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“ AÑO D E LA INTEGRACION NACIONAL Y EL RECONOCOCIMIENTO DE NUESTRA DIVERSIDAD CULTURAL” Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle” Alma mater del magisterio nacional WALTER PEÑALOZA FACULTAD : CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES ESPECIALIDAD: INGLES-FRANCES DOCENTE : JORGE VASQUEZ BARBOZA ALUMNA : PEÑALOZA VARGAS CATHERINE CÓDIGO : 20100386

Walter peñaloza

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Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

1 Walter Peñaloza Ramella

“ AÑO D E LA INTEGRACION NACIONAL Y EL RECONOCOCIMIENTO DE NUESTRA DIVERSIDAD CULTURAL”

Universidad Nacional de Educación“Enrique Guzmán y Valle”

Alma mater del magisterio nacional

WALTER PEÑALOZA

FACULTAD : CIENCIAS SOCIALES Y

HUMANIDADES

ESPECIALIDAD: INGLES-FRANCES

DOCENTE : JORGE VASQUEZ BARBOZA

ALUMNA : PEÑALOZA VARGAS CATHERINE

CÓDIGO : 20100386

AULA : H-7

CICLO : III 2012

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

INDICE

Dedicatoria

Introducción

WALTER PEÑALOZA

CAPITULO I

CONCEPTOS BASICOS

1.1. Biografía……………………………………………………………… 5

1.2. Contexto histórico…………………………………………………… 5

1.3. Aportes en la educación…………………………………………… 8

1.4. Obras (libros)……………………………………………………….. 9

CAPITULO II

PENSAMIENTO EDUCATIVO

2.1. Concepto y fines de la educación…………………………………. 10

2.2. Los contenidos educativos…………………………………………. 12

2.2.1 Valores………………………………………………………. 13

2.2.2 Contenidos………………………………………………….. 13

2.2.3 Cultura……………………………………………………….. 13

2.3. Propósitos y Funciones de los estudiantes……………………….. 14

2.4. Sujetos de la educación……………………………………………. 16

2.4.1. El educando………………………………………………….. 16

2.4.2. El educador…………………………………………………… 16

2.4.3. La comunidad……………………………………………….... 20

2.5. La tecnología educativa y el currículo integral……………………… 21

2.6. El contexto en la educación………………………………………….. 25

CAPITULO III

APORTES Y VIGENCIAS DE SUS IDEAS

3.2. Aportes…………………………………………………………………. 26

3.3. Vigencia………………………………………………………………… 29

3.4. Fuentes de consulta………………………………………………….. 30

3.5. Breve antología de su obra…………………………………………. 31

3.6. La cantuta, una experiencia en educación…………………………. 31

3.7. Evaluación cualitativa…………………………………………………. 33

3.8. Diferentes escritos……………………………………………………. 35

2 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

3.9. Tecnología educativa………………………………………………. 37

3.10. El currículo integral………………………………………………… 38

3.10.1. Dividido en diez capítulos…………………………………….. 39

3.11. Otros escritos……………………………………………………….. 41

 

 

Conclusión

Bibliografía

3 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

INTRODUCCION

Toda persona interesada por la educación nacional no puede pasar por alto el

gran aporte teórico y práctico del educador y filósofo peruano Walter Peñaloza

Ramella (1920-2005). Con su ejemplo de vida, el maestro Peñaloza nos ha

dejado grandes enseñanzas que los docentes siempre debemos tener en

cuenta. No obstante, los jóvenes estudiantes se preguntará quién fue Walter

Peñaloza y cuáles son esos aportes a los que hacemos referencia.

Para el Dr. Walter Peñaloza la Educación es “el moverse o fluir que brota del

ser de las personas; es un desenvolverse de sus potencialidades físicas,

anímicas y espirituales”. Afirma que la Educación es un proceso que va de lo

interior a lo exterior y que fundamentalmente “es el despliegue de la propia

persona para que el educando pueda llegar a ser persona a plenitud”. Ello

“implica su autonomía y libertad; su capacidad de aprehender los valores, la

mirada inquisitiva y sin prejuicios al medio físico, y su poder creativo”. Educar

es para Peñaloza promover el desenvolvimiento del ser humano y de sus

potencialidades; un proceso que suscite relaciones más adecuadas con el

grupo social, para lo cual la educación debe permitir incorporar la riqueza de la

cultura propia del pueblo y del acervo cultural universal, “debe impulsar la

capacidad que tienen ‘las personas’ de tomar posición frente a la cultura

circundante debe despertar su poder creativo para que puedan renovar e

innovar la cultura del medio en que se ha nacido”

Hominizar al hombre, es lograr el desenvolvimiento de su desarrollo orgánico,

de sus capacidades corporales y psíquicas individuales, el apoderamiento de

su lengua, el desarrollo de su sentido de libertad, responsabilidad y autonomía

personal, de su capacidad inquisitiva, percepción de los valores y creatividad;

ello “no es posible sino a través de la socialización (contactos vivenciales y

relaciones con los demás y despertamiento individual al grado y ritmo de esas

relaciones) y de la culturación (captación y comprensión de las creaciones

culturales del grupo social).

4 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

CAPITULO I

CONCEPTOS BASICOS

1.1. BIOGRAFÍA

Walter Peñaloza Ramella nació en Lima el año de 1920. Sus padres fueron don

Manuel Peñaloza y doña Anita Ramella. Realizó sus estudios secundarios en el

colegio Anglo - Peruano de Lima y sus estudios superiores en la Universidad

Nacional Mayor de San Marcos. Se graduó de bachiller en Filosofía en 1943

con la tesis “Evolución del conocimiento helénico” y posteriormente se graduó

de doctor en Filosofía con la tesis “La deducción trascendental y el acto de

conocimiento racional”. 

1.2. CONTEXTO HISTORICO

Trayectoria académica profesional

Desde 1940 fue profesor en el Colegio Anglo - Peruano (hoy San Andrés);

donde había terminado tres años antes su secundaria. Allí se destacó por la

aplicación de una nueva metodología para la enseñanza del castellano. El

alumno se convirtió en el protagonista de su propia enseñanza y la asignatura

dejó de centrarse en el aprendizaje de la gramática orientándose más al

desarrollo de la expresión oral, lectura y escritura. 

En 1944 fue profesor por horas de Historia de la Cultura Peruana y de Estudios

Supervisados en el Colegio Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe. Aquí

observó que la pedagogía era deficiente y que al alumnado se le preparaba

para los exámenes y no para saber. Ese año inició su funcionamiento el

Colegio Militar “Leoncio Prado”, promovido y fundado por el General José del

Carmen Marín. Este colegio era de educación secundaria bajo un régimen

militar y con elevadas exigencias de rendimiento estudiantil y profesoral.

Convocaba concursos públicos para que los profesores se incorporaran a su

cuerpo docente. Fue el primero y el único en tener a todos sus profesores

5 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

estables y donde se realizaba el trabajo en equipo. En 1945, Walter Peñaloza

se presentó al concurso y fue nombrado profesor de Historia de la Cultura y

luego de Psicología y de Lógica. Posteriormente, por concurso, llegó a ser jefe

de curso. En esta época, la tesis con que obtuvo su Bachillerato en la

Universidad alcanzó el premio nacional de Filosofía y fue publicada como libro

por la sociedad peruana de Filosofía. 

En ese mismo año, 1945, fue llamado a la Universidad Nacional Mayor de San

Marcos para dictar el curso de Griego, por insistencia de José Tola Mendoza,

director del Instituto Lingüístico de la Universidad, y también por la Facultad de

Letras para la asignatura de Estética. 

En 1946 debido a problemas políticos entre el APRA y el gobierno de

Bustamante y Rivero, con el que simpatizaba, le negaron la renovación de su

contrato en la universidad de San Marcos. La protesta de los estudiantes

determinó que su contrato fuera extendido y poco después la Facultad de

Letras le encargó el curso de Lógica. 

Nuestra educación de esos años, academicista y memorista, no preparaba

para la vida ni para estudios ulteriores. Peñaloza consideraba que tal situación

debía y podía afrontarse, abordando la formación de maestros.

En 1948, Peñaloza es contratado por la Universidad de Río Piedras de Puerto

Rico, para crear el curso básico de Filosofía, dentro de la Facultad de Estudios

Generales. Encontrándose aún en dicha tarea, le llega en 1951, una carta del

entonces Ministro de Educación, Coronel Juan Mendoza Rodríguez, donde le

informa del proyecto para establecer una institución formadora de maestros, en

un moderno campus que se construiría a 40 km. de Lima, en un lugar

denominada La Cantuta, en Chosica. “La idea era transformar los antiguos

Instituto Pedagógico Nacional de Varones e Instituto Pedagógico Nacional de

Mujeres, situados en Lima, en la Escuela Normal Central, ubicada en La

Cantuta”. Esta sería una institución coeducacional. Y le propone dirigirla.

El 6 de Julio de 1953 se inauguró la Escuela Normal Central de la Cantuta, en

6 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

Chosica – Lima. Walter Peñaloza, asumió su dirección iniciándose la gran

experiencia formadora de maestros que este educador evocará años después

en su obra:

“La Cantuta. Una Experiencia en Educación”.

Walter Peñaloza fue director de La Cantuta durante 10 años, donde realizó

cambios radicales en la formación universitaria en general y en la formación del

magisterio en particular. El año 1960 dejó La Cantuta y en 1961 empezó a

trabajar en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Luego, fue llamado

para desarrollar la temática correspondiente a Metodología de la Enseñanza

Universitaria en la Universidad Nacional de San Marcos. En el año 1963,

durante el gobierno de Fernando Belaúnde, fue llamado a asumir otra vez la

dirección de la Escuela Normal Superior, pero no aceptó. En ese año fue

designado Embajador del Perú en Alemania Occidental cargo que desempeñó

hasta 1969.

