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Yo, tomo
Mi historia, y la vuestra.
Jess G. Barcala
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ndice
I.- ..Gnesis
II.- ...CHONP
III.- ...Geos
IV.- ..Bios Mar y Tierra
V.- ...Invasin
VI.- ...Carne de Carbn
VII.- .Chicxulub
VIII.- ....Nuevo Amanecer
IX.- ....Citius, Altius, Fortius
X.- .......Sabios
XI.- ,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,..,,,,,,,,Llegando Lejos
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Este libro est autopublicado en EntreEscritores.com red social de obras inditas donde los
escritores pueden ser publicados por una editorial con el apoyo de los lectores.
Comparte tu opinin con el autor y cientos de lectores:
http://bit.ly/YoAtomo
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A mis padres y todos mis ancestros.
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CAPITULO I Gnesis
La historia del mundo, de la vida y del universo, ha sido siempre una materia
favorita de vosotros los primates de elevada sapiencia. Casi desde que dejis
esas graciosas prendas que llamis paales, vamos, desde que tenis uso de
razn o como lo llamis, los humanos os preguntis, De dnde vengo? A
dnde voy? Quin cre el universo, las estrellas, la vida, el ser, los perritos
calientes, las patatas fritas del McDonald? Disculpad, pero es que con la edad
no puedo evitar dispersarme he conocido mucho!
En esta historia no encontraris las respuestas a todas las preguntas,
simplemente, porque yo no las tengo y a mi ya avanzada edad dudo mucho
que algn da las tendr. Solo anhelo contaros mi propia experiencia en el
universo actual a travs de siglos y siglos de transformaciones y revoluciones;
construccin y destruccin; vida y muerte. Gracias a una innata habilidad ma
para colocarme siempre hacia el exterior de mis mltiples hogares, he tenido
la suerte de ser testigo de muchos de los sucesos ms importantes de la
historia universal y, mejor an, he compartido momentos inolvidables con
algunos de los personajes que ms han influenciado el devenir de la
humanidad que quiero compartir con vosotros. Espero perdonis que mi
alegora tenga tambin algunas lagunas ya que, en algunos periodos, me
encontraba atrapado en lo ms profundo de la corteza terrestre y no pude
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ser testigo de todos los grandes acontecimientos o de la vida de todas las
civilizaciones. Mi relato se basa mayoritariamente en lo que vi, pero hay
otras cosas que me fueron contadas por los innumerables compaeros,
amigos y parientes que encontr en mi vida o que aprend de los libros que
algn humano puso a mi disposicin. Mi camino est rodeado de ilusiones y
decepciones, alegras y tristezas, miedos y sueos y no os dejar indiferentes.
Os invito a que repitis conmigo este largo viaje que me ha llevado desde los
confines olvidados del universo a este gran planeta azul que llamis Tierra.
Vi la luz hace unos seis mil millones de aos, poco antes de que la estrella en
la que nac se convirtiese en una gran supernova en el sector central del
universo, explotando con una fuerza lo suficientemente grande como para
crear muchos de los actuales elementos que hoy forman todo lo que os
rodea y que no haban nacido an. Y lo de ver la luz no lo digo solo como un
viejo clich y, verdaderamente, mi nacimiento, o al menos as lo denomino,
fue ciertamente un evento de gran luminosidad, el fenmeno ms brillante
que se pueda observar en el universo. Desde entonces, he pasado eones
dando tumbos y siendo testigo de pequeos y grandes cambios en buena
parte del universo y esa experiencia es la base de este relato, y no puedo
dejar de mencionar la importancia que mi nacimiento tuvo, estimados
lectores, porque, aunque suene presuntuoso, la vida no podra existir sin la
ayuda de los de mi especie y similares.
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Cuando la gran estrella ya no pudo aguantar la presin y explot, trillones o
ms de nosotros, tomos de carbono y otros tantos de mis parientes lejanos
y cercanos, salimos despedidos del inmenso vientre materno a velocidades
de vrtigo. Muchos de nosotros bamos unidos fuertemente por lo que creo
que llamis lazos familiares. Mi grupo inclua unos 27 billones de trillones de
nuevas vidas reunidas en un pequeo trozo de materia que en la tierra
podra ser no ms que un grumo del tamao de una montaa terrestre. En el
viaje, sin embargo, la constitucin de mi morada y de mi entorno familiar
vari incontables veces, desde el tamao de una partcula de polvo hasta
enormes rocas que yo llegu a considerar mansiones como las que millones
de aos despus conoc en mi planeta adoptivo.
Ms importante es lo que ha sucedido despus.
Lo ms memorable de nuestra desbandada fue la sensacin causada por la
velocidad a la que viajbamos. Todo pasaba tan rpido que era casi imposible
fijar la vista en un objeto por ms de una fraccin de segundo. Volbamos
aproximadamente a la misma velocidad que el resto de materia cercana a
nosotros, tanta que pareca que no se mova nada. Nunca he llegado a saber
la cifra exacta, pero pareca acercarse a la velocidad de la luz. Rpidamente
nos alejamos del epicentro y comenzamos nuestra aventura.
Con mi poca capacidad de raciocinio me es imposible describir en trminos
cientficos estos hechos, pero tengo la certidumbre de que algn da alguien
o algo podr entender lo que sucedi y, ms importante, el por qu sucedi.
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Yo ya me di por vencido. Lo que s puedo describir es la extraa pero
agradable sensacin causada por el bello paisaje que nos rodeaba. En un
fondo negro profundo se desplegaba un espectculo como el de los fuegos
artificiales terrestres. Chispas, espirales, centellas todas buscando un nuevo
hogar en el que depositar su energa. Tambin nos haca compaa un hueco
silencio, como cuando la nieve cae en una gran tormenta absorbiendo todo
sonido en la esponjosa superficie de sus copos. Yo pensaba que con tanto
caos y explosin el estruendo sera descomunal, pero apenas y se oa ruido
alguno, no entenda en aquel entonces que la falta de aire en el espacio
exterior impeda la propagacin del sonido. Con tanta paz, llegu a quedarme
dormido muchas veces.
Viajamos varios miles de millones de aos, creo, y no sin incidentes. En los
primeros instantes las colisiones entre los cuerpos eran incesantes. Casi
siempre se produca una nueva explosin que desviaba hacia una nueva ruta
cualquier trozo sobreviviente. El sonido era extrao, rpido, seco y, aunque
nunca sufr dao alguno, me estremeca hasta lo ms profundo de mis
electrones.
Durante el largo viaje posterior a mi parto conoc a un viejo tomo de helio
que gustaba de contar historias sobre cmo naci nuestra raza. TREF 227,
como se le conoca a este anciano con aspecto de cebolla radioactiva,
arrugado y blanquecino, haba sido, siempre segn l, uno de los primeros
tomos en nacer, apenas unos mil aos despus de ese evento que vosotros
los humanos denominis Big Bang. l fue quien me explic un poco el origen
de mi raza.
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Aunque tena los electrones cansados y una voz pesada y cavernosa, el
conocido como Maestro Tref no paraba de hablar. Su edad y su talento para
contar (y exagerar) hechos histricos lo haca uno de los miembros ms
respetados de nuestra numerosa comunidad. Personalmente he aprendido
mucho de l y de sus relatos que, si bien me han enseado mucho, tambin
me han llenado de ms y ms dudas sobre mi origen y, especialmente, sobre
el largo camino hacia mi inexorable destino. El viejo sabio me cont entre
otras muchas cosas que el nuevo universo no era el nico, sino que haba
otros paralelos al nuestro y algunos ms universos burbuja que se creaban
y desaparecan continuamente. Yo no s si esto sea cierto o no, pero si me
consta que a principios del Siglo XXI un grupo de cientficos estara de
acuerdo con dicha idea. Querr decir que hay otros como yo en algn lugar
del infinito? Probablemente algn da lo sabremos, probablemente no. Por
mi parte, me dediqu a escuchar sus lecciones e intentar absorber todo el
conocimiento que pudiera serme til en el futuro.
-Fue en los primeros instantes a partir del Cero nos cont el anciano - que
se crearon electrones, protones y neutrones, vuestros futuros compaeros.
Estas son las pequesimas partculas, llamadas subatmicas que forman
parte de vuestra anatoma - dijo. Gracias a sus enseanzas, aprend que los
primeros son un poco negativos pero son ellos los que nos permiten a los
tomos combinarnos con otros tomos para formar mltiples compuestos.
Los protones tienen una carga positiva, alegre y dicharachera y, junto con los
neutrones que obviamente, son neutrales, son el ncleo de vuestros cuerpos.
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En esos primeros das aprend que fue poco despus del Big Bang cuando se
formaron mis antepasados hidrgeno y helio, incluyendo al Maestro Tref.
Estos primos lejanos mos fueron los primeros de nuestra clase y salieron
despedidos en todas direcciones y empezaron a formar la primera
generacin de cuerpos astrales en el universo. Por cierto, aprovecho para
contaros un poco ms sobre m.
Como ya os dije anteriormente, soy un tomo de carbono. Una partcula de
materia que los qumicos llaman elemento y que, en una extraa tabla que
todos los cachorros humanos detestan estudiar, me han dado el nmero seis.
En la tierra los tomos de carbono formamos parte de todo ser viviente. No
s que tenemos que nos hace tan importantes, pero el caso es que sin
nosotros no existira la vida tal y como la conocis. Adems, somos uno de los
elementos ms comunes en el universo, de hecho, cualquiera de vosotros
que tenga este libro en sus pginas contiene cientos de miles de millones de
mis hermanos enlazados con otros elementos tales como hidrgeno, oxgeno
y nitrgeno. Yo mismo he pertenecido a cientos de miles de cuerpos, unos
vivos, plantas y animales y, otros no tanto, tales como el diamante y el grafito
que, por cierto, he llegado a pensar que hice mis pinitos como escritor
cuando un chaval etrusco del siglo III a.C. utiliz un trozo de grafito del que
yo formaba parte, para escribir garabatos en un pergamino.
Sobre mi vida privada hay poco que decir, pero s que me considero un
tomo afortunado por haber sido testigo a tantos y tantos cambios de
vuestra historia y la del planeta. He formado parte de miles de objetos y
seres vivos y he experimentado profundos cambios de hogar y de actividad.
