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^x^^^i^nci a s 1 Comentario de un texto latino : EI ep is odio de Mercurio en el libro IV de la " Eneida " Por Elvira RUIZ LLORCA (`) y Arturo SOLER RUIZ ("") 1. La Resolución de las Direc- ciones Generales de Enseñanzas Medias y de Universidades de 1 de marzo de 1978, por la que se establecen los contenidos y orien- taciones metodológicas dei Curso de Orientación Universitaria en el apartado correspondiente al Latín y tras la enumeración de fos temas del cuestionario, dice lo siguiente: «EI alumno deberá traducir y apren- der a comentar obras de la Lite- ratura latina»; y líneas más abajo: «Se considera fundamental el co- mentario de textos para la adqui- sición de los conocimientos lite- rarios:» En definitiva, se propugna el comentario de textos para el conocimiento de la Literatura La- tina. Es decir, frente a la postura tradicional de estudio de manua- les de Historia de la Literatura La- tina y de lectura por extenso, in- cluso en español, de obras fitera- rias, se pide un estudio en pro- fundidad de la obra traducida con todos lós complementos necesa- rios y posibles de lecturas de obras y de manuales de História de la Literatu ra. 1.1. Pero, lqué es un comen- tario de textos7 Parece una bana- lidad que intentemos ahora expli- car a nadie lo que entendemos por comentario de un texto latino, pero acabamos de dejar un libro de Latin de COU de cierta difusión en el que se habla de «comentario de textos» y de «textos latinos co- mentados», títulos que en un índice o en una portada son un gancho para la comercialización del libro, pero, sin duda, un engaño para nuestro profi;sorado, 1.2. Por eso creemos necesa- rio que antes de hablar de lo que es un comentario de texto, empe- cemos por decír lo que no es. Si a distintos fragmentos de unas obras literarias en cualquier lengua se les colocan a pie de página unas notas gramaticales, de léxico, de «realia» o simplemente biográficas referidas a sus autores, entende- mos que se trata de unos textos anotados o sencillamente de una edición con notas: Concretándo- nos a nuestro campo, ésta es la labor que nuestros filólogos han venido haciendo desde siempre, muy bien por cierto. También es una tentación co- mentar un texto parafraseándolo, amplificando su contenido, sin duda con una intencibn buena, la de hacerlo más asequible. Y, por úl- timó, un texto puede dar ocasión para hacer un comentario personal sobre lo que nos sugiere, haciendo alardes de erudición y cultura y hasta logrando hacer ver su vigen- cia en la actualidad. Todo esto es, repetimos, lo que no debe ser un comentario de texto, lo que no propugna el legislador. 7.3. Lo que se nos píde es un conocimiento en profundidad de la literatura latina, un estudio ana- lítico dei fondo y de 1a forma y de sus interrelaciones en los tex- tos latinos. Es decir, ante determi- nados fragmentos de obras litera- rias que son hitos en la Literatura Latina, detenerse una vez compren- dido el contenido del texto y hacer un estudio en profundídad, ha- ciendo ver cómo el autor ha lo- grado con un tratamiento singular del tema de que se trate conmover a tantas generaciones de lectores. 2. Es indudable que se hace necesario que el profesor domine una técnica. Para textos castella- nos existe desde hace tiempo una obra muy difundida: C6mo se co- menta un texto literario de F. Lá- zaro Carreter y E. Correa Calderbn, que en el año 1975 alcanzaba la décimo tercera edición err Edicio- nes Cátedra, Madrid. Con sencillez -y una claridad que logra hacerse (") Profesora Agregada de Latín ("') Catedrático de Latin e lnspector de Enseñanza Media. 31

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^x^^^i^ncias1 Comentario de un texto

latino : EI ep isodiode Mercurio en el libro IVde la "Eneida "

Por Elvira RUIZ LLORCA (`)

y Arturo SOLER RUIZ ("")

1. La Resolución de las Direc-ciones Generales de EnseñanzasMedias y de Universidades de 1de marzo de 1978, por la que seestablecen los contenidos y orien-taciones metodológicas dei Cursode Orientación Universitaria en elapartado correspondiente al Latíny tras la enumeración de fos temasdel cuestionario, dice lo siguiente:«EI alumno deberá traducir y apren-der a comentar obras de la Lite-ratura latina»; y líneas más abajo:«Se considera fundamental el co-mentario de textos para la adqui-sición de los conocimientos lite-rarios:» En definitiva, se propugnael comentario de textos para elconocimiento de la Literatura La-tina. Es decir, frente a la posturatradicional de estudio de manua-les de Historia de la Literatura La-tina y de lectura por extenso, in-cluso en español, de obras fitera-rias, se pide un estudio en pro-fundidad de la obra traducida contodos lós complementos necesa-rios y posibles de lecturas de obrasy de manuales de História de laLiteratu ra.

