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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS ESCUELA DE MEDICINA TEMA: RELACIÓN DEL DETERIORO DE FRACCIÓN DE EYECCIÓN Y SÍNDROME ANÉMICO EN INSUFICIENCIA CARDIACA TRABAJO REALIZADO EN EL SERVICIO DE CARDIOLOGÍA DEL HOSPITAL LUIS VERNAZA PERIODO 2014 TRABAJO DE TITULACIÓN PRESENTADO COMO REQUISITO PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE MÉDICO AUTOR: MILTON EDISON SALAZAR JARAMILLO TUTOR: DR. FREDDY RAMÓN POW CHON LONG MORÁN DIRECTOR: DR. JOSÉ BARRIGA ESTARELLAS GUAYAQUIL ECUADOR 2015

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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

ESCUELA DE MEDICINA

TEMA:

RELACIÓN DEL DETERIORO DE FRACCIÓN DE EYECCIÓN Y

SÍNDROME ANÉMICO EN INSUFICIENCIA CARDIACA

TRABAJO REALIZADO EN EL SERVICIO DE CARDIOLOGÍA DEL

HOSPITAL LUIS VERNAZA PERIODO 2014

TRABAJO DE TITULACIÓN PRESENTADO COMO REQUISITO PARA

OPTAR POR EL TÍTULO DE MÉDICO

AUTOR:

MILTON EDISON SALAZAR JARAMILLO

TUTOR:

DR. FREDDY RAMÓN POW CHON LONG MORÁN

DIRECTOR:

DR. JOSÉ BARRIGA ESTARELLAS

GUAYAQUIL – ECUADOR

2015

I

UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

ESCUELA DE MEDICINA

Este Trabajo de Graduación cuya autoría corresponde: MILTON EDISON

SALAZAR JARAMILLO, C.I. 0921813721, ha sido aprobada, luego de su defensa

pública, en la forma presente por el Tribunal Examinador de Grado Nominado por la

Escuela de Medicina como requisito parcial para optar el título de Médico

____________________________ ____________________________

PRESIDENTE DEL TRIBUNAL MIEMBRO DEL TRIBUNAL

___________________________

MIEMBRO DEL TRIBUNAL

______________________________

SECRETARIA

ESCUELA DE MEDICINA

II

UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

ESCUELA DE MEDICINA

Guayaquil, Junio del 2015

CERTIFICACIÓN

Por medio del presente CERTIFICO: Haber realizado la Tutoría del trabajo de

Investigación cuyo tema es: RELACIÓN DEL DETERIORO DE FRACCIÓN DE

EYECCIÓN Y SÍNDROME ANÉMICO EN INSUFICIENCIA CARDIACA;

TRABAJO REALIZADO EN EL SERVICIO DE CARDIOLOGÍA DEL HOSPITAL

LUIS VERNAZA PERIODO 2014, desarrollado por el estudiante Milton Edison

Salazar Jaramillo con C.I. 0921813721, quien con su elaboración ha cumplido con los

requisitos de la aplicación del método científico, por este motivo cuenta con mi

aprobación para sustentarlo previo a la obtención del Título de Tercer Nivel como

Médico.

DR. FREDDY POW CHON LONG DR. JOSÉ BARRIGA ESTARELLAS

TUTOR DE TESIS DIRECTOR DE TESIS

IV

AGRADECIMIENTO

Al culminar este presente trabajo de investigación agradezco a Dios, por haberme

permitido culminar esta etapa de estudio y otorgarme sabiduría, conocimiento y

capacidad para entender la gran responsabilidad y sacrificio que significa la carrera de

medicina.

A mi familia fuente de apoyo constante e incondicional en toda mi vida y más aún

en mis años de estudio, en especial mi más grande agradecimiento a mis padres,

Felicita Jaramillo Parismoreno y Milton Salazar Salazar, que sin su ayuda hubiera sido

imposible culminar mi profesión, a mis hermanos: Verónica Salazar Jaramillo, Carlos

Salazar Jaramillo y Cecilia Salazar Jaramillo, por brindarme siempre ese apoyo

incondicional en los momentos más difíciles de mi vida como estudiante.

A mi director de tesis el Dr. Freddy Pow Chon Long Morán orientador y amigo,

ejemplo a seguir que se ha hecho merecedor de mi estímulo, respeto y consideración.

A todas aquellas personas que de una u otra forma me impulsaron a estudiar y a

comprometerme en esta noble carrera que la sabré ejercer con empeño y dedicación.

Por último al Hospital Luis Vernaza en donde adquirí gran parte de mis

conocimientos, donde me formé en toda mi etapa de estudiante, quedaré eternamente

agradecido por esa formación de todo el personal hospitalario, tanto académica como

humanitaria.

DEDICATORIA

Dedico este proyecto de tesis a Dios y a mis padres. A Dios porque ha estado

conmigo a cada paso que doy, cuidándome y dándome fortaleza para continuar; a mis

padres por ser pilares fundamentales, mentalizadores, quienes a lo largo de mi vida

han velado por mi bienestar y educación siendo mi apoyo en todo momento.

Depositando su entera confianza en cada reto que se me presentaba sin dudar ni un

solo momento en mi capacidad. Es por ellos y gracias a ellos que he llegado hasta esta

etapa de mi vida.

V

REPOSITARIO NACIONAL EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA

FICHA DE REGISTRO de tesis

TITULO Y SUBTITULO: Relación del deterioro de fracción de eyección y síndrome

anémico en insuficiencia cardiaca. Trabajo realizado en el servicio de cardiología del

hospital Luis Vernaza periodo 2014.

AUTOR: Milton Edison Salazar Jaramillo.

C.I. 0921813721

TUTOR: Dr. Freddy Pow Chon Long

Morán

DIRECTOR: Dr. José Barriga Estarellas

INSTITUCIÓN: Universidad de

Guayaquil

FACULTAD: Ciencias Medicas

CARRERA: Medicina

FECHA DE PUBLICACIÓN:

N. DE PAGS: 85 páginas.

ÁREAS TEMÁTICAS: Medicina Interna, Cardiología.

PALABRAS CLAVE: Insuficiencia Cardiaca, Anemia, Fracción de Eyección.

RESUMEN: La insuficiencia cardiaca tiene una mortalidad hospitalaria que oscila entre el

4% y 7% y constituye la primera causa de hospitalización en las personas ancianas y es el

principal factor determinante del enorme gasto de asistencia sanitaria asociado a esta

enfermedad. En nuestro país es la primera causa de morbimortalidad cardiológica

incapacitante, que es manejada en la práctica clínica por médicos generales, cardiólogos y

médicos de otra especialidad ya que está relacionada a complicaciones y/o enfermedades

agregadas no cardiológicas, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC)

ocupa el 2.72% entre las principales causas de muerte del Ecuador. La prevalencia de

anemia es muy importante ya que aumenta paralelamente con la severidad de la

Insuficiencia cardiaca, además pacientes con Insuficiencia cardiaca y anemia es más

probable que presenten signos de desnutrición y de bajo índice de masa corporal.

Por lo antes descrito se formuló como objetivo determinar si tiene o no relación la

fracción de eyección disminuida (< 40%) con el síndrome anémico y la frecuencia del

mismo, este estudio clínico teórico de tipo observacional indirecto y descriptivo de corte

retrospectivo. Se tomaron datos de fuentes documentales como son las historias clínicas de

los pacientes ingresados en el servicio de cardiología con diagnóstico de Insuficiencia

Cardiaca del Hospital Luis Vernaza durante el periodo 2014. Durante este tiempo se tomó

una muestra de 226 pacientes que cumplían con los criterios de inclusión de los cuales el

43% de los pacientes presentaban anemia según los criterios de la OMS (WHO, 1986). N. DE REGISTRO (en base de datos): 226 N. DE CLASIFICACIÓN:

DIRECCIÓN URL (tesis en la web):

ADJUNTO URL (tesis en la web):

ADJUNTO PDF: SI NO

CONTACTO CON AUTOR: Milton Salazar Jaramillo

Teléfono:

0982441923

E-mail: [email protected]

CONTACTO EN LA

INSTITUCION:

Nombre:

Teléfono:

E-mail:

VI

UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

ESCUELA DE MEDICINA

RELACIÓN DEL DETERIORO DE FRACCIÓN DE EYECCIÓN Y

SÍNDROME ANÉMICO EN INSUFICIENCIA CARDIACA

TRABAJO REALIZADO EN EL SERVICIO DE CARDIOLOGÍA DEL

HOSPITAL LUIS VERNAZA PERIODO 2014

AUTOR: Milton Edison Salazar Jaramillo.

TUTOR: Dr. Freddy Pow Chon Long Morán.

DIRECTOR: Dr. José Barriga Estarellas.

RESUMEN

La insuficiencia cardiaca tiene una mortalidad hospitalaria que oscila entre el 4%

y 7%,. En nuestro país es la primera causa de morbimortalidad cardiológica

incapacitante, que es manejada en la práctica clínica por médicos generales,

cardiólogos y médicos de otra especialidad ya que está relacionada a complicaciones

y/o enfermedades agregadas no cardiológicas, según el Instituto Nacional de

Estadísticas y Censos (INEC) ocupa el 2.72% entre las principales causas de muerte

del Ecuador. La prevalencia de anemia es muy importante ya que aumenta

paralelamente con la severidad de la Insuficiencia cardiaca con máxima incapacidad

funcional pese a tratamiento especializado.

Por lo antes descrito se formuló como objetivo determinar si tiene o no relación la

fracción de eyección disminuida (< 40%) con el síndrome anémico y la frecuencia del

mismo, este estudio clínico teórico de tipo observacional indirecto y descriptivo de

corte retrospectivo. Se tomaron datos de fuentes documentales como son las historias

clínicas de los pacientes ingresados en el servicio de cardiología con diagnóstico de

Insuficiencia Cardiaca del Hospital Luis Vernaza durante el periodo 2014. Durante

este tiempo se tomó una muestra de 226 pacientes que cumplían con los criterios de

inclusión de los cuales el 43% de los pacientes presentaban anemia según los criterios

de la OMS (WHO, 1986).

PALABRAS CLAVE: Insuficiencia Cardiaca, Anemia, Fracción de Eyección.

VII

RELATIONSHIP OF DETERIORATION OF EJECTION FRACTION

AND ANEMIC SYNDROME IN HEART FAILURE

WORK IN CARDIOLOGY HOSPITAL SERVICE LUIS VERNAZA

PERIOD 2014

AUTHORS: Milton Edison Salazar Jaramillo.

TEACHER: Dr. Freddy Pow Chon Long Morán.

DIRECTOR: Dr. José Barriga Estarellas.

ABSTRACT

Heart failure has a hospital mortality of between 4% and 7. In our country is the

leading cause of disabling cardiac morbidity and mortality, which is managed in

clinical practice by general practitioners, cardiologists and physicians from other

specialties because it is related to complications and / or cardiac aggregate diseases,

according to the National Institute of Statistics and Census (INEC) 2.72% ranks among

the leading causes of death in Ecuador. The prevalence of anemia is important because

it increases parallel with the severity of heart failure with maximum functional

disability despite specialized treatment.

It was formulated as described above aimed at determining whether or not ratio

decreased ejection fraction (<40%) with the anemic syndrome and its frequency, this

theoretical clinical study of indirect and descriptive retrospective observational court.

documentary data sources were taken such as the clinical records of patients admitted

to the cardiology department with a diagnosis of Heart Failure Hospital Luis Vernaza

during 2014. During this time period a sample of 226 patients who met the criteria was

made inclusion of which 43% of patients had anemia according to WHO criteria

(WHO, 1986).

KEYWORDS: Heart Failure, Anemia, Ejection Fraction.

VIII

ÍNDICE DE CONTENIDO

INTRODUCCION ................................................................................................... 1

CAPITULO 1 .......................................................................................................... 3

1 EL PROBLEMA ............................................................................................... 3

1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA: ............................................. 3

1.1.1 JUSTIFICACION ............................................................................... 4

1.1.2 DETERMINACION DEL PROBLEMA ........................................... 4

1.1.3 FORMULACION DEL PROBLEMA ............................................... 4

1.2 FORMULACION DE OBJETIVOS ......................................................... 5

1.2.1 OBJETIVO GENERAL ..................................................................... 5

1.2.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS ............................................................. 5

CAPITULO II .......................................................................................................... 6

2 MARCO TEÓRICO .......................................................................................... 6

2.1 INSUFICIENCIA CARDIACA ................................................................ 6

2.2 Epidemiologia ........................................................................................ 8

2.3 Clasificación ............................................................................................ 10

2.3.1 Clasificación de la insuficiencia cardiaca según la NYHA [6] ....... 10

2.3.2 Nueva clasificación de la insuficiencia cardiaca (según ACC/AHA)

11

2.4 Fisiopatología........................................................................................... 13

2.4.1. Patogenia ............................................................................................. 13

IX

2.4.1 Alteraciones hemodinámicas y estructurales ................................... 14

2.4.2 Mecanismo neurohumoral ................................................................ 16

2.1.4 Etiología ............................................................................................... 18

2.1.5 DIAGNOSTICO .................................................................................. 21

2.1.5.1 Síntomas y Signos ........................................................................ 26

2.1.5.1.1 Causas de los síntomas de la insuficiencia cardiaca .................... 29

2.1.5.1.2 Síntomas y gravedad de la insuficiencia cardiaca ....................... 30

2.1.6 PRUEBAS DIAGNOSTICAS ............................................................ 30

Terminología Relacionada Con La Fracción De Eyección Del Ventrículo

Izquierdo ............................................................................................................ 43

2.2 SINDROME ANÉMICO ......................................................................... 44

2.2.1 Síndrome Anémico en Insuficiencia Cardiaca ..................................... 45

2.2.2 Etiología y causas probables ............................................................ 47

2.2.3 Fisiopatología ................................................................................... 49

2.3 OPINION DEL AUTOR ............................................................................. 52

2.4 HIPOTESIS ............................................................................................. 53

2.5 VARIABLES ........................................................................................... 53

2.5.1 Independientes .................................................................................. 53

2.5.2 Dependientes .................................................................................... 53

CAPITULO III ...................................................................................................... 54

3 METODOLOGÍA ........................................................................................... 54

3.1 MATERIALES ........................................................................................ 54

X

3.1.1 CARACTERIZACIÓN DE LA ZONA DE TRABAJO .................. 54

3.1.2 PERIODO DE INVESTIGACIÓN .................................................. 55

3.1.3 RECURSOS A EMPLEAR .............................................................. 55

3.2 UNIVERSO Y MUESTRA ................................................................. 55

3.3 VIABILIDAD ...................................................................................... 56

3.4 MÉTODO ................................................................................................ 56

3.4.1 TIPO DE INVESTIGACIÓN ........................................................... 56

3.4.2 DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN ................................................... 56

3.4.3 TECNICA DE LA INVESTIGACIÓN ............................................ 57

3.4.4 PROCEDIMIENTO DE INVESTIGACIÓN ................................... 57

3.5.5 CRITERIOS DE INCLUSIÓN/EXCLUSIÓN ................................. 57

3.7 CONSIDERACIONES BIOETICAS ..................................................... 59

CAPITULO IV ...................................................................................................... 60

RESULTADOS Y DISCUSION ........................................................................... 60

4.1 RESULTADOS ........................................................................................... 60

Datos de Historias Clínicas ............................................................................... 60

4.2 DISCUSIÓN ............................................................................................ 73

CAPITILO V ......................................................................................................... 75

CONCLUSIONES ................................................................................................. 75

CAPITULO VI ...................................................................................................... 76

RECOMENDACIONES O PROPUESTAS ......................................................... 76

XI

BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................... 77

ANEXOS ............................................................................................................... 80

Datos de Historias Clínicas ............................................................................... 80

1

INTRODUCCION

La insuficiencia cardiaca constituye la primera causa de hospitalización en las

personas ancianas y es el principal factor determinante del enorme gasto de asistencia

sanitaria asociado a la insuficiencia cardiaca. Con una mortalidad hospitalaria que

oscila entre el 4 y el 7% [9].

En nuestro país la insuficiencia cardiaca es la primera causa de morbimortalidad

cardiológica incapacitante, que es manejada en la práctica clínica por médicos

generales, cardiólogos y médicos de otra especialidad ya que está relacionada a

complicaciones y/o enfermedades agregadas no cardiológicas, por lo que el estudio de

esta enfermedad en sus distintas fases y sus relaciones con distintos síndromes es

importante conocer su clínica en sus distintas fases, ya que la insuficiencia cardiaca es

una enfermedad crónica grave que suele empeorar con el tiempo con o sin tratamiento

al final disminuye la expectativa de vida, según el Instituto Nacional de Estadísticas y

Censos (INEC) ocupa el 2.72% entre las principales causas de muerte del Ecuador[10].

Según estudios realizados por la organización Mundial de la salud el 3% de muertes

a nivel mundial son causadas por las enfermedades cardiovasculares, estimando que

para al 2030 causarán más de 23 millones de muertes [23].

La prevalencia de anemia es muy importante ya que aumenta paralelamente con la

severidad de la Insuficiencia cardiaca con máxima incapacidad funcional pese a

tratamiento especializado [29], además pacientes con Insuficiencia cardiaca y anemia

es más probable que presenten signos de desnutrición y de bajo índice de masa

corporal, reducción de los almacenes de hierro, de albumina, de proteínas totales y de

colesterol sérico. Esta investigación tiene como propósito conocer la frecuencia del

síndrome anémico en pacientes con insuficiencia cardiaca y además su relación con la

función sistólica deprimida, es decir cuántos pacientes con insuficiencia cardiaca con

2

fracción de eyección < 45% por ecocardiografía tienen como complicación síndrome

anémico basados en los criterios de la OMS (Hb< 13 g/dl en varones; 12 g/dl en

mujeres) [24].

