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**********
VS.
COMISIÓN DE DESARROLLO POLICIAL DE LA SECRETARÍA DE
SEGURIDAD PÚBLICA MUNICIPAL
DE TIJUANA, BAJA CALIFORNIA. EXPEDIENTE 479/2012 S.S.
RECURSO DE REVISIÓN
Mexicali, Baja California, doce de mayo de dos mil
dieciséis.
V I S T O S los autos para resolver en definitiva
en el Pleno del Tribunal de lo Contencioso Administrativo
del Estado de Baja California, los recursos de revisión
interpuestos por la parte actora y autoridad demandada
en contra de la sentencia dictada el veinte de mayo de
dos mil quince por la Tercera Sala de este Tribunal, en el
juicio contencioso administrativo citado al rubro y...
R E S U L T A N D O:
I.- Por escritos presentados los días dieciséis de
junio y veintiocho de octubre de dos mil quince las partes
interpusieron recurso de revisión.
II.- Mediante acuerdos de admisión dictados los
días veintinueve de junio y diecisiete de noviembre de
dos mil quince, el Magistrado Presidente ordenó dar vista
a las partes por el término de cinco días, para que
manifestaran lo que a su derecho conviniese.
III.- Que la sentencia recurrida en sus puntos
resolutivos establece:
“PRIMERO.- Conforme a lo expuesto en el considerando quinto de esta sentencia, se declara la nulidad del acuerdo de radicación del veintinueve
de julio del dos mil once, dictado por la Secretaria Técnica y la Jefa de la Unidad de Apoyo de la Secretaría Técnica de la Comisión, en el cual ordenan
que se practiquen diligencias necesarias, se alleguen medios de convicción, se ejecuten y desahoguen audiencias y se emita el correspondiente acuerdo de inicio de procedimiento de separación definitiva en contra del elemento
policiaco *********, por conductas que presumiblemente son faltas a los requisitos de permanencia, en términos de lo previsto en los artículos 117
apartado B, fracción XIX de la Ley de Seguridad Pública del Estado de Baja California, y 30 fracción XX del Reglamento del Servicio de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, Baja California.
SEGUNDO.- Así también, se declara la nulidad del acuerdo de inicio del procedimiento de separación definitiva seguido en contra del Oficial
de Policía Municipal *********, bajo expediente *********, suscrito por el
Presidente y la Secretaria Técnica de la Comisión de Desarrollo Policial de la
Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, Baja California; así como la resolución administrativa que puso fin al procedimiento, dictada por dicha
Comisión en fecha dieciséis de enero del dos mil doce, en la cual se determinó la existencia de la falta al requisito de permanencia imputado y se decretó la separación definitiva del cargo a dicho miembro policiaco.
TERCERO.- Se condena a la autoridad demandada, Comisión de Desarrollo Policial de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tijuana,
Baja California, a que emita una nueva resolución en la que: a) Deje sin efectos el auto de radicación de la investigación
administrativa número *********, de fecha veintinueve de julio del dos mil
once, dictado por la Secretaria Técnica y la Jefa de la Unidad de Apoyo de la Secretaría Técnica de la Comisión de Desarrollo Policial de la Secretaría de
Seguridad Pública Municipal de Tijuana, Baja California; el acuerdo de inicio del procedimiento de separación definitiva seguido en contra del Oficial de Policía
Municipal *********, bajo expediente *********, suscrito por el Presidente y la Secretaria Técnica de dicha Comisión; así como la resolución administrativa que puso fin a dicho procedimiento, de fecha dieciséis de enero del dos mil
doce, en la cual se determinó la existencia de la falta al requisito de permanencia imputado y se decretó la separación definitiva del cargo a dicho
miembro policiaco. b) Ordene girar los oficios correspondientes de conocimiento
de la nueva resolución que dicta, al Oficial Mayor, Sindicatura Municipal,
Dirección General Jurídica, Dirección de Responsabilidades de la Sindicatura Municipal y Departamento de Recursos Humanos de la Secretaría de Seguridad
Pública Municipal, todas de Tijuana, Baja California, así como al Sistema Estatal de Información sobre Seguridad Pública de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Baja California.
CUARTO.- Se condena a la Comisión de Desarrollo Policial de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, Baja California, a que
ordene al Oficial Mayor de dicha ciudad, que cubra al demandante *********, la indemnización que se prevé en el artículo 181 tercer párrafo de la Ley de Seguridad Pública del Estado de Baja California, así como las demás
prestaciones a que tenga derecho; las cuales deben comprender la remuneración diaria ordinaria, los beneficios, recompensas, estipendios,
asignaciones, gratificaciones, premios, retribuciones, subvenciones, haberes, dietas, compensaciones o cualquier otro concepto que percibía el servidor público por la prestación de sus servicios, desde el día siguiente a la fecha en
que fue notificado por estrados de la suspensión preventiva del cargo, hasta el día en que se realice el pago de la citada indemnización.”.
IV.- Que agotado el procedimiento de
conformidad con lo establecido en la Ley del Tribunal de
lo Contencioso Administrativo del Estado se procede a
dictar la resolución correspondiente, de acuerdo a los
siguientes…
C O N S I D E R A N D O S:
PRIMERO.- El Pleno del Tribunal de lo
Contencioso Administrativo del Estado es competente para
conocer del recurso de revisión, en términos de lo
dispuesto por los artículos 17, fracción II y 94 de la ley
que lo rige.
SEGUNDO.- Para una mejor comprensión del
asunto conviene precisar lo siguiente:
El acto impugnado es la resolución dictada por la
Comisión de Desarrollo Policial de la Secretaría de
Seguridad Pública Municipal de Tijuana, el dieciséis de enero de dos mil doce, en el procedimiento de separación
definitiva *********, en la que se determinó la separación
definitiva de la actora.
A ésta se le imputó faltar injustificadamente al
servicio los días treinta y uno de julio y uno, tres, cuatro, seis y siete de agosto de dos mil diez, en su carácter de
Agente de la Policía Municipal de Tijuana, por lo que
incumplió con el requisito de permanencia previsto en el artículo 117, apartado B, fracción XIX, de la Ley de
Seguridad Pública del Estado.
La sentencia recurrida declaró la nulidad del
acuerdo de radicación de veintinueve de julio de dos mil
once, emitido por la Secretaria Técnica y la Jefa del Departamento de la Unidad de Apoyo de la Secretaría
Técnica de la Comisión demandada, con fundamento en el
artículo 83, fracción I, de la ley que rige a este Tribunal.
El fallo de Sala consideró que dichas autoridades
carecen de competencia para ordenar que se practiquen diligencias, se alleguen medios de convicción, ejecuten y
desahoguen audiencias y emitan el acuerdo de inicio del
procedimiento de separación definitiva, y como consecuencia, nulas las actuaciones posteriores
derivadas, a saber: el acuerdo de inicio del procedimiento
y la resolución administrativa que puso fin al procedimiento *********.
Así, condenó a la demandada a dejar sin efectos el acuerdo de radicación de la investigación
administrativa ********* ( fojas 185 y 196 de autos), el de inicio
del procedimiento *********A ( fojas 187 a 191 de autos) y la resolución que puso fin a éste ( fojas 296 a 307 de autos), así
como a cubrirle a la actora la indemnización prevista en el
artículo 181, tercer párrafo, de la Ley de Seguridad
Pública del Estado, y las demás prestaciones que dejó de
percibir desde el día siguiente en que fue notificado de la
suspensión preventiva del cargo, hasta el día en que se realice el pago de la citada indemnización.
Inconformes con la determinación descrita en el párrafo que antecede, ambas partes acudieron ante esta
instancia revisora, haciendo valer los agravios que se transcriben íntegros en los siguientes considerandos.
TERCERO.- Los agravios planteados por la parte actora son los siguientes:
“PRIMERO.- La resolución que se impugna causa agravio debido a los efectos que ésta consigna, pues refiere (en el considerando quinto) que la consecuencia de la nulidad del acto
impugnado, entre otra, no es la reinstalación sino la indemnización
y el pago de las demás prestaciones a que tenga derecho, apoyándose en jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación. El no condenar a la reinstalación del cargo del
demandante habiéndose declarado la nulidad de su remoción viola los derechos humanos de igualdad y de no discriminación,
consagrados en los artículos 1 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 1 y 2 de la de la Declaración Universal de Derechos Humanos, 2 y 3 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, 2, 3, 14.1 y 26 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y políticos, y 1 y 24 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica).
Dichos preceptos precisan lo siguiente:
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
DE LOS DERECHOS HUMANOS Y SUS GARANTIAS. DE LOS DERECHOS HUMANOS Y SUS GARANTIAS.
Art. 1o.- En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y
en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece.
Las normas relat ivas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales
de la materia favoreciendo en todo t iempo a las persona s la
protección más amplia.
Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, t ienen la obl igación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universal idad, interdependencia, indivisibi l idad y progresividad. En consecuencia, el
Estado deberá prevenir, invest igar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.
Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al terri torio nacional alcanzarán,
por este solo hecho, su l ibertad y la protección de las leyes.
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la rel igión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civi l o cualquier otra que atente contra la
dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los
derechos y l ibertades de las personas.
Declaración Universal de Derechos Humanos
ARTÍCULO 1 Todos los seres humanos nacen l ibres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben
comportarse fraternalmente los unos con los otros.
ARTÍCULO 2 1. Toda persona t iene todos los derechos y l ibertades proclamados en esta Declaración, sin dist inción alguna de raza, color, sexo, idioma, rel igión, opinión pol í t ica o de cualquier otra
índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. 2. Además, no se hará dist inción alguna fundada en la condición pol í t ica, jurídica o internacional del país o territorio de cuya
jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra l imitación de soberanía.
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
Artículo 2
1. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se
compromete a adoptar medidas, tanto por separado como mediante la asistencia y la cooperación internacionales, especialmente económicas y técnicas, hasta el máximo de los recursos de que disponga, para lograr progresivamente, por todos los medios apropiados, inclusive en part icular la adopción de medidas legislat ivas, la plena efect ividad de los derechos aquí reconocidos.
2. Los Estados Partes en el presente pacto se comprometen a
garantizar el ejercicio de los derechos que en él se enuncian sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, rel igión opinión pol í t ica o de otra índole, origen nacional o social, posición económica nacimiento o cualquier otra condición social.
ARTÍCULO 3 Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a asegurar a los hombres y a las mujeres igual t í tulo a gozar de t odos los derechos económicos, sociales y culturales enunciados en el presente
Pacto.
Pacto Internacional de los Derechos Civi les y Pol í t icos ARTÍCULO 2 1. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a respetar y a garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción los derechos reconocidos en el presente Pacto, sin dist inción alguna de raza, color, sexo, idioma, rel igión, opinión pol í t ica o de otra índole
origen nacional o social, pos ición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
ARTÍCULO 3 Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los derechos
civi les y pol í t icos enunciados en el presente Pacto.
ARTÍCULO 14 1. Todas las personas son iguales ante los tr ibunales y cortes de
just icia. Toda persona tendrá derecho a ser oída públ icamente y con las debidas garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada contra el la o para la determinación de sus derechos u obl igaciones de carácter civi l .
La prensa y el públ ico podrán ser excluidos de la total idad o parte de los juicios por consideraciones de moral , orden públ ico o seguridad nacional en una sociedad democrática, o cuando lo exija el interés de la vida privada de las partes o, en la medida estrictamente necesaria en opinión del tr ibunal , cuando por circunstancias especiales de l asunto la publ icidad pudiera perjudicar a los intereses de la just icia; pero toda sentencia en materia penal o contenciosa será públ ica,
excepto en los casos en que el interés de menores de edad exija lo contrario, o en las actuaciones referentes a pleit os matrimoniales o a la tutela de menores.
ARTÍCULO 26 Todas las personas son iguales ante la ley y t ienen derecho sin
discriminación a igual protección de la ley. A este respecto, la ley prohibirá toda discriminación y garantizará a todas las personas protección igual y efect iva contra cualquier discriminación por
motivos de raza, color, sexo, idioma, rel ig ión, opiniones pol í t icas o de cualquier índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social .
Convención Americana Sobre Derechos Humanos (Pacto de San José Costa Rica)
ARTÍCULO 1.
Obligación de Respetar los Derechos
1. Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y l ibertades reconocidos en el la y a garantizar su l ibre y
pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, rel igión, opiniones pol í t icas o de cualquier otra índole, origen
nacional o social , posición económica, nacimiento o cualqu ier otra condición social.
ARTÍCULO 24.
Igualdad ante la Ley
Todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia, t ienen
derecho, sin discriminación, a igual protección de la ley.
La resolución impugnada viola las prerrogativas de igualdad y de no discriminación, ya que no obstante de que se
reconoce la ilegalidad de la remoción del cargo del demandante, no restituye al mismo en el goce del derecho que le fue violado, esto
es, no restablece las cosas al estado que guardaban antes de la violación.
En igualdad de situación cualquier otra persona que no
fuera miembro policial sí se le restituiría en el derecho violado, restituyendo las cosas al estado en que guardaban antes de la
violación. El demandante por tener el carácter de miembro policial
se le discrimina y se le otorga un trato desigual, no considerándosele merecedor de recibir justicia verdadera y
completa, capaz de restituírsele de forma completa en los derechos que le fueron privados de forma ilegal.
Por ser miembro policial no recibe el trato como
cualquier otra persona, lo que es más pareciera que por ese sólo
hecho (ser miembro policial) ya no encuadra en el concepto de "persona" que refieren la constitución federal y los tratados
internacionales en materia de derechos humanos. El A Quo no aplica al demandante justicia como lo haría
con cualquier persona.
La justicia en esencia consiste en dar a cada uno lo suyo, y al demandante no se le está dando lo suyo, específicamente no se le esta dando su derecho al trabajo como
miembro policial, no obstante de que se reconoció que su remoción fue injustificada.
El A Quo aplica algo que no es justicia, refiriendo que
por tratarse de un miembro policial no puede haber condena de
reinstalación sino de indemnización, precisando que por disposición del artículo 123 Apartado B Fracción XIII de la Constitución Federal
y su interpretación existe prohibición para tal efecto. Refiere que el demandante por ser miembro policial
procede la indemnización y no a la reinstalación de su cargo como lo venía haciendo hasta antes de la i legal remoción.
El demandante jamás pidió que se le indemnizara a
cambio de su trabajo, por el contrario acudió al tribunal para
obtener la protección de su cargo de policía, ya que la autoridad de manera injusta y arbitraria lo removió.
Al miembro policial se le deja en estado de indefensión,
de abusos y arbitrariedades, ya que puede ser removido libremente bajo cualquier absurda o falsa causa (como en la especie aconteció), eliminándole con dicha actuación todos los derechos
adquiridos durante el transcurso de la prestación de su servicio como miembro policial, entre ellos el derecho a la jubilación.
Los tribunales deben velar y salvaguardar los derechos
de trato igual y no discriminación, debiendo aplicar a todos los
gobernados por igual, justicia real y '0,b completa, sin distinción alguna.
El A Quo no debió pasar por alto los derechos que la
propia carta magna y tratados internacionales en materia de derechos humanos le otorga a todas las personas, debió inaplicar
el artículo 123 Apartado B Fracción XIII y su intrepretación judicial, y con apoyo en las prerrogativas arriba referidas debió condenar a la reintegración del derecho del demandante a
desempeñar su trabajo. El A Quo para aplicar justicia completa y real, debió
invocar el derecho internacional y el derecho nacional, en materia de derechos humanos, en lo concerniente al derecho de trato igual, sin distinción alguna, de no ser discriminado, así como el derecho
al trabajo y de dignidad humana.
La no aplicación de los tratados internacionales en materia de derechos humanos para el caso de los miembros policiales removidos injustamente tiene como resultado que los
mismos no obtengan justicia como lo obtendría cualquier otro servidor público.
En efecto, si un servidor público con cualquier cargo y/o
función, es sujeto a remoción bajo las mismas circunstancias (remoción ilegal), éste obtendrá una justicia completa pues obtendría la reinstalación del cargo que ven ía desempeñando.
Lo anterior pone en evidencia que el precepto
constitucional que aduce el A Quo y su intrepretación, es discriminatoria y desigual, apartando al miembro policial de la protección de la justicia.
De igual manera el demandante no sólo está siendo
discriminado por ser miembro policial, obteniendo un trato desigual, sino que también se le está atacando su dignidad humana, ya que como consecuencia de que no se le aplique la
justicia como a cualquier otra persona, no podrá volver a ejercer ningún puesto relacionado al cargo de policía, por haber sido
removido de la institución policial a la que pertenece, en virtud de disponerlo así el artículo 117 apartado A fracción XVI de la Ley de Seguridad Pública del Estado de Baja California, por lo que será
señalado por la sociedad afectándose con ello la moral del demandante y de su familia.
Asimismo el A Quo violenta el derecho humano
consagrado en el artículo 5 párrafo primero de la carta
fundamental, así como los artículos 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, 11 de la Declaración sobre el Derecho y el
Deber de los Individuos, los Grupos y las Instituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales Universalmente Reconocidos, 6.1 del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, sociales y Culturales, artículo XIV de la Declaración Americana de Derechos y Deberes
del Hombre, pues se está coartando al demandante su derecho a elegir y ejercer la profesión de miembro policial.
Dichos artículos disponen lo siguiente:
Constitución Pol í t ica de los Estados Unidos Mex icanos
Art. 5o.- A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, s iendo l íc i tos. El ejercicio de esta l ibertad sólo podrá vedarse por determinación judicial , cuando se ataquen los derechos de tercero, o por resolución gubernativa, dictada en los términos que marque la
ley, cuando se ofendan los derechos de la sociedad. Nadie puede ser privado del producto de su trabajo, sino por resolución judicial .
Declaración Universal de Derechos Humanos
ARTÍCULO 23
1. Toda persona t iene derecho al trabajo, a la l ibre elección de
su trabajo, a condiciones equitat ivas y sat isfactorias de trabajo y a la protección contra e l desempleo. 2. Toda persona t iene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual. 3. Toda persona que trabaja t iene derecho a una remuneración equitat iva y sat isfactoria, que le asegure, así como a su famil ia, una
existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social. 4. Toda persona t iene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.
Declaración Sobre el Derecho y el Deber de los
Individuos, los Grupos y las Instituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales
Universalmente Reconocidos.
ARTÍCULO 11
Toda persona, individual o colect ivamente, t iene derecho al legí t imo ejercicio de su ocupación o profesión. Toda persona que, a causa de su profesión, pueda afectar a la dignidad humana, los derechos humanos y las l ibertades fundamentales de otras personas deberá respetar esos derechos y l ibertades y cumplir las normas nacionales e internacionales de conducta o ét ica profesional u ocupacional que sean pert inentes.
Pacto Internacional de Derechos Humanos Económicos, Sociales y Culturales.
ARTÍCULO 6 1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho a trabajar que comprende el derecho de toda persona de tener la
oportunidad de ganarse la vida mediante un trabajo l ibremente escogido o aceptado, y tomarán medidas adecuadas para garantizar este derecho.
Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre
ARTÍCULO XIV Toda persona t iene derecho al trabajo en condiciones dignas y a seguir l ibremente su vocación, en cuanto lo permitan las oportunidades existentes de empleo. Toda persona que trabaja t iene derecho de recibir una remuneración que, en relación con su capacidad y destreza le asegure un nivel de vida conveniente para sí misma y su famil ia.
El demandante debe restituirsele en su derecho a desempeñarse como miembro polic ial pues se reconoce que su
remoción fue ilegal. Es por la arbitrariedad en que incurrió la autoridad
demandada por el que el demandante acudió ante el tribunal, buscando restitución de su derecho, esto es, buscando la
reinstalación de su cargo del que ilegalmente fue removido. El A Quo con su determinación de indemnizar con tres
meses de salario y no condenar a la reinstalación del miembro o dar en su caso opción para que la autoridad que lo removió pueda
reinstalarlo y así recuperar su trabajo, se le coarta el derecho a seguir desempeñándose como miembro policial tanto en la Institución e prestaba sus servicios como en cualquier otra
corporación policiaca.
La determinación impugnada atenta contra de lo establecido el artículo Constitucional, que señala que a ninguna persona podrá impedírsele que se dedique a la profesión o trabajo
que se le acomode siempre que sea lícito.
El A Quo debió observar lo establecido en dicho precepto, permitiendo al demandante la posibil idad de seguir desempeñando el cargo de Agente de Policía Estatal y Custodia
Penitenciaria, pues ese es su deseo y vocación, y al no ser un
trabajo i lícito no se le tiene porque prohibir dicho derecho.
Con el libre ejercicio de su profesión no se causa ningún perjuicio ni a terceros y muchos menos a la sociedad, por el contrario, el fin buscado es el de proteger a esa sociedad y ejercer
de manera eficaz su trabajo de Custodio Penitenciario.
La resolución impugnada además de violar el artículo 5 Constitucional, viola los diversos tratados internacionales en materia de derechos humanos, arriba citados, que otorgan al
individuo el derecho humano a la libre elección y ejercicio del trabajo, ocupación o profesión que el individuo elija, pues en ellos
se reconoce el derecho que tiene toda persona a ganarse la vida ejerciendo la profesión que éste elija.
SEGUNDO La resolución impugnada violenta, por una parte, el
derecho a la tutela jurisdiccional efectiva y/o derecho al acceso a la justicia completa, como lo establecen los artículos 17 de la
Constitución Política de nuestro país, 8 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y por otra, el derecho a una verdadera
reparación del daño como lo establecen los artículos 9.5 de la declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los
grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos, y 9.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos.
Dichos artículos establecen lo siguiente:
Constitución Pol í t ica de los Estados Unidos Mexicanos
Art. 17.- Ninguna persona podrá hacerse just icia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho. Toda persona t iene derecho a que se le administre just icia por tr ibunales que estarán expeditos para impart ir la en los plazos y términos que fi jen las leyes, emit iendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será , gratuito, quedando, en consecuencia,
prohibidas las costas judiciales. El Congreso de la Unión expedirá las leyes que regulen las acciones colect ivas. Tales leyes determinarán las materias de apl icación, los procedimientos judiciales y los mecanismos de reparac ión del daño. Los jueces federales conocerán de forma exclusiva sobre estos procedimientos y mecanismos. Las leyes preverán mecanismos alternativos de solución de controversias. En la materia penal
regularán su apl icación, asegurarán la reparación del daño y establecerán los casos en los que se requer irá supervisión judicia l .
Las sentencias que pongan fin a los procedimientos orales deberán ser expl icadas en audiencia públ ica previa citación de las partes. Las leyes federales y locales establecerán los medios necesarios para que se garantice la independencia de los tr ibunales y la plena
ejecución de sus resoluciones. La Federación, los Estados y el Distri to Federal garantizarán la existencia de un servicio de defensoría públ ica de cal idad para la población y asegurarán las condiciones para un servicio profesional de carrera para los defensores. Las percepciones de los defensores no podrán ser inferiores a las que correspondan a los agentes del Ministerio Públ ico. Nadie puede ser aprisionado por deudas de
carácter puramente civi l .
Declaración Universal de Derechos Humanos
ARTÍCULO 8 Toda persona t iene derecho a un recurso efect ivo ante los tr ibunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus
derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.
Convención Americana Sobre Derechos Humanos
ARTÍCULO 25.
Protección Judicial
1. Toda persona t iene derecho a un recurso senci l lo y rápido o a
cualquier otro recurso efect ivo ante los jueces o tr ibunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales. 2. Los Estados Partes se comprometen:
a) a garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso; b) a desarrol lar las posibi l idades de recurso judicial , y c) a garantizar el cumplimiento, por l as autoridades competentes, de toda decisión en que se haya est imado procedente
el recurso.
Reparación Declaración Sobre el Derecho y el Deber de los Individuos, los Grupos y las Inst ituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales Universalmente
Reconocidos.
Artículo 9 5. Toda persona que haya sido i legalmente detenida o presa, tendrá
el derecho efect ivo a obtener reparación.
Pacto Internacional de Derechos Civi les y Pol í t icos
Artículo 9 2. A tales efectos, toda persona cuyos derechos o l ibertades hayan sido presuntamente violados t iene el derecho, bien por sí misma o por conducto de un representante legalmente autorizado, a presentar una denuncia ante una autoridad judicial independiente, imparcial y competente o cualquier otra autoridad establecida por la ley y a que esa denuncia sea examinada rápidamente en audiencia públ ica, y a
obtener de esa autor idad una decisión, de conformidad con la ley, que disponga la reparación, incluida la indemnización que corresponda, cuando se hayan violado los derechos o l ibertades de esa persona, así como a obtener la ejecución de la eventual decisión
y sentencia, todo el lo sin demora indebida.
Como se dijo, la resolución impugnada violenta el derecho a la tutela jurisdiccional efect iva y/o el derecho al acceso a la justicia completa, ya que el A Quo no restituye las cosas al
estado que guardaban hasta antes de la violación.
Aunque se reconoce la violación alegada no se impartió
justicia efectiva y verdadera, el A Quo no concede lo que realmente corresponde, es decir, no concede justicia. No otorga y/o resarce y/o repara el derecho violado.
El A Quo impartió una justicia i lusoria, ya que no obstante de que reconoció que condena a una indemnización que
en modo alguno repara la violación. El A Quo debió atender el carácter de persona del
demandante y restituir las cosas en que se encontraban hasta
antes de la violación, como lo haría con cualquier otra persona que no fuese miembro policial.
TERCERO Sin perjuicio de lo expresado en el agravio que
antecede, se precisa que la sentencia que se recurre viola el artículo 82 fracción I de la Ley del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de Baja California en relación con el
artículo 123 Apartado B Fracción XIII de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
La reforma constitucional del 18 de Junio de 2008 del artículo 123 Apartado B Fracción XIII de la Constitución Federal no debe interpretarse como un mandato infranqueable que impida la
reincorporación de un miembro policial cuando la autoridad jurisdiccional resolviere que su separación fue injustificada.
