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Poder JudicialDra.AL8'" y 8ECR T Santa Fe,)O de junio de 2015 y VISTA: La causa individualizada con la CUIJ N° 21-07003569-0 "HABEAS CORPUS interpuesto por los Dres. Mario J. Guedes y Sebastián Moleón en favor de BARRERA, Juan Horacio y FERREYRA, Leandro Ariel si apelación decreto que desestima hábeas corpus" de la que, RESULTA: Que el Defensor Regional de la Primera Circunscripción Judicial Dr. Sebastián Amadeo, y los Defensores Públicos del Servicio Público Provincial de Defensa Penal, Dres. Sebastián Moleón y Mario Guedes, deducen recurso de apelación contra el decreto dictado por el Señor Juez del Colegio de Jueces de Primera Instancia - Distrito Judicial N° 1, Dr. Nicolás Falkenberg en fecha 20 de Febrero de 2015 por el cual provee que; "Atento a lo informado precedentemente, siendo que al momento de plantearse la acción de hábeas corpus, las personas en cuyo favor se interpuso la misma ya habían recuperado su libertad, desestimese in límine el mismo por haber devenido abstracta la pretensión. Sin perjuicio de ello, hágase saber al MPA a los fines que pudieran corresponder". Que se elevó la causa ante esta Alzada, integrándose el Tribunal con los Dres. Jaquelina Balangione, Roberto Prieu Mántaras y el suscrito, admitiéndose el recurso de apelación en fecha 06 de abril de 2015 Y fijándose la audiencia prevista por el artículo 401 del Código Procesal Penal, la cual fue celebrada el día 18 de mayo de 2015 a las II ;OOhs. Que, la Defensa Pública, representada por el Señor Defensor Regional, en su carácter de postulante del habeas corpus rechazado in limine, expuso los errores de la providencia impugnada en su escrito de interposición del recurso, argumentos que reiteró en la audiencia prevista por el artículo 401 del Código 1

y VISTA: HABEAS CORPUS - poderjudicial-sfe.gov.ar · Poder JudicialDra.AL8'" y 8ECR T SantaFe,)O de junio de2015 yVISTA: La causa individualizada con la CUIJ N° 21-07003569-0 "HABEAS

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Poder JudicialDra.AL8'" y8ECR T

Santa Fe,)O de junio de 2015

y VISTA: La causa individualizada con la CUIJ N° 21-07003569-0

"HABEAS CORPUS interpuesto por los Dres. Mario J. Guedes y Sebastián

Moleón en favor de BARRERA, Juan Horacio y FERREYRA, Leandro Ariel

si apelación decreto que desestima hábeas corpus" de la que,

RESULTA: Que el Defensor Regional de la Primera Circunscripción

Judicial Dr. Sebastián Amadeo, y los Defensores Públicos del Servicio

Público Provincial de Defensa Penal, Dres. Sebastián Moleón y Mario

Guedes, deducen recurso de apelación contra el decreto dictado por el Señor

Juez del Colegio de Jueces de Primera Instancia - Distrito Judicial N° 1, Dr.

Nicolás Falkenberg en fecha 20 de Febrero de 2015 por el cual provee que;

"Atento a lo informado precedentemente, siendo que al momento de

plantearse la acción de hábeas corpus, las personas en cuyo favor se interpuso

la misma ya habían recuperado su libertad, desestimese in límine el mismo por

haber devenido abstracta la pretensión. Sin perjuicio de ello, hágase saber al

MPA a los fines que pudieran corresponder".

Que se elevó la causa ante esta Alzada, integrándose el Tribunal con los

Dres. Jaquelina Balangione, Roberto Prieu Mántaras y el suscrito,

admitiéndose el recurso de apelación en fecha 06 de abril de 2015 Y fijándose

la audiencia prevista por el artículo 401 del Código Procesal Penal, la cual fue

celebrada el día 18 de mayo de 2015 a las II;OOhs.

Que, la Defensa Pública, representada por el Señor Defensor Regional,

en su carácter de postulante del habeas corpus rechazado in limine, expuso los

errores de la providencia impugnada en su escrito de interposición del recurso,

argumentos que reiteró en la audiencia prevista por el artículo 401 del Código

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Procesal Penal. En concreto señaló los antecedentes del caso, indicando que

