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JULIO MIRANDA POESIA EN EL ESPEJO Estudio y antología de la nueva lírica femenina venezolana (1970-1994) FUNDARTE ALCALDIA DE CARACAS Caracas, 1995

Yolanda Pantin

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Page 1: Yolanda Pantin

JULIO MIRANDA

POESIA EN EL ESPEJO Estudio y antologiacutea de la nueva

liacuterica femenina venezolana (1970-1994)

FUNDARTE ALCALDIA DE CARACAS

Caracas 1995

POESIA EN EL ESPEJOESTUDIO Y ANTOLOGIA DE LA NUEVA URlCA FEMENINA VENEZOLANA

Julio Miranda

Coleccioacuten Delta Nigt 36 Disdo de Portada Gisela Viloria Tell1Os Servilibros Correccioacuten Estela Alanchul Impresioacuten Industria Grifica Integral ISBN 980-253-242- ~( Fondo Editorial Flllldarte 1995

FUNDARTE Alcaloiacutea de Caracas Gerencia Editorial y de publicaciones Edificio Tajamar (Pent-l-louse) Parque Central Av Lecuna Caracas Venezuela

Apartado postal 17559 Caracas 1015-A

INTRODUCCION

Al menos ochenta y cinco autoras nacidas entre 1929 y 1970 han publicado 145 libros - o 150 tiacutetulos pues algunos aparecen en ediciones tnlectivas- en el lapso 1970-1994 I No llega pues a dos por cabeza en csLOS 25 antildeos Cincuenta y cuatro de mis ochenta y cinco poetas cuentan con un solo LIacutetulo veintiuna con dos o tres uacutenicamente diez han entreshygado cuatro o maacutes 9 Hanni Ossott 8 Jacqueline Goldberg 6 Yolanda Pnntin 5 Edda Armas Marisol Manero y Elena Vera 4 Teresa Coraspe Mireya Krispin Miyoacute Vestrini y Beatrice Viggiani2

A La escasa cantidad de obras por autora habriacutea que agregar cierto nivel de desercioacuten- en quienes no han vuelto a publicar libros de poesiacutea Jesde la deacutecada del setenta (Mariela Alvarez Elvira Garciacutea Mariacutea Elena lluizi Antonieta Madrid Julia llarina Muumlller Mariacutea Femanda Palacios Emira Rodriacuteguez e Irma Salas) Incluyendo a las que llevan ocho nueve diez antildeos o poco maacutes sin entregar poemarios (Mariacutea Elvira Antildeez Yolanshyda Blanco Caroline Carlin Rowena HiII Gloria Martiacuten y Nancy Torres) Ltndriacuteamos catorce escritoras daLO quizaacute irrelevante que en cualquier caso -como los anteriores y siguientes- nada significa en teacuterminos de (alidad y que para exprimir todo su jugo habriacutea que contrastar con los

1 El Diacuteccionmio Geneml de la Litemtura Vmezolal1a (Instituto de Investigaciones lit e rarias middotGonzalo Picoacuten Febres ULA Meacuterida 1987 2 tomos) incluye -ademaacutes de algunas de las que nombro- otras treinta y tres autoras con 45 poemarios cuya existencia no he podido verificar En mi Bibliografiacutea registro soacutelo los que he examinado personalmente para middot~ t e trabajo ofrecieacutendola como un puntO de partida Me he permitido por otra parte Igtla blecer las refere ncias editoriales que faltaban e n una treintena de libros sobre todo en l) que se refie re a fecha y lugar de publicacioacuten pero que a veces incluye al tiacutetulo mismo (un -je mplo e n el bilinguumle Naming day by day de Antonieta Madrid no aparece en absoluto 11 ~iacutetulo en castellano Nommclatura cotidiana que para el caso es meramente virtual lunque bajo eacutel se le conozca y cite)

2 Para este preciso recuento de tiacutetulos per caacutepita no estoy considerando el primero de FIiexcl1l1 Vera plaquette publicada en 1959-y por la cual desde luego no iba a excluirla de 11 antologiacutea pero aclaro que es la uacutenica excepcioacuten En cambio siacute sumo los que seguacuten prologos solapas y contraportadas han editado Marrero Viggiani y Matheus Rencomo asiacute ( rilo el segundo libro de Falcoacuten Caiacutea que seacute aparecido en Italia todas eacutestas figuran con 1610 una obra en mi Bibliografiacutea

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del subsistema masculino y los otros geacuteneros - narrativa ensayo teashytro- con lo cual llegariacuteamos probablemente a la uacutenica conclusioacuten de que a falta de mercado y de aquel mandato socia l en que se creyoacute alguna vez quienes escriben en Venezuela en el campo que sea lo hacen - y dejan de hacerlo- por estrictas razones personales3

Repartiendo los libros por deacutecadas se veriacutea que al menos en mi registro fatalmente in completo la cifra aumenta progresivamente 25 en los antildeos setenta 57 en los ochenta 63 en el medio decenio transcurrido de los noventa4

bull

De los 145 libros fichados 94 aparecieron en Caracas 48 en esa inmensidad dada al olvido que llamamos -el interior y 3 en el extranjero No seacute si de tal cantidad de publicaciones (bspersas por Meacuterida Ciudad Boliacutevar Maracaibo Maracay etceacutetera pudiera inferirse alguna marginashycioacuten o discriminacioacuten respecto a la poesiacutea escrita por mujeres aparte de la obviedad de su erraacutetica circulacioacuten con lo que tienden a hacerse invisibles para el puacuteblico y no menos una criacutetica ya de por siacute mio pe Lo que se acentuariacutea considerando los sellos editoriales que con similar dispersioacuten los han lanzado

Fundarte 29 libros Monte Avila 17 Diversas editoriales independientes (Pequ entildea Venecia Con textos La Liebre Libre Tierra de Gracia Seacuteptimo Sello Angria Mucuglifo La Espacia Rota ) 26 Universidades 23 Gobernaciones e instituciones paralelas (notablemente la proliacutefica Casa de la Cultura de Maracay y Solar) 13 Probable autoedicioacuten 21 Otros 13 CELARG 3 iquestQuiere esto decir que las poetas se dirigen con frecuencia (iquestmayor

que los hombres) a entes de provincia- y o alternativosmiddot cuando no a la fmstrante autoedicioacuten iquestQue la industria editorialmiddot -para el caso Fundarte y Monte Avila pues los sellos comerciales brillan por su ausenshy

3 La migracioacuten lt1lt las middotdesertoras de uo dominio Iiter3fio o cultural a otro que es significativa e n lo que concierne a la narrativa no lo es en la poesiacutea escrita por mujeres apenas impicariacutea a Antonieta Madrid como narradora a Mariacutea Fernanda Palacios y Gloria Martiacuten como ensayistas

4 El Diccionario citado por su limitacioacuten temporal no sirve de mucho en este caso Scntildelo de todos modos que agregariacutea 41 libros en la deacutecada del setenta pero soacutelo 4 en la s iguiente ya que uacutenicame nte registra algunos de 1981 y 1982

(iexcl

-

cia- les ha prestado poca atencioacuten5 iquestQue el recato de las mujeres y la middotdistraccioacuten de los editores profesionales han coincidido

Nuevamente el corte por decenios arrojariacutea un saldo cuantitativashymente positivo -con un impasse por el medio- en lo que respecta a la asuncioacuten de esta poesiacutea por las casas -centrales bull Asiacute de los 46 libros publicados por Fundarte y Monte Avila 11 cOITesponden a los antildeos se tenta otros 11 a los ochenta y 24 - iexclde 63- a lo que llevamos de los

6 noventa Lo que probablemente indique un doble impulso de las escrishyluras hacia la industria editorial y de eacutesta hacia aqueacutellas

En el mismo sentido iriacutea la participacioacuten en talleres literarios (CEIARG y Calicanto sobre todo pero tambieacuten otros) por los que han pasado unas cuarenta autoras asiacute como en los principales concursos del paiacutes

cuya premiacioacuten conlleva frecuentemente la edicioacuten de los libros galarshydonados- o A falta de datos sobre el enviacuteo bastariacutea tener en cuenta la veintena - por lo menos- de galardones importantes obtenidos por las poetas en los uacuteltimos 15 antildeos)7

Todo lo cual llevariacutea a celebrar una normalizacioacuten o profesionalizashydoacuten de la escritura femenina asumida ya no como desahogo iacutentimo y por lo tanto impublicable sino como literatura a secas dentro de un movimiento global de protagonismo cultural que por no salirnos del lema se evidenciariacutea examinando por encima las actividades paralelas a la poesiacutea de nuestras autoras profesoras universitarias peJiodistas nashyrradoras ensayistas dramaturgas cineastas editoras funcionarias cultushyrales y demaacutes - en un abanico ele actividades y escrituras semejante al de sus colegas hombres

S Una ojeada al caraacutelogo de Fuodane sin embargo dariacutea una cifra apenas mayor de 110CLlS hombres que de mujeres

) Para no aumentar la confusioacute n me refiero exclusivamente a las primeras ediciones Si Irve para algo aclaro que los pocos poemarios que han sido reeditados son Poemas de

IIllua de Mariacutea Luisa azzaro Cuerpode Mariacutea Auxiliadora Alvarez La pasioacuten errantede Cilia Ortiz El c ielo de Paisy Poenas del esctorde Yolanda Pantin maacutes los tres libros

1I1idales de Miyoacute Vestrini recogidos en la compilacioacuten poacutestuma Todos los poemas

7 Algunos premios c uriosamente han pasado a ser casi especializaciones_ femeninas limo los de Fundane (Alicia Torres en 1988 Yolanda Pantin en 1989 Mariacutea Auxiliadora Alvarez en 1990 LOlJrdes Sifomes en 1991 Diana Lichyen 1992) y la Bienal de la Casa de 1 Cultura de Maracay (en un IiSLldo imcompJeto encuentro a Reina Varela en 1983 Blanca ~t repponi en 1988 Mariacutea Isabel Novi ~o en 1992 Beverley Peacuterez Rego en 1994)

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II

Centrar el campo de la exploracioacuten en las poetas que se han manifesshytado en el estricto marco de los uacuteltimos 25 ailos es pues una opcioacuten tan meramente funcional como la de agruparlas en un subsistema enfrentashydo al masculino Intento con lo primero ahondar en un conjunto ya no de voces aisladas como las de las grandes -pioneras- de las deacutecadas treinta al sesenta (de Mariacutea Calcaflo a Mery Sananes pasando por Enrishyqueta Arvelo Ana Enriqueta Teraacuten Ida Gramcko Luz Machado Elizabeshyth Schon y otras) sino en un coro poderoso y muacuteltiple asombrosa o sospechosamente descuidado por la criacutetica Y con lo segundo pretendo escudriiacutelar en lo que pudiera hacer de la poesiacutea escrita por mujeres una efectiva middotescritura femenina sin llegar a resultados definitivos y menos reductivos - sin ignorar tampoco que el marco cabal de estudio es el del sistema liacuterico en generll para el que esta precisa invesliglcioacuten no resulta maacutes que una etapa provisional que sin embargo siento como necesaria

JI]

De todos modos en el rastreo de esos rasgos ele una eventual feminishydad escritural me resulta imposible no repasar con mayor o menor detenimiento el trabajo de las poetas anteriores a las que ocupan esta antologiacutea Cuando preparaba mi Poesiacutea paisaje y poliacutetica (Fundarte Caracas 1992) encontreacute que la relacioacuten de los hablantes con el paisaje era eminentemente -y casi exclusivamente- visual en el caso de los autores masculinos y que para acceder a una operacioacuten mucho maacutes fundamental de interrelacioacuten con la naturaleza soacutelo contaacutebamos con dos autoras Enriqueta Arvelo Larriva 0886-1962) Y Mariacutea Calcantildeo 0906shy1956) al punto que cabiacutea preguntarse si la asimilacioacuten de lo humano a lo natural y viceversa sistemaacuteticamente aplicada y con reiteradas y profunshydas connotaciones eroacuteticas era un rasgo de la escritura femenina uno maacutes de los componentes de esa materialidad que han aportado las mujeres a la liacuterica venezolana Cierto que en el caso de las dos mencioshynadas esto pudiera explicarse igualmel1e --sin excluir lo anterior- por el marco rural de la vida de ambas en el que resulta loacutegico acudir a los elementos del entorno pero escogiendo entre ellosldeterminadas emshyblematizaciones quizaacute peculiarmente femeninas lo feacutertil lo huacutemedo lo fecundo y floreciente Cierto tambieacuten que para las nuevas autoras fundamentalmente urbanas la naturaleza queda casi siempre relegada a la infancia o representa --el mar sobre todo- una forma de plenitud opuesta a lo cotidiano y lo domeacutestico

H

Ia hablante de Arvelo Laniva -sin distinguir entre sus diversos lishy111 ()~ se identifica con el agua (la viva la que corre o cae mana y es ij

Ilhre inquieta pura intacta indetenible si no inasible pues a veces la I1IttCC) y en el mismo sentido con la lluvia el riacuteo la eiacutepuma con una IIIIHIpli a vegetal que comprende follajes racimos flores ramajes bosshy1111middotS bejucos plantas troncos jardines aacuterboles pero no subrayando su li IIdidad sino de nuevo su libertad su resistencia su triunfo sobre las Illnd iciones hostiles incluso su dureza o aspereza que en momentos de ddiexcl ilidad llega a lamentar ( si siempre me viviacute como tosca dUliacutesima

IlIolckra iquestpor queacute desear ahora a veces ser soacutelo un flojo tallo~ ) con 1l jledra y con el maacutermol con la tierra pero labrada por ella misma con IlIcem nerviosomiddot con el viento y el fuego En cuanto a los animales IjIl rte de comparaciones ocasionales con un ciero caballos) ardillas

JItr lste la imagen de los paacutejaros siempre libres en vuelo inaferrables No hay conlradicciones en la serie aunque como ya sentildealeacute pueda

vlV lrse dolorosamente la tensioacuten entre lo duro y lo blando -Bulle intacta 1111 ia via en el maacutermol nocturno y dentro de la liacutegida piedra la sangre

Iiexcl II( Iluyendo atormentada Nunca una piel de estatua fue tan caacutelida lit bull 1

EI1 contrapartida si la hablante se identifica con lo suelto libre Illa~lO duro y tambieacuten seco hay un tuacute masculino que en una recatadiacuteshyillll o reprimidiacutesima- historia de amor y ausencia que puede leerse

t 110 un subtexto casi invisible a lo largo de toda la poesiacutea de Arvelo 1IIIIVltl es asimilado a tus abismos el cielo precipicios y mi mares al lItlIcaacutell el riacuteo impetuoso potros paacutejaros -pero no en vuelo sino picoshyhlUdo un vibrante clavel y espinas en suma a lo agresivo invasor middot(IIldo por no decir faacutelico Cabriacutea preguntarse entonces por queacute la

t lhliexclr nte rechaza en el hombre lo que aceptaraacute luego en la naturaleza It ltmiddot si a aqueacutel le huye repetidamente y por momentos quejaacutendose f-llh lima mi guardada dulzura y rus imanes L) iquestMis paacutejaros rozaron tu 1tl111ulso sin listeza iquestEsquiveacute el denso aliento de tus delgados gamos~) 1 fmiddot~ I 1 se le entrega salvaje gozosamente

I )lci r eacutesta no es exacto la naturaleza en Arvelo Larriva no es femenishyJ I na maacutes bien masculina o mejor sexualmente indeterminada adopshyIiexcliexclIIdl l un papel u otro seguacuten las situaciones Asiacute es a veces la hablante qllh l peneua a la naturaleza y es penetrada por ellaeacutel en el mismo IIlq lIicIllO como en Llano y 50bre todo en -Riacuteo-

aislada AEV Caracas 1939 El crlsralnervioso Asociacioacuten Culturlllmeramericashy111 I ~h(il~ 194 1 Poemas de una pena se Caracas 1942 Mandato del camo AEV

I middot~(I bull 1957 Poemas perseverantes Eds de la Presidencia de la Repuacuteblica Caracas 1963

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Ramal viril de una empinada agua potente y libre en el descenso firme te palpo suave y sieacutentome en tu sangre Los dos hervimos en la calma libia

Adhieacuterome a tus pulsos caminantes Vueacutelvome hondura remolinos CUlvas la espuma de tus noches destrenzadas el golpe bramador de tu carrera

Me enrumbo por tu curso y me lastimo con las centildeosas piedras de tu origen Sufro el miedo y la santildea de los peces y al turbulenlO amor de tu contacto lloro la humilde sed de tuS orillas

Me conduces mordida al manso pozo de rota flor y desterrada estrella Riacuteo miacuteo creador de mi aventura ennoblecerme hundida en tus pecados

Otras veces como en -El riacuteoraquo se registra la placidez de un abandono a lo penetrante y envolvente de una naturaleza expliacutecitamente personishyficada en contraste con el rechazado tuacute humano -El riacuteo estaacute libio como mi piel y sabe bantildearme el alma Juega conmigo a ahogar mi hondura nervudo de culebras de sol No se parece el lIacuteo a aquellos ojos quietos

que no quisebull En patente contraste con la sensualidad de la interaccioacuten entre la

hablante y la naturaleza a la que parece trasladarse la carga afectiva de un amor irrealizado (dialeacutectica deseo represioacuten huida del otro persisshytencia de su recuerdo elogio casi siempre ambivalente de su soledad) el mundo relacional humano se acantona en la casa - que no es un encieshyrro- y los nintildeos la familia - sobre todo el padre yel hermano- o se convierte en viacutenculo geneacuterico con la humanidad y la parcela privilegiada

de los creadores De manera correspondiente el examen del vocabulario nos dariacutea un

cuerpo desdibujado en el que de entrada falta la propia palabra Clmpo y cuyo mayor detallamiento se dedica al rostro o cara (con cabello ojos y sus cuencas cejas paacuterpados oiacutedos sienes labios lengua y garganta) Tiene tambieacuten manos y sangre con alguna frecuencia pero soacutelo excepshycionalmente -una mencioacuten en general- cuello hombros espalda brashy

os pies huesos entrantildea nervios arterias sangre pulso piel Miemras I l l l Bunca posee sexo vientre pechos piemas muslos caderas o cintushyl 1111 cuerpo pues apenas o nada femenino En cuanto al aludido tuacute III culino se reduce a ojos y dedos los primeros sobre todo Hay que lltotOlr al cuerpo del padre muerto y al del hermano para que lo viril sea iexclh lldo de - al menos- frente rostro pelo paacuterpados y manos De igual Iudo lo corporal de la hablante entra en contacto con la naturaleza 1( 110 maacutes que con los cuerpos humanos apenas toca la frente del I Idl vcr paterno y se sube a los hombros del hermano en la infancia

Mlterialidad y represioacuten sensualidJd y omisioacuten paradoacutejicamente 1III11idas en una de las poetas fllndadoras - cuyo registro del propio

1111pO es de todos modos maacutes amplio que el habitual en la liacuterica 1I 11(ulina- Quizaacute el Fernando Riacutesquez de Aproximacioacuten a laferninishydtl (MonteAvila Caracas 1983 y 1992) hablariacutea del arquetipo de Arteshy1l11iI Diana en lo que respecta a Enriqueta Arvelo

l udo seraacute maacutes sencillo maacutes marcadamente femenino en la poesiacutea de MIII Calcano (Alas fatales 1935 Canciones que oyem12 mis uacuteLtimas It CCIS 1956 y el poacutestumo Enttr la luna y los bombtrs 1961) que (lIh llcmos gracias a la Antologiacutea poeacutetica (LUZ Maracaibo 1983) con 111 1 (oacutesimo Mandrillo la rescatoacute de un olvido maacutes que sospechoso -la

pllsioacuten ahora vendriacutea por dIado de la criacutetica 111 Mariacutea Calcantildeo las asimilaciones a la naturaleza son siempre sexuashy

Ii no soacutelo eroacuteticas sino insistieacutendose en la maternidad y una vez 1( llrl l lldose a la peacuterdida del hijo Reiteradamente la hablante es tierra

111 cameja1diacuten que se abre ansia de florecimiento musgo -rama 111 fruta hierba pequeitita etceacutetera tambieacuten -espaldas de agua-

de linda- noche desnuda Si el engendrar se compara a la siembra el r1l1 1l 1tr aborto registrado en nuestra poesiacutea es Fracaso de la siembra iexclItld ijota desprendimiento prematuro del gajo En correspondencia con 11Illu jc r-lierra el hombre seraacute raiacutez que la penetra insecto que pone sus It mvLcillos sobre ella oleaje qu e la toma -lluvia final sobre la hierba 111 11 1 lama (uvoles crecidos Coherentemente la naturaleza que hace

1 1I1lur lton la hablante cumple funciones masculinas pese al lenguaje IItIr Impone el femenino de madrugada lluvia o aurora Pero con el Iiexclrl St explicita incluso Estoy con el mar como se estaacute con un hornshy

l middot 1llIlJablemente el dibujo del cuerpo en la poesiacutea de Mariacutea Calcantildeo

Jltt siendo el maacutes ampliamente detallado de toda la liacuterica escrita por 11 111 jl rt S Praacutecticamente nada falt2 en la restitucioacuten material de la hablanshy 11 propia palabra cue1po tan frecuente como cmne sangtr y boca

l ilI(a clcsde los cabellos -una vez con trenzas- pasando por el rostro

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(ojos labios -de aliento y gritos- mejillas oiacutedo) el cuello y la garganta cuerpo abajo la figura posee hombros brazos manos espalda tronco pechos -con pezones-- y senos tambieacuten vientre talle cintura caderas flancos piernas rodillas pies no carece de vellos venas entrantildea ni esqueleto Ninguno de estos teacuterminos es metafoacuterico y si varias veces aparece corazoacuten como oacutergano del sentimiento hayal menos uno en su sentido maacutes corporal

La ausencia del sexo directamente nombrado queda compensada por la transparencia de las imaacutegenes en poemas como El deseomiddot (-Abreme la vena abundante iexclque la tengo estrecha) -Me ha de bastar la vidamiddot (iexclCrece sobre mi carne dolorosa lamieacutendome hacia adentro hoguera deliciosa-) -Sembrador- (middotcuando me tomes me repiques adentro y me calles las bocas impacientes ) entre otros muchos

Ademaacutes del frecuente goce en su propia desnudez y de los retozos con una naturaleza sexuada cuyo cuerpo se detalla tambieacuten en cierta medida encontramos dibujado el cuerpo masculino con un registro igualmente amplio Se trataacute desde luego de un cuerpo casi siempre en relacioacuten con el d ~ la mujer praacutecticamente funcionalizado para el eros reciacuteproco y pOI lo tanto sin los momentos de entrega amorosa a la naturaleza que ~)rtenecen en exclusiva a la hablante aunque lo corposhyral del hombre sea ocasionalmente asimilado a elementos naturales

El hombre entonces tiene cabeza caray rostro tronco Piel-lo que ella curiosamente nunca posee- sudor cabellos barba ojos boca-y aliento- gatganta pecbo brazos manos -callosas- pies venas y sanshygre El falo estaacute maacutes que sugerido como lo fue el sexo de la mujer Reveacutelate gigante que en mi vida tuacute cabes- (El deseo) middotCrece sobre mi carne dolorosa lamieacutendome hacia adentro hoguera deliciosa iexclQueacuteshymame duro hondo () Molde de sangre Soacutelido- (Me ha de bastar la vida-) en poemas que son a veces los mismos

Precursora de la sexualidad explicitada de la tematizadoacuten de aborto y menstruacioacuten (Primer espanto de la nintildea con luna-) Mariacutea Calcantildeo lo es igualmente de una poesiacutea confeSional en que el erotismo aunque ligado al pecado es hermoso y el rechazo al marido a la moral convencional y a la domesticidad aparecen juntos Su eros sin embargo estaacute asociado a la maternidad Esta mujer grieta brecba herida gozosa cuya liacuterica de la penetracioacuten evid~nciada hasta el exceso toca la provacacioacuten en su punto maacutes alto casi la parodia en el maacutes bajo es ante el hombre en el acto sexual Doacutecil como las criaturas que esperan a Dios- pero nunca doacutecil como una criadamiddot Las agresiones al cuerpo en el aacutembito sexual son entonces positivas (desata tu rudeza iexclQueacutemame duro hondo Ni en mi dolor reparo cuando te pido recia lastimadura-) mientras al

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1011 0 de -Desangregt es vivido como una mutilacioacuten una peacuterdida absoshyJUI del cuerpo Otro aporte -sin continuaciones en la liacuterica femeninashy

11lma de la mujer-nintildea entregada en plena pubertad por la madre a 111 1 )lJIure mayor - con lo que su progenitora aparece por primera y 11111111 vez en una poesiacutea praacutecticamente hueacuterfana de la que el padre estaacute 11I1l llkn ausente- o Y es este obligado marido el rechazado quedando la cldlTucioacute n elel erotismo para el o los amames

111 lo que concierne a la casa no es encierro no soacutelo porque se abre 11 1I Iluraleza sexuada sino porque del1lro de ella ademaacutes del amor se

l IIId( H en esos momentos de desnudez de la mujer consigo misma (Una hlll dtsnudezl mi cuerpo y la noche) y las raras tareas domeacutesticas

lltmiddot middott lIlencionan quedan igualmente impregnadas de sexualidad como 11 J ha a volar tus camisas pues son las del amado (Las hojas se

Ollel huacutemedas y las camisas retozan) AtI pudiera extenderme en la consideracioacuten de una poesiacutea que

ul Lantos rasgos constitutivos de la liacuterica femenina pero lo dicho 11 tn el marco de esta introduccioacuten

Ill lo que es maacutes que nada una lectura retrospectiva habriacutea que llo H a otra media docena de autoras Pues incluso en una obra tan

J)ill l lIl l lllente alejada de la antologizada aquiacute la de Luisa del Valle Silva Il)p1 19(52) encontrariacuteamos un poema Como middotViene [u hijo (Luz Imp

ltiacute Vll lI llica La Habana ]941) que tras un comienzo espantosamente 1 IlIscribe la expeC[ativa de la maternidad en un horizonte socioposhy

Illh 1II l1inoso como haraacuten luego - en versos esos siacute excelentes- Miyoacute 1111 11 e) Maacutergara Russotto Pero mira maacutes lejos mira el mundo hacia

lmilc Viene tu hijo Odio Dolor Hambre Injusti cia envenenan al lOIIlIll de hoyiacute y amenazan al hombre de mauacuteanabull Asiacute como en Paacutelmeshy

Yl lla (]916) la carga provo cativa de Protesta resulta similar a la de 1l l lIvs poetas y tuacute iquestqueacute sabes de mi castidad o mi lujuria si soy

111 1 llJIriente si soy recua salvaje de mi gajo y su ceniza de su Ia lllesiaacutenica sataacutenica de mi sangre calieme en odres de obsidiashy

t-h l1 )s excepcionales seriacutean los aportes de Elizabeth Schon (1921) lIi

j -11 fil osofar encarnado en elementos naturales de la Ida Gramcko

IIj i fX)Iacute ) que desfonda los cuentos infantiles haciendo brillar su h lll ll1 dVIsidad en La vara mtiacutegica (Orbe Meacutexico 1948) inicia la

111 tdon de una demencia impregnada ele misticismo en Poemas de 1(1) lr1fica (Grafos Caracas 14) y asume maacutescaras ficcionales en el

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bullbullbull

dislt-urso denso y cuestionador de Los estetas los mendigos JI los beacuteroes (Tip Vargas Caracas 1970) poesiacutea en prosa la de eslOS dos uacuteltimos libros y desde luego los de Luz Machado (] 916) el Canto al Oril1oco Nascimemo Samiago de Chile 1953) con sus versos llenos de mundo desmintiendo la reduccioacuten a lo iacutemimo en que se ha querido encasillar la escritura femenina la casa tematizada desde La espiga amm-ga (Avila Graacutefica Caracas 1950) y detalladamente caracterizada en La casa por dentro (Sucre Caracas 1965) que si celebra las minucias de lo domeacutestishyco no asume menos las amarguras de un encierro -La mujer se curva en la pena como un marco palpitante alrededor de un reflejo Sorda como piedra bajo el viento deacutebil como aacuterbol entre el viemo y viva y hermosa en la esperanza como aacuterbol que no oyeIa mujer quebrama con laacutegrishymas el rociacuteo de los treacuteboles mientras el riacuteo pasa mojando los pies negados al gran peregrinaje-o

Paralela en realidad a la trayectoria de las nuevas autoras la obra poeacutetica -siempre en prosa- de Antonia Palacios (915) es un punto extremo en el desarrollo del tema del encierro Asiacute Textos del desalOjo (Monte Avila Caracas 1978) Ese oscuro animal del suelo (Monte Avila Caracas 1991 y Hondo temblor de lo seaeto (Mome Avila Caracas 1993) registran los procesos sufridos en ese espacio de lo iacutentimo Pero no es tanto la ausencia de un amado sino el progresivo despojamiemo de todo en un arrasamiento omoloacutegico lo que se nos ofrece Tiene que ver con el cuerpo -heridas grietas cenizas- pero no soacutelo con eacutel Tiene que ver con la muerte a la que se entrega una parte de la hablante Tiene que ver con el tiempo Ella sin embargo se recoge perioacutedicamente en la afirmashycioacuten de siacute de -Mi cuerpo erecto Esta columna viva Esta columna en vilo remitieacutendose incluso a una inextinguida sexualidad (Todaviacutea quedan labios ojos que miran las cosas Quedan los brazos alzados en un in temo de vuelo Queda el sexo palpitante huacutemedo todaviacutea Y este caer del rociacuteo en la secreta espesura de mi bosque ya desnudo)

El conflicto sucede en la casa real y metafoacuterica amenazada de ruina y se recuerda la casa de la infancia centrada en la figura de la madre

La insobornable aventura existencial que representa esta poesiacutea vershydadero reto para la nueva liacuterica apela por momentos a imaacutegenes de hondura miacutetica (Yo soy la que se incorpora se levama de la tierra desde un remoto origen Yo soy la desordenada la que acaloacute los sentidos en infinitos espacios para no gustar el mundo Soy aquella que regresa por unos caminos nacidos entre polvos del ayer No hay palabra que me nombremiddot)

Reto re-sulta igualmente la obra de Ana Enriqueta Teraacuten (]918) que viene afirmando el esplendor material del propio cuerpo a veces detalla-

Jo iexcllI lI e el espejo desde Al norte de la sangre (Suma Caracas 1946) y lIlI bullbull IIIundidad de la mujer mayor que la del hombre pues eacuteste -nunca 11 tOIllO ella a los intactos nombres de la tierra la vida el amor y la

1I Hllmiddot (Camo Presencia terrena Alfar Montevideo 1949) pudiendo 11 lI~brar la maternidad mientras me seacute del viemre a las rodillasshyI

(1 fl ( Y ritmo maternos- De bosque a bosque Arte Caracas 1970) iexcl l eraacuten debemos la fundacioacuten de una ritualidad sumuosa para lOdos

lo ~lmiddot~to~ de lo femenino - escritura inc1uida- en una poesiacutea ceremoshyIHo bull y ceremonial capaz de dotar de hondura a las operaciones maacutes hI1e1es a las tareas maacutes domeacutesticas en una casa hecha palacio por la mIHf v(lbal La figura de la extranjera intertextual a la liacuterica que nos U(III y un esplendor arquetiacutepico al que se han acercado la Mariela

IViexcll de Textos de anatomiacutea comparada la Hanni Ossott de El reino Id lel nocbe se ab1-e la Alicia Torres de Fataly la Mariacutea Isabel Novillo Hettflica virtud provienen de poemarios de Ana Enriqueta Teraacuten

Ubro de los OiCios(Monte Avila Caracas 1975) Muacutesica conPie de Imll (LIlA Meacuterida 1985) y Casa de babias (Monte Avila Caracas n

1111 bullbull slrie de aUlOras con frecuencia dedicadas total o pllrcialmente a 1 lile ~( llamoacute poesiacutea -social- -comprometida o de denuncia se IoIIIII)llIOn en los sesema prolongando a veces su trayectoria hasta

Iros diacuteas 1I bull riacutea que recordar a la Mary Guerrero (1941) de Salta la cerca lIda Meacuterida 17) planteando la oposicioacuten entre un encierro de

middotd tristeza ceniza cuerpo herido fantasmas familiares miedo It y Cspejos y esa reiterada consigna existencial de -saltar la cercashy

IUe dbull 11 mundo A Mayra]imeacutenez que mezcla lo amoroso y lo social en litlllll Jiscutibles (Los trabajos del sol Imp Nacional Caracas 1966

lrI adentro Imp Nacional Caracas 1967) y dedica El libro de VolumshyIltlCV Caracas 1969) al diaacutelogo iacutentimo con el amado ausente A la

Ir middotu middotIores del volumen colectivo Palabra uno (Lam Caracas 1964) 1111 poemas poliacuteticos por un lado-guerrilla represioacuten cadaacuteveres Cuba iexcliexclj IlLIII oscilando entre la cursileriacutea y el panfleto y finamente amoroshyljiiexcl por el otro sin articular ambas facetas A la Elena Hochman de

(n calma (Baacuterbara Caracas 1969) con una poesiacutea de protesta que 11111 WmiddotI consignas titu lares de prensa declaraciones oficiales lemas

IIblldlarios pero tambieacuten concisas reflexiones suenas alucinaciones lIilS cotidianas y distorsiones absurdistas tendiendo al cartel con

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momentos de gran fuerza y de ineacutedito lirismo A Lydda Franco Fariacuteas (943) que en Summarius (Asamblea Legislativa del Estado Falcoacuten Coro 1985) continuacutea la poesiacutea aacutespera provocativa y totalizante de Poeshymas circunstanciales (policrom Caracas 1965) mezclando prosa y vershyso en textos extensos que entrelazan en el mismo rechno la falsedad literaria el trabajo oficinesco la vida inauteacutentica Y un panorama socioshypoliacutetico de injusticia corrupcioacuten y crimen para concentrarse en los liacutericos poemas breves de Recordar a los donnidos (LUZ Maracaibo

1994)Y sobre todo a Mery Sananes (1941) Desde los catorce poemas que

incluiacutea el ya citado Palabra uno (1964) sobresale la puesta en primer plano de las contradicciones soledad y militancia ruptura con el pasado e ingreso a un combate en el que no parece creer del todo con una carga emocional profunda en contra de la violencia Pesa sobre la hablante una condena en cuanto mujelmiddot( Fui juzgada y condenada por todos los hombres que a mi alrededor vivieron no bastoacute nunca posesioacuten ni entrega-) Detalla su cuerpo herido en un contexto de represioacuten y muerte -el paiacutes como celda- en que -aguardar no es maacutes que morir antes de tiempo El miedo en este marco queda plenamente justificado (Me paseo por la calle estoy sola tengo miedo estoy aterrada aterradiacuteshysima quiero regresar miento nunca se debe regresar etceacutetera) regisshytrando las oscilaciones entre cobardiacutea y fortaleza decisioacuten de luchar dada la situacioacuten colectiva y desfallecimientos personales lo que se expresa en teacuterminos corporales (camino se me sangran los pies se me desgarra la piel pero sigo etceacutetera) Una poeacutetica de ordenar el caos de su cabeza es tan coherente con los vaivenes existenciales de la hablante como lo es la poeacutetica testimonial de Tiempo de guerra (Desorden Carashycas 18) Es necesario escribir todo esto antes de que se olvide

Otra vez son razones cotidianas las que llevan a la lucha (_Quisiera un paiacutes (J donde pudiera amar Y tener hijos que vean el sol donde los hijos de mis hijos vean el sol) Se sigue rechazando la violencia -por otro lado inevitable- El amor que ocupa buena parte del libro concenshytra su lirismo (-Mira amor el caujaro produce una fruta muy dulce con ella se pueden atar papagayos mil hombres invadieron hoy falcoacuten iquestno es tiempo ya de que nos encontremos-) Tristeza incomunicacioacuten con unoS padres que no comprenden sus razones dudas sobre la efecshytividad de un combate que acumula heacuteroes muertos delatores y desertoshyres todo esto autentifica la actitud de la hablante que se pemlite inclushyso suacutebitamente un verso de hechicera yo seacute hacer ritoS extrantildeos con

las hierbas- ineludiblemente femenino Su uacuteltimo libro Tierra de expedientes (Desorden Maracay 1975) estaacute

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constituido por tres largos poemas narrativos que con sus 28 o 29 paacuteginas de texto cada uno son otros tantos tiacutetulos El primero y maacutes interesante Parcela 40 relata la muerte velatorio y entierro de la mashydre con el subsiguiente luto siempre seguacuten el ceremonial judiacuteo La hablante sin embargo no saca cl e ello ninguna conclusioacuten en cuanto a su eventual extranjcriclad o doble pe rtenencia - al contrario de lo que veremos en la nueva liacuterica- y al ligar esta muerte familiar a la de los combatientes insertaacutendola en la lucha por la dignidad y la verdadera vicia tampoco hace alusioacuten alguna a la tragedia particular de los judiacuteos -campos de exterminio persecuciones errancia- El resto del libro es lamentable Expediente intenta vanamente extraer el sentido socioposhyliacutetico de UIl banal accidente de traacutensito -Guerra de guerrillasmiddot evacuanshydo la cualidad experiencial de su poesiacutea anterior se abandona al panfleshyto el esquematismo histoacuterico la hagiografiacutea de los revolucionarios muershytos) hasta la cursileriacutea elogiando la lucha armada manclo en la realishydad estaba ya pacificada

IV

El atractIVO de los abordajes -profundos por la viacutea junguiana de Fernando Riacutesquez de Aprori IIwcioacutelI n In femin idad e incluso por la del femenismo virginiawoolfiano de la Helena Arauacutejo de Ln Scberezada Criulld con su insistencia en e siacutembolo brotado del inconsciente no

9 La Scber(rada Cnoa Ensayos sobre Escitum Femenina Latinoamenccl17a Universishyd3d Ntcion1 d ColombiJ Bogotaacute 11)89unque esteacute dedic3do sobre todo a 11 narrativa mencione ll m literJ[url middotde It opresioacute n y sugierJ estudiar b peculiaridad del enfoque femenino ele cienos terms como J violenco liga la buacutesqueda por la mujer de una escritura propil co n lo simb61ico inconsc iente middotPosiblemente haya una cierta relac ioacuten entre el Irecuente empko de b expres ioacuten simboacutelica por p3rte de la mujer que escribe y su necesid~d de hbbr un le nguaje propio Recordemos que el aacutembito femenino s sobre todo subjetivo I irnilicb por su misma marginal iziexcl cioacuten a un medio donde predomin3 lo emocional y lo afectivo Jiexcl muje r debe esiorz1 rse ly a eces hacerse vio lenci3) para 1dapt3r su escritura a un s intax is forjacl por e l hombre Su le ngu3Je aparentemente brota con rmyor facilidad del inconsiente integraacute ndose alliacute donde e l signo y e l siacutembolo se entremezclan en la buumlsquediexcl de un3 coherenc ia que a De nudo se exime de la loacutegica racional Al expresar en lo imaginario su d) roe rsioacuten la m uje r prescinde ademaacutes de la automiddotcensura y se atreve a crear un1 prosa alJeg d3 al de lirio y a la alucinacioacuten Su escriturlt tiene e ntonces mucho que ver con i)iexclublimlcioacuten v COIl el desbordJmientode una sexualidad ignorada o reprimida (p 75)

Confieso qu -iquestcomo hombre- me result1 difiacutecil detectar eS3 resistcncia de la simaxis a la escritura epeciacutetkameme femenina maacutes 1113 de la obviedad de los plurales obligadamenshyte masculino en presencia de los dos seX05 y violenciasmiddot similares En cuanto a la pist1 de lo simboacutelico-inconsc ie nte-irr3cio l1al-de lirare habriacutea que verifiC3r1o en detalle - y creo que en esta misma 3ntologiacutea hay alguacuten materia Por otra rarte e l tema de una sintaxis propia

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deberiacutea recubrir la efectiva diversidad de la escritura de mujeres En tal sentido me siento muy cercano al rechazo de -tipificacioacuten esgrimido

pertenece sin discusioacuten a Virginia Woolf pero no recuerdo - iquestlapsus masculino- que lo asociara necesariamente con el inconsciente En un texto de 1929 (Una habitacioacuten propia Seix Barral Barcelona 1980 2 ed) sentildealaba respecto a las novelistas de principios del XIX la dificultad de que no teniacutean tras de siacute ninguna tradicioacuten o una tradicioacuten tan corta y parcial que les era de poca ayuda mientras que la masculina no les serviacutea middotQuizaacute lo primero que descubrioacute la mujer al coger la pluma es que no existiacutea ninguna frase comuacuten lista para su uso todos los geacuteneros literarios maacutes antiguos ya estaban plasmados coagulados cuando la mujer empezoacute a escribir (pp 104-105) Y en middotLas mujeres y la narrativa tambieacuten de 1929 (Las mujeres y la literatura Lumen Barcelona 1981) middotNos estamos acercando al tiempo si es que no hemos llegado ya en que pocas o ningunas seraacuten las innuencias extrantildeas que perturben la literatura femenin3 c ) Pero a pesar de todo sigue siendo verdad que la mujer para escribir exactamente como quiere escribir tropieza con muchas dificultades Para empezar se encuentra con la dificultad teacutecnica -en apariencia tan sencilla pero en realidad tan desconcertante- consistente en que la forma de la frase en siacute misma no se adapta a la personalidad femenina La frase estaacute hecha por el hombre La frase es demasiado amplia demasiado pesada demasiado pomposa para el uso femenino c ) y esto es algo que la mujer ha de conseguir por siacute misma alterando y adaptando la frase actual hasta formar una que tome la forma natural de su pensamiento sin aplastarlo ni deformarlo- (pp 56-57) 10 maacutes interesante es que esta reivindicacioacuten de un estilo distinto se realiza en paralelo a la propuesta de una superacioacuten de lo sexual mente limitante o maacutes bien de una integracioacuten de ambos sexos (de haber le iacutedo a Jung hubiera hablado de anima y animus) en la escritura la primera leccioacuten importante escribiacutea como una mujer pero como una mujer que ha olvidado que es una mujer de modo que sus paacuteginas estaban llenas de esta curiosa calidad sexual que soacutelo se logra cuando el sexo es inconsciente de siacute mismo- (Una babilacioacuten propia pp 127-128) Y middotes funesto para todo aquel que escribe el pensar en su sexo Es funesto ser un hombre o una mUjer a secas uno debe ser muje r con algo de hombreshyu hombre con algo de mujer-o Es funesto para una mujer subrayar en lo maacutes miacutenimo una queja abogar aun con justicia una causa en fin el hablar conscientemente como una mujer Y por funesto entiendo morul porque cuaruo se escribe con esta parcialidad consciente estaacute conde nado a morirmiddot (p 143) No veo en realidad que la buacutesqueda de una literatura o de un lenguaje androacuteginOo (lo que tambieacuten propugna Helena Arauacutejo middotAsiacute la diferencia sexual se traduciraacute en ritmo variacioacuten placer Sin embargo los teX1OS de mujeres demuestran que el proceso es lento ypenoSOo op cit p 126) debiacutea excluir todo tipo de material testimonial o de denuncia por maacutes que Virginia Woolf insista en ello Asiacute refirieacutenshydose otra vez a las novelas escritas por mujeres en el siglo XIX dice que quedaron afectadas por la presencia -de alguien ofendido por el trato que se da a los miembros de su sexo y que reclama sus derechos Esto aporta a la literatura femenina un elemento totalmente ausente de la literatura de los hombres salvo cuando el autor es un obrero un negro o cualquier otro hombre que por una razoacuten u otra tiene conciencia de ser injustamente tratado Este elemento produce una defocmacioacuten y a menudo es ltAusa de la debilidad de la obra- (-Las mujeres y la narrativa- en Las mUjeres y la literatura p 55) Muchos poemas de esta antologiacutea desmentiriacutean el aristocratiacutezante prejuicio virginiawoolfiano (iobreros negros seshyres concientes de ser injustamente tratados precisamente) La mala literatura no pertenece en exclusiva a lo -social bull

por Maacutergara Russotto en su TOacutepicos de retoacuterica feme1ina (Monte Avila Caracas 1993) afortunadamente esta liacuterica es irreductible a un canon

Sus inicios en los antildeos setenta asiacute como otras tantas muestras en los ochenra y los novema permiten de enrrada desmentir el monopolio de lo iacutentimoraquo lo subjetivo lo amoroso y ni digamos de lo domeacutestico bull Quisiera dibujar el polo alternativo detenieacutendome menos - para evitar repeticiones- en la autoras antologizadas - que cuentan cada una con una nota introductoria a los poemas- que en el resto

La deacutecada se abre con una liacuterica que en su caraacutecter totalizante prolonga las preocupaciones de los sesenta Antonieta Madrid (939) en Nomenclatura cotidiana (971)deg mezcla el amor la literatura y alguna alusioacuten a la poliacutetica Miyoacute Vestrini 0938-1991) con Las bistorias de Giovarma (971) traza la biografiacutea- de una mu chacha sobre la que el contexto sociopoliacutetico arroja una sombra ominosa y al cabo mortal mientras plantea una disyuntiva entre un adolescente emblemaacutetico al que por la viacutea de una violencia liberadora pertenece un futuro iracunshydoraquo y los miembros de la generacioacuten de la hablante condenados al pasado IOl10somiddot el alcohol la burla y la farsa Por lo demaacutes en toda la obra de lvliyo Vestrini el paiacutes ofrece un trasfondo decepcionante y ameshynazador qLle intensifica el desgarramiento suicidario Tambieacuten la Emira Rodriacuteguez (1929) de La cosa de alto (972) se refiere a la historia elaboshyrando una croacutenica se ntimental que en el mismo movimiento traza la gellealogiacute familiar y una eacutepica margariteia que conduce ele la aventura perliacutefera al enraizamiento en la tierra y la fundacioacuten de la casa Finalmenshyte - en lo que respecta a este grupo inicial- el amplio repertorio temaacutetico de La dentellada (1972) ele Irma Salas (944) que va desde a infancia perdida con su clave maacutegica recuperable soacutelo mediante la locura hasta un paisaje espleacutendido y amargo ( En el paiacutes la naturaleza se ha hecho un cuchillo en el alma) pasando por esbozos de poesiacutea fantaacutestica escenashyrios extranjeros homenajes literarios y pictoacutericos -Rimbaud Nerval el Rosco Toulouse Lautrec Chagall etc - reitera una desolacioacuten tan geneshyracional como la Vestrini con esa serie de amigos enloquecidos o muershytos cuya gesta subversiva se pretende olvidar fueron inagotables los hechos desme11lidos No existioacute nunca Vietnam y la revolucioacuten es soacutelo una delgada peliacutecula que nos cubre iquestDoacutende estaacuten Glaclis Oswaldo Liviaiacute apilonados calles casas restaurantes autopistas sacarlos de esa bolsa de objetos perdidos Un guerrillero muerto el racismo la

10- Doy IJ itdu de nacimiemo de las autoras -en caso de saberlo pues auacuten persiste su esca moteo- l de publicacioacute n de los I icros al mencionar a las unas y los otros por primera vez

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bomba sobre Nagasaki la situacioacuten del tercer mundo y otros asuntos desembocan en el alegato contra la civilizacioacuten occidental que represenshyta el poema Ulises en el asfalto y llevan en el texto que cierra el libro a un deseo de disolucioacuten middotmiddotCada noche sobre mis cenizas busco yos desaparecidos de mi vida soacutelo anhelo este desierto que se constnIshyye alIado derecho de miacute Este paraiacuteso de la nadamiddot

Igual saldo de desolacioacuten personal ante el fracaso revolucionario 10 encontramos en Las fieras se dan golpes de pecho (975) de Teresa Coraspe (941) referencias a Biafra Vietnam el imperialismo norteameshyricano centradas (iquestfemeninamenten en la tristeza de los nintildeos y en el cuerpo de las viacutectimas de la guerra y el hambre implicando ademaacutes a un hombre amado al que enaltecen tanto su condicioacuten de combatiente como su ternura Sin embargo las buenas intenciones en forma de aventura imaginaria ( desde el fondo doy oacuterdenes detengan esas gueshyrras (se ven desmentidas por la derrota de la guerrilla lo que parece llevar incluso a la demencia de la hablante Queda soacutelo esta sangre este dolor enorme en el penuacuteltimo poema Y en el uacuteltimo -Estoy en un hospital para locos El cerebro me estalla- Por otro lado este es uno de los pocos poemarios que en el conjunto Y al igual que lo haraacute la Reina Varela 095) de Sefiales de humo (1983) tematiza la condicioacuten oficinesshyca como esclavitud (Maacutequinas hierros intoxicacioacuten Soy un robot tengo jefe 45 antildeos soy una alienada etceacutetera) oponieacutendole la escritushy

ra como desafiacuteo y liberacioacuten Lo mejor de esta poesiacutea abierta en diversa medida al horizonte socioshy

poliacutetico e histoacuterico lo tendriacuteamos desde finales de los setenta en algushynas de las autoras aquiacute antologizadas la articulacioacuten de la esclavitud domeacutestica con la continental y el anhelo de una utopiacutea integradora en su plenitud en la Maacutergara Russotto (946) de Restos de viaje O 979) YBrasa (979) la historia toda vista como irreversible degradacioacuten en Mustia memoria (983) Y Diario de una momia (989) de Laura Cracco (959) a lo que Sajan Club (1993) agregariacutea la aspereza de un paiacutes que castiga particularmente a las mujeres - sin olvidar el -doctor cardenal teniente coronel- de Cuerpo (985) de Mariacutea Auxiliadora Alvarez (956) una memoria judiacutea heredada que se manifiesta en el recuerdo de los criacutemeshynes nazis en El arte de la peacuterdida (991) YElargo viaje a casa (994) de Veroacutenica Jaffeacute (1957) yen Luba (988) de Jacqueline Goldberg (1966) Y que despueacutes de expresarse como testimonio de acumuladas enancias familiares y personales en su inicial Poemas visibles (1988) lleva a Blanca Strepponi (1952) a la caracterizacioacuten de la historia universal como horror -ligado en su caso al problema del mal y el exilio de Dios- en Diarjo de John Robeton (1990) y El jardiacuten del verdugo (1992) alusiones al paiacutes

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petrolero corrupto y asesino en Guen-ero llevado adentro (1987) de Mhariacutea Vaacutezquez (1958) galeriacutea de mujeres que en Fatal (1989) de Alicia Torres (1960) rechazan las guerras que se llevan a sus hombres

Quizaacutes tambieacuten pudiera sentildealarse una faceta que partiendo de Miyoacute Vestrini pasando por la Maacutergara Russotto de middotPequentildea tragedia sudameshyricana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo (Viola d am01-e 1986) y desembocando -con elaboraciones en La cancioacutenjria (1989) de Yolanda Pantin (1954) en Jaffeacute en la Oympia (1992) de Manoacuten Kuumlbler (1961)- en la Blanca Elena Pantin (957) de Poemas del troacutepico (993) opusiera nuestro paisaje y sentir subdesarrolladosmiddot a la tersa frialdad ajena del primer mundo Por aquiacute seguiriacutea resonando la oposicioacuten Ameacuterica-Europa establecida por Andreacutes Bello soacutelo que ahora feminizada ya veces erotizada

En Poemas detroacutepico una hablante que en una declarada Puesta en escenamiddot se disfraza fantasmalmente para introducir el problema (EI troacutepico pensoacute no existe) inaugura un repertorio de contrastes demashysiado riacutegidos y faacuteciles exagerados por la ironiacutea una Europa casi de tarjeta postal (Lili Marlene soledad en un hotel berlineacutes flores e insistenshyte chocolate nuestro devorado por elos) opuesta a un troacutepico de intensidad y selvas fiebres y plagas sopor y sudor dominado maacutes por la naturaleza que por la historia La distancia define igualmente a la hablanshyte con respecto a una Antaacutertica identificada con un amante posible (Reseacutervame un Iceberg Yo te llevareacute el sol total) lo que quizaacutes postule el eros como siacutentesis En cualquier caso El troacutepico tiene la violencia de la quietudbull

Otros abordajes de lo sociopoliacutetico han resultado desastrosos como Versos de un o sea nopaciacutefico (1985) de Gloria Martiacuten (945) o inmadushyros como Yerba negra (988) de Eddy Godoy (1968) El primero toca un poco todo falsedad democraacutetica lucha armada derrotada el tuacutenel del San Carlos Cantaura el desempleo la guardia civil espailola y Garciacutea Larca etceacutetera PanfletaFio y torpe (middotConozco al cerdo que se siente el amo es tan obvio y grosero que limita con el estieacutercol Siempre ) encuentra su condena en los propios asuntos desarrollados por algunas de estas poetas de manera excelenle como el temor por lo que espera al tijo (comparar middotSi has de estrellarte -hijo- que sea el tuyo un gran ~t)lpe de infinito con versos respectivos de Vestrini y Russotto)

En cuanto a Yerba negra al horror de las guerras el militarismo la bomba nuclear opone imaacutegenes de nintildeos jugando oraciones por la paz dd mundo y su deseo de que no existan armas ni potencias Desde hltgo el miedo tan frecuente en la liacuterica femenina halla aquiacute un marco 111 sto aunque en ninguacuten momento nos lo hagan sentir sus blandos

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poemas Como en Teresa Coraspe la agresioacuten -atoacutemica ahora- se regisshytra en el cuerpo ( Me implico en los tejidos Transito por mis cavidashydes muertas -ya casi todas-) Un final amoroso-maternal (iquesthabriacutea en ello una marca- femenina) nos deja junto a Adaacuten y Eva unieacutendonos para

crear la vida

v

iquestResiduo - formalizado fuera de los moldes subgeneacutericos- de esa heroiacutena melodramaacutetica- cuyas huellas rastrea Maacutergara Russotto en un capiacutetulo de Toacutepicos de retoacute-iexclcajemenina iquestVerdadera condena arquetiacutepishyca como afirma Fernando Riacutesquez en su obra varias veces citada middotCuanshydo Afrodita castiga a alguien lo hace enamorarse perdidamente de alguien que no retoma Hace aparecer a Eros pero no hace aparecer a Anteras Hace aparecer el amor de una sola viacutea que es el que maacutes castiga al ser humano sobre todo a la mujer estar enamorada inuacutetilmente es el maacutes grande de todos los sufrimientos de la feminidad- (p 130) iquestTestimoshynio basado en la experiencia de cada una y casi todas En cualquier caso una poesiacutea del desamor maacutes que del amor con su queja por la ausencia en frecuentes situaciones de encierro con la hablante sufriendo a veces procesos de mutilacioacuten peacuterdida de existencia o de voz y rozando a menudo la locura constituiriacutea el polo opuesto al anterior

En esta misma antologiacutea abundariacutean los ejemplos Malencuentro pero teniacutea otros nombres (975) de Emira Rodriacuteguez Acrimonia (981) y Sombraduras (iquest1988) de Elena Vera (939) Arbol juerte que silba y arrasa o penuacuteltimos boleros (988) de Mariacutea Luisa Lazzaro (950) Treacutebol de la memoria (978) La pasioacuten errante (986) y Autorretrato (993) de Cecilia Ortiz (951) Amor constante maacutes allaacute de la mue1te (1993) de Maritza ]imeacutenez (956) Saja Club de Laura Cracco De miacute lo oscuro (987) de Patriaa Guzmaacuten 01) Olympia de Manoacuten Kuumlbler De un mismo paacutejaro lanzada (983) y Nadie en la madera (991) de Sonia Gonzaacutelez (964) cinco de los poemarios de Jacqueline Goldberg

La mera acumulacioacuten ya sugiere una predominancia cuantitativa de la poesiacutea de la queja que alcanzariacutea en realidad casi a la tercera parte de la produccioacuten femenina Me detendreacute pues soacutelo en algunos tiacutetulos

Asiacute resulta particularmente interesante encontrar una modalidad del encierro y del desamor en una liacuterica tan conceptual como la de Por alto por bajo (974) de Mariacutea Fernanda Palacios (945) adelantando el refushygio entre libros que tematizaraacute Lourdes Sifontes (11) en De coacutemplice y amante (993) La opcioacuten de ocultarse en la omisioacuten y la inasibilidad

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existenciales y en el escudo intelectual no remite menos al cuerpo al miedo al fracaso del amor

Te has salvado en tus libros te has salvado en alguna mirada lenta te has salvado en los gestos que no hiciste en lo que dejaste siempre de decir te has salvado en la inmovilidad de un mieacutercoles Te has salvado en un encuentro prolongado y en la despedida forzada que se repite siempre Te has salvado en las iglesias vaciacuteas y en ese paso apresurado para estar lejos de todo En la carta que nunca escribiste en unos papelitos arrugados y en los verbos que pusiste a secar Te salvaste por preferir las compantildeiacuteas expliacutecitas que no dejan sitio para ti Por preferir lo que tienes a mano lo que no tienes que buscar

TE SALVASTE EL DlA QUE TE ALEJASTE

EL DlA QUE TE VOLVISTE IMPOSIBILIDAD

En contraste con la serenidad de esta desesperanza y maacutes a tono con la liacuterica femenina mayoritaria la Teresa Caras pe de Vuelvo con mis huesos (978) centra la ausencia del amado en el saldo de soledad cenizas cuerpo dolido (No estoy ni existo mis huesos estaacuten sin piel) desnudez amenazada peacuterdida de la propia voz y extraviacuteo de las palashybras- (-No me es dado tener nada soacutelo este silencio-) que hecho carenshycia total produce el desamor El encierro se extrema en Este silencio siempn (991) en una casa caracterizada como la de las sombras y los muertos donde Sangro escupo me como las untildeasmiddot

Coartada (987) de Tamara Rodriacuteguez nos ofreceriacutea un erotismo doloroso el de -un sexo guerreromiddot abrasado Por momentos vilmente sometido- Un sexo casi siglo XXII Espacial en guerra contaminado sin antiacutedoto que es tambieacuten -Un espejo de mi narcisismo venado-o Porque este libro plantea el amor homosexual como conflicto no resuelshylO (iquestPor queacute necesito al hombre ves la mujer el conflictomiddot) cuyas raiacuteces e encuentran en el narcisismo infantil cuando se chupaba la sangre de lls heridas y se autoexploraba ( Me acostumbreacute a los caminos del olor 0 mi cuerpo Quise desdoblarme frente a mis formas l la calidez de los pliegues y recodos que escondo soacutelo para miacute) Por ello middotLa mujer me ncita y me atormenta De la mujer quiero saber todo Hasta quiero ser hombre para como hombre recorrerla y palparme penetrarme descushybrilme- Esta poesiacutea casi -de manualmiddot no debiera hacemos olvidar que si middot1 amor lesbiana es desgarrado en Olympia de Manoacuten Kuumlbler lo es en el

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mismo sentido de carencia del otro que en decenas de poemaJios heteshyrosexuales asiacute como resulta plenitud eroacutetica en la liacuterica homosexual de Veroacutenica Jaffeacute y voluptuosidad vampirescamiddot en la de Yolanda Pamin proponieacutendonos un vampiro que todos necesitamos descubrir dentro de nosotrosll