1.1. Pero, lqué es un comen-tario de textos7 Parece una bana-lidad que intentemos ahora expli-car a nadie lo que entendemos porcomentario de un texto latino, pero

acabamos de dejar un libro deLatin de COU de cierta difusiónen el que se habla de «comentariode textos» y de «textos latinos co-mentados», títulos que en un índiceo en una portada son un ganchopara la comercialización del libro,pero, sin duda, un engaño paranuestro profi;sorado,

1.2. Por eso creemos necesa-rio que antes de hablar de lo quees un comentario de texto, empe-cemos por decír lo que no es.

Si a distintos fragmentos de unasobras literarias en cualquier lenguase les colocan a pie de página unasnotas gramaticales, de léxico, de«realia» o simplemente biográficasreferidas a sus autores, entende-mos que se trata de unos textosanotados o sencillamente de unaedición con notas: Concretándo-nos a nuestro campo, ésta es lalabor que nuestros filólogos hanvenido haciendo desde siempre,muy bien por cierto.

También es una tentación co-mentar un texto parafraseándolo,amplificando su contenido, sin dudacon una intencibn buena, la dehacerlo más asequible. Y, por úl-timó, un texto puede dar ocasiónpara hacer un comentario personalsobre lo que nos sugiere, haciendoalardes de erudición y cultura y

hasta logrando hacer ver su vigen-cia en la actualidad. Todo esto es,repetimos, lo que no debe ser uncomentario de texto, lo que nopropugna el legislador.

7.3. Lo que se nos píde es unconocimiento en profundidad dela literatura latina, un estudio ana-lítico dei fondo y de 1a forma yde sus interrelaciones en los tex-tos latinos. Es decir, ante determi-nados fragmentos de obras litera-rias que son hitos en la LiteraturaLatina, detenerse una vez compren-dido el contenido del texto y hacerun estudio en profundídad, ha-ciendo ver cómo el autor ha lo-grado con un tratamiento singulardel tema de que se trate conmovera tantas generaciones de lectores.

2. Es indudable que se hacenecesario que el profesor domineuna técnica. Para textos castella-nos existe desde hace tiempo unaobra muy difundida: C6mo se co-menta un texto literario de F. Lá-zaro Carreter y E. Correa Calderbn,que en el año 1975 alcanzaba ladécimo tercera edición err Edicio-nes Cátedra, Madrid. Con sencillez-y una claridad que logra hacerse

(") Profesora Agregada de Latín("') Catedrático de Latin e lnspector

de Enseñanza Media.

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inteliĝ ible hasta para pequeños es-colares, se propugna un métodoque consta de las siguientes fases:a) Lectura atenta del texto. b) Lo-calización. c) Determinación deltema. d) Determinación de la es-tructura. e) Análisis de la formapartiendo del tema. ^ Balance delo expuesto e impresión personal.ta Editorial Castalia ha publicadodos tom s sobre comentarios detextos es^añoles e hispanoameri-canos. Allí hay un muestrario dediferentes técnicas de abordar lostextos iiterarios, desde las más sen-cillas y didácticas hasta las máscomplejas y completas con baseen las doctrinas lingtiísticas másmodernas.

En nuestro campo V. E. Hernán-dez Vista vino haciendo comenta-rios de textos latinos desde hacemuchos años. De 1955 es el co-mentario al Libro I de las Confe-siones de San Agustín. Con baseestructural hizo después análisisestilísticos de #ragmentos poéticosde Virgilio y de Ovidio que mástarde amplió a prosistas comoTácito.

3. Será fácil para quien conozcasus pubficaciones darse cuenta deque el método que vamos a em-plear en nuestro comentario tienesu origen en estos trabajos y paraquien no los conozca recomenda-mos una reposada lectura de laspáginas 99 a 110 de su obra Fi-guras y Situaciones de la Eneida(2.° edición), Madrid, 1964.

