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VERSOS
DF.
A O NAVAR RO VIOLA
El almp, desolada- Ca TI tos -Á La distancia
BUENOS AIRES
1882
•
EL ALMA DESOLADA
1874-1880
J'ai IJU mourir ma mere .... A. SI LVE!';TRE.
El alma desolada
1
o o o o o oo~(!pulcrt iTlm"maro
H.,nACIOo
A la memoria de mi madre santa-
Jamás las peripecias del combate,
que el ardimiento núbil ajiganta,
te anlincien que mi espíritu se abate.
Juguete de la duda -el hombre canta
cuando su corazon, á cada emb:lte,
10 A. N,\\".\RRO ViOI." .
con más viril aliento se levanta;
y en la amargura, de entusiasmo lale.
Pues hombre me educaste, :i tí refluya,
si triunfo, el galardon de mi enerjia,
!Jorque es la gloria de mis sueños tuya!
Si me vence el ludibrio de las mofas,
mio el baldon ... En tanto, madre mia!
:í tí te pertenecen mis estrofas.
18i~.
El alma desolada 11 -------------
II
V osotros que dormís en el regazo
de la madre del alm:!.,
y al beso os despertais que cariñosa
en vuestra frente sin doblez estampa,
pensad que hay muchos
sin madre en el albor de su jorn'lda.
Intelijencias que hostigais la vida
con la labor sin t:.sa,
12 A. NAVAnRO '·101..,\
cantando en lo más árduo del conflicto
el himno del amor y la esperanza,
pensad que muchos
el sentimiento de su alma espatrian.
Sin porvenir, sin madre - como nubes,
hígubremente pasan,-
y van á sepultar en el olvido
la estéril prepoteñcia de sus almas:
pensad que muchos
caminan con la cruz sobre la espalda.
El alma desolada
111
H arto he sufrido en mis contados afios
á prisa y hondamente recorridos,-
para guardar la fé: los aflijidos
sólo mantienen fé de desengaños.
Ví á mi madre morir ... Es triste, triste!
ese postrer adios de la mirada
sin brillo, en un crepús.culo velada,
f;\lantlo la vida p\l~na )' se r~sistc:, ,
13
.. A •• AY""" VIOLA
Tras ella el cielo me cerró sus puertas dejúdome , merced de mi destino:
solo, cumpliendo mi deber, camíDu
sobre il1lSioDes '1 esperaDAS maertas.
El alm~ de80ladf.l. 1:;
IV
- Parece, madre inh! que mi razon oprime
un peso insoportable que la agobia:
quiero aturdirme j busco la luz, el movimienlo,
y me hundo en el deseo que eslabona
la juvenil fiereza
con el beso impalpable de la gloria ...
• - No temas, hijo mio! Confia y sé :severo.
No dejes ~ue tu al1I!ll se corrompa
1I
siguiendo la corriente de eO .. ens ideas.
La dnda desconsuela; pero agosta
la Cé; '1 el pCD." .. iento SCfeDO ..te por la .CCiOD hen)ica.
".
•
El alma desolada
• v
Yo ví cruzar un nimbo por los cielos
Clarísimo era el nimbo, madre mia!
vestido con la nieve de las cumbres
y con la luz, dorado, de la vida.
Mi corazon - océano ajitado
apacigu6 con su vislumbre tibia;
barrió la soledad de mi tristeza
T me infundi6 resi~ncion tranquila,
li
18
Yo vi crozar el nimbo, y que dejaba
un rastro luminoso; y mis rodillas
dobláronse: y el nimbo de los cielos
era tu propia sombra, madre mia!
El alma desolada
V~
Oh 1 DO maldigas la ecsistencia vana,
hijo querido de la madre muerta 1-
porque quién s"be si tu voz despierta la indignac:ion de la conciencia humana!
Todo renace: el úbol en octubre,
el hombre tras la noche del destierro; y cuando blanden en la lucha el hierro,
§Ólo el mezquino su pasioo enc;ubre,
19
20 A. NAVARRO VIOLA
Envuelto en el sudario de la tarde
como vision sombria y taciturna,
ven á jurar encima de la urna
no ser jamás apóstata cobarde.
y si en las trombas de la lucha incierta
te amedrenta el dolor sin esperanza,
pídele fé al dolor, á la enseñanza
que da el recuerdo de -la tnadre muerta.
El alma desolada 2i
VII
N o es cierto que el vah"en de la ecsistencia,
la lucha nsídua, la verdad esacta,
á mis acciones tu memoria ligan
y en mi camino .tus virtudes alzan?
A mi razon aférrase tu idea,
se incrusta en mi esperanza tu esperanza.
A veces, en las horas de amargura,
vacila el pié; la decision engalía;
22 A, N,\V ... naO YJOLA
y siento que tu es?íritu no vive
ó léjos ya del mio se aclimata;
y siento que mi espíritu ha perdido
la huella de tus rumbos, - y se aparta ...
Cayó la noche del misterio, madre 1
sobre las claridades de mi alma,
y víme solo en la estension del mundo,
solo con el dolor que me desgarra,,-
sin que las esp:msiones de la vida
creásen un hogar á mi arrogancia.
La noche es breve si su hon'or no ofusca;
y las tinieblas del orgullo pasan
como las tempestades de no~·iembre,
como las golondrinas, que en bandadas
buscando van un clillla favorable
donde incubar al sol de alguna patria.
El alma desolada
No vuelvas, madre mia! á abandonarme:
b senda es bien difícil j la montaña
tiene un declive pérfido. - Ya escucho
dentro de mi conciencia tu palabra:
tu espíritu y mi espíritu se mueven
por una misma senda, y no se apartan.
23
.. . .............. -------. __ ._._----......... ---_.
VIII
T ............. pera ti - No .8C1IHI1U
.... al ';".1, ai .... , .. la ......... :
_ "eli,. .. " ...... .., ...... ' ........ t. Karicin _ .........
El ............. de la ,ao.;. bad6 _ .... "11M de aabicÍOllH".
\'0 rniId la .. lilac .... : , ... 1 ..
.... q_ todol ICM triufol .... 1I_IINll
El alma desolada 25
IX
Como al trasluz sin brillo de un vaso de alabastro
en mi. azarosa marcha veo un astro
cubierto con las sombras del porvenir. Dios mio!
siento el contacto del invierno frio
inmensa mano helada
sobre mis sueIios de volcan posada,
y temo que ese disco de mis afectos muera
en mísero abandono, porque impera
la noche despoblada que despedaza el alma l ..•
26 A. !'fAV,IRRO VIOLA
Dáme, Señor! la calma,
barriendo los misterios que me ofuscan,
y haz que en el dia de tristeza luzcan
los rayos adormido!> del astro que me guia.
Ah! si el carilio de la madre mia
básta á llenar mi corazon yacio,
bajo la noche eterna no temblaré de frio,
ni en el combate diurno doblegaré la frente
medroso, como niño, d.ébilmente! ...
El alma desolada
x
Al peso enorme del dolor del hijo..,..,..
en eSa ruda é infernal mañana,
oí como un lamento que me dijo:
'!: vela por tus hermanos y tu hermana ••
Cuando el retrato de su madre besan,
para dormir, los huérfanos queridos,
Oigo los aleteos con que empiezan
á instalarse las madres en sus nidos.
21
A. NAVARRO VIOL.\
Con la enerjia de la lucha diaria,
miro el vacio, y lloro amargamente ...
EJ1a vela por todos: mi plegaria
sabe el secreto de sil amor ardiente.
El alma desolada
XI
Patria es el nido de la selva oscura
donde tu tierna madre te acaricia
y en la brumosa noche del olvido
con sus amantes alas te cobija-
Ah! yo no tengo patria
porque no tengo madre en esta vida!
Patria es el valle en que tu alma enante
halló el raudal de la ilusion querida,
30 A. lfAVARRO VIOLA
y confundió su llanto con tu llanto
uun doliente aparicion divina-
Ah 1 yo no tengo patria
porque no tengo amor en esta vida 1
Patria es la senda agre!lte de la tierra
don'de al pasnr te escarneció la envidia,
y abierto el corazon al desconsuelo,
buscas en vano y llamas -:- «alma mia 1 •
Yo tengo, entónces, patria
porque he sufrido mucho en esta vida!-
•
El alma desolada
XII
B useo la ajitaeion de la eesistencia;
fJ.uiero la aetividad, la lucha, el ruido,
y voy, entre insensato y descreído,
de la ambicion burlando la impaciencia,
La duda es un amigo: me des\'ela
á media noche por narrarme un cuc'nto
que sigue con placer mi entendimiento,
~ierto de la verdad que me reVelA,
31
32 A. NAVARRO VIOL.\
ConelO en mí; me ahoga la alegria,
y vivo con holgura en la tristeza;
cuando mi errante corazon tropieza
con muchos llantos, digo: • madre mia!"
El alma desolada
XIII
S e cierne la desgracia - como cuervo
de alas renegridas-sobre mí.
O madre! tú que sabes cuánto sufro,
debes tambien, llorándome, sufrir.
Es fácil olvidar lo más sagrado:
vé quiénes olvidáronse 'de tí! .•.
O madre! no querrás que me haga ecé!ltiC9
La vanidad inunda el porvenir 11
33
34 A. NAVARRO VIOLA
XIV
Pero, mi amigo! es necesario 'lue seamos siempre bueno!! ...
C. S. DE N. V.
«Es necesario que aeámes buenos,~ escrito de tu mano en una hoja
de Pellico leí; y. ó madre mia!
aunque mis años de ilusioD" serenos,
y breves deslizaroo, me acongoja
un sinsabor que agota mi enerjia:
estoy del desengaño frente á trente.
y el alma de sí Dli~ma descoofia!
El alma desolada
Antes que abandonarte, inconsecuente,
y rastrero pedir con servilismo,
de baja apostasia-
de tu cariño y tu recuerdo en mengua,
perdon! sobre la boca del abismo,
quiero escupir la lengua
al rostro de Jos hombres, madre mia!
La nota postrimer ~l)n6 del arpa,
y va impregnada de dolor sincero .••
Leva anclas el bajel, del puerto zarpa
con f\1nebre velámen, y en el tope
del recto mastelero
ondea al viento una bandera negra,
cuyo sentido á penetrar no alcanza
el que detiene su razon miope
en la obligada risa, que no alegra
ni es la est~rioridad de la esperanza,.,
35
36 A. NAVARRO VIOL,\
o madre mia! romperé la pluma
y guardaré silencio.
En la desgracia suma,
la vanidad, como una densa bruma,
me envolverá, pues j6ven me sentencio
al ético aislamiento de la vida
sin luz, sin horizontes... Quiero al méno5
reconocer que el alma, desabrida,
acre y mordaz á fuerza de venenos,
s610 diria la verdad desnuda ...
Y, oh! dana tánto la verdÍtd!-No hay dud!1:
~ es necesario que seámos buenos! ..
El alma desolada
xv
E n la aspereza de mi rumbo incierto
sobre el airado mar de la afliccion,
es tuya la esperanza que ha entreabierto,
tuyos los sueiios de mi vida son.
Si aún el hilo del amor nos liga
del alma en la efusion de la ansiedad,
por qué tu dulce aliento no mitiga
mi fiebre de infinito y de verdad?
37
38 A. NAVAIU\O VI01 • .\
Todas las brisas, al pasar, se quejan
junto á mi corazon con raro afan;
sus desalientos en mí alma dejan,
y todavía ignoro á -d6nde van!
-.
El alma desolada
XVI
Hasta por egoísmo, madre mial
sublévase á tu pérdida mi alma,
y dolorida, con tristeza indócil,
ante el recuerdo de tu amor postrada,
d.ice: e qué soy-crepúsculo sin dia?
á dónde voy-estrella solitaria?"
La vieja del cobarde ecepticismo
se ha recrddo en mi letal desgracia,
39
41} A. NAVARRO VIOI.A
y un cúmulo de .inmensas aflicciones
me vence, me subyuga, me acobarda,
porque no encuentra mi razon tu apoyo
y tu criterio de verdad me falta.
Hasta por egoísmo, madre mia!
sublévase á tu pérdida mi alma:
comprendo que decáigo... y me abandono;
parece que la luz me desampara,
que poco á poco las tinieblas húmedas
léjos de tí me envuelven y me arrastran! ...
No dejes que el crepúsculo indeciso
vaya á morir en la brumal distancia;
ni dejes, madre inía I que olvidado,
sin sueños, sin cariños y sin patria,
me pierda en los espacios de la vida
lo mismo que una estrella solitaria ...
..
Yo creo en tí. dios miol dios de mi madre untal ID tf. visiOD de tocios. , quien el ave cantaletenao. inconmovible. sin Umite. sin nombre;
ante quien cede la naon del hombre; ....... 1e1 del alma que el sentimiento guia; elel JUIco de los mundos conSucncia r armonia ••.
o dios de Galileo y de Jordano • • 'm6sfen ele vida elel hombre y el gusano.
.\. NAVARRO \'101 •• \
-------------- ---_._ ..
naturaleza grande!-
si me alzo á tí, mi espíritu se espandc
y en tí se regoéija mi corazon, que azota
el viento de In duda como una tumba rots ..•
Sellor! yo no blasfemo. Mi madre ys no ecsi.c¡te,
y aquella noche triste
compendio de mis noches de amargura
hundió .mis pensamientos en caos de locura,
borrando de mi mente la idea de una vida
por vanas esperanzas carcomida.
Sólo que~aba á la ilusion el" suello
fecundo del" amor: creíme duello
de esa. pasión ~ltiva de ecsijencias.
}' anona-dé sob~rbioinis últimas creencias,
diciéndome á mí mismo
en raptos de aterrante fatalismo:
e ~ecio. mortal! quién ~arca
lindes á los afectos? Quién abarca
el corazon q \le brJ.do ? ~ •••
, .' El 4l1l1.a. dl'solada. 43
Mi espíritu ajitado
trepa por el Calv.ario de la suerte
llevando el gran consuelo del penslmiento fuerte
el único aliciente de la tielTa
á que mi libre inspiracion se aferra I
Comprendo, en mi dolor ó mi alegria,
que nada, madre mia 1
iguala á tu calino;
y para saborearlo me hago nilio,
á todos los fervores mis sentimientos abro,
en todos los consuelos mis convicciones labro
amo el azul, el ave, el sol, la planta •..
