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Vincent Gouysse; El socialimperialismo soviético, génesis y colapso, 2007.pdf

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  • Bitcora Marxista-Leninista

  • El socialimperialismo sovitico;

    GNESIS y COLAPSO

    2007

    Vincent Gouysse

  • EDITORES

    Equipo de Bitcora Marxista-Leninista

    Editado el 14 de diciembre de 2014

    La presente edicin, sin nimo de lucro, no tiene ms que un objetivo,

    promover la comprensin de los fundamentos elementales del

    marxismo-leninismo como fuente de las ms avanzadas teoras de

    emancipacin proletaria:

    Henos aqu, construyendo los pilares de lo que ha de venir.

  • Contenido

    Introduccin de Bitcora (M-L)----------------------------------------------pg.01 El socialimperialismo sovitico; gnesis y colapso----------------------------pg.06

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    Introduccin de Bitcora (M-L) Este documento: El socialimperialismo sovitico; gnesis y colapso, es un captulo de la obra del marxista-leninista francs Vincent Gouysse: Imperialismo y antiimperialismo de 2007. Estamos convencidos de forma contundente que la difusin de la misma es de suma importancia para entender el colapso de la Unin Sovitica revisionista y apartar para siempre los mitos revisionistas-burgueses que rodean tal hecho. Entendemos que el autor de la obra, y la nuestra propia, a la hora de exponer este captulo, prima los siguientes motivos: 1) El porqu del gran avance en todos los campos de la Unin Sovitica que evidencian la superioridad de la teora cientfica marxista-leninista y el sistema socialista frente a la ideologa burguesa y el sistema capitalista, comprender sus lecciones y verificar las enseanzas que pueden calificarse como universales y ser axiomas para las prximas revoluciones proletarias. Ejemplo de ello sera el rol de la industria pesada en la construccin econmica del socialismo, ya descubierto antes de la primera experiencia histrica socialista, y confirmados sus resultados positivos y certeros por el resto de revoluciones socialistas; 2) Entender las diferencias entre la poltica interior de la Unin Sovitica de Isif Stalin y la Unin Sovitica capitalista-imperialista post-stalinista. Entender la dinmica de la poltica exterior de la Unin Sovitica de la poca de Stalin, bajo los principios del internacionalismo proletario, en comparacin a la poltica exterior claramente socialimperialista de la Unin Sovitica de Jruschov, Brzhnev, Andrpov, Chernenko y Gorbachov; 3) Observar como los marxista-leninistas de las democracias populares de Europa del Este como Georgi Dimitrov pudieron superar cualquier deficiencia o vacilacin y extraer las lecciones de la experiencia de la Unin Sovitica para poder triunfar en la toma de poder y el inicio de la construccin econmica del socialismo. Ver a su vez, como contrasta este entendimiento de los dirigentes marxistas-leninistas de las democracias populares de Europa del Este en cuanto al ncleo central terico fundamental del marxismo-leninismo y sus axiomas, con el rechazo de figuras pseudomarxistas como Kim Il Sung o Mao Zedong de los axiomas ms bsicos en sus intentos de crear vas especficas al socialismo, intentos claramente fallidos, donde adems exageraban las condiciones especficas del pas para justificar su teora antimarxista. Ejemplo de estos axiomas comprendidos o no comprendidos sern el establecimiento de la dictadura del proletariado como medio para poder avanzar al socialismo; la liquidacin de las clases explotadoras nacionales; el rol de la industria pesada en el desarrollo de las fuerzas productivas y la diversificacin de la economa; la colectivizacin de la agricultura en base a la mecanizacin del campo como paso intermedio a la propiedad estatal de todo el pueblo; crear una nueva cultural, es decir una nueva superestructura a partir de una nueva base econmica socialista y no crear teorizaciones de que es al revs; comprender el deber internacionalista del pas en los movimientos de liberacin nacional y el resto de revoluciones proletarias, respetar el rol de la clase obrera y su partido en la

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    nueva sociedad; entender el rol del partido en los frentes, etc. Axiomas que los nacionalistas-burgueses no respetaran; 4) Entender la industrializacin socialista, y las diferencias con la industrializacin capitalista. Comprender el papel internacionalista de la Unin Sovitica stalinista a la hora de querer que cada pas socialista tuviera su propia autonoma en materia industrial, ayudndoles a crear su propia industria pesada para crear el socialismo contando principalmente con sus propias fuerzas. Comparar tal accin con la Unin Sovitica socialimperialista y su imposicin en los ex pases de democracia popular y otros pases de su rango de influencia, de una desindustrializacin y especializacin econmica en las ramas de la industria ligera o la agricultura, bajo teoras reaccionarias como al divisin internacional del trabajo, que los convertan en pases neocoloniales. Entender la cientfica teora de Stalin de que a mayor desarrollo industrial de los pases del campo socialista y de los pases capitalistas emergentes, menor monopolio industrial de las potencias imperialistas y mayores posibilidades de crear grandes contradicciones en el campo capitalista que favorezcan la agitacin social y la revolucin democrtico-burguesa en los pases neocoloniales y las revoluciones proletarias en los propios pases imperialistas, ver, que la poltica post-stalinista de desindustrializacin en los pases de la esfera de influencia del socialimperialismo, imposibilitan el pronstico de Stalin. Entender que para las burguesas nacionales el triunfo completo de la industrializacin significaba el fin de toda posibilidad de supervivencia de cualquier clase explotadora ya que por ejemplo la industria pesada da las posibilidades reales para la completa colectivizacin del campo y la eliminacin del kulak, ltima clase explotadora a eliminar; 5) Ver en particular el desarrollo de la Albania socialista, como ejemplo de democracia popular que sobrevivira a la contrarrevolucin jruschovista de 1953 y su mrito histrico. Ver el desarrollo de tal pas socialista y compararla en el campo de la economa, poltica y cultura con los ex pases de democracia popular en su paulatina degeneracin. Ver como los marxista-leninistas albaneses del Partido del Trabajo de Albania con Enver Hoxha a la cabeza tuvieron un papel de vanguardia en el desenmascaramiento del revisionismo moderno: tanto del yugoslavo junto a los marxista-leninistas soviticos, como luego en el desenmascaramiento del revisionismo sovitico, chino o eurocomunista, mientras otros supuestos marxista-leninistas claudicaban, ocupando por ello los albaneses con su labor, una mencin especial en el desarrollo de mediados y finales del siglo XX para el movimiento marxista-leninista; 6) Los paralelismos que pueden ser encontrados entre la experiencia de la contrarrevolucin en Yugoslavia y el freno en la construccin del socialismo y la contrarrevolucin y la restauracin del capitalismo en la Unin Sovitica es palpable. La Yugoslavia capitalista-revisionista, mantena unos fenmenos clsicos de las sociedades capitalistas, que la Unin Sovitica revisionista-capitalista empezara a reflejar a partir de 1953. El desempleo, las diferencias salariales, la inflacin, el desnivel entre las ramas de la economa, la diferenciacin de las clases sociales, la dependencia econmica del extranjero, la exacerbacin de los nacionalismos en las repblicas, demostraba que el camino

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    seguido por Nikita Jruschov y sus sucesores, era el mismo que haba conducido Tito a los pueblos de Yugoslavia; 7) Curioso e interesantsimo es el estudio que realiza Vincent Gouysse en cuanto a las muertes de los ms eminentes marxista-leninistas en la Unin Sovitica y las democracias populares de Europa del Este, ya que gran parte de las muertes fueron inesperadas o bajo situaciones altamente sospechosas como fueron el caso de: Andri Zhdnov en 1948, Georgi Dimitrov en 1949, el propio Isif Stalin en 1953, Klement Gottwald en 1953 y Bolesaw Bierut en 1956. Se ver que los marxista-leninistas comprendan al dedillo que en tanto que existiera el cerco imperialista-revisionista, y en tanto que existieran remanentes de la pasada sociedad burguesa en el interior del pas socialista, la posibilidad de acciones hostiles provenientes de miembros del interior o exterior estaba garantizada en la forma que fuera. La actividad de centros anticomunistas como revelaron los Caso de Leningrado en 1949, el Juicio de Praga de 1952, o el Complot de los mdicos que se sac a la luz en 1953, evidenciaban que la lucha de clases prosegua, y que el enemigo no se haba plegado ni tena intencin de rendirse, y como comenta Vincent Gouysse, puede que muchas de estas muertes estuviera relacionado con estas acciones subversivas del enemigo de clase, sobre todo siendo 1952 un ao de gran lucha contra la burocracia y el revisionismo en todos los pases socialistas y habiendo salido a la luz pblico el Complot de los mdicos, caso que a la toma del poder por Jruschov su investigacin sera sospechosamente abandonada; 8) Se ver como Isif Stalin en sus ltimos escritos oficiales y no oficiales hace mencin a la peligrosa tendencia de bajar la vigilancia revolucionaria ante los xitos, a creer que el enemigo de clase va a bajar los brazos; a creer que por las acciones como comunista en el pasado se tiene derecho a vivir de ello el resto de la vida y tener inmunidad en los errores en el trabajo; a la creencia que en la sociedad socialista todo marcha sin ningn problema; a caer en el intelectualismo y el burocratismo; al peligro de la poca preparacin terica entre los cuadros; a descuidar la formacin de la prxima generacin de marxista-leninistas bajo malos mtodos de aprendizaje; a creer que no existen remanentes de la ideologa burguesa entre las personas; al vicio de creerse comunistas por mero sentimentalismo hacia la doctrina, no por el conocimiento y apego a las tesis de la misma. Y como eso, a un infinito etctera de advertencias cuya fatalidad de no comprenderlas se veran confirmadas poco tiempo despus; 9) Se podr ver que el papel jugado por figuras soviticas, mitificadas por la propaganda burguesa y revisionista de antirevisionistas o de stalinistas por haber tenido contradicciones con Nikita Jruschov en algn momento es incorrecto. Figuras como Gueorgui Malenkov o Viacheslav Mlotov se mostraran en el transcurso del documento como figuras que demostraron que o bien no haban sido marxista-leninistas o bien haban perdido tal esencia, o que simplemente siendo verdaderos marxista-leninistas pecaron de una cobarda atroz, no digna de genuinos marxista-leninistas; 10) Se podr estudiar el papel de los dirigentes soviticos revisionistas en el establecimiento del nuevo curso jruschovista en 1953, de gente como Lavrenti Beria o Kliment Voroshlov, y no slo en la Unin Sovitica, sino en los pases de

