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UNIVERSIDAD DE COLIMA MAESTRIA EN CIENCIAS: ÁREA BIOTECNOLOGIA ANTIBIOSIS Y MICOPARASITISMO DE CEPAS NATIVAS DE Trichoderma spp. (HYPHOMYCETES: HYPHALES), SOBRE Mycosphaerella fijiensis (LOCULOASCOMYCETES: DOTHIDEALES) TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRÍA EN CIENCIAS: AREA BIOTECNOLOGÍA PRESENTA MARÍA ELENA OCHOA MORENO ASESORES: DR. OSCAR REBOLLEDO DOMÍNGUEZ DR. ROBERTO LEZAMA GUTIÉRREZ TECOMÁN, COLIMA, MÉXICO JULIO DEL 2002.

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UNIVERSIDAD DE COLIMA MAESTRIA EN CIENCIAS: ÁREA BIOTECNOLOGIA

ANTIBIOSIS Y MICOPARASITISMO DE CEPAS NATIVAS DE Trichoderma spp. (HYPHOMYCETES: HYPHALES), SOBRE

Mycosphaerella fijiensis (LOCULOASCOMYCETES: DOTHIDEALES)

TESIS

QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRÍA EN CIENCIAS: AREA BIOTECNOLOGÍA

PRESENTA

MARÍA ELENA OCHOA MORENO

ASESORES:

DR. OSCAR REBOLLEDO DOMÍNGUEZ DR. ROBERTO LEZAMA GUTIÉRREZ

TECOMÁN, COLIMA, MÉXICO JULIO DEL 2002.

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UNWIXGIDAD DE COLIMAFACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS Y AGROPECUARIAS

OFICIO No. 294/2002.

C. MARIA ELENA OCHOA MORENOEGRESADA DE LA MAESTRIA EN CIENCIASAREA: BIOTECNOLOGIAP R E S E N T E .

Con fundamento en el dictamen emitido por el jurado revisor del colegiado del área: deBiotecnología de esta Facultad a mi cargo, de su trabajo de tesis de Maestría y en virtud de queefectuó las correcciones y acató las sugerencias que le habían indicado los integrantes delmismo, se le autoriza la impresión de la tesis ” ANTIBIOSIS Y MICOPARASITISMO DECEPAS NATIVAS DE Trichoderma spp. (HYPHOMYCETES: HYPHALES), SOBREMycosphaerella fijiencis (LOCULOASCOMYCETES: DOTHIDEALES) “, misma que hasido dirigida por los C.C. Dr. Oscar Rebolledo Dominguez y Dr. Roberto Lezama Gutierrez,Profesores-Investigadores de la Universidad de Colima.

Este documento reunió todas las características apropiadas como requisito parcial paraobtener el grado de Maestra en Ciencias; Area: Biotecnología y fue revisado en cuanto a formay contenido por los C.C. Dr. Roberto-Lezama Gutierrez, Dr. Sergio Aguilar Espinosa y el Dr.Alfonso Pescador Rubio, Profesores-Investigadores de la Universidad de Colima.

Sin otro particular de momento, reciba un cordial saludo.

A T E N T A M E N T E‘-“ESTUDIA * LUCHA * TRABAJA”

10 DEL 2002., ,:ì

ING. RODOLFO ENTÍN DELGADO

C.C.P. EXPEDIENTE ACADEMICO DEL ALUMNOC.C.P. EXPEDIENTE CORRESPONDIENTE.C.C.P. ARCHIVO.RVMD/Lety**

Of. No. 294/2002.

Km 40 hutopista Colima-Manzanillo ?? Tecomán, Colima, México ?? C.P. 28100Tel. 01 (313) 322 94 05 0 Ext. 52251 ? Fax 52252 ? [email protected]

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AGRADECIMIENTOS A la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (FCBA) de la Universidad de

Colima por la oportunidad que me brindaron para continuar mis estudios.

A los Drs. Oscar Rebolledo Domínguez y Roberto Lezama Gutiérrez investigadores de

la FCBA y asesores en esta investigación.

A los Drs. Sergio Aguilar Espinosa y Alfonso Pescador Rubio revisores de este trabajo

por sus sugerencias y correcciones.

A mis amigos y compañeros Alejandro Michel Aceves, Ramiro Ruiz Najera, Gilberto

Manzo Sánchez y Argelian Juárez Alcaraz.

Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, por la beca otorgada.

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DEDICATORIA

A Dios:

Por permitirme terminar esta etapa de mi vida.

A mi hijo:

Carlos Humberto mi mayor tesoro.

A mis padres:

Por el apoyo que siempre me han brindado y por su confianza.

A mis hermanos:

J. Humberto, Martha Judith y J. Carlos por su cariño, confianza y apoyo que siempre me

han brindado.

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CONTENIDO

Pág ÍNDICE DE CUADROS ....................................................................... iii ÍNDICE DE FIGURAS ......................................................................... v RESUMEN ........................................................................................... vi ABSTRACT ......................................................................................... vii I. INTRODUCCIÓN ................................................................................ 1

II. ANTECEDENTES ................................................................. ............. 7 2.1 Control biológico de patógenos en plantas .................................. 7 2.2 Control biológico de enfermedades en partes aéreas de las Plantas .......................................................................................... 7 2.3 Género Trichoderma ..................................................................... 9 2.4 Mecanismos involucrados en el control biológico de fitopatógenos Por especies de Trichoderma ........................................................ 10 2.4.1 Antibiosis como mecanismo de control biológico ................... 11 2.4.2 Competencia como mecanismo de control biológico.............. 17 2.4.3 Micoparasitismo como mecanismo de control biológico......... 18 2.5 Importancia y distribución del cultivo de plátano ............................ 21 2.6 Sigatoka Negra enfermedad ocasionada por Mycosphaerella fijiensis M................................................................ 23 2.7 Síntomas de la enfermedad en el cultivo ........................................ 26 2.8 Variabilidad genética de Mycosphaerella spp.................................. 28 2.9 Métodos de control de M. fijiensis ................................................... 29 2.9.1 Control químico ...................................................................... 29 2.9.2 Manejo de la resistencia vegetal ............................................ 30 2.9.3 Control cultural ....................................................................... 30 2.10 Control biológico como alternativa de control de enfermedades... 31 III. MATERIALES Y METODOS ................................................................. 35

3.1 Localización del área de estudio .................................................... 35 3.2 Poblaciones en estudio ................................................................... 35 3.2.1 Aislamiento de M. fijiensis ...................................................... 35 3.2.2 Especies de Trichoderma utilizadas ...................................... 36 3.3 Evaluación de la producción de enzimas hidrolíticas por Trichoderma spp. ........................................................................... 36 3.3.1 Cuantificación de glucanasas producidas por Trichoderma spp. ........................................................................................ 37 3.3.2 Cuantificación de quitinasas producidas por Trichoderma spp. ......................................................................................... 39 3.4 Evaluación de antibiosis de Trichoderma spp. sobre el

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crecimiento de micelio de M. fijiensis. ............................................ 40 3.5 Actividad micoparasítica de Trichoderma spp. sobre M. fijiensis. ....................................................................................... 41 IV. RESULTADOS ...................................................................................... 43 4.1 Producción de enzimas hidrolíticas por cepas de especies de Trichoderma .................................................................................... 43 4.1.1 Cuantificación de glucanasas de cepas nativas de Trichoderma spp..................................................................... 43 4.1.2 Cuantificación de quitinasas de cepas nativas de Trichoderma spp. .................................................................. 46 4.2 Antibiosis de Trichoderma spp. sobre M. fijiensis............................ 49 4.2.1 Efecto antibiótico por glucanasas ......................................... 49 4.2.2 Efecto antibiótico por quitinasas............................................ 52 4.3 Micoparasítismo de Trichoderma spp. sobre M. fijiensis.. 55 V. DISCUSIÓN ........................................................................................... 60 5.1 Producción de enzimas hidrolíticas por cepas nativas de diferentes especies de Trichoderma .......................................... 60 5.2 Ensayos de inhibición de enzimas quitinasas y glucanasas de

Trichoderma spp. sobre el crecimiento de micelio de M. fijiensis... 62

5.3 Micoparasítismo de Trichoderma spp. sobre M.fijiensis................... 64

VI. CONCLUSIONES .................................................................................. 67

VII LITERATURA CITADA....................... ................................................... 68

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Índice de Cuadros No. Pág.

1 Análisis de varianza de la actividad total de glucanasas de cepas nativas de Trichoderma .......................................................................... 43 2 Análisis de varianza de la actividad específica de glucanasas de cepas nativas de Trichoderma .......................................................................... 43 3 Actividad total y actividad específica de glucanasas por cepas de Trichoderma spp...................................................................................... 45 4 Análisis de varianza de actividad total de quitinasas de cepas nativas de Trichoderma spp........................................................................... 46 5 Análisis de varianza de actividad específica de producción de quitinasas por cepas nativas de Trichoderma ........................................ 46 6 Actividad total y actividad específica de quitinasas por cepas de Trichoderma spp....................................................................................... 48 7 Análisis de varianza del porcentaje de inhibición por glucanasas sobre M. fijiensis a los 7 días después de la inoculación................................... 49 8 Análisis de varianza del porcentaje de inhibición por glucanasas sobre M. fijiensis a los 28 días después de la inoculación................................. 49 9 Análisis de varianza del porcentaje de inhibición por glucanasas sobre M. fijiensis a los 49 días después de la inoculación................................. 50

10 Efecto de glucanasas de cepas de Trichoderma spp.sobre el crecimiento de micelio de M. fijiensis....................................................... 51

11 Análisis de varianza del porcentaje de inhibición por quitinasas sobre M. fijiensis a los 7 días después de la inoculación................................... 52

12 Análisis de varianza del porcentaje de inhibición por quitinasas sobre M. fijiensis a los 28 días después de la inoculación................................. 53

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13 Análisis de varianza del porcentaje de inhibición por quitinasas sobre

M. fijiensis a los49 días después de la inoculación.................................. 53 iii

14 Efecto por quitinasas de Trichoderma spp.sobre el crecimiento de micelio de M. fijiensis................................................................................ 54

15 Niveles de micoparasitismo de Trichoderma spp. sobre M. fijiensis. Observada en 10 campos diferentes..................................... 56

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iv

Índice de Figuras

No Pág.

1 Micrografía de microscopio electrónico de barrido de la interacción entre T. longibrachiatum (Tl-3) y M. fijiensis. (A) Hifa de Trichoderma enrrollado y penetrando en hifas de M. fijiensis. (B) Esporulación de Trichoderma sobre M. fijiensis ......................................................................................... 58

2 Micrografía de microscopio electrónico de barrido de la interacción entre T. longibrachiatum (Tl-11) y M. fijiensis. (A) Hifa de Trichoderma enrollandose en hifas de M. fijiensis. (B) Enrollamiento y colapso de hifas

de M. fijiensis ............................................................................................ 59

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RESUMEN Se probaron 22 cepas nativas de Trichoderma spp. para producción de enzimas,

quitinasas y glucanasas, su efecto antibiótico y micoparasítico sobre Mycosphaerella

fijiensis. La actividad total por glucanasas varió de 0.056 a 1.487 µmol glucosa/h; la de

quitinasas entre 0.009 y 0.05933 µmol N-acetilglucosamina/h. La inhibición del

crecimiento del micelio de M. fijiensis, por glucanasas, oscila entre 1.20% a 22.87%, a

los 7 días; de 6.17% a 30.77%, a los 28 días y de 8.10% a 31.53%, a los 49 días,

después de la inoculación. Las quitinasas inhibieron el crecimiento del micelio entre

0.43% y 28.30%, a los 7 días; de 6.90% a 25.47%, a los 28; y de 3.77% a 24.67%, a los

49 días, después de la inoculación. El micoparasitismo se observó por enrollamiento,

penetración y colapso de las hifas de M. fijiensis. Los resultados obtenidos soportan la

teoría de que las enzimas hidrolíticas y el micoparasitismo de Trichoderma spp.

reducen el crecimiento de M. fijiensis in vitro.

Palabras claves: Control biológico, quitinasas, glucanasas, M. fijiensis, Trichoderma,

micoparasitismo, antibiosis.

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vi

ABSTRACT

Tested 22 native strains of Trichoderma spp. for the production of enzymes, glucanases

and chitinases, their antibiotic effect and micoparasitic against Mycosphaerella

fijiensis. Total glucanase activity were 0.056 to 1.487 µmol glucose /ml/hr, and total

chitinase activity were 0.009 and 0.05933 µmol Nacetylglucosamine/ml/h. The inhibition

of mycelium growth of M. fijiensis for glucanases were 1.20% to 22.87%, to the 7 days,

6.17% to 30.77% to the 28 days, and 8.10% to 31.53% to the 49 days, after the

inoculation. The inhibition for chitinases of mycelium growth were 0.43% and 28.30% to

the 7 days, 6.90% to 25.47%, to the 28 days, and 3.77% to 24.67% to the 49 days, after

the inoculation. The micoparasitism were observed for the coiling, hyphal penetration,

collapse of hypha and sporulation on mycelium of M. fijiensis. The get result support the

theory of the hydrolitic enzimes and the micoparasitism of Trichoderma spp. reduce the

growth of M. fijiensis in vitro .

Key words: Biological control, chitinases, glucanases, Trichoderma, M. fijiensis,

Micoparasitism, antibiosis.

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vii

v

I. INTRODUCCIÓN El plátano (Musa spp.), en la actualidad, es la segundo fruta tropical más consumido y

distribuido en el mundo, después de los cítricos (Musabyimana et al., 2000); se cultiva

en los trópicos y subtrópicos, en regiones húmedas con una latitud entre 30° N y 30° S;

además, es la principal fuente de hidratos de carbono en la dieta de las poblaciones

rurales y urbanas de la mayoría de los países productores (Mobambo et al., 1993). La

producción mundial es de 64, 627, 049 toneladas métricas; la India es el primer

productor mundial y México ocupa el octavo lugar como productor (FAO, 2001).

La sigatoka negra, causada por el hongo Mycosphaerella fijiensis Morelet, es una

enfermedad aérea destructiva, que ataca las hojas de las plantas de plátanos (Craenen

et al., 1996); induce manchas foliares, con la subsecuente clorosis y reducción en la

asimilación neta del rango de luz, lo cual lleva a un decremento en la capacidad

fotosintética y a la maduración prematura de la fruta sobre la planta; ocasiona

disminución en la calidad y en la producción (Okole y Schulz, 1997).

El principal método de control es mediante la utilización de diferentes grupos químicos,

del subgrupo de los triazoles, morfolinas, benzimidazoles y carbamatos (Jacome y

Schuh, 1992). Dichos compuestos, se caracterizan por su alta actividad inhibitoria del

crecimiento de los tubos germinativos y del desarrollo de fructificaciones de M. fijiensis,

lo que trae consigo una disminución del tamaño de las manchas (Pérez et al., 1993;

Pérez y Mauri, 1994; Jeger et al., 1996). Sin embargo, el uso continuo de estos

productos provoca el decremento de la sensibilidad del fitopatógeno y genera

resistencia a los químicos (Smith, 1991).

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El control de enfermedades en plantas con la utilización de los plaguicidas ayuda en la

agricultura, a mantener altos rendimientos y satisfacer la calidad de los alimentos. En

los años recientes, estas contribuciones han sido desafiadas en varios reportes

sugieren, que los efectos negativos sobre el medio ambiente pesan más que su

beneficio a la sociedad (Batra, 1982; James et al., 1993; O’Keeffe y Farrel, 2000); por

lo que una alternativa al uso de los productos químicos, en el control de las

enfermedades de las plantas es el control biológico (Lindow y Wilson, 1998; Elad,

2000), mediante la utilización de microorganismos, como agentes de control. Las

especies de Trichoderma, que son cosmopolitas y habitan en todos los suelos y climas

del mundo (Nevalainen et al., 1994), muchas de ellas se consideran agentes de control

biológico de enfermedades causadas por hongos en las partes aéreas, en raíz de

plantas cultivadas y enfermedades postcosecha (Weindling, 1932; Chet, 1987; Jakobs

et al., 1991; Nevalainen et al., 1994; Sivakumar et al., 2000).

El control biológico, se define como una condición bajo la cual la actividad o

supervivencia de un fitopatógeno es reducida, a través de un organismo vivo (excepto el

hombre), como resultado de la reducción en la incidencia y/o severidad de la

enfermedad causada por el patógeno (Garret, 1965).

El éxito del control biológico de agentes fitopatógenos de partes aéreas de las plantas

es escaso, bajo condiciones naturales, posiblemente, porque en este tipo de habitat

afectan varios factores varios factores, como son, las condiciones climáticas y un

habitat adecuado para el crecimiento e invasión de los agentes de control, para que

afecten al fitopatógeno que se desea controlar, además de que es necesario, conocer

los mecanismos de acción de los organismos benéficos (Andrews, 1990).

Una estrategia en el manejo de enfermedades aéreas y de fruto de las plantas, es la

introducción de antagonistas efectivos, utilizando métodos de manejo adecuados, para

mantenerlos en el ecosistema (Stack. et al., 1988). Es posible la utilización de agentes

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de control biológico contra fitopatógenos que causan enfermedades en el follaje y fruto

de varios cultivos, aún en enfermedades explosivas del follaje (Sutton y Peng, 1993).

Los mecanismos de acción por los cuales los agentes de control biológico afectan a los

fitopatógenos son: la antibiosis, micoparasitismo y competencia (Papavizas, 1985;

Fravel, 1988; Ordentlich, 1992; Bélanger et al., 1995; Benhamou y Chet, 1997). Estos

mecanismos no son mutuamente excluyentes, por lo que mientras uno parece ser el

principal, en realidad pueden actuar en conjunto (Jensen, 1995). En lo que respecta a

los fitopatógenos de las partes aéreas, se pueden considerar al micoparasitismo

(Benhamou y Chet, 1993) y la antibiosis (Bélanger al et., 1995).

