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I BUSCANDO LAS FUENTES DE NUESTRA ALIMENTACIÓN . NIKOLAI VAVILOV Y EL DESCUBRIMIENTO DE LA BIODIVERSIDAD “ AUX SOURCES DE NOTRE NOURRITURE. NIKOLAÏ VAVILOV ET LA DÉCOUVERTE DE LA BIODIVERSITÉ (2013) . por: Gary Paul Nabhan Capítulo 1. El museo de arte y el banco de semillas, Diseño y Traducción libre del original en francés realizada por el economista Jorge H.Granados Rocha. Junio 2015 Nikolai Ivanovich Vavilov Николай Иванович Вавилов ; (25 de noviembre 1887 26 de enero 1943)

Vavilov y Las Fuentes de Nuestra Alimentación (2)

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Magnífico relato del Gary Paul Nabhan (etnobiologo, ambientalista y agricultor, uno de los fundadores de Slow Food USA, profesor de la Universidad de Arizona >, que presenta en el primer capítulo de su interesante libro, titulado que inglés "where our food comes from: retracing nikolay vavilov’s quest to end famine" y en francés "aux sources de notre nourriture. Nikolaï vavilov et la découverte de la biodiversité", cuyo título en la traducción libre que realice del francés le bauticé “ Buscando las fuentes de nuestra alimentación. Nikolai Vavilov y el descubrimiento de la biodiversidad”https://drive.google.com/…/0B95yCU1DBXyqMWpaY1prTEliS…/view…Allí de manera bellamente escrita el autor narra los valerosos esfuerzos que hicieron los científicos y trabajadores Instituto Ruso de Investigación Científica y de la Industria de las Plantas N.I. Vavilov, para preservar el banco genético de plantas alimentarias, en los aciagos días del asedio a Leningrado por parte de las fuerzas invasoras nazis. Pero sobre todo acentúa la sapiencia y valentía de un hombre que dio, literalmente su vida por el conocimiento y conservación de las plantas alimentarias.Nabhan destaca cuatro elementos fundamentales:Primero que la cultura de los pueblos campesinos e indígenas está indisolublemente ligada a la existencia, pervivencia , evolución y co-evolución de las plantas alimentarias domesticadas y sus parientes silvestres. Segundo: que la llave para entender la manera en que distintas variedades fueron con el tiempo preservadas y mejoradas se halla, no en los laboratorios ni en los bancos de semillas necesariamente, ni en el mito fáustico representado en la llamada biotecnología moderna, sino lo huertos y terruños de los agricultores campesinos, en las chacras de la selva, y en los ecosistemas de los que sabiamente se hacen uso las comunidades autóctonas. Tercero que hay un fenómeno de pérdida de diversidad agrícola, es decir de erosión genética de las que sus dimensiones aún se nos escapan y que trabajos revolucionarios como los de Vavilov y otros biogeógrafos, fitogeógrafos, etnobiologos y agrónomos pueden ayudar a dimensionar. Cuarto que los esfuerzos de nuestros países y en particular de los que gozamos de una megabiodiversidad, relacionados con la agrobiodiversidad, con la información acerca de su salud y de los fenómenos y consecuencias que contribuyen a su degradación, y pérdida de los recursos biogenéticos son inmensamente inferiores frente a la dimisión de su importancia y de sus valores económicos y no económicos.

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  • I

    BUSCANDO LAS FUENTES DE NUESTRA ALIMENTACIN . NIKOLAI VAVILOV Y EL DESCUBRIMIENTO DE LA BIODIVERSIDAD AUX SOURCES DE NOTRE NOURRITURE. NIKOLA VAVILOV ET LA DCOUVERTE DE LA BIODIVERSIT (2013) .

    por: Gary Paul Nabhan

    Captulo 1. El museo de arte y el banco de semillas,

    Diseo y Traduccin libre del original en francs realizada por el economista JorgeH.GranadosRocha.Junio2015

    NikolaiIvanovichVavilov;(25denoviembre188726deenero1943)

  • II

    Solsticio de verano de 1941, durante las "Noches Blancas", - espln-didas puestas de sol que llegan a quedarse indefinidamente en las latitu-des del norte - los ejrcitos de Hitler, a travs de Polonia, entraron por primera vez en la Unin Sovitica con el fin de capturar Leningrado.

    La inteligencia militar sovitica, que estaba enterada de la marcha de interminables columnas de tropas, vehculos blindados y artillera Alema-na y Finlandesa, estimaba que el invasor llegara a la ciudad a finales del verano. Stalin y sus generales teman que el tomar Leningrado - la anti-gua San Petersburgo traera un golpe econmico, estratgico y simbli-co a las fuerzas soviticas y sus aliados, porque, ms que cualquier otra ciudad de Rusia, la ciudad era el hogar de una considerable riqueza eco-nmica y artstica.

    El 15 de julio de 1941, Stalin autoriz la evacuacin de emergencia de los tesoros que los soviticos consideraban como los ms inestima-bles de la ciudad y que los nazis, crean ellos, queran apropirselos y explotarlos.

    Todo el mundo contena el aliento mientras que el destino de la ri-queza de Leningrado estaba suspendido en la confrontacin entre dos de los mayores ejrcitos jams movilizados.

    La mayora de los intelectuales occidentales se preocupaban sobre todo para salvaguardar las colecciones extraordinarias del Museo Hermi-tage, uno de los museos de arte ms grandes y antiguos del mundo y de la historia.

    Las seiscientas salas del Palacio de Invierno, construidos por los za-res en el corazn de Leningrado, abrigaba ms de dos millones de pintu-ras, esculturas, monedas, joyas y antigedades.

    Mientras que Stalin planeaba la manera de permitir la evacuacin de emergencia sin causar pnico entre la gente o traicionar a su propia vulnerabilidad, los guardianes de los tesoros artsticos de Leningrado ha-ban ya pasado a la accin.

    Dos das despus de la entrada de las tropas de Hitler en la Unin Sovitica, Losif Orbeli, el director del Hermitage, organiz la evacuacin del gran museo de arte. Moviliz no slo a los curadores, sino adems cientos de artistas, historiadores, estudiantes y trabajadores.