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    democracia popular. Se ver la presin e injerencia directa del socialimperialismo sovitico para consumar cambios en la direccin de los partidos comunistas, y que beneficiaba la nueva lnea de Mosc. Entender el papel de viejos desviacionistas como Maurice Thorez, Palmito Togliatti o Mao Zedong ya criticados por la Komintern o la Kominform, que encabezaban grandes partidos comunistas, en la promocin de la nueva lnea de Jruschov y la consiguiente responsabilidad ante el movimiento comunista internacional por su gravsimo perjuicio. Podremos llegar a entender que el establecimiento del nuevo curso en estos pases de democracia popular supondra la expulsin de los marxista-leninistas ms destacados de la ltima dcada; el establecimiento de un centralismo burocrtico en el partido por el centralismo burocrtico; la rehabilitacin y promocin en el partido de antiguos desviacionistas condenados, sobre todo de carcter titoista; el fin del rol de la industria pesada y la sumisin econmica a la nueva Unin Sovitica socialimperialista; el fin de la colectivizacin y la progresiva descolectivizacin del campo; la liberalizacin en el campo ideolgico que supondra el aburguesamiento de la cultura; y la introduccin de mtodos de la produccin y distribucin capitalistas a travs de la estimulacin de leyes como la ley del valor, etc; 12) Es necesario estudiar, comprender, y sacar justas conclusiones sobre lo que supusieron para las luchas de liberacin nacional y las luchas por la revolucin socialista las teoras de los socialimperialistas soviticos que eran endulzadas bajo fraseologa revolucionaria y lanzadas a los Estados emergentes, sobre todo de frica y Asia. Se abordar las teoras de: la comunidad socialista; la divisin socialista del trabajo; la soberana limitada; la integracin econmica socialista; la va no capitalista de desarrollo; la de los pases de orientacin socialista, y como influyeron y se establecieron a su amparo en regmenes como los de Etiopa, Angola, Yemen del Sur, Benn; que en su mayora acabaran o bien por la fuerza o bien por iniciativa propia cambiando su rgimen al del estilo de las democracias burguesas occidentales con el derrumbe del propio socialimperialismo sovitico en 1991. Otros como Congo, Libia o Siria; que tambin picaron en establecer tales teoras antimarxistas, moldearan a partir de 1991 con sendas reformas sus regmenes hacia los imperialismos de Occidente pero manteniendo sin embargo la fraseologa pseudorevolucionaria; 13) As mismo se ver, como para los socialimperialistas soviticos, la promocin en los partidos comunistas de todo elemento anticomunista que combatiera el legado del stalinismo y sus seguidores, supondr en ms de una ocasin la fuente de maysculos problemas entre la direccin revisionista sovitica y las direcciones del resto de estos partidos revisionistas. Tambin el nuevo lazo econmico neocolonial que unir a estos pases con la Unin Sovitica revisionista, dar lugar a la creacin de intentos de nuevas vas al socialismo que cada vez buscan una mayor autonoma poltica y econmica, tratando con ello distanciarse ms de la lnea sovitica revisionista a lo que Mosc se opondr. Veremos tambin, como el socialimperialismo sovitico har lo que sea para mantener bajo su esfera de influencia esos pases, impondr cuando sea necesario todo tipo de mtodos, incluso fascistas, para retener bajo su influencia a estos pases neocoloniales, llegando incluso a relevar o asesinar a lderes revisionistas nacionalista-burgueses que anteriormente haban promocionado bajo el pretexto de que dicha injerencia era necesaria para

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    defender all el socialismo, sera el caso de Alexander Dubek en Checoslovaquia y de Jafizul Amn en Afganistn en las ocasiones en que estos gobiernos queran virar de forma definitiva hacia Occidente o cuando simplemente no hicieran a las exigencias soviticas. Todas estas contradicciones darn lugar a que se cree un cisma entre los revisionistas modernos de todo el mundo, viendo si se apoya el monocentrismo de Mosc aceptndolo como lder del movimiento revisionista moderno o el policentrismo de estos revisionismos que propagaban que cada revisionismo tenga su lnea autnoma sin rendir cuentas a la lnea revisionista particular de Mosc; 11) Podremos comprobar el progresivo deterioro de la economa revisionista sovitica, a causa de la restauracin del capitalismo, y como adems, la propia Unin Sovitica ir dependiendo econmicamente cada vez ms de los imperialismo occidentales, en particular del imperialismo estadounidense, su principal competidor. De igual modo los pases neocoloniales bajo la esfera de influencia del socialimperialismo sovitico, irn perdiendo productividad econmica frente a los pases neocoloniales bajo influencia de los imperialismos occidentales; adems, los nexos econmicos y tambin el endeudamiento de los pases del bloque revisionista sovitico como Polonia o Rumana con los imperialismos occidentales se ver incrementado a niveles inimaginables, siendo por tanto el desmantelamiento del bloque revisionista por estas grandes deficiencias y contradicciones indisolubles, una crnica anunciada; 12) Se explicara cmo nace la necesidad de luchar contra los herederos de los partidos revisionistas de corte jruschovista-brezhnevista, o de todo partido que haga apologa del socialimperialismo sovitico, a fin de desbrozar el marxismo-leninismo de su burda falsificacin, si de verdad anhelamos la revolucin proletaria en todos los pases y el triunfo del comunismo a escala mundial.

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    Vincent Gouysse

    El socialimperialismo sovitico; gnesis y colapso

    La total ruptura del Unin Sovitica con toda tradicin de solidaridad ha sido cruelmente sentida en un pas dnde la memoria del apoyo desinteresado recibido en tiempos de Stalin sigue viva. Cuando la fidelidad a una amistad antigua con respecto a los pueblos de la Unin Sovitica es ms intensa, emotiva, permanente, mayor es la condena sobre la poltica actual de Mosc y ms fuerte y profunda se hace. (Gilbert Mury; Albania, tierra del hombre nuevo, 1970) En su: Discurso ante la asamblea de electores del distrito Stalin de Mosc del 9 febrero de 1946, evocando delante del pueblo sovitico, la puesta a prueba de la vitalidad del rgimen econmico y social sovitico que haba sobrevivido a la agresin nazi, Isif Stalin subrayaba que el factor determinante de la victoria haba sido jugado por la edificacin de una sociedad socialista cimentada sobre una poderosa base industrial y de una agricultura moderna y cuyo auge fulgurantemente se haba cementado bajo la amistad de las nacionalidades que compona el Estado sovitico multinacional. Stalin seal que para lograr estas enormes transformaciones, la Unin Sovitica haba necesitado de unos trece aos. Como marxista-leninista eminente que guiaba estos cambios, fue un pionero que fue capaz de seguir lo trazado por Lenin para la va socialista de transformacin acelerada de todas las ramas de la economa en un pas econmicamente atrasado y rodeado por los Estados burgueses hostiles. Isif Stalin insista en la especificidad de la industrializacin socialista. Se explicaba as como, si bien la industrializacin capitalista se vala de la expoliacin de colonias o de otros pases burgueses y necesitaba de comenzar con el desarrollo de la industria ligera debido a que da una ms rpida rotacin de los capitales lo que acababa pues en la creacin de una potente industria pesada slo despus de haber acumulado durante un perodo largo los beneficios nacidos de las ramas de la industria ligera: contrariamente, la industrializacin socialista estaba dictada por la necesidad de comenzar con el desarrollo de la industria pesada, sin la cual no era posible, ni salvaguardar la independencia del pas, ni estimular rpidamente el desarrollo de la industria ligera, o, finalmente, producir el equipo moderno necesario para las campaas de colectivizacin del campo que lograran la transformacin socialista de toda la economa. [El mtodo sovitico de industrializacin del pas difiere esencialmente del mtodo de industrializacin capitalista. En los pases capitalistas la industrializacin comienza generalmente por la industria ligera. Como esta exige menores inversiones, permite una circulacin de capitales ms rpida y en ella se obtienen beneficios ms fcilmente que en la industria pesada, la industria ligera se convierte en esos pases en el primer objetivo de la industrializacin. Slo al final de un largo periodo durante el que la industria ligera ha acumulado beneficios y los ha concentrado en los bancos, le toca el turno a la industria pesada y comienza poco a poco la transferencia de capitales acumulados a la industria pesada, crendose as condiciones

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    propicias para su desarrollo. Pero este es un proceso de larga duracin que exige un periodo de varios decenios, en el curso del cual es preciso esperar que la industria ligera se desarrolle y vegete sin industria pesada. Se comprende que el partido comunista no poda emprender este camino. El partido saba que la guerra se acercaba y que era imposible defender el pas sin industria pesada, eras era preciso emprender cuanto antes el desarrollo de la industria pesada y croe retrasarse en esta tarea significaba perderse. El partido no olvida las palabras de Lenin, que habla dicho que sin industria pesada es imposible salvaguardar la independencia del pas, que sin industria pesada el rgimen sovitico estaba en peligro de perecer. (Isif Vissarinovich Dzhugashvili, Stalin; Discurso ante la asamblea de electores del distrito Stalin de Mosc, 9 febrero de 1946) Anotacin de Bitcora (M-L)] Tales eran las tareas fundamentales a las que se enfrentaban los marxistas leninistas de los pases de democracia popular cuyos pases acababan de desprenderse del sistema imperialista mundial. As como vamos a ver luego, a ejemplo de los marxistas-leninistas albaneses y al contrario de los revisionistas chinos, los marxistas-leninistas blgaros desde la creacin de su partido ya haban entendido esto, siendo considerada: La revolucin proletaria no ya como un objetivo a largo plazo, sino como una tarea inmediata, para lo cual las condiciones objetivas ya haban madurado y cuya solucin dependa del factor subjetivo de la revolucin, es decir, principalmente en la disposicin y la capacidad de nuestro partido para organizar y dirigir la revolucin. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) El Partido Comunista Blgaro, bajo la direccin de Georgi Dimitrov, deca por tanto: Nosotros claramente siempre comprendamos que la destruccin del fascismo y la realizacin de muchas reformas como las que contaban por ejemplo en el programa del Frente de la Patria durante el 17 de julio de 1942 tenan que estar atadas tambin al de levantar nuestro objetivo ltimo; el socialismo y en ltima instancia, el comunismo. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) Dimitrov apreciaba mucho: La inestimable y oportuna ayuda que recibimos del gran Partido Comunista (bolchevique) de la Unin Sovitica y en particular de Stalin personalmente; por los consejos y las explicaciones sobre los asuntos de la poltica de nuestro partido que acta como fuerza principal de la democracia popular. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) Para Dimitrov era obvio que con an la subsistencia de elementos capitalistas:

