Ushuaia La Quiaca

8 INFORMOTOwww.informoto.com Marzo 2010

NOVEDADES

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¡¡¡Hola, amigas y amigos!!!Aquí trataré de contarles to-dos los detalles de los mo-mentos previos y del desa

rrollo día a día de nuestro raid, el cual ha unido las ciudades de Ushuaia con La Quiaca y Buenos Aires.El viaje tenía como objetivo co-menzar el 5 de enero en Ushuaia, viajando por la Ruta Nacional 3 hasta Río Grande. Al día siguien-te, cruzaríamos el Estrecho de Magallanes en busca del Cabo Vírgenes, donde realmente co-menzaríamos a rodar por la mí-tica Ruta Nacional 40. Ella trepa hasta casi los 5.000 metros sobre el nivel del mar, cruza 236 puen-tes, pasa por 13 grandes lagos, salares, da acceso a 20 reservas y parques nacionales, atraviesa 18 importantes ríos y se conec-ta con 27 pasos cordilleranos. En definitiva, un sinfín de posibilida-des para divertirse.La RN 40, creada en 1935, ter-mina en el mojón del Km 3.115, en Punta Loyola, en Santa Cruz;

da acceso a maravillas como el Chaltén (3.405 m) y pasa por la Cueva de las Manos Pinta-das. Además, tanto allí como en Chubut recorre muchos kilóme-tros de estepa pura. En el sur aún es posible transitar por la primiti-va ruta y cruzar el Río Neuquén en balsa, como en Paso Huitrín.La “Cuarenta” vuelve a nacer en Mendoza junto a una lograda es-cultura de la Virgen. Allí está el Kilómetro 0 del Sector Sur (3.115 km) y del Sector Norte (1.551 km). Pero la referencia turística para mí gusto es la Quebrada de las Fle-chas, uno de los tramos más her-mosos de este derrotero, ubicado en el Valle Calchaquí (Salta).El camino para vehículos más alto del mundo también es un motivo de visita: a casi cinco mil metros sobre el nivel del mar, este para-je transitable se encuentra en el Abra El Acay (Salta). La Ruta 40 atraviesa, entre tantos lugares, la imponente Puna, donde el neva-do de El Acay (5.716 m) puede

verse de cerca.Los participantes de la aventura fuimos cuatro, todos amigos: Li-liana y Ricardo Tornatore y Salo-mé Girándola y quien escribe, Roberto Martínez.Desde aquí en adelante les traspa-saré el resumen completo del Dia-rio de Viaje, el cual por suerte he podido llenar de manera completa.

PREPARATIVOS“Estamos en la cuenta regresiva, pues el distribuidor de Michelin nos entregó 3 juegos de neumáti-cos de los modelos Sirac 4,10-18 con cámara (TT) y Anakee 140/80-17 sin cámara (TL).” (5/12/2009) “Ya tenemos los pasajes a Tierra del Fuego, pero como no había a Ushuaia, sacamos a Río Grande. Esto generó un pequeño cambio en el viaje: el día 2 de enero de 2010 a las 6:45 hs partiremos desde Aeroparque a nuestro des-tino, arribando a las 10:45 horas. Nos juntaremos con las motos ese mismo día, ya que ellas irán

al punto de encuentro en camión. Haremos noche en Río Grande para que, al día siguiente, poda-mos empezar la marcha hasta

EN JAWA POR TODA LA RN 40

Relato: Roberto Martínez Fotos: Salomé Girándola, Ricardo y Liliana Tornatore y Roberto Martínez Texto: Marcelo F. Otonello (sobre un relato

de Roberto Martínez)

INFORMOTO Marzo 2010 9www.informoto.com

EN JAWA POR TODA

Ushuaia, donde nos quedaremos dos días para ultimar detalles y recorrer puntos turísticos, inclu-yendo la Bahía Lapataia.Así, el día 5 saldremos tran-quilos con rumbo a La Quiaca”. (12/12/2009) “Las Jawa 350 Ruta 40 tienen una capacidad máxima de carga aproximada de 180 kg cada una. En este caso, para este viaje a realizar con acompañante en am-bas máquinas, la capacidad se ex-tenderá al orden de los 250 kg por moto, por lo cual y para evitar rie-gos desarrollamos previamente un nuevo amortiguador trasero prepa-rado para tal exigencia. Este equi-po ha sido fabricado especialmen-te por Jorsa (www.jorsa.com.ar), en colaboración con Rulcon (www.resortesrulcon.com), que ha facili-tado el propio resorte. Por supues-to que ambas piezas son 100% in-dustria argentina.” (14/12/2009)“Las motos han sido despacha-das por transporte (camión) a Río Grande en dos cajas cuidadosa-mente montadas para tal propó-sito.” (20/12/2009)“Siendo las 18:30 hs me confirmó

el señor Pablo, dueño de la con-cesionaria Jawa en Río Grande, que las dos motos mas el cajón con el equipo ya se encontraban en su depósito. El avión que nos llevará a la isla llegará el día sá-bado 2 de enero a las 10:45 ho-ras. Luego de hospedarnos, ese mismo día iremos al taller para comenzar el armado de las mo-tos.” (30/12/2009)

LA AVENTURADÍA 1: BUENOS AIRES-

RÍO GRANDEAntes de viajar en avión:“Llegó el momento esperado. De acuerdo con lo estipulado, parti-remos de Aeroparque con des-tino a Río Grande, donde nos reencontraremos con nuestras motos para su armado.Agradecemos a Emilio, Nacho y Jessica, que madrugaron para ir a despedirnos.”A la tarde: “Ya estamos en Río Gran-de, en la concesionaria Pinocho Mo-tos, de nuestro amigo Pablo, ar-mando las motos para partir hacia Ushuaia. Queremos agradecer al mecánico del negocio, que nos ayu-dó a desencajonar y armarlas.”

DÍA 2: RÍO GRANDE USHUAIA

“El domingo al mediodía parti-mos de Río Grande con destino a Ushuaia. La hermosura del ca-mino, los guanacos, los ciervos, el mar a la izquierda, las monta-ñas nevadas, los bosques, los la-gos, los ríos torrentosos, los arro-yos transparentes… Todo esto sucede en tan solo 220 km, con curvas y subidas y bajadas que hacen de esta isla el paraíso para los que compartimos la pasión de viajar en una moto.Nos encontramos con motociclis-tas viajeros de diversos países. La ruta une por esta fecha las dos ciudades en un desfile cons-tante de motos, en su mayoría de cilindrada media y alta, totalmen-te equipadas para viajar.”

DÍA 3: USHUAIA-RÍO GRANDE

“Hoy, martes 5, tal cual lo calcu-lamos, partimos de Ushuaia con destino a Río Gallegos. Nos es-peraba un día de 580 km, con 130 de ellos del peor ripio que se pudiera encontrar (parte chilena), donde los autos apenas pasa-rían según cálculos los 30 km/h en sus velocímetros, en vista de lo vivido en experiencias anterio-res.Cuando salimos de la capital de Tierra del Fuego, inmediatamen-te cargamos combustible: en la moto de Ricardo entraron 12 li-tros con 280 km recorridos, mien-tras que en la mía el surtidor indi-có 13 litros.El camino es espectacular y el pavimento lo convierte en un her-moso paseo que te permite dis-tenderte en la conducción y ser un espectador de semejantes maravillas naturales.Paramos para almorzar en Tol-huin, un pueblo con 400 habitan-tes a mitad de camino entre Us-huaia y Río Grande. Al salir de allí cambia el paisaje y de a poco las montañas se van transformando en una meseta donde el viento es un gigante que se divierte con los motociclistas. Generalmente sopla con una velocidad no ideal para andar con una moto muy cargada. Hoy las ráfagas llega-ron a los 110 km/h, viniendo del costado izquierdo, pero fue diver-tido. El bolso que llevamos Salo-mé y yo sobre el tanque de com-

bustible empujó como una vela, de costado.Al llegar a nuestra meta fijada

pasamos a despedir a nuestro amigo y concesionario Jawa (Pa-blo, de Pinocho Motos) y nos in-formaron que la Aduana Chilena estaba de paro, razón por la cual lo ideal era quedarnos a pasar la noche allí para continuar al otro día muy temprano con destino a Río Gallegos.Mañana realmente será una prueba de fuego, tanto para las 350 como para nosotros, que si bien hace muchos los años que viajamos en moto, nunca lo hi-cimos por el peor de los ripios y con máquinas tan cargadas, a tal punto que hasta aquí necesita-mos ayuda para bajarlas de los caballetes.Mañana les contaremos cómo nos fue... Espero que todo salga bien.”