formuló habeas corpus por dos personas que fueron detenidas con justificación

en la norma del artículo 10 bis de la denominada ley Orgánica de la Policía de

la Provincia (n° 7395) -aparentemente, y según información telefónica, por no

poseer alguna documentación de un vehiculo- y que el a-quo rechazó -sin

trámite alguno- la presentación en una providencia que fue precedida de una

avergüación telefónica realizada por Secretaria de la Oficina de Gestión

Judicial donde la autoridad policial que habria procedido a la detención

informó que los mencionados ya habían recuperado su libertad. Dice la

Defensa que esa providencia es infundada. Que, con tal proceder se incumplió

con la norma del articulo 376 del Código Procesal Penal no pudiéndose

verificar si se dieron las condiciones previstas legalmente para ordenar dicha

detención. Consecuencia de tal proceder (la omisión de requerir los informes

correspondientes), además de la falta de control sobre la legalidad de la

detención, no se pudo formalizar el control de otras condiciones exigidas en

las Convenciones vigentes con nivel constitucional. Explica en detalle la

omisión en verificar, entre otras, el tiempo de la detención, motivos,

alojamiento, si, durante la detención, el retenido sufrió o no trato cruel o

desmedido. Todo ello supone la violación de importantes principios

protectorios consagrados como Derechos Humanos que se encuentran vigentes

y que desarrolla -con citas de toda Índole- en extenso. Incluye, como defecto,

que, al abortarse desde el inicio el análisis de todos esos aspectos, no se

permite a la Defensa Pública cumplir con la función establecida en los

articulos 13 inciso 3., 16 inciso 2. y concordantes de la ley 13.014. Por otro

lado, entiende errónea la decisión en cuanto estima abstracta la cuestión por

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Poder JudlclsJ

haber recuperado la libertad los detenidos. Sobre tal aspecto, citó opiniones

doctrinarias que aluden a la dificultad que cuestiones tan importantes referidas

a Derechos Humanos, queden sustraídas a las decisiones judiciales por la

rapidez en que se produce el desenlace de las situaciones que generan la

intervención judicial. Finalmente, señala la inconstitucionalidad de la facultad

policial para realizar la detención en los términos del artículo 10 bis de la ley

Orgánica de Policia ya citada, aludiendo a distintos pnncipIOs

constitucionales, dictámenes e infonnes del Comité de Derechos Humanos

(órgano creado por el Pacto Interamericano de Derechos Civiles y Políticos),

fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Pide, en definitiva, la

revocación de la decisión impugnada, se corra traslado al Fiscal para que

analice la conducta funcional, se declare la inconstitucionalidad del citado

artículo 10 bis y hace reservas de recursos.-A su turno, el Representante del Ministerio Público de la Acusación

sostiene la providencia impugnada, solicitando su confinnación. En primer

ténnino cuestiona la legitimación de la Defensa Pública para actuar en el

proceso, desde que los afectados nunca designaron abogado defensor. En

segundo lugar, sostiene que el Defensor Regional no posee facultades legales

para ejercer la defensa en este caso. Continúa sosteniendo que la pretensión no

es la defensa del interés de los afectados, justamente por que los mismos no

han realizado reclamo alguno sino que se trata de encubrir, en realidad, el

embate contra una facultad de la policia, tratando de modificar una política de

estado, que la Defensa Pública no conoció los motivos de la detención por la

sencilla razón que no acudió al lugar, en el momento oportuno, y podría haber

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verificado esos extremos. Resulta un incumplimiento de sus funciones,

porque, además, no hubo preocupación de ubicar a las personas afectadas ni

tampoco se dedicó a controlar el lugar de detención. Sostiene que tampoco

hay agravios pues los mencionados ya habían recuperado su libertad. Que, en

todo caso, si fueron detenidos porque no exhibieron documentación del

vehiculo que utilizaban, se dan las condiciones previstas en el articulo 10 bis

citado. Solicita, en definitiva, se rechace al recurso y se confirme la

resolución ..-

El Señor Defensor Regional replica remitiéndose a la normativa legal y

constitucional para indicar que no se exige poder o designación alguna para

plantear un habeas corpus, y respecto a sus facultades, se encuentran previstas

en el artículo 28 de la ley 13.014, incluyendo la capacidad del ejercicio de la

Defensa. Por 10 demás, niega afirmaciones del Señor Fiscal.-

Que, finalizada la audiencia prevista por el articulo 401 del Código

Procesal Penal, la cuestión ha quedado en estado de ser resuelta; y,

CONSIDERANDO: Que cuestión similar a la que se plantea en esta

causa ya ha sido resuelta en otro pronunciamiento de este Colegio de Cámara

de Apelación- carpeta judicial "Habeas Corpus interpuesto por el Dr. Matías

Spadaro en favor de REYNA, Luis Miguel; ROBLES, Daniel Osvaldo

Enrique; LUDUEÑA, Jairo; ESCOBEDO, Facundo Ignacio y ROMANO,

Gustavo Ricardo si apelación decreto que desestima Hábeas Corpus y planteo

de inconstitucionalidad arto 10 bis Ley 7395", individualizada con la CUIJ 21-

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Poder Judicial

07003637-9- Resolución W 349, po 492/502, Protocolo de Autos y

Resoluciones N° 5 de fecha 03-06-2015 (Dres. Feijoó, Creus y Burtnik).-,

criterio que se comparte, por lo que habrá de reiterarse en esta causa.

