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Una visión de género a la política presupuestaria Elementos Considerar Integrales Mínimos Esenciales 10 A

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Una visión de género a la política presupuestaria

Elementos Considerar

Integrales

MínimosEsenciales10 A

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Esta publicación fue realizada por FOSDEH, con el apoyo �nanciero de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación COSUDE y la iniciativa Think Tank.

Las ideas y opiniones expresadas en el texto son de exclusiva responsabilidad de sus autores, y no re�ejan necesariamente la visión ni la opinión de la entidad cooperante, en este caso COSUDE y Think Tank.

Se autoriza la utilización total o parcial de este documento, siempre y cuando se cite la fuente.

Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras© FOSDEH 2017Col. Alameda , avenida Tiburcio Carías Andino, Casa 1011, Tegucigalpa, Honduras. Tel/Fax: (504) 2239-3404 | (504) 2239-2110Correo Electrónico: [email protected] web o�cial: www.fosdeh.netfb: Facebook/fosdehTwitter: @fosdeh

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Índice

Introducción 1Situación Socioeconómica de las

Mujeres en Honduras 3

Referencias de Género en el Presupuesto General de la República 7

Pero en la práctica… ¿Se realizan estos mandatos? 10

Transparencia, Rendición de Cuentas y Participación Ciudadana… 14

Propuestas Técnicas 16

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El Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República es el principal instrumento de política fiscal de un país, en él se plasman las intenciones del Gobierno mediante asignaciones de recursos a instituciones públicas que tienen como misión ejecutar acciones acordes, o así se esperaría, a los objetivos y metas propuestos en planes estatales y/o gubernamentales. Al formularse la propuesta de proyecto de presupuesto para un determinado ejercicio fiscal, se deben contemplar elementos como; plan nacional de mediano plazo, techos macroeconómicos y fiscales anual y plurianual, planes operativos institucionales, la legislación bajo la cual se rige el presupuesto y los distintos sectores económicos y sociales.

El Presupuesto General de la República, es más que una herramienta cuantitativa, es el instrumento que utilizado estratégicamente puede impactar positivamente en la calidad de vida de la población y en el crecimiento y desarrollo del país.

Para ello, es necesario considerar la heterogeneidad en necesidades y demandas, tanto de las regiones del país como de grupos poblacionales y su expresión en términos presupuestarios. Para efectos de este trabajo, nos centraremos en

el segundo elemento, específicamente en la inclusión o no inclusión del tema de género en la política presupuestaria, la interrogante que nos surge en este sentido es ¿Existe neutralidad o sensibilidad de género en el Presupuesto General de la República?

La perspectiva de género en un presupuesto público, va más allá de la asignación de recursos presupuestarios a instituciones que tienen funciones enfocadas en programas o proyectos con género por sexo, se trata de planificar el uso de recursos públicos de una manera diferenciada, esperando impactos positivos diferenciados, asimismo, contar con indicadores que midan el desempeño de esos programas y proyectos desagregados por sexo, puesto que las necesidades y roles de hombres y mujeres son diferentes, pero indispensables en un país que busca el desarrollo socioeconómico, en este sentido, el enfoque de género es un asunto que no solamente debe aparecer expresado en un documento presupuestario (como se referencia en las Disposiciones Generales del Presupuesto 2018, en sus artículos 9, 87 y 125), sino que debe ser incluido en las políticas públicas, política fiscal y monetaria, planes operativos institucionales y en el Presupuesto de la República de manera integral.

La neutralidad de género en el presupuesto o en políticas económicas conlleva al fortalecimiento de la desigualdad y la exclusión social, asimismo, lleva consigo otros elementos como la discrecionalidad, falta de transparencia y débil participación ciudadana.

La importancia del tratamiento diferenciado a las mujeres en las políticas económicas, incluida la política presupuestaria, radica en la potencial reducción de brechas por género, igualdad de oportunidades mayor inclusión social, fortalecimiento de la democracia y consecuente bienestar social.

Situación Socioeconómica de las Mujeres en Honduras

Según datos del INE (2016) las mujeres representan en Honduras el 52.6% (4,581,913) de la población total, que a su vez es un grupo poblacional joven, el 59% del total de mujeres en el país están entre las edades de 0 a 29 años.

La situación de las mujeres en términos educativos y laborales es diferente en comparación a los hombres, según datos del INE (2016) existen brechas en los distintos niveles educativos, la cual en la mayoría de los casos es favorable para las mujeres, excepto en el segmento sin nivel educativo que es un poco mayor que en el caso de los hombres (ver cuadro 1).

Introducción

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El Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República es el principal instrumento de política fiscal de un país, en él se plasman las intenciones del Gobierno mediante asignaciones de recursos a instituciones públicas que tienen como misión ejecutar acciones acordes, o así se esperaría, a los objetivos y metas propuestos en planes estatales y/o gubernamentales. Al formularse la propuesta de proyecto de presupuesto para un determinado ejercicio fiscal, se deben contemplar elementos como; plan nacional de mediano plazo, techos macroeconómicos y fiscales anual y plurianual, planes operativos institucionales, la legislación bajo la cual se rige el presupuesto y los distintos sectores económicos y sociales.

El Presupuesto General de la República, es más que una herramienta cuantitativa, es el instrumento que utilizado estratégicamente puede impactar positivamente en la calidad de vida de la población y en el crecimiento y desarrollo del país.

Para ello, es necesario considerar la heterogeneidad en necesidades y demandas, tanto de las regiones del país como de grupos poblacionales y su expresión en términos presupuestarios. Para efectos de este trabajo, nos centraremos en

el segundo elemento, específicamente en la inclusión o no inclusión del tema de género en la política presupuestaria, la interrogante que nos surge en este sentido es ¿Existe neutralidad o sensibilidad de género en el Presupuesto General de la República?

La perspectiva de género en un presupuesto público, va más allá de la asignación de recursos presupuestarios a instituciones que tienen funciones enfocadas en programas o proyectos con género por sexo, se trata de planificar el uso de recursos públicos de una manera diferenciada, esperando impactos positivos diferenciados, asimismo, contar con indicadores que midan el desempeño de esos programas y proyectos desagregados por sexo, puesto que las necesidades y roles de hombres y mujeres son diferentes, pero indispensables en un país que busca el desarrollo socioeconómico, en este sentido, el enfoque de género es un asunto que no solamente debe aparecer expresado en un documento presupuestario (como se referencia en las Disposiciones Generales del Presupuesto 2018, en sus artículos 9, 87 y 125), sino que debe ser incluido en las políticas públicas, política fiscal y monetaria, planes operativos institucionales y en el Presupuesto de la República de manera integral.

La neutralidad de género en el presupuesto o en políticas económicas conlleva al fortalecimiento de la desigualdad y la exclusión social, asimismo, lleva consigo otros elementos como la discrecionalidad, falta de transparencia y débil participación ciudadana.

La importancia del tratamiento diferenciado a las mujeres en las políticas económicas, incluida la política presupuestaria, radica en la potencial reducción de brechas por género, igualdad de oportunidades mayor inclusión social, fortalecimiento de la democracia y consecuente bienestar social.

Situación Socioeconómica de las Mujeres en Honduras

Según datos del INE (2016) las mujeres representan en Honduras el 52.6% (4,581,913) de la población total, que a su vez es un grupo poblacional joven, el 59% del total de mujeres en el país están entre las edades de 0 a 29 años.

La situación de las mujeres en términos educativos y laborales es diferente en comparación a los hombres, según datos del INE (2016) existen brechas en los distintos niveles educativos, la cual en la mayoría de los casos es favorable para las mujeres, excepto en el segmento sin nivel educativo que es un poco mayor que en el caso de los hombres (ver cuadro 1).

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El Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República es el principal instrumento de política fiscal de un país, en él se plasman las intenciones del Gobierno mediante asignaciones de recursos a instituciones públicas que tienen como misión ejecutar acciones acordes, o así se esperaría, a los objetivos y metas propuestos en planes estatales y/o gubernamentales. Al formularse la propuesta de proyecto de presupuesto para un determinado ejercicio fiscal, se deben contemplar elementos como; plan nacional de mediano plazo, techos macroeconómicos y fiscales anual y plurianual, planes operativos institucionales, la legislación bajo la cual se rige el presupuesto y los distintos sectores económicos y sociales.

El Presupuesto General de la República, es más que una herramienta cuantitativa, es el instrumento que utilizado estratégicamente puede impactar positivamente en la calidad de vida de la población y en el crecimiento y desarrollo del país.

Para ello, es necesario considerar la heterogeneidad en necesidades y demandas, tanto de las regiones del país como de grupos poblacionales y su expresión en términos presupuestarios. Para efectos de este trabajo, nos centraremos en

el segundo elemento, específicamente en la inclusión o no inclusión del tema de género en la política presupuestaria, la interrogante que nos surge en este sentido es ¿Existe neutralidad o sensibilidad de género en el Presupuesto General de la República?

La perspectiva de género en un presupuesto público, va más allá de la asignación de recursos presupuestarios a instituciones que tienen funciones enfocadas en programas o proyectos con género por sexo, se trata de planificar el uso de recursos públicos de una manera diferenciada, esperando impactos positivos diferenciados, asimismo, contar con indicadores que midan el desempeño de esos programas y proyectos desagregados por sexo, puesto que las necesidades y roles de hombres y mujeres son diferentes, pero indispensables en un país que busca el desarrollo socioeconómico, en este sentido, el enfoque de género es un asunto que no solamente debe aparecer expresado en un documento presupuestario (como se referencia en las Disposiciones Generales del Presupuesto 2018, en sus artículos 9, 87 y 125), sino que debe ser incluido en las políticas públicas, política fiscal y monetaria, planes operativos institucionales y en el Presupuesto de la República de manera integral.

La neutralidad de género en el presupuesto o en políticas económicas conlleva al fortalecimiento de la desigualdad y la exclusión social, asimismo, lleva consigo otros elementos como la discrecionalidad, falta de transparencia y débil participación ciudadana.

La importancia del tratamiento diferenciado a las mujeres en las políticas económicas, incluida la política presupuestaria, radica en la potencial reducción de brechas por género, igualdad de oportunidades mayor inclusión social, fortalecimiento de la democracia y consecuente bienestar social.

Situación Socioeconómica de las Mujeres en Honduras

Según datos del INE (2016) las mujeres representan en Honduras el 52.6% (4,581,913) de la población total, que a su vez es un grupo poblacional joven, el 59% del total de mujeres en el país están entre las edades de 0 a 29 años.

La situación de las mujeres en términos educativos y laborales es diferente en comparación a los hombres, según datos del INE (2016) existen brechas en los distintos niveles educativos, la cual en la mayoría de los casos es favorable para las mujeres, excepto en el segmento sin nivel educativo que es un poco mayor que en el caso de los hombres (ver cuadro 1).

Sin embargo, esta tendencia no tiene una relación directa con el mercado laboral, a pesar de que las mujeres poseen más estudios en comparación con los hombres, el mercado laboral absorbe en su mayoría mano de obra masculina. Por ende, la tasa de desempleo abierto en el caso de las mujeres es el doble en comparación a los hombres, sumado a ello el periodo de búsqueda de empleo es superior para el caso de las mujeres.

Otro aspecto a señalar son las brechas existentes entre la población en edad de trabajar y la población económicamente activa, la cantidad de mujeres en edad de trabajar es superior en comparación a los hombres, sin embargo, esta situación se modifica en la población económicamente activa, en esta categoría la cantidad de hombres supera a las mujeres (ver cuadro 2).

Cuadro 1: Indicadores de Educación por SexoNivel Educativo Mujeres Hombres Diferencias Hombres -Mujeres

Sin Nivel 905,247 849,336 55,911 Primaria 2,242,440 2,107,278 135,162 Secundaria 1,075,506 864,894 210,612 Superior 347,410 293,783 53,627 No Sabe/No responde 11,311 17,437 -6,126 Fuente: Elaborado por FOSDEH, con datos del Instituto Nacional de Estadística, 2016 (INE).

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Otro aspecto a señalar, es que una vez las mujeres se desempeñan en el ámbito laboral, tambien existen brechas en cuanto al salario percibido, destacando que solamente en la categoría de empleado privado, las mujeres reciben en promedio más ingresos que los hombres.

Asimismo, las diferencias de ingresos respecto a la ocupación persisten favorablemente para los hombres. En decir, aunque hombres y mujeres ocupen el mismo cargo, los ingresos son diferenciados. Solamente en tres categorías de ocupación los ingresos de las mujeres son superiores al de los hombres; personal de apoyo administrativo, ocupaciones elementales y operaciones no especificadas, esta última con una brecha significativa y con el ingreso promedio más alto en la categoría de las mujeres, en comparación a las demás ocupaciones, sin embargo, no se puede analizar a profundidad estas diferencias, puesto que la información no es suficientemente clara, lo cual da lugar a múltiples interpretaciones.

Cuadro 2: Indicadores de Mercado Laboral por Sexo

Cuadro 3: Promedio de Ingreso por salario monetario (Ocupación Principal)

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Fuente: Elaborado por FOSDEH, con datos del Instituto Nacional de Estadística, 2016 (INE).

Fuente: Elaborado por FOSDEH, con datos del Instituto Nacional de Estadística, 2016 (INE).

1. PET: Población en edad de trabajar AEP: Años de estudio promedio PEA: Población económicamente activaTDA: Tasa de desempleo abiertoMTB: meses promedio en busca de trabajo

Sexo Población Total PET PEA Ocupados Desocupado

s TDA MBT

Mujeres 4,581,913 3,661,947 1,576,038 1,406,846 169,192 10.7 4.2

Hombres 4,132,729 3,199,735 2,368,797 2,246,941 121,857 5.1 3.5 Diferencia Hombres – Mujeres 449,184 462,212 -792,759 -840,095 47,335 5.6 0.7

Sexo Empleado público Empleado Privado Empleo Domestico Hombres 13,831.47 5,629.04 4,140.64 Mujeres 11,628.85 7,014.29 2,397.4 Diferencia Hombres - Mujeres 2,202.62 -1,385.25 1,743.24

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Las brechas existentes entre hombres y mujeres en el mercado laboral generan efectos en otras variables macroeconómicas, como por ejemplo en el consumo y la recaudación tributaria, puesto que al diferenciar ingresos, las mujeres (grupo poblacional mayoritario) poseen menor poder adquisitivo en comparación a los hombres, por tanto su consumo y consecuente tributación al Gobierno vía impuesto sobre ventas se ve reducida. Asimismo, es un detonante para mayores niveles de desigualdad y exclusión social, impactando de tal forma en la calidad de vida de las mujeres, especialmente en aquellas que son jefas de hogar (665,784 mujeres, según datos del INE, 2016).