El precepto que nos ocupa a la letra dispone:
XIII. Los mil i tares, marinos, personal del servicio exterior, agentes
del Ministerio Públ ico, peritos y los miembros de las inst ituciones
pol iciales, se regirán por sus propias leyes. Los agentes del Ministerio Públ ico, los peri tos y los miembros de las inst ituciones pol iciales de la Federación, el Distri to Federal , los Estados y los Municip ios, podrán ser separados de sus cargos s i no cumplen con los requisitos que las leyes vigentes en el momento del acto señalen para permanecer en dichas inst ituciones, o removidos
por incurrir en responsabi l idad en el desempeño de sus funciones. Si la autoridad jurisdicc iona l resolviere que la separación, remoción, baja, cese o cualquier otra forma de terminación del servicio fue injust i f icada, el Estado sólo estará obl igado a pagar la indemnización y demás prestaciones a que tenga derecho, sin que en ningún caso proceda su reincorporación al servicio, cualquiera que sea el
resultado del juicio o medio de defensa que se hubiere promovido. …
De la literalidad del precepto constitucional reformado, se aprecia que no proscribe la posibilidad de que los elementos que
obtengan un fallo jurisdiccional favorable sean reinstalados por la autoridad, ni determina que solo proceda el pago de la
indemnización y demás prestaciones a que tenga derecho; lo que la reforma prohíbe es que, en mérito de un fallo jurisdiccional, se obligue al Estado a reinstalar al elemento cualquiera que sea el
resultado del juicio.
Con la citada reforma constitucional se otorgó a las
autoridades estatales la prerrogativa de apreciar si es conveniente reinstalar o indemnizar al elemento removido ilegalmente, con lo
cual se protege el equil ibrio que debe existir entre la carrera policial y los mecanismos eficientes de depuración que buscaba la reforma.
En ese sentido se afirma que la sentencia definitiva que se recurre debió condenar a la autoridad demandada a optar o bien por la reincorporación del cargo del demandante o bien por el pago
de la indemnización correspondiente por no reinstalarlo, además claro esta (como se condenó) de cubrir las percepciones dejadas
de recibir con motivo de la ilegal separación de finitiva.
No asiste de razón al A Quo cuando establece que la finalidad la reforma constitucional del 18 de Junio de 2008 del
artículo 123 Apartado B Fracción XIII de la Constitución Federal es suprimir el derecho a la reinstalación dado que, como arriba se
dijo, de la l iteralidad de dicho precepto constitucional se aprecia que no proscribe la posibil idad de que los elementos que obtengan un fallo jurisdiccional favorable sean reinstalados por la autoridad
administrativa, ni determina que solo proceda el pago de la indemnización y demás prestaciones a que tenga derecho; lo que la
reforma prohíbe es que la autoridad jurisdiccional por sentencia, obligue al Estado a reinstalar al elemento cualquiera que sea el resultado del juicio. Es ésta la finalidad de dicha reforma, pues su
texto así lo indica expresamente.
El A Quo precisa que el Pleno de éste Tribunal tiene el
criterio de dejar a la autoridad administrativa la opción para reinstalar cuando se declare que la remoción fue injustificada,
criterio que no comparte porque asumir dicha postura generaría problemas en la práctica, esbozando tres que a su juicio son las más relevantes, siendo éstas las siguientes:
a).- La decisión de reinstalar o no a un elemento policial, en tanto facultad discrecional, debe fundarse y motivarse
¿Qué elementos tomará en cuenta la autoridad para negarle la reinstalación al agente policial, sobre todo si fue absuelto de la
responsabil idad administrativa que le fue imputada?.
B).- Sí las consideraciones que esgrima la autoridad para negar la reinstalación no complacen al elemento policial
¿Sobre que bases podría negársele el ejercicio de una acción
contencioso administrativa?.
c).- En caso de una indebida motivación de la reso lución
en que determine la no reinstalación ¿De que manera este Tribunal va a resarcir el daño causado al agente? Sobre todo si se considera que ordenar la reinstalación es constitucionalmente imposible.
Procedo a dar respuesta a las consideraciones enlis tadas del inciso a) al c), que supuestamente generarían problemas en la
práctica, en el mismo orden:
a).- El elemento principal que debe tomar en cuenta la
autoridad para negar la reinstalación es la sentencia jurisdiccional que lo faculta para decidir si reinstala o no. Esto es, la
fundamentación y motivación para negar la reinstalación lo será la sentencia del juzgador que precisa la opción a la reinstalación.
b).- Debe negarse el ejercicio de la acción contenciosa en caso de que se niegue la reinstalac ión, ello en atención a que se negó dicha reinstalación con apoyo en una sentencia del Tribunal
de lo Contencioso Administrativo, lo contrario seria desconocer lo ahí sentenciado, en violación al principio de cosa juzgada refleja.
c).- No puede haber acción contenciosa administrativa por negar reinstalar a un miembro policial si dicha determinación
proviene de una sentencia del Tribunal Contencioso Administrativo, como quedo apuntado en el punto que antecede. Si no hay acción no hay prestación o daño que reclamar.
En razón de lo anterior, solicito a éste este Pleno que con plenitud de jurisdicción, en atención a las consideraciones
vertidas, revoque la sentencia recurrida en la parte que consigna los efectos y alcances, emitiendo otra en la que se deje a la
autoridad demandada con opción de reincorporar al miembro en su cargo o de realizar el pago de la indemnización para el caso de decidir no reincorporarlo.”
CUARTO.- Los agravios planteados por la
autoridad demandada son los siguientes:
“PRIMERO. Fuente del Agravio.- Causa agravio la sentencia del
veinte de mayo del dos mil quince, en su CONSIDERANDO QUINTO en relación con los resolutivos PRIMERO, SEGUNDO, TERCERO y
CUARTO, toda vez que se declara la nulidad de los actos impugnados, basándose erróneamente en que la Secretaria Técnica y el Jefe de Unidad de Apoyo de la Comisión de Desarrollo Policial,
carecen de facultades para emitir el auto de radicación de queja, así como para dictar el acuerdo de inicio del procedimiento de
separación definitiva en contra del actor en su carácter de miembro policial.
Preceptos legales infringidos.- Los artículos 8,13, 18 fracciones I, III, IV y VII, 19 fracciones IV, VII, XI y XII, 20
fracción X, 87 y 88 del Reglamento del Servicio de Seguridad Pública para el Municipio de Tijuana, Baja California.
A continuación se transcriben los dispositivos legales transgredidos:
"REGLAMENTO DEL SERVICIO DE SEGURIDAD PÚBLICA PARA
EL MUNICIPIO DE TIJUANA, BAJA CALIFORNIA
"Art ículo 8. Para el cumplimiento de sus funciones, la Comisión gozará de las más amplias facul tades para examinar los expedientes u hojas de servicios de los Aspirantes y Miembros y
pract icar las di l igencias que le permitan al legarse a los elementos
necesarios para emit i r sus resoluciones."
"Art ículo 13. Si la naturaleza del asunto a tratar corresponde a una controversia que se suscite con relación al Régimen Discipl inario, la Comisión se integrará de la forma siguiente:
I. Un Presidente, que será el Secretar io de Seguridad Públ ica;
II. Un Secretario Técnico; designado y removido l ibremente
por el Secretario; quien deberá de contar con t ítulo de Licenciado en Derecho, ser de reconocida honorabi l idad y probidad, pertenecer a la Secretaría y tener experiencia en la materia mínima de tres años;
III. Tres Vocales, que serán: a) El Síndico Procurador;
b) El Director General de Pol icía y Tránsito; c) Un Representante, que será un Miembro
condecorado de la Unidad Operativa, ya sea de invest igac ión, prevención o de reacción de la Inst itución Pol icial , a la que
pertenezca el Miembro sujeto al procedimiento, quien deberá tener además como requisito la Cert i f icación del Centro de Evaluación y Control de Confianza de la Unidad Operativa, ya sea de invest igación, prevención o de reacción, a la que pertenezca el
presunto infractor.
IV.- Regidor Presidente de la Comisión de Seguridad Públ ica del Cabi ldo de Tijuana. V.- Un representante del Consejo Ciudadano de Seguridad Públ ica del Municipio de Ti juana, Baja Cal i fornia, con voz y sin voto." "Art ículo 18. Son atribuciones de la Comisión las siguientes:
A. En materia del Régimen Discipl inario: I. Una vez recibida la Invest igación Administrat iva pract icada por la Sindicatura por conducto de la Dirección de Responsabi l idades; conocer y resolver los procedimientos de separación definit iva por falta de requisi tos de permanencia y por
cualquier otro de los casos previstos por la Ley o remoción del
cargo, por incurrir en responsabi l idad administrat i va grave; … III. Conocer, resolver y sancionar toda controversia que se suscite en relación con los procedimientos de Régimen Discipl inario de los Miembros; IV. Substanciar los Procedimientos de Separación
Definit iva por Responsabi l idad Administrat iva, por pérdida de algún requisito de permanencia o de algún otro, preservando el derecho de garantía de audiencia; … VII. Autorizar al Secretario Técnico para que en su nombre y en representación de la Comisión, desahogue y suscriba las actuaciones y di l igencias de los Procedimientos de Separación
Definit iva y Responsabi l idad Administrat iva;" "Art ículo 19. Atribuciones del Presidente:
…
IV. Representar a la Comisión, ante todo t ipo de autoridades pudiendo delegar dicha representación por acuerdo de la misma;
…
VII. Nombrar y remover l ibremente al Secretario Técnico de la Comisión; … XI. Autorizar y emit ir el acuerdo de Inicio de los Procedimientos del Régimen Discipl inario o del Servicio Profesional de Carrera Pol icial;
XII. Fi rmar las Resoluciones que emita la Comisión;" "Art ículo 20. Son atribuciones del Secretario Técnico:
… X. Tramitar y sustanciar los procedimientos que se sigan ante la Comisión;.."
"Art ículo 87. Para e l mejor desempeño y auxi l io en las atribuciones del Secretario Técnico, contará con el personal
necesario y capacitado para el lo quien estará dotado de fe públ ica, el personal será considerado como de confianza."
"Art ículo 88. El personal de la unidad de apoyo, auxi l iará al Secretario Técnico en lo siguiente:
I. Formular proyectos de acuerdos y resoluciones de los
diversos procedimientos radicados ante la Comisión;
II. Elaboración de proyectos, oficios de sol icitud o respuesta de información o informes a diversas autoridades d e los tres órdenes de Gobierno u organismos no gubernamentales que tengan relación con la tramitación e integración de los procedimientos de la Comisión; III. Tener materialmente bajo su cargo y responsabi l idad,
la custodia de los expedientes, y de todas las actuaciones o documentos, glosar, fol iar y entre sel lar cada una de las fojas; IV.) Elaborar y not i f icar los citatorios, noti f icaciones o cualquier otro t ipo de aviso expedidos por la Comisión, en los términos y formas legales; V. Asentar en el Libro de Gobierno y un Control Electrónico,
la información de identi f icación cada uno de los expedientes, y; VI. Las demás que determine la Comisión, el Presidente, el Secretario Técnico o las disposiciones normativas apl icables."
Concepto del agravio.- En relación a lo anterior, la H.
Tercera Sala del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de Baja California, en el considerando QUINTO, de la
sentencia del veinte de mayo de dos mil quince, en la parte que nos interesa de la sentencia, resuelve lo siguiente:
"CONSIDERANDO QUINTO... .. . De esta manera, y del anál isis de las disposiciones legales que
se contienen en la Ley de Seguridad Públ ica del Estado de Baja Cal i fornia y el Reglamento del Servicio de Seguridad Públ ica para el Municipio de Tijuana Baja Cal i fornia; se t iene que ninguna de el las faculta a la Secretaria Técnica y a la Jefa del Departamento de la Unidad de Apoyo de la Secretaria técnica de la Comisión, para ordenar que se emita el acuerdo de inicio del procedimiento de separación definit iva en contra de los elementos de los cuerpos de seguridad del Municipio de Tijuana, Baja
Cal i fornia, como lo fue en contra del hoy demandante. En este sentido, es necesario dejar establecido que la apl icación de normas debe real izarse de con las facultades precisas que se t ienen
atribuidas, y para el caso de estudio, no existe ordenamiento legal alguno que señale de manera especí f ica que la Secretaria Técnica y la Jefa del
Departamento de la Unidad de Apoyo de la Secretaría Técnica de la Comisión, puede arrogarse de las atribuciones que le corresponden al órgano colegiado Comisión, como lo es e l decidir que existen elementos suficientes que establecen la presunción de que el elemento pol iciaco ha dejado de reunir requisitos de permanencia y por el lo ordenar que se dicte el acuerdo de inicio del procedimiento de separación definit iva."
(…)
En ese orden de ideas, y al no exist ir disposición legal alguna
que faculte a la Secretaria Técnica y a la Jefa del Departamento de la Unidad de Apoyo de la Secretaria Técnica de la Comisión, para ordenar que se emita el acuerdo de inicio del procedimiento de separación
definit iva en contra del elemento pol iciaco de nombre *********; el lo
signi f ica que la autor idad demandada, Comisión de Desar rol lo Pol icial de
la Secretaria de Seguridad Públ ica Municipal de Tijuana, Baja cal i fornia, se encontraba impedida para emit ir una resolución administrat iva que
pusiera fin a dicho procedimiento.
Por tanto de Conformidad con lo dispuesto por la fracción I del art ículo 83 de la Ley que rige a este Tribunal , es procedente declarar y se declara la nul idad del acuerdo de radicación del veint inueve de jul io de dos mil once, dictado por la Secretaria Técnica y la Jefa de la Unidad
de Apoyo de la Secretaría Técni ca de la Comisión, en el cual ordenan que se pract iquen di l igencias necesarias, se al leguen medios de convicción, se ejecuten y desahoguen audiencias y se emita el correspondiente acuerdo de inicio de procedimiento de separación definit iva en contra del el emento
pol iciaco de nombre *********, por conductas que presumiblemente son
faltas a los requisitos de permanencia, en términos de lo previsto en los art ículos 117 apartado B, fracción XIX de la Ley de Seguridad Públ ica del Estado de Baja Cal i fornia, y 30 fracción XX del Reglamento del Servicio de Seguridad Públ ica Municipal de Ti juana, Baja cal i fornia; y como consecuencia resultan nulas las actuaciones derivadas de tal determinación, como son el acuerdo de inicio del procedimiento de separación definit iva (de fecha treinta de jul io de dos mil once) y la
resolución administrat iva que puso fin a dicho procedimiento, de fecha dieciséis de enero de dos mil doce, toda vez que t ienen sustento en una actuación emit ida por una autoridad incompetente."
Respetuosamente se manifiesta ante ese H. Pleno, que
las consideraciones vertidas por la H. Tercera Sala, se basan en supuestos hipotéticos erróneos e incongruentes, por lo tanto,
resultando violatorios al contenido de los artículos 8,13, 18 fracciones I, III, IV y VII, 19 fracciones IV, VII, XI y XII, 20 fracción X, 87 y 88 del Reglamento del Servicio de Seguridad
Pública para el Municipio de Tijuana, Baja California, toda vez que se valoró erróneamente el acto administrativo impugnado, como se
demuestra con los presentes argumentos.
En efecto, la H. Sala Tercera se confundió y cayó en error de apreciación al determinar la nulidad del acuerdo de
radicación de fecha veintinueve de julio de dos mil once; ello es así, toda vez que este acto administrativo no fue impugnado ni
controvertido por la parte actora en el presente juicio, hecho que puede ser corroborado por el H. Pleno de ese Tribunal, mediante el análisis que se practique al contenido de las treinta y cinco (35)
fojas que conforman el escrito de demanda presentado el día veintitrés de marzo de dos mil doce.
Lo anterior es así, y deviene necesario recalcarlo en
este procedimiento contencioso administrativo, ya que el
demandante *********exclusivamente demandó, la nulidad de la resolución de fecha dieciséis de enero de dos mil doce, emitida por
la Comisión de Desarrollo Policial de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, Baja California, dentro del procedimiento de separación definitiva *********.
Con relación a lo anterior, se aprecia que la H. Sala, adopta una posición en favor del actor, implementando la suplencia
de la queja en materia administrativa, pues utilizó criterios legales inaplicables y perfeccionó deficiencias de la demanda del actor
para beneficiarlo, alterando con su proceder substancialmente el equilibrio procesal, lo que desplaza a mi representada a un estado de desventaja, indefensión e imprecisión legal, pues la A quo,
injustificadamente actúa de oficio para emitir un fallo arbitrario, bajo el argumento de que advierte v icios de legalidad cometidos en
el trámite del procedimiento de separación definitiva seguido al actor.
Sirve de sustento a lo anterior, la siguiente tesis:
"SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE PREVISTA EN LA FRACCIÓN VI DEL ARTÍCULO 79 DE LA LEY DE AMPARO. SU PROCEDENCIA EN MATERIA ADMINISTRATIVA, ANTE LA AUSENCIA DE CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN O AGRAVIOS, DEBE VALORARSE EN CADA CASO PARTICULAR. De conformidad con esa porción normativa, en materias diversas a la penal, agraria o laboral, procede supl ir la deficiencia de
los conceptos de vio lación o agravios cuando se advierta que ha habido contra el quejoso una violación evidente de la ley que lo haya dejado sin defensa por haber afectado sus derechos humanos y
garantías constitucionales; suplencia que sól o operará en lo que se refiera a la controversia de amparo, sin poder afectar situaciones procesales resueltas en el procedimiento en el que se dictó el acto reclamado. Por otra parte, el legislador dispuso en el penúlt imo párrafo del propio art ículo 79, que la suplencia de la queja se dará, aun ante la ausencia de conceptos de vio lación o agravios, en los casos previstos en sus fracciones 1, II, I II, IV, V y VII . En estas
condiciones, como las excepciones refer idas no incluyeron a la fracción VI, en el caso de la materia administrat iva, que es de estricto derecho, por regla general , debe exist ir un motivo de inconformidad, aunque sea deficiente, para que se surta la hipótesis normativa establecida por el creador de la norma, salvo que: el acto reclamado se funde en normas generales consideradas inconstitucionales por la jurisprudencia de la Suprema Corte de
Just icia de la Nación y de los Plenos de Circuito; el quejoso sea un
menor de edad o incapaz; por sus condiciones de pobreza o marginación se encuentre en clara desventaja social para su defensa en el juicio; o, se afecten el orden y desarrol lo de la famil ia. Por
tanto, la procedencia de la suplencia referida, ante la ausencia de
conceptos de violación o agravios, debe valorarse en cada caso."
Época: Décima Época Registro: 2007282 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Ais lada Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Libro 9, Agosto de 2014, Tomo III Materia(s): Común Tesis: I .2o.A.E.7 A (10a.) Página: 1966 . Amparo en revisión 19/2014. Pleno del Inst ituto Federal de Telecomunicaciones. 5 de junio de 2014. Unanimidad de votos.
Ponente: José Arturo González Vite, secretario de tr ibunal autorizado por la Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrado. Secretario: Juan Daniel Torres Arreola.
Siendo enfático, el H. Pleno, deberá enfocar su atención en el escrito de demanda del veintitrés de marzo de dos mil doce, en el que actor en el capítulo respectivo expresa motivos de
inconformidad identificados del primero al séptimo, mismos que en ninguna parte de su contenido, vierten reclamo alguno en contra
del auto de radicación de fecha veintinueve de julio de dos mil once, como indebida e ilegalmente lo aborda para estudio la H. Sala resolutora, con el propósito de desvirtuar la legalidad de las
actuaciones de mi representada.
En línea con lo expuesto, consecuentemente resulta
injustificado el criterio implementado por la Tercera Sala del Tribunal Contencioso Administrativo del Estado, relativo a que no
existe disposición legal que faculte a la Secretaria Técnica y al Jefe de la Unidad de Apoyo a la Secretaría Técnica de la Comisión, para dictar el acuerdo de radicación del veintinueve de julio de dos mil
once, así tampoco para ordenar que se emita el acuerdo de inicio del procedimiento de separación definitiva en contra del elemento
policiaco.
De lo hasta aquí expuesto, y toda vez que el acuerdo de radicación no fue impugnado por el demandante, deviene ilegal la
actuación de la H. Sala, consecuentemente se estima que el sentido de la sentencia del veinte de mayo de dos mil quince, es incongruente por haberse pronunciado en exceso, al emitirse
considerando actos administrativos no fueron impugnados en el presente juicio, negándole a la autoridad demandada el derecho a
presentar argumentos de defensa y de debate sobre este tema al producir su escrito de contestación de demanda, transgrediendo la
garantía de debido proceso y alterando substancialmente el equilibrio procesal.
Con independencia de lo anterior, con el propósito de
demostrar la legalidad de las actuaciones de mi representada, aprovechando la presente instancia, se citan los dispositivos
legales que fundamentan y motivan el acuerdo de radicación, siendo los siguientes:
Artículos 7 fracción VII, 58, 59 fracción II, 72, 88, 99 103 y 105 de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Jurídica, así como los artículo 107, 109 fracción I, 144, 152 y 153
de la Ley de Seguridad Pública del Estado de Baja California y los artículos 7, 8 y 19 fracción I, IV, VII y XII del Reglamento de
Servicio de Seguridad Pública para el Municipio de Tijuana, Baja California.
Es importante mencionar que de los artículos en cita,
para el caso que nos ocupa destacan los siguientes:
"LEY DE SEGURIDAD PÚBLICA DEL ESTADO DE BAJA CALIFORNIA
ARTÍCULO 153. El procedimiento iniciará por acuerdo de la Comisión correspondiente, de acuerdo a lo previsto en la Ley y las disposiciones reglamentarias que correspondan.
REGLAMENTO DEL SERVICIO DE SEGURIDAD PÚBLICA PARA EL
MUNICIPIO DE TIJUANA, BAJA CALIFORNIA
ARTÍCULO 8. Para el cumplimiento de sus funciones, la Comisión gozará de las más amplias facul tades para examinar los expedientes u hojas de servicios de los Aspirantes y Miembros y pract icar las di l igencias que le permitan al legarse a los elementos necesarios para emit i r sus resoluciones.
ARTÍCULO 18. Son atr ibuciones de la Comisión las siguientes: A. En materia del Régimen Discipl inario:
IV... V...
VI... VII. Autorizar al Secretario Técnico para que en su
nombre y en representación de la Comisión, desahogue y suscriba las actuaciones y di l igencias de los Procedimientos de Separación Definit iva y Responsabi l idad Administrat iva;..."
DE LA UNIDAD DE APOYO DE LA SECRETARÍA TÉCNICA DE LA
COMISIÓN ARTÍCULO 87. Para el mejor desempeño y auxi l io en las atribuciones del Secretario Técnico, contará con el personal necesario y capacitado para el lo quien estará dotado de fe públ ica, el personal será considerado como de confianza.
ARTÍCULO 88. El personal de la unidad de apoyo, auxi l iará al Secretario Técnico en lo siguiente:
I. Formular proyectos de acuerdos y resoluciones de los diversos procedimientos radicados ante la Comisión; II. Elaboración de proyectos, oficios de so l icitud o respuesta de información o informes a diversas autoridades de los tres órdenes de Gobierno u organismos no gubernamentales que tengan relación
con la tramitación e integración de los procedimientos de la Comisión;
III. Tener materialmente bajo su cargo y responsabi l idad, la custodia de los expedientes, y de todas las actuaciones o documentos, glosar, fol iar y entre sel lar cada una de las fojas; IV. Elaborar y noti f icar los citatorios, noti f icaciones o cualquier otro t ipo de aviso expedidos por la Comisión, en los
términos y formas legales; V. Asentar en el Libro de Gobierno y un Control Electrónico, la información de identi f icación de cada uno de los expedientes, y; VI. Las demás que determine la Comisión , el Presidente, el Secretario Técnico o las disposiciones normativas apl icables."
De los artículos transcritos se concluye que:
a) La Ley de Seguridad Pública Estatal determina que el procedimiento iniciará por acuerdo de la Comisión de Desarrollo
Policial, de acuerdo a lo previsto en la Ley y las disposiciones reglamentarias que corresponden.
b) En el Reglamento del Servicio de Seguridad Pública para el Municipio de Tijuana, se establece que para el
cumplimiento de sus funciones, la Comisión gozará de las más amplias facultades para examinar los expedientes de los miembros y practicar las diligencias que sean necesarias para emitir las
resoluciones.
c) De igual forma el Secretario Técnico en nombre y
representación de la Comisión cuenta con las facultades para desahogar y suscribir las actuaciones y diligencias de los
Procedimientos de Separación Definitiva y Responsabilidad Administrativa.
d) Que la Unidad de Apoyo a la Secretaría Técnica,
para el mejor desempeño y auxilio de las atribuciones del Secretario Técnico cuenta con personal capacitado, quien está
dotado de fe pública.
e) Que el personal de la unidad de apoyo, auxil ia al
Secretario Técnico formulando acuerdos y resoluciones de los procedimientos radicados en la Comisión.
Bajo las premisas anteriores, se deduce que por disposición de la Ley de Seguridad Pública del Estado y del Reglamento del Servicio de Seguridad Pública para el Municipio de
Tijuana, Baja California, la Secretaría Técnica se encuentra legitimada, facultada y por ende cuenta con atribuciones para
acordar el inicio del procedimiento de separación definitiva, teniendo como órgano auxil iar para el cumplimiento de sus funciones a la Unidad de Apoyo de la Secretaría Técnica de la
Comisión, entidad que se encuentra facultada para actuar conforme a sus atribuciones y competencias.
Así las cosas, conforme a lo establecido por el Reglamento del Servicio de Seguridad Pública para el Municipio de
Tijuana, Baja California, se acredita que la Secretaría Técnica de la Comisión está facultada para emitir el acuerdo de radicación de la investigación administrativa número *********, de fecha
veintinueve de julio del dos mil once, en contra del miembro policiaco C. *********.
Finalmente, para acreditar la irregular apreciación del
acto impugnado así como la i legal resolución de la H. Tercera Sala, respetuosamente se sol icita al H. Pleno de ese Tribunal que realice
el análisis minucioso del acuerdo de inicio del procedimiento de separación de definitiva número *********, de fecha treinta de julio de dos mil once, ello con la finalidad de demostrar legalidad
de su emisión, al haberse pronunciado por el Presidente y Secretaria Técnica de la Comisión de Desarrollo Policial de la
Secretaria de Seguridad Pública Municipal.
De lo anterior, se colige que es equivocada y por ende ilegal, la aseveración de la H. Sala, en el sentido de que el acuerdo
de inicio del procedimiento de separación definitiva, hubiese sido emitido únicamente por la Secretaria Técnica, pues contrario a su
errónea apreciación, el H. Pleno podrá constatar que el auto de inicio fue emitido tanto por el Presidente como por la Secretaria Técnica de la Comisión de Desarrollo Policial de la Secretaria de
Seguridad Pública Municipal.
