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Utopía 79 • EQUILIBRIO MUNDIAL

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Revista de la Pastoral juvenil universitaria. Universidad Politécnica Salesiana, Ecuador. Julio 2013

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  • 3 Presentacin

    BICENTENARIO4 El docente como sujeto tico

    y educador moral

    TEMA CENTRAL8 Equilibrio mundial econmico

    al borde del abismo12 Ms torcidos que derechos16 El lugar en donde nacemos

    determina nuestra calidad de vida y muerte

    18 Una mirada global a la Trata de personas

    22 Ms comida, ms hambre26 La maldicin de la abundancia30 El Foro Social Mundial 2013:

    promoviendo la dignidad34 Agua: a un paso de la terapia

    intesiva38 El TLC amenaza nuestro derecho

    a la salud42 La religin es el camino hacia

    la civilizacin del amor

    NOTA SATLITE46 Primera cumbre para un

    periodismo responsable en los nuevos tiempos

    ACTUALIDAD UNIVERSITARIA50 II Parlamento A.S.U.54 Sembrando semillas de

    esperanza56 Educacin ciudadana y cultura

    de convivencia: un nuevo reto 58 Ganamos el concurso nacional

    de programacin

    ENTRETENIMIENTO60 Cine comunitario62 Museos que comparten64 Las palabras estn

    en movimiento68 La huella invisible de una guerra72 Crnicas de la ausencia76 Vuelve la retreta a la plaza78 Los jvenes de Amrica cantan

    y danzan por la paz

    PROFESIONALES EN SU ESCENARIO

    82 Javier Poveda: ingenio y talento al servicio de la comunidad

    84 Orgullosamente salesiano: Bombero voluntario

    INVESTIGACIN EN LA UPS86 Normas APA en la Universidad88 Islandia: el horizonte editorial

    de la UPS

    TECNOCIENCIA90 Escuchando el Universo94 El diverso mercado de los

    videojuegos96 De la ficcin a la realidad

    ARTFICES100 Concierto de msica coral:

    una noche de talento102 La voz viajera de Dorett104 Nuestras manos105 Hay noches

    106 Filosofa para todos: Un recorrido por las cuestiones humanas que desafan al pensamiento

    Nmero 78Mayo 2013

    Tiraje: 9000 ejemplaresISSN N 1390-3519

    CONSEJO DE PUBLICACIONES

    P. Javier Herrn, sdbPRESIDENTE

    Juan Bottasso Boetti, sdbJos Snchez Parga

    Jos Juncosa BlascoJaime Padilla Verdugo

    Floralba Aguilar GordnSheila Serrano Vincenti

    Fabricio Freire MornJohn Calle Sigencia

    Armando Grijalva BritoAlexandra Martnez Flores

    Mnica Ruiz Vsquez

    Luis lvarez RodasEDITOR GENERAL

    Armando Grijalva BritoEDITOR RESPONSABLE

    Andrea De SantisCOEDITOR EN CUENCA

    Csar AndradeCOEDITOR EN GUAYAQUIL

    CONSEJO EDITORIAL

    Ral Conza Barba, sdbXavier Merchn

    DISEO E ILUSTRACINSantiago Crdenas

    CORRECCIN DE TEXTOSPal Mio Armijos

    IMPRESINEditorial Universitaria Abya-Yala

    ADMINISTRACINUniversidad Politcnica SalesianaAv. Turuhuayco 3-69 y Calle Vieja

    PBX: (+593 7) 2050000FAX: (+593 7) 4088958

    e-mail: [email protected]

    UTOPA es una publicacin trimestral de la Universidad Politcnica

    Salesiana del Ecuador.

    Las ideas y opiniones expresadas en las colaboraciones son de exclusiva respon-

    sabilidad de los autores.

    NDICEr e v i s t a

  • revistautopa#793

    Uno de los vocablos que alcan-zara el significado casi similar al de utopa sera equilibrio, aunque podra ser que al enun-ciarlo sea necesario un recorrido significante con las palabras: es-peranza, anhelo y hasta ficcin.

    Esa senda semntica, injertada a disciplinas sociales que con-vocan a la hermenutica, exi-gir una base comparativa que podra ser nuestra realidad. En ese intento, y apreciando nues-tra revista que hace mrito a es-te ideal, se ha propuesto, con sus colaboradoras/es, exponer algunas miradas y versiones so-bre el Equilibrio mundial.

    La decena de lecturas que pro-ponemos en el tema central, para su respectiva reflexin, aspiran cumplir el cometido res-ponsable de comprometer a nuestros lectores y lectoras en la promocin de acciones que destinen esfuerzos a buscar y encontrar equilibrios en los va-rios desbalances de la vida ac-tual. Cierto es que no podemos incluir en nuestra vitrina de lec-tura todas las aristas de esta en-tidad deforme, pero las que he-mos trabajado, ansan convocar su atencin.

    La revista Utopa, en su nmero 79, informa tambin sobre algu-nas acciones trascendentes en las que la Universidad Politc-nica Salesiana (UPS) se vincu-la con la comunidad. Adems, aportan a su desarrollo los com-

    promisos y esfuerzos acadmi-cos que constan en: Actualidad universitaria e Investigacin en la UPS. Reconociendo, adems, a nuestros profesionales que trascienden en sus escenarios laborales.

    Tecnociencia piensa en usted y propone actualizaciones tecno-lgicas y una sesin perceptiva con nuestro planeta.

    Al pasar las pginas de esta pu-blicacin, encontrar que en la seccin Entretenimiento, la ofer-ta es amplia, variada y necesita-r de un tiempo de concentra-cin para degustar con placer estas palabras en movimiento.

    Antes de cerrar este centenar de pginas, admire el talento de nuestros artfices universi-tarios que informan y exponen su talento. La calidad y esfuer-zo acadmico completan el pa-norama de Utopa al exhibir las ltimas publicaciones de la UPS bien respaldadas por nuestra editorial Abya-Yala.

    Haga suyo nuestro trabajo y ya nos har llegar las sugerencias, comentarios, reclamaciones o rectificaciones que considere adecuadas para mejorar el tra-tamiento y los contenidos de los artculos. El e-mail del editor es: [email protected]

    Disfrute la Utopa.

    El Editor

    Presentacin

  • revistautopa#79 julio20134

    El docente como

    Bicentenario

    Paola Cristina Ingavlez Guerra y Vladimir Espartaco Robles Bykvaev

    sujeto tico y educador

    moral

  • 5 bicentenario

    Encontrar un significado vivencial a la palabra ti-ca es reflexionar sobre nuestros actos, antes, durante y despus de realizar-los, enfocndose a un conoci-miento humano que desembo-ca en acciones identificadas de varias maneras, como hbitos, valores, carcter, prudencia y decisiones coherentes sin cau-sar perjuicio a la sociedad.

    El aprendizaje de la tica se ve enmarcado en la educacin es-colar, sin embargo, a nivel su-perior no es considerado como un aspecto relevante en la for-macin del profesional, pues se supone que el joven ya est for-mado y ha escogido su opcin de vida.

    En marzo de 2010 se realiz el 1er Congreso Internacional de la AEFECI (Asociacin Ecuatoriana de Facultades, Escuelas y Ca-rreras de Ingeniera), en torno al tema de la formacin del inge-niero ecuatoriano. En dicho con-greso se anot que existan ms de 300.000 ingenieros registra-dos en los rganos competen-tes y que nuestro pas mantena una tasa de pobreza del 32,8% (INEC, 2011). Se coment en

    una de las charlas que los inge-nieros en nuestro pas no estn haciendo bien su trabajo y que en pases con tasas de pobreza similar, podra determinarse la misma evaluacin.

    En virtud de lo expuesto, es fun-damental cuestionarnos si for-mamos parte de la solucin o del problema. Acaso la tica aprendida en la infancia debe ser reforzada en la educacin profesional de un joven? Por qu pretender que la educacin superior sea enfocada nica-mente al saber y dejar de lado el saber-ser?

    Nuestra universidad, por su ca-rcter salesiano, marca una dife-rencia en la educacin superior. Todas las mallas curriculares de las diferentes carreras poseen materias relacionadas con las ciencias humanas que requieren aprobacin. Pero para muchos jvenes, cursar estas asignatu-ras no es ms que un requisito, lo cual opaca la transversalidad de las mismas.

    Cada sociedad se enfrenta a una problemtica distinta, don-de las soluciones pueden ser dadas por personas transforma-

    doras capaces de construir cri-terios justos amparados en la moral y la tica. Todo profesio-nal est llamado a ofrecer solu-ciones que deben converger en un punto donde exista moral individual y colectiva, as como responsabilidad, solidaridad, justicia y respeto.

    La tica, desde una definicin entendible por todos, se funda-menta filosficamente en varias teoras y autores, pero podra-mos encontrar puntos comunes representados en la siguiente ilustracin:

    Ilustracin 1: Puntos comunes de la tica

    TICA

    Ciencia de los valores

    Direcciona realizacin

    humana

    Libre y responsable

    Hacia su destino

  • revistautopa#79 julio20136

    Cmo logra un educador universitario abarcar esta amplia gama de enseanzas?

    Comencemos por sealar que la educacin en valores comienza en el hogar, sin embargo, como docentes universitarios, muchas veces desconocemos la situa-cin familiar de nuestros alum-nos. Asimismo, es importante destacar que el limitado tiempo

    de horas de clase impide tener un verdadero acercamiento ha-cia nuestros estudiantes. En la

    prctica educativa, en la c-tedra, es donde podemos aprovechar nuestra creativi-dad y enfocar esa tarea de conocer a nuestros alumnos

    a travs de trabajos y activida-des, buscando manifestar nues-tra tica y fortalecer sus valores.

    En cada trabajo que enva el docente, en cada consulta que plantea el educando, podemos encontrar un espacio ideal pa-ra reforzar los valores ticos que se cultivan en nuestra ca-sa salesiana. Por ello, pregun-tamos al docente cmo desa-rrollar la empata de nuestros alumnos enfrentndolos a pro-

    blemas reales en una sociedad que necesita soluciones?, po-demos generar retos en los que los estudiantes sientan que ya son parte de la solucin y no del problema?, es posible ayudar a que se sientan tiles en este momento y no luego de cinco

    aos, cuando obtengan el ttu-lo?, por qu no acercarnos con sencillez y humildad a sus cora-zones?

    Al iniciar cada ciclo, al comen-zar la primera clase, percibi-mos la ilusin con que llegan los educandos a las aulas y es ah cuando deberamos preguntar-nos: qu debemos hacer? Se-guramente es una oportunidad para acercarse a cada estudian-te y tratar de tocar su corazn y

    Cada sociedad

    se enfrenta a una problemtica distinta, donde las soluciones pueden ser dadas por

    personas transformadoras capaces de construir

    criterios justos amparados en la moral y la tica.

  • 7 bicentenario

    a la vez alimentarse de sus ex-periencias. Un verdadero edu-cador ansa cada da aprender ms de sus alumnos e identificar sus conflictos. Y los educandos estn ah, quiz pensando que ese ser humano que est frente a ellos es un cmulo de conoci-miento y probablemente ah na-ce una especie de admiracin, que deberamos aprovechar pa-

    ra convertirla en un vnculo pa-ra generar acercamiento y crear los cimientos de una verdadera gua y acompaamiento.