Un extremado desasimiento existencial lo encontrariacuteamos en Nada que ver (I989) de Claudia Noguera O3) reiterando hasta el sofoco verbos como buscar desesperar destruir ocultar morir enterrar lastishymar violentar tropezar dudar perder y sustantivos como silencio miedo muerte memoria sombra laberinto La hablante se caracteriza como suicida y moribunda ciega- -aterrorizada- enterrada Sus acshyciones consisten en ocultarse dentro de siacute perderse en su propio laberinshyto buscar raiacuteces o retornar a piedras en una sostenida situacioacuten de encierro (habitacioacuten sin muebles en la casa en la colin) en la que tambieacuten se escribe con una poeacutetica similarmente devastada Lo terribleshyque provoca esta serie de experiencias se nos hace algo vago -como en muchos otros poemarios- y atribuiacuterselo al desamor seriacutea acaso reductishyva aunque la hablante proclame pues soy yo la que combate suicida y moribunda por ese corazoacuten tuyo que no cesa de girar- y soacutelo parece encontrar - de nuevo como en muchos otros poemarios- cierta esperanshyza en un erotismo fijado en el pasado He estado allaacute en esa frontera donde la piel se convierte en una sola-o

Con Adicta al miacuteedo(991) de Blanca Baldoacute (952) llegariacuteamos a una dedicacioacuten casi absoluta al miedo y la locura que impregnan parcialmen te unos cuarenta poemariosl 2

bullbullYo estoy adicta al miedo Mi verdadera adiccioacuten es la paranoia Es un mal que estaacute en el aire Muchos lo reconoceraacuten Unos se meten debajo de la cama Otros se esconden en el closet Otros simplemente oyen voces-o Este apunte de colectividad en la demencia no impide que la hablante lo viva de la manera maacutes personal ( Tu prisioacuten es cerebral- Acepta el bantildeo es donde estaacutes proteshygida Aunque tampoco nadie te estaacute persiguiendo sino tuacute misma) Soledad llanto alcohol paso del tiempo (middotSoy la mujer que ve su cara

11 Seacute que Riacutesquez insiste en que -la homosexual idad soacutelo exiSle en los hombres y que no hay homosexualidad femenina Todas las mujeres son middothomosexuales- Cuando nace una nintildea lo prime ro que hace es mamar de los senos de otra mujer de grande se enamora de Olra que llama su hija bull (op Ci p 108 Y muchos otros pasajes del libro) Me falta ciencia -y experiencia- para discutir el punto asiacute que me limito a sentildealarlo

12 Helena Arauacutejo sentildeala como elemento frecuente en la narrativa femenina latinoameshyricana una imagineriacutea alucinada vinculada a lo reprimido y lo traumaacuteticomiddot con insistencia In protagonistas arrasadas por -La neurosis la histeria el desequilibrio mental y emocionalmiddot (Op Cil p 132)

a ratos derretirse en el espejo) se combinan Con una religiosidad exasshyperada que critica a las Iglesias establecidas e incrimina directamente a Dios (iquestHasta cuaacutendo me escondo iquestPor queacute me creaste Escoacutendete de Dios contildeo que no te veamiddot -Quizaacutes eres tan perfecto tan fuerte que necesitas un espejo que se quiebre ) El encierro - en la casa y dentro de la casa en el bantildeo- sentido como insoportable apela a la muerte (-Me canseacute de esconderme Prefiero morir No quiero seguir aquiacute encerrada-) que se vive imaginariamente (recuerdo a todos mis novios llevando mi atauacuted-) sin que se cumpla del todo (hace ailos que me suicido pero no muero iquestCuaacutentas veces he muerto ) El amor ante este -canto de muerte- -que remitiriacutea a Miyoacute Vestrini pero sin su exposicioacuten de motivos- no sirve de gran cosa (No hubo ninguacuten amor que me hizo sentir bien) no obstante se acude a eacutel como remedio ocasional (Un hombre Aunque no se pueda amar Se decreta el amor-)

El rastreo podriacutea seguir amontonando tiacutetulos Premura sagrada (986) de Cristina Falcoacuten O960) Estaciones de miedo (I989) de Miriam Freilich Ruidos (992) de Paula Rivero Ceremonia del horno (993) de Rosana Hernaacutendez Pasquier O 995) La simiente constante O 994) de MarvelIa Correa etceacutetera con diversos grados de encierro dolor por la ausencia miedo Destacariacutea la intensidad sensual de la Ana Mariacutea Oviedo 04) que en De fuego o de ceniza (] 991) y aunque viva por momentos el veacutertigo amoroso se queja del desamor ( Tu lengua olvida mi boca Caigo hecha nudo punta de laacutetigo y sal en las rodillas) adoptando a veces la figura de la esposa (middotLa esposa duerme sola iquestQueacute dolor vela su quietud sino el deseo-) y sugiriendo al menos una vez una relacioacuten homose~al (middotGuiacuteas mis manos en la piel de la muchacha y no puedesabsolverme-)

Desde luego la poesiacutea amorosa femenina no se agota en la queja el encierro o la locura Y habriacutea un polo de esplendorque se opone al que acabo de esbozar Entre las amologizadas la Hanni OSSO[[ (946) de Hasta que llegue el diacutea y huyan las sombras O983) y El reino donde la noche se abre O 987) aunque oscile entre plenitud y carencia en el resto de su obra la Mariela Alvarez CI 947) de Textos de anatomiacutea comparada O987) con su proclamacioacuten de una mujer que funda el mundo a partir de su horizontalidad la Mariacutea Isabel Novillo (1954) de Metaacutelica virtud (1992) cuyas operaciones alquiacutemicas producen sabiduriacutea eroacutetica y lucishydez en el amor la Edda Armas (1955) de Cuerdas de serpiente (1985) Rojo circular O991) y Sable (I 994) capaz de afirmarse en el azar de los encuentros -nada es para siempre aun asiacute tiene el corazoacuten satisfechogt la beligerante Mhariacutea Vaacutezquez de Guerrero llevado adent7U la Alicia Torres de Fatal con su galeriacutea de mujeres desafiantes

24 25

La queja -siempre en el grupo de las seleccionadas aquiacute- puede integrarse en la provocativa actitud de quien se declara -la otra- como en De amantes (1984) de Elena Vera (939) en el rechazo de lo domeacutestico como en toda la obra de Maacutergara Russotto (946) y en Con-eo del coraz6n (985) de Yolanda Pantin puede tambieacuten recurrir a la ironiacutea tal la Reina Varela de Sentildeales de humoy Cantos rodados (993) o mantener la tensioacuten sin rendirse como las hablantes de Fuego de tierra (981) de Mariacutea Luisa Lazzaro y Poemas visibles (988) de Blanca Strepponi

Obviamente tambieacuten en otras autoras cabriacutea detectar una actitud en diversos sentidos distinta de la reduccioacuten a la queja La aparicioacuten de media docena de poemarios de muy joacutevenes escritoras manifestando firmeza desafiacuteo afinnacioacuten o desparpajo junto a la entrega o el lamento por la ausencia me hizo pensar en una posible evolucioacuten epocal o generacional Sin embargo algo de esto habiacutea ya en Nomenclatura cotidiana de Antonieta Madrid mientras que poetas tan joacutevenes como las que me llevaron a creer en el triunfo de un cambio han mantenido el tono predominante Y la de menos edad recogida en libro la Eva Suzzashyrini (972) de quien se incluyen cinco poemas en Antologiacutea de nadie (UCV Caracas 1993) reitera la liacuterica del cuerpo roto el miedo las laacutegrimas la ceniza y la sangre casi como si se cumpliera un programa

En cualquier caso quiero sentildealar el resplandor eroacutetico de En los extremos confines de tu cue1po(991) de Diana Lichy (962) que celebra la brasa del amor explicitando una y otra vez su derretimiento su perdishydoacuten y fusioacuten en el amado praacutecticamente divinizado ( Si me tocas me pierdo oscurezco me precipito como una nueva tonalidad de tu sombraN -Brasa en ti languidezco Reconstruyo mi cuerpo con tus huesos -Te vienes en miacute abrasas mis entrantildeas Me desgarras desatanshydo toda la furia adonnecida encerrada en los pilares de mis huesos Te vas hundiendo en miacutelluminoso como un dios en el primer diacutea de su creadoacuten) aunque el goce alterna con el alejamiento del otro ( Pero tuacute apareces y desapareces me tomas por asalto y te pierdes azaroso Y altivo-) dejaacutendola vaciacutea decidieacutendola a buscar otros amores

Otra faceta la representariacutea la ironizacioacuten de los materiales de cocinamiddot y de lo domeacutestico en general cuyas operaciones trasplantadas a teacutennishynos existendales vehiculan la autoafirmacioacuten de la hablante su serenishydad su exigencia respecto al hombre en Aposento del amanecer(991) de Eunice Escalona (950) Hay una satisfaccioacuten en mis huesos fuertesmiddot en -mi piel maternal definitiva y bellamiddot en la manipulacioacuten exitosa de la carne de las verduras y de la del hombre en la pertenencia a una estirpe femenina (hermana de mis hermanas que en las lejanas hogueras se consumen- iexcly no tenemos miedomiddot)

26

En cuanto a la locura tan rozada y temida como deseada y elogiada un planteamiento que prolonga las amargas burlas de Miyoacute Vestrini al psicoanaacutelisis lo tendriacuteamos en el largo texto en prosa - nueve paacuteginasshyque da tiacutetulo a Encuentros del poeta con el psicoanalista (991) de Christiane Dimitriades (956) rechazando su reduccioacuten de las vivencias a esquemas mensurables SLl saber-poder su fundamentacioacuten en la culpa aunque el conflicto de la hablante queda apenas caracterizado

Apunto finalmente el nombre de dos de esas autoras que - vanamenshyte temo- me sugirieron el inicio de una nueva actitud de alguna manera colectiva Adriana Gibbs (966) en Parece otontildeo (993) muestra que si la ausencia marca a la mujer ella misma asume de entrada la posibilidad de irse (su hablante es La que promete habitarte aunque no permanezshycaN) la iniciativa sexual (te besa discretamente abriendo el cierre de los pantalones-) y la eventual bisexualidad de un tipo que la atrae (-Creo que le gustan los hombres Acepto si tambieacuten le gustan las mujeres-) Claudia Hernaacutendez (970) en El humo que me intenta (1993) adopta un agradable desenfado en las cuitas del desamor ( ahora me miras rabioshyso destrozado por el piso mientras que la brisa se lleva tus pedazos) El antoacutelogo se permite brindar por ellas

VI

Si hay un rasgo diferenciador de la escritura femenina maacutes allaacute de un muy estricto repertorio temaacutetico que no abarcariacutea sino tres o cuatro cosas (la obvia maternidad lo domeacutestico iexclen apenas una decena de libros y en general rechazado la figura esencial de la madre e incluso de la abuela de las hablantes y iquestqueacute maacutes) es el radical detallamiento del propio cuerpo acompantildeado de uno algo menor del cuerpo del amado - o de Ia amada Se me dijo un a vez que la poesiacutea masculina tambieacuten se referiacutea al cuerpo femenino sin que lograran esgrimir maacutes que dos ejemplos Antqnio Arraacuteiz y Juan Liscano (regalo otro el siempre olvidado Alfredo Arvelo Larriva) Pero aparte de que los respectivos repertorios sean materialmente limitados no parece haberse percibido -iexclde tan obvia-Ia diferencia fundamental los hombres hablan del cuelpoajeno aludiendo lpenas al que los constituye mientras que las mujeres dibujan en primer lugar el de elas -y por sobreabundanda esbozan tambieacuten el nuestrol3

Mucho hemos avanzado desde que Virginia Woolf confesara su fracashy-lO respecto a -decir la verdad acerca de mis propias experiencias en

13 Otro asumo es que la poesiacutea femenina en los uacuteltimos antildeos haya permeado a la lIIasculina permitiendo a Rafael Arraacuteiz Luca o iexclgor Barrero incorporar un anecdotario de 1lvadoras neveras cocinas granos despanamados o que el primero tematice repetidamenmiddot

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cuanto a cuerpo Dudo que mujer alguna haya resuelto esta dificultadshy(middotProfesiones para la mujer- Las mujeres y la literatura op cit p 72) Pues por lo menos en la liacuterica femenina venezolana medio centenar de poemarios expone en teacuterminos corporales su goce y su dolor su plenishytud sus carencias sus suentildeos deseos y desgarramientos

Para evitar redundancias adicionales remito a las notas y poemas de las aquiacute antologizadas sin dejar de sentildealar este rol muacuteltiple del cuerpo objeto de las agresiones sociopoliacuteticas del envejecimiento y de las mashyniobras suicidadas en Miyoacute Vestrini degradado por la domesticidad en Maacutergara Russoto y la Pantin de Correo del corazoacuten autosuficiente pero dispuesto a la entrega en Mariela Alvarez voluptuoso en la Elena Vera de De amantes la Hanni OSSO(( de un par de libros en Edda Armas Mariacutea Isabel Novillo Alicia Torres dado con conviccioacuten - y cierta sombra vampiacuterica- al amor lesbiana en Pantin y Jaffeacute arrasado por el desamor la ausencia el encierro la locura las mutilaciones y reducciones pero tambieacuten a veces por el placer en la Elena Vera de dos libros Mariacutea Luisa Lazzaro Cecilia Ortiz Manoacuten Kuumlbler Patricia Guzmaacuten Sonia Gonzaacutelez

te a sus hijas y el segundo asuma o invente al final de Soy el mucbacbo maacutes bermoso de esta ciudad(Fundarte Caracas 1987) middotUn poema de mi esposa Fabiola Vethencourtmiddot O (iexclue el Rafael Castillo Zapata de I-bol que cece rorcido (Traacutefico Caracas 1984) cante la oscura gesta de las mujeres empinadas que sostienen la casa En lo que respecta al tratamiento del cuerpo e l Harry Almela de Cantigas (Monte Avila Caracas 1990) da voz a la amada cantaacutendok al amadc con un erotismo tan lunar y materialmente corporizado como el caracteriacutestico de la poesiacutea femenina mientras que el hablante de Fraacutegil en el alba (Monte AVila Caracls 1993) explicita middotaIcaacutenzame en la mujer que hay en miacute toacutecame all iacute donde no hay nombre bull Tarpbieacuten Alejandro Bruzual en el El jardiacuten de las mujeres (Monte Avila Caracas 1993) detalla el cuerpo femenino canta a la mujer-diosa y acude a una galeiacutea de figuras literarias mitoloacutegicas y biacuteblicas (Dido Beatriz Euriacutedice Salomeacute etceacutetera) Pienso que la impregnacioacuten alcanza igualmente al Luis Alberto Crespo que en Maacutes afuera (Monte Avila Caracas 1993) ofrece el maacutes bello poema autoeroacuteiexclico que haya leiacutedo jamaacutes Yofui tu novio con los labios rojos y me desvestiacutea y me iexcloca ba cuando tUacute no estabas Cuando queriacutea saber de ti Yo era tu mujer si cerraba los ojosy cuidaba nuestra desgracia como una baraja Tuacute me enseilaste a besarme ( ) Nuestro anillo adelgaza iquestCuaacutento tiene que no duele Dicen que eres bella iQueacute soledad bull Hay en todo esto un cambio de sensibil idad en que acaso el discurso masculino esteacute liberaacutendose de rigideces supuestamente viriles permitieacutenshydose sacar a lote un allima antes autocensurada o reprimida Puede que esteacute no menos respondiendo al middotdesafiacuteomiddot representado por un discurso femenino desarrollado a lo largo de los uacuteltimos veinticinco antildeos --ltgt sesenta si contamos desde Mariacutea Calcantildeo-- sin cuyo previo aporte sospecho que tal intlexioacuten de la sensibilidad no hubiera sido posible

En cuanto a un -fdncionalmente disringuible- discurso homosexual masculino (el Arshy

mando Rojas Guardia de lIacia la l10cbe viva FabriArt Caracas 1989 el Rafael Castillo Zapata de Elttacioacutell de traacutemilo Pequentildea Venecia Caracas 1992) seguiriacutea la pauta de la poesiacutea escrita por hOlJlbres casi inexistentes referencias al propio cuerpo discreto detallashymiento del cuerpo d I amado

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herido por el aborto en Maritza Jimeacutenez por la maternidad en Mariacutea Auxiliadora Alvarez Detallado siempre en mayor o menor grado y detallando el cuerpo que interactuacutea con ellas l4

Del conjunto que pudiera traerse a colacioacuten recordareacute que igualmenshyte en la Teresa Coraspe de Las fieras se dan golpes de pecbo y la Eddy Godoy de Yerba negra la guerra se daba en teacutenninos corporales Como realizaciones peculiares citareacute a la Ondina Fernaacutendez (961) que en Se fueron las edades (991) plantea el conflicto quizaacutes particularmente adolescente de que la enumeracioacuten de los elementos de su cuerpo la lleva al desconcierto de no coincidir con la suma de sus partes (No soy estos ojos estos cabellos esta boca) y la inquietante poesiacutea oniacuterica de Gris intemperie (993) de Ana Coromoto Salas que recupera la sensuashylidad de una naturaleza con la que a veces se identifica la hablante insistiendo en lo erecto femenino (el nenuacutefar seraacute Erectas formas () descansando sobre amables redondeces) y masculino (el grillo erecto y viril) Para detenerme en Aposentos (1985) de Yolanda Blanco

Aquiacute -prolongando segurameme sin saberlo a Mariacutea Calcantildeo- hay como un regusto inaugural en la afirmacioacuten de lo femenino que llega quizaacutes al abuso terminoloacutegico mujer(es) utilizado 36 veces cue1po 17 hijola(s) 17 sangre 12 luna(s) 10 seno(s) 8 hembra(s) 7 sexo(s) 7 estroacutegeno(s) 4 falopio(s) o trornpas de 4 pubis 4 barriga 3 Agregando pechos regla vagina ovarios menopausia uacutetero cliacutetoris preiiez parto genes nalgas trasero caderas muslos etceacutetera encontraJiamos dibujashydo un cuerpo del que se insiste en la sexualidad en su sentido maacutes material Sin embargo no se trata de inventariar goces posibles sino en primer lugar de reivindicar la propia corporeidad con una marcada insistencia en el aspecto maternal y en segundo lugar de denunciar la opresioacuten de dicho cuerpo por el hombre anverso y reverso de una misma actitud

Yolanda Blanco asume imaacutegenes y rasgos tradicionalmente adjudicashydos a lo femenino a veces con ironiacutea otras con rabia acusatoria pero

si siempre con la seriedad de quien descubre en siacute cierta profundidad oIrquetiacutepica Sangre luna tien-a y maternidad son las nociones claves y Itlacionadas prolongaacutendose en dos tipos de asociaciones lo vegetal por una parte (musgo fruta fresa flora silvestre durazno palo de lI t ranjo y azahares mangos cerezos ) lo oculto por la otra (nido

Helena Arauacutejo encuentra un abanico casi similar de posibilidades en la tematizacioacuten 11e rotismo por la poesiacutea femenina latinoamericana middotActo doblemente transgresor como

lC rlt ura al incluir lo que no debe o no puedf decirse el erotismo denuncia la crispacioacuten del IIilrpCgt colonizado pero tambieacuten celebra su gozo y su placer (op cit p 187)

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colmena estratos geoloacutegicos ademaacutes de los mencionados oacuterganos glaacutenshydulas y humores internos) El cuerpo en esta red metafoacuterica tiende a ser paisaje Surja de mis muslos el musgo que calentar pueda la montantildea las dunas Embellezca mi desierto ese agua de cuarzo que escondo Soy de piel la pared Geoacutelogos huellan mis estratos Buscan oro-o

El punto de encuentro entre la floracioacuten y lo oculto es la alquimia de la sangre menstruacioacuten que tintildee los versoS con toda una imagineriacutea en variantes de rojo granate -manantial de felpa- amaranto enrojecido Los poemas registran lo inicialiniciaacutetico de esa primera sangre el miedo el asombro pero tambieacuten el orgullo la potencialidad de los cuatrocientos hijos del cuerpo-casa no menos la preocupacioacuten por la menopausia

como futura marchitez En la autoafirmacioacuten se encuentra lo mejor de un canto a siacute misma que

soacutelo una mujer -pienso- podria escribir En la middotdenunciamiddot (middotCiudadana de segunda buroacutecrata sin rango De repente sortaria de un voto sin bocal A destajo trabajadora proletaria en pleno subdesarrollo Y un largo etceacutetera que incluye lo domeacutestico los abortos obligados por la miseria los nintildeos sin padre pero tambieacuten las ozagaletonas que emperishyfolladas pasan encueradas) lo peor -y no estoy cayendo en los planteashy

mientos virginiawoolfianos

VII

A vuelapluma sentildealareacute algunos rasgos que exigirian una elaboracioacuten pausada y detallada los subrayo en el desorden de estas notas apenas

como pistas Brevedad 58 de los 150 tiacutetulos examinados estaacuten conformados total

o fundamentalmente por poemas breves considerando tales los que no superan las cincuenta palabras Otra quincena de libros contiene numeshyrosos poemas breves - pero siempre menos de la mitad-o Si extendieacuterashymos el liacutemite de la brevedad hasta las setenta palabras legariacuteamos casi al centenar de tiacutetulos Desde luego se trata de una modalidad general de la nueva liacuterica venezolana e incluso en la femenina es maacutes patente la influenda de autores como Luis Alberto Crespo y Reynaldo Peacuterez SOacute que la de por ejemplo Antonieta Madrid o Edda Armas Las peculiaridades que encuentro en el conjunto que nos ocupa vendriacutean a ser dos la brevedad es utilizada mayoritariamente para la exploracioacuten sentimenshytal sobre todo para esa queja amorosa en situaciones de desamor ausencia y encierro como si su caraacutecter tirubeante- sus violencias sinshytaacutecticas sus silencios- fueran idoacuteneos y casi nunca se nos entregan

u

poemas sueltos- sino relacionados con cierto grado de organiddad alcanzando con frecuencia la absoluta coherencia de libros unitariosl5bull

La casa como tema Bastaria remitir a los recieacuten nombrados Crespo y Peacuterez SOacute - entre tantos otros- para tener claro que no es un asunto exclusivamente femenino Sin embargo se lo desarrolla insistentemente en esta liacuterica Habria que distinguir la casa de la infancta siempre nostalgiada siempre perdida y la casa de la adultez con tres variantes principales su rechazo como encierro domeacutestico la identificacioacuten cuershypo-casa devastados ambos en el desamor la casa como refugio y hasta como plenitud ~posibilidad menos tratada Hanni Ossott para lo primeshyro Eunice Escalona para lo segundo-o A la casa de la infancia estaacute ligada la presencia fundamental de la madre y tambieacuten de la abuela -el padre es una figura minoritaria ]affeacute Novillo la Mariacutea Luisa Lazzaro que teme que rediviva en los amantes la Celalba Rivera 07) de Bajo el signo del ctelo (1991) y pocas maacutes- con una sensualidad en la caracterizacioacuten que nos devolveriacutea al cuerpo por otros caminos asiacute en Gris intemperie de Ana Coramoto Salas (Mirar hacia elliacutemite errar en burbujas de vientre en el mullido jugoso de sus senos Beso el rastro de mi madre resbalan manos de alga por mi cuerpo Persisto en curvarme en la blandura antigua- etc) y respecto a la abuela en Ce-emonia del homo de Rosana I-Iernaacutendez Pasquier (middotSus senos son dos mundos redondos melones tiernos-) Obviamente el amor a la madre no excluye el conflicto (Miyoacute Vestrini Gloria Martiacuten Poemas Visibles de StrepponD

Extranjeridad el asunto me ha llamado la atencioacuten en contraste con el subsistema masculino del que estaacute praacutecticamente ausente -habriacutea que remitirse casi a Mi pad~ el inmigrante (Suma Caracas 1945 y reediciones) de Vicente Gerbasi- y con la nueva narrativa donde lo que se destaca es la venezolanidad de los hijos de los inmigrantes En camshybio en la liacuterica femenina por una parte se establece la figura de la ~tranjera - desde Mustia memoria de Laura Cracco quien la tematiza ntralmente hasta Solitario ofiCio de horas desnudas (993) de Diana chy asociaacutendola a la radical soledad de la escritura- y por otra se la

15 Varias veces he sugerido razones epoca les para explicar no soacutel o el poema breve sino (iexclre todo el desarrollo simultaacuteneo de lo breveen poesiacutea cuemo e incluso cine ademaacutes de

l rorrespondiemes a cada campo Quiti valga la pena antildeadir una observacioacuten de Virginia Xllr middotEllibro tiene que adaptarse en cieno modo al cuerpo y hablando al azar diriacutea que 1 lib ros de las mujeres deberiacutean ser maacutescollos maacutes concemrados que los de los hombres

IIMlruidos de modo que no requie ran largos ralOS de trabajo regular e inimerrumpido 1 lI lue imerrupciuacutel1es siempre las habraacute (Una bahitacloacuten propia op cil p J07)

31

explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

33 32

SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

331

210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 2: Yolanda Pantin

POESIA EN EL ESPEJOESTUDIO Y ANTOLOGIA DE LA NUEVA URlCA FEMENINA VENEZOLANA

Julio Miranda

Coleccioacuten Delta Nigt 36 Disdo de Portada Gisela Viloria Tell1Os Servilibros Correccioacuten Estela Alanchul Impresioacuten Industria Grifica Integral ISBN 980-253-242- ~( Fondo Editorial Flllldarte 1995

FUNDARTE Alcaloiacutea de Caracas Gerencia Editorial y de publicaciones Edificio Tajamar (Pent-l-louse) Parque Central Av Lecuna Caracas Venezuela

Apartado postal 17559 Caracas 1015-A

INTRODUCCION

Al menos ochenta y cinco autoras nacidas entre 1929 y 1970 han publicado 145 libros - o 150 tiacutetulos pues algunos aparecen en ediciones tnlectivas- en el lapso 1970-1994 I No llega pues a dos por cabeza en csLOS 25 antildeos Cincuenta y cuatro de mis ochenta y cinco poetas cuentan con un solo LIacutetulo veintiuna con dos o tres uacutenicamente diez han entreshygado cuatro o maacutes 9 Hanni Ossott 8 Jacqueline Goldberg 6 Yolanda Pnntin 5 Edda Armas Marisol Manero y Elena Vera 4 Teresa Coraspe Mireya Krispin Miyoacute Vestrini y Beatrice Viggiani2

A La escasa cantidad de obras por autora habriacutea que agregar cierto nivel de desercioacuten- en quienes no han vuelto a publicar libros de poesiacutea Jesde la deacutecada del setenta (Mariela Alvarez Elvira Garciacutea Mariacutea Elena lluizi Antonieta Madrid Julia llarina Muumlller Mariacutea Femanda Palacios Emira Rodriacuteguez e Irma Salas) Incluyendo a las que llevan ocho nueve diez antildeos o poco maacutes sin entregar poemarios (Mariacutea Elvira Antildeez Yolanshyda Blanco Caroline Carlin Rowena HiII Gloria Martiacuten y Nancy Torres) Ltndriacuteamos catorce escritoras daLO quizaacute irrelevante que en cualquier caso -como los anteriores y siguientes- nada significa en teacuterminos de (alidad y que para exprimir todo su jugo habriacutea que contrastar con los

1 El Diacuteccionmio Geneml de la Litemtura Vmezolal1a (Instituto de Investigaciones lit e rarias middotGonzalo Picoacuten Febres ULA Meacuterida 1987 2 tomos) incluye -ademaacutes de algunas de las que nombro- otras treinta y tres autoras con 45 poemarios cuya existencia no he podido verificar En mi Bibliografiacutea registro soacutelo los que he examinado personalmente para middot~ t e trabajo ofrecieacutendola como un puntO de partida Me he permitido por otra parte Igtla blecer las refere ncias editoriales que faltaban e n una treintena de libros sobre todo en l) que se refie re a fecha y lugar de publicacioacuten pero que a veces incluye al tiacutetulo mismo (un -je mplo e n el bilinguumle Naming day by day de Antonieta Madrid no aparece en absoluto 11 ~iacutetulo en castellano Nommclatura cotidiana que para el caso es meramente virtual lunque bajo eacutel se le conozca y cite)

2 Para este preciso recuento de tiacutetulos per caacutepita no estoy considerando el primero de FIiexcl1l1 Vera plaquette publicada en 1959-y por la cual desde luego no iba a excluirla de 11 antologiacutea pero aclaro que es la uacutenica excepcioacuten En cambio siacute sumo los que seguacuten prologos solapas y contraportadas han editado Marrero Viggiani y Matheus Rencomo asiacute ( rilo el segundo libro de Falcoacuten Caiacutea que seacute aparecido en Italia todas eacutestas figuran con 1610 una obra en mi Bibliografiacutea

5

del subsistema masculino y los otros geacuteneros - narrativa ensayo teashytro- con lo cual llegariacuteamos probablemente a la uacutenica conclusioacuten de que a falta de mercado y de aquel mandato socia l en que se creyoacute alguna vez quienes escriben en Venezuela en el campo que sea lo hacen - y dejan de hacerlo- por estrictas razones personales3

Repartiendo los libros por deacutecadas se veriacutea que al menos en mi registro fatalmente in completo la cifra aumenta progresivamente 25 en los antildeos setenta 57 en los ochenta 63 en el medio decenio transcurrido de los noventa4

bull

De los 145 libros fichados 94 aparecieron en Caracas 48 en esa inmensidad dada al olvido que llamamos -el interior y 3 en el extranjero No seacute si de tal cantidad de publicaciones (bspersas por Meacuterida Ciudad Boliacutevar Maracaibo Maracay etceacutetera pudiera inferirse alguna marginashycioacuten o discriminacioacuten respecto a la poesiacutea escrita por mujeres aparte de la obviedad de su erraacutetica circulacioacuten con lo que tienden a hacerse invisibles para el puacuteblico y no menos una criacutetica ya de por siacute mio pe Lo que se acentuariacutea considerando los sellos editoriales que con similar dispersioacuten los han lanzado

Fundarte 29 libros Monte Avila 17 Diversas editoriales independientes (Pequ entildea Venecia Con textos La Liebre Libre Tierra de Gracia Seacuteptimo Sello Angria Mucuglifo La Espacia Rota ) 26 Universidades 23 Gobernaciones e instituciones paralelas (notablemente la proliacutefica Casa de la Cultura de Maracay y Solar) 13 Probable autoedicioacuten 21 Otros 13 CELARG 3 iquestQuiere esto decir que las poetas se dirigen con frecuencia (iquestmayor

que los hombres) a entes de provincia- y o alternativosmiddot cuando no a la fmstrante autoedicioacuten iquestQue la industria editorialmiddot -para el caso Fundarte y Monte Avila pues los sellos comerciales brillan por su ausenshy

3 La migracioacuten lt1lt las middotdesertoras de uo dominio Iiter3fio o cultural a otro que es significativa e n lo que concierne a la narrativa no lo es en la poesiacutea escrita por mujeres apenas impicariacutea a Antonieta Madrid como narradora a Mariacutea Fernanda Palacios y Gloria Martiacuten como ensayistas

4 El Diccionario citado por su limitacioacuten temporal no sirve de mucho en este caso Scntildelo de todos modos que agregariacutea 41 libros en la deacutecada del setenta pero soacutelo 4 en la s iguiente ya que uacutenicame nte registra algunos de 1981 y 1982

(iexcl

-

cia- les ha prestado poca atencioacuten5 iquestQue el recato de las mujeres y la middotdistraccioacuten de los editores profesionales han coincidido

Nuevamente el corte por decenios arrojariacutea un saldo cuantitativashymente positivo -con un impasse por el medio- en lo que respecta a la asuncioacuten de esta poesiacutea por las casas -centrales bull Asiacute de los 46 libros publicados por Fundarte y Monte Avila 11 cOITesponden a los antildeos se tenta otros 11 a los ochenta y 24 - iexclde 63- a lo que llevamos de los

6 noventa Lo que probablemente indique un doble impulso de las escrishyluras hacia la industria editorial y de eacutesta hacia aqueacutellas

En el mismo sentido iriacutea la participacioacuten en talleres literarios (CEIARG y Calicanto sobre todo pero tambieacuten otros) por los que han pasado unas cuarenta autoras asiacute como en los principales concursos del paiacutes

cuya premiacioacuten conlleva frecuentemente la edicioacuten de los libros galarshydonados- o A falta de datos sobre el enviacuteo bastariacutea tener en cuenta la veintena - por lo menos- de galardones importantes obtenidos por las poetas en los uacuteltimos 15 antildeos)7

Todo lo cual llevariacutea a celebrar una normalizacioacuten o profesionalizashydoacuten de la escritura femenina asumida ya no como desahogo iacutentimo y por lo tanto impublicable sino como literatura a secas dentro de un movimiento global de protagonismo cultural que por no salirnos del lema se evidenciariacutea examinando por encima las actividades paralelas a la poesiacutea de nuestras autoras profesoras universitarias peJiodistas nashyrradoras ensayistas dramaturgas cineastas editoras funcionarias cultushyrales y demaacutes - en un abanico ele actividades y escrituras semejante al de sus colegas hombres

S Una ojeada al caraacutelogo de Fuodane sin embargo dariacutea una cifra apenas mayor de 110CLlS hombres que de mujeres

) Para no aumentar la confusioacute n me refiero exclusivamente a las primeras ediciones Si Irve para algo aclaro que los pocos poemarios que han sido reeditados son Poemas de

IIllua de Mariacutea Luisa azzaro Cuerpode Mariacutea Auxiliadora Alvarez La pasioacuten errantede Cilia Ortiz El c ielo de Paisy Poenas del esctorde Yolanda Pantin maacutes los tres libros

1I1idales de Miyoacute Vestrini recogidos en la compilacioacuten poacutestuma Todos los poemas

7 Algunos premios c uriosamente han pasado a ser casi especializaciones_ femeninas limo los de Fundane (Alicia Torres en 1988 Yolanda Pantin en 1989 Mariacutea Auxiliadora Alvarez en 1990 LOlJrdes Sifomes en 1991 Diana Lichyen 1992) y la Bienal de la Casa de 1 Cultura de Maracay (en un IiSLldo imcompJeto encuentro a Reina Varela en 1983 Blanca ~t repponi en 1988 Mariacutea Isabel Novi ~o en 1992 Beverley Peacuterez Rego en 1994)

7

II

Centrar el campo de la exploracioacuten en las poetas que se han manifesshytado en el estricto marco de los uacuteltimos 25 ailos es pues una opcioacuten tan meramente funcional como la de agruparlas en un subsistema enfrentashydo al masculino Intento con lo primero ahondar en un conjunto ya no de voces aisladas como las de las grandes -pioneras- de las deacutecadas treinta al sesenta (de Mariacutea Calcaflo a Mery Sananes pasando por Enrishyqueta Arvelo Ana Enriqueta Teraacuten Ida Gramcko Luz Machado Elizabeshyth Schon y otras) sino en un coro poderoso y muacuteltiple asombrosa o sospechosamente descuidado por la criacutetica Y con lo segundo pretendo escudriiacutelar en lo que pudiera hacer de la poesiacutea escrita por mujeres una efectiva middotescritura femenina sin llegar a resultados definitivos y menos reductivos - sin ignorar tampoco que el marco cabal de estudio es el del sistema liacuterico en generll para el que esta precisa invesliglcioacuten no resulta maacutes que una etapa provisional que sin embargo siento como necesaria

JI]

De todos modos en el rastreo de esos rasgos ele una eventual feminishydad escritural me resulta imposible no repasar con mayor o menor detenimiento el trabajo de las poetas anteriores a las que ocupan esta antologiacutea Cuando preparaba mi Poesiacutea paisaje y poliacutetica (Fundarte Caracas 1992) encontreacute que la relacioacuten de los hablantes con el paisaje era eminentemente -y casi exclusivamente- visual en el caso de los autores masculinos y que para acceder a una operacioacuten mucho maacutes fundamental de interrelacioacuten con la naturaleza soacutelo contaacutebamos con dos autoras Enriqueta Arvelo Larriva 0886-1962) Y Mariacutea Calcantildeo 0906shy1956) al punto que cabiacutea preguntarse si la asimilacioacuten de lo humano a lo natural y viceversa sistemaacuteticamente aplicada y con reiteradas y profunshydas connotaciones eroacuteticas era un rasgo de la escritura femenina uno maacutes de los componentes de esa materialidad que han aportado las mujeres a la liacuterica venezolana Cierto que en el caso de las dos mencioshynadas esto pudiera explicarse igualmel1e --sin excluir lo anterior- por el marco rural de la vida de ambas en el que resulta loacutegico acudir a los elementos del entorno pero escogiendo entre ellosldeterminadas emshyblematizaciones quizaacute peculiarmente femeninas lo feacutertil lo huacutemedo lo fecundo y floreciente Cierto tambieacuten que para las nuevas autoras fundamentalmente urbanas la naturaleza queda casi siempre relegada a la infancia o representa --el mar sobre todo- una forma de plenitud opuesta a lo cotidiano y lo domeacutestico

H

Ia hablante de Arvelo Laniva -sin distinguir entre sus diversos lishy111 ()~ se identifica con el agua (la viva la que corre o cae mana y es ij

Ilhre inquieta pura intacta indetenible si no inasible pues a veces la I1IttCC) y en el mismo sentido con la lluvia el riacuteo la eiacutepuma con una IIIIHIpli a vegetal que comprende follajes racimos flores ramajes bosshy1111middotS bejucos plantas troncos jardines aacuterboles pero no subrayando su li IIdidad sino de nuevo su libertad su resistencia su triunfo sobre las Illnd iciones hostiles incluso su dureza o aspereza que en momentos de ddiexcl ilidad llega a lamentar ( si siempre me viviacute como tosca dUliacutesima

IlIolckra iquestpor queacute desear ahora a veces ser soacutelo un flojo tallo~ ) con 1l jledra y con el maacutermol con la tierra pero labrada por ella misma con IlIcem nerviosomiddot con el viento y el fuego En cuanto a los animales IjIl rte de comparaciones ocasionales con un ciero caballos) ardillas

JItr lste la imagen de los paacutejaros siempre libres en vuelo inaferrables No hay conlradicciones en la serie aunque como ya sentildealeacute pueda

vlV lrse dolorosamente la tensioacuten entre lo duro y lo blando -Bulle intacta 1111 ia via en el maacutermol nocturno y dentro de la liacutegida piedra la sangre

Iiexcl II( Iluyendo atormentada Nunca una piel de estatua fue tan caacutelida lit bull 1

EI1 contrapartida si la hablante se identifica con lo suelto libre Illa~lO duro y tambieacuten seco hay un tuacute masculino que en una recatadiacuteshyillll o reprimidiacutesima- historia de amor y ausencia que puede leerse

t 110 un subtexto casi invisible a lo largo de toda la poesiacutea de Arvelo 1IIIIVltl es asimilado a tus abismos el cielo precipicios y mi mares al lItlIcaacutell el riacuteo impetuoso potros paacutejaros -pero no en vuelo sino picoshyhlUdo un vibrante clavel y espinas en suma a lo agresivo invasor middot(IIldo por no decir faacutelico Cabriacutea preguntarse entonces por queacute la

t lhliexclr nte rechaza en el hombre lo que aceptaraacute luego en la naturaleza It ltmiddot si a aqueacutel le huye repetidamente y por momentos quejaacutendose f-llh lima mi guardada dulzura y rus imanes L) iquestMis paacutejaros rozaron tu 1tl111ulso sin listeza iquestEsquiveacute el denso aliento de tus delgados gamos~) 1 fmiddot~ I 1 se le entrega salvaje gozosamente

I )lci r eacutesta no es exacto la naturaleza en Arvelo Larriva no es femenishyJ I na maacutes bien masculina o mejor sexualmente indeterminada adopshyIiexcliexclIIdl l un papel u otro seguacuten las situaciones Asiacute es a veces la hablante qllh l peneua a la naturaleza y es penetrada por ellaeacutel en el mismo IIlq lIicIllO como en Llano y 50bre todo en -Riacuteo-

aislada AEV Caracas 1939 El crlsralnervioso Asociacioacuten Culturlllmeramericashy111 I ~h(il~ 194 1 Poemas de una pena se Caracas 1942 Mandato del camo AEV

I middot~(I bull 1957 Poemas perseverantes Eds de la Presidencia de la Repuacuteblica Caracas 1963

9

Ramal viril de una empinada agua potente y libre en el descenso firme te palpo suave y sieacutentome en tu sangre Los dos hervimos en la calma libia

Adhieacuterome a tus pulsos caminantes Vueacutelvome hondura remolinos CUlvas la espuma de tus noches destrenzadas el golpe bramador de tu carrera

Me enrumbo por tu curso y me lastimo con las centildeosas piedras de tu origen Sufro el miedo y la santildea de los peces y al turbulenlO amor de tu contacto lloro la humilde sed de tuS orillas

Me conduces mordida al manso pozo de rota flor y desterrada estrella Riacuteo miacuteo creador de mi aventura ennoblecerme hundida en tus pecados

Otras veces como en -El riacuteoraquo se registra la placidez de un abandono a lo penetrante y envolvente de una naturaleza expliacutecitamente personishyficada en contraste con el rechazado tuacute humano -El riacuteo estaacute libio como mi piel y sabe bantildearme el alma Juega conmigo a ahogar mi hondura nervudo de culebras de sol No se parece el lIacuteo a aquellos ojos quietos

que no quisebull En patente contraste con la sensualidad de la interaccioacuten entre la

hablante y la naturaleza a la que parece trasladarse la carga afectiva de un amor irrealizado (dialeacutectica deseo represioacuten huida del otro persisshytencia de su recuerdo elogio casi siempre ambivalente de su soledad) el mundo relacional humano se acantona en la casa - que no es un encieshyrro- y los nintildeos la familia - sobre todo el padre yel hermano- o se convierte en viacutenculo geneacuterico con la humanidad y la parcela privilegiada

de los creadores De manera correspondiente el examen del vocabulario nos dariacutea un

cuerpo desdibujado en el que de entrada falta la propia palabra Clmpo y cuyo mayor detallamiento se dedica al rostro o cara (con cabello ojos y sus cuencas cejas paacuterpados oiacutedos sienes labios lengua y garganta) Tiene tambieacuten manos y sangre con alguna frecuencia pero soacutelo excepshycionalmente -una mencioacuten en general- cuello hombros espalda brashy

os pies huesos entrantildea nervios arterias sangre pulso piel Miemras I l l l Bunca posee sexo vientre pechos piemas muslos caderas o cintushyl 1111 cuerpo pues apenas o nada femenino En cuanto al aludido tuacute III culino se reduce a ojos y dedos los primeros sobre todo Hay que lltotOlr al cuerpo del padre muerto y al del hermano para que lo viril sea iexclh lldo de - al menos- frente rostro pelo paacuterpados y manos De igual Iudo lo corporal de la hablante entra en contacto con la naturaleza 1( 110 maacutes que con los cuerpos humanos apenas toca la frente del I Idl vcr paterno y se sube a los hombros del hermano en la infancia

Mlterialidad y represioacuten sensualidJd y omisioacuten paradoacutejicamente 1III11idas en una de las poetas fllndadoras - cuyo registro del propio

1111pO es de todos modos maacutes amplio que el habitual en la liacuterica 1I 11(ulina- Quizaacute el Fernando Riacutesquez de Aproximacioacuten a laferninishydtl (MonteAvila Caracas 1983 y 1992) hablariacutea del arquetipo de Arteshy1l11iI Diana en lo que respecta a Enriqueta Arvelo

l udo seraacute maacutes sencillo maacutes marcadamente femenino en la poesiacutea de MIII Calcano (Alas fatales 1935 Canciones que oyem12 mis uacuteLtimas It CCIS 1956 y el poacutestumo Enttr la luna y los bombtrs 1961) que (lIh llcmos gracias a la Antologiacutea poeacutetica (LUZ Maracaibo 1983) con 111 1 (oacutesimo Mandrillo la rescatoacute de un olvido maacutes que sospechoso -la

pllsioacuten ahora vendriacutea por dIado de la criacutetica 111 Mariacutea Calcantildeo las asimilaciones a la naturaleza son siempre sexuashy

Ii no soacutelo eroacuteticas sino insistieacutendose en la maternidad y una vez 1( llrl l lldose a la peacuterdida del hijo Reiteradamente la hablante es tierra

111 cameja1diacuten que se abre ansia de florecimiento musgo -rama 111 fruta hierba pequeitita etceacutetera tambieacuten -espaldas de agua-

de linda- noche desnuda Si el engendrar se compara a la siembra el r1l1 1l 1tr aborto registrado en nuestra poesiacutea es Fracaso de la siembra iexclItld ijota desprendimiento prematuro del gajo En correspondencia con 11Illu jc r-lierra el hombre seraacute raiacutez que la penetra insecto que pone sus It mvLcillos sobre ella oleaje qu e la toma -lluvia final sobre la hierba 111 11 1 lama (uvoles crecidos Coherentemente la naturaleza que hace

1 1I1lur lton la hablante cumple funciones masculinas pese al lenguaje IItIr Impone el femenino de madrugada lluvia o aurora Pero con el Iiexclrl St explicita incluso Estoy con el mar como se estaacute con un hornshy

l middot 1llIlJablemente el dibujo del cuerpo en la poesiacutea de Mariacutea Calcantildeo

Jltt siendo el maacutes ampliamente detallado de toda la liacuterica escrita por 11 111 jl rt S Praacutecticamente nada falt2 en la restitucioacuten material de la hablanshy 11 propia palabra cue1po tan frecuente como cmne sangtr y boca

l ilI(a clcsde los cabellos -una vez con trenzas- pasando por el rostro

10 11

(ojos labios -de aliento y gritos- mejillas oiacutedo) el cuello y la garganta cuerpo abajo la figura posee hombros brazos manos espalda tronco pechos -con pezones-- y senos tambieacuten vientre talle cintura caderas flancos piernas rodillas pies no carece de vellos venas entrantildea ni esqueleto Ninguno de estos teacuterminos es metafoacuterico y si varias veces aparece corazoacuten como oacutergano del sentimiento hayal menos uno en su sentido maacutes corporal

La ausencia del sexo directamente nombrado queda compensada por la transparencia de las imaacutegenes en poemas como El deseomiddot (-Abreme la vena abundante iexclque la tengo estrecha) -Me ha de bastar la vidamiddot (iexclCrece sobre mi carne dolorosa lamieacutendome hacia adentro hoguera deliciosa-) -Sembrador- (middotcuando me tomes me repiques adentro y me calles las bocas impacientes ) entre otros muchos

Ademaacutes del frecuente goce en su propia desnudez y de los retozos con una naturaleza sexuada cuyo cuerpo se detalla tambieacuten en cierta medida encontramos dibujado el cuerpo masculino con un registro igualmente amplio Se trataacute desde luego de un cuerpo casi siempre en relacioacuten con el d ~ la mujer praacutecticamente funcionalizado para el eros reciacuteproco y pOI lo tanto sin los momentos de entrega amorosa a la naturaleza que ~)rtenecen en exclusiva a la hablante aunque lo corposhyral del hombre sea ocasionalmente asimilado a elementos naturales

El hombre entonces tiene cabeza caray rostro tronco Piel-lo que ella curiosamente nunca posee- sudor cabellos barba ojos boca-y aliento- gatganta pecbo brazos manos -callosas- pies venas y sanshygre El falo estaacute maacutes que sugerido como lo fue el sexo de la mujer Reveacutelate gigante que en mi vida tuacute cabes- (El deseo) middotCrece sobre mi carne dolorosa lamieacutendome hacia adentro hoguera deliciosa iexclQueacuteshymame duro hondo () Molde de sangre Soacutelido- (Me ha de bastar la vida-) en poemas que son a veces los mismos

Precursora de la sexualidad explicitada de la tematizadoacuten de aborto y menstruacioacuten (Primer espanto de la nintildea con luna-) Mariacutea Calcantildeo lo es igualmente de una poesiacutea confeSional en que el erotismo aunque ligado al pecado es hermoso y el rechazo al marido a la moral convencional y a la domesticidad aparecen juntos Su eros sin embargo estaacute asociado a la maternidad Esta mujer grieta brecba herida gozosa cuya liacuterica de la penetracioacuten evid~nciada hasta el exceso toca la provacacioacuten en su punto maacutes alto casi la parodia en el maacutes bajo es ante el hombre en el acto sexual Doacutecil como las criaturas que esperan a Dios- pero nunca doacutecil como una criadamiddot Las agresiones al cuerpo en el aacutembito sexual son entonces positivas (desata tu rudeza iexclQueacutemame duro hondo Ni en mi dolor reparo cuando te pido recia lastimadura-) mientras al

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1011 0 de -Desangregt es vivido como una mutilacioacuten una peacuterdida absoshyJUI del cuerpo Otro aporte -sin continuaciones en la liacuterica femeninashy

11lma de la mujer-nintildea entregada en plena pubertad por la madre a 111 1 )lJIure mayor - con lo que su progenitora aparece por primera y 11111111 vez en una poesiacutea praacutecticamente hueacuterfana de la que el padre estaacute 11I1l llkn ausente- o Y es este obligado marido el rechazado quedando la cldlTucioacute n elel erotismo para el o los amames

111 lo que concierne a la casa no es encierro no soacutelo porque se abre 11 1I Iluraleza sexuada sino porque del1lro de ella ademaacutes del amor se

l IIId( H en esos momentos de desnudez de la mujer consigo misma (Una hlll dtsnudezl mi cuerpo y la noche) y las raras tareas domeacutesticas

lltmiddot middott lIlencionan quedan igualmente impregnadas de sexualidad como 11 J ha a volar tus camisas pues son las del amado (Las hojas se

Ollel huacutemedas y las camisas retozan) AtI pudiera extenderme en la consideracioacuten de una poesiacutea que

ul Lantos rasgos constitutivos de la liacuterica femenina pero lo dicho 11 tn el marco de esta introduccioacuten

Ill lo que es maacutes que nada una lectura retrospectiva habriacutea que llo H a otra media docena de autoras Pues incluso en una obra tan

J)ill l lIl l lllente alejada de la antologizada aquiacute la de Luisa del Valle Silva Il)p1 19(52) encontrariacuteamos un poema Como middotViene [u hijo (Luz Imp

ltiacute Vll lI llica La Habana ]941) que tras un comienzo espantosamente 1 IlIscribe la expeC[ativa de la maternidad en un horizonte socioposhy

Illh 1II l1inoso como haraacuten luego - en versos esos siacute excelentes- Miyoacute 1111 11 e) Maacutergara Russotto Pero mira maacutes lejos mira el mundo hacia

lmilc Viene tu hijo Odio Dolor Hambre Injusti cia envenenan al lOIIlIll de hoyiacute y amenazan al hombre de mauacuteanabull Asiacute como en Paacutelmeshy

Yl lla (]916) la carga provo cativa de Protesta resulta similar a la de 1l l lIvs poetas y tuacute iquestqueacute sabes de mi castidad o mi lujuria si soy

111 1 llJIriente si soy recua salvaje de mi gajo y su ceniza de su Ia lllesiaacutenica sataacutenica de mi sangre calieme en odres de obsidiashy

t-h l1 )s excepcionales seriacutean los aportes de Elizabeth Schon (1921) lIi

j -11 fil osofar encarnado en elementos naturales de la Ida Gramcko

IIj i fX)Iacute ) que desfonda los cuentos infantiles haciendo brillar su h lll ll1 dVIsidad en La vara mtiacutegica (Orbe Meacutexico 1948) inicia la

111 tdon de una demencia impregnada ele misticismo en Poemas de 1(1) lr1fica (Grafos Caracas 14) y asume maacutescaras ficcionales en el

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bullbullbull

dislt-urso denso y cuestionador de Los estetas los mendigos JI los beacuteroes (Tip Vargas Caracas 1970) poesiacutea en prosa la de eslOS dos uacuteltimos libros y desde luego los de Luz Machado (] 916) el Canto al Oril1oco Nascimemo Samiago de Chile 1953) con sus versos llenos de mundo desmintiendo la reduccioacuten a lo iacutemimo en que se ha querido encasillar la escritura femenina la casa tematizada desde La espiga amm-ga (Avila Graacutefica Caracas 1950) y detalladamente caracterizada en La casa por dentro (Sucre Caracas 1965) que si celebra las minucias de lo domeacutestishyco no asume menos las amarguras de un encierro -La mujer se curva en la pena como un marco palpitante alrededor de un reflejo Sorda como piedra bajo el viento deacutebil como aacuterbol entre el viemo y viva y hermosa en la esperanza como aacuterbol que no oyeIa mujer quebrama con laacutegrishymas el rociacuteo de los treacuteboles mientras el riacuteo pasa mojando los pies negados al gran peregrinaje-o

Paralela en realidad a la trayectoria de las nuevas autoras la obra poeacutetica -siempre en prosa- de Antonia Palacios (915) es un punto extremo en el desarrollo del tema del encierro Asiacute Textos del desalOjo (Monte Avila Caracas 1978) Ese oscuro animal del suelo (Monte Avila Caracas 1991 y Hondo temblor de lo seaeto (Mome Avila Caracas 1993) registran los procesos sufridos en ese espacio de lo iacutentimo Pero no es tanto la ausencia de un amado sino el progresivo despojamiemo de todo en un arrasamiento omoloacutegico lo que se nos ofrece Tiene que ver con el cuerpo -heridas grietas cenizas- pero no soacutelo con eacutel Tiene que ver con la muerte a la que se entrega una parte de la hablante Tiene que ver con el tiempo Ella sin embargo se recoge perioacutedicamente en la afirmashycioacuten de siacute de -Mi cuerpo erecto Esta columna viva Esta columna en vilo remitieacutendose incluso a una inextinguida sexualidad (Todaviacutea quedan labios ojos que miran las cosas Quedan los brazos alzados en un in temo de vuelo Queda el sexo palpitante huacutemedo todaviacutea Y este caer del rociacuteo en la secreta espesura de mi bosque ya desnudo)

El conflicto sucede en la casa real y metafoacuterica amenazada de ruina y se recuerda la casa de la infancia centrada en la figura de la madre

La insobornable aventura existencial que representa esta poesiacutea vershydadero reto para la nueva liacuterica apela por momentos a imaacutegenes de hondura miacutetica (Yo soy la que se incorpora se levama de la tierra desde un remoto origen Yo soy la desordenada la que acaloacute los sentidos en infinitos espacios para no gustar el mundo Soy aquella que regresa por unos caminos nacidos entre polvos del ayer No hay palabra que me nombremiddot)

Reto re-sulta igualmente la obra de Ana Enriqueta Teraacuten (]918) que viene afirmando el esplendor material del propio cuerpo a veces detalla-

Jo iexcllI lI e el espejo desde Al norte de la sangre (Suma Caracas 1946) y lIlI bullbull IIIundidad de la mujer mayor que la del hombre pues eacuteste -nunca 11 tOIllO ella a los intactos nombres de la tierra la vida el amor y la

1I Hllmiddot (Camo Presencia terrena Alfar Montevideo 1949) pudiendo 11 lI~brar la maternidad mientras me seacute del viemre a las rodillasshyI

(1 fl ( Y ritmo maternos- De bosque a bosque Arte Caracas 1970) iexcl l eraacuten debemos la fundacioacuten de una ritualidad sumuosa para lOdos

lo ~lmiddot~to~ de lo femenino - escritura inc1uida- en una poesiacutea ceremoshyIHo bull y ceremonial capaz de dotar de hondura a las operaciones maacutes hI1e1es a las tareas maacutes domeacutesticas en una casa hecha palacio por la mIHf v(lbal La figura de la extranjera intertextual a la liacuterica que nos U(III y un esplendor arquetiacutepico al que se han acercado la Mariela

IViexcll de Textos de anatomiacutea comparada la Hanni Ossott de El reino Id lel nocbe se ab1-e la Alicia Torres de Fataly la Mariacutea Isabel Novillo Hettflica virtud provienen de poemarios de Ana Enriqueta Teraacuten

Ubro de los OiCios(Monte Avila Caracas 1975) Muacutesica conPie de Imll (LIlA Meacuterida 1985) y Casa de babias (Monte Avila Caracas n

1111 bullbull slrie de aUlOras con frecuencia dedicadas total o pllrcialmente a 1 lile ~( llamoacute poesiacutea -social- -comprometida o de denuncia se IoIIIII)llIOn en los sesema prolongando a veces su trayectoria hasta

Iros diacuteas 1I bull riacutea que recordar a la Mary Guerrero (1941) de Salta la cerca lIda Meacuterida 17) planteando la oposicioacuten entre un encierro de

middotd tristeza ceniza cuerpo herido fantasmas familiares miedo It y Cspejos y esa reiterada consigna existencial de -saltar la cercashy

IUe dbull 11 mundo A Mayra]imeacutenez que mezcla lo amoroso y lo social en litlllll Jiscutibles (Los trabajos del sol Imp Nacional Caracas 1966

lrI adentro Imp Nacional Caracas 1967) y dedica El libro de VolumshyIltlCV Caracas 1969) al diaacutelogo iacutentimo con el amado ausente A la

Ir middotu middotIores del volumen colectivo Palabra uno (Lam Caracas 1964) 1111 poemas poliacuteticos por un lado-guerrilla represioacuten cadaacuteveres Cuba iexcliexclj IlLIII oscilando entre la cursileriacutea y el panfleto y finamente amoroshyljiiexcl por el otro sin articular ambas facetas A la Elena Hochman de

(n calma (Baacuterbara Caracas 1969) con una poesiacutea de protesta que 11111 WmiddotI consignas titu lares de prensa declaraciones oficiales lemas

IIblldlarios pero tambieacuten concisas reflexiones suenas alucinaciones lIilS cotidianas y distorsiones absurdistas tendiendo al cartel con

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momentos de gran fuerza y de ineacutedito lirismo A Lydda Franco Fariacuteas (943) que en Summarius (Asamblea Legislativa del Estado Falcoacuten Coro 1985) continuacutea la poesiacutea aacutespera provocativa y totalizante de Poeshymas circunstanciales (policrom Caracas 1965) mezclando prosa y vershyso en textos extensos que entrelazan en el mismo rechno la falsedad literaria el trabajo oficinesco la vida inauteacutentica Y un panorama socioshypoliacutetico de injusticia corrupcioacuten y crimen para concentrarse en los liacutericos poemas breves de Recordar a los donnidos (LUZ Maracaibo

1994)Y sobre todo a Mery Sananes (1941) Desde los catorce poemas que

incluiacutea el ya citado Palabra uno (1964) sobresale la puesta en primer plano de las contradicciones soledad y militancia ruptura con el pasado e ingreso a un combate en el que no parece creer del todo con una carga emocional profunda en contra de la violencia Pesa sobre la hablante una condena en cuanto mujelmiddot( Fui juzgada y condenada por todos los hombres que a mi alrededor vivieron no bastoacute nunca posesioacuten ni entrega-) Detalla su cuerpo herido en un contexto de represioacuten y muerte -el paiacutes como celda- en que -aguardar no es maacutes que morir antes de tiempo El miedo en este marco queda plenamente justificado (Me paseo por la calle estoy sola tengo miedo estoy aterrada aterradiacuteshysima quiero regresar miento nunca se debe regresar etceacutetera) regisshytrando las oscilaciones entre cobardiacutea y fortaleza decisioacuten de luchar dada la situacioacuten colectiva y desfallecimientos personales lo que se expresa en teacuterminos corporales (camino se me sangran los pies se me desgarra la piel pero sigo etceacutetera) Una poeacutetica de ordenar el caos de su cabeza es tan coherente con los vaivenes existenciales de la hablante como lo es la poeacutetica testimonial de Tiempo de guerra (Desorden Carashycas 18) Es necesario escribir todo esto antes de que se olvide