V creo en tí, dios mio! dios de lIli ll1adre santa 1
A. NAVARRO "IOLA
-------------------------------------
XVIII
E n la muuez y en el :;¡¡encio místico
con que la noche acerba mi acritud,
el pensamiento con pavor detíenese
creyendo que de lo alto le· hablas tú.
Pretendo contrariar la fuerza ind6mita
que impele de las nieblas á la luz:
íi mi habitual tristeza torno incrédulo,
y siento, ó madre! que no me hablaS tú!
El a!.m'2 desolada
XIX
De 10 inmortal emblema
Sobre el confuso vaho de las nubes
d pino balancea su diadema.
o corazon! que subes·
la cuesta inaccesible de la vida,
des!l!.nsa. COIl la paz de los querubes.
Mi wadn: bendecida-
perenne luz del porvenir del hijo
conoce el ~mn dolor que me circuid:1., .
46 A, N,\,\'\BBO VIOLA
La lucha me· predijo
con intuicion de maternal afecto
de la niiiez en el aran prolijo:
"' Amigo 1 siempre recto
debe marchar el hombre; si comienza
á transijir, se toma en sér abyecto.
"' N o sufras que te venza
la trinidad· de las pequeiias almas
envidia, hipocresía y. desverg~enza I
"' Verás que bate palmas
la iniquidad en triunfo: no te dejes
rendir. Tl1 solo tu conciencia cálmas.
cAnte el dolor no cejes,
ni inclines' tu cab~~a al sentlmien,to
basta romper de 'h emccion los ejes:
El alma rlilsolada
----------« Y si un dolor violento
fu espíritu socava, en tu camino
ni lID punto retrocedas - cobra aliento!.
Cómo ha crecido el pino
emblema de ambicion!- O madre mia!
por qué los hombres temen el destino:
Por -qué la. duda fria
nnest{o teson embebe. y nos sepulta
en nieblas de glacial misantropia?
Por qué la farsa estufta
convierte la grandeza de la gloria • I
en un fetiche que el altar insulta? ..
Caracteres felices- á su modo!
Se forjan una márjen ilusoria
y á la esperanza lo confian todo!! ~
/t.. NAVARRO VIOLA
xx
1\1 iral-ya han vuelto las golondrinas;
la primavera se anuncia ya:
brotan los árboles.
todo renace... La primavera _
de mis ensueños. cuándo vendrá?
Surje del fondo del crudo invi!=tno,
como una c;1ioS2, la creacioD,
El alma desolada
No hay nada pálido,
salvo mi rostro; s610 está triste
muy tristemente mi corazon.
Cómo detesto la primavera
cíniéa burla de mi clolor!
Las noches lóbregas
son preferibles, porque no tienen
. hipocresia.$ de falso a~or.
Las golondrinas llegan trayendo
muy gratas nuevas: lleguen en paz!
Pero los pájaros
que roncos groajan en la tormenta,
esos no adulan-me quieren más.
Amo las nieblas,-sombras sin dia,
!loches sin astros, días sin 111Z~
49
511 A. NAVARRO VIOLA.
. Busco laatmOsferá
li'in voz, sin ecos,· para perderme
entre el olvido do su capuz,
La luz, el dia, la voz, los ecos,
son ilusiones que pasarán·;
y en .el crepúsculó
de la esperallza s610 se· agolpan
formas que vienen, formas que van,·
El alma dei<olada
,XXI
o madre mia! ya sonó la hora
del épico trabajo, y la fatiga:
la campana 'I1am6; su voz. sonora
no me convence cual tu 'Voz amiga,'
y todos van-armados de alegria,
con vllIonil firmeza, á la jornada;
mas todos hallan, al finar el dia,
de un corazon jemelo la alroohad.:o"
A. /'IAV.\RRO VIOLA
Sombrio, con estéril egoísmo,
los vi pasar, y medité mi suerte:
me revestí de orgullo, y así misnlo
sentí doblarse mi cabeza fuerte!
o madre mia! en combatir me empello;
la fuerza ultriz de mi razon asumo;
. ,alpo el presente, y la il~sion es sueño!
miro el futuro, y la esperanza es humo! ...
o madre! me han llamado: es la suprema
hora de los obreros. Mi vijilia
corono alzando en mi pendon el lema:
«dios y la libertad y la familh. ~--,
El alma. desolada. 53
Perd6nanos, Señor! ..•
L a madre, en la afliccion que ta rendía,
-cSefior! Sefior!" clamó desesperada,
e yo moriré por ella: la hija. mia
merece más que yo vivir amada» .•.
De aquella Dolotosa desolada
nadie escuchó la voz con que jemia;
y la naturaleza, inalterada,
e1 CUI'50 de sus 1eyes proseguia.
5. A. NAVARRO VIOLIt
Cuando enfermó mi madre yo era un nilío
que realizable imajiné mi anhelo-
acceso indefinible de carilla.
Tambien muri6 mi madre ...
Si se premia
á los que amaron mucho sin consuelo,
perd6nanos, Selior I nuestra blasfemia.
, EZ, alma de.90lacla·
XXIII
CÁRM'EN LOZANO DE LOPEZ
Empapo con el llanto del recuerao,
que brota en lo profundo de mi alma,
las frases de la eterna despedida
á un noble corazon que se nos marcha.
Tenia el nombre de mi santa madre,
yeso para quererla me bastara:
eran las dos tan buenasl-eran dignas
de ser, no s610 amigas, sin6 hermanas ..•
56 A. NAVAURO VIOLA
Espíritu viril é inquebrantable-
deja su prole en el honor formada,
legándole un ejemplo de virtudes
que su memoria en el hogar dilatan.
Si ellas son las que inspiran á los hijos,
por qué se van, las madres?-Dios la5 llama,
celoso de un afecto que en la tierra
ningun afecto iguala.
Marzo 6 de 18i9.
El alma desolada b7 -----------
'XXIV
A Jacinta Mendo::a de SltsDiela.
o madre de mi madre! la desgracia
con ávido rencor tu alma asecha:
da pena ver la tempestad desecha
volteando los racimos de la acacia!
El corazon de la mujer conserva
lo que arrebata al hombre la amargura:
la intrepidez de la virtud, que apura
la copa del dolor, y no se enerva.
58 A. NAVARRO VIOLA
Tu llanto es salvador. Estoy. inquieto
porque á verter tus lágrimas me impulses:
cuando nos roban los cariños dulces,
abuela 1 eres más fuerte que tu nieto!
Ah 1 madre de mi madre! - nos encierra
en un abrazo su recuerdo grande.
Deja venir 10 que la suerte mande ...
no hablamos de las cosas de la tierra!
El alma desolada
xxv
A mo el arrullo de mi edad primera
los besos de mi madre, que me charla
de cOSas que penetro poco á poco,
como una oscuridad que desespera.
La vida es el placer de recordarla;
y con teson de loco
hurgando las cenizas del pasado,
•
hoy que me envuelve un sol de primavera
amo el arrullo de mi edad primera
Madre de mi dolor I si habré llorado!! ...
IiO A. NAVARRO VIO!.A
Amo el sollozo de mi edad presente:
contrariedad, errores, todo ajita
el corazonj mas veo con orgullo
mis sueños realizarse lentamente.
Si el lI1undo á los ventiscos precipita
las flores en capullo,
para afrontar la lucha y el olvido
y para erguir con altivez la frent e,
amo el sollozo de la edad presente
}\·Iadre de mi virtud! habré vencido) ...
CANTOS
o ."oi ch'alJete gl'intelletti sani."" DANTE, infiel"nO, IX.
1
]ORDANO BRUNú
Réplica á El fraile de RICARDO GUTlEnRKZ
Cantus
1
Ricardo I yo soy BRUNO
que vengo á preguntarte
si el fraile que has creádo
con majestuoso brillo-
noble como un apóstol ó un tribuno,
no soy yo mismo- precursor del arte j
yo, que la humana ciencia he confirmado;
yo, que ante dios el pensamiento humillo,
y . que morí quemado I
66 A. NAVARRO VIOLA
11
N O sabes tú la historia de mi vida;
ni sabes en las luchas
de la pasion, cicatrizar la herida
y huyes de la tierra prometida
cuando el clarin del campamento escuchas.
JII
Yo medité; fuí sabio.
Buscando la verdad sobre la tierra,
á dios lancé mi corazon ferviente,
sin que jamás mi laNo
blasfemase del sér omnipotente
que el sacerdote con su rito encierra
en formas deleznables
fetiches del Ejipto;
y cuya adoracion ha circunscripto
á altares, por su pompa miserables!
Cantos
IV
D 6nde está dios? - El llniverso late:
6igo su voz-Él manda,
él crea y él ordena la ecsistencia;
y en la naturaleza que combate,
y en la~azon del hombre,
67
y en todo lo que es grande y que se agranda,
hay la divina esencia
del infinito espíritu sin nombre!
v
Fanáticas las jenles me arrojarun
hereje! sobre sendas sin pisada;
mas al mover la planta lacerada
tras mí los ecos de mi voz quedaron.
lb:!; sin norte. La verdad es fuerte,
y ella me diriji6 como una estrella,
SI:! A. NAVARRlI VIOLA
Cuando temia, meditando en ella
borrábanse las sombras de la muerte.
Al pre(licar la relijion de encanto!;,
consuelo en mis palabras difundia,
volviendo á muchos rostros la alegria
y enjugando en las almas muchos llantos!
El hombre, con entrail.a vengativa,
me ató falaz á la irritada hoguera
y. recreó su corazon de fiera
con el chirrido de mi carne viva! •..
VI
El hombre! ..• Miento!-el fraile que tú cantas!
el fraile que enalteces
é idólotra levantas,
sin ver que á su contacto te envileces,
y el arpa, que es tu honor, empequeil.eces! ...
Cantoil ------------------
VII
F uÍ fraile yo tambien: fuÍ dominÍco;
mas nunca erguÍ la cruz como una tea
para incendiar el mundo;
y nunca mi ambicion al hombre rico
robó-Iadron judio de fortuna;-
ni sofrené la idea-
esa espansion del cérebro fecundo;-
ni dije: «aquél es digno porque ayuna I
Santo es aquél porque el cilicio emplea IR
VIII
F uÍ fraile yu lambien .• \mé los seres
que viven y son jérmenes de vida;
y contemplé dolores y placeres
con alma decidida
á respetar la ley de los deheres.
tiO
íG A. NAV,\IlaO VIOLA
No tuve hogar ni patria en mi jornada;
y el viento melancólico no zumba
sobre la piedra de mi tumba helada,
porque no tiene tumba
la ceniza á los vientos disipada 11
IX
F uí fraile yo tambien. Miré lo bueno
lo justo, lo absoluto: dios! en suma,
ora cruce del mar sobre la espuma,
ora cual hondo trueno
por los espacios rimbombando pase;
ó en medio de las nubes, como un astro,
del fiat lux á la sublime frase
deje estampado su indeleble rastro I
x
Yo lo serví: mi vida fué tnartirio;
pero sembré la paz en la conciencia,
Canto.'
nó la discordia impia. El infernal delirio
de aquella Inquisicion que asesinaba;
la perversion, la hipócrita falsia
de reyes que el Concilio manejaba,
todo subsiste en pié: varió la forma,
y dios es un pretesto~
El Papa 10 ha depuesto
y lo suplanta como guia y norma.
XI
Cantaste con la voz enronquecida
al fraile, que es hechura de los Papas •..
XII
Ricardo! en los raudales de la vida
tu conce?cion empapas,
y el ideál lejano ·te consuela;
mas, ay del que revela
71
i2 A. NAVARRO VIOLA
--------- - ---------------
la iniquidad, vistiéndola de lujo,
sin escupirla con la hiel -del alma!
Si del error al corrosivo influjo
la intelijencia se reclina en calma
sibarita en el mar de las zozobras,-
deja de ser destello
del padre de la luz y de 10 bello,
IJue reconoce al hombre por sus obras.
XIII
,,\1' .1 o fuí poéta como hí; mi lira
cantó el divino amor- bendita sea!
Hay temas que son odas por sí mismos,
y dios- no 10 concibes?- es la idea,
la irradiacion que inspira!
Salvar como titanes los abismos
sin salpicar el corazon cun lodo,-
eso es heroicidad en la batalla.
Toma tu lira; se oye la metralla:
sabes cantar? - pues canta, sobre todo I
CantO.i
XIV
Yo velo junto á tí- Seré, Ricardo!
tu númen de esperanza
hasta que el sol de la mirada eterna
que sobre tí se cierna,
tu espíritu de bardo
rodée con el íris de su alianza.
XV
A tiende aún- Lleváronme á la hoguera
y- «abjura 1,. me gritaron los sayones
cuando mi cuerpo era
un centro de horrorosas sensaciones.
Envuelto en la inflamada catarata'
que aterroriza y rinde y debilita,
y atormentando máta,
léjos eché la tentacion maldita,
porqu,e jamás vacila ni apostata
la conviccion profunda.
7S
74 A. NAVARRO VI01.A
XVI
La lucha furibunda
apresta los laureles de la gloria:
ah 1 guarda en la memoria
que es el mejor santuario-,
el nombre del apóstol y tribuno
para cruzarle el rostro al adversario
y déjate quemar, si _ es necesario,
como JORDANO BRUNO 1
Cantos 75
GIORDANO BRUNO
1
Ricardo, ouve; eu sOU BRUNO
Que venho perguntar-te
Se esse frade ideal por ti creado
Com brilho e magestade,
Nobre como um apostolo ou tribuno,
Nao sou eu mesmo, o precursor da arte,
Eu, que a humana sciencia hei confirma<lo,
Eu que de Deus me ajoelho ante a verdade,
Eu, que morri queimadol
76 A. NAVARRO VIOLA
11
Nao conheces por certo a minlJ,a vida,
E da paixao nas luctas
Cicatrizar nao sabes a ferida:
Tu te affastas da terra prometida
Quando o c1arim do acampamento escutas ...
11 1
En meditei, fui sabio.
A verdade buscando sobre aterra
V otei a Dens ~eu cora\;ao fervente
Sem que jamais meu labio
Blasphemase do Ser Omnipotente
Que o sacerdote com seu rito· encerra
Nas formas variaveis
Dos idolos do Egypto,
E cuja adora\;ao tem circunscripto
A uns altares de luxo impenitente
E pela propria pompa, misera veis ..•
Cauto.~
IV
-Deus onde está?-Attonito o universo
Exclama: ouc,¡o-lhe a voz a que obedece
Todo o mundo contricto ...