Esta información es proporcionada de pacientes ingresados en el servicio de

cardiología del Hospital Luis Vernaza, con diagnóstico de insuficiencia cardiaca tanto

por criterio clínico como por exámenes complementarios en el año 2014, los datos

usados serán los de ingreso de cada paciente.

3

CAPITULO 1

1 EL PROBLEMA

1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:

La insuficiencia cardiaca es una de las enfermedades más frecuentes, incapacitantes

y con alta mortalidad. La prevalencia de esta enfermedad se duplica con cada década

de edad y se sitúa alrededor del 10% en los mayores de 70 años.

Es una enfermedad sistémica en la que se ponen en marcha diferentes sistemas de

compensación que contribuyen a la perpetuación del cuadro. En la insuficiencia

cardiaca la causa más frecuente de anemia es la insuficiencia renal, pero también hay

pacientes con insuficiencia cardiaca y anemia que no presentan alteración renal. Por

eso hay que tener en mente otras causas de anemia en la insuficiencia cardiaca.

Los datos de la anamnesis y de la exploración física son suficientes para establecer

el diagnóstico de insuficiencia cardíaca. En la Radiografía de tórax Puede haber

alteraciones antes de que aparezcan las manifestaciones clínicas.

En cuanto a la Gasometría puede existir Hipocapnia e hipoxemia. Si la situación se

mantiene puede producirse agotamiento muscular e hipoventilación con retención de

CO2.El Ecocardiograma Puede aportar datos que sugieran la existencia de alguna

patología (miocárdica, valvular, etc.) o detectar arritmias producidas en el seno de la

enfermedad.

Entre las pruebas analíticas tenemos a: El BNP es marcador hormonal que puede

determinarse como ayuda al diagnóstico de insuficiencia cardíaca. La

Ecocardiografía-doppler es extraordinariamente útil en la evaluación de los pacientes

con insuficiencia cardíaca. La Coronariografía se Debe realizarse en todos los

pacientes con disfunción ventricular izquierda no filiada para descartar cardiopatía

isquémica.

4

Hay que realizar un diagnóstico temprano ya que esta enfermedad puede

presentarse en individuos en edad productiva lo que significa una pérdida económica

y social.

1.1.1 JUSTIFICACION

Los resultados de este estudio servirán para aumentar los conocimientos a toda la

comunidad médica del Ecuador relacionado con esta enfermedad sobre el riesgo de

ICC y Anemia que afecta a la población y así mejorar la calidad de vida de los

pacientes que adolecen dicha enfermedad.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) Ecuador no posee

datos específicos referentes al porcentaje de afectación de pacientes con ICC y anemia

pero a nivel mundial es considero un problema de salud que va en crecimiento y

preocupa a las autoridades de salud, así con este estudio poder obtener datos referentes

a esta enfermedad.

1.1.2 DETERMINACION DEL PROBLEMA

Este problema es de naturaleza clínico teórica, pertenece al campo de Medicina

Interna, área de Cardiología.

1.1.3 FORMULACION DEL PROBLEMA

Relación del deterioro de fracción de eyección y síndrome anémico en insuficiencia

cardiaca

Trabajo realizado en el servicio de cardiología, Hospital General Luis Vernaza de

1 de Enero al 31 Diciembre del 2014.

Ante lo descrito en el texto ya mencionado, nos planteamos las siguientes preguntas:

¿Por qué el síndrome anémico se relaciona frecuentemente en pacientes con ICC?

¿Tiene relación la fracción de eyección con el síndrome anémico?

5

¿Cuál es el porcentaje de pacientes ingresados al servicio de cardiología con síndrome

anémico?

¿Qué sexo se presenta con mayor frecuencia la relación entre ICC y síndrome

anémico?

1.2 FORMULACION DE OBJETIVOS

1.2.1 OBJETIVO GENERAL

Determinar la relación entre síndrome anémico y función Diastólica deprimida en

Insuficiencia Cardiaca, Hospital General Luis Vernaza de Enero a Diciembre del 2014

por medio de observación indirecta y así aportar una base de datos para el hospital.

1.2.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS

Establecer la frecuencia de Insuficiencia cardiaca con síndrome anémico.

Identificar la Fracción de Eyección en Insuficiencia Cardiaca con síndrome

anémico.

Establecer las posibles complicaciones entre la asociación de Insuficiencia

Cardiaca y síndrome anémico que aumenten la morbimortalidad.

6

CAPITULO II

2 MARCO TEÓRICO

2.1 INSUFICIENCIA CARDIACA

La insuficiencia cardiaca (IC) se puede definir como una anomalía de la estructura

o la función cardiaca que hace que el corazón no pueda suministrar oxígeno a una

frecuencia acorde con las necesidades de los tejidos metabolizantes pese a presiones

normales de llenado. La IC clínicamente se define como un síndrome en el que los

pacientes tienen síntomas (p. ej., disnea, inflamación de tobillos y fatiga) y signos

típicos (p. ej., presión venosa yugular elevada, crepitaciones pulmonares y latido

apical desplazado) como consecuencia de una anomalía de la estructura o la función

cardiacas.[21]

La prevalencia de la insuficiencia cardiaca está aumentando en todo el mundo.

“Entre los motivos de esta pandemia están el envejecimiento de la población en

países tanto industrializados como en desarrollo” (Robert 0. Bonow, 2013, p.165);

hay aumento de la de la obesidad, la diabetes y la hipertensión en muchos países.

Afortunadamente los tratamientos que han surgido en las últimas décadas pueden

mejorar mucho la evolución de los pacientes con insuficiencia cardiaca. Cuando

evaluamos a pacientes con insuficiencia cardiaca es importante reconocer que tienen

un síndrome clínico complejo en el que la lesión del corazón por el aumento de la

sobrecarga miocárdica activa una respuesta sistémica que a corto plazo mantiene el

funcionamiento del sistema cardiovascular, pero que afecta negativamente a la

estructura y el funcionamiento del corazón a lo largo del tiempo. Los cambios

compensadores que se producen en respuesta a la alteración del funcionamiento

cardiaco, factores genéticos y ambientales, y enfermedades comorbidas. Los objetivos

de la evaluación clínica son determinar si hay insuficiencia cardiaca, definir la causa

7

subyacente, evaluar la gravedad de la enfermedad y el pronóstico del paciente e

identificar las comorbilidades que pueden influir en la evolución clínica y la respuesta

al tratamiento. [6]

Si bien el diagnostico de insuficiencia cardiaca puede ser sencillo cuando el

paciente se presenta con una constelación de síntomas y signos clásicos en una

situación clínica adecuada, puede ser difícil la atribución de la causalidad cuando hay

un patrón clínico atípico o inconstante. Además, el relato de los síntomas por el

paciente (o por la familia del paciente) es un proceso subjetivo abierto a interpretación

por todas las partes implicadas, y la detección de los hallazgos físicos es una ciencia

imprecisa. Por lo tanto, la evaluación clínica de la insuficiencia cardiaca depende la

mayoría de las veces de información procedente de diversas fuentes, como la

anamnesis (datos previos y actuales), la exploración física, pruebas de laboratorio, la

radiología cardiaca y estudios funcionales.

La mayoría de los pacientes con IC suelen ingresar al hospital aquejando los

síntomas propios de la enfermedad. Para decidir cuál es su mejor ubicación: planta,

unidad coronaria, observación o domicilio se emplean diversos criterios predictores

de eventos adversos: elevación sanguínea de urea o creatinina, hiponatremia, cambios

electrocardiográficos, elevación de troponinas y TAS baja.[12]

Demostrar una causa cardiaca subyacente es esencial para el diagnóstico de la IC.

Normalmente es la miocardiopatía lo que produce la disfunción ventricular sistólica.

No obstante, las anomalías de la función diastólica ventricular o de válvulas,

pericardio, endocardio, ritmo cardiaco y conducción también pueden causar IC.

Identificar el problema cardiaco subyacente también es crucial por razones

terapéuticas, ya que cada afección concreta determina qué tratamiento específico

8

utilizar (p. ej., cirugía valvular para la enfermedad valvular, tratamiento farmacológico

específico para la disfunción sistólica del VI, etc.).[15]

2.2 Epidemiologia

La insuficiencia cardiaca es considerada como una auténtica epidemia

cardiovascular de nuestro siglo.

El 10% de la población mayor de 70 años padece insuficiencia cardiaca. El

envejecimiento progresivo de la población, la mayor supervivencia de los pacientes

tras un infarto de miocardio y el mejor control de los factores de riesgo cardiovascular

(hipertensión arterial, diabetes), han producido un aumento progresivo del número de

personas que tienen insuficiencia cardiaca.[26]

En Ecuador alcanzó una tasa de mortalidad según el INEC del 10,46% del registro

del año 2011 la cual se consideró como una tasa en crecimiento además no es una tasa

real por lo que se sostiene que miles de casos no son diagnosticados o como

enfermedad principal consideran a otras enfermedades.[10]

Sin embargo, el infarto de miocardio forma parte de la “cultura popular”, la

insuficiencia cardiaca sigue siendo aún una gran desconocida para la población

general. No se ha realizado hasta el momento el suficiente esfuerzo en la divulgación

a nivel de la sociedad de cuáles son las características fundamentales de la enfermedad,

y la gran repercusión que supone para los pacientes que la padecen.

Es necesaria una mayor concienciación de su enorme repercusión en la capacidad

física, en la calidad de vida y en la supervivencia de los pacientes que la padecen.

En este contexto, las Unidades de Insuficiencia Cardiaca constituyen en la

actualidad el mejor abordaje global de esta compleja enfermedad. En estas Unidades

9

se tratan todos los aspectos relacionados con la enfermedad: su diagnóstico, su

pronóstico (individualizado para cada paciente) y la aplicación del mejor tratamiento

posible dentro de los conocimientos científicos actuales.

Es una de las razones más comunes por la cual las personas de 65 años de edad o

más ingresan al hospital. El desarrollo de la insuficiencia cardiaca puede llevar años.

La insuficiencia cardiaca se denomina insuficiencia cardiaca congestiva cuando se

acumulan líquidos en varias partes del cuerpo. Los síntomas de insuficiencia cardiaca

generalmente se desarrollan durante semanas y meses a medida que su corazón se

debilita y no puede bombear la sangre que su cuerpo necesita.[26]

Aproximadamente un 1-2% de la población adulta de los países desarrollados tiene

IC. Hay muchos factores que causan la IC y varían entre las distintas partes del mundo.

“Antes de 1990 y la era moderna del tratamiento, un 60-70% de los pacientes

morían a los 5 años del diagnóstico, y la hospitalización con síntomas en

empeoramiento era frecuente y recurrente” (Cardiología, G.d., 2012,p.6), lo que

en muchos países resultó en una epidemia de hospitalización por IC. El tratamiento

efectivo ha mejorado ambos desenlaces, con una reducción relativa de las

hospitalizaciones en los últimos años de un 30-50% y una más pequeña pero

significativa reducción de la mortalidad.[7]

Un estudio realizado con casi 8.000 personas en 9 países europeos ha mostrado que,

aunque el 91% de los encuestados había oído hablar de la insuficiencia cardiaca sólo

el 3% la identificó correctamente a partir de sus síntomas y signos típicos. El 67%

afirmaba que los pacientes con insuficiencia cardiaca vivían más que los pacientes con

cáncer. Las anteriores respuestas demuestran que la población general tiene una idea

muy equivocada de qué es y qué consecuencias tiene la insuficiencia cardiaca.

10

Es necesaria una mayor concienciación de su enorme repercusión en la capacidad

física, en la calidad de vida y en la supervivencia de los pacientes que la padecen.

En este contexto muchos centros de salud de varios países del mundo ha optado por

las Unidades de Insuficiencia Cardiaca, estas constituyen en la actualidad el mejor

abordaje global de esta compleja enfermedad. En estas Unidades se tratan todos los

aspectos relacionados con la enfermedad: su diagnóstico, su pronóstico

(individualizado para cada paciente) y la aplicación del mejor tratamiento posible

dentro de los conocimientos científicos actuales, además del ahorro económico para

el paciente o para las aseguradoras de salud con lo que se evita el ingreso del paciente

a salas de hospitalización o a salas críticas, además con esto se consigue de la mejor

forma aumentar la calidad de vida y prolongarla.

2.3 Clasificación

2.3.1 Clasificación de la insuficiencia cardiaca según la NYHA [6]

Clase funcional I: Actividad ordinaria sin síntomas. No hay limitación de la actividad

física.

Clasificación funcional II: El paciente tolera la actividad ordinaria, pero existe una

ligera limitación de la actividad física, apareciendo disnea con esfuerzos intensos.

Clasificación funcional III: La actividad física que el paciente puede realizar es

inferior a la ordinaria, está notablemente limitado por la disnea.

Clase funcional IV: El paciente tiene disnea al menor esfuerzo o en reposo, y es

incapaz de realizar cualquier actividad física.

En el año 2001, con la intención de hacer un diagnóstico precoz de la enfermedad,

dándole mayor relevancia a la inhibición de la progresión de ésta, surge una nueva

clasificación propuesta por la American College of Cardiology (ACC) y la American

11

Heart Association Task Force (AHA). Este nuevo sistema de clasificación para la

insuficiencia cardiaca, ha sido diseñado para ser usado y complementado por el

sistema de clases funcionales de la New York Heart Association (NYHA). [8]

2.3.2 Nueva clasificación de la insuficiencia cardiaca (según ACC/AHA)

Los pacientes en la etapa "A" son asintomáticos, y no tienen daños cardiacos, pero

presentan factores de riesgo para insuficiencia cardíaca. Los que se clasifican como

pertenecientes a la etapa "B" son asintomáticos, pero tienen signos de daño estructural

cardíaco. Los pacientes en la etapa "C" son aquellos con daño cardíaco y con síntomas,

mientras que los de la etapa "D" presentan la enfermedad en su etapa final.

Etapa A: Pacientes en alto riesgo de desarrollar IC, sin anormalidad estructural

aparente.

Etapa B: Pacientes asintomáticos, con anormalidad estructural (antecedentes de

IAM, Baja Fracción de Eyección, Hipertrofia Ventricular Izquierda, Enf. Valvular

Asintomática).

Etapa C: Pacientes sintomáticos, con anormalidad estructural.

Etapa D: Pacientes sintomáticos, con anormalidad estructural, refractarios al

tratamiento estándar.

- Insuficiencia Cardíaca con Fracción de Eyección reducida (ICFER)

En aproximadamente la mitad de los pacientes con ICFER, se pueden observar

grados variables de dilatación del VI. La definición de ICFER ha variado, respecto de

la fracción de eyección ventricular izquierda (FEVI) ≤ 35%, <40%, y ≤ 40%.

Los ensayos clínicos aleatorios en enrolado a pacientes con IC principalmente con

FE ≤ 35% o ≤ 40%, y sólo en estos pacientes es entre quienes los tratamientos han

demostrado ser eficaces hasta la fecha. Para la presente guía, ICFER se define como

el diagnóstico clínico de IC y FE ≤ 40%.

12

Las personas con disfunción sistólica del VI comúnmente tienen también elementos

de disfunción diastólica.

Aunque la enfermedad de las arterias coronarias con antecedente de infarto de

miocardio es una causa importante de ICFER, muchos otros factores de riesgo pueden

dar lugar a la dilación del VI y producir ICFER.

- Insuficiencia Cardíaca con Fracción de Eyección Preservada (ICFEP)

En los pacientes con IC clínica, los estudios estiman que la prevalencia de ICFEP

es de aproximadamente 50% (rango 40% a 71%) (40). Estas estimaciones varían en

gran medida debido a los diferentes criterios de corte para la FE y a los criterios de

diagnóstico utilizados.

La ICFEP ha sido clasificada de manera variable como FE> 40%, > 45%, > 50%,

y ≥ 55%. Debido a que algunos de estos pacientes no tienen FE completamente

normal, pero tampoco tienen mayor reducción de la función sistólica, se ha empleado

el término FE “preservada”. Los pacientes con un FE en el rango de 40% a 50%

representan un grupo intermedio.

Estos pacientes a menudo son tratados por sus factores de riesgo y por las

comorbilidades subyacentes según las recomendaciones sobre estilo de vida y

tratamientos mencionados en las guías similares a los utilizados en pacientes con

ICFER.

13

2.4 Fisiopatología

2.4.1. Patogenia

La Insuficiencia Cardiaca puede verse como un trastorno progresivo que se inicia

después de que un acontecimiento dañe el musculo cardiaco, con la pérdida resultante

de los miocitos cardiacos funcionantes, o la perdida de la capacidad del miocardio de

generar fuerza, lo que impide que el corazón se contraiga con normalidad. Este

acontecimiento índice puede tener un inicio brusco, como es el caso del infarto de

miocardio; puede tener un inicio gradual o insidioso, como es el caso de la sobrecarga

hemodinámica de presión o volumen o puede ser hereditario, como es el caso de

muchas miocardiopatías hereditarias.

Independientemente de la naturaleza del acontecimiento iniciador, lo que es común

a todos estos acontecimientos iniciadores es que todos ellos producen de alguna

manera una disminución de la capacidad de bomba del corazón. En la mayoría de los

casos los pacientes seguirán asintomáticos o con muy pocos síntomas tras la reducción

inicial de la

Capacidad de bomba del corazón, o presentaran síntomas solo después de que la

disfunción haya estado presente durante algún tiempo. Aunque las razones precisas

por las que los pacientes con disfunción del VI permanecen asintomáticos no están

claras, una posible explicación es que varios mecanismos compensadores se activan

en el marco de la lesión cardiaca o el gasto cardiaco reducido y parecen modular la

función del VI dentro de unos límites fisiológicos/homeostásicos, de manera que la

capacidad funcional del paciente se conserva o solo se reduce muy poco. Pero, a

medida que los pacientes pasan a la IC sintomática, la activación mantenida de los

sistemas neurohormonal y citocinico lleva a una serie de cambios de órgano final

dentro del miocardio, a los que se llama, en conjunto, remodelado del VI. Como se

14

comenta más adelante, el remodelado del VI es suficiente para liderar la progresión de

la enfermedad en la IC independientemente del estado neurohumoral del paciente.

