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SEMINARIO CONCILIAR DE CIUDAD JUAREZ PREPARATORIA PEDRO J. MALDONADO SEMINARIO MENOR SAN JOSÉ LA IMPORTANCIA DE LOS ANIMADORES EN LA PREPARACION A LA VOCACIÓN SACERDOTAL DEL SEMINARIO MENOR TESINA DE PREPARATORIA POR: ABRAHAM BETANCOURT BETANCOURT ASESOR: Carlos Velázquez Peña. 1

Web viewA partir de aquí todas las citas bíblicas serán tomadas de la versión de la Biblia. ... la imagen del Hijo ... “Desde ahora serás pescador de

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SEMINARIO CONCILIAR DE

CIUDAD JUAREZ

PREPARATORIA

PEDRO J. MALDONADO

SEMINARIO MENOR SAN JOSÉ

LA IMPORTANCIA DE LOS ANIMADORES EN LA PREPARACION A LA

VOCACIÓN SACERDOTAL DEL SEMINARIO MENOR

TESINA DE PREPARATORIA

POR: ABRAHAM BETANCOURT BETANCOURT

ASESOR: Carlos Velázquez Peña.

Cd. Juárez, Chih. México

1

Mayo, 2013

2

Índice

Índice…………………………………………………………………………………………………………………… 1

Introducción…………………………………………………………………………………………………… 3

Agradecimiento……………………………………………………………………………………………… 4

Dedicatoria……………………………………………………………………………………………………… 5

I capitulo

La vocación en el seminario menor

1.1 Seminario Menor…………………………………………………………………………………… 6

1.2 Quienes forman el seminario menor…………………………………… 7

1.3 La vocación cristiana…………………………………………………………………… 8

1.4 La vocación al sacerdocio……………………………………………………… 9

1.5. Áreas de formación………………………………………………………………………… 10

1.5.1 Formación humana……………………………………………………………………………… 10

1.5.2 Formación intelectual o académica………………………………… 12

1.5.3 Formación espiritual…………………………………………………………………… 12

1.5.4 Formación apostólica………………………………………………………………… 14

1.5.5 Formación vocacional………………………………………………………………… 14

1.6. Como se proyectan al exterior en esta etapa……… 15

II Capitulo

2.1 Los animadores vocacionales………………………………………………… 16

2.2 Quienes son los animadores vocacionales…………………… 17

2.2.1 Familiares……………………………………………………………………………………………… 18

2.2.2 Los formadores…………………………………………………………………………………… 19

2.2.3 Los maestros………………………………………………………………………………………… 20

2.2.4 La comunidad parroquial y apostólica………………………… 21

3

2.2.5 El párroco…………………………………………………………………………………………… 21

2.3 ¿Por qué son animadores vocacionales?………………………… 22

2.4 El testimonio y la oración de los animadores

vocacionales…………………………………………………………………………………………………… 23

2.4.1 Testimonio…………………………………………………………………………………………… 23

2.4.2 La oración…………………………………………………………………………………………… 24

2.5 Estilos de animadores vocacional………………………………… 24

2.5.1 Pasivos………………………………………………………………………………………………… 24

2.5.2 Comprometidos………………………………………………………………………………… 25

2.6 Perfil o cualidades del animador…………………………………… 25

III Capitulo

3.1 La respuesta al llamado de dios tiene que manifestarse en

frutos palpable…………………………………………………………………………………………… 26

3.2 El arte de ser un animador vocacional……………………… 27

3.3 Jesús animador que acompaña……………………………………………… 28

3.4 La santísima trinidad, modelo para acompañar y

animar…………………………………………………………………………………………………………………… 29

3.5 El animador es maestro con sabiduría del espíritu

santo……………………………………………………………………………………………………………………… 30

3.6 También el animador es acompañado………………………………… 31

3.7 El oficio del animador……………………………………………………………… 32

3.8 Las tentaciones y riesgos del animador vocacional… 33

Conclusiones………………………………………………………………………………………………… 35

Referencias…………………………………………………………………………………………………… 37

4

Introducción

Este trabajo de investigación, surgió a raíz de un

comentario que un seminarista hizo, comento que cuando se

encontraba en una crisis vocacional y sentía que ya no

podía seguir en el seminario, hubo algo que lo hizo

continuar respondiendo a la llamada de Dios. (Una persona

le dijo: hemos estado haciendo oraciones por ustedes los

seminaristas y el le respondió, gracias a su oración no

me Salí del seminario aquel día que me encontraba en mi

crisis vocacional).

Por tal motivo quiero que se vea la importancia que

tienen algunas personas en la preparación de los

seminaristas en su preparación hacia el sacerdocio.

Empiezo hablando como esta formado el Seminario Menor y

por quienes, y de cómo son los indicios de la vocación

sacerdotal.

En el segundo capítulo es donde me enfoco un poco mas

hablando de quienes son los animadores de las vocaciones

y la importancia que tienen.

Y para el tercer capítulo lo concluyo, hablando de cómo

se sostienen y quienes están con los animadores.

5

Agradecimiento

Primeramente quiero agradecer a mi Señor Jesucristo,

porque Él es la inspiración de mi vocación y el motivo de

mis esfuerzos, por consiguiente a Norma tena, Carlos

Velázquez y al Pbro. Sergio Hernández, quienes de alguna

forma me ayudaron a concluir bien mi trabajo de

investigación.