Otra vez son razones cotidianas las que llevan a la lucha (_Quisiera un paiacutes (J donde pudiera amar Y tener hijos que vean el sol donde los hijos de mis hijos vean el sol) Se sigue rechazando la violencia -por otro lado inevitable- El amor que ocupa buena parte del libro concenshytra su lirismo (-Mira amor el caujaro produce una fruta muy dulce con ella se pueden atar papagayos mil hombres invadieron hoy falcoacuten iquestno es tiempo ya de que nos encontremos-) Tristeza incomunicacioacuten con unoS padres que no comprenden sus razones dudas sobre la efecshytividad de un combate que acumula heacuteroes muertos delatores y desertoshyres todo esto autentifica la actitud de la hablante que se pemlite inclushyso suacutebitamente un verso de hechicera yo seacute hacer ritoS extrantildeos con

las hierbas- ineludiblemente femenino Su uacuteltimo libro Tierra de expedientes (Desorden Maracay 1975) estaacute

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constituido por tres largos poemas narrativos que con sus 28 o 29 paacuteginas de texto cada uno son otros tantos tiacutetulos El primero y maacutes interesante Parcela 40 relata la muerte velatorio y entierro de la mashydre con el subsiguiente luto siempre seguacuten el ceremonial judiacuteo La hablante sin embargo no saca cl e ello ninguna conclusioacuten en cuanto a su eventual extranjcriclad o doble pe rtenencia - al contrario de lo que veremos en la nueva liacuterica- y al ligar esta muerte familiar a la de los combatientes insertaacutendola en la lucha por la dignidad y la verdadera vicia tampoco hace alusioacuten alguna a la tragedia particular de los judiacuteos -campos de exterminio persecuciones errancia- El resto del libro es lamentable Expediente intenta vanamente extraer el sentido socioposhyliacutetico de UIl banal accidente de traacutensito -Guerra de guerrillasmiddot evacuanshydo la cualidad experiencial de su poesiacutea anterior se abandona al panfleshyto el esquematismo histoacuterico la hagiografiacutea de los revolucionarios muershytos) hasta la cursileriacutea elogiando la lucha armada manclo en la realishydad estaba ya pacificada

IV

El atractIVO de los abordajes -profundos por la viacutea junguiana de Fernando Riacutesquez de Aprori IIwcioacutelI n In femin idad e incluso por la del femenismo virginiawoolfiano de la Helena Arauacutejo de Ln Scberezada Criulld con su insistencia en e siacutembolo brotado del inconsciente no

9 La Scber(rada Cnoa Ensayos sobre Escitum Femenina Latinoamenccl17a Universishyd3d Ntcion1 d ColombiJ Bogotaacute 11)89unque esteacute dedic3do sobre todo a 11 narrativa mencione ll m literJ[url middotde It opresioacute n y sugierJ estudiar b peculiaridad del enfoque femenino ele cienos terms como J violenco liga la buacutesqueda por la mujer de una escritura propil co n lo simb61ico inconsc iente middotPosiblemente haya una cierta relac ioacuten entre el Irecuente empko de b expres ioacuten simboacutelica por p3rte de la mujer que escribe y su necesid~d de hbbr un le nguaje propio Recordemos que el aacutembito femenino s sobre todo subjetivo I irnilicb por su misma marginal iziexcl cioacuten a un medio donde predomin3 lo emocional y lo afectivo Jiexcl muje r debe esiorz1 rse ly a eces hacerse vio lenci3) para 1dapt3r su escritura a un s intax is forjacl por e l hombre Su le ngu3Je aparentemente brota con rmyor facilidad del inconsiente integraacute ndose alliacute donde e l signo y e l siacutembolo se entremezclan en la buumlsquediexcl de un3 coherenc ia que a De nudo se exime de la loacutegica racional Al expresar en lo imaginario su d) roe rsioacuten la m uje r prescinde ademaacutes de la automiddotcensura y se atreve a crear un1 prosa alJeg d3 al de lirio y a la alucinacioacuten Su escriturlt tiene e ntonces mucho que ver con i)iexclublimlcioacuten v COIl el desbordJmientode una sexualidad ignorada o reprimida (p 75)

Confieso qu -iquestcomo hombre- me result1 difiacutecil detectar eS3 resistcncia de la simaxis a la escritura epeciacutetkameme femenina maacutes 1113 de la obviedad de los plurales obligadamenshyte masculino en presencia de los dos seX05 y violenciasmiddot similares En cuanto a la pist1 de lo simboacutelico-inconsc ie nte-irr3cio l1al-de lirare habriacutea que verifiC3r1o en detalle - y creo que en esta misma 3ntologiacutea hay alguacuten materia Por otra rarte e l tema de una sintaxis propia

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deberiacutea recubrir la efectiva diversidad de la escritura de mujeres En tal sentido me siento muy cercano al rechazo de -tipificacioacuten esgrimido

pertenece sin discusioacuten a Virginia Woolf pero no recuerdo - iquestlapsus masculino- que lo asociara necesariamente con el inconsciente En un texto de 1929 (Una habitacioacuten propia Seix Barral Barcelona 1980 2 ed) sentildealaba respecto a las novelistas de principios del XIX la dificultad de que no teniacutean tras de siacute ninguna tradicioacuten o una tradicioacuten tan corta y parcial que les era de poca ayuda mientras que la masculina no les serviacutea middotQuizaacute lo primero que descubrioacute la mujer al coger la pluma es que no existiacutea ninguna frase comuacuten lista para su uso todos los geacuteneros literarios maacutes antiguos ya estaban plasmados coagulados cuando la mujer empezoacute a escribir (pp 104-105) Y en middotLas mujeres y la narrativa tambieacuten de 1929 (Las mujeres y la literatura Lumen Barcelona 1981) middotNos estamos acercando al tiempo si es que no hemos llegado ya en que pocas o ningunas seraacuten las innuencias extrantildeas que perturben la literatura femenin3 c ) Pero a pesar de todo sigue siendo verdad que la mujer para escribir exactamente como quiere escribir tropieza con muchas dificultades Para empezar se encuentra con la dificultad teacutecnica -en apariencia tan sencilla pero en realidad tan desconcertante- consistente en que la forma de la frase en siacute misma no se adapta a la personalidad femenina La frase estaacute hecha por el hombre La frase es demasiado amplia demasiado pesada demasiado pomposa para el uso femenino c ) y esto es algo que la mujer ha de conseguir por siacute misma alterando y adaptando la frase actual hasta formar una que tome la forma natural de su pensamiento sin aplastarlo ni deformarlo- (pp 56-57) 10 maacutes interesante es que esta reivindicacioacuten de un estilo distinto se realiza en paralelo a la propuesta de una superacioacuten de lo sexual mente limitante o maacutes bien de una integracioacuten de ambos sexos (de haber le iacutedo a Jung hubiera hablado de anima y animus) en la escritura la primera leccioacuten importante escribiacutea como una mujer pero como una mujer que ha olvidado que es una mujer de modo que sus paacuteginas estaban llenas de esta curiosa calidad sexual que soacutelo se logra cuando el sexo es inconsciente de siacute mismo- (Una babilacioacuten propia pp 127-128) Y middotes funesto para todo aquel que escribe el pensar en su sexo Es funesto ser un hombre o una mUjer a secas uno debe ser muje r con algo de hombreshyu hombre con algo de mujer-o Es funesto para una mujer subrayar en lo maacutes miacutenimo una queja abogar aun con justicia una causa en fin el hablar conscientemente como una mujer Y por funesto entiendo morul porque cuaruo se escribe con esta parcialidad consciente estaacute conde nado a morirmiddot (p 143) No veo en realidad que la buacutesqueda de una literatura o de un lenguaje androacuteginOo (lo que tambieacuten propugna Helena Arauacutejo middotAsiacute la diferencia sexual se traduciraacute en ritmo variacioacuten placer Sin embargo los teX1OS de mujeres demuestran que el proceso es lento ypenoSOo op cit p 126) debiacutea excluir todo tipo de material testimonial o de denuncia por maacutes que Virginia Woolf insista en ello Asiacute refirieacutenshydose otra vez a las novelas escritas por mujeres en el siglo XIX dice que quedaron afectadas por la presencia -de alguien ofendido por el trato que se da a los miembros de su sexo y que reclama sus derechos Esto aporta a la literatura femenina un elemento totalmente ausente de la literatura de los hombres salvo cuando el autor es un obrero un negro o cualquier otro hombre que por una razoacuten u otra tiene conciencia de ser injustamente tratado Este elemento produce una defocmacioacuten y a menudo es ltAusa de la debilidad de la obra- (-Las mujeres y la narrativa- en Las mUjeres y la literatura p 55) Muchos poemas de esta antologiacutea desmentiriacutean el aristocratiacutezante prejuicio virginiawoolfiano (iobreros negros seshyres concientes de ser injustamente tratados precisamente) La mala literatura no pertenece en exclusiva a lo -social bull

por Maacutergara Russotto en su TOacutepicos de retoacuterica feme1ina (Monte Avila Caracas 1993) afortunadamente esta liacuterica es irreductible a un canon

Sus inicios en los antildeos setenta asiacute como otras tantas muestras en los ochenra y los novema permiten de enrrada desmentir el monopolio de lo iacutentimoraquo lo subjetivo lo amoroso y ni digamos de lo domeacutestico bull Quisiera dibujar el polo alternativo detenieacutendome menos - para evitar repeticiones- en la autoras antologizadas - que cuentan cada una con una nota introductoria a los poemas- que en el resto

La deacutecada se abre con una liacuterica que en su caraacutecter totalizante prolonga las preocupaciones de los sesenta Antonieta Madrid (939) en Nomenclatura cotidiana (971)deg mezcla el amor la literatura y alguna alusioacuten a la poliacutetica Miyoacute Vestrini 0938-1991) con Las bistorias de Giovarma (971) traza la biografiacutea- de una mu chacha sobre la que el contexto sociopoliacutetico arroja una sombra ominosa y al cabo mortal mientras plantea una disyuntiva entre un adolescente emblemaacutetico al que por la viacutea de una violencia liberadora pertenece un futuro iracunshydoraquo y los miembros de la generacioacuten de la hablante condenados al pasado IOl10somiddot el alcohol la burla y la farsa Por lo demaacutes en toda la obra de lvliyo Vestrini el paiacutes ofrece un trasfondo decepcionante y ameshynazador qLle intensifica el desgarramiento suicidario Tambieacuten la Emira Rodriacuteguez (1929) de La cosa de alto (972) se refiere a la historia elaboshyrando una croacutenica se ntimental que en el mismo movimiento traza la gellealogiacute familiar y una eacutepica margariteia que conduce ele la aventura perliacutefera al enraizamiento en la tierra y la fundacioacuten de la casa Finalmenshyte - en lo que respecta a este grupo inicial- el amplio repertorio temaacutetico de La dentellada (1972) ele Irma Salas (944) que va desde a infancia perdida con su clave maacutegica recuperable soacutelo mediante la locura hasta un paisaje espleacutendido y amargo ( En el paiacutes la naturaleza se ha hecho un cuchillo en el alma) pasando por esbozos de poesiacutea fantaacutestica escenashyrios extranjeros homenajes literarios y pictoacutericos -Rimbaud Nerval el Rosco Toulouse Lautrec Chagall etc - reitera una desolacioacuten tan geneshyracional como la Vestrini con esa serie de amigos enloquecidos o muershytos cuya gesta subversiva se pretende olvidar fueron inagotables los hechos desme11lidos No existioacute nunca Vietnam y la revolucioacuten es soacutelo una delgada peliacutecula que nos cubre iquestDoacutende estaacuten Glaclis Oswaldo Liviaiacute apilonados calles casas restaurantes autopistas sacarlos de esa bolsa de objetos perdidos Un guerrillero muerto el racismo la

10- Doy IJ itdu de nacimiemo de las autoras -en caso de saberlo pues auacuten persiste su esca moteo- l de publicacioacute n de los I icros al mencionar a las unas y los otros por primera vez

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bomba sobre Nagasaki la situacioacuten del tercer mundo y otros asuntos desembocan en el alegato contra la civilizacioacuten occidental que represenshyta el poema Ulises en el asfalto y llevan en el texto que cierra el libro a un deseo de disolucioacuten middotmiddotCada noche sobre mis cenizas busco yos desaparecidos de mi vida soacutelo anhelo este desierto que se constnIshyye alIado derecho de miacute Este paraiacuteso de la nadamiddot

Igual saldo de desolacioacuten personal ante el fracaso revolucionario 10 encontramos en Las fieras se dan golpes de pecho (975) de Teresa Coraspe (941) referencias a Biafra Vietnam el imperialismo norteameshyricano centradas (iquestfemeninamenten en la tristeza de los nintildeos y en el cuerpo de las viacutectimas de la guerra y el hambre implicando ademaacutes a un hombre amado al que enaltecen tanto su condicioacuten de combatiente como su ternura Sin embargo las buenas intenciones en forma de aventura imaginaria ( desde el fondo doy oacuterdenes detengan esas gueshyrras (se ven desmentidas por la derrota de la guerrilla lo que parece llevar incluso a la demencia de la hablante Queda soacutelo esta sangre este dolor enorme en el penuacuteltimo poema Y en el uacuteltimo -Estoy en un hospital para locos El cerebro me estalla- Por otro lado este es uno de los pocos poemarios que en el conjunto Y al igual que lo haraacute la Reina Varela 095) de Sefiales de humo (1983) tematiza la condicioacuten oficinesshyca como esclavitud (Maacutequinas hierros intoxicacioacuten Soy un robot tengo jefe 45 antildeos soy una alienada etceacutetera) oponieacutendole la escritushy

ra como desafiacuteo y liberacioacuten Lo mejor de esta poesiacutea abierta en diversa medida al horizonte socioshy

poliacutetico e histoacuterico lo tendriacuteamos desde finales de los setenta en algushynas de las autoras aquiacute antologizadas la articulacioacuten de la esclavitud domeacutestica con la continental y el anhelo de una utopiacutea integradora en su plenitud en la Maacutergara Russotto (946) de Restos de viaje O 979) YBrasa (979) la historia toda vista como irreversible degradacioacuten en Mustia memoria (983) Y Diario de una momia (989) de Laura Cracco (959) a lo que Sajan Club (1993) agregariacutea la aspereza de un paiacutes que castiga particularmente a las mujeres - sin olvidar el -doctor cardenal teniente coronel- de Cuerpo (985) de Mariacutea Auxiliadora Alvarez (956) una memoria judiacutea heredada que se manifiesta en el recuerdo de los criacutemeshynes nazis en El arte de la peacuterdida (991) YElargo viaje a casa (994) de Veroacutenica Jaffeacute (1957) yen Luba (988) de Jacqueline Goldberg (1966) Y que despueacutes de expresarse como testimonio de acumuladas enancias familiares y personales en su inicial Poemas visibles (1988) lleva a Blanca Strepponi (1952) a la caracterizacioacuten de la historia universal como horror -ligado en su caso al problema del mal y el exilio de Dios- en Diarjo de John Robeton (1990) y El jardiacuten del verdugo (1992) alusiones al paiacutes

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petrolero corrupto y asesino en Guen-ero llevado adentro (1987) de Mhariacutea Vaacutezquez (1958) galeriacutea de mujeres que en Fatal (1989) de Alicia Torres (1960) rechazan las guerras que se llevan a sus hombres

Quizaacutes tambieacuten pudiera sentildealarse una faceta que partiendo de Miyoacute Vestrini pasando por la Maacutergara Russotto de middotPequentildea tragedia sudameshyricana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo (Viola d am01-e 1986) y desembocando -con elaboraciones en La cancioacutenjria (1989) de Yolanda Pantin (1954) en Jaffeacute en la Oympia (1992) de Manoacuten Kuumlbler (1961)- en la Blanca Elena Pantin (957) de Poemas del troacutepico (993) opusiera nuestro paisaje y sentir subdesarrolladosmiddot a la tersa frialdad ajena del primer mundo Por aquiacute seguiriacutea resonando la oposicioacuten Ameacuterica-Europa establecida por Andreacutes Bello soacutelo que ahora feminizada ya veces erotizada

En Poemas detroacutepico una hablante que en una declarada Puesta en escenamiddot se disfraza fantasmalmente para introducir el problema (EI troacutepico pensoacute no existe) inaugura un repertorio de contrastes demashysiado riacutegidos y faacuteciles exagerados por la ironiacutea una Europa casi de tarjeta postal (Lili Marlene soledad en un hotel berlineacutes flores e insistenshyte chocolate nuestro devorado por elos) opuesta a un troacutepico de intensidad y selvas fiebres y plagas sopor y sudor dominado maacutes por la naturaleza que por la historia La distancia define igualmente a la hablanshyte con respecto a una Antaacutertica identificada con un amante posible (Reseacutervame un Iceberg Yo te llevareacute el sol total) lo que quizaacutes postule el eros como siacutentesis En cualquier caso El troacutepico tiene la violencia de la quietudbull

Otros abordajes de lo sociopoliacutetico han resultado desastrosos como Versos de un o sea nopaciacutefico (1985) de Gloria Martiacuten (945) o inmadushyros como Yerba negra (988) de Eddy Godoy (1968) El primero toca un poco todo falsedad democraacutetica lucha armada derrotada el tuacutenel del San Carlos Cantaura el desempleo la guardia civil espailola y Garciacutea Larca etceacutetera PanfletaFio y torpe (middotConozco al cerdo que se siente el amo es tan obvio y grosero que limita con el estieacutercol Siempre ) encuentra su condena en los propios asuntos desarrollados por algunas de estas poetas de manera excelenle como el temor por lo que espera al tijo (comparar middotSi has de estrellarte -hijo- que sea el tuyo un gran ~t)lpe de infinito con versos respectivos de Vestrini y Russotto)

En cuanto a Yerba negra al horror de las guerras el militarismo la bomba nuclear opone imaacutegenes de nintildeos jugando oraciones por la paz dd mundo y su deseo de que no existan armas ni potencias Desde hltgo el miedo tan frecuente en la liacuterica femenina halla aquiacute un marco 111 sto aunque en ninguacuten momento nos lo hagan sentir sus blandos

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poemas Como en Teresa Coraspe la agresioacuten -atoacutemica ahora- se regisshytra en el cuerpo ( Me implico en los tejidos Transito por mis cavidashydes muertas -ya casi todas-) Un final amoroso-maternal (iquesthabriacutea en ello una marca- femenina) nos deja junto a Adaacuten y Eva unieacutendonos para

crear la vida

v

iquestResiduo - formalizado fuera de los moldes subgeneacutericos- de esa heroiacutena melodramaacutetica- cuyas huellas rastrea Maacutergara Russotto en un capiacutetulo de Toacutepicos de retoacute-iexclcajemenina iquestVerdadera condena arquetiacutepishyca como afirma Fernando Riacutesquez en su obra varias veces citada middotCuanshydo Afrodita castiga a alguien lo hace enamorarse perdidamente de alguien que no retoma Hace aparecer a Eros pero no hace aparecer a Anteras Hace aparecer el amor de una sola viacutea que es el que maacutes castiga al ser humano sobre todo a la mujer estar enamorada inuacutetilmente es el maacutes grande de todos los sufrimientos de la feminidad- (p 130) iquestTestimoshynio basado en la experiencia de cada una y casi todas En cualquier caso una poesiacutea del desamor maacutes que del amor con su queja por la ausencia en frecuentes situaciones de encierro con la hablante sufriendo a veces procesos de mutilacioacuten peacuterdida de existencia o de voz y rozando a menudo la locura constituiriacutea el polo opuesto al anterior

En esta misma antologiacutea abundariacutean los ejemplos Malencuentro pero teniacutea otros nombres (975) de Emira Rodriacuteguez Acrimonia (981) y Sombraduras (iquest1988) de Elena Vera (939) Arbol juerte que silba y arrasa o penuacuteltimos boleros (988) de Mariacutea Luisa Lazzaro (950) Treacutebol de la memoria (978) La pasioacuten errante (986) y Autorretrato (993) de Cecilia Ortiz (951) Amor constante maacutes allaacute de la mue1te (1993) de Maritza ]imeacutenez (956) Saja Club de Laura Cracco De miacute lo oscuro (987) de Patriaa Guzmaacuten 01) Olympia de Manoacuten Kuumlbler De un mismo paacutejaro lanzada (983) y Nadie en la madera (991) de Sonia Gonzaacutelez (964) cinco de los poemarios de Jacqueline Goldberg

La mera acumulacioacuten ya sugiere una predominancia cuantitativa de la poesiacutea de la queja que alcanzariacutea en realidad casi a la tercera parte de la produccioacuten femenina Me detendreacute pues soacutelo en algunos tiacutetulos

Asiacute resulta particularmente interesante encontrar una modalidad del encierro y del desamor en una liacuterica tan conceptual como la de Por alto por bajo (974) de Mariacutea Fernanda Palacios (945) adelantando el refushygio entre libros que tematizaraacute Lourdes Sifontes (11) en De coacutemplice y amante (993) La opcioacuten de ocultarse en la omisioacuten y la inasibilidad

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existenciales y en el escudo intelectual no remite menos al cuerpo al miedo al fracaso del amor

Te has salvado en tus libros te has salvado en alguna mirada lenta te has salvado en los gestos que no hiciste en lo que dejaste siempre de decir te has salvado en la inmovilidad de un mieacutercoles Te has salvado en un encuentro prolongado y en la despedida forzada que se repite siempre Te has salvado en las iglesias vaciacuteas y en ese paso apresurado para estar lejos de todo En la carta que nunca escribiste en unos papelitos arrugados y en los verbos que pusiste a secar Te salvaste por preferir las compantildeiacuteas expliacutecitas que no dejan sitio para ti Por preferir lo que tienes a mano lo que no tienes que buscar

TE SALVASTE EL DlA QUE TE ALEJASTE

EL DlA QUE TE VOLVISTE IMPOSIBILIDAD

En contraste con la serenidad de esta desesperanza y maacutes a tono con la liacuterica femenina mayoritaria la Teresa Caras pe de Vuelvo con mis huesos (978) centra la ausencia del amado en el saldo de soledad cenizas cuerpo dolido (No estoy ni existo mis huesos estaacuten sin piel) desnudez amenazada peacuterdida de la propia voz y extraviacuteo de las palashybras- (-No me es dado tener nada soacutelo este silencio-) que hecho carenshycia total produce el desamor El encierro se extrema en Este silencio siempn (991) en una casa caracterizada como la de las sombras y los muertos donde Sangro escupo me como las untildeasmiddot

Coartada (987) de Tamara Rodriacuteguez nos ofreceriacutea un erotismo doloroso el de -un sexo guerreromiddot abrasado Por momentos vilmente sometido- Un sexo casi siglo XXII Espacial en guerra contaminado sin antiacutedoto que es tambieacuten -Un espejo de mi narcisismo venado-o Porque este libro plantea el amor homosexual como conflicto no resuelshylO (iquestPor queacute necesito al hombre ves la mujer el conflictomiddot) cuyas raiacuteces e encuentran en el narcisismo infantil cuando se chupaba la sangre de lls heridas y se autoexploraba ( Me acostumbreacute a los caminos del olor 0 mi cuerpo Quise desdoblarme frente a mis formas l la calidez de los pliegues y recodos que escondo soacutelo para miacute) Por ello middotLa mujer me ncita y me atormenta De la mujer quiero saber todo Hasta quiero ser hombre para como hombre recorrerla y palparme penetrarme descushybrilme- Esta poesiacutea casi -de manualmiddot no debiera hacemos olvidar que si middot1 amor lesbiana es desgarrado en Olympia de Manoacuten Kuumlbler lo es en el

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mismo sentido de carencia del otro que en decenas de poemaJios heteshyrosexuales asiacute como resulta plenitud eroacutetica en la liacuterica homosexual de Veroacutenica Jaffeacute y voluptuosidad vampirescamiddot en la de Yolanda Pamin proponieacutendonos un vampiro que todos necesitamos descubrir dentro de nosotrosll

Un extremado desasimiento existencial lo encontrariacuteamos en Nada que ver (I989) de Claudia Noguera O3) reiterando hasta el sofoco verbos como buscar desesperar destruir ocultar morir enterrar lastishymar violentar tropezar dudar perder y sustantivos como silencio miedo muerte memoria sombra laberinto La hablante se caracteriza como suicida y moribunda ciega- -aterrorizada- enterrada Sus acshyciones consisten en ocultarse dentro de siacute perderse en su propio laberinshyto buscar raiacuteces o retornar a piedras en una sostenida situacioacuten de encierro (habitacioacuten sin muebles en la casa en la colin) en la que tambieacuten se escribe con una poeacutetica similarmente devastada Lo terribleshyque provoca esta serie de experiencias se nos hace algo vago -como en muchos otros poemarios- y atribuiacuterselo al desamor seriacutea acaso reductishyva aunque la hablante proclame pues soy yo la que combate suicida y moribunda por ese corazoacuten tuyo que no cesa de girar- y soacutelo parece encontrar - de nuevo como en muchos otros poemarios- cierta esperanshyza en un erotismo fijado en el pasado He estado allaacute en esa frontera donde la piel se convierte en una sola-o

Con Adicta al miacuteedo(991) de Blanca Baldoacute (952) llegariacuteamos a una dedicacioacuten casi absoluta al miedo y la locura que impregnan parcialmen te unos cuarenta poemariosl 2

bullbullYo estoy adicta al miedo Mi verdadera adiccioacuten es la paranoia Es un mal que estaacute en el aire Muchos lo reconoceraacuten Unos se meten debajo de la cama Otros se esconden en el closet Otros simplemente oyen voces-o Este apunte de colectividad en la demencia no impide que la hablante lo viva de la manera maacutes personal ( Tu prisioacuten es cerebral- Acepta el bantildeo es donde estaacutes proteshygida Aunque tampoco nadie te estaacute persiguiendo sino tuacute misma) Soledad llanto alcohol paso del tiempo (middotSoy la mujer que ve su cara

11 Seacute que Riacutesquez insiste en que -la homosexual idad soacutelo exiSle en los hombres y que no hay homosexualidad femenina Todas las mujeres son middothomosexuales- Cuando nace una nintildea lo prime ro que hace es mamar de los senos de otra mujer de grande se enamora de Olra que llama su hija bull (op Ci p 108 Y muchos otros pasajes del libro) Me falta ciencia -y experiencia- para discutir el punto asiacute que me limito a sentildealarlo

12 Helena Arauacutejo sentildeala como elemento frecuente en la narrativa femenina latinoameshyricana una imagineriacutea alucinada vinculada a lo reprimido y lo traumaacuteticomiddot con insistencia In protagonistas arrasadas por -La neurosis la histeria el desequilibrio mental y emocionalmiddot (Op Cil p 132)

a ratos derretirse en el espejo) se combinan Con una religiosidad exasshyperada que critica a las Iglesias establecidas e incrimina directamente a Dios (iquestHasta cuaacutendo me escondo iquestPor queacute me creaste Escoacutendete de Dios contildeo que no te veamiddot -Quizaacutes eres tan perfecto tan fuerte que necesitas un espejo que se quiebre ) El encierro - en la casa y dentro de la casa en el bantildeo- sentido como insoportable apela a la muerte (-Me canseacute de esconderme Prefiero morir No quiero seguir aquiacute encerrada-) que se vive imaginariamente (recuerdo a todos mis novios llevando mi atauacuted-) sin que se cumpla del todo (hace ailos que me suicido pero no muero iquestCuaacutentas veces he muerto ) El amor ante este -canto de muerte- -que remitiriacutea a Miyoacute Vestrini pero sin su exposicioacuten de motivos- no sirve de gran cosa (No hubo ninguacuten amor que me hizo sentir bien) no obstante se acude a eacutel como remedio ocasional (Un hombre Aunque no se pueda amar Se decreta el amor-)

El rastreo podriacutea seguir amontonando tiacutetulos Premura sagrada (986) de Cristina Falcoacuten O960) Estaciones de miedo (I989) de Miriam Freilich Ruidos (992) de Paula Rivero Ceremonia del horno (993) de Rosana Hernaacutendez Pasquier O 995) La simiente constante O 994) de MarvelIa Correa etceacutetera con diversos grados de encierro dolor por la ausencia miedo Destacariacutea la intensidad sensual de la Ana Mariacutea Oviedo 04) que en De fuego o de ceniza (] 991) y aunque viva por momentos el veacutertigo amoroso se queja del desamor ( Tu lengua olvida mi boca Caigo hecha nudo punta de laacutetigo y sal en las rodillas) adoptando a veces la figura de la esposa (middotLa esposa duerme sola iquestQueacute dolor vela su quietud sino el deseo-) y sugiriendo al menos una vez una relacioacuten homose~al (middotGuiacuteas mis manos en la piel de la muchacha y no puedesabsolverme-)

Desde luego la poesiacutea amorosa femenina no se agota en la queja el encierro o la locura Y habriacutea un polo de esplendorque se opone al que acabo de esbozar Entre las amologizadas la Hanni OSSO[[ (946) de Hasta que llegue el diacutea y huyan las sombras O983) y El reino donde la noche se abre O 987) aunque oscile entre plenitud y carencia en el resto de su obra la Mariela Alvarez CI 947) de Textos de anatomiacutea comparada O987) con su proclamacioacuten de una mujer que funda el mundo a partir de su horizontalidad la Mariacutea Isabel Novillo (1954) de Metaacutelica virtud (1992) cuyas operaciones alquiacutemicas producen sabiduriacutea eroacutetica y lucishydez en el amor la Edda Armas (1955) de Cuerdas de serpiente (1985) Rojo circular O991) y Sable (I 994) capaz de afirmarse en el azar de los encuentros -nada es para siempre aun asiacute tiene el corazoacuten satisfechogt la beligerante Mhariacutea Vaacutezquez de Guerrero llevado adent7U la Alicia Torres de Fatal con su galeriacutea de mujeres desafiantes

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La queja -siempre en el grupo de las seleccionadas aquiacute- puede integrarse en la provocativa actitud de quien se declara -la otra- como en De amantes (1984) de Elena Vera (939) en el rechazo de lo domeacutestico como en toda la obra de Maacutergara Russotto (946) y en Con-eo del coraz6n (985) de Yolanda Pantin puede tambieacuten recurrir a la ironiacutea tal la Reina Varela de Sentildeales de humoy Cantos rodados (993) o mantener la tensioacuten sin rendirse como las hablantes de Fuego de tierra (981) de Mariacutea Luisa Lazzaro y Poemas visibles (988) de Blanca Strepponi

Obviamente tambieacuten en otras autoras cabriacutea detectar una actitud en diversos sentidos distinta de la reduccioacuten a la queja La aparicioacuten de media docena de poemarios de muy joacutevenes escritoras manifestando firmeza desafiacuteo afinnacioacuten o desparpajo junto a la entrega o el lamento por la ausencia me hizo pensar en una posible evolucioacuten epocal o generacional Sin embargo algo de esto habiacutea ya en Nomenclatura cotidiana de Antonieta Madrid mientras que poetas tan joacutevenes como las que me llevaron a creer en el triunfo de un cambio han mantenido el tono predominante Y la de menos edad recogida en libro la Eva Suzzashyrini (972) de quien se incluyen cinco poemas en Antologiacutea de nadie (UCV Caracas 1993) reitera la liacuterica del cuerpo roto el miedo las laacutegrimas la ceniza y la sangre casi como si se cumpliera un programa

En cualquier caso quiero sentildealar el resplandor eroacutetico de En los extremos confines de tu cue1po(991) de Diana Lichy (962) que celebra la brasa del amor explicitando una y otra vez su derretimiento su perdishydoacuten y fusioacuten en el amado praacutecticamente divinizado ( Si me tocas me pierdo oscurezco me precipito como una nueva tonalidad de tu sombraN -Brasa en ti languidezco Reconstruyo mi cuerpo con tus huesos -Te vienes en miacute abrasas mis entrantildeas Me desgarras desatanshydo toda la furia adonnecida encerrada en los pilares de mis huesos Te vas hundiendo en miacutelluminoso como un dios en el primer diacutea de su creadoacuten) aunque el goce alterna con el alejamiento del otro ( Pero tuacute apareces y desapareces me tomas por asalto y te pierdes azaroso Y altivo-) dejaacutendola vaciacutea decidieacutendola a buscar otros amores

Otra faceta la representariacutea la ironizacioacuten de los materiales de cocinamiddot y de lo domeacutestico en general cuyas operaciones trasplantadas a teacutennishynos existendales vehiculan la autoafirmacioacuten de la hablante su serenishydad su exigencia respecto al hombre en Aposento del amanecer(991) de Eunice Escalona (950) Hay una satisfaccioacuten en mis huesos fuertesmiddot en -mi piel maternal definitiva y bellamiddot en la manipulacioacuten exitosa de la carne de las verduras y de la del hombre en la pertenencia a una estirpe femenina (hermana de mis hermanas que en las lejanas hogueras se consumen- iexcly no tenemos miedomiddot)

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En cuanto a la locura tan rozada y temida como deseada y elogiada un planteamiento que prolonga las amargas burlas de Miyoacute Vestrini al psicoanaacutelisis lo tendriacuteamos en el largo texto en prosa - nueve paacuteginasshyque da tiacutetulo a Encuentros del poeta con el psicoanalista (991) de Christiane Dimitriades (956) rechazando su reduccioacuten de las vivencias a esquemas mensurables SLl saber-poder su fundamentacioacuten en la culpa aunque el conflicto de la hablante queda apenas caracterizado

Apunto finalmente el nombre de dos de esas autoras que - vanamenshyte temo- me sugirieron el inicio de una nueva actitud de alguna manera colectiva Adriana Gibbs (966) en Parece otontildeo (993) muestra que si la ausencia marca a la mujer ella misma asume de entrada la posibilidad de irse (su hablante es La que promete habitarte aunque no permanezshycaN) la iniciativa sexual (te besa discretamente abriendo el cierre de los pantalones-) y la eventual bisexualidad de un tipo que la atrae (-Creo que le gustan los hombres Acepto si tambieacuten le gustan las mujeres-) Claudia Hernaacutendez (970) en El humo que me intenta (1993) adopta un agradable desenfado en las cuitas del desamor ( ahora me miras rabioshyso destrozado por el piso mientras que la brisa se lleva tus pedazos) El antoacutelogo se permite brindar por ellas

VI

Si hay un rasgo diferenciador de la escritura femenina maacutes allaacute de un muy estricto repertorio temaacutetico que no abarcariacutea sino tres o cuatro cosas (la obvia maternidad lo domeacutestico iexclen apenas una decena de libros y en general rechazado la figura esencial de la madre e incluso de la abuela de las hablantes y iquestqueacute maacutes) es el radical detallamiento del propio cuerpo acompantildeado de uno algo menor del cuerpo del amado - o de Ia amada Se me dijo un a vez que la poesiacutea masculina tambieacuten se referiacutea al cuerpo femenino sin que lograran esgrimir maacutes que dos ejemplos Antqnio Arraacuteiz y Juan Liscano (regalo otro el siempre olvidado Alfredo Arvelo Larriva) Pero aparte de que los respectivos repertorios sean materialmente limitados no parece haberse percibido -iexclde tan obvia-Ia diferencia fundamental los hombres hablan del cuelpoajeno aludiendo lpenas al que los constituye mientras que las mujeres dibujan en primer lugar el de elas -y por sobreabundanda esbozan tambieacuten el nuestrol3

Mucho hemos avanzado desde que Virginia Woolf confesara su fracashy-lO respecto a -decir la verdad acerca de mis propias experiencias en

13 Otro asumo es que la poesiacutea femenina en los uacuteltimos antildeos haya permeado a la lIIasculina permitiendo a Rafael Arraacuteiz Luca o iexclgor Barrero incorporar un anecdotario de 1lvadoras neveras cocinas granos despanamados o que el primero tematice repetidamenmiddot

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cuanto a cuerpo Dudo que mujer alguna haya resuelto esta dificultadshy(middotProfesiones para la mujer- Las mujeres y la literatura op cit p 72) Pues por lo menos en la liacuterica femenina venezolana medio centenar de poemarios expone en teacuterminos corporales su goce y su dolor su plenishytud sus carencias sus suentildeos deseos y desgarramientos

Para evitar redundancias adicionales remito a las notas y poemas de las aquiacute antologizadas sin dejar de sentildealar este rol muacuteltiple del cuerpo objeto de las agresiones sociopoliacuteticas del envejecimiento y de las mashyniobras suicidadas en Miyoacute Vestrini degradado por la domesticidad en Maacutergara Russoto y la Pantin de Correo del corazoacuten autosuficiente pero dispuesto a la entrega en Mariela Alvarez voluptuoso en la Elena Vera de De amantes la Hanni OSSO(( de un par de libros en Edda Armas Mariacutea Isabel Novillo Alicia Torres dado con conviccioacuten - y cierta sombra vampiacuterica- al amor lesbiana en Pantin y Jaffeacute arrasado por el desamor la ausencia el encierro la locura las mutilaciones y reducciones pero tambieacuten a veces por el placer en la Elena Vera de dos libros Mariacutea Luisa Lazzaro Cecilia Ortiz Manoacuten Kuumlbler Patricia Guzmaacuten Sonia Gonzaacutelez

te a sus hijas y el segundo asuma o invente al final de Soy el mucbacbo maacutes bermoso de esta ciudad(Fundarte Caracas 1987) middotUn poema de mi esposa Fabiola Vethencourtmiddot O (iexclue el Rafael Castillo Zapata de I-bol que cece rorcido (Traacutefico Caracas 1984) cante la oscura gesta de las mujeres empinadas que sostienen la casa En lo que respecta al tratamiento del cuerpo e l Harry Almela de Cantigas (Monte Avila Caracas 1990) da voz a la amada cantaacutendok al amadc con un erotismo tan lunar y materialmente corporizado como el caracteriacutestico de la poesiacutea femenina mientras que el hablante de Fraacutegil en el alba (Monte AVila Caracls 1993) explicita middotaIcaacutenzame en la mujer que hay en miacute toacutecame all iacute donde no hay nombre bull Tarpbieacuten Alejandro Bruzual en el El jardiacuten de las mujeres (Monte Avila Caracas 1993) detalla el cuerpo femenino canta a la mujer-diosa y acude a una galeiacutea de figuras literarias mitoloacutegicas y biacuteblicas (Dido Beatriz Euriacutedice Salomeacute etceacutetera) Pienso que la impregnacioacuten alcanza igualmente al Luis Alberto Crespo que en Maacutes afuera (Monte Avila Caracas 1993) ofrece el maacutes bello poema autoeroacuteiexclico que haya leiacutedo jamaacutes Yofui tu novio con los labios rojos y me desvestiacutea y me iexcloca ba cuando tUacute no estabas Cuando queriacutea saber de ti Yo era tu mujer si cerraba los ojosy cuidaba nuestra desgracia como una baraja Tuacute me enseilaste a besarme ( ) Nuestro anillo adelgaza iquestCuaacutento tiene que no duele Dicen que eres bella iQueacute soledad bull Hay en todo esto un cambio de sensibil idad en que acaso el discurso masculino esteacute liberaacutendose de rigideces supuestamente viriles permitieacutenshydose sacar a lote un allima antes autocensurada o reprimida Puede que esteacute no menos respondiendo al middotdesafiacuteomiddot representado por un discurso femenino desarrollado a lo largo de los uacuteltimos veinticinco antildeos --ltgt sesenta si contamos desde Mariacutea Calcantildeo-- sin cuyo previo aporte sospecho que tal intlexioacuten de la sensibilidad no hubiera sido posible

En cuanto a un -fdncionalmente disringuible- discurso homosexual masculino (el Arshy

mando Rojas Guardia de lIacia la l10cbe viva FabriArt Caracas 1989 el Rafael Castillo Zapata de Elttacioacutell de traacutemilo Pequentildea Venecia Caracas 1992) seguiriacutea la pauta de la poesiacutea escrita por hOlJlbres casi inexistentes referencias al propio cuerpo discreto detallashymiento del cuerpo d I amado

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herido por el aborto en Maritza Jimeacutenez por la maternidad en Mariacutea Auxiliadora Alvarez Detallado siempre en mayor o menor grado y detallando el cuerpo que interactuacutea con ellas l4

Del conjunto que pudiera traerse a colacioacuten recordareacute que igualmenshyte en la Teresa Coraspe de Las fieras se dan golpes de pecbo y la Eddy Godoy de Yerba negra la guerra se daba en teacutenninos corporales Como realizaciones peculiares citareacute a la Ondina Fernaacutendez (961) que en Se fueron las edades (991) plantea el conflicto quizaacutes particularmente adolescente de que la enumeracioacuten de los elementos de su cuerpo la lleva al desconcierto de no coincidir con la suma de sus partes (No soy estos ojos estos cabellos esta boca) y la inquietante poesiacutea oniacuterica de Gris intemperie (993) de Ana Coromoto Salas que recupera la sensuashylidad de una naturaleza con la que a veces se identifica la hablante insistiendo en lo erecto femenino (el nenuacutefar seraacute Erectas formas () descansando sobre amables redondeces) y masculino (el grillo erecto y viril) Para detenerme en Aposentos (1985) de Yolanda Blanco

Aquiacute -prolongando segurameme sin saberlo a Mariacutea Calcantildeo- hay como un regusto inaugural en la afirmacioacuten de lo femenino que llega quizaacutes al abuso terminoloacutegico mujer(es) utilizado 36 veces cue1po 17 hijola(s) 17 sangre 12 luna(s) 10 seno(s) 8 hembra(s) 7 sexo(s) 7 estroacutegeno(s) 4 falopio(s) o trornpas de 4 pubis 4 barriga 3 Agregando pechos regla vagina ovarios menopausia uacutetero cliacutetoris preiiez parto genes nalgas trasero caderas muslos etceacutetera encontraJiamos dibujashydo un cuerpo del que se insiste en la sexualidad en su sentido maacutes material Sin embargo no se trata de inventariar goces posibles sino en primer lugar de reivindicar la propia corporeidad con una marcada insistencia en el aspecto maternal y en segundo lugar de denunciar la opresioacuten de dicho cuerpo por el hombre anverso y reverso de una misma actitud

Yolanda Blanco asume imaacutegenes y rasgos tradicionalmente adjudicashydos a lo femenino a veces con ironiacutea otras con rabia acusatoria pero

si siempre con la seriedad de quien descubre en siacute cierta profundidad oIrquetiacutepica Sangre luna tien-a y maternidad son las nociones claves y Itlacionadas prolongaacutendose en dos tipos de asociaciones lo vegetal por una parte (musgo fruta fresa flora silvestre durazno palo de lI t ranjo y azahares mangos cerezos ) lo oculto por la otra (nido

Helena Arauacutejo encuentra un abanico casi similar de posibilidades en la tematizacioacuten 11e rotismo por la poesiacutea femenina latinoamericana middotActo doblemente transgresor como

lC rlt ura al incluir lo que no debe o no puedf decirse el erotismo denuncia la crispacioacuten del IIilrpCgt colonizado pero tambieacuten celebra su gozo y su placer (op cit p 187)

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colmena estratos geoloacutegicos ademaacutes de los mencionados oacuterganos glaacutenshydulas y humores internos) El cuerpo en esta red metafoacuterica tiende a ser paisaje Surja de mis muslos el musgo que calentar pueda la montantildea las dunas Embellezca mi desierto ese agua de cuarzo que escondo Soy de piel la pared Geoacutelogos huellan mis estratos Buscan oro-o

El punto de encuentro entre la floracioacuten y lo oculto es la alquimia de la sangre menstruacioacuten que tintildee los versoS con toda una imagineriacutea en variantes de rojo granate -manantial de felpa- amaranto enrojecido Los poemas registran lo inicialiniciaacutetico de esa primera sangre el miedo el asombro pero tambieacuten el orgullo la potencialidad de los cuatrocientos hijos del cuerpo-casa no menos la preocupacioacuten por la menopausia

como futura marchitez En la autoafirmacioacuten se encuentra lo mejor de un canto a siacute misma que

soacutelo una mujer -pienso- podria escribir En la middotdenunciamiddot (middotCiudadana de segunda buroacutecrata sin rango De repente sortaria de un voto sin bocal A destajo trabajadora proletaria en pleno subdesarrollo Y un largo etceacutetera que incluye lo domeacutestico los abortos obligados por la miseria los nintildeos sin padre pero tambieacuten las ozagaletonas que emperishyfolladas pasan encueradas) lo peor -y no estoy cayendo en los planteashy

mientos virginiawoolfianos

VII

A vuelapluma sentildealareacute algunos rasgos que exigirian una elaboracioacuten pausada y detallada los subrayo en el desorden de estas notas apenas

como pistas Brevedad 58 de los 150 tiacutetulos examinados estaacuten conformados total

o fundamentalmente por poemas breves considerando tales los que no superan las cincuenta palabras Otra quincena de libros contiene numeshyrosos poemas breves - pero siempre menos de la mitad-o Si extendieacuterashymos el liacutemite de la brevedad hasta las setenta palabras legariacuteamos casi al centenar de tiacutetulos Desde luego se trata de una modalidad general de la nueva liacuterica venezolana e incluso en la femenina es maacutes patente la influenda de autores como Luis Alberto Crespo y Reynaldo Peacuterez SOacute que la de por ejemplo Antonieta Madrid o Edda Armas Las peculiaridades que encuentro en el conjunto que nos ocupa vendriacutean a ser dos la brevedad es utilizada mayoritariamente para la exploracioacuten sentimenshytal sobre todo para esa queja amorosa en situaciones de desamor ausencia y encierro como si su caraacutecter tirubeante- sus violencias sinshytaacutecticas sus silencios- fueran idoacuteneos y casi nunca se nos entregan

u

poemas sueltos- sino relacionados con cierto grado de organiddad alcanzando con frecuencia la absoluta coherencia de libros unitariosl5bull

La casa como tema Bastaria remitir a los recieacuten nombrados Crespo y Peacuterez SOacute - entre tantos otros- para tener claro que no es un asunto exclusivamente femenino Sin embargo se lo desarrolla insistentemente en esta liacuterica Habria que distinguir la casa de la infancta siempre nostalgiada siempre perdida y la casa de la adultez con tres variantes principales su rechazo como encierro domeacutestico la identificacioacuten cuershypo-casa devastados ambos en el desamor la casa como refugio y hasta como plenitud ~posibilidad menos tratada Hanni Ossott para lo primeshyro Eunice Escalona para lo segundo-o A la casa de la infancia estaacute ligada la presencia fundamental de la madre y tambieacuten de la abuela -el padre es una figura minoritaria ]affeacute Novillo la Mariacutea Luisa Lazzaro que teme que rediviva en los amantes la Celalba Rivera 07) de Bajo el signo del ctelo (1991) y pocas maacutes- con una sensualidad en la caracterizacioacuten que nos devolveriacutea al cuerpo por otros caminos asiacute en Gris intemperie de Ana Coramoto Salas (Mirar hacia elliacutemite errar en burbujas de vientre en el mullido jugoso de sus senos Beso el rastro de mi madre resbalan manos de alga por mi cuerpo Persisto en curvarme en la blandura antigua- etc) y respecto a la abuela en Ce-emonia del homo de Rosana I-Iernaacutendez Pasquier (middotSus senos son dos mundos redondos melones tiernos-) Obviamente el amor a la madre no excluye el conflicto (Miyoacute Vestrini Gloria Martiacuten Poemas Visibles de StrepponD

Extranjeridad el asunto me ha llamado la atencioacuten en contraste con el subsistema masculino del que estaacute praacutecticamente ausente -habriacutea que remitirse casi a Mi pad~ el inmigrante (Suma Caracas 1945 y reediciones) de Vicente Gerbasi- y con la nueva narrativa donde lo que se destaca es la venezolanidad de los hijos de los inmigrantes En camshybio en la liacuterica femenina por una parte se establece la figura de la ~tranjera - desde Mustia memoria de Laura Cracco quien la tematiza ntralmente hasta Solitario ofiCio de horas desnudas (993) de Diana chy asociaacutendola a la radical soledad de la escritura- y por otra se la

15 Varias veces he sugerido razones epoca les para explicar no soacutel o el poema breve sino (iexclre todo el desarrollo simultaacuteneo de lo breveen poesiacutea cuemo e incluso cine ademaacutes de

l rorrespondiemes a cada campo Quiti valga la pena antildeadir una observacioacuten de Virginia Xllr middotEllibro tiene que adaptarse en cieno modo al cuerpo y hablando al azar diriacutea que 1 lib ros de las mujeres deberiacutean ser maacutescollos maacutes concemrados que los de los hombres

IIMlruidos de modo que no requie ran largos ralOS de trabajo regular e inimerrumpido 1 lI lue imerrupciuacutel1es siempre las habraacute (Una bahitacloacuten propia op cil p J07)

31

explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

33 32

SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

331

210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 3: Yolanda Pantin

del subsistema masculino y los otros geacuteneros - narrativa ensayo teashytro- con lo cual llegariacuteamos probablemente a la uacutenica conclusioacuten de que a falta de mercado y de aquel mandato socia l en que se creyoacute alguna vez quienes escriben en Venezuela en el campo que sea lo hacen - y dejan de hacerlo- por estrictas razones personales3

Repartiendo los libros por deacutecadas se veriacutea que al menos en mi registro fatalmente in completo la cifra aumenta progresivamente 25 en los antildeos setenta 57 en los ochenta 63 en el medio decenio transcurrido de los noventa4

bull

De los 145 libros fichados 94 aparecieron en Caracas 48 en esa inmensidad dada al olvido que llamamos -el interior y 3 en el extranjero No seacute si de tal cantidad de publicaciones (bspersas por Meacuterida Ciudad Boliacutevar Maracaibo Maracay etceacutetera pudiera inferirse alguna marginashycioacuten o discriminacioacuten respecto a la poesiacutea escrita por mujeres aparte de la obviedad de su erraacutetica circulacioacuten con lo que tienden a hacerse invisibles para el puacuteblico y no menos una criacutetica ya de por siacute mio pe Lo que se acentuariacutea considerando los sellos editoriales que con similar dispersioacuten los han lanzado

Fundarte 29 libros Monte Avila 17 Diversas editoriales independientes (Pequ entildea Venecia Con textos La Liebre Libre Tierra de Gracia Seacuteptimo Sello Angria Mucuglifo La Espacia Rota ) 26 Universidades 23 Gobernaciones e instituciones paralelas (notablemente la proliacutefica Casa de la Cultura de Maracay y Solar) 13 Probable autoedicioacuten 21 Otros 13 CELARG 3 iquestQuiere esto decir que las poetas se dirigen con frecuencia (iquestmayor

que los hombres) a entes de provincia- y o alternativosmiddot cuando no a la fmstrante autoedicioacuten iquestQue la industria editorialmiddot -para el caso Fundarte y Monte Avila pues los sellos comerciales brillan por su ausenshy

3 La migracioacuten lt1lt las middotdesertoras de uo dominio Iiter3fio o cultural a otro que es significativa e n lo que concierne a la narrativa no lo es en la poesiacutea escrita por mujeres apenas impicariacutea a Antonieta Madrid como narradora a Mariacutea Fernanda Palacios y Gloria Martiacuten como ensayistas

4 El Diccionario citado por su limitacioacuten temporal no sirve de mucho en este caso Scntildelo de todos modos que agregariacutea 41 libros en la deacutecada del setenta pero soacutelo 4 en la s iguiente ya que uacutenicame nte registra algunos de 1981 y 1982

(iexcl

-

cia- les ha prestado poca atencioacuten5 iquestQue el recato de las mujeres y la middotdistraccioacuten de los editores profesionales han coincidido

Nuevamente el corte por decenios arrojariacutea un saldo cuantitativashymente positivo -con un impasse por el medio- en lo que respecta a la asuncioacuten de esta poesiacutea por las casas -centrales bull Asiacute de los 46 libros publicados por Fundarte y Monte Avila 11 cOITesponden a los antildeos se tenta otros 11 a los ochenta y 24 - iexclde 63- a lo que llevamos de los

6 noventa Lo que probablemente indique un doble impulso de las escrishyluras hacia la industria editorial y de eacutesta hacia aqueacutellas

En el mismo sentido iriacutea la participacioacuten en talleres literarios (CEIARG y Calicanto sobre todo pero tambieacuten otros) por los que han pasado unas cuarenta autoras asiacute como en los principales concursos del paiacutes

cuya premiacioacuten conlleva frecuentemente la edicioacuten de los libros galarshydonados- o A falta de datos sobre el enviacuteo bastariacutea tener en cuenta la veintena - por lo menos- de galardones importantes obtenidos por las poetas en los uacuteltimos 15 antildeos)7

Todo lo cual llevariacutea a celebrar una normalizacioacuten o profesionalizashydoacuten de la escritura femenina asumida ya no como desahogo iacutentimo y por lo tanto impublicable sino como literatura a secas dentro de un movimiento global de protagonismo cultural que por no salirnos del lema se evidenciariacutea examinando por encima las actividades paralelas a la poesiacutea de nuestras autoras profesoras universitarias peJiodistas nashyrradoras ensayistas dramaturgas cineastas editoras funcionarias cultushyrales y demaacutes - en un abanico ele actividades y escrituras semejante al de sus colegas hombres

S Una ojeada al caraacutelogo de Fuodane sin embargo dariacutea una cifra apenas mayor de 110CLlS hombres que de mujeres

) Para no aumentar la confusioacute n me refiero exclusivamente a las primeras ediciones Si Irve para algo aclaro que los pocos poemarios que han sido reeditados son Poemas de

IIllua de Mariacutea Luisa azzaro Cuerpode Mariacutea Auxiliadora Alvarez La pasioacuten errantede Cilia Ortiz El c ielo de Paisy Poenas del esctorde Yolanda Pantin maacutes los tres libros

1I1idales de Miyoacute Vestrini recogidos en la compilacioacuten poacutestuma Todos los poemas

7 Algunos premios c uriosamente han pasado a ser casi especializaciones_ femeninas limo los de Fundane (Alicia Torres en 1988 Yolanda Pantin en 1989 Mariacutea Auxiliadora Alvarez en 1990 LOlJrdes Sifomes en 1991 Diana Lichyen 1992) y la Bienal de la Casa de 1 Cultura de Maracay (en un IiSLldo imcompJeto encuentro a Reina Varela en 1983 Blanca ~t repponi en 1988 Mariacutea Isabel Novi ~o en 1992 Beverley Peacuterez Rego en 1994)

7

II

Centrar el campo de la exploracioacuten en las poetas que se han manifesshytado en el estricto marco de los uacuteltimos 25 ailos es pues una opcioacuten tan meramente funcional como la de agruparlas en un subsistema enfrentashydo al masculino Intento con lo primero ahondar en un conjunto ya no de voces aisladas como las de las grandes -pioneras- de las deacutecadas treinta al sesenta (de Mariacutea Calcaflo a Mery Sananes pasando por Enrishyqueta Arvelo Ana Enriqueta Teraacuten Ida Gramcko Luz Machado Elizabeshyth Schon y otras) sino en un coro poderoso y muacuteltiple asombrosa o sospechosamente descuidado por la criacutetica Y con lo segundo pretendo escudriiacutelar en lo que pudiera hacer de la poesiacutea escrita por mujeres una efectiva middotescritura femenina sin llegar a resultados definitivos y menos reductivos - sin ignorar tampoco que el marco cabal de estudio es el del sistema liacuterico en generll para el que esta precisa invesliglcioacuten no resulta maacutes que una etapa provisional que sin embargo siento como necesaria

JI]

De todos modos en el rastreo de esos rasgos ele una eventual feminishydad escritural me resulta imposible no repasar con mayor o menor detenimiento el trabajo de las poetas anteriores a las que ocupan esta antologiacutea Cuando preparaba mi Poesiacutea paisaje y poliacutetica (Fundarte Caracas 1992) encontreacute que la relacioacuten de los hablantes con el paisaje era eminentemente -y casi exclusivamente- visual en el caso de los autores masculinos y que para acceder a una operacioacuten mucho maacutes fundamental de interrelacioacuten con la naturaleza soacutelo contaacutebamos con dos autoras Enriqueta Arvelo Larriva 0886-1962) Y Mariacutea Calcantildeo 0906shy1956) al punto que cabiacutea preguntarse si la asimilacioacuten de lo humano a lo natural y viceversa sistemaacuteticamente aplicada y con reiteradas y profunshydas connotaciones eroacuteticas era un rasgo de la escritura femenina uno maacutes de los componentes de esa materialidad que han aportado las mujeres a la liacuterica venezolana Cierto que en el caso de las dos mencioshynadas esto pudiera explicarse igualmel1e --sin excluir lo anterior- por el marco rural de la vida de ambas en el que resulta loacutegico acudir a los elementos del entorno pero escogiendo entre ellosldeterminadas emshyblematizaciones quizaacute peculiarmente femeninas lo feacutertil lo huacutemedo lo fecundo y floreciente Cierto tambieacuten que para las nuevas autoras fundamentalmente urbanas la naturaleza queda casi siempre relegada a la infancia o representa --el mar sobre todo- una forma de plenitud opuesta a lo cotidiano y lo domeacutestico

H

Ia hablante de Arvelo Laniva -sin distinguir entre sus diversos lishy111 ()~ se identifica con el agua (la viva la que corre o cae mana y es ij

Ilhre inquieta pura intacta indetenible si no inasible pues a veces la I1IttCC) y en el mismo sentido con la lluvia el riacuteo la eiacutepuma con una IIIIHIpli a vegetal que comprende follajes racimos flores ramajes bosshy1111middotS bejucos plantas troncos jardines aacuterboles pero no subrayando su li IIdidad sino de nuevo su libertad su resistencia su triunfo sobre las Illnd iciones hostiles incluso su dureza o aspereza que en momentos de ddiexcl ilidad llega a lamentar ( si siempre me viviacute como tosca dUliacutesima

IlIolckra iquestpor queacute desear ahora a veces ser soacutelo un flojo tallo~ ) con 1l jledra y con el maacutermol con la tierra pero labrada por ella misma con IlIcem nerviosomiddot con el viento y el fuego En cuanto a los animales IjIl rte de comparaciones ocasionales con un ciero caballos) ardillas

JItr lste la imagen de los paacutejaros siempre libres en vuelo inaferrables No hay conlradicciones en la serie aunque como ya sentildealeacute pueda

vlV lrse dolorosamente la tensioacuten entre lo duro y lo blando -Bulle intacta 1111 ia via en el maacutermol nocturno y dentro de la liacutegida piedra la sangre

Iiexcl II( Iluyendo atormentada Nunca una piel de estatua fue tan caacutelida lit bull 1

