1 Wer t í ad es, o del mé r i t o. Diálogo socrático Juan Antonio Negrete Alcudia. www.biendeverdad.blogspot.com www.dialecticayanalogia.blogspot.com Querefonte (Q), Sócrates (S), Wertíades (W) Q.- ¿Sabes quién es aquel hombre de allí, Sócrates? S.- ¿Aquel que se me parece, al menos visto desde arriba? Q.- Te juro que no se te parece en nada, Sócrates, como no sea por la parte de abajo, o sea, en que los dos sois calvos. Mira solo sus sandalias…S.- ¿No tiene, entonces, ese hombre, un pelo de tonto? Q.- No, desde luego, si hablas como la gente: ¡es el actual ministro de educación! ¿Qué crees que piensa de eso, que tú dices que es tan importante, del educar…?S.- ¡Ay, malvado, cómo sabes retenerme cuando me pienso retirar a casa! Vamos a verle. Q.- ¿Estás seguro? ¡Ten presente que es uno de tus queridos tertulianos! S.- ¿¡Ahora te quieres echar para atrás!? ¡Hasta un tertuliano tiene alma, Querefonte! Veamos que sabe ese hombre. Q.- Te sigo. S.- Hola, vecino… ¡Ah, pero si yo te conozco! ¿No eras tú el que a veces, en la palestra y con muy buena voz, opinaba sabiamente de todo, sobre todo del gobierno y de lo justo, con otros de nuestros grande s ciudadanos y opinantes? W.- Sí, eso era antes. Ahora soy ministro, que es otra cosa muy diferente. S.- Me lo imagino. Y ¿cómo es que andas por aquí a tan avanzadas horas de la tarde, si me permites que me entrometa y dialogue contigo? W.- No me molesta que charlemos un rato, al menos si no vas a sacar una pancarta. S.- Puedes darlo por seguro, como no sea que llames pancartas a las preguntas.