  • III

    Ellos debieron con la mayor urgencia, descolgar casi un milln de pinturas, catalogarlas, envolverlas o apilarlas en los cofres antes de di-simularlas en equipajes acuados para que pudieran ser evacuadas.

    En seis das, ms de un milln y medio de obras de arte estaban siendo transportadas en alijos secretos, unos situados en el stano del museo, otros en una vecina edificacin e incluso en las estepas del inte-rior del pas

    Antes del amanecer del 06 de junio 1941, Se embarcan un medio milln de pinturas, dibujos, pinturas, utensilios, joyas, floreros y adornos en el primer tren que parte en Leningrado a refugios conocidos por slo un puado de funcionarios soviticos.

    El 10 de julio, 700.000 obras adicionales fueron enviadas a bordo de cincuenta y tres coches Pullman a la ciudad de Sverdlovsk, a unos 2.500 kilmetros de Leningrado. Pasaran los prximos tres aos, algu-nos enclaustrados en una iglesia catlica, otros presos en una galera de arte, y otros encerrados en el stano de la infame mansin Ipatiev, donde casi tres dcadas antes fuera asesinada la familia del zar Nico-ls II.

    Los ms brillantes curadores del Hermitage, fueron enviados a Sverdlovsk para supervisar las colecciones y preservarlas de los incen-dios, saqueadores y otros peligros.

    Hoy en da, a los intrpretes y guas del Hermitage les encanta re-latar en detalle el xito de los esfuerzos para salvar algunas de las ma-yores obras maestras de la antigedad romana, griega, medieval y del Renacimiento. Sin embargo, rara vez -o nunca quizs-afirman que otra coleccin de envergadura mundial tan inestimable dorma en el anoni-mato, a pocas cuadras de distancia de la plaza de San Isaac.

    ElHermitage

  • IV

    All se encerraba otra mina de oro - que contena -y an contiene - ms de 380.000 muestras de semillas, races y frutas pertenecientes a cer-ca de 2.500 cultivos de alimentos colectados desde 1894 por los explora-dores rusos de la Oficina de Botnica Aplicada, una organizacin reconoci-da internacionalmente.

    Las semillas de todos los colores, tamaos y formas, a veces mates , a veces brillantes como joyas, reflejan la invaluable diversidad repartida en tierras agrcolas en todo el mundo.

    Tubrculos, races y bulbos se presentan en todas las texturas, con nudos, irregulares o lisas y pulidas, como torneadas, como una olla de ba-rro Casi todos los innumerables frutos exhalan las fragancias que ni un perfumista podra imaginar: de algunos se senta el almizcle, en otros la fermentacin, los aromas amargos o de flores.

    Las frutas y nueces ofrecan a la vista una multitud de configuracio-nes, desde los racimos de bayas en cascada, a las maravillas geomtricas de las anans y los piones de pinos.

    La mayora de ellos no eran solamente formidables a observar, tal co-mo el arte del Hermitage, sino tambin deliciosos para comer.

    Este tesoro ofreca una gran cantidad de usos posibles. Se podran multiplicar las semillas y distribuirlas a los agricultores, los que a su vez, las cultivaran para alimentar a sus familias. Los agricultores podran seleccio-nar las semillas para mejorar la capacidad de recuperacin de sus varieda-des ms vulnerables a las enfermedades o plagas, y evitar la hambruna.

    Algunas variedades con races profundas se mostraban tiles para el control de la erosin del suelo y la recuperacin de las tierras erosiona-das .

    Otras podran arrojar luz sobre el origen de nuestros alimentos y ayu-dar a rastrear los orgenes de la agricultura y de los primeros ejemplos de la domesticacin de las plantas en varios continentes.

    Algunas semillas contaban una historia notable y todas eran portado-res de una reserva gentica especfica. La mayora de ellas eran de valor incalculable, ya que era difcil reemplazarlas o recabar nuevos ejemplares, pues las tierras agrcolas donde haban crecido haban cambiado dramti-camente durante el ltimo siglo. Estas semillas pertenecan a familias din-micas de plantas que mutan y evolucionan a travs del tiempo y el espacio - si tuviesen la oportunidad de escapar de la agitacin poltica y geolgica lo que las haca an ms insustituibles.

  • V

    Sin embargo, pocos en Petersburgo imaginaban al pasar delante del banal edificio en la plaza San Isaac, lo esencial, que para la supervivencia de la humanidad, era la coleccin que estaba oculta all, ni su singularidad, en tanto archivo viviente de algunos de los mayores descubrimientos de diversos culti-vos en este planeta.

    En 1941, aun menos numerosos eran los artistas, intelectuales, polticos y burcratas los que, horrorizados por el destino del Hermita-ge, podran haber imaginado que las tropas alemanas que participan en la Operacin Nordlicht estaban tan ansiosas por apoderarse estos recursos genticos para robarlos y revenderlos, como de los tesoros artsticos del Palacio de Invierno.

    A pesar de los daos a la ciudad de Leningrado durante la Blokada que comenz en septiembre del mismo ao - el asedio dur 900 das y cost la vida a 1,5 millones de personas en estos paisajes desolados - la plaza del edificio San Isaac que albergaba el precioso banco de semillas sobrevivi milagrosamente. Hoy en da, todava se encuentra en el mismo lugar que alberga las semillas y acogen a los cientficos asociados al Instituto Ruso de Investigacin Cientfica y de la Industria de las Plantas N.I. Vavilov, llamado VIR por el relativa-mente pequeo nmero de rusos que an viven, y que reconocen el papel histrico crucial y honran la memoria de su carismtico fundador Nikolai Ivanovich Vavilov (1887-1943).

    El legado que deja Vavilov se extiende ms all de las semillas que coleccionaba por todo el mundo: Lo mas precioso a sus ojos eran las semillas que crecen en los campos, que se adaptaron y desarrollaron, as como los conocimientos tradicionales campesinos que saban dnde, cundo y cmo plantarlas.

    Mis amigos del VIR no pueden evitar agurseles los ojos cuando hablan de este legado, porque su historia est directamente relaciona-da con el destino del banco de semillas que se halla justo debajo de sus oficinas.