Según datos del INE, para el año 2016 las personas en condiciones de pobreza representaron un 65.7% de las cuales un 42.5% corresponde a personas en situación de pobreza extrema, a pesar de que durante el periodo 2001-2016 según estimaciones de FOSDEH en base a las liquidaciones presupuestarias de SEFIN se han gastado en nombre de la pobreza, 421 mil millones de lempiras. Aunado a ello, la situación del mercado laboral se ha concentrado

Cuadro 2: Indicadores de Mercado Laboral por Sexo

Fuente: Elaborado por FOSDEH, con datos del Instituto Nacional de Estadística, 2016 (INE).

Ocupación Hombres Mujeres Diferencia

s

Directores y gerentes 17,772.26

11,706.87 6,065.39

Profesionales científicos e intelectuales 15,992.72

14,089.48 1,903.24

Técnicos y profesionales de nivel medio 10,828.97

10,028.41 800.56

Personal de apoyo administrativo 9,220.75 9,789.35 -568.60

Trabajadores de los servicios y vendedores de comercios y mercados 6,492.34 4,240.71 2,251.62 Agricultores y trabajadores calificados agropecuarios forestales y pesqueros 2,716.96 1,133.49 1,583.47

Oficiales, operarios y artesanos de artes mecánicas y de otros oficios 5,801.06 3,343.62 2,457.44

Operadores de instalaciones y máquinas y ensambladores 7,212.12 5,732.87 1,479.25

Ocupaciones elementales 2,971.08 3,237.86 -266.78

Ocupaciones militares 15,905.75 0.00 15,905.75

Ocupaciones NO especificadas 1,681.25 12,533.12 -10,851.87

NS/NR 0 0 0

en la promoción y fortalecimiento de empleos “precarios”, de tal forma, que del total de asalariados en Honduras; el 71.6% (1,313935 personas) recibe por debajo de un salario mínimo.

Adicionalmente por efecto inflacionario el lempira de hoy tiene un poder de compra de solo 33 centavos comparado a 1.00 Lempira del año base 2000, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Banco Central de Honduras.

Esta situación, evidencia la precariedad socioeconómica existente en el país, lo cual se agrava cuando se analiza con enfoque de género. Puesto que las mujeres enfrentan esta situación de manera doble. Es decir, que sumado a las desventajas socioeconómicas de la mujer, por su naturaleza misma, tambien se enfrenta a las condiciones sociales y económicas decadentes imperantes en el país. Un ejemplo de ello, es con respecto al desempleo, la tasa de desempleo en el país, para el año 2016 fue de 7.4; desglosando por sexo, para el caso de las mujeres esta tasa es superior (10.7) al promedio nacional y a la tasa de desempleo para los hombres (5.1). En términos regionales, la tasa de desempleo para los hombres en el área urbana es de 7.6 y para las mujeres es de 10.6, en el área rural la brecha es aún más pronunciada la tasa de desempleo para el caso de los hombres es de 2.6 y para las mujeres es de 11.0. Las significativas diferencias en el área rural surgen por la prevalencia de actividades económicas como la agricultura, ganadería y silvicultura, las cuales tradicionalmente se han venido realizando por hombres, por tanto, las oportunidades de acceso a un trabajo remunerado en las zonas rurales, para el caso de las mujeres son escasas.

En este contexto, el enfoque de género es un asunto que amerita un tratamiento integral, es fundamental hacer articulaciones entre políticas económicas y sociales con análisis exhaustivos sobre los impactos y beneficios para la población, de manera diferencial

entre hombres y mujeres. El asunto no se trata de hacer divisiones o segmentar la población antojadizamente, sino considerar que las necesidades de las mujeres no son iguales a las de los hombres en varios aspectos; para poner un ejemplo citaremos el caso de la atención médica, existen enfermedades estados que son exclusivos de la mujer, un caso de ello es el embarazo, en esta línea, deben existir programas y proyectos encaminados al control de mujeres embarazadas antes, durante y después del proceso, a nivel nacional, facultad que corresponde a la secretaria de salud, quien tendrá que realizar estos mandatos utilizando el presupuesto que se le asigne. Resaltar en este sentido, que además de asignársele recursos a programas de esta índole, tambien debe realizarse análisis de resultados, puesto que no solamente se trata de dar atención médica a mujeres embarazadas, sino de analizar el impacto de esas atenciones utilizando determinados indicadores, en este caso nos preguntaríamos ¿Se redujo la tasa de mortalidad materna en comparación a años anteriores? ¿Cuántos bebes nacieron sanos en comparación a otros años? etc. De esta forma se mediría la eficiencia de los recursos asignados a un determinado proyecto o programa público enfocado en atención médica materna, por ejemplo.

Y así como hay casos específicos en los que debe darse tratamiento diferenciado a las mujeres en el sector de salud, lo hay para sectores como educación, seguridad, inversión social, migración etc. Debido a ello, el análisis de asignación de recursos presupuestarios institucionales debe contemplar la desagregación por género y el análisis de impacto por el uso de dichos recursos.

Referencias de Género en el Presupuesto General de la República

En las leyes que rigen al Presupuesto General de la República el enfoque de género es un tema ausente, la Constitución de la República y la Ley Orgánica del Presupuesto no hacen referencia en ninguno de sus artículos sobre la consideración de género al momento de formular, aprobar, ejecutar, dar seguimiento y liquidar

los recursos presupuestarios.

En el artículo 205, inciso 32 y 33 de la Constitución de la República se expresa lo siguiente: “Aprobar anualmente el Presupuesto General de Ingresos y Egresos tomando como base el proyecto que remita el Poder Ejecutivo, debidamente desglosado y resolver sobre su modificación”.

“Aprobar anualmente los Presupuestos debidamente desglosados de Ingresos y Egresos de las Instituciones Descentralizadas”.

El mandato de la Constitución de la República, respecto al Presupuesto General de Ingresos y Egresos no discrimina género, habla sobre desglose del presupuesto, pero no especifica en que aspectos. Sin embargo, en las disposiciones generales del presupuesto (En teoría, es una ley derivada de lo dispuesto en la Constitución de la República y la Ley Orgánica de Presupuesto) para los ejercicios fiscales 2015, 2016, 2017 y 2018, se hace referencia al enfoque de género.

Citando las disposiciones generales de presupuesto para el ejercicio fiscal 2018, el enfoque de género se centra en los artículos 9, 87 y 125.

Articulo 9.- El Presupuesto de Género es una herramienta democrática de acción afirmativa en la asignación de recursos destinados para poner en marcha acciones para cerrar la brecha de discriminación entre hombres y mujeres garantizando que los fondos sean empleados de manera ecuánime desde la óptica de género. El Estado para poder lograr la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres impulsará, de manera transversal, la aplicación del II Plan de Igualdad y Equidad de Género en Honduras 2010- 2022 (II PIEGH) y el plan nacional contra la violencia hacia las mujeres 2014-2022, a través de la 18 incorporación de la perspectiva de género, en el diseño, implementación, y evaluación de políticas, planes y presupuestos de la Administración Pública. El Instituto Nacional de la Mujer

aplicará anualmente el índice de inversión de equidad de género, como un mecanismo de monitoreo y evaluación de la gestión pública en materia de equidad de género. Para este fin las instituciones del Estado deben presentar un informe sobre su asignación y ejecución presupuestaria con perspectiva de género. Este Índice se constituirá también en un mecanismo de estímulo para las entidades públicas que cumplan con las metas y planes de equidad de género, ya sea a través de la ampliación de techo presupuestario o evitando recortes al presupuesto a aquellas instituciones que reporten mayor inversión en género en el siguiente ejercicio fiscal. La Comisión Legislativa de Presupuesto en coordinación con la Comisión Legislativa de Equidad de Género del Congreso Nacional y el INAM, realizarán un monitoreo semestral de la ejecución de gastos de la gestión pública en materia de equidad de género, a través de las audiencias públicas. Para tal efecto, las dependencias y entidades estatales serán convocadas a dichas audiencias públicas y tendrán la responsabilidad de preparar los informes sobre su inversión a favor de los derechos de las mujeres y la equidad de género. Esta disposición es general a todas las entidades del Estado, sin embargo, las audiencias específicas de género tendrán énfasis en instituciones como: Gabinetes de Conducción y Regulación Económica, Protección Social, Seguridad y Defensa, Gobernabilidad y Descentralización, así como para el Ministerio Publico y Poder Judicial La Comisión de Equidad de Género del Congreso Nacional coordinará este proceso con el INAM y representantes de Organizaciones de Mujeres de la Sociedad Civil.

Artículo 87: Se autoriza a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas para que a través de la Dirección General de Inversiones Públicas considere como parte del proceso de priorización de nuevas inversiones, indicadores de gestión integral del riesgo de desastres, cambio climático, equidad de género, programas específicos dirigidos a mujeres y derechos humanos, así como las prioridades establecidas en los Planes de Desarrollo Regional, para propiciar un desarrollo más equilibrado entre las regiones de la Visión de País y acorde a las potencialidades naturales, culturales y

sociales del territorio y su enfoque en los cuatro (4) propósitos del plan de todos para una vida mejor.

Artículo 125: Los salarios de los empleados y funcionarios de las Instituciones de la Administración Descentralizada y Entes Desconcentrados, ya sean de carácter permanente, por contrato o cualquier otra modalidad que ingresen al servicio público durante la vigencia del presente Decreto, deben guardar relación con las remuneraciones que devengan los de igual categoría en la Administración Central. Para efectuar el seguimiento y monitoreo de los sueldos y salarios, de las Instituciones de la Administración Descentralizada y los Entes Desconcentrados sin excepción alguna, deben enviar a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas, la planilla completa que contenga al personal permanente, de confianza, temporal y por jornal, dentro de los quince (15) días siguientes al vencimiento de cada trimestre. Asimismo para efectos estadísticos y de control, las Instituciones Descentralizadas deben enviar mensualmente la relación de personal en los formatos proporcionados a la Dirección General de Presupuesto y a la Dirección General de Instituciones Descentralizadas desglosado en sus distintas 57 categorías y clasificadas por género, dicha relación deberá ser consistente con los datos ingresados por la institución en el Sistema de Registro y Control de Servidores Públicos (SIREP).

Pero en la práctica… ¿Se realizan estos mandatos?

A lo largo del documento se ha hablado de brechas, pues en ese sentido las brechas tambien son manifiestas en lo que dicen las leyes y lo que realmente se hace. Lo contemplado en las disposiciones generales respecto a género no se cumple del todo o su cumplimiento es discrecional. Respecto al artículo 9 de las disposiciones 2018 sobre las audiencias públicas enmarcadas en el monitoreo semestral de ejecución de recursos públicos con enfoque de género, no existe información sobre el desarrollo de tales audiencias públicas. El Congreso Nacional anualmente realiza audiencias a la etapa de ejecución presupuestaria de algunas instituciones públicas, pero de manera general y sin información

amplia o desagregada, asimismo estos espacios son selectivos en audiencia y carecen de debates analíticos a profundidad.

Enfatizando en el artículo 87 de las Disposiciones Generales, sobre la inclusión de género en la inversión pública, cabe señalar que el programa de inversión tanto para el ejercicio fiscal 2017 como para el 2018, contempla algunos programas enfocados en atención a mujeres, niñez y jóvenes (se consideran estos programas en este análisis porque las mujeres están dentro de los beneficiarios). Sin embargo, realmente solo el Programa “Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)” es exclusivo para las mujeres.

El Programa de Inversión Pública para el año 2017, tiene un presupuesto aprobado de 16, 549,987,543, lempiras de dicho monto el 0.5% se destina a programas de asistencia social para mujeres, niñez y juventud y un 0.4% se destina exclusivamente al programa Ciudad Mujer.

Los proyectos enfocados en mujeres niñez y jóvenes representan un 1% del monto total del programa de inversión pública (13, 319, 043,521 lempiras) formulado por el Ejecutivo para el año 2018, en términos porcentuales supera lo aprobado en 2017, sin embargo, este incremento viene dado por la reducción del programa de inversión pública para el 2018. (Matemáticamente al reducir el denominador el resultado % se incrementa). En este sentido, los recursos asignados a estos programas son iguales en comparación a lo asignado en 2017.

Con respecto al programa “Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)”, para el año 2018 presenta un incremento presupuestario de 131,267,139 lempiras respecto al año 2017 (0.5% de la inversión total)

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Las brechas existentes entre hombres y mujeres en el mercado laboral generan efectos en otras variables macroeconómicas, como por ejemplo en el consumo y la recaudación tributaria, puesto que al diferenciar ingresos, las mujeres (grupo poblacional mayoritario) poseen menor poder adquisitivo en comparación a los hombres, por tanto su consumo y consecuente tributación al Gobierno vía impuesto sobre ventas se ve reducida. Asimismo, es un detonante para mayores niveles de desigualdad y exclusión social, impactando de tal forma en la calidad de vida de las mujeres, especialmente en aquellas que son jefas de hogar (665,784 mujeres, según datos del INE, 2016).

Según datos del INE, para el año 2016 las personas en condiciones de pobreza representaron un 65.7% de las cuales un 42.5% corresponde a personas en situación de pobreza extrema, a pesar de que durante el periodo 2001-2016 según estimaciones de FOSDEH en base a las liquidaciones presupuestarias de SEFIN se han gastado en nombre de la pobreza, 421 mil millones de lempiras. Aunado a ello, la situación del mercado laboral se ha concentrado

2. FOSDEH, 2017. Seguimiento y monitoreo al gasto público en el proceso electoral. http://www.fosdeh.com/wp-content/uploads/2017/09/2017-fosdeh-n26-monitoreo-gasto-publico.pdf

en la promoción y fortalecimiento de empleos “precarios”, de tal forma, que del total de asalariados en Honduras; el 71.6% (1,313935 personas) recibe por debajo de un salario mínimo.

Adicionalmente por efecto inflacionario el lempira de hoy tiene un poder de compra de solo 33 centavos comparado a 1.00 Lempira del año base 2000, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Banco Central de Honduras.