Que, de conformidad como han sido planteadas las cuestiones del caso

corresponde hacer una aclaración necesaria. En efecto, la Defensa Pública

interpuso una acción o recurso (el nomenjuris es ahora irrelevante) a raiz de la

detención de Juan Horacio Barrera y Leonardo Ariel Ferreyra por funcionarios

del Comando Radioeléctrico de la ciudad de San Carlos Centro, dependientes

de laUnidad Regional XI de la Policia de la Provincia de Santa Fe. Se alude

que se tomó conocimiento por vía telefónica y que se habría informado que las

referidas personas fueron demorados al no poder acreditar la titularidad de un

vehículo en el que se transportaban, razón por la cual se los demoró en los

términos del artículo 10 bis de la ley 7395 (y sus modificatorias).-

El a-quo, previo a todo trámite, ordenó se requieran informes -también-

por vía telefónica a la autoridad policial mencionada (cff. providencia de fecha

20 de febrero de 2015), practicándose la diligencia a renglón seguido e

informándose que hubo una comunicación por esa vía con distintos

funcionarios policiales quienes informaron que las personas individualizadas

en el escrito de habeas corpus habían ya recuperado su libertad.-

Tal informe mereció el dictado del decreto de la misma fecha donde -en

lo pertinente- el a-qua desestima in limine la acción por considerar que, según

el informe mencionado, al haber recuperado la libertad los afectados, la

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presentación devino abstracta.-

l. Según los antecedentes descriptos es posible afinnar que el modo en

que se ha actuado altera el procedimiento establecido en el Código Procesal

Penal ley 12.734.-

El único supuesto en que se autoriza a desestimar o rechazar la denuncia

se encuentra previsto en el articulo 375 del Código Procesal Penal y consiste

en que los hechos relatados no sean alguno de los enunciados en el articulo

370 del mismo digesto, nonna que, interpretada con la prohibición establecida

en el articulo 374 (prohibición de rechazar el habeas corpus por defectos

fonnales), no puede ser interpretado de otra manera que en un amplio sentido.

Es decir, resulta procedente la acción cada vez que exista una privación de

libertad en ténninos generales, cuyas caracteristicas la hagan sospechable de

ilicita, u oculta, o practicada al margen de las previsiones legales, incluyendo

también cualquier posibilidad de amenaza futura de tal privación o el

agravamiento de una privación de libertad licita en curso.-

Por otro lado, tal como se verá más adelante, las Convenciones con

rango constitucional (articulo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional)

establecen este mecanismo procesal, o uno de similares características, con

amplitud notable en el sentido de abarcar cualquier privación de libertad, sea

de la naturaleza que fuera, y con la finalidad evidente de hacer cesar, evitar o

declarar la posible existencia de un abuso del Estado (ver artículos 7.6. y 25.1.

de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, entre otros). En

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Poder Judicial

concreto, según la Convención, sólo resulta exigencia de procedibilidad, la

existencia de una privación de libertad cuya adecuación a los requisitos

Convencionales merezca analizarse.-

En consecuencia, el trámite resulta ineludible, al menos, en el

cumplimiento de los informes que se exigen en el artÍCulo 376 del Código

Procesal Penal, lo cual supone un informe circunstanciado sobre la detención

que deberia practicar el Estado por medio de los funcionarios que aparecieran

vinculados a la privación de libertad. Por circunstanciado no podria

interpretarse de otro modo que la mención de la autoridad que ordenó la

detención, fecha, hora, lugar, alojamiento; fecha, hora y lugar de la

recuperación de la libertad y, obviamente, las razones materiales y legales que

justificaban la detención.-

Claramente, el informe telefónico requerido no cumple ninguno de esos

requisitos y, por tanto, no resulta suficiente para fundar una decisión que

implique la inadmisibilidad del habeas corpus.-

En este aspecto, la providencia recurrida luce infundada en los términos

del articulo 95 de la Constitución de la Provincia de Santa Fe y los artículos

140 del Código Procesal Penal y 9 de la ley 13.018, e implica un apartamiento

de las expresas disposiciones de la ley.-

2. En un segundo argumento, que también se vincula con el primero, el

a-quo rechazó in Iimine la acción de habeas corpus sosteniendo que, como se

informó telefónicamente, los detenidos habian recuperado la libertad y ello,

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según el razonamiento impugnado, implica que la presentación es abstracta

(cfr. providencia del 27 de febrero de 2015).-

Sobre el particular, son vanas las aristas Convencionales,

Constitucionales y legales que deben analizarse.-

Respecto de la primera, cabe preguntarse si el sistema protectivo de

Derechos Humanos que rige con nivel normativo constitucional establece

mecanismos de control sobre detenciones y si, esos mecanismos, superan las

tradicionales categorías de habeas corpus correctivo o preventivo, alcanzando

también privaciones de libertad que han cesado.-

Desde un principio debe aclararse que la libertad individual es uno de

los Derechos Humanos primordiales y sujetos a protección, afirmación que

parece obvia pero que resulta el punto de partida ineludible.-

Respecto del alcance del Derecho a la libertad individual y la regulación

de garantías, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sostenido:

"Más aún, para la Corte si bien este derecho puede ejercerse de múltiples

formas, lo que en definitiva regula la Convención en este articulo "son los

límites o restricciones que el Estado puede realizar. Es así como se explica

que la forma en que la legislación interna afecta al derecho a la libertad es

característicamente negativa, cuando permite que se prive o restrinja la

libertad. Siendo, por ello, la libertad siempre la regla y la limitación o

restricción siempre la excepción" a este derecho. En términos generales,

cualquier privación de libertad, sea por la supuesta comisión de un delito o

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Poder Judicial

por cualquier otro motivo, debe ser realizada con estricto cumplimiento de

una serie de garantías que aseguren la protección de este derecho

fundamental de las personas. De esta manera, cualquier violación de los

numerales 2 al 7 del artículo 7 de la Convención acarreará necesariamente la

violación del articulo 7.1 de la misma, puesto que la falta de respeto a las

garantias de la persona privada de la libertad desemboca, en suma, en la

falta de protección del propio derecho a la libertad de esa persona.,. "

(Chaparro Álvarez, párr. 53.Ver también Yvon Neptune, párr. 90.).