EI1 contrapartida si la hablante se identifica con lo suelto libre Illa~lO duro y tambieacuten seco hay un tuacute masculino que en una recatadiacuteshyillll o reprimidiacutesima- historia de amor y ausencia que puede leerse

t 110 un subtexto casi invisible a lo largo de toda la poesiacutea de Arvelo 1IIIIVltl es asimilado a tus abismos el cielo precipicios y mi mares al lItlIcaacutell el riacuteo impetuoso potros paacutejaros -pero no en vuelo sino picoshyhlUdo un vibrante clavel y espinas en suma a lo agresivo invasor middot(IIldo por no decir faacutelico Cabriacutea preguntarse entonces por queacute la

t lhliexclr nte rechaza en el hombre lo que aceptaraacute luego en la naturaleza It ltmiddot si a aqueacutel le huye repetidamente y por momentos quejaacutendose f-llh lima mi guardada dulzura y rus imanes L) iquestMis paacutejaros rozaron tu 1tl111ulso sin listeza iquestEsquiveacute el denso aliento de tus delgados gamos~) 1 fmiddot~ I 1 se le entrega salvaje gozosamente

I )lci r eacutesta no es exacto la naturaleza en Arvelo Larriva no es femenishyJ I na maacutes bien masculina o mejor sexualmente indeterminada adopshyIiexcliexclIIdl l un papel u otro seguacuten las situaciones Asiacute es a veces la hablante qllh l peneua a la naturaleza y es penetrada por ellaeacutel en el mismo IIlq lIicIllO como en Llano y 50bre todo en -Riacuteo-

aislada AEV Caracas 1939 El crlsralnervioso Asociacioacuten Culturlllmeramericashy111 I ~h(il~ 194 1 Poemas de una pena se Caracas 1942 Mandato del camo AEV

I middot~(I bull 1957 Poemas perseverantes Eds de la Presidencia de la Repuacuteblica Caracas 1963

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Ramal viril de una empinada agua potente y libre en el descenso firme te palpo suave y sieacutentome en tu sangre Los dos hervimos en la calma libia

Adhieacuterome a tus pulsos caminantes Vueacutelvome hondura remolinos CUlvas la espuma de tus noches destrenzadas el golpe bramador de tu carrera

Me enrumbo por tu curso y me lastimo con las centildeosas piedras de tu origen Sufro el miedo y la santildea de los peces y al turbulenlO amor de tu contacto lloro la humilde sed de tuS orillas

Me conduces mordida al manso pozo de rota flor y desterrada estrella Riacuteo miacuteo creador de mi aventura ennoblecerme hundida en tus pecados

Otras veces como en -El riacuteoraquo se registra la placidez de un abandono a lo penetrante y envolvente de una naturaleza expliacutecitamente personishyficada en contraste con el rechazado tuacute humano -El riacuteo estaacute libio como mi piel y sabe bantildearme el alma Juega conmigo a ahogar mi hondura nervudo de culebras de sol No se parece el lIacuteo a aquellos ojos quietos

que no quisebull En patente contraste con la sensualidad de la interaccioacuten entre la

hablante y la naturaleza a la que parece trasladarse la carga afectiva de un amor irrealizado (dialeacutectica deseo represioacuten huida del otro persisshytencia de su recuerdo elogio casi siempre ambivalente de su soledad) el mundo relacional humano se acantona en la casa - que no es un encieshyrro- y los nintildeos la familia - sobre todo el padre yel hermano- o se convierte en viacutenculo geneacuterico con la humanidad y la parcela privilegiada

de los creadores De manera correspondiente el examen del vocabulario nos dariacutea un

cuerpo desdibujado en el que de entrada falta la propia palabra Clmpo y cuyo mayor detallamiento se dedica al rostro o cara (con cabello ojos y sus cuencas cejas paacuterpados oiacutedos sienes labios lengua y garganta) Tiene tambieacuten manos y sangre con alguna frecuencia pero soacutelo excepshycionalmente -una mencioacuten en general- cuello hombros espalda brashy

os pies huesos entrantildea nervios arterias sangre pulso piel Miemras I l l l Bunca posee sexo vientre pechos piemas muslos caderas o cintushyl 1111 cuerpo pues apenas o nada femenino En cuanto al aludido tuacute III culino se reduce a ojos y dedos los primeros sobre todo Hay que lltotOlr al cuerpo del padre muerto y al del hermano para que lo viril sea iexclh lldo de - al menos- frente rostro pelo paacuterpados y manos De igual Iudo lo corporal de la hablante entra en contacto con la naturaleza 1( 110 maacutes que con los cuerpos humanos apenas toca la frente del I Idl vcr paterno y se sube a los hombros del hermano en la infancia

Mlterialidad y represioacuten sensualidJd y omisioacuten paradoacutejicamente 1III11idas en una de las poetas fllndadoras - cuyo registro del propio

1111pO es de todos modos maacutes amplio que el habitual en la liacuterica 1I 11(ulina- Quizaacute el Fernando Riacutesquez de Aproximacioacuten a laferninishydtl (MonteAvila Caracas 1983 y 1992) hablariacutea del arquetipo de Arteshy1l11iI Diana en lo que respecta a Enriqueta Arvelo

l udo seraacute maacutes sencillo maacutes marcadamente femenino en la poesiacutea de MIII Calcano (Alas fatales 1935 Canciones que oyem12 mis uacuteLtimas It CCIS 1956 y el poacutestumo Enttr la luna y los bombtrs 1961) que (lIh llcmos gracias a la Antologiacutea poeacutetica (LUZ Maracaibo 1983) con 111 1 (oacutesimo Mandrillo la rescatoacute de un olvido maacutes que sospechoso -la

pllsioacuten ahora vendriacutea por dIado de la criacutetica 111 Mariacutea Calcantildeo las asimilaciones a la naturaleza son siempre sexuashy

Ii no soacutelo eroacuteticas sino insistieacutendose en la maternidad y una vez 1( llrl l lldose a la peacuterdida del hijo Reiteradamente la hablante es tierra

111 cameja1diacuten que se abre ansia de florecimiento musgo -rama 111 fruta hierba pequeitita etceacutetera tambieacuten -espaldas de agua-

de linda- noche desnuda Si el engendrar se compara a la siembra el r1l1 1l 1tr aborto registrado en nuestra poesiacutea es Fracaso de la siembra iexclItld ijota desprendimiento prematuro del gajo En correspondencia con 11Illu jc r-lierra el hombre seraacute raiacutez que la penetra insecto que pone sus It mvLcillos sobre ella oleaje qu e la toma -lluvia final sobre la hierba 111 11 1 lama (uvoles crecidos Coherentemente la naturaleza que hace

1 1I1lur lton la hablante cumple funciones masculinas pese al lenguaje IItIr Impone el femenino de madrugada lluvia o aurora Pero con el Iiexclrl St explicita incluso Estoy con el mar como se estaacute con un hornshy

l middot 1llIlJablemente el dibujo del cuerpo en la poesiacutea de Mariacutea Calcantildeo

Jltt siendo el maacutes ampliamente detallado de toda la liacuterica escrita por 11 111 jl rt S Praacutecticamente nada falt2 en la restitucioacuten material de la hablanshy 11 propia palabra cue1po tan frecuente como cmne sangtr y boca

l ilI(a clcsde los cabellos -una vez con trenzas- pasando por el rostro

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(ojos labios -de aliento y gritos- mejillas oiacutedo) el cuello y la garganta cuerpo abajo la figura posee hombros brazos manos espalda tronco pechos -con pezones-- y senos tambieacuten vientre talle cintura caderas flancos piernas rodillas pies no carece de vellos venas entrantildea ni esqueleto Ninguno de estos teacuterminos es metafoacuterico y si varias veces aparece corazoacuten como oacutergano del sentimiento hayal menos uno en su sentido maacutes corporal

La ausencia del sexo directamente nombrado queda compensada por la transparencia de las imaacutegenes en poemas como El deseomiddot (-Abreme la vena abundante iexclque la tengo estrecha) -Me ha de bastar la vidamiddot (iexclCrece sobre mi carne dolorosa lamieacutendome hacia adentro hoguera deliciosa-) -Sembrador- (middotcuando me tomes me repiques adentro y me calles las bocas impacientes ) entre otros muchos

Ademaacutes del frecuente goce en su propia desnudez y de los retozos con una naturaleza sexuada cuyo cuerpo se detalla tambieacuten en cierta medida encontramos dibujado el cuerpo masculino con un registro igualmente amplio Se trataacute desde luego de un cuerpo casi siempre en relacioacuten con el d ~ la mujer praacutecticamente funcionalizado para el eros reciacuteproco y pOI lo tanto sin los momentos de entrega amorosa a la naturaleza que ~)rtenecen en exclusiva a la hablante aunque lo corposhyral del hombre sea ocasionalmente asimilado a elementos naturales

El hombre entonces tiene cabeza caray rostro tronco Piel-lo que ella curiosamente nunca posee- sudor cabellos barba ojos boca-y aliento- gatganta pecbo brazos manos -callosas- pies venas y sanshygre El falo estaacute maacutes que sugerido como lo fue el sexo de la mujer Reveacutelate gigante que en mi vida tuacute cabes- (El deseo) middotCrece sobre mi carne dolorosa lamieacutendome hacia adentro hoguera deliciosa iexclQueacuteshymame duro hondo () Molde de sangre Soacutelido- (Me ha de bastar la vida-) en poemas que son a veces los mismos

Precursora de la sexualidad explicitada de la tematizadoacuten de aborto y menstruacioacuten (Primer espanto de la nintildea con luna-) Mariacutea Calcantildeo lo es igualmente de una poesiacutea confeSional en que el erotismo aunque ligado al pecado es hermoso y el rechazo al marido a la moral convencional y a la domesticidad aparecen juntos Su eros sin embargo estaacute asociado a la maternidad Esta mujer grieta brecba herida gozosa cuya liacuterica de la penetracioacuten evid~nciada hasta el exceso toca la provacacioacuten en su punto maacutes alto casi la parodia en el maacutes bajo es ante el hombre en el acto sexual Doacutecil como las criaturas que esperan a Dios- pero nunca doacutecil como una criadamiddot Las agresiones al cuerpo en el aacutembito sexual son entonces positivas (desata tu rudeza iexclQueacutemame duro hondo Ni en mi dolor reparo cuando te pido recia lastimadura-) mientras al

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1011 0 de -Desangregt es vivido como una mutilacioacuten una peacuterdida absoshyJUI del cuerpo Otro aporte -sin continuaciones en la liacuterica femeninashy

11lma de la mujer-nintildea entregada en plena pubertad por la madre a 111 1 )lJIure mayor - con lo que su progenitora aparece por primera y 11111111 vez en una poesiacutea praacutecticamente hueacuterfana de la que el padre estaacute 11I1l llkn ausente- o Y es este obligado marido el rechazado quedando la cldlTucioacute n elel erotismo para el o los amames

111 lo que concierne a la casa no es encierro no soacutelo porque se abre 11 1I Iluraleza sexuada sino porque del1lro de ella ademaacutes del amor se

l IIId( H en esos momentos de desnudez de la mujer consigo misma (Una hlll dtsnudezl mi cuerpo y la noche) y las raras tareas domeacutesticas

lltmiddot middott lIlencionan quedan igualmente impregnadas de sexualidad como 11 J ha a volar tus camisas pues son las del amado (Las hojas se

Ollel huacutemedas y las camisas retozan) AtI pudiera extenderme en la consideracioacuten de una poesiacutea que

ul Lantos rasgos constitutivos de la liacuterica femenina pero lo dicho 11 tn el marco de esta introduccioacuten

Ill lo que es maacutes que nada una lectura retrospectiva habriacutea que llo H a otra media docena de autoras Pues incluso en una obra tan

J)ill l lIl l lllente alejada de la antologizada aquiacute la de Luisa del Valle Silva Il)p1 19(52) encontrariacuteamos un poema Como middotViene [u hijo (Luz Imp

ltiacute Vll lI llica La Habana ]941) que tras un comienzo espantosamente 1 IlIscribe la expeC[ativa de la maternidad en un horizonte socioposhy

Illh 1II l1inoso como haraacuten luego - en versos esos siacute excelentes- Miyoacute 1111 11 e) Maacutergara Russotto Pero mira maacutes lejos mira el mundo hacia

lmilc Viene tu hijo Odio Dolor Hambre Injusti cia envenenan al lOIIlIll de hoyiacute y amenazan al hombre de mauacuteanabull Asiacute como en Paacutelmeshy

Yl lla (]916) la carga provo cativa de Protesta resulta similar a la de 1l l lIvs poetas y tuacute iquestqueacute sabes de mi castidad o mi lujuria si soy

111 1 llJIriente si soy recua salvaje de mi gajo y su ceniza de su Ia lllesiaacutenica sataacutenica de mi sangre calieme en odres de obsidiashy

t-h l1 )s excepcionales seriacutean los aportes de Elizabeth Schon (1921) lIi

j -11 fil osofar encarnado en elementos naturales de la Ida Gramcko

IIj i fX)Iacute ) que desfonda los cuentos infantiles haciendo brillar su h lll ll1 dVIsidad en La vara mtiacutegica (Orbe Meacutexico 1948) inicia la

111 tdon de una demencia impregnada ele misticismo en Poemas de 1(1) lr1fica (Grafos Caracas 14) y asume maacutescaras ficcionales en el

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bullbullbull

dislt-urso denso y cuestionador de Los estetas los mendigos JI los beacuteroes (Tip Vargas Caracas 1970) poesiacutea en prosa la de eslOS dos uacuteltimos libros y desde luego los de Luz Machado (] 916) el Canto al Oril1oco Nascimemo Samiago de Chile 1953) con sus versos llenos de mundo desmintiendo la reduccioacuten a lo iacutemimo en que se ha querido encasillar la escritura femenina la casa tematizada desde La espiga amm-ga (Avila Graacutefica Caracas 1950) y detalladamente caracterizada en La casa por dentro (Sucre Caracas 1965) que si celebra las minucias de lo domeacutestishyco no asume menos las amarguras de un encierro -La mujer se curva en la pena como un marco palpitante alrededor de un reflejo Sorda como piedra bajo el viento deacutebil como aacuterbol entre el viemo y viva y hermosa en la esperanza como aacuterbol que no oyeIa mujer quebrama con laacutegrishymas el rociacuteo de los treacuteboles mientras el riacuteo pasa mojando los pies negados al gran peregrinaje-o

Paralela en realidad a la trayectoria de las nuevas autoras la obra poeacutetica -siempre en prosa- de Antonia Palacios (915) es un punto extremo en el desarrollo del tema del encierro Asiacute Textos del desalOjo (Monte Avila Caracas 1978) Ese oscuro animal del suelo (Monte Avila Caracas 1991 y Hondo temblor de lo seaeto (Mome Avila Caracas 1993) registran los procesos sufridos en ese espacio de lo iacutentimo Pero no es tanto la ausencia de un amado sino el progresivo despojamiemo de todo en un arrasamiento omoloacutegico lo que se nos ofrece Tiene que ver con el cuerpo -heridas grietas cenizas- pero no soacutelo con eacutel Tiene que ver con la muerte a la que se entrega una parte de la hablante Tiene que ver con el tiempo Ella sin embargo se recoge perioacutedicamente en la afirmashycioacuten de siacute de -Mi cuerpo erecto Esta columna viva Esta columna en vilo remitieacutendose incluso a una inextinguida sexualidad (Todaviacutea quedan labios ojos que miran las cosas Quedan los brazos alzados en un in temo de vuelo Queda el sexo palpitante huacutemedo todaviacutea Y este caer del rociacuteo en la secreta espesura de mi bosque ya desnudo)

El conflicto sucede en la casa real y metafoacuterica amenazada de ruina y se recuerda la casa de la infancia centrada en la figura de la madre

La insobornable aventura existencial que representa esta poesiacutea vershydadero reto para la nueva liacuterica apela por momentos a imaacutegenes de hondura miacutetica (Yo soy la que se incorpora se levama de la tierra desde un remoto origen Yo soy la desordenada la que acaloacute los sentidos en infinitos espacios para no gustar el mundo Soy aquella que regresa por unos caminos nacidos entre polvos del ayer No hay palabra que me nombremiddot)

Reto re-sulta igualmente la obra de Ana Enriqueta Teraacuten (]918) que viene afirmando el esplendor material del propio cuerpo a veces detalla-

Jo iexcllI lI e el espejo desde Al norte de la sangre (Suma Caracas 1946) y lIlI bullbull IIIundidad de la mujer mayor que la del hombre pues eacuteste -nunca 11 tOIllO ella a los intactos nombres de la tierra la vida el amor y la

1I Hllmiddot (Camo Presencia terrena Alfar Montevideo 1949) pudiendo 11 lI~brar la maternidad mientras me seacute del viemre a las rodillasshyI

(1 fl ( Y ritmo maternos- De bosque a bosque Arte Caracas 1970) iexcl l eraacuten debemos la fundacioacuten de una ritualidad sumuosa para lOdos

lo ~lmiddot~to~ de lo femenino - escritura inc1uida- en una poesiacutea ceremoshyIHo bull y ceremonial capaz de dotar de hondura a las operaciones maacutes hI1e1es a las tareas maacutes domeacutesticas en una casa hecha palacio por la mIHf v(lbal La figura de la extranjera intertextual a la liacuterica que nos U(III y un esplendor arquetiacutepico al que se han acercado la Mariela

IViexcll de Textos de anatomiacutea comparada la Hanni Ossott de El reino Id lel nocbe se ab1-e la Alicia Torres de Fataly la Mariacutea Isabel Novillo Hettflica virtud provienen de poemarios de Ana Enriqueta Teraacuten

Ubro de los OiCios(Monte Avila Caracas 1975) Muacutesica conPie de Imll (LIlA Meacuterida 1985) y Casa de babias (Monte Avila Caracas n

1111 bullbull slrie de aUlOras con frecuencia dedicadas total o pllrcialmente a 1 lile ~( llamoacute poesiacutea -social- -comprometida o de denuncia se IoIIIII)llIOn en los sesema prolongando a veces su trayectoria hasta

Iros diacuteas 1I bull riacutea que recordar a la Mary Guerrero (1941) de Salta la cerca lIda Meacuterida 17) planteando la oposicioacuten entre un encierro de

middotd tristeza ceniza cuerpo herido fantasmas familiares miedo It y Cspejos y esa reiterada consigna existencial de -saltar la cercashy

IUe dbull 11 mundo A Mayra]imeacutenez que mezcla lo amoroso y lo social en litlllll Jiscutibles (Los trabajos del sol Imp Nacional Caracas 1966

lrI adentro Imp Nacional Caracas 1967) y dedica El libro de VolumshyIltlCV Caracas 1969) al diaacutelogo iacutentimo con el amado ausente A la

Ir middotu middotIores del volumen colectivo Palabra uno (Lam Caracas 1964) 1111 poemas poliacuteticos por un lado-guerrilla represioacuten cadaacuteveres Cuba iexcliexclj IlLIII oscilando entre la cursileriacutea y el panfleto y finamente amoroshyljiiexcl por el otro sin articular ambas facetas A la Elena Hochman de

(n calma (Baacuterbara Caracas 1969) con una poesiacutea de protesta que 11111 WmiddotI consignas titu lares de prensa declaraciones oficiales lemas

IIblldlarios pero tambieacuten concisas reflexiones suenas alucinaciones lIilS cotidianas y distorsiones absurdistas tendiendo al cartel con

14 15

momentos de gran fuerza y de ineacutedito lirismo A Lydda Franco Fariacuteas (943) que en Summarius (Asamblea Legislativa del Estado Falcoacuten Coro 1985) continuacutea la poesiacutea aacutespera provocativa y totalizante de Poeshymas circunstanciales (policrom Caracas 1965) mezclando prosa y vershyso en textos extensos que entrelazan en el mismo rechno la falsedad literaria el trabajo oficinesco la vida inauteacutentica Y un panorama socioshypoliacutetico de injusticia corrupcioacuten y crimen para concentrarse en los liacutericos poemas breves de Recordar a los donnidos (LUZ Maracaibo

1994)Y sobre todo a Mery Sananes (1941) Desde los catorce poemas que

incluiacutea el ya citado Palabra uno (1964) sobresale la puesta en primer plano de las contradicciones soledad y militancia ruptura con el pasado e ingreso a un combate en el que no parece creer del todo con una carga emocional profunda en contra de la violencia Pesa sobre la hablante una condena en cuanto mujelmiddot( Fui juzgada y condenada por todos los hombres que a mi alrededor vivieron no bastoacute nunca posesioacuten ni entrega-) Detalla su cuerpo herido en un contexto de represioacuten y muerte -el paiacutes como celda- en que -aguardar no es maacutes que morir antes de tiempo El miedo en este marco queda plenamente justificado (Me paseo por la calle estoy sola tengo miedo estoy aterrada aterradiacuteshysima quiero regresar miento nunca se debe regresar etceacutetera) regisshytrando las oscilaciones entre cobardiacutea y fortaleza decisioacuten de luchar dada la situacioacuten colectiva y desfallecimientos personales lo que se expresa en teacuterminos corporales (camino se me sangran los pies se me desgarra la piel pero sigo etceacutetera) Una poeacutetica de ordenar el caos de su cabeza es tan coherente con los vaivenes existenciales de la hablante como lo es la poeacutetica testimonial de Tiempo de guerra (Desorden Carashycas 18) Es necesario escribir todo esto antes de que se olvide

Otra vez son razones cotidianas las que llevan a la lucha (_Quisiera un paiacutes (J donde pudiera amar Y tener hijos que vean el sol donde los hijos de mis hijos vean el sol) Se sigue rechazando la violencia -por otro lado inevitable- El amor que ocupa buena parte del libro concenshytra su lirismo (-Mira amor el caujaro produce una fruta muy dulce con ella se pueden atar papagayos mil hombres invadieron hoy falcoacuten iquestno es tiempo ya de que nos encontremos-) Tristeza incomunicacioacuten con unoS padres que no comprenden sus razones dudas sobre la efecshytividad de un combate que acumula heacuteroes muertos delatores y desertoshyres todo esto autentifica la actitud de la hablante que se pemlite inclushyso suacutebitamente un verso de hechicera yo seacute hacer ritoS extrantildeos con

las hierbas- ineludiblemente femenino Su uacuteltimo libro Tierra de expedientes (Desorden Maracay 1975) estaacute

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constituido por tres largos poemas narrativos que con sus 28 o 29 paacuteginas de texto cada uno son otros tantos tiacutetulos El primero y maacutes interesante Parcela 40 relata la muerte velatorio y entierro de la mashydre con el subsiguiente luto siempre seguacuten el ceremonial judiacuteo La hablante sin embargo no saca cl e ello ninguna conclusioacuten en cuanto a su eventual extranjcriclad o doble pe rtenencia - al contrario de lo que veremos en la nueva liacuterica- y al ligar esta muerte familiar a la de los combatientes insertaacutendola en la lucha por la dignidad y la verdadera vicia tampoco hace alusioacuten alguna a la tragedia particular de los judiacuteos -campos de exterminio persecuciones errancia- El resto del libro es lamentable Expediente intenta vanamente extraer el sentido socioposhyliacutetico de UIl banal accidente de traacutensito -Guerra de guerrillasmiddot evacuanshydo la cualidad experiencial de su poesiacutea anterior se abandona al panfleshyto el esquematismo histoacuterico la hagiografiacutea de los revolucionarios muershytos) hasta la cursileriacutea elogiando la lucha armada manclo en la realishydad estaba ya pacificada

IV

El atractIVO de los abordajes -profundos por la viacutea junguiana de Fernando Riacutesquez de Aprori IIwcioacutelI n In femin idad e incluso por la del femenismo virginiawoolfiano de la Helena Arauacutejo de Ln Scberezada Criulld con su insistencia en e siacutembolo brotado del inconsciente no

9 La Scber(rada Cnoa Ensayos sobre Escitum Femenina Latinoamenccl17a Universishyd3d Ntcion1 d ColombiJ Bogotaacute 11)89unque esteacute dedic3do sobre todo a 11 narrativa mencione ll m literJ[url middotde It opresioacute n y sugierJ estudiar b peculiaridad del enfoque femenino ele cienos terms como J violenco liga la buacutesqueda por la mujer de una escritura propil co n lo simb61ico inconsc iente middotPosiblemente haya una cierta relac ioacuten entre el Irecuente empko de b expres ioacuten simboacutelica por p3rte de la mujer que escribe y su necesid~d de hbbr un le nguaje propio Recordemos que el aacutembito femenino s sobre todo subjetivo I irnilicb por su misma marginal iziexcl cioacuten a un medio donde predomin3 lo emocional y lo afectivo Jiexcl muje r debe esiorz1 rse ly a eces hacerse vio lenci3) para 1dapt3r su escritura a un s intax is forjacl por e l hombre Su le ngu3Je aparentemente brota con rmyor facilidad del inconsiente integraacute ndose alliacute donde e l signo y e l siacutembolo se entremezclan en la buumlsquediexcl de un3 coherenc ia que a De nudo se exime de la loacutegica racional Al expresar en lo imaginario su d) roe rsioacuten la m uje r prescinde ademaacutes de la automiddotcensura y se atreve a crear un1 prosa alJeg d3 al de lirio y a la alucinacioacuten Su escriturlt tiene e ntonces mucho que ver con i)iexclublimlcioacuten v COIl el desbordJmientode una sexualidad ignorada o reprimida (p 75)

Confieso qu -iquestcomo hombre- me result1 difiacutecil detectar eS3 resistcncia de la simaxis a la escritura epeciacutetkameme femenina maacutes 1113 de la obviedad de los plurales obligadamenshyte masculino en presencia de los dos seX05 y violenciasmiddot similares En cuanto a la pist1 de lo simboacutelico-inconsc ie nte-irr3cio l1al-de lirare habriacutea que verifiC3r1o en detalle - y creo que en esta misma 3ntologiacutea hay alguacuten materia Por otra rarte e l tema de una sintaxis propia

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deberiacutea recubrir la efectiva diversidad de la escritura de mujeres En tal sentido me siento muy cercano al rechazo de -tipificacioacuten esgrimido

pertenece sin discusioacuten a Virginia Woolf pero no recuerdo - iquestlapsus masculino- que lo asociara necesariamente con el inconsciente En un texto de 1929 (Una habitacioacuten propia Seix Barral Barcelona 1980 2 ed) sentildealaba respecto a las novelistas de principios del XIX la dificultad de que no teniacutean tras de siacute ninguna tradicioacuten o una tradicioacuten tan corta y parcial que les era de poca ayuda mientras que la masculina no les serviacutea middotQuizaacute lo primero que descubrioacute la mujer al coger la pluma es que no existiacutea ninguna frase comuacuten lista para su uso todos los geacuteneros literarios maacutes antiguos ya estaban plasmados coagulados cuando la mujer empezoacute a escribir (pp 104-105) Y en middotLas mujeres y la narrativa tambieacuten de 1929 (Las mujeres y la literatura Lumen Barcelona 1981) middotNos estamos acercando al tiempo si es que no hemos llegado ya en que pocas o ningunas seraacuten las innuencias extrantildeas que perturben la literatura femenin3 c ) Pero a pesar de todo sigue siendo verdad que la mujer para escribir exactamente como quiere escribir tropieza con muchas dificultades Para empezar se encuentra con la dificultad teacutecnica -en apariencia tan sencilla pero en realidad tan desconcertante- consistente en que la forma de la frase en siacute misma no se adapta a la personalidad femenina La frase estaacute hecha por el hombre La frase es demasiado amplia demasiado pesada demasiado pomposa para el uso femenino c ) y esto es algo que la mujer ha de conseguir por siacute misma alterando y adaptando la frase actual hasta formar una que tome la forma natural de su pensamiento sin aplastarlo ni deformarlo- (pp 56-57) 10 maacutes interesante es que esta reivindicacioacuten de un estilo distinto se realiza en paralelo a la propuesta de una superacioacuten de lo sexual mente limitante o maacutes bien de una integracioacuten de ambos sexos (de haber le iacutedo a Jung hubiera hablado de anima y animus) en la escritura la primera leccioacuten importante escribiacutea como una mujer pero como una mujer que ha olvidado que es una mujer de modo que sus paacuteginas estaban llenas de esta curiosa calidad sexual que soacutelo se logra cuando el sexo es inconsciente de siacute mismo- (Una babilacioacuten propia pp 127-128) Y middotes funesto para todo aquel que escribe el pensar en su sexo Es funesto ser un hombre o una mUjer a secas uno debe ser muje r con algo de hombreshyu hombre con algo de mujer-o Es funesto para una mujer subrayar en lo maacutes miacutenimo una queja abogar aun con justicia una causa en fin el hablar conscientemente como una mujer Y por funesto entiendo morul porque cuaruo se escribe con esta parcialidad consciente estaacute conde nado a morirmiddot (p 143) No veo en realidad que la buacutesqueda de una literatura o de un lenguaje androacuteginOo (lo que tambieacuten propugna Helena Arauacutejo middotAsiacute la diferencia sexual se traduciraacute en ritmo variacioacuten placer Sin embargo los teX1OS de mujeres demuestran que el proceso es lento ypenoSOo op cit p 126) debiacutea excluir todo tipo de material testimonial o de denuncia por maacutes que Virginia Woolf insista en ello Asiacute refirieacutenshydose otra vez a las novelas escritas por mujeres en el siglo XIX dice que quedaron afectadas por la presencia -de alguien ofendido por el trato que se da a los miembros de su sexo y que reclama sus derechos Esto aporta a la literatura femenina un elemento totalmente ausente de la literatura de los hombres salvo cuando el autor es un obrero un negro o cualquier otro hombre que por una razoacuten u otra tiene conciencia de ser injustamente tratado Este elemento produce una defocmacioacuten y a menudo es ltAusa de la debilidad de la obra- (-Las mujeres y la narrativa- en Las mUjeres y la literatura p 55) Muchos poemas de esta antologiacutea desmentiriacutean el aristocratiacutezante prejuicio virginiawoolfiano (iobreros negros seshyres concientes de ser injustamente tratados precisamente) La mala literatura no pertenece en exclusiva a lo -social bull

por Maacutergara Russotto en su TOacutepicos de retoacuterica feme1ina (Monte Avila Caracas 1993) afortunadamente esta liacuterica es irreductible a un canon

Sus inicios en los antildeos setenta asiacute como otras tantas muestras en los ochenra y los novema permiten de enrrada desmentir el monopolio de lo iacutentimoraquo lo subjetivo lo amoroso y ni digamos de lo domeacutestico bull Quisiera dibujar el polo alternativo detenieacutendome menos - para evitar repeticiones- en la autoras antologizadas - que cuentan cada una con una nota introductoria a los poemas- que en el resto

La deacutecada se abre con una liacuterica que en su caraacutecter totalizante prolonga las preocupaciones de los sesenta Antonieta Madrid (939) en Nomenclatura cotidiana (971)deg mezcla el amor la literatura y alguna alusioacuten a la poliacutetica Miyoacute Vestrini 0938-1991) con Las bistorias de Giovarma (971) traza la biografiacutea- de una mu chacha sobre la que el contexto sociopoliacutetico arroja una sombra ominosa y al cabo mortal mientras plantea una disyuntiva entre un adolescente emblemaacutetico al que por la viacutea de una violencia liberadora pertenece un futuro iracunshydoraquo y los miembros de la generacioacuten de la hablante condenados al pasado IOl10somiddot el alcohol la burla y la farsa Por lo demaacutes en toda la obra de lvliyo Vestrini el paiacutes ofrece un trasfondo decepcionante y ameshynazador qLle intensifica el desgarramiento suicidario Tambieacuten la Emira Rodriacuteguez (1929) de La cosa de alto (972) se refiere a la historia elaboshyrando una croacutenica se ntimental que en el mismo movimiento traza la gellealogiacute familiar y una eacutepica margariteia que conduce ele la aventura perliacutefera al enraizamiento en la tierra y la fundacioacuten de la casa Finalmenshyte - en lo que respecta a este grupo inicial- el amplio repertorio temaacutetico de La dentellada (1972) ele Irma Salas (944) que va desde a infancia perdida con su clave maacutegica recuperable soacutelo mediante la locura hasta un paisaje espleacutendido y amargo ( En el paiacutes la naturaleza se ha hecho un cuchillo en el alma) pasando por esbozos de poesiacutea fantaacutestica escenashyrios extranjeros homenajes literarios y pictoacutericos -Rimbaud Nerval el Rosco Toulouse Lautrec Chagall etc - reitera una desolacioacuten tan geneshyracional como la Vestrini con esa serie de amigos enloquecidos o muershytos cuya gesta subversiva se pretende olvidar fueron inagotables los hechos desme11lidos No existioacute nunca Vietnam y la revolucioacuten es soacutelo una delgada peliacutecula que nos cubre iquestDoacutende estaacuten Glaclis Oswaldo Liviaiacute apilonados calles casas restaurantes autopistas sacarlos de esa bolsa de objetos perdidos Un guerrillero muerto el racismo la

10- Doy IJ itdu de nacimiemo de las autoras -en caso de saberlo pues auacuten persiste su esca moteo- l de publicacioacute n de los I icros al mencionar a las unas y los otros por primera vez

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bomba sobre Nagasaki la situacioacuten del tercer mundo y otros asuntos desembocan en el alegato contra la civilizacioacuten occidental que represenshyta el poema Ulises en el asfalto y llevan en el texto que cierra el libro a un deseo de disolucioacuten middotmiddotCada noche sobre mis cenizas busco yos desaparecidos de mi vida soacutelo anhelo este desierto que se constnIshyye alIado derecho de miacute Este paraiacuteso de la nadamiddot

Igual saldo de desolacioacuten personal ante el fracaso revolucionario 10 encontramos en Las fieras se dan golpes de pecho (975) de Teresa Coraspe (941) referencias a Biafra Vietnam el imperialismo norteameshyricano centradas (iquestfemeninamenten en la tristeza de los nintildeos y en el cuerpo de las viacutectimas de la guerra y el hambre implicando ademaacutes a un hombre amado al que enaltecen tanto su condicioacuten de combatiente como su ternura Sin embargo las buenas intenciones en forma de aventura imaginaria ( desde el fondo doy oacuterdenes detengan esas gueshyrras (se ven desmentidas por la derrota de la guerrilla lo que parece llevar incluso a la demencia de la hablante Queda soacutelo esta sangre este dolor enorme en el penuacuteltimo poema Y en el uacuteltimo -Estoy en un hospital para locos El cerebro me estalla- Por otro lado este es uno de los pocos poemarios que en el conjunto Y al igual que lo haraacute la Reina Varela 095) de Sefiales de humo (1983) tematiza la condicioacuten oficinesshyca como esclavitud (Maacutequinas hierros intoxicacioacuten Soy un robot tengo jefe 45 antildeos soy una alienada etceacutetera) oponieacutendole la escritushy

ra como desafiacuteo y liberacioacuten Lo mejor de esta poesiacutea abierta en diversa medida al horizonte socioshy

poliacutetico e histoacuterico lo tendriacuteamos desde finales de los setenta en algushynas de las autoras aquiacute antologizadas la articulacioacuten de la esclavitud domeacutestica con la continental y el anhelo de una utopiacutea integradora en su plenitud en la Maacutergara Russotto (946) de Restos de viaje O 979) YBrasa (979) la historia toda vista como irreversible degradacioacuten en Mustia memoria (983) Y Diario de una momia (989) de Laura Cracco (959) a lo que Sajan Club (1993) agregariacutea la aspereza de un paiacutes que castiga particularmente a las mujeres - sin olvidar el -doctor cardenal teniente coronel- de Cuerpo (985) de Mariacutea Auxiliadora Alvarez (956) una memoria judiacutea heredada que se manifiesta en el recuerdo de los criacutemeshynes nazis en El arte de la peacuterdida (991) YElargo viaje a casa (994) de Veroacutenica Jaffeacute (1957) yen Luba (988) de Jacqueline Goldberg (1966) Y que despueacutes de expresarse como testimonio de acumuladas enancias familiares y personales en su inicial Poemas visibles (1988) lleva a Blanca Strepponi (1952) a la caracterizacioacuten de la historia universal como horror -ligado en su caso al problema del mal y el exilio de Dios- en Diarjo de John Robeton (1990) y El jardiacuten del verdugo (1992) alusiones al paiacutes

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petrolero corrupto y asesino en Guen-ero llevado adentro (1987) de Mhariacutea Vaacutezquez (1958) galeriacutea de mujeres que en Fatal (1989) de Alicia Torres (1960) rechazan las guerras que se llevan a sus hombres

Quizaacutes tambieacuten pudiera sentildealarse una faceta que partiendo de Miyoacute Vestrini pasando por la Maacutergara Russotto de middotPequentildea tragedia sudameshyricana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo (Viola d am01-e 1986) y desembocando -con elaboraciones en La cancioacutenjria (1989) de Yolanda Pantin (1954) en Jaffeacute en la Oympia (1992) de Manoacuten Kuumlbler (1961)- en la Blanca Elena Pantin (957) de Poemas del troacutepico (993) opusiera nuestro paisaje y sentir subdesarrolladosmiddot a la tersa frialdad ajena del primer mundo Por aquiacute seguiriacutea resonando la oposicioacuten Ameacuterica-Europa establecida por Andreacutes Bello soacutelo que ahora feminizada ya veces erotizada

En Poemas detroacutepico una hablante que en una declarada Puesta en escenamiddot se disfraza fantasmalmente para introducir el problema (EI troacutepico pensoacute no existe) inaugura un repertorio de contrastes demashysiado riacutegidos y faacuteciles exagerados por la ironiacutea una Europa casi de tarjeta postal (Lili Marlene soledad en un hotel berlineacutes flores e insistenshyte chocolate nuestro devorado por elos) opuesta a un troacutepico de intensidad y selvas fiebres y plagas sopor y sudor dominado maacutes por la naturaleza que por la historia La distancia define igualmente a la hablanshyte con respecto a una Antaacutertica identificada con un amante posible (Reseacutervame un Iceberg Yo te llevareacute el sol total) lo que quizaacutes postule el eros como siacutentesis En cualquier caso El troacutepico tiene la violencia de la quietudbull

Otros abordajes de lo sociopoliacutetico han resultado desastrosos como Versos de un o sea nopaciacutefico (1985) de Gloria Martiacuten (945) o inmadushyros como Yerba negra (988) de Eddy Godoy (1968) El primero toca un poco todo falsedad democraacutetica lucha armada derrotada el tuacutenel del San Carlos Cantaura el desempleo la guardia civil espailola y Garciacutea Larca etceacutetera PanfletaFio y torpe (middotConozco al cerdo que se siente el amo es tan obvio y grosero que limita con el estieacutercol Siempre ) encuentra su condena en los propios asuntos desarrollados por algunas de estas poetas de manera excelenle como el temor por lo que espera al tijo (comparar middotSi has de estrellarte -hijo- que sea el tuyo un gran ~t)lpe de infinito con versos respectivos de Vestrini y Russotto)

En cuanto a Yerba negra al horror de las guerras el militarismo la bomba nuclear opone imaacutegenes de nintildeos jugando oraciones por la paz dd mundo y su deseo de que no existan armas ni potencias Desde hltgo el miedo tan frecuente en la liacuterica femenina halla aquiacute un marco 111 sto aunque en ninguacuten momento nos lo hagan sentir sus blandos

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poemas Como en Teresa Coraspe la agresioacuten -atoacutemica ahora- se regisshytra en el cuerpo ( Me implico en los tejidos Transito por mis cavidashydes muertas -ya casi todas-) Un final amoroso-maternal (iquesthabriacutea en ello una marca- femenina) nos deja junto a Adaacuten y Eva unieacutendonos para

crear la vida

v

iquestResiduo - formalizado fuera de los moldes subgeneacutericos- de esa heroiacutena melodramaacutetica- cuyas huellas rastrea Maacutergara Russotto en un capiacutetulo de Toacutepicos de retoacute-iexclcajemenina iquestVerdadera condena arquetiacutepishyca como afirma Fernando Riacutesquez en su obra varias veces citada middotCuanshydo Afrodita castiga a alguien lo hace enamorarse perdidamente de alguien que no retoma Hace aparecer a Eros pero no hace aparecer a Anteras Hace aparecer el amor de una sola viacutea que es el que maacutes castiga al ser humano sobre todo a la mujer estar enamorada inuacutetilmente es el maacutes grande de todos los sufrimientos de la feminidad- (p 130) iquestTestimoshynio basado en la experiencia de cada una y casi todas En cualquier caso una poesiacutea del desamor maacutes que del amor con su queja por la ausencia en frecuentes situaciones de encierro con la hablante sufriendo a veces procesos de mutilacioacuten peacuterdida de existencia o de voz y rozando a menudo la locura constituiriacutea el polo opuesto al anterior

En esta misma antologiacutea abundariacutean los ejemplos Malencuentro pero teniacutea otros nombres (975) de Emira Rodriacuteguez Acrimonia (981) y Sombraduras (iquest1988) de Elena Vera (939) Arbol juerte que silba y arrasa o penuacuteltimos boleros (988) de Mariacutea Luisa Lazzaro (950) Treacutebol de la memoria (978) La pasioacuten errante (986) y Autorretrato (993) de Cecilia Ortiz (951) Amor constante maacutes allaacute de la mue1te (1993) de Maritza ]imeacutenez (956) Saja Club de Laura Cracco De miacute lo oscuro (987) de Patriaa Guzmaacuten 01) Olympia de Manoacuten Kuumlbler De un mismo paacutejaro lanzada (983) y Nadie en la madera (991) de Sonia Gonzaacutelez (964) cinco de los poemarios de Jacqueline Goldberg

La mera acumulacioacuten ya sugiere una predominancia cuantitativa de la poesiacutea de la queja que alcanzariacutea en realidad casi a la tercera parte de la produccioacuten femenina Me detendreacute pues soacutelo en algunos tiacutetulos

Asiacute resulta particularmente interesante encontrar una modalidad del encierro y del desamor en una liacuterica tan conceptual como la de Por alto por bajo (974) de Mariacutea Fernanda Palacios (945) adelantando el refushygio entre libros que tematizaraacute Lourdes Sifontes (11) en De coacutemplice y amante (993) La opcioacuten de ocultarse en la omisioacuten y la inasibilidad

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existenciales y en el escudo intelectual no remite menos al cuerpo al miedo al fracaso del amor

Te has salvado en tus libros te has salvado en alguna mirada lenta te has salvado en los gestos que no hiciste en lo que dejaste siempre de decir te has salvado en la inmovilidad de un mieacutercoles Te has salvado en un encuentro prolongado y en la despedida forzada que se repite siempre Te has salvado en las iglesias vaciacuteas y en ese paso apresurado para estar lejos de todo En la carta que nunca escribiste en unos papelitos arrugados y en los verbos que pusiste a secar Te salvaste por preferir las compantildeiacuteas expliacutecitas que no dejan sitio para ti Por preferir lo que tienes a mano lo que no tienes que buscar

TE SALVASTE EL DlA QUE TE ALEJASTE

EL DlA QUE TE VOLVISTE IMPOSIBILIDAD

En contraste con la serenidad de esta desesperanza y maacutes a tono con la liacuterica femenina mayoritaria la Teresa Caras pe de Vuelvo con mis huesos (978) centra la ausencia del amado en el saldo de soledad cenizas cuerpo dolido (No estoy ni existo mis huesos estaacuten sin piel) desnudez amenazada peacuterdida de la propia voz y extraviacuteo de las palashybras- (-No me es dado tener nada soacutelo este silencio-) que hecho carenshycia total produce el desamor El encierro se extrema en Este silencio siempn (991) en una casa caracterizada como la de las sombras y los muertos donde Sangro escupo me como las untildeasmiddot

Coartada (987) de Tamara Rodriacuteguez nos ofreceriacutea un erotismo doloroso el de -un sexo guerreromiddot abrasado Por momentos vilmente sometido- Un sexo casi siglo XXII Espacial en guerra contaminado sin antiacutedoto que es tambieacuten -Un espejo de mi narcisismo venado-o Porque este libro plantea el amor homosexual como conflicto no resuelshylO (iquestPor queacute necesito al hombre ves la mujer el conflictomiddot) cuyas raiacuteces e encuentran en el narcisismo infantil cuando se chupaba la sangre de lls heridas y se autoexploraba ( Me acostumbreacute a los caminos del olor 0 mi cuerpo Quise desdoblarme frente a mis formas l la calidez de los pliegues y recodos que escondo soacutelo para miacute) Por ello middotLa mujer me ncita y me atormenta De la mujer quiero saber todo Hasta quiero ser hombre para como hombre recorrerla y palparme penetrarme descushybrilme- Esta poesiacutea casi -de manualmiddot no debiera hacemos olvidar que si middot1 amor lesbiana es desgarrado en Olympia de Manoacuten Kuumlbler lo es en el

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mismo sentido de carencia del otro que en decenas de poemaJios heteshyrosexuales asiacute como resulta plenitud eroacutetica en la liacuterica homosexual de Veroacutenica Jaffeacute y voluptuosidad vampirescamiddot en la de Yolanda Pamin proponieacutendonos un vampiro que todos necesitamos descubrir dentro de nosotrosll

Un extremado desasimiento existencial lo encontrariacuteamos en Nada que ver (I989) de Claudia Noguera O3) reiterando hasta el sofoco verbos como buscar desesperar destruir ocultar morir enterrar lastishymar violentar tropezar dudar perder y sustantivos como silencio miedo muerte memoria sombra laberinto La hablante se caracteriza como suicida y moribunda ciega- -aterrorizada- enterrada Sus acshyciones consisten en ocultarse dentro de siacute perderse en su propio laberinshyto buscar raiacuteces o retornar a piedras en una sostenida situacioacuten de encierro (habitacioacuten sin muebles en la casa en la colin) en la que tambieacuten se escribe con una poeacutetica similarmente devastada Lo terribleshyque provoca esta serie de experiencias se nos hace algo vago -como en muchos otros poemarios- y atribuiacuterselo al desamor seriacutea acaso reductishyva aunque la hablante proclame pues soy yo la que combate suicida y moribunda por ese corazoacuten tuyo que no cesa de girar- y soacutelo parece encontrar - de nuevo como en muchos otros poemarios- cierta esperanshyza en un erotismo fijado en el pasado He estado allaacute en esa frontera donde la piel se convierte en una sola-o

Con Adicta al miacuteedo(991) de Blanca Baldoacute (952) llegariacuteamos a una dedicacioacuten casi absoluta al miedo y la locura que impregnan parcialmen te unos cuarenta poemariosl 2

bullbullYo estoy adicta al miedo Mi verdadera adiccioacuten es la paranoia Es un mal que estaacute en el aire Muchos lo reconoceraacuten Unos se meten debajo de la cama Otros se esconden en el closet Otros simplemente oyen voces-o Este apunte de colectividad en la demencia no impide que la hablante lo viva de la manera maacutes personal ( Tu prisioacuten es cerebral- Acepta el bantildeo es donde estaacutes proteshygida Aunque tampoco nadie te estaacute persiguiendo sino tuacute misma) Soledad llanto alcohol paso del tiempo (middotSoy la mujer que ve su cara

11 Seacute que Riacutesquez insiste en que -la homosexual idad soacutelo exiSle en los hombres y que no hay homosexualidad femenina Todas las mujeres son middothomosexuales- Cuando nace una nintildea lo prime ro que hace es mamar de los senos de otra mujer de grande se enamora de Olra que llama su hija bull (op Ci p 108 Y muchos otros pasajes del libro) Me falta ciencia -y experiencia- para discutir el punto asiacute que me limito a sentildealarlo

12 Helena Arauacutejo sentildeala como elemento frecuente en la narrativa femenina latinoameshyricana una imagineriacutea alucinada vinculada a lo reprimido y lo traumaacuteticomiddot con insistencia In protagonistas arrasadas por -La neurosis la histeria el desequilibrio mental y emocionalmiddot (Op Cil p 132)

a ratos derretirse en el espejo) se combinan Con una religiosidad exasshyperada que critica a las Iglesias establecidas e incrimina directamente a Dios (iquestHasta cuaacutendo me escondo iquestPor queacute me creaste Escoacutendete de Dios contildeo que no te veamiddot -Quizaacutes eres tan perfecto tan fuerte que necesitas un espejo que se quiebre ) El encierro - en la casa y dentro de la casa en el bantildeo- sentido como insoportable apela a la muerte (-Me canseacute de esconderme Prefiero morir No quiero seguir aquiacute encerrada-) que se vive imaginariamente (recuerdo a todos mis novios llevando mi atauacuted-) sin que se cumpla del todo (hace ailos que me suicido pero no muero iquestCuaacutentas veces he muerto ) El amor ante este -canto de muerte- -que remitiriacutea a Miyoacute Vestrini pero sin su exposicioacuten de motivos- no sirve de gran cosa (No hubo ninguacuten amor que me hizo sentir bien) no obstante se acude a eacutel como remedio ocasional (Un hombre Aunque no se pueda amar Se decreta el amor-)

El rastreo podriacutea seguir amontonando tiacutetulos Premura sagrada (986) de Cristina Falcoacuten O960) Estaciones de miedo (I989) de Miriam Freilich Ruidos (992) de Paula Rivero Ceremonia del horno (993) de Rosana Hernaacutendez Pasquier O 995) La simiente constante O 994) de MarvelIa Correa etceacutetera con diversos grados de encierro dolor por la ausencia miedo Destacariacutea la intensidad sensual de la Ana Mariacutea Oviedo 04) que en De fuego o de ceniza (] 991) y aunque viva por momentos el veacutertigo amoroso se queja del desamor ( Tu lengua olvida mi boca Caigo hecha nudo punta de laacutetigo y sal en las rodillas) adoptando a veces la figura de la esposa (middotLa esposa duerme sola iquestQueacute dolor vela su quietud sino el deseo-) y sugiriendo al menos una vez una relacioacuten homose~al (middotGuiacuteas mis manos en la piel de la muchacha y no puedesabsolverme-)

Desde luego la poesiacutea amorosa femenina no se agota en la queja el encierro o la locura Y habriacutea un polo de esplendorque se opone al que acabo de esbozar Entre las amologizadas la Hanni OSSO[[ (946) de Hasta que llegue el diacutea y huyan las sombras O983) y El reino donde la noche se abre O 987) aunque oscile entre plenitud y carencia en el resto de su obra la Mariela Alvarez CI 947) de Textos de anatomiacutea comparada O987) con su proclamacioacuten de una mujer que funda el mundo a partir de su horizontalidad la Mariacutea Isabel Novillo (1954) de Metaacutelica virtud (1992) cuyas operaciones alquiacutemicas producen sabiduriacutea eroacutetica y lucishydez en el amor la Edda Armas (1955) de Cuerdas de serpiente (1985) Rojo circular O991) y Sable (I 994) capaz de afirmarse en el azar de los encuentros -nada es para siempre aun asiacute tiene el corazoacuten satisfechogt la beligerante Mhariacutea Vaacutezquez de Guerrero llevado adent7U la Alicia Torres de Fatal con su galeriacutea de mujeres desafiantes

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La queja -siempre en el grupo de las seleccionadas aquiacute- puede integrarse en la provocativa actitud de quien se declara -la otra- como en De amantes (1984) de Elena Vera (939) en el rechazo de lo domeacutestico como en toda la obra de Maacutergara Russotto (946) y en Con-eo del coraz6n (985) de Yolanda Pantin puede tambieacuten recurrir a la ironiacutea tal la Reina Varela de Sentildeales de humoy Cantos rodados (993) o mantener la tensioacuten sin rendirse como las hablantes de Fuego de tierra (981) de Mariacutea Luisa Lazzaro y Poemas visibles (988) de Blanca Strepponi

Obviamente tambieacuten en otras autoras cabriacutea detectar una actitud en diversos sentidos distinta de la reduccioacuten a la queja La aparicioacuten de media docena de poemarios de muy joacutevenes escritoras manifestando firmeza desafiacuteo afinnacioacuten o desparpajo junto a la entrega o el lamento por la ausencia me hizo pensar en una posible evolucioacuten epocal o generacional Sin embargo algo de esto habiacutea ya en Nomenclatura cotidiana de Antonieta Madrid mientras que poetas tan joacutevenes como las que me llevaron a creer en el triunfo de un cambio han mantenido el tono predominante Y la de menos edad recogida en libro la Eva Suzzashyrini (972) de quien se incluyen cinco poemas en Antologiacutea de nadie (UCV Caracas 1993) reitera la liacuterica del cuerpo roto el miedo las laacutegrimas la ceniza y la sangre casi como si se cumpliera un programa

En cualquier caso quiero sentildealar el resplandor eroacutetico de En los extremos confines de tu cue1po(991) de Diana Lichy (962) que celebra la brasa del amor explicitando una y otra vez su derretimiento su perdishydoacuten y fusioacuten en el amado praacutecticamente divinizado ( Si me tocas me pierdo oscurezco me precipito como una nueva tonalidad de tu sombraN -Brasa en ti languidezco Reconstruyo mi cuerpo con tus huesos -Te vienes en miacute abrasas mis entrantildeas Me desgarras desatanshydo toda la furia adonnecida encerrada en los pilares de mis huesos Te vas hundiendo en miacutelluminoso como un dios en el primer diacutea de su creadoacuten) aunque el goce alterna con el alejamiento del otro ( Pero tuacute apareces y desapareces me tomas por asalto y te pierdes azaroso Y altivo-) dejaacutendola vaciacutea decidieacutendola a buscar otros amores

Otra faceta la representariacutea la ironizacioacuten de los materiales de cocinamiddot y de lo domeacutestico en general cuyas operaciones trasplantadas a teacutennishynos existendales vehiculan la autoafirmacioacuten de la hablante su serenishydad su exigencia respecto al hombre en Aposento del amanecer(991) de Eunice Escalona (950) Hay una satisfaccioacuten en mis huesos fuertesmiddot en -mi piel maternal definitiva y bellamiddot en la manipulacioacuten exitosa de la carne de las verduras y de la del hombre en la pertenencia a una estirpe femenina (hermana de mis hermanas que en las lejanas hogueras se consumen- iexcly no tenemos miedomiddot)

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En cuanto a la locura tan rozada y temida como deseada y elogiada un planteamiento que prolonga las amargas burlas de Miyoacute Vestrini al psicoanaacutelisis lo tendriacuteamos en el largo texto en prosa - nueve paacuteginasshyque da tiacutetulo a Encuentros del poeta con el psicoanalista (991) de Christiane Dimitriades (956) rechazando su reduccioacuten de las vivencias a esquemas mensurables SLl saber-poder su fundamentacioacuten en la culpa aunque el conflicto de la hablante queda apenas caracterizado

Apunto finalmente el nombre de dos de esas autoras que - vanamenshyte temo- me sugirieron el inicio de una nueva actitud de alguna manera colectiva Adriana Gibbs (966) en Parece otontildeo (993) muestra que si la ausencia marca a la mujer ella misma asume de entrada la posibilidad de irse (su hablante es La que promete habitarte aunque no permanezshycaN) la iniciativa sexual (te besa discretamente abriendo el cierre de los pantalones-) y la eventual bisexualidad de un tipo que la atrae (-Creo que le gustan los hombres Acepto si tambieacuten le gustan las mujeres-) Claudia Hernaacutendez (970) en El humo que me intenta (1993) adopta un agradable desenfado en las cuitas del desamor ( ahora me miras rabioshyso destrozado por el piso mientras que la brisa se lleva tus pedazos) El antoacutelogo se permite brindar por ellas

VI

Si hay un rasgo diferenciador de la escritura femenina maacutes allaacute de un muy estricto repertorio temaacutetico que no abarcariacutea sino tres o cuatro cosas (la obvia maternidad lo domeacutestico iexclen apenas una decena de libros y en general rechazado la figura esencial de la madre e incluso de la abuela de las hablantes y iquestqueacute maacutes) es el radical detallamiento del propio cuerpo acompantildeado de uno algo menor del cuerpo del amado - o de Ia amada Se me dijo un a vez que la poesiacutea masculina tambieacuten se referiacutea al cuerpo femenino sin que lograran esgrimir maacutes que dos ejemplos Antqnio Arraacuteiz y Juan Liscano (regalo otro el siempre olvidado Alfredo Arvelo Larriva) Pero aparte de que los respectivos repertorios sean materialmente limitados no parece haberse percibido -iexclde tan obvia-Ia diferencia fundamental los hombres hablan del cuelpoajeno aludiendo lpenas al que los constituye mientras que las mujeres dibujan en primer lugar el de elas -y por sobreabundanda esbozan tambieacuten el nuestrol3

Mucho hemos avanzado desde que Virginia Woolf confesara su fracashy-lO respecto a -decir la verdad acerca de mis propias experiencias en

13 Otro asumo es que la poesiacutea femenina en los uacuteltimos antildeos haya permeado a la lIIasculina permitiendo a Rafael Arraacuteiz Luca o iexclgor Barrero incorporar un anecdotario de 1lvadoras neveras cocinas granos despanamados o que el primero tematice repetidamenmiddot

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cuanto a cuerpo Dudo que mujer alguna haya resuelto esta dificultadshy(middotProfesiones para la mujer- Las mujeres y la literatura op cit p 72) Pues por lo menos en la liacuterica femenina venezolana medio centenar de poemarios expone en teacuterminos corporales su goce y su dolor su plenishytud sus carencias sus suentildeos deseos y desgarramientos

Para evitar redundancias adicionales remito a las notas y poemas de las aquiacute antologizadas sin dejar de sentildealar este rol muacuteltiple del cuerpo objeto de las agresiones sociopoliacuteticas del envejecimiento y de las mashyniobras suicidadas en Miyoacute Vestrini degradado por la domesticidad en Maacutergara Russoto y la Pantin de Correo del corazoacuten autosuficiente pero dispuesto a la entrega en Mariela Alvarez voluptuoso en la Elena Vera de De amantes la Hanni OSSO(( de un par de libros en Edda Armas Mariacutea Isabel Novillo Alicia Torres dado con conviccioacuten - y cierta sombra vampiacuterica- al amor lesbiana en Pantin y Jaffeacute arrasado por el desamor la ausencia el encierro la locura las mutilaciones y reducciones pero tambieacuten a veces por el placer en la Elena Vera de dos libros Mariacutea Luisa Lazzaro Cecilia Ortiz Manoacuten Kuumlbler Patricia Guzmaacuten Sonia Gonzaacutelez

te a sus hijas y el segundo asuma o invente al final de Soy el mucbacbo maacutes bermoso de esta ciudad(Fundarte Caracas 1987) middotUn poema de mi esposa Fabiola Vethencourtmiddot O (iexclue el Rafael Castillo Zapata de I-bol que cece rorcido (Traacutefico Caracas 1984) cante la oscura gesta de las mujeres empinadas que sostienen la casa En lo que respecta al tratamiento del cuerpo e l Harry Almela de Cantigas (Monte Avila Caracas 1990) da voz a la amada cantaacutendok al amadc con un erotismo tan lunar y materialmente corporizado como el caracteriacutestico de la poesiacutea femenina mientras que el hablante de Fraacutegil en el alba (Monte AVila Caracls 1993) explicita middotaIcaacutenzame en la mujer que hay en miacute toacutecame all iacute donde no hay nombre bull Tarpbieacuten Alejandro Bruzual en el El jardiacuten de las mujeres (Monte Avila Caracas 1993) detalla el cuerpo femenino canta a la mujer-diosa y acude a una galeiacutea de figuras literarias mitoloacutegicas y biacuteblicas (Dido Beatriz Euriacutedice Salomeacute etceacutetera) Pienso que la impregnacioacuten alcanza igualmente al Luis Alberto Crespo que en Maacutes afuera (Monte Avila Caracas 1993) ofrece el maacutes bello poema autoeroacuteiexclico que haya leiacutedo jamaacutes Yofui tu novio con los labios rojos y me desvestiacutea y me iexcloca ba cuando tUacute no estabas Cuando queriacutea saber de ti Yo era tu mujer si cerraba los ojosy cuidaba nuestra desgracia como una baraja Tuacute me enseilaste a besarme ( ) Nuestro anillo adelgaza iquestCuaacutento tiene que no duele Dicen que eres bella iQueacute soledad bull Hay en todo esto un cambio de sensibil idad en que acaso el discurso masculino esteacute liberaacutendose de rigideces supuestamente viriles permitieacutenshydose sacar a lote un allima antes autocensurada o reprimida Puede que esteacute no menos respondiendo al middotdesafiacuteomiddot representado por un discurso femenino desarrollado a lo largo de los uacuteltimos veinticinco antildeos --ltgt sesenta si contamos desde Mariacutea Calcantildeo-- sin cuyo previo aporte sospecho que tal intlexioacuten de la sensibilidad no hubiera sido posible

