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PERIODO 1.13.14 MODULO INTERPRETACIÓN DE NORMAS DE CONVIVENCIA SOCIAL (NÚCLEO DE FORMACIÓN BÁSICA) Chicos favor de transcribir en su cuaderno: 2.2. Propósito del módulo Analiza e interpreta las reglas de la convivencia, en el comportamiento individual y colectivo de la sociedad mexicana, sus derechos y obligaciones para entender la evolución y realidad social El modulo está desarrollado en tres unidades que integran las competencias disciplinares básicas que establecen en la primera unidad: Identificación de los valores, las características de los valores universales, su clasificación como elemento indispensable para la convivencia social. En la unidad dos Identificación de las instituciones sociales. Se establecen los criterios de las instituciones sociales que rigen el comportamiento de los individuos integrados en ella. Y en la unidad tres: Identificación de los principios del derecho, se integra como elemento de cohesión de la sociedad, el derecho, sus características, su relación con el comportamiento de los individuos así como las obligaciones jurídicas que establece la ley. El mapa del módulo puede imprimirlo y pegarlo en el cuaderno:

conalepboucham.files.wordpress.com€¦  · Web viewCuadro sinóptico. Mapas y redes conceptuales. _ Deberás iniciar con el concepto de valor. _ Establece cada uno de los enfoques

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PERIODO 1.13.14

MODULO INTERPRETACIÓN DE NORMAS DE CONVIVENCIA SOCIAL

(NÚCLEO DE FORMACIÓN BÁSICA)

Chicos favor de transcribir en su cuaderno:

2.2. Propósito del módulo

Analiza e interpreta las reglas de la convivencia, en el comportamiento individual y colectivo de la sociedad mexicana, sus derechos y obligaciones para entender la evolución y realidad social

El modulo está desarrollado en tres unidades que integran las competencias disciplinares básicas que establecen en la primera unidad: Identificación de los valores, las características de los valores universales, su clasificación como elemento indispensable para la convivencia social.

En la unidad dos Identificación de las instituciones sociales. Se establecen los criterios de las instituciones sociales que rigen el comportamiento de los individuos integrados en ella.

Y en la unidad tres: Identificación de los principios del derecho, se integra como elemento de cohesión de la sociedad, el derecho, sus características, su relación con el comportamiento de los individuos así como las obligaciones jurídicas que establece la ley.

El mapa del módulo puede imprimirlo y pegarlo en el cuaderno:

Transcribir en el cuaderno el contrato de aprendizaje firmado por lo menos por un padre de familia y el alumno, el que no tenga firma no podra hacer actividad de aprendizaje:

CONTRATO DE APRENDIZAJE:

1. Los alumnos portaran el uniforme completo.

2. No se permite en el salón de clases el uso del celular.

3. Prohibido el consumo de alimentos en el salón de clases. Con excepción del agua.

4. Entre clase y clase no hay receso por lo que el alumno permanecerá en su aula. De requerir ir al baño, esperara a que llegue el docente para pedir permiso.

5. Cuando la entrada sea a las 7:00am. Se tendrá 10 minutos de tolerancia.

6. Cumplir con tareas en tiempo y forma.

7. Tener disposición para el trabajo en clase.

8. Respeto a los compañeros.

9. Entregar evidencias y proyectos en tiempo y forma. Solo se aceptan trabajos fuera de tiempo con justificante. En caso de no tener justificante, la única forma es ser un alumno constante en clase (que entrega tareas, participa en clase, asiste a clases, etc.) y se le dará oportunidad, por lo que se requiere que tenga su evidencia lista para cuando se le solicite.

10. El módulo requiere de un cuaderno, el que estará forrado del color:_____________ y una carpeta de evidencia o folder , forrada del mismo color y con fotografía, pegada en la parte superior derecha.

11. Cada clase se realizará actividades de evaluación que se aceptarán siempre y cuando tenga las tareas completas.

12. Las firmas por participación refleja el compromiso que un alumno le pone a sus aprendizajes, por lo tanto tendrá porcentaje extra en su calificación.

13. Se solicitara la presencia del padre de familia cuando el alumno incumpla en tareas, trabajos,  proyectos o evidencias o cuando cuente con muchas faltas. Es importante la presencia del padre de familia para evitar que el alumno agrave su situación.

14. En razón de que la evaluación es continua  es importante no faltar. Evitar faltar por flojera o alguna otra razón no valida. Dado que puede correr el riesgo de no presentar una evaluación.

Imprimir y pegar el cuaderno el cronograma de actividades:

CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES

FECHA

TAREA

NÚMERO DE ACTIVIDAD

ACTIVIDADES DE EVALUACIÓN ELABORADAS EN CLASE.

16/08/2013

Investigar el significado de: jerarquización, axiología, heterogéneo, etc.(todas las palabras que no entiendas del texto.

1. Realiza en tu cuaderno un ensayo desarrollado un análisis sobre la naturaleza del hombre.

2. Contesta en forma individual ¿Por qué necesitamos valores?

3.- Elabora en tu cuaderno un ordenador gráfico del tema “QUÉ ES EL VALOR” ;a partir de:

Mapas mentales.

Cuadro sinóptico.

Mapas y redes conceptuales.

_ Deberás iniciar con el concepto de valor.

_ Establece cada uno de los enfoques de los valores.

_ Selecciona sólo la información necesaria para su elaboración.

_ Puedes apoyarte en imágenes.

5.-Traer el cuaderno con portada, reglamento de clase, firmado por los padres y alumno; propósito del módulo, mapa del módulo y contenidos temáticos de la primera unidad.

Nota: consultar el material de la actividad 2 que está en el blog

1

_En equipos elabora cuadro de reflexiones de los diversos enfoques de la teoría de los valores. Llenar el cuadro y una opinión.

_Realización de un glosario.

_Planeación del proyecto de investigación.

19/08/2013

1. Investiga el concepto de valores cívicos, familiares, escuela y moral.

2. Realizar un resumen del artículo de opinión “Jerarquía de valores en estudiantes universitarios”

Nota: para realizar la tarea consulta el material que está en el blog como actividad 2, e imprime la clasificación de valores para la clase.

2

· Realiza un árbol de valores donde se muestren los diferentes valores cívicos, familiares, escuela y moral.

23/08/2013

3. Realizar una encuesta a 10 padres de familia para medir la jerarquización de valores.

4. Elabora la pirámide de Maslow, sobre la jerarquía de necesidades (ver el video de la pirámide de necesidades de Maslow con propaganda https://www.youtube.com/watch?v=l-Dys6Fzg0I )

Nota: Imprimir el material de la actividad 3 para realizar actividad de evaluación.

3

· Realiza en equipos una pirámide de Maslow en donde coloques los valores necesarios que se requieren para cubrir las necesidades.

· Lee la información sobre Cuidado con los disvalores. Para resolver el cuadro que se encuentra en el blog.

· En un cuadro comparativo identificar los disvalores presentes en videojuegos violentos.

26/08/2013

5.-Instrucciones: leer el texto ¿Qué es la tolerancia?

1.-Realizar un mapa conceptual.

2. Realiza un collage en el cuaderno sobre la tolerancia.

3. Se sugiere dividirlo en Tolerancia/Intolerancia

4

Realizar por equipos:

1. Elaborar encuesta de “cambio de valores en los adolescente provocado por el uso excesivo de videojuegos”:

· Identificar los valores y disvalores que existen en los videojuegos violentos.

· Identificar la jerarquía de valores en los alumnos del Conalep Coacalco.

Comparar la jerarquía de valores de los adolescentes contra la enseñada por el contexto familiar, religioso, cívico y escolar.

2. Realizar objetivos

3. Hipótesis.

4. Marco teórico

5. Resumen.

30/08/2013

· Aplicar encuesta a los alumnos de Conalep Coacalco del turno matutino.

MATERIAL DE LA ACTIVIDAD1

Naturaleza humana.

No es, ni pretendo que lo sea, la última palabra en jerarquización axiológica. (Otros autores ordenan tres, cuatro, seis o más valores). Baso su objetividad en la naturaleza humana.

Si nos preguntamos: ¿sería posible que un grupo totalmente heterogéneo de personas, lleguen a un común acuerdo sobre qué es lo más y lo menos valioso?

Imaginemos a hombres y mujeres de diferente edad, raza, país, época histórica, condición social, creencias, con la única condición de que estén en ejercicio de sus facultades y de que hablen con cierta riqueza un mismo idioma. ¿No sería aquello un barullo infructuoso? ¿Qué es lo único que los une? Su naturaleza, su más íntima esencia. Todos son una síntesis corpóreo espiritual; todos son una unidad substancial de materia y espíritu en la que toda la materia está espiritualizada y todo el espíritu está corporeizado. Esto es demostrable filosóficamente y es tan real y verdadero -pero a la luz de la fe-, como que la persona humana hombre y mujer desde su creación fue elevada al orden sobrenatural de la gracia.