DÍA 4: RÍO GRANDE-RÍO GALLEGOS

“Por la mañana partimos de Río Grande a las 10:00 horas. Eso ocurrió antes de haber tomado el desayuno y cargado nuestras motos.Siempre acompañados por nues-tro amigo inseparable, el viento del oeste, realmente viajar todo un día con ráfagas constantes y que encima no paran de sor-prenderte es muy agotador, más cuando las motos estaban tan llenas de equipaje y equipo auxi-liar.Durante muchos kilómetros las motos viajaron inclinadas a 75º


para contrarrestar la fuerza del viento. En asfalto viajamos a 105 km/h, por momentos a 110 km/h; el consumo varió de 21 a 24 km por litro, esto en franca depen-dencia de la acción de cada rá-faga. Las cadenas fueron lubrica-das cada 350 ó 400 kilómetros.Al llegar a San Sebastián (Adua-na Argentina) se terminó el asfal-to; a partir de ahí todo fue ripio (mejor, peor, bueno, malo, com-pactado, suelto, grande, chico, liso, con pozos…). Las curvas siempre son peligrosas para una moto, pero el comportamiento de nuestras Jawa nos ha sorpren-dido a los cuatro, ya que si bien la conducción en esta superficie

cansa, ellas viajaron a 60 km/h en las partes buenas y a 40 en las partes malas. Nuestra veloci-dad incluso fue superior a la de los camiones y a la de algunos autos. Realmente, esto superó nuestras expectativas.Con el avance del camino bajo estas condiciones generales, al-canzamos a un motociclista de Morón que estaba viajando junto a su Yamaha YBR 250 en solita-rio y con los neumáticos origina-les. Después de pasarlo nos de-tuvimos para hablar un instante y él nos contó que no la podía pa-sar de 30 km/h, que prefería el viento y la lluvia pero no el ripio.Más adelante, en el momento que terminamos de transitar por ese inestable terreno comenzó a llover, justo en el medio de la nada... Allí apareció ante noso-tros un refugio de chapa donde nos pudimos colocar los trajes de lluvia muy cómodamente y co-mer unos chocolates.Después de 150 km de ripio, en el asfalto parecía que la moto no tocaba el piso. A mí me dio la sensación de que estaba volando en un ultraliviano a vuelo rasan-

te. De esta manera llegamos a la barcaza que cruza el Estrecho de Magallanes, con tanta suerte que al arribar entramos rápidamente, como si nos hubiesen estado es-perando.El viaje en sí duró 15 minutos aproximadamente, que es lo que normalmente tarda en unir una orilla con la otra. Bajamos con nuestras motos en marcha y sin perder tiempo seguimos via-je a Río Gallegos. Siempre con el mismo viento que no permite distracciones y con la atención puesta en recibir la ráfaga y el sacudón a la izquierda. A su vez, como es norma en esa zona, hay que estar preparados para los cruces frontales con los camiones, porque éstos te cortan el viento pero luego, cuando ter-minan de pasar, las corrientes de aire vuelven y te hacen generar un movimiento de viborita sobre el asfalto que puede ser peligro-so si no se está concentrado en el manejo.Llegamos nuevamente a las Aduanas (Argentina/Chilena) con buena onda y seguimos los últi-mos 15 km que separan a éstas de la ciudad. Un gendarme nos

recomendó pasar por la Laguna Azul, que es el cráter de un vol-cán cubierto con agua color es-meralda, realmente un espectá-culo natural muy hermoso.Llegamos a Gallegos a las 21:30 hs, buscamos un hotel, una du-cha, una cena y luego, cuando al fin me puse a trabajar con la com-putadora el sueño me venció. Por tal motivo estoy escribiendo esto dos días después.”

DÍA 5: RÍO GALLEGOS-CABO VÍRGENES-PUNTA

LOYOLA“Desde Río Gallegos tomamos destino a Cabo Vírgenes sin sa-ber qué tipo de camino íbamos a encontrar, ya que ni los mismos habitantes de Gallegos tenían idea. Ellos saben que es ripio y por eso me decían constante-mente: ‘El camino es muy malo.’Dejamos parte del equipo en el lugar desde donde partimos, ya que nos esperaban 260 km de ri-pio para llegar y volver del cabo.La primera parte del camino nos pareció buena, luego de los 150 km del ripio chileno. Pero los caminos de ripio cambian cons-tantemente. Por momentos son

buenos, entonces te confiás y le

das al acelerador: 60, 70, 80, 90 km/h… y de repente aparecen piedras grandes sueltas o serru-chos y decís ‘Uy… uy… uyyyyy.’Yo tengo la costumbre de ma-nejar siempre con dos dedos sobre la manija del freno delan-tero, pero en el ripio no se lo pue-de tocar para nada; el trasero lo llegué a bloquear en más de una oportunidad, la moto se cruzó un poquito, pero al soltarlo se ende-rezó de manera inmediata. De to-das formas, les confieso que no

me gustaría estar sentado en el asiento trasero por nada del mun-do frente a estas situaciones.Luego de 130 km de ripio de todo tipo llegamos al Cabo Vírgenes, donde visitamos la Pingüinera, una reserva natural habitada por estos simpáticos animalitos de la especie de Magallanes. Es el lu-gar donde llegan a fines de sep-tiembre para tener sus crías y se van en abril hacia el mar brasile-ño. Los pingüinos padres van y vienen del mar constantemente con comida para sus familias.Luego, con nuestras motos trepa-mos hasta llegar al faro del Cabo Vírgenes. Tras un momento allí, emprendimos el regreso pensan-do que por ahí tendríamos que conducir de noche en el ripio, aunque en nuestro interior la pre-ferencia era que eso no sucedie-ra. Sin embargo, como ya cono-cíamos el camino, Ricardo puso su moto en quinta velocidad y así fue que imprimimos un ritmo en el cual no bajamos de 60 km/h y no superamos los 90 km/h. Tan buena fue esta decisión que al-canzamos el asfalto antes del anochecer. Posteriormente a esto nos dirigi-mos a Punta Loyola, donde está el cartel que indica la finalización

del Sector Sur de la ruta. Nos sa-


camos unas fotos y regresamos al hotel, porque al día siguiente nos esperaba el primero de los tramos norteños, posiblemente el peor, del resto de esta famosa vía de comunicación.”

DÍA 6: RÍO GALLEGOS-RÍO TURBIO

“Salimos de Río Gallegos a las 17:15 hs. En el hotel nos infor-maron que el tramo de la RN 40 de la zona no lo usaba nadie, porque al estar asfaltada y muy buena la Ruta Provincial 5, ella había caído en desuso. Si bien tiene tramos en pavimentación que no llegan al 10%, en este lu-gar la ruta cumple la función de camino de comunicación entre estancias. En los 240 km de re-corrido solamente vimos un auto, una camioneta de la policía y nin-guna moto.La Oficina de Turismo no nos re-comendó hacer este camino por-que en caso de accidente uno quedaría totalmente aislado. Has-ta podría pasar un día entero sin que nadie se acercara a auxiliar-nos. No obstante, el motivo que justificamos fue el de hacer este

tramo para cumplir con el desafío de hacer la 40 completa, más allá de que aquí no haya grandes pai-sajes. Eso sí: allí uno encuentra mucha variedad de ripio, el cual en nuestro caso hizo que nos pu-siera a prueba no solamente con-ductivamente, sino también a nivel técnico de las motos en las sus-pensiones y los neumáticos. Y en las acompañantes, por supuesto, a nivel físico en sus vértebras. El camino no te permite la míni-ma distracción. Hay que concen-trarse y buscar la huella y nunca hay que mirar las montañas ni los animalitos al costado del camino

cuando se conduce en estos te-rrenos a más de 60 km/h de velo-cidad indicada en el tablero.Queda claro con esto que el esta-do en esta parte de la 40 no está pensada para fomentar el turis-mo. Son algo más de 200 km de ripio sin ningún sitio para dete-nerse y descansar.Es recomendable esta parte para los que realmente gustan de la aventura y no tienen inconvenien-te en maltratar sus motos, ya que las pone a prueba, como también a los esqueletos de sus conduc-tores y sus acompañantes.Manejamos alrededor de tres ho-ras durante la noche, las luces adicionales funcionaron excelen-temente, pero no es recomenda-ble hacer este camino una vez que oscurece.Llegamos a Río Turbio a las 1:30 horas aproximadamente y nos fuimos a dormir realmente muy cansados.”