6

Dedicatoria

Este trabajo se lo dedico en especial a mi Señor

Jesucristo, a mi madre, amigos, maestros, a los

formadores del seminario y en especial a los del

seminario menor. Por que gracias a ellos y a sus

oraciones me ayudan a levantarme, animarme, a seguir

enamorándome y respondiendo a Cristo en este llamado

que he sentido.

7

Primera parte

La vocación en el seminario menor.

1.1. Seminario Menor

Cuando hablamos del Seminario Menor decimos que es:

Una institución educativa destinada a la formación

de aquellos adolescentes y jóvenes que parecen

poseer indicios de vocación al sacerdocio

ministerial. Su finalidad es proporcionar elementos

de formación humana, intelectual y cristiana en un

proceso de acompañamiento y discernimiento

vocacional para que correspondan al llamado de Dios,

mediante una opción libre y madurar.1

El seminario menor es muy importante para cultivar los

principios de una vocación al sacerdocio, ya que se

preparan para discernir esa llamada por parte de Dios,

viven experiencias humanas, apostólicas, intelectuales,

espirituales. Que los animaran a desarrollarse como

buenos cristianos y humanamente, por medio de los

procesos formativos.

Sobre todo porque los seminaristas tendrán conocimientos

cristianaos, donde se irán preparando y forjando para su

ministerio. El seminario menor es esencial para los

1 Conferencia del Episcopado Mexicano. Seminario menor. México: Edición Normas Básicas para la Formación Sacerdotal en México, 1987. Pág. 33.

8

candidatos que se sienten llamados por Dios, y desean

responderle desde su juventud, no importándoles lo bueno

que dejen afuera.

1.2. Quienes forman el seminario menor

El seminario menor lo forman principalmente los alumnos,

asumiendo las responsabilidades, de cumplir con el

reglamento que se les pone y de ir alimentando ese

llamado gratuito por parte de Dios.

Psicólogos; Ayudan al adolescente a madurar en sus

actitudes, acompañándolos con sesiones para que crezcan

con una mentalidad sana.

Catequistas; son personas internas (seminaristas

mayores, sacerdotes) y externas, de las comunidades

diocesana que instruyen conceptos nuevos de trabajos para

la formación de los jóvenes.

Los maestros; son laicos que imparten clases, como en las

preparatorias de fuera, y como el seminario menor está

incorporado a una institución civil, por lo tanto se

tiene esa misma formación en lo académico.

Formadores; como institución formadora de las vocaciones,

también hay sacerdotes que se encargan de acompañar a los

seminaristas en su formación, consta de un:

9

a) Director espiritual; quien les ayuda a los

jóvenes a discernir, madurar y crecer en su

espiritualidad, y por lo tanto es un guía en

sus caminar.

b) Un formador de disciplina; se encarga de

definir un reglamento en el seminario menor, y

de orientar a los seminaristas a corregir sus

errores, a inculcarle buenos hábitos, para su

maduración.

1.3. La vocación cristiana

“Es la llamada de Dios a la santidad, a la plenitud del

amor.”2

La vocación en general consiste en un llamado. Es Dios

que llama a una misión o tarea. El primer llamado o

vocación es a la vida o existencia, y hemos venido a ella

por vocación y voluntad de Dios.

Después de la vocación general, existen otras vocaciones

o llamados en específicos. Es Dios quien llama a una

misión concreta a cada persona.

2 Vocación. “vocación cristiana”. [en línea]. Fecha de publicación: 24 noviembre 2009. [fecha de consulta: 28 febrero 2013]. Disponible en la web: http://catequesis.cc/2009/11/vocacion-cristiana/.

10

Uno de estos llamados universal es la vocación cristiana,

o sea el llamado de Dios a conocer, amar, imitar, seguir

y dar testimonio de Cristo, hijo de Dios, en el estado de

vida y en cualquier lugar donde se encuentre la persona

llamada.

La vocación cristiana comienza desde el bautismo, esta es

la principal llamada que Dios nos hace para alcanzar la

santidad y para profesar nuestra fe, de verdaderos

cristianos que somos, por lo tanto es bueno que en este

proceso de formación del seminario menor, que los

seminaristas tengan conocimientos de cómo deben ser

buenos cristianos.

1.4. La vocación al sacerdocio

La vocación al sacerdocio consta de una llamada gratuita

y de una respuesta libre. Cuando estas dos se unen, nacen

unos jóvenes buscando resolver su inquietud a la llamada

que han escuchado por parte de Dios, y se une lo humano y

lo divino.

Todos tenemos alguna vocación, en este caso es la

vocación al sacerdocio, y es un privilegio que Dios

quiere regalarle a sus elegidos.

11

1.5. Áreas de la formación

Las áreas de formación son necesarias para su proceso

formativo, por lo tanto la tendrán que vivir todos los

seminaristas. Los hará crecer humanamente, ofreciéndoles

ayuda psicológica para su maduración personal Y para que

también sepan tener una relación comunicativa con sus

compañeros y con gentes de sus comunidades. En lo

intelectual estarán acompañados por maestros capacitados,

les enseñaran desde lo básico hasta lo profesional. En lo

cristianos se les inculcara conocimientos religiosos, que

los harán crecer en su fe. En el apostólico se les ira

formando con un apostolado en algunas de las parroquias

de la diócesis donde evangelizaran. Y por último se

agrega una más. La formación vocacional, donde

discernirán su llamada al sacerdocio.

