U.T.1Asc- Intervención Socioeducativa

U.T.1 ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL E INTERVENCIÓN SOCIOEDUCATIVA CON JÓVENES.

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1. Introducción.

2. Enfoque desde la Animación Sociocultural.

3. Intervención Socioeducativa:

3.1.- La intervención socioeducativa como responsabilidad de un Estado

Democrático de Derecho

3.2.- La Intervención como acción educativa. Funciones.

3.3 Naturaleza ético-moral de la intervención socioeducativa.

3.4.- Ámbitos de intervención:

3.4.1 Intervención educativa en el contexto de la animación

sociocultural.

3.4.2 Atención socio-educativa a la diversidad.

3.4.3 Educación en igualdad de género.

3.4.4 Intervención educativa en el contexto de población en riesgo:

marginación, drogodependencia y exclusión social.

3.4.5 Intervención en Educación ambiental.

3.4.6. Intervención en Educación en Valores.

3.4.7. Intervención para la inserción socio- laboral.


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1.- Introducción.

En la actualidad el ámbito de la juventud es un sector de población que tiene graves

dificultades para su inclusión y participación en nuestra sociedad y que, algunas

investigaciones (Du Bois-Reymond y López Blasco, 2004; Bendit y Stokes,2004;

Inglés, 2005) califican como “jóvenes adultos”.

Se trata de jóvenes que se encuentran en un momento especialmente vulnerable de su

trayectoria vital, necesitados de apoyos externos importantes para poder realizar con

ciertas garantías de éxito la transición, temprana y obligada en muchas ocasiones, de la

vida adolescente a la vida adulta. Se plantea, en ese sentido, la necesidad de profundizar

en su apoyo institucional a través de “políticas de transición” que tengan en cuenta tanto

sus especiales características y necesidades, como sus circunstancias generacionales. De

estas políticas de transición forman parte relevante los educadores sociales y otros

profesionales de la intervención socioeducativa como los Técnicos en Animación.

2.- Enfoque desde la Animación Sociocultural.

A. Valle (1993) que “El Animador es el elemento dinámico de la Animación de un

grupo; su objetivo es la promoción de la colectividad, siendo su sector de acción y

compromiso el tiempo libre”.


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“El animador es un educador nuevo, que activa y dinamiza las posibilidades de los

individuos, estableciendo entre ellos relaciones fecundas, lográndose un beneficio

social y participando como grupo en la cultura que se concreta y matiza al fomentarse

sus capacidades de creación cultural”. (A. Maillo, 1.979: 36)

Estas definiciones centran su atención en varios puntos de interés:

El animador como educador cuya función se define en la medida que contribuye

al desarrollo de los destinatarios de los programas.

El animador como agente capaz de generar la participación de los otros sin restar

iniciativa ni importancia a los verdaderos protagonistas de la acción: los

destinatarios.

El animador como dinamizador cultural capaz de promover la creación cultural

y a un tiempo posibilitando el acercamiento de los participantes a la cultura.

Al ser una profesión relativamente nueva desde el punto de vista reglado el ámbito

profesional está en fase de definición.

Si bien la mayor parte de los autores coinciden en señalar tres ámbitos de intervención

del animador, a saber (Ventosa, 1993:24):

Cultural. En él se pretende el desarrollo de la creatividad, expresión y creación

cultural y artística. Los objetivos están centrados en la actividad y el producto.

En este caso los espacios de trabajo más comunes serán: casas de cultura,

centros y equipamientos culturales, escuelas y talleres artísticos, museos y

bibliotecas.

Social. En este caso se reconocen dos dimensiones diferenciadas:

o La comunitaria (centrada en el desarrollo de la participación y el

asociacionismo, mejora de las relaciones humanas).

o La asistencial (enfocada a la realización de actuaciones de tipo

compensatorio o de carácter paliativo, animación con colectivos de

problemática social y necesidades especiales). Los espacios en que se

desarrollará la actividad serán: Asociaciones y movimientos colectivos

ciudadanos, centros cívico-sociales, centros de acción social o servicios

sociales.

Educativa. Orientada al desarrollo de la motivación para el aprendizaje, la

formación permanente, la optimización de recursos personales para la inserción

social o la educación en r el tiempo libre. Este ámbito profesional se desarrollará

en: universidades populares, centros de educación permanente de adultos,

centros de equipamiento de ocio.


