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Cuestiones Teológicas, Vol. 32, No. 77 (2005) / 11 1 Este artículo se publica con la autorización expresa del autor y de la editorial original. “Gewalt und Monotheismos Beispel Altes Testament”. En: Monotheismus - Eine Quelle der Gewalt? Düringer, Hermann 61-78, Arnoldshainer Teste 173. Frankfurt am Main: Haag und Herchen 2004. * Doctor en Sagrada Escritura del Instituto Pontificio de Roma. Profesor en Sankt Georgen en Frankfurt y en el Instituto Bíblico de Roma. Actualmente pertenece al comité de la editorial Katholisches Bibelwerk y de la Revista Bíblica de Roma. Ha escrito numerosos libros y artículos dentro de los que se destacan en castellano: Valores actuales del Antiguo testamento, 1968; Las tradiciones del Pentateuco, 1998; La Opción por los pobres, 1999; The Inerrancy of Scripture and other essays. Ed. Bibal 1994; Church Dreams Talking Against the Grain 1999; A la sombra de tus alas, Desclée de Brouwer, Bilbao 2002. Artículo recibido el día 11 de agosto de 2004 y aprobado por el Consejo Editorial el día 12 de octubre de 2004. Dirección del autor: [email protected] Tradujo: Dr. Alberto Ramírez Zuluaga VIOLENCIA Y MONOTEÍSMO Un ejemplo según el Antiguo Testamento 1 NORBERT LOHFINK* Resumen: La idea de una relación esencial entre monoteísmo y violencia es mucho más antigua que el 11 de septiembre de 2001, fecha del golpe de los «monoteístas» de Arabia Saudita de Al-Qaeda, en New York. El contexto de la presente exposición está limitado de manera estricta al antiguo Israel, mejor aún, al Antiguo Testamento. De todos modos este ámbito parcial ocupa un lugar significativo pues allí comienza la historia de los llamados monoteísmos y fundamenta la creciente nostalgia actual de un politeísmo pacífico. Palabras Clave: Biblia – Monoteísmo – Politeísmo - Violencia. Abstract: The idea of an essential relationship between monotheism and violence is much older than the September 11 th 2001 blowing of the twin towers in New York by the Saudi Arabian monotheists of Al-Qaida. The context of this essay relates solely to the Old Testament. It is indeed a very restricted milieu but it bares a significant meaning because it is the cradle where all the Cuestiones Teológicas, Vol. 32, No. 77 p. 11 - 24 Medellín - Colombia. Enero-Junio de 2005, ISSN 0120-131X Violencia y monoteísmo. Un ejemplo según el Antiguo Testamento

Violencia y monoteísmo. Un ejemplo según el Antiguo Testamento - Norbert Lohfink

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Violencia y monoteísmo. Un ejemplo según el Antiguo Testamento - Norbert Lohfink.

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  • Cuestiones Teolgicas, Vol. 32, No. 77 (2005) / 11

    1 Este artculo se publica con la autorizacin expresa del autor y de la editorial original. Gewalt undMonotheismos Beispel Altes Testament. En: Monotheismus - Eine Quelle der Gewalt? Dringer,Hermann 61-78, Arnoldshainer Teste 173. Frankfurt am Main: Haag und Herchen 2004.

    * Doctor en Sagrada Escritura del Instituto Pontificio de Roma. Profesor en Sankt Georgen enFrankfurt y en el Instituto Bblico de Roma. Actualmente pertenece al comit de la editorialKatholisches Bibelwerk y de la Revista Bblica de Roma. Ha escrito numerosos libros y artculosdentro de los que se destacan en castellano: Valores actuales del Antiguo testamento, 1968; Lastradiciones del Pentateuco, 1998; La Opcin por los pobres, 1999; The Inerrancy of Scriptureand other essays. Ed. Bibal 1994; Church Dreams Talking Against the Grain 1999; A la sombrade tus alas, Descle de Brouwer, Bilbao 2002.Artculo recibido el da 11 de agosto de 2004 y aprobado por el Consejo Editorial el da 12 deoctubre de 2004.Direccin del autor: [email protected]: Dr. Alberto Ramrez Zuluaga

    VIOLENCIA Y MONOTESMOUn ejemplo segn el Antiguo Testamento1

    NORBERT LOHFINK*

    Resumen:La idea de una relacin esencial entre monotesmo y violencia es mucho ms antigua que el 11 deseptiembre de 2001, fecha del golpe de los monotestas de Arabia Saudita de Al-Qaeda, enNew York. El contexto de la presente exposicin est limitado de manera estricta al antiguo Israel,mejor an, al Antiguo Testamento. De todos modos este mbito parcial ocupa un lugar significativopues all comienza la historia de los llamados monotesmos y fundamenta la creciente nostalgiaactual de un politesmo pacfico.

    Palabras Clave: Biblia Monotesmo Politesmo - Violencia.

    Abstract:The idea of an essential relationship between monotheism and violence is much older than theSeptember 11th 2001 blowing of the twin towers in New York by the Saudi Arabian monotheists of Al-Qaida. The context of this essay relates solely to the Old Testament. It is indeed a very restricted milieu but it bares a significant meaning because it is the cradle where all the

    Cuestiones Teolgicas, Vol. 32, No. 77 p. 11 - 24Medelln - Colombia. Enero-Junio de 2005, ISSN 0120-131X

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    so called monotheisms are born. This Old Testament environment is, in fact, the basis of anincreasing nostalgia for a pacific polytheism in our days. Key Words: Bible Monotheism Polytheism Violence.

