Una parada en el camino - Bienvenido al IES Juan de …ies.juandemairena.sansebastian.educa.madrid.org/web/images/phoca... · No soy un asesino en serie, no busco venganza, solo quiero

PRIMER PREMIO NARRAT IVA 1º-2º ESO. Iván Isla, 2ºC

IES Juan de Mairena – Concurso Clavileño 2016

Una parada en el camino Se abrieron las puertas de aquel ascensor y aquel hombre cruzó la puerta, la puerta del destino y se sentó en el taburete de la barra del bar.

-¿Señor camarero, me podría usted decir dónde me encuentro?

-Me encantaría poder decírselo, pero es algo que no le puedo contar en estos instantes, digamos que es algo confidencial.

-¿Me está usted diciendo que ahora, en estos tiempos que corren, es confidencial saber dónde se encuentra uno si se ha perdido?, aunque lo cierto es que no estoy perdido, sino... que no recuerdo cómo llegué al ascensor por el que he subido hasta este bar.

-No se preocupe, no padece amnesia, le pasa a todo el mundo que llega aquí, es lo normal, poco a poco irá teniendo revelaciones, sobre todo cuando ella llegue. Se encuentra mucho más cerca de lo que usted piensa.

-Dejaré de cuestionar, porque por lo que veo no me va a decir absolutamente nada. -Exactamente, la hora está a punto de llegar, no le debe de quedar mucho, pero aún así, si lo prefiere le puedo servir un whisky.

-Me encantaría caballero, a ser posible uno escocés.

-Marchando.

-¿Cuánto tiempo lleva trabajando en este lugar?

-Siempre que se precise, ni siempre, ni nunca.

-No comprendo lo que me quiere decir. .

-¿Desea también una cajetilla de puros? Aquí son gratis, al igual que el whisky que está degustando.

-Esta conversación se vuelve más extraña por momentos.

-Realmente, es una conversación corriente y moliente. Insisto en lo que dije hace unos minutos, cuando ella llegue lo comprenderá y también insisto por mi parte en que no le queda mucho.

-Comprendo.

-Como es usted tan curioso antes de que me haga la pregunta de cuánto le queda para llegar aproximadamente, le digo que es un tiempo restante impreciso, será cuando ella misma lo decida, puesto que aquí el tiempo poca importancia tiene.

-Entonces, según lo que me acaba de decir, usted habrá tenido muchos clientes ¿verdad?. -Y como bien también le dije, aquí el tiempo tiene poca importancia. Usted no se imagina la cantidad de clientes que he tenido, cada uno con su vestimenta, su carácter, sus gustos, su historia, sus aventuras y desventuras que contar, y un largo etcétera. Todos los vinos, licores, cócteles, whiskies y demás que ve en los diferentes estantes detrás mía, los tengo desde el año que marca ·en la etiqueta de la botella, así que imagínese.

-¿Pero no me ha dicho que el tiempo no importaba mucho aquí?



-Eso es, le dije que no importaba mucho, no que no importara nada.

-Me gustaría consumir algún aperitivo.

-Lo siento señor, en este bar solo se sirven bebidas, esto ha sido un pequeño giro de tuercas; a lo largo de la vida, se te presentan diversos cambios que hacen que usted esté donde está ahora.

-Bueno, no lo termino de comprender, pero bueno, haré un esfuerzo para asumirlo. -Así me gusta caballero, a propósito, creo que ella ya ha llegado.

-Pero sr. yo no veo a nadie. .

-Yo sí, es algo que solo los dioses ven y solo los humanos pueden sentir.

-Pero aquí no hay nadie.

-¿Quién ha dicho que fuera una persona?..., se trata de la muerte.

-Es-es-está usted enfermo, voy a llamar a la policía y a una ambulancia. A ver, dónde está mi móvil... ¡NO ESTÁ!

-En efecto caballero, usted solo conserva su ropa, nada más. -¡¿Qué está pasando aquí?!

-Bien supongo que ya puedo contarle lo que ocurre ya que el veneno de la bebida que ha estado usted consumiendo habrá empezado a hacer efecto para terminar su muerte. Como habrá podido comprobar, aquí todo es muy raro y a pesar de que le he dicho que era completamente normal, no lo es, al menos para usted, yo ya estoy acostumbrado, será la edad. Este bar es el limbo entre la vida y la muerte, es decir, ahora mismo no está ni vivo ni muerto. Este es el lugar por el cual la gente pasa antes de morir. Cuando alguien muere, no se le para el corazón por completo, simplemente sus pulsaciones son tan lentas que no las detectan los humanos ni ninguna máquina conocida por ellos, pero sin embargo son lo suficientemente potentes como para que el cerebro cree esta realidad ficticia Yo, por mi parte soy fruto de su imaginación y a la vez no. Por esta misma razón aquí no hay más personas, cada persona que fallece crea su propia realidad en su cabeza, igual que esta tiene

forma de bar, la de otra persona podría tener forma de un animal, un objeto... Bien, ya te estarán regresando tus recuerdos ¿verdad?, me refiero al cómo moriste.

-S-sí, morí por culpa de lo que más me gustaba hacer en aquel mundo, jugar al fútbol, hice un mal movimiento un día y me rompí la pierna, los médicos me dijeron que no podían hacer nada y que por su puesto me había quedado sin jugar para el resto de mis días. Por mi parte, me negaba a aceptar la realidad y haciendo ver que me había curado al entrenador continué jugando, pero el resultado fue trágico, me hicieron una entrada considerablemente agresiva y caí de cabeza, posteriormente me llevaron al hospital donde fallecí, pero antes de hacerlo, re cuerdo ver las lágrimas de mis padres por haber perdido aquello que más querían.