Para comprender mejor la fisiopatología del síndrome de IC debemos estudiar dos

aspectos fundamentales:

2.4.1 Alteraciones hemodinámicas y estructurales

El gasto cardiaco se define como la cantidad de sangre que expulsa el corazón en

una unidad de tiempo, se expresa como litros/minuto y se puede indexar a la superficie

corporal, en cuyo caso se denomina índice cardiaco. Las principales determinantes del

gasto cardiaco son la precarga, poscarga, el inotropismo y el cronotropismo.

Cualquier alteración que afecte una o más de las determinantes de la función

ventricular, es capaz de desarrollar IC.

Así, aquellas situaciones que alteren la precarga, afectarán directamente la

generación de un volumen latido adecuado, por ejemplo en pacientes con infarto del

ventrículo derecho, el empleo de venodilatadores disminuye el retorno venoso

provocando una hipovolemia “relativa” situación que impacta negativamente en el

grado de estiramiento de la fibra y de acuerdo con el principio de Frank-Starling la

eficiencia mecánica de la sarcómera; por otro lado, en estados en donde existe un

incremento sustancial de la precarga como en la cardiomiopatía dilatada, el nivel

máximo de estiramiento de la sarcómera impide la interrelación de las bandas de actina

con las cabezas de miosina y por ende la contracción de los miocitos.

En el terreno del inotropismo podemos destacar que el primer requisito para lograr

esta determinante que existan fibras miocárdicas viables, el segundo lo constituye el

aprovechamiento eficaz de sustratos bioenergéticos y de oxígeno; Por este motivo, la

isquemia miocárdica representa uno de los modelos más claros en donde el

inotropismo está afectado de forma directa, como en el caso del Infarto miocárdico

15

agudo, en donde la pérdida de elementos contráctiles se traduce directamente en

disfunción sistólica o inotrópica; del mismo modo, la hibernación miocárdica

observada en casos de isquemia crónica representa otro ejemplo en donde si bien no

existe pérdida estructural de miocitos, sí se aprecia pérdida funcional de los mismos

como respuesta al bajo aporte de sustratos y oxígeno.

Con relación a la poscarga, un incremento sostenido de la misma como el que se

observa en los pacientes con estenosis aórtica o en la hipertensión arterial sistémica,

supone una sobrecarga de presión que generará a la postre alteraciones estructurales y

funcionales a nivel miocárdico con repercusión directa de la función diastólica y a

largo plazo también de la función sistólica. En contraparte, las resistencias vasculares

muy bajas como las que se observan en estados sépticos avanzados, también impactan

de forma negativa en el gasto cardiaco debido a que a pesar de contar con una precarga

y un inotropismo aceptables o incluso elevados, la disminución significativa de la

poscarga hace prácticamente imposible que el gasto generado a nivel cardiaco llegue

a todos los rincones de la economía.

El cronotropismo también es una variable importante dentro de la fisiopatología de

la IC, ya que a pesar de contar con un volumen latido adecuado, la frecuencia cardiaca

muy baja o al contrario muy alta impactará de manera definitiva sobre la generación

del gasto cardiaco, es por ello, que las arritmias tanto bradiarritmias como

taquiartimias, así como, las alteraciones de la conducción con frecuencia se consideran

causas de IC o bien factores desencadenantes del síndrome.

Los cambios del miocito en insuficiencia, así como en el miocardio en

insuficiencia, son en gran medida responsables de la dilatación progresiva del VI y de

la disfunción del mismo que tienen lugar durante el remodelado cardiaco. Muchos de

los cambios estructurales del remodelado del VI pueden contribuir a empeorar la IC.

16

De hecho, una de las primeras observaciones con respecto a la geometría anormal del

ventrículo reestructurado fue que el corazón reestructurado no solo era más grande

sino que tenía una forma más esférica. Hay que señalar el cambio de forma del VI

desde una elipse alargada a una forma más esférica que aumenta la sobrecarga

meridional sobre la pared del VI, lo que crea una carga energética nueva al corazón

en. El aumento del adelgazamiento de la pared, junto al incremento de la poscarga

creado por la dilatación del VI, lleva a un ≪desemparejado funcional de la poscarga≫

que puede contribuir más a la reducción del gasto cardiaco anterógrada. El aumento

de la sobrecarga de la pared puede llevar a una expresión mantenida de los genes

activados por el estiramiento (angiotensina II, ET y TNF) o a la activación por el

estiramiento de vías transmisoras de señales de hipertrofia. [6]

Finalmente, existen otras variables como la sincronía ventricular, la suficiencia

valvular o la ausencia de cortos circuitos, que interfieren con la hemodinámica del

corazón, afectando directamente su función lo que produce IC.

Por estos motivos, se debe reconocer que cualquiera que sea la afección, se

considera a la IC como el común denominador de todas las entidades nosológicas que

afectan estructural o funcionalmente al corazón.

2.4.2 Mecanismo neurohumoral

El sistema renina angiotensina aldosterona (SRAA) muestra un incremento

significativo de su función en respuesta a sobrecargas hemodinámicas o daño

miocárdico, el objetivo es lograr mantener un gasto cardiaco adecuado a través de un

incremento de la poscarga y la precarga mediante la acción directa de la Angiotensina

II y la aldosterona; sin embargo, la exposición crónica a ambas substancias se asocia

a fenómenos fisiopatológicos dentro de los que destacan la hipertrofía y fibrosis

miocárdica que se asocia a remodelación cardiaca inadecuada, la disfunción endotelial

17

que incluye alteraciones en la comunicación celular e incremento de fenómentos

protrombóticos mediados por un desequilibrio de substancias eicosanoides, tales

como, el Tromboxano A2 e incluso la activación de algunos proto oncogenes y

ligandos que se asocian a fenómenos de apoptosis. Por otro lado, la aldosterona más

allá incrementar la precarga a través de la retención de sodio y agua, tiene múltiples

funciones adicionales dentro de las que destaca la disfunción de barorreceptores, el

incremento del potencial arritmogénico de las catecolaminas o la pérdida de magnesio

y potasio, pero sobre todo la inducción de fibrosis miocárdica, intersticial y vascular

situación que conduce en estados avanzados a alteraciones estructurales que se

traducen como IC diastólica y/o sistólica.

En los pacientes con Insuficiencia Cardiaca, las interacciones complejas entre el

sistema nervioso autónomo y los mecanismos reguladores locales tienden a conservar

la circulación al encéfalo y el corazón mientras reducen el flujo sanguíneo.

Esta vasoconstricción visceral intensa durante el ejercicio ayuda a dividir el gasto

cardiaco limitado al musculo en el ejercicio pero contribuye a la hipoperfusion del

intestino y los riñones. El estímulo más poderoso para la vasoconstricción periférica

es la activación simpática, que libera el potente vasoconstrictor NA. Otros

vasoconstrictores que contribuyen a mantener la homeostasia circulatoria son la

angiotensina II, la ET, el neuropeptido Y, la urotensina II, el tromboxano A2 y la AVP.

El mayor estimulo adrenérgico simpático de las arterias periféricas y las mayores

concentraciones de vasoconstrictores circulantes contribuyen a la vasoconstricción

arteriolar y al mantenimiento de la presión arterial, mientras que la estimulación

simpatica de las venas contribuye a un aumento del tono venoso, lo que ayuda a

mantener el retorno venoso y el llenado ventricular y a apoyar el rendimiento cardiaco

según la ley de Starling del corazón. [22]

18

2.1.4 Etiología

Las enfermedades que pueden conducir a una situación de IC son muy variadas y

su reconocimiento tiene gran trascendencia, pues puede modificar el enfoque

diagnóstico, terapéutico y preventivo, así como condicionar el pronóstico.

Las causas predisponentes, también llamadas factores de riesgo, son marcadores

que se asocian con una mayor probabilidad de aparición de IC y pueden identificarse

en la población sin cardiopatía o sin síntomas de IC. A su vez, se dividen en

etiológicas, probablemente etiológicas y no etiológicas (Figura 2).

Las causas predisponentes etiológicas son las alteraciones estructurales, congénitas

o adquiridas en las que existe una afección de los vasos periféricos, la circulación

coronaria, el pericardio, el miocardio, el endocardio o las válvulas cardíacas, que

produce una alteración de la fisiología normal del corazón. Dentro de la cardiopatía

isquémica, el antecedente de infarto de miocardio es el principal factor aislado, con un

riesgo de IC 10 veces superior al de la población normal durante el primer año tras el

infarto y hasta 20 veces superior en los siguientes. La miocardiopatía dilatada y las

cardiopatías congénitas son otras etiologías predisponentes de IC menos prevalentes

en la población.

Las causas predisponentes probablemente etiológicas se asocian con una mayor

incidencia de IC, sin que exista una relación causal demostrada, aunque es probable

que influyan de forma «indirecta» en el deterioro progresivo de la función ventricular.

La principal es la hipertensión arterial (HTA), especialmente prevalente en mujeres y

en individuos de raza negra con IC. Según el estudio Framingham, el riesgo de IC se

duplica en la población que presenta HTA ligera y se cuadruplica cuando los valores

de presión arterial superan los 160/95 mmHg. La elevación de la presión arterial

sistólica supone un aumento del riesgo de desarrollo de IC 2 veces superior al de la

19

elevación de la presión arterial diastólica. La hipertrofia ventricular izquierda, causada

principalmente por la HTA, es a su vez un factor de riesgo para el desarrollo de IC

(implica un riesgo relativo 17 veces mayor que en la población normal). También son

causas predisponentes, probablemente etiológicas, la diabetes mellitus y la historia de

fiebre reumática. La diabetes es un factor de riesgo para la aparición de cardiopatía

isquémica y muchas veces coexiste con HTA o dislipemia, a su vez factores de riesgo

coronario. El riesgo de IC en mujeres diabéticas es 5 veces superior al de las no

diabéticas, y supera al de los varones diabéticos.

Existen 3 patrones de alteración miocárdica primaria que pueden causar IC: la

miocardiopatía dilatada idiopática, la miocardiopatía hipertrófica y la miocardiopatía

restrictiva (Figura 1).

La miocardiopatía hipertrófica es una enfermedad con un origen genético evidente

en muchos casos (existen mutaciones de los genes que codifican las proteínas del

sarcómero), en los que se caracteriza por la hipertrofia del VI sin causa aparente. En

la mitad de los casos se hereda con carácter autosómico dominante y es la causa más

frecuente de muerte súbita en adultos jóvenes, sobre todo deportistas. La

miocardiopatía restrictiva se caracteriza por una alteración de la distensibilidad

cardíaca, con un rápido llenado diastólico precoz. Es la menos frecuente de los 3 tipos

de miocardiopatía y conlleva habitualmente un mal pronóstico. [9]

La alteración miocárdica secundaria que con más frecuencia ocasiona IC es la

cardiopatía isquémica, y lo hace mediante varios mecanismos: infarto de miocardio,

isquemia crónica, aneurisma ventricular y disfunción valvular mitral. Otras menos

frecuentes son las miocardiopatías de origen infeccioso (miocarditis viral, enfermedad

de Chagas, toxoplasmosis, micosis, micobacteriosis, difteria, rickettsiosis), las

miocardiopatías tóxicas (por tóxicos, como el alcohol, y en menor frecuencia la

20

cocaína, el plomo, el cobalto y el mercurio, o por fármacos como la adriamicina,

ciclofosfamida, cloroquina, zidovudina, didanosina, etc.), las miocardiopatías

metabólicas (asociadas a diabetes mellitus, hipertiroidismo, hipotiroidismo,

feocromocitoma, enfermedad de Cushing, hipocalcemia, hipofosfatemia), las

miocardiopatías de origen genético (como las glucogenosis), las miocardiopatías

asociadas a enfermedades neuromusculares (como la distrofias de Duchenne o Becker,

la ataxia de Friedreich y la distrofia miotónica de Steinert), las miocardiopatías

asociadas a déficit carenciales (tiamina, selenio, carnitina) y las miocardiopatías de

origen inflamatorio (asociadas a enfermedades del colágeno, miocarditis por

hipersensibilidad y sarcoidosis).

Las causas determinantes caracterizadas por una sobrecarga hemodinámica pueden

deberse a una sobrecarga de la presión o del volumen. En la HTA y en la estenosis

aórtica existe un aumento de poscarga que ocasiona una sobrecarga de presión en el

VI, responsable finalmente de la aparición de IC. En las cavidades derechas, la

hipertensión arterial pulmonar y la estenosis pulmonar producen las mismas

consecuencias. Un caso especial de hipertensión pulmonar es el observado en

pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que da lugar al

denominado cor pulmonale, manifestado como IC derecha. Por lo que respecta a la

sobrecarga de volumen, la hipervolemia, las insuficiencias mitral y aórtica, la

comunicación interventricular y el ducto arterioso persistente (en las cavidades

izquierdas), así como la insuficiencia tricúspide o la comunicación interauricular (en

las cavidades derechas), pueden causar IC.

Las causas precipitantes de la IC son los factores que provocan la descompensación

de una situación de estabilidad en pacientes con o sin diagnóstico previo de IC, pero

con una cardiopatía estructural subyacente. Se dividen en causas cardíacas o

21

extracardíacas. Las cardíacas son las arritmias, la aparición de una nueva cardiopatía

(la más frecuente, el infarto agudo de miocardio) y los fármacos inotrópicos negativos

(antagonistas del calcio, bloqueadores beta, antiarrítmicos, antidepresivos tricíclicos,

adriamicina). Las extracardíacas son las infecciones (sobre todo las respiratorias), los

fármacos que retienen sodio (especialmente los antiinflamatorios no esteroideos, de

uso muy extendido), el abandono del tratamiento o de la dieta, la embolia pulmonar,

el estrés físico o psíquico, la anemia o la enfermedades intercurrentes, las

intervenciones quirúrgicas y los hábitos tóxicos, como el tabaquismo y el alcoholismo.

2.1.5 DIAGNOSTICO

El diagnóstico de la IC puede ser difícil. Muchos de los síntomas de la IC no la

discriminan, por lo que son de poco valor diagnóstico. Muchos de los signos de la IC

son resultado de la retención de agua o sodio y desaparecen rápidamente con terapia

diurética, es decir, puede que no aparezcan en pacientes que reciben este tipo de

tratamiento. Por lo tanto, demostrar una causa cardiaca subyacente es esencial para el

diagnóstico de la IC. Normalmente es la miocardiopatía lo que produce la disfunción

ventricular sistólica. No obstante, las anomalías de la función diastólica ventricular o

de válvulas, pericardio, endocardio, ritmo cardiaco y conducción también pueden

causar IC (y puede haber más de una anomalía). Identificar el problema cardiaco

subyacente también es crucial por razones terapéuticas, ya que cada afección concreta

determina qué tratamiento específico utilizar (p. ej., cirugía valvular para la

enfermedad valvular, tratamiento farmacológico específico para la disfunción sistólica

del VI, etc.).[11]

Los pacientes que han tenido IC durante un tiempo prolongado padecen ≪IC

crónica≫. Se dice que un paciente en tratamiento con síntomas y signos que

generalmente no han cambiado durante 1 mes es un paciente ≪estable≫. Si la IC

22

crónica estable se deteriora, se puede describir al paciente como ≪descompensado≫,

algo que podría suceder de repente, de manera aguda, lo que causaría la

correspondiente hospitalización, un acontecimiento de considerable importancia

pronostica. La IC nueva puede aparecer en fase aguda como consecuencia, por

ejemplo, de un infarto agudo de miocardio (IAM) o subaguda, p. ej., en un paciente

que ha tenido una disfunción cardiaca asintomática, a menudo durante tiempo

indeterminado, y que puede persistir o desaparecer (el paciente puede volverse

≪compensado≫). A pesar de que es posible que los síntomas y signos desaparezcan

en estos pacientes, puede que la disfunción cardiaca subyacente no y los pacientes

queden en riesgo de descompensación recurrente. En ocasiones un paciente puede

tener IC debido a un problema que se resuelve por completo (p. ej., miopericarditis

viral aguda). Otros pacientes, especialmente aquellos con miocardiopatía dilatada

idiopática, pueden revelar también una recuperación sustancial o incluso completa de

la función sistólica del VI con una terapia moderna modificadora del curso de la

enfermedad. Insuficiencia Cardiaca congestiva es un término que aún se utiliza,

especialmente en Estados Unidos, y puede describir la IC aguda o crónica con

evidencia de congestión (retención de sodio y agua). La congestión, aunque no otros

síntomas de la IC (p. ej., fatiga), puede desparecer con tratamiento. Todos, o la

mayoría de estos términos pueden aplicarse de manera precisa al mismo paciente en

momentos distintos, dependiendo del estadio de la enfermedad.[12]

Los primeros intentos de sistematizar el diagnóstico de la IC surgieron del estudio

Framingham y se basaron en la presencia concomitante de una serie de criterios (2

mayores o uno mayor y 2 menores) entre los ofrecidos en un listado. Debido a las

imprecisiones y limitaciones prácticas de este sistema, surgieron otros baremos, como

23

los criterios NHANES o de Boston, utilizados en trabajos epidemiológicos, pero su

uso tampoco se generalizó en la clínica. (Tabla 2)

La historia clínica debe recoger los factores de riesgo cardiovascular, los hábitos

tóxicos y las enfermedades no cardíacas que puedan contribuir a la IC. Se debe poner

especial cuidado en conocer con exactitud los síntomas del paciente. La disnea de

esfuerzo es el más frecuente, aunque es muy inespecífico; formas más avanzadas,

como la ortopnea y la disnea paroxística nocturna, ganan en especificidad, pero son

mucho menos prevalentes en la IC. La fatigabilidad es otro síntoma muy común, pero

es incluso más inespecífico que la disnea, y puede ser una manifestación de casi

cualquier enfermedad. La historia de edema maleolar es también muy frecuente, pero

puede ser debida a muchas otras razones; de hecho, es la primera causa de falsos

diagnósticos de IC en mujeres de edad avanzada, que más bien suelen presentar

insuficiencia venosa.

