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Expediente 37/2018VEINTICINCO DE ABRIL DE DOS MIL DIECIOCHO
En la Ciudad de México, siendo las NUEVE HORAS CON TREINTA Y SEIS MINUTOS DEL VEINTICINCO DE ABRIL DE DOS MIL DIECIOCHO, estando en
audiencia pública Gabriel Regis López, Juez Primero
de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de
México, asistido por la Secretaria Laura Violeta Rodríguez Rodríguez, con quien actúa y da fe, como
está ordenado en auto del tres de abril de dos mil
dieciocho, con fundamento en el artículo 124 de la Ley
de Amparo, se procede a celebrar la audiencia
constitucional relativa al juicio de amparo 37/2018, sin la
asistencia de las partes. La secretaria hace relación de
la demanda y demás constancias que obran en autos; al
respecto, el Juez acuerda: téngase por hecha la relación
de las constancias que antecede para los efectos legales
a que haya lugar. Enseguida, se declara abierto el
período de pruebas, en el que se tienen por ofrecidas,
admitidas y desahogadas conforme a su propia y
especial naturaleza las documentales que obran
agregadas en autos, así como la instrumental de actuaciones; al no haber pruebas pendientes por
desahogar, se da por concluido este período. A
continuación, procede abrir la fase de alegatos, en la
que la secretaria hace constar que las partes no los
hicieron valer, así como que la agente del Ministerio
Público Federal de la adscripción no presentó
pedimento; al respecto, el Juez acuerda: se declara
precluido el derecho de las partes para formularlos, así
como el de la aludida Agente para presentar su
pedimento; dándose por concluida la presente
audiencia, y se procede a dictar la resolución
correspondiente al tenor siguiente:
VISTOS para resolver, los autos del juicio de
amparo 37/2018, promovido por ***** ****** ******,
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por su propio derecho, en contra de los actos del
Director del Sector “U” de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México y otras autoridades, por
considerarlos violatorios de los derechos fundamentales
previstos en los artículos 5° y 123, apartado B, fracción
XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; y,
R E S U L T A N D O
PRIMERO. Demanda de amparo. Mediante
escrito presentado el doce de enero de dos mil
dieciocho, en la Oficina de Correspondencia Común de
los Juzgados de Distrito en Materia Administrativa en la
Ciudad de México, y turnado a este Juzgado Primero en
la misma materia y jurisdicción, ***** ****** ****** ,
por su propio derecho, solicitó el amparo y protección de
la Justicia Federal en contra de la autoridad y acto que a
continuación se indican:
“AUTORIDADES RESPONSABLES:
1. C. Director del Sector “U” de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
ACTO RECLAMADO DE LA AUTORIDAD RESPONSABLE. La omisión de dar servicio en el empleo, cargo o comisión que el suscrito venía desempeñando dentro del Sector “U” de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México.”
SEGUNDO. Admisión de la demanda de amparo. Por auto del quince de enero de dos mil
dieciocho, este Juzgado Federal, al que por razón de
turno, tocó conocer del asunto, lo registró con el
expediente 37/2018 y admitió a trámite la demanda de
amparo.
TERCERO. Vista con constancias de procedimiento administrativo. En proveído del siete
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de febrero de dos mil dieciocho, se dio vista al quejoso
para que manifestara lo que a su derecho
correspondiera, respecto de las constancias remitidas
por el Jefe del Sector “U” de la Policía Bancaria e
Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la
Ciudad de México, específicamente de la baja del dos
de diciembre de dos mil dieciséis.
CUARTO. Ampliación de demanda. Mediante
escrito presentado el dos de marzo de dos mil dieciocho,
ante la Oficialía de Partes de este órgano jurisdiccional,
la parte quejosa manifestó su interés por ampliar su
demanda de amparo, lo cual fue acordado por este
órgano jurisdiccional mediante auto del cinco de marzo
de la presente anualidad, proveído en el cual fue
admitida a trámite su ampliación de demanda.
En su ampliación de demanda la parte quejosa
indicó como actos reclamados a las autoridades
responsables lo siguiente:
“III. AUTORIDADES RESPONSABLES:
Las autoridades responsables en el presente asunto son las siguientes:
1. Subdirector de Recursos Humanos de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
2. Jefa del Departamento de Control de Personal de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
3. El C. Primer Súper Intendente y Director Operativo de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
ACTO RECLAMADO:
1. Baja oficial (operativo) de fecha 2 (dos) de diciembre de 2016 de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México; acto que se atribuye a la Jefa del Departamento de Control de Personal de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, así como por el Subdirector de Recursos Humanos de la Policía Bancaria e Industrial de la
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Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
2. La Omisión de remitir ante la autoridad competente para su ratificación, la supuesta baja voluntaria presentada por el suscrito de fecha 1 (primero) de noviembre de 2016 (dos mil dieciséis); acto que se atribuye al C. Primer Súper Intendente y Director Operativo de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
Integrado el asunto, se celebró la audiencia
prevista en el artículo 124 de la Ley de Amparo, de
conformidad con el acta que antecede; y,
C O N S I D E R A N D O:
PRIMERO. Competencia. Este Juzgado Primero
de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de
México es legalmente competente para conocer del
presente juicio de amparo, toda vez que se reclama la
inconstitucionalidad de actos de autoridades de carácter
administrativo, con residencia en el territorio en el que
este órgano federal ejerce jurisdicción.1
SEGUNDO. Precisión de los actos reclamados.2 Con fundamento en el artículo 74,
fracción I de la Ley de Amparo, se advierte que la parte
quejosa reclama:
1 Lo cual tiene sustento en lo dispuesto en los artículos 103, fracción I, y 107, fracción VII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 37 y 107, fracción II, de la Ley de Amparo, y 52, fracción IV, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; y el Acuerdo General 3/2013 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, relativo a la determinación del número y límites territoriales de los Circuitos Judiciales en que se divide la República Mexicana; y al número, a la jurisdicción territorial y especialización por materia de los Tribunales de Circuito y de los Juzgados de Distrito.2 Véase la jurisprudencia P./J. 40/2000, que lleva por rubro: “DEMANDA DE AMPARO. DEBE SER INTERPRETADA EN SU INTEGRIDAD”. Consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XI, Abril de 2000, Materia Común, página 32. Registro: 192097.
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Autoridades responsables[Todas las autoridades, dependientes de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de
la Ciudad de México]
Actos reclamados
1. Director del Sector “U”.
a) La omisión de dar servicio en el empleo, cargo o comisión en el Sector “U” de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
2. Subdirector de Recursos Humanos.
3. Jefa del Departamento de Control de Personal.
b) La emisión de la baja de dos de diciembre de dos mil dieciséis de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
4. Director Operativo.
c) La omisión de remitir a la autoridad competente para su ratificación, la baja voluntaria presentada por el quejoso de uno de noviembre de dos mil dieciséis.
