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Proyecto de Trabajo Final para acceder al
Título de Grado de Ingeniero Agrónomo
―Evaluación del espesor de grasa, músculo y el contenido de tejido magro de la
canal porcina de machos Inmunocastrados y castrados Quirúrgicamente‖
Tesista: López Pinard, Gonzalo Agustín
Director: Ing. Zoot. Verónica Mariel Rocha, Master
Co-director: Ing. Agr. Ana María Pereyra, M.Sc.
Diciembre, 2014
Universidad de Buenos Aires
Facultad de Agronomía
Departamento de Producción Animal
2
Índice
Resumen ..................................................................................................................................... 3
Introducción ................................................................................................................................ 4
Objetivos e hipótesis del trabajo ................................................................................................. 7
Materiales y métodos .................................................................................................................. 9
Animales ..................................................................................................................................... 9
Determinaciones ....................................................................................................................... 11
Método ...................................................................................................................................... 13
Resultados y Discusión ............................................................................................................. 14
Conclusión ................................................................................................................................ 22
Referencias bibliográficas ........................................................................................................ 24
Anexo ....................................................................................................................................... 29
3
Resumen
La producción porcina está enfrentando una serie de cambios importantes a partir de
las nuevas exigencias de los consumidores por un tipo de carne más saludable, esto es más
musculo y menos grasa, y producida en un marco de bienestar animal y cuidado del medio
ambiente. La carne proveniente de cerdos enteros presenta mayor proporción de músculo y
menor proporción de grasa respecto de cerdos castrados quirúrgicamente. A pesar de esto, no
es posible utilizar este tipo de animales debido a que un olor desagradable puede ser percibido
durante la preparación o ingestión de carnes frescas. Esto último afecta en gran medida la
aceptabilidad de este tipo de carnes por parte de los consumidores. Una solución a este
problema es la adopción de la práctica de castración con el fin de lograr una mejor calidad
sensorial de la carne. El objetivo de este estudio fue evaluar el efecto de la inmunocastración
en la calidad de la canal medida a partir de los milímetros de músculo, grasa y porcentaje de
magro en comparación con la canal de machos castrados quirúrgicamente. Para ello se
evaluaron 70 machos castrados quirúrgicamente y 70 machos inmunocastrados provenientes
del cruzamiento Camboriou 23 x Pic 415, de la línea comercial Agroceres Pic. Como
resultado no se obtuvieron diferencias significativas entre cerdos vacunados y cerdos
castrados físicamente. Estadísticamente se consiguieron valores superiores al nivel de
significancia (P>0,05) para las tres variables en estudio, porcentaje de magro (P=0,066), mm
de grasa (P=0,092) y mm de musculo (P=0,897). Asimismo, se encontró una alta correlación
negativa entre las variables porcentaje de magro y espesor de grasa.
Palabras Claves: cerdos, calidad de la canal, inmunocastración, castración quirúrgica, magro.
4
Introducción
La producción porcina se encuentra enfrentando una serie de cambios importantes a partir de
nuevas exigencias que presentan los consumidores por un tipo de carne más saludable y de
mayor calidad. Esto implica, además, tener en cuenta los manejos que se llevan a cabo
conforme se desarrolla la producción, para así lograr buenos resultados en base a buenas
condiciones de bienestar animal. Este último aspecto, hoy en día, es considerado en quienes
finalmente son los que definen la calidad de lo que se está ofreciendo.
La producción de machos enteros es una alternativa altamente beneficiosa para los
productores ya que permite lograr un adecuado depósito de grasa y una mejor proporción de
músculo que se traduce en un porcentaje de magro acorde a las exigencias del consumidor. La
cría de estos animales cuenta con algunas ventajas en cuanto al producto final. Perea (2005)
afirma que los machos enteros tienen una capacidad mayor que los machos castrados para
transformar las proteínas en tejido muscular. A su vez, los depósitos de grasa en machos
enteros son mejores que en machos castrados y en ambos grupos aumenta con mayores pesos
al sacrificio (Cirias y Garce, 1996). Además, las canales de cerdos enteros presentan mayores
rendimientos al despiece, al producir carnes más magras (Hansen y Lewis, 1993).