    Actualmente, nuestra institucin ha generado espacios donde los docentes y educandos realizan diversas actividades relaciona-das con el mbito de la inves-tigacin. Estos espacios debe-ran permitir que estudiantes

    y docentes tejan sueos, que busquen mejorar la sociedad y apoyen a los sectores ms ne-cesitados. Es en este espacio de investigacin donde un docen-te y sus educandos comparten un ambiente al estilo salesiano, donde todos colaboran de for-ma desinteresada y no existen ideas perversas, aqu estamos seguros de que se tocar el co-

    razn de cada persona y se es-trecharn los lazos de herman-dad. Generemos entre docentes y alumnos un ambiente que nos permiten soar, probar ideas, equivocarnos sin temor a ser re-prendidos, donde se sientan las bases de ese ambiente salesia-no que promueve la creatividad y la confianza. Es as como se generar un espacio confiable donde todos los colaborado-

    res puedan trabajar hombro con hombro, compartir responsabili-dades y alegras, y desarrollarse en el mbito acadmico, perso-nal y espiritual.

    La identidad de nuestra univer-sidad es su carisma salesiano. Es responsabilidad de todos los miembros de nuestra universi-dad involucrarnos en el sueo

    de Don Bosco, en nuestra mi-sin, aportando con ella me-diante un motor donde cada una de las piezas, a manera de rue-das dentadas, se enlacen en un gran mecanismo cuyo producto final sean nuestros estudiantes formados y listos para ser agen-tes multiplicadores de una so-ciedad positiva, ms humana y ms cristiana.

    Espaciocreativo yde apoyo

    Bsquedade solucionesa problemas

    sociales

    Espritusalesiano

    Investigaciny

    conocimiento

    Entornomotivacional yde confianza

    Verdaderoambiente

    de desarrolloacadmicoy espiritual

    Alegray confianza

    Ilustracin 2: Elementos de un ambiente investigativo y de colaboracin con carisma salesiano.

  • 8revistautopa#79 julio2013

    Tema CentralEquilibrio mundial

    Csar Andrade Martnez

    Equilibrio mundial econmico al borde del abismo

  • 9 tema central

    El concepto de equilibrio es usado en el contexto de la economa y las fi-nanzas pblicas, y hace referencia a un conjunto de variables interrelacionadas en las que no existe tendencia al cambio, es decir, en economa el concepto de equilibrio es de carcter analtico y se emplea como engao metodolgico para explicar el funcionamien-to de modelos tericos que contienen diversas variables relacionadas entre s. Podra considerrselo como una fic-cin para disear y analizar las relaciones inesperadas de dis-tintos fenmenos econmicos

    Puede distinguirse entre equi-librio parcial y equilibrio gene-ral. El equilibrio parcial se utiliza en relacin a un modelo que in-tenta explicar la interaccin en-tre oferta y demanda de un bien particular y la subsecuente de-terminacin de los precios en los mercados. Mientras el equili-brio general se utiliza en relacin a un modelo que intenta expli-car la determinacin de los pre-cios que resultan de la interac-cin entre la oferta y la demanda en todos los mercados simult-neamente.

    Sin embargo, cuando hablamos del equilibrio mundial de la economa se vuelve muy difcil visualizar un cuadro completo y exacto de la situacin, no solo por la cantidad de datos que re-quiere ese anlisis, sino tambin por la manipulacin, el secre-tismo y la tergiversacin

    que sufren los datos rigurosos, adems de

    la circunstancia ms perversa: la anarqua del sistema de pro-duccin capitalista, como expli-

    ca el economista chileno Isidro Peasco, en su ensayo El pre-cario equilibrio de la economa mundial.

    Aun as, hay algunos signos y antecedentes visibles, que per-miten deducir en forma poco ntida pero reveladora, que se-alan que la economa mundial sigue en un equilibrio precario y al borde del abismo. La dificul-tad cclica del capitalismo sigue su curso de crisis, es decir, lo que hoy se puede observar en todo el mundo.

    Aunque la historia est basa-da en los estereotipos del es-tadounidense despilfarrador y del chino austero, ella nos ayudar a explicar cmo la des-equilibrada economa mundial ha perdido el rumbo. Dos di-mensiones de esta crisis la dis-tinguen de las anteriores y expli-can su tenacidad.

    La primera es la paradoja del crdito, que al mismo tiempo es dinmico y desestabilizador. Para Li Congjun, presidente de la Agencia Oficial de Prensa y Noticias Xinhua, de la Repbli-ca Popular de China, en su ar-tculo de Anlisis & Opinin, ti-tulado Restablecer el equilibrio de la economa mundial, sea-la que la expansin y el predo-minio de las finanzas pblicas mundiales permitieron acele-rar la acumulacin de capital y la abundancia material, pero al mis-

    mo tiempo, sembr las semi-llas de la crisis. En EUA, las po-lticas monetarias relajadas y la ingeniera financiera esotrica facilitaron el acceso de los con-sumidores a lujos como casas ms grandes, mejores vehcu-

    los y ms vacaciones, aunque no tenan ahorros.

    La segunda es la naturaleza in-terconectada de la crisis, segn explica Li Congjun. El mundo no es plano, ms bien se parece a una pecera que se contrae rpi-damente. La globalizacin expli-ca por qu la asfixia de un pez pequeo como Grecia que re-presenta apenas el 2,3% de la economa de Europa amenaza con ahogar a todo el continente, analiza Li Congjun.

    En los aos 70 y 80, pases co-mo China e India comenzaron a reformar sus economas, al mis-mo tiempo que las tecnologas de la informacin revoluciona-ban la manufactura y el co-mercio. Pero el auge global de rpido crecimiento y de baja in-flacin que trajo esa revolucin no puede ser reproducido. La economa mundial no ha halla-do una nueva fuente de impulso desde que estall la burbuja del internet en el ao 2000. En su lu-gar, las instituciones financieras, los Gobiernos y los consumido-res han tratado de lograr pros-peridad pidiendo y otorgando crditos con mucha impruden-cia, sobre todo para vivienda. Hoy, el aumento en los costos del trabajo y los recursos, la presin de la inflacin creciente y las grandes deudas soberanas,

    han vuelto menos efectivas las polticas fiscales y

    monetarias.

    El experto econmico y perio-dista argentino, Marcelo Risi, corresponsal de la BBC en Es-paa, vislumbraba apoyado en el informe Situacin glo-bal, del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) que desde

  • 10revistautopa#79 julio2013

    2001 la desaceleracin econ-mica estadounidense no ten-dra un impacto global y que el crecimiento europeo no sera suficiente para darle al viejo continente el ansiado papel de locomotora econmica, es decir, las cosas seguiran en su sitio una vez superadas varia-bles como los elevados precios del petrleo o las bajas previsio-nes burstiles anunciadas antes de tiempo. Pero las cosas no se dieron como Risi dijo.

    Para el especialista en temas mundiales de desarrollo soste-nible y director del Instituto Ear-th de la Universidad de Colum-bia, el economista Jefrrey Sachs quien promovi en las dca-das de 1980 y 1990 la llamada terapia de choque para com-batir la hiperinflacin, las lla-mativas desigualdades actuales de EUA superan las que prece-dieron a la Gran Depresin y probablemente a las de la era dorada de los capitalistas es-tadounidenses del siglo XIX, que amasaron grandes fortu-nas de dudosa procedencia.

    El rescate de los banqueros y de los bancos de 2009 record a los estadounidenses que la ri-queza ostentosa lleva a que la poltica ostentosa cause lo ne-cesario para una seria tanda de infelicidad y necesidad de refor-mas polticas y econmicas en-fatiza Risi.

    EUA cay en su propia tram-pa, voluntariamente y con pleno consentimiento. Los estadouni-denses han votado por candida-tos que prometen reducciones fiscales para los ricos, recor-tar programas sociales para los pobres y rechazar legislaciones que combatan el cambio clim-tico inducido por los humanos, siendo EUA uno de sus princi-

    pales contaminante mundiales. Respaldaron fuertemente las in-vasiones de Afganistn e Irak, hasta que esos violentos per-cances les salieron mal. Las fa-milias estadounidenses se en-deudaron completamente, hasta que los reveses del mercado las llevaron a una epidemia de jui-cios hipotecarios de vivienda y bancarrotas personales.

    A pesar de que EUA tienen una economa muy poderosa, es el que ms dficit ha tenido, con la diferencia de que es un pas

    grande y altamente productivo, a cuya moneda se le tiene mu-cha confianza; situacin que le ha permitido que el resto del mundo como China cuente con muchos bonos de EUA, provocando que su inflacin y

    su crisis se disemine por el resto del mundo. As lo ana-liza la directora ejecutiva

    del Instituto Ecuatoriano de Economa Poltica (IEEP), Do-

    ra de Ampuero, en un dilogo exclusivo para Utopa.

    Pero no solo es culpa de EUA. El mundo es el autor de sus ex-cesos y desequilibrios. En su bsqueda de crecimiento eco-nmico sper-humano, China ha saqueado sus ros y su aire. Brasil e Indonesia han acepta-do una intolerable destruccin de los bosques que an que-dan en el mundo. Y pese a los

    16 encuentros anuales desde que en 1994 entr en vigencia el tratado del cambio clim-tico el mundo entero no ha acordado un plan viable para evitar el peor de los desas-

    tres climticos ni tampoco para adaptarse eficazmente a

    estos cambios que ya se sufren, argumenta Jefrrey Sachs.

    Este mismo experto explica que el mundo ha mostrado una ne-gligencia similar cuando se tra-ta proteger a su gente ms vul-nerable. No hay consuelo en el hecho de que 140 lderes mun-diales se reunieron en las Na-ciones Unidas para volver a consagrar a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, acepta-dos mundialmente para com-batir la pobreza, el hambre y las enfermedades. Pues aun-que los mismos pases ricos han prometido repetidamente a los pases pobres apoyo fi-nanciero y logstico, este nun-ca se ha materializado; ejem-

    Nuestra economa mundial consumista impulsada por los

    medios de comunicacin, aliment la alocada

    bsqueda del consumo sobre todo lo dems durante los ltimos

    veinte aos.

  • 11 tema central

    plo de ello es que despus de varios aos del devastador te-rremoto de Hait que dej mi-les de personas desplazadas y sin techo EUA no ha asignado ni un centavo en fondos de re-construccin, pese a las repeti-das promesas de ayuda.

    Pero ms all de los vaivenes episdicos, de los derrumbes burstiles estrepitosos, de las cadas y salvatajes bancarios, de los billones de dlares y eu-ros en constante circulacin que conmueven al mundo, ms all de alguna que otra recupera-cin vertiginosa y de la recesin econmica ya desatada, es evi-dente que algo profundo se est gestando tras el teln de la lla-mada crisis financiera interna-cional, al menos eso ha escri-to la economista Paula Bach en La cuestin monetaria y el equilibrio capitalista. Bach ex-plica que la crisis financiera ha mostrando las primeras es-cenas de la recesin, tanto por su magnitud como por los pro-blemas que plantea; aparece como el emergente estallido de profundas contradicciones que el capitalismo mundial ha veni-do acumulando durante los lti-mos cuarenta aos. Y no es solo la magnitud de las cadas ni los primeros sntomas recesivos, si-no que dichos episodios se pro-duzcan sobre un andamiaje ex-tremadamente dbil y sobre un equilibrio profundamente ines-table.