En pacientes ya diagnosticados que ingresan por agudización es importante

investigar la presencia de factores precipitantes como los descritos con anterioridad,

sin olvidar las transgresiones dietéticas o terapéuticas.

Los signos de la exploración física en estos pacientes, al igual que ocurre con los

síntomas, pertenecen a 2 grupos: en primer lugar, están aquellos, como la taquicardia,

los crepitantes pulmonares y el edema con fóvea, que son muy frecuentes en los

pacientes con IC, pero también en otras enfermedades, por lo que son escasamente

específicos. En el otro extremo figuran signos relativamente específicos pero sólo

presentes en las formas más graves de IC, como el desplazamiento del latido apical, la

ingurgitación yugular y el ritmo de galope. La identificación de estos 2 últimos es de

especial interés, porque implican un peor pronóstico. (Tabla 2)

24

Causas comunes de insuficiencia cardiaca secundaria a enfermedad del

músculo cardiaco (enfermedad miocárdica).[7]

Enfermedad

coronaria

Múltiples manifestaciones

Hipertensión Normalmente cursa con hipertrofia ventricular izquierda y

fracción de eyección conservada

Miocardiopatías Familiar/genética o no familiar/no genética (incluida la

adquirida, como la miocarditis) Hipertrófica, dilatada,

restrictiva, arritmogénica del ventrículo derecho, no

clasificada

Fármacos Bloqueadores beta, antagonistas del calcio, antiarrítmicos,

agentes citotóxicos.

Toxinas Alcohol, medicación, cocaína, elementos traza (mercurio,

cobalto, arsénico).

Endocrina Diabetes mellitus, hipotiroidismo e hipertiroidismo,

síndrome de Cushing, insuficiencia adrenal, crecimiento

hormonal excesivo, feocromocitoma.

Nutricional Deficiencia de tiamina, selenio, carnitina. Obesidad,

caquexia.

Infiltrativa Sarcoidosis, amiloidosis, hemocromatosis, enfermedad del

tejido conectivo.

Otras Enfermedad de Chagas, infección por el VIH,

miocardiopatía periparto, insuficiencia renal terminal.

Tabla 1

25

Inflamación:

Células

FNTa

Interleucinas

Función Endotelial:

Disminución ON

Endotelinas

Estrés Oxidativo

Transporte Oxígeno:

Ventilación

Difusión

Quimiorreceptores.

Control SNC

Consumo de O2.

Activación Neuroendocrina:

Renina

A.T.

Aldrosterona

Na

NE

ANP

BNP

Cromogranin A

Criterios Mayores

• Disnea paroxistica nocturna u ortopnea

• Ingurgitacion yugular

• Estertores

• Cardiomegalia

• Edema agudo de pulmón

• Galope por tercer tono.

• Presion venosa central >16 mmHg

• Tiempo de circulación >25

• Reflujo Hepatoyugular

Criterios Menores

• Edema Maleolar

• Tos Nocturna

• Disnea de esfuerzo

• Hepatomegalia

• Derrame Pleural

• Reduccion de la capacidad vital en un tercio respecto a la maxima.

• Taquicardia (>120 lat/min)

• Perdida de >4.5 kg en 5 dias en respuesta al tratamiento

Criterios de Framingham

ICC

El diagnóstico de insuficiencia cardiaca requiere de la presencia simultánea de al

menos 2 criterios mayores ó de 1 criterio mayor y 2 criterios menores

Tabla 2

25

Sospecha De Insuficiencia Cardiaca

Debut Agudo

ECG Radiografía Torácica

Ecocardiografía BNP/NT-pro BNP

ECG normal y NT-

proBNP <300 pg/ml

o BNP < 100

ECG anómalo NT-

proBNP ≥300 pg/ml

o BNP ≥ 100 pg/ml

Insuficiencia Cardiaca improbable

Ecocardiografía

Si se confirma la insuficiencia cardiaca, determinar

la etiología y comenzar con el tratamiento adecuado.

Debut No Agudo

ECG Posiblemente

Radiografía Torácica

BNP/NT-pro BNP Ecocardiografía

ECG anómalo NT-

proBNP ≥ 125 pg/ml

o BNP ≥35 pg/ml

ECG normal NT-

proBNP < 125

pg/ml o BNP < 35

Insuficiencia Cardiaca improbable

Fuente: (Rev. Esp. Cardiol. 2012, pag.6)

Figura 2

26

2.1.5.1 Síntomas y Signos

Aunque los síntomas llaman la atención del facultativo, muchos de los síntomas de

la IC no son específicos y, por lo tanto, no ayudan a distinguir entre la IC y otros

problemas. Los síntomas más específicos (ortopeda y disnea paroxística nocturna) son

menos comunes, especialmente en pacientes con síntomas más leves, por lo que no

son sensibles. Muchos de los signos de la Insuficiencia Cardiaca resultan de la

retención de sodio y agua, por lo que tampoco son específicos. El edema periférico

también tiene otras causas que no son precisamente específicas. Los signos como

consecuencia de la retención de sodio y agua (p. ej., edema periférico) desaparecen

rápidamente con la terapia diurética. Los signos mas específicos, como la presión

venosa yugular elevada y el desplazamiento del impulso apical, son más difíciles de

detectar y, por lo tanto, menos reproducibles, y puede haber escasa concordancia entre

distintos médicos que examinen al mismo paciente. Los síntomas y signos pueden ser

especialmente difíciles de identificar e interpretar en obesos, personas mayores y

pacientes con enfermedad pulmonar crónica. [7]

Disnea.- El síntoma más frecuente de la insuficiencia cardiaca es la dificultad

respiratoria producida por el mayor esfuerzo para respirar. En las fases iniciales de la

insuficiencia, la disnea sólo se observa durante la actividad, y puede ser sólo una

acentuación de la falta de aire que ocurre normalmente en esas circunstancias. Sin

embargo, cuando la insuficiencia cardiaca avanza, la disnea aparece con un esfuerzo

cada vez menor (clasificación funcional NYHA). Al final, la disnea aparece incluso

cuando el paciente está en reposo. La diferencia principal entre la disnea de esfuerzo

en los individuos normales y en los pacientes cardiacos es el grado de actividad

necesaria para su aparición. Estos enfermos suelen tener ingurgitación de los vasos

pulmonares y edema pulmonar intersticial, que se observa en la radiografía y que

27

reduce la elasticidad de los pulmones y aumenta así el trabajo que deben realizar los

músculos respiratorios para distenderlos. La activación de los receptores pulmonares

produce los movimientos respiratorios rápidos y superficiales característicos de la

disnea cardiaca. El consumo respiratorio de oxígeno aumenta a expensas del trabajo

excesivo de los músculos respiratorios. Este hecho está asociado con la disminución

de la llegada de oxígeno a esta musculatura, lo que ocurre a consecuencia de la

disminución del gasto y puede contribuir a la fatiga de los músculos respiratorios y a

la sensación de ahogo.

Ortopnea.- Se refiere a la disnea en posición de decúbito que es con frecuencia una

manifestación más tardía que la disnea de esfuerzo. Se debe en parte a la redistribución

del líquido desde el abdomen y las extremidades inferiores al tórax, lo que aumenta la

presión hidrostática capilar y también eleva el diafragma. Los pacientes con ortopnea

tienen que elevar su cabeza con varias almohadas durante la noche y con frecuencia

se despiertan con sensación de ahogo o tosiendo (la denominada tos nocturna) si se

resbalan de las almohadas. La sensación de ahogo suele mejorar sentándose erguido,

ya que en esta posición se reducen el retorno venoso y la presión capilar pulmonar.

Disnea paroxística nocturna.- Son las crisis graves de disnea y tos que suelen

aparecer por la noche, despiertan al paciente, y resultan bastante atemorizadoras. Si

bien la simple ortopnea se alivia al sentarse erguido al borde de la cama, con las piernas

colgando, en el paciente con disnea paroxística nocturna la tos y las sibilancias suelen

persistir incluso en esta posición.

Respiración de Cheyne-Stokes.- También denominada respiración periódica o

cíclica, se caracteriza por una disminución de la sensibilidad del centro respiratorio a

la PCO2 arterial. Existe una fase apneica durante la cual disminuye la PO2 arterial y

aumenta la PCO2 arterial. Estos cambios de la sangre arterial estimulan el centro

28

respiratorio deprimido, produciendo hiperventilación e hipocapnia, seguidas

posteriormente de apnea.

Fatiga, debilidad y síntomas abdominales.- Estos síntomas inespecíficos, pero

frecuentes, están relacionados con la disminución de la perfusión del músculo

esquelético. La capacidad de esfuerzo disminuye por la limitación del corazón

insuficiente para incrementar su gasto y administrar oxígeno al músculo que realiza el

ejercicio. La anorexia y las náuseas asociadas a dolor abdominal y sensación de

plenitud son síntomas frecuentes que pueden guardar relación con la congestión

venosa hepática y portal.

Estertores pulmonares.- Debido a la elevación de las presiones pulmonares

capilar y venosa son frecuentes los estertores inspiratorios crepitantes y húmedos, y la

matidez a la percusión de las bases pulmonares.

Edema cardiaco.- Suele localizarse en las zonas declives, apareciendo

simétricamente en las piernas, sobre todo en la región pretibial y tobillos en pacientes

ambulatorios, en los que es más llamativo por la tarde, y en la región sacra en los

individuos encamados.

Hidrotórax y ascitis.- El derrame pleural es consecuencia de la elevación de la

presión capilar pleural y de la trasudación de líquido a las cavidades pleurales. Como

las venas pleurales drenan a los sistemas venosos pulmonar y sistémico, el hidrotórax

es más frecuente cuando existe una marcada elevación de la presión en ambos lechos

venosos, pero también puede darse si existe una notable elevación en uno de ellos.[11]

La historia clínica del paciente también es importante. La IC es poco común en un

sujeto sin historia clínica relevante (p. ej., una causa potencial de daño cardiaco),

mientras que ciertas características, especialmente el infarto de miocardio anterior,

aumentan considerablemente la probabilidad de IC en un paciente con síntomas y

29

signos correspondientes. Estos puntos destacan la necesidad de obtener evidencias

objetivas de una anomalía cardiaca funcional o estructural que se cree que representa

los síntomas y signos del paciente para asegurar el diagnostico de Insuficiencia

Cardiaca. Una vez realizado el diagnostico de IC, es importante establecer las causas,

especialmente las corregibles específicas. Los síntomas y signos son importantes a la

hora de monitorizar la respuesta del paciente al tratamiento y su estabilidad con el paso

del tiempo. La persistencia de los síntomas a pesar del tratamiento suele indicar la

necesidad de terapia adicional, y el empeoramiento de los síntomas es un desarrollo

grave (que pone al paciente en riesgo de hospitalización urgente y muerte) y requiere

rápida atención médica.

2.1.5.1.1 Causas de los síntomas de la insuficiencia cardiaca

No se conoce en profundidad el origen de los síntomas de la IC. Sin duda el

aumento de la presión capilar pulmonar causa el edema pulmonar y la falta de aire en

el contexto de la IC aguda con evidencia de sobrecarga de fluidos. No obstante,

estudios demuestran que datos obtenidos en las pruebas de esfuerzo realizadas en

pacientes con IC crónica demuestran que no existe una relación significativa entre la

presión capilar y la capacidad de ejercicio. La IC es una entidad que finalmente

produce enfermedad en todos los órganos del cuerpo. El cansancio y la fatiga son

síntomas que se observan frecuentemente, pero no son específicos y pueden tener

múltiples causas subyacentes. La pérdida de masa y fuerza del músculo esquelético es

una manifestación tardía. El cerebro interpreta las señales enviadas por el músculo

esquelético como falta de aire o fatiga. Esto explicaría la lenta respuesta al tratamiento

de los pacientes con IC, ya que primero es preciso restablecer la calidad del músculo

30

esquelético. Las variaciones en el grado de regurgitación mitral y las arritmias

transitorias, comunes en la IC, exacerban también la falta de aire.

2.1.5.1.2 Síntomas y gravedad de la insuficiencia cardiaca

Hay poca relación entre los síntomas y la gravedad de la disfunción cardiaca. Los

síntomas guardan una relación más fuerte con el pronóstico si persisten tras el

tratamiento. En ese caso nos sirven para clasificar la gravedad de la IC y controlar los

efectos del tratamiento. No obstante, no se tendrá en cuenta únicamente los síntomas

para instaurar la dosis óptima para el tratamiento del paciente. Los pacientes deben

recibir la dosis máxima tolerada. Las clasificaciones antes descritas nos sirven para

saber la gravedad de la enfermedad y además el pronóstico y el tratamiento que debe

recibir el paciente y si está o no siguiendo el tratamiento indicado, aun así es

importante el seguimiento mediante pruebas diagnósticas que nos indique la mejoría

del paciente.

2.1.6 PRUEBAS DIAGNOSTICAS

El diagnostico de insuficiencia cardiaca por sí solo no es suficiente; es importante

establecer la causa de la insuficiencia cardiaca en la medida en que algunas formas de

insuficiencia cardiaca se pueden corregir o pueden precisar un tratamiento especial

que va más allá de las estrategias terapéuticas. El estudio de laboratorio y las

modalidades radiológicas aportan información importante para el diagnóstico y el

tratamiento de los pacientes con insuficiencia cardiaca.

La analítica sistemática, que en el paciente con IC debe incluir: Hemograma para

la detección de anemia como factor precipitante. Función renal y electrolitos séricos,

que pueden alterarse tanto por el tratamiento de la IC (diuréticos) como en casos

severos con hipoperfusión renal, lo que es signo de mal pronóstico. Transaminasas,

31

bilirrubina y parámetros de coagulación (alterados en la isquemia o congestión

hepática).

Glucemia y colesterol para el cribado de los factores de riesgo cardiovascular.

Hormonas tiroideas, pues tanto el hipertiroidismo como el hipotiroidismo pueden

causar IC. Análisis elemental de orina que descarte proteinuria, glucosuria o

nefropatías.

En situaciones especiales está justificada la determinación de los valores

plasmáticos de ciertos fármacos (como la digoxina, si existe sospecha de intoxicación

o infradosificación) y la gasometría arterial en pacientes con edema agudo de pulmón.

El electrocardiograma (ECG) ofrece una importante información diagnóstica y

pronóstica. Un ECG normal excluye virtualmente la disfunción sistólica de VI, con

una sensibilidad del 94% y un valor predictivo negativo del 98%; por el contrario, un

ECG patológico no es buen predictor de baja fracción de eyección, dados la

especificidad del 61% y el valor predictivo positivo del 35%4,27. De esta forma, la

presencia de un ECG normal debe hacer pensar en un diagnóstico alternativo. El ECG

permite detectar alteraciones de la frecuencia cardíaca (la taquicardia se asocia a un

peor pronóstico), del ritmo (fibrilación auricular) y de la conducción (los pacientes

con bloqueo de rama izquierda tienen peor función sistólica y peor pronóstico).

También pueden detectarse hipertrofia, ondas Q (que apoyan el origen isquémico de

la IC) y alteraciones de la repolarización (por sobrecarga, trastornos electrolíticos,

efectos farmacológicos o isquemia).[9]

La radiografía de tórax puede ser normal o, lo que es más habitual, mostrar

cardiomegalia, así como signos de congestión pulmonar.

El ecocardiograma es, sin duda, la exploración más informativa en el estudio de la

IC y es la técnica más empleada, pues permite:

32

- Confirmar el diagnóstico de cardiopatía cuantificar las alteraciones de la función

sistólica y diastólica del VI, hipertrofia de pared, etc.

- Determinar la etiología de la IC en muchos casos, permitiendo diagnosticar las

valvulopatías, las enfermedades del pericardio, los patrones típicos de afección del

miocardio (miocardiopatía dilatada, restrictiva o hipertrófica, o disfunción

segmentaria de contractilidad, sugestiva de origen isquémico), las malformaciones

congénitas, etc.

- Aportar una importante información pronóstica: diversos parámetros de

disfunción sistólica de VI, tanto la reducción de la fracción de eyección y de

acortamiento como el aumento de los diámetros telesistólico y telediastólico, se

asocian con una peor evolución. Similar significado tiene la presencia de insuficiencia

mitral significativa, que es secundaria a la dilatación del anillo. También la disfunción

diastólica severa, con fisiología restrictiva reflejada por una onda E de llenado de alta

velocidad y breve duración, con un tiempo de deceleración muy corto, implica

elevadas presiones diastólicas y un pronóstico más desfavorable. En presencia de

disfunción sistólica de VI, los pacientes con hipocontractilidad del ventrículo derecho

presentan una peor evolución, por lo que es práctica habitual en ellos determinar

parámetros como la excursión sistólica del plano anular tricúspide (TAPSE).

- Informa de otros datos con implicaciones terapéuticas: presencia de trombos,

defectos con posibilidad de corrección quirúrgica, hipertensión pulmonar, etc.

Dado que la exploración es inocua, cómoda y fácilmente repetible para el control

evolutivo del proceso, es difícil argumentar en contra de la realización sistemática del

ecocardiograma en cada paciente con sospecha de IC. Sin embargo, esto supone una

gran sobrecarga para el sistema sanitario, pues la prueba requiere tecnología

sofisticada y cara, así como un operador experto, con un importante consumo de

33

tiempo. Además, sólo un 25% de los pacientes remitidos para ecocardiograma con

diagnóstico clínico de IC en atención primaria finalmente muestra disfunción sistólica

de VI. Esto hace que, en la práctica, el ecocardiograma sea infrautilizado en la IC, en

especial en la población anciana.