A pesar de las ventajas que surgen de utilizar machos enteros, muchos productores
optan por no utilizar este tipo de animales principalmente por la presencia de olor sexual en la
canal, debido a que, de este modo se afectaría la aceptabilidad de la carne por parte de los
consumidores. El olor sexual es un olor desagradable que es frecuentemente percibido durante
la cocción de la carne, pudiendo afectar también el sabor de la misma (Ruiz-Ramírez et al.,
2007). Font i Furnols et al., (2009) indican que dicho olor esta producido principalmente por
dos compuestos: androstenona (5α-androst-16-en-3-one) y escatol (3-metilindol). La
5
adrostenona tiene un olor a orina y es una hormona esteroide sintetizada en las células de
Leydig del testículo (Bonneau et al., 1982). Se acumula en la grasa y en las glándulas
salivales. Sus niveles dependen de la edad, peso, maduración sexual, alimentación,
condiciones de crianza y factores genéticos. El escatol tiene un olor fecal y se produce por la
degradación bacteriana del triptófano en los intestinos del cerdo. Este es absorbido pasando al
torrente sanguíneo y depositándose en la grasa. Además, los niveles de escatol están
fuertemente influenciados por la nutrición (Jensen et al., 1995; Andersson et al., 1997;
Zamaratskaia et al., 2005; Zamaratskaia et al., 2006), las condiciones de crianza (Hansen et
al., 1994), madurez sexual y factores genéticos (Babol et al., 2004).
Una manera para reducir o eliminar estas sustancias y facilitar el manejo de los
animales es mediante la práctica de castración. Este tipo de práctica implica la sujeción e
inmovilización del lechón, la incisión del escroto con un bisturí, la liberación del testículo y la
sección del cordón espermático. Esta tarea es rápida (no dura más de 30 segundos), pero a
pesar de esto induce en el lechón una serie de cambios fisiológicos y comportamentales
claramente indicativos de dolor, sumado al estrés previo que se genera cuando se debe sujetar
al animal (Prunier et al., 2006). Hoy en día, la castración quirúrgica sin anestesia es una de las
prácticas más comúnmente utilizadas. Algunos países, como Reino Unido e Irlanda,
desistieron por completo de utilizar la castración quirúrgica como método de eliminación del
olor sexual. Otros, como España y Portugal, faenan a los cerdos poco después de llegar a la
pubertad (Walstra et al., 1999). El sacrificio de estos cerdos jóvenes produce una canal más
pequeña y con una mayor concentración de grasas insaturadas, no siendo adecuadas para la
elaboración de determinados productos.
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En los últimos años, se ha introducido en varios países una vacuna anti-GnRH. La
misma actúa a través del eje hipotálamo-hipófisis-gónadas y suprime la función testicular a
través de la inducción de anticuerpos contra GnRH (Zamaratskaia et al., 2008). La forma de
administración de esta vacuna es mediante una inyección subcutánea de 2ml en la base de la
oreja. Se deben aplicar dos dosis con un intervalo de al menos 4 semanas, aplicando la
segunda dosis 4 a 5 semanas antes del momento programado de sacrificio. La dosis inicial
prepara el sistema inmune del animal, pero no estimula niveles efectivos de anticuerpos. Una
segunda dosis produce altos niveles de anticuerpos que neutralizan el GnRH e inhiben
temporalmente la función testicular. Cuando se utiliza este programa de administración o uno
similar, las concentraciones de anticuerpos alcanzan su nivel máximo aproximadamente a los
7 a 10 días después de la segunda dosis. De ahí en adelante, los niveles de anticuerpos
disminuyen gradualmente. Si por cualquier razón el sacrificio se retrasa más de 7 u8 semanas
después de la segunda dosis, existe el riesgo de que el olor sexual vuelva a acumularse (Pfizer
Sanidad Animal, 2006).
Font i Furnols et al., (2009) afirman que la inmunocastración es una herramienta
capaz de generar ventajas favorables sobre la calidad de la carne de cerdo. La vacunación con
el factor de liberación de gonadotrofina ha reducido los niveles de androstenona y escatol a
niveles por debajo de los detectables, similares al de machos castrados quirúrgicamente y muy
inferiores a los niveles que presentaron los machos enteros. Este tipo de respuesta permitió
que consumidores no fueran capaces de diferenciar, en base a olor y sabor, entre la carne
cocida de cerdos imunocastrados y castrados quirúrgicamente (Font i Furnols et al., 2008;
Basso et al., 2010).
