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!Venga tu Reino! Metafísica de la persona H. Mario Quirarte Brambila L.C. METAFÍSICA DE LA PERSONA I. Introducción: En la metafísica de la persona se puede descubrir la espiritualidad del alma, la cual siempre se completa con el cuerpo; por ello en el estudio del alma se estudia también el cuerpo. Junto con ello se analiza el ser, la esencia, el acto, la potencia, la materia y la forma. II. El alma vista desde lo alto: El punto de partida es el alma y su esencia, se profundiza el tema del cuerpo, las potencias y operaciones del alma tanto en lo gnoseológico como en lo moral o actos de la voluntad. La persona se ha de contemplar desde lo alto, desde la visión de la Trinidad como persona, es decir, como Dios que se revela en tres personas. Desde la persona divina se revela se entiende mejor el significado de la persona, sobretodo en Cristo como la segunda persona de la Trinidad. En Él se ve la persona elevada y perfeccionada espiritual y corporalmente; además se puede ver como la persona se abre a la perfección debido a que con la encarnación su naturaleza ha sido perfeccionada. Cristo revele el hombre al hombre. La persona se contempla mejor a partir de Dios y de los ángeles, ambos con una naturaleza espiritual infinita y completamente diferente. En los ángeles, la propia personalidad se desarrolla de manera diversa en cada individuo. III. Metafísica y persona: 1. Definiciones: La persona se pude decir en varios modos. Puede ser ente, sustancia, etc. La definición más utilizada es la de Boecio, sustancia individual de naturaleza racional. La persona es lo más real de entre todas la cosas y seres dado que su acto de ser les excede, es más sustancia que ellos. 2. Análisis metafísico: La metafísica se ve desde la persona dado que ésta realiza a fondo lo que lo que la metafísica estudia. La metafísica considera al ente en toda su universalidad. No es una naturaleza universal, sino que existe en un ente real y el ente más real es la persona. Para el análisis de la persona se parte de la realidad y se alza hasta la realidad metafísica y teológica. El ser se realiza en el conocimiento intelectual, en el conocimiento de los actos de voluntad, incluso en el conocimiento sensitivo afectivo, pero sobretodo en la persona como un todo, pero siempre único. La metafísica es la ciencia del ente en cuanto ente, la ciencia del uno, ontología y enología. En la persona también podemos ver los trascendentales. Uno, verdad, bondad, aliquid, etc. La persona es aliquid, algo; es res, realidad. La filosofía es un conjunto de ciencias, se ayuda de estas para estudiar la realidad. Al contemplar la persona de debe ver su espíritu, inmaterialidad para poder comprenderla mejor, pero la persona material también necesita del estudio de su cuerpo. 2. Dios y la persona: Dios siendo lo más real, es persona y la más real. Un Dios que es el más feliz, noesis noeseos, persona. Como no se puede conocer a Dios tal como es imposible decir que sea persona; sin embargo a sido la revelación la que nos ha mostrado a Dios como

!Venga tu Reino! · 2017-02-21 · !Venga tu Reino! Metafísica de la persona H. Mario Quirarte Brambila L.C. METAFÍSICA DE LA PERSONA I. Introducción: En la metafísica de la persona

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!Venga tu Reino!

Metafísica de la persona

H. Mario Quirarte Brambila L.C.

METAFÍSICA DE LA PERSONA

I. Introducción: En la metafísica de la persona se puede descubrir la espiritualidad del alma,

la cual siempre se completa con el cuerpo; por ello en el estudio del alma se estudia también

el cuerpo. Junto con ello se analiza el ser, la esencia, el acto, la potencia, la materia y la forma.

II. El alma vista desde lo alto: El punto de partida es el alma y su esencia, se profundiza el

tema del cuerpo, las potencias y operaciones del alma tanto en lo gnoseológico como en lo

moral o actos de la voluntad. La persona se ha de contemplar desde lo alto, desde la visión

de la Trinidad como persona, es decir, como Dios que se revela en tres personas. Desde la

persona divina se revela se entiende mejor el significado de la persona, sobretodo en Cristo

como la segunda persona de la Trinidad. En Él se ve la persona elevada y perfeccionada

espiritual y corporalmente; además se puede ver como la persona se abre a la perfección

debido a que con la encarnación su naturaleza ha sido perfeccionada. Cristo revele el hombre

al hombre. La persona se contempla mejor a partir de Dios y de los ángeles, ambos con una

naturaleza espiritual infinita y completamente diferente. En los ángeles, la propia

personalidad se desarrolla de manera diversa en cada individuo.

III. Metafísica y persona: 1. Definiciones: La persona se pude decir en varios modos. Puede

ser ente, sustancia, etc. La definición más utilizada es la de Boecio, sustancia individual de

naturaleza racional. La persona es lo más real de entre todas la cosas y seres dado que su acto

de ser les excede, es más sustancia que ellos.

2. Análisis metafísico: La metafísica se ve desde la persona dado que ésta realiza a fondo lo

que lo que la metafísica estudia. La metafísica considera al ente en toda su universalidad. No

es una naturaleza universal, sino que existe en un ente real y el ente más real es la persona.

Para el análisis de la persona se parte de la realidad y se alza hasta la realidad metafísica y

teológica. El ser se realiza en el conocimiento intelectual, en el conocimiento de los actos de

voluntad, incluso en el conocimiento sensitivo afectivo, pero sobretodo en la persona como

un todo, pero siempre único. La metafísica es la ciencia del ente en cuanto ente, la ciencia

del uno, ontología y enología. En la persona también podemos ver los trascendentales. Uno,

verdad, bondad, aliquid, etc. La persona es aliquid, algo; es res, realidad. La filosofía es un

conjunto de ciencias, se ayuda de estas para estudiar la realidad. Al contemplar la persona de

debe ver su espíritu, inmaterialidad para poder comprenderla mejor, pero la persona material

también necesita del estudio de su cuerpo.

2. Dios y la persona: Dios siendo lo más real, es persona y la más real. Un Dios que es el

más feliz, noesis noeseos, persona. Como no se puede conocer a Dios tal como es imposible

decir que sea persona; sin embargo a sido la revelación la que nos ha mostrado a Dios como

tres personas distintas. No se puede conocer a la persona divina con la sola razón, sino que

se llega a la causa de la persona por medio del ser. La causa en sí misma no se conoce

directamente sino a través de sus efectos.

III. Estudio filosófico metafísico: 1. Camino fatigoso a la felicidad: La razón, la inteligencia

comienza a través de la materia, además el intelecto es débil. Razonamos fatigosamente, la

razón y la materia son débiles también; vivimos en la región de la desemenjanza donde las

cosas cambian y no son perfectas. A pesar de que la idea o la forma es fuerte, la materia es

débil. La filosofía es fatigosa sabiduría, pocos la siguen. La filosofía se basa en el estudio de

la sabiduría, en constituir la felicidad del hombre a partir de lo que es. Sin embargo, el hombre

es débil y no puede llegar por sí solo. Debe renunciar al bien inferior por el superior, pero

por su debilidad elige más comúnmente el bien finito. El cristiano, por otra parte, alcanza la

esperanza, pues se le comunica la sabiduría de lo alto para alcanzar lo que no puede por la

sabiduría propiamente humana. Algunos no son capaces de aceptarla. Se sabe qué es el ente

y se puede conocer la naturaleza, pero el quedarse allí es equivocarse ya que al final sólo se

llega por la verdad revelada.

2. De la filosofía a la teología: La metafísica, como ciencia o sapientia es un fin de la

humanidad y de la vida cristiana, en cuanto asume la visión beatifica, el conocimiento de

Dios tal como es, un conocimiento inmaterial. Este es el fin último de la vida humana

conocido a través de la revelación. La metafísica es la visión de la verdad real o

contemplación de lo divino, sin embargo para llegar a la beata visio se necesita de Dios, pues

sólo Él puede llenar las potencia y aspiraciones últimas, pero naturales, del hombre. De esta

manera podemos ver que el camino se empieza por la filosofía y se continua por medio de la

teología para poder alcanzar la sabiduría y sobretodo al conocimiento divino que nos explica

la visión y comprensión de Dios, pues la gracia perfecciona la naturaleza.

3. Errores modernos: La metafísica es la tarea principal del hombre. Sin embargo ha de verse

sin caer en los errores de la modernidad como el racionalismo, nominalismo, logicismo. Todo

se va construyendo a partir de la razón ya que ésta constituye la base de la realidad. Después,

con Hegel será la idea la que pase a constituir la realidad y cayendo en la lógica, la idea lo

sería todo. De la idea se pasaría a la elaboración del método ya que por él se llegaría a la

idea. La lógica es la ciencia fundamental donde la persona se disuelve en ella como si fuese

un accidente. Así, la persona se convierte en una idea. Lo que verdaderamente existe es el

Espíritu Absoluto o Idea Absoluta; la persona es una idea fugaz que oscurece el significado

del espíritu y de la cual hay que librarse. Lo que realmente existe es el método, el poder de

la razón.

