tareas. /o único malo era que los dese!undo y los de tercero ya ha&an hecho la primeracomunión y a cada rato se les acercaan y los fastidiaan. 1ere&an de ellos y a veces estaan a punto de hacerlos caer enmalos pensamientos, en tentación o de encoleri%arlos. #eroellos no se picaan nunca, nunca les contestaan, se!u&anien rmes en su propósito de enmienda. /le!ar&an como)n!eles, como los que no se reelaron, y har&an su primeracomunión y despu2s ser&an eat&simos y comul!ar&an losprimeros viernes del mes, los domin!os tami2n, por qu2 no.?ada uno evitaa el pecado como pod&a, no siempre era f)cil,ha&a que ser muy astuto para lo!rarlo. 1usan se rió muchocuando Julius le contó lo que le ha&a ocurrido una tarde, tres

d&as antes del d&a solemne. 1uió a saludarla, como siempre,y a ro!arle una ve% m)s que Juan /ucas asistiera a laceremonia@ 2l, por su parte, ya ha&a aceptado que Juan/astarria fuera su padrino de conrmación 'decir lo quepensaa de los /astarria huiera sido pecado*. 1usan lo notóastante consternado y le ro!ó que le contara lo que lepasaa. Julius, primero, se mostró un poco reacio, perodespu2s no pudo m)s y le soltó todo. esulta que Alia!a, un!randa%o de se!undo, lo ha&a fauleado, lo ha&a empu$ado

en el preciso instante en que 2l ia a meter un !ol delante deMorales@ todav&a, despu2s, le di$o mariquita. A 2l se le salieronlas l)!rimas de raia pero cómo hac&a, si le pe!aa erapecado. 7#ore Julius, intervino 1usan, improvisando un tonomuy preocupado@ 9y qu2 hiciste:8 7+ada@ le di$e que no lepod&a pe!ar porque voy a hacer mi primera comunión, pero encamio llam2 a Bosco que es mi ami!o y est) en tercero, y 2l





hi$o de men!anito y que pertenecemos a una claseprivile!iada, necesitamos cole!ios di!nos de nuestros hi$os...Horrile y feli% con su mantilla la t&a 1usana@ feli% tami2nporque, por n, 1usan se ha&a acordado de ellos, a ellos leshuiera correspondido ser padrinos de autismo de al!uno deesos ni<os, por n se ha&a acordado...

...#ensar no le imped&a vi!ilar a todos los presentes@ losmiraa penetrante si al%aan mucho el tono de vo%, estamosen la i!lesia, esto no es un acontecimiento social. 1us o$os sedetuvieron al ver entrar a su prima, un s& complacido se diu$óen su rostro al notar que Juan /ucas la acompa<aa. 1usan,linda y muerta de sue<o, uscaa un asiento lire cerca a lapuerta, no vaya a ser que el asunto se prolon!ue y nopodamos salir a descansar un momento afuera. Juan /ucasera ni m)s ni menos que una tala haaiana olvidada en unpatio, un d&a de lluvia los vitrales de la vie$a i!lesia, la escasalu% que por ellos se ltraa, la reli!iosa oscuridad del temploimped&an que se luciera el n&simo mati% que diferenciaa suterno de cualquier otro uen terno oscuro@ su piel ronceadaperd&a color y salud, y los anteo$os de sol, que tan ien lequedaan, enne!rec&an por falta de sol, hasta parec&a cie!o.Boste%aa camuC)ndose muy ien la oca y no miraa hacianin!ún lado para que nadie lo fuera a saludar. 7+o se saluda a

otro homre de ne!ocios, a las ocho y media de la ma<ana,en la i!lesia de MiraCores8, pensaa, sintiendo el llamado dela varonilidad. 71i me vieran los del (olf se ca!ar&an de risa,dir&an est) perdido el pore, uen padre de familia y esascosas, a ver, papa%ote, cu2ntanos cómo le pones lossupositorios a tu hi$o.8 Hi%o un !esto con la cae%a paraespantar tanta ellaquer&a. 1usan se mor&a de pena de verloah& tan temprano y le sacaa la len!ua a escondidas,url)ndose. 7Me dees un pala%o de !olf en el pompis por

haerme metido aqu&8, le di$o 2l, sonriendo@ se estaanadorando, cuando sae ios cómo se dieron con la mirada de1usana. Juan /ucas la saludó y volteó la cara, como un ni<oque no quiere enterarse de que ya le toca su comida@ 1usanse hi%o la que tos&a y uscó un misal que no ha&a tra&do. /osdos volvieron a mirarla pero ella ya no los estaa oservando@la ceremonia acaaa de empe%ar.





porque ha&a le&do la circular que le enviaron las madres.(o%aa, urlona anoche 2l se pasó horas conversando con laema$adora de ?hile, me toca ven!arme.

Larlin!, le voy a presentar a la Madre 1uperiora@

cu2ntale que tienes una t&a mon$a en los 1a!rados?ora%ones... /e vas a caer estupendo, darlin!...

/es ha&an puesto una lar!a mesa cuierta con unmantel lanco y, recostadas en los vasos para el $u!o denaran$as, estampitas de colores representando escenas de lavida de Jesús y de al!uno que otro santo. /a ir!en tami2naparec&a en varias estampitas, casi siempre entre nues, conlas manos $untas en oración y con unos dedosimpresionantemente lar!os, de los cuales col!aa un rosario.

?ada uno ten&a su asiento reservado con su tar$etita. DHa&aque verlos sentados esperando que les sirvieran el desayunoBuen&simos y toc)ndose a cada rato la arri!a temleque, aver si notaan al!una transformación, ya deer&a estarlle!ando por ah& la hostia. /os fotó!rafos no paraan dece!arlos con su resplandor y las mon$itas pasaanconstantemente por detr)s toc)ndoles la cae%a con amor,los pores no tardaan en co!erse de la mano y en irse $untosal cielo. /a presencia de Morales, con una inmensa $arra dechocolate hirviendo, los hi%o volver un poco a lo terrenal.

>ami2n lo del mundanal ruido fue lle!ando con la entrada!radual de sus padres al comedor. #ero el colmo fue cuando

Juan /ucas encendió un ci!arrillo, Julius pensó ipso facto en elinerno. +adie m)s fumaa, sólo 2l, estaa llenando de humoese rincón, t&o Juan /ucas no, por favor no. 0nútil, porque yaotros se<ores empe%aan a encender sus ci!arrillos. G otros yotros@ todos fumaan, y m)s y m)s y las mon$itas cómplices,traicioneras, les ian alcan%ando ceniceros y el comedorempe%aa a llenarse de humo. DBien hecho, ni madre Mary

A!nes ni madre Mary >rinity les alcan%aron nada. /os ni<os noquer&an saer de humo, no quer&an tener nada que ver con elhumo, quer&an sólo nues, pero los se<ores ya lo ha&anarruinado todo, astaa con verlos conversar, ya todo se iaconvirtiendo en reunión como cóctel. #or n salió la Madre1uperiora a decir su discurso.





Bron y se armó !ran conversa en in!l2s, para desesperaciónde Juan /astarria que no entend&a ni papa. En camio 1usanas& recordaa al!o del cole!io y empe%ó a meter su cuchara,p2simo, por supuesto. 7>raduce traduce8, le eFi!&anerviosamente su marido, sacando pecho pechito. /os dosquer&an conversar con el padre Bron. 1usan miraa el i!otede Juan y el i!otito de 1usana pensando que ser&an las oncede la ma<ana o m)s y que no ten&a nin!una pastillaestimulante, tuvo que ima!inarse en el (olf para evitar undesfallecimiento. D;u2 tal acento el del padre D>an horrile enin!l2s como en castellano 1ólo el ra%o de Juan /ucas podr&asalvarla, pero Juan /ucas acaaa de descurir que elsacerdote=vaquero era !olsta y, se!ún contaa, de losuenos. /astarria escuchó la palara !olf, 7traduce traduce8,

le pelli%có a su mu$er y 1usana le contó que estaan invitandoal padre al ?lu porque era muy uen $u!ador. 7ile que yotami2n voy a ir, dile dile...8 Julius se hartó de esperar y metiódescaradamente la mano en el olsillo del saco de su padrino,para sacar el re!alo que asomaa ovio a lo me$or ariendola ca$a camiar&an de tema, a lo me$or acaaan de una ve%por todas.

LDAhi$ado Dperdón D1e me ha&a olvidado...

L9Es una pistola, t&o:

L+o, hi$ito@ es un $ue!o de lapiceros #arKer de oro.9;uer&as una pistola:

L9Una pistola de verdad:... 9#ara matar al dialo:...9penpenpen:

Julius se quedó mir)ndolo llenecito de respuesta y sinuna sola palara que decir.

(umersindo ;ui<ones les hi%o una enorme reverencia y

les arió la re$a. Juan /ucas no lo vio@ nunca ve&a a la !enteque le ar&a la puerta, era parte de su ele!ancia. /os /astarriale hicieron una mueca=saludo, me$or no le huieran hechonada. #ero era a 1usan a quien Julius oservaa, casi le dicemamita, no te vayas a olvidar. 1usan no se olvidó le sonriólinda a (umersindo y 2l, vie$o ne!ro canoso alto y uniformado,repitió ele!ant&simo su anterior reverencia, la hundió m)s esta



ve%, Julius feli%. 7Hasta lue!o, (umersindo8, le di$o, d)ndole lamano, or!ulloso de su ami!o ante sus padres y sus t&os, perosore todo muy feli% de que 1usan se huiera dado cuenta dequi2n se trataa y cu)nto lo quer&a. /os /astarria sedespidieron y se ale$aron por la avenida Arequipa, en uscade su carro, estacionado en una transversal. Ellos caminaronen la dirección opuesta, hacia el Ja!uar sport. A Julius loacomodaron en un peque<o espacio entre los dos únicosasientos y, mientras Juan /ucas pon&a el motor en marcha,sintió el ra%o de su madre envolvi2ndole el cuello. Al%ó lacarita y la miró Dqu2 linda era siempre, m)s ahora en quecon una mano en alto se ia prote!iendo los caellos delviento. Juan /ucas volaa, de$ando a todo el mundo atr)s enla avenida, el Ja!uar era un ólido y as&, descuierto, el aire

les !olpeaa la cara haci2ndolos !o%ar hasta cerrar los o$os,mucho m)s con los o$os cerrados, los ar&an y los cerraanpara notar la diferencia, cerrados era delicioso, repitiendo el

$ue!o al!o se ven&a, Julius arió los o$os al sol, cerró los o$os,la vo% de su madre co!i2ndolo del cuello entre el viento, muysimp)tico (umersindo, darlin!, con los o$os muy cerrados!o%ó esperando que lle!ara el eso tami2n con el viento, y laespera de lo cercano, del amor ah& al ladito, hi%o que elmundo entrara en perfección.

Juan /ucas tarareó una canción anunciando la cercan&adel palacio. D;u2 lindo d&a de sol D?asi un d&a de verano DAquitarse esta ropa insoportale Ga estaa viendo una camisapaname<a que lo esperaa col!ada en un closet, para irse al(olf. aa las últimas curvas antes de lle!ar al palacio y ve&asu ra%o cuierto por la tela oscura, se sent&a fuera detemporada, aceleraa m)s todav&a. 1usan de$aa caer lacae%a sore el espaldar del asiento y perd&a la noción detodo menos de su felicidad. El viento $u!uetón se ha&a

llevado le$os los últimos re%a!os de tanta madre de familia alas once de la ma<ana y ella, a!radecida, le ha&a re!aladosus caellos, que se los llevara tami2n@ todo ha&adesaparecido desde que retiró pere%osa el ra%o que envolv&ael cuello de Julius, reposando sore sus homros, donde latela del uniforme era de lana )spera caliente en su piel,insoportale.





tercera y última foto. Esa la tomó Juan /ucas, para que 1usanno lo acusara despu2s de ser malo con la servidumre. /osmiraa por el lente, se masoqueaa con la foto que ia atomar sólo 1usan se salvaa ah&@ Julius estaa paradoco$ud&simo con su velita, ya es hora de que empiece acamiar de vo%, cómo se llamar) el $ardinero ese, las pataschuecas de +ilda, la ru$a lavandera, los mayordomos, no haynada peor que un serrano di!no se ima!inó que era unrevólver y apretó el disparador. 7D/isto8, !ritó, mirando a1usan y llam)ndola para irse, vamos r)pido. +o pudo el poreporque la 1elv)tica ha&a preparado torta en honor a Julius einsist&a en traerla para que comieran todos. 1usan di$o queproar&an una pi%ca, el se<or estaa muy apurado, y se leacercó para ro!arle en in!l2s que tuviera paciencia. /e dieron

su torta y tuvo que proar mientras +ilda, horrorosa a su lado,realmente le estaa entalando conversación@ ueno, notanto a 2l pero s& a la se<ora. Juan /ucas empe%ó aentretenerse admirando lo hipócrita que pod&a lle!ar a ser1usan. ;u2 ien sa&a diri!irles la palara, si hasta lespre!untaa por sus prolemas, qu2 ien sa&a tocar los temasm)s profundos sin sentir asolutamente nada m)s que elcalor que hac&a ah& afuera. 7DAy, mu$er8, eFclamó, quit)ndoseotra ve% el saco y ara%)ndola. Ella lo miró irónica y le se<aló

al!o que se mov&a a su lado@ Juan /ucas volteó y comproóque s& era el $ardinero, 9cómo te llamas, muchacho:, y leestaa ofreciendo un ci!arrillo húmedo, medio deshecho yp2simo, 9usted permite: Huo un instante en que Juan /ucassintió que los campos de !olf no eFist&an, que 2l nunca ha&a

$u!ado y que nunca $u!ar&a !olf@ esperó que la sensación delascensor arrancando le terminara en el estóma!o, y haló yano quer&a m)s torta. /es encendió su ci!arrillo a losmuchachos y les palmeó la espalda a!radeci2ndoles todo@ aArminda le di$o que era la me$or lavandera del mundo, artistala llamó. A ?arlos tami2n ia a decirle al!o, pero se detuvo?arlos no era tan co$udo y se ia a quedar callado, no le ia ase!uir el $ue!o, despu2s de todo siempre los chóferes son m)scriollos. 1usan lo ha&a estado oservando entre irónica yadmirada. 7amos, darlin!8, le di$o, a!radeci2ndole en in!l2sal o&do. 1ólo faltaa Julius que com&a su torta



apresuradamente y que, entre ocado y ocado, hac&a unr)pido eFamen de conciencia para ver si ya ha&a cometidoal!ún pecado todo ha&a camiado tanto desde la i!lesia...7Den Ddarlin!, Llo llamó 1usan desde adentroL@ Dnopuedes quedarte con ese uniforme tan caluroso8 G la vo% de

Juan /ucas 7DApúrate... Den a camiarte...8 ?asi no se leo&a, al!o di$o tami2n de an!elote.

El d&a de la repartición de premios Julius tocó 0ridian loveson! con mucho sentimiento, pero Juan /ucas no fue aescucharlo. Eso que ha&a salido se!undo de su clase. Boytami2n aproó, en el MarKham, aunque con las $ustas. Al quele fue mal fue a 1antia!o mucho Mercedes sport, muchaenamorada, mucho plancito, mucho ar nocturno a laamericana y se lo $alaron@ claro que por un punto y por unprofesor que era un resentido social. /o cierto es que ahoraten&a que darle duro al in!l2s porque se ia a se!uir sua!ronom&a famosa en una universidad de los Estados Unidos./o mandaan antes de tiempo, adem)s, para que pudieraaclimatarse y hacerse al amiente. El pore insist&a enquedarse unas semanas m)s en /ima y disfrutar del veranoen la Herradura o Ancón, pero Juan /ucas lo convenció de queera me$or lle!ar antes y desahuevarse un poco porque si nolos !rin!os se lo comen a uno vivo. #or dinero y esas cosas no

tendr&a que preocuparse@ Juan /ucas le enviar&a su peque<afortuna todos los meses, para que se alquilara undepartamento cerca a la universidad, en caso de que no le!ustar&a vivir en la universidad misma. /e aconse$óconse!uirse r)pido una !rin!uita y andarse con muchocuidado con los e2s y las ideas matrimoniales@ nada decasarse, por ahora, a pasarse sus cuatro o cinco a<osestudiando y prepar)ndose para llevar ien las haciendas. #orsupuesto que Juan /ucas tami2n ha&a hecho vida de

estudiante en los Estados Unidos, lue!o en /ondres y en #ar&sy, cuando se arrancó con sus an2cdotas=recuerdo, 1antia!oquedó convencido de que 2se era eFactamente el !2nero devida que le conven&a. #rometió traa$ar durante lasvacaciones universitarias y Juan /ucas le di$o con tu permiso,y se ca!ó de risa.

1e llevaan muy ien los dos y fue triste verlos



despedirse en el aeropuerto. 1usan ara%ó a ese hi$o tan!rande y tan uen mo%o que ten&a, y le di$o que se cuidara yque escriiera, aunque se!ur&sima de que sólo lo har&a parapedirles m)s dinero. espu2s, al verlo partir, reCeFionó soreel eFtra<o ienestar que sent&a y sonrió al pensar en esasmu$eres que nunca enve$ecen y que a veces tienen hi$osmucho m)s !randes que 1antia!o y les llaman las inmortales@recordó a Marlene ietrich, rió Dqu2 ten&a que ver con todoeso esde la terra%a les hi%o adiós, sonriendo al sentir quelas l)!rimas le asomaan a los o$os, o$al) me vieras, darlin!.Boy estaa a<ado en l)!rimas, se le ia su &dolo. Encamio a Julius se le notaa m)s preocupado que triste, elce<o fruncido y las manos pe!aditas al cuerpo, temlandocontra sus muslos se ia su hermano querido por cuya culpa

otaron a ilma que me tra$o al aeropuerto cuando se fue?inthia...

#or esa %ona aún no se ha&a construido mucho y elnuevo cole!io se destacaa enorme entre los terrenosaandonados. ?on las $ustas lo ha&an podido inau!urar paraese mes de aril. Julius ten&a ocho a<os e in!resaa a se!undo

de primaria, su penúltimo a<o en 0nmaculado ?ora%ón.espu2s no ia a pasar al 1anta Mar&a, como era ló!ico, sinoal MarKham@ tal ve% por lo de los auelos in!leses de sumam), pero sore todo porque ella no toleraa el acentonorteamericano en la di!estión del almuer%o@ al!o pretenciosala declaración de 1usan, pero la verdad, cuando la hi%o, sepuso tan linda y tan na que todos los presentes asintieroncomo si fuera la cosa m)s natural del mundo ni un co!nac lepermit&a resistir el acento norteamericano despu2s delalmuer%o. A Julius casi lo mata de pena@ era pr)cticamenteuna traición romper el curso ló!ico que llevaa de las mon$itasamericanas donde los padres americanos.

#ero aún faltaa mucho para eso. #or ahora, a vivirintensamente el nuevo 0nmaculado ?ora%ón. Ahora s& que sepod&an ca!ar en cualquier otro ni<ito uniformado porque micole!io es m)s !rande que el tuyo. G as&, con esa idea, o con



otra parecida, ian entrando por el portón posterior, frente alcual se estacionaa el ómnius, o por la puerta lateral, dondeel #irata sona$eaa una lata llena de piedrecillas y trataa deenvenenarlos con sus dulces. #usieron alamrada y cipresespara que no se metiera al cole!io, pero 2l introduc&a la manopor los alamres y les pasaa los chocolates envenenados ylos caramelos pla!ados de microios que les ian a causartifoidea. 79Acaso no ven que el homre del o$o parchado tienelas manos sucias y dice palarotas: 9;u2 tendencia al pecadoy a la inmundicia tienen al!unos ni<os: 9Acaso no saen queen el cole!io se venden productos muy limpios, cuyas!anancias son para las misiones:8... ?osas por el estilo lesrepitió la \anahoria desde la primera ma<ana, $ustito antes dedeclararle la !uerra al del ne!ocio rival. El #irata salió

disparado pero re!resó a la hora del recreo. G siempre fuei!ual se ia n!iendo miedo y volv&a sona$eando su lata.Hasta hoy dee estar ah& parado, $unto a la entrada lateral.

(umersindo ;ui<ones ten&a su cochera con espaciosuciente para !uardar hasta dos ómnius, y Morales sucampo de fútol para entrenar me$or que nunca al equipo delcole!io. /os ni<os los encontraron felices y or!ullosos, como sipor n se les huiera otor!ado la importancia que semerec&an. /o malo es que el cole!io nuevo no estaa

completamente terminado y quedaan por ah& uno que otrocostal de cemento, uno que otro mont&culo de escomros, losuciente para que los Arenas que ha&an lle!ado ya astantesucios el primer d&a de cole!io, se pusieran inmundos, comoera su oli!ación, para el resto del a<o. -tro que estaainmundo desde la primera ma<ana era el !ordo Martinto@como ha&a aproado preparatoria, le ha&an re!alado unapluma fuente, que sae ios cómo le ha&a estallado en elolsillo interior del saco y le ha&a manchado toda la camisa.

#ero se!u&a feli%, trepado sore un cerrito de arena,desaando con un palo=espada a cualquiera que pasara porah& cerca, aunque no supiera su nomre. +o ten&a prolemas,se hac&a y se deshac&a de ami!os con la misma facilidad conque ensuciaa de arro las alfomras de su casa y respond&aque cuatro por tres i!ual cien. Ah& estaa sore el cerro dearena, uscando espadachines, cuando el ?astillo, sin que se







ensuciarlo y en destro%arlo todo. e ahora en adelante har&aseveros casti!os para los ni<os malos, para aquellos que seempe<an en arruinar el Camante local. ?asi llora la Madre1uperiora@ ellos se pe!aron la arrepentida del si!lo, losintieron en el alma, se llenaron de propósitos de enmienda,nunca m)s volver&an a !araatear una pared y, cada ve% quecomieran un chocolate, ir&an derechito a arro$ar la platina altarro de asura. /o prometieron, dieron su palara de honor,estaan realmente arrepentidos, pero mientras entonaan elhimno del cole!io para emocionarse m)s todav&a y sentir al0nmaculado ?ora%ón en el alma, el !ordo Martinto le pe!ó unaenvoltura de caramelo pe!a$os&sima en la espalda a uno delos Arenas. G Arenas no alcan%aa ien a sac)rsela, total quese quedó el resto del d&a con el papelito en el saco. A la

ma<ana si!uiente, re!resó con un pe!oste lancu%co que sefue poniendo marrón durante la semana. -l&an ien mal losArenas.

En los recreos se formaan inmensos !rupos de hinchasdel Alian%a /ima y de la U. >ami2n ha&a muchos delMunicipal pero los realmente importantes eran los del Alian%ay los de la U. ?ada !rupo formaa una cadena, en un eFtremodel patio, y avan%aa insultando al otro. /os de la U eranmariquitas, o=<o=<oy y cosas por el estilo, mientras que los del

Alian%a eran ne!rita emona, ne!rito #anam) saluda a tumam) y o=<o=<oy tami2n, por supuesto. 1e estrellaan en elcentro del patio y se daan de alaridos. 1e pod&a ser hinchadel Alian%a, despu2s de todo nin!uno era ne!ro y eso pasaapor ación futol&stica. /o de la U era muy natural, portratarse de un equipo en que $u!aan hasta ruios. Hasta lodel Municipal se aceptaa por ser un equipo conocido de/ima. #ero una ma<ana se acercó ?ano y declaró ale!rementeque era hincha del 1port Boys, un equipo del ?allao. >rató de

or!ani%ar su !rupo y nadie lo si!uió. #or ah& al!uien eFplicóque los del Boys eran chaveteros del puerto, y todos voltearona mirar a ?ano y se dieron cuenta de que ten&a la corata muyvie$a y de que era medio distinto o al!o. El como que no supodefenderse y puso cara de pena, se cortó el pore y al!uiena<adió que en el ?allao ha&a mucho ratero y era peli!roso,en el ?allao es donde matan a toda la !ente. ?ano trató de



defenderse, por lo menos de defender a su equipo, pero lohi%o muy mal. Entonces los hinchas del Alian%a y de la U,tami2n los del Muni, empe%aron a notar que adem)s de lacorata vie$a, medio arru!ada y deste<ida, el uniforme de?ano rillaa y el pantalón corto le quedaa m)s aa$o de larodilla, demasiado lar!o@ y era medio encorvado, o$erosotami2n y muy Caco, y muy p)lido, y se rascaa siempre lacae%a como si tuviera pul!as@ al!uien di$o que ven&a a pie alcole!io y que lo ha&a visto cru%ar un pampón, total que lodescurieron distinto, esa ma<ana. Un d&a le pidió cincuentacores prestados a uno, y todos se miraron porque, adem)s,ha&a eFtendido la mano triste como para limosna y llevaalos pu<os de la camisa deshilachados. Era distinto ?ano y yanunca volvió a decir soy hincha del Boys, halaa cada ve%

menos y se notaa. -tro d&a, uno le di$o ?a<o, en el recreo, ytodos soltaron la carca$ada@ Julius tami2n, le daa risa eso de?a<o con el otro ah& tan Caco y tronchado, pero cuando le viola cara lar!a de triste%a, muy p)lida, pe!ó las manos alcuerpo y se marchó preocupad&simo hacia el otro eFtremo delpatio, de ah& se diri!ió al a<o, lue!o a un corredor y a lacapilla, nuevamente al a<o, siempre uscando ale$arse unratito de la escena ale!re que se descompuso, siempreuscando un lu!ar donde no eFistiera esa pena que ahora

crec&a camiando a remordimiento.El nuevo cole!io ten&a sus claustros con sus arcadas

encerrando un precioso $ard&n, en cuyo centro pronto ian aponer una estatua de la ir!en. En un rincón, a la derecha,estaa la capilla y no muy le$os de ah&, la escalera que llevaaa la parte alta del claustro, donde se hallaa la sala del piano.

Julius su&a tres veces por semana para su clase@ su&atemleque y enamorad&simo en usca de la mon$ita y pasaa,por n, del atardecer anhelante del claustro, al olor

desesperante del piano, ya no pod&a m)s de amor. MadreMary A!nes se ha&a tra&do al cole!io nuevo toditos susfrascos con el perfume de las teclas y lo estaa matando contanto olor maravilloso. Ha&a so<ado con la mon$ita a<andolas teclas con el l&quido antes de empe%ar la clase@ despu2stodav&a se echó una !otita en cada peca y casi la co!einfra!anti porque $ustito terminó cuando 2l ar&a la puerta.



Adem)s, como era 2l quien so<aa, y con tanto amor,realmente la ha&a visto la ha&a sorprendido y se lo dec&anoche tras noche cuando la salvaa de un incendio en lacocina del cole!io o de las !arras de un león porque ese d&a lamon$ita ha&a decidido partir de misionera al Yfrica mala. #orel Yfrica mala se le ia la mente a (umersindo ;ui<ones y deah& a los ne!ros del Alian%a /ima y a ?ano mirando co$udocuando le di$eron ?a<o era ien complicada la vida de Juliuspor las noches. 1u&a la escalera del claustro recordando sussue<os, so<ando con sus recuerdos, los sent&a pero no lesdaa rienda suelta porque ven&a a tocar perfecto su preludiode ?hopin. /a mon$ita lo esperaa sentada pecos&sima frenteal piano, y le sonre&a al verlo entrar hecho polvo entre elamor, los nervios amorosos y el preludio tan serio e

importante de ?hopin. Julius se de$aa adorar un ratito yesperaa que le ro!aran para empe%ar@ ar&a su liro demúsica y $untaa los pies sore los pedales del piano, quea<aden ternura o emoción@ entonces el rosario enorme delcruci$o dorado sonaa delicioso porque ella se mov&a, eracasi un preludio al preludio, y ella se mov&a m)s, alar!andotantito el ra%o para ponerle las manos en la posicióncorrecta, con sus dedos tan uenos que se!uro acaaan dea<arse en a!ua endita, con ellos lo tocaa entre el olor y el

liro de música desaparec&a con todas sus notas seequivocaa el pore, siempre empe%aa equivoc)ndose yella, que era tan uena y tan nerviosa, sent&a otro error m)sen su tarde de profesora, con los o$os uscaa en el techo unrinconcito donde esconder el !emidito@ no lo lle!aa a soltar,volv&a sonriente a su alumno y le dec&a cómo y por qu2 seha&a equivocado, no ten&a importancia, cada ve% tocaame$or, empie%a de nuevo. #ero Julius ya se ha&a distra&doi!noraa la mon$ita que ten&a una piel culpale, esas pecas...

>erminada la lección, la mon$ita le ar&a la puerta y lomiraa ale$arse entre la oscuridad del claustro. Ba$aa laescalera y se diri!&a al patio donde siempre quedaanal!unos, por lo !eneral los Arenas conversando inmundosentre ellos o muy liremente con al!ún $ardinero. iv&an en?horrillos y ven&an a reco!erlos muy tarde, tal ve% por eso lesfaltaa tiempo para a<arse y para que les limpiaran el





dedicaan a adorarlo entre ta%as de t2 y tostadas conmermelada. D1usan se ha&a comprado cada $ue!o de t2D#ara qu2 les cuento enitivamente le dio por las cosasvie$as... G ien reuscadas... Uno por uno se sa&a el nomrede todas las anti!Nedades, lo pronunciaa delicioso adem)s.Un d&a apareció sólita en su Mercedes, trayendo una puertavie$&sima que se ha&a comprado en un convento endemolición. Muerta de miedo se ha&a metido en el auto porlos quintos inernos. Un polic&a la creyó loca, una se<ora as&...#or n lle!ó al lu!ar en que se hallaa la puerta y los orerossoltaron !roser&a y media, la silaron y todo, hasta le di$eronmamacita. #ero 1usan como si nada avan%ó linda con sufalda amarilla y su lusa lanca, de frente hasta encontrar alcapata%. Haló con 2l unos minutos y le compró la puerta

re!alada. 1e!ún el maestro, no serv&a para nada@ para ella, encamio, se trataa de una $oya y la ia a restaurar para sucasa nueva. El capata% llamó a dos oreros para quecolocaran la puerta sore el techo del Mercedes y laamarraran. elices vinieron los muy inmundos, unos die% m)so menos se ofrecieron a car!arle su puerta a mamacita@ claroque a ella le di$eron se<ora y despu2s se chuparon toditoscuando les dio su illete a cada uno.

#or la avenida 1alaverry, ven&a pensando en el serranito

ese tan inteli!ente que restaura todo lo vie$o a las milmaravillas, era un darlin! el homrecito y tan conversador.

Juan /ucas ia a estar encantado con la puerta, siempre leceleraa todo y ya lo ve&a copa en mano cont)ndole a susami!os, dici2ndoles ven!an a admirar la última adquisición demi mu$er, con la anterior realmente !o%ó 7D0nútil peroprecioso8, ha&a eFclamado cuando ella desempaquetó elviol&n rmado por un procer de la independencia. 1usan lle!ófeli% al palacio y mandó llamar a ?elso y aniel, para que

a$aran la puerta que tra&a atada al techo del automóvil. Ellalos ia a diri!ir, era preciso hacerlo con el mayor cuidado@ semor&a de asco de la puerta medio podrida e inmunda peroinsist&a en car!ar un poquito tami2n, d2$eme co!er de aqu&...En 2sas estaa cuando sintió un hincón terrile en el ra%o yvio el alacr)n antes de desmayarse.

Boy y ?arlos partieron como locos en la camioneta



para traer al m2dico. Julius, que se ha&a quedado al pie de1usan, la vio volver en s& r)pidamente, pero le dol&ademasiado el ra%o y los mayordomos tuvieron queacompa<arla a su dormitorio. +ilda apareció a !ritos, dandotoda clase de eFplicaciones sore las picaduras de alacranes,se<ora, 9recuerda cómo era el que le picó: 1usan casi vuelvea desmayarse, no, no recordaa. Entonces +ilda di$o queha&a que actuar r)pido y se ofreció a pe!arle un mordisco enel lu!ar del picotón, tami2n quiso traer una hiera del $ard&nque a ella le calmaa el dolor de muelas. Mientras tanto,?elso ha&a ido a llamar al se<or por tel2fono. Juan /ucasmandó decir que ven&a volando.

?omo la se<ora no se ha&a de$ado morder y se se!u&aque$ando, +ilda consideró que tal ve% la aliviar&a trayendo asu hi$o@ a lo me$or, al verlo, la se<ora se ale!ra y se olvida unpoco de su dolor. /o cierto es que se apareció con la criaturahorrile, dici2ndole cuchi cuchi cuchi saluda a la se<ora. /apore 1usan, con tanta servidumre rode)ndola, m)s lacriatura a punto de errear, se sintió completamenteaandonada, no tardaa en hinch)rsele el ra%o, no tardaaen pon2rsele horrile@ para colmo de males recordó quema<ana ten&a un cóctel y entonces s& ya vio cómo su ra%oempe%aa a crecer morado@ les pidió que se marcharan todos,

ni m)s ni menos que si quisiera que la de$aran morirse sola.#ero en ese instante entraa Boy moviendo los ra%os adiestra y siniestra, como quien se are paso entre lamuchedumre, heroico y violento empu$)ndolos hasta por!usto, casi pisoteando al hi$o de +ilda ven&a con el m2dico asalvar a su madre. El m2dico eFaminó revemente la picaduray pidió un termómetro, ante la mirada de +ilda pensando2stos son unos rateros, si me huieran de$ado morderla no lehar&a pasado nada. Julius apareció termómetro en mano y

Boy se lo arrancó para entre!)rselo al doctor, que acaaade decidirse por las inyecciones. 71e te va a hinchar un poco,1usan, le di$o, pero pierde cuidado que con estas inyeccionesla hincha%ón va a a$ar muy pronto.8 Era el m2dico ami!o dela familia, se le notaa en la corata y en el carra%o que ha&ade$ado estacionado afuera@ uno de esos m2dicos que $am)smencionan, a los que $am)s se les menciona el pa!o de las



visitas, nada de 9cu)nto le deo, doctor: y faltas de ne%a porel estilo@ uno de esos que de repente te pasan un cuentón yque nunca est)n cuando se te muere tu t&a pore, la pore.

Minutos despu2s de la primera inyección lle!ó Juan

/ucas, casi se pod&a decir que vestido para la ocasión, con unacara para la ocasión, en todo caso. 1aludó a su ami!a%om2dico y entró al dormitorio preocupado, aunque en el fondoconvencido de que un alacr)n no se atrever&a $am)s ainterrumpir esa me%cla de ne!ocios eFtraordinarios y de !olf que era su vida, de nin!una manera pod&a ser una picadura!rave@ adem)s, dónde se ha visto que al!uien como 1usanmuera tr)!icamente, Dco$udeces homre, eso pasa entre otra!ente. +uestra vida es feli%, parec&a decirle, mientras laara%aa de$)ndola desaparecer en!reid&sima en su pecho,haci2ndose la del ra%o hinchado para siempre. 7?osa de unpar de d&as8, eFplicó el medica%o, y Juan /ucas a!re!ó urlón71usan y sus puertas.8 Entonces s& ella le ro!ó que le di$era laverdad, que le di$era que estaa horrile toda hinchada y quese ia a divorciar de ese monstruo... 7DJo=$oy DMi envenenadalinda A ver, ?elso, tr)i!ase unas copas...8 /a servidumredesaparec&a sin mayor comentario, uno tras otro iandesapareciendo como si retornaran al cuartel por la noche deun domin!o lire.

Julius se ha&a impresionado astante. eci2n ahora seatrev&a a acercarse a la camota y a romper esa especie dearrera que lo ha&a mantenido distante, si!uiendo toda laescena del dormitorio casi desde la puerta. ;uiso enternecer a1usan, al!o parecido a lo que intentó +ilda trayendo a su hi$o,y se arrancó con la historia de sus clases de piano. >rataa deque ella sintiera la importancia de madre Mary A!nes, la delas pecas, le suena el rosario, que era tan nerviosa, pero lahistoria se le ia complicando cada ve% m)s, se le ia

me%clando con sus sue<os y con lo que quer&a so<ar estanoche, total que era dicil&sima de contar, me$or contarsimplemente que era el me$or alumno de la mon$ita pianista yque estaa aprendiendo un preludio de ?hopin... 7DMuchamon$a, Dmucho ama8, lo interrumpió Juan /ucas, impacienteporque no lle!aan las copas, y 2l pudo ver la sonrisacomentariosa con que el m2dico a!asa$ó la frase cortante@ no



ha&a amiente, se parec&an m)s que sus coratas, losfaricaan por montones contra su vida un nudo en la!ar!anta lo venc&a, feli%mente 1usan lo tra$o hacia su cuerpopara comprenderlo ale!remente, lo prote!ió contra su pechode otra roma 7>u t&o Juan /ucas nunca est) de acuerdoconti!o, darlin!... D-h, Deste ra%o horrile, Juan...8

Al d&a si!uiente vino a visitarla espantada la ema$adorade +icara!ua@ ven&a de la peluquer&a y se confesó horrilemientras esaa a 1usan y le contaa que todas en el (olf seha&an quedado aasourdies con la noticia del picotón y elveneno. 1usan la reciió sonriente pero sufriendo. DHa&a queverla con sus ma<anitas te$idas por unas mon$itas de -viedoEl cutis impecale, ni una !ota de maquilla$e y tan ienconservado@ el pelo ruio, despeinado a la de mentira porqueestaa enferma@ todo oliendo a a!ua de colonia para adornarla ma<ana que se ltraa ale!re por los ventanales. /aema$adora de +icara!ua se sentó al pie de la cama, di$o queel dormitorio era el para&so y le contó a 1usan eFactamentecómo le ha&a picado el alacr)n, el alacr)n eran eran, elalacr)n eran eran, entonó recordando proalemente al!unacanción centroamericana o de por ah&. 1e estuvo horasme%clando historias del (olf con otras de insectos y alacranesen el ?airo y en (uana$ato, porque ha&a via$ado astante la

se<ora. 1usan la escuchaa de memoria y se ia soplandotanto la=lal) con sus palaritas en franc2s intercaladas deve% en cuando, parece que no siempre las usaa en sumomento adem)s. 1usan no ve&a las horas de que semarchara para consultar el diccionario, tres palaritas ten&aque le ha&an sonado raras.

#or la tarde vino Bay ichardson, cuyo hermano losha&a atendido tan ien cuando estuvieron en /ondres. Baylle!ó $usto a la hora del t2 y 1usan tocó el timre para que

?elso suiera trayendo el a%afate y la mesita de los enfermos.Al instante apareció el mayordomo=tesorero con todo lonecesario para que el asunto fuera eFquisito. El pore seachunchaa un poco cada ve% que entraa en el dormitorio dela se<ora, caminaa en punta de pies y parec&a tonto. #eroBay ichardson consideró que era un competent utler ypre!untó si era un indian puro. En se!uida anunció que las







incre&les. Una contó que ha&a curado a un orracho reci2nherido en una pelea, el homre la ha&a querido a!redir ytodo, pero ella nada, tranquilita y valient&sima, le desinfectó laherida y lo curó mientras dos ayudantes se lo su$etaan paraque no se le viniera encima. 1usan, al!o desarre!lada y a$oel efecto de la pastillita verde estimulante, miró al p)rroco ytomó su decisión ella tami2n ir&a a una arriada. 79+o hayuna que quede por el (olf:8, pre!untó, eFplicando en se!uidaque eso le ahorrar&a mucho tiempo y que as& podr&a estarcerca a su esposo. /a se<ora m)s !orda del !rupo 7+osotras=vamos=a=las=arriadas8 le contó que arriadas ha&a por todaspartes, por miseria no se quedar) usted corta, se<ora. 1usanaceptó ir desde la semana próFima.

#or la noche se lo contó a Juan /ucas. Julius saltódiciendo que 2l la acompa<ar&a los s)ados por la tarde, peroel !olsta lo interrumpió mand)ndolo a a<arse y a dormir,mocoso del cuerno. En se!uida le di$o a 1usan que tomara lacosa con calma, ya halar&an, 9qu2 tal si salimos un rato porah&: /e pidió que se pusiera ien ele!ante y se la llevó a ailarhasta las cuatro de la madru!ada. 1e adoraron ailando. Ghalaron.

>remenda convencida deió haerle pe!ado, porque ald&a si!uiente 1usan ya no quer&a ir a nin!una arriada. /asse<oras del comit2 la vieron tan linda, tan na y tanenamorada que le dieron toda la ra%ón del mundo cuando ellales eFplicó que prefer&a no aandonar por las tardes a sumarido. El p)rroco intervino y le di$o que podr&a venir, detarde en tarde, cuando su marido estuviera ocupado, a ayudaren el reparto de los v&veres. >ami2n podr&a encar!arse de un!rupo de familias del hipódromo, ir&a con una asistenta social,estar&a siempre muy ien acompa<ada. Eso le !ustómuch&simo a 1usan, y Juan /ucas no tuvo m)s remedio que

aceptar a re!a<adientes, cuando ella, despein)ndolo yllen)ndolo de caricias, le eFplicó que estar&a muy cerca a casay que en el hipódromo la !ente ten&a que ser menos peli!rosaque en las arriadas. 7Bueno, ueno8, di$o Juan /ucas, y lepidió un co!nac a ?elso, odi)ndolo.

As& empe%ó la vida intensa de 1usan. 1e levantaa muy



temprano para llevar a Julius a misa y para comul!ar ellatami2n. espu2s volv&a y tomaa desayuno con Juan /ucas,ley2ndole el periódico en vo% alta, en realidad le&a casi paraella misma porque eran contadas las noticias que lo!raaninteresarlo al!ún ministro nuevo y ami!o suyo, si Eisenhoercontinuaa $u!ando !olf y las crónicas taurinas provenientesde Espa<a@ las verdaderas noticias se las daan sus auFiliares,conse$eros o ami!os en la ocina. 1usan de$aa pasar losnoticiones, la muerte de al!ún se<orón de /ima, por e$emplo@y es que 2l no toleraa nada desa!radale mientras tomaasu $u!o de naran$a, claro que no lo dec&a porque era muyhomre, pero ella sa&a muy ien que a un homre tanele!ante no se le cuenta que la !ente sufre y se muere. 1inemar!o un d&a trató de contarle de uno de sus pores del

hipódromo@ inmediatamente Juan /ucas le hi%o stop, con lamano, y ella sintió sus dedos n&simos incrustr)ndosele en la!ar!anta. Una l)!rima inesperada resaló, instantes despu2s,por la me$illa de 1usan era el momento para esarle los o$os,pero Juan /ucas tampoco toleraa el amor a las nueve de lama<ana, frente a unas tostadas crocantes, cuya mantequillase derret&a sarosa, no la ha&a visto, adem)s@ sólita lal)!rima cayó toe, en la ho$a del periódico.

Julius no presenció la escena. /le!ó corriendo al comedor

cuando la mano que hi%o stop acaaa de re!resar a su lu!ar,una tostada. Beió su desayuno para salir a escape al cole!io,mientras esa l)!rima se ar&a camino en la repentina einesperada triste%a de 1usan. 1ólo la notó al acercarse paradarle un eso y salir disparado al cole!io. e pronto se ha&aquedado con un saor salado e ineFplicale en los laios,9mami llorando: +i siquiera se daa cuenta de las curvas entrompo que pe!aa Boy, poniendo en peli!ro su vida, la de?arlos y la de 0melda. ?omo todos los d&as, el chofer le ia

diciendo a su hermano última ve% que te de$o el timón, perohoy Julius no lo escuchaa y se!u&a frot)ndose los laios conlos laios, uscando el saor desvanecido de esa l)!rima paracreer del todo que era cierto, mami estaa llorando. /asonrisa enorme y lanca de (umersindo ;ui<ones, parado

$unto al portón, lo convenció de que esa ma<ana la triste%a seha&a quedado en otro lu!ar.





ya qu2 importaa, se!uro est)n comiendo en al!ún restaurantele!ant&simo... de pronto ha&a sentido como que su madrehuiera vuelto a las andadas.

Al d&a si!uiente lo conrmó fue a uscarla a su

dormitorio para ir $untos a misa y se ha&a quedado dormida./o de$ó sin comul!ar. A la hora del almuer%o no estaa, estaa $u!ando !olf con los paname<os. #or n pudo entrevistarsecon ella al anochecer le pidió mil perdones por haerlode$ado plantado, lo llenó de esos y le prometió que al d&asi!uiente no le fallar&a.

?umplió, y a las siete menos cuarto de la ma<ana, yaestaan los dos en el Mercedes, camino de la i!lesia. 1usan lehalaa oste%ando y 2l le respond&a muerto de fr&o sore el

asiento de cuero. Era demasiado temprano para que ella sededicara a la ternura@ en camio Julius via$aa muy despiertoy cuidando cada una de las palaras que le diri!&a a su madre,las esco!&a para que si!nicaran s& mam), la puerta est) iencerrada, y al mismo tiempo fueran las palaras m)s cari<osasdel mundo. ?ualquiera huiese sentido lo mismo al ver a1usan en ese momento. 1e ha&a tomado todo el asunto de lai!lesia como nadie nunca. Ha&a inventado un cierto estilomatinal de ir a misa, al!o muy sencillo, casi se podr&a decirque austero, pero en el fondo delicioso. Boste%aa,acariciando su oste%o con los tres dedos que, minutosdespu2s, ia a introducir en la pila de a!ua endita. ElMercedes se le escapaa hacia un lado y ten&a que aandonarel oste%o para dedicarse r)pidamente al timón@ ello noimped&a sin emar!o que el auto continuara dando tumosporque se ha&a olvidado por completo de camiar a terceravelocidad, nunca lo har&a tampoco, no se decid&a toda suener!&a se le ia en pe!ar la cara al vidrio delantero, como siestuviera interesad&sima en el estado de la pista@ en se!uida

volteaa y descur&a a Julius a su lado, y afuera, en la vereda,en el mismo lu!ar de siempre, a la misma vie$ita de ne!ro queha&a visto siempre, 9cu)ndo:@ soltaa aterrada el acelerador,sin notar los tumos a!ravados del Mercedes, y se entre!aapor completo a un oste%o con la vie$ita al fondo y al!uien

$al)ndole el tiempo de todas las puntas, hasta caerdesarmado en pedacitos de instante que, con !ran esfuer%o y



paciencia, ella lo!raa inte!rar en un precioso rompecae%asdonde se ve&a a una vie$ita caminando todos los d&as a misade siete, por la misma calle, a la misma hora, claro@ ya iarecuperando el tiempo 1usan, hasta volv&a a descurir a

Julius, pero ahora eran los tumos a!ónicos del Mercedes losque le ha&an declarado la !uerra@ la sacud&an, intu&a unacelerador, atallaan, aceleraa y ah& mismo se daa conuna esquina, no es $usto podr&a venir otro auto y tendr&a quefrenar y empe%ar todo de nuevo@ casi se daa por vencidapero en ese instante volv&a a descurir a Julius y ya estaansonando las campanas, tocan a maitines, la torre austera dela i!lesia le encantaa.

+o har&a tolerado un i!lesión oscuro=colonial conmendi!os en la puerta y altares arroco=complicados desdeque pasas la puerta. Un letrero #-H0B0-E1?U#0E+E/#01-E/>EM#/-,a esa hora, la huiera liquidado. #ero ensu parroquia no ha&a mendi!os porque ha&a repartoparroquial or!ani%ado. /o que s& ha&a, pero eso era natural ynecesario, era un chiquito, hi$o de uno de sus pores delhipódromo, esper)ndola todos los d&as para cuidarle el auto.1e llamaa Ma<uco y le dec&a se<orita, mientras le ar&a lapuerta y esperaa que se pusiera su pa<uelo lanco en lacae%a y que se acordara de su nomre y de sonre&rle. #or el

otro lado del auto, Julius cerraa ien su puerta y la apuraaporque ya de&a estar empe%ando la misa.

#onn ponnn ponnn sonaa todo en la i!lesia casi vac&a.Al!uien se trope%aa al entrar en su anca y ponnn, unsacrist)n atrasado cerraa a la carrera una puerta y ponnn.Eran sonidos que ven&an siempre de le$os y la i!lesia parec&am)s !rande todav&a. ?uando o&a ponnn, al fondo, Juliusvolteaa y era siempre la vie$ita de ne!ro lle!ando. /o únicoque sonaa distinto eran los pasos nervioapurad&simos del

se<or Aurelio /ovett, que se diri!&a vehemente hacia laprimera anca, eato chupa cirios le llamaa Juan /ucas.(arraspeaa y ar&a su misal enorme, lleno de estampitas ycintitas de todos colores que se<alaan paso a paso elcalendario eclesi)stico. 1usan le entre!aa su liro de misa a

Julius para que le encontrara la p)!ina, pero despu2s seolvidaa de usarlo y se limitaa a sentirse uen&sima y a



intercamiar miradas muy inteli!entes con 1an Mateo, supreferido entre los doce apóstoles de fr&a piedra que larodeaan austeramente. e rato en rato se escuchaa la vo%en lat&n apurado del padre o la campanita del sacrist)n, y

Julius le hac&a una se<a para que si!uiera la misa como esdeido. Il s& re%aa en su misal de cuiertas de n)car yroche de oro, re!alo de primera comunión de la t&a 1usana,

$unto con los lapiceros de Juan /astarria. Una ma<ana, alvolver de la i!lesia, Juan /ucas lo descurió con su misal en lamano y decidió que entre 2l y ese chico no quedaaasolutamente nada m)s que halar. 1e lo di$o a 1usan,crispado, pero ella sólo atinó a responder darlin!, era muytemprano para prolemas, y pidió el desayuno con $u!o detoron$as en ve% de naran$as. Julius no se enteró del detalle y

continuó usando su misal todos los d&as. Era tan maravillosoestar ah& parado $unto a su mam), en el silencio de la misa desiete, donde aparte de los ponnn ponnn espaciados y delandar de ese se<or tan rico y tan eato, sólo se escuchaa elpaso de al!ún sacerdote que ven&a de re%ar varias horas,desde el ala, en el huerto, $unto a un rosal, y que ahoraatravesaa la i!lesia rumo a la sacrist&a sin que sus %apatoshicieran el menor ruido, casi elevadito sore el suelo, sólo elroce de su sotana, as& deen sonar las alas de los )n!eles

cuando se van al cielo y mami aqu& a mi lado con el pa<uelolanco, se le ha escapado el mechón, qu2 lindo esconde lafrente, ha olvidado reco!erlo porque escucha la misa, la lusalanca sin adornos, no est) pintada, sus o$os $os en el altar,los pores del hipódromo, 9estar) distra&da:, 9en qu2 est)spensando:, est)s en misa mami, 9saes cómo se llama elpadre que acaa de pasar:, 9has escuchado el roce de susotana:, 9sientes:, m&rame ya mam), como ayer, que vuelvaa sentir eso 9lo sientes tú:, sólo aqu& mami, en casa ya no,

Juan /ucas, el t&o Juan /ucas Juan /ucas, mamita no te olvidesde voltear hoy como ayer, 9lo sientes:, dura desde quea$amos la escalera y yo te aro la puerta del !ara$e, cuandolos asientos del Mercedes est)n tan fr&os cada ma<ana,cuando introduces la llave en el contacto y yo estoy a tu ladoy el carro no avan%a y yo te de$o no te di!o el freno de manoni pon tercera la curva la esquina, te hac&as la que tocaas te







encanta esa palara... vareadores. iv&an en cuartuchos queya huieran querido ser como los estalos.

L1usan, perdón, pero yo dir&a que eFa!eras...

LJuan /ucas, amor, tú no saes lo que es eso@ para ti los

únicos pores que eFisten en el mundo son tus caddies del(olf@ y 2sos son unos vivos, darlin!@ esos tienen m)s depalomillas que de pores@ cr2eme, darlin!, sinceramente nosaes lo que dices...

LDBoy DJulius Den!an por ac) un momentoDEscuchen a su madre que est) declarando para el periódico9Hielo para al!uien: 1i!a anotando, $oven... 9Es usteddemócrata cristiano:

L1i!a, se<ora@ por favor, si!a...LEn la parroquia se hac&a un reparto mensual un Kilo dea%úcar, un Kilo de arro%, un Kilo de deos...

L#ara \oilón...

LDJuan Dpara de eer DEst)s fatal esta tarde 9óndehas pasado el d&a: 9#uedo se!uir:... #erdone... es como unni<o... /es daan aceite y al!o, una prenda de vestir...

L7Una prenda de vestir8 perfecta asistenta social...

1i!ue 1usan.L1e<ores, lamento... LD1i!ue 1usan

LA veces les d)amos dinero, pero sólo en caso eFtremoy ha&a que consultar con el p)rroco antes. ?uesta traa$o nodarles dinero porque siempre piden y son tan convincentes enlo que dicen al pedir. #ero, a la lar!a, el p)rroco dee tenerra%ón@ no quiere mendi!os. #or eso es tan a!radale suparroquia nunca hay mendi!os en la puerta y uno puedeentrar tranquila a misa@ no es como en el centro, en la... no,

creo que eso no lo deo decir.LDilo 1usan Denuncia D?ora$e mu$er

LDJuan Darlin! Dya asta... 1e les ayuda a conse!uirtraa$o y a resolver sus prolemas de matrimonio, liti!ios...

L7D/iti!ios8 D#erfecto Mira a Julius se le van a salir loso$os. 7D/iti!ios8



LEs como si no te oyera, darlin!... L+o me mires as&,1usan... L#odemos se!uir otro d&a... LD+o DAhora, $oven. L1&@ ahora, se<or...

Lunciona dos veces por semana un consultorio con dos

m2dicos y una enfermera y varias se<oras que ayudamosdando medicinas, poniendo inyecciones y curando heridas. >odo est) muy ien or!ani%ado con chas m2dicas, records,etc. Hay familias de siete u ocho ni<os... siempre tienen m)shi$os@ a veces hay al!uno anormal y es muy dif&cil encontrarleun lu!ar adecuado en un hospital o en un asilo. (racias a Juan/ucas lo!r2 colocar a uno en el /arco Herrera...

LDMentira Go nunca he colocado a nadie en nin!unaparte.

LDarlin! D#or ios DG para de eer...LD+o me di!as que no ea 2$ame que ea vino. ;ue

puede ser que al!ún d&a quiera eer y no pueda, porque mefalte ale!r&a...

L9+o puedes soportar, amor: D;u2 te cuesta a ti que yoha!a este traa$o en el hipódromo

LD1usan Dmu$er DAyer eran las puertas vie$as,Ddespu2s la misa con el chico este ahora descures que hay

pores en el hipódromo eres francamente Dco=$o=nu=daD1alud 1i!ue si!ue...

L1alud, se<or, si!a, se<ora...

L+o me mires, 1usan... si!ue... no me mires a m&...

L#or cierto que en medio de la promiscuidad en queviven hay violaciones, reyertas, orracheras...

L+o me mires, mu$er...

L... he sido llamada al!unas veces para ponerinyecciones a m)s de las once de la noche y he tenido queentrar dando tumos en las desi!ualdades del terreno, sin vernada, en la mayor oscuridad... +o olvidar2 nunca un hermosoni<o...

L9#epone, se<ora:

L+o@ 2ste se apellidaa 1antos. Ahora que lo veo tan



sano, recuerdo la noche en que deliraa de ere y medianteuna inyección lo!r2 me$orarlo. >al ve% se le salvó la vida.

LD1anta 1usana Dcomo su prima

LD/o que quieras, darlin!. /o que quieras. #ero acepta

que ten!o un estilo de vida distinto al tuyo@ ac2ptalo, Juan/ucas... de una ve% por todas, darlin!. El tuyo no es mi estilode vida, darlin!. >ú y tu Ja!uar inmenso de aqu& al (olf y yaest)s feli%. #ero yo no, darlin!, ac2ptalo...

LBien feli% que se te ve cuando lle!as tú y tu Mercedesinmenso al (olf, deeeerlin!...

L#ues te lo di!o de una ve% puedes pasarle el Mercedesa Boy@ a m& cómprame un Mini=Minor...

LDMini tonter&a es la que me estoy soplando amos...termina de una ve% con tu perorata...

L#rimero termina tú de eer, darlin!... #erdone, se<or@ahora mismo termino esta !ente, contra la opinión !eneralque es otra que la m&a, es de un a!radecimiento eterno por lomenor que uno ha!a por ellos... arlin!,

Julius, no te muerdas las u<as... +o son envidiosos ni mefaltan el respeto. 1ólo hay que saerlos tratar con dul%ura yno de$arles sentir la caridad... la caridad que uno hace porellos. Es necesario saerlos tratar con dul%ura, darles muchocari<o. ?onmi!o han lle!ado a la locura del a!radecimiento ycada ve% que apare%co por ah&...

L9+o le di!o que es santa 1usana:... hasta se aparece... >en!a, 2chele m)s hielo...

L>hey love me, darlin! #erdone, se<or@ pero es ciertoque me quieren. /a asistenta social romea conmi!o y medice que me van a hacer un monumento... G eso que nunca

les llevo dinero. Ellos vienen a la casa por medicinas o parahacerse poner inyecciones. 1iempre son reciidos y socorridosen todo...

LG ensucian la re$a con sus manos...

L1o funny... 1on tan dulces... A veces les pon!oinyecciones y me pre!untan 9cu)nto le deo se<orita:



LG ella no les cora, por eso le van a hacer unmonumento entre las cuadras, rodeado de moscas.

LDarlin! Are e havin! a!ht:

LD1&, 1usan DBoy, anda saca el Ja!uar del !ara$e...

7#A+- ery ry 1herry. 1hipped and Bottled yZilliams and Humert /td. Jere% and /ondon. #roduce of 1pain.8 Juan /ucas acariciaa la otella mientras se lamostraa a Boy y le dec&a que aprendiera a distin!uir. Enese mismo instante apareció ?arlos que ven&a trayendo lasca$as con los haanos. 7#ón!alas $unto a las otellas de

$ere%8, le dec&a Juan /ucas y miraa cómo se ian reuniendolos elementos que lo har&an sentirse en Madrid, esta feria deocture. El $ere% y los haanos formaan un altarcito dedicado

a la corrida de toros, as& puestos, ca$as de puros y otellas de $ere%, m)s el vino tinto como la san!re de los toros hacia elnal de la tarde entre pasodoles que se convertir)n, por lanoche, en !uitarras criollas que van circulando por el mesón,porque estamos en 3W66, se<ores, lo dice la canción, treshisKys m)s y que Dviva octure que es morado Ga est)n en/ima los toreros llenecitos de supersticiones, pero sin temoral!uno a suir en el ?adillac del empresario, este hi$o de putaque todav&a no se decide a contratar al Brice<o, eso que este

a<o ha enloquecido al púlico espa<ol y ya es hora de que sele vea en /ima. El (itano se ha de$ado foto!raar en la?-#A? mostrando su talita, 2sa que lleva siempre cuandovia$a porque en los superconstellations no hay nada demadera y 2l tiene que tocar siempre. G Juan /ucas no ve lahora de que a$e 1usan@ la espera frente a las otellas de

$ere% para las invitaciones de estas semanas, y siente todav&aen su cuerpo el placer de horas en la ducha fr&a, cuando ela!ua resalaa fresca por sus homros ronceados y siemprefuertes, preparando su piel para esas camisas de villela, de lasreci2n lle!adas de /ondres, para el pa<uelo de seda que ahoraperfecciona en su cuello, que ya al!uien un d&a encontrósensual, a las tres de la ma<ana, en un mesón precisamente.Escucha unos pasos en la escalera y es 1usan que a$a linda,para acompa<arlo encantadora hasta que termine la feria deocture. 1usan, como el $ere%, es ruia y acionada y hala de





$arana. 7amos, Julius@ apúrate Boy8, dice 1usan y pre!untacu)ntas otellas de $ere% hay en total, mientras lee en una deellas lo de Jere% and /ondon y siente al!o familiar, como elresumen de su san!re.

Juan /ucas, reci2n lle!ado a la i!lesia, parece el león enla $aula del chimpanc2. e$a pasar a los ni<os y a 1usan yocupa su lu!ar en la anca. +o se sar) lo que piensa pero yase va recuperando, ya va adoptando una postura denitivapara cada domin!o en misa, no es que las usque, le vienental ve% de sus haciendas, desde atr)s, no las inventa en todocaso. #orque ahora viene, ahora acompa<a a 1usan losdomin!os a misa, una que sea tardecito eso s&, y el p)rroco veel asunto con muy uenos o$os ya va triunfando la ondad dela se<ora. Juan /ucas escucha un murmullo a su lado, voltea ydescure que 1usan est) re%ando. /a misa ha empe%ado yhay un padre que se pasea entre las dos hileras de ancas yva repartiendo liros con cantos@ le entre!a uno a Juan /ucasmir)ndolo como si le acaara de dar el secreto de susalvación, y 2l no le a!radece porque en la i!lesia no sea!radece y porque adem)s ahora qu2 dialos se va a hacer 2lcon ese liro forrado como los cuadernos de Julius. 1e lo pasaa Julius, pero Julius ya tiene uno@ se lo pasa a Boy, peroBoy le dice que ya tiene@ 7>oma, 1usan8, y ella le muestra

el suyo. Entonces lo pone sore la anca y trata de olvidarsede que es para 2l. Mira los pu<os de su camisa de villela yquiere eer un !in and tonic. 71e<or8, murmura al!uien queno estaa a su lado hace un instante y es Arminda, lalavandera, or!ullos&sima de estar $unto al se<or, entre lafamilia. Juan /ucas le entre!a el liro, pero ella tami2n yatiene uno. 7?antemos Ldice el padre que repart&a los lirosL@cantemos p)!ina veintisiete.8 G empie%a a cantar, medioentonado se va paseando, avan%a y retrocede pasando $unto a

todas las ancas y anima a todos para que canten, m)s alto,m)s alto, por favor@ y Juan /ucas siente a su lado el chirrido, lavo% espantosa de Arminda cantando a !ritos, sin preocuparsedel rid&culo, y tami2n al!o maravilloso a su otro costado lavo% de 1usan, despacito eso s& y linda, como si creyera queios realmente la estaa escuchando. 7Mi adorale hipócrita,pensó ha decidido ser tami2n piadosa y lo lo!rar) de tanto



parecerlo.8 #ero en ese momento al!o lo tocaa en el ra%o,era Arminda 7Es en la p)!ina veintisiete, se<or, cante.8eco!ió el liro para hacerse el que uscaa la p)!ina yencontrarla cuando ya huieran terminado de cantar, pero eneso el padrecito cantor lle!ó hasta su anca, no $oda padre, ysonriendo con amor a la humanidad y porque lo ha&antorturado en ?hina, as& contaa Julius, di$o Dcantemos todos ycon los ra%os en alto, movi2ndolos como director deorquesta, fue or!ani%ando el asunto y haci2ndolos cantar atodos menos a Juan /ucas que sólo ten&a !anas de !ritar Dole

#ero el padrecito cantor que pon&a los laios redondoscomo su tonsura y amaa cantando, no perdió la esperan%ade conse!uir al!o ueno de ese se<or. 1e acercó nuevamentea la anca, esta ve% por el lado de Julius, y le hi%o una se<al a

Juan /ucas, que en el fondo se!uro que no era tan malo.7en!a conmi!o, se<or Lle di$oL nos ayudar) usted connuestra colecta dominical.8 Juan /ucas huiera querido decirlepaso, padre, como con las copas, pero ya 1usan, Boy y

Julius, entre sorprendidos y encantados o urlones se pe!aanal asiento y le de$aan espacio lire para salir. G el curitacantor pon&a la oca como su tonsura y le sonre&a a!radecido,indic)ndole que lo si!uiera hasta la mesita en que se hallaala canasta para lo de las limosnas. Ah& le eFplicó que de&a

empe%ar por la primera anca, se!uir una por una hasta lle!ara la del fondo, y volver por el otro lado de la misma hilera,hasta lle!ar a la primera anca nuevamente@ ense!uida ten&aque arrodillarse frente al altar y atacar de la misma manera lahilera i%quierda, siempre por amos lados porque eran ancasmuy lar!as, y el ra%o sólo lle!aa hasta la mitad. 71&,doctor8, le respondió Juan /ucas al padrecito de los cantos,recordando, sae ios cómo, a un ne!ro criolla%o que ha&aescuchado conversar con un padre y que soltaa los cara$os

como si nada, lue!o dec&a perdone, doctor, y el pore cura sepon&a verde. #ero este curita ni se inmutó@ tal ve% le !ustaaque supieran que era doctor en >eolo!&a, adem)s el se<or eraele!ante y varonil y le quedaa ien decir doctor y no padrecomo todo el mundo. A Juan /ucas se le ocurrió que lapróFima ve% que estuviera $unto a un padre, y Julius presente,le dir&a tami2n doctor, sólo para fre!ar al mocoso ese, que



se!uro no sa&a por qu2 eran doctores los curas y que ahoradee andar pensando que me estoy convirtiendo en un eatochupa cirios. 7Iste es el momento8, le di$o el curita cantor, y

Juan /ucas avan%ó hasta la primera anca de la hileraderecha, y tosió para que supieran que estaa ah& y que ha&aque empe%ar a echar moneditas. En las primeras ancasha&a un montón de !ente conocida, homres de ne!ocioscon pa<uelos de seda al cuello o con ternos perfectos demedia estación y que entre!aan illetes nuevecitos comoquien no quiere la cosa. -tros no sólo daan su illete, sinoque adem)s eran uenos padres de familia y cuidaan quesus hi$os y esposas tuvieran tami2n al!o que dar y ien a lamano antes de que Juan /ucas se acercara. G cuando seacercaa, esos se<ores de las primera las, que insist&an en

venir a misa, a pesar de que el curita ese medio pesado, elque se nos prende, sale feli% todos los a<os, sae ios qu2domin!o, a decirnos que es m)s dif&cil que lle!uemos al cieloque un camello pase por el hueco de una a!u$a@ uno quisieratomar nota y no venir ese domin!o, al a<o si!uiente, pero loque pasa es que sore la marcha nos olvidamos. ?uando Juan/ucas se acercaa, los se<orones le sonre&an urlonamentecomo si le di$eran ya ca&ste tú tami2n !olsta, o as& me!ustar&a verte en un directorio, o 9has saido Juan si se

deciden a invertir los #ratolini:, y lo saludaan y sus esposaslo admiraan odiando a 1usan o eran ami!as de ella. Il se!u&aavan%ando@ ya m)s atr)s ve&a a uno que otro que pod&aconocer, al!ún empleado suyo tal ve%, entre!ando su me$orillete y eFplic)ndole a su mu$er... mientras una de sus hi$asdescur&a que se parec&a al esposo de ya no me acuerdo cu)lprincesa que vi en #ar&s Match y sent&a en el alma que supadre no fuera tan rico ni tan uenmo%o. #or el fondo, ?arlosle entre!ó al!unas monedas y un montón de cholas, quese!uro eran las que m)s cantaan y horrile adem)s, lefueron entre!ando moneditas inmundas, feli%mente lascolocaan de frente en la canasta, sin ro%ar siquiera la villelade su camisa. Una tuvo que de$ar al e2 en el asiento, paraarir un atadito inmundo reci2n sacado del olsillo, unpa<uelo, 9qu2 mierda hace:, mira de donde saca la plata2sta... 7(racias, !racias8, ia diciendo Juan /ucas, un poco a



la carrera porque el e2 ya empe%aa a !ritar y a pedir quelo car!aran de nuevo y su mam) no terminaa todav&a deanudar el atadito, el pa<uelo asqueroso. Ahora ten&a quevolver hacia la primera anca por el otro lado@ todo se!u&ai!ual por all) atr)s huo tres m)s con atadito y el padrecitocantor di$o cantemos p)!ina treinta y tres, y de entre 2stasera que sal&an los chirridos de cantemos al amor de losamores, cantos as& son los que entonan pues las cocineras enla cocina cuando uno va por hielo para una copa y escuchaal!o espantoso que sale de adentro, son las cocineras,aunque +ilda no, 2sa es evan!elista, se!ún cuenta Julius... 7Gavamos lle!ando a #2n$amo8, se dec&a Juan /ucas, mientras seia acercando a las primeras ancas y la canasta pesaaporque all) al fondo le ha&an echado pura monedita sucia.

/as caras volv&an a serle familiares y 2l lle!aa frente al altar,hac&a su !enuCeFión sin tocar para nada el suelo que deeestar inmundo, y empe%aa con el asunto en la hilera de lai%quierda donde tami2n ha&a varios de los del camello y laa!u$a. Ah& estaan los suyos tami2n linda 1usan pidi2ndoledesesperadamente dinero a Julius, que sólo ten&a lo suyo, ylue!o a Boy que se!uro se lo estaa prestando y nada m)s,pero no era suciente, Boy please, por favor que ya seacerca Juan /ucas, y Arminda entre!)ndole un illete

inmundo, por n todos felices porque lle!aa Juan /ucas ytodos pod&an darle al!o@ 2l, en camio, con cara de tranca porestar ah& con la canastita, Dqu2 es esto despu2s de todo1usan, que no me $odan, oye, Dúltima ve%, ah@ y ellasac)ndole la puntita escondida de la len!ua, y Boyrespetuoso en el aspecto pero 2l nunca lo har&a y Juliuscontento y sorprendido.

El padrecito cantor se acercaa cantando y haciendocantar a todo el mundo en las ancas y Juan /ucas, delante de

2l, introdu$o el illete m)s !rande en la canasta, huieraquerido met2rselo en la oca al padrecito que lo miraaa!radecido y se!u&a con su música y amando a los eles ricosy pores. >res chicas le sonrieron a Juan /ucas y 2l lesrespondió con una miradota que las atravesó y las de$óllenecitas de esperan%as para el domin!o próFimo, en lamisma misa, es un churro, mu$er. Un socio del (olf le pre!untó





/a puerta del ascensor se arió en el cuarto piso@ hastaah& lle!aan las !uitarras Camencas que un estereofónicoperfecto les permitir&a apreciar en todo su apo!eo, no ienentraran al departamento del !ordo /uis Mart&n. Unmayordomo los esperaa para hacerlos pasar, y ahora s& ya seescuchaan todas esas voces ien varoniles, todos esosacentos espa<oles, todas esas eFpresiones tipo co$ones o meca!o en veinte, que homres de mundo ha&an aprendido enc&rculos taurinos espa<oles y que hoy, en /ima, pronunciaansin temor a que pareciera falso porque eran en el fondo comotransfusiones de una san!re nueva que sus io!raf&as lesha&an eFi!ido con el transcurso de los a<os. 1e ara%aan yse daan palma%os sonoros en la espalda, conforme ianlle!ando. /uis Mart&n omero !ritó Dhomre cien a<os, al ver

a Juan /ucas, y avan%ó hacia 2l para unirse en fraternal yvaronil ara%ote. espu2s esó a 1usan y le di$o que !ordo yfeo como era, nunca perder&a las esperan%as de ser amadopor ella. 1usan, linda, le dio un eso, se co!ió de su ra%o y ledi$o que no ien renunciara al puro ese horroroso que llevaasiempre col!ando del laio, ella vendr&a corriendo donde 2l.7DEl puro nunca8, !ritó el !ordo y fue carca$ada !eneral yal!uien suió el volumen y la haitación empe%ó a virar conlas !uitarras Camencas, mientras el !ordo, puro en oca,

re!resaa al ar para preparar otra tanda de pisco=sauers,con su fórmula m)!ica, secreto que se llevar&a a la tuma,salvo que 1usan se lo pida... +ueva carca$ada !eneralmientras 1usan y Juan /ucas saludaan a m)s !ente y lahaitación se ia llenando. Ga no tardaan en aparecer lospicantes criollos de la ne!ra ?oncepción de los eyes, setentaa<os metida en una cocina de Malamito y que un espa<ol,yo, /uis Mart&n omero, he descuierto y he convencido paraque a!rande el ne!ocio, pon!a restaurant decente y paraturistas que se vuelven locos con nuestra comida, Dviva ladole nacionalidad, Dy que ya no tardan ustedes ensaorear... Ella misma ha&a venido, la ha&an tra&do en taFi yno sa&a ien dónde estaa metida la pore, hasta que lepusieron todos sus in!redientes sore una mesa en la cocina,ah& mismo se reamientó la ne!ra veterana y empe%ó... cualverdadera artista, mis queridos ami!os, a preparar... 9G ese



pisco !ordo: 9?u)ndo viene: 7DAqu& est) ya entre mis manosLrespondió omeroL. DMis veinte a<os en el #erú mepermiten ase!urarles que no lo hay i!ual8 G at&a como locoa<)ndose en sudor dale que te dale, atidora en manoporque odiaa lo el2ctrico y le !ustaa sentirse arman

$u!ando a las maracas, suenan tro%os de hielo en la atidorade plata y el !ordo entendido y epicúreo se sientetransportado a las Bahamas.

#ero un instante solamente. #orque las !uitarrasCamencas, las voces de los cantaores elmente reproducidaspor el estereofónico y los aches que adornan ar, livin!,dormitorio y escritorio, aches hasta de esa corrida que teperdiste, llaman al !ordo omero a la a!radale realidad delmomento, y es entonces que are la atidora de plata, laenvuelve en secadores lancos, la en!r&e entre sus manosrosadas como a un e2 en pa<ales y, or!ulloso, va de$andocaer el l&quido lancu%co y espumoso en las copas de cóctel yanuncia feli% que ah& va otra tanda de pisco=sauers. 7D1usanDJuan /ucas L!rita entre !uitarras CamencasL Dprueeneste n2ctar de los dioses8, y 2l mismo se los alcan%a, 2lmismo les entre!a copas frescas para los dedos, para loslaios. Ellos pruean y hala!an, cada uno a su manera 1usan,linda, reco!i2ndose el mechón de pelo ca&do a tiempo para la

lle!ada del !ordo, mira por la ventana entre distra&da yenamorada, vislumra esa %ona de /ima que se diu$a antesus o$os, vuelve el rostro y recie la copa sonriente@ pruea,se le viene el mechón a la cara, por n dice 7elicioso,darlin!, delicioso8, y le esa amas me$illas y el !ordo reciefeli% su premio, !ira lue!o con la copa de Juan /ucas en lamano y parte a uscarlo. Atraviesa el livin! feste$ado,admirado, lleno de ami!os en su vida, va feli% el !ordo, que esrosado y culón y tetón, pero es octure y 2l ya lleva sus

lanqu&simas !uayaeras paname<as, ya adquirió su aspectocaracter&stico, el que sus ami!otes !ustan en 2l, y no porquees !ordo es co$udo, o afeminado o marica, el !ordo !rita suvoluntad en ruedas de ami!os y es mandón y susen!reimientos de !ordo temperamental pero el lo han hechoestimado por homres de voces varoniles que lo invitan y lollevan y 2l les prepara esos pisco=sauers, sin perder nunca ese



r&tmico andar, esos pon=pon pon=pon criollos y acompasados@el !ordo parece que co!iera ese ritmo de varonil !ordura y decara$o a Cor de oca, parece que lo co!iera tras de lar!os yocultos esfuer%os matinales. G lue!o, una ve% co!ido, una ve%lo!rado el equilirio para que nada en su !ordura rosada sederrame, o sea simplemente eFcesivo o afeminado, una ve%lo!rado el pon=pon pon=pon criollo en el andar, sale a lascalles en usca del ?af2 frente al periódico donde encuentrapor primera ve% en el d&a a los ami!os@ en se!uida sue unrato a la redacción del periódico y m)s tarde, hacia elmediod&a, usca en ares italianos en esquinas de $ironescentrales de la ciudad, a !randa%os como Juan /ucas,ami!otes suyos, y con ellos se entre!a a las delicias de losaperitivos y las empanaditas de carne o las caldúas y las

chilenas, que son las me$ores.espu2s almuer%a el !ordo donde al!uien o en

restaurant cuya calidad 2l siempre ha descuierto, y vuelve asu departamento para una lar!a siesta interrumpida pordespertares en los que lee un cuarto de hora, se vuelve adormir, se vuelve a despertar, as& hasta que ya va respirandome$or, ya va di!iriendo lo hasta el momento comido, y saleotra ve% nuevecito al centro de la ciudad, donde m)s ami!os ynuevas copas lo esperan, copas que muchas noches se

prolon!ar)n en cantinas donde en tu vida has proado unchicharrón me$or, cantinas en la ictoria o en Ba$o el #uente,pero no importa ni es peli!roso porque el !ordo es conocido,por ah& tiene sus puertas donde toca y le aren, y adem)sporque su andar acompasado y criollo y su !ordura aceptadacomo parte de nuestro acervo, le permiten transitar poravenidas y calles prohiidas al no, sin que nadie, nunca

$am)s, le haya silado ho$ita de t2, o !ritado Dloca, connerviosa entonación.

LDEstupendo LeFclamó Juan /ucas, al proar su piscoL@ lo!ró usted la fórmula correcta, mi querido profesor.

LDGa vuelvo con otra... DGa vuelvo con otra...

0a diciendo el !ordo, mientras repart&a entre los dem)sinvitados las copas que aún le quedaan en el peque<oa%afate de plata. Ga se escuchaa discutir de toros. 1usan,



rodeada de ami!as o de !ente que acaaa de conocer,eFplicaa m)s o menos cómo ia a ser su casa nueva pero seaurr&a lastimosamente cada ve% que comproaa que Juan/ucas no estaa a su lado. En ese instante apareció el !ordoomero, que ha&a entrado unos minutos en la cocina,trayendo ara%ada contra su impecale !uayaera lanca a lane!ra ?oncepción de los eyes, para que la vieran, laadmiraran y la aplaudieran. 7DA ver ?arlos, ponte unos valsescriollos Lle !ritó a uno de sus invitadosL@ Dhay que darleamiente a lo que se viene DG aqu& est) la artista de lo que seviene8 ?oncepción de los eyes, 9qu2 ver&a: 1e limitaa asonre&r vie$&sima y como si no captara ese súito entusiasmoque un universo de amos manifestaa por ella. 9/o captaa:9- simplemente se sent&a tocada, re&da y aplaudida por seres

incre&les y sore todo muy variales: /uis Mart&n se cansó dehala!arla, huo Doles y todo, y !uardó a su $oya en!re&danuevamente en la cocina, para que se ocupara de esa ocopamaravillosa. G r)pido porque ya se va haciendo tarde y 2ltiene que estar ien uicado en su lu!ar privile!iado deperiodista taurino para dictar c)tedra, para sentenciar cadamovimiento, cada actitud de los toreros.

Media hora m)s tarde, 1usan se estaa muriendo contanto a$& y Juan /ucas la llamaa mi !rin!a valiente y le daa

pan, eFplic)ndole que era m)s efectivo que el a!ua o el vino./os invitados terminaan sus platos y ped&an caf2s y co<acsantes de partir. En el estereofónico sonaan nuevamentediscos de Camenco y al!uien que era muy entendido estaaeFplicando por qu2 ese cantaor era el me$or del momento,cuando de pronto 1usan, que ha&a tomado tres pisco=sauersantes del almuer%o y lue!o mucho vino, eFclamó que esemuchacho era un Ddarlin!... 79#ero tú cómo saes:... tú no loconoces8, la interrumpió urlón Juan /ucas, queri2ndola

mucho y con siete de los piscos del !ordo adentro. Al!uienlle!aa mientras ella aver!on%ada y linda, se escond&a en sucamisa de villela y lo esaa ah& donde se ha&a afeitado concremas Gardley y la piel estaa colorada por la euforia y eramasculina hasta el amor.

7D(ar!a$o /ópe% del #erú8, le !ritó el !ordo omero a unhomrecito peque<o, medio deforme y horrile que lle!aa en



ese momento con un terno vie$o y el cuello de la camisa sucio.1e dec&an las verdades as&, rutalmente entre ami!os, era elestilo, y (ar!a$o nervios&simo empe%ó a saludar a todos y di$oque ven&a ya almor%ado, que ha&a tenido que cumplir conuna comadre que ten&a. Era periodista y hail&simo y, a pesarde su monstruosidad, que las !uitarras Camencas, el vino ylos co<acs, el amiente y la elle%a de al!unas mu$eresaumentaan en eFtremo, (ar!a$o era querido por muchos delos homres que ahora lo ara%aan y le !ritaan que paraesta feria de octure se ha&a puesto m)s feo que nunca,mientras 2l le ia dando la espalda a tanta mu$er que noconoc&a y uscaa la inte!ración entre sus conocidos, antesde que una mirada de asco lo mar!inara para siempre. G ledaan de eer a (ar!a$o@ le daan de eer para que

empe%ara con sus salidas terriles, con sus maldicionesincre&les y sus romas nas y a!udas que a lo lar!o de a<osde encuentros en ares de la ciudad lo ha&an idoidenticando en esa rueda de ami!os a pesar de sumonstruosidad e inmundicia. 79#or qu2:8, se pre!untaa1usan, al ver que hasta Juan /ucas se ha&a diri!ido al !rupoen que reinaa la fealdad de ese homre, y ahora, copa deco<ac en mano y puro en oca, escuchaa los comentarios de(ar!a$o, las atidas que le pe!aa al !ordo omero, las

eFplicaciones que daa sore el cuerpo del !ordo, la única ve%que lo descurió, muerto de sed y calor, escriiendo unart&culo taurino sentado calato sore una silla de pa$a en laterra%a de su departamento. 1usan no pudo m)s y se acercó aver cómo era eso@ Juan /ucas le presentó a (ar!a$o con esemismo apelativo y ella le dio la mano, sintió ese estropa$ohúmedo que era la de 2l, adem)s no le miraa los o$os. Ah& sequedó parada, en medio del !rupo, escuchando las romas ydescripciones de ese !racios&simo monstruo@ tami2n ellaempe%ó a re&r a carca$adas, a !o%ar a la par que todo el !rupoy en su af)n de !ustar de todo lo que Juan /ucas !ustaa,lle!ó al eFtremo de decirle darlin!, a ver si sent&a al!o por 2l ylo salvaa@ tres veces casi se!uidas le di$o darlin!, pero nadase!u&a siendo horrile el tal (ar!a$o, hasta que 2l mismo,hipersensile, captó el asunto, se sintió aominale yaominado, a$ó la mirada para toda la tarde y quedó, al



callarse, sólo sucio y deforme.

7DHay que tener un paladar lampi<o para no apreciar laocopa de mi ne!ra8, !ritaa el !ordo omero mientras sal&anapresuradamente hacia sus automóviles. ?arlos, Boy y

Julius esperaan hac&a rato en el Mercedes. Juan /ucas mandóa Boy al asiento trasero y se instaló $unto al chófer paradiri!irlo por los caminos m)s cortos y de menor tr)co. 1usanse sentó atr)s. 0nmediatamente arió su cartera, sacó unespe$o y !ritó que estaa horrile y que por favor la llevaranun ratito a la casa para arre!larse, pero Juan /ucas la mandócort2smente a la mierda, porque ya no quedaa tiempo, ycuando ella ia a protestar le puso su relo$ en las narices.1usan se arrepintió de haer eido tanto y empe%ó a so<arcon una ?oca=?ola ien heladita en cuanto lle!ara al tendido.

Juan /ucas ha&a oli!ado a ?arlos a pasarse tres luces ro$as yya se ia por la cuarta, pero se les atravesó una la de carrosy tuvo que frenar de !olpe. 7DMe ca!o en veinte8, !ritó, sinhacer caso al!uno de la andanada de mentadas de madre queestaa reciiendo. El Mercedes corr&a minutos despu2s por laavenida Aancay. #rimera ve% que Julius se internaa porarrios anti!uos de la !ran /ima, era puro o$os con todo. A sulado, 1usan se pon&a sus !afas de sol y oscurec&a el asuntoporque le daa Co$era acordarse de la pore%a despu2s de un

almuer%o tan pesado y con tanto vino y sore todo antes de lacorrida. 7+os ha tocado lindo d&a8, comentaa Juan /ucas, almismo tiempo que le ia se<alando a ?arlos todos losrecovecos por donde pod&a meterse para !anarle uncent&metro al carro de al lado. 7a a ser un l&o estacionar,a<ad&a usted ac2rquese lo m)s que pueda a la #la%a@ ya leindicar2 yo en qu2 tendido estamos para que nos espere all& ala salida@ procure no estacionar muy cerca para que le seaf)cil salir despu2s.8 El pore ?arlos no quitaa los o$os del

carro que ten&a adelante, el se<or lo ia a hacer estrellarsecon su vehemencia. As& el Mercedes ia lle!ando a Ba$o el#uente y el pore ?arlos esquivando !ente que lo toreaapara atravesar la pista o sólo por $oder, y otros que nolo!raan pasar y soltaan tremendas mentadas de madre quese ltraan por las ventanas del Mercedes, me%cladas con elhumo que desped&an las carretas de las vivanderas. Una



me%colan%a incre&le de !ente de todas las edades y colores,una especie de s)lvese quien pueda avan%aa hacia la pla%a y

Julius miraa espantado, sacando la cae%a ore$ona por laventana, súitamente ocult)ndola porque un ne!rito dequince a<os introduc&a la cara con la ema casi hasta dondeestaa 1usan y hac&a reventar dentro del Mercedes el !loode su chicle, o porque un manco introduc&a el mu<ón en cuyoeFtremo llevaa prendidos los illetes de la loter&a y lesanunciaa millones que ya ten&an para ma<ana por lama<ana. 1usan compadeció a uno que se ha&a en!anchadocon el auto de adelante 7Dhuy, mientras los desen!anchanse!uro que no lle!an al paseo8. 7+o si si!uen discutiendo as&,le ase!uró Juan /ucas oservando a los chóferes de los carrosen!anchados reci2n est)n en los cara$eos.8 Boy que nunca

dec&a lisuras delante de #e!!y, la canadiense, andaa mediodesconcertado con todas las que Juan /ucas pronunciaa estatarde delante de su mam). Julius tami2n estaadesconcertado y pensando que era pecado, adem)s, perom)s lo atra&a el espect)culo de locura que rodeaa la #la%a deAcho, ese domin!o de sol@ andaa un poco asustado el pore,y 1usan deió notarlo desde sus anteo$os de sol y sunecesidad de ?oca?ola helada, porque lo ara%ó y !ritó, a$itono m)s al o&do 7DA la #la%a de Acho, caracho8, y fueron

cómplices por un momento. Juntos se entre!aron alespect)culo eFterior a la pla%a a los infaltales marinerosnorteamericanos o franceses que lle!an orrachos en uscade entradas para ver a Manolete o al ?ordo2s@ a las hordasde inmundos palomillas que los persi!uen !rit)ndoles mister ypidi2ndoles cualquier cosa o tratando de venderles al!o o deroarles la cartera@ a los muchachos que lle!an con sus noviassanisidrinas o miraCorinas, prote!i2ndolas con el cuerpo paraque nin!ún cholo de mierda les vaya a meter mano yfumando al mismo tiempo un puro que los est) mareando y almismo tiempo uscando el tendido con los illetes en la manoy saludando a un compa<ero de facultad que lle!a con otrachica ien onita y lieral porque viene a sol, se atreve ytodo, no es una co$udita de somra, lo ser) en cuanto me!radúe, !ane dinero y pueda pa!ar somra y hastacontraarrera de somra porque triunfar2 en la vida. >odos



nosotros triunfamos en la vida, Dno ser) una co$udita desomra sino mi esposa y ten!o derecho a llevarla donde meda la !ana, para al!o soy yo. (ente i!ualita a Juan /ucastami2n lle!a dici2ndole a su chófer que se acerque lo quem)s pueda a la pla%a y que despu2s usque dónde estacionarel auto. G los chóferes sudan y avan%an como ?arlos ahorahasta que un polic&a les !rita Dalto, Dasta ah&, Dp2!uese a suderecha

G a tocar pito como loco y a desviar a todo el mundoporque ya se acerca el 1e<or #residente de la epúlica y sucomitiva en carros ne!ros superlar!os donde el sol rilla hastace!ar a !ente del puelo que pone su carota en la ventanilla yve al #residente de cerca y esta noche se va a emorracharen una cantina y en al!ún momento va a llorar. Diva el #erúcara$o DEn las olimpiadas del treinta y seis no nos de$aroncampeonar en fútol porque 2ramos ne!ros Diva /oloern)nde% cara$o DG Man!uera illanueva Diva el #erúcara$o El presidente los saluda con la mano, sonr&e a lascarotas que empa<an una tras otra la ventanilla con el vahode su respiración y ensucian la carrocer&a ne!ra del ?adillacsuperlar!o con sus manos sudorosas e inmundas@ es !enteque no entrar) a la corrida, sólo al!unos se %ampar)n, !enteque a veces revende los oletos, que esperar) uscando al!o

que a al!uien se le haya ca&do hasta que vuelva a aparecer el#residente, poco antes del n de la corrida, para saludarlo, sino me empu$an, una ve% m)s y lue!o correr a decirle a unocomo Juan /ucas, aunque ellos distin!uen m)s por el carro,Dyo se lo cuid2, se<or, Dyo se lo cuid2, se<or, hasta el n,hasta que empiece a oscurecer y ya sólo queden papeles ycolillas alrededor de la #la%a, que es cuando empie%an aeerse las propinas.

Un %amo con !orrita ro$a para el amiente condu$o a

1usan, Juan /ucas, Boy y Julius hasta sus asientos y lespuso las almohadillas sore sus numerados de somra ycontraarrera. Una araridad de !ente saludó a 1usanmientras descend&a la escalera hasta su asiento pero ha&amucho sol y ella no distin!u&a ien y quer&a tanto su ?oca=?ola helada. /inda estaa 1usan, y desesperada por saerqui2nes eran los toreros que ha&an venido. Juan /ucas







Julius empie%a a interesarse m)s por el toro ne!ro y triste queacaa de salir que por los toreros@ mientras la millonaria yhuachafa #epita om)n lle!a tarde con su novio, un calatoin!l2s distin!uido, para que todos la vean@ mientras lle!a untorero=se<orito peruano y su amante norteamericanainteresada por la esta@ mientras muchos lar!an a losvendedores de !aseosas porque molestan al pasar@ mientrasun fotó!rafo de sociales quiere captar a 1usan de frente@mientras Juan /ucas le pre!unta a Julius cómo se sienteporque 2ste es un espect)culo para homres@ mientras 1usanadora a Julius y lee su raia contra Juan /ucas@ mientras unpeón sale disparado con el toro detr)s@ mientras el (itano salelisto a enfrentarse con el icho@ mientras Juan /ucas instala enla tarde de toros su perl ro$o traa$ado por el sol, adornado

por canas que resalan hacia la nuca, y domina y oservaentendido el arte caro que tanto le !usta@ mientras Ar)n%a%uMarticorena, que fue su amante, lo mira y lo si!ue queriendosentada al lado de su esposo@ mientras el !ordo /uis Mart&nomero, puro en oca, en su asiento preferencial de periodistataurino, termina de anotar su descripción del primero de latarde y oserva ahora los movimientos del (itano,continuando as& con su descripción de la corrida que ma<anapodr) ser le&da en la p)!ina taurina de un diario de la capital.

G las corridas continúan despu2s de las corridas, m)s all)de las corridas, como metafr&volamente. 1u amiente, cuandomenos, se traslada para muchos actuales, pret2ritos y futuros

Juan /ucas, a ares de lu$osos hoteles a los que desciendenlos toreros que ah& se alo$an, como 1antillana esta tarde quea$ó llenecito de muecas y !olpeó andalu%amente y sin cesarla mesa a la que Juan /ucas lo ha&a invitado, de$andonervios&sima a la mu$er de /ester /an! 000, que acaaa delle!ar para la feria de octure. /an! 000, que como Juan /ucas

sa&a cominar placer y ne!ocios, de$aa ailar lanorteamericana curiosidad de su mu$er al comp)s del yo=soy=tr)!ico=e=interesante 1antillana, y al mismo tiempo le ped&aal!una eFplicación sore su arte, eFplicación que semanasm)s tarde 2l repetir&a en los hisKys que si!uen a una reuniónde accionistas en +ueva GorK, que es de donde tra&a susdolarillos este acriollado, en lo de la comida y las inversiones,



!rin!o. M)s tarde, ya de noche, el &nte!ro contenido de lasp)!inas sociales de los diarios se va trasladando a losmesones, que son como peda%os de colonia$e incrustadosmuchas veces en modernos edicios de /ima, la ciudad de losvirreyes y de los villorrios@ hasta ellos lle!an fotó!rafos quevienen por placas de toreros me%clados en las mesas y entrela música con muchachas que se visten en #ar&s. an lle!ando1usan y Juan /ucas, ya no los chicos, /ester /an! 000 y m)sami!os@ van lle!ando playoys que los mo%os acompa<an asus mesas y va cre)ndose la atmósfera necesitada, entremarineras que se prolon!ar)n en $aranas, y entre noviosperuanos que toleran celosos los autó!rafos salerosos que(itano, 1antillana y /a%arillo van escriiendo sore foto!raf&asen las que resaltan sus ór!anos !enitales m)s aún que los de

Ma%amorra ;uintana, que tami2n ya va lle!ando./o del techo del se!undo piso cayó en s)ado y el

arquitecto de moda, el a la promesa que le hi%o a Julius unanoche, con varias copas de $ere% adentro, vino a reco!erlomuy temprano para llevarlo a ver. Tltimamente el arquitectode moda no se perd&a ni una de las reuniones que Juan /ucasor!ani%aa con motivo de la feria de octure. +i tonto elpalacio se llenaa de se<orones que a lo me$or quer&anconstruirse una casa y con los cuales era tan a!radale

conversar entre el olor masculino de los puros y entre lascopas de $ere% o de otros licores que Juan /ucas ha&aalmacenado para mantener el ar de su casa a la altura de suien !anado presti!io. /a comida lle!aa siempre de hoteles ode restaurants criollos, chinos, internacionales@ +ilda se sent&acompletamente despreciada en la cocina, andaa ieninsolentona la 1elv)tica y 1usan prefer&a no darle cara poral!unos d&as. En camio s& pod&a darle tranquilamente cara alarquitecto, que ya ha&a aprendido a eer sin decir lo que

sent&a y que ahora ven&a con su novia, anunciando próFimaoda. #or supuesto que se!u&a loco de amor por 1usan, peroya ha&a aceptado la vida tal cual es y adem)s estaa!anando muy uena platita. Ahora m)s ien lo que pretend&aera que su novia, una 1usan astante disminuida, aprendieratodo de 1usan, todo, hasta a tener m)s de treinta y cinco a<oseFquisita y linda. 7?)llate y oserva8, parec&a decirle antes de



entrar al palacio, porque la pore se pasaa reunión trasreunión calladita, siempre sonriente y accediendo en todo,al!o insi!nicantita la novia del arquitecto, la verdad. Encamio 2l ha&a crecido tanto como los letreros con su nomreque colocaa frente a sus nuevas construcciones@ estaarealmente de moda, ha&a que verlo rodeado por los invitadosde Juan /ucas, eFplica y eFplica arquitectura, tanto que losse<orones empe%aan a cansarse y se arrancaan a halarnuevamente de toros@ poco o nada les quedaa por decirdespu2s del 7preciosa la casa8 que soltaan alaando susdiu$os, y que a 2l lo entusiasmaan hasta el punto de soltarotra ve% su famoso 7Dpl)stico, Dpl)stico8, contemplando elplano eFtendido entre sus ra%os en alto. 79G a 2ste que lepasa:8, se dec&an con los o$os los homres de ne!ocios@

empe%aan a aandonarlo, se olvidaan del arquitecto, y 2lcerraa sus planos y dise<os para volver donde su novia yllev)rsela a tomar unas lecciones m)s de 1usan.