La competencia se da principalmente por espacio o factores nutricionales limitantes, como pueden ser: carbono y nitrógeno; ya que los requieren para germinar, penetrar e infectar el tejido (Inbar. y Chet, 1997).

La antibiosis se da a través de la producción metabólica de pequeñas moléculas

tóxicas volátiles y de enzimas hidrolíticas (Baker y Griffin, 1995) como son quitinasas,

glucanasas, lipasas y proteasas; las cuales se inducen durante la acción parasítica,

entre especies de Trichoderma y algunos hongos fitopatógenos (Roberts y Lumsden,

1990; Carsolio et al., 1999); las enzimas disuelven o dañan polímeros estructurales,

como quitina y glucanos de la pared celular de lo hongos fitopatógenos, produciendo un

efecto adverso sobre su desarrollo (Goldman et al., 1994).

La producción de enzimas hidrolíticas por especies de Trichoderma depende de la

composición del medio donde se desarrolla (Tronsmo y Harman, 1992); así, se ha

demostrado que estas enzimas inhiben el crecimiento de algunos hongos

fitopatógenos, entre ellos Phythium aphanidermatum (Edson) Fitzp (Sivan et al., 1984).

Lorito et al. (1994) reporta efectos inhibitorios de enzimas quitinolíticas y glucanoliticas

de T. harzianum sobre la germinación de esporas de B. cinerea conforme se

incrementa la concentración enzimática.

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La habilidad de Trichoderma para reducir los daños en enfermedades causadas por

hongos fitopatógenos esta relacionada por su fuerte capacidad competitiva (Ahmad y

Baker, 1987; Nelson et al., 1988), de antibiosis (Ghrisalberti y Sivacithamparam, 1991)

y la producción de enzimas hidrolíticas (Lorito et al., 1993). Este hongo ha demostrado

buenos resultados contra enfermedades aéreas (Dubos 1987; Melo, 1991), inclusive,

se tiene en el mercado formulaciones a base de Trichoderma para el control de

diferentes enfermedades (Samuel, 1996; Wilson 1997; Elad, Y. 2000). Sin embargo no

se conoce el mecanismo de acción de éste hongo sobre M. fijiensis.

El micoparasitismo de Trichoderma; es un proceso complejo el cual involucra una serie

de eventos que resulta en la muerte de las hifas de los fitopatógenos. Este proceso

inicia con el crecimiento trófico del agente de control biológico hacia el fitopatógeno,

posteriormente las hifas de Trichoderma se enrollan sobre las hifas de este y disuelven

su pared celular, por la activación de enzimas hidrolíticas, las cuales están asociadas

con la penetración física de la pared celular (Chet, 1987; Carsolio et al., 1999) y

finalmente, ocasionan la muerte del fitopatógeno (Lo et al., 1998).

Dado que las especies de Trichoderma atacan a las hifas del hospedero por

enrollamiento, enganchado o aprisionamiento de las estructuras y penetra en la pared

celular del hospedero, por secreción de enzimas líticas como son proteínasas básicas

(Geremia et al., 1993), ß-1,3- glucanasas y quitinasas (Elad et al., 1983), la actividad

antifúngica de las enzimas quitinolíticas, tiene un papel importante en la lisis de la pared

celular de los hongos fitopatógenos (Zhang y Yuen, 2000).

Se encuentran reportes de la presencia de micoparasitismo de T. harzianum, T.

koningii, T. viride, T. longibrachiatum y T. hamatum sobre Rhizoctonia solani, Botrytis

cinerea, Sclerotium rolfsii, Phytium aphanidermatum, Phytophthora capsici Leonina,

penetrandolos y causando lisis del micelio (Naár y Kecskés, 1995; Stefanova y

Sandoval, 1995). Existe evidencia de que el ingreso de Trichoderma a células de

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hospederos, está asociado con una serie de eventos de degradación, que incluyen

retracción del plasmalema, desorganización generalizada del citoplasma y por último,

pérdida completa de protoplasma, lo cual trae nuevos entendimientos a los modos de

acción exactos del parasitismo por el antagonista (Benhamou y Chet, 1996).

Las especies T. harzianum y T. virens son las mayormente citadas en el control

biológico (Papavizas, 1985; Chet, 1987). Diferentes especies de Trichoderma han sido

utilizadas en preparados comerciales como es; RootShield, para el control de

enfermedades en tomate y pepino; Trieco, para el control de fitopatógenos de café,

cítricos, uva, chile, algodón y tabaco; Trichodex 20 SP, para el control de enfermedades

en los cultivos de uva, tomate y pepino (O’neill et al., 1996; Fravel et al., 1999; Elad,

2000); F-Stop en el control de enfermedades en cultivos de tomate (Datnoff et al.,

1995).

Trichoderma spp. es un agente que muestra gran capacidad para el control de

fitopatógenos, este ejerce efecto antagónico, ya sea por antibiosis, micoparasitismo o

competencia; pero no se cuenta con antecedentes del efecto que pueda ejercer sobre

el hongo M. fijiensis, por lo que es necesario conocer el o los mecanismos de acción

que puedan estar involucrados en la interacción de estos hongos, para generar

información básica que nos de elementos para investigaciones posteriores, en el

control biológico de M. fijiensis.

Con base en lo anterior se plantea la siguiente pregunta: ¿Las cepas nativas del género

Trichoderma spp. producen enzimas hidrolíticas capaces de inhibir el crecimiento y

parasitar el micelio de M. fijiensis?.

Basado en toda esta revisión se considera que la posible respuesta es la siguiente

hipótesis:

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Hipótesis: Las especies nativas de Trichoderma tienen capacidad para producir glucanasas y

quitinasas, reducir el crecimiento y micoparasitar el micelio del hongo M. fijiensis,

agente causal de sigatoka negra en plátano.

Objetivos: * Evaluar la producción de glucanasas y quitinasas de 22 cepas nativas de

Trichoderma spp.

* Evaluar el grado de antibiosis por glucanasas y quitinasas por cepas nativas de

Trichoderma, sobre el crecimiento del micelio de M. fijiensis in vitro.

* Evaluar el micoparasitismo de diferentes cepas nativas de Trichoderma sobre el

hongo M. fijiensis.

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II. ANTECEDENTES 2.1 Control biológico de patógenos en plantas.

El control biológico es el decremento de inóculo o de la actividad de un patógeno, por la

acción de uno ó más organismos, incluyendo la planta hospedera, pero excluyendo al

hombre. Este término fue utilizado en relación con los fitopatógenos de plantas por von

Tubeuf en 1914, y para insectos por Smith en 1919, con la amplia interpretación

simplísta del control de un organismo por otro, sin tomar en cuenta al hombre (Baker,

1987). Los agentes de control biológico juegan un papel importante en la protección de

cultivos, como parte de los esquemas de manejo integrado de plagas (Deacon y Berry,

1992).

Para ser efectivo, el control biológico de enfermedades en las plantas depende no

solamente de organismos apropiados para el control biológico, sino también de los

métodos y estrategias, para introducir y mantener al agente en el cultivo (Stack et al.,

1988). Además, se introduce al antagonista cuando hay necesidad de una mayor

efectividad y su población no necesita ser más grande que aquella que suprime

adecuadamente el inóculo primario del patógeno o el progreso de la enfermedad

(Berger, 1988).

2.2 Control biológico de enfermedades en partes aéreas de las plantas.

Los patógenos pueden atacar cualquier parte de la planta; sin embargo,

individualmente pueden ser altamente especializados. Como consecuencia, el rango de

patógeno establecido, sobre diferentes hospederos, muestra también considerable

diversidad, que puede estar asociada con la historia evolutiva de sus hospederos (Clay,

1995).

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Las plantas en la naturaleza están cambiando constantemente como respuesta a la

acción de los microorganismos patógenos. En algunos casos, sus mecanismos de

protección involucran mecanismos de defensa inducidos. La habilidad de la planta de

expresar algunas reacciones de defensa, se supone están mediadas por procesos de

reconocimiento entre la planta y los patógenos; dichas reacciones involucran la

detección de ciertas señales moleculares, únicas de fitopatógenos incompatibles;

moléculas receptoras en plantas, con una subsecuente cascada de eventos

bioquímicos, que conducen a la expresión de resistenc ia, tales como: las fitoalexinas

antimicrobianas, la síntesis de enzimas hidrolíticas antifúngicas como quitinasas y

glucanasas; refuerzos de la pared celular al sitio de infección, a través del incremento

de la síntesis y deposisión de hidroxiprolina, calosa, lignina y compuestos fenólicos.

Todos estos procesos contribuyen a los múltiples sistemas de defensa de las plantas

(De Ascensao y Dubery, 2000).

Los enfoques para el control biológico de fitopatógenos sobre las superficies aéreas

son revisados extensivamente en los últimos 20 años (Andrews, 1992) y estas, están

concentradas sobre el uso de un simple agente de control biológico, seleccionado

empíricamente, para antagonizar con un patógeno simple (Wilson, 1997).

En un cultivo susceptible, el incremento de parásitos foliares durante la temporada de

crecimiento, a menudo es determinado por factores climáticos, particularmente,

duración de la humedad y temperatura del aire (Duthie, 1997). El control biológico

trabaja bajo condiciones ambientales diferentes, protegiendo algunos cultivos, así como

controlando varios patógenos de plantas (Chet, 1987). Sin embargo, un número de

agentes de control biológico puede ser selectivo, por su actividad contra patógenos en

diferentes cultivos, porque las características de supervivencia, de estos agentes,

pueden estar fuertemente influenciados por los factores ambientales específicos del

cultivo (Baker y Cook, 1974). Para utilizar los agentes de control biológico con éxito,

para el control de enfermedades, es crucial que su biología y ecología sean

completamente entendidas (Papaviza, 1985). Además de ésto, el tejido necrótico de

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diferentes cultivos puede tener efectos diferenciales sobre la manifestación de cada

agente. La densidad de población del antagonista en los substratos necróticos

necesarios para conseguir suficientes niveles de control y la distribución de las

aplicaciones del antagonista, puede depender esencialmente del mecanismo de control

de dicho antagonista (Lo et al., 1998; Köhl et al., 1997).

Trichoderma se está evaluando para el control de enfermedades en partes aéreas de

plantas y de almacén, como tizones, manchas foliares, royas, cenicillas, mildius y

pudrición de fruto, lo cual involucra a los géneros de los hongos Phytium, Botrytis,

Rhizoctonia, Penicillium, Rhizopus, Colletotrichum y Venturia, entre otros (Castoria et

al., 1997; Thrane et al., 1997; Benhamou et al., 1999; Elad, 2000; Carisse et al., 2000).

2.3 Género Trichoderma

El género Trichoderma constituye un número de especies de hongos saprofíticos,

comúnmente establecidos en el suelo, sobre madera en descomposición y restos de

plantas (Jensen y Wolffhechel, 1995; Smith, 1995); los cuales pueden ser fácilmente

reconocidos en cultivos por sus características esporas de color verdes. Aúnque la

identificación del género Trichoderma es relativamente fácil, la identificación de las

especies no es simple (Chet, 1987). El género lo propuso Person en 1794 con cuatro

especies; Rifai (1969) divide a Trichoderma en nueve especies; posteriormente Bisset

(1984, 1991a, 1991b, 1991c) eleva algunas de las especies agregadas por Rifai a

rango de secciones, agrupandolas en Trichoderma, Longibrachiatum, Pachybasium y

Hypocreanum; actualmente se tienen alrededor de 75 especies descritas (Samuels,

1996).

Las formas perfectas son generalmente asignadas a la orden Hypocreales, Eurotiales,

Clavicipitales y Sphaeriales, determinadas especies del género Hypocrea, pueden

tener algunas diferentes Trichoderma como estado anamorfas. De esta manera

Page 21: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

Trichoderma harzianum Rifai corresponde a seis diferentes formas sexuales, aunque

ciertas de estas formas sexuales pueden tener otras anamorfas, como es Trichoderma

viride Pers (Leuchtmann et al., 1996).

A pesar de su importancia económica, la taxonomía del género es aún problemática y

los estudios están basados en la morfología (Samuels, 1996), se intenta mejorarla

utilizando acercamientos moleculares, incluyendo huellas y análisis de secuencia (Kuhls

et al., 1997).

Como se espera de los hongos saprofíticos del suelo, las especies de Trichoderma

utilizan un amplio rango de compuestos como fuentes de carbono y nitrógeno. Los

requerimientos de carbono y energía de Trichoderma pueden ser satisfechos por

monosacáridos, disacáridos (Danielson y Davey 1973), polisacáridos complejos,

purinas, pirimidinas y aminoácidos (Tye, 1973), taninos condensados y catechinas

(Arrieta-Escobar, 1982).

Las características del género son conidióforo hialino muy ramificado no verticilado,

fiálides individuales o en grupos, conidios hialinos de una célula, ovoides nacidos en

pequeños racimos terminales (Barnett y Hunter, 1972). Los conidióforos no están bien

definidos y los conidios tienden a acumularse dentro de masas pulvinadas (Samuels,

1996).

2.4 Mecanismos involucrados en el control biológico de fitopatógenos por

especies de Trichoderma.

El género Trichoderma como agente de control biológico actúa contra los

fitopatógenos en forma de antagonistas por parasitismo, competencia, antibiosis o por

una combinación sinergística de estos modos de acción (Ordentlich et al., 1992;

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Goldman et al., 1994; Bélanger et al,. 1995; Benhamou y Chet, 1997; Haíssam Jijakli y

Lepoivre, 1998; Hermosa et al., 2001).

2.4.1. Antibiosis como mecanismo de control biológico.

La producción de metabolitos inhibidores por agentes de control biológico fúngicos se

ha introducido en la literatura en las últimas cinco décadas (Ordentlich et al., 1992;

Dennis y Webster, 1971a; Papavizas, 1985; Ghisalberti y Sivasithamparam, 1991;

Cooney y Lauren, 1999). Handelsman y Parke (1989) y Chet et al., (1997) restringen la

definición de antibiosis, para las interacciones que involucran compuestos difusibles de

bajo peso molecular o a un antibiótico producido por un microorganismo que inhibe el

crecimiento de otro microorganismo; esta definición excluye proteínas o enzimas que

pueden matar patógeno. Beker y Griffin (1995) extienden el espacio de la definición a la

inhibición o destrucción de un organismo por la producción metabólica de otro, de este

modo incluyen pequeñas moléculas tóxicas, volátiles y enzimas hidrolíticas (Inbar y

Chet, 1997).

En adición, modernos instrumentos de genética microbiana y análisis químicos tienen la

evidencia de la antibiosis como un mecanismo de control biológico; además de que los

antibióticos han sido aislados de diferentes especies de Trichoderma y cuantificados

por cromatografía de capa fina y HPLC (Rodríguez y Pfender, 1997; Pavlovicova, 1998;

Horvath et al., 1995; Cooney y Lauren 1999).

Los antibióticos y otros metabolitos secundarios son productos naturales y pueden

tener una multitud de funciones de supervivencia en la naturaleza, dentro de los

metabolitos producidos por las especies de Trichoderma se encuentran Pachibasin,

la cual pertenece al grupo de los Octacetidos; Trichodermin , la cual pertenece al

grupo de Monoterpenos o Trichothecanos; Trichorzianinas, los cuales son los

metabolitos antifúngicos mayormente solubles, las Trichorzianinas localizadas sobre

las esporas, pueden mantener su actividad fúngica por períodos prolongados (de 3 a 4

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meses); Gliotoxin, la cual presenta una potente actividad antibiótica contra bacteria y

hongos (Howell et al, 2000); Viridiol; Furanone; (Pavlovicova, 1998; Horvath et al.,

1995; Ordentrlich et al., 1992; Cooney et al., 1999); Gliovirin es un antibiótico del grupo

de las dicetopiperacinas el cual actúa destruyendo al hongo Pythium ultimum

causando coagulación del protoplasma (Chet et al., 1997; Howell et al., 2000). Estudios

han demostrado la correlación entre la efectividad de especies de Trichoderma para

controlar enfermedades de plantas y su habilidad para producir metabolitos de pyrona

(Ghisalberti et al., 1990; Worasatit y Sivasithamparam, 1990; Worasatit et al., 1994).

El 6-n-pentyl-2H-pyran-2-one (6PAP) es un policétido conocido por ser tóxico a un gran

número de patógenos de plantas; presenta un aroma característico a coco; ha

mostrado ser promisorio tanto in vitro como in vivo en la mayoría de hongos

patógenos, que afectan los cultivos, como especies de Armillaria, Botrytis y

Phytophthora; tiene la ventaja de ser de baja toxicidad para los mamíferos; ha sido

aprobado para uso en alimentos por la USFDA y está siendo evaluado actualmente

como un fungicida natural. El 6PAP puede ser preparado sintéticamente en laboratorio

o vía fermentación con especies de Trichoderma, con rendimientos de 0.58 a 1 g/L, a

través de diferentes métodos y especies del hongo (Cooney et al., 1997); por lo general

se recomienda un medio de cultivo enriquecido con aceite de castor, para obtener los

mejores rendimientos (Serrano-Carreón et al., 1997). También, se ha demostrado que

el 6PAP tiene efecto in vitro sobre Cylindrocladium floridanum Sob.&C.P. Seym,

sobre el crecimiento de micelio, a concentraciones de 1000 µg/ml (Dumas et al., 1996).