NATURALEZA DEL ALMA

I. Introducción: El hombre esta compuesto de espíritu y materia, pero se le ha de contemplar

sobretodo a partir del alma, pero sin olvidar la verdadera dimensión del cuerpo. En sí se debe

ver también la relación de ambos como constitutivos del hombre. En este estudio se usa la

filosofía para respaldar a la teología y evitar errores que la afectan tanto a ella misma como

a la teología. Por medio del razonamiento científico, filosófico y metafísico, la filosofía ha

de llegar al conocimiento de la realidad. Se ha de llegar o comenzar el conocimiento del

hombre por medio del estudio del alma. Al conocimiento de esta se llega por medio de la

razón hasta llegar a un punto teológico donde se discute el alma y su salvación. En este

estudio se ven las operaciones del alma que perfeccionan al hombre por medio de las

facultades superiores y que también le ayudan y llevan a un conocimiento de Dios y de la

realidad.

II. Naturaleza y operatividad del alma: 1. Operaciones: El hombre tiene una esencia,

facultades y operaciones del alma. Al contemplar se verá el conocimiento de ésta en sí y su

unión al cuerpo. Este estudio se realiza desde lo alto. Cuando se considera a la persona en lo

que es, en sus operaciones y en sus acciones se puede saber lo que es y lo que le perfecciona.

Se conoce a la persona viéndola operar e, incluso, realizando sus tendencias sensibles. Se

considera a la persona en su totalidad de manera metafísica y a través de otras ciencias por

su unión con el cuerpo y por sus operaciones. La consideración del hombre en sus potencias,

actuar y sensibilidad se ve desde lo alto.

2. Naturaleza: El alma se ha de contemplar en sí misma, en su unión con el cuerpo en su

perspectiva filosófica y teológica. Se debe contemplar su el alma es subsistente, si es cuerpo,

etc. Al hablar del alma se ve considera una realidad, un acto de ser. En el alma se percibe y

manifiesta mejor a la persona. El alma animal no es subsistente. El alma junto con el cuerpo

componen al hombre, sin embargo el alma tiene un papel principal pues da el ser y la forma

al cuerpo. Se puede ver la incorruptibilidad del alma dado que ésta es espíritu subsistente, no

como un ángel, sino un ser intermedio. El alma es el horizonte entre el tiempo y la eternidad.

SI EL ALMA ES CUERPO

I. Introducción: Se ha de comenzar por la vía negativa, por la remoción diciendo lo que el

alma no es debido a que no podemos conocer la esencia de las cosas inmateriales. Hay un

conocimiento y experiencia del alma.

II. Por qué el alma no es cuerpo: 1. Constitución del alma: El alma no es cuerpo. El alma

es simple respecto al cuerpo, no ocupa espacio ni cantidad. Sin embargo, el alma actúa sobre

el cuerpo y le da el ser. El alma tampoco se difunde por el espacio, ni ocupa un lugar espacial.

El lugar es una cosa real, un modo de ser. El alma influye en el hombre, pero no tiene lugar,

influye en el cuerpo y lo mueve. En cuanto a lugar se puede decir que el alma está en el

cuerpo, pero es realmente el alma la que contiene al cuerpo debido a que es la forma del

cuerpo. La simplicidad es respecto al cuerpo, pues el alma no tiene partes o divisiones, sino

que da unidad al cuerpo, el cual sin el alma entra en descomposición.

2. Principio de vida: El alma es principio de vida de los vivientes, por ella se les llama

animados y tienen un grado de ser más alto. Los vivientes se mueven por sí mismo ya que el

alma también es su principio motor. El alma da el ser y es principio de unidad, un puente

entre lo material e inmaterial. El alma da unidad a los seres, es la misma unidad la que hace

una la realidad misma. No todo principio operativo es un alma. Los seres vivos tienen

principios operativos de actos vitales; estos principios no son alma, sino que tienen al alma

como su principio y fuente ya que el alma es el primer principio de ser y de vida, es la forma

y el acto de ser del viviente. Es el primer principio de un cuerpo orgánico que tiene vida en

potencia. Las plantas se unifican por medio de la asimilación de alimentos. Los animales lo

hacen en un mundo circundante, un pequeño mundo propio unificando realidades externas,

no como una conciencia intelectual, sino como una simple percepción interna.

2. Alma intelectiva: El alma humana puede devenir todas las cosas de manera intelectual ya

que unifica y acoge todo el real, pero sin olvidar que en esto también juega un rol la

particularidad de cada persona, a pesar del proceso de abstracción de las formas. Cada

persona es una unidad propia con un modo propio de unificar. La persona concentra toda la

unidad del real. La persona puede perfeccionarse a sí misma, pero también lo hace en relación

a otros, lo cual también contribuye a su propia perfección. La persona también es relación y

esto abraza a toda la persona y ésta se perfecciona en la relación. La unidad es perfección y

el alma es ser, unidad y perfección. El alma, pues, no puede ser material debido a que la

materialidad es imperfecta, divisible y perece.

III. Relación entre alma y cuerpo: En la vida se manifiesta en el movimiento y en el

conocimiento. El alma no es un cuerpo. El cuerpo como cuerpo no es vida, pues no todos los

cuerpos son vivientes. Los especial del cuerpo es el alma; de hecho el alma es lo que distingue

un cuerpo de otro. La vida de un cuerpo es un acto, es el alma. Ésta no se identifica en un

órgano o como una parte ya que ella es una totalidad en sí. El viviente compuesto de un

cuerpo tiene un límite y por ello su vida no es total y perece. El alma es el acto del cuerpo ya

que da la perfección del ser, además es un principio que constituye una unidad con el cuerpo.

El alma es el motor inmóvil del cuerpo, no como una parte que depende de otra. Es al cuerpo

como Dios es al universo. Como acto no tiene potencia, sino que hace que el cuerpo pase de

la potencia la acto. El alma produce un efecto universal en el hombre gobernándolo y

abriéndolo a todo el universo. Por medio de sus facultades se abre a la comprensión y a

abrazar el universo.

SUBSISTENCIA

I. Introducción: El alma es subsistente ya que es el ser a nivel de la sustancia. La sustancia

es la que pone el ser en sentido propio, según Aristóteles. Los accidentes se puede decir que

son, pero son por medio de la sustancia, por ello cuando se contempla la sustancia se le ve

incluso con sus accidentes. En la consideración del alma, la primera fuente de San Tomás

es Dionisio en quien se encuentran una presencia de Platonismo y Neoplatonismo.

II. El alma es subsistente: 1. Debido al ser: El alma es el ser al modo de la sustancia. La

sustancia es inseparable del ser. Para Platón, la sustancia en sí eran las ideas. Por otra parte,

en Aristoteles esto se aclara. El ser es la sustancia, sobretodo la sustancia inmaterial. El hecho

que se junta a la materia reduce su ser debido a que está sujeto a la generación y a la

corrupción. Para los antiguos, los únicos cuerpos incorruptibles eran los celeste.

2. Debido a sus operaciones: La sustancia se contempla a través de sus operaciones,

sobretodo de la intelectual. En el campo de la percepción se encuentra la cogitativa evalúa y

tira una conclusión, no verdadera ni propia del razonamiento, sino de una evaluación y

confrontación de datos sensibles para poder dar valor a las cosas. La sensibilidad y la

percepción se subliman por su unidad a la razón, ya que son facultades sensitivas y no

intelectivas. Sin embargo, en la dimensión del alma humana, ésta es responsable de la

inteligencia y no es un cuerpo, sino que es subsistente. Como el alma es responsable de

conocer, no puede tener en sí el objeto, de otra manera sería el objeto en acto. Por otra parte

el sensible se presenta en acto en el sentido. Puede tomar la realidad, pero no la tendrá

completamente en su cualidad sensitiva, sino solo de manera parcial debido a que el sentido

solo acoge lo particular. El ser es universal y común debido a que refleja su causa que es

Dios, quien es perfectamente uno. Este hecho no lo da el sentido.

Los animales no pueden saber que existen. El hombre lo conoce porque lo primero que cae

en el intelecto es el ens. Entonces acogemos el ser en los entes, no el ser en sentido pleno,

sino solo parcial. La inteligencia pertenece al ser y es proporcionado a él porque de él

procede. La sustancia puede ser material, subsistente y unida a la materia.

2. Debido al tipo de forma: El alma puede separarse de la materia. El alma da ser al hombre

porque la forma da el ser y es el ser, una cosa inmaterial. Lo que es en sí es sin materia, pues

la materia es potencia y falta de unidad, mientras que el ser es acto.

3. Debido al intelecto: a. Intelecto agente: Por medio de los actos el ser crece; de esta forma

el ser inteligente crece en su alma, forma y ser por medio de sus actividades intelectuales.

Por medio de este hecho, el hombre participa de la creación. Hay, pues, algo que le asemeja

a Dios, y es el intelecto agente. De éste surge lo inteligible, pues esto no viene de la materia.

Las cosas materiales se vuelven inteligibles por medio del intelecto agente. De esta forma, el

intelecto pasivo comprende las cosas y el hombre se perfecciona en sus actos.

b. Objeto de la inteligencia: La inteligencia es inmaterial por su objeto, el cual es el universal

y no lo particular, pues posee su objeto de manera espiritual mientras que el sentido lo hace

de manera material. Por otra parte, si se el conocimiento fuese puramente material, al conocer

una cosa, la inteligencia tendría todas las características de ésta, por ello el intelecto no es

material. Ej. La piedra que pienso no se encuentra físicamente en mi mente.

c. La inteligencia no tiene órgano corporal: El cerebro no lo es. Así pues, el intelecto no tiene

órgano, pues en el proceso de conocimiento humano, el órgano reduce la facultad a una forma

especifica y la inteligencia la universaliza por medio del intelecto. Las cosas no operan por

sí mismas, sino que tienen un centro de operación que tienen las mismas características. Por

ello tanto la operación del intelecto como su fuente, el alma han de ser inmateriales y, por la

misma inmaterialidad, subsistente e incorruptible. El cerebro sería una base de unificación

de los sentidos. Sin embargo, por la unión del cuerpo y del alma, el intelecto depende de los

órganos. El intelecto tiene una actividad propia donde no se requiere el cuerpo y no podría

operar por si mismo sino subsistiera por sí mismo. Por ello, el alma como centro y fuente del

intelecto es inmaterial y subsistente.