En 1969, luego de su retorno al país, asumió la Dirección de Evaluación de

Universidades del Perú en el Consejo Nacional de la Universidad Peruana

(CONUP) y viajó por muchos lugares del territorio nacional. 

Fue miembro de primer orden de la Comisión Nacional que elaboró la Reforma

Educativa Peruana de 1972, que dirigiera Emilio Barrantes. 

Terminada la labor de la Comisión de Reforma, fue miembro del Consejo

Superior de Educación, que supervisaba la ejecución de la Reforma y más

tarde, Asesor del Ministro de Educación hasta 1978.

En 1978 fue contratado por la Universidad del Zulia en Venezuela como Asesor

del Vice - Rectorado de Regionalización. En 1980, en dicha Universidad, fue

Asesor de la radical reforma curricular que esa institución emprendió y dentro

de la cual su tesis del currículo integral fue cabalmente asumida. En 1986 fue

Asesor Académico de la Universidad Rafael Urdaneta, la cual implementó

también el curriculum integral en sus labores académicas. En 1987 y hasta el

2000 fue miembro de la Comisión Nacional de Curriculum del Consejo Nacional

de Universidades, de Venezuela. En 1994 fue Asesor de la Sección de

Planificación y Desarrollo del Currículo de la Universidad de Zulia. Residió 22

años en Venezuela. 

7 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

En 1991 fue designado Rector Vitalicio (Ad Honorem) de la Universidad

Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”, institución en la cual se

había transformado la Escuela Normal Superior, de la Cantuta.

Participó últimamente en el Forum Internacional de Educación “Encinas”,

organizado por la Derrama Magisterial, del Perú, en los años 1996 y 1998.

A partir del año 2,000 su presencia en el Perú fue más frecuente, participando

como conferencista magistral en innumerables eventos promovidos por

universidades del país y otras instituciones académicas del Perú. En el año

2,001 asesoró la reestructuración de los planes curriculares de la Universidad

Nacional San Luis Gonzaga de Ica. 

El 6 de agosto del 2002, en acto presidido por el Ministro de Educación Dr.

Gerardo Ayzanoa Del Carpio, su discípulo, el gobierno del Perú le impuso las

Palmas Magisteriales en el Grado de AMAUTA, máxima condecoración

otorgada en reconocimiento a sus excepcionales aportes a la educación, la

ciencia y la cultura. Actualmente es Jefe del Gabinete de Asesores del Ministro

de Educación y es el gestor de los cambios que se han producido en los

currículos de 1º y 2º grados de Educación Secundaria que se aplican

experimentalmente en 50 colegios así como de los cambios curriculares que se

aplican experimentalmente en 25 Institutos Superiores Pedagógicos Públicos

del país.

1.3. APORTE EN LA EDUCACIÓN PERUANA

Su gran aporte a la educación del país lo constituye la reforma en la educación

universitaria, entre los que se destacan:

• La semestralización de los cursos

• Unificación de la formación de los profesores para inicial, primaria y

secundaria.

8 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

• Promovió el sistema del crédito universitario para dar una mayor

comparabilidad entre los planes de estudios de las universidades. Este sistema

se sigue utilizando en las universidades peruanas hasta la fecha.

• Intensificación de las prácticas pre profesionales.

1.4. . OBRAS (LIBROS)

(1946) La evolución del conocimiento helénico: Hilozoísmo-eleatismo.

Sociedad Peruana de Filosofía. Lima.

(1955) Estudio acerca del conocimiento. Edición del autor. Lima.

(1961) Introducción a la filosofía y lógica. Editorial Colegio Militar Leoncio

Prado. Lima.

(1962) El Conocimiento inferencial y la deducción trascendental. Biblioteca

filosófica Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima.

(1973) El discurso de Parménides. Ignacio Prado editor, Lima.

(1980) Tecnología educativa. Editado por la Escuela Empresarial Andina

del Convenio Andrés Bello. 2ª edición. Lima.

(1989) La Cantuta. Una experiencia en educación. Edición auspiciada por el

CONYTEC, Lima.

(2000) El currículo integral. Optimice editores, Lima.

(2000) Un juicio acerca del bachillerato. Edición Derrama Magisterial. Lima.

(2001) La enseñanza del lenguaje. Ediciones INLEC. Lima.

(2003) Los propósitos de la educación. Fondo Editorial del Pedagógico San

Marcos. Lima.

(2004) El algoritmo de la ejecución del currículo. Fondo Editorial del

Pedagógico San Marcos. Lima.

9 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

CAPITULO II

PENSAMIENTO EDUCATIVO

2.1. CONCEPTO Y FINES DE LA EDUCACIÓN

o En Peñaloza pensamiento, teoría y praxis han ido siempre de la mano.

Es de los educadores que hace lo que piensa, y piensa, reflexiona y

teoriza a partir de los resultados que le da el llevar a la práctica sus

ideas. 

o La educación para Peñaloza es “el moverse o fluir que brota de las

personas; es un desenvolverse de sus potencialidades físicas, anímicas

y espirituales”

o Es un proceso que va de lo interior a lo exterior y que fundamentalmente

“es el despliegue de la propia persona para que el educando pueda

llegar a ser persona a plenitud” (3). Es el desenvolvimiento de las

potencialidades del ser humano en un proceso de interrelación social en

el que incorpora la riqueza de la cultura de su pueblo y lo valioso de la

cultura universal

o En su libro, “El Currículo Integral”, teorizando sobre lo que es la

educación dice “la educación refleja el estrecho enlace de tres términos

que no pueden separarse: hombre, sociedad y cultura. La Educación es

un proceso de hominización, socialización y culturación”

o Hominizar al hombre es lograr el desenvolvimiento de su desarrollo

orgánico, de sus capacidades corporales y psíquicas individuales, el

apoderamiento de su lengua, el desarrollo de su sentido de libertad,

responsabilidad y autonomía personal, de su capacidad inquisitiva,

percepción de los valores y creatividad. Esto “no es posible sino a través

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Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

de la socialización; vale decir, de los contactos vivenciales y relaciones

con los demás y del despertamiento individual al grado y ritmo de esas

relaciones. Pero la hominización necesita igualmente de la culturación

como captación y comprensión de las creaciones culturales del grupo

social.

o La culturación no es posible sino dentro del grupo social y a base del

fortalecimiento de la libertad, autonomía personal, creatividad y la

aprehensión de los valores. Y la socialización no ocurre plenamente y

con sentido al margen de la captación de las creaciones culturales y sin

el despliegue de los rasgos personales de libertad, autonomía personal,

creatividad y descubrimiento de los valores”

Estos propósitos pueden observarse en el siguiente esquema:

11 Walter Peñaloza Ramella

HOMINIZACION SOCIALIZACION CULTURIZACION

Desarrollo de persona. Despliegue de sus potenciales físico, anímico y espiritual: Autonomía, libertad aprehender valores.

Relación con el grupo humano: Padre, familia, personas mayores (entorno humano).

Incorporación de la cultura: Capacidad de crear cultura y vivir dentro de un entorno cultural.

Persona a plenitud

Contactos vivenciales,

relaciones con los demás.

Capacidad personal de captar

valores.

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

El esfuerzo desplegado a lo largo de sus años de experiencia expresan la

estrecha correspondencia con estos planteamientos. Peñaloza advierte, sin

embargo que la educación es un proceso muy complejo intrínsecamente y

difícil de materializar en forma plena. Aproximarse al fin de la educación

implicaría por ello estimular la libertad y autonomía de los educandos pero

evitando segregarlos del grupo social, incitándolos a aprehender la cultura a la

que han advenido, despertando su capacidad de captar valores, para – con la

libertad y responsabilidad alcanzada – participar crítica y creadoramente en

nuevas realizaciones culturales. En definitiva, es hacer posible que los

educandos desenvuelvan sus capacidades; se relacionen adecuadamente con

el medio social e incorporen la cultura de su época y de su pueblo. 

2.2. LOS CONTENIDOS EDUCATIVOS

Peñaloza sostiene que la educación debe posibilitar vivir actividades y

experiencias con propósitos cognitivos, pero también sin finalidad cognitiva,

con sentido axiológico diferente; por lo tanto, los contenidos educativos

concretizan valores de naturaleza e intencionalidad distintos, que deben ser

tenidos en cuenta en su conjunto si aspiramos desarrollar una educación

integral.

Una educación que no ponga en contacto a las nuevas generaciones con la

pluralidad de valores prevalentes en la cultura como un corpus, determina

necesariamente en aquellas un empobrecimiento de su vida personal y social.

Si un grupo de seres humanos, viviendo dentro de su cultura, como es forzoso,

por alguna razón se mantiene o es mantenido al margen de la riqueza y

variedad de las realizaciones culturales, es decir, si la educación no cumple su

papel de vía de contacto con la cultura, ese grupo quedará alejado de ésta y no

se hallará al nivel de su época en todo lo esencial. 

Sostiene Peñaloza que para que la formación sea integral, la educación no

debe privilegiar los contenidos vinculados con un valor en desmedro

significativo de los relacionados con otros valores.

