5
motociclismo valenciano Aspar, del chaval de la Streaker al GP de Assen MOTOS SETTER • L A BAÑEZA VINARÓS VALENCIANOS E N E N MUNDIAL

vinaros territorial circus

Embed Size (px)

DESCRIPTION

vinaros territorial circus

Citation preview

motociclismo valenciano

Aspar, del chaval de la Streaker al GP de Assen

M O T O S S E T T E R • L A B A Ñ E Z A • V I N A R Ó S • V A L E N C I A N O S E N E N M U N D I A L

Vinarós,

POR JULIO VIDAL Redactor Jefe de Radio Nueva en Vinarós y apasiona­do de las dos ruedas, tanto del motociclismo como del ciclismo. Gracias a él y a las imágenes históricas guarda­das por el Moto Club Vinarós recordamos aquellas carre­ras tan especiales.

época clorada Los apasionados al motociclismo en Vinarós llevaron a su ciudad

grandes pilotos de la época en unas pruebas con un sabor especial

No fue una Bultaco ni una Montesa, tampoco una Ossa o una Derbi. NO! Las prime­ras en ganar una carrera de velocidad en Vinarós fueron

unas sorprendentes Setter y Lube Renn. Ocurría el día 2 de julio de 1961, es decir la friolera de 44 años atrás, cuando se disputó el "Primer Trofeo Motorista Fiesta y Feria de San Juan" coincidiendo con las fiestas mayo­res de la ciudad.

Desde esa fecha y a lo largo de 13 años, Vinarós vivió de forma intensa y apasionada su Trofeo de Velocidad que deparó grandes carreras y vió nacer a quien años después serían grandes pilotos y campeones. Desde Ramiro Blanco a "Ricardet" Tormo pasando por ilustres de la talla de los hermanos Escuder, César Gracia, Cresencio Bautista, Pere Auradell , Manuel Varea, "Min" Grau, Salvador Cañellas.Juan Bordons.Juan Parés, José Medrano, Pérez Rubio, Jorge Navarrete, los hermanos Galí y una interminable lista de magníficos pilotos y mejores apasionados de la moto.

- T E R R I T O R I A L -i O ^ ^ T E R R I T O R I A L

1 ¿ C i s c u s

^ M A Q U I N A R I A

'•"Ni

presidente de la entidad que deparó estas grandes jornadas de carreras en circuitos imposibles, hoy impensables pero en aque­llos momentos habituales en toda la geo­grafía nacional. El 31 de agosto del sesen­ta, la docena de aficionados recibían el plá-cet legal desde la ya creada Real Federación Motociclista Española para comenzar su andadura con las bendiciones oficiales.

En la época estaban muy de moda las gymkhanas y no es casualidad que la prime­ra actividad del nuevo Moto Club fuera esta. Sin embargo el gusanillo de la compe­tición bulle en la sangre de los aficionados al motor y como no podía ser de otra manera con motivo de las muy célebres fiestas de San Juan y San Pedro de la ciudad se organizaba la primera carrera puntuable para el campeonato regional valenciano de velocidad.

Nos detenemos en este primer evento velocístico porque además de ser historia es curiosidad. No hay mas que leer el regla­mento de la prueba para comprobar que el hoy tan de moda "supermotard" no es nin­gún invento reciente ni mucho menos. Y sino, lean que decía el Reglamento del pri­mer trofeo de velocidad de Vinarós sobre el recorrido:" Se desarrollará en un circuito cerrado denominado marítimo con una lon­gitud total de mil metros, de firme asfáltico 400 metros y el resto de tierra apisonada".

¡Qué tiempos aquellos!, máquinas de velocidad con semi-manillares y hasta care­nado sobre tierra apisonada. Así se corrió en este primer trofeo que también como curiosidad daba unos premios de 350 pts al vencedor de velomotores y 500 pts al ven­cedor de maquinas hasta 125 ce, las dos dis­putadas. José Sanchís fue quien se llevó el gato al agua en las pequeñas con una Setter de 75 ce y pese a la fuerte discusión que se

^ ^ T E R R I T O R I A L -A O

ClRCUS 1 O

originó con los cronometradores que habí­an dado como vencedor a Vicente Escuder Bernat, piloto que durante varios años se hinchó de ganar en esta ciudad aunque jamás fue tan popular como su hermano Enrique, uno de los mitos en Vinarós que el pasado año recibió el homenaje de los "locos por esos cacharros" del Motor club Cassic.

Y si Sanchís por derecho propio ha pasado a la historia no menos honor le corresponde a Ramiro Blanco quien con su Lube Renn, con la famosa y endeble hoquilla de bieletas doblegó a la pléyade de Montesas y Bultacos que en aquella época llenaban las parrillas de estas carreras.

Desde el año 61 al 63 sería el ENRIQUE ESCUDER

REALIZA EL DOBLETE YA QUE GANA EN VELOCIDAD Y EL

PRIMER MOTOCROSS A LOS DOS MESES

circuito marítimo el que acogería el Trofeo de Velo-

WK cidad que pasaba mg por plena calle ma-W yor, estrecha y con ' bordillos con los

espectadores a un

palmo de las narices del piloto pero con el glamour que, dicen los que pudieron vivirlo, desprendía este trazado de un kilómetro que en una de sus rectas recorría un cente­nar de metros junto al mar.

En estos circuitos imposibles, porque Vinarós jamás tuvo la suerte de contar con un mínimo o socorrido polígono con calza­das en condiciones y sin bordillos ni esqui­nas, los entusiastas fundadores continuaron con su cita anual dedicada a la velocidad. Ahí dejaría escrito para siempre su nombre el afable César Grácia que ganaría el Trofeo con su Ducson 49 en 1963 mientras Cresencio Bautista se llevaba la victoria en 125 con la Tralla 101.