III. Solución a las objeciones: 1. Compuesto del cuerpo: Como un hoc aliquid se puede

decir que el alma es subsistente. Pero, por otro lado, como compuesto, el alma es un

compuesto que junto con el cuerpo forman al hombre en su totalidad. Sin embargo, por el

hecho de ser compuesto de un cuerpo, no es de ninguna forma un accidente, ni tampoco tiene

una identificación con la materia, pues es el alma es un hoc aliquid. El intelecto y el alma son

proporcionados al ser. Por ello cuando el animal muere su alma también desaparece, pero en

el hombre ni debido a que es subsistente. La persona no es ni el alma ni el cuerpo solo, sino

que se constituye de ambos, pero de un alma subsistente espiritual.

2. Operatividad del intelecto: Para que el intelecto actúe requiere del cuerpo como objeto,

pero no como órgano. La inteligencia necesita del cuerpo porque necesita de las cualidades

sensibles que vienen acogidas por el cuerpo y sus órganos. Todo esto es debido a la debilidad

del intelecto humano. El universal se toma a través del particular, la esencia no se acoge en

sí sin los aspectos sensibles ya que el hombre también está compuesto de materialidad y por

ello su conocimiento es muy limitado. El intelecto acoge el universal por medio de la especie,

la cual permite ver la cosa y conocerla porque la representa como es. Ante la realidad de los

animales se puede decir que la inteligencia humana va más allá que cualquier capacidad

animal. Por otra parte el hombre debe de considerar su capacidad intelectiva no

confundiéndola o identificándola con la sensitiva. Aunque el intelecto humano necesite del

sentido, éste va más allá hasta llegar a acoge el universal. Se necesita de la dimensión

sensitiva para poder preparar el fantasma y de éste conceptualizar la forma universal. El

intelecto tiene operaciones per se con las cuales el cuerpo no interviene, pero para entender

necesita de los sentidos. Sin embargo, no por esto el alma tiene el ser dividido, sino per se.

El acto intelectivo se refiere al ser. A pesar de que el alma humana es subsistente, el hombre

no puede estar o vivir sin la materia.

3. El alma como cuerpo material: a. Alma da el ser: La cosa concreta que existe el to de ti es

la sustancia, el hoc aliquid. El alma es parte del todo del hombre, pero una parte determinada

que es forma que tiene el ser y que es inseparable de él. El alma es intelectual porque el ser

es intelectual. El alma es el lugar de las formas. En el hombre, la naturaleza contiene como

especie la materia y la forma. La materia es parte de la esencia, pero concebida como materia

en general. Ser hombre necesita de la materialidad.

b. Operaciones del alma: El alma en sí no es el hombre. Las operaciones humanas requieren

el cuerpo y como las operaciones surgen del cuerpo y se manifiestan también en él, el hombre

está compuesto de materialidad. Esto se puede ver en la pasiones, las cuales requieren de la

participación del cuerpo. Las operaciones humanas son muchas y complejas debido a que

requieren de la participación del alma y del cuerpo. El cuerpo está organizado por el alma y

es esto lo que determina el ser del cuerpo. Los órganos del cuerpo se elaboran de acuerdo al

tipo de alma. El alma no tiene materia. Como forma del cuerpo es un acto y la materia es

potencia. El acto no se compone a sí mismo con una potencia de otra manera no sería acto.

El alma conoce de manera universal y si tiene materia, quiere decir que entendería

parcialmente, pero entendiendo universalmente no necesita de la materia. Si el alma puede

conocer todo y tener una apertura al infinito, entonces no puede componerse de materia.

c. Alma como acto: El alma no esta compuesta de materia porque como concepto su

naturaleza es forma de un cuerpo. Si es totalmente una forma, entonces no puede tener

materia, pues ésta es potencia y la forma es acto. Por ello no podría ser acto y potencia al

mismo tiempo, ya que una forma está siempre en acto. En esta perspectiva es más fácil verle

si se hace desde el espíritu no desde la materia. Las cosas materiales no son de manera plena

y reducen, sin embargo pueden ser todavía a pesar de sus limitaciones y esto debido a su

forma. Por la materialidad se puede perder el ser debido a su fragmentariedad. Esto lo vemos

en la diversidad de las ciencias físicas que estudian a la materia. Al ver el alma, ésta puede

entrar en la física porque los seres también se componen de alma.

d. Forma inmaterial: En cuanto a la forma esta no puede tener materia, pues la materia está

en potencia y tiene solo un cierto ser. La materia existe, pero determinada por una forma, no

es que exista como una pura potencia. La forma da a la materia una unidad estructura, vida.

Da vida a los vivientes y estructura a los no vivientes. La forma da al viviente un nivel más

alto, un algo más, le hace un ser superior. Por otro lado la materia es inestable. La materia

pura no existe. En las cosas materiales, la forma es la parte principal ya que le da un modo

de ser, esencia, constitución, determinación debido a que es acto y las cosas se definen por

su acto ya que esto es lo primero que capta el intelecto y por ello mismo capta el ser. Aunque

por otro lado, por ser seres materiales se necesita de la materia por nuestra manera de saber.

Se han de contemplar los seres sin perder el ser, ver el ente en cuanto ente considerado a

través de lo que es. La esencia viene del ser, es algo que es, una esencia siempre es. El alma

como forma del cuerpo es determinante de un cierto tipo de cuerpo. Un cuerpo que tiene alma

es uno organizado con vida, con una unidad superior a la de las cosas físicas. Una forma

siempre está en acto, por ello el alma no puede ser material, ni un cuerpo debido a que de esa

manera tendría una potencia. El alma es parte de un todo, pero de un todo que es. El alma es

la parte actual que da el ser y al consistencia.

4. Conocimiento intelectivo: Por otra parte, el alma, por ser intelectiva y forma de un cuerpo

no tiene materia en sí misma. Cuando algo se recibe en un sujeto se recibe al modo del

cognoscente. Quiddquid recipitur... de esta manera pasamos al orden metafísico. El alma

humana es intelectiva ya que conoce las cosas en su naturaleza universal y absoluta. Conocer

algo absolutamente en cuanto que es inteligible se conoce por medio de su forma la cual

coincide con la esencia no solo del ser particular, sino también con la de los seres de esa

misma naturaleza. Esta es una forma de conocer universal sin tener un conocimiento

particular de todos los sujetos de esa misma especie. Por ello el alma intelectiva es forma

absoluta, es decir, no compuesta de materia y forma, de otra manera las cosas particulares

serian recibidas en su singularidad y en esta se conocerían. En esto se ve la diferencia del

saber sensitivo e intelectivo. El saber, el conocer corresponde al intelecto. El intelecto conoce

absolutamente debido a que conoce la forma y naturaleza de las cosas. Por esta razón el

intelecto es espiritual y su fuente y principio que es el alma es espiritual, esta en acto y es

subsistente.

5. El alma y la materialidad: No se debe pensar en la esencia de una pura potencia, la cual

seria la materia pura en su pura potencialidad, y ni la esencia, ya que esta es, pues participa

del ser. El alma esta en acto, pero tampoco quiere decir que sea un acto pleno y puro. La

materia, aunque integrada en un ser sigue siendo potencia, por ello los seres corpóreos siguen

siendo imperfectos, dado que no realizan completamente su esencia. El alma es en cierto

sentido la parte perfecta y perfectiva, es un ser que es real y da realidad; es ser, pero no el ser

en sí.

La materia limita la participación pues limita el ser en la esencia. El acto primo es participado,

pero la potencia es proporcionada al acto siendo receptiva de éste. Los actos son diversos del

acto único del que proceden. No hay una potencia pura que reciba todos los actos. Tampoco

podría haber una potencia prima ya que toda potencia siempre es actualizada y si está

actualizada plenamente por un acto puro, sería ya un acto puro en sí, ya no sería ni potencia,

ni materia, sino un acto puro en sí. En el alma, hablando de potencia receptiva se puede decir

que en lo que se refiere a la materia, la potencia está proporcionada y actualizada por el

alma, la cual ya es acto y no necesita de materia por ser acto. En lo que respecta al intelecto,

como potencia receptiva, lo que se recibe es una forma en acto de manera absoluta, por ello

no hay materia que se recibe sino una materia o forma.

La inteligencia pasa al acto en el sentido que recibe el ser. Es una potencia diversa de la

materia porque lo que se recibe no es una cosa material, sino una forma absoluta que es acto.

IV. Acto Puro: Participar quiere decir tener un acto. El ser participa de Dios, es acto,

perfección primera de toda la realidad. Dios es Ipsum Esse Subistens, el ser participa de Dios.