-Correcto, ahora ella ha llegado, la hora de su muerte, en unos instantes se encontrará en el cielo o en el infierno, todo depende de cuáles hayan sido tus actos a lo largo de su vida, en cualquier caso, esta decisión ya no está en sus manos. Qué tarde se nos ha hecho, ya han pasado diez años, lo que son diez minutos en la vida real, por esta razón digo que aquí el tiempo es poco importante, porque un minuto en la vida real equivale a un año aquí, como si te encontraras en cualquier otro plantea del universo. Ahora sí, es la hora de despedimos.

Las puertas del ascensor se abrieron. -Súbase caballero al ascensor.

-Me despido señ...

Se desvaneció segundos después de desmayarse en el ascensor, para volver a aparecer en un mundo mejor... o no.

-Adiós sr., ha sido un placer conocerle, aunque lo cierto es que nunca nos volveremos a ver.


FINALISTA NARRATIVA 1º-2º ESO: Laura Otero Cañellas, 2ºC

CÓMO MATAR A LA SUERTE Decía un antiguo proverbio chino que cuando un óvulo se divide en dos y en vez de salir un bebe salen gemelos, esos no solo se repartían el cuerpo, se repartían el corazón. Supongo que la suerte también. Pero esta vez no fuimos gemelos, sino siameses.

Y según este antiguo mito, una malformación física conlleva una malformación más profunda. Esta es la explicación que tengo para mi mala suerte, no puede ser posible que todo lo que me pasa sea malo. He tomado una decisión, no es una decisión fácil de tomar. No soy un asesino en serie, no busco venganza, solo quiero empezar a vivir de una vez. Él ya ha vivido bastante bien.

Esto no es solo una introducción, hay que tener un plan muy bueno, el mejor plan, para matar a una persona que carece de mala suerte, que posee la buena suerte de dos.

Día 1: Una vez ya has averiguado la situación geográfica de la víctima, es hora de conocer la situación personal. Facebook, twitter… es la solución más sencilla. En mi caso le envíe una solicitud de amistad con la excusa de que quería conocer a mi hermano de una vez por todas.

Día 2: Empiezas a meterte en su vida, a ver que tiene una familia a la que tú nunca podrías haber aspirado, una mujer, una casa. Empiezas a ver que tiene una vida, algo que siempre has echado en falta. Esto puede causar impaciencia y ganas de actuar de inmediato. A mí, sin embargo, me dio felicidad, no porque él fuera feliz, sino por pensar que eso acabaría pronto.

Día 3: Puedes empezar intentando matar al susodicho, pero cuando ves que después de varios intentos es imposible, llega la hora de la acción definitiva. Primero tienes que estar dispuesto a hacer lo que sea, incluso a matar a un inocente. Suena cruel pero es lo que hay. Yo elegí una víctima fácil, su hijo y acabé con él de una forma insospechable.

Día 4: Supongamos que ya es el entierro. Le pides al futuro cadáver hablar a solas. Asegúrate de que estáis cerca del agujero dónde enterrarán al presente cadáver y de que tienes un vehículo accesible cerca. Empiezas dándole el pésame y en un acto rápido lo empujas por el hoyo y le entierras rápidamente, comprobando que nadie mira. Coges el coche y huyes tranquilamente como si no hubiera pasado nada.

Día 5: Esperas a que llegue tu buena suerte. Pasan días, semanas. Pasan meses. Y al final te das cuenta de que no ha servido de nada, de que su buena suerte murió con él, y con ella moriste tú. Te acabas dando cuenta de que estás loco y acabas escribiendo una carta explicando, explicándole la razón del suicidio a nadie, porque estás solo.

Alison DiLaurentis


FINALISTA NARRATIVA 1º-2º ESO: Margarita Mediavilla Sáiz, 2ºC

MISMAS CONDICIONES, MISMOS PRIVILEGIOS

-¿¡Por qué no me lo dijiste!? -Vicente, déjame explicarte… -¿¡Tengo un hermano y llevo 15 años sin saberlo!? ¡No tenías ningún derecho a ocultármelo! -Es cierto que tienes un hermano, pero si no te dije nada fue por una buena razón. Verás, tu hermano tiene también 15 años, se llama Santi y bueno… digamos que vuestro nacimiento no fue del todo normal… -¿Hubo complicaciones? -Nacisteis juntos, pero con juntos me refiero a pegados… por el lado, de ahí viene que tengas un brazo… -De metal, ya, pero pensé que había sido por un accidente de pequeño. -Eso fue lo que te dijimos, eras pequeño y era más fácil decirte eso a explicarte todo. El caso es que solo uno de los dos iba a tener una vida más o menos normal, ya que aparte de nacer juntos, nacisteis con una malformación del corazón, pero solo en una mitad. Vosotros compartíais corazón, os iba a perder a los dos si no elegía. -¿Y… por qué a mí? -Porque eras más fuerte, y tenías más posibilidades de tener una vida normal con tan solo medio corazón… -Entonces él… ¿murió? -No, pero está en coma y nunca despertará. -¿Nunca? -Jamás. Recordé por última vez la conversación, aquella conversación que me llevó a estar cara a cara con la muerte, no me arrepiento de la decisión que tomé, al revés, estoy feliz de que él vaya a ocupar mi lugar en el mundo. Vi a mis padres a través del cristal, no les culpaba por haberme ocultado que tenía un hermano, estaba contento de que hubieran venido. Miré al reloj, las doce menos un minuto, la hora se acercaba. Un médico vino a mí y me dijo: -Aún puedes decir que no. -No lo voy a hacer. -Te recuerdo que él despertará del coma, pero tú… le estas dando tu corazón. -Lo sé, pero ya es hora de que conozca el mundo. Sonó el reloj, las doce en punto. -Si lo haces, no habrá marcha atrás, morirás. Giré la cabeza y miré a mi hermano, estaba decidido, no tenía ninguna duda. -Nacimos en las mismas condiciones, no es justo que solo yo conozca la verdadera vida. No insistió más, se dispuso a hacer el cambio de corazones. No paré de mirar a Santi y fue inevitable que se me cayera una lágrima… -¿Preparado? No contesté, me dediqué a seguir mirando a mi hermano. -Anestesia en tres… dos. -Te quiero hermano…

FINALISTA NARRATIVA 1º-2º ESO: Daniel Parra, 2ºC


LA SEXTA MELODÍA Se despertó. Todavía le dolían la cabeza y los pies. Sentía que su cerebro iba a explotar,

mientras que en sus oídos se repetía constantemente aquella música infernal. No podía

dejar de pensar en lo sucedido. Si cerraba los ojos se le aparecía esa terrorífica silueta y

si los abría vería la pequeña caja que dio fin a lo que antes fue una fiesta.