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    Si la democracia popular cesa la lucha contra las clases explotadoras, hasta su liquidacin, estas inevitablemente tomaran la sartn por el mango y causaran la cada de la democracia popular. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) Para l: La democracia popular representa el poder de los trabajadores, de la inmensa mayora del pueblo, bajo la direccin de la clase obrera. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) Lo que estaba en oposicin total con el Estado chino de nueva democracia donde se fusionaban con la burguesa nacional. Georgi Dimitrov tambin consider que: El rgimen de democracia popular puede y debe como la experiencia lo ha demostrado ya, ejercer con xito en las condiciones histricas establecidas, las funciones de la dictadura del proletariado para la liquidacin de los elementos capitalistas y la organizacin de la economa socialista. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) En cuanto a la consolidacin de este poder: En todas las ramas de la vida del Estado, poltico-social, econmica y cultural. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) Slo podr alcanzarse a travs de: Reforzar de manera ininterrumpida las posiciones dirigentes de la clase obrera, con el partido comunista al frente. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) Consolidando: La unin de la clase obrera y de los campesinos trabajadores bajo la direccin de la clase obrera. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) Mediante el desarrollo de: Las cooperativas de produccin en el seno de la gran masa de campesinos; aportar la ayuda del Estado a los campesinos pobres y medios servicio de estaciones de mquinas y tractores, crditos, prstamos de simientes, aumentar el inters que estos ltimos sienten por la alianza con la clase obrera, persuadirles con ejemplos prcticos de las ventajas de un trabajo colectivo en la agricultura y educarles en un espritu de intransigencia frente a los elementos capitalistas. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948)

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    Con lo que se pueda: Preparar las condiciones necesarias para la liquidacin de los elementos capitalistas explotadores en la economa rural mediante una poltica consecuente enfocada a limitarlos, primero, y a extirparlos y liquidarlos despus. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) Tambin se tena el fin de: Acelerar el desarrollo del sector colectivo de la economa nacional y de la gran industria en particular. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) Con el objetivo de: Crear una poderosa base elctrica que explote los recursos de agua y de combustible del pas, del mismo modo debemos rpidamente desarrollar la minera, aumentar nuestra propia industria siderrgica y crear una industria de construccin de mquinas suficientemente desarrollada que pueda impulsar la creacin de otras industrias pesadas, por ltimo tambin debemos desarrollar, modernizar y diversificar nuestra industria ligera. Es tambin necesario reforzar nuestra economa rural dotndola a ella de grandes mquinas agrcolas, principalmente tractores, y aumentando la produccin del suelo a travs de mejoras agro-tcnicas de riego, electrificacin, y acompaarlo todo ello de un amplio empleo de fertilizantes artificiales. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) Para: Lograr el prximo desarrollo de las fuerzas productivas de nuestro pas para la temprana eliminacin de su atraso econmico con el objetivo de llevar a la transformacin de Bulgaria de un pas agrcola-industrial a un pas industrial-agrcola. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) Dimitrov aadira: Nuestra poltica industrial debera ser: reduccin sistemtica de gastos, abaratamiento de salida y bajada de los precios de bienes de produccin. En palabras de Stalin, ese es el ancho camino en el cual la industria debe moverse si quiere seguir adelante y crecer ms fuerte para dirigir la agricultura a su paso y acelerar la colocacin de los fundamentos bsicos de nuestra economa socialista. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) Este es el curso que pudo mantener a la Albania socialista de Enver Hoxha sola contra todos los traidores al socialismo! Con toda la hipocresa comn de sus predecesores, los pequeos burgueses hacen la profunda observacin de que Albania era:

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    El ltimo de los Estados stalinistas consecuentes. (Jean Bertolino; Albania, la centinela de Stalin, 1979) No es un azar si solo Albania fue el pas de Europa del Este dnde la soberana nacional: Siempre se expresa sobre el stalinismo. (Jean Bertolino; Albania, la centinela de Stalin, 1979) En 1946, seis sociedades mixtas albano-yugoslavas fueron creadas, los titoistas no cumplieron sus compromisos de inversiones y se contentaron con cosechar beneficios. En 1947, los comunistas albaneses establecieron relaciones econmicas directas con la Unin Sovitica, e Isif Stalin les asegur que: Albania me dijo Stalin, debe caminar por s misma, porque tiene todas las posibilidades para hacerlo. (Enver Hoxha; Con Stalin, 1979) Cuando la Unin Sovitica comenz a aportar una ayuda internacionalista a los comunistas albaneses para la construccin de importantes establecimientos industriales, los titoistas exigieron que se les mostrara este acuerdo y que ningn otro fuera contrado sin su permiso, acusando a los marxista-leninistas albaneses de crear un plan econmico autrquico e irreal que separaba la economa albanesa de la economa yugoslava. En noviembre de 1947, los nacionalistas titoistas reprocharon a los marxistas-leninistas albaneses el contenido autrquico de su proyecto de plan quinquenal, deduciendo que lo que les haca falta a los albaneses, no era producir lo que la economa yugoslava ya produca, sino producir de una manera coordinada con el plan yugoslavo: en efecto, para los imperialistas neocolonialistas yugoslavos la economa albanesa, debido a su retraso, no se halla en situacin de desarrollarse sola. En el espritu de los titoistas, esto deba permitir integrar econmica y polticamente a Albania en la federacin yugoslava, es decir transformarlo en una regin perifrica explotada [Vase la obra de Enver Hoxha - Los titoistas, 1982 - Anotacin de V. G.]. Confrontado con las intrigas de los nacionalistas titoistas antes de la denuncia de la Kominform de junio de 1948, Enver Hoxha: Haba comprendido que la economa constitua el frente principal de la edificacin del socialismo. (Harilla Papajorgji; [Enver Hoxha], Arquitecto de la edificacin de la economa socialista, 1985) Siguiendo entonces un verdadero curso de asimilacin intensiva de los problemas econmicos con el fin de solucionar los problemas propuestos por las injerencias neocoloniales de los titoistas. Debido a la accin hostil de los revisionistas yugoslavos, el Partido del Trabajo de Albania, vio muy pronto la advertencia de Lenin de que: La dialctica de la historia era tal, que el triunfo terico del marxismo oblig a sus enemigos a disfrazarse de marxistas. (Vladimir Ilich Ulinov; Destino histrico de la doctrina de Karl Marx, 1913)

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    En Bulgaria, con la ayuda aportada por marxistas-leninistas soviticos, Georgi Dimitrov y los marxistas-leninistas blgaros tambin se enfrentaron victoriosamente a la injerencia titoista que tambin pretenda integrar a Bulgaria en una federacin balcnica bajo la dominacin de los gran chovinistas serbios. En diciembre de 1948, delante del V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, Dimitrov denunci: la prctica anticomunista del grupo nacionalista de Tito en Yugoslavia: Este grupo est patinando por el camino resbaladizo del nacionalismo y hoy toma la misma posicin como en su da los chovinistas serbios solan hacer cuando luchaban por la hegemona en los Balcanes y tentaban la anexin de Macedonia a Serbia y Yugoslavia. Las revelaciones hechas y las tramas destapadas en el I Congreso del Partido Comunista de Albania celebrado en noviembre de 1948, pone de relieve una vez ms las intenciones agresivas de Tito y su grupo, siendo esta vez Albania su objetivo y el marco donde resale su poltica hipcrita, su rancio nacionalismo y la muestra definitiva que se aleja del frente unido con la Unin Sovitica y las dems democracias populares. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) Dimitrov, para el cual: La democracia popular est por el internacionalismo. El nacionalismo es incompatible con la democracia popular. En el internacionalismo, en la colaboracin internacional, bajo la direccin del gran Stalin, nuestro partido ve la garanta de la existencia independiente, de la prosperidad y del avance de nuestro pas hacia el socialismo. Estimamos que el nacionalismo, cualquiera que sea la mscara con la que se encubra, es el enemigo del comunismo. Esto ha quedado demostrado, en efecto, por la prctica anticomunista del grupo nacionalista de Tito en Yugoslavia. Por esta razn, la lucha contra el nacionalismo es el deber primordial de los comunistas. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 1948) En 1948, las finalidades imperialistas de la Yugoslavia titoista fueron desenmascaradas y Tito deba rendir cuentas ante del movimiento comunista internacional. La burguesa y sus aliados revisionistas iban a sacar provecho de eso para proclamar como inocentes a los chovinistas e imperialistas yugoslavos y especular con las pretensiones imperialistas de la Unin Sovitica de Stalin, el cual slo haba concedido su apoyo internacionalista a los pueblos y a los comunistas albaneses y blgaros. Definiendo la estructura de la economa de las democracias populares en los aos 1948-1952, el historiador burgus pro-occidental Franois Fejt insista en la similitud de su modelo de industrializacin acelerada de las democracias populares con el de la Unin Sovitica de los aos 30 y 40: El stalinismo ser ante todo una tcnica, una doctrina, una violencia, al servicio de lo que se podra llamar la autocolonizacin de la Unin Sovitica. (Franois Fejt; Historia de las democracias populares; Tomo I, La era de Stalin, 1945-1952, 1992)