TERCERO. Actos no ciertos. Realizada la
precisión de los actos reclamados, y atendiendo a que
su existencia es un requisito esencial para efectuar el
estudio de su constitucionalidad, es menester
pronunciarse al respecto.
En ese sentido, el Director del Sector “U” de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, al rendir
su informe justificado negó el acto que se le atribuye
consistente en la omisión de dar servicio en el empleo,
cargo o comisión en el Sector “U” de la Policía Bancaria
e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la
Ciudad de México.
Al respecto, es pertinente aclarar que al tratarse
de un acto de naturaleza omisiva corresponde a la
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autoridad demostrar que no ha incurrido en ella, de
conformidad con lo dispuesto en la fracción I del artículo
82 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de
aplicación supletoria a la Ley de Amparo; sin embargo,
también es un requisito indispensable que la parte
quejosa acredite que es ésta a quien le atribuye el acto
de omisión de que se duele realizarlo.
De un estudio integral a las constancias
remitidas por la responsable, específicamente la baja
oficial del quejoso del dos de diciembre de dos mil
dieciséis, misma a la que se le concede valor probatorio
pleno, al obrar en copia certificada, de conformidad con
lo dispuesto en los artículos 129 y 202 del Código
Federal de Procedimientos Civiles,3 aplicado
supletoriamente a la Ley de Amparo; se aprecia que el
dos de diciembre de dos mil dieciséis, el Subdirector de Recursos Humanos y la Jefa del Departamento de Control de Personal, ambas autoridades dependientes de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México emitieron la baja del servicio en la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad
3 Artículo 129. Son documentos públicos aquellos cuya formación está encomendada por la ley, dentro de los límites de su competencia, a un funcionario público revestido de la fe pública, y los expedidos por funcionarios públicos, en el ejercicio de sus funciones.
La calidad de públicos se demuestra por la existencia regular, sobre los documentos, de los sellos, firmas u otros signos exteriores que, en su caso, prevengan las leyes.
Artículo 202. Los documentos públicos hacen prueba plena de los hechos legalmente afirmados por la autoridad de que aquéllos procedan; pero, si en ellos se contienen declaraciones de verdad o manifestaciones de hechos de particulares, los documentos sólo prueban plenamente que, ante la autoridad que los expidió, se hicieron tales declaraciones o manifestaciones; pero no prueban la verdad de lo declarado o manifestado.
Las declaraciones o manifestaciones de que se trata prueban plenamente contra quienes las hicieron o asistieron al acto en que fueron hechas, y se manifestaron conformes con ellas. Pierden su valor en el caso de que judicialmente se declare su simulación.
También harán prueba plena las certificaciones judiciales o notariales de las constancias de los libros parroquiales, relativos a las actas del estado civil de las personas, siempre que se refieran a época anterior al establecimiento del Registro Civil. Igual prueba harán cuando no existan los libros de registro, original y duplicado, y cuando, existiendo, estén rotas o borradas las hojas en que se encontraba el acta.
En caso de estar contradicho su contenido por otras pruebas, su valor queda a la libre apreciación del tribunal.
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Pública de la Ciudad de México del entonces oficial ***** ****** ******.
Cabe destacar que de tal determinación se
advierte que las citadas autoridades determinaron dar
de baja al aquí quejoso a partir del dieciséis de octubre
de dos mil dieciséis, debido a que éste así lo solicitó
mediante escrito del uno de noviembre de misma
anualidad, del cual se advierte que solicitó ser dado de
baja a partir del quince de octubre de aquel año, razón
por la cual el Director del Sector “U” de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, niega la existencia
del acto omisivo a él imputado, aduciendo que ya no
tenía la obligación de darle servicio en el empleo, cargo
o comisión en el Sector “U” de la Policía Bancaria e
Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la
Ciudad de México debido a que fue dado de baja, por
petición voluntaria, desde el dos de diciembre de dos mil
dieciséis.
Por tanto, el acto omisivo cuya
inconstitucionalidad se reclama resulta inexistente, ya
que la autoridad responsable demostró que previo a que
se presentara la demanda de amparo, existe la baja del servicio en la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México del entonces oficial ***** ****** ******* por
lo que contrario a lo argumentado por el quejoso, el
Director del Sector “U” de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México no incurrió en omisión alguna,
razón por la que la omisión que se le atribuye es
inexistente.4
4 Ello tiene sustento en la Jurisprudencia VI. 2o. J/20, correspondiente a la Octava Época, aprobada por el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, consultable en el Semanario
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Por otra parte, la autoridad Director Operativo de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, al rendir
su informe justificado negó el acto que se le atribuye
consistente en la omisión de remitir a la autoridad
competente para su ratificación, la baja voluntaria
presentada por el quejoso de uno de noviembre de dos
mil dieciséis.
No obstante, como ya se precisó, atendiendo a la
naturaleza del acto reclamado; por regla general,
corresponde a las autoridades acreditar que no
incurrieron en la omisión que se les atribuye,
destacando que para se actualice su existencia debe
constar previamente la obligación correlativa de la
autoridad responsable, conforme lo prevean las normas
legales; de ahí que dicho acto será cierto o inexistente,
en función de las obligaciones y facultades legales que
ineludiblemente dicha autoridad está constreñida a
realizar.5
Judicial de la Federación IV, Segunda Parte-2, Julio a Diciembre de 1989, página 627, cuyo rubro y texto señalan: “INFORME JUSTIFICADO. NEGATIVA DE LOS ACTOS ATRIBUIDOS A LAS AUTORIDADES Y NO DESVIRTUADOS. Si las responsables niegan los actos que se les atribuyen, y los quejosos no desvirtúan esta negativa, procede el sobreseimiento, en los términos de la fracción IV, del artículo 74, de la Ley de Amparo”.
