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CIRUGIAAUXILIAR .ORGANO DEL

CONSEJO GENERAL DE COLEGIOSDE PRACTICANTES DE ESPAÑA

(REVISTA INFORMATIVA- PROFESIONAL)

AÑO XIV MAYO 1953

SteptJjánPOMADA

a base de 5 • 7 • dicloro • 8 • oxiquinaldina

Tratamiento específicode las dermatosis de etiología piógena y micósica

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"ATOS, CAF"'NA,VITAMINAS.· B•• [3,. Pp, y el

HematofloyéticoEstimulante del afletito

y de la circulaciónPara el tratamiento coadyuvante de la tuberculosis

pág.

Ordenación de la ,azón dirigida al bien c,llm,ún, por Juan Córdoba .Autógrafo del Excmo. Sr. Ministro' de .Trabajo, D. José Antonio Girón de Velasco .Nuestros amigos: EL PRACTICANTE, por el Dr. D. José-Juan Gil Gil .El Intrusismo de nuestra carrera en, el deporte ... ... ... ... ... ... ... .Nuestros verdaderos amigos. Manifestaciones dlel Dr. D. Fernandll Chacón, Jiménez. Cuenca,

Jefe Provincial de Sanidad de la provincia de Badajoz ... ... ... ... ... ... ... oo, oo, ...

SECCION OFICIAL.--Convocando oposición plazas practicantes de guardia en el HospitalProvincial de Nuestra Señora de Gracia, Zaragoza oo, oo, oo, oo, oo, .oo oo, ... ......oo.

Orden del Ministerlll de Trabajo, disponiendo que el importe de las multas que se impongana los trabajadores ingresen en el fond'o del Plus d'e Ayuda Fammar ... ... ... ... ... oo,

Disposición del "B. O. del Estado, núm,.. 88, en la que se publica relación de los Practicantesde Tercera, del Cuerpo de. Prisiones oo. oo. oo. oo. oo .... oo, oo. oo. oo' ..

Clausu·ra del cursi'llo de masajistas deportivos en Barcelona ..

CONSEJOS PROVINCIALES.-<Badajoz, dando de baja colegiados por falta de pag,Il.-León,ac!judicando premio al concurso "Jaime Ferrán".-Santand'er, multa, por intrusismo.­Tomas de posesión.~Zaragoza, los Practicantes en lucha abierta contra loS' intrus,lls, porAdrián Guerra ... ... oo, oo, oo, ... ... ... ... ... ... ... oo, oo, oo, .. ... oo, ... oo, ... oo, ...

SECCiÓN CiENHFICA.-La Rabia, realidad y leyenda acerca de este azote del amigo delhombre, por Emilio' José de Pina oo. oo oo. oo, oo oo .

Tifus exantemático (formas clínicas, tratamiento y vaclInación), por Manrique y Sánchez .Tendencias m.llder·nas en los preparados de penicilina de acción lenta (dificultades de apli-

cación y medios de evitarlas), por· 1. G. Mateos oo. oo, ......

Estran!1'ulación herniaria, por Pascual Ibor oo •• oo oo' .

El Masaje y Sil técnica, por Vicente Cuca,rella, Borras ... .Otitis media supurada, por Eugenio López León .. , oo, oo, ..

ConjuntivitiS' purulenta del recién nacido, por Jacobo Quero Garrido ...

357

10

1-1

13

13

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1719

2224252727

GALERI'A DE HOMBRES ILUSTRES.-N'óbel y la Medicina, por Res~ituto Madrona Gascón

SECCION SOCIAL PROFESIONAL.-jAtenciÓn, Practicantes de Empresa!, por Agustín Por-tero Fernánde:; oo oo, oo, .oo oo oo, .oo .

SECCION L1TERARIA.-Uso y abuso de los nuevos fármacos, por E. MíquelLa ofrenda de Maritina, pOr) Guillerr]1o Cebrián Julián oo, .oo ...

El logro del éxito, por Faustino Fernández Oríve ... ... oo,

Que Dios os lo pague, por Julián Guijarro Díaz oo, oo,

¿Para qué sirve el Practicante?, por A. García MartínezEl camino de la superación, por J. M. Amieva' oo, .

BIBLlOGRAFIA, por

NOTICIAS 'oo ......

PREVISION

Año XIV

Pacopepe

! .. o" ••• o •• o., o •• O" o •• o., o ••

28

30

333436373940

444748-,~)

....Mayo,41953 ,4-~

PROCAINGELVEHICULO ACUOSO PARA LA ADMINISTRACION RETARDADA DE LAPENICILINA CADA 24 llORAS. N O e R 1ST A L IZA

c. ~. 7~.5

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-'ÑO XIV

(J)iredor: guan C{górdoba

MAYO, 1953

(J(~dacción y Oltlminis{raet'ón;t

7iue.sfa de ~nfo (])omingo. 6

EDITORIAL,

El "Boletín Oficial del Estado" núm. 53, correspondiente al día 22 de febrero. último,publica la Orden del Ministerio de Trabajo constituyendo el Montepío o MutualIdad La­boral del Personal Sanitario del Seguro Obligatorio de Enfermedad, a través de la cualpercibirán las prestadones que el Estatuto de la misma establezca.

Mucho deben los productores españoles a la fértil imaginac~ón de nuestro ~xcmo..se­ñor Ministro don José Antonio Girón que no tolera la existencIa de una profesIón en VIdaprecaria; dependiendo de su jurisdicción, le asegura un vivir decoroso, elevando su ran­go al máximo de grado, si es útil a nuestra sociedad.

Reconocemos que estos hombres son la sal de la tierra, y que no es posible calcular suvalía como propulsores de la humana evolución.

Los sanitarios del Seguro Obligatorio de Enfermedad agradecemos m~y mucho al ex­celentísimo Sr. Ministro, así como a los lImos. Sres. Jefes de los respectivos Centros, quetan eficazmente han contribuído a nuestra inclusión en el Montepío. ¡Que Dios se lopague!

Vemos que la Previsión en nuestra Patria ha subido de nivel, transmutándose de vir­tud individual en colectiva, como si los principios del socialismo sano y viable por su con­formidad con la justicia se fueran abriendo paso en las mentes de los legisladores y porprecepto de la Ley se concretaran en costumbre. El Estado actual trata como nunca a susdependientes, pues, aparte de mantenerlos inamovibles, con sl,leldos..., en sus puestos, mien­tras no falten gravemente a su deber, les concede al llegar a la vejez la jubilación queindividualmente considerada los dispensa del ahorro, porque no les ha de faltar la paga ensu vida ni han de temer por lo tanto a la miser:ia, aunque siguen sujetos a las más 'es­trictas leyes de la economía para no contraer deudas que les hipotequen el sueldo.

Por otra parte, aunque tímidos y deficientes, pueden considerarse como un progreso enla economía social los sistemas de seguro obligatorio para los proquctores, a fin de quedespués de los años de trabajo cotidiano con salarios que, según los casos y circunstan­cias, a pesar de la más rigurosa economía, no permiten el ahorro, cuenten en su vejezcon un seguro recurso que les salve de la indigencia.

¡Cuán distinto trato al que daban a sus sa itarios las antiguas Sociedades benéficasConsultorios e Institutos, dedicados al iguala ario médico farmacéutico, con derecho a en:tierras, socorros y otros emolumentos! Entre ellas, una de las Sociedades que giraba conel sugestivo título "La dicha de la salud", era la que más ventajas y favores dispensabaa sus asociados.

Su modesto fundador fué un antiguo memorialista, dueño después de una honrada in­dustria de préstamos de ropa y alhajas, con modestísimas utilidades al setenta por ciento.

3

Con algunas docenas de clientes, propagandistas· acosadores y un médico ramplón y atrevi­do, planteó el negocio, que en pocos años se hizo grande, sumando algunos miles de abo­nados que después visitaban doce médicos, incansables en correr las calles de Madrid ytrepar escaleras, peñas arriba.

La dotación de los sanitarios era tan espléndida, pagada, según categorías, con seis,cinco y cuatro mil reales anuales, cobrado con no muy exacta puntualidad y sin otro con·trato expreso que la buena fe del explotado facultativo.

Y, aunque parezca cuento, cada igualado, por seis reales mensuales, era visitado porvarios médicos; tenía medicamentos gratis, baños de mar, específicos y leche de burra, ysi, por desgracia, llegaba a término fatal la vida del enfermo, era encerrado su cadáveren una caja lujosa, condUCIdo en coche elegante arrastrado por empenachados caballos,que guiaba numeroso cortejo de cocheros a la Federica.

No creo podía exigirse más por tan poco dinero. Los sanitarios, pobres bien vestidos,sudando la gota negra en verano y desafiando la gripe en el invierno, recogían un cortopuñado (le pesetas, y el farmacéutico, prodigando medicinas, la cifra de miserables cén·timos.

En breve tiempo se organizaron más de veinte Sociedades, que rivalizaban en dispensarventajas, compitiendo con escandaloso derroche en favorecer al socio, despertando el re·celo y la desconfianza entre los igualados, pues fácilmente se comprendía que las genero·sas ofertas no eran otra cosa que pérfidos anzuelos a caza de incautos, pobres víctimasexplotadas por la cínica ambición de agiotistas de inhumano comercio, explotando su nue·va industria como un comercio vulgar, y aprovechando la difícil situación de las desam­paradas carreras, triunfó a su placer, comerciando con el trabajo de los necesitados sa­nitarios, y lo que era peor aún, con la ignorancia y la miseria de los pobres enfermos.

No; volvamos la vista a estos símbolos de la degeneración individual y social, martiri­zados por sus propias faltas o por culpas ajenas; consideremos lo penoso de su trabajo ylo mezquino de su retribución, apenas suficiente para procurarse la ración mínima; vea·mas cuán triste es una existencia en lucha con el hambre, la enfermedad o los achaquesde la senectud... Y como estas meditaciones evidencian el contraste entre la vida de aqueolla época y la actual, es oportuno recordar a quien corresponde que las actuales Entidadesmédico-farmacéuticas han elevado las cuotas a sus asociados sin que se reflejen en los sani­tarios estos beneficios, y que el Seguro de Enfermedad puede, sin quebranto económico,aumentar los l).aberes en un 50 por 100 a su personal sanitario, como lo justifica magistral­mente el ilustre profesor doctor de la Fuente Chaos en su reciente obra "El Seguro deEnfermedad", Necesidad de una reforma médica.

Así, comprendida la función social, probemos, si a tanto llega la fuerza del razonamien­to, que en el trabajo está la redención y la dicha, que "por el trabajo es por lo que s ~

reina", y advertidos los hombres de lo que es la vida, dejemos que el sol nos alumbre porigual, que penetre fúlgido y alegre por los balcones o ventanas de las casas, salte o atra­viese los vasos, se meta en la sopa y, después de hacer mil filigranas con los vapores queésta exhala, imprima también un ósculo ardoroso al pan nuestro de cada día

JUAN CORDOBA,Presidente' del Consejo General

y Director de esta Revista.

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MINISTERIO DE TRABAJO

Agradezco BU or~oio en e~ que es& Consejo Gene-

ral se manifiesta tan ~~v~ablem~e .obre mis PB-

labras del dia 16.

Ss'ludo brazo el alto oordielmentea todos los

prB'eticantes de la Patria ,a quienes repl'esenta,ha­

oiendo aonstar qua el criterio de justicia que me

obliga a,defender sus, intereses lomtiendo exclu-

sivamente como oumplimiento de mi deber de Nacional­

Sindicalista españOl.

Quiero at'irmar mi simpatra pe:t:sOl.'lal y mi apoyoIeficaz para ese Consejo en cuanto constituya defen-

sa del interás legítimo de sus representados.

Por Dios,España y BU Revolución Nacional-Sindi­

calista.

Sr. Presidente del Consejo 6eneral de Col~gios Oficiales 'de practicantes,

MADRID

Autógrafo del~ Excmo. Sr. Ministr-() de T abado, D. J(},Sé Antonio Girón de Ve,tas­ca, que hoy nos honrarrnos en reproduci1' en consonancia con elb E'dUoriaj~ que,firmado por nuestro iLus'tre Presidente del ConsBjo Genera~, se public'al en eiL PTe.-

sente número

5

las tabletas Schenley contienenuna elevada dosis de penicicina(5.000 U. por tableta) y se elabo­ran en las condiciones de esteri·Iidad estrictas. Se presentan entubos perfectamente cerrados

por un tapón de plástico

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l.;;· loIIo!. ·C""·.

COPIAMOS DE NOTICIERO MEDICO ESPAÑOL

ELNUESTROS AMIGOS

PRACTIGANTEPor el Dr. JOSE-JUAN GIL GIL

Dedico ajéctuosamente estas lineas al practicante titular deBojar, don José MilIán Prades, amigo leal y compañero defatigas en mís correrías por la Tinanza.

PROLOGO

He de hacer una advertencia a mis lecto­res que conocen los precedentes artículosque, con el título general "Nuestros ami­gos", han ido apareciendo en "Noticiero Mé­dico Español":

Esta vez mi pluma se apea, en- ciertomodo, de su habitual tono de ironía, par~

alzar en el pavés, con sinceridad afectiva,la simpática figura del subalterno proboque cumple sus deberes con honrada y ca­riñosa diligencia, con plena consCiencia desu responsabilidad y con respeto a la jerar­quia que dirige un plan terapéutico, médi­co o quirúrgico. Acabo de nombrar al buenpracticante. Y bien entendido que el buenpracticante¡ para merecer este apel~tivo,

ha de ser.•., diremos.." capicúa: BUENPRACTICANTE Y PRACTICANTE BUENO.

En realidad, de nosotros, de los médicospuede decirse otro tanto. El vocablo "deon­tología" es, para muchos, un bello mito, yhay... compañero que lo oye y hasta lo usapara hablar de sí mismo o refiriéndose atercera persona, con la misma convicciónde quien, señalando el brebaje caliente quele sirven en la barra del bar, emplea la pa­labra café. Yesos caballeritos que en el te­rreno interprofesional son... malta y achi­coria en un pocillo, cuando lidian con unsubalterno saben. hasta... estropearlo comocapicúa. Hay que oírlos despotricar contrael practicante, por cualquier quítame alláesas pajas. De ese modo justifican cara alpúblico su intromisión en el campo de I'asactividades' que, aunque en conciencia per­tenecen al subalterno, una ley poco explí­cita le impide a éste defender.

Yo creo que si hay muchos practic::íntesmalos-aunque sean buenos practicantes-,algo que ver con ello tenemos los restantesprofesionales de la Medicina. En efecto, enla vida del practicante todos se creen conderecho a vendimiar, y desde el enfermero,

étl médico no hay sanitario que no pesquede vez en cuando su racimito. Yeso no esj,usto. Aceptada por el Estado y por la so­ciedad la profesión de practicante, quesurge, como todas, por virtud del impera­tivo de una necesidad" es preciso asegurara los que la ejercen la supervivencia, y ésta,hoy por hoy, no está garantizada ni en laLey ni en la práctica. Una prueba de elloes que--en el medio rural, por lo menos­las palabras practicante y barbero son sinó­nimas. La brocha y la tijera han de com­pletar el presupuesto doméstico para labuena marcha del cotidiano yantar. Esto,junto con lo otro, con lo de las incursionesen, sus.•. viñedos; dan por resultado la esca-sez de capicúas. .

Mi experiencia personal, no muy' despre­ciable, pues cuento en mi haber más decu'atro lustros de ejercicio en el agro, mepermite, asegurar que un buen practicantesale así de las aulas en el noventa por cien­to de los casos. El practicante bueno-sino es San Practicante-Io hemos ,de fabri­car los médicos, y éste es el mejor favorque podemos hacer... a, nosotros mismos.Hay sus excepciones, que entran en el otrodiez por ciento: la del negligente o gandul;la del que olvida lo que de sacerdocio tie-

, ne la profesión. También esas excepcionescuentan entre los' médicos. Y, generalizan­do, puede decirse de todos que el holgazáno indolente es tan desgraciado como suclientela. Y, al fin y a la postre, esta últimaacaba eliminándolo por un proceso de se­lección intuitiva o consciente. Aquí no voya referirme a los casos excepcionales.

Y surge la pregunta:, ¿cómo de ese no­venta por ciento de buenos practicantesqueda al final tan exigua cantidad de..• ca­picúas? Y, ¿de qué modo podemos AYU·DARNOS-he dicho AYUDARNOS¡ lector;no olvides que este trabajo lleva un sobre­título: "Nuestros amigos"-y conseguir unmayor número de practicantes buenos?

7

Sencillamente, asomándonos a su vidapara estudiar sus inquietudes, sus proble­mas, frente a la clientela y frente a nos­otros; poniéndonos en su' camino, ni másni menos. jY RESPETANDO SU VIr\lA!. ..

Yo he tenido muchos subalternos, y ja­más hubo entre ellos y yo otra cosa que lamutua estimación nacida de un respetomutuo que yo mismo me cuidé de fomen­tar con mi conducta. Desde aquel tío Mi­guel, de EL Toro, con su blusica y su faja,que me enseñó a sangrar por el procedi­miento c1ásico-"C;nta, taza y compresaprevenida. - con venda, has de tener, y conlanceta..." - hasta mi actual auxiliar, donJosé Milián, mezcla de señor y artesano;perspicaz, metódico hasta to inverosímil;educado y servicial - sin mojigaterías niserviI ismo--, he conocido, repito, a mu­chos. Incluso algunos con fama de malos.Pero un paciente estudio de cada caso m,edemostró que en la mayoría de ellos la talmaldad era simplemente una reacción na­tural, provocada por ese desentendimientode sus cosas con que se suele tratar al sub­alterno, con notoria injusticia para su enti­dad, tan digna del ajeno respeto como laque más.

¿No lo crees así, lector? Pues arrellánate,en la butaca y deja volar tu fantasía ...

...¡Ajá! Vas a asistir a una representaciónteatral..•

...¿Listo? Pues.••j ARR IBA EL TELON!

o o o

ACTO PRIMERO

La es'cena representa ,una barbería depueblo. Al foro, una puerta que da a lacalle. Sentada junto a ella, Lucía, la mujerdel practicante, cosiendo. A la izquierda, yfrente a un espejo que cuelga de la pared,el marido de Lucía va repartiendo con sin­gular destreza el jabón de su brocha sobrelas mejillas del tío Cuco, que repantiga sus

8

noventa y seis kilos en un viejo y pacientesillón.

Comienza et diálogo:Tío Cuco tT. C.) .-Y... ¿qué me dices

del nuevo méico?Practicante (Pol .-Parece un hombre

cabal y muy enterado de las cosas de suoficio..•

T. C.-¡Jé, jéf.•• Pu~•.. ¡pa él! Yo nome borro del interino ni a la ,de tres.

P.-Pero el interino se ha de ir, tío Cuco.La Ley...'

T. C.-¡Tá, tá f, paparruchas. Eso de ques'a d~ir... ya lo veremos. ¿T'ajuegas algo aque no se va?

P.-INo me juego nada, pero ya ayer, ha·blando con el tío Catacaldos, le dije que...

T. c.-Ya lo sé: lo de la Ley. ¡No le hacaído na bien al interino eso que dijiste aCatacaldos!...

P.-Pero es la verdad, tío Cuco; la ver­dad...

(Suena la corneta del pregonero y hayun breve silencio en escena. Afuera, la vozdel alguacil dice:)

Alguacil.-De parte de don Juan Fae·nas~ se hace s'aber que todos los que siganigualados a él puén borrarse del platicante,que él lo hará tó por la iguala...

(El tío Cuco guiña un ojo al barbero.Este prosigue moviendo maquinalmente labrocha sobre la cara del cazurro.)

T. c.-GÜeno, pero ¿me afaitas u qué...?(Lucía se I€vanta llorando y cruza la es­

cena mientras cae elTELON) ...

oC< .;. 111

ACTO SEGUNDO

La éscena, en casa de don José Milián,practicante de Bojar (mi practicante). Dostazas de café-¡café! sobre la mesa que nossepara, y un cigarrillo entre mis labios (Mi.fián no fuma). Su esposa cose junto albalcón.

Comienza el diálogo:

U'TVa'H) IN'.,O .....................

Medicación sedante del sintomadolor en las crisis. uricémlcol y

ofecciones reumótlcos.

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EL-Y ¿qué?, ¿pidió plaza en este con­curso, don José?

Yo.-Sí, Milián. Estoy hecho migas. Nome explico cómo usted ha resistido treintay cinco años en este partido médico. Yo,con tres he tenido bastante...

f1.-¡Psch! ..., soy del terreno, comoquien dice. Pero comprendo... (pausa)....¡Tres años!..., ¡y parece que fué ayer! ¿Seacuerda del cuento de los afiladores? Fuéel primero que le oí. Y gracias a su mora­leja, hoy-créalc>--, hoy siento de verasque se vaya. Nos hemos llevado tan bien...

La esposa de Milián.-¿Qué cuento esése?

EI.-Nunca vino a pelo contárselo, donJosé. Repítalo ahora para ella.

YO.-En realidad no es un cuento; es elresultado de mi experiencia personal. Verá:La llegada de un médico nuevo es siempremotivo de inquietud para el auxiliar. "¿Quégenio tendrá?-se dice-; ¿qué ambicio­nes? ¿Hasta qué punto respetará mi... vi­-;> 11na....

EI.-¡Exactu!YO.-Yo tranquilicé a su es,poso a este

respecto y, como resumen de aquella en­trevista, le dije, poco más o menOSl, lo si­guiente: "Mire, amigo, las gentes de lospueblos son... diremos... absurdas. Si hayun afilador, todos van a arreglar sus tijerasa casa de él y nadie lo discute. Y cuandollega otro..., pues unos afilan en casa deéste y otros en la de aquél. Y por regla ge­neral lo de men,os para la gente es la habi­lidad de los afiladores. Su preferencia tienea veces por justificante... ¡qué sé yoL., la...longitud de su nariz, por ejemplo. A unosles gustan chatos; a otros, narigudos... Sinembargo hay una cosa en la que todos coin­ciden: en la de procurar por todos los me­dios que los afiladores se peleen entre sí.y ¡cómo disfrutan si lo consiguen !... Puesbien, amigo mío, usted y yo vamos a hacermucha fuerza. ¡pero mucha!, para que nose salga la gente con la suya. Al primerchisme que le lleven, ¡ recto a mí! Aquí, en­tre cuatro paredes, rompElremos la intento-

na de disyunción como se rompe una pom­pa jabonosa. Yo haré lo propio con respec­to a usted, y al final los que se van a di­vertir... vamos a ser nosotros...".

EI.-¡Y así ha sucedido, don José!Ella (levantándose y cruzando la escena,

con la sonrisa en los labios, se acerca anuestra mesa) .-¡Y así había de sucedersiempre..., siempre... ! ¿Otra copita? ..

TE L O N

E·PILOGO

El lector.-Bueno, pero... ese primer actoes hijo de su imaginación, ¿verd'ad?

Yo.-Desgraciadamente, amigo mío, eshistórico.

El lector.-Y ¿en qué quedó la cosa? ¿Sefué el Faenas?

Yo.-No, no se fué. Es el otro el que seirá-si no le dan pueblo en este concur­so...-. ¡ No se ha llegado a estrenar endos años!...

El lector.-Y aquel practicante ¿de quévive? .

Yo.-De la brocha, hijo..., de la brocha...El lector.-Pero, ¿es que no se van a

emancipar los practicantes nunca de eseadm,inículo?

YO.-Nosotros tenemos la palabra. De tuactuación, de la mía..., de la de todos de­pende su emancipación. Asomémonos a supenosa vida, ayudémosles con alteza demiras. Son NUESTROS AMIGOS; tan útilesal médico, que es suicida pensar lo contra­rio... Este tema no cabe en un artículo ypienso volver otra u otras veces sobre él...Pero por hoy' ya está bien...

El lector.-¡Un momento!, por favor.Quisiera saber algo más sobre el p&:actican­te del primer acto. Hoy... será un practi­cante malo.. ¿verdad?

Yo.-Hoy, como entonces, es un estu­pendo capicúa, gracias a su heroísmo... ya los buenos consejos del médico que no seestrenó...

Castell de Cabres (Castellón), 1953.

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EL INTRUSISMO

EN

DE NUESTRA

EL DEPORTE

CARRERA

Copiado del prestigioso diario madrileño "Arriba",nos complacemos en publicar los acuerd,~s tomadospor el Comité directivo de la Real Federación Espa­ñola de Fútbol, reunida bajo la presidencia de donSaneho Dávila.