En cuanto a un -fdncionalmente disringuible- discurso homosexual masculino (el Arshy

mando Rojas Guardia de lIacia la l10cbe viva FabriArt Caracas 1989 el Rafael Castillo Zapata de Elttacioacutell de traacutemilo Pequentildea Venecia Caracas 1992) seguiriacutea la pauta de la poesiacutea escrita por hOlJlbres casi inexistentes referencias al propio cuerpo discreto detallashymiento del cuerpo d I amado

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herido por el aborto en Maritza Jimeacutenez por la maternidad en Mariacutea Auxiliadora Alvarez Detallado siempre en mayor o menor grado y detallando el cuerpo que interactuacutea con ellas l4

Del conjunto que pudiera traerse a colacioacuten recordareacute que igualmenshyte en la Teresa Coraspe de Las fieras se dan golpes de pecbo y la Eddy Godoy de Yerba negra la guerra se daba en teacutenninos corporales Como realizaciones peculiares citareacute a la Ondina Fernaacutendez (961) que en Se fueron las edades (991) plantea el conflicto quizaacutes particularmente adolescente de que la enumeracioacuten de los elementos de su cuerpo la lleva al desconcierto de no coincidir con la suma de sus partes (No soy estos ojos estos cabellos esta boca) y la inquietante poesiacutea oniacuterica de Gris intemperie (993) de Ana Coromoto Salas que recupera la sensuashylidad de una naturaleza con la que a veces se identifica la hablante insistiendo en lo erecto femenino (el nenuacutefar seraacute Erectas formas () descansando sobre amables redondeces) y masculino (el grillo erecto y viril) Para detenerme en Aposentos (1985) de Yolanda Blanco

Aquiacute -prolongando segurameme sin saberlo a Mariacutea Calcantildeo- hay como un regusto inaugural en la afirmacioacuten de lo femenino que llega quizaacutes al abuso terminoloacutegico mujer(es) utilizado 36 veces cue1po 17 hijola(s) 17 sangre 12 luna(s) 10 seno(s) 8 hembra(s) 7 sexo(s) 7 estroacutegeno(s) 4 falopio(s) o trornpas de 4 pubis 4 barriga 3 Agregando pechos regla vagina ovarios menopausia uacutetero cliacutetoris preiiez parto genes nalgas trasero caderas muslos etceacutetera encontraJiamos dibujashydo un cuerpo del que se insiste en la sexualidad en su sentido maacutes material Sin embargo no se trata de inventariar goces posibles sino en primer lugar de reivindicar la propia corporeidad con una marcada insistencia en el aspecto maternal y en segundo lugar de denunciar la opresioacuten de dicho cuerpo por el hombre anverso y reverso de una misma actitud

Yolanda Blanco asume imaacutegenes y rasgos tradicionalmente adjudicashydos a lo femenino a veces con ironiacutea otras con rabia acusatoria pero

si siempre con la seriedad de quien descubre en siacute cierta profundidad oIrquetiacutepica Sangre luna tien-a y maternidad son las nociones claves y Itlacionadas prolongaacutendose en dos tipos de asociaciones lo vegetal por una parte (musgo fruta fresa flora silvestre durazno palo de lI t ranjo y azahares mangos cerezos ) lo oculto por la otra (nido

Helena Arauacutejo encuentra un abanico casi similar de posibilidades en la tematizacioacuten 11e rotismo por la poesiacutea femenina latinoamericana middotActo doblemente transgresor como

lC rlt ura al incluir lo que no debe o no puedf decirse el erotismo denuncia la crispacioacuten del IIilrpCgt colonizado pero tambieacuten celebra su gozo y su placer (op cit p 187)

29

colmena estratos geoloacutegicos ademaacutes de los mencionados oacuterganos glaacutenshydulas y humores internos) El cuerpo en esta red metafoacuterica tiende a ser paisaje Surja de mis muslos el musgo que calentar pueda la montantildea las dunas Embellezca mi desierto ese agua de cuarzo que escondo Soy de piel la pared Geoacutelogos huellan mis estratos Buscan oro-o

El punto de encuentro entre la floracioacuten y lo oculto es la alquimia de la sangre menstruacioacuten que tintildee los versoS con toda una imagineriacutea en variantes de rojo granate -manantial de felpa- amaranto enrojecido Los poemas registran lo inicialiniciaacutetico de esa primera sangre el miedo el asombro pero tambieacuten el orgullo la potencialidad de los cuatrocientos hijos del cuerpo-casa no menos la preocupacioacuten por la menopausia

como futura marchitez En la autoafirmacioacuten se encuentra lo mejor de un canto a siacute misma que

soacutelo una mujer -pienso- podria escribir En la middotdenunciamiddot (middotCiudadana de segunda buroacutecrata sin rango De repente sortaria de un voto sin bocal A destajo trabajadora proletaria en pleno subdesarrollo Y un largo etceacutetera que incluye lo domeacutestico los abortos obligados por la miseria los nintildeos sin padre pero tambieacuten las ozagaletonas que emperishyfolladas pasan encueradas) lo peor -y no estoy cayendo en los planteashy

mientos virginiawoolfianos

VII

A vuelapluma sentildealareacute algunos rasgos que exigirian una elaboracioacuten pausada y detallada los subrayo en el desorden de estas notas apenas

como pistas Brevedad 58 de los 150 tiacutetulos examinados estaacuten conformados total

o fundamentalmente por poemas breves considerando tales los que no superan las cincuenta palabras Otra quincena de libros contiene numeshyrosos poemas breves - pero siempre menos de la mitad-o Si extendieacuterashymos el liacutemite de la brevedad hasta las setenta palabras legariacuteamos casi al centenar de tiacutetulos Desde luego se trata de una modalidad general de la nueva liacuterica venezolana e incluso en la femenina es maacutes patente la influenda de autores como Luis Alberto Crespo y Reynaldo Peacuterez SOacute que la de por ejemplo Antonieta Madrid o Edda Armas Las peculiaridades que encuentro en el conjunto que nos ocupa vendriacutean a ser dos la brevedad es utilizada mayoritariamente para la exploracioacuten sentimenshytal sobre todo para esa queja amorosa en situaciones de desamor ausencia y encierro como si su caraacutecter tirubeante- sus violencias sinshytaacutecticas sus silencios- fueran idoacuteneos y casi nunca se nos entregan

u

poemas sueltos- sino relacionados con cierto grado de organiddad alcanzando con frecuencia la absoluta coherencia de libros unitariosl5bull

La casa como tema Bastaria remitir a los recieacuten nombrados Crespo y Peacuterez SOacute - entre tantos otros- para tener claro que no es un asunto exclusivamente femenino Sin embargo se lo desarrolla insistentemente en esta liacuterica Habria que distinguir la casa de la infancta siempre nostalgiada siempre perdida y la casa de la adultez con tres variantes principales su rechazo como encierro domeacutestico la identificacioacuten cuershypo-casa devastados ambos en el desamor la casa como refugio y hasta como plenitud ~posibilidad menos tratada Hanni Ossott para lo primeshyro Eunice Escalona para lo segundo-o A la casa de la infancia estaacute ligada la presencia fundamental de la madre y tambieacuten de la abuela -el padre es una figura minoritaria ]affeacute Novillo la Mariacutea Luisa Lazzaro que teme que rediviva en los amantes la Celalba Rivera 07) de Bajo el signo del ctelo (1991) y pocas maacutes- con una sensualidad en la caracterizacioacuten que nos devolveriacutea al cuerpo por otros caminos asiacute en Gris intemperie de Ana Coramoto Salas (Mirar hacia elliacutemite errar en burbujas de vientre en el mullido jugoso de sus senos Beso el rastro de mi madre resbalan manos de alga por mi cuerpo Persisto en curvarme en la blandura antigua- etc) y respecto a la abuela en Ce-emonia del homo de Rosana I-Iernaacutendez Pasquier (middotSus senos son dos mundos redondos melones tiernos-) Obviamente el amor a la madre no excluye el conflicto (Miyoacute Vestrini Gloria Martiacuten Poemas Visibles de StrepponD

Extranjeridad el asunto me ha llamado la atencioacuten en contraste con el subsistema masculino del que estaacute praacutecticamente ausente -habriacutea que remitirse casi a Mi pad~ el inmigrante (Suma Caracas 1945 y reediciones) de Vicente Gerbasi- y con la nueva narrativa donde lo que se destaca es la venezolanidad de los hijos de los inmigrantes En camshybio en la liacuterica femenina por una parte se establece la figura de la ~tranjera - desde Mustia memoria de Laura Cracco quien la tematiza ntralmente hasta Solitario ofiCio de horas desnudas (993) de Diana chy asociaacutendola a la radical soledad de la escritura- y por otra se la

15 Varias veces he sugerido razones epoca les para explicar no soacutel o el poema breve sino (iexclre todo el desarrollo simultaacuteneo de lo breveen poesiacutea cuemo e incluso cine ademaacutes de

l rorrespondiemes a cada campo Quiti valga la pena antildeadir una observacioacuten de Virginia Xllr middotEllibro tiene que adaptarse en cieno modo al cuerpo y hablando al azar diriacutea que 1 lib ros de las mujeres deberiacutean ser maacutescollos maacutes concemrados que los de los hombres

IIMlruidos de modo que no requie ran largos ralOS de trabajo regular e inimerrumpido 1 lI lue imerrupciuacutel1es siempre las habraacute (Una bahitacloacuten propia op cil p J07)

31

explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

33 32

SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

331

210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 4: Yolanda Pantin

II

Centrar el campo de la exploracioacuten en las poetas que se han manifesshytado en el estricto marco de los uacuteltimos 25 ailos es pues una opcioacuten tan meramente funcional como la de agruparlas en un subsistema enfrentashydo al masculino Intento con lo primero ahondar en un conjunto ya no de voces aisladas como las de las grandes -pioneras- de las deacutecadas treinta al sesenta (de Mariacutea Calcaflo a Mery Sananes pasando por Enrishyqueta Arvelo Ana Enriqueta Teraacuten Ida Gramcko Luz Machado Elizabeshyth Schon y otras) sino en un coro poderoso y muacuteltiple asombrosa o sospechosamente descuidado por la criacutetica Y con lo segundo pretendo escudriiacutelar en lo que pudiera hacer de la poesiacutea escrita por mujeres una efectiva middotescritura femenina sin llegar a resultados definitivos y menos reductivos - sin ignorar tampoco que el marco cabal de estudio es el del sistema liacuterico en generll para el que esta precisa invesliglcioacuten no resulta maacutes que una etapa provisional que sin embargo siento como necesaria

JI]

De todos modos en el rastreo de esos rasgos ele una eventual feminishydad escritural me resulta imposible no repasar con mayor o menor detenimiento el trabajo de las poetas anteriores a las que ocupan esta antologiacutea Cuando preparaba mi Poesiacutea paisaje y poliacutetica (Fundarte Caracas 1992) encontreacute que la relacioacuten de los hablantes con el paisaje era eminentemente -y casi exclusivamente- visual en el caso de los autores masculinos y que para acceder a una operacioacuten mucho maacutes fundamental de interrelacioacuten con la naturaleza soacutelo contaacutebamos con dos autoras Enriqueta Arvelo Larriva 0886-1962) Y Mariacutea Calcantildeo 0906shy1956) al punto que cabiacutea preguntarse si la asimilacioacuten de lo humano a lo natural y viceversa sistemaacuteticamente aplicada y con reiteradas y profunshydas connotaciones eroacuteticas era un rasgo de la escritura femenina uno maacutes de los componentes de esa materialidad que han aportado las mujeres a la liacuterica venezolana Cierto que en el caso de las dos mencioshynadas esto pudiera explicarse igualmel1e --sin excluir lo anterior- por el marco rural de la vida de ambas en el que resulta loacutegico acudir a los elementos del entorno pero escogiendo entre ellosldeterminadas emshyblematizaciones quizaacute peculiarmente femeninas lo feacutertil lo huacutemedo lo fecundo y floreciente Cierto tambieacuten que para las nuevas autoras fundamentalmente urbanas la naturaleza queda casi siempre relegada a la infancia o representa --el mar sobre todo- una forma de plenitud opuesta a lo cotidiano y lo domeacutestico

H

Ia hablante de Arvelo Laniva -sin distinguir entre sus diversos lishy111 ()~ se identifica con el agua (la viva la que corre o cae mana y es ij

Ilhre inquieta pura intacta indetenible si no inasible pues a veces la I1IttCC) y en el mismo sentido con la lluvia el riacuteo la eiacutepuma con una IIIIHIpli a vegetal que comprende follajes racimos flores ramajes bosshy1111middotS bejucos plantas troncos jardines aacuterboles pero no subrayando su li IIdidad sino de nuevo su libertad su resistencia su triunfo sobre las Illnd iciones hostiles incluso su dureza o aspereza que en momentos de ddiexcl ilidad llega a lamentar ( si siempre me viviacute como tosca dUliacutesima

IlIolckra iquestpor queacute desear ahora a veces ser soacutelo un flojo tallo~ ) con 1l jledra y con el maacutermol con la tierra pero labrada por ella misma con IlIcem nerviosomiddot con el viento y el fuego En cuanto a los animales IjIl rte de comparaciones ocasionales con un ciero caballos) ardillas

JItr lste la imagen de los paacutejaros siempre libres en vuelo inaferrables No hay conlradicciones en la serie aunque como ya sentildealeacute pueda

vlV lrse dolorosamente la tensioacuten entre lo duro y lo blando -Bulle intacta 1111 ia via en el maacutermol nocturno y dentro de la liacutegida piedra la sangre

Iiexcl II( Iluyendo atormentada Nunca una piel de estatua fue tan caacutelida lit bull 1

EI1 contrapartida si la hablante se identifica con lo suelto libre Illa~lO duro y tambieacuten seco hay un tuacute masculino que en una recatadiacuteshyillll o reprimidiacutesima- historia de amor y ausencia que puede leerse

t 110 un subtexto casi invisible a lo largo de toda la poesiacutea de Arvelo 1IIIIVltl es asimilado a tus abismos el cielo precipicios y mi mares al lItlIcaacutell el riacuteo impetuoso potros paacutejaros -pero no en vuelo sino picoshyhlUdo un vibrante clavel y espinas en suma a lo agresivo invasor middot(IIldo por no decir faacutelico Cabriacutea preguntarse entonces por queacute la

t lhliexclr nte rechaza en el hombre lo que aceptaraacute luego en la naturaleza It ltmiddot si a aqueacutel le huye repetidamente y por momentos quejaacutendose f-llh lima mi guardada dulzura y rus imanes L) iquestMis paacutejaros rozaron tu 1tl111ulso sin listeza iquestEsquiveacute el denso aliento de tus delgados gamos~) 1 fmiddot~ I 1 se le entrega salvaje gozosamente

I )lci r eacutesta no es exacto la naturaleza en Arvelo Larriva no es femenishyJ I na maacutes bien masculina o mejor sexualmente indeterminada adopshyIiexcliexclIIdl l un papel u otro seguacuten las situaciones Asiacute es a veces la hablante qllh l peneua a la naturaleza y es penetrada por ellaeacutel en el mismo IIlq lIicIllO como en Llano y 50bre todo en -Riacuteo-

aislada AEV Caracas 1939 El crlsralnervioso Asociacioacuten Culturlllmeramericashy111 I ~h(il~ 194 1 Poemas de una pena se Caracas 1942 Mandato del camo AEV

I middot~(I bull 1957 Poemas perseverantes Eds de la Presidencia de la Repuacuteblica Caracas 1963

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Ramal viril de una empinada agua potente y libre en el descenso firme te palpo suave y sieacutentome en tu sangre Los dos hervimos en la calma libia

Adhieacuterome a tus pulsos caminantes Vueacutelvome hondura remolinos CUlvas la espuma de tus noches destrenzadas el golpe bramador de tu carrera

Me enrumbo por tu curso y me lastimo con las centildeosas piedras de tu origen Sufro el miedo y la santildea de los peces y al turbulenlO amor de tu contacto lloro la humilde sed de tuS orillas

Me conduces mordida al manso pozo de rota flor y desterrada estrella Riacuteo miacuteo creador de mi aventura ennoblecerme hundida en tus pecados

Otras veces como en -El riacuteoraquo se registra la placidez de un abandono a lo penetrante y envolvente de una naturaleza expliacutecitamente personishyficada en contraste con el rechazado tuacute humano -El riacuteo estaacute libio como mi piel y sabe bantildearme el alma Juega conmigo a ahogar mi hondura nervudo de culebras de sol No se parece el lIacuteo a aquellos ojos quietos

que no quisebull En patente contraste con la sensualidad de la interaccioacuten entre la

hablante y la naturaleza a la que parece trasladarse la carga afectiva de un amor irrealizado (dialeacutectica deseo represioacuten huida del otro persisshytencia de su recuerdo elogio casi siempre ambivalente de su soledad) el mundo relacional humano se acantona en la casa - que no es un encieshyrro- y los nintildeos la familia - sobre todo el padre yel hermano- o se convierte en viacutenculo geneacuterico con la humanidad y la parcela privilegiada

de los creadores De manera correspondiente el examen del vocabulario nos dariacutea un

cuerpo desdibujado en el que de entrada falta la propia palabra Clmpo y cuyo mayor detallamiento se dedica al rostro o cara (con cabello ojos y sus cuencas cejas paacuterpados oiacutedos sienes labios lengua y garganta) Tiene tambieacuten manos y sangre con alguna frecuencia pero soacutelo excepshycionalmente -una mencioacuten en general- cuello hombros espalda brashy

os pies huesos entrantildea nervios arterias sangre pulso piel Miemras I l l l Bunca posee sexo vientre pechos piemas muslos caderas o cintushyl 1111 cuerpo pues apenas o nada femenino En cuanto al aludido tuacute III culino se reduce a ojos y dedos los primeros sobre todo Hay que lltotOlr al cuerpo del padre muerto y al del hermano para que lo viril sea iexclh lldo de - al menos- frente rostro pelo paacuterpados y manos De igual Iudo lo corporal de la hablante entra en contacto con la naturaleza 1( 110 maacutes que con los cuerpos humanos apenas toca la frente del I Idl vcr paterno y se sube a los hombros del hermano en la infancia

Mlterialidad y represioacuten sensualidJd y omisioacuten paradoacutejicamente 1III11idas en una de las poetas fllndadoras - cuyo registro del propio

1111pO es de todos modos maacutes amplio que el habitual en la liacuterica 1I 11(ulina- Quizaacute el Fernando Riacutesquez de Aproximacioacuten a laferninishydtl (MonteAvila Caracas 1983 y 1992) hablariacutea del arquetipo de Arteshy1l11iI Diana en lo que respecta a Enriqueta Arvelo

l udo seraacute maacutes sencillo maacutes marcadamente femenino en la poesiacutea de MIII Calcano (Alas fatales 1935 Canciones que oyem12 mis uacuteLtimas It CCIS 1956 y el poacutestumo Enttr la luna y los bombtrs 1961) que (lIh llcmos gracias a la Antologiacutea poeacutetica (LUZ Maracaibo 1983) con 111 1 (oacutesimo Mandrillo la rescatoacute de un olvido maacutes que sospechoso -la

pllsioacuten ahora vendriacutea por dIado de la criacutetica 111 Mariacutea Calcantildeo las asimilaciones a la naturaleza son siempre sexuashy

Ii no soacutelo eroacuteticas sino insistieacutendose en la maternidad y una vez 1( llrl l lldose a la peacuterdida del hijo Reiteradamente la hablante es tierra

111 cameja1diacuten que se abre ansia de florecimiento musgo -rama 111 fruta hierba pequeitita etceacutetera tambieacuten -espaldas de agua-

de linda- noche desnuda Si el engendrar se compara a la siembra el r1l1 1l 1tr aborto registrado en nuestra poesiacutea es Fracaso de la siembra iexclItld ijota desprendimiento prematuro del gajo En correspondencia con 11Illu jc r-lierra el hombre seraacute raiacutez que la penetra insecto que pone sus It mvLcillos sobre ella oleaje qu e la toma -lluvia final sobre la hierba 111 11 1 lama (uvoles crecidos Coherentemente la naturaleza que hace

1 1I1lur lton la hablante cumple funciones masculinas pese al lenguaje IItIr Impone el femenino de madrugada lluvia o aurora Pero con el Iiexclrl St explicita incluso Estoy con el mar como se estaacute con un hornshy

l middot 1llIlJablemente el dibujo del cuerpo en la poesiacutea de Mariacutea Calcantildeo

Jltt siendo el maacutes ampliamente detallado de toda la liacuterica escrita por 11 111 jl rt S Praacutecticamente nada falt2 en la restitucioacuten material de la hablanshy 11 propia palabra cue1po tan frecuente como cmne sangtr y boca

l ilI(a clcsde los cabellos -una vez con trenzas- pasando por el rostro

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(ojos labios -de aliento y gritos- mejillas oiacutedo) el cuello y la garganta cuerpo abajo la figura posee hombros brazos manos espalda tronco pechos -con pezones-- y senos tambieacuten vientre talle cintura caderas flancos piernas rodillas pies no carece de vellos venas entrantildea ni esqueleto Ninguno de estos teacuterminos es metafoacuterico y si varias veces aparece corazoacuten como oacutergano del sentimiento hayal menos uno en su sentido maacutes corporal

La ausencia del sexo directamente nombrado queda compensada por la transparencia de las imaacutegenes en poemas como El deseomiddot (-Abreme la vena abundante iexclque la tengo estrecha) -Me ha de bastar la vidamiddot (iexclCrece sobre mi carne dolorosa lamieacutendome hacia adentro hoguera deliciosa-) -Sembrador- (middotcuando me tomes me repiques adentro y me calles las bocas impacientes ) entre otros muchos

Ademaacutes del frecuente goce en su propia desnudez y de los retozos con una naturaleza sexuada cuyo cuerpo se detalla tambieacuten en cierta medida encontramos dibujado el cuerpo masculino con un registro igualmente amplio Se trataacute desde luego de un cuerpo casi siempre en relacioacuten con el d ~ la mujer praacutecticamente funcionalizado para el eros reciacuteproco y pOI lo tanto sin los momentos de entrega amorosa a la naturaleza que ~)rtenecen en exclusiva a la hablante aunque lo corposhyral del hombre sea ocasionalmente asimilado a elementos naturales

El hombre entonces tiene cabeza caray rostro tronco Piel-lo que ella curiosamente nunca posee- sudor cabellos barba ojos boca-y aliento- gatganta pecbo brazos manos -callosas- pies venas y sanshygre El falo estaacute maacutes que sugerido como lo fue el sexo de la mujer Reveacutelate gigante que en mi vida tuacute cabes- (El deseo) middotCrece sobre mi carne dolorosa lamieacutendome hacia adentro hoguera deliciosa iexclQueacuteshymame duro hondo () Molde de sangre Soacutelido- (Me ha de bastar la vida-) en poemas que son a veces los mismos

Precursora de la sexualidad explicitada de la tematizadoacuten de aborto y menstruacioacuten (Primer espanto de la nintildea con luna-) Mariacutea Calcantildeo lo es igualmente de una poesiacutea confeSional en que el erotismo aunque ligado al pecado es hermoso y el rechazo al marido a la moral convencional y a la domesticidad aparecen juntos Su eros sin embargo estaacute asociado a la maternidad Esta mujer grieta brecba herida gozosa cuya liacuterica de la penetracioacuten evid~nciada hasta el exceso toca la provacacioacuten en su punto maacutes alto casi la parodia en el maacutes bajo es ante el hombre en el acto sexual Doacutecil como las criaturas que esperan a Dios- pero nunca doacutecil como una criadamiddot Las agresiones al cuerpo en el aacutembito sexual son entonces positivas (desata tu rudeza iexclQueacutemame duro hondo Ni en mi dolor reparo cuando te pido recia lastimadura-) mientras al

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1011 0 de -Desangregt es vivido como una mutilacioacuten una peacuterdida absoshyJUI del cuerpo Otro aporte -sin continuaciones en la liacuterica femeninashy

11lma de la mujer-nintildea entregada en plena pubertad por la madre a 111 1 )lJIure mayor - con lo que su progenitora aparece por primera y 11111111 vez en una poesiacutea praacutecticamente hueacuterfana de la que el padre estaacute 11I1l llkn ausente- o Y es este obligado marido el rechazado quedando la cldlTucioacute n elel erotismo para el o los amames

111 lo que concierne a la casa no es encierro no soacutelo porque se abre 11 1I Iluraleza sexuada sino porque del1lro de ella ademaacutes del amor se

l IIId( H en esos momentos de desnudez de la mujer consigo misma (Una hlll dtsnudezl mi cuerpo y la noche) y las raras tareas domeacutesticas

lltmiddot middott lIlencionan quedan igualmente impregnadas de sexualidad como 11 J ha a volar tus camisas pues son las del amado (Las hojas se

Ollel huacutemedas y las camisas retozan) AtI pudiera extenderme en la consideracioacuten de una poesiacutea que

ul Lantos rasgos constitutivos de la liacuterica femenina pero lo dicho 11 tn el marco de esta introduccioacuten

Ill lo que es maacutes que nada una lectura retrospectiva habriacutea que llo H a otra media docena de autoras Pues incluso en una obra tan

J)ill l lIl l lllente alejada de la antologizada aquiacute la de Luisa del Valle Silva Il)p1 19(52) encontrariacuteamos un poema Como middotViene [u hijo (Luz Imp

ltiacute Vll lI llica La Habana ]941) que tras un comienzo espantosamente 1 IlIscribe la expeC[ativa de la maternidad en un horizonte socioposhy

Illh 1II l1inoso como haraacuten luego - en versos esos siacute excelentes- Miyoacute 1111 11 e) Maacutergara Russotto Pero mira maacutes lejos mira el mundo hacia

lmilc Viene tu hijo Odio Dolor Hambre Injusti cia envenenan al lOIIlIll de hoyiacute y amenazan al hombre de mauacuteanabull Asiacute como en Paacutelmeshy

Yl lla (]916) la carga provo cativa de Protesta resulta similar a la de 1l l lIvs poetas y tuacute iquestqueacute sabes de mi castidad o mi lujuria si soy

111 1 llJIriente si soy recua salvaje de mi gajo y su ceniza de su Ia lllesiaacutenica sataacutenica de mi sangre calieme en odres de obsidiashy

t-h l1 )s excepcionales seriacutean los aportes de Elizabeth Schon (1921) lIi

j -11 fil osofar encarnado en elementos naturales de la Ida Gramcko

IIj i fX)Iacute ) que desfonda los cuentos infantiles haciendo brillar su h lll ll1 dVIsidad en La vara mtiacutegica (Orbe Meacutexico 1948) inicia la

111 tdon de una demencia impregnada ele misticismo en Poemas de 1(1) lr1fica (Grafos Caracas 14) y asume maacutescaras ficcionales en el

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bullbullbull

dislt-urso denso y cuestionador de Los estetas los mendigos JI los beacuteroes (Tip Vargas Caracas 1970) poesiacutea en prosa la de eslOS dos uacuteltimos libros y desde luego los de Luz Machado (] 916) el Canto al Oril1oco Nascimemo Samiago de Chile 1953) con sus versos llenos de mundo desmintiendo la reduccioacuten a lo iacutemimo en que se ha querido encasillar la escritura femenina la casa tematizada desde La espiga amm-ga (Avila Graacutefica Caracas 1950) y detalladamente caracterizada en La casa por dentro (Sucre Caracas 1965) que si celebra las minucias de lo domeacutestishyco no asume menos las amarguras de un encierro -La mujer se curva en la pena como un marco palpitante alrededor de un reflejo Sorda como piedra bajo el viento deacutebil como aacuterbol entre el viemo y viva y hermosa en la esperanza como aacuterbol que no oyeIa mujer quebrama con laacutegrishymas el rociacuteo de los treacuteboles mientras el riacuteo pasa mojando los pies negados al gran peregrinaje-o

Paralela en realidad a la trayectoria de las nuevas autoras la obra poeacutetica -siempre en prosa- de Antonia Palacios (915) es un punto extremo en el desarrollo del tema del encierro Asiacute Textos del desalOjo (Monte Avila Caracas 1978) Ese oscuro animal del suelo (Monte Avila Caracas 1991 y Hondo temblor de lo seaeto (Mome Avila Caracas 1993) registran los procesos sufridos en ese espacio de lo iacutentimo Pero no es tanto la ausencia de un amado sino el progresivo despojamiemo de todo en un arrasamiento omoloacutegico lo que se nos ofrece Tiene que ver con el cuerpo -heridas grietas cenizas- pero no soacutelo con eacutel Tiene que ver con la muerte a la que se entrega una parte de la hablante Tiene que ver con el tiempo Ella sin embargo se recoge perioacutedicamente en la afirmashycioacuten de siacute de -Mi cuerpo erecto Esta columna viva Esta columna en vilo remitieacutendose incluso a una inextinguida sexualidad (Todaviacutea quedan labios ojos que miran las cosas Quedan los brazos alzados en un in temo de vuelo Queda el sexo palpitante huacutemedo todaviacutea Y este caer del rociacuteo en la secreta espesura de mi bosque ya desnudo)

El conflicto sucede en la casa real y metafoacuterica amenazada de ruina y se recuerda la casa de la infancia centrada en la figura de la madre

La insobornable aventura existencial que representa esta poesiacutea vershydadero reto para la nueva liacuterica apela por momentos a imaacutegenes de hondura miacutetica (Yo soy la que se incorpora se levama de la tierra desde un remoto origen Yo soy la desordenada la que acaloacute los sentidos en infinitos espacios para no gustar el mundo Soy aquella que regresa por unos caminos nacidos entre polvos del ayer No hay palabra que me nombremiddot)

Reto re-sulta igualmente la obra de Ana Enriqueta Teraacuten (]918) que viene afirmando el esplendor material del propio cuerpo a veces detalla-

Jo iexcllI lI e el espejo desde Al norte de la sangre (Suma Caracas 1946) y lIlI bullbull IIIundidad de la mujer mayor que la del hombre pues eacuteste -nunca 11 tOIllO ella a los intactos nombres de la tierra la vida el amor y la

1I Hllmiddot (Camo Presencia terrena Alfar Montevideo 1949) pudiendo 11 lI~brar la maternidad mientras me seacute del viemre a las rodillasshyI

(1 fl ( Y ritmo maternos- De bosque a bosque Arte Caracas 1970) iexcl l eraacuten debemos la fundacioacuten de una ritualidad sumuosa para lOdos

lo ~lmiddot~to~ de lo femenino - escritura inc1uida- en una poesiacutea ceremoshyIHo bull y ceremonial capaz de dotar de hondura a las operaciones maacutes hI1e1es a las tareas maacutes domeacutesticas en una casa hecha palacio por la mIHf v(lbal La figura de la extranjera intertextual a la liacuterica que nos U(III y un esplendor arquetiacutepico al que se han acercado la Mariela

IViexcll de Textos de anatomiacutea comparada la Hanni Ossott de El reino Id lel nocbe se ab1-e la Alicia Torres de Fataly la Mariacutea Isabel Novillo Hettflica virtud provienen de poemarios de Ana Enriqueta Teraacuten

Ubro de los OiCios(Monte Avila Caracas 1975) Muacutesica conPie de Imll (LIlA Meacuterida 1985) y Casa de babias (Monte Avila Caracas n

1111 bullbull slrie de aUlOras con frecuencia dedicadas total o pllrcialmente a 1 lile ~( llamoacute poesiacutea -social- -comprometida o de denuncia se IoIIIII)llIOn en los sesema prolongando a veces su trayectoria hasta

Iros diacuteas 1I bull riacutea que recordar a la Mary Guerrero (1941) de Salta la cerca lIda Meacuterida 17) planteando la oposicioacuten entre un encierro de

middotd tristeza ceniza cuerpo herido fantasmas familiares miedo It y Cspejos y esa reiterada consigna existencial de -saltar la cercashy

IUe dbull 11 mundo A Mayra]imeacutenez que mezcla lo amoroso y lo social en litlllll Jiscutibles (Los trabajos del sol Imp Nacional Caracas 1966

lrI adentro Imp Nacional Caracas 1967) y dedica El libro de VolumshyIltlCV Caracas 1969) al diaacutelogo iacutentimo con el amado ausente A la

Ir middotu middotIores del volumen colectivo Palabra uno (Lam Caracas 1964) 1111 poemas poliacuteticos por un lado-guerrilla represioacuten cadaacuteveres Cuba iexcliexclj IlLIII oscilando entre la cursileriacutea y el panfleto y finamente amoroshyljiiexcl por el otro sin articular ambas facetas A la Elena Hochman de

(n calma (Baacuterbara Caracas 1969) con una poesiacutea de protesta que 11111 WmiddotI consignas titu lares de prensa declaraciones oficiales lemas

IIblldlarios pero tambieacuten concisas reflexiones suenas alucinaciones lIilS cotidianas y distorsiones absurdistas tendiendo al cartel con

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momentos de gran fuerza y de ineacutedito lirismo A Lydda Franco Fariacuteas (943) que en Summarius (Asamblea Legislativa del Estado Falcoacuten Coro 1985) continuacutea la poesiacutea aacutespera provocativa y totalizante de Poeshymas circunstanciales (policrom Caracas 1965) mezclando prosa y vershyso en textos extensos que entrelazan en el mismo rechno la falsedad literaria el trabajo oficinesco la vida inauteacutentica Y un panorama socioshypoliacutetico de injusticia corrupcioacuten y crimen para concentrarse en los liacutericos poemas breves de Recordar a los donnidos (LUZ Maracaibo

1994)Y sobre todo a Mery Sananes (1941) Desde los catorce poemas que

incluiacutea el ya citado Palabra uno (1964) sobresale la puesta en primer plano de las contradicciones soledad y militancia ruptura con el pasado e ingreso a un combate en el que no parece creer del todo con una carga emocional profunda en contra de la violencia Pesa sobre la hablante una condena en cuanto mujelmiddot( Fui juzgada y condenada por todos los hombres que a mi alrededor vivieron no bastoacute nunca posesioacuten ni entrega-) Detalla su cuerpo herido en un contexto de represioacuten y muerte -el paiacutes como celda- en que -aguardar no es maacutes que morir antes de tiempo El miedo en este marco queda plenamente justificado (Me paseo por la calle estoy sola tengo miedo estoy aterrada aterradiacuteshysima quiero regresar miento nunca se debe regresar etceacutetera) regisshytrando las oscilaciones entre cobardiacutea y fortaleza decisioacuten de luchar dada la situacioacuten colectiva y desfallecimientos personales lo que se expresa en teacuterminos corporales (camino se me sangran los pies se me desgarra la piel pero sigo etceacutetera) Una poeacutetica de ordenar el caos de su cabeza es tan coherente con los vaivenes existenciales de la hablante como lo es la poeacutetica testimonial de Tiempo de guerra (Desorden Carashycas 18) Es necesario escribir todo esto antes de que se olvide

Otra vez son razones cotidianas las que llevan a la lucha (_Quisiera un paiacutes (J donde pudiera amar Y tener hijos que vean el sol donde los hijos de mis hijos vean el sol) Se sigue rechazando la violencia -por otro lado inevitable- El amor que ocupa buena parte del libro concenshytra su lirismo (-Mira amor el caujaro produce una fruta muy dulce con ella se pueden atar papagayos mil hombres invadieron hoy falcoacuten iquestno es tiempo ya de que nos encontremos-) Tristeza incomunicacioacuten con unoS padres que no comprenden sus razones dudas sobre la efecshytividad de un combate que acumula heacuteroes muertos delatores y desertoshyres todo esto autentifica la actitud de la hablante que se pemlite inclushyso suacutebitamente un verso de hechicera yo seacute hacer ritoS extrantildeos con

las hierbas- ineludiblemente femenino Su uacuteltimo libro Tierra de expedientes (Desorden Maracay 1975) estaacute

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constituido por tres largos poemas narrativos que con sus 28 o 29 paacuteginas de texto cada uno son otros tantos tiacutetulos El primero y maacutes interesante Parcela 40 relata la muerte velatorio y entierro de la mashydre con el subsiguiente luto siempre seguacuten el ceremonial judiacuteo La hablante sin embargo no saca cl e ello ninguna conclusioacuten en cuanto a su eventual extranjcriclad o doble pe rtenencia - al contrario de lo que veremos en la nueva liacuterica- y al ligar esta muerte familiar a la de los combatientes insertaacutendola en la lucha por la dignidad y la verdadera vicia tampoco hace alusioacuten alguna a la tragedia particular de los judiacuteos -campos de exterminio persecuciones errancia- El resto del libro es lamentable Expediente intenta vanamente extraer el sentido socioposhyliacutetico de UIl banal accidente de traacutensito -Guerra de guerrillasmiddot evacuanshydo la cualidad experiencial de su poesiacutea anterior se abandona al panfleshyto el esquematismo histoacuterico la hagiografiacutea de los revolucionarios muershytos) hasta la cursileriacutea elogiando la lucha armada manclo en la realishydad estaba ya pacificada

IV

El atractIVO de los abordajes -profundos por la viacutea junguiana de Fernando Riacutesquez de Aprori IIwcioacutelI n In femin idad e incluso por la del femenismo virginiawoolfiano de la Helena Arauacutejo de Ln Scberezada Criulld con su insistencia en e siacutembolo brotado del inconsciente no

9 La Scber(rada Cnoa Ensayos sobre Escitum Femenina Latinoamenccl17a Universishyd3d Ntcion1 d ColombiJ Bogotaacute 11)89unque esteacute dedic3do sobre todo a 11 narrativa mencione ll m literJ[url middotde It opresioacute n y sugierJ estudiar b peculiaridad del enfoque femenino ele cienos terms como J violenco liga la buacutesqueda por la mujer de una escritura propil co n lo simb61ico inconsc iente middotPosiblemente haya una cierta relac ioacuten entre el Irecuente empko de b expres ioacuten simboacutelica por p3rte de la mujer que escribe y su necesid~d de hbbr un le nguaje propio Recordemos que el aacutembito femenino s sobre todo subjetivo I irnilicb por su misma marginal iziexcl cioacuten a un medio donde predomin3 lo emocional y lo afectivo Jiexcl muje r debe esiorz1 rse ly a eces hacerse vio lenci3) para 1dapt3r su escritura a un s intax is forjacl por e l hombre Su le ngu3Je aparentemente brota con rmyor facilidad del inconsiente integraacute ndose alliacute donde e l signo y e l siacutembolo se entremezclan en la buumlsquediexcl de un3 coherenc ia que a De nudo se exime de la loacutegica racional Al expresar en lo imaginario su d) roe rsioacuten la m uje r prescinde ademaacutes de la automiddotcensura y se atreve a crear un1 prosa alJeg d3 al de lirio y a la alucinacioacuten Su escriturlt tiene e ntonces mucho que ver con i)iexclublimlcioacuten v COIl el desbordJmientode una sexualidad ignorada o reprimida (p 75)

Confieso qu -iquestcomo hombre- me result1 difiacutecil detectar eS3 resistcncia de la simaxis a la escritura epeciacutetkameme femenina maacutes 1113 de la obviedad de los plurales obligadamenshyte masculino en presencia de los dos seX05 y violenciasmiddot similares En cuanto a la pist1 de lo simboacutelico-inconsc ie nte-irr3cio l1al-de lirare habriacutea que verifiC3r1o en detalle - y creo que en esta misma 3ntologiacutea hay alguacuten materia Por otra rarte e l tema de una sintaxis propia

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deberiacutea recubrir la efectiva diversidad de la escritura de mujeres En tal sentido me siento muy cercano al rechazo de -tipificacioacuten esgrimido

pertenece sin discusioacuten a Virginia Woolf pero no recuerdo - iquestlapsus masculino- que lo asociara necesariamente con el inconsciente En un texto de 1929 (Una habitacioacuten propia Seix Barral Barcelona 1980 2 ed) sentildealaba respecto a las novelistas de principios del XIX la dificultad de que no teniacutean tras de siacute ninguna tradicioacuten o una tradicioacuten tan corta y parcial que les era de poca ayuda mientras que la masculina no les serviacutea middotQuizaacute lo primero que descubrioacute la mujer al coger la pluma es que no existiacutea ninguna frase comuacuten lista para su uso todos los geacuteneros literarios maacutes antiguos ya estaban plasmados coagulados cuando la mujer empezoacute a escribir (pp 104-105) Y en middotLas mujeres y la narrativa tambieacuten de 1929 (Las mujeres y la literatura Lumen Barcelona 1981) middotNos estamos acercando al tiempo si es que no hemos llegado ya en que pocas o ningunas seraacuten las innuencias extrantildeas que perturben la literatura femenin3 c ) Pero a pesar de todo sigue siendo verdad que la mujer para escribir exactamente como quiere escribir tropieza con muchas dificultades Para empezar se encuentra con la dificultad teacutecnica -en apariencia tan sencilla pero en realidad tan desconcertante- consistente en que la forma de la frase en siacute misma no se adapta a la personalidad femenina La frase estaacute hecha por el hombre La frase es demasiado amplia demasiado pesada demasiado pomposa para el uso femenino c ) y esto es algo que la mujer ha de conseguir por siacute misma alterando y adaptando la frase actual hasta formar una que tome la forma natural de su pensamiento sin aplastarlo ni deformarlo- (pp 56-57) 10 maacutes interesante es que esta reivindicacioacuten de un estilo distinto se realiza en paralelo a la propuesta de una superacioacuten de lo sexual mente limitante o maacutes bien de una integracioacuten de ambos sexos (de haber le iacutedo a Jung hubiera hablado de anima y animus) en la escritura la primera leccioacuten importante escribiacutea como una mujer pero como una mujer que ha olvidado que es una mujer de modo que sus paacuteginas estaban llenas de esta curiosa calidad sexual que soacutelo se logra cuando el sexo es inconsciente de siacute mismo- (Una babilacioacuten propia pp 127-128) Y middotes funesto para todo aquel que escribe el pensar en su sexo Es funesto ser un hombre o una mUjer a secas uno debe ser muje r con algo de hombreshyu hombre con algo de mujer-o Es funesto para una mujer subrayar en lo maacutes miacutenimo una queja abogar aun con justicia una causa en fin el hablar conscientemente como una mujer Y por funesto entiendo morul porque cuaruo se escribe con esta parcialidad consciente estaacute conde nado a morirmiddot (p 143) No veo en realidad que la buacutesqueda de una literatura o de un lenguaje androacuteginOo (lo que tambieacuten propugna Helena Arauacutejo middotAsiacute la diferencia sexual se traduciraacute en ritmo variacioacuten placer Sin embargo los teX1OS de mujeres demuestran que el proceso es lento ypenoSOo op cit p 126) debiacutea excluir todo tipo de material testimonial o de denuncia por maacutes que Virginia Woolf insista en ello Asiacute refirieacutenshydose otra vez a las novelas escritas por mujeres en el siglo XIX dice que quedaron afectadas por la presencia -de alguien ofendido por el trato que se da a los miembros de su sexo y que reclama sus derechos Esto aporta a la literatura femenina un elemento totalmente ausente de la literatura de los hombres salvo cuando el autor es un obrero un negro o cualquier otro hombre que por una razoacuten u otra tiene conciencia de ser injustamente tratado Este elemento produce una defocmacioacuten y a menudo es ltAusa de la debilidad de la obra- (-Las mujeres y la narrativa- en Las mUjeres y la literatura p 55) Muchos poemas de esta antologiacutea desmentiriacutean el aristocratiacutezante prejuicio virginiawoolfiano (iobreros negros seshyres concientes de ser injustamente tratados precisamente) La mala literatura no pertenece en exclusiva a lo -social bull

por Maacutergara Russotto en su TOacutepicos de retoacuterica feme1ina (Monte Avila Caracas 1993) afortunadamente esta liacuterica es irreductible a un canon

Sus inicios en los antildeos setenta asiacute como otras tantas muestras en los ochenra y los novema permiten de enrrada desmentir el monopolio de lo iacutentimoraquo lo subjetivo lo amoroso y ni digamos de lo domeacutestico bull Quisiera dibujar el polo alternativo detenieacutendome menos - para evitar repeticiones- en la autoras antologizadas - que cuentan cada una con una nota introductoria a los poemas- que en el resto

La deacutecada se abre con una liacuterica que en su caraacutecter totalizante prolonga las preocupaciones de los sesenta Antonieta Madrid (939) en Nomenclatura cotidiana (971)deg mezcla el amor la literatura y alguna alusioacuten a la poliacutetica Miyoacute Vestrini 0938-1991) con Las bistorias de Giovarma (971) traza la biografiacutea- de una mu chacha sobre la que el contexto sociopoliacutetico arroja una sombra ominosa y al cabo mortal mientras plantea una disyuntiva entre un adolescente emblemaacutetico al que por la viacutea de una violencia liberadora pertenece un futuro iracunshydoraquo y los miembros de la generacioacuten de la hablante condenados al pasado IOl10somiddot el alcohol la burla y la farsa Por lo demaacutes en toda la obra de lvliyo Vestrini el paiacutes ofrece un trasfondo decepcionante y ameshynazador qLle intensifica el desgarramiento suicidario Tambieacuten la Emira Rodriacuteguez (1929) de La cosa de alto (972) se refiere a la historia elaboshyrando una croacutenica se ntimental que en el mismo movimiento traza la gellealogiacute familiar y una eacutepica margariteia que conduce ele la aventura perliacutefera al enraizamiento en la tierra y la fundacioacuten de la casa Finalmenshyte - en lo que respecta a este grupo inicial- el amplio repertorio temaacutetico de La dentellada (1972) ele Irma Salas (944) que va desde a infancia perdida con su clave maacutegica recuperable soacutelo mediante la locura hasta un paisaje espleacutendido y amargo ( En el paiacutes la naturaleza se ha hecho un cuchillo en el alma) pasando por esbozos de poesiacutea fantaacutestica escenashyrios extranjeros homenajes literarios y pictoacutericos -Rimbaud Nerval el Rosco Toulouse Lautrec Chagall etc - reitera una desolacioacuten tan geneshyracional como la Vestrini con esa serie de amigos enloquecidos o muershytos cuya gesta subversiva se pretende olvidar fueron inagotables los hechos desme11lidos No existioacute nunca Vietnam y la revolucioacuten es soacutelo una delgada peliacutecula que nos cubre iquestDoacutende estaacuten Glaclis Oswaldo Liviaiacute apilonados calles casas restaurantes autopistas sacarlos de esa bolsa de objetos perdidos Un guerrillero muerto el racismo la

10- Doy IJ itdu de nacimiemo de las autoras -en caso de saberlo pues auacuten persiste su esca moteo- l de publicacioacute n de los I icros al mencionar a las unas y los otros por primera vez

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bomba sobre Nagasaki la situacioacuten del tercer mundo y otros asuntos desembocan en el alegato contra la civilizacioacuten occidental que represenshyta el poema Ulises en el asfalto y llevan en el texto que cierra el libro a un deseo de disolucioacuten middotmiddotCada noche sobre mis cenizas busco yos desaparecidos de mi vida soacutelo anhelo este desierto que se constnIshyye alIado derecho de miacute Este paraiacuteso de la nadamiddot

Igual saldo de desolacioacuten personal ante el fracaso revolucionario 10 encontramos en Las fieras se dan golpes de pecho (975) de Teresa Coraspe (941) referencias a Biafra Vietnam el imperialismo norteameshyricano centradas (iquestfemeninamenten en la tristeza de los nintildeos y en el cuerpo de las viacutectimas de la guerra y el hambre implicando ademaacutes a un hombre amado al que enaltecen tanto su condicioacuten de combatiente como su ternura Sin embargo las buenas intenciones en forma de aventura imaginaria ( desde el fondo doy oacuterdenes detengan esas gueshyrras (se ven desmentidas por la derrota de la guerrilla lo que parece llevar incluso a la demencia de la hablante Queda soacutelo esta sangre este dolor enorme en el penuacuteltimo poema Y en el uacuteltimo -Estoy en un hospital para locos El cerebro me estalla- Por otro lado este es uno de los pocos poemarios que en el conjunto Y al igual que lo haraacute la Reina Varela 095) de Sefiales de humo (1983) tematiza la condicioacuten oficinesshyca como esclavitud (Maacutequinas hierros intoxicacioacuten Soy un robot tengo jefe 45 antildeos soy una alienada etceacutetera) oponieacutendole la escritushy

ra como desafiacuteo y liberacioacuten Lo mejor de esta poesiacutea abierta en diversa medida al horizonte socioshy

poliacutetico e histoacuterico lo tendriacuteamos desde finales de los setenta en algushynas de las autoras aquiacute antologizadas la articulacioacuten de la esclavitud domeacutestica con la continental y el anhelo de una utopiacutea integradora en su plenitud en la Maacutergara Russotto (946) de Restos de viaje O 979) YBrasa (979) la historia toda vista como irreversible degradacioacuten en Mustia memoria (983) Y Diario de una momia (989) de Laura Cracco (959) a lo que Sajan Club (1993) agregariacutea la aspereza de un paiacutes que castiga particularmente a las mujeres - sin olvidar el -doctor cardenal teniente coronel- de Cuerpo (985) de Mariacutea Auxiliadora Alvarez (956) una memoria judiacutea heredada que se manifiesta en el recuerdo de los criacutemeshynes nazis en El arte de la peacuterdida (991) YElargo viaje a casa (994) de Veroacutenica Jaffeacute (1957) yen Luba (988) de Jacqueline Goldberg (1966) Y que despueacutes de expresarse como testimonio de acumuladas enancias familiares y personales en su inicial Poemas visibles (1988) lleva a Blanca Strepponi (1952) a la caracterizacioacuten de la historia universal como horror -ligado en su caso al problema del mal y el exilio de Dios- en Diarjo de John Robeton (1990) y El jardiacuten del verdugo (1992) alusiones al paiacutes

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petrolero corrupto y asesino en Guen-ero llevado adentro (1987) de Mhariacutea Vaacutezquez (1958) galeriacutea de mujeres que en Fatal (1989) de Alicia Torres (1960) rechazan las guerras que se llevan a sus hombres

Quizaacutes tambieacuten pudiera sentildealarse una faceta que partiendo de Miyoacute Vestrini pasando por la Maacutergara Russotto de middotPequentildea tragedia sudameshyricana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo (Viola d am01-e 1986) y desembocando -con elaboraciones en La cancioacutenjria (1989) de Yolanda Pantin (1954) en Jaffeacute en la Oympia (1992) de Manoacuten Kuumlbler (1961)- en la Blanca Elena Pantin (957) de Poemas del troacutepico (993) opusiera nuestro paisaje y sentir subdesarrolladosmiddot a la tersa frialdad ajena del primer mundo Por aquiacute seguiriacutea resonando la oposicioacuten Ameacuterica-Europa establecida por Andreacutes Bello soacutelo que ahora feminizada ya veces erotizada

En Poemas detroacutepico una hablante que en una declarada Puesta en escenamiddot se disfraza fantasmalmente para introducir el problema (EI troacutepico pensoacute no existe) inaugura un repertorio de contrastes demashysiado riacutegidos y faacuteciles exagerados por la ironiacutea una Europa casi de tarjeta postal (Lili Marlene soledad en un hotel berlineacutes flores e insistenshyte chocolate nuestro devorado por elos) opuesta a un troacutepico de intensidad y selvas fiebres y plagas sopor y sudor dominado maacutes por la naturaleza que por la historia La distancia define igualmente a la hablanshyte con respecto a una Antaacutertica identificada con un amante posible (Reseacutervame un Iceberg Yo te llevareacute el sol total) lo que quizaacutes postule el eros como siacutentesis En cualquier caso El troacutepico tiene la violencia de la quietudbull

Otros abordajes de lo sociopoliacutetico han resultado desastrosos como Versos de un o sea nopaciacutefico (1985) de Gloria Martiacuten (945) o inmadushyros como Yerba negra (988) de Eddy Godoy (1968) El primero toca un poco todo falsedad democraacutetica lucha armada derrotada el tuacutenel del San Carlos Cantaura el desempleo la guardia civil espailola y Garciacutea Larca etceacutetera PanfletaFio y torpe (middotConozco al cerdo que se siente el amo es tan obvio y grosero que limita con el estieacutercol Siempre ) encuentra su condena en los propios asuntos desarrollados por algunas de estas poetas de manera excelenle como el temor por lo que espera al tijo (comparar middotSi has de estrellarte -hijo- que sea el tuyo un gran ~t)lpe de infinito con versos respectivos de Vestrini y Russotto)

En cuanto a Yerba negra al horror de las guerras el militarismo la bomba nuclear opone imaacutegenes de nintildeos jugando oraciones por la paz dd mundo y su deseo de que no existan armas ni potencias Desde hltgo el miedo tan frecuente en la liacuterica femenina halla aquiacute un marco 111 sto aunque en ninguacuten momento nos lo hagan sentir sus blandos

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poemas Como en Teresa Coraspe la agresioacuten -atoacutemica ahora- se regisshytra en el cuerpo ( Me implico en los tejidos Transito por mis cavidashydes muertas -ya casi todas-) Un final amoroso-maternal (iquesthabriacutea en ello una marca- femenina) nos deja junto a Adaacuten y Eva unieacutendonos para

crear la vida

v

iquestResiduo - formalizado fuera de los moldes subgeneacutericos- de esa heroiacutena melodramaacutetica- cuyas huellas rastrea Maacutergara Russotto en un capiacutetulo de Toacutepicos de retoacute-iexclcajemenina iquestVerdadera condena arquetiacutepishyca como afirma Fernando Riacutesquez en su obra varias veces citada middotCuanshydo Afrodita castiga a alguien lo hace enamorarse perdidamente de alguien que no retoma Hace aparecer a Eros pero no hace aparecer a Anteras Hace aparecer el amor de una sola viacutea que es el que maacutes castiga al ser humano sobre todo a la mujer estar enamorada inuacutetilmente es el maacutes grande de todos los sufrimientos de la feminidad- (p 130) iquestTestimoshynio basado en la experiencia de cada una y casi todas En cualquier caso una poesiacutea del desamor maacutes que del amor con su queja por la ausencia en frecuentes situaciones de encierro con la hablante sufriendo a veces procesos de mutilacioacuten peacuterdida de existencia o de voz y rozando a menudo la locura constituiriacutea el polo opuesto al anterior

En esta misma antologiacutea abundariacutean los ejemplos Malencuentro pero teniacutea otros nombres (975) de Emira Rodriacuteguez Acrimonia (981) y Sombraduras (iquest1988) de Elena Vera (939) Arbol juerte que silba y arrasa o penuacuteltimos boleros (988) de Mariacutea Luisa Lazzaro (950) Treacutebol de la memoria (978) La pasioacuten errante (986) y Autorretrato (993) de Cecilia Ortiz (951) Amor constante maacutes allaacute de la mue1te (1993) de Maritza ]imeacutenez (956) Saja Club de Laura Cracco De miacute lo oscuro (987) de Patriaa Guzmaacuten 01) Olympia de Manoacuten Kuumlbler De un mismo paacutejaro lanzada (983) y Nadie en la madera (991) de Sonia Gonzaacutelez (964) cinco de los poemarios de Jacqueline Goldberg

La mera acumulacioacuten ya sugiere una predominancia cuantitativa de la poesiacutea de la queja que alcanzariacutea en realidad casi a la tercera parte de la produccioacuten femenina Me detendreacute pues soacutelo en algunos tiacutetulos

Asiacute resulta particularmente interesante encontrar una modalidad del encierro y del desamor en una liacuterica tan conceptual como la de Por alto por bajo (974) de Mariacutea Fernanda Palacios (945) adelantando el refushygio entre libros que tematizaraacute Lourdes Sifontes (11) en De coacutemplice y amante (993) La opcioacuten de ocultarse en la omisioacuten y la inasibilidad

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existenciales y en el escudo intelectual no remite menos al cuerpo al miedo al fracaso del amor

Te has salvado en tus libros te has salvado en alguna mirada lenta te has salvado en los gestos que no hiciste en lo que dejaste siempre de decir te has salvado en la inmovilidad de un mieacutercoles Te has salvado en un encuentro prolongado y en la despedida forzada que se repite siempre Te has salvado en las iglesias vaciacuteas y en ese paso apresurado para estar lejos de todo En la carta que nunca escribiste en unos papelitos arrugados y en los verbos que pusiste a secar Te salvaste por preferir las compantildeiacuteas expliacutecitas que no dejan sitio para ti Por preferir lo que tienes a mano lo que no tienes que buscar

TE SALVASTE EL DlA QUE TE ALEJASTE

EL DlA QUE TE VOLVISTE IMPOSIBILIDAD

En contraste con la serenidad de esta desesperanza y maacutes a tono con la liacuterica femenina mayoritaria la Teresa Caras pe de Vuelvo con mis huesos (978) centra la ausencia del amado en el saldo de soledad cenizas cuerpo dolido (No estoy ni existo mis huesos estaacuten sin piel) desnudez amenazada peacuterdida de la propia voz y extraviacuteo de las palashybras- (-No me es dado tener nada soacutelo este silencio-) que hecho carenshycia total produce el desamor El encierro se extrema en Este silencio siempn (991) en una casa caracterizada como la de las sombras y los muertos donde Sangro escupo me como las untildeasmiddot

Coartada (987) de Tamara Rodriacuteguez nos ofreceriacutea un erotismo doloroso el de -un sexo guerreromiddot abrasado Por momentos vilmente sometido- Un sexo casi siglo XXII Espacial en guerra contaminado sin antiacutedoto que es tambieacuten -Un espejo de mi narcisismo venado-o Porque este libro plantea el amor homosexual como conflicto no resuelshylO (iquestPor queacute necesito al hombre ves la mujer el conflictomiddot) cuyas raiacuteces e encuentran en el narcisismo infantil cuando se chupaba la sangre de lls heridas y se autoexploraba ( Me acostumbreacute a los caminos del olor 0 mi cuerpo Quise desdoblarme frente a mis formas l la calidez de los pliegues y recodos que escondo soacutelo para miacute) Por ello middotLa mujer me ncita y me atormenta De la mujer quiero saber todo Hasta quiero ser hombre para como hombre recorrerla y palparme penetrarme descushybrilme- Esta poesiacutea casi -de manualmiddot no debiera hacemos olvidar que si middot1 amor lesbiana es desgarrado en Olympia de Manoacuten Kuumlbler lo es en el

