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Conceptos y fenómenos fundamentales de nuestro tiempo UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO INSTITUTO DE INVTIGACION SOCIAL PRENSA ALTERNATIVA PASCUAL SERRANO Enero 2011

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Conceptos

y fenómenos

fundamentales

de nuestro

tiempo

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOCIALES

PRENSA ALTERNATIVA

PASCUAL SERRANO

Enero 2011

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PRENSA ALTERNATIVA Por Pascual Serrano

El desarrollo y la popularización de las tecnologías de la comunicación, junto con el

deseo de grandes sectores de la sociedad de difundir -de forma individual o colectiva-

opiniones, valoraciones, análisis y muchas veces simplemente información, ha

provocado que comiencen a funcionar otras experiencias de comunicación muy

diferentes al modelo tradicional. Sería un error llamarlas a todas ellas alternativas, más

adelante analizaremos este término así como los elementos que caracterizan a este tipo

de medios, pero sí podemos adelantar que se trata de proyectos que buscan difundir

contenidos que responden a un interés social al margen del mercado y que no se dejan

condicionar por sus limitaciones ni principios.

Habitualmente encontramos el uso indistinto de los términos “prensa alternativa”,

“contrainformación” o “prensa comunitaria”, para referirse a esos medios que se crean

de forma colectiva al margen del mercado y del control estatal. Yo me inclino por el

primero de ellos. La denominación “contrainformación” la desecharía porque supone

aceptar que los medios hegemónicos informan, lo cual no es cierto. Hago mío el

razonamiento de Alfonso Sastre cuando reniega de las expresiones “contracultura” o

“antipsiquiatría”, utilizadas en los años sesenta en el ámbito de la contestación radical al

modelo cultural dominante. “Revolución cultural es el término que yo prefiero oponer a

quienes todavía postulan una ‘contracultura’”, afirma el dramaturgo1, quien añade que

para actividades en contra de la cultura ya está el sistema. Del mismo modo considero

yo que, para actividades en contra de una adecuada información, ya está ese mismo

sistema predominante.

En cuanto a la expresión “prensa comunitaria” o “medios comunitarios”, sin duda

estaría incluida en el concepto de “prensa alternativa” en la medida en que un medio

comunitario ofrecería un modelo alternativo al dominante, sin embargo, no todos los

alternativos son comunitarios. Un colectivo académico o un grupo de profesionales

pueden abordar un proyecto de comunicación alternativa sin necesariamente partir de

una comunidad organizada.

En Brasil observé que les denominan “mídia livre”, medios libres. Allí el periodista

Gilberto Maringoni, me puntualizaba con ironía que quienes de verdad se podrían

considerar medios libres eran los grandes grupos de comunicación porque eran libres de

1 Sastre, Alfono. Elogio de la sedición. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 2006

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mentir, de manipular, de censurar, sin someterse a ningún poder democrático ni control

de calidad.

Es por todo lo anterior que me inclino al uso de la expresión “prensa alternativa” y

“medios de comunicación alternativos”, es decir, quienes propugnan u ofrecen una

propuesta diferente a la dominante. Se trata de medios de comunicación que no se

enmarcan en el mercado como principio para su existencia, no buscan el ánimo de lucro,

no son propiedad de accionistas empresariales y no condicionan sus contenidos a los

ingresos publicitarios. Tienen como objetivo llevar la voz de los colectivos sociales y

los pueblos que luchan por su soberanía y la mejora de sus condiciones de vida con

justicia social. Pero no solamente eso, sino que tienen -o deberían tener- como vocación

desbancar al modelo dominante y no es su deseo instalarse en la marginalidad y en lo

minoritario. Asumir lo alternativo no como algo provisional y temporal, sino como

status quo indefinido es como el grupo político que descartase gobernar o el

sindicalismo que renunciase a gestionar la cartera del ministerio de Trabajo.

Un modelo de comunicación alternativa debe adoptar dos estrategias de respuesta

ante el modelo dominante de los medios hoy hegemónicos:

1.- Dejar en evidencia la falta de credibilidad de los grandes medios de

comunicación, denunciando los poderes a los que sirven, su doble rasero y su

desequilibrio informativo.

2.- Trabajar en la puesta en marcha de medios alternativos con los que desplazar a

los convencionales e ir abriendo una brecha en el panorama informativo en el que se

contemplen cada vez más los medios que no funcionan bajo los imperativos del

mercado.

Se deduce por tanto que estamos ante dos modelos de información contrapuestos. El

dilema será si se está con una comunicación que oprime o con una comunicación que

libera.