Bioquímica sanguínea, proponiendo como marcador al NT-proBNP que tiene mas

sensibilidad y/o especificidad tanto diagnostica como pronostica para la enfermedad,

además de ser el recomendado para saber si las condiciones del paciente mejoran o no

con el tratamiento.

Existen mas pruebas como la Cinecoronariografía la cual nos da información

detallada de las arterias coronarias y la anatomía cardiaca, otras pruebas como Holter,

prueba de esfuerzo hay que realizarlas siempre y cuando sea analizado clínicamente

el paciente y en que clasificación clínica se encuentre el paciente. Muchas pruebas nos

darán a conocer la causa de la Insuficiencia cardiaca y tratar de resolverla y así mejorar

la Insuficiencia cardiaca deteniendo el curso de su enfermedad. En otras ocasiones

solo nos da información sobre el estado sindrómico del paciente y en qué aspectos

mejorar el tratamiento o estilo de vida.

Entre las diferentes pruebas diagnósticas que nos pueden ayudar para el diagnóstico

y tratamiento de esta enfermedad tenemos que citar las siguientes:

- Radiografia de torax

A pesar de la dependencia de la ecocardiografía para determinar el tamaño y el

funcionamiento de las cavidades cardiacas y de los biomarcadores para distinguir la

insuficiencia cardiaca de otras causas de disnea, la radiografía de tórax sigue siendo

un componente útil de la evaluación, particularmente cuando la presentación clínica

es ambigua. Un patrón de opacidades alveolares en mariposa que se extiende

bilateralmente desde las arterias pulmonares hiliares ingurgitadas hacia la periferia de

34

los pulmones es el patrón clásico de congestión que se ve en la insuficiencia cardiaca

descompensada. Sin embargo, muchos pacientes consultan con un cuadro más sutil en

el que los hallazgos radiográficos de tórax más importantes son aumento de la trama

vascular intersticial, como la presencia de líneas B de Kerley (opacidades lineales

horizontales finas que se extienden hasta la superficie pleural y que se deben a la

acumulación de líquido en el espacio intersticial), formación de manguitos peri

bronquiales y prominencia de la vasculatura de los lóbulos superiores (indicativa de

hipertensión venosa pulmonar). También se pueden ver derrames pleurales y liquido

en la cisura menor derecha. La cardiomegalia habitualmente se determina en la

proyección posteroanterior con el origen del haz a una distancia estándar de 1,80 m de

la espalda del paciente.

- Electrocardiografía

El electrocardiograma (ECG) es una parte estándar de la evaluación inicial de un

paciente con sospecha de insuficiencia cardiaca, y también debe usarse en pacientes

diagnosticados previamente que tengan un episodio de descompensación. Se ve

taquicardia sinusal por activación del sistema nervioso simpático en la insuficiencia

cardiaca avanzada y durante los episodios de descompensación. Sin embargo, el

tratamiento con (3-bloqueantes puede atenuar esta respuesta). La presencia de

arritmias auriculares en el ECG puede explicar por qué ha empeorado la insuficiencia

cardiaca, además de constituir un objetivo para las intervenciones terapéuticas. Un

complejo QRS mayor de 120 ms en un paciente con disfunción sistólica es un

indicador útil de asincronía ventricular y es el principal criterio electrocardiográfico

para decidir si está indicada la terapia de resincronización cardiaca. Una onda P

bifásica en la derivación V es un indicador sensible de dilatación auricular izquierda;

el aumento de la duración de la onda P en la derivación II es específico de dilatación

35

auricular izquierda. El aumento de la amplitud de la onda P en la derivación II indica

dilatación auricular derecha. La presencia de hipertrofia ventricular izquierda puede

aportar datos sobre la causa (p. ej., hipertensión o valvulopatías). Si hay hipertrofia

ventricular derecha se deben sospechar enfermedades que producen hipertensión

primaria o secundaria. La presencia de ondas Q indica que la insuficiencia cardiaca

puede deberse a un infarto de miocardio; las alteraciones nuevas o reversibles de la

repolarización plantean la posibilidad de que el deterioro clínico se pueda deber a un

empeoramiento de la isquemia miocárdica aun cuando no haya dolor torácico. Un

voltaje bajo de los complejos QRS indica la presencia de una enfermedad infiltrativa

o de derrame pericárdico. [6]

- Medición de parámetros de química hemática y hematológicos: Los

parámetros de la química hemática y hematológicos se miden habitualmente como

parte de la evaluación inicial de la insuficiencia cardiaca. Los resultados aportan

información esencial para plantear estrategias terapéuticas y para detectar

comorbilidades que podrían complicar la evaluación y el tratamiento. También es

necesaria la determinación repetida de las concentraciones de electrolitos, el

funcionamiento renal y otras variables dependiendo de la evolución clínica a lo largo

del tiempo. Las concentraciones sanguíneas de electrolitos se determinan de forma

intermitente, y la frecuencia viene indicada por la situación clínica. En pacientes con

insuficiencia cardiaca es frecuente la hiponatremia, particularmente durante periodos

de descompensación. Datos de registros indican que aproximadamente el 20% tienen

valores menores a 135 mmol/1. Aunque la hiponatremia se asocia a una mortalidad

significativamente mayor durante el ingreso hospitalario y en el seguimiento y a

estancias hospitalarias prolongadas, no se ha demostrado que las estrategias para

corregir la concentración sérica del sodio mejoren la evolución clinica.10 No obstante,

36

la hiponatremia se ha asociado a deterioro cognitivo y del funcionamiento

neuromuscular, un problema muy importante en pacientes ancianos con insuficiencia

cardiaca." La hipopotasemia es frecuente en pacientes con insuficiencia cardiaca

tratados con diuréticos. Además de aumentar el riesgo de arritmias cardiacas, puede

empeorar la debilidad muscular. La elevación de la concentración de bicarbonato debe

alertar al médico sobre la posibilidad de que haya retención de dióxido de carbono o

alcalosis por contracción debida a una diuresis excesiva; las concentraciones bajas

pueden indicar acidosis metabólica. Otras alteraciones electrolíticas adicionales son

hipomagnesemia e hipofosfatemia. Debe medirse el funcionamiento renal como parte

de la evaluación inicial, y periódicamente durante el seguimiento, porque con

frecuencia se producen alteraciones debido a las modificaciones hemodinámicas que

se ven en la insuficiencia cardiaca o como consecuencia de enfermedades comorbidas

como ateroesclerosis, hipertensión y diabetes. Además, los tratamientos de

insuficiencia cardiaca, fundamentalmente los diuréticos y los inhibidores de la enzima

conversora de la angiotensina o los antagonistas del receptor de la angiotensina,

pueden aumentar la concentración de nitrógeno ureico sanguíneo y de creatinina.

Datos de registros indican que del 60 al 70% de los pacientes ingresados con

insuficiencia cardiaca descompensada tienen reducción del filtrado glomerular

estimado, y del 20 al 30% tienen un aumento >0,3 mg/dl de la concentración sérica de

creatinina durante el ingreso hospitalario. El deterioro del funcionamiento renal en

situación inicial y el empeoramiento durante el ingreso son importantes factores

predictivos de mala evolución. La diabetes es frecuente en pacientes con insuficiencia

cardiaca. Concentraciones plasmáticas elevadas de glucosa indican la presencia de

esta enfermedad, así como la ausencia de control glucémico. Como los diuréticos

pueden producir gota, la medición de la concentración de ácido úrico puede ayudar al

37

tratamiento del paciente. Pueden producirse alteraciones de la aspartato

aminotransferasa y de la alanina aminotransferasa en pacientes con insuficiencia

cardiaca como consecuencia de los trastornos hemodinámicos o de los fármacos, y es

importante realizar un seguimiento periódico. Un aumento inesperado del tiempo de

protrombina en pacientes tratados con warfarina puede ser un indicador temprano de

descompensación porque puede reflejar el deterioro de la capacidad sintética del

hígado congestionado. La concentración de albumina indica el estado nutricional del

paciente y puede estar reducida por la anorexia o por el deterioro de la absorción a

través de la pared intestinal edematosas. La elevación de la bilirrubina se ve la mayoría

de las veces durante episodios de descompensación grave. En un metaanálisis se vio

que el 37,2% de los pacientes con insuficiencia cardiaca tenían anemia. Las

concentraciones bajas de hemoglobina se han asociado a síntomas más intensos,

menor capacidad de esfuerzo, peor calidad de vida y aumento de la mortalidad.

Aunque la anemia puede ser una consecuencia de la enfermedad crónica en pacientes

con insuficiencia cardiaca, una concentración baja de hemoglobina debe llevar a

realizar una evaluación para detectar causas tratables. El recuento leucocito y el

recuento diferencial son útiles para detectar la presencia de infección como

responsable de la desestabilización de un paciente previamente bien compensado, y

podrían aportar un dato de que la insuficiencia cardiaca se debe a una causa

infrecuente, como una infección eosinofila del miocardio. Biomarcadores En la última

década la medición de los biomarcadores se ha transformado en un método importante

para distinguir la insuficiencia cardiaca de otras enfermedades, particularmente

cuando hay ambigüedad en la presentación clínica. Los biomarcadores también

aportan información pronostica útil en pacientes con insuficiencia cardiaca, y hay

mucho interés en determinar su capacidad de guiar el tratamiento en cuadros tanto

38

agudos como crónicos. Actualmente se utilizan diversas enzimas, hormonas y

marcadores de sobrecarga miocárdica, cambios estructurales del corazón y alteración

del funcionamiento y lesión del miocardio con esas finalidades. Como señalaron

Morrow y de Lemos, los biomarcadores útiles en clínica deben:

1) Ser exactos, asequibles y con un tiempo de realización corto.

2) Aportar información que no esté disponible en la evaluación clínica.

3) Ayudar a tomar decisiones médicas.

La magnitud en la que un biomarcador individual (o paneles biomarcadores) cumple

estos criterios en último término determinara su utilidad para la evaluación de

pacientes con insuficiencia cardiaca. Los péptidos natriuréticos, principalmente el

péptido natriurético cerebral (BNP) y el pro-BNP N-terminal (NT-proBNP), son

próximos a los criterios de Morrow y de Lemos y han sido el tema de revisiones

excelentes. La liberación de estos péptidos aumenta cuando hay un aumento de la

sobrecarga hemodinámica debido a hipertrofia o dilatación ventricular, o por un

aumento de la tensión parietal. La concentración de péptidos natriuréticos aumenta

progresivamente al empeorar la clase funcional de la NYHA. La elevación de la

concentración de péptido natriurético no indica necesariamente que hay una

descompensación, o ni siquiera que es inminente, porque con frecuencia se ven

concentraciones elevadas en pacientes con insuficiencia cardiaca estables

clínicamente. La concentración también puede estar elevada en pacientes con

síndromes coronarios agudos y con diversos estados hiperdinámicos, como sepsis,

hipertiroidismo y cirrosis. Los pacientes que tienen disfunción ventricular derecha por

embolia pulmonar, hipertensión pulmonar o neuropatía grave pueden tener elevación

de las concentraciones de péptidos natriuréticos, aunque tienden a ser menores que en

las enfermedades que afectan al ventrículo izquierdo. Por el contrario, los pacientes

39

con edema pulmonar evanescente pueden no tener concentraciones elevadas porque

con frecuencia se les evalúa antes de que se liberen péptidos natriuréticos desde el

ventrículo izquierdo. Los pacientes con restricción pericárdica no tienen aumento de

los péptidos natriuréticos porque hay una elevación tan solo mínima de la tensión

parietal ventricular izquierda.[12][6]

El conocimiento de las concentraciones de péptidos natriuréticos ha sido muy útil

en el servicio de urgencias, particularmente cuando hay incertidumbre sobre la causa

de la disnea de un paciente.

En el estudio Breathing Not Properly Study[6], en el que se evaluó a más de 1.500

pacientes que consultaron en el servicio de urgencias por dificultad respiratoria, el

BNP fue más exacto que el médico de urgencias en el diagnóstico de la presencia de

insuficiencia cardiaca. El área bajo la curva (ABC) de eficacia diagnostica era 0,91, y

un valor de corte de BNP de lOOpg/ml tuvo una sensibilidad del 90% y una

especificidad del 76% para el diagnóstico de insuficiencia cardiaca como causa de la

disnea. Una concentración de BNP mayor de 400pg/ml en esta situación hizo que el

diagnostico de insuficiencia cardiaca fuera probable. Se observaron resultados

similares en el estudio ProBNP Investigation of Dyspnea in the Emergency

Department (PRIDE), en el que se encontró que los pacientes con insuficiencia

cardiaca aguda tenian una mediana de NTproBNP por encima de 4.000 pg/ml, en

comparación con 130pg/ml en los que no tenían insuficiencia cardiaca. Se ha

propuesto una concentración de NT-proBNP de 300 pg/ml para excluir el diagnostico

de insuficiencia cardiaca, y se han propuesto valores de corte dependientes de la edad

para confirmar el diagnóstico. El conocimiento de las concentraciones de péptidos

natriuréticos en el servicio de urgencias también se ha asociado a un diagnostico mas

rápido, una menor tasa de ingresos, una menor duración de la estancia hospitalaria y

40

una reducción de los costes. En pacientes con presentaciones menos agudas de disnea

en situaciones distintas al servicio de urgencias no se ha establecido bien la utilidad

de las concentraciones de péptidos natriuréticos porque hay poca información en la

literatura médica que describa su capacidad de discriminación en situaciones no

agudas.

Las concentraciones de péptidos natriuréticos también aportan indicación

pronostica útil en pacientes con insuficiencia cardiaca. Las mediciones obtenidas en

el momento del ingreso hospitalario por insuficiencia cardiaca descompensada

predicen la probabilidad de mortalidad intrahospitalaria, y las obtenidas en un contexto

ambulatorio predicen el riesgo de morbilidad y mortalidad.23,26 Aunque se ha

propuesto el uso de las concentraciones de péptidos natriuréticos para guiar el

tratamiento de la insuficiencia cardiaca, los resultados de los estudios clínicos

realizados hasta la fecha han sido contradictorios; en algunos, pero no en todos, se

encontró una mejor evolución cuando se utilizaban para guiar el tratamiento. [15]

- Cateterismo cardiaco derecho: La medición de las presiones intracardiacas y

del GC mediante cateterismo derecho se realiza con menos frecuencia actualmente

que en el pasado, ya sea como parte del estudio diagnostico o para guiar el tratamiento,

porque los biomarcadores y las técnicas radiológicas no invasivas aportan la mayor

parte de la información que previamente estaba disponible solo mediante cateterismo

cardiaco. Cuando hay incertidumbre sobre la causa de los síntomas de un paciente, y

en situaciones en las que son necesarias mediciones precisas para guiar el tratamiento

o la toma de decisiones (p. ej., selección de pacientes para trasplante cardiaco), el

cateterismo cardiaco derecho sigue siendo muy útil. Aunque en la mayoría de los

pacientes es suficiente la determinación de las variables hemodinámicas en reposo,

hay casos en los que el ejercicio ayuda a mostrar la presencia o la magnitud de

41

alteraciones de las presiones y los flujos intracardiacos. Por ejemplo, la insuficiencia

mitral puede ser muy dinámica, y pueden ser necesarias mediciones durante el

esfuerzo para definir por completo la gravedad de esta lesión. De forma similar, la

magnitud de la hipertensión pulmonar no puede ser evidente salvo que el paciente haga

ejercicio. Lamentablemente, muchos laboratorios carecen del equipo y la experiencia

necesarios para obtener mediciones fiables durante el esfuerzo. Cuando se realiza un

cateterismo cardiaco derecho se obtienen mediciones de presión (tanto media como

fasica) y de flujo. La forma de las ondas del registro de presión puede aportar

información útil. Las ondas A grandes en el registro de presión auricular derecha o de

presión arterial pulmonar enclavada pueden indicar un proceso constrictivo o

restrictivo de cualquiera de los ventrículos; una onda V grande está producida la

mayoría de las veces por insuficiencia tricuspidea o mitral. Sin embargo, el aumento

del flujo por GC elevado o por cortocircuitos intracardiacos puede elevar la amplitud

de la onda V. La respuesta de la insuficiencia mitral al tratamiento con vasodilatadores

se puede evaluar por cambios de la amplitud de la onda V y por el nivel de la presión

arterial pulmonar enclavada. De forma similar, cuando hay elevación de la presión

arterial pulmonar se puede determinar la respuesta a los vasodilatadores arteriales

pulmonares. La demostración de que las presiones y las resistencias arteriales

pulmonares elevadas se pueden reducir hasta un intervalo aceptable es una

información esencial para determinar si un paciente con hipertensión pulmonar será

aceptable para trasplante cardiaco. Aunque el GC habitualmente se determina

mediante termo dilución, también es útil medir la saturación de oxígeno en la sangre

venosa mixta (MVO2) de la sangre arterial pulmonar. Esta medición por si sola es un

buen indicador de la adecuación del GC para satisfacer las necesidades de oxígeno en

los tejidos, y se puede utilizar para determinar o para estimar el GC. Los pacientes con

42

insuficiencia cardiaca con frecuencia tienen reducción de la saturación de la Mv. Una

profunda reducción hasta el intervalo del 40 al 50% puede contribuir a explicar

síntomas de astenia y disminución de la capacidad de esfuerzo. Además, la medición

del GC mediante termo dilución, que se basa en los cambios de la temperatura de la

sangre en la arteria pulmonar producidos por la administración de una embolada de un

producto inyectado a una temperatura conocida en la aurícula derecha, pierde

exactitud cuando hay reciclado de la sustancia inyectada por insuficiencia tricuspidea

o cuando el GC es muy bajo y el marcador es calentado por el tejido circundante. La

utilidad de la monitorización hemodinámica para guiar el tratamiento se evaluó en

pacientes con insuficiencia cardiaca avanzada en el estudio Evaluation Study of

Congestive Heart Failure and Pulmonary Artery Catheterization Effectiveness

(ESCAPE). No se observó ningún efecto beneficioso evidente sobre la morbilidad y

la mortalidad de este abordaje en comparación con una evaluación clínica cuidadosa.