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Para Merino Fernández (2002) la acción sociocultural presenta dos claras líneas de

intervención:

1.- Orientada al desarrollo humano y desarrollada en la práctica del desarrollo

comunitario o animación comunitaria en la línea establecida por la PNUD ( Agencia de

Naciones Unidas para el Desarrollo).

2.- Orientada hacia la educación, cultura, y tiempo libre desde el enfoque francófono de

la Animación Sociocultural.

Si ambas líneas de actuación tienen cabida en la intervención con jóvenes, es su

metodología (emponderamiento, agentes activos, participación para la construcción y

transformación de la realidad) y funciones (socialización, innovadora y crítica,

regulación social, lúdica y recreativa) quienes le otorgan un papel idóneo dentro de la

intervención socioeducativa con jóvenes.

Frente a la intervención socioeducativa dirigida a la prevención, ante diferentes

dificultades de integración social con jóvenes, la ASC se establece como uno de los

principales mecanismos para educar en, con y para un ocio activo, desarrollo integral y

compensación de carencias sociales.

Funciones.

Ya en 1972 A. del Valle proponía 1972 las siguientes funciones:

1. Animar de manera global la vida comunitaria, ya sea iniciando el proceso

o dándole continuidad.

2. Realizar estudios de situación, de actividades o de proyectos de

transformación.

3. Promover y orientar grupos de acción y de reflexión.

4. Suscitar y proponer iniciativas que puedan transformar la situación social

y cultural.

5. Programación de actividades y elaboración de planes globales.

6. Formación de personas en conocimientos y actitudes.

7. Realizar gestiones relativas a actividades que se estén llevando a cabo, a

la vida asociativa, o a los servicios sociales existentes.

8. Proporcionar asistencia técnica, directamente, o a través de quien pueda

facilitarla, para la ejecución y el desarrollo de las actividades que lo

requieran.

9. Asegurar una relación dinámica entre las personas y los grupos y las

actuaciones comunitarias.


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"Estado democrático - es aquel

en el que los ciudadanos

participan de modo más o

menos directo en el gobierno de

la "ciudad". En un estado

democrático, la soberanía

corresponde al "pueblo"

(demos) y éste la ejerce, con

arreglo a la ley y por medio de

sus representantes, desde las

distintas instituciones políticas

del Estado.

10. Controlar y medir resultados.

3.- Intervención Socioeducativa.

3.1 La intervención socioeducativa como responsabilidad de un Estado

Democrático de Derecho

El término intervención hace

referencia a la existencia de una

situación determinada que precisa

de ser abordada con el objetivo de

mejorarla. Así, la intervención

socioeducativa se configura como

acción educativa cuya

intencionalidad es dar respuesta a

determinadas necesidades sociales,

personales o comunitarias, bien por

la existencia de una carencia, bien

simplemente para favorecer su

mejora.

La intervención socioeducativa como atención pedagógica de las necesidades sociales

está recogida en el Estado Social y Democrático de Derecho en el que se constituye

España según el Artículo 1 de nuestra Constitución. Esta iniciativa es pues

responsabilidad del Estado a través de las distintas políticas desarrolladas por el Estado

de bienestar (actualmente en crisis) o bien desde la propia iniciativa y autonomía de

nuestra sociedad civil a través de una pedagogía de la solidaridad.

Constitución Española

Artículo 1

1. España se constituye en un

Estado social y democrático

de Derecho, que propugna

como valores superiores de su

ordenamiento jurídico la

libertad, la justicia, la

igualdad y el pluralismo

político.


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3.2 La Intervención como acción educativa: funciones.

La educación, según Fanny Añaños, no comprende sólo la transmisión de

conocimientos, metodologías, valores, etc. que se transmiten tanto en el sistema escolar

como fuera del mismo. Más allá de un planteamiento teórico, se trata de una praxis

socioeducativa orientada a que los individuos, además de tener conciencia de su

realidad, reflexionen y actúen críticamente sobre ella con la intención de transformarla.

En otras palabras, mediante la Pedagogía Social, como disciplina científica, se estudian

y abordan las diferentes realidades, problemas o retos de la sociedad en cada contexto,

con el fin de ofrecer respuestas viables que permitan el cambio, mejorar las condiciones

y calidad de vida de las personas y grupos, en una permanente interrelación con el

entorno, en mutua interdependencia.

La intervención socioeducativa es pues una acción social de naturaleza y alcance

educativo, en la cual la expresión “socioeducativa” pretende enfatizar la necesidad de

una educación que “dé respuesta a un complejo entramado de necesidades sociales de

los individuos, restableciendo y ampliando las oportunidades educativas de las personas

y de los colectivos sociales en la vida cotidiana” (Caride, 2005, p.57).