    Para la directora ejecutiva del IEEP, Dora de Ampuero, la situa-cin de la economa en el mun-do esta en un proceso, en un debate sobre dos maneras dis-tintas de ver. Por un lado, cmo funciona el Estado en el manejo de la economa, y por otro lado, cmo funciona el sector privado y productivo de un pas.

    La economa en manos del Es-tado tiene la visin del gasto pblico que se implement en Europa, con la diferencia que Europa aprovech del capital que se haba hecho en los si-glos XVIII y XIX para implemen-tar lo que se llam welfare sta-te, el Estado del bienestar. Sin embargo, este antecedente tie-ne importancia porque es pre-cisamente ese gran Estado del bienestar el que ha fracaso en el mundo, explica Dora de Am-puero.

    Es tiempo de rehacer la mente y el espritu. La clave est en pen-sar con mucha mayor claridad los deseos y las necesidades, y por tanto, reequilibrar nues-tra energa personal, de traba-jo, ocio y poltica entre los ricos y los pobres. Las brechas tradi-cionales entre los mundos de-sarrollados y en desarrollo deben finalmente cerrarse, de-bemos reequilibrar una cultura de sper-riqueza acompaada de pobreza denigrante, que ga-rantice igualdad de derechos y de justicia social para todos.

    Este reequilibrio tambin de-be darse entre el presente, la naturaleza y el futuro. Nuestra

    economa mundial consumis-ta impulsada por los medios de comunicacin, aliment la alo-cada bsqueda del consumo sobre todo lo dems durante los ltimos veinte aos. Es hora de examinar el naufragio financie-ro y pensar en el futuro. Nuestra sociedad ha llegado a las fron-teras planetarias de la supervi-vencia ecolgica, donde cada rbol cado, cada fretica so-breexplotada y pesca excesiva de vida marina, es un peligro de extincin. Es tiempo de llegar a una nueva conciencia de nues-tra fuerza destructiva y retroce-der antes que sea demasiado tarde para vivir en paz.

    Dora de Ampuero aconseja que uno de los temas importan-tes para tratar el desequili-brio econmico mundial sea la pobreza reinante, la misma que no ha podido ser solu-cionada no solo en Ecuador,

    sino en casi todos los pases del mundo. En Amrica Latina

    la situacin no ha cambiado en realidad. Aunque se ve que las polticas para reducir la pobre-za han avanzado en los ltimos aos, por ejemplo en China o In-dia, una muestra de lo cual es el avance significativo que en el plano productivo ha logrado China.

    Para evitar que se hipoteque el futuro de la humanidad, los Go-biernos deben rechazar las ac-titudes arbitrarias. La ma-no visible de los Gobiernos es necesaria para administrar los mercados, reformar los sis-temas de reglamentacin, fre-nar las acciones imprudentes y alentar a las empresas a inver-tir en la economa real, promo-viendo la innovacin tecnolgi-ca y la creacin de empleo, en lugar de la destruccin, la espe-culacin y el lucro.

    La clave est en pensar con mucha mayor claridad los

    deseos y las necesidades, y por tanto, reequilibrar

    nuestra energa personal, de trabajo, ocio y poltica

    entre los ricos y los pobres.

  • 12revistautopa#79 julio2013

    Emilia Ramrez

    Ms torcidos que derechos

    Ser libre no es solamente

    desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que

    respete y mejore la libertad de los dems.

    Nelson Mandela

  • 13 tema central

    El ejercicio de la libertad, la justicia y la paz, fue quizs una aspiracin que la Organizacin de Naciones Unidas (ONU) y al-gunos pases tenan cuando se proclam la Declaracin Uni-versal de los Derechos Huma-nos, en 1948. En realidad, muy pocos se han comprometido a practicarlos a pesar de los mltiples pactos internaciones posteriores que se han hecho, por ejemplo, el Pacto Interna-cional de Derechos Civiles y Polticos de 1966.

    A diario conocemos de perso-nas que estn privadas de su li-bertad (en cualquiera de sus for-mas), leemos sobre gente que es denigrada, escuchamos una frase o un discurso que degrada a alguien ms e incluso vemos cmo tantas vidas humanas son arrebatadas por manos transgresoras. Son muchos los atropellos que se dan alrededor del mundo y an-te los ojos de quienes lo poblamos. Se trata de un asunto que compete a to-dos los sectores de la so-ciedad y es un tema que preocupa a ms de una persona.

    Han pasado cuatro aos des-de que el presidente estadouni-dense Barack Obama ofrecie-ra cerrar el centro de detencin de Guantnamo, lugar donde se encuentran 166 personas reclui-das, algunos por supuesta par-ticipacin en los ataques del 11 de septiembre, pero la gran ma-yora sin cargos ni juicio.

    En el artculo 5 de la Declara-cin de los Derechos Humanos consta que ninguna persona se-r sometida a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Segn el Informe

    2013 de Amnista Internacional, muchos reos de Guantnamo han permanecido incomunica-dos durante aos y existen va-rios casos de torturas y malos tratos. En Estados Unidos se realizan ejecuciones extrajudi-ciales amparadas casi siem-pre en la guerra global contra el terrorismo. Con la aplicacin de este tipo de polticas surge la contradiccin de que un pas diga defender los derechos hu-manos y al mismo tiempo use la pena de muerte como casti-go. Comprendemos, entonces, que las normativas locales no siempre van de la mano con los acuerdos internacionales.

    Los atentados a la integridad de las personas se extienden por todo el mundo, arremeten sin hacer distinciones de ninguna ndole. Las violaciones contra la integridad de las mujeres es un tema que an tiene serios cues-tionamientos. De acuerdo con datos de UNICEF, la ablacin genital femenina ha sometido hasta la actualidad a 70 millo-

    En Estados Unidos se

    realizan ejecuciones extrajudiciales amparadas casi siempre en la Guerra

    Global contra el terrorismo. Con la aplicacin de este tipo de polticas surge la contradiccin

    de que un pas apueste por los derechos humanos y al mismo tiempo use la pena

    de muerte como castigo.

  • 14revistautopa#79 julio2013

    Segn el Informe

    2013 de Amnista Internacional, muchos reos de Guantnamo

    han permanecido incomunicados durante

    aos y existen varios casos de torturas

    y otros malos tratos.

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    nes de nias y mujeres adultas en todo el mundo, sobre todo en frica. Estas prcticas culturales no solo cortan la libertad de las mujeres para decidir sobre sus cuerpos, se concentran tambin en su vida poltica y econmica, pues esta discriminacin crea imaginarios de subordinacin en las mujeres y la posibilidad de que futuras generaciones repro-duzcan estas tradiciones.

    Para que los derechos humanos estn garantizados por parte de los Estados es necesario que exista una base legal local, pues de esta depende el cumplimien-to de los pactos internacionales. Dayana Len, experta en gne-ro, asegura que no puede haber una sociedad con seres huma-

    nos integrales si las relaciones de poder entre los gneros si-guen sustentndose en la des-igualdad y la discriminacin. Si la sociedad no genera personas con ideas consecuentes con la poltica, difcilmente los dere-chos humanos podrn trascen-der y cumplirse. Dayana espera que los derechos de las mujeres tengan cada vez ms respaldo y asegura que Ecuador mantiene un horizonte positivo en cuanto a igualdad de derechos.

    El antroplogo Luis Herrera cree que la libertad es, definitivamen-te, un derecho que tiene serios

    quebrantamientos y el caso de mayor transcendencia hoy, es el de Edward Snowden. Este jo-ven estadounidense, excolabo-rador de la Agencia Nacional de Seguridad de EUA (NSA), reve-l detalles sobre dos programas secretos de espionaje: uno que registra llamadas telefnicas en territorio norteamericano y otro que permite a la inteligencia es-tadounidense acceder a datos en servidores de varias com-paas de internet a nivel inter-nacional para espiar a quienes sean considerados amenazas terroristas.

    Segn la Comisin Interameri-cana de Derechos Humanos, to-da persona tiene derecho a bus-car, recibir y difundir informacin

  • tema central

    y opiniones libremente. La liber-tad de expresin se extiende no solo a las ideas favorables, sino tambin a aquellas que ofen-den, resultan chocantes o per-turban, porque tales son las exigencias del pluralismo, la to-lerancia y la apertura mental, sin las cuales no existe una socie-dad democrtica. Las leyes no deben inhibir la investigacin y difusin de informacin de inte-rs pbico.

    Con los problemas que este ca-so desencaden, Snowden ha ejercido, no sin trabas, su de-recho a buscar asilo, aunque se ha visto afectado en otros as-pectos como la libre circulacin, la libre entrada y salida de cual-quier pas, incluso del propio, y la libertad de regresar al mismo. Parece que hay potencias que quieren aplicar una especie de terrorismo poltico sobre el de-recho de asilo dice Jos Muji-ca, presidente de Uruguay.

    Luis Herrera cree que si un pas concede asilo poltico a Edward Snowden es un indicio de la de-fensa al derecho a la vida y a la libertad de expresin, porque lo que ha hecho es de-nunciar actividades que atentan contra los mismos derechos de las personas a tener privacidad.

    El Gobierno de Estados Unidos podra acusar a Snowden de entregar infor-macin clasifi-cada a personas no autorizadas o tal vez de robo de propiedad del Go-bierno federal. Des-

    de Washington, se pide la cap-tura de este joven especialista en informtica por haber viola-do algunas reglas, pero con es-ta infraccin se han destapado tambin los quebrantamientos que EUA ha cometido sobre ciertas normas internacionales, como aquella que se manifiesta en contra de que los Estados in-terfieran en la privacidad de las personas.

    El terrorismo, as como las tc-ticas para atacarlo, han toma-do posturas radicales. El caso de Snowden demuestra que la privacidad y los derechos de las personas son frgiles fren-te al poder, pero tambin deja entrever la vulnerabilidad de las actividades secretas del propio sistema de seguridad de Esta-dos Unidos. Ahora, Snowden debe enfrentar cargos de es-pionaje por haber revelado los sistemas de vigilancia que el Gobierno de EUA tiene en casi todo el mundo.

    Estos hechos muestran el des-equilibrio todava existente en cuanto al cumplimiento de los derechos humanos y marcan al-gunos conflictos que impiden consolidar la armona en la so-ciedad. La ONU postula que uno de los retos ms importantes es el de las restricciones despro-porcionadas a la libertad de ex-presin en nombre de la seguri-dad nacional.

    El desequilibrio se da no solo porque los mltiples acuerdos internacionales, los tratados y los convenios son irrespeta-

    dos. No se da importancia a los documentos que pres-criben un sinnmero de

    garantas, cada palabra all escrita es pasa-da por alto. Existen, y han existido des-de siempre, pug-nas de poder que conducen a tomar

    medidas entor-pecidas, que van ms all

    de un desacato legal, van en con-

    tra de la libertad, la integridad y la propia

    vida humana.

    15

  • 16revistautopa#79 julio2013

    Estefana Brown

    El ser humano es poltico e individualista por natu-raleza (se preocupa de s mismo). Las sociedades se han construido, a travs del tiempo, buscando su propio progreso. Existen a nivel mun-dial problemticas que afectan a cada grupo humano, pero hay que reconocer que no a todos por igual, ya que es una vieja costumbre de la humanidad la de pasar al lado de los muertos y no verlos (Jos Saramago).