    La idea de una relacin esencial entre monotesmo y violencia es mucho msantigua que el 11 de septiembre de 2001, fecha del golpe de los monoteistas deArabia Saudita de Al-Qaida. Ya David Hume haba escrito:

    La intolerancia de aproximadamente todas las religiones que han afirmado launicidad de Dios es tan notable como el principio opuesto de los politestas.

    Desde hace muchos aos ya sopla otra vez como algo nuevo por nuestraspublicaciones y discursos dominicales alemanes la nostalgia de un politesmo pacfico,presentada con grandes ttulares.

    Haba en cada rbol, en cada fuente y en todo arrollo otro dios. Inimaginableque bajo la proteccin de una multiplicidad de dioses dispersos por prados y bosquespudiera amenazar alguna vez peligro.

    - as Martin Walser. Por no hablar sino del ltimo que ha pasado por los pases conesta evaluacin del monotesmo: el egiptlogo de Heildelberg, Jan Assmann, quientermin en Munich en un simposio cientfico una conferencia sobre Monotesmo eIkonoclamus (controversia de las imgenes) como Teologa poltica con la frase significativa:

    Si se quiere salvar la idea monotesta, entonces se la debe despojar de suviolencia inherente.

    Yo percibo esta frase en s misma como violencia verbal. Pero dejmoslasimplemente como punto de partida. Ella representa todo lo que hoy se estventilando.

    La presente conferencia hace parte de una serie. Dentro de este contexto mitema est limitado de manera estricta al antiguo Israel. De manera todava msprecisa: al Antiguo Testamento. De todos modos este mbito parcial ocupa un lugarsignificativo especial ya que aqu comienza la historia de los llamados monotesmos.

    La palabra monotesmo fue creada solamente en el siglo XVII. No se trata dela auto-caracterizacin de una de las religiones as clasificadas. En la palabra se escondeen parte una actitud despectiva y un desconocimiento de las religiones no monotestasque luego fueron designadas de manera lgica como politestas. Tampoco es sta

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    en modo alguno la designacin que ellas hacen de s mismas. Las dos palabras handemostrado ser, desde hace tiempo, inapropiadas. El Dios uno de los monotesmospuede ser experimentado en cada caso de manera diferente segn su relacin conel mundo. En los politesmos juega a menudo un gran papel contra la primera impresinla experiencia de la unidad de lo divino. La nocin monotesmo es hija tpica delpensamiento racionalista. En la discusin del momento, ella es aparentemente tantil porque se la relaciona de manera inmediata, en su sistema simple de enumeracinde los dioses, con el pensamiento de lo verdadero y lo falso, y ste a su vez puedeser acusado muy fcilmente como estandarte de la intolerancia, en tanto queintolerancia es naturalmente comparable con violencia. La eleccin de trminostiene su finalidad. Elegido el campo de asociacin, la tesis est casi probada.

    Si se pregunta concretamente en qu religiones se ha pensado, aparececlaramente: slo se piensa en tres: Judasmo, Cristianismo e Islam. Ellas sonconsideradas como las religiones de la violencia.

    Ahora bien, habra otra designacin comn para estas tres religiones que tendrala ventaja de no sugerir el campo de asociacin que conduce a la objecin de laviolencia. En efecto, todas tres estn histricamente relacionadas, todas tres ven sucomienzo en Abraham, el hombre llamado por Dios. En razn de esto se ha introducidola nocin de religiones abrahmicas. En realidad, sera ms objetivo utilizarla.

    Las religiones abrahmicas comenzaron con Israel. El Antiguo Testamento es ellibro sagrado ms antiguo de estas religiones. La cuestin de la violencia en el antiguoIsrael y en el Antiguo Testamento tiene una significacin especial.

    Como se ha dicho, hoy en da la discusin se da en torno a la palabra clavemonotesmo. El mismo Assmann, precisamente a causa del cuestionamiento generalque ha recibido por parte de especialistas por esta designacin, ha puesto en sultimo libro otra expresin en el centro, ya introducida igualmente por l mismo: ladiferencia mosaica, que le ha servido para referirse a la distincin entre religinverdadera y religin falsa. Sin embargo, lo que a l le sigue interesando son losmonotesmos, a pesar de que ellos quizs solamente se convirtieron en realidadhistrica en raros momentos monotestas, como l sigue opinando. Nuestra jornadafue concebida en cierto sentido antes de las ms recientes diferenciaciones de Assmanny responde en esto completamente a la discusin que l ha desatado. Ella siguesiendo pues consecuente al orientarse por el trmino monotesmo. As, tambinyo quiero mantenerme en lo mismo, sabiendo de todos modos lo poco objetivo quees. Al mantenerme estrictamente en el campo del Antiguo Testamento, apenaspuedo tocar naturalmente el inters principal de Assmann, a saber el del desarrollotardo histrico de la figura memorial de Moiss, el de la diferencia mosaica queresulta de ella y el de su relacin con la violencia. Slo al final quiero mirar brevementems all del Antiguo Testamento. Qu es pues en este marco lo que est msprecisamente en cuestin en relacin con el Antiguo Testamento?