En efecto, el acuerdo de inicio del procedimiento de
separación definitiva del treinta de julio de dos mil once, fue emitido por el CAPITAN PRIMERO DE INFANTERIA *********, así
como por la LICENCIADA *********, el primero con carácter de Presidente, y la segunda en calidad de Secretaria Técnica de la Comisión de Desarrollo Policial de la Secretaria de Seguridad
Pública Municipal, conforme a la facultades previstas en el Reglamento del Servicio de Seguridad Pública del Municipio de
Tijuana, mismas que ya han quedado descritas en el presente capítulo.
Así las cosas, podemos advertir que sin indicar
fundamento legal alguno que sustente los improcedentes razonamientos hipotéticos aplicados, la H. Tercera pretende
desvirtuar la legalidad de las actuaciones realizadas por mi representada bajo el argumento de que el acuerdo de inicio fue emitido por autoridad incompetente, trayendo a juicio
consideraciones que sin soporte legal atacan un acto administrativo que no fue recurrido, como resulta ser el acuerdo de
radicación de fecha veintinueve de julio de dos mil once.
Igualmente es desacertada e incongruente la consideración del Aquo basada en el supuesto de que no existe disposición legal que confiera atribuciones a la Secretaria Técnica
de la Comisión de Desarrollo Policial para dictar el acuerdo de
inicio del procedimiento de separación definitiva, ya que como se
acredita con el contenido del acuerdo de inicio de fecha treinta de julio de dos mil once, este fue suscrito en conjuntamente por el
Presidente como por la Secretaria Técnica de la Comisión de Desarrollo Policial de la Secretaria de Seguridad Pública Municipal.
En base a mis argumentos, se evidencia el i legal razonamiento implementado por el Aquo para desestimar la
legalidad de la resolución impugnada, en vía de suplencia de la queja en beneficio del actor, lo cual se traduce en posicionamiento legal ajeno al procedimiento contencioso administrativo, pues
queda claro que las consideraciones traídas a juicio por la H. Tercera Sala, son ajenas y por tanto inaplicables en el asunto
jurídico en debate. En este sentido, nuestros más altos tribunales del país
han sostenido las siguientes tesis y criterios jurisprudenciales:
"SENTENCIAS, PRINCIPIO DE CONGRUENCIA DE LAS. El principio de congruencia previsto en el art ículo 81 del Código de Procedimientos Civi les para el Distri to Federal , consiste en que la autoridad resuelva sobre todas y cada una de las cuest iones oportunamente sometidas a su consideración."
SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. I .6o.C. J/42 Amparo directo 2485/92. Tráf ico y Administración, S.C. 4 de junio de 1992. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique R. García Vasco. Secretaria: Maura Angél ica Sanabria Mart ínez.
Amparo directo 3066/2001. Enereo Rolando El izalde Moreno. 17 de mayo de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: José Juan Bracamontes Cuevas. Secretario: Juan Alfonso Patiño Chávez. Amparo directo 3586/2002. Enrique Miranda Hernández. 6 de junio
de 2002. Unanimidad de votos. Ponente: José Juan Bracamontes Cuevas. Secretario: César Cárdenas Arroyo. Amparo directo 5406/2002. Seguros Bital , S.A., Grupo Financiero
Bital. 12 de septiembre de 2002. Unanimidad de votos. Ponente: José Juan Bracamontes Cuevas. Secretario: Juan Al fonso Patiño Chávez. Amparo directo 8116/2002. Eva López Guido de Picazo y otro. 13 de febrero de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo R. Parrao Rodríguez. Secretario: Miguel Angel Si lva Santi l lán. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Epoca. Tomo XVII, Mayo de 2003. Pág. 1167. Tesis de Jurisprudencia. SENTENCIAS DEL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y ADMINISTRATIVA. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA EXTERNA. De acuerdo con lo dispuesto en los art ículos 237 del Código Fiscal de la
Federación y 222 del Código Federal de Procedimien tos Civi les -de apl icación supletoria a la materia f iscal - , la congruencia externa de
las sentencias impl ica que la decisión sea correspondiente y proporcional a la pretensión deducida o petit io; atento lo cual , el Tribunal Federal de Just icia Fiscal y Administrat iva no puede i r más al lá ni rebasar el l ímite que la propia acción ejercitada le determina."
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. I.4o.A.371 A Amparo directo 197/2002. Carlos Islas González. 10 de jul io de 2002. Unanimidad de votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretario: Al fredo Mart ínez Jiménez.
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Epoca. Tomo XVI, Septiembre de 2002. Pág. 1451. Tesi s Aislada.
Con los presentes argumentos y consideraciones de
derecho, se demuestra que la sentencia del veinte de mayo de dos mil quince, resulta contraria a derecho, toda vez que no se
encuentra adecuadamente fundada y motivada, ya que en el caso que nos ocupa el Aquo no justifica ni fundamenta legalmente sus
razonamientos proteccionistas para invocar la causal de nulidad
prevista en la fracción I del artículo 83, ya que en el presente juicio no se demostró la incompetencia de la autoridad demandada
para emitir el acto administrativo impugnado. Por los anteriores motivos, se recurre la sentencia del
veinte de mayo de dos mil quince, en vía de revisión ante el H. Pleno del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de
Baja California, a efecto de que se ordene revocar la sentencia y en su caso se reconozca la validez del acto administrativo impugnado.
SEGUNDO. Fuente del agravio.- Depara agravio el CONSIDERANDO
QUINTO de la Sentencia de fecha veinte de mayo de dos mil quince, en relación con el CUARTO resolutivo, ya que la H. Tercera
Sala indebidamente hace valer de oficio la causal de nulidad contenida en la fracción I del artículo 83 de la Ley del Tribunal Contencioso Administrativo del Estado, declarando la nulidad del
Acuerdo de Radicación de la Investigación Administrativa número *********, de fecha veintinueve de julio del dos mil once.
Asimismo declara la nulidad del acuerdo de inicio del procedimiento de separación definitiva seguido en contra del actor,
con número de expediente *********y de la resolución administrativa de fecha dieciséis de enero de dos mil doce, condenando a la Comisión de Desarrollo Policial de la Secretaria de
Seguridad Pública Municipal del Ayuntamiento de Tijuana, para que ordene al Oficial Mayor a que cubra al actor la indemnización y
demás prestaciones a que tenga derecho.
Preceptos legales que se estiman violados.- Artículo 96
del Reglamento del Servicio de Seguridad Publica para el Municipio de Tijuana, Baja California, en relación con el artículo 123, apartado B, fracción XIII de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.
Concepto del agravio.- Mediante la emisión de la
sentencia del veinte de mayo de dos mil quince, la H. Tercera Sala condenó improcedentemente a la autoridad demandada a pagar al
actor prestaciones económicas improcedentes, que no forman parte de la indemnización prevista en la Ley.
Derivado de lo expuesto en el presente agravio, y suponiendo sin conceder en nada de lo que aquí se manifiesta, en
el supuesto de que la H. Sala haya advertido vicios en el acto impugnado y declare la nulidad, el sentido de la resolución que se emita tratándose de prestaciones económicas únicamente podría
obligar a la demandada a que pague l actor la indemnización de ley, mas no así el pago de prestaciones económicas que
supuestamente dejó de percibir desde el día siguiente a la fecha en que fue notificado por estrados de la suspensión preventiva del cargo y hasta la fecha en que se realice el pago.
Lo anterior deviene ilegal, ya que resulta contradictorio
a lo previsto por el artículo 96 del Reglamento del Servicio de Seguridad Publica del Municipio de Tijuana, Baja California, mismo
que para una mejor apreciación a continuación se cita, para acreditar lo argumentos de reproche:
"Art iculo 96. En ningún caso procederá la reincorporación, rest itución o reinstalación en el servicio del Miembro, cualquiera que
sea el resultado del juicio o medio de defensa que hubiera promovido.
El Miembro que l legare a obtener resolución favorable en
contra de la separación definit iva por falta de requisitos de
permanencia y demás casos previstos en esta ley o remoción por responsabi l idad administrat iva grave, solo recibirá el pago de la indemnización y de las condiciones del servicio que de manera proporcional le correspondan; sin que sea procedente el pago de percepción, retribución o remuneración alguna, que hubiere dejado de percibi r por motivo de la separación definit iva o remoción del
cargo. La indemnización que establece la Ley Federal del Trabajo que gozaba hasta antes de su separación definit iva o remoción del cargo."
Conforme a lo dispuesto en el dispositivo legal antes mencionado, se acredita que el Aguo mediante la emisión de la resolución del veinte de mayo de dos mil quince, incurrió en un
esquema procesal paternalista beneficiando económicamente al actor, al conceder prestaciones adicionales a las previstas en el
Reglamento del Servicio de Seguridad Publica del Municipio de Tijuana, Baja California.
El posicionamiento de la Sala, deviene ilegal, ya que
alteró el equilibrio procesal en perjuicio de mi representada, al imponerle cargas económicas improcedentes, estableciendo el pago
de prestaciones adicionales a las previstas por el artículo 96 del Reglamento del Servicio de Seguridad Pública para el Municipio de Tijuana, ya que de obtener resolución favorable el policía separado
del cargo, únicamente procede el pago de la indemnización que le corresponda y no así diversa prestación que haya dejado de
percibir con motivo de la separación del cargo.
Con relación a la obligación de pago de prestaciones en
favor del demandante, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha realizado diversos pronunciamientos al respecto, por lo que a continuación me permito transcribir la siguiente tesis:
"TRABAJADORES DE CONFIANZA AL SERVICIO DEL ESTADO. AL CARECER DEL DERECHO A LA ESTABILIDAD EN EL EMPLEO, SU REMOCIÓN ORDENADA POR QUIEN CARECE DE FACULTADES PARA DECRETARLA, NO TIENE COMO CONSECUENCIA QUE SE DECLARE PROCEDENTE EL PAGO DE SALARIOS CAÍDOS (LEGISLACIONES DE
LOS ESTADOS DE BAJA CALIFORNIA Y GUANAJUATO). Acorde con el art ículo 123, apartado B, fracción XIV, de la Constitución Pol í t ica de los Estados Unidos Mexicanos, con la Ley del Servicio Civi l de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado, Mun icipios e Inst ituciones Descentral izadas de Baja Cal i fornia y con la Ley del Trabajo de los Servidores Públ icos al Servicio del Estado y de los Municipios de Guanajuato, la remoción de un trabajador de conf ianza
por quien carece de facultades para hacerla, no t iene como consecuencia que se declare procedente el pago de salarios vencidos, pues tales empleados únicamente gozan de las medidas de protección al salario y de los beneficios de la seguridad social, por lo
cual, en caso de considerar como injust i f ic ado el despido, no pueden demandar la indemnización constitucional o la reinstalación, porque esas prestaciones dependen del anál isis de lo just i f icado o
injust i f icado del despido, lo que ningún fin práct ico tendría tratándose de empleados de confianza, pues no gozan de estabi l idad en el empleo y, por ende, las prestaciones derivadas del cese, aun considerado i legal, no podrían prosperar. Además, en una relación laboral burocrát ica e l t i tular demandado, al separar del cargo al trabajador, lo real iza en su carácter de patrón equiparado y no como
autoridad, por lo que no es dable anal izar la existencia de un despido just i f icado o no de un trabajador de confianza sobre la base de que quien lo real izó carece de facul tades acorde con la ley orgánica del Municipio correspondiente pues, se reitera, ese t ipo de trabajadores no goza del derecho a la estabi l idad en el empleo."
CONTRADICCIÓN DE TESIS 364/2013. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero en Mater ias Administrat iva y de Trabajo del Décimo Sexto Circuito y Primero del Décimo Quinto
Circuito. 30 de octubre de 2013. Cinco votos. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretaria: Teresa Sánchez Medel l ín. Tesis de jurisprudencia 160/2013 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal , en sesión privada de veint isiete de noviembre de dos mil trece.
En línea con lo antes expuesto y al haberse emitido la
sentencia del veinte de mayo de dos mil quince, bajo un contexto proteccionista en beneficio del actor, queda demostrado que la H.
Tercera Sala, valoró los elementos de prueba aportados de manera equivocada, pues con su proceder omitió en perjuicio de mi representada analizar concatenada y sistemáticamente las
constancias que integran el expediente administrativo número ********* el cual obra en autos y con el que se acredita que el
acto administrativo es ajustado a derecho y por consecuencia completamente LEGAL.
Como se ha manifestado en este libelo, es con motivo
de la arbitraria apreciación de la Aguo al dictar la resolución de autos, por lo que se que se hace valer el presente recurso de
revisión ante el Pleno del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de Baja California, ya que se apartó de lo dispuesto por
el artículo 96 del Reglamento del Servicio de Seguridad Pública para el Municipio de Tijuana, al haberse dotado al demandante de prestaciones económicas improcedentes, de conformidad con el
régimen legal al que se encuentran sujetos los miembros de las instituciones policiales.
Como se ha manifestado en este libelo, son ilegales el criterio y posicionamientos adoptados por la Sala al dictar la
resolución de autos, ya que no solo se violentó el contenido del artículo 96 del Reglamento del Servicio de Seguridad Pública para el Municipio de Tijuana en materia de pago y dotación de
prestaciones, sino que además se transgredieron las disposiciones de jerarquía suprema previstas por los artículos 1 y 123 apartado
B, fracción XIII de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, preceptos legales que en la parte aplicable y conducente establecen los siguiente:
"Art ículo lo. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea
parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece. Las normas relat ivas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales
de la materia favoreciendo en todo t iempo a las personas la protección más amplia. Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, t ienen la obl igación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universal idad, interdependencia, indivisibi l idad y progresividad. En consecuencia, el
Estado deberá prevenir, invest igar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley. Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al terri torio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su l ibertad y la protección de las leyes.
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la rel igión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civi l o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los
derechos y l ibertades de las personas."
En relación al contenido del artículo 1 del Estatuto
Federal, concretamente se establece en el primer párrafo que los
derechos humanos y garantías reconocidas por la Constitución y los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano es
parte, solo pueden restringirse en los casos y bajo las condiciones que la Constitución Federal establece, como en el caso resulta
aplicable el régimen legal al que se encuentran sujetos los
miembros de las instituciones policiales, quienes rigen su actuación y procedimientos a través de sus propias leyes y reglas.
Bajo esta premisa, tenemos que por disposición
constitucional, los elementos policiales son sujetos de sus propios
ordenamientos que regulan el desempeño policial y norman el régimen legal disciplinario aplicable, tal y como lo dispone la
fracción XIII del apartado B, del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual para mejor claridad a continuación se indica:
"Art iculo 123. Toda persona t iene derecho al t rabajo digno y socialmente út i l: al efecto, se promoverán la creación de empleos y
la organización social para el trabajo, conforme a la Ley. El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes
deberá expedir leyes sobre el trabajo, las cuales regirán: (…)
Apartado B...
Entre los Poderes de la Unión, el Gobierno del Distri to Federal y sus trabajadores:
(… .) Fracción XIII . Los mil i tares, marinos, personal del servicio exterior, agentes del Ministerio Públ ico y los miembros de las inst ituciones
pol iciales, se regirán por sus propias leyes. El Estado proporcionara a los miembros en act ivo del Ejercito, Fuerzas Aérea y Armada, las prestaciones a que se refiere el inciso f) de la fracción XI de este apartado, en términos similares y a través del organismo encargado de la seguridad social de los componentes de dichas inst ituciones; y
Los miembros de las inst ituciones pol iciales de los municip ios, entidades federativas, del Distri to Federal, así como de la Federación, podrán ser removidos de sus cargos si no cumplen los requisitos que las leyes vigentes en el momento de la remoción señalen para permanecer en dichas inst ituciones, sin que proceda su reinstalación o rest itución, cualquiera que sea el juicio o medio de
defensa para combati r la remoción y, en su caso, solo procederá la indemnización. La remoción de los demás servidores públ icos a que se refiere la presente fracción, se regirá por lo dispongan los preceptos legales apl icables."
En términos del dispositivo Constitucional antes transcrito, queda claro que los miembros de las instituciones policiales se rigen por sus propias leyes, y es en razón de ello por
lo que son sujetos al cumplimiento de las obligaciones legales que derivan de estos cuerpos legales, como en el caso es el
Reglamento del Servicio de Seguridad Pública para el Municipio de Tijuana, Baja California y la Ley de Seguridad Publica de esta Entidad.
Así también se deduce que es la propia Constitución Federal de la República, donde se establece con carácter de
restricción Constitucional, el régimen legal específico aplicable a los miembros de las instituciones policiales, por ello, la H. Sala del
Tribunal Contencioso Administrativo del Estado, en su carác ter de órgano encargado del control de la legalidad de los actos administrativos, se encuentra impedida para sustraer del régimen
y ámbito de aplicación jurídico material a los miembros de las instituciones policiales municipales, pues como se ha mencionado,
por disposición constitucional estos se rigen por sus propias leyes o regímenes.
En base a lo antes expuesto, se afirma que la H. Tercera Sala del Tribunal Contencioso Administrativo del Estado de Baja California, es un órgano establecido para el evaluar el control de la
legalidad de los actos administrativos que deriven en controversia
entre los particulares y las entidades públicas municipales,
estatales y organismos descentralizados; sin embargo, se encuentra legalmente impedida para dejar de aplicar a los
miembros de las instituciones policiales, el régimen legal al que se encuentran sujetos por restricción constitucional de conformidad con el artículo 123, apartado B, fracción III, de la Constitución
Política Federal, ordenamiento supremo del cual deriva el Reglamento del Servicio de Seguridad Pública para el Municipio de
Tijuana y la Ley de Seguridad Pública del Estado de Baja California.
En las relatadas circunstancias, es claro que nos encontramos frente a una sentencia que se basa en argumentos contrarios a las disposiciones normativas contenidas en la norma
suprema del país, que da origen al artículo 96 del Reglamento del Servicio de Seguridad Pública para el Municipio de Tijuana; ya que
es evidente el i legal pronunciamiento de la Sala para bene ficiar improcedentemente a la parte actora, mediante prestaciones económicas distintas a la indemnización legal prevista en el
numeral en cita, lo que se traduce en un motivo legal suficiente para que se revoque el fallo y en su lugar se confirme la validez de
la resolución dictada en el expediente administrativo de separación definitiva.
Por los anteriores motivos, se recurre la sentencia del veinte de mayo de dos mil quince, en vía de revisión ante el Pleno
del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de Baja California, a efecto de que se ordene revocar la sentencia y en su
caso se reconozca la validez del acto administrativo impugnado.”
QUINTO.- En razón de que la autoridad recurrente se inconforma con la nulidad decretada en la
sentencia que se revisa, en tanto que la parte actora
impugna los efectos de la condena, por cuestión de método, se procede en primer término al estudio de los
agravios que hace valer la autoridad demandada.
En su primer agravio la autoridad alega en lo
sustancial que la Sala infringió en su perjuicio los
artículos 8, 13, 18, fracciones I, III, IV y VII, 19, fracciones IV, VII, XI y XII, 20, fracción X, 87 y 88 del
Reglamento del Servicio de Seguridad Pública para el
Municipio de Tijuana, al valorar erróneamente el acto
impugnado, pues declara la nulidad del acuerdo de
radicación de veintinueve de julio de dos mil once, el cual afirma, no fue impugnado ni controvertido en el presente
juicio.
Sostiene:
Que el actor exclusivamente demandó la nulidad de la resolución de dieciséis de enero de dos mil doce,
emitida por la Comisión demandada, dentro del
procedimiento de separación definitiva *********.
Que la Sala le suplió la queja al actor, al utilizar
criterios inaplicables y perfeccionar sus deficiencias, alterando el equilibrio procesal, poniéndola en una
posición de desventaja al actuar oficiosamente y emitir un
fallo arbitrario, bajo el argumento de que advierte vicios
cometidos en el procedimiento. Cita la tesis de rubro
“SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE PREVISTA EN LA FRACCIÓN
VI DEL ARTÍCULO 79 DE LA LEY DE AMPARO. SU PROCEDENCIA EN
MATERIA ADMINISTRATIVA, ANTE LA AUSENCIA DE CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS, DEBE VALORARSE EN CADA CASO
PARTICULAR.”
Afirma que en ninguna parte de la demanda, el
actor vierte reclamos contra el acuerdo de radicación, que la Sala declaró nulo por lo que la sentencia recurrida es
incongruente, al considerar actos administrativos no
impugnados en el presente juicio, negando la oportunidad de la autoridad demandada el derecho a presentar
argumentos en su defensa, transgrediendo la garantía de
debido proceso y alterando el equilibrio procesal.
El agravio reseñado es infundado.
La recurrente afirma que la sentencia recurrida
es incongruente, al analizar actos no combatidos por el
actor, aludiendo al acuerdo de radicación ( fojas 185 y 186 de
autos); sin embargo ese fue el punto nodal que el actor
planteó en el sexto motivo de inconformidad ( fojas 28 a 33).
Textualmente ( foja 29) el actor sostuvo: “…no fue la COMISIÓN DE DESARROLLO POLICIAL DE LA
SECRETARÍA DE SEGURIDAD PÚBLICA MUNICIPAL DE TIJUANA (como órgano colegiado) quien desahogó y suscribió las actuaciones y dil igencias dentro del procedimiento de
responsabil idad incoado en mi contra sino su Presidente en algunas y en otra su Secretaria Técnica.
Conforme a los artículos 6, fracción VI, 107, 109,
fracción I y 153, de la Ley de Seguridad Pública del Estado de Baja
California es a la COMISIÓN a quien compete conocer y resolver dentro de un procedimiento de responsabilidad o de separación
definitiva, esto es, es la COMISIÓN, como órgano colegiado, a quien le compete el desahogo y suscripción de actuaciones y
dil igencias dentro de dicho procedimiento. De conformidad con la ley de referencia su presidente
no cuenta con atribución para iniciar muto propio el procedimiento
de responsabil idad o separación definitiva. Igualmente, de conformidad con la ley en comento, la
Secretaria Técnica no cuenta con atribución para desahogar ni suscribir muto propio actuaciones y diligencias dentro del procedimiento de responsabilidad o separación definitiva… …En
ninguna parte de la ley autoriza a dichas “autoridades” a practicar las dil igencias que practicaron, sin que obste lo dispuesto por el
artículo 111 de la Ley de Seguridad Pública del Estado de Baja California, ya que dicho artículo no autoriza ni a crear autoridades ni a delegar las atribuciones que competen a la COMISIÓN como
órgano colegiado. .”.
De lo transcrito se advierte que el estudio que
realizó la Sala del acuerdo de radicación, fue a partir del
planteamiento del actor, en el sentido de que los actos
dentro del procedimiento ********* fueron emitidos por
autoridades distintas a la Comisión demandada, quien
estimó, es la que contaba con competencia para ello.
Luego, el actor sí hizo valer en su demanda que
los actos del procedimiento fueron emitidos por autoridades incompetentes, al considerar que quien
cuenta con facultades para ello es la Comisión, en su
calidad de órgano colegiado.
La autoridad recurrente no quedó en estado de
indefensión, ya que estuvo en condiciones de plantear argumentos en relación a los motivos de inconformidad
expuestos por el actor, como lo hizo en su contestación
de demanda, en la que ( fojas 103 y 104) justificó que los acuerdos del procedimiento ********* fueron dictados
válidamente por el Presidente y la Secretaria Técnica de
la Comisión demandada.
Por lo anterior, resulta válido que la Sala
analizara, a partir de la causa de pedir del actor, si el acuerdo de radicación fue emitido por autoridad
competente o no.
En cuanto a que la Sala valoró
erróneamente la demanda, al pronunciarse respecto el
acuerdo de radicación, cuando el actor sólo impugnó la resolución que puso fin al procedimiento *********, el
agravio también es infundado.
En el juicio contencioso administrativo sólo
puede impugnarse la última decisión del procedimiento,
momento en el que el particular puede reclamar tanto los vicios de procedimiento como los cometidos en el dictado
de la resolución.
Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis 2ª.X/2003,
de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, publicada en la página 336, tomo XVII, del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, de rubro y texto siguientes.
TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y ADMINISTRATIVA. "RESOLUCIONES ADMINISTRATIVAS DEFINITIVAS". ALCANCE DEL CONCEPTO A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 11, PRIMER
PÁRRAFO, DE LA LEY ORGÁNICA DE DICHO TRIBUNAL. La acción contenciosa administrativa promovida ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, aun cuando sólo
requiere la afectación de un interés, no constituye una potestad procesal contra todo acto de la Administración
Pública, pues se trata de un mecanismo de jurisdicción restringida donde la procedencia de la vía está condicionada a que los actos administrativos constituyan
"resoluciones definitivas", y que se encuentran mencionadas dentro de las hipótesis de procedencia que
prevé el citado artículo 11; ahora bien, aunque este precepto establece que tendrán carácter de "resoluciones
definitivas" las que no admitan recurso o admitiéndolo sea
optativo, es contrario a derecho determinar el alcance de la definitividad para efectos del juicio contencioso
administrativo sólo por esa expresión, ya que también debe considerarse la naturaleza jurídica de la resolución, sea ésta expresa o ficta, la cual debe constituir el producto
final o la voluntad definitiva de la Administración Pública, que suele ser de dos formas: a) como última resolución
dictada para poner fin a un procedimiento, y b) como manifestación aislada que no requiere de un procedimiento que le anteceda para poder reflejar la última voluntad
oficial. En ese tenor, cuando se trata de resoluciones definitivas que culminan un procedimiento administrativo,
las fases de dicho procedimiento o actos de naturaleza procedimental no podrán considerarse resoluciones definitivas, pues ese carácter sólo lo tendrá la última
decisión del procedimiento, y cuando se impugne ésta podrán reclamarse tanto los vicios de procedimiento
como los cometidos en el dictado de la resolución ; mientras que, cuando se trate de actos aislados expresos o
fictos de la Administración Pública serán definitivos en tanto contengan una determinación o decisión cuyas características impidan reformas que ocasionen agravios a
los gobernados.
Sirve de apoyo además, la jurisprudencia 2a./J. 8/2008, de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, publicada en la página 596, tomo XXVII, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, de rubro y texto siguientes.