7>raa$an desde muy temprano y sin parar Lle ha&adicho el arquitectoL cuando se techa no se puede parar, hayque traa$ar constantemente@ se toman sus cerve%as paraentrar en calor y darse )nimos@ cuando a!arran viada noparan de suir y a$ar, al!unos est)n medio %ampaditos.8 #oreso Julius lle!ó sonriente y decidido a ver al!o nuevo,

interesante y ale!re. G por eso ahora, al a$ar del automóvildel arquitecto, andaa astante desconcertado aparte de queera muy proale que todos se fueran al inerno porque noparaan de !ritar lisuras, estaan semidesnudos y todospintarra$eados. #arec&an unos payasos que se ha&antrompeado des!arr)ndose las ropas y que ahora, de ala<iles,se!u&an con sus romas circenses mientras su&an porandamios sin arandas de los cuales no tardaan en caerse.El arquitecto se olvidó de Julius y se fue a un lado a conversar

con el in!eniero y el maestro de oras. Julius trató deacercarse a la m)quina me%cladora de concreto, pero por lomenos tres 7Dcuidado chico8 lo ale$aron despavorido. +adiele daa ola en ese entierro. +o tuvo m)s remedio quepararse nuevamente en la vereda y desde ah& se!uir toda laeFtra<a ceremonia los ve&a suir car!ando al homro latasllenas de concreto y haciendo equilirio en los dos andamios





en que el encar!ado de la m)quina les estaa llenando suslatas, para correr a eerse unos tra!os de cerve%a y a vecestami2n a meter la cae%a inmunda, !eneralmente cuiertacon !orros en punta, de papel de periódico, en un inmensoarril lleno de a!ua inmunda. /ue!o volv&an a reco!er suslatas y emprend&an la marcha a menudo tamale)ndose,acerc)ndose demasiado a los ordes, ya Julius los ve&a en elsuelo y muertos con una palarota reci2n dicha. e pronto?ucaracha lo se<aló con la mano y di$o que 2se deer&a ser elhi$o del patrón. 7A ver si se lo palarean para que nos consi!aun eFtra, a<adió con cerve%a no asta.8 ?osa por el estiloescuchó Julius, parado ah& en la vereda, y lue!o vio que de ve%en cuando lo miraan y se sonre&an como si fuera roma,despu2s de todo qu2 pod&a hacer el mocoso de mierda para

que a ellos les pa!aran al!o m)s. 7Est)n reclamando pa!aeFtra8, le di$o el maestro, y 2l lo miró pidi2ndole mayoreFplicación.

LEs que hoy no pueden parar y quisieran una propina... >u pap) ha hecho que les manden cerve%a pero se haolvidado de los illetes.

Julius se quedó mudo. ecordó que Juan /ucas seque$aa de que la casa le estaa costando un o$o de la cara7El arquitecto y el in!eniero se est)n haciendo ricos a costam&a Lha&a dicho una ve%L mucho hisKy en casa, muchaco$ude%, pero a la hora de corar tiran con palo.8 Juan /ucasdominaa este acriollado halar y lo empleaa a menudo.

7Buenos d&as se<ora8, di$o el maestro de ora, y Juliusvolteó a mirar a la mu$er que lle!aa. en&a tray2ndole lacomida a #an con lomo. 0nstantes despu2s empe%aron a lle!arotras, todas con su atado i!ualito y los ala<iles empe%aron aturnarse para almor%ar. Ba$aan donde sus mu$eres, lassaludaan fr&amente y ellas ar&an los atados. Aparec&anentonces unas vasi$as desportilladas de lata enlo%ada, llenashasta la mitad de comida !rasosa, una me%cla de tallarines ycarne, pero papas fundamentalmente. e atados m)speque<os sacaan cucharas de lata y panes que los ala<ilesreci&an en silencio@ lue!o se sentaan en al!una piedra,formaan un c&rculo y clavaan la cuchara en la masa de





?ucaracha limpió el pico de su otella con la palmainmunda de su mano y se la pasó a Julius, pero el maestro deora le di$o que no les hiciera caso, 7Ga est)n medio%ampados8, a<adió.

LD?ara$o maestro D2$elo que aprendaLUn poco no m)s vas a tomar Ldi$o el maestro@ y

a<adióL y ustedes ya vayan yendo, para que los otrospuedan venir.

Julius, que ten&a la otella co!ida con amas manos,acercó muerto de asco el pico hasta su oca y, chorre)ndosehasta el cuello, lo!ró pasar dos o tres tra!os de la amar!aeida. /ue!o sonrió porque cre&a que ahora s& ya era ami!o

de todo el mundo ah&. ?ucaracha, entre cara$os, le pre!untó sile ha&a !ustado@ Julius le di$o que s& y se eió otro tra!o, sevolvió a chorrear tami2n y todos se ca!aron de risa.Entonces limpió el pico de la otella y se lo pasó a Blanquillo,que lle!aa a ese momento. ?arca$ada !eneral porque elmocoso se estaa portando como ios manda y a lo me$orhasta era ien machito. Eso estaa aún por comproarse, y(uardacaallo fue a traer la pin!a enorme de cemento consus pelotas y todo. 1e la entre!aron, era pesad&sima, y lepre!untaron qu2 har&a 2l con una sin hueso i!ual.

LGa asta Ldi$o el maestro de ora, co!iendo elinmenso pene de entre las manos de Julius.

LA ver cu2ntenos dónde se lo va a !uardar Lsoltó(uardacaallo.

?arca$ada !eneral me%clada con un montón denovedosas palarotas que Julius trataa de interpretar.

>ami2n 2l se rió y ien fuerte para que pensaran que se!u&ael )!il di)lo!o y porque ya era ami!o de todos, aunque si lo

viera el padre de la parroquia... 9qu2 har&a el padre de laparroquia: -tras mu$eres lle!aan con nuevos atadosconteniendo comida se!uro p2sima y las que vinieron primerose marchaan pr)cticamente sin despedirse de los homres./os ya almor%ados Co$eaan y no le hac&an caso al maestro deora cuando les dec&a que la m)quina estaa repleta y queha&a que empe%ar de nuevo.





suelo mam) no puedo con ella, empe%ó a cantar al!uien perolo mandaron callar y a la mierda. Julius pudo haer llorado alprincipio, y dicho no quiero se!uir, pero no le salió o no quisodecirlo y ahora, entre el p)nico al ver que se ia a caer, sóloescuchaa la vo% varonil de Blanquillo d)ndole cora$e,dici2ndole que estaa ah& detr)s y que no tuviera miedo7Dale Julio, Ddale Julio8 le ia !ritando, y 2l sent&a cómo elorde de la lata le causaa cada ve% m)s dolor en el homro yque tendr&a que de$arla caer y arro$arse contra la aranda deldescanso. 7#rimera etapa, respiró Blanquillo 9quieresdescansar un poco:, 9te a$o la lata:8 G 2l que s& quer&adescansar y adem)s desistir, di$o ineFplicalemente no, yaa$o estallaron carca$adas y putamadreadas alaanciosas,hasta aplausos que ellos casi no escuchaan entre el ruido de

la me%cladora. 7DB)$alo L!ritaa el maestroL Dva a venir elin!eniero8 #ero Blanquillo ha&a dicho Dvamos Julio, y Juliusha&a ensordecido para todo ruido que viniera desde aa$o, sumundo se ha&a reducido a ese peda%o de andamio empinadoy resaloso donde ahora pu$aa sintiendo la ausencia total dearandas, mirando de !olpe aa$o para caerse de una ve% portodas. G sin emar!o no porque escuchaa la respiración deBlanquillo y de ella sacaa lo que fuera para se!uir suiendo,estaa lle!ando a la mitad de la se!unda parte y su cuerpo o

2l ha&an comprendido que con Blanquillo detr)s nunca unaca&da ser&a posile. G si!uió y pu$ó una ve% m)s como losala<iles pu$aan horas se!uidas y sintió que tami2n ha&aeido cerve%a y que por eso estaa por n arria, &ntimoami!o de todos y vaceando su lata que des!raciadamente noayudó mucho, porque sólo llenó unos cent&metros escasos.olteó para triunfar y vio cómo ?ucaracha, A!ua Bendita,

>ortolita y los dem)s all) aa$o se co!&an los ór!anos!enitales y mov&an el tronco en todas las direcciones seestaan desternillando de risa. 7DBa$a a tomarte unacerve%a8, le !ritaan. Julius vio por dónde ha&a suido, pordónde ten&a que a$ar y sintió nuevamente p)nico. /e parec&amucho m)s peli!roso el descenso@ el aismo lo atra&a ycuando quer&a moverse un poquito, resultaa movi2ndose unmontón y acerc)ndose demasiado al orde.7DJulio es uncampeón8, !ritó Blanquillo, co!iendo amas latas y



arro$)ndolas al aire en se<al de triunfo. 7DHay que a$arlo enhomros8, a!re!ó, y sin pre!untarle nada, llevado por unverdadero entusiasmo, lo al%ó en peso, se lo puso sore los

homros, le !ritó Dar)%ame la cae%a, y empe%ó a

descender. Julius no lo!raa ver ni el andamio, le parec&a volary casi pide Dm)s despacio por favor, pero para qu2 si seestaa riendo a carca$adas y no se ia a caer nunca.

Aa$o se armó !ran reunión. /os ala<iles se pusieronfelices cuando Julius pidió que le volvieran a pasar la otella,eso que ya se ha&a eido lo que le dieron cuando lle!ó enhomros donde ellos. Ga se estaan vaciando las ca$as decerve%a. D>e toca a ti D+o $odas DAnda mierda D?hupar)pido El maestro les ordenó que empe%aran a traa$ar de

nuevo, pero sólo dos o tres le hicieron caso y se unieron a losque aún no ha&an almor%ado. /os dem)s quer&an se!uirconversando con Julius y divertirse oy2ndolo halar. /eense<aron un montón de lisuras en premio por haer car!adola lata hasta arria. Ahora ya no lo trataan como a mu$ercitay hasta se pusieron a halar sus cosas delante de 2l.

L>u pap) ha deido darnos un eFtra por lo de hoy Ldi$oBlanquillo.

LEl in!eniero ve que nos estamos sacando la mierda y

como si las huevas...LEso depende de tu pap)... 2l es el que tiene la mosca.

L?erve%a dan siempre@ lo que no dan es illetes...

L#ero mi pap) dice que la casa cuesta muy caro... diceque cuesta un o$o de la cara...

L?o$udeces...

LEn serio... eso le ha dicho a mi mam). L>u pap) tiene

mucha plata... Es rico. LUnos cuantos illetes m)s se!uro queni le importan.

Liene a ver la ora y pasa sin saludar.

L9#or qu2 no le dices que nos mande un eFtra:

L9ir)s que no tiene:

L9El dice que hacerse una casa cuesta muy caro: L



9Entonces para qu2 se hace una casa nueva: 9Acaso no tienetama<a nca en la avenida 1alaverry :

LDEl in!eniero

ieron a$ar al in!eniero y al arquitecto del automóvil y

salieron corriendo en usca de sus latas. /a me%cladora losesperaa repleta de concreto, nuevamente empe%aa elpeli!roso desle de los ala<iles. Ese reve reposo, hoy untanto prolon!ado por la presencia de Julius, los ha&a hechoperder el ritmo, se tamaleaan sore todo en la primeramitad de la suida. 7amos, Julius8, le di$o el arquitecto. /ovio acercarse a darle la mano al in!eniero y al maestro deora, y ense!uida despedirse de los oreros con tremendosadioses.

#or la ventana del automóvil que se pon&a en marcha, Julius pudo ver por última ve% a los ala<iles suir y a$arpintarra$eados los andamios peli!rosos que llevaan hasta elnuevo techo. 1&, se!u&an pareciendo payasos locos de circoarato, eFpulsados adem)s por usar sólo !roser&as para hacerre&r al púlico. G lue!o se ha&an trompeado des!arr)ndose laropa y se ha&an puesto a eer frente a una construcción@ ytal ve% porque estaan orrachos y eran locos ha&an tratadode entrar en la casa sin encontrar nunca la verdadera puerta

pero sin desistir tampoco@ y por eso es que ahora continuaansuiendo y a$ando como hormi!as y car!ando latas paratapar un hueco enorme, para que no les cayera la lluvia delinvierno y, nalmente, para que cuando todo quedara listofuera otro el que encontrara la puerta de mierda. Julius le hi%ocuatro pre!untas que el arquitecto de moda consideróasurdas en un hi$o de 1usan. 7?osas de ni<o, claro8, pensó.#ero sus respuestas tampoco convencieron a Julius.#re!untaa porque quer&a saer@ no conoc&a las respuestas,pero en todo caso sent&a que las del arquitecto no eran lasque quer&a aprender se parec&an demasiado a las de Juan/ucas... 79#or qu2 no le dices que nos mande un eFtra:8

#or eso esperó ansiosamente que sus padres re!resarandel (olf. #or eso deseó que esta noche tami2n huierareunión en casa y no en otra parte, para que se quedaran,para poderles decir. #or eso tuvo tantas dicultades en



terminar sus tareas escolares de ese n de semana. #or esose sintió feli% al escuchar a 1usan lle!ar y decir que comer&anen casa y temprano porque estaan cansados y ma<ana eraotro d&a de toros. #or eso la esó sonriente y corrió a decirle a+ilda que se apurara con la comida. #or eso le contó a ella,por tercera ve% en esa tarde, la aventura de los ala<iles y laslatas, la suya con Blanquillo y ella lo acusó de travieso perosintió que Julius era el de siempre. #or eso la 1elv)tica leordenó las ideas y le di$o qu2 deer&a contar antes, qu2despu2s y cu)ndo eFactamente soltar lo del dinero eFtra paralos oreros. #or eso esperaa ahora ansioso que aniel, mediocómplice tami2n, terminara de pasarles la inmensa soperade plata con el !a%pacho andalu% que Juan /ucas !ustaatomar durante las semanas que aarcaa la feria de octure.

G por eso estalló ahora nalmente con su historia que +ildaescuchaa escondida detr)s de la puerta del comedor.

1usan, linda, empe%ó ariendo los o$os inmensos,sonri2ndole y poni2ndole su me$or cara de adoración al únicohi$o ni<o que le quedaa. Juan /ucas empe%ó interrumpiendocon al!o de que la 1elv)tica esa no captar&a nunca laverdadera idea de lo que es un !a%pacho andalu%, Destoparece una vul!ar sopa de tomate G 1usan, linda, como sa&aque muchas veces las historias de Julius lo molestaan, trató

de que no si!uiera contando la que acaaa de empe%ar y ledi$o que tomara r)pido su sopa, se te va a enfriar, darlin!.

Juan /ucas soltó la carca$ada, nadie como 2l para feste$ar lasdistracciones encantadoras de 1usan 7DMu$er Lle di$oL loque est)s tomando es fr&o y tiene que ser fr&o.8 /a quiso m)stodav&a cuando ella apoyó deliciosamente el codo sore lamesa y enterró el mentón en la palma de su mano, ariendoinmensos los o$os distra&dos, en un desesperado esfuer%o porvolver a la realidad y captar que el !a%pacho es una especie

de sopa que le !usta a Juan /ucas en octure y que se tomafr&a@ el maravilloso mechón de pelo se le vino aa$o, ocultandosu cara por un momento. Al ver que lo reco!&a entre susdedos y que lo llevaa nuevamente hacia atr)s, Julius de$óescapar el aire contenido de su respiración y soltó el resto dela historia. Miraa a 1usan, pero se la diri!&a a Juan /ucas 9seestar&a enterando de que los oreros ha&an traa$ado hoy



como mu&as:, 9le estar&a haciendo caso cuando dec&a quenecesitaan un poco m)s de dinero:, 9sar&a que eran uenosy que lo ha&an hecho pasar una ma<ana inolvidale:9Escuchas, t&o: 9#or qu2 no me miras: 9#or qu2 no de$asreposar un instante tu cuchara y me miras: 9#or qu2 comescada ve% m)s r)pido como si no quisieras escucharme: 9#orqu2 no me clavas los o$os un momento como mami:, claroque mami me mira pero est) en las nues. 9#or qu2 no teenteras de que Blanquillo me ha ense<ado a car!ar las latas:9G que me ha ayudado: 9G que con 2l no me pod&a caer: 9Enqu2 momento te vas a molestar conmi!o:... 9me vas a llamaral!o que no me !usta:... al!o nuevo siempre... porque túsiempre !anas... tú siempre sacas al!una palara nueva. 9#orqu2 te limpias la oca ahora y si!ues sin mirarme: 9#or qu2

llamas a aniel y le pides el se!undo plato y vino y r)pido:Escucha, necesitan un eFtra. #lata. G si yo pudiera... 2$ameterminar... nunca me de$as terminar...

L9- sea que el $ovencito cree que puede treparse altecho por los andamios: 9Has o&do eso 1usan:

Larlin!, te has podido matar...

LG adem)s el $ovencito es ami!o de Blanquillo y me traesus encar!os...

L>&o, pero...LDMira, Dno s2 qui2n es tu compadre Blanquillo ni me

interesa

LEs uno de los homres de la construcción Ldi$o 1usan,enterad&simaL. D>e has podido matar por culpa de esehomre, darlin!

L+o me ha pasado nada... era ien f)cil suir...

LDG ien f)cil matarse DGa asta con tus peones... D+im)s a la construcción... DHay que decirle al arquitecto queúltima ve% DEs que a este mo%alete no se le puede descuidarun momento porque hace de las suyas... 9;uieres que tepon!an ama de nuevo:

L>&o pero ellos quieren sólo...

LD#or qu2 no te callas de una ve% por todas Lintervino



de repente Boy.

LDAprenda usted $ovencito que para eso hay unarquitecto, un in!eniero y toda una tanda de %)n!anos queviven a eFpensas m&as DMe asta y me sora con ellos para

que tú ven!as a decirme lo que ten!o que hacer DAhoratermina de comer r)pido y a acostarse inmediatamente... D-yo mismo me encar!ar2 de lar!ar a Blanquillo y a toda sucolección de compinches

Larlin!, yo creo que Blanquillo puede ser un homrepeli!roso...

El arquitecto de moda prometió tener todo listo para eloto<o. 1usan viv&a ahora dedicada a las revistas de casas y

$ardines, decorados interiores m)s que nada. #or todas las

mesas del palacio andaan re!adas El muele espa<ol, Houseand (arden, El muele en rancia en el si!lo _000, (ardenin!y muchas otras revistas que diariamente ho$eaa, esperandola lle!ada de Juan /ucas para tomar el aperitivo $untos. ?adad&a se les ocurr&a al!una nueva idea@ la verdad es que se lesocurr&an tantas ideas que ya ni siquiera se las consultaan alarquitecto, no porque fueran antifuncionalistas, pues 2l yaha&a evolucionado un poco, ha&a madurado, sino porque eraimposile meter siete a<os o veintisiete terracitas para el t2

en una misma casa, sore todo trat)ndose de estilos tandiferentes. +o le contaan nada al arquitecto, pero solitos yara%ados se constru&an decenas de casas entre !in andtonics y en cada una met&an dos o tres de los ares ideadospor 2l, cuatro y hasta cinco terracitas de las so<adas por ella.Eran d&as lindos@ la feria de octure ha&a terminado pero elsol de las me$ores corridas se!u&a y se!u&a.

Una tarde Juan /ucas apareció feli% porque acaaa devender el palacio al precio deseado y con todos sus mueles

adentro. /le!ó encantado@ nada le !ustaa tanto comoliquidar por completo una cosa y empe%ar desde cero conotra. 1ent&a nacer de nuevo, le entraa una especie dedesesperación por camiarse de ropa y tomarse un aperitivonovedoso y salir a comer a al!ún restaurant reci2n inau!uradoy que fuera verano ya ya. En camio a 1usan no le !ustó quela oli!aran a desprenderse de todos sus mueles, le huiera



!ustado conservar unos cuantos para la casa nueva. >al y talmuele, por e$emplo, eran irrempla%ales. 790rrempla%ales:LeFclamó Juan /ucas, co!iendo una revista nuevecita, &nte!rade muelesL. D;ue trai!an hielo para una copa DGa te voy aense<ar yo si son irrempla%ales esos trastos vie$os8 1usanmisma corrió a traer el hielo al verlo tan alorotado sa&a queeso ia a terminar en romas y m)s romas, a ver qui2n seurla m)s@ eso ia a ser un duelo cr&tico lleno de amor eiron&a, en el que una frasecita luda o una comparaciónprecisa ten&a que destruir el muele ele!ido por el otro@ unduelo sin vencedor ni vencido, ya que empe%ar&an sent)ndosecada uno con su copa, dici2ndose chin chin al rindar yariendo la revista una ve% ara%ados.

Eran d&as en que todo lleva hacia un delicioso equilirioan&mico y en los que tu único deseo oculto podr&a ser la playa,completamente al alcance de tu mano. /a primavera lime<ainsist&a en ser !enerosa y el sol reaparec&a francamentesimp)tico cada ma<ana. Un d&a 1usan salió tan encantada desu dormitorio, que al lle!ar al orde de la escalera la detuvo elchoc de verse saliendo, hace diecinueve a<os, a !o%ar solteradel sol en un $ard&n púlico londinense, uno de esos d&as enque el tiempo acaa de camiar súitamente a lindodiecinueve a<os despu2s, ia a salir casada, a !o%ar del sol,

en un $ard&n privado... 791e le ha dormido la pierna a mimu$er:8, la sorprendió Juan /ucas, co!i2ndola por la cintura yayud)ndola a lle!ar a los a$os, en uno de esos d&as en quetodo lleva hacia un delicioso equilirio an&mico.

L?orro a la ocina... 1i si!ue haciendo calor, ll)mame ynos vamos a la playa si te provoca.

1usan se vest&a le$os de todas las revistas de modas parasus paseos entre los )roles y enredaderas del palacio. 1uropa no hac&a $ue!o con las Cores, por supuesto que tampocodesentonaa era simplemente la me$or compa<era que ellashuieran podido tener. 1i te huieras puesto profesor o t&avie$a y les huieras pre!untado, dime con qui2n andas y tedir2 qui2n eres todas las Cores har&an mirado a 1usan. Encamio ni un clavel marchito har&a mirado a ?elso, mientrasla se!u&a en la india, esperando que le entre!ara la ti$erita



toledana, porque esa rosa est) ideal para el Corero del piano.+o todo era, pues, caminata hermos&sima entre )roles yenredaderas 1usan ten&a que pensar en el Corero del piano.+o ien se decid&a por una Cor, se la se<alaa con el dedo a?elso, sin tocarla porque podr&a haer una ae$a, y leentre!aa la ti$erita para que la corte. Il cortaa la Cor, ledevolv&a la ti$erita y, siempre en la india, se despla%aanhacia otra planta, donde ella esco!&a este clavel ideal y volv&aa entre!arle la ti$erita as& hasta que se llenaa mentalmenteel Corero del piano y amos se diri!&an al lavadero del patiode servicio. All& 1usan vi!ilaa el lavado de sus Cores,indic)ndole al mayordomo=tesorero qu2 ho$as estaan dem)s, 72sta podemos suprimirla8, dec&a, por e$emplo y leentre!aa la ti$erita, siempre cuidando de recuperarla, porque

le era indispensale para cortar las Cores la próFima ve%.7Divino8, eFclamaa 1usan, contemplando el Corero

lleno de $a%mines, de rosas o de claveles@ 7listo8, dec&aense!uida, uscando la mirada aproatoria de ?elso, quefrancamente huiera preferido adornar la sala del piano consu Cor del capul&. Eran las once de la ma<ana, hora para1usan de instalarse en un sof) orientali%ado de co$ines, dondeesperaa la lle!ada de aniel con la tacita de caf2 hirviendo,del cual tomaa dos o tres soritos, para evitar el

desfallecimiento de las once, del que halaa un achepulicitario, le&do de paso, una ma<ana en #ar&s. Ah& sentada,ho$eando revistas de casas y mueles, ia matando el tiempoque Juan /ucas pasaa en la ocina, o en el (olf o en al!únar donde se ha&a dado cita con /uis Mart&n omero. #or eso,cuando lle!aa, siempre le ten&a al!una nueva idea lista, peronunca se la contaa antes de que 2l se huiese instalado

$unto a ella, con un aperitivo en la mano y con una fuentecillade man& al alcance de la mano. Entonces s&, ella le contaa su

idea, y se entre!aan a una especie de misticismoarquitectónico, a la contemplación de terra%as ima!inarias oposiles $ardines donde las Cores estaan siempre en suapo!eo, como en las revistas que ten&an en sus manos odescansando sore sus muslos@ $ardines y terra%as haitadospor !ente que siempre sonre&a y era feli%, tal ve% porque ten&ael caello ruio como 1usan, tal ve% porque acaaa de lle!ar



del (olf y vest&a camisa de seda como Juan /ucas. Horas sepasaan mirando por el ventanal que daa al $ard&n,contemplando terra%as y comedores como en un corti$o enAndaluc&a, dormitorios como los construidos por la Metro(oldin Mayer para una pel&cula, drama de amor=lu$o=hormi!as=y=(race=]elly, en la selva del Brasil, o ares dondelos mo%os llevaan !alones como en los transatl)nticos queHitchcocK necesitó para una pel&cula de mayor suspenso quela anterior. +o ien entraan a uno de esos ares, aparec&a el!ordo /uis Mart&n omero atiendo cócteles y contandoincre&les an2cdotas que Juan /ucas le transmit&a muerto derisa a 1usan, mientras le a!re!aa hielo a su copa yrecordaa el chiste co$onudo que el !ordo acaaa decontarle, ahora que lo de$2 en su departamento, de re!reso a

casa. Al pore lo ha&a de$ado a<ado en sudor de tantopicante que se tra!ó en el ar de ?úneo. /a idea del sudor losllevaa hacia tinas que por su forma parec&an todo menostinas, y cuyas locetas transforman el a!ua en celestes, sientesque entras a una piscina, darlin!. e pronto, en la p)!inaciento veintitr2s de una revista, encontraron una carro%aimpecale y Juan /ucas decidió restaurar la carro%a. ?onoc&a aal!uien en una hacienda, camino a ?hosica, que pod&aencar!arse de eso@ ma<ana mismo llamar&a por tel2fono@

ahora no porque le apetec&a almuer%o en el (olf y pe!arse unremo$ón en la piscina all).

+ilda !ritó que ac) tami2n ha&a piscina y protestófuriosa porque ten&a el almuer%o listo, ya eso ia sucediendodemasiadas veces, Dno hay derecho /e ense<ó toditos susdientes picados a 1usan. (ritó la 1elv)tica Da ella no lepa!aan por traa$ar en vano D?u)nta !ente se muere dehamre en el #erú y en esta casa diario se ota la comida a laasura 1usan, espantada, aconse$ó que llevaran todo lo que

sorase al hipódromo y volteó a mirar a aniel, pero el cholose dio media vuelta y se marchó a la reposter&a. #urasolidaridad con +ilda porque le conven&a que los se<ores semarcharan dos menos a quienes servirle la mesa. /o cierto esque 1usan salió disparada a contarle a Juan /ucas que lacocinera andaa eufórica 7como nunca, darlin!, parece quela criatura est) enferma y no la de$a dormir por las noches,



parece que estuviera enloqueciendo por falta de sue<o...8 Juan /ucas hi%o stop con la mano y declaró solemnementeque ha&a lle!ado el momento de terminar con esa mu$er, 2lse encar!ar&a de hacerlo, las selv)ticas muchas veces tomandro!as y enloquecen. /a eFplicación de$ó a 1usan ienpreocupada, sore todo por Julius ya le ha&a contado variashistorias espantosas y era +ilda quien se las le&a en periódicosinmundos. +o se lo di$o a Juan /ucas, pero partió muypreocupada al (olf.

/as últimas semanas de ese a<o escolar las pasó Juliusmuy dedicado al repaso de las lecciones y a preparar supreludio de ?hopin para la repartición de premios. Anduvomedio preocupado el pore porque a lo me$or sal&a primero dela clase y eso era cosa de chancones, soones y mu$ercitas.Adem)s, /an!e, uno medio alem)n y ien chancón lo ia aodiar para siempre si le arreataa el primer lu!ar. >al ve% poreso le dedicó m)s tiempo al piano en los últimos d&as. /amon$ita de las pecas, los nervios y los olores sore las teclasestaa feli% con 2l y se pasaa tranquilamente de la hora contal de verlo tocar un ratito m)s su preludio. /o malo es que

Juan /ucas no podr&a venir este a<o tampoco a la reparticiónde premios. 1usan le ha&a pedido que la acompa<ara, pero 2ltosió tres veces, se arre!ló el nudo de la corata y de$ó ien

estalecido que eso no era para 2l. Adem)s acaaan delle!ar !olstas de varios pa&ses para un campeonatointernacional ten&a que atenderlos y ten&a que practicarporque 2l tami2n ia a tomar parte. ;ue lo de$aran, pues,tranquilo@ nada de primeras comuniones otra ve%.

1usan s& vino a la repartición de premios y no supo qu2decir, ni mucho menos qu2 cara poner al enterarse de que

Julius era primero de su clase y que por eso lo estaanllamando a cada rato para col!arle otra medalla. /e llenaron

el uniforme lanco de medallas. /as mon$itas le tocaan lacae%a cada ve% que ven&a por una m)s. 1usan pensó queuna que la miraa odi)ndola podr&a ser la mam) de /an!e ydeseó que la t&a 1usana estuviera a su lado para acompa<arlaen tan dif&cil trance. #ero estaa sola y todos ah& sa&an queera la madre de Julius y la miraan sonrientes, esperandoencontrar en ella una mu$er llena de or!ullo. #or supuesto que



no faltó quien pensara, hasta se comentó en vo% a$a, que nose merec&a un hi$o como Julius, que era fr&vola y casada dosveces, la se!unda con un don Juan que, a lo me$or, hasta laen!a<aa. #ero la verdad es que muchas ah& huieran queridoser la esposa de Juan /ucas@ 1usan miraa a su alrededor yve&a esa escenita de repartición de premios llena de mamasien vestidas y de papas sufriendo con el calor de diciemresent&a el alivio de no tener a Juan /ucas a su lado ella nuncahuiera podido querer a un homre que sae el d&a y la horade una repartición de premios, o que viene un d&a, a la horade la siesta o del co!nac dormilón en el (olf, a escuchar a unchico tocar un preludio de ?hopin. Un homre que sae qui2nes la \anahoria y se preocupa porque pelli%ca a su hi$o, no esun homre. ?osas as& pensaa y sent&a 1usan, linda y me$or

que todas porque halaa realmente el castellanome%cl)ndolo con palaras en in!l2s cosas as& pensaamientras Julius le se<alaa, en los pocos momentos en que nole estaan col!ando otra medalla, a ese chico sin mam) queviv&a con su auelita en una casa sucia y que, ella cre&a, era el?ano de quien tanto le ha&a halado. 7e lo que te salvaste,

Juan /ucas8, pensaa, y le hac&a s& con la cae%a a Julius, cadave% que le se<alaa a sus ami!os o a sus enemi!os. +o ve&alas horas de estar nuevamente en el palacio eiendo una

?oca=?ola helada, único medio para ella de lirarse de lapesadilla en que se ia convirtiendo la tarde sin siesta o sinconversación pere%osa, al orde de la piscina del (olf. #or nse paró la mon$ita profesora de piano y empe%ó a llamar a susalumnos. Ella misma los conduc&a hasta el piano y los vi!ilaamientras tocaan maravillosamente ien, con cu)ntosentimiento, p2simo para 1usan. Uno a uno fueron deslandolos ni<os !enios del 0nmaculado ?ora%ón, uno a uno se fueronequivocando y uno a uno reciieron los aplausos que lossalvaan cuando se atracaan a la mitad de la pie%a ymiraan a madre Mary A!nes que mord&a su rosario y semor&a de nervios. ?uando Julius se acercó a tocar su preludio,la mon$ita lo detuvo con el ra%o, lo hi%o voltear hacia elpúlico y lo tuvo as& un ratito para que todos vieran queadem)s de premiado era pianista. /ue!o lo llevó hacia elpiano y le dio la se<al para que empe%ara. #ero Julius nada la





conducta del pore sore la tierra, y supo tener di!nidad aln!ir creer que no se cocinar&a en la nueva casa, que lacomida vendr&a diariamente del hotel Bol&var y que por eso,usted comprende se<ora, ella tendr&a que marcharse, ya ver)a dónde se<ora, dinero no le va a faltar, y uscar traa$o conun hi$o de tres a<os, la se<ora le dar) al!unas direcciones, y silo encuentra acostumrarse entre eFtra<os, eso es lo demenos, que no van a querer a su hi$o, se<ora, es cosa dehacerse simp)tico, y no confesar que el chico est) enfermito,ya le di!o que no le va a faltar dinero, y humillarse porquevolver) a visitar, cuando usted !uste mu$er, porque en estacasa de$a ami!os, es lo ló!ico mu$er, tantos a<os... Ami!osque tami2n n!en creer que en la casa nueva no se cocinar)nunca y que participan de su pena y la ara%an ofreci2ndole

ayuda, ofreci2ndole llamar al taFi y car!arle las maletas hastala calle, y llamando a Julius para que se despida ahoratami2n de +ilda.

En la vereda, ante el palacio, esperaan el taFi a$o el soly +ilda ya no lloraa pero ten&a un ataque de hipo.+uevamente participaa Julius en conversaciones en que lossirvientes se halan de usted y se dicen cosas raras, eFtra<asme%clas de ?antinCas y /ope de e!a, y son !rotescos en suurda imitación de los se<ores, rid&culos en su seriedad,

asurdos en su losof&a, falsos en sus modales y terrilementesinceros en su deseo de ser al!o m)s que un homre quesirve una mesa y en todo. 1e ia +ilda, as& no m)s, con calor ehipo, con el sol haci2ndole rillar sus dientes de oro y unoconoc&a sus caries y sa&a que el hi$o era horrile y quesiempre erreaa y que se resent&a porque despreciaan sucomida y que le&a periódicos sensacionalistas con el cuchillode la carne al lado y que se le ha&an a!otado sus historias dechunchos calatos y que transportaa varias de la p)!ina

policial a su ni<e% en >amopata y las contaa suyas y quesa&a de derechos del pore y que ten&a un homre al cualella le pe!aa y que all) adentro, en la cocina, no era ni tanrecata ni tan chueca ni tan fea como aqu& achatada sore lavereda, esperando su tasi, preparando sus últimas palaras,las que dir) al arir la puerta, porque se sentir) importante departir en tasi y lo asociar), como sólo ella sae hacerlo, con



los derechos del pore, pero i!ual se ir), n!iendo creer y nocomo ilma, hace tiempo, soltando orotones de sollo%os yhermosa, pero como ilma, eso s&, en lo de los horrilesaúles de lata pintarra$eada como ella, porque para partir, seha aplastado el colorete sore los laios y lo que ha soradose lo ha puesto de chapas y con el hipo y los dientes de oroencima esa a Julius que siente el olor de las cholas cuando seacicalan y escucha en la ore$a el sufrimiento=hipo de lossirvientes que te quieren.

C!UN$R% CLU&

7ue el verano m)s lar!o de mi vida8, dir&a Julius, si lepre!untaran por los meses que pasó en el ?ountry ?lu. Gtriste, adem)s, sin +ilda, ya para siempre@ sin ?elso y aniel,con su versión complicada de la casa nueva, la de ellos all) enla arriada, donde si no construyes se te meten al terrenito, adiferencia de Juan /ucas que, cuando no construye, funcionala plusval&a@ sin Arminda, que aparec&a una ve% a la semana,vie$a ya y francamente fea, una me%cla de santa con ru$a,

avan%ando hacia el ?ountry ?lu desde el paradero deómnius trayendo las camisas de seda reci2n lavadas delse<or, acerc)ndose al hotel entre casas lancas rodeadas deamplios $ardines, casas que no ve, desde donde no es vista,sae ios de dónde viene adem)s@ es esa mu$er de ne!ro quecamina por 1an 0sidro, de ne!ro tal ve% porque es lo que m)sse parece a su vida o porque su hi$a no volvió nunca, un rostrode pla<idera y la melena a%aache humedecida por el sudorque la a<a siempre, chorreando por amos lados de la cara,inconfundile a varias cuadras de distancia, que es cuando

?arlos la ve y piensa que ya lle!a la o<a, as& la llama 2l.Arminda enve$ece pe!ada a una familia, sin pre!untar, calladadesde hace a<os, los quiere a todos mientras plancha la ropa,o sentada en un anco de la cocina oservando su silencio, aveces lo!ra ver al se<or y nunca ha $u%!ado a la se<ora, losni<os son los ni<os, Julius el me$or y al!ún d&a ella se va amorir y ios con su innita misericordia la va a amparar.



?arlos la ve lle!ar, la distin!ue desde le$os@ 2l se pasa lashoras en la puerta del hotel, impecalemente uniformado deverano con !orra y todo, sentado al volante del Mercedes, allado del Ja!uar que tami2n ha limpiado por la ma<ana,devorando periódicos mientras espera que la se<ora,ele!ant&sima y siempre muy uena, en todo sentido, se!ún 2l,sal!a a ro!arle que la lleve a una calle que no eFiste, o queeFiste pero con el mismo nomre en los Barrios Altos, enMa!dalena y en 1an 0sidro@ ?arlos vuelve a apa!ar el motorreci2n encendido, le pide a la se<ora el papelito con el apunteque por supuesto no se<ala el distrito, lo lee urlón y se lodevuelve dici2ndole con los o$os que se est) sonriendo y conel i!otito, dos rayitas pende$as que apenas se han movido,que podr&a estarse urlando y 1usan, linda, que ha aierto

tres cent&metros la ventana porque se aho!a de calor pero nose puede despeinar, co!e nuevamente el papelito muerta dever!Nen%a y oliendo delicioso@ hay entonces un instante enque su vo%, su mirada y el mechón maravilloso que, como elpro!rama del d&a, no tarda en venirse aa$o, le dicen a ?arlosque la se<ora millonaria y uena, en todo sentido, se!ún 2l,quiere y 2l tiene que lle!ar a esa calle desconocida. G r)pido,adem)s. >odo lo capta ?arlos, chofer de la familia, no sirvientey me$or pa!ado que otros, y como la se<ora es toda una

mu$er y sae pedir 'versión para otros chóferes*, y como 2l deserrano sólo tiene un pariente pol&tico que no frecuenta y decriollo todo, le pre!unta a la se<ora con cara de de=este=enredo=la=saca=el=del=i!ote 791e<ora, es casa de qui2n:8 Gcuando ella le dice que va por una anti!Nedad, eso dee seren los Barrios Altos, se<ora y cuando ella le dice que es unamu$er que hace maravillosamente ien las cortinas, eso puedeser en Ma!dalena, se<ora@ porque cuando ella le dice que esuna ami!a o una ema$ada, eso tiene que ser en 1an 0sidro,se<ora. Entonces ella admira al chofer y se entera de quetiene la cara tan ne!ra como el pelo, y 2l vuelve a introducir lallave en el contacto y pone en marcha el motor con cara desu=chofer, madama, casisu=%amo y, al partir, !ui<a el o$ourlón a otros chóferes, a varios i!otes y sus !orras, quelustran carros por la ma<ana, que !anan m)s y traa$anmenos, todos esperando a la se<ora o al vie$o o al cliente,



cuando son los taFistas del hotel, todos devoradores deperiódicos, frente al ?ountry ?lu, como ?arlos, su %amo.

Boy ya ten&a autori%ación para mane$ar solo la

camioneta. >odos los d&as se ia a uscar a #e!!y. Adem)s lallenaa de ami!os del MarKham, del 1anta Mar&a, del 1an0sidro@ se $untaan por docenas y, con muchachas del illaMar&a, 1an 1ilvestre o del 1ophianum, del ?halet tami2n,part&an felices rumo a Ancón donde muchos ten&an casa odepartamento y donde siempre hay aile esta noche en el?asino o en casa de #elusita Marticonera 'hi$a de Ar)n%a%u, laque fue amante de Juan /ucas, la que estaa en los toros*, odonde el !ordo /amadrid, hi$o de (rimanesita >orres Humoltque, d&a que pasa, d&a que se le ve m)s ave$entada. Es eldespiporre Ancón. Boy se pasaa la vida all), ese verano@ alprincipio re!resaa siempre a /ima a las mil y quinientas, perodesde que a #e!!y la invitaron a pasar una temporada dondeuna ami!a, sólo ven&a a ver a los del ?ountry ?lu cuandoandaa muy mal de fondos.

-tro que andaa feli% ese verano era Juan /ucas@ tal ve%la ha&a ca!ado con una !orrita a cuadros medio alcahuetonaque se pon&a, cuando mane$aa el Ja!uar, rumo al (olf, perola verdad es que 1usan quer&a volver a casarse con 2l cadave% que lo ve&a sentado al volante, con su !orrita puesta ymir)ndola venir, apúrate mu$er que nos esperan, mir)ndola atrav2s de los anteo$a%os de sol@ perfecto el color de las lunassore el rostro ronceado, y ocultando unas patas de !allo alcarca$ear, las t&picas arru!as del duque de Zindsor, porque elt&o ya se ia por los cincuenta aunque continuaa fresco comouna lechu!a y con una cara que podr&a ser la solución contrala muerte, donde el infarto andaa completamentedespresti!iado y donde los can!re$os, frutta di mare, se

conoc&an en restaurants en que la cuenta podr&a ser tu sueldoy no en los aches esos que ponen para que te enteres de lodel c)ncer.

+adie tan feli% como Juan /ucas ueno, 2l siempreestaa feli% o a punto de irse al (olf@ o a una de sus haciendasporque sus caallos de paso o los de polo a 2l mismo le



!ustaa controlarlos, como hoy, eso s&@ o a un cóctel porqueacaaa de salir primero, se!undo o tercero en unacompetencia internacional del deporte de la lanca pelotita yel $ardin%ote, y esta tarde ha&a coctela%o de despedida a losar!entinos y chilenos con sus mu$eres descendientes de al!únpresidente, o muy ricas y muy ellas, o reci2n arrancaditas enlo del alto vuelo porque acaaan de triunfar en un calateotipo #alm, Miami o /on! Beach. /o cierto es que tal ve% porquela vida empie%a a los cuarenta o porque un eFceso defacilidades en la vida lo estaa dolcevileando y los placeresescaseaan ya en su placentera vida, o simplemente por hi$ode puta, Juan /ucas ha&a descuierto un nuevo $ue!o, tal ve%redescuierto un $ue!o casi olvidado si!los que no via$aa yahora en el hotel quer&a sentirse via$ero constantemente.

Ha&a que ver lo que le !ustaa lle!ar y partir, andar de$andopropinas en manos de otones verdes que se!u&an esperandosus órdenes y que le car!aan las maletas. G es que le dio porlo de las maletas. ealmente !o%aa teniendo una maleta amedio cerrar sore su cama de hotel. /as de$aa horas ah& como descansando. /as vaciaa y las mandaa limpiar. +uncaquer&a terminar de mudarse. /e encantaa salir del hotelrodeado de otones uniformados y pende$os, que depositaanmoment)neamente sore la vereda sus maletas de cuero de

chancho como los asientos de un olls oyce, y esperaan susórdenes para introducirlas, 2sta al lado de 2sta, sin !olpearlacontra los ordes, pues hi$o, en la maletera del Mercedes o del

Ja!uar. #rimero ale!aa que le faltaa traer cosas de sudepartamento en los ?óndores y con ese preteFto se ia yre!resaa con sus maletas. M)s ien de$aa cosas all) porqueal hotel no ten&a ya nada que traer. e pronto, decid&a pasarun n de semana en los ?óndores, con 1usan y sin los chicos,y nuevamente llenaa sus maletas, ped&a las comunicacionesdesde su dormitorio, invitaa a los ami!otes que le apetec&aver 'a /uis Mart&n omero, por e$emplo, y un d&a a /astarriaporque van a invertir $untos y #echito va a traa$ar*, y part&afeli% dando propinas a los otones que ya lo adoraan. -trosd&as ten&a que via$ar a una de sus haciendas y,alorotad&simo, ar&a sus maletas sore la cama y empe%aaa llenarlas de camisas de seda para la ocasión m)s el manto



de chal)n, 2se con que se le ve en la foto!raf&a de la casahacienda de ?hiclayo y en la de Huacho tami2n. +uncaolvidaa su casaca de !amu%a tipo nos=vamos=a=la=ca%a=del=isonte, por supuesto que no la !orra de piel de Bu`alo Bill,sólo a /astarria se le har&a ocurrido comprarse todo el equipoen +ueva GorK@ a 2l nunca 2l caal!aa perfecto entre loscampos de al!odón de una hacienda, espuelas de plata, lacasaca de !amu%a y A%aache, el caallo preferido de 1usan,que lo miraa acercarse o ale$arse de la casa hacienda,pensando sae ios por qu2, tal ve% porque el caf2 estuvo unpoco car!ado en el desayuno, que si al!ún d&a se enfermaa oenve$ec&a, se fu!ar&a en un arco, desaparecer&a tal ve% en-riente, para que en tu vida, darlin!, no haya nunca nada queno sea perfecto como ahora que caal!as no porque lleves tu

hacienda, eso otros, sólo porque te !usta caal!ar, darlin! ytu casaca y el hotel y A%aache y las maletas de chancho y el!olf y todo lo que tenemos, coherentemente feli%, darlin!,eres coherentemente millonario, not , darlin!, yo no, yopienso en +ildas, vuelve Juan, vuelve darlin! que pasan loscampesinos por aqu& se<orita se<orita se<orita se<orita,campesinos invaden tierras en ?erro de #asco, undestacamento policial, vuelve ya vienes, hala dos minutos tuvo% sin parar, s& darlin! s& darlin! and 0 ill e coherent once

more aunque el otro d&a Miss Ar!enti, la mu$er de #oloivadeneyra campeón de Buenos Aires se mor&a por ti en el(olf, mientras #olo $u!aa no paraa de mirarte dicen queeres homre de una sola mu$er, m&o darlin! somos tan felices,yo te si!o en el $ue!o y estoy siempre a tu lado en el (olf...#ara lo cual Juan /ucas ten&a tami2n su malet&n de cuero dechancho y, por supuesto, el $ue!o precioso de palos de !olf enel precioso saco de cuero de chancho. 1e camiaa de ropamil veces fraccionaa el d&a en temporadas que lo oli!aana vestirse siempre distinto y que pasaa en distintas re!iones,distintos amientes del inmenso hotel@ deportivo, al!odespeinado por el !olf de la tarde, cuando con Julius entraa acomer en la >aerna@ pr&ncipe, cuando sólo con 1usan, el chicopuede comer en su cuarto, entraa al Aquarium y saludaa ahomres ro$os en la media lu%, sentados como muertos frentea unos esp)rra!os o frente a una dieta ridicula, porque se



est)n muriendo a punta de descender de un virrey y de unmontón m)s, !randa%os@ impecalemente vestido de hilolanco, cuando se acercaa a la mesita frente a losventanales, donde 1usan y una ami!a nari!ona y fe&sima, unaque tiene los perros d)lmata m)s maravillosos del mundo, enuna casa que podr&a alquilarse para cole!io, de las últimas enapo!eo que cuel!an sore el mar, en Barranco, tomaan casi

$u!aan a tomar el t2 a las cinco de la tarde, frente al sol queya no tardaa en ponerse. Aparec&a Juan /ucas y era el rey deese maravilloso a$edre%, idea o simulacro de atalla que ellos

$u!aan contra el transcurso de la vida, contra todo lo que nofuera lo que ellos eran@ aparec&a Juan /ucas y esaa la frentea$o el mechón de 1usan, una reina eiendo su t2, saludaaa la ami!a m)s fea de mi mu$er, a ver cu)ndo vemos esos

perros tan famosos, sólo por decir al!o, cuando ha&a unamosca en el ?ountry ?lu era a ella a quien se le paraa, unpeón, que !o%aa un instante y lue!o entristec&a al sentir quetodos sus perros, todos los que ha&a tenido en su vida nosumaan un Juan /ucas, que $u!aa tami2n, desde su casaen Barranco, al f)cil $ue!o del a$edre% alfomrado, en el querey, torres, alles, caallos y peones se me%clan pornecesidad y placer, para que todo si!a, para que todo avancecomo Juan /ucas ahora, que acaa de despedirse y atraviesa

coherente y de lanco el hall del hotel, rumo al Mercedespara la ciudad, para el centro de /ima, rumo al edicio de la?ompa<&a y a la sesión de irectorio, $aque mate.

A esa hora aparec&a, a veces, el !ran Boy,moment)neamente en /ima en usca del eterno mam)=necesitoplata. 1usan se pe!aa unos sustos espantososporque el chico cada d&a !asta m)s, aunque por otro lado ellanunca se ha&a enterado muy ien de lo que era el dinero, enrealidad todo funcionaa a su alrededor y ahora Juan /ucas en

la !erencia, anda, darlin!, usca la !erencia del hotel que ah& te pueden dar al!o... y no corras tanto en la carretera, darlin!,creo que el hi$o de, estaa orracho mam), se ha !olpeadomucho, chau mami... Boy ya no est) a su lado corre haciala !erencia y hacia Ancón, est) cada d&a m)s ronceado ym)s uenmo%o... 71usan, mis perros d)lmata... 1usan.87#erdón, darlin!, estaa pensando en Julius@ hace si!los que







estaa, con cara de querer ailar, eiendo su naran$ada,sanas vitaminas para conservarse $oven, a los cuarenta y ochoa<os, astante rid&culo de apariencia.

#ericote pertenec&a a la ra%a de los que Juan /ucas

conoc&a pero nunca reconoc&a. #ericote, !uayaera lanca,pantaloncito !ris y mocasines ne!ro y lanquito, era unpericote@ pero optimista eso s&, optimista y con una enormecapacidad, casi una amnesia de alta sociedad, para olvidar lasmil mandadas al dialo que mil hoy se<oras de /ima le ha&anpe!ado desde que lle!ó a su primera esta, treinta a<osatr)s, invit)ndole ci!arrillos a todo el mundo y saludandohasta a los que no conoc&a. 1e!u&a i!ualito, y por eso, no ienvio que 1usan se acercaa al ar con Julius al lado, se pe!ó talempinada que tuvo que co!erse al mostrador para no irse decara, parec&a el !rin!o a punto de iniciar el salto númerocuarenta y dos, paralelo a una puesta en pie masiva del arrioMarconi, que se trasladaa fumando hacia el ar, paraestudiar a la se<ora que de&a haer sido un loma%o, quetodav&a estaa muy uena y que qu2 mierda haceconversando con la rata esa.

LEs Julius, el menor de mis hi$os.

L?aallerito ilustre...

?aallerito ilustre, furioso, notó que la mano de #ericotese acercaa para posarse sore su cae%a empapada, y seanticipó introduci2ndose un dedo en la ore$a, saltando almismo tiempo sore un pie y sacudiendo la cae%a para otarel a!ua que se le ha&a metido hasta el cerero de tantoucear le salpicó la !uayaera a #ericote, que en ese instanteretiraa la mano sin haer lo!rado tocar nada. Ah& no m)sestaa la fuente de utifarras y Julius ya se le ia encimacuando 1usan le sonrió a los tres mo%os que esperaan sus

órdenes y le pidió, al m)s ueno de los tres, dos utifarras endos platitos por favor, sin de$ar que #ericote ordenara con lamisma entonación que ya practicaa en primero de erecho,que fue cuando empe%ó a querer ailar con al!uien.#erfectamente ien uicado, con una visión total, el arrioMarconi en pleno, salvo las chicas, claro, si no sólo mirar&amosde reo$o, fumaa atento a los movimientos de la se<ora, que



de cerca se!u&a tan uena como de le$os. #ericote ordenó unanaran$ada m)s para 2l y dos ?oca=?olas o lo que deseentomar, para sus invitados. Julius aceptó la ?oca=?ola y 1usan,al notar que de pronto empe%aa a oscurecer, pidió un $ere%porque el momento se parec&a a otro en su vida, antes departir al teatro en /ondres, por e$emplo, #ericote casi !rita que

$ere% tami2n para 2l, pero ya le estaan sirviendo sunaran$ada y no tuvo m)s remedio que conformarse con sermucho menos no que 1usan. 7/e mete al tra!o8 comentóuno de los del arrio, al ver que a 1usan le serv&an la copa de

$ere%, otro ya ia a decir que a lo me$or como la Ci!hthostess... pero en este instante aparecieron las chicas y ellosdieron una pitada indiferente y empe%aron a disimular,recordando lo del !rin!o adem)s, ya no tardaa en irse a

camiar, fumen, muchachos, fumen. #ericote se!u&apensando en terminar r)pido su naran$ada y en tomar un $ere%a esa hora por primera ve% en su vida, pero en ese momento1usan ale$ó la copita tres cent&metros con los dedos y pidió unvaso de a!ua natural, 2l ya no supo qu2 hacer, 1usan nisiquiera ha&a proado el $ere% el pore era losucientemente ruto como para no darse cuenta que lo deloscurecer fue moment)neo, una nue que ocultó el sol unosminutos, que ahora volv&a a aclarar y que el momento ya no

se parec&a a otro en la vida de 1usan, antes de un estreno en/ondres, por e$emplo. Julius se ia por la se!unda utifarra y1usan pensó que la t&a 1usana le har&a dicho a sus hi$os,aful creatures, que ni un ocado m)s, despu2s a la hora dela comida no pruean ocado. Miró a Julius, vio a la t&a 1usanahorrile y a #ericote tan !ris, casi le !rita a Julius que comierautifarras hasta morirse. G es que ya no pod&a m)s la pore#ericote se!u&a i!ualito a cuando era el muchacho m)s uenode /ima, el m)s pesado tami2n, y ahora, veinte a<osdespu2s, se!u&a tan idiota como entonces pero con una ciertasuciencia frente a los mo%os, al!o, lo único que ha&aaprendido a punta de imitar a playoys y solteronesinteresantes, a punta de rmar cheques ya ten&a su propiarma #ericote !araateaa un 1iles con letras empinadas.

L9G tu marido, 1usan:... 9si!ue hecho un campeón de!olf: #or ah& le& en al!ún periódico que ha&a vuelto a...



L1alió tercero. Julius, darlin!, cómete mi utifarra siquieres.

L9G tú tami2n eres un futuro campeón:

Julius lo miró furioso, un ocado enorme en la oca y la

ho$a de lechu!a entre que entraa y se ca&a al suelo.L9>e acuerdas, 1usan, de esa ve% en Ancón:... la esta

de carnavales donde Ana Mar&a...

L+o... fue hace mil a<os me ima!ino...

L?ómo no te vas a acordar de lo del chis!uete...

L;u2 tal memoria la tuya...

L>ienes que acordarte... Alicita umont estaa de novia

con Bin!o /eón, despu2s pelearon y ella conoció a...LJulius, darlin!, a camiarte@ est)s temlando de fr&o...

+os vemos m)s tarde en la suite.

Julius le dio un último ocado a la utifarra de 1usan, lade$ó nuevamente sore el platito y se diri!ió a los camarines.#ericote comprendió que 1usan tami2n se marchaa y sintióuna pena terrile, ahora hasta el próFimo encuentro. 1usanarió su olso y por supuesto se dio con que no ten&a un real,mientras #ericote, empinad&simo, dec&a que ni halar de

pa!ar, que 2l se ia a quedar un rato m)s y que pa!ar&a todo.1usan no lo escuchó y pidió un vale para que se lo pusieran ala cuenta. D;ue ni halar, volvió a !ritar #ericote, pero en eseinstante las chicas del arrio Marconi pasaron por su derecharumo al camar&n de mu$eres, la Ci!ht hostess del iKini porsu i%quierda tami2n a camiarse, 2l no supo hacia dóndemirar, estaa loco por conocer a la Ci!ht hostess, por sacar lailletera y pa!ar, por !ui<arles el o$o a las chiquillas esas, locierto es que no hi%o nada, sólo puso cara de co$udo y cuando

sacó la illetera llenecita, ya 1usan ha&a escrito su nomresore el vale y hasta se ha&a acordado del número de lasuite. 1e fue 1usan, linda y sin darse cuenta de nada,pensando solamente que esos cuartitos all) eran loscamarines y que Julius no le ha&a contado nada de sus d&asmetido en la piscina, y ahora, cuando re!resara Juan /ucas,todo ser&a distinto, proalemente tendr&a que camiarse a la



carrera, para ir a la carrera a al!ún lu!ar que a Juan /ucas le!ustaa y que ella descurir&a, le encantaa.

/os del arrio Marconi ha&an pedido cerve%a y lomiraan con mala cara. #ericote se!u&a desconcertado no

ha&a lo!rado ver ien a las chicas en ropa de a<o, y pormirarlas no vio a la Ci!ht hostess y por mirarla, esto es lopeor, no pudo pa!arle la cuenta a 1usan, Dqu2 har) pensado?ontinuaa ah& parado, !ris el pore #ericote, aliment)ndosede su fracaso, otro d&a m)s en su vida en que ir&a por la nocheal ?lu, en que contar&a sus ha%a<as, ueno ahora ya no eranha%a<as como cuando era estudiante de erecho y setrompeaa con matones y se acostaa con elle%as, ahoraeran sólo historias de lo que pensaa hacer, de lo quedeseaa en el fondo, siempre sonriente y lo escuchaanporque era un ao!ado honrado, un co$udo, un ami!oservicial, de ah& sacaa los saludos, le escuchaan lashistorias de lo que ia a hacer, nunca de lo que ha&a hecho,2sas se las contaa 2l mismo en la oscuridad de sudormitorio, al apoyar la cae%a sore la almohada, y entoncesse ian convirtiendo en historias de lo que no ha&a hecho,reaparec&an copa de $ere% vaso de a!ua naran$ada, con ellos1usan tom)ndose a la roma su tercera declaración de amor,reaparec&an los 7no ailo8 de Alicia de osa Mar&a de Mary

Anne mientras tocaan All day, all ni!ht Mary Anne y 2l seacercaa entonando, los 7no ailo8 de (rimanesa de Elena de1usan, reaparec&an los muchachos del arrio Marconi pa!andosus cerve%as... Boste%aa #ericote entre su pi$ama de playoyy se dorm&a triste con todo lo que no ha&a hecho, con nadaen realidad, como esta tarde 1usan impaciente por irse, sinpa!arle la cuenta, sin lo!rar ver a la Ci!ht hostess de cerquita,sin siquiera haer podido mirar a las chicas esas y todav&aellos mir)ndolo insolentes. espu2s, al d&a si!uiente, se

levantaa entre sonriente y amn2sico, desayunaa apurado ysa&a que $u!aa a lle!ar al estudio optimista y ataread&simo,saludando a secretarias, pidiendo llamadas telefónicas queimpresionan a las secretarias, anunciando que les ia a dictary fumando, ah& empe%aa a creer nuevamente en lo delao!ada%o, en lo del solterón interesante, en lo del playoy,en que ia a conocer a la Ci!ht hostess, aventura para el ?lu,



as& era #ericote.

/a piscina hi%o que el verano avan%ara para Julius@al!unas semanas ha&an pasado y la cosa ia me$orando

porque ya ten&a ami!os y con ellos correteaa por todoslados, por los $ardines, a veces, que era cuando se topaancon uno de los del arrio Marconi esando a su chica yre!resaan desconcertados a la piscina, donde en un a!uam)s cristalina que la de este vaso, uceaan el cuchillo de

>ar%)n, r)pido porque ya se acerca el cocodrilo, que era elm)s !ordo de todos, hasta que se picaa y le permit&an hacerun >ar%)n malo hasta en lo del !rito. Jane eran todas laschiquillas que se a<aan en ese momento, vi!iladas por unama que te$&a sin cesar sentada en una anca verde@chiquillas de nueve, die% y once a<os, con las que ellos nadaten&an que ver, ?inthias a veces y Julius las miraa de reo$o,por eso a menudo lo co!&a el cocodrilo. #ero ni 2l ni los otroschicos les halaan, sólo los muchachos del arrio Marconi lasmiraan a veces, las calculaan sae ios si para ellos en elfuturo, dentro de dos, de tres, de cuatro veranos, o para unhermanito de once a<os que estaa uceando hecho unim2cil y que ahora, a la salida, para que se ha!a ienmachito, ellos oli!ar&an a trompearse con el palomilla que ya

quer&a cuidar automóviles en la puerta de la piscina y que eraproalemente el que se ha&a roado la icicleta delhermano de #edro. umaan calculadores los muchachos delarrio y, entre ci!arrillo y ci!arrillo, ian llevando la cuenta delos saltos mortales del !rin!o, o$al) que en una de 2sas cai!afuera de la piscina y se mate, y a quien ellos le ian a romperel alma esta tarde, a la salida, mientras tanto fumen,muchachos, fumen, controlen siempre a las !ilas y no seolviden de esarlas onito, que es lo m)s importante.

Una de esas tardes, tal ve% porque el sol ha&adesaparecido, no moment)neamente por una nue sino a lade verdad y hasta ma<ana, tal ve% porque era $ueves, el d&aen que Arminda acostumraa venir con las camisas limpias,

Julius decidió re!resar m)s temprano a la suite. 1er&an lascuatro y media cuando se diri!ió a camiarse a los camarines.

>ami2n ha&a lo de que ma<ana era su santo y 2l ya llevaa



tres d&as mirando a su mam) desde todos los )n!ulos, en losespe$os, hasta en los vidrios de las ventanas le uscaa loso$os, a ver si te acuerdas de que se viene mi santo, mami.#ero 1usan, que era linda y que hasta el momento noconse!u&a que le vendieran una mesita de mimre que fue deBol&var, no estaa realmente oli!ada a recordar que ma<anaha&a que decirle happy irthday a Julius, acompa<ado de laEnciclopedia Brit)nicaforrada en !amu%a, por e$emplo. Aduras penas recordaa que en los Estados Unidos ha&a unoruio i!ualito a ella, 1antia!o, que ped&a y ped&a dólares encartas que empe%aan de amor maternal y terminaan dene!ocios, de amor a Juan /ucas. M)s ien Juan /ucas, y poresas cosas raras de la vida, s& ha&a recordado el santo de

Julius 'ayer, mientras lo afeitaan en la peluquer&a del hotel,

hi%o una mueca y el peluquero se disculpó creyendo haerlolastimado*, pero decidió taparse la oca, nada de estarlediciendo 9y de qui2n es santo pasado ma<ana:, que cara paraeso 2l no ten&a, a ver si el chico se hace m)s machito ycamia la vo% de una ve%, adem)s qu2 tanta huevada. /o queno sa&a Julius era que Arminda no vendr&a esa tarde y que1usan estaa en el (olf con Juan /ucas. Mucho menos sa&a,2sa ni se la ol&a, que se ia a topar con un primer amor entodo su apo!eo al entrar al corredor que llevaa a la suite y

precisamente en su puerta.Ellos no lo vieron, a pesar de que se esaan mirando

hacia todas partes al mismo tiempo, con !ran ries!o dequedarse i%cos del esfuer%o o si los co!&a un aire. Julius nosupo qu2 hacer ha&a dado el primer paso del miedo y laver!Nen%a al retroceder y ocultarse detr)s de la puerta quedaa acceso al corredor. Ellos estaan unos die% metros m)sall) y se!u&an es)ndose. A qui2n se le ocurr&a, es verdad,pero tal ve% Manolo y ?ecilia cre&an que 2se era el lu!ar m)s

se!uro, sore todo desde que un $ardinero los ha&a co!idoes)ndose entre los cipreses que rodeaan una de laspiscinas@ adem)s era casi casa de cita eso de esarse y almismo tiempo saer que medio arrio Marconi est) ocultoentre los otros cipreses, Enrique entre esos dos porque salehumo, fuma hasta cuando esa, cuenta que se pasan el humode oca a oca, ya urdeleó, Dah... 1e escapaan,



avan%aan como todos hacia los cipreses pero se escapaany, ocult)ndose de los mo%os, de los maitres y sore todo delse<or ese que dee ser el !erente, su&an por una escaleraque descurieron una tarde y lle!aan a un lar!o corredor,astante oscuro y sore todo muy silencioso, donde ellos saeios por qu2, cre&an que no ha&a un alma. G tal ve% hastaha&an perdido el miedo terrile pero hermoso de los primerosd&as, el tentador espanto que les provocaa la sola idea deseparar sus laios crispados y encontrarse con el !erente ocon una vie$a eata y millonaria que viv&a en el hotel y que nolos huiera comprendido. #ensaan hasta que al!uien lospod&a aofetear, porque a los quince a<os se es un homre yse fuma mucho, pero cuando aparece un !erente y uno est)esando a ?ecilia a escondidas como que se retrocede y no

todo lo que dicen los del arrio es verdad, eso sólo funcionacuando estamos todos. /o cierto es que ellos !o%aan eseprimer amor a escondidas, se ocultaan siempre, y si nadielos huiera perse!uido, si nadie nunca los huiera estorado,ellos se har&an escondido de todas maneras para poderquererse m)s, porque sólo el miedo los llevaa a hacersepromesas y a decirse cosas que realmente no eran necesariaspero que eran tan hermosas. El arrio Marconi all) aa$o,entre los cipreses, y nosotros ac) arria, solos, sin tener que

pe!arle al !rin!o, entre el silencio de este corredor que es tanlar!o y con este miedo tan maravilloso a las cinco de latarde... Ah& estaa Manolo esando a ?ecilia que lo ara%aachaposa, ah& estaa contando en se!undos la duración de sueso caliente, apartando un instante la oca para respirar,aho!)ndose frente a los o$os de ?ecilia que se ar&anmo$ados, car!ados de hondura y l)!rimas quietas, po%osne!ros donde Manolo quer&a ver m)s, estaa a punto de verm)s porque se lan%aa a otro eso ineFperto aún, cloc,sonaan sus dientes, hasta les dol&a, pores retiraan la cara,con los o$os aún cerrados esperaan que se ltre el nuevoreve fr&o desencanto... #ero se amaan todav&a por encimade cualquier eFperiencia y, no ien volv&an a arir los o$os, seencontraan ador)ndose, re!resaan de la triste sensaciónproducida por el freno dental al amor, volv&an a mirarse a!ritos y se lan%aan, ya no a un eso para no fracasar tan



r)pido de nuevo, sino al ara%o asFiante en que se vannervios y músculos hasta desaparecer en ese instante quesiempre ya fue pero que insiste en empo%ar todo el amor a losquince a<os. e!resaan cansados, sin saer cu)nto ha&adurado, 2l mirando hacia el fondo del corredor que daa a loscipreses, ella hacia la puerta del corredor y de pronto saltandohacia atr)s y empu$)ndolo. Julius se ocultó, pero ya lo ha&anvisto@ adem)s escuchó que dec&an 7Un chiquito nos est)espiando, Manolo.8 Julius estaa en la única puerta y ellos nosa&an por dónde partir la carrera, adem)s Manolo recordóque de&a ponerse macho y trompearse pero no era el !rin!oy cuando ?ecilia repitió lo del chiquito que los estaaespiando, lo co!ió la sensación de que ellos eran los ni<os y elchiquito un homre !rande. En ese instante fue que

escucharon un silido y apareció un mocoso medio ore$óncaminando muy campante, ropa de a<o en mano y cara deque no ha&a visto nunca nada. #ero a los cinco metros todoempe%ó a irse al dialo porque Julius no encontraa la llave,eso que ya ha&a metido la mano en el olsillo en que estaa,y porque Manolo, convencido de que no ha&a nadie a quienpe!arle y de que el chiquito era un chiquito y no el !erente,se lan%ó sore ?ecilia para esarla nuevamente y proarleque en nin!ún momento ha&a tenido miedo. ?ecilia,

sorprendida y aún no muy estale en su se!unda semana contacos altos, perdió el equilirio del susto y Manolo se fue encaldo sore la puerta que Julius no lo!raa arir porque lallave tampoco estaa, nunca ha&a estado en la ropa de a<o.Ahora s& que los tres estaan aterrados, pero ?ecilia, viv&sima,sacó de un olsillo de su falda la ca$etilla de ?hester que letra&a de re!alo a Manolo, y le di$o fuma, amor, para disimular,y a Julius se lo conquistó con una sonrisota 79>ú vives aqu&,chiquito:8 Julius le di$o que s& y ella empe%ó a atorarse de risay Manolo a quererla matar porque ya ha&a perdido el miedo y2l en camio aún no lo!raa arir la ca$etilla de ci!arrillos,Dcómo le temlaa la mano de mierda Julius se ia por lase!unda rueda en lo de uscar la llave, la encontró dondesiempre ha&a estado, mientras ?ecilia, apoyada en la pared

$unto a la puerta de la suite, continuaa ri2ndose con unamano sore la oca ante las miradas de Manolo y Julius.



1e!u&a ah& !racios&sima, m)s o menos de la edad que tendr&a?inthia, ri2ndose sin parar, medio descua!erin!ada por elesfuer%o, con cara de cole!iala que acaa de terminar unatravesura o de !anar un partido de volley, preciosa y con lanari% muy respin!ada. Julius arió la puerta mir)ndola dereo$o y escuchando la cólera de Manolo que la amena%aa conromper para siempre si no paraa de re&rse. ?erró la puertamedio intranquilo porque ya no escuchaa la risa de la chica,a lo me$or rompieron como dec&a 2l... eli%mente otro d&a losvolvió a ver en la piscina y ella volvió a re&rse, mientras 2lencend&a un ci!arrillo tranquil&simo, por lo menos 2sa es laimpresión que daa.

/le!ó ese d&a en que la se<ora les anunció mesespa!ados de vacaciones hasta que el palacio nuevo estuvieralisto. 0melda acaaa de terminar sus estudios de corte yconfección y se marchó como si nada, sin sentimiento, tandistinta a +ilda. /a se<ora les anunció meses pa!ados devacaciones y ?elso y aniel se entre!aron a su felicidad,porque ahora podr&an edicar. Edicar. Esa es la palara queutili%aan y para qu2 in!enieros ni arquitectos, mi ra%o. El

diccionario dee dar tanto sore la palara edicar, laetimolo!&a, el lat&n y todo, pero para qu2 mierda cuando ellosya se ian a edicar y te ense<aan los dientes al sonre&r y túya andaas en plena asociación edicar edicio !randedepartamentos hoteles suites y ellos se!u&an sonri2ndote conuna mi!a de pan pe!ada entre los dientes enormes yvacaciones lar!as pa!adas y se ian a edicar pues. ?uandomo$aan el pan en el caf2 con leche sore la mesa de lareposter&a la asociación avan%aa y el color del caf2 con lechete arro$aa de ruces contra la casucha de arro y lo deedicar perd&a lo edicante y la cara de ellos mo$ando lospanes ya qu2 dialos ser&a lo que te hac&a pensar que eldiccionario no da la pena la caricatura de la palara lochiquito de la palara... 1i los huieras visto edicando en elsentido de mi!a de pan entre dientes en sonrisa, con las ta%asah& delante, ?elso y aniel momentos antes de aandonar el



vie$o palacio para irse a ed... en el terrenito de la arriada.

/le!ó ese d&a en que la se<ora les anunció mesespa!ados de vacaciones, y ella de$ó de planchar y vino a lareposter&a para escuchar, pero no hi%o nin!ún comentario. /a

se<ora no estaa oli!ada a pre!untarle adonde se ir&amientras tanto, porque era la se<ora, y ellos tampoco lepre!untaron porque ya ha&an empe%ado a edicar ah&, sorela mesa de la cocina y por eso nunca sar)n. ;u2 tal miedo elque sintió al pensar que se quedaa en la calle, pero continuómuda y tampoco hi%o !esto al!uno cuando la iluminó la ideade su comadre en la lorida que podr&a alo$arla durante todoese tiempo. /a se<ora se marchó y nadie le pre!untó. Ellare!resó muda al cuarto de planchar, continuó su diaria tarea ynuevamente las mechas color a%aache le ocultaron mediacara y fue otra ve% la ru$a esa que plancha tan ien miscamisas de que halaa Juan /ucas. G como el mismo Juan/ucas ha&a liquidado el asunto +ilda, no ha&a qui2n losuniera en la cocina para considerar la situación, no ha&aqui2n los representara, ni siquiera qui2n le pre!untara adondepensaa irse. Ga la vie$a Arminda estaa nuevamentehaciendo maravillas con las camisas de seda del se<or,nuevamente convertida en su resumen, en la mu$er queplancha con el rostro oculto entre mechas lar!as y ne!ras y

nada m)s. 1i siquiera huiera estado +ilda le har&apre!untado y ella, sudando, har&a mencionado las palaraslorida y comadre entre otras que no sonaan casi pero que+ilda har&a entendido. +ilda ya no est), ahora, y ella se!uir)dedicada a las camisas del se<or, enve$eciendo muerta decalor frente a la tala de planchar y como es ló!ico y posileen las casas en que son tantas las haitaciones y tantas vecesnadie se entera de lo que pasa en el cuarto de planchar, ni deque ya tiene m)s de sesenta a<os y a veces le duele tanto el

pecho aqu& al lado i%quierdo. D+o ios m&o, Dno ios m&o,Dpor favor, necesitaa tanto descansar para irse ma<ana a lalorida.

DJesús D;u2 cosas las que piensa uno cuando se sientemal #ero tem&a tanto, siempre temo aunque ahora ya no meduele, hace d&as que no me duele mucho, pero ese d&a elmiedo y las camisas del se<or que no se acaaan nunca y



+ilda ya no estaa, ya no est), y yo me ia a terminar sorela tala de planchar sin haerla vuelto a ver, nunca volvió y elmaldito heladero, no no ya ni rencor se !uarda cuando duele ytienes miedo ya ni rencor se !uarda pero +ilda no estaa, sucólera los huiera re!resado $unto a la cama en que yo mor&a,desde la sierra los huiera tra&do pero no eso tampoco,porque +ilda ya no est), y si no van a cocinar en casa nuevanosotros de dónde vamos a comer. 9>ami2n de ese hotel: Gsi suced&a antes de partir porque me dol&a tanto aqu& a lai%quierda en el pecho sin que nadie supiera lo de mi comadreen la lorida y sin +ilda ah& para averi!uar porque ellos no mepre!untaron dónde vivo en la lorida en casa de mi comadre,+ilda se encar!ar&a de que vinieran ?elso aniel ?arlosAnatolio todos, +ilda ia a halar a servir el caf2 y todos ian

a llorar pero +ilda ya no estaa y ellos no me ha&anpre!untado y si suced&a en la casa nueva ni siquiera poderima!inarse la puerta lateral por donde ia a salir todo ne!rolento silencioso i!ual a Bertha y el se<or Juan /ucasarre!lando con un cheque como con +ilda y yodesapareciendo por la puerta lateral como Bertha la ni<a?inthia murió la porecita qui2n ia a venir para enterrar laca$a con el peine y la escoilla la plancha el2ctrica, Dno iosm&o, Dno ios m&o por favor (racias a ios le de$ó de doler

ese d&a y pudo terminar con las camisas y descansar hasta eld&a si!uiente para venirse a lorida, DJesús, Dlas cosas queuno piensa cuando se siente mal... Aunque f&$ate, tal ve% unade estas tardes, una de estas noches, la se<ora no ten!a quesalir, no necesite a ?arlos, tal ve% el ni<o Julius est2 aurrido ya la se<ora se le ocurra que puede dar una vuelta, tal ve% menote cansada, tal ve% se d2 cuenta de que el atado de ropa esmuy !rande, tal ve% le propon!a al ni<o Julius que meacompa<e con ?arlos hasta la lorida y ellos se enteren deque vivo aqu&.

7Es santo del ni<o Julius8, le di$o Arminda a su comadre(uadalupe que ha&a cocinado todo el d&a mir)ndola planchar.A veces lo!raan comunicarse las dos vie$as@ por e$emplo, ya(uadalupe ha&a entendido que Arminda sólo se quedar&aunos meses y que lue!o volver&a para se!uir traa$andodonde una familia que se ia a mudar a una casa nueva. Era



medio sorda (uadalupe y sal&a tempranito a misa y a comprarpara cocinarle a sus hi$os, in!ratos que sólo vienen por lacomida y que tienen sus mu$eres en otra parte. Era mediosorda y Arminda ya se sent&a me$orcito pero !uardaa sume$or aliento para las camisas del se<or. 1er&an las cinco de latarde cuando terminó con la última de la serie semanal yempe%ó a hacer el paquete lanco, para llevarlo a la familiadonde traa$aa. eió haer sido ayer, al!o as& captó(uadalupe al pensar que era viernes y que ayer fue $ueves.7Es santo del ni<o Jul8, le ha&a dicho Arminda a su comadre,mir)ndola cocinar. 7Usted sae ir los $ueves8, di$o (uadalupe,unos die% minutos despu2s, pensando que hoy era viernes yque terminaa la novena. 7Es santo del ni<o Julius8, le ia adecir Arminda, pero !uardaa su me$or aliento para las

camisas y la comadre empe%ó a remover al!o en la olla y elpaquete ya estaa listo y una !allina pasó corriendo.

Minutos m)s tarde Arminda su&a a un ómnius vie$&simoy all& empe%aa su lucha para que no le aplastaran el paquetecon las camisas. +unca ha&a un asiento lire. G su lar!acaellera ne!ra no inspiraa el respeto o la compasión deunas canas y aunque ella era vie$a y le dol&a siempre un pocoel pecho al lado i%quierdo, era dif&cil que al!uien se pusiera depie y le cediera su lu!ar porque no era canosa. Hoy ven&a

cuidando la cartera tami2n, en ella llevaa el paquetito quele ha&a comprado ayer al ni<o Julius mi comadre deepensar que me olvid2 de llevar las camisas ayer, se quedómir)ndome cuando re!res2 tan r)pido pero es que sólo sal& para comprarle un re!alito al ni<o Julius. En las curvas,Arminda se prend&a de un asiento para no irse de espaldas, enesos momentos prote!&a de cualquier forma el paquete, peroen las rectas amas manos amos ra%os, todo el cuerpo y lamente prote!&an las camisas del se<or, no ha&a de$ado que

se las lavaran ni en el hotel, sólo ella se las sa&a lavar, no eraor!ullo pero s& lo único que le quedaa en la vida, otra ve%pensando en la muerte, pueden ser !ases, +ilda har&aeFplicado... Ese ómnius la llevar&a hasta el Ministerio deHacienda, all& tomar&a el escal%os=1an 0sidro y ya no a$ar&ahasta el cruce de Javier #ardo y #ershin!@ desde all& caminar&a,ya eso era m)s f)cil, hasta el ?ountry ?lu. #or ahora la cosa





paraa, tampoco. >al ve% podr&a sentarse en el suelo con elpaquete sore las piernas estiradas, pero m)s all) esemendi!o tirado en el suelo y la !ente que pasa y ella quer&atanto sentarse y de nuevo no ha&a ni una sola anca, qu2locos son los escal%os, a veces vienen dos se!uiditos, unolleno que no para y otro vac&o.

Arminda vio una caecita medio canosa de pelos ri%ados,una %amita y a su lado el asiento lire, se de$ó caer cerrandolos o$os hasta que pasara ese momento en que la presióndeió ha2rsele ido a cero. ?uando los arió, el coradorestaa a su lado con el oleto y ella le entre!ó las monedasque sacó del fondo de su cartera, envueltas en un pa<uelo.?erró nuevamente los o$os para darse cuenta de que elpaquete reposaa prote!ido sore sus muslos y de que ha&atenido suerte y que tami2n el paquetito para el ni<o Juliuscontinuaa ien se!uro en su cartera. -tra ve% se sent&ame$orcita, empe%aa a pensar que pod&a se!uir planchando,cuando en eso escuchó una vocecita a su lado, una especie depitito y volvió a arir los o$os para mirar ien a la vie$itamorena que estaa $unto a ella. Efectivamente cantaa, peroeso no era lo m)s raro, adem)s ten&a cara de e2 y sesonre&a co$ud&sima mientras cantaa y ten&a el vientrehinchado como si estuviera emara%ada. Al ver que Arminda

la miraa como quien se despierta y se encuentra con?aperucita o$a al pie de su cama, le di$o que era un pa$arito yle sonrió ya directamente a su ami!uita, despu2s empe%ó adesternillarse de risa, feli% se puso el pa$arito y en efectotrinaa y todo el ómnius ten&a que ver con ella y ella ya nopod&a m)s de felicidad, hasta se paraa por momentos paratrinarle a todos los pasa$eros que eran unos ni<itos ienuenos. (racias a ios que de ve% en cuando se le ocurr&amirar por la ventana y ve&a un )rol o un arusto@ !racias a

ios porque en esos momentos se olvidaa de Arminda ycomo que se ia a las nues y hasta de$aa de trinar unosminutos. #ero volv&a a la car!a en cuanto el )rol o su ima!endesaparec&an de su mente y empe%aa a cantar cancionespara ni<os proalemente improvisadas y a co!erse el vientrey de repente tami2n el paquete con las camisas que Armindatanto prote!&a, sae ios en qu2 estaa pensando #a$arito. En



todo caso, mientras el asunto no pasara de caricias, ella lade$ar&a porque a lo me$or si le daan la contra era capa% deconvertirse en )!uila, vaya usted a saer, pensaa la poreArminda y de rato en rato hasta le hac&a la mueca que era susonrisa, como dici2ndole que la vida no era tan rosada comoella cre&a, que m)s ten&a de color hormi!a que de arolito ode an!elito o de ni<ito ueno, en n que de todas esaspalaras que la %amita ia pronunciando mientras acariciaacada ve% con mayor insistencia las camisas del se<or. Elómnius se detuvo en un sem)foro y #a$arito volteó a mirarpor la ventana, esta ve% vio a otro de sus seres queridos, unpolic&a, !randa%o el cholo y medio uenmo%ón. Ah& s& que sepuso de pie para alcan%ar ien la ventana, era chiquitita#a$arito y quer&a que el polic&a la escuchara muy muy ien. El

ómnius entero tuvo que ver en el asunto porque lo que#a$arito estaa haciendo era y no era falta a la autoridad y elpolic&a no sa&a cómo proceder, por momentos como que seia a amar!ar, por momentos como que se ia a re&r, pero lospasa$eros se estaan urlando, en todo caso 2l nunca semover&a de ah& para que nadie fuera a pensar que ced&aterreno ante la ofensiva de una loca. #ero entre lo de laautoridad, la lu% que se!u&a ro$a y la !ente que se ca!aa derisa, el pore no pudo m)s y desvió la mirada, vio un

automóvil que tal ve% ha&a cru%ado cuando la lu% ya estaaen )mar, lo cierto es que ahora estaa en )mar y 2l furiosoy salv)ndose tocó pito, pistola en su funda y palo y se lan%óen usca de una multa que le devolviera su autoridad@ malasuerte la lu% camió a verde el ómnius se puso en marcha y2l tuvo que hacer esfuer%os sorehumanos para no &rsele decara encima, momento que aprovechó muy ien #a$arito paracantarle en las narices a su ser querido 7Adiós ni<ito, adiósni<ito8, le ia diciendo al pasar, pero un pito loco ocultaa sucanción de amor a la infancia.

El 2Fito otenido tuvo el efecto de varios caramelos para#a$arito@ lar!o rato se quedó saoreando sonriente la dulceima!en del polic&a que $u!aa al pito con ella, olvidandomoment)neamente al otro ni<ito, el que Arminda tra&a en sulanco vientre. /o malo es que a medida que el ómnius seia acercando a 1an 0sidro, la cosa se ia poniendo cada ve%



m)s onita, ha&a m)s y m)s )roles y las casas emellec&an!radualmente hasta convertirse en palacios y castillos. Ga por

Javier #rado todo se fue llenando de Cores, enredaderas y)roles que ordeaan la pista y #a$arito como que despertóen su rama y se arrancó, cual ave precursora de primavera,en un trinar padre. 1e asomaa tanto, que por momentosArminda tem&a que saliera volando por la ventana delómnius y hasta empe%ó a sentirse en la oli!ación decuidarla y de estar atenta a todos sus movimientos. +oparaa de trinar la %amita, y en los paraderos, cuando elómnius se deten&a, reci&a a los pasa$eros con una ondadtipo 1an rancisco de As&s y los de$aa espantados porquedespu2s de todo andamos en pleno si!lo veinte y las !uerrasde lieración. e pronto vino el corador y le pe!ó su !rito

para que no se asomara, la sentó en su sitio del susto y lecerró la ventana con amena%as. #a$arito arrancó a llorarmuerta de risa, ah& fue cuando se acordó del otro ni<ito ymano con el paquete de camisas nuevamente, hasta lo quer&aesar y Arminda tem&a que se lo manchara, ya le ia a llamarla atención a #a$arito, cuando en eso el ómnius se detuvo ysuió un ruio@ al!o de hún!aro, tal ve%, recio el tipo, peloordinario, madre peruana proalemente, entre futolista detercera y ayudante de mec)nico, homre del puelo en todo

caso, pero lo de ruio... al!o entre cholo de Europa, serranolanco y cholo decente. En todo caso el ni<ito ios o el#residente de la epúlica para #a$arito porque le pe!ó suempellón a Arminda y se fue derechito a colmarlo de trinos yde cari<os. 1e ha&a quedado parado en medio del ómnius elpore y se!u&a tratando de hacerle creer a todo el mundo quetodav&a no se ha&a dado cuenta@ le ha&a dado la espalda a#a$arito y se hac&a el que no sent&a su mano toc)ndole lacae%a, mentira porque ien nervioso que estaa y la !enteempe%ó a re&rse nuevamente como con el polic&a y el otro yano sa&a qu2 cara poner, porque ahora #a$arito met&a lacaecita entre su estóma!o y el asiento en que estaaapoyado y se le aparec&a por all) aa$o con una sonrisita parasu ami!uito, el m)s lindo, el m)s di!no de todas sus caricias.Hasta el chofer por el espe$o retrovisor se estaa ca!ando derisa@ casi se si!ue de lar!o por escuchar las canciones de cuna



de #a$arito, pero Arminda apareció de repente a su lado, leclavó los o$os de pena, los que no se ha&an re&do en todo eltrayecto y no sólo le hi%o saer que aqu2l era su paradero,sino que adem)s le hi%o sentir que 2l era el capit)n del arcoy que estaa en la oli!ación de poner orden entre lospasa$eros y que #a$arito era la miseria humana, vaya usted asaer.

-scurec&a ya cuando ?arlos, al volante del Mercedes,desemocó en la avenida que conduce desde Javier #radohasta el ?ountry ?lu y la vio venir. 7Ga lle!a la o<a8, se di$oy detuvo el automóvil para que ella suiera y evitarle eseúltimo trecho que ten&a que caminar. Arminda avan%ó mudahasta el Mercedes y 2l le arió la puerta, sin a$arse comohuiera hecho con la se<ora, pero dici2ndole urlón cosas quehuiera podido decirle a la se<ora. Arminda cerró mal lapuerta dos veces y 2l tuvo que ayudarla, previa miradita ludaque ella ni siquiera trató de interpretar. /e pre!untó por susalud y ella murmuró que estaa me$orcita. Me$orcita de qu2,porque ?arlos ni se sospechaa que la o<a ha&a estadopensando en la muerte, el velorio, el entierro y todas esaspalaras con saor a m)rmol, durante los últimos d&as.Arminda se ha&a de$ado tra!ar por el acolchonado asiento delMercedes, aprovechando el par de minutos que duró el

trayecto para descansar con los o$os cerrados, tal ve% a puntade ver sólo ne!ro lo!rar&a olvidar que el paquete quereposaa a su lado, sore el asiento, eran las camisas delse<or y no el ni<ito lindo de #a$arito que, en el fondo, era laúnica feli%.

Ga que al menos por ahora los otones tampoco eranfelices ?arlos, con el i!otito y la pende$ada caracter&sticos,detuvo el automóvil frente a la entrada principal del hotel ytres de los verdes se aalan%aron educad&simos sore la

puerta del Mercedes, creyendo que era la se<ora y laspropinas de n de mes. 1e apuntó un poroto en su diario ycriollo duelo veral con el personal del hotel, los co$udeó a lostres@ sentado al volante, se re&a a carca$adas contenidas al verque los otones reci&an el paquete con las camisas y,desconcertados, miraan a$ar a la mu$er pore que estaansirviendo.



/a noche anterior ellos ha&an re!resado a las mil yquinientas y como siempre en esos casos, Julius ha&a comidosolo en la suite y lue!o ha&a esperado un rato m)s, hastaque por n lo venció el sue<o sin que mami supiera quema<ana es mi santo. #or eso primero casi se muere del sustoy despu2s, al darse ien cuenta de lo que se trataa, casi semuere de felicidad porque era mami que se ha&a metido a lacama para despertarme. Mami en ata lo aplastaa, loasFiaa a punta de esos y de halar de re!alos que le ia acomprar esta tarde misma. /e ped&a una lista, ur!entementese la ped&a, quer&a llenarlo de re!alos, no sólo de esos yamor, quer&a hacerlo feli% inmediatamente, quer&a quesupieras que te adoro. Huiera querido ser recordada parasiempre en ese momento )!il, feli%, despeinada, mami,

atraves)ndolo de amor maternal, rod)ndolo, impre!n)ndolopara que tami2n la sensación dure mucho tiempo, como a1antia!o cuando le enviaan dinero a los Estados Unidos,dici2ndole tiene que durarte un uen rato. 1usan estaatendida oca aa$o, a lo ancho de la cama@ su cae%asoresal&a col!ando por el otro costado y sus caellos ruiosca&an sore la alfomra, mientras su mano derecha, en undisfor%ado esfuer%o, mami is !ettin! o&d, darlin!, lo!raaapretar el timre $unto a la mesa de noche, llamando al mo%o

que les traer&a el desayuno para querernos los tres alrededorde la mesita. Ga Juan /ucas tarareaa varonil, afeit)ndose enel a<o y ella empe%aa a sentir nuevamente, un d&a m)s, laeFistencia de ese otro !ran amor, el que ella se!u&a con loso$os ocultos a$o enormes !afas de sol, por inmensos camposde !olf, por el mundo entero. /a san!re se le ha&a venido a lacae%a y Julius la ayudó a incorporarse colorad&sima y aecharse de espaldas a su lado. 1usan colocó amas manosa$o la nuca, se despere%ó culereando el tronco, oste%ó porúltima ve% en la ma<ana y $u!ó a quedarse dormida $unto a

Julius, pero era que Juan /ucas, all) en el a<o, ya no sólotarareaa, cantaa ahora a$o el chorro del ducha%o matinal yella lo estaa escuchando.

>res cuartos de hora m)s tarde, el desayuno de los tresalrededor de la mesita y con amor, era esas toron$as a medioterminar en sus platitos, las ta%as vac&as y chorreadas de caf2



con leche, las tostadas con mantequilla que soraron,!rasosas ya y la mermelada esperando su mosca, aunquetrat)ndose de una suite del ?ountry ?lu, muy proale quela mosca nunca lle!ara@ era Juan /ucas, impecalementevestido de hilo lanco, anunciando reunión muy importantecon otros pesqueros y el ministro de hacienda, anunciandoque pasar&a hacia el mediod&a para reco!erlos y llevarlos aalmor%ar al (olf@ era 1usan !rit)ndole desde la ducha que nole o&a@ era Julius pensando que al dialo con su lista de re!alosporque pasar&an la tarde en el (olf y era Julius, hundido en unsof), envuelto en una ata n&sima pero denitivamenteenorme, si!uiendo con los o$os a Juan /ucas que, de encimade una cómoda, ia reco!iendo llavero de oro, ci!arrera deoro, encendedor de oro, lapiceros de oro, illetera con iniciales

de oro, chequera tami2n de oro, si se quiere, en n el sue<odorado de un carterista, lo malo es que 2l nunca ia pordonde ellos estaan o, como es ló!ico, viceversa. 79>ieneusted un terno ele!ante, $ovencito:8 Julius le ia a responder,pero como de costumre 2l se le adelantó 7Esta noche lovamos a llevar a comer al Aquarium, $ovencito@ 9no quiereusted celerar su santo:8 Julius pensó en al!unos compa<erosde cole!io y en los de la piscina, pero tami2n en los primitos/astarria, esas mierdas y en las cosas que a 1usan podr&an

ocurr&rsele si en ese momento acaaa de tomar una ?oca=?ola, por e$emplo@ me$or no pensar en nada, adem)s ya Juan/ucas dec&a Dadiós con todos y aandonaa la suitemillonario, de$ando a 1usan y a Julius millonarios y con toda lama<ana de verano encima. Ahora hasta que volviera almediod&a y los llevara al (olf.

All) todo fue como siempre Juan /ucas $u!ó casi toda latarde, 1usan un rato y despu2s se limitó a acompa<arlo conotras ami!as, mientras Julius se a<aa en la piscina sin

lo!rar entalar conversación con otros ni<os porque hac&atiempo que no ven&a y no conoc&a a nadie. A eso de las seis, Juan /ucas re!resó a camiarse, a pe!arse un ducha%o y setomó un par de copas en el ar, un poco apurados porque esanoche ten&an un cóctel y m)s tarde tenemos que llevar alchico a comer. 1usan, feli%, envió a un mo%o a decirle a Juliusque estuviera listo y que se reuniera con ellos en el ar



porque quer&a darle una sorpresa. 7arlin!, r)pido alautomóvil, le di$o cuando Julius apareció@ tenemos que ir a uncóctel pero despu2s te vamos a llevar a comer al Aquarium.8Ella encantada de poder darle la sorpresota, y es que desde laducha no ha&a podido escuchar lo que Juan /ucas di$o antesde partir, esa ma<ana.

En camio esta ve% s& escuchó los tres !olpecitos t&midosen la puerta de la suite. Hac&a sólo unos minutos que ha&are!resado del (olf y estaan tomando una copita de $ere%,antes de camiarse para lo del cóctel. 79;ui2n podr) ser:8,pensaa 1usan, muerta de Co$era de ponerse de pie. Juliusha&a a$ado un rato pero 2l ar&a la puerta sin necesidad detocar. +uevamente !olpecitos. Juan /ucas se paró y fue a arirpara salir de una ve% del asunto.

LDHola, mu$er Ldi$o, con el tono adecuado para lasituaciónL@ 9viene usted tray2ndome mis camisas: #ase,pase... A ver, 1usan, enc)r!ate.