Elle géra e dirige· esta existencia,
E em todo o orbe na porfia imrnerso
77
E em tudo quanto é grande ou se engrandece,
E ern toda a idéa da razao do hornem,
Do espirito infinito,
Existe sempre a divinal essencia
Que os tempos perpassando nao consomen.
V
P er fanaticas gentes arrojado
Hereje. ( em sendas virgens e maninhas,
Atraz quedou-se o echo ás vozes minhas
Mal o passo encetou men pé chagado.
78 A. NAVARRO VIOLA
Sem rumo andei; mas rigida a verdade
Como estrella de Deus Coi-me guiando;
quando eu temia, nelIa meditando
Da morte dissipava a escuridade.
De meu culto pregando o ameno encanto
Nas palavras consolos difundia
Volvendo a muitos olhos a alegria
Eu enchugando nas almas muito pr:mto ..
Mas o homem com furia vingativa
Da Cogueira Catal atou-me á empena
E recreou seu corac.;ao d·hyena
Chiar ouvindo a minha carne viva!! ...
VI
o homem? ~ .; Minto! o Crade que tu cantas,
O frade que engradeces,
E idolatra levantas,
Canto,q
Sem ver que ao seu contacto te envileces,
Profanas aras sanctas
E a lyra que te exalta desmereces.
VII
Fui dominico e, pois, tambem fui frade;
Mas jámais fiz da cruz um facho ardente
Para incendiar ó mundo;
Nunca ambiliao voraz me eivou a mente;
Nunca roubei e sempre a lealdade
Mostrou-me a senda sua;
Nunca apaguei á idéa ó tenue indicio,
A idéa-essa verdade,
Essa exploliao do cerebro fecundo;
Nem disse: «aquelle é nobre pois jejuR,
Este outro é santo porque traz cilicio 1»
79
80 A. NAVARRO VIOLA
VIII
Eu fui frade tambem: Amei OS SereS
Que vivem e que sao germens de vida;
Contemplei as desgra\;as e os prazeres
Com a alma decidida
A, em tempo nenhum, violar inflda
A regra inquebrantavel dos deveres.
Nao tive lar nem patria na jornada,
E merencorio o vento nao murmura
. Por sobre a minha campa regelada,
Pois nao tem sepultura
A ciuza fria aos ventos dissipada.
IX
Eu fui {rade tambem. Mirei o justo
O bem, o absoluto; Deus em summa!
Ora, elle cruze ao mar a salsa espuma,
Ora, como um trovao profundo e augusto
CantOR"
Retumbe pelo espac;o illimitado,
Ou no meio das nuvens, como um astro,
Do fiat luz ao sublime brado,
Deixe estampado 11m indelevel rastro.
x
Servi-o e minha vida foi martyrio;
Porém a paz nas almas semeava,
Jámais impia discordia ou vilania
Mas o infernal delirio
D'aquella inquisil,jao que assassinava,
A dobrez e a fallaz hypocrisia
Desses reis que o concilio manejava,
81
Tudo existe inda em pé: mudou-se a f6rma,
O papa que o depoz e que o ameal,ja,
Supplanta-o:-fez-se delle guia e norma,
112 .\. NAVARRO ViOLA
XI
E cantaste com voz en1"Ouquecida
O frade que dos papas é feitura ..•
XII
Ricardo I nas correntes d'esta vida
Embebes por demais a idéa pura
E te consola um ideal distante ...
Mas ai de quem nos lDostra triumphante
A iniquidade e veste-a de atractivo
Sem na face cuspir-Ihe as fézes d'alma!!
Se á mercé d'algum erro corro!;ivo
A inteUigencia se reclina em calma,
Sybarita nos pelagos sujeitos
Ao naufragio, ao r.evez, ao mal nocivo,
Deixa de ser reflexo bemdito
Do autor da luz, do bello e do infinito
Que o homem reconhece por seus feitos I
Cantol!
XIII
Como tu, fui poeta, e minha lyra
Cantou o amor de Deus: bemdita seja •..
Ha themas por si s6 vasta epopéa
E Deus, tu bem o sabes, é a idéa,
A inspiraliao que inspira!
Salvar-se, qual titan no fundo abysmo
Sem salpicar de lodo a imagem sancta
Que a mente nos branqueja
Eis o véro heroismo.
Na turbida batalha
Toma a lyra: se escutas a metralha,
Sabes cantar? pois sobretudo canta I
XIV
Eu velo junto a ti: serei, Ricardo 1
Tua lucida nuvem de esperan\;a
83
84 A. NAVARRO VIOLA
Até que o sol do olhar do Ser Eterno
Que sobre ti agora ondula alterno
O espirito de bardo
Circumde-te de um arco de allianc;a.
xv
Ouve tambem: levaram-me á fogueira
E, abjural gritaram-me os algozes
Quando, ao chegar a hora derradeira,
Foco infernal de sensac;oes atrozes
Era o roeu corpo em borrida agonia ...
E envolto ua inflamada cataracta
Que aterroriza e rende e debilita
E que depressa mata.,
Calquei aos pés a tentac;ao maldita,
porque jámais vacila e apostasia
O convi!tao profund:l.
Canto.
XVI
A lucta furibunda
Prepara os louros da per!)etua gloria .••
Oh! guarda na memoria,
Que é o melhor sacrario,
O nome do apostolo tribuno
Para arrojal-o em face ao teu contrario j
E deixa-te queimar, se é necessario,
Como GIORDANO BRUNO.
AFFONSO CELSO JUNIOR.
II
ALlO SUB SOLE
tanto.,
1
Cómo pása la vida sombreáda
de sueños y alegrias y quimeras I
A iluminar no bastan la jornada
los triunfos, las promesas lisonjeras,
ni ese caudal de inspiracion-ln amada.
• II
Las. pesadumbres de la vida siento
en Sll dintel i y mi razon abnuno
90 A. NAVARRO. :VIOLA
buscando la virtud del pensamiento:·
el ideál innovador es humo,
la gloria es nube que ,disipa el viento.
111
Qué rué de mis cariños ?-No te olvido,
madre de mi carácter, madre mia!
Tu infatigable espíritu querido
por el revuelto dédalo me guia
con inmortal recuerdo engrandecido.
IY
Qué rué de mis cariños?-Des-confio
de los idilios del amor del alma j
y bajo el ala del orgullo frio,
no he de pedir al entusiasmo calma
donde hallaria mi supremo hastio I ..
Canto.9
v
Una pasion risueña de bonanza
bañó mi corazon; y era el Leteo:
perdí la fé, palpé la desconfianza .•.
Hoy que en la inercia del olvido creo,
me encuentro de mí mismo en lontananza!
VI
Muy á prisa se vive. Qué nos deja
la vanidad- consuelo predilecto?
Me he convencido que la paz se aleja
al choque inevitable del afecto
con la ambicion-titan de faz perpleja.
VII
Es una lucha formidable aquella
en que la ajada dignidad, altiva,
busca del alma la espresion más bella,
91
92 A. NAVARRO VIOLA
y contra la razon, la fujitiva
onda sonora del amor se estrélla
VIII
Es una lucha formidable: cuántos
cayeron sobre el campo de batall:t,
prevaleciendo en ellos ·los encantos
de la ilusion, á la verdad que calla
y muere en el sudario de sus llantos! ...
IX
Esa lucha pasó; la vida pása;
yo pasaré tambien, si no he pasado ...
De mis ensueños á la luz escasa
se ajita el corazon ... O desterrado!
vuelve á tí Y á' tu patria y á tu casa.
III
VOLTAIRE
Ah! de tous les mortels qui ne .~ont point esclaoes, Voltaire est le concitoyen.
M. J. CHENIER.
Canto.~
1
Paz á los hombres: la verdad es una.
De dios la ley del pensamiento emana;
y la razon humana-
eterno pedestal de la conciencia-
es la soberbia cuna
de la igualdad- factor de la ecsistencia ...
Paz á los. hombres: la verdad es una.
95
96 A. NAVARRO VIOI.A
II
L a humanidad caída
ludibrio de las torpes ambiciones
que la virtud católica azuzaba
sembrando disenciones,
por el esfuerzo propio redimida
en la inmortal revolucion francesa,
levantó como reina la cabeza
!lara anunciar al universo mudo
que una sola virtud-la tolerancia
era robusto escudo
contra toda inmoral preponderancia.
III
Viejo contemporáneo
de todas las edades de la tierra,
demoledor ariete,
renovador de espíritu herculán~o-
Cantoi'
VOLTAIP.E la lucba de águila acomete,
dando la voz con el clarin de guerra
para romper la esclavitud del hombre
en el irresis.ible cataclismo
que hac(! surjir, humanidad I tu nombre
del fondo del a.Qi!SlJlo.
IV
G'oria al sublime abuelo
de la inmor~al revolucion francesa
El la predijo 1_ Su constante anhelo
por re!'ca~ar la es· úpidJ. b .• jeza
del hombre, en su!' derechos inviolable
y atado miserable
al yugo corruptor de la noblezol,
enalteció la mente anonadada
h2s,a inculcJrle en fármul.a bendita
la liber::ad de la pal"bra hablad::-,
la libertad de la palabra escrita. '
97
98 A." NJI.VARRO VIOLA
v
Su cáustica diatriba, como un dardo
contra el furor bastardo
de reyes y seiiores,
lanzaba temerario y desabrido.
Donde sufria el pueblo los rencores
de la supersticion y la injusticia;
donde jemia un corazon herido;
donde agobiaba un alma la impudicia
de sórdida avaricia;
donde una pobre víctima indefensa
lloraba su <lolo! ó su vergüenza:
allí VOLTAJRE con esplosion" de tmeno
la causa de los débiles tomaba,
y-panftetista intrépido y sin freno-
á los piratas de honras azotaba. 3
Canto~
VI
VOLTAIRE escede el límite del jénio
Primera evolucion de aquella idea
que atravesando el épico proscénio
de siglos y de razas que se chocan,
incita á la !lelea,
á la incesante lid racionalista
que el fanatismo y la obsesion provocan
con las persecuciones 6 el tormento;-
c:stiende su conquista
de infatigable aliento
robusto de equidad é intelijencia
á la emancipacion de la conciencia
que es la emancipacion del pensamiento!
VII
E 1 porvenir es suyo: él 10 adi vina
profeta-precursor; y de su pluma
1&0 A. NAVARRO VIOl.A
hasta la ley del trasformismo brota. 4
Presiente y encadena y encamina;
del hondo valle del olvido ecshuma
las armonias de la vida rota,
y halla la intensa nota
que integra el universo desmembrado
atando el porvenir con el pasado.
VIII
D e la incansable lucha por la vida
y del tenaz aran de la eC3istencia,
nació la intransijencia
del lobo, cuya lóbrega guarida
adornan los despojos del rebaño
que astuto sorprendió con ódio estraño.
Pensemos-El combate por la idea,
como insaciable sed del alma humana,
instinto natural- se enseñorea
Cantt»
del hombre, y á su impulso bambolea
el dogm:l audaz de la babel cristiana.
IX
Se ajita el pensamiento
y late el cornoD-:-La mente nueva,
surjiendo sobre el mundo esclavizado,
con formidable acento
hace crujir la misteriosa cueva
santuario del sofisllla, blanqueádo
donde una turba hipócrita renueva
del Santo oficio la venganza aleve,
y lanza escomuniones
y á parodiar se atreve
lllt
la ciencia, que es razon° de las razones •
.. ".~""'-:-- .. • <Ir" ","
102 A. NAVARRO VIOLA
x
P ensemos- Es la hora
en que se mira atrás y se revuelve
de Galileo la ceniza fria ...
La reaccion papal, desquiciadora,
entre las sombras del dolor se envuelve
al comprender la rítmica armonia
que estrécha por eterna simpatia
al último jenésico patriarca
con el moderno arranque de la ciencia,
y que la ejira márca
de la inmanente accion de la conciencia.
XI
VOLTAIRE no es un problema- 5
Sobre las leyes que la vida aduna
está la ley suprema.
Paz á los hombres: la verdad es una.
103
Non, Je n'ai tort d'O,ger dirc ce que pensent les gens de bien,
VOLTAIRE.
I-VI\LTAIRE, cal'ta del 2 de abl'¡¡ <le li64. 2-VOLTAIRE, Idées républicaines. 3-La sobl'in1 de Corneille; proceso y l'ehabiJita
ci,m de Calas, proceso de Sirven, del conde Lally, de La Bal're, de la viuda de Montbaillv; latrocinios del ciel'o en el Fl'anco Condado; esclavitud en el Jura; liga europea con el lema "raison et tolerance», etc., etc. \léase cualquier biógrafo de VoltsÍI'e.
4-HF.NRY MARTIN, llistoire de France, xv, 392. á--Es un problema más pal'a la humanidad .• -
RIVAROL.
Mais les ignorants ne vous entendront pa,9, p.t les hypocritl!s ne voudront pas vous entendre.MI\fE. DE POI\fPADOUR. lettres á Voltaire, LXXVI, Londl'es li72.
IV
HEJES1PO MOREA U
J'ai dix-/¡uit ans!
H. MORKAU.
Canto"
t
Ayer leí con alma recojida
los bellos diez y ocho años de Moreau
el himno de esperanzas en la vida
de un hombre á quien la suerte no dobl~.
Casi me hizo sentir. Los desengalios
como una tromba ruedan por mi mente ...
Nadie dirá que tengo solamente
veintidús años.
107
108 A. NAVARRO .yjOLA
11
Yo no codicio tu ilusion, poéta!
pues gozo en el horror de la verdad,
en la ecsistencia franca y sin careta,
en la lucha, el dolor y la ansiedad.
Si ves mis ojos revolverse hurallos
y encuentras hasta pliegues en mi (rente,
ah! no dirás que tengo solamente
veintidos años.
III
Tú amabas esos mUl"OS donde habita
la cándida paloma j yo hago más:
busco la fiebre ó el spleen que irrita
y tomo de la vida el fruto agraz.
Me son los goces del amor estraños;
vivo de intelijencia: ella no miente .•.
Ah I quién dirá que tengo solamente
.... eintidos allos?
Canto .•
IV
Tu rápida carrera al hombre básta,
si canta y sufre como tú, Moreau!
y no hay mujer, por seductora ó casta,
que venza la altivez con que nació.
En medio del placer y los engaños
del mundo, soy un viejo impertinente ...