RESPONSABILIDADES ADMINISTRATIVAS DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS. LAS VIOLACIONES AL PROCEDIMIENTO DE INVESTIGACIÓN O AUDITORÍA PUEDEN RECLAMARSE EN EL JUICIO DE NULIDAD CONTRA LA RESOLUCIÓN DISCIPLINARIA Y EL PLANTEAMIENTO RESPECTIVO DEBERÁ ESTUDIARSE POR EL
TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y ADMINISTRATIVA . Del análisis sistemático de las disposiciones correspondientes de la Ley Federal de Responsabil idades
Administrativas de los Servidores Públicos, se advierte que la resolución que culmina con la imposición de una sanción
disciplinaria se apoya en la investigación o en la auditoría efectuada por los funcionarios competentes, ya que la finalidad de estas etapas es aportar a las autoridades
sancionadoras elementos, informes o datos que les permitan resolver sobre la presunta responsabilidad
administrativa del servidor público federal. En efecto, existe tal vinculación en los procedimientos previstos por el legislador en dicha materia, que los vicios o irregularidades
de la investigación o de la auditoría pueden trascender e influir, por ende, en la tramitación o sustanciación del
procedimiento disciplinario y en la resolución respectiva, de tal suerte que cuando el interesado demande su nulidad podrá hacer valer también toda clase de vicios
de procedimiento ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, el cual estará constreñido a su
estudio y resolución, en términos de los artículos 15 de su Ley Orgánica, 25 de la Ley Federal de Responsabil idades Administrativas de los Servidores Públicos y 2o. de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo.
El actor no se encontraba en condiciones de señalar como actos impugnados los actos de
procedimiento que estimaba ilegales, pero sí, controvertir
su validez, al impugnar la resolución que puso fin al
procedimiento, como lo hizo en su sexto motivo de
inconformidad, analizado por la Sala.
Por otra parte, a efecto de demostrar la
legalidad del acuerdo de radicación referido, la recurrente cita los artículos 7 fracción VII, 58, 59 fracción II, 72, 88,
99 103 y 105 de la Ley General del Sistema Nacional de
Seguridad Jurídica, así como los artículo 107, 109 f racción I, 144, 152 y 153 de la Ley de Seguridad Pública del
Estado de Baja California y los artículos 7, 8 y 19 fracción
I, IV, VII y XII del Reglamento de Servicio de Seguridad Pública para el Municipio de Tijuana, Baja California, y de
ésos preceptos concluye lo siguiente:
La Ley de Seguridad Pública Estatal
determina que el procedimiento iniciará por acuerdo
de la Comisión de Desarrollo Policial, de acuerdo a lo previsto en la Ley y las disposiciones reglamentarias
que corresponden.
En el Reglamento del Servicio de Seguridad Pública para el Municipio de Tijuana, se establece
que para el cumplimiento de sus funciones, la
Comisión gozará de las más amplias facultades para examinar los expedientes de los miembros y practicar
las diligencias que sean necesarias para emitir las
resoluciones. El Secretario Técnico, en nombre y
representación de la Comisión, cuenta con las
facultades para desahogar y suscribir las actuaciones y diligencias de los Procedimientos de Separación
Definitiva y Responsabilidad Administrativa.
Que la Unidad de Apoyo a la Secretaría Técnica, para el mejor desempeño y auxilio de las
atribuciones del Secretario Técnico, cuenta con
personal capacitado, quien está dotado de fe pública. Que el personal de la unidad de apoyo,
auxilia al Secretario Técnico formulando acuerdos y
resoluciones de los procedimientos radicados en la
Comisión.
De lo anterior deduce que la Secretaria Técnica de la Comisión demandada cuenta con atribuciones para
acordar el inicio de procedimiento impugnado, con el
auxilio de la Unidad de Apoyo, y que tiene facultades para emitir el acuerdo de radicación de la investigación
administrativa realizada por la contraloría interna.
Afirma que la Sala se equivoca cuando establece
que el acuerdo de inicio del procedimiento de separación definitiva, de treinta de julio de dos mil once, fue emitido
sólo por la Secretaria Técnica de la Comisión, pues dicho
acuerdo fue emitido por el Presidente y la Secretaria Técnica de la Comisión.
Que la Sala desvirtúa la legalidad del acuerdo de
inicio del procedimiento con sustento en que fue emitido
por autoridad incompetente, sin indicar señalar fundamento alguno que sustente su determinación,
trayendo a juicio consideraciones que atacan un acto
administrativo que no fue recurrido, como resulta ser el acuerdo de radicación de veintinueve de julio de dos mil
once.
Para apoyar su dicho cita las tesis I.6º.C. J/42 y
I.4º.A371 A de rubros “SENTENCIAS, PRINCIPIO DE
CONGRUENCIAS DE LAS.” y “SENTENCIAS DEL TRIBUNAL
FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y ADMINISTRATIVA. PRINCIPIO DE
CONGRUENCIA EXTERNA.”.
El agravio reseñado es infundado en una
parte e inoperante en otra, por las razones siguientes:
En relación a que la Secretaria Técnica y la Jefa de la Unidad de Apoyo de la Comisión demandada sí
cuentan con facultades para emitir el acuerdo de inicio
del procedimiento y que dicho acuerdo fue emitido por el Presidente en conjunto con la Secretaria Técnica y no
sólo por esta última, el agravio es inoperante.
En la sentencia recurrida lo que se consideró fue
que las autoridades en mención no cuentan con facultades
para dictar el acuerdo de radicación, no que el acuerdo de inicio se hubiera dictado únicamente por la Secretaria
Técnica, ya que dicho acuerdo no fue analizado por la
Sala.
Por otra parte, en cuanto a que la Unidad de
Apoyo tiene entre sus atribuciones auxiliar a la Secretaria Técnica de la Comisión demandada, formulando acuerdos
y resoluciones de los procedimientos que se siguen ante
esa autoridad, el argumento es infundado.
Los artículos 7, fracción VII, 58, 59, fracción II,
72, 88, 99, 103 y 105 de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en delante Ley General;
107, 109, fracción I, 144, 152 y 153 de la Ley de
Seguridad Pública del Estado de Baja California, en delante Ley de Seguridad Pública; y 7, 8 y 18, apartado
A, fracciones I, IV, VII y XII, del Reglamento de Servicio
de Seguridad Pública para el Municipio de Tijuana, Baja California, en delante el reglamento, en los que se
sustenta al auto de radicación R-011/UA/11 de seis de
abril de dos mil once, establecen.
De la Ley General del Sistema Nacional de
Seguridad Pública.
Artículo 7.- Conforme a las bases que establece
el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, las Instituciones de Seguridad Pública
de la Federación, el Distrito Federal, los Estados y los Municipios, en el ámbito de su competencia y en los términos de esta Ley, deberán coordinarse para:
[…] VII. Regular los sistemas disciplinarios, así
como de reconocimientos, estímulos y recompensas; […] Artículo 58.- La Federación y las entidades
federativas establecerán en sus respectivas leyes los procedimientos de separación y remoción aplicables a los
servidores públicos de las Instituciones de Procuración de Justicia, que cuando menos, comprenderán los aspectos previstos en el artículo siguiente.
Artículo 59.- La terminación del Servicio de Carrera será:
[…] II. Extraordinaria, que comprende:
a) Separación por el incumplimiento de los requisitos de ingreso y permanencia, o
b) Remoción por incurrir en causas de
responsabil idad con motivo de su encargo. Artículo 72.- El Desarrollo Policial es un
conjunto integral de reglas y procesos debidamente estructurados y enlazados entre sí que comprenden la Carrera Policial, los esquemas de profesionalización, la
certificación y el régimen disciplinario de los Integrantes de las Instituciones Policiales y tiene por objeto
garantizar el desarrollo institucional, la estabilidad, la seguridad y la igualdad de oportunidades de los mismos; elevar la profesionalización, fomentar la vocación de
servicio y el sentido de pertenencia, así como garantizar el cumplimiento de los principios constitucionales
referidos en el artículo 6 de la Ley. Artículo 88.- La permanencia es el resultado del
cumplimiento constante de los requisitos establecidos en
la presente Ley para continuar en el servicio activo de las Instituciones Policiales. Son requisitos de ingreso y
permanencia en las Instituciones Policiales, los siguientes: A. De Ingreso: I. Ser ciudadano mexicano por nacimiento en
pleno ejercicio de sus derechos políticos y civiles, sin tener otra nacionalidad;
II. Ser de notoria buena conducta, no haber sido condenado por sentencia irrevocable por delito doloso, ni estar sujeto a proceso penal;
III. En su caso, tener acreditado el Servicio Militar Nacional;
IV. Acreditar que ha concluido, al menos, los estudios siguientes:
a) En el caso de aspirantes a las áreas de investigación, enseñanza superior o equivalente;
b) Tratándose de aspirantes a las áreas de
prevención, enseñanza media superior o equivalente; c) En caso de aspirantes a las áreas de
reacción, los estudios correspondientes a la enseñanza media básica;
V. Aprobar el concurso de ingreso y los cursos
de formación; VI. Contar con los requisitos de edad y el perfil
físico, médico y de personalidad que exijan las disposiciones aplicables;
VII. Aprobar los procesos de evaluación de
control de confianza; VIII. Abstenerse de consumir sustancias
psicotrópicas, estupefacientes u otras que produzcan efectos similares;
IX. No padecer alcoholismo;
X. Someterse a exámenes para comprobar la ausencia de alcoholismo o el no uso de sustancias
psicotrópicas, estupefacientes u otras que produzcan efectos similares;
XI. No estar suspendido o inhabil itado, ni haber
sido destituido por resolución firme como servidor público;
XII. Cumplir con los deberes establecidos en esta Ley, y demás disposiciones que deriven de la misma;
XIII. Los demás que establezcan otras
disposiciones legales aplicables. B. De Permanencia:
I. Ser de notoria buena conducta, no haber sido condenado por sentencia irrevocable por delito doloso;
II. Mantener actualizado su Certificado Único Policial;
III. No superar la edad máxima de retiro que
establezcan las disposiciones aplicables; IV. Acreditar que ha concluido, al menos, los
estudios siguientes: a) En el caso de integrantes de las áreas de
investigación, enseñanza superior, equivalente u
homologación por desempeño, a partir de bachillerato; b) Tratándose de integrantes de las áreas de
prevención, enseñanza media superior o equivalente; c) En caso de integrantes de las áreas de
reacción, los estudios correspondientes a la enseñanza
media básica; V. Aprobar los cursos de formación,
capacitación y profesionalización; VI. Aprobar los procesos de evaluación de
control de confianza;
VII. Aprobar las evaluaciones del desempeño; VIII. Participar en los procesos de promoción o
ascenso que se convoquen, conforme a las disposiciones aplicables;
IX. Abstenerse de consumir sustancias
psicotrópicas, estupefacientes u otras que produzcan efectos similares;
X. No padecer alcoholismo; XI. Someterse a exámenes para comprobar la
ausencia de alcoholismo;
XII. Someterse a exámenes para comprobar el no uso de sustancias psicotrópicas, estupefacientes u
otras que produzcan efectos similares; XIII. No estar suspendido o inhabil itado, ni
haber sido destituido por resolución firme como servidor público;
XIV. No ausentarse del servicio s in causa
justificada, por un periodo de tres días consecutivos o de cinco días dentro de un término de treinta días, y
XV. Las demás que establezcan las disposiciones legales aplicables.
Artículo 99.- La actuación de los Integrantes de
las Instituciones Policiales se regirá por los principios previstos en los artículos 21 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos y 6 de esta Ley.
Las legislaciones de la Federación, el Distrito
Federal y los Estados establecerán sus regímenes disciplinarios, sobre las bases mínimas previstas en el
presente capítulo. La disciplina comprende el aprecio de sí mismo,
la pulcritud, los buenos modales, el rechazo a los vicios,
la puntualidad en el servicio, la exactitud en la obediencia, el escrupuloso respeto a las leyes y
reglamentos, así como a los derechos humanos. La disciplina es la base del funcionamiento y
organización de las Instituciones Policiales, por lo que sus
Integrantes deberán sujetar su conducta a la observancia de las leyes, órdenes y jerarquías, así como a la
obediencia y al alto concepto del honor, de la justicia y de la ética.
La disciplina demanda respeto y consideración
mutua entre quien ostente un mando y sus subordinados. Artículo 103.- La aplicación de las sanciones
deberá registrarse en el expediente personal del infractor. La imposición de las sanciones que determinen
las autoridades correspondientes se hará con independencia de las que correspondan por responsabil idad civil, penal o administrativa, en que
incurran los integrantes de las Instituciones Policiales de conformidad con la legislación aplicable.
Artículo 105.- La Federación, las entidades federativas y los municipios establecerán instancias colegiadas en las que participen, en su caso, cuando
menos, representantes de las unidades operativas de investigación, prevención y reacción de las Instituciones
Policiales, para conocer y resolver, en sus respectivos ámbitos de competencia, toda controversia que se suscite con relación a los procedimientos de la Carrera Policial y
el Régimen Disciplinario. Para tal fin, las Instituciones Policiales podrán
constituir sus respectivas Comisiones del servicio profesional de carrera policial y de honor y justicia, las que llevarán un registro de datos de los integrantes de
sus instituciones. Dichos datos se incorporarán (sic) las bases de datos de personal de Seguridad Pública.
En las Instituciones de Procuración de Justicia se integrarán instancias equivalentes, en las que intervengan representantes de los policías ministeriales.
De la Ley de Seguridad Pública:
ARTÍCULO 107.- El Estado y los Municipios
establecerán instancias colegiadas para conocer y resolver toda controversia que se suscite con relación a los
procedimientos de la Carrera Policial y el Régimen Disciplinario de los Miembros de las Instituciones Policiales.
ARTÍCULO 109.- La Comisión tendrá las funciones siguientes:
I.- Una vez recibida la investigación administrativa practicada por la Contraloría Interna; conocer y resolver los procedimientos de separación
definitiva por falta de requisitos de permanencia y por cualquiera otro de los casos previstos en esta ley o
remoción del cargo, por incurrir en responsabil idad administrativa grave;
ARTÍCULO 144.- La Contraloría Interna, de
manera previa a la substanciación del procedimiento de separación definitiva o de responsabil idad administrativa,
deberá realizar fundada y motivadamente una
investigación administrativa y suspender de manera preventiva al miembro cuando así lo considere
conveniente, a efecto de realizar las dil igencias para allegarse de elementos que le permitan, en su caso, solicitar a la Comisión, iniciar el procedimiento
correspondiente. ARTÍCULO 152.- La Contraloría Interna será la
encargada de la investigación administrativa y de solicitar fundada y motivadamente a la Comisión, el inicio del procedimiento de separación definitiva o de
responsabil idad administrativa, remitiéndole el expediente del presunto infractor.
ARTÍCULO 153.- El procedimiento iniciará por acuerdo de la Comisión correspondiente, de acuerdo a lo previsto en la Ley y las disposiciones reglamentarias que
correspondan.
Del Reglamento: ARTÍCULO 7.- Con independencia de las
disposiciones contenidas en el Reglamento, los Miembros
podrán ser sujetos al procedimiento de responsabil idad administrativa en el desempeño de sus funciones y la aplicación de sanciones en los términos de la Ley de
Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado. ARTÍCULO 8.- Para el cumplimiento de sus
funciones, la Comisión gozará de las más amplias facultades para examinar los expedientes u hojas de servicios de los Aspirantes y Miembros y practicar las
dil igencias que le permitan allegarse a los elementos necesarios para emitir sus resoluciones.
ARTÍCULO 18.- Son atribuciones de la Comisión las siguientes:
A. En materia del Régimen Disciplinario: I. Una vez recibida la Investigación
Administrativa practicada por la Sindicatura por conducto
de la Dirección de Responsabilidades; conocer y resolver los procedimientos de separación definitiva por falta de
requisitos de permanencia y por cualquier otro de los casos previstos por la Ley o remoción del cargo, por incurrir en responsabilidad administrativa grave;
[…] IV. Substanciar los Procedimientos de
Separación Definitiva por Responsabilidad Administrativa, por pérdida de algún requisito de permanencia o de algún otro, preservando el derecho de garantía de audiencia;
[…] VII. Autorizar al Secretario Técnico para que en
su nombre y en representación de la Comisión, desahogue y suscriba las actuaciones y diligencias de los procedimientos de separación definitiva y responsabilidad
administrativa. […]
XII. Dictar los acuerdos de radicación y, en su caso, de inicio del procedimiento, con el acuerdo que dicte Sindicatura, mediante el acta administrativa o el
instrumento correspondiente en el que consten los hechos que presuman la responsabilidad administrativa, y;
[…]. Los numerales 87 y 88, del Reglamento en cita,
que invoca la recurrente, disponen.
ARTÍCULO 87.- Para el mejor desempeño y auxil io en las atribuciones del Secretario Técnico, contará
con el personal necesario y capacitado para ello quien
estará dotado de fe pública, el personal será considerado
como de confianza. ARTÍCULO 88.- El personal de la unidad de
apoyo, auxiliará al Secretario Técnico en lo siguiente: I. Formular proyectos de acuerdos y
resoluciones de los diversos procedimientos radicados
ante la Comisión; II. Elaboración de proyectos, oficios de
solicitud o respuesta de información o informes a diversas autoridades de los tres órdenes de Gobierno u organismos no gubernamentales que tengan relación con la
tramitación e integración de los procedimientos de la Comisión;
III. Tener materialmente bajo su cargo y responsabil idad, la custodia de los expedientes, y de todas las actuaciones o documentos, glosar, foliar y entre
sellar cada una de las fojas; IV. Elaborar y notificar los citatorios,
notificaciones o cualquier otro tipo de aviso expedidos por la Comisión, en los términos y formas legales;
V. Asentar en el Libro de Gobierno y un Control Electrónico, la información de identificación de cada uno de los expedientes, y;
VI. Las demás que determine la Comisión, el Presidente, el Secretario Técnico o las disposiciones
normativas aplicables. ARTÍCULO 89.- Las actividades de la unidad de
apoyo de la Secretaría Técnica, deberán de quedar
reguladas en un manual de procedimientos.
De los numerales transcritos se advierte que la facultad de dictar el acuerdo de radicación sólo se
confiere a la Comisión (art ículo 18, apartado A, fracción XII, del
Reglamento), y si bien el artículo 87 prevé que, para el mejor desempeño de sus atribuciones, el Secretario
Técnico contará con el personal necesario, el 88 regula
las facultades del personal de la unidad de apoyo, sin incluir la de dictar el acuerdo de radicación u ordenar el
inicio de procedimiento, pues sólo establece
destacadamente formular proyectos de acuerdos y resoluciones de los procedimientos radicados ante la
Comisión.
Así, el agravio reseñado es infundado pues,
contrario a lo que afirma, no existe disposición legal ni
reglamentaria que faculte al Jefe de la Unidad de Apoyo de la Secretaría Técnica de la Comisión, para emitir el
acuerdo de radicación y ordenar que se dicte acuerdo de
inicio del procedimiento de separación definitiva.
Igualmente infundado resulta que la
Secretaria Técnica de la Comisión demandada cuenta con competencia para dictar el acuerdo de radicación ( fojas 185
y 186 de autos), por las razones siguientes:
Si bien, el artículo 18, apartado A, fracción VII,
del reglamento, citado en el acuerdo de radicación,
contempla la facultad de la Comisión demandada de autorizar al Secretario Técnico para que, en su
representación, suscriba las actuaciones y diligencias de
los procedimientos de separación definitiva o de
responsabilidad administrativa, dicho acuerdo no alude la autorización concedida por la Comisión.
Es necesario traer a la vista los siguientes preceptos legales.
De la Ley de Seguridad Pública:
“Artículo 2.- La aplicación de esta Ley corresponde al titular del Poder Ejecutivo y a los
Ayuntamientos, en sus respectivos ámbitos de competencia, por conducto de las Dependencias,
Entidades, Contralorías Internas, de la Comisión, y demás que las leyes determinen. Los Municipios, atendiendo a su autonomía y conforme a su propia organización, podrán
reglamentar la presente Ley en las materias que le competa hacerlo, en los términos permitidos por la Ley
General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y la Ley.
Artículo 6.- Para efectos de esta Ley, se
entenderá por: (…)
VI. Comisión: Instancia colegiada de las Instituciones de Seguridad Pública, responsable de
conocer y resolver los procedimientos de carrera policial y del régimen disciplinario de los Miembros de las Instituciones Policiales;
(…) Artículo 107.- El Estado y los Municipios
establecerán instancias colegiadas para conocer y resolver toda controversia que se suscite con relación a los procedimientos de la Carrera Policial y el Régimen
Disciplinario de los Miembros de las Instituciones Policiales.
Artículo 109.- La Comisión tendrá las funciones siguientes:
I.- Una vez recibida la investigación
administrativa practicada por la Contraloría Interna; conocer y resolver los procedimientos de separación
definitiva por falta de requisitos de permanencia y por cualquiera otro de los casos previstos en esta ley o remoción del cargo, por incurrir en responsabil idad
administrativa grave; (…)
Artículo 111.- La integración, organización y funcionamiento de la Comisión se establecerá en el reglamento que expida el Ejecutivo Estatal y los
Municipios, en sus respectivos ámbitos de competencia. En la Comisión habrá, en su caso,
representantes de las unidades operativas de investigación, prevención y reacción de las Instituciones Policiales.
Artículo 141.- El procedimiento mediante el cual se sustanciarán y aplicarán las correcciones
disciplinarias será determinado vía reglamento. Dichos reglamentos podrán prever las medidas
preventivas que se estimen necesarias durante su
desahogo, los casos en que se ordenará y levantará su aplicación, así como las consecuencias que se generarán
cuando se haya o no acreditado el incumplimiento de la
obligación por parte del Miembro. Artículo 142.- Las sanciones de suspensión
temporal y remoción del cargo se aplicarán por las Comisiones una vez acreditados los hechos y valorados, conforme a derecho, los medios probatorios aportados al
procedimiento de responsabil idad administrativa previsto en esta Ley, registrándose en el expediente personal del
infractor la sanción que se le aplique. La imposición de las sanciones se hará con
independencia de las que correspondan por
responsabil idad civil, penal o administrativa, en que incurran los Miembros de las Instituciones Policiales de
conformidad con la legislación aplicable. Artículo 145.- La Comisión podrá suspender,
negar, decretar o ratificar la suspensión preventiva
declarada por la Contraloría Interna contra un Miembro que se encuentre sujeto a procedimiento, por los actos u
omisiones de los que pueda derivarse responsabil idad administrativa grave o falta de requisitos de permanencia
o alguna otra causa de separación definitiva y cuya permanencia en el servicio puedan afectar el procedimiento, institución policial o a la sociedad en
general. Artículo 151.- Los Miembros serán separados
definitivamente cuando dejen de reunir alguno de los requisitos de permanencia o incurra en cualquiera de las hipótesis contenidas en la fracción I del Artículo 180 de la
Ley, o suspendidos temporalmente o removidos del cargo cuando incurran en responsabil idad administrativa grave.
Artículo 153.- El procedimiento iniciará por acuerdo de la Comisión correspondiente, de acuerdo a lo previsto en la Ley y las disposiciones reglamentarias que
correspondan. Artículo 155.- El acuerdo de inicio del
procedimiento de separación definitiva o de responsabil idad administrativa deberá contener por lo menos lo siguiente:
I.- Lugar, fecha y hora para la celebración de la audiencia a que se refiere el Artículo 159 de esta Ley,
misma que deberá efectuarse dentro de los quince días siguientes a la fecha en que se dicte el acuerdo;
II.- Motivos que dan origen al procedimiento, y
el derecho del Miembro a imponerse de autos a fin de que conozca las imputaciones que se le fincan, y pueda
defenderse por sí, o por persona de su conf ianza; III.- El derecho del Miembro a ofrecer pruebas
y alegar a lo que su derecho convenga; y
IV.- El apercibimiento, en caso de que en la audiencia el Miembro no señale domicilio en la ciudad para
oír y recibir notificaciones, las notificaciones subsecuentes, aún las de carácter personal, se realizarán
en los estrados de la Institución Policial y de las Comisiones.
En el mismo acuerdo, decretar o ratificar en su
caso, la suspensión preventiva declarada por la Contraloría Interna, asimismo ordenará notificar a ésta y
al Miembro, cuando menos con cinco días de anticipación, el lugar, fecha y hora para la celebración de la audiencia, apercibiéndosele a este último que, en caso de no
comparecer sin causa justificada, se le tendrá por confeso del hecho que se le imputa.
La falta de notificación en los términos indicados, obliga a la Comisión a señalar nuevo día y hora
para la celebración de la audiencia, misma que deberá
realizarse dentro de los quince días siguientes a la fecha que inicialmente se hubiere fijado.”
Al respecto, el Reglamento del Servicio de Seguridad Pública para el Municipio de Tijuana, vigente en la época en que se emitió el acuerdo de inicio, establecía
lo siguiente: “Artículo 2.- Para los efectos del presente
Reglamento se entiende por: (…) II. COMISIÓN: La Comisión de Desarrollo
Policial de la Secretaría de Seguridad Pública de Tijuana, responsable de conocer y resolver los procedimientos de
carrera policial y del régimen disciplinario de los Miembros de las Instituciones Policiales;
(…)
Artículo 13.- Si la naturaleza del asunto a tratar corresponde a una controversia que se suscite con
relación al Régimen Disciplinario, la Comisión se integrará de la forma siguiente:
I. Un Presidente, que será el Secretario de Seguridad Pública;
II. Un Secretario Técnico; designado y
removido libremente por el Secretario; quien deberá de contar con t ítulo de Licenciado en Derecho, ser de
reconocida honorabilidad y probidad, pertenecer a la Secretaría y tener experiencia en la materia mínima de tres años;
III. Tres Vocales, que serán: a) El Sindico Procurador;
b) El Director General de Policía y Tránsi to; c) Un Representante, que será un Miembro
condecorado de la Unidad Operativa, ya sea de
investigación, prevención o de reacción de la Institución Policial, a la que pertenezca el Miembro sujeto al
procedimiento, quien deberá tener además como requisito la Certificación del Centro de Evaluación y Control de Confianza de la Unidad Operativa, ya sea de investigación,
prevención o de reacción, a la que pertenezca el presunto infractor.
IV. El Regidor Presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Cabildo de Tijuana.
V. Un representante del Consejo Ciudadano de
Seguridad Pública del municipio de Tijuana, Baja California, con voz y sin voto.
