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1 Preparación espiritual para la Pascua de Resurreión 2009 Viviendo en el Reino:

ViviendoReino - av.unityonline.orgav.unityonline.org/es/pdf/Lent09_ES.pdf · cada oración, mi experiencia del amor de Dios se fortalece aún más. Si los vientos de la enfermedad,

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Preparación espiritual para la Pascua de

Resurrección 2009

Viviendoen elReino:

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Un mensaje de apoyo

Las ofrendas de amigos como tú son el apoyo principal del ministerio continuo de Unity. Tu gene-rosidad nos permite ofrecer este folleto inspirador. Nuestro deseo es hacer que la literatura de Unity esté disponible para todos los que la soliciten, espe-cialmente aquellos que más necesitan de aliento espiritual. En Unity estamos comprometidos a no excluir a nadie.

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© 2009 por UnityLas citas bíblicas en este folleto son de la Reina-Valera 1995, edición de

estudio, a menos que se indique de otro modo.

Viviendoen elReino:

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Gracias por unirte a nosotros para nuestra jornada anual hacia la Cuaresma. A medida que lees y reflexionas en los mensajes dia-rios de este folleto, recuerda que te preparas para celebrar la resu-rrección de Jesús, así como también tu resurrección personal en conciencia. Este folleto fue creado para ayudarte en tu búsqueda de renovación y transformación.

Después de revisar muchas sugerencias maravillosas de los lec-tores, hemos elegido reflexionar en las parábolas de Jesús —las his-torias que contó para ayudar a Sus seguidores a comprender mejor a Dios y al reino en nosotros. Al reflexionar en estas historias y su significado más profundo, disfrutamos del bien ilimitado de Dios en todo aspecto de nuestras vidas.

Los mensajes a continuación están escritos de nuestros cora-zones al tuyo, con la intención de inspirarte a nuevos niveles de pensamiento y de ser. Esperamos que te guíen a través de cada día de la Cuaresma y te preparen para una Pascua de Resurrección que transforme tu vida este año. Hemos provisto una página para que anotes tus reflexiones al final de cada semana sobre cualquier acon-tecimiento o comprensión notables.

La oración es una parte tan importante del desarrollo espiritual. Queremos que sepas que durante la temporada de Cuaresma, tus amigos en Silent Unity te mantienen en oración amorosa. Si deseas que alguien ore contigo, estamos aquí para ti de lunes a viernes de 7:00 a.m. a 7:30 p.m. y los sábados y domingos de 7:00 a.m. a 4:00 p.m. Puedes llamar a Silent Unity al 1-866-379-1500 (llamada gra-tuita en Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico) o al 816-969-2020 (llamadas internacionales), visitar nuestra página Web www.unityenlinea.org, o escribirnos a: 1901 NW Blue Parkway, Unity Village, MO 64065-0001.

Para nosotros es un honor sagrado el servirte.

—Tus amigos en Unity

Introducción

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Días de Cuaresmapor Florence A. Hawn

En meditación, oración y alabanza,celebro mis días de Cuaresmaen preparación para resucitarcuando el alba ilumine los cielos de Pascua de Resurrección.Querido Señor, en esta hora callada,dame Tu fortaleza, Tu amor, Tu poder.Entonces, yo también renaceré,¡completamente renovada, la mañana de Pascua!

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1er día de Cuaresma Miércoles de Ceniza

25 de febrero del 2009

“Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.”—Mateo 11:29-30

En este primer día de la temporada de Cuaresma, mi corazón se siente como una página en blanco, mi vida como un libro abier-to.

Estoy receptivo a todo lo que Dios tenga que enseñarme hoy y en los próximos cuarenta días. Estoy listo para aprender más acer-ca de mi naturaleza espiritual, listo para una nueva comprensión del reino de Dios en mí y estoy ansioso de vivir más plenamente en ese reino.

Me preparo primero, dejando ir cualquier cosa que haya hecho que sea menos que mi expresión más elevada. Me perdono. Luego, pido mentalmente a los demás su perdón.

Después, me dispongo a tomar tiempo cada día para la ora-ción. Esta cita diaria con Dios es importante para mí y para mi continuo desarrollo espiritual. En mis momentos callados de ora-ción, abro mi corazón al Dios morador. Pongo toda mi atención a los susurros callados del Espíritu en mi alma.

Al orar cada día durante la Cuaresma, escucho cuidadosamen-te el mensaje del silbo apacible y delicado. Entrego mi voluntad y abro mi mente y corazón a nuevas maneras de pensar, sentir y ser.

Esta temporada de Cuaresma será una experiencia maravillosa. Escucho al espíritu de Dios, aprendo más acerca de mí mismo y vivo más plenamente en el reino de Dios.

Me entrego a Dios y estoy receptivo a una transformación magnífica.

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2° día de Cuaresma Jueves26 de febrero del 2009

“Pero a cualquiera que me oye estas palabras y no las practica, lo compararé a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena. Descendió la lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.”—Mateo: 7:26-27

El espíritu de Dios me habla de muchas maneras. Si no escu-cho a la insistencia interna del Espíritu, quizás sienta duda o incertidumbre. Si no actúo según la verdad que conozco, mi vida puede parecer como una casa construida sobre la arena, con una base que cambia peligrosamente con los vientos de retos.

Me aseguro de que mi vida esté en terreno sólido. Refuerzo y fortalezco la base al hacer como Jesús enseñó:

“Tened fe en Dios.”“Y todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.”“Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra

alguien.”Hoy mantengo mi mente centrada en pensamientos amorosos,

positivos, que afirmen vida. Al hacerlo, soy fuerte y estoy seguro. En oración y meditación, traigo a la mente las palabras de

Jesús. Permito que llenen mi conciencia y resuenen en mi cora-zón. Son tan parte de mí, que expreso mi naturaleza divina en todo lo que hago. Creo un refugio interno de seguridad y paz.

Escucho al espíritu de Dios y actúo según la guía divina.

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3er día de Cuaresma Viernes27 de febrero del 2009

“A cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca. Descendió la lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos y golpearon contra aquella casa; pero no cayó, porque estaba cimentada sobre la roca.”—Mateo 7:24-25

La base de mi vida es la fe. Ésta me asegura que, a pesar de las apariencias, el amor incondicional de Dios me sostiene siempre.

Edifico mi vida con fe y fortalezco esa fe por medio de la ora-ción. Soy espiritualmente sano y completo, fuerte y seguro. Con cada oración, mi experiencia del amor de Dios se fortalece aún más.

Si los vientos de la enfermedad, la escasez, la inquietud o la indecisión soplan contra mí, me sostengo firme. No titubeo. Tengo fe en que el amor de Dios me ayudará en todo reto. El amor divi-no me acompaña a través de cada tormenta de la vida con paz absoluta en mi corazón.

Nada que yo haya hecho o haga puede separarme del amor de Dios. Su amor elimina cualquier error pasado y me permite comenzar de nuevo. Como tengo mi atención centrada en Dios, estoy en paz.

Como una casa construida sobre la roca, me sostengo firme en el amor de Dios.

Vivo en la presencia del amor divino.

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4° día de Cuaresma Sábado28 de febrero del 2009

“‘No teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos lo amará más?’ Respondiendo Simón, dijo: ‘Pienso que aquel a quien perdonó más.’”—Lucas 7:42-43

¿Siento que alguien me debe algo? ¿Tengo “deudas” qué per-donar?

¿Permito que conversaciones o situaciones pasadas den vuel-tas y vueltas en mi mente cuando creo que alguien me ha hecho algo? ¿Y qué pasa si me aferro a ellas?

Me pongo tenso, irritable o enojado. Entonces, ¿qué puedo hacer? Permito que el amor de Dios

que siento en mí guíe mis pensamientos y acciones. Perdono a cualquier persona que me haya maltratado. El amor divino fluye a través de mi mente y corazón y estoy libre de cualquier mal senti-miento.

Perdonar es enviar buenos pensamientos a cambio de pensa-mientos de injuria o injusticia. Perdonar a los demás es perdonar-me a mí mismo también.

Al perdonar, el bien viene a mí de todas las formas. Mi mente y cuerpo descansan y la paz inunda todo mi ser.