12 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

Los valores prevalentes de la cultura que deberían ser tenidos en cuenta si

aspiramos a una formación integral del educando y que se concretizan en los

contenidos educativos y en el currículo, son, entre otros, los siguientes:

VALORES

Verdad Bellez

a

Bien Dios Legalida

d

Justicia Utilidad Productividad

CONTENIDO

Ciencia Arte Moral Religión Derecho Organización

Política

Organización

Económica

Tecnología

CULTURA

2.2.1. VALORES

Verdad Belleza Bien Dios Legalidad Justicia Utilidad Productividad

2.2.2. CONTENIDOS

Ciencia Arte Moral Religión Derecho Organiz. Organiz.

Tecnología Política Económica 

2.2.3. CULTURA

La educación, para Peñaloza, no se da sólo en el plano cognitivo. Una

educación saturada de contenidos cognitivos es mutiladora de los

educandos. La educación no debe ser intelectualista y academizaste

sino una educación plena, en la que exista contacto con los

conocimientos (esfera de la verdad científica), pero asimismo la

oportunidad de entrar en contacto y vivenciar otras manifestaciones de

la cultura, mediante una serie de actividades en las que los alumnos son

los protagonistas y la especificidad de sus contenidos no es lo

13 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

cognoscitivo. 

Estos contenidos educativos, según Peñaloza, pueden agruparse en

áreas que se encuentran interconectadas y que tienen:

2.3. Propósitos y funciones específicas en el proceso formativo de los

estudiantes 

a. El área de conocimientos, para brindar el saber de las disciplinas

científicas que se estima pertinentes y que provee los conocimientos

indispensables para el desarrollo cognitivo de los estudiantes.

b. El área de capacitación para el trabajo orientada a la habilitación laboral

u ocupacional de los educandos. Comprende procedimientos y técnicas

relacionadas con la variedad de aspectos ocupacionales que los

alumnos deberán adquirir. Es el campo de las competencias

ocupacionales pero también se vinculan con ella las competencias

comunicacionales y sociales.

c. El área de actividades, integrada por una serie de acciones organizadas

que los alumnos deben realizar para alcanzar vivencias vinculadas a la

vida, a su desarrollo físico y a aspectos no veritacionales de la cultura,

tales como las actividades artísticas, religiosas, cívicas y morales entre

otras de valor formativo.

d. El área de investigación, planteada por el Prof. Ernesto Viacava y que

Peñaloza incorporó al currículo integral, considerando que el área de

conocimientos ofrece lo alcanzado por los hombres y, en cambio, el área

de Investigación pone a los jóvenes universitarios en contacto con el

proceso por el cual se llega a los conocimientos.

e. El área de consejería, para facilitar a los alumnos apoyo permanente

desde el punto de vista personal y académico. Apoyar su proceso

formativo y psico - vocacional. 

14 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

Los contenidos educativos cognoscitivos tienen una naturaleza e

intencionalidad educativa distinta de los no cognoscitivos y por lo tanto formas

de aprender diferentes que demandan actitudes también diferentes. Al respecto

nos dice Peñaloza que frente al aprendizaje tenemos dos actitudes: la óptica y

la háptica (conferencia sobre “Valores y Orientaciones en la Universidad”.

"Hay aprendizaje óptico en nuestros alumnos cuando logramos que ellos

asuman la actitud óptica y busquen o detecten en la realidad sus rasgos

característicos. Hay aprendizaje háptico en nuestros alumnos cuando los

sumergimos en situaciones en que pueden actuar, hacer y vivir los valores

existentes en esas situaciones. Vale decir, si se trata de la pintura, no darles

lecciones de pintura (esto es óptico), sino hacer que pinten (esto es lo háptico);

si se trata de teatro, no darle lecciones sobre teatro, sino que hagan teatro; y

así con cualquier forma de arte. Como ha dicho Pavarotti, con humor un tanto

grueso, con respecto a la música: "Querer enseñar música por solfeo es como

aprender a hacer el amor por teléfono". Si pasamos al dominio de lo ético,

prácticamente nada se logra con lecciones (esto es lo óptico), sino con

actividades comunitarias, en las cuales los alumnos van a las comunidades, no

a estudiarlas, sino a servirlas. Allí perciben, mejor aún, viven sus carencias y

realizan acciones para amenguarlas y paulatinamente se crea en ellos un

compromiso ético para con el prójimo (esto es háptico). 

Si entramos en el campo de lo técnico, si bien, como hemos manifestado, la

parte que consiste en conocimientos se aprende ópticamente, la parte que

posee de lo no cognoscitivo, esto es, las acciones de las profesiones y de las

artesanías, tienen que aprenderse de manera háptica. Un estudiante de

medicina, por ejemplo, aprende a suturar, no por lecciones, sino suturando. Un

alumno de arquitectura aprende a planear edificios, diseñándolos bajo la

supervisión del profesor, y participando además en la construcción de los

mismos”. 

En suma, los conocimientos y el valor de la verdad se aprenden ópticamente;

todo lo no cognoscitivo, los valores no veritacionales, se aprenden

hápticamente. Peñaloza mismo, ya que de él trata este estudio, es una clara

15 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

expresión de los óptico y háptico, su vida y obra ha sido y es una permanente

confrontación entre el conocer o saber y el hacer. 

2.4. SUJETOS DE LA EDUCACIÓN

2.4.1. El Educando

Para Peñaloza, el educando es el sujeto inmediato del esfuerzo del

maestro y por ello el sistema educativo sólo se justifica en el logro de su

desarrollo integral. En este proceso, el currículo como instrumento de y

para los educandos debe insistir en el aprendizaje de : hábitos motores

(limpieza, orden, descanso, comidas, fórmulas de cortesía);

asociaciones nemónicas; lectura globalizada; destrezas (adquisición que

se hace mediante el condicionamiento de conductas); información para

ser retenida (hechas voluntariamente y con el propósito de reproducir su

contenido en el futuro); regularidades que hay que percibir; formación de

conceptos; aprendizaje de relaciones (aprehender relaciones; entender

enlaces causales, efectuar análisis y síntesis, imaginar y crear en

general); actitud inquisitiva para conocer y experimentar; valoración

ética, artística, religiosa, política, jurídica, económica, tecnológica;

convivencia en el grupo social; realización de lo ideado (ejercitación de

la acción y capacidad de decisión); autonomía del ser (alcanzar en la

vida una posición autónoma y no heterónoma); identidad cultural (lo

nuestro). Todos estos aspectos llevan a que el educando sea una

persona humana completa, equilibrada, espontánea, creativa, autónoma,

que sepa aceptar lo nuestro y transformarlo. Peñaloza sostiene que el

educando debe participar activamente y en forma protagónica en el

proceso educativo que lo conduzca al logro de tales propósitos. El

educando es la razón de ser del fenómeno educativo. 

2.4.2. El Educador

Pocos maestros y teóricos de la educación han abordado con tanta

vehemencia, amplitud y profundidad el tema de la concepción, función y

formación del educador como Walter Peñaloza; quizás ninguno como él

ha dedicado tanto tiempo de su vida a tan importante labor. En este

16 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

campo Peñaloza no fue sólo un teórico sino que fue el ideólogo y

conductor de una de las experiencias más valiosas que tuvo el Perú: la

formación de maestros en la Escuela Normal Superior “Enrique Guzmán

y Valle” La Cantuta, impregnada de una filosofía y praxis cuyos

sustentos teóricos, doctrinarios y pedagógicos se encuentran en el

pensamiento y obra de este insigne educador. Peñaloza concibió la

formación de maestros en forma integral y sin hacer discriminaciones si

eran de educación primaria, secundaria o técnica. Consideró que el

maestro debería ser formado integralmente para que pueda actuar con

compromiso, eficiencia y eficacia en una educación cuyo fin es formar

integralmente al hombre como persona, como ser social y como agente

promotor de su cultura. 

Concibió al maestro como aquel profesional formado en sus

dimensiones biológica, psicológica, social y espiritual, que entendía que

la educación además de ser considerada como ciencia y como técnica

era también filosofía y arte y que por lo tanto su formación no podía

descuidar ninguno de estos aspectos. 

Sostenía que “nadie le podrá quitar a la educación su naturaleza

auténtica de arte y al maestro su carácter de artista” (8). “Lo que hace el

maestro tiene como propósito causar un impacto profundo en el alma del

niño, del joven o del adulto. Su finalidad es que el alumno se transforme.

Por lo tanto, en el maestro hay tanto de actor como de creador. El

maestro es, por consiguiente, mucho más que el artista reiterativo (...)