Artículo 18.- Son atribuciones de la Comisión las siguientes:
A. En materia del Régimen Disciplinario:
I. Una vez recibida la Investigación Administrativa practicada por la Sindicatura por conducto
de la Dirección de Responsabilidades; conocer y resolver los procedimientos de separación definitiva por falta de
requisitos de permanencia y por cualquier otro de los casos previstos por la Ley o remoción del cargo, por incurrir en responsabilidad administrativa grave;
II. Resolver sobre la suspensión preventiva del Miembro al inicio del procedimiento de separación
definitiva o de remoción del cargo; o en su caso revocar o confirmar la decretada por Sindicatura;
III. Conocer, resolver y sancionar toda
controversia que se suscite en relación con los procedimientos de Régimen Disciplinario de los Miembros;
IV. Substanciar los Procedimientos de Separación Definitiva por Responsabi lidad Administrativa,
por pérdida de algún requisito de permanencia o de algún
otro, preservando el derecho de garantía de audiencia; V. Ordenar el levantamiento de la Suspensión
Preventiva en los casos de no responsabilidad de los Miembros;
VI. Resolver los Procedimientos de Separación
Definitiva y de Responsabilidad Administrativa; aprobando y modificando en su caso, los proyectos de Resolución que
se le presenten; VII. Autorizar al Secretario Técnico para que en
su nombre y en representación de la Comis ión, desahogue
y suscriba las actuaciones y diligencias de los Procedimientos de Separación Definitiva y Responsabil idad
Administrativa; VIII. Analizar la excusa planteada por alguno
de sus integrantes para conocer determinado
procedimiento disciplinario y resolver su procedencia; IX. Solicitar a las autoridades Federales,
Estatales y Municipales, en el ámbito de su competencia, la información o documentación que obre en su poder y
que sea necesaria para el ejercicio de sus funciones; X. Proponer las reformas necesarias a los
procedimientos jurídicos que regulan el Régimen
Disciplinario; XI. Dictar las medidas necesarias para el
despacho pronto y expedito de los asuntos de su competencia;
XII. Dictar los acuerdos de radicación y, en su
caso, de inicio del procedimiento, con el acuerdo que dicte Sindicatura, mediante el acta administrativa o el
instrumento correspondiente en el que consten los hechos que presuman la responsabilidad administrativa, y;
Artículo 19.- Atribuciones del Presidente:
I. Presidir las sesiones de la Comisión; II. Participar en las sesiones, acuerdos y
resoluciones de la Comisión, con voz y voto, teniendo en caso de empate el voto de calidad;
III. Conocer y despachar la correspondencia de
la Comisión; IV. Representar a la Comisión, ante todo tipo
de autoridades pudiendo delegar dicha representación por acuerdo de la misma;
V. Convocar a sesiones ordinarias o
extraordinarias, por conducto del Secretario Técnico de la Comisión;
VI. Declarar instaladas o clausuradas las sesiones de la Comisión;
VII. Nombrar y remover libremente al
Secretario Técnico de la Comisión; VIII. Tomar la protesta al Secretario Técnico y
Vocales; IX. Dirigir los debates y conservar el orden
durante las sesiones; X. Autorizar y firmar con el Secretario Técnico,
las actas de la Comisión, en las que se harán constar las
deliberaciones, acuerdos y resoluciones que se tomen; XI. Autorizar y emitir el acuerdo de Inicio de
los Procedimientos del Régimen Disciplinario o del Servicio Profesional de Carrera Policial;
XII. Firmar las Resoluciones que emita la
Comisión; Artículo 20.- Son atribuciones del Secretario
Técnico:
I. Colaborar y notificar a los demás
integrantes, el calendario de sesiones, así como convocatorias;
II. Citar oportunamente a sesiones ordinarias y extraordinarias, a convocatoria del Presidente, debiéndose citar con un lapso de 48 horas de anticipación y en forma
inmediata, respectivamente; III. Solicitar autorización al Presidente para el
inicio de la sesión y dar lectura al orden del día; IV. Realizar el pase de lista de los integrantes
de la Comisión, así como dar cuenta del número de
expedientes a conocer de cada sesión y proponer el orden del día;
V. Verificar y declarar la existencia del quórum legal;
VI. Levantar el acta de las sesiones;
VII. Certificar, dar fe y autorizar los actos y resoluciones que emita la Comisión;
VIII. Recibir y llevar el control de las votaciones de los integrantes en las sesiones de la
Comisión y notificar a la misma el resultado del sufragio, en los términos del presente Reglamento;
IX. Declarar al término de cada sesión de la
Comisión, los resultados de la misma; X. Tramitar y sustanciar los procedimientos que
se sigan ante la Comisión; XI. Presentar a la Comisión los asuntos que se
deban de resolver;
XII. Realizar la certificación de copias de los expedientes que sean sometidos a consideración de la
Comisión, así como de los documentos que contengan los acuerdos y resoluciones del mismo;
XIII. Dar fe con su firma de las actuaciones que
se deriven de la substanciación de los procedimientos de Separación Definitiva y de Responsabilidad
Administrativa; XIV. Elaborar los proyectos de resolución que
serán sometidos a consideración de la Comisión;
Artículo 23.- La Comisión sesionara ordinariamente cuando menos una vez al mes y de manera
extraordinaria las veces que sean necesarias. Artículo 24.- El quórum legal de las sesiones
será del cincuenta por ciento más uno de sus integrantes,
quienes contaran con voz y voto. Las decisiones se tomarán por mayoría de votos de los miembros presentes,
teniendo el Presidente o en caso de su ausencia, quien lo supla, voto de calidad en caso de empate.
Cuando no se integre el quórum, se citará
mediante una segunda convocatoria que se expida, la sesión podrá celebrarse válidamente a partir de las
veinticuatro horas siguientes, con las personas que concurran a la misma, las decisiones y acuerdos se
tomaran con la mayoría de los integrantes que se encuentren presentes; ninguna decisión será válida si no se encuentra presente el Presidente o quien lo supla en su
ausencia. Artículo 25.- La votación de los integrantes de
la comisión se realizará en forma secreta, mediante boletas, en los procedimientos relativos al Régimen Disciplinario y en aquellos casos que así lo determine la
Comisión. Artículo 26.- La Convocatoria para las sesiones
ordinarias, deberán notificarse personalmente a los integrantes de la Comisión, por escrito, correo electrónico
o por cualquier otro medio, dejando constancia del mismo
y del resultado de la notificación, por lo menos con cuarenta y ocho horas de anticipación a la fecha fijada
para su celebración y debiendo especificar el lugar, fecha y hora en que tendrá verificativo la sesión, así como los asuntos a tratar.
Artículo 27.- La Convocatoria para sesiones extraordinarias deberá notificarse a los integrantes de la
comisión en forma inmediata y por cualquiera de los medios a que se refiere el artículo anterior.
Artículo 28.- En todas las sesiones que realice
la Comisión, se levantará acta en la que se indique día y hora de celebración, l ista de asistencia, el orden del día,
así como acuerdos que se tomen, los cuales deberán ser idénticos por número progresivo, las actas deberán acompañarse de anexos, relacionados con cuestiones
relativas a los asuntos tratados en las sesiones y ser firmadas por todos los asistentes de la sesión. Las
sesiones tendrán carácter privado. Los acuerdos y resoluciones deberán ser
firmados y rubricados por el Presidente y por el Secretario Técnico.
Artículo 29.- La Comisión sesionará en la sede
de la Secretaría, o en el lugar que sea destinado para ello por acuerdo de la misma.”
De los artículos transcritos se deduce que la
Comisión de Desarrollo Policial es la autoridad competente
para dictar el acuerdo de radicación, en los procedimientos de separación definitiva o de
responsabilidad administrativa grave, según sea el caso,
en contra de los miembros de la corporación.
Dicha autoridad es un órgano colegiado,
integrado por siete personas que ocupan cargos públicos en el Ayuntamiento y un representante del Consejo
Ciudadano de Seguridad Pública del Municipio de Tijuana, con voz pero sin voto.
Sus determinaciones son colegiadas y, para ello, el reglamento municipal invocado establece un
procedimiento que incluye la convocatoria a sesiones,
ordinarias y extraordinarias, notificaciones personales a
sus miembros, quórum para sesionar, mayoría en la toma
de decisiones, el levantamiento de actas circunstanciadas
de las sesiones, suscritas por todos sus asistentes, lista de asistencia y orden del día, entre otros elementos.
Por acuerdo del veintinueve de julio de dos mil once la Secretaria Técnica, asistida de la Jefa de la
Unidad de Apoyo, dictó el acuerdo de radicación con
motivo de la investigación administrativa *********, remitida por la Síndica Procuradora del Ayuntamiento de
Tijuana, ordenando se practicaran las diligencias
necesarias, se allegaran medios de convicción, se ejecutaran y desahogaran audiencias y se emitiera el
acuerdo de inicio del procedimiento de separación
definitiva.
Tal documental pública es visible a fojas 185 y
186 de autos, dentro del expediente administrativo
********* allegado al juicio, y adquiere valor probatorio pleno en términos de lo dispuesto por los artículos 322,
fracción V, 323 y 405 del Código de Procedimientos
Civiles del Estado, de aplicación supletoria en el caso.
Como ya se dijo, el reglamento municipal
concede a la Comisión de Desarrollo Policial la facultad de autorizar al Secretario Técnico para que, en su nombre y
representación, desahogue y suscriba las actuaciones y
diligencias de los Procedimientos de Separación Definitiva y Responsabilidad Administrativa, según sea el caso,
(artículo 18, apartado A, fracción VII), lo que implica que
no es contrario a derecho que sea dicha autoridad quien dicte el acuerdo de radicación referido.
Sin embargo, es menester precisar que dicha facultad debe interpretarse en concordancia con el resto
del reglamento, concretamente, con los artículos 6,
fracción VI, 107, 109, 153 y 155 de la Ley de Seguridad Pública del Estado y 18, 24 y 28 del Reglamento del
Servicio de Seguridad Pública para el Municipio de
Tijuana, ya transcritos líneas atrás.
Tales numerales establecen que la autoridad
competente para conocer y resolver de los procedimientos del régimen disciplinario será una instancia colegiada , que
se encuentra regulada en la norma reglamentaria
invocada, por tanto, la emisión del acuerdo de radicación por parte de la Secretaria Técnica debe encontrar su
justificación en una decisión tomada por la Comisión de
Desarrollo Policial.
Lo anterior, toma particular relevancia debido a
que, como órgano colegiado, la decisión de la Comisión de Desarrollo Policial debe reunir tres elementos para que se
materialice su voluntad, a saber: competencia, forma y
voluntad humana; en cuanto al segundo de los elementos
propuestos, para el órgano colegiado la formación de la
voluntad se desarrolla a través de varias etapas:
1) Convocatoria.
2) Reunión del cuerpo en el día y hora indicada.
3) Quórum. Deben estar presentes un número determinado de sus miembros, la mitad más uno de los
componentes del órgano. 4) Deliberación sobre los asuntos del orden del
día.
5) La resolución debe adoptarse de acuerdo a la mayoría de los presentes.
En esos términos se encuentra dispuesto en los
artículos 23 a 29 el reglamento municipal a que se hace
referencia.
Cabe destacar, que el actor en su séptimo
motivo de inconformidad, manifestó: “Ahora bien, conforma al referido artículo 18 fracción
VII puede la COMISIÓN autorizar al Secretario Técnico para que a
su nombre y en representación desahogue y suscriba las actuaciones y dil igencias de los procedimientos de separación
definitiva y responsabil idad administrativa, lo que no sucede en la especie.
De conformidad con el reglamento de referencia su la
(sic) Secretaria Técnica no cuenta con atribución para desahogar ni suscribir muto propio actuaciones y diligencias dentro del
procedimiento de responsabilidad o de separación definitiva.”
De lo anterior, se aprecia que el actor alegó en su demanda que no existió la autorización de la Comisión
demandada para que la Secretaria Técnica dictara el
acuerdo de radicación que analizó la Sala, y estimó que en consecuencia, no contaba con facultades para hacerlo.
Por lo tanto, aun cuando el referido artículo 18, apartado A, fracción VII, del Reglamento, vigente en el
momento de la sustanciación del procedimiento,
contempla la facultad de la Comisión de autorizar al Secretario Técnico para que en su representación dicte,
desahogue y suscriba actuaciones y diligencias relativas,
la autoridad no acredita la existencia de tal autorización, lo que implica que, como lo resolvió la Sala, la Secretaria
Técnica no contaba con facultades para dictar el acuerdo
de radicación en análisis.
La Secretaria Técnica de la Comisión al dictar el
acuerdo de radicación ( fojas 185 a 186) no sustentó su emisión en determinación alguna de la Comisión, en su
calidad de órgano colegiado.
Por otra parte, si bien es cierto que de las
normas invocadas no se deduce la obligación de la
autoridad de precisar en el acuerdo de radicación el contenido del acta de sesión en donde se determinó su
emisión (art ículos 155 de la ley y 61 del reglamento), cierto es
también que, cuando el particular niega la existencia de la autorización de la Comisión al Secretario Técnico para que
dicte dicho acuerdo, corresponde a la demandada la carga
de demostrar que el acuerdo de radicación suscrito por la Secretaria Técnica derivó de la decisión adoptada por la
Comisión, siguiendo las formalidades que el reglamento
establece para la formación de la voluntad de ese órgano colegiado.
Lo anterior en términos de lo dispuesto por los artículos 277 y 278 del código civil adjetivo, aplicado
supletoriamente en la materia, con el fin de demostrar la
legalidad del acuerdo de radicación que dio origen al
procedimiento que concluyó con la resolución impugnada.
Es aplicable al respecto, por las razones que la
integran, la jurisprudencia I.70.A.J/45 del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer
Circuito, publicada en la página 2364, Tomo XXIX, del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, correspondiente al mes de enero de dos mil nueve,
Novena, la cual, para mayor claridad, se transcribe: CARGA DE LA PRUEBA EN EL JUICIO DE NULIDAD. CORRESPONDE A LA AUTORIDAD CUANDO LOS DOCUMENTOS QUE CONTENGAN LAS AFIRMACIONES SOBRE LA ILEGALIDAD DE
SUS ACTUACIONES OBREN EN LOS EXPEDIENTES
ADMINISTRATIVOS QUE AQUÉLLA CONSERVA EN CUSTODIA. El
artículo 81 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria al juicio de nulidad, establece que
el actor está obligado a probar los hechos constitutivos de su acción. Sin embargo, en el ámbito del derecho administrativo opera un principio de excepc ión que obliga
a la autoridad a desvirtuar, inclusive, las afirmaciones sobre la ilegalidad de sus actuaciones que no estén
debidamente acreditadas mediante el acompañamiento en autos de los documentos que las contengan, cuando éstos obren en los expedientes administrativos que aquélla
conserva en custodia.
En el caso, la autoridad demandada exhibió
copia certificada del expediente formado con motivo del procedimiento de separación definitiva instruido en contra
del actor, sin embargo, del análisis realizado a las
constancias que lo integran, no se advierte que se encuentren agregadas constancias del acta de sesión de la
Comisión de Desarrollo Policial en la que se acordó dictar
el acuerdo de radicación.
Asimismo, tampoco se exhibió por vía de prueba
en el presente juicio el acta de sesión referida, lo cual, como ya se precisó, era carga de la autoridad, a fin de
demostrar la legalidad del acuerdo de radicación suscrito
por la Secretaria Técnica y el Jefe de la Unidad de Apoyo de la comisión que le fue noti ficado al actor.
Es por lo anterior, que el agravio en estudio resulta infundado.
SEXTO.- En su segundo agravio, la autoridad recurrente alega lo siguiente.
Que se violenta en su perjuicio el artículo 96 del Reglamento del Servicio de Seguridad Pública para el
Municipio de Tijuana, y los artículos 1 y 123, apartado B, fracción XIII, de la Constitución Federal, al condenarla a
pagar al actor prestaciones económicas que no forman
parte de la indemnización prevista en la ley.
Que las consecuencias de la nulidad decretada
en el presente juicio, sólo pueden tener como efectos el
obligarla a pagar al actor la indemnización de ley, pero no las prestaciones económicas que dejó de percibir desde el
día siguiente a la fecha en que fue notificado por estrados
de la suspensión preventiva del cargo y hasta la fecha en que se realice el pago, y que con ello se contraviene lo
dispuesto en el artículo 96 mencionado.
Que la Sala incurrió en un esquema procesal
paternalista, alterando el equilibro procesal en su
perjuicio, al conceder al actor prestaciones económicas adicionales a las previstas en el Reglamento del Servicio
de Seguridad Pública del Municipio de Tijuana.
Para apoyar su dicho, cita la jurisprudencia
2a./J. 160/2013 (10a.) de rubro “TRABAJADORES DE
CONFIANZA AL SERVICIO DEL ESTADO. AL CARECER DEL DERECHO A LA ESTABILIDAD EN EL EMPLEO, SU REMOCIÓN ORDENADA POR QUIEN CARECE DE FACULTADES PARA DECRETARLA, NO TIENE
COMO CONSECUENCIA QUE SE DECLARE PROCEDENTE EL PAGO DE SALARIOS CAÍDOS (LEGISLACIONES DE LOS ESTADOS DE BAJA
CALIFORNIA Y GUANAJUATO).”
Que la Sala valoró equivocadamente los medios
de prueba aportados a juicio, al no analizar concatenada y sistemáticamente las constancias que integran el
expediente administrativo *********, con el que se acredita
el acto impugnado es ajustado a derecho.
Que el artículo 1 de la Constitución Federal
establece que los derechos humanos y las garantías reconocidas por la Constitución y los Tratados
Internacionales de los que el Estado Mexicano es parte,
pueden restringirse en los casos y bajo las condiciones que la propia Constitución señala, y en el caso resulta
aplicable el régimen legal al que se encuentran sujetos los
miembros de las instituciones policiales, quienes rigen su actuación y procedimientos a través de sus propias leyes
y reglas.
Que el artículo 123, apartado B, fracción XIII, de
la Constitución Federal, dispone que los elementos
policiales son sujetos de sus propios ordenamientos que regulan el desempeño policial y norman su régimen legal
disciplinario y, por tanto, se encuentran obligados al
cumplimiento de la Ley de Seguridad Pública del Estado y del Reglamento del Servicio de Seguridad Pública para el
Municipio de Tijuana.
Que es la propia Constitución Federal la que con
carácter de restricción, establece el régimen específico
que regula a los miembros de las instituciones policiales, y que la Sala, en su carácter de órgano encargado del
control de legalidad de los actos administrativos, se
encontraba impedida para sustraer al actor del régimen
constitucional que lo regula.
Que la Sala no puede dejar de aplicar a los
miembros de las instituciones policiales el régimen
jurídico al que se encuentran sujetos.
Que la equívoca condena de la Sala, en relación
a las prestaciones que dejó de percibir el actor desde que fue suspendido hasta la fecha de su pago, tiene como
consecuencia revocar la sentencia recurrida y en su lugar
confirmar la validez de la resolución impugnada.
El agravio reseñado es inoperante.
La Sala en su sentencia declaró la nulidad de la
resolución y condenó a la demandada al pago de la
indemnización prevista en el artículo 181, párrafo tercero, de la Ley de Seguridad Pública, así como de las demás
prestaciones a que el actor tenga derecho.
El fallo consideró que tales prestaciones incluyen
la remuneración diaria ordinaria, beneficios, recompensas,
estipendios, asignaciones, gratificaciones, premios, retribuciones, subvenciones, haberes, compensaciones,
dietas y cualquier otro concepto que percibía el actor por
sus servicios, desde el día siguiente a la fecha en que fue notificado de la suspensión del cargo, hasta el día en que
se realice dicho pago.
La Sala sustentó la anterior determinación en los
siguientes términos:
“Ahora bien por cuanto al pago de la indemnización y
demás prestaciones a que el elemento policial tiene derecho es de señalarse que existe jurisprudencia al respecto emanada de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia; misma que obliga a
este órgano resolutor en términos de los artículos 192 y 193, ambos de la Ley de Amparo reglamentaria de los artículos 103 y
107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. SEGURIDAD PÚBLICA. INTERPRETACIÓN DEL ENUNCIADO "Y DEMÁS PRESTACIONES A QUE TENGA DERECHO", CONTENIDO EN EL
ARTÍCULO 123, APARTADO B, FRACCIÓN XIII, SEGUNDO PÁRRAFO, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS, VIGENTE A PARTIR DE LA REFORMA PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 18 DE JUNIO DE 2008. El
citado precepto prevé que si la autoridad jurisdiccional resuelve que es injustificada la separación, remoción, baja, cese o cualquier otra forma de terminación del servicio de los miembros de
instituciones policiales de la Federación, el Distrito Federal, los Estados y los Municipios, el Estado sólo estará obligado a pagar la
indemnización y demás prestaciones a que tenga derecho, sin que en ningún caso proceda su reincorporación al servicio. Ahora bien, en el proceso legislativo correspondiente no se precisaron las
razones para incorporar el enunciado "y demás prestaciones a que tenga derecho"; por lo cual, para desentrañar su sentido jurídico,
debe considerarse que tiene como antecedente un imperativo categórico: la imposibilidad absoluta de reincorporar a un elemento
de los cuerpos de seguridad pública, aun cuando la autoridad
jurisdiccional haya resuelto que es injustificada su separación; por tanto, la actualización de ese supuesto implica, como consecuencia
lógica y jurídica, la obligación de resarcir al servidor público mediante el pago de una "indemnización" y "demás prestaciones a que tenga derecho". Así las cosas, como esa fue la intención del
Constituyente Permanente, el enunciado normativo "y demás prestaciones a que tenga derecho" forma parte de la obligación
resarcitoria del Estado y debe interpretarse como el deber de pagar la remuneración diaria ordinaria, así como los beneficios, recompensas, estipendios, asignaciones, gratificaciones, premios,
retribuciones, subvenciones, haberes, dietas, compensaciones o cualquier otro concepto que percibía el servidor públi co por la
prestación de sus servicios, desde que se concretó su separación, remoción, baja, cese o cualquier otra forma de terminación del servicio y hasta que se realice el pago correspondiente. Lo anterior
es así, porque si bien es cierto que la reforma constitucional privilegió el interés general de la seguridad pública sobre el interés
particular, debido a que a la sociedad le interesa contar con instituciones policiales honestas, profesionales, competentes,
eficientes y eficaces, también lo es que la prosecución de ese fin constitucional no debe estar secundada por violación a los derechos de las personas, ni ha de llevarse al extremo de permitir
que las entidades policiales cometan actos i legales en perjuicio de los derechos de los servidores públicos, sin la correspondiente
responsabil idad administrativa del Estado.”
De la anterior transcripción se advierte que la
Sala determinó los efectos de la nulidad decretada en el
juicio, en términos de la jurisprudencia 2a./J. 110/2012 (10a.) de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, por considerar que dicha tesis le resultaba
obligatoria, con fundamento en los artículos 192 y 193 de la Ley de Amparo reglamentaria de los artículos 103 y 107
de la Constitución Federal.
Las anteriores consideraciones no fueron
controvertidas por la recurrente, por lo que quedan firmes
y continúan rigiendo la resolución impugnada, lo que trae como consecuencia que los agravios planteados resulten
inoperantes.
Sirve de apoyo a lo anterior, la jurisprudencia
1ª./J.19/2012 de la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, consultable en la página 731, Libro XIII, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
correspondiente al mes de octubre de dos mil doce,
Décima Época, cuyo rubro y texto dicen.
AGRAVIOS INOPERANTES. SON AQUELLOS QUE NO COMBATEN TODAS LAS CONSIDERACIONES
CONTENIDAS EN LA SENTENCIA RECURRIDA. Ha sido criterio reiterado de esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación, que los agravios son inoperantes cuando no se combaten todas y cada una de las consideraciones contenidas en la sentencia recurrida. Ahora bien, desde la
anterior Tercera Sala, en su tesis jurisprudencial número 13/90, se sustentó el criterio de que cuando el tribunal de
amparo no ciñe su estudio a los conceptos de violación esgrimidos en la demanda, sino que lo amplía en relación a
los problemas debatidos, tal actuación no causa ningún
agravio al quejoso, ni el juzgador de amparo incurre en irregularidad alguna, sino por el contrario, actúa
debidamente al buscar una mejor y más profunda comprensión del problema a dilucidar y la solución más fundada y acertada a las pretensiones aduc idas. Por tanto,
resulta claro que el recurrente está obligado a impugnar todas y cada una de las consideraciones sustentadas por el
tribunal de amparo aun cuando éstas no se ajusten estrictamente a los argumentos esgrimidos como conceptos de violación en el escrito de demanda de amparo.
Asimismo resulta aplicable la jurisprudencia 1a./J. 14/97 de la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, consultable en la página 21, Tomo
V, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, correspondiente al mes de abril de mil
novecientos noventa y siete, cuyo rubro y texto dicen.
AGRAVIOS INOPERANTES. INNECESARIO SU ANÁLISIS
CUANDO EXISTE JURISPRUDENCIA. Resulta innecesario realizar las consideraciones que sustenten la inoperancia de los agravios hechos valer, si existe jurisprudencia
aplicable, ya que, en todo caso, con la aplicación de dicha tesis se da respuesta en forma integral al tema de fondo
planteado.
Por otra parte, también resulta infundado el argumento de que la Sala valoró equívocamente los
elementos de pruebas aportados a juicio, al considerar
que se omitió valorar el expediente administrativo *********, ya que a foja 1010 se aprecia que la Sala valoró
dicho expediente, otorgándole valor probatorio pleno, de
conformidad con lo previsto en los artículos 322, fracción V y 405, del Código de Procedimientos Civiles, de
aplicación supletoria, según los numerales 30, tercer
párrafo y 79 de la ley que rige a este Tribunal.
Además, el expediente administrativo fue
analizado y tomado en cuenta en la sentencia recurrida, tan es así que fue a partir de ese instrumento que se
definió la litis en el juicio, ya que es en éste donde obran
las constancias con las que la Sala tuvo por acreditadas las violaciones sufridas por el actor.
SÉPTIMO.- Es procedente abordar los agravios
planteados por el actor en el orden en que los presenta.
AGRAVIOS PRIMERO Y SEGUNDO
Que al no condenar a la reinstalación del cargo, no obstante haberse declarado la nulidad de la remoción, la Sala
violó:
Primero.- Los derechos humanos de igualdad y de no
discriminación, consagrados en los artículos 1º de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, 1 y 2 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, 2 y 3 del Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 2, 3, 14.1 y 26 del
Pacto Internacional de los Derechos Civiles Políticos, 1 y 24 de la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José
de Costa Rica).
Segundo.- El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva
y/o derecho a la justicia completa, establecido en los artículos 17
de la Constitución Política de nuestro País, 8 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y 25 de la Convención Americana
Sobre Derechos Humanos, y el derecho a la verdadera reparación
del daño como lo establecen los artículos 9.5 de la Declaración Sobre el Derecho y el Deber de los Individuos, los Grupos y las
Instituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las
Libertades Fundamentales Universalmente Reconocidos, y 9.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, al no restituirse
las cosas al estado que guardaban antes de la violación y que la
indemnización en modo alguno repara la violación.
Estos agravios se estudiarán en conjunto.