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    Por supuesto al hablar de autocolonizacin, Franois Fejt, un anticomunista de tipo titoista vendido a las potencias imperialistas competidoras, pretenda demostrar la constancia de las ambiciones imperialistas de la Unin Sovitica bajo Isif Stalin. Pese a tambin hablar de las ambiciones imperialistas de la Unin Sovitica de Stalin frente a los otros pases de democracia popular, reconoca y comprenda, sin embargo, la enorme importancia de que: Es y hay que subrayar la importancia de este hecho cierto que los intereses de la Unin Sovitica coincidan, en gran medida, con los intereses de los pases del Este para desarrollar su capacidad industrial y modernizarse. Al contrario de lo que generalmente caracteriza las relaciones entre las potencias industrializadas y los pases coloniales y semicoloniales, que sirven como fuente de materias primas baratas, aqu, una gran potencia relativamente sin desarrollar se encuentra en posicin dominante, frente a pases cuya capacidad industrial poda complementar a la suya. Para la industria pesada sovitica, las de Checoslovaquia o Polonia no estaban compitiendo, sino siendo posibles auxiliares. La relativa debilidad de la industria de la ingeniera, la industria de instrumentos de precisin, la produccin de petrleo, acero, productos qumicos, en la Unin Sovitica, alent a impulsar el desarrollo de stas en los pases bajo su control. (...) La Unin Sovitica, aplicaba pues, en Europa del Este, los mismos principios econmicos que haba experimentado ella: el mximo aprovechamiento de todos los recursos industriales y humanos, con prioridad pronunciada para las industrias bsicas; teniendo en cuenta el carcter limitado de la ayuda en crditos y bienes de equipo con que era capaz de abastecer a estos pases. (Franois Fejt; Historia de las democracias populares; Tomo I, La era de Stalin, 1945-1952, 1992) En este pasaje, pese a que se supura la hipocresa, la mala fe y la preocupacin por la falsificacin deliberada, algo comn y sin lmites a todos los historiadores burgueses ms objetivos, no puede sin embargo, enmascarar la realidad fundamental: a pesar de su retrica denunciando el control ejercido por el imperialismo autocolonialista, no puede esconder el carcter profundamente internacionalista de las relaciones econmicas entre la Unin Sovitica y los pases de democracia popular! Si hemos de creer la historia que nos entrega Franois Fejt, en los aos 1948-1952, la debilidad de la industria pesada sovitica habra empujado a Stalin a trasplantar esta industria pesada, as como todo el modelo autrquico que lo acompaa, en los pases de democracia popular; en los aos 1953 y posteriores, en cambio, la industria sovitica era tan poderosa que habra forzado a los revisionistas jruschovistas-brezhnevistas a limitar el desarrollo en los pases de democracia popular y buscar la especializacin; es decir la divisin internacional del trabajo! Franois Fejt slo tiene razn slo sobre un punto: el peligro inmenso representado por la poltica leninista-stalinista de autocolonizacin, porque para la burguesa nacional de las democracias populares, esto les amenazaba con ser liquidadas por el socialismo, por eso el imperialismo manifestaba con razn que la ayuda internacionalista de la Unin Sovitica a los trabajadores de los pases de democracia popular que apuntaban hacia la creacin de una poderosa industria de produccin de medios de produccin, amenazaba a los revisionistas indgenas y lo vean como un ataque a la libertad de explotar de la burguesa nacional: teniendo reciente la experiencia sovitica, la burguesa nacional de los pases de democracia popular saba que bastara el espacio de

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    uno o dos planes quinquenales para asegurar la transformaciones socialistas de la economa. Por el contrario, con el fin de preservar su existencia, la burguesa nativa busc el amplio desarrollo del comercio y aflujo de capital extranjero, con el fin de preservar su existencia estimulando el auge de la industria ms rentable la industria ligera, lo que perfectamente convena a las ambiciones neocolonialistas de la Unin Sovitica revisionista, y lo que fue, una verdadera ganga para los revisionistas soviticos cuando llegaron al poder. Con la toma de poder de los revisionistas soviticos, los pases de democracia popular abandonar pues su autocolonizacin asistida por la Unin Sovitica es decir la edificacin del socialismo, y volvieron a ser pases burgueses coloniales y semicoloniales clsicos, incluidos en la esfera de influencia del socialimperialismo sovitico. Franois Fejt ni siquiera ve que l mismo se pone en evidencia contradicindose: de un lado clamando que el modelo econmico impuesto por Stalin en los pases de democracia popular es autrquico, y de otro apuntando al mismo tiempo que induce a su colonizacin. Pero para que servira colonizar la economa de otros pases a travs del desarrollo prioritario de la industria pesada que l mismo considera poco rentable y en contradiccin con el punto de vista de la especializacin, si no se va a obtener un beneficio superior inmediato [como s conseguira con la industria ligera - Anotacin de Bitcora (M-L)]? Extrao colonialismo! Por qu tal diferencia con el colonialismo clsico? Y por qu no se analiza las cifras comerciales de la Unin Sovitica con sus colonias? A ello no se procede, porque este anlisis hubiera dejado en evidencia las mentiras revisionistas-burguesas y hubieran evidenciado tambin el internacionalismo proletario de la Unin Sovitica de Stalin: en 1950 el volumen del comercio exterior total de la Unin Sovitica represent el 0,4% del presupuesto del Estado sovitico de ese ao. Basta con decir que su papel en la creacin de la riqueza nacional de la Unin Sovitica era entonces nulo. El comercio en los pases socialistas represent el 80% del comercio exterior y consista principalmente en medios de produccin que permitieran edificar en estos pases su propia economa autrquica, como diran los revisionistas, o como en cambio dira Stalin: edificar el socialismo contando principalmente con sus propias fuerzas. Cul provecho podra sacar la Unin Sovitica de la venta de medios de produccin a los pases de democracia popular, sin contar adems con el soporte tcnico proporcionado de forma gratuita, sino el de trabajar por el fortalecimiento de la revolucin proletaria internacional? Los marxistas-leninistas declaramos ser los partidarios ms encarnizados de tal imperialismo y agradecemos a Stalin por haber tenido tales finalidades imperialistas hacia sus compaeros de los pases de democracia popular! La historia de las sociedades humanas jams haba conocido tales ambiciones imperialistas, no apuntando al pillaje, ni a la explotacin, pero si al desarrollo proporcionado de una economa destinada a satisfacer las necesidades de las amplias masas trabajadoras! Inmediatamente despus del fallecimiento de Isif Stalin, los elementos pro-burgueses alzaron la cabeza en los pases de democracia popular, siendo apoyados por la direccin revisionista jruschovista que ahora poda actuar

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    abiertamente. Los revisionistas hngaros, como representantes de las capas burguesas y pequeo burguesas hngaras, estuvieron aterrorizados por la perspectiva de ver triunfar rpidamente la industrializacin socialista y la continuacin de la colectivizacin del campo, liquidando pues, los ltimos vestigios del capitalismo en la economa. En esta empresa antisocialista, la burguesa nacional hngara tena ahora un nuevo aliado en la direccin revisionista sovitica. En mayo de 1953, Malenkov, Jruschov y Mikoyn exhortaron al liderazgo de Hungra a seguir el ejemplo sovitico y proclamar un nuevo curso. Pero como Mtys Rkosi haba ignorando este mensaje cuando volvi a Hungra, la direccin sovitico rog a Imre Nagy, conocido opositor de la poltica econmica hasta entonces seguida por Mtys Rkosi, que se uniera a la siguiente delegacin de junio de 1953. Este apoyo fue para los revisionistas hngaros la ocasin de cambiar la lnea econmica del partido hasta entonces comandada por Mtys Rkosi sobre la edificacin del socialismo: la declaracin en la resolucin de junio de 1953, elaborada bajo la directa injerencia de la direccin sovitica critic el desarrollo excesivo de la siderurgia, que la poltica en la que los hngaros haban trabajado hasta ese entonces, era considerada por ellos como el resultado de una excesiva industrializacin y un desarrollo desproporcionado y carente de fundamento, de la industria pesada, que haba impulsado nuestra economa al borde de la quiebra, llegndose a denunciar la excesiva industrializacin socialista y la colectivizacin forzada de la agricultura! [Es muy conocido, el mito burgus-revisionista de que el desarrollo de la industria pesada descuidaba el desarrollo de la agricultura, pero en la Unin Sovitica se vio, que los mejores datos en el campo se lograron precisamente gracias a la industrializacin y a la colectivizacin que permiti dotar de mtodos modernos de explotacin bajo una explotacin colectiva de las tierras. El segundo mito, quizs todava ms extendido fue el de que la colectivizacin del campo se haca a travs de mtodos coercitivos, cuando en realidad, como atestiguan las obras de cualquier marxista-leninista sin excepcin y las estadsticas de la colectivizacin, el principio voluntario de adhesin de los campesinos a las colectividades era un principio inviolable en el que los partidos comunistas hacan mucho nfasis para no cometer errores que rompieran la alianza obrero-campesina, es ms; si esto no fuera as, no se podra explicar ni entender como por ejemplo en la primera experiencia de la historia como fue la colectivizacin del campo en la Unin Sovitica precisamente con sus deficientes y errores iniciales, las cifras de miembros de los koljoses y sovjoses tuvieran al principio cifras tambaleantes de adhesiones y abandonos: si realmente se hubiera implantando mtodos violentos y severos que no permitieran al campesino quedarse fuera de tales sitios, o abandonar una vez entrado a la colectividad, las cifras seran siempre ascendentes sin repuntes, lo que demuestra la estupidez de las mentiras burguesa-revisionistas. Los propios marxista-leninistas hngaros, hicieron nfasis en este axioma leninista-stalinista en la colectivizacin de las tierras: Durante el pasado ao, el nmero de campesinos que han entrado en la cooperativas de productos se ha duplicado y, segn los ltimos datos, 118.000 familias campesinas con ms de 160.000 miembros cultivaban en 1.160.000 hectreas en 20 de febrero. Aparte de esto, 559 comits estn preparando la entrada de 11.000 familias con 84.000 hectreas de tierras de cultivo en las

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    granjas cooperativas. Las granjas estatales y cooperativas, el sector socialista de la agricultura, se extienden ahora a alrededor de una sptima parte de la superficie cultivable, y hemos iniciado un renovado, rpido crecimiento en las ltimas semanas. (...) Qu se tiene que hacer para promover este desarrollo? El factor decisivo en este sentido, es que nuestro campesinado trabajador debe tomar este camino voluntariamente, por su propia voluntad, a travs de su propio juicio y condena. La mayora del campesinado toma este camino slo sobre la base de su propia experiencia, o sobre la base de la experiencia que se puede ver con sus propios ojos. Este desarrollo solo puede ser acelerado por medios de conviccin. Toda presin o insistencia impaciente, o incluso forzada es perjudicial, y slo obtendrn los resultados opuestos. Esto nos es enseado por nuestros grandes maestros, Lenin y Stalin, y est demostrado por nuestra propia experiencia del pasado el desarrollo de las cooperativas hngaras. (Mtyas Rkosi; Informe en el II Congreso del Partido de los Trabajadores Hngaros, 25 de febrero de 1951) Anotacin de Bitcora (M-L)] En junio de 1953 Imre Nagy se convirti en Primer Ministro bajo el apoyo activo de la direccin revisionista sovitica, Imre Nagy luego reconocera que: Las disposiciones de la resolucin de junio de 1953 y el asesoramiento de los camaradas soviticos se demostraron oportunas y justas. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) Como reconoce Franois Fejt, las medidas econmicas concertadas, adoptadas conjuntamente por los socialimperialistas y sus cohorte de revisionistas en los ex pases de las democracias populares consistieron en: La renuncia a la industrializacin exagerada, apostando por el desarrollo prioritario de la industria ligera, la disminucin de la colectivizacin y la abolicin de las medidas antikulaks. (Franois Fejt; Historia de las democracias populares; Tomo II, despus de Stalin, 1953-1971, 1992) En 1956, ms del 60% de los koljoses hngaros haban sido disueltos, no representando ahora ms que el 10% de la tierra cultivada despus de la contrarrevolucin de los titoistas hngaros. Tambin en Polonia, el nmero de los koljoses haba sido dividido por seis entre 1956 y 1957, siendo este ltimo un ao para el cual el 87% de la tierra estaba en manos de los campesinos privados. Si los elementos pro-burgueses de las democracias populares tenan inters en apoyarse en la direccin revisionista sovitica, los revisionistas soviticos tenan inters en sostener a los revisionistas indgenas con vistas a transformar a los pases de ex democracia popular en neocolonias, y seguiran apoyndolos en la medida en que estos revisionistas no se opusieran a su integracin en la esfera de influencia de socialimperialismo sovitico. Como los revisionistas indgenas procuraban sobrepasar el marco autorizado por la libertad que se haban ganado, se oponan inevitablemente de manera creciente a las ambiciones imperialistas de Mosc la burguesa calific de stalinistas a los revisionistas pro-soviticos [a los de corte brezhnevista sobre todo - Anotacin de Bitcora (M-L)] por los mtodos autoritarios empleados, y por lo tanto cuando los revisionistas indgenas en vez de apoyar al revisionismo monocentrista con sede en Mosc [o dicho de otro modo: seguir la