    Conoc al director del VIR en 1980 en Roma. A la sazn yo tra-bajaba como consultor para la Organizacin de las Naciones Unidas para la Agricultura y la alimentacin (FAO). Pero solo fue en la prima-vera de 2006 en que viaj a San Petersburgo con Kent Whealy, un viejo amigo, cofundador de Seed Savers Exchange - una organizacin de intercambio de semillas - y ganadora de la Medalla Vavilov por ha-ber preservado un banco de antiguas semillas y ponerlas en nuestros platos.

  • VI

    Con los aos, Kent y yo habamos conocido a travs de amigos rusos

    lo que haba sucedido en el VIR durante las horas ms oscuras del asedio de Leningrado.

    Queramos sin embargo or estas mismas historias en el sitio donde los acontecimientos haban tenido lugar - el corazn de San Petersburgo - y escucharlas de boca de los familiares de Vavilov y de aquellos a quienes se les haba confiado la custodia de las semillas..

    Nuestros colegas recordaban como, en 1941 ninguna ayuda compa-rable a la que fue ofrecida al Hermitage se dispuso para los responsables del banco de semillas o para las granjas en los alrededores, llamadas "estaciones de introduccin de plantas, que se utilizaron para el cultivo y renovacin peridica de las semillas.

    Sin embargo, teniendo en cuenta que el equipo de Vavilov saba del gran inters nazi por la eugenesia, era inconcebible para ellos que la buro-cracia del Tercer Reich estuviese al tanto de la importancia de la informa-cin provista por la riqueza gentica del banco de semillas.

    Mientras las tropas alemanas y finlandesas estaban progresando en la marcha sobre la ciudad, el equipo VIR tema que los nazis tomaran po-sesin de todas las semillas disponibles en las estaciones conectadas al Instituto. Ellos, sin embargo, lograron ocultar algunas de las semillas de San Isaac en una granja experimental junto al palacio de Catalina la Gran-de en el suburbio de Pushkin, afueras de Leningrado

    Sin embargo, a ningn miembro del equipo se le permiti huir de los combates. Los empleados del VIR tuvieron que permanecer en sus oficinas y llevar a cabo sus ta-reas, como si ni la guerra, ni ningu-na otra presin, pesaran sobre ellos.

    Al final del primer otoo de asedio Leningrado se encontr completamente rodeada y los millones de rusos que se quedaron en la ciu-dad ya no podan abastecerse de combustible y alimentos.

  • VII

    A medida que el bombardeo se intensific, los suministros de ali-mentos comenzaron a escasear y se distribuyeron provisiones para treinta das, estrictamente racionadas - ciento veinticinco gramos por persona-, apenas un pedazo de pan al da. Luego lleg un invierno parti-cularmente duro y amargo. La poblacin estaba aislada, sin calefaccin, sin carbn ni petrleo, slo tena alguna madera, de un poder limitado y la mayora de hogares se quedaron sin agua corriente.

    Una vez que las reservas de cereales y azcar se agotaron, se le entregaron a las familias raciones de carne de oveja, harina de malta, y un poco de ternera. Su salud y su esperanza se deterioraban.

    En febrero de 1942, todo Leningrado contaba por lo menos doscientos mil muertos, por inanicin o enfermedades que se extendan entre los hambrientos. A pesar de estas prdidas y a costa de su propia seguri-

    dad, muchas per-sonas trataron de seguir trabajando con normalidad y vivan el da a da.

    Los que se ofre-cieron para eva-cuar valiente-mente las obras del Hermitage al menos se conso-laban diciendo

    que haban hecho todo lo posible para proteger las obras de arte ms importantes a nombre de las generaciones futuras.

    Gran parte de la otra preciosa coleccin corra un gran peligro. El extraordinario banco semillas que Vavilov haba constituido y enriqueci-do durante el primer cuarto del siglo XX era extremadamente vulnera-ble. Informes indicaban que los alemanes ya haban incautado las semi-llas de las estaciones de introduccin de plantas de Ucrania y Cri-mea. Ms tarde se supo que el genetista alemn Heinz Brcher las ha-ba almacenado en el castillo Grannagh, en Austria. Al mismo tiempo, las posesiones del VIR enviadas a la estacin experimental de Pushkin tambin estaban en peligro.

  • VIII

    La ciudad era bombardeada regularmente y el "Camino de Vida" que conduca fuera de la ciudad por el lago congelado Lagoda fue de tal ma-nera bombardeado, que se le rebautiza como la "Ruta de la Muerte".

    Los guardianes de las semillas tomaron una decisin au-daz. Subieron parte de la coleccin almacenada en Pushkin a bordo de veinte camiones. Sus conductores alcanzaron a atravesar las lneas ale-manas disfrazndose de agricultores que llevaban provisiones de cerea-les a otras tropas alemanas.

    Durante el verano de 1942, el convoy lleg sin ser detectado a la estacin experimental de la Universidad de Tartu en Estonia. Estas semi-llas lograron fortuitamente escapar de la batalla, pero no pudieron evitar la guerra. Estas fueron arrebatadas por el ejrcito alemn en el otoo de 1944, y devueltas a Lituania.

    El equipo del VIR en Leningrado no lo saba, pero la vida de Vavi-lov, su mentor, estuvo entonces tan amenazada como las semillas que haba colectado.

    Por razones que vamos a desa-rrollar ms tarde, el cientfico ms gran-de de Rusia se ha-ba convertido, en el mayor secreto, en un preso poltico - no de los nazis, sino de su propio gobierno. El poder sovitico que lo tu-vo alejado de la vi-da pblica , emiti comunicados de prensa afirmando que Vavilov simple-mente asesoraba a Stalin y al bilogo Trofim Lysenko en el desarrollo de una nueva estrategia para ali-mentar a la gente.

    Vavilovdegustandovariedadesdeuvasen lareginTashkent,Uzbekistn,1936.

  • IX

    Ninguno de sus compaeros tuvo informacin sobre su paradero

    desde que se fue a "una importante reunin en Mosc" durante el ve-rano de 1940. A pesar de ello, permanecieron decididos a salvar al ban-co de semillas. Incluso pasando hambre y mostrando la misma dedica-cin que sus colegas basados en Sverdlovsk.