1.5.1. Formación humana

El seminario menor brindará los elementos necesarios

para una progresiva integración afectivo-sexual de

los alumnos; para ello será necesario educar a los

alumnos de tal suerte que asuman desde la

perspectiva cristiana los valores humanos del amor.

Por su parte los alumnos no descuidarán el valor

formativo del trabajo afectivo con su familia y de

la convivencia con jóvenes de su ambiente.3

3 CEM. Normas básicas. Óp. Cit. Pág. 29

12

Edúquese a los alumnos, sobre todo en la honradez,

la sinceridad. La solidaridad, la constancia en el

trabajo, el habito del silencio, la gratitud, el

recto uso de los bienes materiales, la cortesía, el

ejercicio responsable de la libertad, así como en

aquellas virtudes que corresponden a su edad y a las

particulares necesidades de la propia región o

diócesis (Cfr. OT, 11 RFIS, 14; Directorio para la

formación de los Seminarios Menores 1994, cap. IV).4

Por esto es necesario que todos los jóvenes del Seminario

Menor tengan esta formación, para que sepan poner en

orden sus sentimientos, emociones, actitudes.

Brindándoles acompañamiento psicológico, por otra parte

el prefecto de disciplina los ayudara a crecer

humanamente ya que se les enseñara a ser responsables en

sus actividades cotidianas y se les corregirá en sus

malas actitudes. Esto más tarde los va a caracterizar

porque serán imagen de Jesucristo, entonces desde esta

etapa de la formación se les educara a, que sean hombres

de comunidad, responsables, transparentes con todos y

primordialmente respetuoso.

1.5.2. Formación intelectual o académica

Los jóvenes que se prepara en un seminario menor,

deben alcanzar un nivel académico de estudios medios 4Ibíd. Pág. 29

13

que les permitan estar a la altura del grado de

bachiller o equivalente. Conviene también que

consiga el título civil correspondiente. Aprendan

bien la lengua patria y el latín; cultiven además

las materias necesarias o útiles en su preparación

para la etapa del seminario mayor, en especial un

suficiente conocimiento del griego (Cfr. CIC, 234,2

y 249).5

Es muy importante que se preparen intelectualmente para

que tengan los conocimientos básicos de la educación

civil, pero también que se integre todo lo referente a la

educación en la fe, especialmente en la enseñanza de la

historia de la salvación.

En esta formación académica también se les exigirá, que

sean responsables con sus estudios y con sus materias

para que tengan un buen rendimiento. Si no se interesan

les llamará la atención para que se esfuercen un poco

más.

1.5.3. Formación espiritual:

Propóngase a los alumnos una catequesis pedagógica

adaptada a su realidad, inquietudes y lenguaje, de

modo que fácilmente puedan llegar a un conocimiento

mayor de los misterios de nuestra fe, en orden a la

conversión y a una vida más conforme con la voluntad

de Dios6.

5 Ibíd. Pág. 306 Ibíd. Pág. 31

14

“Que el alumno logre una experiencia de fe, cimentada en

la madurez de su persona y en la conversión a Jesucristo,

para que haga una opción vocacional en orden a encontrar

su lugar en la iglesia.”7

Es necesario catequizarlos con todo lo referente a la

historia de la salvación, para alimentarlos en su fe,

para que amen los misterios de Dios. También es elemental

que tengan un acompañamiento espiritual con el padre

asignado del Seminario, que desde luego será el principal

animador en la vocación de los jóvenes ya que los ayudara

en el discernimiento, de su vocación a la que están

llamados.

Es conveniente que los candidatos se esfuercen por vivir

su espiritualidad al máximo con su oración personal, y

las visitas al santísimo, que desde luego los ira

fortaleciendo.

1.5.4. Formación apostólica

Todo hombre que acoge a la palabra y se entrega al

Reino se ha de convertir en alguien que dé

testimonio y lo anuncie (Cfr. EN, 24); por tanto, en

los seminarios menores se debe promover una

7Seminario Menor Santa María de la Iglesia Diócesis de Coatzacoalcos. ver “formación espiritual” [En línea]. [Fecha de consulta: 6 de febrero del 2013]. Disponible en: http://www.diocesiscoatza.org/seminarios/seminario-menor/34-seminario-menor-santa-maria-madre-de-la-iglesia.

15

iniciación en el apostolado de acuerdo a la edad y

nivel de formación, ofreciendo la debida preparación

y acompañamiento.8

Todo lo aprendido, es necesario que lo enseñen. Desde

luego se les asignará un apostolado al que asistirán cada

sábado, en semana santa y en verano. Donde prestaran su

servicio y darán testimonio con sus enseñanzas, según sea

lo que el párroco les ponga hacer de acuerdo a sus

conocimientos.

Tienen una misión muy importante en la formación de los

futuros pastores los párrocos de los candidatos y los

presbíteros con quienes realizan determinadas

experiencias pastorales. Para esto, los formadores estén

en constante comunicación con ellos, escuchen sus

observaciones y soliciten su ayuda para determinados

aspectos de la formación de los alumnos.9

1.5.5. Formación vocacional

La formación vocacional es tarea específica del

seminario menor. Ayúdese, por ello, a que el joven

discierna y cultive las cualidades humanas, la recta

intención y las actitudes evangélicas, especialmente

la generosidad en el seguimiento de Jesús, que son

signos de su posible vocación sacerdotal.10

Facilítese al alumno un claro y amplio conocimiento

de los estados de vida a través de los cuales puedan

8 CEM. Normas básicas. Óp. Cit. Pág. 31,32 9Ibíd. Pág. 4210Ibíd. Pág. 32

16

responder a Dios, de modo que al terminar el

seminario menor, puedan optar conscientemente por la

formación sacerdotal en el seminario mayor o por

otros caminos de realización cristiana11.