    Este mundo en que vivimos es-t construido desde el deseo del hombre y de grandes gru-pos polticos que se enriquecen desmedidamente y obtienen po-der, dinero y reconocimiento, sin detenerse a pensar un minuto en los medios desnaturalizados

    que estn empleando para lo-grar su ambicin.

    La geopoltica o geografa po-ltica nos ayuda a entender los fenmenos que suceden a nivel mundial y en determinados te-rritorios. El mundo se encuentra dividido en grandes continen-tes, en los cuales, algunos pa-ses han llegado al progreso y el desarrollo antes que otros, pe-ro actualmente ciertas acciones equivocas ponen de manifiesto graves problemticas como el descontento, el miedo y la des-esperacin.

    Explica Michel Levi, coordinador del Centro Andino de Estudios In-ternacionales de la Universidad Andina Simn Bolvar (UASB), que los sistemas polticos en el

    mundo no son todos homog-neos y esto marca el desarrollo de la sociedad. Otro problema lo constituyen las condiciones geogrficas y climticas de los pases, unos son muy prspe-ros con pocos recursos que ex-plotan al mximo y otros tienen mucho pero no saben cmo aprovecharlos en su beneficio.

    Adems, de la existencia de ac-tores, que no son estatales, en la escena internacional, como por ejemplo las empresas mul-tinacionales, las organizaciones no gubernamentales y los mis-mos delincuentes internaciona-les, son actores que modifican las estructuras geopolticas. To-do esto configura la sociedad actual, explica Levi.

    La constante bsqueda del be-neficio de unos cuantos afecta a las sociedades. Millones de per-sonas mueren a diario en todo el mundo por diversos motivos

    como el hambre, la violencia, las guerras

    El padre Juan Bottaso Boetti, antroplogo y sa-cerdote de Don Bosco, nos

    expresa su visin:

    En la ltimas tres dcadas hubo un cambio radical a ni-vel mundial, la progresiva es-tabilizacin poltica hace que

    El lugar en donde nacemos determina nuestra calidad

    de vida y muerte

  • 17 tema central

    ciertos pases tengan un pe-so siempre ms grande, pe-ro todava tienen grandes problemas internos []. Las principales problemticas de la sociedad se pueden afron-tar desde distintos puntos de vista. Hay un sistema eco-nmico por el cual la econo-ma se concentra a grandes escalas en pocas manos. Existe una distribucin po-co equitativa de las riquezas. Hay todava demasiados pa-ses que no viven en una si-tuacin de democracia. Chi-na es un gigante econmico, pero pequeo polticamente, pues no tiene estabilidad po-ltica por no ser democrti-co. La India es democrtica, pero con dificultades socia-les internas abismales. Irn es una de las grandes poten-cias petroleras, pero con mu-chas desigualdades de g-nero. El estancamiento de la economa europea y la crisis que atraviesa Turqua, que tena un crecimiento enorme, se evidenci con un levanta-miento de la poblacin juve-nil que no soportaba el ma-nejo autocrtico del poder. Nigeria es un pas rico, con grandes desigualdades in-ternas. Angola tambin es ri-co y no solamente en petr-leo, pero con un sistema de gobierno donde la minora acapara toda la riqueza. Asi-mismo, hay otros pases que eran ms estables cuando tenan dictadura como Egip-to, comparado con la pseu-dodemocracia de hoy. frica es un continente con enor-mes posibilidades, con un fuerte proceso de estabiliza-cin poltica y tiene una po-blacin muy capaz.

    Ver el mundo desde la geopolti-ca de las emociones citando a Dominique Moisi (2009) es ver-

    lo desde tres emociones bsicas que mueven las actitudes popu-lares hacia las ideologas en el mundo: miedo, esperanza y hu-millacin. Las personas tienen miedo contra esperanza, es-peranza contra humillacin, que conducen a la irracionalidad ms elemental e incluso, a veces, a la violencia []. Es imposible com-prender el mundo en que vivi-mos sin examinar las emociones que colaboran en su configura-cin, dice Mosi en su libro La geopoltica de las emociones.

    El desinters caracteriza actual-mente a la mayora de las per-sonas. Es ms fcil preocuparse nicamente por los problemas

    individuales, de nuestras vidas, que detenernos a pensar en los problemas del mundo. Cono-cer los sentimientos de la socie-dad y desde ellos reconstruirla es un pensamiento muy voltil, ya que son los mismos Esta-dos los que tienen que mejorar los mecanismos para poder me-jorar las condiciones de vida de su gente, comenta Levi.

    Recordando a Erich Fromm cuan-do dice: la avaricia y la paz se excluyen mutuamente, podra hacerse un smil diciendo: el hombre y su bienestar se des-cartan constantemente. Muchos deben morir para que unos po-cos puedan vivir.

    Michel Levi

    Padre Juan Bottaso

  • 18revistautopa#79 julio2013

    Una

    Kande Campos y Nicole Arias

    mirada global a la Trata de personas

  • 19 tema central

    Vivimos en un mundo donde se promulga mucho la libertad en todas sus manifesta-ciones. Se habla de libertad de expresin, libertad de culto, li-bertad de comercio, libertad de competencia, libertad de deci-sin y libertad de creencia, por mencionar algunos.

    Tomemos en cuenta que algu-nas de esas libertades que hoy practicamos, en el pasado fue-ron irrealizables, lo cual sin du-da muestra un avance econmi-co, poltico, social, tecnolgico e ideolgico en la historia de la humanidad. Sin embargo, hay li-bertades que habitan en el olvi-do de quienes vulneran los de-rechos de los dems. Tal es el caso de la libertad de movi-miento, que consta en la Decla-racin Universal de los Derechos Humanos, la cual dice que toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residen-cia en el territorio de cada Esta-do, as como a salir de cualquier pas, incluso del propio y a re-gresar a su pas de origen.

    Pese a lo que est escrito, para mucha gente resulta complica-do poder ejercer este derecho. Lastimosamente, la voluntad de ir a otro pas no es el nico re-quisito que se necesita para po-der cruzar abiertamente las fron-teras, pues en la mayora de los casos se solicita la intervencin del cuerpo legal y diplomtico de los Estados antes de acceder a un pas, pues son ellos quie-nes se encargan de regular la di-nmica de movilidad humana de sus territorios.

    La movilidad humana es un pro-ceso de traslacin de personas de un lugar a otro, que implica el cruce de los lmites de una divi-sin geogrfica o poltica, den-

    tro de un pas o hacia el exte-rior del mismo. Esta prctica es motivada por diversas razones que pueden ser voluntarias o forzadas, las cuales determina-rn el tipo de movilidad que se tiene. De este modo, puede dar-se movilidad: interna, externa, voluntaria, forzada, obligatoria, en condicin de refugio, asilo, permanente, temporal, regular e irregular. Cada una de ellas mo-tivadas por factores diferentes.

    La movilidad ms comn es la involuntaria, pues est susten-tada en situaciones de violen-cia y vulnerabilidad por parte del migrante que desea alejarse del conflicto. Tal como muestran las estadsticas de ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), al concluir 2012 alrededor de 45,2 millones de perso-nas en todo el mundo eran consideradas desplaza-das forzosamente debido a la persecucin, los con-flictos, la violencia gene-ralizada y las violaciones a los Derechos Humanos. Entre ellas, haba 15,4 millones de re-fugiados, 28,8 millones de des-plazados internos y cerca de un milln de personas cuyas soli-citudes de asilo estaban an en trmite al finalizar el periodo del informe.

    Las cifras de 2012 fueron las ms elevadas desde 1994. En-tre los pases con mayor salida de migrantes en calidad de re-fugiados estn: Repblica De-mocrtica del Congo, Mal, So-malia, Sudn y Repblica rabe Siria. Uno de los acontecimien-tos que habra influido en el au-mento de las cifras de refugia-dos de Oriente Medio y el norte de frica es el conflicto en la Re-pblica rabe Siria, que oblig a unas 647.000 personas a bus-

    car refugio en Egipto, Irak, Jor-dania, Lbano, Turqua y otros pases de la regin.

    La necesidad de conseguir re-fugio en la mayora de esos ca-sos, conduce a que la gente se convierta en presa fcil de la trata de personas. Segn esta-dsticas de ACNUR, para el ao 2012 el trfico de personas fue una actividad que afect a po-co ms de 27 millones de per-sonas y represent poco ms de 20 mil millones de dlares al ao, cifra que algunos conside-ran conservadora.

    Por trata de personas se en-tiende la captacin, el trans-porte, el traslado, la acogida o la recepcin de personas, recu-rriendo a la amenaza, al uso de fuerza u otras formas de coac-cin, para obtener el consenti-miento de esa persona con fines de explotacin. Dicha explota-cin incluye, como mnimo, la prostitucin ajena u otras for-mas de explotacin sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o prcticas anlogas a la esclavitud, la servidumbre o la extraccin de rganos (ONU, 2000).

    La regin del planeta que registra el ms

    elevado ndice de trfico y explotacin de personas es Asia y en el hemisferio occidental, el pas con la peor de calificacin es

    Venezuela y con la mejor es Nicaragua.

  • 20revistautopa#79 julio2013

    En el ao anterior, aproximadamente

    1.500 colombianos y colombianas recibieron la

    condicin de refugiados en Ecuador, y muchas de esas

    mujeres estaban siendo objeto de mercantilizacin sexual

    debido a la fragilidad econmica y legal en la

    que se encontraban.

    La regin del planeta que re-gistra el ms elevado ndice de trfico y explotacin de personas es Asia y en el hemisferio occidental, el pas con la peor de califi-cacin es Venezuela y con la mejor es Nicaragua.

    Los casos de trata con fi-nes no expresamente men-cionados en el Protocolo de Palermo contra la trata de personas, incluyen: la mendi-cidad, el matrimonio forzoso, la adopcin ilegal, la partici-pacin en combate armado y la comisin de delitos, nos cuen-ta Juan Villalobos, miembro del Servicio Jesuita a Refugiados, de Ecuador.

    Cuando se habla de trata de personas, se hace referencia a un delito de alcance mundial, que afecta a casi todos los pa-ses de todas las regiones. Este negocio se inclina a tomar como vctimas a mujeres, nias y ni-os, en su mayora de escasos recursos. Los primeros dos ti-pos de vctimas representan el 48% de la poblacin refugiada, proporcin que se ha manteni-do constante en los ltimos diez aos (ACNUR).

    Analizando los casos del mun-do, se evidencia que la trata de personas con fines de explota-cin sexual es ms frecuente que la trata con fines de tra-bajo forzoso. En el ao an-terior, aproximadamente 1.500 colombianos y co-lombianas recibieron la condicin de refugiados en Ecuador, y muchas de esas mujeres esta-ban siendo objeto de mercantilizacin sexual debido a la fragilidad econmica y legal en la que se encontraban.

    Existen notables diferencias entre unas regiones y otras

    en lo que respecta al sexo y la edad de las vctimas. Mientras los pases de Europa y Asia central in-forman de que el 16% de las vctimas son me-

    nores de edad, en frica y Oriente Medio los me-

    nores representaron el 68% del total.