DÍA 7: RÍO TURBIO“Hoy, sábado, nos dedicamos a conocer Río Turbio, tomar fotos

y prepararnos para mañana, ya que vamos a tener que transitar por 60 km de ripio si queremos llegar a El Calafate. Nadie nos re-comendó hacer ese trayecto; es más, no saben claramente el es-tado en que se encuentra el ca-mino porque está totalmente en desuso.”

DÍA 8: RÍO TURBIO - EL CALAFATE

“Partimos de Río Turbio a las 10:30 horas con un día frío y ven-toso. Tras 3 km aproximadamen-te tomamos la 40 con destino a El Calafate.Luego de unos kilómetros el pai-saje comienza a cambiar, y a lo lejos ya podíamos ver las prime-ras montañas con sus picos ne-vados.En Río Turbio todos nos aconse-jaron tomar la 40 hasta la Ruta Provincial 7, de ahí a la derecha con la RP 5 que viene de Río Ga-llegos y así llegar a El Calafate por un asfalto impecable. Pero nosotros no teníamos alternati-va, ya que solamente estábamos

viajando por la ‘Cuarenta’. Tomar la ‘Cortada’, como le llaman al trayecto de ripio de la ruta, de 64 km, produce un ahorro de 120 km con respecto a la combinación de las rutas antes mencionadas.Después de 27 km llegó el ripio, el cual se manifiesta en esa dis-tancia con un piso muy cambian-te, con muy poco tránsito y con variedad de piedras para todos los gustos. El ripio chiquito te hace sentir que estás andando sobre municiones; el camino de piedras grandes te golpea y exi-ge a las suspensiones más allá de lo pensado.Luego del ripio, un asfalto en per-fectas condiciones aparece en un camino en el que la RN 40 con la RP 5 comparten la misma sen-da.Al llegar al pavimento paramos un rato, descansamos y unos minutos más adelante seguimos viaje. A las 14:30 horas llegamos a El Calafate. Ya hemos recorri-dos 1.800 km y dentro de éstos, 710 de ripio.Por el momento, las piedras nos rompieron un faro de giro trasero izquierdo en la moto de Ricardo y mi cubrecadena, que se quebró al meterse una piedra entre el neumático trasero y éste.Lubricamos las cadenas una vez por día, controlamos los fluidos

una vez al día. Por suerte no fue necesario hasta aquí agregar nada en ninguna de las dos motos.”

DÍA 9: EL CALAFATE-GLACIAR PERITO

MORENO“El Calafate, enclavada al pie de la Cordillera de los Andes, es una ciu-dad en la cual predomina el turismo internacional. Mientras se camina por la calle principal, se escuchan

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todo tipo de lenguas extranjeras, que predominan por sobre el espa-ñol. La mayoría de las casas pres-ta mucha atención a sus jardines y al cuidado de sus flores.

Los precios están expresados tanto en euros como en dólares y pesos. Nada es barato y los ne-gocios son una tentación por los artículos de muy buena calidad que exponen en sus vidrieras.Muchas motos de todo el mundo pudimos ver en nuestra recorrida, ya que todos sus conductores se encontraban allí para conocer el Glaciar Perito Moreno. La calle principal es un ir y venir de má-quinas viajeras, con los baúles metálicos o de plástico. Llegamos a ver varios modelos de BMW, Honda, Suzuki, KTM y Jawa (dos motos; ¿las conocen?).El ventisquero está ubicado a 85 km de la ciudad, donde todo ca-mino es de asfalto en muy buen estado. El Parque Nacional Los Glaciares comienza 30 km antes de llegar allí y realmente es una maravilla natural. Tiene un tra-mo de manejo de subidas, baja-das, curvas y contracurvas, con el Lago Argentino a un costado y montañas cubiertas por un fron-doso bosque en el otro. Resulta maravilloso manejar una moto en este paisaje.Luego de estar un par de horas tomando mate frente al majes-tuoso glaciar y escuchando los estruendos que produce cada desprendimiento de hielo, retor-namos a El Calafate para prepa-rar nuestra etapa del día siguien-te: Bajo Caracoles.”

DÍA 10: EL CALAFATE-TRES LAGOS

“Luego de desayunar y cargar

combustible, salimos de El Ca-lafate con destino a Bajo Cara-coles. Ya en el asfalto nos sor-prendió un impresionante viento sudoeste que nos pegaba en el costado izquierdo. Nosotros pen-sábamos que habíamos dejado atrás el viento en Río Gallegos, el cual de ahí en adelante recorda-ríamos como muy suave en com-paración con el que estábamos padeciendo. Nos equivocamos: el viento no solamente seguía sino que a su vez soplaba con más fuerza que en el trayecto Río Grande–Río Gallegos.El asfalto está impecable, pero el viento era tan fuerte que mientras intentábamos mantener la línea llegué a pensar si era posible que me levantara las dos ruedas del piso… A esto yo me respondía que no era posible, que no nos podía levantar… Cada moto es-taba pesando por completo casi 400 kg, pero la sensación por momentos me hacía dudar… Y la incertidumbre no me gustaba.Luego de 168 km de ruta con un asfalto en perfecto estado, co-mienza el ripio malo. Yo lo llamo así debido a que posee mucha piedra suelta sobre un colchón de tierra arenosa y que general-mente no tiene huella fija. No se

puede encontrar lugar para an-dar, pues la ruta tiene piedras por todas partes y la acción del fuerte viento reinante hace imposible un manejo tranquilo. Es muy difícil explicar cómo es este viento con palabras, es com-plicado transmitir las sensaciones y explicar qué se siente cuando uno quiere mantener la línea con-duciendo un conjunto de moto y hombre, complementado –en mi

caso- por una acompañante y un peso grupal bastante grande.Decidimos pasar la noche en Tres Lagos, un pequeño pueblo de 200 habitantes, en su mayoría compuesto por empleados públi-cos. En este lugar conseguimos una linda casita, que para noso-tros fue como estar en un verda-dero oasis.Nos informaron que el viento suele disminuir su intensidad en-tre las 6 y las 9 de la mañana y que el ripio malo sólo está pre-sente los primeros 6 km, puesto que luego resulta más fácil seguir la huella.Dejamos todo listo para salir tem-prano, cargar combustible y tra-tar de recorrer los 338 km de ripio hasta Bajo Caracoles.”

DÍA 11: TRES LAGOS-BAJO CARACOLES

“Hoy nos despertamos a las 04:30 hs con la idea de salir a las 06:30. Si se quiere pasar la noche en Tres Lagos, los intere-sados deben preguntar en la co-misaría por la señora Olga, pues ella tiene casitas disponibles a muy buen precio.Tal lo planeado, a la hora fijada

estábamos montados en nues-tras motos, con el combustible cargado la noche anterior en la YPF que está 2 km antes de lle-gar al pueblo (es importante car-gar aquí porque a posteriori hay 320 km hasta la próxima estación de servicio, que se encuentra en Bajos Caracoles). En este lugar el combustible se abona sola-mente en efectivo, ya que no se aceptan tarjetas de ninguna índo-le. El horario de atención es de 9:00 a 23:00 horas.Los primeros kilómetros saliendo

de Tres Lagos, que el día ante-rior no habíamos podido hacer porque el viento no nos permitía mantener la rueda delantera en la huella, en este segundo intento resultaron menos complicados.Con el ripio muy suelto, deja-mos a las gomas delanteras en 16 libras. Esta disminución de la presión mejoró el agarre de las Michelin Sirac que montamos adelante en las 2 motos.El día fue muy largo, con 320 km de ripio que nos agotaron bastan-te, debido a que las motos estaban muy cargadas y ya el viento había vuelto a hacer de las suyas.Llegamos a Bajo Caracoles a las 18:00 hs, un lugar que es algo más que un caserío porque tiene solamente 48 habitantes, desta-cándose la comisaría, la escuela, un hotel, una hostería, una gome-ría-taller, dos almacenes y un ex-pendedor de combustible.Seis italianos que estaban viajan-do por el sur de Chile y de Argen-tina con motocicletas BMW alqui-ladas en el vecino país, llegaron a pagar en Bajos Caracoles has-ta 100 dólares estadounidenses por nafta.Este vital líquido faltó por cinco días en la zona, razón por cual muchos turistas quedaron inmo-vilizados en este pequeño puebli-to hasta que pudieran abastecer-se sus vehículos.Este sitio es una parada obligada para aquellos que quieren cono-cer la Cueva de las Manos Pinta-das, la cual está ubicada a 47 km de Bajo Caracoles.”

