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«La Perlita» con Tía Margarita — 202, 10/2013 Temas: oración/familia http://misperlitas.wordpress.com. No para uso comercial. lguna vez, ¿has pensado en la persona con quien te vas a casar? ¿Has orado por esa esa persona? Ray nunca había pensado en eso; pero sí pensaba en el hogar que que- ría formar un día. Ni por nada quería ser un padre abusivo como lo era su padre. ¡De eso estaba decidido! Desde pequeñito Ray había sufrido golpizas. Tenía moretones por todas partes por los puñetazos y latigazos que le daba su papá. Pero eso no era lo peor. Lo que le hacía hervir la sangre era que su mamá y sus her- manitos sufrían peor que él. A veces tenían que llamar a la policía. Los días que el papá pasaba en la cárcel eran como vacaciones en un paraíso para la familia. UNA SUGERENCIAL GENIAL «¡Voy a ser un buen papá! ¡Voy a ser el mejor papá del mundo!» era una promesa que Ray quería cumplir. Ahora su profesor le había dado una sugerencia genial, de que orara por la persona que un día sería su esposa. En la Biblia hay una historia hermosa de un padre que se preocupó por su hijo, que quería que él tuviera una esposa que amara a Dios. Puedes leer el relato bíblico en el capí- tulo 24 de Génesis. Esto es en síntesis lo que el profesor de Ray contó a sus alumnos: EL ENCARGO DE ABRAHAM Abraham era un siervo escogido de Dios; fue el padre de la familia en que Jesús vendría al mundo. Cuando Dios llamó a Abraham le prometió un hijo; pero él tuvo que esperar muchos años para que se cumpla esa promesa. El nacimiento de su hijo, Isaac, fue milagroso, porque Abraham y su esposa, Sara, ya eran ancianos cuando nació Isaac. Ahora ese hijo milagroso necesitaba una esposa. Abraham, que era un buen padre, no quería que Isaac se casara con cualquier mujer. Debía ser una mujer que amaba a Dios, alguien de la familia de Abraham. Pero su familia vivía lejos, en Harán. Así que Abra- ham mandó a su siervo Eliezer en busca de una esposa para su hijo. El siervo le preguntó a su amo cómo iba a saber qué joven debía escoger. «Dios te va a ayudar», le dijo Abraham. LA ORACIÓN DE ELIEZER Cuando Eliezer llegó a Harán, donde vivían los parientes de Abra- ham, oró a Dios que le diera una señal. En esa época, hace mucho tiempo, las mujeres acostumbraban ir al pozo a sacar agua. Eliezer pidió a Dios que la mujer que debía ser la esposa de Isaac le diera a beber agua y que también le ofrecie- ra dar agua a los camellos. AGUA PARA LOS CAMELLOS ¿Agua a los camellos? ¡Eliezer tenía 10 camellos! Los camellos to- man agua para aguantar varios días sin beber. Estos camellos habían caminado muchos días y segura- mente tenían mucha sed. ¿Sabes que un camello que tiene sed toma 180 litros de agua? ¡Es como si tomara 180 botellas gran- des de bebida gaseosa! Rebeca llegó al pozo y ella le dio agua a Eliezer y también a los camellos. No sabemos cuánta agua había en el pozo, ni cuánta agua Rebeca dio a los camellos. Pero la buena voluntad de ella era una señal que Dios le dio a Eliezer. La mujer que sería la esposa de Isaac era generosa y trabajadora. Cuando Eliezer le habló de Isaac, ella estuvo dispuesta a acompa- ñarlo de una vez. Iría a una tierra desconocida, a casarse con un hombre desconocido. Lo único que Rebeca había visto eran los regalos que Abraham e Isaac le habían mandado: vestidos y alhajas de oro y plata, muchas cosas de todo lo mejor que ellos tenían, ¡cargado en los diez camellos! UN BUEN ESPOSO Ray quedó muy impresionado con la historia y lo que le había dicho el profesor, de que orara. El siervo de Abraham oró que Dios lo acompañara. En casa, sin duda Abraham oró por el viaje de su siervo, y el que más oró a Dios fue se- guramente Isaac, para que Dios le diera una buena esposa. ¿Qué pasó cuando él la vio? ¡Se enamoró de ella! La Biblia dice que Isaac amó a Rebeca y se consoló de la muerte de su madre. Sara había muerto, así que nunca llegó a ver la bella esposa de su hijo. ¿Crees que durante su vida le aconsejó a Isaac para que fuera un buen esposo? Es una tristeza que hay muchos hombres malos, como el padre de Ray. Pero tú, si eres hombre, no tienes que serlo. Si eres mujer, ora que un día, cuando seas grande y llegues a casarte, tengas un esposo bueno como Isaac, que te ame, y más que nada que ame a Dios. El Señor, en cuya presencia he caminado, enviará su ángel contigo, y él hará prosperar tu viaje. –Génesis 24:40, NVI A A Una esposa para Isaac Una esposa para Isaac

Una Una esposa para para Isaac A - Historias de …...Debía ser una mujer que amaba a Dios, alguien de la familia de Abraham. Pero su familia vivía lejos, en Harán. Así que Abra-ham

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Page 1: Una Una esposa para para Isaac A - Historias de …...Debía ser una mujer que amaba a Dios, alguien de la familia de Abraham. Pero su familia vivía lejos, en Harán. Así que Abra-ham

«La Perlita» con Tía Margarita — 202, 10/2013 Temas: oración/familia http://misperlitas.wordpress.com. No para uso comercial.

lguna vez, ¿has pensado en la persona con quien te vas a casar? ¿Has orado por esa esa persona?

