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UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA (COLOMBIA) Durante la III Feria Internacional del Libro (Bogotá, abril 27 - mayo 8 de 1990), el Departamento de Publi- caciones de la Universidad de Antio- quia presentó sus novedades biblio- gráficas: Libertad Y terror. La Revolución Francesa en imágenes y textos. Un grupo de investig:.dores del Ins- tituto de Estudios Políticos, dirigi- dos por el profesor Félix de Bedout, se dió a la tarea de examinar lo que sobre el tema se ha escrito en estos dos siglos -historia, novela, testimo- nio, análisis político, periodismo, economía ... -, resultado de lo cual es el libro que hoy presenta la Universi- dad. Dirección geoeral: Félix de Be- doot Gaviria. Coordinador de edi- ción: Eduardo Domínguez GÓmez. Asesores de edición: Juan José Ho- yos Naranjo y Oscar Mesa Moreno. Compiladores: Félix de Bedout Ga- viria, Rosángela Calle Vásquez, Eduardo Domínguez Gómez, Car- los Gaviria Díaz, Raúl Ochoa Car- vajal, Jorge Restrepo Morales y Os- car Sánchez Giraldo, profesores de la Universidad de Antioquia. 502 págs. Los Indígenas Páez de Tierradenlro. Cauca (Colombia) Graciliano Arcila Vélez Es un estudio de estos aborígenes, documental que fue recogido a fines de 1941 y principios de 1942 en San Andrés de Pisimbalá, municipio de Inzá, cuenca del Río Páez. La inves- tigación consta de dos partes: la pri- mera es un perfil geográfico con sus recursos naturales y el medio ecoló- gico, determinante humano del que se hace la descripción et,nográfica de los principales aspectos de la vida in- dígena Páez de la época. La segunda parte es un documento lingüístico transcrito con las formas y estructura gramatical más sobresaliente. 180 págs. Graciliano Arcila Vélez es uno de los pioneros de la Antropología en Colombia; profesor por más de cua- renta años de la Universidad de An- 68 tioquia, a la cual sigue vinculado como director de su Museo Históri- co. La música como fenómeno cosmogó- nico en la cultura Kuna Sergio Iván Carmona La riqueza del mundo simbólico Kuna ha cautivado a diversos inves- tigadores de Europa y América. Este libro nos invita a viajar por su territorio, a conocer los instrumen- tos musicales y en especial el Kam- mu-Purui, como el aerófono princi- pal. Entramos, "guiados por el in- vestigador, al ritual con música y a medida que nos adentramos en el ce- remonial el canto nos lleva hasta el mito y con éste empezamos a descu- brir otro orden del mundo". Sergio Iván Carmona es Antro- pólogo de la Universidad de Antio- quia, a la cual se encuentra vincula- do como investigador de~ Instituto de Estudios Regionales, y un perma- nente estudio¡¡o de las manifestacio- nes musicales de nuestras culturas indígenas. La Voz del Viento Carlos Castro Saavedra Antología de las columnas que con este nombre publicó el poeta duran- te muchos años en distintos diarios del país. Las puertas. José Antonio Galán, o de cómo se sublevó el común. La en- cerrona del miedo. Henry Díaz Vargas Este libro inicia la Colección de Tea- tro Universidad de Antioquia. Hen-' ry Díaz Vargas es profesor del Pro- grama de Teatro de la Facultad de Artes de la Universidad de Antio- quia. Actor, director y escritor de teatro y literatura de reconocida tra- yectoria. Sucesos colombianos. 1925-1950 Efraín Estrada Este libro, que continúa el trabájo iniciado por Jorge Villegas Arango y José Yunis (Sucesos colombianos, 1900- 1924. Medellín, Universidad

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UNIVERSIDADDE ANTIOQUIA

(COLOMBIA)

Durante la III Feria Internacionaldel Libro (Bogotá, abril 27 - mayo 8de 1990), el Departamento de Publi-caciones de la Universidad de Antio-quia presentó sus novedades biblio-gráficas:

Libertad Y terror. La RevoluciónFrancesa en imágenes y textos.

Un grupo de investig:.dores del Ins-tituto de Estudios Políticos, dirigi-dos por el profesor Félix de Bedout,se dió a la tarea de examinar lo quesobre el tema se ha escrito en estosdos siglos -historia, novela, testimo-nio, análisis político, periodismo,economía ... -, resultado de lo cual esel libro que hoy presenta la Universi-dad.

Dirección geoeral: Félix de Be-doot Gaviria. Coordinador de edi-ción: Eduardo Domínguez GÓmez.Asesores de edición: Juan José Ho-yos Naranjo y Oscar Mesa Moreno.Compiladores: Félix de Bedout Ga-viria, Rosángela Calle Vásquez,Eduardo Domínguez Gómez, Car-los Gaviria Díaz, Raúl Ochoa Car-

vajal, Jorge Restrepo Morales y Os-car Sánchez Giraldo, profesores dela Universidad de Antioquia. 502págs.