Arminda dio tres pasos t&midos y ya estaa en la suite,asurda. 1usan notó que empe%aa a oscurecerlastimosamente, cosa que podr&a deprimirla y corrió a cerrartodas las cortinas, para acercar la noche y con ella el cóctel.Encendió lue!o una l)mpara de pie, en un rincón, y otra sore

la mesa, al lado derecho del sof), lo!rando un amienteperfecto para el $ere%, realmente las copitas se luc&aniluminadas marroncito sore el a%afate de plata. Armindacontinuaa parada, tres pasos adentro y de pronto tami2nsucia y ha&a murmurado al!o. #ero Juan /ucas ya no estaaall& y para 1usan aún no ha&a lo!rado entrar, para 1usan todoandaa un poco en el suconsciente, otro poco por ah& atr)s,hasta que eió una pi%ca de $ere%, de$ó nuevamente la copitasore la mesa y ahora s& ya no tardaa en ver a Arminda, enocuparse de ella, por al!una parte dee haer dinero, hay queco!erlo, entre!)rselo, pa!arle y quedarse con el paquete decamisas, Arminda ya, ahora s& darlin!, can you !ive me somemoney, please:Juan /ucas, sentado e improvisando unaprofunda lectura de >ime, eFtra$o la illetera y alar!ó el ra%ohacia 1usan, sin mirar porque el art&culo se pon&a cada ve%m)s interesante. 1usan co!ió la illetera, la arió y sacó



cualquier illete, mientras avan%aa hacia donde Armindase!u&a parada, paquetote en ra%os y muy acaada. 79Essuciente:8, le pre!untó, muerta de miedo y linda. Armindafaricó la mueca que era su sonrisa y le di$o a la se<ora queno ten&a vuelto para ese illete, ya ia a decir que la semanapróFima le pa!ar&an, pero 1usan, que continuaa recordandoa sus pores del hipódromo y envi)ndoles cosas no pudo m)sde ondad ha&a que ver lo linda y sa$ona que se pusocuando tomó el paquete de entre las manos de Arminda, lode$ó sore una silla y le hi%o entre!a del illete con su vuelto,y la otra aver!on%ad&sima y le ol&a el soaco. As& hasta que elasunto empe%ó a parecerse demasiado a via$e de reina a suscolonias y ya no les quedaa nada por decirse y la copita de

$ere% esperaa iluminadita, ten!o que camiarme para el

cóctel, pero Arminda quer&a ver tami2n al ni<o Julius ypre!untó por 2l. 7ee estar en la piscina8, le di$o 1usan,pensando que Julius no pod&a estar en la piscina porque hac&am)s de una hora que la ha&an cerrado. En se!uida avan%óhasta la copita de $ere% y eió nuevamente una pi%ca, a versi de ah& sur!&a al!o porque la mu$er continuaa en la suite yqu2 se ian a hacer con ella, a lo me$or Julius se demora horasen venir. 1e conversa o no se conversa, parec&a pensar lapore 1usan, porque la presencia de Arminda como que ia

creciendo y ni avan%aa ni retroced&a ni se marchaa ni naday el $ere% ya no tardaa en terminarse y ella tampoco ni sesentaa ni se ia a camiar y Juan /ucas era capa% de pedirleunos anteo$os que no ten&a, tan interesado se!u&a en su >ime,ya sólo faltaa que la revista est2 al rev2s para que la suiteestalle, con todo lo que ha costado construirla y decorarla,como en las superproducciones cinemato!r)casnorteamericanas. Al!uien ven&a a salvarlos porque tocaan lapuerta y ten&a que ser al!uien que lle!aa a salvarlos@ as& sesent&a 1usan cuando corrió a arir y se cru%ó con Armindamirando sin ver y viendo sin mirar, le sonrió pero el mechónse le ha&a ca&do y le tapaa la oca y Arminda no vio, sólonotó que la se<ora se apresuraa a arir era el otones quese encar!aa de lustrar las maletas del se<or. en&a car!aditode maletas y muy sonriente por lo de las propinotas. ?uando1usan le di$o pase, casi le rue!a que pase, el de verde avan%ó



feli%, pensando que a lo me$or la se<ora le entraa al cuento,pero se topó con la otra mu$er, como fuera de temporada, ym)s atr)s el se<or leyendo. e$ó, pues, de hacerse locasilusiones, ya ni se atrevió a mirar como diciendo 9ya 2staqui2n la invitó:, adem)s 2sta le ostru&a el camino y no tuvom)s remedio que descar!ar su equipa$e y marcharse, de$andoa la pore

Arminda pr)cticamente convertida en isla, islote m)sien, rodeada por todos lados de maletas. esapareció elotones y 1usan re!resó para terminarse la copita de $ere% y aver qu2 pasa ahora, le daa tantos nervios ver a Juan /ucasenterrado en su revista y sin leer. Esa nadita de $ere% le dio lasolución linda, de$ó la copita sore la mesa, se sentó en elsof) y, nervios&sima, le re!aló a Arminda la me$or de sussonrisas, Arminda dio un paso atr)s y le contestó con lamueca que era su sonrisa, con lo cual el asunto volvió a cero ytodo empe%ó nuevamente, sólo que esta ve% con una li!eravariante Juan /ucas, escuchó una vo% que dec&a al!o de Juliusy de un re!alito y, al levantar la cara para mirar de reo$o, seencontró con Arminda convertida en via$era reci2n lle!ada,miró de frente, convertida en un mendi!o que se ha sacado laloter&a, que aún no tuvo tiempo para comprarse un tra$enuevo, pero que ya lle!a a instalarse en un hotela%o, con unas

incre&les maletas de cuero de chancho. 1usan, por su parte,continuaa mirando a Arminda y uscando la solución, laencontró por n encender un ci!arrillo. ?o!ió el paquete queha&a sore la mesa, delante de ella, eFtra$o uno, lo encendió,primera pitada, eFhaló el humo, miró a Arminda ynuevamente el asunto volv&a a cero, pero esta ve% se anticipóarro$)ndose sore el timre.

Loy a llamar a al!uien para que usque a Julius Ldi$oL@ nosotros tenemos que camiarnos para salir.

+o fue necesario porque en ese instante Julius arió lapuerta y apareció descuriendo de entrada que en la medialu% de la suite todo andaa un poco raro, entre trist&simo yasurdo. 7Hola Arminda8, di$o, trope%)ndose con una de lasmaletas. Juan /ucas aprovechó la ocasión para de$ar la revistaa un lado y ponerse de pie, diciendo 7e ve% en cuando se



escrien cosas uenas.8 1usan lo miró, crey2ndole, y se pusotami2n de pie. 1e marchaan los dos, cuando de prontoArminda, camiando por completo de personalidad, empe%ó aarirse paso entre las maletas y a avan%ar, dici2ndole a Juliusque ya ten&a nueve a<os y que este a<o ia a estar entre losm)s !randes en el 0nmaculado ?ora%ón. 7/e he tra&do unre!alito al ni<o8, anunció, interrumpiendo la fu!a de losse<ores. Arió su cartera ne!ra y eFtra$o el re!alito para

Julius. Juan /ucas encendió un ci!arrillo para hacer al!omenos que callarse la oca y se dispuso a presenciar laescena millonario e incomod&simo. /a primera pitada loconvenció de que Arminda no importaa y la se!unda de que

Julius era un im2cil nato. M)s ien 1usan, interesad&sima ytraslad)ndose una ve% m)s al hipódromo, se!u&a la apertura

del paquete con un delicioso y falso entusiasmo. /o que noera muy se!uro es que pudiera mantenerlo, porque elpaquetito la verdad es que ia perdiendo lo de te trai!o unre!alito y se ia convirtiendo en lo que era el re!alo de unamu$er pore a un ni<o millonario, y en pena...

... En la pena que tú nunca olvidar)s, Julius. #orquecuando se es as&, cuando el d&a de tu santo o el de A<o +uevoo el de +avidad o cualquier otro d&a en que haya que querer yser querido, cuando un d&a como hoy te entristece hasta

re!resar del (olf e irte a pasear por la piscina ya vac&a yoscura, cuando se es as&, cuando toda esperada ale!r&a llevasu otra cara de pena inmensa, peor aún, de amena%aconstante e indenida de pena inmensa, de pena que tieneque lle!ar en al!ún momento, cuando tú has visto en lapiscina vac&a de !ente, vac&a de las ni<as que te recordaan a?inthia, vac&a de Bertha que la estaa escarmenando, vac&ade ?elso y aniel que no han venido a verte en todo elverano, que solos se est)n construyendo esas casas que tú no

lo!ras ima!inarte, vac&a de ese muchacho que encontrasteesando a su chica, cuando por n hay una tarde, una nocheya casi en que los del arrio Marconi no le van a pe!ar anadie, pero es que no estaan, cuando en el fondo del a!uaque tanto fr&o te daa miraas las piedras, los cuchillos de

>ar%)n reposando y eran tristes ah&, inmóviles a$o el a!uacristalina, a%ul pena, cuando la piscina estaa vac&a de tus



ami!os de este verano y era eFtra<o cómo siempre la soledady el fr&o te dan !anas de ir al a<o y sent&as tu cuerpo, tesent&as tú, te daan esos momentos tan raros y pensaas queen la suite se estar&a me$or pero te quedaas, te iasquedando y ve&as all) le$os, sore el mostrador, en el ar, lasutifarras de otro momento como esta ma<ana cuando ellavino y te dio los minutos de felicidad que amena%an siemprecon pena m)s tarde, en cualquier momento, en cualquiermomento Julius y puede ser ahora, ahora en que por ser tusanto aparece ilma sentada en una anca y tú la miras y nohay asolutamente nadie, asolutamente nada, sólo laamena%a de la pena y que ya es tu triste%a y que no saes porqu2 no tarda en ser peor aunque si!a sin pasar nada, aunqueahora sea +ilda la que hala a !ritos al orde de la piscina y la

!ente la mira y es horrile hasta la ver!Nen%a, hasta tuver!Nen%a, cuando sientes mas de ese fr&o y la necesidad deir al a<o es mayor y te entretienes con ella hasta recordarque ayer no vino Arminda y que puede venir hoy porque es tusanto y te ves salir de la carro%a porque lle!a ?inthia delcole!io y te si!ues quedando Julius, y saes que tu vida estar)llena de esos momentos, de esa amena%a de pena que ya estriste%a que te recordar) siempre, cuando las ancas querodean la piscina se convierten en huecos que se tra!an a la

!ente y oscurecen verdes, cuando los otones rodean a Juan/ucas que esta noche te va a llevar al Aquarium, cuando elmomento es denitivamente la pena que tú nunca olvidar)s,

Julius, entonces, de$as toda la amena%a en la piscina vac&a deseres queridos o impresionantes y re!resar a la suite y entrasy saludas y te tropie%as con una eFtra<a, triste atmósfera, hanencendido las luces, las l)mparas esas que dan la media lu%,han colocado sae ios cómo las maletas de Juan /ucas casirodeando a Arminda, qu2 triste est) la suite al arir y ver laespalda de Arminda, qu2 apariencia tan rara va adquiriendotodo mientras avan%as con Arminda hacia la mesa frente a lacual est)n parados ella y 2l si!uiendo hartos una escena queno deió ser triste, que sucedió para que escucharas esaspalaras tipo +ilda, de mi voluntad, de mi voluntad ni<o, y ellaterminaa de arirte el paquete y huo el momento en quesomos mudos y sentimos como un v2rti!o ne!ro y el



momento en que ellos a!radecieron para marcharse, de mivoluntad, Julius, 2sas son tus palaras y otros nuncaconocer)n tu si!nicado para esas palaras en una suite del?ountry ?lu, un d&a de tu santo, y la media lu% de lasl)mparas como empu$ada por la pena oscura que se iaamontonando en los rincones y crec&a hacia ustedes, crec&acuando escuchaste el tra$e de 1usan descender de seda porsu piel, all) en el a<o, mientras Arminda te entre!aa elre!alo y tú no sa&as qu2 decirle porque era un par de mediasamarillas, a cuadritos y nunca podr&as usarlas por horriles,cuando co!iste de su mano el pomo con el a!ua a%ul, perfumese!uro para Arminda por el color y el frasco, que fue cuandola vo% de mierda de Juan /ucas, all) en el a<o, pronunció lapalara estoque, di$o se ha anticipado, y las letras que tú no

quer&as que te di$eran nada, te ha&as defendido hasta eseinstante, las letras fueron palaras y tuvieron sentido para ti,de mi voluntad, ni<o, de mi voluntad ni<o de mi voluntad ni<ode mi voluntad ni<o, las palaras fueron de mi voluntad ni<ode mi voluntad ni<o de mi voluntad ni<o de mi voluntad ni<o,la etiqueta pe!ada al pomo de mi voluntad ni<o de mivoluntad ni<o de mi voluntad ni<o de mi voluntad ni<o de mivoluntad ni<o loción para despu2s de afeitarse de mi voluntadni<o de mi voluntad ni<o... 71e ha anticipado en varios a<os8,

di$o Juan /ucas. 7#oor thin!y tal ve% ?arlos podr&a...8,empe%aa a decir 1usan, pero me$or era salir y dec&rselo aellos mismos

Larlin!, no vamos a usar el Mercedes... Arminda deeestar cansada, 9por qu2 no la acompa<as hasta su casa con?arlos:

A ?arlos no le !ustó mucho la idea, pero en n, por sersanto del ni<o... En camio Julius ha&a suido muy alorotadoal Mercedes. #ermanecer un rato m)s con Arminda lo

entusiasmaa, tal ve% conversando con ella y con ?arloslo!rar&a ale$ar un poco de su mente la escena del re!alo, entodo caso el paseo ia a servir para matar el tiempo quehuiera tenido que pasar solo en la suite, esperando que1usan y Juan /ucas re!resaran del cóctel para llevarlo a comeral Aquarium. 1entado adelante, al lado de ?arlos, se!u&a con!ran atención el camino que llevaa desde 1an 0sidro hasta la



lorida. Arminda via$aa en el asiento posterior. Hac&a yaal!unos minutos que ha&a enmudecido, asaltada por elrecuerdo de #a$arito. esde que entraron a la avenida Javier#rado empe%ó a recordar el aloroto de la %amita, ladesesperación que le ha&an producido todos aquellos )rolesy las dos hileras de arustos ordeando el $ard&n queavan%aa como un listón verde, entre la dole pista de laavenida. Miró un instante a Julius y pensó que podr&adescar!arle su historia, pero ya hac&a varios minutos que ah& nadie ar&a la oca, hac&a tami2n varios a<os que ella nocontaa una historia. Me$or continuar callada y aprovecharque era un via$e de reposo, por una ve% en auto y no en unómnius repleto@ me$or cerrar los o$os para no ver m)s a#a$arito y descansar. Apoyó la cae%a sore el espaldar del

asiento y trató de dormirse. ?arlos ha&a encendido la radiosin consultar, porque despu2s de todo la que ia atr)s erase<ora pero no la se<ora y, en lo que se reere al ni<o, ?arlosse ca!aa ol&mpicamente en sus !ustos musicales. Julius nicuenta se dio de que ha&an encendido la radio@ llevaa unuen rato dedicado a mirar cómo camia /ima cuando seavan%a desde 1an 0sidro hacia la lorida. ?on la oscuridad dela noche los contrastes dorm&an un poco, pero ello no leimped&a oservar todas las /imas que el Mercedes ia

atravesando, la /ima de hoy, la de ayer, la que se fue, la quedeió irse, la que ya es hora de que se vaya, en n /ima. /ocierto es que de d&a o de noche las casas de$aron de serpalacios o castillos y de pronto ya no ten&an esos $ardinesenormes, la cosa como que ia disminuyendo poco a poco.Ha&a cada ve% menos )roles y las casas se ian poniendocada ve% m)s feas, menos onitas en todo caso porqueacaaan de salir de tenemos los arrios residenciales m)sonitos del mundo, pre!úntale a cualquier eFtran$ero quehaya estado en /ima, y empe%aan a verse los ediciotesesos cuadrados donde siempre lo que falla es la pintura de lafachada, esos con el cl)sico letrero 1EA/;U0/A-E+EE#A>AME+>-1@edicios tipo nosmudamos=de=?horrillos, del=vie$o=caserón=de=arro=a/ince@ ediciosmenos !randes con tienda, ar o restaurancito aa$o y arrialas medio pelos a montones o son ideas que uno se hace@



casona vie$a pensión adaptada para el futolista ar!entinoreci2n contratado, medio !ordo ya pero que fue ueno,pensión tami2n para !al)n de radioteatro de la mismanacionalidad, que viene a ver qu2 pasa y para lo de lanostal!ia de Buenos Aires, aunque a veces los de /ima sacansus leyes y se hala un poco del artista nacional y todo eso,mi casa, tu casa, su casa, eFentas de comentario por lacostumre de verlas y porque son nuestras@ casa tipo illa?armela 34V@ quinta tipo familia=venida=a=menos@ el castilloospi!liosi, me%cla de la ca!ada y Dviva el #erú@ chalecito dela costurera y de la profesora@ casa estilo con=mi=propio=esfuer%o, una me%cla del palacio de !oierno y Beverly Hills@casa estilo uque, la chola no alcan%a al o$o de uey y no teare por miedo, todo medio seco@ tudores con a<adidos

criollos@ casa torta de pistache de uno que la ca!ó y sale feli%hacia un ?adillac rosado de hace cinco a<os, estacionado enla puerta@ edicio para !al)n ar!entino ya estalecido, condepartamento tipo pisito que puso ella@ edicio ienterminado, muy caro, venta de departamentos en propiedadhori%ontal, que est) de moda@ edicio alt&simo, or!ullonacional, Dyo ah& por nada con los temlores que hay en/ima, con muchas ocinas en alquiler y, en el punto m)s alto,penthouse para ami!o soltero de Juan /ucas. espu2s, ya por

el centro, es donde se arman las peloteras, tremendos pancon pescado de lo moderno aplastando a lo anti!uo y losalcones lime<os adem)s. #ero van saliendo tami2n de ah& yel Mercedes atraviesa toda una %ona que no tarda en venirseaa$o desde hace cien a<os y desciende a un lu!ar eFtra<o,parece que huieran lle!ado a la luna esos edicios enormes,de repente, entre el despolado y las casuchas con !allinero,son como p)lidas monta<as y hay una eFtra<a luminosidad, nim)s ni menos que si avan%aran ahora por un la!o seco,dentro del cual el camino se convierte en caminito que eltiempo ha horrado y el Mercedes sufre nost)l!ico de las m)s!randes autopistas. Arminda como que despierta ah& atr)s y

Julius, al principio se desconcierta, no puede ima!inarse, nosae qu2 son, Dclaro, son casuchas, Dclaro, ya se llenó todode estilos mi=ra%o, aunque de ve% en cuando se repite al!unade las chalecito, una costurerita ien humilde tal ve%, y de



repente D%as la cho%a, para que veas una Julius, mira, pareceque se incendia pero es que est)n cocinando@ no muy le$os, eledicio donde puede vivir el profesor de educación f&sica delcole!io@ por momentos edicios cuiertos de polvo y pormomentos tami2n un cuartel o un descampado y ?arlos sesiente al!o perdido, aunque siendo criollo se orienta pronto yqui2n di$o miedo, a ver se<ora, usted dir) por dónde, yArminda, medio desconcertada porque viene en auto y no enómnius, no sae qu2 responder y el Mercedes avan%aperdido para que Julius vea m)s de esa eFtra<a hondura,le$ana como la luna del ?ountry ?lu.

El Mercedes se cur&a de polvo y no tardaan en roarlevasos y cromos, mientras (uadalupe remov&a al!o en una ollatipo paila y miraa a Arminda sin entender a los otros dos, alni<o sore todo. Julius se ha&a quedado de pie, cerca de lapuerta y un chiCón se ltraa por la rendi$a, enfri)ndole laespalda hasta el estornudo, pero no se atrev&a a avan%ar.Adem)s, por primera ve% en una casa, en pleno comedor y lasala no est) por nin!una parte, una !allina lo estaa mirandode reo$o, nervios&sima, y a$o la media lu% de una omillacol!ando de un techo húmedo, todo al orde del corto circuitoy el incendio, familia en la calle. G 2l ya no sa&a hacia dóndemirar y es que miraa ah& para no mirar all) y sent&a que

continuaa insultando a (uadalupe, a Arminda, tal ve% hastaa ?arlos porque el piso est) fr&o y es de tierra, porque lacocina es de ladrillo, porque en la vitrinita no como lasenormes del palacio tres saleritos enverdecen porque no sonde plata y hay una tacita ra$ada y una naran$a y tres pl)tanosmosqueados y las cuatro sillas alrededor de la mesa sondistintas y la cocina que es de ladrillo est) en el comedor yall) tami2n la mirada es insulto y ah& tami2n y aqu& tami2n, la !allina, la !allina, los pollitos, ahora Julius da un

paso, despu2s se huiera a!achado, los huiera acariciado la!allina y los pollitos salen disparados, un insulto m)s, 2l queia a acariciarlos y a sonre&rle a (uadalupe, ha espantando alos animalitos, han cacareado adem)s y 2l ha vuelto a insultara (uadalupe, que no entiende y es sorda y por eso 2l cree quelo odia. Mirar a ?arlos tal ve% no sea insultar pero ?arlos se haolvidado de 2l. ?arlos, cancher&simo, se frota las manos y mira



sonriente, como diciendo 9y ese tecito, se<ora: Arminda lespide que se sienten y se acerca con la tetera hirviendo, la de$asore la mesa y va por las ta%as@ en el camino le pre!unta a(uadalupe si desea y Julius cree que (uadalupe lo odiadenitivamente porque ni siquiera contesta. Arminda noinsiste, no sae tomar t2 por la noche mi comadre, est) cadad&a m)s sorda (uadalupe.

7A ver qu2 tal est) este tecito para el via$e de re!reso8,dice ?arlos, arro$ando el humo de su ci!arrillo mientrasArminda coloca las tres ta%as, ta%ones desportillados y Juliusvuelve a insultar, lo siente, siente que insulta pero reacciona!enial y sonr&e feli% aunque nervios&simo y levanta su ta%a conamas manos cuando ella le va a servir, es que no podr&apasarse un se!undo m)s sin caf2, sin t2, le tiemlan lasmanos pero lo!ra controlarlas mientras ella le sirve, lo!raa$ar la ta%a hasta la mesa sin derramar mucho y la levantade nuevo y pruea y se quema y a!uanta y est) muy rico pero?arlos, cancher&simo y dominando, no le da ola cuando lomira y manda un tremendo soro con ruido y malos modales,con sonrisita ullan!uera al ver que Arminda se acerca contres panes y mantequilla, con qu2 malos modales co!e unopero Julius quisiera poder, poder tomar el t2 as&, y es queahora, entre el silencio de Arminda sentada por n y eiendo

su t2 como una muerta, los sonidos de ?arlos al sorer, y losque hace cuando de$a chorrear en la misma eida el pan queacaa de mo$ar, o cuando lo muerde enorme empap)ndosehasta el i!ote, o cuando mastica, esos sonidos son el únicoruido, a!udo como una pun%ada a$o la omilla reum)tica, yse repiten !racias al hamre tra!ona y ale!re de ?arlos, serepiten y van adquiriendo un ritmo, van a desemocar en uncomentario, estamos a punto de sonre&r, voy a ser Julius aqu&,nos vamos a re&r, (uadalupe tami2n, pero (uadalupe los

mira sorda, dee creer que continúa removiendo al!o en elollón quieto, y tal ve% por eso la omilla oscurece los sonidosun se!undo antes del ritmo y la humedad de la casucha loscorroe, es de noche en la lorida y se ha convertido en pelosmo$ados de t2 el i!otito de ?arlos $usto en el instante en que

Julius se co!&a de 2l, ya no lo alcan%ó tropical, al!o ne!ro sedesprend&a adem)s a su derecha la melena de Arminda



cayendo por amos lados de su cara cuando pe!ó los laios ala ta%a sin levantarla, la melena de Arminda dol)ndose $untoal pan que se ha&a olvidado de alcan%arte 7?ome, ni<o8, tedi$o, con la mueca que era su sonrisa@ insistió en que era parati y te lo fue acercando poquito a poco con la mano, cuandoya ?arlos ha&a terminado y estaa listo para irse@ la mano teia acercando el platito con el pan y la mantequilla y tú vistede repente la u<a ne!ra morada inmensa un punto lanco,anda comiendo ni<o, y tú viste los !uantes lancos con que?elso y aniel serv&an en el palacio y para nada te sirvieronvomitaste, Julius, vomitaste cuando ya ?arlos se quer&amarchar, tuvo que fumarse otro ci!arrillo mientras Armindadescur&a que el t2 no te sentaa y te limpiaa el cuello conun trapo húmedo, y tú ya no hac&as nada, viste solamente

cómo (uadalupe se acercó tres pasos, te miraa entonces con!ran atención pero siempre de le$os y era sorda.

Aa$o, en el camino aún de tierra, pusieron el letrero#-#0EA#0AA,el que te da pica porque huiera sidoestial meterte por ah& con el carro y tu hemrita, pero tienesque se!uir de frente por la carretera. Al lado, el arquitecto demoda hi%o poner otro letrero con su nomre en letras ne!rasien !randa%as y as& arrancó el asunto. >odo esto enMonterrico, que es mucho m)s 1an 0sidro que 1an 0sidro.

espu2s, dicen que la familia de$ó a los hi$os internos y semarchó a Europa, quer&a volver cuando ya todo estuviera listoy no ocuparse de nada. /e de$aron carta lanca y un montónde dinero al arquitecto de moda@ eso s&, le di$eron que quer&anmucho vidrio y 2l, revisando una ve% m)s sus ideasfuncionalistas y el cheque que le de$aron, optó por un feli%eclecticismo la casa esa de vidrio que hay sore un cerro enMonterrico, 9cómo:, 9no la has visto todav&a:, Dpero si hasalido foto!raada en todas las revistas

Bien nos eran los due<os de la casa de cristal sore elcerro de Monterrico, y dicen que Juan /astarria !ritó Dme li!ó,cuando reciió la tar$etita para el cóctel de inau!uración, entodo caso es verdad que pensó en Juan /ucas, hace ya al!úntiempo que eran socios y la !ente lo saludaa m)s, y comoque le quedaan ien los doce ternos que se ha&a mandadohacer en /ondres. #ero siempre quer&a m)s /astarria, y por las



noches, entre dormido y despierto, ima!inaa un condeitaliano, uno arruinado y 2l le compraa el t&tulo medio aescondidas, en 1iena, por e$emplo. /o malo es que despu2scómo se presentaa en /ima, Juan /ucas se ia a ca!ar de risaen su cara y en presencia de la secretaria esa que un ediciom)s a mi nomre y la ha!o mi querida. #or eso cuandoandaa entre despierto y dormido, entre el sue<o y larealidad, no ahora en que su&a atent&simo en su ?adillaccomo un avión el camino aún de tierra que llevaa a la casade cristal. 7Ga la ca!u28, pensó el pore /astarria aldesemocar en la pista de estacionamiento, frente a la casailuminada no ha&a un solo carro todav&a, era el primero enlle!ar 7Juan /astarria es un !ordito cursilón que lle!a elprimero y se va el último de cuanto cóctel hay en /ima8,

ha&an dicho una ve%, y 2l lo sa&a. iró el timón y casiatropella a un atropellale y afeminado mo%o, uno de 2sosque se alquilan y se van conta!iando hasta el eFtremo de quea veces a /astarria como que lo distin!u&an y lo saludaanentre 7uenas noches se<or8 y 7usted no me la hace8, apesar del ?adillac como un avión.

Avión sólo en la pinta, des!raciadamente, porque ahoraque a$aa para darse una vueltecita por Monterrico y de$arque otro lle!ue primero y la emarre, vio que un auto su&a

como loco, no tardaa en matarse, 2l huiera querido volar ypasar por encima, pero nada de eso y ah& estaa ahora el?adillac, previa frenada terrile, frente a otro carro, uno sportindudalemente, aunque entre el polvo y los faros encendidoscasi no se ve&a nada@ aquello parec&a la carretera ?entral conlo de Dpase Dpase Dle estoy dando pase, y miles de !estosyo putamadreadas. /astarria decidió no a$arse por nada deeste mundo porque su carro era m)s !rande y ha&a costadomucho m)s caro. >omó el asunto como encuentro de

monopolios millonarios y estaa pensando si all) hay sesenta,aqu& hay cien, cuando una mentada de madre con un acentorar&simo lo hi%o a$arse corriendo y ensuciarse los %apatos,sae ios para qu2 porque no le ia a pe!ar a la enorme ruiaque de un rinco sal&a del M( sport y que, con un acento m)sraro todav&a, le !ritaa alt&sima y en pantalones 7Dpe!as tucaro al cero pu=es hamre8. /astarria sintió que retroced&a a



la 2poca en que enamoraa a su mu$er con un solo terno, esoque ya ha&a lle!ado a la 2poca en que ella se enfermaaantes de todo compromiso social. olv&a al ?adillac y, al tocarla mani$a de la puerta, quiso ser Juan /ucas y empe%ódiciendo se<ori... 7D#e!as tu caro al cero o no8, le chilló laruia alt&sima y en pantalones, y 2l pensó que pod&a saer

$udo y en las pel&culas norteamericanas de espiona$e, unonunca sae, y se trepó, de un saltito se hundió en el sof) ro$odel ?adillac, puso el motor en marcha, sintió que era un avióny quiso asustar a la inasustale esp&a rusa, pero una aleta oun ala, sae ios cu)l de los cromos del ?adillac empe%ó araspar el cerro y /astarria, autom)tico frente a la vida, apretóun otón que cerraa la ventana para no escuchar el rid&culoque estaa haciendo. 1i!uió avan%ando y raspando, y la ruia,

que ia con el M( descuierto, escuchó &nte!ro el raspetónmientras emprend&a nuevamente la marcha hacia arria,pensando muerta de risa que as& eran todos los que ian avenir al cóctel y que se quedar&a con sus pantalones sucios ymaravillosos.

>odas las haitaciones daan a un enorme patio con unala!unita al centro, y nadie sa&a de dónde ven&a la lu% que loiluminaa tan maravillosamente ien. /a casa de vidrio ten&aforma de U y encerraa ese patio por tres lados@ quedaa un

lado aierto que, m)s all), se convert&a en $ard&n donde sevislumraa una piscina tami2n misteriosamente iluminada,ya despu2s empe%aa un osque que se prolon!aa por unaladera del cerro, dec&an que en pleno osque ha&a unala!una y se halaa de patos salva$es. Unos cien invitadosian pasando por el vidrio enorme y aierto que era la puertade entrada y estrechaan la mano de Ernesto #edro deAltamira, que andaa astante mal de su neurastenia, que erap)lido, n&simo, se parec&a un poco a r)cula y le&a mucho en

alem)n, sin desentonar tampoco, ahora que lo ve&an, con elmodern&simo vest&ulo de su casa, donde la iliotecatami2n es de cristal. A inita, su esposa muchos la saludaandici2ndole condesa, parece que lo era, adem)s, lo cierto esque muchos homres se inclinaan para esarle la mano,diplom)ticos sore todo. /as mu$eres, en camio la llamaanpor su nomre y le tocaan apenas la me$illa con una pi%ca de



laio@ la pore inita se estaa mareando ya con lo lindo queol&a el mundo esa noche en su casa nueva, no se la fueran aquerar, era toda de vidrio, se mor&a de espanto y ha&a sidosiempre tan dulce y en el mundo hay !ente tan envidiosa.inita ia adorando a todos los que se acercaan a saludarla,pero ten&a el ra%o tan cansado ya 7Ernesto #edro, Ernesto#edro, 9cu)ntos invitados m)s faltan lle!ar:8, pensaasuplicante y sonriente, mientras otro m)s le esaa la mano,pero aunque lo huiera !ritado, Ernesto #edro no le har&acontestado porque era !ermanólo en el mal sentido de lapalara y se ha&a casado con ella para tener hi$os nos yellos y no para quererla. /le!ó Juan /astarria, que ha&a idohasta el castillo a camiar el ?adillac por el Mercedes de sumu$er lle!ó nuevamente en auto distinto por si acaso al!uien

adem)s de aquel mo%o lo huiera visto, parece que nadie,entró y le esó la mano a inita, condesa, lo ha&a practicadoy no le fue mal, le dieron nota aproatoria. Al verlo, Ernesto#edro de Altamira sintió una fuerte tirante% en la me$illai%quierda, realmente se parec&a a r)cula mientras oservaaa /astarria unirse al !rupo que ia pasando ante lamasturada mirada de varios mo%os que sonre&an antes dederretirse, sin lo!rar nunca sumar el total de lo que ve&an,menos uno que ten&a cara de traidor. 0an pasando los cien

invitados y el arquitecto de moda con su esposa la 1usandisminuida, escuchaa feli% cuando pre!untaan por el artistade la casa de cristal, los contaa, le ian a faltar vidrios parahacer tanta casa de cristal qu2 era la acultad deArquitectura, esa mierda, qu2 la vocación y los principios y suesposa sa&a portarse y por eso, listo para eFplicar cuando lepre!untaran, el arquitecto pudo unirse al !rupo en que ian1usan, linda, y Juan /ucas, perfecto. /os saludó feli% y $untosatravesaron el inmenso livin!, saliendo al patio encantadosi!lo FF por el enorme vidrio aierto que era la puerta dellivin! al patio de la la!unita.

>odo era perfecto ah& afuera. Homres y mu$eresreco!&an vasos de hisKy y ocaditos de unas ande$as deplata que pasaan siempre que tú quer&as que pasen, ycontinuaan interesad&simos en la conversación. #ero ha&auna sueca muchachona sentada al orde de la la!unita, en



pantalones y proalemente sucia. +o se la eFplicaan muyien cuando la ve&an y ella parec&a no saer tampoco qu2dialos pasaa a su alrededor. 1usana /astarria huierahalado de una institutri%, claro que en esa facha... #ero1usana /astarria no ha&a venido y los invitados pensaanm)s ien que porque Ernesto #edro de Altamira era muyeuropeo y muy culto, o porque el mayor de sus hi$osestudiaa en Europa, a lo me$or el chico se la ha&a tra&do devacaciones, claro que lo de la inmoralidad, pero los Altamira,tú saes, muy nos, oye. En todo caso la sueca ni se $aacuando la miraan como dici2ndole 9y tú de dónde saliste:, yfumaa tranquil&sima, rodeada por los chicos de Altamira. Unode ellos tami2n fumaa, tos&a y se re&a ech)ndole el humo enla cara, y la sueca se prote!&a arro$)ndose la caellera ruia

sore el rostro, se quedaa lar!o rato as&, nadie captaacuando ar&a un hueco entre sus mechas con el dedo y por ah& miraa a Juan /ucas, que aún no la ha&a visto. M)s ien/astarria s& la ha&a visto y le daa la espalda y se cuidaamucho de que el !rupo con que andaa no se fuera a acercara la la!unita. Estaan felices todos y lo que dec&an se perd&aen la noche, se pulveri%aa entre la música que ven&a delcuarto del estereofónico, uno que ha&a costado ya dosmayordomos, v&a una patadita o un escoa%o en no s2 qu2

aparatito fundamental, 2se donde parec&an vivir encerrados yreducidos los músicos m)s famosos, tan claro se lesescuchaa@ lo cierto es que queda usted despedido y todo lodem)s que inita, n&sima, se encar!aa de decir, mientrasErnesto #edro tra&a nuevamente al homre del estereofónicopara que lo arre!lara y le colocara siete parlantes nuevos, unoen el dormitorio de la sueca, por e$emplo. G la sueca, queha&a sido campeona de natación y hasta parece que ha&aparticipado en competencias de decatlón, les estaa contandoa los chicos de Altamira por qu2 sus senos eran tan duros ysus ra%os perfectos y les eFplicaa que tal e$ercicio le ha&aformado tal músculo y dale con lo de que la natación te ponelos pechos ien duros, y el de Altamira de trece a<os le pidióuna pitada al de catorce y le di$o a la sueca que quer&a tocar yla muy ruta o muy sana y nosotros sólo vemos la puter&a, lamuy ruta se desarochó la camisa del Altamira mayor, el que



la ha&a tra&do de /ondres, uno que no estaa ahora porqueha&a esta en casa de una prima del illa Mar&a y ah& nihalar de llevar a la sueca, en Europa s& pero en /ima nihalar, adem)s en Europa estial lo de las suecas y losne!ros, pero el otro d&a la ha&an llevado a la hacienda y seportó p2simo, claro que ni inita ni Hitler se enteraron, pero lamuy ruta parece que se aurr&a y se lar!ó con Jos2 Mar&a, elne!ro que arre!la los tractores. esde entonces ya s& quetodos los de Altamira andaan tras la sueca y ahora, ella,deati2ndose entre el atletismo, el amor lire, la puter&a y en1uecia son socialistas, les mostraa, clarito se ve&a, el senomaravilloso y nunca ha&a usado sost2n. Uno de los invitadospasó el dato, avisó que la nórdica era de armas tomar yentonces los homres uniformados de ele!ancia e inter2s

común, reco!ieron vasos de hisKy de los a%afatesadivinadores de tus deseos y se lan%aron a mirar, felices,compradores y descarados, hasta que a la sueca le dio asco yde$ó de halar de natación y atletismo y !iró sore el orde dela la!unita, les dio la espalda, tami2n estaa uena por ah&,y se puso a $u!ar con los peces para no ver a esa tanda deim2ciles y a esas mu$eres como papa!ayos de luto. Muyruta la sueca no entend&a que las se<oras estaanele!ant&simas y muy ien maquilladas y que, en realidad, ah&

el único icho raro era ella Dcómo era posile, Dqu2 descaro,Dpresentarse as& a un cóctel, es que la chica vive aqu&, hi$a, esuna muchacha, Daunque viva en el #olo +orte est) en laoli!ación de quitarse ese pantalón asqueroso y esa camisaque dee apestar... 7DHermos&sima oli!ación8, eFclamó

Juan /ucas, 1usan di$o al!o como darlin!, al!uien se cortó unpoco, pero la carca$ada del propio Juan /ucas entre que losconta!ió y los oli!ó, lo cierto es que /astarria quiso mo$aruna estrella con su hisKy, pr)cticamente lan%ó su vaso a lasnues, estallando ipso facto en tremenda carca$ada, ya todoslos del !rupo tami2n y cuando pod&an le eFplicaan entrerisas a otros la salida !enial del !olsta, la cadena fuecreciendo, 7eres terrile Juan /ucas8, di$o al!una por ah&,/astarria andaa en el estado inmediato a la car!ada enhomros y el arquitecto de moda entre que se re&a y ve&acómo 1usan, linda, se marchaa al Japón misterioso. /a sueca



volteó a mirar qu2 pasaa, no entendió nada la pore, miró a Juan /ucas, fue la primera ve% que se miraron, 2l con el raillodel o$o y eiendo un tra!o !ordo de hisKy, lue!o de$ó elvaso en un espacio de aire que se transformó en a%afate y leclavó los o$os con esa manera suya de mirar sin que nadie sediera cuenta. 1ólo 1usan lo oservaa le$ana, casicomprensiva@ lo oservaa sin mirarlo entre la !ente quevolv&a a conversar interesad&sima y que se!undos despu2svolteaa a mirar hacia la puerta del livin! Ernesto #edro deAltamira, que se sent&a muy muy tenso, tocaa con la yemade tres dedos el ra%o importante del #remier, 7cuidado conel escalón8, le dec&a, y aparec&an en el patio sin que la suecasupiera de qui2n se trataa.

#ero la sueca era una eFcepción@ tami2n los chicos deAltamira, que andaan en la 2poca en que el periódico se areen la p)!ina de los cines y punto. /os dem)s no, y ha&a deverlos cuando se acercaan, unos poco a poco, como quien noquiere la cosa, otros al estilo /astarria, como quien s& quiere lacosa, aunque los ha&a tami2n que no se acercaan, pareceque el #remier !o%aa de sus antipat&as. G 2l de&a saerloporque temlaa un poquito todo el tiempo, ni m)s ni menosque si se estuviera muriendo de miedo@ en el patio encantadosi!lo FF pr)cticamente no ha&a rincones, pero 2l como que

los uscaa, casi se dir&a que los creaa, como que se iaarrinconando siempre@ adem)s se cuidaa mucho la manoporque te entre!aa una especie de estropa$o y, antes de quepudieras encontrarle el hueso, ya te ha&as quedado sin nada.Ernesto #edro de Altamira prote!&a a su invitadomoment)neamente m)s importante, ayud)ndolo a evadiral!unas conversaciones pre!untonas que se hac&an muylar!as, o las emestidas de al!unos entusiastas, o las carasde al!unos que ven&an con cara de ya sae a qui2n va a $oder

usted con su nueva ley. inita, n&sima, se acercó con un vasode $u!o de toron$as y se lo puso en la mano al #remier quesintió un cierto entusiasmo y vio a 1usan, linda, y pidió porfavor que quer&a saludarla la quer&a mucho, fue compa<erode universidad de su primer esposo, a<os que no la ve&a, laquer&a mucho, siempre, siempre la quer&a mucho, ten&a queacercarse a saludarla. 71usan la ella, la ella 1usan, 1usan la



ella8, ia diciendo el #remier mientras avan%aa con su $u!ode toron$as y los invitados se ian acostumrando a supresencia y la última ley en realidad no los per$udicaa ennada@ los invitados lo ve&an cru%ar el patio, /astarria se inCaade or!ullo y el arquitecto de moda huiera querido hacerleuna casa !ratis al #remier.

7Aqu& te trai!o al se<or ministro Ldi$o Ernesto #edro deAltamira, a<adiendo tens&simoL= no sa&a que era un !ranadmirador tuyo.8 7Muy anti!uo, muy anti!uo8, ia repitiendoel #remier, mientras que Altamira se ale$aa eFcus)ndose ysintiendo que un músculo le tiraa desde el homro,oli!)ndolo a cerrar el o$o i%quierdo. 1usan vio un muchachocon un terno pasado de moda pero ele!ant&simo y halaasiempre de pol&tica, quer&a ailar conmi!o, vio tami2n a1antia!o, su novio, ailaa conmi!o... 7Muy anti!uo, muyanti!uo8, continuaa repitiendo el #remier, y ella vio un vasoamarillo que ia quedando sore una mesa lanca y lue!o alministro en un montón de foto!raf&as en todos los periódicos,vestido a la moda esta ve% pero tami2n en caricaturashorriles, deformes, volvió a verlo halando de pol&tica $ustoantes de sentir que dos manos fr&as, sin huesos estrechaansus ra%os diciendo 1usan 1usan. 7arlin!8, di$o ella, aúndistra&da, arro$ando su mechón hacia atr)s para volver del

todo al patio, hasta Juan /ucas apareció conversando m)s all)con la sueca que se ha&a puesto de pie y era ell&sima.7arlin! Lrepitió, esfor%)ndoseL 9y ahora cómo te voy allamar:8 /o esó tiernamente en amas me$illas, mientras 2lia repitiendo odó, ll)mame odó como siempre... 7Unhomre tan importante, darlin!...8 7odó, odó, comosiempre.8 El #remier co!ió su $u!o de toron$as, le apetec&aale$arse un poco m)s del arullo de las conversaciones. >omóa 1usan del ra%o y lentamente la fue acercando a un punto

del $ard&n desde donde pod&a divisarse /ima, al fondo, entrelucecitas como estrellas. El no se olvidaa nunca de /ima y uninstante despu2s ya ha&a empe%ado a halarle de pol&tica,pero esta ve% ella n!&a enorme seriedad y lo escuchaa y loquer&a mucho y en nin!ún momento se ia a poner a llorar.

?on un pie apoyado en el orde de la la!unita, Juan/ucas co!&a otro vaso de hisKy y se!u&a cont)ndole a la



sueca historias sore la selva del #erú, 7DAh, es al!o que nohay que perderse8, le dec&a mientras ella introduc&a, saeios cómo, una mano en el olsillo posterior del pantalónestrech&simo y con la otra co!&a su quinto hisKy, estallandode !olpe en tremenda carca$ada y derramando medio vaso,porque Juan /ucas acaaa de reducirle la cae%a con unprocedimiento que nadie conoc&a. >ami2n 2l se mataa derisa cuando ella eFtend&a el ra%o con su caecita reducidacol!ando de los pelos y la miraa y lue!o se la ia colocandoen la cara a los chicos de Altamira. #ero a ellos no les hi%o lamenor !racia comprendieron los pores que esta noche conla sueca nada, $usto cuando se ha&a marchado el hermanomayor@ comprendieron y se marcharon hacia la reposter&a conla esperan%a de tomarse unos hisKys a escondidas de sus

padres.A al!unos invitados no les !ustaa mucho eso de que la

sueca se huiera puesto a putear en pleno cóctel, pero ya lamayor&a ha&a eido lo suciente como para que el asuntofuera quedando poco a poco de lado y cada ve% se notaramenos. 1ólo a /astarria le se!u&a fastidiando lo de Juan /ucasy la sueca. ;uer&a acercarse y traerse a Juan /ucas aconversar con 2l y con otros, pero se mor&a de miedo de otramentada de madre de esas rar&simas, esta ve% en pleno cóctel

y entonces s& que tra!úeme tierra. +o sa&a muy ien qu2hacer el pore y a 1usan no se le ve&a por nin!una parte. Encamio al arquitecto de moda s& se le ve&a por todas partes@era muchachón el arquitecto y su esposa $oven y ele!ante,hasta onita no paraa y parece que no dec&a tonter&ascuando halaa tonter&as con las otras se<oras. /astarria lomiraa y se deat&a entre hacerse una casa con 2l y quitarleel saludo mira cómo se sonr&e, calculador, simp)tico, miracómo no tiene arri!a, yo tampoco 'sacó pechito*, es

fortachón a la de verdad y dee hacer tala haaiana...?amió de postura /astarria, de hisKy tami2n y por all), alfondo, distin!uió a inita y todav&a no ha&a charlado con ella.All) ia ahora, y entre la carrerita y las venias no tardaa enirse de cara al suelo, pero como últimamente se ha&aasociado con Juan /ucas ya no hac&a tanto el rid&culo y lle!ósano y salvo. ?olocó su hisKy anunciador en medio del



c&rculo y esperó la sonrisa de inita 79G 1usana, Juan:8, lepre!untó inita, n&sima, y 2l se arrancó con una historiainterminale que todos en el peque<o !rupo escuchaan consanta paciencia hasta que, de repente, un soplido caliente queven&a de arria lo hi%o decir 7ueno, 9y tú, inita: Ga creo quetodos te har)n felicitado por este palacio de cristal...8 Alse!undo soplido caliente, inita pensó que tal ve% de&apresentarlos 7Juan Lle di$oL es /alo Bello, nuestro primerhistoriador, el homre que m)s historia sae en el #erú.8/astarria camió el hisKy de mano, alar!ó el ra%o feli%pensando en la !uerra con el Ecuador, pero ah& se le acaó lahistoria y su sonrisa 9quieres=sermi=ami!o: desapareció alco!er una mano de trapo caliente y húmeda que ven&a de un!ordo inmenso, que no le hac&a el menor caso mientras lo

saludaa y que sólo volteó a mirarlo cuando retiró la manoasquerosa /astarria creyó que ia a halar porque se inCaatodito, pero lo que hi%o fue soltarle otro soplido caliente dearria a aa$o, en plena cara, y car!ado de un desprecio cuyoori!en se remontaa indudalemente al virreinato.

G es que el !ordo viv&a en una casona vie$a con %a!u)n ytodo, en el centro de /ima, y era su t&a la que ten&a aún unpoco de dinero y le daa semanalmente su propina y al!oeFtra tami2n para que se compre m)s liros. +o ten&a carro

ni nada /alo Bello, pero su&a en taFis y part&a a cuantareunión hay como la de Altamira, despu2s la !ente lo invitaaa comer y en al!ún momento 2l le contaa al due<o de lacasa de qui2n fue la hacienda que hoy es Monterrico, en 3WV5,por e$emplo. 1iempre le dol&an sus anch&simas caderas y ten&apie plano, asma, callos y $uanetes y una cara que con elladeió acaarse el imperio romano, en todo caso, en laactualidad, era a trav2s de ese rostro que deca&a occidente.#ero /astarria no perd&a las esperan%as con el !ordo sucio y

sacó una ci!arrera de oro para ofrecerle un ci!arrillo e!ipcio/alo Bello se contuvo un ataque de histeria, se introdu$o undedo homoseFual entre el cuello de la camisa le dio &nte!ra lavuelta como si ya no tolerara ni un se!undo m)s el calor ni lacorata ni nada, y por n le di$o 7neee8, con un montón deaire cal&ente, al pore /astarria que llevaa horas ah& con laci!arrera de oro esperando y no quedaa nadie m)s a quien





reci2n lo soltaa, muy tarde, el #remier ya no pod&a verlo, al!ordo Bello m)s ien s& y se!uro que se ian a saludar y 2lpodr&a entrar nuevamente en escena, pero el #remier, queavan%aa conducido por tres de los dedos arios de Ernesto#edro de Altamira y pensando en 1usan todav&a, divisó esascaderas anch&simas y ese homro descol!ado y se trasladóipso facto a su despacho, donde su secretaria le le&a lacolumna 7#apeles vie$os8 de un diario, /alo Bello sore elori!en de ciertas fortunas y odios pol&ticos... El #remier pasó

$unto al historiador y su o$o i%quierdo sat)nico se le vino casihasta la ore$a, una mirada de reo$o que se convirtió en frontaly con odio, huo el terror de /astarria y el instante en que,nalmente, /alo Bello se desinCó en el humo caliente de suprimera, inmensa pitada y se ocultó furioso tras el humo

porque su t&a lo ha&a resondrado por el articulito, m)s elpore /astarria perdido entre el aire asFiante y a /alo Bello leestaa dando un ataque horrile de tos.

?uando volvió a sonar la música para /astarria ynuevamente aparecieron los invitados en el patio, el !ordohistoriador se ha&a retirado al!unos metros del lu!ar yuscaa una silla y un hisKy y un mo%o que se lo alcan%ara./astarria comprendió que era su oportunidad para escapar, talve% 1usan est2 sola por ah& o Juan /ucas haya aandonado a

la sueca... #ero al!o llamó su atención y lo puso en usca deuna columna que no eFist&a en ese patio /alo Bello, yasentado, se refre!aa un pa<uelo inmundo por la cara yllamaa a un mo%o, a otro, a 2se tami2n y nin!uno le hac&acaso@ lo ve&an y como si nada, en camio se!u&an apareciendoen los !rupos donde al!uien acaaa de pensar quiero otrohisKy. #ero el !ordo Bello como si no eFistiera, y hasta unamirada oculta de desprecio porque un mo%o le caló la tela delterno y 2l ten&a por lo menos dos me$ores. /o que /astarria no

captaa era que el !ordo ni cuenta se daa, estaa muertopara todo lo que fuera darse cuenta de que ha&a mo%os quelo despreciaan@ ped&a no m)s, se refre!aa el pa<uelo por lacara y volv&a a decir hisKy, a secas, y ten&a tanta sed yempe%aa a pensar en su ti&ta para que le tra$era el vasohasta los laios. +uevamente di$o hisKy, esta ve% m)s fuerte,y /astarria se ocultó tras la columna que no eFist&a y fue el



arquitecto de moda el que, simp)tico, calculador y con unterno comprado durante su luna de miel en +assau, le di$o al

$efe del servicio que andaa por ah& cerca 7oi!a, alc)ncele unhisKy al se<or8. 1e lo di$o medio en vo% alta, lo sucientecomo para que se oyera hasta all), en todo caso, y el $efe delservicio, lo sucientemente anti!uo como para saer qui2nera el se<or Bello y tenerle su deido respeto, corrió a llamaral mo%o m)s cercano y fue as& como /alo Bello lo!ró eer unhisKy y olvidar a su t&a. 1e!undos despu2s, ya aliviado, elhistoriador al%ó la vista y miró hacia donde el arquitectovolteaa la cara para inte!rarse nuevamente a su !rupo. #erose ha&a de$ado ver la cara el arquitecto de moda. /alo Belloha&a oservado ese perl sonriente y, un poco m)s a suderecha, ha&a oservado tami2n a /astarria saliendo de su

escondite, dispuesto a construirse una casa con el $ovenartista. Ense!uida el historiador echó la cae%a hacia atr)s,como si ya no los quisiera ver, pero amos continuaronCotando en el aire y 2l, de$ando escapar un enorme, caliente yvirreinal soplido de satisfacción, se puso a pensar en #lutarcoy en lo de las vidas paralelas y en que, como siempre, al!uienle ofrecer&a su automóvil y esta noche 2l pedir&a que lode$aran en el Aquarium porque ten&a !anas de comer unalan!osta y de eer uen vino para se!uir ima!in)ndose

cosas que tal ve% ia a escriir.1e les ve&a perfecto en el patio encantado si!lo FF. Ahora

que ya ha&an eido varias copas y que las conversacionesestaan completamente entaladas y los !ruposdenitivamente formados, el patio encantado si!lo FFparticipaa de tanta ele!ancia y ale!r&a, ofreci2ndoles laprotección de sus muros de cristal, que eran la casamaravillosa, iluminada, envolvi2ndolos y aisl)ndolos de lanoche en que se perd&a /ima, all) al fondo, olvidada. Entre la

música se escuchó un Dole, proalemente de la sueca,porque el arquitecto de moda volteó a mirar y vio que seclavaa un dedo como un cuerno en el pecho y que Juan/ucas se re&a fuertemente y echaa el cuerpo un poco haciaatr)s, manteniendo siempre un pie sore el orde de lala!unita y el vaso de hisKy col!ando entre sus dedoslar!u&simos, li!eramente apoyado sore la rodilla CeFionada.



inita y Ernesto #edro de Altamira ha&an acompa<ado al#remier hasta la puerta@ all& esperaron que su automóvil sepusiera en marcha y avan%ara hacia el camino que descend&ael cerro rumo a las oscuras pistas de Monterrico y m)s all), ala carretera que llevaa a /ima. Amos volv&an ahora al patio.79Hasta qu2 hora durar) todo eso: Lse pre!untaa inita alver que sus invitados continuaan charlando ale!rementeL.1ólo el #remier ha tenido la consideración de marcharsetemprano, 2stos ni siquiera miran sus relo$es, arro$an losci!arrillos encendidos sore mi piso, mis la$as Dsanto cielo,pisan las colillas, pasar)n meses Dios m&o antes de que micasa quede nuevamente limpia y los mayordomos...8

>ransparente, inita escuchó que la llamaan de un !rupo ysufrió espantosamente porque no le quedaa otra alternativa

que acercarse. 7Es la Bea Marinas8, se di$o, mientrasavan%aa transformando su psicosis en sonrisa hacia dondeuna enorme pulsera de rillantes la esperaa sonriente7inita, todav&a no nos has eFplicado de dónde ha salido larocKanrolerita esa que conversa con Juan /ucas.8 7Ami!a delos chicos, Bea, ami!a de los chicos8, empe%ó a decir,cuid)ndose mucho de que el aire no le fuera a dar en suespalda descuierta y an!ost&sima y pensando que realmenteno sa&a muy ien de dónde ha&a salido 7/os chicos, los

chicos, incontrolales en estos tiempos.8 1ufr&a porque laBea era capa% de pre!untarle m)s, le temlaa la sonrisapero insist&a en ser muy dulce con sus invitados que lallamaan de todas partes, oli!)ndola a entre!arse cuerpo yalma al cóctel, aunque era ien proale que se desmayarapronto. Mientras tanto, Ernesto #edro, moment)neamente conamos o$os aiertos, avan%aa escap)ndose de los diversos!rupos que lo solicitaan a su paso@ les sonre&a eso s&, y pororden de m2ritos tres cuartos de sonrisa al del consorcio,mueca=sonrisa al pesquero solamente, venia=sonrisa=mueca alhacendadomiemro del consorcio=y=pesquero, le tocó el ra%oal arquitecto, se le cerró un o$o al ver a /astarria, neurasteniapara /alo Bello que se aho!aa en una silla y, por n, sonrisatotal con los dos o$os aiertos porque ya ia lle!ando a donde1usan, entre distra&da, traviesa y nadie sar) si trist&sima,hac&a equilirio sore el orde del piso, ah& donde el patio se



transformaa en $ard&n. 7Uno, dos, tres8, contaamentalmente 1usan, pero resaló un poquito y tuvo que pisarel c2sped, aandonando su $ue!o y avan%ando unos metroshasta el orde de la piscina iluminada. All& se detuvo y esperóde espaldas la lle!ada de Ernesto #edro de Altamira 7+o temuevas Lescuchó que le dec&a, co!i2ndola por los codosLqu2date como est)s, un momento, 1usan... Es enorme elplacer de mirar /ima por encima de tu homro tan lanco...+o te muevas todav&a... 2$ame contemplarla un rato m)sreducida a esas luces que apenas se distin!uen... claro quepodr&a colocar una estatua en este lu!ar, 9pero y tus caellos,mu$er:8 1usan sintió que las manos de Ernesto #edro seapartaan de sus codos y volteó sonriente, llev)ndose elmechón ruio hacia atr)s y present)ndole la elle%a de su

pecho atrevidamente lire sore el tra$e rillante y a%ul. >en&aya en los laios las palaras en in!l2s y la ternura para unafrase perfecta... 7arlin!8, fue todo lo que di$o y su vo%temló tanto y es que, mirando por encima del homro deAltamira, su vista era Juan /ucas halando entusiasta con lasueca feli%, cont)ndole proalemente de via$es en $eep atrav2s del Brasil, lo conoc&a tanto, era la cara que usaacuando la $uer!a estaa por empe%ar, 1usan ha&a vistomucho esa cara pero con ella. 7Juan /ucas se est) portando

p2simo, Ernesto@ no s2 hasta qu2 hora se va a quedar con lachica esa.8 e Altamira, que aparte de neurastenia ten&a milman&as, enve$eció rapid&simo, se llenó de arru!as en la me$illai%quierda y empe%ó a odiar a Juan /ucas y a todos susinvitados porque 2l a las die% en punto de la noche ten&a quequitarse la dentadura posti%a. 7endr), 1usan, Juan /ucasvendr)8, le di$o, tratando de contenerse y co!i2ndola delra%o para llevarla hasta un mirador, desde donde /ima sedivisaa astante ien. 7Est)s temlando, Ernesto8, le di$oella. 0a a a<adir al!o, pero 2l le pidió que la esperara, 7voypor un vaso de a!ua, 1u=1usan8, tartamudeó, y saliódisparado en usca de a!ua para la pastillita celeste el2ctricode las nueve y media de la noche y porque el vac&o, ah& alfrente, el hueco inmenso y ne!ro que era la noche por eselado del cerro, lo empu$aa con incontrolale &mpetu a arro$arsu dentadura sore /ima, sore Monterrico en todo caso, ya



no pod&a m)s de Altamira y la visión de sus manoslanqu&simas, surcadas de venas a%ules, como la pastilla delas once, tampoco le ofrec&a nin!ún reposo, al!o sereno quemirar. 71ólo 1usan sólo 1usan8, se ia diciendo mientrascorr&a por su a!ua, compun!id&simo y completamente tuerto,feli%mente que no encontró a /astarria en el camino porque lohuiera apu<alado. G feli%mente tami2n que inita se ha&aacordado de la pastilla del se<or y ha&a mandado a un mo%ocon un vaso de a!ua a uscarlo. #or ah& se encontraron losdos, y ahora Ernesto #edro re!resaa donde 1usan, pensandoque tomar la pastillita celeste el2ctrico en su compa<&a podr&atranquili%arlo aunque lo de la dentadura a las die% y losinvitados... 7He estado astante deca&do últimamente Lle di$ocuando estuvo nuevamente a su ladoL los domin!os por la

tarde, sore todo, son terriles8, y ya le ia a decir quepensaa marcharse de nuevo a Europa para consultar con unneurólo!o en Alemania, pero de pronto sintió que el colorceleste el2ctrico de la pastillita de las nueve y media de lanoche ia surtiendo efecto y que su fe en ios no ha&adesaparecido como 2l tanto se tem&a, los domin!os despu2sde almuer%o especialmente. 1intió tami2n fuer%as paraesperar en compa<&a de 1usan que la !ente empe%ara amarcharse y que Juan /ucas terminara de molestar a la

salva$illa esa, calculaa que podr&a tolerar, por un d&a, ladentadura posti%a hasta las die% y media. 1usan, siempre enel mirador, lo ha&a reciido con una sonrisa, le ha&a co!idoel vaso de entre las manos y ha&a esperado que 2l halara.

LEs muy desordenada la sueca Lle di$o, un poco m)sanimadoL. Bastante desordenada pero ale!ra la casa.

L9?ómo vino a dar aqu&, darlin!:

LErnesto, mi hi$o, la conoció en /ondres y decidióinvitarla. ?osa de muchachos de este tiempo. /o cierto es queahora no le hace mucho caso... M)s ien los menores andanmuy alorotados...

1usan volteó a mirar hacia donde Juan /ucas, en ladistancia, reco!&a un vaso de hisKy y continuaa su charlacon la sueca. +o necesitó arir la oca para que Ernesto #edrocomprendiera que tami2n Juan /ucas estaa muy alorotado



y que ya hace rato que ha&a de$ado de ser menor. 1ae iospor qu2, de Altamira decidió soltar una frase lar!u&sima y enperfecto alem)n, pero no pudo terminarla porque un músculoen su homro tiró cerr)ndole el o$o i%quierdo desde all) aa$o,al ver que el rostro de 1usan, que no entend&a ni papa,reCe$aa sin emar!o cierto fastidio, pues se ima!inaa queErnesto #edro, utili%ando al!ún teFto literario, pretend&aresumir el destino de las mu$eres que se casan con tipos como

Juan /ucas. /e dio una pica terrile a 1usan@ miró a deAltamira que continuaa con el o$o medio cerrado y,recordando a +ilda, estuvo a punto de decirle Do$al) te d2 unaire y te quedes tuerto para siempre #ero le dio Co$eramolestarse.

Larlin!, aunque tú no lo creas, Juan y yo somos muy...

Ernesto #edro sintió que la palara felices era de coloranaran$ado, que se le me%claa horrilemente con el celesteel2ctrico de la pastillita y el mundo empe%ó a &rsele a lamierda, Monterrico incluido. 1e le vino a la cae%a que tendr&aque despedirse de sus invitados sin dentadura, lo ian a vercon la cara reducida, m)s arru!ado y pasado ma<ana esdomin!o despu2s de almuer%o. ?asi se arro$a por el cerro condentadura y todo, pero se contuvo porque el homre es m)sfuerte que la mu$er y, en nomre de la ra%a lanca, volteó amirar su !ran casa, su !ran patio misteriosamente iluminado,tal ve% esa visión lo!rar&a salvarlo del terrile decaimientoha&a unos homres de saco lanco, perfecto, que rodeaancomo moscas que no se te paran a otros homres de oscurosternos y coratas plateadas sore fondo perfecto color lancoo marl de camisas de seda@ 2stos no ve&an las moscas, lasmoscas eran unas moscas t)citas y deseadas, parte de unordenamiento natural, color celeste el2ctrico, como tami2nlo era el patio tan hermosamente iluminado donde Juan /ucas,

se<or, $u!aa con la ruia, todo elevado sore /ima, enMonterrico, y la posiilidad de via$ar en cualquier momento aEuropa o sanar de la neurastenia y llenar la casa hacienda deinvitados un d&a en que ni yanaconas ni peones anaran$adosapare%can por ah&, ni el administrador anaran$ado pero celesteme usque en la ocina que es hermosa y donde quedo muyien, claro, claro, claro, voltear ahora donde 1usan



sinti2ndose me$or, encontrarla $unto a m&... /e hi%o muchoien la miradita al patio a Ernesto #edro. 1e sintió me$or. G sesintió mucho me$or cuando vio que el primer !rupo deinvitados se acercaa a despedirse 7/os acompa<o, se<ores,los acompa<o8, les dec&a de Altamira e ia poniendo susdedos arios sore los codos a%ules de sus invitados,empu$)ndolos li!er&simamente a trav2s del patio encantado,del livin! incre&le, del vest&ulo !lorioso, etc. -tros m)s se leacercaron tami2n a despedirse mientras avan%aa, y 2l lesdi$o se<ores, sonriente y pensando 7Ga son m)s los que semarchan, si la cosa si!ue as& lo!rar2 quitarme la dentaduraantes de las die% y media y hay la pastilla a%ul de las oncepara dormir y mis hi$os mis propiedades mi todo yAlemania...8

LD1usana, mu$er Lllamó Juan /ucas, espa<ol&simo.

?asi la mata del susto. 1usan, linda, volteó, pero se de$óel mechón ca&do sore la cara al ver a la sueca.

LHola amón del alle 0ncl)n Ldi$o, pero Juan /ucas yaha&a a!arrado vuelo y la urla se ltró en 2l convertida enpiropo y m)s Espa<a.

LHay un mo%uelo llamado Julius que nos espera Lsolófaltó er +i<o de >riana y sus !uitarras Camencas.

LHay un mo%uelo llamado Julius que nos espera Lloimitó 1usan, y huiera %apateado urlona, pero la sueca, saeios cómo, introdu$o amas manos en los olsillos posterioresdel pantalón y sus senos crecieron insolentes a$o la camisalanca, oli!ando a 1usan a cerrar los o$os, como si al!uien lehuiera encendido dos faros en la cara. ;uiso volar al orientemisterioso pero perdió tami2n ese avión y fue peor porquealuceó al!o, no lle!ó a decir nada y se notó que pod&aponerse colorada.

LMe llama ita Ldi$o la sueca, eFtrayendo del olsillo lamano proalemente aplastada y eFtendi2ndosela a 1usan.

Juan /ucas ia a empe%ar a %apatear pero se sintió hi$ode puta y se limitó a pe!ar un tacona%o, en el preciso instanteen que 1usan sent&a como si huiera tomado una ?oca=?olahelada y eFtend&a el ra%o para llevarse el mechón hacia



atr)s, hi%o esperar a la sueca y reci2n ahora le daa la mano,de$)ndola completamente adolescente y en pantalonessucios.

L9;uieres venir a comer con nosotros: Lle pre!untó

entre reina de 0n!laterra y (reta (aroL. amos a comer alAquarium.

L+o s2, no cree que puoda Lcontestó la sueca, entre la?enicienta y taquimecanó!rafa.

1usan rmó el documento con una sonrisa, mientras Juan/ucas, copa en mano, se rascaa la nuca completamente hi$ode puta y decid&a que lo me$or era de$ar a la muchacha conlos de Altamira y marcharse porque Julius de&a estar !al!o dehamre. Aandonaron los tres el mirador y avan%aron

sonrientes entre los pocos !rupos de invitados que aúncharlaan en el patio. El arquitecto de moda volvió aenamorarse de 1usan, al verla pasar conversando en in!l2scon la sueca que avan%aa disminuid&sima y con veinte a<osde elle%a menos que 1usan. 1ent&a que no sa&a nadar lapore, y huiera querido tanto que 1usan le ense<ara, m)saún huiera querido no tener una costra enorme en el codo.7Me va8, les di$o despidi2ndose, y corrió a su dormitorio talve% la costra estaa ya seca y podr&a arranc)rsela,

presentarse limpia donde Juan /ucas, pero de dónde ia asacar un vestido que no fuera la camisa de Ernestito #edro deAltamira, 7Dlo adio8, !ritó la nadadora.

Mientras tanto 1usan, linda, y Juan /ucas, entre playoyy el ni<o pródi!o esaan a!radecid&simos la me$illa i%quierda,inmaculada de inita y le pre!untaan por Ernesto #edro, paradespedirse tami2n de 2l. 7Ah& viene8, di$o inita, siempre unmomento antes de desmayarse, y Juan /ucas vio que Ernesto#edro se acercaa con el o$o completamente cerrado y

mirando su relo$ pulsera, faltaan tres minutos para las die% yha&a enve$ecido tanto que 1usan lo reciió en sus ra%os,ro!)ndole que no se molestara en acompa<arlos hasta lapuerta.

Minutos despu2s el Ja!uar descend&a el cerroaandonando velo%mente la propiedad privada de Ernesto#edro de Altamira. /a sueca, desnuda en su haitación, ha&a



descorrido li!eramente una enorme cortina y miraa perderseel automóvil en la noche, a trav2s de uno de los vidrios queera una pared de la casa maravillosa, iluminada. En el patio,unas treinta y cinco personas a%ules continuaan conversandointeresad&simas, sin haer lo!rado descurir de dóndeproven&a la misteriosa lu% que encantaa ese modern&simopatio, la aceptaan simplemente, de la misma manera queaceptaan que ellos, sólo ellos, pudiesen de$ar un vaso caeren el aire y que el aire se convirtiera r)pidamente en a%afatede plata larada. ?onversaan felices, prote!idos por la casade cristal y sus muros transparentes@ lo que dec&an se perd&aentre la música, entre la noche ele!ante all) arria con susestrellas, fumaan y el humo se ia enredando, ia formandoaraescos entre los rayos misteriosos de los reCectores

ocultos, e&an hisKy y sent&an y era verdad que Cotaan enuna isla sore el mundo, avan%aan sae ios hacia dóndepero felices, anaran$adamente felices.

/a última curva lo convenció de que nada asustar&a esanoche a 1usan. >ra&a !anas de correr as&, como loco con el

Ja!uar, desde tiempo atr)s, pero nunca pensó que 2staser&a la noche ideal. G que ella estar&a a su lado, entre!ada alviento, de$ando que sus caellos volaran liremente. El Ja!uardevoraa las distancias y las curvas aparec&an siempre antesde que huiera podido alcan%ar el m)Fimo de su velocidad,las ve&a a último momento. Juan /ucas ha&a penetrado porsectores aún no construidos, oscur&simos de Monterrico, y1usan de&a haer cerrado los o$os porque continuaa muda einmóvil, de$ando siempre que sus caellos volaran hacia atr)scon el viento.

LEstamos perdidos Lle di$o Juan /ucas, de pronto.

L#i2rdete un rato m)s, darlin!.

Al halar, 1usan ha&a volteado a mirar a Juan /ucas@tami2n 2l quiso mirarla, re!istrar su eFpresión, pero el vientoenmara<aa en ese instante sus caellos sore su rostro,ocult)ndoselo completamente.

L#i2rdete un rato m)s Lvolvió a decir 1usan.

El huiera deseado verle la cara, quer&a acusarla de





mi in!l2s es perfecto, me$or que mi castellano, mami se que$asiempre, 9cómo est):, perdona mis errores de orto!raf&a,mami, tus cartas tienen cada ve% m)s errores, te est)solvidando de tu idioma, 9qu2 vas a hacer cuando re!reses a tupatria, 1usan:, no quiero re!resar, daddy, pero 1usan, unosmeses m)s, daddy, el avión que hace escala en +ueva GorK,esta noche a las ocho, 1usan, no pon!as esa cara, son sólounos mesecitos, daddy, miss 1tone se ocupar) de todo,1usan, encantada, miss 1tone, le ten!o listo undepartamiento al lado de mi casa, en 1tahope (ardens,se<orita, Dm&o, Dm&o, Dm&o, Dsoy feli%, nadie se meteconmi!o, ?inthia, escr&eme siempre, cu2ntame todo, 1usan,completamente independiente, sin nin!una profesora paraprohiirme las cosas, me he cortado el pelo chiquit&simo, ser&a

perfecto si no estuviera al lado la pesada de miss 1tone, novuelva nunca tarde, se<orita, no se preocupe, miss 1tone, nofume usted tanto, se<orita, no se meta, miss 1tone, Dqu2 seha cre&do, se<orita, Dv)yase al dialo miss 1tone, leescriir2, le contar2 todo, se enterar) de todo, se<orita, no lecreas, daddy, 9cómo es posile que hayas sido tan !roseracon miss 1tone, 1usan:, es marimacha, daddy, se limitar) adarte tu mensualidad, no la de$es entrar a tu departamento,ir2 a verte en cuanto pueda, 1usan, !racias, mil !racias, linda

tu carta, eres un amor, daddy, los ne!ocios me oli!an a irposter!ando el via$e, 1usan, y me cort2 el pelo m)s chiquito,te mando cinco fotos, love you, daddy, tu madre reclama tuscartas, 1usan, no me preocupa escriir, no ha!o nada, noten!o tiempo para hacer nada, soy feli%, avid, d2$ameara%arte, 1usan, no quisiera que nadie se meta conmi!o,quisiera sentirme siempre lire, avid, 9son todas lasperuanas como tú, !uapa:, 9crees, avid:, los m)s ellosdiecis2is a<os, !uapa, diecinueve, avid, mentirosa, eres unaperuana !uapa y mentirosa, 1usan, suelta mi pasaporte,idiota, 9vienes a la esta, !uapa:, mi pasaporte, im2cil, en laesta, te lo dar2 en la esta, 1usan, Dsu2ltame, im2cil 9qu2pasa:, oi!a, Dsu2ltela, im2cil, Dcalienta pin!as, Dloca demierda, Dsu2ltalo, #aul, lar!u2monos de aqu&, un poco deaire fresco, có!ete de mi cintura, 1ue, s&, #aul, 9has ido enmotocicleta, antes, 1ue:, corre m)s, corre m)s, #aul, cerraron



los #us, 1ue, 1tanhope (ardens, corre m)s, #aul, 9otrohisKy, 1ue:, no quisiera que nadie se meta conmi!o, quisierasentirme siempre lire, #aul, !ood=y, ay, D#aul, Dre!resa,#aul, mocosa loca peque<a 1ue, voy a traer m)s hielo,tampoco llor2, tampoco llor2 esa noche, s&, esa noche fue,Eli%aeth, 9cu)nto tiempo has estado con 2l, 1usan:, casi una<o, Eli%aeth, 9qu2 vas a hacer con tu daddy, 1usan:, esaim2cil de miss 1tone, su hi$a ha desaparecido de /ondres, seha marchado sin avisarme, se<or, me escrie desde rancia,dice que est) muy contenta, miss 1tone, estoy en el deer decomunicarle que su hi$a se ha marchado en motocicleta conun desconocido, se<or, me escrie desde 1uecia, $ura queest) con una ami!a, una llamada Eli%aeth, has tenido suertede encontrarme aqu&, 1usan, me hart2 de #aul, si vuelves a

coquetear con ese maldito sueco te mato, 1usan, casi sematan, Eli%aeth, ten!o dinero suciente para las dos, 1usan,te pa!ar2 en /ondres, los !iros de daddy deen esperarmeall), los dee tener la ru$a esa, miss 1tone, que vendr), quevendr) para llev)rsela, eso me ha dicho su padre, se<orita,estoy perfectamente ien, te mando siete fotos, ya me crecióel pelo, quiero estudiar, no me nie!ues esta oportunidad, te lorue!o, con todo mi amor, 1usan, Dlo convenc&, toma tu dinero,/i%, y tú si!ues en pantalones, no tardan en lle!ar y tú toda

desarre!lada, 1usan, 9no podr2 ir as&:, me da Co$eracamiarme, 9qui2nes son, /i%:, la pare$a JJ, dos de -Fford, John y Julius, una esta en nuestra casa de 1arrat, 9noconoces:, al norte de /ondres, no hay tiempo para que tecamies, te quedan me$or que un tra$e de aile tuspantalones, vamos, 1usan, Dd2$enlo que corra m)s, Dm)s,Dd2$alo que corra, John, ha eido demasiado, no corrastanto, Julius, 9peruana, 1usahn=a:, s&, y no te mostrar2 mipasaporte, orrach&n, peruana como 1antia!o, John,compa<eros de universidad, tu !ran ami!o, 9no Julius:, de/ima, due<o de medio #erú, cuando sea presidente nosmandar) su avión, Darmaremos la !ran $uer!a en el palacio,

John, entra m)s despacio, Julius, la ve% pasada me vol2 lapuerta $a$a$a$a, 9cu)ntos a<os tienes, 1usahn=a:, 9cu)ntoshisKys has eido, Julius:, me encantar&a esarte, pero antesnecesito otro tra!o, entremos, a ver si con otro tra!o me



atrevo a decirte que te adoro, 1usahna=a, me !usta, /i%, teinvitar) a salir, se emorrachar), te olvidar), tendr)s quere!resar en taFi, pasa siempre, 1usan, nos estamosemorrachando todos, ?arol, como siempre en las estas de

Julius, 9a qu2 hora lle!ar) el hi$oeputa de tu compatriota,1usahn=a:, no ha&a vuelto a pensar en 2l, /i%, tuviste suertede que no te encontrara orracha, 1usan, me ha&a ido asentar al orde de la la!unita, hac&a si!los que no escuchaahalar espa<ol, la sueca estaa de espaldas, sentada sore elorde, $u!ando en la la!unita, se acercó Juan /ucas, hac&asi!los que no o&a espa<ol, ten&a que ser 1antia!o Julius meenv&a conocerte, 1usan, 91antia!o:, esp2rate no te muevas,qu2date como est)s, 1usan, me ha&a vuelto a crecer el pelo,darlin!, 9lar!o como ahora, mami:, s&, ?inthia, 9papi te di$o

eso:, 9que te de$aras caer siempre el mechón de pelo: 9querepitieras ese !esto: 9que lo al%aras con la mano: 9papi seenamoró de ti por eso, mami:, casi no ha&a pensado, en todocaso te ha&a ima!inado distinto, 1antia!o, 9desilusionada:,

Julius me di$o que eras due<o de medio #erú, 1antia!o, lomismo me di$eron de ti, 1usan, te ha&a ima!inado moreno,enorme, 1antia!o, 9desilusionada, 1usana:, a<os que nadieme llamaa as&, era a$o, ruio, pero repitió desilusionada, estan irónico, tiene la ara espes&sima, no pude soportar su

mirada, es m)s a$o que yo, lo not2 cuando ailamos, meencanta, me de$aa sentada al orde de la la!unita, ia porotro hisKy, la sueca lo miraa ari2ndome un a!u$ero con eldedo en el mechón, de repente le di$e darlin!, me miró con taliron&a, me sent& una salva$e, toda sucia en pantalones, salidade las cuevas de Altamira o de las cuevas darlin!+eanderthal, no toleraa su mirada, casi lloro de amor, daddy,pertenece a una !ran familia, lleva el mismo nomre que supadre, mi !ran ami!o, 1usan, veintisiete de septiemre de milnovecientos treinta y siete, te adoro, 1antia!o, vamos acelerarlo, mi automóvil nos espera impaciente, 9dónde vives,1usana:, 1tanhope (ardens, 1antia!o, pens2 dormir en1arrat, ten!o mis cosas en la maletera del auto, 1usan, Dytiene una ata de seda color ro$o vivo, Des un dandy, DunaspantuCas a%ules maravillosas y su nomre ordado en seda,y te mira y hay que a$ar los o$os, /i%, te lle!ó la hora, no m)s



la lire peruanita, 1usan, te adoro, 1antia!o, vas a cumplirdiecinueve a<os, volveremos a /ima, nos casaremos, 1usan,qued2monos m)s tiempo en /ondres, por favor, 1antia!o,imposile, ten!o que ponerme a traa$ar, tenemos que volvera /ima muy pronto, 1usana, querido Julius 1antia!o viveocupad&simo, no puede escriirte, voy a tener mi se!undohi$o, tendr) que llamarse oerto, Boy, como un t&o que vaa ser su padrino, si es mu$ercita se llamar) ?inthia como miami!a ar!entina 'nunca la volv& a ver*, tal como voy pareceque ser)n muchos, cumpliremos la promesa, el próFimo sellamar) como tú, con todo mi amor, 1usan, cas2monos aqu&,qued2monos un tiempo m)s, 1antia!o, imposile, 1usana,hasta lue!o, miss 1tone, espero que haya hecho usted unauena elección, se<or 1antia!o, 9tú qu2 piensas, 1usan:,

Dv)yase a la mierda, miss 1tone, para m& es un placer que sela lleve usted, se<or 1antia!o, en /ima no podr)s portarte as&,1usana, la sueca preero que me llames 1usan, 1antia!o,querido Julius nuestro cuarto hi$o acaa de nacer, es hora deque cumplamos nuestra promesa, se llamar) Julius como tú,espero poder aandonar el traa$o pronto, no me siento nadaien, quisiera via$ar a /ondres para consultar con un m2dico,nos volveremos a ver entonces, Julius, mi querida 1usan lavida es terrile, cu)nto diera por verte, nunca cre& que no lo

volver&a a ver, por favor escr&eme, 1usan, darlin! unasl&neas para descriirte a Julius ore$onc&simo, !racios&simo, Julius se dee estar muriendo de hamre en el hotel,re!resaremos a m)s tardar a las die%, Julius, 9qui2n es esese<or, mami:, no voy a llorar la sueca fastidiarlo darlin! de+eanderthal te llevar) a pasear en su carro de carrera, 2ste es

Julius, Juan /ucas... 7D1usan 1usan8

L?asi me matas del susto, Juan /ucas.

LHace cinco minutos que detuve el coche. D+i cuenta te

diste de que casi nos matamos en la última curva 9?u)ntascopas has eido:

LMenos que John y Julius Lsoltó 1usan, mir)ndoloencantada pero un poquito m)s all), trist&sima.

Juan >enorio encendió el motor, lo apa!ó, sacó la llavedel contacto y la volvió a introducir, se contuvo $usto cuando



la ia a sacar de nuevo, por poco no se va a la mierda el!olsta. 1usan lo miró a!uant)ndose la carca$ada y el llanto.

Juan /ucas encendió un ci!arrillo, dio una pitada y produ$otres roscas de humo, lancas y perfectas en homena$e a lapa%, lue!o tosió dos veces, varonilmente, encendió el motor,lo de$ó quietecito el tiempo necesario para proar de nuevo lode darlin! de Altamira, lo di$o muy ien esta ve% y ya se ia...

Larlin! de +eanderthal Llo acusó 1usan, ya se!uro deque el otro ha&a comprendido la alusión, pero arro$)ndosepor si acaso el mechón de pelo sore la cara y clav)ndole undedo para arir el a!u$ero famoso y mirar al im2cil este. Juan/ucas apa!ó el motor ya para siempre y cru%ó los ra%osdispuestos a escuchar lo que fuera, a ver tami2n si de pasoentend&a al!o m)s.

L9ónde estaas el veintisiete de septiemre de milnovecientos treinta y siete: Lle pre!untó 1usan, rar&sima ysin soltar la carca$ada porque pod&a escap)rsele el llanto.

L1usan, perdóname pero no entiendo ni $ota.

L9;ui2n se le acercó a qui2n y qui2n estaa sentada alorde de una la!unita el veintisiete de septiemre de milnovecientos treinta y siete:

LD+i papa, 1usan@ pero dime, 9la sueca es darlin! de+eanderthal:

LGo m)s ien dir&a que darlin! de +eanderthal estaasentada al orde de la la!unita en 1arrat, el veintisiete deseptiemre de mil novecientos treinta y siete Ldi$o 1usan,continuando el $ue!o.

L9/ue!o, tú eres darlin! de +eanderthal:

L9G entonces qui2n es darlin! de Altamira: L1usan casivomita.

L?)lmate, 1usan@ nos vamos a uscar a Julius...

LJulius estaa completamente orracho esa noche... 9>údónde estaas, Juan /ucas:

L>e lo he contado mil veces, 1usan por esa 2poca yotami2n andaa en /ondres...



L9G la sueca, darlin!:

LDBasta 1usan +os vamos. an a ser las once de lanoche y Julius dee estar cie!o de hamre. L- orracho...

LD+o 1usan DJulius tu hi$o, el eato chupa cirios ese que

nin!uno de los dos quisiera ver esta nocheLEl otro, Juan /ucas, el que andaa siempre orracho...

LD+o lo cono%co

L#ero si tú estaas en /ondres en esa fecha, me loacaas de decir@ adem)s, asistió a nuestra oda...

LD+os lar!amos

El Ja!uar empe%ó a avan%ar lentamente por las pistas

oscuras de Monterrico.L9Encontraste el camino, Juan /ucas: Lpre!untó 1usan,

momentos despu2s.

L1&, estamos ien por aqu&.

LEn camio yo no lo veo muy claro... Hay un camino quelleva de darlin! de +eanderthal a darlin! de Altamira, peropara eso hay que encontrar una la!unita en 1arrat, al norte de/ondres... G un peruano, darlin!. 9#ero qu2 pasa si la la!unitaest) en 1uecia:... +o interesa@ no interesa porque /ima tienela culpa, la mayor parte del camino pasa por /ima...

L9e qu2 halas, 1usan:

Lel camino entre darlin! de +eanderthal y darlin! deAltamira pasa por /ima, Juan. Esta noche, cuando te vayas,ha%me acordar para darte un mensa$e.

L9#ara qui2n, 1usan:

L#ara m&, Juan.

/e ro!ó que se apurara, ten&a miedo, por primera ve% enmuchos a<os ten&a realmente miedo de ponerse a llorar... Meda Co$era camiarme, 9qui2nes son, /i%:, la pare$a JJ, John y

Julius, una esta en nuestra casa en 1arrat, al norte de/ondres, te quedan me$or que un tra$e de aile tuspantalones, sueca, fastidiarlo...

L... los se<ores !ustar&an Lterminó de decir el mo%o,



alienad&simo y entre!)ndoles la carta de los vinos, ante lasupervi!ilancia del maitre que ha&a lle!ado hasta la mesapatinando sore el hielo.

L?hampa!ne Ldi$o 1usan, diri!i2ndose, en el fondo de

su alma, al otro Julius, al de /ondresL. Hay que feste$ar elsanto de este chico LeFplicó urlona, casi disfor%ada.

LEst) ien champa!ne Laceptó Juan /ucas dispuesto ase!uir el $ue!o o lo que fuera eso. +o pudo, sin emar!o,disimular un cierto fastidio que el mo%o no lo!ró captar, peroque el maitre, ya m)s no, s& ha&a notado@ ahora le tocaa almaitre hacer notar que no ha&a captado nada retiró lascopas de vino con inCuencia francesa y muy uen sueldo, y seale$ó patinando entre las mesas@ m)s all) se reunió con otro

maitre, $untos diu$aron un araesco, patinando ahora soreun solo pie y se desli%aron sonrientes, inclinados y con lapierna i%quierda eFtendida hacia atr)s, hasta lle!ar a la mesaen que el #remier ha&a terminado ya su !elatina y quer&amarcharse. Juan /ucas no tuvo en ese instante una pelotita de!olf para introduc&rsela en la oca a Julius que con un inmensooste%o deutaa en la dolce vita. /o ha&an encontradodormido en el sof) de la suite, y 1usan no pudo evitarconmoverse al notar que su corata le col!aa de una ore$a,una vie$a roma que a<os atr)s le ha&a ense<ado ilma lepon&a la corata en una ore$a mientras le cerraa el cuello dela camisa. 7Apúrese, $ovencito8, le ha&a dicho Juan /ucas,despert)ndolo. Julius se ha&a lavado la cara, ha&a dudadopor un instante si era ayer u hoy y lue!o se ha&a puesto elsaco y los ha&a se!uido son)mulo hasta el famosorestaurant. +i pi%ca le provocaa estar ah&, m)s ien huierapreferido comer unas !alletas en su dormitorio y meterseense!uida a la cama. #ero ah& estaa sentado y ha&aescuchado va!amente lo del champa!ne y en al!o ha&a

asociado la presencia del maitre en la media lu% del Aquariumcon un porado que a<os atr)s ha&a tenido y que, por m)sque lo endere%aa, se le volv&a a inclinar. espu2s ha&ape!ado un tremendo oste%o y Juan /ucas lo ha&a mirado,con los o$os le ha&a dicho al!o que Cuctuaa entre happyBirthday, por ser tu santo y huevón de mierda. ?on esodespertó un poco m)s y empe%ó a mirar hacia las otras





2ste8, y lue!o volteaa a mirar a Julius con odio. Julius tuvoque mirar a otro lado, y 1usan muerta de miedo y deseandoque tra$eran pronto el champa!ne, porque el chico miradescaradamente a todas partes, al!uien podr&a molestarse.

Al!uien que no fuera el #remier 7/a suerte de volverlosa ver, la suerte de volverlos a ver, la suerte de vol...8 Juan/ucas, 1usan y Julius voltearon li!eramente para comproarque el #remier se acercaa, quer&a saludarlos nuevamente, yaten&a que marcharse. 7+o, no, no se paren, no se molesten,por favor8, les di$o, cuando estuvo al lado de la mesa. Juan/ucas aprovechó para hacer como si se fuera a poner de pie...7+o no, no se molesten8, insistió, sonriente. 7arlin!8,pronunció 1usan, entre!)ndole su mano, de$ando que 2l laco!iera entre las suyas y le comunicara su temlor. 1equedaron as& hasta que Juan /ucas intervino 71e nos va else<or ministro8, con todo el respeto de que era capa%. 7/avida de un ministro, la vida de un ministro, la vida de...8,empe%ó a repetir, y 1usan sintió un li!ero cosquilleo en elra%o, ya no tardaa en soltar la risa, sae ios cu)nto ia adurar eso, pero Juan /ucas, como siempre encontró lasolución@ le hi%o creer a todo el mundo en el Aquarium que seia a poner de pie... 7+o te molestes muchacho no temolestes, muchacho8, lo detuvo el #remier que, en realidad,

no le llevaa tantos a<os como para tratarlo de muchacho.Miró a Julius, descuri2ndolo reci2n, y empe%ó a sacarcuentas, a ver si era de 2ste o del otro matrimonio, no quer&ameter la pata al pre!untar por 2l. 79Es el menor:8, pre!untó,porque las cuentas no le sal&an, ha&a olvidado el a<o eFactode la muerte de 1antia!o y tampoco lo!raa calcularle laedad al chico. 1usan le contestó que s&, que Julius era elmenor, y el #remier hi%o un nuevo esfuer%o por calcular nada,los números se le me%claron toditos, se le formó un enredo

terrile al #remier, por n Juan /ucas se puso de pieinterrumpi2ndole ruscamente una suma. 7El menor, elmenor, el menor8, pronunció el #remier, pensativo,despidi2ndose en se!uida y descuriendo que ten&a la manode 1usan entre las suyas. Ga afuera en su auto har&a susc)lculos, lo ayudar&an los dos homres que lo ha&anacompa<ado a comer, dos tipos que esperaan en la somra



mientras 2l saludaa a sus ami!os. #artió el #remier,acompa<ado por dos homres que no fueron identicados.

LDJulius, por favor Ldi$o 1usan, al ver que volteaa amirar nuevamente a /alo Bello.

L+i te comas las u<as ni mires con esa cara deoalicónLintervino Juan /ucas.

L+o te ha!as caso, darlin! Ldi$o 1usan, contreras, ya<adióL Es su santo y tiene derecho a pasarlo ien.

LEso no quiere decir que...

L9#odr&a retirar la carta, se<ores : Lintervino un mo%o,rut&simo, porque a los se<ores no se les interrumpe.

Juan /ucas diu$ó un a=la=mierda n&simo con un li!eromovimiento de mano y una arru!a nueva en la cara, el mo%oa!radeció antes de marcharse.

L9;u2 es Aquarium:

LUn sitio donde hay muchos pescados, darlin! LeFplicó1usan, interesad&sima en la educación de su hi$o y para fre!ara Juan /ucas.

L+o los veo, mami@ 9puedo ver los pescados:

LEste es un Aquarium sin pescados Lconcluyó Juan/ucas, al ver que el maitre patinaa hacia la mesa con laotella de champa!ne@ se acercaa tami2n el mo%ocar!)ndole el malet&n, las copas de champa!ne, en este caso.

Estalló la otella dentro de los l&mites de la me$orele!ancia y el maitre la dominó ante la admiración de Julius,haciendo caer la espuma no al mantel, como 2l temió, sino enel aldecillo de plata car!ado de hielo para mantener elchampa!ne en la temperatura ideal. /os o$os del maitrereCe$aron cierta satisfacción ha&a cautivado al hi$o de losse<ores pero los o$os de Juan /ucas apa!aron ese reCe$oha&a aierto mil otellas, ha&a visto arir cuarenta mil quese de$ara de alcahueter&as, que se apurara con lo dem)s, tododicho con la mirada. El maitre se ale$ó patinando, de espaldas,no sin antes de$ar las copas ien servidas, uru$eantes. Juan/ucas miró su relo$.



LA ver, Julius, Dsalud Ldi$o, al ver que empe%aa ahacerse un poco tarde.

Lespacito, darlin! La<adió 1usanL, hay tiempo.

L1alud Lrepitió Juan /ucas, clav)ndole los o$os a 1usan,

primero, a Julius, despu2s. Julius se llevó la copa a los laios y eió un tra!o

astante corto, no le interesó mayormente el asunto. M)s leinteresaa mirar hacia donde el !ordo Bello se ha&a volteado,com&a de lado el historiador, no quer&a ni ver a cuatromuchachos que, desde otra mesa, ya m)s de una ve% seha&an re&do de 2l, andaa furioso con ellos. Ellos, por elcontrario, felices@ estaan al!o eidos los cuatro y eranestudiantes, unos muchachos muy ele!antes dos estudiaan

para Juan /ucas, uno para ministro, el cuarto no se notaaien para qu2 estudiaa, no andaa muy contento el cuarto.

LA<os que no nos reun&amos, desde el cole!io Ldi$o un Juan /ucas.

L9#or qu2 mierda se te ocurrió entrar a 1an Marcos: Lpre!untó el otro.

LEra m)s f)cil el in!reso. +o ten&a palanca para entrar ala ?atólica.

L#)sate, todav&a est)s a tiempo Lsu!irió el que ia aser ministro.

LEl deshueve Ldi$o un Juan /ucasL te pasas, volvemosa ser los cuatro del cole!io.

LEn cuarto de erecho, en quinto, me$or, hacemos unatrafa y nos pasamos a 1an Marcos Lel otro.

LAh& es m)s huevo !raduarse Lun Juan /ucas.

LHay el prolema de la reputación Lintervino el que iaa ser ministro.

LG la co$ude% de las huel!as. Arrancan con una huel!a ya lo me$or pierdes un a<o Lun Juan /ucas.

Lolvemos a la ?atólica Lel otroL. D1aludL 1eca!aron de risa, menos uno.



LHalen un poco m)s a$o Lel que ia a ser ministroL. G menos lisuras que se oye.

LMo%o, otro hisKy.

L?uatro.

L+o me va a alcan%ar el dinero Lel cuarto.

L-lv&date hoy pa!amos nosotros Lun Juan /ucas.

L?ara$o, ?arlos... Lel otro.

L1sshhhiiiii... +o seas ruto, homre Lel que ia a serministro.

LMe ca!o en la noticia.

LDG en la cuenta que le voy a rmar a mi vie$o esta

nocheL9Ustedes rman: Lel cuarto.

L9G de dónde crees que vamos a sacar para divertirnos:All) los vie$os si quieren que uno estudie, que se frie!uen conlas propinas.

L>e sacas el alma practicando y no te dan un real en elestudio.

L9>ú practicas, ?arlos:

L+o@ francamente me est) lle!ando la vaina esta delerecho.

LD#ero qu2 mierda... /a cosa est) en sacar el t&tulo. LDMira, es mi t&o Juan /ucas... LDEse s& que es un tipa%o

LDHola t&o... Hay que estarse un poco m)s tranquilos,oye. +o se vaya a dar cuenta de que estamos tomandomucho... ?ada d&a est) m)s !uapa la mu$er de mi t&o.

LD1&, oye 91aes lo que me pasó el otro d&a en el (olf:

DHorrile, oye #or poco no se da cuenta@ vi una muchacha eniKini y me acerqu2 para verla ien, Dqu2 estia, oye... era tut&a 1usan... #arece una muchacha en iKini.

L+o mires tanto@ no seas ruto que se van a dar cuenta.

Un mo%o se acercó con un a%afate y cuatro hisKys. Leparte de su t&o, se<or. L(racias. L(racias, t&o. L(racias.