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    Todos los sueos de que en alguna parte habra una isla de bienaventurados,donde la violencia es desconocida, se han mostrado engaosos. La violencia aparecedondequiera que viven seres humanos. La cuestin es, por lo tanto, a lo sumo la desaber dnde crece y se vuelve ella algo sin medida y si esto est en relacin con elmonotesmo. Nuestra tarea sera entonces la de establecer dnde creci en lahistoria la violencia y dnde se volvi ella algo sin medida, y finalmente esclarecer siella apareci o domin al mismo tiempo que el monotesmo. Se trata de cuestionesque se refieren a los hechos. Si se llegara a mostrar una tal relacin temporal, sepodra todava seguir preguntando luego si tambin se da una relacin causal. Todoesto constituira una tarea para el historiador. A ella se dedica la primera parte deestas consideraciones.

    1. LA CUESTIN HISTRICA SOBRE EL MONOTESMO Y LA VIOLENCIAEN EL ANTIGUO ISRAEL

    A un historiador que se vuelve hacia el antiguo Israel con un programa as slopuede atraparlo una clara duda, ante todo en presencia de los ms recientesdesarrollos en la investigacin de la historia de Israel. Es algo que tiene valor tantopara la historia del monotesmo de Israel como para la historia de la manera comoafect la violencia a Israel, admitido lo cual, se justifica preguntarse por la posibilidadde relacionar ambas cosas entre ellas.1.1 Sobre el monotesmo

    Desde hace mucho tiempo sabemos que hay un monotesmo terico a mstardar en los estratos tardos del Deuteronomio y en el Deutero-Isaas, es decir, enel tiempo del exilio babilnico. El mismo Deutero-Isaas trabaja todava con ayuda derepresentaciones politestas. Los dioses son llamados a aparecer ante una especiede juicio csmico. Ellos no aparecen. Por lo tanto no existen.

    Israel no conoce un monotesmo terico sino solamente en los ltimos siglosantes de Cristo. Antes de eso las cosas eran de otra manera. Entre los muchosdioses, uno fue solamente el Dios de Israel. Solamente l era adorado. En estesentido fue tambin l ya antes del monotesmo el Dios uno. Una comparacinaclara quiz lo que ocurra con esta experiencia religiosa: hay muchas mujeres en elmundo, pero cuando arde en un hombre el amor, repentinamente una sola mujerse convierte en su una. En ella se rene todo para l (cf. Hld 6,8d). Algo as sucedien Israel. No se trataba del ejercicio de descontar dioses. Frente a esta situacin nossentimos perplejos: la cuestin acerca de la violencia la tenemos que poner a unculto de Dios ya incorporado en el marco del pensamiento politesta?

    Pero todava ms. Por los libros narrativos del Antiguo Testamento se mueve lanoticia de que siempre siguieron siendo adorados otros dioses. Las leyes de Israel lo

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    prohiban. Los libros de historia narran lo que realmente sucedi. Los profetas hablanen contra. La Biblia considera esto como una apostasa. Pero si se entiende porIsrael toda la poblacin, entonces hay que preguntar si el Israel de hecho no fuepolitesta en gran parte y a travs de mucho tiempo, an en el sentido normal de lapalabra.

    Y todava un paso ms. La arqueologa ha sacado a la luz testimonios que hablande manera politesta - a saber inscripciones que hablan de YHWH y su Ashera,por lo tanto tambin de una esposa divina -, adems acerca de figuras de diosas, yque han sido encontrados en lugares tan dispersos que muchos historiadores sepreguntan si el culto de otros dioses en el tiempo de los reyes fue realmente unaapostasa o una situacin normal. No se tenan ms bien al mismo tiempo diosesfamiliares, divinidades locales, y finalmente el dios nacional uno? En su conjunto, todoesto no sera un monotesmo sino una forma comn de politesmo. Naturalmenteesta forma habra cambiado lentamente. En el tiempo de Jess ya no se daba algoas. Algo que se discute es si esta interpretacin de los datos tiene fundamento. Yomismo sera ms bien reticente al respecto. Pero es algo que no se puede excluirpor medios histricos.

    Ahora bien, el Judasmo post-exlico no tuvo mucha oportunidad de actuar demanera especialmente violenta, excepcin hecha de algunos decenios de la pocade los macabeos. La cuestin de la violencia la tenemos que poner ante todo en eltiempo de los reyes, cuando Israel y Jud se volvieron naciones independientes. Sientonces el barmetro de la violencia subi de manera desproporcionada es algoque tampoco se puede simplemente derivar de que la religin hubiera sido monotesta.Ella no lo era. Sin embargo, eso an si, de acuerdo con las leyendas sobre Elas, elprofeta hizo matar no solamente a los profetas de Baal y de Ashera - antes de estoya habian sido muertos todos los profetas del Dios de Israel en nombre del Dios Baal,y solamente haba sobrevivido Elas (1Rey 18-19). Violencia en el mbito de lo religioso- s. Si histrico o solamente leyenda - no lo sabemos exactamente. Sin embargo,monotesmo violento frente a politesmo tolerante - con seguridad no. En esta leyendareina violencia desde todos los lados.1.2 Sobre la violencia