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Sin que yo pudiera tomar decisiones y por causas del destino he podido
conocer y observar a cientos de individuos, algunos de los cuales tuvieron un
gran impacto en la corta pero interesante historia del ser humano. No nos
olvidemos de mis apndices imprescindibles de mi existencia, Electrn y
Neutrn a quienes llamo cariosa y simplemente E y Pe, el primero, valiente
y arriesgado aventurero que ms de una vez nos ha metido en problemas y,
el segundo, mi consejero ms apreciado, ejemplo vivo de la mesura y el
anlisis.
Pero basta de hablar de m. Ya conoceris mas detalles de mis capacidades a
lo largo de estas memorias. De no todas me enorgullezco, pero son parte de
mi existencia al igual que los defectos y las virtudes humanas son parte de la
vuestra.
Ahora bien, no quiero llevarme todo el crdito para los de nuestra especie. La
vida en la tierra necesita adems de nosotros a algunos otros de mis
parientes, tales como el hidrgeno, el oxgeno, el nitrgeno y el fsforo, que
tambin forman parte de este gran mundo al que muchos de nosotros
llamamos hogar y s a ciencia cierta de que hay muchos otros familiares que
no conozco personalmente pero que habitan otros mundos tan lejanos como
mi tierra originaria.
El caso es que viajamos y viajamos por lo que pareca una eternidad. El
universo es un sitio realmente grande, vamos, inimaginablemente
gigantesco. La luz viaja a una velocidad de 300.000 Km. por segundo y en
millones de aos apenas y puede recorrer pequeas zonas del universo.
Cientficos humanos han calculado (un poco presuntuosamente, creo) que la
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distancia entre los extremos del universo es de 156 billones de aos luz! Sin
comentario.
Durante los miles de aos que dur nuestro viaje, hubo muchos momentos
en los que los pas francamente mal, como cuando fuimos embestidos por
un gran pedazo de hielo y mi hogar fue convertido en miles de proyectiles
ahora separados y dirigindonos en igual nmero de direcciones. Pero
tambin hubo momentos agradables, entre ellos, cuando viaj cogido de la
mano de otros tomos formando diferentes molculas, lo cual me hizo
sentirme que mi labor serva de algo. Adems, y ya cerca del final del viaje
tuve una larga relacin con una pequea tomo de argn, una bella amazona
que, aunque era un poco inestable, sacaba lo mejor de m.
Arna 43-U me llam la atencin desde la primera vez que la vi. Yo era tan
solo un tomo adolescente que no saba todava su funcin en el Universo.
Mis partculas saltaban de alegra cada vez que ella pasaba cerca de m y
pronto nos hicimos amigos. Me cont que haba nacido el mismo da que yo y
que por un tiempo viaj en una de las rocas ms grandes que salieron
despedida del punto Uno. Delgada y de frgil vuelo, Arna tambin me cont
que sus compaeros de viaje haban sido varios elementos radioactivos que
no la trataron muy bien y me confes que se haba sentido siempre muy sola
hasta que nuestros caminos se cruzaron. Pasamos largos ratos juntos
admirando el paisaje que nos rodeaba ya que nuestra velocidad haba
descendido considerablemente y podamos ver como muchos tomos
empezaban a formar corrillos a nuestro alrededor. Muchas veces logre entrar
en carioso contacto con ella y disfrute del suave roce de sus bellas
partculas. Pero sabamos que lo nuestro era algo pasajero ya que nuestras
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cargas no eran compatibles. Nos despedimos poco antes de ser absorbidos
por el Gran Remolino, pero supe tiempo despus que al formarse la corteza
terrestre en su ms reciente configuracin haba sido atrapada en un bloque
de hielo antrtico.
El Errante Afortunado
Ese Gran Remolino al que me refera anteriormente, marc el fin de mi viaje
inicial. Llegamos a verlo desde lejos, una enorme espiral de polvo y materia
como un gran huracn que pareca absorber todo lo que se encontraba a su
paso. No se distingua de los otros quince o veinte remolinos que giraban no
muy lejos de esa zona y con los que a punto estuvimos de chocar, pero por
causas del destino, este fue el que se puso en mi camino.
Pasamos a gran velocidad muy cerca de algunos de estos cuerpos en ciernes
y fue ah cuando sent por primera vez una gran fuerza que me iba a
acompaar durante el resto de mi existencia. Siglos despus comprend los
poderes de este poderoso fenmeno. Se trata de una fuerza de atraccin que
todos los cuerpos ejercen entre s, incluidos los humanos, sin embargo,
normalmente no la percibimos ya que su poder depende de la masa del
objeto que la ejerce y de la distancia entre los dos cuerpos. Mientras ms
grande el objeto ms grande la fuerza pero, aunque no lo creis, hasta una
pequea pelota de golf ejerce una fuerza de atraccin sobre los cuerpos que
la rodean y viceversa. Vosotros los humanos conocisteis este extrao tipo de
energa pronto en vuestra historia pero no fue sino hasta el siglo XVI que un
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profesor ingls llamado Sir Isaac Newton la entendi y describi. Unos siglos
despus, un simptico y desaliado cientfico alemn, Albert Einstein, public
una ley ms actualizada sobre la gravedad. A este seor, del que hablar ms
tarde en esta historia, le llegu a conocer bien ya que form parte de una
bombilla luminiscente que el utiliz durante la redaccin de dicha ley.
Volviendo al tema, cuando crea que ya nos habamos librado de ser
succionados por alguno de los grandes remolinos que flotaban a nuestro
alrededor, sent de repente una gran sacudida, un fuerte tirn, como si nos
arrastrara la furiosa corriente de un ro. Entramos a gran velocidad en un
caudaloso torrente de materia y partculas elefantisicas. Rocas, polvo, hielo
y vapor rodeados de ruidosas explosiones causadas por las colisiones entre
todo lo que ah se encontraba. An ms que cuando nac, me invadi la
sensacin de ser un insignificante soldado de infantera en el campo de
batalla, siguiendo las rdenes de los comandantes y sufriendo el castigo del
enemigo sin una trinchera dnde guarecerme. Chocbamos una y otra vez
con grandes rocas y trozos de hielo saliendo despedidos en mil pedazos en
todas direcciones pero volviendo una y otra vez al gran caudal. En esta
ocasin si sent que mi estructura interna se estremeca y pens que en
cualquier momento desaparecera de este mundo. Pero sobreviv con ms
resignacin que voluntad a los primeros impactos, que empezaron a
disminuir a travs de los siglos.
Al tiempo de mi llegada, este cuerpo celeste contaba ya con unos 40 millones
de aos, pero era an un beb geolgicamente hablando. Su origen se
basaba en la lenta aglomeracin de millones de partculas de polvo, vapor y
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silicio que flotaban en el espacio, probablemente restos no utilizados por el
Sol cuando se form. En esa etapa de formacin, el calor de millones de
impactos haca que el planeta pareciese una bola de fuego flotando en medio
del espacio, sin rumbo y sin destino, golpeada constantemente por materia
estelar a muy alta velocidad, desvindola de su errante trayectoria y a la vez
aumentando su tamao. Por cierto, que a este astro en el que habitis le
llamis Tierra equivocadamente, pues al estar cubierto en su mayora por el
lquido azul, deberais llamarle Agua o en todo caso Hierro, como el elemento
del que est hecho su ncleo.
Fueron decenas de millones de aos los que estuvimos girando alrededor de
esa masa que poco a poco empezaba a tomar su forma esfrica absorbiendo
todo lo que encontraba en su camino y que, como yo, termin formando
parte del nuevo astro. Polvo sideral, piedras de todas dimensiones y gases
continuaron unindosenos en esta espiral de materia fragmentada que
finalmente comenz a consolidarse y a enfriarse. Los elementos ms pesados
tales como hierro y plomo se fueron hundiendo hasta el centro y formaron el
ncleo del planeta que, debido a las altas temperaturas que an conserva, se
mantiene en estado plasmtico (ni lquido ni slido, sino en un estado
intermedio, como gelatinoso) y todava realiza una importante funcin
ayudando a mantener la temperatura de la superficie dentro de los niveles
necesarios y permitidos para la vida de seres multicelulares.
Y cuando el proceso de formacin se hallaba en sus ltimos siglos, un evento
de gran magnitud termin por sellar el destino del astro y, a su vez, de todos
los que ahora poblamos este maravilloso y frgil planeta: una gigantesca
roca, un asteroide o ms posiblemente, los restos de un planeta fallido
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llamado Theia, segn corra el rumor, choc con gran fuerza contra el
incipiente cuerpo, fusionndose parcialmente e imprimindole a la Tierra una
nueva trayectoria y velocidad. Los restos de aquella colisin, quedaron como
aturdidos girando alrededor y formaron en menos de un ao un pequeo
cuerpo rocoso al que llamis vuestro satlite natural, o simplemente la Luna.
Aparte de sus misteriosas connotaciones romnticas y mitolgicas, la Luna
juega un papel extremadamente importante en el comportamiento y
caractersticas de la Tierra. Es conocida por muchos de vosotros la fuerte
influencia que esta puede ejercer en la creacin y movimiento de las mareas,
pero pocos sabis lo importante que puede ser para la existencia de las
estaciones.
Veamos, sabemos que estas existen debido a la inclinacin de la Tierra sobre
su eje. As, durante una parte del ao el hemisferio sur recibe menos horas
de luz solar mientras que el norte disfruta de largos das veraniegos. Lo
contrario en la segunda mitad del ao. Pues bien, aparte de que el impacto
que cre la Luna fue el origen de la inclinacin del eje, esta tambin ejerce
una serie de fuerzas gravitatorias sin las cuales el planeta no podra
mantener dicha inclinacin, ni su ngulo permanecera estable y las
estaciones no existiran. Considerando el placer que he disfrutado en
soleados y calurosos veranos, apacibles otoos y, mis favoritos, los bellos
inviernos boreales en los que tanta paz he podido obtener, no me gustara
imaginar nuestro planeta sin las diferencias entre la primavera y las dems
estaciones.
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La constante de este nuevo protoplaneta era la inestabilidad. El ncleo
fundido no permita el enfriamiento de la superficie y las constantes
colisiones amenazaban con romper de una vez por todas a este cuerpo del
sistema solar. Pero sobrevivimos.