Se conocen tres categorías de compuestos antibióticos volátiles producidos por T.

harzianum el 6-pentyl-pyrone (6PAP) y la mayoría de los compuestos de la clase

isocyanide, materiales solubles en agua (Ghisalberti y Sivasithamparam, 1991) y

peptaibol, el cual consiste de péptidos hidrofóbicos; estos compuestos son péptidos

con 7 a 20 residuos de amonoácidos, con un N terminal acetilado y la presencia de un

amino alcohol, como leucinol (Leuol), valinol (Valol), tryptophanol (Trpol) o phenylalanilol

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(Pheol), al carbono terminal. Sin embargo un alto contenido de ácido a-aminoisobutírico

e isovalina es un peptaibol feature; Los subgrupos más conocidos de la familia del

peptaibol son; paracelsins, alamethicins, hypelcins, suzukacillins y trichorzianines

(Ritieni et al, 1997); las trichorzianines son una mezcla de nonadecapeptidos producido

por T. harzianum (El Hajji, 1987); estos péptidos interaccionan con las membranas

lipídicas de los fitopatógenos y modifican su permeabilidad (El Hajji et al., 1989;

Correa et al., 1995); además de que presentan actividad in vitro contra B. cinirea

(Ritieni et al., 1997).

Se ha demostrado que hay una fuerte relación entre la producción de 6PAP por T.

harzianum y la habilidad del hongo de inhibir la germinación de esporas de F.

oxysporum (Scarselletti y Faull, 1994) y el crecimiento de micelio de R. solani (Fravel,

1988). El 6PAP producido por T. koningii juega un papel importante en el control de

Rhizoctonia en trigo. El control de B. cinerea por 6PAP en el almacenamiento de frutos

de kiwi ha sido investigado (Poole y Whitmore, 1997; Poole et al., 1998); el análisis

cualitativo y cuantitativo de este metabolito producido por diferentes especies de

Trichoderma es importante para posibilitar la selección de cepas biológicamente

activas (Pezet et al.,1999).

Las quitinasas son homopolímeros no ramificados de [1,4 (N-acetilglucosaminidasa)

glucanohidrolasa] son proteínas abundantes encontradas en una gran variedad de

semillas y hay una fuerte evidencia de que son proteínas de defensa con actividad

antifúngica (Margolles-Clark et al., 1996). Las glucanasas son enzimas que hidrolizan

los enlaces glucosídicos de las cadenas de los glucanos, las cuales han sido

caracterizadas de hongos, plantas y bacteria (Pan et al., 1992).

La quitina y ß-1,3 glucano son elementos estructurales importantes de la pared celular

de la moyoría de los hongos y puede representar el sustrato natural de las dos

hidrolasas de plantas (Mauch et al., 1988; Alfonso et al., 1995; El Tarabily et al., 2000).

Page 25: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

En respuesta al ataque de patógenos, las plantas activan una variedad de defensas

que incluyendo enzimas, que hidrolizan la pared celular de los hongos patógenos y se

presume que juegan un papel muy importante en la respuesta de defensa de las plantas

(Ji y Kuc, 1996; Annis y Goodwing, 1997; Bolar et al., 2000). La capacidad de producir

enzimas degradadoras de la pared celular es común en una gran cantidad de hongos

saprofíticos. Más del 10% de 160 hongos examinados producen ß-1,3-glucanasa

(Chesters, 1963). En el micoparasitismo, el hospedero puede ser primero debilitado,

simultáneamente por metabolitos tóxicos, que incluyen enzimas (Barnett y Binder 1973).

En los años pasados, algunos autores han debatido el papel de las moléculas

antifúngicas en los procesos antagonistas (Deacon, 1991); sin embargo, la producción

de enzimas extracelulares degradadoras de la pared celular, como son quitinasas y

glucanasas ha sido considerada el principal mecanismo, involucrado en el control

biológico de patógenos fúngicos por especies de Trichoderma (Lorito et al, 1993 a y b;

Santamaría et al., 1994; Santamaría et al., 1995; Boland, 1990; Bolar, 2000).

La evidencia, que sugiere el papel de las quitinasas en la defensa de las plantas, se ha

basado en el dramático y rápido aumento de nivel de enzimas en reacciones

hipersensitivas, durante la resistencia sistémica inducida y los seguimientos de

infección de tejido por el patógeno; las quitinasas también pueden ocasionar

indirectamente reacciones de defensa de la planta, porque los fragmentos liberados de

pared celular fúngica, por digestión enzimática, pueden actuar como inductores en la

biosíntesis de formación para la acumulación de compuestos fenólicos y ligninas en las

células (Schlumbaum et al, 1986).

Los tejidos, en los cuales las quitinasas se acumulan, pueden influenciar su papel

potencial, en las respuestas de defensa; las quitinasas extracelulares, podría esperarse

que tubieran un papel inicial limitando el crecimiento del patógeno a la entrada de las

hifas al hospedero, con quitinasa vacuolar con un efecto secundario o demorando el

efecto de la lísis celular (Punja y Zhang, 1993). El sistema quitinolítico de un aislado de

Page 26: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

Trichoderma (aislado TM), está compuesto de dos ß-1,4-N- acetilglucosaminidasa y

cuatro endoquitinasas, la enzima individual más interesante del complejo es la

endoquitinasa (42-kDa), la cual puede hidrolizar in vitro la pared celular de B. cinerea e

inhibir la germinación de esporas y del tubo de elongación de varios hongos (Carsolio

et al., 1999). Las quitinasas también pueden liberar iniciadores de la pared celular, e

inducir varias respuestas de defensas en las plantas (Velazhahan et al., 2000).

Lorito et al., (1994) reporta la purificación de dos enzimas adicionales de T. harzianum,

degradadoras de la pared celular; la N-acetyl-ß-glucosaminidase y ß-1,3-glucanasa

(glucan 1,3-ß-glucosidasa) y encontraron un efecto inhibitorio sinérgico, sobre la

germinación y elongación del tubo germinativo de B. cinerea, cuando dos, tres o cuatro

enzimas son aplicadas juntas.

Dado que las especies de Trichoderma atacan a las hifas del hospedero por

enrollamiento, enganchado o aprisionamiento de las estructuras y penetra en la pared

celular del hospedero, por secreción de enzimas líticas como son proteínasas básicas

(Geremia et al., 1993), ß-1,3- glucanasas y quitinasas (Elad et al., 1983), la actividad

antifúngica de las enzimas quitinolíticas, tiene un papel importante en la lisis de la pared

celular de los hongos fitopatógenos (Zhang y Yuen, 2000). Lorito (1993) evalúa la

actividad de chitobiosidasa y endochitobiosidasa purificada de T. harzianum cepa P1,

sobre la inhibición de la germinación de esporas y elongación del tubo germinativo,

para conocer el nivel de actividad antifúngica contra diferentes especies de hongos y

encuentra que ambos procesos son inhibidos en todos los hongos que contienen

quitina, y que el grado de inhibición es proporcional a los niveles de quitina en la pared

celular de los hongos evaluados. Este autor observa que la combinación de actividades

de endoquitinasa y chitobiosidasa resulta en un incremento sinergíco, las mezclas de

enzimas hidrolíticas y observa, que modos de acción complementaros son necesarios

para maximizar la eficiencia y combinaciones correctas de enzimas pueden

incrementar in vitro la actividad antifúngica (Lorito et al., 1994).

Page 27: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

Los resultados muestran que el sistema quitinolítico de T. harzianum no está regulado

por un simple mecanismo de encendido/apagado; si no que está fundamentado, que

los efectos de regulación de quitinasas específicas del hospedero, durante las

interacciones micoparasíticas y que la regulación de varias N-acetylglucosaminidasas y

endochitinasas, es el resultado de un proceso magnificamente establecido. Estudios in

vitro con enzimas quitinolíticas purificadas de T. harzianum muestran un efecto directo

antifúngico de estas enzimas y sinergismo. Este efecto es reportado cuando se utilizan

combinaciones de enzimas, con modo de acción complementario (Haran et al., 1996).

Por lo general, después de la adhesión de las hifas de Trichoderma, a las células de R.

solani, se lleva a cabo una secuencia de eventos de degradación, que incluyen

alteración de la pared celular del hospedero, retracción de la membrana plasmática y

agregación del citoplasma. La observación de que la cantidad de residuos de N-

acetylglucosamina decrece significativamente, en las partes exterior de la cavidad de la

pared de R. solani, lo que correlaciona con la idea de que Trichoderma spp. exhibe la

habilidad de producir quitinasa (Chet, 1987).

La evidencia de una gradual difusión de enzimas hidrolíticas en donde la alteración de

residuos de N-acetylglucosamina ocurre tempranamente y a un alto nivel en los

exteriores que en los interiores de las cavidades de la pared del hospedero. De esta

manera, es posible que una producción gradual de quitinasa por Trichoderma sea

requerida, para la penetración a través de una desorganizada pared celular del

hospedero (Roby et al., 1988). Algunos autores indican que la actividad antagonística

de Trichoderma spp. está relacionada principalmente con la liberación de enzimas

líticas (Tronsmo y Harman, 1992), las cuales son responsables de la degradación de la

pared celular de algunos hongos patógenos (Sivan y Chet, 1989; Lalaoui et al., 2000).

Sin embargo, las quiitinasas pueden no ser las únicas enzimas responsables de la

degradación de la pared celular, por lo que es probable que la acción coordinada de

Page 28: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

algunas hidrolasas, por ejemplo ß-1,3-glucanasas, lipasas y proteasas se requiere para

una disolución completa de la pared celular (Benhamau y Chet, 1993).

Mauch et al., (1988) demuestran que las quitinasas y ß-1,3 glucanasa inhiben el

crecimiento de hongos fitopatógenos, a concentraciones que oscilan entre 10 y 30

µg/ml, estas concentraciones de enzimas corresponden a un cuarto o menos de la

cantidad presente en planta de chicharo, lo que indica que la inhibición puede ocurrir

bajo condiciones fisiológicas.

2.4.2 Competencia como mecanismo de control biológico.

Garrett (1965) señala que la causa de muerte más común en microorganismos es por

inanición. Algunos patógenos de plantas requieren nutrientes exógenos, para germinar

prósperamente, después penetran e infectan el tejido hospedero (Inbar y Chet, 1997).

Por lo tanto, la competencia por factores nutricionales limitantes, como carbono,

nitrógeno o hierro, pueden resultar en el control biológico de fitopatógenos (Haïssam-

Jijakli y Lepoivre, 1998). Las reportes tienen registros sobre la competencia en

agentes bacteriales por hierro; en este aspecto, los antagonistas fúngicos han recibido

muy poca atención.

El potencial de un microorganismo aplicado a una semilla, como tratamiento para

proliferar y establecerse el mismo, a lo largo del sistema radicular ha sido llamado

competencia de la rizósfera (Ahmad y Baker, 1987). La competencia por carbono y

nitrógeno en la rizósfera, así como la competencia de rizósfera, se ha sugerido para

estar involucrados en el control biológico de F. oxysporum por T. harzianum cepa T-35

(Sivan y Chet, 1989); sin embargo, se hacen necesarios más estudios en este campo.

2.4.3 Micoparasitismo como mecanismo de control biológico.

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El micoparasitismo es un proceso complejo que incluye diversos pasos sucesivos. La

interacción inicial detectable muestra que las hifas del micoparásito crece directamente

hacia el hospedero (Chet et al., 1981). Este fenómeno se manifiesta, como un

crecimiento quimiotrópico de Trichoderma, para algunos estímulos en las hifas del

hospedero o hacia un gradiente de excretas químicas por el hospedero (Chet y Elad,

1983).

Cuando un hongo micoparasítico ataca directamente a un hongo fitopatógeno

(hospedero) en un sistema biótico, éste es considerado como micoparásito. Barnett y

Binder (1973) dividen el micoparasitismo, de acuerdo a la utilización de nutrientes

como: (1) parasitismo necrotrófico (destructivo), en el cual, la relación resulta en la

muerte o destrucción de uno o más componente del hospedero, y (2), parasitismo

biotrófico (balanceado) en el cual el desarrollo del parásito es favorable para vivir antes

de que muera la estructura del hospedero.

El término hiperparasitismo, algunas veces es utilizado para describir a un hongo que

es parasítico de otro hongo antagonista. Como resultado la mayoría de los

micoparasitos utilizados como agentes de control biológico en invernaderos o en fincas

han sido necrotróficos (Adams, 1990; Chet, 1987; Baker, 1987). La actividad

antagónica de micoparásitos necrotróficos es atribuida a la producción de antibióticos,

toxinas o enzimas hidrolíticas, en cantidades que causan la muerte o destrucción de sus

hospederos (Manocha, 1991).

Las investigaciones sobre micoparasitismo, como un mecanismo de control biológico

levanta dos preguntas adicionales: ¿es necesario el contacto físico para la destrucción

del hospedero? y, ¿de que manera participan las enzimas y otros compuestos

extracelulares en el micoparasitismo?. Pachenari y Dix (1980), reportan que cultivos de

Botrytis allii parasitados con G. roseum contienen cantidades considerables de

quitinasas y glucanasas, además, la coagulación del citoplasma ocurrió sin contacto

Page 30: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

físico de los dos hongos. En sus evaluaciones, Lorito et al., (1994) utilizan

preparaciones de glucanasas, las cuales degradan el glucano del hospedero.

Cuando el micoparásito llega al hospedero, las hifas se enrollan alrededor o son

apegadas al hospedero y algunas veces penetran en el (Carsolio et al., 1999). T.

hamatum es capaz de producir apresorios en los puntos de las ramificaciones cortas

de las hifas. Siguiendo estas interacciones, el micoparásito penetra el micelio del

hospedero, aparentemente por parcial degradación de la pared celular (Elad et al.,

1983). Utilizando la técnica de microscopía electrónica de barrido se observa que T.

harzianum establece un contacto estrecho con el hospedero por enrrollamiento de las

hifas. El enrollamiento es generalmente muy denso y aparece envolviendo

apretadamente las hifas de R. solani. Después de cuatro días, el antagonista se

multiplica abundantemente y el enrrollamiento persiste, tempranamente se observan

signos de deformación, como las aparentes arrugas mostradas por las células de la

superficie del hospedero. Deformaciones pronunciadas y pérdida de turgencia de hifas

de R. solani es la más típica característica de alteración que se observaron después

de seis días de inoculación (Bélanger et al., 1995).

De acuerdo a observaciones realizadas por Benhamou y Chet (1996), la

desorganización citoplasmática de la célula del hospedero, con frecuencia ocurre en

avance de contacto físico con T. harzianum, lo que sugiere que los compuestos son

difusibles y responsables de las disturbancias observada. En todas las muestras

examinadas, las penetraciones de hifas del antagonista, dentro de la corteza de las

células, es rara vez asociada con marcadas alteraciones de la pared celular del

hospedero.

Observaciones ultrastructurales de una sección de sclerotia parasitada proveé

evidencia de, que el ingreso de Trichoderma está asociado con una serie de eventos

de degradación, incluyen retracción del plasmalema, desorganización generalizada del

Page 31: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

citoplasma y por último, pérdida completa de protoplasma en células del hospedero

melanizada y no melanizada (Benhamau y Chet, 1996), estos resultados confirman

observaciones anteriores sobre la habilidad de Trichoderma, para inducir prolongados

daños citoplasmáticos, cuando invaden celulas escleróticas (Elad et al., 1984), y traen

nuevos entendimientos a los modos de acción exactos del parasitismo por el

antagonista. Estas obsevaciones del estudio ultraestructural y citoquímico proveen

indirecta evidencia de que una molécula de galactosa es un determinante en la relación

micoparasítica de T. harzianum y R. solani.

La observación de que cambios celulares marcados, como es la retracción de la

membrana plasmática y agregación del citoplasma, ocurre en las células de R. solani

durante los procesos micoparasíticos; permite la propuesta de una pregunta ¿Cómo se

involucra la antibiosis, mediante la acción enzimática, en la degradación de las células

del hospedero?. T. harzianum puede excretar metabolitos tóxicos o enzimas que

interfieran con la membrana plasmática y causa alteraciones en la permeabilidad y

susceptibilidad. Sin embargo, una desorganización de la estructura de la pared celular,

debido a la hidrólisis de los compuestos de los límites de la pared, también puede

promover desequilibrios osmóticos internos, que lleva a desórdenes intracelulares

(Benhamau y Chet., 1993; Di Pietro et al., 1993).

Investigaciones al microscopio electrónico de barrido, de la región de interacción entre

ambos hongos, demuestran que los daños a las hifas de R. solani comienzan a

aparecer después del enrrollamiento de Trichoderma alrededor del hospedero. Estas

investigaciones proveen evidencia soportando la suposición de, que el resultado de la

interacción es posiblemente determinado por un contacto inicial firme del antagonista al

hospedero, el cual conduce a una serie de eventos en la degradación del patógeno. La

rápida deformación y la pérdida de turgencia de las hifas de R. solani sugieren, que

Trichoderma produce sustancias antifúngicas en respuesta, una vez que el contacto

entre ambas partes se establece (Benhamou y Chet, 1993). Observaciones al

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microscopio electrónico muestran que las células de Trichoderma envuelven y

establecen contacto cerrado con el micelio del hospedero.

2.5 Importancia y distribución del cultivo de plátano.

Los plátanos son grandes monocotiledóneas herbáceas en la familia Musaceae del

orden Zingiberales. Los tipos comestibles son partenocárpicos y frecuentemente

infértiles, mientras que sus precursores ancestrales silvestres tienen semillas, son

virtualmente incomestibles y poseen pobres cualidades agronómicas. Todos los

bananos comestibles son híbridos ínter o intraespecíficos naturales de dos especies

diploides: Musa acuminata Colla y Musa balbisiana Colla (n = 11). Musa acuminata

es una especie diversa y hay al menos 9 subespecies descritas (banksii, burmannica,

burmannicoides, malaccensis, microcarpa, errans, siamea, truncata, zebrina). Musa

balbisiana es menos diversa y no hay subespecies descritas (Stover y Simmonds,

1987).

