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CARMEN
CASAS
CUBERO
VIRGINIA SZELA
CHMIEL
BLANCA
GIL
MUÑOZ
VICTOR MINKOV
HITROV
MONIKA MILANOVA
IVANOVA
ANTHONY XAVIER
LUCAS
DELGADO
MIGUEL
LLORENTE
BOYCHEV
JIMENA
DE MARCOS
GARCÍA
SERGIO
MIGUELÁÑEZ
MARTÍN
JIMENA
PAJARES
CASADO
DARÍO
PASCUAL
ARÉVALO
ALBA
RODRÍGUEZ
MIGUELÁÑEZ
VALENTINA MILANO-
VA
TODOROVA
MªTERESA
MANSO
PASTOR
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“Frutos de otoño” ha sido el tema que ha unificado los diferentes temas
dados en 1º B a lo largo del mes de octubre y parte de noviembre del 2.013 co-
mo :“Los sentidos”, “La alimentación”, “El otoño”, “Las frutas”, “Nuestro en-
torno”, “La familia”.
La introducción
ha sido a través de
las noticias de los lu-
nes a partir de las
salidas familiares al
campo. Se ha pedido
a los alumnos que
trajeran frutas y fru-
tos de otoño que se
pueden recoger en el
campo, tanto silvestres como cultivadas pero no compradas. El alumno que apor-
taba un fruto hablaba sobre el lugar donde crece y, si es cultivada, por quién. La
repartía entre todos los compañeros y describían todo lo que conocían de ella, su
forma, su color y, después de probarla, su sabor.
El viernes, día 11, se hizo una salida el mercadillo del pueblo para obser-
var frutos, frutas y hortalizas de otoño que no se habían traído a clase y así am-
pliar los conocimientos sobre los que no crecen habitualmente en nuestro entorno,
como las mandarinas que se compraron para saborearlas en clase antes del re-
creo. Éste ha sido el momento habitual dedicado al tema por ser el más idóneo.
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Entre todos los alumnos realizamos un mural en clase con esta estructura:
FRUTOS DE OTOÑO
Frutos secos Frutas carnosas Hortalizas Hongos
Bellotas Uvas Calabazas Níscalos
Pipas de girasol Manzanas Puerros Pucherillos
Almendrucos Zarzamoras Zanahorias Setas comestibles
Castañas Peras Patatas Setas venenosas
Nueces Brevas Plantas de fresa
Piñones Membrillos
Después cada alumno lo escribió en su cuaderno de conocimiento.
El día 23, la madre de un alumno trajo a clase un tarro de mermelada de
brevas cocinado por ella. La maestra compró una barra de pan y ese día, antes
de salir al recreo, todos almorzamos una rebanada de pan con mermelada. Un
alimento natural y nutritivo.
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Relacionado con este tema, en el área de plástica, cada alumno ha realiza-
do un dominó en el que hay que unir 10 frutos de otoño de nuestro entorno con la
planta en la que crece o el lugar donde nace. Una vez terminado, la tutora lo ha
plastificado para que cada niño pueda jugar con él en clase y, después, se lo
pueda llevar a su casa y jugar con su familia. Este juego les servirá para recor-
dar lo aprendido sobre las plantas en otoño.
Con este trabajo también hemos aprendido un poco sobre la localización de
diferentes parajes en los términos de Carbonero, Tabanera, Roda y Encinillas.
Por ejemplo sabemos que las bellotas nacen en las encinas del monte, los
níscalos y las piñas en el pinar, las setas y los pucherillos en las eras y las ca-
ceras, las zarzamoras en las zarzas de los arroyos, que los huertos suelen estar
cerca de los ríos.
También sabemos que en octubre trabaja mucha gente en los almacenes de
planta de fresa y en las tierras dedicadas a ellas. No sólo personas que viven en
nuestros pueblos, sino también personas que vienen de otros países lejanos para
ganarse un dinero en esta temporada.
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Los abuelos de Sergio, uno de los alumnos de 1ºB, tienen una viña y hacen
vino casero. Son Antonia y Alfonso (Pocholo). Ante la solicitud de la maestra, el
día 16 nos llevaron a su bodega donde nos enseñaron como se elabora el vino des-
de los diferentes tipos de uva, el pisado, el mosto y nos explicaron el proceso pa-
ra transformarse en vino.