¿Por qué surgen los medios alternativos?

Una realidad incontestable es que el modelo informativo de los grandes emporios

comerciales que dominan el panorama está en crisis. La ciudadanía percibe en estos

medios:

- Impunidad para engañar y mentir sin que las autoridades hayan creado mecanismos

de control de calidad. La opinión pública observa versiones contradictorias de hechos

según el medio que consulte, llega por tanto a la conclusión de que alguna de las

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versiones es obligatoriamente –e impunemente- falsa. Los gobiernos que han intentado

regular la veracidad en la información que se difunde en su país han encontrado una

combativa oposición por parte de los gremios empresariales de comunicación. Es el

caso de Venezuela en su Ley de Responsabilidad Social de los Medios de

Comunicación o Bolivia, donde la Asociación Nacional de la Prensa denunció al

gobierno porque en su propuesta legislativa intentaba establecer que "la información y

las opiniones emitidas a través de los medios de comunicación social deben respetar los

principios de veracidad y responsabilidad"2.

- Una perversa influencia del interés comercial en la selección de las noticias. Es

fácil descubrir que la principal noticia de portada de un periódico es el resultado del

sorteo de un automóvil el día anterior por parte del propio diario. ¿Acaso fue esa la

noticia más importante del día?

- Que el formato tradicional de medios sordos para audiencias mudas ya no sirve

ante la irrupción de Internet y otras tecnologías de la información que permiten métodos

de participación ciudadana a los que no siempre se adaptan los medios de

comunicación. De ahí el éxito de iniciativas de agregadores de noticias mediante el voto

de lectores, redes sociales que redistribuyen noticias, blogs de determinados autores,

periódicos creados a la carta por los usuarios seleccionando temáticas y secciones, etc...

- Que cuando quiere hacer llegar su opinión, queja o iniciativa ante una determinada

cuestión sus posibilidades de acceso a los medios tradicionales son muy limitadas.

El escritor Santiago Alba llega a afirmar que el dominio que poseen los medios de

comunicación sobre lo que se difunde o no, supone simplemente privatizar la censura y

que terminemos llamando a eso “libertad”. Alba diferencia entre libertad de expresión y

libertad de información, el primero pertenece al espacio privado y el segundo al público,

al que sólo se puede acceder a través de ciertos medios de producción y ciertas

mediaciones tecnológicas.

“Por eso, de la misma manera que la libertad de expresión es en realidad

libertad de autocensura, la libertad de información es en realidad libertad de

censura. Creo que, expuestas de esta manera, se entienden mejor las cosas.

Ciertos órganos, ciertas instituciones, ciertos colectivos, reciben del Estado

el derecho soberano a censurar públicamente un número casi ilimitado de

voces. La teoría nos dice que la multiplicación de los órganos de censura es

2 Gumucio D., Alfonso. “Información sin ética”. Bolpress 19-3-2008 http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2008031901

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precisamente la que garantiza la comparecencia de una pluralidad completa.

Eso será bajo el socialismo. Porque bajo el capitalismo, el Estado delega el

derecho de censura, no en manos de ciudadanos libres o, en el extremo, de

partidos y colectivos civiles, sino de grandes multinacionales que son las

que, directa o indirectamente, redactan los periódicos y programan las

cadenas de televisión. Los mismos que deciden quién come y qué comemos,

quién puede beber y qué bebemos, quiénes van a matarse y con qué armas,

quién puede ir al colegio y qué estudiamos, quién puede tener una casa y

dónde vivimos, quién puede llevar zapatos y cómo nos vestimos, son los

que deciden quién puede hablar y qué escuchamos” 3

Como resultado, la desconfianza en los medios tradicionales no deja de reflejarse en

los estudios que se realizan entre la opinión pública. Según un estudio de Media/Zogby

de febrero de 20084 aunque la mayoría de los encuestados respondieron que la

información periodística era importante en su vida cotidiana, el 64% no estaba

satisfecho con la calidad de la misma. El estudio mostraba que las páginas web son

consideradas como la fuente más importante de noticias e información, superior a los

tradicionales medios de comunicación. Ahora bien, estaremos de acuerdo en que las

principales noticias en internet son las procedentes de los grandes medios de

comunicación tradicionales. Quizás, entonces, lo que el público ve de confiable en

Internet no es la mera reproducción de contenidos de los grandes medios, sino la oferta

en la red de fuentes originales, colectivos sociales, intelectuales y profesionales

honestos que no siempre son aceptados en los medios tradicionales.