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Fuchs et al., (2009) encontraron diferencias significativas en cuanto a porcentaje de
carne magra y grasa dorsal en favor de los cerdos inmunocastrados respecto de los castrados
quirúrgicos. El peso vivo promedio y el peso de la canal de los cerdos castrados
quirúrgicamente fue mayor pero no significativamente diferente respecto de los
inmunocastrados. En la comparación de la calidad de la carne entre los animales de ambos
grupos, el porcentaje de carne magra es un aspecto elemental que debe ser considerado en la
industria, ya que es una cualidad aceptada como parámetro de calidad con ventajas financieras
directas sobre el productor (Hennessy et al., 2000).
El uso de una vacuna para GnRH como control de olor sexual podría contribuir a la
producción de cerdos con canales más magras y menor espesor de grasa dorsal (Jaros et al.,
2005; Fuchs et al., 2009).
Objetivos e hipótesis del trabajo
Objetivo general: El objetivo de este estudio será evaluar el efecto de la
inmunocastración en la calidad de la canal medida a partir del espesor de músculo,
espesor de grasa y contenido de tejido magro en comparación con la canal de machos
castrados quirúrgicamente.
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Objetivos específicos:
a) Identificar diferencias entre la calidad de canales provenientes de cerdos castrados a
partir de estas técnicas.
b) Determinar la importancia de la inclusión de una práctica como la inmunocastración,
en base a las variables que inciden en la calidad de la canal.
c) Evaluar cómo se comportan las variables, espesor de músculo, espesor de grasa y
contenido de tejido magro, respecto del peso vivo de los animales.
Hipótesis:
a) La inclusión de la práctica de inmunocastración en cerdos permitirá mejorar la
calidad final del producto, disminuyendo el espesor de grasa dorsal.
b) La práctica de inmunocastración en cerdos permitirá mejorar la calidad final del
producto, incrementando el espesor de músculo.
c) La inclusión de la práctica de inmunocastración en cerdos permitirá mejorar la
calidad final del producto, incrementando el contenido de tejido magro.
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Materiales y métodos
Animales
Para la realización de este estudio se utilizaron 160 lechones de los cuales 80 de ellos fueron
castrados quirúrgicos (CQ), 80 castrados inmunológicamente (CI). Estos animales pertenecen
a la línea comercial Agroceres PIC y se obtienen a partir del cruce Camboriou 23 x Pic 415.
Estos animales se criaron en una granja comercial de 650 madres, ubicada en la localidad de
Azul provincia de Buenos Aires. Se sacrificaron en el establecimiento faenador La Pompeya,
usuario Frigorífico Calchaquí 7 S.A, situado a 300 kilómetros aproximadamente de dicha
granja. Esta granja cuenta con un manejo ―all in-all out‖ en bandas de una semana, de modo
que se tomó una semana para dar inicio a la experiencia. Luego de dividir los machos de las
hembras de cada madre, se procedió a clasificar al azar a los machos que conformaran cada
tratamiento (T1: Cerdos Inmunocastrados; T2: Cerdos castrados quirúrgicamente). Al
momento de pasar al destete, se tomaron los pertenecientes a cada uno de los tratamientos y se
los clasifico por tamaño en grupos (para evitar diferencias de jerarquía marcadas), a fin de
reubicarlos en cada corral. A partir de este momento los animales continuaron con su crianza,
pasando por recría y luego por engorde hasta llegar al día de la faena. El T1, según
clasificación oficial de reses porcinas, fue clasificado como MEI (Macho Entero
Inmunocastrado). La misma se corresponde con las ―reses provenientes de cerdos adultos
enteros esterilizados temporalmente mediante la aplicación de agentes inmunosupresores de
la función testicular”. El T2, se correspondió con la categoría CAP (capón). La misma está
conformada por ―cachorros, capones y hembras sin servicio, reses provenientes de animales
con dientes de leche y peso mayor a cuarenta kilogramos (40 Kg.) limpios; machos adultos
10
castrados quirúrgicamente y hembras que no hayan tenido servicio‖ (Argentina. Secretaria de
Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, 2005).
Los animales que fueron inmunocastrados recibieron dos dosis de la vacuna con el
―factor de liberación de gonadotrofina (GnRH)‖. Se aplicó una inyección subcutánea de 2ml
en la base de la oreja. La aplicación la realizo un médico veterinario capacitado para tal fin.
Para la correcta vacunación se utilizó una pistola de seguridad diseñada para reducir al
mínimo el riesgo de auto inyección. Las mismas fueron aplicadas con un intervalo de 6
semanas, aplicando la primera en la semana 13 de vida (91 días de vida promedio) y la
segunda en la semana 19 (133 días de vida promedio). Entre la segunda dosis y el momento
del sacrificio (semana 24 de vida) hubo 5 semanas.