DÍA 12: BAJO CARA-COLES-CUEVA DE LAS

MANOS PINTADAS “Nos levantamos a las diez de la


mañana, preparamos las motos, parte del equipo lo dejamos en la habitación y llevamos lo nece-sario para disfrutar del día. Nos separaban 43 km de la Cueva de las Manos Pintadas.A los pocos kilómetros sentimos ganas de no seguir, ya que el ca-mino de ripio-tierra-piedra no es riesgoso como el que se ve en el tramo de Tres Lagos a Bajo Ca-racoles, aunque tiene unos se-rruchos que no son aptos para dentaduras postizas. Es mejor tomarlos a 50 que a 30 km/h, puesto que a mayor velocidad es como que se va transitando por arriba de ellos. El ripio, mientras tanto, te permite cambiar de hue-lla sin sentir que la rueda delante-ra va a perder adherencia.Al hermoso serrucho que parece ser hecho con una máquina por su precisión, tamaño y distancia entre cada una de sus ondulacio-nes, hay que sumarle el viento de costado que combinado con el ri-pio hace de este camino una ver-dadera trampa para motociclis-tas. Muchos guanacos, liebres,

ovejas y alguna mulita llegamos a ver durante el recorrido.”

DÍA 13: BAJO CARACOLES

“Cuando llegamos a Bajo Cara-coles, sabíamos que la nafta fal-taba desde hacía tres días, pero el dueño del único hotel del lugar y también dueño de los surtido-res de combustible nos informó que el combustible llegaría al día siguiente.Nuestros tanques tenían naf-ta suficiente para llegar a Perito

Moreno, que es la siguiente ciu-dad en medio del ripio patagó-nico. Sin embargo, si hacíamos

los 100 km del viaje a Cueva de las Manos, correríamos el ries-go posterior de no llegar a Perito Moreno.Pero no podíamos estar a tan sólo 45 km de ese fantástico lu-gar y no conocerlo, por lo que de-cidimos gastar nuestro resto de combustible, total al día siguien-te llegaría el camión con la nafta a Bajo Caracoles. Esto nos indi-caría el momento justo para mar-charnos.Como suele pasar, la nafta no llegó al día siguiente y por ello tuvimos que quedarnos un día más de lo planeado en el po-blado, que ya se tornaba mo-nótono y aburrido a nivel de paisaje. No obstante, la jornada sirvió para conocer a diferentes personas que justificaron el ha-bernos quedado en este lugar tan inhóspito de nuestra Pata-gonia.Por ello envío desde este relato los saludos pertinentes a Nés-tor Andrés Figueroa Pizarro, un joven chileno que estaba reco-rriendo el sur de su país con su

Honda XR 250 L con la cubier-ta delantera de calle y la trase-ra de todo terreno, y que según nos contó tuvo dos caídas que no le trajeron complicaciones fí-sicas ni mecánicas. Tampoco me quiero olvidar del brasileño de la Yamaha XT 660 R, quien lamen-tablemente abandonó el viaje de-bido al golpe que se dio al caer a pocos kilómetros de Bajo Ca-racoles, cuando intentó esquivar un guanaco. Mientras cargaban su moto en la camioneta con patente chilena, la que tomaría también el mismo hacia similar destino para des-pués ser embarcado en avión a

su Brasil natal, nos regaló un bi-dón de 5 litros de nafta.El dueño de la hostería donde es-tábamos haciendo base, en tan-to, se fue hasta el Lago Posadas a conseguirnos combustible por cuenta propia, sin que nosotros se lo hubiéramos pedido.”

DÍA 14: BAJO CARACO-LES-PERITO MORENO

“Salimos de Bajo Caracoles con destino a Perito Moreno, espe-rando para llegar y estar comuni-cados nuevamente, ya que nues-tros teléfonos no funcionaban desde la salida de El Calafate.El camino realmente parece que lo destruyeran a propósito para que nadie lo utilice. Según las personas que viven en los pue-blos atravesados por la 40, dicen que hace 2 años que Vialidad Nacional no hace el manteni-miento de la calzada, ya que este trabajo ahora le corresponde a las compañías que obtuvieron la licitación para la construcción de la nueva ruta. Pero por algún mo-tivo la empresa que sí está tra-

bajando en el pavimento de la nueva ruta no mantiene la calza-da actual, que es la que se utiliza a diario. La consecuencia de esta falta de cuidado produce que en cada pueblo que uno visita se vean los talleres de servicio y las gome-rías trabajando a toda máquina con los vehículos de los turistas.Realmente esta parte de la ruta (Tres Lagos-Río Mayo) es una prueba muy exigente que se jus-tifica hacerla sólo por la aventura

de recorrer ‘La 40’. Ni siquiera el paisaje desde la ruta lo justifica.

Para ver paisajes hermosos hay que desviarse no menos de 50

km para un lado o el otro.La mayoría de los turistas tra-tan de evitar este tramo, ya que cuando bajan desde el norte van hacia Esquel y de allí a la ruta 3, para finalmente retomar y llegar a

El Calafate, todo por asfalto.Esto se observa por la cantidad de motos viajeras que se ven en esta turística ciudad, pero luego no se ve casi ninguna a lo largo de todo este tramo.”

DÍA 15: PERITO MORENO-ESQUEL

“Hoy arrancamos a las 5 de la mañana, ya que aprovechamos el buen consejo de manejar casi sin viento hasta antes de las diez de la mañana.”

DÍA 16: ESQUEL-SAN CARLOS DE BARILOCHE

“A las 10:00 hs nos estábamos preparando para partir con rum-bo a San Carlos de Bariloche. Desde El Calafate a Río Mayo no suele haber señal de Internet, y recién en esta última localidad el servicio disponible es muy pobre.

En Esquel todo funciona perfecto y a muy buena velocidad.Por el momento recorrimos 3.400 km, de los cuales 1.510 fueron de ripio patagónico.”DÍA 17: SAN CARLOS DE BARILOCHE-JUNÍN DE

LOS ANDES“Hoy, martes 19 de enero, parti-mos desde Bariloche, puntual-mente desde el local de nuestro concesionario Jawa de esta ciu-dad, La Bolsa del Deporte, don-de el día anterior habían queda-do guardadas nuestras motos.Luego de haber recorrido parte de la ciudad, tomamos el camino con destino a la ciudad neuquina

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de Zapala. En esta parte la ruta y la RP 237 comparten la misma cinta asfáltica. Aquí programé en el GPS la ciudad de Zapala como destino y hasta allí nos dirigimos con un andar muy tranquilo.Paramos por combustible en el ACA de Confluencia, pero en ese

momento no tenían para cargar-nos. Esto ya estaba pasándonos (si no es que resulta algo común en la zona), en muchas estacio-nes de servicio de la ruta.Luego de un café seguimos viaje, moviendo la cabeza de un lado a otro para observar los hermosí-simos paisajes que rodean este tramo, como el Río Limay, las montañas, la cuenca que confor-ma el Traful y la ruta que no para de ofrecer curvas, contracurvas, subidas y bajadas. Pero ante tan-ta fascinación cometimos un gra-ve error al no prestar atención a que la 40 se separa de la 237 y gira hacia Junín de los Andes, pero antes de llegar allí dobla a la derecha para conectarse con Za-pala. ¡Nos dimos cuenta recién en Piedra del Águila!

Esto nos costó 130 km de más entre ida y vuelta para volver al camino guía, generando además un cambio en los planes. Entonces pasó que, en vez de lle-gar a Zapala, hicimos noche en Junín de Los Andes para seguir al objetivo próximo al otro día y así apuntar a Mendoza.”

DÍA 18: JUNÍN DE LOS ANDES-CHOS MALAL

“Partimos desde Junín de los An-des casi al mediodía, realmente con paisajes que son hermosos, como el que se levanta a la iz-quierda y por varios kilómetros con el Volcán Lanín, que se dis-

tingue por su imponente tamaño y su punta nevada.El camino totalmente sinuoso construido en las laderas de las montañas cambia constantemen-te de dirección. El asfalto está impecable desde que llegamos a Esquel, la ruta en Río Negro y Neuquén está perfectamente mantenida, rodar sobre ella es un

paseo y se puede conducir y dis-frutar los paisajes sin tener que mirar todo el tiempo el piso.Ya notamos en Junín que la tem-peratura había cambiado: te-níamos calor por la mañana y nos comenzó a sobrar parte del equipo. Luego de unas horas lle-gamos a Zapala y el calor fue el tema de charla.A las 21:30 hs llegamos a Chos Malal, una ciudad de 17.000 ha-bitantes con todos los servicios.”