5 Tiene aplicación al asunto la tesis 1a. XXIV/98, de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la página 53 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo VII, junio de 1998, cuyo rubro y texto son: “ACTOS DE NATURALEZA OMISIVA. PARA ESTAR EN APTITUD DE PRECISAR SU CERTEZA O FALSEDAD, DEBE ACUDIRSE EN PRINCIPIO A LAS NORMAS LEGALES QUE PREVÉN LA COMPETENCIA DE LA AUTORIDAD PARA DETERMINAR SI EXISTE O NO LA OBLIGACIÓN DE ACTUAR EN EL SENTIDO QUE INDICA EL QUEJOSO. Para que se actualice la omisión en que incurre una autoridad debe existir previamente la obligación correlativa, conforme lo dispongan las normas legales; por tanto, un acto omisivo atribuido a la autoridad, como puede ser que el presidente de la República, no haya sancionado un acuerdo expedido por un secretario de Estado, independientemente de las afirmaciones de la quejosa y las manifestaciones de la responsable, será cierto o inexistente, en función de las obligaciones y facultades constitucionales que ineludiblemente está constreñida a realizar, sea en vía de consecuencia de un acto jurídico previo que lo origine, o bien, en forma aislada y espontánea sin que tenga como presupuesto una condición; y no simplemente por el solo hecho de incurrir en la omisión por sí misma con criterios subjetivos. En estas circunstancias, para estar en aptitud de precisar la certeza o falsedad de un acto de naturaleza omisiva cuando se le imputa a determinada autoridad, debe acudirse en principio a las normas legales que prevén su competencia para verificar si en realidad está obligada a realizar esa conducta, es decir, antes de pronunciarse sobre una posible omisión es necesario identificar si existe obligación jurídica de actuar en la forma que la quejosa indica, porque de no ser así se llegaría a la conclusión errónea de que cualquier omisión reclamada fuera cierta soslayando la exigencia objetiva de que se debe obrar en determinado sentido, que después de todo puede servir como referencia para iniciar el análisis de certeza de actos.”
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Por tanto, es necesario identificar si existe
obligación jurídica de actuar en la forma que la parte
quejosa indica, porque de no ser así se llegaría a la
conclusión errónea de que cualquier omisión reclamada
fuera cierta soslayando la exigencia objetiva de que se
debe obrar en determinado sentido, que después de
todo puede servir como referencia para iniciar el análisis
de certeza de actos.
De ahí que con la finalidad de verificar si la
autoridad señalada como responsable Director Operativo de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, está obligada a remitir a la autoridad
competente para su ratificación, la baja voluntaria de los
elementos policíacos que pertenezcan a dicha
institución, es dable acudir a la legislación que norma su
actuación.
En ese sentido, del contenido del Manual
Administrativo de la Policía Bancaria e Industrial, se
advierte el objetivo y las funciones de la citada
Dirección, como a continuación se precisa:
“DIRECCIÓN OPERATIVA
OBJETIVO: Planear, organizar y dirigir las acciones operativas de la Corporación Intramuros, Extramuros, Servicios de Armas y Órdenes Generales de Operaciones así como coordinar la supervisión, con la finalidad de evaluar las necesidades de vigilancia, coadyuvar con los Órganos de Supervisión Interna en las distintas problemáticas derivadas de los servicios, vigilar el cumplimiento de las Consignas, Planes Sistemáticos de Operación y Programas de Capacitación.
FUNCIONES:
I. Dirigir, orientar y coordinar las actividades operativas de la Corporación;
II. Evaluar los reportes generados de las visitas de supervisión y apoyo a las empresas aplicando acciones correctivas en caso necesario, con la finalidad de verificar el correcto funcionamiento de las consignas de seguridad
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en las mismas y en su caso, proponer el establecimiento de las medidas que permitan minimizar los riesgos del servicio, buscando sobre todo la salvaguarda de la vida de los funcionarios y personal de las empresas usuarias y de sus bienes así como de los elementos y la ciudadanía en general;
III. Coordinar y supervisar a través de los Subdirectores Operativos, Jefes de Sector y grupo de comando que se cumplan con las necesidades de vigilancia en las empresas y los servicios que determine la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal y que se apliquen las consignas ordenadas por la superioridad, además de vigilar que se cuente con los recursos necesarios para el óptimo cumplimiento de las funciones encomendadas;
IV. Coordinar el establecimiento de los servicios de armas conforme a las órdenes generales de operaciones implementadas por la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, previo acuerdo del Director General de la Policía Bancaria e Industrial;
V. Coordinar y ordenar las actividades de la Jefatura Centro de Operaciones Policiales de la Policía Bancaria e Industrial, para la recepción y transmisión inmediata de las novedades operativas;
VI. Informar diariamente al Director General las novedades e incidencias ocurridas durante la prestación de los servicios proporcionados a las empresas, dependencias usuarias, así como los servicios en función de Seguridad Pública;
VII. Dirigir, coordinar y evaluar a través de las Jefaturas de Sector, las actividades administrativas de las Oficinas de Control Administrativo de Sector (OCAS), respecto de las atribuciones que tienen conferidas;
VIII. Coordinar las acciones a fin de presentar a la Dirección de Supervisión y Evaluación Corporativa al personal de nuevo ingreso y activo, que es evaluado periódicamente para el cumplimiento de los requisitos de permanencia, confronta de huellas dactilares, así como los registros de archivo de voz al sistema de identificación Biométrica;
IX. Mantener estrecha comunicación con la Dirección Administrativa, a fin de que proporcione de manera oportuna los recursos en su ámbito de competencia para cumplir eficazmente con las actividades operativas de la Corporación;
X. Establecer coordinación con la Dirección de Supervisión y Evaluación Corporativa a fin de atender en tiempo y forma los problemas que se presenten, derivados del servicio tanto con elementos como con empresarios, autoridades y ciudadanía en general;
XI. Presentarse diariamente en acuerdo con el Director General para acordar con el mismo, aquellos asuntos especiales relativos a la operatividad, que requieran de su pronta autorización, así como informarle de las decisiones
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que haya tomado en las reuniones celebradas con funcionarios de las prestatarias o posibles contratantes;
XII. Instruir a los Subdirectores Operativos de Área, para que observen el cumplimiento a las consignas y planes sistemáticos de operación emitidos para el desarrollo de los servicios proporcionados a las empresas usuarias de los servicios P.B.I.;
XIII. Verificar que el programa de capacitación, se desarrolle de acuerdo a las necesidades operativas y a la Directiva de Adiestramiento autorizado por la Dirección General; y en su caso, proponer su actualización o adecuación;
XIV. Representar ante diversas instancias al Director General cuando así lo determine y en las ausencias temporales de éste, de conformidad a los lineamientos legales y administrativos;
XV. Asistir a reuniones que los propios empresarios convoquen con motivo de los servicios de protección y vigilancia que se proporcionan, a fin de tomar la mejor decisión y proponerla al Director General;
XVI. Coordinar las acciones del Desarrollo Policial además de la promoción, reconocimiento y sanciones de los elementos operativos; así como el Registro de estos procesos en el Sistema Nacional de Seguridad Pública;
XVII. Supervisar a través de los Subdirectores Operativos de área, que los Jefes de Sector y su grupo de comando en forma prioritaria agilicen el cobro de los servicios que se proporcionan a las usuarias bajo su directa responsabilidad;
XVIII. Informar al Director General, sobre el cumplimiento de los objetivos, programas y funciones asignadas;
XIX. Las demás que le sean delegadas, afines a las atribuciones que le confiere el puesto.”
De la transcripción de los numerales citados, se
aprecia que la figura del Director Operativo de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, se creó
para planear, organizar y dirigir las acciones operativas
de la Corporación Intramuros, Extramuros, Servicios de
Armas y Órdenes Generales de Operaciones, así como
coordinar la supervisión, con la finalidad de evaluar las
necesidades de vigilancia, coadyuvar con los Órganos
de Supervisión Interna en las distintas problemáticas
derivadas de los servicios, vigilar el cumplimiento de las
Consignas, Planes Sistemáticos de Operación y
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Programas de Capacitación de la Policía Bancaria e
Industrial.