Específicamente, el resguardo alcanza a toda privación de libertad, se la llame

detencíón, aprensión, demora, etc.; y provenga esta de cualquier estamento del

Estado, aún en casos de conductas estatales meramente administrativas.-

Las convencíones establecen, dada la importancía del derecho a la

libertad individual, una especial consideracíón pues reglamentan mecanismos

específicos para su resguardo en normas que bien podrían considerarse de tipo

procesal, más propias de la legislación interna. Así, a título ejemplificativo, se

observan los artículos 25 de la Declaración Americana de Derechos Humanos,

9 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos, 7.6. Y 25 de la

Convención Americana sobre Derechos Humanos.-

Sintéticamente, y a pesar de ciertos matices, todas las Convenciones

mencionadas establecen que cualquier persona privada de su libertad (y aqui

no interesa por qué causa ni la naturaleza jurídica de esa limitación) tiene

derecho a que, sin demora o inmediatamente (según la redacción de cada

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Convención), un Juez revise la legalidad de esa detención.-

No parece propio de esta decisión desarrollar la jurisprudencia o

dictámenes de órganos internacionales que, a la luz de los fallos de nuestra

Corte Suprema de Justicia de la Nación, resultan de consulta o guia ineludible

para la interpretación de la ley interna o para la resolución de las cuestiones

judiciables (CSJN, fallos 326: 3268 "Hagelin"; 328:2056 "Simón"; 330:3248

"Mazzeo", entre otros innumerables). Sin embargo, basta con establecer

pautas reconocidas invariablemente.-

Así, es jurisprudencia estable de la Corte Interamericana de Derechos

Humanos, que "..nadie puede verse privado de la libertad personal sino por

causas, casos o circunstancias expresamente tipificadas en la ley (aspecto

materia!), pero además, con estricta sujeción a los procedimientos

objetivamente definidos por la misma (aspecto formal)." (Gangaram Panday,

párr. 47. Igualmente, en Caso Cesti Hurtado Vs. Perú. Sentencia de 29 de

septiembre de 1999. Serie C No. 56, párr. 140; "Niños de la Calle", párr. 131;

Caso Durand y Ugarte Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 16 de agosto de 2000.

Serie e No. 68, párr. 85; Caso Cantoral Benavides Vs. Perú. Fondo. Sentenciade 18 de agosto de 2000. Serie C No. 69, párr. 69; Bámaca Velásquez, párr.

139; Juan Humberto Sánchez, párr. 78; Maritza Urrutia, párr. 65; Hermanos

Gómez Paquiyauri, párr. 83; "Instituto de Reeducación del Menor", párr. 224;

Tibi, párr. 98; Acosta Calderón, párr. 57; Caso Palamara Iribarne Vs. Chile.).-

Sobre el artículo 7.2. de la Convención Americana sobre Derechos

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Poder Judicial

humanos (nadie puede ser privado de su libertad sino en las condiciones que

establezcan las Constituciones de los Estados y las leyes dictadas conforme a

ellas), se ha sostenido que la norma "...reconoce la garantía primaria del

derecho a la libertad física: la reserva de ley, según la cual, únicamente a

través de una ley puede afectarse el derecho a la libertad personal"

(Chaparro Álvarez, párr. 56. Ver también Yvon Neptune, párr. 96.), y que,

"...La reserva de ley debe forzosamente ir acompañada del principio de

tipicidad, que obliga a los Estados a establecer, tan concretamente como sea

posible y "de antemano ", las "causas" y "condiciones" de la privación de la

libertad física. De este modo, el artículo 7.2 de la Convención remite

automáticamente a la normativa interna. Por ello, cualquier requisito

establecido en la ley nacional que no sea cumplido al privar a una persona de

su libertad, generará que tal privación sea ilegal y contraria a la Convención

Americana .. " (Chaparro Álvarez, párr. 57. Ver también Yvon Neptune, párr.

96. En el mismo sentido 8ayarri, párr. 54.)

En consecuencia, en lo que respecta a detenciones o cualquier privación

de la libertad, ilegalidad se confunde e identifica con inconstitucionalidad y

lesión (o no) a los Derechos Humanos previstos en los instrumentos

internacionales del artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional.-