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mismo sentido de carencia del otro que en decenas de poemaJios heteshyrosexuales asiacute como resulta plenitud eroacutetica en la liacuterica homosexual de Veroacutenica Jaffeacute y voluptuosidad vampirescamiddot en la de Yolanda Pamin proponieacutendonos un vampiro que todos necesitamos descubrir dentro de nosotrosll

Un extremado desasimiento existencial lo encontrariacuteamos en Nada que ver (I989) de Claudia Noguera O3) reiterando hasta el sofoco verbos como buscar desesperar destruir ocultar morir enterrar lastishymar violentar tropezar dudar perder y sustantivos como silencio miedo muerte memoria sombra laberinto La hablante se caracteriza como suicida y moribunda ciega- -aterrorizada- enterrada Sus acshyciones consisten en ocultarse dentro de siacute perderse en su propio laberinshyto buscar raiacuteces o retornar a piedras en una sostenida situacioacuten de encierro (habitacioacuten sin muebles en la casa en la colin) en la que tambieacuten se escribe con una poeacutetica similarmente devastada Lo terribleshyque provoca esta serie de experiencias se nos hace algo vago -como en muchos otros poemarios- y atribuiacuterselo al desamor seriacutea acaso reductishyva aunque la hablante proclame pues soy yo la que combate suicida y moribunda por ese corazoacuten tuyo que no cesa de girar- y soacutelo parece encontrar - de nuevo como en muchos otros poemarios- cierta esperanshyza en un erotismo fijado en el pasado He estado allaacute en esa frontera donde la piel se convierte en una sola-o

Con Adicta al miacuteedo(991) de Blanca Baldoacute (952) llegariacuteamos a una dedicacioacuten casi absoluta al miedo y la locura que impregnan parcialmen te unos cuarenta poemariosl 2

bullbullYo estoy adicta al miedo Mi verdadera adiccioacuten es la paranoia Es un mal que estaacute en el aire Muchos lo reconoceraacuten Unos se meten debajo de la cama Otros se esconden en el closet Otros simplemente oyen voces-o Este apunte de colectividad en la demencia no impide que la hablante lo viva de la manera maacutes personal ( Tu prisioacuten es cerebral- Acepta el bantildeo es donde estaacutes proteshygida Aunque tampoco nadie te estaacute persiguiendo sino tuacute misma) Soledad llanto alcohol paso del tiempo (middotSoy la mujer que ve su cara

11 Seacute que Riacutesquez insiste en que -la homosexual idad soacutelo exiSle en los hombres y que no hay homosexualidad femenina Todas las mujeres son middothomosexuales- Cuando nace una nintildea lo prime ro que hace es mamar de los senos de otra mujer de grande se enamora de Olra que llama su hija bull (op Ci p 108 Y muchos otros pasajes del libro) Me falta ciencia -y experiencia- para discutir el punto asiacute que me limito a sentildealarlo

12 Helena Arauacutejo sentildeala como elemento frecuente en la narrativa femenina latinoameshyricana una imagineriacutea alucinada vinculada a lo reprimido y lo traumaacuteticomiddot con insistencia In protagonistas arrasadas por -La neurosis la histeria el desequilibrio mental y emocionalmiddot (Op Cil p 132)

a ratos derretirse en el espejo) se combinan Con una religiosidad exasshyperada que critica a las Iglesias establecidas e incrimina directamente a Dios (iquestHasta cuaacutendo me escondo iquestPor queacute me creaste Escoacutendete de Dios contildeo que no te veamiddot -Quizaacutes eres tan perfecto tan fuerte que necesitas un espejo que se quiebre ) El encierro - en la casa y dentro de la casa en el bantildeo- sentido como insoportable apela a la muerte (-Me canseacute de esconderme Prefiero morir No quiero seguir aquiacute encerrada-) que se vive imaginariamente (recuerdo a todos mis novios llevando mi atauacuted-) sin que se cumpla del todo (hace ailos que me suicido pero no muero iquestCuaacutentas veces he muerto ) El amor ante este -canto de muerte- -que remitiriacutea a Miyoacute Vestrini pero sin su exposicioacuten de motivos- no sirve de gran cosa (No hubo ninguacuten amor que me hizo sentir bien) no obstante se acude a eacutel como remedio ocasional (Un hombre Aunque no se pueda amar Se decreta el amor-)

El rastreo podriacutea seguir amontonando tiacutetulos Premura sagrada (986) de Cristina Falcoacuten O960) Estaciones de miedo (I989) de Miriam Freilich Ruidos (992) de Paula Rivero Ceremonia del horno (993) de Rosana Hernaacutendez Pasquier O 995) La simiente constante O 994) de MarvelIa Correa etceacutetera con diversos grados de encierro dolor por la ausencia miedo Destacariacutea la intensidad sensual de la Ana Mariacutea Oviedo 04) que en De fuego o de ceniza (] 991) y aunque viva por momentos el veacutertigo amoroso se queja del desamor ( Tu lengua olvida mi boca Caigo hecha nudo punta de laacutetigo y sal en las rodillas) adoptando a veces la figura de la esposa (middotLa esposa duerme sola iquestQueacute dolor vela su quietud sino el deseo-) y sugiriendo al menos una vez una relacioacuten homose~al (middotGuiacuteas mis manos en la piel de la muchacha y no puedesabsolverme-)

Desde luego la poesiacutea amorosa femenina no se agota en la queja el encierro o la locura Y habriacutea un polo de esplendorque se opone al que acabo de esbozar Entre las amologizadas la Hanni OSSO[[ (946) de Hasta que llegue el diacutea y huyan las sombras O983) y El reino donde la noche se abre O 987) aunque oscile entre plenitud y carencia en el resto de su obra la Mariela Alvarez CI 947) de Textos de anatomiacutea comparada O987) con su proclamacioacuten de una mujer que funda el mundo a partir de su horizontalidad la Mariacutea Isabel Novillo (1954) de Metaacutelica virtud (1992) cuyas operaciones alquiacutemicas producen sabiduriacutea eroacutetica y lucishydez en el amor la Edda Armas (1955) de Cuerdas de serpiente (1985) Rojo circular O991) y Sable (I 994) capaz de afirmarse en el azar de los encuentros -nada es para siempre aun asiacute tiene el corazoacuten satisfechogt la beligerante Mhariacutea Vaacutezquez de Guerrero llevado adent7U la Alicia Torres de Fatal con su galeriacutea de mujeres desafiantes

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La queja -siempre en el grupo de las seleccionadas aquiacute- puede integrarse en la provocativa actitud de quien se declara -la otra- como en De amantes (1984) de Elena Vera (939) en el rechazo de lo domeacutestico como en toda la obra de Maacutergara Russotto (946) y en Con-eo del coraz6n (985) de Yolanda Pantin puede tambieacuten recurrir a la ironiacutea tal la Reina Varela de Sentildeales de humoy Cantos rodados (993) o mantener la tensioacuten sin rendirse como las hablantes de Fuego de tierra (981) de Mariacutea Luisa Lazzaro y Poemas visibles (988) de Blanca Strepponi

Obviamente tambieacuten en otras autoras cabriacutea detectar una actitud en diversos sentidos distinta de la reduccioacuten a la queja La aparicioacuten de media docena de poemarios de muy joacutevenes escritoras manifestando firmeza desafiacuteo afinnacioacuten o desparpajo junto a la entrega o el lamento por la ausencia me hizo pensar en una posible evolucioacuten epocal o generacional Sin embargo algo de esto habiacutea ya en Nomenclatura cotidiana de Antonieta Madrid mientras que poetas tan joacutevenes como las que me llevaron a creer en el triunfo de un cambio han mantenido el tono predominante Y la de menos edad recogida en libro la Eva Suzzashyrini (972) de quien se incluyen cinco poemas en Antologiacutea de nadie (UCV Caracas 1993) reitera la liacuterica del cuerpo roto el miedo las laacutegrimas la ceniza y la sangre casi como si se cumpliera un programa

En cualquier caso quiero sentildealar el resplandor eroacutetico de En los extremos confines de tu cue1po(991) de Diana Lichy (962) que celebra la brasa del amor explicitando una y otra vez su derretimiento su perdishydoacuten y fusioacuten en el amado praacutecticamente divinizado ( Si me tocas me pierdo oscurezco me precipito como una nueva tonalidad de tu sombraN -Brasa en ti languidezco Reconstruyo mi cuerpo con tus huesos -Te vienes en miacute abrasas mis entrantildeas Me desgarras desatanshydo toda la furia adonnecida encerrada en los pilares de mis huesos Te vas hundiendo en miacutelluminoso como un dios en el primer diacutea de su creadoacuten) aunque el goce alterna con el alejamiento del otro ( Pero tuacute apareces y desapareces me tomas por asalto y te pierdes azaroso Y altivo-) dejaacutendola vaciacutea decidieacutendola a buscar otros amores

Otra faceta la representariacutea la ironizacioacuten de los materiales de cocinamiddot y de lo domeacutestico en general cuyas operaciones trasplantadas a teacutennishynos existendales vehiculan la autoafirmacioacuten de la hablante su serenishydad su exigencia respecto al hombre en Aposento del amanecer(991) de Eunice Escalona (950) Hay una satisfaccioacuten en mis huesos fuertesmiddot en -mi piel maternal definitiva y bellamiddot en la manipulacioacuten exitosa de la carne de las verduras y de la del hombre en la pertenencia a una estirpe femenina (hermana de mis hermanas que en las lejanas hogueras se consumen- iexcly no tenemos miedomiddot)

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En cuanto a la locura tan rozada y temida como deseada y elogiada un planteamiento que prolonga las amargas burlas de Miyoacute Vestrini al psicoanaacutelisis lo tendriacuteamos en el largo texto en prosa - nueve paacuteginasshyque da tiacutetulo a Encuentros del poeta con el psicoanalista (991) de Christiane Dimitriades (956) rechazando su reduccioacuten de las vivencias a esquemas mensurables SLl saber-poder su fundamentacioacuten en la culpa aunque el conflicto de la hablante queda apenas caracterizado

Apunto finalmente el nombre de dos de esas autoras que - vanamenshyte temo- me sugirieron el inicio de una nueva actitud de alguna manera colectiva Adriana Gibbs (966) en Parece otontildeo (993) muestra que si la ausencia marca a la mujer ella misma asume de entrada la posibilidad de irse (su hablante es La que promete habitarte aunque no permanezshycaN) la iniciativa sexual (te besa discretamente abriendo el cierre de los pantalones-) y la eventual bisexualidad de un tipo que la atrae (-Creo que le gustan los hombres Acepto si tambieacuten le gustan las mujeres-) Claudia Hernaacutendez (970) en El humo que me intenta (1993) adopta un agradable desenfado en las cuitas del desamor ( ahora me miras rabioshyso destrozado por el piso mientras que la brisa se lleva tus pedazos) El antoacutelogo se permite brindar por ellas

VI

Si hay un rasgo diferenciador de la escritura femenina maacutes allaacute de un muy estricto repertorio temaacutetico que no abarcariacutea sino tres o cuatro cosas (la obvia maternidad lo domeacutestico iexclen apenas una decena de libros y en general rechazado la figura esencial de la madre e incluso de la abuela de las hablantes y iquestqueacute maacutes) es el radical detallamiento del propio cuerpo acompantildeado de uno algo menor del cuerpo del amado - o de Ia amada Se me dijo un a vez que la poesiacutea masculina tambieacuten se referiacutea al cuerpo femenino sin que lograran esgrimir maacutes que dos ejemplos Antqnio Arraacuteiz y Juan Liscano (regalo otro el siempre olvidado Alfredo Arvelo Larriva) Pero aparte de que los respectivos repertorios sean materialmente limitados no parece haberse percibido -iexclde tan obvia-Ia diferencia fundamental los hombres hablan del cuelpoajeno aludiendo lpenas al que los constituye mientras que las mujeres dibujan en primer lugar el de elas -y por sobreabundanda esbozan tambieacuten el nuestrol3

Mucho hemos avanzado desde que Virginia Woolf confesara su fracashy-lO respecto a -decir la verdad acerca de mis propias experiencias en

13 Otro asumo es que la poesiacutea femenina en los uacuteltimos antildeos haya permeado a la lIIasculina permitiendo a Rafael Arraacuteiz Luca o iexclgor Barrero incorporar un anecdotario de 1lvadoras neveras cocinas granos despanamados o que el primero tematice repetidamenmiddot

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cuanto a cuerpo Dudo que mujer alguna haya resuelto esta dificultadshy(middotProfesiones para la mujer- Las mujeres y la literatura op cit p 72) Pues por lo menos en la liacuterica femenina venezolana medio centenar de poemarios expone en teacuterminos corporales su goce y su dolor su plenishytud sus carencias sus suentildeos deseos y desgarramientos

Para evitar redundancias adicionales remito a las notas y poemas de las aquiacute antologizadas sin dejar de sentildealar este rol muacuteltiple del cuerpo objeto de las agresiones sociopoliacuteticas del envejecimiento y de las mashyniobras suicidadas en Miyoacute Vestrini degradado por la domesticidad en Maacutergara Russoto y la Pantin de Correo del corazoacuten autosuficiente pero dispuesto a la entrega en Mariela Alvarez voluptuoso en la Elena Vera de De amantes la Hanni OSSO(( de un par de libros en Edda Armas Mariacutea Isabel Novillo Alicia Torres dado con conviccioacuten - y cierta sombra vampiacuterica- al amor lesbiana en Pantin y Jaffeacute arrasado por el desamor la ausencia el encierro la locura las mutilaciones y reducciones pero tambieacuten a veces por el placer en la Elena Vera de dos libros Mariacutea Luisa Lazzaro Cecilia Ortiz Manoacuten Kuumlbler Patricia Guzmaacuten Sonia Gonzaacutelez

te a sus hijas y el segundo asuma o invente al final de Soy el mucbacbo maacutes bermoso de esta ciudad(Fundarte Caracas 1987) middotUn poema de mi esposa Fabiola Vethencourtmiddot O (iexclue el Rafael Castillo Zapata de I-bol que cece rorcido (Traacutefico Caracas 1984) cante la oscura gesta de las mujeres empinadas que sostienen la casa En lo que respecta al tratamiento del cuerpo e l Harry Almela de Cantigas (Monte Avila Caracas 1990) da voz a la amada cantaacutendok al amadc con un erotismo tan lunar y materialmente corporizado como el caracteriacutestico de la poesiacutea femenina mientras que el hablante de Fraacutegil en el alba (Monte AVila Caracls 1993) explicita middotaIcaacutenzame en la mujer que hay en miacute toacutecame all iacute donde no hay nombre bull Tarpbieacuten Alejandro Bruzual en el El jardiacuten de las mujeres (Monte Avila Caracas 1993) detalla el cuerpo femenino canta a la mujer-diosa y acude a una galeiacutea de figuras literarias mitoloacutegicas y biacuteblicas (Dido Beatriz Euriacutedice Salomeacute etceacutetera) Pienso que la impregnacioacuten alcanza igualmente al Luis Alberto Crespo que en Maacutes afuera (Monte Avila Caracas 1993) ofrece el maacutes bello poema autoeroacuteiexclico que haya leiacutedo jamaacutes Yofui tu novio con los labios rojos y me desvestiacutea y me iexcloca ba cuando tUacute no estabas Cuando queriacutea saber de ti Yo era tu mujer si cerraba los ojosy cuidaba nuestra desgracia como una baraja Tuacute me enseilaste a besarme ( ) Nuestro anillo adelgaza iquestCuaacutento tiene que no duele Dicen que eres bella iQueacute soledad bull Hay en todo esto un cambio de sensibil idad en que acaso el discurso masculino esteacute liberaacutendose de rigideces supuestamente viriles permitieacutenshydose sacar a lote un allima antes autocensurada o reprimida Puede que esteacute no menos respondiendo al middotdesafiacuteomiddot representado por un discurso femenino desarrollado a lo largo de los uacuteltimos veinticinco antildeos --ltgt sesenta si contamos desde Mariacutea Calcantildeo-- sin cuyo previo aporte sospecho que tal intlexioacuten de la sensibilidad no hubiera sido posible

En cuanto a un -fdncionalmente disringuible- discurso homosexual masculino (el Arshy

mando Rojas Guardia de lIacia la l10cbe viva FabriArt Caracas 1989 el Rafael Castillo Zapata de Elttacioacutell de traacutemilo Pequentildea Venecia Caracas 1992) seguiriacutea la pauta de la poesiacutea escrita por hOlJlbres casi inexistentes referencias al propio cuerpo discreto detallashymiento del cuerpo d I amado

28

herido por el aborto en Maritza Jimeacutenez por la maternidad en Mariacutea Auxiliadora Alvarez Detallado siempre en mayor o menor grado y detallando el cuerpo que interactuacutea con ellas l4

Del conjunto que pudiera traerse a colacioacuten recordareacute que igualmenshyte en la Teresa Coraspe de Las fieras se dan golpes de pecbo y la Eddy Godoy de Yerba negra la guerra se daba en teacutenninos corporales Como realizaciones peculiares citareacute a la Ondina Fernaacutendez (961) que en Se fueron las edades (991) plantea el conflicto quizaacutes particularmente adolescente de que la enumeracioacuten de los elementos de su cuerpo la lleva al desconcierto de no coincidir con la suma de sus partes (No soy estos ojos estos cabellos esta boca) y la inquietante poesiacutea oniacuterica de Gris intemperie (993) de Ana Coromoto Salas que recupera la sensuashylidad de una naturaleza con la que a veces se identifica la hablante insistiendo en lo erecto femenino (el nenuacutefar seraacute Erectas formas () descansando sobre amables redondeces) y masculino (el grillo erecto y viril) Para detenerme en Aposentos (1985) de Yolanda Blanco

Aquiacute -prolongando segurameme sin saberlo a Mariacutea Calcantildeo- hay como un regusto inaugural en la afirmacioacuten de lo femenino que llega quizaacutes al abuso terminoloacutegico mujer(es) utilizado 36 veces cue1po 17 hijola(s) 17 sangre 12 luna(s) 10 seno(s) 8 hembra(s) 7 sexo(s) 7 estroacutegeno(s) 4 falopio(s) o trornpas de 4 pubis 4 barriga 3 Agregando pechos regla vagina ovarios menopausia uacutetero cliacutetoris preiiez parto genes nalgas trasero caderas muslos etceacutetera encontraJiamos dibujashydo un cuerpo del que se insiste en la sexualidad en su sentido maacutes material Sin embargo no se trata de inventariar goces posibles sino en primer lugar de reivindicar la propia corporeidad con una marcada insistencia en el aspecto maternal y en segundo lugar de denunciar la opresioacuten de dicho cuerpo por el hombre anverso y reverso de una misma actitud

Yolanda Blanco asume imaacutegenes y rasgos tradicionalmente adjudicashydos a lo femenino a veces con ironiacutea otras con rabia acusatoria pero

si siempre con la seriedad de quien descubre en siacute cierta profundidad oIrquetiacutepica Sangre luna tien-a y maternidad son las nociones claves y Itlacionadas prolongaacutendose en dos tipos de asociaciones lo vegetal por una parte (musgo fruta fresa flora silvestre durazno palo de lI t ranjo y azahares mangos cerezos ) lo oculto por la otra (nido

Helena Arauacutejo encuentra un abanico casi similar de posibilidades en la tematizacioacuten 11e rotismo por la poesiacutea femenina latinoamericana middotActo doblemente transgresor como

lC rlt ura al incluir lo que no debe o no puedf decirse el erotismo denuncia la crispacioacuten del IIilrpCgt colonizado pero tambieacuten celebra su gozo y su placer (op cit p 187)

29

colmena estratos geoloacutegicos ademaacutes de los mencionados oacuterganos glaacutenshydulas y humores internos) El cuerpo en esta red metafoacuterica tiende a ser paisaje Surja de mis muslos el musgo que calentar pueda la montantildea las dunas Embellezca mi desierto ese agua de cuarzo que escondo Soy de piel la pared Geoacutelogos huellan mis estratos Buscan oro-o

El punto de encuentro entre la floracioacuten y lo oculto es la alquimia de la sangre menstruacioacuten que tintildee los versoS con toda una imagineriacutea en variantes de rojo granate -manantial de felpa- amaranto enrojecido Los poemas registran lo inicialiniciaacutetico de esa primera sangre el miedo el asombro pero tambieacuten el orgullo la potencialidad de los cuatrocientos hijos del cuerpo-casa no menos la preocupacioacuten por la menopausia

como futura marchitez En la autoafirmacioacuten se encuentra lo mejor de un canto a siacute misma que

soacutelo una mujer -pienso- podria escribir En la middotdenunciamiddot (middotCiudadana de segunda buroacutecrata sin rango De repente sortaria de un voto sin bocal A destajo trabajadora proletaria en pleno subdesarrollo Y un largo etceacutetera que incluye lo domeacutestico los abortos obligados por la miseria los nintildeos sin padre pero tambieacuten las ozagaletonas que emperishyfolladas pasan encueradas) lo peor -y no estoy cayendo en los planteashy

mientos virginiawoolfianos

VII

A vuelapluma sentildealareacute algunos rasgos que exigirian una elaboracioacuten pausada y detallada los subrayo en el desorden de estas notas apenas

como pistas Brevedad 58 de los 150 tiacutetulos examinados estaacuten conformados total

o fundamentalmente por poemas breves considerando tales los que no superan las cincuenta palabras Otra quincena de libros contiene numeshyrosos poemas breves - pero siempre menos de la mitad-o Si extendieacuterashymos el liacutemite de la brevedad hasta las setenta palabras legariacuteamos casi al centenar de tiacutetulos Desde luego se trata de una modalidad general de la nueva liacuterica venezolana e incluso en la femenina es maacutes patente la influenda de autores como Luis Alberto Crespo y Reynaldo Peacuterez SOacute que la de por ejemplo Antonieta Madrid o Edda Armas Las peculiaridades que encuentro en el conjunto que nos ocupa vendriacutean a ser dos la brevedad es utilizada mayoritariamente para la exploracioacuten sentimenshytal sobre todo para esa queja amorosa en situaciones de desamor ausencia y encierro como si su caraacutecter tirubeante- sus violencias sinshytaacutecticas sus silencios- fueran idoacuteneos y casi nunca se nos entregan

u

poemas sueltos- sino relacionados con cierto grado de organiddad alcanzando con frecuencia la absoluta coherencia de libros unitariosl5bull

La casa como tema Bastaria remitir a los recieacuten nombrados Crespo y Peacuterez SOacute - entre tantos otros- para tener claro que no es un asunto exclusivamente femenino Sin embargo se lo desarrolla insistentemente en esta liacuterica Habria que distinguir la casa de la infancta siempre nostalgiada siempre perdida y la casa de la adultez con tres variantes principales su rechazo como encierro domeacutestico la identificacioacuten cuershypo-casa devastados ambos en el desamor la casa como refugio y hasta como plenitud ~posibilidad menos tratada Hanni Ossott para lo primeshyro Eunice Escalona para lo segundo-o A la casa de la infancia estaacute ligada la presencia fundamental de la madre y tambieacuten de la abuela -el padre es una figura minoritaria ]affeacute Novillo la Mariacutea Luisa Lazzaro que teme que rediviva en los amantes la Celalba Rivera 07) de Bajo el signo del ctelo (1991) y pocas maacutes- con una sensualidad en la caracterizacioacuten que nos devolveriacutea al cuerpo por otros caminos asiacute en Gris intemperie de Ana Coramoto Salas (Mirar hacia elliacutemite errar en burbujas de vientre en el mullido jugoso de sus senos Beso el rastro de mi madre resbalan manos de alga por mi cuerpo Persisto en curvarme en la blandura antigua- etc) y respecto a la abuela en Ce-emonia del homo de Rosana I-Iernaacutendez Pasquier (middotSus senos son dos mundos redondos melones tiernos-) Obviamente el amor a la madre no excluye el conflicto (Miyoacute Vestrini Gloria Martiacuten Poemas Visibles de StrepponD

Extranjeridad el asunto me ha llamado la atencioacuten en contraste con el subsistema masculino del que estaacute praacutecticamente ausente -habriacutea que remitirse casi a Mi pad~ el inmigrante (Suma Caracas 1945 y reediciones) de Vicente Gerbasi- y con la nueva narrativa donde lo que se destaca es la venezolanidad de los hijos de los inmigrantes En camshybio en la liacuterica femenina por una parte se establece la figura de la ~tranjera - desde Mustia memoria de Laura Cracco quien la tematiza ntralmente hasta Solitario ofiCio de horas desnudas (993) de Diana chy asociaacutendola a la radical soledad de la escritura- y por otra se la

15 Varias veces he sugerido razones epoca les para explicar no soacutel o el poema breve sino (iexclre todo el desarrollo simultaacuteneo de lo breveen poesiacutea cuemo e incluso cine ademaacutes de

l rorrespondiemes a cada campo Quiti valga la pena antildeadir una observacioacuten de Virginia Xllr middotEllibro tiene que adaptarse en cieno modo al cuerpo y hablando al azar diriacutea que 1 lib ros de las mujeres deberiacutean ser maacutescollos maacutes concemrados que los de los hombres

IIMlruidos de modo que no requie ran largos ralOS de trabajo regular e inimerrumpido 1 lI lue imerrupciuacutel1es siempre las habraacute (Una bahitacloacuten propia op cil p J07)

31

explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

33 32

SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

331

210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 5: Yolanda Pantin

Ramal viril de una empinada agua potente y libre en el descenso firme te palpo suave y sieacutentome en tu sangre Los dos hervimos en la calma libia

Adhieacuterome a tus pulsos caminantes Vueacutelvome hondura remolinos CUlvas la espuma de tus noches destrenzadas el golpe bramador de tu carrera

Me enrumbo por tu curso y me lastimo con las centildeosas piedras de tu origen Sufro el miedo y la santildea de los peces y al turbulenlO amor de tu contacto lloro la humilde sed de tuS orillas

Me conduces mordida al manso pozo de rota flor y desterrada estrella Riacuteo miacuteo creador de mi aventura ennoblecerme hundida en tus pecados

Otras veces como en -El riacuteoraquo se registra la placidez de un abandono a lo penetrante y envolvente de una naturaleza expliacutecitamente personishyficada en contraste con el rechazado tuacute humano -El riacuteo estaacute libio como mi piel y sabe bantildearme el alma Juega conmigo a ahogar mi hondura nervudo de culebras de sol No se parece el lIacuteo a aquellos ojos quietos

que no quisebull En patente contraste con la sensualidad de la interaccioacuten entre la

hablante y la naturaleza a la que parece trasladarse la carga afectiva de un amor irrealizado (dialeacutectica deseo represioacuten huida del otro persisshytencia de su recuerdo elogio casi siempre ambivalente de su soledad) el mundo relacional humano se acantona en la casa - que no es un encieshyrro- y los nintildeos la familia - sobre todo el padre yel hermano- o se convierte en viacutenculo geneacuterico con la humanidad y la parcela privilegiada

de los creadores De manera correspondiente el examen del vocabulario nos dariacutea un

cuerpo desdibujado en el que de entrada falta la propia palabra Clmpo y cuyo mayor detallamiento se dedica al rostro o cara (con cabello ojos y sus cuencas cejas paacuterpados oiacutedos sienes labios lengua y garganta) Tiene tambieacuten manos y sangre con alguna frecuencia pero soacutelo excepshycionalmente -una mencioacuten en general- cuello hombros espalda brashy

os pies huesos entrantildea nervios arterias sangre pulso piel Miemras I l l l Bunca posee sexo vientre pechos piemas muslos caderas o cintushyl 1111 cuerpo pues apenas o nada femenino En cuanto al aludido tuacute III culino se reduce a ojos y dedos los primeros sobre todo Hay que lltotOlr al cuerpo del padre muerto y al del hermano para que lo viril sea iexclh lldo de - al menos- frente rostro pelo paacuterpados y manos De igual Iudo lo corporal de la hablante entra en contacto con la naturaleza 1( 110 maacutes que con los cuerpos humanos apenas toca la frente del I Idl vcr paterno y se sube a los hombros del hermano en la infancia

Mlterialidad y represioacuten sensualidJd y omisioacuten paradoacutejicamente 1III11idas en una de las poetas fllndadoras - cuyo registro del propio

1111pO es de todos modos maacutes amplio que el habitual en la liacuterica 1I 11(ulina- Quizaacute el Fernando Riacutesquez de Aproximacioacuten a laferninishydtl (MonteAvila Caracas 1983 y 1992) hablariacutea del arquetipo de Arteshy1l11iI Diana en lo que respecta a Enriqueta Arvelo

l udo seraacute maacutes sencillo maacutes marcadamente femenino en la poesiacutea de MIII Calcano (Alas fatales 1935 Canciones que oyem12 mis uacuteLtimas It CCIS 1956 y el poacutestumo Enttr la luna y los bombtrs 1961) que (lIh llcmos gracias a la Antologiacutea poeacutetica (LUZ Maracaibo 1983) con 111 1 (oacutesimo Mandrillo la rescatoacute de un olvido maacutes que sospechoso -la

pllsioacuten ahora vendriacutea por dIado de la criacutetica 111 Mariacutea Calcantildeo las asimilaciones a la naturaleza son siempre sexuashy

Ii no soacutelo eroacuteticas sino insistieacutendose en la maternidad y una vez 1( llrl l lldose a la peacuterdida del hijo Reiteradamente la hablante es tierra

111 cameja1diacuten que se abre ansia de florecimiento musgo -rama 111 fruta hierba pequeitita etceacutetera tambieacuten -espaldas de agua-

de linda- noche desnuda Si el engendrar se compara a la siembra el r1l1 1l 1tr aborto registrado en nuestra poesiacutea es Fracaso de la siembra iexclItld ijota desprendimiento prematuro del gajo En correspondencia con 11Illu jc r-lierra el hombre seraacute raiacutez que la penetra insecto que pone sus It mvLcillos sobre ella oleaje qu e la toma -lluvia final sobre la hierba 111 11 1 lama (uvoles crecidos Coherentemente la naturaleza que hace

1 1I1lur lton la hablante cumple funciones masculinas pese al lenguaje IItIr Impone el femenino de madrugada lluvia o aurora Pero con el Iiexclrl St explicita incluso Estoy con el mar como se estaacute con un hornshy

l middot 1llIlJablemente el dibujo del cuerpo en la poesiacutea de Mariacutea Calcantildeo

Jltt siendo el maacutes ampliamente detallado de toda la liacuterica escrita por 11 111 jl rt S Praacutecticamente nada falt2 en la restitucioacuten material de la hablanshy 11 propia palabra cue1po tan frecuente como cmne sangtr y boca

l ilI(a clcsde los cabellos -una vez con trenzas- pasando por el rostro

10 11

(ojos labios -de aliento y gritos- mejillas oiacutedo) el cuello y la garganta cuerpo abajo la figura posee hombros brazos manos espalda tronco pechos -con pezones-- y senos tambieacuten vientre talle cintura caderas flancos piernas rodillas pies no carece de vellos venas entrantildea ni esqueleto Ninguno de estos teacuterminos es metafoacuterico y si varias veces aparece corazoacuten como oacutergano del sentimiento hayal menos uno en su sentido maacutes corporal

La ausencia del sexo directamente nombrado queda compensada por la transparencia de las imaacutegenes en poemas como El deseomiddot (-Abreme la vena abundante iexclque la tengo estrecha) -Me ha de bastar la vidamiddot (iexclCrece sobre mi carne dolorosa lamieacutendome hacia adentro hoguera deliciosa-) -Sembrador- (middotcuando me tomes me repiques adentro y me calles las bocas impacientes ) entre otros muchos

Ademaacutes del frecuente goce en su propia desnudez y de los retozos con una naturaleza sexuada cuyo cuerpo se detalla tambieacuten en cierta medida encontramos dibujado el cuerpo masculino con un registro igualmente amplio Se trataacute desde luego de un cuerpo casi siempre en relacioacuten con el d ~ la mujer praacutecticamente funcionalizado para el eros reciacuteproco y pOI lo tanto sin los momentos de entrega amorosa a la naturaleza que ~)rtenecen en exclusiva a la hablante aunque lo corposhyral del hombre sea ocasionalmente asimilado a elementos naturales

El hombre entonces tiene cabeza caray rostro tronco Piel-lo que ella curiosamente nunca posee- sudor cabellos barba ojos boca-y aliento- gatganta pecbo brazos manos -callosas- pies venas y sanshygre El falo estaacute maacutes que sugerido como lo fue el sexo de la mujer Reveacutelate gigante que en mi vida tuacute cabes- (El deseo) middotCrece sobre mi carne dolorosa lamieacutendome hacia adentro hoguera deliciosa iexclQueacuteshymame duro hondo () Molde de sangre Soacutelido- (Me ha de bastar la vida-) en poemas que son a veces los mismos

Precursora de la sexualidad explicitada de la tematizadoacuten de aborto y menstruacioacuten (Primer espanto de la nintildea con luna-) Mariacutea Calcantildeo lo es igualmente de una poesiacutea confeSional en que el erotismo aunque ligado al pecado es hermoso y el rechazo al marido a la moral convencional y a la domesticidad aparecen juntos Su eros sin embargo estaacute asociado a la maternidad Esta mujer grieta brecba herida gozosa cuya liacuterica de la penetracioacuten evid~nciada hasta el exceso toca la provacacioacuten en su punto maacutes alto casi la parodia en el maacutes bajo es ante el hombre en el acto sexual Doacutecil como las criaturas que esperan a Dios- pero nunca doacutecil como una criadamiddot Las agresiones al cuerpo en el aacutembito sexual son entonces positivas (desata tu rudeza iexclQueacutemame duro hondo Ni en mi dolor reparo cuando te pido recia lastimadura-) mientras al

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1011 0 de -Desangregt es vivido como una mutilacioacuten una peacuterdida absoshyJUI del cuerpo Otro aporte -sin continuaciones en la liacuterica femeninashy

11lma de la mujer-nintildea entregada en plena pubertad por la madre a 111 1 )lJIure mayor - con lo que su progenitora aparece por primera y 11111111 vez en una poesiacutea praacutecticamente hueacuterfana de la que el padre estaacute 11I1l llkn ausente- o Y es este obligado marido el rechazado quedando la cldlTucioacute n elel erotismo para el o los amames

111 lo que concierne a la casa no es encierro no soacutelo porque se abre 11 1I Iluraleza sexuada sino porque del1lro de ella ademaacutes del amor se

l IIId( H en esos momentos de desnudez de la mujer consigo misma (Una hlll dtsnudezl mi cuerpo y la noche) y las raras tareas domeacutesticas

lltmiddot middott lIlencionan quedan igualmente impregnadas de sexualidad como 11 J ha a volar tus camisas pues son las del amado (Las hojas se

Ollel huacutemedas y las camisas retozan) AtI pudiera extenderme en la consideracioacuten de una poesiacutea que

ul Lantos rasgos constitutivos de la liacuterica femenina pero lo dicho 11 tn el marco de esta introduccioacuten

Ill lo que es maacutes que nada una lectura retrospectiva habriacutea que llo H a otra media docena de autoras Pues incluso en una obra tan

J)ill l lIl l lllente alejada de la antologizada aquiacute la de Luisa del Valle Silva Il)p1 19(52) encontrariacuteamos un poema Como middotViene [u hijo (Luz Imp

ltiacute Vll lI llica La Habana ]941) que tras un comienzo espantosamente 1 IlIscribe la expeC[ativa de la maternidad en un horizonte socioposhy

Illh 1II l1inoso como haraacuten luego - en versos esos siacute excelentes- Miyoacute 1111 11 e) Maacutergara Russotto Pero mira maacutes lejos mira el mundo hacia

lmilc Viene tu hijo Odio Dolor Hambre Injusti cia envenenan al lOIIlIll de hoyiacute y amenazan al hombre de mauacuteanabull Asiacute como en Paacutelmeshy

Yl lla (]916) la carga provo cativa de Protesta resulta similar a la de 1l l lIvs poetas y tuacute iquestqueacute sabes de mi castidad o mi lujuria si soy

111 1 llJIriente si soy recua salvaje de mi gajo y su ceniza de su Ia lllesiaacutenica sataacutenica de mi sangre calieme en odres de obsidiashy

t-h l1 )s excepcionales seriacutean los aportes de Elizabeth Schon (1921) lIi

j -11 fil osofar encarnado en elementos naturales de la Ida Gramcko

IIj i fX)Iacute ) que desfonda los cuentos infantiles haciendo brillar su h lll ll1 dVIsidad en La vara mtiacutegica (Orbe Meacutexico 1948) inicia la

111 tdon de una demencia impregnada ele misticismo en Poemas de 1(1) lr1fica (Grafos Caracas 14) y asume maacutescaras ficcionales en el

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bullbullbull

dislt-urso denso y cuestionador de Los estetas los mendigos JI los beacuteroes (Tip Vargas Caracas 1970) poesiacutea en prosa la de eslOS dos uacuteltimos libros y desde luego los de Luz Machado (] 916) el Canto al Oril1oco Nascimemo Samiago de Chile 1953) con sus versos llenos de mundo desmintiendo la reduccioacuten a lo iacutemimo en que se ha querido encasillar la escritura femenina la casa tematizada desde La espiga amm-ga (Avila Graacutefica Caracas 1950) y detalladamente caracterizada en La casa por dentro (Sucre Caracas 1965) que si celebra las minucias de lo domeacutestishyco no asume menos las amarguras de un encierro -La mujer se curva en la pena como un marco palpitante alrededor de un reflejo Sorda como piedra bajo el viento deacutebil como aacuterbol entre el viemo y viva y hermosa en la esperanza como aacuterbol que no oyeIa mujer quebrama con laacutegrishymas el rociacuteo de los treacuteboles mientras el riacuteo pasa mojando los pies negados al gran peregrinaje-o

Paralela en realidad a la trayectoria de las nuevas autoras la obra poeacutetica -siempre en prosa- de Antonia Palacios (915) es un punto extremo en el desarrollo del tema del encierro Asiacute Textos del desalOjo (Monte Avila Caracas 1978) Ese oscuro animal del suelo (Monte Avila Caracas 1991 y Hondo temblor de lo seaeto (Mome Avila Caracas 1993) registran los procesos sufridos en ese espacio de lo iacutentimo Pero no es tanto la ausencia de un amado sino el progresivo despojamiemo de todo en un arrasamiento omoloacutegico lo que se nos ofrece Tiene que ver con el cuerpo -heridas grietas cenizas- pero no soacutelo con eacutel Tiene que ver con la muerte a la que se entrega una parte de la hablante Tiene que ver con el tiempo Ella sin embargo se recoge perioacutedicamente en la afirmashycioacuten de siacute de -Mi cuerpo erecto Esta columna viva Esta columna en vilo remitieacutendose incluso a una inextinguida sexualidad (Todaviacutea quedan labios ojos que miran las cosas Quedan los brazos alzados en un in temo de vuelo Queda el sexo palpitante huacutemedo todaviacutea Y este caer del rociacuteo en la secreta espesura de mi bosque ya desnudo)

El conflicto sucede en la casa real y metafoacuterica amenazada de ruina y se recuerda la casa de la infancia centrada en la figura de la madre

La insobornable aventura existencial que representa esta poesiacutea vershydadero reto para la nueva liacuterica apela por momentos a imaacutegenes de hondura miacutetica (Yo soy la que se incorpora se levama de la tierra desde un remoto origen Yo soy la desordenada la que acaloacute los sentidos en infinitos espacios para no gustar el mundo Soy aquella que regresa por unos caminos nacidos entre polvos del ayer No hay palabra que me nombremiddot)

Reto re-sulta igualmente la obra de Ana Enriqueta Teraacuten (]918) que viene afirmando el esplendor material del propio cuerpo a veces detalla-

Jo iexcllI lI e el espejo desde Al norte de la sangre (Suma Caracas 1946) y lIlI bullbull IIIundidad de la mujer mayor que la del hombre pues eacuteste -nunca 11 tOIllO ella a los intactos nombres de la tierra la vida el amor y la

1I Hllmiddot (Camo Presencia terrena Alfar Montevideo 1949) pudiendo 11 lI~brar la maternidad mientras me seacute del viemre a las rodillasshyI

(1 fl ( Y ritmo maternos- De bosque a bosque Arte Caracas 1970) iexcl l eraacuten debemos la fundacioacuten de una ritualidad sumuosa para lOdos

lo ~lmiddot~to~ de lo femenino - escritura inc1uida- en una poesiacutea ceremoshyIHo bull y ceremonial capaz de dotar de hondura a las operaciones maacutes hI1e1es a las tareas maacutes domeacutesticas en una casa hecha palacio por la mIHf v(lbal La figura de la extranjera intertextual a la liacuterica que nos U(III y un esplendor arquetiacutepico al que se han acercado la Mariela

IViexcll de Textos de anatomiacutea comparada la Hanni Ossott de El reino Id lel nocbe se ab1-e la Alicia Torres de Fataly la Mariacutea Isabel Novillo Hettflica virtud provienen de poemarios de Ana Enriqueta Teraacuten

Ubro de los OiCios(Monte Avila Caracas 1975) Muacutesica conPie de Imll (LIlA Meacuterida 1985) y Casa de babias (Monte Avila Caracas n

1111 bullbull slrie de aUlOras con frecuencia dedicadas total o pllrcialmente a 1 lile ~( llamoacute poesiacutea -social- -comprometida o de denuncia se IoIIIII)llIOn en los sesema prolongando a veces su trayectoria hasta

Iros diacuteas 1I bull riacutea que recordar a la Mary Guerrero (1941) de Salta la cerca lIda Meacuterida 17) planteando la oposicioacuten entre un encierro de

middotd tristeza ceniza cuerpo herido fantasmas familiares miedo It y Cspejos y esa reiterada consigna existencial de -saltar la cercashy

IUe dbull 11 mundo A Mayra]imeacutenez que mezcla lo amoroso y lo social en litlllll Jiscutibles (Los trabajos del sol Imp Nacional Caracas 1966

lrI adentro Imp Nacional Caracas 1967) y dedica El libro de VolumshyIltlCV Caracas 1969) al diaacutelogo iacutentimo con el amado ausente A la

Ir middotu middotIores del volumen colectivo Palabra uno (Lam Caracas 1964) 1111 poemas poliacuteticos por un lado-guerrilla represioacuten cadaacuteveres Cuba iexcliexclj IlLIII oscilando entre la cursileriacutea y el panfleto y finamente amoroshyljiiexcl por el otro sin articular ambas facetas A la Elena Hochman de

(n calma (Baacuterbara Caracas 1969) con una poesiacutea de protesta que 11111 WmiddotI consignas titu lares de prensa declaraciones oficiales lemas

IIblldlarios pero tambieacuten concisas reflexiones suenas alucinaciones lIilS cotidianas y distorsiones absurdistas tendiendo al cartel con

14 15

momentos de gran fuerza y de ineacutedito lirismo A Lydda Franco Fariacuteas (943) que en Summarius (Asamblea Legislativa del Estado Falcoacuten Coro 1985) continuacutea la poesiacutea aacutespera provocativa y totalizante de Poeshymas circunstanciales (policrom Caracas 1965) mezclando prosa y vershyso en textos extensos que entrelazan en el mismo rechno la falsedad literaria el trabajo oficinesco la vida inauteacutentica Y un panorama socioshypoliacutetico de injusticia corrupcioacuten y crimen para concentrarse en los liacutericos poemas breves de Recordar a los donnidos (LUZ Maracaibo

1994)Y sobre todo a Mery Sananes (1941) Desde los catorce poemas que

incluiacutea el ya citado Palabra uno (1964) sobresale la puesta en primer plano de las contradicciones soledad y militancia ruptura con el pasado e ingreso a un combate en el que no parece creer del todo con una carga emocional profunda en contra de la violencia Pesa sobre la hablante una condena en cuanto mujelmiddot( Fui juzgada y condenada por todos los hombres que a mi alrededor vivieron no bastoacute nunca posesioacuten ni entrega-) Detalla su cuerpo herido en un contexto de represioacuten y muerte -el paiacutes como celda- en que -aguardar no es maacutes que morir antes de tiempo El miedo en este marco queda plenamente justificado (Me paseo por la calle estoy sola tengo miedo estoy aterrada aterradiacuteshysima quiero regresar miento nunca se debe regresar etceacutetera) regisshytrando las oscilaciones entre cobardiacutea y fortaleza decisioacuten de luchar dada la situacioacuten colectiva y desfallecimientos personales lo que se expresa en teacuterminos corporales (camino se me sangran los pies se me desgarra la piel pero sigo etceacutetera) Una poeacutetica de ordenar el caos de su cabeza es tan coherente con los vaivenes existenciales de la hablante como lo es la poeacutetica testimonial de Tiempo de guerra (Desorden Carashycas 18) Es necesario escribir todo esto antes de que se olvide

Otra vez son razones cotidianas las que llevan a la lucha (_Quisiera un paiacutes (J donde pudiera amar Y tener hijos que vean el sol donde los hijos de mis hijos vean el sol) Se sigue rechazando la violencia -por otro lado inevitable- El amor que ocupa buena parte del libro concenshytra su lirismo (-Mira amor el caujaro produce una fruta muy dulce con ella se pueden atar papagayos mil hombres invadieron hoy falcoacuten iquestno es tiempo ya de que nos encontremos-) Tristeza incomunicacioacuten con unoS padres que no comprenden sus razones dudas sobre la efecshytividad de un combate que acumula heacuteroes muertos delatores y desertoshyres todo esto autentifica la actitud de la hablante que se pemlite inclushyso suacutebitamente un verso de hechicera yo seacute hacer ritoS extrantildeos con

las hierbas- ineludiblemente femenino Su uacuteltimo libro Tierra de expedientes (Desorden Maracay 1975) estaacute

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constituido por tres largos poemas narrativos que con sus 28 o 29 paacuteginas de texto cada uno son otros tantos tiacutetulos El primero y maacutes interesante Parcela 40 relata la muerte velatorio y entierro de la mashydre con el subsiguiente luto siempre seguacuten el ceremonial judiacuteo La hablante sin embargo no saca cl e ello ninguna conclusioacuten en cuanto a su eventual extranjcriclad o doble pe rtenencia - al contrario de lo que veremos en la nueva liacuterica- y al ligar esta muerte familiar a la de los combatientes insertaacutendola en la lucha por la dignidad y la verdadera vicia tampoco hace alusioacuten alguna a la tragedia particular de los judiacuteos -campos de exterminio persecuciones errancia- El resto del libro es lamentable Expediente intenta vanamente extraer el sentido socioposhyliacutetico de UIl banal accidente de traacutensito -Guerra de guerrillasmiddot evacuanshydo la cualidad experiencial de su poesiacutea anterior se abandona al panfleshyto el esquematismo histoacuterico la hagiografiacutea de los revolucionarios muershytos) hasta la cursileriacutea elogiando la lucha armada manclo en la realishydad estaba ya pacificada

IV

El atractIVO de los abordajes -profundos por la viacutea junguiana de Fernando Riacutesquez de Aprori IIwcioacutelI n In femin idad e incluso por la del femenismo virginiawoolfiano de la Helena Arauacutejo de Ln Scberezada Criulld con su insistencia en e siacutembolo brotado del inconsciente no

9 La Scber(rada Cnoa Ensayos sobre Escitum Femenina Latinoamenccl17a Universishyd3d Ntcion1 d ColombiJ Bogotaacute 11)89unque esteacute dedic3do sobre todo a 11 narrativa mencione ll m literJ[url middotde It opresioacute n y sugierJ estudiar b peculiaridad del enfoque femenino ele cienos terms como J violenco liga la buacutesqueda por la mujer de una escritura propil co n lo simb61ico inconsc iente middotPosiblemente haya una cierta relac ioacuten entre el Irecuente empko de b expres ioacuten simboacutelica por p3rte de la mujer que escribe y su necesid~d de hbbr un le nguaje propio Recordemos que el aacutembito femenino s sobre todo subjetivo I irnilicb por su misma marginal iziexcl cioacuten a un medio donde predomin3 lo emocional y lo afectivo Jiexcl muje r debe esiorz1 rse ly a eces hacerse vio lenci3) para 1dapt3r su escritura a un s intax is forjacl por e l hombre Su le ngu3Je aparentemente brota con rmyor facilidad del inconsiente integraacute ndose alliacute donde e l signo y e l siacutembolo se entremezclan en la buumlsquediexcl de un3 coherenc ia que a De nudo se exime de la loacutegica racional Al expresar en lo imaginario su d) roe rsioacuten la m uje r prescinde ademaacutes de la automiddotcensura y se atreve a crear un1 prosa alJeg d3 al de lirio y a la alucinacioacuten Su escriturlt tiene e ntonces mucho que ver con i)iexclublimlcioacuten v COIl el desbordJmientode una sexualidad ignorada o reprimida (p 75)

Confieso qu -iquestcomo hombre- me result1 difiacutecil detectar eS3 resistcncia de la simaxis a la escritura epeciacutetkameme femenina maacutes 1113 de la obviedad de los plurales obligadamenshyte masculino en presencia de los dos seX05 y violenciasmiddot similares En cuanto a la pist1 de lo simboacutelico-inconsc ie nte-irr3cio l1al-de lirare habriacutea que verifiC3r1o en detalle - y creo que en esta misma 3ntologiacutea hay alguacuten materia Por otra rarte e l tema de una sintaxis propia

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deberiacutea recubrir la efectiva diversidad de la escritura de mujeres En tal sentido me siento muy cercano al rechazo de -tipificacioacuten esgrimido

pertenece sin discusioacuten a Virginia Woolf pero no recuerdo - iquestlapsus masculino- que lo asociara necesariamente con el inconsciente En un texto de 1929 (Una habitacioacuten propia Seix Barral Barcelona 1980 2 ed) sentildealaba respecto a las novelistas de principios del XIX la dificultad de que no teniacutean tras de siacute ninguna tradicioacuten o una tradicioacuten tan corta y parcial que les era de poca ayuda mientras que la masculina no les serviacutea middotQuizaacute lo primero que descubrioacute la mujer al coger la pluma es que no existiacutea ninguna frase comuacuten lista para su uso todos los geacuteneros literarios maacutes antiguos ya estaban plasmados coagulados cuando la mujer empezoacute a escribir (pp 104-105) Y en middotLas mujeres y la narrativa tambieacuten de 1929 (Las mujeres y la literatura Lumen Barcelona 1981) middotNos estamos acercando al tiempo si es que no hemos llegado ya en que pocas o ningunas seraacuten las innuencias extrantildeas que perturben la literatura femenin3 c ) Pero a pesar de todo sigue siendo verdad que la mujer para escribir exactamente como quiere escribir tropieza con muchas dificultades Para empezar se encuentra con la dificultad teacutecnica -en apariencia tan sencilla pero en realidad tan desconcertante- consistente en que la forma de la frase en siacute misma no se adapta a la personalidad femenina La frase estaacute hecha por el hombre La frase es demasiado amplia demasiado pesada demasiado pomposa para el uso femenino c ) y esto es algo que la mujer ha de conseguir por siacute misma alterando y adaptando la frase actual hasta formar una que tome la forma natural de su pensamiento sin aplastarlo ni deformarlo- (pp 56-57) 10 maacutes interesante es que esta reivindicacioacuten de un estilo distinto se realiza en paralelo a la propuesta de una superacioacuten de lo sexual mente limitante o maacutes bien de una integracioacuten de ambos sexos (de haber le iacutedo a Jung hubiera hablado de anima y animus) en la escritura la primera leccioacuten importante escribiacutea como una mujer pero como una mujer que ha olvidado que es una mujer de modo que sus paacuteginas estaban llenas de esta curiosa calidad sexual que soacutelo se logra cuando el sexo es inconsciente de siacute mismo- (Una babilacioacuten propia pp 127-128) Y middotes funesto para todo aquel que escribe el pensar en su sexo Es funesto ser un hombre o una mUjer a secas uno debe ser muje r con algo de hombreshyu hombre con algo de mujer-o Es funesto para una mujer subrayar en lo maacutes miacutenimo una queja abogar aun con justicia una causa en fin el hablar conscientemente como una mujer Y por funesto entiendo morul porque cuaruo se escribe con esta parcialidad consciente estaacute conde nado a morirmiddot (p 143) No veo en realidad que la buacutesqueda de una literatura o de un lenguaje androacuteginOo (lo que tambieacuten propugna Helena Arauacutejo middotAsiacute la diferencia sexual se traduciraacute en ritmo variacioacuten placer Sin embargo los teX1OS de mujeres demuestran que el proceso es lento ypenoSOo op cit p 126) debiacutea excluir todo tipo de material testimonial o de denuncia por maacutes que Virginia Woolf insista en ello Asiacute refirieacutenshydose otra vez a las novelas escritas por mujeres en el siglo XIX dice que quedaron afectadas por la presencia -de alguien ofendido por el trato que se da a los miembros de su sexo y que reclama sus derechos Esto aporta a la literatura femenina un elemento totalmente ausente de la literatura de los hombres salvo cuando el autor es un obrero un negro o cualquier otro hombre que por una razoacuten u otra tiene conciencia de ser injustamente tratado Este elemento produce una defocmacioacuten y a menudo es ltAusa de la debilidad de la obra- (-Las mujeres y la narrativa- en Las mUjeres y la literatura p 55) Muchos poemas de esta antologiacutea desmentiriacutean el aristocratiacutezante prejuicio virginiawoolfiano (iobreros negros seshyres concientes de ser injustamente tratados precisamente) La mala literatura no pertenece en exclusiva a lo -social bull

por Maacutergara Russotto en su TOacutepicos de retoacuterica feme1ina (Monte Avila Caracas 1993) afortunadamente esta liacuterica es irreductible a un canon

Sus inicios en los antildeos setenta asiacute como otras tantas muestras en los ochenra y los novema permiten de enrrada desmentir el monopolio de lo iacutentimoraquo lo subjetivo lo amoroso y ni digamos de lo domeacutestico bull Quisiera dibujar el polo alternativo detenieacutendome menos - para evitar repeticiones- en la autoras antologizadas - que cuentan cada una con una nota introductoria a los poemas- que en el resto

La deacutecada se abre con una liacuterica que en su caraacutecter totalizante prolonga las preocupaciones de los sesenta Antonieta Madrid (939) en Nomenclatura cotidiana (971)deg mezcla el amor la literatura y alguna alusioacuten a la poliacutetica Miyoacute Vestrini 0938-1991) con Las bistorias de Giovarma (971) traza la biografiacutea- de una mu chacha sobre la que el contexto sociopoliacutetico arroja una sombra ominosa y al cabo mortal mientras plantea una disyuntiva entre un adolescente emblemaacutetico al que por la viacutea de una violencia liberadora pertenece un futuro iracunshydoraquo y los miembros de la generacioacuten de la hablante condenados al pasado IOl10somiddot el alcohol la burla y la farsa Por lo demaacutes en toda la obra de lvliyo Vestrini el paiacutes ofrece un trasfondo decepcionante y ameshynazador qLle intensifica el desgarramiento suicidario Tambieacuten la Emira Rodriacuteguez (1929) de La cosa de alto (972) se refiere a la historia elaboshyrando una croacutenica se ntimental que en el mismo movimiento traza la gellealogiacute familiar y una eacutepica margariteia que conduce ele la aventura perliacutefera al enraizamiento en la tierra y la fundacioacuten de la casa Finalmenshyte - en lo que respecta a este grupo inicial- el amplio repertorio temaacutetico de La dentellada (1972) ele Irma Salas (944) que va desde a infancia perdida con su clave maacutegica recuperable soacutelo mediante la locura hasta un paisaje espleacutendido y amargo ( En el paiacutes la naturaleza se ha hecho un cuchillo en el alma) pasando por esbozos de poesiacutea fantaacutestica escenashyrios extranjeros homenajes literarios y pictoacutericos -Rimbaud Nerval el Rosco Toulouse Lautrec Chagall etc - reitera una desolacioacuten tan geneshyracional como la Vestrini con esa serie de amigos enloquecidos o muershytos cuya gesta subversiva se pretende olvidar fueron inagotables los hechos desme11lidos No existioacute nunca Vietnam y la revolucioacuten es soacutelo una delgada peliacutecula que nos cubre iquestDoacutende estaacuten Glaclis Oswaldo Liviaiacute apilonados calles casas restaurantes autopistas sacarlos de esa bolsa de objetos perdidos Un guerrillero muerto el racismo la

10- Doy IJ itdu de nacimiemo de las autoras -en caso de saberlo pues auacuten persiste su esca moteo- l de publicacioacute n de los I icros al mencionar a las unas y los otros por primera vez

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bomba sobre Nagasaki la situacioacuten del tercer mundo y otros asuntos desembocan en el alegato contra la civilizacioacuten occidental que represenshyta el poema Ulises en el asfalto y llevan en el texto que cierra el libro a un deseo de disolucioacuten middotmiddotCada noche sobre mis cenizas busco yos desaparecidos de mi vida soacutelo anhelo este desierto que se constnIshyye alIado derecho de miacute Este paraiacuteso de la nadamiddot

Igual saldo de desolacioacuten personal ante el fracaso revolucionario 10 encontramos en Las fieras se dan golpes de pecho (975) de Teresa Coraspe (941) referencias a Biafra Vietnam el imperialismo norteameshyricano centradas (iquestfemeninamenten en la tristeza de los nintildeos y en el cuerpo de las viacutectimas de la guerra y el hambre implicando ademaacutes a un hombre amado al que enaltecen tanto su condicioacuten de combatiente como su ternura Sin embargo las buenas intenciones en forma de aventura imaginaria ( desde el fondo doy oacuterdenes detengan esas gueshyrras (se ven desmentidas por la derrota de la guerrilla lo que parece llevar incluso a la demencia de la hablante Queda soacutelo esta sangre este dolor enorme en el penuacuteltimo poema Y en el uacuteltimo -Estoy en un hospital para locos El cerebro me estalla- Por otro lado este es uno de los pocos poemarios que en el conjunto Y al igual que lo haraacute la Reina Varela 095) de Sefiales de humo (1983) tematiza la condicioacuten oficinesshyca como esclavitud (Maacutequinas hierros intoxicacioacuten Soy un robot tengo jefe 45 antildeos soy una alienada etceacutetera) oponieacutendole la escritushy

ra como desafiacuteo y liberacioacuten Lo mejor de esta poesiacutea abierta en diversa medida al horizonte socioshy

poliacutetico e histoacuterico lo tendriacuteamos desde finales de los setenta en algushynas de las autoras aquiacute antologizadas la articulacioacuten de la esclavitud domeacutestica con la continental y el anhelo de una utopiacutea integradora en su plenitud en la Maacutergara Russotto (946) de Restos de viaje O 979) YBrasa (979) la historia toda vista como irreversible degradacioacuten en Mustia memoria (983) Y Diario de una momia (989) de Laura Cracco (959) a lo que Sajan Club (1993) agregariacutea la aspereza de un paiacutes que castiga particularmente a las mujeres - sin olvidar el -doctor cardenal teniente coronel- de Cuerpo (985) de Mariacutea Auxiliadora Alvarez (956) una memoria judiacutea heredada que se manifiesta en el recuerdo de los criacutemeshynes nazis en El arte de la peacuterdida (991) YElargo viaje a casa (994) de Veroacutenica Jaffeacute (1957) yen Luba (988) de Jacqueline Goldberg (1966) Y que despueacutes de expresarse como testimonio de acumuladas enancias familiares y personales en su inicial Poemas visibles (1988) lleva a Blanca Strepponi (1952) a la caracterizacioacuten de la historia universal como horror -ligado en su caso al problema del mal y el exilio de Dios- en Diarjo de John Robeton (1990) y El jardiacuten del verdugo (1992) alusiones al paiacutes