Nadie dirá que tengo solamente
veintidos años.
109
v
VIRES ACQUIR1T EUNDO
Canto.q
P ermítame la suerte que merezca
batirme por mi dios y por mi dama,
lo mismo que en la edad caballeresca.
No todo es vanidad: tambien se ama.
la vida en el conjunto de afecciones
que en la. virtud el corazon inflama.
La patria es la mejor ds: las naciones,
y el polvo de la tierra donde dllerme
la madre, es un hogar de bendiciones.
11~
lB A. NAVARRO.yIOLA
Quiero en el fondo de mí mismo verme,
investigar ese orbe-la conciencia!
y no caer, por ignorancia, inerme.
Su fuerza me dará la intelijencia
para cruzar, sin que vacile el paso,
el ideál que se hunde en la es?eriencia.
Arriba! tengo prisa: vence el plazo.
Apénas sale el sol, y ya se oculta
entre nubes de púrpura en ocaso
Lo informe en el crepúsculo se abulta,
se estiendej pero en breve el medio dia
márca el afan de la ecsistencía cuita.
Las sombras deján la razon sombría:
dudas, eclecticismo, apocamiento,
y el alma, sí no muerta, en agonía.
, Cantos
Fl c:uácter se tuerce; el sentimiento
se manch3: falta luz-la luz que eleva
á dios-eterno foco-el pensamiento 1
Antes que el alnu en plenitud se mueva,
viene la noche :-densidad, asombro,
misterio, olvido que á la muerte llev:1..
No sientes que te tocan en el hombro?
que te codean ?-Anda I Faltan ruinas:
no es d:ldo meditar entre el escombro!
A meditar de pié !-por las' colinas
vagando, 6 ascendiendo la montaña:
pensar al mismo tiempo que caminas!
Si marchas, el progreso te acompana;
si te detienes, quedas atrasado;-.
y el muerto mar tq intelijend~ ban~.
115
116 ". N:\V,\Rao. ,"tOLA
Este consejo la leyenda ha dado:
110 vuelvas para nada la cabe_za ...
y una estátua de sal hemos rozado!
Con ,muchos rezagados se tropieza;
ninguno de ellos subirá á la cima,
donde el dominio de la historia empieza.
Miéntras andamos se respira un clima
de beatitud; el soplo del trabajo
el desolado espíritu reanima.
Tristes de los que rien allá abajo,
de la molicie entre el vapor infecto
que al cielo de la lucha los sustrajo!
Allí se pierde el corazon más recto;
y la doblez despótica y pequeña
se apropia la espe.ranza y el afecto.
tantos
Si el ócio impele á la labor, enseiia
con la enseiianza .del consejo duro;
y la ambicion con la victoria sueiia.
Pero desciende el horizonte oscuro
con rapidez temible: el oceáno
no ·crece tan traidor como el futuro.
El náufrago del mundo es un hermano:
démosle libros, concepciones, verso;
que no adquirimos la constancia en vano 1
y un náufrago que salve nuestro esfuerzo
compensa el sacrificio y la tarea,
pues él- un alma- vale un universo I
La multitud se agrupa y ver desea
quién es el valeroso que ha traído
su noble ofrenda de pasion é idea.
117
118 A . NAVAnRo VIOLA
Aun sin llegar al término ecsijido,
áun á mitad del tumultuoso viaje,
el que ayuda al hermano ya ha vencido I
El hombre tiene un ntdo aprendisaje:
6 cae en él, 6 surje sacerdote
á que le rinda el mundo vasallaje.
Su altar es la mujer: le lleva en dote
incienso di! i1usion y de consuelo
para que dios del sacrirlcio brote.
Alma del alma!-es el jiron de cielo
que. se conserva azul en la tormenta:
Sinceridad, abnegacioll, desvelo!
Si se pidiese de sus hechos cuenta
et hombre, en su conciencia advertiria
que entronizada' una mujer se sienta.
Cantos
y como el ébrio de Copé e, podria
poner sobre la mesa, con el dedo,
su emblema de dolor 6 de alegria I
Así se afronta Con valor el miedo:
larga eS la lucha; la razon se cansa;
y la debilidad nos dá denuedo.
Leguemos nuestro acopio de esperanza,
por si la noche bija de improviso
y en medio de la senda nos alcanza:-
enSueños fragmentarios! que es precl90
ligar, para que sirvan de baluarte
al deber vacilante é indeciso!
Los une la mujer, la patria, el arte:
triple sublimidad del alma altiva
que el porvenir del mundo se re:>arte.
119
120 A. NAVARRO. ~'IOL"
Hagamos la· jornada decisiva
sembrando el bien con el ejemplo sano,
con el ejemplo en nuestra carne viva.
Alguien p!ls6, nos \'i6, nos di6 la mano:
tendamos hoy la nuestra al que se ahoga;
y pronto! porque Sube el oceáno!
1.a multitud at6nita interroga ...
VI
RÉVERIE
Cantos
La marcha de Chopin ejecutaba
mi hermana; yo en silencio meditaba.
El coronel interrumpido habia
su nll!racion por escuchar, y oía
atento, casi en éstasis de gloria,
como si oyese un hurra de victoria
después de la.c; fatigas del combate .•.
Yo meditaba.
123
124 A . NAVARRO VIOLA
1
Cuando el pecho late
con la ansiedad que la pasion despliega,
y el abatido espíritu no llega
á remontar su vuelo
hasta la etérea cúspide del cielo,
de donde nos contempla avejentado
el sueño inmemorial de 10 pasado;
cuando la fuerza que en la vida sobra,
entre vapores de ascetismo cobra
la mezquindad del relijioso emblema,
y la razon blasfema,
cobarde renegando de sí misma,
con infeliz credulidad se abisma,
al peso de los dogmas que la oprimen,-
ent6nces es un crímen
la actividad moral de la conciencia,
puesta al servicio de la seudo-ciencia
del papa y los concilios infalibles--
Cantos
pontífices de cultos irrisibles
con que han parapetado su estravio
y su ambicion de fausto y poderio;
guerreros de ódios y rencor violento,
que alzan en són de guerra el sentimiento
cuando sobre el altar el pan deifican,
y sin remordimiento sacrifican
al padre y á la madre y al hermano,
porque comprenden que el hogar humano
destruye el muro de su iglesia eterna •••
11
Bajo el dogma que todo o consterna
buitre con tiara y cruz y escapulario,
pájaro más antiguo y lejendario
que las aves del jénesis, - qué importa
que la esperanza de tu vida absorta
bulla dentro de tí? que tengas fiebre,
si es necesario que tu voz se quiebre,
que tu razon se dóble,
125
126 A. NAVARRO VIOl.A
y que tu aspiracion, tu anhelo noble,
trueques por la humildad de los babiecas?
V, ó juventud católica I 10 truecas II
III
Tú no eres juventud; te falta nervio:
has declinado yá ...
Titan soberbio;
jénio del universo, que al dominio
del universo tiendes; vaticinio
de dios, á quien reflejas:
tú no eres hombre cuando en calma dejas
yacer tu pensamiento
con la imbecilidad y abatimiento·
del animal, que al yugo se somete
y-fuerte, indócil-es de tí juguete
porque lo ensenan á servir.
Cantos
IV
Te mata
la forma: ves á dios entre la plata
y el oro del altar ...
v
o Victor Hugo!
que denunciaste intrépido el verdugo,
pintando, como Rémbrant, con negruras
é inmensa luz, las pálidas figuras
del papa-sacerdote sin criterio;
del sacerdote- papa del misterio;
y el pueblo ••• sacerdote sin altares,
papa sin Vaticano,-á los azares
es puesto de una vida de miserias,
con pulsacion de enfermo en las arterias
y con la mente loca;-
127
128 A. NAVARRO VIOLA
no es cierto, Victor Hugo Ic¡,ue se apoca
el hombre bajo el aire corrosivo,
leta1 y depresivo
del dogmatismo-túnica de Neso
que quema las entrañas como el beso
de Claudia en Petruccelli? ..
VI
o alma mía!·
te siento conmover; la melodia
á cuyo influjo suspirando ecsha1as
las espansiones de tu fé, sus alas
bate cerca de tí. Si estás so liando,
ella te viene á despertar pensando.
Deja á los monos ensayar sus muecas ...
Caída juventud I que así te obcecas,
elévate conmigo
á dios: - es nuestro padre y nuestro :unigo.
Cantos
VII
L uégo, si la razon se ensefiorea
de tí, para animarte con la idea-o.
divina emanacioll que en tí palpita;
y te alza, te sacude y precipita,
con arrogancia desusada y nueva,
hácia el camino abierto que te lleva
á ]0 inmortal, al seno de la vida,
donde la humanidad negó perdida
Sibila infatiga}>le, que la suerte
desvia de los valles de la muerte;
al mundo sideral de la conciencia,
:í lo que es grande en sí- la intelijencia:
entónces, qué te importa
que la esperanza de tu vida absorta
huya ]éjos de tí? que te abandone
el ánjel del amor ó te traicione?
que tu pasion se abata,
y que el olvido con su niebla ingrata
129
lao A. NAVARRO VIOLA
te envuelva en una noche de tristeza,
si va sobre las olas tu cabeza?
VIII
T u vida no es del mundo miserable,
sinó del mundo que callado te hable
con grandes pensamientos,
y vuelque en tu emocion los sentimientos
de vagas armonias-
brisas que llegan de lejanos dias,
sueiios que bajan de distantes astros,
para grabar los tormentosos rastroS
de las apocalípticas visiones .•.
IX
Recuerdos, esperanzas, ilusiones,
todo se va cuando la aurora brilla.
Cantos
x
Seiior I Seiior !-yo doblo la rodilla,
encuentro la verdad: la intelijencia
eleva á tí, Seiiorll
Con indolencia
la última nota de Chopin flotaba
y todavia errante meditaba
mi alma. El viejo coronel seguia
aquella vibracion que se estinguia.
Iba á tocar mi hermana el Miserere de Gottschalk.
Todo pása i nada muere I
131
VII
LA NOCHE DE NOVARA
Italia fará da ¡ce. ChRLO ALBERTO.
Marzo 23 de 1849.
Cantos
1
Sombrios son los campos de Novara
para las almas que tu huella adoran,
ó Jibertad! constante peregrina ...
Ellos sirvieron de ara
á la hecatombe cívica, que lloran
con caridad hipócrita ó mezquina
endurecido el corazon de celos-
los que han sentido alzarse de su ruina
una nacíon preclara
135
136 A. NAVARRO VIOLA
digna de la vision de sus abuelos ...
Sombrios son los campos de Novara I!
11
A 11í al caer Perrone
ofrece al rey la hora de su muerte.
Partido el cráneo, pero el alma fuerte,
que 10 aprocsimen á su rey dispone
el acendrado liberal, y esclama:
«cumplí con mi deberl.
Cayeron tántos! ...
Tres veces espantoso fué el martirio.
Se mezclan los relinchos á los llantos j
el quejumbroso acento del que llama
y el hipo de agonia,
á las informes frases del delirio:-
el vivo sufre; el que espiró descansa;
y el caos .•. más que el caos, parecia
la noche aquella el fin de la esperanza'
Cantos
III
Entre el desórden de -la lucha cruenta
donde prodijios de v.alor se hicieron,
iba Cárlos Alberto, pensativo,
bajo el ala sin luz de la tormenta.
Muchos en torno suyo sucumbieron;
las balas sin cesar lo amenazaron;
y él- inmutable, impávido y altivo;
duei'ío de sí, señor de sus pasiones;
cuando los arrogantes vacilaron
y la verdad- desnuda
de su engai'íoso velo de ilusiones
no dejó ni la sombra de una duda
en medio del sombrio cataclismo-
137
"por qué, clamó, Sei'íor I por qué no he muerto?»
y sobre jenerosas concepciones
irguiéndose á la altura de sí mismo,
caído, se encumbró Cárlos Alberto.
138 A. NAVARRO VIOLA
IV
Perdió la Italia su mejor espada;
ganó la Italia pensamiento y vida:
si allí rodó la libertad vencida.,
ah! no quedó la libertad postrada!
Cual nadie, el pueblo la grandeza siente;
y al emprender viril esa campaiia,
sentía el pueblo una grandeza estraña
en la unidad de Italia independiente.
Creía hallar en su camino á Dante
con el tormento de su alma sola;
oía una alta voz: Savonarola,
lanzando su palabra fulminanté ...
Cuando se ven hollados los hogares,
talado el suelo de la patria santa,
Cantos
no quede ben~icion en la garganta
sin alentar las iras populares 1
No quede maldicion en la conciencia
cuando la patria arrasan los dolores
sin esecrar con 6dio á los traidores
que educa la ambicion 6 la opulencia!
v
139
El pueblo-soiiador de las miserias
hasta dios-que ama el pueblo-se remonta,
pues bulle en sus arterias
sangre insaciable de verdad; y afronta
la lid entre vencido é invencible .••
Un hombre que debia
estar de parte del que sufre y llora;
un hombre que á la . Italia bendecia,
el papa liberal-si esto es factible;
y acaSo la política lo ignora 1-
140 A. NAVARRO VIOLA
di6 á besar á la Europa su sandalia,
pidiendo de limosna-el·infalible!
chusma que fuese á bombardear la Italia! 1
VI
Vejada, escarnecida,
la tierra dividida
de Arnaldo y Galileo y de Jordano,
buscando en el vigor de su eesistencia
uniftcar la aeeion del ciudadano,
desb6rdase, tremenda de impaciencia,
como volean que estalla.
Todo se ajita, hierve, se estremece,
avanza, pugna, ruje, crece .•. crece ...
y todo lo desquicia una batalla 1
. Cantos
VII
Qué lucha en su conciencia mantendria,
apurando tristezas gota á gota,
el rey en la velada de ese dia I
Presa su corazon del desaliento,
sostúvolo su honor con fuerza ignota
hasta vencer su mudo abatimiento •••
El hombre es soplo leve;
la patria, el infinito en que se mueve.
VIII
Sobre el orgullo fiero del monarca
se destacó la dignidad del hombre.
Abandonó .en silencio la comarCll
confiado en la justicia del futuro
que todo lo .. esc1arece
para morir sin títulos, sin nombre)
142 A. NAVARRO VIOLA
en el rincon oscuro
de la primer ciudad que se le ofrece j
ah 1 porque el alma es nada
sobre la faz de la creacion inmensa,
sin el idilio de la patria amada 1-
y un crímen es la paz, una vergüenza,
cuando el oprobio nuestra frente azota,
cuando la libertad nos desampara ...