Para ilustrar entre lo natural cuerpo y espíritu y lo sobrenatural la gracia divina, nos puede servir el recuerdo de un sacerdote recién ordenado.

Al ir a un hospital a atender espiritualmente a un miembro de su familia que iba a ser operado, fue requerido por una señora que entre sollozos le rogó fuera a ver a su esposo. En el trayecto le confesó que no era realmente su esposo: no estaban casados. La impresión de este novel sacerdote fue tremenda: el pobre enfermo yacía entre catéteres. Su estertor era angustioso y el único ojo que mostraba (el otro lo tenía cubierto con vendas), lo abría desmesuradamente. Estaba consciente, por lo que el sacerdote se acercó y le dijo:

Soy sacerdote católico, ¿quieres que te ayude a hacer una buena confesión?

El movimiento de cabeza, repetidamente afirmativo en medio de su agitación, le permitió seguir adelante. El sacerdote pidió a la señora que saliera y se detuvo un buen rato con él. Finalmente, al salir del cuarto, dado el tramo que separaba a éste del elevador, alcanzó a escuchar la voz de la enfermera:

¿Qué le dieron al enfermo? sus signos vitales se han normalizado!

Esa "inyección" de la gracia del arrepentimiento, lo había llenado de la confianza en el perdón divino, y la paz de su alma afectó su pulso, su presión y su respiración.

Si concluimos y demostramos que somos una síntesis de cuerpo material, alma espiritual y si queremos vida de la gracia, resulta lógico que lo que necesitamos para alcanzar la plenitud humana, esto es, lo que nos perfecciona en cuanto seres humanos son los valores:

(Pliego Ballesteros, 2007)

Volvamos ahora a ese grupo imaginario tan heterogéneo como el que más. Decíamos que sólo cabría en cuestiones axiológicas- un consenso universal, si partimos de lo que nos une universalmente: nuestra naturaleza. Ahora bien, el vocablo "jerarquizar" hunde su etimología en el griego hieras: sagrado Jeroglífico: escritura sagrada; hierática: actitud sagrada) y es este concepto el que nos da un criterio de orden. Jerarquizar valores es ordenarles desde lo que es más sagrado hasta lo que es menos sagrado.

Por lo tanto, para poder presentar una jerarquía universal y objetiva, es necesario además del punto de partida universal, y objetivo: tener claridad en la conceptualización de cada esfera de valores. Aunque es la persona el sujeto de operación, en cada esfera de valores interviene con preponderancia alguna facultad, o se sitúa a la persona frente a una realidad en cierto sentido diferente.

Los valores religiosos, nos colocan frente a lo sobrenatural y nuestra personalidad se ve totalmente afectada al permitir que nuestra vida entera sea dirigida por la luz de la fe.

Los valores morales afectan toda nuestra conducta en todos los ámbitos: nuestro libre asentimiento a la ley moral -recta razón- troquela nuestra conciencia que emite juicios de bondad o maldad ante nuestros propios actos y los de los demás, animándonos a ejercitarnos en la virtud.

Los valores estéticos también enriquecen toda nuestra personalidad, pero sólo inferiores a los dos primeros, eminentemente espirituales, porque requieren obligatoriamente de la intervención material que actualiza nuestra sensibilidad, permitiéndonos así el gozo de la belleza.

Las demás esferas parcializan por decirlo así las facultades o los ámbitos de acción.

Los valores intelectuales aluden a la capacidad racional, lógica.

Los valores afectivos, se realizan en ese terreno fronterizo en el que las facultades superiores inteligencia y voluntad han de gobernar políticamente a las inferiores: sentimientos, emociones, pasiones y estados de ánimo, los cuales son acompañados por cambios corporales.

Los valores sociales (no los confundamos con la "justicia social" que se encuentra a nivel moral), aluden a nuestra capacidad de interacción con otras personas y de adecuación a diferentes entornas humanos.

Los valores físicos incumben al bien de nuestro cuerpo.

Los valores económicos se refieren a bienes materiales a los que se les da un valor convencional. Por ejemplo, los aztecas traficaban con oro, con cacao; nosotros, con billetes y monedas cuyo valor está sujeto a los altibajos del mundo financiero.

Siendo esta jerarquía objetiva, la valoración en cambio, es subjetiva. Es un acto humano que se aprende con conciencia y experiencia.

Hay que enseñar a los hijos a valorar.

Nadie nace sabiendo. Igual que nos enseñaron a sumar, hemos de aprender a valorar. Lo mismo que si yo me equivoco en una suma la culpa es mía y no de las matemáticas, si yo me equivoco en mis valoraciones, es a mí a quien se le imputa el error y no a la axiología.

Luego en cada una de las valoraciones humanas caben estas tres posibilidades: el acierto, el error (perder lo más por lo menos), o el heroísmo: elegir lo mejor, aunque el costo sea muy alto.

En última instancia, en esto reside radicalmente el arte de educar.

El ámbito familiar es insustituible y extraordinariamente rico - aunque se viva en lo ordinario y en lo cotidiano para propiciar la plenitud de una vida que sólo se alcanza encarnando valores y realizando obras valiosas.

(Pliego Ballesteros, 2007)

QUÉ ES EL VALOR

¿Qué es el valor?

Existen múltiples respuestas.

Si lo preguntas a un soldado, te hablará del valor como la valentía que se requiere para vencer el temor y a la vez actuar con prudencia en el campo de batalla.

Un banquero se apresuraría a dar su opinión sobre qué tipo de inversión asegura un mayor rendimiento de tu capital o una mayor seguridad: la especulación en la bolsa de valores o la inversión en documentos de plazo fijo.

Un perito en leyes, pensará en la Carta de los derechos humanos, como valores que, por estar fincados en el Derecho Natural, son universalmente reconocidos.

Una madre de familia asustada por la invasión del libertinaje y la violencia en los medios de comunicación social, se lanzará como fiera para defender los valores de la familia: amor, fidelidad, integración, generosidad, comprensión exigente, capacidad de perdón, de esperanza, de paciencia.

Un estadista consciente y recto, afirmará los valores patrios de la democracia, la solidaridad, la responsabilidad con los más necesitados -"la hipoteca social", para lograr el bien común, etc.

Y todos tienen razón: cada uno lleva "las aguas a su molino", aplicando el "valor" a "determinados valores". Sin embargo ni uno de ellos nos ha definido lo que es el valor.

Enfoque Metafísico.

La respuesta más radical la hemos de buscar en la Metafísica o Filosofía Primera, que se pregunta por la esencia misma de todo lo que es.

1°.,SER Y VALOR son convergentes.

Todo lo que ES, por el hecho de SER, es VALIOSO.

Así como hay grados en los seres de mayor a menor entidad según sus atributos, hay grados en los valores.

El Valor de los valores corresponde al SER, subsistente por sí mismo: Infinito, Eterno, (sin composición alguna y por tanto sin posibilidad de descomposición), Omnipotente, etc. El valor de las creaturas dependerá del grado de semejanza con el Ser Pleno. Primero son y valen los ángeles, por ser espíritus puros, inteligentes y libres, siendo una síntesis de materia y espíritu, esas facultades superiores, chispas divinas, van manifestándose en cuanto la materia se va organizando.

El alma humana pasa por los avatares del crecimiento, de la salud y la enfermedad; de la pérdida de las facultades físicas sea por accidente o por ancianidad. Sólo el amor puede seguir in crescendo hasta la eternidad.

Después, son y valen los seres animados: desde los mamíferos superiores hasta los vegetales más rudimentarios. Luego, son y valen los seres inanimados el reino mineral desde el nivel micro cósmico hasta el macrocosmos.

Con esta gradación puede quedamos claro que todos los bienes del universo han de estar al servicio del hombre: la tecnología al servicio de la ecología y éstas al servicio del ser humano, que ha de enseñarlas racionalmente. El mismo orden natural, coloca al hombre al servicio de lo que está sobre su naturaleza.

2º El estudio de la Metafísica nos da otra aproximación a la esencia del valor. Al estudiar los trascendentales del ser, sabemos que todo ser por el hecho de ser, es

Uno Verdadero Bueno y Bello

¿No es cierto que todos valoramos la unidad, la verdad, la bondad y la belleza? ¿Dónde están esos valores? En lo que ES. Luego la división, la falsedad, la maldad y la fealdad, ontológicamente no son. Dicho de otra manera, son carencias de los seres que no poseen la plenitud del SER.