Esta situación, evidencia la precariedad socioeconómica existente en el país, lo cual se agrava cuando se analiza con enfoque de género. Puesto que las mujeres enfrentan esta situación de manera doble. Es decir, que sumado a las desventajas socioeconómicas de la mujer, por su naturaleza misma, tambien se enfrenta a las condiciones sociales y económicas decadentes imperantes en el país. Un ejemplo de ello, es con respecto al desempleo, la tasa de desempleo en el país, para el año 2016 fue de 7.4; desglosando por sexo, para el caso de las mujeres esta tasa es superior (10.7) al promedio nacional y a la tasa de desempleo para los hombres (5.1). En términos regionales, la tasa de desempleo para los hombres en el área urbana es de 7.6 y para las mujeres es de 10.6, en el área rural la brecha es aún más pronunciada la tasa de desempleo para el caso de los hombres es de 2.6 y para las mujeres es de 11.0. Las significativas diferencias en el área rural surgen por la prevalencia de actividades económicas como la agricultura, ganadería y silvicultura, las cuales tradicionalmente se han venido realizando por hombres, por tanto, las oportunidades de acceso a un trabajo remunerado en las zonas rurales, para el caso de las mujeres son escasas.

En este contexto, el enfoque de género es un asunto que amerita un tratamiento integral, es fundamental hacer articulaciones entre políticas económicas y sociales con análisis exhaustivos sobre los impactos y beneficios para la población, de manera diferencial

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entre hombres y mujeres. El asunto no se trata de hacer divisiones o segmentar la población antojadizamente, sino considerar que las necesidades de las mujeres no son iguales a las de los hombres en varios aspectos; para poner un ejemplo citaremos el caso de la atención médica, existen enfermedades estados que son exclusivos de la mujer, un caso de ello es el embarazo, en esta línea, deben existir programas y proyectos encaminados al control de mujeres embarazadas antes, durante y después del proceso, a nivel nacional, facultad que corresponde a la secretaria de salud, quien tendrá que realizar estos mandatos utilizando el presupuesto que se le asigne. Resaltar en este sentido, que además de asignársele recursos a programas de esta índole, tambien debe realizarse análisis de resultados, puesto que no solamente se trata de dar atención médica a mujeres embarazadas, sino de analizar el impacto de esas atenciones utilizando determinados indicadores, en este caso nos preguntaríamos ¿Se redujo la tasa de mortalidad materna en comparación a años anteriores? ¿Cuántos bebes nacieron sanos en comparación a otros años? etc. De esta forma se mediría la eficiencia de los recursos asignados a un determinado proyecto o programa público enfocado en atención médica materna, por ejemplo.

Y así como hay casos específicos en los que debe darse tratamiento diferenciado a las mujeres en el sector de salud, lo hay para sectores como educación, seguridad, inversión social, migración etc. Debido a ello, el análisis de asignación de recursos presupuestarios institucionales debe contemplar la desagregación por género y el análisis de impacto por el uso de dichos recursos.

Referencias de Género en el Presupuesto General de la República

En las leyes que rigen al Presupuesto General de la República el enfoque de género es un tema ausente, la Constitución de la República y la Ley Orgánica del Presupuesto no hacen referencia en ninguno de sus artículos sobre la consideración de género al momento de formular, aprobar, ejecutar, dar seguimiento y liquidar

los recursos presupuestarios.

En el artículo 205, inciso 32 y 33 de la Constitución de la República se expresa lo siguiente: “Aprobar anualmente el Presupuesto General de Ingresos y Egresos tomando como base el proyecto que remita el Poder Ejecutivo, debidamente desglosado y resolver sobre su modificación”.

“Aprobar anualmente los Presupuestos debidamente desglosados de Ingresos y Egresos de las Instituciones Descentralizadas”.

El mandato de la Constitución de la República, respecto al Presupuesto General de Ingresos y Egresos no discrimina género, habla sobre desglose del presupuesto, pero no especifica en que aspectos. Sin embargo, en las disposiciones generales del presupuesto (En teoría, es una ley derivada de lo dispuesto en la Constitución de la República y la Ley Orgánica de Presupuesto) para los ejercicios fiscales 2015, 2016, 2017 y 2018, se hace referencia al enfoque de género.

Citando las disposiciones generales de presupuesto para el ejercicio fiscal 2018, el enfoque de género se centra en los artículos 9, 87 y 125.

Articulo 9.- El Presupuesto de Género es una herramienta democrática de acción afirmativa en la asignación de recursos destinados para poner en marcha acciones para cerrar la brecha de discriminación entre hombres y mujeres garantizando que los fondos sean empleados de manera ecuánime desde la óptica de género. El Estado para poder lograr la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres impulsará, de manera transversal, la aplicación del II Plan de Igualdad y Equidad de Género en Honduras 2010- 2022 (II PIEGH) y el plan nacional contra la violencia hacia las mujeres 2014-2022, a través de la 18 incorporación de la perspectiva de género, en el diseño, implementación, y evaluación de políticas, planes y presupuestos de la Administración Pública. El Instituto Nacional de la Mujer

aplicará anualmente el índice de inversión de equidad de género, como un mecanismo de monitoreo y evaluación de la gestión pública en materia de equidad de género. Para este fin las instituciones del Estado deben presentar un informe sobre su asignación y ejecución presupuestaria con perspectiva de género. Este Índice se constituirá también en un mecanismo de estímulo para las entidades públicas que cumplan con las metas y planes de equidad de género, ya sea a través de la ampliación de techo presupuestario o evitando recortes al presupuesto a aquellas instituciones que reporten mayor inversión en género en el siguiente ejercicio fiscal. La Comisión Legislativa de Presupuesto en coordinación con la Comisión Legislativa de Equidad de Género del Congreso Nacional y el INAM, realizarán un monitoreo semestral de la ejecución de gastos de la gestión pública en materia de equidad de género, a través de las audiencias públicas. Para tal efecto, las dependencias y entidades estatales serán convocadas a dichas audiencias públicas y tendrán la responsabilidad de preparar los informes sobre su inversión a favor de los derechos de las mujeres y la equidad de género. Esta disposición es general a todas las entidades del Estado, sin embargo, las audiencias específicas de género tendrán énfasis en instituciones como: Gabinetes de Conducción y Regulación Económica, Protección Social, Seguridad y Defensa, Gobernabilidad y Descentralización, así como para el Ministerio Publico y Poder Judicial La Comisión de Equidad de Género del Congreso Nacional coordinará este proceso con el INAM y representantes de Organizaciones de Mujeres de la Sociedad Civil.

Artículo 87: Se autoriza a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas para que a través de la Dirección General de Inversiones Públicas considere como parte del proceso de priorización de nuevas inversiones, indicadores de gestión integral del riesgo de desastres, cambio climático, equidad de género, programas específicos dirigidos a mujeres y derechos humanos, así como las prioridades establecidas en los Planes de Desarrollo Regional, para propiciar un desarrollo más equilibrado entre las regiones de la Visión de País y acorde a las potencialidades naturales, culturales y

sociales del territorio y su enfoque en los cuatro (4) propósitos del plan de todos para una vida mejor.

Artículo 125: Los salarios de los empleados y funcionarios de las Instituciones de la Administración Descentralizada y Entes Desconcentrados, ya sean de carácter permanente, por contrato o cualquier otra modalidad que ingresen al servicio público durante la vigencia del presente Decreto, deben guardar relación con las remuneraciones que devengan los de igual categoría en la Administración Central. Para efectuar el seguimiento y monitoreo de los sueldos y salarios, de las Instituciones de la Administración Descentralizada y los Entes Desconcentrados sin excepción alguna, deben enviar a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas, la planilla completa que contenga al personal permanente, de confianza, temporal y por jornal, dentro de los quince (15) días siguientes al vencimiento de cada trimestre. Asimismo para efectos estadísticos y de control, las Instituciones Descentralizadas deben enviar mensualmente la relación de personal en los formatos proporcionados a la Dirección General de Presupuesto y a la Dirección General de Instituciones Descentralizadas desglosado en sus distintas 57 categorías y clasificadas por género, dicha relación deberá ser consistente con los datos ingresados por la institución en el Sistema de Registro y Control de Servidores Públicos (SIREP).

Pero en la práctica… ¿Se realizan estos mandatos?

A lo largo del documento se ha hablado de brechas, pues en ese sentido las brechas tambien son manifiestas en lo que dicen las leyes y lo que realmente se hace. Lo contemplado en las disposiciones generales respecto a género no se cumple del todo o su cumplimiento es discrecional. Respecto al artículo 9 de las disposiciones 2018 sobre las audiencias públicas enmarcadas en el monitoreo semestral de ejecución de recursos públicos con enfoque de género, no existe información sobre el desarrollo de tales audiencias públicas. El Congreso Nacional anualmente realiza audiencias a la etapa de ejecución presupuestaria de algunas instituciones públicas, pero de manera general y sin información

amplia o desagregada, asimismo estos espacios son selectivos en audiencia y carecen de debates analíticos a profundidad.

Enfatizando en el artículo 87 de las Disposiciones Generales, sobre la inclusión de género en la inversión pública, cabe señalar que el programa de inversión tanto para el ejercicio fiscal 2017 como para el 2018, contempla algunos programas enfocados en atención a mujeres, niñez y jóvenes (se consideran estos programas en este análisis porque las mujeres están dentro de los beneficiarios). Sin embargo, realmente solo el Programa “Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)” es exclusivo para las mujeres.

El Programa de Inversión Pública para el año 2017, tiene un presupuesto aprobado de 16, 549,987,543, lempiras de dicho monto el 0.5% se destina a programas de asistencia social para mujeres, niñez y juventud y un 0.4% se destina exclusivamente al programa Ciudad Mujer.

Los proyectos enfocados en mujeres niñez y jóvenes representan un 1% del monto total del programa de inversión pública (13, 319, 043,521 lempiras) formulado por el Ejecutivo para el año 2018, en términos porcentuales supera lo aprobado en 2017, sin embargo, este incremento viene dado por la reducción del programa de inversión pública para el 2018. (Matemáticamente al reducir el denominador el resultado % se incrementa). En este sentido, los recursos asignados a estos programas son iguales en comparación a lo asignado en 2017.

Con respecto al programa “Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)”, para el año 2018 presenta un incremento presupuestario de 131,267,139 lempiras respecto al año 2017 (0.5% de la inversión total)

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Las brechas existentes entre hombres y mujeres en el mercado laboral generan efectos en otras variables macroeconómicas, como por ejemplo en el consumo y la recaudación tributaria, puesto que al diferenciar ingresos, las mujeres (grupo poblacional mayoritario) poseen menor poder adquisitivo en comparación a los hombres, por tanto su consumo y consecuente tributación al Gobierno vía impuesto sobre ventas se ve reducida. Asimismo, es un detonante para mayores niveles de desigualdad y exclusión social, impactando de tal forma en la calidad de vida de las mujeres, especialmente en aquellas que son jefas de hogar (665,784 mujeres, según datos del INE, 2016).

Según datos del INE, para el año 2016 las personas en condiciones de pobreza representaron un 65.7% de las cuales un 42.5% corresponde a personas en situación de pobreza extrema, a pesar de que durante el periodo 2001-2016 según estimaciones de FOSDEH en base a las liquidaciones presupuestarias de SEFIN se han gastado en nombre de la pobreza, 421 mil millones de lempiras. Aunado a ello, la situación del mercado laboral se ha concentrado

en la promoción y fortalecimiento de empleos “precarios”, de tal forma, que del total de asalariados en Honduras; el 71.6% (1,313935 personas) recibe por debajo de un salario mínimo.

Adicionalmente por efecto inflacionario el lempira de hoy tiene un poder de compra de solo 33 centavos comparado a 1.00 Lempira del año base 2000, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Banco Central de Honduras.

Esta situación, evidencia la precariedad socioeconómica existente en el país, lo cual se agrava cuando se analiza con enfoque de género. Puesto que las mujeres enfrentan esta situación de manera doble. Es decir, que sumado a las desventajas socioeconómicas de la mujer, por su naturaleza misma, tambien se enfrenta a las condiciones sociales y económicas decadentes imperantes en el país. Un ejemplo de ello, es con respecto al desempleo, la tasa de desempleo en el país, para el año 2016 fue de 7.4; desglosando por sexo, para el caso de las mujeres esta tasa es superior (10.7) al promedio nacional y a la tasa de desempleo para los hombres (5.1). En términos regionales, la tasa de desempleo para los hombres en el área urbana es de 7.6 y para las mujeres es de 10.6, en el área rural la brecha es aún más pronunciada la tasa de desempleo para el caso de los hombres es de 2.6 y para las mujeres es de 11.0. Las significativas diferencias en el área rural surgen por la prevalencia de actividades económicas como la agricultura, ganadería y silvicultura, las cuales tradicionalmente se han venido realizando por hombres, por tanto, las oportunidades de acceso a un trabajo remunerado en las zonas rurales, para el caso de las mujeres son escasas.

En este contexto, el enfoque de género es un asunto que amerita un tratamiento integral, es fundamental hacer articulaciones entre políticas económicas y sociales con análisis exhaustivos sobre los impactos y beneficios para la población, de manera diferencial

entre hombres y mujeres. El asunto no se trata de hacer divisiones o segmentar la población antojadizamente, sino considerar que las necesidades de las mujeres no son iguales a las de los hombres en varios aspectos; para poner un ejemplo citaremos el caso de la atención médica, existen enfermedades estados que son exclusivos de la mujer, un caso de ello es el embarazo, en esta línea, deben existir programas y proyectos encaminados al control de mujeres embarazadas antes, durante y después del proceso, a nivel nacional, facultad que corresponde a la secretaria de salud, quien tendrá que realizar estos mandatos utilizando el presupuesto que se le asigne. Resaltar en este sentido, que además de asignársele recursos a programas de esta índole, tambien debe realizarse análisis de resultados, puesto que no solamente se trata de dar atención médica a mujeres embarazadas, sino de analizar el impacto de esas atenciones utilizando determinados indicadores, en este caso nos preguntaríamos ¿Se redujo la tasa de mortalidad materna en comparación a años anteriores? ¿Cuántos bebes nacieron sanos en comparación a otros años? etc. De esta forma se mediría la eficiencia de los recursos asignados a un determinado proyecto o programa público enfocado en atención médica materna, por ejemplo.

Y así como hay casos específicos en los que debe darse tratamiento diferenciado a las mujeres en el sector de salud, lo hay para sectores como educación, seguridad, inversión social, migración etc. Debido a ello, el análisis de asignación de recursos presupuestarios institucionales debe contemplar la desagregación por género y el análisis de impacto por el uso de dichos recursos.