Lo finol de Copo se odelonto01 21 de junio

Helenio Herrera suspendido temporalmente ensus funciones de entrenador

"El Comité directivo de la Real Federación Espa­pañola de Fútbol se ha reunido bajo la presidenciade don Sancho Dávila, adoptando, entre otros, los si­guientes acuerdos:

Fijar las fechas festivas en que se han de jugar laseliminatorias pendientes de la Copa de Su Excelenciael Generalísimo, y que serán las siguientes:

Tercera eliminatoria: 1 de abril y 10' de mayo.Octavos de final: 17 y 24 de mayo. -Cuartos de final: 31 de mayq y 4 de junio.Semifinales: 7 y 14 de junio.Final: 21 de junio.Una vez oído el informe del seleccionador nacio­

nal, trazar las líneas generales del programa, tantonacional como internacional, de la próxima tempo­rada, al final de (a cual se celebrará el V Campeo­nato del mundo, en el que España está inscrita. A esteefecto interesa hacer público que la Federación Espa­ñola trazará el desarrollo de la temporada 1953-:4de forma tal que la actividad del equipo nacional yde la selección B respondan a una preparación pro­gresiva de nuestro potencial futbolístico, a fin de queEspaña se presente dignamente a dicho certamen mun­dial, y teniendo en cue-nta. en lo nacional. los legíti­mos intereses de los Clubs afiliados y la necesidad dedesarrollar con toda normalidad las competiciones ofi­ciales, que soni su base económica anual.

Articular los acuerdos del último Pleno extraordi­nario, principalmente la regulación de los equipos fi­liales, asociados y colaboradores, y que serán objetode disposiciones federativas inmediatas.

Abrir un expediente motivado por las manifesta-

ciones públicas del entrenador del C. D. Málaga, donHelenio Herrera Gavilán, que entrañan grave ofensa ala honorabilidad de varios Clubs españoles, suspen­diéndole en sus fuciones hasta que se sustancien lasdiligencias que han comenzado a efectuarse.

Declarar obligatoria a partir de la próxima tempora­rada para los Clubs de Primera División la inscripciónde un equipo juvenil en la Regional correspondiente.

Aprobar las bases para el desarrollo del Campeonatonacional de aficionados, cuyas eliminatorias comenza­rán el 3 de mayo próximo.

Fijar el número de preparadores que cada Regio,nalha de enviar al próximo curso nacional, que tendrá lu­gar a fin de temporada en ~I estadio de Montjuich,una vez se obtenga la autorización del excelentísimoAyuntamiento de Barcelona.

Extremar la rigurosidad en exigir a los futuros pre­paradores nacionales el conocimiento de la educaciónfísica, ampliando el desarrollo de esta materia en elprograma de las Escuelas.

Recomendar a los Clubs afiliadoS' den preferencia,al contratar a sus masajist:ls, a aquellos aspirante$ queposean el título de practicante.

Nombrar éll don Juan Ramón Carranza y a don JoséRamón Sar1tamaría Salamero miembros del Comité Na­cional de Fútbol Aficionado, cubriendo dos vacantes.

Aceptar la dimisión de don Jesús María de Aroza­mena. del cargo de director de la. Escuela Castellana dePreparadores, agradeciéndole los servicios prestados, ynombrar para sustituirle, previo informe favorable deldirector de la Escuela Nacional, a don Antonio EpeideHueto.

Desestimar recursos de los Clubs Calatayud. Larcay Gerona contra fallos del Comité de Competición.

• • *El Consejo General de Colegios de Practicantes de

España, agradece la recomendación que el Comité di­rectivo de la Real Federación Españ.~la de Fútbol hacea los Clubs afiliados, y espera que en posteriores re­uniones, y en breve pla%o, esta recomendación seconvierta en orden, dado que nuestra profesión cuen­ta· con un plantel ele excelentes masajistas que, repar­tidos por t,~da España, beneficiarían al deporte, man­teniendo en perfecta form¡a a los jugadores, y tam­bién saldría beneficiada la justicia y la propiedad pro­fesional de nuestra carrera, si tal medida se adoptasea rajatabla.

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Nuestros verdaderos •amzgosEl Doctor D. Fernando Chacón Jiménez-Cuenca, Jefe Provincial de Sanidad de la pro­

vincia de Badajoz, ha hecho unas manifestaciones para la prensa de dicha localidad quenosotros, Con el mayor respeto y cariño nos honramos en reproducir, copiadas del diario.HOY., por la importancia que tienen para la Sanidad de la citada provincia cxtremeñay por que en ella!! el Doctor Chacón alude a nu ..stra clase con frases encomiásticas quedemuestran, una vez más la consideración y paternal afecto que siente por nuestra queriday humana pofesión .

•Muy recientemente, don Fernando Chacón JiménezC.uenca, jefe provincial de Sanidad de nuestra provincia,ha sido ascendido a jefe superior del Colegio Médico de Saonidad Nacional, premiando de esa forma su comDetencia

ien demostrada en su larga vida al servicio de la sanidad.A don Fernando Chacón podemos considerarlo como unxtremeño más; aquí llegó hace once años y ha perma­

neeido entre nostros todo ese tiempo ,ganándose día a día,con sn simpatía y bondad, el corazón de todos los quele han tratado. Por eso es obvio decir que esa importantedistinción, qne ahorn se le ha. conce<;lido, ha llenado de<atisfacción a todos los pacenses.

•• *

Don Fernand? Chacón estudió Medicina en Granada, ob·teniendo matrículas y premios de honor. Acabó la carreran los veinticinco afios, ingresandp por oposición en Sani·dad Nacional. Desempeñó después muchos cargos, entreellos, los de director de Sanidad de Puertos (Sevilla, Mála­ga, ele.l, inspector general de Sanidad de la zona orientaldel Protectorado marroqul; jefe provincial de Sanidad deMelilla, Avila, etc.; jefe médico del Patronato NacionalA(ltilubereuloso, inspector general de los Manicomios deUspal1a, etc.

Está en posesión de n~merosas condecoraciones y dis·Unciones espafíolas y extranjeta$, Que han premiado asíla labor del señor Chacón en el campo de la Medicina.

Poseo también -nos dice-, con el máximo orgullo, el em­blema del Colegio de Practicantes de Badajoz, cuyos directi­vos están haciendo una inmensa labor en favor de la clase.

Haciendo un alto en sus innumerables ocupaciones, donFernando Chacón ha tenido la atención de dedicar unosminutos para nuestra interviú.

-J.C6mo encontr6 tlsted la provincia en el ""den sanita­rio a su llegada a Baclaiozf

-En estado deficientísimo. Mérida tenia un Ceu-tro Secundario de Higiene' en los bajos del Hospital Ml'­nicipal, interfiriéndose mutuamente en sus funciones, porlo demás reducidas, y Don Benito, un Centro SecundarioQue apenas funcionaba.

Hoy ha creado la Jefatura de Sanidad dos centros se­cundarios más, que son pequeños institutos de HigienelAzuaga y AIU1elldralejo); ha constrl1ído uno nuevo, quees uno de los mejores de España: el de Mérida. Ha amopliado y reorganizado el de Don Benito, que es magni­fico; ha instalado con lodos los adelantos los CentrosMaternales de urgencia de ViUanueva de la Serena, DonBenito y Azuaga, evitándole preocupaciones graves y gran­des gastos a los Ayuntamientos. Y, además, ha fundadoy puesto en funcionamiento más de 25 centros primarios,y otra, reorganizada modernamente en la estación del fe­rrocarril, Servicio de Despiojamiento en Carolina Coro­nado. A esto hay que añadir el perfeccionamiento y efíca-

\"A\~~......ES EL SíNTOMA DE UN CiRCULO ViCIOSO....... •••• •• ~

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cía que se ha dado a los cincuenta y tantos DispensariosAntipalúdicos, Antivenéreos, etc.

-~Qué fué lo m.ás u~gente que e'rcyó neecsafio cmp'·e1!·de~ a su llegada r

-Acabar con la endemia palúdica .que tenía sumida a laprovincia en verdadero estado de desesperación. EIlo díópor resultado que a los dos afias casi terminóse tan terri·ble enfermedad, sirviendo de modelo la provincia de Bada­joz a otras en la organización de estos servicios~ por 10que el director general de Sanidad me propuso al Minig·terio de la Gobernación' para la encomienda con placade la O,den Civil de Sanidad.

Aparte de todo esto, ha hecho la Jefatura grandes cam­pafias de vacunación antivariólica, antitffica, antidiftéricade desinsectación, etc.; propaganda en todas las formas,conferencias y charlas. Ha ayudado a las organizacionesque han solicitado su' concurso o su enseñ.anza, como porejemplo, la Sección Femenina, a la que hemos dado va­rios cursos de Puedcultura e Higiene.

-~Qué dificultades ha tenido en los once años de je_fatumf

-Muchas. La Sanidad nunca fué bien acogida. Incom­prensiones, abandonos, ideas equivocadas, hicieron retra­sar los progresos sanitarios en bastantes años. Hoy, dadoel apoyo q",e presta el Caudillo y su Gobierno a los pro­blemas sanitaJ;ios, se ha adelantado enormemente. Abas­tecimientos de aguas, evacuación de excretas, Casas "delMédico, lMataderos, Cementerios, etc., son problemas Quehan entrado en numerosos pueblos en vías de solución.

-~Cuáles han sido los casos sanita~ios más g~aves pre-sentados en ese tiempof •

-Casos graves ocurridos en el' tiempo de mi jefaturafueron los habidos de tifus exantemático, uno de eIlosen la capita!, peN fueron rápidamente atajados sin con­secuencia alguna. Las otras infecciones -viruela, escar·latina, fiebre tifoidea, la misma poliomelitis, etc.- hansido brotes aislados sin trascendencia epidermiológica quehemos sofocado con prontitud.

-.Qué queda aún PM. hace~r-Todavía mucho. Quiero montar en la capital una Es-

cuela de Puericultura, pues cuento con el apoyo oficial; unhospitaliIlo de epidemias, clínica de lactantes; un dispen­sario psiquiátrico, etc. En la' provincia deseo instalar al­gunos centros secundarios más: Maternales de Urgencia,servicios móviles para traslados de enfermos a la capital,etcétera, sin descuidar el estudio, informe y ayuda queconstantemente presto a los Ayuntamientos para sus pro­blemas sanitarios propios, que son muchos e importantes,y que siempre me han respondido con gratitud.

-~Cárno es nuestra provincia en el D1'den sanitario?

-Nuestra provincia, la mayor de Espafia, es muy des-iguar por los distintos factores que integran su clima,temperatura, presión, régimen de lluvia, cursos de aguas,arbolados, etc., pero, en. general, es sana:

-.Alguna anécdotM

-SOn bastantes las que pudiera contar, pero, en obse-quio a la brevedad, sólo referiré una ocurrida en Bada­joz. No hace· mucho tiempo se trató con vacuna anti­rrábica un pobre subalterno de cierto organismo oficial, porhabel;" sido mordido por un perro. Era soltero y se hos­pedaba en modesta casa de huéspedes. A la tercera ocuarta inyección me comunicaron que la patrona de lamisma denunciaba que todos los días, a! regreso, empeza­ba a ladrar. Yo le llamé a mi despacho, y el enfermoconfirmó 10 que se decía, afia,diéndome que le era impo­sible contenerse. Después de con~ejos carifiosos y asegu­,arle que nada le pasaría, 10 ingresé en el Hospital, y a1líterminó todo.

-'Sus deseos pam el futu~of

-Continuar aquí en Badajoz, donde tantos y tan bue·nos amigos cuento, así como en la provincia. Me gustaBadajaz, soy extremefio de adopción y he rechazado elmando sanitario de otras provincias que me ofrecieron.Por eso no dejo a ésta, que tanto quiero, y en dondc;, ade·más tengo -y es la nota triste-- una hija que se fué alcielo ...

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En el «B. O. del Estado» núm. 93, correspon­diente al día 3 de abril, publica el siguiente anun­cio de la Diputación Provincial de ZARAGOZA:

Convocatoria para la provisión, por oposiciónlibre, de seis vacantes de Pra.cticantes de guardiade la Beneficencia Provincial, con servicio en elHospital Provincial de Nuestra Señora de Gracia.

Las plazas están. dotadas con el haber anualde 9.700 pesetas, o el qué legalmente les corres­ponda, con arreglo a la nueva legislación de Ad­ministración Local.

Su provisión, por oposición, corresponde al tur­no libre o de provisión no restringida, con reservade una de dichas plazas para los comprendidosen el artículo 3.° de la Ley de 17 de julio de 1947.

El plazo para solicitar dichas vacantes es elde NOVENTA DIAS NATURALES, a contardesde el siguiente al en que se publique esta con­vocatoria en el «Boletín Oficial del Estado».

Las solicitudes, debidamente reintegradas yacompañadas de los documentos necesarios, ha­brán de dirigirse al Ilmo. Sr. Presidente de laExcelentísima Diputación Provincial y presenta­das en la Secretaría General de la Corporacióndentro del plazo señalado.

Los documentos necesarios, ejercicios, progra-

ma y demás particulares están publicados en el«Boletín Oficial de la Provincia» núm. 61, defecha 16 de marzo del corriente año, el que podráser solicitado por aquellas personas a quienes in­terese, de l~ imprenta del Hogar Pignatelli, previoabono o remisión de dos pesetas por ejemplar.

Lo que se hace público para general conoci­miento.

Zaragoza, 23 de marzo de 1953.-EI Presidente,FERNANDO SOLANO.

'" * *Por Orden del Ministerio de Trabajo de 28 de

febrero de 1952 (<<B. O. del Estado» núm. 88),se dispone que el importe de las multas que pue­den imponerse a los trabajadores se ingrese enel fondo del Plus de Ayuda Familiar.

* * *En el «B. O. del Estado» núm. 88, correspon­

diente al día 29 de marzo de 1953, se publica re­lación de los 52 Practicantes admitidos a la prác­tica de los Ejercicios de la oposición convocadapara cubrir cuatr.o plazas de Aspirantes a Prac­ticantes de 3." del Cuerpo de Prisiones.

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DE MASAJISTASBARCELONA

de la sanidad espafíola; y en relación con el del>Orte,y más concretamente con el aeta que se celebra, rogó .1señor Presidente de la Federación que, tanto por dichoOrganismo como por los distintos clubs deportivos, siem.pre que les sean precisos los servicios de Auxiliares téc.

M01nento del discurso del Sr. Araif.6, Presíd.c11te lit!la FcderaCi6n Catalana de Fútbol.

ENEn el Colegio de Barcelona se celebró el dla 9 de

abril próximo pasado el acto de la clausura oficia,l (¡elCursillo desarrollado en el mismo, bajo la dirección téc·nica de la Jefatura Provincial de Sanidad, para la espe·cialidad de Masaje Deportivo y cuyas clases, estuvieron acargo de los Doctores Navés, Cabot, Rocosa, Cabanes yMoragas, actuando como Profesores auxiliares para lasclases prácticas los colegiados Sres. Andúj"" Reyllo yCuéllar. .

En dicho Cursillo tomaron parte unos cien Practican­tes que, con el deb~do aprovechamiento y previo examende capacitación, demostraron su suficiencia y preparaciónpara llevar a cabo su cometido en forma eficiente y conlas garantlas profesionales' exigidas.

Al acto de clausura asistieron la mayoria de Cursill:s­tas, ocupando el estrado de honor nuestras primeras Auto­ridades federativas, representaciones sanitarias, deportivasy de prensa, asl como el Consejo Provincial del Colegioen pleno y el Representante del Consejo General, don Ma­nuel Castellote Cortés, quien presidió el acto.

Después de una breve salutación y exposición del actopar parte del Sr. Andújar, tomó la palabra el Dr. Navés,resumiendo la importancia de la labor ,desarrollada en di­cho Cursillo y el interés que supone para los Clubs de­portivos al poder contar con profesionales conveniente­mente preparados para prestar su valiosa colaborac:ón sa­nitaria.

CLAUSURA DEL CURSILLO.DEPORTIVOS

Discurso del Dr. Navés, Djrector técnico del Cursil/v.

nicos masajistas lo soliciten de los respectivos Colegios dePracticantes, en donde disponen, en cualquier momento, 'leprofesionales convenientemente preparados y facu1tado~. ycon ello· se evitará, incluso en bien del deporte, Que Jospropios jugadores caigan en manos inexpertas en perjuiciode su normal recuperación, y 10 que es más grave, mn­chas veces con peligro de perder definitivamente para elpropio Club un elemento deportivo de posible valla.

A continuación el señor Arañó se dignó proceder a ;adistribución de los diplomas de capacitación a los señorescursillistas y f seguidamente, el señor Castellote, en nom­bre del ilustrlsimo señor don Juan de Córdoba, Presidentedel Consejo Gene~al, hizo entrega a los sefiores profe­sores Médicos y Auxiliares de los titulas de Honor quedicho organismo ha tenido a bien otorgarles por la magní­fica y entusiasta labor desarrollada en bien de los Prac·ticantes.Se cerró el acto) con un vino español ofrecido a todas I.sautoridades e invitados.

El sefior Arafió, Presidente de la Federación Catalana (:eFútbol, expresó su satisfacción ante el deseo de supera­ción que observa entre los Practicantes en Medicina yCirugla, prometiendo apoyarles para que puedan prestarsu loable misión como masajistas y sanitarios en los dis­tintos clubs afiliados en dicho Organismo.

Seguidamente, el Presidente del Colegio, sefior GardaCalderón, con sentidas y emocionadas palabras, exhortóa los Practicantes cursillistas para seguir en el camino desuperación, emprendido en bien tanto del deporte en sicomo de la salud pública en general, a fin de que porlos distintos Organismos y jerarqulas sea reconocida sualta misión auxiliar en el campo de la Sanidad y hagaefectivas las justas e imperiosas necesidades en lo social.

Finalmente, el sefior Castellote, representantes del Con­sejo General, resumió el acto dando, en primer lugar, lasgracias a las personalidades que 10 honraron con su pre­sencia y destacando el esplritu que anima a las jerar­qulas de la clase para conseguir que el Practicante, consu constante - esfuerzo de superación, ocupe el merecidolugar que le corresponde dentro de las distintas esferas

Grupo de cursillistas asistentes a~ acto de entrrgade los djplomas de Masa.jistas deportivos.

BadajozCon fecha 28 de marzo último han sido dados

de baja por falta de pago, po.r el Colegio de Ba­dajoz', los colegiados números 282, don JuanAlvano Díaz; 492, don Isaac Marín de Sardi, y535, don Eduardo Pedrajas Palomo.

LeónPREMIO ADJUDICADO

Por la Sociedad de Microbiólogos, Españoles,sección Barcelona, y dependiente del Consejo Su­perior de Investigacio"()es Científica~, ha si¡lootorgado un Accésit al trabajo presentado pornuestro compañero don Ricardo Dominguez Lo­zano, Practicante de la Beneficencia Provincial deLeón, al Concurso «Jaime Ferrán~, convocadocon motivo del Primer Centenario del ilustreinvestigador. .

Muy efusivamerite fe licitamos al compañerogalardonado y le instanos para que continúe,por medio del estudio y la aplicación, cosechan­do éxitos como el actual.

SantanderPor la Prensa y Radio de Santander ha sido

publicada la siguiente nota: «Por el Juzgado dePaz de Marina de Cudeyo de esta provincia, hasido multada la vecina de Pedreña, Delfina Cas­tanedo Mazón, por realizar actos propios de Prac­ticante y Comadrona sin hallarse en posesión deltítulo correspondiente, que autoriza para el ejer­cicio de asistencia a partos.

***

Ha tomado posesión de la nueva Plaza del Ins­tituto de Higiene de Torrelavega (Santander),doña Angela Iglesias Martín.

* * *Ha tomado posesión de la Plaza de Practicante

del Ayuntamiento de Valdáliga (Santander), donLuis Mantecón del Barrio.

ZaragozaDe la prensa local zaragozana copiamos el si·

guiente reportaje:

LOS PRACTICANTES, EN LUCHA ABIERTACONTRA LOS INTRUSOS

~ -Y,o, p,or mí, no pondría mis carnes ni mis ve­nas a disposición de una aguja cualquiera de talo cual práctico en los pinchazos. No por la agu­ja, que puede ser de o~o, sino por la irrespon­sabilidad del operante, que casi siempre va pa­reja de la falta de preparación.

Decimos esto hoy a cuenta de la circular delGobierno Civil,' publicada anteayer, contra losintrusos en la profesión de practicante. Guiadospor ella, hemos hecho unas pocas preguntas adon Juan Antonio Congel, Presidente del Cole­gio Oficial' de - Practicantes de Zaragoza:

- ¿ Ha surtido efecto ya esta circular?-Aún es pronto pa.ra notarlo, pero desde

luego, son de esperar los buenos efectos. Cier­tamente, se trata de una medida cuya adopciónse hacía. cada vez más imperiosa.

-¿ Para simple defensa vuestra?-Nuestra jr del prójimo.-Explícate.

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-Nos perjudica a nosotros, porque, como pro­fesionales, en posesión de un título, tenemos quesujetarnos a normas, obligaciones y tributos quelegitiman el ejercicio de esta profesión, contracuya. alta misión atentan, rebajándola, los intru­sos. y perjudican al paciente, por la irresponsa­bilidad que toda acción clandestina lleva aneja.

-Es muy extenso el intrusismo en vuestra ac­tividad?

-El intrusismo, en general, reviste propor·ciones tan desmesuradas, que el Gobierno de laNación, atento siempre a que la norma justaprevalezca sobre desordenadas propensiones' in­dividuales, consideró del caso enviar a las Co-r·tes un proyecto de ley en el que se propone elestablecimiento de penaH más gra.ves para estedelito, entre las que figura la de prisión.

-¿ Qué circunstancias favorecen más esa clan­destinidad?

-La desaprensión del público, que con freocuencia se olvida de que toda profesión humana,para ser honrada, tiene sus derechos y deberes,y, en parte, también la pasividad de los propiospracticantes ante el conocimiento de los casosde intrusismo. '

-¿ En qué situación se hallan las enfermeras?

-La profesión de enfermera no está organi-zada como actividad libre, ni tributan a. la Ha·cienda, por lo que.su misión se circunscribe másbien a los establecimientos sanitarios. Su papel

se. concreta principalmente a la asistencia de ca.­rácter familiar, aseo, alimentación del enfermo.recogida de datos clínicos y administración de'medicamentos.

-¿ Dualidad de profesiones en una mismafunción?

-El más elemental prinCIpIO de consecuenciaharía tener por ilógicas dos profesiones distintaspara la misma función, hecho que llevaría con­sigo una lesión de los derechos vinculados a laque fué primera. en el tiempo, y máxime si, comoen este caso, la obtención del título de practi.cante requiere muy superiores disciplinas do­centes.

-¿ No es idéntica, por tanto, la capacidad téc.nica y legal en ambos aspectos?

-Ciertamente que no, aunque más que de ca.­pacidad mayor o menor es cuestión de derecho.Sabes bien que nuestro Estado, en sus propÓsi·tos de justicia con miras a la paz social, al asig­nar unas funciones a. determinada profesión lohace con un sentido patrimonial, como base desubsistencia. Y esto es así porque el derecho ala propiedad privada, fundamental en nuestroRégimen y establecido como indiscutible por ladoctrina social de la Iglesia, no se limita tan .sóloa la. propiedad material, sino también a las fun­ciones que, como único patrimonio, sirven de me­dio al hombre para cubrir sus necesidades pri­marias.

ADRIAN GUERRA

NOTA DE INTERES GENERALCentrado nuestro interés en hallar nuevos detalles que perfeccionen la función y calidad de las agujas v

jeringas hipodérmicas, presentamos hoy dos innovaciones de extraordinario interés.Dada la fragilidad que tienen las jeringas de cono fino, se pensó hacerlas con cono grueso para evitar

tantas roturas; pero como las agujas que se fabricaban eran de un calibre más estrecho, hubo de crearse,a la vez,. el record de metal suelto para que sirviera de pieza intermedia entre la jeringa de cono gruesoy la aguJa. A pesar de Ser empleada esta modalidad, no ha sido adoptada por los sanitarios de una for­ma más amplia por presentar varios inconvenientes, siendo, en primer lugar, los principales, la dificultadde encontrar una jeringa, un record de metal y una aguja que ajusten perfectamente entre sI y, en se­gundo, ese alargamiento que se produce al emplear el record de metal intermedio, quedando excesivamenteseparada la aguja de la jeringa, restando seguridad y precisión al efectuar la punción, sobre todo si es in·travenosa o intramuscular.

Para eliminar estos inconvenientes, hemos creado la aguja .SAETA.RECORD., cuya modalidad permiteemplearla directamente a las jeringas de cono grueso, consiguiendo un ajuste más íntimo, sólido y seguroque con las de cono fino, mejor esterilización por no existir piezas de metal 'intermedias que siempre oxidany crean otros cuerpos extraños y una duración mayor de la jeringa, ra que el 60 por 100 de las roturas seproducen precisamente por la fragilidad que tiene el cono fino.

Asimismo presentamos nuevo tipo de jeringa .AI,ADA. fabricada con vidrio resistente, pudiéndose este­rilizar incluso en auto·clave hasta 500-000 atmósferas y que denominamos .AI,ADA Al,TA RESISTENCIA•.Con ·ella y nuestra aguja .SAETA-RECORD., modelo patentado por noSotros, ofrecemos a la clase de Prac­ticantes unos articulas únicos en su función, situados a la altura de los paIses más avanzados, ya que ,nAmérica hace tiempo las estáu fabricando y empleando, habiendo relegado al olvido las jeringas y agujasde cono fino. En los presentes dibujos pueden apreciarse los modelos, y su precio difiere de los corrientessólo en unos céntimos.