Además se aprecia un listado de funciones a su
cargo, las cuales esencialmente comprenden:
- La dirección, orientación y coordinación de las
actividades operativas de la Corporación;
- Coordinar y supervisar a través de los
Subdirectores Operativos, Jefes de Sector y
grupo de comando que se cumplan con las
necesidades de vigilancia en las empresas y
los servicios que determine la Secretaría de
Seguridad Pública del Distrito Federal y que se
apliquen las consignas ordenadas por la
superioridad, además de vigilar que se cuente
con los recursos necesarios para el óptimo
cumplimiento de las funciones encomendadas;
así como el establecimiento de los servicios de
armas.
- Ordenar las actividades de la Jefatura Centro
de Operaciones Policiales de la Policía
Bancaria e Industrial, para la recepción y
transmisión inmediata de las novedades
operativas;
- Informar al Director General las novedades e
incidencias ocurridas durante la prestación de
los servicios proporcionados a las empresas,
dependencias usuarias, así como los servicios
en función de Seguridad Pública;
- Coordinar las acciones a fin de presentar a la
Dirección de Supervisión y Evaluación
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Corporativa al personal de nuevo ingreso y
activo, que es evaluado periódicamente para el
cumplimiento de los requisitos de permanencia,
confronta de huellas dactilares, así como los
registros de archivo de voz al sistema de
identificación Biométrica;
- Mantener estrecha comunicación con la
Dirección Administrativa, a fin de que
proporcione de manera oportuna los recursos
en su ámbito de competencia para cumplir
eficazmente con las actividades operativas de
la Corporación;
- Establecer coordinación con la Dirección de
Supervisión y Evaluación Corporativa a fin de
atender en tiempo y forma los problemas que
se presenten, derivados del servicio tanto con
elementos como con empresarios, autoridades
y ciudadanía en general;
- Verificar que el programa de capacitación, se
desarrolle de acuerdo a las necesidades
operativas y a la Directiva de Adiestramiento
autorizado por la Dirección General; y en su
caso, proponer su actualización o adecuación;
- Representar ante diversas instancias al
Director General cuando así lo determine y en
las ausencias temporales de éste, de
conformidad a los lineamientos legales y
administrativos;
- Coordinar las acciones del Desarrollo Policial
además de la promoción, reconocimiento y
sanciones de los elementos operativos; así
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como el Registro de estos procesos en el
Sistema Nacional de Seguridad Pública;
- Informar al Director General, sobre el
cumplimiento de los objetivos, programas y
funciones asignadas;
El listado de las funciones reseñadas permiten
advertir que dentro de las obligaciones que tiene a su
cargo el Director Operativo de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, no se encuentra la consistente en
remitir a la autoridad competente para su ratificación, la
baja voluntaria de los elementos policíacos que
pertenezcan a dicha institución, razón por la cual la
omisión que la parte quejosa le imputa resulte
inexistente.
Aunado a las manifestaciones de la citada
autoridad, en las que refiere que no existe norma o
procedimiento específico mediante el cual se contemple
la ratificación de su solicitud de baja; por lo que en tal
supuesto es requisito indispensable que la parte quejosa
acredite que es ésta a quien le atribuye el acto de
omisión de que se duele realizarlo.
Sin embargo, ello no acontece ya que incluso la
parte quejosa en su escrito de ampliación de demanda,
reconoce que no existe un procedimiento a seguir
cuando se presenta una renuncia, razón por la que
deduce que el remitir a la autoridad competente para su
ratificación, la baja voluntaria de los elementos
policíacos que pertenezcan a dicha institución acontece
por un supuesto de analogía al desistimiento del juicio
de amparo, tal y como se expone: PJF
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“Ahora bien, como ya se mencionó, dentro de la normatividad aplicable al caso en concreto no se desprende el trámite a realizar cuando se presenta una renuncia voluntaria, sin embargo, por analogía y en aras de respetar el principio pro persona y de progresividad de los derechos humanos, debe aplicarse el criterio de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación, que refiere que todo desistimiento en el juicio de amparo, requiere de ratificación ante el órgano jurisdiccional, (…)”
Así, la parte quejosa no acredita que a la
autoridad Director Operativo de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México le corresponda la obligación que le
imputa, lo cual resulta necesario acreditar con la
finalidad de imputar dicha omisión a una autoridad para
efectos del juicio de amparo.
Lo anterior es así, pues si bien la reforma al
artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, implicó la modificación del sistema
jurídico mexicano, en cuanto al margen de protección a
violaciones de los derechos humanos; contrario a lo
pretendido por el quejoso, ello no significa que los
órganos jurisdiccionales nacionales dejen de ejercer sus
atribuciones y facultades de impartir justicia en la forma
en que venían desempeñándolas antes de la citada
reforma y que tengan que resolver el fondo de cualquier
cuestión planteada, sin que importe la verificación de los
requisitos de procedencia previstos en las leyes
nacionales para la promoción de los medios de defensa,
ya que precisamente las formalidades procesales son la
vía que hacen posible arribar a una adecuada
resolución, sin las cuales se provocaría un estado de
incertidumbre jurídica entre las partes.PJF
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Sirve de apoyo a lo anterior, por las razones que
le informan, la jurisprudencia 2ª./J. 56/2014 (10ª),6 de la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, cuyo contenido es el siguiente:
“PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN MÁS FAVORABLE A LA PERSONA. SU CUMPLIMIENTO NO IMPLICA QUE LOS ÓRGANOS JURISDICCIONALES NACIONALES, AL EJERCER SU FUNCIÓN, DEJEN DE OBSERVAR LOS DIVERSOS PRINCIPIOS Y RESTRICCIONES QUE PREVÉ LA NORMA FUNDAMENTAL. Si bien la reforma al artículo 1o. de la Constitución Federal, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 10 de junio de 2011, implicó el cambio en el sistema jurídico mexicano en relación con los tratados de derechos humanos, así como con la interpretación más favorable a la persona al orden constitucional -principio pro persona o pro homine-, ello no implica que los órganos jurisdiccionales nacionales dejen de ejercer sus atribuciones y facultades de impartir justicia en la forma en que venían desempeñándolas antes de la citada reforma, sino que dicho cambio sólo conlleva a que si en los instrumentos internacionales existe una protección más benéfica para la persona respecto de la institución jurídica analizada, ésta se aplique, sin que tal circunstancia signifique que, al ejercer tal función jurisdiccional, dejen de observarse los diversos principios constitucionales y legales -legalidad, igualdad, seguridad jurídica, debido proceso, acceso efectivo a la justicia, cosa juzgada-, o las restricciones que prevé la norma fundamental, ya que de hacerlo, se provocaría un estado de incertidumbre en los destinatarios de tal función.”