No obstante, el cateterismo de la arteria pulmonar se asoció a menor incidencia de

efectos adversos previstos. La imposibilidad de influir en la evolución después del alta

parece relacionarse con el hecho de que las mejorías hemodinámicas que se

consiguieron durante la hospitalización revirtieron hacia el valor inicial en un periodo

de tiempo relativamente breve.[6][4]

- Biopsia endomiocardica

En general se realiza si se sospecha un trastorno con un pronóstico especifico o un

trastorno que se beneficiaria de un régimen terapéutico especifico y no se puede

establecer este diagnóstico con métodos convencionales. Se debe sopesar la utilidad

diagnostica, terapéutica y pronostica incremental que ofrece la información obtenida

con la biopsia con los riesgos de la intervención.[12]

43

Terminología Relacionada Con La Fracción De Eyección Del Ventrículo

Izquierdo

La terminología principal utilizada para describir la IC es histórica y se basa en

determinar la fracción de eyección (FE) del VI. Matemáticamente, “la FE es el

volumen sistólico (que es el volumen diastólico final menos el volumen sistólico

final) dividido por el volumen diastólico final” (G.T.Aguda, 2012,p.4). En pacientes

con menor contracción y vaciado del ventrículo izquierdo (disfunción sistólica), el

volumen sistólico se mantiene por un mayor volumen diastólico final (ya que el VI se

dilata), es decir, el corazón expulsa una fracción más pequeña de un volumen más

grande. Cuanto más intensa es la disfunción sistólica, más se aleja de la normalidad la

FE y, por lo general, mayores son los volúmenes diastólicos y sistólicos finales. La FE

se considera importante en la IC no sólo por su importancia pronóstica (cuanto más

baja es la FE, menor es el índice de supervivencia), sino también porque la mayoría

de los ensayos clínicos seleccionaron a los pacientes basándose en la FE (normalmente

medida mediante una técnica de radionucleótidos o ecocardiografía). En los ensayos

importantes de pacientes con IC y FE baja (IC-FER) o «IC sistó- lica», se inscribió

principalmente a pacientes con una FE ≤ 35%, y hasta la fecha sólo en esos pacientes

se ha demostrado la eficacia de los tratamientos. En otros ensayos más recientes se

inscribió a pacientes con IC y FE > 40-45% y sin otra anomalía cardiaca causal (como

enfermedad valvular o pericárdica). Algunos de estos pacientes no presentaban una

FE completamente normal (por lo general, se considera así la > 50%), pero tampoco

gran depresión de la función sistólica. Por ello, se creó el término IC con FE

«conservada» (IC-FEP) para describir a este tipo de pacientes. Por lo tanto, los

pacientes con FE en el intervalo 35-50% representan una «zona gris», y lo más

probable es que tengan una disfunción sistólica leve. Por lo general, estos pacientes

44

no tienen un corazón dilatado y muchos tienen aumentos en el grosor de la pared del

VI y el tamaño de la aurícula izquierda (AI). La mayoría presenta evidencias de

disfunción diastólica, que suele aceptarse como la causa probable de la IC en este tipo

de pacientes. Cabe señalar que los valores de la FE y los intervalos normales dependen

de la técnica de imágenes utilizada, el método de análisis y el operador. Otros

indicadores de la función sistólica más sensibles pueden revelar anomalías en los

pacientes con FE conservada o incluso normal. [15]

2.2 SINDROME ANÉMICO

Población Sin

anemia

Anemia

Leve

A.Moderada A. Grave

Niños de 6 a

59 meses de

edad

110 o

superior

100-109 70-99 Menos de

70

Niños de 5 a

11 años de edad

115

superior

110-114 80-109 Menos de

80

Niños de 12 a

14 años de edad

120 o

superior

110-119 80-109 Menos de

80

Mujeres no

embarazadas(15

años o mayores)

120 o

superior

110-119 80-109 Menos de

80

Mujeres

embarazadas

110 o

superior

100-109 70-99 Menos de

70

Varones (15

años o mayores)

130 o

superior

100 – 129 80-109 Menos de

80

Fuente: OMS. WHO/NMH. [23]

Tabla 4

45

2.2.1 Síndrome Anémico en Insuficiencia Cardiaca

Datos recientes han puesto de manifiesto que la anemia ligera-moderada es una

afección prevalente en pacientes con ICC y que la anemia crónica grave se asocia a un

incremento del riesgo de presentar ICC. En este sentido, se ha descrito un círculo

vicioso entre anemia y progresión de la ICC, y se han postulado diversos mecanismos

que podrían, por un lado, justificar la presencia de anemia en pacientes con ICC y, por

otro, contribuir a la progresión del síndrome.[17]

Un análisis reciente de pacientes incluidos en el estudio SOLVD ha identificado

que los valores bajos de hemoglobina son un potente predictor de mortalidad

independiente de la disfunción renal. Diversos estudios recientes indican que la

anemia se asocia a una peor situación clínica de los pacientes, mayor riesgo de

rehospitalizaciones e incremento de la mortalidad tanto en pacientes con ICC ligera-

moderada como avanzada. Sin embargo, hasta la actualidad es limitada la información

disponible sobre la relación de la anemia con otros determinantes de la mortalidad y

morbilidad, así como su influencia sobre el riesgo de muerte con independencia de

otros factores en pacientes con ICC.

En este sentido, merece destacarse que las actuales guías de práctica clínica en ICC

no incluyen la anemia como un factor relacionado con la situación clínica y el

pronóstico de la enfermedad, ni se contempla como un objetivo terapéutico.

La insuficiencia cardiaca es una enfermedad de carácter crónico, habitualmente

progresiva e incapacitante, y que a menudo se acompaña de anemia, lo cual empeora

el estado funcional del paciente. La prevalencia de tal asociación, aunque depende de

los criterios empleados y naturalmente de la población de estudio, oscila entre 5 y 55%

de los diferentes estudios que se han realizado.[6] La anemia en este contexto tiene su

origen en múltiples posibles mecanismos, así podrían influir: el estado pro–

46

inflamatorio (sobre todo factor de necrosis tumoral TNF–1 y gamma–interferón γINF)

que inhibiría la proliferación de las unidades formadoras de colonias eritrocitarias (γ–

CFU) y el intercambio de hierro entre el compartimiento de almacenamiento y el de

proliferación en la médula ósea, la disminución de liberación de eritropoyetina (EPO)

por la insuficiencia renal asociada, la pérdida de eritropoyetina y transferrina por la

proteinuria, la inhibición del efecto eritropoyético de EPO por los fármacos

bloqueadores del sistema renina–angiotensina–aldosterona (SRAA), la malabsorción

de nutrientes cuando coexiste hipertensión portal, microhemorragias si el enfermo se

trata con antiagregantes o anticoagulantes, o la disminución del apetito TNF mediada.

No menos importante es la anemia diluccional por activación crónica del SRAA, cuyo

impacto pronóstico, aunque controvertido, podría diferir de la llamada "auténtica

anemia" por disminución de la masa eritrocitaria.

Con respecto al tratamiento que pudieran provocar anemia debemos saber lo

siguiente: con inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA), sobre

todo a dosis elevadas, puede alterar la producción de eritropoyetina en el riñón y la

respuesta de la médula ósea a ésta; el tratamiento con antiagregantes o anticoagulantes

puede contribuir a la presencia de anemia, produciendo pérdidas hemáticas. Por otra

parte, la propia anemia contribuye a la IC, ya que se necesita un gasto cardíaco más

elevado para aportar oxígeno a los tejidos, lo que produce estimulación del sistema

nervioso simpático con vasoconstricción y taquicardia. La vasoconstricción renal

activa el sistema renina-angiotensina-aldosterona, con reducción del flujo renal y

retención hídrica, produciendo insuficiencia renal secundaria que empeora la anemia

y causa, a la larga, hipertrofia y remodelado ventricular que agrava la IC.

Aunque el trinomio anemia–insuficiencia cardiaca–mortalidad ya es conocido, la

mayoría de datos se basan en series extranjeras y población seleccionada, de modo

47

que su importancia pronostica en nuestro medio y en pacientes no seleccionados no ha

sido del todo aclarada. Por ello, nuestro objetivo fue determinar el grado de asociación

entre las cifras de hemoglobina o la presencia de anemia al ingreso en pacientes con

IC aguda y la mortalidad por todas las causas durante un seguimiento a corto plazo.

Las re-hospitalizaciones en insuficiencia cardiaca representan un problema

importante desde el punto de vista de los costos, dado que el 30-60% de pacientes son

re-admitidos al cabo de 3-6 meses del alta, a pesar de que parecen responder bien a las

terapias, la tasa de eventos (muerte y re-hospitalización) excede el 35% a 60 días del

alta en pacientes con fallo renal, tensión arterial baja o arritmias significativas.[21]

La anemia en el marco de la IC, ha recibido especial atención en los últimos años,

y a su vez muchos de estos pacientes tienen fallo renal, lo cual causa empeoramiento

de la misma y a su vez lleva a generar un círculo vicioso que puede resultar en

progresión de la IC. La terapia con hierro y eritropoyetina, podrían eliminar el círculo

vicioso y evitar hospitalizaciones por empeoramiento de la IC.

2.2.2 Etiología y causas probables

La causa de la anemia es desconocida en su gran mayoría de los pacientes que la

padecen. Y constituye, además, una entidad rodeada de incógnitas sobre todo en lo

concerniente a su patogenia y su importancia evolutiva en la Insuficiencia Cardiaca.

Un terreno en el que todavía la opinión suele predominar sobre las pruebas científicas.

Múltiples etiologías han sido propuestas para la anemia en la ICC. Estas incluyen

sangrado oculto del tracto gastrointestinal en relación al consumo de aspirina,

hemodilución, inhibición en la síntesis de eritropoyetina (posiblemente asociada al

consumo de inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina o bloqueantes

de los receptores de la angiotensina) y deficiencia de hierro como consecuencia de la

anorexia20. La eritropoyetina producida principalmente por el riñón es el componente

48

principal en la regulación del sistema de producción de la masa eritrocitaria,

manteniendo así la homeostasis del mismo y el aporte de oxigeno tisular. También,

previene la muerte celular programada de las células progenitoras eritrocitarias,

estimulando su producción, maduración y diferenciación terminal. Cualquier

anormalidad en la producción de eritropoyetina resulta en anemia.[19]

La insuficiencia renal es una comorbilidad frecuente en pacientes con IC,

incrementando el riesgo de anemia. En pacientes con insuficiencia renal crónica sin

IC (definida como frecuencia de filtrado glomerular < 60 ml/min), la anemia se asocia

con menor producción de eritropoyetina y disminución progresiva en los valores de

hemoglobina. Es probable que exista una interacción compleja entre el deterioro

cardiaco, la activación neurohumoral e inflamatoria y la disfunción renal. La principal

causa de anemia es el fallo renal generado por la función cardiaca deteriorada, con

reducido gasto cardiaco y vasoconstricción renal que lleva a la isquemia renal

prolongada. Ante el fallo renal disminuye la producción de eritropoyetina. Sorprende

encontrar que tratamientos que mejoran la calidad de vida y disminuyen la mortalidad

en la ICC, inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA) y

carvedilol, pueden exacerbar la anemia. El sistema renina-angiotensina juega un rol

importante en la regulación del volumen plasmático y el volumen de los eritrocitos.

Ante la reducción del flujo sanguíneo renal, la angiotensina II incrementa la secreción

de eritropoyetina, observándose en pacientes con ICC un incremento en los niveles

plasmáticos de la misma en proporción a la activación del sistema renina-angiotensina.

De esta forma, los IECA disminuyen la producción de eritropoyetina y los niveles de

hemoglobina. Pequeños estudios indican que, si bien esta disminución seria pequeña,

es estadísticamente significativa. Usualmente, la anemia suele ser normocitica y

normocromica, asociada con deterioro cardiaco y de la función renal y peor pronóstico

49

La anemia también se encuentra asociada con la pérdida del índice de masa

corporal, siendo la caquexia cardiaca un factor de riesgo para la misma. Los niveles

de citoquinas pro inflamatorias se encuentran aumentados en pacientes con caquexia

e IC, lo cual contribuye al desarrollo de anemia por distintos mecanismos. El factor de

necrosis tumoral alfa, interleukina-1 e interleukina-6 interfieren en múltiples aspectos

de la eritropoyesis y reducen la viabilidad del hierro para la síntesis de los eritrocitos.

Otra causa corresponde a la activación del sistema inmunológico, el cual reacciona

sobre los glóbulos rojos durante la infección aguda, evitando la utilización de hierro

por agentes patógenos.

Se presume que muchos pacientes con IC presentan anemia por reducción de la

eritropoyesis y disminución de eritrocitos. Esta presunción puede resultar incorrecta,

ya que quizás una gran mayoría de los pacientes presenta expansión del volumen

plasmático con signos y síntomas de congestión, siendo en estos casos la hemodilución

la causa de anemia cronica. En estos pacientes, el tratamiento con eritropoyetina

incrementa la masa eritrocitaria, aumentando el volumen sanguíneo, con posibles

consecuencias adversas. Por lo cual, es posible que un tratamiento intensivo con

diuréticos reduzca el volumen plasmático con corrección de la anemia. La

hemodilución es frecuente en los pacientes con ICC como causa de anemia, y se

observó que en ellos, el pronóstico es igual o peor comparado con pacientes con

verdadera anemia, ya que el estado de congestión genera progresión de la falla

cardiaca.

2.2.3 Fisiopatología

En la insuficiencia cardiaca la causa más frecuente de anemia es la insuficiencia

renal, pero también hay pacientes con insuficiencia cardiaca y anemia que no

50

presentan alteración renal. Por eso hay que tener en mente otras causas de anemia en

la insuficiencia cardiaca:

Hemodilución: se ha visto que es la causa de anemia en más del 50% de los

pacientes que esperan transplante cardiaco.

Diabetes: la anemia es más frecuente en pacientes con diabetes e insuficiencia

renal y aparece antes en pacientes con ambas patologías.

Proteinuria: es común en pacientes con insuficiencia cardiaca y aumenta con la

severidad de esta. La proteinuria conlleva a daño renal con la consecuente disminución

de eritropoyetina.

IECAS: estos fármacos inhiben la producción de eritropoyetina a nivel renal y

posiblemente inhiben los efectos de sobre las UFC en la medula ósea.

Aspirina: secundaria a un sangrado del tubo digestivo.

Una causa de las más estudiadas es la liberación de TNFa, que produce anemia de

tres formas diferentes, disminuyendo la eritropoyetina renal, disminuyendo la

actividad de esta a nivel medular y disminuyendo la liberación de hierro.

La relación entre patología cardiaca y renal es amplia y no resulta fácil establecer

límites sobre lo que pertenece a cada una. Factores de riesgo cardiovasculares clásicos

como la hipertensión arterial, la diabetes, la dislipidemia y otros más recientes como

la microalbuminuria, son causa y consecuencia de la enfermedad renal crónica (ERC)

y se encuentran presentes en un alto porcentaje de los pacientes renales, a su vez

considerados de alto riesgo cardiovascular.

La anemia causa isquemia periférica, la cual resulta en caída de la presión arterial,

esto activa el sistema simpático y el sistema renina-angiotensina-aldosterona y

vasopresina, resultando en la reducción del flujo sanguíneo renal, tasa de filtrado

glomerular con incremento en la adsorción de sodio y agua. La expansión del volumen

51

extracelular puede causar hemodilución y menor concentración de hemoglobina. El

incremento del volumen plasmático causa dilatación ventricular, lo cual aumenta el

estrés parietal y puede generar taquicardia. Eventualmente, hay hipertrofia ventricular

izquierda que lleva a la muerte de los miocitos, con apoptosis celular. Por sí sola, la

anemia puede generar edema e IC.

Una variedad de mecanismos potenciales pueden contribuir a generar anemia. Es

probable que exista una interacción compleja entre el deterioro cardíaco, la activación

neurohumoral e inflamatoria y la disfunción renal. La principal causa de la anemia,

probablemente, sea el fallo renal generado por la función cardiaca deteriorada, con

reducido gasto cardíaco y vasoconstricción renal que lleva a la isquemia renal

prolongada. Esto causa daño renal y disminuye la producción de eritropoyetina en los

riñones. Sin embargo, no todos los pacientes con IC y anemia tienen fallo renal.

Estudios en animales mostraron que la IC sola puede causar anemia. El corazón

dañado puede liberar citoquinas, tales como factor de necrosis tumoral alfa que puede

causar anemia por: reducción en la producción de eritropoyetina, por interferencia con

la actividad de eritropoyetina a nivel de médula ósea o inhibición de la liberación de

hierro por las células del sistema reticuloendotelial. Esto es mayor cuanto existe mayor

daño miocítico. Muchos pacientes con IC toman aspirina que puede irritar la mucosa

y causar pérdida por el tubo digestivo. Deficiencias en las concentraciones del ión

hierro es otro mecanismo potencial causante de anemia en pacientes con IC. La

malnutrición, habitualmente, está presente en pacientes con esta entidad. La

malabsorción gastrointestinal, el uso crónico de aspirina y la gastritis urémica pueden

precipitar o acentuar la anemia por déficit en la absorción de hierro en estos pacientes.