---------@

PEDIDOS: A nuestros representantes o dIrectamente

SUMINISTROS CLINICOS LORENBorrell, SO BarcelOna

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La Rabia, realidad y le)¡4enda acerca de esteazote del amigo del hombre

Por EMILIO JOSE DE PINA(Colegiado 416.-Almeria)

Sobre la rabia se ha escrito mucho yse ha fantaseado más; los canes, excelen­tes amigos del hombre, sufren periódicasy furiosas acometidas del vulgo inculto,impresionado por falsas teorías.

Encauzar una campaña por la que seprevenga sobre la gravedad de este maly se reivindique a este desgraciado a.ni­mal, tan noble como útil, es imperativode justicia, y a ello tienden estas modes­tas líneaS'.

El perro, compañero fidelísimo del hombre,desde los más r,emotos tiempos, le ha seguido entodas sus emigraciones, en todas sus conquistas,repartiéndose por el mundo entero, llegando ano encontrarse un rincón de nuestro globo, porapartado que éste sea, donde el perro no hagaacto de presencia por medio de alguna de susmúltiples razas.

Piérdese en la lejanía del tiempo el momentopreciso en que el perro fué domesticado, en quese hizo, de huraño, fiera y enemigo encarnizadocomo su congénere el lobo, el más apacible y en­trañable amigo del hombre.

Parece ser que su domesticación data de la«Edad de Piedra», y en algunas pinturas rupes­tres aparece acompañando al hombre en esas es­cenas de caza tan magnüicamente guardadas enpiedra para admiración de nuestros tiempos por

la fidelidad y realismo de las mismas. Manifiés­tase ,así el instinto eminentemente cazador queeste animal lleva consigo; es natural que mero­dease los campamentos y grutas del primitivohombre, que sus crías se fuesen familiarizandocon las costumbres y modos de ser del rey dela Creación; pero, a pesar de todas estas influen­cias, el perro sigue manüestándose como caza­dor por naturaleza, aun en el más cuidado ejem­plar de esta prolüera raza, como el falderillo,que con sus destrozos en el calzado de sus due­'ños y rasgar de sus cómodas zapatillas, expli­ca en sus deseos de correr y destrozar la carnede sus víctimas, que tan alegremente viven desdeque su enemigo irreconciliable ha tenido que so­meterse a la comodidad del hogar y a los mimosde su amita.

Desgraciadamente para el hombre, esa armo­nía que preside la hogareña vida con el perro, se\le periódicamente interrumpida por una enfer­medad que, acometiendo al paciente admiradordel hombre, termina haciéndole su víctima.

La rabia, esa enfermedad infecciosa, terrible,caracterizada por fenómenos de índole nerviosa,que finaliza con la muerte del mamüero que lasufre, es un azote de masas, más por su igno­rancia sobre ella que por su frecuencia. Su cau­sa, su origen tan discutido por el ignorante quedesde su impresión supersticiosa hasta la deachacarla a la falta de comida yagua para elanimal, olvida que esta enfermedad aparece tan­to en verano como en el crudo invierno, demos­trando con ello que no necesita más estímulosen su actuación que el virus de la impropiamentellamada hidrofobia.

Es conocida la rabia desde los más remotostiempos, se pierde en la lejanía del mismo; en laBiblia se comenta, y los antiguos egipcios ya latemían, y si fuera poco, la autorizada palabrade Aristóteles la menciona y afirma más aún eltemor que la Humanidad sintió en todas las épo­cas, cuyo paliativo busca incesantemente enlos progresos de la Medicina.

No es privativo del perro la citada enferme­dad; otros muchos animales, las aves, el gato,la rata, el caballo, entre ellos, son susceptibles,y si sólo nos lamentamos del perro, es por los

. continuos estragos que proporciona, condiciona-

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dos por su íntima convivencia con el rey de laNaturaleza. El contagio se verifica por la mor­dedura de animales enfermos y por el contactode sus heridas, ya que la saliva es excelenteconductor del microbio. En, cuanto a la presen­tación de los síntomas, oscilan en razón a ladistancia de la herida respecto al sistema ner­vioso central, pero lo corriente es de tres a- seissemanas; preséntase a los ocho días también yretárdase de tres a cuatro meses, prueba elo­cuente de lo que comentamos sobre su apariciónen razón a la distancia del punto de contagio ysu centro nervioso.

Düerentes altibajos experimenta la tan temi­da enfermedad, etapa furiosa y etapa paralíti­ca, que constituyen todo un proceso de su penary no dos enfermedades distintas como se apun­taba en la antigüedad. La rabia furiosa com­prende tres períodos o etapas: período melancó­lico, en el que se opera un brusco cambio en laactitud del animal; se hace muy irritable, capri­choso, desconfiado, medroso, terco, taciturno, in­quieto, a más no poder, escondiéndose a menudoen los sitios más insospechados e inverosímiles,aislándose totalmente del mundo que le rodea yoprime en su nueva forma de ser. Es corrientetambién que se comporte con el mismo cariñoque antes guardaba a sus amos; su apetito seconvierte en voraz, y que muestre sus gustos porobjetos impropios y francamente opuestos a laidea de nutrición: excrementos, paja, trapos, et­cétera. Tratan de curar la herida foco de infec­ción, y ante los escasos progresos que su ins­tinto percibe, la desesperación le lleva a des­trozarse la parte afecta. Es, en fin, caracterís­tica dominante de esta etapa una serie de aluci­naciones, desconciertos y desasosiegos que le vanhaciendo la vida imposible, llevándole a una pa­rálisis progresiva que le impide hasta beber, poratrofia de los músculos de la deglución, provi­niendo de este momento el juicio erróneo y nom­bre impropio de hidrofobia (horror al agua) conque frecuentemente se denomina a esta enfer­medad.

En el segundo período, de irritación o maniá­tico, así también conocido, se nos inuestra el po­bre animal bajo ataques furiosos y en lucha concuanto suponga sujeción y privanza de libertad,en abierta disputa con los medios que a ellotiendan, y una obsesión, el caminar y caminar,preside esos instantes de su amarga vida. Mor­der, rencillas sin fin con los de su raza, exten­sivas a su antes compañero inseparable, el amo,es lo que le subyuga, y este cambio de conduc­ta corre parejas con su ladrar, tornándose lasti­mero, áspero, ronco, de aullido continuo y alto,düícil de olvidar una vez oído.

Es el tercer período, namado de parálisis, úl­tima etapa que atraviesa el can, en el que yano se encuentra la arrogancia de su cuerpo, mo­tivo de orgullo para su ahora preocupado due­ño; la, mirada vidriosa, de largo vagar y conexaltaciones agresivas frecu~ntes. La parálisis,iniciada en la faringe, de la que pende un' ba-

beal' ininterrumpido signüicativo de su estado;parálisis agobiante que va acabando y minando supotencia muscular, y cuyo fatal e irremediablefin avanza con inusitada rapidez; la muerte porparálisis cerebral es un hecho, de no anticiparseuna asfixia, también indicadora del estado y deacompañamiento en el período que comentamos.En España, la modalidad furiosa es l~ más co­rriente, ante la «rabia muda» muy conocida enotros países.

No se nos escapará, por tanto, la gravedadde tal enfermedad, lamentable cuadro en un ani­mal que impresiona nuestros más recónditossentimientos; un momento de meditación, y ma­nos a la obra para evitar que tal peligro cundaentre los que rodean a esta víctima frecuentede tan temible virus. Medios propagandísticos,explicativos de la envergadura de una infeccióncomo 'la que reseñamos, conferencias por perso­nal capacitado para combatir con denuedo esa

cuña ofensiva que en los apartados rincones tienelugar, quizá debido a que en ellos ese lazo deen la contemplación de la maravillosa obra dela Divinidad en manifestación constante en ellujoso escaparate que nos brinda la Naturaleza.

De medios, tratamientos a seguir y otros pro­cedimientos para lograr el fin apetecido, es temade otro artículo; baste, pues, este para descargodel pobre animal que tan düíciles momentosatraviesa por el pensar un tanto supersticiosoque albergan como consecuencia de que es másfácil para ellos explicar tal fatalidad entre susanimales-es achacándoles cosas estrafalarias-,ante el dilema de sumergirse en mayores profun­didades que escapan a su alcance y que es necesa­rio, mediante una bien encauzada campaña, ha­cérselo conocer más asequiblemente.

¿ (J)uieres ser invisi6!e para los /lom6res?~ po6re.¿(J)uieres serlo para fas mujeres?~ vif!jo.

'(¡ajm,

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11FUS EXANTEMATICO(Formas clínicas, tratamientos y \Jacunación)

Por MANRIQUE y SANCHEZdel HospItal etel Rey

ColegIados 511y 341 de Madrid

Es una enfer­medad infecciosa,que se presenta enforma epidémica,caracterizada porun estado tífico yla a par i ció n deexantema.

A través deltiempo se la ha conocido con los nombres de tífusde la guerra, de los barcos, del hambre, fiebrepetequial, tabardillo pintado, fiebre pestilencial,fiebre botonosa, etc.

Esta afección fué ya conocida por Hipócratesy otros médicos de la antigüedad, confundiéndo­se con la peste hasta el siglo XII. La peste deHungría del año 1560 fué indudablemente tifusexantemático; Sydenham en 1665 la confundiócon la peste bubónica que por entonces invadióInglaterra. Las campañas de Napoleón la difun­dieron por toda Europa. Fué preciso llegar a1829, después de haber sufrido el mundo enterogran número de mortíferas epidemias durantelos siglos XVII y XVIII, en las que Louis, y so­bre todo Gerhard, la diferenciaron claramente dela fiebre tifoidea; desde esta fecha es cuandoempieza a ser perfectamente conocida y estudia­da. Hubo tífus en la guerra de Crimea, y en laturcorrusa del año 1878, y durante la Gran Gue­rra en 1914. En España se presenta inmediata­mente después de la guerra de la liberación, du­rante los años 1939, 40 Y 41.

El papel del contagio fué ya supuesto porFracastor. En 1903, por un médico español (doc­tor Cortezo), en la conferencia sanitaria /Ie Pa­rís, señaló el posible papel del piojo en la trans­misión de esta enfermedad, hecho que quedó de­mostrado por Otto y por Nicolle en 1909, con­firmado después por cuantos se han ocupado delestudio de ésta, siendo plenamente demostrada laparticipación del piojo en las últimas epidemiaspresentadas en Madrid. .

En España, a más del tífus exantemático, sedan casos de fiebre botonosa o de Olmer, comotambién, según el artículo del Dr. Joaquín dePrada (de Sanidad Nacional de Salamanca, quepublica la Revista «Medicamenta» en su to­mo XVIII, número 228, de diciembre último se­ñala la presencia en España (Salamanca y' Ex­trem~dura) de una RICKETTSIA del grupo dela fIebre manchada de las montañas rocosas,

considerando esta enfermedad como la versióneuropea de la misma; en la cual dice que la fie­bre dura de siete a quince días, empezando pocoa poco, o en algunos casos, los menos, ascen­diendo rápidamente a 40°, del séptimo al undé-

Exantema Petequial en décimo dla de enfermedadAcuarela del natural C. del Valle)

Voaoconltrictor y an.i.,p- " Contra las afeccione. buco- Nuevo antihi.tamrnico anal- ~tico.-En coril~':. obltrucd6n . farrngeal.-Angina., irritaci6~ e ~e-~ aMico.... P.rmit. yugular .1 "~a.. nasal, "nlh., .tc. """-"' I c: - e resfriado en 24 horc. .a (l) ~DI ~ arln9.0... 'tomatIUI, etc. e • O

LABORATORIO DE APLICACIONES FARMACODINAMICAS. S. A. - TEL 250548 - GRASSOT. 16 - BARCELONA_.__

19

cimo día desaparece; el pulso es casi normal,llegando raramente a cien pulsaciones por mi­nuto; el aspecto y el sensorio es mejor que enlos casos benignos del tifus exantemático; elexamen hematológico no presenta alteraciones,únicamente los leucocitos a veces llegan a 10.000;Y que la edad de los atacados parece ser la,.-ome­dia de los trabajadores del campo. El vector nolo tiene aún determinado, por tener necesidadde mayores pruebas de laboratorio para su cla­sificación y papel patógeno. El confundirlo conel tifus es fácil si no fuese por el diagnósticodel laboratorio, y la estación de ocurrencia, demayo a octubre.

Las distintas formas clínicas del tif]ls exante­mático observadas por el Dr Vallejo de Simóndurante la última epidemia pueden agruparseconforme al siguiente cuadro:

. de color rojizo; la cara toma un aspecto típícoinconfundible.

Los síntomas nerviosos, ligeros al principio,se acentúan al aparecer la erupción (estupor,somnolencia, indiferencia, delirio, agitación). Latemperatura se mantiene elevada desde el prin­cipio (alrededor de 40°), con ligeras remisiones,taquicardia. En el noveno día, rara vez en eloctavo, comienza a ser positiva la reacciónWeil-Félix a títulos bajos, generalmente al 1/50,que se elevan rápidamente, alcanzando títulossuperiores al 1/200 al undécimo día. Todos lossíntomas se agravan, manteniéndose intensoshasta el fin de la enfermedad, cuya duración escasi con exactitud de catorce días; al llegar aldécimoquinto, se presenta la crisis a la vez depulso y temperatura, en uno a tres tiempos, lo­grando la completa apirexia del décimosexto al

Respecto al tratamiento) podemos decir que hacambiado por completo después de las pasadasepidemias hasta hoy, gracias a los modernos an­tibióticos. Durante las pasadas epidemias el tra­tamiento había de ser puramente sintomático yamoldado a los distintos tipos clínicos, y con élse registró en el Hospital una letalidad del 14por 100. La aureomicina "Y la cloromicetina sonde una ·eficacia casi absoluta en esta enfermedad,y aunque afortunadamente son pocos 10.5 casosque en el Hospital ha debido emplearse, hemosvisto ceder la fiebre y mejorar el cuadro de tresa cinco días de su empleo, exactamente muy pa­recido al que se observa en la fiebre tifoidea conel empleo del Cloramfenico1. Se han empleadoestos antibióticos por vía oral y a la dosis dedos gramos diarios.

Si a pesar de todo se observan las formas

TRATAMIENTO, EN LINEAS GENERALES,DEL TIFUX EXANTEMATICO

{

BenignasSimples .......•.•....•...•....... , Median,,: intensidad

Intensas

{

Pulmonares, parotídeas, otitis, abscesos yComplicadas.. . • . . . •. . . . flemones subcutáneos, supuraciones, pro-

fundas, (hepáticas, renales, etc.

¡NerviosasG . Vasculares

raves ., Graves propiamente tales. Cardíacas

Urémicas

¡MalignasMixtas

lProlongadas por complicación inaparente

AtíPicas .......•.. ~ ii~o~~r!a~iónLa~vadas

AmbulatoriasInaparentes

décimooctavo día, iniciándose a partir de enton­ces una franca ,convalecencia, mejorando todoslos síntomas con gran rapidez.

En .el comienzo de la enfermedad existe ge­neralmente leucopenia, aumentando gradualmen­te el número de leucocitos a medida que avanzasu evolución, alcanzando cifras de diez y docemil al llegar al undécimo día; la eritrosedimen­tación da cifras variables, generalmente bajas.

Típicas.

formas clíni·cas del tifusexantemático

Es clásico señalar varios períodos en la evo­lución de esta enfermedad: de incubación, co­mienzo, invasión o preeruptivo, de estado oeruptivo, terminación y convalecencia.

El primero, asintomático, tiene una duraciónde diez a once días. El comienzo es rápido, nobrusco; en gran número de casos transcurrentres días antes de que el enfermo, a consecuen­cia de una manifiesta agravación de su estadoy de ~na elevación de la temp~ratura, se veaobligado a guardar. cama; este espacio, prolon­gado en algunos hasta cinco días, se debe de­nominar comienzo ambulatorio, que algunos au­tores lo clasifican como fase final del períodode incubación.

Los enfermos presentan, hasta la aparicióndel exantema, quebrantamiento general, cefa­lea, dolorimiento de las masas musculares, do­lor de riñones; la cara enrojecida, como abotar­gada, nunca pálida.

La erupción aparece al sexto día, algunas ve­ces al final del quinto, comenzando y adquirien­do su máxima intensidad en la parte lateral deltórax y abdomen; se extiende rápidamente portodo el cuerpo, respetando, per lo general, lacara y el cuello; es de aspecto roseólica al prin­cipio y claramente purpúrica a los dos o tresdías, persistiendo hasta avanzada la convalecen­~ia; presenta al mismo tiempo una conjuntiv;i­tis marcada, dando a los ojos un brillo especial

graves antes indicadas, fundamentalmente eltratamiento es el mismo empleado durante laspasadas epidemias.

En todo enfermo de tifus exantemático se debeprocurar mantener un buen estado nutritivo abase de una alimentación variada y completa;nada de dietas restringidas mientras ciertascomplicaciones no lo impongan· y el estado delenfermo lo permita. Se debe prestar atenciónal sostenimiento del tono vascular, ya que, comogeneralmente en todas las enfermedades infec­ciosas, es e( déficit circulatorio, que en el cursode su evolución puede presentarse como uno delos mayores peligros. .

Formas nerviosas.-Una vez establecida unadistinción entre las formas de los síntomas ner­viosos acentuados (estupor, delirio, inconscien­cia, agitación, y hasta coma), que en realidad setrata de formas típicas intensas, ya que estasmanifestaciones, aunque sean muy acentuadas,son una de las características de la enfermedad;las que se denominan graves nerviosas son aque­llas cuya característica esencial es la existenciade un cuadro de reacción meníngea con hiper­tensión céfarolaquídea, en las cuales el trata­miento esencial, aparte de los antibióticos, es lapunción lumbar, repetida diariamente o cadadoce horas si fuera necesario, extrayendo cadavez la cantidad de líquido (L. C. R.) preciso paraque la presión quede reducida a sus cifras nor­males; también tenemos como forma nerviosaque se debe tener en cuenta, la que se puedeobservar en individuos alcohólicos, en los quela administración de alcohol a dosis adecuadastiene oportuna indicación.

Formas vasculares. - Se consideran todasaquellas que presentan manifestaciones de en­doartesitis obliterante, con o sin formación detrombos, que pueden producir las lesiones degangrena seca; si, a pesar, no se logra evitarque el proceso endoarterial conduzca a la gan­grena seca, entonces la intervención quirúrgicaes indispensable, sin prisas, una vez terminadala enfermedad, y haber esperado el tiempo su­ficiente para que las escaras se limiten perfec­tamente; las cuales se han presentado por reglageneral, en todos los casos vistos por nosotros,en extremidades inferiores (pies), afectando enla mayoría de ellos los dedos pulgares.

Formas urémicas. - Cuando coincidiendo conun cuadro de deshidratación, en el que es cons­tante la sequedad y aspecto resquebrajado de lalengua, es señal se trata de una forma urémica,comprobando por medio de análisis cifras supe­riores a UN GRAMO de urea en sangre, y enmúltiples ocasiones hasta de dos y tres gra­mos; en éstos está indicado evitar aporte de ni­trógeno y reponer rápidamente las pérdidas desodio yagua que sufre el organismo, lo cual seconseguirá con régimen pobre en proteínas, ad­ministrando abundante cantidad de sodio yaguapor vía venosa, e incluso rectal, si por su esta­do de obnubilación no fuera capaz de ingerir lasque se le prescribe.

Formas complicadas. - Con el empleo de losantibióticos no deben presentarse; pero, si a pe­lar de ellos, la fórmula leucocitaria indicara lapresencia de infección asociada, si se supone seael e~treptococo el causante de la misma, el tra­taDllento adecuado será con penicilina, ya que

el tifus exantemático tiene una sensibilidad es­pecial para este germen, el cual ha sido aisladopor varios autores.

Por ser el tifus exantemático una enfermedadque generalmente se presenta en épocas de gue­rra y de hambre, en las cuales es indudable exis­te déficit vitamínico, se procurará corregir coninyecciones o por ingesta con vitaminas A, By C. .

Se debe destacar la buena marcha de la· con­valecencia en esta enfermedad; aun después delos cuadros más graves, el enfermo se reponerápidamente, no precisando tónicos y reconstitu­yentes; basta con alimentación suficiente y re­poso prolongado.

Para terminar, diremos que el peligro de con·tagio, si se ha practicado un perfecto despioja­miento, es nulo transcurridos diez días a partirde la terminación de la misma; por lo tanto, losenfermos deben ser hospitalizados en Centrosque, como el Hospital del Rey, dispongan de loselementos suficientes y personal capacitado parallevar a cabo una desinfección y aislamiento ade.cuado.

Vacuriación.-Siendo las RICKETTSIAS unorganismo situado entre los ultravirus filtrablesy las bacterias, el problema de preparar conellas vacunas útiles contra el exantemático pre­senta notables dificultades. Estas nacen funda­mentalmente de que siendo un germen que pre·senta cualidades tintóreas y morfológicas que leacercan a aquéllas, necesita, sin embargo, loscomplicados y difíciles medios de cultivo de losultravirus.

Por no ser posible su cultivo en· los medioscorrientes el crear una vacuna muerta al for·mol, fenol o calor, semejante a las que se em­plean ordinariamente en bacteriología, ofrece lagran dificultad de no disponer de gérmenes enlas grandes cantidades que se precisan para queel producto obtenido disponga de capacidad an­tigénica suficiente.

Por lo tanto, las investigaciones y trabajoshan seguido desde el principio caminos distin­tos que pueden referirse a tres: Primero. Elempleo de organismos vivos de virulencia nor­mal, en dosis pequeñas, progresivas y graduadas.Segundo. Organismos vivos cuya virulencia seha disminuído de algún modo.-Tercero. Orga­nismos muertos en gran número, cultivados enmedios especiales.

Entre las vacunas tenemos la de Cox, en sus­pensión de solución salina formolada y fenoladade RICKETTSIAS de corioalantoides o membra­na vitelina de embrión de pollo. Wigl, suspensiónde intestinos en solución salina (piojos inocula­dos por vía anal). Zia, Pang y Liu. Suspensiónformolada y metiolada de cultivo de tipo Wel yFitzpatrick.

Podríamos enumerar un sin fin de vacunasantiexantemáticas, aunque en· realid~d parece noexi tir aún la vacuna ideal contra el tifus exan­temático, siendo la de Cox y Weigl, así como ladel Dr. Gallardo, del Instituto Nacional de Sa­nidad (Técnica de Cox), las que ofrecen unabuena protección de la enfermedad, dando cua­dros muy débiles entre vacunados, evitando lamortalidad.

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TENDENCIAS MODERNAS EN LOS PREPARADOS DE

PENICtLINA DE AcelON LENTA

Dificultades de aplicación y medios de evitarlas

Por I. ü. MATEOSPracticante de la Lucba Antivenérea del Estado

l.

El artículo qU¡;i publiqué en el número de

enero del pr·esente año de es·ta REVISTA., queacoge y encauza con tanto cariño ·todos losanhelos científicos o profesionale6 de nuestra

clase, <con el título de «La. Inyección dE.' Peni­cilina Retardada», ha sido comentado y am­

pliado pm parte de dO$ distinguidos y ·ama­

ble6 compafi¡ero,s, Aguado y Mar'Go Bermú­

dez, que, en .8'~1dos artículos publicados ·en106 nÚill·eros de febrero y marzo, han recal­cado la importancia del tema, aportando suspuntos de vi'sta p.ersona.le.s sobre el mismo. Elhecho de que mi ·artí,culo se haya convertidoa.sí m fuente dí) una di'scusión serena oobre

un tema científico-práctico, 'no puedo atribuir­lo a otra 008a, dada la modestia de mi con­

tribución, máJs que a que el ::lf$lunto tratadotiene una actualidad candente, qu,e a todos.

~11ás o menos, preocupa.

En c-onjunto, resulta claro que la -tendencia

de la terapéutica actua'l en mat·eria de anti­bióticos, y particula.rmente 'en' el terreno de

la pmicilina retardada, es la de inyectar la

.susta,ncia en 'estado sólido, dividida en peque­

ña's partículas y 6us.pendida en muy Pe'qlJeñacantidad de vehículo acuoso.

Claro -está que el ¡problema de inyectar es­tas suspensiones espesa plantea dificultades

no 0010· entre nosotrüs, sino En ·todas partes,y cada vez 'en progres'i:ón, dado que cada véz,también, <S1e .aumenta más 1", propor·ción desólido a. líquido, por estar demostrado que

cuanto menor sea el voll)men inyectado tan­

to mayor es· el ·efecto retardador.Las normas o·ficiales .americanas e'g,tablecen

que la dosi6 individual es de 300.000 unidadesde p·eni,cilina procaína, y que esta. dosis debeir contenida -e-n 1 c. c. Sin embargo, en aquel

hocaine Cryslallinein Aqueous Suspension

(300,000 unils)

Procaine CryslallineIn Aqueous Suspension

(1,000,000 unils)

Fig. l.-Dispositivo que S1tstit1l.YC a la jer·inga/ Para inyectar las s1lsPensiones d.e Penicilina P'I'ocaína, prcJ'¡a'm­das en cartu.chos especiales para la inyección.. Obsérvense la·s pequeñas dimensiones de esto.s cartuchos

(300.000 y 1.000.000 de U.J, 1oeprod1t-Cidos a su tamaño nat·ural. La aguja utilizada es de 10 décimas.