El bien es causa del ser, el ser en sí en acto. Aquí el punto es que la relación ser esencia no

es la misma que la relación materia y forma. la relación se basa puramente a través de acto

y potencia, pero en relación al Ser Puro en sí. Aquí la esencia es un modo de ser, es decir,

que ya es pero participado y limitado. La composición y limitación es respecto a Dios. La

materia no tiene nada que ver.

INCORRUPTIBILIDAD

I. Razones de la incorruptibilidad: 1. Cuerpo de la respuesta: El alma es incorruptible y es

inmortal. El alma humana tiene por parte de la bondad divina una dotación de inteligencia y

de poseer una vida sustancial inesaurible. El alma es un principio intelectivo incorruptible.

La corrupción viene directa o indirectamente. Un ser subsistente no puede perder el ser o

perecer de manera indirecta por la generación o la corrupción. El alma humana es subsistente,

ésta no perece cuando el cuerpo muere. Tampoco puede ser destruida por sí misma. Como la

forma tiene el ser en sí, éste es inseparable de ella y es inseparable de ella, pues el ser le

compete a la forma por estar ésta en acto. La materia adquiere el ser cuando recibe la forma

en acto y la corrupción sucede cuando se separan. Una forma no es corruptible, pues no puede

separase de sí misma, por ello es imposible que una forma deje de existir. La forma es acto y

es ser en cierto modo.

II. Respuesta a objeciones: 1. Alma compuesta de materia y forma: Incluso si el alma fuera

compuesta de materia y forma, ésta sería incorruptible, pues para la corrupción se necesita

contrariedad, pero por ejemplo los cuerpos celestiales no tienen una materia contraria como

los cuerpos de la tierra y por ello son incorruptibles. No hay contrariedad en el alma

intelectiva, pues en la percepción ésta puede recibir los contrarios simultáneamente y por

ello no hay contrariedad en el intelecto y el alma es incorruptible.

2. Modo de ser según la propia perfección: Otra prueba es que cada ser desea naturalmente

existir en su modo más conveniente. En los seres dotados de conocimiento el deseo sigue la

cognición. El intelecto percibe el ser en un plano absoluto respecto a todo tiempo. Por ello,

todo ser dotado de intelecto desea naturalmente existir siempre. Como un deseo natural no

puede ser vano, por ello toda sustancia intelectual es incorruptible. El deseo natural no puede

ser vano, sigue la naturaleza y se encuentra en ella. En el hombre, esto se refiere a la visión

beatífica, la cual perfecciona la naturaleza, pues necesita de la gracia debido a que por sus

fuerzas nada puede alcanzar. En esto se necesita completamente de la gracia y ésta va a quien

Dios quiere.

3. Operaciones y su finalidad: Hay un fin natural y sobrenatural que son diferentes porque la

naturaleza es diversa a la gracia. El deseo no es una sensibilidad, sino un deseo de la voluntad.

No es algo electivo, esta realidad se encuentra en el alma y se expresa en el lado voluntario.

El fin no se elige, sino que sólo se da en las operaciones. Es propio en el ser natural que

conozca el fin y tienda a él. El acto intelectivo produce felicidad porque alcanza una

perfección, pero lo está sobretodo cuando contempla la causa de todo y más cuando lo

contempla como Dios se contempla a sí mismo, pero esto dura poco.

ALMA Y ÁNGEL COMO UNA MISMA ESPECIE

I. Angeles y hombres: El hombre no es un espíritu con cuerpo o que tiene un cuerpo, sino

que es el compuesto de alma y cuerpo. Seres con diversas actividades son de diversa especie.

En el alma como en el ángel hay diversas actividades, por ello son diferentes. Los angeles

son de diversa especies, pues son formas puras que exaust su forma y esencia; en cambio

todos los hombre son de la misma especie. Cada ángel es único en su especie, pues no tienen

principio de determinación o de diferenciación, lo cual se da solo por la materia. En cambio

si se analiza esto se ve de nuevo que los hombres tienen la misma especie. Los angeles son

formas subsistentes no compuestos de materia.

II. Perfección del ángel: Una forma separada es única en su especie. Una diversidad de

especie es una diversidad de naturalezas. En lo que respecta a su fin, el sobrenatural es lo

mismo que el de el hombre, pero el natural es diverso debido a que la contemplación del

hombre y del ángel son diferentes. Ambos tienen inteligencia, pero ambas son distintas entre

sí. La diferencia es más noble cuando más se determina a sí misma. La inteligencia humana

es más imperfecta que la del ángel, pues requiere de una potencialidad más grande. En los

angeles, el conocimiento y perfeccionamiento viene en acto, la inteligencia está ya

actualizada. El hombre se perfecciona continuamente y sucesivamente en su intelecto. En

cuanto al cuerpo, aunque no forma parte de la esencia del alma, ésta necesita del cuerpo como

compuesto para realizar sus operaciones. El intelecto angélico es mucho más elevado. Un

ángel es una persona y naturaleza diferente más elevada. El alma va unida a un cuerpo,

conoce en unión a los sentidos.

DIVINIBUS NOMINIBUS

Dionisio el Areopagita

I. Introducción: Dionisio es un autor importante en el estudio de la persona. Se podría decir

que este personaje puede comprender varios autores del siglo V que se hicieron llamar

Dionisio Areopagita. No se puede identificar con el personaje de los hechos de los apóstoles

debido a que por su contenido Neoplatonico, no correspondería al tiempo de esta doctrina

filosófica. Ciertamente no es un Neoplatonismo puro, sino una filosofía cristiana ayudada de

un neoplatinismo. Sus obras principales son La Jerarquía Celeste, La Jerarquía Eclesiástica,

Divinibus Nominibus. La teología mística de Dionisio está a la base de la espiritualidad

occidental. Sus textos se traducen del griego al Latín teniendo una complejidad de traducción

como de interpretación. Sus doctrinas influyeron hasta el siglo XVIII.

II. Conocimiento de Dios: En su obra de los Nombres Divinos se habla del conocimiento de

Dios a través de sus nombres, pero de forma no conceptual debido a que no se puede tener

un concepto de Dios. No se puede dar una interpretación o imagen exacta a Dios, antes bien,

parece que estas nos alejan de él, pues no hay una idea absoluta que abarque a Dios y que

contenga toda la realidad. La persona humana no puede concebir un concepto de Dios,

contrario a lo que decía el idealismo que partía de una presupuesta idea divina y la idea de

concepto humano desaparecía cuando se disolvía en la Idea Absoluta. En la concepción

intelectual de Dios, la filosofía se queda corta dado que Dios trasciende, es eminente,

excedente. En esta realidad se reconoce y se abre una nueva visión de la concepción de la

persona que se alza cuando más se acerca a la persona divina. Si esto no se alcanza, no se

puede comprender la realidad humana y divina.

III. La bondad como principio: La bondad se pone como el punto de partida para conocer a

Dios. En la bondad se trata la luz, la excedencia y el amor. Port medio de la nominación

llegaremos a la bondad, la cual explica mejor la realidad divina. A partir de esto se consideran

las demás perfecciones. Como punto siguiente se tratarían la sabiduría y el conocimiento de

Dios. Se vería la sabiduría racional e intelectual. El hombre es un ser racional, pero

dependiente de la naturaleza intelectual de las sustancias separadas de la materia. El

conocimiento de Dios es un himno, una celebración. No como una formulación, sino como

acercase a Dios mismo. Lo que hace posible el acercarse a Dios es la bondad misma ya que

es de donde se derivan los demás atributos, incluso el ser, ya que, según la doctrina platónica,

el ser deriva de la bondad. Dios es vida buena, vida perfecta, sabiduría y conocimiento. Dios

es bueno.

IV. Sabiduría: 1. Sabiduría Divina: La sabiduría divina es superior y creadora de toda

sabiduría inteligencia. La sabiduría de Dios no tiene medida, va más allá de todas; la razón

y el pensamiento humano está por debajo de ella, le rige el error ante la firmeza grandeza

del pensamiento divino. La necedad de Dios es más grande que la sabiduría humana. Cuando

la sabiduría humana comprende a la divina, se asemeja a ella. El pensamiento humano es

inestable y débil. La razón humana es un discurso que va de lo disperso a lo unificado, pero

conlleva muchos errores, por esta razón, el pensamiento humano divaga, es inestable y

afectado por el proceso afectivo. Dios es invisible, inferrable, inalcanzable, pero puede ser

encontrado por todos. La sabiduría divina se eleva por encima de la humana. Cuando

concebimos algo que nos sobrepasa definitivamente nos vemos implicados en una

familiaridad y si permanecemos en la realidad humana cuando analizamos la divina caemos

en el error. El intelecto humano es inadecuado a la realidad divina, es inalcanzable. Pensamos

que analizamos a Dios de acuerdo a lo que nos es familiar, permanecemos engañados.

Dionisio llama sabiduría, intelecto, razón a Dios. Aunque nuestra débil razón viene de Dios

y puede servir para nominarlo, ésta, junto con la angélica está lejos de alcanzarlo.