Referencias de Género en el Presupuesto General de la República

En las leyes que rigen al Presupuesto General de la República el enfoque de género es un tema ausente, la Constitución de la República y la Ley Orgánica del Presupuesto no hacen referencia en ninguno de sus artículos sobre la consideración de género al momento de formular, aprobar, ejecutar, dar seguimiento y liquidar

los recursos presupuestarios.

En el artículo 205, inciso 32 y 33 de la Constitución de la República se expresa lo siguiente: “Aprobar anualmente el Presupuesto General de Ingresos y Egresos tomando como base el proyecto que remita el Poder Ejecutivo, debidamente desglosado y resolver sobre su modificación”.

“Aprobar anualmente los Presupuestos debidamente desglosados de Ingresos y Egresos de las Instituciones Descentralizadas”.

El mandato de la Constitución de la República, respecto al Presupuesto General de Ingresos y Egresos no discrimina género, habla sobre desglose del presupuesto, pero no especifica en que aspectos. Sin embargo, en las disposiciones generales del presupuesto (En teoría, es una ley derivada de lo dispuesto en la Constitución de la República y la Ley Orgánica de Presupuesto) para los ejercicios fiscales 2015, 2016, 2017 y 2018, se hace referencia al enfoque de género.

Citando las disposiciones generales de presupuesto para el ejercicio fiscal 2018, el enfoque de género se centra en los artículos 9, 87 y 125.

Articulo 9.- El Presupuesto de Género es una herramienta democrática de acción afirmativa en la asignación de recursos destinados para poner en marcha acciones para cerrar la brecha de discriminación entre hombres y mujeres garantizando que los fondos sean empleados de manera ecuánime desde la óptica de género. El Estado para poder lograr la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres impulsará, de manera transversal, la aplicación del II Plan de Igualdad y Equidad de Género en Honduras 2010- 2022 (II PIEGH) y el plan nacional contra la violencia hacia las mujeres 2014-2022, a través de la 18 incorporación de la perspectiva de género, en el diseño, implementación, y evaluación de políticas, planes y presupuestos de la Administración Pública. El Instituto Nacional de la Mujer

aplicará anualmente el índice de inversión de equidad de género, como un mecanismo de monitoreo y evaluación de la gestión pública en materia de equidad de género. Para este fin las instituciones del Estado deben presentar un informe sobre su asignación y ejecución presupuestaria con perspectiva de género. Este Índice se constituirá también en un mecanismo de estímulo para las entidades públicas que cumplan con las metas y planes de equidad de género, ya sea a través de la ampliación de techo presupuestario o evitando recortes al presupuesto a aquellas instituciones que reporten mayor inversión en género en el siguiente ejercicio fiscal. La Comisión Legislativa de Presupuesto en coordinación con la Comisión Legislativa de Equidad de Género del Congreso Nacional y el INAM, realizarán un monitoreo semestral de la ejecución de gastos de la gestión pública en materia de equidad de género, a través de las audiencias públicas. Para tal efecto, las dependencias y entidades estatales serán convocadas a dichas audiencias públicas y tendrán la responsabilidad de preparar los informes sobre su inversión a favor de los derechos de las mujeres y la equidad de género. Esta disposición es general a todas las entidades del Estado, sin embargo, las audiencias específicas de género tendrán énfasis en instituciones como: Gabinetes de Conducción y Regulación Económica, Protección Social, Seguridad y Defensa, Gobernabilidad y Descentralización, así como para el Ministerio Publico y Poder Judicial La Comisión de Equidad de Género del Congreso Nacional coordinará este proceso con el INAM y representantes de Organizaciones de Mujeres de la Sociedad Civil.

Artículo 87: Se autoriza a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas para que a través de la Dirección General de Inversiones Públicas considere como parte del proceso de priorización de nuevas inversiones, indicadores de gestión integral del riesgo de desastres, cambio climático, equidad de género, programas específicos dirigidos a mujeres y derechos humanos, así como las prioridades establecidas en los Planes de Desarrollo Regional, para propiciar un desarrollo más equilibrado entre las regiones de la Visión de País y acorde a las potencialidades naturales, culturales y

sociales del territorio y su enfoque en los cuatro (4) propósitos del plan de todos para una vida mejor.

Artículo 125: Los salarios de los empleados y funcionarios de las Instituciones de la Administración Descentralizada y Entes Desconcentrados, ya sean de carácter permanente, por contrato o cualquier otra modalidad que ingresen al servicio público durante la vigencia del presente Decreto, deben guardar relación con las remuneraciones que devengan los de igual categoría en la Administración Central. Para efectuar el seguimiento y monitoreo de los sueldos y salarios, de las Instituciones de la Administración Descentralizada y los Entes Desconcentrados sin excepción alguna, deben enviar a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas, la planilla completa que contenga al personal permanente, de confianza, temporal y por jornal, dentro de los quince (15) días siguientes al vencimiento de cada trimestre. Asimismo para efectos estadísticos y de control, las Instituciones Descentralizadas deben enviar mensualmente la relación de personal en los formatos proporcionados a la Dirección General de Presupuesto y a la Dirección General de Instituciones Descentralizadas desglosado en sus distintas 57 categorías y clasificadas por género, dicha relación deberá ser consistente con los datos ingresados por la institución en el Sistema de Registro y Control de Servidores Públicos (SIREP).

Pero en la práctica… ¿Se realizan estos mandatos?

A lo largo del documento se ha hablado de brechas, pues en ese sentido las brechas tambien son manifiestas en lo que dicen las leyes y lo que realmente se hace. Lo contemplado en las disposiciones generales respecto a género no se cumple del todo o su cumplimiento es discrecional. Respecto al artículo 9 de las disposiciones 2018 sobre las audiencias públicas enmarcadas en el monitoreo semestral de ejecución de recursos públicos con enfoque de género, no existe información sobre el desarrollo de tales audiencias públicas. El Congreso Nacional anualmente realiza audiencias a la etapa de ejecución presupuestaria de algunas instituciones públicas, pero de manera general y sin información

amplia o desagregada, asimismo estos espacios son selectivos en audiencia y carecen de debates analíticos a profundidad.

Enfatizando en el artículo 87 de las Disposiciones Generales, sobre la inclusión de género en la inversión pública, cabe señalar que el programa de inversión tanto para el ejercicio fiscal 2017 como para el 2018, contempla algunos programas enfocados en atención a mujeres, niñez y jóvenes (se consideran estos programas en este análisis porque las mujeres están dentro de los beneficiarios). Sin embargo, realmente solo el Programa “Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)” es exclusivo para las mujeres.

El Programa de Inversión Pública para el año 2017, tiene un presupuesto aprobado de 16, 549,987,543, lempiras de dicho monto el 0.5% se destina a programas de asistencia social para mujeres, niñez y juventud y un 0.4% se destina exclusivamente al programa Ciudad Mujer.

Los proyectos enfocados en mujeres niñez y jóvenes representan un 1% del monto total del programa de inversión pública (13, 319, 043,521 lempiras) formulado por el Ejecutivo para el año 2018, en términos porcentuales supera lo aprobado en 2017, sin embargo, este incremento viene dado por la reducción del programa de inversión pública para el 2018. (Matemáticamente al reducir el denominador el resultado % se incrementa). En este sentido, los recursos asignados a estos programas son iguales en comparación a lo asignado en 2017.

Con respecto al programa “Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)”, para el año 2018 presenta un incremento presupuestario de 131,267,139 lempiras respecto al año 2017 (0.5% de la inversión total)

Page 11: Una visión de género a la política presupuestaria - … · fb: Facebook/fosdeh Twitter: @fosdeh. Índice Introducción 1 ... manera diferenciada, esperando impactos positivos diferenciados,

Las brechas existentes entre hombres y mujeres en el mercado laboral generan efectos en otras variables macroeconómicas, como por ejemplo en el consumo y la recaudación tributaria, puesto que al diferenciar ingresos, las mujeres (grupo poblacional mayoritario) poseen menor poder adquisitivo en comparación a los hombres, por tanto su consumo y consecuente tributación al Gobierno vía impuesto sobre ventas se ve reducida. Asimismo, es un detonante para mayores niveles de desigualdad y exclusión social, impactando de tal forma en la calidad de vida de las mujeres, especialmente en aquellas que son jefas de hogar (665,784 mujeres, según datos del INE, 2016).

Según datos del INE, para el año 2016 las personas en condiciones de pobreza representaron un 65.7% de las cuales un 42.5% corresponde a personas en situación de pobreza extrema, a pesar de que durante el periodo 2001-2016 según estimaciones de FOSDEH en base a las liquidaciones presupuestarias de SEFIN se han gastado en nombre de la pobreza, 421 mil millones de lempiras. Aunado a ello, la situación del mercado laboral se ha concentrado

en la promoción y fortalecimiento de empleos “precarios”, de tal forma, que del total de asalariados en Honduras; el 71.6% (1,313935 personas) recibe por debajo de un salario mínimo.

Adicionalmente por efecto inflacionario el lempira de hoy tiene un poder de compra de solo 33 centavos comparado a 1.00 Lempira del año base 2000, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Banco Central de Honduras.

Esta situación, evidencia la precariedad socioeconómica existente en el país, lo cual se agrava cuando se analiza con enfoque de género. Puesto que las mujeres enfrentan esta situación de manera doble. Es decir, que sumado a las desventajas socioeconómicas de la mujer, por su naturaleza misma, tambien se enfrenta a las condiciones sociales y económicas decadentes imperantes en el país. Un ejemplo de ello, es con respecto al desempleo, la tasa de desempleo en el país, para el año 2016 fue de 7.4; desglosando por sexo, para el caso de las mujeres esta tasa es superior (10.7) al promedio nacional y a la tasa de desempleo para los hombres (5.1). En términos regionales, la tasa de desempleo para los hombres en el área urbana es de 7.6 y para las mujeres es de 10.6, en el área rural la brecha es aún más pronunciada la tasa de desempleo para el caso de los hombres es de 2.6 y para las mujeres es de 11.0. Las significativas diferencias en el área rural surgen por la prevalencia de actividades económicas como la agricultura, ganadería y silvicultura, las cuales tradicionalmente se han venido realizando por hombres, por tanto, las oportunidades de acceso a un trabajo remunerado en las zonas rurales, para el caso de las mujeres son escasas.

En este contexto, el enfoque de género es un asunto que amerita un tratamiento integral, es fundamental hacer articulaciones entre políticas económicas y sociales con análisis exhaustivos sobre los impactos y beneficios para la población, de manera diferencial

entre hombres y mujeres. El asunto no se trata de hacer divisiones o segmentar la población antojadizamente, sino considerar que las necesidades de las mujeres no son iguales a las de los hombres en varios aspectos; para poner un ejemplo citaremos el caso de la atención médica, existen enfermedades estados que son exclusivos de la mujer, un caso de ello es el embarazo, en esta línea, deben existir programas y proyectos encaminados al control de mujeres embarazadas antes, durante y después del proceso, a nivel nacional, facultad que corresponde a la secretaria de salud, quien tendrá que realizar estos mandatos utilizando el presupuesto que se le asigne. Resaltar en este sentido, que además de asignársele recursos a programas de esta índole, tambien debe realizarse análisis de resultados, puesto que no solamente se trata de dar atención médica a mujeres embarazadas, sino de analizar el impacto de esas atenciones utilizando determinados indicadores, en este caso nos preguntaríamos ¿Se redujo la tasa de mortalidad materna en comparación a años anteriores? ¿Cuántos bebes nacieron sanos en comparación a otros años? etc. De esta forma se mediría la eficiencia de los recursos asignados a un determinado proyecto o programa público enfocado en atención médica materna, por ejemplo.

Y así como hay casos específicos en los que debe darse tratamiento diferenciado a las mujeres en el sector de salud, lo hay para sectores como educación, seguridad, inversión social, migración etc. Debido a ello, el análisis de asignación de recursos presupuestarios institucionales debe contemplar la desagregación por género y el análisis de impacto por el uso de dichos recursos.

Referencias de Género en el Presupuesto General de la República

En las leyes que rigen al Presupuesto General de la República el enfoque de género es un tema ausente, la Constitución de la República y la Ley Orgánica del Presupuesto no hacen referencia en ninguno de sus artículos sobre la consideración de género al momento de formular, aprobar, ejecutar, dar seguimiento y liquidar

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los recursos presupuestarios.

En el artículo 205, inciso 32 y 33 de la Constitución de la República se expresa lo siguiente: “Aprobar anualmente el Presupuesto General de Ingresos y Egresos tomando como base el proyecto que remita el Poder Ejecutivo, debidamente desglosado y resolver sobre su modificación”.

“Aprobar anualmente los Presupuestos debidamente desglosados de Ingresos y Egresos de las Instituciones Descentralizadas”.

El mandato de la Constitución de la República, respecto al Presupuesto General de Ingresos y Egresos no discrimina género, habla sobre desglose del presupuesto, pero no especifica en que aspectos. Sin embargo, en las disposiciones generales del presupuesto (En teoría, es una ley derivada de lo dispuesto en la Constitución de la República y la Ley Orgánica de Presupuesto) para los ejercicios fiscales 2015, 2016, 2017 y 2018, se hace referencia al enfoque de género.

Citando las disposiciones generales de presupuesto para el ejercicio fiscal 2018, el enfoque de género se centra en los artículos 9, 87 y 125.

Articulo 9.- El Presupuesto de Género es una herramienta democrática de acción afirmativa en la asignación de recursos destinados para poner en marcha acciones para cerrar la brecha de discriminación entre hombres y mujeres garantizando que los fondos sean empleados de manera ecuánime desde la óptica de género. El Estado para poder lograr la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres impulsará, de manera transversal, la aplicación del II Plan de Igualdad y Equidad de Género en Honduras 2010- 2022 (II PIEGH) y el plan nacional contra la violencia hacia las mujeres 2014-2022, a través de la 18 incorporación de la perspectiva de género, en el diseño, implementación, y evaluación de políticas, planes y presupuestos de la Administración Pública. El Instituto Nacional de la Mujer

aplicará anualmente el índice de inversión de equidad de género, como un mecanismo de monitoreo y evaluación de la gestión pública en materia de equidad de género. Para este fin las instituciones del Estado deben presentar un informe sobre su asignación y ejecución presupuestaria con perspectiva de género. Este Índice se constituirá también en un mecanismo de estímulo para las entidades públicas que cumplan con las metas y planes de equidad de género, ya sea a través de la ampliación de techo presupuestario o evitando recortes al presupuesto a aquellas instituciones que reporten mayor inversión en género en el siguiente ejercicio fiscal. La Comisión Legislativa de Presupuesto en coordinación con la Comisión Legislativa de Equidad de Género del Congreso Nacional y el INAM, realizarán un monitoreo semestral de la ejecución de gastos de la gestión pública en materia de equidad de género, a través de las audiencias públicas. Para tal efecto, las dependencias y entidades estatales serán convocadas a dichas audiencias públicas y tendrán la responsabilidad de preparar los informes sobre su inversión a favor de los derechos de las mujeres y la equidad de género. Esta disposición es general a todas las entidades del Estado, sin embargo, las audiencias específicas de género tendrán énfasis en instituciones como: Gabinetes de Conducción y Regulación Económica, Protección Social, Seguridad y Defensa, Gobernabilidad y Descentralización, así como para el Ministerio Publico y Poder Judicial La Comisión de Equidad de Género del Congreso Nacional coordinará este proceso con el INAM y representantes de Organizaciones de Mujeres de la Sociedad Civil.