Poco ms puedo aadir sobre las etapas iniciales del nacimiento de la gran
bola rocosa puesto que mi situacin era tan catica como la del resto de mis
compaeros. La mayor parte del tiempo de formacin estuve incrustado en
un gran trozo de metal ligero que contena a millones de tomos de carbono
como yo as como otros de litio e hidrgeno. Mi hogar temporal flot durante
mucho tiempo en un mar de magma fundida hasta que con la lenta
coagulacin de la superficie nos posamos cerca de lo que ahora es el polo
sur.
El calor en la superficie del planeta en aquellos das sera insoportable para
un humano o para cualquier ser viviente. Ms de 3.000 grados centgrados y
no haba agua que pudiese aliviar tan horroroso infierno. Un inhspito,
oscuro y desolador paisaje incompatible con la vida. La superficie se pareca a
lo que normalmente observis durante una erupcin volcnica. Es ms, eran
cientos de erupciones y explosiones de gases rodeadas de borbotones de
vapor y ros de lava ardiente entremezclados con islas de material ya
solidificado bajo el todava constante bombardeo de residuos proveniente
del espacio. Constantemente nacan montaas de formas caprichosas,
volcanes y desolados valles que pronto seran nuevamente fundidos por el
calor y absorbidos por las entraas del nuevo cuerpo celeste.
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Pero como todo proceso que se precie de serlo, este tambin se acercaba a
su fin. Tras varios millones de aos, la temperatura baj considerablemente y
las primeras rocas se cristalizaron. La tierra se enfri y la corteza se endureci
formando un manto slido relativamente estable aunque de poca
profundidad y as, lentamente, el nuevo planeta empez a tomar forma. Un
desierto sin animales, sin plantas, sin vida y cuya enrarecida atmsfera era
irrespirable y que nadie, nunca, podra imaginar el destino que le esperaba.
Todo esto ocurri hace unos cuatro mil millones de aos. Lo s yo porque fui
testigo presencial de estos hechos. Pero no aceptis lo que os cuento como
dogma, tenis evidencia que prueba mis afirmaciones. Los humanos lo habis
comprobado en las rocas rojas de Jack Hills, en Australia. Estas viejas seoras
tienen una edad aproximada de 3.850 millones de aos, pero se cree (y yo lo
puedo confirmar) que siglos antes ya haban existido ejemplos de
caractersticas similares, pero que fueron nuevamente fundidas por el
intenso calor interno de la tierra. Por cierto, la edad de estas ltimas se fij
utilizando un mtodo de radioistopos de uranio, un elemento que con el
paso del tiempo se deteriora hasta convertirse en plomo.
Y ya que nos encontramos en este tema quisiera tambin hablar, un poco por
cuestiones familiares, del proceso ms comn para datar objetos orgnicos
antiguos es conocido como el mtodo del Carbono-14 y creo que a vosotros
lectores os interesar conocerlo.
Resulta que mis hermanos y yo (Carbono-12), somos mucho ms comunes
que mis primos dos nmeros ms arriba, aproximadamente hay un trilln de
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nosotros por cada uno de ellos. En los procesos de alimentacin orgnica
tales como la fotosntesis o la ingesta de animales y plantas, hay un
constante flujo de tomos de carbn y la proporcin entre nosotros antes
mencionada se mantiene al menos durante la vida del consumidor. Pero al
momento de morir la planta o el animal, los pobres de mis primos empiezan
a deteriorarse hasta convertirse en tomos de nitrgeno. La vida media de un
tomo de Carbn-14 es de 5730 +/- 40 aos. Los Carbono-12 no nos
deterioramos y, si as fuera, no estara yo aqu. Los cientficos, ergo, cuentan
y comparan la proporcin de C-14 con la de C-12 y pueden as calcular la
edad de cualquier objeto orgnico. Hay algunas limitaciones, como el hecho
de que a partir de 50.000 aos, ya no hay Carbono 14 y no se puede utilizar
este mtodo, aunque existen otros similares para edades mayores y para
cuerpos no orgnicos.
Volviendo al nacimiento del nuevo errante, el enfriamiento continu durante
siglos, poco a poco endureciendo la corteza que ahora tiene de treinta a
ciento cincuenta kilmetros de profundidad. En dicha corteza se asentaron
todo tipo de materiales y elementos, incluyendo los metales y otros
minerales que ahora extrais de minas para fabricar cientos de productos.
Segua habiendo erupciones y meteoritos, polvo csmico y trozos de hielo
continuaban cayendo en cantidades considerables trayendo consigo nuevos
elementos que pasaran a formar parte de la gran variedad que ahora
conocemos. Pero a pesar de su alarmante inhospitabilidad, la Tierra empez
a parecer un lugar donde algn da, en un futuro muy lejano, la vida sera
posible.
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Helios
Poco antes que se formara el planeta, naci su estrella madre, seora y
dadora de vida. Lo mismo que el agua, y la luz, el calor del Sol es fundamental
para la existencia de seres vivos. A ese gran gigante que calienta el sistema
planetario en el que vivimos lo conozco bien ya que, aunque nunca haya
estado ni cerca de l ni espero estarlo, se parece a mi progenitora. Cada da
durante miles de millones de aos, nuestra gran estrella ha sido nuestro
compaero de viaje y un poderoso aliado. Ya desde los tiempos de mis
queridos amigos afarensis (de los que hablar algunos captulos ms tarde),
se consideraba al astro mayor como un ser sobrenatural, un poderoso ente al
que hay que amar, temer y respetar.
El Sol ha sido la inspiracin para poemas, historias y hubo hasta un
presumido reyezuelo francs que se senta el dem. Una tribu precolombina
construy una Pirmide en honor del Sol (y otra en el de la Luna) en
Teotihuacn, Mxico, y en Mongolia, hay un templo al Gran Sol como
agradecimiento a todo el bien que nos proporciona. Es ms, en el idioma
castellano se utiliza el nombre del gran astro como un cumplido: eres un
Sol .
Helios, como le llamaban los griegos, se form unos pocos millones de aos
antes que la Tierra y los dems cuerpos que ahora forman el Sistema Solar.
Es una estrella de los ms normalita que hay, ni muy grande ni muy pequea,
ni muy joven ni muy vieja, ni muy caliente (comparada con otras estrellas) ni
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muy fra. Muy importante para nosotros es que tenga esas caractersticas,
porque si el Gran Sol fuese diferente o estuviese ms lejos o ms cerca, no
nos servira para nuestro propsito: calentar la tierra a su debido punto.
Como todas las estrellas, est hecho de gases, principalmente hidrgeno y
helio (pero contiene pequeas cantidades de muchos otros elementos
incluyendo el carbono), a muy alta temperatura, casi 6000 Celsius. Pero
estamos a la distancia ideal para aprovechar sus ventajas sin achicharrarnos.
O sea, yo os recomendara no acercarse mucho. Y lo digo por experiencia ya
que yo he estado en el interior de una estrella, aquella supernova en la que
yo nac, y la verdad es que el ambiente no es muy placentero. Como
ancdota, puedo aadir que todos los tomos del universo nacieron en una
estrella, por lo que un famoso escritor-cientfico-profeta del siglo XX, Carl
Sagan, un da dijo que todos los humanos estabais hechos de material de
estrellas. Siempre supe que erais algo especial.
El calor del sol es imprescindible para la vida, para el clima y para el ciclo de
agua, evaporando la superficie de los ocanos y creando las nubes que
provocarn lluvia. Pero no solo el calor es importante para nosotros, la
energa lumnica que nos enva es vital para uno de los procesos ms
importantes en el ciclo de vida terrestre y en el que yo he participado miles
de veces y que tendr un importante lugar en mi experiencia de vida: la
fotosntesis. Tan importante como los procesos es el espacio en el que se
llevan a cabo. En este caso, hablamos de la delgada capa de gases que
protege al planeta y en el que todos los fenmenos ambientales tienen lugar.
23
Atmsfera
Los primeros rayos del Sol cayeron fuertemente sobre el planeta como balas
de can. La radiacin que traan era fortsima y golpeaba directamente todo
lo que tocaba. Pero poco a poco, una dbil capa de gases se fue formando
alrededor del planeta protegindolo de ataques externos. Al principio, se
trataba de los residuos gaseosos causados por las explosiones y erupciones
que crearon el mundo. Eran bsicamente parientes mos como el hidrgeno,
el helio y el argn que le daban un aspecto desolador. La luz no traspasaba
las partculas flotantes ni se extenda en todas direcciones hasta que la lluvia
ayud mucho a limpiar esa irrespirable e incipiente atmsfera y empez a
clarear. La luz ya poda extenderse uniformemente toda la superficie, fue la
primera vez que tuve la sensacin de que amaneca. Poda ver a grandes
distancias el nuevo paisaje conformado aunque todava cambiante y por
primera vez sent la necesidad de explorar lo que me rodea. Ese picante
sentimiento que llamis curiosidad y que no s de quin hered, sera un
compaero inseparable a lo largo de mis aventuras.
Nuestro planeta, y me atrevo a llamarlo nuestro porque yo llegu aqu antes
que vosotros, es especial en muchos aspectos, pero pocos tan importantes
como su atmsfera. Los restantes planetas del sistema solar no cuentan con
algo semejante. Bueno si, tienen atmsferas, pero ninguna con las
caractersticas tan valiosas que permiten que exista la vida tal y como la
conocemos, empezando porque sus principales elementos actuales, oxgeno
y nitrgeno, son muy escasos en el resto del universo. Curiosamente, no es la
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nica atmsfera que hemos tenido. La primera era la que arriba explicaba,
hidrgeno y helio mayoritariamente, pero los primeros vientos solares se la
llevaron lentamente y dejaron paso a nuestra protectora que tard millones
de aos en convertirse en la gran seora que ahora es.
Una pregunta muy comn de los nios (y algunos adultos) es: cmo se
mantiene la atmsfera pegada a la Tierra? Pues la respuesta es muy fcil: Os
acordis de aquella fuerza que me atrajo a la espiral que form el planeta? La
gravedad, si, pues eso, la fuerza de atraccin no permite que los gases se
vayan de paseo por el espacio. Pero como la fuerza se debilita con la
distancia, mientras ms se aleja de la superficie menos densa es la atmsfera
y por eso es muy difcil de fijar con certeza los lmites superiores de la
atmsfera, ya que no termina en un punto exacto, sino que se va
desvaneciendo poco a poco. Ahora bien, hay un lmite que los cientficos
llaman la Lnea Krmn, a unos cien kilmetros de altitud, y que es
frecuentemente citada como el lmite oficial con el espacio.