Tomo tiempo hoy para aquietar mis pensamientos y pasar unos momentos en el silencio de la oración. Durante este tiempo valioso, me sumerjo en el amor divino. Dejo ir el resentimiento. Permito que sólo pensamientos buenos y amorosos echen raíces en mi mente.

Tengo un corazón compasivo. Al perdonarme y perdonar a los demás, doy a las personas a mi alrededor la libertad de ser más amorosas y consideradas.

Perdono y soy perdonado.

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Primer domingo 1° de marzo del 2009

Escucha, Mi ser amado,

Soy la sabiduría de tu corazón.

Eres sabio más allá de cualquier medida. Eres tan sabio que sólo palabras amorosas, útiles y amables están escritas en tu corazón.

Tu mente crea sólo melodías de armonía y comprensión.

Tu vida es como un libro, llena de historias que inspiran a los demás a ser lo mejor que pueden ser.

Permite que la sabiduría de tu corazón fluya por medio de tus pensamientos, tus palabras y acciones para bendecir cada vida con la cual tengas contacto.

Busca la paz dentro de ti. Busca siempre Mi presencia. Busca Mi amor en toda expresión.

Vive cada día sabiendo que te amo, Mi ser amado. Entrégate completamente a Mí en este momento de comunión dulce y silenciosa, y permíteme mostrarte el camino.

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5° día de Cuaresma Lunes 2 de marzo del 2009

“El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, fue pisoteada y las aves del cielo se la comieron. Otra parte cayó sobre la piedra y, después de nacer, se secó, porque no tenía humedad. Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella la ahogaron. Y otra parte cayó en buena tierra, nació y llevó fruto a ciento por uno.”—Lucas 8:5-8

Las semillas necesitan alimento y las condiciones apropiadas para germinar.

Cada día, siembro semillas para mi desarrollo espiritual: creer en la bondad de Dios, en la bondad de los demás y el orden divi-no de mi vida.

Quizás esparza algunas de mis semillas sin ningún esfuerzo consciente de alimentarlas. O puede que las siembre cuidadosa-mente en el suelo bueno de las afirmaciones y los pensamientos positivos.

Sin embargo, elijo sembrar semillas de fe, ellas necesitan alimento y las condiciones apropiadas para crecer y madurar. Las siembro en un jardín muy especial —el jardín de la oración. Este jardín es un lugar de paz, belleza y amor —un lugar donde encuentro sustento espiritual, mental y físico. Oro y mantengo las condiciones propicias para que aumente al mantener mis acciones y pensamientos positivos.

Al pasar tiempo en mi jardín de oración, mi fe germina y crece con amor, paz y esperanza.

Creo una vida rica y gratificante al sembrar semillas de fe y ali-mentarlas con oración.

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6° día de Cuaresma Martes3 de marzo del 2009

“Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra. … la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. … cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado.”—Marcos 4:26-27, 29

Me pregunto cómo una semilla sabe qué es arriba y qué es abajo, en qué dirección echar las raíces y hacia dónde retoñar. La semilla tiene la inteligencia dada por Dios para hacer lo que nece-sita hacer.

Si una semilla sabe en qué dirección debe crecer y qué hacer, seguramente que mi inteligencia y mi sabiduría dadas por Dios me dicen en qué dirección debo seguir.

¿Cómo tengo acceso a esta inteligencia? ¿Cómo hago contacto con esta sabiduría?

Por medio de la oración.Me dirijo a Dios —la fuente de sabiduría e inspiración en

mí— por la guía que necesito. En oración, me preparo para recibir la dirección divina y ésta viene a mí —por medio de mis pensa-mientos, mis observaciones, las palabras de un maestro, un minis-tro o un amigo sincero.

En la manera en que “la tierra produce de sí misma,” sé que cuando siembro mi deseo por iluminación, las respuestas que busco provienen de mi ser interno, de mis recursos espirituales. Tengo la inteligencia y la guía dadas por Dios para tomar cual-quier decisión y enfrentar cualquier situación con confianza.

Me dirijo a Dios en mí por inspiración y guía.

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7° día de Cuaresma Miércoles4 de marzo del 2009

“‘Él les dijo: ‘Un enemigo ha hecho esto’. Y los siervos le dijeron: ‘¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?’ Él les dijo: ‘No, no sea que al arrancar la cizaña arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega, y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: ‘Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.’” —Mateo 13:28-30

La cizaña puede cosecharse en mi mente como pensamientos negativos y cuando esto sucede, la cizaña se expande. Si permito que pensamientos y sentimientos negativos crezcan y se afiancen, desplazarán mis buenos pensamientos y evitarán que sean fructí-feros y productivos.

Antes de que pueda liberar mi mente, primero debo discernir entre los pensamientos de cizaña y los que son positivos y pro-ductivos.

Los pensamientos de cizaña —los celos, la ira, la envidia y el temor— no son productivos ni reflejan mi ser más elevado. Los pensamientos como semillas son de Dios —amor, salud, abundan-cia, seguridad— todas aseguran mi bienestar.

¿Cómo me deshago de la cizaña? A medida que estos pen-samientos llaman mi atención, los reconozco por lo que son. Si tienen un mensaje para mí, lo tomo en cuenta. Luego los dejo ir, no continúo alimentándolos ni permito que venzan a mis pensa-mientos positivos.

Sólo permito que crezcan pensamientos y sentimientos bue-nos. Los alimento al hacerlos parte de mis oraciones y de mis acti-vidades diarias.

Alimento pensamientos positivos y estoy receptivo a las bendiciones abundantes de Dios.

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8° día de Cuaresma Jueves 5 de marzo del 2009

“El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo. Esta es a la verdad la más pequeña de todas las semillas, pero cuando ha crecido es la mayor de las hortalizas y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.”—Mateo 13:31-32

Una sola semilla, no importa lo pequeña que sea, tiene el poten-cial de crecer y convertirse en una planta sana, fuerte y llena de vita-lidad.

Al igual que la semilla, yo también tengo el potencial de crecer. Puedo ser saludable, fuerte y estar lleno de vitalidad. Sin embargo, tengo algo más que lo que tiene una semilla. Tengo potencial espiri-tual.

Una semilla crece y se convierte en aquello de donde provino. Una semilla de maíz crece y se convierte en mazorca. Una semilla de mostaza se convierte en un árbol de mostaza. Yo también crezco según mi herencia. Soy una creación de Dios, creado a Su imagen y semejanza. Crezco continuamente para convertirme en la expresión perfecta del ser espiritual que fui creado para ser.

En mis oraciones, alineo mi mente y mi corazón con la direc-ción amorosa de Dios. Aprendo cuáles son mis puntos fuertes y mis habilidades y cómo puedo expresarlas más plenamente. Participo activamente en mi proceso de crecimiento por medio de la lectura, el estudio, la observación y la oración.

Así como un árbol comienza siendo una semilla pequeña, yo comencé mi experiencia como un niño. Por medio de mi desarrollo espiritual continuo, sé que Dios me guía en cada paso del camino.

Desarrollo y expreso continuamente mi potencial divino como un ser espiritual.

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9° día de Cuaresma Viernes6 de marzo del 2009

“El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo quedó leudado.”—Mateo 13:33

Mantener pensamientos positivos y decir palabras positivas me ayudan a ver el orden divino y a dar equilibrio a mi mundo. Como la levadura hace levantar al pan, mis pensamientos positi-vos elevan mi espíritu y mi actitud. Me elevo a una mayor con-ciencia del desarrollo perfecto de la vida.

Mis pensamientos positivos me ayudan a sentir y saber que: Estoy en armonía con la mente de Dios.

Mis palabras afirmativas refuerzan la verdad: Estoy a tono con la vida de Dios. Soy renovado en mente y cuerpo.

Experimento más orden en mi trabajo por medio de afirma-ciones: Soy guiado por el Espíritu y mi trabajo está en orden divi-no.

Mi actitud positiva crea orden en mis relaciones: Expreso amor divino y todas mis relaciones personales son armoniosas.

Doy gracias por el equilibrio y orden perfecto en mi vida.

Mis pensamientos positivos y mis oraciones me elevan a una nueva conciencia de orden divino en mi vida.