    Son cifras muy alarmantes porque indican un enorme

    sufrimiento individual, que no arriban hacia esferas colecti-

    vas, que no se entienden des-de escenarios comunales, que no alcanzan el total empleo de la palabra agitadora de concien-cias, que an tardan para ser debatidas, por lo que su socia-lizacin es escaza. Y entre las consecuencias de no discutir este tema en trminos que ge-neren opinin pblica, estn las dificultades de la comunidad in-ternacional para prevenir con-flictos y promover a tiempo so-luciones.

    En la actividad de la trata de personas, la mayor parte de quienes cometen estos actos son hombres, pero la partici-pacin de mujeres en este de-lito crece notablemente. La ma-yora de pases registran tasas globales de delincuencia feme-nina inferiores al 15% del total (de hombres y mujeres) pero, en el caso de trata de personas, la proporcin de participacin de mujeres es del 30%.

    Anlisis estadsticos sealan que la participacin de muje-

    res en estos delitos es ms frecuente en los casos de

    trata de nias. Esto pue-de explicarse desde

    la visin del rol de la mujer dentro

  • 21 tema central

    de la sociedad, pues al confe-rirle caractersticas de sumisin, aceptacin incondicional y ma-ternidad intrnseca, se la cree siempre confiable y distante de la maldad. Estudios cualitativos sugieren que las mujeres impli-cadas en la trata de personas suelen operar desde puestos de baja categora en estas redes y desempean tareas que las ex-ponen a un mayor riesgo de ser detenidas y procesadas, frente al riesgo que corren los hombres involucrados, pues ellos se en-cuentran en puestos de direc-cin y negociacin indirecta.

    La globalizacin podra ha-cer creer a la sociedad que en esta poca ya no exis-te esclavitud, porque casi todo se encuentra a la vis-ta pblica, sin embargo, hay varias formas de esclavitud y las podemos identificar hacien-do una lectura del proceso de industrializacin, que trae con-sigo grandes diferencias socia-les que se acentan dentro del modelo econmico capitalista y neoliberal, por ejemplo, la cosi-ficacin del ser humano. Dentro de esta aldea global como de-nomina McLuham a la interco-municacin planetaria, el uso de las nuevas tecnologas pue-de estimular la compra y venta de personas, debido a la bs-queda de los extico o a la co-mercializacin de los estereo-tipos de mujer en el caso de explotacin sexual.

    Por otro lado, estas nuevas tecnologas pueden resultar po-sitivas, porque pueden abrir espacios de dilogo entre las vctimas y sus familiares, o la ex-pansin de discusiones acad-micas sobre el tema, dice Juan Villalobos.

    Los datos reflejan las mltiples dimensiones de la trata (nacio-

    nal, intrarregional e interregional) e indican que algunas formas de explotacin tienen claros vn-culos geogrficos, como el ca-so de la trata de nios en frica para ser utilizados como nios-soldados y en rituales esotri-cos, algo que ocurre tambin en otras regiones aunque en menor proporcin.

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    La regin del planeta que registra el ms

    elevado ndice de trfico y explotacin de personas es Asia y en el hemisferio occidental, el pas con la peor de calificacin es

    Venezuela y con la mejor es Nicaragua.

  • 22revistautopa#79 julio2013

    Paola Castillo

    Uno de los problemas permanentes de las sociedades es el ham-bre mundial. Biotecn-logos y genetistas plantearon la distribucin de alimentos transgnicos como una opcin para reducirla. El consumo de estos es un tema ampliamen-te debatido en los sectores agrcolas, comerciales y cien-tficos. Varias son las inquie-tudes que surgen al respecto: es perjudicial para la salud el consumo de alimentos trans-gnicos?, son aceptados en todos los Estados?, han resuelto con eficacia el ham-bre mundial? Son inquietudes que se conjugan en una inte-rrogante final: la distribucin de transgnicos constituye un equilibrio entre la cantidad de comida y el ndice de hambre en el mundo?

    El desarrollo de la agricultu-ra transgnica se registra hace aproximadamente 15 aos. Un alimento transgnico es un or-ganismo alterado genticamen-te intercambiando genes de di-versas especies para acelerar su crecimiento o modificar su composicin. Se cree errnea-mente que los transgnicos son perjudiciales para la salud, pe-ro un sinnmero de investiga-ciones han demostrado no tener efectos nocivos en la misma. El doctor Csar Paz y Mio, de-cano del Instituto de Investiga-ciones Biomdicas, de la Facul-tad de Ciencias de la Salud, de la Universidad de las Amricas (UDLA), como genetista, ase-gura que los transgnicos no

    producen clulas cancergenas ni afecciones en la piel. Pero si causan graves daos al medio ambiente por la utilizacin de pesticidas en exceso.

    El consumo mundial de transg-nicos se visibiliza de forma dis-tinta en cada regin del mundo. En Asia, se permite su comercia-lizacin y consumo sin restric-ciones; en Europa, la produccin y distribucin est prohibida ex-ceptuando Espaa y Portugal, que continan con la agricultu-ra transgnica; en Amrica del Norte se encuentran las indus-trias de fabricacin transgnica ms importantes del mercado y en Amrica Latina, pases como Brasil y Argentina registran en-

  • 23 tema central

    tre sus principales productos la soya y el maz alterados genti-camente.

    En Ecuador, el consumo de ali-mentos transgnicos se reali-za de manera indirecta, como lo explica la doctora Diana Ca-lero, directora de la Carrera de Biotecnologa de la UPS, la soya es producida en su mayora pa-ra alimento de ganado, las per-sonas la consumimos indirec-tamente en la carne del animal. Se registra una importacin del 70% de este producto. La pro-duccin transgnica directa en el pas est prohibida de acuer-do al artculo 401 de la Constitu-cin, pero se importan alrededor de 70 productos alimenticios

    siendo las pastas, el arroz, los cereales y las bebidas los ms consumidos.

    La Organizacin de las Nacio-nes Unidas para la Agricultura y la Alimentacin (FAO) admite le-galmente 15 productos transg-nicos de consumo diario no per-judiciales para la salud. La FAO propone que el desarrollo de la gentica transgnica podra ser una solucin en el anhelo de re-ducir los niveles de hambre mun-dial. Para que ello sea efectivo, se necesitan diversos mecanis-mos como contar con modifica-ciones a los marcos reglamenta-rios estatales, organizacin en la distribucin de semillas y desa-rrollo en investigacin gentica.

    La FAO present en mayo de 2013 un informe de la Confe-rencia Tcnica Internacional en donde propuso como objetivo reducir el hambre mundial en un 50% para 2015. Para ello, se re-quiere potenciar el desarrollo de nuevas biotecnologas agrco-las, para obtener mayor varie-dad y cantidad.

    La iniciativa de producir trans-gnicos como una solucin al hambre mundial es tambin una estrategia de las grandes trans-nacionales genticas como Monsanto. A pesar de mostrar-se como una solucin, los inte-reses de estas grandes trans-nacionales se concentran en la comercializacin gigantes-

  • 24revistautopa#79 julio2013

    ca tanto de semillas alteradas, plantas y sus respectivos pes-ticidas. Sobre ello, Paz y Mio aclara que al estar manipulados como un negocio por grandes empresas, el problema no es el transgnico en s mismo, sino la creacin de la semilla, el pro-ducto y los pesticidas resisten-tes para ello. Lo cual genera un crculo de dependencia para el agricultor.

    Pero no solo se piensa en la tec-nologa transgnica para solu-cionar los problemas de ham-bre en el mundo. Iniciativas ms ecolgicas y biodiversas se de-

    sarrollan en ferviente oposicin a la modificacin gentica. En pases cuyo sistema de agricul-tura es el monocultivo, se pro-pone acrecentar la produccin a travs del incremento de par-celas y sembros de especies tradicionales y se propone adi-cionalmente el rescate de espe-cies en peligro de extincin que constituyan una opcin diferen-te de consumo.

    El abastecimiento alimenticio de las naciones y la satisfaccin de sus demandas es de exclu-siva responsabilidad de los Go-biernos, que pueden optar por

    la agricultura tradicional o trans-gnica. Amparando su decisin en el Convenio de Biodiversidad suscrito por el Protocolo de Car-tagena (para Amrica Latina) el cual menciona un Principio de Incertidumbre o Principio Pre-cuatorio en la Unin Europea, en donde los pases deciden si se permiten o no transgnicos en el territorio.

    Sin duda, la biotica juega un papel importante en cuanto al tema de transgnicos y hambre mundial. Diversos son los pases en donde se libran desacuerdos ticos. Por un lado, Estados (ter-cermundista en su mayora) pro-hben el consumo y produccin

  • 25 tema central

    de alimentos transgnicos en sus normativas legales. Pero im-portan grandes cantidades de productos cuya materia prima ha sido alterada genticamente.

    El tema de fondo dentro del de-bate sobre la agricultura y gen-tica transgnica frente a los sis-temas de agricultura tradicional es cul de las dos est en capa-cidad de producir alimentos en mayor cantidad, no perjudiciales para la salud y que contribuyan a la reduccin de los ndices de hambruna en el mundo. Diver-sas son las posturas de los ex-pertos en cuanto a una posible solucin.

    La Dra. Calero manifiesta que ni la agricultura tradicional, ni las plantaciones de transgni-cos han solucionado el proble-ma real de la humanidad que es el hambre. Los transgnicos no pueden ser considerados co-mo el pilar fundamental para ali-mentar a la poblacin, se de-ben desarrollar investigaciones y potenciar la agricultura bio-diversa. No existen datos que demuestren que se est solven-tando la hambruna global. De hecho, el tema no es la esca-sez en la produccin de recur-sos alimenticios, sino la distri-bucin inequitativa de alimentos biodiversos o transgnicos en el mundo.

    Por otro lado, el Dr. Paz y Mio en su postura

    afirma que la tecnolo-ga transgnica es espec-

    tacular para poder hacer co-sas buenas para la humanidad. La produccin de transgnicos podra ser una solucin para re-ducir el hambre en el mundo, siempre y cuando sea una so-lucin pensada y probada cien-tficamente. Se dijo que los transgnicos iban a solucionar el hambre en lugares como fri-ca, no ha sucedido nada y sigue la misma tragedia humana.

    En el informe de la FAO sobre El estado de la inseguridad ali-mentaria en el mundo 2013. 870 millones de personas su-fren de hambre, 852 millones de ellas viven en pases tercer-mundistas y los 18 millones res-tantes en pases desarrollados. La reduccin de estos ndices es prioritaria si se quieren evitar cientos de muertes por desnu-tricin. El alimento debe llegar a los ms necesitados ya sea na-tural o modificado.

    El hambre es una de las formas de explotacin ms infame y es la evidencia de un desequilibrio mundial. El reto es reducir sus niveles a escala global a travs de produccin y distribucin de alimentos transgnicos o pro-duccin tradicional a gran esca-la. Se registra ms comida, pe-ro tambin ms hambre. No se pueden seguir desperdiciando recursos, ya sea por intereses econmicos, ambientalistas o polticos, cuando su busca la su-pervivencia de la humanidad.

    El abastecimiento alimenticio de las

    naciones y la satisfaccin de sus demandas es de

    exclusiva responsabilidad de los Gobiernos, que pueden optar por la

    agricultura tradicional o transgnica.

