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SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSA Nº 2/16-XII-1995 Vaticano II: un Concilio para el tercer milenio

Vaticano II: un Concilio para el tercer milenio · Nada menos que el pri-mer Concilio ecum énico, en el ... se le oculta que el Concilio Vaticano II tuvo ... que se encuentra. El

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SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSANº 2/16-XII-1995

Vaticano II: un Conciliopara el tercer milenio

Edita: Fundación «San Agustín». Arzobispado de Madrid.Redacción: Casa de la Familia. Pza. del Conde Barajas,1. 28005 Madrid.

Télf.: 365 18 13 - 366 78 64 Fax: 365 11 88Director: Miguel Angel Velasco Puente

Imprime y Distribuye: Prensa Española, S.A.Depósito legal: M-41.048-1995

En este número

Etapa II - Número 2

3-5EN PORTADA

Un Conciliopara nuestro tiempo,30 años después del Vaticano IIsus principalesprotagonistas cuentansu experiencia conciliar

16-17LA VIDA

Encuentrodel arte con la fe,

en homenaje a Juan Pablo II

19-21MUNDO

Los diez mandamientos de la paz para los Balcanes.Urge la reconciliaciónnacional y la Pazde Dayton

Sumario

la foto 6

iglesia en madridEmotivo funeralen Vallecas 8-11

criterios 7

españaNuevo Nuncio 12-13

testimoniosSan Pablo, en Chipre 14

el día del señor 15

mundoSínodo del Líbano 18

santos de ayer y hoyJosé Mañanet 22-23

raícesPara vivir,juntos, la fe 24-25

maestrosHondo misterio de una vida 26-27

desde la feGironella hablapara Alfa y Omega 28-29

contraportada 32

/3en portadaNº 2/16-XII-1995

Dios escribe recto con renglonestorcidos». Los grandes mo-mentos de gracia de la historia

se han visto afectados por las peripe-cias de hombres débiles, normales ycorrientes, de los que Dios, quién sa-be por qué, ha querido servirse. Oncepescadores de Galilea, algunos deellos prácticamente analfabetos, cam-biaron para siempre el curso de la his-toria. Nuestro siglo XX es testigo deesta misma realidad. Uno de sus mo-mentos cumbres, con efectos revolu-cionarios para toda la sociedad, elConcilio Vaticano II, fue fruto de eseapasionante e incomprensible miste-rio de colaboración entre Dios y la fra-gilidad de hombres con nombres yapellidos.

Les presentamos los testimoniosque nuestra redacción de Alfa y Ome-ga ha recogido aquí y allá durante es-tos días en Roma entre algunos pro-tagonistas de aquel Pentecostés de lostiempos modernos, pruebas feha-cientes de que Dios es el único queha comprendido y se fía del misteriodel hombre.

NO ERA ALGO NUEVO

Obviamente, protagonista de primer or-den fue Angelo Roncalli, Juan XXIII. Al ele-girlo pensaron que se trataría de un Papade transición, que pasaría sin hacer ruido.Sin embargo, ¡menuda sorpresa tenía pre-parada a la Iglesia! Nada menos que el pri-mer Concilio ecuménico, en el pleno sentidode la palabra, de la historia, pues en él par-ticiparon representantes de todos los rinco-nes del planeta.

Nuestro colega Robert Moynihan ha en-trevistado a monseñor Capovilla, secretariopersonal del Papa Juan desde 1953 a1962. Ha

cumplido los ochenta años, pero seacuerda de aquellos momentos co-mo si fuera ayer mismo:

— ¿Era nueva la idea de convocarel Concilio Vaticano II o, como afir-man algunos, ya se le había ocurridoa Pío XII?

— «Es necesario aclarar , de unavez por todas, un aspecto: la idea deun Concilio ecuménico estuvo siem-pre presente en la Iglesia. No era al-go nuevo. Sin embargo, había unacorriente en la Iglesia que, despuésde la declaración de la infalibilidaddel Papa, decía: “¿Para qué hace fal-ta un Concilio? El Papa puede deci-dir por sí mismo. Al fin y al cabo loque él decida está bien”. Esta co-rriente no había entendido que laConstitución que habla de la infali-bilidad del Papa no eximía al Papade recurrir, en primer lugar, a la vir-tud de la prudencia y, en segundolugar, al Concilio. Cristo concibió suIglesia como una comunión, no co-mo una monarquía absoluta». Mon-señor Capovilla tiene la virtud de loscampesinos del norte de Italia: ir algrano.

—¿Cómo le vino a Juan XXIII laidea del Concilio?

—«Tenía 77 años cuando fue elegido Pa-pa. Pudo haber pensado: “No voy a vivirmuchos años. Dejaré a quien me suceda lamayor parte de los problemas”. Podría ha-berlo hecho. Nadie le hubiera criticado porno haber hecho más. Pero se planteó el si-guiente problema de conciencia: “Estos car-denales y obispos me están presentando pro-blemas sobre sus seminarios, sobre la litur-gia, sobre sus diócesis, sobre sus relacionescon los Estados. ¿Cómo es posible respon-der a todas estas situaciones? El mundo estácambiando. Abro los periódicos, miro las sec-

HABLAN ALGUNOS PROTAGONISTAS QUE FORJARON AQUEL PENTECOSTÉS DEL SIGLO XX

Un Conciliopara nuestro tiempo

Llama poderosamente la atención y suscita, cuando menos, una cierta perplejidad comprobar el diferente criterio y sistemade pesas y medidas con que se valoran y se presentan a la opinión pública los diversos acontecimientos. Cualquier observador

imparcial habrá tenido ocasión de advertir en las últimas semanas el diverso tratamiento informativo que se ha dado en Españaa dos acontecimientos importantes en la historia de nuestro tiempo: los veinte años de la transición política española y los

treinta años de la clausura del mayor acontecimiento religioso del siglo: el Concilio Vaticano II. A nadie que tengauna sensata perspectiva de la realidad se le oculta que el Concilio Vaticano II tuvo repercusiones inmensas en la vida

de los pueblos, y que, de modo particular para los pueblos de raíces cristianas, hizo posibles todas las demás transiciones.Hablan en estas páginas algunos de los protagonistas del Concilio

Arriba: Juan XXIII entrega a monseñor Felici, Secretario Gene-ral del Concilio, la bula pontificia que promulga el Concilio.

Abajo: Los apóstoles Pedro y Pablo.

ciones de política y economía y me pregun-to: ¿Dónde está Cristo?”

Ante la gravedad de los problemas deci-dió: “Obviamente yo no puedo afrontar es-tos problemas por mí mismo, o incluso con laayuda de mis colaboradores. Necesitamos unConcilio”».

— ¿Qué balance hace del Concilio quienfue el secretario particular de uno de los Pa-pas más queridos, especialmente por la gen-te sencilla?

— «Si usted me pregunta: “¿Quién es us-ted?” Le responderé: “Soy un hombre cris-tiano, un sacerdote y un obispo retirado, yencuentro mi identidad en la Lumen gentium”.Fue un gran documento eclesial, dogmático;no creo que haya nadie que lo niegue en laIglesia. Si me pregunta: “Usted, ¿cómo re-za?” Le responderé: “La guía que orienta mivida de oración y litúrgica se encuentra en laSacrosanctum Concilium, el documento de laLiturgia, aun cuando hay mucho que corregiry reformar en los excesos que le han segui-do”. Cuando escucho una sinfonía de Beet-hoven y después escucho algunas cancionesque hoy se cantan en las Iglesias, me acon-gojo. Pero pienso que en la Sacrosanctum Con-cilium se puede encontrar todo el material ne-cesario para indicarme cómo puedo vivir mivida de piedad».

TESTIMONIOS

El arzobispo emérito de Bruselas, carde-nal Suenens, fue uno de los moderadores del

Concilio. «El Concilio —comenta el cardenalSuenens—no era sólo una larga serie de dis-cursos en latín y de intervenciones reducidasnecesariamente a ocho minutos, era tambiénla ocasión de intercambios informales entreobispos, expertos y observadores. En los mo-mentos de libertad entre una sesión y otra,

podíamos vernos en los cafés, lugares extra-ordinarios para refrescar las ideas y conti-nuar la discusión en torno a una taza de café».

El cardenal Anastasio Ballestrero, ex Su-

perior General de los carmelitas, hoy retiradoa sus 82 años, comentaba en estos días unepisodio histórico que puede ayudarnos acomprender las paradojas del Espíritu quese sirve de la fragilidad del hombre: «Meacuerdo —dice el cardenal— que el borradorde la última Constitución aprobada (consi-

derada como uno de los documentos clavesdel Concilio) no comenzaba con las palabrasGaudium et spes (gozo y esperanza) sino conlas que inmediatamente le siguen luctus et

4/ en portada Nº 2/16-XII-1995

Apertura de una de las sesiones del Concilio, presidida por Pablo VI

Un grupo de padres conciliares

angor, la tristeza y la angustia. Cambiar el ordensupuso alterar radicalmente la perspectiva. A la ho-ra de definir las relacionesentre la Iglesia y el mun-do contemporáneo, argu-mento de fondo de laConstitución, se contra-ponían diferentes cultu-ras, escuelas teológicas.Esto detuvo mucho lostrabajos. Cuando Pablo VIanunció que el Concilio seconcluiría con o sin el do-cumento, se recortó eltiempo, y se llegó a la con-clusión».

El cardenal Ballestrerocuenta además un episo-dio que ilustra bien la in-dependencia y la libertad con la que trabajaban losPadres conciliares: «Un día se le entregó a la comi-sión teológica una nota del Papa. Pablo VI pedíaque en el capítulo de la Lumen gentium dedicado ala Virgen se dijera también que es Madre de la Igle-sia. Se discutió la propuesta. La mayoría de la co-misión no se sentía capaz de avalar tal definición.Pablo VI no dijo nada. Después, en otro momentodel Concilio, durante el famoso discurso con el cual

cerró el 21 de noviembre de 1964 la tercera sesión,declaró: “la Virgen es Madre de la Iglesia”».

Pero el lector se pre-guntará: si este Concilioha sido tan rico, ¿por quéhasta ahora es conocidopor tan pocos? E incluso,¿por qué ha sido tan malinterpretado? ¿Qué hacefalta para que sea difun-dido? El cardenal Eduar-do Pironio perfila uno delos retos fundamentalespara renovar la fuerza delConcilio: «Hay que vol-ver a leer el Concilio. Lasnuevas generaciones nolo conocen: hace falta leer,profundizar, transmitir

con un lenguaje más actualizado los temas que ofre-ce el Concilio. Por suerte se está tratando de apro-vechar la celebración de los aniversarios de sus di-ferentes documentos para recordarlo. Es un patri-monio que no puede olvidarse por ningún motivo».

¿CONSERVADOR?

Lo anotado al día siguiente de la clausura delConcilio por el actual Prefectode la Congregación para laDoctrina de la Fe, el cardenalJoseph Ratzinger, supone untestimonio excepcional. «Si secompara el Concilio VaticanoII con otros precedentes, tantoen sus efectos inmediatos den-tro del ámbito eclesial comoen sus movimiento espiritual,se percibe a simple vista unadiferencia que debería hacer-nos pensar.

Los Concilios precedentesse opusieron a la mundaniza-ción de la Iglesia. Pareceríaque este Concilio se ha opues-to precisamente a esta pasiónespiritual. Todo está abiertopor Cristo, y la Iglesia tieneque presentarse abierta a to-do. No ha tenido como fin ladesmundanización, sino unaapertura al mundo.

Los cristianos hoy son unaminoría, como nunca antes lohabían sido, desde el final dela antigüedad. Ya no se pue-de tratar de defender con lamayor intransigencia lo quese posee, sino que hace faltahacer consciente a cada per-sona de la condición misione-ra en la que se encuentra. ElConcilio supone el paso deuna actitud de conservacióna otra misionera. El conceptoconciliar opuesto a conserva-dor no es progresista, sino mi-sionero».

Jesús Colina. Roma.

/5en portadaNº 2/16-XII-1995

Habla el Papa

EL REALISMODE LA ESPERANZA

«Jamás un Concilio Ecumé-nico había manifestado asísu preocupación pastoralpor las realidades tempora-les de la humanidad. Afron-tó los interrogantes funda-mentales que el corazón hu-mano se plantea: ¿Qué esel hombre? ¿Cuál es el sen-tido del dolor, del mal, de lamuerte?

¡Cuántos cambios desdeaquel diciembre de 1965! Po-dríamos preguntarnos cuán-to queda de la perspectiva dela Gaudium et spes. Tienemayor actualidad el interro-gante que entonces nos plan-teaba la Constitución: ¿Loscambios de la edad contem-poránea son útiles para elbien de la humanidad? ¿Pue-de haber un «orden tempo-ral más perfecto, sin queavance paralelamente el de-sarrollo espiritual»?

El Concilio no ocultó losproblemas, sino que quisoafrontarlos con «el realismode la esperanza», que nose deprime porque sabeque el mundo está impreg-nado de la gracia pascualque lo sostiene y lo redime.La gracia necesita testigosque sean para sus herma-nos el rostro de la esperan-za: todos los hijos de la Igle-sia están llamados a serlo.

La Gaudium et spes ex-hortó al testimonio de los lai-cos para que desempeñenun papel mayor en la vidade la Iglesia y del mundo.Sigue siendo aún una de lasgrandes urgencias de laIglesia de nuestro tiempo.Entrada procesional de los padres conciliares en la Plaza de San Pedro,

el 11 de octubre de 1962

«HAY QUE VOLVER A LEER EL CONCILIO.LAS NUEVAS GENERACIONES

NO LO CONOCEN.HACE FALTA LEERLO, PROFUNDIZARLO

Y TRANSMITIRLO»

6/ la foto Nº 2/16-XII-1995

Las lágrimas del soldadoSenad Medavovic, soldado bosnio de 25 años, no ha podido resistir el anhelado anuncio de la paz y rompe en lágrimas

incontenibles. Son las añoradas lágrimas de la paz; y también las de la pena, porque sus padres y su hermana yacen, desdejunio de 1992, en el cementerio de su pueblo, Prhovo, en Bosnia-Herzegovina. ¡Bendita paz, pero que lástima que haya lle-gado demasiado tarde para la familia de este joven soldado! ¡Ojalá que, sin el fusil automático en la mano, Senad encuen-

tre pronto la plenitud de la paz y levante la cabeza con esperanza!