La atmsfera es responsable del bello color azul que vemos en nuestro cielo y
eso lo explic muy bien un seor ingls llamado Lord John Rayleigh, que
descubri los cambios que sufre la luz cuando atraviesa molculas de agua,
polvo y gas. De acuerdo con este fenmeno, la luz azul, que es la que tiene la
onda ms corta, es ms fcilmente absorbida por las partculas antes
mencionadas y que despus la reflejan en todas direcciones. Que complicado
no?
Tambin la atmsfera es responsable de nuestro clima. Todos los fenmenos
meteorolgicos como la lluvia, los relmpagos y los huracanes se forman en
ella. La mayor parte de dichas manifestaciones ocurren en la tropsfera,
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aproximadamente los diez kilmetros ms cercanos a la superficie y ocurren
porque la atmsfera est en constante movimiento.
En fin, que le debemos mucho a nuestra amiga y por eso debemos cuidarla
mucho. Desgraciadamente, los humanos no os habis portado muy bien con
ella causndole problemas como la polucin. Pero ahora no estoy de humor
para regainas, ya llegar el momento.
Agua
El agua queridos lectores, es uno de los elementos que ms ha cautivado a
los seres vivos y a los que no lo estamos, pero que tambin somos
beneficiarios y vctimas de su podero. Esa enorme masa de majestuoso
lquido nos relaja y nos llena de miedo y de misterio; nos protege y nos ataca
inmisericorde; nos transporta y nos refresca. Este fluido milagroso tiene
miles de interesantes historias que contar, (he intentado convencer, sin xito
hasta ahora, a un amigo mo de oxgeno para que escriba sus memorias)
desde los primeros seres vivos hasta las aventuras de exploradores y piratas
que surcaron los siete mares pasando por leyendas de monstruos
submarinos y sirenas encantadoras o embaucadoras. Mares, ros y lagos han
servido fielmente al ser humano como medio de transporte y fuente de
alimento sin dejar de inspirarlo, asombrarlo y empequeecerlo con su fuerza
bruta. El agua es tambin un buen catalizador al favorecer y acelerar las
reacciones entre las molculas y es, como veremos ms tarde, fuente y
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alimento de toda vida. Y para muestra un botn: el 95% de todos los hbitats
terrestres se encuentran en los ocanos.
Tambin conocida como H2O por sus dos tomos de hidrgeno y uno de
oxgeno, el agua es un compuesto qumico que forma la molcula ms
abundante de la Tierra. Aproximadamente el 71% de la superficie terrestre
est cubierta por agua en cualquiera de sus tres estados fsicos: lquido
(mares, lagos y ros), slido (hielo y nieve en montaas y glaciares) y gaseoso
(vapor, casi todo en la atmsfera). Adems, ms de un 60% de vuestro
cuerpo est compuesto por este elemento. Pero no quiero aburriros con
detalles tcnicos acuticos, as que pasemos a la primera lluvia.
Como os he contado anteriormente, trozos de hielo proveniente de cometas
colisionaron durante siglos la superficie del planeta, pero el agua que
contenan se transformaba inmediatamente en vapor debido a las altas
temperaturas. Las erupciones volcnicas tambin expulsaron enormes
cantidades del gas a la superficie y, tras miles de aos, una gigantesca nube
empez a formarse en la incipiente atmsfera. Esa nube primigenia no se
pareca nada a lo que vosotros conocis. Distaba mucho de ser una esponjosa
bola de blanco vapor que toma las formas que nuestra imaginacin les da. Se
pareca ms a la sucia capa de smog, combinacin de humo y niebla con
millones de partculas cenicientas flotando libremente, que millones de aos
despus cubriran algunas de vuestras descuidadas ciudades. La nube era de
un color rojizo oscuro que obtena del reflejo de la todava recalcitrante
superficie. Poco a poco cubri todo el planeta y fue aumentando su
densidad, hasta que un da, empez a llover furiosamente. Llovi y llovi sin
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parar durante miles de aos, inundando una buena parte de la superficie
terrestre de agua sucia y txica, pero agua al fin.
La primera tormenta dur millones de aos. La evaporacin continuaba,
pero la cantidad era tal que valles y crteres fueron rpidamente inundados
por el precioso lquido. La imparable fuerza del nuevo elemento destruy
barreras como si fueran castillos de arena, erosion montaas y todo lo que
encontraba a su paso. Uno de los grandes beneficiados por la lluvia fue el
que les habla, ya que la erosin que el agua caus en la gran roca que era
mi hogar, consigui que saliera a la superficie. Qu impresin! Descubrir el
nuevo mundo fue uno de los eventos lgidos de mi existencia. Mi nuevo
mundo no era lo que ahora conocemos, un bello planeta que la naturaleza
ha dotado de una enorme variedad de ecosistemas llenos de color y vida. La
oscuridad todava reinaba en la superficie ya que la atmsfera no haba
adquirido su actual estado ni su propiedad de reflejar la luz que empezaba a
llegar desde el Sol. Fue un momento en verdad impresionante pero no del
todo agradable pues el ruido causado por el golpeteo de las gotas era
ensordecedor y varias veces sent que era involuntariamente desgarrado de
mi hogar como sucedi a algunos de mis hermanos. El caso es que llovi
incesantemente hasta que el agua form ese inmenso universo que llamis
ocanos. Estos gigantes que dominan el planeta son entidades de una
complejidad maravillosa, parecen estar llenos de vida y estn en constante
movimiento. Agitados por los vientos, atrados por la luna, calentados por el
sol, forman parte del proceso regulador del clima planetario.
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Al final del diluvio, reina una tensa calma. El nico sonido es el de pequeas
olas golpeando las rocas a un ritmo constante. Se escucha un leve pero
constante chapoteo, tan relajante como el golpeo sosegado de los remos
rompiendo la superficie de un lago apacible. Estoy cerca de la orilla, mudo,
sin moverme para no perturbar la estabilidad que me rodea. Tengo tiempo
para pensar pero lo nico que me viene a la mente es proteger mi
integridad fsica. Miro al todava oscuro cielo y dirijo mis lamentos al
infinito: Ahora qu? -Empiezo a reflexionar sobre mi existencia:
- Qu hago aqu? Quin me envi? Qu quieres de m?
- Calla! -Me gritan a mi alrededor, -ests loco! No hay nadie all arriba!
Pero a m me cuesta trabajo creer que todo esto es un sinrazn. Algo o
alguien debe estar controlando el universo. Las piezas caen una a una en su
sitio. Todo parece estar siguiendo un guin, un orden prescrito, no es
casualidad que dos molculas de hidrgeno y una de oxgeno se unan para
formar este milagroso lquido. No es casualidad que yo est aqu. No.
Simplemente, no puede ser.
Tampoco es casualidad que este errante en el que deambulo est a una
distancia perfecta relativa a su estrella. Si estuviese ms cerca, el viento
solar se llevara su frgil atmsfera; si estuviese ms lejos, el planeta se
congelara y por eso lo llamo el Planeta Afortunado, o Errante Afortunado,
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como diran los griegos. En la superficie la temperatura empieza a ser
agradable gracias a los rayos de la enorme bola de fuego que arropan el
paisaje y esa capa de gases que nos rodea se aclara gradualmente.
Pero cuando ya me estaba acostumbrando a mi nueva y cmoda viva, un
nuevo suceso rompi la calma. Un gigantesco asteroide se estrell contra el
planeta cual misil csmico, sacudindolo todo a mi alrededor como cada
vez que caa alguno. Uno en especial, compuesto mayoritariamente de
hierro. Este elemento pesado, se hundi hasta el ncleo terrestre y cambi
su composicin que, debido a las propiedades qumicas del hierro, creo una
especie de campo magntico alrededor de la Tierra protegindola de los
vientos solares y otros tipos de radiacin. Sin dicho escudo, la vida no sera
posible.
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CAPITULO II CHONP
Una maana del frio otoo de 1952, un joven de 23 aos cruzaba
apresuradamente las calles de la ciudad de Chicago, a esas horas casi
desierta. Los nicos testigos eran un repartidor de leche, vestido de punta en
blanco con todo y gorra, un borracho mal abrigado recargado en una farola y
los chorros de vapor producidos por la calefaccin de los edificios
colindantes. Espigado y no muy robusto, el estudiante en cuestin se frotaba
sus enguantadas manos cuando lleg a la parada del autobs 12 que lo
llevara a su centro de estudios, la Universidad de Chicago. Stanley Miller
haba recibido su ttulo de ingeniero en su natal Oakland pero prefiri la
Ciudad de los Vientos para sus estudios de doctorado.
La razn de su impaciencia no era ms que la curiosidad. Haca dos das haba
iniciado un experimento que podra cambiar el estudio de la exobiologa, la
ciencia que estudia los orgenes de la vida, y estaba ansioso por ver los
resultados.
Tres teoras se encuentran entre las ms populares para explicar el origen de
la vida en la Tierra, al menos entre los humanos: 1) que un Dios
todopoderoso creo el universo en una semana, el mundo, los animales y
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plantas que lo habitan y, en el sexto da, el hombre; 2) que la vida vino del
espacio exterior transportada por un meteorito, teora conocida como
Panspermia; 3) que la vida se origin en el mar a travs de la transformacin
y mezcla de distintos elementos. La primera ha sido ya descartada hasta por
los lderes de la iglesia cristiana. Las dos ltimas siguen causando
quebraderos de cabeza.
El joven Stanley crea en la tercera. Un profesor suyo, el Dr. Urey, haba
mencionado en una conferencia que era posible que, en la atmsfera de
aquel entonces, algn tipo de radiacin hubiese creado la primera forma de
vida. Miller propuso a Urey llevar a cabo un experimento para ver si esto era
posible. Este al principio rechaz la idea pero, a insistencia de aquel, acept.
En menos de dos semanas ya tenan preparado el contenedor de cristal que
simulara las condiciones del joven planeta.
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Este singular aparato, reproduca (con perdn de la Madre Naturaleza) lo que
podra haber sido la atmsfera en ese momento: Primero, se inyectaba una
mezcla de gases que entonces se crea formaban la atmsfera, metano,
amoniaco e hidrgeno; a continuacin, se aada agua a altas temperaturas
para que el vapor se aadiera a la mezcla; posteriormente una descarga en
forma de chispa simulaba un rayo o cualquier tipo de radiacin llegada del
espacio.