También resulta ilustrativa la jurisprudencia 1ª./J.
10/2014 (10ª),7 de la Primera Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, cuyo contenido es el siguiente:
“PRINCIPIO PRO PERSONA Y RECURSO EFECTIVO. EL GOBERNADO NO ESTÁ EXIMIDO DE RESPETAR LOS REQUISITOS DE PROCEDENCIA PREVISTOS EN LAS LEYES PARA INTERPONER UN MEDIO DE DEFENSA. Si bien la reforma al artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de 10 de junio de 2011, implicó la modificación del sistema jurídico mexicano para incorporar el denominado principio pro persona, el cual consiste en brindar la protección más amplia al gobernado,
6 Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Tomo II, mayo de 2014, p. 772. 7 Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Tomo I, febrero de 2014, p. 487.
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así como los tratados internacionales en materia de derechos humanos, entre ellos el derecho a un recurso efectivo, previsto en el artículo 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, ello no significa que en cualquier caso el órgano jurisdiccional deba resolver el fondo del asunto, sin que importe la verificación de los requisitos de procedencia previstos en las leyes nacionales para la interposición de cualquier medio de defensa, ya que las formalidades procesales son la vía que hace posible arribar a una adecuada resolución, por lo que tales aspectos, por sí mismos, son insuficientes para declarar procedente lo improcedente.”
En tales condiciones, al no existir la omisión
reclamada por el quejoso del Director del Sector “U” y del Director Operativo, ambos de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, lo procedente es
decretar el sobreseimiento en el juicio de amparo, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 63, fracción
IV, de la Ley de Amparo, respecto del acto aludido.
CUARTO. Actos ciertos. Es cierto el acto
reclamado del Subdirector de Recursos Humanos y la Jefa del Departamento de Control de Personal, ambas autoridades dependientes de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, consistente en la
emisión de la baja de dos de diciembre de dos mil
dieciséis de la Policía Bancaria e Industrial de la
Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de
México, ya que aun y cuando negaron su existencia, se
aprecia que también expusieron consideraciones para
sustentar la constitucionalidad del acto que se les
atribuye, de ahí que se tienen por ciertos.8
8 Apoya lo expuesto, la tesis emitida por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, del tenor siguiente: “INFORME JUSTIFICADO OMISO O IMPRECISO. El artículo 149 de la Ley de Amparo establece que la falta de informe, lo que debe lógicamente extenderse a los informes omisos, vagos o confusos, establece la presunción de ser cierto el acto reclamado, quedando a cargo del quejoso la prueba de su inconstitucionalidad cuando dicho acto no sea violatorio de garantías por sí mismo, sino que su inconstitucionalidad dependa de los motivos, datos o pruebas en que se haya fundado. En tales condiciones, cuando el acto reclamado es omiso, vago o confuso, en cuanto a los hechos
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Lo anterior, aunado a que de la constancia
consistente en la baja oficial del quejoso del dos de
diciembre de dos mil dieciséis, misma que ya fue
valorada, se aprecia que fue emitida por el Subdirector de Recursos Humanos y por la Jefa del Departamento de Control de Personal, ambas autoridades dependientes de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
QUINTO. Causas de improcedencia. Previo al
estudio de la litis fijada, con fundamento en los artículos
61 y 62 de la Ley de Amparo, procede examinar las
causas de improcedencia, que hagan valer las partes o
que de oficio advierta este Juzgado de Distrito, al ser
una cuestión de orden público y de estudio preferente.9
En ese sentido, las autoridades Subdirector de Recursos Humanos y por la Jefa del Departamento de Control de Personal, ambas autoridades dependientes de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México aducen que en el asunto que se resuelve se
actualiza la causa de improcedencia prevista en el
artículo 61, fracción XIII, de la Ley de Amparo, en
virtud de que el quejoso consintió los actos reclamados.
en que se funda, y la parte quejosa en su demanda precisa con claridad las cuestiones de hecho relativas, narrando hechos en que han tenido intervención las autoridades, los hechos así precisados deben presumirse ciertos si las autoridades responsables no establecen claramente controversia al respecto en sus informes justificados, y en caso de que establezcan tal controversia, la carga de la prueba podrá corresponderle a la parte quejosa cuando no se trate de hechos negativos, o de hechos internos de las propias autoridades que no esté al alcance de la quejosa probar. Y sólo en lo que toca a las cuestiones de derecho, en principio corresponderá siempre a la quejosa argüir legalmente los motivos de inconstitucionalidad del acto reclamado, a menos que esa inconstitucionalidad surja en forma clara y manifiesta de las características mismas de dicho acto.” Localizable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Séptima Época, Volumen 62, Sexta Parte, Página: 41, Registro: 255646.9 Apoya lo anterior, la jurisprudencia 814, consultable en la página 553, tomo VI, Tribunales Colegiados de Circuito, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, cuyo rubro y sinopsis son los siguientes: “IMPROCEDENCIA, CAUSALES DE. EN EL JUICIO DE AMPARO. Las causales de improcedencia del juicio de amparo, por ser de orden público deben estudiarse previamente, lo aleguen o no las partes, cualquiera que sea la instancia.”
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Para verificar si se actualiza o no la causa
propuesta, cabe precisar que el artículo 61, fracción XIII, de la Ley de Amparo, establece:
“ARTÍCULO 61. El juicio de amparo es improcedente:...XIII. Contra actos consentidos expresamente o por manifestaciones de voluntad que entrañen ese consentimiento;...”
Dicha porción normativa prevé dos supuestos ante
los cuales ha de considerarse improcedente el juicio de
amparo con motivo del consentimiento que la parte
quejosa adopte en relación con los actos materia de
juicio, a saber:
a) Consentimiento expreso, que se produce
cuando en forma indubitable el quejoso manifiesta su
conformidad con el acto o actos reclamados; y,
b) Consentimiento presumible, que opera a
partir de la conducta que la parte quejosa produzca en
relación con el acto reclamado, cuando aquélla, si bien
no es expresa, sí es en el sentido de conformarse con el
contenido, la ejecución o las consecuencias del propio
acto de autoridad.