/7criteriosNº 3/23-XII-1995

El corazón mismo de Madrid ha sidobrutalmente golpeado esta semana ,en su popularísimo barrio de Valle-

cas por la violencia criminal de los etarras.Seis vidas humanas aniquiladas, seis fami-lias destrozadas y un profundo desgaroirremediable en el tejido social es el trágico

balance que viene a su-marse al ya ominoso de to-da una larga cadena de crí-menes con los que urgeterminar de una vez. La re-acción masiva, inmediatay humanísima de todo elpueblo de Madrid ha sido

un grito de protesta. A ella nos unimos rei-terando el sincero afecto dolorido de la igle-sia de Madrid y nuestra oración por las víc-timas, asesinadas y vivas.

Una vez más, ante la barbarie de quie-nes -aunque crean que sí- no saben lo quehacen, queremos pedir el perdón de Diosy decir una palabra de serena esperanza.Una vez más se hace imprescindible recor-dar que la vida humana es un don inviola-ble de Dios, único Señor de la vida y que, enpalabras de Juan Pablo II, “nadie, en nin-guna circunstancia, puede atribuirse el de-recho de matar a un inocente”.

No hay, pues, causa alguna que valga,ni política ni no política, que justifique es-

tos asesinatos y todo este sufrimiento. Loscrímenes terroristas, además de destruir laconvivencia ardua y pacíficamente cons-truida, ofenden al Creador, a las víctimasque los sufren, e incluso a los insensatosque los cometen. En esta hora de indignadaconsternación y de hondo dolor, se hacepreciso asimismo exigir alos poderes públicos elmásimo sentido de res-ponsabilidad y de respe-to a los ciudadanos ya suseguridad, y recordar quehay muchos modos decomplicidad con el terro-rismo -también el silencio,también la cobardía moral, también la ren-tabilidad electoral- que no pueden ser su-plidos jamás con pretextos de reinsercio-nes y diálogos sin la menor garantía de re-ciprocidad. Se hace muy difíficil explicar alos niños, en vísperas de la Navidad, hastael significado mismo de esta celebracióncuando ven en las protadas de los periódi-cos y en la pantalla de televisión, avasalla-doramente, muestras de irracionalidad tanespantodas como las que han visto estosdías; y sin embargo lo tiene: Jesucristo sehizo hombre justamente para ser el Camino,la Verdad y la Vida. Eso es lo que celebra-mos en la Navidad

VOCES JÓVENES PARAPALABRAS DE VIDA

La que no puede callar, la que tiene quehablar “a tiempo y a destiempo! (2 Tm4,2), la predicadora, éssa es la Iglesia. Y

el Comunicador por excelencia, el que trans-mite el Amor, la Verdad y la Vida, es cristo.Nuestra historia entera es, por eso, la de unagran comunicación ad intra y ad extra. Y asíserá siempre, so pena que se prive al mundode la Buena Nueva; pero entonces habría-mos dejado de existir.

Todos constatamos la revolución causadapor los medios de comunicación, que hanprovocado unas relaciones de proporcionescolosales y a velocidades vertiginosas entretodos los seres y sociedades del planeta. Enla Iglesia, boquiabiertos como tantos más,apreciamos este espectáculo nuevo, y dese-mos que se emplee siempre para el bien. So-bre todo sabemos, sin sombra de duda, queel Areópago de la comunicación ha hechodel mundo una aldea y, aunque desbordadospor su técnica y por su complejidad profe-sional y económica, es el gran instrumento dehoy.

Nuestra mirada está puesta en los jóve-nes, en la generación que puede ussarlos có-modamente, con la habilidad y sensibilidad.Los jóvewnes son hoy centro de las expec-tativas del mundo, y la Iglesia los consideraya su mejor levadura para el presente, si sonentusiastas seguidores de Cristo, capaces dearrollar con su ejemplo y con su testimonio asus coetáneos frecuentemente en búsqueda.Tienen que asirse al micrófono y edificar encaridad y en verdad.

La condición explícita para que este “ba-tallón especial” de laicos viva su misión estáen cumlir, sin rebajas de ningún tipo, las exi-gencias que debe hacer propias cada cristia-no. Sin una profunda experiencia, desarro-llada en la oración personal y en la escuchade la Palabra de Dios, Cristo vivo puede sersólo un un sonido vacío de campanas. Y sinun afecto a la Iglesia, tejida en su seno de fra-ternidad y de entrega a los necesitados, que-rida sin reservas, puede correr el peligro deser una vistosa señal de tráfico aparcada enuna cuneta, que no indica nada, si no estásituada en el camino correcto.

Alfa y Omega ha iniciado un camino pon-ciliar y de comunicación nueva y necesaria,joven como el documento Aetatis Novae pa-ra la comunicación dentro de la iglesia; unaprometedora respuesta que cuenta con lasensibilidad íntima de la fe al misterio deDios. Con valentía apostólica, sin complejosni temores, como quien sabe que en Cristo es-tá el único tesoro, intenta seducir con la Ver-dad, el Bien y la belleza, a los hombres debuena voluntad. Es un precioso profetismoque invito a todos a imitar, si queremos queel hombre recupere su dignidad y la Vidaverdadera.

Francisco José Pérez y Fernández-GolfinObispo de Getafe

La vida es un don de Dios

ΩA

Os vais a marchar porla noche? ¿Por qué es-tais con nosotros si

somos malos? ¿Seríais capa-ces de abandonarnos? ¿Nosvais a querer?».

Éstas son las primeraspreguntas que los niños delhogar de Albacete hacían aSonsoles y Asun, sus educa-doras, el primer día que lle-garon a su nuevo hogar.

Ellas, como todos los quese quieran preparar paraatender a los niños sin hogarde la Asociación «O´Belén»,deberán, a diferencia de otrasinstituciones de este tipo, ha-cer un compromiso de por vi-da por los niños. Porque, se-gún nos cuenta su presidente,Emilio Pinto, hoy muchos ni-ños necesitan la misma con-tinuidad de atención que re-cibirían si viviesen con suspadres.

Puestos los ojos en la Fa-milia de Nazaret, la Asociación O´Belén sesiente llamada a crear, desarrollar y mante-ner hogares de acogida para niños, anima-

dos por hombres y mujeres que viven estevoluntariado como una auténtica vocación,como una respuesta concreta a la palabra

del Señor: «Quien acoge en mi nombre a unniño... a mí me acoge» (Mt 18,5). Procuransu integración social e incluso trabajan consus familias naturales para que un día pue-dan retornar a ellas.

En España hay más de 15.000 niños enesta situación. La Asociación O´Belén tieneen proyecto abrir nuevas casas en Salaman-ca y en Cantabria. No dejan de rezar con fepara poder tener nuevas vocaciones de edu-cadores.

Una de las novedades de esta reciente ini-ciativa es su peculiar administración eco-nómica: dependen, además de la aportaciónpor cuotas de sus socios, del apoyo de dosempresas: una agencia de viajes y una em-presa de venta por catálogo, constituidaspara este fin por algunos de los propios so-cios.

Don Manuel Ureña, obispo de Alcalá deHenares, donde está la sede social de la aso-ciación y donde viven la mayoría de los so-cios, la ha apoyado desde su creación, y es-tá previsto que se constituya canónicamen-te como Asociación pública de fieles.

Manuel Mª Bru

8/ iglesia en madrid Nº 2/16-XII-1995

ASOCIACIÓN «O´BELÉN» EN LA DIÓCESIS DE ALCALÁ DE HENARES

«Quien acoge en mi nombre Niños sin hogar, sin padres o con padres problemáticos, con problemas psicológicos y afectivos, necesitan del mismo cariño,apoyo y educación que todos los demás niños. Entre tantas instituciones de ayuda para ellos, en Alcalá de Henares,la Asociación O’Belén ha comenzado una tímida pero segura aportación: de momento un hogar en Albacete con seis niños, y algunos educadores preparándose para abrir otras dos nuevas casas.

Todos los niños necesitan un hogar

Monseñor Ureña inaugurando la casa de formación de educadores de la Asociación «O´Belén»

O’Belén nace el 13 de febrero de 1990,cuando en mi diario de ese año es-cribo: «Belén sufre sin saber que su-

fre. Belén se hace amiga de los demás con-sintiendo que las demás le peguen. Beléntiene muchos problemas y sus padres nopueden atenderla en condiciones: al pare-cer son alcohólicos.

Belén, a la que llaman la "despi", siempreestá en busca de alguien con quien jugar;tendrá unos sieteaños. Yo quiero a Be-lén y quiero que meayude para que en ellanazca todo lo que, po-co a poco, va tomandoforma. Yo sé que suspadres no tienen laculpa, o al menos, to-da la culpa: el am-biente, la costumbre,la fuerza, tantas co-sas... Pero Belén no tie-ne porqué pagar todaslas injusticias delmundo sola». Sólo conbuena voluntad inten-tamos ayudarla sinconseguir nada.

SER PERSONA

A los pocos mesesvolvía a escribir en midiario: «Hoy me hanvuelto a hablar de Be-lén, pero hoy cada pa-labra se me clavaba,cada palabra me pedíaque gritara, que me le-vantara una vez portodas.

Belén ya tiene ochoaños y dice su madreque todas las nochesestá obligada a dormircon su padre. "Sin ha-cer nada" dice la ma-dre. Pero Belén noquiere dormir con supadre. A Belén no legusta su padre. Y sumadre, claro está, no lopuede ni ver. Belén es-

tá esquelética. Belén podría ser toda una mu-jer. Nadie la ha sentenciado a no ser perso-na. Pero la sociedad no tiene tiempo de pen-sar en el futuro de Belén (los políticos tienenotras cosas más importantes en qué pensar).Nadie conoce a Belén, porque Belén no es unproblema.

En Belén comenzó hace mucho tiempo lasalvación de los hombres. Y hoy en Belén,una vez más, tiene que nacer la ayuda a los

niños que lo necesiten.Señor, ayuda a esta

niña que lleva el nom-bre de la ciudad dondetu quisiste nacer».

UN PROYECTO

Decidimos que laasociación llevara elnombre de la primeraniña que nos necesita-ba y por la que no pu-dimos hacer nada. Pa-ra que nunca se nos ol-viden todos los queestán esperando nues-tras manos.

La «O» de O´Belénquiere decir cualquiernombre, de cualquierniño, de cualquier par-te del mundo.

Después de cincoaños, poco hemos he-cho, pero nuestra ilu-sión cada vez es mayory cada vez son más lasmanos y estamos segu-ros de que Dios quiereque luchemos.

Emilio PintoPresidente

de «O´Belén»

/9iglesia en madridNº 2/16-XII-1995

DOCTRINA SOCIAL

DE LA IGLESIA (II)

En el discurso del Año Nuevo de1991, Juan Pablo II nos dio elmás acertado concepto de la

doctrina social de la Iglesia como:— una enseñanza doctrinal del Ma-

gisterio de la Iglesia (ayudado por elEspíritu y sostenido, al mismo tiempo,por el parecer de los teólogos y de losespecialistas en ciencias sociales),

— cuya enseñanza procura iluminar,a la luz del Evangelio, las actividadesdiarias de los hombres y mujeres en lasdiversas comunidades a que pertene-cen.

Se trata, pues, de adecuar nuestravida (nuestras actividades diarias), anuestra fe (a la luz del Evangelio). Ve-mos nuestras actividades, las juzga-mos a la luz del Evangelio, y actua-mos convirtiéndonos en todo aquelloque no esté conforme con dicha luz(«ver», «juzgar» y «actuar»).

Su objetivo principal es, pues, inter-pretar las realidades sociales, exami-nando su conformidad o diferencia conlo que el Evangelio enseña, para orien-tar en consecuencia la conducta cris-tiana (Sollicitudo rei socialis 41, 7º).

Por ello, la doctrina social no es unaideología, sino que pertenece al cam-po de la teología, y especialmente, alde la teología moral.

La enseñanza y la difusión de estadoctrina social forma parte de la mi-sión evangelizadora de la Iglesia, tienecomo consecuencia el “compromisopor la justicia”; y la denuncia de losmales y de las injusticias pertenece asu ejercicio en el campo social.

Las fuentes de la doctrina social dela Iglesia se establecen en una doble di-mensión: de un lado, la Revelación, y,de otro, la referencia de los hechos his-tóricos que hace el Magisterio medianteuna lectura de los mismos, desde laRevelación, con la asistencia del Es-píritu Santo y el apoyo de los teólogosy de los especialistas en ciencias so-ciales.

El sujeto de la doctrina social de laIglesia está constituido por toda la co-munidad cristiana y por todos los hom-bres de buena voluntad.

Esteban García Morencos

«SEÑOR, CONCÉDENOS SABIDURÍAPARA QUE TE PODAMOS HACER

LLEGAR A TODOS. CONCÉDENOSLA LUZ PARA COMPRENDER

Y ACEPTAR NUESTRO CAMINO.DANOS DE TU FELICIDAD

PARA HACER FELICESA LOS QUE ESTÁN A NUESTRO

LADO, FUERZA PARA CAMBIAREL MUNDO; QUE NO HAYA NADIESIN PAN, SIN CASA, SIN AMOR…

HAZNOS TUYOS…»(DE LA ORACIÓN DE «O’BELÉN»)

La «O» de «O’Belén»

a un niño...»

iglesia en madrid10/ Nº 2/16-XII-1995

El día a día

Felicitamos a los seminaristas de Madrid por la publica-ción del primer número de su revista, «Seminario», con

la que, según su rector, don Andrés García de la Cuerda,demuestran que el Seminario no vive aislado sobre símismo y que ellos se deben a los demás. Gracias a«Seminario de Madrid» toda la diócesis podrá compartirlos pasos de sus futuros sacerdotes. Con estilo y diseñomuy sugestivos, este primer número ofrece, entre otrascosas, un reportaje sobre la ordenación del rumanoCristian Langa, formado en nuestro Seminario, una entre-vista en la que monseñor Rouco cuenta cómo se planteósu vocación sacerdotal, y las experiencias de algunosseminaristas, el pasado verano, en una misión en Perú.