Los Indígenas Páez de Tierradenlro.Cauca (Colombia)Graciliano Arcila Vélez

Es un estudio de estos aborígenes,documental que fue recogido a finesde 1941 y principios de 1942 en SanAndrés de Pisimbalá, municipio deInzá, cuenca del Río Páez. La inves-tigación consta de dos partes: la pri-mera es un perfil geográfico con susrecursos naturales y el medio ecoló-gico, determinante humano del quese hace la descripción et,nográfica delos principales aspectos de la vida in-dígena Páez de la época. La segundaparte es un documento lingüísticotranscrito con las formas y estructuragramatical más sobresaliente. 180págs.

Graciliano Arcila Vélez es uno delos pioneros de la Antropología enColombia; profesor por más de cua-renta años de la Universidad de An-

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tioquia, a la cual sigue vinculadocomo director de su Museo Históri-co.

La música como fenómeno cosmogó-nico en la cultura KunaSergio Iván Carmona

La riqueza del mundo simbólicoKuna ha cautivado a diversos inves-tigadores de Europa y América.Este libro nos invita a viajar por suterritorio, a conocer los instrumen-tos musicales y en especial el Kam-mu-Purui, como el aerófono princi-pal. Entramos, "guiados por el in-vestigador, al ritual con música y amedida que nos adentramos en el ce-remonial el canto nos lleva hasta elmito y con éste empezamos a descu-brir otro orden del mundo".

Sergio Iván Carmona es Antro-pólogo de la Universidad de Antio-quia, a la cual se encuentra vincula-do como investigador de~ Institutode Estudios Regionales, y un perma-nente estudio¡¡o de las manifestacio-nes musicales de nuestras culturasindígenas.

La Voz del VientoCarlos Castro SaavedraAntología de las columnas que coneste nombre publicó el poeta duran-te muchos años en distintos diariosdel país.

Las puertas. José Antonio Galán, ode cómo se sublevó el común. La en-cerrona del miedo.Henry Díaz Vargas

Este libro inicia la Colección de Tea-tro Universidad de Antioquia. Hen-'ry Díaz Vargas es profesor del Pro-grama de Teatro de la Facultad deArtes de la Universidad de Antio-quia. Actor, director y escritor deteatro y literatura de reconocida tra-yectoria.

Sucesos colombianos. 1925-1950Efraín Estrada

Este libro, que continúa el trabájoiniciado por Jorge Villegas Arango yJosé Yunis (Sucesos colombianos,1900- 1924. Medellín, Universidad

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de Antioquia, 1974), recoge los prin-cipales acontecimientos económi-cos, sociales y políticos de uno de losperíodos más importantes de la his-toria moderna de Colombia, talcomo fueron registrados por la pren-sa de la época. Editado por el Centrode Investigaciones Económicas -CIE- de la Universidad de Antio-quia. 812 págs.

Efraín Estrada trabajó con JorgeVillegas en las distintas investigacio-nes que él realizó en esta Universi"dad.

Entre los Andes y el Caribe. La obraamericana de Ramón VinyesJaques Gilard. 408 Págs.

Memoria del olvido (poemas y dibu-jos)Manuel Mejía Vallejo. 110 págs.

Este es el segundo libro de poesíaque la Universidad de Antioquia pu-blica de Manuel Mejía Vallejo.

El espacio habitadoGloria Moseley-Williams

Este libro mereció en 1989 el primerlugar en el Noveno Premio Nacionalde Poesía Universidad de Antio-quia. 136 págs.

Manual de IimnologíaGabriel Roldán Pérez

El presente manual trata, en primertérmino, los conceptos teóricos fisi-co-químic:os y biológicos de la vidaen el agua, sus interrelaciones y elfuncionamiento global del ecosiste-ma acuático; la segunda incluye lastécnicas básicas para determinar lacalidad fisicoquímica del agua tantoen el campo como en el laboratorio;incluye, además, claves taxonómicaspara la identificación de los organis-mos acuáticos y su presencia comoindicadores de calidad del agua.Esta obra consigna en gran parte losresultados de las investigacioneshasta ahora realizadas en nuestromedio y se considera como el puntode partida para adelantar investiga-ciones en el futuro en este campo.232 págs.

Gabriel Roldán Pérez es profesordel Departamento de Biología de laFacultad de Ciencias Exactas y Na-turales de la Universidad de Antio-quia.

Mesa de redacción.Luis Tejada. Miguel Escobar Calle(compilación,' selección y prólogo).