La acción educativa se dirige al pleno desarrollo de la personalidad humana

estableciendo una serie de funciones:

Se llama "Estado social" a aquél que se obliga a sí mismo, por medio de la ley, a proteger y a promover la justicia

social y el bienestar de todos sus ciudadanos. Las medidas que los Estados sociales acostumbran a poner en práctica

para lograr este objetivo son principalmente:

Sistema de salud público.

Sistema de enseñanza público.

Sistema de protección contra el desempleo.

Sistema de pensiones.

Ayudas económicas para las personas sin.

Ayudas económicas para las personas con minusvalía o que han sufrido daños irreversibles a causa de algún

accidente o enfermedad.

Becas para realización de estudios.

Ayudas económicas a las víctimas del terrorismo o de los malos tratos.

Funciones de la acción educativa

Formativa Preventiva y

de protección:

Terapéutica de los

procesos educativos


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Función formativa: es decir actividades orientadas a propiciar algún tipo de

aprendizaje ya sea formal como no formal, informal, etc.. El objetivo de la

formación es lograr la autonomía del educando, adquiriendo los valores y

principios socialmente aceptados para consolidar la identidad personal como

unos lazos de pertenencia determinados o identidad social.

Función preventiva y de protección: La educación no sólo ha sido utilizada

como proceso de repetición o reproducción , sino también de prevención frente a

posibles futuras demandas sociales .Así, se han desarrollado diferentes

programas educativos preventivos en torno a las drogas, sexo, etc…o bien

materias curriculares dirigidas a consolidar una determinada identidad cultural,

problemática ambiental, consumo responsable, o sostenible, etc…o incluso

proteger vidas como los programas para evitar el SIDA, las minas terrestres o

diferentes enfermedades.

Función terapéutica de los procesos educativos: La educación actúa múltiples

ocasiones ante un déficit o desequilibrio de una persona o comunidad como por

ejemplo en casos de violencia , acoso, emergencias humanas como los desastres

naturales o armados. El proceso educativo resulta terapéutico desde el momento

que colabora con la optimización de los procesos de desarrollo personal en

situaciones traumáticas en las que el aprendizaje no conlleva la obtención de un

título sino saber dirigir la propia vida.

3.3 Naturaleza ético-moral de la intervención socioeducativa.

La naturaleza ético-moral de la intervención socioeducativas se constituye como pilar

fundamental sin el cual estaría carente de sentido. Esta naturaleza responde a cuestiones

tan importantes como el porqué, para qué, e incluso es la directriz en la selección de

estrategias de intervención, el cómo. Constituye un compendio de valores personales y

colectivos unas veces aceptados en consenso por la sociedad, y otros regulados o

prescritos desde las políticas internacionales o gubernamentales.

Así podríamos establecer la siguiente taxonomía:


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El ámbito de responsabilidad del educador sobre sus acciones no sólo tiene que ver con

el espacio moral, sino que también debe ser respetuoso con la legalidad vigente y el

código deontológico de su profesión o las guías de buenas prácticas que haya

establecido la institución en la que trabaja.

La ética personal, vinculada a la propia conciencia y al establecimiento de un orden

taxonómico personal que guía nuestra conducta, incluye los llamados “intangibles

pedagógicos” (García Amilburu y García Gutiérrez, 2012) como el tacto, pasión,

generosidad, compasión que en muchas ocasiones tienen una influencia directa en el

éxito de la intervención mejorando la calidad de la misma. Los intangibles pedagógicos

se refieren así, al cariz artístico, original, novedoso, creativo, humano, con el que debe

desarrollarse cualquier intervención. Aspectos que nos dan respuesta al por qué un

mismo proyecto, llevado por profesionales con idéntica formación, puede tener

diferentes resultados de éxito o fracaso.

Ser un buen profesional no sólo implica el dominio del lenguaje y técnicas propios de la

profesión. También supone la adquisición de cierta sensibilidad moral y de un

pensamiento capaz de captar aquellos aspectos de la realidad que escapan a la razón

instrumental.

Las referencias que pueden ayudarnos a conducir correctamente una intervención

socioeducativa desde el punto de vista ético pueden ser de dos formas:

Desde el desarrollo interno de la acción educativa la ética personal, saber estar,

intangibles pedagógicos como la prudencia o el tacto.