Son inatendibles e inoperantes, por las siguientes
razones:
La prohibición de reinstalar constituye una restricción de
naturaleza constitucional, prevista en el artículo 123, según lo
interpretó la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis 2a./J. 103/20101, con número de registro
164225, de rubro y texto siguientes: “SEGURIDAD PÚBLICA. LA PROHIBICIÓN DE REINSTALAR EN SU
CARGO A LOS MIEMBROS DE LAS INSTITUCIONES POLICIALES,
PREVISTA POR EL ARTÍCULO 123, APARTADO B, FRACCIÓN XIII, DE
LA CONSTITUCIÓN GENERAL DE LA REPÚBLICA, REFORMADO
MEDIANTE DECRETO PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA
FEDERACIÓN EL 18 DE JUNIO DE 2008, ES APLICABLE EN TODOS
LOS CASOS, INDEPENDIENTEMENTE DE LA RAZÓN QUE MOTIVÓ EL
CESE. Del citado precepto constitucional se advierte que los miembros de
las instituciones policiales podrán ser separados de sus cargos si no
cumplen con los requisitos de permanencia o si incurren en responsabilidad,
con la expresa previsión de que si la autoridad resolviere que la separación,
remoción, baja, cese o cualquier otra forma de terminación del servicio fue
injustificada, el Estado sólo está obligado a pagar la indemnización y demás
prestaciones a que tengan derecho, sin que en ningún caso proceda su
reincorporación, cualquiera que sea el resultado del juicio o medio de
defensa que se hubiere promovido. De lo anterior se sigue que a partir de
la aludida reforma la prohibición de reincorporación es absoluta, lo que se
corrobora con el análisis del proceso relativo del que deriva que el
Constituyente Permanente privilegió el interés general por el combate a la
corrupción y la seguridad por encima de la afectación que pudiere sufrir el
agraviado la que, en su caso, se compensaría con el pago de la
indemnización respectiva, por lo que independientemente de la razón del
cese tiene preferencia la decisión del Constituyente de impedir que los
miembros de las corporaciones policiacas que hubiesen causado baja se
reincorporen al servicio.”
Por otra parte la misma Segunda Sala sostuvo que son inatendibles los agravios que proponen que un precepto de la
1 Consultable en la página 310, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXXII,
correspondiente al mes de julio de dos mil diez.
constitución federal es violatorio de otro, como lo pretende el
actor. Lo anterior en la tesis 2a. CXIV/20032 con número de
registro 183162.
AGRAVIOS INATENDIBLES. SON LOS QUE PROPONEN QUE UN
PRECEPTO DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL ES VIOLATORIO DE
OTRO. Son inatendibles los agravios en los que se argumenta que la
fracción XIV del artículo 123, apartado B, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, que proscribe la estabilidad en el empleo de los
servidores públicos de confianza, viola la garantía de audiencia que tutela el
artículo 14 de la propia Constitución. Ello es así porque una norma
constitucional no puede ser violatoria de otra, pues implica contraponer dos
preceptos constitucionales, lo que es jurídicamente inaceptable, pues
ambos tienen igual jerarquía.
La razón subyacente de la tesis anterior estriba en el
criterio de que el control de la constitucionalidad no puede realizarse respecto de los preceptos de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos. Lo anterior fue sostenido por la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia 2a./J. 3/2014 (10a.)3 con número de registro
2005466, de siguiente inserción.
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD. NO PUEDE REALIZARSE
RESPECTO DE LOS PRECEPTOS DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. Los indicados preceptos no pueden
ser sometidos a un análisis de regularidad constitucional a través del juicio
de amparo, ni a un control difuso de constitucionalidad mediante alguno de
los recursos establecidos en la Ley de Amparo, pues las normas que
componen la Constitución General de la República constituyen la fuente de
todo el ordenamiento jurídico y deben considerarse como mandatos
inmunes a cualquier tipo de control jurisdiccional. Además, porque ni en la
Carta Magna ni en la ley citada se establece que, a través del juicio de
amparo, aquélla pueda sujetarse a control constitucional, sino únicamente
las normas generales, actos u omisiones de la autoridad que violen los
derechos humanos reconocidos y las garantías establecidas para su
protección por la propia Constitución, así como por los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte; sin que en el
concepto "normas de carácter general" puedan entenderse incluidos los
preceptos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues
ésta es la Ley Suprema que da fundamento normativo al juicio de amparo;
y aun cuando se aceptara que, en sentido lato, es una norma general, lo
cierto es que no es posible, desde el punto de vista formal, considerar que
viola derechos humanos, pues ello implicaría que la Norma Fundamental no
es tal, en la medida en que el sistema de control constitucional que
establece es capaz de invalidar su propio contenido, aunado a que no es
jurídicamente admisible desarticular la interdependencia de las normas
constitucionales, negando el principio de unidad de la Constitución.
La misma Segunda Sala sostuvo en la jurisprudencia 2a./J. 119/2014 (10a.)4 con número de registro 2007932, que los
agravios son inoperantes cuando pretenden la desaplicación de
una restricción, prohibición, limitación o excepción constitucional, con apoyo en una disposición de carácter convencional como es la
pretensión del actor.
AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON AQUELLOS QUE PRETENDEN LA
DESAPLICACIÓN DE UNA RESTRICCIÓN, PROHIBICIÓN,
2 Consultable en la página 51 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XVIII,
correspondiente al mes de octubre de dos mil tres 3 Consultable en la página 938 de la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 3, Tomo II,
correspondiente al mes de febrero de dos mil catorce. 4 Consultable en la página 768 de la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 12, Tomo I,
correspondiente al mes de noviembre de dos mil catorce.
LIMITACIÓN O EXCEPCIÓN CONSTITUCIONAL, CON APOYO EN UNA
DISPOSICIÓN DE CARÁCTER CONVENCIONAL. El Tribunal Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que los derechos
humanos previstos en los tratados internacionales se encuentran al mismo
nivel que los reconocidos en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, conformando un mismo catálogo sin hacer referencia a una
cuestión jerárquica; pero que cuando se esté en presencia de una
restricción, prohibición, limitación o excepción constitucional, prevalece o
tiene aplicación directa el texto de la Ley Fundamental frente a cualquier
norma de carácter internacional. En ese tenor, los agravios en los que se
pretenda la desaplicación de una restricción, prohibición, limitación o
excepción constitucional con apoyo en una disposición de carácter
convencional resultan inoperantes, al tratarse aquéllas de una expresión del
Constituyente que prevalece, en todo caso y condición, frente a cualquier
otra norma derivada, con independencia de que ésta tenga el mismo nivel
que la Constitución Federal.
AGRAVIO TERCERO
La Sala resolvió que no procede la reinstalación de un
elemento policial en su cargo, porque ese derecho fue suprimido en
nuestro marco constitucional y que no es una opción para la autoridad reinstalar, que ésta debe concretarse a indemnizar. El agravio
expresado por el actor consiste en que esta interpretación no es acorde con el artículo 123 constitucional, apartado B, fracción XIII, que otorga
a las autoridades estatales la prerrogativa de apreciar si es conveniente reinstalar o indemnizar al elemento removido ilegalmente, con lo que se
protege el equilibrio entre la carrera policial y los mecanismos eficientes de depuración.
El agravio es fundado. El actor no tiene un derecho subjetivo a
la reincorporación, por lo que los tribunales no pueden condenar a la autoridad a la reincorporación, pero la autoridad puede elegir entre el
pago de una indemnización o la reincorporación. Es decir, a la autoridad la reincorporación no le está mandada ni prohibida sino permitida.
La Ley del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de Baja California (en lo sucesivo LTCABC) en su artículo 84, penúltimo
y último párrafo relativo a la Sentencia establece: “La resolución que decrete injustificada la separación, remoción, baja, cese o
cualquier otra forma de terminación del servicio de un Miembro de las Instituciones Policiales, la autoridad responsable sólo estará obligada a pagar la indemnización y demás prestaciones a que tenga derecho el afectado.
En ningún caso procede la reincorporación al servicio, cualesquiera que sea el
resultado del juicio o medio de defensa que se hubiere promovido”.
El artículo 123, fracción apartado B, fracción XIII, segundo
párrafo, prescribe: “Si la autoridad jurisdiccional resolviere que la separación, remoción, baja,
cese o cualquier otra forma de terminación del servicio fue injustificada, el Estado sólo estará obligado a pagar la indemnización y demás prestaciones a que tenga derecho, sin que en ningún caso proceda su reincorporación al servicio, cualquiera que sea el resultado del juicio o medio de defensa que se hubiere promovido:”
CUESTIONES A RESOLVER
El problema jurídico a resolver es si la autoridad administrativa
tiene la opción de reinstalar a un miembro de las instituciones policiales que obtuvo una resolución favorable o bien, si tiene una prohibición.
Para determinar lo anterior resulta necesario definir las
siguientes cuestiones.
¿Existe jurisprudencia que resuelva el problema
jurídico antes planteado?
¿Puede la jurisprudencia 2a./J. 103/2010 aplicarse al
caso, aun cuando no resuelva el problema jurídico planteado?
¿Resultaría constitucional interpretarlo como una opción de la autoridad administrativa de reincorporar y
no una prohibición absoluta conforme a una
interpretación sistemática y teleológica de la Constitución?
A partir de lo anterior, resulta importante preguntarse:
I. ¿Existe jurisprudencia específicamente sobre el
problema jurídico relativo a si es una opción para la autoridad
reinstalar?
¿Resolvió el problema jurídico planteado la tesis 2a./J. 103/2010 de rubro “SEGURIDAD PÚBLICA. LA PROHIBICIÓN DE REINSTALAR EN
SU CARGO A LOS MIEMBROS DE LAS INSTITUCIONES POLICIALES, PREVISTA POR EL
ARTÍCULO 123, APARTADO B, FRACCIÓN XIII, DE LA CONSTITUCIÓN GENERAL DE LA
REPÚBLICA, REFORMADO MEDIANTE DECRETO PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE
LA FEDERACIÓN EL 18 DE JUNIO DE 2008, ES APLICABLE EN TODOS LOS CASOS,
INDEPENDIENTEMENTE DE LA RAZÓN QUE MOTIVÓ EL CESE”5?
¿Puede la jurisprudencia 2a./J. 103/2010 aplicarse al caso, aun cuando no resuelva el problema jurídico planteado?
En relación con la pregunta de si existe jurisprudencia específicamente sobre el problema jurídico relativo a si es una opción
para la autoridad reinstalar, tenemos que no existe jurisprudencia.
La mencionada tesis 2a./J. 103/2010, resolvió un problema
jurídico diferente. En esta Contradicción de Tesis, el problema jurídico dilucidado por la segunda Sala de la SCJN, conforme al resolutivo sexto,
consistió: “en determinar si la prohibición establecida en el artículo 123, apartado B, fracción
XIII de la Constitución General de reinstalar en su cargo a los miembros de las instituciones policiales que hayan sido cesados, es aplicable en todos los casos (con independencia de la razón que hubiese motivado el cese) o únicamente cuando tal cese se deba a que se incurrió en
responsabilidad administrativa o se incumplieron con los requisitos de permanencia establecidos en las leyes correspondientes.”
En consecuencia, este precedente no resuelve el problema
jurídico que nos ocupa ya que el mismo no fue materia de la
contradicción de origen, al no sostener, ninguno de los Tribunales Colegiados de Circuito, el criterio de que la reinstalación es opcional
para la autoridad. La jurisprudencia se elaboró conforme al Acuerdo Número
5/2003, del Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de veinticinco de marzo de dos mil tres, relativo a las Reglas para la
elaboración, envío y publicación de las tesis que emiten los órganos del Poder Judicial de la Federación, y para la verificación de la existencia y
aplicabilidad de la jurisprudencia emitida por la Suprema Corte, la tesis es la expresión por escrito, en forma abstracta, de un criterio jurídico
establecido al resolver un caso concreto. En consecuencia, la tesis no es
52a./J. 103/2010 de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
un extracto, una síntesis o un resumen de la sentencia; Título Segundo
1. Este criterio jurídico deriva en su integridad de la parte
considerativa fundamental de la resolución correspondiente y no debe
contener aspectos que, aún cuando se hayan tenido en cuenta en la discusión del asunto, no forman parte de aquella.
Se entenderá por parte considerativa fundamental, la
concerniente al planteamiento del problema o problemas tratados y las razones de su solución. Título Segundo, Capítulo Segundo 1. Es decir, la
parte considerativa fundamental contiene dos elementos inseparables: el problema y las razones de su solución.
Respecto del vocablo problema el Diccionario de la Real
Academia Española señala, como una de sus acepciones: “1.m. cuestión que
se trata de aclarar”, igualmente, señala que el vocablo cuestión significa,
entre otras, “1.f. pregunta que se hace con intención dialéctica para averiguar la verdad”, consecuentemente, un problema es una pregunta.
Por lo concerniente al segundo elemento de una tesis: “las
razones de la solución del problema planteado”, éstas, necesariamente variarán dependiendo del problema o pregunta. Diferentes preguntas se
contestarán con diferentes razones, o razonamientos. Y, lógicamente, razones aducidas frente a preguntas diversas generarán soluciones
diversas. Es decir, criterios o tesis diversas.
Por consiguiente, como lo sostiene el Ministro Carlos de Silva Nava:
“Dos tesis jurisprudenciales pueden tener un contenido normativo distinto sin
ser, por ello, necesariamente contradictorias entre sí; no lo serán si las resoluciones jurisdiccionales en que se sustentan obedecen a planteamientos jurídicos distintos, en relación con distintos hechos que dieron origen a resoluciones distintas que, a su vez, establecen las tesis jurisprudenciales distintas”.6
La Primera Sala de la SCJN en la jurisprudencia 1a./J. 22/2010,7 estableció los requisitos para la existencia de una
contradicción de tesis.
CONTRADICCIÓN DE TESIS ENTRE TRIBUNALES COLEGIADOS DE
CIRCUITO. CONDICIONES PARA SU EXISTENCIA. Si se toma en cuenta
que la finalidad última de la contradicción de tesis es resolver los diferendos
interpretativos que puedan surgir entre dos o más tribunales colegiados de
circuito, en aras de la seguridad jurídica, independientemente de que las
cuestiones fácticas sean exactamente iguales, puede afirmarse que para
que una contradicción de tesis exista es necesario que se cumplan las
siguientes condiciones: 1) que los tribunales contendientes hayan resuelto
alguna cuestión litigiosa en la que tuvieron que ejercer el arbitrio judicial a
través de un ejercicio interpretativo mediante la adopción de algún canon o
método, cualquiera que fuese; 2) que entre los ejercicios interpretativos
respectivos se encuentre al menos un razonamiento en el que la
diferente interpretación ejercida gire en torno a un mismo tipo de
problema jurídico, ya sea el sentido gramatical de una norma, el alcance
de un principio, la finalidad de una determinada institución o cualquier otra
cuestión jurídica en general, y 3) que lo anterior pueda dar lugar a la
formulación de una pregunta genuina acerca de si la manera de acometer la
6 Carlos de Silva Nava, La Jurisprudencia. Creación Jurisdiccional de Derecho, Página 207,
Editorial Themis, Reimpresión a la Primera Edición, 2012. 7 Consultable en la página 122 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXXI,
correspondiente al mes de mazo de dos mil diez.
cuestión jurídica es preferente con relación a cualquier otra que, como la
primera, también sea legalmente posible.
En suma, interpretando en sentido contrario la tesis anterior:
si no hay un mismo tipo de problema jurídico no hay contradicción de tesis y por tanto no hay jurisprudencia.
¿Puede la jurisprudencia 2a./J. 103/2010 aplicarse al
caso, aun cuando no resuelva el problema jurídico planteado? No. Del texto de la Jurisprudencia 2a./J. 103/2010 de la Segunda
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se advierte que ése órgano jurisdiccional determinó que la norma constitucional establece
una prohibición de reinstalar en atención a que el Constituyente Permanente privilegió el interés general por el combate a la
corrupción y la seguridad por encima de la afectación que pudiere sufrir el agraviado. Estas mismas consideraciones justifican
la interpretación del actor consistente en que la reinstalación es optativa para las autoridades administrativas. Siguiendo la razón de privilegiar
el interés general por el combate a la corrupción y la seguridad
por encima de la afectación que pudiere sufrir el agraviado, las autoridades pueden no reinstalar a los elementos que consideren
corruptos, logrando el objetivo constitucional. Además, esta interpretación resulta más favorable a la persona,
como lo impone en al artículo 1 constitucional, sin afectar el interés público.
II. ¿Es factible interpretar el artículo 84 de la LTCABC como un permiso otorgado a la autoridad para
reinstalar?
Como el texto del referido precepto de la LTCABC prácticamente coincide con el del artículo 123, fracción apartado B,
fracción XIII de la Constitución nacional y las normas ordinarias deben interpretarse de conformidad con la Ley Suprema, se procede a analizar
cómo debe interpretarse el citado precepto constitucional.
1. Interpretación de normas constitucionales
En relación con la interpretación de la Constitución, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido los siguientes criterios:
A. Que ante la oscuridad o insuficiencia de su letra debe
acudirse a los mecanismos que permitan conocer los valores o
instituciones que se pretendieron salvaguardar por el
constituyente.
B. Que al fijar el alcance de un determinado precepto de
la Constitución Nacional debe atenderse a los principios establecidos en ella, arribando a una conclusión congruente y
sistemática.
INTERPETACION DE LA CONSTITUCION. ANTE LA OSCURIDAD O
INSUFICIENCIA DE SU LETRA DEBE ACUDIRSE A LOS MECANISMOS QUE PERMITAN CONOCER LOS VALOES O INSTITUCIONES QUE SE PRETENDIERON SALVAGUARDAR POR EL CONSTITUYENTE O EL PODER REVISOR. El propio artículo 14 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos autoriza, frente a la insuficiencia u oscuridad de la letra de la ley, utilizar mecanismos de interpretación jurídica. Al desentrañar el sentido y alcance de un
mandato constitucional deben privilegiarse aquellos que permitan conocer los valores o instituciones que se quisieron salvaguardar por el
Constituyente o el Poder Revisor. Así, el método genético-teleológico
permite, al analizar la exposición de motivos de determinada iniciativa
de reforma constitucional, los dictámenes de las Comisiones del Congreso de la Unión y el propio debate, descubrir las causas que generaron determinada enmienda al Código Político, así como la finalidad de su inclusión, lo que constituye un método que puede utilizarse al analizar un artículo de la Constitución, ya que en ella se cristalizan los más altos principios y valores de la vida democrática y
republicana reconocidos en nuestro sistema jurídico.8 INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL. AL FIJAR EL ALCANCE DE UN DETERMINADO PRECEPTO DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS DEBE ATENDERSE A LOS PRINCIPIOS ESTABLECIDOS EN ELLA, ARRIBANDO A UNA
CONCLUSIÓN CONGRUENTE Y SISTEMÁTICA. En virtud de que cada uno de los preceptos contenidos en la Norma Fundamental forma parte de un sistema constitucional, al interpretarlos debe partirse por reconocer, como principio general, que el sentido que se les atribuya debe ser congruente con lo establecido en las diversas disposiciones constitucionales que integran ese sistema, lo que se justifica por el
hecho de que todos ellos se erigen en el parámetro de validez al tenor
del cual se desarrolla el orden jurídico nacional, por lo que de aceptar interpretaciones constitucionales que pudieran dar lugar a contradecir frontalmente lo establecido en otras normas de la propia Constitución, se estaría atribuyendo a la voluntad soberana la intención de provocar grave incertidumbre entre los gobernados al regirse por una Norma Fundamental que es fuente de contradicciones; sin dejar de reconocer que en ésta pueden establecerse excepciones, las cuales deben
preverse expresamente y no derivar de una interpretación que desatienda los fines del Constituyente.9
Valores o instituciones que se pretenden
salvaguardar por el Constituyente.
Artículo 123, apartado B, fracción XIII, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
La creación de un mecanismo eficiente en el combate a la
corrupción que impida la reincorporación de los elementos que a
juicio de la autoridad son nocivos para las instituciones. El Constituyente enfatiza que la reforma no debe afectar la carrera
policial de los considerados por la autoridad como buenos
elementos. “México, D. F., a 11 de diciembre de 2007.
DICTAMEN DE LAS COMISIONES UNIDAS DE PUNTOS CONSTITUCIONALES
Y DE JUSTICIA, CON PROYECTO DE DECRETO QUE REFORMA, ADICIONA Y DEROGA
DIVERSAS DISPOSICIONES DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS.
Los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia,
constituyen el pilar sobre el cual debe conducirse todo servidor público. Ello es
particularmente importante tratándose de los miembros de las instituciones policiales,
de la procuración de justicia y la investigación de los delitos.
La intención de contar con agentes ministeriales y policías eficientes,
honestos y confiables, que puedan combatir de forma profesional, ética y efectiva la
delincuencia, es una preocupación que dio origen a la reforma al artículo 123
constitucional de fecha 3 de marzo de 1999. En esa ocasión el constituyente pretendió
incorporar mecanismos más eficientes para separar de la función a los elementos que,
por cualquier circunstancia, se apartaran de los principios rectores de la carrera
policial. Al efecto, se señaló que: ".Los buenos elementos de las instituciones policiales
8 Tesis P. XII/2006 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en la página 25 del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXIII, correspondiente al mes de febrero de dos mil
seis. 9 Tesis P. XXVIII/98 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en la página 117 del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo VII, correspondiente al mes de abril de mil
novecientos noventa y ocho.
y de seguridad pública deben contar con sistemas que les permitan hacer una carrera
profesional, digna y reconocida por la sociedad. Sin embargo estos sistemas deben
también permitir a las autoridades separar oportunamente a los elementos que abusen
de su posición y, corrompan las instituciones."
Lo anterior buscaba remover de las instituciones de seguridad pública y de
procuración de justicia a los malos elementos, sin que procediese su reinstalación,
cualquiera que hubiera sido el sentido de la resolución jurisdiccional respecto del juicio
o medio de defensa promovido y, en caso de que aquélla resultara favorable para los
quejosos, sólo tendrían derecho a una indemnización.
Sin embargo, posteriormente diversos criterios judiciales permitieron, de
hecho, la reinstalación de dichos elementos a sus cargos. Ello debido a que, las
sentencias de amparo, aún y cuando sean sólo para efectos, producen como
consecuencia que las cosas regresen al estado en que se encontraban y, por
consecuencia, a que el mal servidor público permanezca en la institución.
Ante ello, la intención de la presente reforma a la fracción XIII del Apartado
B, del artículo 123, es determinar que en caso de incumplir con las leyes que
establezcan las reglas de permanencia o al incurrir en responsabilidad en el
desempeño de sus funciones, los agentes del ministerio público, los peritos, y los
miembros de las instituciones policiales de la federación, el Distrito Federal, los
estados y los municipios serán separados o removidos de su cargo sin que proceda,
bajo ningún supuesto, la reinstalación o restitución en sus cargos. Esto es, que aún y
cuando el servidor público interponga un medio de defensa en contra de su remoción,
cese o separación, y lograra obtener una sentencia favorable, tanto por vicios en el
procedimiento que propicien la reposición del procedimiento como por una resolución
de fondo, el Estado podrá no reinstalarlo. En cambio, en tales supuestos, sí estará
obligado a resarcir al afectado con una indemnización.
Se ha considerado importante incluir a los agentes del ministerio público y
peritos en ésta previsión constitucional, en la medida que son elementos
fundamentales en el proceso de procuración de justicia e investigación y se requiere
mantener su desempeño en los principios de profesionalismo, la ética y eficiencia plena
en sus ámbitos laborales.
La confiabilidad de los dictámenes periciales constituye un elemento
trascendental para las resoluciones del órgano jurisdiccional en su ámbito de
competencia, y en su caso, le permite a la autoridad ministerial perfeccionar la
integración de las indagatorias para una mejor persecución de delitos, en tanto que a
la persona imputada le otorga mayores mecanismos de defensa ante una posible
imputación infundada.
Por todo lo anterior, se propone hacer aplicable a los servicios periciales, los
cuales ya cuentan con la motivación de un servicio de carrera, el régimen
constitucional previsto para ministerios públicos y policías, en cuanto a los sistemas de
separación, cese o remoción.
Como medida de combate a la corrupción en las instituciones policiales y de
procuración de justicia, la reforma es contundente al señalar que elementos que han
incurrido en incumplimiento o falta grave prevista en sus ordenamientos disciplinarios
o laborales, no podrán ser restituidos en sus cargos por significar una falta a los
valores institucionales de rectitud y alto valor ético que se requiere en el sistema de
seguridad pública e impartición de justicia, que es pieza fundamental en el espíritu de
la reforma.
Como podrá observarse, esta reforma propicia un sano equilibrio entre, por
un lado, la necesidad de mantener un servicio de carrera, necesario para motivar al
personal a tener una expectativa de profesionalización y crecimiento y, por el otro, el
imperativo de contar con mecanismos eficientes de depuración de los elementos que
se apartan de los principios de ética y ensucian y dañan a las instituciones.”
Artículo 21 constitucional10.
10
La seguridad pública es una función a cargo de la Federación, el Distrito Federal, los Estados y los
Municipios, que comprende la prevención de los delitos; la investigación y persecución para hacerla efectiva,
así como la sanción de las infracciones administrativas, en los términos de la ley, en las respectivas
competencias que esta Constitución señala. La actuación de las instituciones de seguridad pública se regirá
por los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución.
Establece las bases del sistema de seguridad pública,
tiene entre sus propósitos fundamentales establecer mecanismos
para la lucha contra la corrupción de los miembros de las instituciones policiales, para proteger el bienestar y seguridad de
los mexicanos en sus personas y en sus bienes, creando una
carrera policial sustentada en un régimen de prestaciones económicas y sociales congruentes con la importancia y el riesgo
de su labor. Además, en los trabajos preparatorios, se alude a la
necesidad de revalorar y dignificar a los miembros de las instituciones policiales, sentando las bases de su seguridad y
reconocimiento. Igualmente, en forma expresa se alude a la
carrera policial como proyecto de vida de los policías. Es decir, la carrera policial, el principio de profesionalismo y el derecho
humano de los elementos de las instituciones policiales a un
proyecto de vida son los fines perseguidos por la reforma al 21 constitucional.
Para el Constituyente Permanente los mecanismos de protección del policía, como lo es la carrera policial, además de
proteger al miembro de la institución, están establecidos para el
bienestar de los mexicanos. En este tenor en la iniciativa, presentada por el Presidente de la República, el 5 de diciembre de
1994, se expone:
“Por otra parte, para alcanzar la seguridad que demandan los mexicanos es
necesario sentar las bases legales para un sistema nacional de seguridad pública que facilite la
coordinación de acciones entre los distintos niveles de gobierno.