Una vez elegido el texto de con-tenido unitario que va a ser objetode análisis, resulta canveniente pro-ceder a un acercamiento primerodesde fuera, época y autor y bre-ves referencias bibliográficas sobreambos temas. Después, y tras latraducción razonada hasta Ilegar auna comprensión total con ayudade una edición anotada por filó-logo de garantía, debe procederseya al acercamiento intrínseco.

Hay que partir de la base de queel autor de la obra literaria montasobre la representación conven-cional de la realidad, a que leobliga su propia lengua, la suyapropia, que es la que acaba impo-niendo al destinatario, es decir, allector. Con nuestro análisis preten-demos aislar esa visión personalde la realidad que quiere imponerel autor. Encontrándonos ante unsigno lingiiístico; metodoiógica-mente distinguimos el plano delsignificante y el del significado.En el primero, diversos estratoslingŭístico-fónico, rítmico, léxico,morfo-sintáctico y de la construc-ción. La interacción e intersecciónde los hechos ling ŭ ísticos que se

encuentran en los distintos estra-tos determinarán una nota o notasdistintivas en el plano del signifi-cado en las que se descubre esealgo más de significación que eslo que hace que una obra sea lite-raria. Con intención didáctica tam-bién distinguimos en el plano delsignificado lo conceptual o deno-tativo vínculado a la función lógicadel lenguaje y lo psíquico o con-notativo vinculado a las funcionesexpresiva e impresiva que se ma-nifiesta en la nota o notas distin-tivas de cada conjunto significa-tivo puestas en evidencia por laconvergencia o interacción o in-tersección de los hechos lingiiís-ticos descubiertos en el signifi-cante. Se entiende que cuandoempleamos la expresión «contenidopsíquico» nos referimos «a la ple-nitud del significado según se ma-nifiesta en el sígnificante».

Hasta aqui una forma de estudiointrinseco del texto, una de tantastécnicas para el comentario que sepropugna. Este tipo de análisis delcontenido de los textos cobra tras-cendencia si se le une el comple-mento de su confrontación con lasfuentes y con los resultados a quela tradición crítica ha Ilegado porotros caminos. Añadiremos, pues,un estudio literario del fragmentopoético elegido al comentario pro-piamente dicho del mismo, comocontrapunto erudito a la parte decreación personal que siempre su-pone este tipo de trabajo. De nuevo,un acercamiento extrinseco al tinal.

4. Hemos tomado como objetode estudio los versos 238 a 258del Cibro cuarto de la Eneida. ^Ypor quél En primer lugar, porquedentro de la tragedia amorosa queel Libro cuarto encierra, este epí-sodio aparece como marginal, talcomo la crítica señaló en su mo-mento. Tiene un contenido unita-rio claramente definido, de formaque es posible estudiarlo prescin-diendo casi del argumento res-tante: En segundo lugar, la mismacrítica lo ha considerado siemprecomo uno de los pocos momentosde distensión creadora dentro dela tensión emocional que suponeel resto del libro. Constituía, sinduda, un reto para nosotros elpoder demostrar lo contrario.

4.1. Recordemos brevemente loque precede y sigue al fragmentoelegido. Eneas es huésped de Dido,reina de Cartago. La reina enamo-rada hace prolongar la estancia deEneas en tierras africanas retra-sando así el cumplimiento de loque el destino tiene decidido: laIlegada de Eneas al Lacio parafundar una dinastía que dará ori-

gen a Roma y a su imperio. EIescándalo de sus amores Ilegahasta Júpiter, que envía a Mercu-rio con el encargo de decirle alpropio Eneas que se marche deallí. A duras penas obedecerá Eneas,provocando su marcha et suicidiode Dido.

5. TEXTO LATINO

cllle patris magni parere parabatimperio; et primum pedibus talaria

nectit

aurea, quae sublimem alis siueaequora supra 240

seu terram rapido pariter cumflamine portant.

Tum uirgam capit; hac animas illeeuocat Orco

pallentis, alias sub Tartara tristiamittít,

dat somnos adimitque, et luminamorte resignat.

Illa fretus agit uentos et turbidatranat 245

nubila. lamque uolans apicem etlatera ardua cernit

Atlantis duri caelum qui uerticefulcit,

Atlantis, cinctum adsidue cuinubibus atris

piniferum caput et uento pulsaturet imbri,

nix umeros infusa tegit, tum fluminamento 250

praecipitant senis, et glacie rigethorrida barba.