Desde fuera de la propia acción y está determinada por los códigos

deóntológicos.

No existe un código deontológico en el campo profesional de la animación

sociocultural.

Normatividad de la intrev ención

Personal

Etica personal Código profesional

Colectiva

Los valores de la intervención

La determinación politica de la justicia.


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Actividad:

En los cuadros siguientes se presentan

actitudes personales y el código

deontológico del educador social.

Tomándolos como punto de referencia,

elaborad un código específico para el

animador sociocultural en su intervención

socioeducativa.

Paso 1.- En grupos de 4-5 alumnos

estableced 10 aspectos que consideréis

significativos en el establecimiento de un

código deontológico específico para la

animación sociocultural.

Paso 2.- Se expondrán ante la clase para

elegir por consenso aquellos que sean

considerados más completos y adecuados a

la intervención socioeducativa.

A. del Valle cita las cualidades humanas que un

animador sociocultural debe poseer para realizar

bien su tarea, a saber:

•Capacidad de infundir vida. Infundir vida

respetando toda voluntad de vivir con la misma

consecuencia con que respetamos la nuestra.

•Mística y vocación de servicio. No se trata de

manipular objetos, sino de trabajar con personas. El

servicio a los demás se concreta en cuatro puntos:

sensibilidad ante las relaciones humanas;

disponibilidad hacia la gente; entrega a las otras

personas y a la tarea; acogida cordial a todas y

cada una de las personas.

•Convicción y confianza en que la gente tiene

capacidad para salir de su situación y para ~ hacerse

protagonista de su propia promoción social y

cultural. Dejando a un lado el paternalismo, el

animador debe creer profundamente en las

potencialidades de las Personas con que trabaja.

• Habilidad para motivar. En buena medida el éxito

de un programa depende de la motivación y el

interés de las personas involucradas, por tanto el

animador como catalizador del proceso de cambio

debe mover a los demás, y por lo mismo sentirse

motivado para alcanzar sus objetivos y continuar

con el programa.

•Don de gentes. Esta cualidad se justifica en el

continuo trato con la gente y se manifiesta en la

amabilidad y simpatía hacia el otro, buen humor y

capacidad para saber escuchar, palabra fácil y

convincente, facilidad de comunicación, capacidad

de acogida, apertura y disponibilidad a los otros.

•Sentido del humor, ya que es un ingrediente más

que hace agradable a la persona y cantera de

grandes ideas.

•Madurez emocional. Esto es: la capacidad de actuar

equilibradamente, con espíritu sereno y quieto,

cuando se está bajo diferentes tipos de presiones.

•Fortaleza y tenacidad para vencer dificultades


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Otros autores añaden una serie de cualidades en las que

se contemplan actitudes que el animador debe

mantener para que su trabajo no encuentre obstáculos:

Respeto y humildad.

Actitud democrática.

Entusiasmo. Vitalidad. Dinamismo.

Sentido del humor. Optimismo.

Imaginación. Creatividad.

Madurez emocional.

Perseverancia y tenacidad.

Objetividad e imparcialidad.

Sentido común.

Paso 3.- Realización de un mural que guie nuestra práctica.


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3.4 Ámbitos de intervención

Los ámbitos considerados pilares o básicos tradicionales, son la educación

especializada, la animación sociocultural, la educación de adultos y la educación

laboral-ocupacional. Sin embargo, estos escenarios o campos son sumamente amplios y

su interrelación depende del propio contexto de intervención. Existe una gran variedad

de clasificaciones que toman como principio taxonómico los contextos de intervención,

las características diferenciales de la población, los equipamientos etc... Se definen y

redefinen de acuerdo al contexto, en un proceso continuo de construcción.

El cuadro siguiente presenta una categorización en base a las áreas o campos

fundamentales de la Pedagogía Social.

Sin embargo, se ha de tener

consciencia que aún tiene

limitaciones puesto que, debido

a la complejidad de los hechos,

fenómenos, personas o grupos,

muchas de las áreas pueden

solaparse, situarse dentro o en

marco de otros o ubicarse en

varios; encontrándonos

nuevamente ante la estrecha

interrelación de los problemas o

de las vivencias, de modo que

pone en evidencia la necesidad

de un abordaje igualmente

global e interdisciplinar.

3.4.1. Intervención educativa en el contexto de la animación sociocultural.

La animación sociocultural pretende favorecer el desarrollo comunitario y la creación o

el fortalecimiento de las redes relacionales y asociativas, siendo posiblemente el ámbito

que presenta una relación más directa con la acepción amplia de educación social.