Los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA) pueden reducir

las concentraciones de hemoglobina por descenso en la síntesis de eritropoyetina. Van

52

der Meer observó que el tetrapétido, N-acetil-seril-aspartil-lisil-prolina, inhibidor de

la eritropoyesis y sustrato de los IECA está elevado en pacientes anémicos,

comparando con los no anémicos.

Algunas evidencias sugieren que el descenso del hematocrito puede ser más

pronunciado con bloqueantes de angiotensina13. Numerosos pacientes presentan

proteinuria en presencia de IC, y de esta manera puede haber pérdida urinaria de

eritropoyetina y transferrina. Los IECA pueden inhibir la producción y utilización de

eritropoyetina por el riñón contribuyendo a la anemia.

Finalmente, parte de la anemia en IC es por hemodilución con incremento del

volumen plasmático y disminución relativa de las células sanguíneas14. Androne

reportó que la hemodilución acontece en el 46% de pacientes con IC15. En individuos

ancianos, la causa más frecuente de anemia son las enfermedades crónicas (35%) o

deficiencia del ión hierro (15%), y en un tercio de pacientes la causa continúa no

siendo clara (en esta proporción de pacientes el déficit de eritropoyetina recobra

mucha importancia).

2.3 OPINION DEL AUTOR

En nuestro medio la insuficiencia cardiaca es poco estudiada y no se tienen datos

específicos sobre la enfermedad y si existe o no información exacta sobre la

enfermedad por parte del paciente, la anemia con la insuficiencia cardiaca deteriora

aún más el estilo de vida del paciente, sobre todo aquejado mucho más por la disnea

de esfuerzo y aumenta la mortalidad por las varias complicaciones y comorbilidades

de la enfermedad, por los motivos ya citados se debería considerar este y otros estudios

como referencia para hacer investigaciones a largo plazo en pacientes y así ayudar a

la comunidad además de evitar las re internaciones de pacientes con insuficiencia

53

cardiaca teniendo un control más estricto tanto en el tratamiento como en la educación

del paciente sobre la enfermedad.

2.4 HIPOTESIS

La fracción de eyección deprimida se relaciona directamente con el síndrome

anémico y aumenta paralelamente con la severidad de la disminución de fracción de

eyección en insuficiencia cardiaca.

2.5 VARIABLES

2.5.1 Independientes

Insuficiencia Cardiaca

Anemia

2.5.2 Dependientes

Fracción de eyección

Hemoglobina

54

CAPITULO III

3 METODOLOGÍA

3.1 MATERIALES

Para la realización de la investigación se utilizaron los siguientes materiales y recursos.

# ITEMS CANTIDAD

1 Computadora 2

2 Impresiones 300

3 Uso de Internet 20 h

4 Pendrive 1

5 Anillado 3

6 Empastado 3

7 Cámara Fotográfica 1

3.1.1 CARACTERIZACIÓN DE LA ZONA DE TRABAJO

Este estudio se realizará en el cantón Guayaquil, zona de salud #8, provincia del

Guayas en el Hospital General Luis Vernaza, ubicado entre las calles Loja No. 700

y Escobedo.

Fuente: Google Maps.

Provincia: Guayas.

Cantón: Guayaquil.

Tabla 5

55

Institución: Hospital General Luis Vernaza.

3.1.2 PERIODO DE INVESTIGACIÓN

El presente trabajo de investigación corresponde al período comprendido entre el 1

de Enero y el 31 de Diciembre del 2014.

3.1.3 RECURSOS A EMPLEAR

Recursos Humanos:

Estudiante de Medicina

Autoridades del Hospital General Luis Vernaza

Departamento de Docencia e Investigación del Hospital Luis Vernaza.

Tutor de Tesis

Personal del Departamento de Estadística

Recursos Físicos:

Materiales de Oficina

Programa Estadístico

Materiales Bibliográficos.

3.2 UNIVERSO Y MUESTRA

La población y muestra tomada para este estudio es de 226 pacientes, ingresados

en el Servicio de Cardiología, Hospital General Luis Vernaza con diagnóstico de

Insuficiencia Cardiaca desde el 1 de Enero a 31 de Diciembre del 2014.

56

3.3 VIABILIDAD

El estudio presentado se considera viable ya que se cuenta con el permiso adecuado

para el acceso a las historias clínicas documentadas y de esta manera poder evaluar y

corroborar datos para proceder a realizar esta investigación, además se cuenta con el

apoyo del personal médico y administrativo del Hospital General Luis Vernaza. La

actual investigación se realiza para beneficio de la comunidad y aporte en el

conocimiento científico del personal médico.

3.4 MÉTODO

Los métodos que se utilizaron en la investigación fueron los siguientes:

3.4.1 TIPO DE INVESTIGACIÓN

Se utilizó la investigación correlacional, ya que permitió medir el grado de relación

que existe entre las variables del estudio.

La información bibliográfica permitió recopilar información de textos, enciclopedias,

revistas médicas y otros documentos referentes a la Insuficiencia Cardiaca y al

síndrome anémico.

3.4.2 DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN

No experimental, porque fue una investigación sistemática y empírica en el que las

variables independientes no se manipularon porque ya han sucedido.

Retrospectivo, mediante la utilización de historias clínicas de las pacientes.

57

3.4.3 TECNICA DE LA INVESTIGACIÓN

Para realizar esta investigación se procedió a tomar información de las Historias

Clínicas registradas de pacientes hospitalizados en el área de cardiología del Hospital

Luis Vernaza.

3.4.4 PROCEDIMIENTO DE INVESTIGACIÓN

Para el procesamiento de la información se ingresó los datos al programa Microsoft

Excel para obtener cuadros y gráficos estadísticos, para ser analizados e interpretados,

los mismos que permitieron realizar la comprobación de la hipótesis.

3.5.5 CRITERIOS DE INCLUSIÓN/EXCLUSIÓN

Criterios de Inclusión

Diagnóstico confirmado de Insuficiencia Cardiaca del servicio de cardiología del

Hospital General Luis Vernaza.

Ingresos Hospitalarios de Insuficiencia Cardiaca con Síndrome Anémico al servicio

de Cardiología de Enero a Diciembre del 2014.

Síndrome anémico confirmado según criterios de la OMS (WHO, 1968).

Criterios de exclusión

Valores no documentados de fracción de eyección por ecocardiografía.

58

3.6 OPERACIONALIZACION DE LAS VARIABLES

Variable Definición Dimensión Tipo De

Variable

ICC La insuficiencia

cardiaca se caracteriza

por la incapacidad del

corazón para bombear

la

sangre que necesita

el organismo o bien

dicho bombeo se

consigue a expensas de

presiones

ventriculares

elevadas

Funcional:

Insuficiencia Cardiaca

sistolica o diastólica

- Cronología:

Insuficiencia Cardiaca

aguda o crónica

- Localización

anatómica: Insuficiencia

Cardiaca izquierda o

derecha

- Tipo de síntomas

predominantes:

Insuficiencia

Cardiaca anterógrada o

retrógrada.

Cualitativa

Fracción

de Eyección

Es un valor

representado en

porcentaje, mide la

disminución del

volumen del ventrículo

izquierdo del corazón

en sístole con respecto

a la diástole.

55% - 70% Cuantitativa

Continua

Síndrome

Anémico

Es un trastorno en el

cual el nuero de

eritrocitos y por

consiguiente, la

Hb< 13 g/dl en

varones 12 g/dl en

mujeres

Cualitativa

59

capacidad de transporte

de oxigeno de la sangre

es insuficiente para

satisfacer las

necesidades del

organismo.

3.7 CONSIDERACIONES BIOETICAS

La bioética engloba un sistema de normas, conceptos y argumentos, que legitiman

y valoran éticamente los actos humanos, que en efecto podrían tener consecuencias

irreversibles en nuestros pacientes, lo que hace que estos principios se pongan en

práctica con aceptación de todos en beneficio de las personas, sin llegar a pensar en

algún momento que el médico tiene intenciones de maleficencia. Siempre hay que

respetar los derechos de los pacientes que formaron parte del estudio, de acuerdo con

los principios establecidos en el Reporte Belmont, la investigación se llevará a cabo

cuando se obtenga la autorización del representante legal de la institución

investigadora y de la institución donde se realice la investigación. De esta forma, con

la previa autorización del Hospital Luis Vernaza para la obtención de los datos, y a la

vez de los encargados del Servicio de Cardiología; se comprometió con la

confidencialidad de la identidad y datos personales obtenidos en las historias clínicas

de los pacientes.

Tabla 6

60

58%

42%Mayor o igual a 65 años

Menores de 65 años

CAPITULO IV

RESULTADOS Y DISCUSION

4.1 RESULTADOS

Datos de Historias Clínicas

Edad: Población Total

Tabla 7

Descripción Frecuencia Porcentaje

Promedio 65.90

Media 60.89

Edad Máxima 100

Edad Mínima 25

Moda 59

Mayor o Igual a 65 años 132 58.4 %

Menor a 65 años 94 41.6 %

Fuente: Registro de Historias Clínicas de los pacientes con ICC año 2014. Hospital Luis Vernaza.

Elaborado por: Milton Edison Salazar Jaramillo.

Grafico 1

61

Tabla 8

Edad: Hombres

Descripción Frecuencia Porcentaje

Promedio 66.1

Edad Máxima 100

Edad Mínima 25

Mayor o igual a 65 años 57 49.1%

Menores de 65 años 59 50.8%

Fuente: Registro de Historias Clínicas de los pacientes con ICC año 2014. Hospital Luis Vernaza.

Elaborado por: Milton Edison Salazar Jaramillo.

Grafico 2

49%

51%

Edad en Hombres

Mayor o igual a 65

años

Menores de 65 años

62

Tabla 9

Edad: Mujeres

Descripción Frecuencia Porcentaje

Promedio 65.85

Edad Máxima 100

Edad Mínima 25

Mayor o igual a 65 años 75 68.1%

Menores de 65 años 35 31.8%

Fuente: Registro de Historias Clínicas de los pacientes con ICC año 2014. Hospital Luis Vernaza.

Elaborado por: Milton Edison Salazar Jaramillo.

Gráfico 3

La población total de pacientes fue de 226, con información tomada de las Historias

Clínicas; encontramos que la mayor edad de ingreso fue de 100 años, la menor edad

fue de 25 años, con un promedio de 65.90 de edad del total de pacientes, se tomó de

referencia 65 años ya que a partir de esta edad aumenta la incidencia de la enfermedad

según la America Heart Association, donde se encontró que el 58.4% de pacientes eran

mayores de 65 años, en tanto que el 41.6 % eran menores, con esto nos acogemos a

68%

32%

Edad en Mujeres

Mayor o igual a 65 años Menores de 65 años

63

los estudios internacionales que demuestran que el número de ingresos hospitalarios

aumenta a partir de los 65 años de edad. En tanto que los hombres tuvieron un

promedio de 66.1 de edad, mujeres 65.8 de edad, igualándose los resultados de la

mínima y máxima edad de ingreso, 100 años y 25 años respectivamente. Llama la

atención que los hombres mayores a 65 años ingresados fue de 49.1% en tanto que

menores a 65 años fue de 50.8 % en comparación con las mujeres que el 68.1% eran

mayores a 65 años y el 31% menores de 65 años.

Tabla 10

Sexo:

Descripción Frecuencia Porcentaje

Hombres 116 51.32%

Mujeres 110 48.67%

Fuente: Registro de Historias Clínicas de los pacientes con ICC año 2014. Hospital Luis Vernaza.

Elaborado por: Milton Edison Salazar Jaramillo.

Gráfico 4

Hombres51%

Mujeres49%

Sexo

Hombres

Mujeres

64

Del total de 226 pacientes, 110 fueron mujeres que corresponden al 49% y 116

fueron hombres que corresponden al 51%. Es decir el mayor ingreso hospitalario

corresponde a hombres en lo que corresponde al sexo.

Ecocardiografía: Fracción de Eyección.

Tabla 11

Descripción Frecuencia Porcentaje

Promedio 46%

Máximo 81%

Mínima 16%

Moda 38%

FE < 40% 103 45.57%

FE > 40% 123 46.24%

Fuente: Registro de Historias Clínicas de los pacientes con ICC año 2014. Hospital Luis Vernaza.

Elaborado por: Milton Edison Salazar Jaramillo.

Relación Ecocardiografía / Sexo: Fracción de Eyección / Sexo.

Tabla 12

46%

54%

Fracción de Eyección

Fracción de Eyección < 40%

Fracción de Eyección > 40%

Grafico 5

65

Mujeres

Descripción Frecuencia Porcentaje

Promedio 46.25%

Máxima 81%

Mínima 16%

Moda 38%

FE < 40% 53 48.18%

FE > 40% 57 51.81%

Hombres

Descripción Frecuencia Porcentaje

Promedio 46.53%

Máxima 81%

Mínima 20%

Moda 38%

FE > 40% 50 43.10%

FE < 40% 66 56.89%

Fuente: Registro de Historias Clínicas de los pacientes con ICC año 2014. Hospital Luis Vernaza.

Elaborado por: Milton Edison Salazar Jaramillo.

66

Gráfico 6

Gráfico 7

La fracción de Eyección promedio fue de 46% con una máxima de 81% y una

mínima de 16%, en el total de pacientes con insuficiencia cardiaca con fracción de

eyección preservada obtuvimos 123 pacientes que corresponden al 46% y 46% de

pacientes con insuficiencia cardiaca con fracción de eyección reducida. Con respecto

al género, en el sexo femenino obtuvimos que el 48% tuvo insuficiencia cardiaca con

53

57

51 52 53 54 55 56 57 58

Fracción de Eyección < 40%

Fracción de Eyección > 40%

Fracción de Eyección < 40% Fracción de Eyección > 40%

Series1 53 57

Fracción de eyección en Mujeres

66

50

0 10 20 30 40 50 60 70

Fracción de Eyección < 40%

Fracción de Eyección > 40%

Fracción de Eyección < 40% Fracción de Eyección > 40%

Series1 66 50

Fracción de eyección en Hombres

67

fracción de eyección reducida frente al 52% de pacientes con insuficiencia cardiaca

con fracción de eyección preservada.

Síndrome Anémico

Tabla 13

Mujeres

Descripción Frecuencia Porcentaje

Hemoglobina < 12 48 43.63%

Hemoglobina > 12 62 56.36%

Anemia Leve 20 22%

Anemia Moderada 26 23.63%

Anemia Grave 2 2.2%

Hombres

Descripción Frecuencia Porcentaje

Hemoglobina < 13 54 46.55%

Hemoglobina > 13 62 53.44%

Anemia Leve 42 77.7%

Anemia Moderada 8 14.8%

Anemia Grave 4 7.4%

Fuente: Registro de Historias Clínicas de los pacientes con ICC año 2014. Hospital Luis Vernaza.

Elaborado por: Milton Edison Salazar Jaramillo.

68

Hemoglobina < 12 Hemoglobina > 12

Series1 48 62

48

62

ANEMIA EN MUJERES

42%

54%

4%

ANEMIA EN MUJERES

Anemia Leve

Anemia Moderada

Anemia Grave

Grafico 8

Grafico 9

69

47%

53%

ANEMIA EN HOMBRES

Hemoglobina < 13 Hemoglobina > 13

78%

15%

7%

Anemia en Hombres

Anemia Leve

Anemia Moderada

Anemia Grave

Grafico 11

Grafico 10

70

Relación Fracción de eyección / Anemia

Tabla 14

Mujeres

Descripción Frecuencia Porcentaje

Fracción de eyección < 40% /

Hemoglobina < 12

25 52.08%

Fracción de eyección > 40% /

Hemoglobina < 12

23 47.91%

FE < 40% / Anemia leve 10 40%

FE < 40% / Anemia Moderada 13 52%

FE < 40% / Anemia Grave 2 8%

Hombres

Descripción Frecuencia Porcentaje

Fracción de eyección < 40% /

Hemoglobina < 13

28 51.85%

Fracción de eyección > 40% /

Hemoglobina < 13

26 48.14%

FE < 40% / Anemia leve 19 9.25%

FE < 40% / Anemia Moderada 5 13.04%

FE < 40% / Anemia Grave 4 7.40%

Fuente: Registro de Historias Clínicas de los pacientes con ICC año 2014. Hospital Luis Vernaza.

Elaborado por: Milton Edison Salazar Jaramillo.

71

52%

48%

Mujeres

Fracción de eyección < 40% /

Hemoglobina < 12

Fracción de eyección > 40% /

Hemoglobina < 12

0

2

4

6

8

10

12

14

1

FE < 40% / Anemia leve 10

FE < 40% / Anemia Moderada 13

FE < 40% / Anemia Grave 2

10

13

2

FE < 40% / Anemia leve FE < 40% / Anemia Moderada FE < 40% / Anemia Grave

Grafico 12

Grafico 13

72

Los Pacientes que presentaron anemia a su ingreso hospitalario fueron determinados

mediante los criterios de la OMS (menor de 12 g/dl de Hemoglobina para mujeres y

menor de 13 g/dl para hombres a nivel del mar) como resultado obtuvimos; en mujeres

48 pacientes presentaron anemia y 54 hombres tuvieron anemia a su ingreso. En

52%

48%

Hombres

Fracción de eyección < 40% / Hemoglobina < 13

Fracción de eyección > 40% / Hemoglobina < 13

0

2

4

6

8

10

12

14

16

18

20

FE < 40% / Anemialeve FE < 40% / Anemia

Moderada FE < 40% / AnemiaGrave

FE < 40% / Anemia leve FE < 40% / Anemia Moderada FE < 40% / Anemia Grave

Series1 19 5 4

Grafico 14

Grafico 15

73

pacientes de sexo femenino con Fracción de eyección reducida (menor de 40%) se

encontraron 25 pacientes que corresponde al 52.08% del total de pacientes mujeres

con anemia. En Hombres 28 pacientes que corresponde al 51.85% presentaban anemia

con fracción de eyección disminuida.