DÍA 19: CHOS MALAL-MALARGÜE

“Comenzamos el 21 de enero saliendo aproximadamente a las

11:00 hs, no esperando ver una ciudad tan grande, con tanta vida, con el trabajo del riego conducido por acequias dentro de la ciudad y el hermoso color verde que se ve desde lejos cuando uno está llegando por la 40.El paisaje que te ofrece el reco-rrido a esta altura es disfrute a pleno, con el piso en muy bue-

nas condiciones, los paisajes de montaña cambiantes a cada cur-va, los ríos que por momentos acompañan la ruta a un lado para luego cruzarla por debajo…Los colores de las montañas, las formas y la vida que se genera a orillas de los espejos de agua son verdaderas invitaciones a bajar-se de la moto y disfrutar de unos mates contemplando el paisaje.Pasado el mediodía llegamos al último pueblo neuquino, Barran-cas. Es pequeño, hay un surtidor sin marca y la nafta cuesta 4 pe-sos con 10 centavos el litro.Luego de cruzar el puente ingre-

samos a la Provincia de Mendo-za, diciéndole adiós a la Patago-nia y los 4.000 km que hicimos a lo largo de sus caminos. Lugares hermosos, caminos en buen y mal estado, personas increíbles, 1.500 km de ripio y los vientos... ¿Qué puedo decir de los vientos? Hay que sentirlos sobre una moto cargada, intentando mantener la dirección… Es una experiencia extraña e inolvidable al mismo tiempo. Mendoza nos dio la bienvenida con un hermoso asfalto, muy bien señalizado, con hermosos paisa-jes, con el cielo celeste y un sol pleno que le daba más brillo al entorno. No se podía pedir nada más; todo estaba perfecto.Pero, de repente, un cartelito nos hizo volver a la realidad: ‘Próxi-mos 43 km Camino en Mal Esta-do’. ¿Qué significado tenía esto?

Aparentemente, alguna vez esta parte de la 40 fue asfaltada con una muy fina capa de algo, de lo

cual ya no queda casi nada. En-tonces, para emparejarlo coloca-ron ripio, tierra, escombros, tierra

arcillosa, e inclusive en un tramo pusieron cenizas de un volcán que hace algunos años entró en erupción. Este material volcáni-co, una vez enfriado se ve igual que la arena fina, aunque con pe-queños pedacitos que parecen cuarzos.En esta parte nos dijeron que el paisaje es muy lindo, aunque complicado si se está conducien-do por estos caminos.Después de esos kilómetros di-fíciles, volvió el asfalto, luego 35 km de ripio y 35 km de buen as-falto para llegar a Malargüe.A la mañana había un encuen-


tro de motos en esta ciudad y ya habían venido a invitarnos. Les agradecimos, pero desde horas tempranas ya teníamos planea-do iniciar la marcha a la Ciudad de Mendoza, distante casi 350 km.”

DÍA 20: MALARGÜE-MENDOZA CAPITAL

“Una mañana espectacular. De-sayunamos mate con galletas, cargamos las motos, lubricamos cadenas, controlamos los niveles de aceite y del líquido refrigeran-te. Todo normal, sin novedades. Partimos sabiendo que luego del asfalto nos esperarían 120 km de ripio en bastante mal estado.A esta parte la llaman ‘La Ruta Vieja’, porque nadie la usa. Es por eso que no se la mantiene. El tránsito que viene desde El Sos-neado sigue normalmente hasta San Rafael y desde ahí se diri-ge hacia la Ciudad de Mendoza, todo por un impecable asfalto. Entonces, por este motivo nadie utiliza la vieja ruta 40 en este tra-mo.Pero... nosotros no nos aparta-mos del derrotero original y se-guimos con destino al norte.Realmente, nada para ver. Ade-más, si lo hubiera, les aseguro que no lo hubiésemos podido ver, ya que el camino no nos hu-biese permitido la más mínima distracción.Luego de 35 km llegamos al Di-que Agua de Toro, un espejo de agua muy importante, en el que nos detuvimos a la sombra ya que la temperatura estaba en los 37 grados.Luego continuamos el viaje, y a

esta altura nuestras caras esta-ban con huellas de cansancio por el calor y la tensión por el mal camino, y sumado a eso las 4 ó 5 horas conduciendo por ripio y arena, el resultado era eviden-te que se reflejara en un agota-miento físico importante.Después de un tiempo volvió el asfalto y el paisaje cambió de in-mediato. Pasamos del camino de ripio desértico al asfalto rodea-do de color verde y con muchos aromas a frutales y a diferentes plantas aromáticas.Llegamos a la Ciudad de Mendo-za en la que calculo fue la jorna-da de mayor cansancio grupal. En diferentes momentos y por varias cuestiones, los cuatro ya habíamos tomado pastillas de ibuprofeno.A Ricardo y a mí nos dolía un poco la mano derecha, no en el mismo lugar, pero tras conducir con serrucho nos había invadi-

do el dolor. Yo traté de cambiar la posición de la mano a cada rato, pero las molestias no cesaron en ningún instante.”

DÍA 21: MENDOZA CAPITAL

“El sábado 23 de enero nos que-damos en la Ciudad de Men-doza. Luego de desayunar nos fuimos al local de Moto Fun, en Godoy Cruz, propiedad del inge-niero Daniel Collado, quien es el representante de nuestra marca en esta provincia.Queremos agradecerle por este medio que nos haya permitido utilizar sus instalaciones para realizar los correspondientes ser-vicios de mantenimiento a nues-tras motos.Cambiamos aceite por primera y única vez en el viaje, sople-teamos el filtro de aire (tenemos

uno nuevo para cada moto, pero lo guardamos para cuando es-

tuviésemos a mayor altura), Ri-cardo cambió el parabrisas, yo cambié la lámpara de alta y baja que se había quemado en el últi-mo ripio (siempre llevamos la luz baja encendida, aun en el medio del desierto), pusimos respecti-vos filtros de nafta nuevos, esti-ramos las cadenas y revisamos que todo quedara bien.A las 17:00 hs nos juntamos con los integrantes de Choperas Mendocinas en el parque, apro-vechando para conocernos las caras, ya que todas las comuni-caciones habían sido por los fo-ros o con muchos e-mails.Esa noche estuvimos invitados a un asado, aunque la mente ya estaba puesta en San Juan. Más calorcito…”

DÍA 22: MENDOZA CAPITAL-SAN JUAN-

GUANDACOL“Partimos a las 11:45 horas de la Ciudad de Mendoza, ya que fue imposible salir más temprano de-bido a que tras el asado fuimos invitados a disfrutar de la noche del sábado.En la Ciudad de Mendoza la tem-peratura estaba cerca de los 35º, pero no teníamos otra alternativa más que seguir con nuestro viaje.Llenamos los tanques y volvimos a la ruta con mucho calor. Ense-guida tomamos la 40 hacia San Juan. En los primeros kilómetros desde la capital mendocina hay verde a los costados del camino, pero luego de unos kilómetros todo el paisaje se transforma en un verdadero desierto en el que, por efecto de la falta de lluvias, la tierra se agrieta y se transforma

INFORMOTOFebrero 201018 www.informoto.com

en arena. La temperatura de 40 grados a la sombra en Talacas-to fue nuestro testigo de esa jor-nada.Paramos unos 40 minutos, to-mamos agua fresca, me mojé la cabeza, me puse el casco, y de nuevo en la ruta. A todo esto, se habían hecho las 14:00 hs, por lo que decidimos no pasar los moto-res de 5.500 rpm. A ese régimen se va muy redondito y sin esfuer-zo, puesto que el calor ya estaba en los 45 grados.Llegando a la Ciudad de San Juan comenzamos a ver los puestos que ofrecían melones de todo tipo. Mientras iba manejan-do con la moto y a más de 40º de temperatura ambiente me imagi-naba tener uno bien frío… Pero no paramos, seguimos.Ya en la capital sanjuanina para-mos en una estación de servicio a tomar algo fresco. Las perso-nas del lugar nos decían que no debíamos seguir en el horario de la siesta, que el sol estaba muy fuerte, pero queríamos llegar a la Provincia de la Rioja no muy de noche.Siempre con el calor como acom-pañante, llegamos a San José de Jáchal, en San Juan, un pue-blo muy completo, con una her-mosa plaza, con vida propia y muy independiente. Paramos en el ACA, merendamos, aflojé un

poco la cadena de mi moto que estaba un poco tensa y carga-mos combustible. Ya habíamos recorrido 330 km desde nuestra partida de Mendoza.Reiniciamos el derrotero con rumbo a Villa Unión (La Rioja),

distante 120 kilómetros. El paisa-je luego de Jáchal es maravilloso, realmente increíble. Pero nos al-canzó la noche con muchos ani-males sueltos pastando a la orilla de la ruta, muchos badenes con agua y otros con barro, y a esta altura la ruta 40 está cruzada por cientos de badenes por los cua-les baja de las montañas el agua de los deshielos.Cuando nos faltaban 45 km para llegar encontramos el pueblo de Guandacol, donde decidimos pa-sar la noche.Mañana vamos a iniciar un tramo de cuarenta y cinco kilómetros asfaltados y algo más de 120 km de ripio, hasta Chilecito, siempre en La Rioja.”