FE DE ERRATASEl programa de Radio Intercontinental «La buena noticia» seemite los sábados de 21 a 22 horas, y no de 20 a 21 horas.Cristina López Schlichting es la autora de la crítica decine «Pocahontas: una india correcta», que apareció sinfirma en la página 30 de nuestro número anterior.Pedimos disculpas a nuestros lectores.

El arzobispo de Madrid quiere que, desde este año, lafiesta de los «Sembradores de estrellas», organizada

por la Delegación diocesana de Misiones, sea la mejorocasión para encontrarse con los niños de Madrid. Esteaño se celebrará en la explanada de La Almudena, elpróximo sábado 23, desde las 11 de la mañana, y con-cluirá con el ya tradicional lanzamiento de globos con losque los niños mandarán su mensaje misionero.

Cada mañana, al acabar de cuidar a enfermos duran-te toda la noche, las Siervas de Jesús regresan a

casa, a descansar, y a buscar en la oración la fuerzapara proseguir su tarea al día siguiente. Las Siervas deJesús de la Caridad han cumplido cien años en Madrid.El arzobispo, monseñor Antonio María Rouco y el alcal-de de Madrid, don José María Alvarez del Manzano,celebraron con ellas este acontecimiento. Está muyavanzado el proceso de canonozación de su fundadora,la beata Josefa del Corazón de Jesús, que tiene dedica-da una capilla en la catedral de la Almudena.

El miércoles, 20, a las siete de la tarde, habrá un retiro deNavidad en la Casa de la Familia (Pza. del Conde de

Barajas, 1, bajo). Don Salvador Muñoz Iglesias celebrará laSanta Misa y, a continuación, habrá una mesa redonda sobre eltema: «Un Niño nos ha nacido».

En 1991 monseñor ManuelUreña encontraba variasdificultades para poder

constituir un seminario para lanueva diócesis de Alcalá: falta-ban aún el equipo de formado-res, un número suficiente de se-minaristas, una mínima pastoralvocacional, y un edificio apto ydisponible donde ubicar satis-factoriamente la institución delSeminario. Pero ahora, cuatroaños después, la diócesis de Al-calá ya tiene en Roma a tres sa-cerdotes preparándose para el se-minario; ya cuenta con treinta ytres seminaristas; la dimensiónvocacional está suficientementeintegrada en toda la vida de ladiócesis y además, ya se ha en-contrado el lugar donde poderedificar el Seminario.

El edificio, que entre 1901 y1910 albergó el colegio de Infan-tes o Seises, una institución de-dicada a la formación de los ni-ños que servían al coro de la Igle-sia magistral de Alcalá, hoycatedral, y que, desde 1980 hastahoy, ha sido la sede del «Centrojuvenil Cisneros» regido por lospadres Salesianos, será la nuevasede del Seminario alcalaíno. Sonnecesarias algunas importantesreformas, para que el viejo edifi-

cio pueda acoger a 59 seminaris-tas; para que se pueda restaurarsu espléndida capilla neogótica,y disponer de suficientes salas,comedores y aulas. Todas las pa-rroquias y comunidades cristia-

nas de la diócesis están compro-metidas con estas reformas.

De todos modos los semina-ristas seguirán haciendo sus estu-dios de teología, incluso cuandopuedan ya vivir en su seminario,

en la que pasará a ser la Facultadde Teología de la diócesis de Ma-drid, junto con sus hermanos se-minaristas de Madrid y de Getafe.

Manuel Mª Bru

/11iglesia en madridNº 2/16-XII-1995

MONSEÑOR UREÑA, OBISPO DE ALCALÁ DE HENARES:

«El seminario es absolutamentenecesario en una diócesis»Monseñor Manuel Ureña Pastor, obispo de Alcalá de Henares, ha hecho pública una Carta Pastoral, con motivo de la campaña en favor de la constitución del Seminario Mayor diocesano.

De muchísimos hermanos e hijos deesta bienamada Iglesia, a la que

intento día tras día toda mi persona,y a la que amo desde Cristo con pa-sión inaudita he recibido mas de unavez palabras de aliento como estas:«Tendrtemos Seminario, señor obis-po; tendremos Seminario. Dios pro-veerá y nos lo dará pronto. No se pre-ocupe».

Y no podía ser de otro modo. Por-que el «sentido de la fe» del «pueblode Dios» es grande. Y este sentido per-cibe el Seminario como el corazón mis-mo de la diócesis, como punto de refe-rencia de las vocaciones, como un gran

motivo para el despertar de éstas. Elseminario es el tiempo y el espacio quelos sacerdotes recordamos siempre.Sólo yo sé el gran bien espiritual queme hace volver de cuando en cuando ami seminario de Moncada, ese Esco-rial valenciano de la Huerta del Turia encuyos muros se templó y fraguó mi vo-cación.

No debe perderse ninguna vocaciónverdadera. Y podemos estar segurosde que Dios las da. Para ello necesita-mos tener Seminario. Construyamospues el Seminario.

Manuel Ureña Pastor

El colegio de Infantes será la sede del Seminario diocesano de Alcalá de Henares.

Monseñor Ureña

No debe perderse ninguna vocación verdadera

12/ españa Nº 2/16-XII-1995

En «San Egidio», un antiguoconvento carmelita, muy cer-cano a la Basílica de Santa

María de Trastévere, en Roma, sefirmó en 1992 el acuerdo de pazentre el gobierno y la guerrilla deMozambique, después de que, tras27 meses de intensa negociación,no lo lograran las grandes diplo-macias internacionales. De «SanEgidio», patrón de los desvalidos,surgió también el compromiso detodos los partidos de la oposiciónargelina de evitar la guerra en Ar-gel. Y también del viejo monaste-rio, perdido entre las más popu-lares calles romanas, nació en tor-no a un joven de 18 años, AndreaRiccardi y sus amigos, una comu-nidad con la intención de ayudar yacompañar a los más pobres de laciudad y del mundo entero.

DEL METRO... AL NOBEL

Los miembros de la Comuni-dad lo mismo organizan cada añoun encuentro de oración por lapaz en Asís y convocan a los má-ximos dirigentes de las religionesdel mundo, que se sientan a ce-nar en Nochebuena junto con losabandonados y los ancianos mar-ginados. Igual son candidatos alPremio Nobel de la Paz que re-parten comida caliente por el me-tro de Roma y enseñan a leer y acantar a los niños de los subur-bios de la Ciudad Eterna.

Andrea Riccardi definió estecarisma atento y abierto al mun-do en 1968, cuando se esperabaque la solidaridad llegara al mun-do por las ideologías y la revolu-

ción; sin embargo, el sabía que loque tenía que suceder era que elSeñor cambiara el corazón delhombre para ponerse a trabajar

por la paz, y siendo fiel al Evan-gelio, se ocupara de los más po-bres. Así están siempre presentesen los lugares de dolor de nues-

tras ciudades, en estrecha unidadde oración y amistad.

SERVICIO EN ESPAÑA

Comenzó su historia en Espa-ña, en 1988, cuando una jovenmadrileña, Tiscar Espigares, jun-to con tres amigos más, iniciaronla «escuela popular» del barriode Panbendito en Madrid, y añosmás tarde, la de Fuencarral. JesúsRomero, uno de los protagonis-tas de la Comunidad es profesorde la Universidad Autónoma y, ala vez, casi todas las tardes va ala escuela popular a acompañary enseñar a los niños del barrio«deseosos de que alguien les mi-re de una forma distinta, les quie-ra y esté con ellos».

«La escuela popular es un lu-gar de paz donde los niños en-cuentran una familia, donde no-sotros queremos que su vidacambie; queremos curar, comodice el Evangelio, sus heridas, susoledad, su tristeza, cantando oestudiando», señala Jesús Rome-ro. En estas comunidades, tres ennuestro país, «realmente se creaun tejido de solidaridad dentrode la sociedad, del país, del mun-do entero, que logra cambiar yhacer que te intereses por todos».

Raquel M. Caballero

«San Egidio»: la eficacia hechacomunidad y servicio

DEL POBRE DEL BARRIO, AL ÚLTIMO CONFLICTO INTERNACIONAL

Arriba, Andrea Riccardi,con barba, fundador

de la comunidad de San Egidio,habla con representantes

de distintas confesionesreligiosas, en la sede romana

del convento de San Egidio

Abajo, miembrosde la Comunidad reparten

alimentos entre los necesitados,en el Metro de Roma

Al pisar por primera vez suelo españolcomo representante del Santo Padre,siento una profunda satisfacción por en-

contrarme en una nación de profunda raigam-bre cristiana, cuya historia está marcada insis-

tentemente por el nombre de Cristo y por elamor de su Madre , la Virgen María. Abrigo laesperanza de entrar en contacto con los ricos fi-lones de religiosidad que guarda todavía esteviejo pueblo y con los muchos dolores huma-

nos de sus hijos, como también de aquellos quese sienten lejanos de la Iglesia. Embargado porestos sentimientos, mi pensamiento se dirige enprimer lugar a las altas autoridades de la na-ción, a Sus Majestades los Reyes, a los gober-

nantes, a los obispos, sacerdotes, religiosos y re-ligiosas y a todo el pueblo de Dios. Muy espe-cialmente os saludo a quienes estáis aquí paradarme vuestra amable bienvenida. Vuestra pre-sencia aquí, os lo digo sinceramente, es para mí

muy grata.Para todosquisiera te-ner el mis-mo aprecioy cariño queel Santo Pa-dre ha de-mostrado siempre en sus visitas a España. ComoNuncio apostólico no traigo más misión que lade representar en la mejor manera posible anuestro querido Papa, Juan Pablo II ante estanoble nación que de tantas maneras le ha ma-nifestado su afecto, y ante la Iglesia que vive enEspaña. Quisiera ser un mensajero de bondad,de amistad y de paz dispuesto a toda clase de co-laboración para el bien de todos. Gracias.»

Estas fueron las primeras palabras pro-nunciadas por monseñor Lajos Kada, nuevonuncio de Su Santidad en España, al llegar aMadrid el pasado día 12. Poco antes de in-corporarse a su tarea pastoral y diplomáticaen España, monseñor Kada fue recibido enaudiencia privada por el Santo Padre.

Aunque el nuevo Nuncio rehuyó pruden-temente enjuiciar cuestiones concretas, sí res-pondió netamente a la pregunta sobre el úl-timo brutal atentado de ETA en Madrid: «LaIglesia condena el terrorismo»

Ante diversas cuestiones que le plantea-ron los periodistas contestó: «Mi preocupa-ción es que haya paz. Que haya entendi-miento y colaboración».

Coro Marín

/13españaNº 2/16-XII-1995

MONSEÑOR LAJOS KADA, NUEVO NUNCIO APOSTÓLICO

«Mi preocupación es quehaya paz y entendimiento»

Primera rueda de prensa del nuevo Nuncio Apostólico

Quien más, quien menos es-tá estos días preparando elenvío de sus felicitaciones deNavidad, pero detrás de ellas,hay todo un entramado ocul-to de intereses utilitarios y co-merciales no siempre cohe-rentes con el espíritu al quepretenden servir. En Gran Bretaña el volumende negocio en las felicitacio-nes navideñas supera am-pliamente los diez mil millo-nes de pesetas. Es sabidoque parte del beneficio va di-rigido a las asociaciones debeneficencia. Las charitiesofrecen su nombre y su logo-tipo a la postal de felicitacióny como contraprestación re-

ciben fondos. Así el compra-dor trata de quitarse de enci-ma un cierto sentido de cul-pa a través de la compra deuna tarjeta de una asociación,en la esperanza de que sucomplejo de no hacer todo loque su conciencia le pide quehaga por los demás quedasuavizado con esta pequeñacontribución indirecta.Sin embargo los que real-mente se llevan las gananciasson los supermercados. A labeneficencia se asigna el 3%,en el mejor de los casos el10%. El resto se lo llevan losgastos y los pingües márge-nes de ganancia.Esto, que vale para la inmen-

sa mayoría de las asociacio-nes, no vale para algunas, co-mo Unicef, pues este orga-nismo de las Naciones Uni-das es lo suficientementepoderoso como para imprimiry vender por su cuenta sustarjetas. Desde hace variosaños, al menos en muchospaíses, rechaza cualquier in-termediario. Aunque no seaéste el caso de España, con-viene saber que el problemade algunos de los productosde Unicef es, sin embargo,otro y de bien diferente calado.Desde el Vaticano, ya el añopasado se llamó la atenciónsobre la improcedencia de de-terminados destinos de lo re-

caudado mediante las tarje-tas Unicef.Es más que probable queuna cierta manera de enten-der la planificación familiar abase de anticonceptivos o depreservativos no sea preci-samente aquello en que es-tán pensando el ciudadano ola ciudadana normal y co-rriente cuando compran, unade éstas postales.Y, desde luego, da bastantepena comprobar que, cadavez son menos las felicitacio-nes navideñas que represen-tan el sagrado Misterio de laNavidad, que, al parecer, eslo que se celebra.