Cómo cobraste, Italia! la derrota
de aquella noche triste de N ovara! !
IX
11 as ya recuperado
la santa capital de tus amores
que asila al papa-César disfrazadoj
y en Roma popular has trasformado
la Roma de la hoguera y los horrores.
Cantos
No esperan las naciones, ni se estancan
bajo el constante impulso del progreso;
cuando en su paso tocan el tropiezo
de alguna vil preocupacion, la arrancan,
y alzan su tiend~ al despuntar el dia.
No reconocen ley de retroceso:
la libertad al porvenir las guía;
la valla del pasado es un ludibrio:
llevan como Atlas en la espalda un mundo;
si cejan ó vacilan un segundo,
rompen del universo el ertuilibrio.
Tu marcha no demores; no te sientes
á evocar los misterios de tus ritos,
ni á llorar por tus mártires benditos
amantes, pensadores y pacientes.
Es indeleble el sello de la idea.
Puede pasar Cavour, Mazzini, el sable
de Garibaldi-rayo de la audacia
terrible en· la pelea •••
144 A NAVABRO VIOLA
Ah I pása el hombre, polvo deleznable;
mas quéda el porvenir-la democracia.!
cumpliendo sobre el mundo su odisea.
x
y libre Italia por los tiempos sea I
VIII
•• . et pouT'suiuant toujOUT'S, toujOUT's! les hOT'ZiOOnsfuyants, couleuT' du T'élJe
G. NARDIN,
CantQS 147
N os huyen ... Dónde irán las nubes rápidas
cruzando en tan fantástico tropel
del firmamento las seguras bóvedas?
Dónde irán esas nubes á caér?
Penumbras que nos hablan como espíritus 1-
aquél se rie, 10 persigue aquél;
aquél nos mira con los ojos hl1medos
que el desaliento de" "las almas ven,
148 A. NAVARRO VIOLA
Allí la mina de un castillo gótico,
las ojivas abriéndose, y al pié
un inmenso raudal de sangre cálica
que serpentea en formas de mujer.
Allá un jiron de luz-la antorcha hl.gubre
en manos del domínico, tal vez;
tal vez la llama de la hoguera ríspida
donde Juan F1uss nos ensenó á vencer ...
Islas, colinas, encendidos cráteres,
bosques, abismos, antros de avidez,
fantasmas soñolientos y tristísimos
vaguedad de ilusion y de placer 1
Sombras que envuelven los recuerdos áridos
Maceppa atado al lomo del corcel;
grotescas y fatídicas imájenes
.se ajitan con frenético vaiven.
Can.tos
Qué dice esa vision kaleidosc6pica?
tinieblas de insondable lobreguez
y ráfagas de emblema apocalíptico
que vuelven, disipándose, á crecer?
N os besan al éruzar y saludándonos
se esconden paso á paso. Ya se ven.
del sol poniente los refle~os últimos
que pierden su color con languidez.
Maliana el sol á borbotones fúljidos
la vida infiltrará: vendrán con él
los goces y el afan y los estrépitos
y la agobiante realidad tambien 1-
149
IX
DANTE ALIGHIERI
E se l' monde:> sapesse '1 cuor eh' egli ebbe mendi.:ando sua vita a frusto a fl'usto, assai lo lo da, e piú lo lorlerebbe,
DANTE, Paradiso, vI,
Si el mundo viese el alma que tenia, luchando pOI' su vida palmo á palmo, hal'to lo alaba, y más lo alabaria,
DANTB, Paraiso, VI,
Cantos
1
Pasaba i y- -es aquéll aquél! .. decian
las viejas santiguándose de miedo i
su juego los muchachos suspendian,
y el hombre misterioso que pasaba
mostrábanse, aterrados, con el dedo.
153
1St A. NAVARRO VIOLA
11·
Era aquel hombre DANTE
que del infierno del rencor llegaba,-
severo, taciturno, siempre amante;
era la 'noble iniciacion; la lucha
de siglos que en un alma se encamaba!
era el cantor divino
:i quien el orbe enmudecido escucha,
porque pulsó su arpa jigantesca-
que atrae como el hervor de un remolino
para cantar la historia de Francesc{/, y el bárbaro tormento de Ugolino.
111
La Italia rué su primordial anhelo.
la santa aspiracion de su ecsistencia,
el íntimo consuelo
contra el embate récio de la suerte.
Cantos
Su ídolo- Florencia
condénalo á morir quemado vivo;
y él-débil en ideas-se hace fuerte,
y crece desterrado, fujitivo.
IV
Cuando la Italia-á su llamado sorda
decrépita en su infancia, dejenera,
él-con la calma del orgullo-espera
en la tremenda ola que desborda.
Es implacable como un dios, y canta
para su gloria y el oprobio ajeno;
y. con la idea de su idea lleno,
al cielo, meditando, se levanta.
155
156 A. NAVARR/) VIOLA
v
Los dos grandes afectos de la tiex:ra
la patria y la mujer; las dos pasiones,
focos de intensa luz, inspiraciones
de amor para el espíritu que yerra;-
las dos revelaciones
que se confunden en un mismo rito,
unidas al dolor que lo roía
cuando la ingratitud lo perseguia
y por amar su patria iba proscrito,
su jenio, avasallándolo, ecsaltaron,
su mente enaltecieron,
sobre la humanidad se derramaron,
y en dios-que es lo infinito-se fundieron.
VI
o Beatriz I-encanto de la vida!
sueiio del alma triste!
Cantos
6 im:íjen de la Italia redimida!
ó pálida vision, desvanecida
cuando del astro del amor caíste I -
qué importa tu belleza,
si no supiste amar como él amaba?
si en medio de la selva, que cruzaba
vestido de un sudario de tristeza,
oscureciste el sol de sus amores,
y diste al pensador escarnecido
la copa envenenacf.a' de tu olvido
para templar la sed de sus dolores?
VII
A mar desde la edad en que se slle~a y el corazon frenético domina,
porque el amor desdelia
los triunfos del tumulto
á que la fiebre humana lo encaminaj
hacer de la mujer tu dios, tu culto
hermosa relijion del sentimiento
158 A. NAVARRO VIOLA
que á la razon fascina 1-
hallar que una mirada,
hallar que una promesa, un pensamiento.
despiertan tu ambicion, y surjes hombre
del círculo mezquino de tu nada:
amarl-y que en mitad de tu odisea.
cuando persigues inmortal renombre
para cen.ir la frente de ro amada.-
la decepcion atea
cubra tu porvenir con su esqueleto ...
Horrible debe ser 1 horrible 1 horrible!
en la ansiedad del corazon sensible
que sufre mlido Sil dolor secreto I !
VIII
Sobre su rostro demacrado lleva
la palidez mortal que lo delata;
y en el Calvario de su vida nueva. bajo la enorme cruz de su martirio.
el viellto de la duda 10 arrebata
Cantos
hasta apurar el cáliz de amargura.
La escéptica esplosion de su delirio
con acritud acerba lo tortura;
un vértigo su espíritu sacude;
y sale del infierno
de rayos del pasado
que su viril carácter han templado,
y entre recuerdos, sollozando, acude
á la -rejion del ideál eterno
donde su blanca aparicion habita:
su númen celestial allí se ajita;
su roto corazon se reconcentra;
busca la paz-que tánto necesita!-
y en la inmortalidad la paz encuentra.
IX
El corazon humano es el abismo
donde se choca el alma con el alma,
donde su nido labra todavia
el ave se?ulcral del fanatismo -
159
160 A NAVARRO VIOLA
vampiro de pasion que no se cálma.
El corazon humano es la armonia
compendio y espresion del universo-
cuando el dolor sublime,
venciendo su egoísmo, lo redime,
y vuelca en cada estrofa, en cada verso
que sobre las conciencias se burila,
los gritos del profeta delirante
y el salvaje clamor de la Sibila
ecos lejanos que repiten; DANTE!
Ca.ntos ·~61.
DAl')ITE ALIGHIERI
Ei passava ... «egli é dessol- runa all'altra
esclamavan le vecchie intimorite:
lor trastulli lasciavano; bambini,
per mostrarsi a vicenda il misterioso
uom che passava. E questi era quel DANTE
che dall' inferno del dolor giugnea,
severo, taciturno, amante ognora;
162 A. NAVARRO VIOLA
era la voce iniziatrice, l'urto
dei secoli potente, che i~ un corpo
s'incamava; il cantor divino egli era,
cui muto si volgeva il mondo e intento
il suono ad ascoltar della sublime
lira, che involve di stupor supremo.
al cantare la storia di Francesca,
ed il tremendo pianto di Ugolino.
Fú Italia il suo deliro anelo, fúe
la santa aspirazion deUa S\l3. vita,
contro la sorte cmda il suo conforto
estreme. L "idolatrata sua Fiorenza
10 danna al fuoco; alIor forte diventa
e si fa grande errante e fuggitivo.
Quando l'Italia, sorda alIa sua voce,
decrepita vien meno al suo valore.
ei, colla calma deU'orgoglio, sfoga.
Egli é implacabil come un Dio: canta
per la sua gloria e per l'obbrobrio altrui
e al cíel s'eleva, meditando, piena
del sno pensier la mente. Delia terra
Cantos
i due piú grandi affetti, queI di patria
e quel di donna; aItissime passioni
focrn di luce immensa, ispiratrici
d"amor per quello spirto che vacilla;
le due rivelazioni che in un rito
medesimo si confondono-congiunte
all'aspro duol che. gli inaspriva iI seno,
quando la patria ingrata nnsuItava
e proscritto iva pelO lei- sottomettendo • il genio suo, l'esaItar, la mente
gli reser grande, e, in seno all'infinito
levando lo, si sparser sul Creato,
e nel Creator, che é l"infinito, furo
a confondersi insieme.-O Beatrice,
incanto dalla vita! o sogno puro
dell'alma triste! Imago benedetta
dell'ltalia redenta! o visione
pallida e morta al tuo cader dall'astro
dell'amore! che importa tua bellezza
se amar com' egli amó tu non sapesti?
se nelIa selva ch'egli atraversava,
163
164 A. NAVARRO VIOLA
ricoverto da un manto di tristezza,
emorzasti i1 sol dei suoi .potenti amori?
Che mai? Se offristti al sognato.r giá scarno
l'avvelenatta tazza dell'oblío,
la sete a raffrenar dell'aspro duolo?
Amar fin dall'etade in cui si sogna
e il core ardente impera, perché amore
disdegna y trionfi del tumulto, dove
l'umana febbre traiPortar si piace;
tributare alla donna un nobil culto
-preziosa religion del sentimento
che la ragion confonde:- di uno sguardo,
di una promessa, di un pensier ritrarre
la tua ambizione, e sorges' uomo fatto
dal circolo meschino del tuo nulla:
amare! .•.. e a mezzo della tu'odissea,
quando ricerchi eterna fama, il capo
:t cigner dell'amata, l'avvenirc'
scorger vestito d'atro disinganno! ....
dove esser triste colpo per un core
che soffre muto i1 suo dolore arcano!
Vantos
Su quello scamo viso impr-essa porta
pallidezza mortal e ; e nel Calvario
della sua vita nuova- sotto il p-eso
del suo martirio-lo trascina il dubbio
il calice a provar dell'amarezza.
Lo scettico infuriar del suo delirio
con acerba ferita'lo tormenta,
e lo spirto nel vortice miscaccia;
dall'inferno di raggi del passato
esce, formato a tem!>ra piú virile,
e fra ricordi, singhiozzando, volgesi
aUa region dell'ideale eterno,
ove sua pura apparizion risiede:
il suo celeste nume ivi si, scote,
ivi si incentra lo spezzato core:
cerca la pace, che cotanto attende,
nelIa immortalitá pace ritrova I
Nel core del mortal freme l'abisso,
ove l'alma combatte; ove il Suu nido
va tuttora formando il cupo angello
del fanatisl11o, che frenar non puote
165
166 A. NAVARRO VloL"
umana forza. Il core é l'armonia
che tutto esprime l'univelSo, quando,
l'egoismo sommesso, lo redime
il duol sublime, e in ogni etrofa e ·velSO
che le concienze penetra, diffunde
le gride deliranti del profeta,
e il selvaggio clamor della Sibilla:
-echi 10ntRni che ripeton: DANTE!
x
EspíRITU AMERICANO
Cantos
1
Por qué buscais al pueblo americano
en el de egréjios héroes descendiente,
glorioso, progresista, soberano,-
si el interés en él clavó su diente? ..
No es egoísta el pueblo americano!
II
Oh! no tomeis por pueblo americano
al que, olvidando Sll mision, olvida
que es modelado en dios el sér humano I
169
170 A. NAVARRO VIOLA
y Se destruye en lucha fratricida
y ensangrienta el eden .lJ.mericano!
111
No encontrareis al pueblo americano
entre las demag6jicas facciones
que esplotan la inocencia del paisano,
dispuesto á derrocar instituciones
á título de pueblo americano.
IV
Ni constituye el pueblo americano
la accion de diplomáticos rodeos
que tiende á Chile 6 al Brasil la mano
que al Paraguay hundia:-son ateos
del pueblo-redentor americano I
Cantos
v
No denigreis al pueblo americano
haciéndolo despótico, ó mezquino,
ó estúpido, ó servil, ó ultramontano,
porque hay sublimi~ad en el destino
que guía el desarrollo americano!
VI
Yo veo al grande pueblo americano
en la unidad de vida y pensamiento
del mundo liberal, republicano j
sin ídolos, ni altar j de luz sediento j
adorador del arte americano!
VII
Vo veo al grande pueblo americano
donde el derecho está sobre la fuerza;
17\
]72 A. NAV,\RRO vioLA
no hay czares; inviolable el ciudadano;
los cráneos de los désp.Qtlls dispersa
la idea ... Veo el cielo americano I
VIII
Ah I no hace el nombre al pueblo americano:
si allí la buena fé se desconoce,
y usurpan los hermanos al hermano,
CHILE es nacion feudal del siglo xn,
mÍentras POLONIA es pueblo americano!