  • 26revistautopa#79 julio2013

    Cristabell Aguirre Saula

    La maldicin de la

    abundanciaLos ecuatorianos son seres raros y nicos: duermen tranquilos en medio de rugientes volcanes, viven pobres en medio de incomparables riquezas, y se alegran con msica triste.

    Alexander von Humboldt

  • 27 tema central

    Un factor fundamental para el progreso de los pases es la elaboracin de pro-ductos con valor agrega-do, de tal forma que estos contri-buyan con el desarrollo econmico y social del pas. A lo largo de la historia ecuatoriana, el cambio de pas exportador de productos pri-marios extrados directamente de la tierra, a pas exportador de pro-ductos con alto valor agregado no se ha dado. Los ecuatorianos, a pe-sar de encontrarnos instalados en una exuberante silla de oro, he-mos mantenido al pas de la mitad del mundo en una posicin de sub-desarrollo, mendigando a los ricos.

    La idea clsica del desarrollo de un pas se fundamentaba en la canti-dad de recursos naturales que este posea. Sin embargo, varias nacio-nes latinoamericanas y africanas, a pesar de poseer grandes riquezas naturales, no suprimieron la pobre-za dentro de sus fronteras, porque la abundancia de recursos de sus tie-rras (que pudieron haberse conver-tido en una salida) ha pasado a ser una maldicin que alimenta sobre todo el espritu conformista de la po-blacin.

    Ecuador es un pas lleno de incon-mensurables riquezas no aprove-chadas. La gran disponibilidad de re-cursos de este pas, particularmente en minerales y petrleo, ha llevado a concebir la riqueza y la economa dentro de una estructura distorsio-nada, en la cual los factores produc-tivos han pasado a manos de los oli-gopolios, concentrndose la riqueza en pocos bolsillos1. El Banco Inter-nacional de Desarrollo (BID) incluso ha llegado a opinar sobre esta mal-dicin como un fatalismo, conside-

  • 28revistautopa#79 julio2013

    rando que Ecuador, por ser pas rico en recursos naturales, est condenado a ser atrasado, con menores innovaciones tecnol-gicas, bajos niveles de empleo, poca seguridad y salarios depri-mentes.

    La situacin primario-exporta-dora de Ecuador no es nueva, al contrario, tiene orgenes colo-niales. Ms de 300 aos atrs, los reyes y sus sbditos, en el afn de llevar oro a tierra es-paola, dieron lugar a prcti-cas extractivistas, violencia, re-presin, genocidios, guerras y agresiones, sin interesarse por el mercado interno, por ejem-plo. Desde entonces, la ex-traccin se convirti en el motor de la economa del pas, sin tomar en cuen-ta que, al ser la tasa ex-tractivista mayor que la tasa ecolgica de reno-vacin, puede llegarse a una prdida total de los recursos con los que Ecuador cuenta.

    A partir de la dcada de 1970, con el gobierno de las Fuerzas Armadas presidido por el general Rodrguez Lara, se abri la etapa del mayor au-ge econmico de la historia del pas: el boom petrolero. El pe-trleo ha existido en Ecuador no solo las ltimas cuatro dcadas, sino por ms de un siglo. Apa-reci en la pennsula de Santa Elena, donde la M.G. Mier Com-pany mantena los derechos ex-clusivos de explotacin de este recurso. A partir de entonces, el petrleo, en su forma primaria, se ha exportado a las potencias desarrolladas e incluso no se permita su consumo interno por la idea de que era demasiado bueno para el mbito nacional. Aos despus, con la llegada de los aos 80, los precios del pe-

    trleo se debilitaron en los mer-cados internacionales. Ecuador empez a recibir menores ingre-sos por sus ventas petroleras y consecuentemente los efectos de la maldicin llegaron a la po-blacin, trayendo mayores nive-les de pobreza, elevados intere-ses crediticios, aceptacin de las condiciones del Banco Mun-dial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), adopcin de ideas neoliberales y finalmen-te la dolarizacin. En la actuali-dad, con el Gobierno de Rafael

    Correa, se han revertido las con-diciones impuestas por el FMI y el BM, y el porcentaje de rentas recibidas por la exportacin de petrleo que llega al Estado es mucho mayor, evitando prcti-cas privadas ilegales.

    El petrleo, en la actualidad, contina siendo nuestro prin-cipal producto de exportacin. Ha generado altas divisas pa-ra el pas y ha contribuido con la balanza comercial. A pesar de eso, Ecuador tiene que in-vertir lo obtenido de las expor-

    taciones en productos como combustibles, aceites, plsti-cos, entre otros, pues no pro-duce estos bienes basados en su propia materia prima, para as obtener mayores ingresos y empujar al pas hacia el desa-rrollo anhelado, eliminando la voracidad de las multinaciona-les que buscan enriquecerse. Un ejemplo es el caso Chevron-Texaco, petrolera de EUA, que provoc la desaparicin de dos pueblos indgenas enteros, los Tetetes y los Sansahuaris, y en-ferm cientos de personas con su contaminacin.

    Por otro lado, se encuentra la actividad minera que los pa-

    ses ricos en recursos na-turales llevan a cabo. En

    Ecuador, el aporte de la minera para la econo-ma del pas es menor al del petrleo, pero tiene representacin. La minera dentro de nuestro pas se ha lle-vado a cabo por mu-

    chos aos, durante los cuales el Estado ecuato-

    riano, excepto durante el perodo de Correa, ha res-

    pondido a los intereses extran-jeros del BM y del FMI.

    Cuando un Gobierno se ve pre-sionado por las urgencias coti-dianas, busca nuevos ingresos y desarrolla nuevos proyectos que le permitan recibir el dine-ro necesario para sacar adelan-te las propuestas ofrecidas en campaa. As, la democracia se ve amenazada por las prcticas rentistas que acarrean voraci-dad y autoritarismo, como su-cedi en Ecuador en los aos 70. Adems, en pocas prspe-ras en las que los recursos na-turales dan al pas una nueva visin de riqueza, siempre apa-recen grupos de poder que bus-

    Otra propuesta estudiada por Acosta

    es la revolucionaria idea para mantener la biodiversidad del Yasun dejando el petrleo

    bajo tierra a cambio de recursos financieros de la comunidad mundial,

    que sirvan al pas ecuatoriano para cumplir con sus obligaciones, sin

    necesidad de explotar esta rea de la Amazona.

  • 29 tema central

    can manipular al Estado demo-crtico para quedarse con una tajada de esas rentas.

    Por ello, Alberto Acosta pres-ta especial atencin a la impor-tancia de consolidar procesos democrticos que superen los viejos esquemas sociales y po-lticos, y obliguen a conformar alianzas y consensos que per-mitan aprovechar las potencia-lidades del pas, sin caer en la trampa de la enfermedad ho-landesa, basada en el boom de la exportacin de un nue-vo producto primario en pero-dos de significante prosperi-dad. Para ello, Acosta propone robustecer el mercado interno y el aparato productivo, crear mayor diversidad de productos con valor agregado, inculcar en los habitantes formas correctas de consumo especialmente de consumo energtico, de tal for-ma que se pueda transitar hacia una nueva civilizacin energti-ca, basada en nuevas tecnolo-gas que se orienten al alcance del Buen Vivir.

    Otra propuesta estudiada por Acosta es la revolucionaria idea para mantener la biodiversidad del Yasun dejando el petrleo bajo tierra a cambio de recur-sos financieros de la comuni-dad mundial, que sirvan al pas ecuatoriano para cumplir con sus obligaciones, sin necesidad de explotar esta rea de la Ama-zona. Esta propuesta ha recibi-do gran apoyo y respaldo inter-nacional, considerando que sin importar el precio que se le pon-ga a la naturaleza, el valor eco-nmico jams podr reflejar su importancia.

    Haciendo alusin a la frase de Humboldt, los ecuatorianos s somos raros. Dormimos en me-dio de rugientes volcanes, vi-vimos pobres en medio de in-comparables riquezas, nos alegramos con msica tris-te y adems no coopera-mos para alcanzar el de-sarrollo que reclamamos. Si bien parte de la res-ponsabilidad est en manos de nuestros gobernantes quie-nes no han sabido ins-titucionalizar normas que involucren al pas en un ver-dadero proceso de cam-bio, dar valor agregado a esa pepa de oro que te-nemos, a las hortalizas que cosechamos, al cama-rn, las rosas, el bana-no, petrleo, minerales, etc., que exportamos, est tambin en nues-tras manos. Mientras nuestra cultura paterna-lista y nuestro nimo con-formista no cambien, Ecuador, lamenta-blemente, conti-nuar condenado a ser parte del tercer mundo, de un mun-do subdesarrollado, maldito por la abun-dancia de riquezas naturales que le han si-do concedidos.

    1 Acosta, Alberto. La Maldicin de la Abundancia. Quito: Abya Yala, 2009.

  • 30revistautopa#79 julio2013

    Participacin, reflexin y accin son las palabras con las que se puede ca-racterizar al Foro Social Mundial y a su ltima edicin llevada a cabo en Tnez, un pas del Magreb, considerado la cuna de la primavera rabe y la semilla que luego se reg en Europa y Estados Unidos, para dar nacimiento a los mo-vimientos de los Indignados y Occupy Wall Street. Es por esta fuerte carga simblica de T-nez, que fue un excelente lugar de encuentro para todos aque-llos que estn comprometidos por una transformacin local y mundial de la realidad eco-nmica, poltica y social de los pueblos.

    Del 26 al 30 de marzo de es-te ao, se llev a cabo el do-ceavo Foro Social Mundial en el campus El Manar, de la ciu-dad de Tnez. All se dieron ci-ta 4.578 organizaciones sociales del mundo y participaron 30.000 personas de 127 nacionalida-des. En este gran evento social se realizaron 1.000 talleres, 50 exposiciones, 70 espectculos musicales y se pasaron 100 pe-lculas, entre otras tantas activi-dades. Adems, se organizaron dos marchas: la de apertura y la de clausura, esta ltima estuvo dedicada en exclusiva a la cau-sa palestina y coincidi con la Jornada de la Tierra, celebrada el 30 de marzo.

    Los ejes temticos para esta edicin del Foro fueron once, al-rededor de los cuales giraron to-das las actividades del evento y tambin las Asambleas de Con-vergencia. En estas, tambin lla-madas Asambleas de Accin (creadas en el FSM de Belm, 2009) los participantes del Foro se reunieron para debatir temas de intersentre distintas orga-nizaciones, movimientos y redes sociales y formular o reforzar convergencias de accin que se deben tomar para la construc-cin de otro mundo posible.

    Entre las declaraciones ms afi-nes al contexto ecuatoriano y la-tinoamericano podemos sealar las siguientes:

    Carla Ledezma Esparza

    El Foro Social Mundial 2013:

    promoviendo la dignidad

    http

    ://g

    oo.g

    l/o69

    Xx

  • 31 tema central

    Declaracin de la Asamblea de Convergencia por el Derecho a la Comunicacin

    Los participantes de esta asam-blea y activistas de medios al-ternativos que declaran utilizar la comunicacin como herra-mienta de transformacin so-cial, estn a favor del derecho a la comunicacin y la libertad de expresin, y estn en contra del abuso y mal uso de ella por par-te de los poderes polticos, eco-nmicos e industriales. Hacen un llamado a la construccin de otra comunicacin.