Al final del primer da, Stanley observ que se haba formado una pequea
capa de hidrocarburos en la superficie del agua. Eso es! Hidrgeno y
Carbono, familiares mos que representaban a aquellos que formamos los
primeros compuestos orgnicos. Pero no era suficiente para el joven
cientfico y decidi dejarlo una semana ms.
El 17 de noviembre de 1952, Stanley lleg a su laboratorio y observ lo que
haba sucedido: en el fondo del matraz, haba algo, algo sospechoso. La
mancha prpura reposaba como restos de vino seco en una copa esperando
el remojo. Rpidamente la analiz y encontr lo que buscaba: aminocidos.
Que palabro tan extrao, diris, y lo es, pero sin ellos no estarais aqu, ni
vosotros ni nada que est vivo. Y ya que estamos, cmo sabemos que algo
est vivo? Bueno, pues eso depende de quin lo diga aunque me imagino
que querris saber lo que los expertos humanos piensan.
Hay tres requisitos bsicos que aprendis en vuestras escuelas: los seres
vivos nacen, se reproducen y mueren. Bilogos humanos aaden que deben
estar formados por clulas, que obtengan y utilicen la energa del medio que
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los rodea y que se adapten al mismo. Los animales que hay en vuestras
granjas, zoos y los que viven en estado salvaje; todo tipo de plantas, desde
los grandes abetos de verde perenne y el ms humilde de los helechos;
hongos, musgos, hasta las malvadas bacterias que a veces os causan
enfermedades (aunque estas ltimas no sean siempre dainas), todos,
entran en la categora de seres vivos. Y nosotros los tomos? Pues en fin,
que no estoy de acuerdo con vuestra descripcin. Yo nac, utilizo la energa,
bailo, canto y, aunque no me reproduzca, estoy vivo, lo que pasa es que los
humanos no lo habis descubierto. Todava.
Stanley Miller no fue el nico cientfico que consigui crear molculas
compatibles con la vida. El espaol Juan Or, consigui en 1961 sintetizar la
adenina, que es otra de las molculas ms importante para el desarrollo de la
vida y que forma parte de nuestro ADN. Tambin encontr los azcares
ribosa y desoxirribosa, componentes de los cidos nucledos. Sus ideas no
eran del todo originales, ya que haban sido expuestas originalmente por el
ruso Alexander I. Oparn en 1924, pero este no pudo comprobarlas y tuvo
que esperar varias dcadas para ver su teora confirmada. Estos
experimentos no crearon una nueva forma de vida, pero si demostraron que
la vida era posible si alguna fuerza exterior espontnea produca cambios en
las molculas ya existentes.
La lista de teoras es larga y llena de aburridos e impronunciables tecnicismos
que quiero evitar. Como ejemplo que no pienso repetir, reproduzco aqu lo
que ese interesante invento humano llamado Wikipedia dice sobre la teora
de Origen Mltiple (premio al que se lo aprenda primero):
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"Los primeros organismos auto-replicantes fueron arcillas ricas en
hierro que fijaban dixido de carbono en el cido oxlico y otros
cidos dicarboxlicos. El sistema de replicacin de las arcillas y su
fenotipo metablico evolucion entonces hacia la regin rica en
sulfuro del manantial hidrotermal, adquiriendo la capacidad de fijar
nitrgeno. Finalmente se incorpor el fosfato en el sistema en
evolucin que permita la sntesis de nucletidos y fosfolpidos. Si la
biosntesis recapitula la biopoyesis, entonces la sntesis de los
aminocidos precedi a la sntesis de bases pricas y pirimidnicas.
Ms all de esto la polimerizacin de los tiosteres de aminocido en
polipptidos precedi la polimerizacin dirigida de steres de
aminocidos por polinucletidos."
Os lo dije, un rollo apto para empollones. El caso es que los humanos an
estis divididos en la cuestin del origen de la vida. Y creo que seguirais as si
no fuese por un testigo presencial de dichos hechos. Alguien o algo, ya que
no haba humanos, que por casualidad se encontrasen en el mismo sitio
donde naci la primera molcula viva. Alguien o algo, como por ejemplo,
mmmhh, no s un tomo de carbono?
Efectivamente, el mismo que esta larga parbola os escribe, estuvo ah. Pero
ms que el que os escribe estuvo ah, es que el que estuvo ah os escribe. Me
explico, si hubiese sido yo un tomo normalito sin nada interesante que
contar, preferira pasar mi jubilacin durmiendo o enlazndome eternamente
con las numerosas y hermosas molculas que aceleran mis electrones y
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pululan alrededor mo. Pero ya que me toc presenciar estos trascendentales
acontecimientos, lo menos que puedo hacer es compartirlos con vosotros.
Debo advertir primero que yo personalmente creo en la gnesis mltiple,
esto es, que las primeras formas de vida se desarrollaron en diferentes sitios
y en diferentes condiciones. Es ms, no me lo podis rebatir porque yo
estuve all, vosotros no. Esto no quiere decir que no crea en LUCA (Last
Universal Common Ancestor) el ltimo Ancestro Universal Conocido, todo lo
contrario, ya que, a pesar de que la vida se origin simultneamente de
diferentes maneras, solo uno de estos tipos de vida sobrevivi, y billones de
aos despus, aqu estis.
La Primera Molcula
Os propongo un experimento: poned una lata de sopa de esas de la viejita
de los comerciales en la que hay lentejas, trozos de tocino, de jamn,
diferentes tipos de verdura y una viscosa masa anaranjada en la superficie.
Ahora meted el tazn en el microondas y observad. Qu sucede? Primero,
descubrimos que la masa esa es grasa y que se derrite poco a poco con el
calor de las microondas. El tazn sigue girando y el tiempo avanzando y ya
en forma de sopa, vemos que empiezan a salir burbujitas del fondo,
indicndonos que ya est hirviendo y est lista para comer. Pero, qu pasa
si la dejamos un poco ms? Algunas lentejas que quedaron sobre la
superficie se resecan y de repente, PLAFF! Explotan como palomitas
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ponindonos el interior del horno como una caverna subterrnea llena de
estalactitas y estalagmitas de almidn. Qu ha pasado? Muy simple, las
microondas son una forma de energa que tiene la capacidad de
transformar objetos alterando su composicin qumica, en este caso
lentejas, en pur. De la misma manera, rayos tipo gamma, beta, alfa, los
famosos rayos X y muchos ms, tienen la capacidad de transformar la
materia que se encuentren en su camino en un nuevo compuesto. Y creo
yo, que fue uno de estos rayos lo que provoc el siguiente cambio.
Resulta que un da, unos 300 millones de aos despus de la solidificacin
terrestre, cuando me encontraba flotando plcidamente cerca del fondo
del entonces no muy profundo y primigenio mar, pas por ah una joven y
pizpireta tomo de oxgeno. Ella estaba liada con un tomo de hidrgeno y
ambos se acababan de separar de otro de estos ltimos con el que hasta
hace poco formaban una molcula de agua. No s qu me pasa, pero me
siento fuertemente atrado a ellos y termino enlazando uno de mis
electrones al grupo.
Nunca he sabido a ciencia cierta cmo fue que llegamos a convertirnos en
un compuesto pre-orgnico fundamental para la vida, solo s que en un
determinado momento sentimos una fuerte sacudida que nos hizo cambiar
los precarios lazos que hasta ese momento habamos forjado. Una fuerza
invisible nos golpe como si del dedo de un gigante se tratara y nuestras
estructuras se estremecieron tan profundamente que ya no ramos los
tomos de antes. Por causas ajenas a nuestra voluntad, habamos logrado
nuestro objetivo: ser algo. Mi limitado raciocinio, no mucho mejor que el
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vuestro, no me permite comprender los caprichos de la Madre Naturaleza y
sus imparables transformaciones. Hasta principios del Siglo XXI, vosotros los
humanos tampoco lo habis comprendido. Desde que algunos de vuestros
ancestros caminaron sobre el planeta, los humanos habis intentado
explicar los orgenes de la vida con explicaciones nada fantasiosas, pero s
metafricas en su forma. Ms adelante veremos las diversas doctrinas que
las civilizaciones antropomrficas han dibujado para dar un poco de luz a
las tinieblas del conocimiento.
As pasamos varios das, en un ambiente catico y convulsivo que
complicaba las relaciones entre nuestro grupo que ya inclua tomos de
carbono (C), hidrgeno (H), oxgeno (O), nitrgeno (N) y un oloroso tomo
de azufre (S) que haba sido expulsado del centro del planeta, pero gustosos
de conseguir un hogar ms estable y una vida ms pacfica.
Desgraciadamente ya saba yo que los deseos no necesariamente se
convierten en realidad.
Mis compaeros de molcula y yo no fuimos los nicos de experimentar ese
gran salto de unin. Cientos de miles de pelotones parecidos a nosotros
nadaban confundidos en la inmensidad del mundo azul como plumas
dejadas a los caprichos del viento. Aparentemente haban sufrido el mismo
cambio que nosotros, aunque no todos disfrutaron mucho de su nueva
realidad y pronto se separaron para seguir su camino en solitario o, con
otros socios. Yo estaba a gusto y deseaba permanecer para siempre unido a
mis nuevos colegas siguiendo a las corrientes a donde nos quisieran llevar,
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de norte a sur, del fondo a la superficie; pens que estaba en lo que llamis
Nirvana y que vivira as por los siglos de los siglos.
Pero no fueron siglos, sino apenas unas horas las que goc en aquel
aminocido, como creo que los cientficos llaman a estos compuestos, pero
tampoco sufr mucho pues pronto fui absorbido en nuevas molculas y
conoc a muchos amigos de todas partes y con diferentes nmeros
atmicos. Lo importante es que yo senta que el mundo haba cambiado, ya
no estaba vaco, ya haba alguien que ocupase parte de su amplio espacio y
dijese: - Aqu vivo yo.
Las siguientes horas y das se sucedieron en una serie de fusiones entre las
miles o millones de molculas nuevas intentando, creo yo, formar
compuestos ms estables, pero sinceramente ignoro si estos hechos se
llevaban a cabo aleatoriamente o bajo algn orden establecido o por la
voluntad de alguna fuerza superior.