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10° día de Cuaresma Sábado7 de marzo del 2009

“El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene y compra aquel campo.”—Mateo 13:44

El amor de Dios está siempre conmigo. Esto es lo más valioso para mí. Vale más que cualquier cosa que poseo.

Me entrego a Dios, sabiendo que el amor incondicional de Dios me apoya, me enseña, me guía y satisface todo buen deseo de mi corazón.

Siento profunda satisfacción cuando me alineo con el amor de Dios. Tengo todo lo que mi alma añora. La presencia magnífica del amor divino llena mi mente y corazón de paz.

Con ese tesoro tan grande, soy bendecido abundantemente. Enfrento la vida con confianza. Expreso gratitud y fe.

Por medio del poder del amor divino, soy feliz, saludable y próspero. Expreso este amor para crear relaciones personales armoniosas. Soy verdaderamente libre.

El gozo —profundo y pleno— surge en mi interior. Tengo el regalo mayor de todos y lo comparto libremente con todas las personas a mi alrededor.

Vivo en el amor divino. Vivo en el reino de los cielos.

Me entrego a Dios. Llevo una vida rica y plena.

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La esperanza de gloriapor Ric Shumacher

Cristo es la luz de mi mente;mis pensamientos son iluminados.Cristo es el amor de mi corazón;mis palabras son compasivas.Cristo es la fortaleza de mis manos;mis actos son útiles.Cristo es el poder de mis piernas;sin esfuerzo, ando por mi camino.Cristo es la comprensión de mis ojos;mi visión es pura.Cristo en mí es mi todo;Cristo en todo lo que veo.

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Segundo domingo 8 de marzo del 2009

Escucha, Mi ser amado:

Permite que la naturaleza sea tu maestra —los animales, las aves, las plantas, las criaturas marinas. Todo tiene un mensaje para ti.

Al mirar las cosas de la naturaleza, abre los ojos para ver, abre tus oídos para oír y abre la mente para recibir el mensaje que cada uno trae.

Al escuchar el canto de las aves cada mañana, oye Mi amor. Cuando observes el retozar de los animales, ve Mi gozo ilimitado. En la lluvia que riega las plantas, encontrarás evidencia de Mi provisión amorosa. Mira los cardúmenes de peces para que comprendas la importancia de estar juntos a medida que caminas por la vida.

A tu alrededor, Mi ser amado, existen ejemplos de Mi amor incondicional y de la armonía y el orden naturales del uni-verso.

Tú eres valioso para Mí.

Tú eres Mi ser amado.

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11° día de Cuaresma Lunes9 de marzo del 2009

“También el reino de los cielos es semejante a un comerciante que busca buenas perlas, y al hallar una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.”—Mateo 13:45-46

A través de mi vida, he buscado algo de gran valor, alguna bendición intangible. Y he recibido regalos maravillosos —en la belleza de la naturaleza, en la familia y los amigos, en mi casa y en el trabajo. ¡Soy bendecido abundantemente!

Sin embargo, estas bendiciones no son más que un destello de la maravilla y la bondad de Dios. Son como las muchas capas que forman una perla y contribuyen a la profundidad de su belleza.

Mi búsqueda me ha llevado a este descubrimiento: La perla valiosa que busco es el reino de los cielos y está en mí, aquí y ahora. Todo lo que necesite o desee es parte de este reino, el reino que encierra las riquezas de la vida misma.

Ésta es la perla preciosa, el reino de los cielos. Dedico mi tiempo, mis pensamientos, mi amor y mis acciones para hacerla una parte más visible de mi mundo. Me dedico a vivir en el reino de Dios. Acepto plenamente esta comprensión maravillosa: El reino de los cielos —la paz y el amor perfectos de Dios— está en mí.

A cada momento, vivo en el reino de los cielos.

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12° día de Cuaresma Martes10 de marzo del 2009

“Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red que, echada al mar, recoge toda clase de peces. Cuando está llena, la sacan a la ori-lla, se sientan y recogen lo bueno en cestas y echan fuera lo malo.”—Mateo 13:47-48

Mi mente es verdaderamente una “red” de ideas, recogiendo toda clase de pensamientos. Así como las olas en el océano suben y rompen sobre la playa, las ideas fluyen a través de la red de mi mente.

Las ideas vienen a mí tiernamente en momentos de silencio, en mis sueños nocturnos y hasta en medio de la actividad agitada. Estas ideas vienen a mí de tantas maneras que a veces me pregun-to si son inventos de mi mente mortal o son la dirección verdade-ra del Espíritu.

Cuando busco claridad y un sentido seguro de dirección, me dirijo a Dios en oración. La oración me da una oportunidad de discernir las ideas que recibo y ver las cosas de manera objetiva. Por medio de esta actividad de selección, tomo decisiones y emito juicios sabios. Cuando oro, voy a un lugar callado y sereno —el mar de mi mente— donde las ideas divinas llegan suavemente a la playa —una por una. Para que yo pueda recibirlas, bendecirlas y utilizarlas.

Qué bendición es pasar tiempo con Dios en oración. Qué ben-dición es abrir mi mente para recibir ideas divinas.

Acojo la inspiración que viene a mí y soy llevado tiernamente a nuevas alturas de comprensión por el amor de Dios.

Dejo ir cualquier idea o pensamiento negativos y estoy plenamente receptivo a la inspiración del Espíritu.

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13er día de Cuaresma Miércoles11 de marzo del 2009

“¿No debías tú también tener misericordia… como yo tuve misericor-dia de ti?”—Mateo 18:33

El perdón es una calle en ambos sentidos.¿Puedo esperar ser perdonado sin estar dispuesto a perdonar?Decir ”te perdono” o simplemente pensarlo puede ser muy

sencillo y fácil de hacer, o puede ser doloroso. Sin embargo, cada acto de perdón es una expresión de amor sanador.

Cuando deseo perdonar, primero siento el amor de Dios en mi vida. Pienso en un arco iris en el cielo. Como una cinta de amor, no se sabe de dónde aparece y no tiene fin.

A medida que pinto arco iris de amor divino en todas mis interacciones, cualquier palabra dicha sin pensar se disipa rápida-mente como las nubes de una tormenta pasajera.

Perdono. Expreso el amor de Dios hacia los demás al dejar ir el pasado. Al permitir que el amor divino fluya desde mi corazón hacia los demás, soy compasivo y comprensivo. Soy amoroso y perdono.

Así como el sol brilla a través de las gotas de lluvia para crear un bello espectro de color, permito que el amor de Dios resplan-dezca por medio de mí como un faro de amor para llegar a los corazones de los demás.

Permito que el amor de Dios fluya de mi corazón a los demás.

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14° día de Cuaresma Jueves12 de marzo del 2009

“Sucede con el reino de los cielos como con un rey que hizo un banquete para la boda de su hijo. … Luego dijo a sus criados: ‘El banquete está listo, pero aquellos invitados no merecían venir’. … Los criados salieron a las calles y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos; y así la sala se llenó de gente.”—Mateo 22:2, 8, 10 (Versión Popular).

El reino de los cielos es como un banquete y yo estoy invita-do.

Ésta es verdaderamente la actividad de la gracia de Dios. He sido invitado al banquete de la vida, donde todo lo que necesito ha sido provisto.

Si elijo no aceptar la invitación de disfrutar de la abundancia de Dios, o si distraigo mi atención, quizás sienta que algo falta en mi vida —algo puro y maravilloso.

Hoy acepto la invitación de Dios para el banquete de la vida. Acepto la invitación para ser parte de lo bueno y lo sagrado. Estoy receptivo a recibir la bondad de Dios, a la prosperidad, la salud, a las relaciones personales satisfactorias y al trabajo gratificante.

Al entrar a la plenitud de la vida, me doy cuenta de cuánto hay por disfrutar y lo mucho que disfruto el estar vivo. Centro mi atención en Dios y estoy lleno de compasión y comprensión, feli-cidad y paz.

La vida es un banquete de bodas. En el salón de banquetes de la vida, encuentro todo lo que necesito para sentirme verdadera-mente completo.

Digo ¡sí! a la bondad de Dios.