La formación vocacional es esencial ya que les brindara

herramientas que los fortalecerá en su llamada hecha por

Dios.

1.6. Como se proyectan al exterior en esta etapa

Los llamados al sacerdocio deben dar indicios de su

vocación: con el testimonio, en el apostolado, en el

empeño de su formación prestando servicios en ocasiones

especiales: día del Seminario, rosario viviente, en

semana santa, en días de vacaciones.

Segunda parte

2.1. Los animadores vocacionales

El término animador se deriva de la palabra latina

ánima, que quiere decir alma. Un grupo humano

11Ibíd.

17

necesita de un Animador, como el cuerpo necesita del

alma. Por lo tanto, lo mismo que el alma en el

cuerpo, el Animador no debe pretender dar demasiados

detalles de su actuación, porque depende de esa

actitud interior, que es el motor de todas sus

acciones12.

“El animador vocacional hace madurar en un sentido

autentico, en un sentido creyente, ayuda a hacer sentir

que lo que Dios está pidiendo es importante, es bueno, da

luz, es costoso pero es la verdad de la vida.”13

Estas personas empiezan aparecer muchas veces desde antes

que el joven entre al seminario, los empiezan animar

hablándoles de Dios. Pero son más esenciales cuando el

joven ya es seminarista porque los animan a seguir

respondiéndole a Dios, ese llamado que les ha hecho.

Son de suma importancia los animadores en la preparación

a la vocación sacerdotal en el Seminario, en especial en

el Seminario Menor, porque ellos son parte de este

caminar con los jóvenes; Alentándolos Y animándolos

cuando vean un desanimo en ellos y no precisamente un

desanimo, sino que los ayuden acrecer espiritualmente,

12Irure, Martín. El animador de la palabra de Dios. México: Ediciones Nueva Palabra, 2003. Pág. 11 13El animador vocacional, “el animador vocacional” [En línea]. Fecha de consulta: 5 de febrero del 2013. Disponible en: http://www.propuestajoven.org.mx/capacitacion/El_animador_vocacional.pdf.

18

tomar en serio llamado, hacerlos responsables con su

propia vocación.

Deben de ser personas interesadas en las vocaciones,

porque de tal manera los descuidarían en algunas

ocasiones.

Muchas veces desde el ejemplo que les dan, de sus

experiencias de la vida, de consejos, y principalmente

con sus oraciones, es lo que los fortalece en sus

debilidades. Es bueno que los animadores oren por las

vocaciones, que hagan reflexionar a los seminaristas, ya

que son muy pocos los trabajadores de la mies.

2.2. Quienes son los animadores vocacionales

El deber de fomentar las vocaciones sacerdotales

compete a toda la comunidad cristiana encabezada por

el Obispo (Cfr. OT, 2); por lo tanto, cada Iglesia

particular establezca una pastoral vocacional como

una de las acciones prioritarias dentro del plan

orgánico de pastoral diocesana, que comprometa a

todos los agentes de evangelización, de modo

especial a los padres de familia, párrocos y

educadores. Destínese un equipo o al menos un

sacerdote idóneo que promueva toda la pastoral

vocacional, dedicando especial empeño a las

vocaciones sacerdotales (Cfr. CIC, 233; II Congreso

Mundial de Vocaciones, Roma 1981, n. 29).14

14CEM. Normas básicas. Óp. Cit. Pág. 26

19

Los animadores vocacionales los forman los familiares,

los padres del Seminario, el párroco, los maestros, la

comunidad parroquial del joven.

2.2.1. Los familiares:

Los familiares de los seminaristas son los esenciales

animadores de su vocación.

En muchas ocasiones los padres no están de acuerdo que su

hijo entre al seminario, porque está muy jovencito,

porque quieren que tengan una buena carrera, influyendo

mucho a su hijo; y él por hacerles caso no siguen la

llamada que le hace Dios.

Cuando los familiares de los jóvenes están de acuerdo con

ellos, se vuelven primordiales en su vocación,

animándolos a que sigan adelante, teniendo una buena

comunicación con ellos, escuchándolos y ayudándolos a

trabajar sus bajas.

Son buenos animadores cuando les hablan con la verdad a

sus hijos de sus errores, cuando los corrigen, cuando

rezan, cuando oran y van a misa.

2.2.2. Los formadores:

“Queremos alentar también la difícil pero necesaria tarea

de los formadores, quienes desde nuestros seminarios y

20

casas de formación trabajan en la maduración y la

formación de los futuros sacerdotes, religiosos y

religiosas.”15

Los formadores son los principales animadores de la

vocación de los seminaristas, ya que ellos los ayudan en

su discernimiento vocacional, desde las cuatro áreas de

la formación.

Son un gran ejemplo, para los jóvenes. Se descubre una

espiritualidad, una entrega en su ministerio sacerdotal y

eso es lo que persuade y anima a los candidatos.

Quien lo desempeña está llamado a ser, además de

animador vocacional, sembrador, acompañante,

educador, formador y discernidor de las vocaciones.