Juan /ucas com&a tranquilamente, les !ui<ó el o$o. Ellosdescurieron un papelito, un mensa$e 71orino, el !ordo deenfrente es tu primo, aunque no lo creas. Ha% una olita coneste papel y arró$asela.8 1e ca!aron de risa. El sorino lo miróy Juan /ucas volvió a !ui<arle el o$o.

LGo se la tiro, si quieres Lel cuarto.

LD+o +o sean rutos Lel que estudiaa para ministroL. Es Bello, el historiador.

Muy tarde el maitre que supervi!ilaa a los $ovencitos,no se vayan a portar mal porque est)n eiendo mucho, vio elpapelito volar convertido en mariposa, transformó su a%afateen red de ca%a y saltó sonriente y alcahuet&simo, falló, volteódesesperado hacia Bello, le ca&a en la frente, no se dio cuenta,

volteó feli% los se<ores pueden continuar, son muy !raciososlos se<ores. Juan /ucas les envió otra rueda de hisKy.

L(racias, t&o.

LEs uen&sima !ente tu t&o.

L+o es por nada pero me !ustar&a ser como 2l... ienentoreros y mi t&o los alo$a o les da comidas, viene cualquier tipofamoso y mi t&o anda con 2l para todas partes, hasta le handedicado liros. 1ale siempre en los periódicos, con su hisKy

en la mano, atendiendo a todo el mundo y divirti2ndose. 9>eacuerdas cuando vino la artista esa de Hollyood: 9?ómo sellamaa la !rin!a:... +o me acuerdo pero mi t&o laacompa<aa a todas partes y ni co$udo, se!uro que se la tiró.

LHala m)s a$o Lel que estudiaa para ministro.

LUn trome, mi t&o, y no porque me he tomado varioshisKys, pero para qu2, en el fondo yo quisiera ser como 2l...En el fondo es lo único que me interesa.

LHay que tener el cartón primero Lel otro.L9>ú crees que mi t&o ten!a cartones: #ara lo que 2l

hace no se necesita t&tulo. 9>ú qu2 piensas, ?arlos:... 9+o te!ustar&a ser as&:

L+o s2... En todo caso te felicito creo que eres el únicosincero entre nosotros.



/os Juan /ucas y el ministro arieron !randa%os los o$os,miraron a ?arlos entre desconcertados y desconados, no lesha&a !ustado mucho lo de la sinceridad. Al!o se ha&altrado entre ellos, 71an Marcos8, pensó ?arlos, al!o que lesimped&a ser el cole!io, los cuatro $untos nuevamente como enquinto de media cuando esperaan la salida del illa Mar&a yse ian a casar con la m)s rica y todo eso. ?arlos sintió que laha&a ca!ado de una ve% por todas, pero ha&a eido losuciente como para soportar unas horas m)s el vac&o que secreaa entre ellos, el futuro era un vac&o mayor, adem)s sequedar&a con ellos, esta noche, tanto lu$o lo ayudar&a amantener la sonrisa con que ahora los miraa.

LEs muy linda tu t&a Ldi$o, volteando descaradamentehacia la mesa de 1usan.

Leen haer sido ami!os de 1antia!o Lcomentó Juan/ucas, reri2ndose a los cuatroL. +o sa&a que mi sorinoandaa ya en edad de $uer!a.

Julius no pudo encontrarle ni una sola espina a sucorvina. #ero en camio el pe$errey de Juan /ucas tra&a hastael espina%o, oli!)ndolo a traa$ar con el cuchillo m)s corto,el de pescado, un traa$o que Juan /ucas hac&a como nadie eneste mundo, feli%, adem)s.

L>&o Ldi$o JuliusL, un d&a te dio cólera con +ilda porqueencontraste una espina... ahora se!uro te vas a molestarmucho.

A 1usan no le dio risa pero se rió de todos modos, erauna uena oportunidad.

LEl pe$errey es una cosa y la corvina otra. 9Acaso tú hasencontrado espinas en tu plato:... >u plato est) limpio.

LJe $e, a lo me$or me he comido una...

1usan se tapó la cara.LDMo%o Lllamó Juan /ucas@ se acercaron maitre y mo%o

L. >rai!a, por favor, la carne para este chico de una ve%.

L9/e !ustar&a en su punto: 9ien cocida: 9cómo le!ustar&a al caallerito:



L?on espinas Lse le escapó a 1usan.

El mo%o quedó medio en las nues@ el maitre, en camio,encendió su cara que no ha&a entendido nada, se<or, que laroma era eFcelente, se<ora, comprenda usted por favor,

se<or, uscó la inCuencia francesa pero nada.LEsteeee... $e $e...

L+ormal, oi!a, para el chico. LJuan /ucas crispó laspatas de !allo maitre y mo%o se retiraron de espaldas,patinando sore el hielo.

L1alud Ldi$o 1usan, al%ando la copa de champa!ne. LDBravo mu$er D1alud

L>hanK yon, darlin!. Julius, van a hacer todo lo posile

por traerte un ?hateauriand con espinas.L?omo podr) usted ver, $ovencito, su madre est) muy

feli% esta noche.

L#&deme un postre, Juan. +o ten!o hamre.

L(racias por apurar las cosas, pero hay que esperar queeste chico termine con su carne.

L#uedo quedarme con 2l, si quieres...

L1usan...

L9#or qu2 no le cantas happy irthday, Juan:

Julius derramó su copa de champa!ne@ miró a Juan /ucasdespavorido.

LMo%o, por favor, limpie la mesa Ldi$o Juan /ucas alvac&o. Un mo%o a$ó del cielo.

L0nmediatamente, se<or Lse llenó de todo lo necesario.

>erminaa de limpiar cuando tra$eron el ?hateauriand

para Julius.L+o quiero, mami...

L9#odr&amos tomar el postre: Lpre!untó 1usan. L9/osse<ores no desear&an:... L+ada. El postre. El chico est) quese duerme. LG el se<or est) muy apurado... Julius al%ó loso$os para mirar a Juan /ucas 9apurado:



os mo%os ha&an traa$ado lar!o rato para convertir lamesa inmunda que de$ó /alo Bello en mesa del Aquarium.

Justo terminaron cuando entró 2se que Julius miraa ahora, unse<or sin su esposa y con dos i!ualitos a 2l pero m)s $óvenes,sus hi$os indudalemente y con ellos dos muchachas al!ofuera de amiente, ten&an que ser las enamoradas. 1einstalaron los cinco, encendieron cinco ci!arrillos y sonrieronsatisfechos al mismo tiempo que arro$aan el humo, securieron de humo, camiaron de postura, ensayaron una ve%m)s y ahora s& el humo ya no les ca&a en la cara. 1onrieron. Else<or encontró los o$os de Julius y le hi%o un !ui<o. Julius miróa 1usan, 1usan a Juan /ucas y Juan /ucas reci2n entonces sedio cuenta de que era al!uien que 2l conoc&a, el ricacho eseel se<or con los hi$os y las enamoradas lo saludaa con !ran

venia, lue!o se estiraa, miraa sonriente a sus hi$os y a laschicas, estaa esperando a la una, a las dos y a las tres qu2

$oven est)s pap), cada d&a se te ve m)s $oven, es incre&le lo $oven que te mantienes. G las pre!untas de las chicas 9no escierto: /a m)s desenvuelta dec&a que $ovenc&simo, la otradec&a lo mismo pero con los o$os, y nuevamente los hi$oscada d&a est)s m)s $oven pap), y pap) se estiraa, !uardaala arri!a en el pecho, 9es verdad:, pre!untaa, 9es verdad:1& pap), $oven y duro como tus !emelos de oro, Camante

como tu /incoln, $oven, pap), pensar)n que somos tushermanos, no tus hi$os, pensar)n que... 1e callaa el m)sruto y la t&mida a!achaa la cae%a, no fueran a pensar queella era su novia o su querida, la !ente es tan chismosa en/ima, le contaron el otro d&a que a su sue!ro, hi$a no lo estodav&a, lo ha&an visto si!uiendo al ómnius del illa Mar&a,vie$o verde, en su carro llenecito de aletas, espe$itos, antenas,cromos y otones, aprietas uno y el asiento se convierte encama, terrile tu sue!ro. /le!aron maitre y mo%o y se unieronal !rupo que no paraa de sonre&r. Uno de los hi$os, el quetraa$aa ya en la ocina de pap), le pre!untó al maitre sieran padre e hi$os o tres hermanos, uno de ellos sin novia. Elmaitre con la me$or inCuencia francesa, le pisó el pie al mo%oy soltó que hermanos, 9qu2 otra cosa pod&an ser: Miró lue!oal mo%o, acaaa de comprender el pore y acertó losse<ores eran hermanos, claro, 9qu2 otra cosa pod&an ser:



1onre&an, no pod&an parar de sonre&r@ feli% el pap) con suterno marrón a rayas y el cuella%o crema de la camisa deseda, el pa<uelito en el olsillo superior del saco haciendo

$ue!o con la corata, qu2 $oven es mi querida y me da fama,pero de pronto medio tristón porque all) al frente Juan /ucasest) indudalemente me$or conservado, ten!o tantos a<oscomo rayas mi terno, una cera@ pero notaron el desconciertolos hi$os, miraron al maitre y ahora s&, todos a una cada d&am)s $oven, pap), d&a que pasa, d&a que se te ve m)s $oven,pap), al%aron el tono de vo% y todo, no pudo m)s el hi$omenor, el que ia a traa$ar en la ocina de pap) no tede$ar&a solo con Martita, eres una era, pap)@ Martita a$ó loso$os, pap) miró su terno marrón sin ceras, verde otella el/incoln, de uen apellido la esposa ocup)ndose de la casa,

$oven y hermosa la querida y !as=to horrores, cosa de se<ores,en ella, !uapas secretarias, comprar una hacienda, turfman,cada d&a !ano m)s, no pa!arle mucho a los hi$os, que no meha!an Day auelo todav&a, viva la fama, el poder, la vida, mishi$os m)s $oven cada d&a pap), cada hora que pasa, me voy aponer celoso de ti, pap)... G pap) reco!iendo el orden de sumundo, acomod)ndolo en una nueva sonrisa, 9 qu2 opinausted :

Usted era el maitre y no opinaa nada porque estaa

aterrori%ado. M)s ien les ro!aa, perdida moment)neamentela inCuencia francesa, les imploraa con la mirada queordenaran, les suplicaa con muy uen sueldo queesco!ieran, que a$aran el tono de vo%, que se dieran cuenta,por favor, que ha&a mirado, que nunca miraa, que se ha&amovido, que nunca se mov&a, que acaaa de inclinarse, quenunca se inclinaa, que los estaa mirando furioso. Al!ocaptaron ellos en la eFtra<a actitud que adoptaa el maitre,al!o intuyeron entre tanta sonrisa, y voltearon a mirar fr&o,

miedo, terror fue lo que sintieron al encontrarse con los o$osro$os, a<ados en alcohol de Jos2 Antonio Bravano. 1e leescurrió su mundo al padre de sus hermanos, sus hi$os loencontraron vie$&simo y muerto de miedo. Jos2 AntonioBravano se ha&a inclinado li!eramente, su rostro a%ul o verdeo ro$o asomaa rillante al lado de su tercera esposa, inmóvila su lado@ sus o$os reluc&an enfermos, los estaa odiando, le



ha&a hartado tanta chilindrina en la mesa de la i%quierda. /osque captaron la escena esperaan al!o malo. El padre de sushermanos disparó su primer y último cartucho, uen ne!ociocontra imperio era el asunto y 2l lo sa&a@ se inclinó, pues,hasta esar la mesa, cerró los o$os, ari2ndolos al levantar lacae%a ya sin mirar a Bravano, y esperando p)lido y vie$&simocualquier cosa, hasta un disparo cru%ó su mente, pero nadasilencio eterno y miedo. 1e atrevió a mirar a sus hi$os lomiraan, Martita haló in!enu&sima, prefer&a corvina con salsat)rtara, el hi$o m)s ruto avisó que su se<ora le ha&a metidoal!o en la oca, el maitre empe%ó nuevamente a tomar nota,al!uien di$o qu2 ien lo lleva su tercera esposa, Juan /ucas, ensu mesa, le eFplicaa a 1usan, 7casi arde >roya8, le dec&a, y

Julius miraa a ese se<or tan raro que otra ve% parec&a

muerto.El postre era nada para Juan /ucas porque detestaa

todo lo que no fuera pasteler&a francesa, a las seis de la tard2y en #ar&s. Empe%aa a hartarse el !olsta y les hac&a sentirsu apuro !olpeando con un dedo lar!u&simo su copa vac&a dechampa!ne. A 1usan le tra$eron helados de vainilla, una olitasolamente, en una preciosa copa de plata, casi un c)li%. >alve% proar&a una pi%ca, en todo caso se entretendr&a clavandola cucharilla de plata en lo alto de la monta<ita lanca, lue!o

mirar&a, mirar&a lar!o rato cómo se ia derritiendo el helado,qu2 lindo quedaa sore el mantel casi acolchado,lanqu&simo, qu2 estúpida si!nicación ia adquiriendo eso deque la cucharita, espadita ahora, se fuera hundiendo en laola de vainilla, acerc)ndose cada ve% m)s al fondo de lacopa, un instante que ella empe%aa a temer, medio enroma medio en serio, y pensando que era eFtra<o o tonto su

$ue!o pero quer&a ver qu2 pasaa al n, cuando el metal de lacucharilla tocara el fondo de la copa y Juan /ucas pidiera la

cuenta porque ha&a que marcharse y se!uir con todo, ahoraque ella empe%aa a sentir sue<o y pere%a y no ten&a !anasde sufrir. /a fo!ata de Julius apurar&a las cosas, tal ve% erame$or as&.

/a fo!ata de Julius era su!erencia del maitre y consist&aen unas crep2s 1u%ette, le encantar&an al caallerito. 1usanha&a aceptado pensando que eso demorar&a m)s la partida,



y, qu2 rara soy, pensando tami2n que el fue!o ayudar&a aderretir m)s r)pidamente su helado y a precipitar el choqueinevitale de la espadita en el fondo de la copa. 71&, s&, teencantar)n las crep2s, darlin!8, ha&a dicho, y Julius, que yale andaa oste%ando en la cara hasta al propio Juan /ucas,no tuvo m)s remedio que despertar de nuevo al ver quemaitre y mo%o, felices, instalaan el aparato sore la mesa, elhornillo de plata reluciente, la peque<a sart2n y todo,mir)ndolo soons&simos y deseando que 2l les pre!untaraal!o, 9cómo se hace, ah:, 9y ahora qu2 m)s, ah:, que era elmomento a!uardado para eFtraer fósforos ele!antes yarrancar con la fo!atita para que el caallerito, el hi$o de losse<ores, quede asomrado y su mamita contenta porquedon$u)n /ucas anda medio amar!o esta noche, me$or

encendemos no m)s y nos vamos en cuanto todo est2 listo. Gah& estaan los dos traa$ando con las crep2s, a<)ndolas en(rand Marnier y curasao, transmiti2ndoles el saor de lanaran$a y el limón a%ucarados, metiendo las manos en elfue!o a ver si por n el ni<o se entusiasma, pero el ni<o nada.El ni<o volv&a a pe!ar un oste%o padre, se le oscurec&a elAquarium, se le orraa el ?ountry ?lu, el cole!io, el (olf y elmapa del #erú, ense!uida lo ne!ro empe%aa a aclarar alllenarse el espacio de chispitas !iratorias, un Aquarium

distorsionado empe%aa a formarse, un restaurante calienteen que la fo!ata enorme de su mesa, las llamaradas locas queian a incendiarlo todo se trasladaan a la mesa de Jos2Antonio Bravano que era ro$o y ro$a su mu$er y no sequemaan ni sudaan sino que el fue!o se acoardaa y seinstalaa a$ito alrededor de su mesa, para que ellos pudieranse!uir ah&, porque siempre ha&an estado ah&, siempretra$eron el Aquarium y se los pusieron alrededor, tra$eron el?ountry ?lu y se los pusieron alrededor, tra$eron a todos losmaitres y mo%os del mundo y se los pusieron alrededor nuncaha&an entrado al Aquarium, nunca ha&an salido, siempreestuvieron ah& sentados y no tem&an al fue!o, el fue!o, aldialo, el dialo, el caallerito, el caallerito !ustar&a... Juliusse contuvo un nuevo oste%o, lo mató en la palma de su manoy les di$o que ia a esperar porque estaan aún muycalientes@ ellos felices, ya estaan listas las crep2s del



caallerito, ya se apa!aa el fue!o, 2l hi%o una mueca,sacudió la cae%a como para espantar una mosca y sintió quelo venc&a nuevamente el sue<o, ese calor, pero le faltaan lascrep2s...

Maitre y mo%o se cuadraron $unto a la mesa y esperaronque se movieran. 1e movieron, hicieron el adem)n de ponersede pie, maitre y mo%o se aalan%aron suav&simos sore elespaldar de sus sillas. Ahora los tres estaan de pie. Juliusmiró una ve% m)s, la última Jos2 Antonio Bravano, muerto,encend&a un puro@ su mu$er tami2n muerta o dormida o lemolestaa el humo pero siempre. >en&a que pasar delante desu mesa, para diri!irse a la puerta que comunicaa elrestaurant con el interior del hotel. Empe%aa a avan%arcuando escuchó la vo% de Juan /ucas llam)ndolo yse<al)ndole la puerta que daa al $ard&n eFterior y a la calle.7#ara qu2, si por aqu& es m)s corto8, pensó, pero ya la escoltase precipitaa educadamente sore la otra puerta,oli!)ndolo a camiar de dirección y a se!uirlos. 1usanpermaneció un instante m)s $unto a la mesa, y aplastó con lapalma de la mano la cucharilla que continuaa clavada sorela ya deforme y !astada olita de vainilla@ la espadita sehundió en la crema pero no encontró apoyo y resaló sore elorde de la copa. 1e apresuró hasta la puerta, todav&a al!uien

all) al fondo la conoc&a, la vio salir encantada.Ahora estaan mudos. Julius, demasiado cansado, no ia

a pre!untar por qu2 sal&an hasta la calle, por qu2 no se!u&anel camino m)s corto, el caminito que cru%aa el $ard&n yllevaa hasta la puerta principal del hotel. Juan /ucasavan%aa se!uido por 1usan@ dos metros m)s atr)s ven&a

Julius mirando el ra%o eFtendido de su madre, la mano r&!ida,aierta como si le fuera a decir ven, có!ete de m&, avancemos

$untos. #ero ah& nadie dec&a nada. Julius se mor&a de sue<o, no

pod&a ser, al!o pasaa porque de pronto el t&o se ha&adetenido, se ha&a apoyado en el Ja!uar y esperaa que ellosterminaran de acercarse.

LBueno, $ovencito, la noche se ha terminado para ustedLdi$o, casi desaante. /e quedaa olor a Gardley para variashoras.



L+os vamos a dormir, Julius.

LGo cre& que t&o Juan /ucas quer&a llevarnos a pasear...

Larlin!, si hay al!o que t&o Juan /ucas no quiere esllevarnos a pasear.

Loy a tomarme una copa, 1usan@ ven conmi!o... +ocreo que tú ten!as tanto sue<o.

L>e equivocas, darlin!@ me muero de sue<o.

LBien, como quieras@ yo me voy.

L(ood=ye, darlin!.

Juan /ucas suió al automóvil y puso el motor enmarcha, mientras 1usan y Julius avan%aan hacia la entrada al

$ard&n eFterior del hotel. 1usan se detuvo, volteó el Ja!uarretroced&a, Juan /ucas manioraa, detuvo el automóvil al verque ella lo miraa.

LD;u2 pasa L!ritó.

1usan puso el ra%o sore el homro de Julius, avan%aanuevamente, no pasaa nada. El Ja!uar continuaa parado enmedio de la pista.

L9;u2 huo de ese mensa$e, 1usan:

Entraan al $ard&n, caminaan por una vereda hacia lapuerta principal del hotel, una puerta !iratoria. 9;u2 ha&a deese mensa$e: 1usan no escuchaa el motor del Ja!uar, se!u&aparado ah&, un automóvil ia a entrar velo% por esa pista encurva, ia a estrellar, ia a matar a Juan /ucas, 9qu2 ha&a deese mensa$e:... >erminaan de suir la escalera de piedra del

$ard&n a la puerta.

L>ú primero, darlin!.

/a puerta !iratoria, enorme, de vidrio y madera, cuatro

peque<os compartimientos, cuatro personas pod&an irentrando. Julius se metió, la hi%o !irar, 1usan lo si!uió,entraa en otro compartimiento, 2l empu$ó fuertemente, unaroma que a menudo le hac&a, ella no lo!raa contener lapuerta, casi se amoleaa, no lo!ró contenerla, apareciónuevamente en la escalera, sore el $ard&n el Ja!uar se pon&aen movimiento, roncaa el motor, no pod&a ver a Juan /ucas



que ahora viraa para tomar la avenida del (olf, rumo alreddy 1oloSs Bar, donde tantas veces ha&amos... tell her, dileque se muera, que se quede en /ima, ya ver), ya ver)s comoma<ana hace veinte a<os que est)s aqu&, no que seas infeli%,pero hace veinte a<os que de$aste de ser feli% o $oven o lire osoltera o motociclista, de motociclista a esposa, de lire aputa, de soltera a ama de casa, de lo que quieras a lo que und&a descures, de 1arrat, de /ondres a un caserón húmedo,qu2date, /ima te devuelve hasta la vir!inidad, el tra$e denovia, la i!lesia, la respetailidad, todo te lo devuelve siquieres $u!ar con ella... 1usan se lan%ó sore la puerta, lapateó para hacerla !irar. Julius tiró desde adentro, laesperaa, esta ve% no le ha&a !ustado la roma, avan%arcallado, de$arse se!uir hasta el ascensor, esperar que

encienda el ci!arrillo, que mire hacia el ar que ya est)cerrado, que vuelva, esperarla con la puerta del ascensoraierta. 1usan sintió que al!o se la tra!aa, la puerta delascensor se cerraa a su espalda, esta parte ha&a terminado.

/a sueca esperaa sentada en el M(, estacionado en lapuerta del reddy 1oloSs Bar. Ga se estaa hartando la pore,no ve&a las horas de que Juan /ucas apareciera. #rimeroestuvo sentada con las piernas estiradas y fumando. 1e leacercaron tres playoys, dos orrachos, un chileno, unpurser,

otro que di$o ser ma!nate y uno que se presentó como#ericote 1iles pero que pisó una caca de perro y se fueaver!on%ad&simo. A todos la sueca los mandó a la puta de sumadre que era lo último que ha&a aprendido y le encantaa.?ontinuó sentada valient&sima y muy se!ura de s& misma,hasta que se le acercó uno que dec&a que le quer&a cuidar elcarro. Ese casi la mata del susto, casi !rita DauFilio la sueca.+i a eso se ha&a atrevido y el tipo se!u&a parado ah&, con la!orra inmunda de marino, con todo inmundo. Ha&a salido de

entre la noche@ el letrero intermitente del reddy 1oloSs Bar lohi%o aparecer verdoso, y se le acercaa y era un ladrón o unasesino peruano o un loco o eso que llaman las arriadas@ locierto es que repet&a cuidar, se<orita, y ella con el miedo no leentend&a y el otro pensó americanita la ruia, y para traducirleno encontró me$or medio que el de pasarle la franela inmundaque llevaa por la luna delantera, se la de$ó totalmente



empa<ada, y ahora s& ella estaa se!ura de que ese era elcomien%o de un crimen horrile en esta tierra de salva$es.#e!ó un salto la sueca y cayó sore la vereda, al otro lado delautomóvil. D;ue se lar!ara, Dque se lar!ara, le ro!aa al tipoy el otro dale que dale con lo de cuidar, ya hasta se ofrec&a atraerle un aldecito para lavarle las llantas, pero la suecaempe%ó a suir la capota del auto sport, la ase!uró ien portodos lados y lue!o se suió ante la mirada desconcertada del!uardi)n, que ahora insist&a en ense<arle una tapita de ?oca=?ola que llevaa prendida en la solapa y que, se!ún 2l, ledaa $urisdicción sore todos los carros que lle!aan a esear, desde hace siete a<os, adem)s. Ga lo de la chapita de?oca=?ola tranquili%ó un poco a la sueca, tami2n eso de queno empe%ara nunca con el crimen la ha&a hecho pensar que

proalemente se trataa sólo de un loco nada peli!roso. #orsi las moscas cerró ien las lunas y le puso se!uro a amaspuertas, no se mover&a hasta que lle!ara Juan /ucas estehomre de mi=er=da, demorrón. #ero Juan /ucas se ha&ademorado m)s todav&a, y la sueca pudo ver cómo los homresque lle!aan solos o acompa<ados por mu$eres de toda clasey tama<o no le ten&an ni miedo ni asco ni nada al tipo ese, anadie se le ha&a ocurrido avisarle a la polic&a para que se lollevaran al manicomio. #or el contrario, los homres le

encar!aan su automóvil, 7?u&damelo pero sin ensuciarlo8, ledec&an, romeando, y al!unos le a<ad&an su palmadita en elhomro que se!uro ten&a lepra o al!o como los perros. Hastapopular no paraa el tipo, y sa&a muy ien cuando al!uien noera peruano, lo notaa en el pelo ruio o en la 7len!ua8,porque los que no halaan peruano halaan 7len!ua8, y 2lse sa&a sus palaras 70 mister, 0 mister8, les dec&a, y ellos lesoltaan monedas y le conaan sus automóviles. 7/e voy apre!untar a Juan /ucas8, pensó la sueca, que aún no lo!raaperder el miedo del todo.

1e olvidó de la pre!unta. 1e olvidó de la pre!unta, deltipo con la !orra de marino inmunda y del miedo. 1e olvidó detodo cuando vio que a su derecha, precisamente en el espacioque un ?adillac acaaa de de$ar vac&o, aparec&a la nari%aerodin)mica del potente Ja!uar. Juan /ucas estacionaa,eFtra&a la llave del contacto, inclin)ndose li!eramente, y la



sueca aprovechaa la lu% intermitente del letrero del ar paradeleitarse en la contemplación de esa nuca en que sedesli%aan al!unas canas perfectas, apropiad&simas, els&molo del homre interesante y de la masculinidad paraella. Apa!ó su último ci!arrillo, a$ó del M( para esperarlo yentrar $untos. ;uer&a un hisKy para mirar el vaso en la medialu%, con la música entre el humo, quer&a que le halara poco yien dicho, y ella voltear de rato en rato para !o%ar de sunuca ronceada, adornada de plata y de seda. Juan /ucasempu$aa la puerta del reddy 1oloSs Bar, la de$aa entrar.

1usan lo vio sentado, casi dormido sore la cama. /acorata le col!aa de una ore$a mientras con !ran dicultadse desaotonaa la camisa. Ella ha&a querido arro$ar suvestido a%ul por el alcón de la suite pero esas cosas no sehacen, ella no era la sueca, Da la mierda con todo 9#ara qu2ha&a entrado al cuarto de Julius : 1&. #ara no decirle que estanoche mami ia a dormir sola y si quer&a meterse en sucamota, hay espacio para veinte en mi camota, 9qu2 teparece, darlin!: /e espantó el proyecto, Julius la miraa, 9qu2pasa:, 9al!o malo con t&o Juan: Eso no pasa nunca, se r&entoda la vida pero... 9;u2 dialos hac&a ella ah&:, no decirle queesta noche voy a dormir... /a ata la asFiaa, podr&a tomarun ducha%o, no, pastillas para dormir... 1usan salió disparada

en usca de un hisKy pero en el camino todo de$ó deimportarle, sólo que Julius de&a haerla notado rar&sima...9;u2 pasa esta noche y ahora mami ha cerrado su puerta ytose o llora:

/as chicas del arrio Marconi se pusieron sus !orros y semetieron $untitas al a!ua, por el lado menos profundo de la

piscina. Era un uen momento porque el !rin!o parec&acansado lue!o del salto mortal número catorce de esa tarde,se ha&a marchado el !rin!o, se ha&a perdido entre los

$ardines, era un rosquete de mierda, siempre desaparec&a enel instante en que ellos ian a romperle el alma, la otra tardetami2n se ha&a escapado. #ero no importaa el momentode romperle el alma lle!ar&a, cualquiera de ellos astar&a para



la tarea, lo que pasa es que todos quer&an pe!arle, en el fondoes una manera de que mi hemrita me quiera m)s, ya ahorale meto len!ua, ima!&nate si adem)s le pe!o al !rin!o. El otrod&a ?armincha le di$o a #epe por qu2 no te tiras un saltomortal como el !rin!uito, co$uda de mierda, claro que?armincha es medio putillona, su mam) est) divorciada ytodo, al pore #epe uno de estos d&as me lo adornan y ellos noquer&an cornudos en el arrio, la fama muchachos, har&a queaconse$ar a #epe, que le cayera a +orma, 2sa $o que loacepta, cualquier cosa porque ellos no quer&an cornudos en elarrio.

/os muchachos del arrio Marconi, con la peinada dedespu2s del almuer%o, fumaan controlando a cuanto a<istadesconocido se arro$aa a la piscina. -cupaan su anca desiempre, sentados unos, otros de pie a amos lados, el restotami2n de pie detr)s de la anca, apoy)ndose en el espaldary, de ve% en cuando, solt)ndole la ceni%a del ci!arrillo a unode los sentados. 7DMe ca!o8, !ritaa la v&ctima,incorpor)ndose para devolver la roma con un escupita$opeque<o, compacto, perfecto que !olpeaa certero la camisadel primer romista. 7D>&sico de mierda8, !ritaa 2ste,limpi)ndose con el pa<uelo, mientras el otro eFtra&a delolsillo posterior del pantalón KaKi o a%ul un peinecito tipo

cholo, lo me$or para armarse nuevamente la monta<itaen!ominada que te da uno, dos y hasta tres cent&metros m)sde estatura. umaan hasta quemarse los dedos, lue!oarro$aan las colillas encendidas al pie de la piscina, a ver sial!uien viene descal%o y se quema la pata. Ga los ha&andescuierto y el administrador les ha&a llamado la atención,pero ellos ne!aron rotundamente, de todo nos acusan y,adem)s, que no $odan, homre. ?ontinuaron divirti2ndosecada ve% que al!uien se quemaa la planta del pie y se

arro$aa desesperado al a!ua. Al !rin!o le llenaan el caminode colillas encendidas, pero el !rin!o sal&a empapado de lapiscina y corr&a mo$ando todo lo que pisaa, nunca se ha&aquemado, se le pe!aan las colillas en las plantas de los piesy el tipo como si nada, se!u&a corriendo, trepaa nuevamenteal trampol&n, volaa, salto mortal sae ios número cu)ntos,sal&a nuevamente por el orde y por en2sima ve% corr&a hacia



el trampol&n con los pies llenecitos de colillas que seapa!aan sin quemarlo. 7#ore !rin!o8, ha&a dicho?armincha, pero ?armincha ya todos sa&an lo que era, hielocon ?armincha, y tú, #epe, a tomar desahuevina, ha&a queaplicar la ley del arrio.

#ero las chicas del arrio Marconi di$eron que no, que nihalar de romper con ?armincha, ellos qu2 se ha&an cre&do.Ellos fumaron m)s y pelearon toditos con toditas, a uscarsela hemrita en otro arrio, un amor en cada puerto y todo eso.#or la noche /uque se roó el auto de su cu<ado y el arrio enpleno, como sardinas en lata, partió a eer y aterri%óorracho en un prost&ulo de la avenida ?olonial. >res seaventuraron, otros ni aventura ni plata para la aventura, sólopara eer unas cerve%as m)s. os desertaronenamorad&simos despu2s de la tercera otella, huo uno quequiso suicidarse, lo cierto es que al d&a si!uiente todos sesent&an p2simo cuando lle!aron a la piscina del ?ountry. /aschicas no ha&an ido por la ma<ana y ellos fumaron comoestias y se pasaron horas prendidos a la arra del ar,pidiendo a!ua helada para apa!ar el incendio que losconsum&a. e ve% en cuando controlaan la puerta de in!resoa la piscina, pero ni somra de las chicas. Ellos no sa&an quese estaan proando sus uniformes el verano se acaaa.

#or la tarde s& vinieron toditas, pero ellos se ca!aan enellas y no las saludaron. /as pores estaan arrepentid&simas.?armincha quer&a halar con ellos y eFplicarles que ella eraas&, que no ha&a nada de malo en su manera de ser, quer&apedirles por favor que la perdonaran, o$al) que se apurenporque ellas la ha&an convencido, tienes que disculparte,ha%lo por nosotras, y ya se le estaan quitando las !anas. /ohar&a por ?ecilia que era la única que la comprend&a, pore, el!rin!o le !ustaa m)s que #epe, ?ecilia comprendió cuando la

vio llorar. 1&, lo har&a por ella. #or ella esperar&a a que el !rin!oterminara sus saltos mortales y sólo entonces se a<ar&a contodas, era la única manera de que ellos se dieran cuenta deque los quer&an, m)s tampoco hay que hacer. 1e pusieron sus!orros y se metieron $untitas al a!ua, nadaan despacito, losmiraan, pu` se %amull&an, dea$o del a!ua los quer&anhorrores.





chicas decidieron se!uir el e$emplo de ?ecilia y se pe!aron aellos para esarles la me$illa, al!unas hasta introdu$eron lamano por dea$o de sus camisas para acariciarles susvaroniles pechos. ?arlos ia a !ritarle al!o al !rin!o quevolv&a de otro salto mortal, pero en eso sintió la mano de suhemrita, calentita la mano y $ustito ah& donde cada d&a lecrec&an m)s pelos en el pecho, no pudo con las !anas defumar y cayó sore la anca ariendo la nueva ca$etilla de?hester... El arrio Marconi se ia calmando poco a poco.

#ero el ?hino, que era ien ladilla y no ten&a enamorada,consideró que el asunto no pod&a terminar as&. Andaa furiosoel ?hino y hac&a un ratito no m)s que le ha&a !ritado Dsilenciovie$a de mierda, a una se<ora que pasó por ah& dici2ndoles alos chicos que hoy último a<o, ma<ana a cartaón y todoeso. ?laro que al !rin!o le ian a pe!ar de todas maneraspero lo de ?armincha... 7Hay que hacerle al!una pende$ada ala puta esa.8 Bien ruto el ?hino porque soltó lo de putadelante de las chicas y ahora ellos empe%aan a volte)rsele,cuidado, primo, amarra el perro, respeto. >ami2n ellas, entremu<equeadas y furiosas, dec&an si ustedes deenden a 2ste,nosotras defenderemos a ?armincha@ ya no tardaa enempe%ar todito el l&o de nuevo, pero el propio ?hino la ara$ódiciendo nosotros no vamos a pelearnos, a llevarnos todo el

ulto mientras la pu... perdón, mientras ?armincha si!uea<)ndose tan tranquila, 9por qu2 no le hacemos unapende$... una roma: Miren, aqu& ten!o una latita de etún, unrecuerdo que me ha quedado del carnaval, 9qu2 tal:, 9qu2 lesparece, muchachos:... y si salta el !rin!o yo me encar!o de2l. +o estaa mala la idea porque despu2s de todo la tal?armincha se!u&a tan contenta, ni los miraa, se ha&aquedado en el a!ua, co!ida de un orde de la piscina yadmirando al !rin!o, ya sólo le faltaa aplaudirlo cada ve%

que saltaa. DA la mierda #or el arrio, muchachos. #)sase un?hester, hermano, el etún, primo, 9pero cómo hacemos paraque ven!a:

ue entonces que al muy ruto de Manolo se le ocurriómandar a Julius a pedirle un ci!arrillo a los muchachos delarrio. Hac&a d&as que ?ecilia ha&a empe%ado a halarle a

Julius cuando lo encontraa en la piscina. Al principio a Manolo





llamar a ?armincha y ahora se ne!aan tami2n a permitirque el chiquito fuera a llamarla en nomre de ellas. 7#eroentonces 9por qu2 no se meten al a!ua con ella:, 9est)n desu parte:8, pre!untó /uque. +o, no, pero la roma era muypesada y ?armincha ia a creer que eran ellas las que laha&an mandado llamar y ellas no ten&an nada que ver con laidea. 7Entonces...8, di$o /uque. +o, no, no, ellas acaaan deamistar, no quer&an pelear otra ve%. 7Es una roma8, les dec&ael ?hino, ellos tami2n, 9qu2 menos pod&an hacer: #or nellas se callaron, cedieron, y el ?hino le eFplicó a Julius sóloquer&an que saliera un ratito para arro$arla entre todos ala!ua. 1i no, peor porque le ian a arro$ar todas sus cosas,anda chico, dile que ven!a, dile que sólo queremos darle lamano y quedar como ami!os. ?uando nos d2 la mano, la

co!emos, la alanceamos un poco y al a!ua, eso es todo...All) ia Julius, ha&a lle!ado al orde de la piscina y se ia ameter, cuando se escuchó por todo el ?ountry ?lu, tami2npor ah& cerca en 1an 0sidro, un incre&le alarido. >odos los o$osconver!ieron en el trampol&n donde el !rin!o !ritaa haciendo!irar los ra%os como h2lices, se volvió loco el!rin!oaaaaaauuuuuuuuuuuu, y a correr como nunca, a volarcomo nuncaaauuuuu, alt&simo voló el!rin!oaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuu, se clavó en la piscina.

1e!undos despu2s ?ecilia y Manolo corr&an hacia la anca delarrio, silencio asoluto el !rin!o se!u&a sin salir, ha&adesaparecido en la parte m)s honda de la piscina.

71e aho!ó8, pensaron muchos, y los muchachos delarrio Marconi hasta empe%aron a sentir remordimientos, enel fondo el !rin!o podr&a haer sido uena !ente. G el otrodale con no aparecer y la !ente alrededor de la piscinaa!uant)ndose la respiración, muerta de p)nico, no se atrev&anni a acercarse al orde. 1ólo Julius continuaa ah& parado y

pod&a ver que el !rin!o ni se ha&a clavado en las locetas delfondo ni se ha&a partido el cr)neo ni nada. Al comien%o ha&asentido un poco de miedo al verlo instalarse en la parte m)shonda, y permanecer sentado como meditando, hasta queparece que tomó una decisión y empe%ó a ucear hacia ellado de menor profundidad donde ?armincha parec&a tami2nesperarlo como si todo huiera sido parte de un plan



preconceido. #ero esto ah& adentro, no alrededor de lapiscina donde /uque ya empe%aa a quitarse la camisa paralan%arse en usca del pore !rin!o que, de$)ndose de tantaco$ude%, hasta ten&a cara de uena !ente. #or ah& una se<ora!ritó al cielo 7DHa!an al!o por ios santo8, y ya /uqueestaa olvidando la ley del arrio y todo, cuando de repentese escuchó un chillido hist2rico y disfor%ado de ?armincha ytodos la vieron elevarse como un metro era el !rin!o que sele met&a por entre las piernas y la al%aa sore sus homros,feli% renació el de los saltos mortales. ?armincha re&a ahorainstalada co$ud&sima sore sus homros, as& ser&a el amorpara ella en adelante, salto y salto mortal, a 2ste no har&aque pedirle que de$ara de fumar como a #epe, a 2ste lo quehar&a que pedirle es que no se me mate en el trampol&n.

>odos continuaan pasmados, furiosos lue!o cuando el !rin!oque tanto los ha&a hecho sufrir pe!aa otro alaridodesesperante, depositaa a ?armincha sore el orde de lapiscina, pe!aa un salto, ca&a sore las colillas encendidaspero 2l nunca se ha&a quemado, reco!&a a la pore?armincha, siempre co$ud&sima pero lo quer&a al !rin!o, ah& sela lleva, Dqu2 estia el !rin!o, la ha&a car!ado de cualquierforma, los muchachos del arrio Marconi vieron cuando laco!ió por la entrepierna, y se la llevó de cualquier manera a

su reino, all) arria, sore el trampol&n, san&simo el !rin!o, nocaptó ni entrepierna ni chuchita ni nada, sólo quer&a que ellase arro$ara con 2l del trampol&n, pore ?armincha, una nuevavida empe%aa para ella, 7siempre le !ustó lo prohiido8,pensó /uque, pero no le sonó a verdad su pensamiento, qu2ruto el !rin!o ahora pe!aa otro alarido salva$e y arro$aa ala pore ?armincha al a!ua, cayó de pan%a y el !rin!o al lado,un costala%o y feli%. ?armincha salió a la supercie entrevalient&sima y llorando, el !rin!o pe!ó otro alarido, ?ecilia leshi%o adiós y el ?hino que todav&a se acordaa de la ley delarrio, empu$ó a una sirvienta al a!ua, le metió la mano aotra, emetunó a una tercera, vino el cholo portero a pedircalma, lo emetunaron, /uque arro$ó al ?hino al a!ua,emetunó a ?arlos, a Manolo le cayó etún en el o$o y a?ecilia le dio un incre&le ataque de risa al verlo tuerto yfurioso. Ese fue el momento en que el !rin!o vio por primera



ve% a los muchachos locos esos, pero ah& ven&a eladministrador Dma<ana todo el mundo al cole!io, se cerraala piscina, el !rin!o la clausuraa con un alarido feli% y lapore ?armincha volv&a a caer de pan%a, nunca aprender&a, ledol&a el pecho, la arri!a, trataa de dec&rselo pero 2l quer&am)s salto y ella tendr&a que estudiar ien su in!l2s porque el!rin!o no comprend&a ni los dolores en castellano.

RE$!RN!'

/os Arenas lle!aron ya inmundos. #arece que el d&aanterior les ha&an estado proando los uniformes y, comonunca nadie se ocupaa de ver que esos ni<itos no seensuciaran, ellos se lo quedaron puesto y media hora m)s

tarde ya estaan ien sucios. #or ah& al!uien di$o que hasta seha&an acostado con el uniforme, lo cierto es que tami2n losllevaan muy arru!ados cuando lle!aron. elices aparecieronlos Arenas, eso de que fueran hermanos los liraa deconvertirse en puntos porque al atir se ate a uno, nunca ados $untos. El que s& lle!ó trist&simo era ?ano@ hac&a tiempoque ha&a de$ado de estar de ve% en cuando triste, ahora eratriste y ten&a caspa adem)s. >ami2n lle!ó el !ordo Martintopero lo ha&an $alado de a<o nuevamente y a duras penas se

acordaa de que Julius ha&a sido su ami!o. >odos ianlle!ando, y $unto a la puerta que daa acceso al !ran patio serepet&a la sempiterna escena de los que ven&an por primerave% al cole!io y no quer&an quedarse por nada de este mundo.7D;uiero a mamita, Dquiero a mamita8, !ritaan, porecitos,eran de partir el alma con sus uniformes a%ules impecales ylos cuella%os lancos almidonados que tanto molestaan alcomien%o, cuanto m)s raiaan y mov&an el pescuecito, m)sse irritaan. /a tarea de reciirlos le ha&a tocado a madreMary A!nes, que desde tempranito los ha&a estadoesperando uen&sima, sonriente, tan encantadora que al!unasmamas sufr&an m)s que sus hi$os al ver que de$aan aicardito, por e$emplo, en manos de una mon$ita tan linda yque huele tan rico. G es que las madrecitas del 0nmaculado?ora%ón eran americanas y ol&an siempre a limpiecito yse!uro que desayunaan ?orn laKes, que son unas ca$as



conteniendo astante ma&% del me$or y mucho sol de?alifornia. Madre Mary A!nes no sufr&a por eso@ a veces sent&aque se ia a impacientar, pero entonces tocaa r)pido unacuenta de su rosario y de ah& aa$o le su&a nuevamente lasonrisa hasta los laios. 1)nche% ?oncha lle!ó enorme,realmente ha&a pe!ado un estirón atro% durante el verano,pero no era tonto 1)nche% ?oncha y antes de arrancarse conal!una matoner&a prerió pasarse el primer d&a estudiando elamiente, no fuera que por ah& otro de tercero huiera crecidom)s y a lo me$or me pe!a. el ?astillo estaa muy ruio perono ha&a crecido mucho. Julius s& ha&a crecido pero andaacada d&a m)s Caco y sólo se trompeaa cuando lo desaaany no quedaa otra solución. /le!ó en una Camante camionetaMercury, una que Juan /ucas dec&a haer ase!urado contra

todo ries!o menos contra Boy que, antes de lle!ar alMarKham, ten&a pensado tirar por lo menos una docena decurvas con trompo delante del carro de una chica del illaMar&a. /a ha&a conocido en Ancón un d&a en que #e!!y, lacanadiense, estaa resfriada. Boy ha&a de$ado a Julius en0nmaculado ?ora%ón, a$a mierda, apura, y ha&a salido enusca del carro de la ni<a nueva, cuyo itinerario casa=illaMar&a se ten&a estudiado de antemano. A su lado, ?arloscom&a tranquilamente. /e ha&a perdido el miedo a la muerte

y le acomodaa ese af)n del ni<o Boy por mane$ar@ as& 2lpod&a ir comiendo su pan con chicharrón, era la hora en que le!ustaa desayunar y hasta se tra&a su termo con su t2 iencalientito.

Al entrar al cole!io, Julius tuvo la sensación de que suspies pisaan m)s aa$o. #rimero pensó que a lo me$or se ia adesmayar, pero lue!o, al detenerse en esa sensación, empe%óa comprender que ha&a crecido. Estaa en tercero deprimaria, era un !rande en el cole!io, por eso el cemento del

piso estaa ahora m)s le$os de su vista y el local le parec&am)s peque<o, soy un !rande. Era siempre un enorme localpero todo parec&a estar como m)s al alcance de su mano,todo era m)s f)cil este a<o y aunque las ventanas se!u&ansiendo inmensas, tal ve% las m)s !randes que ha&a visto ensu vida, ya nunca podr&an tra!)rselo, ya nunca ser&an tan!randes como antes. EFtra<a sensación, m)s eFtra<a ahora



que miraa a todos los chicos y a todos los conoc&a o eran loseitos esos que lle!an por primera ve%, ya ni aprender&a susnomres y los dem)s no lo!rar&an nunca asustarlo. +o sa&a,por m)s que pensaa no sa&a por qu2 sintió que pod&a pe!arun !rito y que toditos ian a enmudecer. 1intió tami2n queser&a muy f)cil ser malo este a<o, claro que el ?astillo y losArenas y 1)nche% ?oncha y los dem)s de tercero tami2npodr&an ser malos este a<o, 9qu2 hacer en este caso:...#uedes ser malo entre todos los que no est)n en tercero perotami2n puedes ser malo entre los malos, mira otra ve% alpiso a ver si te contesta, 9qui2n te va a contestar, Julius:... /amon$ita del piano se le acercó nervios&sima, 9por qu2 Julius:,9por qu2 tu mam) ha decidido una cosa as&: Julius la miró sinsaer a qu2 ven&an tantos nervios, $usto cuando 2l empe%aa

a ser malo se le acercaa la otra llenecita de olor a tecla deese piano, 9qu2 ha&a decidido mami: Mami ha&a decidido,por carta le ha&a informado a la mon$ita, y ahora la mon$itaoliendo delicioso le informaa a Julius tu mam) dice que hayque tomar en serio lo del piano y que vas a estudiar muchashoras semanales con una se<orita alemana, una !ranprofesora de piano. 1u prima 1usana /astarria, madre de unosni<itos /astarria que estudiaron aqu&, la ha&a convencido.

Julius ten&a talento, tienes talento, Julius, y este a<o

aprender)s con otra profesora, una !ran profesora alemana...Ah& fue donde deió ofrecerle a ios humildad al aceptar lo de!ran profesora alemana, ah& deió ser porque se pe!ótremendo mordisco en el laio, nervios&sima se puso lamon$ita del piano con ese olor, 7>en&a pensado ense<arte elhimno de los Estados Unidos8, atinó a decir, y salió disparadacon el preteFto de que ya ian a tocar la campana y todav&aten!o que halar con varios que quieren se!uir sus clasesconmi!o. 1e fue temlorosa la mon$ita del piano y Julius sequedó est)tico, uscando ra%ones, 9por qu2 mami no mehar) dicho nada: #oster!ó la maldad para un momento m)sapropiado, despu2s de todo qu2 era ser !rande si lasdecisiones importantes continuaan viniendo desde arria, sinsiquiera consultarle. io el piano oliendo delicioso, a tecla, alimpiecito, y corrió a unirse a el ?astillo y 1)nche% ?oncha,tal ve% $unto a ellos volver&a a crecer, mira, all) est) el !ordo



Martinto, f&$ate en los Arenas, mira a ?h)ve%, f&$ate en ?ano.

#ore ?ano. /e quedaan unos cuantos reales que leha&a roado a su auelita y estaa compr)ndole unosminiches al #irata que ha&a metido la mano por el

alamrado. Ga ia a quedar terminada la compra, cuando eneso la \anahoria vio el asunto y dale a correr con la campanaen alto, colorad&sima corr&a la \anahoria, cu)ntas vecestendr&a que repetirle, oi!a usted, que est) terminantementeprohiido venderle cosas envenenadas a los ni<os, todo estoen in!l2s y el #irata luchando por sacar la mano atascada enla alamrada, luchando por entre!ar los miniches y reciir lasmonedas, pero ?ano, lar!u&simo, se ha&a quedadoparali%ado, 7ya me voy, madre, ya me voy8, ia diciendo el#irata, que se!uro ten&a !usanos a$o el parche ne!ro del o$oi%quierdo, 7ya me voy8, repet&a, y en realidad ya se ia peroera sólo porque la hora de clases lle!aa y los ni<os ian adesaparecer del patio. olver&a, como siempre, a la hora delrecreo@ a<os que ven&a haci2ndole la competencia al ne!ociode !olosinas limp&simas, pasteuri%adas, norteamericanas yhomo!enei%adas que las mon$itas ten&an instalado parafavorecer a las misiones y para fomentar las vocacionesreli!iosas. El #irata, !ran ne!ociante, lo!ró reciir lasmonedas pero no soltó los miniches, y a ?ano se lo llevó la

\anahoria trist&simo.7>e los doy m)s tarde8, alcan%ó a decirle el #irata, pero

2l sae ios si escuchó porque su auelita ha&a dicho un d&aladrón que roa a ladrón tiene cien a<os de perdón y esomismo acaaa de sucederle.

Jadeante, la \anahoria ha&a ocupado su lu!ar en alto, $unto a las dem)s mon$itas. Acaaa de de$ar a todas lasclases del cole!io perfectamente alineadas, en la de a dos ypor orden de talla, ahora ian a cantar el Himno +acional del#erú y el del cole!io. /a mon$ita del piano al%ó el ra%o paradar la se<al, todav&a no lo ha&a a$ado, cuando el !ordoMartinto soltó un D1omos lires desentonad&simo y la\anahoria corrió furiosa a llenarlo de pelli%cones. +o pudo,feli%mente, porque la madre superiora decidió que era elprimer d&a de cole!io y que ha&a que tomarlo a roma, ya



ir&an practicando y van a ver cómo dentro de unos d&ascantamos el himno de este pa&s como es deido, tami2n elhimno del cole!io y el de mi pa&s que es muy lindo y muy!randa%o y que al!ún d&a ustedes podr)n visitar porque aqu& les ense<aremos el me$or in!l2s y ustedes podr)n tomar unavión y volar rrrrrrrrr, y aterri%ar rrrrrrrrrrrrr en los United1tates, y cuando eFtra<en su pa&s, que tami2n es lindo, setoman otro avión y rrrrrrrrrrrr se vienen volando a /ima, 9qu2les parece: G todos s&iiiiiiiiii y risas y la \anahoria ya ha&are!resado $unto a las dem)s mon$itas y al!unos deKinder!arten se ha&an asustado con tanto rrrrrrrrr y Mary

>rinity a$ó corriendo para ser uen&sima con los chiquitos quelloraan y la mon$ita del piano al%ó y a$ó el ra%o rapid&simopara que Martinto no se equivocara de nuevo y todos

cantaron el himno del #erú y el del 0nmaculado ?ora%ón./ue!o la madre superiora volvió a halar@ m)s seria esta ve% yla \anahoria asent&a. ue presentando a las mon$itas nuevas yellas hac&an una venia al escuchar su nomre, sonre&anoliendo a limpiecito y, cuando la Madre 1uperiora alud&a alinmenso sacricio que ha&an hecho de$ando su pa&s paravenir a educar a los me$ores ni<itos del #erú, las mon$itas sepon&an serias y se co!&an de sus rosarios, viv&an envueltas enunos rosarios enormes que terminaan en una hermosa cru%

ne!ra de ordes dorados y de ?risto tami2n dorado.Entraron a sus clases y empe%ó otro a<o escolar. Ese

primer d&a los de tercero se pasaron la ma<ana mir)ndose,estudi)ndose y calcul)ndose los cent&metros que pod&anllevarse unos a otros. #oco a poco se fueron calmando, peroen todo caso 1)nche% ?oncha no cesó durante varios d&as dehacerle ver a todos ah& que ya casi no ca&a en la carpeta,ha&a que tomar nota de eso, adem)s 1)nche% ?oncha era)!il y $u!aa muy ien fútol, el mismo Morales lo ha&a dicho

y se!uro que este a<o lo nomraa capit)n del equipo delcole!io. Eso le $odia un poco a el ?astillo.

os semanas m)s tarde, 1)nche% ?oncha ya era capit)ndel equipo de fútol y a el ?astillo se le estaa orrando uno$o ne!ro, producto de un pu<eta%o que le cayó por faulear alcapit)n del equipo de fútol. A Julius tami2n lo ha&a incluidoen el equipo, pero no de arquero como 2l ha&a pedido sino de



7in!er8. 7>ienes que ser in!er8, le ha&a dicho Morales,pe!)ndole un estropa$a%o en el culo. 7Est)s tan Caco quetienes que ser in!er. Isos deen ser lar!os y Cacos para quepuedan correr mucho, d2$ate de arqueros ni de co$...8 0a adecir co$udeces, pero vio que se acercaa Madre Mary Joan,una de las que ha&a lle!ado este a<o pero que ha&a estadoantes en M2Fico y entend&a las re!las del fútol. Madre Mary

Joan se!u&a todos los entrenamientos. #or las tardes, encuanto Morales hac&a sonar su silato de )ritro=entrenador=director t2cnico, la mon$ita aparec&a sonriente, endec&a el

$ue!o con su ondad, le imped&a a Morales decir lisuras yreco!&a li!eramente las man!as del h)ito porque era lamon$ita deportista y le encantaa el fútol.

>res semanas m)s tarde, 1)nche% ?oncha le ha&a vueltoa pe!ar a el ?astillo, y ha&a a!re!ado a su lista depateaduras las que le dio a \apatero, a Espinosa, a de losHeros y a Julius, a quien acaaa de sacarle la mu!re esama<ana. Julius estaa contando la incre&le historia de suprofesora alemana de piano, era nieta de Beethoven y todo,cuando en eso apareció el otro !rit)ndole Dmentiroso, Da ti nose te cree ni lo que comes, a!re!ó por último que suhermana ia a dar una esta y que no ia a invitar a suhermano Boy porque 2se no ten&a pap) sino padrastro. A

Julius no le cayó nada mal eso de que a Juan /ucas le llamaranpadrastro, pero lo que no pudo tolerar es que le malo!raran&nte!ra su historia sore la nieta de Beethoven. 1e produ$o eldesaf&o, chócala para la salida, y por eso 2l partió contremendo ara<ón en la cara a dar su clase de piano esa tarde.

7En realidad, darlin!, fue una idea de t&a 1usana8, leeFplicó 1usan, cuando Julius, al volver despu2s del primer d&ade clases, la acusó pr)cticamente de alta traición, de haerlopuesto en una situación la mar de desa!radale frente a la

mon$ita, se fue nervios&sima, mami, era una profesora muyuena, yo quiero se!uir estudiando con ella, s& mami, porfavor mami. #ero mami estaa al!o cansada y el d&a parec&a elúltimo de sol, no tarda en caer el oto<o, y el $ard&n del ?ountry?lu, all) al frente, no tardaa en llenarse de autumn leaves yde feuilles mortes. Adem)s, mami acaaa de lle!ar de lapeluquer&a y llevaa los caellos cuiertos con un pa<uelo de





pa!ando a usted nada menos que clases con la nieta deBeethoven.

A 1usan le encantó lo de la nieta de Beethoven. Julius,por su parte, recordó que Beethoven era el usto con cara de

amar!o que ha&a sore el piano en el castillo de los /astarria,si ?inthia supiera que voy a estudiar con la nieta deBeethoven... #ero no pod&a ser verdad.

LMami, t&o Juan est) mintiendo.

>&o Juan andaa de eFcelente humor y no ten&a que partira nin!ún lado, ten&a todo el tiempo del mundo para su familia,sus hi$os, la educación, etc.

LD?ómo que mintiendo... 9Mintiendo sore un asunto

tan !rave:... 9Mintiendo sore un asunto de liación:/o ca!aron al pore Julius con la palara liación. 1onaaimportante. 1onaa a verdad. +o se miente sore un asuntode liación, 9qu2 es liación: Juan /ucas lo notó impresionadoe impresionale.

LEl códi!o casti!a severamente a los que mienten enasuntos de liación.

A 1usan se le puso delicioso el t2 al notar que Juan /ucasperd&a su tiempo ale!remente con Julius, Juan arlin!.

LAc2rquese, $ovencito. >ome asiento aqu&, entre sumadre y yo. eamos, ya le traen su t2... #ón!aselo aqu&, listo,!racias... >r)i!ame un a!ua mineral, por favor... El arro% conpato donde el !ordo omero ha estado un poco fuerte hoy enel almuer%o... eamos, a Beethoven s& lo conoces, 9no: Bueno.9G saes que murió m)s sordo que la pared de enfrente: 9Gsaes por qu2 se quedó sordo: 9+o saes:... DAh, puesentonces usted no sae nada sore la liación de los !enios,mi querido ami!o.

1usan sintió que su t2 acaaa de lle!ar de la 0ndia,colonia in!lesa.

LZhat aout them: Lpre!untó encantada. ;uer&a saertodo sore los !enios.

L/os !enios Ldi$o Juan /ucasL. /os !enios... Lrepitió, y



no encontró nin!uno en toda su educación secundaria ysuperior@ uscó en >ime y encontró a EinsteinL. D/os !eniosD?laro DBeethoven, claro...

Julius no tardaa en volver a insistir sore la mon$ita del

piano, ia a halar...LUn prolema de liación@ mire usted, $ovencito los

!enios son unos tipos dif&ciles, lo m)s raro que hay, siemprecon unas pelucas enormes y toda la vida furiosos. Ga s2. Mira,

Julius Beethoven tuvo tres hi$os y los tres eran unassoeranas estias tocando piano. >ocaan tan mal que supap) los tuvo que otar a patadas y nunca m)s quisoreconocerlos. es, ah, ah& hay un prolema de liación...Ha%me acordar que ten!o que llamar a uno de mis ao!ados,

1usan. 9;u2 le pasa a este candele$ón del mo%o que no metrae mi a!ua mineral:... Ga viene, ya viene.

L/os ao!ados se encar!an de los asuntos de liación Lintervino 1usan. -$al) que Juan /ucas di$era que sus ao!adosse ocupaan sólo de ne!ocios, porque si no a lo me$or andaaen prolemas de liación con la sueca... +o lo cre&a tanaieca para meterse en esos l&os...

LEso depende de la especiali%ación LeFplicó Juan /ucasL@ los m&os se encar!an sólo de ne!ocios.

1usan feli% porque lo de la sueca no fue nada,aventurillas de darlin! y nada m)s@ har&a sido tan pesadoque ella se presentara un d&a en la ocina de Juan, trist&sima,con tra$e y diciendo se pasó la cha y no enferma hastaahora...

Juan /ucas e&a soriamente su a!ua mineral, 1usan sededicaa a su t2 de la 0ndia ?olonial, Julius tomaa su lonchey, en la mesa un poquito m)s all), la eFiliada oliviana

conversaa con la ema$adora de ?hile, que es ele!ant&sima. Julius volv&a a sentir pena por la mon$ita del piano, se le vinoel olor del teclado, mami...

LD/a liación de los !enios LeFclamó Juan /ucas, y ainventar otra ve%, no paraa de venirle el uen humorL. A lostres hi$os los otó pap) Beethoven de casa. /os otó parasiempre. Ga sae usted lo que se le espera si nos resulta un



ensarte como pianista.

LBeethoven Lle llamó 1usan, encantada, $ardincito parael t2 en la 0ndia y violines !itanos, con estereofónico y sin!itanos, entre el aire fresco y el sol poniente. Juan /ucas se

vio con peluca, le ia a dar asco pero triunfó la roma de1usan y a ella ya se le ha&a secado el pelo y se quitó elpa<uelo de seda, aa$o el mechón maravilloso, limpio, reci2nsalidito de la peluquer&a. Juan /ucas pensó que apur)ndoseaún alcan%ar&an la puesta del sol sore el marL, 9qu2 tal sinos vamos a tomar un aperitivo al Gacht ?lu del ?allao: G túno te preocupes, ahora te cuento todo, ya vas a ver lo que sonlos !enios y el auelo de tu profesora sore todo, ma<anaempie%as con ella, 9no:... #ues ahora te vienes al Gacht ?lucon nosotros.

L9>ú qu2 saes sore la liación de los !enios: Lle !ritó Julius a 1)nche% ?oncha. /levaa nueve clases con laprofesora alemana y no le quedaa la menor duda de que eranieta de Beethoven. 1)nche% ?oncha, no sa&a asolutamentenada sore la liación de los !enios y se fue muerto de pica./os dem)s se quedaron todos. Ah& estaan el ?astillo, de losHeros, Espe$o oto 'se apellidaa

Espe$o y ten&a una cicatri% en la frente*, los Arenas

apestando, \apatero, Espinosa, ?ano trist&simo y Zinston?hurchill, que se llamaa as& y era nicara!Nense. >ami2nrodeaan a Julius otros chicos de se!undo y hasta al!unos deprimero. /o de la liación de los !enios se pon&a cada ve% m)sinteresante.

L#ero uno de los tres hi$os se casó y tuvo una hi$ita y leense<ó a tocar el piano. Isa salió !enio LJulius recordaa a

Juan /ucas cont)ndole la historia en el Gacht ?lu. Eran suspalarasL A los cinco a<os la chiquita tocaa el piano

perfectamente ien y su pap) la entrenaa todos los d&asporque un d&a se la ia a llevar a Beethoven y le ia a decirescucha a tu nieta, a m& me ne!aste la liación pero con ellano podr)s hacer lo mismo porque ella tami2n es un !enio,como tú pap), y se!uro ah& Beethoven se ia a poner a llorary los ia a perdonar a todos.

Martinto apareció armado de una inmensa espada de



palo y desaó a todo el !rupo pero ni siquiera voltearon amirarlo. +ada le importó al !ordo el desaire de esos coardes,si!uió carrera furioso y all) al fondo se traó en mortal luchacon un cipr2s.

LG una tarde se la llevó y Beethoven no quer&a reciirlopero el otro insistió tanto que no tuvo m)s remedio quehacerlos pasar.

L1e!uro que la chiquita se orinó del susto Ldi$o el?astillo.

LDEso crees /a chiquita empe%ó a tocar piano y tocómucho me$or que Beethoven y Beethoven se puso ne!ro deenvidia y como era !enio hi%o un esfuer%o supremo por noescucharla, se mor&a de envidia, hi%o tanta fuer%a para no

escucharla que se quedó sordo para siempre.L9G entonces:

LEntonces ella creció y en Alemania los na%is eran muymalos y la empe%aron a acusar de que le ha&a pe!ado a suauelito en la ore$a, la empe%aron a perse!uir y ella se escapóa Am2rica y se camió de nomre y nadie sae que es lanieta de Beethoven, eso no lo dee saer nadie. Ella secamió de nomre y no quiere saer nada con la liación de

los !enios. Hace tres semanas que estudio con ella y ahora sellama rau #roserpina.

L9>ú le has pre!untado:

LD+o seas ruto

LDMentira DA ti no se te cree ni lo que comes L1)nche%?oncha ha&a re!resado al !rupo sin que nadie lo notara yahora volv&a al ataqueL= DMi hermana va a dar una esta delilla Mar&a y no va a invitar a tu hermano Boy porque 2seno tiene pap) sino padrastro y chócala para la salida

>en&a que ser a la salida porque la \anahoria, feli%, hac&avolar su campana anunciando el n del recreo.

Boy andaa tirando impresionantes trompos frente ala casa de la ni<a nueva del illa Mar&a. >odas las tardes sequedaa con la camioneta y 1usan ten&a que cederle elMercedes a ?arlos, tres veces por semana, para que llevara a



Julius al centro de /ima, a su clase con rau #roserpina. A esahora estar&a oscureciendo en el (olf y Juan /ucas pe!)ndoseun ducha%o despu2s de los hoyos de la tarde, mientras 1usanlo esperaa conversando con al!unas ami!as para esteinvierno, la se<ora marquesa, ema$adoras, esposas de otros

Juan /ucas o de otros !olstas simplemente. -scurec&a en/ima cuando ?arlos atravesó la ?olmena y tomó la avenida

>acna, para continuar avan%ando hacia el $irón Arequipa queera donde ten&a su academia la nieta de Beethoven. +o pod&ade$ar de re&rse, al ver a Julius con una me$illa en estadoastante lamentale y ocultando mal la furia que lodominaa. eli%mente esa furia ya ia pasando y, a medidaque se acercaan a la academia, Julius empe%aa a notar queotra sensación lo dominaa, miedo tal ve%, pero no miedo por

traer la lección mal aprendida, sino porque nuevamentetendr&a que introducirse en ese anti!uo caserón, donde todoparec&a no tardar en venirse aa$o. 7/e han pe!ado al ni<o yel que le ha pe!ado se llama 1)nche% ?oncha y 1)nche%?oncha tami2n tiene su camioneta con su chofer...8 A ?arloslo ha&a asaltado de pronto esta idea y ya le estaan entrando!anas de meterle su par de cae%a%os ma<ana al chofer de1)nche% ?oncha. 7A m& qu2 mierda despu2s de todo Lpensaa, mientras conduc&a el MercedesL@ a m& qu2 mierda

despu2s de todo pero le han pe!ado al ni<o Julius, ueno, a lome$or se lo merece, en todo caso no es cosa m&a, tomo demierda, Dcamia la lu%, mira a Julius cómo me lo han puesto,Dcamia la lu% huevas8 7-ye, Julius Ldi$o de prontoL 9túqu2 le di$iste al que te sonó:, 9le mentaste la madre:, 9saesmentar la madre:... #ues escucha porque te voy a ense<arunas cuantas para que le di!as al próFimo que te suene,escucha... tienes que aprender a usar la cae%a tami2n@ loque pasa es que ustedes los lanquitos no saen usar lamitra, te voy a ense<ar a repartir con la mocha@ ustedes loslanquitos no caecean ni cuando $ue!an fútol, 9o tú creesque la cae%a sólo sirve para pensar: #ensando te pasas lavida y despu2s viene cualquiera y te suena, ueno, yaestamos donde tu profesora, a$a r)pido y yo voy a uscardónde cuadrar, te espero en la puerta... >e han roto el almapor no saer usar la mitra, anda, a$a ya...8 Ma<ana le ia a



pe!ar su cerradita al chofer de 1)nche% ?oncha y si me ale!alo sueno, el huevas este de Julius.

\a!u)n se llamaa el patio horrile ese que ten&a quecru%ar. Julius se ha&a quedado parado, eFaminando la

madera carcomida del inmenso portón, se!uro que ya nadie locerraa porque las isa!ras estaan completamente oFidadasy el portón se ha&a quedado aierto para siempre. Eso de ah& parec&a una llave de lu% pero se!urito que los ni<os que seelectrocutaan en los periódicos de +ilda met&an la mano enllaves de lu% as&, y el eito, porecita la criaturita, 2se que sepuso a mear, mear es orinar, Julius, 2se que se puso a mear ypor ah& ha&a un enchufe as& todo roto y por los orines se lesuió la electricidad hasta el pip& y hu2rfana se quedó sumadre, no +ilda hu2rfano se queda el que se le electri%a sumami. Me$or era cru%ar el %a!u)n sin lu%, cuidando de notorcerse el toillo en al!una de las locetas que faltan, faltancasi todas, en al!uno de los huecos que hay adem)s de laslocetas que faltan, cru%ar el %a!u)n mirando a la !ente detr)sde las ventanas inmundas, a$o las omillas que cuel!an dealt&simo, todos son rar&simos, nunca he visto !ente as&. Entróuna cole!iala, las chicas que est)n en los cole!ios no vivenaqu&, pero la cole!iala arió la puerta y Julius se ha&adetenido, muerto de curiosidad, otra ami!a la esperaa y 2l,

medio escondido, que no me vayan a ver mirando. /acole!iala reciió a la cole!iala y se sentaron con sus liros aestudiar a$o una omilla que col!aa de alt&simo, cómoestudian sin lu%. Una cole!iala al%ó la vista y Julius volvió aavan%ar@ andaa despacito, avan%aa por el centro del %a!u)ny tantas puertas y tantas ventanas enormes se!uro que noeran casas pero entonces vio tami2n una cama y una mu$ermuy lanca vestida con !randes espacios lancos que cerródesaante, 9qu2 miras ni<o:, la cortina, se!uro se va a

calatear. Julius avan%ó r)pidamente, se trope%ó en un escalón,una parte ne!ra ahora y otro patio y m)s ventanas, otracole!iala, onita onita onita, sent&a fr&o ahora Julius. Ah& estaa la escalera y miró atr)s y era onita onita y le sonre&ay ha&a un montón de ventanas con la omilla col!ando dealt&simo, 2sa es una ocina y qu2 hace el de esa ventanamiles de periódicos miles de periódicos millones y hace tres



semanas que ven!o y si!ue leyendo, se los va a leer todos,ten!o que pre!untarle a mami qu2 es escriano de estado, s&,eso creo que es lo que dice, me acerco no me acercoE1?0BA+-EE1...sonre&rme una cole!iala lanca pero as& noson las cole!ialas lancas illa Mar&a, ?inthia, me sonr&euena y onita onita onita. Julius se lan%ó sore la escaleraque llevaa al se!undo piso donde ha&a un montón m)s deventanas, i!ualito que aa$o un montón de ventanas a loscuatro lados del %a!u)n, omillas tami2n, y mientrasavan%aa pudo ver otra cama, no, cuatro camas en ese cuartoy si!uió de lar!o, ah& est) el homrecito que me sonre&a, alvie$ito le rilla el coco calvo, siempre est) leyendo unperiódico el homrecito con el coco calvo le rilla el coco yse!uro es un saio con las lunas de los anteo$itos como fondo

de otella el vidrio de los anteo$itos tan redondos, se!uro quees un saio y hoy tami2n me ha saludado el vie$ito ya deeser hora de mi clase, me$or me apuro, no s2 ien la lección, nopude repasar al volver del cole!io, ?arlos me ha ense<ado amentarle la madre a 1)nche% ?oncha, a usar el coco la mochala mitra y le voy a mentar la madre, nada con la madre Julius,dec&a siempre +ilda, apúrate que ya dee estar esperando,qu2 rara es rau #roserpina, porecita est) tan vie$a, t&o Juandice no halarle de Beethoven, puede ser muy doloroso para

ella pero se!uro tami2n que no se acuerda porque est) tanvie$a, y por aqu& a la i%quierda. Julius avan%aa por un lar!ocorredor donde tami2n se pod&a electrocutar si se le ocurr&aencender la lu% que se!uro tampoco hay@ avan%aa y ha&atami2n un montón de ventanas pero ah& la !ente ya nuncaera lanca y ten&a siempre la ropa col!ada y ol&a siempre amo$ado y a $aón, porecita rau #roserpina, halar alem)n yvivir aqu& pero tami2n es ien dura y no quiero que mepe!ue m)s en las manos cuando me equivoco. Avan%aa,

Julius pasaa $unto a las ventanas de esos cuartos m)spores, m)s peque<os que los del patio, 9son casa: 9casas:9cuartos: 9edicio:, qu2 raro todo... En la última puerta, comooca de loo, la Academia. >res semanas que 2l desemocaaen ese inmenso auditorium con sus cuatro ancas siemprepe!adas a la pared del fondo, todo oscuro y al otro lado elestrado tami2n oscuro, sólo dos pianos iluminad&simos, y en



el de la i%quierda rau #roserpina esper)ndolo tres veces porsemana, y en la silla desfondada todos sus chales, uenastardes, rau #roserpina.

7>res minutos de atraso, tres minutos menos de lección8,

as& lo reciió la nieta de Beethoven, se!uro que ha heredadoel car)cter de los !enios, pero me$or no pensar en eso porquese le pod&a escapar al!o delante de ella. 7>ome asiento el

$ovencito.8 Julius se sentó y trató de eFplicarle que ha&atenido un l&o con 1)nche% ?oncha, que por eso no ha&apodido darle una última repasada a la lección, pero rau#roserpina no mostró el m)s m&nimo inter2s por su me$illaara<ada, mucho menos por el intento de eFplicación Julius notuvo m)s remedio que de$arla a la mitad. Era la d2cima clasey la nieta de Beethoven no daa se<al al!una de simpat&a. Gael primer d&a le ha&a pre!untado por su profesora anterior y2l, encantado, trató de contarle hasta del olor de ese piano,pero ella lo interrumpió 71ólo su m2todo me interesa@ 9qu2tipo de e$ercicios emprendieron usted y esa se<orita:8 ;ue noera se<orita, le ia a eFplicar Julius y, sonrisa en laios, searrancó con que era una mon$ita y muy nerviosa... 79;u2e$ercicios emprendieron $untos:8 A Julius le molestó tantainterrupción, pero todav&a quer&a creer que era por lo de laliación de los !enios. 7El $ovencito eFplicar) a su profesora

qu2 tipo de e$ercicios emprendió con su anterior maestra.8/ar!a la frase y dale con lo de emprender y vocali%ando tanto,adem)s, que ya no tardaa en %af)rsele la mand&ula, y 2lqu2 se ia a hacer si eso ocurr&a ah& al fondo de esa 9casa:9edicio: 9cuartos: enitivamente ten&a que pre!untarle amami por el local en que se hallaa la academia. El pore

Julius ten&a que apurarse en responder porque rau #roserpinano tardaa en impacientarse nuevamente, 9qu2 decirle:, conla mon$ita esa 2l nunca emprendió nada que se llamara solfeo,

la mon$ita le diu$ó las llaves con su raito y su colita y lallave de sol era una harpita, una muchachita, y despu2sempe%ó a diu$arle todas las notas que eran unos soldaditosperuanos y norteamericanos y de ah& pasaron a My Bony liesover the ocean porque Julius ten&a facilidad... Eso mismo tratóde eFplicarle el d&a de su primera lección, le sonrió y todo, aver si se hac&a &ntimo ami!o de la vie$ita y ella le contaa



llorando de su auelito... 7?omprendo8, le cortó nuevamenterau #roserpina, que de se!uir en ese plan no tardaa enconvertirse en vie$a fea y nada m)s. #ero lo de la liación delos !enios... 7?omprendo que el $ovencito y la anteriorse<orita no han emprendido nin!ún estudio que val!a la penaconsiderar como serio, por consi!uiente hay que emprendertodo desde la ho$a número cero.8 Acaó $ustito cuando se leia a salir la mand&ula. A Julius ya no le ca&a la menor dudade que era nieta de Beethoven. Ahora sore lo que har&a quemeditar, era que no parec&a tan uena@ 2l siempre se ha&aima!inado que la !ente que sufr&a o estaa enferma, o que ledol&a la cae%a o se la ha&a roto, de&a ser la !ente m)suena. #ensó en Juan /ucas, a 2se nunca... a mami no le!ustar&a... 7+o pensar en las musara<as es condición del uen

disc&pulo8, di$o rau #roserpina, incorpor)ndose yaluceando al!o del oto<o y del invierno mientras se diri!&aa la silla de los chales y co!&a uno. 1e lo puso. Ese fue elprimer chai que se puso.

G hoy, tres semanas m)s tarde, rau #roserpina llevaavarios chales sore los homros y se que$aa de que elinvierno ia a ser terrile. Julius miró hacia la silla desfondaday notó que col!aa sore el espaldar la misma cantidad dechales que el d&a de su primera lección. 7eamos8, di$o la

nieta de Beethoven, y 2l puso amas manos sore las teclas yarrancó con el e$ercicio ese tan pesado y que ya lo estaahaciendo odiar el asunto del piano. /os pianos de rau#roserpina ol&an sólo a humedad, adem)s, y ella no lemostraa el menor cari<o ni le sonre&a nunca ni se controlaacuando 2l se equivocaa, total que si se!u&an en ese plan alpore Julius se le ia a acaar el talento, y el que m)s ia a!o%ar con eso era Juan /ucas a quien le lle!aan los músicosfuera de los discos o de las cintas estereofónicas. 7+ada de

artistas en la familia, ha&a dicho un d&a, nada de artistas,2sos no rinden un c2ntimo y hay que mantenerlos estudiandotoda la vida. 0ndudalemente Julius es un tipo inteli!ente,mucho m)s que 1antia!o o que Boy, y al!ún d&a podr)encar!arse muy ien de los asuntos de la familia.8 1usan nose lo ha&a ne!ado, estaa completamente de acuerdo con loque 2l dec&a, pero es tan onito que el hi$o menor toque el



piano o sea pintor y lo vistes ele!ant&simo y le da un inmensoencanto a la casa, mira Juan lo onito que es ver a Juliussentado en su piano, ya poco a poco le ir) pasando pero porahora es !racios&simo, no lo puedes ne!ar, darlin!. arlin!tami2n estaa de acuerdo con ella, $ustamente por eso ha&amandado a Julius donde una profesora de verdad, 2l hastacree

que es nieta de un !enio, esp2rate a que le pe!ue unuen par de !ritos, esp2rate a que 2l le sonr&a y ella lo mandeal cuerno, ya vas a ver cómo se le acaa la oada del piano,no pasa de este invierno, mu$er... G de ah& al !olf, al deporte, aque se $unte con muchachos m)s ale!res... de ah& a que sede$e de mariconadas hay sólo un paso. 1usan estaanuevamente de acuerdo pero m)s suavecito, no tanruscamente, darlin!, y empe%aa a eFplicarle todo de nuevopero m)s suavecito, menos ruscamente, cuando recordó quesu prima 1usana le ha&a dicho que el único defecto de rau#roserpina era que les pe!aa coscorrones a sus disc&pulos.

1e equivocó de !olpe la t&a 1usana. rau #roserpina nope!aa coscorrones sino tremendos re!la%os, y en plenamu<eca, y era en esos momentos, precisamente, que le ven&ael paso de !anso, la disciplina f2rrea o sae ios qu2, lo ciertoes que le volv&a hasta el acento alem)n que tant&simos a<osen el #erú le ha&an hecho perder casi completamente.7D/evanta la monyeca8, !ritaa en esas ocasiones, 2sta erauna de ellas 7D/evanta la monyeca8, !ritó y D%as, tremendore!la%o en el hueso Caco de la mu<eca de Julius. 71)nche%?oncha concha de tu madre8, pensó Julius, furioso, y casi se leescapa pero no era precisamente 1)nche% ?oncha el queacaaa de electri%arle medio ra%o con ese !olpe ludo. Erarau #roserpina y qu2 culpa ten&a el pore Julius si la mon$itadel piano oloroso nunca le ha&a halado de tocar levantando

la mu<eca ni tonter&as. ?uando tocas con sentimiento qu2importa la mu<eca alta o a$a... D\as, otro re!la%o y de nuevo7Dlevanta la monyeca8, as& 2l nunca ia a tocar consentimiento ni nada, en ese plan se le ia a terminar hasta laúltima !ota de sentimiento. #or lo pronto ya quer&a decirled2$eme en pa% se<orita, pero al!o en 2l la perdonaa aún, talve% la necesidad de enterarse de lo que ocurr&a en esa 9casa:



9edicio: 9cuartos:, tal ve% la cole!iala onita, 9vive aqu&:,qu2 raro, o tal ve% el vie$ito que se!uro es un saio, tami2nel escriano y el que arre!la m)quinas de escriir que se!uroya no sirven para nada, a$o una omilla que cuel!a dealt&simo, m)quinas de escriir como catedrales con sus torrescon sus campanas... D\as, otro y 7Dlevanta la monyeca8.Iste s& que le dolió en el alma, le dolió hasta aceptar que lospianos de rau #roserpina huelen a orines de !ato y que lasmiserales cuatro ancas para los recitales est)n sucias alfondo. Ella le ha&a dicho que sus disc&pulos, sólo los me$ores,daan recitales y ven&a mucha !ente. 7>en!o que se!uir.Al!ún d&a har) recital y se!uro van a venir todos los queviven 9casa: 9edicio: 9cuartos:, aqu&...8 D\as 7D/evanta lamonyeca8, y 2l levantó alt&simo las dos monyecas y las

mantuvo as& mientras rau #roserpina ia por otro chai, 71er)un invierno muy crudo8, anunció. 1u tono tristón le dio a Juliusnuevas esperan%as y ya empe%aan a a$)rseleafectuosamente las mu<ecas, cuando escuchó que rau#roserpina a!re!aa lo de la nieve 7?aer) mucha nieve8,di$o, eFactamente, y Julius levantó ipso facto amas mu<ecasy se esfor%ó por tocar lo me$or posile su e$ercicio, 7En /imanunca cae nieve, se<orita8, se equivocó por quererle decirque en /ima nunca nevaa, y por empe%ar de nuevo y r)pido

se le a$aron las monyecas y D%as, otro. 7?uando termine laclase le contar2 a ?arlos y 2l se matar) de risa, hoy s& que hasllevao tupido pa la nca, dir). #ero se!uir2 viniendo porqueal!ún d&a har) recital y se!uro que vendr)n todos los deaqu&, el vie$ito saio y calvo y la mu$er malhumorada que secalatea, el escriano, las cole!ialas, la onita la onita laonita.8

7En tres semanas es muy poco lo que hemosemprendido8, le di$o rau #roserpina, al terminar la lección.

7Usted vino recomendado como alumno de importantetalento. 9ónde esconde usted ese talento:8 7?oncha de tumadre 1)nche% ?oncha8, pensó Julius, pero nuevamentesintió como si huiera disparado a otro lanco. rau#roserpina se puso de pie y se diri!ió a la silla desfondada enusca de otro chai. 7>al como se presentan las cosas elinvierno va a ser muy crudo y la nieve...8 #or toda respuesta,



Julius sólo atinó a despedirse prometiendo preparar me$or suse$ercicios para el próFimo mi2rcoles. 71e rue!a puntualidad8,le di$o rau #roserpina, cuando 2l ya ha&a a$ado del estradoen que se hallaan los pianos iluminados. 7Un alumno sale yotro entra. Usted se va y otro viene. 1e rue!a puntualidadpara evitar toda alteración en el horario. /os horarios est)nhechos para ser respetados.8 Julius alcan%ó a duras penas aprometer que lle!ar&a puntual la próFima clase, se acercaaya a la puerta del inmenso auditorium y su mente volaahacia cosas m)s interesantes o por lo menos tan ineFplicalescomo la propia nieta de Beethoven. ?omo siempre, rau#roserpina se quedó sentada esperando a su próFimo alumnoque de&a lle!ar en cuanto Julius partiera, los horarios est)nhechos para ser respetados. A medio andar por el corredor,

Julius se dio cuenta de que ha&a olvidado su cuaderno desolfeo y volvió hacia la academia para reco!erlo. Entró ensilencio y se encontró con todo a oscuras, 79qu2 hacer: LpensóL tiene que venir otro alumno, se fue rau #roserpina,qu2 raro.8 En 2sas andaa cuando una madera del piso cru$ióa$o su pie y los pianos volvieron a iluminarse de !olpe,aclarando aquel eFtremo del vetusto auditorium la nieta deBeethoven estaa te$iendo un chai. 7Me olvid2 de micuaderno8, eFplicó Julius, y rau #roserpina, que se ha&a

puesto r)pidamente de pie, como sorprendida por al!o, arro$óla made$a de lana, co!ió el cuaderno temlando y eFtendió elra%o, sin avan%ar eso s&, para que 2l se acercara a reco!erlo.7/as cosas no se olvidan y menos el cuaderno de solfeo. #artirr)pido porque lle!a otro alumno puntualmente.8 Julius co!iósu cuaderno y salió disparado del auditorium. Avan%ó lue!om)s despacio hasta lle!ar a la mitad del corredor, rar&simotodo, el alumno puntual no lle!aa, ten&a que pasar por esecorredor y nada... Al!o lo hi%o re!resar por se!unda ve% hastala puerta de la academia, pe!ó su a!uaitadita y partió lacarrera al ver que la nieta de Beethoven ha&a apa!adonuevamente las luces, se!uro que estaa te$iendo chales, y a2l le provocaa todo menos que una madera del piso volvieraa cru$ir.

?aminaa lentamente por los corredores que ordeaanel se!undo patio y llevaan hacia la escalera. Al pasar por la



ventana del vie$ito calvo del coco rillante, Julius miró porquequer&a ver una ve% m)s cómo eran los saios. Ah& estaasentado con sus anteo$itos y las lunas como fondos de otella,y Julius pasó haciendo el menor ruido posile, pero el vie$itoal%ó la cara y lo miró por encima de sus anteo$os. 1iempre lomiraa y le sonre&a pero esta ve% trató de incorporarse, eso ledio un poco de miedo, +ilda di$o hay que desconar de todo elmundo, y 2l apuró el paso al ver que el vie$ito saio le hac&ase<as con la mano, i!ualito como si le estuviera haciendoadiós, con el ra%o en alto pero ien enclenque y apenas si semovió temlando. Julius no se atrevió a voltear para ver siefectivamente se ha&a incorporado y ha&a lle!ado a laventana. ?orrió hasta alcan%ar la escalera y ah& s& ya tuvo queandar m)s lento porque no ha&a lu% y los escalones estaan

hechos peda%os. Al lle!ar a los a$os se detuvo en el espacione!ro entre los dos patios y se quedó pensativo, como siestuviera urdiendo al!ún plan maquiav2lico para cru%ar el%a!u)n sin miedo ni nada, enter)ndose de una ve% por todasde lo que pasaa en cada una de las ventanas con lasomillas col!ando de alt&simo. eió haer contado a la una,a las dos y Da las tres, porque se soró de impulso y antes dedetenerse ya estaa en el centro del %a!u)n, sintiendoadem)s que todo el mundo lo ha&a visto correr y que de

todas las ventanas lo estaan mirando a lo me$or con odio. Enuna ventana, a su derecha, las dos cole!ialas estudiaan en lapenumra, muy pronto ian a necesitar anteo$os, porecitasse les va a malo!rar la vista. G cómo estudiaan, 2l ya llevaasu ratito ah& mir)ndolas y ellas ni cuenta que se daan.Aprovechó para acercarse un poco a investi!ar esas paredesde la haitación, parec&an de cartón, se acercó m)s y ha&auna fra%adota enorme col!ando y atr)s de la fra%adota eraotro cuarto. 9 ?u)l ser) la ventana de la cole!iala onita:...

Julius la uscaa con m)s conan%a ahora, 2sa no es,tampoco, 2sa es la del escriano de... se acercó m)s a laplaca escriano de estado y el tipo ah& dentro llenecito depapeles... 9?u)l ser) la de la chica onita: Ga se estaaponiendo contento, claro, 2l siempre ha&a tenido ra%ón lachica no viv&a ah& sino en una casa que ya empe%aa aima!inar, cuando de pronto, en un rincón del %a!u)n se diu$ó





?astillo a$ó los o$os y hasta empe%ó a quitarle con la u<a unpe!ostito que no eFist&a a la tapa de su carpeta.

/a carpeta para ernandito era la última de la primerala. /a de los matones. /a Madre 1uperiora se la se<aló antes

de aandonar el salón. Madre May Joan, la mon$ita futolista,le di$o que pod&a sentarse y 2l empe%ó a avan%ar lentamente,mirando a los treinta y cinco de la clase al mismo tiempo yfurioso. e los Heros vio que no miraa al suelo al caminar, yaprovechó para sacar la pierna y de$arla lista para tremenda%ancadilla. Ga se acercaa ernandito, siempre mir)ndoles lacara, no pod&a haer visto la pierna que lo esperaa, cómodialos supo, eso es al!o que hasta hoy dee andarsepre!untando de los Heros, lo cierto es que soltó un Dayadolorido, y !uardó la pierna con la espinilla hecha fue!o.Encima tuvo que disimular cuando madre Mary Joan volteó apre!untar 9qu2 pasa: +o pasaa nada ernandito anchal y/adrón de (uevara avan%aa tranquil&simo y furioso hacia sucarpeta.

1)nche% ?oncha que no ten&a un pelo de tonto volvió aadoptar una actitud contemplativa. arios si!uieron sue$emplo, Julius entre ellos. +o era la estatura de ernandito loque los sumió en ese estado de eFpectativa, era m)s ien sucara furiosa y su silencio tami2n furioso lo que losdesconcertaa. /a oma de tiempo casi estalla una ma<ana,durante el recreo, al!unas semanas despu2s de la lle!ada deernandito. #ero des!raciadamente aquel incidente no tuvo lasi!nicación que los de tercero huieran deseado, no fue denin!una manera un incidente denitivo. ernandito acaaade comprar furioso un chocolate y le estaa quitando laplatina cuando se le acercó el muy ruto del !ordo Martinto.+o se ha&a enterado de nada el !ordo@ ni siquiera se ha&adado cuenta de que ernandito estaa en tercero y de que

viv&a furioso. 1implemente notó que era al!uien nuevo en elcole!io y decidió atacarlo $ustito cuando el otro se aprestaa acomerse su chocolate. ernandito $am)s se lo huieraesperado pero de pronto se encontró con una espada de paloen el pecho. 1onrió furioso y el !ordo le contestó con risa yfeli%. 7Uno nuevo para los desaf&os8, estar&a pensando, peroernandito lo miraa con tanta insistencia que el pore



Martinto empe%ó a deatirse entre soy un ni<o feli% y elprolema de la maldad en el mundo. ?ómo andar&a de furiosoy sonriente ernandito que hasta el mismo !ordo seempe%aa a dar cuenta de que al!o no marchaa en la vida,de pronto hasta se dio cuenta de que todo tercero se!u&a elasunto a media distancia y como quien no quiere la cosa. 1ele fue la ale!r&a al !ordo, se le ltró al!o de desconcierto ensu torpe%a y cuando ernandito le di$o dame el palo, 2l se lodio como un perro que viene a entre!arle la pelota a su amopara que se la vuelva a arro$ar. 0!ualito hi%o Martinto ytami2n creyó que el $ue!o se!u&a porque volvió a re&r y di$o!u)rdate la espada, voy a traer otra y te desaf&o. ernanditosonrió m)s y m)s furioso y el !ordo creyó que 2se era suestilo, 7?o$onudo el nuevo pirata8, deió pensar, y ya !iraa

para salir en usca de otra espada cuando sintió que unpala%o terrile le incendiaa las nal!as. 7>oma8, le di$oernandito, devolvi2ndole tranquilamente el palo y el !ordoparado ah&, con una impresionante cara de co$udo, frot)ndoseel culo con m)s pena que raia, reciiendo el palo que yapara qu2 serv&a y descuriendo la triste%a una ma<ana de

$unio. 1e acaó el !ordo Martinto. esde entonces vino muylimpio al cole!io. Hasta empe%ó a adel!a%ar. >ami2n un d&a lovieron entrar tan solo como serio a una matin2e y ese mismo

a<o aproó sus eF)menes con uena nota y en el futuroestuvo muchas veces entre los die% primeros de su clase.

1)nche% ?oncha tiró pluma. Martinto ha&a sidocompa<ero de clase a<os atr)s, el que se lo huieran $aladodos veces no imped&a que creciera, Martinto ten&a edad paraestar en tercero. Era por consi!uiente un !rande pero almismo tiempo no lo era... ?osas as& deieron pensar tami2nlos dem)s alumnos de tercero. Adem)s, ernandito no seha&a trompeado, no se le ha&a visto en acción. 9EFist&a un

m2todo para de$arte hecho polvo sin entrar en acción: Ah& estaa el detalle. /a vida se complicaa por culpa deernandito, antes la cosa era m)s sencilla chócala pab lasalida, pisa la salivita, a ver m2tete pues mariconcito, y lue!otremendo catchasc)n y el asunto terminaa cuando tú dec&asme rindo y te quedaas triste por un par de d&as o para todala vida o, cuando con m)s suerte, escuchaas al aco!otado de



aa$o decir suelta ya o me rindo y te ias sorad&simo, tequedaas as& por varios d&as hasta que ven&a Espe$o oto acomunicarte que en el puelo vecino ha&a uno que disparaam)s r)pido que tú y el proceso se repet&a, con los mismosries!os y venta$as. ?on ernandito la cosa era denitivamentem)s complicada.

M)s semanas pasaron y ernandito continuótranquil&simo y furioso. ?ada d&a ven&a m)s maduro o m)svie$o o de peor humor. Hasta Morales lo respetaa. /a profe decastellano, que era ien huachafa y la ha&an visto con sunovio por la avenida Zilson, di$o que ernandito era un casode altaner&a eFcepcional, cosa que le puso la piel de !allina alpore 1)nche% ?oncha que se sintió convertido en un vul!armatoncito. 7+i halar, decidió 1)nche% ?oncha ma<anamismo cierro el pico, no le vuelvo a halar a nadie, me vuelvomuy serio y si al!uien se mete conmi!o le pe!o una tremendaofetada y despu2s lo si!o mirando hasta que pon!a cara deoo y se lar!ue trist&simo como Martinto.8 Esa tarde, en sucasa, se miró en el espe$o y por n la cara número veintisietele pareció la m)s conveniente para enfrentarse a su nuevodestino. /a ensayó ciento veintisiete veces y, a la ma<anasi!uiente, la llevó consi!o durante todo el trayecto casa=0nmaculado ?ora%ón. Al entrar, el ?astillo le di$o por qu2 no

te metes con ernandito y 2l se arru!ó &nte!ro y le aplicósoerana cachetada. Ense!uida se arru!ó m)s todav&a para lodel efecto psicoló!ico tipo ernandito, pero el ?astillo eraien macho y, aunque 1)nche% ?oncha le ha&a pe!ado yatres veces, se lan%ó para lo del común catchasc)n, losorprendió al otro que se!u&a arru!ad&simo, feli%mente quereaccionó r)pido porque huo un momento en que el ?astillolo tuvo dea$o medio aco!otado y todo. >erminada la pelea1)nche% ?oncha casi le eFplica que el apuro que ha&a pasado

se de&a aun mal empleo de una nueva t2cnica y no a unailó!ica p2rdida de fuer%a, 7+o vayas a creer que porquecasi...8, le estaa diciendo, pero se acordó de ernandito y sepuso ser&simo y 2l no ten&a que darle eFplicaciones a nadie, 9anadie:... ueno, a s& mismo s&, porque acaaa de fallarle lodel !olpe único y lue!o eso de tus o$os en mise $aron con talfuer%a en el mirar, que es cuando el ?astillo deió haerle



a$ado la mirada pero en camio se le vino encima y casi casi.