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15° día de Cuaresma Viernes13 de marzo del 2009

“¿Y quién es mi prójimo?”—Lucas 10:29

Amar a mi prójimo es importante. Pero, ¿quién es mi próji-mo? ¿El amigo que vive al lado? ¿Una familia vecina a quien ape-nas conozco? ¿Un pariente exigente? ¿La madre soltera al otro lado de la ciudad? ¿O alguien al otro lado del mundo?

Y ¿cómo demuestro amor por mi prójimo? ¿Cómo amo a alguien que no es fácil de amar? ¿Cómo expreso paciencia en situaciones difíciles?

Como siempre, me dirijo a Dios en mí por la respuesta. Sé que Dios me guiará a ser un buen vecino de la mejor manera que pueda.

Por medio de la guía de Dios, encuentro maneras apropiadas de expresar el amor divino al dar de mí mismo, de mi tiempo y de mis talentos.

Ofrezco sonrisas amistosas a todas las personas con quienes me encuentro.

Tomo tiempo para escuchar a familiares y amigos.Doy ánimo a quienes exploran sus talentos y habilidades.Contribuyo con mis recursos según Dios me guía.Paso tiempo en oración y me veo y veo a los demás llenos del

amor de Dios. Quizás lo más importante es que busco continuamente nue-

vas maneras de expresar el amor de Dios por medio de mis pensa-mientos, palabras y acciones.

Aprovecho toda oportunidad para ser un buen vecino al dar la bienvenida a cada persona a mi vida.

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16° día de Cuaresma Sábado14 de marzo del 2009

“Cuando el espíritu impuro sale del hombre, anda por lugares secos buscando reposo; pero, al no hallarlo, dice: ‘Volveré a mi casa, de donde salí’. Cuando llega, la halla barrida y adornada. Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él; y entran y viven allí, y el esta-do final de aquel hombre viene a ser peor que el primero.”—Lucas 11:24-26

Durante esta experiencia de Cuaresma, aprovecho cada opor-tunidad de dejar ir cualquier pensamiento o sentimiento negativo y ser más receptivo a la bondad de Dios.

Conozco la importancia de dejar ir hábitos o ideas que no son saludables o ya no me sirven. Igualmente importante es el proceso de poner mi casa mental en orden —llenar mi mente de pensamientos positivos. Al reemplazar pensamientos negativos con pensamientos positivos que afirman vida, abro mi mente a bendiciones ilimitadas.

Si vaciara un vaso lleno de agua sucia, no habría nada en el vaso. Si lo deseara, podría volver a llenarlo con agua sucia.

Sin embargo, si vierto agua limpia en el vaso, a la larga ésta desplazaría al agua sucia. Sólo quedaría el agua limpia y pura.

Puedo hacer que cada experiencia sea positiva añadiendo mi fe, mis oraciones, ideas y pensamientos positivos. Al hacerlo, eli-mino la negatividad y la reemplazo sólo con bondad.

A partir de este momento, permito que mi mente sea un receptáculo de pensamientos positivos que afirman vida. De esta manera soy purificado, bendecido y sanado. Mi casa, mi vida, son lugares de experiencias satisfactorias.

Dejo ir lo que ya no me sirve y abro el camino para que el bien fluya en mi vida.

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Tercer domingo 15 de marzo del 2009

Escucha, Mi ser amado:

¡Estoy contigo siempre!

Cuando el sol sale cada mañana, estoy contigo. Cuando se pone al atardecer, estoy contigo.

Mi amor te llena y te lleva a nuevas alturas de conciencia a cada momento del día. La luz de Mi amor ilumina cada rincón de tu mundo y te da vida, así como a todo lo que está a tu alrede-dor.

Permíteme ser tu Guía. Permíteme ser tu Maestro. Búscame por guía —para saber qué hacer, cómo actuar, qué decir. Permite que te guíe a través de la vida. Vive fácilmente en la gloria de Mi amor.

Escucha, Mi ser amado. Escucha mis susurros callados de amor y seguridad en el silencio.

Al abrir tu mente y tu corazón a Mí, quiero que sepas que soy tu inspiración, tu compañero constante.

Soy la bondad que tu corazón desea y el amor incondicio-nal que te sostiene día a día.

Eres Mío, Mi ser amado y estoy contigo siempre.

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En la presencia de Diospor Anna Toohey

Hoy vivo con tranquilidad…sin apuro, sin apresuramiento,sin molestia, sin preocupación.Sino con calma, con paz,camino en la presencia de Dios.

Hoy vivo con tranquilidad…sin angustias, sin confusiones,sin dudas, sin temores.Sino con calma, con serenidad,camino en la presencia de Dios.

Hoy vivo con tranquilidad…sin odio, sin malicia,sin frustraciones, sin debilidades.Sino con calma, de manera triunfante,camino en la presencia de Dios.

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17° día de Cuaresma Lunes16 de marzo del 2009

“Mirad, guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre no con-siste en la abundancia de los bienes que posee.”—Lucas 12:15

Sé que la prosperidad es mi derecho de nacimiento y que la voluntad de Dios para mí es vivir abundantemente. Pero, ¿qué es prosperidad verdadera?

La prosperidad es mucho más que la posesión de cosas materia-les; es vivir en el reino de Dios. Allí es donde la plenitud de la vida está —en Dios.

¿Cómo vivo en el reino de Dios cuando parece que hay tantas distracciones en mi vida y a mi alrededor?

Comienzo orando. Tomo tiempo cada día para centrar mi aten-ción y pensar sólo en Dios. Bien esté trabajando, jugando o estu-diando, en casa o en la oficina, en casa de un amigo o en la escuela, con cada oración me doy cuenta más plenamente de que siempre estoy en la presencia de Dios. Siempre vivo en el reino de Dios.

En el reino de Dios, me doy cuenta de lo bendecido que soy. Doy gracias por cada bendición —buena salud, paz mental, sabidu-ría y gozo. Disfruto de la belleza del canto de un pájaro, de la voz melodiosa de un niño.

Estas bendiciones y más son mías por la gracia de Dios. Ellas son más valiosas que cualquier posesión material, y son parte de mí ahora y siempre.

Doy gracias a Dios por cada bendición en mi vida.

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18° día de Cuaresma Martes17 de marzo del 2009

“Dijo al viñador: ‘Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera y no lo hallo. ¡Córtala! ¿Para qué inutilizar también la tierra? Él entonces, respondiendo, le dijo: ‘Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella y la abone. Si da fruto, bien; y si no, la cortarás después.’”—Lucas 13: 7-9

Hoy es un nuevo día, una oportunidad de comenzar de nuevo. Hoy tengo la oportunidad de alinearme más con el Espíritu y aprender y crecer en comprensión y fe.

En momentos callados de meditación, contemplo mi unidad con Dios. Sé que soy un ser espiritual viviendo en un mundo espiritual. Puedo cambiar la dirección de mi vida en cualquier momento.

¿Cómo? Al cambiar mis pensamientos, expectativas y actitu-des.

¡El árbol de mi vida es tan copioso! Es alimentado por el amor, el perdón y la paz y por mi fe inquebrantable en Dios. Está lleno de frutos de abundancia, salud y armonía.

Espero que sólo el bien provenga de la fe que he fomenta-do. Reclamo mi bien con gratitud. Me deleito en los frutos del Espíritu que siempre están disponibles para mí.

Mi actitud es positiva y está llena de fe. Veo el orden y el bien en cada situación y siento agradecimiento. Mi vida es plena y pro-ductiva. Soy bendecido.

Soy paciente y tierno conmigo mismo a medida que me desarrollo espiritualmente.

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19° día de Cuaresma Miércoles18 de marzo del 2009

“Más bien, cuando seas convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó te diga: ‘Amigo, sube más arriba’.… Cualquiera que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”—Lucas 14:10-11

Soy una creación de Dios. Hoy veo el mundo a través de los ojos de un niño. Los niños poseen una humildad natural porque confían en otros para satisfacer sus necesidades. Al hacerlo, tienen una fe y un entusiasmo maravilloso por la vida.