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paí¡; abundan ya los ¡productos comercialesen que con dicho volumen de vehículo se in­yectan ·hasta 750.000 unidades de penicilinaG pro-caína y 250.000 de sódica o potásica.

La casas productoras, con ese sentido prác­tico que caractITiza toda's las. relaciones de di­cho país, se esfuerzan en ayudar a los prof.e­sionaJ'et8 que han de afrontarse con el proble­ma de inyecta,r suspensioneG tan ,espesas. Se­ría ridkulo, en efecto, tratar de hacerlo conla_ rrüsmas agujas con que¡;e inyecta, diga­mo_, una solución de adrrnalina. Corre entrenosotros mucho la frase de que la ¡penicilinaprocaína se «criGtaliza al ponerla». Esto no esyerdad en el sentido literal; la penicilina pro­caína ,~. un producto que hay que ponerlo -cris­talizado, y ')0 que ocurre es que lo~ profanostratan de hacer.]o con agujas de luz insuficitlD­te por lo estrechas..

tenido con una aguja más delgada de la quelleva E'l aparato, que es del calibre america­

no 19, correspondiente al nuestro dé 10 déci­mas, como nos aclaró en su a.rtículo el rompa-­

fier.c Aguado. Véase también la reproducciónde la figura 2, donde se menciona qu,a el calibrede la aguja es del número 20, o se8.J un ¡pocomayor que las nueve décim<l!s nUE8tras. Y nó­tese cómo, a pe.sa.r de esta previ·sd.ón en el -ca­libre de la agUJja, ambos dispositivos están

ideados para poder manejarlos apli-cando unagran fuerza, necesaria par.a Gacar pflesión porla agUija un producto casi semisólido.

Re.suIta, por tanto, ¡pueril quITer poner lassuspensiones de penicilina procaína bien pre­parada, es decir, en la cantidad de disolventeprescrito, con cualquier aguja, generalmentecon la primITa que se encuentra a mano, sinmeditar pr6viamente un momento sobre el fra-

@ 1.,11&0"" .t ...1'" rUtlNQ 101 "0". NflOlI

Fig. 2.-0tro disposiUvo para 'inyectar suspensiones espesas de Pellicilin4 Procaína , con aguja de 9 décim.as.

Para; demostrar qUE.' es verdad lo que v.amosdiciendo y el 6entido de la ayuda que.]o gran­

des laboratorios americano" productores de an­tibióticos prestan a los profesionale.)o sanita~

rios, I1e¡producimos aquí das tipo,s de· di6posi­livos de inye-ecíón, ya que apenas 6e les pUEdellamar jeringlli$, provísto<> de 'su correspondien­te aguja, que actualmente s-e ,encuentran rn elmercado de Estados Unidos lanzados por gran­de:, firmas farmacéuticas y adaptados especial­mente paraJ inyectar penicilina retardada, enforma d~ suspenGi'O'Il,es muy concentraq.as. Es­tas su:spensiones se venden envasada~ en cartu­chos, que lue,go hacen las Vleces de un cuerpode jeringa, por dentro del cual se desliza uném1)olo ajustado de goma y cuyo volumen to­

tal 00 muy pequefio. Generalmente van acom­pañadas en su estuche de una aguja estéríl.

Véase él tamafio (1,5 c. -c.) del cartucho quecontienen la suspensión de 1.000.000 de unida­des (fig. 1), y piénsese '~i sería razonable tra­

tar d~ inyectar el producto espooo de 'su oon-

caso. que nos pued.e acompa.fiar. Claro está que,como han apuntooo Mar-eo Bermúdez y Agua·do y también yo mismo, nuesrtr8.Js posibilidad.,.,,están menoscabadas, dado la irregularidad delmaterial con que hemos de trabaJjar, que in­cluso muchas veces ca.ff:ce de la índicación desu calibre, lo que puede llevarno~ a confusión.

Por ello me parece muy razonable y sensatala propu€-sta de Aguado de recabar .el estable­

cimiento <1~ unas normas oficiales para la fa­brÍoCación dd material de ínye·cción. Ello, almenos, nO'~ daría nna orientación má& o meno.>perfecta y evitaría algunas veces a los profe­sionales, nuootros com¡pañeros, el íncurrír, porfuerza mayor, en el error de tratar de inyecta.rlas suspensiones de penicilin81 procaina con @aaguja de ménos de ocho décimas. Con calibresínferiores a éste, .es evicLente que cualquier sus­pensión de penicilina retardada., adecuadamen­te preparada para surtir su efecto durante lasveinticuatro horas deseadas, puede encontrarentorpecimientos o dificultad.es para sy inyec­ción.

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ESTRANGULACION HERNIARIAPor PASCUAL /BOR

Ex-Interino de la CI/n/ca de Ntra. Sra. del C"II.-Barcelonainterno de /a CI/nlca de Médlca:Regional en Huesca

,..Fácil para mi es

observar en el qui­rófano, como ayu­dante de cirujano,todas a q'U e 11 a shernias estrangu­ladas que ante lanecesidad urgented e intervención,

siempre hay impaciencia en saber el estado delcontenido herniario. Entonces, como un susurro,oigo el comentario del cirujano sobre la espe­ranza en la recuperación de aquel fragmen.tode intestino u otra víscera abdominal que sa­le englobada en el peritoneo y oprimida porel anillo herniario. Digo que es fácil, por-.que tan sólo me limito. a mirar y escuchar,procurando ayudar en la intervención con el má­ximo interés y laboriosidad. Pero si reparamosen horas pasadas y sobre ese mismo enfermoque ahora está tumbado en la mesa de operacio­nes, veremos en· muchas ocasiones a un compa­ñero nuestro que está pasando peor rato quecualquier otro que está en el quirófano. Su la­bor es más difícil· por ser más personal. Ha te­nido que diagnosticar si la hernia estaba o noestrangulada, y decidir, si creía preciso, con se­renidad la necesidad del traslado urgente a uncentro quirúrgico.

¿ y si ese Practicante no tenía la suficienteconfianza en el diagnóstico? Es mejor que nosuceda así y colaborar en pro del mejoramientode la Clase. Allá va este pequeño trabajo con laesperanza de que alguien pueda aprovecharlo, yque cuando lo precise y envíe al centro quirúr­gico al enfermo en cuestión, lo haga con certezaabsoluta del diagnóstico.y sin demora de tiempo.Tengo el placer de dedicarlo a todos los Practi­cantes rurales.

GENERALIDADES

Desde el punto de vista anatomopatológico,puede admitirse que una hernia está estrangu­lada cuando a nivel de ella se interrumpe, máso menos, la circulación de los órganos conteni­dos en la misma.

Hay que sospechar .de estrangulación hernia­ria cuando coinciden o hay uno solo de los dossíntomas siguientes:

Oclusión intestinal y trastornos locales a ni­vel de una hernia.

Así, pues, si coinciden ambos síntomas, que eslo más frecuente, no hay que dudar del diag­nóstico.

Puede ocurrir que existan trastornos locales(dolor, irreducibilidad) y que falten totalmentelos de oclusión intestinal. En tal caso, no debedemorarse la intervención, porque podría dar lu­gar a una perforación intestinal o a la forma­ción de un absceso intercoráceo.

Ante la presencia de oclusión intestinal, noatribuíble a causa probablemente conocida, hayque sospechar de la hernia, si existe, o explorar

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bien las puertas herniarias. Sin embargo, tam­poco debe atribuirse la oclusión a una herniaque en realidad no está estrangulada.

SINTOMAS QUE PUEDEN PRESENTARSE

Vómitos. - Su aparición es frecuente y cas~

siempre precoz. En algunos casos es único sín­toma. Primero son alimenticios; después, bilio­sos, y finalmente, fecaloideos si persiste la oclu­sión. Los vómitos fecalo\deos son un síntoma de­mal pronóstico por ser tal'díos.

Dolor.-Muy frecuente. En vientre es discon­tinuo, infraumbilica.l, sin localización precisa.En zona herniaria es más o menos fuerte. Lapalpación provoca dolor a nivel del cuello de lahernia.

Síntomas abdominales. - Explorado el abdo­men se nota sensación de molestia a la presióny aumento de resistencia a la palpación. Noexiste verdadera defensa muscular. Si hay oclu­sión más adelante se meteoriza el abdomen.

Irreducibilidad.-A veces es el primer sínto­ma de la hernia; hasta entonces el enfermo des­conocía su presencia, ocurriendo espontánea­mente al hacer un esfuerzo. Otras veces, y porlo general, la hernia ya se reducía sola.

Tensión.-La hernia aumenta progresivamentede tensión. Se debe a la escasez de circulaciónde retorno y. al exudado que se produce en elinterior del saco herniario.

Motilidad intestinal.-En general, hay reten­ción completa de heces y gases. Cuando no su­cede así, puede tratarse de un pinzamiento late­ral de intestino o de hernia epiplóica.

Síntomas locales.-Percutiendo, la tumoraciónsuele mostrar un sonido mate, incluso si contie­ne intestino. Si hay timpanismo y la estrangu­lación es reciente, revela la presencia de intes­tino. Es característica de la existencia de epiplónla consistencia granujienta; desapareciendo estesigno por la tensión intrasacular.

Síntomas urinarios.-Son raros. A veces pue­de haber disuria, polaquiuria por estrangulaciónde vejiga urinaria.

Estado general.-La aparición de un cuadroprecoz de shock es excepcional. En las primeras·horas el estado general está poco afectado. Sila intervención se retrasa aparecen los síntomasde oclusión. El pulso se torna frecuente y pe­queño. La cara adquiere un color terroso; lasfacciones se afilan. La lengua se seca y da cIa­ra idea de la intoxicación al ponerse tostada.

INDICACIONES

Es peligroso reducir la hernia por las mani~

bras de la taxis; además del fracaso, que es co­rriente, puede lesionarse el contenido herniario.Si se consigue por la taxis la reducción, puedeocurrir que el intestino estuviese ya necrosadoy producir una perforación intraabdominal.

Confirmado el diagnósitico, siempre es nece­saria la intervención, y dentro de la mayor ur­gencia posible.

EL MASAJE Y SU TECNICAPor VICENTE CUCARELLA BORRAS

Practlcanto Masallsta del R. C. Deportivo:de La!Coruña

DEDICATORIA

A .,ti buen amigo y colega DON MANUELBENEDICTO DE MICHERO, Secretario delConsejo G~neral de ColegioS de Pacticantesde España, con todo mi afecto y respeto.

EL AUTDR

La palabra masaje se derivade la árabe «masa.) Que quie­re decir manosear, palpar otocar; es decir J ciertas mani·pulaciones Que se realizan enel cuerpo humano con finesterapéuticos o para conservarla salud y robustecer el sisotel¡la muscular.

El masaie es antiquísimo, ydesde la más remota fecha ha

:-illo ellllJleado en diversos casos patológicos Y, como es sa­bido, su técnica ha sido descrita por los mejores doctoresy especialistas del orbe. •

Como medio curativo ha estado relegado a los curande­ros hasta la mitad del siglo pasado en que fué rehabili­tado por los finlandeses, alemanes y franceses, siendo hoyuno de los sistemas terapéuticos de más importancia.

Lástima que la mayoóa de los médicos no le concedanla importancia que tiene, pues sería la forma de quecon fiU ayuda pudiéramos combatir el intrusismo que alamparo de este descuido se aprovechan en beneficio propio.

El masaje no se aprende tan fácilmente en los' libros,sino que está en relación directa con la habilidad y des­treza de la mano que lo aplica y practica.

Con esto no quiero que vosotros, queridos colegas y lee­tores de este pequel!o bosquejo, creais que pretendo pasarante vosotros por descubridor o inventor de este trata­miento terapéutico, sino que lo que deseo es que con milarga y dilatada vida de profesión, en la cual ya cumpllveinticinco añOE, eierciéndola en diferentes entidades yclubs de fútbol nacionales y extranjeros, describiros, ami lorma, el modo de aplicarlo y realizarlo, y si con ellologro que saques algún Provecho o conocimiento que ig­norases, me daré por muy satisfecho y honrado, porqueen nuestra profesi6n tenemos que ser todos paTa uno yuno para todos. Gracias.

Si bien es verdad que para verificar el masaje no senecesita gran fuerza, hay Que reconocer que se necesitamucha habilidad y que es una profesión bastante pesada, fatigosa, ya que el masajista debe ser una personafuerte, vigorosa y de musculatura bastante desarrollada.

Se PI'erisan manos suaves y potentes, dado que no todoslos masajes son con los mismos fines terapéuticos ni seaplican siempre a los mismos lugares, ya que una vez

son en nuestros propios consultorios y otras veces en cosade los pacientes.

En nuestros consultorios tenemos todas las comodidadespara ejercer nuestra Vfofesión, pero en la casa del oa~

ciffite oos encontramos con la incomodidad de que lascamas son bastante bajas, en donde yace el enfermo, yclaro está, entonces nuestro trabajo se hace incómodo yfatigoso y repercute en nuestro sistema respiratorio y cir­culatorio, por la opresión que se sufre en el diafrall'ma alestar inclinado en el eiercicio de nuestro trabajo. Estotrae consigo el que el masajista, a plazo no muy la..r:go,se vea atacado de asma o de una lesión cardíaca de fata·les consecuencias, y es por lo que recomiendo Que todocolega que se d~dique al masaje ruegue en toda casadonde tenga que ejercer su profesión el máximo de como­didad para desarrollar su cometido, pues con ello el pa­ciente quedará mejor atendido y el practicante no :ráminando su salud ni su organismo.

El masajista tiene que realizar todas las mañanas, allevantarse, una pequefia sesión de gimnasia sueca respi.ratada, ejercicios de carDO, metacarpO y dedos, para osíobtener una mayor agilidad y fortaleza que sus 1113110S

requieren. En esta profesión debe tener mucho cuidadoen la conservación de sus manos; las uñas deben estarcompletamente recortadas y redondeadas, pues con ello evi­tará cau~ar alguna erosión en la piel del enfermo. Tam­bién tendrá sumo cuidado de que no se le formen callosni durezas en las manos. ya que al realizar el masaje, elpaciente lo notará inmediatamente y se le hará molesto.

Respecto al masaje, hay múltiples y diferentes formasde aplicación y realización, pero como hoy este sistematerapéutico no lo puede ejercer nadie que no esté en po.sesión de un titulo, ya sea médico o practicante, huelgadecir que el que lo Practica tiene que tener unos conoci­mientos básicos de anatomía y fisiología, pues es la baseprimordial, ya que el masajista realiza su trabajo en lossistemas muscular, circulatorio y nervioso.

Una vez conocidos los efectos fisiológicos del masaje, esmucho más fácil precisar cuanto tratamos de activar lasfunciones musculares y de la piel Dara facilitar' la reabsor­ción de los exudados, excitar la vitalidad muscular, comoen los casos de parálisis, activar la circulación y modifi­car el sistema nervioso.

El practicante, al poseer una sólida educación anató­mica y fisiológÍC'l, podrá formular con perfecto conoci­miento el masaje adecuado y establecer el plan curativoa realizar.

Ahora bien, el J?racticante-masajista se debe en todo almédico, y es éste el que ordenará el trabajo a realizar enlos diferentes casos que se le presenten o tenga queactuar.

El masaje general o local comprende diferentes en­fermedades o dolencias, como son la diabetis, afecc:onesnerviosas, obesidad, rifi6n, corazón, reumatismo, lumbago,tortícolis, poliomielitis, parálisis, torceduras, derrames, es·

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guinces, elc., en los cuales el masaje activando la nu­trición muscular en unos, absorbiendo los exudados pro­ducidos por los trastornos circulatorios en otros, o madi.ficando el sistema nervioso, influyen en g"ran manera entodl'S ellos, preparándolos para tratamientos más activosque los conduce hasta su total curación.

El masaje tiene una grall aplicación en las. neuralgias,ciática, lumbago, tortícolis y reumatismo. Un sistema ·lemasaje de grandes tesultados sati~factorios y que co~ba­te y cura estas dolencias es el que veng(j aplicando des­de hace varios afias, es el siguiente:

Se aplica en las partes afectadas por dichos dolores unpoco de linimento, bien sea cSloan» o cWalder:o, y con lasyemas de los dedos se da un ligero masaje hasta su to­tal introdncción del líquido. Acto seguido ,aplicaremos unpOco de pomada cáustica, y con la ayud!li de un aparatode aire caliente eFOD» seguiremos dando masaje dUl;:an­te cinco minutos. Pasados éstos, daremos con un vibrao­tor un masaje un POCO más ftlerte durante dos o tres mi­nutos, y acto seguido cubriremos la parte afectada con unacapa de algodón; repetiremos e.ta operación de tres acuatto días, en los cuales el enfermo estará completamen­te restablecido. Este tratamiento es sólo aconsejable parael lumbago y la t(,rtícolis; para el reumatismo y la ciáticase aplicará el mismo sistema, pero con Ulla mayor duoración, ya que la zona afectada es mucho mayor, es decir,que el masaje tiene que ser más profundo POt la canti­dad de músculo que hay que tratar en un ataque de do­lor ciático, pues este masaje empieza en el tendón deAquiles y continúa pOr el soleo, gemelos, pOplíteo plan­tar delgado, biceps femoral semi-tendinoso, adductor ma­yor y menor piramidal, cuaJrado crural y los glúteos. Almismo tiemJX) aplicaremos las fricciones al trocánter ma~

yor, crestas ilíacas y sacro. Este masaje suele tener unaduración de veinticinco a treinta minutos, en donde elcalor hay que aplicarlo en mayor intensidad en el cua­drado crural y el piramidal, así como la aplicación más

profunda del vib.r:ator tiene que ser en esta wua, debi­do a la profundidad en que está el nervio ciático. Tam­bién tiene que hacerse la advertencia al paciente de quese abstenga de beber alcoholes, picantes '1 carnes de etr­do, así como tampoco ducharse o baftarse en agua fria;si quiere hacerlo ha de ser con agua caliente. En lodoslos casOs POt mi tratados se llegó a la curac:ón en 9 ti

12 sesiones de tratamiento.Como ya digo en este artículo, hay múltiples y diferen·

tes clases de masaje, y claro está, para reseñar unos cuan­tos y forma de aplicación necesitariamos la revista ente­ra. Por esto es por lo que termino lo teferente al DltlSHk

y pasamos a otra parte que es en qué casos 110 debe apli-carse el masaje. '

En muchas enfermedades no debe ni puede aplicarse (,1masaje, ya que en algunas de ellas podría incluso pro­ducit la muerte, como, por ejemplo, en las varices, en don­de puede desprenderse un pequeño trombo e introducirseeu la corriente sanguínea y producir uoa embolia. En losprimeros pedodos.. del embarazo se puede provocar unaborto. En la hemotisis, hemorragias gástricas e intesti­nales, en los tumores puls !tiles) ya que éstos Se hallonconstituidos por unas dilataciones arteriales y el masojopuede producir una perforación del vaso y con ello unahemo.r:ragia interna muy peligrosa, y en todos los casosde enfermedades contagiosas, como son los forúnculos,granos purulentos, excemas, sarna, etc. etc.

Por lo tanto es conveniente no olvidar estos consejos,examinar detenidámente la piel del enfermo, porque mu­chas veces estos procesos locales de infección pasan desaper­cibidos. y pueden pifundirse pOr el masaje e incluso conta-.giatse el masajista.

Así es Que, distinguidos y queridos colegas, es mi ma­yor deseo que este artículo sea, dentro de sus estrechoslímites, mi modesta aportación a nuestra revista de medi­cina y cirugía auxiliar, honra ilustraci6a y prestigio denuestra profesión.

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OTITIS MEDIA SUPURADAAl Dr. Don Francisco Garcla Uria en prue­ba de agradecimiento por las enseñanzas

por él recibidas.

,\.Jltcs de nada, queridos compañeros, Quisiera pediroshcncvolencia para estos apuntes de mis observaciones, Queal transcurrir de los días, he ido recopilando, y que fiti<'nen algún valor es pOr ser enseftanzas recibidas de 'apráctica profesional. Es tema mny conocido, pero seduc­tor y, por tanto, os ruego sepáis discnlpar todos los erro·res Que en estas líneas e.ncontréis; yo el único valor Quelas doy, es el haberlas escrito robando tiempo al descan­"" ell nnestro duro batallar.

La otitis 111.edia supurada. se puede definir como una co­lección de pus en el o,ido medio y Que, generaltnente, se,"o"ificsta con dolor de oido, de supuraci6n, de fiebre ele­vada, disminución de la agudeza auditiva, tímpano en­rojccino.

Todos estos síntomas son fáciles de encontrar en eufcl'"mitos mayores y en adultos; pero donde algunas vecesencontramos dificultades es en pequefios enfermitos, Queo los síntomas antes citados enepntramos otros de tiporlispéptico, especialmente diarreas, producidas por el pasodel pus a través de la trompa de Eu taquio a faringe, yde,de aquí deglutida al aparato digestivo; como es natu­ral, estas ot~tis producen anorexia y vómitos, que ponenen evidencia el .grado de nutrici6n. Hay signos' de altovalor para el diasrnóstico, como 5011 los cambios de colo~

roción de la cara, alternando el enrojecimiento con laI1nlidcz (Halle). Pero como t6nica general para bacer elcl:a~116stico cierto se recurre a la punción timpánica conaguja (es más aconsejable la paracentesis timpánica),l)Orque al mismo tiempo Que nos valoriza el diagnóstico,nos ayuda terapéttticamente por su drenaje. En el mo­mento Que esto sucede, el enfermo luejorará notable­meute. Nuestra conducta en estos casos (yo 'os cuento 10que he visto hacer o lo que 'be hecho por orden del mé­'lico) es meramente expectante..Hasta la llegada del mé-

EUGENIO LOPEZ LEaNPracticante de A. P. D. Y del Seguro de Enfer­

medad de Manzanares (C. Real).

dico, cuando menos. calmar el dolor con calor y anti·térmicos, aspidn&. O piramidÓn. Como tratamiento curaM

tivo, el médico reC11rre a los antibi6ticos (sulfamidas, pe­nicilina) en pequeños intervalos de tiempo, todos elloscomo agentes terapéuticos, capaces de producir un dintelhemático capaz de eliminar dicha infecci6n. La terra­micina o el c1oramfenicol, aplicado t6picamente en eloído, solos o comb'nados, dominan eficazmente la oto­rrea infecciosa. Estas aplicaciones antibióticas se conti­núan POI:' espacio de varias horas, dos veces al día, COil

tapones de algod6n. El drenaje cesa en dos o tres días.Muchas veces se retrasa su curación notoriamente, dan iolugar a la otitis crónica; se aconseja igualmente en es­tos casos facilitar el drenaje de la caja timpánica paraevitar la retenci6n del pus en el oído, por medio de la­vados antisépticos débiles. Los antibi6ticos, repito, danun resultado francamente consolador eu la cicatrizaci6nde la membrana timpánica, la cnal paulatinamente recobrasu brillo perdido, aumentando por consiguiente la funci6nauditiva.

Si en el curso de la enfermedad aparecieron síntomasalarmantes, tales como cefaleas persistentes, dolores enla región mastoidea, vértigos, mareos, etc., que nos ha­gan pensar en un desenlace funesto, siempre en la clínicadel médico, se recurre a la intervención más amplia, a .8

antrotomia o trepanaci6m del antro mastoideo, con el finde salvar al enfermo.

Por último, es ideal como profilaxis el tratamiento ra­dLcal de las afecciones rinofaríngeas, si las hubiera, paraevitar posible recaídas. En (esumen, es aconsejable enla mayoría de los casos la amigdalectomía y el legrado devegetaciones adenoides, la mayor de las veces infectadas,Que sostienen un foco séptico en rinofaringe.

Se denomina así a las inflamaciones de la conjuntiva.Entre las afecciones externas de los ojos, en orden a suimportancia y frecuencia, ocupan el primer lugar las con..,iunlivilis purulentas. y entre ellas las que produce elcliplobacilo de Neisser.

l\o~ ocuparemos solamente de la conjuntivitis gonoc6­cica y dejemos las de otro tipo aparte. Lo primero, paraformar un diagnóstico diferencial, analicemos el exudadopurulcnto o la historia clínica de los padres 'para des­carlar la duda, que DOS arrastraría a un fracaso en' eltmtamiento.

1..11 conjuntivitis gonocódca del recién nacido suele ero·pezar en los primeros días de su vida, entre el tercero orl noveno. Pero no es raro el contagio tardío, es decir,ruundo el niño duerme en el mismo lecho de una personainfcetada, puede ser contagiado; de todos modos, el niñoele ojos malos debe pensarse siempre en la posible elio­login gOlloc6cica y tratarlo específicamente.

Como hemos dicho, estas conjuntivitis son causadas POl:'',-,1 ~onococo de N eisser, que es arrastrado de la vagina yvnlva infectada por dicho' coco por la cabeza del feto.Con muy pocas horas de incubación, bruscamente, se pre­c;('nla al comienzo de la vida del nuevo ser; aparece unalIran tumefacci6n y congesti6n de los párpados; Quemo­,¡, de la conjuntivitis bulbar, al mismo tiempo que pcoducedolor agudo y calor en el ojo afecto. Los párpados ce­rra(lo~ producen una secreción seropurulenta sumamentel"ontagiosa, Que a veces está teñida con sangre; existefehrícula e incluso infarto ganglionar. Esta conjuntivitis". p(esenta con gran agudeza y puede dejar secuelas de~ravcdad e incluso perder la visi6n.