El remedio, como se sostuvo previamente, está establecido también en

esos instrumentos que elevan a la categoría de garantía, un recurso o

intervención judicial de control sobre esa legalidad, convencionalidad o

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constitucionalidad. Ese recurso debe ser sencillo, eficaz, oportuno y tiene

como única finalidad establecer si se reúnen o no aquellas condiciones

materiales y formales que autorizan la detención en cada derecho interno de

los Estados signatarios.-

El sólo hecho que la revisión judicial en este caso haya llegado tarde

(después que la detención cesó), implica de por si el incumplimiento de la

oportunidad y la efectividad pues no ha servido para controlar la legalidad de

esta detención (luego se volverá sobre el particular).-

Pero lo que resulta más relevante a la cuestión es establecer que, según

el máximo órgano de interpretación de las Convenciones, el habeas corpus,

como instrumento procesal adecuado a la revisión de la legalidad de toda

detención según, por ejemplo, los articulas 7.6. Y 25 de la Convención

Americana sobre Derechos Humanos, además de un sentido individual

(determinar si la persona detenida sufrió la violación de su derecho a la

libertad) posee una dimensión o efecto colectivo.-

En efecto, no sólo se establece un recurso sencillo y rápido ante la

autoridad judicial para amparar contra actos que violen derechos

fundamentales (y como vimos, toda detención puede serlo en la medida que

no se cumplan los requisitos formales y materiales para su imposición según la

legislación interna -según el articulo 25 de la Convención Americana sobre

Derechos Humanos-, o a la de recurrir ante un tribunal competente para que se

decida sobre la legalidad de cualquier arresto o detención -articulo 7.6. de la

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Poder JudicIal

mIsma Convención- para lograr la libertad si es que se Juzga su privación

como ilegal o arbitraria), sino también para establecer la verificación de tratos

crueles, controlar si, durante esa detención -que bien pudo haber sido legal-,

estuvo alojado en un lugar adecuado, si tuvo derecho -o pudo ejercerlo- de

comunicar inmediatamente a sus allegados, etc. (todas condiciones materiales

legisladas en el citado articulo 10 bis).-

También se ha sostenido que el control judicial de toda detención posee

un efecto preventivo, no ya para el individuo afectado, sino para el análisis de

la posibilidad que existan estrategias masivas de uso arbitrario de facultades

legales. Tal finalidad, trasciende el caso individual y proyecta efectos que

superan la concreta detención en cuestionamiento.-

En este sentido, y a solo titulo ejemplificativo, la Corte lnteramericana

ha dicho que " ...el hábeas corpus tiene como finalidad, no solamente

garantizar la libertad y la integridad personales, sino también prevenir la

desaparición o indeterminación del lugar de detención y, en última instancia,

asegurar el derecho a la vida ... "( Caso "Castillo Páez", párr. 83.).-

En conclusión, en este primer aspecto, aún cuando los afectados hayan

recuperado su libertad -luego de la detención dispuesta por orden policial- la

averigüación sobre si las condiciones requeridas por la ley interna resultaban

concurrentes en el caso, mantiene su actualidad en orden a establecer

eventuales efectos indirectos respecto de su ejecución o el funcionamiento del

sistema mismo.-

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En segundo lugar, la cuestión no se agota en la consideración exclusiva

de la detención sino que también corresponde analizar la violación de otra

garantía Convencional inmediatamente conectada con el caso y que consiste

en determinar si el Estado garantizó o no una revisión judicial oportuna y

sencilla. Verificación que no puede realizarse sino de manera "ex post".-

Tomando en consideración una interpretación correcta del sistema de

Derechos Humanos de las Convenciones, recordando, por otro lado, que "El

procedimiento penal rigen todas las garantias y derechos consagrados en la

Constitución de la Nación Argentina, en los tratados internacionales con

idéntica jerarquia y en la Constitución de la Provincia" (artículo l segundo

párrafo del Código Procesal Penal ley 12.734 l; y siendo que: "Dichas

disposiciones son de aplicación directa y prevalecen sobre cualquier otra de

inferior jerarquia normativa informando toda interpretación de las leyes y

criterios para la validez de los actos del procedimiento penal" (artículo l

citado l, no puede sino concluirse de un modo amplio, favorecedor del control

jurisdiccional de toda detención, en especial una que es dispuesta por fuera del

sistema judícial, por funcionarios policiales, en condiciones de difícil

verificación.-

3. En otro aspecto, pero referido al mismo fundamento, cabe analizar la

condíción de "cuestión abstracta" desde el punto de vista del ejercicio de la

jurisdicción.-

En este sentido es pacífica la interpretación conocida, que, en los

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Poder Judidll1

términos del artículo 116 de la Constitución Nacional, se reclama como

exigencia esencial a los efectos de habilitar el ejercicio de la jurisdicción, la

existencia de un "caso" o "causa". Lo contrario, implica que el asunto

sometido a la decisión del Poder Judicial, es abstracto. Es decir, cuando se

prescinde de toda referencia a intereses, derechos, bienes, etc., de alguien en

particular o de un colectivo de personas que -aún indeterminados- resulten

determinables.-

Por otro lado, podria sostenerse que el control judícial de

constitucionalidad previsto en nuestro sistema institucional (tallas cuestiones

en debate), si bien es difuso (corresponde a cualquier Juez) y hasta es admitido

que puede presentarse como incidental (ahora de conformidad con el artículo

43 de la Constitución Nacional), siempre exige una "causa" (articulo 116 de la

misma Constitución), que no debe confundirse con la existencia de una

contienda entre partes, pero que sí corresponde exigir un mínimo de afectación

de un colectivo determinado. Por eso, aún en el caso de autores que otorgan el

mayor alcance al control jurisdiccional constitucional, se reconoce la

imposibilidad a todo Juez de declarar la inconstitucionalidad en total

abstracto.-

Por ejemplo, según Bidart Campos: "De acuerdo a nuestra

interpretación del derecho judicial actual, decimos que: a) ahora se tiene por

cierto que hay acciones de inconstitucionalidad;pero b) no hay acciones

declarativas de inconstitucionalidad pura." (Manual de la Constitución

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Reformada, ediar, Bs. As. 1999, tomo Ill, pág. 443).-