    Y ahora, a la otra parte, a la violencia. Tambin aqu nos encontramos sorpresas.Tomo un ejemplo, que siempre es trado como prueba reina sobre la violencia enIsrael: la destruccin de toda la poblacin ciudadana despus de la conquista de unlugar. Sobre esto de que a la conduccin arcaica de la guerra poda pertenecer eldesplazamiento de la poblacin de una ciudad conquistada y precisamente comoofrenda en honor de la propia divinidad, no hay ninguna duda histrica. Tambin losgermanos conocan esto. En la Biblia se habla del herem. Las traducciones hablan ensu mayora de destierro, la traduccin ecumnica habla de consagracin de ladestruccin. La Biblia informa acerca del herem ante todo en la conquista de la

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    tierra prometida por Moiss y Josu (Deuteronomio 1-3 y Josu) - en todo caso entextos que fueron redactados medio siglo ms tarde y que presentan expresamentealgo as como una contra-propaganda contra la amenaza de terror asiria. Lo queaqu es importante: el herem no fue nada especifico en Israel. La inscripcin del reymoabita Mesha del siglo IX contiene la noticia de que Mesha conquist la ciudadisraelita de Nebo y desterr la poblacin que contaba 7000 hombres como herempara su Dios Ashtar-Kamosh. Por lo tanto de nuevo un tipo de violencia que debeser puesto en un mbito cultural ms amplio, no especficamente en la religin deIsrael, y no precisamente dentro de un monotesmo que en este perodo no existade ninguna manera.

    Sin embargo, ahora me interesa otra cosa: para el historiador, una inscripcinde una poca que se ha encontrado bajo tierra es una fuente mucho ms confiableque una narracin de un libro bblico que, segn el gnero literario, circulaba durantemucho tiempo como leyenda, que slo fue escrita siglos despus de losacontecimientos y que nos est conservada solamente en representaciones literariastodava ms tardas. Si se tiene en cuenta este criterio, entonces se puede decirsobre la praxis del herem: mientras nosotros tenemos seguridad histrica sobre laconsagracin de la destruccin de una ciudad israelita por un rey moabita en el sigloIX, poseemos es cierto una serie de afirmaciones bblicas sobre el herem israelita aciudades no-israelitas por Israel en la conquista del pas, histricamente dudosa,que hizo Israel, pero en cada una de ellas se da esta o aquella razn para dudar dela historicidad. Esto no significa que Israel en tiempos antiguos no hubiese practicadotambin el herem. Cmo es posible si no que se hubieran dado estos recuerdos?Cmo es posible si no que la presentacin hubiera arrojado an hasta los textosprofticos tardos esta sombra literaria? Pero algo preciso no puede decir sobre estoel historiador. Pero, cmo es posible en presencia de una tal situacin de conocimientopresentar la tesis de que en un determinado tiempo haba aumentado o disminuidola disposicin para la violencia? Esto sera, sin embargo, el presupuesto para unaafirmacin segn la cual el monotesmo surgido en Israel habra producido ms violenciaque todo politesmo.

    A todo esto se aade algo que aumenta an ms las dificultades. Es la represinde la violencia. Ren Girard sobre todo ha mostrado en qu medida las culturasarcaicas por lo menos entendieron cmo poner sobre la violencia el manto delsilencio o cmo verbalizar, ante todo en mitos, hechos amargos slo completamentecambiados e indirectamente embellecidos.

    Para diferenciar esto un poco: yo distinguira para nuestro mbito tres posibilidadesde hablar sobre la violencia. La una, normal, es precisamente la de la represin. Acausa de ella experimentamos muy poco, a partir de la literatura antigua, acerca dela violencia, tan poderosa y contaminante como ella haya podido ser en la antigedad.Sin embargo, se dio tambin lo contrario: el hecho de jactarse por la violencia. stafue una tcnica del gran Imperio. Con propaganda terrorista se desmoraliz a los

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    pueblos vecinos. Fue algo que hizo ante todo el Imperio neo-asirio con las inscripcionesterrorficas de los reyes y los relieves de los palacios. Se les presentaba como lo msviolento a los pueblos sometidos y a aquellos que todava se quera someter - amenudo hasta encubrir la prctica poltica real esencialmente ms cuidadosa. Unatercera posibilidad es la que yo creo encontrar en los escritos de Israel. En ellosaparece una sociedad sensible en relacin con la violencia. Se reconoce poco a pocola realidad de manera nueva y se habla sobre ella de manera diferente. Es el comienzode una controversia con la violencia, contrapunto de la tcnica que se haba dadohasta ese momento en el sentido de reprimirla o de proyectarla sobre los chivosexpiatorios, o de imponer a otros la amenaza de la violencia como medio poltico. Elcubrimiento de los procedimientos y de las estructuras de violencia trae ahora sinembargo que los escritos de Israel ms que las otras obras literarias del mundo deentonces estuvieran llenos de muerte y de sangre.

    Y ya que tambin a nosotros todava hoy nos guan en nuestra profundidad losviejos mecanismos que cubren la violencia - a pesar de los cambios que entre tantohan tenido lugar en nuestra percepcin social - podemos nosotros precisamente alldonde la violencia es cubierta realmente por primera vez en la historia, tener laimpresin equivocada de que se trata de una religin especialmente animada por laviolencia.

    Todo esto lo debe tener en cuenta el historiador cuando busca en el antiguoIsrael una relacin especial entre un punto culminante de la historia de la violencia yel surgimiento del monotesmo. l no encontrar ninguna respuesta. Nada habla enla historia de Israel de manera positiva en favor de una relacin especial entre elsurgimiento del monotesmo y una inclinacin creciente hacia la violencia.