Alfa y Omega

El timo de algunas postales de Navidad

Primer viaje de san Pablo: ChipreEl año 45 después de Cristo,

Bernabé y Pablo, llevandocomo ayudante a Marcos

—autor del segundo evangelio—,se hicieron a la vela en el puertode Seleucia rumbo a Chipre. Asícomenzaba el primero de los tresviajes misioneros de san Pablo.Es muy probable que empren-dieran el viaje en la primera se-mana de marzo, apenas pasadoel invierno, cuando comenzabala temporada hábil para la nave-gación. De haberlo intentado mástarde, los vientos de Poniente,que soplan a lo largo de la pri-mavera y del verano, hubierandificultado la navegación direc-ta hacia Salamina, situada en lacosta oriental de la isla.

La elección de Chipre comoprimera etapa en el viaje pudoobedecer, entre otras cosas, a queBernabé era oriundo de la isla. Deeste modo no marchaban a unmundo totalmente desconocido,y los familiares o conocidos deBernabé podían servirles de cola-boradores. San Lucas nos diceque, desembarcados en Salamina,predicaban el Evangelio en las si-nagogas de los judíos. Por tanto,aunque la población era de hablagriega y de religión pagana, exis-tía una nutrida colonia judía, tannumerosa que contaba con variassinagogas.

La presencia de los judíos entodo el mundo que recorre san Pa-blo se menciona con mucha fre-cuencia en el libro de los Hechosde los Apóstoles. En Chipre, la

emigración judía pudo iniciarse, oal menos incrementarse, en tiem-po de Herodes el Grande.

Augusto, en respuesta a un re-galo de 300 talentos de plata quele hizo Herodes en un momentooportuno, concedió a éste la mi-tad de las rentas de las minas decobre de la isla, minas que siguenexplotándose en la actualidad, y leencomendó la explotación de laotra mitad. Al estar en manos deHerodes y de personal de su con-fianza la explotación de estas mi-nas de propiedad estatal, no es deextrañar que acudieran a trabajar

en ellas, y en las industrias deri-vadas, judíos de las zonas pobresde Palestina, o judíos ya emigra-dos, pero que no se habían asen-tado definitivamente en el lugar.

De la actividad de Pablo yBernabé en Chipre, san Lucas só-lo menciona el comienzo en Sa-lamina, y el final en Pafos. Estono se debe a simple capricho desan Lucas: Salamina y Pafos eranlas ciudades más importantes dela isla, y el resto parece que estáescasamente poblado. Pafos, si-tuada en el extremo occidental,debía su importancia a motivos

religiosos y políticos. Allí se en-contraba el famoso templo deAfrodita, importante centro deculto pagano, al que acudían enperegrinación chipriotas y ex-tranjeros. Esto fue sin duda loque movió a los romanos a em-bellecer la ciudad, al mismo tiem-po que la convertían en residen-cia del procónsul, que goberna-ba la isla en nombre del Senadode Roma. En tiempo de Augus-to, la ciudad quedó totalmentearrasada en un terremoto, peroel emperador la hizo reconstruiren un emplazamiento nuevo.

14/ testimonios Nº 2/16-XII-1995

Sufro de esclerosis múltiple desde ha-ce 18 años. Al principio, no sabía elsignificado de mi enfermedad y sólo al

leerlo en el diccionario me derrumbé. Nadamás me daban un año de vida, y llevo de re-galo ya 18. Quien peor lo pasó fue mi ma-rido, pero gracias a su ayuda y a la de mispadres puedo llevarlo mejor. Psicológica-mente estaba destrozada. Hoy puedo con-tarlo con serenidad gracias al encuentroque tuve hace años con Jesucristo.Estoy en una silla de ruedas. Me tienen queayudar en las cosas más cotidianas. Sigo vi-

viendo y soy feliz en mi inquietud; aunquesea telefónicamente, puedo ayudar y ayu-do a otras personas. Con mis amigas me ríoy disfruto y no pienso en mi enfermedad.Todo lo que me rodea es amor. Siempre di-go que creer en Jesucristo no me ha cura-do físicamente, me ha curado el alma. Sigorezando y le pido que siga ayudándome allevar la cruz como Él la llevó. A todos losenfermos que lean mi testimonio sólo pue-do decirles: «No desesperéis; poneos ensus manos...»

Manuela Alvarez Garbatea

Costa de la isla de Chipre, cercana a Pafos, adonde san Pablo llevó el Evangelio.

Los comienzos: Hechos de los Apóstoles

Él me lo ha dicho

/15el día del señorNº 2/16-XII-1995

Hemos oído el testimoniode Cristo sobre Juan y elde Juan sobre Cristo.

¿Qué significa entonces el queJuan, encarcelado y ya próximo ala muerte, enviase sus discípu-los a Jesús con esta orden: «Id ypreguntadle: ¿Eres tú el que hade venir o esperamos a otro?»

¿A eso se reduce toda la ala-banza? ¿Qué dices, Juan? ¡Tú leseñalaste con el dedo y dijiste:«He ahí el Cordero de Dios; veda quien quita los pecados delmundo; todos nosotros recibimosde su plenitud; no soy digno dedesatar la correa de su calzado»!Y ahora preguntas: «¿Eres tú elque viene o esperamos a otro?»¿No es el mismo? ¿No eres tú suprecursor? ¿Cómo preparas el ca-mino si te desvías?

Vinieron, pues, los discípulosde Juan, y el Señor les dijo: «Id ydecid a Juan: los ciegos ven, lossordos oyen, los cojos andan,quedan limpios los leprosos, lospobres son evangelizados, y bie-naventurado quien no se escan-dalizare en mí. ¿Y preguntas sisoy yo? Mis palabras, son misobras».

¿Qué significa, entonces, esteoscuro problema?

Que nos alumbre el sol en quese encendió aquella vela. De esemodo la solución resultará evi-dente. Juan tenía sus propios dis-cípulos; no estaba separado, si-no que era un testigo dispuestoa dar su testimonio.

Y como los discípulos de Juanestimaban tanto a su maestro, oí-an de él el testimonio sobre Cris-to y se maravillaban. A punto demorir, quiso que Él los confirma-ra. Sin duda comentaban parasus adentros: «Juan dice de Él co-sas tan grandes que no dice de símismo.»

«Id y decidle», no porque yodude, sino para que vosotros osinstruyáis. «Id y decidle: ¿Eres tú

el que viene o esperamos a otro?»Fueron y se lo preguntaron;

por ellos, no por Juan; y por elloscontestó Cristo: «Los ciegos ven,los sordos oyen, los cojos andan,los leprosos curan, los muertosresucitan, los pobres son evange-lizados.Ya me veis, reconocedme.Veis los hechos, reconoced al ha-cedor. Y bienaventurado quien

no se escandalizare de mí. Y merefiero a vosotros, no a Juan».

Por eso, para que viéramos loque se refería a Juan, se añade:«Tras haberse marchado ellos, co-menzó a hablar a las turbas acer-ca de Juan». Y el veraz, la verdad,cantó sus alabanzas verdaderas.

San Agustín

Que os lo diga Él Evangelio de mañanaTercer domingo de Adviento

san Mateo 11, 2-11

En aquel tiempo, Juan,que había oído en la

cárcel las obras de Cristo,le mandó a preguntar pormedio de dos de susdiscípulos: —¿Eres tú el que ha devenir o tenemos queesperar a otro?Jesús les respondió:—Id y anunciad a Juan loque estáis viendo yoyendo: los ciegos ven ylos inválidos andan; losleprosos quedan limpiosy los sordos oyen; losmuertos resucitan, y a lospobres se les anuncia laBuena Noticia. ¡Y dichosoel que no se sientedefraudado por mí!Al irse ellos, Jesús sepuso a hablar a la gentesobre Juan: —¿Qué salisteis acontemplar en el desierto,una caña sacudida por elviento? ¿O qué fuisteis aver, un hombre vestidocon lujo? Los que vistencon lujo habitan en lospalacios. Entonces, ¿aqué salisteis, a ver unprofeta?Sí, os digo, y más queprofeta; él es de quienestá escrito:«Yo envío mi mensajerodelante de ti para queprepare el camino ante ti».Os aseguro que no hanacido de mujer uno másgrande que Juan elBautista, aunque el máspequeño en el Reino delos cielos es más grandeque él.

«YA QUE VEIS LOS HECHOS,RECONOCED

AL HACEDOR.MIS PALABRAS

SON MIS OBRAS»

16/ la vida Nº 2/16-XII-1995

Encuentro del arte coEncuentro del arte co

«REDENCIÓN». EDUARDO CHILLIDA

El misterio del árbol de la Cruz dando vida a quien cree y ofreciendo su rama inacabada

«TOLEDO». RAFAEL CANOGAR

Arriba, a la izquierda,«Toledo»cristiano, judío y musulmán,de Rafael Canogar.

Arriba, al centro, «Faro»,de Joaquín Capa: la luz queen algún lugar de la nochealumbra la esperanzadel hombre.

Abajo, al centro,«Bienaventurados»,de Eduardo Naranjo: algo,mejor Alguien, ilumina siemprea la madre con sus hijosen la acera, los permanentesmarginados de este mundo.

Abajo, a la derecha, «Stabant»,de Elisa Ruiz: la insondablepotencia creadora de la mujeren la vida y su fuerza en el dolor.

reludio de una gran exposición de arte contemporáneoque se celebrará en el Vaticano, estos seis espléndidosaguafuertes forman parte de una colección de doce ori-ginales de otros tantos pintores modernos del máximonivel y de las más diversas corrientes artísticas: los nor-

teamericanos Miguel Condé y Denis Long, el croata Maruna, los es-pañoles Vaquero Turcios, Antonio Lorenzo, Elisa Ruiz, Eduardo Na-ranjo, Joaquín Capa, Rafael Canogar, Eduardo Chillida, Monir Islam,de Bangladesh, y el ecuatoriano Guayasamín.

Promotor de esta cualificada colección, grabada en homenaje aJuan Pablo II, en el XV aniversario de su pontificado, ha sido el abo-gado español Manuel Capa, según el cual «el prestigio y la autori-dad moral del Papa han sido decisivos para inducir a estos artistas, defes y culturas diversas, a aportar su arte y su espíritu creativo dentrosiempre de la más plena libertad de temas y de estilos».

El aguafuerte «Stabant», de la pintora ex-comunista Elisa Ruiz, esobra póstuma: falleció, reconciliada con la fe y en la esperanza cris-tiana, poco después de realizarla. El aguafuerte del también marxis-ta Guayasamín expresa con enorme fuerza la validez universal del len-guaje artístico y todos las creaciones de esta colección única interpe-lan al espectador, a veces lo iluminan y prestigian profundamenteun escenario como el artístico de nuestros días, tan a menudo car-tente de trascendencia. Ante la obra de Chillida, el asombro admi-rado de la crítica ha sido unánime, como prácticamente ante todas ycada una de estas maravillosas obras.

Juan Pablo II ha mostrado su complacencia ante tan singular ho-menaje de una fe y de un arte abiertos al diálogo con la cultura con-temporánea.

P

/17la vidaNº 2/16-XII-1995

«GRITO». OSWALDO GUAYASAMÍN

Desde hace miles o millones de años resuena el grito del pobre de Yahvé

«BIENAVENTURADOS». EDUARDO NARANJO STABANT. ELISA RUIZ

on la feon la fe

«FARO». JOAQUÍN CAPA

SÍNODO DE LA IGLESIA LIBANESA EN ROMA

El Papa viajará prontoal «país de los cedros»

El Líbano no es Holanda. Ha pasado prác-ticamente desapercibido para la opiniónpública europea un acontecimiento de pri-

mera magnitud: el 26 de noviembre, con la ce-lebración de la santa Misa en la basílica de SanPedro, Juan Pablo II abrió los trabajos del Síno-do de la Iglesia libanesa en Roma, sobre «Cristoes nuestra esperanza. Renovados por su Espí-ritu, solidarios, testimoniamos su amor». Hanparticipado en él todos los patriarcas de Oriente:además de los cuatro titulares de las sedes pa-triarcales de El Líbano –Sfeir (Antioquía de losmaronitas) y Kasparin (Cilicia de los armenios)–se encontraban también el patriarca Ghttas (Ale-jandría de los coptos católicos), Sabbah (patriarcade Jerusalén de los latinos) y Bidawid (patriar-ca de Babilonia de los caldeos), nombrados per-sonalmente por el Papa. Son padres sinodales,en virtud de su cargo, los arzobispos y obisposordinarios y titulares de las diócesis libanesasde los diferentes ritos, los superiores generalesde las Órdenes religiosas presentes en el país, ylos Prefectos y Presidentes de los varios dicas-terios de la Curia romana.

Entre los miembros nombrados por el Pa-pa se encuentran también personajes que, deuna manera u otra, conocen y sufren los pro-blemas del Líbano, como los obispos y arzo-bispos de las diócesis de rito oriental presen-tes en el continente americano. Además par-ticiparon representantes de todas las Iglesiaslibanesas no católicas y de las tres comuni-dades musulmanas (sunitas, chiítas, drusos).

Este Sínodo se enmarca en el contexto his-tórico actual: «Los libaneses –dice el docu-mento de trabajo– se sienten profundamenteextraviados» después de muchos años de gue-rra que la Providencia ha permitido en la tie-rra del Líbano, un cruce de pueblos, un mo-saico de confesiones que hacen de este paísun microcosmos del Oriente Medio, impor-tante por la presencia cristiana en esta regióndel mundo».

APOYO MUNDIAL

Después de enumerar los diferentes retosreligiosos, culturales, sociológicos, políticos yeconómicos que El Líbano tiene que afron-tar, el documento invita a los católicos liba-neses a aprovechar la ocasión del Sínodo pa-ra reflexionar sobre las razones de su espe-ranza y sobre los caminos que deben orientarla renovación. La asamblea romana ha dilu-cidado claramente «la vocación de la Iglesia

del Líbano», que se traduce, esencialmente, enuna llamada al diálogo.

Los católicos libaneses (que son más o me-nos 1.200.000 fieles, son en su mayoría ma-ronitas y melquitas) se encuentran concen-trados en una zona bastante delimitada en elcentro-norte del país. 16 años de guerra hanobligado a muchos de ellos a abandonar laszonas limítrofes («mixtas») para encontrarrefugio en la parte Este de Beirut o en la ciu-dad de Jounieh.