-tro el ?astillo, %amo 2ste, treinta y cinco a<os yfotó!rafo ocial del cole!io, lle!ó esa ma<ana para lo de lafoto!raf&a anual. Ha&a desayunado temprano, all) en la

chin!ana de la esquina. Ah& estaan tami2n los ami!os delarrio y qu2 tal si le entramos al d&a con una mulita de pisco,pero el ?astillo, que era medio artista y por esotrasnochador y ohemio de chalina y emoliente, lesrespondió, ien varonilmente les di$o que ni halar delpeluquero, que esa ma<ana se ia a !anar los pesos, ten!oque foto!raar en claustro, foto en claustro es cosa seria yhay que cuidar el aliento. 1e ia a foto!raar a miles delanqui<ocitos que estudian all) por 1an 0sidro, tremendocole!io con sus mon$itas norteamericanas, la mulita de piscopara otro d&a, nunca cuando hay que foto!raar en claustro.Aandonó a los compadres el ?astillo, los de$ó en lachin!ana, limpi)ndose la !ar!anta de anoche, escupiendosore el aserr&n de la ma<ana, y partió rumo a lo del claustroy la seriedad. G ahora la Madre 1uperiora lo presentaa comotodos los a<os, el si<or elcastilo, y todos, uenos d&as se<orel ?astillo, y lue!o otra ve% la Madre 1uperiora, en in!l2s, havenido a tomarles una foto para que la !uarden de recuerdo,para que al!ún d&a se la ense<en a sus nietecitos, mira hi$ito,

auelito fue tami2n un ni<o hace mil a<os. 1e pon&a i!ualitaa auelito, al menos ella lo cre&a, se arru!aa todita la madresuperiora y te ense<aa temlando la foto que el ?astillo teia a tomar en cuanto la !orda, s& madre, s& madre, en cuantola !orda acae con el palareo y me de$e tranquilo para!anarme los pesos. #ero la Madre 1uperiora si!uió todav&a unratito con lo del nieto y el auelo, le encantaa ver a los ni<osre&rse con sus romas. Hasta 1)nche% ?osta soltó la risa porun momento, pero ah& fue cuando vio que ernandito

presenciaa la escena furioso y adoptó r)pidamente la caranúmero veintisiete. /o malo fue que, a la semana, el ?astillofotó!rafo, tra$o las fotos listas y 1)nche% ?oncha descurióque ernandito ha&a posado feli%, con una sonrisa de ore$a aore$a, una que nadie le ha&a visto nunca y 2l, en la hilera delcentro, m)s alto que todos pero con una cara que parec&a queia a tirarse un pedo en cualquier momento o que le dol&a



terrilemente el estóma!o, qu2 complicada era la vida.1)nche% ?oncha se !uardó r)pido la foto en el olsillo delsaco y volteó a mirar qu2 pasaa con el resto de la clase. +opasaa nada, o me$or dicho s& todos compraan su foto paraense<)rsela a mam) y que no crea que le ped& el dinero por!usto, todos compraan su foto menos ernandito que nisiquiera se tomó el traa$o de mirarla. el ?astillo fotó!rafo sele acercó y ernandito le soltó un no, m)s seco que losdesiertos de nuestra costa. Unos cuantos a<os m)s yernandito, de puro corrompido, tendr&a su lu!ar entre los dela mulita matinal de pisco, all) muy le$os de 1an 0sidro, al!oas& captó el ?astillo, fotó!rafo del recuerdo.

7>odo listo para la mudan%a8, dec&a el cale delarquitecto. Juan /ucas se lo leyó a 1usan, en la suite del hotelit%, de Madrid. 1e ha&an venido en via$e rel)mpa!o, primeropasaron una semanita en /ondres y se adoraron en unrestaurant hindú donde Juan /ucas era ami!o del chef y lue!ovolaron a Madrid donde aprovecharon para ver tres corridasdel Brice<o que estuvo estupendo. 7>odo listo para lamudan%a8, repitió Juan /ucas e inmediatamente decidieronponerle n a tanto placer. El del (olf co!ió el tel2fono y pidiócomunicación con su a!encia de via$es. El primer avión para/ima y ahora sólo faltaa hacer las maletas de cuero de

chancho y cancelar dos o tres compromisos que ten&apendientes con ami!os madrile<os. Una pesadilla eso deinstalarse en la casa nueva, pero Juan /ucas andaa chochocon su nuevo palacio y no ve&a las horas de inau!urarlo contremendo coctela%o. A 1usan le encantó la idea de re!resartan r)pido porque ha&a de$ado a los chicos solos en la suitedel ?ountry ?lu, y Boy, sore todo, era capa% de cualquiercosa. 7A lo me$or ha desalo$ado a Julius y se ha instalado conla canadiense en nuestro dormitorio8, le di$o Juan /ucas,

muerto de risa, co!iendo nuevamente el tel2fono paraordenar unos martinis que ian muy ien con las ocho de lanoche.

Boy no ha&a instalado a nadie en el dormitorio de suspadres, pero en camio ha&a estrellado la camioneta frente ala casa de la ni<a nueva de illa Mar&a y tami2n le ha&avaciado los frenos al Mercedes, durante uno de los frecuentes



pleitos con #e!!y la canadiense. Tltimamente se llevaanmuy mal los dos y ella ya no quer&a escaparse a pasear enauto con 2l. Una tarde discutieron lar!u&simo y, cuando aBoy se le acaaron los ar!umentos, arrancó el motor y se lallevó aterrada rumo a la casa de la ni<a nueva del illaMar&a. Ah& tiró trompos hasta que #e!!y lloró de miedo y ledi$o que todav&a lo quer&a, en el preciso instante en que losfrenos del Mercedes de$aron de funcionar. >otal que ?arlostuvo que ir a reco!er a los se<ores al aeropuerto en el Ja!uar,y Juan /ucas prerió pa!arle un taFi de re!reso al hotel,porque en ese carro tres personas via$aan muy incómodas.

1usan esó a Julius y le di$o que lo ha&a eFtra<adomuch&simo. Bien mentirosa pero tami2n ien uena era1usan porque, al terminar de decirle que lo ha&a eFtra<adomuch&simo, se dio cuenta de que ni siquiera ha&a pensado en2l y que no ha&a sentido nada al decirle que lo ha&aeFtra<ado much&simo. Entonces se le acercó de nuevo y loesó ador)ndolo y le di$o otra ve% te he eFtra<ado much&simodarlin!, y ahora s& se llenó de amor y pudo por n quedarsetranquila. Juan /ucas, romeando, le pre!untó si ten&a al!unaque$a que darle sore la conducta de su hermano Boy. Juliusle di$o que nin!una y el !olsta celeró eso porque sólo losmariconcitos, los tontos pollas y los cipotes se que$aan de

sus hermanos o de sus ami!os. 7Acusar es de !ilipollas8,a!re!ó, encantado con las eFpresiones tan espa<olas queha&a recuperado para su vocaulario. ?arlos apareció en eseinstante car!ando al!unas maletas que se ha&a tra&do en eltaFi, y Juan /ucas le di$o que cómo as& le ha&a dado las llavesdel Mercedes a Boy, que si no ha&a tenido suciente conestrellar la camioneta. ?arlos se arrancó con tremendaeFplicación que al ni<o qui2n lo va a parar cuando quiereal!o, que 2l sólo se ha&a quedado con las llaves de la

camioneta, que se!uro las del Mercedes las encontró el ni<oen la suite, etc. Julius, que se!u&a la escena con !ranatención, le di$o que parara ya de acusar porque t&o Juan lesllamaa maricones y tontos pollas a los que acusan. Juan/ucas maldi$o la hora en que conoció a Julius, y ?arlos, queera muy criollo y al!o sa&a del derecho de huel!a y eso, sedeatió entre el se<or aceptar) mi renuncia, una mentada de



madre, vamos afuera y aqu& est) usted en lo suyo pero vamosrespetando. 0ncomod&sima la situación, feli%mente ?arlos miróa Julius y sintió respeto por el padrastro del ni<o y se tra!ó suamar!ura, pero desde ahora en adelante 2l era el chofer de lase<ora y punto, yo no le a!uanto pul!as a nadie, vamosrespetando. e$ó las maletas en el lu!ar que Juan /ucas leordenó y se marchó a fumar donde la atmósfera est2 menoscar!ada. /o malo es que Juan /ucas hac&a rato que se estaaca!ando en 2l, aunque no en Julius tal ve% no hayas salidomariconcito, feli%mente, pero te pareces a la lora de loscuentos, todo tienes que repetirlo...

LBueno, anda, ll)mate a un otones para que nos ayudea suir estas maletas... anda apúrate.

>res d&as despu2s Julius entreten&a a sus compa<eros detercero, cont)ndoles el asunto de la mudan%a. +i estudiaa ninada. Esa noche era la primera que ian a pasar en el palacionuevo y todo estaa hecho una leonera. 1usan se paseaaataread&sima aunque, vi2ndolo ien, nunca lle!aa a hacernada, a lo m)s controlaa que los camioneros no fueran aromperle al!uno de sus nuevos mueles o que no le fueran aestropear nin!uno de sus cuadros preferidos. #ero tanto temorera in$usticado porque los camioneros eran verdaderosespecialistas y en realidad ella no ten&a por qu2 preocuparsetanto. M)s tarde vino el decorador pero sólo para los últimostoques ya que, desde tiempo atr)s, Juan /ucas ha&a rmadola suciente cantidad de cheques como para encontrar elpalacio perfectamente haitale el d&a en que les tocarainstalarse. El decorador era maricons&simo pero ello noimped&a que se le cayera la aa por 1usan, y 1usanencantada porque los maricones son siempre tanconversadores y uno puede pasarse horas halando con ellossin sentir que te quieren para otra cosa. M)s ien cuando

Julius lle!ó del cole!io, le encar!ó que no se le ale$ara muchoporque el decorador ya le ha&a echado o$o. Era de uenafamilia el decorador, tan ele!ante como Juan /ucas sólo quecon m)s color&n por lo de la mariconada, y no era de los queandan tras los chocolateros de los cines, Dqu2 va, 2ste era delos que en cualquier palacio de Monterrico o de 1an 0sidro sete pone a $u!ar con los ni<os, y entre roma y roma, les sale





sus dos mayordomos. 1e quedaron hasta el último momento,aprovechando lo de las vacaciones pa!adas para terminar consus casitas estilo con=mis=propias=manos, all) en el terrenito.(randes ara%os y !ran reunión huo en la secciónservidumre del nuevo palacio. Hasta 1usan vino a saludarlosy ni halar de Julius que se instaló ah& desde que lle!aron?elso y aniel y se acostó tard&simo esa noche. Muy modernay funcional era la sección servidumre. Ha&a otones portodas partes, y a cada rato se escuchaa la vo% de Juan /ucaspor uno de los mil altoparlantes empotrados en las paredes. Elque m)s !o%aa con el sistema era ?arlos. Eso de escuchar lavo% del se<or y poderle contestar v)yase a la mierda, sin quenada ocurriera era co$onudo. e repente, por e$emplo, la vo%de Juan /ucas ped&a hielo para una copa, y ?arlos feli% le

contestaa ven a uscarlo tú mismo. ?laro que el de all) nose enteraa pero era co$onudo de todos modos. A Arminda nole !ustaa mucho el asunto, sore todo cuando ?arlos dec&aesas cosas delante de Julius. A!achaa la cae%a y su rostro,eFpresando sae ios qu2, desaparec&a oculto entre susmechas. -tra cosa que le molestaa astante era lo moderno.Es verdad que todo era ien lanco y estaa nuevecito y ienlimpio, pero las mesas siempre han tenido cuatro patas yahora, de pronto, la pore se encontraa con una mesa de

una sola pata, al centro. 7+o tarda en venirse aa$o mientrascomemos8, pensaa, y no se atrev&a a cortar la carne ni aapoyar los codos por no hacer presión. Adem)s, las sillasten&an muy poco espacio para las nal!as y en cualquiermomento ella se ia a descuidar y se ia a resalar por unlado, un !olpe malo, 7A mi edad las ca&das y los !olpes saenser muy mali!nos8, le eFplicaa a ?arlos, que siempre seurlaa respetuosamente de la o<a.

Julius sometió a ?elso y aniel a un severo interro!atorio

sore sus actividades durante los meses de vacaciones. El t&ode ?elso continuaa siendo alcalde de Huarocondo, all) en el?u%co, y 2l continuaa siendo tesorero del ?lu 1ocial deAmi!os de Huarocondo, con sede en /ince. El dinero se!u&a enla misma ca$a y 2l prefer&a !uardarlo en su dormitorio, porqueas& en la casa est) m)s se!uro. #ero el tema que m)s losentusiasmó fue el de sus casas en los terrenitos de la



arriada, al!ún d&a lo llevar&an a conocerlas...

#or ahora ten&an que enfrentarse con prolemas m)sur!entes. 1ólo cuatro ha&an sorevivido al anti!uo palacio ysi ien, por el momento, Arminda les preparaa la comida a

los ni<os y a ellos 'Juan /ucas y 1usan com&an siempre fuera*,era necesaria una cocinera de ocio. Arminda ten&a la presiónmuy alta y aniel di$o que sus laores de&an limitarse allavado con lavadora el2ctrica y al planchado de la ropa. M)sera auso. Ha&a que comunic)rselo a la se<ora. ?elso di$oque la se<ora se encar!ar&a de eso a su deido tiempo, peroaniel insistió en que ellos ten&an pleno derecho a halar conla se<ora sore el particular. aniel se!uro que ha&aescuchado discursos peli!rosos all) en la arriada. Ha&a quehalar con la se<ora y no sólo sore lo de Arminda, tami2n 2lten&a derecho a un aumento de sueldo porque se!ún susc)lculos 'ha&a medido en metros cuadrados y todo*, en estacasa le tocaa arrer una supercie mayor que en la anterior.

Julius escuchó todo el asunto muerto de miedo. Ga ve&a aaniel frente a mami solt)ndole esas cosas, mami se ia aponer nervios&sima, le ia a contar a Juan /ucas y t&o Juan/ucas era capa% de otarlos a todos. G m)s prolemas aún.altaa un $ardinero porque Anatolio no ha&a queridoaandonar sus Cores del anti!uo palacio, y faltaa una

muchacha para la ropa de los ni<os, desde que 0melda se!raduó en corte y confección y se lar!ó sin despedirse denadie y sin sentimiento.

+o huo l&os, feli%mente. 1usan sólita notó esasausencias y, adem)s, aceptó como cosa muy natural elaumento de sueldo para todos. /o que s& huo fue una lar!aselección de cocinera y de muchacha para que se encar!arade la ropa de los ni<os. Muchos d&as pasaron antes de que1usan se decidiera por al!una de las candidatas que su prima

1usana /astarria, tan útil en estos casos, le enviaa a medidaque ella se lo ped&a. #or tel2fono, claro@ 1usan sólo seacercaa a su prima por tel2fono, toda otra relación con ella lecausaa innita pere%a. 1usana /astarria ha&a ido reduciendosu vida a este tipo de actividades desde que su esposo,entre!ado a una vidorra m)s a la altura de sus inversionescon Juan /ucas, ha&a empe%ado a aandonarla dentro de los



l&mites permitidos por la sociedad lime<a. ?ontinuaan yendoa misa $untos, por e$emplo, pero 2l la llevaa rara ve% al cine,nunca a los clus que !ustaa frecuentar y $am)s a loscócteles donde pensaa que solo har&a me$or papel. +iasomar por el (olf la pore 1usana, y de lo seFual ya hac&avarios temlores y hasta al!unos terremotos. Me$or. A ellasiempre le ha&a dado un poco de aprensión todo eso. Enrealidad no ha&a valido la pena tanta cochinada paraterminar con sólo dos hi$os. 1i huiera saido con eFactitudlos d&as en que ios le mandó conceir a #ipo y afaelito, lasmierdas esas, har&a evitado todo un pasado que ahoradespreciaa hasta la ver!Nen%a, pero que se le aparec&aosesivamente en sus sue<os, en sus decaimientos, Juanreptando hacia sus piernas con una cara rar&sima,

demor)ndose en inmundicias, 9qu2 fue el amor: En ve% desalir cuanto antes del asunto a ver si nace #ipo. A ver si naceafaelito, despu2s. #esadillas. Ga no quer&a pensar en eso lat&a 1usana, horrile, y por eso uscaa incesantemente al!únprolema casero para meter las narices. 1iempre la muchachaha&a cometido al!una torpe%a, siempre &ctor, el únicosirviente que duraa en el castillo, se ha&a olvidado desacudir el polvo de un muele, ha&a que estar detr)s de 2l,&ctor se ia en!riendo cada ve% m)s con el tiempo. /a vida

social de sus hi$os #ipo y afael era otra cosa que le ocupaala mente a la t&a 1usana. 1iempre preocupada por la chica conque sal&an, siempre preocupada por la hora en quere!resaan, siempre preocupada hasta que encontraaal!una preocupación. G 1usan se la ha&a dado ahora. Elladec&a que 1usan la volv&a loca con las llamadas por tel2fono,pero ien contenta que se pon&a cuando &ctor co!&a el fono,contestaa y ven&a a avisarle de parte de su prima 1usan.Horrile y feli% volaa al tel2fono 1usana /astarria.

G 1usan continuaa reciiendo a todas las muchachasque su prima le enviaa, pero nin!una parec&a convencerla,hasta que un d&a se dio cuenta de que en el fondo ha&aestado esperando que se presentaran ilma y +ilda. 1e quedóun poco sorprendida, aunque al meditarlo, descurió que ellano ten&a criterio al!uno para ele!ir servidumre. Eso la ha&ahecho uscar una cocinera familiar y una muchacha tami2n



familiar. 1in querer ha&a esperado que aparecieran ilma y+ilda entre todas las sirvientas que su prima le recomendaa.Ha&a estado perdiendo su tiempo. 1entada en la peque<aterra%a en que las entrevistaa, 1usan decidió tomar a laprimera que se presentara esa ma<ana.

?asi se podr&a decir que la primera que se presentó esama<ana tomó a 1usan. /le!ó una chola frescachona y entróhalando en vo% demasiado alta para lo que se acostumraadentro de su condición en un palacio. En realidad lo quepasaa es que la chola halaa siempre ien fuerte y estaaacostumrada a imponerse. Era ien simp)tica pero le!ustaa tener ra%ón y para ello nada me$or que !ritar. As& fueque esa ma<ana entró !ritando al nuevo palacio, !ritandoatravesó el $ard&n y ya estaa impresionando a ?elso contanto !rito, ya lo estaa convenciendo de que ella ten&a ra%ónen todo, en uscar traa$o, en ser una eFcelente muchacha yen lo que se le ocurriera !ritar, cuando sin saer cómo, su vo%empe%ó a llenarse de al!odones, por lo menos as& le pareció ala pore, y verdad que casi no se le o&a al atravesar la !ransala, la chola i!noraa que Juan /ucas ha&a mandado instalarunos techos mataruidos, y creyó que se le acaaa la ra%ónque siempre ten&a y !ritó m)s aún para convencer a ?elso deltodo y para siempre, pero en la terra%a no funcionaa el mata=

ruidos de Juan /ucas y apareció pe!ando de alaridos yllenecita de ra%ón.

1usan sintió que el puelo franc2s ven&a en usca deMar&a Antonieta, pero ah& mismo le volvió la realidad peruana,nuestra historia se!ún Juan /ucas y el sentido del humor.7achos&sima la chola8, pensó al verla con las pantorrillas tanredondas, el culo !randa%o mucho m)s redondo que laspantorrillas y nalmente las tetas como una sola, enorme,redonda y aventurada. Una cara $oven y redonda la coronaa

encantada de la vida, ampliamente satisfecha de s& misma.1usan aandonó el humor tipo cultura de clase por el deerde ama de casa y le pre!untó su nomre.

Llora, para servir a la se<ora.

1usan linda y desconcertada, uscó una respuesta, perosólo encontró lo de uen provecho que no serv&a para este



aprieto. /e hi%o una li!era venia y se preparó para la si!uientepre!unta.

L9Ha traa$ado antes de cocinera:

L/a se<ora se equivoca Lle respondió lora, llen)ndose

de redonde% e insultando ale!remente a 1usan con el pechoenorme y decididoL. /a se<ora se equivoca. Mi ocio son losni<os, el cuidado de su ropa y los dormitorios. Mi ocio no esla cocina.

L?laro, claro. Es que tami2n espero a una cocinera Lledi$o 1usan, tranquili%)ndose al ver que la chola disminu&asatisfecha con su eFplicaciónL. /o que pasa es que acaamosde mudarnos y necesito una muchacha y una cocinera.Estamos estrenando esta casa y nos falta servicio.

LAqu& el $oven ?elso ya me lo ha&a informado. Muyhermoso su ch)lete, se<ora, perm&tame felicitarla. +o ienten!a el !usto de conocer al se<or har2 lo propio. Muyhermoso su ch)lete, se<ora. 91u nomre, por favor:

L1usan Ldi$o, entre linda y aterrada@ casi a!re!a paraservirla, pero se ima!inó a Juan /ucas ri2ndose a carca$adascuando le cuente, y prerió voltear donde ?elso que se!u&a laescena perple$o.

L>r)i!ame un caf2, ?elso, por favorL. Un caf2 que talve% no tomar&a pero la idea de un caf2 hirviendo la ayudó aenfrentarse nuevamente a lora tan temprano por la ma<ana.

L9Ha traa$ado usted antes: 9>iene eFperiencia:

L/a se<ora har) notado que he halado de ocio, perosi la se<ora desconf&a puede leer detenidamente todas misrecomendaciones. Aqu& las tiene.

lora, aumentando, arió or!ullos&sima su carterita

perfumada y eFtra$o tar$etas con nomres de muy uenasfamilias de /ima. /a recomendaan como persona formal ycumplidora de su traa$o.

L+unca he sido despedida. 1iempre me he marchadopor mi voluntad. >en!a usted, se<ora, lea.

1usan se encontró leyendo una serie de tar$etitas



aurrid&simas, ella le hi%o una a +ilda cuando se fue, 7astaya8, pensó, y se las ia a devolver...

L/ea, se<ora 1usan... >ómese su tiempo. Est) usted ensu derecho.

Ga no sa&a qu2 hacer 1usan. +o tuvo m)s remedio queleerse tres tar$etitas. Ba$o el pecho inmenso de lora queesperaa decidida cualquier comentario.

LMuy ien... la felicito. Me asta con lo que he le&do.?uando ven!a ?elso la acompa<ar) a su dormitorio. ;uisieraque se quedara usted con nosotros desde hoy mismo. Elchofer la puede llevar a traer sus cosas. #uede instalarseusted hoy mismo y ma<ana...

1usan ya estaa encontrando el vocaulario y las ideasde su prima 1usana, y hasta se atrevió a pensar que el asuntoera asunto concluido, cuando notó que lora, decidid&sima,empe%aa a aumentar peli!rosamente, apoyando al mismotiempo amas manos en sus caderas y convirti2ndose en unaespecie de enorme tina$era, con la carterita perfumadacol!ando de un ra%o como un lacito redondo en el asaderecha.

L+o se han discutido las condiciones, se<ora.

L+o se han discutido las condiciones Lrepitió 1usan,a$o el pecho opresor de lora la denitiva. #ensó va!amenteque las condiciones ten&an que ser el sueldo y que el sueldoera muy uen sueldo, claro, qu2 tonta, se ha&a olvidado de lom)s importante. #ero en todo caso el sueldo era el n deldi)lo!o, le dir&a su muy uen sueldo y lle!ar&a el caf2hirviendo y la ecidida se quedar&a con ellos, implantar&a suterror !ritón y risue<o en la casa nueva, con que traa$e ienasta, por los altos limpiando sola no se le escuchar), en la

cocina y en la sección servidumre que sea feli%, es tan!raciosa la chola, la ecidida... Uno ni se enterar) de queeFiste all) adentro en la parte de la servidumre... 0a aestalecer el uen sueldo 1usan...

LMis condiciones son tres, a saer un sueldo deacuerdo a mis eFpectativas, alo$amiento salure y la mismaalimentación que la familia.



>odo, todo lo ia a tener y 1usan recordó su $uventud yosus tardes en el (olf y quiso ponerse de pie para decirle yalora, asta, pero sintió que eso era imposile con el pechoenorme redondo y aventurado de la chola all) arria, sintióque todo era cómico y asurdo pero que ella se ha&aquedado para siempre sentada en la pere%osa anca delco$incito verde. 1ola en una terracita del nuevo palacio, esama<ana húmeda y el caf2 hirviendo que no lle!aa nunca,denitivamente la ecidida acaaa de tomarla.

>res muchachas m)s vinieron esa ma<ana pero las tresven&an a ofrecerse para lo de los ni<os y su ropa, y ?elso lesdi$o que ya no necesitaan, que ya ha&a. En camio no lle!ónin!una cocinera y 1usan pudo descansar y recuperarse delencuentro con la ecidida. Ha&a revisado la escena con suhumor caracter&stico y la encontraa deliciosa@ adem)s sesent&a feli% con el apodo que acaaa de inventarle, Juan/ucas se ia a morir de risa cuando le di$era hay una nuevaque se llama la ecidida y la ecidida ia a apareceraumentando frente a Juan, lo ia a saludar con la asolutaconan%a en la vida que le daa su pecho y su vo%, a lo me$orhasta le da la mano y ellos se ian a matar de risa cuando sefuera, darlin! va a !o%ar tanto con lo de la ecidida... ;u2cosas m)s no le ir) a inventar... Ga lo estaa viendo 1usan,

copa en mano en el (olf, eFplicando el cuerpo, la vo%, losaires de la redonda y feli% frescachona.

Hacia el mediod&a apareció Juan /ucas con la novedaddel cocinero. +o tardaa en lle!ar, se lo ha&an recomendadoesa ma<ana en el (olf y 2l ya ha&a proado su comida hacea<os en casa de un ami!o. Un eFcelente cocinero, ya ver)smu$er, desde ahora en adelante comer en casa va a ser unplacer tan !rande como comer en el me$or restaurant. 1usanse alorotó con la idea. Juan /ucas era muy eFi!ente con la

comida y por n parec&a haer encontrado a la persona capa%de satisfacerlo diariamente. El prolema del servicio estaapr)cticamente resuelto. 1ólo faltaa el $ardinero pero yaAnatolio les ha&a ofrecido mandarles a su primo. 1usan llamóa ?elso desde el ar y le ordenó hielo para unas copas. A lospocos minutos apareció ?elso con el hielo y con Araham.1usan miró a Juan /ucas, Juan /ucas a ?elso y ?elso, contra su



costumre, a duras penas si pudo contenerse la risa. G es quelos tres estaan mirando a Araham que acaaa de hacer suin!reso al palacio, y que ahora se acercaa al ar con unmalet&n de !randes asas col!)ndole del ra%o i%quierdo y conuna chompa lanca de cuello de tortu!a, como si viniera de

$u!ar tenis toda la ma<ana. 7D-h my (od8 se di$o 1usan, alver al %amo lleno de ri%os enormes, casi una permanenteluc&a y varios rulos conservaan aún el color cucaracha de laúltima oFi!enada. #orque se aclaraa los ri%os con a!uaoFi!enada el tal Araham, y ahora que lo ten&an delante deellos, 1usan y Juan /ucas pudieron oler la mescolan%a derillantina, perfume y soaco que desprend&a el nuevosirviente.

Juan /ucas sirvió dos !in and tonics, les echó hielo yempe%ó a remover li!eramente las eidas con unas lar!ascucharitas de plata, presionando las ra$as de limón contra lasparedes del vaso. Araham !arraspeó maricons&simo y 1usande$ó que Juan /ucas pronunciara las primeras palaras.

LBueno, mu$er, aqu& tienes al nuevo cocinero.

1usan se armó de paciencia y decidió portarse como unaverdadera ama de casa.

L9?u)les son sus condiciones: Lpre!untó, recordando a

la ecidida y acerc)ndose el vaso a la nari% m)s que a laoca, a ver si el aroma del limón y del !in eForci%aa larealidad maloliente de Araham.

#ero Araham no le entendió ni papa. 79?ondiciones:9;u2 condiciones:8 pareció pre!untarle con los o$os risue<os,asquerosos. /a única condición que 2l pon&a era su felicidad,la ale!r&a de vivir al servicio de don$u)n.

LGo creo, se<ora...

L>odo est) arre!lado, mu$er Lintervino Juan /ucas,antes de que el otro empe%ara con cualquier amena ymaricona charla y tuviera mal aliento, adem)s.

LEso es Lconrmó Araham, encantado de estar deacuerdo en todo con don$u)n /ucas.

LEstupendo, nada m)s, entonces. aya usted por sus



cosas y a ver si ma<ana nos sorprende con un almuer%o di!node su fama.

Araham se pe!ó una ondulada !eneral, Cameó comosi un cosquilleo el2ctrico lo huiera recorrido de pies a cae%a.

eli% con el piropo de don Juan, se quedó as& de a medio lado,tom)ndose un helado, a ver si le soltaa otro el se<or uenmo%o. Juan /ucas casi le suelta un o<o<oy nervioso o qu2lindo el peinadito, pero eso era descender hasta la suspirante1odoma de Araham, hasta la paup2rrima (omorra de los%amos feos, cocineros, maricones y vendidos a m& por ansiade imitación.

L+ada m)s, entonces Lcortó, con tono denitivo,porque acaaa de interpretar demasiado ien un aspecto de

la realidad que lo compromet&aL. D+ada m)s Lordenó,dis!ustado, porque se sintió comprometido. G antes delalmuer%o, y en pleno !in and tonicL. D+ada m)s, oi!a

Araham volvió a ondularse pero se endere%óinmediatamente. 1e quedó tieso y oedient&simo a lasórdenes del se<or, a$ando la mirada como si esas palarastan duras lo huieran casti!ado en el cole!io. >res se!undosdeió permanecer en esa postura, lue!o su cuerpo sólitoempe%ó a prepararse para otra ondulada, sin que 2l pudiera

hacer nada por evitarlo. 1e le notaa en al!o que hac&a con elra%o, el ra%o derecho como que se le ia enco!iendo a!olpecitos... 1usan decidió intervenir, adoraa a Juan /ucas yahora con el cocinero nuevo podr&a ordenarle diariamente losplatos que le encantaan.

L9#or qu2 no le prepara al se<or un !allo al vino,ma<ana en el almuer%o: >endremos al arquitecto y a suse<ora a almor%ar. ?uente usted unas die% personas en lamesa, por si acaso... Al se<or le encanta el !allo al vino.

#ero Araham, no lo olvidemos, era ciudadano de1odoma y de (omorra y sa&a del mal que pod&a hacer,venenito el maricón y Juan /ucas lo ha&a tratado con dure%a,la mu$er no ien lle!o ya me ordena. /e salió la cora aAraham.

LDUy se<ora DA m& me va a decir lo que le !usta al



se<or /e cono%co todas, toditas sus eFi!encias al se<or.Ma<ana, si quiere, le preparo su plato favorito, su carito alhorno... El se<or lo di$o una ve% en casa de la se<oritaAr)n%a%u... DU`f m)s de una ve% lo di$o... 1iempre que lepreparaa su carito en casa de la se<orita Ar)n%a%uMarticorena el se<or dec&a que nadie lo preparaa tan iencomo yo... D?u)ntas noches no le har2 preparado yo sucarito al horno en casa de esa se<orita

Juan /ucas se sirvió m)s !in y 1usan volteó para re&rsemirando a las otellas del ar, no fuera que Araham searmara de valor al verla y le soltara m)s sore las amantes de

Juan /ucas antes de ella.

LBueno, oi!a, aqu& el mayordomo lo va a acompa<ar a

la cocina para que vea usted las cosas y se vayaacostumrando.

L9+ada m)s, don$u)n:

L+ada. aya no m)s. Acomp)<elo, ?elso.

Araham !iró nerviosamente en el preciso instante enque Julius y Boy lle!aan del cole!io para almor%ar. /os dospudieron ver ese culo rar&simo de homre que un pantalón,que huiera querido ser como los de Juan /ucas, apretaa

asquerosamente. Araham desapareció. #arec&a un frustradoy paup2rrimo tenista que practicaa solo, con pelotasmalo!radas y raquetas mal templadas, contra paredes decorralones.

L9e dónde sacaron a la loca esa: Lpre!untó Boy.

L#re!úntale a Juan /ucas Lintervino 1usan, urlona,ahora que el asco ha&a desaparecido.

LMa<ana es s)ado, 9no es cierto: #ues qu2dese usted $ovencito a almor%ar con nosotros y ya ver) usted de dóndeha salido la loca esa. >enemos en casa al me$or cocinero de/ima.

L?ocinera Lse le escapó a Julius, tal ve% descuriendola homoseFualidad, tal ve% pensando simplemente en +ilda.

LDarlin! LeFclamó 1usan, mirando aterrada a Juan/ucas.



LEste tipo no va a vivir aqu&, mu$er. 1ólo va a venir acocinar... Anyho, do yon thinK he ould dar2:

G Julius, ah& parado, que era primero de su clase enin!l2s.

Al d&a si!uiente, a la hora de almuer%o, ?arlos com&aencantado porque ya ten&a a quien atir durante unatemporada, si se amar!a la loca lo sueno, y Arahamcocinaa encantado porque el chofer, ne!rote y con el i!otitoas&, era vivir con la tentación en casa. Arminda no se daacuenta de esos detalles. 1e ia completando el servicio peroella no captaa los matices que enriquec&an la historia. /apresencia de Julius, varias veces durante el d&a, y la presenciade su hi$a, varias veces durante la noche, era casi lo único que

captaa últimamente. >ami2n, a menudo, los dos se leacercaan $untos. -curr&a sore todo cuando pasaa muchashoras se!uidas all) arria, en el cuarto de planchar. ?on elcalor y el sudor como que se adormec&a y los dos se lepresentaan pero ella sa&a que estaa sola. Al!o m)seFtra<o que le ocurr&a la inquietaa aunque en se!uida seolvidaa de su inquietud. Era al!o muy eFtra<o pero ella nose!u&a pre!unt)ndose por qu2 sus deseos se cumpl&an antesde que los huiera podido eFpresar. Julius atravesaa lacocina o la reposter&a, ponte tu chompita, con una chompitapuesta o es que acaaa de pasar desari!ado. 1ólo su hi$ano re!resaa nunca con el heladero, pero eso era porque ellano se comunicaa con nadie por lo hondo, porque nuncaha&a eFpresado su deseo que vuelva mi hi$a, ah& en lareposter&a. 1ólo sola en su dormitorio. #or eso se presentaade noche. En camio Julius pasaa a cada rato $unto a ella,ponte tu chompita ni<o, con una chompita puesta o es queha&a pasado antes desari!ado. #ero las mechas a%aachese le derrumaan curi2ndola, interrumpiendo su inquietud

cuando se ia a pre!untar por qu2.../a ecidida tami2n a$ó a almor%ar ese s)ado y se

encontró de !olpe con Araham. /o saludó decididamentepero sólo porque el homre, 9eso es un homre:, eraempleado y !o%aa por consi!uiente de los mismos derechosy ten&a por consi!uiente las mismas oli!aciones. ?arlos viv&a



feli% con la ecidida. Ella lo trataa de don ?arlos y com&acontrolando que su comida fuera i!ual a la de los se<ores. Eldel i!otito la miraa risue<o, con dole sentido,entreteni2ndose con el infaltale escaradientes del almuer%oque, lue!o, !uardar&a tras de la ore$a para la noche. anielpreparaa el frutero y los a!uamaniles y ?elso ia llev)ndolea los se<ores las primorosas fuentes que Araham serv&a. /osdos se urlaan con serrana ale!r&a del marica criollo y elmarica criollo los despreciaa con sus chompas de tenista ysu pelo oFi!enado.

En el comedor el arquitecto de moda y su esposa, la1usan disminuida, saoreaan encantados el carito al hornoque Juan /ucas calicaa de insuperale. 7+o es por nada,dec&a, pero el marica est) en !ran forma.8

L1e<or Linterrumpió ?elsoL@ el cocinero mandapre!untar si el carito est) tan saroso como en casa de lase<orita Mart&ne%.

LMarticorena Lcorri!ió 1usan, volteando sonriente amirar al arquitecto de moda, a ver si sufr&a por ella comoantes. #ero el arquitecto de moda acaaa de corarle unasuma faulosa a Juan /ucas, y su mu$er era disminuida peroestaa aumentando y el otro d&a 2l se ha&a acostado con la

sueca que continuaa en /ima llena de liertad seFual, hastalos ministros la conoc&an. 1usan miró nuevamente a ?elso y ledi$o que al se<or Juan /ucas le parec&a muy ueno el carito.

L&!ale que est) como siempre. DMuy ueno LeFclamó Juan /ucas, en el momento en que ?elso re!resaa a la cocinaL. e mamey Lcompletó mirando al arquitecto y oli!)ndoloa adquirir una nueva dimensión en su $oven ele!ancia lauena mesa.

LEn efecto, Juan@ nunca lo ha&a comido me$or.

LEst) delicioso, 1usan Lla 1usan disminuida queaumentaa.

LMuy rico, mami. ;uisiera m)s pero ten!o que salir

disparado. 9+adie necesita la Mercury: LBoy saliódisparado arro$ando la servilleta.



L+o la vuelvas a estrellar porque te quedas sinmovilidad.

LMe !ustaa m)s el enceollado que hac&a +ilda Lsoltó Julius, completamente distra&do por la cantidad de ventanales

que ha&a en el comedor. Juan /ucas quiso enfurecer pero no val&a la pena

enfurecer por el cr&o este, y el nuevo ocado estaafrancamente delicioso y ahora el vino y el pu<o de villela alal%ar mi copa y 1usan encantadora ca!)ndose en elarquitecto y en su mu$er, ir)n disminuyendo sus visitas ytendremos sólo a los uenos ami!os. DAh, cómo va a !o%ar el!ordo /uis Mart&n omero con los platos del marica... ?elsoapareció diciendo que Anatolio ha&a mandado al nuevo

$ardinero y que necesitaa una man!uera para re!ar.L9;ui2n es Anatolio: Lpre!untó Juan /ucas.

LEl $ardinero de la casa vie$a Laclaró Julius.

L?elso Lintervino 1usanL, d&!ale a ?arlos que encuanto acae de almor%ar lleve al $ardinero a comprar unaman!uera y todo lo que necesite.

L9#ero cómo saemos que se va a quedar: 9>ú lo hascontratado, mu$er:

L+o darlin!@ pero Anatolio ha&a prometido que nos iaa mandar a su primo. ice que es muy uen $ardinero y quenecesita traa$o. Ga despu2s veremos. #or ahora de todasmaneras se tiene que quedar.

L1e llama Universo Ldi$o Julius, enterad&simo.

L91e llama qu2: LeFclamó Juan /ucasL. 9Universo:

L1&.

LD Ah DEso hay que verlo 9;u2 les parece a ustedes elnomrecito:

El arquitecto de moda y su esposa celeraron la sorpresay la curiosidad de Juan /ucas. 1e re&an amos.

LA ver, ?elso, ha!a pasar a Universo.

Larlin!...



#ero mientras ?elso re!resaa a la cocina por el $ardinero, Juan /ucas se ha&a vuelto a llevar la copa de vino alos laios, y por el ventanal m)s !rande del comedor, elevadosore el $ard&n, miraa enorme y verde el campo de polo. El

$ard&n del palacio se prolon!aa en el campo de polo y suvista entre los )roles alcan%aa centenares de metros hastael fondo. e ah& volvió para sentir nuevamente la ele!ancia desu comedor, qu2 ien han quedado estos cuadros cu%que<oscaracho. /o encerró el lu$o de la haitación, casi lo atrapansus l&mites. e$ó entonces la copa sore el m)rmol de lamesa, y estirando los ra%os de teed paralelos a loscuiertos de plata, apoyó las palmas de sus manos para sentirtami2n el frescor del hermoso d&a de oto<o y el frescor nofue fr&o ni lo fr&o fue húmedo porque ah& empe%aan sus pu<os

de villela y un se!undo m)s all) ?elso ha&a adornado lamesa con un frutero lleno de color donde sus o$os fueron aposarse un instante, las naran$as, los man!os, los hi!os, parareotar inmediatamente como uscando los )roles de esasfrutas y tomar vuelo hacia el $ard&n y elevarse m)s all) haciael campo de polo que ahora unos homres minúsculosatravesaan acompa<ando a hermosos caallos sore elc2sped... El mechón ruio y maravilloso de 1usan se vinoaa$o cerrando lo verde con oro, pero al!o feo entraa

tami2n por el raillo de su o$o. LUniverso Lanunció ?elso. Juan /ucas volteó a mirar. Ha&a un serranito, unos

diecinueve a<os pero uno nunca sae con los serranitos. Entródescuri2ndose la cae%a humilde y ahora se ha&a enco!idoun poco y con el somrero de pa$a se estaa curiendo unpeda%o de pierna donde Juan /ucas ha&a visto un parche a%ulsore el comando KaKi que llevan siempre estos cholitos.Universo ha&a dicho uenos d&as, pero 2l ya no recordaahaer mandado traer a un tipo llamado Universo para ver

qui2n pod&a llamarse Universo. Miraa hacia el polo ynuevamente esos caallos all) al fondo atra&an su atención,pero al!o en el suelo, en el rincón de su comedor tami2n lollamaa. Julius se lo tem&a pero por una ve% fue menos de loque se tem&a Juan /ucas se limitó a !olpearle los pies de unmiradón al pore Universo, cuyo somrero de pa$a noalcan%aa a curirle los vie$os %apatones de fútol. 7Ga ya,



di$o que le den de almor%ar.8 ?elso se lo llevóinmediatamente y no huo roma porque cuando Juan /ucasse acordó de que el $ardinero se llamaa Universo y de queera para re&rse, Universo ya ha&a vaciado ese rincón y 2l seestaa llevando otra ve% la copa de vino a los laios, 7+o sepierdan los caallos all) al fondo Lles dec&aL, deen ser parael match de esta tarde8.

Una tarde llovió demasiado fuerte para lo que suelellover en /ima y Morales di$o al!o de temlores, siempre haytemlores cuando llueve tanto, y la Madre 1uperiora di$o queme$or suspend&an el recreo y se quedaan tranquilitos en susclases porque las clases y el cole!io entero eran as&smicos. 1eve&a triste y oscuro el patio a trav2s del enorme ventanal detercero. /a \anahoria se quedó cuid)ndolos. #od&an romear yconversar porque era recreo, pero sin moverse mucho niponerse de pie porque no estaan en el $ard&n. /es ia a decirque Morales no tardaa con los chocolates y las !olosinas delas misiones, para que pudieran comprar como siempre a lahora del recreo, cuando ?ano, triste y distra&do, eFtra$o delolsillo de su saco, medio chancados y melosos, tres de losminiches del #irata. /a \anahoria empe%ó a enfurecer,Dcu)ntas veces se lo ha&a dicho, y a volverse loca, Dhay!ente que no entender) nunca, por último enloqueció del

todo y cru%ó media clase a la carrera, echando aire con elh)ito, para venir hasta donde ?ano y meterle tremendocoscorrón. +o fue un !olpe malintencionado, era un t&picocoscorrón de mon$a a ni<o malo, con la mano aierta y todo,pero ?ano huiera preferido que le dieran un pala%o en lacae%a, nunca ese !olpe falso y suave con la mano de la\anahoria resalando por su cae%a y ah& mismito despu2sella arru!ando la nari% al descurir !rasa en su mano, !rasade ?ano, de sus pelos !rasosos, $untos vieron tami2n cómo

un montón de caspa se ha&a desparramado sore la carpeta.?ano quiso curirla con las manos y vio en camio sus pu<ossucios y deshilacliados, feli%mente que ya se ia, se fue la\anahoria, pero detr)s de ella apareció la clase enteravolteada mirando la escena, una ve% lo ha&an hundido as& enel mar, 2l quer&a ver las casetas al fondo de la playa, 2l quer&aver la ventana de la clase y el patio, ten&a que sacar la cae%a



y respirar, lo lo!ró ?ano, lo lo!ró haciendo por primera ve%aquel !esto eFtra<o y triste. ;uitó los o$os para un lado ylue!o, a$ando la cara hasta apoyar la arilla sore el pecho,

$unto a un homro, la refre!ó a lo ancho de su camisa,llev)ndose en el camino la corata hasta su otro homro.

1e!uro que el d&a de las misiones tami2n hi%o ?ano el!esto ese tan eFtra<o y triste y a su edad. 1e!uro que lo hi%ovarias veces pero Julius sólo lo vio repetirlo cuando lo invitó asu casa, pocos d&as despu2s del asunto de las misiones. urofue el asunto de las misiones para ?ano, pero tami2n,pensaa Julius, ien ruto, por qu2 no se hi%o el enfermo si noten&a plata, deió hacerse el enfermo en ve% de pasarsevarios d&as sin comprar miniches. ?ano, efectivamente, seha&a pasado varios d&as sin comprar miniches, !uard)ndoseel dinero para la colecta. Bien ruto, tanto tiempo en0nmaculado ?ora%ón sin darse cuenta de que esa plata espara las misiones y para las vocaciones sacerdotales y de quepara eso se necesitan illetes, no moneditas, ?ano, cómo nose te ocurrió. Huiera sido me$or que se enfermara, que noviniera ese d&a. #ero vino. G todav&a vino creyendo que aernandito anchal se lo ia a comprar dici2ndole he tra&dotodita mi plata de la semana, vamos a !anar, nuestra la es laque m)s va a dar, vamos a !anar y nos van a dar el d&a lire.

&a lire para la la que d2 m)s dinero, la Madre 1uperiora lopromet&a. G claro, ernandito tami2n quer&a !anar y tener sud&a lire, tan malo no era, pero ni ?ano ni nadie se lo ia acomprar dici2ndole ten!o mi dinero de toda la semana, toditolo voy a dar, !anaremos ernandito, !anaremos.

Bien vivos eran, pero tampoco de eso se ha&a dadocuenta ?ano. Bien vivos eran porque se !uardaan el dinerohasta el n. esde el principio no lo ian a dar todo, ha&a que!uardar para el n, por si la la de al lado nos !ana en la

primera vuelta, por si hay empate, para desempatar. /aprimera vuelta en realidad contaa poco. Madre Mary Joansacaa la cuenta de cada la y qu2 poquito ha&an dado, qu2va a decir la Madre 1uperiora cuando ven!a. >ontita eramadre Mary Joan, no se daa cuenta de que todav&a tenemoslas illeteras llenecitas, tontita la madre. G tonto ?ano porquese emocionó al o&r que su la ha&a !anado. Estaa !anando



porque las otras las no se daan por vencidas y aqu& tenemos m)s madre, y madre Mary Joan, sonriente. >onto?ano porque creyó que su la ha&a !anado cuando reci2nacaaan de sacar las primeras cuentas, tonto porque pe!óun salto feli% para ara%ar a ernandito y 2ste, furioso ysorprendido, volteó a !ritarle Dl)vate la caspa, Dcam&ate deuniforme, Dprep)rate a dar m)s plata porque por tu culpaahora los otros van a dar m)s Entonces se!uro que ?ano hi%onuevamente el !esto eFtra<o, pero Julius sólo lo vio d&as m)starde cuando lo invitó a su casa@ se!uro que hi%o el !esto tanraro 2se, tan triste y a su edad, pero ni Julius ni los otros seestaan $ando en 2l en ese momento, y ernandito ya loha&a destro%ado con la mirada y ha&a volteado para se!uirla nueva contailidad que madre Mary Joan iniciaa, al ver

que de las las derrotadas sur!&an las caritas sonrientes, lasmanitas en alto con los primeros illetes. D A$)aaaaaaaa,!uardaditous lous ten&an, era la primera ve% que madre Mary

Joan les halaa en castellano, $a$a$a$a$a$a$a risas y disfuer%ostodo el mundo, ernandito eFcluido y furioso@ risas porquemadre Mary Joan halaa castellano y sólo de&a halarles enin!l2s, qu2 simp)tica madre Mary Joan... 1hhhhhh, no !riten,est) contando los illetes y si hemos perdido le damos m)sporque es tan !raciosa madre Mary Joan. (anó la tercera la y

la primera, Dno Dno Dno y la se!unda, Dno, Dno, y la cuarta yla quinta y todas $untas, Dno Dno Dno y madre Mary Joan,calma, calma, por orden, ven!an por orden, porque todosquer&an !anar, ya sólo pensaan en !anar y ven&an corriendo,atolondrados corr&an, ya no pensaan, ya no calculaan, ah& alladito de la madre ar&an sus illeteras y la madre encantadade ver lo vivos que son, cómo se !uardaan los illetes m)s!randes hasta el n... 1sssshhhhhhhh, madre Mary Joan est)sacando la cuenta por las... sssshhhhhh... Dno Dno Dno DnoDno, la cuarta la no pod&a haer !anado, Ds&iiiiiiii,Dnoooooooo, Ds&iiiiiiii, Dnoooooooo, y madre Mary Joan,todav&a hay tiempo, hasta que lle!ue la Madre 1uperiora,todav&a hay tiempo y co!&a un pu<ado de moneditas, lo met&aen una lata y tacatacatacatacatacataca y nuevamente losni<os se le ven&an encima con m)s illetes, ya nadie daamoneditas tacatacatacatacataca, illetes ahora, de a die%, de



a cincuenta, Dquei ounitooouuul, uno de cien, y ellosencantados con el acento de madre Mary Joan, DqueioumtoooouHul, la tercera la !anaa otra ve%, Dnoooooo,Ds&iiiiiiii, Dnooooooooo, Ds&iiiiiiiiii, y quedaan aún esperan%aspara las otras las, quedaan esperan%as porque sa&an queten&an al!unos illetes, sus papis comprend&an lo importanteque era eso, que sus hi$itos quedaran ien con las mon$itas,con las misiones, sus papis les vaciaan la illetera y ellostodav&a no la ha&an vaciado, ien vivos eran, se !uardaanpara las nales, pero ernandito estaa en la última carpetade la primera la, en el rincón de los matones, y la primerala ten&a que !anar, al menos as& se lo manifestó a ?ano queocupaa infeli% la carpeta de adelante. ?ano empe%ó a sufrirporque el otro ya le estaa pidiendo su illetera, 9qu2:, 9qu2

illetera: Anda ruto, limp&ate la caspa y saca los illetes, nohas dado m)s que monedas. G ?ano tratando de eFplicarle,nuevamente tratando de hacerle sentir que ha&a dado losminiches de una semana, lo de auelita de una semana, peroen ese instante entraa la Madre 1uperiora y sae ios cómo,al verle la cara, ?ano recordó que ernandito hasta elmomento no ha&a dado ni un centavo. ue la reacción de suvida, volteó entre odi)ndolo e identic)ndose con su pore%a,pero hay !olpes en la vida yo no s2 vio cómo ernandito

contaa furioso los illetes de a cien que !uardaa en unapreciosa illetera con sus iniciales . . /. (. !raadas en oro.1e!uro que entonces tami2n hi%o el !esto ese ien raro que

Julius sólo ver&a d&as m)s tarde, el d&a en que ?ano lo invitó asu casa, se!uro tami2n que estaa terminando con sueFtra<o !esto, cuando escuchó la vo% de ernandito llamandoa los de la primera la 7?ano no ha dado nada8, les dec&a ylos de la primera la, D?ano D?ano D?ano D?ano, y la Madre1uperiora mir)ndolo, d)ndole la oportunidad de cerrar lacompetencia con un triunfo, a ver ?ano9, con rouche deouro, y ellos $a$a$a$a$a$a$a$a, porque tami2n la Madre1uperiora pronunciaa !racios&simo el castellano, si las oyerala profe, pero ahora todo depend&a de ?ano y ?ano volteótriste donde ernandito y la mirada de ernandito lo arro$ócontra la Madre 1uperiora. All) lo esperaa con los ra%osaiertos y ?ano miró a la clase y no pudo y miró a las madres



y no pudo y al mismo tiempo uscaa en todos los olsillos yla 1uperiora ya no estaa tan contenta. eco!ió una piernaapoy)ndose sore la punta de los dedos para uscar me$or enla secreta del pantalón, el olsillito ese a$o el cinturón, ah& estaa la última monedita, tres miniches, la sacó y la entre!óy no vio m)s porque uscó la pi%arra ne!ra para no ver a lasmon$itas que se rieron y se molestaron y se rieron y sevolvieron a molestar, re!resa a tu carpeta, re!resa r)pido a tucarpeta, la tercera la ha&a !anado. Era la la de Julius y 2lcon todos pe!ó un tremendo Drahhhh, d&a lire ma<anaDrahhhh, y se!uro por !ritar tanto y celerar el triunfo consus compa<eros no vio a ?ano repetir su !esto frente a lapi%arra, antes de volver a su carpeta, antes de encontrarsecon la mirada furiosa de ernandito, y antes de sentarse en su

silla para enterrar la cae%a casposa entre los ra%ossalpicados de caspa y llorar un rato en silencio.

/os de la primera la continuaron ech)ndole la culpa desu derrota a ?ano, pero 2l ha&a escondido la realidad entresus ra%os, la ha&a atrapado y oscurecido entre sus ra%os,su cara, sus homros y la tapa de la carpeta. +adie lo volvió amirar. Ahora todos estaan muy ocupados en escuchar eldiscurso que la Madre 1uperiora pronunciaa ante la miradasonriente y aproadora de madre Mary

Joan. ?laro, dec&a con los o$os risue<os madre Mary Joan,claro, claro, as& es, as& es, s&, s&, se merecen un premio, claro,claro, claro, claro. G es que la Madre 1uperiora se los estaallevando por el camino de la felicidad, ellos ve&an venir eldesenlace, por respeto no !ritaan Drahhhh, todav&a. Ellossa&an que ya se ven&a la recompensa, no sólo la tercera lase ha portado como es deido, ya no tardaa en lle!ar elpremio, todas han colaorado al m)Fimo les lat&a el cora%óna$o las iniciales ro$as del cole!io, los ni<os de las misiones

reciir)n vuestra ayuda, una la ten&a que ser la !anadora, as& es la vida, pero todas han colaorado al m)Fimo, les saltaael cora%ón, se ven&a el premio, el n del discurso era unpremio para todos, lo ve&an venir. G por todas estas ra%ones yporque ustedes han colaorado como nunca con las misionesy con las vocaciones sacerdotales, no sólo la tercera la...Drahhhhh, sino todas... Dtres hurras por la Madre 1uperiora,



todas las dem)s las... Dhip, tendr)n... Drahhhh, el... Dhip,d&a... Drahhhh, lire... Dhip, y madre Mary Joan haciendoDrahhhh, tami2n con los ra%os en alto, inolvidale lamon$ita futolista, siempre tan simp)tica y ale!re.

espu2s la Madre 1uperiora se fue con las alcanc&as y lasca$as de los illetes, uuuuuuuuuuuh, casi se cae con tantopeso, y ellos felices porque en roma casi se cae con tantopeso y madre Mary Joan se ofreció a ayudarla y $untasaandonaron el salón las dos mon$itas. 7espacito, les di$o lamon$ita futolista, al cerrar la puerta. #ueden hacer ulla perodespacito8 y ellos continuaron conversando encantados,ma<ana no hay cole!io, te invito a mi casa, etc.

ue entonces que Julius volteó a mirar hacia el fondo, a

la derecha, donde se o&a la vo% de ernandito, y vio cuando2ste le ped&a su !uante de 2isol a de los Heros. e losHeros no se eFplicaa para qu2, pero tampoco era cosa depre!untar mucho porque ernandito se estaa amar!ando yya varios ha&an volteado a mirar. /e tra$o el !uante hasta sucarpeta y todos voltearon a mirar. >odos menos ?ano, cuyoshomros ha&an cesado de !emir, pero que continuaa ienenterrado entre sus ra%os. ernandito se puso el !uante y lollamó. 7?ano8, le di$o, y ?ano se estaa incorporando, cuandola manota en!uantada lo volvió a hundir de un solo !olpe ensu llanto. 7D#or atr)s no se pe!a8, se le escapó al pore

Julius. 7A ver pe!a por delante, pues.8 ernandito se puso depie y la clase enmudeció. 7#or atr)s no se pe!a8, repitió

Julius, poni2ndose tami2n de pie y acerc)ndose m)s ueno y $usticiero que el 1uper atón en el último número deHistorietas. Estaa viendo la p)!ina trece de su revistacuando un !uanta%o en la cara lo frenó en seco. ernandito seha&a sacado el !uante y se lo ha&a lan%ado a quemarropa yreci2n ahora pudo verlo nuevamente, muy tarde aunque

siempre trató de cuadrarse pero fue sólo para reciirtremendo pu<eta%o en la nari% y descurir detr)s del impactola cara furiosa y los o$os penetrantes de ernanditotraa$)ndolo psicoló!icamente. 1uper atón p)!ina trece y selan%ó sore la mirada y pa`f otro !olpe y detr)s de los o$os loshomros llorando de ?ano y pa`f otro !olpe, san!re en mimano y pa`f otro !olpe, me quema la nari% y pa`f otro !olpe,



y ernandito ya se estaa cansando de !olpear, Julius lereotaa siempre, pa`f otro !olpe, machito Julius y pa`f otro!olpe, nuevamente a la car!a y pa`f otro !olpe... D/a madreD/a madre, 9qu2 pasa:, 9qu2 pasa:, y pa`f otro !olpe $ustitoantes de que se lo llevaran y para que no se olvide.

>res d&as despu2s ernandito entre!ó una ho$a enormedonde ha&a escrito ciento cincuenta veces 7+o deo pe!arlea mis compa<eros8, y por orden de madre Mary Joan, y a$osu supervi!ilancia, vino a darle la mano sonriente y furioso a

Julius. A Julius ya no le dol&a la nari%. /e dol&a en camio que Juan /ucas le huiera dicho que se la ha&an quinado $ustamente por meterla donde no le tocaa y que ?ano era un!ilipollas, sin lu!ar a dudas. /e dol&a mucho recordar la escenay hasta huo un momento ien triste en que, escondido en ela<o, anduvo ho$eando el último número de Historietas paraver si el 1uper atón se ha&a encontrado al!una ve% en suvida en una situación similar, si al!una ve% se ha&aencontrado al!o as& como estrell)ndose y estrell)ndose contrauna pared. ?laro que a medida que se estrellaa le iadoliendo menos, pero la pared era siempre pared y se ha&aquedado sin un solo quine mientras que a 2l se lo ha&anllevado al a<o !imiendo furia y chorreando san!re. >rató demeterse en el pelle$o del 1uper atón y realmente el tipo no

hac&a otra cosa que encontrarse con paredes en su vida peronunca se estrellaa@ denitivamente el $usticiero animalito selas tra&a todas ien aprendidas, pero qu2 ha!o encerradotriste aqu& en el a<o... Julius tuvo su peque<a ver!Nen%a, loasustó ese tipo de soledad en un a<o inmenso yele!ant&simo@ lo aandonó de$ando atr)s frascos de porcelanacon nomres en lat&n que reposaan sore la a<era piscinitade 1usan. #or la noche no se dorm&a, y lue!o, cuando sedurmió, ah& estaan la pared y ernandito y despu2s, al d&a

si!uiente, le dio por andar ima!inando. Andar ima!inando,huiera dicho 2l, pero una ma<ana escuchó las palaraseFactas. /a profe de castellano, ien huachafa era y la ha&anvisto con su novio por la avenida Zilson, di$o que Julius era unni<o volcado sore s& mismo y de car)cter m)s ien reCeFivoy capa% de... El resto ya no lo escuchó, $ustamente porqueandaa ima!inando.



?ano tami2n andaa ima!inando. Al menos 2sa era laimpresión que le daa a Julius. ;u2 otra cosa pod&a estarhaciendo mientras se paseaa por el patio, por el $ard&n, por elpatio, por el $ard&n, por los corredores del cole!io, hasta porlos inmensos a<os lancos y fr&os se paseaa ?ano. Gsiempre con su ramita. ?aminaa siempre con una ramitalar!a y na. /a misma todos los d&as o se conse!u&a unai!ualita cada ma<ana antes de lle!ar al cole!io. #arec&a undios olvidado haci2ndole su revolucioncita o simplementequem)ndole el pastel al dios actual, con eso de andar tocandotodo lo que encontraa a su paso y d)ndole un nomredistinto. #orque eso, eFactamente eso es lo que hac&a ?ano.

Julius lo ha&a estado oservando muerto de curiosidad, hastaque una ma<ana, a la hora del recreo, decidió esconderse

detr)s de un )rol porque acaaa de descurir que ?ano nosólo tocaa las cosas, sino que adem)s les pon&a un nomreque no era precisamente el que les correspond&a. +i m)s nimenos que si estuviese reinventando el mundo. ?laro que?ano no era ni dios, ni loco, ni siquiera adulto para tra2rselasas& tan raras, pero la verdad es que no andaa muy le$os detodo aquello. G Julius fue testi!o. /o ha&a vencido lacuriosidad al escuchar un murmullo cada ve% que ?ano, tic,tocaa al!o con la ramita. Bien curioso Julius. >al ve% no de&a

meter las narices donde no le tocaa, pero recordó que 2saera frase de Juan /ucas y metió inmediatamente las naricesdonde no le tocaa detr)s de un )rol, sin que ?ano lo viera.Ah& ven&a. >ocó la macetita a tres metros de la anca y lallamó perrito@ si!uió caminando hacia el )rol pero antesha&a una ca<er&a con su ca<o que sal&a de la tierra como unaplanta, tic, la tocó con su ramita, la llamó !ato, y se acercóm)s hasta uno de los rosales de la Madre 1uperiora. 1edetuvo a contemplarlo. /lenecito de rosas el rosal y ?anoempe%ó a tocarlas toditas y a toditas las ia llamando mam),mam), y Julius oservando, recordando que ?ano erahu2rfano, y ?ano contemplando una rosa medio marchita,arria, a la derecha, y llam)ndola auelita, tocandonuevamente las otras rosas mam) mam), hasta que las de$ópara acercarse m)s al )rol donde Julius no pod&a se!uirescondido porque se!uro viene y lo toca. #ero la anca estaa



en el camino y ?ano la miró un rato y tic, la llamó casa, ysore la anca ha&a una ara<a y la tocó con la ramita, peroinmediatamente al%ó el pie para aplastarla antes de que se leescapara, ernandito anchal y /adrón de (uevara la llamómientras la aplastaa. espu2s sólo quedaa el )rol. Juliusse trasladó mentalmente donde ?ano y desde ah& se miró sele ve&a clarito detr)s del )rol. #rerió salir corriendo pero seencontró con la ramita en su camino, l)pi% estaa diciendo?ano, y por poco no le clava la ramita en el o$o en el instanteen que 2l trataa de ale$arse silando. ue entonces que lo viohacer el !esto eFtra<o y triste, por se!unda ve% ?ano lo tocócon la ramita y lo llamó Julius, mientras 2l insist&a en ale$arsesilando.

7Julius, mi auelita me ha dado permiso para que teinvite a tomar t2 el s)ado.8 0nmediatamente quitó los o$ospara un lado, a$ando la cara hasta apoyar la arilla sore elpecho, $unto a un homro, refre!)ndola lue!o sore sucamisa, llev)ndose la corata en el camino hasta el otrohomro. Julius sólo atinó a decirle que s&, y $untos perosilenciosos se fueron caminando a formar las porque eltimre acaaa de sonar anunciando el n del recreo.

G ese mismo d&a, durante el almuer%o, Julius le contó lode la invitación a 1usan que acaaa de salir fresca y linda desu a<era=piscinita. 7;u2 feo nomre, darlin!8, se limitó adecir ella, pero Juan /ucas, que estaa saoreando feli% unareceta del !ordo /uis Mart&n omero, preparada por nuestromarica, no pudo contenerse.

Lee ser hi$o de un anti!uo peluquero del ?lu Ldi$oL. i!no ami!o de tu hi$o, mu$er.

Julius y ?ano andaan ima!inando por todas partes, cadauno por su cuenta y con su propio estilo. A Julius le eFtra<aa

que ?ano no se le huiera vuelto a acercar desde que lo invitópara este s)ado, ni siquiera le ha&a vuelto a diri!ir lapalara. En camio 2l se mostraa decidido a entalar unaamistad duradera con aquel chico tan distinto, pero cada ve%que lo miraa, en clase o durante el recreo, ?ano le quitaalos o$os y repet&a el !esto eFtra<o, hasta que de pronto Juliussintió que al!o le tiraa por adentro de la cara y decidió nunca



m)s volverlo a mirar, por temor a que se le pe!ara el !estotan feo y a su edad. >otal que s)ado era pasado ma<ana y nosa&a qu2 hacer. e se!uir en ese silencio ia a lle!ar a casade ?ano y de qu2 ian a conversar si pr)cticamente no seconoc&an. /as cosas empeoraron para Julius cuando, por lanoche, so<ó que atravesaa inmensos pampones y quecaminaa hasta el oscurecer para lle!ar a una casa que creyóser la suya, pero que al verla resultó ser la de ?ano. G 2ltami2n era ?ano re!resando a su casa despu2s de clases. +oien se despertó, empe%ó a reCeFionar para que nin!uno delos detalles importantes del sue<o se le escapara de lamemoria. escurió entonces que irse caminando hasta sucasa todas las tardes le produc&a inmensa Co$era, y que andartoc)ndolo todo con una ramita y poni2ndole un nomre nuevo

a cada cosa ayudaa a vencer el miedo que sent&a alatravesar esos pampones. ?asi descure que era ver!on%osopartir solo entre las lu$osas camionetas en que se ian losotros ni<os... ?asi descure que la camioneta de Julius lemetió un d&a el !uardafan!o por el culo y lo oli!ó a cru%arvolando... #udo haer descuierto mil cosas, pero la ecididaentró !ritando que si no se apuraa en levantarse y en pasaral a<o ia a lle!ar tard&simo al cole!io. >rató de hacerlacallar, le hi%o una li!era se<a con la mano, al!o como no me

interrumpas por favor, pero la ecidida ten&a ra%ón y !ritóm)s fuerte y Julius no tuvo m)s remedio que quedarse a lamitad de sus inquietantes descurimientos.

Ma<ana es s)ado, y ?ano continuaa encerrado en sumutismo y caminando de lado a lado del patio, toc)ndolo todocon su ramita como si quisiera terminar con la pesada tareade or!ani%ar el mundo ese mismo d&a. os veces trató deacerc)rsele Julius y las dos veces lo recha%ó con el !esto tantriste y tan feo. Una eFtra<a idea empe%ó entonces a

atormentarlo se!uro que ?ano se ha arrepentido. eo o nodeo ir. A lo me$or ya no quiere que vaya y no se atreve adec&rmelo. >odo el viernes se lo pasó Julius d)ndole vueltas asu tortura y mirando a ?ano, a ver si le hac&a al!una se<a enese sentido. +ada. ?ano continuaa encerrado en lo suyo. #orn, a la hora de salida, Julius se armó de cora$e y decidió nopreocuparse m)s del asunto. /o ha&a invitado, ia a ir, de



todas maneras ia a ir... En 2sas estaa cuando ?ano pasó asu lado sin que 2l huiera notado ni siquiera que se leacercaa.

L+o te olvides. >e espero ma<ana a las cuatro Lle di$o,

ala carrera. Julius encontró las palaras apropiadas para responderle

cuando el otro se internaa ya en el primer pampón, lue!o dehaer atravesado la pista entre decenas de autos ycamionetas que hac&an sonar sus ocinas, anunciando quemami o el chofer esperaan impacientes. Ah& estaa ?arlos.

Esa misma noche empe%ó Julius el lar!o camino hasta lacasa de ?ano. Atravesó la pista, al lado del cole!io, y tuvo queapurarse porque una camioneta Mercury de lu$o part&a furiosa

y casi le mete un !uardafan!o por el poto y todo el mundo seia a matar de risa. El impulso lo oli!ó a saltar la vereda y atomar nuevo impulso porque en se!uida ha&a un acequión,total que fue una especie de salto triple que terminó con suspies enterrados en el pampón, cuiertos de una nueva yuniforme capa de polvo. Julius sintió que los o$os se le ianpara un lado y que su arilla presionaa fuertemente soresu pecho y que se tra&a la coratita en el camino hasta el otrohomro. 1intió pena y fr&o pero la costumre lo oli!ó a se!uir

avan%ando. +o era tan peli!roso ni tan solitario re!resar porlas calles que llevaan hasta su casa. Estaan pococonstruidas aún pero eran mucho menos inhóspitas que esospampones donde a menudo se cru%aa uno con mendi!os yraptores de ni<os. #ero ahora era imposile de$ar deatravesarlos. Auelita se ha&a acostumrado a que lle!ara auna hora determinada. ue pura mala suerte porque alprincipio 2l re!resaa siempre por esas calles y $usto el d&a enque se le ocurrió cortar camino por los pampones, a auelitase le ocurrió tomarle tiempo y ahora si se demoraa m)s ellase asustaa y 2l pod&a encontrarla muerta de miedo. +o lequedaa m)s remedio que re!resar todos los d&as por lospampones y los terrenos despolados. Era la única manera deevitar que auelita se muera y de encontrarse solo en elmundo. En camio, si eres un ni<o ueno y lle!as siemprepuntual a tu casa, auelita podr) vivir tranquila hasta verte



hecho un homre, capit)n de aviación, alf2re% de fra!ata y tecasar)s y me llevar)s a vivir conti!o y tu esposa ser) muyuena y yo lo!rar2 ver a mi primer isnieto antes de morirmeen pa%. #ore Julius, las palaras de auelita lo conmovieronde tal manera que empe%ó a correr como loco para lle!ar atiempo y encontrarla viva. >en&a miedo de perderse pero cómose ia a perder si 2l era ?ano... #or apurarse hasta se le cayóla ramita, feli%mente que ya ha&a recorrido mil veces elcamino y que se ten&a ese ladito del mundo ien or!ani%ado,cada cosa con su nuevo nomre, menos la caca, que por ah& aundaa, y para la cual por m)s que uscó no encontrónomre me$or que el de caca. Juan /ucas y 1usan deieronhaer lle!ado en ese momento porque Julius escuchó pasosen la distancia, la vo% de mami en el corredor, y de$ó de ser

?ano cuando una oscura y confortale realidad empe%ó ainvadir el itinerario hasta su casa, se le escaulló el resto delsue<o y de pronto se encontró con que ya ni siquiera sa&adónde quedaa la casa a la que ia, de ?ano. eli%menteten!o la dirección en una tar$etita en mi mesa de noche y?arlos me va a llevar esta tarde. Mami se ha&a acostado y 2lno sent&a !anas de orinar y un oste%o le cerró los o$os,despu2s fue un poquito como en el cine cuando ya apa!aronla lu% y la pel&cula no empie%a ni hay música, hasta que lle!ó

el ?astillo, en primero de primaria, a contarles a todos que?ano lo ha&a invitado a su casa. /es estaa contando ytami2n el chico ese Julius escuchaa que yo lo ha&a invitadoy que auelita, qu2 ver!Nen%a, porque vive con su auelita, eshu2rfano, una vie$a que es su auelita, una vie$a ien vie$acon pelo lanco, ella me contó que es huerfanito y que ella esel único ser que tiene en el mundo, no si!as, auelita, somospores, no cuentes, auelita, pero su padre ia a ser el primerao!ado de /ima, se acaó $oven, as& lo quiso el 1e<or, que seha!a siempre su voluntad, ya no m)s, auelita, ma<ana locuenta en el cole!io y es mi único ami!o, all) nadie es hinchadel 1port Boys, me tratan de chavetero, saca la chaira, medicen, auelita ya no m)s por favor que da ver!Nen%a yma<ana se!uro que me va a traicionar durante el t2 suauela tra$o una otella de las m)s chicas de ?oca=?ola, el?astillo, por favor, y a los dos nos sirvió en unos vasitos



chiquititos y soró un concho y tapó la otella y la !uardó denuevo. >oda la clase se re&a de 2l y 2l tami2n trataa dere&rse pero no le sal&a i!ual que a los otros, no s2, a vecesquisiera odiar a mi auelita y a veces la adoro. el ?astillo setransformó en Espe$o oto en se!undo de primaria paracontarles que ?ano y su auelita ian a pie todos losdomin!os hasta la misa del parque ?entral de MiraCores, yre!resan caminando y tienen que caminar un montón y lle!ana una casa vie$a muy vie$a de arro y madera...

Julius se despertó viendo las casonas vie$as de MiraCorescon sus altos muros amarillos, sus re$as de madera marrón yunos caminitos de locetas ro$as, rillando siempre oresalosas porque acaan de aldearlas, una o dos saltadas, ym)s all) dos o tres escalones, una terracita con sus maceterosde madera verde y !eranios marchitos a amos lados de lapuerta de dos ho$as, con sus ventanitas enre$adas por dondeuno mete la mano y are por dentro. ?reyó que ia a vertami2n a la auela de ?ano, pero la ecidida pe!ó suse!undo alarido de aquel s)ado por la ma<ana, oli!)ndoloa er!uirse inmediatamente. #ermaneció sentado un momentomientras ella ar&a las cortinas y re!resaa importante hastala cama, para transform)rsele ruscamente en tina$era yaultarle m)s aún el pecho enorme, lo cual astó y soró para

que Julius saliera disparado rumo al comedorcito de losdesayunos, que era como un alto en la lar!a serie dedormitorios y a<os que se suced&an en ese interminalecorredor del palacio. e all& pasaa al a<o, donde la ecididasólo lo aandonaa al verlo ien metido en la ducha. 7DGcuanto m)s fr&a me$or8, le !ritaa, llenando el uniforme decontenido y dispuesta a pe!ar otro !rito, sin cólera eso s&,porque la ecidida al !ritar rempla%aa la cólera por susconsi!uientes derechos.

Juan /ucas propuso !olf para todo el mundo esa ma<ana,pero Julius desapareció a la hora de partir. eli%mente que noinsistieron mucho en uscarlo y que terminaron march)ndosesin 2l, porque la ducha fr&a lo ha&a de$ado lleno de !randesproyectos. (racias a un sue<o ha&a comprendido muchascosas sore ?ano. +o todo, des!raciadamente, porque laecidida vino a interrumpirlo, despert)ndolo $usto cuando ia





Julius y a Julius venir a la cocina para avisar que ia a estudiaren su cuarto. +o pod&a, por consi!uiente, haer partido conlos se<ores. e todas maneras es una falta de consideraciónpor parte de los se<ores partir sin avisar que se llevan al ni<o.9ónde est) Julius: /a ecidida partió !ritando a vo% en cuelloporque no se sent&a completamente se!ura de tener la ra%ónen su última discusión con los se<ores... 9;u2 se<ores:...9;u2 discusión:... Dónde est) Juliuuussss

Ese alarido lo despertó sin haerse lo!rado enterar denada nuevo sore ?ano ni sore nadie. En camio un dolor decae%a, acompa<ado de unas !anas horriles de volverse adormir, lo hicieron dudar del 2Fito de su operación. 7;u2 malapata8, pensaa el pore Julius, y ya se ia a quedar dormido,cuando otro alarido de la ecidida lo oli!ó a salir de la camay a ir en su usca.

Dónde ha&a estado DHoras hac&a que deer&a haerterminado de almor%ar D?ómo era posile DUna falta deconsideración para sus padres... D+o... D#ara laservidumre... D1& DEso Julius com&a esfor%)ndose por arirla oca lo menos que pod&a porque ahorita cualquiera de esosarir de oca se le convert&a en tremendo oste%o y ah& mismo se quedaa seco de nuevo y a lo me$or no volv&a adespertarse hasta la noche y de$aa plantado a ?ano. Eso s& que ser&a el colmo. /a presencia de la ecidida, cumpliendoestrictamente con su deer y eFi!iendo, por consi!uiente, que

Julius terminara hasta el último ocado y respetara susderechos, que inclu&an un reve reposo despu2s del almuer%o,lo oli!aron a reali%ar un esfuer%o sorehumano para terminarcon la fruta y pedir caf2 en ve% de postre. D?af2 de nin!unamanera Desde cu)ndo aqu& caf2 a tu edad Julius miró a laecidida y le di$o que no se sent&a muy ien y que ia a echaruna siesta. 7#or favor, dile a ?arlos que me tiene que llevar

donde un ami!o a las cuatro La!re!óL. espi2rtame a lastres.8 /a ecidida aceptó, feli%mente.

/o despertaron a las tres en punto y, una hora m)s tardeele!ant&simo y muerto de sue<o, partió rumo a casa de?ano. En el trayecto empe%ó a caecear, sent&a que su cae%ape!aa contra el vidrio de la camioneta, cada ve% le costaa



m)s traa$o endere%arla. ?arlos le ha&a dicho hasta elcansancio que no se apoye en la puerta, se va a arir y te vasa sacar la <o<a, pero 2l nada pod&a hacer por evitarlo. 1óloreaccionó cuando lo escuchó decir est) servido el $ovencito...Miró a ?arlos espantado y arro$ó la ramita con que ha&avenido tocando miles de cosas pero al mismo tiempo ha&avenido en camioneta y no cru%ando pampones y no le ha&apuesto nomre a nada ni tra&a tampoco una ramita en lamano. 71ue<o lar!o, profundo y reposado8, pensó, al a$ar dela Mercury. -tra ve% estaa oste%ando. eli%mente que eltimre rodeado de humedad en la pared amarilla y fr&a lo!róasustarlo un poco. Miró ien, lo hi%o sonar, y se convenció deque la visita ha&a empe%ado y de que en casa de ?ano eltimre sonaa. +o de&a dormirse apoyado en la puerta

porque a lo me$or la auelita are y cree que estoy muerto yse muere del susto y lo frie!o a ?ano porque se queda solo enel mundo.

7#asa, hi$ito8, le di$o la auelita, con unas canas tanlancas y una cara tan dulce que 2l empe%ó a adorarla $ustocuando ia a tapar una ?oca=?ola de las chicas porquequedaa un poquito. 1acudió la cae%a y nuevamente pensóen lo del sue<o reposado y profundo, 9y ahora qu2 ha!o: 1&,se<ora, no, se<ora, no, se<ora, no se<ora, s&, se<ora, 9cuando,

se<ora: 9le ha dolido mucho: Julius despertó con laeFplicación.

?ano lo ha&a estado esperando todo el d&a. /os dos loha&an estado esperando todo el d&a. #ero el $ard&n no era muy!rande. El $ard&n era muy chiquito y ?ano ha&a dicho aqu& fútol no se puede $u!ar. Ha&a dicho me$or $u!ar asquet yella le ha&a pre!untado cómo y 2l le ha&a eFplicado. 7Muyf)cil. /e sacas el fondo a la canasta vie$a de la ropa sucia, tetrepas al )rol y la cuel!as en la rama m)s alta. #odemos

apostar qui2n emoca m)s veces. #odemos $u!ar hasta queoscure%ca.8 #orecito, a$o su vi!ilancia se trepó al )rol, ellamisma lo estaa cuidando, ios lo quiso as&... 1&, se<ora, s&,se<ora, s&, se<ora.

1e ha&a sacado la mu!re ?ano. 1e cayó de la rama m)salta y huo que llevarlo a la Asistencia #úlica. All& le



entalillaron el ra%o. Julius si!uió a la auelita por unoscorredores horrorosos donde todos los pisos eran de locetas yhac&a un fr&o húmedo. 1e trope%ó con una mesita muy fea ycasi tuma un Corero con Cores de pl)stico que mami dice eslo m)s cursi y feo del mundo. /o eran, adem)s. /a verdad,todo era muy feo en la casa. >ami2n ?ano en su camaalt&sima y vie$a. e la 2poca de Matusal2n era la cama, y elotro ah& sentado, con un pi$ama como los de ?elso y aniel,sonri2ndole y cont)ndole me saqu2 la mu!re. /e ha&anpuesto unas talitas en el ra%o y lo ha&an vendado encima.+o se las pod&a quitar hasta dentro de dos semanas.

Horas llevaa Julius sentado en el sillón incomod&simo,lleno de resortes saltados en que lo de$ó la auelita mientrasia a prepararles el lonche. Ella les avisar&a en cuantoestuviera listo, te pones tu atita, hi$ito, y vienen los dos alcomedor. espu2s otra ve% a la cama porque el m2dico haordenado mucho reposo para que puedas ir el lunes comosiempre al cole!io. Julius, a la disimulada, uscaa la ramitapor todos los rincones. +o la ve&a por nin!ún lado. /a auelitavolvió a aparecer tray2ndoles un #ato onald a cada uno.?ano estiró el ra%o entalillado. 7DAy8, se que$ó. ?uidado,hi$ito, el m2dico ha dicho que no lo muevas. >odos tenemosque sufrir. Il nos ense<ó a sufrir. Il sufrió m)s que nadie. Il

sufrió por todos nosotros... Il era un cruci$o que col!aaencima de la cama y conta!iaa fr&o. >odo en la haitaciónconta!iaa fr&o. El roperote. El sillón. /a camota, sore todo,de erro, parec&a hecha con ca<er&as de a!ua fr&a. El roperotem)s que la camota. >en&an que haerlo desarmado &nte!ropara meterlo en la haitación. El roperote empe%ó a conta!iarpere%a, ?ano viv&a a$o los efectos del muele inmenso, qu2tranquilo le&a encorvado a$o la lu% de una sola omillacol!ando tami2n de alt&simo. Julius apenas lo!raa ver las

leyendas de su #ato onald, sue<o lar!o, profundo yreposado...

En el comedor, una Tltima ?ena de plata sore fondone!ro y otra omilla col!ando tami2n de alt&simo, casireposando sore la mesa enorme y oscura. Julius sintió que unescalofr&o le empe%aa en los test&culos y le terminaa en lacae%a, transform)ndose casi, si no fuera porque soy ni<o, en



derrame cereral. ?ontroló su cuerpo. 1e sent&a ien, claroque se sent&a ien y ah& ven&a la auelita con un otellón de?oca=?ola tama<o familiar y el ?astillo es un mentiroso. /emandó una sonrisa triunfal y a ?ano, una sonrisa de ami!o, y?ano se miró el ra%o entalillado y en ese momento laauelita les alcan%ó dos vasos, ueno, vasitos, y Julius apostóque ian a tomar m)s ?oca=?ola que el ?astillo en todos losd&as de su vida, pero la auelita les llenó los vasos, ueno,vasitos, y tapó la otella, para la próFima ve% que ven!as,hi$ito, y se la llevó a la cocina. olvió con unos panes quese!uro ha&an estado !uardados en al!ún muele queconta!iaa fr&o, unos panes con palta que a Julius le ian acaer p2simo.

1e le terminó de ir el sue<o cuando ?ano le di$o que leia a confesar su secreto y sus planes, pero antes ten&a que

$urarle que no le ia a contar a nadie. Julius le $uró por ios, ypara convencerlo del todo, casi le promete que tampoco le iaa contar a nadie que tu casa es tan sucia y tan fea, pero ah& mismo se dio cuenta y se !uardó la promesa para s&. ?ano ledi$o que no hiciera ulla un ratito. Escucharon en silencio yefectivamente la auelita estaa en la cocina y ya ia a serhora de su rosario. #od&an encerrarse y quedarse solos unmomento. ?ano se acercó al roperote que inCu&a en su vida y

arió la puerta. 7en, ac2rcate8, le di$o y Julius vino a su ladoy vio que le se<alaa tres pedrones.

LAhora no puedo car!arlos Lle di$oL, pero dentro dequince d&as los volver2 a car!ar.

L9#ara qu2:

LUn chico del arrio, uno que no est) en el cole!io, meha dicho que si los car!o todos los d&as, a los dos meses ser2m)s fuerte que ernandito.

L9?ómo saes:LUn chico del arrio que no est) en el cole!io me lo ha

dicho.

?ano empe%ó a rascarse la cae%a y a mirar a Juliussonriente y conado. Julius estaa pensando que por su casanunca ha&a haido chicos del arrio y cómo ser&a eso. ?ano



lo se!u&a mirando, sonriente.

L9#ero cómo saes:

L#orque las car!as todos los d&as y cada ve% eres m)sfuerte.

Julius pensó en ernandito y volvió a pre!untarle, 9cómosaes:, pero ?ano no captó ese mati% de su pre!unta y 2l yano supo de qu2 manera insistir. Adem)s, ?ano le dec&a que lecreyera, que esperara y que ia a ver dentro de dos meses@ lero!aa, eso s&, que no le di$era a nadie. Julius le $urónuevamente por ios, y para que el otro se quedara m)stranquilo, le eFplicó que har&a que ser muy ruto paracontarlo ahora porque ernandito se enterar&a, y como todav&afalta mucho para dos meses, viene y te saca la mu!re.

/a auelita arió la puerta del dormitorio y ?ano cerrór)pidamente la del ropero. Al!o raro notó la vie$ita pero no losresondró porque Julius se ve&a que era un ni<ito muy ien. /esdi$o que pod&an camiar sus #ato onalds, as& cada uno puedeleer dos #ato onalds, y a!re!ó que era una pena que nopudieran salir a $u!ar un poquito al $ard&n, pero este ni<o tieneque reposar para que pueda ir al cole!io el lunes. A la cama ysin moverse. Prdenes de auelita. esde ni<o ha&a queaprender a resi!narse. Il nos ha&a dado el me$or e$emplo de

resi!nación, qui2n sino Il ha&a sido tan resi!nado toda suvida... 1&, se<ora, s&, se<ora, s&, se<ora, s&, se<ora, esteee...no, se<ora.

7/le!amos a la nca de la tecla alemana8, le di$o ?arlos. Julius lo miró como diciendo es la nieta de Beethoven, m)srespeto, pero prerió no hacer nin!ún comentario porque,como siempre, ?arlos lo ia a mirar urlonamente. Adem)seso no era una nca sino una anti!ua casona de la /imase<orial. 1usan se lo ha&a eFplicado. /e ha&a contado que,

sin duda, esa casona ha&a sido haitada por al!una !ranfamilia cuyos descendientes viv&an hoy en 1an 0sidro oMiraCores, a lo me$or en Monterrico, a no ser que huieranvenido a menos, en cuyo caso ella ya no sa&a qu2 ha&a sidode esa !ente. #ero para qu2 eFplicarle esas cosas a ?arlos, sereir) de m&, y cuando le di!a mami me lo ha dicho, se reir)m)s todav&a. ?o!ió sus cuadernos de música y a$ó corriendo



del Mercedes.

e !olpe se encontró con la oscuridad del %a!u)n, perolo atravesó tranquilito porque ahora ya sa&a de qu2 setrataa todo eso. ?laro, mami tiene ra%ón fueron !randes

casas llenas de haitaciones y la !ente las alquila paraocinas porque todo el mundo traa$a en el centro y esconveniente tener la ocina ah&. >ami2n hay quienes vivenen ellas, la clase media, Julius, la clase media a$a, muy a$a aveces, y la mu$er muy lanca vestida con !randes espacioslancos es la viuda de un empleado del estado y todos losmeses va a corar su montep&o... Montep&o, darlin!, lo que lepa!an a las viudas de los que traa$an para el estado. Esasmu$eres tami2n viven en las vie$as casonas porque tienenalquileres muy anti!uos, pre!úntale a t&o Juan /ucas esa!ente es un prolema. >e compras una casona de 2sasvini2ndose aa$o, para construir un edicio, y tienes quemeter tropa para sacar a los inquilinos, por nada quierensoltar la !an!a del alquiler. Julius caminaa tranquilamentepor los altos, mirando hacia el %a!u)n y pensando que laschicas del cole!io son las chicas de los cole!ios nacionales.7DAh Ldi$o t&o JuanL, esas huachatas son las me$oressecretarias. En cuanto a la onita que se pinta las u<as, qu2quieres que te di!a, muchacho. Esa me parece que se va por

el mal camino.8 Julius se ha&a detenido en el puntoestrat2!ico desde el cual contemplaa a la muchacha onitapintarse las u<as. 1iempre se estaa pintando las u<assentada as&, al pie de la ventana, y 2l inconscientementeha&a empe%ado a apurarse en lle!ar a la academia parapoderla contemplar unos minutos antes de que empe%ara suclase. -culto all) arria la oservaa irse por el mal camino.1e ia contenta, sonriente, pint)ndose cuidadosamente lasu<as, tarareando oleros. Il le ha&a contado todos esos

detalles a Juan /ucas y t&o Juan /ucas, por todo comentario,ha&a dicho a 2sa le !usta lo prohiido. +o puede ser, mentira,?arlos, +ilda, ilma, todos tararean oleros. 9#ero entoncespor qu2 no se $untaa con las dos chicas que ian a ser muyuenas secretarias: 9#or qu2: Estaan en el mismo cole!io,se ve&a por el uniforme, viv&an en la misma casona, pero lassecretarias estudiaan todo el tiempo y en camio ella no



paraa de irse por el mal camino. 1iempre sonriendo, siemprepint)ndose las u<as y tarareando oleros. 1e miraa las u<as,se las soplaa y volteaa a mirar al %a!u)n, entonces Julius sehac&a r)pidamente a un lado. altaa un minuto para la clasey 2l quiso contemplarla un ratito m)s, cuando de repente, lachica tan onita se inclinó para mo$ar el pincel en el esmaltey, al incorporarse, le hi%o adiós con la mano que estaasoplando. Julius se quedó tieso porque ella nunca lo ha&avisto all) arria, imposile, tiene que haerle hecho adiós aotro, pero la chica le sonrió claramente y empe%ó a cantarle a2l o al aire >e duele saer de m&, amor, amor qu2 malo eres...

>en&a que ser a 2l, lo venció el p)nico, Julius pe!ó un saltohacia atr)s y hacia un lado al mismo tiempo y fue a parar

$unto a una risita.

Je=$e=$e... 1e deatió entre enterarse de su procedencia ysalir disparado sin haer visto ni o&do nunca nada, pero en eseinstante la risita se convirtió en palaras y el lu!ar de suprocedencia, en la ventana del vie$ito saio del coco calvo.7/a ni<a, la ni<a8, dec&a el vie$ito, cuando 2l se atrevió por na voltear a mirarlo. 7/a ni<a, la ni<a8, repet&a con los o$osllenos de ale!r&a, chinitos de felicidad detr)s de sus anteo$os.7Hace d&as que la ni<a, la ni<a $e=$e=$e$e...8 Julius no sa&a qu2hacerse con la felicidad del vie$ito saio. Mucho menos supo

qu2 hacerse cuando la felicidad se le convirtió en tos yempe%ó a aho!)rsele detr)s de la ventana. 0a a morir feli% elsaio, dale con matarse de risa entre espasmo y espasmo, ydale con se!uir halando de la ni<a la ni<a la ni<a, no tardaaen quedarse muerto con esas palaras en los laios. Ah& lode$ó Julius, lue!o de eFplicarle que nuevamente ia a lle!artarde a su clase de piano. 7rau #roserpina se va a molestar8,a!re!ó al irse. e !olpe el vie$ito se puso muy serio. Hasta seasomó entre la re$a para decirle al!o que 2l ya no lo!ró

escuchar muy ien, al!o de que rau #roserpina no pod&adarse ese lu$o.

Esa misma tarde Julius se convenció de que se le ha&aacaado por completo el sentimiento. 1ólo su curiosidad lohar&a a!uantar m)s re!la%os en la mu<eca. rau #roserpinaestaa cada d&a m)s severa y hasta insolente y malcriada noparaa. 1in cesar le repet&a que era el peor de sus alumnos y



que si no me$oraa notalemente le ia a escriir una carta asu mam), dici2ndole que las clases no pod&an continuar porfalta de talento del alumno. /os re!la%os continuaan a laorden del d&a. /os chales tami2n. ealmente incre&le elasunto de los chales. Ga casi no pod&a con los que llevaaencima, y sin emar!o el espaldar de la silla desfondadase!u&a llenecito de chales nuevos. -tra cosa de lo m)s raraera lo de los alumnos. 7#untuales todos menos tú8, dec&asiempre rau #roserpina, pero Julius ya ten&a sus sospechassore el particular. ?laro que 2l siempre lle!aa un poquitotarde porque hasta hoy, en que ha&a descuierto que la chicalo ha&a descuierto, se quedaa un se!undito m)s mir)ndolay ah& se le ian varios minutos de clase. Era proale que enese momento se marchara el alumno puntual que daa su

lección antes que 2l, pero entonces por qu2 no lo ve&a nuncapasar a su lado. Ese alumno ten&a que pasar por el mismocorredor. ?laro que a lo me$or 2l andaa tan concentrado en lachica que se va por el mal camino que ni cuenta se daacuando el otro sal&a. 9#ero y el que ven&a despu2s: A 2setampoco le ha&a visto la cara. ?on todas esas ideas Cuyendopor su mente, a Julius le quedó poca atención para elprolema de las mu<ecas y una nueva serie de re!la%os consu levanta la monyeca de estilo no se hi%o esperar. #or n un

re!la%o colmó la medida y Julius, en pleno vuelo por lasescalas musicales tomó la rme decisión de conocer a fondoal vie$ito saio, de ense<arle a la ni<a de las u<as pintadas eluen camino, de pre!untarle por el monto del montep&o a lamu$er muy lanca que se vest&a con !randes espacioslancos, de camiarle de omilla el2ctrica a las futurassecretarias de Juan /ucas, de pre!untarle al que arre!laa lasm)quinas de escriir inserviles de qu2 viv&a, de leerse unoscuantos plie!os del escriano y, por último, no me pe!uesvie$a de mierda, de enterarse del oscuro secreto que rodeaala academia de la nieta de Beethoven. 79Aún no se haterminado con los e$ercicios y ya estamos fati!ados:8 Enefecto, Julius ha&a pe!ado un !ran suspiro, pero no por lasra%ones que rau #roserpina supon&a. Era la cantidad dedecisiones tomadas en un se!undito la que lo ha&a de$ado!ro!ui. ?asi le pide otro re!la%o a la vie$a, a ver si le infund&a



el cora$e necesario para emprender tanta aventura. 7El asuntomarcha de mal en peor Lle di$o, en camio, rau #roserpinaL. +o podemos emprender nada nuevo hasta que usted nosepa ien estos e$ercicios.8 Julius le ia a responder que s& lossa&a, que lo de$ara proar otra ve%, cuando ella, sae iospor qu2, a<adió 7El ne!ocio se va a la quiera.8 1e quedómir)ndolo inquisitivamente. >ami2n Julius la miraadesconcertado, esperando al!una eFplicación sore el sentidode su frase, pero rau #roserpina, como reponi2ndose de undesfallecimiento, volvió a adoptar su tono chillón y le di$o quepasado ma<ana no ha&a clases. 7#asado ma<ana hay recital.Usted se queda en su casa practicando sus e$ercicios. Elrecital incluye sólo a los me$ores alumnos.8 A Julius, que ha&a!urado entre los me$ores pianistas del 0nmaculado ?ora%ón,

la frasecita le cayó como patada en el h&!ado. 1e quedóprofundamente ofendido y consideró el asunto como unre!la%o simólico=moral en lo m)s hondo de su alma. +o di$oni p&o, sin emar!o. /o que hi%o fue levantar alt&simo lasmu<ecas y arrancarse con el e$ercicio como en sus uenas2pocas@ se llenó de sentimiento, y ya no tardaa enconvertirse en el me$or alumno del mundo, cuando rau#roserpina le colocó su relo$ sore el teclado, 2l casi se lo llevaen su camino, y le di$o que la lección ha&a terminado y que el

próFimo alumno lle!ar&a en cuestión de se!undos. +uevore!la%o simólico=moral para Julius que se incorporó furioso,reco!ió sus cuadernos y se marchó pr)cticamente sindespedirse, murmurando vie$a loca, en /ima nunca nieva,mientras cru%aa el umral de la puerta. 1e detuvo no ien sesintió lire, y esperó unos minutos medio a!a%apado contra lapared del corredor. el alumno puntual ni la somra y losre!la%os simólico=morales dol&an todav&a. /e fue f)cil darmedia vuelta y asomarse por la puerta de la academia,rar&simo rau #roserpina ha&a apa!ado las luces queiluminaan amos pianos. Julius consultó con su alma. Aúndol&a el casti!o. +o le fue dif&cil soltar una tosecita, una!arraspeadita, lo suciente para que la nieta de Beethovenarro$ara la made$a de lana y encendiera de un salto la lu%.#ero 2l ya ha&a partido la carrera.