I,a complicaci6n corneal no siempre es debida a la afec-

CO~JUNTIVITIS PURULENTA DEL RECIEN NACIDOPor jACOBO QUERa GARRIDO

Del Colegio de Jaén.ción, sino a torpes manipulaciones Que traumatizan lac6ruea y dejan puerta libre al germen; el medio socialen que viven depende en gran parte del porvenir de es­los enfermos; por negligencia o pOr desconocimiento, creenQue es natural Que los ojos amanezcan o permanezcansucios, no tomándoles importancia hasta Que los prime­ros síntomas dan la voz de alerta. El sanitario que noesté capacitado pata curar o evi tar una afección de estníndole debe requerir la ayuda inmediata de un especia­lista, y así salvará su responsabilidad y reputaci6n pro­fesional. Mucho ha disminuído el número de casos; deun' 10 por 10c> que se daban antaño, hoy ba quedado re·ducido a uu 0.5 par 100; no cabe dudar que esta dismi­nuci6n se deba a los agentes antibi6ticos de actualidad ya la prohibici6n o falta de libertad de actuar en los me­dios matronales el íntrusismo. En evitaci6n a estas ;n­fecciones oculares del recién nacido, debemos de estaratentos a las manifestaciones gonoc6cicas de los padres,ya Qu"e, como se sabe, es una enfermedad cvergonzosaJ,que lleva consigo la ocultaci6n de ella en el medio social;una vez aclarada, aconsejar su rápida curaci6u en pro dela salud de sus hijos.

Como medida profiláctica, debemos exigir con energía ,acuraci6n de la gonococia que pudiera existir en la madre,ya que gracias a la sulfamida y penicilina, curan con lavelocidad del relámpago. Una vez nacida la criatura, extre­mad la higiene de los ojos, lavándolos con agua boricadaal 2 por 100 e instilándole unas gotas de soluci6n de .~r­

girol diariamente, hasta que se haya alejado el peligroa la infecci6n. Uno de los medios profilácticos más enboga es el de Credé, que consiste en instilar en los ojosdel recién nacido unas gotas de nitrato de plata al 2 por 100

y lavar el exceso con suero fisio16gico.

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¡¡Atención, practicantes de empresas!!Los botiquines-enfermeríos, debieron edor otendidos permonentementepor un prodit:onte titulodo, 'Y sus honororios, nunt:o inferiores o los

edobleddos en los (línit:os del T robojo en su servido t:entrolizodo

Por AGUSTIÑ PORTERO FERNANDEZDiplomado en Traumatologta, Medicina y Cirugla de Urgencia. - Esquivias (Toledo)

A nuestro inc.ans~ble y querido Presidente D. Juan

Córdoba Pérez, alma y guión de~nuestra sufrida clase

.F,l Estado se compro-mete a ejerceruna acción constante y eficaz en de·j.<nsa del trabajador, su vida y sutrabajo.. (Declaración Ir del Fuerodel Trabajo.)

Los que en nuestra la·bar cotidiana cultiv,amosla Medicina del Trabajo,nos damos perfectamentecuenta de la trascenden­tal importancia de aqueolla ponencia que nuestroCousejo General presenta­ra al Congreso Nacionalde Medicina, Higiene y

Seguridad del Trabajo celebrado en Valencia en mayo de'947, magnífica ponencia, potque no babía de pasar muchotiempo cuando el Ilmo. Sr. D. Alfonso' de la Fuente Chaos,Director del Instituto Nacional de Medicina y Seguridad eHigiene del Trabajo, convocara un cursillo de perfecciona·miento y especialización de Medicina del Trabajo, para losPracticantes.

Es obvio subrayar el éxito i alcance del cursillo, yaque el prestigio de profesores tales como el Ilmo. Sr. Di­rector del Instituto,' Sres. López de la 'Garma, Sánchez Bar­dana, De la Vega, Gutiérrez del Olmo' y, Vidaurreta, entreotros, justificata plenamente <le antemano su resultado.

En septiembre de 1950, y en nuestra Revista profesional,escribí un artículo con la sola finalidad de exponer deuna manera clara y terminante todo cuanto puede y debehacer el Practicante en su asistencia a un accidentado ("11

un centro de producc:ón. ya que de su resultado dependesu pronta curación y, con ello, la resolución de múltiplesproblemas econ6mico~sociales.

Uno de los temas más palpitantes en todos los países esla prevención de accidentes del trabajo. Mucho se escribediariamente sobre este particular, y, sin embargo, muchoqueda por hacer. En este problema de tipa internacionalconcurren muchos factores, no tan fáciles de resolver aprimera vista, pero no imposibles de realizar. Figuras des­tacadísimas en materia de accidentes tienen expuesto di­versas directrices, pero que no llen~.1l del todo sus justasintenciones por ser problema un tanto complejo.

En la prevención de accidentes influyen factores talescomo protección de maquinaria, investigación, p'sicotécn:n,etcétera. Para llegar a una acción conjunta y eficaz, esnecesario que el Ingeniero, el Psicotécnico, Médico y So­ciólogo colaboren íntimamente hacia un fin común.

Las declaraciones del Estado espafiol reflejan la impor.tancia de esta prevención de accidentes, ya que la cifrade 35°.000 accidentados en '940 sobradamente lo justifica.

Numerosos cálculos y detenidos estudios en diversos paí­ses demuestran de una manera' fehaciente la importanciacapital que tiene un lesionado en el trabajo, tanto máscuanto más grave sea.

En consecuencia, si impÓrtante es prevenir un accidente,tanto más es, producido éste, encontrar el medio más rápi·do y eficaz para pract:car la primera cura, ya que, COIDO

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hemos dicho, de ella dependen otros muchos factores vi­tales.

Para subsanar esto es necesa...(io que en cada centro detrabajo exista un botiquín, al frente del cual estará unPracticante Titulado, único capaz para saber qué debe ha­('cr en todo momento y cómo proceder ante una urgenciainmediata.

Si el Fuero del Trabajo, en su declaración n, exponete{minantmente la protección y ayuda al trabajador, paraque ésta sea todo lo eficaz posible tanto más necesarianuestra presencia en todo centro productivo para que deesta forma el obrero pueda disponer de una primera curadicaz, Que redundará indiscutiblemente en su familia, que110 es otfa cosa que decir empresa o economía nacional.

Si tcncmos en cuenta lo que todo esto representa parael obrero, empresa y Estado, es evidente Que la ponenciaa que hago referencia, y que todos los Practicantes deAccidentes conocerán fuese un éxito completo en su tri­ple significado. Sin embargo, sus conclusiones, aplaudidas,io duda por todos nosotros, no han dado hasta la fechalos frutos apetecidos. Si bien fué convocado un cursillocon un éxito inigualable, y desde aquella fecha se hanpromulgado diversas reglamentaciones laborales, con ca­bida para los l'racticantes, y cuya inclusión justa muchoagradecemos, no es menos cierto que existen otras em..presas, talleres o factorías que se olvidan de la importanciade este sanitario en sus centros de producción. Así, pues,existen fábricas con más de doscientos operarios donde laioclusión del Practicante es meramente enunciativa, a pe­sar de existir maquinaria de soldadura autógena o dei85, eléctrica, prensas. guillotinas, transmisiones, gasescorrosivos, etc... etc.

Por este motivo, los Practicantes espafioles debemos in­tcresar de las autoridades competentes se lleve a caboesta obligatoriedad, con carácter general en todas las em­presas y lugares de trabajo donde prestan su serviciomás de 150 obreros, o menos, si la índole del trabajo asílo requiere por su peligrosidad o riesgo, Que exista unhotiqulo-enfermería, atendido con carácter permanente porun Practicante Titulado, teniendo preferencia para desem­peñar tales plazas los que ostenten y estén en posesión

del titulo de .Diplomado en Traumatolog.la. Medicina yCirugía de Urgencilu.

Pero, desgraciadamente, a pesar de esta importancia re­conocida por todos, aún existen empresas con tres jornadasde trabajo ininterrumpido y más de doscientos c'ncuentaobreros que poseen botiquín-enfermerIa cón sendas camasde operaciones y abundante instrumental quirúrgico qucestán desempefiados por personal .aficionado>.

Si los Practicantes nos hallamos en pOsesión de un tituloexpedido pOr la Facultad de Medicina (muchos con titulode bachiller), que cumplimos fielmente con la cuota decolegiado y dados de alta en contribución industrial, todoello legislado con carácter de obligatorio, l por qué sepermite este intrusismo tan descarado? IQué felices noSsentiremos los Practicantes cuando aparez,," una Ley queprohiba de una manera tajante la práctica de ese intru·sismo Que, sin sabe.t por Qué, nos invade por doquier!

y si, como vemos, el Practicante de empresa, taller ofactoría tiene como misión única la de atender hasta surestablecimiento al obrero accidentado durante la jornadade trabajo y, por consiguiente, la misión de este auxiliartécnico titulado es similar en todas las Reglamentacioneslabo{ales, l pOr que razón no se nos incluye en las nor­mas de trabajo como Practicantes en Clinicas o Empresasde Accidentes de Trabajo en el Servicio Centralizado? l Quédiferencia existe, profesional o económica, para que uncompafiero con análoga misión a desempeñar est~ retri­bufdo tan desigualmente?

Si todos estos principios responden a un sentimientoprofundamente humanitario, y pOr otro, a un alto interésde la economfa nac~onal, felicitamos muy cariñosamentea tan dignísimas autoridades del Ministerio de Trabajo,ya que no circunscriben su acción a la puramente legis­lativa, sino que también, a través del Instituto Nacionalde Medicina, Higiene y Seguridad del Trabajo, el serviciodel Practicante va tomando carácter obligatorio y no me­ramente enunciativo.

y nada más, queridos compañeros, os pido ayuda, soli­daridad. Os invito a que cada uno de vosotros formulesugerencias, escriba articulos de carácte.t social, pues creoQue un grupo tan numeroso e importante como nosotrosbien merecerá ser escuchado y atendido por los legislado­res de nuestra nación.

L.A ao R A , 01tif'O

E. F. E. Y. NI-pAlUAOO 3097. MADRID

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fla(er{a de hom6res i(usfresIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!IIIII111111111111111111111111111111111111111111111111111111111IIIIIIIIIIIIIIIIIIillllllllllllllllllllllllllllllllll1111111111111111111111111111111

Nóbel y la medicinaPor RESTITUTO MADRONA GASeON

Hellin (Alicante)

Maravillado por la lectura del Primer artículo biográ.fico cMiguel Serveh, original del culto compañero Marl!'nez Fernández, y queriendo aportar mi pequeña colabora·ción a la sección de nuestra Revista cc;;.alerlas de hombresilustres», me dispongo a contaros parte de l'a historia queeucierra la fuudación y desenvolvimiento del más codicia­do galardón cientlfico: 'EI Premio Nóbel.

Al mismo tiempo, y casi coincidiendo con las Bodas deOro de esta Institución, sirvan estas sencillas lineas comohomenaje de los practicantes espafioles a todos los posee­dores de tan elevádo :premio, recordando por unos mo­mentos los nombres universales de tantos sabios porta­dores de inteligencias privilegiadas al servicio de las másnobles empresas. Hagámonos la idea de que todos estu­vimos presentes en la solemnidad universitaria celebradaen el Aula ,Magna de la Universidad de Marburgo (Ale­mania) escuchando la voz autorizada del DirectOr delInstituto de Terapéutica Experimental de dicha Universi­dad, Dr. Sucidt, al enaltecer en su discurso una de lasfiguras cumbres de la medicina alemana: Profesor vonBeliring, descubridor del suero antidiftérico y primer Pre­mio Nóbel de Medicina.

Desde su instauración, 19o1, los actos se han sucedidoanualmente y cada vez con más esplendor, pues DO sólopuede considerarse como homenaje personal, intervlene lanacionalidad de1 agraciado, llenándose de orgullo sus comopatriotas -haciendo, digámoslo ase, una causa generali.zada- al participar todos de esta distinción en lo más ín­timo de nuestras almas.

Pues bien:. estas distinciones, este brillar de nombres,todo el mecanismo que consigo lleva el Premio Nóbel, sedebe a aquel gran benefactor de la Humanidad que sellamó Alfredo Nóbel, hombre de mediana estatura, másbien débil de constitución, miembro de la familia Nóbel,oriunda de Inglaterra, en cuyo país llevaban el apellidoBobeilins.

Su abuelo Enimanuel fué el que transformó el apellidoal establecerse como cirujano en Gefle.

Alfredo Nóbel y su padre dedicaron toda su vida a lostrabajos de ~erfeccionamiento de la nitroglicerina, consi·guiendo utilidades prácticas, grac; as a las cualcs pudoser perforado el maciw de los Alpes y obras por el estilo.Sus relaciones con destacadas personas de todo el muudole proporcionaron un dest!,-cado don de gentes y una vastacultura, hablaba varios idiomas y en su biblioteca figura·ban las obras maestras ¡le la Literatura mundial.

Nóbel pensó primeramente en la creación de un solo pre·mio para las ideas de propaganda de la paz, pues las fra­ses de Pasteur .1a ignorancia separa a los hombres y laciencia los aproxima» cambiaron sus DensamientosJ deci.diéndole a legar sn fortuna no sólo a la Pll2, sino tamobién a los avances de la Ciencia. El 27 de noviembre de18<)5 se fechaba el famoso. testamento de Alfredo Nóbel,disponiendo la Fundación Nóbel en el sentido de que unagran parte de su fortuna se empleara en valores de abosoluta garantía, constituyendo un fondo cuyos interese­se repartirán anualmente entre aquellas personas que másútiles fueran a la Humanidad en el transcurso del añoanterior.

La Academia de Ciencias de Sue.cia otorga los premiosde Física y Química, el Instituto Carolino de Estocolmo,designa el Nóbel en Medicina en aquella personalidad quelogra mayores investigaciones en el campo de la Fisiolo­gía o de la Medicina, la Academia de la Lengua de Es·tocolmo galardona con el Nóbel de Literatura al autor dela obra literaria más recomendable en el sentido ideal. ElPremio de la Paz lo conceden los cinco miembros 'Idcstortking. de Noruega a la personalidad que baya traba­jado con más eficacia e intensidad en la fraternizci6n delos pueblos y en la organización del Congreso de la Paz.. La Fundación Nóbel empezó a actuar el día 1.' de ene­ro de 19o1, después de ser aprobada por S. M. el Rey deSuecia y su Gobiet'Do.

La adjudicación del Premio Nóbd lleva consigo la en­trega en metálico del capital correspondiente (unas 1"'­setas 600.000) y la, imposición de la' Medalla Nóbel. E'ta

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distinción es de 65 centímetros de díámetro y todas llevanen el anverso la efigie del fnndádor -obra del maestrosueco Lindberg, las fechas del nacimiento y muerte deNóbel (1833-1896). El reverso presenta .la inscripeión prin­dpat del se:do canto de la «Eneida., de Virgilio: «¡ Quédulce es ver la vida humana embellecida por la inven­ción de las artes l.; en su' parte inferior fignra grabadoel ]lombre del lan,reado. Además presentan detalles de 'adisciplina a Que pertenecen y la del Instituto Carolino deMediciua y Cirugía, simboliza al genio de la Medicinacon un libro sobre SlIS rodillas y recogiéndose en unacopa el aguo Que mana de una roca, para curar a unaenferma.

PREMIOS ::-¡OBEL DE MEDICINA

Año U¡ol.-Von Beriling (1854>1917), de la Universidad de.Marburgo, en Alemania, por su obra sobre sue­roterapia antidiftérica.

Año 1902.-5ir Ronald Rosi; (1857'1932), profesor del Uni­versity College, de Liverpool, por su obra so­bre paludismo.

Año 1903.-Niels Reyberg Fiusen (1860-1904), Director ..lelInstituto Real, de Copenhague, por su descu­brimiento de la terapéutica del lupus.

Afio '904.-Ivau Petrovic Pávlov, Profesor de la AcademiaMilitar de Petrogrado (Rusia), por su obra so­bre biología de la digestión.

'90S.-Robcrto Koch (1843"910), Dírector del Instituto deEnfermedades Infecciosas, de Berlín, por sus

estudios sobre tuberculosis.

Afio 19QÓ.-eamilo Golgi (1843>1920), Profesor de la Uni-versidad de Padfa (Italia), y a don Santiago

Ramón y Caial (1852-1934), Profesor de san Carolos, por sus obras sobre estructura del sistemanervioso.

Año 1907.-Carlos Luis Alfonso saverán (1845-1922), Direc·tor del Instituto 1'osteur, de París. por sus es­tudios sobre el papel de los protozoos comoagente morboso.

A!1o 19Q8.-Pablo Elvelich (1854.1915), Director del Ins­tituto de Terapéutica Experimental, de Franc·fort (Alemania), y a EHas Metchin Xoi (1845­1916), Director del Instituto Pasteui, de París,por sus estudios sobre inmunidad.

Año 1909.-Tecdoro Kocher (1841-1917)., Profesor de la Uni­versidad de Berna, por su obra sobre fisiolo­gía patológica y cirugía de la glándula tiro'des.

Afio 19Io.-Alberto Kossel (1853-1927), de Alemania, porsus estudios sobre Química celular, sobre lasproteínas y, particularmente, sobre las sustan­cias nucleidas.

Afio 19".-Allvar Gullstrand (1820-1920), Profesor de la Uni·versidad de Upsala (Suecia), per sus estudiosde óptica.

Especial para mnos, ancianos, enfer­mos del estómago y convalecientes.

Afio 1912.-Alexis Carrel, del Instituto Rockfeller, de Nue­va York, por su estudio de injertos de vasossanguíneos y de órganos.

Afio 1913.-Carlos Richet, Profesor de la Universidad deParís, por sus trabajos sobre anafilaxis.

Afio 1914.-Roberto Barany, Profesor de Estocolmo, por sustrabajos de fisiología y patología del sistemavestileular.

Afio '919.-Julio Bordet, Profesor en Bruselas, por sus des'cubrimientos sobre inmunidad.

Afio 1920.-Augusto Krogh, Profesor en Copenhague, por eldescubrimiento del mecanismo motor en los ca-·pilares.

Afio 1922.-Archibaldo Vivian Hin, del University College,de Londres, por su descubrimiento relativo a laproducción del calor de los músculos, y a OttoMeyerhof, de la Universidad de Riel, por sudescubrimiento sobre las relaciones del consu­mo de oxígeno y la producción del ácido lácticoen los músculos.

Afio 1923.-FederiC'0 Banting y a James Mac-Léod, Profe­sor, por el descubrimiento de la insulina.

Afio 1924.-Willen Einthoven, Profesor de Leyden (Holan­da), por la invención d.el electrocardiógrafo.

Afio 1925.-Fibiger, de Dinamarca, por sus estudios sobreel cáncer.

Afio 1927.-Julio Xaguer Jauregg, Profesor' en Viena, por eldescubrimiento de la terapéutica palúdica en iaparálisis general progresiva.

Afio 1928.-Carlos Nicolle,' Director del Instituto Pasteur, deTúnez,_ por su obra sobre el tifus exantemát:co.

Afio 1929.-Cristian Eijk,ru,n, de la Universidad de Utreclot,por el descubrimiento de la vitamina anteneurí­tica, y a Sir Frederick Hopxins, Profesor deCambridge, por el descubrimiento de las vita,­minas promotoras del crecimiento.

Año 1930.----Carlos Landsteiner, Profesor del Instih¡to Rock·feller, por el descubrimiento de los grupos san·guíneos humanos.

Afio 193I.-Otto Warburg, Profesor del Instituto de Biolo·gía, de Berlín, por el descubrimiento del fer­mento respiratorio.

Afio 1932.-Carlos Scott Sherríngton, Profesor de Oxford,y a Sdgar Douglas Adrián, Profesor de Cam­brigde, por sus descubrimientos relativos a lasfunciones de las neuronas.

Afio 1933.-Tomás Hunt Morgan, Profesor en Pasadena (Es·tados Unidos), por el descubrimiento de lasfunciones hereditarias de los cromosomas.

Afio 1934.-Whipple, Profesor en Rochester, Richard Mi·not y William Parry Murphy, Profesores en Har­vard, por su descu brimiento de la terapéuticade la anemia perniciosa.

Alío '935.-Hans Spemann, de Friburg (Alemania), por susestudios sobre la embrionaria. .

ALlM~nro . [OMPLEJO

V[fiEJARIAnO A HAUDE [EREALU yLEfiDMlnO~AS

Insustituible como alimento en loS' casos deintolerancia gástrica y afecciones intestinales.

MALAGA

31

Año 1936.-Enrique Dale, de Loudres, por el descubri·miento de la transmisión química de los im·pulsos nerviosos.

1937.-Alberto de Srent.Gyorgyi, por la identificación de lavitamina C.

Año 1938.-C. Heymans de Ga'nte (Bélgica), por sus es·tudios sobre el seno car6tido.

Año 1939.-G. Domagk, que no pudo aceptarlo por la im·posici6n del Gobierno alemán, por sus descu·brimientos de ¡as sulfamidas.

Año '943·-Dam, de Dinamarca, y Doisy, ele América.Año 1944.-Erlangery Gasser, de A.lemania.Afio 1945.-Flemming (penicilina), Chain y Florey, de In.

glaterra.

Año 1946.-Muller, de América.Afio '947.-Gory, de América, y Houssay, de la Argentina.Año 1948.-Muller, de Suiza.Afio '949.-Hess, de Alemania, y Egas Monis, de Portugal.Afio 1950.-Hench y' Xendall, de América.Año '95I.-Max Theiler, de América, por su descubrimiento'

de la vacuna contra la fiebre amarilla.

Afio 1952.-Vaksman, de América, por el famoso descubri·miento de la estreptomicina.

MANUAL TEORICO-PRACTICO

PARA

PracticantesMatronasy Enfermeras

POR

ANTONIO BOX MARIA COSPEDAL

Médico Militar. Médico de la Marina Civil.Premio extraordinario del Doctorado.

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Dicha magistral obra es la mejor de todaslas publicadas hasta la fecha Y LA UNI­CA QUE HA SI'DO PREMIADA POR LAREAL ACADEMIA DE MEDICINA conel premio Rubio 1944 ("Boletín Oficial"18-3-44). Es única e indispensable para lapreparación de los programas de Practi­cantes, Matronas, Enfermeras, Practicantesmilitares y Practicantes de Asistencia públi.ca Domiciliaria, y, además, utillsima paraejercer dichas profesiones. No se necesitaapelar a otros textos pa,ra preparar perfec­tamente dichos cuestionarios. La firma delDoctor Box, conocidlsima por sus publica­ciones y el haber sido premiada dicha obra,es la garantía más sólida de la bondad de

la misma.

Aunque no relacionado con la l1tfedicina, me satisface.destacar la participaci6n ,que nuestra amada España ha te·nido en la distinci6n del Premio de Ciencias y de Litera­tUra. Apenas en marcha la Pundación, se le concede elPremio Nóbel en Ciencias' (afio 1904), a don José Echega·ray, eminente matemático y dramaturgo, hijo de un médicozaragozano. En el afio '922, recae el de Literatura en donJacinto Benavente, hijo del Dr. Benavente, autor fecundísi·mo y verdadero orgullo de nuestra intelectualidad, hombrede dilatada vida, consagrado al engrandecimiento de núes­tra Literatura.

Para terminar este art!culo, me parece oportuno relataralgunos de los aspectos poco conocidos de la actividad cien·tífica de Cajal, prescindiendo de su interesante y amenabiografía, tan magníficamente expuesta en los capítulosde nuestra Revista.

Leamos a continuación lo que el ilustre Dr. FranciscoRuidavetz pronunció en Montpellier (la .Cité de la Medi·cine.): La epidemia colérica que sufrió Espafia en 1885 yque afect6 principalmente a la región valenciana, permitióal Profesor' Ramón y Cajal, entonces Catedrático de Ana..tomía en Valencia, estudiar el bácilo virgula de Koch ydemostrar experimentalmente que es posible vacunar al hom·bre contra el cólera valiéndose de microbios nuestros o,por mejor decir, de sustancias químicas que los tales gér·menes encuadran.

«Pero la bacteriología -deja escrito el esclarecido Maes·tro- es ciencia de lujo y ,la mitología es ciencia modestay barata.»

«No menos importantes -y por cierto lamentablemen­te olvidada- ha sido la aportación de Ramón y Cajalal estudio del cáncer.

Fué precisamente él quien en 189', y antes que Unna,describió ciertos elementos especiales, Que - denominó cé­lulas cianófilas, las cuales en su concepto, no eran otracosa Que corpúsculos germinales, sin actividad biológica,pero capaces de regeneración normal y patológica de :ostejidos. Hoy ya no ha lugar a dudas que, en efecto, esoselemeutos cianófilos, parti1ógicamente alterados -mutacio­nes- SOn células madres de los grupos celulares canee·rosos.»