2. Razón humana: Nuestra inteligencia tiene una facultad para comprender el ser de las cosas

inteligibles y puede alcanzar algo que está más allá de ellas. Esto le hace abrirse a la grandeza

de la persona. La razón humana es proporcionada a las cosas materiales inteligibles de una

manera natural, pero además tiene una cierta unión superior de la mente a Dios de una manera

mística y filosófica llamada apex, vértice o scintilla mentís. Esta dimensión está abierta a la

unión con Dios y a una dimensión superior del conocer las cosas. Por ello las cosas divinas

la conocemos por participación y las materiales por abstracción. La abstracción no sirve para

conocer lo divino. La persona no se puede concebir como racional si se reduce la razón solo

a un conocimiento material. El ser racional, como persona, alcanza un nivel espiritual. La

persona tiene una unión con lo divino por medio del espíritu, pero para realizarlo debe salir

de si misma reconociendo esa dependencia con Dios. En esta operación se cumple la

contemplación filosófica, teológica y mística. La persona humana no se puede conocer a sí

misma si permanece cerrada en si misma. Es mejor ser de Dios que de nosotros mismos. El

hombre se perfecciona en Dios, pues por esencia el hombre y el ángel son imagen de Dios.

3. Sabiduría creadora: Las cosas divinas muestran que la perfección se realiza por la unión

con Dios. La sabiduría divina, creadora de toda inteligencia y razón esconde y muestra toda

realidad verdad, sabiduría, conocimiento, ciencia. Esta sabiduría es tan diversa que nos

parece opuesta y nos supera, sin embargo ella es causa de todo nuestra perfección. La

sabiduría divina es la causa sapiente y creadora de todo. Ella es ser real del que participa todo

ser. Parece es considerada en sí, es causa de todo y de ella todo participa ya que de ella todo

fue creado. La sabiduría produce cosas semejantes a ella que la imitan de manera participada

a través de varios entes. Los angeles tienen una mayor semejanza a Dios por medio de su

unión con Él. Los demás seres imitan en menor grado, pues su ser se va complesificando.

Hay una escala de seres.

V. Alma Humana: 1. El alma humana es imperfecta porque necesita y depende del cuerpo

para sus operaciones. Ella es principio de movimiento racional por su espiritualidad. El alma

da el ser el cuerpo y por ello, el espíritu, el alma se expresan operativamente a través del

cuerpo. Ej. Los sentidos son la mano del intelecto. El alma del hombre no es un espíritu, pero

está marcada por el espíritu. El alma por su movimiento, por formar y ser principio de

movimiento del cuerpo es imperfecto, un acto imperfecto; sin embargo como acto sigue

siendo una perfección aunque no sea completo. Así sucede que el alma tiene operaciones por

la cuales va adquiriendo sus perfecciones a pesar de que estas operaciones no son del todo

perfectas sino que tiende a la perfección. Por ello la inteligencia humana es imperfecta como

operación. Entre más unido este un ente a Dios, más perfecto será. El hombre está unido a

Dios en un grado menor y por ello es menos perfecto, menos estable.

2. Intelecto Humano: En la persona humana hay un principio de unificación por medio de la

inteligencia, la cual progresa por medio de mis actos. La clave es el alma como principio de

movimiento y de operaciones. El perfeccionamiento se da a modo de unificación. Por otro

lado tiene un término de quietud que termina en un acto simple de intelección que es

comparada a la de los ángeles. La comunicación es para la vida personal, para la perfección,

pues se debe aprender el justo movimiento y quietud, en donde se privilegia la quietud. Todo

movimiento influye en la quietud del intelecto, tanto en la inteligencia como en la voluntad.

El conocimiento sensitivo está preparado para pasar a uno intelectual por medio de una

espiritualización de los sentidos que se hace en la razón. Pasando esto a la moral, la

inteligencia humana debe adaptarse a la verdad divina e interpersonal. La moral se dirige a

esto, pues la razón práctica trata de dirigir al hombre a la contemplación. Los sentidos y la

inteligencia informada de los demonios también proceden de la inteligencia divina. La

sabiduría demoniaca, no es sabiduría, sino astucia debido a que son racionales por defecto,

se vuelven como hombres malos que razonan a la nada, pues su razonamiento es dirigid hacia

sí mismos y hacia lo inferior, y el demonio lo sabe.

3. Dios y el intelecto: La inteligencia y la razón humana se mueven de forma imperfecta hacia

Dios, quien es la sabiduría perfecta que conoce y sabe todo. El hombre está unido a Dios por

medio de su racionalidad. Sin embargo, Dios es luz pura que nos ciega, que por su

luminosidad parecería que es tinieblas, pero cuya luz nos hace conocer todo. Su oscuridad es

exceso de luz en la que se conoce todo conocimiento. Por ello no siempre la claridad es

perfeccionamiento en el hombre. Luz divina que cuya oscuridad es más luminosa que la luz

humana. La persona humana es intolerante a esta luz, no tiene claridad en todo, pero también

puede ver con precisión lo que puede o no puede conocer, lo que puede o no puede aceptar.

VI. Conocimiento Divino: 1. Cómo se conoce Dios: El modo en que Dios conoce no es por

medio de representación o ideas, sino que conoce todo conociéndose a sí mismo. Dios no

conoce un cosa, sino que conociéndose a sí mismo lo conoce ya todo. Conoce todo a través

de sí, sabe que el es el origen, sabe que las cosas no son Él, pues son imperfectas. La

inteligencia humana es imagen de la divina, conocemos simultáneamente en unidad y

simplicidad. Esta simultaneidad sucede por ser imagen de Dios. La distinción de las cosas

proviene de la unidad divina. Nuestra mente imita a la de Dios, pues a través de la unidad del

concepto comprendemos la multiplicidad de las cosas. No es que Dios tenga un conocimiento

de si mismo y después de la cosas. Cuando se habla de Dios como razón, se quiere decir que

no es solo inteligencia estática, sino que también es ápice de toda inteligencia, fuente de todo

conocimiento.

2. Superación del intelecto: La contemplación de Dios es hecha por el intelecto no por la

ratio, pues la ratio trabaja con la realidad material. La inteligencia al contemplar, al conocer

es realidad, no es abstracción. El quedarse encerrado en la pura inteligencia como fuente de

toda realidad es racionalista y empirista ya que se olvida el aspecto de que la inteligencia está

unida a la realidad. En lo referente a la voluntad, aquel que usa la inteligencia goza y

experimenta mejor de las emociones, ya que estas están dirigidas y organizadas por la

inteligencia. Se tiene un mejor afecto por parte de la voluntad ya que todo afecto y emoción

está mejor ordenado. El trabajo mental no es una divagación, sino un aferrarse a la realidad.

DE ANIMA

Aristóteles

I. Introducción: Se tiene que ir siempre a lo esencial. Se debe estudiar el alma con una

ciencia y conocimiento verdadero de sus causas. Se debe razonar para ver el por qué. En el

análisis de Aristoteles hay un estudio serio y realista a partir de la experiencia. En sus estudios

parte de la biología y de lo experimentable para llegar al alma y a sus conclusiones. Para

Platón y su tradición, el alma es separable de la materia. Inicia por preguntarse sobre la

inmortalidad del intelecto y su incorporeidad.

II. Características de la vida: Aquello que está animado vive y en ello se diferencia del no

viviente. Por vivir se mueve nutre, deperisce, siente, conoce. En las plantas hay un principio

básico lo cual les hace crecer, moverse, tener su desarrollo. La facultad básica de la vida es

la nutrición, sin ella no hay vida, comienza de la forma más básica en la nutrición. La

sensación que constituye a los animales les diferencia de la plantas. La forma más básica de

sensación es el tacto. El alma se conoce a través del movimiento y es principio de éste, de

nutrición, sensación e intelección. En la concepción del alma superior se comprenden los

niveles inferiores. El alma es una en acto, pero múltiple en potencia, pero esto sucede en

algunas plantas y en algunos insectos.

II. Alma intelectual: Ante el alma intelectual, ésta es de un tipo diverso, la cual parece ser

incorruptible. El alma intelectiva es incorruptible y la potencias sensitivas no son separables

de ella en el hombre. Algunos animales tienen más o menos capacidades de sentidos, pero lo

mínimo es el tacto. El intelecto y el alma están unidos. El alma es aquello por lo que

primeramente nos movemos, sentimos y pensamos, no es materia, sino forma o figura, logos

o razón, una especie de acto, una sustancia.

III. Alma como forma: El alma es sustancia en el sentido de que es forma, es como un acto

que perfecciona, un término o fin del ser, aquello que primero determina el ser de las cosas.

Ella es entelkeia, acto, fin perfección de un cuerpo. El alma no existe sin el cuerpo, pero ella

no es cuerpo. El alma es un algo en un cuerpo, ésta le da su naturaleza determinada según su

especie. El acto se realiza en algo que está en potencia. El alma está en referencia al cuerpo

lo pone en acto debido a que es entelekeia. Es el acto de la materia en potencia dando una tal

naturaleza. El alma informa un determinado tipo de materia no puede surgir de cualquier

tipo de materia. El alma es causa y principio del cuerpo viviente. Es causa por origen y fin

del movimiento, la forma de un cuerpo. El alma es causa en tres sentidos, es principio de

movimiento, pues es motor, es también fin por ser entelekeia, organiza el cuerpo, es forma

sustancial centro y determinación para los vivientes Vivir significa ser. En el hombre vivir

es ser y esto es causado por el alma. El alma es la razón por la que el viviente tiene vida en

potencia, es el fin del cuerpo, pues todo el cuerpo se ordena al alma. Lo que surge del alma

retorna a ella. Toda naturaleza está dirigida a un fin. En los vivientes esto es dado por el alma

como esencia y naturaleza del hombre.