Decidió abrirla, no por curiosidad sino por necesidad. No quería que volvieran a por ella

así que cerró los ojos, cogió la caja y rápidamente levantó la tapa. Empezó a escuchar

una melodía salir de esta. La habitación empezó a expandirse conforme aquella música

sonaba, hasta crear un pasillo con cinco puertas.

Se levantó aún con la cajita de música entre sus brazos y empezó a caminar. Se acercó a

la primera puerta y la música cambió. La melodía empezó a darle una sensación de

tristeza y soledad. Abrió la primera puerta y vio cómo sus padres le abandonaban en un

parque mientras era perseguida por una jauría. Era un recuerdo, uno que quiso olvidar

pero que pronto invadió su mente. Cerró la puerta de un portazo y se acercó a la

siguiente puerta.

En la segunda, la música parecía más alegre y animada y tras abrirla recordó su primer

viaje a una feria con sus amigos y compañeros de clase. Le gustaba esta sensación pero

debía continuar.

La tercera puerta era distinta a las demás, estaba llena de arañazos pero lo más extraño

es que la música era cálida. Indecisa la abrió y empezó a recordar una tarde otoñal en la

que su madre la mecía mientras cantaba una suave nana. Era su recuerdo favorito pero

no comprendía ese estado de la puerta.

Se acercó a la siguiente con un humor positivo pero se paró en seco al escuchar el gran

cambio de la melodía. En vez de calidez comenzó a sentir miedo. Era aquella música

FINALISTA NARRATIVA 1º-2º ESO: Daniel Parra, 2ºC


infernal del día anterior. Abrió la puerta y volvió a ver esa escena que tanto odiaba.

Había una extraña silueta en el espejo, roja y alta con ojos brillantes y penetrantes. Ella

en cambio estaba petrificada. Veía los cuerpos sin vida de todas las personas que

apreciaba mientras que ese monstruo la invitaba a ir con él.

Cruzó el espejo y la vista se le oscureció. Ahí acabó la imagen y entonces comenzó a

llover. Recordaba los gritos de todas las personas y el cuchillo en su mano. Se estaba

volviendo loca.

Quiso acabar con todo así que se dirigió hacia la última puerta. La melodía se

insonorizó. No sentía nada pero sabía que la música seguía sonando. Esta vez no solo

iba a abrir la puerta sino que iba a cruzar. Cerró los ojos, cogió aire y entró dejando que

la oscuridad la abrazara y se encontró con aquella silueta que la invitó a ese destino.

Clave de Sol

FINAL ISTA NARRATIVA 1º-2º ESO. José María Mor ales Miranda, 2ºA


RETO DE SUPERACIÓN

Un treinta de mayo jugaba el partido más importante que a sus diecisiete años jugaba con el Estudiantes Juvenil A. Había muchísima gente y Adrián estaba contento porque se había fijado en él el equipo de la ACB y si seguía así le subirían al primer equipo. El partido estuvo muy emocionante y al final gracias a una canasta en el último segundo de Adrián consiguieron ganar y como capitán del equipo Adrián levantó el trofeo como campeones de la Copa Juvenil de Baloncesto. Después hubo una fiesta y cuando Adrián iba a por un refresco tropezó con una chica, le tiró el vaso y le manchó el vestido. Ella se enfadó aunque él se ofreció a limpiarle el vestido, ella se negó y cuando se le pasó el enfado, él le preguntó cómo se llamaba y ella le contestó que se llamaba Adriana. Adrián se echó a reír y cuando ella se estaba enfadando otra vez él dijo que se llamaba Adrián y entonces se rieron juntos. Empezaron a hablar y ella le dijo que estudiaba para ser fisioterapeuta y después de estar mucho rato hablando quedaron otro día para tomar algo y él la acompañaría a comprarse un vestido nuevo. Quedaron al sábado siguiente a las seis y cuando Adrián iba a la cita caminando, en un paso de cebra al cruzar un coche le atropelló y al caer Adrián se dio un golpe terrible en la espalda y sintió un dolor muy fuerte. Le ayudaron a levantarse pero no le respondían las piernas, tuvieron que llamar una ambulancia y lo llevaron a un hospital. Adriana estaba enfadada porque pensó que él la había dejado plantada. Después de muchas operaciones no se sabía si iba a poder a andar y los médicos le recomendaron ir a sesiones de fisioterapia para ver si conseguía mejorar la movilidad. Había pasado un año desde el accidente y estaba muy deprimido por verse en silla de ruedas. Iba a una clínica de fisioterapia y un día le comentaron que iba a entrar una chica nueva y que iba a tratarle. Adrián acudió a la sesión de fisioterapia con la fisio nueva y resultó ser Adriana. Cuando se vieron ninguno de los dos se lo podía creer. Ella le preguntó qué le había pasado, él le contó todo y que por eso no acudió a la cita, Adrián se sintió culpable por haber pensado que la había dejado plantada y se puso a llorar. Él la consoló y le dijo que no se preocupara y que si podía ayudarle a intentar poder volver a caminar. Ella le dijo que haría todo lo posible, que iba a ser duro pero que lo conseguirían. Todos los días Adrián acudía a la clínica pero mejoraba muy lentamente. A veces se desesperaba y le entraban ganas de dejarlo todo, pero Adriana le apoyaba y le daba ánimos. Con el paso del tiempo él se estaba dando cuenta que se estaba enamorando de ella, pero no quería que se le notara porque ella no quisiera salir con él por lástima. Después de seis meses, Adrián ya hacía ejercicios con muletas, pero todavía necesitaba la silla de ruedas. Haciendo un día los ejercicios con Adriana se cayó al suelo. Ella se acercó a él para comprobar si le había pasado algo y él la cogió por sorpresa y la besó. Ella, en vez de enfadarse, le devolvió el beso, lo que sorprendió todavía más a Adrián. Cuando pararon de besarse, él le dijo que llevaba mucho tiempo enamorado de ella, pero que no quería darle pena. Ella le miró y le dijo que se había enamorado de él desde el primer día que le vio. Desde ese día empezaron a salir y los dos lucharon para que Adrián volviera a andar. Pasó el tiempo y Adrián iba mejorando, él se acordaba mucho cuando jugaba al baloncesto y lo hablaba con Adriana. Ella le animaba y le decía que tal vez con el tiempo volvería a jugar pero que podía hacer otras cosas. Pasaron unas semanas y en el cumpleaños de Adriana, Adrián junto a sus amigos y los de Adriana le prepararon una fiesta sorpresa. En la fiesta después de la sorpresa, Adrián estuvo hablando con sus amigos y le dijeron que por qué no se apuntaba al equipo de baloncesto en silla de ruedas que había creado el Estudiantes, él dijo que se lo pensaría y se informaría. Cuando terminó la conversación con sus amigos fue a buscar a Adriana y la vio. ¡Estaba con otro chico bailando! Adrián se acercó muy enfadado y le dijo a Adriana:



-¡Sabía yo que me ibas a dejar por otro estando en silla de ruedas! Ella intentó responderle pero él le dijo: -¡No quiero saber nada más de ti, jamás te lo perdonaré! Adrián al día siguiente en vez de ir a su sesión de fisioterapia, fue a informarse sobre el equipo de baloncesto en silla de ruedas del Estudiantes. Cuando llegó vio que el entrenador era Ángel, el entrenador que había tenido en el equipo infantil del Estudiantes. Hablaron mucho sobre lo que le había pasado y después de un rato le dijo a Adrián que tirara unas canastas para probar como tiraba desde la silla de ruedas y vieron que seguía siendo muy bueno y quedaron para probar a jugar con los compañeros del equipo, todo fue bien y después del entrenamiento le dijeron que estaba en el equipo. Pasadas un par de semanas debutó en el campeonato ACB en silla de ruedas y ganaron por 80 a 50, en ese momento se acordó de Adriana, en todo lo que le había ayudado y que la seguía queriendo. Ganaron todos los partidos siguientes, en uno de los partidos había ojeadores de la selección española de baloncesto en silla de ruedas y estando en el vestuario uno de ellos se acercó a hablar con Adrián y le dijo que le habían estado viendo jugar y les gustaba mucho como jugaba y le preguntó que si quería hacer una prueba para ir a los juegos para olímpicos. Le hicieron la prueba y le cogieron. Adriana se enteraba de todo lo que le estaba pasando porque se lo contaba un amigo de Adrián, ella seguía enamorada de él, cuando ella se enteró que le habían cogido para las para olimpiadas decidió presentarse a una prueba para entrar de fisioterapeuta en la selección, la cogieron y se preparó para ir a las para olimpiadas. Pasaron tres meses y llegó el día de ir a Brasil, cuando iban a coger el avión y estaba el equipo esperando para coger el avión en el aeropuerto de Madrid, Adriana que iba con un refresco en la mano se tropezó con alguien que iba en silla de ruedas y le derramó todo el refresco encima, cuando se dio la vuelta resultó que era Adrián, él se puso a gritarle hasta que se dio cuenta que era Adriana, se quedó boquiabierto y le preguntó qué hacía allí. Ella le dijo que iba con el equipo médico como fisio, Adrián le dijo que ya se verían en Brasil. Después del largo viaje a Brasil y un gran desfile inaugural por parte de todos los deportistas para olímpicos de todos los países del mundo, comenzó para España el campeonato de baloncesto sobre silla de ruedas. Los partidos los echaban en España por Teledeporte y los amigos y la familia de Adrián los veían con mucha emoción porque el equipo iba ganando todos los partidos. En la fase de grupos vencieron primero a Italia, segundo a Holanda y por último a Chile. Llegaron a cuartos de final y les tocaba jugar contra Brasil. Adriana estaba entre el público español viendo el partido. El partido lo ganó España por 70 – 80 a pesar de que el público, que llenaba el Palacio de los Deportes de Rio de Janeiro estuviera en contra de España; fue un partido muy luchado y muy entretenido. Adriana se lo pasó muy bien viendo el partido y cuando acabó, como era de la expedición de España, se acercó al vestuario a felicitar a los jugadores. Adrián le agradeció el apoyo a Adriana y que hubiera bajado a felicitarles. Estuvieron un rato hablando aunque él se mostraba un poco frío, porque aunque la seguía queriendo, no quería que ella estuviera con él por pena . Al pasar a la semifinal les tocó como rival Argentina y al empezar el partido se dieron cuenta que la afición brasileña les apoyaba para ir en contra de Argentina. Cuando quedaban cuatro minutos para acabar el partido, España ganaba de siete puntos. En una jugada Adrián se hizo daño en un hombro y el médico habló con el entrenador para que le cambiara. España ganó por un punto y habían llegado a la final, pero Adrián estaba lesionado y todavía no sabían el alcance de su lesión. Después del partido fue donde estaban las fisioterapeutas de la selección para que le miraran el hombro. Allí estaba Adriana, que se ofreció a ver lo que tenía. Tras unas radiografías descubrieron que tenía un tirón muscular que le podía impedir llegar a jugar la final porque sólo faltaban cinco días.