1e estrelló con la risita del saio. 70mposile, pensó al



ver que el vie$ito continuaa muerto de risa. Ga se har&aaho!ado.8 0!noraa que lo ha&a escuchado acercarsecorriendo a su ventana y que ha&a vuelto a asomarse.Adem)s se estaa riendo de otra cosa, ahora. 7Muy mala,muy mala8, le dec&a, y dale con su $e=$e=$e, ya no tardaan envolverle los espasmos en que desemocaa siempre suale!r&a. 7Muy mala rau #roserpina.8 Julius le di$o que era lanieta de Beethoven y al saio se le llenaron los o$itos deale!r&a, otra ve% a matarse de risa. G por re&rse no lo!raadecir lo que quer&a, la risa lo dominaa, y Julius no pod&aentenderle... Je $e $e, s& s&, $e $e $e, hi$ito, $e $e $e, la nieta $e $e

$e de su auelito $e $e $e de Beethoven $e $e $e... #or n al!oque Julius lo!ró entender claramente 79;ui2n te lo hadicho:8

LMi t&o Juan /ucas... Est) casado con mi mam). LD Ah >u pap), s&, s&...

Julius pensó que era un uen momento para se!uir conel di)lo!o. El vie$ito saio ha&a parado de re&rse y lo miraaahora muy serio.

L/a chica...

Metió la pata. +o ien nomró a la chica el vie$itoempe%ó a matarse de risa otra ve%. Julius tuvo que esperar

pacientemente que terminara.L9G en esa ventana: 9Ese homre que arre!la las

m)quinas:

L>odos traa$amos en la vida. Hay que traa$ar. 9>útami2n traa$as:

LGo estoy en el cole!io.

LEstudias para despu2s traa$ar.

Julius pensó en el homre de las m)quinas y en Juan/ucas. El vie$ito no era tan saio como parec&a. 1us respuestaslo de$aan en las mismas.

L9#ero esas m)quinas qui2n las quiere: Est)n revie$as.

L/as quieren sus due<os. +o tienen para comprarsenuevas.



L9G cómo !ana plata ese homre: L>raa$a mucho y!ana poco. L9G usted, se<or: Lilatelia.

Julius pensó que en los Estados Unidos quedaa iladelay lo miró con cara de co$udo.

LGo colecciono estampillas. Eso es la latelia. Go soy unlatelista. Mira mis )lumes sore la mesa.

L9G la mu$er en esa ventana all) aa$o:

;u2 har&a dicho de malo para que el vie$ito empe%ara ahacerle no no no no con la mano, y a ponerle cara de asco.

Julius se quedó completamente desconcertado. Justo cuandoel interro!atorio comen%aa a marchar...

LGo nunca a$o. Estoy muy vie$o. +o interesa, no

interesa...LEs la se<ora viuda del montep&o...

L9G a ti qui2n te cuenta todo eso:

L>&o Juan /ucas.... +o. Mi mam).

LHa%me un favor, hi$ito. Un !ran favor. Go ya no puedoa$ar@ me cuesta mucho traa$o a$ar. ?ómprame el periódico.-tro d&a halaremos de esa mu$er.

El vie$ecito le dio la espalda para diri!irse a su escritorioy empe%ó a uscar por los ceniceros hasta que encontró unamoneda. ino nuevamente a la ventana para entre!)rsela, y

Julius le di$o que ahorita volv&a. 1alió disparado y no paróhasta toparse con ?arlos. Ha&a mirado a todos ladosmientras corr&a. ?ada uno en su ventana ella pint)ndose lasu<as, mir)ndolo sonriente, pero 2l ni sonrisa ni nada,derechito hasta el portón. 79Adonde vas con otellasvac&as:8, lo emparó ?arlos. Julius le eFplicó como pudo lo delvie$ito, y ?arlos le di$o que al saio le hac&a a!ua la canoa.

79;u2:8 7Maricón, homre8, le eFplicó, pero 2l no pod&aquedarse con la plata del vie$ito tan pore y adem)s por qu2,?arlos, no es maricón, d2$ame ir, d2$ame ir. ?arlos aceptópero con la condición de que el asunto no durara m)s de muypoco y de que 2l pudiera vi!ilarlo desde la somra. Juliusatravesó la calle, compró el ?omercio de la noche, y volviócorriendo hacia el %a!u)n. >e duele saer de m&, amor, amor



qu2 malo eres... pero 2l no quiso enterarse de tancorrompidas palaras y si!uió su camino hacia los altos.?arlos, m)s ien, se detuvo y volteó a mirar esa Cor en otón,ya le estaa calculando la edad, pensando un par de a<itosm)s y se me pone como pepa de man!o, pero la Cor se cerróocultando la cara al verlo, !irando para mirar hacia el interiorde la haitación y enmudeciendo. ?arlos se ca!ó en la ni<a yal%ó la cae%a. esde ah& aa$o pod&a cuidar a Julius.

LMil !racias, mil !racias. A mi edad, hi$ito, a mi edadhay esfuer%os que ya no se pueden hacer... /a nieta deBeethoven, 9no:

L+o me !usta Lse le escapó a Julius, a quien el pasadole volv&a de pronto, llenecito de !olpes simólicomorales.

L+o nos !usta, hi$ito. >oma.A Julius le temló la mano al reciirla. #rimero decidió no

verla y continuó mirando al vie$ito, pero lue!o los o$os se lellenaron de l)!rimas y a$ó la mirada hacia la redondelita fr&a,rillante y sin peso que le aarcaa incómoda &nte!ra lamano. Ga los ten&a los cinco centavos, !racias, no los quer&a,!racias no los quer... #ero el vie$ito ha&a aierto los ra%oscomo el papa endiciendo, el periódico lo a!itaa en el airemientras halaa, 7nuevecita, nuevecita, repet&a, rilla como

el oro y vale un caramelo8. Julius decidió que el vie$ito erasaio y que ?arlos era un malo que se urlaa de todo elmundo, no, ?arlos no era malo, se equivocaa solamente,dónde estar) para que vea que no le hace a!ua el maricón,un saio.

L>en!o que irme. ?arlos me est) esperando.

L9;ui2n es ?arlos:

Julius volteó hacia el %a!u)n donde ?arlos lo a!uardaa

mirando. 7Me espera ?arlos8, repitió, y ya se ia, pero unaúltima pre!unta lo detuvo, 9qui2n era la chica: +o se atrev&a,el vie$ito ia a empe%ar a re&rse.

L9;ui2n es la chica que se va por el mal camino:

L9Eso tami2n te lo ha dicho tu pap): LEsta ve% elvie$ito se puso muy tristeL. 9;ui2n es tu pap):



LEs mi t&o Juan /ucas. Est) casado con mami.

L9;ui2n es tu pap): Lrepitió el vie$ito saio del cococalvo. #ero m)s que pre!untar, pensaa, mirando all) aa$o,donde la chica sentada al pie de su ventana se pintaa las

u<as sonriente. >arareaa otra ve%.L9;ui2n es: 9#or qu2:...

L>odo aqu& se va por el mal camino Llo interrumpió elvie$ito.

LDamos oye L!ritó ?arlos casi al mismo tiempo,desde aa$oL. DGa est) ien de conversa

1e diri!ió hacia el portón al ver que Julius a$aa. >eduele saer de m&, amor, amor qu2 malo eres. /as Cores que

en el cielo se creyeron, cayeron atidas en la humillación. >rató de darle al!una eFplicación, empe%ó a contarle lo

de las estampillas, pero ?arlos lo interrumpió.

L9ilat2lico o locat2lico: Lpre!untó, poniendo el motoren marcha.

Julius enmudeció. ?on ?arlos no puede nadie. /e miró eli!ote y descurió que ha&a i!otes cortados para tomar lavida en roma. 1e puso la mano encima de la oca, ah& donde

2l no ten&a i!ote, no lo tendr&a aún por muchos a<os, mirópor la ventana del Mercedes y, en la oscuridad de la noche, enesa parte tan vie$a, tan fea de /ima, el vie$ito volvió a decirleaqu& todo se va por el mal camino.

7>odo, pensaa tami2n el vie$ito, pero el ni<o qu2simp)tico, ore$ón como nos pintan a nosotros los $ud&os...8 1eha&a quedado en la ventana, escuchando va!amente eltararear de la cole!iala, ni cuenta se daa de que le estaa!ustando, pero sus manos empe%aron a enfri)rsele prendidas

a las arras de un campo de concentración, y tuvo queretirarlas de la re$a. 1e fue entonces a pe!ar tres estampillasque le quedaan para toda la noche, m)s el periódico hacea<os sin noticias para 2l. 1ólo el ni<o, la nieta de Boeethoven,la ni<e%... Esta casado con mami... -yó claramente unacanción y estuvo un momento mirando una radio como lasm)quinas de escriir de esa ventana, pero la canción ven&a de



aa$o... 9;ui2n es la chica que se vapor el mal camino:...Avan%ó para cerrar la ventana. /a cerró pero ahora le fallaala cancioncilla, f&$ate tú, a<os a<os. Arió la ventana, primerave% que la música en este pa&s... Mucho le temló la mano demarl manchada de tinta verde y a%ul cuando trató de pe!aruna de las tres estampillas para la noche, lo interrumpióadem)s la ni<a cantando cada ve% m)s fuerte. e$ó laestampilla a un lado, f&$ate tú, hasta le provocaa sentarse unrato, pensar sin recuerdos, s&, s&, una ni<a que canta y un ni<oque viene...

Ah& viene. /o escuchaa suir lentamente y, por primerave% en a<os, se ale!raa de no tener estampillas !uardadaspara la noche. 0a a estar astante cansado por la noche, muya!itado despu2s de proarle al ni<o que rau #roserpina eramala y loca, sumamente nervioso despu2s de contarle toda laverdad. 1&, esos eran los pasos del ni<o en el corredor, y ahoraque no lo escuchaa, el ni<o se ha&a detenido para mirar a lacole!iala. El vie$ito se asomó a la

ventana. Ah& estaa Julius. Aún no ha&a terminado deacomodarse en su trinchera, y el enemi!o=ami!o ya lo ha&adescuierto. 0!ualito que el otro d&a. >uvo que salir disparado,un salto hacia atr)s y hacia un lado, unos pasos y ahora sólole quedaa voltear y saludarlo. L+o ten!o clase.

L9?ómo: 9G entonces para qu2 has venido:

/a eFplicación era muy lar!a y adem)s Julius, llenecitode planes imposter!ales, i!noraa por completo que elvie$ito saio del coco calvo andaa tami2n lleno de ideas quecorr&an casi paralelas a las suyas. +o ha&a olvidado lo delrecital. Era sólo para los me$ores y 2l deer&a estar en su casad)ndole duro a sus e$ercicios, pero los re!la%os simólico=morales continuaan ardi2ndole, y ah& estaa dispuesto a

asistir como fuera al recital.LGo no ten!o que venir LeFplicóL. Hoy hay recital para

los alumnos !randes.

El vie$ito empe%ó a caer en la cuenta. 7Ah8, di$oale$)ndose de la ventana y diri!i2ndose hacia la pared delfondo donde col!aa un almanaque.



L?laro, claro... Ga recuerdo. Hoy es primer viernes delmes. >odos los primeros viernes del mes hay recitales. A$a...?onque recital, 9no: G tú no tienes permiso para venir alrecital, $e=$e=$e, claro que no... D/a !ran academia de rau#roserpina D/a !ran academia de la nieta de Beethoven9;ui2n le di$o a tu pap) que rau #roserpina era nieta deBeethoven:

L+o s2@ t&o Juan /ucas lo sa&a.

L9>&o Juan /ucas:

LEst) casado con mi mami.

Lerdad. 9>ú le has dicho que es nieta de Beethoven:,9a rau #roserpina se lo has dicho:

LD+o >&o Juan /ucas me lo ha prohiido.Est) casado con mami... +o@ tal ve% esa felon&a no era de

esta malvada, pero malvada era de todas maneras.enitivamente el vie$ito saio ten&a sus ideas sore rau#roserpina.

L/a !ente de aqu& se!uro que va a venir al recital.

L+o lo s2, hi$ito, no lo s2... #ero tú y yo vamos a asistiral recital famoso.

/e pidió que lo esperara, y Julius vio cuando se pon&a laufanda y desaparec&a por la puerta de la haitación. ?reyóque tendr&a tiempo para acercarse nuevamente a la aranda yechar otra miradita al %a!u)n, pero la vocecita del saio losorprendió llam)ndolo desde un eFtremo del corredor.

Len Lle dec&a.

Julius lo!ró ver que la chica de los oleros no estaa ensu ventana, se!uro se estaa arre!lando para venir al recital.1e apuró hasta alcan%ar al vie$ito en la esquina del corredor.

Juntos torcieron a la derecha y avan%aron hasta el fondo deese otro corredor, ah& estaa la academia. Julius empe%ó atemlar no ien vio la puerta.

El recital ha&a comen%ado. +o ca&a la menor duda deque uno de los me$ores alumnos estaa tocando porque elpiano sonaa como los discos de t&o Juan /ucas. #or primera



ve% en su vida Julius captó la diferencia entre su My Bony liesover the ocean y lo que tocaan los alumnos que ha&anemprendido muchas lecciones con la nieta de Beethoven. Allle!ar a la puerta quiso dar marcha atr)s, pero el vie$itoparec&a decidido a todo. Hasta le co!ió la mano para darlecora$e o para que no se le escapara. 7Mira8, le di$o,empu$ando li!eramente la puerta. Julius pudo ver las cuatroancas de siempre pe!adas al fondo, todo oscuro, sólo lospianos muy iluminados y la que tocaa mucho me$or que 2l ensu 2poca de oro era nada menos que rau #roserpina.

LD>ú eres su único alumno

/a vo% del vie$ito lo terminó de convencer, pero ahoraquer&a irse y no pod&a. ?ada ve% le apretaa m)s fuerte la

mano, $adeaa el vie$ito, temlaa como si le fuera a dar unataque de raia.

L+o tiene alumnos porque es vie$a y mala. Die$a ymala Die$a y mala

#erdió el equilirio pero lo!ró apoyarse en la ho$a de lapuerta que permanec&a cerrada. 7eli%mente Lsuspiró

JuliusL. 1i se apoya en la otra se va de narices adentro.8?ada ve% $adeaa m)s el vie$ito, ya ni siquiera se cuidaa de

no hacer ruido. G no ien recuperó del todo el equilirio,empu$ó nuevamente la ho$a entreaierta como si quisiera que Julius se convenciera aún m)s de lo que estaa viendo. Juliusvolvió a asomarse y fue horrile porque en ese instante rau#roserpina empe%ó a equivocarse y de !olpe paró de tocar.

LEs el intermedio Lle di$o el vie$itoL. Ahora ella va aanunciar una reve pausa, para que el púlico pueda pasar atomar un refresco al ar antes de la se!unda parte delconcierto.

rau #roserpina se acercó al orde del estrado e hi%o un!esto col2rico diri!i2ndose al púlico. Julius sacóinmediatamente la cae%a, pero el vie$ito le di$o mira, y 2l notuvo m)s remedio que mirar co!&a una made$a de lana, sesentaa, se puso a te$er durante el entreacto.

A 2l le astaa ya, pero el vie$ito no pod&a contener su



raia, insist&a en que ten&a que verlo todo hasta el n. #orqueahora rau #roserpina ia a volver hasta el orde delescenario y les ia a anunciar la se!unda mitad del pro!rama.

LHace a<os que hace lo mismo.

Julius le di$o, le ro!ó que quer&a irse, pero al vie$ito lodominaa la raia.

L$1& D1& #ero antes quiero que sepas ien por qu2. DEsamu$er no te va a ense<ar nada DEs mala D/oca y mala >úeres el único alumno que tiene y se las quiere ven!ar conti!o.9;ui2n te mandó aqu&: Me ima!ino que fue el que est)casado con tu mami. D#ues aqu& ya se acaó todo DAqu& todose va por el mal camino Drau #roserpina no es nadie Dueuna !ran profesora pero no es nadie ya DG tú no tienes por

qu2 ser la v&ctima D&ctima como yo A m& me suarriendaese cuartucho miserale en que vivo y me quiere otarporque no puedo pa!arle m)s... A costa tuya y m&a quieremantener... quiere mantener... 1& tú dees ser un ni<o rico...#or eso te trata as&... ;uiere creer que eres un alumno m)s yeres el único alumno que tiene en el mundo... G yo con mirenta tami2n ten!o que mantener... mantener... Go ten!o quemantener...

#ero sus !ritos ha&an ido disminuyendo paulatinamente

y Julius sent&a que ya no le apretaa la mano, temlaa ahorael vie$ito, y 2l notó que la raia lo ia aandonando, sollo%aa,hasta trató de irse, muy tarde ya la ten&an encima.

LDJud&o morda% Lchilló rau #roserpina, terminando dearir la ho$a de la puerta por donde ellos ha&an estadoa!uaitando.

#ero el vie$ito lloraa ahora, y ella no lo!raa eFplicarsemuy ien qu2 ocurr&a, hasta que notó que al!uien m)s

peque<o estaa escondido detr)s de la ho$a cerrada. rau#roserpina se asomó y descurió a Julius.

LDJud&o morda%

LD+o D+o D+o Lclamaa el vie$ito, llorando,aandonado ya del todo por la raia, al%ando el ra%o como siquisiera detener toda la escena, como si nunca huiera



querido empe%ar con todo eso.

LDas a pa!ar, $ud&o morda% D>err&co

LD+o D+o +o me ha&a dado cuenta...

LD>u renta vas a pa!ar D/o que yo te pidaLD+o importa D+o importa D+o me ha&a dadocuenta... El ni<o se va...

LDEn la calle vas a dormir esta noche $ud&o morda%

#ero el vie$ito ya no la escuchaa@ le ha&a dado laespalda y miraa sollo%ando a Julius que se ale$aa por últimave% para los dos. +o se ha&a dado cuenta, fue el entusiasmodel otro d&a, la felicidad, la cólera despu2s, la miseria... >odotrató de decirlo el vie$ito, yo tami2n... #ero Julius ha&atorcido a la derecha, ya no estaa en el corredor, ya ni 2l niella lo volver&an a ver... rau #roserpina se ha&a adelantadohasta ponerse $unto a 2l, y miraa desconcertada hacia laoscuridad vac&a del corredor.

LD/a academia ha terminado para usted L!ritó, paraque Julius supiera que su falta de talento la oli!aa a pedirleque se marchara.

Una mu$er encendió la lu% de su haitación y se asomó a

la ventana que daa al corredor, por el lado de la academia.0a a tender una s)ana, cuando se dio con lo dos ah& parados. /a lu% de su propia ventana le permitió verlosclaramente qu2 vie$a rau #roserpina pero siempre tan tiesa,soldado alem)n parece, y el vie$ito $ud&o temleque, 9qu2har)n $untos sin pelearse: #or una ve% que no se est)npeleando. 1e!uro son ellos los que han estado !ritandoendenantes... /a mu$er se ocultó al ver que el vie$ito avan%aaacerc)ndose. 0a haciendo no con la cae%a. +o ten&aestampillas preparadas para la noche...

LEn invierno no se echa a nadie a la calle Lle di$o rau#roserpinaL. Ga halaremos cuando pasen las nieves.

G despu2s dio media vuelta y entró al auditorium,cerrando la puerta detr)s de ella, para evitar que se enfriarala !ran academia. 1e diri!&a rmemente hacia la silla de loschales, cuando de pronto escuchó los aplausos.



Anochec&a cuando ?arlos empe%ó a ocinear frente alportón eFterior del palacio, pensando en todo el dinero que seha&a invertido en tremenda nca y sin emar!o no ha&ansido capaces de a!re!ar un poquito m)s para una puertaautom)tica. >rató de dec&rselo a Julius pero Julius andaa muyde capa ca&da, me$or de$arlo que cante su tan!o sólito. 0nsistiócon la ocina y nada. 7?ómo se ve que no es la del carro delse<or LpensaaL, ah& s& que sal&an los chontriles a la carrera,claro, don$u)n no !asta en puertas autom)ticas porque tienedos chinos para arirle la puerta autom)ticamente, las manyael del Ja!uar, toditas se las sae.8 #or n arió ?elso y, alentrar el Mercedes, Julius como que despertó atra&do por unautomóvil incre&le. ?arlos estacionó y se quedócontemplando la pie%a de museo que ha&an tra&do al palacio.

Era un ne!ro y antiqu&simo /a 1alle, pero estaa nuevecito,chilland2, y los tres lo miraan como al!o que no deer&aeFistir m)s que en el cine. Julius corrió a verlo por dentro. 1&,como en las pel&culas de !an!sters, su luna al medioseparando al chofer de los de atr)s, as& no se enteraa de loque andaan tramando los se<ores o quien fuera el due<o dela incre&le limousine. ?elso ia a decir que era de un ami!odel se<or y que acaaa de lle!ar, pero ?arlos lo interrumpió.

L9Ga mataron a la familia: Lpre!untó.

L1&, pues, su carro de un andido parece Ldi$oUniverso, el $ardinero, apareciendo en la escena.

L9?ómo andido: 9?u)l es tu andido: )ster, homreDAprende

/a puerta del /a 1alle se arió y apareció un ne!roinmenso much&simo m)s uniformado que ?arlos. ?asi re!resapor su !orra ?arlos, pero el ne!ro inmenso ya se estaadescuriendo y ah& ha&a conversa para rato, en cuanto se

fueran el ni<o y los del Ande@ as& s& que daa !usto, entredevotos del mismo santo y que viva lo moreno, ampliassonrisas luc&an los choferes.

Ele!ant&simo, aniel arió la puerta del palacio y Julius losaludó pre!unt)ndole al mismo tiempo qui2n era. +o lo sa&aaún, era un se<or muy raro pero su nomre no lo sa&a, sóloque don Juan /ucas le ha&a dicho que ia a reciir a un ami!o



por la tarde. Julius le pre!untó por la ecidida, en el precisomomento en que sus !ritos empe%aan a invadir esa %ona delpalacio, ya se ha&a enterado de su lle!ada y ven&a a !ritarlopor tener el uniforme sucio como todos los d&as y porque erahora de que se pusiera a hacer sus temas. Empe%ó a diri!irsea Julius desde el fondo de esa %ona del palacio pero derepente 2l la vio perder viada, cada ve% andaa m)s despaciola ecidida y no era sólo efecto de los techos mata=ruidos,ha&a al!o m)s, ya casi no se le escuchaa, ella que siemprere&a y que presum&a de que part&a los cora%ones... Juliusavan%ó hacia donde la pore ecidida se ha&a quedadoquietecita lue!o de murmurar un l)n!uido uenas tardes,

$ustito antes de enterrar la mirada en el suelo.

LBuenas tardes, o me$or dicho uenas noches, porqueaqu& ya est) todo iluminado.

El pore Julius, que aún se!u&a uscando a la chica queno se ia por el mal camino para decirle adiós me voy parasiempre, casi se cae del susto.

LBuenas noches Lrepitió la vo% mala del homre dene!ro con somrero ne!ro, sentado en un taurete en el arde invierno.

L#erdón, se<or@ estaa distra&do Lle sonrió Julius,

acerc)ndose a darle la mano al !)n!ster ami!o de t&o Juan/ucas. LBuenas noches, se<or Lrepitió sonriente.

#ero la sonrisa en los ni<os los confund&a con mu$ercitas,2ste todav&a ten&a vo% de maricón, qu2 hi$os los que se haacoplado Juan /ucas, lo cierto es que Al ?apone se limitó ape!arle un apretón de manos y la sonrisa de Julius se topó conlos mismos o$os que hac&a un instante acaaan de terminarcon la ecidida. +o sa&a qu2 hacer Julius, y Al ?aponecontinuaa sentado sore el taurete, sin mostrarle inter2s

al!uno por los liros que tra&a. ?ualquiera le huierapre!untado 9y en qu2 cole!io est)s:, y 9esos liros qu2 son:,entonces 2l podr&a haerle eFplicado que ven&a de su últimaclase de piano y, a lo me$or, si era uena !ente, hasta haerlecontado lo que le ha&a ocurrido y que la chica no se ia por elmal camino, que 2sas eran cosas de t&o Juan /ucas, ya podr&anser &ntimos, pero nada con ?apone. +i siquiera se ha&a



quitado el somrero y esa manera de sacar pecho como siestuviera incesantemente reciiendo una condecoración. G lamirada terrile a$o el ala del somrero, ya nadie usaasomrero en /ima, ni esos ternos tan cuadrados de homros,ni tantas cadenas de oro en el chaleco.

L>us padres est)n por lle!ar Lle di$o, mir)ndolo otra ve%de esa forma tan mala, tan rara que Julius ya ha&a visto antespero dónde.

/e ia a decir que si quer&a pasar a esperar en la sala,pero Al ?apone le clavó m)s los o$os, 2l ha&a visto esamirada antes.

L/o esperan, $oven.

1acó m)s pecho y camió de v&ctima, ahora eranuevamente la ecidida que ya estaa recuperando ciertaredonde% y que volvió a disminuirse ante tanto poder&o.

LApúrate Julius. >en!o que limpiarte el uniforme y ya eshora de que te pon!as a hacer tus tareas.

A la ecidida hasta le salió su !allito, pero en cuantoterminó su frase hi%o un esfuer%o supremo, dio media vuelta,ya no ten&a la mirada encima, y se marchó !anando enredonde% al avan%ar recuperando su esplendor mientras

aandonaa esa %ona del palacio. Era nuevamente la ecididala que lle!aa a la reposter&a, llenecita de derechos y susconsi!uientes deeres, !randota otra ve% y con el pechoenorme y aventurado anunci)ndole su lle!aa a Arminda, ah& sentada, y a ?arlos, calentando un tecito para eerlo con elotro chofer. 7+o est) mala la pechichona, cara$o8, eFclamóa$ito el del /a 1alle, poni2ndose y quit)ndose la !orra, perola ecidida le ha&a dado ya la espalda y 2l captó lo del cara$ofrente a Arminda, con perdón, se<ora, respetando, y Arminda,

cuando oyó al!o de perdón, levantó la cara porque a lo me$orera su hi$a que lle!aa.

El que s& lle!aa era Juan /ucas, y 1usan a su lado, perono en coche de caallos o en dili!encia como di$o el ruto deUniverso que ha&a aierto el portón y que no sa&a nada delpasado. /le!aan en la carro%a y apurados porque ya de&aestarlos esperando ernando, se ha&an demorado en



entre!arles la carro%a. Julius se estaa camiando el uniformecuando escuchó pasos de caallo en el patio eFterior delpalacio, 9qu2 dialos era: ?orrió a la ventana la carro%anuevecita, nunca la ha&a visto con caallos, salió disparado.1usan y Juan /ucas descend&an en ese momento. 7D+o cierreel portón Lle !ritaa el !olsta al pore Universo que seha&a quedado co$udo al ver lle!ar a los reyesL. D+o cierre elportón porque vienen por los caallos y me traen mi auto8?elso sal&a a reciirlos y a anunciarles que un se<or losesperaa adentro. +o ien arió la puerta, apareció Juliuscorriendo y no paró hasta no estar ien instalado en la carro%ay dispar)ndole a todos los indios como cuando ten&a cuatroa<os, si ?inthia la viera, y +ilda, ilma, Anatolio. e$ó dedisparar cuando tras la nue de emoción apareció

nuevamente su edad actual, cuando el $ue!o sin tantos $u!adores empe%ó a entristecer. 7Mami8, di$o, y 1usan queentraa en ese momento al palacio, captó al!o al ver tantriste la carita del pr&ncipe en la ventana. /inda vino a decirle)$ate darlin!, el tiempo de los indios pasó. Es sólo un adorno,anto$o de daddy, al!o rid&culo el asunto, darlin!. El cochero nisiquiera sa&a conducirla ien. #ero ya saes como es daddy,dale con ir a traer la carro%a y despu2s furioso porque en elcamino le silaron tres veces esa cosa de ho$ita de t2... G ah&

no termina la aventura, darlin! daddy insiste en que fue ele$e el que sonó, pero ien clarito que se oyó la pedrada quenos tiraron en /ince. amos, darlin!. >enemos un ami!o dedaddy en casa. Dios m&o, espero que no sea tan raro comosu auto. 9#or qu2 no tomas una foto del patio con todos esosveh&culos locos: amos.

7Bien hecho8, pensó Julius, al ver a ?apone enano y deluto entre los ra%os de teed a cuadritos vivos de Juan/ucas. Estaan en pleno ara%óte. A<os que no se ve&an.

LD?asado e instalado L!ritó ?apone, elevando unra%o corto y fuert&simo, haci2ndolo !irar como torero quea!radece al ruedo y marcando su admiración por esa %ona delpalacioL. Diva el lu$o y quien lo tru$o

L1a&a que ha&as re!resado de Buenos Aires, pero tehac&a en >ru$illo.



LD/le!u2 esta ma<ana Una temporada en la hacienda,poner todo en orden por all), y despu2s a /ima. DA ver a losami!os

LDHomre ya lo creo 9G cómo va eso, en >ru$illo:

L#ues ya te ima!inas... 1eis a<os de ema$ador. 1eisa<os sin pisar mis tierras... #ero ten!o uena !ente ah&. Ga tecontar2... Unas cuantas semanas de traa$o fueronsucientes.

LBueno, ueno, vamos a ver qu2 tomamos.

7Bien hecho8, se!u&a pensando Julius, al comproar queel !i!ante del taurete se ha&a enco!ido al ponerse de pie.?laro, ten&a muy cortas las piernas, pero y esa mirada...

1usan, por su parle, oservaa la emoción de los ami!otesmedio url)ndose de ?apone, pero dispuesta a a!re!arleamor a su sonrisa en cuanto de$aran de darle la espalda.

Larlin!, aqu& estamos...

LDEnhorauena LeFclamó ?apone, enorme de torso ychiquito de piernas.

1usan consultó el diccionario claro, enhorauena porqueernando ya era ema$ador cuando me cas2 con Juan.

L(racias Ldi$o, acerc)ndose. LBueno, pues ahora ya laconoces. L1e<ora, encantado y a sus órdenes. L1usan.

LDEncantado, 1usan Me permito ahora felicitartepersonalmente. En aquel entonces recuerdo haerlo hecho enforma escrita.

#or n se quitó el somrero ?apone. >en&a sus man&as eltipo, y con ra%ón porque era calv&simo y no le ia ien contanta matoner&a y ele!ancia a lo anti!uo. 1usan no miró peros& captó el desmedro que la calvicie produc&a en tanta !ura,

se notó que lo estaa captando, ?apone lo notó m)s quenadie y sae ios por qu2, se!uro porque los ni<os son losque se urlan en esos casos, o porque nunca son calvos, porqu2 ser&a que le clavó la mirada terrile a Julius. /o desarmó,cuidadito con re&rte y todo, no le faltaa ra%ón porque Juliusse!u&a ah& parado, esperando para entrar en escena ypensando ien hecho.



LBueno, pues... vamos a ver esa copa Ldi$o Juan /ucas.

LDUn rindis al cao de seis a<os Lernando fue micompa<ero y ami!o desde el cole!io.

LDG antes si se puede LeFclamó ?apone, y le sonó una

cadenita en el chaleco.L>odas mis vacaciones las pasaa en su hacienda en

>ru$illo.

LDEn >ru$illo nació ios

LA ver, a ver, acerqu2monos al ar.

L#ues 1usan, quiero que sepas que lo de$2 soltero y $urando solter&a.

Julius continuaa fuera de escena y huiera podido irse,pero esas miradas que pe!aa ?apone lo ten&an m)s quepreocupado, las ha&a visto antes. ?apone se ha&a acercadoal ar con 1usan y Juan /ucas y ahora aprovechaa undescuido de ella para pe!ar un saltito y caer inmenso soreun taurete. ecuperó su esplendor ?apone, y al sentirse otrave% !randa%o, le soltó tremendo piropo a la anti!ua usan%a ala pore 1usan, clav)ndole lue!o los o$os en el instante enque ella lo ia a adorar, 1usan se cortó un poco y era que?apone ha&a metido intención en sus palaras y en sumirada piropo s&, pero tami2n un pasado eFitoso con lasmu$eres, muchas miradas destructoras en mi vida, lo!ros enel amor, capacidad de enredar a cualquier mu$er, aun de unami!o, aun de Juan /ucas, $am)s de un ami!o, $am)s de Juan/ucas, soy un caallero y puedo todo lo que quiero menos loque no quiero... 1usan se de$ó caer &nte!ro el mechón paraocultar la sonrisa que le produ$o saer que ten&a pro!rama ymuy entretenido con ernando, realmente cada ami!o de Juan/ucas era un darlin! a su manera y 2ste, 2ste se deat&a entre

lo sulime y lo rid&culo.L-ye, ernando, por ah& me parece que tienes al!unos

virreyes que tami2n fueron antepasados de 1usan por v&amaterna. A ver arr2!lense ustedes... me parece que tienenal!ún apellido en común por ah&.

LMami Lintervino Julius.



L1&, darlin!... 9Has saludado al se<or:

L1&, mami Lrespondió Julius, prometi2ndose no darlecara al otro para evitar la miradita.

Lue el primer miemro de la familia que conoc&.

1e!uro que lo estaa mirando as&, pero Julius ni ola. 1inhacerle el menor caso, empe%ó a contarle a 1usan lo queha&a sucedido en la academia de rau #roserpina. 1a&a que

Juan /ucas lo ia a interrumpir, prerió areviar.

L+o quiero se!uir tocando piano, mami.

LD#erfecto LeFclamó Juan /ucasL. 1e acaó el piano. A2ste le estaa dando fuerte por el arte La!re!ó, mirando a?apone.

LDBella cosa LeFclamó el !i!ante del taurete, peromedio como que se arrepintió, el arte no es mucho cosa dehomres, por si acaso repitió la mirada del piropo anterior conla misma intención, y a 1usan se le volvió a caer el mechón.7El de siempre8, pensaa Juan /ucas, contemplando a suami!o.

LGa lo creo que es ella cosa, pero no para tenerla encasa. Adem)s todos los ni<os son pianistas pero ya 2ste est)!randecito. Ga va a tener doce a<os.

L-nce Lcorri!ió 1usan.

Lie% Lcorri!ió Julius, saiendo que ?apone lo estaamatando con la mirada a los mayores no se les contradice, laautoridad del pater familias y todo eso, pero no le ia a dar!usto y ien hecho, no lo miró.

Larlin!, halaremos de eso otro d&a. #or ahora puedesde$arlo si quieres.

Julius sa&a que el asunto del piano ha&a terminado parasiempre. +o m)s piano, no m)s chica que se va por el uencamino, no m)s rau #roserpina. Miró a Juan /ucas echandohisKy en lar!os vasos de cristal de roca, 9qui2n era Juan/ucas: Miró a 1usan, 9qui2n era Juan /ucas:, 9qui2n eres t&o

Juan /ucas:

L>&o, la chica que se va por el mal camino es mentira



porque hoy estaa estudiando sus lecciones con las otras doscole!ialas.

L9erdad: Lpre!untó Juan /ucas, apretando el otóndel micro por el que se comunicaa con la cocina.

LJulius nunca miente Ldi$o 1usan, pe!ando su saltitopara sentarse en un taurete $unto a ?apone.

L>&o, 9no es cierto que rau #roserpina no es la nieta deBeethoven:

LA ver, tr)i!anse un poco de hielo al ar de invierno Ldi$o Juan /ucas, inclin)ndose li!eramente para halar por elmicro. 1e ir!uió, ense!uida, y miró a JuliusL -ye, )ndate a lacocina y mira que se apuren con ese hielo.

L9 ;u2 historia es 2sa de la nieta de Beethoven: Lpre!untó ?apone, mientras Julius se ale$aa escuchando.

L?osas de Juan /ucas, y el pore Julius...

En la cocina andaan muy interesados en laconversación. Juan /ucas se ha&a olvidado de cerrar elinterruptor del micro, se estaan matando de risa all) en elar de invierno.

L0ncre&le Ldec&a 1usanL. +o puede ser.

L9Iste: Linsist&a Juan /ucas, se<alando a ?apone conun dedo lar!u&simoL@ 2ste es capa% de cualquier cosa. Ha&aque estar ah& para creerlo. D?u)ntos veranos me he pasado yoen la hacienda esa

L9#ero disparaa de verdad: Lpre!untó 1usan, y vioque ?apone se pon&a muy serio.

LHay que apuntar siempre a un lanco Ldi$o, !rave.

L?laro que no les daa, mu$er@ no seas in!enua@ pero los

hac&a ailar. /lamaa a los peones...L9Eran indios:

LD?holos pues... serranos, lo que sea /o incre&le eraverlos saltar. 7>e voy a a!u$erear la punta del pie8, les dec&a yDpa`, un tiro y Dpa`, otro, y Dpa`, otro, y los tipos pe!aande rincos, Dno Dno Dno se<orito don ernando, le !ritaan



los peones.

LD-h, Dnooooo

LBueno, pueeeees... no les daa pero... L+o les daaporque no era necesario. L/l2vales su hielo Linterrumpió

?arlos, diri!i2ndose a ?elso.LGa lo llevó Ldi$o Arminda. #ero ?elso estaa aún ah&.

LDe$a LeFclamó anielL. Go lo llevo.

L)melo Ldi$o JuliusL. Go lo llevo.

#ero en ese instante reconoció la mirada que tanto loha&a intri!ado.

LDe padres a hi$os LeFclamó ?aponeL Dernando

anchal y /adrón de (uevaraL#ore ?ano Lmurmuró Julius.

/a profe de castellano, ien huachafa era y la ha&anvisto con su novio por la avenida Zilson, la profe les mandóredactar una composición sore al!ún acontecimiento opersona$e que los huiera impresionado fuertemente en losúltimos meses. #od&an halar, por e$emplo, de la visita delcardenal al cole!io, o de la celeración del santo de la Madre1uperiora. e ese crimen estaa prohiido halar. +o,

tampoco@ Dterminantemente prohiido halar de la vida de lasartistas de cine 9;ui2n les cuenta esas cochinadas:,uuuuuyyyyyy, Dsilencio #od&an halar de 1anta osa de /ima,del ne!ro que era santo porque en el cielo hay democracia.e todas maneras era me$or esco!er un tema m)s actual.#od&an halar de su me$or ami!o, a lo lar!o del a<o escolar.

7- de su peor enemi!o8, pensó Julius, y al d&a si!uientese acercó el primero a entre!ar su composición. /a se<orita, laha&an visto con su novio por la avenida Zilson, le di$o que se

esperara un momentito porque Espe$o estaa metiendo ullay ante todo la disciplina. Espe$o lo que pasa que le ha&aechado o$o al escote del tra$e de tafet)n celeste y le estaapasando la vo% a el ?astillo que, a su ve%, volteaa a mirar ade los Heros, se tocaa el pecho y se<alaa a la profe. Unse!undo despu2s todos se tocaan el pecho y se<alaan a laprofe. Julius, parado ah& $untito a ella, captó la cosa y ni tonto,



echó su miradita, aprovechando que la profe se ha&asentado@ m)s que nada lo hi%o por disfuer%o, pero lo cierto esque de pronto captó que la profe ten&a una caellera ro$i%a. /avio ara%ada con su novio por Zilson, y al!o se le aCo$ó pordentro cuando sus o$os empe%aron a resalar sore la formamorena que descend&a ault)ndose m)s lanquita, hastaperderse en un escalofr&o que le empe%ó en los test&culos,transform)ndose casi, si no fuera porque soy ni<o, enderrame cereral.

L1i2ntate, Julius Ldi$o la profe, cerr)ndose la chompitarosada y descuriendo al mismo tiempo la mirada deernandito anchal, se le escapó un otón. All) al fondoernandito la se!u&a mirando convertido en el enemi!o malo,y la se!u&a mirando como si huiera visto mucho m)s que losotros, petiso insolente, si te a!arra mi novio, cita a las seiscon /olo, /ol&n, /ololo...

#ero antes era la cita de Julius, y desde ayer se ha&aestado preparando. Anoche toda la cocina ha&a intervenidoen la redacción de la composición. Bien vivo Julius@ se sentó

$unto a la ecidida que estaa tomando su t2, y le pre!untópor el se<or que vino esa ve%, cuando tra$eron la carro%a, elque estaa vestido de ne!ro, el del carra%o ne!ro pues eci...ecordó la ecidida, y 2se fue el comien%o de una lar!a charlaen la cual, a su deido tiempo, cada uno fue dando su opiniónsore el eFtra<o persona$e. /o malo es que el eFtra<opersona$e fue perdiendo poco a poco misterio y !anandomucho de rid&culo, a medida que ?arlos y Araham iana<adi2ndole detalles a la historia. ?elso tami2n metió sucuchara y contó que a la hora de pasar al comedor, el se<oranchal se ha&a trope%ado al a$ar del taurete y ha&atenido que apoyarse en el homro de la se<ora. /a se<ora seha&a re&do, pero se ha&a a!uantado la risa porque el se<or

anchal parece que se molestó, ien serio el se<or anchal,parece que se molestó y le clavó sus o$os, feo sae mirar else<or anchal, y la se<ora 1usan tuvo que parar de re&rse,todito su pelo se de$ó caer sore la cara, se!uro que estaaescondiendo su sonrisa. G aniel que ha&a servido la mesatami2n ten&a al!o que a<adir, sus patas de las sillas lasmiraa el se<or anchal antes de sentarse a comer, sus patas



de las sillas las miraa, se!uro quer&a que le tra$eran sutaurete al comedor. Arminda intervino entonces, pero fuesólo para preocuparlos m)s por su salud. /a ecidida pensóque ha&a lle!ado el momento de $uilarla, no pod&a se!uir as& la se<ora Arminda, todo lo confund&a, y cuando ellos creyeronque se estaa riendo de la última salida de ?arlos, les soltó lode a$en la vo%, no los vaya a o&r el se<or de ne!ro.0nmediatamente Julius decidió que 2se ia a ser el t&tulo de sucomposición El se<or de ne!ro.

/le!ó al cole!io y corrió a uscar a ?ano@ ten&a queconvencerlo de que no se metiera con ernandito. 7/e pe!o,le pe!o8, fue la respuesta optimista del otro, y 2l en vanotrató de eFplicarle que por m)s pedrones que huieracar!ado, ernando le ia a sacar la mu!re. 7/e pe!o, lepe!o8, insist&a ?ano, y Julius no lo!raa hacerle entender queera 2l quien le ia a pe!ar, quien lo ia a matar con sucomposición titulada El se<or de ne!ro. Bien ruto ?ano. +adacaptaa del casti!o psicoló!ico y todo eso, y Julius dale quedale eFplic)ndole, hasta trató de leerle una pa!inita, pero elotro dale con no entender. #or n sonó el timre, acompa<adode la campana de la \anahoria, y Julius corrió a las porquequer&a que todo empe%ara r)pido para 2l empe%ar r)pido conla lectura de El 1e<or de ne!ro.

+e!ro el se<or y ne!ro el se<orito, porque si ienernandito tardó al!o en comprender las primeras alusionesdel teFto, poco a poco muchas cosas le ha&an ido sonandofamiliares, y ya a partir de la se!unda p)!ina sufr&a a solaspensando que el persona$e de la composición de Julius separec&a mucho a su padre. ?laro que ni Julius lo sa&a, dedónde ia a conocer a su pap), pero toda la clase se estaariendo de su pap). 0ncre&le, hasta se vest&a i!ualito a su pap)el se<or de ne!ro, y ahora todos estallaan en nuevas

carca$adas porque acaaa de montarse en el taurete alcao de tres intentos, y por mirar a un chiquito que looservaa urlón, por clavarle la miradita de Al ?apone, ha&aperdido el equilirio y se ha&a vuelto a resalar y ah& estaanuevamente tratando de suirse al taurete, pero una de lascadenitas de oro falso de su chaleco, ernandito respiróaliviado porque las cadenitas de su pap) eran del oro m)s



caro, se amar!ó ense!uida porque de cualquier manera erancadenitas y una se le ha&a atracado en la perilla de la puertadel comedor y quer&a entrar a comer y no pod&a.

L/ee m)s despacio y sin !ritar Lintervino la profe,

a!re!ando que ha&a serias faltas de sintaFis, de orto!raf&aproalemente, y de prosodia se!uramente.

7G como no alcan%aa a la mesa, el mayordomo tuvo queir a traer un montón de co$ines, y el cocinero que sa&a quemiraa as& le mandó un pe$errey, y al pe$errey le ha&anacomodado los o$os ien $os, y el se<or de ne!ro se encontrócon que el pe$errey lo miraa y lo miraa, y por mirarlo else<or de ne!ro, por mirarlo al pe$errey se pasó toda la comidatieso, y todos terminaron de comer, y el se<or de ne!ro

se!u&a mirando al pe$errey, y el pe$errey lo se!u&a mirando, ynadie quer&a creer cuando una lavandera llamada Arminda lesdi$o que no se rieran del se<or de ne!ro porque estaa en lacocina, y era verdad porque el mayordomo tuvo que limpiar lamesa por la noche, y el se<or de ne!ro se!u&a mirando alpe$errey y el pe$errey ya empe%aa a podrirse, y elmayordomo tuvo que llev)rselo a la asura que estaa en lacocina, y el se<or de ne!ro quer&a que el pe$errey le a$ara lamirada, y por terco se vino si!ui2ndolo a la cocina, y elmayordomo otó el pescado a la asura, y el se<or de ne!rolo si!uió hasta adentro de la asura, y como era tan chiquitoel mayordomo no lo vio y tapó, y al d&a si!uiente se lo llevó elcamión de la asura.8

L+o se dice la asura, Julius@ se dice el asurero. /eesmuy mal, muy r)pido@ a menudo el su$eto podr&a serreempla%ado por un pronomre que eFiste precisamente...9#ara qu2 eFiste el pronomre, de los Heros:

L#ara reempla%ar al nomre y evitar su repetición.

LHe dicho de los Heros y no #alacios. /a idea no de$a detener inter2s, Julius@ 9qui2n te ayudó a hacerla:

LMi mam) la corri!ió un poquito y entre todos lahicimos.

LEl traa$o es personal, Julius.



#ero a 2l qu2 le importaa que el traa$o fuera personalo colectivo. /o que le importaa era que ernandito anchalestaa hecho mierda al fondo del salón@ hecho mi=erda estaaernandito, y claro que Julius no fue tan le$os en su idea pero2l s& ha&a sentido el terror de salir eFacto a su padre en esode ser chicapiernas y tener que andar uscando tauretes entodos los ares del mundo. #ero el muy ruto de ?ano noha&a captado nada. 1e ha&a re&do como todos, se ha&aurlado de lo lindo del se<or de ne!ro, pero su urla no ha&atenido ese dole sentido delicioso que ha&a tenido para

Julius. 1e diri!&a a su asiento Julius, cuando vio que ?anoal%aa los ra%os CeFion)ndolos y sacando mollero. 1e le fuetoda la ale!r&a al verlo.

DEra m)s ruto ?ano D;u2 no hi%o el otro porconvencerlo de que la ven!an%a estaa consumada #ero dalecon insistir 7/e pe!o y le pe!o.8 G es que a punta de car!ar ycar!ar los pedrones ha&a ido adquiriendo !ran se!uridad ens& mismo. #ero su se!uridad sonaa m)s falsa que estamoneda. /e quedaa p2simo tanta conan%a, adem)s. #oco onada pod&a hacer Julius por detenerlo ya. El pla%o $ado parala adquisición de la nueva fuer%a se ha&a vencido m)s de unmes atr)s, y ?ano estaa muy impaciente. Julius ha&alo!rado ir poster!ando la cosa, y ahora ten&a esperan%as de

que quedara satisfecho con lo de la composición, pero nada7/e pe!o y le pe!o.8 G pronto. #ronto porque ya se acercaael n de a<o y ha&a que cumplir la promesa.

ue al fondo del $ard&n, $unto a los rosales de la Madre1uperiora. eli%mente no ha&a nadie por ah&, cuando ?anodivisó a ernandito pase)ndose furioso por aquel rincón.?orrió a uscar a Julius. 7en para que veas8, le di$o, y $untosfueron en usca del enemi!o. /a decisión con que caminaa?ano, y lo de la aparición de la ir!en Mar&a en )tima, le

dieron a Julius un moment)neo optimismo. 1intió primero unaespecie de 7por qu2 no8, y lue!o hasta un 7claro, homre8, alcomproar que ?ano era astante m)s alto que ernandito.#ero no ien lle!aron al lu!ar $unto a los rosales, a Julius se leacaó todo el optimismo. G peor aún cuando vio que ?ano,

$ustito antes de arrancar con el desaf&o formal, repet&a muyeFa!erado el !esto tan raro y tan triste 7Go te pe!o, este... yo



te pe!o...8 Huo la sonrisa de ernandito, le dio la mano,7hola ami!o8, pareció que le ia a decir, ?ano estaaesperando, y ahora tami2n estaa esperando que el otro secansara de hacerlo !irar, no se ca&a ?ano, el e$e eraernandito y ha&a decidido se!uir un rato m)s antes desoltarlo, corre y corre ?ano, !irando y corriendo, tratando deno caerse, pero ia a volar en cuanto el otro soltara, arió lamano ernandito, soltó y se quedó mirando cómo ?ano seperd&a entre los rosales de la Madre 1uperiora y se estrellaanalmente contra la alamrada ah& atr)s. 79;uieres m)s:8?ano no contestó porque el !olpe lo hi%o verse una tarde ensu arrio, su ami!o dici2ndole entr2nate car!ando unospedrones, es como si levantaras pesas...

espu2s vinieron los eF)menes nales y los ensayospara la repartición de premios, pero Julius este a<o ha&aperdido mucho tiempo en lo del piano y en la lectura de MarK

>ain y ?harles icKens, tal ve% por eso no ia a reciirmedallas como los a<os anteriores. En todo caso ya no sepreocupaa tanto por las reparticiones de premios. G 1usanencantada porque no tendr&a que asistir. G a 2l qu2 leimportaa, ya no era como antes, como cuando tocaa MyBony lies over the ocean, y a su lado estaa madre MaryA!nes. Adem)s parece que las mon$itas sa&an que se ia al

MarKham el a<o entrante y ya no lo quer&an tanto o ser&a unaidea que 2l se hac&a, lo cierto es que asistió a des!ano a larepartición de premios. Me$or huiera sido que no asistieraporque huo tres escenas que lo apenaron mucho. /a primera,cuando un chiquito de ore$as chiquititas tocó Mi Bony lies overthe ocean@ la se!unda, cuando la Madre 1uperiora leyó eldiscurso de adiós a los !randes que pasaan al 1anta Mar&a, yla tercera cuando llamaron a ernandito anchal paraentre!arle una medalla por ser el me$or futolista del cole!io,

y mientras se acercaa a reco!erla furioso, ?ano estaahaciendo el !esto eFtra<o y triste.

>odos los techos mata=ruidos de Juan /ucas no astaronpara silenciar el esc)ndalo que empe%ó a armar Boy, unos



d&as despu2s de que Julius cumpliera die% a<os. /a primeranoche, porque todo empe%ó una noche a eso de las siete, nonecesitó del licor para mantener rme e imponente su raia.+o se eFpresaa muy ien Boy, y Julius, al comien%o, nolo!raa captar claramente qu2 dialos suced&a. Ga despu2scomprendió al!o me$or, y hasta le dio cierta ale!r&a, porque laraia de su hermano desarataa los planes de Juan /ucaspara las si!uientes semanas del verano. Julius encantado de ira a<arse todos los d&as con mami a la Herradura, y derepente ven&a el otro con la idea de trasladarse a Ancóndurante cuatro o cinco semanas, para estrenar un edicio queha&a construido en sociedad con Juan /astarria. Julius lero!aa que no y Juan /ucas ni ola. +o le astaa conoli!arlo a $u!ar !olto, todas las ma<anas, en el !olto que

acaa de instalar en el palacio, porque le !ustaa ese deportehasta en su dimensión m)s peque<a, y porque al anochecer,eiendo una copa, le encantaa contemplar desde el ar deverano, cómo la somra nocturna descend&a sore el c2speddel campo de polo, prolon!ando su $ard&n hasta el fondo de lanoche, y cómo el entretenido !olto, que era ro$o con casitaslancas, túneles, puentecitos y monta<itas, oscurec&a tami2npero si!uiendo el oscurecer de sus colores. /o verde, lo lancoy lo ro$o comat&an para 2l con lo ne!ro. Esa noche, Juan

/ucas acaaa de a<adirle una nueva dimensión a su placer.ue casi sin desearlo. 1e ha&a llevado el vaso de hisKy haciala nari% 'oler, mientras comat&an los colores, era unadimensión ya a<adida*, pero esta ve% su mano continuósuiendo hasta que el cristal de roca curió su visión,enriqueci2ndola con muchas visiones, su mano !iró poratrapar una que se le ia, !iró tami2n el cristal, carrusel devisiones, con sólo al%ar un poquito m)s el vaso, siempre!irando, a!re!ó el oro fu!itivo y controlado del hisKy, ah...En 2sas estaa, cuando el primer alarido furioso de Boy,proveniente de al!ún lu!ar del palacio, queró hasta nuevaoportunidad el caleidoscopio que acaaa de formar con su!olto, su $ard&n y la noche, su vaso de cristal y su hisKy, enel ar de verano de su nuevo palacio.

Juan /ucas se encontró un poco ridiculón, tan sensitivoah&, cominando colores, inventando caleidoscopios y



decidiendo de esa forma el color de unas telas que pensaaencar!ar a /ondres. ealmente andaa en otro mundo, y enesta vida hay que estar en este mundo@ por eso los cara$os avo% en cuello de Boy lo ha&an sorprendido, oli!)ndolo avoltear r)pidamente, aunque sólo para descurir que la vistahacia el interior del palacio era, a su manera, tan ella comola vista hacia el eFterior. ?asi le coloca el vaso de cristal depor medio, pero Boy se acercaa por al!ún lado a<adiendomil palarotas a sus cara$os, al!unas que ni el propio Juan/ucas conoc&a.

G ni sus techos mata=ruidos astaron para silenciar elesc)ndalo que Boy empe%ó a armar esa noche. Al!uien,se!uro que en los Estados Unidos, creyó que ha&a terminadocon el prolema de los ruidos en las casas, pero para qu2,como se dice en /ima, Boy, atravesando salón tras salón,ia proando lo contrario a punta de putamadreadas. Juliusque apareció por ah&, tuvo que salir disparado porque suhermano quer&a pe!arle a quien fuera y 2l, con esa cara deinocente y de co$udo, era una uena oportunidad. +o paraaBoy, corr&a de una haitación a otra por ah& lo vio 1usan, y2l no la oyó decir Ddarlin!, Ddarlin!@ por all) lo vio Juan /ucas,y 2l no lo oyó decir 9qu2 pasa, muchacho:@ por la escalera deservicio lo vio pasar aniel y corrió a avisarle a ?elso.

1e!undos despu2s, en los altos, en un corredor, la ecidida secru%ó con el ni<o Boy !ritando como loco y quiso tami2n!ritar, pero captó que los !ritos no estaan diri!idos a ella, noinfrin!&an por consi!uiente nin!uno de sus derechos, aunques& la enfrentaan a ciertos deeres corrió a avisarle a lase<ora, que en ese instante corr&a a uscar a Juan /ucas,!ritando Ddarlin!, Ddarlin!, cuando de pronto se viomentalmente en ata, con una toalla sore la cae%a, yre!resó corriendo al a<o porque si ha&a al!o que detestaa

era que Juan /ucas la viera desarre!lada.#ero era ien or!ullosito Boy, y por nada de este

mundo quiso confesar esa noche de qu2 se trataa, aunque Juan /ucas ya ten&a sus sospechas. Julius no entend&a ni papapor el momento. Al!o pasaa, evidentemente, porque Juan/ucas ha&a servido tres copas en ve% de dos, pero 2l aún noentend&a nada. En camio el del caleidoscopio ya ten&a sus



ideas al respecto. ?onsideró que lo me$or era darle sushisKys al adolescente para que encausara la raia hacia lapena y, momentos despu2s, con tres uenos hisKys adentro,les empe%ara a contar, furioso primero, y raiando despu2s, loque por dialos y demonios le ha&a ocurrido con al!unamuchacha.

1e le a!uaron sus planes al del !olf. 1e le a!uaron loshielos para los hisKys tami2n, porque en una de sus locascarreras Boy ha&a desemocado en su dormitorio, yllevaa ya cerca de una hora ien encerrado, rompi2ndose elalma contra las paredes, lue!o de haer terminado con todolo que se pod&a romper ah&. 7Mis MarK >ain8, pensaa Julius,que ha&a suido a uscar a 1usan, por encar!o de Juan/ucas. #ero 1usan no pod&a a$ar aún. /o de Boy la ten&aaterrada, se!ún su propia eFpresión, aunque Julius no notaaen su cara nada que se pareciera a la pel&cula de terror queha&a visto el otro d&a. /os dos se quedaron parados $unto a lapuerta del dormitorio de Boy, 1usan ro!)ndole que ariera,dici2ndole que por favor no la torturara, y despu2s, en in!l2s,que se ia a volver loca de la pena. Esto último lo di$o con talsufrimiento, que Julius volteó inmediatamente a adorarla, yclaro que la adoró, pero m)s que nada por lo linda que sal&asiempre de su a<era=piscinita, se!uro por eso se a<aa tres

veces al d&a. >ami2n ahora, cuanto m)s insist&a en sufrir, m)slinda se ia poniendo@ hasta se a!achó para ro!arle a Boyque le ariera, por el hueco de la cerradura, en estas puertassuper modernas que no tienen hueco de la cerradura. /ese!u&a ro!ando, mientras descur&a su error, y por insistirteatrera se le cayó la toalla que llevaa enroscada en lacae%a, y se le vino todo el pelo sore la cara.0nmediatamente se ir!uió, se echó el pelo hacia atr)s conamas manos, y empe%ó a ro!arle otra ve%, are, darlin!,

please, por favor are, darlin!, mientras a Julius le ped&a eltra$e que est) encima de mi cama, porque quer&a ro!arle unratito m)s a Boy, y despu2s correr a tomarse una copa con

Juan /ucas.

7H)!ase a un lado la a<ista8, di$o Juan /ucas, mirandoencantado el escote de la ata con que 1usan cur&a sucuerpo lire y fresco. Acaaa de suir acompa<ado por



?elso, que tra&a, en a%afate de plata, una otella de hisKy,dos vasos de cristal tipo caleidoscopio y una nueva provisiónde hielo. Al descurirlo a su lado, 1usan hi%o un delicioso!esto de impotencia no por lo de Boy sino por lo de la ata,ten!o que estar horrile, pero sa&a me$orarse hasta elencanto y no tuvo m)s que echar la cae%a li!eramente haciaatr)s, introduciendo al mismo tiempo los dedos de amasmanos en su caellera, pase)ndolos lue!o hasta alcan%ar casila nuca... ?oqueta, ella sólo ha&a $u!ado un instante con suscaellos, de m)s no pod&a acus)rsele, pero Juan /ucas ha&avisto diu$arse esos senos que ya no ten&an veinte a<os, y quesin emar!o continuaan present)ndosele con la mismainquietante noveler&a de una primera ve% que de prontoadem)s era 2sta. 7el2vame, darlin!8, le di$o 1usan,

sonriente. Mientras se ia, Juan /ucas pensó echarle sumiradita a trav2s de uno de los vasos de cristal, el deseo leped&a enriquecer tami2n esa visión, pero Julius apareció conun tra$e por el fondo del corredor y, en todo caso, a lo queha&a venido era a ocuparse de 2ste.

7amos muchacho8, le di$o, a trav2s de la puerta,aprovechando un silencio, pero Boy no le hi%o el menorcaso y continuó !ritando que lo de$aran solo y lue!o al!o m)sde que no ia a parar hasta no haerse ven!ado y hasta

que... Juan /ucas no lo!ró escuchar porque Boy se!u&arompiendo cosas y estrell)ndose contra las paredes y, amenudo, el ruido de una silla arro$ada contra una puerta o unvidrio hac&a desaparecer sus palaras. 79;u2 dices:8,pre!untó, a lo me$or el otro le contestaa, pero tampoco estave% pudo o&r porque Julius lle!ó con un encar!o importante demami. Ha&a una silla que fue de Alfonso _000 en la haitación,y mami le ro!aa no romperla. Ha&a costado un triunfoconse!uirla. Julius trató de comunicar su mensa$e, pero lo

interrumpieron, primero el ruido de un liro que Boydescuarti%ó $ustito cuando 2l empe%aa a halar, pores misMarK >ain, y lue!o Juan /ucas 7A ver si desapareces, oye@esto sólo lo puedo arre!lar yo.8

Lamos, muchacho...

LD)yanse a la mierda todos



L)yase, por favor L=le di$o Juan /ucas a ?elso, queha&a se!uido la escena, a%afate de plata en mano y muyrespetuoso.

L+o hay nadie sino yo aqu&...

LD)yanse a la mierda todosLDHomre, muchacho

LD;uieres irte a la mierda por favor

LEntre homres siempre...

LD>ú no eres mi padre

Lamos, Boy, vamos...

LDAlcahuete D?arón de mierda

Ah& tienes al!o que hace por lo menos treinta a<os nadiele dec&a a Juan /ucas@ se desconcertó el !olsta, por una ve%no supo qu2 hacer. Bueno, s&, supo pero despu2s de un ratitono ha&a nada que hacer por esta noche, tampoco deer&aintervenir en el asunto sin que Boy se lo pidiera. En n,de$ar que las cosas ven!an solas y que el muchacho cai!a porsu propio peso. ?laro que 2l siempre podr&a ayudar en al!o7DJulius8, !ritó, y al verlo salir de su dormitorio, se le acercópara decirle en vo% a$a que ni 2l ni 1usan ian a comer esa

noche en casa, pero que por si acaso le di$era a ?elso quedistriuya unas cuantas otellas de hisKy por los altos, miraien que las coloquen en lu!ares estrat2!icos,9comprendes:... Bueno. /im&tate a decirle a los mayordomosque pon!an unas cuantas otellas de hisKy a la vista paraque tu hermano las encuentre a su paso. 9;u2: 9>odas:... +osea usted !ilipollas, $ovencito. 1e trata de que las vea portodas partes y cai!a en la trampa. 9;u2: 9/a tentación:.../l)male como quieras, lo importante es que las vea. /ue!o

con media otella astar). A lo me$or cuando re!resemos loencontramos ya a punto.

einticuatro horas despu2s, el hamre oli!ó a Boy aarir la puerta, cuando ya casi todo el mundo ha&a de$ado depreocuparse por 2l. >riste caminaa el pore por el inmensocorredor, la raia lo ha&a aandonado al terminar con todo loque se pod&a romper en su dormitorio. El mismo lo ha&a



notado cuando inconscientemente respondió que s&, a la dulcepre!unta que 1usan le hi%o esa ma<ana. 7arlin!, darlin!,9rompiste la silla de Alfonso _000:8 L 71&8, contestó, mirandosu relo$. Eran cerca de las once de la ma<ana y empe%aa atener hamre. Ga no le quedaan fuer%as para raiar. #ensóque no deer&a haer respondido a la pre!unta de su madre,pero ense!uida sintió al!o as& como un inmenso y lando Dqu2mierda, lue!o una especie de alivio, una eFtra<a sensación,como si tuviera nelina en la cae%a, por qu2 no sent&a pena,qu2 pasaa, 9realmente le ha&a sucedido todo eso:

Hacia el mediod&a ?elso vino a ofrecerle al!o de comer, y2l sintió que podr&a decirle entra ?elso, vamos a conversar unrato, pero lo de anoche y la historia de su vida lo oli!aan aresponder Dvete a la mierda, con l)!rimas en los o$os. A lasdos de la tarde, sa&a que aa$o estaan almor%ando y que

Juan /ucas proalemente se estaa ca!ando en 2l y que todaoportunidad de que viniera a llamarlo como anoche se ha&aperdido precisamente anoche. /e vino el hamre, entonces, yfuerte. ?on ese hamre ni halar de tener cólera, imposilearmar otro esc)ndalo y pasar a primer plano, que no seolviden de m&, Dhi$os de puta /a nelina, otra ve%, y el hamrefuerte. 9ealmente le ha&a ocurrido todo eso:... A las seis dela tarde miró su relo$, y casi se felicita por haer a!uantado

valientemente las cuatro horas que se ha&a prometidoa!uantar. 1intió una nueva raia y la soltó, pero no se oyófuera, fue una raia chiquita, sin importancia, se perdió entres !ritos que m)s ten&an de sollo%o y en unos cuantosmierdas pronunciados a$ito, con la nari% y la oca aplastadascontra la almohada. +otó que se le terminaa esa raia y mirósu relo$, a ver cu)nto tiempo ha&a durado sólo cincominutos. +adie se ha&a enterado... e pronto otra ve% lanelina y m)s fuerte el hamre, hasta fr&o, a las siete sal!o.

A las siete lo eFpulsaron todas las cosas que yac&an rotaspor el dormitorio. /levaan horas acus)ndolo, hosti!)ndolo,ver!Nen%a te deer&a dar. e ah& la cara compun!ida con queahora avan%aa por el corredor. er el dormitorio de Julius tanpac&co le dio un poquito de raia, pero ya no conaa enesas raias que se te van inmediatamente y sin que nadie telas escuche. El a<o de 1usan, sin emar!o, lo llenó de una



furia que pod&a ser duradera, har&a que estudiarla... duraa.io una otella de hisKy, la primera de la colección que Juan/ucas ha&a hecho distriuir saiamente por el palacio, loesperaa desde anoche. /a arió, olió, proó, el fue!o delhisKy lo hi%o mierda, pero ense!uida como que empe%ó arepart&rsele por el cuerpo, entii)ndole las piernas. Beió otrotra!o, fue!o controlado y, de pronto, sintió que una nuevafuer%a le su&a desde los pies, ahora por el estóma!o,Dfuer%as Una raia que va a durar... Boy re!resó a sudormitorio con la otella.

G todos los techos mata=ruidos de Juan /ucas no astaronpara silenciar el esc)ndalo de Boy, que, esa noche, inició else!undo cap&tulo de sus furiundas aventuras por el palacio.

Julius fue el primero en escuchar sus alaridos. Estaa mirandoun pro!rama de pre!untas y respuestas en la televisión,cuando un !rito que no era precisamente el 7Dcorrecto y iencontestado8, del animador, lo hi%o saltar de su asiento. 7MisMarK >ain8, pensó, y salió corriendo hacia la escalera, perosólo lle!ó hasta la mitad porque la tamaleante raia con quea$aa Boy no tardaa en llev)rselo de encuentro.7D;u&tatede ah& hi$o de puta Dmierda Dquieres que te mate8 Juliuspartió la carrera !ritando Deci Deci, o$al) aparecieraal!uien por el camino para decirle que Boy se ha&a vuelto

loco. +o tardaron en enterarse todos. #rimero les tocó a 1usany a Juan /ucas que estaan contemplando tranquilamente eltriunfo de la noche sore el polo y el !olto, cuando un alaridoatravesó llam)ndolos el ar de verano. 7Arió8, di$o Juan/ucas, pensando que era un uen momento para ir a uscarlo,pero en se!uida notó que los !ritos de Boy se acercaan,ven&a donde ellos, era me$or esperarlo ah&. 71ent2monos8,di$o, conduciendo a 1usan hacia un sof)=mecedora que ha&aen aquella terra%a. e$ó un espacio lire entre los dos, como si

adivinara eFactamente lo que ia a pasar Boy irrumpió, losvio, e inmediatamente sus !ritos perdieron s&laas hastaconvertirse en llanto puro, se aalan%ó sore la mecedora,incrust)ndose en el espacio que ellos le ha&an de$ado lire,quer&a aho!ar su llanto, que sonara menos, ia a cumplirdiecisiete a<os y ya ha&a cachado.

aniel, ?elso, la ecidida, Julius y Universo, que andaa



re!ando por ah& afuera, aparecieron en el momento en que Juan /ucas se diri!&a al mostrador a servir tres copas, con lamano les hi%o un solo !esto y todos desaparecieronautom)ticamente. #ero se quedaron por ah& cerca,escuchando... 1ólo llanto, primero, y la vo% de 1usan, darlin!Doh no, darlin!, no ha pasado nada, y Juan /ucas nuevamentesentado esperando que el muchacho empiece a halar... D+o+o era la ni<a nueva del illa Mar&a, D2sa qu2 mierda D1& D1&D1& D#e!!y D#e!!y... 1usan miró a Juan /ucas y lo vio hacerun !esto de desa!rado al producirse el nuevo estallido deBoy. Estaa desconcertada y se!u&a mirando a Juan /ucas,como pre!unt)ndole si estaa ien morirse de pena o si erame$or no prestarle nin!una atención a los diecisiete a<os concuernos. El !olsta, en monólo!o interior, decidió comprarle a

Boy un automóvil que nin!ún otro muchacho tuviera en/ima. En n, eso har&a que pensarlo un poco m)s, se!úncomo se desarrollen las cosas, en todo caso me$or no decirloahora. Ahora lo que ha&a que hacer era de$ar que elmuchacho les contara su prolema, que llorara la orracheray lue!o que se fuera a dormir, con al!ún calmante me$or, eltiempo y otra chica eran la única solución, Boy no era tontoy reaccionar&a r)pido... #ero la historia se complicaa. esultaque Boy nunca ha&a estado interesado por la chica nueva

del illa Mar&a, nunca la ha&a querido, ella le daa ola pero2l sólo ha&a querido a #e!!y... Juan /ucas casi le diceentonces para qu2 te las das de don Juan, pero ya Boyestaa completamente entre!ado y sólito les estaa llorandotodo el asunto. +o, 2l nunca la ha&a en!a<ado, ella s&, Dellano, ella s&, Della no, ella coque, ella coquetea, ellacoqueteaa con 2l, Dno, ella no coqueteaa con nadies&iiaaaa$a$=$a$=$a$=$a$=$a$, 2l, $a$, 2l est) en 1anta Mar&a $a$ $a$

$a$... 7Adiós traa$os Lpensó Juan /ucasL. #rolema deor!ullo, ya veo la !ura uno del MarKham se de$a quitar lachica por uno del 1anta Mar&a@ esto termina en trompeaderaescolar.8 /e co!ió la cae%a y lo oli!ó a mirarlo 7mala suertey nada m)s8, le di$o, pero entonces notó que ten&a san!re enla mano, lo oli!ó a ense<)rsela nada, proalemente secayó con la otella, era sólo un peque<o corte, no era serio.#ero Boy al ver que descur&an su mano ensan!rentada



sintió que la raia le volv&a

7D/o mato Dlo mato, D?arlos, Dla camioneta8 1eincorporaa, cuando 1usan le miró por n los o$os y se lan%ósore 2l para llenarlo de esos, por qu2 sus o$os me di$eron

eso, Doh my (od entonces eso era ser madre, yo lo soyfeli%, 7Dd2$alo, Juan /ucas, d2$alo, Dme toca a m& ahora D#ipo/astarria le ha quitado a #e!!y, Ddarlin!8...

Julius empe%ó a trompearse con afaelito /astarria, peropara qu2 si se!uro que el otro estaa dando sus primerospasos de aile en el ?asino de Ancón, y soornando a losfotó!rafos para que lo tomen ailando con la hi$a de la se<oramarquesa. #aró, pues, de romperle el alma y fue m)s ienpara mal, ya que terminada la solidaridad con Boy, otra

idea le vino a la cae%a y hasta escuchó un leve Dhurra, quefeli%mente no pasó del pecho porque m)s huiera sidopecado. esulta que Juan /ucas se los quer&a llevar a todos aAncón, a pasar una temporadita, aprovechando lainau!uración de un edicio que acaaa de construir ensociedad con Juan /astarria. G Juan /astarria tami2n ia aestar, Dhurra, sintió Julius, pero no lo di$o y por eso no erapecado se!uro ya t&o Juan /ucas no nos lleva a Ancón, se!uroah& est) #e!!y con #ipo y t&o Juan /ucas ya no nos lleva aAncón, Dhurra

Al d&a si!uiente, a la hora del almuer%o, Julius se!u&apensando que el solo deseo de no sentir hurra implicaa unpropósito similar al propósito de enmienda y que por lo tantoestaa lire de culpa, cuando, de pronto, Juan /ucas anuncióocialmente que no ha&a pro!rama a Ancón, que para qu2,que mucha !ente en esta 2poca, etc., y Julius dio un saltitopor encima del propósito de enmienda y soltó un hurrita sinmover los laios, prometió no volverlo a hacer. Juró novolverlo a hacer al ver que Boy entraa cai%a$o,a!uant)ndose el dolor de cae%a y el otro. 7+o te preocupes,Boy Lse di$o, mir)ndolo sin que 2l lo vieraL. >ú y yo nosvamos en la camioneta a Ancón, una sola tarde eso s&, nosvamos y uscamos a los /astarria y les pe!amos a los dos,9qu2 te han hecho tan malo:, me$or ha!o tami2n propósitode enmienda de no pensar en esto porque se me vienen las



l)!rimas y se!uro t&o Juan /ucas va a decir y a usted qu2 lepasa, f&$ate como no te enteras de nada, Boy, con ?inthianos enter)amos de todo.8

1usan huiera preferido no salir esa noche, no tanto por

sus o$os un poquito hinchados y porque te has $ado cómo hacrecido Julius y cómo ya no es tan ore$ón, no tanto porquehace a<os que no reci&a ni una sola l&nea de 1antia!uito, ledir2 a Juan /ucas que lo trai!a de vacaciones, sino porqueacaaa de enterarse de que Boy muchas veces cuando leped&a dinero tami2n huiera querido esarla, y de que seha&a acostado con veintisiete prostitutas desde los catorcea<os, y de que, en lea, +ana #ortoello, una ailarina queha&a nadado en la piscina de Adula de E!ipto, cuando eraAdula de E!ipto, le ha&a corado la propina de un mes y leha&a conta!iado una !onorrea que Juan /ucas ha&a pa!adocar&simo. 1usan empe%ó a enterarse de cosas incre&les, ellalo supo todo a los dieciocho, pero esas !radaciones, 9cómo:

Ga no lo esaa ni lo acariciaa, ahora m)s ien se re&acuando 2l eFplicaa que con una ven2rea eres cao, con dossar!ento, con tres no s2 qu2 y pod&an lle!ar hasta... 7Hasta#residente de la epúlica8, interrumpió 1usan, y Boy riófrancamente, no mami, sólo a mariscal, y trató de se!uirale!re, pero fue por eso que no esó tanto tiempo a #e!!y y

ella, de& ha2rselo dicho, ella, ella empe%ó, ella empe%ó acoque, a coquete... 1usan lo esó, 9por qu2 no esaa a#e!!y: +o, no era conta!ioso as&, con esos solamente, peroal!o, respeto... Est) ien, darlin!, no te preocupes, voy apedirle a daddy que trai!a a 1antia!uito a pasar las próFimasnavidades con nosotros. Boy la miraa, por momentos ten&aver!Nen%a, por momentos se sent&a cómodo. >ami2n ella leha&a contado cosas de su padre, siempre lo quer&a, no, noera como Juan /ucas, tienes que recordarlo, claro, eras muy

peque<o, pero sus o$os, su mirada sonriente, irónica esinolvidale... 9qu2: +o... +o... Juan /ucas no huiera venido si2l... +o, darlin!...

7D1&, darlin! Doy8, respondió 1usan al o&r la vo% de Juan /ucas. #ero huiera preferido no salir. Julius tami2nhuiera preferido que no saliera. Juan /ucas ten&a la culpa. +ode que ella saliera, eso era otra cosa. #ero por primera ve% en



su vida 2l ve&a clarito que Juan /ucas ten&a la culpa. 1iemprecre&a tener ra%ón y siempre la ten&a porque era m)s alto yhalaa muy ien, pero 2l no pod&a pasarse la vida sin tenerra%ón hasta alcan%ar la estatura de Juan /ucas y tampoco leinteresaa tener nunca esa vo%, porque con esa vo% tienesra%ón mientras halas y despu2s ya no. Esta ve% Julius ten&ara%ón. ecordaa perfectamente haer pre!untado,protestado, 79todas:8, cuando Juan /ucas ordenó quepusieran las otellas en lu!ares estrat2!icos. (ilipollas, al!oas& le di$o cuando 2l protestó, y qui2n era el !ilipollas ahora,qui2n se ha&a ido al coctel de los #ratollini, qui2n se ha&allevado a mami que era la única que tranquili%aa a Boy. Gsore todo 9qui2n se olvidó de ordenar que !uardaran lasotellas estrat2!icas: 9;ui2n, ah: >ú, Juan /ucas. >ú, Juan

/ucas.1usan vino hasta la reposter&a para anunciarles que sal&a

con el se<or Juan /ucas y que volver&an tarde, no re!resaana comer. Araham le dio una pitada insolente a su ci!arrillo,all) ellos que no saen lo que se pierden, all) ella que a lome$or lo pierde a don Juan esta noche, ien me$or conservadoque est) 2l. 1usan no se enteró de la insolencia y dio unascuantas órdenes m)s, que a Boy le llevaran la comida a sudormitorio, que si quer&a salir lo de$aran, en n, que no se

preocuparan demasiado. Arminda al%ó la cae%a cuando1usan ya ha&a aandonado la reposter&a. Hasta estemomento no ha&a aierto la oca para comentar lo del ni<oBoy, parec&a no haerse enterado de nada, eso que todosah& no paraan de halar y halar del asunto. G no ien semarchó 1usan empe%aron nuevamente, ?arlos con suscomentarios irónicos, ?elso y aniel con los suyos,respetuosos, Araham siempre con su cantaleta, ya ven, yaven, ya ven, nunca pa!an las mu$eres, y la ecidida

repitiendo una y otra ve% sucede en las me$ores familias. /ovolvió a repetir y Julius la miró, recordando de pronto que lasotellas nadie las ha&a !uardado y que Boy podr&a volver aemorracharse. 0a a decirlo, pero en ese instante Arminda sepuso de pie 71antia!uito la va a querer violar a ilma8, di$o,diri!i2ndose lentamente hacia el atado de camisas que lefaltaa planchar esa noche.



7/a o<a8, comentó ?arlos, d)ndose tres !olpecitos conlos nudillos en la cae%a, al verla marcharse. ?aso perdido lao<a, se le confund&a el tiempo, los de$aa a todos en lasnues con sus salidas. Araham apa!ó su ci!arrillo y re!resóa la cocina, mientras ?elso y aniel se dispon&an a poner lamesa para que comiera Julius. En camio para ?arlos el d&aha&a terminado, sólo le quedaa !uardar los autos ymarcharse. El !rupo terminó de disolverse cuando la ecididasuió a los altos a arir las camas, se!uida por Julius quequer&a ver televisión un rato antes de comer. 7En esta mesafalta una otella8, pensó Julius, mientras avan%aan por elcorredor de los dormitorios y los a<os. 0nmediatamente miróhacia la puerta cerrada del cuarto de Boy, se o&a músicaall) adentro.

7/a ni<a #e!!y no est) en /ima... s&, en Ancón.8 Il ya losa&a, llamó por marcar el número, m)s que nada porque latelefonista le ha&a dicho dentro de die% minutos le damos sunúmero de Ancón. Boy volvió a poner su canción, la queella le ha&a re!alado, la ten&a en tres versiones distintas, pero2sta le !ustaa m)s porque era la m)s triste. Beió otro tra!odirectamente de la otella, y saltó sore el tel2fono en cuantosonó el timre. >ampoco estaa, ha&a ido a una esta en el?asino. Arro$ó el fono, voló el tocadiscos de una patada y

corrió a uscar la camioneta. Julius lo escuchaa, Juan /ucasno ten&a ra%ón. ?elso arió el portón del palacio, se tuvo quehacer a un lado para que Boy no lo atropellara.

Una hora m)s tarde, Julius com&a silencioso, pensandoque Boy pod&a matarse en la carretera y que Juan /ucas noten&a ra%ón. ?elso contó en la reposter&a cómo lo vio partir,mane$ando con una mano y eiendo de la otella con la otra./a ecidida decidió llamar a los se<ores y estuvo lar!o ratouscando el número de los #ratollini en la lista de tel2fonos.

?uando por n lo!ró comunicarse, los se<ores ya se ha&anmarchado y no se sa&a adonde. /a única solución eraesperar, ?arlos no estaa y no ha&a quien pudiera co!er elMercedes y lan%arse a la carretera de Ancón en usca del ni<oBoy. /a ecidida !ritó nuevamente lo de sucede en lasme$ores familias y le ordenó a Julius que se acostara y sedurmiera en el acto.



#ero una hora m)s tarde aún no se ha&a dormido.0mposile con todo lo que se le ven&a a la mente. #rimeroanduvo ima!inando que el verano terminar&a tranquilamentecon las diarias idas con 1usan a la Herradura, muy tempranitoeso s&, no ien terminaa con su matinal sesión de !olto,porque lue!o ella marchaa a reunirse con Juan /ucas paraalmor%ar $untos en el (olf. +o, no ir&an a Ancón, pero esta ve%ya no sintió que el Dhurra, se le ven&a a los laios, por elcontrario, el nomre de Ancón, sus playas, sus edicios, susmalecones se lo llevaron por otro camino y ahora avan%aatranquilamente hacia el ?asino a sacarle la mu!re a afaelito/astarria. ?laro que ha&a el prolema de la edad, el otro yade&a andar camino de los catorce y era muy dif&cil pe!arle auno de esa edad, pero en todo caso ellos ten&an ra%ón porque

a Boy le ha&an quitado a #e!!y, aunque ien raro queBoy llorara tanto por una chica que viv&a tan le$os, cuandoal frente de casa vive una chica linda, indudalemente secomplicaa la vida o tal ve% no porque la chica que se ia, queno se ia por el mal camino viv&a tami2n muy le$os, al!o deeso ten&a que haer en toda la historia del llanto de Boy...e cualquier forma si el asunto marchaa mal, si afaelito/astarria ha crecido mucho desde la última ve% que lo vi,entonces Boy puede pe!arle a #ipo y despu2s viene y me

ayuda a m&... no, eso tampoco porque Boy es mayor queafaelito, no tiene solución el asunto... Julius se dio la vueltaen la cama y apoyó la cae%a sore el otro eFtremo de laalmohada, estaa m)s fr&o y se!uro le ia a dar nuevas ideas,todos ailando en el ?asino y Boy y yo entramos y todo elmundo corre, les sacamos la mu!re, 9cómo dec&a ?arlos: 9lamitra:, 9la mocha:... Julius se dio otra vuelta, nervioso,intranquilo esta ve% por recordar las palaras invenciles de?arlos se le ha&a apa!ado la escena en que Boy y 2l leromp&an el alma a los /astarria, y la almohada estaa calientepor ese lado. ?erró los o$os, pero si!uió viendo la mesa denoche con el retrato sonriente, conversador de ?inthia, securió con la colcha, desapareció en la oscuridad total queformaa sore su cara pero la colcha ten&a pelusitas que lepicaan en la nari%, arro$ó s)anas y colcha, fue casi unpu<eta%o en la cara de afaelito, !iró pero tami2n la



almohada estaa caliente, acaaa de estar ah&, caliente elcentro otra ve%, entonces se aalan%ó sore la mesa de nochey encendió la l)mpara, iluminando a ?inthia sonriente yconversadora. /entamente la fue acercando a su cara, la ten&aco!ida con amas manos y le ia pre!untando, tendr&a quincea<os, si le !ustaa ailar en el ?asino de Ancón, 9qu2 te!ustar&a:... #ero el marco de plata le enfriaa las palmas delas manos y en todo caso no ha&a nada que hacer se!uroque la pelea de Boy era en otro sitio y 2l ah& tratando deima!inarse que entraa en el ?asino, ya ni siquiera esoporque la l)mpara le iluminaa perfectamente cada detalle desu dormitorio y Ancón quedaa al otro eFtremo de una lar!aautopista... Apa!ó, sin ilusiones esta ve%... para qu2 ilusionessi en cuanto for%aa un via$ecito a Ancón una arru!a en la

s)ana lo deten&a./os alaridos de la ecidida lo despertaron en plena

noche. #ensó en temlores, terremotos y en el 1e<or de losMila!ros, pero nada temlaa en el palacio y, cuando saltó dela cama, ya sa&a que de peli!ro de muerte no pod&a tratarse.Al!o distinto ten&a que ser, pero se quedó sin averi!uarlohasta la ma<ana, porque al salir de su dormitorio paradiri!irse a la sección servidumre, se topó en pleno corredorcon Boy raiando, !ritando, corriendo completamente loco

o orracho y atr)s de 2l la ecidida en camisón, que se!u&aarro$)ndole cosas y que cada ve% que lo alcan%aa le met&aotro !olpe. ?elso y aniel lo!raron contenerla, y a la fuer%a sela llevaron nuevamente a su %ona, mientras Boyamena%aa a Julius con descuarti%arlo si continuaamir)ndolo y si le dec&a al!o a mam), por la ma<ana.

#ero 2l qu2 ia a decir nada, si ya llevaan horasdiscutiendo y aún no lo!raa ver las cosas claras. ?arlos, en lareposter&a, tami2n anduvo un poco aturdido, aunque su

desconcierto duró menos que el de Julius. esulta que, allle!ar esa ma<ana, se encontró con la o<a tomando sudesayuno, 7uenos d&as, se<ora8, le ia a decir, pero ella losorprendió repiti2ndole lo del ni<o 1antia!o violando a ilma,en el preciso instante en que aparec&a la ecidida !ritandoque el ni<o Boy se lo ten&a ien merecido y con la cara todaara<ada. ?arlos sintió un escalofr&o, peor todav&a sintió que



ese escalofr&o se le $untaa por un hilo tan ineFplicale comohelado con otro escalofr&o en la reposter&a del anti!uo palacio,por el mismo hilo re!resó temleque a la nueva reposter&a, yhasta huo un momentito en que era all) el verdaderoescalofr&o y el de ahora lo estaa profeti%ando con eldecorado de la moderna reposter&a y todo. ?asi se ledistorsiona el tiempo al del uniforme con !orra, casi a!arrauna nueva dimensión de lo profundo, pero ni halar delpeluquero y al que madru!a ios lo ayuda sore la marchapidió que le calentaran su tecito para entonarse, mientras iaa sacar a Merceditas de su casa, co$udeces paS los franceses...1e!u&a un poco preocupado ?arlos, feli%mente que al suir alMercedes se encontró con su i!ote perfecto en el espe$oretrovisor, a este i!ote con cuentos, ten paciencia, Hortensia,

ten tesón, amón, todo a su deido tiempo 1antia!uito conilma all), acan!a Boy con la #echichona, mala est) lao<a.

/ar!a ha&a sido la odisea de Boy, llevaa horastratando de eFplicarla coherentemente. ecordaa ien elcomien%o, pero por nada les ia a contar que durante si!los laha&a uscado y que la encontró ailando, y cheeK to cheeK, ycon #ipo /astarria. #rimero se ca!ó en 2l y le ro!ó a ella, perono tardó en darse cuenta de que ella se ca!aa en 2l y tuvo

que enfrentarse con su primo. ecordaa patadas ypu<eta%os, nada denitivo, recordaa san!re suya y del otro,recordaa que lo echaan del ?asino, que lo compadec&an,que lo insultaan. /ue!o todo era una noche ne!ra con 2lavan%ando por pistas que nunca duraan lo suciente, conmiles de ideas que llevaan a la camioneta de curva en curvay a menudo lo pon&an sore un sardinel, frente a una casa, alorde de la muerte. Un o$o le dol&a ya cuando entró al urdel...#ipo /astarria le ha&a cerrado ese o$o entonces... Un o$o le

dol&a cuando entró al urdel y cu)nto quer&a que le hicierancaso y uscaa su dinero y no lo encontraa, !ritaa sunomre y su apellido y nadie le hac&a caso y otra ve% sudinero no aparec&a, hasta que pensó en la ecidida mam) noestaa en casa y todos saen, mam), Juan /ucas, ?arlos, soyun cornudo, Dno Dno Dno espu2s todo empe%ó a salirlecomo 2l quer&a porque corr&a como un loco para matarse y la



camioneta no se estrellaa nunca y cuando lle!ó hi%o ulla yno quer&a que lo oyeran y nadie lo oyó. 1&, 2l ya ten&a ese o$ohinchado, pero por nada del mundo les ia a contar qui2n selo ha&a hinchado, aunque ya se estaa arrepintiendo dehaer acusado a la ecidida por los dos o$os.

Juan /ucas, enterado de la lar!a descripción de Boy,ten&a ya sus sospechas y estaa dispuesto a creerles todo,tanto a 2l como a ella, aunque se contradi$eran. /a ecidida!ritaa que cuando el ni<o Boy la 7atracó8, ven&a ya con uno$o ma!ullado y con la camisa rota. Boy lo ne!órotundamente, pero de pronto tami2n le empe%ó a darver!Nen%a que una mu$er le huiera dado tal pali%a. Entoncescamió, y di$o que a lo me$or se ha&a equivocado, y queahora que recordaa se ha&a trompeado en un urdel y 2l leha&a roto el taique nasal a un ne!ro y que el ne!ro ha&alo!rado conectarle un par de pu<etes, uno en cada o$o,porque 2l estaa orracho, por supuesto, se ha&a eido dosde las otellas que encontró en los altos. 7DMentiras L!ritó laecidida, reivindicando para ella uno de los o$os ne!rosL. +opor placer, se<or, nada m)s desa!radale para una mu$erpore pero honrada@ no por placer sino porque mi honor as& me mandó defenderme.8 Juan /ucas suspiró y ordenó hielopara un !in and tonic. 7?alma, calma, di$o esto se puede

arre!lar f)cilmente, 9qu2 opinas tú, mu$er:8 1usan casilevanta la mano para contestar, qu2 miedo, la ha&an co!idodesprevenida, estaa pensando en el mal !usto de los chicos,har) que traer a una enana para cuando Julius empiece conlo mismo... 9;u2 opinaa: -pinaa que eci era una mu$ermuy uena y eciente, que feli%mente el mar no lle!ó...

L/a san!re no lle!ó al r&o Lcorri!ió la ecidida.

... s&, al mar. Har&a que pa!arle el pi$ama que le ha&anroto y, sore todo, opinaa que Boy de&a pedirle perdón enel acto y prometerles a todos que no volver&a a tomar hisKyde esa manera. Eso era lo que opinaa y, no ien terminó,volteó linda, sonriente y aterrori%ada a mirar si la ecididaestaa de acuerdo con lo que opinaa.

>otalmente de acuerdo. /a ecidida consideró que elasunto se pod&a olvidar y que el ni<o Boy ha&a actuando



movido por el despecho, que el despecho era un sentimientohura<o que, me%clado con el licor, pod&a lle!ar a ser undespecho enfurecido, pero precisamente esa maldad no erapor consi!uiente el resultado de la maldad del ni<o Boysino del licor m)s el despecho que eran circunstanciasatenuatorias del atraco. En esa casa se ha&an respetado susderechos y una mancha ne!ra se orra con un futuro decente,adem)s el despecho es humano y la situac...

LBoy, p&dele perdón a esta se<orita Lordenó Juan/ucas.

Boy le di$o que ha&a estado orracho y que loperdonara@ la ecidida ya ia a arrancar con m)s sore eldespecho, pero Juan /ucas la volvió a interrumpir, diciendo

que todo estaa arre!lado, que no ha&a rencor que !uardary, $ustito cuando ella trató de soltar al!o m)s, ro!)ndole quele tra$era el hielo picado de la reposter&a para prepararle unrea$e especial al ni<o Boy, a ver si le quitamos esa carade miserale, con esa cara no me lo de$an entrar al (olf.Boy sonrió, 1usan sonrió, y Julius loco porque la ecidida sevaya para pre!untar el si!nicado de la palara despecho.7oy por el hielo8, di$o, por n@ 1usan y Juan /ucas ya ian asoltar la risa por el pecho temlando mientras dec&adespecho, pero ella era siempre quien conclu&a 7+o sepreocupen, se<ores, sucede en las me$ores familias8, les di$o,antes de retirarse.

A la cocina lle!ó loca de contento con su car!amentopara la ciudad. /e ha&an dado amplia satisfacción y no ten&anin!ún inconveniente en repetirles la escena ocurrida.79+e!ro: Lla interrumpió ?arlos, cuando lle!ó a la parte de latrompedera en el urdelL 9de cu)ndo aqu& los /astarria sonne!ros: A 2se el que lo ha sonado es su primo /astarria, elmismo que lo ha adornado... 9+e!ro:, $a$)=$a, ya quisiera verlofrente a un moreno, de un !ar!a$o me lo aho!an.8

En el ar de verano, tres uenas salidas de Juan /ucaslo!raron que Boy lo mirara cara a cara y le sonriera. Ha&acopa para todos, no tardaan en estar listas, en cuanto laecidida se acordara de traerles el hielo. #ero Boy di$o queno corr&a tanta prisa, primero ia a tomarse un alKa=selt%er, ya



re!resaa. Juan /ucas aprovechó su moment)nea ausenciapara comunicarse con la cocina que quitaran y escondieranlas otellas de hisKy, por favor, !racias. ?uando levantó lacara para se!uir con su uen humor, se encontró con los o$osde Julius mir)ndolo acusadoramente.

Una !ota !orda de sudor resaló por la melena lar!a ya%aache de Arminda, mo$ando, al caer $unto a un otón, laseda color marl de la camisa. Arminda descurió la !ota,pero, a su lado, en un eFtremo de la tala de planchar, ten&ala vasi$a con el a!ua para salpicar humedeciendo la tela yfacilitar su perfecto planchado@ introdu$o entonces, hasta lamitad, cuatro dedos en el a!ua y continuó salpicando porqueeso no era suciente... Ahora s&. 1us dedos quedaron mo$ados,aprovechó para sec)rselos en la cara porque hac&a tantocalor, pero al a$ar la mano continuaan mo$ados y, comosiempre, se los secó en el tra$e ne!ro. +o se dio cuenta dehaerlo sentido húmedo y caliente como la camisa, la camisahúmeda y caliente, claro, el a!ua, la plancha hirviendo, apoyónuevamente la plancha para se!uir...