La movilización de la Iglesia en favor de ElLíbano comienza a dar sus primeros frutos: elhasta ahora presidente de la Conferencia epis-copal de EE.UU., cardenal William Keeler, haenviado un mensaje al secretario de Estadonorteamericano, Christopher, en el que ex-presa la necesidad de que «la solicitud parti-cular del Papa y de la Iglesia universal porla unidad, la justicia y la paz en El Líbanoencuentren también apoyo en las potenciasmundiales».

Se espera que el documento final del Síno-do incluya una invitación y un compromisode acogida del Papa en El Líbano. El año pa-sado el Papa ya había programado un viaje aaquel país, pero la situación social y políticale impidieron cumplir su deseo, algo parecidoa lo que sucedió con Sarajevo. Según el parecerde algunos participantes en el Sínodo, este via-je papal podría realizarse en 1996.

Alfa y Omega

18/ mundo Nº 2/16-XII-1995

LOS CATÓLICOS EN EL LÍBANO

MARONITAS 73%LATINOS 1%CALDEOS 1%SIRIOS 2%ARMENIOS 3%MELQUITAS 20%

Todo el dolor y la destrucción del Líbano

Los cardenales Etchegaray y Puljic pasean por una calle de Sarajevo patrullada por un tanque de la ONU.

HACE FALTA URGENTEMENTE UNA RECONCILIACIÓN NACIONAL

Los diez mandamientos de la pazpara los Balcanes

Nº 2/16-XII-1995 /19mundo

El peor acuerdo de paz esmejor que la guerra», sen-tencia un diplomático vati-

cano al ser consultado por Alfa yOmega sobre sus impresiones an-te las nuevas esperanzas de pazque vienen de los Balcanes. «Tal ycomo se habían puesto las cosas,los acuerdos de Dayton son unasolución para detener la violen-cia, pero la paz cuesta, y mucho».

Ningún bando está satisfecho conesta paz impuesta; se sienten ven-didos por el juego de los tres pre-sidentes, orientado a la divisióncompleta de Bosnia. Hace faltauna reconciliación nacional. Nose producirá, hasta que no surjanlíderes capaces de darlo todo porla paz.

En la diócesis de Sarajevo loscatólicos han quedado reducidos

a un 25%. Antes de la guerra, Sa-rajevo contaba con unos 400.000fieles. Al acordarse la paz, son100.000. Es previsible que los ca-tólicos (en su mayoría croatas)que viven en la nueva Repúblicacroatomusulmana huyan a terri-torios más seguros, como suce-dió en el Líbano, que cuenta conuna gran parte de su poblacióncristiana en la diáspora.

Consciente de que la paz ten-drá que pasar por el perdón recí-proco de todas las comunidades,el 17 de octubre, Juan Pablo IIconvocó una «cumbre» vaticanaen la que reunió a toda la jerar-quía católica de los países en con-flicto. Del encuentro surgió uncompromiso que guía la labor delos católicos de los Balcanes. Seconcreta en diez compromisos:

«Así dice el Señor: “Mis designios son de paz y no de aflicción”» (Jeremías 29,11)

Cuántas veces hemos dicho los hombres «esto no tiene que vol-ver a pasar»; y cuántas, una y otra vez, se repite el odio, el te-

rror y la muerte! No es una simple frase ésa de que el hombre es elúnico animal que tropieza dos veces (y mil: dos guerras mundiales,Auschwitz, guerra civil española, Corea, Vietnam, Ruanda, Bos-nia...) en la misma piedra.

La salida del círculo vicioso no está, ni puede estar, en nues-tras manos, sencillamente porque son demasiado pequeñas paracumplir los deseos demasiado grandes de nuestro corazón. ¿Aca-so el pueblo bosnio, o los serbios, no desean la paz? La paz, y la vi-da plena, la deseamos todos, pero hay en nosotros una radical in-

La Iglesia católicaha demostrado

un entusiasmo realistapor el proceso de pazen la ex Yugoslavia,que por el momento

ha fructificadoen la ratificación,el pasado jueves,

en París,del Tratado de paz

de Dayton.Ahora bien,

el precio de la pazes muy elevado

para todos.

Imágenes para pedir perdón

DIEZ MANDAMIENTOS

PARA LA PAZ

IReforzar la obra de reconcilia-ción entre personas y grupos

étnicos, invitando a todos a re-chazar el nacionalismo y a culti-var un sano amor a la patria, fa-voreciendo de esta forma la con-vivencia.

IIEnseñar a todos a vivir el per-dón cristiano, a fin de sanar

las heridas provocadas por elodio.

IIIFomentar nuevas iniciati-vas de oración para obte-

ner del Señor la gracia de la con-versión de los corazones.

IVIntensificar a nivel local ynacional, el diálogo con los

hermanos ortodoxos, declarán-dose dispuestos a encontrarsecon sus obispos en caridad fra-terna.

VProseguir los contactos conlos musulmanes, de modo

que se asegure un futuro dignopara todos.

VIContinuar y, si es posible,incrementar las obras de

caridad material y espiritual, sindistinción de pertenencia étnicao religiosa.

VIIPrestar atención especiala los prófugos, de cual-

quier procedencia, para recons-truir el tejido social: al hermanono hay que tolerarlo sino amarlo.

VIIIApoyar la fraternidadentre diócesis y parro-

quias más favorecidas con lasmás probadas e iniciar, sin dila-ción, la obra de reconstrucciónde los lugares sagrados destrui-dos por la guerra, signos de es-peranza e instrumentos de co-munión. El Santo Padre ha des-

tinado a este fin los beneficios desu libro Cruzando el umbral de laesperanza.

IXSensibilizar a los medios decomunicación social para

que den informaciones más ob-jetivas sobre la realidad de suspaíses.

XDifundir el magisterio pon-tificio y la doctrina social de

la Iglesia, acentuando los aspec-tos destructores del nacionalis-mo y la exigencia de respeto a lasminorías.

TESTIGO DE EXCEPCIÓN

En estos días hemos podidoconversar con el padre TaddeusLjubo, franciscano de Sarajevo.Le preguntamos sobre la posibi-lidad de que Sarajevo se vuelvaun nuevo Beirut. «No —respon-de—, no si vienen los soldadosde la OTAN; allí todos están har-

tos de la guerra. Pero la paz esdébil: por mucha buena volun-tad que hayan puesto los EstadosUnidos, no han hecho más quepropaganda para la reelección deClinton. Mi miedo consiste enque, una vez pasadas las eleccio-nes y elegido el nuevo Presiden-te, nosotros quedemos de nuevoa la deriva».

—¿En qué situación están loscatólicos de Sarajevo?

—«No quedan más que los

viejos para vigilar sus casas. Elconflicto entre croatas y musul-manes es una herida que sigueabierta (es la victoria más im-portante de los serbios) y la Fe-deración croato-bosnia es unmatrimonio a la fuerza. Los mu-sulmanes sienten un gran res-peto por el cardenal Puljic, por-que no se ocupa de cuestionesmilitares, sino de la fe y de lapaz. El fundamentalismo islá-mico no prevalecerá si Europa

20/ mundo Nº 2/16-XII-1995

capacidad para lograrla. Y esta experiencia universal la expresósan Pablo como nadie: «No hago el bien que quiero, sino el mal queno quiero». Y añadía: «Y si hago lo que no quiero, no soy yo quien

lo obra, sino el pecado que habita en mí... ¡Pobre de mí! ¿Quién melibrará de este cuerpo que me lleva a la muerte? ¡Gracias sean da-das a Dios por Jesucristo nuestro Señor!» Y es que sólo Él ilumina

Grán parte de la tiera yugoslava es aún tierra minada, como esta carretera de Bosnia.

EL CONFLICTO ENTRE CROATAS Y MUSULMANES ES UNA

HERIDA QUE SIGUE ABIERTA

(LA VICTORIA MÁS IMPORTANTE DE LOS SERBIOS)

no abandona a los intelectualesbosnios más clarividentes».

MENTIRAS SOBRE LA IGLESIA

Mientras se verifica la virtua-lidad del tratado ratificado ante-yer y, sobre todo, de los mediosque la OTAN disponga para pre-servar la paz, es hora de dar res-puesta a algunos tópicos que sehan difundido sobre el papel dela Iglesia católica en la guerra dela ex Yugoslavia.

El primero de ellos es el de quela Iglesia, al dar reconocimientointernacional —junto con la Re-pública Federal de Alemania— aCroacia y Eslovenia en junio de1991, cuando estas Repúblicas de-clararon su independencia ytodavía la comunidad interna-cional dejaba pasar tiempo sin

tomar una resolución sobre elasunto, fue el detonante de la gue-rra. La opinión común pretendeque el apoyo diplomático dado alas hasta entonces partes inte-

grantes de Yugoslavia convirtióalgo que no debía haber pasadode una cuestión de disensión in-terna —con una solución policialy legislativa— en un enfrenta-miento violento entre naciones,en una guerra sangrienta. La ver-dad es que tanto Croacia como

Eslovenia, a los que por su histo-ria difícilmente se puede negar elderecho a la autodeterminaciónfrente al «engendro» yugoslavo,habían propuesto a Belgrado fór-

mulas de federación que el go-bierno serbio denegó sistemáti-camente. La decisión de separar-se de Yugoslavia fue forzada porla actitud intransigente de los he-rederos de Tito. De no haberse da-do el reconocimiento del Vaticanoy de Alemania, la serbificación

hubiera sido aún más brutal, esosí, internacionalmente no hubieratrascendido, hubiera sido un pro-blema «interno».

La Santa Sede ha sido la únicainstancia mundial que tambiénha apoyado a los bosnios. JuanPablo II ha hablado con una du-reza sin precedentes: mencionóel «pecado de omisión» de Euro-pa respecto a Bosnia y también«la necesidad de arriesgar hastalo más preciado» en la defensade los derechos de los bosnios,apelando a la responsabilidadque todos los países tienen de in-tervenir, aunque esto suponga unprecio incluso de vidas humanas,si es para defender a los inocentesde las agresiones injustas.

NO, AL NACIONALISMO

La otra gran mentira difundi-da internacionalmente es la deque Juan Pablo II alentó el nacio-nalismo croata, como ya lo habíahecho con los polacos. Lo ciertoes que el Papa ha hecho numero-sas condenas expresas del nacio-nalismo. Muy significativa al res-pecto fue su visita a Zagreb en laque dijo que Croacia debía aban-donar el nacionalismo y vivir unsano patriotismo. También re-cordó —entonces Serbia poseíaun 25% del territorio croata— quelas legítimas aspiraciones terri-toriales croatas debían perse-guirse sólo por medios pacíficos.

En definitiva, sin la interven-ción de la Santa Sede en el con-flicto, la tragedia de los Balcanessería una infamia mayor para lacomunidad mundial.

Jesús Colina. Roma.

/21mundoNº 2/16-XII-1995

el misterio de la vida humana. Y sólo Él hace posible que seamoslo que realmente deseamos ser. El misterio de la vida humana la-te sin duda en estas «imágenes para pedir perdón».

El pueblo cristiano de los Balcanes sueña con volver a rezar, en paz, en sus lugares sagrados.

JUAN PABLO II HA CONDENADO, CON PALABRAS INEQUIVOCAS,TODOS LOS EXCESOS DE TODOS LOS NACIONALISMOS

José Mañanet nació en Tremp (Lérida) el 7de enero de 1833. Era el menor de nuevehermanos. Terminado el último curso de

Retórica y Humanidades en Barbastro setrasladó a Lérida para estudiar Filosofía. Allímaduró su vocación sacerdotal y el 9 de abrilde 1859, fue ordenado sacerdote.

A lo largo de su vida sacerdotal siempreestuvo al servicio de los pobres y humildes.Le agradaba especialmente compartir conellos sus penas y alegrías. Trabajaba tantoque su obispo tuvo que advertirle en unade sus cartas: «Sé que te estás matando ytrabajas demasiado. Por eso te aconsejo queprocures moderar tu celo, pues pronto per-derás la salud si continúas con ese tren devida durante más tiempo». En su respuesta,Mañanet afirmaba: «Sí, me esfuerzo paraconvertirme en vaso fuerte. Trabajo tantocomo puedo para la gloria de Dios y biendel prójimo, pero me parece tan insignifi-cante mi trabajo que frecuentemente me re-prende la conciencia como si nada hiciera».

Desde que llegó a la Seo de Urgell, en oc-tubre de 1853, hasta mayo de 1865, trabajó alservicio del obispo en las tareas administra-tivas y de gobierno de la diócesis. En 1863le presentó a su obispo un esbozo del Regla-mento para la comunidad de hombres quepensaba organizar con el título: «Hijos de laSagrada Familia de Jesús, María y José». Elobispo le autorizó para que iniciara la obra.

En enero de 1864 alquiló los bajos de unacasa en Tremp y allí nació la nueva Congre-gación, bajo la protección de la Familia deNazaret, con la intuición certera de la ne-cesidad de fortalecer la vida familiar en una

sociedad cuya célula principal empezaba aentrar en seria crisis. Sabía bien que sóloabriéndose a Dios, la familia podía encon-trarse a sí misma.

La inquietud apostólica del padre Mañanety su honda preocupación por el futuro de lafamilia, le llevaron , en 1874, a fundar tam-bién la rama femenina del Instituto, la Con-gregación de las «Hijas de la Sagrada Familiade Jesús, María y José».

El padre Mañanet, en su calidad de fun-dador y, a partir de 1896, como primer Su-perior general, atendió infatigablementetodos los centros de interés del Instituto,especialmente la formación de los religio-sos, la aprobación canónica de las Consti-tuciones y la expansión del Instituto.

A partir de 1877 estableció la casa de for-mación en Sant Andreu de Palomar, junto alcolegio de Jesús, María y José. Él personal-mente respondía de la formación espiritualy religiosa y el colegio, de la preparacióncientífica y profesional de los alumnos.