4.2 DISCUSIÓN

Después de haber efectuado la revisión de las historias clínicas y el ingreso de datos

de los pacientes diagnosticados con Insuficiencia Cardiaca en el servicio de

cardiología hospital Luis Vernaza en el periodo 2014 se procedió a la verificación de

la hipótesis, a través de los hallazgos obtenidos.

Se pudo verificar que la mayoría de los pacientes que ingresaron con diagnóstico

de insuficiencia cardiaca mayor de 65 años fue el 58.4%, con esto nos verificamos lo

que los estudios internacionales describen. Sobre esto llama la atención que el sexo

masculino menor a 65 años fue de 50.8% en comparación al sexo femenino que fue

de 31%, en conclusión las mujeres se hospitalizan a mayor edad por Insuficiencia

cardiaca descompensada.

En lo que respecta a Insuficiencia Cardiaca con fracción de eyección reducida fue

el 45.57% y el 46.2% Insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada. Los

pacientes que a su ingreso hospitalario presentaron anemia tomando los criterios de la

OMS para clasificar a los pacientes de los que 48 pacientes fueron mujeres y 54

hombres. Del sexo femenino 25 pacientes tuvieron anemia con fracción de eyección

reducida, 23 pacientes tuvieron anemia con fracción de eyección preservada, en

hombres por lo contrario 28 pacientes tuvieron anemia más insuficiencia cardiaca con

fracción de eyección reducida y 26 pacientes tuvieron anemia más insuficiencia

cardiaca con fracción de eyección preservada, lo que nos pone en claro que existe una

74

relación entre la fracción de eyección reducida con anemia, sin embargo es muy

estrecha la diferencia de valores.

Otro tema que pudimos observar es que los valores de fracción de eyección se

correlacionaban con la gravedad de la anemia.

75

CAPITILO V

CONCLUSIONES

Se identificó que la mayoría de pacientes ingresados al servicio de cardiología en

hospitalización correspondían a mayores de 65 años, además de que la fracción de

eyección promedio de estos pacientes ingresados fue de 46%, no muy alejada del valor

como referencia para Insuficiencia cardiaca con fracción de eyección disminuida,

además se pudo corroborar que ingresaron más pacientes de sexo masculino que sexo

femenino coincidiendo con las cifras de fracción de eyección reducida de pacientes de

sexo masculino que fue de 57% en tanto q las mujeres fue de 48% a su ingreso

hospitalario.

A su ingreso hospitalario los pacientes presentaron anemia la cual en su mayoría

fue moderada en el sexo femenino 54% y en el masculino predomino la anemia leve

78%, en relación, anemia con fracción de eyección pudimos concluir que se relacionan

sobre todo en la gravedad de la anemia.

La IC representa un problema de salud importante, la población afectada tiene

reducción significativa en la calidad de vida y alto riesgo de mortalidad. La anemia es

una entidad frecuente en pacientes con Insuficiencia cardiaca según lo pudimos

constatar pero habitualmente sub-reconocida, sub-diagnosticada y por ende sub-

tratada por el personal médico.

En definitiva, la causa de la anemia en la IC es variable y, en un porcentaje

importante, podemos tratarla y mejorar las condiciones hemodinámicas del paciente.

En el grupo mayoritario de pacientes afectados de IC con anemia habremos de esperar

los resultados de ensayos actualmente en curso para disponer de orientaciones claras

en su manejo.

76

CAPITULO VI

RECOMENDACIONES O PROPUESTAS

Los resultados obtenidos en la investigación de campo indicaron que muchos

pacientes del total de pacientes ingresaban con anemia y con fracción de eyección

disminuida, la enfermedad muchas veces es multisistémica y desconocida para los que

la padecen por lo que es necesario plantear algunas de las siguientes recomendaciones:

Realizar campañas de información sobre la enfermedad y más aún para pacientes

que presenten comorbilidades.

Realización de registro de pacientes por parte del servicio de cardiología, donde se

pueda constatar las complicaciones más importantes en esta enfermedad.

Instaurar un protocolo para todo el servicio hospitalario para insuficiencia cardiaca.

Hacer seguimiento de los pacientes para así evitar las futuras complicaciones o

futuros reingresos.

Realizar un registro de causas de reingresos al servicio hospitalario para detectar

las posibles causas y poder así evitarlas.

En conclusión la insuficiencia cardiaca es una enfermedad en la cual debe haber

una intervención tanto por el médico, el paciente, lo que más debemos de evitar son

los reingresos, además hay q tener muy en cuenta que el ingreso de pacientes con

insuficiencia cardiaca y anemia están estrictamente relacionados por lo que debemos

de estar atentos para instaurar un tratamiento tan rápidamente como ingrese el paciente

e investigar la enfermedad de base si existe.

77

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80

ANEXOS

Datos de Historias Clínicas

Edad Género Fracción de

Eyección Hematocrito Hemoglobina

Paciente 1 58 Femenino 16% 40 12,8

Paciente 2 84 Femenino 60% 36 12,1

Paciente 3 43 Femenino 37% 40 14,5

Paciente 4 31 Femenino 29% 34 12,3

Paciente 5 89 Masculino 27% 27 8,8

Paciente 6 47 Femenino 38% 24 7,6

Paciente 7 67 Femenino 38% 29 9,4

Paciente 8 76 Masculino 62% 43 13,3

Paciente 9 75 Femenino 43% 40 13,5

Paciente 10 83 Femenino 38% 29 9,8

Paciente 11 84 Masculino 27% 29 3,1

Paciente 12 34 Masculino 68% 51 15,1

Paciente 13 51 Masculino 20% 39 12,8

Paciente 14 75 Femenino 66% 33 11,1

Paciente 15 74 Femenino 28% 42 13,6

Paciente 16 81 Femenino 35% 37 11,6

Paciente 17 79 Femenino 68% 40 13,8

Paciente 18 95 Femenino 38% 27 8,9

Paciente 19 26 Masculino 33% 30 9,6

Paciente 20 72 Masculino 75% 30 11,0

Paciente 21 69 Masculino 42% 48 15,3

Paciente 22 69 Femenino 23% 38 12,7

Paciente 23 73 Masculino 61% 43 14,1

Paciente 24 43 Masculino 47% 50 16,2

Paciente 25 52 Masculino 35% 30 9,0

Paciente 26 76 Masculino 62% 29 9,6

Paciente 27 60 Masculino 26% 32 9,8

Paciente 28 61 Femenino 29% 40 12,9

Paciente 29 54 Femenino 77% 38 12,9

Paciente 30 75 Femenino 24% 29 9,4

Paciente 31 44 Masculino 28% 45 15,0

Paciente 32 89 Masculino 30% 25 7,0

Paciente 33 81 Masculino 57% 34 12,0

Paciente 34 79 Masculino 22% 34 10,0

Paciente 35 84 Femenino 38% 39 13,0

Paciente 36 32 Femenino 75% 36 11,0

Paciente 37 53 Masculino 27% 19 5,9

Paciente 38 68 Femenino 70% 41 13,5

Paciente 39 83 Masculino 28% 38 12,0

Paciente 40 68 Masculino 58% 52 17,4

Paciente 41 75 Masculino 34% 39 13,7

81

Paciente 42 49 Masculino 38% 36 11,7

Paciente 43 66 Masculino 63% 44 15,0

Paciente 44 67 Masculino 40% 49 15,0

Paciente 45 65 Masculino 63% 47 16,0

Paciente 46 66 Femenino 34% 38 12,5

Paciente 47 69 Masculino 70% 46 15,2

Paciente 48 79 Masculino 39% 45 15,0

Paciente 49 94 Masculino 58% 39 13,7

Paciente 50 73 Femenino 35% 43 13,6

Paciente 51 65 Masculino 34% 41 13,0

Paciente 52 48 Femenino 39% 31 10,7

Paciente 53 45 Masculino 36% 48 16,0

Paciente 54 78 Masculino 61% 38 12,1

Paciente 55 92 Masculino 32% 38 12,0

Paciente 56 70 Masculino 49% 36 12,5

Paciente 57 76 Masculino 46% 36 11,9

Paciente 58 63 Masculino 60% 37 12,6

Paciente 59 59 Femenino 51% 36 11,7

Paciente 60 94 Masculino 79% 34 11,0

Paciente 61 82 Masculino 39% 31 10,0

Paciente 62 97 Masculino 57% 44 14,0

Paciente 63 56 Masculino 38% 43 13,9

Paciente 64 29 Femenino 79% 43 13,6

Paciente 65 59 Masculino 44% 48 16,4

Paciente 66 78 Femenino 25% 23 8,0

Paciente 67 87 Masculino 20% 33 10,0

Paciente 68 84 Femenino 61% 37 12,1

Paciente 69 57 Masculino 24% 40 13,0

Paciente 70 75 Femenino 70% 39 13,5

Paciente 71 47 Femenino 81% 42 14,0

Paciente 72 64 Femenino 33% 33 11,0

Paciente 73 26 Masculino 68% 43 14,0

Paciente 74 51 Masculino 60% 38 12,7

Paciente 75 59 Femenino 25% 37 12,0

Paciente 76 71 Femenino 30% 43 14,6

Paciente 77 52 Masculino 61% 43 14,5

Paciente 78 70 Masculino 27% 38 12,8

Paciente 79 57 Masculino 44% 45 15,0

Paciente 80 88 Femenino 61% 36 11,0

Paciente 81 92 Femenino 71% 35 11,0

Paciente 82 82 Femenino 62% 36 11,0

Paciente 83 48 Masculino 41% 43 13,0

Paciente 84 67 Femenino 35% 32 10,0

Paciente 85 63 Femenino 25% 21 7,0

Paciente 86 61 Masculino 59% 44 14,1

Paciente 87 69 Masculino 51% 41 13,5

82

Paciente 88 61 Masculino 45% 44 14,0

Paciente 89 81 Femenino 60% 37 12,6

Paciente 90 79 Femenino 38% 29 9,3

Paciente 91 58 Masculino 39% 34 10,6

Paciente 92 80 Femenino 35% 31 9,5

Paciente 93 81 Femenino 68% 37 12,2

Paciente 94 82 Masculino 32% 39 12,4

Paciente 95 43 Femenino 65% 65 21,2

Paciente 96 74 Masculino 30% 32 10,6

Paciente 97 59 Femenino 35% 34 10,8

Paciente 98 72 Femenino 32% 42 14,5

Paciente 99 83 Femenino 35% 39 12,7

Paciente 100 75 Femenino 43% 39 12,9

Paciente 101 62 Masculino 32% 41 13,7

Paciente 102 62 Femenino 61% 36 11,5

Paciente 103 70 Masculino 64% 34 11,7

Paciente 104 68 Femenino 43% 40 13,4

Paciente 105 82 Femenino 39% 35 11,5

Paciente 106 68 Femenino 25% 46 15,4

Paciente 107 84 Femenino 65% 31 10,4

Paciente 108 78 Femenino 20% 50 17,1

Paciente 109 25 Femenino 61% 43 13,9

Paciente 110 42 Masculino 31% 50 16,7

Paciente 111 87 Femenino 46% 42 13,4

Paciente 112 56 Masculino 34% 38 12,7

Paciente 113 73 Femenino 39% 35 11,0

Paciente 114 71 Femenino 29% 37 12,5

Paciente 115 78 Femenino 70% 32 10,6

Paciente 116 73 Masculino 65% 31 10,3

Paciente 117 82 Femenino 38% 33 10,6

Paciente 118 71 Femenino 68% 29 9,5

Paciente 119 51 Masculino 42% 42 14,2

Paciente 120 76 Femenino 64% 43 14,4

Paciente 121 61 Masculino 48% 45 15,1

Paciente 122 26 Masculino 62% 46 14,8

Paciente 123 79 Femenino 71% 30 10,0

Paciente 124 58 Femenino 77% 48 15,8

Paciente 125 53 Masculino 61% 46 15,9

Paciente 126 67 Masculino 78% 40 13,2

Paciente 127 77 Masculino 58% 42 12,3

Paciente 128 84 Femenino 22% 26 8,5

Paciente 129 59 Masculino 59% 38 11,8

Paciente 130 40 Masculino 62% 43 14,0

Paciente 131 88 Femenino 60% 31 10,1

Paciente 132 60 Femenino 24% 44 14,3

Paciente 133 88 Femenino 78% 36 11,8

83

Paciente 134 51 Masculino 34% 42 13,9

Paciente 135 89 Femenino 38% 29 9,5

Paciente 136 67 Masculino 42% 39 13,5

Paciente 137 57 Femenino 51% 34 10,9

Paciente 138 42 Masculino 63% 46 15,4

Paciente 139 52 Masculino 30% 41 14,0

Paciente 140 43 Masculino 36% 36 10,8

Paciente 141 75 Masculino 54% 37 12,3

Paciente 142 77 Femenino 48% 42 13,6

Paciente 143 47 Femenino 59% 42 14,1

Paciente 144 69 Femenino 22% 33 10,9

Paciente 145 67 Femenino 70% 44 14,2

Paciente 146 65 Masculino 30% 37 12,0

Paciente 147 68 Femenino 79% 36 11,9

Paciente 148 58 Masculino 68% 29 9,5

Paciente 149 48 Masculino 56% 41 13,8

Paciente 150 74 Masculino 42% 40 13,2

Paciente 151 100 Masculino 54% 36 11,9

Paciente 152 59 Masculino 24% 47 13,8

Paciente 153 57 Masculino 50% 43 13,7

Paciente 154 77 Femenino 65% 33 10,6

Paciente 155 27 Femenino 61% 40 14,0

Paciente 156 88 Femenino 30% 41 13,8

Paciente 157 45 Femenino 38% 30 9,7

Paciente 158 77 Masculino 25% 23 6,9

Paciente 159 69 Femenino 35% 38 12,8

Paciente 160 27 Masculino 58% 30 9,7

Paciente 161 80 Femenino 35% 40 13,3

Paciente 162 70 Femenino 59% 33 11,4

Paciente 163 63 Masculino 36% 45 15,3

Paciente 164 73 Femenino 59% 40 12,6

Paciente 165 74 Femenino 31% 27 8,5

Paciente 166 64 Masculino 30% 38 12,4

Paciente 167 59 Masculino 37% 35 11,6

Paciente 168 62 Femenino 31% 39 12,4

Paciente 169 75 Femenino 33% 46 15,3

Paciente 170 72 Masculino 63% 43 14,8

Paciente 171 63 Femenino 39% 33 10,3

Paciente 172 71 Masculino 65% 35 11,5

Paciente 173 68 Femenino 31% 41 13,6

Paciente 174 79 Femenino 56% 37.6 12,6

Paciente 175 62 Masculino 57% 37.6 12,6

Paciente 176 85 Masculino 68% 33.4 11,2

Paciente 177 84 Femenino 71% 46.3 13,8

Paciente 178 76 Masculino 20% 36.3 11,9

Paciente 179 70 Masculino 30% 38.3 12,1

84

Paciente 180 54 Masculino 38% 43.7 14,3

Paciente 181 64 Masculino 63% 39.6 13,6

Paciente 182 41 Masculino 25% 41.6 15,2

Paciente 183 27 Masculino 70% 40.1 13,9

Paciente 184 74 Femenino 44% 44.5 14,1

Paciente 185 84 Femenino 38% 28.6 9,0

Paciente 186 79 Masculino 22% 40.1 13,5

Paciente 187 57 Femenino 42% 45 14,7

Paciente 188 100 Femenino 60% 34.9 11,4

Paciente 189 62 Femenino 43% 36.7 11,5

Paciente 190 47 Femenino 46% 36.5 12,5

Paciente 191 60 Masculino 25% 46.6 16,0

Paciente 192 81 Femenino 67% 35.1 11,4

Paciente 193 55 Masculino 64% 46.3 16,1

Paciente 194 55 Femenino 50% 39.3 13,0

Paciente 195 43 Femenino 22% 37.3 12,2

Paciente 196 51 Masculino 72% 38.6 13,0

Paciente 197 67 Femenino 40% 36.9 12,0

Paciente 198 71 Masculino 43% 48.5 16,3

Paciente 199 80 Femenino 41% 39.4 13,2

Paciente 200 65 Masculino 67% 38.4 12,5

Paciente 201 65 Femenino 25% 38.8 12,4

Paciente 202 59 Masculino 73% 36.5 12,2

Paciente 203 62 Masculino 30% 32.8 10,3

Paciente 204 41 Masculino 25% 41.6 15,2

Paciente 205 54 Masculino 63% 45.0 14,8

Paciente 206 47 Masculino 63% 32.0 10,4

Paciente 207 59 Femenino 20% 39.8 12,8

Paciente 208 83 Masculino 60% 29.6 10,0

Paciente 209 59 Masculino 69% 39.0 12,7

Paciente 210 70 Masculino 39% 37.5 13,0

Paciente 211 55 Masculino 36% 29.3 9,5

Paciente 212 74 Femenino 41% 40.5 12,9

Paciente 213 73 Femenino 49% 35.2 11,1

Paciente 214 71 Femenino 75% 34.7 11,7

Paciente 215 68 Masculino 49% 46.6 15,6

Paciente 216 71 Femenino 44% 35.4 11,4

Paciente 217 66 Masculino 28% 45.3 15,2

Paciente 218 76 Femenino 35% 35.2 12,2

Paciente 219 63 Masculino 22% 40.1 13,8

Paciente 220 34 Femenino 57% 38.3 12,2

Paciente 221 33 Femenino 37% 30.5 9,4

Paciente 222 52 Femenino 30% 41.4 13,3

Paciente 223 69 Masculino 64% 45.5 15,3

Paciente 224 73 Masculino 25% 46.0 15,2

Paciente 225 71 Femenino 43% 37.5 12,2

85

Paciente 226 75 Masculino 65% 35.3 11,5

Hospital General Luis Vernaza