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    teora y prctica poltica, econmica y cultural del revisionismo sovitico como modelo inalienable - Anotacin de Bitcora (M-L)], preferan el policentrismo de los titoistas [tesis en la que se apoyaban los revisionistas indgenas como el revisionismo italiano, que queran separarse de la influencia ideolgica del socialimperialismo sovitico proclamando aquello de que existen tantas vas especficas al socialismo como pases para no seguir directrices ni tutelaje del revisionismo sovitico y crear un revisionismo propio acorde a sus intereses que era usado como cabeza de puente por las potencias imperialistas competidoras para inmiscuirse en los ex pases socialistas. A pesar de las dificultades creadas por Tito, los revisionistas soviticos no podan romper abiertamente con l sin correr el riesgo de romper tambin con los lderes de corte titoista de los pases dependientes bajo dominacin de otras potencias imperialistas, que ellos mismos consideraban como progresistas. Por ello, los socialimperialistas soviticos adoptaron una doble faz con Tito. El socialimperialismo ya haba demostrado sus ambiciones coloniales desde 1956 en Hungra, luego en 1968 en Checoslovaquia, y finalmente en 1979 en Afganistn, desde luego bajo la cubierta de la lucha contra elementos antisocialistas elementos a los cuales los mismos revisionistas soviticos haban apoyado y permitido abiertamente, cuando los mtodos neocolonialistas se mostraban insuficientes, cuando la burguesa compradora procuraba cambiar de socios. Franois Fejt en su introduccin de su obra sobre Imre Nagy: Un comunista que eligi a la gente: retrato de Imre Nagy, de 1957, que relaciona la traicin titoista que apunta a promover el socialismo de rostro humano, es decir, un socialismo de obediencia socialdemcrata donde sera desterrada la lucha de clases contra la burguesa, realiza esta interesante observacin: As, la eleccin de Imre Nagy, quin se haba levantado contra las mismas personas, que como Mao Zedong o Anasts Mikoyn parecan considerarlo hasta con simpata, hizo que dicha apuesta por su figura fuera despus denunciada como un traidor al movimiento obrero internacional, lo que plantea el problema del comunismo hngaro en su verdadero terreno: el de la relacin entre la poltica y la moral. (Franois Fejt; Un comunista que eligi a la gente: retrato de Imre Nagy, 1957) Este terreno de humanismo y moralismo de la pequea burguesa obviamente no es especfico del comunismo hngaro, sino que es comn y se encuentra en todos los revisionismos de Yugoslavia, China, Checoslovaquia, China, Cuba, etc. donde se tiene como objetivo preservar la posicin econmica de la burguesa nacional. No slo la historia no absolver a los revisionistas, sino que ella siempre desenmascara sus teoras y sus prcticas oportunistas, que acabaran inevitablemente en el basurero de la historia. Tampoco es casual que Nagy, al igual que todos los humanistas y moralistas burgueses de la poca, haya puesto grandes esperanzas en los principios de la no alineacin en la que elogi: Las ideas de independencia y de la soberana. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957)

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    Que haban sido: Enrgicamente expresados por los cinco principios de Bandung. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) Que: Figuran en la declaracin de Belgrado. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) A continuacin, afirm la posibilidad de que: Estos pases y pueblos para avanzar hacia el socialismo y lograr, bajo la direccin de partidos obreros marxistas y otros partidos progresistas y fuerzas patriticas nacionales, avanzar hacia el socialismo por una va diferente a la va sovitica. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) A travs de: Vas especficas que conduzcan al socialismo. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) Ya que: La ley desigual del capitalismo lleva a la conclusin lgica tambin de un desarrollo desigual del socialismo. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) En otros trminos, la vieja idea oportunista pseudocientfica de la teora de las fuerzas productivas que es la base ideolgica de las opiniones liquidacionistas de los revisionistas! Luego insisti tambin en: La incompatibilidad de los principios de la no alineacin con el dogmatismo ideolgico perfectamente antimarxista que se desarroll en la Unin Sovitica bajo la fuerza del dogma, que es un tab, vlido y vinculante en todas partes. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) Y despus de lamentar que: La declaracin de Belgrado quedase en letra muerta. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) Proclam la necesidad de: Eliminar los restos agonizantes del antagnico monopolio de la ideologa stalinista. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) Que segn l:

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    Inspir la actividad de la Komintern y que provoc el conflicto surgido dentro de la Kominform. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) Obviamente tales declaraciones no complacan a los revisionistas soviticos que justo acaban en marzo de 1956 de celebrar su XX Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica, el cual Tito haba calificado como una victoria del titoismo sobre el stalinismo, y que continuando con esta poltica liquidacionista se impuls al disolucin de la Kominform en abril de 1956, para dar una nueva apreciacin de Yugoslavia, que acelerara su reconciliacin con Tito, con la esperanza de reunir a los regmenes nacionalistas-burgueses de las ex democracias populares y los pases dependientes. Esta supresin de la Kominform fue una labor en la que colabor todo el mundo menos los marxista-leninistas evidentemente. Fue el trabajo del esfuerzo de Tito cuya existencia, de tal Kominform, le recordaba cmo fue condenado sobre la base inicial del intercambio de cartas en primavera de 1948 entre el Partido Comunista de la Unin Sovitica y el Partido Comunista de Yugoslavia, donde Isif Stalin demostr de manera irrefutable el espritu bujarinista y nacionalista-burgus que haba triunfado en la direccin yugoslava. Fue el esfuerzo de los revisionistas en otros ex pases de democracia popular que queran evitar que se llegara al punto que haba sido puesto Tito en 1948. Fue el esfuerzo de los partidos de los pases imperialistas como el Partido Comunista Italiano y el Partido Comunista Francs que haban sido infectados por el parlamentarismo y el socialchovinismo, por lo que la Kominform era sinnimo de malos recuerdos y de obstculos que cortaba su voluntad creadora. Fue el esfuerzo finalmente de los revisionistas soviticos que, preferan que este mundo hermoso pudiera dormir sin que ningn marxista-leninista pudiera perturbar la serenidad de este mundo revisionista. Para los revisionistas soviticos, esta era la manera perfecta de evitar los enfrentamientos brutales es decir las disputas entre revisionistas, organizando ms bien encuentros bilaterales donde las presiones podran mostrarse mucho ms eficaces y en el curso de las cuales era mucho ms fcil de organizar la convivencia y de armonizar los intereses de todo el mundo revisionista, entre bastidores en Mosc, o en cada una de las capitales revisionistas. En contrapartida de la ausencia de debate franco y abierto, se esperaba formar, organizar de vez en cuando algunas conferencias internacionales, a fin de afirmar el fortalecimiento de la unidad del campo revisionista. Es lo que afirmaba francamente y sin rodeos Palmiro Togliatti, uno de los dirigentes del revisionismo, en la tribuna del VIII Congreso del Partido Comunista Italiano en diciembre de 1956: Somos opuestos al regreso a una forma cualquiera de organizacin centralizada. Pero no excluimos, y, al contrario, deseamos, porque nosotros todos la consideramos como til, la organizacin de encuentros internacionales de representantes de varios partidos, para el examen de problemas de importancia particular, para la confrontacin entre los diferentes caminos que son seguidos para resolver estos problemas en situaciones diferentes; estos encuentros no tendran por objeto elaborar decisiones que comprometeran a todo el mundo, sino serviran para exponer las posiciones recprocas y de ese modo ellas aumentaran la unidad del

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    movimiento. (Partido Suizo del Trabajo; Revista Socialismo, n139, diciembre 1956-enero de 1957) Pero al parecer este no era el smmum del oportunismo, no! Hbil diplomtico y rompiendo con las mistificaciones, Togliatti era tambin capaz de tener la extraordinaria capacidad del mejor alpinista para atravesar los pasos ms estrechos y subir las pendientes ms abruptas para coronarse en la cumbre del oportunismo llegando a la cumbre de la traicin! He aqu la prueba: Los representantes de las organizaciones no comunistas, socialdemcratas o demcratas de diferentes gneros que se nieguen a participar en la cruzada anticomunista a las rdenes de la reaccin, podran participar en estos encuentros y sera un paso, hasta modesto, para superar la escisin actual del movimiento obrero internacional o para crear por lo menos las condiciones que permitan superarlo en el futuro. (Partido Suizo del Trabajo; Revista Socialismo, n139, diciembre 1956-enero de 1957) He aqu la va recomendada por los revisionistas ms consecuentes para restablecer la unidad del movimiento comunista! La renuncia a las tareas revolucionarias que necesariamente debera acabar con la completa fusin de los oportunistas con el socialdemocratismo. Fusionarse con la socialdemocracia, por lo menos en el plano ideolgico, conservando una independencia formal sobre el plan organizativo, he aqu, la va ideal para la burguesa: de hecho todava no se ha inventado nada mejor para engaar al proletariado y perpetuar la esclavitud asalariada! Si los togliattistas del mundo entero a menudo no tuvieran ningn problema en restablecer la unidad con su propia burguesa nacional, siempre han solido fracasar en dominar la unidad de los socialchovinistas del mundo entero ya que cada uno se solidariza con su burguesa contra las burguesas competidoras. Este fracaso era inevitable, y el slo hecho de que los oportunistas del mundo entero hayan hecho suyo el estpido sueo de Karl Kautsky del superimperialismo puede explicar que ellos crean sinceramente por un instante que era posible la unidad internacional de los socialchovinistas sobre la base de produccin internacional de mercancas! Para Enver Hoxha estaba claro que: En la perrera revisionista no hay ni puede haber all una unidad estable. (Enver Hoxha; El falso antiimperialismo, mscara contrarrevolucionaria del revisionismo jruschovista; Artculo publicado en Zri i popullit, 15 de julio de 1969) Por lo tanto: Cada nueva crisis dividir y desmenuzar todava ms el frente revisionista internacional. (Enver Hoxha; El falso antiimperialismo, mscara contrarrevolucionaria del revisionismo jruschovista; Artculo publicado en Zri i popullit, 15 de julio de 1969) Si los revisionistas ciertamente se:

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    Unen en un frente nico contrarrevolucionario en hostilidad y lucha comn contra las fuerzas revolucionarias que defienden el marxismo-leninismo. (Enver Hoxha; El falso antiimperialismo, mscara contrarrevolucionaria del revisionismo jruschovista; Artculo publicado en Zri i popullit, 15 de julio de 1969) No dejan de tener: Contradicciones y conflictos con las camarillas revisionistas de otros pases. (Enver Hoxha; El falso antiimperialismo, mscara contrarrevolucionaria del revisionismo jruschovista; Artculo publicado en Zri i popullit, 15 de julio de 1969) Comprendemos fcilmente que cuando los marxista-leninistas albaneses se mostraron en la tribuna de la Conferencia de Mosc de 1960 para denunciar el peligro revisionista y defender all la obra terica y prctica de Isif Stalin, cuando sealaron como responsables a los revisionistas yugoslavos y los revisionistas soviticos de los acontecimientos en Hungra de 1956, haban provocado un monstruoso escndalo y cosechado un gran desprecio. Qu derecho tena ese minsculo pas para enturbiar la tranquilidad general que los revisionistas tanto se haban esforzado en conseguir? Qu derecho tena para reclamar ante todos, el purgar a todo elemento marxista-leninista, que creyera que: La obra inmortal de Stalin nos incumbe a todos defenderla. Quien no la defiende es un oportunista y un cobarde. (Enver Hoxha; Discurso pronunciado en nombre del Comit Central del Partido del Trabajo de Albania en la Conferencia de los 81 partidos comunistas y obreros celebrada en Mosc, 1960) Es tambin fcil imaginar el horrible rostro de la realidad que muestra el reflejo propio en el que tuvieron que verse los revisionistas cuando se encontraron tan claramente desenmascarados! Thomas Schreiber inform que el discurso de Enver Hoxha en la Conferencia de Mosc de septiembre de 1960 caus un gran escndalo en la sala, en los soviticos, obviamente, pero tambin en las delegaciones francesa e italiana. Maurice Thorez como ferviente jruschovista, tambin distribuy una declaracin que deca: Los miembros de nuestra delegacin escucharon la intervencin con vergenza. Militantes comunistas, jams haban odo tal lenguaje en las asambleas de partido, ni en las reuniones del movimiento comunista internacional. (Notas y estudios documentales; La evolucin poltica y econmica de la Repblica Popular de Albania (1945-1968), La documentacin francesa, Secretariado general del gobierno, 20 de enero de 1969) Cuando en su palabras Maurice Thorez dice que jams haba escuchado ese lenguaje es decir, el lenguaje de la controversia marxista-leninista, abierta y franca dice que en el Partido Comunista Francs, las tendencias socialdemcratas y liberales se haban incrustado en l tan profundamente como para que no fuera utilizado otro idioma distinto del lenguaje diplomtico! Inmediatamente despus del discurso, Nikita Jruschov de nuevo presion a la

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    delegacin de Albania bajo una combinacin de amenazas y ofrecimientos de dinero. Antes de salir de la conferencia, Enver Hoxha denunci este chantaje. Desconfiando de los revisionistas soviticos, l se qued en la embajada de Albania antes de salir en tren por miedo a volar bajo un avin puesto en disposicin por los revisionistas soviticos. Thomas Schreiber apunta como inters que incluso durante la Conferencia de Mosc de 1960, los jruschovistas tomaban ms cautela con los lderes chinos quienes queran mantener a toda costa la unidad del movimiento comunista, seala: Esto result en un juego flexible y superficial mucho menos agrio que el enfrentamiento sovitico-albans. (Thomas Schreiber; Enver Hoxha, el sultn rojo, 1994) Es el juego flexible, es decir la tentativa de conciliacin de lo irreconciliable que intentaron los revisionistas chinos, que enfureci a Enver Hoxha a principio de los aos sesenta [Vase la obra de Enver Hoxha: Reflexiones sobre China, Tomo I (1962-1972) - Anotacin de V. G.]. Esta menor aspereza es tambin evidente cuando uno se relee el informe presentado por Nikita Jruschov en el XXII Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica de 1961, en el cual no contena ningn ataque directo contra los dirigentes chinos, mientras se apelaba a la cada de la direccin marxista-leninista albanesa. As, en dicho informe tras una larga diatriba sobre el culto a la personalidad, lucha que se reconoca inspirada por el testamento de Lenin y recordaba su mismo contenido, el viejo trotskista camuflado de Jruschov ver las memorias de Lzar Kaganvich atac largamente a los marxista-leninistas albaneses que segn l no haban demostrado: El entendimiento que deberan. (Nikita Jruschov; Informe en el XXII Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica, 17 de octubre de 1961) Sino que incluso: Haban comprometido la lucha contra esta orientacin. (Nikita Jruschov; Informe en el XXII Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica, 17 de octubre de 1961) Aparentemente: No estando de acuerdo con su fuero interior. (Nikita Jruschov; Informe en el XXII Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica, 17 de octubre de 1961) Con la lucha desde 1956: Contra el culto a la personalidad de Stalin. (Nikita Jruschov; Informe en el XXII Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica, 17 de octubre de 1961) Al hablar de los acontecimientos de la primera mitad de 1956, como el XX Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica de 1956 o la reconciliacin con Tito, Franois Fejt concluy que:

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    Era perfectamente lgico que despus de la reconciliacin con Tito y el reconocimiento terico de la independencia de los partidos, la Unin Sovitica tendiera a la liquidacin de la guerra fra suprimiendo la Kominform. (Franois Fejt; Historia de las democracias populares; Tomo II, despus de Stalin, 1953-1971, 1992) Franois Fejt tomaba nota luego de la convergencia esencial de Tito y Mao Zedong sobre este tema, aunque no hubieran mantenido grandes relaciones, remarc que: Los chinos tambin haban insistido desde 1943 en la posibilidad de fijar soberanamente una lnea poltica y ponerla en prctica teniendo en cuenta la situacin concreta y las condiciones especficas de su pas. (Franois Fejt; Historia de las democracias populares; Tomo II, despus de Stalin, 1953-1971, 1992) Preciosas confesiones! La direccin revisionista sovitica, no poda evidentemente aceptar que fuera puesto en cuestin su monopolio ideolgico, es decir, que dejara de imperar la ideologa monocentrista de los revisionistas soviticos ni en China ni en las ex democracias populares. En otros trminos, los revisionistas soviticos queran transmitirles a sus homlogos revisionistas chinos y de otras ex democracias populares: ustedes sois libres de recomendar cualquier especie de socialismo, ahora que Stalin ha muerto y que los partidarios del culto a la personalidad han sido eliminados, pero lo sois desde el momento en que ustedes sean razonables y de que ustedes acepten nuestra ayuda. All, los elementos titoistas [se refiere a elementos antimarxistas de gran inspiracin nacionalista y pro-occidental - Anotacin de Bitcora (M-L)] que los revisionistas soviticos haban sostenido para hacer contrapeso a los elementos marxista-leninistas de los pases de democracia popular, ahora aspiraban a una mayor independencia queriendo tener las ayudas de todos los lados, no slo de Mosc: estos revisionistas indgenas pensaban que no se haban liberado del fantasma del comunismo [es decir, de los elementos revolucionarios que tenan el poder - Anotacin de Bitcora (M-L)] para slo obedecer el dedo y el ojo del socialimperialismo sovitico. As rpidamente aparecieron en el escenario histrico las teoras revisionistas policntricas, como una sombra que acompaaba a la teora monocntrica del revisionismo sovitico: ambas se combinaban cuando era necesario para combatir al stalinismo, sin embargo ambas estaban enfrentadas en cuanto a determinar quin iba a aprovechar la desestimacin del marxismo-leninismo y quin iba a dominar el proceso de restauracin de la explotacin asalariada. Dirigindose a los comunistas estadounidenses de los aos veinte, Isif Stalin observaba que si tan cierto era que en su actividad: Ciertamente sera un error no tomar en cuenta las caractersticas especficas del capitalismo estadounidense. (Isif Vissarinovich Dzhugashvili, Stalin; Las fracciones de derecha en el Partido Comunista de los Estados Unidos; Discurso pronunciado en la comisin estadounidense del Presidium del Comit Ejecutivo de la Komintern, 6 de marzo de 1929)

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    Cuanto peor sera: Querer basar toda la actividad del partido comunista en estas particularidades especficas, ya que todo partido comunista, incluido el estadounidense, debe basar su accin en las caractersticas general del capitalismo. (Isif Vissarinovich Dzhugashvili, Stalin; Las fracciones de derecha en el Partido Comunista de los Estados Unidos; Discurso pronunciado en la comisin estadounidense del Presdium del Comit Ejecutivo de la Komintern, 6 de marzo de 1929) Para Stalin: Aqu es donde reside el internacionalismo de los partidos comunistas. Las caractersticas especficas son slo complemento de las caractersticas generales. (Isif Vissarinovich Dzhugashvili, Stalin; Las fracciones de derecha en el Partido Comunista de los Estados Unidos; Discurso pronunciado en la comisin estadounidense del Presdium del Comit Ejecutivo de la Komintern, 6 de marzo de 1929) Isif Stalin, como eminente terico marxista de la cuestin nacional y colonial siempre haba visto que el hecho de dar primaca a las caractersticas especficas de tal o cual pas capitalista, era sinnimo de conciliacin con su propia burguesa nacional, conciliacin que inevitablemente se hunda con el nacionalismo y el socialchovinismo. Ponemos estas palabras en relacin con todas las vas especficas defendidas por los enemigos del socialismo. Comprendemos el dolor y el odio que sentan y an sienten los nacionalistas burgueses y los revisionistas ante tales enseanzas tan universales, actuales y clarividentes. Al igual que Lev Trotski, Nikita Jruschov, que vea en la dictadura del proletariado de la Unin Sovitica la dictadura personal de Stalin sobre el proletariado y el partido, cuando el Partido Comunista de la Unin Sovitica marcaba la pauta de las grandes transformaciones socialistas que liquidaban las ltimas clases explotadoras, lucha de clases que defina como una degeneracin termidoriana provocada por Stalin; Imre Nagy tambin denunciaba: El bonapartismo, la dictadura personal y los mtodos de violencia instaurados en Hungra. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) Segn l por Rkosi, de quin deca de nuevo, repitiendo el paralelismo de crtica a Stalin, que haba: Reinado como dueo supremo del partido. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) A fin de defender a la burguesa nacional y los kulaks indgenas. Imre Nagy defina este poder como uno no espontneo lase un asunto interior del pueblo y del Partido de los Trabajadores Hngaros, sino como un poder impuesto desde el exterior por Stalin, quin segn Nagy, por su poltica:

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    Haba ayudado poderosamente a la liquidacin de las fuerzas capaces de hacer contrapeso a este rgimen bonapartista. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) Como todos los revisionistas, deseosos de pasar por leninistas, Imre Nagy afirm que las leyes objetivos de la reproduccin ampliada socialista haban sido violadas por la direccin de Mtys Rkosi, que: Dando prioridad a la industria pesada en detrimento de la industria ligera y la agricultura especialmente las explotaciones individuales. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) Lo que segn l haba llevado: A disminuir el nivel de la calidad de vida. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) Imre Nagy encontr un slido apoyo en la direccin sovitica: en junio de 1953 el conocido mercader Anasts Mikoyn se preocup de lo que: Nadie se haba tomado la molestia de calcular: el precio de coste en Hungra de una fundicin o del acero. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) A principios de 1954, Lzar Kaganvich volvi a la carga afirmando segn Imre Nagy que: Los antiguos errores de la poltica no haban sido corregidos. Las respectivas proporciones de la industria pesada y la industria ligera casi se quedaron igual. Ustedes quisieron edificar el socialismo de un solo golpe. En nuestra casa, la situacin es muy diferente de vuestra casa, y es lo que ustedes no quieren admitir. Hay que proceder a cambios ms radicales. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) Mtys Rkosi a la cabeza de la direccin del Partido de los Trabajadores Hngaros intent bien resistir a las presiones ejercidas por los revisionistas soviticos, hasta llegar al punto de apartar a Imre Nagy del puesto de Primer Ministro en 1955, pero este volvera triunfalmente en 1956 inmediatamente despus del informe de Jruschov en el XX Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica. Habiendo renunciado a la transformacin socialista de la economa hngara con el pretexto de mejorar las condiciones materiales de la gente, los revisionistas hngaros proclamaron que: La principal va de desarrollo de la agricultura no hay duda ser la cooperativa. Pero hasta el da cuando esta va sea la nica, la evolucin se proseguir por otras vas tambin. En cuanto al fondo, habr dos vas paralelas: una va cooperativa y una va no cooperativa. Y hasta, para una etapa bastante larga, habr en resumidas cuentas dos vas cooperativas paralelas: la de las cooperativas simples, y las cooperativas evolucionadas. (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957)

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    En boca del titoista Imre Nagy, el expresar que en la agricultura aparte de la va cooperativa habra tambin otras no cooperativas, ese, tambin era ms bien un ser mayora finalmente o un exclusivamente, y no esperbamos menos de este comunista, que ya desde principio de los aos 30 haba tenido problemas en Mosc debido a las grandes relaciones que tuvo con Nikoli Bujarin, quin tambin haba sido muy ponderado con los kulaks. En otras palabras, la colectivizacin de las tierras fue relegada hasta el da del juicio final: la seguridad de la marcha hacia adelante as como la advertencia para el sujeto de los peligros del capitalismo, y dems slogans de Imre Nagy no servan ms que para engaar a los pocos ingenuos que crean esto, en efecto, slo serva para esconder el hecho de que si la industria pesada era relegada a un segundo plano, los campos hngaros no podan ser colectivizados antes de un largo periodo [ya que al cercenar el desarrollo de la industria pesada se retrasa el desarrollo de las fuerzas productivas que permiten producir las maquinaria para la explotacin colectiva a gran escala de los koljoses o sovjoses - Anotacin de Bitcora (M-L)], asegurando con ello las explotaciones capitalistas de los kulaks y proporcionando una paz de clases que durara durante las siguientes dcadas. [Esta absurda teora revisionista de que hasta que se lograra la colectivizacin completa del campo se estimulara la va cooperativista y la no cooperativista la propiedad privada, era una repeticin de la teora bujarinista de la construccin espontnea en el campo: Los autores de esta teora afirman, sobre poco ms o menos, lo siguiente: en nuestro pas exista el capitalismo, la industria se desarrollaba sobre una base capitalista, y el campo marchaba detrs de la ciudad capitalista de un modo espontneo, de por s, transformndose a imagen y semejanza de la ciudad capitalista. Pues bien, si bajo el capitalismo ocurra as, por qu no ha de ocurrir lo mismo con la economa sovitica? Por qu el campo, la pequea hacienda campesina, no puede marchar espontneamente tras de la ciudad socialista, transformndose tambin espontneamente a imagen y semejanza de ella? Los autores de esta teora afirman, apoyndose en este argumento, que el campo puede marchar tras de la ciudad socialista de un modo espontneo. De ah la pregunta: merece la pena preocuparse tanto de la creacin de sovjoses y koljoses? merece la pena que rompamos lanzas por ello, si el campo puede, sin necesidad de ms, marchar tras la ciudad socialista? (...) El papel dirigente de la ciudad socialista respecto al campo individualista, en el que prevalece la pequea hacienda campesina, es, sin duda, grande e inestimable. En ello, precisamente, se basa el papel transformador de la industria con relacin a la agricultura. Pero acaso basta eso para que el campo, con su pequea hacienda campesina, marche por propio impulso tras de la ciudad por el cauce de la edificacin socialista? No, no basta. Bajo el capitalismo, el campo segua espontneamente a la ciudad, porque la economa capitalista de la ciudad y la pequea economa mercantil del campesino individual son, en el fondo, un solo tipo de economa. Naturalmente, la pequea economa mercantil del campesino no es an una economa capitalista. Pero, en el fondo, es el mismo tipo de economa que el capitalismo, puesto que se apoya en la propiedad privada sobre los medios de produccin. () Puede afirmarse que la pequea economa mercantil campesina sea tambin, en esencia, un mismo tipo de economa que la

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    produccin socialista de la ciudad? Es evidente que no puede afirmarse tal cosa sin romper con el marxismo. (...) Por tanto, para que el campo, con sus pequeas haciendas campesinas, siga a la ciudad socialista, hace falta, aparte de todo lo dems, una cosa: implantar en el campo grandes haciendas socialistas, bajo la forma de sovjoses y koljoses, como base del socialismo, capaces de arrastrar consigo, con la ciudad socialista a la cabeza, a las grandes masas campesinas. (Isif Vissarinovich Dzhugashvili, Stalin; En torno a las cuestiones de la poltica agraria de la Unin Sovitica, 1929) - Anotacin de Bitcora (M-L)] Pero los revisionistas soviticos pronto se desilusionaron, porque si bien Imre Nagy era cierto que era un ardiente antistalinista al que haban sabido utilizar para desbancar a la direccin revolucionaria hngara, no era menos cierto que era un titoista, que soaba con el no alineamiento y tener ocasin de aproximarse a las potencias imperialistas occidentales. Si el socialimperialismo sovitico daba su apoyo al no alineamiento para penetrar en Asia, frica, y Amrica Latina, lo rechazaba cuando esta teora era respecto a los pases incluidos en su esfera de influencia: la insurreccin de Budapest de otoo de 1956 fue pues reprimida e Imre Nagy apartado y posteriormente ejecutado en 1958, siendo remplazado por otro revisionista, Jnos Kdr, alguien ms fiel a la camarilla revisionista de Mosc. Los revisionistas soviticos remplazaron a Imre Nagy por otro pen con menos tendencias titoistas: Jnos Kdr representaba al ala compradora de la burguesa nacional [es decir, a la burguesa hngara que aceptaba el neocolonialismo impuesto por la burguesa socialimperialista de la Unin Sovitica - Anotacin de Bitcora (M-L)]. Jnos Kdr al igual que Imre Nagy en Hungra o Wadysaw Gomuka en Polonia, haban sido condenados como nacionalistas burgueses y encarcelados a principios de los aos 50. Checoslovaquia conocera un proceso semejante una dcada ms tarde: Alexander Dubek, otro panegrico del socialismo con rostro humano es decir del socialismo que mima, reeduca e integra a los elementos burgueses con notables tendencias titoistas reconocidas, despus de haber sido el pen promocionado por los revisionistas soviticos contra los marxista-leninistas checoslovacos, sera apartado por sus antiguos aliados en respuesta a los sucesos conocidos como la Primavera de Praga de 1968. En Polonia, los revisionistas soviticos tuvieron ms suerte: Wadysaw Gomuka que haba sido excluido del Partido Obrero Unificado Polaco en 1949 como desviacionista de derecha y nacionalista y encarcelado en 1951, fue liberado de prisin en 1954 y llegara a recuperar su puesto en 1956. Tan pronto como recobr su lugar las tendencias separatistas se reafirmaron en Varsovia, pero Gomuka asegur a los revisionistas soviticos que no pagaran ellos el no alineamiento, y que no se traducira en antisovietismo. El revisionista burgus-comprador Wadysaw Gomuka fue forzado pues, a poner freno a las tendencias separatistas titoistas con el fin de evitar enfadar a los revisionistas soviticos, quienes se escaparan de tener un nuevo Budapest, pero en Polonia. El 24 de octubre de 1957, en un texto que descubra la situacin del partido, Wadysaw Gomuka exiga que fuera rechazado el prximo congreso del Partido Obrero Unificado Polaco debido a la situacin catica que exista en el partido.