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petrolero corrupto y asesino en Guen-ero llevado adentro (1987) de Mhariacutea Vaacutezquez (1958) galeriacutea de mujeres que en Fatal (1989) de Alicia Torres (1960) rechazan las guerras que se llevan a sus hombres

Quizaacutes tambieacuten pudiera sentildealarse una faceta que partiendo de Miyoacute Vestrini pasando por la Maacutergara Russotto de middotPequentildea tragedia sudameshyricana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo (Viola d am01-e 1986) y desembocando -con elaboraciones en La cancioacutenjria (1989) de Yolanda Pantin (1954) en Jaffeacute en la Oympia (1992) de Manoacuten Kuumlbler (1961)- en la Blanca Elena Pantin (957) de Poemas del troacutepico (993) opusiera nuestro paisaje y sentir subdesarrolladosmiddot a la tersa frialdad ajena del primer mundo Por aquiacute seguiriacutea resonando la oposicioacuten Ameacuterica-Europa establecida por Andreacutes Bello soacutelo que ahora feminizada ya veces erotizada

En Poemas detroacutepico una hablante que en una declarada Puesta en escenamiddot se disfraza fantasmalmente para introducir el problema (EI troacutepico pensoacute no existe) inaugura un repertorio de contrastes demashysiado riacutegidos y faacuteciles exagerados por la ironiacutea una Europa casi de tarjeta postal (Lili Marlene soledad en un hotel berlineacutes flores e insistenshyte chocolate nuestro devorado por elos) opuesta a un troacutepico de intensidad y selvas fiebres y plagas sopor y sudor dominado maacutes por la naturaleza que por la historia La distancia define igualmente a la hablanshyte con respecto a una Antaacutertica identificada con un amante posible (Reseacutervame un Iceberg Yo te llevareacute el sol total) lo que quizaacutes postule el eros como siacutentesis En cualquier caso El troacutepico tiene la violencia de la quietudbull

Otros abordajes de lo sociopoliacutetico han resultado desastrosos como Versos de un o sea nopaciacutefico (1985) de Gloria Martiacuten (945) o inmadushyros como Yerba negra (988) de Eddy Godoy (1968) El primero toca un poco todo falsedad democraacutetica lucha armada derrotada el tuacutenel del San Carlos Cantaura el desempleo la guardia civil espailola y Garciacutea Larca etceacutetera PanfletaFio y torpe (middotConozco al cerdo que se siente el amo es tan obvio y grosero que limita con el estieacutercol Siempre ) encuentra su condena en los propios asuntos desarrollados por algunas de estas poetas de manera excelenle como el temor por lo que espera al tijo (comparar middotSi has de estrellarte -hijo- que sea el tuyo un gran ~t)lpe de infinito con versos respectivos de Vestrini y Russotto)

En cuanto a Yerba negra al horror de las guerras el militarismo la bomba nuclear opone imaacutegenes de nintildeos jugando oraciones por la paz dd mundo y su deseo de que no existan armas ni potencias Desde hltgo el miedo tan frecuente en la liacuterica femenina halla aquiacute un marco 111 sto aunque en ninguacuten momento nos lo hagan sentir sus blandos

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poemas Como en Teresa Coraspe la agresioacuten -atoacutemica ahora- se regisshytra en el cuerpo ( Me implico en los tejidos Transito por mis cavidashydes muertas -ya casi todas-) Un final amoroso-maternal (iquesthabriacutea en ello una marca- femenina) nos deja junto a Adaacuten y Eva unieacutendonos para

crear la vida

v

iquestResiduo - formalizado fuera de los moldes subgeneacutericos- de esa heroiacutena melodramaacutetica- cuyas huellas rastrea Maacutergara Russotto en un capiacutetulo de Toacutepicos de retoacute-iexclcajemenina iquestVerdadera condena arquetiacutepishyca como afirma Fernando Riacutesquez en su obra varias veces citada middotCuanshydo Afrodita castiga a alguien lo hace enamorarse perdidamente de alguien que no retoma Hace aparecer a Eros pero no hace aparecer a Anteras Hace aparecer el amor de una sola viacutea que es el que maacutes castiga al ser humano sobre todo a la mujer estar enamorada inuacutetilmente es el maacutes grande de todos los sufrimientos de la feminidad- (p 130) iquestTestimoshynio basado en la experiencia de cada una y casi todas En cualquier caso una poesiacutea del desamor maacutes que del amor con su queja por la ausencia en frecuentes situaciones de encierro con la hablante sufriendo a veces procesos de mutilacioacuten peacuterdida de existencia o de voz y rozando a menudo la locura constituiriacutea el polo opuesto al anterior

En esta misma antologiacutea abundariacutean los ejemplos Malencuentro pero teniacutea otros nombres (975) de Emira Rodriacuteguez Acrimonia (981) y Sombraduras (iquest1988) de Elena Vera (939) Arbol juerte que silba y arrasa o penuacuteltimos boleros (988) de Mariacutea Luisa Lazzaro (950) Treacutebol de la memoria (978) La pasioacuten errante (986) y Autorretrato (993) de Cecilia Ortiz (951) Amor constante maacutes allaacute de la mue1te (1993) de Maritza ]imeacutenez (956) Saja Club de Laura Cracco De miacute lo oscuro (987) de Patriaa Guzmaacuten 01) Olympia de Manoacuten Kuumlbler De un mismo paacutejaro lanzada (983) y Nadie en la madera (991) de Sonia Gonzaacutelez (964) cinco de los poemarios de Jacqueline Goldberg

La mera acumulacioacuten ya sugiere una predominancia cuantitativa de la poesiacutea de la queja que alcanzariacutea en realidad casi a la tercera parte de la produccioacuten femenina Me detendreacute pues soacutelo en algunos tiacutetulos

Asiacute resulta particularmente interesante encontrar una modalidad del encierro y del desamor en una liacuterica tan conceptual como la de Por alto por bajo (974) de Mariacutea Fernanda Palacios (945) adelantando el refushygio entre libros que tematizaraacute Lourdes Sifontes (11) en De coacutemplice y amante (993) La opcioacuten de ocultarse en la omisioacuten y la inasibilidad

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existenciales y en el escudo intelectual no remite menos al cuerpo al miedo al fracaso del amor

Te has salvado en tus libros te has salvado en alguna mirada lenta te has salvado en los gestos que no hiciste en lo que dejaste siempre de decir te has salvado en la inmovilidad de un mieacutercoles Te has salvado en un encuentro prolongado y en la despedida forzada que se repite siempre Te has salvado en las iglesias vaciacuteas y en ese paso apresurado para estar lejos de todo En la carta que nunca escribiste en unos papelitos arrugados y en los verbos que pusiste a secar Te salvaste por preferir las compantildeiacuteas expliacutecitas que no dejan sitio para ti Por preferir lo que tienes a mano lo que no tienes que buscar

TE SALVASTE EL DlA QUE TE ALEJASTE

EL DlA QUE TE VOLVISTE IMPOSIBILIDAD

En contraste con la serenidad de esta desesperanza y maacutes a tono con la liacuterica femenina mayoritaria la Teresa Caras pe de Vuelvo con mis huesos (978) centra la ausencia del amado en el saldo de soledad cenizas cuerpo dolido (No estoy ni existo mis huesos estaacuten sin piel) desnudez amenazada peacuterdida de la propia voz y extraviacuteo de las palashybras- (-No me es dado tener nada soacutelo este silencio-) que hecho carenshycia total produce el desamor El encierro se extrema en Este silencio siempn (991) en una casa caracterizada como la de las sombras y los muertos donde Sangro escupo me como las untildeasmiddot

Coartada (987) de Tamara Rodriacuteguez nos ofreceriacutea un erotismo doloroso el de -un sexo guerreromiddot abrasado Por momentos vilmente sometido- Un sexo casi siglo XXII Espacial en guerra contaminado sin antiacutedoto que es tambieacuten -Un espejo de mi narcisismo venado-o Porque este libro plantea el amor homosexual como conflicto no resuelshylO (iquestPor queacute necesito al hombre ves la mujer el conflictomiddot) cuyas raiacuteces e encuentran en el narcisismo infantil cuando se chupaba la sangre de lls heridas y se autoexploraba ( Me acostumbreacute a los caminos del olor 0 mi cuerpo Quise desdoblarme frente a mis formas l la calidez de los pliegues y recodos que escondo soacutelo para miacute) Por ello middotLa mujer me ncita y me atormenta De la mujer quiero saber todo Hasta quiero ser hombre para como hombre recorrerla y palparme penetrarme descushybrilme- Esta poesiacutea casi -de manualmiddot no debiera hacemos olvidar que si middot1 amor lesbiana es desgarrado en Olympia de Manoacuten Kuumlbler lo es en el

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mismo sentido de carencia del otro que en decenas de poemaJios heteshyrosexuales asiacute como resulta plenitud eroacutetica en la liacuterica homosexual de Veroacutenica Jaffeacute y voluptuosidad vampirescamiddot en la de Yolanda Pamin proponieacutendonos un vampiro que todos necesitamos descubrir dentro de nosotrosll

Un extremado desasimiento existencial lo encontrariacuteamos en Nada que ver (I989) de Claudia Noguera O3) reiterando hasta el sofoco verbos como buscar desesperar destruir ocultar morir enterrar lastishymar violentar tropezar dudar perder y sustantivos como silencio miedo muerte memoria sombra laberinto La hablante se caracteriza como suicida y moribunda ciega- -aterrorizada- enterrada Sus acshyciones consisten en ocultarse dentro de siacute perderse en su propio laberinshyto buscar raiacuteces o retornar a piedras en una sostenida situacioacuten de encierro (habitacioacuten sin muebles en la casa en la colin) en la que tambieacuten se escribe con una poeacutetica similarmente devastada Lo terribleshyque provoca esta serie de experiencias se nos hace algo vago -como en muchos otros poemarios- y atribuiacuterselo al desamor seriacutea acaso reductishyva aunque la hablante proclame pues soy yo la que combate suicida y moribunda por ese corazoacuten tuyo que no cesa de girar- y soacutelo parece encontrar - de nuevo como en muchos otros poemarios- cierta esperanshyza en un erotismo fijado en el pasado He estado allaacute en esa frontera donde la piel se convierte en una sola-o

Con Adicta al miacuteedo(991) de Blanca Baldoacute (952) llegariacuteamos a una dedicacioacuten casi absoluta al miedo y la locura que impregnan parcialmen te unos cuarenta poemariosl 2

bullbullYo estoy adicta al miedo Mi verdadera adiccioacuten es la paranoia Es un mal que estaacute en el aire Muchos lo reconoceraacuten Unos se meten debajo de la cama Otros se esconden en el closet Otros simplemente oyen voces-o Este apunte de colectividad en la demencia no impide que la hablante lo viva de la manera maacutes personal ( Tu prisioacuten es cerebral- Acepta el bantildeo es donde estaacutes proteshygida Aunque tampoco nadie te estaacute persiguiendo sino tuacute misma) Soledad llanto alcohol paso del tiempo (middotSoy la mujer que ve su cara

11 Seacute que Riacutesquez insiste en que -la homosexual idad soacutelo exiSle en los hombres y que no hay homosexualidad femenina Todas las mujeres son middothomosexuales- Cuando nace una nintildea lo prime ro que hace es mamar de los senos de otra mujer de grande se enamora de Olra que llama su hija bull (op Ci p 108 Y muchos otros pasajes del libro) Me falta ciencia -y experiencia- para discutir el punto asiacute que me limito a sentildealarlo

12 Helena Arauacutejo sentildeala como elemento frecuente en la narrativa femenina latinoameshyricana una imagineriacutea alucinada vinculada a lo reprimido y lo traumaacuteticomiddot con insistencia In protagonistas arrasadas por -La neurosis la histeria el desequilibrio mental y emocionalmiddot (Op Cil p 132)

a ratos derretirse en el espejo) se combinan Con una religiosidad exasshyperada que critica a las Iglesias establecidas e incrimina directamente a Dios (iquestHasta cuaacutendo me escondo iquestPor queacute me creaste Escoacutendete de Dios contildeo que no te veamiddot -Quizaacutes eres tan perfecto tan fuerte que necesitas un espejo que se quiebre ) El encierro - en la casa y dentro de la casa en el bantildeo- sentido como insoportable apela a la muerte (-Me canseacute de esconderme Prefiero morir No quiero seguir aquiacute encerrada-) que se vive imaginariamente (recuerdo a todos mis novios llevando mi atauacuted-) sin que se cumpla del todo (hace ailos que me suicido pero no muero iquestCuaacutentas veces he muerto ) El amor ante este -canto de muerte- -que remitiriacutea a Miyoacute Vestrini pero sin su exposicioacuten de motivos- no sirve de gran cosa (No hubo ninguacuten amor que me hizo sentir bien) no obstante se acude a eacutel como remedio ocasional (Un hombre Aunque no se pueda amar Se decreta el amor-)

El rastreo podriacutea seguir amontonando tiacutetulos Premura sagrada (986) de Cristina Falcoacuten O960) Estaciones de miedo (I989) de Miriam Freilich Ruidos (992) de Paula Rivero Ceremonia del horno (993) de Rosana Hernaacutendez Pasquier O 995) La simiente constante O 994) de MarvelIa Correa etceacutetera con diversos grados de encierro dolor por la ausencia miedo Destacariacutea la intensidad sensual de la Ana Mariacutea Oviedo 04) que en De fuego o de ceniza (] 991) y aunque viva por momentos el veacutertigo amoroso se queja del desamor ( Tu lengua olvida mi boca Caigo hecha nudo punta de laacutetigo y sal en las rodillas) adoptando a veces la figura de la esposa (middotLa esposa duerme sola iquestQueacute dolor vela su quietud sino el deseo-) y sugiriendo al menos una vez una relacioacuten homose~al (middotGuiacuteas mis manos en la piel de la muchacha y no puedesabsolverme-)

Desde luego la poesiacutea amorosa femenina no se agota en la queja el encierro o la locura Y habriacutea un polo de esplendorque se opone al que acabo de esbozar Entre las amologizadas la Hanni OSSO[[ (946) de Hasta que llegue el diacutea y huyan las sombras O983) y El reino donde la noche se abre O 987) aunque oscile entre plenitud y carencia en el resto de su obra la Mariela Alvarez CI 947) de Textos de anatomiacutea comparada O987) con su proclamacioacuten de una mujer que funda el mundo a partir de su horizontalidad la Mariacutea Isabel Novillo (1954) de Metaacutelica virtud (1992) cuyas operaciones alquiacutemicas producen sabiduriacutea eroacutetica y lucishydez en el amor la Edda Armas (1955) de Cuerdas de serpiente (1985) Rojo circular O991) y Sable (I 994) capaz de afirmarse en el azar de los encuentros -nada es para siempre aun asiacute tiene el corazoacuten satisfechogt la beligerante Mhariacutea Vaacutezquez de Guerrero llevado adent7U la Alicia Torres de Fatal con su galeriacutea de mujeres desafiantes

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La queja -siempre en el grupo de las seleccionadas aquiacute- puede integrarse en la provocativa actitud de quien se declara -la otra- como en De amantes (1984) de Elena Vera (939) en el rechazo de lo domeacutestico como en toda la obra de Maacutergara Russotto (946) y en Con-eo del coraz6n (985) de Yolanda Pantin puede tambieacuten recurrir a la ironiacutea tal la Reina Varela de Sentildeales de humoy Cantos rodados (993) o mantener la tensioacuten sin rendirse como las hablantes de Fuego de tierra (981) de Mariacutea Luisa Lazzaro y Poemas visibles (988) de Blanca Strepponi

Obviamente tambieacuten en otras autoras cabriacutea detectar una actitud en diversos sentidos distinta de la reduccioacuten a la queja La aparicioacuten de media docena de poemarios de muy joacutevenes escritoras manifestando firmeza desafiacuteo afinnacioacuten o desparpajo junto a la entrega o el lamento por la ausencia me hizo pensar en una posible evolucioacuten epocal o generacional Sin embargo algo de esto habiacutea ya en Nomenclatura cotidiana de Antonieta Madrid mientras que poetas tan joacutevenes como las que me llevaron a creer en el triunfo de un cambio han mantenido el tono predominante Y la de menos edad recogida en libro la Eva Suzzashyrini (972) de quien se incluyen cinco poemas en Antologiacutea de nadie (UCV Caracas 1993) reitera la liacuterica del cuerpo roto el miedo las laacutegrimas la ceniza y la sangre casi como si se cumpliera un programa

En cualquier caso quiero sentildealar el resplandor eroacutetico de En los extremos confines de tu cue1po(991) de Diana Lichy (962) que celebra la brasa del amor explicitando una y otra vez su derretimiento su perdishydoacuten y fusioacuten en el amado praacutecticamente divinizado ( Si me tocas me pierdo oscurezco me precipito como una nueva tonalidad de tu sombraN -Brasa en ti languidezco Reconstruyo mi cuerpo con tus huesos -Te vienes en miacute abrasas mis entrantildeas Me desgarras desatanshydo toda la furia adonnecida encerrada en los pilares de mis huesos Te vas hundiendo en miacutelluminoso como un dios en el primer diacutea de su creadoacuten) aunque el goce alterna con el alejamiento del otro ( Pero tuacute apareces y desapareces me tomas por asalto y te pierdes azaroso Y altivo-) dejaacutendola vaciacutea decidieacutendola a buscar otros amores

Otra faceta la representariacutea la ironizacioacuten de los materiales de cocinamiddot y de lo domeacutestico en general cuyas operaciones trasplantadas a teacutennishynos existendales vehiculan la autoafirmacioacuten de la hablante su serenishydad su exigencia respecto al hombre en Aposento del amanecer(991) de Eunice Escalona (950) Hay una satisfaccioacuten en mis huesos fuertesmiddot en -mi piel maternal definitiva y bellamiddot en la manipulacioacuten exitosa de la carne de las verduras y de la del hombre en la pertenencia a una estirpe femenina (hermana de mis hermanas que en las lejanas hogueras se consumen- iexcly no tenemos miedomiddot)

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En cuanto a la locura tan rozada y temida como deseada y elogiada un planteamiento que prolonga las amargas burlas de Miyoacute Vestrini al psicoanaacutelisis lo tendriacuteamos en el largo texto en prosa - nueve paacuteginasshyque da tiacutetulo a Encuentros del poeta con el psicoanalista (991) de Christiane Dimitriades (956) rechazando su reduccioacuten de las vivencias a esquemas mensurables SLl saber-poder su fundamentacioacuten en la culpa aunque el conflicto de la hablante queda apenas caracterizado

Apunto finalmente el nombre de dos de esas autoras que - vanamenshyte temo- me sugirieron el inicio de una nueva actitud de alguna manera colectiva Adriana Gibbs (966) en Parece otontildeo (993) muestra que si la ausencia marca a la mujer ella misma asume de entrada la posibilidad de irse (su hablante es La que promete habitarte aunque no permanezshycaN) la iniciativa sexual (te besa discretamente abriendo el cierre de los pantalones-) y la eventual bisexualidad de un tipo que la atrae (-Creo que le gustan los hombres Acepto si tambieacuten le gustan las mujeres-) Claudia Hernaacutendez (970) en El humo que me intenta (1993) adopta un agradable desenfado en las cuitas del desamor ( ahora me miras rabioshyso destrozado por el piso mientras que la brisa se lleva tus pedazos) El antoacutelogo se permite brindar por ellas

VI

Si hay un rasgo diferenciador de la escritura femenina maacutes allaacute de un muy estricto repertorio temaacutetico que no abarcariacutea sino tres o cuatro cosas (la obvia maternidad lo domeacutestico iexclen apenas una decena de libros y en general rechazado la figura esencial de la madre e incluso de la abuela de las hablantes y iquestqueacute maacutes) es el radical detallamiento del propio cuerpo acompantildeado de uno algo menor del cuerpo del amado - o de Ia amada Se me dijo un a vez que la poesiacutea masculina tambieacuten se referiacutea al cuerpo femenino sin que lograran esgrimir maacutes que dos ejemplos Antqnio Arraacuteiz y Juan Liscano (regalo otro el siempre olvidado Alfredo Arvelo Larriva) Pero aparte de que los respectivos repertorios sean materialmente limitados no parece haberse percibido -iexclde tan obvia-Ia diferencia fundamental los hombres hablan del cuelpoajeno aludiendo lpenas al que los constituye mientras que las mujeres dibujan en primer lugar el de elas -y por sobreabundanda esbozan tambieacuten el nuestrol3

Mucho hemos avanzado desde que Virginia Woolf confesara su fracashy-lO respecto a -decir la verdad acerca de mis propias experiencias en

13 Otro asumo es que la poesiacutea femenina en los uacuteltimos antildeos haya permeado a la lIIasculina permitiendo a Rafael Arraacuteiz Luca o iexclgor Barrero incorporar un anecdotario de 1lvadoras neveras cocinas granos despanamados o que el primero tematice repetidamenmiddot

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cuanto a cuerpo Dudo que mujer alguna haya resuelto esta dificultadshy(middotProfesiones para la mujer- Las mujeres y la literatura op cit p 72) Pues por lo menos en la liacuterica femenina venezolana medio centenar de poemarios expone en teacuterminos corporales su goce y su dolor su plenishytud sus carencias sus suentildeos deseos y desgarramientos

Para evitar redundancias adicionales remito a las notas y poemas de las aquiacute antologizadas sin dejar de sentildealar este rol muacuteltiple del cuerpo objeto de las agresiones sociopoliacuteticas del envejecimiento y de las mashyniobras suicidadas en Miyoacute Vestrini degradado por la domesticidad en Maacutergara Russoto y la Pantin de Correo del corazoacuten autosuficiente pero dispuesto a la entrega en Mariela Alvarez voluptuoso en la Elena Vera de De amantes la Hanni OSSO(( de un par de libros en Edda Armas Mariacutea Isabel Novillo Alicia Torres dado con conviccioacuten - y cierta sombra vampiacuterica- al amor lesbiana en Pantin y Jaffeacute arrasado por el desamor la ausencia el encierro la locura las mutilaciones y reducciones pero tambieacuten a veces por el placer en la Elena Vera de dos libros Mariacutea Luisa Lazzaro Cecilia Ortiz Manoacuten Kuumlbler Patricia Guzmaacuten Sonia Gonzaacutelez

te a sus hijas y el segundo asuma o invente al final de Soy el mucbacbo maacutes bermoso de esta ciudad(Fundarte Caracas 1987) middotUn poema de mi esposa Fabiola Vethencourtmiddot O (iexclue el Rafael Castillo Zapata de I-bol que cece rorcido (Traacutefico Caracas 1984) cante la oscura gesta de las mujeres empinadas que sostienen la casa En lo que respecta al tratamiento del cuerpo e l Harry Almela de Cantigas (Monte Avila Caracas 1990) da voz a la amada cantaacutendok al amadc con un erotismo tan lunar y materialmente corporizado como el caracteriacutestico de la poesiacutea femenina mientras que el hablante de Fraacutegil en el alba (Monte AVila Caracls 1993) explicita middotaIcaacutenzame en la mujer que hay en miacute toacutecame all iacute donde no hay nombre bull Tarpbieacuten Alejandro Bruzual en el El jardiacuten de las mujeres (Monte Avila Caracas 1993) detalla el cuerpo femenino canta a la mujer-diosa y acude a una galeiacutea de figuras literarias mitoloacutegicas y biacuteblicas (Dido Beatriz Euriacutedice Salomeacute etceacutetera) Pienso que la impregnacioacuten alcanza igualmente al Luis Alberto Crespo que en Maacutes afuera (Monte Avila Caracas 1993) ofrece el maacutes bello poema autoeroacuteiexclico que haya leiacutedo jamaacutes Yofui tu novio con los labios rojos y me desvestiacutea y me iexcloca ba cuando tUacute no estabas Cuando queriacutea saber de ti Yo era tu mujer si cerraba los ojosy cuidaba nuestra desgracia como una baraja Tuacute me enseilaste a besarme ( ) Nuestro anillo adelgaza iquestCuaacutento tiene que no duele Dicen que eres bella iQueacute soledad bull Hay en todo esto un cambio de sensibil idad en que acaso el discurso masculino esteacute liberaacutendose de rigideces supuestamente viriles permitieacutenshydose sacar a lote un allima antes autocensurada o reprimida Puede que esteacute no menos respondiendo al middotdesafiacuteomiddot representado por un discurso femenino desarrollado a lo largo de los uacuteltimos veinticinco antildeos --ltgt sesenta si contamos desde Mariacutea Calcantildeo-- sin cuyo previo aporte sospecho que tal intlexioacuten de la sensibilidad no hubiera sido posible

En cuanto a un -fdncionalmente disringuible- discurso homosexual masculino (el Arshy

mando Rojas Guardia de lIacia la l10cbe viva FabriArt Caracas 1989 el Rafael Castillo Zapata de Elttacioacutell de traacutemilo Pequentildea Venecia Caracas 1992) seguiriacutea la pauta de la poesiacutea escrita por hOlJlbres casi inexistentes referencias al propio cuerpo discreto detallashymiento del cuerpo d I amado

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herido por el aborto en Maritza Jimeacutenez por la maternidad en Mariacutea Auxiliadora Alvarez Detallado siempre en mayor o menor grado y detallando el cuerpo que interactuacutea con ellas l4

Del conjunto que pudiera traerse a colacioacuten recordareacute que igualmenshyte en la Teresa Coraspe de Las fieras se dan golpes de pecbo y la Eddy Godoy de Yerba negra la guerra se daba en teacutenninos corporales Como realizaciones peculiares citareacute a la Ondina Fernaacutendez (961) que en Se fueron las edades (991) plantea el conflicto quizaacutes particularmente adolescente de que la enumeracioacuten de los elementos de su cuerpo la lleva al desconcierto de no coincidir con la suma de sus partes (No soy estos ojos estos cabellos esta boca) y la inquietante poesiacutea oniacuterica de Gris intemperie (993) de Ana Coromoto Salas que recupera la sensuashylidad de una naturaleza con la que a veces se identifica la hablante insistiendo en lo erecto femenino (el nenuacutefar seraacute Erectas formas () descansando sobre amables redondeces) y masculino (el grillo erecto y viril) Para detenerme en Aposentos (1985) de Yolanda Blanco

Aquiacute -prolongando segurameme sin saberlo a Mariacutea Calcantildeo- hay como un regusto inaugural en la afirmacioacuten de lo femenino que llega quizaacutes al abuso terminoloacutegico mujer(es) utilizado 36 veces cue1po 17 hijola(s) 17 sangre 12 luna(s) 10 seno(s) 8 hembra(s) 7 sexo(s) 7 estroacutegeno(s) 4 falopio(s) o trornpas de 4 pubis 4 barriga 3 Agregando pechos regla vagina ovarios menopausia uacutetero cliacutetoris preiiez parto genes nalgas trasero caderas muslos etceacutetera encontraJiamos dibujashydo un cuerpo del que se insiste en la sexualidad en su sentido maacutes material Sin embargo no se trata de inventariar goces posibles sino en primer lugar de reivindicar la propia corporeidad con una marcada insistencia en el aspecto maternal y en segundo lugar de denunciar la opresioacuten de dicho cuerpo por el hombre anverso y reverso de una misma actitud

Yolanda Blanco asume imaacutegenes y rasgos tradicionalmente adjudicashydos a lo femenino a veces con ironiacutea otras con rabia acusatoria pero

si siempre con la seriedad de quien descubre en siacute cierta profundidad oIrquetiacutepica Sangre luna tien-a y maternidad son las nociones claves y Itlacionadas prolongaacutendose en dos tipos de asociaciones lo vegetal por una parte (musgo fruta fresa flora silvestre durazno palo de lI t ranjo y azahares mangos cerezos ) lo oculto por la otra (nido

Helena Arauacutejo encuentra un abanico casi similar de posibilidades en la tematizacioacuten 11e rotismo por la poesiacutea femenina latinoamericana middotActo doblemente transgresor como

lC rlt ura al incluir lo que no debe o no puedf decirse el erotismo denuncia la crispacioacuten del IIilrpCgt colonizado pero tambieacuten celebra su gozo y su placer (op cit p 187)

29

colmena estratos geoloacutegicos ademaacutes de los mencionados oacuterganos glaacutenshydulas y humores internos) El cuerpo en esta red metafoacuterica tiende a ser paisaje Surja de mis muslos el musgo que calentar pueda la montantildea las dunas Embellezca mi desierto ese agua de cuarzo que escondo Soy de piel la pared Geoacutelogos huellan mis estratos Buscan oro-o

El punto de encuentro entre la floracioacuten y lo oculto es la alquimia de la sangre menstruacioacuten que tintildee los versoS con toda una imagineriacutea en variantes de rojo granate -manantial de felpa- amaranto enrojecido Los poemas registran lo inicialiniciaacutetico de esa primera sangre el miedo el asombro pero tambieacuten el orgullo la potencialidad de los cuatrocientos hijos del cuerpo-casa no menos la preocupacioacuten por la menopausia

como futura marchitez En la autoafirmacioacuten se encuentra lo mejor de un canto a siacute misma que

soacutelo una mujer -pienso- podria escribir En la middotdenunciamiddot (middotCiudadana de segunda buroacutecrata sin rango De repente sortaria de un voto sin bocal A destajo trabajadora proletaria en pleno subdesarrollo Y un largo etceacutetera que incluye lo domeacutestico los abortos obligados por la miseria los nintildeos sin padre pero tambieacuten las ozagaletonas que emperishyfolladas pasan encueradas) lo peor -y no estoy cayendo en los planteashy

mientos virginiawoolfianos

VII

A vuelapluma sentildealareacute algunos rasgos que exigirian una elaboracioacuten pausada y detallada los subrayo en el desorden de estas notas apenas

como pistas Brevedad 58 de los 150 tiacutetulos examinados estaacuten conformados total

o fundamentalmente por poemas breves considerando tales los que no superan las cincuenta palabras Otra quincena de libros contiene numeshyrosos poemas breves - pero siempre menos de la mitad-o Si extendieacuterashymos el liacutemite de la brevedad hasta las setenta palabras legariacuteamos casi al centenar de tiacutetulos Desde luego se trata de una modalidad general de la nueva liacuterica venezolana e incluso en la femenina es maacutes patente la influenda de autores como Luis Alberto Crespo y Reynaldo Peacuterez SOacute que la de por ejemplo Antonieta Madrid o Edda Armas Las peculiaridades que encuentro en el conjunto que nos ocupa vendriacutean a ser dos la brevedad es utilizada mayoritariamente para la exploracioacuten sentimenshytal sobre todo para esa queja amorosa en situaciones de desamor ausencia y encierro como si su caraacutecter tirubeante- sus violencias sinshytaacutecticas sus silencios- fueran idoacuteneos y casi nunca se nos entregan

u

poemas sueltos- sino relacionados con cierto grado de organiddad alcanzando con frecuencia la absoluta coherencia de libros unitariosl5bull

La casa como tema Bastaria remitir a los recieacuten nombrados Crespo y Peacuterez SOacute - entre tantos otros- para tener claro que no es un asunto exclusivamente femenino Sin embargo se lo desarrolla insistentemente en esta liacuterica Habria que distinguir la casa de la infancta siempre nostalgiada siempre perdida y la casa de la adultez con tres variantes principales su rechazo como encierro domeacutestico la identificacioacuten cuershypo-casa devastados ambos en el desamor la casa como refugio y hasta como plenitud ~posibilidad menos tratada Hanni Ossott para lo primeshyro Eunice Escalona para lo segundo-o A la casa de la infancia estaacute ligada la presencia fundamental de la madre y tambieacuten de la abuela -el padre es una figura minoritaria ]affeacute Novillo la Mariacutea Luisa Lazzaro que teme que rediviva en los amantes la Celalba Rivera 07) de Bajo el signo del ctelo (1991) y pocas maacutes- con una sensualidad en la caracterizacioacuten que nos devolveriacutea al cuerpo por otros caminos asiacute en Gris intemperie de Ana Coramoto Salas (Mirar hacia elliacutemite errar en burbujas de vientre en el mullido jugoso de sus senos Beso el rastro de mi madre resbalan manos de alga por mi cuerpo Persisto en curvarme en la blandura antigua- etc) y respecto a la abuela en Ce-emonia del homo de Rosana I-Iernaacutendez Pasquier (middotSus senos son dos mundos redondos melones tiernos-) Obviamente el amor a la madre no excluye el conflicto (Miyoacute Vestrini Gloria Martiacuten Poemas Visibles de StrepponD

Extranjeridad el asunto me ha llamado la atencioacuten en contraste con el subsistema masculino del que estaacute praacutecticamente ausente -habriacutea que remitirse casi a Mi pad~ el inmigrante (Suma Caracas 1945 y reediciones) de Vicente Gerbasi- y con la nueva narrativa donde lo que se destaca es la venezolanidad de los hijos de los inmigrantes En camshybio en la liacuterica femenina por una parte se establece la figura de la ~tranjera - desde Mustia memoria de Laura Cracco quien la tematiza ntralmente hasta Solitario ofiCio de horas desnudas (993) de Diana chy asociaacutendola a la radical soledad de la escritura- y por otra se la

15 Varias veces he sugerido razones epoca les para explicar no soacutel o el poema breve sino (iexclre todo el desarrollo simultaacuteneo de lo breveen poesiacutea cuemo e incluso cine ademaacutes de

l rorrespondiemes a cada campo Quiti valga la pena antildeadir una observacioacuten de Virginia Xllr middotEllibro tiene que adaptarse en cieno modo al cuerpo y hablando al azar diriacutea que 1 lib ros de las mujeres deberiacutean ser maacutescollos maacutes concemrados que los de los hombres

IIMlruidos de modo que no requie ran largos ralOS de trabajo regular e inimerrumpido 1 lI lue imerrupciuacutel1es siempre las habraacute (Una bahitacloacuten propia op cil p J07)

31

explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

33 32

SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

331

210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 6: Yolanda Pantin

(ojos labios -de aliento y gritos- mejillas oiacutedo) el cuello y la garganta cuerpo abajo la figura posee hombros brazos manos espalda tronco pechos -con pezones-- y senos tambieacuten vientre talle cintura caderas flancos piernas rodillas pies no carece de vellos venas entrantildea ni esqueleto Ninguno de estos teacuterminos es metafoacuterico y si varias veces aparece corazoacuten como oacutergano del sentimiento hayal menos uno en su sentido maacutes corporal

La ausencia del sexo directamente nombrado queda compensada por la transparencia de las imaacutegenes en poemas como El deseomiddot (-Abreme la vena abundante iexclque la tengo estrecha) -Me ha de bastar la vidamiddot (iexclCrece sobre mi carne dolorosa lamieacutendome hacia adentro hoguera deliciosa-) -Sembrador- (middotcuando me tomes me repiques adentro y me calles las bocas impacientes ) entre otros muchos

Ademaacutes del frecuente goce en su propia desnudez y de los retozos con una naturaleza sexuada cuyo cuerpo se detalla tambieacuten en cierta medida encontramos dibujado el cuerpo masculino con un registro igualmente amplio Se trataacute desde luego de un cuerpo casi siempre en relacioacuten con el d ~ la mujer praacutecticamente funcionalizado para el eros reciacuteproco y pOI lo tanto sin los momentos de entrega amorosa a la naturaleza que ~)rtenecen en exclusiva a la hablante aunque lo corposhyral del hombre sea ocasionalmente asimilado a elementos naturales

El hombre entonces tiene cabeza caray rostro tronco Piel-lo que ella curiosamente nunca posee- sudor cabellos barba ojos boca-y aliento- gatganta pecbo brazos manos -callosas- pies venas y sanshygre El falo estaacute maacutes que sugerido como lo fue el sexo de la mujer Reveacutelate gigante que en mi vida tuacute cabes- (El deseo) middotCrece sobre mi carne dolorosa lamieacutendome hacia adentro hoguera deliciosa iexclQueacuteshymame duro hondo () Molde de sangre Soacutelido- (Me ha de bastar la vida-) en poemas que son a veces los mismos

Precursora de la sexualidad explicitada de la tematizadoacuten de aborto y menstruacioacuten (Primer espanto de la nintildea con luna-) Mariacutea Calcantildeo lo es igualmente de una poesiacutea confeSional en que el erotismo aunque ligado al pecado es hermoso y el rechazo al marido a la moral convencional y a la domesticidad aparecen juntos Su eros sin embargo estaacute asociado a la maternidad Esta mujer grieta brecba herida gozosa cuya liacuterica de la penetracioacuten evid~nciada hasta el exceso toca la provacacioacuten en su punto maacutes alto casi la parodia en el maacutes bajo es ante el hombre en el acto sexual Doacutecil como las criaturas que esperan a Dios- pero nunca doacutecil como una criadamiddot Las agresiones al cuerpo en el aacutembito sexual son entonces positivas (desata tu rudeza iexclQueacutemame duro hondo Ni en mi dolor reparo cuando te pido recia lastimadura-) mientras al

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1011 0 de -Desangregt es vivido como una mutilacioacuten una peacuterdida absoshyJUI del cuerpo Otro aporte -sin continuaciones en la liacuterica femeninashy

11lma de la mujer-nintildea entregada en plena pubertad por la madre a 111 1 )lJIure mayor - con lo que su progenitora aparece por primera y 11111111 vez en una poesiacutea praacutecticamente hueacuterfana de la que el padre estaacute 11I1l llkn ausente- o Y es este obligado marido el rechazado quedando la cldlTucioacute n elel erotismo para el o los amames

111 lo que concierne a la casa no es encierro no soacutelo porque se abre 11 1I Iluraleza sexuada sino porque del1lro de ella ademaacutes del amor se

l IIId( H en esos momentos de desnudez de la mujer consigo misma (Una hlll dtsnudezl mi cuerpo y la noche) y las raras tareas domeacutesticas

lltmiddot middott lIlencionan quedan igualmente impregnadas de sexualidad como 11 J ha a volar tus camisas pues son las del amado (Las hojas se

Ollel huacutemedas y las camisas retozan) AtI pudiera extenderme en la consideracioacuten de una poesiacutea que

ul Lantos rasgos constitutivos de la liacuterica femenina pero lo dicho 11 tn el marco de esta introduccioacuten

Ill lo que es maacutes que nada una lectura retrospectiva habriacutea que llo H a otra media docena de autoras Pues incluso en una obra tan

J)ill l lIl l lllente alejada de la antologizada aquiacute la de Luisa del Valle Silva Il)p1 19(52) encontrariacuteamos un poema Como middotViene [u hijo (Luz Imp

ltiacute Vll lI llica La Habana ]941) que tras un comienzo espantosamente 1 IlIscribe la expeC[ativa de la maternidad en un horizonte socioposhy

Illh 1II l1inoso como haraacuten luego - en versos esos siacute excelentes- Miyoacute 1111 11 e) Maacutergara Russotto Pero mira maacutes lejos mira el mundo hacia

lmilc Viene tu hijo Odio Dolor Hambre Injusti cia envenenan al lOIIlIll de hoyiacute y amenazan al hombre de mauacuteanabull Asiacute como en Paacutelmeshy

Yl lla (]916) la carga provo cativa de Protesta resulta similar a la de 1l l lIvs poetas y tuacute iquestqueacute sabes de mi castidad o mi lujuria si soy

111 1 llJIriente si soy recua salvaje de mi gajo y su ceniza de su Ia lllesiaacutenica sataacutenica de mi sangre calieme en odres de obsidiashy

t-h l1 )s excepcionales seriacutean los aportes de Elizabeth Schon (1921) lIi

j -11 fil osofar encarnado en elementos naturales de la Ida Gramcko

IIj i fX)Iacute ) que desfonda los cuentos infantiles haciendo brillar su h lll ll1 dVIsidad en La vara mtiacutegica (Orbe Meacutexico 1948) inicia la

111 tdon de una demencia impregnada ele misticismo en Poemas de 1(1) lr1fica (Grafos Caracas 14) y asume maacutescaras ficcionales en el

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bullbullbull

dislt-urso denso y cuestionador de Los estetas los mendigos JI los beacuteroes (Tip Vargas Caracas 1970) poesiacutea en prosa la de eslOS dos uacuteltimos libros y desde luego los de Luz Machado (] 916) el Canto al Oril1oco Nascimemo Samiago de Chile 1953) con sus versos llenos de mundo desmintiendo la reduccioacuten a lo iacutemimo en que se ha querido encasillar la escritura femenina la casa tematizada desde La espiga amm-ga (Avila Graacutefica Caracas 1950) y detalladamente caracterizada en La casa por dentro (Sucre Caracas 1965) que si celebra las minucias de lo domeacutestishyco no asume menos las amarguras de un encierro -La mujer se curva en la pena como un marco palpitante alrededor de un reflejo Sorda como piedra bajo el viento deacutebil como aacuterbol entre el viemo y viva y hermosa en la esperanza como aacuterbol que no oyeIa mujer quebrama con laacutegrishymas el rociacuteo de los treacuteboles mientras el riacuteo pasa mojando los pies negados al gran peregrinaje-o

Paralela en realidad a la trayectoria de las nuevas autoras la obra poeacutetica -siempre en prosa- de Antonia Palacios (915) es un punto extremo en el desarrollo del tema del encierro Asiacute Textos del desalOjo (Monte Avila Caracas 1978) Ese oscuro animal del suelo (Monte Avila Caracas 1991 y Hondo temblor de lo seaeto (Mome Avila Caracas 1993) registran los procesos sufridos en ese espacio de lo iacutentimo Pero no es tanto la ausencia de un amado sino el progresivo despojamiemo de todo en un arrasamiento omoloacutegico lo que se nos ofrece Tiene que ver con el cuerpo -heridas grietas cenizas- pero no soacutelo con eacutel Tiene que ver con la muerte a la que se entrega una parte de la hablante Tiene que ver con el tiempo Ella sin embargo se recoge perioacutedicamente en la afirmashycioacuten de siacute de -Mi cuerpo erecto Esta columna viva Esta columna en vilo remitieacutendose incluso a una inextinguida sexualidad (Todaviacutea quedan labios ojos que miran las cosas Quedan los brazos alzados en un in temo de vuelo Queda el sexo palpitante huacutemedo todaviacutea Y este caer del rociacuteo en la secreta espesura de mi bosque ya desnudo)

El conflicto sucede en la casa real y metafoacuterica amenazada de ruina y se recuerda la casa de la infancia centrada en la figura de la madre

La insobornable aventura existencial que representa esta poesiacutea vershydadero reto para la nueva liacuterica apela por momentos a imaacutegenes de hondura miacutetica (Yo soy la que se incorpora se levama de la tierra desde un remoto origen Yo soy la desordenada la que acaloacute los sentidos en infinitos espacios para no gustar el mundo Soy aquella que regresa por unos caminos nacidos entre polvos del ayer No hay palabra que me nombremiddot)

Reto re-sulta igualmente la obra de Ana Enriqueta Teraacuten (]918) que viene afirmando el esplendor material del propio cuerpo a veces detalla-

Jo iexcllI lI e el espejo desde Al norte de la sangre (Suma Caracas 1946) y lIlI bullbull IIIundidad de la mujer mayor que la del hombre pues eacuteste -nunca 11 tOIllO ella a los intactos nombres de la tierra la vida el amor y la

1I Hllmiddot (Camo Presencia terrena Alfar Montevideo 1949) pudiendo 11 lI~brar la maternidad mientras me seacute del viemre a las rodillasshyI

(1 fl ( Y ritmo maternos- De bosque a bosque Arte Caracas 1970) iexcl l eraacuten debemos la fundacioacuten de una ritualidad sumuosa para lOdos

lo ~lmiddot~to~ de lo femenino - escritura inc1uida- en una poesiacutea ceremoshyIHo bull y ceremonial capaz de dotar de hondura a las operaciones maacutes hI1e1es a las tareas maacutes domeacutesticas en una casa hecha palacio por la mIHf v(lbal La figura de la extranjera intertextual a la liacuterica que nos U(III y un esplendor arquetiacutepico al que se han acercado la Mariela

IViexcll de Textos de anatomiacutea comparada la Hanni Ossott de El reino Id lel nocbe se ab1-e la Alicia Torres de Fataly la Mariacutea Isabel Novillo Hettflica virtud provienen de poemarios de Ana Enriqueta Teraacuten

Ubro de los OiCios(Monte Avila Caracas 1975) Muacutesica conPie de Imll (LIlA Meacuterida 1985) y Casa de babias (Monte Avila Caracas n

1111 bullbull slrie de aUlOras con frecuencia dedicadas total o pllrcialmente a 1 lile ~( llamoacute poesiacutea -social- -comprometida o de denuncia se IoIIIII)llIOn en los sesema prolongando a veces su trayectoria hasta

Iros diacuteas 1I bull riacutea que recordar a la Mary Guerrero (1941) de Salta la cerca lIda Meacuterida 17) planteando la oposicioacuten entre un encierro de

middotd tristeza ceniza cuerpo herido fantasmas familiares miedo It y Cspejos y esa reiterada consigna existencial de -saltar la cercashy

IUe dbull 11 mundo A Mayra]imeacutenez que mezcla lo amoroso y lo social en litlllll Jiscutibles (Los trabajos del sol Imp Nacional Caracas 1966

lrI adentro Imp Nacional Caracas 1967) y dedica El libro de VolumshyIltlCV Caracas 1969) al diaacutelogo iacutentimo con el amado ausente A la

Ir middotu middotIores del volumen colectivo Palabra uno (Lam Caracas 1964) 1111 poemas poliacuteticos por un lado-guerrilla represioacuten cadaacuteveres Cuba iexcliexclj IlLIII oscilando entre la cursileriacutea y el panfleto y finamente amoroshyljiiexcl por el otro sin articular ambas facetas A la Elena Hochman de

(n calma (Baacuterbara Caracas 1969) con una poesiacutea de protesta que 11111 WmiddotI consignas titu lares de prensa declaraciones oficiales lemas

IIblldlarios pero tambieacuten concisas reflexiones suenas alucinaciones lIilS cotidianas y distorsiones absurdistas tendiendo al cartel con

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momentos de gran fuerza y de ineacutedito lirismo A Lydda Franco Fariacuteas (943) que en Summarius (Asamblea Legislativa del Estado Falcoacuten Coro 1985) continuacutea la poesiacutea aacutespera provocativa y totalizante de Poeshymas circunstanciales (policrom Caracas 1965) mezclando prosa y vershyso en textos extensos que entrelazan en el mismo rechno la falsedad literaria el trabajo oficinesco la vida inauteacutentica Y un panorama socioshypoliacutetico de injusticia corrupcioacuten y crimen para concentrarse en los liacutericos poemas breves de Recordar a los donnidos (LUZ Maracaibo

1994)Y sobre todo a Mery Sananes (1941) Desde los catorce poemas que

incluiacutea el ya citado Palabra uno (1964) sobresale la puesta en primer plano de las contradicciones soledad y militancia ruptura con el pasado e ingreso a un combate en el que no parece creer del todo con una carga emocional profunda en contra de la violencia Pesa sobre la hablante una condena en cuanto mujelmiddot( Fui juzgada y condenada por todos los hombres que a mi alrededor vivieron no bastoacute nunca posesioacuten ni entrega-) Detalla su cuerpo herido en un contexto de represioacuten y muerte -el paiacutes como celda- en que -aguardar no es maacutes que morir antes de tiempo El miedo en este marco queda plenamente justificado (Me paseo por la calle estoy sola tengo miedo estoy aterrada aterradiacuteshysima quiero regresar miento nunca se debe regresar etceacutetera) regisshytrando las oscilaciones entre cobardiacutea y fortaleza decisioacuten de luchar dada la situacioacuten colectiva y desfallecimientos personales lo que se expresa en teacuterminos corporales (camino se me sangran los pies se me desgarra la piel pero sigo etceacutetera) Una poeacutetica de ordenar el caos de su cabeza es tan coherente con los vaivenes existenciales de la hablante como lo es la poeacutetica testimonial de Tiempo de guerra (Desorden Carashycas 18) Es necesario escribir todo esto antes de que se olvide

Otra vez son razones cotidianas las que llevan a la lucha (_Quisiera un paiacutes (J donde pudiera amar Y tener hijos que vean el sol donde los hijos de mis hijos vean el sol) Se sigue rechazando la violencia -por otro lado inevitable- El amor que ocupa buena parte del libro concenshytra su lirismo (-Mira amor el caujaro produce una fruta muy dulce con ella se pueden atar papagayos mil hombres invadieron hoy falcoacuten iquestno es tiempo ya de que nos encontremos-) Tristeza incomunicacioacuten con unoS padres que no comprenden sus razones dudas sobre la efecshytividad de un combate que acumula heacuteroes muertos delatores y desertoshyres todo esto autentifica la actitud de la hablante que se pemlite inclushyso suacutebitamente un verso de hechicera yo seacute hacer ritoS extrantildeos con

las hierbas- ineludiblemente femenino Su uacuteltimo libro Tierra de expedientes (Desorden Maracay 1975) estaacute

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constituido por tres largos poemas narrativos que con sus 28 o 29 paacuteginas de texto cada uno son otros tantos tiacutetulos El primero y maacutes interesante Parcela 40 relata la muerte velatorio y entierro de la mashydre con el subsiguiente luto siempre seguacuten el ceremonial judiacuteo La hablante sin embargo no saca cl e ello ninguna conclusioacuten en cuanto a su eventual extranjcriclad o doble pe rtenencia - al contrario de lo que veremos en la nueva liacuterica- y al ligar esta muerte familiar a la de los combatientes insertaacutendola en la lucha por la dignidad y la verdadera vicia tampoco hace alusioacuten alguna a la tragedia particular de los judiacuteos -campos de exterminio persecuciones errancia- El resto del libro es lamentable Expediente intenta vanamente extraer el sentido socioposhyliacutetico de UIl banal accidente de traacutensito -Guerra de guerrillasmiddot evacuanshydo la cualidad experiencial de su poesiacutea anterior se abandona al panfleshyto el esquematismo histoacuterico la hagiografiacutea de los revolucionarios muershytos) hasta la cursileriacutea elogiando la lucha armada manclo en la realishydad estaba ya pacificada

IV

El atractIVO de los abordajes -profundos por la viacutea junguiana de Fernando Riacutesquez de Aprori IIwcioacutelI n In femin idad e incluso por la del femenismo virginiawoolfiano de la Helena Arauacutejo de Ln Scberezada Criulld con su insistencia en e siacutembolo brotado del inconsciente no

9 La Scber(rada Cnoa Ensayos sobre Escitum Femenina Latinoamenccl17a Universishyd3d Ntcion1 d ColombiJ Bogotaacute 11)89unque esteacute dedic3do sobre todo a 11 narrativa mencione ll m literJ[url middotde It opresioacute n y sugierJ estudiar b peculiaridad del enfoque femenino ele cienos terms como J violenco liga la buacutesqueda por la mujer de una escritura propil co n lo simb61ico inconsc iente middotPosiblemente haya una cierta relac ioacuten entre el Irecuente empko de b expres ioacuten simboacutelica por p3rte de la mujer que escribe y su necesid~d de hbbr un le nguaje propio Recordemos que el aacutembito femenino s sobre todo subjetivo I irnilicb por su misma marginal iziexcl cioacuten a un medio donde predomin3 lo emocional y lo afectivo Jiexcl muje r debe esiorz1 rse ly a eces hacerse vio lenci3) para 1dapt3r su escritura a un s intax is forjacl por e l hombre Su le ngu3Je aparentemente brota con rmyor facilidad del inconsiente integraacute ndose alliacute donde e l signo y e l siacutembolo se entremezclan en la buumlsquediexcl de un3 coherenc ia que a De nudo se exime de la loacutegica racional Al expresar en lo imaginario su d) roe rsioacuten la m uje r prescinde ademaacutes de la automiddotcensura y se atreve a crear un1 prosa alJeg d3 al de lirio y a la alucinacioacuten Su escriturlt tiene e ntonces mucho que ver con i)iexclublimlcioacuten v COIl el desbordJmientode una sexualidad ignorada o reprimida (p 75)

Confieso qu -iquestcomo hombre- me result1 difiacutecil detectar eS3 resistcncia de la simaxis a la escritura epeciacutetkameme femenina maacutes 1113 de la obviedad de los plurales obligadamenshyte masculino en presencia de los dos seX05 y violenciasmiddot similares En cuanto a la pist1 de lo simboacutelico-inconsc ie nte-irr3cio l1al-de lirare habriacutea que verifiC3r1o en detalle - y creo que en esta misma 3ntologiacutea hay alguacuten materia Por otra rarte e l tema de una sintaxis propia

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deberiacutea recubrir la efectiva diversidad de la escritura de mujeres En tal sentido me siento muy cercano al rechazo de -tipificacioacuten esgrimido

pertenece sin discusioacuten a Virginia Woolf pero no recuerdo - iquestlapsus masculino- que lo asociara necesariamente con el inconsciente En un texto de 1929 (Una habitacioacuten propia Seix Barral Barcelona 1980 2 ed) sentildealaba respecto a las novelistas de principios del XIX la dificultad de que no teniacutean tras de siacute ninguna tradicioacuten o una tradicioacuten tan corta y parcial que les era de poca ayuda mientras que la masculina no les serviacutea middotQuizaacute lo primero que descubrioacute la mujer al coger la pluma es que no existiacutea ninguna frase comuacuten lista para su uso todos los geacuteneros literarios maacutes antiguos ya estaban plasmados coagulados cuando la mujer empezoacute a escribir (pp 104-105) Y en middotLas mujeres y la narrativa tambieacuten de 1929 (Las mujeres y la literatura Lumen Barcelona 1981) middotNos estamos acercando al tiempo si es que no hemos llegado ya en que pocas o ningunas seraacuten las innuencias extrantildeas que perturben la literatura femenin3 c ) Pero a pesar de todo sigue siendo verdad que la mujer para escribir exactamente como quiere escribir tropieza con muchas dificultades Para empezar se encuentra con la dificultad teacutecnica -en apariencia tan sencilla pero en realidad tan desconcertante- consistente en que la forma de la frase en siacute misma no se adapta a la personalidad femenina La frase estaacute hecha por el hombre La frase es demasiado amplia demasiado pesada demasiado pomposa para el uso femenino c ) y esto es algo que la mujer ha de conseguir por siacute misma alterando y adaptando la frase actual hasta formar una que tome la forma natural de su pensamiento sin aplastarlo ni deformarlo- (pp 56-57) 10 maacutes interesante es que esta reivindicacioacuten de un estilo distinto se realiza en paralelo a la propuesta de una superacioacuten de lo sexual mente limitante o maacutes bien de una integracioacuten de ambos sexos (de haber le iacutedo a Jung hubiera hablado de anima y animus) en la escritura la primera leccioacuten importante escribiacutea como una mujer pero como una mujer que ha olvidado que es una mujer de modo que sus paacuteginas estaban llenas de esta curiosa calidad sexual que soacutelo se logra cuando el sexo es inconsciente de siacute mismo- (Una babilacioacuten propia pp 127-128) Y middotes funesto para todo aquel que escribe el pensar en su sexo Es funesto ser un hombre o una mUjer a secas uno debe ser muje r con algo de hombreshyu hombre con algo de mujer-o Es funesto para una mujer subrayar en lo maacutes miacutenimo una queja abogar aun con justicia una causa en fin el hablar conscientemente como una mujer Y por funesto entiendo morul porque cuaruo se escribe con esta parcialidad consciente estaacute conde nado a morirmiddot (p 143) No veo en realidad que la buacutesqueda de una literatura o de un lenguaje androacuteginOo (lo que tambieacuten propugna Helena Arauacutejo middotAsiacute la diferencia sexual se traduciraacute en ritmo variacioacuten placer Sin embargo los teX1OS de mujeres demuestran que el proceso es lento ypenoSOo op cit p 126) debiacutea excluir todo tipo de material testimonial o de denuncia por maacutes que Virginia Woolf insista en ello Asiacute refirieacutenshydose otra vez a las novelas escritas por mujeres en el siglo XIX dice que quedaron afectadas por la presencia -de alguien ofendido por el trato que se da a los miembros de su sexo y que reclama sus derechos Esto aporta a la literatura femenina un elemento totalmente ausente de la literatura de los hombres salvo cuando el autor es un obrero un negro o cualquier otro hombre que por una razoacuten u otra tiene conciencia de ser injustamente tratado Este elemento produce una defocmacioacuten y a menudo es ltAusa de la debilidad de la obra- (-Las mujeres y la narrativa- en Las mUjeres y la literatura p 55) Muchos poemas de esta antologiacutea desmentiriacutean el aristocratiacutezante prejuicio virginiawoolfiano (iobreros negros seshyres concientes de ser injustamente tratados precisamente) La mala literatura no pertenece en exclusiva a lo -social bull

por Maacutergara Russotto en su TOacutepicos de retoacuterica feme1ina (Monte Avila Caracas 1993) afortunadamente esta liacuterica es irreductible a un canon

Sus inicios en los antildeos setenta asiacute como otras tantas muestras en los ochenra y los novema permiten de enrrada desmentir el monopolio de lo iacutentimoraquo lo subjetivo lo amoroso y ni digamos de lo domeacutestico bull Quisiera dibujar el polo alternativo detenieacutendome menos - para evitar repeticiones- en la autoras antologizadas - que cuentan cada una con una nota introductoria a los poemas- que en el resto

La deacutecada se abre con una liacuterica que en su caraacutecter totalizante prolonga las preocupaciones de los sesenta Antonieta Madrid (939) en Nomenclatura cotidiana (971)deg mezcla el amor la literatura y alguna alusioacuten a la poliacutetica Miyoacute Vestrini 0938-1991) con Las bistorias de Giovarma (971) traza la biografiacutea- de una mu chacha sobre la que el contexto sociopoliacutetico arroja una sombra ominosa y al cabo mortal mientras plantea una disyuntiva entre un adolescente emblemaacutetico al que por la viacutea de una violencia liberadora pertenece un futuro iracunshydoraquo y los miembros de la generacioacuten de la hablante condenados al pasado IOl10somiddot el alcohol la burla y la farsa Por lo demaacutes en toda la obra de lvliyo Vestrini el paiacutes ofrece un trasfondo decepcionante y ameshynazador qLle intensifica el desgarramiento suicidario Tambieacuten la Emira Rodriacuteguez (1929) de La cosa de alto (972) se refiere a la historia elaboshyrando una croacutenica se ntimental que en el mismo movimiento traza la gellealogiacute familiar y una eacutepica margariteia que conduce ele la aventura perliacutefera al enraizamiento en la tierra y la fundacioacuten de la casa Finalmenshyte - en lo que respecta a este grupo inicial- el amplio repertorio temaacutetico de La dentellada (1972) ele Irma Salas (944) que va desde a infancia perdida con su clave maacutegica recuperable soacutelo mediante la locura hasta un paisaje espleacutendido y amargo ( En el paiacutes la naturaleza se ha hecho un cuchillo en el alma) pasando por esbozos de poesiacutea fantaacutestica escenashyrios extranjeros homenajes literarios y pictoacutericos -Rimbaud Nerval el Rosco Toulouse Lautrec Chagall etc - reitera una desolacioacuten tan geneshyracional como la Vestrini con esa serie de amigos enloquecidos o muershytos cuya gesta subversiva se pretende olvidar fueron inagotables los hechos desme11lidos No existioacute nunca Vietnam y la revolucioacuten es soacutelo una delgada peliacutecula que nos cubre iquestDoacutende estaacuten Glaclis Oswaldo Liviaiacute apilonados calles casas restaurantes autopistas sacarlos de esa bolsa de objetos perdidos Un guerrillero muerto el racismo la