Hic primum paribus nitensCyllenius alis

constitit; hinc toto praeceps secorpore ad undas

misit aui similis, quae circum litora,circum

piscosos scopulos humilis uolataequora iuxta. 255

Haud aliter terras inter caelumqueuolabat

litus harennosum ad Libyae,uentosque secabat

materno ueniens ab auo Cylleniaproles.»

6. TRADUCCION

«EI se disponía a obedecer laorden de su exceiso padre; y, enprimer lugar, ata a sus pies lassandalias de oro que con sus alasle Ilevan en volandas ya sea sobreel mar, ya sobre tierra, tan rápidocomo el viento. Luego empuña suvarita: con ella saca del Orco laspálidas almas, a otras las envíabajo el sombrío Tártaro, otorga elsueño y lo quita y, en el momentode la muerte, vuelve a abrir losojos. En ella confiado empuja losvientos y atraviesa nubes cargadas

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de tormenta. Y ya en su vuelo dis-tingue la cima y los escarpadosflancos del duro Atlas que apun-taia el ciefo con su cerviz, de At1as,cuya cabeza coronada perpetua-mente de pinos y ceñída de negrasnubes es azotada por vientos yIluvias; la nieve caída cubre sushombros, ríos se desbordan delmentón del anciano y por el hieloqueda rígid2 su erizada barba.Aquí, en primer lugar, ba{anceán-dose con sus dos alas el de Cilenese detuvo. Desde aquí se lanzó decabeza con todo el peso de sucuerpo hacia las aguas como etave que en torno a las costas ya los escollos que abundan en pecesvuela baja rozando las olas. No deotra forma entre la tierra y el cielovolaba en dirección a las playasde Libia y hendía los vientos ale-jándose de su abuelo materno eldescendiente de Cilene.»

7. COMENTARIO DE TEXTO

Parece conveniente divídir estaunídad de cierta extensión enunidades operativas menores:1.a) Versos 238-44. EI dios se dis-pone a obedecer la orden calzandolas sandalias aladas y empuñandoel caduceo. Uso que el dios hacede éste. 2.a) Versos 246-51. Mer-curio vuela y divisa el monte Atlascuya descripción se hace. 3.a) Ver-sos 252-58. Breve parada en elmonte. Desde allí se lanza en di-rección a Libia.

Dentro de la primera unidad, seenumeran las acciones ejecutadaspor el dios para obedecer las ór-denes de Júpiter: calzar las san-dalias y empuñar el caduceo. EIcontenido psíquico en esta oca-sión desborda el conceptual: hayun movimiento de impaciencia, unapresuramiento que la convergen-cia destaca: Esta es la interpreta-ción que damos al cúmulo de he-chos fingiiísticos observables en elplano del significante:

Estrato de léxico: parere parabat(v. 238) : juego de palabrasrapido (v. 241) : entre cesuras,la trihemímeris y pentemíme-ris.

Estrato fónico: aliteración en p:(v. 238) ...patris ...parere ...pa-rabat. Se prolonga en los ver-sos siguientes:aliteración en a y s: (v. 240)aurea ...sublimen alis sive ae-quora supra.

Estrato de la construcción: en-cabalgamiento abrupto de losversos 239-40: ...talariaJnectitaurea...

Austin ( 1) al referirse a los ver-sos 242 ( desde hac) -244 queforman parte de esta unidad en lasubdivisión que hemos hecho, con-sidera que son algo así como unanota a pie de página en un autormoderno. Es evidente que esta-mos ante una aclaración respectoa las misiones del dios que aquiparece sobrar. Mercurio es el men-sajero de los dioses y como tal seapresura a cumptir con esta misión,pero el poeta, a propósito de haberempuñado el caduceo, consideraobligado dar una explicación sobrecómo lo empfea. Pero he aquí queel estudio del plano del . signifi-cante nos revela una acumulaciónde hechos lingiiísticos en los di-versos estratos, muestra del ex-tremo cuidado que el poeta hapuesto; encabalgamiento que des=taca el adjetivo pallentis (:.. animasille euocat Orco/pallentis... vv. 242-243), aliteraciones en t combina-das algunas de ellas con vibranteen versos en que los ictus y acen-tos coinciden en palabras comoTartara tristia y lumina morte. Losversos 243 y 244 ofrecen un es-trato rítmico singular:

p811Lntis, // átiás JJsEib Tá^rtárátrtsti^ m^ttit

dat samnbs//ádimitl/que_étI[^min^ m$rté rés^gn^t.