Antes de un mes, not que la complejidad de varios de los compuestos que
me rodeaban aumentaba y se diferenciaba de nosotros. Ms y ms
aminocidos se unan para formar unas estructuras que ahora llamis
polipptidos y que parecen rizados collares de perlas multicolores. Yo
quera formar parte de una de estas molculas que parecan ms atractivas,
fuertes y durables, pero mis compaeros se resistan pues, segn decan,
queran conservar su independencia. Sin embargo, al ser yo el tomo Alfa
que nos mantena unidos, tuve la fuerza y el coraje suficientes para
convencerlos y obligarnos a colisionar contra una especie de collar de
cuentas formado por decenas de aminocidos. Sent que mi existencia se
funda en la de otro cuerpo cuando nos incorporamos en el mismo centro
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de la cadena, compart uno de mis electrones que pronto comenz a orbitar
alrededor de un tomo de nitrgeno y, sin mediar palabra, fuimos uno, o
mejor dicho, una, pues ya ramos lo que denominis una protena.
Las protenas son el elemento bsico de la vida. Hay miles de ellas y son muy
importantes porque, no solo catalizan todas o casi todas las reacciones de
una clula y controlan todos los procesos celulares, sino que tambin
contienen la informacin que determinar su estabilidad y forma. Dicha
informacin se encuentra en las secuencias de los aminocidos que la forman
y por eso, el nmero y tipo de aminocidos dictar el tipo de protena. Yo no
podra deciros bien qu tipo de protena se convirti en mi nueva morada,
pero si s que contaba con unos 320 aminocidos y que pareca un tringulo
tubular como los que utilizis en vuestras orquestas para producir sonidos
agudos, eso s, de tamao microscpico.
Uno de los principales grupos de protenas son las enzimas, que tienen la
tarea de facilitar la aproximacin de molculas y de animarlas a que
reaccionen, esto es, que intercambien algunos de sus electrones y creen un
nuevo tipo de organismo ms complejo: las clulas, cuyos procesos vitales
como su alimentacin y respiracin estn tambin a cargo de las enzimas.
Tarde o temprano, actuaran como catalizadoras de la vida.
Mi existencia fue nuevamente grata por un periodo de tiempo que no pas
de unas cuantas jornadas. Sostenidos por las corrientes, nos mecamos
plcidamente en el inmenso espacio del ocano sin oficio ni beneficio,
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disfrutando de la agradable temperatura del agua como si de un colosal Spa
se tratara. Viajbamos por el ocano en movimientos rtmicos y pausados,
como nobles figuras siguiendo el vaivn de un vals wagneriano, de un lado al
otro, un, dos, tres; hacia adelante y un, dos, tres, hacia atrs.
Lo nico que interrumpa mi apacible estancia era la incertidumbre del
futuro, algo que ya me haba ocurrido en el pasado, pero para lo que aun no
he recibido respuesta. Es este mi destino o hay algo ms? Me preguntaba
repetidamente Tiene mi vida algn propsito o soy solamente un pen
extraviado en el infinito tablero del universo? Algo ms tendra que esperar
para encontrar la respuesta.
El mar empezaba a llenarse de pequeas partculas y molculas de todos
colores y composiciones. Los ocanos no eran lo que ahora conocis; el agua
era ms bien txica, hasta corrosiva podramos decir. El magma hirviente
encerrado en el centro del planeta escupa, y escupe, una gran cantidad de
gases a travs de chimeneas submarinas calentando el agua y llenando el
mundo submarino de incontables compuestos qumicos que nos servan de
alimento. Haba millones de protenas que, como nosotros, seguan
aumentando de tamao al unirse con ms y ms aminocidos, millones
tambin de tomos y molculas solitarias vagando o buscando socios de viaje
y, en menor nmero, trozos de roca caliente que caan al mar, procedentes
de las numerosas explosiones que todava se sucedan en el exterior. La
oscuridad reinaba en las profundidades, solo cuando nos acercbamos un
poco a la superficie podamos atisbar un poco de la nueva luz que el Sol
comenzaba a irradiar suavemente la atmsfera.
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En este ambiente de confusin y duda se preparaba algo que pronto
cambiara la historia, un evento aparentemente insignificante en un cosmos
de cambio permanente pero de gran envergadura para el nacimiento de un
nuevo orden.
A todo esto, es muy importante aadir algunos de los componentes bsicos
de un ser vivo: primero est el agua, que ya conocimos anteriormente y que
est compuesta de hidrgeno (H) y oxgeno (O); luego estamos las protenas,
que incluyen las enzimas y que normalmente me incluyen a m, el carbono
(C), hidrgeno, oxgeno, nitrgeno (N) y azufre (S) CHONS; tambin estn las
grasas, un compuesto del que no he hablado antes pero que sirven para
acumular energa (CHO); los carbohidratos, que estn hechos de azcares y
forman las paredes de la clula (CHO); y unos compuestos de nombres
graciosos llamados ADN, ARN, los genes, y ATP, encargados de almacenar las
instrucciones de funcionamiento y de producir energa (CHONP, la P es de
fsforo).
Los carbohidratos y las grasas son entonces molculas muy parecidas a las
protenas y lograron formarse casi al mismo tiempo.
La mayor parte de las clulas de una planta o de un animal estn formadas
por estos elementos, con pequesimas partes de otros pero - Por qu? me
pregunt una vez un colega de plata. Muy simple, - le dije los CHON, junto
con el helio (un gas al que no le gusta juntarse con nadie), somos los
elementos qumicos ms abundantes del universo y, algunas de las mezclas
entre nosotros como el metano (carbono e hidrgeno) y el amoniaco
(nitrgeno e hidrgeno), son esenciales para que la vida funcione
correctamente. Es obvio que habiendo ms de nosotros, tenamos ms
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posibilidades de ser los protagonistas. Nosotros los carbonos, tenemos dos
ventajas adicionales que nos hace particularmente adecuados para construir
molculas: 1) cada uno de nuestros tomos tiene cuatro ganchos que
sirven de bisagras entre los dems tomos y 2) que nuestros enlaces son lo
suficientemente flexibles para permitir que las molculas cambien
constantemente y continen su camino evolutivo.
La Primera Clula
La vida, estimados lectores, es de acuerdo con vuestra propia definicin, la
capacidad que tienen algunos organismos para nacer, crecer, reproducirse y
morir. Otros expertos de vuestro tiempo aaden la facultad de alimentarse
de otros organismos y de convertir dicho alimento en energa. Los mejores
ejemplos de estos procesos naturales los encontramos en las plantas, que
cumplen con todos los requerimientos: nacen, absorben los nutrientes de la
tierra para convertirlos en los ladrillos que componen su estructura y as
aumentar de tamao, se reproducen de diferentes formas que ya tendremos
oportunidad de ver y, mueren; y en los animales, que tambin nacen, comen
plantas u otros animales, se reproducen y, aunque no os guste, mueren.
Nosotros los aminocidos y protenas, habamos nacido, crecido y, algunas de
mis compaeras, muerto. Pero hasta ahora no habamos conseguido
reproducirnos. La nica forma de crear nuevos entes era la unin de
elementos ya existentes, molculas que a su vez, eran la combinacin de
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partculas an ms pequeas. Eso estaba a punto de cambiar, cuando la
naturaleza incidi en sus misteriosas formas, sin que sepamos la causa u
objetivo a seguir, pero siguiendo aparentemente una serie de instrucciones
no escritas pero bien definidas en un gigantesco manual de instrucciones
virtual.
Todo esto ocurri, segn mis clculos, hace aproximadamente tres mil
quinientos millones de aos, cuando la Tierra no era ms que una enorme
esfera rocosa cubierta casi por completo de agua y protegida por su campo
magntico y su joven atmsfera. Era un da cualquiera, como pudo haber
sido otro, relativamente en calma, con el ocasional trueno de una nueva
explosin volcnica que ya haba dejado de asustarme. Precisamente debido
a que una erupcin submarina haba empujado enormes cantidades de
magma hacia la superficie creando un islote, la protena en la que viva haba
sido atrapada en un pequeo charco que, con el calor, estaba perdiendo
agua y empezaba a parecerse a una sopa. En ese caldo, un conglomerado
de cadenas protenicas cercano a m fue atacado por una fuerza invisible,
etrea, pero con la capacidad de producir un acontecimiento indispensable
en nuestra evolucin: con la ayuda de un proceso qumico llamado
deshidratacin-condensacin, que tiene que ver con el rompimiento de
antiguas molculas y la creacin de nuevas, miles de diferentes tipos de
molculas como las protenas, los carbohidratos y los azcares, nos unimos
para formar la primera clula.
El por qu de nuestro nacimiento es algo a lo que yo no puedo responder.
Algunos cientficos han expuesto teoras para explicar, no tanto las razones,
pero s las causas de tan relevante evento. La que ms me gusta es la que
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propuso el Sr. Charles Darwin. El naturalista ingls conocido por sus estudios
sobre la evolucin, deca que la transformacin gradual de materia
inorgnica en clulas vivas se deba a la tendencia que tienen las molculas a
organizarse en organismos cada vez ms intrincados, de lo simple a lo
complejo. Darwin pensaba que si todas las condiciones necesarias para la
produccin de un organismo vivo hubieran existido en el pasado, las
molculas CHON deberan ser fciles de construir. Y como hemos visto, no
fue tan complicado.
Resumiendo, un ser vivo, sea vegetal o animal, no es sino la suma de millones
de tomos organizados en molculas que, reunidas en organismos llamados
clulas, constituyen los ladrillos de cualquier cuerpo. Si recordis un poco mi
historia, no hace mucho era yo un tomo solitario que tuvo la fortuna de
liarse con otros elementos y formar una estructura ms compleja, al menos
temporalmente. Poco despus, los aminocidos ya se haban unido para
formar protenas. Al final, gracias a la mutacin provocada en sus elementos,
las protenas se haban fusionado para formar clulas. Pues bien, ahora esas
mismas reciban el don de la reproduccin. Estos nuevos cuerpos haban
nacido, crecido, ahora pueden reproducirse y, algn da, morirn. Ergo, estn
vivos. Pero para que estas primitivas estructuras vivientes se hayan
convertido en los complejos seres que hoy habitan la Tierra, tienen que
haber sufrido un sinnmero de mutaciones, los resultados de las cuales
formaron nuevos seres que a su vez se reprodujeron y as poco a poco, a
travs de los siglos, aparecisteis vosotros. Se dice fcil, pero el proceso ha
durado miles de millones de aos. Por eso, os pido un poco ms de paciencia
mientras avanzamos en el tiempo.