3° Otros autores se refieren a los valores como "múltiples especificaciones del bien".

¿Por qué omiten los otros tres trascendentales? Porque el bien es el ser en cuanto apetecible, y como valorar humanamente es desear, apetecer, querer voluntariamente el bien que nos perfecciona, la misma verdad es un bien para mi inteligencia, la unidad es un bien para mi vida, la belleza es un bien en el que descansa gozosa mente mi espíritu.

Lo importante del enfoque metafísico es que, al vincular valor y ser, nos sitúa en una postura objetiva. Los seres valen de por sí, independientemente de que alguien los valore o no.

Enfoque Antropológico.

Los sentidos externos del ser humano no son rigurosamente hablando- iguales a los de los animales, puesto que los nuestros "conectan" con el espíritu. (Ni nuestro cuerpo es animal, ni nuestra alma es angélica: tenemos un cuerpo humano y un alma humana). Cuánto más lo serán los sentidos internos, hasta el grado en que a la estimativa animal se le denomina cogitativa en el hombre. Esto quiere decir que la bestia posee un instinto que le impele a huir de lo que le es nocivo y "estimar" hasta acercase a lo que conviene a su naturaleza, por mecanismos y reacciones químicas más o menos elaborados. En cambio el hombre no se mueve sólo por sus tendencias instintivas (a veces más débiles que las del animal), sino que piensa (cogitatio en latin) y quiere libremente, porque se lo permiten sus facultades espirituales.

El hombre, va en la búsqueda de los valores que perfeccionan su naturaleza en cierto modo inacabada. El ser perfectible es privativo de la persona humana, y ya desde el momento de la concepción somos personas humanas. Y lo es, aunque sus facultades superiores, la inteligencia y la voluntad, tarden en manifestase o no lo hagan debido a alguna tara hereditaria o accidente no congénito.

Luego de la cogitativa parten nuestras valoraciones, así como de nuestros ojos parte nuestra capacidad visual.

Ciertamente no hay nada en la inteligencia que no haya pasado por nuestros sentidos. Lo mismo ocurre con el valor: no hay nada en nuestras valoraciones que no haya pasado por la cogitativa. Ahora bien, resulta que podemos tener nuestros sentidos poco desarrollados, enfermos o inutilizados. También hay cegueras axiológicas totalmente inculpables o culpablemente descuidadas. Existe la ley de la compensación: así como es frecuente que los ciegos posean un oído extraordinariamente fino, la capacidad de valoración fina en determinadas áreas puede ayudar en otros aspectos que se perciban con torpeza.

El precio que se ha de pagar para lograr la "salud integral" no es otro que el de la educación.

Enfoque Ético.

El punto de vista antropológico se vincula de inmediato con el de la ética. El hombre ha de ordenar sus actos en relación a su fin. Será valioso, lo que le acerque a la consecución de su fin; y lo que lo aparte, lo aleje o frustre sus intentos por alcanzarlo, no recibirá el calificativo de valioso, por más que se refiera a seres metafísicamente dotados de valor. La ética enriquece el discurso axiológico aportando a la valoración humana el concepto de orden. Sólo son valiosos para el hombre, los seres, las obras, las situaciones y los múltiples avatares de la vida que se ordenen a la consecución de su "fin final" como diría Aristóteles, para diferenciarlo de los fines parciales.

Las virtudes intelectuales y morales son las que tienen aquí la palabra. Y ya vimos cómo la educación en las virtudes permite escalar las cimas más valiosas del espíritu.

Viene a cuento una anécdota ocurrida en un pueblo indígena muy lejano y escondido, que sufre enormes carencias materiales y espirituales. Al visitar la casa de una familia si así se le puede llamar a un refugio donde se hacinan, más que conviven, unas veinte personas- entre los ídolos, amuletos y demás objetos separados como algo sagrado, en una especie de altarcito, estaba recortada de un periódico amarillento, la fotografía del Papa Juan Pablo II.

Ustedes no son católicos. ¿Por qué tienen aquí el retrato del Papa?

Hombre bueno contestó con su pobre castellano el pater-familia.

Decir hombre "bueno" expresa una valoración mucho más alta que adjetivos tales como: erudito, artista, famoso, rico, guapo.

Enfoque Ascético.

El griego askein significa ejercitarse.

Ejercitarse en las virtudes se confunde frecuentemente con la educación en los valores.

Podríamos decir que toda virtud es un valor pero no todo valor es una virtud.

Porque la virtud es una realidad que posee quien la conquista: está en un sujeto. En cambio ya vimos que todo objeto por el hecho de ser, es valioso.

Como en la educación familiar quienes nos ocupan son los educandos y todos los miembros de la familia lo somos, la realización personal de cada esfera de valores, ha de suponer el ejercicio de virtudes específicas.

Por eso aciertan quienes vinculan el proceso de perfeccionamiento humano con la conquista paulatina de diferentes "familias" de virtudes: unas con otras están tan unidas, que no es posible cultivarlas apartándolas: crecer en unas, propicia el crecimiento de las demás.

Del mismo modo, perder en unas o caer en los vicios contrarios propicia una concatenación que puede llegar al derrumbe total.

Efectivamente, hay virtudes que iluminan con preponderancia a cada esfera de valores.

Por ejemplo:

Para los valores económicos, la virtud de la sobriedad y la generosidad;

Para los valores físicos, la virtud de la templanza;

Para los valores sociales, la virtud y la responsabilidad;

Para los valores afectivos, la virtud de la amistad;

Para los valores intelectuales, la virtud de la estudiosidad;

Para los valores estéticos, la virtud de la prudencia y de la magnanimidad;

Para los valores morales, la virtud de la fortaleza y de la justicia;

Para los valores religiosos, la virtud de la religiosidad y la fe, la esperanza y la caridad

Este cuadro puede servirnos sólo como parangón ilustrativo, porque dada la unidad de la persona repito todas las virtudes se involucran entre sí.

Enfoque Psicológico.

El comportamiento externo de una persona que valora algo o a alguien, se manifiesta por la emoción con la que tiñe de colorido el juicio de su razón.

El entusiasmo y la alegría por lo valioso, corresponden a la chispa con la que nace lo que después puede llegar a ser un incendio pasional, rectamente encauzado.

Por el contrario, la frialdad o repulsión ante lo que se juzga no valioso o dañino, es la respuesta afectiva consecuente.

Estas reacciones de la afectividad requieren ser educadas, a la luz de la inteligencia y la voluntad, las cuales han de gobernar políticamente a las pasiones, los sentimientos, las emociones y los estados de ánimo.

Enfoque lógico.

La Axiología Formal (Robert S. Hartman), define con términos lógicos al valor como el "cumplimiento de la intensidad del concepto". Esto es: para valorar humanamente, no me basta la cogitativa. He de traspasar el mundo de lo sensorial, lo concreto, lo particular, para llegar a la conceptualización espiritual y universal o Verbigracia: sólo en cuanto tenga el concepto "silla", abstraído de la realidad sensorial, podré ser capaz de definirla: "mueble con asiento, respaldo y pata o patas". Al captar la esencia de "silla", lo que la hace ser silla y no otra cosa seré capaz de valorar "esta" silla que tengo enfrente, constatando si la realidad llena los requisitos del concepto, que a su vez lo obtuve de lo real, ya que mi inteligencia es la que se debe adecuar a la realidad.

Siguiendo el ejemplo, si confirmo que es un mueble, que aguanta el peso proporcionado del usuario que se siente en él y le permita descansar su espalda en su respaldo, y esté bien sostenido por una o más patas, concluiré que es una "buena" silla, o que como silla, "vale".

Esta vía de la conceptualización nos da pie para ejercitamos en el optimismo axiológico: un vaso medio vacío, es un vaso medio lleno; una mala casa, es una buena ruina; un pésimo automóvil puede ser una estupenda carcacha de colección, etc. El optimista es capaz de elegir el concepto adecuado para así poder valorar positivamente.

Bástenos estos seis enfoques de valor metafísico, antropológico, ético, ascético, psicológico y lógico- para regresar, enriquecidos, al mundo de la educación.

MATERIAL PARA ACTIVIDAD 2

CLASIFICACIÓN DE VALORES

Hay numerosas clasificaciones de valores realizadas por distintos profesionales, en este trabajo se considerará ocho valores llamados tambien por otros profesionales macrovalores, las cuales cada una agrupa lo que estima como actitudes. Ya sean actitudes, para unos, y valores para otros, lo cierto es que para todos nosotros y ustedes estudiantes deben ser comportamientos naturales y cotidianos.