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Favoreciendo el desarrollo del proceso de socialización de cualquier sujeto,

desarrollando acciones socioeducativas, independientemente de si presenta o no

necesidades específicas o singulares.

La animación sociocultural tiene un papel relevante en el trabajo de intervención con

este grupo de jóvenes, en el cual se trabaja desde diferentes ámbitos. Nuestra labor

profesional se caracteriza por dotar a estas personas de herramientas necesarias para su

desarrollo personal, social y afectivo que facilite su tránsito a la vida adulta y

establezca una intervención, desde las características psicosociales, intereses y

motivaciones, con la participación activa del sujeto y teniendo en cuenta su identidad,

sus necesidades y sus demandas, así como del entorno que rodea a la persona,

Entendiendo las necesidades e intereses de éste, y las relaciones mutuas que se

establecen entre las partes. Es fundamental trabajar en equipo de profesionales (equipo

interdisciplinar), aportando la perspectiva educativa.

En cuanto a la intervención de los técnicos en animación nos encontramos al trabajar en

este sector ciertas peculiaridades:

Una de las dificultades que encontramos sería la amplitud y ambigüedad de la

franja de edad que reconoce la sociedad actual. Los cambios, a nivel personal,

más significativos se dan en este momento, con lo que nos lleva a una gran

diversidad de necesidades por parte de la población joven.

Existe una diversidad de personas jóvenes con intereses, inquietudes, edades,

culturas, etnias, diferentes. Dentro de una realidad plural e intercultural. El

mercado económico también marca la diversidad de formas de vivir, de

relacionarse, etc.

Donde existe una multiplicidad de entornos de intervención con las personas

jóvenes. Escuela, Centros sociales, Barrio, Centros de protección y

acogimiento. Programas de desarrollo comunitario, educación de calle,

programas abiertos destinados a la transformación social. Centros escolares,

programas de inserción laboral, programas para menores o jóvenes migrantes,

programas de sensibilización e información acerca del consumo de sustancias,

educación afectivo sexual, enfermedades de transmisión sexual, acerca de

internet y las nuevas tecnologías.

3.4.2. Atención socio-educativa a la diversidad.(Enumerar algunas actividades con esta

finalidad)

Educación en la diversidad, visibilizando y atendiendo a los cambios que está sufriendo

nuestra sociedad. Educación intercultural, dados los fenómenos migratorios. La

educación en cuestión de género, la educación en relación a las discapacidades etc..


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Tiene como objetivo fundamental sensibilizar y formar a la ciudadanía acerca de las

realidades y problemáticas sociales. Así es como participamos en los programas de

inclusión social tendentes a la mejora de las condiciones de vida de los individuos

dentro de la sociedad, a la organización de acciones destinadas a la promoción social,

equidad social y justicia social. La formación y entrenamiento de las personas en la

adquisición de habilidades de autonomía personal, en la adquisición de pensamiento

crítico ante la realidad social basada en la desigualdad.

3.4.3. Educación en igualdad de género. (Enumerar algunas actividades con esta

finalidad)

En cada uno de los ámbitos de intervención anteriormente descritos debe estar incluida

la educación para la igualdad de género, regida por el principio de transversalidad. Lo

que nos permite trabajar la perspectiva de género ya sea de forma directa o indirecta.

Nuestra labor profesional debe estar orientada al trabajo de desaparición de las

desigualdades de género, de los problemas sociales que ésta genera. Para ello debemos

dotar a las personas de un sentido crítico con el objetivo de transformar estas

desigualdades de género, de construir los roles y estereotipos androcéntricos y

patriarcales. Así como lograr la sensibilización, prevención y detención de la violencia

machista.

3.4.4. Intervención educativa en el contexto de población en riesgo: marginación,

drogodependencia y exclusión social. (Enumerar algunas actividades con esta finalidad)

El ámbito de la exclusión y marginación social en el estado español, es uno de los

ámbitos tradicionales de intervención interdisciplinar y se desarrolla en distintas

actuaciones diferenciadas, aunque muy cercanas unas de otras. En la actualidad, se han

establecido grandes cambios a nivel económico, social y político que han generado un

aumento en el riesgo de exclusión y marginación social.

El desarrollo de actividades socio-educativas dirigidas a los distintos colectivos de

personas que se encuentran en una situación de exclusión social, o en riesgo de estarlo,

cobra mayor importancia dentro de nuestra praxis profesional.