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Las primeras clulas entran en el grupo que denominis bacterias
procariotas, esto es, que no tenan ncleo y que eran anaerbicas y
heterotrficas, lo que quiere decir que no requeran de oxgeno para respirar
y que no creaban su propio alimento sino que los tomaban de su entorno. -
Y de dnde sala dicho alimento? - Os preguntaris, pues de otras molculas
que no haban logrado formar clulas: azcares, carbohidratos y protenas.
Hay otro tipo de bacterias que se desarrollaron en una segunda fase, aunque
mil millones de aos despus: las eucariotas autotrficas, clulas que
producen su propio alimento. Pero las anteriores, al ser ms simples, eran el
primer paso del proceso evolutivo.
Estoy seguro que el hecho de haberme encontrado en el centro mismo de la
accin fue solo una casualidad. Nuestra protena fue una de las primeras en
unirse para crear una clula y terminamos formando parte de la pared que la
protega y delimitaba. Empujado por mi innata curiosidad y por mi especial
talento para moverme hacia la luz, en pocos minutos logr situarme en el
exterior de mi anfitrin. Menudo espectculo. El mar haba cambiado, ms
limpio y ms azul que como lo recordaba, la luz del sol brillando ya a su
mxima capacidad que tambin haba moderado la temperatura.
Mientras tanto, alrededor de nosotros la actividad era frentica. El proceso
que os describ de nuestro nacimiento no fue individual ni mucho menos.
Fueron millones de nuevas clulas las que se formaron al mismo tiempo y
muy diversas maneras. Algunos compaeros de viaje me han contado que
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tambin en las profundidades del ocano hubo procesos formativos
parecidos al nuestro pero impulsados por otras fuerzas. Se comentaba que
haba cientos o miles de chimeneas en el fondo del mar que expulsaban
gases procedentes del centro de la tierra y que dichos gases, aparte de
calentar el agua que rodeaba la zona, proporcionaba las condiciones
necesarias para crear vida y los nutrientes necesarios para sostenerla. A m
no me consta personalmente que haya sucedido, pero vuestros estudiosos
as lo han sugerido y no lo considero descabellado.
La bacteria que se haba convertido en mi nuevo hogar no se diferenciaba
mucho del anterior, de hecho, la protena en la que me encontraba se
mantuvo casi intacta en el proceso de fusin de la clula. Not, adems, que
haba nuevas compaeras agrupadas dentro de nuestra bacteria. La
estructura era muy bsica: una frgil pared hecha de carbohidratos formando
una cpsula que nos protega a los inquilinos; una membrana celular,
compuesta de protenas y grasas y con la importante funcin de mantener la
forma como si fuera un esqueleto; el citoplasma, o todo lo que se encuentra
dentro de la pared celular, que es una especia de lquido espeso con algunos
compuestos flotantes, incluyendo mi anfitriona. En uno de nuestros
extremos, por fuera, tenamos una especie de cola hecha de largas cadenas
protenicas que llamada flagelo (ltigo). Este ltimo miembro cumpla una
funcin fundamental en nuestra precaria vida y subsecuente evolucin.
Como dije anteriormente, las bacterias procariticas no producan su propio
alimento, as que debamos buscarlo. Pero como todos sabemos, el alimento
no suele venir voluntariamente a su sacrificio en aras de nuestro crecimiento,
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sino que hay que ir a buscarlo. Pues bien, el flagelo, movindose y
sacudindose como una bailarina de vientre, nos impulsaba hacia adelante y
nos permita salir de caza.
-Y qu comais? os preguntaris.
Pues bien, un poco de todo lo que encontrbamos en nuestro camino, pero
sobre todo molculas que se haban separado de sus compuestos o trozos de
los mismos. Recordad que mi primera bacteria no era ms que una simple
clula de tamao microscpico y sin boca. El proceso de degustacin
simplemente consista en absorber la comida a travs de minsculos poros
en las paredes de la clula o, a veces, con un movimiento envoltorio de la
misma sobre su vctima. Muchas veces, tambin, el bocado no era digerido
por la nosotros sino que pasaba a formar parte de la misma, aumentando as
la complejidad y tamao del anfitrin. Comamos mucho, pero eso no quiere
decir que siempre aumentsemos de peso, simplemente utilizbamos la
energa que la comida nos proporcionaba para poder movernos y sobrevivir.
ramos una forma muy primitiva de vida, lo s, pero eso no quiere decir que
no me sintiese realizado. Al menos me senta til, con una funcin colectiva
que sostena un bien comn.
Para lo que no me senta preparado, fue para un evento que despus se
volvi en una caracterstica repetida y constante en mi existencia: la bacteria
en la que viva fue engullida por una ms grande.
Para vosotros debe ser normal que un animal se coma a otro y, ahora,
tambin lo es para m. Pero en aquellos titubeantes inicios de la vida en la
tierra era algo completamente nuevo, aterrador si me lo permits. Cuando
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me di cuenta de estos hechos, no pude ms que pensar que la vida no era
precisamente algo de lo que alegrarse, sino ms bien un estado de constante
alerta y peligro, al mismo tiempo cargado de la obligacin de procurarse un
sustento calrico. Para un tomo como yo o cualquier otro, el hecho de ser
merendado por un ser ms grande, ms fuerte o ms astuto, no significaba el
fin. Era solo un cambio de organismo, de hogar y de funciones. La mayora de
las veces form parte de estructuras celulares parecidas a las protenas y, en
algunos casos, de las paredes que protegan a la clula, limitndose mi labor
a mantener la cohesin entre los dems componentes.
Un paso muy importante fue que estas primitivas clulas encontraron la
forma de replicarse, - cmo? pues por medio de un mecanismo llamado
fisin binaria. Para entender mejor este proceso tenemos que conocer muy
bien uno de los componentes celulares llamado cromosoma, compuesto de
cido Desoxirribonucleico o ADN. Este cido forma una especie de espiral
doble (como si torcisemos una escalera de mano) en la que existen cuatro
molculas llamadas bases: Adenina, Citosina, Guanina y Tinina, todas ellas
compuestas de mis primos de hidrgeno, oxgeno y nitrgeno y formando
parejas en diversas combinaciones que vienen a ser los escalones. Las
barras de la escalera estn formadas por azcares y fosfatos. El orden de
dichas combinaciones ser lo que distinga a una clula de otra y por
consiguiente lo que diferenciar a un ser vivo de otro. Esta estructura
contiene la informacin gentica del microorganismo, el cdigo o conjunto
de instrucciones para crear nuevas protenas y otros elementos celulares.
Pues bien, la doble espiral se separa en uno de sus extremos con cada una de
las ramas sosteniendo una de las bases antes aparejadas. Luego vendrn
unas enzimas llamadas polmeros que se encargarn de emparejar las bases
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solteras en el mismo orden en el que estaban originalmente. Al final, las dos
nuevas e idnticas espirales se separan y ya como dos cadenas
independientes, pueden ya iniciar el proceso de divisin celular aunque, en
un captulo posterior, cuando hablemos de la evolucin, veremos que no
siempre la rplica de las espirales de ADN es perfecta.
La reproduccin celular prosigue cuando las dos espirales resultantes se
alejan una de la otra con la ayuda de unas protenas y se pegan a la pared de
la clula en polos opuestos. Por alguna razn que desconozco, la presin que
ejercen sobre la membrana hace que la clula se alargue tanto, que llega un
momento en que se divide en dos, formando dos nuevas unidades llamadas
clulas hijas.
Este proceso fue utilizado por las primeras bacterias en las que yo viv pero
sigue siendo la forma ms comn y eficiente de reproduccin celular, y sin l,
los seres vivos no podran crecer. Ms tarde, al volverse las clulas ms
complejas en su estructura y funcionamiento, el procedimiento se volvi
tambin ms complejo, pero los fundamentos siguen ah. Ahora bien, este
proceso de reproduccin tena sus desventajas. Ya que la divisin celular
resultaba en una clonacin exacta de la madre, todas las virtudes y defectos
se copiaban idnticos en la resultante hija, sin cambios, sin oportunidad de
mejorar o evolucionar en una forma de vida ms compleja y adaptada a las
circunstancias del entorno.
Pasaron millones de aos y los primitivos habitantes de la tierra
evolucionaban a paso muy lento, aunque poco a poco nos hacamos ms
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grandes y conseguamos vivir un poco ms de unos das. Hubo periodos de
tiempo en los que la bacteria en la que habitaba mora sin ms y el cadver,
conmigo dentro, se depositaba en el fondo del mar. Las molculas se
separaban y algunas lograban ser rpidamente consumidas por un nuevo ser
para volver a la vida, mientras que otras quedbamos abandonadas a nuestra
suerte en el fango. Una vez yo estuve as ms de veinte millones de aos sin
poder ver lo que suceda, aunque veinte millones de aos apenas son unos
instantes en la larga cronologa terrestre.
Mientras tanto, la vida empez a extenderse por todo lo largo y ancho del
ocano. Durante cientos de millones de aos las nicas pobladoras del
planeta fueron las antes mencionadas bacterias procariotas, seres
unicelulares que carecan de casi todo rgano pero que ya se podan
considerar como vivas. Pero su nmero aument tanto que lleg un
momento en que la comida empez a escasear y surgi una nueva palabra en
el diccionario evolutivo: la competencia.
As es, al principio el mar era una gigantesca masa de agua todava en
proceso de formacin casi virgen y con pocos vecinos. Cuando las primeras
clulas adquirieron su estatus de seres vivos, no les fue difcil encontrar
alimento entre los muchos compuestos orgnicos CHONP de los que habl
anteriormente. Las cosas se complicaron cuando, despus de unos cientos de
millones de aos, las primeras bacterias se multiplicaron rpidamente y, sin
un depredador que limitara sus nmeros, pronto consumieron los recursos
disponibles para su alimentacin. Las clulas primitivas tuvieron que
competir entre ellas por los ahora escasos recursos y, como sus futuros
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descendientes de la selva, las mejores dotadas coman y sobrevivan, las que
no, moran y sus compuestos iniciaban nuevamente el ciclo de la vida.
En aquel entonces era yo miembro de una bacteria unicelular con dos largos
y fuertes flagelos que nos permitan una buena velocidad de desplazamiento.