Es más bien el artista creador, porque no solamente recrea lo que dice,

sino que en cada nuevo acto de labor con los educandos está creando

para ellos y en cierto modo, creándolos a ellos mismos”

Su convicción de que la educación debía tener como fin formar

integralmente al educando para lograr que éste se desarrolle como

persona, como ser social, como partícipe y promotor de su cultura tiene

como piedra angular “el currículo integral” que creó y defendió a lo largo

de toda su vida y que se plasmó en la experiencia de formación de

17 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

maestros de La Cantuta, tal como él mismo lo refiere en su obra “La

Cantuta. Una Experiencia en Educación”. El Currículo Integral contribuyó

a rescatar la figura del maestro educador y se contrapuso a la figura del

maestro meramente enseñante. Los futuros maestros debían recibir y

explorar conocimientos, incorporar receptiva y creadoramente el mundo

de lo cultural, vivir experiencias no cognoscitivas, efectuar numerosas y

consistentes prácticas profesionales que le posibiliten alcanzar

destrezas en el ejercicio docente, y alcanzar, dentro de lo posible, un

armónico desarrollo de sus capacidades interiores, mediante el apoyo de

la consejería; “quedaban preparados, con todo ello, a través de una

experiencia viva de varios años, para actuar más tarde ante los niños y

jóvenes a su cargo en todas esas áreas, vale decir para impulsar, a su

turno, un currículo integral en su trabajo con esos niños y adolescentes”

Para Peñaloza, el educador es aquél que “debe tener la habilidad y

espíritu profundo para promover la autonomía y el sentido de libertad de

los niños, jóvenes y adultos; para despertar y desarrollar en ellos sus

capacidades de observación, reflexión y análisis; para llevarlos a la

comprensión de los valores; estimularlos a la noción de solidaridad, a la

toma de conciencia y comprensión cultural circundante (arte, religión,

tecnología, moral), seguida de la toma de posición ante dicho mundo y,

si es posible, de la acción creadora. Por eso, únicamente el que arme

integralidad en su formación puede transportar esa integralidad a sus

futuros alumnos. Quien no tiene la vivencia de la formación integral, no

puede brindarla a nadie, en realidad no sabe siquiera lo que es, no tiene

idea de su existencia”

El verdadero papel del maestro es que los educandos alcancen el

contacto con los valores, lo cual es imposible si el mismo profesor no

posee amplia comprensión de dichos valores y de las creaciones

culturales de los hombres. De allí que la dimensión axiológica

(orientación a valores) y la comprensión del mundo cultural en la

formación de los maestros resulten decisivas. Estos son los pilares

insustituibles de su verdadera preparación como futuro educador,

18 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

concluye.

Las innovaciones que Peñaloza introdujo en la formación de los

maestros, en la Escuela Normal Superior, de la Cantuta, incluyendo

algunas que han sido citadas en las páginas anteriores, se resumen así:

por primera vez en el Perú y en América Latina se planteó la igualdad de

formación sustantiva de carácter universitario de todos los maestros

(primarios, secundarios, técnicos, pre-escolares); la igualdad de años de

estudios al nivel de los maestros secundarios (antes en la propia

institución, y coetáneamente en el país, los técnicos eran preparados en

1 año, los pre-escolares en 2, los primarios en 3, y los secundarios en 4

y 5); la igualdad de títulos (a todo el profesorado); por primera vez en el

Perú y en América Latina se introdujo el curriculum integral para la

formación de los maestros; el curriculum flexible (en circunstancias en

que en todas las instituciones universitarias existía el currículo rígido); se

intensificaron y diversificaron las Prácticas Profesionales (seis semestres

para todos los tipos de maestros); el sistema semestral de cursos, para

aligerar la carga académica sobre los alumnos; el sistema de créditos,

modificado para adaptarse al currículum integral (este sistema -sin la

modificación- se generalizó después en las Universidades y hoy se ha

endiosado y convertido en un fetiche); el profesorado a tiempo completo

(que lo fue en su 100%); el sistema de profesorado único (los mismos

profesores para las secciones de futuros maestros y para los planteles

de aplicación de primaria, secundaria y técnica, lo que hacía que los

profesores no sólo expusieran lo que debe ser la educación, sino que

permitía que fueran vistos por los futuros maestros en la labor práctica

con los niños y adolescentes y hacía posible, a la vez, la supervisión de

las Prácticas Profesionales de la manera más sencilla y directa); el

sistema tutorial, en virtud del cual cada profesor era tutor de 12 futuros

maestros como máximo; la evaluación de los profesores, por sus

alumnos, los futuros maestros, al término de cada ciclo, como un factor

de su evaluación global; la evaluación periódica de la institución toda,

para detectar sus debilidades y sus aciertos; los estudios de post-grado

19 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

(en Física y en Química); los estudios permanentes de

profesionalización para los maestros no titulados en servicio; se creó el

gobierno estudiantil, el cogobierno en la institución (antes que la ley

universitaria de 1960 lo estableciera), el Tribunal de Honor de los

estudiantes, que trataba autónomamente las faltas serias de los

alumnos.

2.4.3. La Comunidad 

Peñaloza atribuye a la comunidad un rol importante en la formación del

educando. La familia y las instituciones sociales en general influyen

significativamente en la educación de los niños y jóvenes. La educación

inicial de 0 a 6 años, que él propuso, con el profesor Carlos Castillo Ríos

(también miembro de la Comisión Nacional) para la reforma educativa

de los 70, consideró un rol protagónico a los padres y madres de familia

puesto que es en los primeros años de vida donde se sientan las bases

del desarrollo bio - psico - social y espiritual de los educandos. 

El fundamento de la Educación Inicial era (y es) que en nuestro país,

con inmensas mayorías pobres, discriminadas, con carencias gravísimas

de salud y de nutrición, los niños desde que nacen están sujetos a una

seria deprivación, que genera déficits corporales y síquicos, de tal modo

que cuando llegan a las escuelas (cuando llegan) son candidatos al mal

rendimiento, la repetición y la deserción. Por tanto –sostenían Peñaloza

y Castillo Ríos- comenzar la educación a los 7 años (como en Europa o

Estados Unidos) era en el Perú demasiado tarde. Había que efectuar

con la Educación Inicial un proceso de protección a los niños desde que

nacen, brindándoles salud, nutrición y estímulos educativos adecuados,

para que puedan ingresar a la primaria en normales condiciones físicas

y síquicas. Se aprecia que se contribuía de esta manera a establecer un

sistema educativo que fuera acorde con la realidad y las necesidades de

los peruanos. La educación debía ser un proceso que compromete a la

sociedad en su conjunto. 

Los padres y los maestros deben buscar que el niño, el adolescente y el

20 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

joven logren el equilibrio interior de sus cuerpos y de sus espíritus, la

autonomía y libertad necesarias; deben lograr impulsar las actitudes

reflexivas y de análisis, el estudio crítico y objetivo, la toma de posición

frente al mundo, el sentido de responsabilidad y despertar en ellos la

percepción de los valores y la creatividad. El contacto con otros seres

humanos, comenzando con los padres y con la propia familia, enriquece

y estimula la vida psíquica y espiritual de cada individuo. 

La relación educando - familia no es un acto meramente mecánico en el

pensamiento educativo de Peñaloza, sino que implica un acto de amor y

un estímulo permanente de los mayores que incentivan al educando a

formarse, promoviendo el sentido de solidaridad con los otros seres

humanos. De allí la importancia que tiene tanto en la educación

espontánea como en la educación sistemática las acciones de la familia,

del grupo humano inmediato y de la sociedad en general. 

2.5. La tecnología educativa y el Currículo Integral

El libro “Tecnología Educativa” se escribió en oposición a la Tecnología

Educativa conductista, que a mediados del 70 estaba en boga en el Perú, como

en toda América Latina, y porque Peñaloza consideraba que era contraria a los

postulados de la Reforma Educativa que se había iniciado en el país. La

doctrina conductista que enfatizaba las conductas verbales, subrayando su

externalidad, y negando paralelamente la existencia de la conciencia, o bien

juzgándola como una caja negra inaccesible -en el caso de algunos de sus

defensores- difería radicalmente de la concepción de la reforma que era

humanista y ponía el acento en las potencialidades de la conciencia y en la

concientización. Al mismo tiempo, la obra constituye un análisis holístico de lo

que es la tecnología educativa, nuevamente distanciándose de la tecnología

educativa conductista que consistía en una serie de exámenes dispersos,

carentes de estructura.

La tecnología educativa es para Peñaloza un conjunto de procedimientos para

resolver el problema de la educación y ostenta varios niveles que deben ser

tenidos en cuenta, tal como sostiene en su libro sobre Tecnología Educativa: 

21 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

Primer nivel : El curriculum. 

Segundo nivel: Metodología de los bloques curriculares. 

Tercer nivel: Instrumentos Auxiliares del trabajo educativo. 

Cuarto nivel: Sistema de Aprendizaje. 

Quinto nivel: Evaluación. 

El primer nivel es fundamental porque plasma la concepción educativa; el

segundo, tercer, cuarto y quinto niveles, progresivamente más específicos,

se subordinan los más bajos a los más altos, y todos están subordinados al

primero, y el conjunto depende de la concepción de la educación. Una

tecnología educativa que no exprese una concepción de la educación y que no

se preocupe de explicitar la concepción que le sirve de base, es un mero

ejercicio tecnocrático y mecánico, colocado en la superficie de la educación,

sostiene Peñaloza.

La construcción del currículo, sostiene, es el verdadero punto de partida de

todo trabajo en tecnología educativa y aquí hay que considerar que en el

trabajo curricular hay un conjunto de experiencias cuyo propósito es

cognoscitivo (caso de la física, matemática, biología) pero también deben

considerarse otras experiencias cuya teleología no es cognoscitiva; como por

ejemplo, las relacionadas con el arte en el que más que preocuparnos por la

teoría sobre el arte lo que interesa es crear vivencias artísticas y “abrir la

conciencia de los educandos a la comprensión de la belleza”. Se encuentran

también en esta línea de experiencias la educación ética, la educación física y

la educación religiosa, entre otras.

La capacitación para el trabajo, con su propósito de adquirir destrezas

(competencias), y la orientación del educando, constituyen otros componentes

del currículo que no deben soslayarse porque importan para la formación de los

estudiantes y porque el maestro es, por naturaleza, un orientador y un guía del

educando. 