XI
LOS MONTONEROS
". hay que IIdmh'arse de que en medio de un desól'den tan complicado, hayan sido precisamente hs masas incultas de las campañas las que trajel'an al tremendo debate de las al'mas, los problemas más adelantados y má s fecundos de la política constitucional; y que del seno de un vel'dadero caos, sean ellas las que hayan levantado los pl'incipios de la I'eorganizucion definitiva ae la patria, etc. etc.
V!CBNTB FIDRL LOPEZ, La relJolucion argentina, 1, 55.
Cantos
1
Fuerte con la razon de tu derecho,
te alzaste, montonero de la Pampa
espíritu de GÜEMES,-
para oponer la fibra de tu pecho,
donde el más noble sentimiento campa,
al huracan deshecho
de la opresion funesta, que no temes
porque en tu corazon su marca estampa
el infortunio que al nacer te besa,
y hace que el brazo sin cesar batalle
hasta que el grito del honor se acalle
y biergas-gaucho libre-la cabeza I
175
176 A. N,\VAltRO VIOLA
I 1
Te debe su espansion de democracia
un tercio de la América latina
que en las vertientes de los Andes sacia
la sed de libertad que la domina;
porque cruzó tu sombra innovadora-
el poncho y el facon en una mano-
allá, donde la espada vencedora
pasó, de San Martin y de Belgrano.
En la hora tremenda de la pmeba,
tu salvaje clamor republicano
salvó la patria· nueva
que ahogaban los monárquicos manejos;
y fiero con su propia desventura,
se levantó, - sombrio de fatigas,
derrocador de los sistemas viejos,
caído de su altura,
pero vengado del olvido,-ARTIGAS!
Cantos
111
Hundida la arrogancia de la Fspaila,
rendiste á los tiranos de la idea
que, con la mente al porvenir huraila,
cuando el pendon flamea
y en medio del espanto y el denuedo
la voz se escucha del c1arin sagrado,
sobre el corcel B:tbieca del pasado-
cadáveres del Cid-infunden miedo!
IY
Alzado el monumento,
qué resta del obrero inf!ltigable?-
Letras de un nombre que disipa el viénto,
viento de dispersion, abominable! .•.
v
MORENo-intrepidez de pensamiento
encarnacion del ideál lejano j-
17;
178 A. NAVARRO VIOLA
DORREGO-:libertad y sacrificio;
heroicidad de alma y de conciencia:
sueiios jemelos, corazon hérmano,
salvaron la atraccion del precipicio,
y el caos trasformando en ecsistencia,
redimieron las masas populares.,
tenaces y agobiados Promete os, -
para perderse en el misterio, el uno,
en el misterio mudo de los mares;
y al ódio y la ambicion de los pigmeos,
morir asesinado el gran tribuno!!
VI
Despréndense las hojas
del árbol secular de la llanura j
y envueltas en la nieve del invierno,
rodando entre. ellas van las paradojas
de erróneas concepciones,
que llenan á la patria de amargura
y convierten su eden en un infierno
Ca/ltos
de luto y de congojas,
de airadas y sangrientas convulsiones.-
Despréndense las hojas
del árbol de la vida, año tras año;
y la inyisible sávia del progreso,
que asciende, dulcemente y con ese eso
las negras ramas de retoños cubre.
Mas la tarde sin 'sol del desengaño
llega. y mirando atrás, en ve¡. de flores,
sobre el camino andado se descubre
el surco de un rencor jamás vencido •••
No es raro hallar, entónces, precursores
bajo el polvo insondable del olvido! 1
VII
Tu aparicion presencio,
montonero inmortal de las ideas 1-
179
180 A. !CAVARR. VIOLA
y al verte destacar del fondo oscuro
de abismos y silet;Jcio
donde con luz de inspiracion clareas,
radiante de futuro,
contemplo en" tí la América que !;urje
de su valle de oprobio y anarquia,
con altanera frente,
cuando en la marcha de los tiempos urje
que auroras de alegria
deslinden el pasado del presente.
El porvenir avanza
lleno de fé para los" pueblos grandes
que incuban, en el llano y en los Andes,
con puro ardor de sentimientos rectos
y como emblema de perpétua alianza,
la confraternidad de los afectos,
la confraternidad de la esperariza,-
Cantos
VIII
La veleidad ofusca á los pequeiíos;
y es necesario revolver archivos
cuando la ingratitud y la codicia
quieren trocar sus ambiciosos sueños-
de vanidad altivos,-
en el derecho, ley preponderante;
y apoyan su injusticia
con actos de pirata y bandolero
sola y brutal razon del ocupante!
IX
Faltaba, todavia, un montonero ..•
Garibaldi marino; que combates
al Austria de la América, y abates
sus cóndores de orgullo entre las olaS~
ist
182 A. NAVARRO ViOLA
montonero tambien del oceáno!
por qué sobre tu mástil enarbolas
el pabellon penlano?-
Tiene del orbe en la tenaz contienda
su evolucioll histórica marcada
la tierra malhadada
que usurpa predominios j y tu buque,
como el dedo de dios de la leyenda,
escribe con estela imperceptible
que esa nacion caduque,
pues nadie, sin derecho, es invencible!
XI
No quieras limitar el infinito:
por qué levantas pabellon pemano?
Enarbola en tu mástil de granito
el pabellon del mundo americano! I
XII
EL CRÁNEO
Cuadro de la señorita E. 1'.
Caneos
1
T res pensamientos hay sobre la mesa
al rededor de un cráneo ... La pintura,
fresca de suavidad y de limpieza,
revela á la mujer;-y su belleza
son tintes de amargura.
Las cuencas de los ojos sin mirada
parecen verlo todo; la alta frente
185
186 A. NAVARRO vioLA
guárda, tal vez, la inspiracion pasada;
la cavernosa boca descarnada
diríase que áun miente ...
111
Incita á meditar la' tela aquella
en 10 más grande y en 10 más pequeño
del jénio humano en la razon sin huella
y en la ecsistencia flaca, donde escuella
el insensato empeño.
IV
La calavera seca y carcomida
símbolo es sólo de la eterna muerte;
y dios-cerebro de la eterna vida
puso la carne del mortal unida
á la conciencia fuerte.
Cantos
v
Surjén junto al dolor las alegrias;
prima al amor el implacable orgullo
siempre el contraste: fiebres y agonias
baten las sienes, en las noches frias,
con diferente arrullo.
VI
Se vive de dulzura é ilusiones;
se vive de rencor y desengaños;
y la ambicion, que agranda las pasiones,
hace de los más bellos corazones
espíritus huraños ...
VII
Un cráneD y una flor-El alma tiene
la faz desconocida del reverso:
181.
188 A. NAVARRO VIOLA
contemplo el cuadro, y á mi mente viene
la artista espiritual que ·se entretiene
con el destino adverso.
VIII
En los que mueren y se olvidan, pienso
almas que no hallan fiores á su paso!-
y más hermoso me parece el lienzo,
pues simboliza del amor intenso
el moribundo ocaso.
A LA DISTANCIA
Á la distancia
Cuando el alma á las almas apostrofa buscando en llano su ilusion pe7'dida, es triste con el ritmo de la estrofa disfrazar los sa7'casmos de una lIitla.
Ho!! que me esplico tu dolo7', Alf7'edo! porque he sufrido como tú, lellanto el má7'mol de tu lápida- Ya puedo sobre tu sue7'te derramar~mi llanto.
191
Á la distancia
1
Yo era un muchacho soñador- aparte
de que sen tia una aficion al arte
llevada hasta el delirio ...
Todo acabó !-La conocí, de negro,
pálida, séria, y en vivaz allegro
pronosticóme el corazon: "martirio!»
11
De entonce5, con frecuencia nos hallamos,
y penetré su intelijencia; hablamos
193
li4 " ... """.&0 VIOL"
de toao: nimiedades
cuyo valor muy tarde se comprende;
frases en que el espíritu sorprende
el cósmos de sublimes vag«edades.
111
Sus tres hermanas la adoraban; ella
siempre tenia una palabra bella,
una mirada suave
para todos los buenos sentimientus ..•
Era una especie de hada de los cuentos
que se convierte á 10 mejor eu ave I
IV
,La am~ como poéta y como nillo,
con el arrobo del primer earillo-
el I1nieo que dura;
la amé eon el calor de una nove1a,
como á Leonor, á Julia ó á Graz.iella
feliz en mi aAiedoD y mi tortura.
Á la distancia
v
No se lo dije nunca-Mudo, grave,
con desalientos que esplicar no cabe, ~
dentro del alma adusta,
desesperado de mi afan, sombrio,
confiaba en el amor-paciente, mio,
hijo legal de mi esperanza justa.
VI
Ella, siguiendo mi dolor con calma,
queríame en silencIo. - De su alma,
no sorprendí el secreto
en confidencias, charlas, alegrias,
en mil inenarrables fruslerias
que los estrafíos hallan sin objeto?
VII
El\a me amaba como yo la amaba,
y ni uno ni otro !Í su carifío daba.
195
196 A. HAVARR. VIOLA
debidas proporciones.
Diríase que huíamos con miedo
uno del otro, faltos de denuedo-
Ó faltos, propiament~, de espansiones;
VIII
De la amoldada sociedad esclavos
sin arriesgar por ella dos centavos-
sufríamos el peso
de todos sus hastios-Las visitas,
los sándios y gomosos sibaritas,
nos humillaban con su porte tieso.
IX
Eran cien ojos sobre dos amantes
cien ojos codiciosos, 6 anhelantes
de repetirme: e pobre» ...
Ellos- mendigos de 13. dicha ajena!
capaces de vender su pl'Opia pena
por cada rima que al soiiar me s6bre!!
Á la distancta
x
Ensimismado, en guardia, circunspecto,
como aturdido el corazon,-mi afecto
servíame de escudo:
sólo ella adivinó. mi angústia acerba;
y si la crísis del dolor enerva,
sólo ella ver mi abatimiento pudo.
XI
Yo espiaba sus sonrisas; de sus labios
las mismas bromas, cual consejos sabios
guardaba con anhelo:
ella serena, alegre, bulliciosa,
con apostura rejia, siempre hermosa,
arrebataba de mi mente el vue]o.
XII
Vo construía castillos en el aire,
que ella, risueiia, con jenti1 donaire,
197
19M A. NAVARRO VIOLA
se guia sin asombro ..•
O edadl-me imajinaba desatinos,
y al mundo, á la esperanza, á los destinos.
miraba con desden por sobre el hombro.
XIII
Un dia supe que partian-Iéjos,
á visitar á unos parientes viejos
y regresar en meses ...
Atado á la cadena de la vida-
me revolqué en mi llanto; y su partida
fué rumbo para mí de insensateces.
XIV
Por fin, la tarde de marchar, le dije:
"Hondo pesar mi corazon aHije;
de mi pasion, siquiera
borra la incertidumbre, amiga mia 1»
Rasgó mi alma su respuesta fria •..
Quiso, tal vez, significar-« espera ! ~
Á la di~tancia
xv
Eso es-" espera 1 .. Timidez cobarde 1
« Espera 1 .. -y del amor haciendo alarde,
crecian sus sonrojos;
su boca abierta, ardiente la meji11a;
cual de los ébrios la pupilabril1a,
así brillaban lánguidos sus ojos •.•
XVI
No comprendí de pronto, pero un viento
de amor propio limpió mi entendimiento
de los prejuicios vanos •••
Horrible, descarnada inconsecuencia 1
Sentí una bocanada de impaciencia
y con furor me retorcí las manos.
XVII
Dios sabe si su alma era inocente
6 si inmoral traicion cruzó su mente
199
200 ,\. NAVARRO VIOLA
aquella tarde aciaga!
La imposicion social, inquisidora,
la {echa no ahogará que rememora
mi {é constante, y mi pasion halaga.
XVIII
Al despertarse mi altivez, sublime,
con la entereza-que á mi vida imprime
su se\1o de arrogancia,
juré sobre mi honor, desesperado,
no recordarle nunca mi pasado
y amarla, eternamente - á la distancia I ! ...
XIX
Hoy que descubro en un monton de versos
los incidentes de mi amor, dispersos,
al soplo del combate,
reviven mi dolor y mis angústias
como revive el árbol de hojas mústias,
pasada la tormenta que lo abate.
Á la distancia
xx
Después de tántos años de agonia,
llevo la herida fresca todav~a;
y al desigual murmullo
201
que forman su ecsi~tencia y mi ecsistencia,
pienso que todo, con fatal demencia,
lo vence al fin el despiadado orgullo.-
A la distancia
1
A llá en la inmensidad del oceáno
hay una roca aislada:
sumérjenla las olas cuando crecen;
mirándola, al pasar, las aves graznan.
Allá en la fértil zona hay una tierra
de agreste ecsuberancia,
donde se agrupan en feliz consorcio
la orquídea con el plátano y la acacia.
203
20' A. NAVARRO VIOLA
". y aquel peñasco de salvaje aspecto
sus brazos adelanta;
las crestas de su frente se dibujan
con la actitud medrosa de un fantasma.
Pide un rincon á la fecunda tierra
la soledad 10 máta;
y aumerita su apariencia inhabitable
la duda que calcina sus entrañas.
y aquel fragmento del eden soñado,
por vanidad ingrata,
pueril, más que pueril de irresoluto,
quizás con sentimiento, 10 rechaza •.•
En medio de sus bosques de naranjo~,
sus tilos y sus palmas,
diera_grandiesidlld á sus paisajes
de ese peñasco la aridez volcánica.
.tÍ la di:Jtancia
y mútuamente, en apacible liga,
los dos se completáran:-
.al aire embriagador del bosque umbroso
la varonil independencia fálta ...
Anidarán los cóndores la altura,
el colibrí las faldas-
La roca del apólogo es el hombre,
y ese jardin es la mujer sin alm:r.-
A. NAVARRO VIOLA
11
Sollé que la esmeralda de tus ojos
se hundia escrutadora en mi mirada,
y sentí de placer y arrobamiento
estremecerse y palpitar el alma.
Como las nieblas de la noche Cria,
borróse la ilusion de mi esperanza;
y el alma se plegó sobre sus pétalos
nera~do una tristísima plegaria.
Á la distancia
III
N i cómo quieres que en silencio guarde
un díalogo tan duro que me oprime?
Esto pasaba al declinar la tarde-
hora en que el alma se repliega y jime.
Debia concebir que mi denuedo
se iba agotando, falto de confianza •..
v. Y nada más?.. le dije; y ella: "Alfredol
eres muy niño" - Intrépida alabanza I
207
208 A. NAVARRO VIOLA
Si en la inaccion del alma dolorida
el dulce encanto de tu amor no pierdo,
al declinar la tarde de tu vida
no muerda tu conciencia ese recuerdo I !