    Sin embargo, cuando se intenta decir algo, se presenta ms bien lo contrario. Elantiguo Oriente estaba lleno de violencia. Israel, uno de estos pequeos pueblos enel puente estrecho entre el coloso Egipto y los bloques poderosos de Mesopotamia,estuvo casi siempre entre las vctimas, no entre los victimarios. Sus ciudades fueroncontinuamente destruidas, sus hombres golpeados, azotados, decapitados, crucificados,deportados, vendidos como esclavos. Si es verdadero que la violencia solamente esperceptible para las vctimas, no para los victimarios, entonces no necesitamosadmirarnos de que precisamente en la Biblia de Israel la violencia se convirtiera en untema central. Pero no porque Israel hubiese sido ms violento que los otros pueblos.

    No se debe embellecer en esto nada de lo que tambin sucedi como violenciaen Israel. Israel lleg solamente en un largo proceso al conocimiento de la violencia yvolvi a caer siempre de nuevo en el mundo de la violencia. Ante todo Egipto y Asurcon sus ideologas de dominacin mundial lo deslumbraron continuamente. Sinembargo, sus ideologas estaban fundidas con el politesmo. Jan Assmann nos presentaa Egipto precisamente como el caso ejemplar de politesmo que tiene su culminacinen lo que l llama cosmotesmo. El reciente intento del asirilogo fins Simo Parpola

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    de ver en la religin del Reino asirio una forma temprana politesticamente disimuladade la gnosis, slo produjo en sus colegas especialistas un incrdulo meneo de cabeza.En la medida en que la relacin de Israel con su Dios toma la modalidad delmonotesmo, crece all ms bien una nueva visin de la violencia humana.1.3 De la pregunta por los hechos a la pregunta cannica

    Qu nos queda a nosotros, si en la pregunta por el monotesmo y la violencia,as como ella busca ser puesta hoy por lo menos en relacin con el antiguo Israel, sequiere dejar por fuera la respuesta esperada? Se puede entonces quiz en otronivel continuar planteando la pregunta, en un terreno en el cual no debe uno perderseen la selva de las incertidumbres histricas? Assmann propone otro camino de loshistoriadores: deja abiertas las preguntas histricas del tiempo bblico y pregunta porsu influjo en la historia posterior. Esto no es falso, ms an, es necesario. Sin embargo,yo debo mantenerme en el nivel del Antiguo Testamento. Soy de la opinin de queall todava se deben seguir planteando las preguntas. S, las preguntas propiamentedichas, que solamente entonces pueden constituir la contraparte de la historia delinflujo, todava estn por fuera.

    Las tres religiones monotestas son religiones del libro. Precisamente JanAssmann nos ha descubierto de nuevo la significacin del canon de los escritos enestas religiones. En el antiguo Israel, el canon de los libros santos, nuestro AntiguoTestamento, tuvo naturalmente su forma definitiva slo al final del mbito de lahistoria que nosotros examinamos ahora y slo entonces fue reconocido como tal.Pero desde entonces el Antiguo Testamento es el texto por el cual se determina laidentidad del Judasmo - naturalmente junto con la Tora oral, que l abrazaprotegindolo. El Antiguo Testamento, como primera parte de la Biblia cristiana,tiene una funcin anloga, aqu naturalmente junto con el Nuevo Testamento en launidad de los dos. Si nosotros descubrimos la posicin del Antiguo Testamento cannicocomo sistema literario de afirmaciones frente a la violencia -independientemente detodo lo que presupone y de lo que todava brilla literariamente en l-, entoncesestamos con nuestra pregunta quiz en la direccin correcta.

    Poner la pregunta en estos trminos tiene otra ventaja: nosotros no podemosnunca excluir, an en el caso de un rechazo fundamental de la violencia por la Biblia,que dentro del Judasmo o dentro del Cristianismo la violencia hubiera reaparecidode nuevo en el transcurso de la historia - en individuos, en grupos, quiz en todo loque se presenta oficialmente en una determinada poca como Judasmo o Cristianismo.Ella es eso y precisamente con toda su fuerza histrica. Pero eso es algo que debeser condenado como infidelidad a su propio ser por una religin del libro como lo sonel Judasmo y el Cristianismo, que est contra la violencia. Es algo que es pecado ytanto el Judasmo como el Cristianismo conocen completamente la conversin y elregreso al origen. En tal caso no se puede cargar en nombre de Dios a la religin laviolencia que surge sino solamente a sus malos representantes. La sospecha con la

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    cual entramos en la controversia no se refiere sin embargo a los representantes delmonotesmo, sino a las religiones monotestas mismas en su compromiso interior.Tambin aqu se plantea sin duda en el caso de Israel el canon de sus libros santos, eldestinatario apropiado para nuestra interrogacin.

    De todos modos hay que observar una cosa. Los libros santos deben ser ledoscomo ellos mismos fueron y son ledos en la comunidad receptora. El AntiguoTestamento, una vez convertido en canon, tiene que ser ledo por lo tanto comouna unidad. Sus mismos libros proceden de distintas pocas y reflejan distintas visionesdel mundo. Como partes del canon crecen ellos juntos sin embargo hacia la unidad,entran en dilogo entre ellos y se definen unos a otros en sus afirmaciones. A una tallectura del Antiguo Testamento me quisiera volver yo ahora en mis consideraciones.