La mayoría de los tipos comestibles que son derivados de estas dos especies son

triploides (n = 33), aunque se conocen diploides y tetraploides. La ploidía y la

contribución relativa de ambas especies a una variedad dada es especificada por un

sistema de letras, donde la contribución haploide de M. acuminata y M. balbisiana es

anotada con una A o una B, respectivamente (Simmonds, 1976). Así los clones

triploides acuminata del subgrupo Cavendish se denominan por AAA, mientras que el

clon Burro Criollo (Bluggoe) que es un triploide híbrido de ambas especies con

participación doble de M. balbisiana se denomina ABB.

A diferencia de otros cultivos, hasta hace relativamente poco tiempo, no existían

híbridos sintéticos cultivados comercialmente a gran escala, producto de programas de

mejora genética, por lo que las principales plagas y enfermedades que afectan el cultivo

a escala comercial son el resultado de una larga coevolución con las principales

variedades en cultivo. Los bananos evolucionaron del Sudeste Asiático (AA,

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Archipiélago Malayo y Nueva Guinea; AAA Malasia y las tierras altas de África);

mientras que los plátanos en la India y en menor medida en el archipiélago Malayo e

Islas del Sur del Pacífico (AB, grupo menor en India; AAB y ABB, centro principal en

India, grupo menor en Malasia; ABBB, se conocen algunos clones del sudeste Asiático

y Papua Nueva Guinea (Stover y Simmonds, 1987; Ploetz, 1994).

La historia de los cultivares de banano está íntimamente ligada a las de la poblacion

humana en los trópicos; es posible, que la domesticación del banano tuviera su inicio

en forma paralela con la agricultura de los cultivos alimenticios (Rowe y Rosales, 1996).

En la actualidad, los bananos se cultivan en todas las regiones tropicales del mundo, en

regiones que tienen suficiente agua y en 30° latitud N; Afríca, Islas del Pacífico, Centro

América y El Caribe, donde constituye una parte importante de la dieta básica para

millones de personas; se encuentra entre los más importantes cultivos básicos y

además, suministra una valiosa fuente de ingresos mediante el comercio local e

internacional (Okole y Schulz, 1997; Carlier et al., 2000).

Los bananos se cultivan en una superficie de 3,995,034 hectáreas, con una producción

anual de 64,627,049 toneladas métricas (FAO, 2001) de las cuales cerca de la tercera

parte es producida en cada una de las regiones de África, Ásia, El Pacífico, América

Latina y el Caribe (Jeger, 1996). Sólo el 10% de la producción entra al mercado

internacional y es un importante renglón económico para muchos países. El 90%

remanente se consume localmente, por lo que constituye un importante renglón

alimentario y de sustento de pequeños agricultores en muchos países de América

Latina, Asia y África, que lo consumen fresco, cocido, frito o en forma de cerveza

(Rowe y Rosales, 1996).

Además, en términos de valor bruto de producción, los plátanos son la segunda fruta

tropical más ampliamente consumida después de los cítricos (Musabyimana et al.,

2000). La mayoría de los productores son agricultores en pequeña escala, quienes

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cultivan este producto, para consumo familiar o para los mercados locales (Fullerton y

Olsen, 1995); además de ser una fuente barata de energía y fácil de producir, los

plátanos son ricos en vitaminas A, B6, C y potasio (Simmonds, 1976).

México se encuentra en el octavo lugar de producción mundial con el 2.8% y una

superficie de 74, 818 ha del cultivo; los principales estados productores de plátano son;

Chiapas, Tabasco, Veracruz, Nayarit, Colima, Oaxaca, Guerrero y Jalisco (FAO, 2001;

Sagarpa, 2001).

2.6 La Sigatoka Negra enfermedad ocasionada por Mycosphaerella fijiensis M.

Los plátanos sufren el ataque de un grupo importante de enfermedades causadas por

hongos, bacterias, virus y nemátodos, que afectan de una forma u otra forma su

desarrollo normal y productividad. Alguna de ellas han tenido un fuerte impacto

económico, social y ecológico y han sido inclusive las causantes del abandono del

cultivo de variedades, agronómicamente ideales, que no han podido ser igualadas por

los híbridos provenientes de programas genéticos (Craenen y Ortiz, 1996).

El manchado de la hoja o sigatoka negra causada por M. fijiensis Morelet var difformis

Mulder y Stover (Stover y Simmonds, 1987), es la enfermedad más destructiva e

importante de los plátanos y bananos (Musa spp) en el mundo (Romero y Sutton, 1997

(b); Carlier et al., 2000). La presencia de sigatoka negra parece estar limitada para

áreas abajo de 1,200 msn, entre 700 y 1,200 msnm hay un equilibrio en la población del

patógeno, la usencia de sigatoka negra en regiones altas hace estas áreas

potenciales para la producción de plátano (Mouliom-Pefoura et al, 1996).

La Sigatoka Negra (M. fijiensis), se identificó por primera vez en las islas Fiji en 1964,

(Fullerton y Olsen, 1995) la primera aparición de la sigatoka negra fuera de Ásia se

realizó en el continente Americano, específicamente en el país de Honduras en 1972, y

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el primer brote epidémico ocurrió en Honduras en 1974, de donde se diseminó a todos

los países de América Central, el Caribe y parte de América del Sur. La detección más

reciente de sigatoka negra fue en Bolivia, en Marzo y Junio de 1997 (Jacome y Schuh,

1992). Las áreas afectadas de este país Sudamericano representan el punto más

cercano de la enfermedad a las regiones productoras de Brasil (alrededor de 700 Km),

el cual es el único país libre de sigatoka negra en América (Tijerina, 1997).

En América Central, la sigatoka negra es por mucho la más dañina y costosa

enfermedad de los plátanos, teniendo el 27% de los costos de producción. El costo del

control químico de la enfermedad en América Central y América del Sur es de

aproximadamente $10 millones de dólares al año (Jeger, 1996).

El buen control de la enfermedad es necesario para la exportación de la fruta, ya que la

fruta que proviene de plantas infectadas tienden a madurar prematuramente y presenta

fruto de tamaño más pequeño de lo normal (Jeger, 1996; Nokoe y Ortiz, 1998). Se han

reportado pérdidas superiores al 33% de la producción en algunas plantaciones, donde

la enfermedad de sigatoka negra ha estado presente (Mobambo et al., 1993).

El hongo pertenece a la clase Ascomycete, género Mycosphaerella y especie fijiensis

Morelet [forma perfecta de Paracercospora fijiensis (Morelet) Deighton]. En la fase

sexual (Telemorfa) presenta pequeñas peritecias como puntos negros en el tejido

necrótico en la superficie y envés de la hoja; cada peritecio contiene 2 -4 ascas, en cada

una de las cuales hay 8 ascosporas; éstas son incoloras y 2 células, una más larga que

la otra y una delagada contracciónen en el septum; son fuertemente descargadas 10

minutos después de que la hoja se moja. A la forma asexual (Anamorfa) se le conoce

como Cercospora fijiensis y ahora se llama P. fijiensis forma racimos de 2-5

conidioforos cortos, que emergen a través de la estoma del envés de la hoja de estrías

jóvenes.

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El hongo M. fijiensis causa una enfermedad explosiva; produce los dos tipos de

esporas, que son fácilmente diseminadas, conidias y ascosporas. Al presente se ha

publicado poca información sobre la epidemiología de M. fijiensis, la mayoría proviene

de observaciones en campo bajo infecciones naturales (Chuang y Jeger, 1987).

Estudios realizados en ambientes controlados, pueden hacer posible aislar los efectos

de factores específicos y quitar las presiones que se ejercen bajo condiciones de fincas

(Jacome y Schuh, 1992).

Las ascosporas son consideradas el origen de la mayor tasa inóculo de M. fijiensis

(Stover, 1980). Stover (1980, 1983) sugiere que temperaturas arriba de 21°C y la

presencia de una película de agua favorecen el rápido desarrollo de manchado de la

hoja; el rango de temperatura óptima para el desarrollo de la enfermedad es de 26 a

28°C. En un estudio previo Jacome et al., (1991) indica que las ascosporas requieren

agua libre o un ambiente cercano a la saturación, humedad relativa de 98-100 %, para

la germinación y crecimiento del tubo germinativo. Las conidias, al contrario, germinan

a un rango más amplio de humedad relativa (92-100 %). Las condiciones de Honduras

y Centro América, durante la época seca (febrero a mayo), no conducen a la infección

por ascosporas, durante este período. Los síntomas de enfermedad hacen su aparición

sobre hojas nuevas, si se consideran los bajos requerimientos de humedad relativa

para la germinación, la infección por conidios es la responsable del desarrollo de

enfermedad, durante la parte seca de la estación de crecimiento.

2.7 Síntomas de la enfermedad en el cultivo.

El hongo M. fijiensis induce manchas foliares con una subsecuente clorosis y reducción

en la asimilación neta del rango de luz en plantas de banano y plátano (Okole y Schulz,

1997). Esto lleva al decremento de la capacidad fotosintética y a la prematura

maduración de la fruta sobre la planta (Ramsey et al., 1990).

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La caracterización de la evo lución de los síntomas de sigatoka negra ha sido realizada

por diferentes autores (Rhodes, 1964) con material de Fiji; Meredith y Lawrence, (1969)

de Hawaii; Stover y Dickson, (1976) en Honduras; Mulder y Stover, (1976) con material

de diferentes procedencias; Fouré, (1982) en Gabón. De acuerdo a los criterios de

Fouré (1982) las características de los síntomas son conocidos por diferentes estados

de desarrollo de la infección, ellos son:

Estado 1: Aparecen unas pequeñas puntuaciones (pecas) de forma irregular y difusas,

de color amarillo pálido, de un diámetro aproximado de 0.2 mm, solo

perceptibles en el envés de las hojas. Esta puntuación amarilla no es siempre

visible y pasa usualmente inadvertida. No es tampoco claramente visible en

muchos clones. Cuando las condiciones son muy favorables al desarrollo de la

enfermedad, éstas pueden aparecer en la hoja 2 (contando la última hoja

abierta como la hoja 1). Casi siempre aparecen en las hojas 3 y 4. Estas

pecas se alargan y alcanzan aproximadamente 1 mm de longitud, tomando las

características de una raya pardo rojiza y no son visibles por el haz.

Estado 2: La raya se alarga hasta tomar una longitud variable. La principal

característica del estado es que ya las rayas son visibles por el haz de las

hojas y siguen manteniendo su color pardo rojizo - café.

Estado 3: Las rayas se alargan hasta alcanzar 20- 25 mm de longitud y 2 mm de

ancho, manteniendo su color café característico; si la densidad de inóculo es

muy grande, las rayas pueden coalescer formando zonas necróticas, que le

dan un aspecto oscuro a las hojas. La distribución de estas rayas es variable,

en ocasiones es muy numerosa en el semilimbo izquierdo de las hojas, pero

en otras aparecen igualmente distribuidas en ambos. Frecuentemente se

agrupan en ambos lados de la nervadura central de la hoja y a veces varias

rayas coalescen para formar rayas compuestas más grandes.

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Estado 4: Puede considerarse el primer estado de mancha. Las rayas se ensanchan y

toman un contorno, más o menos redondeado, elíptico o fusiforme. La

transición de rayas a manchas es caracterizada por el desarrollo de un borde

acuoso o pardo claro alrededor de la mancha. Este borde acuoso se hace

claramente visible temprano en la mañana cuando el rocío está presente o

después de una lluvia.

Estado 5: El color pardo rojizo se torna pardo oscuro o casi negro, el área central que

rodea la mancha se vuelve más pronunciada debido al oscurecimiento. En

este estado, puede ocurrir un amarillamiento ligero del tejido de la hoja que

rodea el borde acuoso de la mancha. Este estado caracteriza el color oscuro

casi negro, que toma el follaje de las plantas afectadas seriamente por la

enfermedad.

Estado 6: El centro de la mancha se seca, se vuelve gris claro y después se deprime.

La mancha es rodeada de un borde estrecho bien definido, pardo oscuro o

negro. Entre este borde y el verde normal de la hoja, hay un halo amarillento

brillante en la zona de transición. Después que las hojas se han secado y

colapsado, las manchas permanecen claramente visibles debido al centro

claro y el borde oscuro.

No todas las manchas siguen esta secuencia de desarrollo. Algunas manchas no se

desarrollan más allá del segundo o tercer estado. De forma igual a Sigatoka, en las

plantas jóvenes las rayas iniciales se desarrollan a manchas ovales pardo - rojizas y las

características de las primeras etapas de las rayas son de poca duración. En el caso

de alta presión de inóculo, aparece sobre las hojas una gran cantidad de lesiones por

unidad de área, generalmente de poco tamaño lo que provoca que a partir del estado 3,

se necrosen los fragmentos provocando la aparición de un gran número de

pseudotecios del patógeno.

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El hongo produce toxinas específicas las cuales pueden estar involucradas en la

patología de la enfermedad; han sido identificadas seis, producidas por M. fijiensis

entre estas está 2,4,8 trihidroxitetralona que induce síntomas de la enfermedad,

similares a los producidos por el hongo en las hojas de las plantas (Okole y Schulz,

1997).

2.8 Variabilidad genética de Mycosphaerella spp.

Los estudios de la variabilidad genética, mediante el polimorfismo de los fragmentos

de restricción del ADN genómico (RFLP) de M. fijiensis, han permitido evidenciar una

gran variabilidad entre las poblaciones de diferentes partes del mundo (Carlier et al.,

1993); diferencias genéticas entre las dos especies M. musicola y M. fijiensis, así

como la sinonimia existente entre esta última y M. fijiensis var difformis (Mulder y

Stover, 1976), en virtud de la similitud de sus patrones de hibridación. Así mismo, se

verificó, que las poblaciones de Africa, Australia, América Latina y las Islas del Pacífico,

son grupos genéticamente homogéneos y específicos para cada una de estas

regiones. Ésto sugiere, que las introducciones de M. fijiensis a partir del Sudeste

Ásiático fueron limitadas e independientes unas de otras. Las poblaciones de América

Latina muestran más similitud con las de las islas del Pacífico que con otras

poblaciones.

2.9 Métodos de control de M. fijiensis

2.9.1 Control químico

La sigatoka negra es controlada principalmente por fungicidas químicos, debido a que

las alternativas de control con otros tipos de productos no cuentan con una regulación

comercial aceptable. La alternancia de fungicidas sistémicos con fungicidas de

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contacto, son los métodos comunmente utilizados. Los fungicidas pertenecen a

diferentes grupos químicos: triazoles, morfolinas, benzimidazoles, tiofanatos,

carbamatos y el clorotalonil. Los derivados de triazol (inhibidores de la síntesis de

ergosterol de tipo I o inhibidores de la C14 demetilasa), han mostrado el mejor nivel de

eficacia contra M. fijiensis. Se caracterizan por su alta actividad inhibitoria sobre el

crecimiento de los filamentos germinativos y la inhibición del desarrollo de

fructificaciones, así como sobre el tamaño de las manchas foliares (Pérez et al., 1993;

Pérez y Mauri, 1994).

El benomyl, propiconazol y tridemorph, son los principales fungicidas sistémicos

utilizados para el control de esta enfermedad (Romero y Sutton, 1997a). La

disponibilidad de ellos y la capacidad de actividad post-infección, provee una

oportunidad, para la utilización de un sistema de aviso sencillo, basado en la detección

de síntomas en estado inicial de la enfermedad (Ganry y Laville, 1983). La utilización de

este sistema de detección resulta en un decremento significante en el número de

aplicaciones necesarios para el control de sigatoka negra. Entre 1991 y 1992 la

resistencia de M. fijiensis a las aplicaciones de benomyl, dio como resultado un

incremento en la utilización de propiconazol (Romero y Sutton, 1997a). El propiconazol

es un miembro de los fungicidas inhibidores del ergosterol (DMI) (Köller, 1992); sin

embargo, el continuo uso del propiconazol ha provocado un decremento en la

sensibilidad de M. fijiensis a este fungicida (Smith et al., 1991); de la misma manera,

ya se ha reportado resistencia de otros patógenos al propiconazol (Elad, 1992; Stanis y

Jones, 1985).

2.9.2. Manejo de la resistencia vegetal

El mejoramiento genético de bananos y plátanos depende del desarrollo de diploides

con buenas caracterÍsticas agronómicas y resistencia a enfermedades. Los diploides

mejorados son usados como líneas masculinas en cruzamientos con triploides fértiles

(es decir, que producen semillas al ser polinizados), para la producción de híbridos

tetraploides. Los tetraploides seleccionados son evaluados para cualidades

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comerciales (Rowe y Rosales, 1996). Consiste en la utilización de variedades de

plátano tolerantes o resistentes a sigatoka negra.

Existen diferentes procesos de mejoramiento genético, siendo uno de ellos el

convencional y a pesar de que en el género Musa las especies comestibles presentan

una gran esterilidad con este método, se han obtenido diferentes híbridos de banano y

plátanos promisorios. Por algunos años, la resistencia de los plátanos a sigatoka negra

ha sido el objetivo de los programas de reproducción. Esterilidad femenina y

características agronómicas indeseables de la presencia de genes diploides de

resistencia, para M. fijiensis ha sido la mayor coacción para el rápido desarrollo de

híbridos resistentes (Romero y Sutton, 1997b).