La convergencia nos potencia elaspecto tétrico, sombrío de estamisión del dios y este paréntesisque puede pasar desapercibido,una vez caracterizado, pasa a oLU-par un primer plano y deja en nos-otros el sentimiento de encontrar-nos ante algo desagradable, queanticipa la trégica misión del dios.Este mensaje de Júpiter servidopor el dios Mercurio, desencade-nante de la tragedia de los dos per-sonajes centrales, tiene su claveen este paréntesis aparentementeinnecesario, pero que en realídades un toque de atención sobre lofunesta que es la misión del diosen esta ocasión (2).

La segunda unidad comienza consu vuelo. EI verso 246 es altamenteexpresivo con su ritmo dactílico ysus homofonías en a :

Núb11á. lámqué uóléns //^p1'cem ét/(látér^3rd ŭ^ cérn7t

A continuación se cita y se rei-tera el nombre de Atlas, el gigante-montaña ai que describe apunta-lando el cielo con su cabeza enun esfuerzo titánico: ritmo espon-daico y heterodinía en el verso 247:

Atlántis // d ŭ rTí/ c^Llŭm J/quTvért%é fúlcit

Aes y palatales sordas en el 248:Los hechos convergentes hasta effin de la escena ínsisten en la notadei sufrimiento del dios -aspe-reza de la montaña -azotado porvientos y Iluvías, cubierto de nieve,dejando deslizar ríos de hielo. Pin-tura perfecta. Así el polisindetondel verso 249 destacando vientoy Iluvia, cesura triple A en el 250y ritmo holodactílico en el siguiente:

práecl'pYt^nt // sénis, 8t // gl^cfé //r7gét horrTdá b^rbá.

Obsérvese además en esie versola distribución silábica.

La última es una maravilla devisualización: su detención en lamontaña expresada por eY verboconstitit de valor aspectual pun-tual perfectivo y pausa de sentidotras él, preced'+da de la descripciónde un vuelo planeado: disjunciónde paríbus y alis y nitens entrecesuras; a continuación el lanza-miento de cabeza al agua: se enhipérbaton expectante del misit,praeceps en equilibrio en el cen-tro del verso; y el vuelo rasanteen torno a los escallos: se pasadel salto al vuelo bajo y compla-cido: homofonias contrastadas deies en el 254 con las oes del 255:Para evitar la interpretación de unhecho aislado, obsérvese, además,el encabalgamiento de estos dosversos. EI poeta se complace denuevo en la prolongación de estevuelo en !os versos finales: rimasen ter del verso 256 y la de lóspropios verbos en imperfecto deindícativo (valor aspectual durativomás la rima en fin de verso) endós versos consecutivos.

8. ESTUDIO LITERARIO

Nos encontramos ante un frag-mento clásico para el estudio dela imitación completa y única deHomero, hecha por Virgilio; enpocos pasajes como éste podemosdecir que el poeta latino sólo hausado al épico griego como mo-delo (3). Si prescindimos del ex-

(1) P. Virgili Maronis Aeneidos liberquartus. Oxford, 1963. P. 85.

(2) En el estudio literario, concre-tamente en las pp. 10 y 1 t, estudiamoscon atención la diferencia entre las mi-siones del dios en el libro primero y enel cuarto. Precisamente as el comen-tario de texto ef que nos hace ver conclaridad 1a importancia de su misión,en estos momentos frente a lo anodinaque es su aparición en el libro primero.

(3) Del libro cuarto de la Eneidaexisten numerosas edicíones anotadas,algunas de gran valía. Por si fuera útil

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tenso paréntesis referente al empleo de uirga por Mercurio y dela descripcibn de Atlas, el resto esOdisea, V. 43-49; Iliada, XXIV,339-345; y Odisea, V. 50-54.