Cepa de uva negra Parra de uva verde con los racimos protegidos.
Tijeras de podar que también sirven
para cortar los racimos en la vendimia.
Al fondo a la derecha, las cajas
con las uvas y a la izquierda, Antonia
echando los racimos a la despalillado-
ra, máquina que separa las uvas de los
rampojos. Delante, Sergio pisando las
uvas en el lagar. El zumo de la uva,
mosto, va cayendo por un pequeño re-
guero hasta llegar a un tubo que lo vier-
te en un barreño.
De ese tubo llenamos una botella
con mosto y lo bebimos todos. Es dulce y
suave. ¡¡Está buenísimo!!
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Después Pocholo nos ex-
plicó que para sacar todo el
zumo, se mete la masa que
queda en el lagar en una
prensa y se va apretando
hasta que se queda el hollejo
y los pipos secos, sin nada de
zumo. Eso se llama orujo.
Destilando esta masa seca se
hace una bebida muy alcohó-
lica llamada también orujo.
Prensado en
la prensa de
uva.
Los rampojos se los comen las ovejas, así no se desperdicia nada de la uva.
Después vimos, en el interior de la bodega, medias cubas donde el mosto de
uvas negras estaba empezando a fermentar. Llevaba pisado cinco días y estaba
cambiando su olor y color. Ya olía algo al gas que desprende al fermentar.
Mas tarde lo meten en unos tanques de acero donde permanece unos cinco
meses para poder beberse como un buen vino ecológico ya que no utilizan ningún
tipo de conservante químico. Para ello lo embotellan utilizando una máquina ca-
paz de repartir el vino por cuatro tubos que llenan sus correspondientes botellas.
Estas son
t a p a d a s
con corcho
con otra
herramien-
ta.
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Racimo tapado Racimo de uva negra Racimo de uva blanca Mosto
Para que no se coman los pájaros las uvas, tapan los racimos con bolsas
de papel antes de que maduren.
Antes de irnos, Antonia y Alfonso nos dieron una gran cantidad de uvas y
una botella de mosto. Fue suficiente cantidad como para darlo a probar a todos
los alumnos del primer ciclo.
También nos dejaron fotos de la auténtica vendimia y elaboración del vino.
Las vimos en la pizarra digital de clase el día 24 y a partir de esto, hicimos un
amplio mural sobre la vid, las labores en la viña, la elaboración del vino y los
productos de la vid. Los dibujos los preparó la señorita Tere y todos los alum-
nos los coloreamos con muchísimo cuidado Le terminamos de montar el día 31 de
octubre. ¡Nos quedó precioso!.
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El día 13 de noviembre fuimos al al-
macén de patatas llamado “La segoviana
de patatas”. Fuimos todos los alumnos
del primer ciclo. Queríamos haber ido en
octubre, cuando es la recogida de las pa-
tatas, pero no pudo ser porque hay mucho
movimiento de camiones y aumenta el ries-
go de accidentes. A la entrada del almacén
hay patatas en sacas grandes y sobre todo
en enormes cajones de tablas de madera que tienen
varios números identificando al agricultor que las
ha cultivado, la tierra donde han estado sembra-
das y el tipo de patata que es. También nos lleva-
ron a una cámara frigorífica donde conservan las
patatas para que
duren para todo el
año. Allí hay luz
verde que, según
nos explicó el dueño, que es el padre de dos alum-
nos de este ciclo, sirve para que las patatas no se
vuelvan verdes con la luz del día.
Recorriendo el
almacén vimos como
se limpian las patatas en tres puntos fijos. Primero
se les quita la tierra que puedan tener. Después se
eliminan las patatas que estén golpeadas o rotas y
esto, que se llama estrío, sale en una cinta fuera del
almacén y lo utilizan los pastores para dar de co-
mer a las ovejas. A continuación las patatas se la-
van en unas duchas pequeñas con agua caliente a presión y cuando están secas
se embasan en sacos de diferentes pesos. A cada uno de nosotros nos dieron un
saquete de 2 kg y medio, para comerlas en nuestra casa. El logotipo de la bolsa
tiene mucho que ver con nuestra tierra.