Las alarmas contra el funcionamiento de los grandes medios de comunicación se han

planteado en eventos internacionales como el Primer Encuentro Latinoamericano contra

el Terrorismo Mediático, celebrado en Caracas en marzo de 2008, donde periodistas,

comunicadores y estudiosos de la comunicación denunciaron en su declaración final5,

entre otras cosas, que los medios de comunicación están siendo utilizados “como arma

política en el derrocamiento de gobiernos democráticos” y reivindican un ejercicio ético

del periodismo, apegado “a los valores de la democracia real y efectiva y a la veracidad

que se merece la diversidad de pensamientos, creencias y culturas”. 3Alba, Rico. "En favor de la censura". La República. Mayo 2008. Ver http://www.rebelion.org/noticia.php?id=66875 4Zogby Poll: 67% View Traditional Journalism as "Out of Touch". 27-2-2008. Ver http://www.zogby.com/news/ReadNews.cfm?ID=1454 5Declaración de Caracas del Primer Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático. Rebelion.org 1-4-2008 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=65400

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Igualmente, desde los análisis de los lobbys neoliberales se reconoce esta situación.

El estudio Trust Barometer 2007 de la consultora Edelman6, presentado en el Foro

Económico Mundial de Davos de 2007, reflejaba que las empresas, los gobiernos y los

medios de comunicación son las instituciones que se sitúan con un claro déficit de

confianza. Tan sólo el 25% de los encuestados consideraba creíbles a los medios de

comunicación.

El resultado de todo ello es el boom de la prensa alternativa. Una prensa que sí

busca, con mayor o menor éxito, atender al derecho ciudadano de informar y estar

informado, ante la realidad de una prensa tradicional que ignora esos derechos.

Principios que deben inspirar al medio de comunicación alternativo

Frente a un mundo asolado por injusticias, desigualdades y una enorme brecha entre el

Norte y el Sur, ninguna persona sensible puede permanecer indiferente. Ningún medio

de comunicación tampoco. No cabe la pasividad cuando está en juego la vida de la

mayoría de nuestros congéneres, incluida la del único planeta donde podemos vivirla.

En un medio alternativo se busca informar para inconformar, para sacudir las

conciencias de aquellos a quienes les sobra y para remover la pasividad de aquellos a

quienes les falta. Las noticias, bien trabajadas, aun sin opinión explícita, sensibilizan

sobre estos graves problemas y mueven voluntades para resolverlos. Se puede informar

de la inauguración de un colegio o de los colegios que faltan para garantizar la

alfabetización de una comunidad. Por eso es fundamental la selección de los contenidos

dignos de ser tratados, la contextualización adecuada, el análisis preciso y la

articulación con los movimientos sociales y las organizaciones ciudadanas.

El cineasta argentino Tristán Bauer recordaba la necesidad de “propensar el

pensamiento crítico, la cultura política y popular”. Bauer, fue el inspirador y director del

Canal Encuentro, una señal televisiva innovadora, desafiante y reivindicativa, con

contenidos educativos y culturales argentinos y latinoamericanos que puso en marcha el

Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología argentino. En su opinión, “nos hemos

caracterizado muchas veces por quedarnos en la crítica externa, y en la pelea incluso,

nuestra, desde la crítica. Basta, se acabó ese tiempo, es un tiempo de construcción. De

esos nuevos mensajes”7.

6 Edelman Trust Barometer 2007. Ver http://www.edelman.com/news/ShowOne.asp?ID=146 7Sosa, Matilde. Entrevista a Tristan Bauer en la radio Yvke Mundial. 12-3-2009 http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?21279

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Los elementos del medio alternativo

¿Cómo podemos saber si un medio o un proyecto comunicativo, aumenta el nivel de

conocimiento del individuo y por tanto cumple una función liberadora o por el

contrario, bajo su apariencia de neutralidad forma parte de las herramientas del poder

para adocenar y desmovilizar al individuo? ¿Cómo sabremos a qué objetivo obedece?

¿Qué elementos diferencian a un medio liberador de otro opresor?

Propiedad

Con la aparición del marxismo y el anarquismo, la propiedad se convirtió en eje

fundamental del análisis social. Se puede saber si un modelo agrario es justo o no, en

función del reparto de la tierra. Por lo que, del mismo modo, un modelo comunicacional

será opresor y liberador según quién sea propietario de los medios. Será liberador si los

medios son propiedad colectiva y no de unos pocos privilegiados. Cuanto más amplia

sea la comunidad propietaria, más liberador será. Si, por el contrario, la propiedad es de

un número pequeño de personas en proporción al público al que se dirija, el medio será

opresor porque será a los intereses de ese pequeño grupo a quien sirva.