Este volumen es una recopilación decrónicas desconocidas de Luis Teja-da que al fin se recogen en libro.Fueron publicadas originalmente enperiódicos y revistas de Medellín yBogotá. Sobre la obra de Tejada es-cribió José Gers: "En el periodismonacional no hay memoria de otro es-critor colombiano que hayamaneja-do con mayor maestría la crónica, elcomentario alado y hondo sobre elhecho fugaz, destinado a vivir un díaen las hojas de los peródicos, muchomás frágiles que las de las floresexóticas. Las crónicas de Tejada hanlogrado liberarse de esa combustiónimplacable del tiempo, han resistidovictoriosamente el corrosivo de losdías y aún no están cubiertas por eljaramago de las naturalezas muer-tas. Son frescas ayer como hoy. Des-pués de años de haber sido escritas,conservan la misma emoción uncio-sa, la misma poesía tenue, la mismaironía discreta que no las ha dejadocorromper". Coedición con la Bi-blioteca Pública Piloto de Medellín.408 págs.

Temas políticos colombianosEugenia Vélez de González -Editora-

Los textos reunidos en este libro fue-ron presentados al Seminario de Pe-riodismo Político de la Universidadde Antioquia, coordinado por la edi-tora. Los temas incluidos son los si-guientes: compraventa de votos enColombia, Gobierno- oposición, elmito de la Constitución de 1886, fa-llo de la Corte sobre el Tratado deExtradición, el proceso de paz vistopor el partido conservador, el proce-so de paz visto por la Unión Patrióti-ca, el Plan Nacional de Rehabilita-ción, los derechos humanos, cin-

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cuenta y siete años de guerra y depaz, la elección popular de alcaldes ylo bueno, lo malo y lo feo de la elec-ción popular de alcaldes. 218 págs.

Bioingeniería. Tomo 11Mauricio Wilches

La obra Bioingeniería, inspirada enla necesidad de proveer para nuestromedio una obra documentada enidioma español sobre este tema, pre-tende cubrir aspectos básicos de lasciencias vivas, las exactas y algunastecnologías ligadas a ellas. Está diri-gida a profesionales y estudiantes deIngeniería, Física, Química, Biolo-gía y áreas de la salud. El Tomo I -publicado también por la Universi-dad- cubre los aspectos básicos de laQuímica General, la Fisicoquímica,la Química Orgánica, la BiologíaCelular y la Histología. El Tomo 11está dedicado al estudio de los fun-damentos de la Bioquímica Huma-na.

Mauricio Wilches es profesor de laFacultad de Ingeniería de la Univer-sidad de Antioquia.

Estudios de FilosofíaRevista del Departamento de Filo-sofía de la Universidad de Antio-quia. Febrero de 1990

Carlos Másmela: "La prueba formalde la legitimidad de las categorías enla deducción trascendental". Gusta-vo Valencia: Alexandre Koyré, críti-co del positivismo en la historia delas ciencias "Jorge Mario Mejía:"Nietzsche y la interpretación ge-nealógica". Carlos Alberto Carvajal:"El instante" en Platón. JacquesBouveresse: "Frege, crítico deKant". Alfonso Monsalve: "Anota-ciones sobre una traducción de Witt-genstein".

Universidad de Antioquia. Departa-mento de Publicaciones. ApartadoAéreo 1226, Medellín. Distribu-ción: Ecoe, Bogotá: Calle 24 No. 13-15. Tels.: 2433949 - 2431654.

Esta información nos fue suministra-da por la Asociación de EditorialesUniversitarias de Colombia.

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LUIS TEJADA

"Cuando un hombre mienteLa mitad del mundo desaparece"

Gracias a un juicio irresponsable deCobo- Borda la investigación sobre"la obra" de Luis Tejada se detuvo,pues, según el crítico bogotano, lascrónicas de L.T. publícadas fuera dela capital sólo merecían el olvido, yaque en ellas "no asoma por ningúnlado el futuro cronista". Seguramen-te Cobo, una vez más, hablaba de loque no conocía, y con esta actitud se-pultó la mitad de Luis Tejada, quehoy Miguel Escobar, la BibliotecaPública Piloto de Medellín y la Uni-versidad de Antioquia han rescata-do, haciendo un buen libro con 400páginas que menos mal no todos ol-vidaron. De aquí, tomamos "La Ha-maca" ...

LA HAMACA

Hace ya unos 10 años don Her-nando Mejía Arias (q.e.p.d.) llevó aColcultura un paquete de crónicasde Luis Tejada, en donde estaban lasde su único libro (1924) y las que suautor había publicado en periódicosy revistas de Bogotá. Juvenil, des-pierto, de escritura atenta, chispean-te y fresca, Luis Tejada pasó directa-mente a la imprenta, después de casi60 años de no haberla vuelto a utili-zar. Alvaro Medina proporcionó lascrónicas que Tejada había publicadoen la revista Cromos y HernandoMejía, como editor principal de laobra, le pidió el prólogo a Juan Gus-

_ tavo Cobo, quien, de paso, senten-ció que todo lo que no estaba en eselibro no valía la pena de rescatarse.Hoy, Miguel Escobar Calle nos hacedar cuenta de aquella ligereza y nos"regala", a los entusiastas de Teja-da, 408 páginas nuevas y "sabrosas"con más de un centenar y medio debuenas crónicas, sepultadas hastahoy bajo una frase irresponsable.