Jesús dijo: “De cierto os digo que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.” Ver el reino de Dios desde la perspectiva de un niño me da un enfoque humilde y gozoso a la vez. Desde este punto de vista, soy más receptivo a la guía y la sabiduría de Dios y a las bendiciones divinas que siempre están disponibles para mí.

Con humildad, veo mi vida y el mundo bajo una luz nueva. Estoy dispuesto a aprender y a aumentar mi comprensión espiri-tual y a confiar en las personas que están aquí para ayudarme.

Con un corazón humilde, me es más fácil pedir ayuda. Sé que la mejor ayuda disponible proviene de Dios. Con la ayuda divina, mis necesidades son satisfechas de maneras mucho mejores de las que pueda imaginar.

Recibo cada día con un espíritu humilde y acepto el

bien que es mío.

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20° día de Cuaresma Jueves19 de marzo del 2009

“¿Qué hombre de vosotros, si tiene cien ovejas y se le pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso, y al llegar a casa reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: ‘Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.’”—Lucas 15:3-6

Soy importante para Dios y para este mundo. Tengo un papel especial que desempeñar y talentos únicos que compartir.

Si alguna vez dudo de mi valía, miro al mundo a mi alrededor. Veo lo importante que es una gota de agua para el océano, una hoja para un árbol, o una sola célula para el cuerpo. Estas cosas me recuerdan que soy de Dios y que también tengo un lugar único en el mundo.

Jesús dijo: “Vosotros sois la luz del mundo”. Cada día estoy más consciente de la luz de Dios en mí e irradio esta luz a las personas a mi alrededor. Comienzo cada día recordando que soy guiado, amado y cuidado de manera divina.

Doy gracias porque soy bendecido con talentos únicos. Al buscar maneras con las cuales pueda expresar mi singularidad, encuentro modos creativos de dar al mundo y a las personas a mi alrededor. Soy un ser amado de Dios. Irradio mi luz al mundo y sé que soy importante.

Tengo un lugar especial en el mundo.

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21° día de Cuaresma Viernes20 de marzo del 2009

“¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, barre la casa y busca con diligencia hasta encontrarla?... Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.”—Lucas 15:8, 10

Qué gran consuelo es saber que Dios me ama con un amor que no tiene límites.

El amor de Dios, que resplandece más que el sol, ilumina mi camino.

El amor de Dios es la calidez de mi corazón. Al igual que el calor y la protección que ofrece una chimenea ardiendo, me sien-to seguro y a salvo en este amor.

En cada situación, soy uno con el amor de Dios. Este amor resplandece en mí y por medio de mí.

El amor divino en mí me regocija cuando hago lo mejor. Este mismo amor me sostiene cuando me esfuerzo para hacer mejor las cosas. Si enfrento una situación que parece ser más de lo que puedo soportar, el amor de Dios me sostiene y renueva mi fortale-za y mi confianza.

Si pierdo de vista mi curso, encuentro seguridad y guía en la oración. Recuerdo que soy valorado por Dios. Al seguir un cami-no de sabiduría y amor divinos, sé lo que debo hacer y hago lo mejor que puedo.

Siento el amor de Dios en mí ahora. Mi corazón está lleno de una alegría indescriptible y con el conocimiento interno de que estoy siempre en la presencia de Dios. Siempre soy guiado, bende-cido y satisfecho de manera divina en todo sentido.

Con una mente y un corazón receptivos, sigo el camino de la sabiduría.

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22° día de Cuaresma Sábado21 de marzo del 2009

“Volviendo en sí, dijo: ‘¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!’”—Lucas 15:17

Cuando el hijo pródigo recordó su verdadera identidad, estu-vo en el camino de la recuperación. Estaba en su camino de regre-so a casa.

Traer a mi mente mi naturaleza espiritual, aunque sea breve-mente, me regresa al camino correcto. Un simple recordatorio de mi identidad como creación de Dios me fortalece y me permite enfrentar los retos del día.

¡Qué gran consuelo! En cualquier momento en que me sien-ta momentáneamente separado de Dios, la oración me lleva a la comprensión de mi unidad con Dios. En oración, estoy en calma y seguro, lleno de fe y con mi atención enfocada.

Al mantener mi enfoque en Dios, sé que cualquier curación necesaria ya ha comenzado, las semillas de prosperidad han sido sembradas y el camino hacia la satisfacción está siendo revelado. ¡Recibo con beneplácito cada bendición en mi vida!

Sin importar lo que esté sucediendo a mi alrededor, sé que Dios está conmigo, guiándome para tomar decisiones sabias. Cuando confío en Dios, soy fortalecido y dirigido. Recibo apoyo en mis decisiones. Enfrento cualquier cambio, cualquier reto, con fe y seguridad de que todo está bien.

Al mantener mi enfoque en Dios, recuerdo mi identidad como creación de Dios y, regreso a “casa” para recibir bendiciones maravillosas.

Soy uno con Dios. Mi camino hacia la satisfacción se me revela ahora.

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por Mildred N. Hoyer

En un invierno de oscuridad,tres bulbos yacen en la tierra,luego surgen y florecenal amanecer del día de Pascua de Resurrección.Desprenden su fraganciaalrededor, por encima,el retoño de la luz,de la vida,del amor.

Retoños de Pascua de Resurrección

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4° domingo 22 de marzo del 2009

Escucha, Mi ser amado:

Estás lleno de sabiduría, la sabiduría de las edades. Permite que tu mente se llene de fe y comprensión y tu corazón de paz y compasión.

Dirígete a Mí en tu interior y verás claramente tu camino. Camina en la luz de Mi amor. Vive de la manera que te creé para que vivieras —en paz y armonía con los demás.

Recuerda, no vives solo. Vives en un mundo con otros como tú, quienes desean vivir en paz, armonía y comprensión, quienes desean cuidar del planeta y unos de otros.

Ábreme tu corazón, Mi ser amado, y serás guiado a tomar decisiones sabias que bendicen a los demás y a ti.

Abre tu corazón y siente la bendición de Mi amor guián-dote a medida que creas un mundo de armonía, gozo y paz.

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23° día de Cuaresma Lunes23 de marzo del 2009

“Él entonces le dijo: ‘Hijo, tú siempre estás conmigo y todas mis cosas son tuyas.’”—Lucas 15:31

El mundo y todo lo que hay en él, ha sido creado perfecta-mente para que lo experimente y lo disfrute. Por doquiera que miro, veo la bondad de Dios. La veo en la belleza de la naturaleza, en la sonrisa de un ser querido, en el gozo de un niño feliz.

Vivo en el fluir próspero de la bondad de Dios. Dios provee todo lo que necesite, sin importar donde esté. Me regocijo por la abundancia siempre disponible para mí.

Mi mente y mi corazón están llenos de abundancia. Encuentro gozo al vivir en la conciencia de la abundancia de Dios. Mi copa rebosa verdaderamente.

Doy gracias por las personas y las experiencias que me ense-ñan, me bendicen y hacen mi vida rica y plena. Me regocijo en los logros y las bendiciones de cada persona. Acepto cada experien-cia, sabiendo que es parte del plan de Dios de bien para mí.

¡Qué bendición es saber que la abundancia del reino de Dios es mía para disfrutarla cada día!

Recibo con agradecimiento la abundancia de Dios.

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24° día de Cuaresma Martes24 de marzo del 2009

“Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y fue movido a misericor-dia, y corrió y se echó sobre su cuello y lo besó.”—Lucas 15:20

Dios me ama exactamente como soy.El amor incondicional de Dios es tan grande, todo lo abarca,

tanto así que no puedo ni definirlo ni comprenderlo plenamente. En mi comprensión humana, este amor está más allá de la imagi-nación.

Estoy hecho a la imagen y semejanza de Dios. Aunque pueda permitir que pensamientos de preocupación o duda obstruyan mi mente, o me considere imperfecto y con fallas, ésta no es la verdad de mi naturaleza. La verdad es que soy creado de la idea perfecta de Dios y Dios me percibe como esa creación perfecta.

Soy una creación de Dios, aquí en esta experiencia de vida para ser amada y cuidada. Soy bendecido con un espíritu creativo, una mente inteligente, un cuerpo perfecto y una vida gloriosa. Sin importar cómo me vea a mí mismo, en lo profundo de mi corazón sé que Dios me ama incondicionalmente.