Sucesivamente estableció centros de for-mación en Tremp, Santa Coloma de Farners,Cambrils, Reus y, finalmente, en Blanes, don-de inauguró una nueva sede para el novicia-do en 1898.

«No olvidemos —solía decir— que, des-de el momento en que abrazamos el Insti-tuto, la ciencia no nos es menos necesariaque una santa vida, y, por lo mismo, debe-mos huir de la ignorancia con tanto cuida-do como del vicio».

22/ santos de ayer y hoy Nº 2/16-XII-1995

José Mañanet Vives, Hoy, día 16, la Iglesia celebra la fiesta del Beato José Mañanet, un gigante del espíritu y de la pedagogía cristiana. El Padre Mañanet

pertenece al número de esos grandes santos fundadores, del siglo XIX, que supieron responder a los retos de una sociedadfuertemente afectada por la revolución industrial, con graves problemas sociales que ponían en evidencia a una cultura que tratabade construir un mundo al margen de la fe. La respuesta de la Iglesia de entonces, con hombres como el padre Mañanet, que hicierondesplegar en medio de la sociedad la fuerza humanizadora del Evangelio, es para la Iglesia de hoy motivo de gratitud y de estímulo.

«CUANDO EL PASADO

NO RESULTA ALECCIONADOR

PARA EL FUTURO,VALE MÁS BORRARLO

DE LA MEMORIA»

Arriba: firmaautógrafadel beato

José Mañanet.A la derecha:

algunosde los primeros

hermanosde la Congregación

de los Hijosde la Sagrada

Familia, duranteuna excursión

campestre en 1937

16 de Diciembre:

El padre Buenaventura Mullol, su másíntimo colaborador, cuenta que «durantela guerra civil del año 1873, exponiéndose aserios peligros, fue de Tremp hasta Seo deUrgell para salvar a un condenado a muer-te, que, junto con otros tres malhechores,había intentado atentar contra su vida». Aotro de los religiosos le confió en cierta oca-sión: «Cuando el pasado no resulta alec-cionador para el futuro, vale más borrarlode la memoria».

Era incapaz de mentir. «En una ocasión—cuenta el padre Mullol— me permití ad-vertirle que le habían engañado, como ya ha-bía pasado otras veces, y me dijo: “Prefieroque me engañen cien veces, antes de atre-

verme yo a engañar a nadie una solavez”».

Todas las vivencias de su ambien-te familiar y de su formación hicie-ron crecer en su corazón la devocióna la Sagrada Familia. Cuando visitóen Loreto la casa de Nazaret —quesegún la tradición fue llevada a estaciudad italiana por los ángeles—, pa-ra dar gracias por la recuperación desu salud, gravemente afectada, tuvoel gesto de pedir permiso para lavarel pavimento, y cuando se lo dieron lohizo de rodillas.

Con los primeros fríos del invier-no de 1901, su salud, ya bastante mal-trecha, empeoró notablemente. El día8 de diciembre, fiesta de la Inmacula-da, celebró su última misa. Se le de-claró una grave bronconeumonía y enla mañana del 17 de diciembre muriórodeado de los religiosos y los niñosdel colegio de la casa profesa en SantAndreu de Palomar.

El Papa Juan Pablo II lo declaróbeato el día 25 de noviembre de 1984.

Coro Marín

/23santos de ayer y hoyNº 2/16-XII-1995

«TRABAJO TANTO COMO PUEDO

PARA LA GLORIA DE DIOS

Y BIEN DEL PRÓJIMO, PERO ME PARECE

TAN INSIGNIFICANTE MI TRABAJO

QUE FRECUENTEMENTE ME REPRENDE

LA CONCIENCIA

COMO SI NADA HICIERA»

Colegio Padre Mañanet, inaugurado en 1980, en Alcobendas (Madrid)

Monumento de A. Ballestéerigido en Barcelona

al padre Mañanet,apóstol de la juventud

gigante del espíritu

Lloré de emoción al verque la iglesia en la quese casaron mis padres,

en la que fui bautizada y mecasé , estaba siendo recons-truida. Todo el pueblo co-menta que si no hubiera sidopor el trabajo de estos jóve-nes ya no tendríamos ningúnlugar para ir a rezar».

Lo decía, una anciana delan-te de la iglesia de Cañamares, enCuenca. Más de trescientos jóve-nes, la mayoría universitarios yarquitectos, restauran gratuita-mente, desde hace siete años,iglesias de pueblos de España, yayudan así a que no desaparezca

el patrimonio artístico. Ya hanrestaurado los templos de Poya-tos y de Caña-mares en Cuen-ca, de Berzosaen Soria y deGascueña deBornova, Pove-da de la Sierra yCubillas enGuadalajara.Todo en los ve-ranos desde el89 al 95.

«Vinieronestudiantes deArquitectura, y con la ayuda delos vecinos del pueblo se empezó

a hacer la reconstrucción», cuen-ta el alcalde de Poveda de la Sie-

rra. «La iglesiaestaba en muymal estado. Eninvierno lo pa-sábamos fran-camente mal,porque entrabaagua por todaspartes».

Lo hacengenerosa-mente, porqueademás de nocobrar, aún tie-

nen que poner cada uno buenaparte de sus ahorros; se han em-

peñado en restaurar templos yayudar así a que no desaparezcael patrimonio artístico tan ricoque hemos heredado, no sólo co-mo se suele decir, de modo tanabstracto, el legado histórico denuestro pueblo sino, sobre todode su fe tan fuertemente arraiga-da y tan espléndidamente ex-presada en este patrimonio.

Se ofrecen con la mayor na-turalidad del mundo a losObispados, Consejerías auto-nómicas, Diputaciones, Ayun-tamientos, etc..., para presen-tarles proyectos que ni siquieraparecen verosímiles: ellos po-nen los arquitectos, los capata-

Grupo de jóvenes restaurando la iglesia de Cubillas (Guadalajara). Verano de 1995

RECONSTRUCCIÓN GRATUITA DEL PATRIMONIO RELIGIOSO

Para vivir, Forman la asociación «Restaurar para vivir», y regalan verano tras verano su tiempo, su esfuerzo y su preparación profesionala los habitantes de los pueblos de Castilla más abandonados, porque comparten las mismas raíces, y porque el deterioro de sustemplos les duele y se sienten con la gente del pueblo, miembros de una única Iglesia. Para mí, sólo por esto, ya merece la pena,todo el trabajo y el sacrificio», comentaba un nuevo «restaurador» cuando vio llorar de emoción a una mujer que subió a vercómo se reconstruía su iglesia.

«LA IGLESIA ESTABA

EN MUY MAL ESTADO.EN INVIERNO

LO PASÁBAMOS MUY MAL

PORQUE ENTRABA

EL AGUA

POR TODAS PARTES»

24/ raíces Nº 2/16-XII-1995

ces de obra, los albañiles, queson ellos mismos. Ellos llevanparte del material, tiendas decampaña, alimentos y hasta,cuando han podido, un sacer-dote que los atiende y acompa-ña, también en las siete horasdiarias de trabajo duro con lasvigas y los ladrillos. Las insti-tuciones sólo han de dar el vis-to bueno y aportar una peque-ña subvención para materiales.

VIVIR PARA LOS DEMÁS

En definitiva, ven el cieloabierto y, al final del verano suiglesia reconstruida y restaura-da; En realidad, lo que dejan esmucho más: dejan pequeñospueblos más esperanzados, con

comunidades cristianas ree-vangelizadas, y se llevan algoque, según cuentan, vale másque ninguna minuta profesio-nal: la experiencia de un veranodistinto y la paz de haber vivi-do el lema del fundador de laCompañía de Jesús, san Igna-cio de Loyola: «En todo amar yservir».

De verano en verano se en-cuentran en retiros y conviven-cias porque descubren que esemodo de vivir por y para los de-más es posible todo el año y queAquel que les ha unido y les haenseñado a vivir así no sólo lesacompaña en las vacaciones deverano, sino siempre.

Manuel Mª Bru

En la prensa«En medio de la vorágineque nos acecha, en quecada uno va a lo suyo ynadie tiene tiempo paranada, resulta gratificantesaber que aún quedanpersonas, y sobre todojóvenes, capaces de pen-sar en la conservación denuestro Patrimonio deuna manera tan noblecomo desinteresada.»«GUADALAJARA 2000»

11-7-95

«En Cubillas viven cuatrofamilias de ancianos quebastante tienen con man-tener su cuerpo y su casaen pie. Ellos saben que,si no fuera por estos chi-cos, nunca volverían arezar en el templo dondefueron bautizados».«GUADALAJARA 2000»

21-7-95

Miembros vivos de una Iglesia viva

Cuando los jóvenes arquitectos Diego Escario y Benjamín Cano emprendieron la campa-ña de reconstrucción de los abandonados templos de Castilla, ni imaginaban lo que la

Providencia dispondría para su original iniciativa. Salieron a los cruces de los caminos parallamar a muchos a seguirles, y se han descubierto forjando «piedras vivas» cuando sóloesperaban templos reconstruidos. Nos han enseñado, una vez más, que el secreto de laevangelización no está en complejos planes pastorales, sino en la donación gratuita de lavida. Porque cada piedra, cada dintel apuntalado, cada bóveda rehecha, cada excursión dedescanso por la zona, cada rato de oración a la caída del sol, cada noche mal descansadaen el saco de dormir tras un día agotador han resultado ser una sorprendente experiencia desolidaridad y de unidad que, para muchos de los estudiantes participantes y de los vecinosde aquellos pueblos, ha supuesto reconocerse como miembros vivos de una Iglesia viva.

Lo que no salió en la «tele»

Hace poco, la segunda cadena de TVE les dedicaba uno deesos reportajes que salvan la pequeña pantalla. Los organi-

zadores de estas campañas estaban contentos por esa retrans-misión, aunque reconocían que algunas cosas podían no haberquedado del todo claras, como que no se trata de un trabajillo deunos cuantos chicos bienintencionados, sino de todo un «obrón»de enormes dimensiones, con no pocas complicaciones técnicasy de ejecución.

Tambien quedó como entrevelado el sentido profundamentereligioso de esta iniciativa que, aunque participan también en ellajóvenes increyentes, es una acción eclesial y no sólo social o pro-fesional. De hecho, en los criterios de selección no sólo prima lapreferencia de templos cuya restauración no está prevista porningún plan oficial, sino también la de aquellos templos que cuen-tan con comunidades de fieles, aunque sean pequeñas, que vana ser utilizadas para el culto, y en los cuales podrán encontrar to-dos un espacio cercano donde poder estar juntos.

En plena tarea

/25raícesNº 2/16-XII-1995

juntos, la fe

Un misterio mayor que elde la muerte de Pasolini(continuamente sacado a

relucir cuando se habla de él ) fueel de su vida.

Todavía hoy nadie tiene claroqué fue lo que sucedió aquellanoche de noviembre en la playade Ostia en la que apareció sucadáver con el corazón reventa-do. Pero la incógnita más difícilde despejar es ¿quién fue PPP?No parece que basten para acla-rarlo los lugares comunes que sehan ido consolidando en torno asu persona.

Para muchos —raramente serecuerda Accatone o el Evangeliosegún san Mateo—, todo Pasolinise resume en su Trilogía de la vida oen su última obra cinematográfi-ca: Salò o los 120 días de Gomorra,recreación de la novela del mar-qués de Sade, ambientada en losdías de la República de Salò, bas-tión final del fascismo frente a lastropas aliadas. Esto bastaría paraconfirmar la imagen que ha pasa-do a la mentalidad común: Paso-lini era un antifascista marxista y,no solamente un homosexual, si-no un difusor de la pornografía.

No es éste lugar para entraren la delicada tarea de deslindar

cuánto hay de cierto y cuánto dementira en esos clichés.

UNA PERSONALIDAD COMPLEJA

La injusticia de los lugares co-munes está en que ocultan el ver-dadero rostro del hombre. Lacomplicada personalidad dePPP fue, ante todo, la de un bus-cador. Y difícilmente puede en-cerrársela en los moldes de nin-guna ideología.[

No tenía la fe, pero siempretuvo un ansia por responder a losretos que leía en la realidad. Así,lo vemos acudir en su juventud alas vísperas o al rosario en su pa-

rroquia de Casarsa y, aunque nologra vivir la profundidad de es-tas oraciones, entiende que ha-blan de un mundo equilibrado ypacífico que siempre ha deseado.

En 1947, con veinticinco años,se afilió al Partido comunista (delque fue expulsado en 1949, ¡porindignidad moral!) Siempre seconsideró un hombre de izquier-das, pero escribió: «Yo era co-munista porque era conserva-dor», expresando así su frustra-da ilusión de el comunismodefendía los valores en los quecreía, laboriosidad, honradez, so-lidaridad e incluso el amor a laPatria.

Vió su enemigo primero en elfascismo; sin embargo, al final desu vida confesaba que el verda-dero enemigo era la homologa-ción, un nuevo y desconocidopoder que iguala a todos: «Elnuevo Poder quiere que el hom-bre sea simplemente un consu-midor». Y un año antes de sumuerte constataba: «Ya no haydiferencia apreciable, más allá deuna elección política, entre unciudadano cualquiera fascista yun ciudadano cualquiera anti-fascista. Son cultural, psicológi-ca y, lo que es más impresionan-

26/ maestros Nº 2/16-XII-1995

Muchas de las películasy novelas de Pasolini noson, como tampoco suvida, ejemplares. Peroeste hombre, que ni porfamilia, ni por educaciónhabía recibido la Tradi-ción católica, buscó in-cansablemente el ver-dadero rostro del hom-bre y su misterio último.Su percepción del peca-do y su oración nos en-señan a muchos que, te-niendo el don preciosode la fe, lo dilapidamosbanalmente.