Y, queridos compatieros, sin que esto sea científico, osrecomiendo a quien posible le sea visitar el Instituto Ra­món y Cajal, en Madrid, no pase por alto su Museo, ob·servando, en varias vitrinas, celosamente guardados, re­cuerdos del gran hombre, as! como también los cuatropreciados galardones que le fueron otorgados: la Meda·lla de Moscú (1900), la Medalla Helumolta (1905), la deEchegaray 1922), Y el Premio N6bel.

Justamente con estos galardones dos detalles notables:una máquina fotográfica, con la que D. Santiago obteníasus fotografías en color, y su nombramiento como Practi.cante de primera clase en el Hospital de Nuestra Sefiorade Gracia, de Zaragoza, asignándole los haberes de 625 pe­setas anuales y extendido en el afio 1876

32

¡TEIAIIASECCIO~

Uj~ 1 a6aj~ ,dr¿ I~j nar¿V'~J ¿á'l:mac~J

A la abnegada y paciente clase médica en generalModestamente: E. MIQUEL

(

Desde que empezaron a descubrirse los nuevosmedicamentos, se ha conseguido un gran avanceen el tratamiento de innumerables enfermedadesque antaño tenían que seguir. ~n proceso evol~­tivo de mayor o menor duraClOn. En la actualI­dad con la incorporación de las nuevas drogas,se ha logrado reducir el mismo y obtener éxitosmuy apreciables siempre que han sido emplea<;losde una manera científica y, por tanto, comedIday correcta. Ahora bien, el uso y abuso indebidode los mismos su empleo de una manera alegrey sin control,' el «écheme la P~ni~ilina, ~octor)-artículo que publicó en un dIarIO espan?l unprestigioso médico-, han creado una sene deorganizaciones de gérmenes resistentes que hacenque en la actualidad nos encontremos con ~~cetas

diversas e insospechadas ante la evoluclOn deciertas enfermedades, y así tenemos proceso.scuyos tratamientos son difíciles y harto complI­cados, ya que no responden en muchos ca~os at;ltela medicación adoptada, bien por las reSistencIas 'mencionadas o por su forma de presentación enalgunos casos poco conocidos: neumonías, hepa­titis y endocarditis por virus; ciertas gonococIas,algunos procesos tuberculosos (meningitis y me­ningismos tuberculosos), 'renales y digestivos,dándose el caso, en estos últimos, de llegar hastacasi la total destrucción de la flora microbianaintestinal. ,

Un doctor me contó que en cierta ocasión tuvoque hacer que un paciente tomase unos cuantosbacilos COLI, ya que observó, al practicarle unanálisis, que los que tenía habían desaparecidocon el empleo reiterado de ciertos antibióticos.

En la actualidad se ha llegado en tal extremoal abuso de los medicamentos modernos que soninnumerables las personas que se erigen en mé­dicos de sí y de sus semejantes, y con frecuenciaolmos:

-Su chico tiene lo que el mío. Al mío le dieronla Penicilina.

-Mientras no le echen la Penicilina no se cu­rará.

-Ese médico es un b... , no la manda.o la Peni­cilina.

-La vecina del ático me ha dicho ,que le déla Penicilina.

-Dígale que le ponga la Penicilina y que sedeje de mandarle inyecciones y pastillas, que no

valen pa. ná y se comen la sangre-y así, segúnla experiencia que creen tener.

En menor escala ocurre con otros medicamen­tos lo mismo, habiendo quien toma la hidrazidasin que se la haya recetado. ningún médic~... ,porque le va bien y lo venden en las FarmacIas.Incluso un señor decía a otro en el autobús:

-A mí me han aplicado la FURACINA y mela han traído directamente de América... Si su­pieses lo que me ha costado... , es mucho mejorque la AUREOMICINA y la TERRAMICINA.

En otro aspecto, ¿ qué diremos. de las pastillas,chicles, pastas dentríficas, analgésicos y hastacremas de belleza, que se expenden conteniendoporcentajes escasos e irrisorios de penicilina osulfamidas ? A tal respecto, en Norteamérica fuétal el uso y abuso de tales preparados que lasautoridades sanitarias prohibieron en absolutosu venta llevando un control riguroso e impi­diendo su adquisición sin la correspondiente re­ceta médica, ya que dicho facultativo es el únicoque como tal debe dictaminar y al mismo tiempo,según su criterio, dictar normas de conducta aseguir en el empleo y dosificación de los ya cita­dos medicamentos e impedir el uso y abuso de losmismos por las nuevas generaciones de supues­tos galenos que jamás pasaron por una Facultadde Medicina, debiendo ser efectuados los trata­mientos por personal técnico auxiliar capacitado,practicantes, ya que de su correcta y exacta apli­cación y dosificación depende en muchos casos lafavorable evolución del proceso que aqueja elpaciente, evitando con ello los innumerables erro­res que cometen ciertos intrusos, que, sin el máselemental conocimiento de causa, se prestan atales menesteres provocando en muchísimas oca­siones cristalizaciones y accidentes (neuritis,flemones, etc.), por falta de la más elementaltécnica e higiene, que ponen incluso la vida delenfermo en peligro. Tales profanos han de teneren cuenta que enfermedades de parecidas caracte­rísticas y sintomatología son, no obstante, dis­tintas, necesitando diferentes medicaciones y tra­tamHmtos y unas veces van bien las pastillas einyecciones que el médico prescribe, y cuandoéste ordene un tratamiento de Penicilina, Estrep­tomicina, Pas, TB" etc., por vía inyectable ... ,«zapatero a tus zapatos», y que sea el Practicantequien lo aplique.

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LA OFRENDA DE MARITINAPor 6UILLERMO ((ORlAN JULlAN

He vuelto a ver a J\1aritina.Con la alegría de siempre en sus ojos, pero más mujer

y más bonita, ha venido hoy hacia mI.Hacia mucho que no la veía.Han pasado muchos meses desde aquella noche trágica

en que la llevé en mis brazos.Han pasado dos inviernos y dos veranos.Han reído dos primaveras, y dos otofios han llorado.Han pasado dos afios...Pasé muchas horas a su lado en los meses que siguieron...Después se la llevaron fuera, a una finca de sus padres

en que fué recuperándose.Escribí dos o tres veces interesándome por su salud,. y

me contestó con unas cartas carifíosas en que reflejabatoda la simpatia de su espíritu.

y ahora, en plenas fiestas, con las calles engalauadas yun azul intenso en el cielo, en un ambiente pleno ti~

bullicio y alegría y saturado del olor a pólvora quemada,entre el conjunto adornado con la policromía de los 'ral·jes de labradora valenciana, en lo más céntrico de est~

Valencia que está bonita en primavera. que se acerca, hasurgido de nuevo ante mI.

Como un adorno más de la ciudad, parlanchina y rientecomo el ambiente, al estrechar sn mano no he padido me­nos d~ evocar aquella mafíana de invierno en que, porvez primera, pasó por mi lado. .

Ahora está ya restablecida y ha venido a pasar las fies­tas. Ha salido para ver la .dispará. del mediodía; y a latarde irá a hacer la Oírenda a la Vi rgen.

Son dos cosas -el amor a la Virgen y el entnsiasmo porla pÓlvora- que, quizás por sentimiento atávico de laraza, llevamos muy arraigados los valencianos.

Nos gusta, DOS entusiasma ese ruido ensordecedor de latraca aérea mezclado con el estampido seco de la carcasaque da la sensación de que el cielo se parte en mil tro·ros haciéndose añicos; nos embelesa esa nube de hum:>que se forma en lo alto y oscurece el sol y que se sa'pica de los fogonazos de la explosión; nos enardece eSeolor penetrante de la pÓlvora quemada que cosquillea enla garganta;. y ese brillar de los ojos valencianos en 'afiesta racial; y ese vibrar de los objetos en la mano mien­tra" cae del cielo la menuda lluvia de papel quemado...

Iy el amor a la Virgen ...1 Es alll'o que mi pluma ps-incapaz de describir bien, porque s6lo nuestros corazones

de valencianos pueden comprender y el de los arall'onesescomparar al que sienten por la del Pilar. Es alll'o tangrande y tan extenso que todos, absolutamente todos, 10sentimos rebosar en nuestros pechos. Es idolatría y adora­ción en el creyente; y es Jdolatda en el ateo...

Por este amor, yo -y como yq miles de valencianos­iré esta tarde a ver la Ofrenda de la Flor a la Virgen delos Desamparados.

Por este amor, Maritina -y como Maritina miles de va­lencianas- se pondrá el típico traje de la tierra para ira ofrendar la flor a la Virgen.

No es fallera ella, pero quiere hacerlo en acción de gra­cias. Su madre y ella le han rezado mucho. ILe debentanto... !

Ha ido a hablar con los componentes de la comisión dela falla de su calle para que le permitan ir entre sus fa­lleras, Y la han aceptado muy gustosos. IUn ramo más deflor para la .;Maredeueta. I

y en esta tarde de 18 de marro, cuando el sol ya muybajo refleja sus rayos sólo sobre lo alto de los edificios,las calles de Valencia se llenan de un gentio inmenso queva a presenciar la Ofrenda.

ILa Ofrenda de la Flor!IFiesta joven en los anales de las fiestas falleras, pero

que ha arraigado ya muy hondo en los corazones valem­cianos!

¡Fiesta de delicada espiritualidad en que la Valencia fa­llera olvida su ruidosa alegría para postrarse y ofrendarse,llena de colorido y emoción, a los pies de la Patrona!

Yo quiero verla este afio en la misma plaza de la Virgen.

y cuando después de dar nn gran rodeo logro llegar,voy adentrándome en ella a fuerza de pedir favores, hastaQue llega un momento en Que tengo que desistir y QU~·

darme quieto.Tengo delante la Real Basilica, y a la derecha, la Puerta

de los Apóstoles .de la Catedral.Casi enfrente de mí, en uno de los balcones má~ altos

de la .Mare de Deu., se ha erigido un altar.Está todavía cubierto.y desde él hasta el suelo, un armazón de madera para

ir colocando las flores de la Ofrenda, los miles de ramosque formarán uno monumental aUí donde fija sus ojos 'aPatrona de Valencia. .

Hay nn movimiento entre la multitud.l'or la esquina de la calle del Miguelete, desemboca en

la plaza una banda militar de trompetas Que, a caballo,encabeza el cortejo.

Suenan los clarines, y a su sonido, recuerdo la MarchaTriunfal de Rubén Darío: .Va viene el cortejo! I Ya viclIcel cortejo! - Ya se oyen los claros clarines ... !,

Clarines que aquí no anuncian oro ni hierro de paladiones, sino oro eu los corazont::s y aracadas prendidas en lOS

cuerpos de las valencianas.Se detienen las trompetas ante el altar, se descubre la

imagen y sube hasta ella el aplauso enfervorizado de lamuchedumbre.

y sólo se acallan los vltores y gritos de entusiasmo cuan­do la banda inicia los primeros compases del Himno dela Co(onac:ón.

.IMadu de Españal ISol de Valencia ... IMiles de gargantas han empezado a cantar; miles ('e

voces han empezado a temblar presas de la emocilin ysólo algunas pueden segnir cantando cuando atruena denuevo el espaci0l cual nueva .dispará. humana. el sonidode los aplausos de los que habiendo perdido la voz Quie­ren expresar sus sentimientos.

i Valencia canta, Valencia aplaude 1,1 su Patrona, a suMadre!

y se deSborda el entusiasmo y se humedecen los ojosQue aún permanecfan secos cuando suben las primeraslabradoras a ofrendar sus ramos.

i Ellas, que son flores frescas y lozanas; ellas, que sonornato de la tierra valenciana, se ofrenda a sí mismas enla alegoda de un ramo de flor que queda postrado a lospies de la Patrona I

A medida que van depositando los ramos, entran en laBasilica a rezar una plegaria, a arrodillarse ante la ima­gen consagrada en su Camarín.

Ell; una de las primeras comisiones he visto a Maritina.Emocion'ada y casi tan pálida como la noche de la he­

moptisis, he visto brillar suS' ojos después de entrell'ar elramo. y la he visto bajar la escalera con una flor en lamano.

. salgo de la plaza, y rodeándola por las calles vecinas,llego hasta la puerta por donde salen de la Virgen 'asque ya han hecho la Ofrenda. Allí las esperan las res­pectivas comisiones y bandas de música para acompafla(­las de nuevo a su barriada.

Tengo la suerte de que es un antiguo conocido el queguarda esta puerta, y consigo que me deje entrar.

Al!! dentro las veo en su breve plegaria.Hincadas de rodillas en tierra, elevados los ojo~ a la

Ma.(eta, algunas rezan con los brazos en cruz y otras conlas manos enlazadas a la altura de la barbilla.

Las veo de espaldas, pero adivino 'la súpI'ca en sus ojos.y cuando para salir pasan por mi lado, veo en casi

todas, temblando en las pestafias, la perla de una lágrimaque irá a esmaltar la suavidad de la mejilla.

Salen em.ocionadas porque sienten la mismll emoción quetodos experimentamos cuando de rodillas ante Ella, o asu paso, nos encontramos bajo su miJ:ada.

lla.io esa mirada que hace cuatro afios, en las Bodas dePlata de su Coronación, electrizó a toda Valencia cuando

vistosas arracadas que l1e"an en las orejas y esos hom·bros y escotes tan golosos.

Ha habido, durante .el desfile, un momento de especialemoción.

Ha muerto en estos días, de una falla, la fallera m.B.yór,y muerta como está, su espíritu ha ido a hacer la

Ofrenda.En el sitio quP le corresPOnd!a, en el sitio de honor de

la comisión, una pareja infantil con traje regional eraportadora de dos bandejas de plata: En una llevaban labanda que debía cJ;uzar sobre su pecho; en otra, suramo de flor...

De cuando en cuando surge el aplauso espontáneo entrelos espectadores al paso de alguna. fallera de tipo neta­mente valenciano. Y la aplauden por guapa, por esbelta,por esa sonrisa algo cohib,da que adorna sus labios, pOresos ojos negros y grandes en que lleva reflejados elsol de Valencia, el ardor de la raza, la luz del mar y dela huerta...

y así han ido pasando, unas tras otras, alrededor decuatro mil mujere" valencianas vestidas de labradora.

y así han pasado, en los brazos de ellas, alrededor decuatro mil ramos de flor para hacer la Ofrenda.

i Mare deIs Desamparats! 1Qué orgullosa estarás de tushijas de Valencia I !Con cuánta dulzura y amor habrásposado tu mirada sobre esas flores valencianas que du­rante más de tres horas han puesto a tus pies las floresde tu huerta! i Qué maternal habrá s,do tu gesto para lofallera que ,no ha podido mandarté más que su banda ysu ramo de flor ... I

Salgo a la calle para marchar hacia casa, y me en­cuentro a mi buen amigo Luis Baya')'i Lluch, poeta defamilia de poetas y valenciano de familia valencianista.Ueva un papel en la mano y en él veo las lineas cortasde este soneto que acaba de componer al paso del cortejo:

Una rosa de carne ensangrentadahoy ha vi"to, extasiada, el alma míacómo tomaba 'cuerPO en este día I

por la gracia de Dios, divinizada.

y ha temblado de amor, enamorada,esta 'alma mía, que sabIa fría,al ver hecha cristal, hecha poes!aa la mujer de esta mi tierra amada.

Una e..xplosión de luz de.mil coloressuspend~6 mi ansia y suspend.ió mi anhelo.Una· explosióu de luz -llnvia de f1ores-.

y en alas de ilusión yo me hecho al vuelo.Pues la larde de flor y de amores,era tarde de Dios, tarde del cielo.

Cuando llego a casa me dan un abultado sobre.Dentro de él h'l} una flor y esta carta:,Mi querido amigo: Acabo de hacer la Ofrenda. Usted

sa,be que para m.í, más que Patra nadie, este acto era unaacció1l de gracias a la Virgen Por haberme salvado. Mehe emocionado mucho :y no sé si he- hecho una malaacción al quitar del rama una flor, pero mí intención. creoque era 'buena.

Hasta </1¡e he estado mala, yo no me había paralor..unca a Pensar lo que es un Practicante. HoY lo sé, yPor eso he separaao esta "fior. Se la adjunto a us,ted comoofrenda sencUla del agradecim·iento de su buena amiga,l'lari'ti110.:t

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era llevada en manifestación popular por tóda; las callesde la ciudad para dormir cada nOGhe en una iglesia...

Bajo esa su mirada que amorosa se pos6 en los hombresque se disputaban hasta con violencia el honor de llevarlaa hombros cuando pasaba por frente a sus casas...

Esa mirada suya que recorrió las calles de su Valencia,engalanadas como nunca, en aquella ocasión en Que elpueblo valeuciano derrochó todo su sentido artístico pararecibirla...

Esa su misma mirada que bajó maternal y agradecidahasta los hombres que enronquecían piropeándola contrémolos de emoción en la voz ...

La misma mirada que enardeció a los obreros hasta hacer­les tirar tabiques y paredes en los talleres para que Ellapudiera llegar hasta las máquinas en que ganan el panpara sus humildes hogares...

Daio esa mirada que entristecida recorriÓ las chavolasdel río en que viv!an sus hijos predilectos, los desampa­rados...

Esa su mirada que se posó en el Mare Nostrum cuandolos pescadores quisieron llevarla también a su sitio de tra­bajo y, vestidos con sus trajes ue fiesta, se metieron enel mar con Ella a hombros y la pasearon, con agnapor la cintura, por toda la playa valencina ..

Esa su mirada que a la vuelta de la Basilica, Henatodav!a del polvo de los caminos de la huerta en dondetanto se la venera, hizo Que nuestro Arzobispo se postrasea sus pies y exclamara: «ICómo vienes, Madre! ¡Te hasvuclto andarína.. J

JEsa, esa su mirada ha sido la que ha hecho brotar laslágrimas en los ojos de las valendanas!

Pero como esas lágrimas no son de pena, van acom­pañadas, cuando llegan a la calle, de una sonrisa queilumina sus rostros y que llena de luz el alma de losQue las miran.

Salgo yo también de la Ba.mca. Quiero saborear elacto en todos sus aspectos y me voy a ver desfilar porlas calles del recorrido a las falleras que todav!a no hanllegado a hacer :a Ofrenda.

Tengo unos clientes que viven en un entresuelo de lacalle de la Paz y que me han ofrecido un sitio en RUS

balcones. Hacia a1l( me encamino y desde allí las veopasar...

i Murillo. SoroUa, Velázquez y Francisco Goya I i QnélAstima que no estéis aqu!! IQué lástima que vuestrosoios no hayan visto estas escenas! ,Qué lástima que vues­tros pinceles no las hayan podido plasmar en un· cuadroque habría logrado la inmortalidad... !

Como una procesión de ensueño, como personajes esca­pados de algún cuadro de alguno de aquellos grandesmaestros del colorido, como mariposas de mil colores quevolaran al ras del suelo, van las falleras -el ramo deflor en la mano- camino de la Virgen.

Van arrogantes porque 10 son y por la arrogancia queles presta el traje.· Porque se ven solas en med'o de lacalle con los ojos de la multitud puestos en ellas. Porqueson y se saben guapas. PorCJ.ue llegan hasta eJlas miradasy frases de admiración. l10rque son la embajada de lasfallas cerca de la Virgen. Porque llevan para Ella -arran­cado de la huert,,- el presente de la flor...

Van envueltas en la mantilla que pende desde lo altode la teja. En esas mantillas que de lo profundo de loscofres han sacad.:>- para ellas las madres o las abuelas, yqu~ nhora velan un poco las ricas peinetas de oro, las

EL•

LOGRO DEL EXITO

L A l;\s.piración de llegar al pináculo, puntomaXlmo que alcanzar en el desempeño de

una actividad humana cualquiera, es pensamien­to fijo que guía e incita constantemente a lalabor cotidiana¡, haciéndola más intensa, másfina y pulida, en un ansia de perfección y ori­ginalidad en que basarse y con cuya ayuda sepuede caminar certeramente al fin anhelado.

Todos hemos soñado, cuando fuimos jóvenes,con descollar, personalizándonos y popularizán­donos, porque el triunfo y la gloria nos atraíancon toda vehemencia creyendo llegar, y llegaren seguida. La ruta del éxito, destellando sufulgor vigoroso, se presenta. ante los ojos decada individuo con un matiz variable, con unadistancia desigual y con una pendiente diversa,según la intensidad del propósito que pusimosen todos los instantes de nuestra' juventud, con­densada en esa idea fija y perenne que se lla­mó y sigue llamándose el ideal, ya que «lasideas resuenan en. el mundo con mayor estrépi­to que los cañones». Esta ilusión dorada deconseguir en el futuro honra, gloria y provecho,se despierta muy tempranamente en el espírituhumano desde los tiempos juveniles, como unaradiante aureola nítida y fulgente, pero impre­cisa e indefinida. Más tarde, el caudal de cono­cimientos que adquirimos con los días transcu­rridos, va fijando aquella esfumada ilusión enalgo concreto, espiritual o material y nos vaadiestrando en las mejores condiciones para en­tablar la lucha, cuya única arma poderosa esel saber, ya que los' pedestales labrados y loslauros conseguidos al amparo de las malas ar­tes, se desmoronan rápida y' estrepitosamente.

Para ser, pues, el éxito definitivo, tiene queser lícitamente alcanzado y sin que la voz se­rena de la conciencia deje resonar su enérgicogrito de reprensión. No podrán, por lo tanto,servir como materiales para lograrlo la falsíani el 'engaño, la difamación ni la hipocresía. Porel contrario, son necesarios, imprescindiblemen­te necesarios, la cultura, voluntad, inteiígenciay prestancia personal, y de ellas especialmentela primera, que se logra siempre con el estu­dio. Nuestra juventud, con pocas excepciones,

Por FAUSTiNO FERNANDEZ ORiVE(Practicante de la Armada)

hay que confesarlo con dolor, mira friamenteal logro del éxito, porque el medio ambiente sele presenta como hombre decapitado, que .no ac­ciona y que quiere vivir en la paz de los muer­tos. Dominada por sentimientos externos, no sa­be o no quiere saber ni ver en los libros la luzque ha de alumbrar la ruta de su vida, y pre­fiere, por ser más cómodo, distraer su miradaen las contorsiones que imprime a su cuerpo elnuevo baile de moda, o los formidables golpesque se regalan los hombres insustancialmenteen el juego de «foot-ball».

Confesemos nuestra discordancia con esta ma­nera de ser y preocupémonos de formar jóve­nes investidos de sólida cultura y plenos de op­timismo, dando palpitante realidad a sus ansia"dos afanes, haciéndoles ver que los factores bá­sicos que conducen al éxito no son todos donespersonales, exclusivos de escasos bienaventura­dos,. sino comunes y pródigamente repartidosen todos y que no es una fuerza ciega superior~ involuntaria la que prefija el destino, sino elcúmulo de detalles personales que en cada ins­tante ha ido uno mismo inconscientemente co­locando.

De esta manera se convencería de que se leha dotado de facultades para cumplir dos finesbien manifiestos en la vida: el conocimiento delas cosas, que le sta a la eternidad del pasado,y la creación de su obra, que, por modesta quesea, le enlaza con el futuro. De esta manera, re­pito, logrando ser' austeros y leales con la propiaconciencia, al llegar a la madurez y comprensi­vos con la ancianidad cuando a ella arribe, nosufrirá la amargura del desencanto y no olvi­dará que en el gran libro de la Existencia cadapersona tenemos reservada una página en laque el juicio sereno de la Historia, que nunca seequivoca, unirá como los fragmentos de un rom­pecabezas una juventud que no quiso ser vieja, niuna vejez que no quiso ser joven, pues ambas,juventud y vejez, en este sentido, al fundirseen la nada, serán el mejor testamento .que po­damos dejar a nuestros propios deudos y a nues-tra propia patria. '

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SEVILLA M A D R ID

36

¡Que Dios os lo pague!Por JULlAN GUIJARRO DIAZ

S IN darle importancia apenas, acaso sin valo­rarlo previamente, como si tan sobrados es­

tuviésemos de todo lo que signifique superacióny avance colectivo, vemos con demasiada frecuen­cia, para nuestro mal, cómo adoptamos los espa­ñoles un aire de cándida despreocupación y es­ceptiocismo ante cualquier hecho notorio que su­ponga honra y esplendor para los demás, igno­rando, salvo el reducido círculo que delimita laespecialidad o simpatía, innovaciones, éxitos, ex­periencias originales' y atrevidas llevadas a fe­liz término por el esfuerzo de un corajudo y te­sonero español que, quizá por serlo, está con­denado de antemano al olvido e indiferencia desus compatriotas quienes muestran, en amargocontraste, el mayor entusiasmo y optimismo portodo lo que, rodeado con la aureola subyugantede un nombre exótico y envuelto cop. el marcha­mo misterioso de su extranjería, nos llega decualquier remota geografía, aireando, en cam­bio, en alas de una suicida, perniciosa y gra­tuita propaganda sus hipotéticas virtudes yventajas, sus imaginarias y portentosas cuali­dades. Pongámosle, empero, a este mismo pro­ducto una breve y concisa etiqueta nacional,sustituyendo hábilmente el divulgadísimo y en­gaña iñcautos «made in», que tienen sabor de le­janías, por un rotundo y sonoro vocablo castella- .no: «fabricado en...», y veremos, sorprendidos,cómo la decoración cambia por completo, per­diendo entonces el famoso artículo,. como por artede birlibirloque, sus decantadas esencias y atri­butos.