    La nica diferencia - y su dimensin era que Stalin haba apoya-do la evacuacin del Hermitage, mientras que el banco de semillas para l constitua una extravagancia costosa inspirada en la "ciencia burgue-sa". Si los nazis eran conscientes que el control del banco de semillas ms grande del mundo les permita influir en el futuro de la agricultura, los camaradas soviticos de Stalin, consideraban que la ayuda estatal prestada a la VIR era una enorme carga financiera de poco impacto.

    Stalin haba encarcelado a Vavilov y docenas de otros cientficos a los que acusaba de ser elitistas y traidores y cuya investigacin haba aportado muy poco a la agricultura rusa y al Estado.

    El equipo VIR San Petersburgo continu su trabajo casi sin ningn tipo de ayuda del gobierno. Teman que las masas hambrientas que

    acechaban en las calles tra-tando de introducirse en sus almacenes para devorar las bolsas de trigo, cebada, ha-bas y guisantes, que espe-raban ellos deban propor-cionar las reservas necesa-rias para alimentar a las ge-neraciones futuras.

    Entonces, decidieron atrin-cherarse detrs de los grue-

    sos muros del edificio de la plaza de San Isaac y monitorear estas co-lecciones vitales para ayudar a Rusia y el resto del mundo a recuperar-se si un da la guerra llegaba a su fin.

    Los trabajadores, bajo la supervisin de Abraham Kameraz y Olga Voskresenkia, duplicaron las muestras de la parte ms valiosa de cerca de cuatrocientos mil semillas de la coleccin y las pusieron en cajas es-condidas en lugares diferentes.

    El mismo Kameraz logr convencer a un pequeo grupo de tcticas de unidades del Ejrcito Rojo que era vital para el futuro de todo el mun-do desplazar algunas de las semillas hacia un edificio alejado de San Isaac.

  • X

    La tragedia que se produjo es relatada a menudo a los cientficos vi-sitantes del VIR, sin embargo or lo que nos contaron nos dej, a Kent y a m, disgustados y sorprendidos.

    Los cientficos y los curadores se encerraron edificios hmedos y sin calefaccin para hacer guardia y supervisar el resto de las semillas y en el stano, oscuro y fro.

    Ateridos por el fro y con hambre, se turnaban continuamente para cuidar de las semillas. Nueve de los colegas ms dedicados de Vavilov eligieron morir lentamente de hambre o enfermedad, en lugar de comerse las semillas a su cuidado. No eran los nicos. Al final del asedio, en la pri-mavera de 1944, ms de setecientos mil ciudadanos de Leningrado murie-ron de hambre.

    Puede ser una circunstancia feliz que los protectores de semillas hambrientos nunca supieron que su edificio estaba a punto de ser invadi-do por los nazis: este tipo de noticias podran minar su moral y debilitar su tenacidad. Sin saberlo, los ms altos estrategas nazis haban considerado en efecto, tempranamente, que el banco de semillas era un botn mucho ms importante que las obras de arte del Hermitage.

    En 1941, cuando Hitler tom la decisin invadir Rusia, cre una uni-dad especial tctica de las SS - la Russland-Sammelcommando - cuya mi-sin era buscar el control del banco de semillas y recuperar los tesoros de vida para que pudiesen servir a los futuros planes del Tercer Reich..

    El gran inters de Hitler por la investigacin gentica rusa no es sor-prendente. Gran parte de sus puntos de vista racistas se basaron en la eu-genesia, la pseudo-ciencia que defiende no slo la seleccin para mejorar la raza humana, pero tambin sostiene que la agricultura puede progresar slo a travs de la utilizacin de semillas cuidadosamente clasificadas .

    Cientficos nazis que dirigan los programas agrcolas fueron influen-ciados por el darwinismo social y la eugenesia. Se aleg que Hitler se ha-ba convertido a una dieta estrictamente vegetariana, que era entusiasta de la comida cruda y que haba comenzado a cumplir con algunas extra-as ideas purificadoras de regmenes dietticos que se unieron a sus teo-ras de la purificacin racial.

    Hitler y sus asesores cientficos probablemente idearon formas de ex-plotar la diversidad de semillas almacenadas en Leningrado.

  • XI

    Creyendo que pronto tomara Leningrado, Hitler planeaba pronunciar

    su discurso de victoria desde el balcn del Hotel Astoria en la plaza de San Isaac, situado en el otro lado de la calle, a unos cincuenta metros de distancia, desde donde, literalmente, poda ver el lugar que contena el tesoro de semillas. Los Guardianes de Semillas nunca supieron que el Fuhrer planeaba celebrar su conquista justo en su puerta.

    Si bien estos eventos estaban siendo incubados en Leningrado, otra tragedia se jugaba en la peque-a ciudad de Saratov, a unos 900 ki-lmetros de distancia del Volga .

    Era el lugar donde Vavilov fue galardonado en 1918 con el ttulo de profesor en ciencias agrcolas en la relativamente temprana edad de treinta y un aos.

    En 1941 se encontr en esta querida ciudad, en el corazn de la regin productora de trigo, donde su carrera como comisario de semillas haba despegado. Esta vez, sin em-bargo, ms que un maestro, era un preso poltico.

    Vavilov - el nico hombre en el mundo que haba recogido semillas de cultivos alimentarios en los cinco continentes, el explorador que orga-niz ciento quince expediciones de investigacin en cerca de sesenta y cuatro pases a fin de descubrir para la humanidad nuevas formas de ali-mentarse - l mismo, estaba en trance de morir de hambre .

    Entre la primavera de 1942 y su muerte acaecida en enero de 1943, se alimentaba solamente con una pasta cruda de harina y col congelada, as Vavilov se desnutri. Demacrado, an tena tan poca grasa que se le caa la piel y se vean los huesos. Sufra de diarrea crnica, una an-gioedema apareci en sus piernas y el tejido muscular se haba degrada-do tan rpidamente que se le diagnostica una distrofia.

    Para empeorar las cosas, la KGB estaba tratando de destruirlo men-talmente interrogndolo hasta catorce horas al da. Los servicios de inteli-gencia estaban decididos a que confesara que haba desperdiciado los recursos financieros de la Unin Sovitica para construir un imperio de un centenar de estaciones para mantener y observar la diversidad de la flora mundial. A ojos del imperio, estos bancos eran una desviacin extrava-gante de su deber de alimentar a la gente rpidamente.