Por su envergadura, este ministerio vocacional

precisa una específica capacitación para presentar

eficazmente la vida como vocación e ilustrar el

sentido y el valor de las diversas vocaciones.16

2.2.3. Los maestros:

“Los profesores son parte importante del seminario, por

el cual dediquen el tiempo necesario para participar en

15Conferencia del Episcopado Mexicano. Mensaje a nuestras comunidades cristianas y a todos los hombres de buena voluntad. México: Edición Guía de Pastoral Vocacional, 1987. Pág. 20416Responsables y animadores de la pastoral vocacional, [En línea]. fecha de consulta: 5 de febrero del 2013. Disponible en: http://www.claretianformation.com/es/claretian-books/claretian-vocation-directory/248-capitulo-3-responsables-y-animadores-de-la-pastoral-vocacional.

21

la formación humana, espiritual y pastoral de los

alumnos (Cfr. RFIS, 38).”17

Los maestros son significativos en este proceso

formativo de los candidatos, no tan solo con enseñarles

las materias, sino también inculcándoles buenos modales,

muchas veces con tan solo su alegría de impartir sus

clases en el seminario motivan a los seminaristas, otras

veces desde sus experiencias, anécdotas que les cuentan.

Desde luego muchos de los animadores por ser laicos

entregados, expresan una fuerte espiritualidad que

animan a los jóvenes, los invitan a reflexionar con

comentarios apropiados debido a sus actitudes, lo dicen

desde una humildad y sencillez para ayudar a los

muchachos.

2.2.4. Comunidad parroquial y apostólica:

Las personas que se preocupan más por las vocaciones de

los seminaristas son las señoras de los grupos

parroquiales Y apostólicos, se encariñan con ellos y los

animan a salir adelante.

Muchas veces cuando los candidatos al sacerdocio se

encuentran desanimados por seguirle respondiendo a Dios,

17CEM. Normas básicas. Óp. Cit. Pág. 38

22

siempre ha de haber algo que los levanta de esas crisis

vocacionales, y eso que los levanta son las oraciones de

las señoras que siempre tienen en cuenta las vocaciones

de los seminaristas y de los sacerdotes.

Ahora se ha querido que estas personas de las parroquias,

que animan a los candidatos, tengan una preparación,

conceptos y herramientas necesarias por parte de la

pastoral vocacional, para animar a los jóvenes en su

vocación al sacerdocio.

2.2.5. El párroco:

“El animador vocacional es educado pero también educante,

sabe que hay que actuar y basta, parte de un verdadera

provocación vocacional.”18

El párroco del joven tiene experiencia de cómo ser un

animador, ya que vivió ese camino de preparación. Por lo

tanto se interesa en la vocación de los seminaristas,

sabe las necesidades que tienen tanto espirituales como

económicas. Por tal motivo se vuelve un consejero, amigo,

y hermano, de los jóvenes animándolos que a pesar de las

crisis vocacional, los problemas sepan afrontarlos.

18El animador vocacional, “el animador vocacional” [En línea]. Fecha de publicación: desconocido. Fecha de consulta: 5 de febrero del 2013. Disponible en: http://www.propuestajoven.org.mx/capacitacion/El_animador_vocacional.pdf.

23

2.3. ¿Por qué son animadores vocacionales?

“Fomenta en el grupo el estudio, la reflexión, la oración

y la atención según su mensaje de la Palabra de Dios.”19

“El animador vocacional es consciente de que es mediador

de Aquél que eternamente llama, ayuda desinteresadamente

para tomar la decisión vocacional en un mundo indeciso.”20

Principalmente porque se preocupan de custodiar a las

vocaciones pequeñas al sacerdocio ya que saben el valor

que tienen, y lo sagradas que son.

Los animadores son los principales testigos de Jesucristo

es por eso que se dedican hablar de Él. Por entonces se

vuelven unos educadores y formadores de esas vocaciones.

2.4. El testimonio y la oración de los animadores

vocacionales

Cuenta mucho el testimonio de los animadores y sobre todo

que sean personas de oración, ya que inducirán a los

jóvenes por el buen camino.

2.4.1. El testimonio

19 El animador de la palabra de Dios. Óp. Cit. Pág. 1220El animador vocacional, “el animador vocacional” [En línea]. Fecha de publicación: desconocido. Fecha de consulta: 5 de febrero del 2013. Disponible en: http://www.propuestajoven.org.mx/capacitacion/El_animador_vocacional.pdf.

24

“Siempre se ha considerado el fuerte influjo del

testimonio personal y comunitario en la pastoral

vocacional, como elemento y problema central, para una

completa acción pastoral por las vocaciones.”21

Es necesario que los animadores de las vocaciones, den un

buen testimonio de vida como personas motivadoras de los

jóvenes. Es conveniente que se muestren un ejemplo a

seguir, para que desde ahí los seminaristas, tenga la

certeza que los conducirán bien en su vocación.

Es conveniente que sean muy entregados a la vida del

Seminario. Que no digan malas palabras, ni gestos

incómodos, ni se muestren agresivos con las demás persona

delante de los seminaristas, Ya que eso es lo que los va

a caracterizar como unos excelentes animadores de las

vocaciones hacia el sacerdocio.

2.4.2. La oración

“Se ha enriquecido la variedad de recursos para la

oración: Celebraciones de la Palabra, Horas Santas,

Jueves Sacerdotales, Campañas por el Seminario, por las

Misiones, etc.”22

Es elemental que los animadores sean personas de oración,

ya que en eso se sostendrán, para ayudar a los jóvenes en

21CEM. Guía de Pastoral Vocacional. Óp. Cit. Pág.7922 CEM. Guía de Pastoral Vocacional. Óp. Cit. Pág. 78

25

su vocación. Es importante que animen a los candidatos a

no bajar la guardia en la espiritualidad ya que será sus

fuerzas de seguir en ese caminar.

