nopierdaslasonrisa.files.wordpress.com€¦ · Web viewEl ciego le dijo: “Creo Señor” y se postró ante él. Creer es pensar que algo es posible. Creer en alguien es confiar

Esta semana empezamos a subir la escalera, con dos piernas y dos manos fuertes y seguras. Escuchemos atentamente lo que Jesús non va a contar este domingo en la eucaristía sobre la fortaleza de nuestras piernas y manos. Escuchad atentamente

En el nombre del Padre... Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca. Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande"

: Soñar, Sonreír y Sensibilidad hacia las necesidades de los demás, es lo que hemos visto esta semana para poder iniciar el ascenso por la escalera. Estas tres “eses” son una buena roca donde poder construir nuestra casa o iniciar cualquier camino, aunque llueva, soplen vientos huracanados, seremos capaces de permanecer en nuestra ascensión y que nuestra casa no se derrumbe.

¡Buenos días!, Jesús…¡Buenos días María!...María Auxiliadora de los cristianos…

3 de marzo/ March. Evangelio/Gospel

Esta semana empezamos a subir la escalera, con dos piernas y dos manos fuertes y seguras. Escuchemos atentamente lo que Jesús non va a contar este domingo en la eucaristía sobre la fortaleza de nuestras piernas y manos. Escuchad atentamente

En el nombre del Padre... Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca. Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande"

: Soñar, Sonreír y Sensibilidad hacia las necesidades de los demás, es lo que hemos visto esta semana para poder iniciar el ascenso por la escalera. Estas tres “eses” son una buena roca donde poder construir nuestra casa o iniciar cualquier camino, aunque llueva, soplen vientos huracanados, seremos capaces de permanecer en nuestra ascensión y que nuestra casa no se derrumbe.



¡Buenos Días! Nos encontramos hoy con el primer evangelio de cuaresma. Hemos escrito muchas palabras con nuestras manos, leamos hoy las palabras que nos dejó Jesús y que nos contarán este

En el nombre del Padre...

Jesús después de ser bautizado, movido por el Espíritu, fue conducido al desierto para ser tentado por el diablo. Después de haber ayunado durante cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. El tentador se le acercó y le dijo: “Si eres Dios, di que estas piedras se conviertan en panes” Jesús le respondió: “Está escrito: no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”

: Ser tentado es tener ganas de hacer, de tener, de probar algo que sabemos que puede que no nos beneficie. Jesús no se dejó tentar con facilidad; encontró su fuerza en la Palabra de Dios. Jesús sabe que Dios le ama de verdad, y que no le dejará nunca de su mano. Por eso nosotros no nos tenemos que dejar llevar por nuestros impulsos cuando nos digan palabras que buscan hacer daño a nuestro corazón, contemos hasta diez cuando nos ocurra y cambiemos nosotros esas palabras por palabras de perdón, que nos permitan escribir con nuestras manos paginas infinitas de amor.



¡Buenos Días! Nos encontramos hoy con el primer evangelio de cuaresma. Hemos escrito muchas palabras con nuestras manos, leamos hoy las palabras que nos dejó Jesús y que nos contarán este

En el nombre del Padre...

Jesús después de ser bautizado, movido por el Espíritu, fue conducido al desierto para ser tentado por el diablo. Después de haber ayunado durante cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. El tentador se le acercó y le dijo: “Si eres Dios, di que estas piedras se conviertan en panes” Jesús le respondió: “Está escrito: no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”

: Ser tentado es tener ganas de hacer, de tener, de probar algo que sabemos que puede que no nos beneficie. Jesús no se dejó tentar con facilidad; encontró su fuerza en la Palabra de Dios. Jesús sabe que Dios le ama de verdad, y que no le dejará nunca de su mano. Por eso nosotros no nos tenemos que dejar llevar por nuestros impulsos cuando nos digan palabras que buscan hacer daño a nuestro corazón, contemos hasta diez cuando nos ocurra y cambiemos nosotros esas palabras por palabras de perdón, que nos permitan escribir con nuestras manos paginas infinitas de amor.