22 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

Algunos aspectos importantes que nos plantea el currículo integral en la

formación del profesorado, tal cual fue aplicado en la Escuela Normal Superior

“Enrique Guzmán y Valle” y, algunas décadas después, en la Universidad del

Zulia (Venezuela) y otras Universidades venezolanas y que se comenzó en la

Universidad Nacional Autónoma-León, de Nicaragua, son los siguientes: 

a) Área de conocimientos. Peñaloza plantea que la formación en esta área

debe ser a través de experiencias cognoscitivas, no mediante la mera

exposición de contenidos realizada por el profesor. Debe posibilitar el

contacto de los educandos con los hechos y objetos del conocimiento,

para que los descubran, aprehendan y analicen, (este proceso es

centrífugo: brota del interior de la persona y se lanza sobre la realidad).

En esta área lo primero son los conocimientos de Formación General, y

en éstos el núcleo principal lo conforman los cursos antropocéntricos:

materias que muestren la situación del hombre en relación con el mundo

físico, biológico y social y ante la totalidad del ser, así como frente al

continente en que le ha tocado vivir y a su país. La propuesta de

contenidos de Formación General de Walter Peñaloza comprende

asuntos como los siguientes: problemática humana de la comunicación;

problemática ecológica, científica y tecnológica; problemática histórico -

antropocéntrica y problemática epistemológica. Se debe también tener

en cuenta cursos de autorreflexión, que se dirigen a examinar ciertos

actos humanos o bien la vida toda del hombre: acto de estudiar y

aprender, acto del pensar o lógica; métodos de aprendizaje; teoría del

conocimiento; vida global y cotidiana: cursos de carácter psicológico. Y,

por último, cursos comunicacionales: uso de la lengua propia, lenguas

extranjeras, matemática, computación. 

Al lado de la Formación General se hallan los conocimientos de

Formación Profesional propios de cada carrera y que son los

indispensables para proporcionar a los estudiantes las bases

cognoscitivas de la profesión que han escogido. Desde su trabajo en la

Escuela Normal Superior de La Cantuta, y su labor como Director de

23 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

Evaluación de Universidades, en el Consejo Nacional de la Universidad

Peruana, y en la Comisión Nacional de Currículo, del Consejo Nacional

de Universidades, en Venezuela, Peñaloza siempre ha propugnado que

los conocimientos de Formación General no deben darse en los

primeros semestres de cada carrera (estructura horizontal: los llamados

Estudios Generales), sino que deben ser los acompañantes

permanentes de la Formación Profesional, a lo largo de los diferentes

ciclos semestrales (estructura longitudinal o diagonal de la Formación

General).

b) Área de actividades no cognoscitivas: En esta área los futuros maestros

no van a recibir lecciones y por ello no se habla de materias, ni de

cursos, ni de asignaturas, sino de actividades. Por lo tanto, es entrar en

contacto con los demás valores que importan a los seres humanos en

general y a cada cultura en particular (belleza, justicia, bien, civismo, la

idea del ser supremo, la legalidad, la persona humana en cuanto fin).

Cuando los alumnos participan de las vivencias artísticas, por ejemplo,

lo fundamental no es la teoría sobre el arte sino hacer arte, experimentar

y vivenciar el arte. 

c) Área de prácticas profesionales orientada a proveer casos y situaciones

reales propios de la carrera que se ha escogido con la finalidad que los

futuros maestros aprendan a detectarlos, reconocerlos y manejarlos en

forma satisfactoria. Estas prácticas poseen carácter global e integrador.

Para llevarlas a cabo los futuros maestros debe movilizar la teoría y la

práctica que han obtenido en diversas asignaturas y aprender a

seleccionar lo que de veras resulta aplicable al caso que están

enfrentando. Es el campo de las competencias adquiridas para el

ejercicio eficiente de la profesión.

d) Área de investigación, que no solamente debe reducirse al manido curso

de Metodología de la Investigación, sino que debe contener por lo

menos dos talleres semestrales de investigación real, en que los

alumnos puedan completar pequeños procesos investigativos. Conocer

24 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

los métodos para investigar y la secuencia de sus pasos es un puro

ejercicio especulativo. Así como no se aprende a nadar -dice Peñaloza-

por teoría, sino nadando, del mismo modo se aprende a investigar, o, al

menos, a tener una vislumbre de lo que es la investigación, únicamente

investigando.

e) Área de consejería: Con esta área se busca lograr la adecuación de los

futuros maestros a la naturaleza de la formación universitaria en sus

diversas etapas, pues cada una ostenta sus propias exigencias y

responsabilidades. La consejería da soporte al futuro maestro en sus

trabas y problemas de aprendizaje; y promueve su avance hacia una

personalidad ecuánime y plena. Todo esto influye en buscar el equilibrio

interior de los alumnos, cimiento sólido para su buena formación y para

el inicio de su ejercicio profesional después de graduarse. 

Generaciones de maestros fueron formados con esta concepción de

currículo en el Perú y en Venezuela y sus alcances en la educación

están todavía por ser sistematizados. 

2.6. El contexto o entorno en la educación

Peñaloza dio singular importancia al contexto o realidad al formular su

propuesta educativa y de formación de maestros. Su conocimiento de la

realidad del país, su formación filosófica y su experiencia como docente, le

permitieron configurar una filosofía de la educación que sustentó la creación del

currículo integral como el corazón de una concepción de educación también

integral. Su propuesta recoge los valores prevalentes de nuestra cultura y

concibe una educación centrada en el cultivo de estos valores. Recoge el

aporte de la teoría educativa internacional, la procesa y aprovecha a la luz de

su concepción teleológica de la educación, pero fundamentalmente crea una

propuesta educativa para el país, convencido de que ella debe ser

necesariamente creación del maestro peruano. Su pensamiento, por ello, es

una respuesta permanente a nuestro contexto y realidad. 

25 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

CAPITULO III

APORTES Y VIGENCIA DE SUS IDEAS

Muchas son las ideas que Walter Peñaloza ha brindado a la educación del país

y que han rebasado sus fronteras.

El valor de esas ideas no está sólo en haber sido formuladas como resultado

de la reflexión y el análisis de nuestra problemática educativa, tampoco en el

reconocimiento que merecen dentro y fuera de nuestro continente; sino,

fundamentalmente, en el hecho de haber sido llevadas a la práctica, haber

contribuido y estar haciéndolo para que tengamos una mejor educación,

mejores maestros, y educandos con un futuro diferente.

3.2. APORTES 

Entre sus principales aportes podemos destacar los siguientes, a manera de

síntesis:

Propuso una concepción de educación comprometida con el hombre y con la

sociedad peruana.

Sostuvo que la educación como proceso busca la formación integral del

hombre y cumple tres acciones importantes: permite el desarrollo de la

persona, la relación con el grupo humano, y la incorporación de la cultura. La

educación, en su propuesta, tiene por finalidad la hominización, la socialización

y la culturización.

Planteó que la educación como proceso de socialización es necesariamente

una acción de interrelación social que genera una adecuada relación entre los

seres humanos y que por lo tanto el hombre no puede vivir aislado.

Expresó asimismo que la captación de valores y el deseo de plasmarlos en la

realidad es lo que conduce a la cultura, la cual a través de la educación es

26 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

incorporada por el hombre en su acervo nacional y universal.

Fue el primero que formuló y puso en práctica en el país y probablemente en

toda Latinoamérica una concepción de educación centrada en valores que

fuera coherente con el fin de formar integralmente a la persona humana.

Su visión de integralidad de la educación estuvo estrechamente vinculada con

la percepción, captación y concreción de los valores prevalentes de la

sociedad, cuidando no privilegiar de manera excluyente algunos pocos de ellos.

Afirma que no sólo es importante el valor de la verdad, que se concretiza en la

ciencia, sino que también lo son los valores estético, ético, cívico, físico -

corpóreo, religioso, el valor de lo útil, expresado en el trabajo, y, otros, que en

su conjunto cubren esa dimensión de integralidad.

Estructuró su teoría educativa y la validó con singular éxito en la formación de

profesores en La Cantuta, desde la década de 1950, dejando su imborrable

sello en muchas generaciones de maestros.

Esa concepción de educación en valores orientada a formar integralmente al

hombre se convirtió en el emblema de La Cantuta, expresado en el lema:

“Hominen Uti hominen educare oportet”. Peñaloza sabía que estando la

educación al servicio del hombre uno de sus fines debía ser la formación

integral de la persona humana y que ello implicaba concretizar un conjunto de

valores prevalentes en la cultura del país a través de contenidos cognoscitivos,

no cognoscitivos, de capacitación para el trabajo y de asesoría y orientación del

educando. Una educación que no sólo debía privilegiar la concreción del valor

de la verdad que se expresaba en el saber científico, sino que en igual medida

debía dar importancia a otros valores. Entendió Peñaloza que para poder

materializar esta concepción de la educación debía concebirse y estructurarse

un currículo integral y comprendió también que un prerrequisito fundamental

para viabilizarla era formar maestros integralmente. La Escuela Normal

Superior de La Cantuta fue toda una experiencia en educación.

La Reforma Educativa de los años 70 constituye otra concreción del

pensamiento del Dr. Peñaloza. Lo expresado en gran parte de la ley de

educación del año 1972 es la manifestación genuina de su pensamiento,

27 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

plasmado luego por un gran número de sus compañeros de trabajo y ex

alumnos de La Cantuta. Un sector importante de quienes condujeron e hicieron

posible esta reforma fueron egresados de la Cantuta: Muchos de ellos actuaron

como funcionarios y Entrenadores de la Reforma Educativa. Tuve en esa

experiencia el alto honor de ser Entrenador de la Reforma Educativa en las

ciudades de Trujillo y Lima, y luego funcionario en distintos lugares del país.