    Entre los puntos de apelacin que expresa esta declaracin tenemos: 1) acceso libre y de-

    mocrtico a la informacin, de acuerdo con los principios uni-versales de los derechos huma-nos; 2) creacin de autoridades reguladoras para la radiodifu-sin, que sean verdaderamente independientes de las autorida-des polticas y del poder finan-ciero; 3) promocin de la cultu-ra libre, la banda libre, el acceso gratuito a internet, el concepto de bienes comunes, as como la defensa de la filosofa del soft-ware libre para garantizar la so-berana tecnolgica.

    Al mismo tiempo se mencio-nan algunos de los compromi-sos trazados para lograr una comunicacin democrtica y di-ferente: 1) profundizar el dilo-go entre los medios libres y los movimientos sociales en torno a los derechos a la comunica-

    cin y al conocimiento, as co-mo sobre la violacin de estos derechos; 2) establecer una red para coordinar campaas volca-das a proteger y reforzar el dere-cho a la comunicacin; 3) crear un grupo de redes de intercam-bio entre pases del norte y del sur, para promover la utilizacin de hardware y software libres y para la democratizacin y difu-sin masiva de los saberes tec-nolgicos; 4) reflexionar sobre el impacto ambiental de la utiliza-cin de nuevas tecnologas.

    Declaracin de la Asamblea de Convergencia sobre Alternativas Econmicas

    Los participantes de esta asam-blea afirman que la Economa Social Solidaria (ESS) es una al-ternativa al capitalismo, por ser una economa democrtica que brinda un estndar de vida de-cente y soberana alimentaria, al mismo tiempo que preserva los recursos naturales. Por tan-to, hacen un llamado a todas las personas para que se orga-nicen colectivamente y ejerzan presin sobre los poderes p-blicos (a nivel local e internacio-nal), para que redireccionen las polticas econmicas hacia una economa en donde prime el ser humano.

    Entre los puntos de esta ape-lacin tenemos: 1) co-construir polticas de desarrollo de la ESS a escala local e internacional, en sinergia con las organizaciones de la ESS de la sociedad civil; 2) garantizar ingresos decen-tes a toda la poblacin, as co-mo el acceso universal a servi-cios bsicos como sanidad y educacin; 3) poner en prctica los principios de la ESS como

    Ejes temticos del Foro Social Mundial, Tnez 2013

    1. Por una profundizacin radical de procesos revolucionarios y la descolonizacin en el sur y en el norte.

    2. Por un mundo sin hegemonas ni dominaciones imperialistas.

    3. Por la construccin de nuevos universalismos fundados en la justicia medioambiental y el acceso universal y durable a los bie-nes comunes.

    4. Por una sociedad fundada sobre los principios de dignidad, di-versidad, justicia e igualdad entre todos los seres humanos.

    5. Por la libertad de circulacin y establecimiento de todas y todos.

    6. Por una justicia cognitiva, descolonizacin del pensamiento y democratizacin del saber.

    7. Por la construccin de procesos democrticos de integracin y de unin entre los pueblos.

    8. Por un mundo en paz sin la guerra como instrumento de domi-nacin econmica, poltica y cultural.

    9. Por un mundo democrtico que garantice, sin discriminacin, la participacin de todos y todas.

    10. Por la construccin de alternativas al capitalismo y a la mundia-lizacin neoliberal.

    11. El futuro del Foro y estrategias para garantizar la construccin de otro mundo posible.

    Fuente: www.fsm2013.org/es/node/192

  • 32revistautopa#79 julio2013

    transparencia, buena gobernan-za y preocupacin ecolgica, en todos los eslabones de la activi-dad empresarial.

    Declaracin de la Asamblea de los Movimientos SocialesEsta declaracin hace un llama-do a la unin para luchar con-tra el sistema capitalista y traza las siguientes lneas de accin: 1) contra las transnacionales y el sistema financiero (el FMI, el BM y la OMC); 2) por la justicia climtica y la soberana alimen-taria; 3) contra la violencia hacia las mujeres; 4) por la paz y con-tra la guerra, el colonialismo, las ocupaciones y la militarizacin de nuestros territorios; 5) por la democratizacin de los medios de comunicacin masivos y la construccin de medios alter-nativos.

    Es importante destacar que el Foro Social Mundial no produ-ce una declaracin final en ca-da evento. Es por eso que las organizaciones participantes se renen en las diferentes Asam-

    bleas de Convergencia para tra-zar y reforzar acciones de cam-bio que luego son emitidas en respectivas declaraciones, para ser divulgadas por el FSM por todos los medios posibles.

    Qu es el Foro Social Mundial?

    El Foro Social Mundial no es una entidad ni una organizacin mundial representativa de la so-ciedad civil, sino un espacio plu-ral y diversificado que sirve de articulador entre la variedad de entidades, movimientos socia-les, organizaciones no guberna-mentales y otras organizaciones de la sociedad civil que declaran su acuerdo con la Carta de Prin-cipios del FSM y que, por tanto, estn comprometidos en la lu-cha por otro mundo, donde no existan las injusticias y desigual-dades que ha trado consigo el modelo neoliberal.

    Este espacio de encuentro vio la luz en el ao 2001, del 25 al 30 de enero, en Porto Alegre, Brasil, como alternativa al Fo-ro Econmico Mundial de Da-

    vos, Suiza. Este ltimo, funda-do en 1971 por el economista Klaus Schwab, se celebra cada enero dando cita a lderes pol-ticos y empresarios mundiales para debatir los problemas del globo y proponer soluciones. Sin embargo, el hecho de que sea financiado por 100 empre-sas miembros que facturan ms de 5.000 millones de dlares al ao, que haya tenido como co-laboradores a Tony Blair, Bill Ga-tes, Benedicto XVI, entre otros, y que adems imponga un costo a su membresa de 45.475 USD, dio mucho qu pensar sobre los debates y propuestas que ah surgan durante cada encuen-tro, as como los intereses que los motivan.

    Para hacer frente a esto, Oded Grajew propuso a Bernard Cas-sen, director de Le Monde Di-plomatique y presidente de ATTAC (Tasacin de las Transac-ciones Financieras para Ayuda a los Ciudadanos), la realizacin de un Foro Social Mundial que reuniese a todos los movimien-tos antiglobalizacin posibles. Una vez tomada la decisin de afrontar el reto, se realiz el pri-

    Foros Sociales Mundiales desde 2001 hasta 2013Lugar Fecha

    Porto Alegre-Brasil 2001

    Porto Alegre-Brasil 2002

    Porto Alegre-Brasil 2003

    Bombay-India 2004

    Porto Alegre-Brasil 2005

    Bamako (Mal-frica), Caracas (Venezuela-Amrica), Karachi (Pakistn-Asia)

    2006

    Nairobi-Kenya 2007

    Belm-Brasil 2009

    Se realiz en todo el mundo, con una serie de eventos y actividades a lo largo del ao. 2010

    Dakar-Senegal 2011

    Porto Alegre-Brasil 2012

    Tnez 2013

    Fuente: www.fsm2013.org/es/node/119

  • 33 tema central

    mer Foro en Brasil, un territorio simblico en aquel momento por sus experiencias de protesta y lucha contra el neoliberalismo.

    A partir de entonces, el Foro So-cial Mundial se ha constituido en un proceso permanente de debate, intercambio de expe-riencias, proposicin de ideas y toma de acciones para cons-truir un mundo alternativo al que plantean las grandes corpora-ciones mundiales y los Gobier-nos que les sirven. As, el FSM busca crear un mundo de dere-chos humanos universales, jus-ticia, igualdad y soberana de los pueblos, que vaya de la ma-no con la convivencia respetuo-sa de la naturaleza.

    Cul es la organizacin del FSM?

    El Consejo Internacional del Fo-ro Social Mundial es una instan-cia permanente que busca la consolidacin del proceso del FSM por medio de la definicin de polticas y estrategias. En-tre algunas de sus responsabi-lidades tenemos: 1) organizar y promover la participacin en el FSM que se realiza cada ao, 2) captar recursos financieros, 3)

    divulgar el FSM en sus pases y 4) promover la discusin y parti-cipacin de las propuestas for-muladas en los eventos. Ya que no es una instancia de poder, no existe la representacin ni los votos entre sus miembros.

    El Consejo Internacional est formado por 129 organizaciones sociales, entre las que se cuen-

    ta la CONAIE (lista completa en: www.fsm2013.org/es/node/194) y de ellas se despliegan las si-guientes comisiones: Metodolo-ga, Contenido y Temticas, Ex-pansin, Estrategias, Recursos y Comunicacin. Finalmente, exis-ten dos oficinas, una en Brasil y otra en la India, que respaldan a los comits organizadores anua-les del Foro.

    Fuente: www.fsm2013.org/es/node/119

    Estructura Organizativa del FSM

    Comisin de Metodologa

    Comisin de Contenido y Temticas

    Colectivo responsable de la oficina del FSM en Sao Paulo Brasil

    Colectivo responsable de la oficina del FSM en la India

    Comisin de Expansin

    Comisin de Estrategias

    Comisin de Recursos

    Comisin de Comunicacin

    Consejo Internacional del FSM

    Fuentes de mayor informacin sobre el FSM Pgina oficial del FSM 2013: www.fsm2013.org Carta de Principios del FSM: http://www.fsm2013.org/es/node/194

    Para saber ms sobre la historia del FSM: http://www.forumsocialmundial.org.br/main.php?id_menu=19&cd_language=4 Declaracin de la Asamblea de los Movimientos So-ciales, Tnez 2013: http://www.fsm2013.org/es/no-de/12975

    Declaracin de Tnez III Foros Mundial de Medios Li-bres, 2013:http://www.fsm2013.org/es/node/13922 Declaracin de la Asamblea de Convergencia sobre Alternativas Econmicas: http://www.ripess.org/declaracion_ess_

    fsm2013/?lang=es

  • 34revistautopa#79 julio2013

    Fabrizio Rauber

    a un paso de la terapia intesiva

  • 35 tema central

    El 70% de la superficie de nuestro planeta est cu-bierto por agua, de esa cantidad el 97% corres-ponde al agua salada, el 3% restante se encuentra en los glaciales y casquetes polares. Es decir, apenas el 0,003% del total de agua en el mundo es apta para el consumo huma-no. Al ritmo que vamos, para el ao 2025 la escasez de este recurso alcanzar a un 66% de la poblacin mundial, principal-mente la asentada en frica y Asia occidental.

    Hace un par de aos atrs, en nuestro pas, la celebracin del Carnaval era una de las fechas ms esperadas de todo el calen-dario. Desde finales de enero ya se festejaba. Muchos recorda-mos que para esas pocas era un suplicio caminar por la calles y si uno sala, deba ser por algu-na buena razn. No importaba si ibas por pan o a verle a tu her-manito, siempre haba un bom-bazo que, como la idiotez, sin respetar edad ni gnero, crimi-nalmente te helaba hasta la es-pina.

    Hoy, tales hechos han quedado relegados, casi olvidados, y las razones atienden a dos puntos: la violencia y el indiscriminado desperdicio de agua, siendo es-te ltimo aspecto al que le pon-dremos especial atencin.

    El uso y abuso que le damos al agua parece estar ligado a una fuerte conciencia de des-apego. No existe un juicio claro que nos dictamine la real impor-tancia de este recurso, pero es ms grave an la despersonali-zacin existente en el tratamien-to del tema.