Del libro Mesa de Redacción, edi-tado y prolongado por Miguel Esco-bar (Universidad de Antioquia y Bi-blioteca Pública Piloto de Medellín,1990), reproducimos una breve cró-nica de Tejada, para darle la bienve-nida:

Hace días que estoy por escribir elelogio de la hamaca, de esa deliciosacompañera del soñador. ¿Qué hayen el mundo igual a la hamaca, quéotro artefacto reúne tantas cualida-des capaces de dar al alma y al cuer-po toda la felicidad que sean suscep-tibles de experimentar en los mo-mentos de reposo? Ninguno: los le-chos usuales san demasiados rectos,demasiado horizontales y no seadaptan completamente a las sinuo-sidades lamentables que el escabro-so organismo humano presenta portodas partes; las famosas sillas mece-doras, que adornan las salas de nues-tras casas, son, al contrario, dema-siado empinadas, inflexibles y peli-grosas: al menor movimiento que in-sinuemos hacia atrás, la silla traicio-nera se adelanta más de lo que noso-tros calculábamos, y nos deja un se-gundo en suspenso haciéndonos

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creer que va a dar la cabriola com-pleta en el aire, cabriola estrepitosaque podría concluir en desnuca-miento. Los sofás, las sillas de exten-sión, las tarimas, etcétera, son todosunos pobres muebles inmóviles queno poseen, como la hamaca, la cuali-dad insuperable del movimiento rít-mico que adormece y dulcifica.

Los pueblos antiguos, que po-seían tantos refinamientos secretospara halagar la sensualidad, no fue-ron capaces, sin embargo, de inven-tar algo semejante: estaba reservadoa nuestros indios americanos, razataciturna y voluptuosa, la creaciónde ese adminículo prodigioso por-que reúne, dentro de una simplici-dad genial de confección, todas lascualidades apetecibles; la hamaca essencillamente perfecta.

Es perfecta, porque llena conexactitud admirable el objeto paraque fue creada. Es elástica, rítmica,ligera y confortable; se amolda alcuerpo siguiéndolo dócilmente ensus movimientos y no presentandoresistencia a los duros dobleces delos codos y rodillas; se presta a todaslas posiciones imaginables, desdeque se posea el arte misterioso de sa-berse acomodar en ella: da una posi-ción especial para leer, otra para fu-mar, otra para dormir; aun los quegustan acostarse en las formas másabsurdas, encuentran a la hamacacavidades secretas, suaves y propi-cias; dentro de ella pueden sin inco-modidad volverse un rollo o una es-cuadra, pueden contorsionar losbrazos como quieran y echar laspiernas por donde les dé la gana, sinencontrar resistencias tenaces. Yluego que ya estén ajustados a sugusto, por extravagante que sea, lahamaca se encargará de tenerlos sus-pensos en el vacío meciéndolos coninfinita dulzura como una mamá ca-riñosa. !No hay voluptuosidad com-parable a esa aérea y rítmica volup-tuosidad que sólo saben saborear lasoropéndolas en sus nidos eminentesy los perezosos dormilones en sus di-vinas redes de cabuya!

!Ah, algún día escribiré el elogiode la hamaca, dulce compañera delsoñador!

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EUGENIO MONTEJO

LOS EMISARIOSDE LA ESCRITURA OBLICUA

La ReYista de la Universidad de An-tioquia, que en este mes de Junio lle-gó al número 218, se convirtió en unade las mejores revistas, y no sólo uni-versitarias. Para dar una prueba, re-producimos un texto de uno de suscolaboradores permanentes, el vene-zolano Eugenio Montejo, hoy habi-tante de la bellfsima, única y miste-riosa ciudad de Lisboa:

En una página de su memorable li-bro sobre Rilke comenta J.F. Ange-lloz un extraño suceso ocurrido alpoeta una noche en el castillo deBerg. Según éste mismo refirió a suamiga Katherine Kippenberg, ciertavez en que ya se disponía a acostar-se, mientras se desvestía, vinieron asus labios unos versos desconocidosque no recordaba haber leído antes.La inquietud o la sorpresa lo lleva-ron a vestirse de nuevo y a sentarsecerca de la chimenea. De prontomiró en una silla frontera a la suya aun señor trajeado a la antigua usanzaque le leía de un viejo manuscrito al-gunos poemas donde figuraban losversos que acababa de recitar. El en-cuentro del poeta con este misterio-so emisario evoca al punto la célebrevisión de Coleridge y su inconclusoKubla Khan. Y ya en nuestro sigloevoca también varias otras figurasintermedias que, con manifestacióncreciente, van a dejar sus rasgos enla literatura contemporánea. En el-----A,V-----EUGENIO MONTEJO. Nació en Caracasen 1938. Es poeta y ensayista. Entre sus obrasse destacan Elego (1967) Muerte y memoria(1972), Algunas palabras (1977), Terredad(1978) y Tr6pico absoluto (1982). Sus ensayosestán reunidos en El taller blanco (1983) y enLa Ventana oblicua (1974). Tiene también unvolumen de escritora heteronímica, El cua-derno de Blass eoll (1981). El Fondo de cultu-ra (México) acaba de publicar una valiosa an-tología de su poesía, reunida por él mismo,bajo el título Alfabeto del mundo.

caso que nos ocupa, se trataba delconde C.W., un afantasmado hués-ped del viejo castillo cuyos poemasvan a conocerse por la transcripciónde Rilke. Una de estas composicio-nes aparecerá más tarde en un alma-naque, sin firma de autor. El conjun-to no se publicará hasta 1950, mu-chos años después de la muerte delpoeta. Angelloz relacíona la presen-cia del misterioso conde, dentro dela obra rilkeana, con el monje del"Libro de horas" y, más cabalmente,con el sugestivo Malte Lauris Brigge,una de las primeras y más cumplidasfiguras de la escritura oblicua en elpresente siglo.

El hecho merece destacarse por-que ilustra una tendencia que des-pués reconoceremos como peculiarde la creación literaria que por en-tonces despunta en Europa. Duran-te aquellos años otro fantástico emi-sario, esta vez un sudamericano cos-mopolita y notable poeta de lenguafrancesa, A. O. Barnabooth, aparececon una innovadora obra lírica a laque no falta el apócrifo complemen-to biográfico, todo lo cual se debe,como sabemos al poeta francés Va-lery Larbaud, aunque el nombre delautor no acompañe la primera edi-ción del libro. Con el tiempo la obraserá reelaborada bajo una proyec-ción casi novelesca sin perder porello su rasgo originario. La primerapublicación data de 1908, variosaños antes de que el maestro Alber-to Caeiro se apareciera en el "díatriunfal" de Fernando Pessoa. Den-tro de la serie de figuras intermediasque irrumpen más o menos por en-tonces se cuentan Monsieur Teste dePaul Valéry, Juan de Mairena deAntonio Machado, Werff Ronne deGottfried Benn -un personaje de sulibro de relatos "Cerebro", médicode formación nietzscheana al igualque su creador-, así como las múlti-ples voces del drama em gente pes-soano, el reparto de sus líricos carac-teres concebidos bajo inspiración deShakespeare, mediante los cuales elpoeta portugués añade a su propiabiografía un cortejo de compañerosilusorios, pero literariamente muyreales, si hemos de juzgar por sus

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obras. Pessoa dará a sus personajesel nombre de heterónimos, que hoyforma parte del vocabulario corrien-te. Por derivación se suele llamar he-teronímica la escritura que se vale deentes apócrifos en la práctica de lacreación literaria. Al decir escrituraoblicua no se menciona un fenóme-no distinto, sólo que de esta forma elenfoque no queda circunscrito a Pes-soa, a todas luces un ilustre expo-nente de la tendencia, aunque no elúnico ni el primero en manifestarse.

"Malte no es Rilke", afirma An~gelloz. Tampoco Barnaboothseráexactamente Valery Larbaud, aun-que en ambos se insinúen determi-nados rasgos de sus creadores. Pron-to advertimos que la distancia intro-ducida por la escritura oblicua pro-porciona insospechables posibilida-des a la fantasía del autor, que des-cubre ante sí un horizonte más vastoque el suplido por sus propias cir-cunstancias biográficas. Se trata, encierto modo, de una escritura en es-pejo, pero de un espejo que no sóloinvierte los ángulos de las cosas, sinoque también es capaz de recrear án-gulos nuevos. Según confesara Rilkea propósito de la génesis de Malte, loprimero que vino a su mente fue laconversación de una joven pareja enla que cierto joven hablaba a su ami-ga de un compañero danés, fallecidopoco antes, que le había confiadouna colección de apuntes persona-les. A partir de entonces, por el ca-racterístico procedimiento del ma-nuscrito, cobrará vida el proyecto dela obra. Angelloz vincula el procedi-miento con el seguido anteriormentepor los románticos alemanes y conKierkegaard, conspicuo practicantede la pseudonimia. Referir cuándo ocómo surgen las figuras intermediasno nos aclara el por qué de su pre-sencia. Lo primero se averigua por elautor, por los trazos peculiares de laobra que nos entrega. Lo segundoresulta más difícil y no estamos segu-ros de que en ello puedan ayudamos.sus creadores, no obstante se lo pro-pongan.