Adriana, después de estar hablando con Adrián, decidió que ella le daría muchas sesiones de masajes en los cinco días que quedaban para intentar llegar a la final. Un día Adriana le comentó que estaban haciendo unas operaciones en Estados Unidos para gente que tenía la columna fracturada como él y estaban teniendo éxito y los enfermos estaban volviendo a andar. Él dijo que no quería hacerse ilusiones porque ya se había operado muchas veces y estaba harto de hacerse ilusiones para nada. Después de muchos masajes y faltando sólo un día vieron, que aunque todavía le dolía un poco, movía bien el hombro y lo tenía prácticamente curado. Hablaron con el entrenador y éste aceptó que jugara unos minutos sin forzar demasiado. Llegó el día de la final contra Estados Unidos que eran los actuales campeones. El Palacio de los Deportes estaba lleno, había viajado la familia de Adrián para ver la final. Adriana estaba entre el público español con su familia, que ella había invitado. Comenzó el partido y se dieron cuenta que no iba a ser fácil, porque los americanos eran muy buenos. El partido estaba empatado, cuando faltaba poco Adrián se volvió a hacer daño en el hombro. Él se retiró al vestuario antes de terminar el segundo tiempo con el médico de la selección. Adriana desde el público se dio cuenta que él se había hecho daño y bajó al vestuario. Entre ella y el médico le dieron un masaje y le vendaron el hombro. Cuando empezó el tercer tiempo Adrián estaba listo para jugar. Al terminar el tercer tiempo España iba perdiendo de nueve. Adrián no había salido porque el entrenador pensaba que no estaba en buenas condiciones. Cuando iba a empezar el último cuarto, Adrián le dijo al entrenador que le dejara jugar porque se encontraba bien y el entrenador aceptó. Nada más salir, Adrián metió tres triples seguidos y se pusieron a tres puntos de Estados Unidos. El partido se volvió a igualar; cuando faltaban seis segundos, España perdía de dos puntos. Adrián se acordó del partido en que conoció a Adriana: cuando faltaban pocos segundos consiguió un triple que les hizo campeones. Lo volvió a repetir y volvió a entrar y volvió a ser campeón, pero esta vez de los Juegos Olímpicos. Todos se pusieron a celebrarlo en medio de la cancha. Adriana había estado en el banquillo con el equipo médico y se fue a abrazar a Adrián, él le dijo: -Gracias a ti, lo he conseguido todo gracias a ti. Y se besaron delante de todo el mundo. Él le dijo llorando: -Por favor no me vuelvas a dejar por otro. Y ella respondió: -Tonto, con el que bailé en la fiesta era mi primo.

FIN


FINALISTA NARRATIVA 1º-2º ESO: Laura Rey Álvarez, 2ºA

El laberinto

Érase una vez en un mundo muy lejano, un grupo de amigos: enanos y hadas, que vieron un cartel por la calle de su pueblo, se trataba de un juego para encontrar el espejo mágico que ya conocemos del mundo de Blancanieves. Cómo se quedó la reina malvada sin él es una larga historia pero sigamos contando esta…

Los enanitos fueron un grupo, y las hadas otro, tenían que recorrer un laberinto pero no uno cualquiera, sino uno con bastantes pruebas de toda clase, y al terminar todo aquel espanto de juego llegarán al final y se encontrarán el espejo mágico, por el cual podrán conseguir todo el poder del mundo.

Cuando la pistola disparó la bala hacia arriba, los enanos y hadas salieron corriendo cada grupo por un lado diferente, los enanitos acabaron en una especie de camino con agujas que salían del suelo y del cielo, aunque fuesen lo bastantes bajitos para no chocar con las agujas de arriba, no eran lo bastante altos para sujetarse con las de arriba para no tocar las del suelo ya que no alcanzaban.

Las hadas acabaron en una sala llena de llamas de fuego y se encontraban un tanto apretujadas para no chocar con ellas, los poderes de sus varitas no eran lo bastante poderosas para poder disminuir esas llamas. Mientras pensaban otra forma de apagar el fuego los enanitos encontraron en una pared un tanto extraña una llave que brillaba demasiado para nuestros ojos, buscaron un lugar donde engancharla para ver qué sucedía, tras un largo rato de búsqueda vieron una cerradura tapada por unas ramas, pusieron la llave en ella y se escuchó un ruido espantoso que asustó a los pobres enanos, lo bueno es que las agujas desaparecieron y pudieron pasar.

Las hadas también encontraron un objeto extraño pero no era una llave, sino un diamante rojo que iluminaba, lo echaron hacia las llamas y se apagaron, contentas, salieron corriendo para llegar antes que los enanos. Llegaron al mismo sitio en el que empezaron los enanitos, y los enanitos llegaron al que empezaron las hadas, lo bueno de eso es que no tenían que hacer nada ya que el grupo contrario de cada uno ya lo había hecho así que siguieron caminando.

Los enanitos y las hadas volvieron de nuevo al lugar donde comenzó todo y las hadas igual. Se quedaron extrañados, por lo tanto los enanitos no se movieron ya que pensaron que era una trampa del juego, pero sin embargo las hadas fueron positivas y siguieron andando, así acabaron donde estaban los enanitos.

Al reencontrarse hablaron sobre lo sucedido y pensaron que si el laberinto solo eran dos lugares, alguno de los dos grupos empezó por el final y el otro por el principio.

Empezaron a buscar el espejo primero por el pasillo y luego por la sala, pero no lo encontraban, uno de los enanitos pensó que a lo mejor podría estar bajo el suelo, empezaron a cavar por el mismo orden que antes, hasta que hicieron un agujero lo bastante grande que ocupó los dos sitios. Entraron dentro del suelo y por fin encontraron el espejo. Tras una larga discusión sobre quién se quedaba el espejo pensaron que por qué no se lo quedaban los dos grupos ya que lo encontraron entre todos, y así hicieron, y pudieron tener todo el poder del mundo , quedaron satisfechos y contentos.