Artículo 87: Se autoriza a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas para que a través de la Dirección General de Inversiones Públicas considere como parte del proceso de priorización de nuevas inversiones, indicadores de gestión integral del riesgo de desastres, cambio climático, equidad de género, programas específicos dirigidos a mujeres y derechos humanos, así como las prioridades establecidas en los Planes de Desarrollo Regional, para propiciar un desarrollo más equilibrado entre las regiones de la Visión de País y acorde a las potencialidades naturales, culturales y

sociales del territorio y su enfoque en los cuatro (4) propósitos del plan de todos para una vida mejor.

Artículo 125: Los salarios de los empleados y funcionarios de las Instituciones de la Administración Descentralizada y Entes Desconcentrados, ya sean de carácter permanente, por contrato o cualquier otra modalidad que ingresen al servicio público durante la vigencia del presente Decreto, deben guardar relación con las remuneraciones que devengan los de igual categoría en la Administración Central. Para efectuar el seguimiento y monitoreo de los sueldos y salarios, de las Instituciones de la Administración Descentralizada y los Entes Desconcentrados sin excepción alguna, deben enviar a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas, la planilla completa que contenga al personal permanente, de confianza, temporal y por jornal, dentro de los quince (15) días siguientes al vencimiento de cada trimestre. Asimismo para efectos estadísticos y de control, las Instituciones Descentralizadas deben enviar mensualmente la relación de personal en los formatos proporcionados a la Dirección General de Presupuesto y a la Dirección General de Instituciones Descentralizadas desglosado en sus distintas 57 categorías y clasificadas por género, dicha relación deberá ser consistente con los datos ingresados por la institución en el Sistema de Registro y Control de Servidores Públicos (SIREP).

Pero en la práctica… ¿Se realizan estos mandatos?

A lo largo del documento se ha hablado de brechas, pues en ese sentido las brechas tambien son manifiestas en lo que dicen las leyes y lo que realmente se hace. Lo contemplado en las disposiciones generales respecto a género no se cumple del todo o su cumplimiento es discrecional. Respecto al artículo 9 de las disposiciones 2018 sobre las audiencias públicas enmarcadas en el monitoreo semestral de ejecución de recursos públicos con enfoque de género, no existe información sobre el desarrollo de tales audiencias públicas. El Congreso Nacional anualmente realiza audiencias a la etapa de ejecución presupuestaria de algunas instituciones públicas, pero de manera general y sin información

amplia o desagregada, asimismo estos espacios son selectivos en audiencia y carecen de debates analíticos a profundidad.

Enfatizando en el artículo 87 de las Disposiciones Generales, sobre la inclusión de género en la inversión pública, cabe señalar que el programa de inversión tanto para el ejercicio fiscal 2017 como para el 2018, contempla algunos programas enfocados en atención a mujeres, niñez y jóvenes (se consideran estos programas en este análisis porque las mujeres están dentro de los beneficiarios). Sin embargo, realmente solo el Programa “Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)” es exclusivo para las mujeres.

El Programa de Inversión Pública para el año 2017, tiene un presupuesto aprobado de 16, 549,987,543, lempiras de dicho monto el 0.5% se destina a programas de asistencia social para mujeres, niñez y juventud y un 0.4% se destina exclusivamente al programa Ciudad Mujer.

Los proyectos enfocados en mujeres niñez y jóvenes representan un 1% del monto total del programa de inversión pública (13, 319, 043,521 lempiras) formulado por el Ejecutivo para el año 2018, en términos porcentuales supera lo aprobado en 2017, sin embargo, este incremento viene dado por la reducción del programa de inversión pública para el 2018. (Matemáticamente al reducir el denominador el resultado % se incrementa). En este sentido, los recursos asignados a estos programas son iguales en comparación a lo asignado en 2017.

Con respecto al programa “Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)”, para el año 2018 presenta un incremento presupuestario de 131,267,139 lempiras respecto al año 2017 (0.5% de la inversión total)

Page 12: Una visión de género a la política presupuestaria - … · fb: Facebook/fosdeh Twitter: @fosdeh. Índice Introducción 1 ... manera diferenciada, esperando impactos positivos diferenciados,

Las brechas existentes entre hombres y mujeres en el mercado laboral generan efectos en otras variables macroeconómicas, como por ejemplo en el consumo y la recaudación tributaria, puesto que al diferenciar ingresos, las mujeres (grupo poblacional mayoritario) poseen menor poder adquisitivo en comparación a los hombres, por tanto su consumo y consecuente tributación al Gobierno vía impuesto sobre ventas se ve reducida. Asimismo, es un detonante para mayores niveles de desigualdad y exclusión social, impactando de tal forma en la calidad de vida de las mujeres, especialmente en aquellas que son jefas de hogar (665,784 mujeres, según datos del INE, 2016).

Según datos del INE, para el año 2016 las personas en condiciones de pobreza representaron un 65.7% de las cuales un 42.5% corresponde a personas en situación de pobreza extrema, a pesar de que durante el periodo 2001-2016 según estimaciones de FOSDEH en base a las liquidaciones presupuestarias de SEFIN se han gastado en nombre de la pobreza, 421 mil millones de lempiras. Aunado a ello, la situación del mercado laboral se ha concentrado

en la promoción y fortalecimiento de empleos “precarios”, de tal forma, que del total de asalariados en Honduras; el 71.6% (1,313935 personas) recibe por debajo de un salario mínimo.

Adicionalmente por efecto inflacionario el lempira de hoy tiene un poder de compra de solo 33 centavos comparado a 1.00 Lempira del año base 2000, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Banco Central de Honduras.

Esta situación, evidencia la precariedad socioeconómica existente en el país, lo cual se agrava cuando se analiza con enfoque de género. Puesto que las mujeres enfrentan esta situación de manera doble. Es decir, que sumado a las desventajas socioeconómicas de la mujer, por su naturaleza misma, tambien se enfrenta a las condiciones sociales y económicas decadentes imperantes en el país. Un ejemplo de ello, es con respecto al desempleo, la tasa de desempleo en el país, para el año 2016 fue de 7.4; desglosando por sexo, para el caso de las mujeres esta tasa es superior (10.7) al promedio nacional y a la tasa de desempleo para los hombres (5.1). En términos regionales, la tasa de desempleo para los hombres en el área urbana es de 7.6 y para las mujeres es de 10.6, en el área rural la brecha es aún más pronunciada la tasa de desempleo para el caso de los hombres es de 2.6 y para las mujeres es de 11.0. Las significativas diferencias en el área rural surgen por la prevalencia de actividades económicas como la agricultura, ganadería y silvicultura, las cuales tradicionalmente se han venido realizando por hombres, por tanto, las oportunidades de acceso a un trabajo remunerado en las zonas rurales, para el caso de las mujeres son escasas.

En este contexto, el enfoque de género es un asunto que amerita un tratamiento integral, es fundamental hacer articulaciones entre políticas económicas y sociales con análisis exhaustivos sobre los impactos y beneficios para la población, de manera diferencial

entre hombres y mujeres. El asunto no se trata de hacer divisiones o segmentar la población antojadizamente, sino considerar que las necesidades de las mujeres no son iguales a las de los hombres en varios aspectos; para poner un ejemplo citaremos el caso de la atención médica, existen enfermedades estados que son exclusivos de la mujer, un caso de ello es el embarazo, en esta línea, deben existir programas y proyectos encaminados al control de mujeres embarazadas antes, durante y después del proceso, a nivel nacional, facultad que corresponde a la secretaria de salud, quien tendrá que realizar estos mandatos utilizando el presupuesto que se le asigne. Resaltar en este sentido, que además de asignársele recursos a programas de esta índole, tambien debe realizarse análisis de resultados, puesto que no solamente se trata de dar atención médica a mujeres embarazadas, sino de analizar el impacto de esas atenciones utilizando determinados indicadores, en este caso nos preguntaríamos ¿Se redujo la tasa de mortalidad materna en comparación a años anteriores? ¿Cuántos bebes nacieron sanos en comparación a otros años? etc. De esta forma se mediría la eficiencia de los recursos asignados a un determinado proyecto o programa público enfocado en atención médica materna, por ejemplo.

Y así como hay casos específicos en los que debe darse tratamiento diferenciado a las mujeres en el sector de salud, lo hay para sectores como educación, seguridad, inversión social, migración etc. Debido a ello, el análisis de asignación de recursos presupuestarios institucionales debe contemplar la desagregación por género y el análisis de impacto por el uso de dichos recursos.

Referencias de Género en el Presupuesto General de la República

En las leyes que rigen al Presupuesto General de la República el enfoque de género es un tema ausente, la Constitución de la República y la Ley Orgánica del Presupuesto no hacen referencia en ninguno de sus artículos sobre la consideración de género al momento de formular, aprobar, ejecutar, dar seguimiento y liquidar

los recursos presupuestarios.

En el artículo 205, inciso 32 y 33 de la Constitución de la República se expresa lo siguiente: “Aprobar anualmente el Presupuesto General de Ingresos y Egresos tomando como base el proyecto que remita el Poder Ejecutivo, debidamente desglosado y resolver sobre su modificación”.

“Aprobar anualmente los Presupuestos debidamente desglosados de Ingresos y Egresos de las Instituciones Descentralizadas”.

El mandato de la Constitución de la República, respecto al Presupuesto General de Ingresos y Egresos no discrimina género, habla sobre desglose del presupuesto, pero no especifica en que aspectos. Sin embargo, en las disposiciones generales del presupuesto (En teoría, es una ley derivada de lo dispuesto en la Constitución de la República y la Ley Orgánica de Presupuesto) para los ejercicios fiscales 2015, 2016, 2017 y 2018, se hace referencia al enfoque de género.

Citando las disposiciones generales de presupuesto para el ejercicio fiscal 2018, el enfoque de género se centra en los artículos 9, 87 y 125.

Articulo 9.- El Presupuesto de Género es una herramienta democrática de acción afirmativa en la asignación de recursos destinados para poner en marcha acciones para cerrar la brecha de discriminación entre hombres y mujeres garantizando que los fondos sean empleados de manera ecuánime desde la óptica de género. El Estado para poder lograr la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres impulsará, de manera transversal, la aplicación del II Plan de Igualdad y Equidad de Género en Honduras 2010- 2022 (II PIEGH) y el plan nacional contra la violencia hacia las mujeres 2014-2022, a través de la 18 incorporación de la perspectiva de género, en el diseño, implementación, y evaluación de políticas, planes y presupuestos de la Administración Pública. El Instituto Nacional de la Mujer

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aplicará anualmente el índice de inversión de equidad de género, como un mecanismo de monitoreo y evaluación de la gestión pública en materia de equidad de género. Para este fin las instituciones del Estado deben presentar un informe sobre su asignación y ejecución presupuestaria con perspectiva de género. Este Índice se constituirá también en un mecanismo de estímulo para las entidades públicas que cumplan con las metas y planes de equidad de género, ya sea a través de la ampliación de techo presupuestario o evitando recortes al presupuesto a aquellas instituciones que reporten mayor inversión en género en el siguiente ejercicio fiscal. La Comisión Legislativa de Presupuesto en coordinación con la Comisión Legislativa de Equidad de Género del Congreso Nacional y el INAM, realizarán un monitoreo semestral de la ejecución de gastos de la gestión pública en materia de equidad de género, a través de las audiencias públicas. Para tal efecto, las dependencias y entidades estatales serán convocadas a dichas audiencias públicas y tendrán la responsabilidad de preparar los informes sobre su inversión a favor de los derechos de las mujeres y la equidad de género. Esta disposición es general a todas las entidades del Estado, sin embargo, las audiencias específicas de género tendrán énfasis en instituciones como: Gabinetes de Conducción y Regulación Económica, Protección Social, Seguridad y Defensa, Gobernabilidad y Descentralización, así como para el Ministerio Publico y Poder Judicial La Comisión de Equidad de Género del Congreso Nacional coordinará este proceso con el INAM y representantes de Organizaciones de Mujeres de la Sociedad Civil.

Artículo 87: Se autoriza a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas para que a través de la Dirección General de Inversiones Públicas considere como parte del proceso de priorización de nuevas inversiones, indicadores de gestión integral del riesgo de desastres, cambio climático, equidad de género, programas específicos dirigidos a mujeres y derechos humanos, así como las prioridades establecidas en los Planes de Desarrollo Regional, para propiciar un desarrollo más equilibrado entre las regiones de la Visión de País y acorde a las potencialidades naturales, culturales y

sociales del territorio y su enfoque en los cuatro (4) propósitos del plan de todos para una vida mejor.

Artículo 125: Los salarios de los empleados y funcionarios de las Instituciones de la Administración Descentralizada y Entes Desconcentrados, ya sean de carácter permanente, por contrato o cualquier otra modalidad que ingresen al servicio público durante la vigencia del presente Decreto, deben guardar relación con las remuneraciones que devengan los de igual categoría en la Administración Central. Para efectuar el seguimiento y monitoreo de los sueldos y salarios, de las Instituciones de la Administración Descentralizada y los Entes Desconcentrados sin excepción alguna, deben enviar a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas, la planilla completa que contenga al personal permanente, de confianza, temporal y por jornal, dentro de los quince (15) días siguientes al vencimiento de cada trimestre. Asimismo para efectos estadísticos y de control, las Instituciones Descentralizadas deben enviar mensualmente la relación de personal en los formatos proporcionados a la Dirección General de Presupuesto y a la Dirección General de Instituciones Descentralizadas desglosado en sus distintas 57 categorías y clasificadas por género, dicha relación deberá ser consistente con los datos ingresados por la institución en el Sistema de Registro y Control de Servidores Públicos (SIREP).