    En este nivel cannico, la religin de Israel es sin ms monotesta. An losmuchos textos que proceden todava de un sistema de coordenadas politestas,contribuyen a su manera a la afirmacin integral monotesta. La cuestin es por lotanto solamente cmo se comporta en relacin con la violencia este canonescriturstico.

    2. EL CANON DEL ANTIGUO TESTAMENTO Y LA VIOLENCIANaturalmente, slo puedo indicar ahora algunas cosas. Quisiera hacer notar

    que desde el punto de vista catlico hay un pronunciamiento nuevo de parte de laIglesia sobre la problemtica de la violencia en la Biblia, bien legible tambin para noexgetas. Se trata de la primera parte bblica del mensaje episcopal Paz justa de laConferencia Episcopal Alemana del 27 de Septiembre de 2000 - aproximadamente12 pginas. Los Obispos alemanes han presentado aqu de manera concienzuda lascuestiones sobre la guerra y la paz en la Biblia bajo la cuestin Biblia y violencia. Yotendra solamente pequeas correcciones exegticas que hacer en varios puntosparticulares. Por eso sigo ahora en lo esencial estas consideraciones.2.1 Dominacin de la violencia por la violencia legtima

    Afirmaciones decisivas totalmente humanas sobre la violencia se encuentran enla historia primitiva. El paisaje de esta historia primitiva est caracterizado por elimpulso humano hacia la violencia el cual constituye el problema principal. Tengmoslobien presente: la historia primitiva presenta en imgenes del principio lo que se hadado siempre y en todas partes.

    Junto a la desconfianza frente a Dios (Gnesis 3), tiene el pecado original humanoen el comienzo del Gnesis un segundo aspecto: la destruccin de la armona entrelos hombres. Can asesina por rivalidad a su hermano Abel (Gnesis 4). El modelooriginal del pecado interhumano es por lo tanto la violencia. El paraso fue en Edn,

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    delicia; Can trae al pas inestabilidad: lugar y contra-lugar. As cambia la violenciadesde el principio la realidad.

    Sin embargo, an en la inestabilidad debe todava haber seguridad. Dios signa aCan con una seal. Ella lo protege, ya que lo amenaza la violencia. La violenciamisma es de nuevo ahora utilizacin de la violencia. Pero ella aparece aqu como algopositivo. Ella lo fue tambin desde el punto de vista social e histrico, antes de que eljuicio de asesinato fuera llevado ante el tribunal. La venganza de sangre es unainstitucin jurdica pre-estatal. Quin la practica y cmo se la debe medir, es algo quese determina de manera precisa en las sociedades tempranas. Ella tiene ante todofuncin preventiva. Como ella amenaza al violento, protege por su propio poder delos estallidos caticos de la misma violencia.

    As resulta originalmente un espacio latente de violencia refrenada pero provisionalen las primeras formas del derecho. En l hace surgir la Biblia la cultura humana. Cany sus descendientes construyen la primera ciudad, organizan la ganadera, inventan lamsica y dan comienzo al trabajo metlico. Esto quiere decir: el hombre desarrolla lacultura en relacin con el elemento primerizo del derecho, la amenaza de venganzapor el asesinato. La cultura debe ayudar a refrenar la violencia, el principal problemahumano. Nada en el desarrollo humano viene por lo tanto a nosotros en la inocencia:ni la diferenciacin de la sociedad en la multiplicidad funcional de una ciudad ni la cra deganado ni el arte ni la industria. Todo reprime y suaviza el impulso hacia la violencia. Sinembargo todo permanece ambivalente. Se puede dar tambin una escalada de laviolencia. Entonces, de la misma manera debe crecer la contra-violencia. Ya en la sextageneracin de la humanidad se vanaglora Lamec en un canto de que l ser vengado,si se le mata, setenta y siete veces (Gen 4,24). As se echa a perder la ms primitivainstitucin jurdica que protege de la violencia de nuevo rpidamente.

    La cuestin es tratada de manera narrativa una segunda vez en el puntoculminante de la historia primitiva, con ocasin del diluvio. All se dice inmediatamenteal comienzo:

    La tierra estaba corrompida en la presencia de Dios, se llen de violencia.Dios mir a la tierra y he aqu que estaba viciada; porque toda carne tenauna conducta viciosa sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a No: He decididoacabar con toda carne, porque la tierra est llena de violencias por culpade ellos. Por eso he aqu que voy a exterminarlos al mismo tiempo con latierra (Gen 6,11-13).En el ambiente de Israel tenan tambin otros pueblos narraciones de diluvios -

    reflejo de nuestro miedo primitivo ante el ltimo peligro del mundo. Pero solamentela Biblia fundamenta el diluvio con la violencia creadora. La pendiente hacia la violenciano slo pone en cuestin la convivencia humana, sino que pone en peligro la creacinen cuanto totalidad. Quiz slo hoy podemos comprender esto.