En 1964 y tras la visita a la ciudad del entonces joven ministro de turismo fran­quista Manuel Fraga Iribarne, quien fue escoltado por toda la ciudad por los inte­grantes del Moto Club, se cambia de traza­do por el de San Francisco ya lejos del mar y girando en sentido contrario a las agujas del reloj. Es el momento de Cresencio Bautista que arrasa en las dos carreras dis­putadas mientras se deja ver un tal Enrique

Escuder que ni tan siquiera consigue acabar la prueba.

No contentos con el trazado tan impo­sible como el primero en 1965 y hasta el 68 se adoptará el tercer circuito llamado "del Oeste" que bajará hasta la marinera calle de Santa Magdalena creando un cuadrado casi perfecto con cuatro rectas simétricas enla­zadas por otras tantas curvas aumentado el recorrido a 1300 metros ante el importan­te aumento de potencia y por tanto de velo­cidad que consiguen las motocicletas. Es la época de tres categorías : 75 ce, y 125 pun-tuable y libre. A la vez comienza la época dorada de Enrique Escuder que se llevará la 125 libre mientras su hermano Vicente con­sigue la de 75 ce.También es el reinado de las Derbi y de las Bultaco que este año y el siguiente copan la parrilla de salida.

Vinarós que siempre ha estado en la vanguardia de lo que sea no es menos en motociclismo y 1966 marca un hito y un hecho que será difícil de encontrar años mas tarde. A instancias del alcalde Francisco Balada se celebrará el día 12 de agosto el primer Motocross Fiestas del Langostino. Previamente Enrique Escuder había vuelto a triunfar en el trofeo de velocidad celebrado en junio . Pero Escuder no se queda ahí y realiza el doblete, uno de los pocos que se conocen ya que gana en velocidad y gana el primer motocross de la ciudad dos meses después confirmando la gran clase que ate­sora. Este año la categoría de 75 ce contem­pla la participación también por primera vez en Vinarós de futuros grandes campeones catalanes: Min Grau que se coronará el rey de Motjuich en la década siguiente y Salvador Cañellas un finísimo piloto que triunfó en motos y en coches.

Los dos años siguientes Vinarós verá también la eclosión de otras futuras figuras como los hermanos Galí o Juan Bordons mientras Manuel Varea y Enrique Escuder continuaban ganando carreras.

-4 A ^ ^ T E R R I T O R I A L

1 4 ClRCUS

En el 69 y para seguir la tradición, se cambia de nuevo a un cuarto circuito que aún no será el definitivo ni mucho menos. Se trata del circuito San Gregorio de solo 848 metros y la consagración de Juan Parés March frente a ¡lustres como Grau,Varea, Escuden...

Poco a poco las máquinas evolucionan y ya desde el 67 las prue­bas están abiertas a máquinas de 175 ce en Vinarós con lo que lasTSS, las Impalas y Ossa's van dominando el panorama de competición con velocida­des que para un circuito urbano tan peque-

E L M. C . VINARÓS NO SE RINDIÓ Y

VOLVIÓ A INTENTARLO BAJO LA BATUTA DE RAMÓN GUILLEM EN 1990

ño comienza a resultar de vértigo. Son los años de entrada de jóvenes con medios y técnica como el madrileño Pérez Rubio o el

barcelonés Jorge Navarrete que ya ense­ñan los dientes en la capi­tal del Baix Maestrat en un ascenso imparable que les colocará en la primera

línea en los años setenta. Antes, Min Grau consigue

dar muestra de su clase y tras varios años intentándolo

consigue inscribir su nombre en Vinarós en la categoría pequeña de hasta 75 ce.

Y llega 1972, en que la historia de la velocidad en Vinarós va llegando a su fin

l W H;

cuando aparece en el horizonte un jovencí-simo y fino piloto que causa sensación en su primera aparición: Ricardo Tormo Blaya. El malogrado campeón da un zarpazo de auténtica fiera cuando en su primera y única participación consigue la victoria en 250 ce con su Ossa, aún no famosa por el monocasco de Herreros, y el segundo pues­to en 75 ce tras ir toda la carrera en pri­mera posición y sufrir un percance en la última vuelta.

Tormo que corría por el Moto Club Játiva dejará marcada su impronta en la últi­ma gran cita de velocidad que tendrá Vinarós. El año siguiente acabará el ciclo de 13 Trofeos de velocidad ante la dificultad de colocar motos ca­da vez mas po­tentes en circuitos que se tornan mas peligrosos. Javier Mira y Magin Co-lom tuvieron el honor de vencer en el último año.

El Moto Club Vinarós no se rindió y a pesar de las difi­cultades por realizar carreras de veloci­dad volvió a intentarlo bajo la batuta de Ramón Guillén el año 1990. Con una ins­cripción excepcional acababa un ciclo que tuvo que suspender la última carrera pro­gramada a causa de la imposibilidad de controlar las máquinas entre las calles de esta ciudad.

Y como era lógico que aquí se pasó a los circuitos. En pleno siglo XXI Vinarós no se ha resignado a quedar sin competiciones de velocidad y aprovechando el pequeño circuito de karts que funciona en la ciudad el Territorial en sus categorías " pequeñas" se ha vuelto a asomar de mano del incasa­ble Moto Club Vinarós, aunque solo sea para recordar el olor de aquella gasolina con ricino.

r T E R R I T O R I A L

LAS PRIMERAS EN GANAR UNA CARRERA

DE VELOCIDAD EN VINARÓS FUERON

UNAS SORPRENDENTES SETTER Y LUBE

^ ^ • T E R R I T O R I A L -I |—

C I P C U S 1 5