Pero en la práctica… ¿Se realizan estos mandatos?

A lo largo del documento se ha hablado de brechas, pues en ese sentido las brechas tambien son manifiestas en lo que dicen las leyes y lo que realmente se hace. Lo contemplado en las disposiciones generales respecto a género no se cumple del todo o su cumplimiento es discrecional. Respecto al artículo 9 de las disposiciones 2018 sobre las audiencias públicas enmarcadas en el monitoreo semestral de ejecución de recursos públicos con enfoque de género, no existe información sobre el desarrollo de tales audiencias públicas. El Congreso Nacional anualmente realiza audiencias a la etapa de ejecución presupuestaria de algunas instituciones públicas, pero de manera general y sin información

amplia o desagregada, asimismo estos espacios son selectivos en audiencia y carecen de debates analíticos a profundidad.

Enfatizando en el artículo 87 de las Disposiciones Generales, sobre la inclusión de género en la inversión pública, cabe señalar que el programa de inversión tanto para el ejercicio fiscal 2017 como para el 2018, contempla algunos programas enfocados en atención a mujeres, niñez y jóvenes (se consideran estos programas en este análisis porque las mujeres están dentro de los beneficiarios). Sin embargo, realmente solo el Programa “Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)” es exclusivo para las mujeres.

El Programa de Inversión Pública para el año 2017, tiene un presupuesto aprobado de 16, 549,987,543, lempiras de dicho monto el 0.5% se destina a programas de asistencia social para mujeres, niñez y juventud y un 0.4% se destina exclusivamente al programa Ciudad Mujer.

Los proyectos enfocados en mujeres niñez y jóvenes representan un 1% del monto total del programa de inversión pública (13, 319, 043,521 lempiras) formulado por el Ejecutivo para el año 2018, en términos porcentuales supera lo aprobado en 2017, sin embargo, este incremento viene dado por la reducción del programa de inversión pública para el 2018. (Matemáticamente al reducir el denominador el resultado % se incrementa). En este sentido, los recursos asignados a estos programas son iguales en comparación a lo asignado en 2017.

Con respecto al programa “Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)”, para el año 2018 presenta un incremento presupuestario de 131,267,139 lempiras respecto al año 2017 (0.5% de la inversión total)

Page 13: Una visión de género a la política presupuestaria - … · fb: Facebook/fosdeh Twitter: @fosdeh. Índice Introducción 1 ... manera diferenciada, esperando impactos positivos diferenciados,

Las brechas existentes entre hombres y mujeres en el mercado laboral generan efectos en otras variables macroeconómicas, como por ejemplo en el consumo y la recaudación tributaria, puesto que al diferenciar ingresos, las mujeres (grupo poblacional mayoritario) poseen menor poder adquisitivo en comparación a los hombres, por tanto su consumo y consecuente tributación al Gobierno vía impuesto sobre ventas se ve reducida. Asimismo, es un detonante para mayores niveles de desigualdad y exclusión social, impactando de tal forma en la calidad de vida de las mujeres, especialmente en aquellas que son jefas de hogar (665,784 mujeres, según datos del INE, 2016).

Según datos del INE, para el año 2016 las personas en condiciones de pobreza representaron un 65.7% de las cuales un 42.5% corresponde a personas en situación de pobreza extrema, a pesar de que durante el periodo 2001-2016 según estimaciones de FOSDEH en base a las liquidaciones presupuestarias de SEFIN se han gastado en nombre de la pobreza, 421 mil millones de lempiras. Aunado a ello, la situación del mercado laboral se ha concentrado

en la promoción y fortalecimiento de empleos “precarios”, de tal forma, que del total de asalariados en Honduras; el 71.6% (1,313935 personas) recibe por debajo de un salario mínimo.

Adicionalmente por efecto inflacionario el lempira de hoy tiene un poder de compra de solo 33 centavos comparado a 1.00 Lempira del año base 2000, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Banco Central de Honduras.

Esta situación, evidencia la precariedad socioeconómica existente en el país, lo cual se agrava cuando se analiza con enfoque de género. Puesto que las mujeres enfrentan esta situación de manera doble. Es decir, que sumado a las desventajas socioeconómicas de la mujer, por su naturaleza misma, tambien se enfrenta a las condiciones sociales y económicas decadentes imperantes en el país. Un ejemplo de ello, es con respecto al desempleo, la tasa de desempleo en el país, para el año 2016 fue de 7.4; desglosando por sexo, para el caso de las mujeres esta tasa es superior (10.7) al promedio nacional y a la tasa de desempleo para los hombres (5.1). En términos regionales, la tasa de desempleo para los hombres en el área urbana es de 7.6 y para las mujeres es de 10.6, en el área rural la brecha es aún más pronunciada la tasa de desempleo para el caso de los hombres es de 2.6 y para las mujeres es de 11.0. Las significativas diferencias en el área rural surgen por la prevalencia de actividades económicas como la agricultura, ganadería y silvicultura, las cuales tradicionalmente se han venido realizando por hombres, por tanto, las oportunidades de acceso a un trabajo remunerado en las zonas rurales, para el caso de las mujeres son escasas.

En este contexto, el enfoque de género es un asunto que amerita un tratamiento integral, es fundamental hacer articulaciones entre políticas económicas y sociales con análisis exhaustivos sobre los impactos y beneficios para la población, de manera diferencial

entre hombres y mujeres. El asunto no se trata de hacer divisiones o segmentar la población antojadizamente, sino considerar que las necesidades de las mujeres no son iguales a las de los hombres en varios aspectos; para poner un ejemplo citaremos el caso de la atención médica, existen enfermedades estados que son exclusivos de la mujer, un caso de ello es el embarazo, en esta línea, deben existir programas y proyectos encaminados al control de mujeres embarazadas antes, durante y después del proceso, a nivel nacional, facultad que corresponde a la secretaria de salud, quien tendrá que realizar estos mandatos utilizando el presupuesto que se le asigne. Resaltar en este sentido, que además de asignársele recursos a programas de esta índole, tambien debe realizarse análisis de resultados, puesto que no solamente se trata de dar atención médica a mujeres embarazadas, sino de analizar el impacto de esas atenciones utilizando determinados indicadores, en este caso nos preguntaríamos ¿Se redujo la tasa de mortalidad materna en comparación a años anteriores? ¿Cuántos bebes nacieron sanos en comparación a otros años? etc. De esta forma se mediría la eficiencia de los recursos asignados a un determinado proyecto o programa público enfocado en atención médica materna, por ejemplo.

Y así como hay casos específicos en los que debe darse tratamiento diferenciado a las mujeres en el sector de salud, lo hay para sectores como educación, seguridad, inversión social, migración etc. Debido a ello, el análisis de asignación de recursos presupuestarios institucionales debe contemplar la desagregación por género y el análisis de impacto por el uso de dichos recursos.

Referencias de Género en el Presupuesto General de la República

En las leyes que rigen al Presupuesto General de la República el enfoque de género es un tema ausente, la Constitución de la República y la Ley Orgánica del Presupuesto no hacen referencia en ninguno de sus artículos sobre la consideración de género al momento de formular, aprobar, ejecutar, dar seguimiento y liquidar

los recursos presupuestarios.

En el artículo 205, inciso 32 y 33 de la Constitución de la República se expresa lo siguiente: “Aprobar anualmente el Presupuesto General de Ingresos y Egresos tomando como base el proyecto que remita el Poder Ejecutivo, debidamente desglosado y resolver sobre su modificación”.

“Aprobar anualmente los Presupuestos debidamente desglosados de Ingresos y Egresos de las Instituciones Descentralizadas”.

El mandato de la Constitución de la República, respecto al Presupuesto General de Ingresos y Egresos no discrimina género, habla sobre desglose del presupuesto, pero no especifica en que aspectos. Sin embargo, en las disposiciones generales del presupuesto (En teoría, es una ley derivada de lo dispuesto en la Constitución de la República y la Ley Orgánica de Presupuesto) para los ejercicios fiscales 2015, 2016, 2017 y 2018, se hace referencia al enfoque de género.

Citando las disposiciones generales de presupuesto para el ejercicio fiscal 2018, el enfoque de género se centra en los artículos 9, 87 y 125.

Articulo 9.- El Presupuesto de Género es una herramienta democrática de acción afirmativa en la asignación de recursos destinados para poner en marcha acciones para cerrar la brecha de discriminación entre hombres y mujeres garantizando que los fondos sean empleados de manera ecuánime desde la óptica de género. El Estado para poder lograr la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres impulsará, de manera transversal, la aplicación del II Plan de Igualdad y Equidad de Género en Honduras 2010- 2022 (II PIEGH) y el plan nacional contra la violencia hacia las mujeres 2014-2022, a través de la 18 incorporación de la perspectiva de género, en el diseño, implementación, y evaluación de políticas, planes y presupuestos de la Administración Pública. El Instituto Nacional de la Mujer

aplicará anualmente el índice de inversión de equidad de género, como un mecanismo de monitoreo y evaluación de la gestión pública en materia de equidad de género. Para este fin las instituciones del Estado deben presentar un informe sobre su asignación y ejecución presupuestaria con perspectiva de género. Este Índice se constituirá también en un mecanismo de estímulo para las entidades públicas que cumplan con las metas y planes de equidad de género, ya sea a través de la ampliación de techo presupuestario o evitando recortes al presupuesto a aquellas instituciones que reporten mayor inversión en género en el siguiente ejercicio fiscal. La Comisión Legislativa de Presupuesto en coordinación con la Comisión Legislativa de Equidad de Género del Congreso Nacional y el INAM, realizarán un monitoreo semestral de la ejecución de gastos de la gestión pública en materia de equidad de género, a través de las audiencias públicas. Para tal efecto, las dependencias y entidades estatales serán convocadas a dichas audiencias públicas y tendrán la responsabilidad de preparar los informes sobre su inversión a favor de los derechos de las mujeres y la equidad de género. Esta disposición es general a todas las entidades del Estado, sin embargo, las audiencias específicas de género tendrán énfasis en instituciones como: Gabinetes de Conducción y Regulación Económica, Protección Social, Seguridad y Defensa, Gobernabilidad y Descentralización, así como para el Ministerio Publico y Poder Judicial La Comisión de Equidad de Género del Congreso Nacional coordinará este proceso con el INAM y representantes de Organizaciones de Mujeres de la Sociedad Civil.

Artículo 87: Se autoriza a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas para que a través de la Dirección General de Inversiones Públicas considere como parte del proceso de priorización de nuevas inversiones, indicadores de gestión integral del riesgo de desastres, cambio climático, equidad de género, programas específicos dirigidos a mujeres y derechos humanos, así como las prioridades establecidas en los Planes de Desarrollo Regional, para propiciar un desarrollo más equilibrado entre las regiones de la Visión de País y acorde a las potencialidades naturales, culturales y

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sociales del territorio y su enfoque en los cuatro (4) propósitos del plan de todos para una vida mejor.

Artículo 125: Los salarios de los empleados y funcionarios de las Instituciones de la Administración Descentralizada y Entes Desconcentrados, ya sean de carácter permanente, por contrato o cualquier otra modalidad que ingresen al servicio público durante la vigencia del presente Decreto, deben guardar relación con las remuneraciones que devengan los de igual categoría en la Administración Central. Para efectuar el seguimiento y monitoreo de los sueldos y salarios, de las Instituciones de la Administración Descentralizada y los Entes Desconcentrados sin excepción alguna, deben enviar a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas, la planilla completa que contenga al personal permanente, de confianza, temporal y por jornal, dentro de los quince (15) días siguientes al vencimiento de cada trimestre. Asimismo para efectos estadísticos y de control, las Instituciones Descentralizadas deben enviar mensualmente la relación de personal en los formatos proporcionados a la Dirección General de Presupuesto y a la Dirección General de Instituciones Descentralizadas desglosado en sus distintas 57 categorías y clasificadas por género, dicha relación deberá ser consistente con los datos ingresados por la institución en el Sistema de Registro y Control de Servidores Públicos (SIREP).

Pero en la práctica… ¿Se realizan estos mandatos?

A lo largo del documento se ha hablado de brechas, pues en ese sentido las brechas tambien son manifiestas en lo que dicen las leyes y lo que realmente se hace. Lo contemplado en las disposiciones generales respecto a género no se cumple del todo o su cumplimiento es discrecional. Respecto al artículo 9 de las disposiciones 2018 sobre las audiencias públicas enmarcadas en el monitoreo semestral de ejecución de recursos públicos con enfoque de género, no existe información sobre el desarrollo de tales audiencias públicas. El Congreso Nacional anualmente realiza audiencias a la etapa de ejecución presupuestaria de algunas instituciones públicas, pero de manera general y sin información

amplia o desagregada, asimismo estos espacios son selectivos en audiencia y carecen de debates analíticos a profundidad.

Enfatizando en el artículo 87 de las Disposiciones Generales, sobre la inclusión de género en la inversión pública, cabe señalar que el programa de inversión tanto para el ejercicio fiscal 2017 como para el 2018, contempla algunos programas enfocados en atención a mujeres, niñez y jóvenes (se consideran estos programas en este análisis porque las mujeres están dentro de los beneficiarios). Sin embargo, realmente solo el Programa “Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)” es exclusivo para las mujeres.

El Programa de Inversión Pública para el año 2017, tiene un presupuesto aprobado de 16, 549,987,543, lempiras de dicho monto el 0.5% se destina a programas de asistencia social para mujeres, niñez y juventud y un 0.4% se destina exclusivamente al programa Ciudad Mujer.

Los proyectos enfocados en mujeres niñez y jóvenes representan un 1% del monto total del programa de inversión pública (13, 319, 043,521 lempiras) formulado por el Ejecutivo para el año 2018, en términos porcentuales supera lo aprobado en 2017, sin embargo, este incremento viene dado por la reducción del programa de inversión pública para el 2018. (Matemáticamente al reducir el denominador el resultado % se incrementa). En este sentido, los recursos asignados a estos programas son iguales en comparación a lo asignado en 2017.