2.9.3. Control cultural

Las prácticas del cultivo tienen una acción directa sobre el control de la sigatoka negra

y el rendimiento. Los otros métodos de control de la enfermedad deben estar apoyados

por las prácticas de cultivo. En el control químico no se puede depender únicamente de

la eficiencia de los fungicidas, para lograr un buen control (Velastegui 1992). Las

prácticas de cultivo están encaminadas a proporcionar el medio adecuado para un

buen desarrollo de la planta, y a la vez, evitar condiciones favorables para el desarrollo

del hongo, su deficiente aplicación contribuye a aumentar la humedad relativa y las altas

temperaturas, dentro del huerto, condiciones que favorecen la presencia de sigatoka

negra. Estas prácticas por si solas no son suficientes para el control de la enfermedad,

pero sirven de complemento a otras medidas de control (Stover y Simmonds, 1987).

Entre las prácticas de cultivo que se deben considerar están las siguientes prácticas

culturales; la selección de material de siembra, el drenaje, el riego, la densidad de

población, la fertilización, el deshoje, el control de malezas y el recorte de pseudotallos

de las plantas cosechadas.

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2.10. Control biológico como alternativa de control de enfermedades

La agricultura moderna es altamente dependiente de los fungicidas, el uso repetido de

los productos químicos para el control de un fitopatógenos ha provocado problemas de

resistencia (Goldman et al., 1994; Nelson et al., 1995); además, la residualidad de los

fungicidas en el suelo y el agua, los cuales provocan daños al medio ambiente, así

como la anulación de registro de ciertos plaguicidas, están creando un fuerte interés en

el uso de control biológico de patógenos fúngicos (Wilson, 1997; Huang et al, 2000).

La eficiencia, la seguridad y los métodos, para aplicar y mantener antagonistas

microbianos son fundamentales, para el éxito de control biológico en sistemas

agrícolas, así como para la aceptación del control biológico por los cultivadores y la

sociedad. Para introducir antagonistas, las consideraciones importantes incluidas son

la viabilidad, formulación y concentración del organismo de control biológico; la clase

de adyuvante, la eficiencia de distribución de aplicaciones del organismo, sin olvidar las

condiciones microclimaticas, durante y después de la aplicación (Wilson et al., 1998).

Un número de enfermedades foliares, incluyendo algunas causadas por B. cinerea,

puede ser reducidas por preinoculación del follage con hongos epifitos filamentosos o

bacterias (Blakeman y Fokkema, 1982; Elad et al., 1996). La habilidad de las especies

de Trichoderma de producir enzimas y atacar o inhibir hongos fitopatógenos lo hacen

excelente para el control biológico (Samuels, 1996).

Las propiedades antagonistas de Trichoderma se conocen desde hace tiempo, la

primera publicación se menciona en 1887 (Vuillemin). La evaluación del fenómeno de

antagonismo y las posibles aplicaciones, como un medio de control de patógenos de

plantas cultivadas comenzó entre las dos guerras mundiales. El primer resultado

positivo de control de la enfermedad, lo reporta Grosclaude (1970) en el control de

“hoja plateada”, éste hecho se considera como el punto de partida de las

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investigaciones para la utilización de Trichoderma en el control biológico de patógenos

de las partes aéreas de las plantas.

Las especies del género Trichoderma están siendo extensivamente utilizado como

agente de control biológico, debido a que ataca a una gran variedad de hongos

fitopatógenos responsables de causar enfermedades en los cultivos (Vazquez-

Garcidueñas et al., 1998). Aislados específicos de este grupo tienen la disponibilidad

para el control de un amplio rango de fitopatógenos, bajo una variedad de condiciones

ambientales (Papavizas,1985). No obstante, la extensiva investigación sobre la

utilización de Trichoderma, para el control biológico, los mecanismos por los cuales

controla los hongos fitopatógenos, no están bien conocidos. El principal mecanismo

propuesto es el micoparasitismo, se presume que este proceso requiere la producción

de enzimas, que digieran la pared celular fúngica (Chet, 1987). Las especies de

Trichoderma son conocidas por ser eficientes productores de lyasas, polisacaridos,

proteasas y lipasa, las cuales, todas pueden estar involucradas en la degradación de la

pared celular (Chérif y Benhamou, 1990; Lorito, 1993a). Las enzimas que están

involucradas en el micoparasitismo son aquellas que degradan quitina y glucano; los

cuales son elementos estructurales importantes de la pared celular de muchos hongos

(Harman et al., 1993; Mauch et al, 1988). Trichoderma produce de cinco a siete

enzimas, dependiendo del aislado. El sistema quitinolítico de T. harzianum consiste de

cinco a siete enzimas distintas dependiendo del aislado (Carsolio et al., 1999).

Las tres décadas que siguieron a los trabajos pioneros de Weindling (1934,1937)

sobre Trichoderma, fueron marcados por el oscurecido intento de la idea que

prometía, que estos dos hongos tenían un potencial como agentes efectivos para el

control biológico; sin embargo, en poco tiempo, se ha sido testigo de un dramático

incremento en los esfuerzos de investigación y algunas recientes revisiones de artículos

y libros, consideran la utilización de microorganismos específicos para el control

biológico de enfermedades de plantas.

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Las especies T. harzianum y T. virens son las mayormente citadas en control

biológico (Papavizas, 1985; Chet, 1987); T. harzianum sola o en combinación con

otras especies de Trichoderma o con algún adjuvante químico a sido utilizado en el

control de diferentes enfermedades, algunas de estas incluye: “damping-off”

Rhizoctonia spp. en rábano (Lifshitz & Baker, 1985), maíz y soya (Kommedahl et al.,

1981), moho gris en tomate (Migueli et al., 1995), uva y fresa (Elad et al., 1995; Harman

et al., 1995); pudrición de almacenamiento en manzana por Colletotrichum spp.

(Tronsmo y Hjeljord, 1995), pudrición del pepino causada por Rhizoctonia solani J.G.

Kühn (Lewis y Papavizas, 1980; Lewis et al, 1996), “take-all” enfermedad en trigo

(Ghisalberti y Sivasithamparam, 1991), y Sclerotinia sclerotiorum (Lib.) de Bary en

guisante (Knudsen y Eschen, 1991) y S. minor Jagger en lechuga (Vannacci et al.,

1991), y un complejo de marchitamiento predominantemente causado por Sclerotium

rolfsii Sacc. R. solani y F. oxysporum Schldl en lenteja y garbanzo (Mukhopadhyay,

1995).

El hongo T. harzianum es un agente de control biológico, para proteger a las plantas

cultivadas de daños inducidos por Sclerotium rolfsii Sacc. y R. solani, bajo condiciones

de invernadero y de campo; en experimentos de invernadero, el control biológico de S.

rolfsii y R. solani, fue del 97% de reducción de incidencia de enfermedad en semillas

de frijol y 57% de reducción de la incidencia de la enfermedad en suelo infestado

naturalmente y artificialmente con ambos patógenos. La eficiencia del control biológico

se relaciona positivamente con el grado de preparación del inóculo de Trichoderma

aplicada al suelo y negativamente, con el nivel de infestación del patógeno (Elad et al,.

1980). Mejorar los métodos de aplicación de Trichoderma podría dar mejores

resultados en el control de fitopatógenos (Elad et al., 1980).

Existen en el mercado diferentes productos de Trichoderma que se comercializan para

diferentes cultivos (Lumsden, Lewis y Locke, 1993), como es RootShield, para el

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control de enfermedades en tomate y pepino; Trieco, para el control de fitopatógenos

en café, citricos, uvas, chile, algodón y tabaco; TRICHODEX 20SP, para el control de

B. cinerea en uva, así como también para el control de enfermedades en tomate y

pepino producidos en invernaderos comerciales (O’neill et al, 1996; Fravel et al,. 1999;

Elad, 2000); F-Stop en el control de F. oxysporum Schlecht. f. sp. radicis-

lycopersiciJarvis & Shoemaker en tomate (Datnoff et al., 1995).

En lo que respecta a M. fijiensis, no existen estudios que señalen el efecto de cepas

nativas de Trichoderma, ya sea por antibiosis, micoparasitismo o competencia.

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III MATERIALES Y MÉTODOS 3.1 Localización del área de estudio

El trabajo de investigación se realizó en la Facultad de Ciencias Biológicas y

Agropecuarias de la Universidad de Colima, ubicada en el Km. 40, carretera Colima-

Manzanillo en Tecomán, Colima, México.

3.2 Poblaciones en estudio

3.2.1 Aislamiento de Mycosphaerella fijiensis

El hongo M. fijiensis se aisló de hojas enfermas, de una plantación comercial ubicada

en el poblado de Marabasco, municipio de Manzanillo, Colima. El aislamiento se realizó

de acuerdo a la técnica de Stover (1976), Porras y Pérez (1997). Se seleccionaron

fragmentos de 3 x 3 cm de hojas con pseudotecios y ascósporas, se presillaron a

discos de papel filtro, de 10 cm de diámetro de forma que el envés quedara expuesto,

para la liberación de las ascósporas. Los fragmentos se incubaron durante 48 horas, en

bolsas de nylon con papel filtro humedecido, para uniformar la maduración de las

ascósporas.

Posterior a la incubación de los fragmentes de hoja, los papeles filtro y los fragmentos

de hojas se sumergieron en agua destilada durante 5 min. El papel filtro se colocó

inmediatamente dentro de las tapas de las placas de Petri, de forma, que el envés de

los fragmentos quedara de frente a las cajas con agar-agua y se dejó descargar las

ascósporas durante una hora.

Las ascósporas se transfirieron a cajas Petri que contenían agar papa-dextrosa y se

incubaron a 25° C por 4 días; una vez que transcurrió este tiempo, las colonias visibles

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se transfirieron a agar Mycophil (Becton Dickinson Microbiology Systems, Cockeysville,

MD) y se incubaron a 25°C por 15 días, bajo luz fluorescente continua, para el

crecimiento de la colonia (Romero y Sutton, 1997a).

3.2.2. Especies de Trichoderma utilizadas.

Los aislados de Trichoderma spp. se obtuvieron de la colección de hongos del

Laboratorio de Control Biológico, de la Universidad de Colima. Las 22 cepas que se

utilizaron fueron identificadas por el Dr. Gary Samuels de USDA-ARS y corresponden a

13 de T. longibrachiatum, 5 a T. harzianum, 1 a T. artroviride, 1 a T. koningii , 1 a T.

virens y una no identificada.

3.3. Evaluación de la producción de enzimas hidróliticas por Trichoderma spp.

Con el propósito de evaluar la producción de las enzimas hidrolíticas, quitinasas y

glucanasas, de cada una de las cepas de Trichoderma spp., se utilizó el medio de

cultivo líquido, de acuerdo a las técnicas propuestas por Bruce et al., (1995), Hadar et

al., (1979), Harman et al., (1993) y Worasatit et al.,(1994).

En matraces Erlenmeyer de 250 ml se colocaron 50 ml de medio de cultivo formado por

10 g de KNO3; 5 g de KH2PO4; 2.5 g de MgSO4.7H2O; 2 mg de FeCl3,; 150 ml de jugo

V8; 10 g de polyvinylpyrrolidona (Sigma, St. Louis, MO) y 1,000 ml de agua

desionizada. El medio se suplementó, según fue el caso, con 1% (p/v) de quitina en

hojuelas ó 0.1% de laminarina (Sigma Chemical Co., St Louis, MO, U.S.A), para

producción específica de quitinasa y glucanasa, respectivamente. El medio se ajustó a

pH de 6.0 con solución de ácido clorhídrico 0.5N y se esterilizó en autoclave a 121oC

por 20 minutos; posteriormente se inoculó con 1 ml de una suspensión de conidios a la

concentración de 1 X 106 conidios/ml y se incubó a 25°C, 12 horas luz/oscuridad en un

agitador rotatorio Lab- Line Instruments a 180 rpm, por cinco días, para producción de

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quitinasas y ocho días, para producción de glucanasas (Harman et al., 1993; Worasatit

et al., 1994).

Pasado el tiempo de incubación, del medio de cultivo con las enzimas de interés, se

separó la biomasa por filtración, en papel filtro Whatman No.1; posteriormente el caldo

se centrifugó a 10,000 rpm por 30 min, las partículas residuales se retiraron por

filtración a través de un filtro de fibra de vidrio (Hadar et al., 1979; Harman et al., 1993;

Worasatit et al., 1994). Inmediatamente después, el filtrado se utilizó para cuantificar la

producción de quitinasas o glucanasas y para determinar la inhibición de las enzimas

en el crecimiento de micelio de M. fijiensis.

3.3.1 Cuantificación de glucanasas producidas por Trichoderma spp.

La actividad de las glucanasas se determinó de acuerdo al método de Nelson (1944) y

Somogyi (1952). Se utilizaron los filtrados obtenidos de las 22 cepas de Trichoderma

spp. del medio de cultivo líquido con 8 días de incubación.

Para cada muestra se utilizaron dos tubos, a ambos tubos se les agregó 1 ml de una

solución de 10 mg/ml de laminarina en solución amortiguadora de citrato 0.1M con pH

5 (solución 0.1M de citrato de sodio y 0.1M de ácido cítrico, mezcladas en proporción

21:29 v/v, respectivamente. Y solamente al tubo uno se le agregó un ml del filtrado, y se

incubaron todos los tubos por 4 h a 40°C en baño María.

Después de la incubación, se le agregó 1 ml de filtrado al tubo dos, posteriormente se

agregaron a todos los tubos 2 ml de reactivo de cobre (CR), e inmediatamente se

colocaron los tubos en agua hirviendo por 10 min para destruir la actividad enzimática.

Luego se agregaron 2 ml de reactivo de arsenomolibdato y se aforó a 25 ml con agua

destilada. La solución se homogenizó para el desarrollo de color, y posteriormente se

midio la absorbancia de la solución a 500 nm en un espectrofotómetro (Spectronic 20D,

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Milton Roy, Rochester, N.Y.). Se corrio un blanco, el cual llevó el mismo procedimiento

que las muestras, pero en lugar de filtrado se utilizó agua destilada (Bruce et al., 1995).

El reactivo se cobre (CR) se preparó minutos antes de utilizarlo con 4 partes de reactivo

de Cu I y una del reactivo de Cu II. El reactivo I se formó con 16.1 g de tartrato de sodio

y potasio (KNaC4H4O6.4H2O); 24 g de carbonato de sodio (NaCO3); 16 g de

bicarbonato de sodio (NaHCO3); 80.44 g de sulfato de sodio (Na2SO4); disueltos en

800 ml de agua. El reactivo de II se formó con 4 g de sulfato de cobre pentahidratado

(CuSO4.5H2O); 36 g de sulfato de sodio (Na2SO4), disueltos en 200 ml de agua

destilada. En ambas soluciones se calentaron para la disolución de los reactivos, una

vez fríos se corrigió el volumen original. El reactivo de arsenomolibdato se preparó

disolviendo 25 g de molibdato de amonio tetrahidratado (NH4MO7O42.4H2O) en 450 ml

de agua destilada; al cual se le agregaron 21 ml de ácido sulfúrico concentrado (H2SO4)

y 3 g arseniato disódico (Na 2HA5O4.7H2O) disuelto en 25 ml de agua, los reactivos se

mezclaron y almacenaron a 37°C por 2 días antes de utilizarse (Bruce et al., 1995).

Se realizó una curva de calibración con diferentes concentraciones de glucosa, las

cuales fueron: 25, 50, 75, 100, 125, 150, 200, 250, 300 y 400 µg/2 ml.

Las diferencias en las lecturas de absorbancias del tubo 1 y 2, se utilizaron para

establecer la actividad de glucanasas por extrapolación de la gráfica estándar. La

actividad de glucanasas de cada filtrado se calculó con cuatro réplicas de análisis

(Hadar et al., 1979).

Las variables utilizadas para cuantificar la actividad de las glucanasas fueron actividad

total (AT) y actividad específica (AE). La actividad enzimática (AT) es la cantidad de

enzima que origina la transformación de sustrato en condiciones óptimas de medida y

se reporta como µmoles glucosa/h ; La actividad específica (AE) es el número de

unidades de enzima por miligramo de proteína, y constituye una medida de la pureza de

la enzima y se expresa como µmoles glucosa/h/mg de proteína Hadar et al., 1979; Madi

Page 50: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

et al., 1997). El contenido de proteínas de la solución enzimática se determinó con el

reactivo de Folin de acuerdo a Lowry et al. (1951).

Se realizaron 22 tratamientos que corresponden a las cepas de Trichoderma spp., con

4 repeticiones, distribuidos bajo el diseño experimental completamente al azar. Los

datos se sometieron a un análisis de varianza y pruebas de media de Tukey (P<0.05),

con el paquete estadístico SAS (SAS, 1988).

3.3.2. Cuantificación de quitinasas producidas por Trichoderma spp.

La actividad de quitinasas se cuantificó con los filtrados de 5 días de incubación,

obtenidos de las 22 cepas de Trichoderma spp, de acuerdo a Reissing et al., (1955).

Para cada uno de los filtrados se colocaron cuatro tubos, y a cada uno se les agregó 1

ml de filtrado y 3.8 mg de quitina purificada en polvo (Sigma Chemical), en 1 ml de

McIlvaine de citrato, pH 5.0 (formado por 49 ml de solución 0.1 M de ácido cítrico, más

51 ml de solución 0.2 M de fosfato disódico). Los tubos uno de cada filtrado se

sumergieron en agua hirviendo por 10 minutos, para destruir la actividad enzimática,

posteriormente todos los tubos se incubaron por 24 h a 37°C en baño María.

Después de la incubación se tomaron 0.5 ml de cada uno de los 4 tubos y se colocaron

en tubos de ensaye; y todos los tubos se colocaron en agua hirviendo por 10 minutos;

posteriormente, a cada tubo se le agregó se les agregó 0.1 ml de solución 0.8 M de

tetraborato de potasio y se pusieron a ebullición, por 3 minutos; se dejó enfriar, para

luego agregarles 3 ml de p-dimethylaminobenzaldehido (DMAB, Sigma Chemical), los

tubos se homogenizan en un vortex para el desarrollo del color y se mide la absorbancia

a 544 nm; en un espectrofotómetro (Spectronic 20D, Milton Roy, Rochester, NY) contra

un blanco, al cual se le realizó el mismo procedimiento, solo que en lugar de filtrado se

utilizó agua destilada.