El modelo que condiciona su viabilidad

Si el proyecto comunicacional depende al cien por cien de las condiciones del mercado

y necesita obligatoriamente rentabilidad económica, quiere decir que será más viable si

paga poco a los trabajadores, si logra ingresos por medio de fuentes de publicidad

aunque condicionen los contenidos, o si sus informaciones son susceptibles de variar en

función de aportaciones económicas de empresas, individuos o intereses financieros.

Será liberador si su viabilidad y garantía de funcionamiento no depende esos parámetros

mercantiles que condicionan contenidos o incluso su propia existencia.

El objetivo educativo

Una iniciativa comunicacional será alternativa al modelo dominante si tiene como

objetivo formar a sus receptores, aumentar su educación, prepararlos para desenvolverse

en la comunidad o despertar en ellos la curiosidad intelectual, el deseo por la

participación y el compromiso por la cosa pública. No será alternativo y, al contrario,

colaborará en el mantenimiento de un status quo injusto, si busca aumentar audiencias a

toda costa y por delante de cualquier otro criterio, si recurre el entretenimiento banal,

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apela a las emociones fáciles y frívolas, o a instintos superficiales como el sexo, el

consumo o el cotilleo.

El grado de participación de los colectivos y ciudadanos

Una prensa alternativa apostará por un proyecto que pretenda recoger las propuestas e

iniciativas de la audiencia, diseñará contenidos en los que los ciudadanos sean

escuchados y será receptivo a sus problemas e inquietudes. Frente a él, la prensa

comercial ignorará a los ciudadanos o creará mecanismos engañosos de participación

como escoger una canción en una radio, un concurso televisivo trivial, una encuesta con

resultado intrascendente o sobre un asunto irrelevante o una sección de cartas al director

que serán luego seleccionadas ideológicamente.

Los protagonistas de la información

El medio de comunicación alternativo o el proyecto comunicativo liberador tendrá entre

sus fundamentos dar la voz a los sin voz como dirían los zapatistas. El principio de un

medio alternativo sería darle participación a los pueblos, a los ciudadanos, a los

colectivos sociales, a los intelectuales críticos, a tantas y tantas personas que el modelo

dominante de información los tiene ignorados. Y no sólo les dará la participación, sino

que considerará a pueblos como protagonistas de los contenidos. Ni siquiera los líderes

serán los protagonistas, serán los colectivos, sus movilizaciones, sus debates, sus

posiciones ante cualquier cuestión.

Trabajo colectivo

En los medios comerciales el ascenso y el reconocimiento profesional y laboral se basa

en criterios individualistas de productividad y decisiones jerárquicas. Ese no es el

modelo de un medio alternativo. Por otro lado, desgraciadamente, el periodismo es una

profesión muy tentadora para la vanidad, el mercado lo sabe y por eso en muchos

medios comerciales a los periodistas jóvenes en realidad se les termina pagando con la

firma, es decir, les basta con ver su nombre en letras de imprenta o en los créditos de un

programa y su voz al aire, y con eso renuncian a reivindicaciones laborales.

Un medio alternativo debe lograr que sus miembros no busquen el enriquecimiento,

lo cual es bastante sencillo porque todos sabrán que no hay dinero para ganar, pero

también que no persigan la proyección personal ni se dejen llevar por la vanidad y el

engreimiento. Es importante insistir en que se trata de un proyecto colectivo cuyo

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resultado depende de todos y no un medio para el lanzamiento personal. El objetivo, no

debemos olvidarlo, es dotar a la sociedad de una vía para informar e informarse, no

dotarse un colectivo de una plataforma de opinión personal ni de promoción individual.

Relaciones entre la prensa alternativa

En el ámbito comercial, un medio es competencia de otro. Competencia por conseguir

una información, por captar audiencia, por convencer a un anunciante. En el modelo de

la prensa alternativa todo eso les es ajeno. No se compite con nadie, no debe existir la

palabra propiedad, ni primicia, ni exclusividad. Y todo ello no impide trabajar por

mejorar y superarse. Los editores de la prensa alternativa interpretan la existencia de

otros medios de comunicación públicos, comunitarios o alternativos, como una ayuda

más hacia un modelo de información al servicio de la comunidad y fuera del control de

las grandes empresas. Por tanto, cualquier medio de este tipo, no sólo no es un

competidor sino que se trata de un aliado que permite rentabilizar esfuerzos y cooperar

para mejorar resultados. “Socializar la información por principio, rentabilizar recursos

por necesidad”, ese sería el lema de la prensa alternativa.