1. LA VIDA: Amistad, amor, armonía, autoestima, autorrealización, bienestar, bondad, comunicación, conciencia, consuelo, creatividad, discreción, docilidad, dominio de sí mismo,esperanza, espiritualidad, estoicismo, familia, fe, humildad, intimidad, naturalidad,optimismo, orden, recreación, respeto a todo tipo de vida, responsabilidad, sencillez, sensibilidad, sinceridad, ternura, valentía.

2. LA SALUD: Alegría, alimentación, amor a la naturaleza, asistencia, atención, autodisciplina, bienestar, compromiso, conciencia, deporte, ecuanimidad, higiene, precaución, prevención de enfermedades, responsabilidad.

3. RESPONSABILIDAD: Ahorro, amor a la naturaleza, autonomía, consideración, cuidado de los bienes públicos y privados, cumplimiento, decisión, ecología, entereza, equidad, estimación, honestidad, moderación, patriotismo, previsión, puntualidad, reconocimiento, responsabilidad, seguridad, sobriedad, templanza, trabajo, verdad, voluntad.

4. LIBERTAD Y JUSTICIA: Admiración, comprensión, concertación, democracia, diálogo, ecuanimidad, honestidad, igualdad, justicia, libertad, paz, participación, pluralidad, promoción de la familia, respeto a los derechos y libertades fundamentales, respeto a los demás, responsabilidad, tolerancia.

5. TRABAJO: Admiración, afabilidad, autocrítica, competitividad, constancia, convivencia, cordialidad, creatividad, curiosidad, disciplina, esfuerzo, espíritu de trabajo, fidelidad, flexibilidad, honradez, ingenio, iniciativa, investigación, laboriosidad, liderazgo, obediencia, perseverancia, productividad, responsabilidad, sagacidad, sentido crítico, solidaridad.

6. PARTICIPACIÓN: Asistencia, ayuda, calidad humana, caridad, clemencia, compañerismo, compartir, comprensión, consuelo, cooperación, cortesía, desprendimiento, fraternidad, generosidad, humanidad, integración magnanimidad, nobleza, participación, prudencia, servicio, solidaridad nacional e internacional, tolerancia.

7. AUTORREALIZACIÓN: Amor, confianza, dignidad personal, educación, estoicismo, felicidad, fortaleza, gratitud, honorabilidad, honradez, humanidad, justicia, lealtad, logro, magnificencia, modestia, optimismo, orden, paciencia, reconocimiento, respeto, superación, urbanidad.

8. CONCERTACIÓN: Comunicación, concertación, cooperativismo, cultura de paz, diálogo, ecuanimidad, fomento del hábito del ahorro, paciencia, respeto de los derechos humanos, solidaridad, tolerancia hacia lo ético, moral y religioso.

Jerarquía de valores en estudiantes universitarios

Luisa Angelucci.  José F. Juárez.  Silvana Dakduk.  José Lezama Agustín Moreno. Arturo Serrano.

http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0254-16372008000100002&lang=en

Resumen:

El objetivo de este trabajo es caracterizar a la población estudiantil de la Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, en cuanto a su jerarquía de valores. Se utilizó un instrumento contentivo de 55 aspectos, los cuales eran calificados según su valoración. Se eligió una muestra por cuotas de escuela y año de promoción de 3.384 estudiantes, con una edad promedio de 21 años. Los resultados indicaron que los principales valores son la familia, felicidad, respeto, salud y honestidad, mientras que los cinco valores de poca importancia son apariencia, ambición, rebeldía, cobardía y pereza. Como conclusión, la investigación ofrece una jerarquía actual de valores en esta muestra de jóvenes universitarios, cónsona con la encontrada en investigaciones previas, donde son considerados los valores clásicos como los más importantes.

Palabras clave: jerarquía, valores, estudiantes universitarios, jóvenes, escala.

Value hierarchy in university students

Abstract:

The purpose of this work is to characterize the student population of the Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, regarding their value hierarchy. A 55-aspect instrument which qualified according to the importance given to them was used. A 3,384-student sample, with an average age of 21, and quotas by careers and promotion year was selected. The results indicated that the most important values are family, happiness, health and honesty, whereas the least important values are appearance, ambition, rebelliousness, cowardice and laziness. As a conclusion, this research offers a current hierarchy of values in this sample of university youngsters that is in accordance with that found in previous researches, where classical values are considered as the most important.

Keywords: hierarchy, values, university students, young persons, scale.

Hiérarchie de valeurs chez étudiants universitaires

Résumé:

L’objectif de ce travail est caractériser la population d’étudiants de l’Université Catholique Andrés Bello, Caracas, en ce qui concerne à sa hiérarchie de valeurs. On a utilisé un instrument contenant 55 aspects, qui sont été qualifiées selon leur valeur. On choisie une échantillon par quotas, d’école et année de promotion, de 3.384 étudiants, avec un âge moyenne de 21 ans. Les résultats ont indiqué que les valeurs principales sont la famille, le bonheur, le respect, la santé et l’honnêteté, tandis que les valeurs de moins importance sont l’apparence, l’ambition, la rébellion, la lâcheté et la paress. La recherche offre, comme conclusion, une hiérarchie actuelle de valeurs trouvées chez cet échantillon de jeunes universitaires, en accord avec celle trouvée dans recherches auparavant, où sont considérées les valeurs classiques comme les plus importantes.

Mots-clés : hiérarchie, valeurs étudiants universitaires, jeunes, échelle.

Recibido: 29/01/07; aceptado: 15/06/07.

Introducción

La investigación sobre los valores se ha constituido en un aspecto importante para la comprensión de la conducta del individuo en particular, de la sociedad de sus instituciones en general. En los últimos años su estudio se ha diversificado. En tal sentido, se han desarrollado numerosas investigaciones que apuntan a diversos aspectos de los valores tales como su conceptuación (Frondizi, 2000); medición (Rokeach, 1973; Gorlow y Noll, 1967; Braithwaite y Law, 1985); jerarquización (Scheler, 1979; Vidal, 1981); análisis de valores personales y colectivos (Bárcena, Gil y Jover, 1999; Vinuesa, 2002; Pedrals, 1997; Wojciszke, 1997; Bashkirova, 2002); así como también la relación entre valores y otros conceptos, entre ellos las actitudes, normas, juicio moral y conductas (Diessner, Mayton II y Dolen, 1993; Casals y Defis, 1999; Nucci, 2001).

A la noción de valor, en sentido general, suele relacionársele con otros términos como "preferible", "elegible", "deseable". En efecto, una de estas aproximaciones, aunque no agota la explicación del asunto por su complejidad pero sí resume de manera sencilla las ideas claves en torno al tema, la presenta el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), el cual define al valor (filosóficamente) como la "Cualidad que poseen algunas realidades, llamadas bienes, por lo cual son estimables. Los valores tienen polaridad en cuanto son positivos o negativos, y jerarquía en cuanto son superiores o inferiores" (Real Academia Española, 1984, p.1365). La anterior definición de la Academia señala los aspectos básicos de la cuestión que ocupa la presente investigación. Concuerda con las reflexiones hechas en el diccionario de filosofía de Ferrater Mora (1994)sobre la aproximación a la noción de valor. Éste podrá definirse, en un primer momento, entonces, como aquella cualidad que hace que algo o alguien, sea estimado, elegido o preferido.

En el DRAE se encuentran otras definiciones de valor que no dejan de guardar relación con la definición anterior. Por ejemplo, se tiene al valor como el "Grado de utilidad o aptitud de las cosas, para satisfacer las necesidades o proporcionar bienestar o deleite" (Real Academia Española, 1984, p. 1365); de esta manera, se puede afirmar que algo parece valioso o se valora porque resulta útil o da placer. También es definido el valor como el "Alcance de la significación o importancia de una cosa, acción, palabra o frase" (Ídem.); así se puede afirmar que, por ejemplo, lo que hizo la Madre Teresa de Calcuta fue o es valioso por el alcance de su obra.

El término valor posee una notable influencia del ámbito de las ciencias económicas y se difundió rápidamente entre los diferentes campos que caracterizan la vida individual y en colectivo, siendo incorporado por disciplinas como la filosofía, la pedagogía, la sociología y la psicología. La inicial popularización del concepto debería ser la primera nota a considerar cuando se trata de su estudio.