Dixerat. Ille• . patris magni parere,parabat ^ • ^ ^ ^ ^ ' ' ' ' '

'impérióf et primum pedibus talaria. . C1BCt%t

^c ^^at'•.obá.'ánivrtos.tcáx,toppS.'ApYefrpóv?^JGaimx'[^nc8'lnb >coootv iói^oato xaAá nfóc^a,

áµ^póoca, ' ca tá µcv ov ^µiv i'ú 'vifd'E^ árrc(pova ^iav ŭµa mocEo"ávíwoco.

ciitcto ai bá9aov, t^ í ávóp^v bµ}cata Bí^Ya

dv i84Jcu, toiK a'dutc xaé úmwovtac iYú^u•

Mediante el subrayado y la líneade puntos tratamos de distinguirlo que es traducción de lo que espar3frasis. Como era dé esperar,'abunda la versión parafrástica ylo más Ilamativo es que en Virgiliono se cite a la gaviota de la ima-gen, ni se presente al ave con eldetalle que en Homero, pescandopeces y mojando sus alas. La ima-

EI pasaje, como todos, está Ilenode interrogantes, a los que vamosa dar nuestra propia respuesta.^Por qué Virgilio reserva para estaocasión la descripción minuciosade los preparativos de Mercurio,al currrplir su misión de mensajero,y se complace en su vuelo desdeel Olimpo a tierras líbicas, y no lohizo, por ejemplo, en el libro I,297-304, cuando el mismo Júpi-ter lo envió al mismo lugar en otramisión? E. Paratore (4) consideraque si ya había sido difuso en unaocasión no podía serlo en la otra.La diferencia, desde luego, es Ila-mativa, pero también es obvia ladiferencia entre los fines y las con-secuencias de su misión: en ellibro primero se trata de prepararel terreno para una buena recep-ción por parte de los cartaginesesy nada más; en el cuarto se tratade arrancar de allí a Eneas queparece olvidado de su destino.Marcha que va a traer consecuen-cias trágicas. EI propio dios va ainterpelar a Eneas. Sus palabras secitan directamente y, como se pue-de ver en la transmisión del mensajede Júpiter a Eneas, el dios va aaportar características especiales eintroducir no pequeñas alteracio-nes en el contenido del mensaje.Ante esto parece natural que sehaga un retrato del dios, que se

aurea, quae .sublimem alis siue ...hinc toto, praeceps se corporeaeauóra supra ád uridá ŝ

seu terram rapido pariter cum misit aui similis, quae circum litora,..............................flamine portant. 24U ĉ i^rĉ^úm........Tum uirgam capit hac... piscosos scopulos humilis uolat

omn s adimit, ue aequora iúztá. "' ^^^""""'41^t.^.....4.........q...... ................Illa ,fretus. agit. , uentQs_ .et , turbida Haud aliter terras inter caelumque......trá.nat 245 ŭ^l^tiát..^.^^^^^^^^^^^^^^^^nubila...

tilv,µrtá xepoiv ixwv nEtcto xpat^^ 'AP7cc^bv^.rt^.II(^peí )^v ŭ 'im^á^ i^ ai8ípo^ Eµncoe nóvtw.

oeúat'%rrcciini xóµa ^á^w 6pvc tocxrú^,d^ te xatá óecvá^ç xólnou^ álb^ átpu7éioro

i.X86^.á7Pwoowv nuxcvá ntcpc'r óeúetac $^µr. ... ..... ......tw ixcloc r<o^íeoocv bXíiaato xúµaacv 'Epµ>;^.

Homero (V. 43-54)

gen comparativa en el poeta latinoes más difusa, pero más sugeridora,tal vez. Por supuesto, que Virgiliono tenía por qué cambiar, ni darningún aspecto romano af diosmensajero, con lo que repite unc<cliché» estableciendo desde la másantigua épica griega. Otra cosaserá el estilo. Del comentario detexto y del estudio de los porme-

"Attavtoc ^u7átrip dXoócppovo^, á^ te 8a^ávac^náoríC ^év8ea otócv, txcc óí tc xíova^ aútbCµaxpá^, aF Yaiáv tc xai oúpavbv dµrpi^ ixouoc

retrase el encuentro entre dios yhéroe y, sobre todo, como el co-mentario de texto evidencia, quese pinte el dios con un poder som-brío, que se haga hincapié en que,siendo sus misiones de gran tras-cendencia, la de esta ocasión seala más trascendental de toda laEneida. Aquí está para nosotros lacausa de que Virgilio se extiendaen la descripción del dios ahoray no antes. A. Cartault (5) ha sidoel primero en sostener que esta-mos ante un caso de complacen-cia virgiliana en la imitación homé-rica para recordar que la estanciade Eneas con Dido tiene como pro-totipo la homéricá de Calipso, finque nos parece muy secundario.