Hemos llegado al segundo evangelio de cuaresma. Y a lo largo de la semana hemos dado luz en nuestra casa, colegio, amigos, familia… quitando alguna chincheta que otra. Veamos lo que nos contarán este domingo en la eucaristía. Escuchemos atentamente En el nombre del Padre... Jesús tomó consigo a Pedro, Santiago y a su hermano Juan y se los llevó a un lugar apartado, a lo alto de una montaña. Jesús se transfiguro delante de ellos…Su rostro se volvió resplandeciente como el sol y sus vestidos, blancos como luz… Se oyó una voz que decía: “Este es mi Hijo amado, mi predilecto, escuchadle.

¿Transfigurado? ¡Qué palabra tan extraña!¿Verdad? Significa transformado, cambiado. Cuando Dios transfigura a Jesús, quiere decir que pone en Jesús su Luz. El rostro y el cuerpo de Jesús se volvieron resplandecientes con la claridad de Dios. Como la Luz de día, de la lámpara de la bombilla permite ver a nuestro alrededor, Jesús viene a dar Luz a nuestro interior, a nuestro corazón. Dios, su Padre, le ha enviado para mostrarnos la verdadera luz, que no tiene nada que ver con la luz de sol o de la electricidad. Es la luz del amor de Dios que nos da alegría, paz y perdón.











Hemos llegado al tercer evangelio de cuaresma. Y casualmente nos habla de un pozo como en el cuento de esta semana. Veamos lo que nos contarán este domingo en la eucaristía. Escuchemos atentamente En el nombre del Padre... Llegó una mujer de Samaria para sacar agua del pozo y Jesús le dice: “Dame de beber… Si no conocieras el don de Dios, si supieras quien es el que te dice: Dame de beber, serías tú quien le pedirías a él y él te daría agua de la vida. Ella le dijo: “Señor no tienes nada para sacar el agua y el pozo es muy profundo; ¿con qué vas a sacar el agua viva?. Jesús le respondió: “Todo el que bebe de esta agua seguirá teniendo sed, pero el que beba del agua que yo le daré ya no tendrá nunca sed, porque el agua que yo le daré, brotará en él como un manantial para la vida”

El agua viva de la que habla Jesús, es el amor de Dios, su alegría y su perdón. El agua y el amor de Dios son indispensables para nuestra vida. Cuando tenemos sed, basta con un gesto de la mano para saciarla, basta con abrir el grifo y el agua fresca sale con fuerza. ¡Qué suerte! Pero, ¿de dónde viene ese agua?¿Qué camino recorre desde los manantiales hasta nuestro vaso. ¿Qué podemos hacer con nuestras manos para dar vida y compartirla entre todas las personas del mundo? ¿Qué podemos hacer con nuestras manos para conseguir que en el futuro puedan seguir disfrutando del agua? ¡Buenos días!, Jesús…¡Buenos días María!...María Auxiliadora de los cristianos…








Nos acercamos al cuarto domingo de cuaresma, y en nuestras parroquias nos van a contar el domingo que alguien va a tener una confianza ciega en Jesús. Escuchemos atentamente. En el nombre del Padre... “Al pasar por allí, Jesús vio un hombre ciego de nacimiento. Jesús hizo barro con la saliva y lo aplicó a los ojos del ciego y le dijo: “Vete a lavar a la piscina de Siloé” (Significa enviado). El ciego fue allí y se lavó; cuando volvía ya veía. Jesús vino a su encuentro y le preguntó: ¿Crees en el hijo del hombre? Él le respondió: “Y quién es, señor, para que crea en él” Jesús le dijo: “ Lo estás viendo, es el que te esta hablando”. El ciego le dijo: “Creo Señor” y se postró ante él.

Creer es pensar que algo es posible. Creer en alguien es confiar en él, estar seguro de su palabra, de su amistad y poder contar con él. Cuando el ciego de nacimiento dice: “Creo Señor” lo dice maravillado de lo que ve con el corazón. Cada uno de nosotros tiene en sus manos la confianza, si nos unimos formaremos una gran cadena a la cual todo el que vaya llegando se podrá unir, ya que seremos un lugar seguro donde poderse agarrar. ¿Te unes a nuestra cadena?¡Vamos adelante! ¡Confía en mi! ¡Buenos días!, Jesús…¡Buenos días María!...María Auxiliadora de los cristianos…








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