2.5. Estilos del animador vocacional

Hay diferentes estilos de los animadores pueden haber

desde los más pasivos, hasta los más comprometidos con la

vocación de los seminaristas.

2.5.1. Pasivo

Se limitan hacer reflexionar, a corregir a los jóvenes en

sus fallas, no saben cómo ayudarlos a avanzar en sus

vocaciones.

Animan a los seminaristas solo por compromiso o para

quedar bien con las personas de la comunidad. Dejan que

el joven camine solo, no los ayudan, aun a si viéndolos

mal en su vocación, al contrario los perjudican con tales

cosas, en otras veces se encuentran distantes.

2.5.2. Comprometidos

Centran la atención en la preparación de los

seminaristas, los orientan a tomar buenas decisiones,

busca crear un ambiente de comunicación con ellos, se

preocupan de su llamada.

26

Se sienten comprometidos con Dios, de cuidar a sus

elegidos, por tal motivo es como animan a los

seminaristas, con mucho cariño y amor.

2.6. Perfil o cualidades del animador

Quienes motivan a los demás, principalmente a los niños,

adolescente y jóvenes, deben ser unas personas

interesadas en que halla una respuesta al llamado. Deben

motivar o entusiasmar, sobre todo con el testimonio

personal. Debe invitar a todos a la oración para que el

dueño de la mies envíe obreros a sus campos. Debe ser una

persona consciente de la importancia y necesidad del

sacerdocio.

Tercer capitulo

3.1. La respuesta al llamado de Dios tiene que manifestarse en frutos palpable

Jesús pedía frutos visibles, eficacia palpable:

Llega a maldecir la higuera que no puede saciar el

hambre con sus higos (Mc 11,12-14); condiciona el

conocimiento del corazón del hombre a la visibilidad

de los frutos: "por sus frutos los conoceréis; todo

árbol bueno da frutos buenos..." (Mt 7,16-20); o

afirma que no se puede ocultar una ciudad situada en

la cima de un monte (Mt 5,14) y se complace en que

las buenas obras de sus discípulos sean contempladas

por los hombres y den gloria al Padre del Cielo (Mt

27

5,16). Pero Jesús habla de una visibilidad que no

lleva al protagonismo ni a brillar con luz propia,

sino a ser la luz que hace patente el Evangelio en

el mundo.23

No solamente basta responder a esa llamada que Dios esta

haciendo, “y ellos dejaron la barca y a su padre y lo

siguieron.”24(Mt 4, 22). Si no también se tienen que ver

los frutos que se están produciendo de esa respuesta.

Frutos palpables como siendo responsables en lo que se

les pide, cumpliendo con sus apostolados, estudiando,

siendo disciplinados.

Para cuando Cristo venga y pida frutos, ellos tengan algo

bueno que ofrecer y que no suceda como narra Jesús en la

parábola de aquel hombre que tiene en su huerta una

higuera, la cual después de tres años y de no encontrar

frutos en ella manda a sacarla para que no ocupe

inútilmente el lugar. “Dijo entonces al viñador: «mira,

hace tres años que vengo a buscar hijos a esta higuera,

pero nunca encuentro nada”. Córtala. ¿Para qué está

consumiendo la tierra inútilmente».” (Lc 13, 7)

23Carta de animadores claretianos. Visibilidad vocacional, “el animador vocacional” [En línea]. Fecha de publicación: 18 de febrero del 2013. [Fecha de consulta: 17 de abril del 2013]. Disponible en: http://www.claretianos.org.mx/claretianos-en-el-mundo/268-carta-de-animadores-claretianos-visibilidad-vocacional. 24 La Biblia Latinoamericana. Edición 113ª. Madrid: Potasio Gómez, 1972. A partir de aquí todas las citas bíblicas serán tomadas de la versión de la Biblia.

28

3.2. El arte de ser un animador vocacional

“El arte de ser un animador vocacional… el arte de ser un

acompañante vocacional es similar, por no decir igual, al

servicio que brinda un director espiritual.”25

Ser animadores vocacionales es un arte, un don que no

todos lo tienen y que solo Dios ha regalado a aquellos

para que acompañen a los que Él ha elegido, aunque todos

de diferentes formas están llamados a ser promotores de

las vocaciones.

Pero el arte de ser animadores vocacionales es la

realización que Cristo ha dado como ejemplo y que todos

deberían de seguir.

3.3. Jesús animador que acompaña

El Maestro sentía un gran cariño por las personas,

un sentimiento gratuito y espléndido. Eso era

bastante para dedicarles tiempo, escucharles,

caminar a su lado, tenerles infinita paciencia…

¡acompañarlos! Y, como era tanto lo que llevaba

dentro, no podía sino contagiar, animar, llenar sus

vidas.26

25El arte de ser un animador vocacional. “el arte de ser un animador vocacional” [En línea]. Fecha de publicación: 17 de junio del 2010. [Fecha de consulta: 25 de abril del 2013]. Disponible en: http://franciscanosconventualesbogota.blogspot.mx/2010/06/el-arte-de-ser-animador-vocacional.html.

26Jesús acompañante- red ignaciana de acompañamiento. “Jesús acompañante” [En línea]. [Fecha de consulta: 24 de abril del 2013]. Disponible en: http://www.vocacionreligiosa.org/acompanamiento/jesus-acompanante.html.