Con respecto al programa “Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)”, para el año 2018 presenta un incremento presupuestario de 131,267,139 lempiras respecto al año 2017 (0.5% de la inversión total)

Page 14: Una visión de género a la política presupuestaria - … · fb: Facebook/fosdeh Twitter: @fosdeh. Índice Introducción 1 ... manera diferenciada, esperando impactos positivos diferenciados,

Las brechas existentes entre hombres y mujeres en el mercado laboral generan efectos en otras variables macroeconómicas, como por ejemplo en el consumo y la recaudación tributaria, puesto que al diferenciar ingresos, las mujeres (grupo poblacional mayoritario) poseen menor poder adquisitivo en comparación a los hombres, por tanto su consumo y consecuente tributación al Gobierno vía impuesto sobre ventas se ve reducida. Asimismo, es un detonante para mayores niveles de desigualdad y exclusión social, impactando de tal forma en la calidad de vida de las mujeres, especialmente en aquellas que son jefas de hogar (665,784 mujeres, según datos del INE, 2016).

Según datos del INE, para el año 2016 las personas en condiciones de pobreza representaron un 65.7% de las cuales un 42.5% corresponde a personas en situación de pobreza extrema, a pesar de que durante el periodo 2001-2016 según estimaciones de FOSDEH en base a las liquidaciones presupuestarias de SEFIN se han gastado en nombre de la pobreza, 421 mil millones de lempiras. Aunado a ello, la situación del mercado laboral se ha concentrado

en la promoción y fortalecimiento de empleos “precarios”, de tal forma, que del total de asalariados en Honduras; el 71.6% (1,313935 personas) recibe por debajo de un salario mínimo.

Adicionalmente por efecto inflacionario el lempira de hoy tiene un poder de compra de solo 33 centavos comparado a 1.00 Lempira del año base 2000, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Banco Central de Honduras.

Esta situación, evidencia la precariedad socioeconómica existente en el país, lo cual se agrava cuando se analiza con enfoque de género. Puesto que las mujeres enfrentan esta situación de manera doble. Es decir, que sumado a las desventajas socioeconómicas de la mujer, por su naturaleza misma, tambien se enfrenta a las condiciones sociales y económicas decadentes imperantes en el país. Un ejemplo de ello, es con respecto al desempleo, la tasa de desempleo en el país, para el año 2016 fue de 7.4; desglosando por sexo, para el caso de las mujeres esta tasa es superior (10.7) al promedio nacional y a la tasa de desempleo para los hombres (5.1). En términos regionales, la tasa de desempleo para los hombres en el área urbana es de 7.6 y para las mujeres es de 10.6, en el área rural la brecha es aún más pronunciada la tasa de desempleo para el caso de los hombres es de 2.6 y para las mujeres es de 11.0. Las significativas diferencias en el área rural surgen por la prevalencia de actividades económicas como la agricultura, ganadería y silvicultura, las cuales tradicionalmente se han venido realizando por hombres, por tanto, las oportunidades de acceso a un trabajo remunerado en las zonas rurales, para el caso de las mujeres son escasas.

En este contexto, el enfoque de género es un asunto que amerita un tratamiento integral, es fundamental hacer articulaciones entre políticas económicas y sociales con análisis exhaustivos sobre los impactos y beneficios para la población, de manera diferencial

entre hombres y mujeres. El asunto no se trata de hacer divisiones o segmentar la población antojadizamente, sino considerar que las necesidades de las mujeres no son iguales a las de los hombres en varios aspectos; para poner un ejemplo citaremos el caso de la atención médica, existen enfermedades estados que son exclusivos de la mujer, un caso de ello es el embarazo, en esta línea, deben existir programas y proyectos encaminados al control de mujeres embarazadas antes, durante y después del proceso, a nivel nacional, facultad que corresponde a la secretaria de salud, quien tendrá que realizar estos mandatos utilizando el presupuesto que se le asigne. Resaltar en este sentido, que además de asignársele recursos a programas de esta índole, tambien debe realizarse análisis de resultados, puesto que no solamente se trata de dar atención médica a mujeres embarazadas, sino de analizar el impacto de esas atenciones utilizando determinados indicadores, en este caso nos preguntaríamos ¿Se redujo la tasa de mortalidad materna en comparación a años anteriores? ¿Cuántos bebes nacieron sanos en comparación a otros años? etc. De esta forma se mediría la eficiencia de los recursos asignados a un determinado proyecto o programa público enfocado en atención médica materna, por ejemplo.

Y así como hay casos específicos en los que debe darse tratamiento diferenciado a las mujeres en el sector de salud, lo hay para sectores como educación, seguridad, inversión social, migración etc. Debido a ello, el análisis de asignación de recursos presupuestarios institucionales debe contemplar la desagregación por género y el análisis de impacto por el uso de dichos recursos.

Referencias de Género en el Presupuesto General de la República

En las leyes que rigen al Presupuesto General de la República el enfoque de género es un tema ausente, la Constitución de la República y la Ley Orgánica del Presupuesto no hacen referencia en ninguno de sus artículos sobre la consideración de género al momento de formular, aprobar, ejecutar, dar seguimiento y liquidar

los recursos presupuestarios.

En el artículo 205, inciso 32 y 33 de la Constitución de la República se expresa lo siguiente: “Aprobar anualmente el Presupuesto General de Ingresos y Egresos tomando como base el proyecto que remita el Poder Ejecutivo, debidamente desglosado y resolver sobre su modificación”.

“Aprobar anualmente los Presupuestos debidamente desglosados de Ingresos y Egresos de las Instituciones Descentralizadas”.

El mandato de la Constitución de la República, respecto al Presupuesto General de Ingresos y Egresos no discrimina género, habla sobre desglose del presupuesto, pero no especifica en que aspectos. Sin embargo, en las disposiciones generales del presupuesto (En teoría, es una ley derivada de lo dispuesto en la Constitución de la República y la Ley Orgánica de Presupuesto) para los ejercicios fiscales 2015, 2016, 2017 y 2018, se hace referencia al enfoque de género.

Citando las disposiciones generales de presupuesto para el ejercicio fiscal 2018, el enfoque de género se centra en los artículos 9, 87 y 125.

Articulo 9.- El Presupuesto de Género es una herramienta democrática de acción afirmativa en la asignación de recursos destinados para poner en marcha acciones para cerrar la brecha de discriminación entre hombres y mujeres garantizando que los fondos sean empleados de manera ecuánime desde la óptica de género. El Estado para poder lograr la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres impulsará, de manera transversal, la aplicación del II Plan de Igualdad y Equidad de Género en Honduras 2010- 2022 (II PIEGH) y el plan nacional contra la violencia hacia las mujeres 2014-2022, a través de la 18 incorporación de la perspectiva de género, en el diseño, implementación, y evaluación de políticas, planes y presupuestos de la Administración Pública. El Instituto Nacional de la Mujer

aplicará anualmente el índice de inversión de equidad de género, como un mecanismo de monitoreo y evaluación de la gestión pública en materia de equidad de género. Para este fin las instituciones del Estado deben presentar un informe sobre su asignación y ejecución presupuestaria con perspectiva de género. Este Índice se constituirá también en un mecanismo de estímulo para las entidades públicas que cumplan con las metas y planes de equidad de género, ya sea a través de la ampliación de techo presupuestario o evitando recortes al presupuesto a aquellas instituciones que reporten mayor inversión en género en el siguiente ejercicio fiscal. La Comisión Legislativa de Presupuesto en coordinación con la Comisión Legislativa de Equidad de Género del Congreso Nacional y el INAM, realizarán un monitoreo semestral de la ejecución de gastos de la gestión pública en materia de equidad de género, a través de las audiencias públicas. Para tal efecto, las dependencias y entidades estatales serán convocadas a dichas audiencias públicas y tendrán la responsabilidad de preparar los informes sobre su inversión a favor de los derechos de las mujeres y la equidad de género. Esta disposición es general a todas las entidades del Estado, sin embargo, las audiencias específicas de género tendrán énfasis en instituciones como: Gabinetes de Conducción y Regulación Económica, Protección Social, Seguridad y Defensa, Gobernabilidad y Descentralización, así como para el Ministerio Publico y Poder Judicial La Comisión de Equidad de Género del Congreso Nacional coordinará este proceso con el INAM y representantes de Organizaciones de Mujeres de la Sociedad Civil.

Artículo 87: Se autoriza a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas para que a través de la Dirección General de Inversiones Públicas considere como parte del proceso de priorización de nuevas inversiones, indicadores de gestión integral del riesgo de desastres, cambio climático, equidad de género, programas específicos dirigidos a mujeres y derechos humanos, así como las prioridades establecidas en los Planes de Desarrollo Regional, para propiciar un desarrollo más equilibrado entre las regiones de la Visión de País y acorde a las potencialidades naturales, culturales y

sociales del territorio y su enfoque en los cuatro (4) propósitos del plan de todos para una vida mejor.

Artículo 125: Los salarios de los empleados y funcionarios de las Instituciones de la Administración Descentralizada y Entes Desconcentrados, ya sean de carácter permanente, por contrato o cualquier otra modalidad que ingresen al servicio público durante la vigencia del presente Decreto, deben guardar relación con las remuneraciones que devengan los de igual categoría en la Administración Central. Para efectuar el seguimiento y monitoreo de los sueldos y salarios, de las Instituciones de la Administración Descentralizada y los Entes Desconcentrados sin excepción alguna, deben enviar a la Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas, la planilla completa que contenga al personal permanente, de confianza, temporal y por jornal, dentro de los quince (15) días siguientes al vencimiento de cada trimestre. Asimismo para efectos estadísticos y de control, las Instituciones Descentralizadas deben enviar mensualmente la relación de personal en los formatos proporcionados a la Dirección General de Presupuesto y a la Dirección General de Instituciones Descentralizadas desglosado en sus distintas 57 categorías y clasificadas por género, dicha relación deberá ser consistente con los datos ingresados por la institución en el Sistema de Registro y Control de Servidores Públicos (SIREP).

Pero en la práctica… ¿Se realizan estos mandatos?

A lo largo del documento se ha hablado de brechas, pues en ese sentido las brechas tambien son manifiestas en lo que dicen las leyes y lo que realmente se hace. Lo contemplado en las disposiciones generales respecto a género no se cumple del todo o su cumplimiento es discrecional. Respecto al artículo 9 de las disposiciones 2018 sobre las audiencias públicas enmarcadas en el monitoreo semestral de ejecución de recursos públicos con enfoque de género, no existe información sobre el desarrollo de tales audiencias públicas. El Congreso Nacional anualmente realiza audiencias a la etapa de ejecución presupuestaria de algunas instituciones públicas, pero de manera general y sin información

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amplia o desagregada, asimismo estos espacios son selectivos en audiencia y carecen de debates analíticos a profundidad.

Enfatizando en el artículo 87 de las Disposiciones Generales, sobre la inclusión de género en la inversión pública, cabe señalar que el programa de inversión tanto para el ejercicio fiscal 2017 como para el 2018, contempla algunos programas enfocados en atención a mujeres, niñez y jóvenes (se consideran estos programas en este análisis porque las mujeres están dentro de los beneficiarios). Sin embargo, realmente solo el Programa “Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)” es exclusivo para las mujeres.

El Programa de Inversión Pública para el año 2017, tiene un presupuesto aprobado de 16, 549,987,543, lempiras de dicho monto el 0.5% se destina a programas de asistencia social para mujeres, niñez y juventud y un 0.4% se destina exclusivamente al programa Ciudad Mujer.

Los proyectos enfocados en mujeres niñez y jóvenes representan un 1% del monto total del programa de inversión pública (13, 319, 043,521 lempiras) formulado por el Ejecutivo para el año 2018, en términos porcentuales supera lo aprobado en 2017, sin embargo, este incremento viene dado por la reducción del programa de inversión pública para el 2018. (Matemáticamente al reducir el denominador el resultado % se incrementa). En este sentido, los recursos asignados a estos programas son iguales en comparación a lo asignado en 2017.

Con respecto al programa “Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)”, para el año 2018 presenta un incremento presupuestario de 131,267,139 lempiras respecto al año 2017 (0.5% de la inversión total)

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El Programa Ciudad Mujer es una iniciativa del Gobierno de El Salvador, liderado por la Secretaría de Inclusión Social de ese país, a través del mismo se brinda una atención integral a las mujeres a través de servicios especializados, con el objetivo de mejorar su calidad de vida.

Se basa en la idea de unificar todas las instituciones del Estado que prestan servicios a las mujeres en un mismo espacio. La integración de estos servicios bajo un solo techo reduce los costos de transacción de las mujeres usuarias y permite aumentar sustancialmente la calidad de los mismos.

Cuadro 4: Inclusión de Mujeres, Niñez y jóvenes Programa de Inversión Pública 2017 – 2018

Valores en lempiras

3. Ciudad Mujer, 2012. Secretaria de Inclusión Social. El Salvador http://www.ciudadmujer.gob.sv/que-es-ciudad-mujer/

3

Programa Presupuesto Aprobado 2017 Presupuesto Recomendado por SEFIN 2018

Cuenta del Desafío del Milenio-Honduras Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)

50,000,000 150,821,367

Secretaria de Desarrollo e Inclusión Social Atención a mujeres, jóvenes, niños y niñas en situación de violencia y riesgo social

29,856,800 29,856,800

Centros de atención integral para mejorar las condiciones de vida de las mujeres hondureñas (ciudad mujer)

6,550,228 36,996,000

Oportunidades para madres y jóvenes como estrategia de salida del bono vida mejor

34,924,900 34,924,900

Proyecto certificación de centros de niñez y adolescencia con derechos vulnerados

1,973,889 -

Bolsón Escolar 7,000,000 7,000,000 Total 130,305,817 259, 599,067

Fuente: Elaborado por FOSDEH con datos de la Dirección General de Inversiones Públicas, Secretaria de Finanzas.

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4. Ciudad Mujer. Honduras. Manual operativo del sistema de gestión programa ciudad mujer honduras http://www.ciudadmujer.gob.hn/docs/00%20MANUAL%20OPERATIVO%20del%20Programa%20CM%20HN%20Final-AprobadaCDN-090317(linkWEBSITE).pdf

Sus servicios se extienden a través de cinco módulos • Salud Sexual y Reproductiva • Atención a la Violencia de Género • Autonomía Económica • Gestión Territorial y del Conocimiento • Atención Infantil

Se mencionan estos antecedentes, para recalcar que en el caso de Honduras el programa “Ciudad Mujer” es una copia casi exacta del modelo salvadoreño, Honduras y El Salvador poseen algunas características socioeconómicas similares, sin embargo, para la formulación y aprobación de programas o proyectos nacionales deben realizarse estudios técnicos exhaustivos; es importante determinar en los mismos el costo-beneficio, la vinculación con planes y leyes vigentes en el país, al revisar el marco legal del mismo se constata que no toman en consideración la Visión de País 2010-2038 y Plan de Nación 2010-2022, la base legal de este programa está enfocada en la facultad del Poder Ejecutivo en tomar decisiones vía decretos. Esta situación indica que este programa responde a un Plan de Gobierno no a un Plan de Estado, y peor aún se implementa en el país porque otro país lo hizo, cuando cada país tiene sus propias estrategias, leyes y planes, esto da indicios de que en Honduras la planificación estratégica es una deuda creciente, y que la improvisación es una medida recurrente. En este sentido, los resultados de programas desarticulados y sin planificación estratégica no generan impactos positivos en la población.