Después de la visita al
almacén de patatas los dueños,
Nuria y Javier, tenían prepa-
rado un juego para todos, ca-
rreras de sacos. Los 3 ganado-
res subieron a 3 podios de dife-
rentes alturas realizados con
palés.
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Los abuelos siempre han sido unas personas muy queridas por los niños. Por ellos todos hemos sentido algo entrañable en nuestra infancia. Por este moti-vo, la maestra este año de 1º B, lleva a cabo cada curso un homenaje a los abue-los. A todos, a los presentes físicamente y a los lejanos en el espacio o en el tiem-po. Se hace en el otoño, cuando damos el tema de la familia. ¿Cómo explicar nuestro físico, nuestro carácter e incluso nuestro nombre sin hablar de los abue-los? De los abuelos hablamos muchos días, no sólo el día de la fiesta, intentando infundirles cariño, respeto y admiración por ellos. Además les hacemos un regalo porque el padre y la madre también le reciben en su día correspondiente. Para comprender como nos llamamos y que apellidos llevamos hemos rea-lizado esto.
De los niños que estamos en clase, los españoles y sudamericanos, hereda-mos dos apellidos de los padres. El primero es el primer apellido del padre y el segundo el primer apellido de la madre, con lo cual cada uno tenemos el primer apellido de los dos abuelos, el paterno y el materno.
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Los búlgaros hacen el apellido añadiendo al nombre de su padre el sufijo “ov” si es niño y “ova” si es niña, su apellido siguiente es el del abuelo paterno. Los polacos sólo heredan el apellido del padre.
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El día 15 de noviembre hicimos la fiesta de
los abuelos de 1º A. A las 10,30 h. acudieron 3
abuelas y un abuelo, eran los encargados de
contar a los alumnos cosas de cómo era la vida
cuando ellos eran pequeños:
Máximo, abuelo de Alba, nos habló sobre
la escuela. En las aulas sólo había una estufa
de leña a la que tenían que atizar los alumnos
de cada clase y a veces hacía humo porque
la leña estaba verde o húmeda. En cada clase
había unos 60 alumnos y había poco espacio
para moverse. También nos habló de su ofi-
cio, agricultor, de que no había tractores sino
que en el campo se trabajaba con machos.
Los alumnos no habían oído nunca esta pa-
labra y hubo que explicarlos que eran hijos
de caba-
llo y bu-
rra.
Carmen, abuela de Alba, nos habló so-
bre como eran las casas, que los animales co-
mo los machos, las gallinas y los cerdos, vi-
vían al lado de las personas, en el corral que
había junto a la casa. Que para evacuar ha-
bía que ir a la cuadra de los machos y tapar-
lo con la basura y que los niños meaban en el
corral y , a veces, les picaban los gallos en el culo.
Paula, la abuela de Jimena P., habló
sobre los panaderos, de cómo hacían el pan
amasándolo con las manos. Que los agricul-
tores no pagaban el pan con dinero sino con
harina de trigo. Que iban a por el pan con un
palo de madera cuadrado llamado tarja, el
panadero hacía una mella por cada hogaza
que se llevaba y después de verano, cada
agricultor le daba el valor del pan gastado
en el año en harina de trigo. También nos
contó que sólo se hacían hogazas de 1,5 kg y panes de 0,5 kg. No había barras ni
ningún otro tipo de pan.
Rosa, la abuela de Blanca, nos llevó a clase juguetes de su infancia, tabas,
canicas, alfileres y un yoyo y nos explicó como se juega con ellos.
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Merce, la abuela de Carmen, colaboró
en las narraciones referidas a la casa y al
campo.
Después de estas informaciones, se hizo
un taller de cocina dirigido por las tres abue-
las realizando una macedonia de frutas de
otoño con manzanas de un manzano de Ro-
sa, peras, uvas, mandarinas y plátanos. Pa-
ra endulzar-
la se la echó azúcar y se la dejó reposar. A esta
macedonia se la acompañó con mosto por ser una
bebida de otoño.