Todos los animales recibieron el mismo tipo de alimentación. Una de ellas adecuada
a la recría y otra para el engorde. En cuanto a las condiciones ambientales, durante todo el
ensayo los tratamientos tuvieron idénticas condiciones tanto de temperatura, humedad y
ventilación. Durante la etapa de recría cada tratamiento se ubicó en una sala, y todos dentro de
un mismo galpón. Luego en la etapa de engorde se escogió un galpón vacío, para así ubicar
allí los dos tratamientos, para que de esta forma ambos reciban las mismas condiciones
ambientales.
Los animales se transportaron en un camión jaula de doble piso, lo que permitió
colocar a cada uno de los tratamientos en compartimientos diferentes. Para evitar confusiones
al momento de la descarga en frigorífico, cada tratamiento tuvo su correspondiente
documento para el tránsito de animales (DTA). Dado que dicha jaula contenía capacidad para
155 animales de 110 kg de peso vivo en promedio, no se presentó ningún tipo de dificultad
para realizar el traslado de todos los animales del ensayo en un único viaje, ya que se otorgó
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un espacio óptimo por animal que disminuyo la posibilidad de estrés por incomodidad durante
el momento de traslado.
Los animales fueron faenados en un establecimiento habilitado para tipificar. Esto
nos permitió obtener y evaluar objetivamente indicadores que hacen a la calidad de la canal,
siendo los más importantes en porcinos: el espesor de grasa, músculo y el contenido de tejido
magro. Asimismo, es una herramienta que permite orientar la producción hacia el tipo y
calidad de canales que el mercado exige.
Determinaciones
Una vez sacrificados los animales, las canales evisceradas y partidas, fueron tipificadas
mediante un sistema que mide el espesor de la grasa dorsal y del músculo (en mm)
longissimus dorsi mediante una sonda óptica automática. La sonda está conectada a una
computadora y a una impresora para confeccionar directamente el Romaneo Oficial de faena,
que es el documento comercial donde se detalla el rendimiento de cada res y los promedios
para la tropa. En virtud de la Resolución N° 144/2005 se estableció la obligatoriedad de la
confección del resumen de romaneo por medio de sistemas de computación. La confección de
los romaneos de playa por sistemas de computación permitió el agrupamiento y disposición
final de la información con celeridad y confiabilidad, constituyendo una importante fuente de
información para tareas de control.
12
Con esos datos medidos en milímetros y aplicados en una fórmula de predicción, se
estima el contenido de tejido magro expresado en porcentaje sobre el peso de la res. A
continuación se presenta la ecuación:
HGP (%Magro)=46,344 – 0,580 x (B) + 0,232 x (C)
El parámetro ―B‖ hace referencia al contenido de grasa y el ―C‖ a contenido de
músculo (ambos expresados en mm). El equipo de medición que utilizo el frigorífico es el
Hennessy Grading Probe (modelo de sonda GP4, neozelandés). Básicamente se trata de una
―pistola‖ de medición que cuenta con un estilete de filos cortantes que se inserta entre la 3er
y
4ta costilla a 6 cm de la línea media de la media res izquierda (Figura N°1). La sonda presenta
una fuente emisora de luz y un receptor que trabaja sobre el principio de reflexión de la luz
dando lecturas diferenciales según sobre el tejido en que se coloque (grasa,tendones y fibras
musculares).
Figura N°1.Puntos de medición del espesor de grasa dorsal y espesor de músculo (Vieites y
Basso, 1986).
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En este documento o planilla de romaneo, se declara la información sobre la
procedencia de los animales y del establecimiento faenador. También se indica el número de
la tropa que arriba al establecimiento, número de DTA, fecha de faena, total de cabezas,
animales muertos durante el viaje, animales muertos en corrales de espera y finalmente el
número total de animales faenados. Posterior a esto, se plasman datos particulares de cada
animal, tales como: número de cuartos (puede que se rechace alguno por diferentes causas),
kilos de peso vivo, clasificación oficial, destino comercial, y en último lugar se muestran los
datos de más interés para este estudio, como el espesor de grasa, músculo y contenido de
tejido magro.