La poetisa y escritora austriaca In-geborg Bachmann dedicó una de suspenetrantes "Lecciones de Franck-

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fort" al análisis del yo literario, esdecir, al examen de las variantes eintederencias puestas en juego mo-dernamente entre éste y el autor, lascuales van a desembocar en la diso-lución del yo, tal como la autora creepercibirlo en la obra de Beckett. Enefecto, al trazar un tentativo inven-tario de las formas que asume el yoen la lírica más reciente, la Bach-mann menciona el yo ficticio, el en-mascarado, el reducido, el lírico ab-soluto, el yo como figura de acción,como figura de pensamiento, el in-material, etc. Una de estas variantesanotadas corresponde al yo edito-rial, o sea el yo bajo el cual un editorsupuesto se presenta como fortuitodestinatario del material que publi-ca. Se trata, en su parecer, de una es-tratagema nacida sobre todo en épo-cas de censura, cuando el autor bus-ca preservarse de los riesgos que unadeterminada publicación puede oca-sionarle. Tal sería, por ejemplo, elrecurso empleado por Dostoyevskicuando divulgó los recuerdos de unimaginario prisionero de Siberia, aldenunciar las humillaciones de laprisión atribuyéndolas a AlexandreGoriantchikof.

El propósito de la Bachmann ensu indagación de la moderna meta-modosis del yo, expuesta mediantela variada serie de yoes que tipifica,aunque parcialmente concierne a laescritura oblicua, se aparta de su ob-jeto para ahondar en la disolucióndel yo literario comó última expre-sión de la tendencia. Volvamos a laspresencias mediadoras, a los emisa-rios que en las primeras décadas denuestro siglo se expresan por la vozde grandes poetas ya través de ellos,con innegable autonomía, añadenun rasgo singular a la moderna lite-ratura. No deja de ser sintomáticoque la inicial manifestación del fe-nómeno coincida con el nacimientodel cine mudo, que propaga por elmundo el sonambulismo de sus rápi-das imágenes, así como el triunfo delcubismo, movimiento al que distin-gue la indagación simultánea de larealidad plástica desde zonas hastaentonces no resaltadas por la imagi-nación. En el campo de la ciencia, la

recién formulada teoría de la relati-vidad y las divulgaciones de la inves-tigación psicoanalítica subrayan a sumodo una atmósfera afín a las preo-cupaciones que estudiamos, distintapor demás del ambiente finisecular.

¿Qué rara necesidad lleva a tantoscreadores, en países y lenguas dife-rentes, a desdoblarse mediante la in-vención de caracteres, cuya voz pormomentos modifica la propia del au-tor, para situarlos a veces en desa-cuerdo con sus íntimos credos? Unrasgo de comunes preocupacionesartísticas, sin duda, es perceptible enel diseño de tales alter-egos. Importasubrayar que no se sospecha entreellos ningún influjo mutuo, lo quetoma más atractivos los hallazgosque a través de sus apócrifas voces seacredita cada uno. Importa tambiénrecordar que se trata de poetas deprimer rango, hoy justamente reco-nocidos entre los maestros del estilocontemporáneo. No podríamos ads-cribir, por tanto, las coincidentes re-presentaciones de estas presenciasmediadoras, probables atributos deidentificación proyectiva, al mo-mentáneo capricho de una moda.Antes hay que reconocer que algocentral, muy caro a la psicologíacontemporánea, resulta intuido si-multáneamente en diversas literatu-ras. En todo caso, será la expresiónmúltiple de la escritura oblicua y supráctica por parte de grandes poetasmodernos, conviene repetirlo, loque singulariza el fenómeno aquíanalizado. Asunto distinto seríaconsiderar las contribuciones apó-crifas al estilo del espurio Quijote olas "Cartas de la monja portuguesa" ,para mencionar sólo dos títulos no-torios.

Una explicación tangencial de larealidad artística irrumpe a través delos fabulosos emisarios, una pers-pectiva alterna donde ya no será elyo característico el que pretenda re-clamar nuestra atención, sino unpersonaje complementario por elque habla alguien que es y no es elpropio autor. La conflictiva unidaddel yo que cifraba en la desnudez elvalor de su sinceridad, va a dar pasoa otro modo de reflejarse en la crea-ción artística, esta vez desde zonas

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que toman a cargo sus contradiccio-nes.Recordemos los versos de AntonioMachado:

Busca tu complementarioque marcha siempre contigoy suele ser tu contrario

Al aproximarse a su principal he-terónimo a la luz de estas palabras,no sabemos qué pudo hallar de con-tradictorio el poeta español en elcredo del afable Juan de MairenQ,pero sí reparamos en lo mucho queéste lo complementa. Bajo la protec-tora sombra de Mairena gana Ma-chado una perspectiva capaz de enri-quecer la que tuvo habitualmente.De cierto que los desacuerdos conrespecto a las opiniones de su perso-naje debieron de resultarle patentes,de otro modo habría prescindido delalter ego para hablar por voz directa.Lo más sugestivo radica, sin embar-go, en que tales desacuerdos, al pro-venir del ámbito más íntimo del au-tor, de la zona menos gobernada porla conciencia, parecen hacer posibleque se exprese con mayor plenitud.La voz oblicua no puede ser tachadapor tanto de menos sincera, antes alcontrario, convendría preguntarse sino llega a resultar por instantes másverídica.