Sus aportes en la Reforma Educativa de los años 70 del siglo pasado, son

realmente significativos y deberían ser tenidos en cuenta. Destacan entre

ellos: 

La Educación Inicial, como base y primer nivel del sistema educativo, formando

integralmente al niño desde los 0 a los 6 años. Propuesta que hiciera

conjuntamente con el Profesor Carlos Castillo Ríos, quien también fuera

miembro de la Comisión de Reforma Educativa.

El Perú fue el primer país en el mundo que planteó esta concepción de

Educación Inicial. 

La concepción de una Educación Básica igual para todos, que no diferenciara

peyorativamente la formación secundaria técnica de la secundaria común.

El primer ciclo de la Educación Superior, constituido por las Escuelas

Superiores de Educación Profesional (ESEPs), para los egresados de la

educación Básica y que de manera sui géneris formaba bachilleres

profesionales, aptos para incursionar en el mundo del trabajo.

El Currículo Integral, como medio fundamental para hacer viable la concepción

de una educación integral; cubriendo las áreas de conocimientos, actividades

no cognoscitivas, la capacitación para el trabajo y la orientación y consejería

del educando. El establecimiento de la Orientación y Bienestar del Educando

(OBE) y el impulso que se le dio, trasladando a la Educación Básica la

experiencia exitosa del área de Orientación que se había logrado en la Escuela

Normal Superior, de la Cantuta.

Planteó una concepción de tecnología educativa como conjunto de medios de

diverso tipo utilizados por los educadores para atender las necesidades del

proceso educativo y la solución de los problemas que se le presentasen.

28 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

Tecnología que comprendía niveles desde la configuración y estructuración del

Currículo hasta la Evaluación.

Llevó a la práctica una genuina concepción de formación del profesorado,

coherente con su concepción de educación integral y buscando elevar la

formación del magisterio al nivel universitario. Configuró toda una filosofía para

su formación, que hoy se conoce como la “Doctrina Cantuta”, la cual concretiza

la expresión que reza en el logo de la Universidad Nacional de Educación

“Enrique Guzmán y Valle”: “Educar al hombre en todo lo que tiene de hombre”.

3.3. VIGENCIA 

El pensamiento de Peñaloza cubre con amplitud suficiente la complejidad de la

educación y su rol fundamental en la formación del hombre y sociedad

peruana; es una propuesta genuina que se nutre de nuestra realidad y cultura e

interpreta las necesidades educacionales de un país con una rica tradición

histórica, multiétnica y pluricultural, que lucha por salir de la situación socio –

económica y cultural en el que se encuentra.

Se trata de un pensamiento y de una vivencia constante en educación;

enriquecidos por el saber y la experiencia acumulada de su autor, protagonista

de la formación de maestros en la Cantuta de los años 1950 – 1960, gestor de

la Reforma Educativa de los años 1970, y ahora, impulsor de los cambios que,

de modo experimental, se plantean desde el Ministerio de Educación en el

campo de los currículos de Educación Secundaria y de Formación Magisterial.

Es un pensamiento vigente que mantiene su originalidad y que en 50 años se

ha consolidado, en concordancia con los tiempos y en sintonía con nuestra

realidad, que “El Amauta de la Educación” defiende con la claridad,

vehemencia y convicción que no ha perdido con el paso de los años.

Su concepción y fines de la educación, los principios y valores que deben

orientarla, su enfoque sobre los contenidos que deben ser considerados, su

concepción del rol y de la formación del magisterio, su concepción del

29 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

educando y de la comunidad como agentes de la educación, su propuesta del

currículo integral y de la tecnología, ubicados todos en un contexto o realidad

que debe ser la nuestra y que debe considerar al hombre y cultura peruana,

configuran un pensamiento educativo integral que debe hoy ser revisado y

tenido en cuenta en toda su amplitud, más aún si constituye el generoso aporte

de un hombre que hizo de la educación una pasión que es digna de contagio y

de emulación.

3.4. FUENTES DE CONSULTA

(1) PEÑALOZA, Walter (1989). “La Cantuta. Una Experiencia en Educación”

1era. Edición. Consejo de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC) Lima. p. 15

(2) ______ (1980). “Tecnología Educativa”. 2da. Edición. Ediciones de la

Escuela Empresarial Andina del Convenio Andrés Bello. Lima.

(3) ______ Ibídem., p. 27.

(4) ROSSI, Elías (2003). “Teoría de la Educación” 1era. Edición. Editorial

PROPACEB S.R.L. Lima. pp. 257 – 258.

(5) PEÑALOZA, Walter (1995). “El Currículo Integral”. Optimice Editores. Lima.

(6) ______ Ibídem., p. 87.

(7) ______ Ibídem., p. 89 

(8) PEÑALOZA, Walter. “Tecnología Educativa”. Conferencia del Dr. Peñaloza

en la Escuela Superior de Educación Profesional (ESEP) Maranga. Versión

tomada de la grabación efectuada por J.P.C. el día 2-9-1976 (folleto p. 6).

(9) ______ Ibídem., p. 8.

(10) PEÑALOZA, Walter (1989). Ob. Cit. p. 203 

(11) ______ Ibidem., p. 402.

30 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

(12) ROSSI, Elías. Ibidem., pp. 269 - 270.

3.5. BREVE ANTOLOGÍA DE SU OBRA

Walter Peñaloza es, sin lugar a dudas, uno de los educadores peruanos cuyas

ideas no sólo renovaron el pensamiento y la acción educativa entre nosotros;

sino que se mantienen en el tiempo con la perseverancia que le otorgan su

contundencia argumentativa y su correspondencia con la realidad y las

necesidades de maestros y alumnos. 

Su obra pedagógica está contenida en tres libros medulares y en artículos y

ensayos escritos al fragor de coyunturas específicas, pero manteniendo

siempre la perspectiva de sus planteamientos originales. De Peñaloza puede

decirse que es un pensador coherente y claro, así como insistente y

sistemático en el desarrollo de los temas que le preocuparon desde su llegada

al magisterio. 

3.6. LA CANTUTA, UNA EXPERIENCIA EN EDUCACIÓN

Este libro resume lo que fueron diez años de producción permanente de ideas

y propuestas para responder al desafío y a las exigencias de hacer de la

formación docente un ejercicio digno al propio tiempo que de calidad y

sabiduría. Escrito después de treintaisiete años de vivida la experiencia de

convertir el antiguo Instituto Pedagógico Nacional de Varones en la Escuela

Normal Superior “Enrique Guzmán y Valle”, entre los años 1951-1962, este

libro contiene lo que podría asumirse como la concepción de la formación

docente integral en el pensamiento de Peñaloza. Este pensamiento reflexivo y

renovador había sido anticipado por un artículo escrito por Peñaloza en el que

hacía una comparación entre la educación secundaria nuestra y la de Estados

Unidos, tomando como referencia sus hallazgos y constataciones hechos en

Puerto Rico donde se encontraba trabajando. 

31 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

la nuestra era demasiado academista, con mengua de todo lo demás, y la

norteamericana demasiado social, con mengua de lo académico…resultaba

falso que la nuestra preparase-como rezaba la doctrina y la ley- para la vida y

para los estudios ulteriores. La verdad era que no preparaba para ninguna de

las dos cosas…por otro lado, considerando que el sesgo académico iba unido

al verbalismo o al memorismo, tampoco preparaba para la Universidad. La

educación secundaria concluía así por ser enteramente frustrante”.

Ya en el Pedagógico Peñaloza inició la tarea de cambiarlo todo a fin de

preparar lo necesario para su conversión en la Escuela Normal Central; pero,

sobre todo, para darle un nuevo sentido a la formación docente.

El propósito último de las innovaciones era ir más allá del asfixiante círculo del

maestro enseñante atado a sus lecciones y a sus fórmulas metódicas,

interesado meramente en la trasmisión de trozos de conocimiento y en el

cumplimiento puro de planes y programas. Lo que anhelábamos era formar

maestros que, con dominio ciertamente de sus materias y de los aspectos

metodológicos indispensables, poseyeran algo más que no es algo, sino

mucho, a saber, el ímpetu de la ciencia, y, por encima de ello el de la cultura

(en el más amplio sentido de este término), así como la conciencia de las

realidades del país, y fueran como una llama de entusiasmo que generara en

los alumnos otros tantos fuegos de curiosidad, de consubstanciación, de

compromiso…No queríamos los maestros que miran, obsedidos

permanentemente, el camino trillado al alcance de sus pies, sino capaces de

otear los horizontes y más allá de ellos”.

Fiel a su perspectiva de integralidad, Peñaloza era consciente que mejorar la

calidad de la formación docente no podía sustraerse del contexto de la

realidad, de las políticas, los sistemas y las estructuras. De allí su preocupación

por afectar no sólo los componentes pedagógicos de la problemática de la

enseñanza-aprendizaje en el Pedagógico, sino de influir, con igual decisión,

sobre los sujetos involucrados en ese proceso. 

32 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

Una primera acción fue estimular la participación estudiantil… asegurando que

ésta ocurra y se asiente en el significado y alcance del espíritu democrático;

entendido como el obrar con libertad y con iniciativa dentro de un conjunto de

normas que se admiten como válidas y que son respetadas por todos y no

como el hacer lo que a cada uno le viene en gana.