El mejoramiento de la justicia y la seguridad son dos de los imperativos más
urgentes que enfrenta nuestro país. El bienestar de los mexicanos se funda en la seguridad de sus personas y de sus bienes. El bienestar de los mexicanos se funda en la seguridad de sus personas y de sus bienes. Ante la comisión de ilícitos, incluso por quienes debieran vigilar el cumplimiento de la ley, se ha acrecentado la desconfianza hacia las instituciones, los programas
y las personas responsables de la impartición y procuración de justicia y de la seguridad pública. La ciudadanía tiene la percepción de un desempeño judicial y policial que no siempre es eficaz y dotado de técnica, ética y compromiso de servicio.
Esta situación únicamente podrá remediarse por medio de una reforma que
incorpore sistemas de justicia y seguridad más modernos, más eficientes, sistemas acordes con
las necesidades y los reclamos de nuestros tiempos. Esta iniciativa es un primer paso que atiende los aspectos constitucionales que deben modificarse para avanzar en la reforma del
Poder Judicial y de los órganos y sistemas de seguridad pública”.11 La iniciativa plantea definir a nivel constitucional las bases sobre las cuales debe
regirse la seguridad pública en todo el país. El cambio que se propone demanda una nueva
concepción de la profesionalización policial. Es preciso reforzar los procedimientos de evaluación permanente del desempeño profesional de los servidores públicos de seguridad. Se debe crear una verdadera carrera policial sustentada en un régimen de prestaciones económicas y sociales congruente con la importancia y el riesgo de su labor. Es necesario revalorar y dignificar al servidor de la seguridad pública para atraer a esta actividad a mexicanos que encuentren en ella un proyecto digno de vida profesional, sentando las bases de seguridad y reconocimiento social que merecen.12
El texto de la iniciativa de reforma presentada por el
Presidente es el siguiente:
“ARTICULO 21.- … La seguridad pública estará a cargo del Estado. La actuación de las policías de la Federación, de los Estados y
de los Municipios, se regirá por los principios de legalidad, honradez y eficiencia.”
11
Derechos del Pueblo Mexicano. México a través de sus Constituciones. H. Cámara de Diputados. LVII
Legislatura. XIII. Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa. Tomo XIII. Páginas 147 y 148. 12
Idem, Página 162.
La Cámara de Senadores, en sesión de 16 de diciembre
de 1994, las Comisiones Unidas de Justicia, de Puntos
Constitucionales y de Estudios Legislativos, Primera Sección, adiciona diversos artículos de la iniciativa del Ejecutivo
estableciendo un nuevo principio que es el de profesionalismo:
“Consecuentemente con esto, las comisiones que dictaminan proponen agregar un
principio más a la actividad de las policías, que congenia con la adición iniciada en la fracción XXIII del Artículo 73, cuando faculta al Congreso de la Unión para expedir las leyes que fijen las bases de coordinación y organicen y pongan a funcionar la carrera policial en el orden federal, ocupándose de precisar los criterios y procedimientos para seleccionar e ingresar, para ascender y reconocer a los integrantes de la seguridad pública.
Este principio más, que es el del profesionalismo, debe ser necesariamente el resultado de la formación, preparación y capacitación del personal que transcurra por la carrera policial. Tener una policía profesional significa para los mexicanos un
elemento mayor de confianza en los vigilantes de ley y de orden público; pero también para estos una revaloración de su tarea cotidiana, para que se reconozca, dignifique y remunere de la mejor manera posible, la insustituible labor de su misión.”13
Artículo 1 constitucional.
Respecto del Derecho al libre desarrollo de la personalidad
la SCJN ha entendido que deriva del derecho a la dignidad, que a
su vez está previsto en el artículo 1 y se encuentra implícito en los tratados internacionales de derechos humanos suscritos por
nuestro país. (Amparo en revisión 237/2014 foja 6 de la síntesis y
33 de la sentencia).
El Derecho al libre desarrollo de la personalidad
comprende el derecho de poder desarrollar un proyecto de vida y a escoger su profesión o actividad laboral.
El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la
tesis aislada P. LXVI/200914 con número de registro 165822, desarrolló
los aspectos que comprende el derecho al libre desarrollo de la personalidad.
DERECHO AL LIBRE DESARROLLO DE LA
PERSONALIDAD. ASPECTOS QUE COMPRENDE. De la dignidad humana, como derecho fundamental superior
reconocido por el orden jurídico mexicano, deriva, entre otros derechos personalísimos, el de todo individuo a elegir en forma libre y autónoma su proyecto de vida. Así,
acorde a la doctrina y jurisprudencia comparadas, tal derecho es el reconocimiento del Estado sobre la facultad
natural de toda persona a ser individualmente como quiere ser, sin coacción ni controles injustificados, con el fin de cumplir las metas u objetivos que se ha fijado, de acuerdo
con sus valores, ideas, expectativas, gustos, etcétera. Por tanto, el libre desarrollo de la personalidad comprende,
entre otras expresiones, la libertad de contraer matrimonio o no hacerlo; de procrear hijos y cuántos, o bien, decidir no tenerlos; de escoger su apariencia
personal; su profesión o actividad laboral, así como la libre opción sexual, en tanto que todos estos aspectos son
parte de la forma en que una persona desea proyectarse y
13
Idem, Página 193. 14
Consultable en la página 7 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXX,
correspondiente al mes de diciembre de dos mil nueve.
vivir su vida y que, por tanto, sólo a ella corresponde
decidir autónomamente.
Interpretación sistemática y teleológica.
Para fijar el alcance del artículo 123, apartado B, fracción XIII, de la Constitución Federal, debe interpretarse en
concordancia con los artículos 1 y 21 constitucionales.
Ante los derechos, principios y/o intereses
constitucionales en conflicto: el derecho al libre desarrollo de la
personalidad de los miembros de las corporaciones policiales, el principio de profesionalismo, que es uno de los principios rectores
de la carrera policial y el interés público del combate a la
corrupción, mediante la no reincorporación al servicio de los malos
elementos, el artículo 123, apartado B, fracción XIII, debe
interpretarse, en primer término, privilegiando los valores o
instituciones que se quisieron salvaguardar, de forma tal que se logre la consecución del fin perseguido, consistente en la
depuración de las corporaciones policiales. Si el fin perseguido por el Constituyente permanente con la reforma al artículo 123, fue
establecer un mecanismo eficiente de separación de los elementos
de las corporaciones que, a juicio de la autoridad, se apartan de los principios de ética y dañan las instituciones y no la de excluir a
los buenos elementos de las instituciones policiales, entonces es
una opción para la autoridad la de reincorporar, y no una prohibición de reincorporar a quienes considere buenos elementos.
Adicionalmente, es necesaria una interpretación sistemática y teleológica que salvaguarde los valores protegidos
por el artículo 21, que establece las bases sobre las cuales se debe
regir la seguridad pública en todo el país, así como con el derecho al libre desarrollo de la personalidad, implícito en el artículo
primero; ambos de la Constitución Nacional.
La restricción para reincorporar, aun cuando se haya
declarado injustificada la terminación de la relación administrativa,
incide en el derecho al libre desarrollo de la personalidad y en el principio de profesionalismo, que sustenta a la carrera policial.
Consecuentemente, por tratarse de una restricción a principios y
derechos constitucionales, amerita una interpretación restrictiva, que permita que la restricción cumpla su cometido pero afectando
los derechos y valores en conflicto sólo lo racionalmente
justificable.
Para lograr este propósito es necesario hacer una
interpretación, además de restrictiva, teleológica y sistemática. Esta última, consiste en decidir el significado de una disposición,
sin atender a la disposición aisladamente considerada, sino en el
contexto que está situada.
El sistema normativo debe ser coherente, todas las
normas deben subsistir. En otras palabras, el enunciado “sin que en ningún caso proceda su reincorporación al servicio”, debe
interpretarse en concordancia con la porción normativa relativa al
profesionalismo de las instituciones de seguridad pública y al libre
desarrollo de la personalidad.
La prohibición absoluta de reinstalar no es
racionalmente justificable porque igualmente se puede lograr el fin
de la restricción dejando a elección de la autoridad el reinstalar o bien indemnizar.
Por consiguiente, el enunciado normativo debe interpretarse en el sentido de que, si el miembro de la institución
policial obtiene una resolución jurisdiccional favorable, y por ende
se presume que no se trata de un mal elemento, la autoridad queda en libertad de reincorporar.
La prohibición de reincorporar contenida en la medida restrictiva es para el juzgador quien no puede a través de su
sentencia obligar a la autoridad a reincorporar; mas a esta última,
en el supuesto descrito, sí le está permitido elegir la reinstalación. Como la SCJN ya resolvió el problema jurídico diverso, sosteniendo
que el elemento de la corporación no tiene derecho a dicha
reinstalación, la autoridad obviamente no tiene que justificar su decisión de reinstalar o no, al ser una decisión libre. De no
entenderlo así se desvirtuaría la eficacia del mecanismo de
depuración.
Las atribuciones que se les dan a los titulares de las
instituciones policiales son para el beneficio de la sociedad. A los elementos que resulten favorecidos por una resolución
jurisdiccional no les fue acreditada responsabilidad administrativa
ni que incumplieran con algún requisito de permanencia. Si además gozan de la confianza de las autoridades, no permitir que
éstas les reincorporen sería una medida perjudicial para el
miembro de la institución policial y para la sociedad en su conjunto.
Sostener que para la autoridad la norma no establece una prohibición de reincorporar sino un permiso para hacerlo, es
una interpretación que lesiona en menor grado el principio de
profesionalismo contenido en el artículo 21 constitucional y el
derecho humano al libre desarrollo de la personalidad implícito en
el artículo 1º de la Ley Suprema y a la vez, logra el fin perseguido
por el Constituyente, contemplado en el artículo 123 constitucional, de establecer un mecanismo eficaz para la
depuración de las corporaciones policiales, manteniendo el
equilibro con la carrera policial como lo pretendió el Constituyente.
Otra técnica argumentativa de la interpretación sistemática consiste en recurrir a la presunción de que existe
constancia terminológica. Esta, se basa, como ilustra Guastini,15 en
la idea de que el legislador emplea cada término o sintagma siempre con el mismo significado (por lo menos dentro de cada
cuerpo normativo).
15
Guastini, Ricardo. Estudio Sobre la Interpretación Jurídica, Editorial Porrúa 2000, México, Página 45.
En el caso materia de análisis, cabe analizar el uso que
ha dado el Constituyente a la palabra ningún(a), por ser un
vocablo contenido en el referido texto del artículo 123, apartado B, fracción XIII, de la Constitución: “sin que en ningún caso proceda
la reincorporación,..”
En otro apartado del texto constitucional, el Poder
reformador de la Constitución utiliza la expresión ninguna para
referirse a que las detenciones ante autoridad judicial no podrán exceder del plazo de 72 horas. Sin embargo, el legislador ordinario
ha considerado que este plazo debe prorrogarse cuando lo solicite
el indiciado.
Así, previo a la reforma de 18 de junio de 2008, el
artículo 19 de la Constitución nacional establecía:
“Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del término de 72 horas, a partir de que el indiciado sea puesto a su
disposición, sin que se justifique con auto de formal prisión y siempre que de lo actuado aparezcan datos suficientes que acrediten los
elementos del tipo penal del delito que se impute al detenido y hagan probable la responsabilidad de éste.”
El legislador interpretó este precepto en el sentido de que la palabra ninguna detención no era una prohibición absoluta
sino que estaba condicionada a la falta de petición del indiciado.
Dicho de otro modo, sí se podía prolongar la detención ante autoridad judicial cuando el indicado lo solicitara.
El Código Federal de Procedimientos Penales en su artículo 161, fracción IV, establecía:
ARTICULO 161.- Dentro de las setenta y dos horas al momento en que el inculpado quede a disposición
del Juez, se dictará auto de formal prisión cuando de lo actuado queden acreditados los siguientes requisitos:
IV.- Que no esté plenamente comprobada a favor del inculpado alguna circunstancia o eximente de
responsabilidad, o que extinga la acción penal. El plazo a que se refiere el párrafo primero de
este articulo, podrá prorrogarse por única vez, hasta por setenta y dos horas, cuando lo solicite el indiciado, por sí o
por su defensor, al rendir su declaración preparatoria, o dentro de las tres horas siguientes, siempre que dicha prórroga sea con la finalidad de aportar y desahogar
pruebas para que el Juez resuelva su situación jurídica.
El Ministerio Público no podrá solicitar dicha prórroga ni el juez resolverá de oficio;
Del ejemplo antepuesto, se colige que al término
“ninguna” no se le atribuyó el sentido de “ninguna absolutamente” sino de “ninguna, salvo que”. Es decir: “ninguna salvo que el
indiciado lo pida”.
Aplicando la técnica de la constancia terminológica y
cambiando lo que hay que cambiar: “sin que en ningún caso
proceda la reincorporación” significa: “sin que en ningún caso proceda la reincorporación, salvo que la autoridad así lo elija”.
En síntesis: Sí la teleología de la reforma al artículo 123 de la Constitución Nacional consistió en establecer un mecanismo
eficaz de separación de los elementos considerados malos por la
autoridad y no tuvo como intención impedir la continuación en el servicio de los buenos elementos, con el derecho de elección,
entre reincorporar o indemnizar por parte de la autoridad, el texto
normativo no debe interpretarse como una prohibición de reincorporar.
Por consiguiente, debe interpretarse en el sentido de que es una opción para la autoridad la de reincorporar, y no una
prohibición ya que de este modo se logra el propósito de contar
con un mecanismo de depuración de las corporaciones policiales y se lesionan en menor medida el principio de profesionalismo y de
carrera policial y los derechos humanos de desarrollo de la
personalidad y de proyecto de vida. Por tanto, el artículo 84, último párrafo, de la Ley de este Tribunal cuyo enunciado
normativo es similar al contenido en el artículo 123, apartado B,
fracción XIII, de la Constitución Federal, debe interpretarse en el mismo sentido.
Por los motivos y fundamentos expuestos en el presente fallo, y con apoyo en lo dispuesto por el artículo
94 de la ley que rige a este órgano jurisdiccional, es de
resolver y se...
R E S U E L V E:
PRIMERO.- Son infundados e inoperantes los
agravios planteados por la autoridad recurrente.
SEGUNDO.- Es parcialmente fundado el agravio
tercero planteado por el actor recurrente y suficiente para
modificar el fallo recurrido.
TERCERO.- Se modifica el cuarto resolutivo de
la sentencia recurrida, para quedar como sigue:
“PRIMERO.-… SEGUNDO.-…
TERCERO.-… CUARTO.- Se condena a la Comisión de Desarrollo Policial de la
Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, Baja California, a que ordene al Oficial Mayor de dicha ciudad, que de no reinstalarlo, cubra al
demandante *********, la indemnización que se prevé en el artículo 181 tercer párrafo de la Ley de Seguridad Pública del Estado de Baja California, así como las demás prestaciones a que tenga derecho; las cuales deben
comprender la remuneración diaria ordinaria, los beneficios, recompensas, estipendios, asignaciones, gratificaciones, premios, retribuciones,
subvenciones, haberes, dietas, compensaciones o cualquier otro concepto que percibía el servidor público por la prestación de sus servicios, desde el día
siguiente a la fecha en que fue notificado por estrados de la suspensión
preventiva del cargo, hasta el día en que se realice el pago de la citada indemnización, o sea reinstalado en el cargo.
QUINTO.- Notifíquese personalmente a la parte actora y
por oficio a la autoridad demandada .”
CUARTO.- Notifíquese personalmente a la parte
actora y por oficio a las autoridades demandadas.
Así lo resolvió el Pleno del Tribunal de lo Contencioso
Administrativo del Estado de Baja California, por unanimidad de
votos de los Magistrados Numerarios Alberto Loaiza Martínez, Carlos Rodolfo Montero Vázquez y Martha Irene Soleno Escobar,
siendo ponente el primero en mención, quien emite voto
concurrente, que se anexa al presente fallo. Todos firman ante la presencia de la Secretaria General de Acuerdos Licenciada Claudia
Carolina Gómez Torres, quien da fe.
ALM/rbn.
MELECIO VALDOVINOS CHÁVEZ
VS.
COMISIÓN DE DESARROLLO
POLICIAL DE LA SECRETARÍA DE
SEGURIDAD PÚBLICA MUNICIPAL
DE TIJUANA, BAJA CALIFORNIA.
EXPEDIENTE 479/2012 S.S.
RECURSO DE REVISIÓN
VOTO PARTICULAR CONCURRENTE EMITIDO POR EL MAGISTRADO ALBERTO
LOAIZA MARTÍNEZ
Formulo voto razonado respecto de la resolución de Pleno de
fecha doce de mayo de dos mil dieciséis, que resuelve los recursos de
revisión planteados por las partes.
RECAPITULACIÓN DE LAS CONSIDERACIONES DE LA SENTENCIA
El problema jurídico a resolver consistió en determinar si el
artículo 84, penúltimo y último párrafos16, de la Ley del Tribunal de lo
Contencioso Administrativo del Estado, relativo a los efectos de las
sentencias que declaran injustificada la separación de un miembro de una
institución policial, cuyo texto es similar al artículo 123, apartado B, fracción
XIII, segundo párrafo17, de la Constitución Federal, es una prohibición para
la autoridad administrativa de reinstalar al que obtenga una resolución
jurisdiccional que declare injustificada su separación, o bien, prevé una
opción para la autoridad administrativa de decidir libremente sobre la
reinstalación.
El Pleno resolvió que el precepto de referencia no debe
interpretarse como una prohibición absoluta para las autoridades
administrativas de reinstalar a los miembros de las instituciones policiales
que obtuvieron resolución favorable, sino como una opción libre para éstas
conforme a las siguientes consideraciones:
Que no existe jurisprudencia sobre el tema planteado. La
jurisprudencia 2a./J. 103/2010 con el rubro “SEGURIDAD PÚBLICA. LA
PROHIBICIÓN DE REINSTALAR EN SU CARGO A LOS MIEMBROS DE LAS
INSTITUCIONES POLICIALES, PREVISTA POR EL ARTÍCULO 123, APARTADO B,
FRACCIÓN XIII, DE LA CONSTITUCIÓN GENERAL DE LA REPÚBLICA,
REFORMADO MEDIANTE DECRETO PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA
FEDERACIÓN EL 18 DE JUNIO DE 2008, ES APLICABLE EN TODOS LOS CASOS,
INDEPENDIENTEMENTE DE LA RAZÓN QUE MOTIVÓ EL CESE” resolvió un
problema jurídico distinto consistente en determinar si la prohibición en el
artículo 123, apartado B, fracción XIII, de la Constitución Federal de
reinstalar en el cargo a los miembros de las instituciones policiales que
hubieren sido cesados, es aplicable en todos los casos con independencia
que hubiese motivado el cese o únicamente cuando se deba a que
16
Artículo 84.-…
La resolución que decrete injustificada la separación, remoción, baja, cese o cualquier otra forma de
terminación del servicio de un Miembro de las Instituciones Policiales, la autoridad responsable sólo estará
obligada a pagar la indemnización y demás prestaciones a que tenga derecho el afectado.
En ningún caso procede la reincorporación al servicio, cualesquiera que sea el resultado del juicio o medio de
defensa que se hubiere promovido.
17
Artículo 123.-…
Si la autoridad jurisdiccional resolviere que la separación, remoción, baja, cese o cualquier otra forma de
terminación del servicio fue injustificada, el Estado sólo estará obligado a pagar la indemnización y demás
prestaciones a que tenga derecho, sin que en ningún caso proceda su reincorporación al servicio, cualquiera
que sea el resultado del juicio o medio de defensa que se hubiere promovido.
incurrió en responsabilidad administrativa o se incumplieron con los
requisitos de permanencia previstos en las leyes correspondientes.
o Que al resolver un problema jurídico distinto no existe
tesis al respecto, conforme al Acuerdo 5/2003 del Tribunal Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, de veinticinco de marzo de
dos mil tres, relativo a las reglas para la elaboración, envío y
publicación de las tesis que emiten los órganos del Poder Judicial de
la Federación, y para la verificación de la existencia de la
aplicabilidad de la jurisprudencia emitida por la Suprema Corte, el
cual establece que la tesis es una expresión por escrito en forma
abstracta de un criterio jurídico establecido al resolver un caso
concreto. Que este criterio jurídico deriva en su integridad de la
considerativa fundamental de la resolución correspondiente y que se
entiende por parte considerativa fundamental, la concerniente al
planteamiento del problema y las razones de su solución. Que la tesis
está necesariamente ligada al problema jurídico planteado y no es
divisible el problema jurídico planteado y las razones de su solución.
o Que no existe jurisprudencia por contradicción de
tesis sobre la opción de la autoridad administrativa de reinstalar a los
miembros de las instituciones policiales que obtuvieron resolución
favorable, en razón que conforme al criterio del la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que exista
contradicción de tesis es necesario que haya un razonamiento en el
que la diferente interpretación ejercida gire en torno a un mismo
problema jurídico, y en la jurisprudencia 2a./J. 103/2010 se analizó un
problema diferente al de la opción. Dicho de otra manera, existiría
contradicción de tesis si una de los tribunales colegiados
contendientes hubiera sostenido el criterio de la optatividad por
parte de las autoridades administrativas y otro hubiera sostenido un
criterio contrario.
o Que la referida jurisprudencia no es aplicable al caso
porque las razones que la sustentaron consistentes en que la norma
constitucional establece una prohibición absoluta a reinstalar, al
haber privilegiado el Constituyente Permanente el interés general por
el combate a la corrupción y la seguridad por encima de la
afectación que pudiera sufrir el afectado, justifica la interpretación
propuesta por el actor consistente en que la reinstalación es optativa
para las autoridades administrativas, con la ventaja que esta última
interpretación es pro persona conforme el artículo 1 constitucional.
Que sí es factible interpretar el artículo 84 de la Ley del
Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado como una opción libre
de la autoridad administrativa para reinstalar, y no como prohibición
absoluta, por lo siguiente:
o Conforme los criterios de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación18, ante la oscuridad o insuficiencia de la letra
de los preceptos de la Constitución debe acudirse a los
mecanismos que permitan conocer los valores que se pretendieron
salvaguardar por el Constituyente y al fijar el alcance de un
determinado precepto constitucional debe atenderse a los
18
Tesis P. XII/2006 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en la página 25 del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXIII, correspondiente al mes de febrero de dos mil
seis y tesis P. XXVIII/98 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en la página 117
del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo VII, correspondiente al mes de abril de mil
novecientos noventa y ocho.
principios establecidos en ella arribando a una conclusión
congruente y sistemática.
o Que los preceptos que tienen relación con el tema
en orden descendiente son, el 123, apartado B, fracción XIII, 21 y 1.
Que los valores que se pretendieron salvaguardar por el
constituyente son:
o Con el artículo 123, apartado B, fracción XIII de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; la creación
de un mecanismo eficiente en el combate a la corrupción que
impide la reincorporación de los elementos que a juicio de la
autoridad son nocivos para las instituciones. El constituyente
enfatiza que la reforma no debe afectar la carrera policial de los
considerados por la autoridad como buenos elementos.
o Con el artículo 21, las bases del sistema de seguridad
pública sustentada en la carrera policial, el principio de
profesionalismo y el derecho humano de los elementos de las
instituciones policiales a un proyecto de vida como medios para
proteger el bienestar y seguridad de los mexicanos.
o Con el artículo 1 constitucional, el derecho a la
dignidad el cual se encuentra además implícito en los tratados
internacionales de derechos humanos suscritos por nuestro País.
Entre estos derechos se encuentra el derecho al libre desarrollo de
la personalidad que comprende poder desarrollar un proyecto de
vida y escoger la profesión o actividad laboral.
Que para fijar el alcance del artículo 123, apartado B,
fracción XIII, de la Constitución Federal se debe realizar una interpretación
restrictiva, sistemática y teleológica en concordancia con los artículos 1 y
21 antes mencionados.
o Que los derechos, principios y/o intereses
constitucionales en conflicto consisten en: el derecho al libre
desarrollo de la personalidad de los miembros de las corporaciones
policiales, el principio de profesionalismo, que es uno de los
principios rectores de la carrera policial y el interés público del
combate a la corrupción mediante la no reincorporación al
servicio de los malos elementos.
o Que la restricción para reincorporar, aún cuando se
haya declarado injustificada la terminación de la relación
administrativa incide en el derecho al libre desarrollo de la
personalidad y en el principio de profesionalismo que sustentan la
carrera policial, por lo que al tratarse de una restricción a principios
y derechos constitucionales amerita una interpretación restrictiva
que permita que la restricción cumpla su cometido pero afectando
los derechos y valores en conflicto sólo lo racionalmente
justificable.
o Que la interpretación sistemática y teleológica
implica que la porción normativa del artículo 123, apartado B,
fracción XIII, “sin que en ningún caso proceda la reincorporación al
servicio” debe interpretarse en concordancia con la porción
normativa relativa al profesionalismo de las instituciones de
seguridad pública y al libre desarrollo de la personalidad.
o Que la prohibición absoluta de reinstalar no es
racionalmente justificable porque igualmente se puede lograr el fin
de la restricción dejando a elección de la autoridad el reinstalar o
bien indemnizar.
o Que interpretar que la norma constitucional no
establece una prohibición de reincorporar para la autoridad, sino
un permiso para hacerlo, es una interpretación que lesiona en
menor grado el principio de profesionalismo contenidos en el
artículo 21 constitucional y el derecho humano al libre desarrollo de
la personalidad y al proyecto de vida implícito en el artículo 1 de la
Ley Suprema, a la vez que se logra el fin perseguido por el
constituyente, de establecer un mecanismo eficaz para la
depuración de las corporaciones policiales, manteniendo el
equilibrio con la carrera policial como lo pretendió el constituyente.
o Que otra técnica de la interpretación sistemática
consiste en recurrir a la presunción de que existe constancia
terminológica, por lo que, en el caso, se debía analizar el uso que
el Constituyente ha dado a la palabra ningún(a), por ser un
vocablo contenido en el texto del artículo 123, apartado B,
fracción XIII, de la Constitución: “sin que en ningún caso proceda la
reincorporación”.
o El constituyente ha utilizado el enunciado “ninguno”
sin que sea sinónimo de prohibición, previo a la reforma del 18 de
junio del año 2008, el artículo 19 de la Constitución Nacional,
establecía que “ninguna detención podría exceder de 72 horas”;
sin embargo, el legislador ordinario en el artículo 161 del Código
Federal de Procedimientos Penales consideró que este plazo debía
prorrogarse cuando lo solicitara el indiciado. Así, el legislador
interpretó el artículo 19 antes citado, en el sentido de que la
palabra ninguna detención no era una prohibición absoluta sino
que estaba condicionada a la falta de petición del indiciado.
o Que aplicando la técnica de la constancia
terminológica y cambiando lo que hay que cambiar: “sin que en
ningún caso proceda la reincorporación” significa: “sin que en
ningún caso proceda la reincorporación, salvo que la autoridad así
lo elija”.
o Que si la teleología de la reforma al artículo 123 de la
Constitución Nacional consistió en establecer un mecanismo eficaz
de separación de los elementos considerados malos por la
autoridad y no tuvo intención impedir la continuación en el servicio
de los buenos elementos, con el derecho de elección, entre
reincorporarlos o indemnizar por parte de la autoridad, se cumple
con la finalidad de la reforma constitucional y a la vez se lesionan
en menor medida los principios de profesionalismo y carrera
policial, así como los derechos humanos de desarrollo de la
personalidad y de proyecto de vida.