En resumidas cuentas, puede, en un habeas corpus, admitirse que la

denuncia la realice cualquier persona aún cuando no sea la afectada, puede

admitirse que lo haga en beneficio de un colectivo de potenciales afectados,

pero lo que no puede admitirse, es que un Juez tenga facultades para declarar

la inconstitucionalidad de una norma o de la aplicación de ella con una

generalidad tal que prescinda de toda referencia subjetiva.-

En el presente caso, existen personas que fueron detenidas, con la

expresión de sus mínimos datos de identidad y algunas referencias sobre la

autoridad que practicó la prÍvación de libertad, y, en principio, no se verifica

la Íniciación de ningún proceso penal vinculado a las mismas. Tales

manifestaciones de la presentación inicial son suficientes para entender que

ésta no se trata de una cuestión abstracta y que existen personas eventualmente

afectadas.-

En esto, existe una notable diferencia con lo resuelto por este Colegio

de Cámara de Apelación en lo Penal -con otra integración- en la causa CUIJ

21-07000898-7 "TONIOLLI, Eduardo S/Habeas Corpus", en la sentencia de

fecha 13 de noviembre de 2014, pues, en dicha causa, el denunciante proponia

el análisis de la constitucionalidad de la norma ya citada del artículo 10 bis de

la ley 7395 sin ninguna vinculación con personas en particular o detenciones

concretas practicadas. En ese análisis general, obviamente, se descartó el

planteo, específicamente en esos términos, y las conclusiones que se extraen

16

Poder JudIdal

del citado decisorio nunca podrían trasladarse en esta oportunidad; en

particular, a ninguna ocasión en la que hubiera personas concretamente

privadas de libertad en esas condiciones. La diferencia es patente: en aquel

antecedente, la cuestión si era abstracta o, en defecto de caso concreto.-

Lo que sí podria íngresar a la consideración es la subsistencia de la

situación, y sus efectos, que da lugar a la acción (que es otra cosa distinta), o,

en otros térmínos, la actualidad de los agravios.-

La Corte Suprema de Justicia de la Nación, en una reconocida

jurisprudencia que lleva, establemente, muchos años, ha sostenido que: "...EI

Tribunal ha declarado que si lo demandado carece de objeto actual, su

decisión es inoficiosa (Fallos 253:346), por lo que no corresponde

pronunciamiento alguno cuando las circunstancias sobrevinientes han

tornado inútil la resolución pendiente (Fallos 267:449; 272:130; 274:79;

285:353; 286:220; 293:42; 296:404), puesto que falta uno de los requisitos

indispensables para la viabilidad del recurso extraordinario (Fallos 290:329;

292:589). Esto impone entonces que la Corte deba atender a las

circunstancias existentes al momento de su decisión -aunque sean

sobrevinientes a la interposición del recurso extraordinario- (doctrina de

fallos: 281:117; 297:30; 301:947; "Chaperón, Ricardo Humberto y "Korn

Julio y otros ", del 30 de agosto y 27 de setiembre de 1984) ... " (Sentencia del

22 de abrí! de 1987, en la causa "Recurso de hecho deducido por Antonio

Jesús Ríos en la causa Ríos, Antonio Jesús S/Oficialización candidatura

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Diputado Nacional -Distrito Corrientes-").-

En dicho Fallo, la mayoría de la Corte sostuvo que, en el caso, el

gravamen no había perdido actualidad dado que la materia involucrada

-prohibiciones de candidaturas en elecciones nacionales-, indicaba como

posible que la cuestión se suscitaría cada vez que se produzcan nuevas

elecciones. Pero, 10 más importante es que, la minoría -en este punto

representada por el Dr. Petracchi- abonó este argumento para sostener tal

excepcionalidad, agregando lo siguiente: "Similar orientación ha seguido la

Suprema Corte de los Estados Unidos de Norteamérica ....En tal sentido,

dicho tribunal descartó el carácter moa! de esos litigios. en cuanto

entrañaban cuestiones susceptiblesde reiterarse sin posibilidad de que, por el

tiempo que normalmente insumiesen los trámites, pudieren llegar a ser

resueltas por la Corte en tiempo apropiado (394 Us. 814. 816; 405 Us. 330,

333 Y nota 2; 410 Us. 752, 756 nota 5, sus citas y otros) ... "(fallo citado, voto

Dr. Petracchi).-

La Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, más recientemente,

sostuvo la excepción mencionada (a la exigencia de actualidad del gravamen)

en la conocida causa "Aurora Fuentes", agregando como razón suficiente que,

en determinados casos, la intervención del Tribunal, dadas las características

de esos casos y el cumplimiento de los procesos judiciales, sería tardía y

siempre se frustraría la intervención judicial, imposibilitando definiciones e

interpretaciones sobre derechos importantes o de trascendencia, agregando

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Poder Judicial

que el interés del dictado de una resolución ya no se justificaría por la

actualidad del desconocimiento de esos derechos sino en la reiteración de

casos análogos para los que sí resultaria útil expedirse.-

En el citado caso se sostuvo, por la mayoria del Tribunal -que fuera una

insinuación minoritaria en el anterior precedente citado- que: "En efecto,

como lo ha subrayado el Tribunal en distintos precedentes, dada la rapidez

con que se produce el desenlace de situaciones como la de autos, es harto

dificil que, en la práctica. lleguen a estudio del Tribunal las importantes

cuestiones constitucionales que éstas conllevan sin haberse vuelto abstractas.