IV. El cuerpo: Todos los elementos del cuerpo son órganos e instrumentos del alma. Son

instrumentos animados. El cuerpo es el medio del alma para poder operar según las diversas

facultades. El cuerpo no es extraño al alma y se dirige a la dimensión cognoscitiva con un

fin en la contemplación. Toda operatividad se dirige al alma y ésta tiene una dimensión

subsistente. En si, aunque el cuerpo vive por el alma, es el medio para objetivizar la

operatividad.

RELACION ALMA Y CUERPO

I. Naturaleza del alma: 1. El alma es subsistente ya que corresponde al ser. Esta lo da al

cuerpo. En los demás seres vivientes el ser corresponde al conjunto de forma y materia. En

ellos, aunque la corporeidad es material se espiritualiza por medio de su alma. El ser del

hombre se deriva y es el mismo que el del alma. El hombre es principalmente el alma, pero

en su constitución es inseparable del cuerpo. La persona, por otra parte es una sola unidad,

una totalidad debido a que el ser es uno y una es si intensidad. Por esta unidad no se distingue

la persona y el individuo. El alma da el ser al individuo, pero continua siendo forma. En los

ángeles cada persona es diversa de la otra hasta la naturaleza. En los hombres la naturaleza

en general es la misma, solo se distingue en el aspecto concretizado e individual. Las almas

se distinguen por tener una materia diversa. Los angeles son espíritus diversos entre sí porque

cada uno tiene un diverso grado de ser. En los hombres la individuación viene a través de la

materia, pero también del alma, pues esta también lleva un ser propio.

2. Errores ante el alma: No se debe reducir el cuerpo, por una falsa sublimación del alma.

Lo primero es la posición empirista y lo segundo es la posición de Marx, Freud, etc., donde

las facultades son partes idealizadas del cuerpo. En Descartes, el alma está separada del

cuerpo y no se relaciona con él ni forman una unidad, ya que son dos res.

II. El ser racional: 1. Constitución: La diferencia especifica deriva de la forma. La diferencia

del hombre es ser racional, la cual se toma del aspecto formal en la definición. La

materialidad del hombre es común, pero la forma es diversa. Al definir al hombre como

animal racional se puede ver ya su forma. El intelecto es forma del hombre, pues se toma

como sinónimo del alma o del hombre mismo. Es un principio sobre el cual el hombre opera,

pues de las formas derivan las operaciones. Esto sucede por que la operación y la forma se

relacionan al ser; el ser que se realiza en la esencia y en la sustancia para operar; esta

operación lo llevará a la perfección.

2. Operaciones y perfección: Las otras operaciones del hombre no lo son tanto, de hecho es

por eso que son llamadas pasiones. Por ello si no son moderadas por la razón se convierten

en algo dañino; en cambio, cuando se regulan por la razón tienden a un bien y a una

perfección. Por esta razón, estas pasiones se en ética a través de la razón, y así la ética se

convierte en una continuación de la metafísica de la persona. A parte de la espistemologia,

en lo referente a la perfección del intelecto hasta el máximo conocimiento de Dios se ve

como todo se dirige a la persona y tanto sus operaciones volitivas como intelectuales le llevan

a buscar su perfección de cara a su último fin en el conocimiento divino. Toda la constitución

del hombre le ha de llevar a su perfección. Cada individuo es una persona. Todo aspecto del

hombre es personal y no hay aspecto propio que no lo sea. La realidad de la persona se enraíza

en el espíritu. El ser se realiza por medio de las operaciones de la persona, son su riqueza y

expresión del ser mismo.

3. Conocimiento sensitivo e intelectual: Las potencias sensitivas ayudan a la volitivas y estas

a las intelectivas. El intelecto es real, está en acto que es el ser en acto presente en el hombre,

ya que el intelecto en acto es lo real en acto. El intelecto hace que esta alma que es el hombre

que entiende no solo entienda abstractamente, sino que también lo haga con el cuerpo. Con

al aspecto intelectivo se puede ver una reflexión propia, un yo, un saber que está en el

cognoscente, quien es la sustancia que percibe el acto de conocimiento y a sí mismo como

sujeto de ese acto. Este cognoscente se da cuenta de que las cosas existen y de su propio

conocimiento. El principio intelectivo se une al individuo como forma. El conocer se realiza

en todos los niveles. El conocimiento comienza desde el sentir. Soy yo quien es persona, que

siente, que entiende. Lo que se siente es particular, pero lo que se conoce es universal. Por

medio de lo universal me uno a los demás, por ello entendemos igual y nos podemos

relacionar hasta llegar a una amistad. Esta relación no llega a ser solo sentimental, sino que

por la dimensión de la persona puede llegar a lo espiritual.

4. Finalidad de la operatividad y la felicidad: La naturaleza da un ser y revela las

operaciones, de las cuales la principal es intelectual. De ello deriva la felicidad del hombre,

por ello su principal principio es el intelectivo. Este principio es forma y se une al cuerpo

como tal. Dios se conoce a sí mismo, es poseedor de todo bien y de toda perfección, de Él

participa todo ser y todo se realiza en Él. De Dios proviene todo ser y es la fuente del ser.

Dios es noesis noeseos, perfecto y feliz en sí mismo. Llegar al estado de conocimiento como

Él es, es algo que nos hace felices. Esa es la vida optima, eterna, realidad suprema. En Dios

todo es acto, perfección suprema. El hombre por su potencialidad es imperfecto, no es feliz

plenamente. La felicidad en Dios está en su acto intelectivo, en ver su perfección realizada.

El hombre para poder ser feliz debe alcanzar su plenitud intelectiva que le es propia y no en

la pura practicidad. La felicidad intelectiva del hombre comprende todas sus dimensiones,

tanto la sensitiva como la intelectiva. No es una perfección abstracta o a priori, sino una

totalidad que llega a abarcar la dimensión moral en las relaciones con los demás explicando

su actividad a través del intelecto. El sapiente es feliz al asemejarse a Dios y ser su amigo.

III. Concepcion moderna: Ante el kantismo se despersonaliza a la persona y al intelecto ya

que éste se vuelve universal. La persona por otro lado es límite del intelecto, el pecado es

tener un cuerpo. La corporeidad y la personalidad son algo negativo ya que van en contra del

intelecto. Con Hegel lo más importante será el espíritu puro y absoluto. La experiencia

racional e intelectual corresponde a un ser del espíritu en general, lo cual se experimenta

cuando se deja de lado la sensibilidad y la personalidad. La persona no es la que existe, sino

solo el espíritu absoluto. Es una locura por la cual hay que pasar forzosamente. El loco es el

verdadero intelectual. La persona se deja de lado y se convierte en sentido genérico.

POTENCIAS DEL ALMA: INTELECTIVA Y VOLITIVA

I. Introducción: Cuando una forma es mas grande, es más noble, más domina la materia y

la sobrepasa. Un alma más noble tendrá superioridad en su operaciones y en sus facultades.

En el hombre su facultad más grande es el intelecto. En los entes hay una pirámide de

perfección dada por una inmanencia y unidad que también son una perfección. Tanto más

permanece la operación en el ente tanto más noble será. El alma humana aunque no está

completamente separada de la materia. El alma contiene el ser y lo da al cuerpo. El ser del

compuesto es el ser del alma y éste existe por el ser del alma.

II. Operatividad: La esencia es para la operación y para el hombre, la operación principal es

el intelecto, con ella el alma adquiere su completeza y se perfecciona. Las demás operaciones

siguen a la intelectiva. Cuando se tiene la plenitud de la facultad perfección, se tiene la

felicidad.

Las potencias más imperfectas son las primeras en la generación, pero no para la perfección.

El sentido es primero, pero es más imperfecto, pues es una deficiente participación del

intelecto. Son imperfectos porque van hacia una realidad material, imperfecta y fragmentada.

Hay potencias vegetativas como la nutrición y el crecimiento. Hay operaciones sensitivas

con una dimensión interna y otra externa. Estos sentidos sirven para la capacidad intelectiva.

En el orden practico sirve la cogitativa que participa como en un movimiento de acuerdo al

conocimiento sensitivo.

III. Potencias intelectivas: A la persona le pertenece la condición intelectual. Esta perfección

se cumple en tres modos. 1. Abstracción: Proceso por el cual se conoce la esencia material y

se produce un perfeccionamiento de las cosas, pues estas adquieren una nobleza al ser

pensadas. Ante sí mismas son solo materia. El alma está indisolublemente ligada al ser. El

intelecto hace de las cosas el ser inmateriales. Conocemos cosas, no solo esencias.

Conocemos las cosas a través de su esencia, pero las conocemos también de forma material.

Por medio del intelecto hay una elevación del mundo. El intelecto humano es superior a las

cosas materiales. Cuando el intelecto conoce sublima las cosas. Aquí se completa la creación

ya que las cosas existen para el hombre. Cuando se conoce, el intelecto y las cosas se

perfeccionan.

2. Conocimiento del alma de sí misma: Cuando el intelecto se entiende a sí mismo y conoce

o acoge el alma hace una operación superior que le conocimiento de las cosas materiales. El

ser racional implica este conocimiento.Cuando no se tiene un aspecto metafísico el alma

pierde su realidad. Si la dimensión metafísica se pierde también lo hace e alma.