Á la distancia
IV
Con las violetas que te dí, prendidas
sobre tu seno esbelto,-
qué hermoso estabas, ánjel de la tierra!
qué pUl"a estabas, vírjen de los cielos!
Irregular mi corazon latía,
y en su jemido intenso
ahogar queria el llanto que inflamaba
mis áridas pupilas con su fuego.
209
210 A. NAVARRO VIOLA
Adios, amiga 1 adios... La despedida
á qué empezar de nuevo?
El vapor se perdia en los' recodos
del Paraná: yo recojí mis sueños.
Tu viaje alarga el rumbo de mi vida.
Siempre andaremos léjos
léjos uno del otro, y el olvido
entre los dos como un Satan blasfemo ...
Tú me quieres-lo sé. Negarlo fuera
dejar que venza el miedo,
que venzan los caprichos de la suerte
6 la preocupacion de torvo aspecto.
Ah 1 yo lo sé-lo palpo en los más dulces
fragmentos de recuerdos,
en cada frase, en cada letra, en todo ...
Muriendo está mi corazon eafermo!
A la distancia
Nadie muere de amor, decirse suele.'
De amor 1- tampoco es cierto:
el alma cede al fin 6 se deprava;
211
se hunde en los vicios 6 el dolor ecéptico ..
Cuán difícil se hará nuestra ecsistencia 1
Has meditado en ello?
No eres digna de mí, si no creíste
pnmto á la redencion mi sentimiento.-
21! A. NAVARRO VI01.A
v·
1-1 e visto las nubes pesadas que ocultan los más bellos reflejos del cielo,
y en confusos vapores sepultan
las claras estrellas con lóbrego velo.
o amiga! tu ausencia me deja sumido
en la noche sin luna del alma ...
Cuando pase la noche, su nido
<J.uién sabe si encuentran las aves en calm1.
Á la distancia
VI
Crece el pasto en los senderos
abiertos á los estraños,
"i los pájaros, huraños,
van huyéndome altaneros.
Los soberbios eucaliptos
me sonrien con desdoro,
sin ver los nombres que adoro
en sus cortezas inscriptos.
213
214 A. NAVARRO VIOLA
Cuando los cielos contemplo,
se embozan en la penumbra ...
un cirio mortal alumbra
las soledades del templo I
o falsa naturaleza
que al olvido rindes culto I
en mi alma llevo oculto
el altar de la belleza.
A la di~tancia
VII
Yo pienso en tí: mi corazon palpita
al vívido calor de la esperanza-
Serás la estrella de mi vida errante? .•
Serás el solo hogar de mi jornada? ..
Lleno de fé mi pensamiento triste
sonrie con aliento de confianza;
mi voluntad no cede: te idolatro
con toda la pureza de mi alma.
215
216 A. IfAVAIL&O VIO¡'A
Concibes un amor que no se estingue.
rayo sublime que de dios emana?
una pasion intensa y taciturna
como esplicar no puede la palabra?
Aunque la ola contra mí se estrelle
y el huracan mis ilusiones báta.
esa pasion me arropará de vida
y al ideál levantará mi alma.
Cuando la hora de la lucha suene
en el reloj de la conciencia humana,
ah I s610 tú retemplarás mi espíritu I
tú sola irás conmigo á la batalla:
Por qué mi indecision no desvaneces?
Podria hacerme fuerte tu mirada I •••
Si tú no me quisieses, qué valdrian
glorias. aspiraciones, ruidos de alas?
Á la distancia
Si tú no me 'quisieses... como un sueño
huiria la ambicion que me arrebata,
y no consolarian mi amargura
del porvenir las ilusiones pálidas •..
Si la vision de la verdad no miente,
si el grito fiel de la pasion no engalia,
serás la estrella de mi vid:1 errante!
serás el solo hogar de mi jornada!
Mas tú no ves que el corazon se agosta
217
lo mismo que una flor... La senda es. .• íricla,
y en los falsos mirajes de la vida
los labios tienen sed de una esperanza.
218 A. NAVARRO VIOLA
--------- ---------------
..
VIII
o amiga! están bes:índo¡;e la!; tórtolas
encima de los árboles en flor
y la naturaleza eleva un ~:intico
de infinita ternura y de pasion.
Perdido en mis recuerdos sin crepúsculo,
te huye mi oprimido corazon;
y digo, al ver las tórtolas besándose:
«acaso en nuestra.<; almas no hay amor?
.tÍ la distancia ,
IX
U n estudiante amaba
á una mujer bellísima, ideál;
y ella su amor pagaba
con a!>ariencias de desden glacial.
Entre los libros párte
su vida el jóven, y el creciente nmor;
ella se aplica al arte
de envenenar el alma con rigor.
219
220 .\. NAVARRO VIOLA
------_.---
Ella se fué de viaje;
él se quedó sombrio de horfanc1acl ...
Detrás de este celllje
eábe todo el horror de la verdad.
A la distancia
x
Ah! sabes tú 10 qlle he sufrido, díme.
en años indecisos de dolor,
bajo la angústia trémula
que hoy vengativa el corazon me oprime,
desleal y estravagante de estupor?
Una palabra sola de tu boca
secado hubiera el Broto qlle vertí,
222 A. NAVARRO VIOLA
trocando cada lágrima
en el ensuei'lo que á luchar provoca;.
y combatiera hasta vencer-por tí 1
Qué niño soy!... Qué niño?- Madre mía [
dónde está el hombre que formaste tú?
Por qué me diste un título
que para escarnio y befa serviria
cual primojenitura de Esaú? ..
Dejemos que los niños se hagan hombres
para que envidien luégo la niñez.
Los años pasan rápidos;
cuando las cosas llames por sus nombres,
no verás de estos niños á tus piés!!
Á la distancia
XI
N o desunais las palmas del desierto
que viven mútuamente. Pobre palma!
transida del dolor que acérba el alma,
en dónde arraigará del campo abierto·?
Sus hojas se doblaron á la tierra;
se desprendió con lasitud su fruto,
y el ánjel del olvido espia astuto
la necedad que la pasion encierra •..
223
A. NAVlIRRO VIOLA
Qué es de la palma sola del desierto
aislada de su triste compañera?-
Tiene confianza en el amor. y espera
Su corazon no ha mu.erto!
A le, distancia
XII
Cuando leí sobre el amor las pájinas
de Michelet, se~tí la confusion
de la ignorancia tímida,
y como un criminal me puse lívido
y me ruboricé de mi dolor.
Dice que la mUjer es un anjélico
Ulilagrú Üé infantil contradiccion."
225
226 A. NAVARRU VIOl.A
Tengo m~rcado el párrafo-
10 puedes ver-con lápiz..y con lágrimas;
y al recordarlo cámbio de color!
.A la distancia 227
XIII
Pensar que en las tierras lejanas que habitas
podrán los placeres hacer que te olvides,
6 hermosa I de mí,-
es una blasfemia, bajeza cobarde
que no cábe en una alma viril.
Do quiera que poses tu planta bendita.
irá mi recuerdo siguiendo tll imájen-;-
228 A. NAVARRO VIOL'"
amargo ó "feliz-
tal vez desengai!.o, tal vez esperanza ...
Imposible me aparte de tí 1
A la distancia
XIV
A y de las hojas que lleva
á su arbitrio el huracan I
Su furor en ellas ceba
Cuándo, cuándo volverán?
Ay de las dulces mujeres
que la sociedad lanzó
á los frívolos placeres
con que sus almas rindió
229
230 A. NAVARRO ViOLA
Ay de los hombres, que em~Jl1jn
al abismo una ilusion,
y los agranda 6 estruja
con pueril _satisfaccion !
Hojas, mujeres, pasiones,
todo impele el huracan
en distintas direcciones
Cuándo, cuándo volverán ~
.tÍ la distancia - ---~-----------
xv
A quella carta hipócrita traía
el ca?itoso olor de la magnolia,
y en cada frase habia
torrentes de armonia,
colores de sf,"ellitia jnncifolia.
Ah! pero todo á médias - destinado
á retemplar y detener con gracia;
231
A. N,\ VAIÜI.O VIOL,\
y de un reproche amado
aparecia al lado
cl signo de la artera diplumacia.
Escrita rué para que yo la viese;
para calmar, quizás, mi sed amarga
cuando á sentir empiece
que el alma desfallece
en esta s"enda demasiado larga.
Escrita íué para engai'lar mi anhelo,
para eludir esplicacion y darme
crepúsculos de cielo ...
para acorta-\' el vuelo
sin que mi propia dilgnidad se alarme
Á la distancia
XVI
En tí constantemente el pensamiento
fijo como una idea en el maniaco,
la sed eterna de mi amor aplaco
robando claridad al sentimiento.
A dónde voy en mi tenaz constancia?
Dónde me fijaré?- Ni u1 lo sabes I
Puede que erremos juntos cual las aves
(; que nos dóble al fin la intolerancia.
233
I
234 A. NAVARRO VIOLA
Si encuentras en los tumbos de la vida
otra alma que á tu alma corresponda,
dále la fé de tu pasion más honda-
y hasta el recuerdo de mi amor descuida.
Yo seguiré mis rumbos solitarios
como el judio que jamás descansa
Donde del hombre 'la virtud no alcanza,
llegan los desalientos temerarios.
Á la distancia
XVII
Cómo trascienden de la tierra al cielo
las sombras de la tierra!
Cuánta alegria convertida en duelo
el corazon encierra!
En cada arranque de ambiciones huye
una vis ion querida,
y ágrio pesar de la ecsistencia fluye
con mác;cara de vida.
235
236 A. NAVAR.RO VIOLA
La pequenez raquítica, del alma
se impone á la grandeza,
y en el sendero del deber- ·se empalma
la noble accion con la servil flaqueza.
El dulce sentimiento se pervierte,
las ilusiones se ajan ...
los vientos presuntuosos de la suerte
el ánimo desgajan!
Adios, rayo de luz que esclareciste
la fé de mi constancia!
sueno que acarició mi mente triste
con virjinal fragancia!
N o siguen dos orgullos una senda
Dios vele tu destino,
y si sálvo con gloria la contienda,
dios te ponga otra vez en mi camino!
Á la distancia
XVIII
Parece que el vigor de la ecsistencia
ensancha la espansion de mis dolores
y bulle en ajitada efervescencia
el foco productor de mis amores.
237
Ah! por qué siento que en mi alma hierve
la indócil esperanza, inconmovible,
sin que el vaiven de mi pasion la enerve,
audaz y fecundante y accesible?
238 A. NAVARR() VIOLA
Quiero creér que la ilusion alada
en mí su accion incubadora ejerza,
y surja á cada golpe de ol.eáda
más alto el corazon, con doble fuerza.
Intacto vive en mí tu nombre amado;
y si á través del móvil horizonte
el viento jime, triste y azorado
óigo tu acento trasponer el monte.
Oigo la voz de tu carifio dulce
que me viene á contar sus ilusiones
para que el sueiio de mi vida impulse
abandonando lúgubres visiones ...
Ah I mi ecsistencia concreté en la tuya,
unifiqué mi alma con tu alma;
y dej~ que la suerte restituya
al sublevado corazon la calma.
Á la distancia
y dejo que el dolor que me consume
agote lentamente mi enerjia,
hasta sentir la vida sin perfume
en medio mismo de la luz del dia!
•
239
240 A. JfAVA&&U VIOLA
XIX
Yo pregunto á las aves lijeras
en qué piensa mi tímida amada,
y siguiendo su rumbo las aves
me miran y pasan.
Esas aves chillonas, parleras,
continúan su march'l en. silencio ...
Sus acentos de amor más suáves
tendrian veneno.
Á la distancia
xx
Felicidad, felicidad, mi amie-a!
En horas de amargura,
cuand'O el d'OI'Or fustiga
al h'Ombre y 1'0 t'Ortura j
cuand'O un recuerd'O triste,
s'Ombri'O y descamad'O,
á nuestra lucha asiste
con jest'O endemoniado i
241
242 A. NAVARRO VIOLA
y el alma se oscurece,
la vida se estaciona
y 1a ilusion radiante se abandona
que en la esplosion de la verdad perece ;
entónces, renaciendo de mí mismo,
ideo la esperanza en el naufrajio
y miro de hito en hito aquel abismo
donde perdí mi libertad un dia,
de tan oscuro y fúnebre presajio
que arrastra todavia
mi espíritu al eterno ecepticismo.
Á la distancia
XXI
E sta noche es noche buena-
Cuántos la pasan despiertos
á los fulgores inciertos
de su amarguísima pena I
Esta noche es noche buena-o , Qué de espíritus amantes
243
244 ... NAVARRO VIOLA
separados y distantes
la miran de sombras llena!
Esta noche es nQcbe buena-
Alzo los ojos al cielo,
y del bubo siento el vuelo
en la atmósfera serena I
Esta noche es noche buena-
A la distancia 245
XXII
D e grandes gozos sé que causan miedo .••
No lo recuerdo yá; mas juraria
que el libro aquel se titulaba... Alfredo.
Era un libro en francés, que parecia
desvencijado á fuerza de lectura,
6 acaso por los años que tenia.
246 A. NAVARRO VIOLA
Sus hojas recorrí con amargura
En esa pieza abandonada y sola
sentia como accesos de ternura.
Crecia allí de mi afticcion la ola.
De 'pronto hallé las líneas que escribiera,
libre y feliz, en la pared Piccio!a.
La letra, que las frases adultera, .
con las modelaciones de una plana
daba la idea de Saintine entera:
• Gloria, deseos" ambician ufana,
gracia, belleza,- juventud, fortuna,
jamás constitl1ireis la dicha humana ...
«Sin el amor!. Mis penas, una á una,
Á la distancia
y mis ensueños reanudé. Mi frente
ardia: hasta la fiebre es importuna!
De regocijo me sentí valiente,
y desprendí la pájina sagrada
llevándola á los labios, reverente .•.
Silencio, Alfredo! Corazon, no es nada-
24.i
248 A. NAVARRO VIOLA
XXIII
Dióme una flor para mi amada, un dia,
ántes de abandonarme. Conservéla
porque creí que alguna vez podria
decirle: «es tuyo tu jazmin diamela.»
Ella vendrá de su escursion, muy bella j
yo temblaré: mis nervios son humanos.