    La vida ha dependido del agua desde que los primeros microor-

    ganismos unicelulares existieron en el planeta. Luego de 3500 mi-llones de aos, hasta haca al-gunas dcadas, el margen entre las necesidades y el uso del re-curso haban sido estables. Sin embargo, la poblacin humana en los ltimos cien aos se tri-plic y el uso del agua para cu-brir sus necesidades (en las que no se contemplan la agricultu-ra ni la industria) se multiplic por seis. El escenario crtico que atraviesa el agua en estos mo-mentos no se relaciona en gran medida con la carencia prxi-ma del recurso tampoco deci-mos que es infinito, sino con el ofensivo uso y perverso manejo que, de seguir as, nos llevar a ese funesto escenario.

    El agua cumple un ciclo denomi-nado hidrolgico: se evapora, se condensa, se precipita y vuelve a la tierra. De mante-nerse el ciclo no habra por qu preocuparse, el agua se purifica as mismo du-rante el proceso y las re-servas continuamente se sostendran. Pero la rea-lidad es otra, su excesivo e irresponsable consumo y la contaminacin por men-cionar un par de factores ha-cen que el equilibrio del ciclo se altere y los resultados ya no sean los mismos. En el caso de los acuferos (formaciones geo-lgicas que almacena agua), al existir una alteracin del ciclo y el desmejoramiento paulatino de la condiciones del suelo don-de reposa, esta no regresar en la misma cantidad que la que se extrajo, lo cual desemboca ine-vitablemente en la extincin del recurso en ese sitio.

    En qu est emplendose el agua a tal punto que la escasez se adviene? El uso del agua tie-ne dos grandes mbitos: el con-

    suntivo (donde se encuentran sectores como la agricultura y la industria) y el no consuntivo (necesidades de los humanos y ambientales). El sector de la in-dustria y la agricultura es el que mayor cantidad de agua emplea para sus actividades. Segn ci-fras de la UNESCO, el 70% del agua que se usa al ao corres-ponde a la agricultura, un 20% lo usa la industria y el restante 10% se emplea en necesidades humanas. EUA, China, Japn, Rusia y Mxico son algunos de los pases que integran la lista de los mayores consumidores de agua.

    El crecimiento de la poblacin es un factor determinante. Son necesarias mayores extensio-nes de tierra para poder suplir las demandas, por ende, tam-bin ms agua para cultivar-las. Segn investigaciones, pa-ra el crecimiento de los granos que caben en una taza de ca-f es necesario emplear 140 li-tros de agua, lo cual denota las excesivas cantidades usadas. El informe de las ONU Gestin del agua en condiciones de in-

    El escenario crtico que atraviesa el agua en estos momentos no se relaciona

    en gran medida con la carencia prxima del recurso tampoco decimos que es infinito, sino con el ofensivo uso y perverso

    manejo que, de seguir as, nos llevar a ese funesto

    escenario.

  • 36revistautopa#79 julio2013

    certidumbre y riesgos, seala que para mediados del siglo XXI el mundo necesitar 70% ms alimentos, siendo necesario un incremento de 19% en las can-tidades de agua que se usan. Adems, explica que para el ao 2050, la poblacin mundial as-cender hasta los 9,1 mil millo-nes de personas.

    La industria, el segundo sector que ms agua usa, ha sido otro de los criticados duramente. La privatizacin del agua, uno de los anhelos perseguidos duran-te aos por las corporaciones y transnacionales, avalados por el Banco Mundial y el FMI, bus-ca controlar la distribucin del agua en determinados secto-res. Segn Jason Clay, vicepre-sidente snior de WWF (World Wildlife Fund), Coca-Cola em-plea para la elaboracin de un litro de su producto 2,7 litros de agua, adems, para la obten-cin del azcar que contiene el mismo litro, se usan entre 175 y 200 litros del lquido vital. El asunto no termina ah, la empre-

    sa estadounidense tambin ha enfrentado numerosos litigios donde se le ha atribuido res-ponsabilidad en la contamina-cin de tierras, el no tratamien-to de sus residuos, venta de productos contaminados pues su calidad vara dependiendo si son distribuidos en Europa, EUA o en el tercer mundo y en varios pases se los ha acusado de no pagar el agua que consu-men, como en la India.

    Aunque Coca Cola es uno de los ejemplos ms notorios de esta prctica, no es el nico. Trans-nacionales como Monsanto (co-nocida por la fabricacin del gli-fosato) y Corporacin Betchel (empresa dedicada a la cons-truccin) enfrentan similares acusaciones por el manejo mo-noplico de las reservas de agua en los pases donde operan.

    En la dcada de los 90, con la aplicacin del nefasto Consen-so de Washington, se dio va li-bre a la privatizacin del agua. En la regin fueron las empresas Suez y Vivendi quienes empeza-ron a controlar el 66% del sector privado. Detrs de estas accio-nes, como se mencion, esta-

    ban los intereses y negociados de las transnacionales patroci-

    nadas por las polticas de los organismos internacionales de desarrollo. Los ajus-tes estructurales sugeri-dos por el FMI, el Banco Mundial o el BID, indica-ban como necesaria la privatizacin, adems, el dinero que las empresas

    transnacionales invirtie-ron fue muy poco ya que

    la mayor parte del gasto lo asumieron estas instituciones.

    Las consecuencias de tales po-lticas, auspiciadas por los Go-biernos serviles latinoameri-canos de entonces, trajeron problemas como el aumento ex-cesivo y sin justificacin de las tarifas del agua que era de p-sima calidad, no accedieron al servicio quienes no podan pa-garlo y se foment la corrup-cin. Uno de los hechos ms re-presentativos de esas polticas fue lo sucedido en Bolivia, don-de el Gobierno vendi la em-presa de agua potable de Co-chabamba a la estadounidense Betchel, quien se encarg del almacenamiento, manejo y co-mercializacin del lquido, ha-ciendo que los precios subieran casi un 300%. Los pobladores ya no podan acceder al agua de sus propios pozos, ni tampoco al sistema de riego, pues hasta el agua de la lluvia era propie-dad de la empresa. De ah que el pueblo boliviano, de manera organizada, haya luchado has-ta lograr expulsar dicha trans-nacional.

    Ahora bien, si entendemos que la problemtica del agua radi-ca en el manejo irresponsable que le rinde culto al derroche, en los negociados y grandes intereses que persiguen gru-pos econmicos forneos y en

    Si entendemos

    que la problemtica del agua radica principalmente

    en el manejo irresponsable que le rinde culto al derroche, en los negociados y grandes intereses

    que persiguen grupos econmicos y en el dao ambiental que genera desequilibrios en el ciclo hdrico,

    qu podemos hacer para evitar una futura batalla

    por el agua?

  • 37 tema central

    el dao ambiental que ge-nera desequilibrios en el ciclo hdrico, qu pode-mos hacer para evitar una futura batalla por el agua? Segn el resumen ejecu-tivo de Visin Mundial del Agua, entre las principales acciones, est una reforma a las instituciones que ad-ministran el agua, limitar la expansin de la agricultu-ra de irrigacin, aumentar la productividad del agua, apoyar la innovacin e in-crementar la cooperacin en cuencas internaciona-

    les. A tales consideracio-nes nos gustara adicionar un endurecimiento de las polticas conservacionis-tas y el fortalecimiento de cuerpos legales que pro-tejan los recursos de acti-vidades econmicas pro-tervas. Finalmente, pero no menos importante, debe construirse una conciencia sensible con la conserva-cin, que permita a travs de la educacin fomentar un juicio en las personas sobre la magnitud que re-presenta cuidar el agua.

    La reserva ms grande deagua dulce se encuentra en el Acufero Guaran. Se extien-de a travs de Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay. El acu-fero tiene una extensin ma-yor a Espaa, Francia y Portugal juntos, y se estima que la canti-dad de agua que al-berga bordea los 50 mil kilmetros cbi-cos, suficientes para abastecer durante 200 aos a la actual poblacin mundial. HacedosdcadaslaUNESCOdeclar al agua como un re-curso no renovable.

  • 38revistautopa#79 julio2013

    El TLC

    Juan Cuvi

    amenaza nuestro derecho

    a la salud

  • 39 tema central

    La magnitud del negocio de medicamentos a nivel mundial alcanza propor-ciones demenciales. Las utilidades de algunas corpo-raciones farmacuticas supera el presupuesto general de mu-chos Estados pobres del mun-do. Estas gigantescas transna-cionales continuamente lanzan al mercado productos nove-dosos que en su mayora no ofrecen ventajas teraputicas frente a los ya existentes. Un estudio realizado en Francia, sobre 508 nuevos productos farmacuticos lanzados al mer-cado entre 1975 y 1984, encon-tr que el 70% no constitua ningn aporte mdico. Dicho

    de otro modo, fueron crea-dos y comercializados con el nico propsito de incrementar las ven-tas. Esto refleja que la

    lgica comercial ha ter-minado por imponerse al sen-tido curativo que originalmente estuvo en la esencia de los me-dicamentos.

    Esta concepcin cre-matstica de la sa-lud es la que orienta las polti-cas promovidas

    desde los gran-des centros de po-

    der mundial. El Tratado de Libre Comercio (TLC) que la Unin Europea (UE) quiere sus-cribir con el Ecuador se inscribe dentro de esta ofensiva por un control monoplico de los mer-cados, incluyendo aquellos rela-cionados con la vida de las per-sonas, como en el caso de los medicamentos.

    El control simblico

    Esta lgica comercial ava-salladora no sera muy

    coherente si pensamos que el mercado de medicamentos del Ecuador es cientos de veces ms pequeo que el de Euro-pa y que el 80% de la produc-cin mundial de medicamentos es consumida por los doce pa-ses ms ricos del planeta. Llama la atencin, entonces, que la UE presione tanto por controlar un mercado a todas luces marginal.

    Esta constatacin nos condu-ce a un terreno ms complejo y pantanoso que el de las simples y obvias relaciones comerciales. Ms que el negocio en s, que no constituye una real oportuni-dad frente al resto de mercados mundiales, lo que las farmacu-ticas europeas persiguen es la imposicin de una marca comer-cial que se asocie con un buen estado de salud. De esa manera pretenden implantarnos la idea

    de que la nica posibilidad de curacin radica en los medica-mentos de marca. Lo que cura no es la sustancia qumica sino la marca, la empresa o el labora-torio. As, ms que el monopolio del mercado, se estn aseguran-do el monopolio de las creencias

    Ms que el

    negocio en s, que no constituye una real

    oportunidad frente al resto de mercados mundiales, lo que las farmacuticas europeas persiguen es la imposicin de una marca comercial que se asocie

    con un buen estado de salud.

  • 40revistautopa#79 julio2013

    y de los hbitos. A la imposi-cin de un sistema econmico corresponde la penetracin ms sutil de un sistema de valores. El propsito es que los dominados terminemos convencidos de que los dominadores tienen la razn.

    En este caso particular, la conse-cuencia ser que luego de varios aos de monopolio, los ecuato-rianos perdamos la fe y dejemos de recurrir a todas las dems op-ciones de medicacin posibles, incluyendo aquellas que son parte de nuestra cotidianidad, tradicin y herencia cultural. Es-te proceso de alienacin cultural puede ser fcilmente constatado en las zonas rurales, donde los campesinos, atosigados por la publicidad