Para partir desde alguna premisa común o frecuente, es necesario basarse en algo que puede en principio parecer redundante y que suele aparecer en muchos textos iniciales sobre el tema de los valores, esto es, que el valor se refiere al valer, valía y por lo mismo es aquello que nos orienta a elegir algo y en consecuencia nos induce a actuar de una determinada manera. El "valer" o "valía" del valor es propiamente tener algo o alguien las características que le permiten merecer aprecio o estimación. No es, entonces, sólo sobre su precio o lo que cuesta algo cuando se habla de valor, sino de lo propio, lo intrínseco, lo único de algo o alguien que conduce a considerar que debe ser elegido, acogido o preservado. No obstante, aquí surgen inmediatamente algunas interrogantes: ¿De qué manera algo o alguien puede ser tenido como valioso?; ¿el valor es algo que se pone en las cosas o las acciones o que se descubre o se siente?; ¿son los valores objetivos o subjetivos? Tales preguntas son el producto de discusiones, de controversias que históricamente se han dado en el seno de la filosofía cuando es atendido el tema de los valores. En la filosofía clásica, moderna y hasta postmoderna se reconocen aproximaciones filosóficas al tema de los valores. No obstante, se sitúa la axiología (teoría general de los valores), como tal, sólo a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, desde las aportaciones de economistas como Smith y filósofos como Lotze (Alemania) entrado ya el siglo XIX.

Considerando lo anterior, el valor es o puede ser 1) objetivo: algo independiente de las cosas o las personas (como abstracción); ó, 2) subjetivo: dependiendo de la subjetividad de los hombres que valoran (Vinuesa, 2002). La primera consideración puede ser vista como más propia del ámbito de la metafísica; pues supone criterios sobre la existencia o no de entidades denominadas valores con su ser propio (concebidos muchas veces fuera del mundo material, como entidades abstractas o ideales). La segunda se acerca más a lo específicamente humano y conlleva consideraciones sobre el agrado, el deseo, la atracción que ejercen los valores en las personas. Ambas posturas son complejas y admiten discusión. Mencionarlas aquí sirve al menos para ilustrar los dos sentidos más generales como es concebido el problema filosófico de la noción "valor". Otras concepciones sobre el asunto están estrechamente relacionadas con uno de esos dos sentidos generales o establece una combinación de ambas posturas (a veces balanceada y a veces apostando más por una de las dos). La existencia de esas dos posturas generales ha dado pie a muchas discusiones en torno a lo que se da en llamar "Absolutismo" y "Relativismo" axiológico.

En muchas ocasiones se piensa que los valores son eternos e inmutables y en otras que dependen del momento, el estado de ánimo, la cultura. Como dice Frondizi:

A ratos nos inclinamos por el subjetivismo y creemos descubrir en la posición contraria un mero engaño semejante al que padece el alucinado que se asusta de los fantasmas creados por su propia imaginación. Otras veces, en cambio, nos parece evidente que los valores son realidades objetivas, ante las cuales debemos rendirnos, pues tienen una fuerza impositiva que salta por encima de nuestras preferencias y doblega nuestra voluntad (Frondizi, 2000, p.27).

Eso hace suponer que debería haber algo de cada uno de los extremos en el caso de los valores, por lo que sería un error creer que la objetividad y la subjetividad en éstos son excluyentes. Ocurre que hay un componente objetivo (u objetivable), así como un componente subjetivo que viene aportado por el sujeto que hace la valoración. En este sentido, Frondizi(2000) asume el valor como cualidad estructural de donde se deriva el hecho de que hay conjuntos de cualidades naturales capaces de producir una cualidad axiológica que, aunque dependen de aquéllas, no se reduce a las mismas.

De lo anterior se desprende que este tipo de estudios es una tarea bastante compleja y que la discusión sobre los diversos puntos de vista acerca de su realidad, todavía está en el tapete. A continuación se presentan algunas precisiones sobre lo que entienden algunos autores respecto al tema, además de lo propuesto por la filosofía. En tal sentido, hay quienes señalan que los valores hacen referencia a un estado deseado, objetivos, metas y conductas que trascienden situaciones específicas y son aplicadas como estándares normativos para juzgar y elegir entre modos alternativos de conducta (Schwartz, 1992). Para Milton (en Rokeach, 1973) es una creencia permanente de que un modelo de conducta específico o estado final de la existencia es preferido personal o socialmente a un modelo de conducta o estado final opuesto a éste. Por su parte Rugarcía (1999) simplifica la definición haciendo la abstracción al plano educativo y lo considera como algo a lo que vale la pena dedicar la vida o parte de ella. En otras palabras, es una guía que orienta la actuación de los sujetos hacia un fin determinado.

De acuerdo con la aproximación anterior, se considera la cuestión acerca de su jerarquía. Una persona tiene múltiples valores y éstos se ordenan según su prioridad para ser funcionales. Autores como Schwartz y Bardi (2001) hablan de sistemas o jerarquía de valores más que de éstos como entidades aisladas. Según Vidal (1981), Scheler establece que la superioridad de uno con respecto a otro dependerá del conocimiento que tenga el sujeto sobre el valor y se capta mediante el preferir, que es un acto apriorístico que supone una jerarquía; ésta puede ser similar o mostrar diferencias dependiendo de la comunidad, sociedad o la cultura. En cada cultura hay un sistema complejo de valores organizados dentro de una única pero coherente jerarquía de prioridades; de manera que algunos de aquéllos pueden ser universales o transculturales, pero al mismo tiempo ser específicos y únicos para cada cultura (Rokeach, 1973). Por ello es importante abordar su estudio bajo la perspectiva de jerarquía, dado que un cambio en ella demuestra el proceso de transformación profunda que puede estar experimentando una sociedad, particularmente si sus valores tradicionales han sido vulnerados (Bashkirova, 2002).

En este orden de ideas, Elizur y Sagie (1999) estudiaron en 165 israelíes los valores de vida y de trabajo mediante la escala de Elizur, Borg, Hunt y Beck (1991). Entre los cinco primeros denominados "de vida" se encontraron: salud, felicidad, amor, seguridad e independencia; entre los cinco últimos estuvieron confortabilidad, contribución a la sociedad, status, riqueza e influencia. Por su parte, en cuanto a los relacionados con el trabajo se encontraron entre los cinco primeros: interés hacia el trabajo, responsabilidad en el trabajo, imparcialidad del supervisor y uso de habilidades; entre los cinco últimos: influencia en la organización, interacción con la gente, beneficios, contribución a la sociedad y horario. Los autores señalan que valores similares no necesariamente obtienen el mismo rango de importancia en los dominios de vida y trabajo. Por ejemplo, interés y responsabilidad fueron considerados más importantes en el trabajo pero sólo obtienen una octava y novena posición respectivamente, en el área de vida. Esto indica que hay una similitud en la estructura básica en cuanto a la vida y al trabajo; no obstante, existe una considerable diferencia en la importancia relativa asignada a los valores individuales. Por lo tanto, hay que considerar los contextos a la hora de evaluar su jerarquía.

Bashkirova (2002) analizó los resultados sobre la jerarquía de valores que partió del Estudio Mundial dirigido por Inglehart realizado entre los años 1995- 1999. En estos resultados la familia ocupó el primer 10 lugar; después el trabajo; continuó las relaciones de amigos, el tiempo libre y en los dos últimos lugares la religión y la política. Cerca del 95 por ciento de los encuestados estuvieron de acuerdo en que la familia era una condición necesaria para alcanzar la felicidad y para ello hacía falta la presencia del padre y de la madre. Los estudios también demostraron que el contacto humano es importante para los rusos. Sin embargo, participaban poco en asociaciones de voluntariado.

Por su parte, Ryckman y Houston (2003) evaluaron la prioridad de valores en función de la nacionalidad (norteamericanos versus británicos) en una muestra de 207 estudiantes universitarios que respondieron la escala de Schwartz (1994). Los estudiantes norteamericanos asignaron gran importancia a valores individuales como el hedonismo, autodirección, éxito y a los colectivos como subordinación a otros, benevolencia, universalismo y seguridad en comparación con los estudiantes británicos. Ambas nacionalidades dieron igual importancia al poder. Al analizar las diferencias entre hombres y mujeres, encontraron que éstas en ambos países otorgaron prioridad a los colectivos como benevolencia, universalismo, seguridad y subordinación sobre otros. En cuanto a la jerarquía en los estudiantes norteamericanos se obtuvo: subordinación a otros, universalismo, benevolencia, auto-dirección, éxito, quedando en último lugar poder, estimulación y hedonismo. En los estudiantes británicos fue la siguiente: universalismo, subordinación a otros, benevolencia, auto-dirección y por último estimulación y hedonismo. La jerarquía en ambos países es muy similar, pero los estudiantes norteamericanos dan más importancia a los llamados colectivos e individuales como principios orientadores que los estudiantes Chang, Wong y Kim (2003) realizaron un estudio en 302 estudiantes de un instituto politécnico en Singapur. Utilizaron la escala de valores China basada en la de Schwartz (1994) y encontraron seis dimensiones: prudencia, industria, ciudadanía-armonía, desarrollo moral, poder social y moderación, las cuales se jerarquizaron de la siguiente manera: prudencia, desarrollo moral, industria, ciudadanía-armonía, poder social y moderación. Los resultados sugieren que los estudiantes valoran aspectos tanto modernos como tradicionales, donde la modernidad es moldeada por valores originarios del país. Estos resultados fueron verificados en dos estudios posteriores donde se tomó en uno de ellos como variable diferenciadora el idioma más utilizado (inglés o chino) y, en el otro, la generación (padres e hijos).