Tomo tiempo hoy para descansar en la conciencia del amor incondicional de Dios.

Estoy seguro en el amor de Dios.

Soy la creación perfecta de Dios.

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25° día de Cuaresma Miércoles25 de marzo del 2009

“Si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?”—Lucas 16:12

Éste es el mundo maravilloso de Dios. Al mirar a mi alrede-dor, la abundancia de la naturaleza me deleita. Veo belleza en cada hoja, flor y criatura. Sé que el poder creativo de Dios provee ben-diciones que satisfacen el alma y llegan a toda vida.

Siento gratitud por mi provisión en este mundo maravilloso. Consciente de la creación de Dios, tomo mayor conciencia de mi responsabilidad como administrador de estos recursos abundan-tes.

¿Cuido fielmente al planeta Tierra? ¿Lo cuido como si fuera un legado para las generaciones futuras? ¿Estoy siendo responsa-ble con los recursos que utilizo?

Busco la guía de Dios para que me ayude a conocer el mejor enfoque para cuidar de los recursos que son mi responsabilidad. Aunque quizás no entienda la sincronía sorprendente de cada forma de vida en el planeta, sigo mi guía divina y trato cada uno de estos recursos con amor y sabiduría.

Soy una de billones de personas que cuidan del mundo. Nuestros ojos, oídos, manos y corazones son guiados por Dios a medida que proveemos cuidados cuando y donde se necesite y hacemos buen uso del mundo de Dios.

Cuido el planeta con sabiduría.

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26° día de Cuaresma Jueves26 de marzo del 2009

“Ningún siervo puede servir a dos señores, porque odiará al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”—Lucas 16:13

¿Cómo y dónde sirvo a Dios? ¿A qué dedico mi tiempo y energía? Cuando surgen preguntas como éstas, las palabras de Jesús me alientan: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.

Al poner a Dios primero, experimento el reino de Dios en mí. Mis necesidades son satisfechas, porque Dios es mi riqueza, mi verdadera fuente de todo lo que necesito para mi vestido, alimen-to y refugio. Qué tranquilizador es saber que no necesito dividir mi atención entre Dios y las preocupaciones del vivir.

Sirvo a Dios aquí donde estoy.Hago lo que debo hacer sin preocupación ni miedo.Estoy dedicado a Dios. Expreso el amor, la sabiduría, la vida y

la paz de Dios en mis actividades diarias.Al mantener mi atención centrada en una conciencia de Dios,

el orden divino se desenvuelve en todo aspecto de mi vida.Mantengo mi fe fuerte y mi amor y mi devoción centrados en

Dios. Hago lo que necesito hacer, sabiendo que recibo provisión de manera divina en todo sentido.

Pongo a Dios primero y el orden divino se desenvuelve en mi vida.

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27° día de Cuaresma Viernes27 de marzo del 2009

“Pero Abraham le dijo: ‘Hijo, acuérdate de que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, males; pero ahora este es consolado aquí, y tú atormentado.’”—Lucas 16:25

La vida está llena de consecuencias, tanto grandes como pequeñas. Cada pensamiento que tengo, cada oración que hago, cada acción que tomo, tiene una influencia poderosa en mi vida y en las vidas de las personas a mi alrededor. Este conocimiento refuerza mi comprensión de lo importante que es mi vida espiri-tual.

Si doy demasiada importancia a las cosas externas y descuido mi desarrollo interno, puede que encuentre mi vida llena de bie-nes materiales pero añoro algo más. Lo que deseo verdaderamente es conocer más plenamente a Dios.

Tomo mayor conciencia de Dios —y de mi unidad con Dios— por medio de la oración. En momentos callados de oración y reflexión, siento más plenamente esta unidad. Siento la presencia divina en mí.

Al enfocar mis pensamientos en Dios, doy mayor valor a las cosas de Dios que a las del mundo. Obtengo una provisión mara-villosa —paz duradera, salud y felicidad. Doy gracias por las res-puestas anticipadas a mis oraciones y por el bien inesperado que bendice mi vida.

Al enfocar mis pensamientos en Dios, soy guiado a llevar una vida centrada en Dios.

Mi mundo interno y el externo están en equilibrio perfecto.

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28° día de Cuaresma Sábado28 de marzo del 2009

“También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar.”—Lucas 18:1

¡Qué pensamientos tan serenos llenan mi mente al orar! En esos días en que mi ánimo está decaído, recuerdo las palabras de Jesús y el ánimo se me levanta.

Aún el simple acto de dirigir mis pensamientos a Dios llena mi mente de paz y fortaleza. En vez de morar en un reto, cen-tro mis pensamientos en Dios y pongo mis preocupaciones a Su cargo. Una y otra vez, pienso sólo en una palabra: Dios.

Yo “oro siempre” sin pasar todo momento del día en un ambiente formal de oración ni olvidar mis responsabilidades. Cumplo con mi rutina diaria con mi atención centrada en Dios —manteniendo a Dios primero que todo en mi mente.

Pienso en Dios y sé que Dios es amor. Siento este amor ele-vando mi espíritu y llevándome durante el día.

Pienso en Dios y sé que Dios es todo sabiduría. Me alineo con la mente omnisciente de Dios y encuentro las respuestas que busco. Sé qué hacer y tengo el valor para hacerlo.

Al mantener mi mente y corazón centrados en Dios, coloco mi visión por sobre cualquier reto. Con Dios todas las cosas son posibles. ¡Qué comprensión tan magnífica!

Con mi mente centrada en Dios, paso cada día con equilibrio y confianza.

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5° domingo 29 de marzo del 2009

Escucha, Mi ser amado:

Muchas veces has oído decir que el viaje de la vida es tan significativo como el destino final. Eso es tan cierto como cono-cerme, porque en la búsqueda en sí aprenderás a crecer espiritual-mente y descubrir quien eres.

Tu alma está sedienta de Mí.

Permíteme enseñarte amor —amor como un caudal que fluye y riega el jardín de tu ser.

Permíteme enseñarte luz —la luz que resplandece en la oscu-ridad y disipa cualquier temor, la luz que te guía con seguridad en tu camino.

Permíteme enseñarte comprensión —el conocimiento seguro de que todo está en orden. Todo está bien.

Permíteme enseñarte.

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29° día de Cuaresma Lunes30 de marzo del 2009

“El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: ‘Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres: ladrones, injus-tos, adúlteros, ni aun como este publicano.’”—Lucas 18:11

Elijo reconocer la magnitud de Dios al reconocer y honrar la diversidad entre las personas. Todo el mundo en esta hermosa Tierra es una creación amada de Dios, hecha a Su imagen y seme-janza. Por medio de los atributos de Dios en cada persona, com-partimos un vínculo directo unos con otros. Estamos vinculados por la vida, el amor, la inteligencia y el poder de Dios.

Estoy agradecido porque soy una creación única de Dios. También lo estoy por ser parte de la humanidad y comparto las mismas cualidades con las personas en todas partes.

Comparto muchas de las mismas esperanzas y los mismos sueños de los demás en la familia humana. Los idiomas pueden ser diferentes, pero todos tenemos la habilidad de comunicar a Dios nuestros deseos más íntimos —deseos por una mayor felici-dad, paz y comprensión.

Mi naturaleza es de Dios. Expreso gozosamente Sus regalos —regalos que tengo en común con todas las personas: vida, luz, paz y amor divinos. Expreso estos regalos y los veo manifestados en otros como buena salud, sabiduría, armonía, libertad, paz y abundancia ¡Estoy agradecido!

Uno con toda la creación, expreso gozosamente el ser único.

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30° día de Cuaresma Martes31 de marzo del 2009

“Pero el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ‘Dios, sé propicio a mí, pecador’”.—Lucas 18:13

¡Soy una creación amada de Dios! El amor de Dios sobrepasa cualquier otro tipo de amor y, sin embargo, quizás no comprenda ni aprecie lo mucho que Dios me ama.

La gracia y el amor de Dios son exquisitos y profundos. Como una creación amada de Dios, sé que la gracia y el amor divinos me bendicen continuamente. No importa dónde vaya o lo que haga, veo evidencia del amor y la gracia incondicionales de Dios cada día.