29

El principal animador de las vocaciones es Jesucristo, ya

que Él, es el que hace el llamado a quienes quiere y no

nada mas los llama sino que también los acompaña, los

guía, los conduce por el buen camino y los levanta cuando

han caído. Para que sigan caminando y Él los siga guiando

y animando.

En los caminos de Galilea, Jesús se hace compañero

acompañante de las masas desamparadas. Trató con

pecadores, pobres, mujeres y niños, enfermos, gentes

de corazón roto, enseñándoles los misterios del

Reino. Para educarles, acudió a una pedagogía

enormemente realista y popular: utilizó imágenes,

parábolas, hipérboles gráficas, alegorías (Mc 4,1ss;

Mt 7,1-5), sacadas de su propia vida y de su larga

experiencia por el repetidísimo transitar de Nazaret

a Jerusalén, y de Jerusalén a Nazaret.27

Jesucristo es el vital animador de los seminaristas en su

preparación, ya que nunca los deja solos, así como animo

ha muchos, animaba a sus discípulos, a las personas que

ya no tenían esperanzas en sus vidas de seguir, así como

lo hizo con la hemorroisa para que parara de sangrar, con

tan solo tocarle el manto, con los leprosos al curarlos,

los ciegos al devolverles la vista. Ahora lo hace con sus

seminaristas acompañándolos y animándolos, ya que han

optado por seguirlo, los anima, los levanta cada vez que

27 Ibíd.

30

sienten que su vocación ya no tiene sentido, cuando

piensan que se han equivocado de vocación y ahí esta

Cristo para tomarlos de la mano y caminar junto a ellos.

3.4. La Santísima Trinidad, modelo para acompañar y animar

Reconociendo La importancia de las mediaciones

pedagógicas es importante detenerse un momento en la

acción que ejerce la Trinidad dentro del proceso de

acompañamiento. El sujeto único de la formación es

la Trinidad Es Dios Padre quien modela en el joven

la imagen del Hijo mediante la acción del Espíritu

Santo.28

La Santísima Trinidad que es: el Padre, el Hijo y el

Espíritu Santo, forman parte del cuerpo del proceso

formativo del seminarista y es el que los asiste y guía

en su vocación.

El animador es maestro con sabiduría del Espíritu Santo

El maestro que posee la sabiduría del Espíritu es

una persona que se dedica, no sólo a ser imagen de

la madurez que ha adquirido por su propia opción de

Dios, sino que también ha de conducir a otro a

dejarse seducir por esa sabiduría de Dios, la

experiencia de ser llamado, amado, poseído y enviado

cada día de forma nueva por Dios, para el ejercicio

de su misión; una persona de fe, sencilla pero

profunda, una persona madura, preferiblemente mayor,

28Actualizando nuestra Pastoral Vocacional. La comunión en la Trinidad, único modelo para acompañar. México: colección Omapav 12, 2008. Pág. 106

31

que ha aprendido a través de la experiencia de su

vida, no sólo a manejar un contenido sobre los

procesos que exigen un acompañamiento, sino que

además los ha sabido decantar con la madurez de su

experiencia de vida y del camino que ha elaborado de

su propia respuesta.29

Los animadores vocacionales tienen que saber llenarse del

Espíritu Santo, que será él quien le de los conocimientos

y la fuerza para guiar a los jóvenes en su proceso de

formación, todos los seminaristas necesitan un guía que

los ayude a dar los pasos necesarios.

“y dijo a Samuel: anda a costarte; si te llama, responde:

habla, yavé, que tu servidor escucha. Y Samuel volvió a

acostarse.”30 (1 Samuel 3,9)

En esta cita se ve claro como el sacerdote Elí orienta al

joven Samuel para que responda al llamado de Dios.

Y en cada caso hay siempre alguien que los va a orientar

a escuchar y responder a esa voz que están escuchando por

parte de Dios, así como lo hizo el sacerdote Elí.

3.6. También el animador es acompañado

Es necesario que el acompañante espiritual tenga la

conciencia de que también él está acompañado. En

primer lugar, por el Espíritu del Señor al que trata

de ser fiel en todo momento. Además, por el mismo

joven al que él acompaña, teniendo siempre en cuenta 29 Ibíd. Pág. 11330

32

que ese joven no es discípulo suyo sino discípulo

del Señor Jesús. Conoce sus limitaciones, sabe que

puede equivocarse y asume el fracaso.31

También los animadores vocacionales son acompañados

principalmente por el Espíritu Santo, que les ayudara en

su espiritualidad para dar testimonio a los jóvenes, pero

también es necesario que sean orientados por un sacerdote

o por la pastoral vocacional para que tenga otras

herramientas con las que pueda ayudar a los seminaristas.

De cómo dar consejos, como animar, de cómo debe guiar al

joven y como no desanimarse él.

Cuantas veces recibirá ejemplo y testimonio de vida

evangélica, de radicalidad, de perdón, de paciencia…

de todo, del mismo joven a quien él acompaña y que

se convierte para el mismo acompañante en una

presencia viva del Señor. Más de una vez, la

relación y el encuentro con el joven será una

escuela de formación y enriquecimiento para el

propio acompañante. Para ello, debe tener una

actitud constante de aprendizaje.32

También en ocasiones el animador vocacional se siente

acompañado incluso del mismo formando y le ayuda a

reflexionar de que es un gran compromiso su labor.