En el caso venezolano, Darmont y Marco (1991) estudiaron los valores por medio de la escala de Rokeach en 90 pacientes con cáncer; obtuvieron que la seguridad familiar, respeto por sí mismo, felicidad, amistad sincera, armonía interior e igualdad fueron los valores terminales más destacados. Los menos importantes fueron: placer, belleza, seguridad nacional, una vida llena de emociones. En cuanto a los llamados instrumentales aparecen en los primeros lugares: responsable, aseado, colaborador, cariñoso, cortés y honesto; como menos relevantes: curioso, racional, independiente y creativo. De esta manera se observa prevalencia de los valores llamados individuales y sociales-interpersonales y la subestimación de los de carácter más egocéntrico y cognoscitivo.

En esta línea, González y Vicuña (1997) evaluaron por medio de la escala de Rokeach los valores en 58 hombres seminaristas y 100 no seminaristas con una edad promedio de 21 años y encontraron que los terminales más importantes fueron la armonía interior, seguridad familiar, prosperidad y los menos, salvación, belleza, reconocimiento social. En cuanto a los instrumentales los más importantes fueron: honestidad, responsabilidad, independencia, flexibilidad y los menos generosidad, curiosidad y obediencia. Cabe resaltar que el grupo de seminaristas se diferenció del otro grupo, dado que resaltó como importante el valor terminal salvación y los llamados instrumentales obediencia y responsabilidad. Estos resultados fueron muy parecidos al estudio anterior.

También hay estudios a mayor escala como el de Zapata (1996), quien publicó los resultados de una encuesta de opinión pública que intentó dar una visión de conjunto de lo que piensan los venezolanos sobre un gran número de problemas, de sus valores morales, religiosos, políticos, económicos, de sus satisfacciones e insatisfacciones, sus esperanzas y temores; en pocas palabras, es una visión panorámica de cómo los venezolanos responden a los problemas de su tiempo. El cuestionario fue aplicado a una muestra representativa de la población venezolana de 18 años en ciudades de más de 200.000 habitantes. Los resultados mostraron que la familia ocupó un lugar importante, al igual que la religión y el trabajo. El concepto que se tiene de salud no está referido exclusivamente a lo físico sino también a lo espiritual. La confianza no es percibida como deseable; lo mismo sucede con la política.

En este orden de ideas, el Estudio Mundial de Valores dirigido por Ronald Inglehart (en Carrasquero y Vall, 2003), en el capítulo referido a Venezuela para el año 2000 mostró la imagen del venezolano, probablemente en algunos casos distinta a la que suele oírse frecuentemente y que guarda mucha relación con el estudio presentado por Zapata. Los resultados indicaron que el 98 por ciento de los encuestados le dio una gran importancia a la familia, luego siguió el trabajo con 93; después el tiempo libre, en cuarto lugar los amigos, en el quinto ayudar a otros; después, en el sexto lugar, la religión y en séptimo lugar la política. En el mismo estudio la Encuesta Mundial de Valores investigó sobre las cualidades que se le deben enseñar al niño en el hogar. Obtuvo un primer lugar la responsabilidad (88 por ciento); le sigue la tolerancia y el respeto (80). Las menos mencionadas son la imaginación (24) y el trabajo duro (27). Es menester resaltar en este punto que el Estudio Mundial de Valores ha permitido crear grandes bases de datos sobre actitudes y valores y mostrar cómo pueden estar evolucionando en los distintos países bajo un esquema de mundo globalizado.

En 2002, en una muestra de 502 estudiantes de una universidad pública de Caracas, Bethelmy y Gómez (2002) evaluaron los valores a partir de la escala de Schwartz (1994). Encontraron que los valores referidos a la seguridad - honestidad, éxito, capacidad, libertad, orden social - se colocaron en el primer lugar, seguidos de valores llamados por el autor como auto trascendentes: protección, belleza, unidad con la naturaleza y apertura mental. En tercer lugar, valores relacionados con apertura al cambio: éxito, capacidad, creatividad, curiosidad, riesgo, excelencia, placer y disfrute. En cuarto lugar los referidos al poder y logro: poder, autoridad, riqueza, ambición y preservación de la imagen. Y en último lugar, los valores relacionados con tradición y conformidad: devoción, perdón, obediencia, tradición, humildad. Parece pues, según los resultados, que la gente ha perdido la confianza en las instituciones ligadas o relacionadas con el sistema político. Las personas no ven la conexión entre su vida personal y lo condicionante que puede 12 ser la actuación política en su entorno. También se destaca que hay una alta consideración a la familia y llama la atención que hay un nivel bastante bajo de confianza interpersonal.

En esta línea de investigación y bajo la perspectiva de la importancia de estudiar la jerarquía de valores en un contexto particular y no de valores aislados, se hace necesario realizar investigaciones orientadas a la población juvenil, específicamente los estudiantes universitarios, considerando que esta población se constituye en el grupo potencialmente productivo para el país y posible promotor de estos valores. En este sentido, la presente investigación tiene como objetivo evaluar la jerarquía de los valores de los estudiantes de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), de Caracas.

Método

Muestra

Se encuestaron 3384 estudiantes de la UCAB elegidos según muestreo por cuotas (año y carrera). La edad promedio de los participantes fue de 21 años con una desviación de 2 puntos. El 63% pertenece al sexo femenino; 83% de los estudiantes viven en Caracas; 92% estudiaron en colegios privados; 70% egresaron de colegios religiosos; 93% son miembros de la religión católica; 19% estudiantes de Administración; 4% de Psicología; 11% de Comunicación Social; 11% de Derecho; 4% de Economía; 9% de Ciencias Sociales; 27% de Ingeniería; 12% de Educación y 3% de Letras. La distribución, de acuerdo al año de estudio, fue: 36% de primer año, 19% segundo año, 16% tercer año, 15% cuarto año y 14% de quinto año.

Instrumento

Para el diseño del instrumento, se construyó una lista de valores sobre la base de los documentos de la UCAB y estudios realizados en otras universidades. Las personas debían señalar, en cada valor que se ofrecía, un puntaje entre 0 y 3 (ninguna y máxima importancia, respectivamente) en una lista de 42 valores. Este instrumento, junto con las instrucciones de llenado, se sometió a validación por 8 jueces expertos en algunas de las siguientes áreas: psicología, filosofía, sociología, desarrollo estudiantil, educación y derecho. Los jueces expertos opinaron sobre el instrumento en cuanto a: pertinencia de los valores seleccionados, redacción de instrucciones, formato de la escala de evaluación y observaciones generales. Se recolectaron las opiniones y sobre la base de valores eliminados, cambiados y añadidos se construyó una nueva lista ahora de 55 valores.

Este instrumento se administró a una muestra piloto constituida por 371 estudiantes (78% mujeres y 22% hombres) de primero a quinto año de las escuelas de Psicología, Comunicación Social, Administración, Educación, Filosofía, Ingeniería. El muestreo fue intencional, en su mayoría estudiantes de los profesores integrantes del grupo de investigación, y la participación de los estudiantes fue voluntaria. Luego de esta aplicación se modificaron algunos valores. La confiabilidad por el coeficiente alfa de Cronbach fue de 0.88, lo que indica alta consistencia interna.

El instrumento definitivo constó de la identificación de características sociodemográficas como: edad, sexo, carrera, año de carrera, procedencia (interior- Caracas), colegio de procedencia (privado u oficial; religioso o no religioso), religión a la que pertenece y zona donde vive, además de la escala contentiva de 55 valores (ver apéndice A). Cabe resaltar que la lista construida contiene diferentes aspectos a los cuales las personas asignan un grado de importancia en función de su experiencia previa y de la conceptuación de cada uno de ellos. En la presente investigación se asume que este proceso de asignación de importancia involucra una valoración por parte del sujeto de diferentes objetos sociales y bienes, lo cual permite abordar la problemática de los valores desde una perspectiva más amplia. Esto explica, en parte, por qué aspectos como la cobardía, la pereza, la belleza y la apariencia se ubicaron en la lista de valores. En un sentido general, estos últimos también serían tales, aunque tal afirmación pueda resultar estridente a aquéllos que consideran solamente como genuinos valores a los positivos. Respecto de este asunto no se debe perder de vista la polaridad constitutiva de la naturaleza de los valores.