La diferencia que existe entre estos supuestos,
consiste en que en el primer supuesto el
consentimiento necesariamente se produce mediante
una conducta de hacer; mientras que en el segundo no
es forzoso que tal conducta se produzca, pues ésta
puede generarse a partir de conductas de no hacer y de
tolerar.
En la especie, se actualiza la segunda de las
hipótesis mencionadas, puesto que con las
documentales remitidas por la autoridad responsable,
adquiere certeza la presunción de que el hoy quejoso ha
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incurrido en manifestaciones de voluntad que entrañan
un consentimiento del acto reclamado.
Lo anterior es así, porque si bien es cierto que las
causas de improcedencia deben acreditarse plenamente
en el juicio de amparo, también lo es, que tal
acreditamiento no necesariamente debe ser mediante
documentales o confesiones de las partes, sino que
también puede demostrarse a través de la presunción,
que adminiculada con las demás pruebas de autos,
integran prueba plena, con igual o mayor valor que
cualquiera otra de las pruebas establecidas en la ley.
Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis publicada en
el Semanario Judicial de la Federación, octava época,
tomo I, segunda parte-1, enero a junio de 1988,
Tribunales Colegiados de Circuito, materia común,
página 335, de contenido siguiente:
“IMPROCEDENCIA DEL AMPARO. DEBE CONSIDERARSE ACREDITADA, AUN CON PRESUNCIONES, SI DEBIDAMENTE ADMINICULADAS ENTRE SI LA EVIDENCIAN PLENAMENTE. Si bien es verdad que la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la Jurisprudencia número 160 publicada en la página 266 de la Octava Parte del último Apéndice al Semanario Judicial de la Federación que al rubro dice: "IMPROCEDENCIA DEL AMPARO DEBE PROBARSE PLENAMENTE Y NO APOYARSE EN PRESUNCIONES.", ha considerado que las causales de improcedencia del juicio de garantías deben acreditarse plenamente y no inferirse a base de presunciones; dado que la prueba presuncional, por sí sola, únicamente constituye un principio de prueba, no es menos cierto que varias presunciones en conjunto, debidamente adminiculadas entre sí, integran una prueba completa con valor pleno; de tal manera que si existen varias presunciones acerca del conocimiento del acto reclamado por parte del quejoso, mismas que analizadas de manera conjunta y en lo individual, evidencian que la presentación de la demanda fue extemporánea, debe decretarse el sobreseimiento del juicio de garantías, sin que ello signifique desacato a la jurisprudencia a que se ha hecho referencia, por las razones antes indicadas.”
Así, conforme al artículo 190, fracción I, del
Código Federal de Procedimientos Civiles, las
presunciones humanas son aquellas que se deducen de
hechos conocidos para llegar al desconocido, de
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manera fácil, sencilla y natural que no puede arrojar otro
resultado o posibilidad.
Se trata de una prueba indirecta mediante la cual
se demuestra, a partir de un hecho denominado
secundario, la existencia de otro, que es el afirmado en
la hipótesis principal o hipótesis a probar, y que
integrará prueba plena, siempre que no exista duda
alguna sobre la verosimilitud del hecho secundario y que
el nexo de efecto entre el hecho probado y el hecho por
probar presunto, sea pertinente y convincente para
deducir un hecho principal.10
Ahora, en los autos, está acreditado plenamente
que la baja en el empleo, cargo o comisión que ocupaba
el quejoso en la Policía Bancaria de la Secretaría de
Seguridad Pública de la Ciudad de México, se verificó,
desde el ********* ** ******* ** *** *** *********, ya
que así se desprende de la copia certificada de la baja
oficial; documento que tiene valor probatorio pleno, al
obrar en copia certificada, en términos de los artículos
129 y 202 del Código Federal de Procedimientos Civiles,
de aplicación supletoria en la materia, de conformidad
con su artículo 2°.
10 Los asertos anteriores encuentran sustento en la tesis I.4o.A.77 K, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo XXVI, julio de 2007, página 2685, de rubro y texto siguientes: “PRUEBAS INDIRECTAS. CONFORMAN PRUEBA PLENA SI EXISTE UN NEXO CAUSAL O DE EFECTO, SEGÚN SE TRATE DE INDICIOS O PRESUNCIONES, ENTRE EL HECHO PROBADO Y EL HECHO POR PROBAR. Las pruebas indirectas son aquellas mediante las cuales se demuestra, a partir de un hecho denominado secundario, la existencia de otro hecho, que es el afirmado en la hipótesis principal o hipótesis a probar, siempre que se exponga el fundamento de conocimiento para confirmarla. Ahora, la credibilidad de dicha hipótesis dependerá tanto de la certidumbre, probabilidad y verosimilitud del hecho secundario, como del grado de aceptación de la inferencia, que exige un nexo pertinente y convincente que justifique la conclusión hipotética. En este orden de ideas, para que las pruebas indirectas lleguen a conformar una prueba plena, obtenida a través de inferencias o deducciones de los hechos secundarios o indiciarios, es indispensable que exista el nexo causal -en el caso de los indicios- o el nexo de efecto -en el caso de presunciones- entre el hecho conocido y el desconocido que, además, debe resultar pertinente y convincente para inferir o deducir el hecho principal. Cabe decir que el nexo -causal o el de efecto- entre el hecho probado y el hecho por probar, inferido o presunto, puede consistir en una regla, estándar, máxima de experiencia, técnica, teoría, análisis estadístico, incentivo relevante, práctica social, económica, cultural y política, principio de la ciencia, regla de la sana crítica, método, finalidad o motivo relevante o cualquier otro análogo, que justifique la existencia del hecho inferido o presunto, en razón de una práctica, actividad o un proceso convencional y reiterado, con cierto margen de certidumbre o repetibilidad.”
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A partir de este hecho conocido –la baja del hoy
quejoso en la Policía Bancaria de la Secretaría de
Seguridad Pública de la Ciudad de México–, se pude
deducir válidamente que con independencia de si la
notificación de la baja del quejoso, se realizó o no de
acuerdo a las formalidades de ley, aquél tuvo
conocimiento de esa determinación, por lo menos desde
el ********* ** ******* ** *** *** ********* , puesto que
las consecuencias y los efectos que necesaria e
invariablemente produce tal determinación son,
legalmente, que ya no pueda desarrollar el empleo,
cargo o comisión que ocupaba en la aludida Secretaría
y, en consecuencia, que no tenga derecho a la
percepción de la remuneración correspondiente, lo que
además, materialmente, se refleja en que ya no se le
permita realizar sus labores en el lugar que lo venía
haciendo, ni se le cubran los emolumentos que le
correspondían, elementos suficientes para acreditar
plenamente el hecho presunto, esto es, para acreditar
plenamente que tuvo conocimiento de su baja desde la
citada fecha, con independencia de las circunstancias
en que se hubiere practicado la notificación de tal
determinación.