Al centrar mi atención en la presencia de Dios en cualquier situación difícil, recibo consuelo y la seguridad de que sólo el bien puede venir a mí. Dejar ir cualquier temor acerca de lo que podría suceder me permite estar receptivo a un sentimiento nuevo de libertad, gozo, energía, fortaleza y abundancia. Aún si siento que no soy digno de los regalos, soy bendecido continuamente por Su amor y gracia.

Mi conciencia de Dios me permite moverme cada día con equilibrio y confianza. Descanso, me perdono y a cambio recibo la seguridad del perdón. Respondo a otros con amor, sabiendo que ellos también viven en Su amor y gracia.

Al dar de mí mismo en todo lo que digo y hago, sostengo el fluir que proviene del amor, la gracia y la voluntad perfecta de Dios. Soy bendecido y soy una bendición.

Vivo cada día en el amor y la gracia de Dios.

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31° día de Cuaresma Miércoles1° de abril del 2009

“Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: ‘Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo y vete; pero quiero dar a este último lo mismo que a ti.’”—Mateo 20:13-14

Mi viaje espiritual es muy personal —entre Dios y yo. Y he recibido muchas bendiciones a lo largo del camino de aprender, vivir y amar.

Con cada respiración, vivo en la presencia de Dios. Con cada paso, camino en la luz de Dios. Recibo con agradecimiento las bendiciones que cada experiencia en la vida me ha proporciona-do.

Con mi atención centrada en la presencia de Dios, vivo con paz en mi corazón. Estoy dispuesto a hacer el trabajo que debo hacer y estar receptivo a las bendiciones que debo recibir.

Cuando veo que otros se benefician de su relación personal espiritual con Dios, me regocijo en sus buenas experiencias. Sé que el desarrollo espiritual de cada persona abre el camino hacia bendiciones nuevas y maravillosas.

Celebro los logros de los demás, sabiendo que cada persona es un ser amado de Dios, digna de Su amor y merecedora de Su abundancia.

Permito que el espíritu de Dios me guíe todo el tiempo. Expreso mi naturaleza amorosa y considerada. Soy amable y brin-do apoyo.

Acepto gozosamente lo que es mío y me regocijo en el bien de los demás.

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32° día de Cuaresma Jueves2 de abril del 2009

“Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero le dijo: ‘Hijo, vete hoy a trabajar en mi viña’. Respondiendo él, dijo: ‘¡No quiero!’ Pero después, arrepentido, fue. Y acercándose al otro le dijo lo mismo; y respondiendo él, dijo: ‘Sí, señor, voy’. Pero no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?”—Mateo 21:28-31

Hoy renuevo mi compromiso de hacer la voluntad de Dios según la entiendo. Me dirijo a Dios primero por ayuda y direc-ción; escucho la respuesta y luego actúo según mi comprensión. Hoy respondo el llamado callado de Dios con un “¡Sí, iré!” reso-nante

Al orar y alinear mis pensamientos y mi corazón con la sabi-duría y la guía de Dios, tengo la receptividad para comprender lo que necesito hacer y me dispongo a hacerlo. Después de este comienzo centrado en Dios, mi día progresa sin tropiezos. Mi mente, mi cuerpo y mi espíritu trabajan en armonía con la sabi-duría y el orden divinos. Si descubro en algún momento que no sigo la guía de Dios, me detengo y me alineo de nuevo.

Sé que Dios es siempre bueno: salud y paz en mente y cuerpo, abundancia, gozo, sabiduría y libertad. Parado firmemente en este conocimiento, recibo con beneplácito la bondad de Dios en mi vida cada día.

Soy receptivo a la guía de Dios. Estoy dispuesto a evaluar mi pensamiento y mis acciones para estar constantemente a tono con la voluntad de Dios y con las bendiciones que son mías.

Me consagro a la voluntad de Dios.

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33° día de Cuaresma Viernes3 de abril del 2009

“Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y las rameras le creyeron. Pero vosotros, aun-que visteis esto, no os arrepentisteis después para creerle.—Mateo 21:32

Soy libre para cambiar de opinión. Abro los ojos al Espíritu. ¡Creo!

Con los ojos abiertos al Espíritu, veo que mi vida es una demostración de la bondad de Dios. Reconozco el bien en cosas pequeñas —un niño de la mano de su madre, con los ojos llenos de confianza absoluta. Lo reconozco en grandes ejemplos —las estrellas resplandeciendo en el cielo nocturno y un arroyo corrien-do a través de la roca para formar un cañón magnífico.

Conozco la verdad, que es que Dios me ama. Soy parte del mundo de amor, paz y orden. Veo más allá de cualquier cosa diferente y conozco la verdad de que todo está bien.

Creo en la mente omnisciente de Dios que formó el universo y me creó para ser parte de él. Confío en la provisión amorosa de Dios todo el tiempo. Sé que tengo un lugar correcto en el univer-so.

Creo en el amor eterno de Dios que me acuna y me protege. Estoy seguro y a salvo.

Creo en la vida todopoderosa de Dios que anima toda cosa viviente. Soy uno con la vida divina y estoy sano y bien.

Mis ojos están abiertos a la maravilla y la belleza de Dios en mí y en todas partes a mi alrededor. Creo en el amor incondicio-nal de Dios. En esta conciencia, llevo una vida de paz, armonía, salud y prosperidad centrada en Dios.

Creo en la bondad infinita de Dios.

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34° día de Cuaresma Sábado4 de abril del 2009

“Pero los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron… ‘Este es el heredero; venid, matémoslo y apoderémonos de su heredad’. … Por tanto, os digo que el reino de Dios será quitado de vosotros y será dado a gente que produzca los frutos de él.”—Mateo 21:38, 43

Como creación de Dios, he sido bendecido con una vida rica de muchas maneras.

Al mantener mi actitud positiva, ser fiel en mi fe, mantener los pensamientos mejores y más elevados y ver sólo el bien, dis-fruto de la abundancia de mi herencia.

Si una circunstancia en mi vida parece hacerme sentir como que si mi herencia no llega a mí, me dirijo a Dios en oración. En mis momentos callados con Dios, renuevo mi comprensión de mi naturaleza divina. Regreso a la conciencia de que soy una creación de Dios y acepto mi herencia espiritual.

Soy una creación de Dios. Mi seguridad está en Dios. Estoy a salvo.

Soy una creación de Dios. Vivo en el conocimiento de que la vida divina me llena. Soy sano.

Soy una creación de Dios. Soy prosperado por la conciencia de que la bondad de Dios es mía para que la reclame y la utilice.

Vivo en la presencia de Dios todo el tiempo, porque Dios está en mí. En esta presencia, tengo paz y confianza, sabiendo que mi vida es segura, próspera y plena.

Vivo en el reino de Dios, heredero de todo lo que Dios es. Reclamo

mi derecho de nacimiento ahora.

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Domingo de Ramos 5 de abril del 2009

Escucha, Mi ser amado:

Búscame con todo tu corazón… Así es que Yo te busco.

Atesora Mi palabra, así es como Yo atesoro la tuya.

A medida que aprendes la Verdad, Yo me deleito en reve-larte la verdad de tu ser.

Permite que Mi amor llene tu corazón hasta que se derrame a compañeros de viaje en tu camino de la vida.

Búscame. Sigue el camino que es correcto para ti.

Ten presente que Yo soy el amor, la luz y la paz en ti.

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35° día de Cuaresma Lunes6 de abril del 2009

“Entonces Jesús le dijo: ‘Un hombre hizo una gran cena y convidó a muchos. … Pero todos a una comenzaron a excusarse. … Dijo el señor al siervo: ‘Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar para que se llene mi casa, pues os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados gustará mi cena.’”—Lucas 14:16, 18, 23-24

Tengo una invitación abierta para un banquete magnífico —un festejo glorioso de la abundancia de Dios. Como una mesa servida con una variedad de platos que hacen agua la boca, mi vida incluye un conjunto amplio de bendiciones divinas.

Ahora dejo ir cualquier excusa que pueda haber tenido en el pasado por no venir a la mesa de la abundancia de Dios. Gustosa y gozosamente vengo a la mesa del banquete de la vida, dando gra-cias por la abundancia.