La puntuación de la escala de valores es de 6 puntos que van desde ninguna importancia (1) hasta mucha (6). Cabe resaltar que esta escala presentó una alta confiabilidad por consistencia interna (alfa de Cronbach = 0.91).

Procedimiento

La aplicación se llevó a cabo de manera colectiva en los salones de clase, con la colaboración de los directores de las escuelas y algunos profesores de las mismas. Se corrigieron los instrumentos y se procedió al análisis estadístico correspondiente.

Resultados

Se llevó a cabo un análisis descriptivo de cada uno de los valores evaluados por el cuestionario y posteriormente fueron ordenados según el promedio obtenido en una escala de medición del uno al seis, que va desde poca importancia a mucha importancia. De esta manera, como se puede ver en la tabla 1, se obtuvo la jerarquía de valores para la muestra evaluada.

Tabla 1.  Jerarquía de Valores obtenida

Valor         Promedio        Valor         Promedio       Valor           Promedio

1 Familia                 5,80    21 Eficiencia      5,39   41 Altruismo               4,51

2 Felicidad              5,78    22 Afectividad   5,36   42 Curiosidad             4,51

3 Respeto                5,77    23 Sabiduría      5,35   43 Humildad              4,35

4 Salud                     5,75    24 Igualdad0     5,32   44 Competencia       4,33

5 Honestidad          5,73    25 Equidad         5,28  45 Tradición                4,32

6 Justicia                 5,71    26 Fraternidad  5,28   46 Religión                 4,25

7 Responsabilidad 5,70    27 Trabajo          5,24   47 Riesgo                   4,22

8 Amor                     5,68    28 Tolerancia     5,17   48 Reconocimiento

                                                                                            Social                    4,22

9 Libertad                5,67    29 Autonomía    5,16  49 Poder                      4,12

10 Paz                     5,67    30 Ambiente      5,09  50 Belleza                   4,10

11 Éxito                   5,64    31 Placer             5,07  51 Apariencia             4,05

12 Prosperidad      5,62    32 Paciencia        4,98  52 Ambición               3,91

13 Amistad             5,60    33 Creatividad    4,96  53 Rebeldía                3,16

14 Progreso            5,56    34 Ahorro             4,95  54 Cobardía               2,73

15 Fidelidad            5,55    35 Dinero             4,79  55 Pereza                  2,52

16 Seguridad          5,53    36 Diversidad      4,73

17 Lealtad              5,47    37 Obediencia     4,70

18 Compromiso      5,46    38 Sexo                4,63

19 Solidaridad        5,42    39 Espiritualidad 4,60

20 Excelencia 5,40          40 Autoridad        4,59

Los primeros cinco valores que quedaron ubicados en la escala como de mucha importancia con medias más altas, cercanas a 6 puntos - fueron familia, felicidad, respeto, salud y honestidad. Los cinco valores que quedaron ubicados como de poca importancia fueron apariencia, ambición, rebeldía, cobardía y pereza, siendo este último clasificado como el valor menos importante.

Discusión de resultados

Los hallazgos de la presente investigación concuerdan con investigaciones anteriores, como por ejemplo la investigación de Zapata (1996) sobre valores del venezolano, donde entre los principales están la familia, la honestidad y el respeto. De igual manera se corresponde con estudios en otros países, como por ejemplo Israel (Elizur y Sagie, 1999) y Rusia (Bashkirova, 2002). En tal sentido, la muestra evaluada resalta el valor de aspectos relacionados con lo universal.

En la presente investigación la familia permanece como uno de los pocos valores convencionales en los cuales la mayoría de la muestra está de acuerdo, asignándolo como muy importante, lo que permite suponer que la familia es fuente de felicidad (por estar seguido de este valor) y de apoyo social para este grupo. Al respecto Inglehart (1990), establece que la familia llena el vacío que la sociedad ha dejado de lado en cuanto a la conformación de valores que hace posible la vida en comunidad. Igualmente el estudio muestra que valores relacionados con el contacto humano son importantes, dado que aquellos como el respeto, amor, amistad, fidelidad, lealtad, compromiso y solidaridad entran entre los primeros 21 lugares principales. En este sentido el contacto humano, específicamente la amistad, parece representar un modo informal muy importante que, junto con la familia, se constituye en una posible fuente de apoyo social de estos jóvenes.

Cabe destacar que muy pocas investigaciones trabajan con la salud y la felicidad como un valor. La presente investigación no sólo las tomó en cuenta, sino que fueron catalogadas como muy importantes por la muestra estudiada, tal como los hallazgos de Elizur y Sagie (1999). Dado que la salud está al mismo nivel que el valor felicidad, se infiere que aquélla es percibida como algo más que la ausencia de enfermedad, es decir, como algo referido al bienestar integral de las personas y no sólo al bienestar físico, conceptuación cónsona con la definición de la Organización Mundial de la Salud desde 1946. De esta manera, las personas consideran como muy importante el mantenimiento de su bienestar y, por tanto, podría explicar la alta puntuación obtenida en la escala valorativa de los aspectos salud y felicidad.

En este sentido, además se resalta que la muestra evaluada subordina valores relacionados con el aspecto económico (ahorro, dinero, entre otros) a aspectos como la felicidad, la salud, el amor y la afectividad. Este hallazgo es cónsono con la posición de autores como Leocata (1995) sobre la superioridad de los valores sensitivo-afectivos, es decir, aquellos que expresan una relación de la persona con su bienestar y con el placer sensible, sobre los valores económicos. Estos valores sensitivo-afectivos, también denominados de la vitalidad, constituyen un grado superior al económico, porque son preferibles desde el punto de vista de la estructura integral de la persona.

Por otra parte, el valor trabajo quedó en la posición 26: no se encuentra en los primeros lugares, pero tampoco en los últimos. Esto puede deberse al rol actual desempeñado por los participantes del estudio, quienes al ser primordialmente estudiantes, no valoran con suma importancia al trabajo, suponiendo que éste se percibe como algo específico, como actividad laboral insertada en el mercado empresarial, más que como una condición genérica, como actividad fundamental para obtener metas y satisfacer necesidades (Marx y Engels, 1982). De hecho el análisis de Angulo y Castro (1990) establece, en su estudio sobre la juventud de la Universidad Central de Venezuela de los años 80, que características como la edad y la marcada tendencia a pertenecer a estratos sociales medios y altos, hacen del trabajo obligatorio un fenómeno escaso en la población investigada.

Asimismo, cabe destacar que el trabajo en el contexto cultural venezolano viene después de valores como solidaridad, honestidad, respeto, tal como fue evidenciado en la presente investigación y en estudios como el de Zapata (1996) y la Encuesta Mundial de Valores del año 2000 (Carrasqueño y Vall, 2003). Al respecto, Uslar Pietri (1997) y Ugalde (1993) coinciden en sus puntos de vista al establecer que la poca importancia del trabajo viene dada por una herencia cultural negativa donde éste es menospreciado, asociado con la esclavitud, un bajo estatus social, y no con la generación de riqueza. Ahora bien, podría suponerse que, para el logro de sus metas, los estudiantes consideran que existen otros aspectos que están por encima del trabajo. Sin embargo, en la presente investigación, no se hace hincapié en esta inferencia, dado que el trabajo fue valorado más que otros aspectos materialistas como el dinero, ahorro y poder; además, la pereza como valor se ubicó en el último lugar.

Con relación a la poca importancia otorgada a valores materialistas o también llamados por Vinuesa (2002) los valores extrínsecos o instrumentales (riqueza, fama, nobleza), Bashkirova (2002) señala que cuando los aspectos materiales son significativos para la población, que no es el caso de la presente investigación, decrece el desenvolvimiento cívico y la conducta independiente, no sólo en el trabajo, sino en otras áreas de la vida. Esto pudiera explicar acciones cívicas emprendidas por los estudiantes de la UCAB en tiempos recientes, que no responden únicamente a problemas económicos, aspecto que a su vez puede estar relacionado con el valor de la democracia y la sociedad civil.

El hecho de que los resultados de los últimos valores de la jerarquía sean poder, apariencia, belleza, cobardía, ambición, rebeldía y pereza, concuerda con investigaciones en países con culturas semejantes y también en culturas distintas (Elizur y Sagie, 1999; Bashkirova, 2002; Bethelmy y Gómez, 2002; Ryckman y Houston, 2003; Chang, Wong y Kim, 2003 y Zapata, 1996). De modo que la muestra evaluada da poca importancia a aspectos relacionados con lo que algunos autores denominan como anti-valores, o valores individualistas.