?omo siempre, se hallaa sola a esas horas en el cuartode planchar. Una ve% Juan /ucas ha&a pasado por ah& afuera,por ese corredor, cuando el arquitecto de moda insistió enmostrarle la sección servidumre, primero, y lue!o esa otrasección, tres cuartos alineados a lo lar!o de un corredor queterminaa en una puerta cuya elle%a anunciaa el lu$o de lasección familiar del palacio. El corredor y los tres cuartos eranlancos@ uno era el cuarto de planchar, el de al lado, el cuartode costura y el otro podr&a servir para que duerma al!unaenfermera o al!una mon$a de la ?aridad, si al!ún d&a operan auno de los chicos de las am&!dalas, al!o as&. #ero los chicos seoperaan en el hospital y nadie estaa enfermo en casa, y else!undo cuarto tampoco se usaa porque la ecidida %urc&a

en su dormitorio.Arminda estaa en la reposter&a cuando aniel se

despidió porque le tocaa su salida. ?elso tampoco andaapor ah&, ella lo ha&a visto salir en dirección al peque<o patiointerior, en cuyo piso de locetas depositaa la plater&a, paralue!o pasarse horas limpi)ndola, terminaa de noche. Hoy no



le tocaa venir a Universo, y la ecidida ha&a partido en elMercedes con ?arlos acompa<ando a Julius donde el dentista.El se<or, la se<ora y el ni<o Boy ha&an ido a almor%ar al(olf, no re!resaan nunca antes de las siete de la noche.7Adiós, se<ora. Hasta la noche8, le di$o Araham, y sin saerpor qu2, ella se sintió m)s tranquila al ver que la reposter&aquedaa vac&a, y que en los altos tampoco ha&a nadie.1iempre su&a a esa hora a planchar, pero hoy le parec&a queera la primera ve%, no se eFplicaa muy ien ese inter2s enverlos marcharse, ese af)n de suir a traa$ar sai2ndosesola.

1e detuvo un instante en el descanso de la escalera, sedescurió escuchando ni el menor ruido, los vio marcharsenuevamente, a ?elso lo recordó afuera, frota y frota unatetera de plata. Arria, se desvió un poco para escuchar quela ecidida no estaa en su cuarto, pero se acordó y continuóavan%ando tranquilamente@ todos los dormitorios vac&os, ela<o del servicio con la puerta aierta y sólo silencio adentro,lue!o los tres escalones al corredor lanco, al fondo la puertacerrada, en todo caso la familia estaa en el (olf, Julius dondeel dentista. 1e asustó porque ya no tardaa en terminar elverano, pero cuando a!uaitó se quedó m)s tranquila7ictoria 1anta #aciencia, la costurera, aún no ha venido para

los uniformes de los ni<os.8 etrocedió, pero no ha&a nadietampoco en ese cuarto lanco, sin mueles que, a veces,llamaan la enfermer&a.

io con a!rado, sore la mesa lanca, el atado conmuchas camisas del se<or. Avan%ó para co!erlo y arirlo,como siempre el sol la ce!ó, una ve% ella pensó en pedircortinas para esa ventana, despu2s se las ha&a arre!lado conponer periódicos mientras traa$aa, pero ahora le daacansancio m)s que Co$era acomodarlos, astaa con ponerse

de espaldas a la ventana cuando planchaa. El a!ua estaaah&, en un eFtremo de la tala de planchar@ pesta<eó paraacordarse que ayer ha&a llenado la vasi$a, pero se le orrópara siempre haerla llenado $am)s en su vida, volvió apesta<ear, no le molestó quedarse sin ese trocito de pasadopara siempre. Hay a!ua. Enchufar la plancha. olteó porque elenchufe estaa al lado de la ventana, nuevamente la co!ió el



sol, la ce!ó completamente. 1e a!achó para enchufar, encuclillas descurió que ya no ten&a cuerpo, era un enormemareo, lue!o le volv&a el cuerpo lleno de n)useas, saltó unachispa al enchufar, siempre re%aa, soltó el enchufe porque yano saltaan chispas, se ir!uió con los o$os cerrados, llenecitade chispas en la oscuridad, la vio venir, s& s&, detr)s de los)roles, de las casas, detr)s de todas las chispas la vio venir,cómo no lo supo antes para no arir los o$os, $usto los ha&aaierto cuando ella aparec&a, por ah& detr)s de las casas, delos )roles. Miró todo lo que pudo al sol y cerró los o$os.Tltimamente Arminda cre&a con toda su alma en los mila!rosy aquello ten&a que ser un aviso.

?omo ten&a mucho que planchar, re!resó hacia la tala yeFtendió la primera camisa. Ha&a que ser muy cuidadosa

$unto a las iniciales ordadas del se<or. 1us manos estaanlimpias. Empe%ó a planchar, a sentir en su cuerpo el calor quedesped&a la plancha el2ctrica, era a!radale, se me%claa conel calor del sol que se!u&a quemando fuerte por la ventana,que por momentos diu$aa chispas en los vidrios, ahora queella se ha&a puesto frente a la ventana para mirar de rato enrato, arir y cerrar los o$os a cada rato...

(otas !ordas de sudor resalaan por la melena lar!a ya%aache de Arminda, mo$ando, al caer, la seda lanca de lacamisa. Ella las ve&a, suciente@ se secaa entonces la manoen el tra$e ne!ro y apoyaa nuevamente la plancha.Empe%aa a cansarse, el sol se pon&a y cada ve% m)s ella lomiraa $amente, siempre nada@ humedeció la man!a de unacamisa, se de$ó ce!ar por el sol, la vio aparecer ydesaparecer, ven&a pero la curió la vasi$a de a!ua que, en untrocito de su pasado, hace un momento, se ha&a ca&do alsuelo. 1e ia a pre!untar por esas !otas sore la tela peroellas mismas la hicieron a!acharse a reco!er la vasi$a, sonrió

al verla venir, arrepentida, aver!on%ada, ven&a escondi2ndosedetr)s de la vasi$a, pero ahora ella, tu madre, corr&a arescatarla y le ordenaa )$ate de esa carreta, Dora, Dmihi$a, oediente, sumisa, ella saltaa de la carreta y elheladero de S-nofrio desaparec&a de su sonrisa y al fondo lafelicitaan ilma, Julius, +ilda, el se<or 1antia!o, la se<ora1usan, la ni<a ?inthia, ?elso, se le orraa ?elso y trataa de



atraparlo, se le orraa aniel y trataa de atraparlo,saltaan, se le escapaan, se le orraan todos, todosvolv&an, aparec&an, Julius desapareció, desaparecieron todos,todos menos su hi$a, se quedó tranquila, sonriente, pensandoque se!uro las ha&a de$ado solas para que conversaran unrato.

?elso corrió a arir el portón cuando oyó la ocina delMercedes. 7>rai!o un herido8, di$o ?arlos, mirando urlón a

Julius, que ven&a adolorido y furioso porque el dentista leha&a co!ido mil veces el nervio con la maquinita esa...Estacionó a Merceditas a un lado del !ran patio, detr)s de lacarro%a que ya ten&a una rueda rota porque

Boy, al entrar el otro d&a orracho en la camioneta, le

ha&a dado un uen topetón. /a ecidida fue la primera ena$ar, ofreciendo t2 para todos, menos para Julius, 7a ti te voya preparar una olsa de hielo8, le di$o. /os cuatro entraron porla puerta de servicio y se diri!ieron hacia la reposter&a, en elpasadi%o sintieron olor a quemado. 7DArminda8, !ritó laecidida, y los cuatro corrieron a los altos.

Estaa tirada en el suelo, $unto a la vasi$a de a!ua, y latala de planchar ca&da encima de una pierna. /a planchaestaa a su lado, en el suelo, semienvuelta en una camisa

a!u$ereada y chamuscada. #ensaron que era un v2rti!o, peroinmediatamente se dieron cuenta de que estaa muerta.?arlos se quitó la !orra, ?elso empe%ó a llorar de miedo y laecidida uscó palaras apropiadas, pero no era el momentoy los tres pensaron de !olpe en el tel2fono. espu2s sepre!untaan a qui2n llamar en estos casos y Julius, casipidi2ndoles permiso, su!irió uscar en la lista especial quemami tiene $unto al tel2fono de su cama. ?arlos les di$o quecorrieran, yo me quedo con ?elso, Dcorran ustedes dos,vamos a ponerla sore la mesa. Julius y la ecidida salieron alcorredor y se apresuraron al dormitorio de 1usan. Ha&a quellamar al (olf, primero@ no, ha&a que llamar al m2dico de lafamilia, primero@ ah& estaan todos los tel2fonos@ 9a qui2nllamaan primero:, Da cualquiera /lamaron al m2dico de lafamilia y estaa en el (olf. /lamaron al (olf y no estaan ni elm2dico de la familia, ni Juan /ucas, ni 1usan, ni nadie. #od&an



llamar a la t&a 1usana, pero estaa en Ancón@ no, siempreven&a a /ima. Julius marcó el número de la t&a 1usana y s& estaa en /ima pero a esa hora ia siempre a confesarse,halaa el !uardi)n no, no ha&a nadie m)s en casa. Juliuscol!ó y la ecidida lo acusó de no haer de$ado un mensa$e.?o!ió el fono para llamar de nuevo pero en ese instante sonóla ocina del Ja!uar, afuera, y con ella la de la camioneta, unay otra ve% Boy eFi!iendo que le arieran en el acto. 7DEseni<o no sae lo que hace8, maldi$o la ecidida, corriendohacia la escalera.

Entraan los automóviles cuando la ecidida apareciócorriendo y !ritando, interrumpiendo la asustada versión de?elso, creando m)s confusión, y por n haci2ndoles saer queha&an encontrado a Arminda muerta en el cuarto deplanchar. 7El m2dico dee estar en camino a su casa8, di$o

Juan /ucas, a$ando del Ja!uar, mientras 1usan, inmóvil en suasiento, ha&a apoyado los codos sore las rodillas, ocultandolue!o la cara entre la palma de sus manos. 1e movió alrecordar a Arminda planchando las camisas de 1antia!o, pocodespu2s de su matrimonio...

Huo que hacer al!unas dili!encias, todo lo hi%o Juan/ucas muy ien, un poco fati!ado eso s&. einaa el silencio,caminaan en punta de pies, halaan sólo lo indispensale ya$ito. Juan /ucas propuso llevarla a su dormitorio, pero laecidida di$o que ah& ha&a traa$ado siempre y que ah& de&an de$arla descansar. 1usan asintió con la cae%a, y laecidida rompió el miedo con un llanto sonoro y conta!ioso.?elso, tami2n lloraa y ?arlos se $alaa el i!otito para queno se le escaparan las l)!rimas. 7Hay que avisarle a Universoy a aniel8, di$o 1usan, y ?arlos se le acercó, voy se<ora, sepuso y se quitó la !orra, se le escaparon las primeras l)!rimasmientras corr&a al automóvil. Juan /ucas re!resó, despu2s de

haer acompa<ado al m2dico hasta la puerta. ?aminando porese corredor, recordó cuando el arquitecto se lo ha&amostrado, desde entonces no ha&a asomado por ah&. 7Boyy Julius LllamóL 9por qu2 no suen un rato a susdormitorios:8 #ero ni Boy ni Julius salieron del cuarto enque descansaa Arminda, y 2l ya no insistió porque estaapensando que no ser&a mala idea trasladar al primer cuarto el



de costura, de$amos este cuarto de planchar vac&o, es unlu!ar ideal para instalar el ascensor... Entró a respetar unpoco, pero salió dis!ustado al ver que Araham aparec&aemitiendo !emiditos y ca&a arrodillado frente a la mesa, Dtanuena como era, Dtan uena como era, usted perdone,don$u)n, pero Juan /ucas ya no estaa.

7#oor thin!8, pensó 1usan, pero maldi$o saer in!l2s

y sintió una pena horrile. ?om&an silenciosos y, m)s deuna ve%, Juan /ucas se ha&a llevado la servilleta a la oca conun !esto nervioso. Boy insultaa en silencio a Arminda, porculpa de ella no pod&a salir a emorracharse, pero ah& mismocamiaa y sent&a pena y lue!o raia porque la pena se le iay 2l quer&a llorar y que fuera de pena, #e!!y ten&a la culpa.

Julius empe%ó a sollo%ar, y Juan /ucas a llevarse la servilletanerviosamente a los laios, entonces Julius soltó el llantomir)ndolo y 2l a$ó la servilleta, la de$ó sore sus piernas, yestoy se!uro que huo un momento ah&, en que todossintieron pena y recordaron a Arminda y sintieron su últimapresencia, descansando all) arria, muerta.

Boy no salió esa noche. >ampoco la noche si!uiente.1e portó ien y cumplió con su promesa de pasar por lomenos cinco horas en la capilla ardiente. Es verdad que cada

ve% fue espaciando m)s sus permanencias, pero lo!rócompletar cinco horas y tuvo momentos de pena, y si lecostaron tanto traa$o fue por culpa de #e!!y, no de Arminda,aunque lo des!arraa el deseo de salir y emorracharse ysentir que amistaa y lue!o, cuando le empe%aan lasn)useas, correr a un urdel, encamarse hasta llorar, corrersore todo a ese urdel donde cre&a haer visto una caraconocida. Esta noche podr&a hacerlo, pero no deer&a pensaren esas cosas durante el entierro.

Juan /ucas ha&a diri!ido todo al comien%o, lue!o dioórdenes precisas que ?arlos, ?elso y aniel iantransmitiendo, en su deido momento, a los ne!ritosele!antes de la funeraria. 7Entierro de primera clase, pensó,satisfecha, la ecidida. /os se<ores son se<ores ien. El se<orse ha portado@ a una lavandera de primera, un entierro deprimera8, pero esta fórmula le sonó un poco falsa y prerió no



se!uir pensando y m)s ien ayudar en todo lo que fueranecesario. #ero las instrucciones de Juan /ucas, transmitidaspor ?arlos, principalmente, astaan. /o me$or era que ella sefuera $unto a Julius que estaa muy nervioso, a pesar de loscalmantes que la se<ora no dee darle tantos. Julius se!u&aatento el traslado del ataúd, lloraa por momentos, peroahora, por encima de su pena, ha&a al!una idea. Boy ya seha&a dado cuenta todo el tiempo ha&a estado pre!untandopor dónde ian a sacar el ataúd. En camio anoche ha&aestado muy poco pre!untón para lo que suele ser...

G es que anoche Julius no ten&a aún nada que pre!untar.Arrodillado en la capilla ardiente, pasó lar!o rato pensando enel entierro de su padre y en ?inthia pre!unt)ndole a mami porqu2 a Bertha se la ha&an llevado por la puerta de servicio, lapuerta falsa la llamaan. 9?inthia cómo pensó en el entierrode Bertha, la ca$a, el peine, la escoilla:... ?inthia tami2nha&a muerto... /loró entonces, y vinieron a llev)rselo, pero encualquier lu!ar, en el a<o con 1usan d)ndole pastillas, en sudormitorio, acostado, se!u&a pensando en ?inthia ella har&atenido al!una idea para Arminda...

Esa ma<ana pre!untó muchas veces por dónde ian asacar el ataúd. 1e quedó tranquilo cuando ?elso le repitió lasinstrucciones dadas por Juan /ucas. >an tranquilo que seolvidaron de 2l hasta que la ecidida vino a pararse a su lado,porque lo empe%aa a notar muy nervioso. /os ne!ritosele!antes de la funeraria acaaan de car!ar el ataúd y sedispon&an a trasladarlo hacia la escalera de servicio. Juliusaprovechó que todos ha&an a$ado la cae%a paraanticip)rseles, a$ó corriendo y cerró por detr)s la puerta delpasadi%o que llevaa hacia la puerta falsa. 1alió por esapuerta al $ard&n y corrió para entrar nuevamente al palacio porla terra%a del ar de verano. Juan /ucas lo vio pasar y se puso

de pie, pensando que el traslado de&a haer empe%ado.Avan%ó lentamente hacia el interior del palacio porque 1usanaún no ha&a a$ado y prefer&a esperarla. Mientras tanto,

Julius ha&a re!resado al pasadi%o y esperaa parado delantede la puerta. El ataúd estaa ya en los a$os y se acercaa.Entonces 2l trató de arir la puerta, no pudo, y se<aló elcorredor, por el otro lado. 7#or aqu& tami2n se puede8, di$o, y







modelo de la tele. 1&, tami2n el cine nacional le interesaapero para eso le faltaa mucho estudio de arte dram)tico.Mintió que aún no conoc&a el amor, pero ase!uró que era detemperamento rom)ntico y m)s ien apasionado. #asaron lasemociones del concurso, y Maru$a se fue a vivir con sumadrina, no muy le$os de un canal de televisión. #asarontami2n los meses y Maru$a empe%ó a perder las esperan%asporque el canal estaa llenecito de chicas tan !uapas comoella. As& hasta que un d&a su madrina empe%ó a acusarla deCo$a, de no traa$ar, Dtanto tiempo frecuentando esos lu!aresy hasta el momento ni un solo muchacho que val!a la pena/a verdad es que sólo ha&a haido un ar!entino uenmo%ónpero que tami2n trataa de ser modelo. eli%mente que nolloró Maru$a@ feli%mente porque si Boy la huiera visto con

los o$os hinchados, a lo me$or no huiera pe!ado el frena%oque pe!ó ni huiera dado siete vueltas a la man%ana,desemocando siete veces en trompo en la misma esquina.#ero 2l le vio todo menos los o$os, ya se la estaa ima!inandoen al!una playa solitaria del sur, y cada ve% que la ve&adesnuda apretaa el acelerador a fondo y picaa nuevamenterumo a la esquina, y a otra vuelta a la man%ana paraaparecer en trompo y pasar nuevamente frente a ella,mir)ndola, no atrevi2ndose a mirarla, hasta que Maru$a le hi%o

su adiosito, casi a$o la cartera, y le soltó su sonrisita,entonces pe!ó la frenada denitiva.

/e compró un iKini dorado y un relo$ de oro y la escuchómientras ella le halaa tendida a su lado en una playasolitaria del sur. >rató de quererla porque era mayor que 2l yun loma%o y si la quer&a ya no ia a querer a #e!!y y a lome$or su herido or!ullo se curaa para siempre. Hi%o todo loposile por quererla@ la escuchaa, pon&a atención cuando ellale contaa de su vida, escuela para se<oritas número V5 del

distrito de Huaura. Un d&a hasta se ima!inó entrando a la casade su madrina y tomando t2 los tres y 2l emocionado, esopodr&a ser el amor, porque es pore pero honrada, perodespu2s pensó en Juan /ucas pidiendo la mano de Maru$a y depronto se descurió prestando verdadera atención a suspalaras, las que usaa cuando le halaa al o&do, 1antia!oya se la huiera tirado, Dhuachafa de mierda, t&ratela si no la



puedes querer pero 9y #e!!y:, Dco$udo, 9no te das cuenta deel loma%o que te est)s perdiendo:... Entonces se lan%ó aromper el iKini dorado, aprovechando que ella le dec&a soyde temperamento m)s ien rom)ntico y apasionado, cayótap)ndole la oca con la suya, y cuando se apartó un pocopara acomodarse me$or y respirar, el insulto se le vino con talfuer%a que no tuvo m)s remedio que insistir, lan%)ndosenuevamente para incrustarle la palara maroca entre loslaios.

En un par de semanas Maru$a lo ten&a a!oiado@ sinemar!o Boy acaaa de cumplir diecisiete a<os, y cadave% que de$aa caer la foto para que al!uien descuriera, yano que ten&a una nueva enamorada, sino que estaa saliendocon un hemrón, se descur&a muerto de !anas de ir a verla.Una tarde que no la encontró 'ha&a olvidado que ella ten&acita en la televisión. El mismo le ha&a falsicado una tar$etade recomendación para el !erente del canal, con la rma de

Juan /ucas*, Boy no tuvo m)s remedio que se!uir su locacarrera en la camioneta hasta desemarcar en un ul&n de laictoria. >remenda desilusión costó dinero y ni compararlacon Maru$a. Adem)s, uscó la cara conocida de la ve% pasadapero no la encontró, 2se era otro asuntito que a veces lo hac&apensar casi no se $ó en esa cara, la primera ve%, sólo cuando

la mu$er se ocultó, 2l pensó qui2n puede ser, y ahora estaapensando lo mismo, pero Da la mierda, porque Maru$a me diocita a las die% y ya van a ser las die%. oló hasta el interior enque viv&a Maru$a y anunció su lle!ada con tremenda frenada,se!uida de inmediato por tres toques a la primera ocina, laMarcha del &o ]ai, y tres a la se!unda, tal&n=tal)n, tal&n=tal)n, tal&n=tal)n. Maru$a apareció rapidito y avan%óconcursando riqu&sima hasta la camioneta. 1uió sonriente, leha&an prometido una pruea en el canal para dentro de un

mes, sólo una pruea, pero ya era al!o. Boy lo feste$óhaciendo sonar amas ocinas al mismo tiempo y picó rumoa la #era del Amor, donde unos quince minutos m)s tarde,convert&a los asientos de la camioneta en impresionante camade dos pla%as, con su almohada y todo. Maru$a se de$ó esar,se de$ó arir un poco la lusa y, cuando 2l ya ia para m)s,di$o stop y se quitó.



G se si!uió quitando. Boy enfureció, raió, !ritó, chilló,la llamó Dmaroca de mierda, y ella se si!uió quitando todaslas noches. #or n un d&a le dio una eFplicación nada hastaque terminara el cole!io, nada tampoco despu2s, hasta queconsi!uiera un traa$o en una de las haciendas de su papi,tampoco nada, entonces, y nada m)s tarde cuando 2l vinieraa su casa y pidiera su mano y fueran novios, nada hasta quese casaran como ios manda. Boy le !ritó Dmaroca demierda, se lar!ó furioso y empe%ó a ciriar a una de illaMar&a. A la semana si!uiente re!resó. Maru$a lo reciió tiernay sonriente. /o llenó de esos y se de$ó llevar, sentadita a sulado acarici)ndole el caello, hasta la #era del Amor, dondeBoy armó la cama de dos pla%as y se lan%ó prometi2ndoleinminente oda, $ustito en el momento en que ella se quitó.

En el MarKham lo otaron tres veces se!uidas de la clasepor mandar al dialo al profesor de castellano@ hasta loamena%aron con eFpulsión si se!u&a port)ndose tan mal. #ero2l insist&a en ser malo y un d&a hi%o trompearse a Julius conuno m)s !rande, y cuando vio que Julius llevaa la me$orparte, le dio un cocacho y lo mandó a la mierda. >odo le sal&amal y Maru$a se le se!u&a quitando noche tras noche. /o únicopositivo era que ya no pensaa en #e!!y. Adem)s, 9qui2n di$oque ya no pensaa en #e!!y: Esa misma tarde desemocó

por el óvalo (uti2rre%, y cuando menos se lo esperaa, otracamioneta le tocó la Marcha del &o ]ai, y pasó #ipo/astarria con #e!!y sentadita a su lado y m)s onita queantes. #icó, aceleró a fondo, pero un carro se le cru%ó y lostortolitos se le perdieron en la si!uiente curva... ;u2 tal si seconfesaa, a lo me$or su suerte camiaa, halar con al!uien,confesarme, D+o, Dqu2 confesión ni nada... D?laro, esa s& erauna uena idea escriirle una carta a 1antia!o y contarletodo, pedirle un conse$o. #icó y aceleró de nuevo, rumo al

palacio esta ve%.A<os que no ve&a a su hermano@ si!los que no reci&a una

carta de 1antia!o@ 9cómo era 1antia!o: +o lo sa&a m)s quepor las reves cartas que, muy de ve% en cuando, le enviaa a

Juan /ucas, y por las fotos que enviaa cada ve% que secompraa un auto nuevo. #ero 2l admiraa a 1antia!o,siempre lo ha&a admirado, un !ran tipo, el a<o en que



estudió A!ronom&a en /ima fue un constante camiar deenamoradas, nunca una chica lo de$ó como a m&, a lo me$or seca!a de risa si le cuento todo lo que siento, a lo me$or memanda al dialo y me dice anda a llorar a las faldas de mam).Horas llevaa el pore Boy tratando de comunicarse con suhermano, ya se estaa hartando de se!uir ah& sentado,mirando el papel aún en lanco y el lapicero sore la mesa.?ada ve% que lo co!&a era para de$arlo nuevamente. 1e ha&aquedado en lo de 7;uerido 1antia!o8. ?o!ió el lapicero ya!re!ó dos puntos y otra ve% no supo cómo demoniosempe%ar... 1antia!o si no te !usta mi carta no la leas, 9peroentonces cómo se va a enterar de que no le !usta: 1antia!oestoy hasta las patas. #e!!y me ha puesto cuernos. Estoysaliendo con un hemrón pero es medio pel&n y no la puedo

querer. 1in emar!o, al!o raro pasa porque desde que noquiere tirar conmi!o estoy enamorado hasta las patas de ella@casi tanto como de #e!!y. >odo me sale mal. Ella se llamaMaru$a y quiere que me case con ella. +o comprendo lo queme pasa. 1i te !usta una mu$er te casas con ella 'claro quetodav&a porque me falta terminar el cole!io y estudiar al!o yponerme a traa$ar*. A m& me !usta Maru$a y me quisieracasar con ella, pero siento que cuando me case con ella ya nome voy a querer casar con ella... 9?omprendes: Go tampoco.

9?ómo eFplicarlo: Esp2rate... creo que ya s2 yo me caso conMaru$a 'porque quiero casarme con ella*, y el d&a de la odaviene Juan /ucas y se ca!a de risa y mami le dice darlin! aMaru$a y el asunto no funciona. Juan /ucas se nie!a a tomar elpisco que le ofrecen en casa de Maru$a '2se es otro prolema,la casa, me ima!ino que la de Huaral ser) peor que la de lamadrina*. Go me amar!o, pero cuando me voy a amar!ar de averdad, prueo el pisco o lo que sea 'chilcanito, a lo me$or*, yya no me puedo amar!ar con Juan /ucas. DMierda Ga s2 derepente me doy cuenta de que tami2n se est)n urlando dem&, y me amar!o de a verdad, y empie%o a romperle el alma a

Juan /ucas, o a ti 'si est)s en mi oda, me ima!ino quevendr)s cuando me case*, y a todo el que se ha urlado... A ti,sore todo@ s&, a ti, tú te urlar&as m)s que todos, o$al) quecuando re!reses a /ima te enamores de otra Maru$a ytami2n te cierre las piernas y 'a diferencia de m&* te cases



con ella, huachafa de mierda, te $uro que ir2 a tu oda y meurlar2 de ti y me matar2 de risa sólo de mirar el vestido denovia de Maru$a...

Boy saltó al encontrarse nuevamente con el papel en

lanco, 7;uerido 1antia!o8 se!u&a siendo lo único escrito.?o!ió la pluma y ya ia a escriir, pero en ese instante lelle!ó la respuesta de su hermano por telepat&a 7/o de #e!!yse llama cuernos, cuernos tan !randes como una catedral. Elúnico remedio 'infalile, eso s&* enamórate a su me$or ami!a./o de Maru$a, huevón de mierda, tiene su nomre y tú ien losaes tremenda enchuchada.8 Boy tomó nota, palara porpalara, en el mismo papel en que dec&a 7;uerido 1antia!o8/eyó y releyó@ tal ve% el respeto por la cosa escrita, o ver laevidencia, lo convenció de que el papel ten&a ra%ón.

Acto se!uido co!ió otro papel y escriió 7Mi querido1antia!o8 porque de todas maneras le quedaan !anas decomunicarse con 2l. Esta ve% le fue mucho m)s f)cil escriir,en realidad ha&a poco que contar, ya 2l sar&a todo lo de#e!!y, mala pata, de todas maneras ya me estaa hartandola Caca, adem)s es mucho me$or que haya ocurrido as&@ esmucho me$or, porque si huiera sido yo el que la de$aa, susami!as se har&an solidari%ado con ella. 7En camio hayal!unas que se han amar!ado con ella y que no tra!an alprimo. #or si no est)s enterado, le romp& el alma en pleno?asino de Ancón. Entre las ami!as amar!as hay una que me!usta mucho desde hace tiempo. #ero he preferido casti!arlaun poco y tomarme unas vacaciones. #or supuesto queacompa<ado. 9ime qu2 piensas del hemrón que me estoytirando:8 Maru$a se le quitó de pronto, y Boy prerióterminar cuanto antes su carta. Metió r)pido la foto de lamaroca en el sore porque no quer&a ni verla.

A los pocos d&as lle!ó un paquete recomendado de losEstados Unidos. en&a diri!ido a Boy y con un letrerito, a uncostado, que dec&a 7#ersonal e intransferile8. Boy seprendió del paquete y corrió escaleras arria hacia sudormitorio. All& lo arió con verdadera emoción y desparramóel contenido sore su cama. D>remenda respuesta DUn trome,1antia!o /a notita dec&a que no se lo ense<ara ni a Juan



/ucas ni a mami. DA qui2n se le ocurre ?orrió a cerrar lapuerta con pestillo y re!resó para entre!arse a lacontemplación detenida y minuciosa de cada una de las fotos.Ha&a para rato. D;u2 tal trome DMira 2sta DG 2sta G es quetodas val&an la pena, porque resum&an muy ien ese aspectode la vida de su hermano que a 2l tanto le interesaa. Ha&afotos con carros de colores incre&les, con mu$eres de senosincre&les, Maru$as !rin!as a !ranel, pampas y pachamancas.1antia!o y /ester /an! 0 car!ando striptiseras desnudas porun corredor. Bailando con ellas en el caaret en que secalateaan. 1aliendo con chicas preciosas de un edicio de laUniversidad. Bes)ndose con una #e!!y. ?on otra. ?on otra.?on la hermana parecid&sima de otra #e!!y... D1i #e!!ytuviera hermana... 0ndudalemente 1antia!o ten&a ra%ón.

Boy escondió las fotos en su escritorio y, lleno deoptimismo, corrió a uscar el número de la ami!a de #e!!y enla lista de tel2fonos. /o anotó en su liretita de direcciones, ya$ó corriendo para ir en usca de Maru$a y mandarla a lamierda, claro que ia a ser dif&cil porque le provocaa...

>itueó Boy, pero en ese instante creyó reconocer a lamu$er de cara conocida que ha&a visto la ve% pasada en elurdel, 7Da$a8, !ritó, y salió disparado rumo a la camioneta.

1usana /astarria viv&a consternada desde que se enteró

de que #ipo le ha&a quitado la ni<a a su primo Boy. D#ornada de este mundo pod&a ella tolerar seme$ante cosa /lamóa #ipo y empe%ó a darle de !ritos, pero en ese instanteapareció Juan /astarria y la hi%o callar !ritando m)s fuerte.1usana, horrile, ale!ó@ di$o que entre primos no era posileque sucediera una cosa as&, qu2 ia a pensar la !ente, dir)nque somos una familia desunida. Juan optó por de$arla halar,pero le dio permiso a #ipo para retirarse. /astarria ha&acomprendido, desde tiempo atr)s, que a su mu$er no la

callaa nadie por m)s de un minuto, y que la soluciónconsist&a en de$arla decir todo lo que quisiera y en de$arla solano ien empe%ara a decir tonter&as. Era la solución alprolema. Ella se!u&a halando y ellos no la escuchaan y,nalmente, cuando se daa cuenta de que la ha&an de$adosola, corr&a al tel2fono a llamar a su hermana ?hela, quetami2n se ha&a quedado sola. +o ien una llamaa, la otra









LBueno, 9y qu2 se hace en estos casos: 9;uieresmandarlo a los Estados Unidos:

LMe parece que no es el momento, darlin!...

LGo lo único que puedo hacer es cortarle la propina.

A mala hora le cortaron la propina. Boy empe%ó aroarle la cartera a 1usan todas las tardes, hasta que ellacomprendió por qu2 nunca encontraa un c2ntimo en su olsoy decidió esconder el dinero en la ca$a fuerte del palacio. #eroBoy no se dio por vencido y anduvo varios d&as tratando dedescurir la fórmula para arir la ca$a. 0mposile, no daa conella, me%claa y me%claa

números pero no daa con la cominación. G para esta

noche necesitaa dinero m)s que para cualquier otra noche.#rimero ten&a que llevar a osemary al cine, y lue!o correr alurdel porque, se!ún la matrona, la tal 1onia re!resaa hoy./a matrona le ha&a dicho, d&as atr)s, cuando 2l lle!ópre!untando por la de la cara conocida, que en efecto esamuchacha traa$aa ah&, pero que estaa de vacaciones en elsur y que a su re!reso se la tendr&a listita. Mientras tantopodr&a entretenerse con las otras chicas, las ha&a me$ores. /ode me$ores le pareció un poco eFa!erado a Boy, perotampoco era falso que de ve% en cuando se ve&a una uena

puta donde +anette. ?laro que resultaa un poco caro elasunto, pero nin!una solución me$or que la de se!uirse!astando el dinero all& mientras olvidaa a Maru$a. ?ostara loque costara ten&a que olvidarla, y la verdad es que lo ven&alo!rando, hasta que el dinero se le a!otó... DG $usto hoy quelle!a la tal 1onia, D$usto ahora mam) se ha puesto fuerte,Dtodo lo esconde en esta ca$a de mierda /e metió supu<eta%o a la ca$a fuerte, por supuesto que as& tampoco laarió, pero el resultado fue de todos modos positivo porque

otra ca$a acaaa de ar&rsele en la ima!inación Boy saliódisparado rumo a la sección servidumre y al dormitorio de?elso.

Una hora m)s tarde, ?elso apareció en el ar de veranodonde, aprovechando los primeros rayos de sol de laprimavera, Juan /ucas, 1usan y /uis Mart&n omeroconversaan de toros y maldec&an al empresario porque este



a<o tampoco ia a traer al Brice<o que se!u&a haciendodelirar al púlico espa<ol y que, se!ún dicen, cada d&a est)m)s torero y m)s cl)sico. 7oy a tener que meter manos en elasunto8, amena%aa Juan /ucas, cuando la vo% de ?elso lointerrumpió.

LMe han roado la ca$a del ?lu Ami!os de Huarocondo,conteniendo la suma de mil quinientos soles oro.

L9;u2: Lpre!untó 1usan, sorprendida.

L/a ca$a del ?lu Ami!os de Huarocondo que, en sucalidad de tesorero, me corresponde !uardar.

1usan recordó de qu2 ca$a se trataa, Julius a menudoha&a halado de ella, una ca$a de !alletas ield llenecita de

illetes sucios.LHay que hacer al!o, ?elso.

LHay que encontrarla@ a lo me$or con ese dinerosoornamos al empresario para que trai!a al Brice<o Lintervino $ocoso el !ordo omero, y ?elso lo mandó a la putade su madre con los o$os llenos de l)!rimas, comer, eer yre&rse no m)s sae el !ordo leidinoso...

LEFisten sospechas Lse atrevió ?elso, dando un pasoadelante.

LA ver, hi$o, 9qu2 pasa: Lpre!untó Juan /ucas,recordando que ?elso llevaa por lo menos quince a<os alservicio de la familia.

LEFisten sospechas Lrepitió ?elso, oli!ando al !ordoomero a tomarse un tra!o.

L>ienen que ser los oreros@ son los únicos que andanpor ah& cerca.

L9;u2 oreros: Lpre!untó 1usan.

L/os que est)n instalando el ascensor, mu$er...

LAh verdad...

LMira, muchacho, )ndate a la comisar&a del arrio ytr)ete un polic&a.

LEFisten sospechas Linsistió ?elso, dando otro paso



adelante.

L#or eso mismo@ viene un polic&a y lo arre!la todo@ dileal comisario que es en mi casa...

Lile que se trata de un asunto de menor cuant&a L

intervino el !ordo omero, copa en mano y carca$e)ndose. Juan /ucas feste$ó la salida del cr&tico taurino, 1usan tami2n,pero a ?elso no le hi%o la menor !racia y casi da otro pasoadelante... 1ae ios por qu2 dio tres pasos atr)s y semarchó.

Anunció el roo en la reposter&a y la ecidida, llen)ndosede redonda honrade%, di$o que estaa dispuesta a pasar por lapantalla. +adie le entendió, pero ?arlos a<adió que con qu2derecho se acusaa a los oreros cuando todos sa&an qui2n

era el ladroncito.L>iene ra%ón don ?arlos Lintervino Araham@ pero

Araham siempre dec&a que ?arlos ten&a ra%ón y cada d&aestaa m)s maricón.

LAnda y dile a los se<ores que ha sido Boy Ldi$o?arlosL@ 9acaso no le ha estado roando tami2n a sumam):

Lon ?arlos tiene toda la ra%ón...

/a ecidida aceptó los ar!umentos de ?arlos, y hasta seconvenció de que Boy era el ladroncito, pero prefer&a lle!ara ese mismo resultado por v&as mucho m)s democr)ticas.ec&a que para nada se necesitaa a un polic&a, que ellos erancapaces de llevar a cao la investi!ación sin la intervenciónde terceras personas a$enas al fraude. /o primero que ha&aque hacer era llamar a todos los oreros, al maestro tami2n,que estaan instalando el ascensor y que cada uno fueraproando su falta de culpa y, una ve% 2sta estalecida, todos

$untos fueran donde los se<ores a decir que sólo quedaa unculpale y 2se era su propio hi$o de los se<ores.

LDGo no cocino con tanto orero metido aqu&

LUn e!o&sta es usted Lacusó la ecidida.

LG usted qu2 ser)...



LBueno, ueno Lintervino ?arlosL@ todo se puedehacer, pero creo que lo me$or y m)s r)pido es que ?elso vayadonde los se<ores y les di!a de frente que fue el ni<o Boy.

LGo lo acompa<o si quiere Ldi$o la ecidida. L+o. 1olo

voy.?elso re!resó hasta el ar de verano, donde Juan /ucas,

1usan y /uis Mart&n se!u&an conversando de toros y toreros.

LEFisten sospechas L=di$o ?elso, dando tres pasosadelante.

L?elso, 9ha sido el ni<o Boy, no es cierto: Lpre!untó1usan. L1&, se<ora.

LAqu& tiene Lintervino Juan /ucas eFtendi2ndole un

chequeL@ 9est) ien as&, a su nomre, o quiere que le ha!aotro a nomre del ?lu ese:

Mientras tanto, en el cine, Boy sonre&a con lasincidencias de la pel&cula y, de rato en rato, volteaa acontemplar el perl de osemary. Ahora lo único que lefaltaa era ir donde +anette y encontrar a la tal 1onia, ten&aque ser ella a pesar de que usaa otro nomre, 1onia ten&aque ser su nomre de comate. /e apretó la mano aosemary, y ella volteó a mirarlo sonriente 7Boy, le di$o al

o&do, estoy muy contenta de ser tu enamorada.8 L 7Gotami2n8, le di$o 2l, acerc)ndose m)s para esarle la frente.1&, le !ustaa tanto o m)s que #e!!y y todo ha&a salido apedir de oca, porque ella ha&a sido la me$or ami!a de #e!!yy ahora era la peor enemi!a. #ero nada le ha&a !ustado tantocomo enterarse de que #ipo /astarria la ha&a ciriado antesque a #e!!y, se le ha&a declarado y todo, pero ella le ha&adicho que no. 1e!uro que #ipo cirio a #e!!y por despecho@ enel fondo soy yo el que le ha quitado a osemary. ?laro que

entonces recordó que tami2n #ipo le ha&a quitado a #e!!y,pero osemary estaa a su lado y 2l la esó de nuevo y estanoche me voy donde +anette. ?on lo de esta tarde ten&adinero suciente para varias veces con 1onia. /ue!oempe%ar&a a portarse ien y otra ve% le dar&an su propina ypara n de a<o todo har&a vuelto a la normalidad.

#ero donde +anette le di$eron que la tal 1onia aún no



ha&a re!resado y que ya se!uro no volv&a hasta el verano,al!uien parece que la ha&a retenido en el sur. Boy maldi$oun rato pero las malas compa<&as con que andaa loconvencieron de que 1onia no era lo me$or del urdel y quecon todo ese dinero pod&a pasarse varias noches co$onudas.1in emar!o, esa misma noche, al re!resar al palacio, decidióque sus notas lo pon&an en peli!ro de perder el a<o y que iaa retirarse un poco de che% +anette, porque ya sólo faltaanocture y noviemre para los eF)menes nales. 7olver2 enverano, cuando re!rese 1onia.8

Al d&a si!uiente confesó haer sido 2l quien se ha&aroado el dinero de la ca$a. Juan /ucas le di$o que eso ya todoslo sa&an y que m)s ien se trataa de reponer el dineroahora mismo. Boy ale!ó que lo ha&a !astado en pa!ar unadeuda, qu2 quer&an que hiciera si lo ten&an sin propina, de qu2ia a vivir. Juan /ucas le di$o que la próFima propina se ladar&a cuando aproara los eF)menes nales, y 2l respondióqu2 me importa, pensando que le quedaan m)s de mil solespara los meses si!uientes y que casi no los ia a necesitarporque ia a encerrarse a estudiar. Juan /ucas no quisoquedarse con esa respuesta y tuvo la rillante idea de decirleque me$or no le daa propina hasta que no aproara sueFamen de in!reso a donde dialos y demonios fuera a

in!resar. Eso ya no le !ustó tanto a Boy, mucho menoscuando pensó que en verano 1onia volv&a a traa$ar donde+anette. #ero 2l tampoco toleraa que Juan /ucas lo de$aramal parado, y ya empe%aa a sonre&rse, como quien dicesiempre queda al!ún recurso, cuando Dpa` se le vino la ideaa la cae%a, qu2 ruto, cómo no lo pens2 antes la alcanc&a de

Julius, a<os que la ten&a y todo el mundo met&a en ellamonedas y illetes, Dqu2 ruto... Dpero si la tiene desde quenació... /as mil y una noches con 1onia pa!ado por Julius...

Boy soltó la risa y Juan /ucas casi le llama cornudo, perome$or no meterse con los hi$os de 1usan... onde s& ten&a quemeter la mano era en la Empresa >aurina.

L... G por eso no puede ir a toros Lle eFplicaa Juan/astarria al arquitecto de moda, mirando aver!on%ad&simo a1usana, &nte!ramente vestida con el h)ito del 1e<or de losMila!ros. Ha&an estado los dos eiendo en el ar del



castillo, cuando de pronto apareció 1usana, &nte!ramentevestida con el h)ito del 1e<or de los Mila!ros, y 2l no tuvom)s remedio que present)rsela.

L9>e vas a confesar:

Len!o de confesarme.LBien. M)ndanos a &ctor con m)s hielo.

LGa est) haciendo su calorcito Ldi$o el arquitecto,sonriendo, mientras 1usana desaparec&a.

LD Ah, pero eso ale!ra la esta LeFclamó /astarria,empin)ndose li!eramente por detr)s del mostrador.

L9Usted tami2n es acionado:

L?omo Juan /ucas, vamos@ en realidad es 2l quien meha ense<ado a apreciar la feria de octure, su colorido, suesta, su... su...

El arquitecto casi le pre!unta 9y si hay feria en mar%o, esusted tami2n acionado a toros:

LJuan /ucas entiende mucho Ldi$o, en camio.

LA su lado se aprende mucho...

L0ndudalemente.

Juan /astarria sintió que ya no tardaa en arro$arle elhisKy en la cara al arquitecto.

LUsted no es acionado a toros, 9no, arquitecto: Lpre!untó, en camio.

LHe ido un par de veces, pero no me atrae.

L9G qu2 deporte practica:

L>ala.

Juan /astarria se descurió sacando pechito, 7ya nonecesito eso, pensó, la costumre8. eli%mente por ah& ven&a&ctor con el hielo y aprovechó la empinada para reciir elaldecito de plata.

L/a se<ora manda decir que no ea usted tanto, se<or@despu2s, dice la se<ora, se pasa usted la noche dando saltosen la cama.



L&!ale a la se<ora... D1alud, arquitecto.

L#arece que Juan /ucas est) furioso porque no viene elBrice<o este a<o tampoco.

LGa por ah& he o&do decir que piensa meter mano en la

Empresa. #ues a ver si cuando ven!a el Brice<o me decido aproar una ve% m)s@ a lo me$or si es tan !rande como dice

Juan /ucas, hasta me vuelvo acionado...

L/o diculto@ eso es al!o que est) en la san!re@ o le!usta a usted la primera ve% que va o no le !usta nunca... Esoes al!o que est) en la san!re... 9M)s hisKy, arquitecto:

L(racias. 9Ha visto usted torear al Brice<o:

L1&. 9Hielo:

L(racias. 9 En Madrid :LEn /ima... en cine, solamente.

LA$a...

LEn casa de Juan /ucas, en rueda de ami!os, los ro=

l&os que Juan /ucas tomó durante su última estad&a enMadrid. EFcelente calidad de pel&cula. ?omentada por /uisMart&n omero, 9lo conoce: L9El cr&tico taurino:

LHay que conocerlo@ insuperale cuando est) de humor.D#ipo ven... Uno de mis dialos. L;u2 huo, pap).

L1aluda al arquitecto@ 2l diu$ó la casa de tu t&o Juan/ucas y ahora est) diu$ando, dise<ando la nuestra. L9Istees el mayor:

LEl don$u)n de la familia. 9as a salir, muchacho: L1iconvences a mam)... L>oma dinero. L?hau, pap).

L+ovio de #e!!y... Bueno, usted no la conoce@ hi$a de losema$adores del ?anad)... Muchacho serio y estudioso. 9>ieneusted hi$os, arquitecto:

LGa ten!o uno.

L#arece mentira cómo pasa la vida@ cualquiera dir&a quefue ayer que estaa usted ailando con 1usan en la estaaqu2lla...



L>iene usted un hermoso ar, Juan.

LEstaa usted soltero, reci2n re!resado...

LDJuan DJuan #ipo ha vuelto a salir de noche Ma<anatiene que levantarse temprano para el cole!io. 9;ui2n le ha

dado...:LGo le he dado permiso.

LAc2rquese, se<ora, por favor@ 9no nos hace usted elhonor de una copa:

LGo no eo, $ovencito... #ipo...

L1ólo su compa<&a, entonces, se<ora. Hemos estadoconversando y discutiendo con su marido sore los planos dela casa nueva@ me ima!ino que estar) usted tami2ninteresada en saer cómo va a ser su casa.

LGa lo creo, arquitecto@ 9pero qu2 puede hacer una si noes encomendarse a ios: 9e dónde voy a sacar yo fuer%aspara limpiar una casa m)s !rande que 2sta todav&a:... ?on lodif&cil que est) la servidumre. Usted tal ve%

podr&a convencer a mi esposo para que sea una casam)s peque<a. D?u)nto he luchado yo #ero 2l escomo un ni<oy sue<a con tener una casa m)s !rande que la de mi primo

pol&tico Juan /ucas.L#recisamente de eso hemos estado halando, se<ora@

imposile que la casa sea m)s !rande@ puede tener m)shaitaciones, si usted quiere, pero la perspectiva la har)aparecer siempre m)s peque<a. 9+o ve usted que la casa de

Juan /ucas ha sido construida aprovechando toda la eFtensióndel campo de polo: Es eso lo que la hace parecer inmensa,mucho m)s !rande de lo que en realidad es. +o se preocupe,se<ora@ su casa ser) m)s peque<a. ?reo que esta tarde he

lo!rado ya convencer a su esposo de ese detalle.L+o sae cu)nto se lo a!rade%co, arquitecto... Juan, #ipo

tiene que ir al cole!io ma<ana, 9no has pensado en eso:

LBueno, Juan, quedo a sus órdenes@ usted dir) cu)ndoempe%amos la ora. >en!o que volar.

L1&. 1&, arquitecto. /o acompa<o hasta la puerta. Go



tami2n ten!o que salir esta noche.

LDJuan 9?on lo resfriado que est)s:

Lamos, arquitecto...

LAdiós, se<ora. Buenas noches.L#arece mentira cómo pasa la vida@ cualquiera dir&a quefue ayer que Juan /ucas lo acompa<ó a usted un pococopeadito...

Un estornudo interrumpió la frasecita incisiva con que/astarria quer&a terminar con el arquitecto. Me$or no se!uir,me$or apresurarse en llevarlo hasta la puerta, no vaya a serque 1usana se arranque con una horrile perorata sore la!ripe y lo peli!roso que ser) salir esta noche. /astarria le dio

su empu$oncito al arquitecto de moda, cuando escuchó porall) atr)s al!o de ya no eres un $oven...

LBuenas noches, Juan Ldi$o el arquitecto, tal ve% urlón.

1e dieron sonriente apretón de manos. En el fondo, losdos estaan satisfechos Juan /astarria ia a hacerse una casacon el arquitecto de moda y el arquitecto de moda ia acorar una fuerte suma por una casa mitad castillo, mitadfuncional.

/astarria se diri!ió nuevamente al ar para decirle a1usana que no ten&a !ripe y que s& ia a salir, pero al lle!ar seencontró con que ha&a desaparecido por al!ún oscurocorredor del castillo y decidió tomarse una copa como quienfeste$a el asunto. 7eli%mente que no est)8, pensó, al sentirque una racha de estornudos se le ven&a incontenile, con las

$ustas lo!ró aho!arla en el pa<uelo. #ero entonces se diocuenta de que 2se no era el pa<uelo para la !ripe sino para el?lu, camió en un se!undo al pa<uelo ordinario, se sonó con2se, pero de !olpe vio a Juan /ucas son)ndose con el de lasiniciales ordadas, el de hilo de seda m)s suave para losordecitos sensiles de la nari%. ?amió nuevamente/astarria, sacó el de hilo de seda pero ahora ya no lonecesitaa. 7#ara la próFima, estaa pensando@ nadie me havisto8, cuando en eso se le vino otra racha y la ia a aho!aren el no, pero hi%o trampa /astarria $ustito antes de estallar





esperan%as de que el Brice<o se repusiera y lle!ara para lase!unda corrida que ten&a pro!ramada.

ue all) en ;uito, y precisamente una noche en que el!ordo se revolcaa de dolor en la recepción del hotel, que un

otones les tra$o una nota ur!ente que les enviaa Boy.1usan la arió espantada, pero al cao de un instante empe%óa sonre&r, y ya hacia el nal de la lectura le estaa dandotanta risa que tuvo que pedirle disculpas al !ordo omero quese!u&a que$)ndose lastimosamente. /e pasó el papel a Juan/ucas, y tami2n 2l empe%ó a re&rse mientras le&a, terminandocon tres $a=$a=$a sonoros que ocultaron por completo el dolordel !ordo.

L9;u2 pasa: Lles pre!untó omero, un poco amar!o

con tanta risa.LBoy nos pide permiso para hacer su esta de

promoción en casa.

L+o le veo la !racia, francamente.

L/2ete el papelito...

L+o, !racias... DAy...

L>oma, lee, !ordo que$oso...

El !ordo omero se sintió insultado con lo de que$oso ypidió el papel para leerlo y no encontrarle nin!una !racia. Enefecto, no ten&a nin!una !racia. 9;u2 le ven 2stos de ori!inala que su hi$o les pida permiso para hacer una esta en sucasa: 9G plata para una orqu&dea para su pare$a: 9G esto: Hacopiado las notas de su lireta para que vean que ennoviemre ha me$orado... 9ónde est) la !racia:... Ga les iadevolver el papelito, pero 1usan insistió en que leyera loúltimo, lo de aa$o, darlin!. El !ordo leyó de mala !ana ysonrió mientras les dec&a tal ve% conociendo a la mu$er ten!aal!una !racia, Day, se que$ó, pero a Juan /ucas no le !ustaala !ente que sufr&a, ni aun trat)ndose de /uis Mart&n, y co!ióel papel para leer en vo% alta las palaras de la ecidida,dando testimonio de la verdad de esas notas 7Es copia eldel ori!inal que queda a la disposición de los se<ores en sucole!io del ni<o Boy, MarKham se llama el cole!io8, y lue!o



dos !araatos, a$o los cuales ha&a escrito 7rma y rúrica8. Juan /ucas soltó tres $a=$a=$a sonoros y le di$o al !ordo queparara ya de que$arse y que re!resaan a /ima, 7hay quepreparar esa esta8, a!re!ó urlón.

En /ima, ya me$orcito, /uis Mart&n omero se enteró deque el Brice<o se ha&a quedado sin deutar en ruedoshispanoamericanos. En el fondo, lo ale!raa el asunto@ as&

Juan /ucas tendr&a tiempo de meter mano en la Empresa y ser2l quien tra&a por primera ve% al torera%o ese a pla%as del+uevo Mundo, le reservar&an su lu!ar a Juan /ucas en lahistoria del toreo y todo.

Boy ha&a estado esperando ansiosamente una cartade respuesta. (rande fue su sorpresa cuando, al lle!ar una

tarde del cole!io, se encontró con 1usan y Juan /ucas dere!reso, antes de lo que esperaa. 791& o no:8, les pre!untósonriente, al ver que lo reci&an sonrientes. 1usan le dio uneso y le di$o que si no les ia a pre!untar qu2 tal les ha&aido. /es pre!untó qu2 tal les ha&a ido, y ella le contó queha&a comprado un cuadro maravilloso de la escuela quite<a.Boy confesó entonces que el electricista ya ha&a venido aestudiar lo de la iluminación para la esta. io que 1usan y

Juan /ucas sonre&an y aprovechó para halarles de laorqu&dea, no le quedaa ni un core para comprar la orqu&dea,ha&a que encar!arla r)pido, 2l ya estaa atrasado, en esta2poca todos los cole!ios tienen su prom... #ero Juan /ucas lointerrumpió dici2ndole que en /ima a cualquier !eranio lellaman orqu&dea y que Dni halar de encar!ar nada Boysintió que #e!!y lo ha&a corneado, que Maru$a se le ha&aquitado y que 1onia todav&a no ha&a re!resado, feli%menteque Juan /ucas notó su reacción a tiempo 7d2$ame terminar8,le di$o, y empe%ó a contarles. esulta que tami2n entend&ade orqu&deas o que, en todo caso, ten&a orqu&deas y ellos no lo

sa&an. >en&a millones de orqu&deas y andaan otadas,adem)s, crec&an silvestres, verdaderas, como ios manda, noesas orqu&deas raqu&ticas que te venden en /ima. 1iempreha&a que esco!er de lo ueno lo me$or, y para eso lasorqu&deas de su plantación en >in!o Mar&a. 1usan le ro!ó quefuera m)s lento, por favor, no entend&a ni papa, pero yaBoy ha&a comprendido que Juan /ucas ten&a una



plantación en plena selva. #lanta de eFperimentación, m)sien, con sus lin!Nistas estudiando el dialecto de los chunchosy todo, hasta unos >esti!os de Jehov) parece que ha&anlle!ado por ah& últimamente...

L9G qui2n se encar!a de eso, darlin!: 9#or qu2 no meha&as contado:

LGa iremos a verla al!ún d&a@ estamos hailitando unpeque<o aeropuerto para la avioneta. Ah& ten!o un par deyu!oeslavos... inmi!rantes... Ellos le van a esco!er a Boyuna orqu&dea como en tu vida has visto.

A las seis de la tarde, el $efe de los electricistas anuncióque todo estaa listo para la pruea nal y la ecidida,alorotada, corrió a encender las luces que iluminar&an el !ran

aile de promoción. Apretó el otón, pero inmediatamentesonó chuc y salieron chispas de todos los enchufes delpalacio, todo se volvió a apa!ar y quedó olor a humo en elamiente. El $efe de los electricistas sonrió anunciando que setrataa tan sólo de una li!era falla t2cnica, pero en esemomento apareció Boy !rit)ndole que era una estia y quepor su culpa se ia a quedar sin esta. El hi$o del $efe de loselectricistas salió en defensa de su padre y ya lo estaa!uapeando a Boy, cuando feli%mente intervino la ecidida

disculpando al ni<o de la casa y eFplicando que estaa muynervioso porque ha&a tomado muchos calmantes. Boy selar!ó !ritando que quer&a lu% en cinco minutos y que con elhi$o del electricista donde quiera y cuando quiera. A las seis ymedia, m)s o menos, apareció el camión de la orquestatrayendo el piano y el ór!ano. esde una ventana, en losaltos, Julius vio que car!aan el piano hacia el interior delpalacio y a$ó corriendo a comproar que era eFacto al demadre Mary A!nes. +o ien lo de$aron en el rincón que ia aocupar la orquesta, en una terra%a, se tra$o un anquito y sesentó a tocar uno de los e$ercicios que nunca ha&a lo!radotocar ien donde rau #roserpina. /e estaa saliendo perfectoy hasta se atrevió a a!re!arle su poquito de sentimiento haciael nal, pero se quedó sin terminarlo porque de prontoapareció nuevamente Boy !rit)ndole que cerrara el pianoen el acto si no quer&a que le parta la cara de una ofetada.



Julius se apartó r)pidamente, pero volteó no ien se sintiófuera del alcance de su hermano.

LEs un piano re!ularon, no m)s Ldi$o.

LD>ú que saes, mierda

L/os uenos pianos no huelen a orines de !ato, $e

?on las mismas salió disparado, Boy casi parte tras de2l, pero en el camino estaa plantado el hi$o del $efe de loselectricistas mascando chicle con sonidito y todo, y haciendoailar una pierna al comp)s de su musiquita !uerrera. Boydecidió una ve% m)s tirarse a 1onia con el dinero de laalcanc&a de Julius, dio media vuelta y entró por donde ha&asalido, pensando con el hi$o del electricista cuando quiera y

donde quiera. 7?on 2stos tami2n8, se di$o, al cru%arse contres que avan%aan car!ando el ór!ano de la orquesta. En esemomento sonó el tel2fono. Boy corrió a contestar, podr&aser uno de la clase que quiere al!o.

L9;ui2n hala, Julius:

L+o. Boy.

LHi$ito, llamaa a felicitarte por tu esta de promoción...

L(racias.

L9Ga tienen chaperones, me ima!ino:...Le sora.

L9>u mam) est):

L+o hay nadie...

L;uisiera felicitarla porque todo dee estar muy lindo...

L+o hay nadie.

L-$al) todo sal!a tan lindo como en la promoción de...

L1&.L9G qui2nes son los chaperones, hi$ito: L+o s2.

L9>u mami no est), no: LD+o hay nadie

1usan volteó al escuchar que Boy tiraa el fono ysoltaa un Dvie$a de mierda, furioso. 1entada, leyendo una



revista, ha&a escuchado distra&damente la conversación deBoy.

L9>&a 1usana, darlin!:

LD?omo apare%ca por aqu& la lar!o a patadas

LGa no creo que apare%ca, darlin!...

En la cocina, perfectamente uniformados, ?elso y anieltomaan su t2 mientras los mo%os de 7Murillo atiendematrimonios, anquetes y recepciones8 ian de$ando lasúltimas mesas listas all) afuera, y empe%aan a preparar loscocteles para dentro de un rato. Araham sonre&a esc2pticofrente a los a%afates con los ocaditos que acompa<ar&an alos aperitivos, y ?arlos se urlaa dici2ndole 9no traa$an mal

los de la competencia, eh: L9 /os har) proado usted, don?arlos : L1ólo me falta uno de 2stos Lle respondió el chofer,co!iendo con toda concha uno del a%afate m)s !rande. LAver si despu2s no alcan%an y hay l&os. #ero ?arlos co!ió otro, yAraham no tuvo m)s remedio que a$ar la mirada ante tantasuperioridad, 7terrile es usted, don ?arlos8, le di$o.

Mientras tanto, en uno de los a<os, Boy acaaa decortarse afeit)ndose. Al ver san!re recordó que la orqu&deaaún no ha&a lle!ado. Arro$ó la nava$a, y corrió hacia los a$os

para decirle a Juan /ucas que por su culpa se ia a quedar sinesta de promoción. En el camino se encontró con 1usan quesu&a a camiarse y le pre!untó por Juan /ucas, por su culpase ia a quedar sin esta de promoción. 1usan le di$o quedaddy estaa $u!ando illar en el salón verde, con /uis Mart&nomero y el nuevo director de la Empresa >aurina.

L9ónde est) mi orqu&dea: L!ritó Boy, irrumpiendoen la sala de illar.

LEn >in!o Mar&a Lsoltó el !ordo omero, clavando como

una lan%a el palo del illar en el suelo y ariendo enorme laoca mientras le lle!aa la carca$ada desde Espa<a, por elestóma!o.

LD Ah caracho LeFclamó Juan /ucasL@ 9no ha lle!adotodav&a:

LD>ú me di$iste que la avioneta lle!aa por la ma<ana



LA veces se demora, pues homre... L9G si se ha ca&do:

LA ver, a ver Lintervino omeroL tr)eme un tel2fono,muchacho@ voy a llamar al periódico. 1i hay al!ún accidente,ah& lo sar)n antes que en cualquier otra parte... DMe ca!o en

sus muertos D1ólo faltar&a esoLEsp2rate Lintervino Juan /ucasL@ me$or es llamar al

aeropuerto. #ero en ese instante apareció Julius, diciendo t&o Juan te uscan dos se<ores con una ca$ita, y mientras losanunciaa, se oyó la vo% de uno de ellos 7/a orriquidea don

Joan8, completamente afónico. #ero ah& quedó el asuntoporque en ese mismo instante volvió a sonar chuc, saltaronchispas de todos los enchufes del palacio y, como esta ve% yaha&a oscurecido, todo quedó ne!ro en el palacio.

LDEstos electricistas Lmaldi$o Juan /ucas.LDA ver si me voy a ca!ar en sus muertos... +o veo mi

hisKy Lse que$ó el !ordo.

Una hora m)s tarde, Boy, en smoKin!, aandonaa elpalacio en el Ja!uar, rumo a la casa de osemary, quetodav&a no estaa lista porque $usto hoy se les ha&a ocurridopeinarla p2simo en la peluquer&a. Al salir del palacio, Boyha&a visto detenerse dos taFis, pero no esperó a ver qui2n

a$aa de ellos. Era la orquesta. /a orquesta y su director consu crooner tami2n. /a 7itmo y Juventud8, su director, elmaestro Benny /oo y su crooner Andy /atino, que se cuidaamucho la !ar!anta, por eso se pon&a siempre la chalina entremelod&a y melod&a. Eran once en total. /oo, /atino y nueveprofesores, nueve ma!os del ritmo. /oo era lanco@ a /atino,en todo caso, lo lanqueó el amor, la noche, el ron, el humo,las madru!adas y las luces de neón. /os profesores iandesde %amo ciaron, uen mo%ón incluso, hasta ne!ro retinto.arios huieran podido ser ne!ritos ele!antes de la funeraria,

casi todos huieran podido ser choferes y al!unos, m)s!raciosos, hasta ayudantes de arman en lu!ares oscurospara ailar. #ero eran artistas los nueve profesores, y no otracosa demostraron al lle!ar al patio interior, donde los mo%osen!ominados de 7Murillo atiende8, un tanto atrasados deidoal se!undo apa!ón, ultimaan los preparativos. Eran artistaslos nueve profesores, y ?arlos, como una tortu!a molesta, se



!uardó en su concha no ien vio aparecer a los nuevechoferes con m)s 2Fito que 2l. /os nueve profesores no se$aron en ?arlos. Ale!res como lle!aron, ni se $aron en 2l,proalemente porque los ocaditos anunciaan copas, y lascopas música, y en la vida con ritmo a los ne!ros tristes no seles nota. Araham, en camio, los reciió con un !emidito defelicidad. 1e sentó en un anquito, entre los músicos, yencendió inmediatamente un ruio para morir en el vicio, as&,contemplando entre nues tiias de humo, cómo los nuevemorenos se ian quitando los sacos, de$ando aparecer la sedade sus amplios lusones ro$os, llenos de oos lancos,aiertos sin otones sore sus pechos nocturnos, atados enun la%o sore el omli!o y, m)s aa$o, los pantalones lancos,olsudos hasta las rodillas, ci<2ndose hacia los toillos,

car!ados para el prost&ulo en las ra!uetas aultadas. ?elsoy aniel se deat&an entre el silencio, el autó!rafo y la risitaserrano=i!norante. -ptaron por el silencio, al ver que laecidida pasaa seria, diciendo uenas noches, respetando laprofesión de músico, y en camio los nueve profesores lecontestaan insolentones, atiendo uno de ellos sus maracasal vaiv2n del seno único=enorme, y respondiendo los otros alllamado del ritmo con un ailecito de sus homroscumancheros que se detuvo en quima en el sacudón nal

de las maracas con que desapareció la ecidida. Andy /atino!ar!a!eó enton)ndose, y pidió unos tra!uitos tempranerospara calentar la m)quina. Araham se puso de pie y corrió aservirles. Beieron todos menos el maestro /oo que eraquien rmaa los contratos.

Julius se estaa peinando cuando sonaron los compasesde una canción de moda. 1oltó el peine y salió disparadohacia una ventana de su dormitorio que daa precisamentesore el rincón de la orquesta. Arió, se asomó, y descurió

que no ha&a asolutamente nadie en la pista de aile,tampoco en las mesas distriuidas por todo el patio, sólo laorquesta all) aa$o, en su rincón, ya ni siquiera tocaan,conversaan sonrientes los músicos, $u!ando al mismo tiempocon sus instrumentos, o escuchando al!unas instrucciones delmaestro /oo. Julius cerró la ventana y re!resó al a<o parase!uirse peinando con mucho cuidado, porque la ecidida le





pero al salir se encontró con el patio lleno de pare$itasailando y con los músicos de pie, meci2ndose al comp)s,ailando casi, sudando de lo ien que tocaan.

LJulius, 9dónde has estado:... Den Lle !ritó la

ecidida, llam)ndolo al escondite desde donde la servidumreen pleno contemplaa la esta.

Estaan alorotad&simos en el escondite. (o%aan comosi fuera de ellos la esta, se re&an, hasta daan sus pasitos deaile, Dm&renlo al ni<o Boy, feste$aan. G con ra%ón. ?onmucha ra%ón porque Boy se ha&a tra&do una !rin!uitalinda.

L1u ni<a del ni<o Boy Lcomentaa Universo,disculp)ndose ante ?arlos porque acaaa de pisarle el pie

con su %apatote de fútol con arro.LMe$or era la canadiense LeFplicaa ?arlosL m)s

llenita@ a 2sta se le van a partir los rieles...

L9;u2: Linterrumpió Julius.

L/os rieles, las piernas.

LJe=$e, los rieles... este ?arlos a todo le camia denomre... 7?omo ?ano...8

Eso ya no lo di$o, ni siquiera terminó de pensarlo porqueno hay que ponerse triste en las estas, y por ponerse tristeen las estas, otra ve% lo de ?inthia...

LJe=e$e, los rieles... este ?arlos a todo le camia denomre... 7?omo ?ano, ?inthia...8 9?u)l te !usta m)s, eci:

LMir)ndolo ien, su pare$a del ni<o Boy luce m)shermosa.

L9G a ti, ?arlos:

L>odas est)n uenitas, pero a todas les echar&a susKilitos m)s... +o est) mal la ni<a osa Mar&a...

Losemary Lcorri!ió Julius.

LD1u ni<a del ni<o Boy LeFclamó ?elso.

LD1u ni<a del ni<o Boy LeFclamó aniel.

LD1iempre su ni<a del ni<o Boy, osmar& que la



llaman LeFclamó Universo.

#ero ?arlos lo interrumpió dici2ndole menos ulla, tú,porque la orquesta ha parado de tocar y ya se estaa oyendoafuera tanta al!ara&a. 7Apa!uen la lu%8, di$o la ecidida. +o

era una mala idea as& a oscuras, pe!ados a esa ventana,detr)s de la orquesta, podr&an !o%ar todo lo que quer&an sinque se notara en el patio.

Una hora m)s tarde, el maestro /oo les tocaa músicasuavecita al ór!ano, mientras com&an. 7Anda para que comascon tus padres8, le di$o la ecidida a Julius. Julius aandonó elescondite, y pasó no muy le$os de las mesas, rumo al !rupoque formaan 1usan, Juan /ucas, /uis Mart&n omero, loschaperones, que resultaron muy simp)ticos, y los dos ruios

!randa%os que ha&an lle!ado horas antes con la orqu&deapara Boy. 7Darlin! LeFclamó 1usan al verlo aparecerL,9ya comiste:8 Julius le di$o que no, y al!uien por ah& deióescucharlo, porque inmediatamente apareció un mo%o de7Murillo atiende8, tray2ndole un vasito de ?oca=?ola y elprimer plato del menú.

Entre plato y plato, el maestro /oo les tocaa melod&asm)s suaves todav&a@ entonces, los que quer&an mucho a suenamorada, y los que se le ian a declarar a su pare$a esa

noche, se pon&an lentamente de pie, estiraan silenciosos elra%o llamando a las chicas, ellas sonre&an, se pon&an de pie,los se!u&an, los alcan%aan co!i2ndose de sus manos y, sinale$arse mucho de la mesa, se $untaan, se pe!aan,cerraan los o$os muy serios, y de rato en rato daan unpasito hacia un lado. /os malos ailarines, los sin ritmo y lost&midos tami2n aprovechaan@ ailaan p2simo yseparad&simo. Hasta los co$udos de la clase y los que huierasido preferile que no vinieran aprovechaan, lue!o detraumati%antes esfuer%os, para pe!arse su ailecito con lasfeas y las que huieran preferido no venir. esaprovechaan,eso s&, la entonación caf2=de=puerto=rumoso=en=pa&s=tropicalque Andy /atino lo!raa darle a sus canciones de amor.

espu2s del postre arrancó lo ueno. Ah& estaan losnueve profesores movi2ndose como locos y el maestro /oodiri!iendo mientras tocaa a!il&simo el piano o el ór!ano.



Andy /atino ya no entonaa@ perdido entre los profesores, losalentaa con !ritos cuanos y de rato en rato, se acercaa almicro para soltar un estriillo. 1e fre!aron los malosailarines. arias chicas empe%aron a aurrirse porque lost&midos ni idea de cómo se ailaa todo eso. En camio lostromes ailaan separado cuando quer&an y cuando quer&anse pe!aan a la ni<a y la ailaan despacito, pe!adito, perosiempre con ritmo. e todo huo meren!ues, tist, rocK, cha=cha=chas, etc. ?on los popurris s& que se vino la locuraailaan, saltaan, hac&an trencitos y corr&an trope%)ndoseentre las mesas, val&a la pena verlos !o%ar.

?laro que s&. G la chica esa tan onita, tan ale!re, tansimp)tica. /a del vestido a%ul llenecito de tules. /a de lafaldita respin!ona. /a que se ara%aa los homros desnudoscomo si tuviera fr&o pero era purita ale!r&a. DGa viene DAh& viene #asaa en la ronda frente a ellos y les hac&a miles deadioses, feli%, chinita de felicidad@ les hac&a adiós a loschaperones, a Juan /ucas, a 1usan, a los ruios !randa%os, alos fotó!rafos que la correteaan porque nuevamentedesaparec&a ailando, saltando, cantando... Julius aprovechóla ulla para pre!untarle a 1usan qui2nes eran los ruios!randa%os. Eran los socios de Juan /ucas, >in!o Mar&a, Atilio yEstean, yu!oes... #ero ah& ven&a, otra ve% pasaa la chica

simpatiqu&sima, todos quer&an verle la cara, no pod&an, re&a,saltaa, !iraa, todo el pelo ruio se le ven&a a la cara, lostules la envolv&an, los fotó!rafos la ce!aan, ya se ia,desaparec&a !ritando que viniera, a Julius lo llamaa, que seuniera a la ronda, el trencito, Dven chiquito, se la llevaa laronda hacia el fondo del patio, dónde andar&a, úscala, Atilio yEstean se mataan de risa, Julius se ne!aa, Dno Dno, noquer&a ir, y otra ve% ven&a la chica, por mirarlo, por invitarlo aailar se ia a desprender de la ronda, ia a salir volando,

cada ve% pasaa m)s r)pido, linda era y qu2 le importaa quele pisotearan los tules, los ia re!ando por el suelo, tules portodas partes, ella qu2 importa, se!u&a !o%ando, dandovueltas, camiando lindo de ritmo cada ve% que los profesorescamiaan de ritmo. G ahora camiaron a la raspa, DailarDailar Dailar, Dla raspa popular, todos la miraan lo!raciosa que era, las manitas en la cintura, un poron!uito, un



poradito, saltando como una loquita, ya ni sa&a qui2n era supare$a, con todos se encontraa en su camino, con todosailaa, se encontraa frente a los yu!oeslavos, tami2n losllamaa, ellos mandaan a Julius y Julius ahora s& quer&a ir,pero pasó Boy corriendo, volando, co!ido del ra%o deosemary, todos !iraan con la raspa, se enla%aan, sesoltaan, camiaan de pare$a, con quien encontraan seenla%aan, y la chica tan !raciosa ha&a desaparecido, se laha&an llevado del ra%o, !irando hacia el fondo del patio, y seacaaa la raspa, Julius la uscaa como loco entre laspare$as. 1usan miraa a la orquesta, no quer&a que pararan,uscaa entre las pare$as, all) por el fondo saltó, ya noestaa. +uevamente el maestro /oo camiaa de ritmo,1usan le sonrió a la orquesta, Barrilito de cerve%a, ahora,

7DpolKa8, !ritaron los yu!oeslavos, las pare$as corr&an dandosaltitos, de eFtremo a eFtremo del patio corr&an, otra ve% lachica tan !raciosa apareció, loquita se ha&a vuelto,7Dven!an8, les !ritaa, a todos ahora, y otra ve% se ia,saltando para atr)s desaparec&a, 7DpolKa8, !ritaan Atilio yEstean, 7Dla ailan de cualquier manera8, comentaa feli%

Juan /ucas, 7Dla $uventud8, eFclamaa /uis Mart&n omero,DpolKa, D$uventud, DpolKa, otra ve% la chiquilla tan !raciosa,7Dpreciosa8, eFclamó Juan /ucas, 7Ddesenvuelta8, !ritó

omero, 7Dinfati!ale8, a<adió un chaperón, 7Dah& viene denuevo8, anunció Atilio, Dven!an, Dentren, Dno ten!anmiedo, seles acercó casi hasta estrellarse, 7Dse<ora aile8,le !ritó a 1usan, muerta de risa, los o$os chinitos de felicidad,7s& amor, s& darlin!8, le di$o 1usan, sonriendo con los o$osa<ados en l)!rimas, 7Dse<ora aile, Dse<ora aile8, !ritaamientras se la llevaan saltando, ailando, !irando, lindahacia el fondo del patio, donde Julius la se!u&a uscando...

L/uis Mart&n Ldi$o Juan /ucasL, ocúpate un momento

de los invitados.L9;u2 pasa con 1usan:

L+o s2@ al!o indispuesta...

Juan /ucas entró por la puerta por donde 1usan ha&adesaparecido. Ah& estaa, al fondo del primer salón, sonriente,!uardando su pa<uelo.



L+o es nada, darlin!.

L1usan...

LHay que ocuparse de los invitados.

Juan /ucas trató de esarla, pero ella no se de$ó.L1usan...

Larlin! Lle di$o, es)ndoloL@ vamos al patio.

Ahora era Julius el que ha&a desaparecido. /os invitadosno se dieron cuenta de nada, feli%mente. Atilio y Estean, muyafónico este último, continuaan comentando las virtudes dela polKa con los chaperones. /a orquesta ha&a parado detocar y las pare$as descansaan rendidas en sus sillas. 1eve&an manos co!idas por encima de las mesas, otras seadivinaan co!iditas a$o las mesas. Andy /atino y los nueveprofesores e&an lentamente los vasos de cerve%a queAraham acaaa de traerles, mientras el maestro /oo sesentaa frente al ór!ano para tocarles de nuevo músicasuavecita, y los fotó!rafos aprovechaan para tomarle su fotoa cada pare$a.

#asó todav&a lar!o rato antes de que la música seacaara del todo. Al principio Julius creyó que podr&a dormir.

Ga no quer&a m)s esta, muy ale!re primero y despu2ssiempre suceden cosas. ?reyó que la música del ór!ano era eln y que as&, tan suave, lo ayudar&a a dormir. #ero de pronto,all) aa$o, el maestro /oo empe%ó a meterle ritmo al asuntoy poco a poco fueron entrando los dem)s instrumentos, latrompeta ahora, Da ailar meren!ue, !ritó Andy /atino, y

Julius saltó de la cama. #ensó en vestirse de nuevo y en a$ar,pero no. >ampoco arir la ventana y ponerse a uscarla. Miróla foto de ?inthia, no se acuerdan de ti, ?inthia, sólo mami losae, lo vi en su sonrisa esta noche, yo ten&a cinco a<os la

otra ve% que la vi sonre&r as&, cuando no re!resaste de Boston,?inthia. Eran tus compa<eras de cole!io, de clase, mami lonotó, te vio, no, ?inthia, no te vio pero te recordó en susonrisa, yo s& te vi, qu2 miedo, as& son de tristes las estas,por eso se!uro pasan siempre de noche. +o se acuerdan de ti,?inthia, esa chica me asustó, una ve% mami me encontróhal)ndote, todos dec&an est) en el cielo, una ve% mami me



encontró re%)ndote, Dno Dno Dno, DJulius, Dno darlin!, Dnomi amor, Dmi tesoro no, me confes2, no te rec2 m)s perohasta hoy te he halado, 9acaso no est)amos conversandoantes de la esta:, tú quer&as halar, yo no quer&a, siempre tehe halado, por eso mami lloró y yo no, yo me asust2, mamitiene ra%ón, DJulius no, Dmi amor, Dno puedes, Dno dees,Dte va a hacer da<o, Dmi amor, D?inthia est)... Dte va a hacerda<o mi amor Eso fue hace tiempo, ?inthia, te he se!uidohalando, por las ma<anas, por las noches, tu retrato tú, porlas noches, todo lo saes cuando te miro al acostarme, por lasma<anas, todo lo saes cuando te miro al levantarme, ?inthia,mami tiene ra%ón, por eso hoy tuve miedo, un d&a se acuerdande ti y lloran, as& es la !ente, yo en camio te contaa de?ano, de Boy, de mami, y hoy me he asustado, tienes que

perdonarme, ?inthia, es sólo tu foto, tienes que perdonarme?inthia, te voy a poner sore la cómoda, le$os de mi cama,desde chiquito pienso en mi cama, te voy a ale$ar de mi cama,sore la cómoda, ?inthia, perdón, 9ya ves:, hace horas que teestoy halando, por eso esta noche me he asustado y a lome$or hace da<o asustarse as&, despu2s te tiemlan lasmanos y te duele el estóma!o siempre a las cuatro de latarde, perdón, ?inthia, est)s... la sonrisa de mami esta noche,perdóname, te vas a la cómoda, voy a cumplir once a<os,

encima de la cómoda, un d&a yo voy a tener que ir a una estay no quiero asustarme, ya te cont2 mi sue<o ?inthia, la otranoche, comprende por favor, era la esta de Boy y yo ten&ala edad de cuando estaa chiquito, antes de Boston, pero teha&a conversado hasta esa noche, esta noche, hasta tusquince a<os y sal& feli% a uscarte, corr& a verte con tuscompa<eros pero no estaas, 9dónde est):, les pre!untaa, yno se acordaan de ti, ?inthia, ya eso te lo cont2, no llores,9ya ves:, esto no sirve para nada, para hacerte sufrir y nadam)s, para asustarme yo, esto no sirve, yo con la edad decuando era chiquito no te encuentro y Boy me quiere otarporque molesto, de verdad molestaa, tú no viste el sue<o,?inthia, andaa de mesa en mesa pre!untando, fastidiando,una eras tú de repente, pero otra tami2n eras tú y otra erastú se!uro porque mami di$o un d&a a los quince a<os todas soni!uales, hoy se equivocó mami, pore mami, pero yo entonces



se!uro le cre& y 2sa eras tú y la otra tú y tú la que cre& que iaa ser ?inthia, mami, 9por qu2 di$iste que todas eran i!uales:,qu2 dif&cil era, qu2 dif&cil, se terminaa la esta y no teencontraa ?inthia, sent&a pesade% y todo empe%aa avacearse, a irse, yo corr&a aún, sent&a ya el cansancio, toda lanoche usc)ndote ?inthia, reci2n al n cuando me sonreiste,ya te lo cont2, reci2n entonces fue f)cil, por n tu sonrisa mellevó tras de ella hasta una mesa, tu sonrisa, ?inthia, ya te locont2, el sol de la ma<ana me despertó a tu lado, comosiempre, mir)ndote, ya ves, todo lo saes cuando te miro aldespertarme... LDJulius

?on el susto Julius escuchó la vo% de 1usan, hasta pensóen una eFplicación, es la última ve%, mami, pero al voltear seencontró con que era Boy.

L9Ga se acaó la esta:

L9+o has visto que ya no hay música:

L1&, s&, verdad, qu2 ruto...

Len!o a hacerte una propuesta.

L1i me das la plata de tu alcanc&a, yo te di!o a qui2nvoy a tirarme esta noche.

Julius recordó que Juan /ucas ha&a dicho a Boy ni uncentavo hasta que termine el verano, casi le entre!a laalcanc&a, $e=$e, 9qu2 har&a t&o Juan /ucas:, pero eso de que suhermano viniera a pedirle todo su dinero a las cuatro de lama<ana y apestando a licor no le dio muy uena espina.

Leci2n empie%a el verano Lle di$oL@ no tendr)s parapa!arme.

LDApúrate, im2cil 91& o no:

LD+o L!ritó Julius, aalan%)ndose sore la maletita de

hierro del Banco 0nternacional de #erú.Boy la co!ió antes, ya se ia el muy ruto...

LMami tiene la llave en la ca$a de erro...

Boy conoc&a muy ien las alcanc&as esas, m)s dif&cilesde arir que las propias óvedas del Banco 0nternacional, 2lten&a una tami2n, vac&a des!raciadamente y ya no tardaan



en cerrar el urdel.

LDMierda L!ritó, soltando la alcanc&aL. D>e quedas sinsaer a qui2n me voy a tirar esta noche La<adió, partiendola carrera furioso, 1onia ya deer&a haer lle!ado donde

+anette.#ero Julius no sa&a nada de eso. 1i tú me das la plata de

tu alcanc&a, yo te di!o a qui2n voy a tirarme esta noche@volteó a mirar a ?inthia, 9qu2 va a hacer:, 9qu2 quiere:, aqui2n voy a tirarme esta noche... #erdón, ?inthia, te vas a lacómoda, te pon!o sore la cómoda, mami tiene ra%ón. Juliusco!ió el retrato de ?inthia y lo de$ó encima de la cómoda,

$unto al de 1usan. O>irarme, 9tirar:, tirar una piedra, perdón,?inthia, tirar, 9ya ves:, ten!o que ponerte aqu&, voy a apa!ar

ya ?inthia, me despido, mami tiene ra%ón, 9tirar:, 9ya ves:,todo lo saes cuando te miro al acostarme...

ue radical Julius. aliente. 1e durmió con un nudo en la!ar!anta, cuando ya amanec&a, pero se durmió d)ndole laespalda a la cómoda. #oco despu2s los rayos del solestuvieron a punto de despertarlo porque la ecidida, con elaloroto de la noche anterior, se ha&a olvidado de suir acerrar las cortinas como acostumraa. Julius lle!ó a sentir unrayo de lu% sore los p)rpados cerrados, pero en ese instante

?inthia, sonriente, lo llamó desde una mesa al otro lado delpatio. D#ermiso mami, Dpermiso 1usan no lo!raa retenerlo y Julius, $adeante, atravesaa con dicultad entre las pare$asque ahora, de !olpe, aandonaron su dormitorio, de$ando lireel espacio entre 2l y la mesa, entre su cama y la cómoda, todolo saes cuando te miro, al despertarme...

7G aqu2l fue, si mal no recuerdo, mi último llanto aúnpueril y ya se me%claa en 2l un no s2 qu2 de turio yamar!o.8

ederico ?hiesa, >empo di Mar%o

7... escuchamos la vo% de Maurice -S1ullivan diciendoque una !ran parte de 2l murió tami2n en esa noche una



&nte!ra y profunda parte de su vida su ni<e%.8

ylan >homas, >enty years a=!roin!

7/o prometido es deuda8, di$o Juan /ucas, ense<)ndoleel tele!rama a 1usan. 9?ómo, ya no se acordaa que les

ha&a prometido traerlo para esta +avidad: 1usan leyó eltele!rama sonriente 7/le!ó el VX. >res de la tarde hora de/ima. uelo V6X. +ueva GorK=/ima. oy con /ester /an!.8Boy sintió una profunda ale!r&a, 1antia!o lle!aa dentro deunas horas.

Almor%aron a la carrera@ despu2s partieron todos en lacamioneta. Juan /ucas prerió que ?arlos mane$ara, para quepudiera de$arlos en la puerta principal del edicio y lue!ouscar donde estacionar. elices lle!aron al aeropuerto. 7Ese

es8, di$o Boy se<alando un avión que descend&a. Julius miróla hora en su relo$, 2se ten&a que ser. 79>e acuerdas de tuhermano:8, le pre!untó 1usan, co!i2ndolo del ra%o, mientrasentraan al hall principal.

1&, s& se acordaa. >odos se acordaan de 1antia!o.?arlos tami2n@ en un se!undo ha&a estacionado lacamioneta y ha&a corrido para ver aterri%ar el avión del ni<o1antia!o. Ah& estaa ahora, parado $unto a ellos en la terra%a,pronunciando con ellos el nomre de 1antia!o, hasta que por

n lo vieron aparecer detr)s de las dos aeromo%as quearieron la puerta del $et. Boy al%ó el ra%o para hacerleadiós, pero $usto en ese momento 1antia!o ara%ó a unaaeromo%a y estuvo es)ndola un rato. >erminó, y Boy yaestaa al%ando otra ve% el ra%o, pero entonces apareció unom)s ruio que 1antia!o, ara%ó a la otra aeromo%a y estuvoes)ndola un rato tami2n. 7DEl hi$o de /ester8, comentó

Juan /ucas, encantado. 7+o de$an a$ar a los dem)spasa$eros8, intervino Julius, ca!)ndola, al menos

a$u%!arporlamiradita que le clavó Juan /ucas. #or n miraronhacia la terra%a. 1antia!o los uicó inmediatamente entre el!ent&o que esperaa a familiares o ami!os. 7Esos son, lese<aló a /ester, Ds&, Ds&, D2sos son8 Entonces /ester /an! 0se quitó un somrero te$ano que no tra&a, y se arrancó conunos lar!os y prolon!ados adioses, diu$aa y desdiu$aaaanicos que alcan%aan un )n!ulo de ciento ochenta !rados,



adioses tipo un=canto=de=amistad, deuena=vecindad. 7El hi$ode /ester8, comentó Juan /ucas entre $a=$a$as.

1antia!o pa!ó un montón por eFceso de equipa$e y selan%ó sore su familia, se!uido de cerca por /ester /an! 0.

1usan se cuadró en roma para enfrentarse a la emoción desu hi$o, pero no pudo evitar que 2ste la desarmara en r)pidamaniora, 7Dclinch8, !ritó 1antia!o, y empe%ó a hacer lo quele daa la !ana con ella@ la esaa, se le apartaa, la miraa,la admiraa, la volv&a a ara%ar, la esaa, la despeinó&nte!ra. 7Darlin! Ddarlin! Ddarlin!8, !ritaa 1usan,indefensa, pero todav&a !iraron dos veces m)s, ara%ados.7DMastodonte8, eFclamó, al verse lire de la ale!re furia de1antia!o, que ahora se aalan%aa sore el aturdido Boy ylo pon&a fuera de comate en cuestión de se!undos. 1e o&anlas risotadas de Juan /ucas. El próFimo era Julius, 7Dore$itas8,le !ritó, clav)ndole un coda%o despacito en el h&!ado ype!)ndole al mismo tiempo un fuerte $alón de ore$as. espu2sara%ó a Juan /ucas, y por ah& se encontró con ?arlos,aprovechando la ale!r&a del momento para ara%arlo tami2n.7Iste es /ester8, di$o, presentando al hi$o de /an! 000, pero yael otro ha&a saludado a todos.

Una ve% en el palacio, Julius consideró que era su deerense<arle toda la casa nueva a 1antia!o y a su ami!o, perotanto uno como el otro se paseaan de haitación enhaitación como si toda la vida huieran vivido ah&. 1usandesapareció porque se mor&a de sue<o y necesitaa su siesta.

>ami2n Juan /ucas les di$o ueno muchachos, ya nosveremos por la noche, vamos a comer todos $untos en casa.1antia!o y /ester se quedaron sentados en el ar de verano,eiendo un co<ac y halando de que ser&a convenientepe!arse un ducha%o y descansar un rato. Ah& fue queaparecieron ?elso, aniel y la ecidida. 1antia!o le eFplicó en

in!l2s a /ester de qui2n se trataa y por qu2 eran tan feos,pero en castellano los saludó con afecto y hasta hi%o al!unoscomentarios sore a<os pasados, con los mayordomos. 79G2se:8, pre!untó, de pronto, al ver que Araham, de quiennadie le ha&a halado, atravesaa nervios&simo el $ard&n,mir)ndolos de reo$o. 7Es el cocinero Lle eFplicó JuliusL, perono s2 qu2 hace aqu& a estas horas@ siempre se va despu2s del



almuer%o y viene para la comida.8

/ester y 1antia!o acariciaan aún su co<ac, cuandoapareció Boy y se sirvió uno tami2n, ante la mirada cr&ticade Julius. 79>ú que miras:8, le di$o, y Julius casi le contesta

que con una copita se emorrachaa, pero prerió no quedarcomo acuseta ante los via$eros que hasta el momentoparec&an simp)ticos, aunque su hermano ten&a al!o raro en lamirada.

L9;u2 autos hay: Lpre!untó, de pronto, 1antia!o.

LUna camioneta y un Mercedes, aparte del Ja!uar de Juan /ucas.

L9>ú tienes la camioneta:

L1&.LEntonces mam) tiene el Mercedes@ 9y nosotros qu2:

Boy ia a eFplicar que muchas veces el Mercedesestaa lire, que 1usan !eneralmente sal&a con Juan /ucas,pero de !olpe 1antia!o pasó a otra cosa.

L9ónde est) la piscina:

L>he simmin!pool Ldi$o /ester, que consultaaconstantemente un lirito para lle!ar a Am2rica latina y ser

simp)tico, estseller del !2nero, se!ún dec&a en la car)tula.L+o te preocupes Lle di$o 1antia!o en in!l2sL@ toda la

!ente que te voy a presentar hala in!l2s. +o necesitas tulirito para nada@ si quieres m2tetelo al culo...

LD?olou, assLeFclamó /an!, 2sa se la conoc&a sin mirarel lirito.

L9ónde est) la piscina: Lpre!untó 1antia!o,nuevamente.

L#or all) LeFplicó Boy, se<alandoL@ queda $usto a$ola ventana de tu cuarto.

L1&, mi !ussta muchos /ima Lleyó /an!, pesad&simocon su lirito.

L9Es profunda:

L1&, 9por qu2:



L+ada... A ver, quiero verla.

LMi !ussta muchos /ima se<oureta...

L1e<orita Lcorri!ió Julius, ale!remente, volteando paraver si 1antia!o aproaa la intervención.

Efectivamente ha&a al!o raro en su mirada. /o oservóponerse de pie y diri!irse hacia la piscina. >odos lo si!uieron.Boy, que ia delante, volteó de pronto.

L9;u2 quieres tú con nosotros, mocoso de mierda: Lle!ritó a JuliusL. Dienes si me das la alcanc&a LD+o

L#ues entonces te vas a la mierda y te quedas sinsaer...

L9;u2 pasa: Lintervino 1antia!o, deteni2ndose. LZhatSs the matter: L2sa tami2n se la sa&a /an!. LDEste,que lo si!ue a uno por todas partes L9?u)ndo te he se!uidoyo a ti: L2$alo a ore$itas.

Julius sintió un !ran alivio al ver que 1antia!o ha&avolteado sonriente, como si fuera a intervenir en su favor,pero ah& mismo se dio cuenta de que no lo estaadefendiendo, ni aproando ni nada. +uevamente ha&a notadoal!o eFtra<o en su mirada, al!o que lo hi%o recordar uninstante en el aeropuerto, un instante en que esa mismaimpresión de vac&o se reCe$ó en sus o$os... 1&, s&, tami2ncuando saludó a ?elso y a aniel... ?ontinuaron avan%andohacia la piscina.

LEs lo sucientemente profunda Ldi$o 1antia!o, alverla, pero tanto 2l como /an! 0 miraan hacia la ventanadel dormitorio que ian a ocupar en el se!undo piso.

LDamos arria LeFclamó, de pronto, 1antia!oL.Upstairs Lle tradu$o a su ami!o, se<alando la ventana del

dormitorio.#artieron los dos, se!uidos por Boy@ ni cuenta se

dieron de que Julius se ha&a quedado parado $unto a lapiscina. 1u cara reCe$aa la an!ustia de un invitado adolorido,esperando ansioso el desenlace social=important&simo de unretorti$ón en plena comida acaaa de darse otro instante deesa forma de mirar de 1antia!o, y estaa a punto de denirla.



En todo caso esta ve% le ha&a captado un detalle m)s lasonrisa, la sonrisa ten&a al!o que ver en el asunto.

/a ventana del dormitorio estaa aierta, y Julius, paradosiempre al orde de la piscina, pod&a mal que ien se!uir la

conversación de sus hermanos y el visitante, all) arria.#rimero Boy les estuvo diciendo que no, que era imposile,pero despu2s su vo% no se volvió a escuchar. /le!aan, encamio, las voces de /ester y 1antia!o discutiendo en in!l2s.#re!untaan por las ropas de a<o, dónde dialos estar&anentre tanta maleta@ lue!o dec&an no importa, qu&tate elpantalón o por último vestidos. Julius escuchó tami2nal!unas risotadas, pero, ense!uida, un reve silencio lepermitió concentrarse en el instante raro de la mirada de suhermano. +uevamente escuchó las voces, mucho m)s cercaesta ve%, y cuando al%aa la vista para ver por qu2... (o,!ritaron all) arria y 1antia!o y /ester salieron volando unotras otro por la ventana y se incrustaron ser&simos en lapiscina. eaparecieron tranquilos y nadaron hasta el ordepara salir, estaan en cal%oncillos. Una ve% afuera, sequedaron parados, los dos en la misma postura, con amasmanos apoyadas en las caderas y mirando satisfechos haciael a!ua. Boy los admiraa desde arria y Julius lososervaa desde el otro lado de la piscina eran unos

tar%anes, unos atletas, cada músculo se les diu$aa m)scuando respiraan profundamente. olvieron a mirar hacia laventana, esta ve% para medir el peli!ro, y /ester sonrió comodiciendo ya est) ueno@ tami2n 1antia!o sonrió, y fueentonces que Julius pudo notar que de la sonrisa se le ia loale!re y que, lue!o, al al%ar la cara para mirar m)s arria delse!undo piso, la d2il sonrisa desaparec&a del todo,escap)ndosele en una chispita que se apa!ó en sus o$os, enuna fu!a% pompa de $aón que desapareció salpicando de

vac&o su mirada, de$)ndola perdida en otra ventana, una m)salta, en un tercer piso que nunca ha&a eFistido en el palacio. >al ve% por eso tami2n la eFpresión an!ustiada de sus laios,aún estirados y curvos, pero totalmente aandonados por laale!r&a.