DÍA 23: GUANDACOL-BELÉN

“Hoy, 25 de enero, salimos de Guandacol (La Rioja) a las 8:30 hs. En los primeros kilómetros los badenes que cruzan la ruta 40 estaban con agua y algunos con bastante barro colorado.La RN 40 en San Juan está im-pecable y en la Rioja está bue-na, solo que no es recomendable viajar de noche por la cantidad de animales que pastan en las banquinas: vacas, burros, mulas y chivos.El tramo entre Jáchal y Guanda-col es muy bello, pero cuando baja la noche cada badén pare-ce una trampa. Si bien nos agarró y las luces de la moto resultaban potentes en estas condiciones, el riesgo de encontrarte con una vaca en medio de la ruta y no verla es muy grande. Este fue el

motivo que nos llevó a pasar la noche en Guandacol en lugar de llegar a Villa Unión, cuando ape-nas se necesitaban 45 kilómetros de manejo para cumplir con la meta propuesta.Al llegar a este poblado llenamos los tanques, lubricamos las cade-nas y partimos en búsqueda de la Cuesta de Miranda. El asfalto ya le había ganado muchos kilóme-tros al ripio. Comenzamos a tre-par y se terminó el asfalto, aun-que el ripio en esta parte de la Rioja es el mejor que vimos des-de Ushuaia. Probamos cambian-do de un lado a otro de la ruta (bajamos la presión nuevamen-te a 16 libras) y la goma delan-tera se afirmó muy bien, lo cual

nos dio la seguridad suficiente

para poder mirar el majestuoso paisaje de semejante belleza im-posible de narrarles. Realmente, no esperaba encontrar en la Rio-ja un lugar tan espectacular, con una increíble combinación de co-lores rojo, verde, marrón y blanco (nieve), los ríos serpenteantes, todo esto visto desde los 2.020

metros.En un momento la RN 40 se transforma en un camino de cor-nisa, muy sinuoso y sin ningún tipo de contención, de tan solo 4 m de ancho (en algunos tramos solo pasa un vehículo por vez), donde el suelo de tierra roja, muy roja, como en Misiones, es mara-villoso. El camino está muy bien cuidado por Vialidad Nacional, que trabaja constantemente para mantenerlo. Yo creo que el asfalto le quitaría el encanto a esta parte de la ruta, puesto que el camino de ripio y la tierra se mantienen en total armonía con el entorno.Al terminar el tramo de montaña llega nuevamente el asfalto muy bueno. Con la temperatura en los 30º aproximadamente, nos pare-cía que hacía fresco después de lo vivido el día anterior en el norte de Mendoza y San Juan. ¡Terrible el calorcito!Apuramos la marcha con el obje-tivo de entrar en la Provincia de Catamarca antes de que anoche-ciera. En un momento la senda de marcha se convierte en la ca-

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lle principal de varios pequeños pueblitos que se construyeron a su vera, uno tras otro, con casi-tas bajas, muchas de adobe, mu-chas muy antiguas.Luego llegó Londres. ¡Sí!, en Ca-tamarca hay un pueblo que se llama así y tras unos pocos kiló-metros arribamos a Belén, una zona poblada bastante grande y con mucha gente joven arriba de muchas motos de 110 cc. De todas las marcas conocidas y no tanto, sus usuarios van y vienen por sus calles sin llevar puesto el casco, sin tener la patente colo-cada o viajando de a tres y hasta de a cuatro en cada motito.En Belén pasamos la noche y a las 8:30 hs partimos con destino a la Provincia de Tucumán, inten-tando entrar a Salta.De las motos puedo decir que sólo les pusimos nafta, que les lubricamos las cadenas, les baja-mos el aire en el ripio, se lo subi-mos de nuevo en el asfalto y que hasta aquí han alcanzado una trepada de 2.020 metros. Nada comparado con lo que está por venir (casi 5.000 metros).Las motos están funcionan igual que el primer día.”

DÍA 24: BELÉN-CAFAYATE

“Empezamos a las 6:45 hs y a las 9:00 ya estábamos los cua-tro en movimiento, dejando atrás el pueblo de Belén (Catamarca).

Aquí el recorrido comienza a tre-par hasta los 1.800 m de altura en la Quebrada de Belén, que tie-ne un trayecto sinuoso, tal cual lo avisan los carteles.La ruta 40 se dibuja por un va-lle con montañas a derecha e iz-quierda, con un río en medio y las laderas cubiertas de verde. No superamos los 50 km/h, no por falta de potencia sino porque no queríamos dejar de llenarnos los ojos con la belleza del paisaje. Entre Belén y Cafayate (Salta) es un compendio de las diferentes facetas que presenta la ‘Cuaren-ta’ a lo largo de todo el país: as-falto impecable, asfalto deteriora-do, tierra, ripio, rectas muy largas asfaltadas, caminos de montaña, valles muy fértiles, aridez extre-ma, ríos que cruzan la ruta por los badenes, plantaciones de fru-tales, en un momento con árbo-les que se cierran de tal manera que parecen formar un túnel en las entradas de varios pueblos… En ese instante me abordaron los recuerdos de las innumera-bles caras que tiene esta particu-lar vía de comunicación en cada una de las diferentes provincias que ya habíamos atravesado. Luego de cargar combustible en Hualfín y volver a la cinta asfálti-ca, nos encontramos con uno de los badenes que traía bastante agua. Ricardo, que estaban ade-lante, se mandó a cruzarlo sin percatarse de que su compañe-

ra tenía dudas al respecto. Por suerte todo salió bien y después Salomé y yo pasamos el sector sin inconvenientes. Dos jóvenes del lugar en sendas 110 cc, sin embargo, llegaron al borde y al ver la correntada cambiaron de opinión y dieron la vuelta para regresar por el camino en el que habían venido.Pasado el mediodía llegamos al pueblo de Santa María, donde al-morzamos en una plaza muy cui-dada y con un clima muy agra-dable. En esta parte del país es común que los pueblos tengan más de 300 años de historia.Con el correr de los kilómetros al-canzamos la Provincia de Tucu-mán. Un cartel nos informó que estábamos próximos a la locali-dad de Quilmes y –por supuesto- de las ruinas de la ciudad indíge-na que lleva el mismo nombre.Nos pareció importante conocer este lugar histórico, para lo cual hay que hacer 5 km de arena y poco ripio para llegar a la zona histórica.En el lugar hay unos puestos que venden artesanías y baños, que en el momento de nuestra visita estaban cobrando $ 5 la entrada por persona, lo cual permitía ade-más de ingresar, participar de la visita guiada. Resulta muy inte-resante para aquellos que gusta-mos de la historia.Resumiendo, los indios quilmes fueron un pueblo diaguita que

habitó este lugar hasta 1666, año en que fueron desterrados por ser considerados rebeldes y no aceptar el sometimiento de los conquistadores españoles.Más de 2.000 quilmes fueron lle-vados a pie desde Tucumán a Buenos Aires, muchos de ellos fueron vendidos en esa tortuosa caminata como esclavos y sola-mente llegaron a Buenos Aires 750 personas.Fueron ubicados en un lugar al sur de la ciudad de Buenos Aires, en las costas del Río de la Plata, donde justamente está ubicado el partido que lleva su nombre. Recién en 1812 los descendien-tes de este pueblo fueron consi-derados hombres libres.Mientras escuchábamos atenta-mente se levantó una tormenta fuerte y comenzó a llover, lo que inmediatamente nos movilizó a ponernos los trajes para lluvia. Partimos, hicimos los 5 km del camino de ingreso, tomamos el asfalto con muchos badenes y después de unos largos minutos llegamos a Cafayate.La ruta entre Santa María y Cafa-yate está buena, y cuando faltan pocos kilómetros para llegar co-mienzan las fincas y las muy co-nocidas bodegas de esta región.Nuestras motos funcionaron co-rrectamente, aun en la lluvia. Pero todavía seguimos pregun-tándonos con Ricardo cómo su-birán a los 5.000 metros.