En su inapelable biografía de Fer-nando Pessoa, Joao Gaspar Simoes,al encarar el espinoso asunto de lasinceridad artística en el inventor delos heterónimos establece el esclare-cedor distingo entre simulación mis-tificante r la que vive a merced de lacredulidad ajena, y simulación com-pensadora, ésto es, el mundo de va-lores literarios que funcionan comocompensadores de la realidad psi-quicá, lo que en el poeta portuguésreconoce su biógrafo en el paraísoperdido de la infancia. De acuerdocon Simoes, fue a partir de la inven-ción de Ricardo Peis cuando Pessoaasumió esta segunda definitivamen-te, para decirlo con las divulgadaspalabras del poeta, cuando "fingetan completamente que llega a to-mar por dolor el dolor que en ver~adsiente". No resulta extraño quequienes en Portugal adversan el artepessoano, le atribuyan demasiadaartificialidad a su juego heteroními-

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co; en vida del poeta, señalémoslode paso para constatar el cambio deóptica por parte de la crítica, los re-paros provinieron sobre todo de pos-turas ideológicas.

A propósito de la sinceridad artís-tica de quienes han inventado perso-nalidades apócrifas, podemos invo-car de nuevo a Ingeborg Bachmannen otra de sus perspicaces charlas deFranckfort. En efecto, al meditar so-

bre lo que definiría al nuevo lengua-je poético en el presente, la lúcidaescritora austriaca parte de la capitalafirmación de Karl Kraus -afirma-ción que ha comentado en Venezue-la, en otro contexto, el poeta RafaelCadenas-, según la cual todas lascualidades de una lengua tienen suarraigo en la morato Pronto nos hacever la ensayista que no desea extra-viarse en especulaciones teóricas so-

KLINGER. De la serie: "Intermezzos: Battling Centaurs".

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bre la ética ni tomar partido ante loque pueda entenderse por moralburguesa, moral cristiana, etc. Paraella no se trata tanto de pronunciarsecon respecto a un código dado, comode identificar un frente de aVl,lnce,elfrente concreto en que los criterips 'de verdad y mentira deben ser cons-tantemente revisados por cada gene-ración y por cada artista. Sólo así esposible reconocer dónde comienzanuestra participación en una nuevaverdad, un requisito indispensablepara la conquista de todo nuevo len-guaje.

A la luz del agudo ensayo de Inge-borg Bachmann, no nos correspon-dería detenernos a examinar cuántode simulación -mistificante o com-pensadora pudo haber en el arte delos maestros de la escritura oblicua.Por su sinceridad toca a ellos respon-der. Y por su sinceridad responden afin de cuentas con las obras que noslegaron. Al artista de nuestra épocaantes le concierne aclarar el sentidoque lo falso y lo verdadero adquie-ren para su vida y su obra de acuerdocon la realidad del tiempo presente,pues sin el esclarecimiento de lo quepueda ser la verdad de su hora no ad-viene nunca un nuevo espíritu ni esprobable, por ende, un nuevo len-guaje.

El recurso de la escritura oblicua,tal como es posible corroborarlo através de sus ilustres exponentes,constituye sin duda un signo defini-torio de la era en que se manifiesta.Introdujo una atractiva libertad conrespecto a la época precedente. Elhecho de que muchas obras concebi-das bajo su propósito mantenganhoy, al cabo de tantos anos, su reco-nocida vigencia, prueba que respon-dió a una necesidad certeramente in-tuida por sus creadores. Hay que de-cir que no fue la única vía válida asu-mida entonces, pues otros nombresque también nos importan se orien-taron en distinto sentido, sujetos a lavoz invariable de su tradición litera-ria. En las antípodas de las preferen-cias aquí consideradas se halla, porejemplo, la búsqueda de una "poe-sía honesta" , tal como en vida y obrala concibió el triestino UmbertoSaba, enraizado en una sed de au-