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    Sin embargo, lo decisivo en la narracin del diluvio es la salvacin del justo Noy el nuevo comienzo que Dios hace con l. El orden del mundo establecido por Diosdespus del diluvio no es idntico al primero. Dios se contenta en cierto sentidosegn las leyes de la narracin, en la descripcin esencial de la realidad creada, conun mundo secundariamente mejor, en el cual incorpora la violencia en una medidalimitada. Debemos ver esto como el precio de la libertad. Todo es llevado al puntoen las ordenaciones de Dios despus del diluvio. Dios da a los hombres que vienendel arca, nuevas indicaciones para su vida (Gn 9,2-6). La Biblia haba expresado suideal de la no violencia en la historia de la creacin en el sentido de que los hombresdeban vivir como animales solamente de alimento vegetal. An en el acto animalms fundamental de la toma de alimentacin no deba de ninguna manera darse laviolencia (Gen 1,29s). Esto lo cambi Dios ahora para la segunda humanidad. Conlas plantas determina l tambin para el hombre los animales como alimentacin.Esto implica una especie de situacin de guerra entre el hombre y el animal. Sinembargo, la vida del hombre es sancionada. Quien derrama sangre humana, susangre ser derramada por hombres, porque el hombre ha sido creado como imagende Dios (Gen 9,6).

    Aqu se tocan la narracin del diluvio y la historia de Can. Dios inventa la amenazade sanciones por medio de la violencia jurdicamente ordenada para impedir la violenciacontra el prjimo. Nuestra creacin, tal como es - no aquella que Dios propiamentequisiera -, conoce por lo tanto la violencia, sin embargo Dios exige de los hombresque la impidan en lo posible por medio de sanciones jurdicas. La tradicin judaposterior cre a partir de este texto lo ms importante de los mandamientos vlidospara todos los hombres, los llamados mandamientos de No: la obligacin deestablecer un derecho ordenado. Esto est aqu de hecho implicado - y aqu sonpensables todava las ms diferentes formas de la comunidad humana. La violencialegtima en las sociedades humanas est pues fundamentada bblicamente, an ms,exigida. Esto tiene valor tambin en relacin con la forma ms importante de lasociedad de nuestro mundo actual, el Estado, y de la misma manera en relacincon lo que hoy de nuevo surge gimiente como comunidad institucionalizada de Estadosprotegida de la violencia y que a la vez rechaza la violencia.

    Estas afirmaciones de la historia primitiva bblica estn marcadas por la tristeza.Pero ellas reclaman validez. Para controlar la violencia se necesita lamentablementela violencia. Slo dentro de este mbito de la historia protegida contra la violenciadesarrolla la Biblia ahora su mensaje propio. Ella apunta hacia una superacin msradical de la violencia.2.2 Un contra-pueblo libre de la violencia

    En No, el hroe del diluvio, entresac Dios un hombre justo de la humanidadque se tambaleaba hacia la destruccin, para empezar de nuevo con l la historia. Eneste estilo sigue l obrando. Con Abraham se escoge para s a un individuo, en l

    Violencia y monotesmo. Un ejemplo segn el Antiguo Testamento

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    naturalmente a toda una familia, finalmente un pueblo, para comenzar dentro de lahistoria general una historia nueva, especial (Gen 12,1-3). Se crea una especie decontra-sociedad en medio de la sociedad del mundo afectada por la violencia.

    El sentido de la historia de Israel, el pueblo elegido, no es solamente la felicidadde este pueblo. Es, desde el punto de vista de su meta final, un sentido universal queabarca a la humanidad. A una tal concepcin de la historia que sigue siendo universala pesar de la eleccin particular corresponde el famoso texto sobre el tiempo finalque lleg a ser en los ltimos decenios un texto clave de los movimientos pacifistas:el texto de las espadas que son convertidas en arados. Se encuentra dos veces en elAntigo Testamento, en los profetas Isaas y Miqueas. Les preceden en ambos librostextos que acusan a Israel de haber fallado y de no vivir el ordenamiento de Dios. Poreso caer la alta ciudad de Israel, Jerusaln. Sin embargo, como contra-imagen deeste futuro cercano ambos libros profticos empujan la mirada hacia un futuro lejano.Dios lo tiene ya ante los ojos. All leemos:

    ... el monte de la casa de Yahveh ser asentado en la casa de los montesy se alzar por encima de las colinas.

    Y afluirn a l los pueblos, acudirn naciones numerosas y dirn: Venid,subamos al monte de Yahveh, a la casa del Dios de Jacob, para que l nosensee sus caminos, y nosotros sigamos sus senderos.

    Pues de Sin saldr la Ley y de Jerusaln la Palabra de Yahveh. l juzgar entrepueblos numerosos y corregir a naciones poderosas, forjarn ellas sus espadas enazadones y sus lanzas en podaderas. No blandir ms la espada nacin contra nacin,ni se adiestrarn ms para la guerra. Se sentar cada cual bajo su parra y bajo suhiguera, sin que nadie le inquiete. (Mich 4,1-4; cf Is 2,2-4).

    La montaa de Sin sobresale por lo tanto sobre todas las elevaciones del mundo.Todos los pueblos se convierten en comparacin con l en colinas. Esto significa en elcontexto que los habitantes de Sin ahora sobresalen como sociedad pacfica justasobre todos los pueblos divididos del mundo. As fascinan ellos a los pueblos. Fascinadosse ponen stos en movimiento hacia el pueblo de la paz, hacia el Dios que comunicaall su enseanza, y aprenden la paz. Todo sucede en la libertad, no hay ningunacoaccin. La victoria de Dios sobre la violencia camina por lo tanto por la transformacinde un pueblo.