3.7. El oficio del animador

31Ibíd. Cit. Pág.5132 Ibíd. Cit. Pág. 51

33

Motivados por lo que inspira Jesús en la figura del

buen pastor (Jn 10,10) “he venido para que tengan

vida y la tengan en abundancia” tenemos que

comprender que este es el sentido mas profundo de la

exigencia en el acompañar vocacional. Acompañar a

los jóvenes para que tengan vida en forma generosa,

con plenitud y con plena capacidad, depende de esta

tarea de cuán en plenitud nos sintamos en

abundancia.33

Como Cristo ha venido para que tengamos vida y vida en

abundancia así debe de ser el animador de darle vida a la

respuesta que han dado los seminaristas y ayudarles a que

sea una respuesta sincera y sólida.

Función propia del acompañante es dar vida, cuidar,

educar, orientar, dirigir. Como maestro de

generaciones futuras ha de acompañar a descubrir la

vocación hasta llegar formar a Jesús en el corazón

del que acompaña (Col 3,11) Debe hacer que allí viva

y reine siempre en el Señor.34

Las tentaciones y riesgos del animador vocacional

Modelar el discípulo a su modo a tal punto de hacerlo

clon de su imagen. Estar atentos a avasallar el

discernimiento personal y respetar el derecho a pensar y

tomar las propias decisiones. Refleja esta una actitud

clara de inmadurez que consiste en no ser capaces de

enfrentar opiniones diferentes y opuestas. Están inmersos

33 Ibíd. Pág. 12834Ibíd. Pág. 129

34

en una corriente de fantasía que afianzados en una sólida

identidad.35

Los animadores vocacionales deben de evitar esas

tentación de modelar a los seminaristas a su imagen, si

no mas bien como dice San Pablo en la Carta a los Romanos

que estamos llamados a reproducir en nosotros la imagen

de Cristo. (Rom 28, 29).

Satisfacción sustituta. Ciertas carencias

madurativas pueden llevar al acompañante ha

encontrar satisfactoria la relación solo con

jóvenes, olvidando inclusive la relación con quienes

le son contemporáneos. Convierte la relación con los

jóvenes en relaciones sustitutas, satisfacer la

necesidad básica de la relación exclusivamente con

jóvenes favoreciendo cierta dependencia. Se llega a

relacionarse siempre intensas porque tienen que

cumplir funciones compensatorias.36

Por lo tanto los animadores debe ser libres y no depender

de nadie exclusivamente, si no estar al servicio de

quienes lo necesiten jóvenes o adultos, de otra forma

caerían en un grande error, para el acompañamiento de los

seminaristas.

35 Ibíd. Pág. 12636 Ibíd. Cit. Pág. 127

35

Conclusiones

Por todo lo dicho hasta aquí, sin lugar a dudas, queda

muy claro: la importancia de la familia y el matrimonio

de un hombre y una mujer, los cuales se ven amenazados

hoy por el “matrimonio” que algunos pretenden se permita

entre dos personas del mismo sexo y el derecho de

adopción de menores.

La importancia de educar e inculca auténticos valores

humanos y cristianos tanto a los padres como estos a los

hijos: la grandeza y el respeto a la vida, la integración

familiar y el auténtico sentido de la sexualidad humana.

La convivencia de contar con estos centros de formación

(seminarios) con programas y formadores idóneos para este

fin.

36

Solo Dios es el autor, creador y conservador de la vida,

y solamente a Él corresponde el llamar a una vocación

específica, como lo es el llamado al sacerdocio. La

iniciativa siempre será de Él.

“Desde antes de nacer te conozco, desde el vientre de tu

madre te llamé y te destine”. Jer. 1, 4-5

“Y llamó a los que el quiso” Mc 3, 13-15

“Desde ahora serás pescador de hombres” Lc 5,10

“Por tanto rueguen al dueño de la mies que envíe

trabajadores a su campo” Lc 10, 2-3

Ahora bien, a quien Dios ha elegido “Desde antes”,

alguien lo tiene que engendrar en el tiempo, aquí y

ahora, y ayudarlo a crecer día a día, hasta alcanzar la

estatura y la fisonomía de Cristo, para llegar a ser con

Él una sola persona y responder al padre: “aquí estoy,

Dios mío, para hacer tu voluntad.

Por todo esto, se ve la importancia del animador o

animadores en la formación de la vocación al sacerdocio,

en la familia, en la comunidad parroquial, en el

seminario, en el apostolado. Tarea que nos corresponde a

todos: padres de familia, sacerdotes, maestros,

catequistas.

37

El señor siempre toma la iniciativa y espera nuestra

repuesta.

Referencias

Actualizando nuestra Pastoral Vocacional. La comunión en la Trinidad, único modelo para acompañar. México: colección Omapav 12, 2008.

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Irure, Martín. El animador de la palabra de Dios. México: Ediciones Nueva Palabra, 2003.

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Seminario Menor Santa María de la Iglesia Diócesis de Coatzacoalcos. Ver “formación espiritual” [En línea]. [Fecha de consulta: 6 de febrero del 2013]. Disponible en: http://www.diocesiscoatza.org/seminarios/seminario-menor/34-seminario-menor-santa-maria-madre-de-la-iglesia.

Vocación. “vocación cristiana”. [En línea]. Fecha de publicación: 24 noviembre 2009. [Fecha de consulta: 28 febrero 2013]. Disponible en la web: http://catequesis.cc/2009/11/vocacion-cristiana/

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