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tenticidad e inocencia que prolongaa su modo la iluminante tradición de'San Francisco de Asís. Nada más le-jos de Saba que un juego simulato-rio, cualquiera sea la variante quedemos al término; al contrario, suarte no sólo se muestra refractario acualquier voz que no sea la cotidianay directa, sino que en refuerzo de sucredo el poeta será de los pocos dis-puestos a encarar el psicoanálisis,confrontando con el autoconoci-miento psicológico su tentativa crea-dora. "El Cancionero" , el título querecoge la suma de sus libros, docu-menta líricamente la biografía de unhombre de nuestro tiempo cuyaspáginas reproducen, antes que losecos de presencias interpuestas, elfranco registro del sufrimiento y laalegría, la concreta humanidad dequien reivindicó el sentimiento deser y de querer ser igual a todos loshombres, de vivir la diaria vida detodos. "El Cancionero" resume asíen su personal coherencia lo quePessoa diversifica en atributos com-plementarios. Todos los nombresque aparecen en el libro de Saba sonreales, son nombres de mujeres yhombres cercanos a su vida, incor-porados a su poesía. Sabemos quelos mencionados por Pessoa no exis-tieron realmente, ¿cabrá decir porésto que son menos verdaderos?¿Será menos honesta la voz de Caei-ro, lo que sólo por la voz de Caeiropuede decimos Fernando Pessoa?Es aquí donde la verdad del hallaz-go acaso sea la única que puede res-pondemos por la sinceridad artísti-ca. En todo caso, como lectores, he-mos de agradecer a Caeiro, si no suexistencia verdadera, su existenciaen Pessoa, vale decir, lo que a travésde su palabra el poeta llegó a decir-nos y que de otro modo probable-mente nunca nos habría dicho.

En uno de sus más conocidos poe-mas el cosmopolita A. C. Barna-booth, whitmaniano como Alvarode Campos pero de talante más sere-no y refinado, confiesa que al escri-bir siempre cubre su rostro con unamáscara. Ya antes había dicho Wil-de que el hombre se inclina a mentircuando habla por sí mismo. "Presta-dIe una máscara -añade Wilde- y os

dirá la verdad". Más allá del efectoque pretenden estas frases, es inne-gable que la escritura oblicua, lejosde proponerse un escamoteo moral,un gratuito juego mistificador, haprocurado confiamos una verdad.Bien sabemos que como opcióncreadora al fin y al cabo nada garan-tiza por sí sola. No por apócrifos nosinteresan Mairena y Caeiro. La fór-mula oblicua de hecho incorporaperspectivas inéditas y se presta alsondeo de las ocultas contradiccio-nes, encarando las zonas más vela-

das al yo, pero no brinda certeza an-ticipada de ningún logro cierto. SiLos Cuadernos de Malle LauridsBrigge conservan hasta hoy su reco-nocida validez es porque, como biendice Angelloz, suspáginas "nacierondel deseo de ver claro en sí mismo"que motivó a su autor y, sobra decir-lo, por el genio de Rilke. No menoscabe afirmar de los otros grandespoetas de nuestro sigloque en distin-tos idiomas y países prestaron oca-sionalmente la voz a sus misteriososemisarios.

CARMEN DOLORES TRELLES

LA VISION BIOGRAFICADE MIGUEL FERDINANDY

Este importantísimo historiador húngaro,miembro de la Universidad de Puerto Rico,siempre ha mantenido vínculos con Colombia.Hoy llega a nuestras librerias su biografía Felipel/, "Esplendor y ocaso del poderío español",publicada en Madrid para Edhasa. Don Miguelde Ferdinandy nació en Budapest en 1912y es-tudió filosofía, historia, historia del arte y ar-queología (en Budapest, Roma y Berlín).

Don Miguel de Ferdinandy, hún-garo de nacimiento, escritor de eru-dición y de creación, llegó a PuertoRico en el añO'1950para enseñar enRío Piedras.

Tal vez ni siquiera aquéllos quehan conocido, a través de sus años dedocencia, a este hombre alto, ele-gante, de ademán correcto y ojospor donde asoma una leve ironía, ca-libren bien la magnitud de su obra.Entre los más de 357 títulos (entre li-bros y artículos) que tiene publica-dos, hay varias biografías de sobera-nos europeos que han abierto nue-vos caminos para la interpretaciónde los biografiados. Anterior a la deFelipe IIes la del padre de éste, Car-

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los V, realizada en gran parte si-guiendo las ideas de Jung. Tambiénha escrito sobre Otón III y sobreGenghis Khan.

El estudioso, que es asimismo no-velista, dice de sus biografías: "Nor-malmente todo empieza con una vi-sión. Puede ser que yo vea una figuramientras estoy sentado a mi mesa. Ytambién puede ser lo que pasó conmi biografía de Carlos V. Yo entréen la pinacoteca de Munich y estuvesentado durante una hora enteraante aquel magnífico retrato que lehizo Tiziano, en que él se encuentrasentado. Al levantarme dije: 'voy aescribir de este hombre'. He tenido