PRIMER PREMIO POESÍA 1º-2º ESO: Pilar Hernández Terán, 2ºC

DESDE LA PENUMBRA

Ya despierta el alba y con él los pájaros emprenden vuelo, los árboles extienden sus largas ramas y el viento azota mi ventana, unas ligeras y finas gotas de agua anuncian el mal día, que sin quererlo ni saberlo, tuvo lugar. Fue bonito mientras duró ese falso y vano momento, ese momento en el que al despertar no recuerdas nada y tu única preocupación son los sueños vividos, entonces apareciste tú de nuevo, como al que la muerte ataca cuando más proyectos tiene. Ella, invadiendo mi mente como nunca lo hizo nadie y cuanto más intentaba evitarlo, más profundo e intenso se volvía. Oh dulces y amargos besos, que te llenan de vida y te la quitan al mismo tiempo. Oh cálidas y heladas caricias, que surcaban por mi piel como velero por las aguas. Oh brillantes y tenebrosas sonrisas, que deslumbran y engañan al mayor de los sabios. Oh Malditas e ilusas promesas y esperanzas, que te hacen caminar por el camino equivocado. Parece que fue ayer cuando paseábamos por el parque, que hasta las estrellas nos tenían envidia. Fue entonces cuando apareció él y lo alteró todo, preferiste la corona antes que el castillo entero, siento que esto es un mal sueño que quizás mañana acabe. Y ya sin darme cuenta el día acaba y el sol se va, el carcelero ya me manda apresar. Malditos, malditos todos que no entienden, que ante el peligro de perderte, haría cualquier cosa por tenerte.

CEASPA

FINALISTA POESÍA 1º-2º ESO: Fabiola Martín Martínez, 2ºC


PODRÍA OLVIDARTE

Un día despertaré de este terrible sueño, en el que quiero querer, en el que sin ti no puedo.

Solo pido que no seas todo lo que necesito en mi vida y que no tenga que morir para sanar mis heridas.

Que me cures de esta epidemia a lo que llaman amor y me enseñes a vivir lejos, lejos de este dolor.

Y es que te amo como el primer día, te extraño y no sé por qué, no te necesito en mi vida, pero suelo quererte sin querer.

Te olvidaría si pudiera, pero no quiero poder. Siempre te antepondré a cualquiera, y sé bien que me va a doler.

Aun así, para no dejar de quererte, te querré más cada instante y decidiré que mi muerte empiece el día que deje de amarte.

Y si decides abrir los ojos, aunque no mires intenta ver y observarás que soy yo, la que no quiere querer.

Querer no quiero si no es a ti y no me importa nada. Podría olvidarte al fin, pero... ¿De quién estaría enamorada?

Brightness

FINALISTA POESÍA 1º-2º ESO: Julieta Fernández Liguori, 2ºC


Como siempre Despierta, mírame, estoy aquí, a tu lado, como siempre, toca mi mano si quieres, cógela y sujétala fuerte, no la sueltes jamás, y así comprueba que soy real, y no solo un espejismo, pues no me encuentro aquí físicamente, pero créeme, lo estoy, me puedes sentir, te puedo ver, porque coges mi mano, y yo lo noto, y sé que tú también, y no, no es una ilusión, estoy aquí, ¿puedes verme? Porque yo sí y estoy aquí, para ti, como siempre.

Nunca Mañana no voy a morir, y tengo la sensación de que viviré para siempre, pues por más que mi cuerpo se pudra, mi corazón nunca lo hará, y mientras siempre esté junto al tuyo, él siempre latirá.

Olvidarla —Enséñame a olvidar, le pedí, y ella olvidó.

—Enséñame a olvidar, le rogué, y de pensar en ella olvidé.

La mosca


PRIMER PREMIO POESÍA 3º-4º ESO: Claudia Llorente Fe rnández, 3ºE

¿Quién recordará?

Contemplo el renacer de la luna en el horizonte

Mientras camino sin rumbo en el frío anochecer;

El plateado astro ilumina los verdes árboles del monte

Y muestra un bello bosque que pronto va a perecer.

La luz se desvanece poco a poco bajo mis pisadas

E indago en el sentido de aquella última velada; al

final, ¿quién va a contar la historia de mi vida?

¿Quién recordará las palabras de mi despedida?

Siento mi alma presa en algún lejano lugar,

Viviendo en un cuerpo sin deseos de continuar;

Porque sé que este mundo nunca será lo que yo espero;

Porque aquellos días aún los guardo en mi recuerdo.


PRIMER PREMIO POESÍA 3º-4º ESO: Claudia Llorente Fe rnández, 3ºE

Al final, ¿quién va a contar la historia de mi vida? Yo,

que vivo encerrado en la oscuridad de la mentira

Nadie desempolvará las memorias de mi existencia

Al final, ¿quién recordará mi última despedida?

No tengo miedo ni al final, ni a la muerte,

Mi único pudor es sentir el dolor de la agonía;

La agonía que me causa el pensar en mi suerte

Porque a cada pisada dada más me consumiría.

Ando hacia el sendero de la muerte, todo recto,

Sin prisa, hacia mi triste e inevitable destino

Esperando resurgir en el limbo de mis palabras

Y mostrar al mundo la verdad oculta en mis mentiras.

Así que, cuando crea que es el final;

Me levantaré de nuevo,

Y viviré mi propia verdad.

-Hécate


FINALISTA POESÍA 3º-4º ESO: Lorena Fernández Castro , 3ºE

QUERIDA ABUELA…

No tengo idea si te pude expresar

lo importante que eres en mi vida

con acciones, palabras, abrazos o miradas.

Aún con tu partida me

sigues enseñando, nunca

se está preparado, para

el peor escenario.

Fuiste una guerrera,

tu cara lo demostró,

a pesar de las dificultades

de una difícil infancia

y una lucha constante

por sacar a tus hijos adelante,

mas para tus nietos

gran sonrisa dibujabas.