El principio de cooperación y coordinación debe ser fundamental entre los medios

alternativos. No sólo porque comparten el objetivo común de proponer otro modelo de

comunicación, sino porque ayuda a optimizar trabajo y recursos. Los medios

comerciales necesitan estar todos en una misma rueda de prensa, escuchando y tomando

notas idénticas de las mismas palabras, en cambio, mediante la coordinación, la prensa

alternativa puede ser más eficaz, compartiendo contenido, repartiéndonos coberturas,

sumando audiencias.

En los medios alternativos, por principio, no existe la competencia, sólo el afán de

mejorar. Las peculiaridades de estos medios son tantas y pueden ser infinitas, que no

habrá dos proyectos con criterio y formato idéntico, lograrán más o menos éxito según

el modelo por el que hayan apostado y el talento y esfuerzo que le dediquen, pero no

mediante la competencia respecto a otros proyectos. No olvidemos que los medios

alternativos no nacen con el objetivo de alcanzar más audiencias o lectores que el resto,

sino con el de llenar un vacío informativo, si observan que alguien lo está haciendo

mejor que ellos sería una buena noticia. Por todo ello, debe ser un principio de la prensa

alternativa no poner impedimento a que sus contenidos puedan ser difundidos por otros

medios, no pedirán exclusividad ni prioridad a ningún colaborador y citarán la fuente de

cualquier trabajo que reproduzcan.

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Los medios alternativos deben crear también herramientas transversales de

cooperación. Existen algunas experiencias: servidores comunes en internet, servicios de

documentación compartidos que incluyan archivos de fotos y vídeos de uso libre para

los medios asociados, coordinación informativa ante eventos que se prevén silenciados

por los grandes medios, etc...

Sobre la audiencia

Un medio alternativo debe replantearse algunos tópicos sobre la audiencia. El medio

comercial necesita el mayor público posible para lograr seducir a la publicidad, es decir,

necesita tener muchos destinatarios para los anunciantes. No es el caso de la prensa

alternativa. Si un medio alternativo recurriese a informaciones irrelevantes o fundadas

sólo en el deseo de captar audiencia no tendría sentido dedicarse a poner en marcha este

proyecto, ya están ofreciendo eso otros. Pero también hay que reconocer que es lógica la

pretensión de llegar a la mayor gente posible, es absurdo poner en marcha un medio

alternativo solamente para los cercanos o ellos mismos. “No queremos oírnos, queremos

que nos oigan y queremos que oigan a quienes creemos que nadie les da la palabra”,

podría ser el principio de la prensa alternativa. El director de Le Monde Diplomatique

Ignacio Ramonet señala que mientras los grupos mediáticos se dirigen a un público

planetario, “nosotros, a menudo, seguimos pensando en contradiscursos de forma

demasiado local o demasiado circunstancial. Aquí también existe una diferencia entre

ilustrar a los que ya saben y dirigirse a un público general. Otra diferencia es que, a

veces, el discurso militante o de contrainformacion no es suficientemente pedagógico o

no tiene los criterios de seducción que le permitirían competir con el discurso

dominante”8.

En conclusión, la prensa alternativa debe lograr contenidos valiosos, con calidad,

atractivos, cuidados no sólo en el contenido sino también en la forma, pero sin renunciar

a su proyecto editorial, ya señalábamos anteriormente que no se debe caer en la

tentación de incluir contenidos sólo por el objetivo de aumentar la audiencia. Lo que no

quiere decir que ignoren las preferencias de los lectores y audiencias en cuanto a

trabajos divulgativos amenos y claros, diseño atractivo, formato cuidado, técnica

audiovisual correcta, etc…

8 Ramonet, Ignacio. El poder mediático. En Por otra comunicación. Dênis de Moraes. Icaria. Barcelona 2005

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Relaciones con organizaciones sociales y políticas

