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: DISOLVER 77 unitario y monolítico 169 de concebir el desarrollo urbano: urbanización, parcelación y edificación son ahí simultáneos y unitarios, y constituyen un acto puntual de construcción urbana. Gestión y proyecto se confunden en esa imagen concentrada que da razón en parte a la monotonía resultante y a la incapacidad de significar para la ciudad algo más que episodios aislados 170 . El suelo depende de la incorporación a la ciudad de las características del campo en retales que aglutinen las actividades y de la gestión y construcción simultánea de la Unidad, siendo diferente en sus estrategias a la edificación, dependiente más de los adelantos de la técnica para dotarla del confort sin que su papel en la definición de la forma de la ciudad sea prioritario. En este sentido se entienden tanto la Unidad Habitacional de Corbusier ubicada libremente en el plano verde como el tapiz de bloques alternadamente dispuestos por Sert que parecen tener una lógica sin compromiso con la forma de la ciudad al no definir como en el manzaneo la forma de su soporte. Para Benévolo, la ciudad moderna modifica el pacto al proponer un medio de gestión con dos medidas complementarias, la propiedad transitoria de la tierra en manos del Estado quien la urbaniza y vende a los operadores inmobiliarios y un nuevo acercamiento libre y científico a la proyectación siendo en este último en el que podría enmarcarse el papel del arquitecto en la reivindicación de los aspectos biológicos y humanísticos como base de la concepción de la ciudad. La disponibilidad del suelo aunque ineludible para la aplicación proyectual desligándola de la propiedad privada del suelo no parece ser una preocupación del CIAM en palabras de Le Corbusier: los técnicos deben formular, la autoridad ya aparecerá 171 . La Unidad Vecinal responde a estos presupuestos escindiendo la forma del polígono del alineamiento de la vivienda, la cual apenas guarda relación con éste en su orientación ortogonal pero construyendo el tapiz urbano por agrupaciones parciales que no construyen un conjunto con reglas geométricas y de paramentalidad asimilables a las de la manzana o el bloque en hilera paralelo a las vías. Arreglar los terrenos y la gestión de las Unidades según el Informe se 169 De Solá-Morales i Rubió, Manuel, op. cit. Pág 22 170 Ibíd. Pág 22 171 Benevolo, Leonardo, Historia de la arquitectura moderna, op. cit, pág 583

unitario y monolítico de concebir el desarrollo urbano

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77 unitario y monolítico169 de concebir el desarrollo urbano: urbanización, parcelación y edificación son ahí simultáneos y unitarios, y constituyen un acto puntual de construcción urbana. Gestión y proyecto se confunden en esa imagen concentrada que da razón en parte a la monotonía resultante y a la incapacidad de significar para la ciudad algo más que episodios aislados170.

El suelo depende de la incorporación a la ciudad de las características del campo en retales que aglutinen las actividades y de la gestión y construcción simultánea de la Unidad, siendo diferente en sus estrategias a la edificación, dependiente más de los adelantos de la técnica para dotarla del confort sin que su papel en la definición de la forma de la ciudad sea prioritario. En este sentido se entienden tanto la Unidad Habitacional de Corbusier ubicada libremente en el plano verde como el tapiz de bloques alternadamente dispuestos por Sert que parecen tener una lógica sin compromiso con la forma de la ciudad al no definir como en el manzaneo la forma de su soporte.

Para Benévolo, la ciudad moderna modifica el pacto al proponer un medio de gestión con dos medidas complementarias, la propiedad transitoria de la tierra en manos del Estado quien la urbaniza y vende a los operadores inmobiliarios y un nuevo acercamiento libre y científico a la proyectación siendo en este último en el que podría enmarcarse el papel del arquitecto en la reivindicación de los aspectos biológicos y humanísticos como base de la concepción de la ciudad. La disponibilidad del suelo aunque ineludible para la aplicación proyectual desligándola de la propiedad privada del suelo no parece ser una preocupación del CIAM en palabras de Le Corbusier: los técnicos deben formular, la autoridad ya aparecerá171. La Unidad Vecinal responde a estos presupuestos escindiendo la forma del polígono del alineamiento de la vivienda, la cual apenas guarda relación con éste en su orientación ortogonal pero construyendo el tapiz urbano por agrupaciones parciales que no construyen un conjunto con reglas geométricas y de paramentalidad asimilables a las de la manzana o el bloque en hilera paralelo a las vías. Arreglar los terrenos y la gestión de las Unidades según el Informe se

169 De Solá-Morales i Rubió, Manuel, op. cit. Pág 22 170 Ibíd. Pág 22 171 Benevolo, Leonardo, Historia de la arquitectura moderna, op. cit, pág 583

conseguiría mediante diferentes métodos: la gestión privada mediante la aceptación de todos los propietarios de un plano unificado para la Unidad Vecinal, la posibilidad de que cada propietario tenga el control sobre su suelo bajo un convenio de regulaciones generales que gobiernen el desarrollo total lo que sería ventajoso ya que los valores del suelo estarían protegidos y estabilizados, suposición imposible de garantizar, en otros casos, se asume que el terreno está unificado y controlado por una corporación en la cual cada propietario tiene derechos en proporción a su aporte en suelo172.