De ahi que, para remediar esta situaciónfrustratoria del rol que debe poseer

todo Tribunal al que se le ha encomendado la función de garante supremo de

los derechos humanos, corresponde establecer que resultan justiciables

aquellos casos susceptibles de repetición, pero que escaparian a su revisión

por circunstancias análogas a las antes mencionadas (confr. Fallos: 310:819,

considerandos 6" y 7" del voto de la mayoria y de la disidencia, y sus citas;

324:5, 4061). Pues, como se pusiera de resalto en el ya conocido precedente

de la Suprema Corte de los Estados Unidos "Roe v. Wade" (410 USO 113-

1973), las cuestiones relacionadas con el embarazo --o su eventual

interrupción- jamás llegan al máximo tribunal en término para dictar

útilmente sentencia, debido a que su tránsito por las instancias anteriores

insume más tiempo que el que lleva el decurso natural de ese proceso. En

consecuencia, se torna necesario decidir las cuestiones propuestas aun sin

19

utilidad para el caso en que recaiga el pronunciamiento, con la finalidad de

que el criterio del Tribunal sea expresado y conocido para la solución de

casos análogos que puedan presentarse en el futuro ... " (Sentencia del 13 de

marzo de 2012 en la causa F. 259 XLVI. "F, A. L. S/medidas

autosatisfacti vas").-

A nivel local, la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Provincia de

Santa Fe, debiendo entender en un planteo sobre la inconstitucionalidad

alegada por el Servicio de la Defensa Pública respecto de las facultades para

ordenar la detención del Fiscal, rechazó el recurso de inconstitucionalidad por

haber recuperado la libertad el afectado lo cual hizo suponer erróneamente que

no era de aplicación la excepción analizada. Sin embargo, a poco que se

analice el fallo es posible concluir todo lo contrario.-

En efecto, en la sentencia registrada en Ay S tomo 261, pág 353 (autos

"MELGAREJO, Juan Ramón -Recurso de Inconstitucionalidad-" -Expte.

C.S,J. CUIJ 21-00509647-9), se parte de la base de reconocer que no es

necesario mantener la actualidad de la lesión al derecho cuando, en los casos

en que el Tribunal -por propias exigencias procesales y la rapidez con que se

desarrollan los hechos- no puede dictar resolución oportuna (considerando 5).

No obstante, descarta que esa excepción se de en el caso porque la misma

Corte ya se habia expedido en otra causa (remite a Ay S tomo 261, plago 312,

sentencia de la misma fecha) fijando la interpretación y el modo en que debe

ejercerse, para resultar adecuado a la Convencionalidad y la

20

Poder Judicial

Constitucionalidad, esa facultad del Fiscal; todo, según la ley vigente del

nuevo Código Procesal Penal ley 12.734. Con ello, en el precedente citado, en

realidad lo que se hace es reafirmar la excepción, manteniendo el criterio que

la reiteración, la importancia del asunto a tratar, y la imposibilidad que - la

materialidad de los acontecimientos- lleve a que el Tribunal no pueda

expedirse, autoriza a decidir aún cuando el agravio no sea actual (sólo que en

esa oportunidad, las cuestiones en debate ya habían sido tratadas en otro fallo

de la misma fecha y, por ello, no se justificaba expedirse sobre el fondo).-

El caso que nos ocupa, como se ha justificado en el punto 2. del

presente, tiene características especiales porque, la ilegalidad se confunde con

inconstitucionalidad o, lo que es lo mismo, la violación del Derecho Humano

fundamental de no ser privado de libertad sino por las causas -y según el

procedimiento- establecidas en las Constituciones y las leyes de los Estados

sometidos a los pactos.-

Esa individualidad casuistica exige pronunciamientos judiciales directos

en cada caso, que definan si se ha actuado dentro de los limites de la ley para

-también- definir los contornos aceptables desde el punto de vista

Constitucional y Convencional, estableciendo una cantidad importante de

pronunciamientos que permitan construir una interpretación acorde con las

garantías que se pretenden asegurar.-

Como la detención por orden policial, prevista en el artículo 10 bis de la

ley 7395 tiene un límite de seis horas, resulta improbable practicar el control

21

judicial sin que el afectado recupere su libertad, de modo que la interpretación

y definición de las condiciones materiales y formales que deben resguardarse

para aceptar tal privación de libertad no podría hacerse sino ex-post.-

4. En resumidas cuentas, si se aceptara que la Policia de la Provincia de

Santa Fe pudiera ejercer la facultad de detener a cualquier persona "Sólo

cuando hubiere sospecha o indicios ciertos respecto de personas, que

pudieran relacionarse con la preparación o comisión de un hecho ilícito,

podrán ser demorados en el lugar o en dependencia policial hasta tanto se

constate se identidad ....." (ley 7395, articulo IObis vigente según ley 11.516),