Fragmentos corsarios

«Todas las cosas, mien-tras son, me desilusionany cuando han pasado lasecho de menos». «Me da siempre la sensa-ción de estar a punto de par-tir y de no poder concluir na-da de lo que comienzo». «Cada imagen de esta tie-rra, cada rostro humano, seme lanza contra el corazónhiriéndome con un dolor ca-si físico. No tengo ni un mo-mento de calma, porque vivosiempre lanzado al futuro:tengo un lamento prematu-ro por lo que hago y gozo,una conciencia viva y dolo-rosa del tiempo».«Este momento debería serpara mí bellísimo. Este cúmu-lo de éxitos deberían hacermefeliz. Pero estoy tristísimo, de-silusionado, sufro».

(De sus cartas)

«La televisión es autori-taria y represiva como nun-ca ningún otro medio de in-formación lo ha sido. Elfascismo, no ha tenido sus-tancialmente la capacidadde arañar el alma del pue-blo italiano: el nuevo fas-cismo, a través de los nue-vos medios de comunica-ción y de información(especialmente la televi-sión), no sólo la ha araña-do, sino que la ha lacera-do, violado, afeado parasiempre...»

(De Escritos Corsarios)

PIER PAOLO PASOLINI:

Hondo misterio

Pasolini dirigiendo el rodaje de su película «Uccellini e Uccellacci»

PIER PAOLO PASOLINI

FUE UN APASIONADO

BUSCADOR DE LAS RAÍCES

DE LO HUMANO,DISPUESTO A ACERCARSE A

CUALQUIER DEFENSOR DEL

ANHELO

DE FELICIDAD DEL

HOMBRE

te, físicamente intercambiables».Siempre desconfió de todos losmesianismos políticos, incluídoel marxista —no podía olvidarque su hermano Guido murió amanos de las milicias comunis-tas de Tito—. Y en su lucha con-tra el nuevo poder que homologaa todos se encontró un aliadoinesperado: Pablo VI.

Pasolini reconoció temprana-mente su homosexualidad y nun-ca la ocultó, ni renegó de ella.Sin embargo, vivió su condicióncomo algo anormal, algo extra-ño. En una carta a la única mu-jer a la que llegó a amar, SilvanaMauri, dice: «He sufrido todo losufrible, nunca he aceptado mipecado, nunca he pactado con mi

naturaleza y ni siquiera me hehabituado. Yo había nacido paraestar sereno, ser equilibrado y na-tural: mi homosexualidad esta-ba de más, estaba fuera, no teníanada que ver conmigo. Me la hevisto siempre a mi lado como unenemigo, nunca me la he senti-do dentro.

Sólo en este último año me hedejado llevar un poco: pero esta-ba roto, mis condiciones familia-res eran desastrosas, mi pobre co-munismo me había hecho serodiado, como un monstruo, portoda la comunidad; incluso seperfilaba ya un fracaso literario: yentonces la búsqueda de un gozo

inmediato era la única salida».En definitiva, vivió una vida

dramática y en muchos aspectosnada ejemplar, pero todo ello hi-zo de él un apasionado buscadorde las raíces de lo humano, dis-puesto a acercarse a cualquieraque, como él, defendiera la liber-tad y el anhelo de felicidad.

Hoy no es fácil para un hom-bre reconocer el ansia de infini-to, de hermosura, de justicia, deverdad y de misterio; pero man-tenerla despierta, no engañarsecon las explicaciones inmedia-tas y parciales que encontramos,seguir siempre buscando, es al-go excepcional.

Por eso asombra y enseña Pa-solini: no por lo escandaloso, sinoporque todo su escándalo no leimpidió seguir buscando.«Cristo,déjame aún aquí vivir y sufrir ypedirte, y morir en paz», escribió.

José Antonio Ullate

/27maestrosNº 2/16-XII-1995

Perfilbiográfico

Pier Paolo Pasolini nació el5 de marzo de 1922 en

Casarsa (Bolonia, Italia). Supadre era un oficial de infan-tería. Durante el bachilleratofue un estudiante modelo ysuperó el examen de accesoa la universidad con un añode adelanto. A los 18 añosasiste a la Facultad de Letrasde la Universidad de Bolonia.

En 1942 publica su primerlibro Poesías en Casarsa. Esllamado a filas. Logra esca-parse y a partir de este mo-mento, y hasta el final de laocupación alemana, comienzasu vida clandestina y rural. Lamuerte de su hermano, parti-sano antifascista, le marcarátanto en su trayectoria literariay política, como en su vida ín-tima.

Su actividad como profesor—había organizado por sucuenta una escuela durante laocupación y el Estado le ha-bía reconocido como maes-tro— y su militancia en el Par-tido comunista cesan tras unincidente, nunca aclarado: Pa-solini y tres adolescentes de-ciden ir a dar un paseo al cam-po; un mes después es de-nunciado por corrupción demenores, delito por el que nofue condenado por falta depruebas.

En 1958 se publica El rui-señor de la Iglesia católica .

Al año siguiente va a vivircon su madre a Roma, don-de permanecerá hasta el finalde su vida.

La noche del 1 al 2 de no-viembre de 1975 muere enOstia asesinado por un chicode diecisiete años.

Otras obras suyas son: enpoesía, La mejor juventud,Las cenizas de Gramsci, Lareligión de mi tiempo, Poesíaen forma de rosa; en teatro,Calderón; en novela: Mucha-chos de la vida, Alí de los ojosazules, Petróleo; en cine: Ma-má Roma, El Evangelio segúnsan Mateo, Pajarillos y paja-rracos, Edipo rey, Teorema,El Decamerón, Las mil y unanoches y Salò o los 120 díasde Sodoma.

Pier Paolo Pasolini, durante la filmación de su obra maestra «El Evangelio según san Mateo»

AL FINAL DE SU VIDA

CONFESÓ QUE

EL VERDADERO ENEMIGO

ERA LA HOMOLOGACIÓN,UN NUEVO PODER

QUE NOS

IGUALA A TODOS

de una vida

Por qué no ha respondidousted a las siete preguntasque hace sobre Dios a esos

nuevos 100 españoles?-Porque estoy pasando una

época de crisis tremenda, llena dedudas; cuanto más me acerco a lamuerte, más dudas tengo. No aca-bo de comprender los «himalayas»del dolor, del sufrimiento huma-no que hay en el mundo. No acabode comprender que el Creador su-premo, en el que creo, permita eldolor humano. Los misioneros,son mi cordón umbilical (a mí mehan salvado; sin ellos sería, no ateo,

porque es una tontería ser ateo, pe-ro no creería en nada); a pesar deellos, no veo nada claro.

-¿La religión interesa todavíaa la gente en un mundo tan se-cularizado como el actual?

-Sí, cada día más; lo que pasaes que es una religión distinta decuando yo era pequeño; en estemomento van proliferando sec-tas y más sectas. Hay una frasede León Blois, católico francés,que dice que por cada sacerdotemenos, aparecen cien pitonisasmás. La religión interesa porquehay un vacío espiritual, aunquesea un tópico decir esto.

CIENCIA, TECNICA Y FE

-En el tercer milenio, ¿seránecesaria la fe?

-Muchos científicos dicen quecuanto más avancen la ciencia yla técnica, más poderoso se veráa Dios, el Creador.

Otros creen que la ciencia y latécnica sustituirán a la fe; yo creoque no. El vacío espiritual inte-rior se está palpando en muchagente. Ya lo dice Malraux: «El si-glo XXI será religioso o no será».Ciencia y técnica nunca sustitui-rán a la religión.

-¿Por qué dice que cada vezle cuesta más creer, si realmentesu vida está llena de milagros,comenzando por el final feliz desu período de depresión?

-Estuve a punto de suicidarmeporque llegué a la depresión másprofunda, que es la insensibilidady la indiferencia: no amaba a na-die, excepto a mi mujer, que fuela que me salvó. No quería a na-die, y un ser que no quiere, queno ama, está al borde del suicidio.La falta de amor es tan dolorosaque no se puede aguantar; y estova en favor de la teoría del amorque mantiene el Papa actual y delcristianismo en general: que el que

no ama está en un infierno. Mesalvaron de suicidarme dos mu-letas, Cristo y mi mujer.

Había sido casi un místico. Enplena depresión, todavía creíamucho en todo lo que me habíanenseñado en el seminario: Cristoes Hijo de Dios; no tenía la me-nor duda. Me fui a Asia y empe-cé a tener dudas. Los viajes mehan hecho relativizar muchas co-sas. He cambiado mucho. En estemomento creo en Dios, que esuna fuerza suprema, pero no pue-do decir que soy cristiano; tam-poco budista, hinduísta, sintoísta.Yo lo que querría es volver a tenerla fe del carbonero que tenía an-tes, pero no lo consigo; no puedoengañarme a mí mismo y tam-poco puedo engañar a los demás.Un crucifijo preside mi mesa deestudio, porque Cristo es, segu-ramente el hombre más completoque ha existido en el mundo.

MIEDO A LA MUERTE

-¿Hay algo que sobrevive anuestra muerte corporal?

-Yo me inclino a creer que sí; sino, sería una estafa colosal, unatrampa que no creo que Dios hayapodido hacer; lo que pasa es queese algo no sé en qué consiste.

-¿Tiene miedo a la muerte?-Sí, mucho miedo. Se puede

decir que vivo angustiado, por-

28/ desde la fe Nº 2/16-XII-1995

JOSÉ MARÍA GIRONELLA:

«No acabo de comprender José María Gironella, con sus 78 años a espaldas y sus 33 obras publicadas –muchas de ellas «bestsellers»–, es uno de losescritores españoles más conocidos fuera de nuestras fronteras. Su obra literaria está indisolublemente unida a su preocupaciónreligiosa, que ha pasado de los fervientes y místicos años de su juventud — «de joven pensé que era Dostoievski; la vida meenseñó que no lo era», ha dicho—a su búsqueda y duda inquietante en la actualidad. Él mismo reconoce que le ha ocurrido, eneste sentido, lo contrario que a su maestro Giovanni Papini.Autor de Los cipreses creen en Dios, Un millón de muertos, Ha estallado la paz, 100 españoles y Dios, y su nuevaversión Nuevos 100 españoles y Dios, es Premio Nadal y Premio Nacional de Literatura. Su última creación, El corazónalberga muchas sombras, es un espléndido diálogo entre personajes tan dispares en la historia de la Humanidad comoConfucio, Mao, Juan XXIII, Gandhi, Marx, Caín, San Francisco Javier, entre otros...

«ME SALVARON

DE SUICIDARME

DOS MULETAS:CRISTO Y MI MUJER»

«LA PALABRA

“ETERNIDAD”ME ASUSTA

TREMENDAMENTE»

que no estoy seguro de la post-muerte, de qué encontraré des-pués; y si esta postmuerte con-siste en contemplar la esencia deDios y no puedo estar con mimujer y no puedo hablar con Pa-pini, ni con mis hermanos, no meinteresa. Tengo miedo a la muer-te por ese interrogante sobre quéhay más allá, que no lo tengo cla-ro. Si lo supiera, no tendría nin-gún problema, porque un pococansado de vivir estoy. La pala-bra eternidad (es decir, para siem-pre) me asusta. No veo que nadiepueda ser tan culpable como para

merecer una eternidad de sufri-miento, sin solución.

Me siento responsable de mu-chas cosas: aunque sé que, conmi actitud, socavo (este verbocastellano tan precioso) la fe demucha gente, no me gusta men-tir ni fingir.

-¿Qué ha aprendido del serhumano, después de viajar tan-to por el mundo?

-He aprendido que, como di-cen los antropólogos y los neuró-logos, sólo utilizamos el cerebroen una décima parte de nuestracapacidad. La Humanidad estáen pañales, a pesar de los milesde años que han transcurrido.

SIGNO DE CONTRADICCIÓN

-¿Se considera usted un resa-biado y un resentido de la Iglesia?

-Un poco sí; he sufrido tanto deescrúpulos, pero tanto, que nadiese lo puede imaginar; porque laverdad es que creía tanto, quería

creer tanto y amar tanto a Dios...Soy un signo de contradicción

en mí mismo: durante el día ten-go el Cristo ahí enmi despacho y nome imagino tener aBuda ni a Lao-Tsé oa Confucio, sino sóloy a nadie más que aCristo. De maneraque algo hay en míprofundo que toda-vía se salva.

Cuando veo elejemplo de mi her-mana que va a cui-dar a ancianos en fa-se terminal, o a aten-der a personas deraza negra, o el ejem-plo de la madre Teresa de Calcu-ta, paso momentos durante el díaen que me sereno y digo: sí queexiste algo; pero, luego, pasootros momentos terribles que sonpara mí como un rechazo.

-¿Usted reza?-Sí, rezo todos los días, sobre

todo al acostarme; me paso almenos tres cuartos de hora re-zando: primero a Jesucristo, paraque me ilumine; luego, recuerdoa mi madre y a mi padre; des-pués a mis hermanos y a todas

esas personas a las que he cono-cido, sobre todo a aquellos conlos cuales había hablado mucho

y en muchas ocasio-nes, de religión, quees mi tema preferi-do (¡es curioso!).

Porque, paramí, la religión es loúnico importanteque hay. Sencilla-mente estoy con-vencido de que ahínos jugamos laeternidad. Les di-go: ahora que yaconocéis la verdad,¿por qué no hacéisuna entrevista a Je-sucristo y me la

mandáis por fax?; porque yoestoy hecho un lío.

También rezo a Papini, que hi-zo el camino inverso al mío y queera mucho más sabio y más cultoque yo; quiero estar con él y ha-blar con él; y con Gandhi, y conTagore. Me dirijo a los que he co-nocido, a los que he amado y mehan amado más o menos a mí, yaque están allá y ellos conocenperfecta y plenamente la verdad.

Luis Esteban Larra Lomas

/29desde la feNº 2/16-XII-1995

José María Gironella en su despacho de trabajo.