Queremos destacar una páginadel libro de A. Schmitz (6) en laque coincidimos en lo esencial ycreemos que sólo en lo accesorionos apartamos. Y es a propósito deotra interrogante. ^Por qué esacomplacencia en destacar otras mi-siones del dios que parecen ocio-sas en esta ocasión? Concreta-mente el paréntesis a propósito dela uirga que, para Austin, como yadijimos en la caracterización, equi-vale a una nota al pie de páginade un autor moderno y para otroscomentaristas es algo ocioso. Quesepamos, sólo para Schmitz y paranosotros esta nota es fundamen-

nores de la escena logramos cono-cer dónde está la auténtica origi-nalidad de nuestro poeta.

La imagen del dios Atlas apun-talando el cielo está muy repetidadesde Homero. Así en Odisea I,52-54, Atenea se lamenta anteZeus del cautiverio que padeceOdiseo por parte de la hija deAtlas:

tal. Si no lo dice explícitamente,l^p hacé ver al dedicarle casi el con-tenido de una página: cLe lecteurmoderne se demande sans douteporquoi le poete s'attarde á évo-quer la puissance du dieu psycho-

recogerse unas cuantas por orden cro-nológico:

1.^) La de R. Sabbadini (2.a ed.),(3oma, 1937.

2.^) De A. S. Pease. Cambridge,1935.

3.^) De E. Paratore (5.^ ed.), Roma,1964.

4.°) De R. G. Austin, ya citada enla nota 1.

En todas ellas se señalan pormeno-rizadamente las fuentes de cada epi-sodio, especialmente en las dos de len-gua inglesa, la de Pease y la de Aus-tin. A. Soler ha destacado en su tesis(Cf. A. So/er Ruiz, EI episodio de Didoen la Eneida. Estudio estilístico y lite-rario, Granada, 1974) que, salvo enepisodios muy conocidos en que ma-neja muchas fuentes, la mayor partede las veces juega con dos autores,casi siempre Homero y Apolonio deRodas. Los pasajes, como éste, demanejo de un solo autor son muy es-casos.

(4) 0. C., p. 60.(5) L'art de Virgile dans rEneide,

Paris, 1926, p. 314.(6) ln/elix Dido, Gembloux, 1960,

p5gina 111.

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pompe, alors que Mercure ne rem-plirá pas ce role auprés d'Enée.»A continuación, y después de co-mentar que la justa respuesta sólola podría dar Virgílio y de citarlos Himnos Orficos, cita que yaestá en Pease y en Austin (7),como inspiradores de la descrip-ción de los poderes del dios, con-tiniía: «Ce qu'il faut retenir, á notresens, c"est 1`idée d'un pouvoir ma-gique et absolu, d'un pouvoir surle mort éveillé ou endormi, sur lemort endormi. Le dieu rapide che-vauche les vents por eveiller auplus vite Enée, endormi dans leluxe. Pour I'arracher ! ia seductioná laquelle il a cedé; il faudra unpouvoir magique.»

Por nuestra parte observábamos:primero, que los hechos lingiiísti-cos se acumulaban precisamenteen estos versos, considerados tra-dicionalmente como parentéticos,en convergencía desde todos losestratos. Segundo: que precisa-mente por la convergencia estoshechos descritos pasaban a teneruna singular relevancia dentro desu escena y como consecuenciadentro de toda la unidad. Comovemos, esto es lo mismo que parecedesprenderse de la página de Sch-mitz, pero la diferencia está sola-mente en que para él lo que sepotencia es el poder mágico deldios, poder necesario para arran-carlo a la seducción de la tíerraen que se encuentra en estos mo-mentos. Para nosotros el poetasimplemente lo que hace en estosversos es ensombrecer la figuradel dios, anticipar genialmente coneste tono la tortura que a Eneasle espera. En definitiva, hacernosver que la misión del dios no esnada trivial, ni indiferente a tosacontecimientos que se están des-

arrollando, como ocurre en la pá-gina homérica.