    BancodeSemillas.VIR

  • XII

    A mediados de la dcada de 1930, una hambruna causada por la colectivi-zacin forzosa y la confis-cacin de las cosechas por el gobierno sovitico haba conducido a la muerte de cerca de cinco millones de perso-nas. Ahora, cuando las rutas comerciales fueron interrumpidas tanto dentro

    de las repblicas soviticas y ms all de estas , el pueblo ruso estaba ms que nunca al borde de la inanicin. Los colegas de Vavilov nunca podran haber imaginado la magnitud de los peligros , que tanto las semillas como su antiguo director, soporta-ban en ese momento. Cuando lleg el verano de 1942, plantaron col y papas en el jardn contiguo a la Catedral de San Isaac y en los cam-pos que rodean el antiguo palacio del zar en Pushkin. El anterior in-vierno, encontraron suficiente lea para calentar el entresuelo del Pushkin donde hibernaban los tubrculos, con la esperanza de man-tener vivas las semillas de papa.

    El equipo controlaba las plantas 24/24 horas mientras los dispa-ros sonaban sobre sus cabezas - para tratar de proteger la cra de tu-brculos y garantizar su viabilidad para las futuras y ms grandes plantaciones.

    No slo haban de disuadir a sus compatriotas, que estaban vien-do con ojo hambriento cada surco de papas, sino tambin matar a cientos de ratas que invadan el huerto.

    Aos ms tarde, el escritor ruso Genady Golubev le pregunta a Vadim Lekhnovitch, uno de los que, en la primavera, haba ayudado a cavar el suelo helado, a montar guardia de pie cerca de los brotes y a velar por el jardn lleno de delicias. A la pregunta de si no haba sido demasiado duro dejar de servirse del jardn cuando tena hambre du-rante meses, respondi: "Yo casi no poda caminar", "Fue terriblemen-te difcil levantarme por la maana, moviendo manos, pies... Pero na-da era ms fcil que evitar que se comieran los cultivos . Pero soar con comrselas , era imposible. Simplemente era nuestra razn de ser y la de mis compaeros.

    NikolaiVavilovenelCongresoInternacionaldeCienciasdelSueloenLeningrado.1930.

  • XIII

    Cuando los miembros actuales del VIR haban terminado de rela-

    tarnos a Kent y a mi lo que saban de esta historia, uno de ellos, el Dr. Sergey Alexanian, quiso darnos un detalle adicional acerca de sus pre-decesores que trabajaban para el VIR durante el asedio.

    Armeniano, de pequea estatura, pero imponente en sus palabras y gestos, Sergey dominaba la historia poltica y las ciencias agrcolas con un bro que lo haca el gua perfecto.

    Nos mostr una serie de fotografas antiguas en blanco y negro de los antiguos miembros de VIR colgada en la pared de la escalera conti-gua a su despacho. Quera explicar las circunstancias de la repentina invasin de ratas en las plantas de papa durante el asedio en Pushkin y Leningrado.

    "En Leningrado, durante el verano de 1942, la nica carne que se poda comer era los gatos. Como ellos controlaban la poblacin de roedores, haban ratas por todas partes, da y noche, que invadieron las calles y jardines en busca de alimento.

    Ves a esa mujer en la foto? Ella era responsable del banco de papa y pereci protegindolo de las ratas

    - Y estos son los hombres y mujeres que han muerto guardando las semillas ", dijo en voz baja, sealando una por una otras fotos.

    Uno de este grupo, Alexander Stchoukine muri en su escritorio apretando en su mano una bolsa de sus preciosas semillas de man que esperaban salir del centro para crecer.

    Protectora de muchas colecciones de avena de Vavilov, Liliya Rodina muri de hambre, al igual que Dimitri Ivanov, y mientras la vida la abandonaba, se las arregl para ocultar miles de paquetes del arroz que tan entraablemente de-fendi.

    Usted no debe olvidar tampoco a Steheglov, Kovaleski, Leonyevski, Malygina, Korzun. Algunos de ellos fueron consumidos por el hambre, otros por enferme-dad, otros fueron asesinados por la metralla.

    Wolf, el curador del herbario, fue alcanzado por la metralla y muri de una he-morragia. Gleiber, responsable de registrar las notas tomadas en el campo por Vavilov, prefiri morir con estas antes que renunciar su deber y que cayeran en manos de los traidores.

    Kent y yo nos permanecimos cerca de Sergey, lleno de triste-za. Pasaron varios minutos antes de que alguien fuera capaz de ha-blar de nuevo, pues la memoria del sacrificio de estas personas est inscrita en estos muros.

  • XIV

    Las semillas haban sobrevivido, pero muchos de sus protectores

    estaban muertos Ese mismo da, Sergey nos mostr una fila de cajas de hierro donde Vavilov fue almacenando las semillas que haba recogi-do, y los gigantescos tanques de nitrgeno lquido, donde permanecen sus descendientes congelados, pero an viables.

    Sabiendo que yo proceda de los mismos desiertos de Amrica del Norte por los que haba viajado Vavilov casi tres cuartos de siglo antes, Sergey haba pedido al curador del herbario exponer las especies de plantas que Vavilov haba colectado en esas regiones. Incluso secas, bidimensionales, presionadas y pegadas entre lminas pesadas del her-bario, las plantas parecan semejantes a viejos amigos, ya sea la raque-ta espinosa de un higo chumbo o una rama de guayule, un arbus-to productor de ltex.

    Le mostr fotografas de Vavilov a Sergey tomadas por Homero Shantz, el biogegrafo que acogi al cientfico ruso durante sus viajes a los desiertos americanos y quien fue mi predecesor en la Universidad de Arizona.

    Durante mi maestra en botnica en la universidad, descubr la do-cena de imgenes de Vavilov en el VIR que nadie haba visto nun-ca. Ellas ahora se unan a los archivos y miles de fotos del Instituto que el mismo Vavilov haba tomado durante sus expediciones. La pregunta que quera hacer a Sergey y sus colegas me vino al espritu solo luego que a Kent Whealy y a m el equipo del Instituto nos hubiera dado asueto para visitar las fabulosas colecciones del Hermita-ge. Cmo han podido considerar las colecciones del museo arte como un elemento casi tan importante para la herencia comn de la humani-dad y, al mismo tiempo subestimar una coleccin de semillas as de am-plia y representativa?