Page 51: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

El reactivo de arsenomolibdato se preparó disolviendo 10 g de DMAB en una mezcla

de 12.5 ml de HCl 10N y 87.5 ml de ácido acético glacial (grado analítico);

posteriormente se diluye 1:10 en ácido ácetico glacial antes de utilizarse.

Del mismo modo, se realizó una curva de calibración con las siguientes

concentraciones de N-acetylglucosamina: 0, 1.6, 1.9, 3.1, 3.9, 6.25, 7.8, 12.5, 15.6, 25,

31.25, 40, 50, 62.5, 70, 80, 90, 100, 110, 120 y 125 µg/0.5 ml del amortiguador

McIlvaine, pH 5.0. Las diferencias en las lecturas de absorbancia del tubo uno menos el

promedio de los tubos dos, tres y cuatro, se utilizó para establecer la actividad de N-

acetylglucosamina por extrapolación de la gráfica estandar. La actividad de la N-

acetylglucosamina de cada filtrado se calculó en cuatro réplicas de análisis (Bruce et

al., 1995).

La actividad total (AT) y específica (AE) de las quitinasas se determinó por la

cuantificación de N-acetylglucosamina liberada, según Reissing et al., (1955); la AT se

expresó como µmoles de N-acetylglucosamina/hora y la AE como µmoles de N-

acetylglucosamina/mg de proteína/hora de acuerdo con Hadar et al., (1979) y a Madi et

al., (1997). El contenido de proteínas de la solución enzimática se determinó con el

reactivo de Folin de acuerdo a Lowry et al. (1951).

En total se formaron 22 tratamientos que correspondieron a las cepas de Trichoderma

spp, con 4 repeticiones, distribuidas bajo el diseño experimental completamente al

azar. Los datos se sometieron a un análisis de varianza y pruebas de media de Tukey

(P<0.05), con el paquete estadístico SAS (SAS, 1988).

3.4 Evaluación de antibiosis de Trichoderma spp. sobre el crecimiento de

micelio de M fijiensis.

Page 52: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

Para la determinación de actividad antibiótica por glucanasas y quitinasas se realizaron

de acuerdo a la técnica descrita por Rodriguez-Cabana et al., (1983), Mauch et al.,

(1988) y Harman et al., (1993), bajo condiciones estériles, volumen igual (10 ml) de

solución de enzima, la cual se filtro a través de un filtro Millipore 0.22 µm (Millipore Co.

Bedford, MA U.S.A), se mezcló con agar Mycophil y se inoculó con un disco de 5 mm

de diámetro de micelio de una colonia en crecimiento activo de M. fijiensis, se incubó

a 24°C y se midió el diámetro de crecimiento del micelio cada 7 días durante 49 días.

Para el testigo se utilizó agar Mycophil sin solución de enzima en caja Petri y se inoculó

con un disco de 5 mm de diámetro de micelio de una colonia en crecimiento activo de

M. fijiensis.

El porcentaje de inhibición se calculó para cada una de las muestras de la siguiente

forma:

% Inhibición = T – M X 100

T

Donde : T= Crecimiento en mm del testigo

M= Crecimiento en mm de las muestras

En total se formaron 22 tratamientos que corresponden a las cepas de Trichoderma,

para cada una de las enzimas, con 4 repeticiones, distribuidas bajo el diseño

experimental completamente al azar. Los datos se sometieron a un análisis de varianza

y pruebas de media de Tukey (P<0.05), con el paquete estadístico SAS (SAS, 1988).

3.5 Actividad micoparasítica de Trichoderma spp. sobre M. fijiensis

Se realizaron interacciones entre colonias de M. fijiensis con cada una de las 22 cepas

de Trichoderma, para evaluar los niveles de micoparasitismo de acuerdo a las técnicas

Page 53: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

de Elad et al., (1983), Benhamou y Chet, (1993), Bélanger et al., (1995), Benhamou et

al., (1999).

Un disco de micelio de 5mm de diámetro, de una colonia en crecimiento activo de cada

hongo de Trichoderma y uno de M. fijiensis, se colocaron dentro de cajas Petri a 3 cm

de separado sobre una superficie de agar papa-dextrosa (PDA). Las cajas de Petri se

incubaron a 25°C, bajo luz continua por cinco días. A los 1, 3, y 5 días se realizaron

cortes de micelio de la zona de intersección de 1 cm2. Los cortes de micelio se

colocaron en porta objetos y se fijaron con vapores de una solución al 2% (p/v) de

Tetróxido de Osmio, en agua destilada por 20 h, a temperatura ambiente, en la

campana de extracción; posteriormente, a cada muestra se le realizó un baño de oro en

un Nanotech Sputter Coated 18930 (Cambridge, England), después se colocó en un

desecador hasta su observación en Microscopio Electrónico de Barrido (JEOL JSM-

5400 LV, Scanning Electron Microscopy, Tokyo); esto en el Centro Universitario de

Ciencias Exactas e Ingeniería, Departamento de Física de la Universidad de

Guadalajara, a 15 kV. Se tomó película 35 mm Tri -X-Pan 400 blanco y negro (Eastman

Kodak Co, Rochester N.Y.). En total se examinaron cuatro repeticiones por cada una de

las muestras (Benhamou y Chet, 1997; Benhamou et al., 1997).

La presencia de micoparasitismo entre los hongos se determinó al observar la

presencia o ausencia de enrollamiento, colapso de micelio, penetración de hifas o

esporulación. Se formaron 22 tratamientos que corresponden a las cepas de

Trichoderma spp. con 4 repeticiones.

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IV RESULTADOS 4.1 Producción de enzimas hidrolíticas por cepas de especies de Trichoderma.

4.1.1. Cuantificación de glucanasas de cepas nativas de Trichoderma spp.

La producción de glucanasas, determinada como actividad total (µmol de glucosa/h) y

actividad específica (µmol de glucosa/h/mg proteína), se presentó en las 22 cepas

nativas de Trichoderma spp. evaluadas. Sin embargo, se observó que la capacidad de

producción de glucanasas de las distintas cepas fue diferente (Cuadros 1 y 2).

Cuadro 1 Análisis de varianza de la actividad total de glucanasas de cepas nativas de Trichoderma

Factor de Variación

Grados de Libertad

Suma de Cuadrados

Cuadrado Medio

F Calculada

Pr>F

Tratamiento

21 15.28568 0.727889 3.75 0.0001

Error 44 8.5407 0.194108

Total

65 23.8264

R2= 0.6415 C.V. = 64.4962 a =0.05

Cuadro 2 Análisis de varianza de la actividad específica de glucanasas de cepas nativas de Trichoderma

Factor de Variación

Grados de Libertad

Suma de Cuadrados

Cuadrado Medio

F Calculada

Pr>F

Tratamiento

21 0.07079 0.00337 4.30 0.0001

Error 44 0.03447 0.00078

Total

65 0.10526

R2=0.6724 C.V.=18.84 a =0.05

Page 55: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

La actividad total de glucanasas por las cepas de Trichoderma spp. varió de 0.056 a

1.487 µmol de glucosa/h; la prueba de Tukey (P=0.05), no permitió separar claramente

a las medias (Cuadro 3). La cepa Tl-12 (T. longibrachiatum) fue la que

presumiblemente produjo la mayor actividad total por glucanasas, 1.487 µmol de

glucosa/h; y las cepas Thz-1, Tl-9, Tl-11 y Tar-1 presentaron la menor actividad total por

glucanasas con valores de 0.092, 0.060, 0.057 y 0.056 µmol de glucosa/h; con un

amplio sobrelapamiento con el resto de las cepas experimentales.

La actividad específica varió de 0.0009 a 0.1569 µmol de glucosa/h/mg proteína

(Cuadro 3), la prueba de comparación de medias de Tukey (P=0.05), permitió separar

a las medias en dos grupos a y b, en la que destaca únicamente la cepa Tl-6 de la

especie T. longibrachiatum con 0.1569 µmol de glucosa/h/mg proteína, en tanto que

todas las demás cepas no son significativamente diferentes (Cuadro 3).

Page 56: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

Cuadro No. 3. Actividad total y actividad específica de glucanasas por cepas de Trichoderma spp.

No. Especie Actividad Total

µmol glucosa/h

Actividad Específica

µmol glucosa /h/mg prot

Tl-12 T. longibrachiatum 1.487 a1 0.0104 b

Tl-1 T. longibrachiatum 1.382 ab 0.0077 b

Tvs-1 T. virens 1.305 ab 0.0089 b

Tl-4 T. longibrachiatum 1.203 ab 0.0532 b

Tl-8 T. longibrachiatum 1.198 ab 0.0077 b

Tl-13 T. longibrachiatum 1.115 ab 0.0139 b

Tl-10 T. longibrachiatum 1.107 ab 0.0106 b

Tl-5 T. longibrachiatum 1.047 ab 0.0103 b

Tl-2 T. longibrachiatum 0.819 ab 0.0075 b

Tl-6 T. longibrachiatum 0.785 ab 0.1569 a

Tl-3 T. longibrachiatum 0.729 ab 0.0095 b

Tk-1 T. koningii 0.718 ab 0.0045 b

Thz-3 T. harzianum 0.537 ab 0.0036 b

T-52 Trichoderma spp 0.506 ab 0.0075 b

Thz-4 T. harzianum 0.324 ab 0.0024 b

Thz-5 T. harzianum 0.200 ab 0.0033 b

Thz-2 T. harzianum 0.182 ab 0.0009 b

Tl-7 T. longibrachiatum 0.119 ab 0.0009 b

Thz-1 T. harzianum 0.092 b 0.0023 b

Tl-9 T.longibrachiatum 0.060 b 0.0013 b

Tl-11 T. longibrachiatum 0.057 b 0.0019 b

Tar-1 T. artroviride. 0.056 b 0.0014 b 1Medias entre columnas seguida con la misma letra no son significativamente diferentes de acuerdo a la

prueba de Tukey (P= 0.05).

Page 57: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

4.1.2. Cuantificación de quitinasas de cepas nativas de Trichoderma spp.

Todas las cepas presentaron actividad total y actividad específica por quitinasas. Se

encontró que la capacidad de producción de quitinasas de las distintas cepas fue

diferente entre ellas (Cuadros 4 y 5). Por otro lado, la producción de quitinasas en

términos de actividad total varió de 0.05933 a 0.009 µm N-acetylglucosamina/h; en

tanto que la actividad específica varió de 0.04332 a 0.00030 µm N-

acetylglucosamina/h/mg proteína (Cuadro 6).

Cuadro 4 Análisis de varianza de actividad total de producción de quitinasas por cepas

nativas de Trichoderma Factor de Variación

Grados de Libertad

Suma de Cuadrados

Cuadrado Medio

F Calculada

Pr>F

Tratamiento

21 0.015955 0.000759 7.05 0.0001

Error 44 0.004740 0.000107

Total

65 0.020695

R2= 0.7709 C.V.= 28.75 a =0.05

Cuadro 5 Análisis de varianza de actividad específica de producción de quitinasas por

cepas nativas de Trichoderma Factor de Variación

Grados de Libertad

Suma de Cuadrados

Cuadrado Medio

F Calculada

Pr>F

Tratamiento

21 0.00496 0.000236 77.83 0.0001

Error 44 0.00013 0.000003

Total

65 0.00509

R2=0.9737 C.V.=40.03 a =0.05

Page 58: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

La prueba de comparación de medias de Tukey (P=0.05) no permitió separar

claramente a las medias. Las cepas Thz-5, Thz-4 de la especie T. harzianum y T-52,

fueron las que presumiblemente presentaron mayor actividad por quitinasa con

0.05933, 0.05900 y 0.05833 µmol N-acetylglucosamina/h respectivamente, estas tres

cepas no son significativamente diferentes. La menor actividad total la presentó la cepa

Tvs-1 de la especie T. virens con 0.009 µmol N-acetylglucosamina/h (Cuadro 6).

De acuerdo a la actividad específica la prueba de comparación de medias permitió

separar a las medias en dos grupos, en las que sobresale con una mayor actividad

especifica la cepa Tar-1 de la especie T. artroviride con 0.04332 µmol N-

acetylglucosamina/h/mg proteína. Las cepas Thz-2, Thz-5, Tl-11, Tk-1, Tl-13, Tl-4, Thz-3,

Tl-10, Tl-5, Tl-3, Thz-1, Tvs-1 y Tl-1 son las que presentaron la menor actividad

específica con 0.00237, 0.00212, 0.00197, 0.00192, 0.00175, 0.00170, 0.00169,

0.00136, 0.00118, 0.00117, 0.00073, 0.00060 y 0.00030 µmol N-

acetylglucosamina/h/mg proteína respectivamente, las cuales no son significativamente

diferentes (Cuadro 6).

Page 59: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

Cuadro 6 Actividad total y actividad específica de quitinasas por cepas de Trichoderma spp.

No

cepa

Especie Actividad Total

µmol N-acetylglucosamina

/h

Actividad Específica

µmol N-acetylglucosamina

/h/mg proteína

Thz-5 T.harzianum 0.05933 a1 0.00212 c

Thz-4 T. harzianum 0.05900 a 0.00802 b

T-52 Trichoderma sp. 0.05833 a 0.00282 bc

Tk-1 T. koningii 0.05233 ab 0.00192 c

Tl-7 T. longibrachiatum 0.05067 abc 0.00409 bc

Tar-1 T. artroviride 0.04967 abc 0.04332 a

Tl-11 T. longibrachiatum 0.04867 abc 0.00197 c

Thz-3 T. harzianum 0.04467 abcd 0.00169 c

Tl-2 T. longibrachiatum 0.04400 abcd 0.00259 bc

Tl-9 T. longibrachiatum 0.03933 abcde 0.00430 bc

Thz-2 T. harzianum 0.03800 abcde 0.00237 c

Tl-8 T. longibrachiatum 0.03667 abcde 0.00521 bc

Tl-12 T. longibrachiatum 0.03533 abcde 0.00327 bc

Tl-6 T. longibrachiatum 0.03067 abcde 0.00329 bc

Tl-1 T. longibrachiatum 0.02867 abcde 0.00030 c

Tl-4 T. longibrachiatum 0.02400 bcde 0.00170 c

Tl-13 T. longibrachiatum 0.02067 bcde 0.00175 c

Tl-10 T. longibrachiatum 0.01900 cde 0.00136 c

Thz-1 T. harzianum 0.01600 de 0.00073 c

Tl-3 T. longibrachiatum 0.01567 de 0.00117 c

Tl-5 T. longibrachiatum 0.01433 de 0.00118 c

Tvs-1 T. virens. 0.00900 e 0.00060 c

Page 60: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

1Medias entre columnas seguidas con la misma letra no son significativamente diferentes de acuerdo a la prueba de Tukey (P=0.05).

4.2. Antibiosis de Trichoderma spp. sobre M. fijiensis.

4.2.1 Efecto antibiótico por glucanasas.

Se encontró que las 22 cepas nativas de Trichoderma presentaron efecto de antibiosis

por glucanasas sobre el crecimiento de micelio de M. fijiensis. Las cepas difieren de

manera importante en el porcentaje de inhibición entre los tratamientos (Cuadros 7,8 y

9).

Cuadro 7 Análisis de varianza del porcentaje de inhibición por glucanasas sobre M. fijiensis a los 7 días después de la inoculación.

Factor de Variación

Grados de Libertad

Suma de Cuadrados

Cuadrado Medio

F Calculada

Pr>F

Tratamiento

21 3459.0102 164.71477 3.74 0.0001

Error

44 1935.4263 43.986962

Total

65 5394.4365

R2=0.6412 C.V.=47.15 a =0.05

Cuadro 8 Análisis de varianza del porcentaje de inhibición por glucanasas sobre M. fijiensis a los 28 días después de la inoculación. Factor de Variación

Grados de Libertad

Suma de Cuadrados

Cuadrado Medio

F Calculada

Pr>F

Tratamiento

21 2646.2464 126.0115 9.17 0.0001

Error

44 604.6977 13.7431

Page 61: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

Total

65 3250.9403

R2=0.8139 C.V.=15.20 a =0.05

Cuadro 9 Análisis de varianza del porcentaje de inhibición por glucanasas sobre M. fijiensis a los 49 días después de la inoculación.

Factor de Variación

Grados de Libertad

Suma de Cuadrados

Cuadrado Medio

F Calculada

Pr>F

Tratamiento

21 1527.4901 72.7376 8.83 0.0001

Error

44 362.4345 8.2371

Total

65 1889.9247

R2=0.8082 C.V.=11.81 a =0.05

A los 7 días se observó que las cepas de la especie T. longibrachiatum presentaron

una variación en el efecto antibiótico de 1.20% a 22.87%, presentando el mayor

porcentaje de inhibición la cepa Tl-13 que fue del 22.87%. La especie T. harzianum

presentó una variación en la inhibición de 3.50% a 5.87%, teniendo el mejor efecto

inhibitorio las cepas Thz-1, Thz-4, Thz-5 y Thz-2. La inhibición presentada por la cepa

de la especie T. koningii fue de 3.57%. La cepa T. virens presentó efecto antibiótico

del 2.00%. La inhibición de la especie T. artroviride fue 1.20% y la cepa de

Trichoderma spp. presentó el 2.83% de inhibición. La prueba de comparación de

medias no permitió separar claramente las medias, el mayor porcentaje de inhibición lo

presentó presumiblemente la cepa Tl-13 de la especie T. longibrachiatum con 22.87%.