La residencia expandida. Aglutinamiento de libertad individual y acción colectiva.

Al referirse a la Gran Ciudad Hilberseimer, propone dar soporte estructural y configuración ordenadora a las condiciones del presente y al hablar de esa voluntad de orden afín a las ideas de La Carta de Atenas sobre la voluntad individual reflexiona acerca del cómo la ciudad industrial heredada del siglo XIX solo podría ser ordenada por una voluntad capaz de transformar una organización carente de configuración en un organismo en funcionamiento. En consonancia con este argumento para el CIAM la ciudad debe garantizar espiritual y materialmente la libertad individual y el beneficio de la acción colectiva173siendo entre estos dos polos que se desarrolla la vida del ciudadano por lo que la intención de volcarse sobre el individuo y crear para el bienestar de éste las instalaciones que rodearán todos los actos de su vida, haciéndolos más fáciles174 estará presente siempre en el proyecto urbanístico implicando que el instrumento de medida para el arquitecto será la escala humana en su esfera social y en su vida privada.

Con el interés colectivo como nueva regla de generación de la ciudad, el urbanismo moderno será entonces voluntario, es decir determinado por la fuerza y el empeño comunes y no formalizará una imposición sino el resultado de las necesidades de la humanidad como conjunto entroncando con otra idea común a ambos y presente en las teorías del urbanismo americano fundamentadas en Geddes: la ciudad es un dispositivo

172 Oficina del Plan Regulador. Documento 1-105-0(7?). op. cit. pág 19. El volumen III del Informe, del cual no existen registros, particularizaría aspectos de las Unidades Vecinales en cuanto a su constitución y gestión. 173 En los términos del último punto de la Carta de Atenas, la subordinación del interés privado al colectivo. 174 Le Corbusier, La Carta de Atenas, op. cit. Punto 87

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79 para construir el futuro. Está mediada por el porvenir, el progreso y una noción de humanidad que trasciende, hay una creencia en que progreso social y forma espacial están relacionados y por lo tanto, al cambiar la forma espacial se podía cambiar la estructura social.175

En esa misma línea de ideas y de la intención de Mumford de la aplicación de los medios técnicos ya referida, Sharp nos aporta una interesante reflexión sobre los aspectos relacionados con la disposición física: A nosotros no nos incumbe de manera directa la consideración de las ideas y los hechos de la vida colectiva, sino mas bien la provisión de un medio o instrumento apropiado para realizar dicha vida. Nos interesa la forma física y la disposición de ese medio más bien (sic) que las acciones y relaciones recíprocas de carácter social, político y económico existentes dentro del mismo organismo176. No obstante lo cual fija el tamaño apropiado para la Unidad Vecinal en 10000 personas, núcleo de habitantes suficiente para contar en su medio con una amplia gama de características, gustos y experiencias personales y para proporcionarles la posibilidad de trabar conocimientos entre sí177, adicionalmente discrimina las necesidades individuales y colectivas dentro de esa forma de disposición física de la vivienda y sus extensiones178:

individual colectivo

Condiciones de vida sanas y placenteras Las de carácter individual consideradas colectivamente

Facilidades fuera del hogar para su educación, entretenimiento, goce y relación social

Eliminación de barreras que sean un obstáculo para la mezcla y cooperación de clases.

Relación de estas zonas con el lugar de residencia para su disfrute sin un gasto excesivo de energía, tiempo y dinero

Belleza (orden y decoro)

Tabla 3 Discriminación de necesidades de equipamiento

175 TFODE, entrada para Patrick Geddes, http://es.enc.tfode.com/Geddes (vi: Febrero 20 de 2011) 176 Sharp, Thomas. op. cit. Pág 84. 177 Ibíd. Pág 104. 178 Ibíd. Pág 85.

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61. Agrupamientos de vivienda. El manzaneo y el agrupamiento paramentalizado y el polígono y el agrupamiento disperso.

62. Cuatro tipos de agrupamiento en la Unidad Vecinal de Medellín: vivienda unifamiliar en hilera, Bloques de baja altura, bloques altos y vivienda unifamiliar suburbana.

61. Elaboración propia.62. Biblioteca Metropolitana de Planeación de de Medellín.

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63. Carátula de El Corazón de la Ciudad.64. Esquema componentes del core presentes en la Unidad Vecinal.