    Sergey haba evitado abordar el tema. Sin embargo, bajo su direc-cin, el equipo del Instituto se redujo a una cuarta parte de la fuerza de trabajo en la vspera de la perestroika cifra nfima en comparacin con la que contaba el Instituto bajo el liderazgo de Vavilov.

    Alexanian y su equipo de cientficos brillantes se ocupan de cerca de 380. 000 muestras de semillas y disponen de recursos que no estn a la altura de sus competencias o a la importancia de su misin, que consiste en sustancia mantener las fuentes genticas excepcionales de recursos esenciales para alimentar las presentes y las futuras genera-ciones y son garanta de una seguridad alimentaria suficiente, en un contexto de cambio climtico global, respecto de las nuevas plagas y

  • XV

    enfermedades virulentas, la disminucin de los recursos de agua potable, amenazas de guerra y ataques terroristas que podran interrumpir la distribucin de los recursos alimenticios.

    Aunque la mayora de los que trabajan para preservar la biodiver-sidad y la vitalidad de nuestros recursos alimentarios en los Estados Unidos y los pases occidentales son sin duda mejor pagados que sus homlogos rusos, sin embargo, carecen de los medios ms necesarios para llevar su misin.

    En resumen, Rusia no es la nica nacin que no invierte lo sufi-ciente en la salvaguardia de la biodiversidad en los bancos de genes y en los campos. Para empeorar las cosas, hoy escuchamos algunos le-gisladores afirman errneamente que la biotecnologa puede "desarrollar" in vitro todas las variedades genticas necesarias para proteger nuestro suministro de alimentos de la enfermedad, el cambio climtico y otros peligros, haciendo obsoletos los esfuerzos realizados para conservar la biodiversidad en forma de semillas. Como si fuera una panacea, las inversiones en las ciencias biolgicas estn cada vez centradas en la biotecnologa, a expensas de la conservacin y la eva-luacin gentica.

    La actual falta de recursos financieros destinados a la conserva-cin de la biodiversidad que se observa en los bancos de semillas, jar-dines botnicos y granjas experimentales es slo una parte del proble-ma, ya que la mayor parte del trabajo de conservacin debe hacerse en las granjas y huertos en las regiones adaptadas a las semillas(negrilla del traductor).

    Aquellos que estn en los mismos lugares que Vavilov visit se ha-llan amenazadas, al igual que los conocimientos y las habilidades tra-dicionales de los campesinos, que utilizan los mejores mtodos para cultivarlas. Hoy en da, pocos de nosotros sabemos de dnde viene nuestro alimento -. A lo mejor, somos vagamente conscientes de los orgenes geogrficos y culturales de los recursos genticos en la base de nuestra dieta. Si nos imaginamos lo que podramos comer, estos recursos estarn siempre disponibles para sembrar por parte de empre-sas, criadores, viveristas y agricultores que proporcionan buen funcio-namiento de toda la cadena agrcola..

    Sin embargo, como los guardianes de semillas de Leningrado haban anotado en 1941, estamos en una carrera contra el reloj pa-ra evitar para evitar que las ltimas variedades de semillas se ex-tingan como una llama de una vela en una corriente de ai-re. (negrilla del traductor).

  • XVI

    Ninguna biotecnologa es capaz de "inventar" o reemplazar la va-riedad gentica que ya est presente en las diversas semillas cultiva-das en todo el mundo. Apenas hemos comenzado la clasificacin mor-folgica del pasado y todava tenemos que entender sus relaciones ge-nticas y cmo aprovecharlas. Si la biotecnologa quizs desarrolle un da nuevas semillas, las variedades locales - que los agricultores culti-van de forma dinmica y seleccionan durante muchos milenios - segui-rn siendo la fuente principal o "reserva gentica" de todos los esfuer-zos futuros de mejoramiento de los cultivos..

    Vavilov y su amigo americano Harry Hallan se encuentran entre los primeros cientficos que advirtieron acerca de la declinacin de las reservas de semillas tradicionales. Se dieron cuenta pronto que la mo-dernizacin de la agricultura engendraba la extincin de semillas adap-

    tadas localmente que haban re-copilaron durante sus primeras expediciones .

    Cuando volvi en 1916 a los mismos campos y huertos asiti-cos que haba observado la pri-mera vez veinte aos antes, Va-vilov se enter con asombro que las semillas que haba colectado en estos lugares haban desapa-recido.

    Tales cambios estremecieron fuertemente a Vavilov y Harlan, por-que haban identificado estas reas como la cuna histrica de la do-mesticacin de ciertos cereales, lugares donde muchas variedades de plantas y sus antepasados haban sido sembradas por una ininterrum-pida cadena de campesinos desde el nacimiento de la agricultura.

    En su correspondencia, Vavilov y Harlan fueron los pocos prime-ros para articular el concepto de "prdida de la biodiversidad agrcola" a travs del fenmeno de hoy llamado "erosin gentica", es decir, la degradacin progresiva e inevitable de los recursos genticos suscepti-bles de engendrar nuevas variedades.

    Durante la Segunda Guerra Mundial, los genetistas al servicio de Hitler desconocan tal vez que determinados productos agrcolas su-frieron un empobrecimiento de su diversidad gentica en algunas re-giones del mundo.

  • XVII

    Veinte aos despus, casi todos los botnicos haban reportado la

    disminucin en las regiones en las que trabajaban. Ms recientemente, al igual que la disminucin general de las poblaciones de anfibios, los informes aparecan anecdticos y aislados y no alarmaron a nadie.

    Sin embargo, alrededor de 1970, la concordancia de muchos infor-mes confirm que estas prdidas se generalizaron y prcticamente afec-taron todas las regiones agrcolas del planeta.

    Hoy en da, los cientficos reconocen naturalmente que Vavilov fue el primero en denunciar este fenmeno que finalmente le cost la vida: la biodiversidad agrcola es una piedra angular para una mejor seguridad alimentaria de la humanidad. Sin ella, nuestro sistema alimentario sera destruido por las plagas , sequas e inundaciones, por el calentamiento global y los efectos de la globalizacin en la economa y el medio ambiente.