Después de realizado el taller se invitó a
todos los abuelos a compartir con nosotros este
sano alimento. Vinieron 11 abuelos de los que vi-
ven en Carbonero. En esta clase tenemos muchos
abuelos que residen fuera y algunos muy , muy
lejos. Mientras la macedonia reposaba los alumnos les enseñaron “la poesía de
los abuelos”, “la canción del otoño”, “el baile
del vino” y un baile corporal que hemos apren-
dido en este tiempo. También les entregaron el
regalo que les preparamos, un marcapáginas
diferente pa-
ra todos los
abuelos y
abuelas con
el nombre de
cada uno.
¡Disfrutamos todos muchísimo!
Ejemplos de marcapáginas
regalados a los abuelos.
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El día 18 de noviembre los alumnos del primer ciclo llevamos a cabo una
castañada para cerrar el otoño. Sí, según el calendario, el otoño no finaliza has-
ta el día 21 de diciembre pero la nieve
caída el fin de semana dice que el
tiempo de invierno ya está en nuestras
puertas.
Las profesoras compraron las
castañas, la cocinera las asó en el hor-
no del comedor escolar y los alumnos
del primer ciclo nos las comimos todos
juntos en el aula más grande del que
dispone este ciclo.
Primero vimos en la pizarra di-
gital una historia de las castañas en
internet, después las profesoras nos dieron las castañas dentro de un cucurucho
de papel de periódico pa-
ra que no nos quemaran
las manos y los niños nos
las comimos hablando
unos entre otros. Fue un
periodo de convivencia
agradable, tranquilo y
sabroso.
¡SE ACABÓ EL TEMA
DE LOS FRUTOS
DE OTOÑO!
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OTRAS ACTIVIDADES
Aparte de todo lo relacionado con los frutos de otoño,
los alumnos de 1º B hemos participado en dos actividades de
convivencia.
El día 5 de noviembre , a las 11 de la mañana, fuimos al
centro cultural “Los Caños” junto con todos los alumnos de
educación primaria del colegio San Juan Bautista para
asistir a un concierto didáctico sobre la música del periodo
barroco. Todos los cursos la Diputación de Segovia nos lo
ofrece a los colegios en el otoño para que los niños podamos
disfrutar de diferentes tipos de música y así aprender a cono-
cerla y a valorarla.
El día
20 de noviembre es el día inter-
nacional del niño y los alumnos
del primer ciclo del colegio lo
hemos celebrado llevando a ca-
bo una actividad de convivencia
consistente en saber apreciar lo
positivo de cada persona y
aprender a expresarlo.
Primero hemos estado valorando en general las partes que conforman a
una persona: lo físico, el carácter y el comportamiento social.
Una vez que en el desarrollo de la conversación hemos aclarado que a las
personas no las queremos más o menos por su físico, ni a nuestros familiares ni
a nuestros amigos, hemos hablado sobre las peculiaridades del carácter y del
comportamiento social que nos gustan en las personas que tenemos cerca en nues-
tra vida.
A continuación hemos dejado
bastante claro que todas las per-
sonas tenemos algo regular, algo
bueno y algo estupendo.
Las profesoras de cada ni-
vel hemos preparado los nombres
de todos los alumnos, los hemos
metido doblados en un recipiente y
cada alumno iba cogiendo, con los
ojos cerrados, un papel con un
nombre que no se podía leer en
alto, ya que era un secreto
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Después las profesoras hemos en-
tregado a cada alumno una tarjeta bor-
deada con dibujos. En ella cada niño te-
nía que escribir algo bueno del compañe-
ro que le había correspondido en suerte.
A continuación han coloreado el dibujo.
Cuando iban terminando su tarjeta, sa-
lían al pasillo a meterla en el sobre en el
que estuviera escrito el nombre del com-
pañero al que iba dirigida. Esto se hacía de
uno en uno y sólo estaba en el pasillo la
profesora, por si hacía falta ayuda.
Los sobres de 1º estaban colgados en una
cuerda en la zona del pasillo de dicho nivel
y los de 2º en la suya.
Por último hemos salido todos los alumnos de primero a la vez a recoger
cada uno su sobre. Cada
niño ha conocido lo que
ponía en su tarjeta y no
todos nos hemos enterado
de lo que nos querían po-
ner. Y es que, a los niños
de este curso aún nos
cuesta mucho escribir
hasta copiando, cuanto
mas expresando lo que
sentimos. Pero la intención
ha sido buena y el resul-
tado también.