Método
El análisis estadístico se realizó para las variables: espesor de grasa (mm), espesor de músculo
(mm), contenido de tejido magro (%) y peso limpio de res (kg). La unidad experimental,
sobre la que se realizaron las mediciones, es la canal de cada animal. Para contrastar los dos
tratamientos (T1; T2) se efectuó un test de comparación de dos medias (t de Student) para las
cuatro variables bajo estudio. También se estudió la correlación entre las variables utilizando
el software SAS, versión 9.2.
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Resultados y Discusión
Se obtuvieron 140 observaciones, 68 correspondientes al tratamiento de machos castrados
inmunológicamente (T1) y 72 al tratamiento de machos castrados quirúrgicamente (T2).
Dicha disminución en la cantidad de animales, con respecto a la inicial, estuvo dada solo por
la mortandad durante el periodo del ensayo mientras que durante el traslado y en el
frigorífico previo a la faena solo se registró una muerte. En el análisis no se tuvieron en
cuenta los cuartos decomisados por el frigorífico.
El peso limpio de res promedio de los cerdos vacunados (T1) fue menor, pero no
significativamente diferente (P-valor = 0,8199), a los cerdos castrados físicamente (T2) (Tabla
N°1).
Tabla N° 1. Peso limpio de res promedios de ambos tratamiento, con sus respectivos desvíos
estándar.
P-Valor
Promedio Desvio Estándar Promedio Desvio Estándar
Peso 95,78 12,66 96,25 11,76 0,8199
Tratamiento 2 (CAP)Tratamiento 1 (MEI)
Rasgos de la canal
En cuanto al porcentaje de carne magra no se obtuvieron diferencias significativas entre
cerdos vacunados y cerdos castrados físicamente, (P-valor = 0,066). Respecto a los mm de
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grasa no hay diferencias significativas entre tratamientos (P-valor = 0,092). Igualmente, para
los mm de músculo no se obtuvieron diferencias significativas entre tratamientos (P-valor =
0.897) (Tabla N° 2).
Tabla N° 2. Efecto de la inmunocastración en los parámetros de la canal.
P-Valor
Promedio Desvio Estándar Promedio Desvio Estándar
Porc. Magro 45,35 2,42 44,48 3,05 0,066
mm Grasa 23,92 4,43 25,30 5,14 0,092
mm Músculo 55,54 5,44 55,67 5,99 0,897
Tratamiento 1 (MEI) Tratamiento 2 (CAP)
Analizando las tres variables de interés, a pesar de no haber encontrado diferencias
significativas, se puede observar cómo se comporta cada una de ellas frente a cada tratamiento
mediante los siguientes Box-Plot (Gráfico N° 1, Gráfico N° 2 y Gráfico N° 3).
Para la variable porcentaje de magro la media de los MEI es mayor que las de los
CAP, y para la variable espesor de grasa la media de los MEI es menor que la de los CAP. Por
otra parte, se encontró que la variabilidad de las variables de estudio de los CAP es mayor que
la de los MEI.
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Gráfico Nº 1. Box-Plot para las variable Magro (%) en ambos Tratamientos (T1: MEI, T2:
CAP).
17
Gráfico N° 2. Box-Plot para las variable Grasa (mm) en ambos Tratamientos (T1: MEI, T2:
CAP).
18
Gráfico N° 3. Box-Plot para las variable Músculo (mm) en ambos Tratamientos (T1: MEI,
T2: CAP).
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En la Tabla N° 3 se observa la correlación de las tres variables en estudio más el
peso.
Tabla N° 3. Correlación entre variables.
Peso Magro (%) Grasa (mm) Músculo (mm)
Peso 1 -0,35 0,65 0,58
<0,0001 <0,0001 <0,0001
Magro (%) 1 -0,85 0,16
<,0001 0,06
Grasa (mm) 1 0,35
<0,0001
Músculo (mm) 1
En esta tabla de doble entrada (Tabla N°3) se puede hacer una evaluación detallada
de los resultados obtenidos entre la unión de ambas variables. Cada elemento de la matriz
mide la relación entre dos variables.
Si bien algunos de los valores de las correlaciones son altamente significativos
(P<0,05), estos son valores medios o bajos como se ve en el caso de la correlación entre
músculo y grasa (r=0,35), mientras que la correlación entre porcentaje de magro y espesor de
grasa muestra una alta correlación negativa (r=-0,85), como se observa en el Gráfico N°4.
20
Gráfico N° 4.Diagrama de dispersión entre porcentaje de magro y espesor de grasa para
ambos tratamientos.