Mañana nuestro objetivo es La Poma.”

DÍA 25: CAFAYATE-CACHI“Saliendo de Cafayate el 27 de enero por la mañana, la RN 40 tiene una primera etapa asfalta-da, con viñedos y fincas sobre

ambos márgenes, dejando lugar a posteriori a los pequeños pue-blos llenos de historia. Después de unos pocos kilóme-tros el camino se hace de ripio, pero a diferencia de lo que había-mos recorrido en Santa Cruz, en esta parte del país el trabajo de Vialidad Nacional se encarga de mantener transitable la calzada.La vista es espectacular. El pai-saje en los Valles Calchaquíes supera mi capacidad de explica-ción. No puedo imaginar lugares más bellos, la combinación de colores y formas te deslumbran luego de cada curva.El día anterior llovió, esto generó cantidad de agua en las monta-ñas que bajó por las quebradas y después por los badenes.En un momento nos encontra-mos con el acoplado de un ca-mión cargado con vacas y dejado sobre la ruta con más de 35º (po-bres animales). El motivo de esto se debía a que el tránsito estaba interrumpido por el agua. Una máquina estaba cruzando a un camión con acoplado que no lo podía hacer por sí solo, pero cuando le dije al maquinista que teníamos que cruzar, la respues-ta fue ‘está muy blando el fondo, no puedo hacer nada.’Entonces, Salomé y Liliana se bajaron de las motos y nosotros apuntamos nuestras ruedas de-lanteras y nos mandamos. Nos embarramos bastante, pero pue-do decir que fue divertido.Luego siguió el ripio, el paisaje, los pueblitos y la tierra roja.

Llegamos a Cachi.”

DÍA 26: CACHI-LA POMA“Cachi es un pueblo con mucha historia; más de 300 años. Sus calles te hacen viajar a la época colonial, en la que todo parece estar detenido en el tiempo y en perfecto estado, tal cual era por entonces.Mucho turismo extranjero y tam-bién jóvenes mochileros, sus habitantes autóctonos son des-cendientes de los calchaquíes y diaguitas, pero la mayoría de los dueños de hoteles y restaurantes son de otras ciudades.Luego de llenar los tanques en la estación de servicio del ACA, partimos con destino a San An-tonio de los Cobres. Unos kiló-metros de asfalto y luego el ripio bueno (ya somos amigos de él), fue el prólogo de la subida. Cachi está a 2.400 m, pero el camino si-gue trepando hasta los 3.100. La única forma de explicar la belle-za es mediante las fotos, porque las palabras ya son redundan-tes. Hermoso, bello, lindo, mara-villoso, grandioso, imponente… ¿Qué más puedo decir? Hay que verlo, es algo que quien pueda no debe dejar de conocer. Al llegar a La Poma nos informa-ron que no nos convenía seguir, porque estaba lloviendo más arri-ba, por lo que lo aconsejable era salir de la Poma por la mañana.En esta zona amanece lindo, lue-go al mediodía se forman las nu-bes y por la tarde llueve.Entonces mañana saldremos a las 7:00 hs con el mayor desafío respecto de la altura por cumplir, que es llegar a la parte más alta del Abra del Acay, a los 4.900 m de altura, y luego pasar a San Antonio de los Cobres.La Poma es un pequeño pue-blo con 400 habitantes, aloja-

do a 3.100 metros sobre el nivel del mar, que fue reconstruido en 1930 luego de que un terremoto lo destruyera por completo.”

DÍA 27: LA POMA-SAN ANTONIO DE LOS

COBRES“Temprano, como lo había an-ticipado, partimos de La Poma tal cual nos lo habían aconseja-do las personas del lugar. El cie-lo estaba celeste en su más puro tono y el sol a nuestra derecha le daba brillo con su resplandor a todos los colores.La ruta, como ya dije, es de ripio y cambia en el tipo de piedras a lo largo del camino. También pue-de ser de arena y otras veces se convierte en un pasaje de tierra colorada. Eso sí: siempre se nota que las máquinas están haciendo su trabajo.Hoy fue un día muy especial dentro de nuestro raid, porque tuvimos que afrontar el Abra El Acay.ABRA EL ACAY (4.972 msnm)Punto más alto de la Ruta Nacio-nal 40 que une la Precordillera y el Valle Calchaquí Superior, situado entre las localidades de San An-tonio de los Cobres y La Poma. El Abra El Acay posee un cartel que indica los 4.895 msnm, pero el GPS aún más, 4.972 msnm, convirtiéndolo en el paso de ruta de altura más alto del mundo.Pero para llegar fue necesario cruzar el Río Calchaquí cinco ve-ces. La primera de estas pasa-das nos llevó una hora de tarea para que los cuatro pudiéramos superarla.A posteriori, la trepada traspasó todo lo conocido por nosotros; en mi caso, lo más alto que ha-bía subido en moto en mi vida había sido el Cristo Redentor, en Mendoza, a casi 4.000 m de al-

tura. Aquí se alcanzan los 4.972 metros.Hasta los 4.200 m parecía fácil, pero luego tuvimos que usar la primera marcha a 3.500 rpm para alcanzar la parte más alta. Es un verdadero desafío, en todo el día, desde La Poma hasta llegar a San Antonio de los Cobres, so-lamente cruzamos un auto ocu-pado por alemanes. El daño al tramo rutero lo causa el agua, que utiliza su recorrido para que baje la corriente gene-rada por las lluvias. Sinceramen-te, no es algo fácil para una moto con dos personas y con la carga tener que vivir esta situación.¡Llegamos! Sí, finalmente lo lo-gramos. Estábamos muy felices, nos faltaba el oxígeno y nos dolía un poco la cabeza.Luego de las fotos y de un des-canso comenzó la bajada. Todo fue muy rápido.Mañana arrancaremos muy tem-prano. Fue un día espectacular pero muy cansador.”

DÍA 28: SAN ANTONIO DE LOS COBRES-LA QUIACA“El 30 de enero, sábado, nos le-vantamos temprano porque nos esperaba un día largo, con mu-cho ripio. La propuesta para hoy fue la de hacer los 18 km de ripio para llegar al Viaducto de La Pol-vorilla, por donde pasa el Tren de las Nubes, volver a San Antonio de los Cobres, cargar combus-tible y partir con destino a Abra Pampa, donde pensábamos pa-sar la noche y desde donde parti-ríamos el domingo con destino a La Quiaca.El camino al viaducto se encuen-tra en estado bastante malo, aun-que después de hacer más de 2.300 km en esta superficie con

piedritas y no ver asfalto desde Cafayate, ya nos parece normal

andar en los caminos de ripio-tie-rra-arena con ripio.Luego de unas fotos en el viaduc-to, emprendimos los 18 kilóme-tros de regreso a San Antonio de los Cobres. Cargamos combusti-ble y a pocas cuadras ya estaba esperándonos, como todos los días, nuestra amiga, la RN 40.Los primeros kilómetros están buenos, el pueblo se extiende a los costados de la ruta en los primeros compases y de a poco se va alejando. En esta zona se transita a 3.400 metros sobre el nivel del mar.El paisaje de aquí en adelante es muy parecido al de la Patagonia, pero con una diferencia de 3.000 m de altura. En las zonas altas de la Cordillera Oriental y en la Puna hay una estepa muy pobre que deja grandes espacios del suelo descubierto. La superficie árida y

erosionada por los fuertes vien-tos sólo permite el desarrollo de pastos duros. La estepa está for-mada por arbustos bajos, rastre-ros, espinosos, de hojas muy pe-queñas o directamente sin hojas;

son arbustos adaptados a la se-quía. También crecen matas de pastos duros y amarillentos. Son notables los cardones, que llegan a medir 2 metros de altura.La vida animal se reduce a aque-llos grupos que pueden sobrevi-vir en las condiciones duras del ambiente. Generalmente se ven llamas, vicuñas, alpacas, guana-cos y burros.El trayecto cambia de estado cada tanto, pero el serrucho no te abandona nunca. Encontramos que pegados al lado derecho, muy pegados (a tal punto que por momentos la caja de aluminio de-recha tocaba la banquina de tie-rra), no teníamos serrucho.Pero esta parte suave dura unos kilómetros, puesto que posterior-mente se convierte en arena o barro y ello hace que la moto co-mience a flamear.