Ray nunca había pensado en eso; pero sí pensaba en el hogar que que-ría formar un día. Ni por nada quería ser un padre abusivo como lo era su padre. ¡De eso estaba decidido!

Desde pequeñito Ray había sufrido golpizas. Tenía moretones por todas partes por los puñetazos y latigazos que le daba su papá. Pero eso no era lo peor. Lo que le hacía hervir la sangre era que su mamá y sus her-manitos sufrían peor que él. A veces tenían que llamar a la policía. Los días que el papá pasaba en la cárcel eran como vacaciones en un paraíso para la familia.

UNA SUGERENCIAL GENIAL«¡Voy a ser un buen papá! ¡Voy a

ser el mejor papá del mundo!» era una promesa que Ray quería cumplir. Ahora su profesor le había dado una sugerencia genial, de que orara por la persona que un día sería su esposa.

En la Biblia hay una historia hermosa de un padre que se preocupó por su hijo, que quería que él tuviera una esposa que amara a Dios. Puedes leer el relato bíblico en el capí-tulo 24 de Génesis. Esto es en síntesis lo que el profesor de Ray contó a sus alumnos:

EL ENCARGO DE ABRAHAMAbraham era un siervo escogido de Dios; fue el padre de la familia

en que Jesús vendría al mundo. Cuando Dios llamó a Abraham le prometió un hijo; pero él tuvo que esperar muchos años para que se cumpla esa promesa. El nacimiento de su hijo, Isaac, fue milagroso, porque Abraham y su esposa, Sara, ya eran ancianos cuando nació Isaac. Ahora ese hijo milagroso necesitaba una esposa.

Abraham, que era un buen padre, no quería que Isaac se casara con cualquier mujer. Debía ser una mujer que amaba a Dios, alguien de la familia de Abraham. Pero su familia vivía lejos, en Harán. Así que Abra-ham mandó a su siervo Eliezer en busca de una esposa para su hijo.

El siervo le preguntó a su amo cómo iba a saber qué joven debía escoger. «Dios te va a ayudar», le dijo Abraham.

LA ORACIÓN DE ELIEZERCuando Eliezer llegó a Harán, donde vivían los parientes de Abra-

ham, oró a Dios que le diera una señal. En esa época, hace mucho tiempo, las mujeres acostumbraban ir al pozo a sacar agua. Eliezer pidió a Dios que la mujer que debía ser la esposa de Isaac le diera a

beber agua y que también le ofrecie-ra dar agua a los camellos.

AGUA PARA LOS CAMELLOS

¿Agua a los camellos? ¡Eliezer tenía 10 camellos! Los camellos to-man agua para aguantar varios días sin beber. Estos camellos habían caminado muchos días y segura-mente tenían mucha sed.

¿Sabes que un camello que tiene sed toma 180 litros de agua? ¡Es como si tomara 180 botellas gran-des de bebida gaseosa!

Rebeca llegó al pozo y ella le dio agua a Eliezer y también a los camellos. No sabemos cuánta agua había en el pozo, ni cuánta agua Rebeca dio a los camellos. Pero la buena voluntad de ella era una señal que Dios le dio a Eliezer. La mujer que sería la esposa de Isaac era generosa y trabajadora.

Cuando Eliezer le habló de Isaac, ella estuvo dispuesta a acompa-ñarlo de una vez. Iría a una tierra

desconocida, a casarse con un hombre desconocido. Lo único que Rebeca había visto eran los regalos que Abraham e Isaac le habían mandado: vestidos y alhajas de oro y plata, muchas cosas de todo lo mejor que ellos tenían, ¡cargado en los diez camellos!

UN BUEN ESPOSORay quedó muy impresionado con la historia y lo que le

había dicho el profesor, de que orara. El siervo de Abraham oró que Dios lo acompañara. En casa, sin duda Abraham oró por el viaje de su siervo, y el que más oró a Dios fue se-guramente Isaac, para que Dios le diera una buena esposa. ¿Qué pasó cuando él la vio? ¡Se enamoró de ella!

La Biblia dice que Isaac amó a Rebeca y se consoló de la muerte de su madre. Sara había muerto, así que nunca llegó a ver la bella esposa de su hijo. ¿Crees que durante su vida le aconsejó a Isaac para que fuera un buen esposo?

Es una tristeza que hay muchos hombres malos, como el padre de Ray. Pero tú, si eres hombre, no tienes que serlo. Si eres mujer, ora que un día, cuando seas grande y llegues a casarte, tengas un esposo bueno como Isaac, que te ame, y más que nada que ame a Dios.

El Señor, en cuya presencia he caminado,

enviará su ángel contigo, y él hará prosperar

tu viaje. –Génesis 24:40, NVI

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