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La menor inhibición la presentó la cepa Tl-7 de la especie T. longibrachiatum y T.

artroviride con el 1.20% (Cuadro 10).

Para los 28 días el porcentaje de inhibición varió de 32.63 a 6.50% para la especie T.

longibrachiatum, y el mejor efecto inhibitorio lo presentaron las cepas Tl-1 y Tl-2. La

especie T. harzianum presentó una variación de 20.93 a 6.17%. La especie T. koningii

presentó un efecto inhibitorio de 14.23%. La cepa de T. artroviride tubo un efecto

inhibitorio de 14.57%; Trichoderma spp. y T. virens presentaron el 12.97% y 8.40% de

inhibición respectivamente.

Cuadro 10 Efecto de glucanasas de Trichoderma spp. sobre el crecimiento de micelio de M fijiensis.

No. Especie % Inhibición

7ddi

% Inhibición

28 ddi

% Inhibición

49 ddi

Tl-13 T. longibrachiatum 22.87 a 1 28.07 ab 20.67 abcdef

Tl-1 T. longibrachiatum 20.20 ab 32.63 a 31.53 a

Tl-10 T. longibrachiatum 18.50 ab 27.77 ab 21.03 abcdef

Tl-4 T. longibrachiatum 16.53 abc 25.23 abc 23.80 abcd

Tl-5 T. longibrachiatum 13.57 abc 25.00 abc 16.23 cdef

Tl-6 T. longibrachiatum 11.07 abcd 27.67 ab 22.93 abcde

Tl-12 T. longibrachiatum 09.20 abcd 19.73 abcde 15.10 cdefgh

Tl-2 T. longibrachiatum 09.17 abcd 30.77 a 30.03 ab

Tl-3 T. longibrachiatum 08.47 abcd 22.50 abcd 18.20 bcdefg

Tl-8 T. longibrachiatum 07.87 abcd 07.87 cdef 12.90 defgh

Thz-1 T. harzianum 05.87 abcd 20.93 abcde 17.67 bcdefgh

Thz-4 T. harzianum 05.57 abcd 14.73 bcdef 10.83 fgh

Thz-5 T. harzianum 05.20 abcd 08.00 ef 08.80 gh

Thz-2 T. harzianum 04.63 abcd 06.17 f 16.53 cdefgh

Tk-1 T. koningii 03.57 abcd 14.23 bcdef 12.00 efgh

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Thz-3 T. harzianum 03.50 bcd 17.17 abcde 27.10 abc

T-52 T. sp 02.83 bcd 12.97 bcdef 13.60 defgh

Tl-9 T. longibrachiatum 02.43 bcd 06.50 f 08.10 h

Tl-11 T. longibrachiatum 02.03 bcd 09.90 def 12.23 defgh

Tvs-1 T. virens 02.00 bcd 08.40 ef 10.71 fgh

Tar-1 T. artroviride 01.20 cd 14.57 bcdef 16.87 cdefgh

Tl-7 T. longibrachiatum 01.20 cd 11.53 cdef 18.03 cdefgh

Testigo 00.00 d 00.00 g 00.00 i

1Medias entre columnas seguidas con la misma letra no son significativamente diferentes de acuerdo a la prueba de Tukey (P=0.05).

La prueba de Tukey (P=0.05) no permitío separa claramente las medias. Los mayores

porcentajes de inhibición lo presentaron presumiblemente la cepa Tl-1 y Tl-2, de la

especie T. longibrachiatum con 32.63, 30.77%. El menor porcentaje de inhibición lo

presentaron la cepa Thz-2 de la especie T. harzianum y Tl-9 de T. longibrachiatum con

6.17% y 6.50% respectivamente (Cuadro 10).

Para los 49 días el efecto inhibitorio para T. longibrachiatum fue de 31.53% a 8.10%,

presentando la mayor inhibición la cepa Tl-1. Para la especie T. harzianum la inhibición

varió de 27.10% a 8.80%, presentando el mayor porcentaje inhibitorio la cepa Thz-3. El

efecto antibiótico de T. koningii fue de 12.00%. La cepa de T. artroviride presentó una

inhibición del 16.87%. La cepa Trichoderma spp. presentó efecto antibiótico de

13.60% y la inhibición que presentó la cepa T. virens fue de 10.71%. La prueba de

comparación de medias de Tukey (P=0.05) no separó claramente las medias;

presumiblemente, el mayor porcentaje de inhibición lo presentó la cepa Tl-1 de la

especie T. longibrachiatum con el 31.53%; la menor inhibición fue para la cepa Tl-9 de

la especie T. longibrachiatum con el 8.10% (Cuadro 10).

Page 64: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

4.2.2. Efecto antibiótico por quitinasas.

Se encontró que todas las cepas difieren de manera importante en el porcentaje de

inhibición de M. fijiensis, entre los diferentes tratamientos (Cuadros 11,12 y 13).

Cuadro No. 11 Análisis de varianza del porcentaje de inhibición por quitinasas sobre

M. fijiensis, a los 7 días después de la inoculación. Factor de Variación

Grados de Libertad

Suma de Cuadrados

Cuadrado Medio

F Calculada

Pr>F

Tratamiento

21 2890.3394 137.6352 9.43 0.0001

Error

44 642.0967 14.5931

Total

65 3532.4362

R2=0.8182 C.V.=19.25

Cuadro 12 Análisis de varianza del porcentaje de inhibición por quitinasas sobre M. fijiensis, a los 28 días después de la inoculación.

Factor de Variación

Grados de Libertad

Suma de Cuadrados

Cuadrado Medio

F Calculada

Pr>F

Tratamiento

21 1050.8190 50.0390 5.04 0.0001

Error

44 436.6736 9.9244

Total

65 1487.4927

R2=0.7064 C.V.=13.11

Cuadro 13 Análisis de varianza del porcentaje de inhibición por quitinasas sobre M. fijiensis, a los 49 días después de la inoculación.

Factor de Variación

Grados de Libertad

Suma de Cuadrados

Cuadrado Medio

F Calculada

Pr>F

Tratamiento

21 2283.2340 108.7254 14.13 0.0001

Error

44 338.4789 7.6927

Page 65: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

Total

65 2621.7129

R2=0.8708 C.V.=11.65

El efecto antibiótico de las quitinasas a los 7 días varió para las cepas de la especie T.

longibrachiatum de 28.30% a 0.43%. Para las cepas de T. harzianum el porcentaje de

inhibición fue de 20.63% a 9.23%. La especie T koningii presentó un efecto de 11.47%

de inhibición. El efecto inhibitorio de Trichoderma spp., T. artroviride y T. virens fue de

8.33%, 6.53% y 3.37%. La prueba de Tukey (P=0.05) no permitió separar claramente

las medias. Los mayores porcentajes de inhibición fueron presumiblemente para la

cepa Tl-6 con 28.30%, seguido por las cepas Tl-2 y Thz-1 con 22.33 y 20.63%. El

menor porcentaje de inhibición fue para la cepa Tl-11 con el 0.43% (Cuadro 14).

Para los 28 días la inhibición que presentaron las cepas de T. longibrachiatum varió de

25.47% a 6.90%. Para las cepas de T. harzianum el efecto inhibidor fue de

Cuadro 14 Efecto por quitinasas de Trichoderma spp. sobre el crecimiento de micelio

de M. fijiensis.

No. Especie % inhibición

7 ddi

% Inhibición

28 ddi

% Inhibición

49 ddi

Tl-6 T. longibrachiatum 28.30 a1 14.43 abc 04.17 e

Tl-2 T. longibrachiatum 22.33 ab 19.47 ab 06.37 de

Thz-1 T. harzianum 20.63 ab 17.10 abc 06.20 de

Thz-2 T. harzianum 17.60 abc 20.03 ab 21.93 ab

Tl-4 T. longibrachiatum 17.57 abc 25.47 a 24.33 a

Tl-5 T. longibrachiatum 16.27 abcd 15.07 abc 03.77 e

Tl-10 T. longibrachiatum 15.77 abcd 06.90 d 13.50 bcd

Tl-7 T. longibrachiatum 15.27 abcd 18.00 abc 20.33 abc

Tl-3 T. longibrachiatum 14.50 abcd 17.97 abc 14.53 abcd

Page 66: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

Tl-1 T. longibrachiatum 14.37 abcde 16.40 abc 23.93 a

Tl-8 T. longibrachiatum 13.03 abcdef 20.13 ab 19.73 abc

Thz-4 T. harzianum 13.00 abcdef 17.70 abc 22.13 ab

Thz-3 T. harzianum 12.20 bcdef 21.90 ab 22.50 ab

Tk-1 T. koningii 11.47 bcdef 21.80 ab 20.13 abc

Tl-13 T. longibrachiatum 11.10 bcdef 11.03 bcd 24.67 a

Thz-5 T. harzianum 09.23 bcdef 21.20 ab 23.06 ab

T-52 T. sp 08.33 bcdef 18.83 ab 15.50 abc

Tl-9 T. longibrachiatum 07.03 defg 18.03 abc 19.60 ab

Tar-1 T. artroviride 06.53 cdef 17.90 abc 18.03 abc

Tl-12 T. longibrachiatum 03.97 fgh 08.53 cd 19.37 abc

Tvs-1 T. virens 03.37 efgh 11.27 bcd 10.30 cde

Tl-11 T. longibrachiatum 00.43 gh 17.03 abc 21.87 ab

Testigo 00.00 h 00.00 e 00.00 f 1Medias seguidas con la misma letra no son significativamente diferentes de acuerdo a la prueba de

Tukey (P=0.05).

21.90% a 17.10%. El porcentaje de inhibición presentado por T. koningii fue de

21.80%. La especie Trichoderma spp. presentó un efecto de inhibición de 18.83%. La

cepa de T. artroviride tubo un porcentaje de inhibición de 17.90 y T. virens presetó

efecto de inhibición de 11.27%. La prueba de comparación de medias no permitió

separar claramente las medias. El mayor porcentaje de inhibición lo presentó

presumiblemente la cepa Tl-4 de T. longibrachiatum con el 25.47%. El menor

porcentaje de inhibición lo presentó la cepa Tl-10 con el 6.90% (Cuadro 14).

Para los 49 días las cepas de T. longibrachiatum presentaron una variación en el

porcentaje de inhibición de 24.67% a 4.17%. Las cepas de T. harzianum variaron en la

inhibición de 23.06% a 6.20%. La especie T. koningii presentó una inhibición del

20.13%. La cepa de T. artroviride presentó efecto antibiótico de 18.03%, seguido por

Page 67: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

Trichoderma spp. con 15.50% y la cepa T. virens con el 10.30%. La prueba de

comparación de medias no separó claramente las medias. El mayor porcentaje de

inhibición lo presentaron las cepas Tl-13, Tl-4 y Tl-1 con el 24.67, 24.33 y 23.93%, las

cuales no son significativamente diferentes. El menor porcentaje de inhibición fue para

la cepa Tl-5 con el 3.77% (Cuadro 14).

4.3. Micoparasitismo de Trichoderma spp. sobre M. fijiensis

Se encontró que 21 de las 22 cepas presentaron efecto micoparasítico sobre el

fitopatógeno (Cuadro No. 16).

Diez cepas de T. longibrachiatum (Tl-1, Tl-2, Tl-3, Tl-4, Tl-5, Tl-6, Tl-7, Tl-11, Tl-12 y Tl-

13), presentaron enrollamiento sobre M. fijiensis, destacando, de éstas las cepas Tl-3

y Tl-11, las cuales presentaron un enrollamiento más claro sobre el fitopatógeno; 5

cepas de T. harzianum (Thz-1, Thz-2, Thz-3, Thz-4 y Thz-5); T. artroviride (Tar-1); T.

koningii (Tk-1); T. virens (Tvs-1) y Trichoderma no identificada (T-52), también

presentaron el efecto de enrollamiento sobre el fitopatógeno (Fig. 1 y 2).

Cuadro 15. Niveles de micoparasitismo de Trichoderma spp. sobre M. fijiensis.

Observados en 10 diferentes campos.

No. Especie Enrollamiento Penetración Estrangulamiento

Colapso Esporulación

Tl-1 T. longibrachiatum

2X - - X X

Tl-2 T. longibrachiatum

2X - - - X

Tl-3 T. longibrachiatum

3X 2X - X X

Tl-4 T. longibrachiatum

3X X - - -

Tl-5 T. 2X - - - -

Page 68: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

longibrachiatum

Tl-6 T. longibrachiatum

X - - - X

Tl-7 T. longibrachiatum

2X X X - -

Tl-8 T. longibrachiatum

- - - 2X -

Tl-9 T. longibrachiatum

- - - - 2X

Tl-10 T. longibrachiatum

- - - - -

Tl-11 T. longibrachiatum

4X 2X - 2X -

Tl-12 T. longibrachiatum

3X 2X - - -

Tl-13 T. longibrachiatum

3X X - - -

Thz-1 T. harzianum 3X - - - X

Thz-2 T. harzianum 2X - - - -

Thz-3 T. harzianum 3X - - X -

Thz-4 T. harzianum 3X - - X -

Thz-5 T. harzianum 2X X - X -

Tar-1 T. artroviride 3X X - X X

Tk-1 T. koningii 2X X - - -

Tvs-1 T. virens 3X - - X X

T-52 T. sp 2X X - X X

( - ) Ausncia de micoparasitismo

(2X) de un promedio de 4 muestras, número de veces que se observó el tipo de

micoparasitismo.

Presentaron penetración de las hifas de M. fijiensis seis cepas de la especie T.

longibrachiatum (Tl-3, Tl-4, Tl-7, Tl-11, Tl-12 y Tl-13); 1 de la cepa T. harzianum (Thz-5);

T. artroviride (Tar-1); T. koningii (Tk-1) y Trichoderma sp. (T-52) (Cuadro 15).

La especie T. longibrachiatum (Tl-7) presentó estrangulamiento de las hifas de M.

fijiensis (Cuadro 15).

Page 69: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

El colapso de las hifas de M. fijiensis por efecto de Trichoderma lo mostraron 4 cepas

de T. longibrachiatum (Tl-1, Tl-3, Tl-8 y Tl-11); 3 cepas de T. harzianum (Thz-3, Thz-4 y

Thz-5); T. artroviride (Tar-1); T. virens (Tvs-1) y Trichoderma sp. (T-52) (Fig. 2).

Se observó esporulación de Trichoderma sobre el micelio de M. fijiensis en 5 cepas

de la especie T. longibrachiatum (Tl-1, Tl-2, Tl-3, Tl-6 y Tl-9); T. harzianum (Thz-1); T.

artroviride (Tar-1); T. virens (Tvs-1) y Trichoderma sp. (T-52) (Fig 1).

Page 70: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

Figura 1. Mocrografía de microscopio electrónico de barrido de la inteacción entre T. longibrachiatum (TI-3) y M. fijiensis. (A) Hifa de Trichoderma enrollado y penetrando sobre M. fijiensis. (B) Espoluración de Trichoderma sobre M. fijiensis.

Page 71: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

Figura 2. Mocrografía de microscopio electrónico de barrido de la inteacción entre T. longibrachiatum (TI-11) y M. fijiensis. (A) Hifa de Trichoderma enrollandose sobre M. fijensis. (B) Enrrollamiento y copalso de hifas de M. fijiensis.

Page 72: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

V. DISCUSIÓN

5.1 Producción de enzimas hidrolíticas por cepas nativas de diferentes especies

de Trichoderma

Desde los trabajos pioneros de Weindling (1934), mucho se ha debatido, sobre la

actividad de Trichoderma contra fitopatógenos, y el papel de las enzimas en los

procesos antagónicos. La producción y secreción de enzimas degradadoras de la

pared celular, principalmente quitinasas y glucanasas, que afectan la integridad de las

membranas fúngicas y la pared celular, son consideradas una gran herramienta en los

procesos antagónicos de especies de Trichoderma (Soler et al., 1999), ya que las

enzimas degradadoras juegan un papel importante en el control de enfermedades, por

el debilitamiento de la pared celular del fitopatógeno, lo cual facilita la difusión de

antibióticos dentro de la membrana citoplasmática (Worasatit et al., 1994).

Los resultados de esta investigación muestran, que todas las cepas nativas evaluadas

fueron capaces de producir quitinasas y glucanasas; lo que confirma lo reportado por

Carsolio et al., (1999) que Trichoderma es capaz de producir ambas enzimas, las

cuales son utilizadas en el control biológico de fitopatógenos. Se menciona que entre

mayor es la cantidad producida de estas enzimas, mayor es la posibilidad de inhibir el

crecimiento del micelio del fitopatógeno, por lo que los aislados con mayor producción y

actividad enzimática pueden ser prospectos para utilizarse como agentes de control

biológico, como lo propone Lorito et al.,(1994) quienes agregan además que a mayor

concentración enzimática se reduce la germinación de esporas de B. cinerea.

Las especies nativas evaluadas en este estudio fueron; T. longibrachiatum, T.

harzianum, T. koningii, T. virens, T. artroviride y Trichoderma spp.; Harrison y Steward,

(1988), Roberts y Lumsden, (1990) y Etebarian et al., (2000) reportan que T. virens

Page 73: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

produce enzimas, las cuales juegan un papel importante en el control de hongos

fitopatógenos. Del mismo modo, se menciona que la especie T. koningii produce

quitinasas, glucanasas, xilanasas y celulasas (Worasatiti et al.,1994). Además, se

reporta que la especie T. harzianum produce enzimas degradadoras de la pared

celular y que tienen efectividad en el control biológico de enfermedades en plantas

(Bruce et al., 1995; Thrane et al., 1997; Carsolio et al., 1999). Hasta el momento no se

han encontrado referencias sobre la producción de enzimas por las especies T.

longibraquiatum y T. artroviride, por lo que, al parecer este es el primer reporte en

donde se obtiene que estas especies del hongo también producen enzimas y estos

datos comprueban que Trichoderma es un productor de enzimas hidrolíticas.