Dejo ir cualquier apego a los objetos materiales en mi vida y enfoco mi atención en los asuntos espirituales. Vengo a la mesa del banquete de ideas divinas. Me regocijo en la verdad de mi natura-leza divina. Estoy satisfecho en el conocimiento de que tengo las cualidades de Dios en mí que me guían cada día hacia mi bien.

Por medio de Dios, todo buen deseo de mi corazón es satisfe-cho.

Sé que esto es verdad para mis amigos y mis seres queridos. Sé que esto es verdad para mis vecinos y hasta para la gente que no conozco.

Hoy me siento en el banquete de la vida y me doy gusto con las bendiciones abundantes de Dios.

Con un corazón abierto y humilde, acepto el banquete de las gran-des bendiciones de Dios.

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36° día de Cuaresma Martes7 de abril del 2009

“Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora.”—Mateo 25:13

¿Cuán consciente estoy de lo que sucede a mi alrededor? ¿Cuán preparado estoy para las experiencias que vienen hacia mí?

La mejor manera en que puedo estar preparado para manejar las experiencias de la vida es permanecer consciente del Cristo morador, tener mi atención centrada en la luz perfecta de Dios.

¿Qué puedo hacer para estar siempre consciente de la presen-cia del Cristo morador?

Cierro los ojos y descanso el cuerpo. Dejo ir los pensamientos del día y abro mi mente y mi corazón a la presencia crística de luz, maravillosa y radiante.

Con la atención centrada en Cristo, soy sabio. Permito que la luz crística me dirija en todo lo que hago.

Con la atención centrada en Cristo, soy paciente. Estoy listo para enfrentar cada día con equilibrio y confianza.

Con la atención centrada en Cristo, entro a una nueva era de comprensión espiritual. Avanzo con fe, sabiendo que soy guiado de manera divina.

Estoy preparado para el día, despierto a la presencia crística que me invita para hacer un buen trabajo hoy.

Centrado en la presencia crística moradora, recibo este día con fe y amor.

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37° día de Cuaresma Miércoles8 de abril del 2009

“Pero acercándose también el que había recibido un talento, dijo: ‘Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo’”—Mateo 25:24-25

Soy un buen administrador.Cuando alguien me confía tiempo, dinero o posesiones, honro

esta confianza de la mejor manera que pueda.Aprender a confiar en otra persona puede tomar tiempo

—tiempo para crear confianza en otros. También requiere estar dispuesto a dejar ir y a confiar en el juicio de otro.

Mantengo esto en mi mente cuando otros se acercan a mí con fe. Soy honrado por su confianza.

Siento agradecimiento por la confianza que los demás deposi-tan en mí.

Agradezco cuando otros quieren llegar a mí y acepto una comunicación abierta y honesta.

Actúo como un buen administrador de las cosas materiales que me son confiadas, así como también de los pensamientos más íntimos que las personas comparten conmigo.

Estoy consciente de mis pensamientos y mis palabras y soy considerado en mis acciones.

Doy gracias por la sabiduría de Dios que me inspira a ser un buen amigo, confidente y administrador.

Soy un buen administrador de todo lo que me confían.

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38° día de Cuaresma Jueves Santo9 de abril del 2009

“Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.”—Mateo 25:21

Como toda creación de Dios, se me han dado muchos regalos especiales para utilizar en mi vida. Sé que tengo muchos regalos, algunos de los cuales todavía tengo que descubrir.

Junto con estos regalos viene la responsabilidad de utilizarlos sabiamente. Cuando utilizo lo que se me ha dado según lo mejor que puedo, mis regalos aumentan.

Mis regalos dados por Dios incluyen:Vida. La vida misma de Dios se mueve por medio de mí como

poder restaurador que me mantiene saludable.Amor. Al expresar el amor de Dios a los demás, éste regresa

para bendecirme.Inteligencia. Utilizo mi inteligencia dada por Dios para nave-

gar en mi vida con comprensión y para bendecir las vidas de las personas a mi alrededor.

Juicio. El regalo del juicio me permite tomar buenas decisio-nes.

Gozo. A medida que el gozo llena mi corazón, se derrama en los demás.

Como un músico, practico utilizando mis regalos cada día para que su belleza y poder sea fuerte y vibrante. Comparto mis regalos con otros y los veo multiplicados y regresando a mí.

¡Mi alma se remonta a medida que utilizo los regalos que Dios me ha dado!

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39° día de Cuaresma Viernes Santo10 de abril del 2009

““Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.”—Lucas 19:26

Dios provee para mí todo el tiempo.Por medio de la oración diaria, revivo mi fe y desarrollo una

actitud positiva. Me comunico con Dios. Dejo ir cualquier preocu-pación y me alineo a la dirección del Espíritu.

Al estar receptivo a Dios en el silencio de la oración:Tengo confianza. Sé que Dios guía todos mis pasos.Tengo calma. Siento la presencia de Dios de paz que me alivia.Soy próspero. Sé que la abundancia de Dios está siempre dis-

ponible para mí.Soy sabio. Soy inspirado por ideas divinas.Utilizo buen juicio en mi vida. Al hacerlo, veo mi bien mul-

tiplicado para bendecirme y bendecir a los que están a mi alrede-dor.

Al reflexionar en mis muchas bendiciones, doy gracias. Mantengo una actitud fervorosa, agradecido por las ricas bendi-ciones que fluyen continuamente a mi vida.

¡Estoy receptivo a las bendiciones de Dios hoy y todos los días! ¡Gracias, Dios!

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40° día de Cuaresma Sábado11 de abril del 2009

“Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. … Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.”—Juan 14:15-16, 26

Esta temporada de Cuaresma ha sido un tiempo sagrado para aprender y para abrir mi mente y mi corazón a los mensajes y a la sabiduría de Jesús.

Como se acerca el Domingo de Resurrección, permito que las palabras de Jesús me llenen con una conciencia nueva del Espíritu Santo.

Nunca estoy solo. El Espíritu de la Verdad, el Sagrado Consolador, el Espíritu Santo, siempre está conmigo. Siento este Espíritu que fluye en mí y por medio de mí.

El Espíritu Santo es mi compañero y mi guía, mi paz y mi consuelo en toda circunstancia.

Sé que los mensajes que he recibido y las lecciones que he aprendido me ayudarán a través de cada día de mi vida. Recuerdo cada uno de ellos y los mantengo en el corazón.

Avanzo con confianza y valor. El ayer, el hoy y el mañana están bajo el cuidado de Dios.

Estoy listo para transformar mi vida.

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Escucha, Mi ser amado:

¡Hoy es Domingo de Resurrección!

¡Éste es un día para abrazar la vida! Es un día para recordar que estoy contigo siempre.

Estoy contigo como tu inspiración. Permite que Mi luz te guíe a medida que sigues tu camino y llegas a otras personas.

Soy tu fortaleza y tu paz. Soy el poder transformador en ti.

Soy el gozo y la risa que te llenan.

Soy tu consuelo en momentos de tristeza, tu refugio en tiempos de incertidumbre.

Permite que Mi amor te envuelva. Permite que Mi gracia te sostenga.

Bien amado, somos uno. Eres valioso para Mí.

Permite que tu corazón se regocije en este día glorioso.

¡Eres una creación nueva!

12 de abril del 2009ResurrecciónDomingo de

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Pascua de Resurrecciónpor Elizabeth Searle Lamb

Las campanas de Pascua de Resurrección repicancon un sonido nuevo,vibrante y verdadero.¡Nueva vida, nueva vida!La vemos en todas partes:en el sol cálido,en la hoja de hierbay en la flor que brota,en el cauce del arroyo.La oímos en el canto del pájaro,en el zumbido del insecto.¡Nueva vida, nueva vida!Las campanas de Pascua, gozosas,repican en el corazón,porque la victoria es ahora.Campanas de Pascua en gloriarepican en el resplandor del renacer del alma.¡Nueva vida, nueva vida!

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Puede que también disfrutes de las otras publicaciones que ofrecemos en Unity, tales como: La Palabra Diaria, libros, casetes, CDs y folletos. También se ofrecen retiros y clases

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