Otras innovaciones estuvieron en el orden de la abolición de las diferencias

entre las distintas ramas de maestros, la igualdad en el tiempo de estudios, la

igualdad en los títulos, el currículo flexible, el cambio en la naturaleza de las

materias, el sistema de áreas principales y secundarias, el régimen semestral

de cursos, la drástica reducción de la carga académica sobre los estudiantes,

el mejoramiento de la biblioteca, la diversificación e intensificación de las

prácticas, el sistema de requisitos de aprobación en lugar de las pruebas

bimensuales, la evaluación en cuatro grandes áreas: asignaturas, prácticas

profesionales, actividades y comportamiento, las prácticas profesionales.

3.7. EVALUACIÓN CUALITATIVA.

Todas y cada una de éstas fueron innovaciones que bien podrían entenderse

como parte de las responsabilidades que le son inherentes a la función de un

Director; pero en Peñaloza adhieren y se sustentan en una conceptualización

teórica y metodológica que su promotor ha continuado desarrollando como

pensamiento y como acción; aquí y en el exterior.

El criterio básico que orientó y sustentó lo propuesto y lo hecho por Peñaloza

se ubicó, conceptualmente, en sentido contrario a la tesis unilateral que reducía

y fincaba el problema de la preparación magisterial en el rendimiento de los

futuros docentes en sus asignaturas. Para Peñaloza esto implicaba: 

“infiltrar en el espíritu de los futuros maestros la concepción de que lo único que

importa es el contenido de las asignaturas, que la capacidad humana

fundamental es la de conocer, que consiguientemente el hombre es un ser

33 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

meramente cognoscitivo, y que el papel fundamental del maestro es la

trasmisión de conocimientos”.

Peñaloza piensa que esta concepción es equivocada y peligrosa: 

Equivocada porque olvida que el ser humano es más que conocimiento... es un

ser que piensa y que conoce, si, pero que también imagina, sueña, cree,

siente, ama y que tiene un cuerpo que desarrollar y respetar; que vive en una

comunidad con relación a la cual debe desplegar diversas actitudes de

comprensión, de solidaridad, de superación, y que desde que nace hasta que

muere se haya inmerso en un mundo cultural, el cual no solamente debe hacer

suyo, para estar a la altura de su tiempo sino que debe contribuir a transformar

en la búsqueda de más justicia, más belleza, más eficiencia, más moral .

Es peligrosa porque maestros moldeados dentro de esa tendencia academista

y puramente cognoscitiva irán a deformar la personalidad de miles de niños y

de jóvenes al tratarlos también con unilateralidad…Nada les importará, dentro

de su concepción, el ímpetu creativo, la capacidad de soñar, la acción ética, la

posición religiosa ni la vida personal interna de los estudiantes…Todo esto es

“subjetivo” y está a una distancia inconmensurable de la objetividad de la

ciencia, y por lo mismo vale poco y, en todo caso, no tiene nada que ver con la

educación ni con la escuela ni con las actividades de los profesores.

La certeza de estas observaciones aparece en Peñaloza enraizada a una idea

central en el desarrollo de su pensamiento pedagógico. La idea del Currículo

Integral.

 

Nuestra concepción del currículum nació en parte de elementos que existían en

la realidad del Instituto Pedagógico y en parte de elementos que brotaban de

nuestra concepción de la educación… Fue un aporte real de nuestra institución

a la teoría curricular.

Cuarenta años después, la preocupación de Peñaloza por el Currículo no ha

perdido su vigencia y como él mismo dijera “recién comienza a ser

comprendido y aceptado

34 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

En su planteamiento original, nutrido en la realidad del Instituto Pedagógico, el

Currículo Integral debería estar referido a las cuatro áreas necesarias para la

mejor formación de los docentes: el área de las asignaturas, el área de la

práctica profesional, el área de la capacitación para el trabajo y el área de

consejería.

Cobra importancia referir las puntualizaciones que respecto a cada una de

estas áreas hiciera el autor, a fin de dar cuenta de su peso y calidad

argumentativa al propio tiempo que dé la coherencia de su desarrollo en sus

3.8. DIFERENTES ESCRITOS. 

Para Peñaloza la “práctica profesional” no puede ni debe confundirse como una

asignatura. No es un curso para ir al aula y escuchar lecciones de un profesor. 

“Es acción real de los futuros maestros frente a los niños y a los jóvenes. Como

acción y trabajo real, se ubica a gran distancia de las asignaturas y representa

el momento en que todo lo recibido en las asignaturas se trae a cuento

apropiadamente para afrontar los hechos que van surgiendo en el aula y en la

escuela.

Con relación a la “capacitación para el trabajo” como otra área del currículo,

Peñaloza sostendría igualmente que ésta es algo diametralmente opuesta al

“trabajo” que podría implicar el desarrollo de las asignaturas. 

“Para la recta intelección de lo que es la Capacitación para el Trabajo conviene

tener en cuenta un rasgo decisivo y definitorio: … no es todo lo que ayude al

trabajo [de las asignaturas], sino que es -en sí misma- trabajo y alcanza miento

de destrezas en y a través del trabajo.

Peñaloza sostiene que si bien es cierto que las ciencias sirven o son útiles para

el trabajo, ello no puede llevarnos a concluir que las ciencias son capacitación

para el trabajo o que los conocimientos lo son. Esto, trasladado al currículo

35 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

podría conducir al error de creer que todas las asignaturas forman parte del

área de “capacitación para el trabajo”.

Otro deslinde importante respecto de las áreas del currículo lo constituye la

ubicación de las actividades en su interior. 

Las actividades al igual que las prácticas no son cursos a los cuales los

alumnos acuden para escuchar lecciones sino acciones que han de realizar los

propios estudiantes y no individualmente y por su cuenta sino bajo la guía de

un profesor dentro de las normas de obligatoriedad y flexibilidad del resto del

currículo y en el horario prefijado para ello.

Para Peñaloza: Con asignaturas y prácticas profesionales podrían salir mejores

profesionales... pero éstos estarían confinados al puro mundo de los

conocimientos científicos y del ejercicio profesional manteniéndose al margen

del resto de la cultura”. Nuestra obligación, decía, “es afinar la personalidad de

los futuros maestros; pero eso no se consigue con lecciones ni con recetarios

ni con preceptivas. El camino es hacerlos vivir las grandes formas de la cultura:

oyendo música, viendo ballet, espetando teatro, asistiendo a recitales,

participando ellos mismos en grupos de teatro, haciendo títeres, dibujando y

pintando”.

Las actividades para Peñaloza no deberían organizarse como algo

extracurricular, aleatorio o voluntario. Deberían integrarse en el currículo y ser

asumidas como una secuencia sistemática a lo largo de varios semestres con

carácter obligatorio tal cual lo fueron en el Instituto Pedagógico de ese

entonces. Se llamaron actividades curriculares no lectivas. 

La cuarta área del currículo en la concepción y la acción de Peñaloza lo

constituyó la Consejería. Devino del proceso de decantamiento de la llamada

evaluación del comportamiento. Planteó la consideración positiva del

comportamiento. 

“Creíamos que lo oportuno era orientar, ayudar a quienes tenían problemas y

ejercer una supervisión discreta pero firme.

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Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

3.9. TECNOLOGÍA EDUCATIVA

Inscrito en el contexto de los debates de los años 70, sobre cómo entender y

asumir la tecnología educativa, Peñaloza desarrolla aquí su concepción al

respecto asumiendo la tesis del carácter instrumental de la tecnología. Al

hacerlo asume una posición distinta a la de “los tecnólogos de la educación”

que sostenían que se trataba de la “aplicación de los principios de la ciencia

para resolver los problemas de la educación”. 

Peñaloza, apoyado en las aproximaciones empíricas que demostrarían una

mayor exactitud a la acepción por él otorgada, precisa que “sostener que la

Tecnología Educativa es la aplicación de principios científicos para la solución

de problemas educativos, equivale a conferir a esta Tecnología un carácter

rapsódico, parcial, a hacer de ella algo no sistemático ni unitario”. Construiría,

agrega, una aseveración muy vaga; al propio tiempo que una pretensión

absurda habida cuenta que lo que pretendería decir sería que es a partir de la

Tecnología que la educación se hace científica.

Peñaloza sostiene que “la Tecnología Educativa tiene un sentido instrumental

frente a la concepción de la educación que se intenta forjar, pero no la

reemplaza ni la ignora. La Tecnología Educativa proporciona las “palancas”

para movilizar el proceso educativo a través de niveles graduales de

plasmación de la concepción educativa en la realidad. El primer nivel lo

constituye el Currículum que expresa la relación aleatoria entre concepción y

realidad; el segundo nivel, es el de los bloques curriculares; el tercer nivel es el

de los instrumentos auxiliares del proceso educativo; el cuarto nivel es el del

sistema de aprendizaje, y; el quinto nivel, es el de la evaluación”.

Estos distintos niveles de la Tecnología Educativa muestran necesariamente

una secuencia nítida y significativa, y un entrelazamiento que da cuenta de su

37 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

organicidad.

El currículo juega un papel central dentro de la Tecnología Educativa; sin él

carecería de sentido.

El Currículo, dice el autor, “tiene como fin la plasmación de la concepción

educativa, la misma que constituye el marco teleológico de su operatividad. Por

ello, para hablar del Currículo hay que partir de qué entendemos por

educación, precisar cuáles son sus condicionantes sociales, culturales,

económicos. Su real función es hacer posible que los educandos desenvuelvan

las capacidades que como personas tienen, se relacionen adecuadamente con

el medio social e incorporen la cultura de su época y de su pueblo.

La estructura curricular, agrega, depende de la concepción que se haya

prefigurado de la educación. Si partimos del concepto de que la educación

busca el desarrollo personal, la interrelación con los demás y la incorporación

de la cultura; el currículo debe ser integral y debe comprender las áreas de

conocimientos, prácticas profesionales, actividades y consejería.