    Aunque Vavilov nunca utiliz el trmino "La biodiversidad agrcola", creo que habra estado de acuerdo con la definicin que podra contri-buir a las discusiones dentro de la FAO:

    La biodiversidad agrcola est presente en todos los alimentos que comemos y en cada campo, huerta, jardn, granja y vivero que nos sostienen. Sus valores intrnsecos an no se conocen completamente. Incluyen una gran cantidad de semillas de alimentos y razas de ganado, la mayora domesticada por los agricultores campesinos e indgenas para satisfacer sus necesidades nutricionales y culturales. Esta abundancia evoluciona e interacta con vastos ecosistemas silvestres. No se pueden separar los recursos de sus guardianes.

    Tambin los campesinos e indgenas mantienen conocimientos tradicionales que les permite crecer y gestionar los cultivos alimentarios . Este saber -hacer nativo y local - al igual que las semillas que han contribuido a desarrollar - es el legado de innumerables gene-raciones de cultivadores agrcolas, pastoriles y jardineros.

    Vavilov era un entusiasta de los signos visibles de esta diversidad: diferencias de longitud, de barba y espigas de cebada de Turqua y Etio-

    pa, o aquellas creciendo en las llanuras hmedas a lo largo de la ruta de la seda o sobre las montaas que las dominan el Hin-du Kush. Se apasionaba con los diferentes nombres dados por los agricultores locales al mismo grupo de los frijoles que le permi-tan rastrear su origen y evolucin. Le fas-cinaban las formas, tamaos y sabores de

    manzanas silvestres que se encuentran en la misma cadena de monta-as de Kazajstn, parmetros que proporcionan nuevas vas para la do-mesticacin de estos frutos.

  • XVIII

    Para muchos historiadores de la ciencia, las mayores contribuciones a

    la botnica agrcola de Vavilov y a su conservacin gentica son la crea-cin de una coleccin mundial de semillas, frutas y tubrculos en San Pe-tersburgo y su llamado a inspirarse en los agricultores autctonos, que han sabido adaptar sus variedades a su tierra y a su entorno. Sea que estn directamente plantadas o se utilicen para el cultivo selectivo de plantas, las semillas provenientes de estas vastas reservas genticas representan la mejor manera para que enfrentamos plagas, sequas, epidemias, las defi-ciencias de nutrientes del sue-lo, salinidad y perodos de creci-miento ms cortos.

    Otros se refieren a los ms de doscientos artculos y libros firmados por su pluma, que evocan un nuevo camino para el tiempo fabuloso de la variabilidad gentica de nuestros principales alimentos.

    Sin embargo, han dejado atrs dos elementos importantes que no han sido completamente reconocidos o entendidos de Vavilov. Intelectualmen-te, la contribucin ms grande Vavilov se puede hallar en una publicacin de 1926, en el concepto de "centros de diversidad". Si definen estos lti-mos como centros de origen de las plantas cultivadas, Vavilov elige explci-tamente las zonas donde la diversidad gentica de las plantas domestica-das y sus primos silvestres estaba muy desarrollada.

    A diferencia de la mayora de los arquelogos de su tiempo, sostuvo que las cunas de la agricultura no se encuentran en los valles y vastas tie-rras bajas hmedas de los principales ros, ms si en las zonas montao-sas.

    Elabor una lista de ms de seiscientas plantas cultivadas, incluyendo el mayor nmero de variedades se encuentran en las regiones de monta-a. Tambin seal que estas reas eran ricas en biodiversidad silvestre tanto como en lenguas indgenas:

    Los centros de diversidad [] de la mayora de los cultivos estn demostrando ser las regiones que son el escenario de una intensa especiacin. Debido a su rica flora de espe-cies comestibles, estas reas naturalmente se convirtieron en las primeras viviendas de asentamientos humanos (...) Por lo tanto, es muy probable que estas regiones montaosas no son slo los principales centros de diversidad varietal, sino tambin las cunas ms anti-guas de la agricultura.

    El arquelogo David Harris enfatiz recientemente la necesidad de considerar a Vavilov como el primer cientfico que identific la mayor parte

  • XIX

    de los principales centros de la biodiversidad agrcola cultivada, ha-

    ciendo hincapi en la teora segn la cual estas regiones seran las tie-rras originales de la mayora de las plantas inicialmente domesticadas y de las prcticas agrcolas ms antiguas, teora que aun requiere vali-darse.

    Vavilov establece el vnculo entre los centros de diversidad y las cunas de la agricultura, sin embargo hay una confusin conceptual entre estos dos conceptos. A pesar de la fuerte movilizacin de los arquelo-gos para rastrear los orgenes de la agricultura en la dcada de 1950, no podemos estar seguros de que la domesticacin de las plantas y el desarrollo agrcola han surgido ms en los llamados Centros Nucleares que en otros lugares (...). Es hora de separar el esquema de diversidad global que Vavi-lov ha demostrado tan brillantemente [la premisa de que estos centros nucleares seran necesariamente cunas] orgenes y desarrollo temprano de la agricultura. En esta historia, yo llamo a estas regio-nes nucleares "centros de diversidad", ya que es en estos trminos que la mayora de los genetistas, bilogos de la conser-vacin y los biogegrafos las designan.

    Aunque la mayora de los cientficos rusos estaban enormemente influenciados por la cartografa de Vavilov, la mayora de sus homlogos estadounidenses no podan ver sus mapas hasta que en la dcada de 1950, investigadores de primer plano y cientficos de campo como Carl Sauer, Jack Harlan, JG Hawkes y CD Darlington, incluyen en su propios trabajos mayores los primeros mapas cientficos sobre los or-genes y dispersiones agrcolas.

    Estos cientficos comprendieron plenamente la enorme utilidad del trabajo de Vavilov en los campos de exploracin de plantas y su salva-guarda gentica: incluso si los centros de diversidad representan menos de una quinta parte de la superficie terrestre de la Tierra, tienen un desproporcionadamente alto porcentaje de diferentes plantas silves-tres y domesticadas..