No, no es de hoy, ni siquiera de un ayer cer­cano, el arranque de esta perniciosa tara na­cional, esta inveterada tendencia a recibir conalharacas y vítores enfebrecidos lo que nos llegade fuera, sea de la clase que sea, persona o cosa.El mal, a nuestro modesto entender, nos viene delargo. Posiblemente sea el resultado inmediato,por degeneración, del derrumbamiento progresi­vo de nuestro vastísimo Imperio colonial, cuan­do en los límites patrios no se ponía el sol, porqueEspaña, siempre soberbia matrona, dominaba, mi­sionera y colonizadora, un horizonte, conquista­do con la cruz y la espada, que abarcaba confi­nes de cinco continentes y las quillas de su flotasurcaban singladuras de siete mares. Puede quesea también -y quédese la solución de este con-

fuso fenómeno social para los eruditos en la ma­teria- la consecuencia lógica de una torcida yexagerada interpretación de la proverbial hidal­guía, hospitalidad y galantería española que haengendrado, por los factores que sean, esta irri­tante y molesta tendencia colectiva a la inferio­ridad que tah mal asonanta con nuestra brillan­te historia y acendrada dignid~d nacional.

No pretendemos por eso -¡Dios nos libre desemejante bellaquería! incurrir en la torpe pos­tura de aquellos ambiciosos países que, a faltade otros méritos, y sin respeto para la trayec­toria de la especie humana, usurpan y se adju­dican alegremente el privilegio de un invento oel honor de una teoría científica, sin importarlesun ardite la existencia de patentes originales queduermen sueño de siglos en los oscuros anaquele~

de los archivos; y gozan, por consiguiente, dE'universal reconocimiento y dífusión. Este egoístay absurdo sistema de atribuirse inventos y ha­zañas ajenas es ridículo en naciones donde lalibertad de pensamiento y de prensa permitenanalizar fría y reposadamente, a la luz clara dela verdad y con los argumentos sutiles de la con­troversia, todas las materias que integran el an­cho y complejo mundo de la política, el orden so­cial y el superior y delicado de la metafísica.

Pertenecemos a una nación eminentemente ca­tólica, sobrecargada de hechos gloriosos y épi­cas hazañas, y somos, por naturaleza, demasia­do orgullosos para mendigar favores y regalos.Sólo bajo el reinado de un monarca -Felipe IV­vivían a la vez y asombraban al mundo con susobras escritores y artistas de la talla de Lope deVega, Quevedo, Calderón, Tirso de Molina, Gón­gora, Gracián y Velázquez. Desafiamos al paíseuropeo que pueda presentar, en adecuada réplica,tal cantidad de hombres geniales, reunidos en lamisma corte y creando para la patria un siglode oro en las artes y las letras.

Nos queda, sin embargo, por cruel sarcasmo,el lastre pesado de una costumbre enojosa quesólo una paciente y eficaz labor de reeducaciónciudadana -tarea de todos- puede eliminar de­finitivamente. Porque España, que alumbró mun­dos y asombró al orbe con sus legiones, mereceno sólo el respeto y admiración de los países ex­traños, sino también, y en mayor medida, la fi-

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lial devoción e inquebrantable adhesión de sushijos que, al socaire de una propaganda intere­sada, olvidan a veces, para despertar en un cruen­to amanecer, qUE' no puede tener para quien fué,por sangre y privilegio de Dios, única en el con­cierto general de las naciones.

Esta, en aparienci'l divagación patriótica, noslleva como de la mano al tema que inspiró estosrenglones: la profunda labor corporativa que,día tras día, silenciosamente, realizan aquellosprivilegiados compañeros de profesión que, porlos caminos del estímulo y el buen saber, obtie­nen destacados triunfos profesionales en el difí­cil manejo de la pluma, y cuyos méritos y éxi­tos a todos alcanzan y benefician.

En la Re~ista hermana que se edita en Valen­cia -la novia eterna de España- merced al es­fuerzo, competencia y dinamismo de su incansa­ble director, el ilustre doctor don Rafael GómezLucas, en su número extraordinario del mes deoctubre, dedicado íntegramente al interesante te­ma de la infancia,. se publica el resultado del con­curso de artículos científico-literarios del año encurso. La votación, entre compañeros galardona­dos en certámenes anteriores, ha favorecido estavez a colaboradores habituales de aquella Revis­ta profesional, por lo que sus nombres son fa­miliares a nuestros oídos y gozan entre todos losPracticantes de bien merecida fama de compe­tencia, talento y sagacidad.

En este mismo Boletín informativo, editadobajo el patrocinio del Consejo General, se con­cede mensualmente un premio en metáltco al me­jor artículo -cientifico y literario- aparecidoen sus páginas. La cuantía del premio es lo demenos; lo importante es lo que tiene de alientoy aplauso colectivo para el distinguido, reforzan­do, así, su moral profesional y e,spíritu de sa­crificio en pro de la Clase, trazándose a sí mis­mo una pauta de superación y originalidad quees, a fin de cuentas, la forma más elegante deprestigiar a la Corporación.

Los que carecemos de aptitudes literarias, peronos rebosa amor a la profesión y a la Clase, noincurriremos en el defecto' señalado en párrafosanteriores, respondiendo con un ademán despec­tivo a su hermoso gesto de selección colectiva,sino que, en la medida de nuestras fuerzas, nosunimos a sus iniciativas, luchamos con ellos paraCOl'lseguir el puesto que nos corresponde en elseno de la sociedad. procuramos sacudirnos sam­benitos corporativos y luchamos por extirpar', en

fin, ese tumor maligno que nos perjudIca en elconcepto de la masa y que inocularon en nuestrodébil organismo social aquellos tiempos, ¡ay!, deincuria y abandono gubernamental, terreno propi­cio y abonado para la proliferación de esa ampliagama de sangrantes, sacamuelas y fígaros deopereta que tanto mal nos vienen causando desdeentonces con su descarado intrusismo, inepcia, ..y cara dura.

Somos los primeros en reconocer méritos y cua­lidades ajenas, pero también los últimos en con­ceder beligerancia a intrusos y competidores nolegalizados. Por elegancia espiritual, sabemos losPracticantes españoles medir bien las distancias,manteniendo una actitud digna y respetuosa connuestros superiores. Por la misma razón, exigi­mos de los demás el aprecio y consideración quemerece una profesión como la nuestra, de cuyasfilas salen sin cesar médicos, cirujanos, quími­cos, etc., lo que prueba la calidad y selección desus componentes. Pero para delimitar bien ladiferencia que nos separa y distingue de intru­sos y advenedizos, tenemos que ser nosotrosmiembros activos de una campaña de resurgi.miento colectivo, y nada más eficaz, de momen­to, mientras se lleva a cabo la reforma profun­da, a rajatabla, que está'pidiendo a voces un pro­grama caduco y casi sexagenario, que la espe­cialización y afán de rehabilitación profesional.que, por ser obra común, a todos alcanza y obliga.

Por lo expuesto, es para nosotros motivo fun­dado de sereno orgullo y complacencia el desta­car la labor de estos adelantados que, en la so­ledad y quietud del cuarto de estudio, en la salade un hospital metropolitano, en la claridad dellaboratorio o escondida existencia de una aldea,se instruyen y perfeccionan y nos ofrecen perió­dicamente el fruto de sus desvelos, a través desus artículos científicos y crónicas literarias.Para ellos el reconocimiento y gratitud de unoscuro compañero, y para los demás, el ejemplode su conducta y servicio a la Clase.

Que no todos los días tenemos ocasión de ai­rear hechos como el que nos ocupa ni destacar aPracticantes-escritores tan en sazón como lospremiados en el concurso de la Revista hermanade Valencia, bajo la inteligencia y dirección ar­tística de un doctor amigo y favorecedor de losPracticantes. A este benefactor de la Clase, conel respeto que me merece su condición y su obra,y a los compañeros triunfadores en la rama delsaber, esta frase de agradecimiento colectivo:

¡Que Dios os lo pague!

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que•

SIrve el practicante?Por A. QARCIA MARTINEZ

Practicante Titular del Valle de Mena (Burgos)

A mi querido padre, a quien tantodebo en mi profesión.

Y el Practicante, ¿para qué sirve? Terminadami carrera, comencé el ejercicio profesional

en los pueblecitos I que componen el Ayunta­miento del muy noble y muy leal Valle de Mena;valle en el que la Naturaleza se mostró pródigaen todo lo que a la flora concierne: su vegeta­ción exuberante, sus vistas panorámicas, sus,montañas tupidas de frondosos árboles, sus ria­chuelos que serpentean por doquier, hacen lasdelicias del visitante que rara vez se ausentansin poner de relieve lo encantados que quedande este bello rincón burgalés.

Pues bien. Aquí nunca había habido Practi­cante. La labor que me tocaba desempeñar eradura. Era una finca que estaba sin cultivar yhabía que trabajarla par'a que díese fruto. Com­prendo lo enojoso y desagradable que es el tenerque hacer partido a costa de nuestras propiasfuerzas, a costa de nuestro trabajo y constanciay más aún en un ambiente rural en el qué elnivel de c1;lltura no es todo lo elevado que deseá~

ramos, pero, dada la plétora de estudiantes detodas las ramas y profesiones, no queda otroremedio que salir de la capital la que tantosatractivos ofrece al joven y no Joven: el am­biente del café, el cine, salas de fiesta, etc., pero,¿es que con esto se come?

Comencé a trabajar y las primeras frases quellegaron a mis oídos fueron éstas: ¿ Practicante?Y, ¿para qué sirve el Practicante? No me co­gieron de sorpresa. Aquí, como antes digo, nohabía existido Practicante y el vulgo tiene denosotros formado el concepto que sólo servimospara poner una inyección «en el brazo» o tomarla temperatura. ¡Gran error! Pero, ¿y cómo ha­cerles comprender que no es así? j Ah!, ésta esuna labor subjetiva, una labor nuestra, y digonuestra porque somos nosotros los aue tenemosque demostrar que valemos para algo más quepara poner una inyección «en el brazo» o en lavena; que tenemos dos años de carrera y que enestos dos años hemos estudiado «algo más»' quetodo eso, pero, repito, mucho, muchísimo de-

pende de nosotros. No es una labor de un día, no,labor de tiempo que, procurando no dejar lo!'>libros, nuestros mejores amigos, de la mano,'con tesón, prudencia y trabajo estoy seguro ven­ceremos· y así demostrar que el Practicante sirvepara otras muchas cosas ignoradas por los queasí hablan.

Era una mañana de invierno, fría y lluviosa.Estaba haciendo la visita en uno de los pueblosdel partido cuando se me 'acercó una niña llo­rando suplicándome fuera a ver a su madre quese encontraba muy mal. El médico guardabacama y como la habían dicho que el Practicanteestaba en el pueblo... Acudí en seguida y, unavez en la casa de la enferma, observé que sehallaba 'afecta de una fuerte menorragia. Colo­qué a Ja paciente en posición Trendelenbur~

bolsa de hielo en hipogastrio, administración deun hemostático y, como ,había taquicardia (110pulsaciones por minuto), la inyecté un tónicocardíaco. No cedió la hemorragfa, por lo que

'hice un taponamiento. Esperé algún tiempo. Lahemorragia cedió, el pulso se regularizó y la en­ferma quedó muy aliviada. A las cuatro de latarde emprendí el regreso a mi casa y, mientraspedaleaba, bullían en mi cerebro estas palabras:y el Practicante ¿ para qué sirve? ..

Volví al día siguiente. Mi enferma parecíaotra; ya se quería levantar, cosa que no consen­tí, haciéndola comprender que el reposo era loque mejor la habría de ayudar a su restableci­miento. En los componentes de la familia noveía' más que agradecimiento hacia mis humil­des servicios, y yo· con esto me consideraba su­ficientemente pagado por estos nobles caste-,llanos. '

Sí, queridos compañeros. Superémosnos. Tra­bajemos para que, paulatinamente con nuestraabnegada labor, podamos borrar esa frase quetanto vosotros' como yo habremos oído más deun¡l vez, sobre todo en el ambiente rural de, «yel Practicante, ¿ para qué sirve ?».

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El •call1lno de la .,sUperaCIOn

Por J. M. AMlEV A

Al compañero A. Lorén Solanas,en cuyo honor escribí este artículo,y, en general, a todos los jóvenespralrticantes españoles, que muchas

veces se sentirán corroídos por unaenvidia que no tiene razón algunade ser.

C onseguir un título profesional, acabar unacarrera, no es difícil. Lo penoso, lo arduo,

es triunfar después y escalar hasta esas cimasdonde muy pocos compañeros han conseguidollegar. Y la envidia y el despecho son algo muypropio en el neófito que se encuentra con unaserie de obstáculos que se les antojan insupera­bles y contempla a aquellos que disfrutan yade una holgada posición económica con ciertarancura sin darse cuenta de que las manos delos de arriba están llagadas de trepar por laempinada trocha que supone triunfar en unacualquiera profesión, donde los méritos no seacumulan como en el reparto de las riquezas,que casi siempre se heredan, no se consiguen,sino por el esfuerzo de cada cual, por el traba­jo contínuo, perseverante, que tuvo un comien­zo, pero no puede tener más fin, si se quierecontinuar en la cumbre, @e la muerte.

Porque nuestra' vida es una constante lucha,una lid denodada y despiadada por la existen­cia y la superación, contienda en la que el dé­bil desfallece pronto y gran parte de los liti­gantes sucumben derrengados y dejándose lle­var por las circunstancias con un fatalismo na­tural en las voluntades abúlicas y deseperan­zadas que son incapaces de reaccionar contra elcúmulo de las situaciones contrarias que a lolargo de la marcha se suceden. Solo unos po­cos, los escogidos, mejor dicho, los más esfor­zados, los más tenaces, los más dispuestos, al­canzan esas alturas de la profesión que soncomo los. picos de una cordillera, apenas visi­bles por encima de las brumas de las faldas yque dan la sensación de tocar el cielo con lascimas buídas adornadas del capuz coruscantede las nieves perpetuas. Pero otros muchos, sino llegan a escalar hasta los más altos pica­chos, suben, ascienden poco a poco, paso a pa­so, desangrándose en las asperezas del terreno,:{lero sonriendo siempre con el afán ilusorio depoder llegar hasta una meta que probablemen­te nunca alcanzarán; y estos son los optimistas,

los felices, los que saben sonreir a los contra·tiempos y se dignifican a sí mismos ensalzan­do a un mismo tiempo a la clase a que perte­necen y a la sociedad.

Pero aquellos que envidian, no se detienen niun ápice a pensar en los ímprobos trabajos quetuvo que soportar el compañero que ahora ve­mos en lo que nosotros creemos ingentes altu­ras, y detrás de las cuales aún ignoramos quehay más y más montañas que escalar, porquenunca, 'por muy alto que se llegue, puede al­canzarse la mayor posición con que de jovense soñó. Sólo ven su mayestática apostura yno paran en mientes que, al igual que el alpi­nista, sólo se llega hasta la cumbre tras de unapenosa ascensión en la que hay que luchar con­tra las 'asperezas del terreno y las inclemen­cias del tiempo voluble de las cordilleras, des­falleciendo muchas veces, pero en otras tantasocasiones reaccionando al fuego vivificador dela esperanza, a la visión fantasmagórica de eseduende alígero y estimulante de las facultadesvolitivas que nosotros, los hombres, llamamosilusión, esencia y ascua aburadora de la vida.

forque nada más que la voluntad y la ilusiónson capaces' de ayudarnos a vencer, sólo connuestro esfuerzo constante y sin desmayo al­guno podemos subir a esas alturas que, mira­das desde abajo, nos deslumbran por su si­tuación. Pero hay también que pensar queaquellos que escalaron hasta las cimas más al­tas fueron dejando en las enderecederas abrup­tas de las laderas, en las pendientes eSyarpa­das, lo mejor de su vida, los harapos de sus ro­pajes primaverales, las piltrafas de sus carneslaceradas por los espinos que se interponíanen su marcha,. las flores de su exhuberantesalud, la juven,tud, su entusiasmo, su optimis­mo, hasta la vida misma, abocada a su decliveprematuro por el esfuerzo de la lucha coti­diana.

La envidia es mala, la envidia descorazona,llena de odio nuestras almas y agobia nuestro~

cuerpos en un esfuerzo vano, en un trabajo quejamás ha de rendir su fruto ni su beneficio, y,sobre todo, deshace nuestras quimeras con suturbión de celos arrebatados y nos proyecta aun borde del camino como un deshecho de esalegión esforzada que emprende su ruta haciala cúspidE¡ del triunfo, hasta la' meta que muypocos alcanzarán, pero hace la caminata dulce

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y agradable a pesar de sus innumerables con­tratiempos a los soñadores, a los optimistas,a los nobles de corazón e ilusionados en su por­venir.

Solo pueden llegar aquellos que no se cieganpor intempestivos pensamientos ni tampocovuelven la vista atrás para no ver los pedazosde sí mismos que van dejando prendidos en losmatorrales del camino:

El egoísmo de los de arriba es lógico, es na­tural. No resulta más que una escuela com­prensible del alma luchadora que trata de con­servar a toda fuerza aquello que solo consi­guió tras de ímprobos esfuerzos y tragando elacíbar de muchas desilusiones y los flagelazosde numerosos contratiempos, de quienes se afe­rran a su propiedad con ansiedad febricitante,con esa angustia que supone el saber que enlo mismo que tratan de guardar yace enterra­da su propia vida perdida en la lucha sin cuar-tel de la existencia. '

Nuestro deber, el deber de la juventud, nosólo en nuestra profesión sino en todas, es mi­rar hacia adelante; mas no para envidiar, nopara atormentar nuestro cerebro en mezquinospensamientos, sino para desear, para imitar elejemplo de los otros, de los que llegaron. He­mos de pensar siempre que la igualdad no hade consistir en derrumbar los pináculos sino enllegar a donde otros consiguieron subir antesque nosotros.

El estudio, la voluntad de trabajar, el amora la profesión, y, sobre todo, la ilusión, esaenergía invisible que nos alienta y estimula aluchar contra los mayores contratiempos, hande constituir el alimento nuestro de cada día,el sustento del alpinista 'que ha emprendido laascensión sin detenerse a meditar en sus pena­lidades ni en el mucho y penoso camino que lefalta para triunfar. .

Esto lo he es.crito pensando en las muchasveces que a mi mismo me torturé envidiandoa los otros y sin recapacitar en lo que ellos lle­vaban luchando dentro de nuestra Clase, en susaños de penalidades y de adversidades vencidascon el tesón de la esperanza. Hasta que hoy,más pensador, menos arrebatado, más analistade todo cuanto me rodea, he llegado a compren­der que en esta lucha por la existencia habre­mos de perder lo mejor de nuestra vida y sinla esperanza de recuperarla jamás, la juventud,luchando sin cesar en áspero camino que nospueda conducir allá arriba, a la cumbre, con laque tanto soñamos y puede que jamás nos seadado alea,nzar. Pero al menos, la ilusión nosalimenta en los diarios sinsabores y soñandoseguimos, luchando en la vida con m sonrisa aflor de la1;>io y sin querer ver los pedazos des­garrados de nuestra carne que vamos perdien-do en e.l camino. -

Pero, ¡pobres los espíritus abúlicos, los en­vidiosos y los desilusionados, porque ellos aca­barán al borde de la carretera, sin que jamáslleguen a la cima, escarnecidos por todos y, loque es peor, mucho peor, sin ilusión, sin esaúnica razón de ser y de vivir!

C(iultiva tus campos/ pao cultiva fam~

6ién fu jardín a fin de recoger, además

del frigo, .frutas !I..flores,' tjue el l/om6re

no v/ve .solo de pan.

®atl/eley

..

A V I S O

(Tdchese lo que no interese)

Toda la correspondencia relacionada con este aviso, debe dirigirse a "OFICINA DE DIVULGACION".San Alberto, núm.. 1, 2.°, Madrid.

Estando proxlmo a editarse el "L1STIN OFICIAL DE PRACTICANTES DE ESPAÑA", en el quefigurarán todos los colegiados en las distintas provincias españolas, y con objeto de evitar los posibleserrores en las direccion~s de los mismos, se ruega a todos los. Practicantes que hayan efectuad'ocambio efe domicilio y no lo hayan comunicado a su Colegio respectivo, 10 comuniquen directamente"en tarjeta postal", haciendo constar exclusiva mente: el nombre, los dos apellidos y la nueva dirección(c~lle, número y localidad), sin ot~os detalles que dificultarian su fácil clasificación.

Al mismo tiempo, y siendo nuestro deseo publicar también listas independientes de t,odos los se­ñores Practicantes que además sean: Maestros Na cionales, Agentes ComercialeS, Auxiliares de Farma­cia o Representantes de Especialidades Farmacéuticas, agradeceremos que todos los que se encuentrenen alguno de estos casos rellenen la siguiente ficha:

Nombre y apellidos_............................................................................................................................ Edad __ ..Localidad L Calle núm .

Desea ser incluído en la Relación de Practicantes que ejercen la profesión de Maes­tro Nacional. - Agente Comercial. - Auxiliar de Earmacia. - Representante de Especiali­dades Farmacéuticas.

.. - . --

La • •practIcante y la literatura

Psr ERNESTO CORRAL

El feminismo habrá existido siempre bajo una u otronombre. Y es posible que siga existiendo indefinidamentecomo una fuerza necesaria de oposición al antifeminislDo.de creación anterior. Pero aquel feminismo inmediatamen­te posterior al 1918, que provocó un aparatoso tambaleoaunque no derrumbamiento de todo aquello que Ira­dicionalmente . se asentaba sobre la base de la supuestao real debilidad, ignorancia, irreflexivo sentimentalismoy bobería de la mujer, es hoy algo risible, trasnochado.

Hoy el mundo está ya de vuelta de muchas clases de fe­minismo. Pero hoy, como ayer, como siemDre, zarandeadaentre ditirambos y desprecios rencorosos, la mujer siguesiendo un enigma del que nos gusta mucho hablar y sobreel que nada nos esforzamos a comprender. El hombre tiene,seguramente, sus propias ideas respecto al feminismo f nboga, como también las tiene, y no menos arraigadas, lamujer. Pero las leyes gue regulan el feminismo al día si­guen imperturbablemente su evolución, al margen de lasideas que sobre el mismo profesen éstas y aquéllas.

De otro modo, si hubiésemos de considerar que el pro­totipo de feminista teórica es la mujer que en plan de tu­rista recorre nuestras calles vistiendo pantalones tejanos,las manos en los bolsillos y el cigarrillo en la boca, ha­bríamos de conceder también que la mujer, que en cier­tos palses realiza trabajos corporales -en público y enprivado- de una rudeza mucho más varonil que los pan­talones tejanos, es el prototipo de la feminista que havisto realizados sus ideales.

No. No es la cuestión del feminismo una cuestión deprendas de vestir -más pronto, y pese a 1as apariencias,se trataría de coquetería, de feminidad- ni un modo ex­terno de comportarse -no siempre se comporta uno comoQuiere, sino como puede-, sino una cuestión de derechosy obligaciones inherentes. Y cuando una mujer tieneconcedidos y reconocidos unos derechos. que antafío per­tenecían sólo al varÓn y no hace uso de ellos, es porquesu conducta la marca su sexo, y cu.anto más preponderan.te sea éste más destacada será la fisonomía de aqué[, enuno u otro sentido.

Desde luego, que desde el leve desdibujamiento de uncarácter sexual hasta llegar. a la iuversióu O al hermafro·ditismo, habrá toda una gama de tipos inter'medios que,por su generalización, pasarán inadvertidos. Pero aun

así, y remedando la frase bíblica, se puede decir deellos: Por S'Us obras los conoceréis.

y contra el imperativo del sexo difícilmente se puede.Tanto es así, que sobre las damas que en la Historia handesempefíando releV'a;ntes papeles en asuntos que con­ciernen normalmente a los varones, pesa de una maneraimpalpable, pero cierta, una inacabable y plumbea cua·rentena en cuanto se refiere a los signos preponderantesde su sexo. De los numerosos ejemplos que podrían ci·tarse, Marañón, en su libro titulado Tres ensayoS! sobre'Vida sexual, cita la siguiente frase de la Reina Victoriade Inglaterra, entresacada en su epistolario íntimo: Lasmujeres no hemos nacido para gobernar, y si somos b1¿e­nas y verdaderas mujeres hemos de mírar con. antiPatía es·tas ocupaciones masC'uUnas. Y en otra parte del mismo li·bro, dice Marafíón de otra Reina genial: Doña Isabel 7aCatólica tenia un aliento viril, lo que exPlica la. efectivaeficacia de su actuación... No puede negarse, shz. em,bargo,el virilismo de muchos d-e sus Perfiles. intelectuares. En. su¿poca tal debió de ser la impresión de sus vasallos. Y algoparecido podría decirse de tantas otras mujeres que hansobresalido en la guerra, en los negocios...

