COMPASION EMPATIA TOLERANCIA MISERICORDIA Y LÁSTIMA

Hay que distinguir estos términos, con conceptos aparentemente similares

Compasión.- El sentimiento emocional de comprender el sufrimiento de otros. Se suele dar cuando nuestro “procesador” se sitúa como juez de una indefensión o injusticia y hay un deseo de cambiar o eliminar esa situación a favor de los perjudicados. No se puede permitir, tener unos niños trabajando en una mina.

También tiene que ver con la solidaridad del alma, sin esperar nada a cambio, que es diferente a la solidaridad social o familiar de ayudar para sentirse seguro cuando uno necesite ser ayudado.

Empatía es la capacidad emocional de comprender y sentir en uno mismo, lo que otro puede sentir. Siento tu sensación de soledad, como si me estuviera pasando a mí.

Tolerancia es la aceptación de ideas, creencias, opiniones de otras personas que son diferentes o contrarias a las propias. Se hace extensivo a la aceptación de razas, religiones, grupos sociales etc. para compartir el mismo entorno.

Actitud de la persona que respeta las opiniones, ideas o actitudes de las demás personas aunque no coincidan con las propias.

Misericordia es el impulso y disposición a ayudar por compasión. Me voy voluntario a África a ayudar a un pueblo que está pasándolo muy mal.

Lástima es la sensación emocional sobre alguien o algo sobre lo que se considera un infortunio pasajero que incluso se hace extensivo a animales y cosas. Que lastima que se haya arruinado, que lastima de este gatito abandonado o de esta casa que se ha hundido.

En este artículo vamos a centrarnos en la

compasión. Hemos hablado de un “procesador” que puede venir directamente del alma o como algo súbito, un sentimiento irreprimible e

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instantáneo ante un sufrimiento ajeno o bien venir de la mente o de un carácter formado.

Un carácter formado es el que ya mantiene un equilibrio de cuerpo mente y espíritu, como consecuencia de su evolución en el amor.

Vamos a analizar la diferencia de esas dos formas de sentir la compasión.

Partiremos del sentir común ante las injusticias y sufrimiento de niños y adultos en el mundo como consecuencia de los actos de las personas.

El mundo se desenvuelve de una manera injusta debido al abuso de unos sobre otros. Esto provoca que la mayor parte de la población mundial compuesta por siete mil millones de personas, sean dominadas por un par de millones (poderes fácticos), que para mantener ese estatus tienen “comprado” a dos mil millones, con ilusiones colgadas de un hilo para crear el miedo de que si se mueven mucho se pueda romper. De estos siete mil millones, tres mil quinientos millones viven en el umbral de la pobreza, solucionando día a día su sustento y forma básica de vida. Los otros dos mil millones restantes, viven en una forma u otra de esclavitud, con auténticas necesidades de todo tipo, porque tan malo es tener para comer y no poder hablar, como poder hablar y no tener para comer.

Un tipo de “procesador” de compasión actuaria de la siguiente forma;

Esto no puede continuar así, hay que acabar con los opresores y hacer una guerra sin cuartel a la injusticia que crea estas diferencias tan abismales, impidiendo la felicidad de la mayoría de los seres humanos, oprimidos por estas leyes, normas y conductas que solo amparan a unos pocos, dejando muertes por guerras de dominio, sociedades donde el crimen, la violación y el asesinato son parte del sistema para crear el miedo y así dotarse de Ejércitos y Fuerzas de Seguridad para mantener a raya a todos.

No permitiremos que unos pocos disfruten de tanta riqueza mientras para otros, todo es dolor y sufrimiento.

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En un momento he hecho el típico análisis de cualquier persona compasiva y benevolente.

Pero todo es irreal, es un análisis de una mente basada en la dualidad, en la comparación, en el que para que alguien gane, otro tiene que perder.

Es curioso cómo se generaliza y se compara todo con unos parámetros ficticios basados en el estado de bienestar, confundiéndolo con el estado de felicidad.

Seguiremos la línea de análisis de un tipo de compasión.

Yo viví una dictadura y tuve una infancia muy feliz, yo no me enteraba, pero mis padres también eran felices dentro de su “zona de confort”, mis juguetes eran muy simples, un aro, un palo, una pelota y mucha imaginación con los amigos para divertirnos. ¿Son más felices los niños que tienen toda clase de juguetes?.