En el presente trabajo se evaluaron las diferencias en las características de la canal
entre cerdos vacunados contra el ―factor de liberación de gonadotrofina (GnRH)‖ y cerdos
castrados físicamente. Utilizando la fórmula de la sonda de clasificación Henessy Grading
Probe, se calcularon los resultados para cada rasgo examinado de la canal. El porcentaje de
carne magra medido de la forma anteriormente mencionada, reveló valores estadísticamente
no significativos en los cerdos vacunados en comparación con cerdos castrados físicamente
(P>0,05). Al igual que estos resultados, un estudio de Zamaratskaia et al., (2008) no relevó
diferencias estadísticamente significativas en el porcentaje de carne magra entre cerdos
21
vacunados y cerdos castrados físicamente. Sin embargo, en el mismo estudio, un porcentaje
significativamente mayor de carne magra se pudo ratificar en cerdos vacunados, cuando se
calculó esta misma variable mediante la disección parcial de la canal en lugar de utilizar el
Hennessy Grading Probe. Esta clasificación comercial también subestimó el porcentaje de
magro de cerdos machos enteros en los estudios de Andersson et al., (1995) y Andersson et
al., (1997).
La evaluación de la proporción de tejido magro podría ser la principal variable
utilizada en los países más evolucionados para determinar la calidad de las reses porcinas que
se comercializan. La mayor calidad de res conlleva a la obtención de mejores precios,
resultando en un incentivo para mejorar la producción primaria (Resolución N° 144/2005). Es
importante aclarar que en Argentina se paga un precio mayor por un capón tipificado en
comparación con uno sin tipificar, pero oficialmente no se paga un precio mayor por un capón
que contenga mayor porcentaje de magro que otro. Por lo tanto, el productor no recibe un
diferencial económico de parte de la industria por generar una carne con más contenido
magro, lo que se traduciría en un incentivo para el productor por logar un producto de mayor
calidad final.
El espesor de grasa dorsal de cerdos vacunados no fue estadísticamente significativo
con respecto a los cerdos castrados físicamente (P>0,05) en contraste con los resultados
encontrados por Hennessy et al., (2006) y Dunshea et al., (2001) quienes hallaron diferencias
significativas a favor de los cerdos vacunados.
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Lagerkvist et al., (2006) comenta acerca de un cuestionario que realizó sobre varios
aspectos de bienestar que intervienen en la producción porcina en Suecia. En el mismo se
muestra como los consumidores están dispuestos a pagar un 21% más por una carne de cerdo
que proviene de un animal con una crianza bajo normas de bienestar animal.
Conclusión
El principal resultado de este estudio fue que no se encontraron diferencias
significativas (P>0,05) en la calidad de la canal, medida a partir del contenido de tejido
magro, espesor de grasa y espesor de músculo proveniente de cerdos inmunocastrados y
castrados quirúrgicos. Asimismo, se encontró una alta variabilidad en los peso limpio de res
de ambos tratamientos como así también una mayor variabilidad en las variables de estudio
analizadas de los animales del T2 con respecto al T1.
Se puede concluir además que existe una alta correlación negativa entre las variables
porcentaje de magro y espesor de grasa, como era de esperar.
Este estudio muestra que la castración de los cerdos machos con la inmunización
activa del ―factor de liberación de gonadotrofinas (GnRH)‖ puede realizarse con éxito. Por
ello, se puede concluir que es un método práctico y eficaz para suprimir la síntesis de la
androstenona. Por lo tanto, el mismo representa una alternativa a la castración quirúrgica que
puede llegar a ser, sin duda, una de las maneras más eficaces para prevenir entre otras cosas:
el olor sexual mejorando la aceptabilidad de la carne porcina, el dolor y el estrés asociado con
la castración quirúrgica y el comportamiento agresivo de los machos enteros manteniendo o
mejorando la calidad final del producto.
23
Además, se plantea que el porcentaje de magro, debería pasar a ser un parámetro
considerado por la industria de producción de carne porcina, teniendo en cuenta que el mismo
puede llegar a ser un parámetro que defina la calidad del producto final.
Se propone, para próximos trabajos, evaluar las diferencias de rendimiento al gancho
entre reses provenientes de cerdos inmunocastrados y cerdos castrados quirúrgicamente.
Asimismo se propone realizar el cálculo de las variables % de magro, mm de grasa y mm de
músculo mediante la disección parcial de la canal en lugar de utilizar el Hennessy Grading
Probe.
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Anexo
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