Proyectos de integración dirigidos a la promoción personal y social de grupos de

personas en situación o riesgo de exclusión. Programas de integración social, desarrollo

de las acciones previstas en los programas de intervención, tendentes a la mejora de las

condiciones de vida de los individuos (dentro del Desarrollo Comunitario).Programas y

Campañas de sensibilización como mecanismos de prevención.

3.4.5. Intervención en Educación ambiental. (Enumerar algunas actividades con esta finalidad)

En la actualidad estamos asistiendo al desarrollo de la educación ambiental como una de las estrategias básicas para la preservación del medio, y por eso la educación ambiental ha sido un elemento presente en algunas de las prácticas de Animación Sociocultural en infancia y juventud. Algunos equipamientos e instalaciones para la educación ambiental pueden encontrar en la Animación Sociocultural un espacio de


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intervención dirigido principalmente a mejorar actitudinales y procedimentales para lograr un futuro mejor: • Las granjas-escuela: en ellas vive y experimenta la naturaleza, la agricultura y la vida animal de forma práctica y divertida, acercando a las características del medio rural. Entre sus actividades destacan los talleres sobre el cuidado, alimentación y mantenimiento de animales de granja , la fabricación natural de alimentos, siembra y recogida de algunos productos, talleres ecológicos de esencias, etc. • Aulas del mar: son equipamientos de educación ambiental que existen en los entornos costeros y que promueven una actitud positiva de respeto y conservación del mar y el litoral. Además promueven campañas de sensibilización, exposiciones itinerantes, conferencias y editan vídeos y otros materiales divulgativos y didácticos. • Las Aulas de la naturaleza: pretenden poner en contacto con la naturaleza mediante actividades formativas como: aprender a reconocer especies, observar las características de la naturaleza en las determinadas estaciones del año, plantación y cuidado de árboles, etc. • Centros de interpretación ambiental: ofrecen al visitante información de determinados entornos naturales con maquetas, vídeos, paneles informativos, exposiciones, etc. • Sendas ecológicas: se trata de un conjunto de recursos diversos, organizados en torno a un recorrido determinado con la finalidad de conocer distintos aspectos del medio. Para seguir el itinerario se utilizan recursos como monitores o guías especializados, materiales didácticos complementarios, etc. • Pueblos escuela: parten de una programación de recuperación y utilización educativa de pueblos abandonados como complemento a la enseñanza en las aulas. El objetivo es acercar a niños y jóvenes que en general viven en el mundo urbano a la vida rural, ofreciéndoles la posibilidad de comprender la necesidad de un cambio de actitudes para asegurar el equilibrio futuro del hombre con su entorno y fomentar valores democráticos para la paz y la justicia social. • Centros de estudios urbanos: ubicados en el medio urbano, promueven actividades de conocimiento e investigación directa sobre el entorno inmediato (un barrio, un municipio, una calle, etc.).

3.4.6. Intervención en Educación en Valores. (Enumerar algunas actividades con esta

finalidad)

Es en la adolescencia donde el individuo debe establece una escala de valores o código

ético propio constituidos por aquellos valores que han de ser motores de posteriores

comportamientos.

Desde los programas de Animación se puede fomentar actitudes de respeto,

comprensión y solidaridad, así como preparar a los niños para el ejercicio y respeto de

los derechos y deberes de ciudadanía, las libertades democráticas y los derechos

humanos fundamentales. Dentro de las actividades de educación en valores podemos

incluir: talleres de higiene y salud, de educación vial, educación intercultural, educación

afectivo-sexual, así como muchas actividades con estos fines.


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3.4.7. Intervención para la inserción socio- laboral

Los programas de Animación Sociocultural Juvenil como propone Quintana, (1988)

debe contribuir a:

1. Hacer intervenir a los jóvenes en la solución de los problemas que les afectan,

buscando:

• Una capacitación profesional real.

• La incorporación al primer trabajo.

• La iniciación del proceso de educación permanente.

• La utilización satisfactoria y provechosa del tiempo libre.

• La consecución de una autonomía personal (economía, vivienda)

2. Posibilitar la integración de los jóvenes en la vida social, lleva consigo:

• Una orientación personal, laboral y cultural.

• Información sobre oportunidades, deberes y derechos.

• Apoyo en situaciones inestables o deficitarias.

• Fomento del asociacionismo.

• Estimulación al voluntariado.

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