Gironella, a sus 78 años, lleva 33 obras publicadas; es uno de nuestrosautores más conocidos internacionalmente y su obra literaria está indi-solublemente unida a su preocupación religiosa

«PARA MÍ, LA RELIGIÓN

ES LO ÚNICO

IMPORTANTE

QUE HAY»

«TENGO MUY

CLARO

QUE UN SER

QUE NO AMA

NI ES AMADO

ESTÁ AL BORDE

DEL SUICIDIO»

los “himalayas” del dolor»

Algunos críticos llevan bas-tante tiempo preguntán-dose por qué un libro co-

mo éste —El mundo de Sofía, deJostein Gaarder—, una novela so-bre la historia de la Filosofía, hapodido permanecer durante másde cincuenta semanas en los pri-meros puestos de los libros másvendidos.

La única respuesta adecuadano creo que sea el hecho de queeste libro ofrezca un saber que, demodo rápido, entretenido y sin es-fuerzo, nos introduce en la Filo-sofía. Através de una novela usa-da como artilugio no exento degenialidad, Gaarder ofrece

una sintética historia de la filoso-fía, a la vez que una sencilla in-troducción a los problemas filo-sóficos.El asombroso éxito de estelibro sería incomprensible si norespondiera a una necesidad real:la pregunta por el origen y el des-tino de la persona y del mundo.

«No hay nada más inútil quela respuesta a un problema queno se plantea», dijo ReinholdNiebuhr. El hombre es perma-nente inquietud. En él habita undeseo irrefrenable de contemplar,desvelado, el misterio del Ser. Noes éste un falso problema. La exi-gencia de bondad, de justicia yde felicidad, constituyen la fiso-nomía última del ímpetu con elque los hombres de todos lostiempos y de todas las culturas

se acercan al misterio de la rea-lidad. Éste es el fundamento dela transmisión de ideas entre loshombres, a distancia de siglos.Podemos, por ello, leer con emo-ción a los poetas antiguos, y po-demos también encontrar apa-sionantes las preguntas y res-puestas de los grandes filósofosde toda la historia.

El hombre madura cuandotiene capacidad para adentrarseen el pasado y reconocer que in-cide en el presente. La búsquedadel significado es más dramáti-ca cuanto más consciente, al mis-mo tiempo que es el gran antí-doto crítico que posee la persona

para resistir al poder domi-nante.

El mundo de Sofía esatractivo, pero su paso porla historia de la filosofía re-pite gran parte de los tópi-cos con los que se la inter-preta habitualmente. Larelación entre la fe y la ra-zón no está presentada deforma acabada, y es dis-cutible el modo en que elautor presenta nocionestan fundamentales comoracionalismo, idealismo,reformaluterana, tole-rancia o derechos huma-nos, por citar algunos. Siyo fuera el padre de Hil-de o el maestro de Sofía,

consideraría insuficiente estecurso acelerado para una edu-cación crítica.

La verdadera educación crí-tica del joven se alimenta delpasado, dentro de una vivenciadel presente que le proponeuna tradición con razones quele permitan afrontar, de un mo-do más adecuado, el mundo enque vive. Este trabajo personalprecisa, para que el joven notermine mentalmente esclavode los demás, un acompaña-miento, un asombro inicial yuna certeza en el camino: «Mesurgen las preguntas exentas dereproche, porque después detodo, Tú me diste la voz conque te llamo»

José Luis Almarza

En este último tramo del añoasistimos al estreno de al-gunas películas europeas.

Unas triunfan por méritos pro-pios -como la italiana El cartero yPablo Neruda, de M. Radford-;otras, en cambio, han necesitadodel apoyo de la cultura laicistapara hacerse un hueco, como lesucede a la británica Carrington,dirigida por C. Hampton.

El cartero y Pablo Neruda tieneen su haber virtudes cuyo valorreside en el olvido en que hoy vi-ven sumidas: buen gusto, senci-llez y positividad, ausencia deviolencia verbal o física, relacio-nes de amor normales e infinita-mente respetuosas...

Neruda vive desterrado enuna pequeña isla. Elcartero que le lleva lacorrespondencia,hombre del pueblo,comienza con el poe-ta una relación de-sinteresada que seconvierte para él enun punto de referen-cia. El cartero descu-bre en sus charlas conNeruda que toda lavida es una metáforade una belleza mayor;que la poesía no es undivertimento de intelectuales, si-no una de las formas de explicarla realidad.

También hay una historia deamor. El cartero, hombre feo yvulgar, enamora a una joven her-mosísima únicamente porque lamira por dentro, con inocencia yverdad, y descubre en ella el ob-jeto de su inspiración poética. La

película no es perfecta, pero sólopor la calidad de su historia y desus personajes se convierte en im-

prescindible. El in-térprete del cartero-Massimo Troisi-murió después derealizar su últimaescena. Agradece-mos su obra póstu-ma, tan grande yhumana.

En el otro extre-mo de la sensibili-dad se encuentra Ca-rrington, un film so-

bre la vida de lapintora Dora Ca-

rrington, del británico círculo deBloomsbury. La experiencia hu-mana de El cartero es aquí susti-tuida por una compleja y superfi-cial red de relaciones. La falta deseriedad en la vida traspasa toda lapelícula, un hastío cerrado en símismo que culmina con el suici-dio de la protagonista. La realiza-ción de la propia naturaleza hu-mana resulta ser así un «viejo mol-de». Lo «nuevo», es, por ejemplo,que al marido de Carrington, alque ella es infiel, se le describa co-mo «un marido liberal y com-prensivo». Gerald Brenan, en susMemorias, describe a la Carrington

como «una persona dividida en-tre sus conflictivos estados de áni-mo». En la película se ve claro: unamujer que se ignora a sí misma ymantiene una relación inmadura,inconsistente y estéril con las per-sonas.

Juan Orellana

30/ desde la fe Nº 2/16-XII-1995

LIBROS

El mundode Sofía

CINE

Lo permanente y lo «nuevo»

Fotograma de «El cartero y Pablo Neruda»

Fotograma de «Carrington»

No es verdad que la Iglesia «se caiga a pedazos» como dice en la pro-moción de sus productos esa nueva lumbrera de la literatura españolay, a este paso, pronto universal, que es Antonio Pérez Reverte. Que pa-ra él lo de menos sea la Iglesia Institución, que él la entienda como unamultinacional y un imperio, que él «arrastre», como confiesa, una in-fancia de educación religiosa y no haya conseguido madurar, y man-tenga «una serie de fantasmas y de cuentas pendientes» es un tristeproblema personal que merece nuestra solidaria comprensión hu-mana; pero tratar de «saldar deudas» con la Iglesia de forma tan des-carada, es algo que en castellano se expresa con palabras muy feas.

No es verdad – o, al menos no lo es todavía y estamos aún a tiem-po de remediarlo–, que el aparato de televisión, sea, como dice una re-vista reciente, el rey de la casa. Gracias a Dios, cada vez van siendomás las casas y las familias escarmentadas en las que eso no es verdad.Lo que sí es verdad es que un estudio de ayer mismo demuestra quelos niños actuales que se pasan horas ante el televisor son más agre-sivos que los demás. Apañados estaríamos si el rey de la casa, en vezdel niño más pequeño fuese el televisor...

No es verdad toda la campaña que, desde hace algún tiempo, vie-ne siendo orquestada por el lobby internacional homosexual, con-tra determinados personajes de la Iglesia católica. El líder austriacode tal campaña, un tal Kurt Krickler ha sido comminado por los jue-ces de su país a retractarse de las calumnias vertidas en ese sentido

contra monseñor Kapelleri, obispo de Carintia. El intento de desa-creditar a la Iglesia por parte de los citados movimientos es insis-tente. No hace mucho le tocó sufrir sus consecuencias al cardenalBernardin, arzobispo de Chicago. Poco después, al cardenal Hume,primado de Inglaterra, y también en esos casos se demostró la false-dad de tan injustas acusaciones.

No es verdad, como tiene uno la mala suerte de leer en el diario «ElMundo» que «vuelve Dios»; por la sencilla razón de que nunca seha ido y si no se ha ido es difícil que pueda volver. ¿No será máscierto que los muchos que desde algunos medios de comunicación iro-nizan sobre cuestiones tan fundamentales para el ser humano comolas religiosas están tan atareados con sus múltiples minucias que nitiempo tienen para enterarse de lo principal?

No es verdad que todos los ejecutivos de publicidad de las em-presas sean unos genios; ni siquiera que pongan todo el cuidado quese les puede y debe exigir cuando tocan temas que afectan de algúnmodo a los niños. «Este año no escriba a los Reyes. Llámelos»: éste esel creativo slogan publicitario de una nueva compañía de aparatos te-lefónicos. ¿Tanto les molesta la irrepetible ilusión de escribir una car-ta maravillosa una vez al año a los Reyes Magos, en una sociedadtan carente como necesitada de ilusión? ¿También con esto quiereacabar la sociedad de consumo?

Gonzalo de Berceo

SANTIAGO MARTÍN

«Para qué sirve la fe» esun libro que ilumina aquienes han olvidado elcamino para que eleclipse de Diosdesaparezca», dijo elarzobispo de Valencia,monseñor García Gasco,al presentar el último librode Santiago Martín,quien se pregunta en élqué tipo de hombre es elhombre sin Dios.

FRANK SINATRA

«Soy sincero; la únicamanera eficaz de ganarteal público es acercarte aél con sinceridad yhumildad».Frank Sinatra,en lacelebración de su 80cumpleaños.

MIGUEL L. ALEGRIA

«Creo que Dios existe.Mirar la tierra desde elespacio es una maravillatal que ha tenido que serhecha por Él»Miguel López Alegría,astronauta español, a suregreso de la misiónSTS-73 de la naveColumbia.

SERAFÍN ZUBIRI

Serafín Zubiri, cantanteciego, ha vueltorecientemente de escalarel Aconcagua y a quienesse han extrañado de ello,porque no puede vernada, les ha contestado:«De momento me hevisto a mí mismo, quehacía mucho que no meveía...»

ALBERT EINSTEIN

«La ciencia no essuficiente para explicartoda la realidad.Yo soy uno de loshombres másprofundamentereligiosos» Albert Einstein, físico,1879-1955

No es verdad

Gentes

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El milagro de la esperanza

«La fe que amo más, dice Dios, es la esperanza.La fe no me sorprende. No me resulta sorprendente.Resplandezco tanto en mi creación. En el sol y en la lunay en las estrellas. En todas mis criaturas...Y en el hombre. Criatura mía.En los pueblos y en los hombres...Y sobre todo en los niños. Criaturas mías.En la mirada y en la voz de los niños.Porque los niños son aún más criaturas mías...Resplandezco tanto en mi creación, que en verdadpara no verme tendría esta pobre gente que estar ciega.La caridad, dice Dios, no me sorprende.No me resulta sorprendente.Esas pobres criaturas son tan desdichadas que, a menosde tener un corazón de piedra, cómo no iban a tenercaridad unas con otras...Pero la esperanza, dice Dios, sí que me sorprende.A mí mismo. Sí que es sorprendente.La fe camina por sí sola. Para creer no hay sinoque dejarse ir, no hay sino que mirar. Para no creer habríaque violentarse, darse la vuelta. Ponerse al revés...La caridad camina por sí misma. Para amar a su prójimono hay sino que dejarse ir, que mirar tanta miseria...Para no amar a su prójimo, hija mía, tendrían que taparselos ojos y los oídos, a tantos gritos de angustia.Pero la esperanza no camina sola. Para esperar, hija mía, hace faltaser feliz de verdad, hace falta haber recibido una gran gracia.La fe es fácil y no creer sería imposible. La caridad es fácily no amar sería imposible. Pero esperar es lo difícil.Y lo fácil es desesperar. Es la gran tentación.La pequeña esperanza avanza entre sus dos hermanasmayores y no se la toma en cuenta.Por el camino de la salvación, por la senda interminable...Y no se le presta atención, el pueblo cristiano no prestaatención sino a las dos hermanas mayores.A la primera y a la última. Que van a lo más urgente.El pueblo cristiano no tiene ojos sino para las doshermanas mayores. La que está a la derecha y la que estáa la izquierda. Y no ve casi a la que está en medio.A la pequeña, a la que va todavía a la escuela.Y que camina, perdida entre las faldas de sus hermanas.Y cree fácilmente que son las dos mayores las que arrastrana la pequeña de la mano. En medio. Entre ellas dos.Para hacerla seguir ese camino áspero de la salvación.Los ciegos no ven, por el contrario, que ella en medio arrastraa sus hermanas mayores. Y que sin ella no serían nada.Sino dos mujeres ya de edad... Ajadas por la vida.Ella, esa pequeña, arrastra todo.Porque la Fe no ve sino lo que es. Y ella ve lo que será.La Caridad no ama sino lo que es. Y ella ama lo que será...Por el camino ascendente arenoso... colgada de los brazosde sus dos hermanas mayores, que la llevan de la mano,la pequeña esperanza avanza. Y en medio, entre sus doshermanas mayores, aparenta dejarse arrastrar.Como una niña que no tuviera fuerza para andar...Pero las dos grandes no andan sino por la pequeña».

La esperanza es la virtud por excelencia del Adviento, y bien podemos decir que se trata de un milagro,si prestamos atención a la paradoja que es la vida humana: un deseo inmenso de felicidad y una incapacidad,

también inmensa, de satisfacerlo por nosotros mismos. Solos con nuestra fragilidad, y con un mundocuyo horizonte es la muerte, ¿acaso es posible la esperanza de que ese deseo de plenitud vaya a cumplirse?

Sólo si se nos da una Gracia más grande que nosotros y que el mundo. Sólo Jesucristo, el Hijo de Diosencarnado en las entrañas de María, hace posible el milagro de la esperanza. El poeta Charles Péguy

lo expresa de un modo bellísimo en «El pórtico del misterio de la segunda virtud».

Sueño de san José (detalle).Dello Delli (s.XV).Retablo mayor de la catedral vieja de Salamanca.