Lo anterior, aunado a que en el reverso de dicha
baja se aprecia el nombre del aquí quejoso, firma y dos
huellas dactilares con la leyenda “09-01-2017 RECIBÍ
BAJA ORIGINAL ****** ****** *****”, sin que el
quejoso haya impugnado que ello no aconteció o bien
que dicha inserción resulte apócrifa; destacando incluso
que desde su escrito inicial de demanda el quejoso
refirió ya no pertenecer a la institución policiaca, como
se expone:
“(…)
1. Primeramente es importante mencionar que hasta antes de la existencia del acto reclamado, el suscrito era
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miembro perteneciente al Sector “U” de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, situación que acredito con un recibo de pago expedido a mi favor por el Gobierno de la Ciudad de México, (…)
2. Es el caso que al presentarme a prestar mis servicios a mi fuente de trabajo como lo acostumbraba normalmente, el Director del Sector “U” de la Policía Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, de manera verbal impidió el acceso al mismo, sin mencionarme el motivo o causa por el cual se me impedía laborar. No omito mencionar que el suscrito desconoce el día exacto en que por primera vez la autoridad responsable me negó el servicio; lo anterior en virtud de que han sido reiteradas ocasiones en las que ha acontecido tal situación; sin embargo, todo ello empezó a acontecer desde el mes de marzo del año 2017 (dos mil diecisiete).
3. Asimismo, me permito señalar a su Señoría que la negación del servicio del que me duelo se suscitó en diversas ocasiones, esto es, me he presentado en las oficinas de la autoridad responsable a fin de que se me otorgue el servicio y/o me informen los motivos por los cuales se me ha venido negando el mismo, siendo la última vez el día 08 (ocho) de enero de 2018 (dos mil dieciocho).
4. (…)”
Lo anterior, corrobora el hecho de que previo a la
presentación de la demanda el quejoso resintió los
efectos de la baja decretada en su contra, la cual incluso
derivó del escrito de renuncia voluntaria que tampoco
objetó de falsa en el presente juicio constitucional, sino
que únicamente se dolió de no haberse remitido para su
ratificación, cuestión que fue resuelta como inexistente
de manera previa.
Además, de autos no se advierte que el quejoso
hubiere ofrecido medio probatorio con el que acreditara
que a pesar de que se decretó su baja, hubiere
continuado prestando sus servicios en el cargo, empleo
o comisión que tenía en el lugar que lo hacía, ni que
hubiera continuado con posterioridad percibiendo los
emolumentos que por ello le correspondían.PJF
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De lo anterior, se puede colegir que si el quejoso
dejó de trabajar y dejó de recibir sus emolumentos, por
lo menos desde el ********* ** ******* ** *** ***
*********, ello evidencia su conformidad con la ejecución
y las consecuencias de la baja de mérito, así como de la
notificación de la misma, pues debe tomarse en cuenta
que el propio quejoso ha permanecido separado de las
actividades que desempeñaba en la referida corporación
policiaca durante un espacio de aproximadamente un
año, lapso en que no laboró en el cargo o comisión que
desempeñaba en la Policía Bancaria de la Secretaría de
Seguridad Pública de la Ciudad de México.
Así, al advertirse que durante aproximadamente
un año el quejoso estuvo conforme con no prestar sus
servicios en la citada Secretaría, ni percibir
remuneración proveniente de la respectiva vinculación
jurídica con esa institución, es claro que durante ese tiempo se percató del acto de autoridad contra el que ahora demanda la protección constitucional; pues la omisión de pago es claramente un impacto en su economía individual que no puede ser desconocida por su parte.
Lo expuesto cobra especial relevancia ya que
evidencia que el quejoso se conformó con el hecho de
no prestar sus servicios en la Policía Bancaria de la
Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de
México, al igual que ha tolerado la falta de percepción
de haberes relativos a la prestación de esos servicios;
de manera que consintió el acto ahora reclamado, esto
es la baja del empleo, cargo o comisión que
desempeñaba dentro de la citada Secretaría;
actualizándose así el segundo supuesto de los previstos
en la citada fracción XIII del artículo 61 de la Ley de
Amparo. PJF
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Sustenta lo anterior, la jurisprudencia I.3o.A. J/14,
sustentada por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, tomo IV, septiembre de 1996, página
454, de rubro y texto siguientes:
“AMPARO EXTEMPORÁNEO. LO ES AQUEL QUE PROMUEVE UN AGENTE DE POLICÍA EN CONTRA DE SU BAJA, SI DE LAS CONSTANCIAS DE AUTOS SE DESPRENDEN CONDUCTAS QUE EXPRESAN SU CONFORMIDAD CON LOS ACTOS. La causal de improcedencia contenida en el artículo 73, fracción XI de la Ley de Amparo prevé dos supuestos de improcedencia del juicio de garantías, a saber: 1) Cuando exista consentimiento expreso del acto reclamado (esto se da cuando en forma indubitable el quejoso manifiesta su conformidad con el acto); y, 2) Cuando exista consentimiento presumible, es decir, cuando la conducta del quejoso, aunque no en forma expresa, revela su voluntad de conformarse con el contenido, ejecución o las consecuencias del acto de autoridad. La diferencia entre ambas hipótesis reside en la conducta del particular, que en el primer caso es de hacer, en tanto que en el segundo supuesto se refiere a un no hacer o un tolerar. En el caso concreto se surte la segunda hipótesis mencionada, porque de las constancias de autos se constata que el quejoso reconoce haber dejado de prestar sus servicios como agente de la policía capitalina desde hace varios años y correlativamente de percibir sus emolumentos, quedando de esta manera manifiesta su conformidad con los actos reclamados, su ejecución y consecuencias; sin que obste a tal consentimiento que en su demanda de garantías éste afirme que en numerosas ocasiones acudió ante la autoridad administrativa a aclarar su situación laboral puesto que ello no lo acredita en autos fehacientemente. Por tanto, el reconocimiento de tales hechos (que dejó de prestar sus servicios y de percibir su salario) constituye una confesión expresa, de conformidad con los artículos 199, fracción III y 200 del Código Federal de Procedimientos Civiles aplicable supletoriamente, que implica la improcedencia de la vía intentada; al actualizarse la causa de inejercitabilidad prevista en la fracción XI del artículo 73 de la Ley de Amparo.”