Pero la flor que destinó para ella,
no volverá á sus manos 11
A la distancia
XXIV
(HEINE)
Los dos se amaban, y jamás sus labios
dijéronse palabra de ternura,
porque tenia el jóven mucho orgullo,
muchísima a1tivez, mas no fortuna.
Que a1go le dijera, no sé cuándo,
el jóven á la jóven, se susurra;
y agregan que él juró no repetirlo
y que por eso está su boca muda.
249
250 A. l'I'AVARRO VIOLA
Por qué tenia el j6ven tánto orgullo,
tantísima altivez, y no fortuna? ..
Ella en él piensa dia á dia ... y calla
Sus corazones el amor ofusca.
Á la distancia
,xxv (HEINE)
Acaso es oprobioso -que yo tenga
el corazon tan altanero, tánto,'
que lo ahogará la nube de su llanto
ántes que á declarar su amor se avenga?
y qué I no sabes yá 10 que pudiera
mi labio confesar, amiga mia? ..
No esperes de otra parte la alegria,
ni que otro alguno como. yo te quiera 11
251
252 A. NAVAllao VIOLA
:Mas no pretendas sofocar mi orgullo,
si no deseas que mis suei!.os mate,
porque el amor que en mi conciencia late
escucha mi altivez como un arrullo.
Á la distancia
XXVI
T e burlas de mis versos... escarnécelos!
hiriendo estás así mi corazon i
que dél nacieron- hijos amadísimos
en los nublados dias del dolor.
Aún humedecidos por las lágrimas
que en abundancia el corazon brotó,
ellos señalan de pesares íntimos
la lenta y duradera conmociono
253
254 A. NAVARRO VIOLA
Tú con malicia refinada y cáustica
te burlas de mis versos... y ellos son
los gritos de mi vida, los selváticos
acentos de mi amor.
A la distancia
XXVII
e ua1 la perla en el fondo escondida
de la mar su vo1úmen aumenta,
el espacio interpuesto acrecienta
la pasion tutelar de mi vida.
Los dias rápidos
que huyendo pasan
á tu i1usion,
á mí me abrasan
con sus imájenes
de decepciono
255'
256 A. NAVARRO VIOLA
Pero acrece el amor que te tengo,
mi pasion varonil fortifico;
y entónces me espUco
cómo un lapso de vida tan luengo
sufriendo he pasado;
y entonces, osado,
me aliento y vendico
el amor sin tjval que te tengo.
A la distancia
XXVIII
En qué estará sofiando?- Yo sofiaba
en su cabeza estética,
en su gracia jenial, en la armonia
de su talento de mujer, que alaba
y hiere con finísima ironia.
,ay en su mente luz... Varió de pronto
el jiro de mi esp~ritu,
pensando que su activa intelijencia
257
258. A. NAVARRO VIOl.A
el maridaje buscará de un tonto,
de un hombre débil, bueno y de paciencia ...
Era una duda horrible-repugnante
como nidal de víboras,
como esos pulpos que huyen los marinos ...
y no sentí los celos un instante,
pero creció mi tedio á los cretinos.
A la distancia 259
XXIX
e on el terror de convertirme en loco
ideo orjias que el rencor (:elebre ...
Después de la ilusion de amar con fiebre,
110 hay como la ilusion de odiar un poco.
Todos mis suenos iban á tu la~o;
s610 por tí crecían mis anhelos;
pero sigo las nubes de los cielos
y temo las flaquezas del pasado.
260 A. NAVARRO VIOLA
Tú vuelves-Yo te adoro y yo detesto
la sociedad, la suerte 6 el destino
que á interponerse entre nosotros víno
con ojo melanc6lico y funesto.
Pobres, ]os miserables de ]a vida,
fatuos de liviandad que se condensa 1
turba mortal que no ama, que no piensa,
que si ha sentido alguna vez, olvida!
No se les debe herir-Dejad que pasen,
títeres rejios I Para ser felices
no alcanzan más allá de sus narices -
y lo que encuentran hecho lo deshacen 1
Lástima dan. El corazon del necio
es petulante al par que inofensivo;
y al contemplarlo, el pensamie'nto altivo
le tiene compasion, mas no desprecio.
Á la distancia
Pasad, pasad, los intrigantes torvos;
tú, pillo! como quiera que te llames;
pasad, viciosos 1 y pasad, infames!
predestinados á no hanar estorbos.
Dejad que busque la espresion más neta
de la imbecilidad que se defiende,
261
y con la indignacion que el alma enciende
le arranque á latigazos )a careta.
Preocupaciones, timidez y duda
que arrebatásteis mi pasion primera,
venidl-yo os 6dio-mi rencor espera
alta la frente y la razon desnuda.
Villanos que asustais á las mujeres,
casuistas que envolveis su entendimiento,
venid I-yo os ódio- mi rencor sediento
sabe cump1ir con todos SllS deberes.
262 A. NAVARRq VIOLA
Marcar deseo la estacion florida
con un agudo y estridente grito.
Tal vez he amado mucho-Necesito
odiar un poco-no sé qué-la vida! 1
.tÍ. la distancia
xxx Ecéptico egoísmo ú ódio terco,
desprecio, compasion
sordos sacudimientos de la vida,
qué sois ante el amor?
Yo te bendigo, luz de la ecsistencia
que das al corazon
tu prístino reflejo de esperanza
para elevarlo á dios.
263
264 A. NAVARRIJ VIOLA
Yo te bendigo, sello de la gloria,
sublime ostentacion
del alma vacilante de deseo
y mustia de dolor.
Yo· te bendigo á tí, belleza armónica,
indómita pasion
que iluminaste el caos de mi alma
con claridad de sol.
Primer ensueño de mi vida errática,
eterna aspiracion
de mi ansiedad mortal, en que se estrélla
el ritmo de mi voz-
Ah I dios bendiga tu primer ensueño,
si es tu postrer amor ...
Paz á los muertos-hasta mí DO llega
la bendicion de dios.
Á -la distancia
XXXI
Cuán pálida la ví, 'desencajada,
con triste languidez- Si sufrirá! .••
2G5
Ella, sufrir?-Por qué? Va no nos vemos
no nos veremos más!!
Quizá le incomodó tenerme cerca,
por mí se puso pálida, quizá ...
nah! no debe sufrir~ya no nos vemos,
no nos veremos más!!
2/1G .\. \'IAVARRO VIOLA
XXXII
N o pienses que la noche del olvido
pueda apagar la luz de mi esperanza
como se apaga el brillo de mis ojos
bajo la intensidad de tu mirada.
Ah! si en el alma sientes
la duda que desgarra,
acuérdate
que ayer cuando el" amor nos separilba
Á la distancia
canté las elejias,. sollozando,
las elejias de mi vida aciaga.
No pienses que el estrépito del mundo,
arrobador- absorba mi constancia
como una relijion: no ves que llevo
el culto santo de mi amor sin patria?
Ah! si en el alma sientes
la duda que desgarra,
acuérdate
que el corazon humano no descansa
y que e~ la oscura lucha del destino
ni el huracan de la ambicion lo sácin.
No pienses que la vida me doblegue,
ni las adversidades que avasallan
arranquen de mi pecho tu cariiio
á que se aferran mis visiones náufragas.
Ah! si en el. ~lma sientes
la duda que desgarra,
2Gi
268 .\. NAVARRU VIoLA
acuérdate
que un soplo de dolor mi vida arraSa;
y en medio de mis penas he jmado
amarte etemamente-á la distancia.
.-1 la dil,tancia
XXXIII
La transicion es brusca-se despierta
como de un sueño, con el alma muerta,
sin fé, sin poesia;
ocupa el puesto del amor la duda,
y el orgullo tenaz con frase cruda
márca de las pasiones la ironia.
Delante - el porvenir! Detrás-la vida
que dulce, halagadora, apetecida,
269
2iO A. NAVARR.O VIOLA
nos alentó un momento.
Delante-el porvenir, la lucha franca
es cuanto queda al fin 1 Su voz arranca
del letargo letal del sentimiento.
Vamos allá! y á combatir dispuestos,
dejemos sin escrúpulo los restos
de todas las pasiones
que.á la virtud alzaron nuestra mente.
Vamos allá con alma independiente,
libre de relajantes devociones.
Adios, encanto de mi vida trisle,
deseo que á mi espíritu te asiste
como al ciprés la yedra!
Vosotros los que amásteis con locura,
con fiebres de impaciencia y amargura,
venid, lanzadme la primera piedra!!
Á. la distancia
Hay algo más arriba del afecto,
algo que está sobre el amor perfecto
y la pasion radiante
Sofoca, ahoga, rinde, esteriliza ...
y en medio del naufrajio se divisa
la vanidad como una tabla errante.
2il
272 . .\. NAV.\RltO VIOLA
XXXIV
T u altivez y la mia se encontraron
en la gran trayectoria de la suerte,
y ébrias de vanidad, el alma fuerte,
las dos como rivales se abordaron.
Rudo el encuentro fué- Mi pensamiento
luchó con el carillo palmo á palmo:
si oí de boca de mujer un salmo.
no percibí rumor de abatimiento,
A. la distancia
Cuando sin fé se oscureció tu frente
que iluminára claridad de aurora,
te aclamé del torneo vencedora
en la reaccion del alma irreverente.
Hoy que mis versos de tus labios huyen
sin que á tu mente nada-los sujete,
romper debemos el brutal grillete
de afectos que corroen ó destruyen.
Dd recuerdo al sufrir las languideces,
con mi pasion indómita batallo ...
Ahogo mi lira contra el alma, y cilIo
para que con sus notas no tropieces.
2i3
ÍNDICE
Inrlice 2i7
EL ALMA DESOLADA
I--A la memoria de mi madre.. ... 9
n --Vosotros que dormís.. . . . . . . • • . . . 11
IU --Harto he sufrido. .• • . . . .. .. . . . • 13
n'-Parece, madre mia!............ 15
v-Yo ví cruzar un nimbo... .•.... 17
VI -Oh! no maldigas ...... . 19 vn-No es cierto que el vaiven... ... 21
YIII'-Todo es pequeño para tí.. •.•.. 24
IX -Como al trasluz sin brillo... ....• 25
X -Al peso enorme del dolor... .• 27
XI-Patria es el nido........ .....• 29
XII-Busco la njitacion.... .... .• .... 31
XIII -Se cierne la desgracia.......... 33
XIV-«Es necesario •••.•.•••••• .••• 34
Xv-En la aspereza de mi rumbo.... 31 XVI -Ha;;ta por egoísmo... • •• . .• .•.• 39
218 ¡",dice ------------------
XVII -Yo creo en tí, dios mio!........ 41
XVIII-En la mudez y en el silencio.... 44
XIx-De lo inmortal emblema........ ,45 XX -Mira! ya han vuelto ...... ' . . . . . . 48
XXI -O madre mia! .......•.. , . o o o • • • 51
XXII-La madre en la afliccion. o •••••• 53 XXIII-CARMEN LOZANO DE LOPEZ.... SS xXlv-A Jacinta Men'doza de Susmela. o 57
xxv-Amo el arrullo de mi edad... . . . 59
CANTOS I-JORDANO BRUNO........ ...... 63
GIORDANO BRUNO. . •• o • o o • • •• • 75 n-A~~o SUB SOLE ............. wo 87
IlI-VOLTAIRE ••••••••• o' o ••• o o... 93
IV-HEJESIPO MOREAU •••••••... o' l0S
V-VIRES ACQUlRIT EUNDO ...• o" 111
VI-RÉVERIE ••••••.•• " ••.••.•••• 121
YII-:-LA NOCH~ DE, NOVARA ....... 133
VIII-Nos huyen ... Dónde irán ........ 147
JX-DANTE ALIGHIERI ............ 15 1
¡",dice 2i9
DANTE ALIGHIERI •••.•.••.•.• 16r
x-EspíRITU AMERICANO.... •• .• •• 167
.XI-Los MONTONEROS ••••••••••••• 173
XII-EL CRANEO •.•••••••••••..•••• 183
A LA DISTANCIA
Cltand.o. el alma rí las almas 191
Yo era un muchacho soñador;. 193
¡-Allá en la inmensidad... . ...• 203
n-Soñé que la esmeralda..... .. 206
In-Ni cómo quieres que en silencio .. 207
Iy-Con las violetas que te dí .••. 209
V -He visto las nubes pesadas.... 212
VI-Crece el pasto en los senderos .. 213
nI-Yo pienso en tí ...........••• 215
VIII-O amiga! están besándose .•.... 218
lX-Un estudiante amaba .....•..•• 219
X-Ah! sabes tú 10 que he sufrido .• 22i
XI-No desunais las pallllas.... . •• 223
XII -Cuando leí sobre el amor.. .•• 225
XUI~Pensar que en las tierras ..... , 227
'~' ...• , ..... -. -----~-
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_ ¡f! XIy.-~.'de la~'hoJts ~ne ,}ieva • ..,f.~~. ~v;":""'Aqi;;iLa 'carta hip·óirita .•..•..• ",..... - ., ~ .
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xvrr-eómo t~'lscienden d6: 1(\ tierra.'.
XVln-}?arece que el vigor ........... . . ... . . . ~ ..
, XIX -y o' preJlinto á las":'ll'ves .. , ......
xx,-FelieWad. felicida,\- •....••....
XXI-Esta ~oche e:;no~e bud .. _ ' .:
229
23 1 '
233
235
237 240
241
2,13
XXII-De grandes gozos sé .•........ ,245 XXIlI-Dióme lIna flor ..... , ........ ;. 248
·t' XXIV-Los dos se amaban ............ 249
\.av-:-A~Q es oprobioso...... . .... 25 l'
,xxví~T~ .~r.de mis v~os •..• ',' " 253-iXVlI-Cjlallá',. . .-a en el fondo;. •..•. 25'
xXVUl-En .~. \ijtktá~ando ......... ~.: XXI~-Con '~1' tel'r~ I:l.,eonvertirme ... :'
XXX~Ecéptico ego.ij¡mo; ••• , .• , ....• ?) ., "
j{XXI-Cn~ pál~d(l'lal "",,: .', ....... ,. 2')
:x.XXII-NorP~s.:.4~,n:-n()Caé." ... 266
XXXIII-,-;La l:g!~i~,eS"brusca .••••••• 269
XXXIV-1'u-.~j1:y...4a mia ••••••• , ••• 27 2
Imprenta, 8eléan() 135