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    A pesar de los artificios leninistas que utiliz para combatir a los elementos titoistas que: Criticaban los errores del pasado. (Partido del Trabajo de Suiza; Revista mensual Socialismo, n 144, 1957) l los haba liberado, y tampoco poda abstenerse de denunciar a: Los partidarios del dogmatismo y del sectarismo. (Partido del Trabajo de Suiza; Revista mensual Socialismo, n 144, 1957) Que calificaban el XX Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica de: Gran desgracia para el movimiento obrero internacional. (Partido del Trabajo de Suiza; Revista mensual Socialismo, n 144, 1957) No vacilaba en afirmar que: Para este gnero de personas, no puede haber sitio en el partido: liquidaremos toda manifestacin antipartido por lo tanto todo punto de vista del dogmatismo. (Partido del Trabajo de Suiza; Revista mensual Socialismo, n 144, 1957) Y tal fue el destino de los marxista-leninistas en los pases revisionistas-burgueses! Wadysaw Gomuka pese a todo esto, sera tambin sustituido en 1970 por Edward Gierek, otro revisionista, favorable a la tendencia monocntrica de Mosc, l fue la respuesta a los acontecimientos de Checoslovaquia durante 1968, pues los revisionistas soviticos deseaban por entonces, prevenir otros desbordamientos similares. Si primeramente la victoria de los revisionistas soviticos pudo parecer en otros partidos revisionistas como una victoria internacional gracias tambin a las proporciones internacionales alcanzadas bajo la lucha contra el stalinismo, lo cierto es, que la nueva poltica expansionista y neocolonialista de los revisionistas soviticos pronto choc con los intereses de sus homlogos de otros partidos revisionistas, especialmente cuando dichos partidos estaban en el poder. As en los pases bajo gobiernos revisionistas, los derechistas siguieron denunciado la tutela de Mosc, al mismo tiempo que se permita el libre desarrollo del socialismo especfico, tratando de mantenerlos en su esfera de influencia. Como subrayaron los marxista-leninistas albaneses, las muertes en grupo durante el periodo 1948-1956 y en circunstancias a menudo muy sospechosas de eminentes marxista-leninistas como Andri Zhdnov que muri de causas naturales a la edad de 52 aos; y que de su muerte sali a la luz el caso del complots de los mdicos, Georgi Dimitrov que muri en Mosc en 1949 a la edad de 67 aos, mientras estaba recibiendo tratamiento mdico all Isif Stalin quin muri en marzo de 1953 a la edad de 73 aos, mientras preparaba nuevas purgas relacionadas con el caso del complots de los mdicos que volva a tener eco en 1953, supuestamente muri de una hemorragia cerebral causada por envenenamiento, de hecho sus asesinos le dejaron sin atencin durante dos das Klement Gottwald quin muri tambin en marzo de 1953, a la edad de 56 aos, de una neumona contrada en Mosc durante el funeral

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    de Stalin Bolesaw Bierut quin de repente enferm tras el XX Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica de 1956 y muri en Mosc en marzo de 1956 a la edad de 63 aos, sin duda ponen en contexto el golpe de Estado revisionista en la Unin Sovitica y los pases de democracia popular durante el curso de los aos 1948-1956. Nada nos asombra, lo fundamental de todo esto: en el momento en que se exacerbaban las contradicciones internacionales con los pases imperialistas, en el momento en que las democracias populares las luchas contra las tendencias nacionalistas-liquidacionistas tomaban vastas proporciones, paralelamente a la exacerbacin de la lucha de clases por la industrializacin socialista, la limitacin y liquidacin de los elementos burgueses en su economa, y por otro lado tambin en el momento en que en la Unin Sovitica con la creacin del campo socialista se podan reactivar viejas desviaciones nacionalistas, que consideraran a la Unin Sovitica como el centro y las democracias populares como periferia. El testimonio de Enver Hoxha en su obra: Los jruschovistas de 1980 tambin confirma de manera irrefutable el hecho de que entre bastidores y ya antes de la muerte de Stalin, y despus abiertamente tras su muerte, los revisionistas soviticos se comportaban como imperialistas que pretendan transformar a los pases de democracia popular en pases dependientes de la Unin Sovitica. Desde 1956, Enver Hoxha no se dej manipular por titoistas como Imre Nagy o Wadysaw Gomuka, creyndose aquello de que los partidos comunistas haban sido lunas de Stalin es decir, satlites de la Unin Sovitica de Stalin, no comprenda cmo bajo la excusa de algunos errores econmicos se haba llegado al punto de cesar a reconocidos comunistas: Slo en una situacin en que existen tendencias antimarxistas y contrarrevolucionarias contra el poder popular y el campo socialista, como es efectivamente el caso de Hungra, poda descartarse a comunistas como Mtys Rkosi y sus camaradas que tienen un largo pasado de accin revolucionaria. (Enver Hoxha; Algunas cuestiones concernientes a las relaciones entre los pases del campo socialista; Intervencin en la reunin del Bur Poltico del Comit Central del Partido del Trabajo de Albania: Obras Escogidas, Tomo II, 3 de noviembre de 1956) Tampoco se trag los ataques sobre las cooperativas agrcolas: Wadysaw Gomuka ha atacado el cooperativismo agrcola, pretendiendo que no es rentable. No nos inmiscuimos en sus asuntos, pero debemos afirmar que no estamos de acuerdo con tales puntos de vista. Los errores que hayan podido cometerse en Polonia en el terreno de la colectivizacin no pueden ser atribuidos a la propia colectivizacin. Si la colectivizacin hubiera sido la causa, entonces las cooperativas agrcolas se encontraran tambin en nuestro pas en una precaria situacin. (Enver Hoxha; Algunas cuestiones concernientes a las relaciones entre los pases del campo socialista; Intervencin en la reunin del Bur Poltico del Comit Central del Partido del Trabajo de Albania: Obras Escogidas, Tomo II, 3 de noviembre de 1956) Al contrario que los revisionistas chinos, para Enver Hoxha:

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    Hombres como Jnos Kdr, Lszl Rajk y otros han trabajado para acabar con el Partido de los Trabajadores Hngaros. Esta gente no ha sido jams marxista, sabemos las intrigas que ha urdido en colaboracin con la camarilla de Tito, por esto la actitud que adopt Mtys Rkosi hacia ellos era justa. (Enver Hoxha; Algunas cuestiones concernientes a las relaciones entre los pases del campo socialista; Intervencin en la reunin del Bur Poltico del Comit Central del Partido del Trabajo de Albania: Obras Escogidas, Tomo II, 3 de noviembre de 1956) Para l: Segn las informaciones de que disponemos, Bolesaw Bierut ha sido uno de los dirigentes ms insignes del proletariado mundial y del pueblo polaco. (Enver Hoxha; Algunas cuestiones concernientes a las relaciones entre los pases del campo socialista; Intervencin en la reunin del Bur Poltico del Comit Central del Partido del Trabajo de Albania: Obras Escogidas, Tomo II, 3 de noviembre de 1956) Evocando el impacto del informe secreto de Nikita Jruschov en el XX Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica de 1956, Le Monde Diplomatique subrayaba que: Los efectos de su intencin sobre el bloque del Este fueron desiguales. En la Albania de Enver Hoxha se acogi a una nostalgia stalinista asumida. (Le Monde diplomatique; octubre de 2006) Si solo Enver Hoxha supo resistir a las presiones de los revisionistas soviticos, fue primeramente debido a la situacin econmica y social sana y dinmica en la cual se apoyaba la Albania socialista. Desde el 28 de mayo de 1950 la asamblea popular albanesa institucionaliz los importantes cambios realizados que haba sufrido la vida econmica, poltica y social en los cinco aos anteriores. La constitucin de 1946 ahora reeditada, especificaba en lo sucesivo que la Repblica Popular de Albania era: Un Estado de obreros y campesinos trabajadores. (Partido del Trabajo de Albania; Historia de la construccin socialista en Albania, 1975) En el cual el Partido del Trabajo de Albania era: La vanguardia organizada de la clase obrera y de todas las masas trabajadoras en su lucha por la construccin de las bases del socialismo y el ncleo que diriga otras organizaciones de trabajadores, sociales y del Estado. (Partido del Trabajo de Albania; Historia de la construccin socialista en Albania, 1975) Durante el periodo 1954-1960, contrariamente a otros pases de democracia popular, Albania no vio el triunfo de los revisionistas y el golpe a la transformacin socialista, sino que vera el triunfo de las transformaciones socialistas en toda la economa tanto de la ciudad como en el campo. Para 1960, las relaciones de produccin socialista se vean con los siguientes datos:

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    El establecimiento de la base econmica del socialismo tambin en el campo tuvo por resultado de transformar los principales medios de produccin y de circulacin en una propiedad comn del conjunto de la sociedad o de grupo. As la economa multiforme fue liquidada y reemplazada por un sistema socialista nico de la economa que englobaba la industria pesada y ligera, la agricultura y los transportes, los bancos y el comercio. Este sistema asegur al final del Segundo Plan Quinquenal el 99% de la produccin industrial global, el 80% de la produccin agrcola, el 100% de las ventas al por mayor y el 90% del comercio al por menor. Este sistema proporciona el 90% del ingreso nacional. Estos ndices muestran que la principal base econmica del socialismo en la ciudad y el campo haba sido construida. (Partido del Trabajo de Albania; Historia de la construccin socialista en Albania, 1975) Entonces, en es ese momento, en que las repentinas muertes de Isif Stalin y otros marxista-leninistas a Enver Hoxha le parecieron sospechosas, habiendo ya l sentido en sus carnes las intrigas de los jruschovistas y sus aliados revisionistas en las democracias populares y viendo adems la reconciliacin de los revisionistas soviticos con Tito y con personajes de la burguesa compradora del tercer mundo como Nehru, afirmara: Inmediatamente despus de la muerte de Isif Stalin muri Klement Gottwald. Muerte extraa, inesperada! Los que conocan a Gottwald, jams podan concebir que este hombre sano, robusto y dinmico muriera de una gripe o de un resfriado que habra cogido el da de las exequias de Stalin. (Enver Hoxha; Los jruschovistas, 1980) En cuanto a la destitucin de Mtys Rkosi se acogi como algo inquietante. Y en cuanto a la muerte repentina de Bolesaw Bierut, tras el XX Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica de 1956: Despus de este encuentro, vino la desgracia: Bolesaw Bierut haba muerto, y al igual que Klement Gottwald de un catarro. Consternacin y sorpresa!. (Enver Hoxha; Los jruschovistas, 1980) Por todo ello, Enver Hoxha escribi en estas memorias que: Ahora bien, despus de la muerte de Stalin, su ofensiva para destruir el socialismo en los otros pases fue intensificndose. Al igual que en la Unin Sovitica, Jruschov comenz a instigar a los elementos antimarxistas, enmascarados o desenmascarados en Bulgaria, Checoslovaquia, Polonia, Rumana, Hungra, y tambin en Albania. Jruschov y compinches trataban de conseguir que estos elementos, ah donde estuvieran en la direccin, se pusiesen bajo su control y, donde no lo estuvieran, se colocaran en ella, eliminando a los dirigentes sanos a travs de intrigas, putschs o incluso con atentados, tal como queran hacer con Stalin; cosa que muy probable que hayan hecho. (Enver Hoxha; Los jruschovistas, 1980) Por ello l siempre se mostraba muy prudente en el curso de las entrevistas que tuvo con la direccin jruschovista en los aos 50 y 60.

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