Razón del voto
Considero que existe un argumento adicional importante para
justificar, que el artículo 84, de la Ley del Tribunal de lo Contencioso
Administrativo, no debe interpretarse como una prohibición absoluta para
las autoridades administrativas de reinstalar a los miembros de las
instituciones policiales que obtuvieron resolución favorable, sino como una
opción libre para éstas.
El argumento está relacionado con el principio de
proporcionalidad, el cual constituye:
“un criterio adecuado para determinar el contenido de los derechos
fundamentales que resulta vinculante para el Legislador y correlativamente, un
criterio apropiado para fundamentar, en sus aspectos sustanciales, las decisiones
de control de constitucionalidad de las leyes interviene en la órbita de tales
derechos.19”
“Por aspectos sustanciales de control de constitucionalidad se
comprende la parte de este enjuiciamiento que versa sobre la relación entre el
contenido de los derechos fundamentales y el contenido de la ley.20”
El principio de proporcionalidad, se trata únicamente de un
esquema que permite estructurar el examen de constitucionalidad de las leyes a
manera de una controversia entre argumentos y réplicas.21
Ante la falta de familiaridad en México, sobre todo de parte
de los tribunales ordinarios por lo novedoso del tema, de la forma en que
los tribunales constitucionales hacen el control de constitucionalidad de las
normas ordinarias utilizando el principio de proporcionalidad, también
conocido como de prohibición de exceso22 o de razonabilidad23, para la
comprensión del voto resulta necesario ser exhaustivo y sencillo en la
explicación, remitiendo a las fuentes que soportan el estudio.
Es factible interpretar el artículo 84 de la LTCABC como una
prohibición impuesta a la autoridad para reinstalar?
De establecer una prohibición de reinstalar para la autoridad
el artículo 84 de la LTCABC ¿resultaría constitucional, o infringiría el derecho
humano al libre desarrollo de la personalidad y el derecho a un proyecto
de vida del miembro de la institución policial?
Interpretar el citado artículo como una prohibición absoluta
para reincorporar a los miembros de las instituciones policiales al servicio,
vulneraría el derecho humano del miembro de la institución policial al libre
desarrollo de la personalidad. Además, dicha interpretación afectaría el
derecho del individuo a elegir en forma libre y autónoma su proyecto de
vida, la manera en que lograría la meta y objetivos que para él son
relevantes, entre los que se comprende la libertad de escoger su profesión
o actividad laboral. Una interpretación en tal sentido no aprobaría las fases
del principio de proporcionalidad relativas a la necesidad de la medida y
de la proporcionalidad de la medida en sentido estricto.
Control de constitucionalidad y convencionalidad ex officio en
materia de derechos humanos
19
Bernal Pulido, Carlos. El principio de proporcionalidad y los derechos fundamentales, Centro de Estudios
Políticos y Constitucionales, España, 2007, p 70. 3ª, ed. 20
Ibídem, p 70. 21
Ibídem o.74 y 75. 22
Ibídem, p 47. 23
Boulin Victoria, Ignacio A., Decisiones razonables, el uso del principio de razonabilidad de la motivación
administrativa, Marcial Pons, Argentina, 2014, 2014, pp. 73.
El Pleno de la SCJN consideró, en la tesis aislada P.
LXIX/2011(9a.) con número de registro 160525, que los tribunales ordinarios
están facultados para inaplicar normas ordinarias que no se ajusten a los
derechos humanos previstos en la Constitución o en los Tratados
Internacionales de los que México sea parte. Esta solución extrema, como
lo ha sostenido el Máximo Tribunal, es un último recurso que sólo procede si
no es posible efectuar una interpretación adecuadora, que atribuya a la
norma un sentido que la haga conforme con la Constitución y/o con los
Tratados.
PASOS A SEGUIR EN EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD Y
CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS.
La posibilidad de inaplicación de leyes por los jueces del país, en ningún
momento supone la eliminación o el desconocimiento de la presunción
de constitucionalidad de ellas, sino que, precisamente, parte de esta
presunción al permitir hacer el contraste previo a su aplicación. En ese
orden de ideas, el Poder Judicial al ejercer un control de
convencionalidad ex officio en materia de derechos humanos, deberá
realizar los siguientes pasos: a) Interpretación conforme en sentido
amplio, lo que significa que los jueces del país -al igual que todas las
demás autoridades del Estado Mexicano-, deben interpretar el orden
jurídico a la luz y conforme a los derechos humanos reconocidos en la
Constitución y en los tratados internacionales en los cuales el Estado
Mexicano sea parte, favoreciendo en todo tiempo a las personas con la
protección más amplia; b) Interpretación conforme en sentido estricto, lo
que significa que cuando hay varias interpretaciones jurídicamente
válidas, los jueces deben, partiendo de la presunción de
constitucionalidad de las leyes, preferir aquella que hace a la ley acorde
a los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados
internacionales en los que el Estado Mexicano sea parte, para evitar
incidir o vulnerar el contenido esencial de estos derechos; y, c)
Inaplicación de la ley cuando las alternativas anteriores no son posibles.
Lo anterior no afecta o rompe con la lógica de los principios de división
de poderes y de federalismo, sino que fortalece el papel de los jueces al
ser el último recurso para asegurar la primacía y aplicación efectiva de
los derechos humanos establecidos en la Constitución y en los tratados
internacionales de los cuales el Estado Mexicano es parte.
Para hacer una interpretación constitucionalmente válida del
último párrafo artículo 84, de la LTCABC es necesario seguir las reglas
establecidas por la Primera Sala en la jurisprudencia 1a./J. 2/2012 (9a.) con
número de registro 160267, de rubro y texto siguientes:
RESTRICCIONES A LOS DERECHOS FUNDAMENTALES. ELEMENTOS QUE EL
JUEZ CONSTITUCIONAL DEBE TOMAR EN CUENTA PARA CONSIDERARLAS
VÁLIDAS. Ningún derecho fundamental es absoluto y en esa medida
todos admiten restricciones. Sin embargo, la regulación de dichas
restricciones no puede ser arbitraria. Para que las medidas emitidas por el
legislador ordinario con el propósito de restringir los derechos
fundamentales sean válidas, deben satisfacer al menos los siguientes
requisitos: a) ser admisibles dentro del ámbito constitucional, esto es, el
legislador ordinario sólo puede restringir o suspender el ejercicio de las
garantías individuales con objetivos que puedan enmarcarse dentro de
las previsiones de la Carta Magna; b) ser necesarias para asegurar la
obtención de los fines que fundamentan la restricción constitucional, es
decir, no basta que la restricción sea en términos amplios útil para la
obtención de esos objetivos, sino que debe ser la idónea para su
realización, lo que significa que el fin buscado por el legislador no se
pueda alcanzar razonablemente por otros medios menos restrictivos de
derechos fundamentales; y, c) ser proporcional, esto es, la medida
legislativa debe respetar una correspondencia entre la importancia del
fin buscado por la ley, y los efectos perjudiciales que produce en otros
derechos e intereses constitucionales, en el entendido de que la
persecución de un objetivo constitucional no puede hacerse a costa de
una afectación innecesaria o desmedida a otros bienes y derechos
constitucionalmente protegidos. Así, el juzgador debe determinar en
cada caso si la restricción legislativa a un derecho fundamental es, en
primer lugar, admisible dadas las previsiones constitucionales, en segundo
lugar, si es el medio necesario para proteger esos fines o intereses
constitucionalmente amparados, al no existir opciones menos restrictivas
que permitan alcanzarlos; y en tercer lugar, si la distinción legislativa se
encuentra dentro de las opciones de tratamiento que pueden
considerarse proporcionales. De igual manera, las restricciones deberán
estar en consonancia con la ley, incluidas las normas internacionales de
derechos humanos, y ser compatibles con la naturaleza de los derechos
amparados por la Constitución, en aras de la consecución de los
objetivos legítimos perseguidos, y ser estrictamente necesarias para
promover el bienestar general en una sociedad democrática.
Metodología para aplicar el Principio de proporcionalidad (de
prohibición de exceso o de razonabilidad)
Las reglas previstas en la tesis anterior, fueron expuestas de
manera didáctica por la Primera Sala de la SCJN, en el Amparo en revisión
237/2014, que desarrolla los pasos o etapas a seguir para aplicar el
principio de proporcionalidad como herramienta para controlar la
constitucionalidad y/o convencionalidad de una norma. A través de esta
metodología se determina el alcance de un derecho fundamental y la
extensión de su protección, trazando una distinción indispensable entre
ambos. De acuerdo con esta distinción, el examen de constitucionalidad
de una medida legislativa debe realizarse mediante un análisis en dos
etapas, siguiendo los pasos que se describen a continuación:
Primera etapa: Debe establecerse si la medida legislativa
impugnada o interpretada incide en un derecho fundamental, es decir, si
lo afecta.
Para lograr lo anterior, por un lado, debe interpretarse la
norma infra constitucional con la finalidad de determinar los alcances de
la prohibición u obligación que esta establece y, por otro lado, debe
interpretarse la norma que establece el derecho fundamental en juego,
con la finalidad de fijar el alcance o contenido prima facie de éste.
Si la norma interpretada no incide en el derecho fundamental
al tener la presunción de ser constitucional se da por terminada la primera
etapa y con esto se da fin al ejercicio de aplicación del principio de
proporcionalidad. Por el contrario, de incidir, debe pasarse a la segunda
etapa.
Segunda etapa: Debe establecerse si la norma que incide en
el derecho fundamental es constitucional. Es decir, si en el caso concreto
existe una justificación constitucional para que la medida legislativa
reduzca la extensión protectora del derecho fundamental. Sólo será
constitucional si cumple con todos los requisitos del principio de
proporcionalidad: (a) una finalidad constitucionalmente válida, (b)
idoneidad, (c) necesidad y (d) proporcionalidad en sentido estricto.
El incumplimiento de uno de los elementos de este principio
demuestra la inconstitucionalidad en la norma y vuelve innecesario el
estudio de los demás requisitos.
Elementos o Subprincipios:
(a) Constitucionalidad de los fines perseguidos con la medida,
también conocido como fin legítimo. No cualquier propósito puede
justificar la limitación de un derecho fundamental. Los derechos
fundamentales, los bienes colectivos y los bienes jurídicos garantizados
como principios constitucionales, constituyen fines que legítimamente
fundamentan la intervención del legislador en el ejercicio de otros
derechos fundamentales.
(b) Idoneidad de la medida. Se considera que es idónea la
medida si la correlación entre medio y fin es positivo, con independencia
de su nivel de eficacia. En otras palabras, es idónea la medida si
contribuye en algún modo o en algún grado a lograr el propósito que
busca el legislador.
(c) Necesidad de la medida. Se satisface esta exigencia
cuando entre los medios idóneos para la consecución de un fin legítimo, se
elige el menos gravoso o restrictivo para el derecho afectado. El escrutinio
puede acotarse ponderando aquellas medidas que el legislador consideró
adecuadas para situaciones similares o bien las alternativas que en el
derecho comparado se han diseñado para regular el mismo fenómeno.
(d) Proporcionalidad de la medida en sentido estricto. En esta
fase se requiere realizar una ponderación entre los beneficios que cabe
esperar de una limitación, desde la perspectiva de los fines que se
persiguen con los costos que necesariamente se producirán desde los
derechos fundamentales.
Los anteriores pasos o etapas son ilustradados en el siguiente
esquema:
Aplicación del principio de proporcionalidad al último párrafo
del artículo 84 de la LTCABC, en relación con el derecho humano al libre
desarrollo de la personalidad y al derecho humano al proyecto de vida
A. Primera etapa:
¿La norma ordinaria reduce la extensión protectora del
derecho fundamental?
Sí. Si el enunciado “en ningún caso procede la reincorporación
al servicio” se interpreta como una prohibición para reincorporar, se afecta
el derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad, que implica
el derecho del individuo a elegir en forma libre y autónoma su proyecto de
vida, la manera en que lograría la meta y los objetivos que para él son
relevantes, entre los cuales se encuentra la elección de la profesión o
actividad laboral.
El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la
tesis aislada P. LXVI/2009 con número de registro 165822, desarrolló los
aspectos que comprende el derecho al libre desarrollo de la personalidad.
DERECHO AL LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD. ASPECTOS QUE
COMPRENDE. De la dignidad humana, como derecho fundamental
superior reconocido por el orden jurídico mexicano, deriva, entre otros
derechos personalísimos, el de todo individuo a elegir en forma libre y
autónoma su proyecto de vida. Así, acorde a la doctrina y
jurisprudencia comparadas, tal derecho es el reconocimiento del
Estado sobre la facultad natural de toda persona a ser individualmente
como quiere ser, sin coacción ni controles injustificados, con el fin de
cumplir las metas u objetivos que se ha fijado, de acuerdo con sus
valores, ideas, expectativas, gustos, etcétera. Por tanto, el libre
desarrollo de la personalidad comprende, entre otras expresiones, la
libertad de contraer matrimonio o no hacerlo; de procrear hijos y
cuántos, o bien, decidir no tenerlos; de escoger su apariencia personal;
su profesión o actividad laboral, así como la libre opción sexual, en
tanto que todos estos aspectos son parte de la forma en que una
persona desea proyectarse y vivir su vida y que, por tanto, sólo a ella
corresponde decidir autónomamente.
Una prohibición para reincorporarse implica que el miembro
de la corporación policial no podría dedicarse a la actividad profesional
que libremente eligió, y, decidir a qué actividad profesional dedicarse,
evidentemente forma parte del derecho al libre desarrollo de la
personalidad. Este derecho como lo expresa la tesis citada, deriva el
derecho personalísimo, a elegir en forma autónoma su proyecto de vida.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sostenido en relación al
proyecto de vida, lo siguiente:
“El proyecto de vida se asocia al concepto de realización personal,
que a su vez se sustenta en las opciones que el sujeto puede tener para conducir
su vida y alcanzar el destino que se propone. En rigor, las opciones son la
expresión y garantía de la libertad. Difícilmente se podría decir que una persona
es verdaderamente libre si carece de opciones para encaminar su existencia y
llevarla a su natural culminación. Esas opciones poseen, en sí mismas, un alto valor
existencial. Por lo tanto, su cancelación o menoscabo implican la reducción
objetiva de la libertad y la pérdida de un valor que no puede ser ajeno a la
observación de esta Corte.”24
En especial la carrera policial tiene la peculiaridad de ser un
proyecto de vida auspiciado por el propio constituyente permanente,
como se advierte de la exposición de motivos del artículo 21 de la
Constitución Nacional, que establece las bases sobre las cuales se debe
regir la seguridad pública en todo el país.
En la iniciativa presentada por el Titular del Poder Ejecutivo, el 5
de diciembre de 1994, para adicionar el artículo 21 Constitucional, se
indicó:
Sistema Nacional de Seguridad Pública.
La iniciativa plantea definir a nivel constitucional las bases
sobre las cuales debe regirse la seguridad pública en todo el país. El
cambio que se propone demanda una nueva concepción de la
profesionalización policial. Es preciso reforzar los procedimientos de
evaluación permanente del desempeño profesional de los servidores
públicos de seguridad. Se debe crear una verdadera carrera policial
sustentada en un régimen de prestaciones económicas y sociales
congruente con la importancia y el riesgo de su labor. Es necesario
revalorar y dignificar al servidor de la seguridad pública para atraer a esta
actividad a mexicanos que encuentren en ella un proyecto digno de vida
profesional, sentando las bases de seguridad y reconocimiento social que
merecen. Es necesario hacerlo en el ámbito federal y promover, con
respecto a la soberanía de los estados y a la autonomía de los municipios,
que estos esquemas sean de adopción generalizada (página 162, 24
Caso Loayza Tamayo Vs. Perú (Reparaciones y costas), parágrafo 148 de la sentencia.
Derechos del Pueblo Mexicano. México a través de sus constituciones,
Tomo XIII).
Segunda etapa:
¿Es constitucional la medida conforme las cuatro elementos de
escrutinio?
a).- Constitucionalidad de los fines perseguidos por la medida
¿El fin perseguido con la medida tiene un fin
constitucionalmente legítimo?
Sí, tiene un fin legítimo. La pretensión del legislador local fue
ajustar el artículo 84 de la LTCABC, al texto del artículo 123, apartado B,
fracción XIII. En este orden de ideas, remite a los fines del constituyente, por
tanto, para conocer estos, deben analizarse los trabajos preparatorios de
la reforma, de fecha 18 de junio de 2008, según los cuales, la finalidad de
la reforma consistió en establecer un mecanismo de depuración de los
elementos que a juicio de la autoridad se apartan de los principios de
ética y dañan las instituciones.
b).- Idoneidad de la medida
¿Contribuye la medida a lograr el propósito que busca el
legislador?
La medida es idónea porque contribuye a lograr el propósito
que busca el legislador.
La prohibición de reincorporar al miembro de la institución
policial, aun cuando haya obtenido sentencia favorable que declara
injustificada la terminación de la relación administrativa, a cambio de una
indemnización, logra el propósito de que no sea reincorporado el miembro
que, a juicio de la autoridad, se apartó de los principios de ética y por
ende daña a la institución. La medida es eficaz para lograr la depuración
de estos elementos.
c).- Necesidad de la medida
¿De las medidas idóneas para lograr el fin perseguido es la de
prohibir la reincorporación la menos gravosa para el derecho afectado?
No. La medida consistente en prohibir la reincorporación de un
miembro de la institución policial que obtuvo sentencia favorable,
declarando injustificada la determinación de la autoridad de dar por
terminado el servicio de aquel, no es necesaria porque existen medios
alternativos, contemplados en nuestro sistema jurídico, igualmente idóneos,
para impedir la reincorporación de un sujeto que obtuvo una resolución
favorable.
Existe la posibilidad de que ante una resolución jurisdiccional
favorable al actor, el demandado, sujeto pasivo, elija entre reinstalar o
bien indemnizar. En otras palabras, el derecho de elegir corresponde al
demandado condenado y no al actor.
Por ejemplo, en materia laboral, la Constitución Nacional,
artículo 123, apartado A, fracción XXII, contempla la excepción a favor del
patrón de los supuestos en los cuales, no obstante que despidió a un
obrero sin causa justificada, no está obligado a reinstalarlo, sino que puede
optar por el pago de una indemnización.
Al respecto, el artículo 123, apartado A, fracción XXII de la
Constitución Nacional establece lo siguiente.
“XXII. El patrono que despida a un obrero sin causa justificada o por
haber ingresado a una asociación o sindicato, o por haber tomado parte en una
huelga lícita, estará obligado, a elección del trabajador, a cumplir el contrato o a
indemnizarlo con el importe de tres meses de salario. La Ley determinará los casos
en que el patrono podrá ser eximido de la obligación de cumplir el contrato,
mediante el pago de una indemnización.
El artículo 49 de la Ley Federal del Trabajo establece los
supuestos en los cuales el patrón queda eximido de la obligación de
reinstalar al trabajador, mediante el pago de indemnizaciones.
“Artículo 49.- El patrón quedará eximido de la obligación de reinstalar al
trabajador, mediante el pago de las indemnizaciones que se determinan en el
artículo 50 en los casos siguientes:
I. …
II. ….
III. ….
IV. …
V. ….”
La medida consistente en que la autoridad tenga el derecho
de optar entre reincorporar en el servicio a un miembro de la institución
policial, o bien indemnizarlo, es una medida menos restrictiva de los
derechos al libre desarrollo de la personalidad y al proyecto de vida, en
comparación con la prohibición de la reincorporación y logra la misma
eficacia en la depuración de los considerados malos elementos en opinión
de la autoridad. Esta última es quien decide si reincorpora o no,
atendiendo a si considera que se trata de un elemento bueno o malo.
d).- Proporcionalidad en sentido estricto de la medida
¿Son más los beneficios de la medida que la afectación al
derecho fundamental?
No. La prohibición absoluta de reinstalar a los miembros de las
instituciones policiales que obtuvieron sentencia favorable, no es una
medida proporcional en sentido estricto ya que genera una ventaja
mínima para el combate a la corrupción y el orden público, frente a la
afectación muy intensa al desarrollo de la personalidad del miembro de la
institución policial, pues al no ser reincorporado se le al impide el
desempeño de la actividad profesional que eligió como proyecto de vida.
Es mínima la protección al combate a la corrupción y al orden
público, por lo siguiente:
Primero.- La corrupción que se pretende erradicar con la
prohibición de reincorporar no es de naturaleza objetiva sino subjetiva. Es
la que a juicio de la autoridad exista y no la que está probada en el
proceso. Al miembro de la institución policial que obtuvo resolución
favorable, conforme a nuestro sistema jurídico, no puede llamársele
corrupto. La sentencia que declara injustificada la terminación del servicio
deja sin efecto este acto de autoridad que le atribuye ya sea la comisión
de una conducta indebida o que no reúne un requisito de permanencia.
Segundo.- No todas las causales de responsabilidad tienen
relación con el combate a la corrupción. La constitución de los Estados
Unidos Mexicanos en su artículo 109, fracción III, dispone: “Se aplicarán
sanciones administrativas a los servidores públicos por los actos u omisiones
que afectan la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia
que deben observar en el desempeño de su empleo, cargo o comisiones”.
Tercero.- Los requisitos de permanencia en un principio no
tienen relación directa con la corrupción de los miembros de las
instituciones policiales, sino que su propósito es garantizar cumplan con un
perfil profesional que les permita desempeñar las funciones. No regulan la
comisión de conductas que impliquen responsabilidad administrativa. En
los trabajos preparatorios de la reforma de 18 de marzo de 1999, al artículo
123, apartado B, fracción XIII, en el cual se estableció la posibilidad
constitucional de dar por terminada la relación administrativa de un
miembro de la institución policial por no reunir los requisitos de
permanencia, se advierte, del debate en la Cámara de Diputados, que se
diferenció entre requisito de permanencia y causal de responsabilidad,
señalándose que los primeros no tienen relación con actos delictivos o
incumplimiento de funciones. Diputado Felipe Urbeola Ledezma:
“Por otro lado, dice por aquí que se prohíbe la reinstalación a los
cesados; no se trata de cesarlos, se trata de removerlos del cargo. El cese se da
cuando una persona ha actuado mal; el cese es cuando ha cometido un acto
delictivo o incumple con sus obligaciones. En este caso estamos hablando de la
remoción del cargo, porque no cumple con los requisitos de ley y en este sentido
yo sí quiero ser muy enfático.”
Por último, hacer un breve repaso de la relación del tercer
párrafo de la fracción XIII del apartado B del artículo 123, que dice lo
siguiente:
Los miembros de las instituciones policiales de los municipio,
entidades federativas, del Distrito Federal, así como de la Federación, es
decir, todos los que se dediquen a la actividad policiaca podrán ser
removidos de su cargo si no cumplen con los requisitos que las leyes
establecen. Esto debe de quedar claro, la única causa por la cual pueden
ser removidos es el incumplimiento de requisitos. Esta disposición
constitucional no es aplicable para aquellos que cometen actos delictivos
o que violentan o incumplen con su función, para eso existen otras
disposiciones: las leyes adecuadas, las leyes orgánicas y en algunos casos
las de los prestadores de servicios públicos.”
Como se advierte, interpretar el artículo 84 de la LTCABC como
una prohibición absoluta de reincorporar al miembro de la institución
policial, resultaría inconstitucional, porque no se aprueban las fases de
escrutinio de necesidad de la medida y de proporcionalidad en sentido
estricto.
Lo anterior significa que debe realizarse una interpretación que
resulte constitucional. De lo contrario se tendría que inaplicar la norma.
ATENTAMENTE
MAGISTRADO ALBERTO LOAIZA MARTÍNEZ
LA SUSCRITA, CLAUDIA CAROLINA GOMEZ TORRES, SECRETARIA GENERAL DE
ACUERDOS DEL TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL
ESTADO DE BAJA CALIFORNIA, HACE CONSTAR:-----------------------------------------
QUE LO TRANSCRITO CON ANTERIORIDAD CORRESPONDE A UNA VERSION
PUBLICA DE LA RESOLUCION DICTADA POR EL PLENO DEL TRIBUNAL DE
FECHA DOCE DE MAYO DE DOS MIL DIECISEIS, RELATIVA AL RECURSO DE
REVISION PROMOVIDO EN EL EXPEDIENTE 479/2012 S.S, EN LA QUE SE
SUPRIMIERON DATOS QUE SE HAN CONSIDERADO COMO LEGALMENTE
RESERVADOS O CONFIDENCIALES, CUBRIENDO EL ESPACIO
CORRESPONDIENTE MEDIANTE LA UTILIZACION DE DIEZ ASTERISCOS; VERSION
QUE VA EN SETENTA Y CINCO FOJAS UTILES. LO ANTERIOR CON APOYO EN
LA FRACCION I, DEL ARTICULO 34 DE LA LEY DE TRANSPARENCIA Y ACCESO
A LA INFORMACION PUBLICA PARA EL ESTADO DE BAJA CALIFORNIA Y 15
DEL REGLAMENTO DEL TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL
ESTADO DE BAJA CALIFORNIA EN MATERIA DE TRANSPARENCIA Y ACCESO A
LA INFORMACION PUBLICA. LO QUE SE HACE CONSTAR PARA LOS EFECTOS
LEGALES A QUE HAYA LUGAR, EN LA CIUDAD DE MEXICALI, BAJA
CALIFORNIA, A VEINTICUATRO DE MAYO DE DOS MIL DIECISEIS. DOY FE.