Asimismo, junto a la planificación estratégica en asuntos económicos y presupuestarios deben existir elementos que propicien la inclusión, apertura y participación de la ciudadanía en general, es por ello que apostarle la transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana es un deber de las autoridades gubernamentales y un derecho de la ciudadanía.

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Transparencia, Rendición de Cuentas y Participación Ciudadana…

La formulación, asignación y manejo de recursos públicos es un asunto que nos compete a las y los hondureños, puesto que es a través del mismo en donde se decide de qué manera se va a distribuir el bienestar o no bienestar social en el país, es decir, mientras más recursos se asignan al pago de deuda y a programas y proyectos para generación de imagen política, por ejemplo, menos recursos se asignan a salud, educación e infraestructura, áreas fundamentales para el desarrollo del país…

Por tal razón, es fundamental que la ciudadanía conozca detalladamente el ciclo presupuestario público, de tal forma se propicia su participación en este proceso. Asimismo, las demandas ciudadanas de inclusión de elementos prioritarios y necesarios para diversos sectores del país en el presupuesto tiene mayor probabilidad de suceder. Un caso específico, es la inclusión de género en la política presupuestaria pero ¿Cómo saber que se incluye el enfoque de género en el presupuesto? La transparencia y rendición de cuentas contribuyen a ese conocimiento, es fundamental la publicación de información tanto de la formulación, asignación y ejecución de recursos públicos desagregada por sexo, asimismo, la identificación detallada de los posibles beneficiarios de la ejecución de dichos recursos, de tal forma que se pueden hacer análisis de impactos y resultados.

En síntesis, la asignación y ejecución de recursos públicos sin marcos de planificación inclusiva, estratégica y participativa son vegetativos o ineficientes en la consecución del desarrollo del país. Asimismo, cuando se carece de transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana en el manejo de asuntos públicos, se corre el riesgo de que los recursos sean utilizados con fines particulares u obscuros.

Propuestas Técnicas

• Armonizar la estructura legal que rige al presupuesto, esto en el sentido de que las disposiciones generales no establezcan mandatos desvinculados de leyes que en teoría son superiores a la misma. En el caso de género, ni la Constitución de la República, ni la Ley Orgánica del Presupuesto hacen referencia a ello. Sin embargo, las disposiciones generales del presupuesto, contienen una serie de artículos referidos al tema.

• La segunda propuesta va ligada a la anterior, considerando que la Ley Orgánica del Presupuesto es superior a las disposiciones generales, para lograr la inclusión de género en el Presupuesto de la República, es recomendable que se establezca tal mandato en dicha Ley. • El enfoque de género debe estar contenido en los planes operativos anuales de las instituciones públicas, por tanto es importante que las actividades, proyectos o programas institucionales discriminen los impactos o beneficios de esas acciones por género.

• El ciclo presupuestario debe estar enmarcado en una planificación de Estado no de Gobierno, es fundamental tener un rumbo definido en materia socioeconómica. Por tanto, se recomienda retomar y reformular algunos elementos en el instrumento Visión de País y Plan de Nación (entre ellos el enfoque de género en las políticas públicas)

• Es necesario que las instituciones públicas actualicen y publiquen información desagregada por sexo sobre la ejecución de recursos públicos. Asimismo se debe evaluar los impactos o resultados de las instituciones públicas derivados de la ejecución de dichos recursos.

• Las autoridades encargadas de formular y ejecutar la política presupuestaria deben considerar el enfoque de género como un

asunto integral. En este sentido, el enfoque de género va más allá de aprobar en el presupuesto, programas destinados a las mujeres o asignar recursos a instituciones cuyas funciones tengan como público meta mujeres. Es importante la armonización entre las políticas económicas para lograr la inclusión de género en la economía, para citar un ejemplo; es contradictorio ejecutar programas de educación o capacitación a mujeres, cuando el mercado laboral absorbe en su mayoría mano de hombre masculina, o peor aún, aunque el hombre y la mujer se dediquen a trabajar en la misma ocupación, los salarios son superiores para los hombres.

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Transparencia, Rendición de Cuentas y Participación Ciudadana…

La formulación, asignación y manejo de recursos públicos es un asunto que nos compete a las y los hondureños, puesto que es a través del mismo en donde se decide de qué manera se va a distribuir el bienestar o no bienestar social en el país, es decir, mientras más recursos se asignan al pago de deuda y a programas y proyectos para generación de imagen política, por ejemplo, menos recursos se asignan a salud, educación e infraestructura, áreas fundamentales para el desarrollo del país…

Por tal razón, es fundamental que la ciudadanía conozca detalladamente el ciclo presupuestario público, de tal forma se propicia su participación en este proceso. Asimismo, las demandas ciudadanas de inclusión de elementos prioritarios y necesarios para diversos sectores del país en el presupuesto tiene mayor probabilidad de suceder. Un caso específico, es la inclusión de género en la política presupuestaria pero ¿Cómo saber que se incluye el enfoque de género en el presupuesto? La transparencia y rendición de cuentas contribuyen a ese conocimiento, es fundamental la publicación de información tanto de la formulación, asignación y ejecución de recursos públicos desagregada por sexo, asimismo, la identificación detallada de los posibles beneficiarios de la ejecución de dichos recursos, de tal forma que se pueden hacer análisis de impactos y resultados.

En síntesis, la asignación y ejecución de recursos públicos sin marcos de planificación inclusiva, estratégica y participativa son vegetativos o ineficientes en la consecución del desarrollo del país. Asimismo, cuando se carece de transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana en el manejo de asuntos públicos, se corre el riesgo de que los recursos sean utilizados con fines particulares u obscuros.

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Propuestas Técnicas

• Armonizar la estructura legal que rige al presupuesto, esto en el sentido de que las disposiciones generales no establezcan mandatos desvinculados de leyes que en teoría son superiores a la misma. En el caso de género, ni la Constitución de la República, ni la Ley Orgánica del Presupuesto hacen referencia a ello. Sin embargo, las disposiciones generales del presupuesto, contienen una serie de artículos referidos al tema.

• La segunda propuesta va ligada a la anterior, considerando que la Ley Orgánica del Presupuesto es superior a las disposiciones generales, para lograr la inclusión de género en el Presupuesto de la República, es recomendable que se establezca tal mandato en dicha Ley. • El enfoque de género debe estar contenido en los planes operativos anuales de las instituciones públicas, por tanto es importante que las actividades, proyectos o programas institucionales discriminen los impactos o beneficios de esas acciones por género.

• El ciclo presupuestario debe estar enmarcado en una planificación de Estado no de Gobierno, es fundamental tener un rumbo definido en materia socioeconómica. Por tanto, se recomienda retomar y reformular algunos elementos en el instrumento Visión de País y Plan de Nación (entre ellos el enfoque de género en las políticas públicas)

• Es necesario que las instituciones públicas actualicen y publiquen información desagregada por sexo sobre la ejecución de recursos públicos. Asimismo se debe evaluar los impactos o resultados de las instituciones públicas derivados de la ejecución de dichos recursos.

• Las autoridades encargadas de formular y ejecutar la política presupuestaria deben considerar el enfoque de género como un

asunto integral. En este sentido, el enfoque de género va más allá de aprobar en el presupuesto, programas destinados a las mujeres o asignar recursos a instituciones cuyas funciones tengan como público meta mujeres. Es importante la armonización entre las políticas económicas para lograr la inclusión de género en la economía, para citar un ejemplo; es contradictorio ejecutar programas de educación o capacitación a mujeres, cuando el mercado laboral absorbe en su mayoría mano de hombre masculina, o peor aún, aunque el hombre y la mujer se dediquen a trabajar en la misma ocupación, los salarios son superiores para los hombres.

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Transparencia, Rendición de Cuentas y Participación Ciudadana…

La formulación, asignación y manejo de recursos públicos es un asunto que nos compete a las y los hondureños, puesto que es a través del mismo en donde se decide de qué manera se va a distribuir el bienestar o no bienestar social en el país, es decir, mientras más recursos se asignan al pago de deuda y a programas y proyectos para generación de imagen política, por ejemplo, menos recursos se asignan a salud, educación e infraestructura, áreas fundamentales para el desarrollo del país…

Por tal razón, es fundamental que la ciudadanía conozca detalladamente el ciclo presupuestario público, de tal forma se propicia su participación en este proceso. Asimismo, las demandas ciudadanas de inclusión de elementos prioritarios y necesarios para diversos sectores del país en el presupuesto tiene mayor probabilidad de suceder. Un caso específico, es la inclusión de género en la política presupuestaria pero ¿Cómo saber que se incluye el enfoque de género en el presupuesto? La transparencia y rendición de cuentas contribuyen a ese conocimiento, es fundamental la publicación de información tanto de la formulación, asignación y ejecución de recursos públicos desagregada por sexo, asimismo, la identificación detallada de los posibles beneficiarios de la ejecución de dichos recursos, de tal forma que se pueden hacer análisis de impactos y resultados.

En síntesis, la asignación y ejecución de recursos públicos sin marcos de planificación inclusiva, estratégica y participativa son vegetativos o ineficientes en la consecución del desarrollo del país. Asimismo, cuando se carece de transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana en el manejo de asuntos públicos, se corre el riesgo de que los recursos sean utilizados con fines particulares u obscuros.

Propuestas Técnicas

• Armonizar la estructura legal que rige al presupuesto, esto en el sentido de que las disposiciones generales no establezcan mandatos desvinculados de leyes que en teoría son superiores a la misma. En el caso de género, ni la Constitución de la República, ni la Ley Orgánica del Presupuesto hacen referencia a ello. Sin embargo, las disposiciones generales del presupuesto, contienen una serie de artículos referidos al tema.

• La segunda propuesta va ligada a la anterior, considerando que la Ley Orgánica del Presupuesto es superior a las disposiciones generales, para lograr la inclusión de género en el Presupuesto de la República, es recomendable que se establezca tal mandato en dicha Ley. • El enfoque de género debe estar contenido en los planes operativos anuales de las instituciones públicas, por tanto es importante que las actividades, proyectos o programas institucionales discriminen los impactos o beneficios de esas acciones por género.

• El ciclo presupuestario debe estar enmarcado en una planificación de Estado no de Gobierno, es fundamental tener un rumbo definido en materia socioeconómica. Por tanto, se recomienda retomar y reformular algunos elementos en el instrumento Visión de País y Plan de Nación (entre ellos el enfoque de género en las políticas públicas)

• Es necesario que las instituciones públicas actualicen y publiquen información desagregada por sexo sobre la ejecución de recursos públicos. Asimismo se debe evaluar los impactos o resultados de las instituciones públicas derivados de la ejecución de dichos recursos.

• Las autoridades encargadas de formular y ejecutar la política presupuestaria deben considerar el enfoque de género como un

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asunto integral. En este sentido, el enfoque de género va más allá de aprobar en el presupuesto, programas destinados a las mujeres o asignar recursos a instituciones cuyas funciones tengan como público meta mujeres. Es importante la armonización entre las políticas económicas para lograr la inclusión de género en la economía, para citar un ejemplo; es contradictorio ejecutar programas de educación o capacitación a mujeres, cuando el mercado laboral absorbe en su mayoría mano de hombre masculina, o peor aún, aunque el hombre y la mujer se dediquen a trabajar en la misma ocupación, los salarios son superiores para los hombres.

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Introducción general

El Presupuesto General de la República (PGR) no es un instrumento más de la política económica, los presupuestos son en esencia la convergencia de las políticas públicas, las cuales se expresan en términos monetarios. Las asignaciones presupuestarias dan luces del horizonte de desarrollo y la forma en que los países lo desean lograr. Asimismo no solo vislumbran las asignaciones presupuestarias, sino la forma en como estas serán financiadas. Por lo cual, es trascendental determinar no sólo la viabilidad económica financiera en los ingresos, sino la justicia fiscal en materia de recaudación. También es necesario que el PGR se construya en el marco de la realidad económica y social de las y los hondureños, sus necesidades y sus capacidades. Por tanto, es imperativo que documentos de referencia del presupuesto, como el Marco Macro Fiscal de Mediano Plazo (MMFMP), pueda brindar los elementos que acerque a este instrumento a la realidad de los hondureños y hondureñas.

Es preciso indicar, que el PGR debe promover los Derechos Humanos, particularmente los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), del cual el Estado de Honduras es signatario del Pacto Facultativo (PIDESC), por lo cual está obligado a rendir cuenta del cumplimiento de estos derechos. En este sentido, en junio del 2016 el Estado de Honduras fue sometido al Examen Periódico Universal (EPU) presidido por el Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales, en Ginebra. Producto de esta evaluación, el Comité emitió 60 observaciones y recomendaciones para la preservación de los DESC en el país. Para efectos de los “10 Elementos [Integrales, Mínimos, Esenciales] a Considerar” haremos referencias de las observaciones recomendaciones 19, 20, 27, 28,29, 30, 31,33, 34,39, 40 y 57 de esta evaluación, no dejando sin efecto, la importancia de las demás observaciones y recomendaciones.

En las consideraciones 19 y 20 del EPU se lamenta que no haya información oportuna alrededor del presupuesto, que las políticas económicas, particularmente las tributarias agudicen la pobreza y la desigualdad de la población hondureña, de manera que las y los hondureños viven sin gozar de salud, educación, vivienda y seguridad social, a efecto de ello el Comité DESC, exhortó al Estado de Honduras a la construcción de un presupuesto participativo, transparente y respetuoso de los DESC. En consonancia con esto, el FOSDEH propone una serie de aspectos estructurales alrededor de la política presupuestaria, presentando diez puntos que orbitan alrededor del presupuesto, elementos que resultan de un diagnostico a la estructura del presupuesto y sobre todo del análisis contextual del mismo, de manera que se advierten los peligros y oportunidades para que se vulneren o preserven los DESC de la población hondureña.