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(... DonDe Anif se pArApetA pArA escuDriñAr lA AgendA de InvestIgAcIones económIcAs)TORRE DE MARFIL

Cuando se habla de Mafia, el referente histórico inmediato se traslada a Sicilia en Italia. Cuando se nos antepone el

“Mc”, lo asociamos a grandes organizaciones globales. Luego uno pensaría que Mc-Mafia debería ser un libro sobre el crimen global organizado empezando por la mafia siciliana.

Este fabuloso libro de Misha Glenny, corresponsal de la BBC en Europa Central durante el colapso de la “Cortina de Hierro”, sí trata a fondo el primer tópico (crimen global), pero no el segundo (mafia italiana). En buena medida, en ello radica la novedad de su escrito. Se trata de un informativo recuento de sus vívidas y extensas experiencias en Europa Oriental, en el Medio Oriente y en Asia, donde la ausencia de gobiernos centrales fuertes dieron origen a las McMafias pos-1991. Allí se desataron comercios ilegales de todo tipo: carros robados en occidente y legalizados en oriente, prostitutas engañadas y esclavizadas a través de retenerles sus pasaportes y, por supuesto, narcotráfico a cambio de armas (sólo que en esta ocasión incluían aquellas con potencial atómico), etc.

La caída del muro de Berlín tuvo consecuencias inmediatas para el florecimiento de las McMafias y el reacomodamiento de la tradicional mafia siciliana. La versión resumida del pivote-político que representaba la mafia italiana se puede entender a través del papel jugado por el partido político de la Democracia Cristiana (1940-1980). Sobre dicho partido se apoyaba la mafia siciliana para evitar que el comunismo

McMafia: Un viaje a través del mundo

criminal globalizado *

* M. Glenny (2009), McMafia: A Journey Through the Global Criminal Underworld (Vintage Books, New York).

Libro escrito por Misha Glenny

Comentado por: Sergio Clavijo

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ganara fuerza en Italia. Este peligro era una constante mientras la “guerra fría” estuvo alentada por la Unión Soviética. Colapsada la Unión Soviética durante 1989-1991, las fuer-zas políticas italianas de centro presionaron a la mafia italiana para deslindarse de ellas. Sin embargo, la mafia italiana decidió recurrir al terrorismo (1992-1998), matando jueces y poniendo carros bomba en la propia Roma. Finalmente se impuso el equilibrio político de derecha, fuerza algo corrupta y cleptocrática, pero fue ella la que finalmente logró deslindarse de la mafia tradicional siciliana (2002-2010).

En América Latina no son coincidenciales las alianzas ocurridas entre los partidos tradi-cionales y la mafia con el propósito de conte-ner las amenazas izquierdistas. En Colombia conocemos bien diferentes episodios de este tipo, especialmente a partir de los años noventa (ver Duncan, 2006; Clavijo, 2008). Pero las similitudes no terminan allí, de hecho, sólo empiezan. Veamos.

Por ejemplo, en el segundo capitulo, Glenny relata cómo en los remotos países de los Balcanes (Serbia y Montenegro) se produjo una verdadera guerra por el tránsito ilegal del Marlboro (1990-1998) hacia Italia. Ella no dista mucho de la “acumulación originaria” que ello representó para el narcotráfico en Colombia (1950-1970), ver Clavijo, 1998. El propio Clinton intentó “arbitrar” las rentas que producía dicho trafico ilegal de cigarrillos, inclinándose a favor de Montenegro para debilitar a Serbia. Finalizada la guerra de los Balcanes (1999), se supo que varias de las McMafias de Europa Oriental tenían conexiones con las tabacaleras norteamericanas. Ellas alimentaban toda una red de mafias que incluían armas y narcóticos, con mención ex-plícita del caso de Colombia (págs.25-33). El Rey del Malboro de Colombia formaba parte de las McMafias de Europa Oriental; esto luce como un “script” de Hollywood, pero infortuna-damente hoy ello forma parte de los anales del bicentenario del país, al lado del 8.000 o de la Yidis Política que nos ilustraba recientemente Anthony Nail (2009).

No me sorprendió que, leyendo historias tan distantes como esas de los Balcanes, Colombia no hubiera dejado de figurar a la hora de las McMafias. Las menciones no son como para sentirse orgulloso, pero es diciente del ingenio y la educación de los colombianos (… en este caso mal aplicada). Glenny concluye que, en la guerra de los Balcanes, los ingenieros y químicos yugoslavos-búlgaros jugaron un papel similar al que habían desempeñado los colombianos durante la integración industrial-vertical del procesamiento de la cocaína, en el caso de su penetración a Estados Unidos. Lo que en los Balcanes se llamó “impuesto de cigarrillo para la guerra”, en Colombia se denominó “gramaje” (los cobros de la guerrilla a los narcotraficantes), ver Castro (1996).