Cuando se encuentra una huella que te permite acelerar un poco (60 km/h aproximadamente) sur-ge la alegría y de repente otra vez ripio con arena. En mi caso, en el ripio suelo colocar los pies

de tal forma que apoya solamen-te el metatarso en los pedalines, mientras que los brazos y los co-dos los corro para atrás para no cargar peso sobre las muñecas,Más allá de esto, trato de man-tener las manos livianas, tomo el manubrio suave, no con fuerza, y con la moto perpendicular al suelo trato de no inclinarla hacia los lados para cambiar de direc-ción, porque al hacerlo con tanto peso la rueda delantera se barre de costado. Por lo tanto, toda co-rrección o cambio de dirección tiene que ser suave y largo.En algunas situaciones, para cambiar de huella en el ripio, pre-fiero casi detener la marcha con

el freno trasero, colocar segunda y cambiar de huella (esto se da en el caso de la huella profunda).Trato de clavar la mirada en la hue-lla lo más adelante posible para anticiparme a los cambios en el suelo, no puedo distraerme pues en las que me distraje mirando los animales o el paisaje la moto ins-tantáneamente te da un sustito.Cuando entro en un serrucho

grande, que parece que te desar-ma, prefiero frenar y buscar una

alternativa a derecha o izquierda.De esta manera entramos en la Provincia de Jujuy, luego llega-mos al cruce de la ruta 40 con la RN 52, que te lleva al paso de Jama, y desde este lugar pu-dimos observar las salinas. Nos detuvimos 30 minutos y luego continuamos.El cielo estaba negro, muy ne-gro, paramos y nos colocamos los equipos para lluvia. Luego de unos pocos kilómetros comenza-ron los relámpagos con truenos explosivos muy fuertes, el camino de nuestra aventura nos estaba despidiendo con fuegos de artifi-cio naturales, y acto seguido nos dio un poco de granizo y un relám-pago que cayó muy cerca de Lilia-na y Ricardo, en un poste de línea eléctrica y en otros dos que a tra-vés de los cables puso en rojo es-tos elementos conductores.Como a esta altura el ripio pe-queño ya está mezclado con tie-rra, con tanta lluvia comenzó a hacerse barro. Tuvimos que ele-


gir el medio de la ruta, que está un poco abovedada, pero con el barro sentía que la cola de la moto se te corría hacia el lado de la banquina.Cruzamos muchos badenes, por momentos parecía que estába-mos en medio de un desierto. Ya el cansancio se notaba en los rostros de los cuatro, y de esta manera… llegamos al cruce de la Ruta Nacional 9.Esto significó el final de la RN 40.

Sí, llegamos al final, con el ripio

que se termina 100 m antes de llegar a la 9 y donde no hay car-teles que indiquen el final de la

mítica vía de comunicación.La tormenta nos seguía y estaba sobre nosotros, el viento soplaba fuerte y entonces decidimos se-guir para buscar alojamiento en Abra Pampa.Pero al ver los carteles de que solo faltaban 80 km para La Quia-ca, lo alcancé a Ricardo, nos mi-ramos, nos entendimos y los dos pusimos rumbo a La Quiaca. Llegamos a las 20:30 hs muy fe-lices y sin poder creer que había-mos terminado el objetivo prima-rio de esta travesía, después de tantos momentos difíciles y de tantas partes intransitables.Dimos unas vueltas por el centro, buscamos alojamiento, fuimos a cenar, a brindar y luego a des-cansar. Estamos muy felices.”

DÍA 29: LA QUIACA-VI-LLAZÓN (BOLIVIA)-

LA QUIACA“El 1º de febrero lo aprovecha-mos para descansar, conocer la ciudad boliviana de Villazón, a la cual se llega cruzando un peque-ño puente. Lo curioso es que al ser turista y pasar caminando no te piden ni los documentos.”

DÍA 30: LA QUIACA-RO-SARIO DE LA FRONTERA“Volvimos al camino un poco tarde y con la mira puesta en La

Quiaca. Tras cargar combusti-ble, lubricar las cadenas y sacar fotos, tomamos la ruta 9, toda asfaltada, y nos empezamos a sentir extraños porque no está-bamos circulando sobre ripio.A los pocos kilómetros nos co-locamos los equipos para lluvia, porque el cielo estaba terrible, y finalmente una tormenta se largó

con todo. El paisaje es muy lindo y a me-dida que Humahuaca está cada vez más cerca, resulta visualmen-te más espectacular: los cerros multicolores, el verde y el Arroyo Colorado hacen de este lugar un oasis para los turistas, tanto na-cionales como extranjeros.Entramos en Tilcara, dimos unas vueltas por sus callecitas reple-tas de historia del siglo XVII y después nos dirigimos a Purma-marca, donde almorzamos.Este lugar es un pequeño pue-blo muy antiguo, muy dedicado al turismo y con muchos puestos de artesanías, que nació en me-dio del Paso del Inca, en el siglo XVI. Desde sus calles se puede apreciar el conocido Cerro de los Siete Colores.Luego salimos nuevamente a la ruta 9 y a las 20:00 hs lle-gamos a Rosario de la Fronte-ra con la idea de llegar al otro día a Rafaela y el miércoles por la tarde o noche a Buenos Aires.”

DÍA 31: ROSARIO DE LA FRONTERA-SELVA“El camino nos encontró circulan-do a las 8:30 hs desde Rosario de la Frontera. Previamente es-cuchamos los pronósticos del tiempo en las zonas que tenía-mos que atravesar, las probabi-lidades de lluvias y tormentas, todo eso bajo un calor muy ex-tremo.Cruzamos Salta, Tucumán y lle-gamos por la ruta 9 a la Ciudad de Santiago del Estero, luego to-mamos la RN 34 hasta la esta-ción de servicio de Colonia Dora, donde arribamos a las 16:50 hs con 47 grados. Realmente, mu-cho calor, asfalto muy caliente... Esperamos a que aflojara un

poco la temperatura… A las 23:55 hs terminó nuestro día en la Localidad de Selva, en Santiago del Estero, a tan solo 5 km del límite con la Provincia de Santa Fe.Mañana arrancaremos a las 6 de la mañana con destino a la Ciu-dad de Buenos Aires. Espero que el clima no nos juegue muy en contra.Antes de cenar, tensamos y lubri-camos las cadenas, puesto que es el único mantenimiento que hasta aquí le hemos hecho a las motos en los tramos de asfalto. Nuestra velocidad en esta super-ficie siempre ha estado orillando

los 110 km/h de tablero.”

DÍA 32: SELVA-BUENOS AIRES

“Empezamos el último tramo del viaje total a las 06:30 hs por la ruta 34 y nos fuimos a Rafaela para desayunar en el camino. A esa hora la temperatura estaba ideal, el sol comenzaba a salir por nuestra izquierda y con el correr de los kilómetros la temperatura em-pezaba a subir sin pedir permiso.En Santa Fe todos los campos es-tán muy trabajados con soja, maíz y trigo, y muy por el contrario ya no se ven cerros, montañas, ca-minos de ripio, tierra o arena.La 40 quedó atrás, pues estába-mos en la Autopista Santa Fe-Rosario, que directamente co-necta con la ruta a Buenos Aires, después de transitar por Avenida Circunvalación.A las 13:45 hs pasamos por Ro-sario y efectuamos nuestra última carga de combustible. Solo falta-ban 330 km para llegar a casa y en total ya llevábamos 8.073 km recorridos y 370 litros de nafta en cada una de las motos.Partimos para casa a las 14:50 hs y nos detuvimos nuevamen-te cuando faltaban 150 km para Buenos Aires, pues el cielo es-taba muy negro. Nos coloca-mos la parte superior de los equipos para lluvia y retoma-mos la marcha.Pasados unos cuantos kilóme-tros se largó un aguacero con muchas ganas, en el que bas-tantes charcos se formaron pero por suerte no nos generaron pro-blema alguno. Así, llegamos a la Avenida General Paz, abarrotada de autos en sentido Riachuelo, y a las 18:45 hs del miércoles 3 de febrero del 2010 llegamos al punto final de la aventura, totali-zando 2.800 km de ripio y 5.603 km de asfalto, haciendo un total de 8.403 kilómetros en dos Jawa 350 Ruta 40.Buenas rutas y mejores vientos...” l

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