Estbamos en constante movimiento al acecho de protenas, enzimas, cidos
o cualquier otra molcula comestible y casi siempre le ganbamos a las
dems vecinas que intentaban hacerse con nuestra presa. Pero cada vez
haba menos comida a repartir entre ms bacterias y, un aciago pero
trascendental da, mientras nadbamos a gran velocidad tras una vulnerable
clula, sufrimos un accidente al chocar contra una roca y quedamos
noqueados a la deriva por unos minutos, aunque lo peor fue que perdimos
nuestros amigos propulsores. Camos lentamente al fondo y nos quedamos
quietos durante un buen tiempo, consumiendo las reservas que habamos
almacenado pero sobrevivimos. La casualidad quiso que poco antes
habamos atrapado una pequea clula con una habilidad muy importante:
poda obtener energa de una molcula de dixido de carbono combinndola
con la luz solar, y as, producir su propio alimento. Dicho proceso tiene como
nombre una palabreja muy famosa que todos habis estudiado en vuestra
infancia.
Fotosntesis.
Por tener una definicin, la fotosntesis es un proceso con el que las plantas
verdes y algunas bacterias absorben dixido de carbono (una de las muchas
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formas que adoptar durante mi existencia y que ser, tristemente,
vilipendiado por un grupo de pseudocientficos a finales del Siglo XX,) y
energa solar, para transformarlas en ATP, que es el combustible de todos los
seres vivos. Conozco bien el tema ya que dicha transformacin abarca el bien
conocido Ciclo del Carbono, y ms tarde veris como yo mismo he formado
parte de l muchas veces al ser convertido en carbohidrato en este proceso.
Todo este ciclo se lleva a cabo en apenas unos segundos y en mi experiencia,
lo puedo describir como una montaa rusa de alta velocidad, esto es,
divertida pero escalofriante.
El elemento ms importante del proceso es una molcula llamada clorofila, a
la que imagino que conocis bien desde que fuisteis al cole y que habis visto
multitud de ilustraciones al respecto, por eso me conformo con una pequea
explicacin y no voy a meterme demasiado en las cuestiones tcnicas.
Estas pequeas pero arduas trabajadoras de color verde que normalmente se
encuentran en las hojas, tienen la propiedad de absorber la energa del sol
necesaria para desarrollar una reaccin qumica. La energa resultante es
entonces utilizada para extraer el carbono del CO2 (dixido de carbono) y el
hidrgeno del agua (H2O). Con los tomos de carbono y de hidrgeno la
planta puede construir carbohidratos como ladrillo para el crecimiento de la
planta, o los puede convertir en almidn, que puede almacenar como
alimento para el futuro. El oxgeno que sobra, sin el cual los humanos no
podrais vivir, es expulsado por la planta a la atmsfera.
Y fue as que, hace unos dos mil quinientos millones de aos, una nueva
generacin de bacterias denominadas cianobacterias, consigui desarrollar, o
absorber, molculas de clorofila y, ya que no necesitaban competir por
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comida sino que se la auto-fabricaban, pronto se multiplicaron y empezaron
a aumentar su tamao y complejidad. As pues, nuestra nobel clula nos dio
la capacidad de sobrevivir en un cambiante entorno caracterizado por la
competencia. Ahora podamos aprovechar un elemento muy comn, el CO2,
y transformarlo en alimento con ayuda de la luz del sol.
Las nuevas habilidades de las clulas tuvieron como resultado una de las
primeras explosiones demogrficas del mundo. La reproduccin de las
cianobacterias aumento de tamao exponencial y se convirtieron en los
amos del ocano, mandams de las profundidades, respetadas y admiradas
por las dems criaturas como el logro ms importante jams logrado por la
naturaleza.
Yo, henchido de orgullo por formar parte de tan revolucionario avance, me
encargaba de que cada tomo ligado a m conservara la compostura y se
mantuviera en sus sitio, tarea sin la cual no podra sobrevivir ningn ser.
Ahora yo era alguien, tena una misin; y durante millones de aos me
dediqu a mis labores con ilusin y esfuerzo, aprendiendo mucho de cada ser
del que form parte y siendo testigo de la evolucin de la vida y del planeta
que la alberga.
La atmsfera sufri cambios an ms traumticos. Como vimos
anteriormente, las cianobacterias antes mencionadas y en particular los
estromatolitos, despedan al aire el oxgeno resultante de la fotosntesis. El
hasta entonces escaso gas, se fue acumulando poco a poco sobre el mar
hasta que se convirti en el elemento ms comn de la atmsfera, dndole
de paso la tonalidad azul claro que an disfrutamos y creando las condiciones
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necesarias para la existencia de organismos que respirasen este preciado
elemento.
Arriba en la superficie, los cambios tambin se sucedan lentamente
diseando el nuevo mundo que ya se preparaba para sus nuevos amos.
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CAPTULO III
GEOS
Os ha ocurrido alguna vez, queridos lectores, que al observar un mapa del
mundo notis que entre frica y Sudamrica hay una cierta concordancia de
formas? S? Pues a m tambin. Si pudiramos juntarlas con una gra del
tamao de la luna, el ngulo recto cercano a la desembocadura del Congo se
acomodara en la esquina oriental del Brasil como si fueran dos piezas de un
gigantesco rompecabezas. Y no es el nico ejemplo, tambin la pennsula
arbiga parece haberse separado de frica y dejado en su lugar un hueco
ocupado ahora por el Mar Rojo. Pues esa correspondencia no es el resultado
de alguna curiosa coincidencia, siempre hay una historia detrs de un
misterio.
Hace ya mucho que vuestros cientficos descubrieron que, hace millones de
aos, los actuales continentes formaron una nica pieza que poco a poco se
fue rompiendo hasta alcanzar su presente configuracin. Y no es fcil
entender como tamaas masas de roca pueden moverse como si estuvieran
flotando, navegando sobre los ocanos del mundo, pero algo hay de verdad
en eso, porque se puede decir que flotan sobre el centro de magma del
planeta.
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Recordemos que el ncleo est formado por hierro, nquel y otros metales
pesados fundidos en estado plasmtico, esto es, roca semilquida que,
aunque os cueste creerlo, se derrite y hierve con las altas temperaturas. La
corteza terrestre o litsfera, es apenas una costra de dicho magma
solidificado recubriendo otra capa rocosa, la astensfera, que a su vez rodea
el ncleo. Pero dicha corteza no es una pieza completa, sino que se compone
de una serie de grandes placas apenas separadas por grietas en las que la
lava no lleg a solidificar y por eso navegan sobre el mar de roca fundida.
Vista desde el espacio antes de que se formaran los mares, la tierra pareca
un baln de futbol forrada de gajos irregulares de piedra con costuras de
fuego.
Mi experiencia con el magma no ha sido muy agradable, empezando por el
calor; pero lo peor es que hay muchos de mis primos que lo integran pero
que dejan mucho que desear como seres civilizados dignos de pertenecer a
mi familia. Su comportamiento acelerado, mal educado, salvaje, se diferencia
mucho de las educadas maneras que observamos los que formamos parte de
los seres vivos. Entenderis que no me hable con ellos y que intente evitarlos
en todo momento aunque no siempre con xito. En muchas ocasiones, la
rebelda innata de la roca fundida le ha llevado a escaparse de su profunda
morada en el centro de la Tierra y ha salido con un gran estruendo y un
espectculo pirotcnico superior en grandeza a cualquiera creado por los
humanos. Hace unos 2.000 millones de aos, me toc sufrir una de estas
erupciones cuando viva tranquilamente en el fondo del ocano.
Todo empez con un ligero temblor del fondo marino al que no prest
mucha atencin; a las pocas horas, otro ms fuerte me sacudi hasta el
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ncleo y levant una gran cantidad de arena que pronto oscureci mi
entorno. En los siguientes das la frecuencia de los temblores aument y
empec a preocuparme por lo que podra sucederme a m y los que me
rodeaban. Menos de una semana despus, el mundo se volvi loco. Una
fuerza descomunal nos levant de nuestro plcido descanso y nos empuj
con fuerza hacia la superficie del mar a velocidades de vrtigo. Millones de
toneladas de lava hirviente saltaron en chorros como si de una gran fuente se
tratara llevndose por corbata todo lo que encontraba en su camino. El agua
tambin hirvi y todo ser vivo en las inmediaciones pereci inmediatamente
sin tener tiempo de reaccionar ante tal evento. Yo sent que se me salan los
electrones por las costuras y que era el fin de mis das, no por primera, ni por
ltima vez.
Al llegar a la superficie saltamos cientos de metros en una nube de gases y
vapor de agua y, aunque las circunstancias no eran ptimas, disfrute del
corto pero excitante vuelo. Rememor mi xodo infantil desde el fondo del
universo hasta mi nuevo hogar, volando a alta velocidad sin control y
hundido en un caos de materia. A cientos de metros de altura el ambiente
era peor que enrarecido, alcanzaba la categora de altamente txico y,
amigos, cualquier ser de vuestra especie o similares hubiese perecido sin
remedio en un veneno tan concentrado. Agitado y sacudido por los gases,
rocas y dems detritos volantes permanec varias horas flotando sobre el
nuevo monstruo que naca a mis pies, hasta que descubr en carne propia
algo que el Sr. Newton pondra por escrito millones de aos despus: todo lo
que sube tiene que bajar.
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Y tan rpido y vertiginosamente como sub, ca en las tinieblas de la
chimenea que sobrepasaba ya la superficie del mar. Era tal la cantidad de
material vertido sobre la superficie que poco a poco se amonton en los
alrededores del orificio de escape que despus de unos das se form una
especie de montaa en forma de cono que aspiraba a llegar al cielo. Tuve la
suerte de no haber quedado enterrado en las profundidades, sino que qued
colgado de una roca cerca de la orilla.
Habris adivinado que hablo de un volcn, Seor del Fuego y Dios de la Lava,
causa de admiracin y terror humano y uno de los grandes provocadores de
cambios en la superficie y climatologa terrestre. En esta historia volveremos
a ellos reiteradamente, pero por ahora, concentrmonos en las placas
tectnicas.
Como os cont al principio de este relato, cuando el proceso de enfriamiento
de la litsfera (esfera de piedra, la superficie terrestre) no haba an llegado
a su fin, la lluvia cay con fuerza llenando los espacios que haba dejado la
roca, creando los ocanos. Al final del diluvio, la mayor parte de la superficie
terrestre haba sido cubierta por las poderosas aguas que ayudaron a
moldear las costas de los primeros continentes y las zonas de convergencia
(las costuras) en que las