Si, como dijo el sabio, la mujer más feminista es lamás femenina,. y la feminidad sin paliativos es para rIhombre normal la cualidad más apreciada, imprescil1d¡·ble, exigible de la mujer, es porque así será su ·¡er·dadera prototipo, porque así serán la inmensa mayoría delas mujeres... Y si es as1, no diremos de un arte, de unaciencia, que es varonil o femenina, sin saber antes cuá.lde los dos sexos tiende, preponderantemente, a dicho arte,a dicha ciencia. Y sí se puede dtar a la guerra como lamás antifemenina de las artes, porque instintivamente lamujer la repudia, puede citarse también a la literatura comouna de las artes más destacadamente femeninas, pues quela mujer normal, femenina, se ;¡iente cada día más atrai·da hacia ella. Díganlo si no esos nombres femeninos quede un tiempo a esta parte se llevan, con una constandacasi alarmante para los autores del sexo contrario, la ma·yor parte de los premios anuales de literatura que se con·vocan.

I Por qué, pues, escasean hasta' el punto de ser prácti·camente desconocidos los nombres few-eninos en nuestrasrevistas profesionales 1 Exceptuando acaso la desaparecida

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El Auxiliar del Médico, de Barcelona, en ninguna otra re·vista profesional de Espafia de las que conozco -yo creoque son todas- aparecen de manera más o menos segui·r1a, firmas femeninas en sus páginAs.

A pesar de las continuas avalanchas, en los Institutosy Universidades de muchachas estudiantes, no dejan deestar lodav!a en minoría en el ejercicio práctico de lasprofesiones liberales en general y de la de Practicante enparticular. Por lo tanto, no cabe pretender que la colaba·ración literaria profesional de los Practicantes femeninosigual a la de los masculinos. Pero para, dar fe de vida,para dejar en buen lugar el pabellón de nuestras compafie'ras, con muy I>OC8S con verdadera afición a la literaturay la suficiente fertilidad, bastadan.

lOes que no tienen nada que decir 1 1Sus problemas es­tán lodos resueltos satisfactoriamente liNo les preocupa elporvenir inmediato liNo temen nada del intrusismo 1 \ 1Nodespiertan su interés las enormes posibilidades que para elfnturo puede representar el nuevo plan de estudios fnproyecto liNo siente .indignación ante la premeditada des­apariclóu que se intenta provocar contra' alguna de nues­tras especialidades 1 1Ni sienten la comezón de abogarcon el alma para la creación de otras nuevas, que abrannuevos y más amplios horizontes a nuestra carrera? l Creen,sinceramente, en fin, que estamos en el mejor de losmundos posibles y no es preciso preocuparse, pues queDios y la Virgen ya velan por nosotros?

IEnvidiables criaturas, digo yo, si se sienten felicespracticando tan sibarltica filosofía I

Pero, francamente, cuesta de creer que las mujeres, jus­tamente por serlo, na tengan nada que decir. Y nuestrasadorables colegas entran -1 cómo no 1- en la precedentegeneralización. Y, entonces, si tienen poco o mucho quedecir más pronto mucho que poco, segúu todas las proba­bilidades- y no quieren decirlo, yo me pregunto: 1Qué mos­ca les habrá picado, en qué las habremos ofendido los de­má¡; para decidirlas, precisamente en estos tiempos de su·premacia femenina en el campo de la novela, del .cuento,de la poesía, para decidirlas, repito, a negar tan ostento­samente su colaboración literaria a nuestras publicaciones?

Para nosotros, los que cargados más de buena fe que deotra cosa, le damos a la máquina de escdbir con el ,fánde ventilar desde estas páginas todos aquellos asuntosde la profesión que no tengan proscritas las corrientes deaire, su abstención, que yo considero voluntaria, constitu­ye una especie de humillante ofensa, ofensa que -valedecirlo--- ardo en deseos de poder cancelar o, en otro. caso,retractarme: públicamente, confesando mi tremenda equi·\'ocación.

Yo confío Que, a no tardar, nuestro elemento pract:can..til femenino se decida a dar el do de pecho, proporcio­nando a nuestras revistas aquel tono elegante y amable,irónico y sutil que les falta. Porque, sin duda alguna, la!Unjor es la que posee un más fino sentido del humor.

y si no es 3S(, conformémonos, humilde y fiiosóficamen­te, pensando Que, como decía al empezar, la, mujer es unr!ligma y la historia nos ensefía que, a través de ~os

tiempos ni el más sabio de entre los sabios ha logradooompreuderla jamás.

flra!f homÓres c¡ue se pasan la juven~

{/lC!, a la manera de las pulgas, picando

en {as mujeres; mas, llegada la vr!Jez, la

mujer se venga picando en sus óolsi!los.

~ajal

.

SECCION COMERCIAL

, 'J.. ,

El profesor don Alfonso de la Fuente Chaos, Catedrá­tico de la Facultad de [Medicina de Madrid y Director delInstituto Nacional de Medicina del Trabajo, ha tenido lagentil consideración de enviarnos un libro, del cual esautor y que titula El Seguro Obnigatario de Enfermedad.Necesidades de una reJo-:rma médica, en el Que, a travésde sus sesenta páginas, va vertiendo, puesta su buena fepor encima de toda otra interpretación, un rosario de realesy magníficas consideraciones, con las que, escribiendo comomédico, pretende sembrar la buelOa semilla de un futuromejor.

En el .Propósito>, o prólogo de esta obra, el doctor LaFuente hace constar que socialmente es el Seguro Obli-

Prof. don ALFONSO DE LA FUENTEDirector del InstItuto NacIonal de Medicina y Seguridaddel Trabajo y Catedrático de la Facultad de Medicina de

MadrId.

gatorio de Enfermedad la obra de mayor envergadura quese ha llevado a cabo en la vida nacional de nuestra Patria.Pero que por esa misma magnltud precisa de hombres ytiempo para su perfección. Por ello los comentarios Quecontiene este libro van dirigidos lo mismo a los que sus­tentan el peso de la dificil y delicada misión de legislary organizar el Seguro, Que a la legión de médicos Que co·laboran en el mismo y que al apOrtar la crítica positivaque pretende, expresa clara y reiteradamente su ofrendade sincera y leal amistad al Excmo. Sr. D. José AntonioGirón de Velasco, ya que esa misma amistad es la Queprincipalmente motiva los pensamientos del autor, sin de·seos de polémica ni crítica negativa de ninguna clase so­bre hechos pasados, y sí únicamente el humilde recono·cimiento de errores a los que confiesa haber contribuJdo,para lo cual ofrece esta colaboración a las Jerarquías delSeguro y muy especialmen te a los sefiores Sáenz de Mieray Sabugo, Jefes Nacionales del Seguro y de la Inspección,respectivamente, y al señor Díaz Fanjul, Director del PlanNacional de Instalaciones.

Cousta la obra de cuatro capítulos, titulados:.La organización de la -~dicina se hace o se padece.,

<In.fiuencia áel Seguro Obligatorio de Enfermedad sobre lapersona humana Que ejerce la Medicina», dnfiuencia delSeguro Obligatorio de Enfermedad sobre el modo de ejer·cer la Medicina. e <Influencia del Seguro Obligatorio deEnfermedad sobre la economía del profesional médico•.

Bien documentado, el autor hace citas y toma como pun­tos de referencia para el desarrollo de su tesis autores dereconocida solvencia en el camoo de lo social, aludiendoa Jay, en su Revoluci6n política; a Regis Jolivet, en LeS

SO'UTces de lJidealisme .. a Haudón, en La theorie de lli11sti.tution et de la fondation y PrinciPios de Derecho público yconstitucional; a Renard, en Theo~ie y Philosophie; alDerecho institu.cional, de Ruiz·Giménez, y a los teóricosVives y Mariana, en sus obras respectivas de De subvcll·tione pamperum y De rege et Regís institutione, sin olvi­dar a Campomanes, en Discurso sobre la edu.caci6n- POPlllaTde los artesanos y su fOmetLto; ni a JovellanosJ en InfD1'mcs.

Defiende -dice--, por sabido el que la Medicina social,no socializada, es una exigencia de los tiemDOS Que vivi·mos y en nada merma la personalidad de las Institucio­nes, y afirma .la obligación que el hombre ha de sentirpara servir al bien común, pero aclarando que cuan­do un individuo se incorpora o se somete a las leyesde una Institución, no se despoja de sus inalienablesderechos, ni tampoco rompe con las leyes de la perSO­na ,humana, sino que obedece a la Institución como ser

"sujeto de alltaridad, pero nunca como objeto de proPiedad.Por ello, y aunque el Seguro Obligatorio -de Enfermedadfué creado para el servicio del enfermo económicamente

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de valores en la Que se distingan los valores absolutos delos circunstanciales, en Medicina el valor absoluto serásiempre el médico, y el circunstancial, la Administración.

Mucho, muchlsimó más, dice el profesor La Fuente Chaosen la obra Que comentamos, y nosotros, sintiendo muchoQue el comentario -magnífico comentario- Que nOS sugieresu obra no pueda caber en esta sencilla resefia bibliográ·fica, vamos a darla por terminada, pero no sin antes copiaralgunos de los pensamientos que el autor intercala a todolo largo de ella:

Al reglamentar las Residencias como unidad sanitaria.han de en-tenderse filosóficamente y no en. el sentido dela a'1'quitectura....Habrá siempre de tenerse en cuenta el modo de ser delcirujano, que además de ser 'un hombre sin tiempo, eS' 14ft

rebelde ante lo dogmático terrenal, ya que está acostum­'brado a ever> en la intimidad biológica de los tejidos,creados a semejanza de Dios.

débil, no debe haber la más ligera duda de que en la je­rarquizaci6n de los valores funcionantes al servicio del en­fermo, sólo al médico le corresponde el primer lugar.

Para los que olvidan o puedan olvidar el sentido pro­fundamente cristiano que encierra la defensa del médico('01110 llcrsonu humana frente a su anulación eu aras ~de

una ley social, el autor recuerda las palabras de Su San.tidad Pío XII, en el mensaje de Navidad de '942: _El ori·geu y fin esencial de la vida social ha de ser la conser­vación, cl desarrollo y perfeccionamiento de la personahumana.»

'también recuerda que la Medicina, en esencia, siempreha sido un Intimo colOQuio entre dos hombres: médico yoenfermo. Hoy se dice que ,la Medicina social ha deshuma­nizado el coloquio porque ha suprimido la Intima sole­dad que le dió vida y parque además, conocedor el obrerode los derechos Que le son conferidos a través de la Em­presa, el Moutepío o el Sindicato, ya no se dirige al mé­dico como al hombre Que cumple un sacerdocio y que es,a la vez Que terapeuta, consejero y confidente familiar, al~ue pueden confiarse los más Intimas secretos profesiona­les e incluso el honor de la familia, sino Que solicita lavisita del médico, exigiendo la presencia del funcionaJ7'ioque cumple su función de asalariado.

Pasa después a hablar de las Residencias del Seguro ydice que como espafioles podemos tener el orgullo de pro­clamar Que ninguna otra nación en el mundo puede ufa­narse de tener una red sanatorial como la Que pasee elSeguro de Enfermedad en Espafia, que gracias a ellas sehan introducido en nuestra Patda terapias Que pareelanina,equibles y Que los beneficios Que aportan al progresode la Medicina son incalculables, ya Que par primera vezen ellas encuentra el médico un centro de trabajo digno,acogedor y útil, Que le hace olvidar el triste y míseJ;Ohospital.

No obstante, este capitulo de méritos que dice Que nahemos agotado, hasta el dla de hoy son virtuales y elaulor teme las consecuencias de un tardlo e' incompletorealismo, pensando Que la multiplicación de Jos mediostécnicos exige la paralela multiplicación de los hombresque los manejen, dando con ello nacimiento a la .'Medicinade equipo, que nunca ha' de entenderse como agrupaciónde individuos unidos por el mismo lugar de trabajo, sinopor su acción univoca, lo Que origina en cuanto al fun­cionamiento, unidad de dirección, unidad de concepto yunidad de selección. Afiade que las virtudes de las Resi·dencias hasta ahora son patenciales, siendo preciso trans­formarlas en realidad y Que, como la vida ha de ser vividamejor que cpensada~, pata que sirva al bienestar humano,dice que el influjo de las Residen'cias puede repercutir enhechos tan trascendentales como el secreto profesional, elprogreso de la Medicina y la tecnificación de Quien la ejerce.

También plautea la eterna interrogante de 1Director téc­nico 1, 1Director administrativo? , afirmando la radicalnecesidad del primero, y dice Que sus funciones sólo pue­den tener como freno la economla y las normas éticas delcargo, y extendiéndose en múltiples consideraciones a esterespecto, dice que la Dirección en Residencias Quirúrgicascomo las actuales, difícil explicación podrla encontrarsepara hurtársela a un cirujano o especialista Quirúrgico,reforzando su argumentación al decir que en una escala

MUY 1M POR T A N T-ERogamos a cuantos compañeros nos envíen sus trabajos, tanto científícos como literarios o de

cualquier otra índole, lo hagan, siempre que les sea posible, escritos a m'áquina y a dos espacios,~

Cuando esto sea imposible y forzosamente tengan qúe ser escritos a mano, suplicamos una letraclaramente legible y bien espaciados los renglo nes.

También rogamos se tenga en cuenta la capacidad de nuestra publicación para la extensiónde los trabajos. .

Todo ello nos facilitará mucho nuestra labor revisora y, por tanto, nos ahorrará un tiempoy 11II esfuerzo que nos son muy necesaríos para otras actividades.

NO SE DEVOLVERAN LOS ORIGINALES NI SE MANTENDRA CORRESPONDENCIA SOBREELLOS, SEAN O NO PUBLICADOS.

45

El hombre no fS 'lIH mecanismo de rel'oiC'ria, sino ex­tremadamente puntilloso para obedecer cuando la obedien­cia Penetra en el patrimonio del alma.

La:. Resicumcias exigen médicos cuya formación moraly humanista sea muy superior a la especifica de la prO'-fesión. .

...El médico que no se esPecializa es un estorbo y el qu·,se gspecializa es un número.

Filosóficamente, los hombr%l SO'n iguales, Per<J ci ntífico­mente no, ya Que en la valoración de la Personalidad jue­gan importante 1'az6n elementos que no son cimtíficos,como el sentido estético y el moral, que están repartidosdesigualmente.

Con éstos y otros pensamientos revaloriza su criterio elautor, para demostrar que lo que interesa desde el puntode vista científioo y en provecho del propio enfermo esllegar a conseguir que haya muchos otorrinolaringólogosque realicen la OPeración de Lemper y muchos cirujanosque en las afecciones de esófago, pulmón, cerebro y\ cora­zón puedan presentar con eficiencia postoperatoria una ca­suística donde el número de muertos no sobrepase del la al15 por 100.

y en el último capitulo, después de una profusión decifras, estadísticas y datos numéricos, llega a la conclu­sión de que los espafioles económicamente débiles tendrá"a su servicio la más perfecta organización sanitaria quepudieron sofiar, y el Seguro de Enfermedad en Es fia seráfaro y norma para el mundo entero si s.e cumplen estastres premisas y por este orden:

Primera, Consideración a la persona humana mediantelegislación más ética que administrativa.

Segunda. La ciencia y el a>:te de curar han de encontraren el Seguro las posibilidades de eiercicio que encierransus magníficas instalaciones.

Tercera. Economfa justa y digna, bajo la forma de ho­norarios,

Para acabar diciendo que ha escrito esta obra, tanto paraque los rectores y legisladores del Seguro canozcan loshechos reales de la vida médica como para que los mé­dicos abandonen esa angustia que les deprime y esa criticanegativa, enemiga de la fe en la victoria. A éstos les dael consejo de Que no luchen para conseguir pequefías mejoraseconómicas por expuestas a una fácil critica materialista,y les asegura que la generosidad y el romanticismo en eleje>:cicio profesional serán la clave de la ,victoria alada Quese presiente.

El amor a España, que da tono a los latidos de nuestrocorazón, y el espíritu religioso, esencia de nuestro ser, pre­sidirán siempre el emotivo y sencillo acto de interesarnospor el dolor de nuestro prójimo, y cuando nos preguntenlo que hemos ganado con nuestra caridad y con nuestrotrabajo, podremos contestar: He *J11C01'ltrado a Dios en esteenfermo_

{Sensibilidad y obediencia a este último párrafo del pro­fesor La Fuente, i I PRACTICANTES! !

* * *Con destino a la Biblioteca de nuestro Consejo General

hemos recibido el primer tomo de Enfermedades venéreas,últimamente editado por la «Biblioteca del Auxiliar Médi­ca> (B. A. M.l, de Valencia.

Es autor de este libro el doctor Luis samper, famoso es­pecialista valenciano de dilatada práctica profesional, vavalora la obra un prólogo del doctor Gómez Lucas, Direc.tor-propietario de la Revista del Pruticante y de la citadaEditorial B. A. ]d.

CGnsta este utiHsimo tratado de 257 páginas, dedicadascasi exclusivamente al estudio de la blenorragia en sus dis­tintas fases y formas! cHnicas, de la que hace una deta·llada historia, presentándola como enfermt!dad social y es­tudiando extensamente el gonococo Que la produce y pro­paga, formas de investigación y caracteres del mismo. Drag­nósticos en sus diversas formas clínicas (agudísima, sub­aguda, aguda y crónica), subdividiéndolas en períodos (ini.cial, de estado y de declinación), sintomatología y la par·te de la Anatomía suficiente para hacer bien claras y pre­cisas estas ensefíanzas.

También dedica algunos muy interesantes capítulos a t>:a­tar social y humanamente el problema de la prostitución,analizando sus causas y consecuencias.

Se aunan en este didáctico volumen las ensefianzas delos conceptos antiguos con los más modernos, desde lostratamientos ya en desuso hasta los de mayor actualidaden esta era de los antibióticos, haciendo gala su autor, conun admirable criterio, del extraordinado domini9 Que po­see de la especialidad a través de todas las épocas.

11ambién nosotros auguramos a su autor un grau éxitopor la eficacia que para nuestra profesión tiene este lib>:oque comentamos.

***También, y con igual destino, hemos recibido el libro

Comed naranjas, eLa naranja, alimento; la naranja, me­dicamento., en segunda edición del InsUuto EditorialReus, y que consta de n8 páginas.

El autor de este libro es el doctor J. Sandoval Amorós,especialista en enfermedades del aparato digestivo y aca­démica correspondiente de la Real de Medicina de Murc'a.

Consigue el autor con esta obra su prOpÓsito, que es con­tribuir al restablecimiento de la verdad en materia de ali·mentación, enseñando el valor alimenticio de la naranjay también su valor p>:ofiláctico y curativo en muc.hos pro·cesos morbosos.

Para ello, después del estudio de sus datós botáuicc,.hace historia de esa fruta dorada, «adorno y encanto denuestras huertas levantinas», presentándolo como alimentoprimero, y como medicamento después.

Sefiala infinidad de aplicaciones terapéuticas que la na­ranja tiene en infecciones agudas, gripe, fiebres Uficas.paratlficas y colibacilares; en la tuberculosis; en las en·fermedades del aparato digestivo; en las gastropatlas; enlas enfermedades intestinales, del hígado y de las vías bi·liares; en el est.reñimiento habitual; en la arteriosclero­sis, en la vejez prematura, etc., etc., en que está indicadaesta fruta selecta, Que califica de «la mejor entre las mejores>, resaltando el proverbio indio que dice: «El ángelcustodio de la salud plantó un naranjo>.

Deseamos todo el éxito que merece al doctor SandovalAmorós.

PACOPEPE.

CALMANTEModorno ana'gé"co on el que se utilIza la v¡tamlna JI..podero$o tónIco nervioso. asocIado al Acldo Acotllo".

y a la Cafelna.

NOVEO",O TERAPEUTICA

SuprIme el dolor y tonlllcalo. nervIo•.

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-sL-.....II.J~~ ~....;:...lI:>..:..:.....-_L..:..:...lOl:...>.:.-:.."'- ~""-lo.~~

Petición de manoPor doña Felisa Herránz, viuda de Nicolás, y

para su hijo don Juan Nicolás Herránz, presti­gioso farmacéutico establecido en Madrid, ha sidopedida la mano de la encantadora señorita Ani­ta Córdoba Ubis, hija de nuestro querido Pre­sidente del Consejo General, Ilmo Sr. D. JuanCórdoba Pérez.

La boda se celebrará· en la presente priína~Vera. .

Toma de posesiónEn el pasado mes de febrero tomó posesión del cargo de

Vocal primero del Consejo Provincial del Colegio de Al­merla, para el que fué designado por la superioridad, donRafael MarHn Estrada.

PublicaciónDiccionario Hispán:ico. 2·500 páginas. Precio corriente, 400

vesetas. Vendeda a mitad de su valor o canjearía por elManua.l Practicantes, MatrcmaS'< y Enfe·r'mcras, del doctorBox ,María Cospeda1.

Dirigirse: Máximo Teodoro Cepeda Gil, Agua, 18, Jaráízde la Vera (Cáceres).

Natalicio'y acto de gratitudEl día 23 de marzo último dió a luz una niña la esposa

de nuestro c<>mpañero don iMlanuel Sobrinos Santamarla,con ejercicio en Lora de Estepa (Sevilla), de cuya locali­dad es también Corregidor de su Ayuntamiento.

A causa de un patológico puerperio, la citada señora hubode ser trasladada a la citada capital para ser intervenidapor el prestigioso ginecólogo sevillano doctor don Fran­cisco Baena Moreno, quien con su habitual competenciacienlifica y cariño a nuestra profesión sometió a la enfermaa dos operaciones quirúrgicas, que, realizadas con la pe-'ricia que era de esperar, sanaron a la puérpera, que hoyse encuentra en perfecto estado.

El doctor Daena ,Moreno, por su magnífica labor, no ad­mitió otra moneda que el agradecimiento. Profundamentesentido ha hecho que nuestro citado compañero ponga estealtruista rasgo en conocimiento de nuestro Consejo General.

Por ello, y en nombre de nuestro nacional Organismorector, damos desde estas columnas las gracias más ren-

didas al prestigioso ginecólogo sevillano, que con su gentilacción ha testimoniado una vez más el afecto y considera­ción que por nuestra clase siente.

NatalicioEn Santander ha dado a luz una hermosa mna, segun­

do fruto de su matrimonio, la espesa de nuestro com­pañero, Vocal de la Junta Directiva del Colegio de la ciu­dad citada, D. Antrniio Madas GonzAlez.

Tanto a: -éste, como a su señora, expresamos nuestraenhorabu,ena. ·...

En Herrerlas (Almería), ha dado a luz un niño, pri­mer fruto de su matrimonio, la esposa de nuestro esti­mado compañero el Practicante de las .Minas de Alma­grera, S. A.», don Nicolás Francisco Cánovas Caparrós.. Muy efusivamente felicitamos a este venturoso matri­monio. ·..

El día 9 del pasado febrero dió a luz su primer hijola sefiora de nuestro estimado compañero don Martín Gar­da Ramos, Practicante de A. P. D. con ejercicio en Ar­bolea (Almerla).

El recién nacido -a quien se le impusieron en el bau­tismo los nombres de José Francisco-' fué apadrinadopor don Francisco Díaz Aguado, Médico titular de la ci­tada localidad. y por su distinguida esposa.

Tanto a los padres felices como a los distinguidos padri­nos, les enviamos nuestra más cordial enhorabuena.

,NecrologlaEl pasado día seis de marzo dejó de existir, a los quince

años de edad, el joven Miguel Olcina Morales, hijo y her­mano, respectivamente, de nuestros compafieras con ejer~

cicio en Alicante, don José O!cina Asensi y don José Olci­na Morales, a quienes enviamos nuestro más sentido pé­same. ·..

El día 17 del pasado marzo falleció la virtuosa selíoradoña Vicenta Buforn Galiana, esposa de nuestro queridoy veterano compafiero don Francisco Gutiérrez Martínez,Presidente honorario del Colegio de Almerla, y madre dedon Antonio Gutiérrez Buforn. Vocal del Consejo Provin­cial del citado Colegio.

'Con tan triste motivo. los Sres. de Gutiérrez han reciobido incontables muestras de condolencia, a las que uni·mos la nuestra muy ~iDceramente sentida.

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;.672,100,00 ptas.

4.500,0')6.000,006.000,006.000,0:>6.000,00

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6.000,006.000,006.000,00

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MARZO DE '953HASTA FIN DEPAGADOSDEFUNCION

Almerla1 Giménez, <de d > Burgosdo Gare a e Diez, ~D. Eduar de la Torr Cádiz ... ...D. liranelse~vo PéJ;:ez, de de Caste1l6!,D Juan Sa I Centelles, de Madnd

» D' Pablo Sa es la Ramirez, d IMilldrid» D' V;eente Gareo Lorenzo, ~alencia

D: José Ma:~a Cortell, teezamora... ...D. Vicente érez Cabello, de Zaragoza ...» D. Carlos P Ariza Pérez,D. Bernardo

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SOCORROS DE

PAGADOS'

Beneficiarios de»»»

DE '953 ...DE ABRILHASTA FINTOTAL PAGADO 7.729.600,00 ptas.

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