Contrario a los datos que aportan esos estudios, en la edición aniversaria del año 2004, el diario El Universal publicó una serie de reportajes referidos a los valores de los jóvenes. En esa ocasión, diversos autores consultados concluyen que los valores más cercanos a la cultura juvenil son el placer, la belleza, la familia y el consumismo. Por ejemplo, presentan el tema de la multiplicidad de valores (Matsuura, 2004); la preocupación por la estética, por lo corporal y por el qué dirán (Aranaga, 2004); el análisis de los cambios de los valores a través del tiempo en la cultura venezolana (Pino, 2004); los cambios psicológicos y trastornos de los jóvenes que son consumidores de estupefacientes (Machado, 2004) y lo que hacen los jóvenes en su tiempo libre (Giusti, 2004). Sin menospreciar los aportes de las opiniones reflejadas por los articulistas y contrario a lo que se piensa, de acuerdo a los resultados obtenidos en las investigaciones anteriores y la presente, los jóvenes tienen una tendencia favorable a los valores definidos universales, mientras que colocan en último lugar valores como el consumismo, placer, apariencia y belleza.

Por otra parte, en los estudios de Zapata (1996), Bethelmy y Gómez (2002) y Bashkirova (2002), la religión está en los últimos lugares, tal como ocurre en la presente investigación. Valores como la religión, espiritualidad y tradición no son considerados por los participantes como una parte significativa dentro de su vida, sino más bien la dimensión relacionada con tradición y conformidad. Para Scheler (1979) los valores de lo santo y de lo profano (fe, incredulidad, adoración) son una serie de valores superiores a los espirituales (estéticos, éticos y teóricos); éstos a su vez están por encima de los valores vitales (salud, alegría, angustia). Sin embargo, los resultados de esta investigación no parecen concordar del todo con la jerarquía propuesta por este autor. Al respecto, Pino Iturrieta (2004) expresó que los jóvenes muestran rechazo a los criterios de autoridad laicos y religiosos, así como críticas de las formas de vida tradicionales, lo que en cierta forma constituye una alternativa de inclusión en la sociedad.

Si se toma en cuenta la clasificación de los valores en modernos y tradicionales (Kahl, 1968; Yang, 1998; Chang, Wong y Kim, 2003) se puede observar que los más importantes en la jerarquía de valores, en la muestra evaluada, contienen tanto elementos de modernidad (éxito, progreso, prosperidad, seguridad, excelencia) como de tradición (familia, respeto, honestidad, justicia, paz), con énfasis en valores tradicionales. Aunque cabe destacar que la tradición quedó en los últimos lugares de la jerarquía, lo cual es debido, como se dijo anteriormente, a su posible asociación con valores como religión y espiritualidad.

Conclusión

Evaluando la jerarquía de valores se revela que los estudiantes de la UCAB tienen un alto apego a aquellos que implican honestidad, felicidad, salud, familia, solidaridad, así como poco apego hacia valores que implican la religión, tradición, espiritualidad, riesgo, cobardía, pereza. Esto que pudiera reflejar una aproximación a la vida caracterizada por búsqueda de contacto con otros, donde predomina el respeto, justicia, solidaridad y deseo de bienestar más que de placer y poder. Cabe destacar que, aunque la forma de evaluar la jerarquía de valores puede estar sesgada por la deseabilidad social, se infiere que la influencia de ésta es muy poca debido a la concordancia de los resultados de este estudio con relación a otros. Esta investigación constituye un primer paso para la evaluación de valores en jóvenes universitarios, así como abre las puertas para posibles planes de promoción y formación de determinados valores en esta población.

Apéndice

A continuación encontrará una lista de aspectos. Por favor califique el grado de importancia que tiene para usted cada uno de ellos marcando con una X la casilla correspondiente en la escala que va desde poca importancia hasta mucha importancia.

MATERIAL PARA LA ACTIVIDAD 3

Cuidado con los disvalores.

¡Ah, no es fácil! En el camino nos encontramos con bienes parciales que atraen por lo que tienen de bien, pero defraudan por lo que tienen de parcial y efímero. Actúan como distractores del camino recto, nos tientan con su colorido falso

Disvalores económicos. Si se va tras ellos como el único valor de la vida, se cae en la esclavitud del afán de lucro, que llega a la avaricia y no se detiene uno a considerar si los medios utilizados para enriquecerse son lícitos o no lo son.

Disvalores físicos. Por un lado las ideas obsesivas por el cuidado de la salud pueden parar en enfermedad: la hipocondría. Por otra parte, ha habido atletas olímpicos cargados de medallas, que se suicidan cuando el cuerpo ya no les responde.

Disvalores sociales. El prestigio, la "imagen" y el poder, por sí mismos son efímeros. También hay una triste colección de suicidas entre los dictadores, artistas del celuloide o líderes que fueron famosos y después cayeron en el olvido.

Disvalores afectivos. Los enamoramientos platónicos o eróticos que no llegan a feliz término, por la traición de alguna de las partes, desencadenan la violencia, el crimen, el suicidio, o el duelo que une las dos agravantes: homicidio y suicidio-, aún en nuestros días tan poco románticos.

Disvalores intelectuales. La ciencia que no acepta normas éticas puede conducirnos a la soberbia intelectual y a la muerte, al holocausto de toda la humanidad.

Disvalores estéticos. "El arte por el arte", desvinculado de los demás valores, conduce al solipsismo, al vacío, a la nada.

Disvalores morales. Una sola virtud, que niegue su nexo con las demás, ya no sería virtud porque puede llevar al perfeccionismo, a la imposición, a la soberbia.

Disvalores religiosos. El fanatismo que se polariza hasta tratar de imponer el propio credo por la fuerza, sin respetar la libertad de quienes por temor, pueden caer en el perjurio, cuenta en la historia con "guerras de religión" de lo más crueles y sangrientas.

Las estrellas y la persona humana.

A muchas estrellas las conocemos por su nombre: Sirio y AIdebarán, Capella y Betelgeuse, Rigel y Procyón. Al descomponer un rayo de su luz mediante un prisma de cristal, producen un espectro diferente, según sea su composición química y su temperatura. Si el reino mineral se comporta de manera tan sui géneris, ¿qué nos puede extrañar que los humanos tengamos también nuestro personalísimo espectro, incluso flexible según la etapa y las circunstancia de nuestra vida?

El "rojo" de los valores económicos puede ensancharse cuando un matrimonio empieza a formar su familia. Las horas dedicadas al trabajo, al negocio, al ahorro redituarán en un patrimonio para sus hijos, que les permita actuar con cierta autonomía.

El "anaranjado" de los valores físicos, tiene que ocupar un amplio lugar en la época de la crianza, o si se tienen aptitudes extraordinarias- en el entrenamiento en un deporte específico y la participación en certámenes nacionales e internacionales.

El "amarillo" de los valores sociales no tendrá las mismas dimensiones para un líder, un presidente, un rey, un Papa, que para los sindicalizados, los súbditos y los fieles.

El "verde" que valora lo afectivo no es igual para una persona emotiva que para otra con un nivel bajo de emotividad.

El "azul" de los valores intelectuales, no podrá ocupar el mismo espacio en la niñez que en la juventud; en un ambiente rural o en uno universitario; en un talento medio o en un premio Nobel.

El "Íñigo" de los valores estéticos (áislhesis-sensibilidad), depende no sólo de la sensibilidad con la que la naturaleza haya dotado a la persona, sino de la educación de cada sentido y de la inteligencia y la voluntad. Si todo el conjunto fuera excepcional, no sólo se manifestaría en la contemplación de la belleza natural y artística, sino también en la capacidad de interpretación y lo de la creatividad genial.

El "violeta" de los valores morales empieza a atisbase hasta que somos capaces de actuar consciente y libremente. Las personas de conciencia recta, verdadera, cierta y delicada, tendrán un campo de acción ético mucho más amplio que los enfermos de escrúpulos, laxitud, fariseísmo, perplejidad, etc. El ejercicio de las virtudes morales se propicia en un ambiente sano, de trabajo alegre y responsable, al lado de personas ejemplares; aunque también es posible y heroico cuando las circunstancias son adversas y hay que navegar contra corriente.

¿Y los valores religiosos? Son el prisma de cristal que viene a descomponer la Luz en los siete colores que hemos descrito. A la Luz de la fe sabemos, con mayor certeza, que el Bien, la Belleza, la Verdad, el Amor, la Omnipotencia, la Vida y el Tesoro más maravilloso

La familia educa en los valores si respeta su jerarquía.

Así como en el arcoíris nunca nos encontraremos un verde junto al violeta, sería un desorden fundamentar los valores morales (el violeta axiológico) en el sentimentalismo (el verde que corresponde a los valores afectivos).

Y hemos de respetar el espacio que cada uno pueda y quiera dar a cada valor: "Cada caminante siga su camino

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