Lamos a descansar Lle di$o 1antia!o a su ami!o,interrumpiendo la cuidadosa oservación de JuliusL. ?ena de



+avidad con los vie$os esta noche@ despu2s salimos. Un par dehoras de sue<o no nos caer&an mal ahora. 9Hay pesas: Lpre!untó de !olpe, diri!i2ndose a Julius.

Julius le ia a decir que no, y hasta pensó contarle la

historia de ?ano y los pedrones, pero se dio cuenta de queser&a en vano porque 1antia!o ya ha&a perdido inter2s en surespuesta.

LD-re$itas LeFclamó, de pronto, sonriente,acerc)ndosele para darle un afectuoso $alón de ore$as, peroen ese instante como que vio a otro Julius m)s all)L. A dormirLdi$o, con los o$os ya apa!ados.

Esa tarde, la ecidida andaa un poco fastidiada y, comosiempre, fue Julius quien se la tuvo que soplar. eli%mente ya

estaa aprendiendo a no tomarla muy en serio, y a decirle,como ?arlos, que no se acalorara, que era malo para lapresión. #or eso, ahora, sentado en el comedor, esperando alos reci2n lle!ados para empe%ar la cena navide<a, sonre&aca!)ndose en la curiosidad de Juan /ucas, mientras recordaalas que$as de eci 7Ante todo, una forma muy lire, que ledi!an americana qu2 me importa, una forma muy lire deeducación da como resultado lo que hoy se da y que es unaverdadera falta de respetación. +o se respeta aqu& la +avidad@

esta noche es +ocheuena y no se ve ni un solo )rol de+avidad.8 Julius intervino para decirle que en eso 2l cre&a quemami ten&a ra%ón. 7Mami dice que no se puede ponerarolitos de +avidad llenos de al!odón, para que pare%canieve, cuando nos estamos achicharrando de calor. Eso est)ien en Alemania o en los Estados Unidos, pero no en #erú.8/a ecidida estaa de acuerdo. 7?on lo que no estoy deacuerdo es con que la se<ora no ha!a púlica esa eFpresiónde su pensar, y en ve% de arolitos de +avidad, pon!anacimientos, que ahora no me van a decir que son tami2n delos Estados Unidos... >u hermano y su ami!o /ester hace doshoras que est)n durmiendo y no me de$an entrar aacomodarles el equipa$e@ se!uro todo lo han de$ado tirado decualquier manera por el cuarto... +o me van a decir que losnacimientos los ha tra&do el $oven /ester.8 L 7eci, eFplicó

Julius, la +avidad es ien triste, no s2 por qu2 es ien triste.



He pensado y dee ser porque falta ?inthia.

Antes ha&a arolito y nacimiento. esde que murió?inthia mami yo creo que ya no ha querido m)s eso.8 /aecidida enmudeció pero su silencio duró muy poco. i$o que

respetaa los duelos pero que los sentimientos eran interioresy que nada ten&an que ver con los arolitos de +avidad queeran eFteriores. 7A cada uno su pena La!re!óL, pero a todosla ale!r&a.8 1e quedó pensativa, encantada con su frase,hasta se le pasó el mal humor al ver que ha&a dicho al!o tanprofundo. 1e quedó sentada, mirando a Julius, de rato en ratoa!achaa la cae%a como si quisiera asomarse a laprofundidad de sus palaras.

L9A qu2 hora a$an los via$eros: Lpre!untó Juan /ucas,

un poco impaciente.L+o s2, darlin!.

LA ver, ?elso, vaya tray2ndome una otella dechampa!ne. L1&, se<or.

Julius recordó a ?elso entrando a la reposter&a, mientrasla ecidida y 2l discut&an de i!ual a i!ual sore la +avidad.Entró encantado, diciendo que el se<or y la se<ora ha&ansido muy !enerosos con la indemni%ación que les ha&an

hecho a todos esta +avidad. 7A cada cosa por su nomre, lointerrumpió la ecidida@ eso no es una indemni%ación sino una!uinaldo navidea<o, navide<o8, se corri!ió r)pido. Juliussonre&a al recordar la escena, y Juan /ucas ya le ia apre!untar 9se puede saer de qu2 se r&e usted, $ovencito:,pero en ese instante 1usan linda, sentada a un eFtremo de lamesa, elevó la mirada por encima de los candelaros de docevelas encendidas y, llev)ndose hacia atr)s el mechón ruio,sonrió anunciando en la ternura de su rostro la entrada de losvia$eros al comedor.

Lormilones Ldi$o, tocando con un dedo el pie de uncandelaro, frente a ella.

7?ara$o8, pensó soltar /an! 0, al descurir la !ura de1usan, semioculta ahora entre los candelaros@ feli%menterecordó que en el avión 1antia!o le ha&a dicho 2sa ya te dir2cu)ndo puedes soltarla. ?on las $ustas se contuvo el cara$o el



!rin!o, pero en su rostro se notaa el impacto que le ha&aproducido ver a 1usan detr)s de las velas encendidas,encerrada entre ventanales que daan a $ardines adivinadosdel trópico muy al sur del r&o (rande, entre paredes en las quecol!aan cuadros oscuros proalemente de santos eFtra<os,como la ora maestra de la escuela cu%que<a con que supadre re!resó una ve% de /ima. +o ten&a un pelo de tonto elhi$o del inversionista esperó que 1antia!o esara a su madrey, detr)s de 2l, se acercó haciendo aparecer un re!alo queanunció 7para usted, se<ora, con el cari<o de mis padres8, yantes de que 1usan pudiera a!radec2rselo, produ$o otrore!alo que anunció como suyo, y que entre!ó dici2ndole 7nohay palaras8, en in!l2s, por supuesto.

Estalló la otella de Juan /ucas, mucho me$or que lasmiles que estallan noche tras noche en los caarets delmundo@ ?elso se le acercó con el a%afate y las copas. osminutos despu2s todos e&an y rindaan, sin lle!ar a decirnunca por qu2 o por qui2n rindaan, 7Dsalud8, dec&an, ah& se quedaan.

LDAmoroso D1o seet LeFclamó 1usan, de pronto,sacudiendo la cae%a para arro$ar el mechón ruio haciaatr)s, porque ten&a amas manos ocupadas con la ca$itaaierta y la tar$etita.

LDAmoroso Lrepitió, leyendo la tar$etitaL /ester nosenv&a con su hi$o la llave de oro de su nueva casa en Boston,la casa es nuestra, est) y estar) siempre a nuestradisposición... o seet

+uevamente rindaron todos, esta ve% muy proale quefuera por el de la llave y las inversiones de oro, y Juan /ucas,que nunca se quedaa atr)s en eso de !anarse a la !ente,produ$o tami2n una llave.

LDEsta es una llave sueca LeFclamóL. DAre la puertay el contacto de un olvo sport que los espera afuera,muchachos

1antia!o le tradu$o al in!l2s a /ester, y /ester acelerócon un pie, a$o la mesa, y partió sin rumo $o con un%umido de automovil&stica felicidad.



LD(racias, Juan /ucas LeFclamó 1antia!o, encantado,pero en ese instante Julius notó que su mirada se desviaahacia el ventanal, y se ia como uscando en la noche delcampo de polo un automóvil sport que estuviera m)s all) delolvo.

Empe%aron a entre!arse los re!alos. Juan /ucas anuncióque no ien 1antia!o y /ester re!resaran a los EstadosUnidos, a principios de enero, el olvo quedar&a encerrado conllave en el !ara$e, esperando los resultados del eFamen dein!reso de Boy. 71i aprueas, es tuyo, a<adió,eFtendi2ndole un fa$o de illetes para que se divirtiera hastaa<o nuevo@ una semana de $uer!a es suciente, el dos deenero, a encerrarse a estudiar.8 Boy miró a Julius, comodici2ndole te quedaste sin saer a qui2n me voy a tirar, y

Julius decidió pre!untarle a ?arlos el otro si!nicado de lapalara tirar. Ah& quedó ese asunto por ahora. 1usan acaaade pedirle a ?elso que tra$era los re!alos del ni<o Julius, y yaaparec&a el mayordomo con la Camante icicleta de carreraque Juan /ucas ha&a recomendado en vista de que Julius yani !olto $u!aa. 7?ada d&a est) m)s Caco, ha&a dicho, m)sdes!arado, no luce la ropa como sus hermanos.8 Julius seentre!ó a la inspección de la icicleta. >en&a de todo pi<onesespeciales, por lo menos as& dec&a el manual que col!aa del

timón la palanquita esa eran los camios, para ir m)s r)pidoen las a$adas, para ir m)s suavecito en las suidas, para irm)s descansado en las normales, por último uno para ir comova todo el mundo en icicleta. >erminada la inspección, Juliusvolteó donde 1usan, y la miró como dici2ndole 9y qu2 huo delo otro: eli%mente 1usan estaa atenta, porque tanta ale!r&acon champa!ne, candelaros, esos, re!alos y la servidumrea!uaitando por la rendi$a de la puerta, empe%aa aentristecerlo.

Larlin!, no me he olvidado Ldi$oL@ no me he olvidado,pero en la lirer&a me ense<aron el último cat)lo!o, y $ustoahora acaa de aparecer en los Estados Unidos una ediciónpreciosa de las oras completas, toda forrada en cuero verde./o siento, darlin!@ tomar) uno o dos meses en lle!ar, pero yohe cumplido con mi promesa. 9Acaso no te !ustar&a tener tusMarK >ain con tapas de cuero verde:



Julius casi le contesta me$or de acero verde para queBoy no me los vuelva a romper, pero verdad que en+avidad era como en la se!unda !uerra mundial, que en+avidad los soldados de$aan de pelear. Adem)s, en esemomento, 1usan le anunció que le ten&a otro re!alito y que selo ha&a comprado por si quer&a entretenerse mientraslle!aan los MarK >ain. Julius reciió el paquete pensandoque la !uitarrita no ten&a nada que ver con los MarK >ain yque se!uro era al!o que a mami se le ha&a ocurrido en elmomento. Adivinó, porque, en efecto 1usan, caminando ycompletamente perdida y millonaria por una $u!ueter&a, ypensando tal ve% que ten&a que comprar unos $u!uetes paramandarle a sus pores del hipódromo, vio el viol&n sore unescaparate y le pareció que Julius con sus cinco a<os quedar&a

!racios&simo, todo ore$ón, tocando viol&n. Julius terminó dedesempaquetar su !uitarrita y se encontró con que era unviol&n. 7Un viol&n sin profesor, feli%mente8 pensó, mirando a

Juan /ucas, que acaaa de ordenar que tra$eran el pavo, yque en ese momento volteaa hacia donde Julius.

LMa<ana mismo co!e usted su icicleta y a la calle@ ahacer deporte Lle di$o.

#ero con todo el dinero que ten&a para !astarse en unasemana, Boy no fue a uscar a 1onia. e$ó el asunto param)s tarde, porque el prost&ulo era una etapa de la vida que1antia!o ha&a superado, y si quer&a andar con su hermanoesos d&as, no le quedaa m)s remedio que se!uirlo en susaventuras vacacionales y !astarse con 2l y con /ester todo eldinero que Juan /ucas le ha&a re!alado por +avidad. +uncacreyó que su hermano aceptar&a su compa<&a sin protestar.#or el contrario, pensó que los reci2n lle!ados le ian a deciren al!ún momento que los de$ara en pa%, as)ndose en queellos eran casi mayores de edad, mientras que 2l aún no ha&a

cumplido los dieciocho. Boy temió que ese momento ia alle!ar despu2s de la cena navide<a, cuando los tres salieron alpatio eFterior del palacio para estrenar el precioso olvo,estacionado detr)s de la carro%a. 1antia!o sonrió al ver elautomóvil por primera ve%. 7+o est) mal8, di$o, pero mientrasse acercaa su sonrisa se fue apa!ando, y tanto 2l como/ester suieron y cerraron las puertas como si toda la vida



huieran tenido ese auto. Boy se quedó parado, mirando,pensando que no ien ellos se fueran, 2l co!er&a la camionetay partir&a donde +anette.

L91ues: Lle pre!untó 1antia!o, de pronto, ari2ndole

la puerta del auto.Boy suió r)pido, y se sentó en el estrecho asiento

posterior, con la esperan%a de que al!uien saliera a arirles elportón. 7>oca la ocina8, di$o, pero 1antia!o como si no lohuiera o&do. Estaa pensando, 9qu2 mierda se hace en /ima:9?ómo se presenta un tipo que ha estado fuera tanto tiempo :9 A qui2n llamo : 9 ;u2 chica me !ustaa: 9 A qui2n mepuedo tirar: 9;ui2n para /ester: 9A qu2 playa se va: 9Ancón:9Herradura: 9/as (aviotas: 9El ZaiKiKi: Bueno, eso lo ir&a

viendo poco a poco, m)s importante era al!ún lu!ar nocturnopor ahora, ya era m)s de la una de la ma<ana.

L9;u2 hay para ailar: Lle pre!untó a Boy.

LBueno, depende...

L91iempre eFiste el reddy 1oloSs:

L1&.

LAra Lle di$o 1antia!o a Araham, que en esemomento aandonaa el palacio, y pasaa $unto al olvomirando de reo$o.

Ba$aron los tres, sin ver que un homre inmundo, conuna !orra inmunda, les ofrec&a limpiarles el auto, cuid)rselosen todo caso. El homre los saludó, y ellos insistieron en nodarse cuenta y atravesaron la amplia vereda hasta la puertadel reddy 1oloSs Bar. Un mo%o se acercó para ofrecerles unamesa, pero 1antia!o le indicó que se ian a quedar en laarra. 79El tel2fono:8, pre!untó, y el mo%o le di$o que elarman se lo ia a pasar por el mostrador. El armanreconoció a 1antia!o y lo saludó efusivamente. 7/os se<oresde enfrente se marchan8, le di$o, y los tres se diri!ieron a lostauretes que no tardaan en quedar lires. Estaa repleto elreddy 1oloSs. +avidad, claro. Borracheras incre&les. ?asi nose notaa que era 1antia!o el que lle!aa, eso que ha&avarios ah& que lo conoc&an y sa&an que era el heredero de una



de esas fortunotas. El arman le acercó un tel2fono, aqu& tiene, se<or 1antia!o. Boy decidió tener veinte a<os. #idióhisKy tami2n. 1&, de esa marca. 1antia!o halaa portel2fono. Marcaa un número tras otro. 7+adie est) en sucasa Lle comentó a /ester entre dos llamadasL@ por esta2poca todo el mundo empie%a a lar!arse a Ancón.8 Boyaprovechó que /ester no sa&a qu2 dialos era Ancón paracontarle, pero a la mitad se dio cuenta de que el !rin!o nicaso le hac&a, mucho menos cuando empe%ó a decirle lo delAcapulco de /ima, la iviera peruana... , enitivamente laestaa ca!ando Boy, porque /an! 0 ya ha&a estado enAcapulco, ya se ha&a acostado con un montón de mu$eres enAcapulco, y la última ve% que ha&a ido, ya ha&a empe%ado aaurrirse en Acapulco. 7+o hay nadie8, di$o 1antia!o, de$ando

el tel2fono a un lado y acercando su vaso. olteó a echar unao$eada entre el humo. En realidad ha&a poca !ente ailando,la ulla y las carca$adas era todo cosa del mostrador y suscercan&as. /lenecito de orrachos, parados, sentados@orrachos simp)ticos, pesad&simos. 7El eterno im2cil ese, lamierda de 1iles.8 7D1antia!uito DA los a<os8, !ritó #ericote,al verlo, pero 1antia!o lo miró sin verlo y #ericote tosió entreuna mano y reapareció conversando encantado con la mismachica que hac&a horas lo ven&a soportando. /ester se!u&a

callado. 1i miraa a al!o, era a la música que miraa. #ero seenteraa de todo porque todo era internacionalmente i!ualito.Boy, en camio, necesitaa mantenerse atento a cada unode los movimientos que hac&a su hermano para ir co!iendotodos los detalles. 1antia!o encendió un ci!arrillo. /ester ten&aun ci!arrillo encendido. Boy encendió otro ci!arrillo. /estery 1antia!o apenas si tocaan sus ci!arrillos, Boy, pitadatras pitada. Ha&a terminado su hisKy, y ahora que se $ó losotros se!u&an con sus vasos llenos y sólo de rato en rato losal%aan li!eramente, pero m)s que nada para hacer que loshielos tintineen. #ericote 1iles derramó un vaso de hisKy, ymientras se a!achaa para reco!erlo, la chica con queconversaa feli% desapareció. En ese momento, 1antia!oescuchó y reconoció la carca$ada a!uardientosa de >onelada1)mame. 1onó entre el humo i!ualita que a<os atr)s, un pocom)s car!ada al taaco solamente. olvió a sonar m)s fuerte



esta ve% porque ya lo ten&a detr)s de 2l, !rit)ndole Ddóndehas estado, 9no me vas a decir que has estado estudiandotodo este tiempo: 79>odav&a no te has muerto:8, le pre!untó1antia!o, volteando sonriente a saludarlo. /e presentó a/ester. 79Este es el nuevo :8, pre!untó >onelada, cachaciento,d)ndole un palma%o en el homro a Boy, y con el otro ra%oacercando a la #ia #ortal, que todav&a no tiraa en la 2pocade 1antia!o, pero que ahora ya s&. 7Dos hisKys8, !ritó

>onelada, y antes de que el arman le halara de losanteriores, le di$o 72sos all), a #ericote, 2stos ac) a la cuentadel nuevo8. Boy sintió que le pon&an la mano en el homro,y volteó a mirar a 1antia!o, pero 1antia!o a nada le daaimportancia y se!u&a conversando tranquilamente con la #ia.

>onelada retiró la mano del homro de Boy al ver que

lle!aan los hisKys.Lale uno tami2n a... 9cómo te llamas:

Loerto.

Lale uno a oerto.

Boy volteó nuevamente a mirar a su hermano, pero1antia!o conversaa ahora con un tipo que se le ha&aacercado. Mientras tanto, la #ia entalaa conversación enin!l2s con /ester. Encantado /ester. /a #ia resultó ser, aparte

de que se la pod&a tirar, simpatiqu&sima. >en&a mil an2cdotaspara contar. G >onelada dos mil. os mil y en in!l2s@ en in!l2s!racias a cuarenta y cinco palaras, las únicas que !uardaade una uena educación, a<adas en hisKy, salpicadas concarca$adas, adornadas en sus silencios con el !esto necesariode sus manos vividoras, cuyas palmas 2l a menudo miraaeFclamando Dah, si ersalies me contara. ?on todo esto iaarmando su perfecto in!l2s >onelada, el necesario para elamiente en todo caso@ soltaa tres modismo muy en su

lu!ar, lue!o al!o de lo que quer&a decir, el resto lo llenaa consus manos historiadas, con al!unos monos&laos pronunciadosen un tono internacionalmente co$onudo, y hacia el nenca$aa el desenlace con la palara eFacta, remat)ndolo conel estallido conta!ioso de siempre, porque si la historia noterminaa en carca$ada !eneral, entonces no val&a la pena deser contada.





7DA$a8,!ritó de pronto, #ericote 1iles. >onelada volteócreyendo haerlo pisado demasiado fuerte, pero se encontrócon que el otro ha&a sacado el pie y avan%aa feli% entre la!ente para ara%arse con uno inmenso que lle!aa y quetodos, 2l m)s que nadie, reconocieron. 7Dirrey Dirrey8,!ritó #ericote. irrey entre que lo ara%ó y lo puso a un lado, ysi!uió ari2ndose paso hasta lle!ar a la arra, no muy le$osdel lu!ar que ocupaa 1antia!o. 7Dirrey8, lo llamó 2ste.Amos se pusieron de pie para acercarse entre los eedoresy darse un !ran ara%o. 7Me cai!o de la tranca@ hace tres d&asque estoy chupando8, anunció irrey, mirando por lo alto atodo el reddy 1oloSs, por si al!uien quisiera aprovechar laoportunidad para pe!arle orracho. #ero de entre el humo nose le aalan%ó nadie y ay ?harles si!uió cantando

tranquilamente para las pare$as y para los orrachos que en+avidad se inclinaan por la melancol&a. 1antia!o se tra$o airrey al !rupo para presentarle a su ami!o. /ester /an! 0 sepuso ipso facto de pie, para mostrarle que en los EstadosUnidos tami2n hay toda una tradición, muy ien encarnadapor John Zayne en el cine, que consiste en encontrarse as& !randa%os en un ar y en hacer mierda una por una laslu$osas instalaciones, a lo lar!o de horas de pelea@ all), por lode la conquista del oeste y ahora tami2n por lo del

americano feo, y ac) por lo de ten!o or!ullo de ser peruano ysoy feli%. >onelada, medio oculto, se carca$eaa al ver que elnacional le estaa haciendo mierda la mano, amistosamente,a /ester. Ha&a que pensar que

irrey andaa por los treinta y /ester, por m)scorpulento, no ten&a aún veintiuno. /ester mismo lo pensó ysoltó a tiempo, feli%mente. irrey sonrió ale!re, pero ver a la#ia hi%o que volviera a escuchar el carca$adón que >oneladaha&a soltado se!undos antes. olteó a uscarlo, r)pido

porque >onelada, aprovechando uno de esos momentos enque irrey volteó a uscarlo, meses atr)s, as& orracho comoahora, le enca$ó un uen cae%a%o, lue!o un pu<eta%o y hastauna patada en los huevos, lo malo fue que, reciidos los!olpes, irrey quedó tal cual, enterito, y lo peor, queinmediatamente despu2s uicó a >onelada entre la música yle dio tal tunda que lo tuvo un mes sin que una sola mu$er en



/ima le hiciera caso. Escucharlo s&, porque simp)tico erasiempre, lo m)s simp)tico y perdido que hay en /ima, peronada m)s hasta que los o$os te vuelvan a sus óritas, >one.7#ero si de todas maneras soy un encanto8, reclamaa elvividor, pero nada. 7Me voy, anunció ahora, al sentirsedescuierto. /o siento, #ia. Aqu& te de$o entre ami!os. Aqu& tede$o esta prenda, /ester. Ga no tarda en quererme pe!arirrey@ en cuanto se emorracha le da por pe!arme.8 1aliódisparado hasta la puerta, a pesar de que lo llamaaninsistentemente desde la arra. 71&, s&Ldi$o, asom)ndoseentre las cortinas que ocultaan la salidaL. 1&, s&, (erm)n8,repitió, se<alando a #ericote@ se refer&a al pa!o de los hisKys.1antia!o ha&a se!uido la escena sonriente incre&le

>onelada, fue su &dolo en el cole!io, estaa chico aún cuando

>onelada era el me$or nadador del cole!io, fue su &dolo ensecundaria, un delf&n, campeón interescolar, rey en las estas.

>rató de pensar por qu2 se ha&a vuelto as&, hasta se le vino laidea de que era su !racia la que lo ha&a perdido... 0a ameditar sore el asunto, pero en ese instante sus o$os seapa!aron, como si de pronto huiesen empe%ado a mirar m)sall) de sus recuerdos, como si se huiesen asomado a una%ona donde los afectos se dilu&an, oscura de todo.

L1e fue >onelada, 9no: Lpre!untó irrey.

L?reo que s& Ldi$o 1antia!o.

LA ver, #ericote, cu2ntame al!o.

#ericote 1iles, un poco calvo y canoso ya, le dio laespalda a Boy y se acercó feli%. 0nmediatamente empe%ó aalaar la capacidad eedora de irrey, pero la vo% de la #iacont)ndole a /ester y a 1antia!o las últimas ha%a<as de suami!o, el nomre de >onelada pronunciado constantemente,escuchado en medio de su orrachera, confundiendo lu!ares

y acontecimientos, hi%o que irrey otra ve% se recordara, otrave% se sintiera descuierto una noche cercana, le$ana,cercana, en cualquier caaret de /ima, de Buenos Aires, fueen 1antia!o, esando a un millonario, un automóvil por unasemana de luna de miel, esando a ese marica de mierda yde pronto 2sta, esa noche aqu&, en Buenos Aires fue en1antia!o, en tantas noches de pronto la carca$ada de >onelada



mir)ndolo, descuri2ndolo, a 2l que nunca nadie le ha&ape!ado.

L9ónde est) >onelada:

L1e fue Ldi$o la #iaL. 9#ero por qu2 eres tan malito:

71i el !rin!o trata de llevarse a la #ia lo mato Lpensó,ordenandoL #ia, 9qu2 ees:8

L#a!a, Boy Ldi$o 1antia!oL@ nos vamos. L9+osvamos:

L1&, nos vamos... /etSs !o, /ester. #a!a tú, Boy@todav&a no ten!o plata. Ga despu2s te doy... irrey est) locopor pe!arle a al!uien y con 2sta al lado no tarda ena!arr)rselas con /ester La<adió, en vo% a$a.

Lamos Ldi$o Boy, pidiendo la cuenta.Lamos a ver qu2 amiente hay en otra parte Lle

tradu$o 1antia!o a su ami!o, cuando 2ste pre!untó por qu2pa!aan. +o la estaa pasando mal con la #ia, /ester@ hastaten&a pensando resolverle lo del pre$uicio navide<o, pero1antia!o lo convenció de que ha&a lu!ares me$ores y de quela noche avan%aa.

Momentos despu2s, 1antia!o, Boy y /ester e&an en

la arra del 1arato!a. Boy se mor&a de sue<o, su hermanolo desilusionaa. Muchas horas ha&an pasado, y aparte de lode la piscina, nada en 2l ni en su ami!o que se pareciera a lasfotos que semanas atr)s le ha&an enviado.

#ensó decirles que se marchaa porque estaa cansado,pero en ese instante resonó la carca$ada de >onelada.

L9+o me har)n tra&do a irrey: Lpre!untó,cachaciento.

1antia!o sonrió. /ester ia a pedir un cuarto hisKy, pero >onelada le di$o que no 7Eso m)s tarde, ami!o. ;uedanmuchos departamentos con lu% en esta ciudad... +o todosduermen al ari!o de sus arolitos navide<os y hay chicas...!irls8, le tradu$o a /ester.

LDGes, !irls

>onelada introdu$o la mano en un olsillo de su pantalón



y sacó un illete, 7el último Ldi$oL, pero ahora comien%a unavida me$or8.

L>oma para que te tomes un taFi La<adió,entre!)ndoselo a Boy.

L#)!ate un hisKy, siquiera Lle di$o Boy,recha%)ndolo.

LEsp&ritu de familia Lcomentó >onelada, y soltó uncarca$adón de los suyos, mientras Boy se pon&a de pie,mirando a su hermano.

LAnda, Boy@ ma<ana nos vemos Lle di$o 1antia!o, alverlo partir furiosoL. 9Hay pesas en la casa: Lpre!untó, depronto, pero Boy no le escuchó.

1antia!o y /ester amanecieron dos veces, al d&asi!uiente. /a primera, a eso de la una de la tarde, tirados encamas desconocidas al lado de las muchachas que >oneladalos ha&a llevado a ver la noche anterior. 1antia!o fue elprimero en arir un o$o. 1e incorporó y salió en usca del otrodormitorio para despertar a su ami!o. eli%mente casi noha&a eido, se sent&a un poco cansado pero eso era todo./ester tampoco parec&a estar muy mal que di!amos, al menosa $u%!ar por la sonrisa con que reciió la aparición de 1antia!o

en su haitación. #e!ó un salto y lo primero que hi%o fue pediruna ducha fr&a y un $u!o de naran$as. 1antia!o le di$o que seolvidara del asunto por el momento, ya en casa encontrar&atodo lo que deseaa. Ahora lo importante erapartir antes deque las muchachas se levantaran y empe%aran a pedirles quese queden un rato m)s, o que las llevaran a la playa,cualquier cosa. G eso o al!o por el estilo ia a suceder si no seapuraan, porque la chica de /ester, entre dormida ysonriente, acaaa de pe!arse una estirada con !emidito ytodo, lo suciente para que el !rin!o se lan%ara de cae%a al

a!ua tiiecita ah& no m)s. #ero ya tanto era eFceso, astaacon lo de anoche y esta madru!ada, ha&a que cuidar laforma. 1antia!o re!resó a su haitación, mientras /ester sevest&a. /os dos se pusieron la ropa de cualquier manera y sedespidieron de sus respectivas con una palmadita en el popóy la promesa de un pronto retorno.



/a se!unda amanecida fue hacia las cuatro de la tarde,en el palacio. Ah& s& huo ducha y $u!o de naran$as. espu2saparecieron en los a$os, donde 1antia!o volvió a pre!untarlea Boy si ha&a pesas. Juan /ucas, que se encontraa por ah& cerca, le di$o que con un par de hol!a%anes como Julius yBoy, las pesas nunca ha&an sido necesarias en casa, hoyadem)s era feriado, pero ma<ana 2l mismo se encar!ar&a deque les tra$eran un $ue!o completo a 2l y a /ester.

?on la lle!ada del equipo de pesas se re!ulari%ó la vidade los visitantes navide<os. 1e levantaan tard&simo todas lasma<anas, se pon&an sus ropas de a<o, a$aan al $ard&n ydurante horas car!aan y car!aan pesas de todo tipo ytama<o para los antera%os, para redondear los homros,para el pecho, los músculos dorsales, el &ceps, el tr&ceps, los!lúteos, los muslos, las pantorrillas, etc. Horas se pasaan enese plan, y Boy mir)ndolos furioso, esperando queterminaran para que decidieran por n a qu2 playa ian a iresa ma<ana. >ami2n a 2l lo metieron un d&a en el asunto delas pesas, pero Boy sa&a por el espe$o de su cuarto quepara nada las necesitaa, a no ser que quisiera convertirse enun >ar%)n como 2stos. 7+i halar, pensaa@ muchaesclavitud.8 +o ha&a m)s que mirarlos dale que te dale conlas pesas, a<ados en sudor, cuiertos de pl)sticos para sudar

m)s todav&a y eliminar el m)s m&nimo eFceso de !rasa@ !rasaque sólo ellos notaan adem)s, producto de los tres o cuatrod&as que, con lo del via$e y la +avidad, ha&an de$ado decar!ar sus diarias y matinales pesas. Maricones parec&an contanta alharaca por un mil&metro m)s o menos de ca$a tor)cicaque el mes anterior, tan !randa%os, Dha&a que ver cómo secuidaan

DG despu2s los ducha%os DG los $u!os de toron$as DG elnúmero eFacto de vitaminas DEl de calor&as DEl desayuno

norteamericano Descanso y di!estión, despu2s...7Maricones, parecen maricones8, pensaa Boy. eli%menteque ya se ha&an tirado a varias de las chicas que >oneladales puso en ande$a@ feli%mente porque tanto cuidado, tantomirarse el cuerpo lo ten&an preocupado. 1e tocaan, adem)s,pero era por fanatismo, 9a ver cómo andas:, 9est) duro:,m&deme este &ceps, 9quieres que te mida: Boy lle!ó a



tener sus dudas, pero eso de que se tiraran a varias de laschicas que les puso >onelada lo tranquili%ó. Era t2cnico elasunto, fr&o, cultura f&sica, DeFacto, Dclaro, cultura f&sica.Deli%mente

G feli%mente tami2n que despu2s del reposo ya no seocupaan m)s de sus cuerpos. #or lo menos as& lo cre&aBoy. Un poco torpón el muchacho porque el asunto delcuerpo continuaa m)s tarde en la playa. En el ZaiKiKi, en laHerradura, en Ancón. >erminado el reposo dec&an qu2 playaian a invadir esa ma<ana y sal&an disparados en el olvo.Boy los acompa<aa. Isos eran los me$ores momentos para2l@ 1antia!o y /ester eran amales y no lo mocoseaan ninada. /e presentaan a las chicas y las chicas le conversaana pesar de que eran un poco mayores@ adem)s, cuando 2l sedaa cita con osemary, la reci&an amalemente y eran iensimp)ticos con ella. 1e encontraan en el malecón y a$aana la playa $untos, all& esperaan otras chicas y todos sesaludaan y se tend&an en la arena, muy conscientes de queha&a otras chicas m)s all), en otro !rupo, que huieranquerido que se les acercaran y se tendieran a su lado. #ero/ester y 1antia!o ten&an sus preferencias@ ya ha&an esco!idoa sus chicas, andaan medio empare$ados. /a de /ester sellamaa elimita. 1us o$os, al i!ual que su nomre, hac&an

$ue!o con el mar. ;uedaa linda en la playa.Esos eran los me$ores momentos para Boy. Ah& s& que

su hermano y el !rin!o se portaron como verdaderos tromes.Ha&a que verlos traa$arse a las chicas, Dtoda la playa semor&a por ellos G ellos tendidos en la arena, ocultas susmiradas a$o los anteo$a%os ne!ros, indiferentes, se!uros del2Fito, y de pronto decididos, )!iles, incorporados de un solosalto y partiendo la carrera hacia el mar, salto mortal y D$ua$,tremenda %amullida en la rompiente. eaparec&an entre las

olas, Da nadar ahora, pasaan las rompientes, se ale$aan,desaparec&an preocupando a las chicas.

-tras veces era lo del esqu& acu)tico. #irueta traspirueta, y Boy al timón de la lancha, si!uiendo lasinstrucciones, Dac2rcate m)s, Dac2rcate m)s, le !ritaandesde all& atr)s, y osemary muerta de miedo porque la



lancha se acercaa peli!rosamente a la playa y no tardaa enco!erla una ola. D;u2 dialos /o importante era que todo elmundo en la playa se enterara de que eran ellos los quehac&an todas esas locuras. D?o$onudos 1antia!o y /ester

espu2s era el almuer%o en ropa de a<o. Ah& deca&a unpoco el asunto porque 1antia!o y /ester empe%aannuevamente a cuidarse. #ed&an aperitivos, vodKa=tonics, peroa duras penas si los proaan. En camio Boy siempre setomaa uno m)s de la cuenta y ello era motivo de discusionescon osemary. Un poquito pesada osemary. 71iempre lasenamoradas son as& Lpensaa BoyL la próFimaenamorada no ser) enamorada sino Cirt, como 1antia!o y/ester, claro, como ellos.8 Ellos esaan a sus chicas, semataan de risa con sus chicas, pero nin!una promesa, nadade que te voy a eFtra<ar cuando re!rese a los Estados Unidos,nada de que te voy a escriir. En camio osemary dale ydale con lo del in!reso, con que ya deer&a empe%ar aestudiar, con que ya ha&a pasado el A<o +uevo y todos losde su promoción estaan encerrados prepar)ndose para elin!reso. Boy trataa de tranquili%arla, una y otra ve% leeFplicaa que Juan /ucas arre!lar&a el asunto, que todo eracuestión de palanca, inCuencias, osemary, inCuencias,palanca, pero osemary dale con que no eiera otro vodKa,

con que empe%ara a estudiar de una ve%, denitivamente seestaa poniendo un poco pesadita.

#or suerte no lo molestaa delante de ellos@ delante de1antia!o y /ester, osemary se portaa astante ien, peroaprovechaa los momentos en que se ian a pe!ar unducha%o, lo volv&a loco mientras ellos ian a en$ua!arse paravolver al comedor sin esa sensación pe!a$osa que de$a ela!ua del mar. DAh, Deso era co$onudo 1iempre se les ca&a latoalla en la ducha, se les empapaa, y de re!reso al comedor

playero, aparec&an eFprimi2ndola, se paseaan entre lasmesas eFprimiendo cada uno su toalla, toditos sus músculosresaltaan con el esfuer%o. 7Buena t)ctica Lpensaa Boy,vi2ndolos acercarse@ de todas las mesas los miraanL, losadmiran, uena t)ctica.8 Empe%aa a comprender que todoera uena t)ctica en su hermano y en /ester.



G es que todo se lo ten&an calculado los de la universidadcon campus. En el fondo, /ester y 1antia!o eran los m)rtiresde la t)ctica. Boy empe%ó a notarlo durante los últimos d&asde la visita a /ima. ?omprendió entonces que lo del paquetecon tanta foto y tanta or!&a era una 2poca perteneciente alpasado, y hasta pensó que su hermano se lo ha&a enviadoprecisamente porque quer&a despedirse de todo ese desorden,para dedicarse por entero a lo del cuerpo y la t)ctica. ?laro,eso ten&a que ser. 1e!uro que 2l tami2n ser&a as& al!ún d&a,dentro de al!unos a<os, varios a<os, eso s&. Estos se ha&ananticipado un poco. ;uedaa tiempo aún, mucho tiempo,mucho tiempo para tirarse a 1onia y a mil m)s. 1&, s&, no ienre!resaran a los Estados Unidos 2l ia a correr donde 1onia./o malo es que con ellos se estaa !astando todo el dinero

que le ha&an dado la noche de +avidad. /o de la t)ctica y eldinero lo hicieron pensar en Juan /ucas. Ise s& que era el reyde la t)ctica, pero en Juan /ucas la t)ctica se ha&a convertidoen parte del !oce. Adem)s el a!uante que se mane$aa@ entrea!uante, t)ctica y !oce ha&a lle!ado a su edad con veintea<os menos, Dmierda, Dqu2 dif&cil El siempre ha&a cre&do quecon dinero todo, mu$eres, or!&a, mu$eres, y resulta que ahoraeso te enve$ece y hay que calcular los placeres... Dqu2 mierdaBoy se metió otro tra!o de su vodKa=tonic, feli%mente que

osemary no di$o nada porque la huiera mandado al dialodelante de 1antia!o y /ester, que en ese instante terminaande eFprimir sus toallas y por n se sentaan a calcular elalmuer%o.

#or la noche calculaan menos, afortunadamente. Enrealidad, con >onelada 1)mame al lado no ha&a c)lculoposile, y as& fue que en A<o +uevo terminaroncompletamente orrachos en un caaret, de re!reso de unaesta en Ancón. Hasta se salieron de la carretera esa noche.

?on >onelada ah& atr)s cont)ndoles chistes durante todo elcamino a /ima, sentado de cualquier forma y con tres mu$eresencima, 1antia!o, /ester y Boy, en el asiento delantero delolvo, se olvidaron de todo c)lculo y emprendieron terrilecompetencia con otro automóvil car!ado de ami!os quere!resaan tami2n de Ancón a /ima. ?arca$ada trascarca$ada, 1antia!o a duras penas lo!raa controlar el timón.



/as chicas !ritaan Dnos matamos, Dnos matamos,hist2ricas, pero ah& nadie cre&a en la muerte, mucho menos

>onelada que se arrancó con una lar!a serie de chistes sorela muerte, medio en castellano, medio en in!l2s para que el!rin!o tami2n disfrutara. #or n en una de 2sas, 1antia!onotó que el carro se le ia para un lado, pero $usto en esemomento >onelada enca$ó el nal de otro chiste y 2l, que yavarias veces ha&a $u!ado a lo del paso de la muerte enEstados Unidos, sintió un eFtra<o impulso o lo que fuera, entodo caso prerió la carca$ada al peli!ro y se aandonó aldeseo de salir volando de la pista con toda esa !entemat)ndose de risa ah& adentro. El olvo salió disparado en elpreciso instante en que el ?hevrolet de sus ami!os los pasaacomo un rayo, y frenaa lue!o unos doscientos metros m)s

all). /os del ?hevrolet a$aron y se introdu$eron corriendoentre los arenales. 79;u2 ha pasado:, 9qu2 ha pasado:8,!ritaan acerc)ndose en la oscuridad, ten&an que estarvivos... El olvo estaa enterito... Dqu2 tal estailidad Ha&avolado, ha&a reotado varias veces en la arena, y por n seha&a detenido completamente atollado. /as chicas lloraan y!ritaan hist2ricas. /os del ?hevrolet las escuchaan mientrasse acercaan, pero cuando por n lle!aron, los homresha&an empe%ado a re&rse nuevamente, y >onelada estaa

pre!untando si a nadie le dol&a nada y lue!o si nadie ah& erasan #edro. Huo un instante de silencio y desconcierto antesde que >onelada volviera a halar 71i a nadie le duele nada, ynadie es san #edro, Dpues entonces no ha pasado nada 1aint#eter8 le tradu$o a /an!, y el !rin!o otra ve% a re&rse,mientras 1antia!o miraa de reo$o a Boy, pero un se!undoantes de sentir que era su hermano y que lo quer&amuch&simo, volvió a encontrarse decidiendo volar con todosmat)ndose de risa y se de$ó llevar nuevamente por la mismasensación.

LBueno Ldi$o, ariendo la puertaL@ ma<ana mandamosuna !rúa para desenterrar el carro... >odos al ?hevrolet,vamos, Dr)pido

ue la me$or noche para Boy. /a m)s cara tami2n.Esa noche en el caaret se !astó hasta el último centavo,pero qu2 dialos. ?on 1antia!o al lado no ha&a prolema



al!uno, cosa de mocosos andar pensando en que se te acaael dinero, no ien in!resara a la universidad pedir&a chequeracomo su hermano. #or ahora se!uirlo, aceptar sus invitacioneshasta que se marche, despu2s la alcanc&a de Julius, tres ocuatro sesiones con 1onia y a estudiar, Deso altaa pocopara el retorno de 1antia!o y /ester, ten&an que estar all) enlos primeros d&as de enero, faltaa poqu&simo en realidad.#ero al menos esta noche, en el caaret, nadie halaa devia$es a los Estados Unidos@ de otros via$es s&, Dpero a la!loria Dia$es a la !loria con (loria

ente a la !loria con (loria cha cha cha

ente a la !loria conmi!o cha cha cha

/o dec&a el estriillo que la orquesta empe%aa a tocar,

mientras el maestro de ceremonias anunciaa el se!undosho de la noche, entre orracheras de A<o +uevo,interesando a erios y copeaditos en la internacionalmentefamosa, Dla ell&sima (loria 1ymphony y su con=tinen=talmente=te famosa revista D1infon&a !loo=ooo=riooooo=s)Huo aplausos pero no vino nadie al estrado y la orquesta sevio oli!ada a arrancar nuevamente con los compases de


ente a la !loria conmi!o cha cha cha G es que >onelada acaaa de enca$ar el nal de uno desus chistes y la pore (loria 1ymphony entre que el chiste eraeFcelente, diecisiete hisKys y que el $ue% le ha&a otor!ado latutela de su hi$o al padre, entre que el a<o pasado la noche deA<o +uevo, i!ual a cualquier noche en ?ali o Miami, se ha&aacostado con un !rin!o como el de enfrente, y entre que erarechula y mov&a maravilloso el culo a$o el r2!imen de Batista,nuevamente diecisiete hisKys y el chiste de >onelada, entre

un montón de cosas m)s (loria 1ymphony soltó tal carca$ada,que en su emoción la!rimeante puso en peli!ro todo elmaquilla$e, y por m)s que la orquesta volv&a a llamarla ventea la !loria con (loria, no pod&a incorporarse. /as chicas delsho la $alaan pero nada, la carca$ada continuaapase)ndose por un montón de caarets en su vida, a<o nuevovida i!ual $a$a$a$a$a$a$a$a$a$a$a$a... 1antia!o se!u&a indiferente



la $uer!a dram)tica de una ailarina m)s.

En camio >onelada se prestó a ayudarla. 7Ga vuelvo, mivida8, le di$o a la corista que lo adoraa, poni2ndose de

pie y llev)ndose a (loria 1ymphony hasta el estrado,

entre aplausos y eFclamaciones de al!unos envidiososhaitúes que no toleraan la idea de que fuera >onelada quientra&a a la rumera a traa$ar. M)s eFclamaciones cuando lade$ó con la orquesta.

LD>an pesado como siempre Lsoltó al!uien por ah&.

L1&Lrespondió >onelada, deteni2ndose un instante, ymirando hacia el rincón desde donde ha&a venido esa vo%L@de chiquito yo tami2n tuve soldaditos de plomo, pero no

$u!aa con ellos me los com&a.?arca$adas y aplausos de la mesa de >onelada, dondeBoy le traduc&a a /ester la respuesta del vividor, y 1antia!oy sus ami!os !astaan y se de$aan querer por lasmuchachas del sho. >onelada re!resó y pidió que le hicieransitio $unto a su <atita. 7?onti!o vida nueva, conti!o al n delmundo8, le di$o mientras se sentaa a su lado y ella lo reci&acon risas y esos. Un mes se ia a quedar en /ima la <atita, latrompudita, la de la vida nueva. Ga >onelada le ha&a echado

el o$o, 72sta para m&8, ha&a pensado. >en&a que traa$)rselaonito, sentimental. /a arrinconó, le hi%o su nochecita ah&,carita a cara, d)ndole la espalda a los otros, 79G tú cómoca&ste en lo a$o:8, le pre!untó, a<adi2ndole hisKy a suvaso, y eFplic)ndole que eso a su cora%ón le importaa muchosaerlo.

LD?hicas, nos toca LeFclamó la de /ester.

>en&an que camiarse, les tocaa el próFimo sKetch,ten&an que correr, Duy 1e incorporaron apuradas y

prometiendo pronto retorno. (iraron para diri!irse a loscamarines, !iraron y ellos que estaan medio orrachos seencontraron con un montón de culos que ro%aan el orde lamesa y los vasos al partir onduleantes. 7D?ara$o8, eFclamó/an! 0, mirando inmediatamente a 1antia!o. 1antia!o lesonrió como dici2ndole s&, est) ien aplicada la palara eneste caso. 7D#oquita ropa, ah8, les !ritó >onelada, mientras se



ale$aan. Al!unas voltearon a darle su eso volado, pero 2l yaestaa si!uiendo los movimientos de (loria 1ymphony, queahora se paseaa cantando entre las mesas.


ente a la !loria conmi!o cha cha cha/o de cha cha cha se lo soltaa en la ore$ita a los se<ores

que ten&an a su esposa al lado. 7(uapa la puta8, pensaan lassonrientes y amales ofendidas, acomod)ndose en susasientos. /es incomodaa sentirse tan superiores y de repentetan inferiores. ?ha cha chase le despe!aa a un marido y seia a otra mesa, permitiendo que la se<ora se acomodara deuna ve% por todas en su cómoda silla. #ero cha cha challe!aa(loria 1ymphony a otra mesa, y a otra y a otra, perdi2ndose

lue!o por ah& atr)s hasta que lle!ó por donde >onelada le !ritóDali!2rate mi diosa


ente a la !loria conmi!o

G mientras dec&a cha cha chare!resaa hacia el estradoarro$ando plumas, tules, sedas, tafetanes, total que no lequedó m)s que lo de arria y una ?onchita rillante, llenecitade lente$uelas de plata, chiquitita.

LIsa ya le ha tra&do l&os con la Junta de -ras #úlicasLcomentó >onelada.

LAnimal Lle di$o 1antia!o, sonriente. L/as se<orasesas que casti!an a estas chicas. #ero >onelada interrumpiósu $ocosa aclaración porque en ese instante la orquesta de$óde tocar, saltando, de pronto, ne!ro el on!oncero a lu!arpreferencial, mont)ndose pr)cticamente sore el on!ó,acarici)ndolo i!ual a un mono con un pl)tano enorme yanunciando con tres toques hondos y sonoros, misterio ypeli!ro de los hechiceros de Hait&. 1us toques tuvieronterriles consecuencias sore el vientre famoso de (loria1ymphony@ se le arru!ó, se le comprimió, se le fue reduciendocruelmente con cada !olpe un poco con el primero, otro pocom)s con el se!undo, m)s todav&a con el tercero@ se le hundió&nte!ro el ne!ocio alrededor del omli!o y, aa$o, la ?onchita





la carca$ada de >onelada, de pie, aplaudiendo con los dem)sal on!oncero que se desmontaa de su enorme pl)tano yven&a a reco!erla para a!radecer $untos las aclamaciones ylos !ritos insolentes de erios y copeaditos. Al!unas se<orascreyeron que eso era el n por n, pero es que no las ha&anvisto no ien desaparecieron on!oncero y pecadora,aparecieron insolent&simas las chicas del próFimo número, ylos maridos por ser A<o +uevo y por estar orrachosordenaron nuevas otellas@ ya no los paraa nadie a losmaridos, quer&an eer m)s y m)s, quer&an ver todito el sho,&nte!ra la 1infon&a !loriosa, hasta la última calata quer&anquedarse, (loria 1ymphony se ha&a marchado, pero de$andosuelta en pla%a, completita a la diaólica archicofrad&a delomli!o orrascoso.

ue indudalemente la me$or noche para Boy y ahora,al despertarse, tuvo un instante la ima!en del anunciadorante sus o$os, !ritando Dn de esta con todas las chicas, ylue!o otra, la de >onelada recii2ndolas con licores en cuyaelaoración ha&a intervenido, y ordenando, al mismo tiempo,taFis a !ranel para llevarlas a su departamento. Boy divisólas cuatro de la tarde en el despertador, sore la mesa denoche, y sonrió al pensar que por n ayer 1antia!o y /esterha&an olvidado todos sus c)lculos y t)cticas para entre!arse

al desenfreno, al ullicio, a la locura de aquel acanal que >onelada calicaa a !ritos de Dpampa, mientras iadestapando nuevas otellas de licor. Ah& se vino aa$o Boy@todo el malestar de una horrile perse!uidora le anunció queestaa ien despierto y que era inútil tratar de dormirse otrave%. 1e puso la ata y a$ó lentamente para ordenar que lealcan%aran cuatro alKa=selt%ers y cuatro ?oca=?olas heladas ala piscina. ;uer&a un a%afate con todo eso, todo $unto en una%afate al orde de la piscina mientras 2l se a<aa, se

refrescaa, uscando en el fr&o del a!ua un sedante para suadolorida cae%a y sus a!otados miemros. ?ólera le dioencontrarse en su camino con /ester y 1antia!o, leyendotranquilamente sendas revistas, risue<os a$o sus enormesanteo$os ne!ros, tirados en dos pere%osas y sin dar muestraal!una de malestar. +o le ca&a la menor duda, ha&anatravesado la or!&a, la pampa calculando, evitando los



eFcesos, hoy se ha&an levantado un poco m)s tarde, ha&anprescindido de las pesas hasta ma<ana por ser A<o +uevo,pero eso era todo. Boy se arro$ó al a!ua@ ah& adentro seestaa me$or, 7Dah, sonrió, ten!o mucho tiempo pordelante, en todo caso estoy me$or que >onelada porque 2se notiene piscina en su departamento8. +adaa lentamente.

Ga no huo otra noche i!ual para Boy. olvió lare!ularidad, las pesas, la playa, el ?asino de Ancón, loslu!ares oscuros para ailar. Una o dos veces tuvo laesperan%a de que el plato se repitiera, sore todo al ver que

>onelada aparec&a en el 1arato!a o en el reddy 1oloSs, peronada carca$adas, unos hisKys y chicas decentonas. e lasde A<o +uevo, de (loria 1ymphony y compa<&a no se volvió ahalar. 1in emar!o Boy ten&a sus planes. +o ien in!resaraa la universidad, no ien le entre!aran el olvo, partir&a enusca de >onelada@ sa&a dónde encontrarlo y últimamente elvividor hasta le ha&a invitado copas. Era sólo cosa de dos otres meses de encerrona para lo del in!reso, pero asta depensar en eso aún le quedaan dos o tres d&as con 1antia!o y/ester.

/os dos o tres d&as se convirtieron en al!unas semanas.Mucho halar de los Estados Unidos y de la vida por all), sinemar!o de /ima no se mov&an. /a universidad en queestudiaan arió sus puertas, pero ellos nada de partir. /aecidida le comentó el asunto a Julius. 7/os $óvenes est)nCo$eando Lle di$oL. Al se<or y a la se<ora les corresponde ensu deer de padres de uno y ami!os &ntimos que dicen queson del padre del otro, a los se<ores les corresponde queamos a dos $óvenes emprendan un pronto retorno a su pa&sdel ami!o del $oven 1antia!o.8 Julius se tomó muy en serio elasunto y anduvo ech)ndole sus miraditas a 1usan y a Juan/ucas cada ve% que los visitantes aparec&an en el comedor o

en el ar de verano, !randes centros de reunión de la familia.#ero ni Juan /ucas ni 1usan dec&an esta oca es m&a@ por elcontrario, parec&an encantados con que los otros se si!uieranquedando, para nada interven&an. 7/as venta$as de serhermano mayor8, pensaa Boy. Julius, por su parte,recordaa que a 2l lo ha&an mandado al cole!io con un a<ode atraso y, adem)s, de frente a preparatoria, priv)ndolo de



Kinder!arten que, se!ún un liro que acaaa de leer, era una2poca linda en la vida de todo ni<o... >en&a ra%ón eci, 1usany Juan /ucas no cumpl&an muy ien con su deer.

/o cierto es que los visitantes navide<os si!uieron

qued)ndose, y Boy no tuvo m)s remedio que aandonarlosy encerrarse a estudiar. /le!aron profesores de todas lasmaterias, que la t&a 1usana conoc&a y recomendó por tel2fonoa #ipo, su hi$o, lo estaan preparando estupendamente ienpara su eFamen, ase!uraan que ia a aproar con eFcelentenota, que ia a quedar entre los primeros, con todo lo que ellare%aa no pod&a ser de otra manera, 1usan de&a hacer lomismo, re%ar, re%ar, pero 1usan sólo pensaa en col!ar ycol!ó. /os profesores lle!aron por montones, para todas lasmaterias, y Boy se encerró a estudiar, convirti2ndose en elhomre m)s compadecido del palacio. >odos lo compadec&anal verlo aparecer por las noches en el comedor, a!otado y aúnle quedaan varios prolemas de tri!onometr&a por resolverantes de acostarse. Mientras tanto los visitantes continuaanen /ima, sin que nadie les pre!untara si tanta poster!ación noia a afectar sus estudios en los Estados Unidos. 1antia!oeFplicó un d&a que una ve% all), era f)cil recuperar las clasesperdidas, lo que no eFplicó es por qu2 se ian quedando m)sy m)s. 1usan, sin emar!o, ten&a sus sospechas. Una tarde

entró a la casa Zelsch para comprarle un relo$ a Julius, que yaia a cumplir los once a<os, y el administrador le contó que suhi$o acaaa de estar ah& con un ami!o norteamericano y queha&an comprado una preciosa sorti$a de platino.

#ero 1usan no se met&a para nada en la vida de losmastodontes, y se quedó sin saer el resto de la historia@ nisiquiera se enteró de que ha&a sido /ester el que ha&acomprado la sorti$a para re!al)rsela a una chica. +otaa, esos&, cierta tensión en el amiente, aunque la atriu&a m)s que

nada a una serie de pleitos entre Boy y Julius. Al!o !ritaande una alcanc&a, pero ella ni cuenta se dio de que los pleitosse produc&an sistem)ticamente por la noche. #or n un d&avino Julius a pre!untarle si siempre ten&a la llave de sualcanc&a ien !uardada en la ca$a de erro. 1e marchótranquilo cuando ella le di$o que s&. Al d&a si!uiente, Boy lepidió dinero a Juan /ucas, pero Juan /ucas acaaa de perder





fant)stica. 1usan prerió no tocar para nada el tema de lacamisa hecha tri%as, aunque no era dif&cil suponer que lafamosa sorti$a ha&a tenido al!o que ver en el asunto.1antia!o les di$o que ian a salir esa noche para despedirsede al!unos ami!os y tomarse con ellos las últimas copas. Atodos les pareció muy uena la idea. Ahora lo que estaa porverse era si Juan /ucas aceptaa la propuesta de Boy. 9?u)lera: Muy simple, ló!ico Boy quer&a salir con ellos,necesitaa camiar de amiente, llevaa ya semanasencerrado, una noche de diversión no le har&a mal, 9qu2 me$oroportunidad que la despedida de su hermano: 1antia!o sonriócomo diciendo si quieres ven, me da lo mismo, no me voy aponer a llorar porque parto un a<o o dos. Boy insistió, y

Juan /ucas, que acaaa de corarse la revancha frente al

campeón de la ve% pasada, di$o ueno, pero sólo por unanoche. 7Ga est)s feli%8, pensó 1antia!o, mirando a suhermano, pero, contra lo que se esperaa, Boy ni sonrió nimostró ale!r&a, prerió !uardarse su sonrisa para la noche.

>ami2n 2l ten&a sus t)cticas, ha&a aprendido muy r)pidoBoy.

L+o, no voy con ustedes@ ten!o la camioneta para m&.

L9?ómo as&: Lpre!untó 1antia!o.

/ester no entend&a la conversación de los hermanos.Boy le eFplicó en in!l2s, 7/o siento mucho Lle di$oL, peroten!o una mu$er esper)ndome@ hace tiempo que me espera yes mi única oportunidad para verla8. 1antia!o sintiócuriosidad.

L9?ómo as& tienes la camioneta:

LMuy f)cil le di$e a Juan /ucas que ustedes a lo me$orse demoraan en re!resar y que yo no quer&a volver tantarde@ lo m)s pr)ctico era que me prestaran la camioneta, as&

pod&a volver antes si era necesario, y levantarme ma<ana atiempo para estudiar.

LBuena idea...

LAdem)s me dio al!o de dinero@ no mucho, pero paraesta noche asta.



LBien Ldi$o 1antia!oL@ entonces chau... L?hau...

Gen el instante en que 1antia!o le sonre&a con la miradaausente, Boy le sonrió i!ualito@ ampliaron sus sonrisas alvoltear para diri!irse cada uno a su auto, se miraron aún un

instante, as&, ausentes, mientras volteaan, un se!undo astópara que rmaran un eterno pacto de ausencia los dos eranel heredero de una inmensa fortuna.

Gmientras Boy corr&a como un loco para tirarse de unave% por todas a la tal 1onia y ase!urarse de que era ella,1antia!o y /ester estacionaan tranquilamente frente alreddy 1oloSs Bar, donde ha&an quedado en encontrarse conun !rupo de ami!os. Ga no >onelada. e nin!una manera

>onelada. #or lo menos mientras /ester estuviera en /ima.

L#Sero si de todos modos soy un encanto Lreclamaa elvividor, recostado en la arra del reddy 1oloSs, rodeado demu$eres que se mataan de risa con las cosas que iainventado.

L9#or qu2 me corren:, 9acaso no soy un encanto:

L1imp)tico siempre Lle dec&a una.

L#ero ni te me acerques Lle dec&a otra.

LD#ore >one LeFclamaa la #iaL@ Dnadie le hacecaso

LDHasta que los o$os te vuelvan a sus óritas

LAh& est) 1antia!o con /ester Lanunció, de pronto, la#ia, mir)ndolos entrar y acercarse a la arra.

LDMe voy El !rin!o pe!a como irrey... los tienen muyien entrenados all) en >eFas. Esta no es conmi!o, se<oritas...aqu& el caallero se marcha.

LD+o seas tonto LeFclamó la #iaL@ ya est)n iensentaditos y al otro lado, est)n tranquilitos con sus ami!os@adem)s ya te vio y nada...

+ada porque 1antia!o lo contuvo en cuanto arió lapuerta y se dio con el otro sentado all) al frente@ nada porque/ester llevaa tres de los calmantes de la tarde en el sistema@y nada porque era su última noche en /ima y no se la ia a



pasar peleando. 1antia!o saludó a >onelada con una sonrisa,mientras con el raillo del o$o estudiaa a /ester parec&atranquilo, acaaa de ordenar varios hisKys y conversaasonriente con los ami!os que ha&an lle!ado antes.

/os ami!os si!uieron lle!ando, y los pedidos de hisKy ala orden del d&a. 1antia!o e&a poco, como de costumre@ encamio /ester uno tras otro, como nunca@ era capa% de armarotra ronca i!ual a la de esta tarde, sore todo si >oneladacontinuaa ah&, al otro lado de la arra en U, frente a ellos ycarca$ada tras carca$ada. G el prolema del idioma, adem)s@/ester no entend&a ni papa de lo que se halaa all), a lome$or pensaa que el vividor se estaa riendo de 2l, qui2nsae, con todas las que le ha&a dicho... 1in emar!o el licorno lo!raa eFaltar al via$ero norteamericano, lo entristec&am)s ien, cada ve% conversaa menos con los ami!os,pr)cticamente se limitaa a pedir y a invitar m)s hisKy,entristec&a lastimosamente...

LD0ncredile LeFclamó, de repente, de$ando caer lacae%a hacia adelante.

L9;u2: Lle pre!untó 1antia!o.

L0ncredile Lrepitió, enterrando aún m)s la cae%a.

1ólo la levantaa para uscar su vaso y pedir m)s. 0noredi le, volvió a decir como media hora m)s tarde. 1antia!ointerrumpió su conversación con el de al lado, pero, cuando lomiró, /ester ha&a hundido m)s todav&a la cae%a en elamiente ese oscuro que se ha&a ido creando, copa trascopa, entre la arra y su propio cuerpo. Aún no ca&a del todoah& aa$o. 0a descol!)ndose a pocos, un recuerdo, otrohisKy, uscando crear m)s del amiente oscuro, pero loscolores de la arra, su camisa, su corata, se!u&an ltr)ndoseen su ce!uera y no lo de$aan terminar de oscurecerlo@ quer&a

cerrar su amiente triste, entrar, encerrarse, irse a pasar unrato ah& adentro solo, pero tami2n la música del ar yal!unas carca$adas estúpidas continuaan metidas en suamiente, aún no vaciaa el lu!ar para su mirada ausente, setopaa con ellas mientras resalaa por los escalones de suorrachera, se!u&an ltr)ndosele entre los hisKys para susordera, impidi2ndole ahora silenciar su oscuridad y



desaparecer de una ve% por todas en la ne!ra eFplicación desus recuerdos. /o huiera lo!rado, ya ca&a /ester, cuando unsúito empellón lo tumó indefenso en un terrile, amar!omalestar... que !iró adem)s vino !irando de all) parallev)rselo hacia arria de costado con n)useas, se le hi%omierda la ley de la !ravedad, en un se!undo perdió todito locreado de su amiente, hasta la oscuridad se le queróllen)ndosele de mil colorcitos !iratorio=intermitentes, sóloquedaan tro%os de ne!ro para apoyarse a descansar entredos mareos. #ero, poco a poco, enfrent)ndose, en!a<andouno por uno a los mil colorcitos, /ester lo!ró encontrar elmomento para el enorme esfuer%o que le permitióincorporarse de !olpe y evitar as& otra vuelta m)s delfuriundo carrusel, sintió vertical el taurete y aprovechó para

prenderse con amas manos del vaso, presion)ndolo hastaque el arman se quedó quieto en su sitio y sólo se moviócuando se mov&a para servir a los clientes...

LZhisKy Lpidió.

?reyó que ya pod&a soltar su e$e y casi lo realsa elvómito, r)pidamente se volvió a prender del vaso y apretóhasta divisar a >onelada detr)s del arman@ contra$o &nte!ro elcuerpo para clavarle la mirada y sintió que lo!raa unse!undo de control, reCeFionó, miró rutalmente a >onelada,con los o$os lo insultó hasta sentir lire su !ar!anta de lasaliva amar!a, entonces empe%ó a soltar de nuevo el vaso,poco a poco, mientras sus n)useas se!u&an diluy2ndose, amedida que el vividor, all) al frente, le ia a$ando la mirada.

G la vo%. >onelada a$ó tami2n un poquito la vo% alnotar que /ester lo miraa con odio@ terminó su historiadespacito y como pudo, un poco nervioso, calculando pideotro hisKy, 1antia!o interviene, insiste, le sirven... >oneladase arrancó con otra historia, despacito eso s&, porque aún nosa&a cómo ia a reaccionar /ester con el nuevo hisKy, laschicas tuvieron que pe!)rsele para poder escuchar losdetalles. Era una historia co$onuda, 9cómo: 9cómo:, lepre!untaan ellas, Dm)s fuerte, Dno se oye... DG le metieronun palitroque en el pompis, concluyó >onelada, elevando lavo% y soltando a !ritos una carca$ada total mientras /ester, al



frente, depositaa con las $ustas su vaso sore un cenicero,inclinando a pocos la cae%a, descol!)ndola hacia adelantecomo si quisiera tocarse el omli!o con la nari%@ lo detuvo elcuero ele!ante y fresco que acolchaa el orde de la arra.Esta ve% no de$ó que se le ltrara nada. 1e encerró en suamiente oscuro...

LDAh no DEso s& que no LeFclamó la #iaL@ D !u)rdalainmediatamente

L9Ga ven:... 9;u2 les di$e: >iene su cora%oncito miami!a...

L>onelada !u)rdala o me voy... D?ómo puedes ser tancoarde

#ero >onelada insist&a en mover el me<ique ale!remente,les hac&a adiós en los o$os a las chicas, en la punta de lanaricita les a!itaa el me<ique adornado con la sorti$a deplatino que acaaa de eFtraer de un olsillo. /a #ia lo ha&avisto esconderla cuando apareció /ester. 1e puso furiosa.

LD?ómo puedes ser tan c&nico

L9Ga ven:... 9+o les di$e:... cuanto m)s ee m)s sellena de noles sentimientos.

#ero a 2l le dol&a &nte!ra la cara y no ten&a ni pi%ca de!anas de respetarlos esta noche, Da la mierda con lossentimientos Il quer&a romear, urlarse de todo, de lo quefuera. Ga ellas conoc&an a la #ia, llenecita de re%a!os, aqu& miami!a... 9;u2 m)s quieren que lo de la noche de +avidad:...9;uieren que les di!a un secretito:... Esta +avidad tampoco...con nadie...

LDAsqueroso

/as otras ni sospechaan el l&o de la sorti$a, pero la #ia,

con muchos hisKys adentro, se!u&a prendida al uensentimiento que acaaa de sur!irle cuando menos se loesperaa, se le llenaron los o$os de l)!rimas. >onelada tratóde ara%arla pero se le escapó por dea$o del ra%o.

LDAsqueroso DAsqueroso L/a #ia se sa&a todita lahistoria de la sorti$a.





pecho.

LUna rueda de hisKy Lordenó >onelada, produciendoun montón de illetes y entre!)ndolos enrollados en el dedode la sorti$a, antes de que el arman lo tuteara al decirle

9qui2n pa!a:/ester sintió un ra%o en la espalda y enco!ió los

homros para que lo soltaran y lo de$aran en pa%. #ensó quepodr&a ser 1antia!o y trató de incorporarse, pero lo venció elpeso de su cae%a y quedó nuevamente recostado sore elcómodo orde de la arra.

LUn alKa=selt%er Lordenó 1antia!o.

L+o alKa=selt%er Lmurmuró /ester, tratando de eFplicar

al!o de que ha&an sido los calmantes y pidiendo que lode$aran solo un rato m)s.

L9;u2 hacemos: Lles pre!untó 1antia!o a los ami!osL@ preero no llevarlo a la casa as&.

LDHola LeFclamó de pronto, Boy. +adie lo ha&a vistolle!ar@ tra&a una cara única de satisfacciónL. 9;u2 pasa con/ester: Lpre!untó.

L>ienes que ayudarme a sacarlo@ est) como muerto.1er&a me$or que durmiera en al!ún sitio antes de llevarlo acasa.

LEn la camioneta. El asiento se transforma en cama.

LBuena idea... amos a esperar un rato y si no sedespierta me ayudas.

+o fue necesario. 1ólito se fue incorporando, poco apoco, lentamente. Adem)s no ha&a estado dormido. All)aa$o, en su amiente oscuro, /ester no ha&a cesado deluchar contra el v2rti!o nauseaundo que acompa<aa la

!iratoria e incesante repetición de su lle!ada a casa deelna. Un montón de veces lle!ó y le re!aló la sorti$a@ unmontón de veces lle!ó y pasó la tarde con ella, co!i2ndole lamano y sintiendo fr&a la sorti$a entre sus dedos, mientras supadre, al!unas tardes, le halaa de futuros contratos paradistriuir pel&culas norteamericanas y 2l, por dentro, pensaaen las posiilidades de ponerlo en contacto con su propio



padre. espu2s se le ven&a la tarde con la pelea de !allos enla hacienda de elna y su urlona sonrisa ante la facilidadcon que las chicas peruanas dec&an love you, a 2l sore todoque nunca ha&a pasado de liKe you@ con qu2 facilidaddurante la pelea de !allos ella le dec&a te quiero, love you, letraduc&a, por si no ha&a entendido, a 2l que nunca ha&apasado de me !ustas y que hasta esa tarde, otra tardedespu2s de la pelea de !allos, nunca ha&a sentido m)s all)de liKe you, y de pronto se encontró diciendo love you,cuando elnita se apareció con el re!alo, dos !allitos depelea de plata, y 2l sintió que la quer&a y se lo di$o y empe%ó aquererla como un im2cil...

70m2cil, stupid im2cil8, lo escuchó murmurar 1antia!o,y volteó a mirar cómo se incorporaa lentamente, y cómovolv&a a caer sore el orde acolchado de la arra... Entoncess& ve&a clarito las otras tardes en la playa, en Ancón, en unaesta una noche, todo acaaa de suceder, la esta anoche...70m2cil8, soltó, tratando de incorporarse al notar reci2n, aldarse cuenta reci2n ahora de que sólo 2l di$o love youanoche en un se!undo ailó toda la noche con elnita, unatras otra ailó cada una de sus pie%as mientras se incorporaaimpulsado por la realidad de toda una noche sin que ella ledi$era... /a invitó nuevamente a ailar, se volvió a despedir de

ella al n de la esta, 7Dim2cil8, soltó otra ve%,incorpor)ndose al!o m)s al descurir reci2n que la ha&anotado rara y nerviosa i!ual que esta tarde cuando tocó eltimre y ella misma le arió la puerta del $ard&n, rara ynerviosa, reci2n notó por qu2 la ausencia del mayordomo,tampoco ten&a la sorti$a, 7Dim2cil, Dim2cil...8 eci2n ahoracomprend&a lo de esta tarde... 7D0m2cil8 1intió la raia de latarde en el cuerpo, con ella se le ltró &nte!ra la tarde en suamiente ne!ro, incorpor)ndolo a medias, pero volvió a

descol!arse para entrar de nuevo en el $ard&n donde elna loreci&a dici2ndole no love yon, dici2ndole sólo me !ustas, ya<adiendo pero... 71tupid im2cil8, le ha&a dicho love you,al notarla rara, nerviosa, y en ese momento >onelada ha&aaparecido por un costado del $ard&n, sonriente, conado,coarde en in!l2s retroced&a eFplic)ndole, corri2ndosele,a!ach)ndosele, se me ha perdido mi medallita entre el pasto,





sal&a por la i%quierda en su icicleta. #or mirar a Julius,nin!uno de los dos miró a la derecha y ah& s& que casi sellevan de encuentro a una mu$er horrile que /ester, desde suventana, consideró como una prolon!ación del espantosomalestar que le imped&a volverse a dormir.

En camio ella lo miró sonriente y sólo despu2s, cuandola camioneta ya ha&a entrado, se quedó desconcertada,pensando que ese $oven ruio no pod&a ser uno de los ni<os.etr)s entró Boy en el olvo, pero ella no alcan%ó a mirarporque Universo acaaa de desconcertarla aún m)s alimpedirle la entrada al palacio. /ar!o rato estuvierondiscutiendo. Universo quer&a saer qui2n era +ilda y +ildaquer&a saer qui2n era Universo. /os dos se sent&an con i!ualderecho para interro!ar al otro. +ilda se consideraa siemprecocinera de la familia y no ve&a diferencia al!una entre elanti!uo y el nuevo palacio@ lo único malo es que todo suale!ato lo asaa en el anti!uo y para Universo, que nuncaha&a sido $ardinero all), no eFist&a m)s palacio que 2ste. >otalque ni uno era el $ardinero ni la otra la cocinera. +ilda se pusoinsolent&sima y le di$o que no ha&a venido a visitarlo a 2l sinoal ni<o Julius, pero su declaración sólo lo!ró complicar m)s lascosas, ya que, se!ún Universo, Julius acaaa de salir en sudelantito de sus o$os de los dos y, por consi!uiente, ella no

sa&a qui2n era Julius ni Julius la conoc&a tampoco. +ilda!ritaa llenecita de dientes de oro y Universo le contestaatami2n a !ritos y con la oca pla!ada de caries y uno queotro diente de oro. uriosos los dos la carro%a, se!ún +ilda,era muy vie$a, y, se!ún Universo, nuevecita@ por nada de estemundo se pon&an de acuerdo, y lo peor es que ya se ian a lopersonal y a la ofensa con falta de respeto@ cada ve% seale$aan m)s del punto de partida, hasta que terminarondiscutiendo qui2n empe%ó a faltarle al otro antes. Universo la

acusaa de haer dicho que los de la sierra m)s tercos, m)surros no pod&an ser, y +ilda, despu2s de !ritarle que eso eracierto, contratacaa ale!ando que primero 2l la ha&a llamado7intrusora8 y la ha&a acusado de introducirse al palacioproalemente para roar. Ga no tardaan en irse a las manosde tanto que se faltaan y a !ritos, cuando, muy campante,apareció ?arlos que lle!aa a traa$ar, y saludó a +ilda como



si nunca huiera de$ado de verla. +ilda se le tiró encima paraara%arlo y, de paso, para que el serrano ruto reconocieracómo ella era casi familia en esa casa. Acusó a Universo, y?arlos, sonriente, le pre!untó que qui2n lo ha&a nomradocentinela, 7tú con tu man!uera y a cantar huaynitos8, le di$o,!an)ndose por completo a +ilda que se le arro$ó nuevamenteentre los ra%os, esta ve% para contarle que, en Madre deios, su hi$o se le ha&a muerto de tifoidea, que le llaman.

?arlos la invitó a entrar a la reposter&a, y ah& la informóde todo lo ocurrido desde su partida. ?elso y aniel vinieron asaludarla y le invitaron desayuno, mientras ella les contaa desu vida durante los últimos meses. Halaa sin parar,me%clando cada historia con la historia de la muerte de suhi$o@ no ien lo mencionaa, soltaa el llanto a !ritos. /osten&a completamente desconcertados con tanta calamidad@ leha&a ido p2simo desde que aandonó a la familia en nin!unaparte ha&an querido aceptarla con el hi$o enfermo y por nha&a decidido re!resar a su tierra. #ero all) tami2n le fuemuy mal, all) ha&a empeorado el chico, el clima, el a!ua, qu2ser&a que le malo!ró su arri!uita. A la semana de lle!adosempe%ó a llorar. #rimero, por las noches, despu2s durante eld&a, al nal lloraa d&a y noche la pore criaturita, porecito,no sa&a cómo eFpresarse, el m2dico se!uro se lo mató con

unos $araes amar!os que le dio. +uevamente a llorar +ilda, ylos otros ah&, completamente desconcertados.

As& los encontró la ecidida, cuando apareciópre!untando si Julius ha&a re!resado ya. Bastó que +ildaescuchara el nomre de Julius para que, de !olpe, camiara elllanto por una sonrisa la mar de ale!re. ?elso las presentócomo la anti!ua cocinera y la nueva empleada. /a ecidida seinCó mientras se acercaa ruscamente para impedir que+ilda se molestara en ponerse de pie. 1e saludaron utili%ando

fórmulas rar&simas. +ilda soltó una y la ecidida le respondiócon dos mucho m)s complicadas, lo!rando as& que la otra lea$ara la mirada, en reconocimiento de su mayor estatura,volumen y de su certicado de estudios primarios.0nmediatamente, la ecidida pre!untó si ya le ha&an servidosu desayuno a la se<ora. ?elso y aniel respondieron que s&,que por supuesto, pero como ella siempre ten&a ra%ón, les



!ritó que qu2 esperaan para ofrecerle otra ta%a de t2. +ildase lo a!radeció y empe%ó a contarle mil historias sore la vidade Julius. /os mayordomos se entusiasmaron, se sirvieron m)st2, ofrecieron m)s pan ellos tami2n ten&an sus historias, susrecuerdos, sus propias versiones. +ilda se de$aa interrumpir,los escuchaa pacientemente, pero siempre daa la versiónnal y eFacta de cada historia. Mientras tanto, la ecididatomaa su desayuno en silencio, escuchando con envidia lasnarraciones de una 2poca

totalmente eFtra<a para ella, lo cual le imped&a opinar ypor consi!uiente tener ra%ón. DG los otros dale a contar ?arlostami2n interven&a, a!re!ando an2cdotas que ellos i!noraanporque ha&an ocurrido en la calle, en al!una de las muchasocasiones en que ha&a llevado a Julius al cole!io, a un santo,donde un ami!o. #oco a poco fueron me%cl)ndose yalar!)ndose las narraciones. /os recuerdos aundaan,emocionantes, y +ilda halaa y escuchaa con los o$osenormes. Un recuerdo se encontró en su camino con elnomre de ?inthia, y la pore tuvo que de$ar volando su ta%apara soltar el llanto, 7?intita, ?intita8, sollo%aa. #ero elrecuerdo se trasladó a las primeras comidas de Julius en sucomedorcito lleno de !uras de animales famosos, y +ildavolvió a co!er su ta%a y a sonre&r ale!remente hasta que,

sae ios cómo, en la historia reapareció ?inthia con Berthaescarmen)ndola, y la pore tuvo pr)cticamente que arro$ar lata%a para evitar que los sollo%os contenidos le destaparan loso$os o la aco!otaran, ?arlos se dio cuenta del mecanismosentimental de +ilda, y se dedicó a contar historias en las quesólo !uraa Julius. ?elso ofreció m)s t2 y la reunión volvió aanimarse. >odos aceptaron otra ta%a, menos la ecidida queandaa ya un poco harta de no encontrar oportunidad paraintervenir. 7>odo tiempo pasado fue me$or8, soltó de repente,

pero sin mayor 2Fito porque los otros, en ve% de admirarla porsu cultura, asintieron r)pidamente y se lan%aron con m)sentusiasmo que nunca a las evocaciones de un pasado que,en efecto, les parec&a me$or. +ilda dominaa la escena,halaa como una cotorra, no paraa de repetir una y otrave% la misma historia sore la ni<e% de Julius, ese ni<osiempre ha&a sido muy nole, siempre fue m)s correcto que



sus hermanos, pensar que ya ia a ser un homrecito, pensarque ya ia a cumplir los once a<os, ella siempre se acordaadel d&a de su cumplea<os, nunca se ha&a olvidado, dentro deuna semana cumple sus once a<os, Dah... ella que lo vionacer, Della que le endere%ó sus ore$itas... dentro de unasemana cumple sus once a<os, sólo que dentro de unasemana ella estar&a traa$ando y no podr&a venir, por n ha&aencontrado traa$o en /ima, ahora era m)s f)cil, ahora que suhi$o se le ha&a muerto, as& son pues la !ente... G mientrassoltaa nuevamente el llanto, sacaa de una olsa de trapouna olsita de papel, unas !allinitas que ten&a, seis huevos desus !allinitas le tra&a a Julius por su santo, en nomre de suhi$o... A llorar como loca, con todos ah& ofreci2ndole m)s t2,m)s pan, m)s mantequilla, con la ecidida olvidando sus

rencores, corriendo a traer la mermelada, la misma con quedesayuna la se<ora, el ni<o Julius ya no tarda en venir, todaslas ma<anas sae salir a dar un paseo en icicleta antes deldesayuno, órdenes del se<or, ya no tardaa en re!resar elni<o Julius...

#ero Julius no re!resó. 1entado en el asiento posterior dela camioneta, con Boy al lado, Julius se esfor%aa concontener la cólera, la desesperante y violenta timide% que leproduc&a recordar a +ilda, esta ma<ana, sacando la olsa con

los huevos que le tra&a por su cumplea<os. Era la mismaincontrolale timide% que le impidió entrar en la reposter&a,cuando lle!ó tranquilamente a desayunar y se encontró con lamu$er horrile que era +ilda, sentada, esper)ndolo. +o pudoentrar. 1implemente no pudo entrar y, ahora, mientrasre!resaa del aeropuerto, la inesperada escena de la ma<analo asaltaa repiti2ndose, desord)ndolo por sus manostemleques, minimi%ando todo lo que no fuera ese instante enque la vio sentada, llorando, desvaneciendo la pena que

normalmente deió producirle la nueva partida de 1antia!o.olv&an tristes, por lo menos callados, cada uno con lo suyo.1usan, linda, silenciosa, distra&da o triste, aceptaa lapropuesta de Juan /ucas de$ar a los chicos en casa, salir acomer a la calle. Juan /ucas deten&a la camioneta en unsem)foro@ odiaa los sem)foros porque no encontraa qu2decir mientras esperaa, porque no ten&a nada que decir



mientras le camiaan a lu% verde, porque en su vac&oimpaciente se ltraa la escena del aeropuerto adiósmuchacho, uena suerte, de$a saer de tu vida. e pronto seencontraa triste, queri2ndolo como a un hi$o, tos&ainmediatamente para no sentir pena en la !ar!anta, 9qu2 talsi de$amos a los chicos en casa y salimos a comer:... lu%verde. 1usan aceptaa cualquier propuesta, s& darlin!, uenaidea. 1acaa el ra%o por la ventana de la camioneta velo%, loestiraa para sentir el aire tiio de la noche veranie!a, miraasu mano all) afuera, entre sus dedos aiertos y estirados ve&apasar corriendo las fachadas iluminadas de las casas, met&ade pronto r)pido el ra%o para que no si!uiera elev)ndose enla noche i!ualito al avión, s& darlin!, uena idea. olteaa adisculparse, a decirle a Boy que era me$or que no viniese,

Juan /ucas y ella re!resar&an tarde, 2l ten&a que levantarsetemprano a estudiar. >erminaa con Boy y descur&a a

Julius, 9ahora qu2 le dec&a para disculparse:, volteaatranquila al verlo completamente distra&do, como en elaeropuerto, recordaa entonces que pr)cticamente no seha&a despedido de 1antia!o, de /ester, no se interro!aam)s porque 1an 0sidro, las casas iluminadas la distra&an unatras otra, 1usan miraa hacia arria, las fachadas leescond&an el cielo, pero un terreno aierto, una casa ausente

le oscureció un tro%o de noche, una estrella que se ia r)pido,como su mano hace un instante entre el aire tiio i!ualita alavión que se fue, s& darlin!, 9adonde me llevas: Juan /ucastosió para evitar el nudo y lle!ó con la !ar!anta ale!re alnuevo sem)foro en ro$o, detuvo la camioneta pensando en/ester dile a tu padre que lo esperamos en octure, le tendr2al Brice<o en /ima, Del torero del si!lo, Den octure, Dno teolvides, anda muchacho, Duena suerte y hasta pronto, D$a=

$a olteó donde 1usan, ya s2 a qu2 restaurant te voy a llevara comer, mu$er, Dvas a ver lo que es ueno 1usan le pre!untóa cu)l, darlin!, pero la lu% verde le permitió arrancar, hacerruido con el motor, no contestarle, no decirle nada, $a=$a,de$arla mir)ndome linda de curiosidad. 1usan cerró laventana, quiso sacar nuevamente el ra%o y cerró la ventanamientras volteaa donde Julius para olvidar los aviones,recordó que no ha&a palaras para 2l. Julius le quitó la mirada



y se encontró lle!ando a la cocina, deteni2ndose al ver a+ilda, saltando, retrocediendo al verla llorar sacando poniendolos huevos sore la mesa, nadie lo vio entrar, nadie lo vioestrellarse contra su invencile, repentina timide%, nadie lo vioencontrarla horrile, llorando !ritando Dmi hi$o muerto, nadielo vio irse, saltar hacia atr)s, reotar, esconderse a escuchardetr)s de la puerta...

L1&rvase de esta mermelada, se<ora +ilda@ mermeladain!lesa... s&rvase, se<ora... el ni<o Julius ya no tarda enre!resar, sale a dar un paseo en icicleta antes del desayuno,órdenes de don$u)n /ucas...

L(racias, se<orita... 9no se sirven ustedes tami2n:-$al) ven!a pronto el ni<o Julius@ siempre recuerdo su

cumplea<os, once a<os va a cumplir, un homrecito,9recuerdan cuando les disparaa desde la carro%a:...9recuerdan cuando $u!aa con ilma:... perdón, de ella noquer&a halarles, me$or...

Julius arió r)pido la ventana, asomó ruscamente lacara pero all) afuera, entre el aire oscuro y tiio de la noche,ilma continuó siendo puta, tan chuchumeca como +ildacontó esta ma<ana. G m)s todav&a, eso era lo peor, m)stodav&a. ?erró la ventana, se quedó tranquilito, mudo, como si

nada huiera pasado, hi$o de 1usan casada con Juan /ucas,hermano de Boy, re!resando de despedir a su hermano1antia!o que estudia en los Estados Unidos, que acaa departir con su ami!o /ester, re!resando de despedirlos en lacamioneta Mercury que avan%a velo% por la avenida Javier#rado, m&renme, no pasa nada, asolutamente nada, sólo queilma es puta m)s !rande que hace un instante cuando ar& laventana, mucho mucho m)s que esta ma<ana esta ma<anacuando 2l sintió por primera ve% que un !loo enorme,monstruoso que se inCa, se inCa persi!ui2ndolo salióinC)ndose de la cocina...

L/a encontr2 por la calle, ien tra$eada, siemprehermosa la $oven ilma... Muy insolente eso s&... Go fuicordial... ?laro que i!noraa aún... aunque tanto olor, sumisma facha de ilma al!o me escond&a ya, su propio andar...

Go fui cordial y ella m)s ien se mostró muy insolente desde el



principio... Hala con una len!ua inmunda, provocando hala,insolent)ndose, envalenton)ndose, url)ndose de que una espore pero honrada... ?omo cosa de nada le suelta a uno quees chuchumeca en un urdel de la ictoria...

>al ve% si me huiera corrido... #ara qu2 desde que lanomró, desde que a!achó la cae%a lo supe, yo te di!o aqui2n me voy a tirar esta noche... Julius controló su raia,frenó sus ra%os que se ian en mil !olpes sore Boy,sentado detestale $unto a la otra ventana de la camioneta. +icuenta se dio, adelante tampoco, ni 1usan ni Juan /ucas, cadauno con lo suyo. Julius aprovechó tanta pa% para quedarsetranquilito, hi$o de 1usan casada con Juan /ucas, hermano deBoy, re!resando del aeropuerto de de$ar a su otro hermano,acerc)ndose por n a la casa... #ero no ien terminó derevisar su eFistencia tranquili%ante, de a!re!arle, en un últimoesfuer%o, estoy vivo, me llamo Julius, no le he pe!ado aBoy, no pasa asolutamente nada, no ien se calicó deni<o de once a<os que termina este a<o su primaria y re!resatranquilo del aeropuerto y nada m)s, ilma fue puta muchom)s !rande, como si el !loo enorme y monstruoso huierase!uido inC)ndose hasta desordar el palacio para perse!uirlopor las calles de 1an 0sidro de MiraCores de /ima del mundoentero si 2l se!u&a huy2ndole, si 2l se!u&a ariendo ventanas

y encontr)ndolo tami2n ah& afuera, m)s !rande todav&a,mucho m)s !rande que esta ma<ana cuando por primera ve%salió de la cocina y 2l corrió a esconderse en un a<o dondeilma fue puta m)s !rande todav&a, mientras el !loo loaplastaa contra las paredes y los ca<os de la ducha fr&a,donde ilma fue puta inmensa, de donde 2l salió perse!uidohasta la piscina, arro$)ndose a nadar rapid&simo con la cae%ahundida entre el a!ua para no o&r nada, no ver nada, a!itandolas piernas, los ra%os, los pies como loco hasta que se a!otó

y cuando paró un instante a respirar, ilma fue puta enorme.#ero mucho menos que ahora. #orque ahora, con la

ventana de nuevo reci2n cerrada, a pesar de que estaatranquilito, a pesar de que se llamaa Julius y de quere!resaa con su mam) que es linda y la adoro delaeropuerto, ilma era !i!antescamente puta y a 2l ya qu2 lequedaa sino esco!er entre los tres a 1usan, &rsele encima no



ien el impulso lo arro$ara contra ella, col!)rsele, prend2rseledel cuello, llorar !rit)ndole Dayúdame... Ds)came esto deencima... Dcomo un !loo... Denorme... Dpesa... Dmeaplasta... Dme oprime... Dme duele... D/l2vense a ilma, Da+ilda, Da ?inthia... #ero no. +o porque Julius le !anó lapartida al momento y la camioneta lle!ó sin novedad alpalacio. +o pasó asolutamente nada.

0neFplicale, indescifrale, indescriptile el momento enque Julius lo!ró !anarle la partida al momento y lle!ótranquilito al palacio, completamente hi$o de 1usan y cien porciento re!resando del aeropuerto. ?laro que ha&a aprendidoque delante de Juan /ucas nada de ullan!as ni esc)ndalos,mucho menos cuando ha decidido entrar a tomarse unaperitivo, mientras 1usan se camia para salir. e eso, nihalar la vida de Juan /ucas ten&a que ser siempre como 2lacaaa de decidir, para que pudiera se!uir siempre tan ienconservado. #ero el momento en que Julius le !anó la partidaal momento se parec&a m)s ien a una situación en la que,por e$emplo, un homre que no tarda en cortarse las venas teentre!a el cortaplumas dici2ndote 7t2nmelo un ratito porfavor, ahorita vuelvo por 2l8. >ami2n ten&a mucho de otrasituación en la que un tipo que huye, de pronto se da cuentade que est) huyendo y no se eFplica por qu2 y empie%a a

sentirse muy fuerte, tan fuerte que detiene su carrera, !ira,mira, da el primer paso adelante y desconcierta por completoal que lo perse!u&a, tanto que muchas veces 2ste pierde losse!undos m)s preciosos, los que lo huieran salvado en suineFplicale huida.

1uió corriendo hasta su dormitorio. A la pore ilma,puta !i!antesca, le tiró un porta%o en la cara que casi la mata.Ense!uida, por todos los medios ima!inales, lo!ró proarseque en la haitación no ha&a nadie@ entre otras cosas, respiró

hondo y profundo, cerró y arió los o$os, lo!rando as& comproar que tami2n el !loo enorme y monstruoso seha&a quedado afuera, totalmente desconcertado por elinsolente e inesperado porta%o.

1usan tami2n ha&a suido. #ero, mientras se camiaapara ponerse m)s linda que nunca y pedirle a Juan /ucas que



la llevara a Europa ma<ana mismo, pensaa desconcertadaen el r)pido eso que Julius le ha&a clavado momentos antes,al entrar al palacio. #ensaa y pensaa la pore 1usan,pensaa completamente distra&da, no tardaa en equivocarsede perfume, a lo le$os sent&a como si se huiera quedado conal!o, como si Julius le huiera de$ado al!o, dici2ndole7>2nmelo un ratito, por favor, ahorita vuelvo por 2l.8 1&, s&, yasa&a qu2 quer&a se mor&a de !anas de ir donde 2l y de darleun eso enorme porque se!uro est) triste con la partida de suhermano, uno nunca sae con los ni<os. Ga se ia 1usan, ya loia a uscar, Dtra!edia, se equivocó de perfume. 79G ahoraqu2 ha!o:8, se di$o, a<ada en ese olor que Juan /ucas notoleraa despu2s de las seis de la tarde.

>irado en su cama, con el dormitorio a oscuras y lapuerta ien cerrada, Julius no se ima!inaa el peli!ro queacaa de amena%arlo. olv&a a respirar, uscando en elmoment)neo alivio el reposo necesario, ahora que la partidacontra el momento ha&a terminado. +i se le ocurr&a que1usan ha&a estado a punto de venir a devolverle su eso y dearruinar as& su terrile esfuer%o.

Esa noche se dialo!aa por todo el palacio. En la cocina,?elso, aniel, la ecidida, Araham, Marina 'la nuevalavandera para las camisas de Juan /ucas*, ?arlos y Universocomentaan la partida del $oven 1antia!o y de su ami!o y lasrepercusiones que ha&a tenido sore Julius quien, se!ún laecidida, ha&a aprovechado la ocasión para encerrarse en sudormitorio y ne!arse a proar ocado hasta ma<ana. >ami2nBoy, cenando solo en el !ran comedor del palacio,terminaa un lar!o di)lo!o con sus instintos esta noche adormir@ a partir de ma<ana, encerrona hasta el d&a deleFamen. Mientras tanto, en el Ja!uar en marcha, 1usan, sinuna pi%ca del perfume que tanto molestaa a Juan /ucas por

la noche, lo!raa convencerlo f)cilmente.L?uando tú di!as, mu$er... 9A /ondres, primero:

9 #reeres Madrid :

LA /ondres primero, darlin! Lrespondió 1usan,acerc)ndosele, sacricando la delicia de su ra%o eFtendidoen el aire tiio de la noche, i!ualito al avión que se ia a



Europa, y que le permitió decir darlin!, 9por qu2 no nos vamosa Europa:, tan convincentemente.

>ami2n Julius terminaa un lar!o di)lo!o, sur!ido en laoscuridad de su dormitorio y sin que 2l, tirado siempre inmóvil

sore su cama, nada pudiera hacer por evitarlo.LMami, dame la llave de mi alcanc&a, por favor. L1&,

darlin!, toma.

+o ien 1usan le entre!ó la llave, Julius salió disparadoporque el momento empe%aa a parecerse al que perdió lapartida, y porque Boy ya no tardaa en lle!ar uen&simo...

LJulius... perdóname era mentira.

L(racias, Boy...

LJulius, perdóname no era verdad.LGa lo sa&a, Boy, !racias...

LJulius...

LDBah...

LD1i me das la llave te di!o a qui2n me voy a tirar estanoche

L>oma la llave. >oma la alcanc&a...

L>oma, Julius@ te la devuelvo era una roma...LDBah...

LJulius... Dperdóname

L(racias, Boy... #ero resultó ser verdad.

Lame la mano, Julius...

LDBah

L1i me das la alcanc&a...

L>e doy la llave y la alcanc&a con la condición de quenunca me di!as...

L#erdón, Julius@ era una roma... Go no quer&a... LDBah

+o pod&a se!uir as&. 1ólito se ia a matar de pena.Entonces, Julius aceptó todos los di)lo!os que se ha&ane!ado a sostener, por andar esco!iendo sólo los que le



conven&an a Boy o a 2l. ue como si nuevamente le huiera!anado la partida al momento, pero ahora para siempre. eun salto, re!resó hasta la primera ve% que Boy le di$o

L1i tú me das tu alcanc&a, yo te di!o a qui2n me voy a

tirar. Le all& corrió donde ?arlos, para pre!untarleL9;u2 quiere decir tirar :

G hasta se atrevió a asomarse un ratito a la cocina,donde +ilda completaa la historia de ilma. >rató deen!a<arse, poni2ndole a Boy la cara de afaelito /astarria,pero 2sa fue la última ve% reaccionó valiente y camió la carade su primo por la eFpresión satisfecha que Boy tra&a en lacamioneta, de re!reso del aeropuerto. #or n pudo respirar.#ero entre el alivio enorme que sintió y el sue<o que ya

vendr&a con las horas, quedaa un vac&o !rande, hondo,oscuro... G Julius no tuvo m)s remedio que llenarlo con unllanto lar!o y silencioso, llenecito de pre!untas, eso s&.

$a(le of Con)en)s

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Un mundo para Julius - Alfredo Bryce Echenique.doc