Otra duda es el por qué del re-trato prolijo de Atlas. ^CÓmo sedetiene en esta ocasión y en ellibro primero lo hace directamenteen las costas de Libia? En estelibro, Mercurio se detiene en elmonte Atlas por primera vez ydesde allj se lanza en vuelo decabeza ai mar para acabar en lasplayas de Libia. No debemos olvi-dar que aquí dice taxativamente queAtlas es su abuelo materno y aclaraServio (8) que su madre Maya erahija suya. Parece natural, comoya hemos dicho, que una vez queen el libro va a tener una funciónfundamental y a actuar en perso-naje de la obra, hablando perso-nalmente con Eneas, se haga elretrato completo y se aluda a lagenealógía del dios, como es co-rriente en la presentación de per-sonajes. Puede verse poco antesen este mismo libro el retrato deJarbas con la expresa fijación desu genealogía. La diierencia es queen ef libro primero, como ya hemosdicho, su misión era muy secun-daria, dándose, por supuesto, quela voluntad de Júpiter tenía quecumplirse y la función de Mercu-rio es de pura trámite allí, ya queno hay razón especial para queDido y sus cartagineses se opon-gan sin motivo alguno a los tro-yanos que van a Ilegar a el{oscomo náufragos suplicantes.

Resumimos e insistimos. Mercu-rio; ahora, está actuando en pro-tagonista de la Eneida y, como tal,se está haciendo de él un retratocompleto: Partiendo de la basehomérica, Virgilio ha logrado unaescena con todas las característi-cas "de su estilo. Frente a la fres-cura y gracia del modelo -en Ho-mero todo es sencillo y-natgral, la

obediencia del dios, su vueio com-placiente por las aguas, su humoral empezar su diálogo con Calipso,quejándose de haber tenido quepasar tanta agua y tierras en lasque no se sacrifica a los dioses-el tono en Virgilio es distinto,aparte de esa anticipación ya in-dicada en la caracterización esti-lística sobre las insistencías en lasmisiones infernales del dios, ladescripción de la metamorfosis delabuelo de Mercuria en montaña,que soparta el cielo sobre sushombros, que padece todos losrigores del invierno -azote devientos y Iluvias, nieves perpetuasy ríos helados en sus cimas- nopuede ser más doliente, más vir-giliana en suma. Esta página ho-mérica está tamizada por el sen-timíento de Virgilío, por su visiónanímica de la naturaleza. Es muyprobable que el autor hubiese vistouna pintura que inspirase este por-menor, pero no es improbable queél mismo imaginase el cuadra,acostumbrado a vivir en paisajesmontañosos y a seguir una ten-dencia natural entre los contem-plativos de la naturaleza de des-cubrir figuras humañas en nubesy rocas, tanto más tratándose deun alma como la de Virgilio quevivifica y animiza la naturalezainerte, cuyo sentimiento alcanzano sólo a los seres vivos, sino afos inanimados. La visión del duroanciano sutriendo pesos y rigoresy la visita del nieto es algo decuño virgiliano y sólo suyo.

(7) A. S. Pease, 0. C., pp. 248-50y R. G. Austin, O. C., p. 86.

(8) G. Thilo-H. Hagen, Servii gram-matici qui leruntur in Vergilii carminacommentarii, recensuerunt, vol. I. Hil-desheim, 1961, p. 511.

VII CONGRESO NACIONAL DE PEDAGOGIALa investigación pedagógica y la formación de profesores

(Granada, 1 a 5 de octubre 1980)

Organizado por la Junta Directiva de la Sociedad Española de Pedagogía y la Junta de Gobierno def Instituto dePedagogla «San José de Calasanz», del G.S.LC., el VN Congreso Nacional de Pedagogia ha fijado como tema genera!«La investigación pedagógica y la formación de profesores». Para su desarrollo se han establecido las siguientessecciones simultSneas:

Sección 1.8 Aportaciones de la investigación fí{osófica a la formación de profesores,Sección 2.° Aponaciones de la investigación histórica a la formación de prafesores.Sección 3." Aportaciones de la investigación experimental a la formación de profesores.Sección 4.8 Técnicas en la formación y actualización del profesorado.Seccíón 5.° Diversificación de profesiones y actividades educativas.Seĉción 6." Estrategias para la formación de profesores.

PodrBn tomar parte en el VII Congreso Nacional de Pedagogía los miembros de la Sociedad Española de Pedagogfa,tas personas dedicadas al estudio e investigación de los problemas educativos y los profesionales de la enseñanza,sismpre que se inscriban en et mismo de acuerdo con las normas que se fijan.

La oficina de información queda establecida en la sede de la Sociedad Española de Pedagogía, en la siguientedirección: VII Congreso Nacional de Pedagog(a. Serrano, 127. Madrid-6.

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