3. Ciencia divina: a. Corresponde a un estado perfectísimo. Un acto inmaterial que capta lo

material. Como Dios se conoce a sí mismo. Un acto sin límite. El intelecto humano no puede

alcanzar el conocimiento de Dios, pues no tenemos su especie inteligible. No existe la idea

de Dios. Alcanzamos y conocemos a Dios, pero no de manera en la que conocemos las cosas

materiales. La voluntad, el gozo, la perfecta felicidad son más fuertes cuando se guía por el

intelecto. Para alcanzar esto se debe llegar al nivel metafísico, pero no todos pueden ya que

no se tiene un intelecto vigoroso, se es perezoso o se está ocupado con el trabajo. Todas las

perfecciones nos conducen últimamente al nivel metafísico, incluso los seres materiales nos

ayudan a alcanzarlo. Con la metafísica se llega a alcanzar el conocimiento del ser en toda su

extensión y verdad. Con la metafísica se puede ver, conocer y alcanzar a descubrir la

perfección de las cosas. Ella es la ciencia universal, es más ciencia que las demás ya que

estudia el principio y la causa de todo. La persona se perfecciona en el nivel metafísico y

llega a Dios.

b. Conocimiento divino: La aspiración más grande es llegar al nivel divino y es indigno del

hombre no llegar a lo que por naturaleza esta proporcionado. Con la ciencia divina se puede

llegar a conocer el Ser como la realidad más grande, pues el ser no se concibe como algo

puramente abstracto, sino que es real. Esto no es solo una admiración, sino una

contemplación de la perfección más grande de la realidad, la cual refleja la perfección de

Dios. Abraza todo lo real y cognoscible. Al conocer el ser, queremos conocer la causa. El

deseo natural de conocer la causa presupone ya que el hombre es capaz de llegar a ella. Sin

embargo, para llegar al conocimiento de Dios se necesitará de la gracia, ayuda a que el sujeto

sea más inteligente.

III. Relación intelecto voluntad: 1. Superioridad del intelecto: Se refiere a la potencia

volitiva. El intelecto es la potencia más alta del alma. La superioridad se dice en dos formas,

simpliciter, de forma absoluta, en si misma y secundum quid, con respecto a otro.

a. Simpliciter: Simpliciter, absolutamente, el intelecto es superior debido a su objeto, pues es

más simple y perfecto que el de la voluntad ya que se refiere a la razón del bien apetecible,

y el de la voluntad es el bien en cuanto conocido ya que este es conocido ya por la razón. En

cambio la razón está en el intelecto, es algo objetivo no se refiere a la facultad ni a una cosa

abstracta sino que se ve como objeto; es decir como la razón de lo que se desea por medio de

la voluntad, es decir el bien. Este es poseer aquello que es presente en la razón cuando se

trata del bien último, que es aquello que la razón conoce, es la felicidad en el bien último. Lo

último, lo mas grande es el ser, pero el ser último, Dios como el bien más grande. Este hecho

ayuda incluso en el querer más bienes, pero en vista de nuestra perfección y de la de otros.

Uno de los aspecto que más se quiere son los amigos para poder condividir en el bien de la

contemplación del intelecto. Cuando uno tiene amigos se está contento. Incluso el bien

personal ayuda a tener amigos. El bien ayuda a la voluntad y ésta al intelecto, sobretodo

cuando se tiene el bien del intelecto. Hay como un movimiento circular entre la voluntad y

el intelecto La voluntad se mueve si es causada por el conocimiento.

b. Secundum quid: El objeto del intelecto es más absoluto, más simple. No es algo abstracto

puramente y alejado de la materialidad; sin embargo cuando una cosa es más abstracta es

más noble. El modo de pensar debe corresponder a la persona. La voluntad se inclina hacia

algo, es hacia el bien que se encuentra en las cosas. Cuando el bien de la voluntad que está

en el objeto es más alto, entonces la voluntad es más alta que el intelecto. Ej: Amar a Dios

es mejor que conocerlo. Dios es superior a cualquier cosa. Esto muestra porque cuando

conocemos tenemos todavía un aspecto sensitivo, por ello el conocimiento completo de Dios

no es posible, quedamos lejos de ello. Entonces lo más alto es desear el conocimiento de

Dios. A Dios se le puede amar de manera natural, pues el ser humano tiene un deseo natural

de esto en lo profundo de su ser. Por ello la caridad es superior al conocimiento de Dios, pues

el amor natural hacia Dios es superior. Naturalmente queremos conocer la causa de todo el

universo. Así pues, toda la dimensión volitiva e intelectiva se dirige hacia Dios.

2. Conocimiento de Dios: El conocimiento de Dios es altísimo. Se puede dar de manera

afirmativa y negativa. La mejor es la negativa, pues por nuestra capacidad, nos es más fácil

saber lo que Dios no es. La forma afirmativa nos deja lejos, pues cualquier cosa que digamos

de Dios se queda corta de lo que Él es, pues no puede ser para nada como nosotros lo

pensamos. El conocimiento de Dios es inalcanzable, no podemos conocer directamente a

Dios. Se podría decir que en el orden natural nos encontramos en la oscuridad, no sabemos

quién es Dios. Incluso por medio de la fe no conocemos bien quien es Dios, es decir tal y

como es. Esta es un inicio pero no proporciona la capacidad de ver la esencia de Dios, pues

no se le puede conocer plenamente. Cuanto más nos acercamos, más nos damos cuenta de la

infinitud que no queda para llegar a Él. Ambas vías de conocimiento pertenecen a la realidad.

Por otra parte, el ser como tal, no es Dios, pues Dios va más allá del ser, el ser depende de

Él, el ser participa de Dios.

IV. Pasiones humanas: 1. Afectos: La vida afectiva y volitiva van unidas. El amor es una

pasión, es el movimiento hacia el bien amado. Hay un movimiento connatural hacia lo

amado. Este movimiento se cumple en el deseo. Hay diversos tipos de amor de acuerdo a las

diversas potencias afectivas. Dentro de los afectos está el amor, dilección, caridad, amistad.

La amistad es un hábito, mientras que las otras son objetos. La caridad perfecciona la

voluntad, se ama, se quiere lo que vale. La dilección es amor espiritual, pues implica una

elección. La caridad perfecciona el amor, pues se tiende a un bien más excelente. El amor es

mayor que la dilectio por tener una pasividad y extenderse hasta lo sensible. La dilecito

implica un juicio.

2. Amor y conocimiento de Dios: El hombre tiende a Dios y por medio del amor se deja atraer

por Él, más fuertemente de lo que la inteligencia lo puede llevar. Según Dionisio, el eros es

superior al ágape. El eros entendido como éxtasis indica una pasividad, una atracción natural

que no implica un juicio. La caridad es una atracción divina. El amor filosófico es algo

natural. Para llegar al conocimiento filosófico se necesita de un éxtasis. El conocimiento

divino es difícil y oscuro por exceso, por ello es tan difícil llegar a ella. La vida personal es

misteriosa y profunda por ello capaz de amar, de un verdadero amor, de llegar a Dios. Dios

atira todo por amor porque Él es el bien absoluto. Atira todo lo que se mueve en el universo

sobretodo a través de los seres inteligentes. La vida personal es una vida mística. Por ello es

erróneo querer concebir toda la realidad a través de la propia mente. Incluso el propio abrirse

al universo es personal, propio debido a la configuración de cada uno. Todo adquiere una

profundidad de Dios, pero llenándonos natural y sobrenaturalmente de acuerdo a cada uno.

KANT

I. Introducción: En Kant hay un capovolgimento de la razón y de la voluntad, creatura y

creador, ser y nada. La nada comienza a ser central y a tomar el lugar del ser. Hay una

inversión en la concepción de la realidad y del hombre, de la razón práctica y de la

especulativa. La razón está sobre el intelecto. En Hegel la razón acogerá el devenir. El

devenir es una autoposición, una contradicción que se constituye como núcleo de la realidad

y del pensamiento.

II. Crítica de la razón pura: En Kant, la mente humana, la razón, no alcanza la causa de las

cosas. La mente es separable de la materia. La persona llega a realizarse en el orden práctico

independientemente de la inteligencia. La razón pura práctica es el análisis que la razón da

a su parte práctica independiente a toda experiencia. No hay metafísica de la persona ya que

no se puede alcanzar algo inteligible más allá de la experiencia posible. Se permanece en el

a priori y se deja el pensamiento en lo que puede hacer la experiencia aunque sin hacerla.

Hay una autolimitación de la razón. El hombre alcanza su condición humana correcta y buena

cuando deja de lado todo conocimiento que excede el de la contemplación de los sentidos

cuando se deja de lado el actuar por la felicidad ya que aleja al hombre del cumplimiento de

su deber apoyándose en deseos inferiores. No concibe otra felicidad que no venga de los

sentidos. Se quiere quitar la razón teórica como fuente de la felicidad. Hay que cancelar todo

deseo de felicidad y conocimiento de Dios ya que esto es un grupo de contrarios que impiden

regular el comportamiento humano a través de la razón. El hombre virtuoso es el que actúa

por el deber en sí y por sí.

III. Crítica de la razón práctica: La razón pura es el fin es lo práctico, el fin de lo

especulativo es lo práctico. La primera facultad de la voluntad es la libertad como centro de

toda antropología. El hombre es libertad. La persona es su elección, hace actos voluntarios

por encima de la razón. La persona se vuelve su propia elección que cambia o varía de

acuerdo a las circunstancias y según la evolución del espíritu. La persona desaparece, no

tiene una identidad fundamental debido a todos los cambios que la persona sufre.