Un medio alternativo es una organización social que tiene como único objetivo la

información. Sólo eso y nada menos que eso. El compromiso social y la militancia más

allá de la información de muchos de los que participan en la prensa alternativa puede

desencadenar el error de confundir los objetivos. Organizarse socialmente y movilizarse

es algo que va más allá del objetivo y de la labor de la prensa alternativa. Desde ésta se

puede tener una línea editorial, una ideología, pero siempre se opera desde el ámbito de

la información. Está bien mejorar la política de difusión y comunicación de un

movimiento social, pero eso no es prensa alternativa. Prensa alternativa es crear y

trabajar para difundir noticias, acciones, reflexiones, análisis, opiniones, etc... en el

marco de una línea editorial, no de una organización social o política. Ni tampoco en el

estrecho marco de nuestra propia ideología, de acuerdo en que hay una posición

editorial concreta, sin embargo, ésta siempre debe ser más amplia que el ideario de los

componentes o de otra forma, ese medio alternativo no será otra cosa que el soporte de

sus propias posiciones. Es demasiado frecuente que la prensa alternativa, debido al

perfil militante comprometido de muchos de los que la integran, se convierte en una vía

de desahogo del propio pensamiento e ideario. Es un grave error que desautorizará

desde el punto periodístico a la prensa alternativa, la prioridad, como en todo

periodismo, será la información rigurosa y veraz. Eso sí, contextualizada, analizada e

interpretada.

Gratuidad

La gratuidad es un elemento complejo a la hora de definir el carácter alternativo o no de

la prensa. Un análisis simplista nos haría pensar que la gratuidad supondría un carácter

más social y democrático, en la medida en que no se le requiere al ciudadano de

recursos económicos para acceder a la información. Sin embargo, el mercado ha

pervertido esa percepción en la medida en que, mediante la publicidad pero no

solamente con ella, se han conseguido vías de ingreso para la prensa que terminan

corrompiéndola. Ignacio Ramonet, señalaba que “una actitud militante frente a la

presión mediática consistiría en dar gratuitamente lo que ellos venden”, pero él mismo

lo descarta puesto que “en realidad ya lo hacen ellos: si difundimos gratuitamente

nuestra información, no haremos nada más que lo que hacen ellos; la gratuidad ya no es

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un criterio distintivo”9. Por otro lado, puede haber, y los hay, numerosos medios

alternativos que no son gratis, en especial los escritos, en realidad suelen ser más caros

que los comerciales debido a que los primeros no poseen publicidad que les permita

abaratar sus costes. Por tanto, podemos deducir que una gratuidad que no proceda de la

inyección de recursos públicos, sino de agentes de mercado siempre interesados, puede

estar ofreciendo una falsa imagen de democratización y popularización social.

Conclusión

Mediante estos parámetros expuestos podremos auditar a los medios de comunicación.

Invitaríamos a que cuando se vean frente a un medio de comunicación o un proyecto de

comunicación, les pasemos estos elementos a modo de escáner. Así podrán comprobar

su valor y su legitimidad. Si obedecen a criterios empresariales o comunitarios, si

forman parte del modelo dominante o del alternativo. Debemos aclarar que no

encontraremos una prensa cien por cien alternativa -aunque sí cien por cien comercial-.

No la encontraremos como tampoco descubriremos un modelo social y democrático

perfecto y liberador. Pero en la medida en que se vayan incorporando todos esos

elementos podremos decir que nos estamos acercando a una verdadera comunicación

que permita desarrollar hombres y mujeres informados, necesarios e imprescindibles

para la necesaria liberación de los pueblos.

Lecturas recomendadas:

— De Morales, Dênis (coord.). Por otra comunicación. Icaria. Barcelona 2005

— Halimi, Serge. “La crisis de la prensa escrita”. Le Monde Diplomatique (edición

española), noviembre 2009.

— Kapuściński, Ryszard. Los cínicos no sirven para este oficio. Sobre el buen

periodismo. Anagrama. Barcelona, 2002.

— López Vigil, Ignacio. Manuel urgente para radialistas apasionadas y apasionados.

Ministerio de Comunicación e Información. Caracas, 2005.

— Ramonet, Ignacio. “La prensa diaria se muere”. Le Monde Diplomatique (edición

española), octubre 2009.

— Serrano, Pascual. “Movimientos sociales y medios alternativos”. Conferencia

9Ramonet, Ignacio. El poder mediático. En Por otra comunicación. Dênis de Morales (coord.) Icaria Editorial. Barcelona 2005

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incluida en el libro El periodismo es noticia. Icaria. Barcelona, 2010

— Serrano, Pascual. “El periodista, la objetividad y el compromiso”. Le Monde

Diplomatique (edición española), marzo 2010. Incluido en el libro El periodismo es

noticia. Icaria. Barcelona, 2010

— Serrano, Pascual. Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo. Península.

2009