Yo he estado en África, en China, en la India, en zonas paupérrimas de Sud América y he visto familias, sin nada, ser felices. También conozco los países occidentales ricos y he visto más familias infelices que en los anteriores.

Dolor y sufrimiento. El sufrimiento no existe, es un estado mental irreal, es estar fuera del “aquí ahora”, preocupado por lo que pueda pasarnos en tiempo futuro, a nosotros u a otros.

Cuánto tarda mi hija, le habrá pasado algo. El jefe a lo mejor me hecha. Este nuevo gobierno me va a perjudicar. Este dolor a lo mejor es un cáncer.

El dolor es biológico, real, una sensación desagradable que nos envía el cerebro como aviso de

una situación provocada por alguna causa. La enfermedad, tampoco existe, es una manifestación continuada o crónica de otras causas emocionales.

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Si te duele el estómago, es un aviso de que has tenido un problema con tu pareja, tu hijo o quien sea, si tomas un antiácido para que no te duela y no solucionas el conflicto, se convierte en enfermedad, es decir, un aviso continuado que cada vez te lo muestra con más ímpetu por si no te has enterado, ahora se conbvierte en gastritis o úlcera.

Soluciona el conflicto y la enfermedad desaparecerá.

Piensa que hay tantas realidades y opiniones como seres. Tu felicidad no viene por las mismas causas que a tus padres, ni a tu pareja, ni a tus hijos, así que menos, que a los desconocidos. Nadie está en posesión de toda la verdad y cada uno estamos en un punto de evolución en el que necesitamos tener unas experiencias y proporcionar otras a otros seres.

Da la sensación de que no se ha encauzado de la mejor forma la compasión y que hay que analizar mas a fondo este tipo de solución basado en aumentar el estado de bienestar de los pobres.

Como veis a lo mejor el que te parece más injusto es el que te está proporcionando una experiencia que necesitas en tu evolución. No hay bueno ni malo, son solo valores comparativos con nuestro aparente interés. Cuando dos personas discrepan totalmente sobre algo y las dos están seguras de tener razón, van al Juzgado para que el juez haga justicia y una de las partes considerará que la sentencia es injusta. La razón es que juzgamos siempre en los parámetros del interés del momento.

NO JUZGUEMOS. No hay ni mal ni bien, todo es relativo. Un niño se queda tetrapléjico a los cinco años. Podemos pensar que es injusto. Sin embargo puede que haya venido a unir en el amor a los padres y a enseñarles como es el amor incondicional ya que de él no van a poder esperar nunca nada, como compensación.

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Haz lo que sientas que te haga más feliz a ti y a otros, transmite lo que tu consideres más acertado sin intentar convencer. Solo damos opiniones con buena intención y sin preocuparnos por las enseñanzas que otros saquen de esas fuentes. Cada persona es un mundo y su evolución está en él.

Si queremos comprenderlo iniciemos un ejercicio de tolerancia, es decir, no lo compartimos pero lo admitimos y con el tiempo y evolución lo comprenderemos.

Pero sin embargo hay un sentimiento de rebelión irreprimible, llámale; compasión, caridad o misericordia hacia los niños y adultos que creemos que viven en el sufrimiento y dolor, producto de injusticias.

¿Cómo debemos actuar?

Nuestro amado Maestro Jesús al que consideramos como la mayor expresión de amor, humildad y misericordia, nos dice; “la humildad y la misericordia son expresiones y catalizadores del AMOR”.

Al que le falta amor, hay que despertárselo; la desgracia de un hijo, el llanto de un niño, las penurias de un adulto, provocan sentimientos profundos, abren el corazón a los más duros. A nivel global abren sentimientos a gran escala, por países o continentes. Todos esos seres han bajado a provocar esa apertura y generación de amor.

Misericordia es enviar amor al verdugo y dar las gracias a la víctima por su colaboración. Cuando haya amor absoluto incondicional, la misericordia y la

humildad dejarán de existir. Ya no habrá que provocarlo.

Los seres que han bajado a comprenderlo y enviar amor incondicional a todos los seres sin excepción y sin juzgarles, están

contribuyendo al cambio que se está produciendo a pasos agigantados. Esa energía en este Plano de 3D, con el libre albedrio y con los límites de los velos, tienen una fuerza y un mérito descomunal, con un efecto que va más allá de nuestra imaginación. La comprensión de ser Uno en el Todo hace más sencillo este trabajo.

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Con todo mi amor

Sampolbaba

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