Me acuerdo de esos veranos,

nos dabas lo que tenías

y en tu casa pasábamos

los mejores días.

¡Qué buenos recuerdos

toda la familia!


FINALISTA POESÍA 3º-4º ESO: Lorena Fernández Castro , 3ºE

Pero hay veces

que la vida no da suerte

y no lo entiendes

te desprecia, no te ayuda

pero te hace fuerte.

Para mí no has muerto,

y nunca lo harás, pues

no se muere

cuando el corazón deja de latir,

se muere

cuando en los recuerdos

se deja de existir

y tú estás presente,

estás aquí,

estás viva,

para todos

para mí.


PRIMER PREMIO POESÍA BACHILLERATO-CICLOS: Enrique G arcía Sánchez, 2ºC

Refugiados

Huyendo de balas y bombas,

Surcando las olas de Invierno,

En una efímera fragata de goma

Que les conduce a un destino incierto.

Ya la áspera arena de una bahía helénica

Les recibe con un abrazo seco.

Un abrazo seco

Que sabe a sal y cristales viejos.

Cristales viejos de Homs, Damasco y Alepo,

Que dibujan con sus bordes bombas de llanto e infierno.

Y en Europa,

La espina dorsal de un alambre de espinos

Desgarra las esperanzas de una familia sin casa

Y cual constrictor las estrangula,

Las secuestra, las aliena… las mata.

Una nube de lágrimas se lamenta entre gases lacrimógenos

Y en el tumulto, a zancadas,

Una zancadilla se interpone entre un padre y su hijo,

Mientras en un televisor se suceden imágenes

De llantos sin consuelo,

De trenes sin pasajeros,

De cuerpos sin vida que se hunden para siempre en el Egeo.

Sufren en silencio el mismo destierro que el pueblo Hebreo.

Según los altos cargos de Europa

Son algo más que cuotas, pero tienen menos derechos.

¡NO! ¡NO! ¡NO!

No son números de un problema matemático,

Son personas de un problema humanitario.

Son hombres, son mujeres, son niños…

Son seres humanos en busca de un hospicio.

No son terroristas; tienen el terror a la vista.

No son exiliados;

Son Refugiados.

Fdo.: Enrique García Sánchez


FINALISTA POESÍA BACHILLERATO-CICLOS: Sandra Moreno Palacios, 1ºC

Llora la niña.

La niña está sola. Llora su madre, llora su padre,

llora su hermano y su muñeca de trapo.

Descansa su muñeca cobijada bajo el brazo.

Le faltan los ojitos descosidos a balazos.

Descansa su padre enterrado en ruinas,

bajo los trozos de escombro que levantó en vida.

Descansa su hermano bajo un lejano ciprés.

¿Quién le llevará flores para dejar a sus pies?

Descansa su madre en el fondo del mar.

¿Quién va a ayudarte, niña, ahora que ella no está?

Llora la niña. La niña está sola.

De la guerra llegó huyendo a las puertas del infierno.

No hay héroe ni salvador. No hay gobierno ni hay dios. Solo queda la esperanza del retorno un día a casa.

¿Quién se ocupará de ella? ¿El azul de doce estrellas?

¿Quién le dará cobijo? ¿El rey en su castillo?


FINALISTA POESÍA BACHILLERATO-CICLOS: Sandra Moreno Palacios, 1ºC

No llores por mí, madre, ni tampoco tú, padre, descansa

en paz hermanito, que mi muñeca han cosido.

Mi muñeca remendada somos yo y mi esperanza,

pues he visto lo que aguarda tras los muros y el mañana.

Sonríe la niña. La niña ya no está sola. Ríe

su madre, ríe su padre, ríe su hermano y su muñeca de trapo.


FINALISTA POESÍA BACHILLERATO-CICLOS: Guillermo Her rero López, 2ºA/B La búsqueda

Se buscan poetas

Anuncia un cartel en mi calle

Así de sencillo es el título de este anuncio

Esa calle por la que siempre pasamos todos los días

En el cartel solo pone eso y en lugar de un nombre

Un nombre, un algo, que dé información

Solo pone: Se buscan poetas

¿Acaso no todos somos poetas? Los

cazadores al lado de la lumbre

Contando Sus hazañas, sus aventuras

Se buscan poetas

Me dice la bibliotecaria

Cuando voy a dejar varios poemarios de Lorca

Pero el cartel no dice nada más

Solo eso: se buscan poetas

Los panaderos haciendo la masa Sus

manos moviéndolas con gracia Mientras

corre la harina entre sus dedos

¿Quién busca poetas?

A quién le dio por empapelar

Como si fuesen regalos de navidad

Las calles en esta época

Donde lo que hace falta es pensar menos

Y sentir más

Donde solo estamos pendientes de esa pantalla en blanco

Y no es la harina de los panaderos

Se buscan poetas así lo pone sin más

Poetas que encontrarás en ti

Si dejas la imaginación sentir


FINALISTA POESÍA BACHILLERATO-CICLOS: Guillermo Her rero López, 2ºA/B

Intrabeso

La sonrisa de tus ojos

Verdadera y única

Como tus besos

La línea perfecta de tu boca

Con el carmín de tus labios

Expresé la verdad de mis palabras

Vagando por los recuerdos

Como un marinero en el mar

De aquellas palabras que no te dije

De aquellas palabras que me faltaron por

Decirte

Te quiero

Porque aún mis ojos

Recuerdan el olor de tus labios

El papel en blanco

El miedo es el de siempre

El papel en blanco

Tener muchas ideas pero no relacionarlas

El papel en blanco

A algunos no a todos les da miedo

Yo no sé nada de la realidad saben

Pero sí sé de libros

Y os puedo asegurar que no ha habido

Ningún poeta o escritor que no haya tenido,

Miedo al papel en blanco


FINALISTA NARRATIVA BACHILLERATO-CICLOS: María Jesú s Romero Fernández, 2ºB

Una puerta hacia dos mundos

¿Alguna vez has tenido un amigo imaginario? Déjame contarte la historia del mío:

Jamás he sido muy sociable, así que tuve la necesidad de crearlo, era un dragón de un

color anaranjado, majestuoso. A todas horas estaba con él, íbamos siempre a un lugar

precioso con grandes árboles y un lago entre estos, y en lo más profundo del bosque

se encontraba una cueva. Mi dragón no hablaba, pero aun así nos podíamos comunicar; apoyaba su frente

contra la mía y entonces podía oír sus pensamientos, de alegría, de ira… y sobre todo

de temor a que me acercase a esta tenebrosa cueva, no sabía por qué, pero nunca lo

hice. Aunque claro, tenía nueve años, ahora estoy a punto de cumplir la mayoría de edad,

así que ya no puedo distraerme con esas cosas. Pero, sinceramente, no he cambiado

mucho; mi imaginación sigue volando igual que antes, cuando era una niña, me

abstraigo del mundo por lo que nunca hablo con nadie por lo que mis compañeros

han acabado por apartarme de ellos llamándome rara, cría y, muchas veces “friki”.

Ese mundo de fantasía con ese precioso paisaje y un fiel amigo al que podía entender

fácilmente se ha convertido en una ciudad de edificios altos, calles estrechas y un

montón de caras extrañas que me miran como si no fuese igual a e llos, extranjera, de

otro país o incluso de otro mundo. Ahora hay muchas normas a seguir, ya no vale correr en libertad como antaño, todo

se ha vuelto gris y parece que hayan pasado mil años desde la última vez que pude

imaginar.

Aun así, en este mundo tan gris hay algo que se asemeja a aquel paraíso; una “puerta”, que como aquella cueva, llevaba escrita la frase “No pasar”, yo no la he visto, pero

todo el mundo dice que es mejor no cruzarla.

A veces intento reunirme con mi dragón otra vez, aunque parece qu e lo tengo

prohibido ya que cada una de las personas que están a mi alrededor me lo impiden;

mis padres me piden que despierte ya, que empiece a pensar en mi futuro, lo mismo

que dicen mis profesores, y mis compañeros me “invitan” a volver con la ayuda de

destrozarme todos los sueños que una vez tuve.

Toda esta presión que ejercía la sociedad hacia mí se resumió en un solo

pensamiento, aquella puerta. Llegué a pensar que quería buscar esa puerta, ya que

fuese lo que fuese no tenía nada que perder (además de esa curiosidad que tiene el

ser humano por naturaleza hacia lo prohibido).

Nada más salir de clase, como siempre, fui a comer a casa y a prepararme para mi

viaje. Pensé en que solo necesitaba mi diario de recuerdos en el que escribía y

dibujaba sobre todo aquello por lo había fantaseado, para mi esto era mi tesoro, todo

lo que me había apasionado a lo largo de mi vida.

Era de lógica pensar que aquella puerta, al estar prohibida, no estaría a la vista, al

alcance de cualquiera, por lo que fui a buscar por los rincones mas escondidos de la

ciudad. Lo primero que pensé fue en buscar por los callejones, pero el resultado de mi

búsqueda fueron unos gatos vagabundos que me bufaron. Busqué en calles en las que

nunca había estado y encontré lo que en algún momento pudieron ser restaurantes

lujosos y casas llenas de sueños, pero de eso solo quedaban los restos; ni una sola

persona transitaba por aquellos lugares y se caían a cachos. Incluso, tan solo por

desesperación, busqué en el parque, pero ni rastro de mi objetivo, solamente unos

niños que como si de primates se tratase gritaban y escalaban por los columpios.


FINALISTA NARRATIVA BACHILLERATO-CICLOS: María Jesú s Romero Fernández, 2ºB

En un momento de desesperación, cansada de investigar fui al viejo puente donde de

pequeña me sentaba a garabatear en mi diario; un puente ya abandonado erigido

encima de un río por el que desde hace años no corría ni una sola gota de agua a

causa de un embalse que se había construido.

El fluir del arroyo se había secado, al igual que el lago de aquel bosque. Así que por

melancolía, mientras que se me escapaba un suspiro exasperación, quise mirar hacia

abajo. Allí se podían ver ramas secas y basura que la gente iba tirando como si de un

vertedero se tratase. Algo llamó mi atención; un charco. En toda la semana no había

llovido y el río llevaba seco mucho tiempo, así que no lo entendí. Miré mi reflejo, pero

lo que vi no fue mi cara, ni siquiera era un rostro humano, sino un túnel en el que se

percibía la luz que anunciaba la salida. Entonces comprendí que había encontrado la

puerta y en un acto involuntario mi cuerpo se lanzó hacia ella. Tarde unos segundos en cruzar aquel pasaje y, para mi sorpresa, salí por la vieja

cueva de la cual me querían alejar.

Allí en el bosque quise buscar el lago, que estaba tal y como lo recordaba, todo era

genial, pero aun faltaba algo; aquel al que llamé amigo y por al cual me senté a

esperar. No tardó en aparecer un chico de cabellos naranjas, que se me acercó y pegó

su frente contra la mía, entonces pude escucharle “Al fin has vuelto, te he estado

esperando”, a los dos se nos esca pó una risita.

Para los policías que encontraron mi cuerpo junto al charco no les pareció raro que

me hubiese tirado; muchos adolescentes se han suicidado, tampoco que lo hubiese

hecho abrazando mi cuaderno de recuerdos, lo que les sorprendió fue la ligera

sonrisa de satisfacción que estaba dibujada en mi cara.

Esta es mi historia, ahora te toca a ti, dime ¿alguna vez has tenido un amigo imaginario?

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Una parada en el camino - Bienvenido al IES Juan de …ies.juandemairena.sansebastian.educa.madrid.org/web/images/phoca... · No soy un asesino en serie, no busco venganza, solo quiero