    Alrededor de la mitad de un siglo despus del inicial reconocimien-to cientfico de los centros mundiales de diversidad, muchas de estas regiones han sido objeto de un diseo de "reconsideracin" que les vali una renovada atencin.

  • XX

    Cuando en 1988 el investigador, naturalista y ambientalista britni-co Norman Myers public su propio mapa de reas de alta biodiversidad carta basada en la distribucin de plantas y animales - estos centros fueron bautizados "hotspots de biodiversidad por parte de conservacin Internacional y "Global 200 ecorregiones" por el Fondo Mundial para la Naturaleza.

    Una nueva generacin de bilogos, gegrafos, gestores y polticos comenzaron a ver en estas regiones targets priorita-rios de preserva-cin. Irnicamente, pocos de estos entusiastas reconocer la deuda intelectual hacia Vavilov:

    Estos "puntos calientes" y otras ecorregiones crticas se basan, de hecho, en el mapa del cientfico ruso.

    Curiosamente, a pesar que Vavilov careca de datos geogrficos convincentes para muchas especies y que Myers dispona inicialmente de poca informacin acerca de insectos, sus primeros estudios de biodiversidad en algunas regiones, aunque aproximados, se han mantenido en gran medida al paso del tiempo.

    ONG como Conservacin Internacional, WWF y The Nature Con-servancy enfatizaron el concepto de puntos de acceso a la financiacin de la adquisicin y proteccin de reas ricas en biodiversidad. Por des-gracia, como demuestra el antroplogo Mac Chapin, algunas de estas organizaciones han tratado de comprar tierras a sus dueos originales o a co-administrarlas con el fin de llevar a cabo la bioprospeccin.

    Unos pocos casos bien documentados demuestran que estos cam-bios en la administracin operan invariablemente a expensas de los agri-cultores y cultivadores forestales locales que preservan la biodiversidad durante siglos.

    Este enfoque fue criticado recientemente en un artculo publicado en Science, que sostiene que podemos preservar la biodiversidad que si los aborgenes y los grupos de inters deciden hacerlo y fundamental-mente por razones ticas y para propsitos de utilidad.

  • XXI

    Como si se anticipara a este debate actual, Vavilov formul un princi-

    pio de fitogeografa revolucionaria que incluye implcitamente las culturas humanas en lugar de ignorarlas. Este principio fue explicado en Phytogeo-graphic Basis of Plant Breeding publicado en 1935: La distribucin global de especies de plantas no es uniforme. (itlicas del autor) Algunas regiones del mundo tienen un nmero espectacular de variedades (...) En cuanto a los recursos naturales [concentrados en cada una de estas reas destacadas], hay que destacar el papel crucial desem-peado por el hombre para cada regin mediante la seleccin de especies de cultivo mejores adaptado. Vavilov no slo allan el camino para los biogegrafos, que fueron ins-pirados por su trabajo para definir los patrones de biodiversidad, sino que

    tambin fue el primero en darse cuenta de la gran riqueza cultural de los centros de biodiversi-dad. Sus habitantes utilizaban muchos dialectos locales que ocul-taban los tesoros del saber-hacer ecolgico.

    Los biogegrafos Nikolai Vavilov y Alphonse de Candolle fueron los primeros en aprovechar los datos lingsticos de diferentes culturas para rastrear el origen de ciertos alimentos.

    Adems, Vavilov se acerc a los miembros de ciertos grupos lingsticos para percibir los diferentes nom-bres atribuidos a las semillas de la misma variedad y el reconocimiento a sus mltiples usos y hbitats.

    Estas y otras interesantes observaciones no estn incluidas en los trabajos de investigacin que l firma en San Petersburgo, pero si se en-cuentran en los volmenes de notas que escribi durante sus expediciones alrededor del mundo.

    Muchas de estas notas son un repertorio acerca de semillas colecta-das en los mercados o en los campos, con frecuencia especificando la alti-tud precisa de los donde fueron colectadas. Las observaciones de campo de Vavilov puede ser tan valiosas como las propias semillas, ya que refle-jan las condiciones histricas en las que se cultivan - condiciones que han cambiado en gran medida en nueve dcadas.

  • XXII

    Varios cientficos, historiadores y ambientalistas han escrito sobre el ascenso y cada de Vavilov, pero que yo sepa, ninguno ha explorado y aprovechado sus notas y han recorrido sus pasos a travs de las regio-nes que visit para evaluar los cambios que se produjeron all.

    Las fotografas y los libros de Vavilov ofrecen "instantneas" de la extraordinaria diversidad agrcola de un rea en un momento determina-do, puntos de referencia para la evaluacin de la velocidad y la gravedad de los cambios econmicos ecolgicos, agrcolas y socioeconmicos ocurridos en algunas zonas agrcolas durante varias dcadas.

    Seguir los pasos de Vavilov y fotografiar de nuevo los campos, plan-taciones y mercados que visit, hacen posible determinar si (y cmo) los cambios genticos han tenido lugar.

    Al entrevistar a los agricultores locales, podremos, ambientalistas, climatlogos e historiadores, comprender en algunos casos por qu es-tos cambios han ocurrido.

    los documentos de Vavilov pueden arrojar luz no slo sobre los or-genes de nuestra alimentacin sino adems sobre la extincin de algu-nos recursos bsicos.

    Tal conocimiento tambin nos puede inspirar para hacer todo lo po-sible para detener esas prdidas antes de que sea demasiado tarde.

    Cuando usted camina por las calles de San Petersburgo y se re-plantea el terrible asedio que la ciudad tuvo que soportar hoy ms de me-dio siglo, puede fcilmente imaginar un mundo donde reina el hambre y donde los grandes legados histricos de la humanidad estaban en un riesgo cada vez mayor, atrapados en el fuego cruzado de dos potencias polticas.

    Propongo este viaje tras las huellas de Nikolai Vavilov, con la espe-ranza de que a medida que mayor importancia se le d a tales legados ello puede reducir con mayor xito el sufrimiento humano causado por las hambrunas y de tal manera se podrn sembrar las semillas de una paz ms duradera.

    Sin embargo, como los guardianes de semillas de Leningrado en 1941, estamos inmersos en una carrera contra el tiempo. (negrilla del traductor).

  • XXIII

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