La libertad trascendental es una realidad prima, una idea práctica, es algo que la inteligencia

formula para describir la realidad. La libertad se vuelve el núcleo de la realidad. Ésta es una

ley apodíctica de la razón práctica. Todo depende de ella en lo especulativo y en lo práctico.

Los conceptos de Dios y de la realidad se demuestra porque la realidad se manifiesta a través

de la libertad. De ella sale el orden moral y especulativo. La idea de Dios y de la inmortalidad

del alma solo sirven para explicar el funcionamiento de la razón práctica.

La libertad es un hecho para Kant, sin embargo después lo pasa a una posibilidad y a una

idea. En Hegel la idea absoluta es la idea de la libertad. La libertad dice lo que es real, pero

al final se queda en una simple idea. Esta idea está en sí misma como contenido. Lo teórico

y lo práctico son uno y dependen de la libertad. La libertad se lleva a cabo por una evolución

conceptual en la realidad.

No hay principios de naturaleza que regulen la vida moral. El imperativo categórico es una

ley formal que debe decir como se hacen las leyes. Se excluye el conocimiento de la

naturaleza como el de la persona. Las reglas y leyes solo existen para que no haya conflictos.

La critica de la razón pura elimina toda posibilidad de conocimiento de Dios y del alma por

medio de la libertad. Estas ideas solo se readmiten para uso práctico y objetivo. La idea de

Dios y de la inmortalidad sirven para modelar la vida práctica. Son además solo una

exigencia legal y para cumplir el deber por el deber. Estas ideas no se pueden conocer ni

demostrar, por ello solo hay que darles un uso práctico.

La persona es fenómeno, propiamente no existe y no tiene un núcleo inteligible ya que solo

existe la libertad en acto. Nos percibimos como sujetos, como pura percepción, pero no por

medio de la razón.

IV. Religión dentro de los limites de la razón: La religión se ve sin aspecto sobrenatural. El

fin es eliminado dentro de la naturaleza. La moral no necesita de un fin y éste no es algo que

atraiga a la voluntad. El fin ya no es visto como causa causarum. El fin es solo un agregado

mental que previene las consecuencias. No es un bien real, sino solo una idea o fruto del

cálculo. La ley es suficiente para el actuar ya que ésta es fundamental para que actúe la

libertad. El hombre es libertad y el sujeto desaparece.

VIDA AFECTIVA Y VOLITIVA

I. Introducción: Las persona se perfeccionan también en la vida volitiva en relación a sí y

en relación a los demás hasta la amistad, pero en la que radica en el espíritu y se abre a la

realidad superior. Tomás considera las pasiones de una manera elevada en el alma humana.

Lo que sucede con las facultades volitivas e intelectivas al estar unidas al intelecto es que se

subliman. Siguen siendo pasiones y requieren de la corporeidad, pero siguen siendo de un

hombre y se les puede llamar voluntad por participación.

II. Amor: 1. El amor es el movimiento hacia el objeto amado. Un tipo de contemplación del

bien con un tipo de grado natural que no es deliberado. También corresponde al nivel

sensitivo. Este se da hacia el fin, pues todo tiende hacia su medida y hacia su fin. Cuando se

trata de un ser superior, entonces el amor se eleva en todas las dimensiones al igual que los

apetitos, pues la potencia sensitiva sigue a la intelectiva.

2. Causa del amor: El bien es la causa y el objeto del amor, pues el bien da una complacencia

del amante en el amado. Este bien es causa del movimiento en el amor y el bien forma parte

de la persona. Este amor y bien al que tiende la persona es algo natural y proporcionado a

ella. Hay una circularidad entre la voluntad y el intelecto, por ello se puede decir que la verdad

es el bien del intelecto. Además algunos apetitos siguen la deliberación del intelecto. Por

ello, no se puede decir que el mal sea el objeto de la voluntad. Ni siquiera la libertad busca

el mal per se, sino que ha de buscar los bienes para alcanzar el bien supremo. El conocimiento

es causa del amor. El bien es causa del amor en cuanto objeto, pero el bien debe ser conocido

primero. Por ello se puede decir que a través del conocimiento y contemplación de las cosas

materiales y divinas se puede conducir hacia el amor y conocimiento más alto. El amor

interviene en toda la escala de seres. El amor tiende hacia la realidad in se y el conocimiento

hacia la realidad en cuanto está en la mente, por ello debe conocerse lo que se ama.

3. Dios atira hacia sí: Dios es conocido parcialmente por vía de remoción. El conocimiento

de Dios da una complacencia, es la realidad suprema donde se alcanza la verdad de la realidad

in se, en Dios. Esta tendencia hacia Dios, este amor, se tiene de una manera natural aun sino

se le conoce, sin embargo el amor impulsa hacia el conocimiento. Esto muestra una unión

del intelecto y del afecto. Dios sigue atirando naturalmente. Dios nos da el reflejo de la

relación Trinitaria. Participamos de la vida divina. Esto sucede a nivel sobrenatural. A un

nivel natural, la inteligencia es superior a la voluntad y al amor de la voluntad.Una cosa se

ama en sí, pero se conoce en partes, por ello se puede amar una cosa aun sino se le conoce

perfectamente.

4. Tipos de amor: El amor es semejanza, es unión. Cuando las personas descubren una

semejanza se aman. Hay diversos tipos de semejanza, que va dede las mismas cualidades

hasta la proporción. Ej: Amor del hombre y la mujer. La semejanza se puede verificar si las

cosas tienen las mismas características o porque una tienen en potencia lo que la otra ya tiene

en acto. Hay una relación de acto y potencia. Esto puede fundar una amistad. La semejanza

causa el amor de amistad pues dos individuos son una sola cosa bajo la misma forma. La

proporción es un amor de concupiscencia, pues en el otro se completa lo que en uno hace

falta, en el acto de lo que uno tiene y la potencia de lo que otro quiere alcanzar.

El amor pertenece a la naturaleza misma debido al fin connatural. Todas las cosas tienen

amor. Ciertamente el amor necesita de la inteligencia para ser guiado. Por ello en las cosas,

la inteligencia divina es la que las guía y a las atrae a sí. La caridad es amistad y comporta

amor, alegría y placer.

III. Amistad: 1. La relación de amistad es complicada por cada tipo de persona, por la

potencialidad del cuerpo y de la materia. Ej. Matrimonio. Hay una amistad basada en el acto

en si de una semejanza y en el acto y en la potencia de una proporción. En la amistad hay una

donación de bienes, pero este no es el fundamento de la amistad. La verdadera amistad

implica la perfección de los amigos. El amor es más perfecto cuando los sujetos son más

perfectos, no solo cuando uno da y el otro recibe. Esto se realiza a todos los niveles, material

y espiritual, incluso pasando a través del nivel sensitivo. En el amor de concupiscencia uno

busca el amor individual, esto no es malo, pero se debe considerar el amor del otro en la

semejanza y en la proporción. El amor propio debe verse correctamente al nivel espiritual.

No se puede amar a los demás si uno no se ama si mismo. Por ello se necesita de una

perfección personal y una relación con los demás, incluso a nivel humano. En ello la soberbia

es también sensitiva, por ello se litiga, pelea, etc. El soberbio desea la propia superioridad a

nivel sensible, sobretodo para sentirse mejor que los demás. Se ve una personalidad

desorganizada, la persona no es un todo y por ello no hay una interelacion, pues al no estar

bien consigo mismo, no se puede tener un amor y relación con los demás. Las dimensiones

del amor se ofuscan hasta llegar a ofuscar la dilectio, la alegría.

2. Elevación de la amistad: En la amistad hay una reciprocidad. Un amigo es amigo y

corresponde. Lo mismo ocurre con Dios. La raíz de la caridad es la unión del hombre con

Dios. Se puede decir que ambos son similares, pero debido a la gracias. La amistad de la

gracia entre los hombre es más grande y elevada sobretodo en el matrimonio. Hay diversos

tipos de amistad porque hay diversos tipos de condivisión. Sin embargo hay un orden en la

caridad. Esto se funda en el amor y amistad principal de Dios. El amarse a sí mismo es e

modelo para amar a los demás, pero el amor implica la perfección al estado al que se está

llamado. Por ello, la mejor amistad es la de los hombres perfectos.

IV. El placer: Es una pasión, un moto psíquico que comporta un perfeccionamiento real que

es percibido a nivel espiritual y sensitivo. Hay placeres naturales y no naturales, algunos son

sensible otros son del alma. La alegría en el hombre es acompañada del placer. El objeto de

placer puede llevar alegría y esta alegría corresponde al nivel humano. Cuando hay un bien

se produce una alegría y es perfeccionada por lo espiritual, aunque por sí mismo, el bien

sobrenatural produce ya una alegría aun cuando conlleva una tristeza. El placer debe tomarse

no solo en lo sensitivo, sino también en lo intelectivo. El placer se da tambien a nivel

intelectual aunque corporalmente no se sienta. El placer intelectivo en sí es más alto y más

sublime. Esto se vive a nivel personal e interpersonal.

2. Placer juzga bien y el mal: No todos lo placeres son malos, hay buenos. El lugar donde se

da el placer juzga a la persona ya que se ve cual es su tipo de complacencia.