Además de lo expuesto, importa agregar que
resulta inverosímil que durante el lapso del dieciséis
de octubre de dos mil dieciséis al doce de enero de dos
mil dieciocho (fecha de presentación de la demanda), el
quejoso desconociera la situación jurídica que guardaba
con la Policía Bancaria de la Secretaría de Seguridad
Pública de la Ciudad de México, siendo que la falta de
pago de sus ingresos salariales constituyen actos que al
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trascender notablemente en su economía individual, no pueden ser desconocidos de su parte.
Lo anterior, se reitera, porque el quejoso se
ostenta desconocedor de los actos por los cuales inicialmente adujo no habérsele otorgado comisión en el empleo o cargo que venía desempeñando en la citada institución, y por esa razón amplió la demanda de amparo en contra de la baja de ********* ** ******* ** *** *** ********* , aun cuando acepta que
desde el dos mil diecisiete, no se le ha dado comisión,
circunstancia que hace notorio su conocimiento de la
falta del pago desde aquélla fecha.
Así, queda demostrado que el promovente
pretende motivar un acto que pueda dar lugar a la
procedencia del juicio de amparo, respecto de actos que
fueron consentidos, porque si el quejoso aceptó que
desde el dos mil diecisiete, no se le dio comisión en la
Policía Bancaria de la Secretaría de Seguridad Pública
de la Ciudad de México, es evidente que desde ese
momento no debía obtener la remuneración
correspondiente porque ya no prestaba algún servicio en
la institución, quedando de esta manera manifiesta su
conformidad con los actos reclamados y sus consecuencias; ya que incluso no demostró que a la actualidad se le continúe pagando un salario por parte de la institución policíaca, máxime que únicamente adjuntó como prueba documental un comprobante de liquidación de pago respecto del período del uno al quince de octubre de dos mil dieciséis.
Es aplicable la tesis de rubro, texto y localización
siguientes: PJF
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“AMPARO EXTEMPORÁNEO POR CONSENTIMIENTO TÁCITO DE LOS ACTOS RECLAMADOS. SE ACTUALIZA CUANDO UN ELEMENTO DE LA POLICÍA FEDERAL LO PROMUEVE FUERA DEL PLAZO LEGAL, CONTRA LA NEGATIVA A ASIGNARLE FUNCIONES Y PAGARLE SU SUELDO, AUN CUANDO AFIRME QUE ENTRE LA FECHA EN QUE CONOCIÓ LOS ACTOS Y AQUELLA EN QUE PRESENTÓ SU DEMANDA, GESTIONÓ ANTE LA AUTORIDAD ADMINISTRATIVA LA REACTIVACIÓN DE SUS LABORES Y PERCEPCIONES. La causal de improcedencia del juicio de amparo prevista en el artículo 73, fracción XII, de la ley de la materia, por consentimiento tácito de los actos reclamados, se encuentra vinculada con los artículos 21 y 22 del propio ordenamiento, en el sentido de que la impugnación de aquéllos, entre los que se encuentran los de carácter negativo, debe realizarse dentro de los quince días siguientes al en que el afectado haya resentido sus efectos. En consecuencia, esta causal se actualiza cuando un elemento de la Policía Federal promueve el juicio de amparo fuera del plazo legal, contra la negativa a asignarle funciones y pagarle su sueldo, lo cual implica el consentimiento tácito de esos actos, así como el de su ejecución y consecuencias, sin que obste para ello que en su demanda afirme que entre la fecha en que los conoció y aquella en que presentó su demanda, gestionó ante la autoridad administrativa la reactivación de sus labores y percepciones, puesto que, de cualquier forma, consintió tales actos desde el momento en que resintió sus efectos y no los impugnó oportunamente.”11
En mérito de lo anterior, es innecesario estudiar
las diversas causas de improcedencia propuestas por
las autoridades responsables, respecto del acto que por
esta vía se combate, en tanto que el examen de ellas
resultaría ocioso y a nada práctico conduciría.12
En consecuencia, se sobresee en el presente
juicio constitucional, con fundamento en el artículo 61, fracción XIII, en relación con el diverso 63, fracción V, ambos de la Ley de Amparo.
11 Localizable en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, tesis aislada I.9o.A.27 A (10a.), libro XIX, abril de dos mil trece, tomo 3, Tribunales Colegiados de Circuito, con registro 2003221.12 Es aplicable, la jurisprudencia 54/98, sustentada por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo VIII, agosto de 1998, página 414, de rubro “SOBRESEIMIENTO. BASTA EL ESTUDIO DE UNA SOLA CAUSAL DE IMPROCEDENCIA.”.
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Por lo expuesto y fundado, y con apoyo, además,
en los artículos 73, 74, 75, 76 y 77, de la Ley de
Amparo en consulta, así como los demás relativos y
aplicables, se
R E S U E L V E
ÚNICO. Se sobresee el juicio de amparo
promovido por ***** ****** ******, de conformidad
con lo expuesto en el tercer y quinto considerandos de
la presente sentencia.
NOTIFÍQUESE.
Así lo resolvió y firma Gabriel Regis López, Juez
Primero de Distrito en Materia Administrativa en la
Ciudad de México, quien actúa asistido de la Secretaria
Laura Violeta Rodríguez Rodríguez, quien autoriza y
certifica que la presente sentencia se encuentra
debidamente incorporada al expediente electrónico. Doy Fe.
Gabriel Regis López Laura Violeta Rodríguez Rodríguez
Juez Secretaria
PROMOCIÓN(ES)
OFICIO(S) 13664, 13665, 18198, 18199 y 18200 PJF
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Se hace constar que con esta fecha ______________,
se notificó a las partes por medio de lista, la resolución
que antecede (con excepción de aquella parte a la que,
en su caso, se hubiere ordenado notificar
personalmente), toda vez que no compareció ninguna
parte a oírla personalmente, y que con fecha
______________, surtió todos sus efectos legales, de
conformidad con lo previsto en los artículos 26, fracción
III y, 31, fracción II, de la Ley de Amparo. Doy fe.
El (La) actuario (a)
ESTA HOJA CORRESPONDE AL EXPEDIENTE NÚMERO 37/2018, DEL ÍNDICE DEL
JUZGADO PRIMERO DE DISTRITO EN MATERIA ADMINISTRATIVA EN LA CIUDAD DE
MÉXICO. CONSTE.
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licaEl veintisiete de abril de dos mil dieciocho, la licenciada Laura Violeta
Rodríguez Rodríguez, Secretario de Juzgado, con adscripción en el JuzgadoPrimero de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, hagoconstar y certifico que en esta versión pública no existe informaciónclasificada como confidencial o reservada en términos de la Ley Federal deTransparencia y Acceso a la Información Pública. Conste.