Nuestros resultados coinciden con los reportados por Bruce et al., (1995); quienes

reportan una mayor producción de glucanasas que de quitinasas, pero con diferencias

en sus valores y aún, entre cepas de la misma especie. Los mayores valores de

actividad por glucanasas en esta investigación, lo presentó la cepa Tl-12 de la especie

T. longibrachiatum con 1.487 µmol glucosa/ml/h. Bruce et al.,(1995), reportan una

actividad total para diferentes especies de Trichoderma de 0.12 a 3.96 µmol

glucosa/h, y una actividad específica de 0.38 a 3.07 µmol glucosa/h/mg de proteína . En

otra investigación Znidarsic et al., (1995) reportan la producción de glucanasas por T.

harzianum de 0.91µmol glucosa/h y para quitinasas de 2.53µmol N-

acetylglucosamina/h. Soler et al., (1999) obtuvieron producciones de glucanasas de 0.5

a 3.2 µmol de glucosa utilizando diferentes cepas de Trichoderma en el medio de

cultivo Czapek. Probablemente sus valores se debieron a la composición del medio en

el cual se produjeron las enzimas, ya que es el principal factor para la producción de

enzimas (Bruce et al., 1995; Znidarsic et al., 1995; Castoria et al., 1997). En esta

investigación se utilizó el medio de cultivo líquido propuesto por Bruce et al.,(1995),

Hadar et al., (1979), Harman et al., (1993).

Page 74: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

Para quitinasas las mayores producciones de esta enzima la presentaron 2 cepas de

la especie T. harzianum (Thz-5 y Thz-4) y Trichoderma spp. (T-52) con una actividad

total de 0.05933, 0.05900 y 0.05833 µmol N-acetyglucosamina/ml/h respectivamente,

los cuales son valores menores a los reportados por Bruce et al., (1995) con 3.96 µmol

N-acetyglucosamina/ml/h y Hadar et al., (1979) que reporta 2.50 µmol N-

acetyglucosamina/h ambos, para la especie T. harzianum. Para actividad específica

Bruce et al., (1995) reporta valores que van de 0.008 a 0.416 µmol N-

acetylglucosamina/h/mg de proteína. Las diferencias en la producción de enzimas

puede deberse a la variación interespecífica que presentan las diferentes especies de

Trichoderma (Samuels, 1996).

5.2 Ensayos de inhibición de enzimas quitinasas y glucanasas de Trichoderma

sobre el crecimiento de micelio de M. fijiensis.

Se reporta que las especies de Trichoderma producen las enzimas quitinasas y

glucanasas para degradar la pared celular del fitopatógeno y así disminuir los niveles

de propagación de éstos (Haran et al., 1995); De acuerdo a Siwek et al., (1997) las

enzimas hidrolíticas producidas por las cepas de Trichoderma spp. son las

responsables de la inhibición in vitro de hongos. Hasta la fecha no se encontraron

investigaciones que relacionen al hongo Trichoderma como agente de control biológico

de M. fijiensis.

En este trabajo se encontró variabilidad en el efecto de las enzimas quitinasas y

glucanasas producidas por las especies de Trichoderma y las diversas cepas

examinadas sobre el crecimiento de micelio de M. fijiensis, desde los siete días

después de la inoculación. En lo que respecta a las glucanasas, destaca la cepa Tl-13

de la especie T. longibrachiatum que inhibó un 22.87%. El mayor efecto de inhibición

por quitinasas se obtuvo con la cepa Tl-6 de T. longibrachiatum con el 28.30%

respectivamente. Se le dió mayor importancia al efecto de inhibición que presentó

Page 75: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

Trichoderma sobre M. fijiensis a los siete días después de la inoculación, debido a que

se está buscando la cepa que presente un efecto en el menor tiempo posible, ya que M.

fijiensis es una enfermedad explosiva, la cual, bajo condiciones favorables se

desarrolla muy rápidamente, presentando pérdidas considerables en el cultivo (Chuang

y Jeger, 1987).

La comparación de medias para porcentaje de inhibición nos da un sobrelapamiento

entre los diferentes valores, esto puede ser debido al número de repeticiones en los

tratamientos, los cuales debieron de ser más de cuatro.

Ji y Kuc, (1996) reportan la inhibición del 50% de crecimiento de Colletotrichum

lagenarium por glucanasas y 75% de inhibición por efecto de quitinasas. De la misma

manera Sivan et al., (1984) reportan a la especie T. harzianum T-315, la cual inhibe el

crecimiento in vitro de Pythium aphanidermatum en un 83%; en resultados obtenidos

por Etebarian et al.,(2000) con las especies T. harzianum T39 y T. virens DAR 74290,

obtienen reducción del crecimiento de micelio de Phytophthora erythroseptica en 49-

54% y 49-71% respectivamente.

No se encontró correlación entre actividad enzimática y la inhibición de micelio de M.

fijiensis (r2 =0.0579 para quitinasas) y (r2=0.1324 para glucanasas); lo cual de acuerdo

a Elad, (2000), el potencial de producción de enzimas por especies de Trichoderma no

es necesariamente garantía de que sean buenos agentes de control biológico. Estos

resultados no concuerdan con lo citado por Carsolio et al., (1999) y Lorito et al., (1994)

quienes reportan que a mayor actividad enzimática el efecto inhibitorio contra

fitopatógenos es mayor.

De acuerdo a Lorito et al., (1993), las enzimas quitinolíticas de T. harzianum son

fuertes agentes antifúngicos in vitro, especialmente cuando se utilizan en combinación;

más aún si existe sinergismo positivo de actividad quitinolítica y glucanolítica; en este

Page 76: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

estudio, el efecto de sinergismo entre ambas enzimas sobre la inhibición de

crecimiento de micelio de M. fijiensis no se evaluó. Es probable que el efecto se

atribuya al ataque enzimático sobre la quitina recientemente formada, en el crecimiento

apical de las hifas, perturbando el balance entre la síntesis e hidrólisis requerida, para

el crecimiento de estas; lo anterior, sugiere, que las quitinasas y glucanasas, son

ordenadamente inducidas sobre los fitopatógenos que atacan a las plantas

(Schlumbaum et al., 1986). Se tiene reportado el control de B. cinerea por T. harzianum

T39, la cual, obstruye la germinación de conidias (Zimand et al., 1996). Mauch et al.,

(1988) demostró directamente que las quitinasas y glucanasas inhiben el crecimiento

de hongos fitopatógenos a concentraciones más bajas de 10 a 30 µg/ml.

5.3 Micoparasitismo de Trichoderma spp. sobre M. fijiensis.

El micoparasitismo es un proceso complejo, la habilidad de las especies de

Trichoderma de micoparasitar, se ha demostrado en diferentes hongos fitopatógenos

(Benhamou y Chet, 1993), las hifas de Trichoderma crecen sobre su hospedero y se

enrollan alrededor de él o producen ramificaciones cortas, que rodean apretadamente

las hifas del fitopatógeno; el enrollamiento denso y la disolución de la pared celular, del

hospedero se observa como un proceso continuo (Inbar et al., 1996); y algunas veces

se observa la penetración de las hifas del antagonista sobre el hospedero (Carsolio et

al., 1999).

En este estudio se observó que todas las cepas, salvo la Tl-10, de Trichoderma,

hicieron contacto con M. fijiensis, solo que a diferentes tiempos. Inicialmente se

observó un sobrecrecimiento de Trichoderma sobre el micelio de M. fijiensis, lo cual es

un carácter ventajoso en la disputa por colonizar el área, compitiendo por espacio y

nutrientes; ésta es una manera de ejercer biocontrol, al reducir o detener

completamente el desarrollo del micelio (Dennis y Webster, 1971 a,b).

Page 77: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

Dos cepas de la especie T. longibrachiatum (Tl-11 y Tl-3) presentaron los mayores

efectos, con un enrollamiento constante de sus hifas sobre M. fijiensis, desde el primer

día de contacto y la penetración de las hifas del antagonista sobre el hospedero al

tercer día de contacto y esporulación de ambos hongos. Estos resultados son similares

a los reportados por Elad et al., (1983), Benhamou y Chet, (1993) y Benhamou et al.,

(1997), quienes presentaron evidencias del enrollamiento de Trichoderma spp. en hifas

de varios fitopatógenos, entre ellos R. solani, S. rolfsii, y B. cinerea. Por su parte

Benhamau y Chet (1993) reportan en la zona de interacción entre Trichoderma y R.

solani daños en las hifas de R. solani justo después de iniciado el enrollamiento de

Trichoderma sobre el hospedero. Elad et al., (1996) reportan el enrollamiento denso

de las hifas de T. harzianum sobre S. Sclerotiorum y la disolución de la pared celular

como un proceso continuo. De acuerdo a Bélanger et al., (1195) después de un

enrollamiento persistente se observan signos de deformación, como son aparentes

arrugas mostradas por las células de la superficie del hospedero, deformaciones

pronunciadas y perdidas de turgencia

En este estudio el colapso de micelio fue observado en 10 cepas, 4 fueron de la

especie T. longibrachiatum (Tl-1, Tl-3, Tl-8 y Tl-11); 3 cepas de T. harzianum (Thz-3,

Thz-4 y Thz-5), y las cepas T. artroviride (Tar-1); T. virens (T-vs1) y Trichoderma sp (T-

52); estos hallazgos también son reportados por Benhamou et al., (1997), (Calistru, et

al., 1997). Se sugiere que este fenómeno es debido a la excreción de metabolitos

extracelulares o compuestos volátiles, una vez que el contacto entre ambas partes se

establece (Benhamou y Chet, 1993), lo cual trae como consecuencia la pérdida de

turgencia del micelio del fitopatógeno provocando su muerte (Carsolio et al., 1999).

Se observo también, una esporulación de 9 cepas de Trichoderma sobre el micelio de

M. fijiensis, de las cuales 5 fueron de T. longibrachiatum (Tl-1, Tl-2, Tl-3, Tl-6 y Tl-9); 1

de T. harzianum (Thz-1); T. artroviride (Tar-1); T. virens (Tvs-1) y Trichoderma spp. (T-

52), lo cual es otra característica importante, dado que se producen enzimas o

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compuestos volátiles en la interfase, los cuales pueden afectar el crecimiento del

fitopatógeno ya sea por modificación de su permeabilidad o hidrolizando la pared

celular, tal como lo mencionan Ribamar y Oliveira, (1998), y por lo tanto la esporulación.

No se encontró reportes que señalen la presencia de micoparasitismo entre especies

de Trichoderma y M. fijiensis, por lo que lo encontrado en esta investigación sienta las

bases, para la continuación del estudio sobre la potencialidad del uso de especies de

Trichoderma para el control biológico de M. fijiensis. Hasta el momento se constata

que diferentes cepas de Trichoderma son capaces de producir enzimas con actividad

antibiótica, además presentan micoparasitismo sobre M. fijiensis, agente causal de

Sigatoka Negra en plátano.

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VI. CONCLUSIONES

Bajo las condiciones en que se llevó a cabo la presente investigación se puede concluir

lo siguiente:

Se demostró que todas las cepas fueron capaces de producir las enzimas hidrolíticas,

con niveles que varían de 0.009 a 0.05933 µmoles de N-acetylglucosamina/h y 0.056 a

1.487 µmoles de glucosa/h, para quitinasas y glucanasas respectivamente.

Las enzimas quitinasas y glucanasas presentan actividad antibiótica sobre el

crecimiento de micelio de M. fijiensis, a partir de 0.009 µmoles de N-acetylglucosamina

para quitinasas y 0.056 µmoles de glucosa para glucanasas.

Es el primer reporte que se tiene de producción de glucanasas y quitinasas por T.

longibrachiatum y T. artroviride.

Las diferentes especies de Trichoderma presentan actividad micoparasítica sobre M.

fijiensis.

No existen investigaciones que relacionen a Trichoderma spp. como agente de control

de M. fijiensis.

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Igualmente, las glucanasas presentaron inhibición sobre el crecimiento de micelio de M.

fijiensis, este varió de 1.20 a 22.87% para los 7 días después de la inoculación; 6.17 a

32.63% para los 28 días después de la inoculación y de 8.10 a 31.53% para los 49 días

después de la inoculación. El efecto inhibitorio de las quitinasas, varió de 0.43 a

28.30% para los 7 días espués de la inoculación; de 6.90 a 25.47% para los 28 días

después de la inoculación y de 3.77 a 24.67% para los 49 días después de la

inoculación.

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Page 100: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

UNWIXGIDAD DE COLIMAFACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS Y AGROPECUARIAS

OFICIO No. 294/2002.

C. MARIA ELENA OCHOA MORENOEGRESADA DE LA MAESTRIA EN CIENCIASAREA: BIOTECNOLOGIAP R E S E N T E .

Con fundamento en el dictamen emitido por el jurado revisor del colegiado del área: deBiotecnología de esta Facultad a mi cargo, de su trabajo de tesis de Maestría y en virtud de queefectuó las correcciones y acató las sugerencias que le habían indicado los integrantes delmismo, se le autoriza la impresión de la tesis ” ANTIBIOSIS Y MICOPARASITISMO DECEPAS NATIVAS DE Trichoderma spp. (HYPHOMYCETES: HYPHALES), SOBREMycosphaerella fijiencis (LOCULOASCOMYCETES: DOTHIDEALES) “, misma que hasido dirigida por los C.C. Dr. Oscar Rebolledo Dominguez y Dr. Roberto Lezama Gutierrez,Profesores-Investigadores de la Universidad de Colima.

Este documento reunió todas las características apropiadas como requisito parcial paraobtener el grado de Maestra en Ciencias; Area: Biotecnología y fue revisado en cuanto a formay contenido por los C.C. Dr. Roberto-Lezama Gutierrez, Dr. Sergio Aguilar Espinosa y el Dr.Alfonso Pescador Rubio, Profesores-Investigadores de la Universidad de Colima.

Sin otro particular de momento, reciba un cordial saludo.

A T E N T A M E N T E‘-“ESTUDIA * LUCHA * TRABAJA”

10 DEL 2002., ,:ì

ING. RODOLFO ENTÍN DELGADO

C.C.P. EXPEDIENTE ACADEMICO DEL ALUMNOC.C.P. EXPEDIENTE CORRESPONDIENTE.C.C.P. ARCHIVO.RVMD/Lety**

Of. No. 294/2002.

Km 40 hutopista Colima-Manzanillo ?? Tecomán, Colima, México ?? C.P. 28100Tel. 01 (313) 322 94 05 0 Ext. 52251 ? Fax 52252 ? [email protected]

Page 101: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

DR. SERGIO AGUILAR ESPINOSARESPONSABLE DEL POSGRADO EN BIOTECNOLOGÍA-FCBAP R E S E N T E . -

Por este conducto, los abajo firmantesinvestigadores de la

profesores-Univ. D e Colima, hacemos de su

conocimiento que después de haber revisado el borrador detesis tituladode

"Antibiosis y micoparasitismo de cepas nativasTrichodenna SPP- (Hyphomycetes:Hyphaales), sobre

Mycosphaerella fijiensis (Loculoascomycetes:Dothideales", quepresenta la C-María Elena Ochoa Moreno, egresada del posgradoen Biotecnología de esta Facultad, consideramos que reúne loselementos suficientes de contenido y forma de un documento deMaestría. Por ello, expresamos nuestra aprobación para que seimprima y se sigan los tramites académicos que correspondan.

Sin otro particular, le saludamos cordialmente

ATENTAMENTETecomán, Col ima, a 21 de Junio de 2002

D r . Rober&ierrez Dr$$$~~o!?~%o

c.c.p. Ing. Rodolfo V. Morentín Delgado.- Director de laF.C.B.A.c.c.p. Interesadoc.c.p. Archivo Personal

Page 102: UNIVERSIDAD DE COLIMA MARÍA ELENA OCHOA MORENO

UNIVERSIDAD DE COLIMAFACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS Y AGROPECUARIAS

COORDINACIÓN DE POSGRADO EN BIOTECNOLOGÍA

ING. RODOLFO V. MORENTÍN DELGADODIRECTOR DE LA F.C.B.A.PRESENTE

En atención a que la C. María Elena Ochoa Moreno, alumnaegresada de la Maestría en Ciencias, área Biotecnología, connúmero de cuenta 98-3030, ha realizado todas las correccionesal manuscrito de tesis que presentó al cuerpo académico derevisores, constituido por: Dr. Roberto Lezama Gutierrez, Dr.Sergio Aguilar Espinosa, ambos profesores investigadores dela FCBA de la U de C. y el Dr. Alfonso Pescador RubioDirector del CUIDA-UdeC Me dirijo respetuosamente parasolicitarle la autorización de impresión de la tesistitulada: "Antibiosis y micoparasitismo de cepas nativas deTrichoderma SPP* (Hyphomycetes:Hyphaales) , sobreMycosphaerella fijiensis (Loculoascomycetes:Dothideales".

Esta tesis ha sido dirigida por el' Dr. Oscar RebolledoDomínguez y el Dr. Roberto lezama, ambos profesores-investigadores de la FCBA de la U de C.

Sin otro asunto más que tratar, me es grato reiterarle midisposición en todas las actividades que me encomiende.

Reciba mi agradecimiento, saludo y consideración distinguida.

Atentamente

Estudia*Lucha*Trabaja

Tecomán, Colima a 21 de Junio de 2002

lar EspinosaResponsable de Posgrado

c.c.p. Expediente Académico del Alumnoc.c.p Interesadoc.c.p. Archivo