    Aqu se muestra ante todo una vez cmo es de estrecha la caracterizacin dela religin vetero-testamentaria como monotesmo. Ella est formulada demasiadoen relacin con la divinidad solamente. Naturalmente el Antiguo Testamento cannicoconoce slo un nico Dios, no muchos dioses. En este sentido es monotesta. Perode lo que propiamente se trata es de otra cosa: Dios se crea en la historia un pueblopor medio del cual se le hace posible acabar con la violencia en la historia. Y no por

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    un misionar violento de nuevo, sino por la fascinacin de la figura social de estepueblo. Solamente desde esta concepcin fundamental es definida la ms antigua delas religiones abrahmicas de manera objetiva, no desde una afirmacin sobre elnmero de seres divinos.

    De que solamente se hubiera querido en general, en este contexto, introduciruna diferencia mosaica entre verdadera y falsa religin en el pensamiento humano- en el diseo de la historia vetero-testamentaria - no se sigue de ninguna maneraque la verdadera fe se tuviera que imponer de manera violenta, ni siquiera que estofuera pensable. Lo que debe jugar aqu es el carcter atractivo fascinante y lo que sedebe imponer es la paz.2.3 El camino hacia afuera de la violencia mostrado a Israel

    Aqu habra que comentar ahora casi todo el Antiguo Testamento. Sin embargo,precisamente aqu me debo lamentablemente contentar solamente con algunaspalabras claves. En todo caso, el Antiguo Testamento slo describe la visin definitiva,que luego determina como un todo, que testifica un camino.

    Israel fue tambin al comienzo del camino absolutamente un mundo de violencia- de la legtima pero precisamente de la que pisa sobre la orilla -. Sin embargo estofue tambin en Israel velado y reprimido, como en todas partes. Solamente entoncesdebi hacerse perceptible la presencia de la violencia para este pueblo en su mundoy en el ambiente. Ya he mencionado y he hecho notar que precisamente la abundanciade las acciones de violencia descritas muestra cmo aqu son retirados los velospuestos para ocultarla.

    Un segundo paso en el camino es la denuncia de la violencia. Ella es acusada.Esto lo hicieron ante todo los profetas. Se puede llamar pecado la violencia cuando semuestra al mismo tiempo la justicia. Se trata de la imagen de la justicia que comprendela misericordia con los dbiles. La imagen est dibujada de la misma manera en laTora que en los profetas. Es caracterstico que frente a la imposicin del derechosiempre vuelva a ser sacada a la luz la reconciliacin.

    Sin embargo, lo decisivo es el tercer paso. Es la consideracin que crecelentamente de que es mejor ser vctima que vencedor violento. Ella se levanta en loscantos de lamentacin del salterio. Es desarrollada de manera narrativa en las historiasdel destino violento de los profetas. Culmina en el cuarto cntico del siervo en elDeutero-Isaas (Is 52,13-53,12). La cristiandad primitiva entendi este texto en sentidomesinico. Originalmente o por lo menos en el tiempo en el que se vio en el siervode Dios una personificacin del pueblo de Israel. Las dos interpretaciones soncorrectas y se pueden compaginar mutuamente. En todo caso este siervo de Diosno se rebela ya contra la violencia. Es destruido, pero en su muerte es salvado porDios y se convierte en centro de la salvacin para los pueblos.

    Violencia y monotesmo. Un ejemplo segn el Antiguo Testamento

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    Aqu termino. Estamos en el punto en el cual comienza el sermn de la montaade Jess y en el Nuevo Testamento la interpretacin de la muerte de Jess. Si lahistoria primitiva controla la violencia humana por la contra-violencia reguladalegtimamente, el Antiguo Testamento supera ya este acto de balanceo introducidodivinamente, pero que sin embargo en ltimo lugar nunca funcion, por medio de lavisin de una sociedad sin violencia, a la cual se someten al final del tiempo todos lospueblos del mundo. Esta sociedad aparece para ellos como una fascinacin. Sinembargo, toda la seriedad de la visin se muestra en el siervo de Dios. No funcionasin disponibilidad de exponerse a si mismo a la violencia y sin la fe de que Dios serprecisamente quien se impondr.

    OBSERVACIN CONCLUSIVAHe llegado a un resultado realmente contrario a lo que el ttulo de mi conferencia

    propona y a lo que la opinin pblica de hoy insina. Pero para poner ahora el puntosobre las es quiero sin embargo al fin de todo aadir todava una cosa - y estoremite a la historia post-bblica de la fe bblica. Judasmo y Cristianismo son quizespecialmente virulentos en relacin con el tema de la violencia. Y esto precisamenteporque ellos poseen esta visin de una transformacin plena de un mundodeterminado por la violencia. Quien asume esta manera de ver las cosas pero no lohace con el sermn de la montaa de Jess y con el cuarto canto del siervo de Diosen el cerebro y en el corazn, se sentir naturalmente fcilmente tentado todavauna ltima vez en la historia (como cree) a echar mano de la violencia, para poner fina la violencia en el mundo. sta es la ms grande de todas las perversiones. Pero ellaest ms extendida lamentablemente en la historia de los monotesmos de lo que sepiensa y no menos en la historia de los atesmos que han surgido de los monotesmos.Todos ellos tienen una gran visin de la paz y de la felicidad definitivas. Esta perversinse debiera despojar de todo monotesmo dondequiera que l se les echa encima,para volver sobre la formulacin de Jan Assmann de la que partimos-. Sin embargo,ella no es inherente de ninguna manera al monotesmo del Antiguo Testamento.

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