3.10. EL CURRICULO INTEGRAL

En las palabras preliminares de este libro el autor señala: “La presente obra

recoge las experiencias y reflexiones que desde casi toda una vida suscitó en

mí el problema curricular.

Este libro se propone analizar en detalle las cuestiones propias del currículo, es

decir, de aquélla previsión de experiencias y procesos a ser ofrecidas a los

educandos.

Su contenido está, en efecto, referido al desarrollo conceptual y metodológico

del Currículo entendido desde una perspectiva que se contrapone a las

identificadas como “vorticilares”, “difusas”, “indefinibles” o “singulares”.

Si bien en los dos libros anteriores ya se encuentran desarrolladas las ideas

principales que inscriben a Peñaloza entre los estudiosos que con mayor

claridad y coherencia han propuesto hipótesis verificables respecto al problema

38 Walter Peñaloza Ramella

Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

del currículo, es en esta última, donde esos desarrollos alcanzan un perfil

definido y una mayor consistencia. 

3.10.1. DIVIDIDO EN DIEZ CAPÍTULOS

el primero aborda el problema de la delimitación conceptual del currículo: su

carácter teleológico; su ubicación dentro del proceso educativo; su relación y

distancia con la tecnología educativa; su posición privilegiada en el esfuerzo

educativo; y las diferentes concepciones a las que se opone y supera.

En el capítulo dos, Peñaloza precisa el marco teórico referido a la educación:

“Resulta insoslayable exponer nuestra concepción de la educación, como

premisa para entender lo que es el currículo y, sobre todo, lo que es el currículo

integral” Aborda aquí los tres procesos a través de los cuales se puede

entender la educación como plasmación de una realidad: la educación como

proceso de hominización la educación como proceso de socialización, y la

educación como proceso de culturación.

En el capítulo tres se abordan los momentos de la organización del curriculo.

El capítulo cuarto indaga, desde un marco histórico y comparativo, sobre las

relaciones entre las profesiones, la educación y las universidades; a fin de

establecer los grados de correspondencia existentes entre la formación inicial,

primaria, secundaria, post secundaria de carreras cortas y la formación

universitaria; y las consecuencias de todo esto para el currículo.

Específicamente para el currículo en las universidades y en las carreras cortas.

El capítulo quinto, ya referido a la educación superior, desarrolla lo

concerniente a lo que para el autor constituye el primer requisito de la

estructura del currículo: los perfiles. Las distorsiones en su concepción y

operacionalización y su plasmación como “quehacer delicado y difícil”(p. 182).

Los capítulos seis al ocho entran de lleno al desarrollo del Currículo Integral. En

primera instancia el autor hace una revisión a la concepción y significado del

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Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

currículo tradicional y sus maneras de realizarse: su sustento cognoscitivista,

su relación con la concepción conductista del aprendizaje y su impacto en los

docentes y en los alumnos. Aborda enseguida la concepción del currículo

integral, su complejidad, las formas de su organización, y sus relaciones con la

formación del intelecto y con el intelectualismo.

Cobra importancia los análisis que Peñaloza hace en el primero de estos

capítulos respecto del currículo integral en los niveles previos a la educación

superior y a la relación entre el currículo y los valores

El capítulo siete se ocupa de las áreas del currículo integral: el área de

conocimientos, el área de prácticas profesionales, el área de actividades no

cognoscitivas, el área de orientación y consejería y el área de investigación. 

Respecto de lo anteriormente desarrollado, aquí aparece el área de

investigación como una innovación al propio desarrollo del pensamiento del

autor y constituye junto a los otros los ejes vertebradores en la formación

docente superior y universitaria. 

Cada una de las áreas es desarrollada en extenso en este capítulo dando la

posibilidad al lector interesado de contar no sólo con una concepción teórica

sino con una guía metodológica para la construcción curricular deseable.

El capítulo ocho introduce las reflexiones teórico-didácticas respecto de la

flexibilidad del currículo y de cómo éste tiene que estar al servicio de los

educandos regulares y de mejor rendimiento y no al revés. Peñaloza se

pregunta y responde:

“¿Quién ha dicho que una universidad debe organizarse en beneficio de sus

alumnos más irregulares y/o de más bajo rendimiento?. En la mayoría de los

casos tales estudiantes se encuentran en semejante situación por su propia

desidia. Y la universidad no puede erigir como eje de su labor dicha desidia”.

En este capítulo se aborda también los tipos de flexibilidad que pueden optar

los estudiantes y las implicaciones que apareja cada elección.

En el capítulo nueve Peñaloza encara sustantivamente, el problema de los pre-

requisitos –prelaciones- les llama, para los diferentes componentes del

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Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

currículo. Sobre cómo y con qué consecuencias asumir una manera u otra de

“escogencia”.

El libro se cierra con una advertencia que hace su autor respecto de la

estructura curricular, y las precisiones que hace para quienes ven en el

currículo integral “una manera de presentar lo mismo que pretende la

“Taxonomía de Objetivos” desarrollada por Bloom y otros.

OTROS ESCRITOS 

De los numerosos artículos y ensayos que como profesor universitario y como

consultor en el Perú y en el extranjero publicara Walter Peñaloza, en su terca

preocupación por los problemas de la educación nacional, la formación

universitaria y la incidencia de los valores, tres de ellos resultan relevantes por

la profundidad de sus análisis y certeza del qué hacer para enfrentar sus

causas. 

El primero de estos artículos “ALGUNOS ASPECTOS DE LA REALIDAD

EDUCATIVA EN EL PERU”, fue escrito a principios de los años 70 en pleno

proceso de definición de la Reforma Educativa de ese entonces.

Reimpreso treinta y tres años después, su propósito fue “observar que los

graves problemas de nuestra educación siguen siendo los mismos:

analfabetismo; falta de igualdad en las oportunidades; falta de atención a los

niños de los estratos socioeconómicos disminuidos en su primera infancia;

ausencia de un sistema de recuperación de adultos; discriminación a favor de

una minoría; exageración del intelectualismo; incapacidad para captar nuestro

patrimonio cultural y nuestro destino; ausencia de estructuras significativas; no

saber leer, desconexión con la realidad socio-económica de los educandos;

preparación para la ineficacia; rigidez del sistema; relativa o ninguna

importancia de la educación extra-escolar; baja calidad en la formación de

maestros; falta de estímulos adecuados a los maestros; olvido del sentido

creador de la educación; burocratización de la educación; distorsión del

régimen administrativo y financiero”. 

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Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”

Indudablemente se trata de un texto sobre cuya vigencia no le puede caber

duda alguna a nadie.

En su artículo sobre “EL RETO DE LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA AL

INICIO DEL NUEVO MILENIO”, publicada en el 2001, Peñaloza hace un

balance de la situación del sistema universitario en el Perú, reflexionando en

torno a las causas de la crisis por la que atraviesa y dónde ubicar éstas, y

reiterando su reclamo por un nuevo currículo universitario. 

Advierte que algunas innovaciones han sido introducidas pero que éstas

carecen de la organicidad para poder superar el trauma que habría generado

una distorsionada noción de la autonomía a “outrance”. 

Hace el análisis de las propuestas hechas para superar la crisis de las

universidades, ubicando en una perspectiva histórica el “Informe Atcon”, la

“Propuesta Política” y la “Propuesta Ribeiro”, para finalmente proponer que “el

reto no atañe a la estructura sino a la formación universitaria” asentada sobre

los pilares de la “incorporación de la formación general a fin de evitar que los

alumnos vivan excluyendo todo lo que mora más allá del estrecho campo de

las ciencias de su profesión; de la investigación; y de las experiencias no

cognoscitivas”. Fiel a su pensamiento raigal, Peñaloza adhiere a la posibilidad

de superar la crisis recurriendo a una transformación curricular. 

El tercer artículo “VALORES Y ORIENTACIÓN EN LA UNIVERSIDAD” insiste,

como en el caso de los anteriores, sobre una preocupación latente en su

pensamiento; pero aquí cobra una dimensión distinta al confrontar su análisis

con la tarea de la Orientación.

En las circunstancias donde es común hablar de la crisis de valores que

compromete instituciones y la posibilidad misma de una convivencia civilizada,

en la sociedad en su conjunto y, particularmente en la universidad, éste es un

artículo de indudable pertinencia para entender la necesidad de los valores en

la educación y de cómo abordar su aprendizaje desde una “actitud háptica”,

esto es viviendo los valores en cada situación de su vida y no pretendiendo que

los aprendan en una clase, observándolos y repitiendo consignas sobre ellos.

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CONCLUSIÓN.

Muchas son las ideas que Walter Peñaloza ha brindado a la educación del país

y que han rebasado sus fronteras. El valor de esas ideas no está sólo en haber

sido formuladas como resultado de la reflexión y el análisis de nuestra

problemática educativa, tampoco en el reconocimiento que merecen dentro y

fuera de nuestro continente; sino, fundamentalmente, en el hecho de haber

sido llevadas a la práctica, haber contribuido y estar haciéndolo para que

tengamos una mejor educación, mejores maestros, y educandos con un futuro

diferente.

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BIBLIOGRAFIA

claudia-educativo.blogspot.com/

www.buenastareas.com/materias/monografia-de-walter-pañalosa.../0

castorin-castorino.blogspot.com/.../walter-jesus-penaloza-ramella.htm..

http://peducativas.blogspot.com/2011/08/pensamiento-educativo-de-

walter_10.html

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