La otra región donde la caída de la Unión Soviética tuvo grandes repercusiones fue en la zona de los llamados “instanes” (Kasak, Turkmen, Azerba, Uzbek), entre Rusia (al norte) e Irán (al sur). Es una zona rica en gas y petróleo, pero donde su capacidad productiva también colapsó durante los difíciles años de 1992-1998. Se revivió entonces el tráfico ilegal de caviar, controlado anteriormente bajo la égida de Mikhail Gorva-chev, precisamente para evitar el agotamiento de

No me sorprendió que, leyendo historias tan

distantes como esas de los Balcanes, Colombia no hubiera dejado de figurar a la hora de las McMafias. Las menciones

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del ingenio y la educación de los colombianos (… en este

caso mal aplicada).

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la producción. Sin embargo, el desbalance entre los precios de producción y comercialización invitaba a la corrupción: los locales autorizados a suministrar caviar al gobierno para su exportación recibían pagos de US$3/kilo, pero el precio de mercado en París o Nueva York era de US$7.000/kilo. Obviamente las “dosis personales” de 250 gramos se multiplicaron y los burócratas y la policía simplemente cobraban sus servicios por no actuar. El daño a la fauna ha sido inmenso.

Esa falta de Es-tado rápidamente se extendió a todas las actividades diarias; los funcionarios públicos se sentían con el de-recho de apropiarse de los bienes públicos para ser revendidos, dado que no había quien les pagara su reducido sueldo, en ese momento comprimido aun más por la hiperinflación de 1992-1998. Los servicios más preciados y costosos eran los que proveían las agencias

cuasi KGB que vendían su “protección” a toda la inversión extranjera que llegaba, particu-larmente a Rusia. Yeltsin trataría de organizar ese “capitalismo salvaje”, sin fuerza policial central, en medio de la hiperinflación, pero todo ello terminaría con la cesación de pagos de la deuda de Rusia en 1998. Después vendrían las guerras del Cáucaso y la amenaza permanente de la guerrilla chechena.

No esperaría uno que un corresponsal de Eu-ropa Central desviara su atención hacia América Latina, al estar en su relato del impacto poscaída del muro de Berlín. Sin embargo, Glenny no pudo resistir la tentación de relatar su visión de lo que pasaba en Colombia (capítulo 11) y, de hecho, viajó hasta aquí.

¿Cuál de nuestros múltiples “episodios” des-tacaría el libro de Glenny? ¿Acaso el de Pablo Escobar? No, ese tema ya estaba trillado (ver Bowden, 2002). Glenny inició el capítulo 11 con el deplorable episodio de Jamundí, cerca de Cali, donde un comando del Ejército acabó con un contingente de la Policía antinarcóticos en 2006 por orden de los narco-paramilitares, disfrazando el episodio como un error de “fuego amigo”. El resto de episodios sobre nuestro conflicto interno es ampliamente conocido en Colombia. Sin embargo, no nos sorprendió las aprensiones de Glenny, que no eran injustificadas: “… como corresponsal de la BBC, he estado expuesto a bastante “carnicería” en los Balcanes y en el Cáucaso, pero la reputación de violencia en Colombia me aterraba”. Su balance posterior parece ser un poco más benévolo, pero indudablemente que ese tema de la violencia, aun con posterioridad a Uribe I y II, continúa siendo una amenaza. De allí la importancia de que la administración Santos (2010-2014) logre consolidar la seguridad, pero con criterios más incluyentes y sostenibles, empezando por la separación entre el Ministerio de la Política y el Ministerio de la Justicia.

Yeltsin trataría de organizar ese

“capitalismo salvaje”, sin fuerza policial

central, en medio de la hiperinflación, pero todo

ello terminaría con la cesación de pagos

de la deuda de Rusia en 1998.

Referencias Bibliog ráficas

Bowden M. (2002), Killing Pablo: The Hunt for the World’s Greatest Outlaw, Penguin Books.

Castro G. (1996), En secreto, Editorial Planeta, marzo.

Clavijo S. (1998), “Los dividendos de la paz y los costos de la guerra en Colombia”, Documento de Trabajo CEDE, Universidad de los Andes, junio.

Clavijo S. (2008), “Comentarios a G. Duncan Los Señores de la Guerra”, revista Carta Finan-ciera No. 142, abril-junio.

Duncan G. (2006), Los Señores de la Guerra: de paramilitares, mafiosos y autodefensas en Colombia, Editorial Planeta, Bogotá.

Glenny M. (2009), McMafia: A Journey Through the Global Criminal Underworld, Vintage Books, New York.

Nail A. (2009), “Lo que hay en los nombres: las claves del Realismo Mágico Institucional”, re-vista Carta Financiera No. 145, enero-marzo.