por el término de seis horas y, luego, invariablemente se descartara la revisión

judicial de la legalidad de esa detención concreta, en cada caso que el afectado

fuera liberado en ese término, se anularía -de facto- toda posibilidad de control

judicial de la detención.-

Ello conlleva efectos negativos en un orden vinculado directamente con

los Derechos Humanos garantizados, porque se incumpliría con la garantia de

revisión judicial eficaz y en tiempo oportuno de la legalidad de la detención,

nunca se podría establecer si existe una utilización masiva del dispositivo con

finalidades no admisibles constitucionalmente y, mucho menos, si cada vez

que existe tal detención, se podría verificar la concurrencia de las demás

condiciones materiales previstas en el dispositivo legal.-

Además de, claro está, incurrir en una incoherencia sistemática porque

una detención ordenada por el Fiscal invariablemente sería controlada

22

Poder Judicial

judicialmente según las reglas vigentes mientras que una detención ordenada

por cualquier funcionario policial no tendría ese control en la mayoría de los

casos.-

Adicionalmente podría decirse que se neutralizaría cualquier "ejJec

utile" de las Convenciones, que no sólo establecen Derechos sino también

herramientas procesales especialmente diseñadas para lograr la efectividad de

esos Derechos.-

Concretamente, debe recordarse que el artículo 25 de la Convención

Americana sobre Derechos Humanos, con relación a la previsión de un

recurso sencillo y eficaz para revisar judicialmente cualquier hipotética

vulneración de los Derechos establecidos en la Convención, establece que

"....2. Los Estados Partes se comprometen: a) a garantizar que la autoridad

competente prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre los

derechos de toda persona que interponga tal recurso; b) a desarrollar las

posibilidades de recurso judicial, y c) a garantizar el cumplimiento, por las

autoridades competentes, de toda decisión en que se haya estimado

procedente el recurso ".

Demás está decir, que la garantía de revisión sencilla, eficaz y oportuna

de una privación de libertad, en los términos de las Convenciones, no se

satisface con la iniciación de una investigación y proceso penal, que, por su

finalidad Uuzgar la eventual comisión de un delito por parte de los

funcionarios actuantes) no es ni sencilla y mucho menos oportuna a los efectos

23

I

de determinar la ilegalidad de una detención. En todo caso, sólo podría tener

efectos reparatorios que no son los objetivos que, particularmente, se

establecen en las normas citadas, sino en otras.-

Finalmente, y como consecuencia de la norma prevista en el artículo 3

inciso b) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, toda

autoridad judicial, administrativa o legislativa, tiene el deber de desarrollar la

efectividad de tal revisión judicial, razón más que suficiente para entender

que, denunciada una privación de libertad, no puede ser invocado como

obstáculo las deficientes actuaciones de Defensores o Fiscales, sino que exige

una actividad positiva de parte de todos quienes ejercen funciones estatales de

cualquier naturaleza para la preservación o concreción de estas garantías,

especialmente el Juez que, en esta materia debe actuar oficiosamente para

recabar todos los elementos necesarios a los efectos de realizar el control en

cuestión, inclusive, escuchando al afectado.-

Finalmente, además de las razones del párrafo anterior, por las

características que debe poseer la revisión judicial de la ilegalidad de la

detención, según las normas convencionales ya citadas, las exigencias sobre

legitimación procesal, costas y demás cuestiones accesorias no pueden ser

aceptadas dado que convertiría a la herramienta (se la asocie por proximidad

normativa o no con el habeas corpus) en un recurso contrario a la sencillez

exigida. Respecto de las facultades para actuar en juicio del Defensor

Regional, efectivamente -al contrario de lo que ocurre con el Fiscal Regional-

24

Poder Judicial

el artículo 28 inciso 4) de la ley 13.014 dispone claramente tal autorización

legal. Y, sobre la idea que la Defensa Pública ejerce una política general en

vez de atender al interés individual de los afectados, no se observa cómo

puede constituirse una crítica sobre tal afinnación si se tienen en cuenta las

funciones establecidas en el artículo 16, especialmente incisos 2 y 3 de la ley

13.014.-

En consecuencia, por los fundamentos expuestos, el Tribunal integrado

por los Ores. Jaquelina A. Balangione, Roberto E. Prieu Mantaras y Sebastián

Creus, del Colegio de Jueces de Cámara de Apelaciones en lo Penal de la

Primera circunscripción judicial;

RESUELVE: Declarar la nulidad de la decisión de fecha 20 de febrero

de 2015, debiendo el a-quo tramitar el habeas corpus deducido y resolver

sobre la le a e las detenciones informadas.

DR. ROBE TOP

CLLBA YUSTMAN

,,1 ml,1 ",1~.["hó"" ","'.-DR. SEBASTIAN CREUS

DRA JAQ. LlNA BALANGIONE

25