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Y el abogado contrató al repartidor de pizzas ¿Recuerdan mi recomendación a una alumna de que no ocultara en el currículo profesional su actividad anterior como babysitter ? Lo justificaba en que nadie deja a su hijos en manos de quien no le merece confianza y, por tanto, si esa persona inspiraba seguridad a unos padres, era persona de fiar, lo que sería bien valorado por el empleador. Pues un abogado, profesor de la Universidad Europea de Madrid que escuchó mi recomendación a esa alumna, me mostró su pleno acuerdo regalándome una historia muy significativa. Él y sus colegas buscaban para su despacho profesional becarios de Derecho para unos meses y recibió, como es habitual, un montón de hojas de vida. Se hizo una preselección y quedaron en la ronda final tres candidatos con formación

Y el abogado contrató al repartidor de pizzas

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Y el abogado contrató al repartidor de pizzas

¿Recuerdan mi recomendación a una alumna de que no ocultara en el currículo profesional su actividad anterior como babysitter? Lo justificaba en que nadie deja a su hijos en manos de quien no le merece confianza y, por tanto, si esa persona inspiraba seguridad a unos padres, era persona de fiar, lo que sería bien valorado por el empleador.

Pues un abogado, profesor de la Universidad Europea de Madrid que escuchó mi recomendación a esa alumna, me mostró su pleno acuerdo regalándome una historia muy significativa. Él y sus colegas buscaban para su despacho profesional becarios de Derecho para unos meses y recibió, como es habitual, un montón de hojas de vida. Se hizo una preselección y quedaron en la ronda final tres candidatos con formación

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relativamente similar. Difícil elección. De pronto, repararon en que uno de los informes contenía algo distinto: uno de los candidatos no tenía problema en explicar que entre sus actividades estaba la de haber pasado bastante tiempo repartiendo pizzas con una moto para ganarse algún dinero mientras estudiaba. "Sin dudarlo, optamos por él y lo llamamos para la entrevista", aseguró el abogado. "No hay duda: alguien que ha trabajado en lo que sea es, de entrada, más interesante porque tiene una disciplina. Pero en este caso todavía más porque se trata de un empleo duro e incluso arriesgado".

Tiene razón: los repartidores de pizza tienen siempre prisa porque el pedido debe llegar caliente. En invierno la temperatura es baja y a veces llueve, por lo que ir en moto resulta incómodo y peligroso. Además, no está bien pagado y, por si faltaba algo, la crisis golpeó la costumbre de dar propinas. Es un trabajo sacrificado y quien lo soporta adquiere una buena resistencia a las incomodidades.

Compartí con aquel profesor de Derecho y abogado que se está perdiendo la cultura del esfuerzo y que detectar a jóvenes profesionales con ese valor es del máximo interés. Trabajar en un despacho de abogados supone a veces escribir demandas e informes hasta altas horas de la madrugada y el horario se pulveriza.

Por cierto, le pregunté a mi interlocutor por el comportamiento profesional del becario. "En realidad vino para unos meses pero se quedó casi dos años hasta que encontró un trabajo interesante en su ciudad de origen que es donde quería estar". A tomar nota.

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