10- Doy IJ itdu de nacimiemo de las autoras -en caso de saberlo pues auacuten persiste su esca moteo- l de publicacioacute n de los I icros al mencionar a las unas y los otros por primera vez

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bomba sobre Nagasaki la situacioacuten del tercer mundo y otros asuntos desembocan en el alegato contra la civilizacioacuten occidental que represenshyta el poema Ulises en el asfalto y llevan en el texto que cierra el libro a un deseo de disolucioacuten middotmiddotCada noche sobre mis cenizas busco yos desaparecidos de mi vida soacutelo anhelo este desierto que se constnIshyye alIado derecho de miacute Este paraiacuteso de la nadamiddot

Igual saldo de desolacioacuten personal ante el fracaso revolucionario 10 encontramos en Las fieras se dan golpes de pecho (975) de Teresa Coraspe (941) referencias a Biafra Vietnam el imperialismo norteameshyricano centradas (iquestfemeninamenten en la tristeza de los nintildeos y en el cuerpo de las viacutectimas de la guerra y el hambre implicando ademaacutes a un hombre amado al que enaltecen tanto su condicioacuten de combatiente como su ternura Sin embargo las buenas intenciones en forma de aventura imaginaria ( desde el fondo doy oacuterdenes detengan esas gueshyrras (se ven desmentidas por la derrota de la guerrilla lo que parece llevar incluso a la demencia de la hablante Queda soacutelo esta sangre este dolor enorme en el penuacuteltimo poema Y en el uacuteltimo -Estoy en un hospital para locos El cerebro me estalla- Por otro lado este es uno de los pocos poemarios que en el conjunto Y al igual que lo haraacute la Reina Varela 095) de Sefiales de humo (1983) tematiza la condicioacuten oficinesshyca como esclavitud (Maacutequinas hierros intoxicacioacuten Soy un robot tengo jefe 45 antildeos soy una alienada etceacutetera) oponieacutendole la escritushy

ra como desafiacuteo y liberacioacuten Lo mejor de esta poesiacutea abierta en diversa medida al horizonte socioshy

poliacutetico e histoacuterico lo tendriacuteamos desde finales de los setenta en algushynas de las autoras aquiacute antologizadas la articulacioacuten de la esclavitud domeacutestica con la continental y el anhelo de una utopiacutea integradora en su plenitud en la Maacutergara Russotto (946) de Restos de viaje O 979) YBrasa (979) la historia toda vista como irreversible degradacioacuten en Mustia memoria (983) Y Diario de una momia (989) de Laura Cracco (959) a lo que Sajan Club (1993) agregariacutea la aspereza de un paiacutes que castiga particularmente a las mujeres - sin olvidar el -doctor cardenal teniente coronel- de Cuerpo (985) de Mariacutea Auxiliadora Alvarez (956) una memoria judiacutea heredada que se manifiesta en el recuerdo de los criacutemeshynes nazis en El arte de la peacuterdida (991) YElargo viaje a casa (994) de Veroacutenica Jaffeacute (1957) yen Luba (988) de Jacqueline Goldberg (1966) Y que despueacutes de expresarse como testimonio de acumuladas enancias familiares y personales en su inicial Poemas visibles (1988) lleva a Blanca Strepponi (1952) a la caracterizacioacuten de la historia universal como horror -ligado en su caso al problema del mal y el exilio de Dios- en Diarjo de John Robeton (1990) y El jardiacuten del verdugo (1992) alusiones al paiacutes

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petrolero corrupto y asesino en Guen-ero llevado adentro (1987) de Mhariacutea Vaacutezquez (1958) galeriacutea de mujeres que en Fatal (1989) de Alicia Torres (1960) rechazan las guerras que se llevan a sus hombres

Quizaacutes tambieacuten pudiera sentildealarse una faceta que partiendo de Miyoacute Vestrini pasando por la Maacutergara Russotto de middotPequentildea tragedia sudameshyricana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo (Viola d am01-e 1986) y desembocando -con elaboraciones en La cancioacutenjria (1989) de Yolanda Pantin (1954) en Jaffeacute en la Oympia (1992) de Manoacuten Kuumlbler (1961)- en la Blanca Elena Pantin (957) de Poemas del troacutepico (993) opusiera nuestro paisaje y sentir subdesarrolladosmiddot a la tersa frialdad ajena del primer mundo Por aquiacute seguiriacutea resonando la oposicioacuten Ameacuterica-Europa establecida por Andreacutes Bello soacutelo que ahora feminizada ya veces erotizada

En Poemas detroacutepico una hablante que en una declarada Puesta en escenamiddot se disfraza fantasmalmente para introducir el problema (EI troacutepico pensoacute no existe) inaugura un repertorio de contrastes demashysiado riacutegidos y faacuteciles exagerados por la ironiacutea una Europa casi de tarjeta postal (Lili Marlene soledad en un hotel berlineacutes flores e insistenshyte chocolate nuestro devorado por elos) opuesta a un troacutepico de intensidad y selvas fiebres y plagas sopor y sudor dominado maacutes por la naturaleza que por la historia La distancia define igualmente a la hablanshyte con respecto a una Antaacutertica identificada con un amante posible (Reseacutervame un Iceberg Yo te llevareacute el sol total) lo que quizaacutes postule el eros como siacutentesis En cualquier caso El troacutepico tiene la violencia de la quietudbull

Otros abordajes de lo sociopoliacutetico han resultado desastrosos como Versos de un o sea nopaciacutefico (1985) de Gloria Martiacuten (945) o inmadushyros como Yerba negra (988) de Eddy Godoy (1968) El primero toca un poco todo falsedad democraacutetica lucha armada derrotada el tuacutenel del San Carlos Cantaura el desempleo la guardia civil espailola y Garciacutea Larca etceacutetera PanfletaFio y torpe (middotConozco al cerdo que se siente el amo es tan obvio y grosero que limita con el estieacutercol Siempre ) encuentra su condena en los propios asuntos desarrollados por algunas de estas poetas de manera excelenle como el temor por lo que espera al tijo (comparar middotSi has de estrellarte -hijo- que sea el tuyo un gran ~t)lpe de infinito con versos respectivos de Vestrini y Russotto)

En cuanto a Yerba negra al horror de las guerras el militarismo la bomba nuclear opone imaacutegenes de nintildeos jugando oraciones por la paz dd mundo y su deseo de que no existan armas ni potencias Desde hltgo el miedo tan frecuente en la liacuterica femenina halla aquiacute un marco 111 sto aunque en ninguacuten momento nos lo hagan sentir sus blandos

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poemas Como en Teresa Coraspe la agresioacuten -atoacutemica ahora- se regisshytra en el cuerpo ( Me implico en los tejidos Transito por mis cavidashydes muertas -ya casi todas-) Un final amoroso-maternal (iquesthabriacutea en ello una marca- femenina) nos deja junto a Adaacuten y Eva unieacutendonos para

crear la vida

v

iquestResiduo - formalizado fuera de los moldes subgeneacutericos- de esa heroiacutena melodramaacutetica- cuyas huellas rastrea Maacutergara Russotto en un capiacutetulo de Toacutepicos de retoacute-iexclcajemenina iquestVerdadera condena arquetiacutepishyca como afirma Fernando Riacutesquez en su obra varias veces citada middotCuanshydo Afrodita castiga a alguien lo hace enamorarse perdidamente de alguien que no retoma Hace aparecer a Eros pero no hace aparecer a Anteras Hace aparecer el amor de una sola viacutea que es el que maacutes castiga al ser humano sobre todo a la mujer estar enamorada inuacutetilmente es el maacutes grande de todos los sufrimientos de la feminidad- (p 130) iquestTestimoshynio basado en la experiencia de cada una y casi todas En cualquier caso una poesiacutea del desamor maacutes que del amor con su queja por la ausencia en frecuentes situaciones de encierro con la hablante sufriendo a veces procesos de mutilacioacuten peacuterdida de existencia o de voz y rozando a menudo la locura constituiriacutea el polo opuesto al anterior

En esta misma antologiacutea abundariacutean los ejemplos Malencuentro pero teniacutea otros nombres (975) de Emira Rodriacuteguez Acrimonia (981) y Sombraduras (iquest1988) de Elena Vera (939) Arbol juerte que silba y arrasa o penuacuteltimos boleros (988) de Mariacutea Luisa Lazzaro (950) Treacutebol de la memoria (978) La pasioacuten errante (986) y Autorretrato (993) de Cecilia Ortiz (951) Amor constante maacutes allaacute de la mue1te (1993) de Maritza ]imeacutenez (956) Saja Club de Laura Cracco De miacute lo oscuro (987) de Patriaa Guzmaacuten 01) Olympia de Manoacuten Kuumlbler De un mismo paacutejaro lanzada (983) y Nadie en la madera (991) de Sonia Gonzaacutelez (964) cinco de los poemarios de Jacqueline Goldberg

La mera acumulacioacuten ya sugiere una predominancia cuantitativa de la poesiacutea de la queja que alcanzariacutea en realidad casi a la tercera parte de la produccioacuten femenina Me detendreacute pues soacutelo en algunos tiacutetulos

Asiacute resulta particularmente interesante encontrar una modalidad del encierro y del desamor en una liacuterica tan conceptual como la de Por alto por bajo (974) de Mariacutea Fernanda Palacios (945) adelantando el refushygio entre libros que tematizaraacute Lourdes Sifontes (11) en De coacutemplice y amante (993) La opcioacuten de ocultarse en la omisioacuten y la inasibilidad

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existenciales y en el escudo intelectual no remite menos al cuerpo al miedo al fracaso del amor

Te has salvado en tus libros te has salvado en alguna mirada lenta te has salvado en los gestos que no hiciste en lo que dejaste siempre de decir te has salvado en la inmovilidad de un mieacutercoles Te has salvado en un encuentro prolongado y en la despedida forzada que se repite siempre Te has salvado en las iglesias vaciacuteas y en ese paso apresurado para estar lejos de todo En la carta que nunca escribiste en unos papelitos arrugados y en los verbos que pusiste a secar Te salvaste por preferir las compantildeiacuteas expliacutecitas que no dejan sitio para ti Por preferir lo que tienes a mano lo que no tienes que buscar

TE SALVASTE EL DlA QUE TE ALEJASTE

EL DlA QUE TE VOLVISTE IMPOSIBILIDAD

En contraste con la serenidad de esta desesperanza y maacutes a tono con la liacuterica femenina mayoritaria la Teresa Caras pe de Vuelvo con mis huesos (978) centra la ausencia del amado en el saldo de soledad cenizas cuerpo dolido (No estoy ni existo mis huesos estaacuten sin piel) desnudez amenazada peacuterdida de la propia voz y extraviacuteo de las palashybras- (-No me es dado tener nada soacutelo este silencio-) que hecho carenshycia total produce el desamor El encierro se extrema en Este silencio siempn (991) en una casa caracterizada como la de las sombras y los muertos donde Sangro escupo me como las untildeasmiddot

Coartada (987) de Tamara Rodriacuteguez nos ofreceriacutea un erotismo doloroso el de -un sexo guerreromiddot abrasado Por momentos vilmente sometido- Un sexo casi siglo XXII Espacial en guerra contaminado sin antiacutedoto que es tambieacuten -Un espejo de mi narcisismo venado-o Porque este libro plantea el amor homosexual como conflicto no resuelshylO (iquestPor queacute necesito al hombre ves la mujer el conflictomiddot) cuyas raiacuteces e encuentran en el narcisismo infantil cuando se chupaba la sangre de lls heridas y se autoexploraba ( Me acostumbreacute a los caminos del olor 0 mi cuerpo Quise desdoblarme frente a mis formas l la calidez de los pliegues y recodos que escondo soacutelo para miacute) Por ello middotLa mujer me ncita y me atormenta De la mujer quiero saber todo Hasta quiero ser hombre para como hombre recorrerla y palparme penetrarme descushybrilme- Esta poesiacutea casi -de manualmiddot no debiera hacemos olvidar que si middot1 amor lesbiana es desgarrado en Olympia de Manoacuten Kuumlbler lo es en el

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mismo sentido de carencia del otro que en decenas de poemaJios heteshyrosexuales asiacute como resulta plenitud eroacutetica en la liacuterica homosexual de Veroacutenica Jaffeacute y voluptuosidad vampirescamiddot en la de Yolanda Pamin proponieacutendonos un vampiro que todos necesitamos descubrir dentro de nosotrosll

Un extremado desasimiento existencial lo encontrariacuteamos en Nada que ver (I989) de Claudia Noguera O3) reiterando hasta el sofoco verbos como buscar desesperar destruir ocultar morir enterrar lastishymar violentar tropezar dudar perder y sustantivos como silencio miedo muerte memoria sombra laberinto La hablante se caracteriza como suicida y moribunda ciega- -aterrorizada- enterrada Sus acshyciones consisten en ocultarse dentro de siacute perderse en su propio laberinshyto buscar raiacuteces o retornar a piedras en una sostenida situacioacuten de encierro (habitacioacuten sin muebles en la casa en la colin) en la que tambieacuten se escribe con una poeacutetica similarmente devastada Lo terribleshyque provoca esta serie de experiencias se nos hace algo vago -como en muchos otros poemarios- y atribuiacuterselo al desamor seriacutea acaso reductishyva aunque la hablante proclame pues soy yo la que combate suicida y moribunda por ese corazoacuten tuyo que no cesa de girar- y soacutelo parece encontrar - de nuevo como en muchos otros poemarios- cierta esperanshyza en un erotismo fijado en el pasado He estado allaacute en esa frontera donde la piel se convierte en una sola-o

Con Adicta al miacuteedo(991) de Blanca Baldoacute (952) llegariacuteamos a una dedicacioacuten casi absoluta al miedo y la locura que impregnan parcialmen te unos cuarenta poemariosl 2

bullbullYo estoy adicta al miedo Mi verdadera adiccioacuten es la paranoia Es un mal que estaacute en el aire Muchos lo reconoceraacuten Unos se meten debajo de la cama Otros se esconden en el closet Otros simplemente oyen voces-o Este apunte de colectividad en la demencia no impide que la hablante lo viva de la manera maacutes personal ( Tu prisioacuten es cerebral- Acepta el bantildeo es donde estaacutes proteshygida Aunque tampoco nadie te estaacute persiguiendo sino tuacute misma) Soledad llanto alcohol paso del tiempo (middotSoy la mujer que ve su cara

11 Seacute que Riacutesquez insiste en que -la homosexual idad soacutelo exiSle en los hombres y que no hay homosexualidad femenina Todas las mujeres son middothomosexuales- Cuando nace una nintildea lo prime ro que hace es mamar de los senos de otra mujer de grande se enamora de Olra que llama su hija bull (op Ci p 108 Y muchos otros pasajes del libro) Me falta ciencia -y experiencia- para discutir el punto asiacute que me limito a sentildealarlo

12 Helena Arauacutejo sentildeala como elemento frecuente en la narrativa femenina latinoameshyricana una imagineriacutea alucinada vinculada a lo reprimido y lo traumaacuteticomiddot con insistencia In protagonistas arrasadas por -La neurosis la histeria el desequilibrio mental y emocionalmiddot (Op Cil p 132)

a ratos derretirse en el espejo) se combinan Con una religiosidad exasshyperada que critica a las Iglesias establecidas e incrimina directamente a Dios (iquestHasta cuaacutendo me escondo iquestPor queacute me creaste Escoacutendete de Dios contildeo que no te veamiddot -Quizaacutes eres tan perfecto tan fuerte que necesitas un espejo que se quiebre ) El encierro - en la casa y dentro de la casa en el bantildeo- sentido como insoportable apela a la muerte (-Me canseacute de esconderme Prefiero morir No quiero seguir aquiacute encerrada-) que se vive imaginariamente (recuerdo a todos mis novios llevando mi atauacuted-) sin que se cumpla del todo (hace ailos que me suicido pero no muero iquestCuaacutentas veces he muerto ) El amor ante este -canto de muerte- -que remitiriacutea a Miyoacute Vestrini pero sin su exposicioacuten de motivos- no sirve de gran cosa (No hubo ninguacuten amor que me hizo sentir bien) no obstante se acude a eacutel como remedio ocasional (Un hombre Aunque no se pueda amar Se decreta el amor-)

El rastreo podriacutea seguir amontonando tiacutetulos Premura sagrada (986) de Cristina Falcoacuten O960) Estaciones de miedo (I989) de Miriam Freilich Ruidos (992) de Paula Rivero Ceremonia del horno (993) de Rosana Hernaacutendez Pasquier O 995) La simiente constante O 994) de MarvelIa Correa etceacutetera con diversos grados de encierro dolor por la ausencia miedo Destacariacutea la intensidad sensual de la Ana Mariacutea Oviedo 04) que en De fuego o de ceniza (] 991) y aunque viva por momentos el veacutertigo amoroso se queja del desamor ( Tu lengua olvida mi boca Caigo hecha nudo punta de laacutetigo y sal en las rodillas) adoptando a veces la figura de la esposa (middotLa esposa duerme sola iquestQueacute dolor vela su quietud sino el deseo-) y sugiriendo al menos una vez una relacioacuten homose~al (middotGuiacuteas mis manos en la piel de la muchacha y no puedesabsolverme-)

Desde luego la poesiacutea amorosa femenina no se agota en la queja el encierro o la locura Y habriacutea un polo de esplendorque se opone al que acabo de esbozar Entre las amologizadas la Hanni OSSO[[ (946) de Hasta que llegue el diacutea y huyan las sombras O983) y El reino donde la noche se abre O 987) aunque oscile entre plenitud y carencia en el resto de su obra la Mariela Alvarez CI 947) de Textos de anatomiacutea comparada O987) con su proclamacioacuten de una mujer que funda el mundo a partir de su horizontalidad la Mariacutea Isabel Novillo (1954) de Metaacutelica virtud (1992) cuyas operaciones alquiacutemicas producen sabiduriacutea eroacutetica y lucishydez en el amor la Edda Armas (1955) de Cuerdas de serpiente (1985) Rojo circular O991) y Sable (I 994) capaz de afirmarse en el azar de los encuentros -nada es para siempre aun asiacute tiene el corazoacuten satisfechogt la beligerante Mhariacutea Vaacutezquez de Guerrero llevado adent7U la Alicia Torres de Fatal con su galeriacutea de mujeres desafiantes

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La queja -siempre en el grupo de las seleccionadas aquiacute- puede integrarse en la provocativa actitud de quien se declara -la otra- como en De amantes (1984) de Elena Vera (939) en el rechazo de lo domeacutestico como en toda la obra de Maacutergara Russotto (946) y en Con-eo del coraz6n (985) de Yolanda Pantin puede tambieacuten recurrir a la ironiacutea tal la Reina Varela de Sentildeales de humoy Cantos rodados (993) o mantener la tensioacuten sin rendirse como las hablantes de Fuego de tierra (981) de Mariacutea Luisa Lazzaro y Poemas visibles (988) de Blanca Strepponi

Obviamente tambieacuten en otras autoras cabriacutea detectar una actitud en diversos sentidos distinta de la reduccioacuten a la queja La aparicioacuten de media docena de poemarios de muy joacutevenes escritoras manifestando firmeza desafiacuteo afinnacioacuten o desparpajo junto a la entrega o el lamento por la ausencia me hizo pensar en una posible evolucioacuten epocal o generacional Sin embargo algo de esto habiacutea ya en Nomenclatura cotidiana de Antonieta Madrid mientras que poetas tan joacutevenes como las que me llevaron a creer en el triunfo de un cambio han mantenido el tono predominante Y la de menos edad recogida en libro la Eva Suzzashyrini (972) de quien se incluyen cinco poemas en Antologiacutea de nadie (UCV Caracas 1993) reitera la liacuterica del cuerpo roto el miedo las laacutegrimas la ceniza y la sangre casi como si se cumpliera un programa

En cualquier caso quiero sentildealar el resplandor eroacutetico de En los extremos confines de tu cue1po(991) de Diana Lichy (962) que celebra la brasa del amor explicitando una y otra vez su derretimiento su perdishydoacuten y fusioacuten en el amado praacutecticamente divinizado ( Si me tocas me pierdo oscurezco me precipito como una nueva tonalidad de tu sombraN -Brasa en ti languidezco Reconstruyo mi cuerpo con tus huesos -Te vienes en miacute abrasas mis entrantildeas Me desgarras desatanshydo toda la furia adonnecida encerrada en los pilares de mis huesos Te vas hundiendo en miacutelluminoso como un dios en el primer diacutea de su creadoacuten) aunque el goce alterna con el alejamiento del otro ( Pero tuacute apareces y desapareces me tomas por asalto y te pierdes azaroso Y altivo-) dejaacutendola vaciacutea decidieacutendola a buscar otros amores

Otra faceta la representariacutea la ironizacioacuten de los materiales de cocinamiddot y de lo domeacutestico en general cuyas operaciones trasplantadas a teacutennishynos existendales vehiculan la autoafirmacioacuten de la hablante su serenishydad su exigencia respecto al hombre en Aposento del amanecer(991) de Eunice Escalona (950) Hay una satisfaccioacuten en mis huesos fuertesmiddot en -mi piel maternal definitiva y bellamiddot en la manipulacioacuten exitosa de la carne de las verduras y de la del hombre en la pertenencia a una estirpe femenina (hermana de mis hermanas que en las lejanas hogueras se consumen- iexcly no tenemos miedomiddot)

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En cuanto a la locura tan rozada y temida como deseada y elogiada un planteamiento que prolonga las amargas burlas de Miyoacute Vestrini al psicoanaacutelisis lo tendriacuteamos en el largo texto en prosa - nueve paacuteginasshyque da tiacutetulo a Encuentros del poeta con el psicoanalista (991) de Christiane Dimitriades (956) rechazando su reduccioacuten de las vivencias a esquemas mensurables SLl saber-poder su fundamentacioacuten en la culpa aunque el conflicto de la hablante queda apenas caracterizado

Apunto finalmente el nombre de dos de esas autoras que - vanamenshyte temo- me sugirieron el inicio de una nueva actitud de alguna manera colectiva Adriana Gibbs (966) en Parece otontildeo (993) muestra que si la ausencia marca a la mujer ella misma asume de entrada la posibilidad de irse (su hablante es La que promete habitarte aunque no permanezshycaN) la iniciativa sexual (te besa discretamente abriendo el cierre de los pantalones-) y la eventual bisexualidad de un tipo que la atrae (-Creo que le gustan los hombres Acepto si tambieacuten le gustan las mujeres-) Claudia Hernaacutendez (970) en El humo que me intenta (1993) adopta un agradable desenfado en las cuitas del desamor ( ahora me miras rabioshyso destrozado por el piso mientras que la brisa se lleva tus pedazos) El antoacutelogo se permite brindar por ellas

VI

Si hay un rasgo diferenciador de la escritura femenina maacutes allaacute de un muy estricto repertorio temaacutetico que no abarcariacutea sino tres o cuatro cosas (la obvia maternidad lo domeacutestico iexclen apenas una decena de libros y en general rechazado la figura esencial de la madre e incluso de la abuela de las hablantes y iquestqueacute maacutes) es el radical detallamiento del propio cuerpo acompantildeado de uno algo menor del cuerpo del amado - o de Ia amada Se me dijo un a vez que la poesiacutea masculina tambieacuten se referiacutea al cuerpo femenino sin que lograran esgrimir maacutes que dos ejemplos Antqnio Arraacuteiz y Juan Liscano (regalo otro el siempre olvidado Alfredo Arvelo Larriva) Pero aparte de que los respectivos repertorios sean materialmente limitados no parece haberse percibido -iexclde tan obvia-Ia diferencia fundamental los hombres hablan del cuelpoajeno aludiendo lpenas al que los constituye mientras que las mujeres dibujan en primer lugar el de elas -y por sobreabundanda esbozan tambieacuten el nuestrol3

Mucho hemos avanzado desde que Virginia Woolf confesara su fracashy-lO respecto a -decir la verdad acerca de mis propias experiencias en

13 Otro asumo es que la poesiacutea femenina en los uacuteltimos antildeos haya permeado a la lIIasculina permitiendo a Rafael Arraacuteiz Luca o iexclgor Barrero incorporar un anecdotario de 1lvadoras neveras cocinas granos despanamados o que el primero tematice repetidamenmiddot

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cuanto a cuerpo Dudo que mujer alguna haya resuelto esta dificultadshy(middotProfesiones para la mujer- Las mujeres y la literatura op cit p 72) Pues por lo menos en la liacuterica femenina venezolana medio centenar de poemarios expone en teacuterminos corporales su goce y su dolor su plenishytud sus carencias sus suentildeos deseos y desgarramientos

Para evitar redundancias adicionales remito a las notas y poemas de las aquiacute antologizadas sin dejar de sentildealar este rol muacuteltiple del cuerpo objeto de las agresiones sociopoliacuteticas del envejecimiento y de las mashyniobras suicidadas en Miyoacute Vestrini degradado por la domesticidad en Maacutergara Russoto y la Pantin de Correo del corazoacuten autosuficiente pero dispuesto a la entrega en Mariela Alvarez voluptuoso en la Elena Vera de De amantes la Hanni OSSO(( de un par de libros en Edda Armas Mariacutea Isabel Novillo Alicia Torres dado con conviccioacuten - y cierta sombra vampiacuterica- al amor lesbiana en Pantin y Jaffeacute arrasado por el desamor la ausencia el encierro la locura las mutilaciones y reducciones pero tambieacuten a veces por el placer en la Elena Vera de dos libros Mariacutea Luisa Lazzaro Cecilia Ortiz Manoacuten Kuumlbler Patricia Guzmaacuten Sonia Gonzaacutelez

te a sus hijas y el segundo asuma o invente al final de Soy el mucbacbo maacutes bermoso de esta ciudad(Fundarte Caracas 1987) middotUn poema de mi esposa Fabiola Vethencourtmiddot O (iexclue el Rafael Castillo Zapata de I-bol que cece rorcido (Traacutefico Caracas 1984) cante la oscura gesta de las mujeres empinadas que sostienen la casa En lo que respecta al tratamiento del cuerpo e l Harry Almela de Cantigas (Monte Avila Caracas 1990) da voz a la amada cantaacutendok al amadc con un erotismo tan lunar y materialmente corporizado como el caracteriacutestico de la poesiacutea femenina mientras que el hablante de Fraacutegil en el alba (Monte AVila Caracls 1993) explicita middotaIcaacutenzame en la mujer que hay en miacute toacutecame all iacute donde no hay nombre bull Tarpbieacuten Alejandro Bruzual en el El jardiacuten de las mujeres (Monte Avila Caracas 1993) detalla el cuerpo femenino canta a la mujer-diosa y acude a una galeiacutea de figuras literarias mitoloacutegicas y biacuteblicas (Dido Beatriz Euriacutedice Salomeacute etceacutetera) Pienso que la impregnacioacuten alcanza igualmente al Luis Alberto Crespo que en Maacutes afuera (Monte Avila Caracas 1993) ofrece el maacutes bello poema autoeroacuteiexclico que haya leiacutedo jamaacutes Yofui tu novio con los labios rojos y me desvestiacutea y me iexcloca ba cuando tUacute no estabas Cuando queriacutea saber de ti Yo era tu mujer si cerraba los ojosy cuidaba nuestra desgracia como una baraja Tuacute me enseilaste a besarme ( ) Nuestro anillo adelgaza iquestCuaacutento tiene que no duele Dicen que eres bella iQueacute soledad bull Hay en todo esto un cambio de sensibil idad en que acaso el discurso masculino esteacute liberaacutendose de rigideces supuestamente viriles permitieacutenshydose sacar a lote un allima antes autocensurada o reprimida Puede que esteacute no menos respondiendo al middotdesafiacuteomiddot representado por un discurso femenino desarrollado a lo largo de los uacuteltimos veinticinco antildeos --ltgt sesenta si contamos desde Mariacutea Calcantildeo-- sin cuyo previo aporte sospecho que tal intlexioacuten de la sensibilidad no hubiera sido posible

En cuanto a un -fdncionalmente disringuible- discurso homosexual masculino (el Arshy

mando Rojas Guardia de lIacia la l10cbe viva FabriArt Caracas 1989 el Rafael Castillo Zapata de Elttacioacutell de traacutemilo Pequentildea Venecia Caracas 1992) seguiriacutea la pauta de la poesiacutea escrita por hOlJlbres casi inexistentes referencias al propio cuerpo discreto detallashymiento del cuerpo d I amado

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herido por el aborto en Maritza Jimeacutenez por la maternidad en Mariacutea Auxiliadora Alvarez Detallado siempre en mayor o menor grado y detallando el cuerpo que interactuacutea con ellas l4

Del conjunto que pudiera traerse a colacioacuten recordareacute que igualmenshyte en la Teresa Coraspe de Las fieras se dan golpes de pecbo y la Eddy Godoy de Yerba negra la guerra se daba en teacutenninos corporales Como realizaciones peculiares citareacute a la Ondina Fernaacutendez (961) que en Se fueron las edades (991) plantea el conflicto quizaacutes particularmente adolescente de que la enumeracioacuten de los elementos de su cuerpo la lleva al desconcierto de no coincidir con la suma de sus partes (No soy estos ojos estos cabellos esta boca) y la inquietante poesiacutea oniacuterica de Gris intemperie (993) de Ana Coromoto Salas que recupera la sensuashylidad de una naturaleza con la que a veces se identifica la hablante insistiendo en lo erecto femenino (el nenuacutefar seraacute Erectas formas () descansando sobre amables redondeces) y masculino (el grillo erecto y viril) Para detenerme en Aposentos (1985) de Yolanda Blanco

Aquiacute -prolongando segurameme sin saberlo a Mariacutea Calcantildeo- hay como un regusto inaugural en la afirmacioacuten de lo femenino que llega quizaacutes al abuso terminoloacutegico mujer(es) utilizado 36 veces cue1po 17 hijola(s) 17 sangre 12 luna(s) 10 seno(s) 8 hembra(s) 7 sexo(s) 7 estroacutegeno(s) 4 falopio(s) o trornpas de 4 pubis 4 barriga 3 Agregando pechos regla vagina ovarios menopausia uacutetero cliacutetoris preiiez parto genes nalgas trasero caderas muslos etceacutetera encontraJiamos dibujashydo un cuerpo del que se insiste en la sexualidad en su sentido maacutes material Sin embargo no se trata de inventariar goces posibles sino en primer lugar de reivindicar la propia corporeidad con una marcada insistencia en el aspecto maternal y en segundo lugar de denunciar la opresioacuten de dicho cuerpo por el hombre anverso y reverso de una misma actitud

Yolanda Blanco asume imaacutegenes y rasgos tradicionalmente adjudicashydos a lo femenino a veces con ironiacutea otras con rabia acusatoria pero

si siempre con la seriedad de quien descubre en siacute cierta profundidad oIrquetiacutepica Sangre luna tien-a y maternidad son las nociones claves y Itlacionadas prolongaacutendose en dos tipos de asociaciones lo vegetal por una parte (musgo fruta fresa flora silvestre durazno palo de lI t ranjo y azahares mangos cerezos ) lo oculto por la otra (nido

Helena Arauacutejo encuentra un abanico casi similar de posibilidades en la tematizacioacuten 11e rotismo por la poesiacutea femenina latinoamericana middotActo doblemente transgresor como

lC rlt ura al incluir lo que no debe o no puedf decirse el erotismo denuncia la crispacioacuten del IIilrpCgt colonizado pero tambieacuten celebra su gozo y su placer (op cit p 187)

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colmena estratos geoloacutegicos ademaacutes de los mencionados oacuterganos glaacutenshydulas y humores internos) El cuerpo en esta red metafoacuterica tiende a ser paisaje Surja de mis muslos el musgo que calentar pueda la montantildea las dunas Embellezca mi desierto ese agua de cuarzo que escondo Soy de piel la pared Geoacutelogos huellan mis estratos Buscan oro-o

El punto de encuentro entre la floracioacuten y lo oculto es la alquimia de la sangre menstruacioacuten que tintildee los versoS con toda una imagineriacutea en variantes de rojo granate -manantial de felpa- amaranto enrojecido Los poemas registran lo inicialiniciaacutetico de esa primera sangre el miedo el asombro pero tambieacuten el orgullo la potencialidad de los cuatrocientos hijos del cuerpo-casa no menos la preocupacioacuten por la menopausia

como futura marchitez En la autoafirmacioacuten se encuentra lo mejor de un canto a siacute misma que

soacutelo una mujer -pienso- podria escribir En la middotdenunciamiddot (middotCiudadana de segunda buroacutecrata sin rango De repente sortaria de un voto sin bocal A destajo trabajadora proletaria en pleno subdesarrollo Y un largo etceacutetera que incluye lo domeacutestico los abortos obligados por la miseria los nintildeos sin padre pero tambieacuten las ozagaletonas que emperishyfolladas pasan encueradas) lo peor -y no estoy cayendo en los planteashy

mientos virginiawoolfianos

VII

A vuelapluma sentildealareacute algunos rasgos que exigirian una elaboracioacuten pausada y detallada los subrayo en el desorden de estas notas apenas

como pistas Brevedad 58 de los 150 tiacutetulos examinados estaacuten conformados total

o fundamentalmente por poemas breves considerando tales los que no superan las cincuenta palabras Otra quincena de libros contiene numeshyrosos poemas breves - pero siempre menos de la mitad-o Si extendieacuterashymos el liacutemite de la brevedad hasta las setenta palabras legariacuteamos casi al centenar de tiacutetulos Desde luego se trata de una modalidad general de la nueva liacuterica venezolana e incluso en la femenina es maacutes patente la influenda de autores como Luis Alberto Crespo y Reynaldo Peacuterez SOacute que la de por ejemplo Antonieta Madrid o Edda Armas Las peculiaridades que encuentro en el conjunto que nos ocupa vendriacutean a ser dos la brevedad es utilizada mayoritariamente para la exploracioacuten sentimenshytal sobre todo para esa queja amorosa en situaciones de desamor ausencia y encierro como si su caraacutecter tirubeante- sus violencias sinshytaacutecticas sus silencios- fueran idoacuteneos y casi nunca se nos entregan

u

poemas sueltos- sino relacionados con cierto grado de organiddad alcanzando con frecuencia la absoluta coherencia de libros unitariosl5bull

La casa como tema Bastaria remitir a los recieacuten nombrados Crespo y Peacuterez SOacute - entre tantos otros- para tener claro que no es un asunto exclusivamente femenino Sin embargo se lo desarrolla insistentemente en esta liacuterica Habria que distinguir la casa de la infancta siempre nostalgiada siempre perdida y la casa de la adultez con tres variantes principales su rechazo como encierro domeacutestico la identificacioacuten cuershypo-casa devastados ambos en el desamor la casa como refugio y hasta como plenitud ~posibilidad menos tratada Hanni Ossott para lo primeshyro Eunice Escalona para lo segundo-o A la casa de la infancia estaacute ligada la presencia fundamental de la madre y tambieacuten de la abuela -el padre es una figura minoritaria ]affeacute Novillo la Mariacutea Luisa Lazzaro que teme que rediviva en los amantes la Celalba Rivera 07) de Bajo el signo del ctelo (1991) y pocas maacutes- con una sensualidad en la caracterizacioacuten que nos devolveriacutea al cuerpo por otros caminos asiacute en Gris intemperie de Ana Coramoto Salas (Mirar hacia elliacutemite errar en burbujas de vientre en el mullido jugoso de sus senos Beso el rastro de mi madre resbalan manos de alga por mi cuerpo Persisto en curvarme en la blandura antigua- etc) y respecto a la abuela en Ce-emonia del homo de Rosana I-Iernaacutendez Pasquier (middotSus senos son dos mundos redondos melones tiernos-) Obviamente el amor a la madre no excluye el conflicto (Miyoacute Vestrini Gloria Martiacuten Poemas Visibles de StrepponD

Extranjeridad el asunto me ha llamado la atencioacuten en contraste con el subsistema masculino del que estaacute praacutecticamente ausente -habriacutea que remitirse casi a Mi pad~ el inmigrante (Suma Caracas 1945 y reediciones) de Vicente Gerbasi- y con la nueva narrativa donde lo que se destaca es la venezolanidad de los hijos de los inmigrantes En camshybio en la liacuterica femenina por una parte se establece la figura de la ~tranjera - desde Mustia memoria de Laura Cracco quien la tematiza ntralmente hasta Solitario ofiCio de horas desnudas (993) de Diana chy asociaacutendola a la radical soledad de la escritura- y por otra se la

15 Varias veces he sugerido razones epoca les para explicar no soacutel o el poema breve sino (iexclre todo el desarrollo simultaacuteneo de lo breveen poesiacutea cuemo e incluso cine ademaacutes de

l rorrespondiemes a cada campo Quiti valga la pena antildeadir una observacioacuten de Virginia Xllr middotEllibro tiene que adaptarse en cieno modo al cuerpo y hablando al azar diriacutea que 1 lib ros de las mujeres deberiacutean ser maacutescollos maacutes concemrados que los de los hombres

IIMlruidos de modo que no requie ran largos ralOS de trabajo regular e inimerrumpido 1 lI lue imerrupciuacutel1es siempre las habraacute (Una bahitacloacuten propia op cil p J07)

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explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

33 32

SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

331

210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 7: Yolanda Pantin

bullbullbull

dislt-urso denso y cuestionador de Los estetas los mendigos JI los beacuteroes (Tip Vargas Caracas 1970) poesiacutea en prosa la de eslOS dos uacuteltimos libros y desde luego los de Luz Machado (] 916) el Canto al Oril1oco Nascimemo Samiago de Chile 1953) con sus versos llenos de mundo desmintiendo la reduccioacuten a lo iacutemimo en que se ha querido encasillar la escritura femenina la casa tematizada desde La espiga amm-ga (Avila Graacutefica Caracas 1950) y detalladamente caracterizada en La casa por dentro (Sucre Caracas 1965) que si celebra las minucias de lo domeacutestishyco no asume menos las amarguras de un encierro -La mujer se curva en la pena como un marco palpitante alrededor de un reflejo Sorda como piedra bajo el viento deacutebil como aacuterbol entre el viemo y viva y hermosa en la esperanza como aacuterbol que no oyeIa mujer quebrama con laacutegrishymas el rociacuteo de los treacuteboles mientras el riacuteo pasa mojando los pies negados al gran peregrinaje-o

Paralela en realidad a la trayectoria de las nuevas autoras la obra poeacutetica -siempre en prosa- de Antonia Palacios (915) es un punto extremo en el desarrollo del tema del encierro Asiacute Textos del desalOjo (Monte Avila Caracas 1978) Ese oscuro animal del suelo (Monte Avila Caracas 1991 y Hondo temblor de lo seaeto (Mome Avila Caracas 1993) registran los procesos sufridos en ese espacio de lo iacutentimo Pero no es tanto la ausencia de un amado sino el progresivo despojamiemo de todo en un arrasamiento omoloacutegico lo que se nos ofrece Tiene que ver con el cuerpo -heridas grietas cenizas- pero no soacutelo con eacutel Tiene que ver con la muerte a la que se entrega una parte de la hablante Tiene que ver con el tiempo Ella sin embargo se recoge perioacutedicamente en la afirmashycioacuten de siacute de -Mi cuerpo erecto Esta columna viva Esta columna en vilo remitieacutendose incluso a una inextinguida sexualidad (Todaviacutea quedan labios ojos que miran las cosas Quedan los brazos alzados en un in temo de vuelo Queda el sexo palpitante huacutemedo todaviacutea Y este caer del rociacuteo en la secreta espesura de mi bosque ya desnudo)

El conflicto sucede en la casa real y metafoacuterica amenazada de ruina y se recuerda la casa de la infancia centrada en la figura de la madre

La insobornable aventura existencial que representa esta poesiacutea vershydadero reto para la nueva liacuterica apela por momentos a imaacutegenes de hondura miacutetica (Yo soy la que se incorpora se levama de la tierra desde un remoto origen Yo soy la desordenada la que acaloacute los sentidos en infinitos espacios para no gustar el mundo Soy aquella que regresa por unos caminos nacidos entre polvos del ayer No hay palabra que me nombremiddot)

Reto re-sulta igualmente la obra de Ana Enriqueta Teraacuten (]918) que viene afirmando el esplendor material del propio cuerpo a veces detalla-

Jo iexcllI lI e el espejo desde Al norte de la sangre (Suma Caracas 1946) y lIlI bullbull IIIundidad de la mujer mayor que la del hombre pues eacuteste -nunca 11 tOIllO ella a los intactos nombres de la tierra la vida el amor y la

1I Hllmiddot (Camo Presencia terrena Alfar Montevideo 1949) pudiendo 11 lI~brar la maternidad mientras me seacute del viemre a las rodillasshyI

(1 fl ( Y ritmo maternos- De bosque a bosque Arte Caracas 1970) iexcl l eraacuten debemos la fundacioacuten de una ritualidad sumuosa para lOdos

lo ~lmiddot~to~ de lo femenino - escritura inc1uida- en una poesiacutea ceremoshyIHo bull y ceremonial capaz de dotar de hondura a las operaciones maacutes hI1e1es a las tareas maacutes domeacutesticas en una casa hecha palacio por la mIHf v(lbal La figura de la extranjera intertextual a la liacuterica que nos U(III y un esplendor arquetiacutepico al que se han acercado la Mariela

IViexcll de Textos de anatomiacutea comparada la Hanni Ossott de El reino Id lel nocbe se ab1-e la Alicia Torres de Fataly la Mariacutea Isabel Novillo Hettflica virtud provienen de poemarios de Ana Enriqueta Teraacuten

Ubro de los OiCios(Monte Avila Caracas 1975) Muacutesica conPie de Imll (LIlA Meacuterida 1985) y Casa de babias (Monte Avila Caracas n

1111 bullbull slrie de aUlOras con frecuencia dedicadas total o pllrcialmente a 1 lile ~( llamoacute poesiacutea -social- -comprometida o de denuncia se IoIIIII)llIOn en los sesema prolongando a veces su trayectoria hasta

Iros diacuteas 1I bull riacutea que recordar a la Mary Guerrero (1941) de Salta la cerca lIda Meacuterida 17) planteando la oposicioacuten entre un encierro de

middotd tristeza ceniza cuerpo herido fantasmas familiares miedo It y Cspejos y esa reiterada consigna existencial de -saltar la cercashy

IUe dbull 11 mundo A Mayra]imeacutenez que mezcla lo amoroso y lo social en litlllll Jiscutibles (Los trabajos del sol Imp Nacional Caracas 1966

lrI adentro Imp Nacional Caracas 1967) y dedica El libro de VolumshyIltlCV Caracas 1969) al diaacutelogo iacutentimo con el amado ausente A la

Ir middotu middotIores del volumen colectivo Palabra uno (Lam Caracas 1964) 1111 poemas poliacuteticos por un lado-guerrilla represioacuten cadaacuteveres Cuba iexcliexclj IlLIII oscilando entre la cursileriacutea y el panfleto y finamente amoroshyljiiexcl por el otro sin articular ambas facetas A la Elena Hochman de

(n calma (Baacuterbara Caracas 1969) con una poesiacutea de protesta que 11111 WmiddotI consignas titu lares de prensa declaraciones oficiales lemas

IIblldlarios pero tambieacuten concisas reflexiones suenas alucinaciones lIilS cotidianas y distorsiones absurdistas tendiendo al cartel con

14 15

momentos de gran fuerza y de ineacutedito lirismo A Lydda Franco Fariacuteas (943) que en Summarius (Asamblea Legislativa del Estado Falcoacuten Coro 1985) continuacutea la poesiacutea aacutespera provocativa y totalizante de Poeshymas circunstanciales (policrom Caracas 1965) mezclando prosa y vershyso en textos extensos que entrelazan en el mismo rechno la falsedad literaria el trabajo oficinesco la vida inauteacutentica Y un panorama socioshypoliacutetico de injusticia corrupcioacuten y crimen para concentrarse en los liacutericos poemas breves de Recordar a los donnidos (LUZ Maracaibo

1994)Y sobre todo a Mery Sananes (1941) Desde los catorce poemas que

incluiacutea el ya citado Palabra uno (1964) sobresale la puesta en primer plano de las contradicciones soledad y militancia ruptura con el pasado e ingreso a un combate en el que no parece creer del todo con una carga emocional profunda en contra de la violencia Pesa sobre la hablante una condena en cuanto mujelmiddot( Fui juzgada y condenada por todos los hombres que a mi alrededor vivieron no bastoacute nunca posesioacuten ni entrega-) Detalla su cuerpo herido en un contexto de represioacuten y muerte -el paiacutes como celda- en que -aguardar no es maacutes que morir antes de tiempo El miedo en este marco queda plenamente justificado (Me paseo por la calle estoy sola tengo miedo estoy aterrada aterradiacuteshysima quiero regresar miento nunca se debe regresar etceacutetera) regisshytrando las oscilaciones entre cobardiacutea y fortaleza decisioacuten de luchar dada la situacioacuten colectiva y desfallecimientos personales lo que se expresa en teacuterminos corporales (camino se me sangran los pies se me desgarra la piel pero sigo etceacutetera) Una poeacutetica de ordenar el caos de su cabeza es tan coherente con los vaivenes existenciales de la hablante como lo es la poeacutetica testimonial de Tiempo de guerra (Desorden Carashycas 18) Es necesario escribir todo esto antes de que se olvide

Otra vez son razones cotidianas las que llevan a la lucha (_Quisiera un paiacutes (J donde pudiera amar Y tener hijos que vean el sol donde los hijos de mis hijos vean el sol) Se sigue rechazando la violencia -por otro lado inevitable- El amor que ocupa buena parte del libro concenshytra su lirismo (-Mira amor el caujaro produce una fruta muy dulce con ella se pueden atar papagayos mil hombres invadieron hoy falcoacuten iquestno es tiempo ya de que nos encontremos-) Tristeza incomunicacioacuten con unoS padres que no comprenden sus razones dudas sobre la efecshytividad de un combate que acumula heacuteroes muertos delatores y desertoshyres todo esto autentifica la actitud de la hablante que se pemlite inclushyso suacutebitamente un verso de hechicera yo seacute hacer ritoS extrantildeos con

las hierbas- ineludiblemente femenino Su uacuteltimo libro Tierra de expedientes (Desorden Maracay 1975) estaacute

16

constituido por tres largos poemas narrativos que con sus 28 o 29 paacuteginas de texto cada uno son otros tantos tiacutetulos El primero y maacutes interesante Parcela 40 relata la muerte velatorio y entierro de la mashydre con el subsiguiente luto siempre seguacuten el ceremonial judiacuteo La hablante sin embargo no saca cl e ello ninguna conclusioacuten en cuanto a su eventual extranjcriclad o doble pe rtenencia - al contrario de lo que veremos en la nueva liacuterica- y al ligar esta muerte familiar a la de los combatientes insertaacutendola en la lucha por la dignidad y la verdadera vicia tampoco hace alusioacuten alguna a la tragedia particular de los judiacuteos -campos de exterminio persecuciones errancia- El resto del libro es lamentable Expediente intenta vanamente extraer el sentido socioposhyliacutetico de UIl banal accidente de traacutensito -Guerra de guerrillasmiddot evacuanshydo la cualidad experiencial de su poesiacutea anterior se abandona al panfleshyto el esquematismo histoacuterico la hagiografiacutea de los revolucionarios muershytos) hasta la cursileriacutea elogiando la lucha armada manclo en la realishydad estaba ya pacificada

IV

El atractIVO de los abordajes -profundos por la viacutea junguiana de Fernando Riacutesquez de Aprori IIwcioacutelI n In femin idad e incluso por la del femenismo virginiawoolfiano de la Helena Arauacutejo de Ln Scberezada Criulld con su insistencia en e siacutembolo brotado del inconsciente no

9 La Scber(rada Cnoa Ensayos sobre Escitum Femenina Latinoamenccl17a Universishyd3d Ntcion1 d ColombiJ Bogotaacute 11)89unque esteacute dedic3do sobre todo a 11 narrativa mencione ll m literJ[url middotde It opresioacute n y sugierJ estudiar b peculiaridad del enfoque femenino ele cienos terms como J violenco liga la buacutesqueda por la mujer de una escritura propil co n lo simb61ico inconsc iente middotPosiblemente haya una cierta relac ioacuten entre el Irecuente empko de b expres ioacuten simboacutelica por p3rte de la mujer que escribe y su necesid~d de hbbr un le nguaje propio Recordemos que el aacutembito femenino s sobre todo subjetivo I irnilicb por su misma marginal iziexcl cioacuten a un medio donde predomin3 lo emocional y lo afectivo Jiexcl muje r debe esiorz1 rse ly a eces hacerse vio lenci3) para 1dapt3r su escritura a un s intax is forjacl por e l hombre Su le ngu3Je aparentemente brota con rmyor facilidad del inconsiente integraacute ndose alliacute donde e l signo y e l siacutembolo se entremezclan en la buumlsquediexcl de un3 coherenc ia que a De nudo se exime de la loacutegica racional Al expresar en lo imaginario su d) roe rsioacuten la m uje r prescinde ademaacutes de la automiddotcensura y se atreve a crear un1 prosa alJeg d3 al de lirio y a la alucinacioacuten Su escriturlt tiene e ntonces mucho que ver con i)iexclublimlcioacuten v COIl el desbordJmientode una sexualidad ignorada o reprimida (p 75)

Confieso qu -iquestcomo hombre- me result1 difiacutecil detectar eS3 resistcncia de la simaxis a la escritura epeciacutetkameme femenina maacutes 1113 de la obviedad de los plurales obligadamenshyte masculino en presencia de los dos seX05 y violenciasmiddot similares En cuanto a la pist1 de lo simboacutelico-inconsc ie nte-irr3cio l1al-de lirare habriacutea que verifiC3r1o en detalle - y creo que en esta misma 3ntologiacutea hay alguacuten materia Por otra rarte e l tema de una sintaxis propia

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deberiacutea recubrir la efectiva diversidad de la escritura de mujeres En tal sentido me siento muy cercano al rechazo de -tipificacioacuten esgrimido

pertenece sin discusioacuten a Virginia Woolf pero no recuerdo - iquestlapsus masculino- que lo asociara necesariamente con el inconsciente En un texto de 1929 (Una habitacioacuten propia Seix Barral Barcelona 1980 2 ed) sentildealaba respecto a las novelistas de principios del XIX la dificultad de que no teniacutean tras de siacute ninguna tradicioacuten o una tradicioacuten tan corta y parcial que les era de poca ayuda mientras que la masculina no les serviacutea middotQuizaacute lo primero que descubrioacute la mujer al coger la pluma es que no existiacutea ninguna frase comuacuten lista para su uso todos los geacuteneros literarios maacutes antiguos ya estaban plasmados coagulados cuando la mujer empezoacute a escribir (pp 104-105) Y en middotLas mujeres y la narrativa tambieacuten de 1929 (Las mujeres y la literatura Lumen Barcelona 1981) middotNos estamos acercando al tiempo si es que no hemos llegado ya en que pocas o ningunas seraacuten las innuencias extrantildeas que perturben la literatura femenin3 c ) Pero a pesar de todo sigue siendo verdad que la mujer para escribir exactamente como quiere escribir tropieza con muchas dificultades Para empezar se encuentra con la dificultad teacutecnica -en apariencia tan sencilla pero en realidad tan desconcertante- consistente en que la forma de la frase en siacute misma no se adapta a la personalidad femenina La frase estaacute hecha por el hombre La frase es demasiado amplia demasiado pesada demasiado pomposa para el uso femenino c ) y esto es algo que la mujer ha de conseguir por siacute misma alterando y adaptando la frase actual hasta formar una que tome la forma natural de su pensamiento sin aplastarlo ni deformarlo- (pp 56-57) 10 maacutes interesante es que esta reivindicacioacuten de un estilo distinto se realiza en paralelo a la propuesta de una superacioacuten de lo sexual mente limitante o maacutes bien de una integracioacuten de ambos sexos (de haber le iacutedo a Jung hubiera hablado de anima y animus) en la escritura la primera leccioacuten importante escribiacutea como una mujer pero como una mujer que ha olvidado que es una mujer de modo que sus paacuteginas estaban llenas de esta curiosa calidad sexual que soacutelo se logra cuando el sexo es inconsciente de siacute mismo- (Una babilacioacuten propia pp 127-128) Y middotes funesto para todo aquel que escribe el pensar en su sexo Es funesto ser un hombre o una mUjer a secas uno debe ser muje r con algo de hombreshyu hombre con algo de mujer-o Es funesto para una mujer subrayar en lo maacutes miacutenimo una queja abogar aun con justicia una causa en fin el hablar conscientemente como una mujer Y por funesto entiendo morul porque cuaruo se escribe con esta parcialidad consciente estaacute conde nado a morirmiddot (p 143) No veo en realidad que la buacutesqueda de una literatura o de un lenguaje androacuteginOo (lo que tambieacuten propugna Helena Arauacutejo middotAsiacute la diferencia sexual se traduciraacute en ritmo variacioacuten placer Sin embargo los teX1OS de mujeres demuestran que el proceso es lento ypenoSOo op cit p 126) debiacutea excluir todo tipo de material testimonial o de denuncia por maacutes que Virginia Woolf insista en ello Asiacute refirieacutenshydose otra vez a las novelas escritas por mujeres en el siglo XIX dice que quedaron afectadas por la presencia -de alguien ofendido por el trato que se da a los miembros de su sexo y que reclama sus derechos Esto aporta a la literatura femenina un elemento totalmente ausente de la literatura de los hombres salvo cuando el autor es un obrero un negro o cualquier otro hombre que por una razoacuten u otra tiene conciencia de ser injustamente tratado Este elemento produce una defocmacioacuten y a menudo es ltAusa de la debilidad de la obra- (-Las mujeres y la narrativa- en Las mUjeres y la literatura p 55) Muchos poemas de esta antologiacutea desmentiriacutean el aristocratiacutezante prejuicio virginiawoolfiano (iobreros negros seshyres concientes de ser injustamente tratados precisamente) La mala literatura no pertenece en exclusiva a lo -social bull

por Maacutergara Russotto en su TOacutepicos de retoacuterica feme1ina (Monte Avila Caracas 1993) afortunadamente esta liacuterica es irreductible a un canon

Sus inicios en los antildeos setenta asiacute como otras tantas muestras en los ochenra y los novema permiten de enrrada desmentir el monopolio de lo iacutentimoraquo lo subjetivo lo amoroso y ni digamos de lo domeacutestico bull Quisiera dibujar el polo alternativo detenieacutendome menos - para evitar repeticiones- en la autoras antologizadas - que cuentan cada una con una nota introductoria a los poemas- que en el resto

La deacutecada se abre con una liacuterica que en su caraacutecter totalizante prolonga las preocupaciones de los sesenta Antonieta Madrid (939) en Nomenclatura cotidiana (971)deg mezcla el amor la literatura y alguna alusioacuten a la poliacutetica Miyoacute Vestrini 0938-1991) con Las bistorias de Giovarma (971) traza la biografiacutea- de una mu chacha sobre la que el contexto sociopoliacutetico arroja una sombra ominosa y al cabo mortal mientras plantea una disyuntiva entre un adolescente emblemaacutetico al que por la viacutea de una violencia liberadora pertenece un futuro iracunshydoraquo y los miembros de la generacioacuten de la hablante condenados al pasado IOl10somiddot el alcohol la burla y la farsa Por lo demaacutes en toda la obra de lvliyo Vestrini el paiacutes ofrece un trasfondo decepcionante y ameshynazador qLle intensifica el desgarramiento suicidario Tambieacuten la Emira Rodriacuteguez (1929) de La cosa de alto (972) se refiere a la historia elaboshyrando una croacutenica se ntimental que en el mismo movimiento traza la gellealogiacute familiar y una eacutepica margariteia que conduce ele la aventura perliacutefera al enraizamiento en la tierra y la fundacioacuten de la casa Finalmenshyte - en lo que respecta a este grupo inicial- el amplio repertorio temaacutetico de La dentellada (1972) ele Irma Salas (944) que va desde a infancia perdida con su clave maacutegica recuperable soacutelo mediante la locura hasta un paisaje espleacutendido y amargo ( En el paiacutes la naturaleza se ha hecho un cuchillo en el alma) pasando por esbozos de poesiacutea fantaacutestica escenashyrios extranjeros homenajes literarios y pictoacutericos -Rimbaud Nerval el Rosco Toulouse Lautrec Chagall etc - reitera una desolacioacuten tan geneshyracional como la Vestrini con esa serie de amigos enloquecidos o muershytos cuya gesta subversiva se pretende olvidar fueron inagotables los hechos desme11lidos No existioacute nunca Vietnam y la revolucioacuten es soacutelo una delgada peliacutecula que nos cubre iquestDoacutende estaacuten Glaclis Oswaldo Liviaiacute apilonados calles casas restaurantes autopistas sacarlos de esa bolsa de objetos perdidos Un guerrillero muerto el racismo la

10- Doy IJ itdu de nacimiemo de las autoras -en caso de saberlo pues auacuten persiste su esca moteo- l de publicacioacute n de los I icros al mencionar a las unas y los otros por primera vez

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bomba sobre Nagasaki la situacioacuten del tercer mundo y otros asuntos desembocan en el alegato contra la civilizacioacuten occidental que represenshyta el poema Ulises en el asfalto y llevan en el texto que cierra el libro a un deseo de disolucioacuten middotmiddotCada noche sobre mis cenizas busco yos desaparecidos de mi vida soacutelo anhelo este desierto que se constnIshyye alIado derecho de miacute Este paraiacuteso de la nadamiddot

Igual saldo de desolacioacuten personal ante el fracaso revolucionario 10 encontramos en Las fieras se dan golpes de pecho (975) de Teresa Coraspe (941) referencias a Biafra Vietnam el imperialismo norteameshyricano centradas (iquestfemeninamenten en la tristeza de los nintildeos y en el cuerpo de las viacutectimas de la guerra y el hambre implicando ademaacutes a un hombre amado al que enaltecen tanto su condicioacuten de combatiente como su ternura Sin embargo las buenas intenciones en forma de aventura imaginaria ( desde el fondo doy oacuterdenes detengan esas gueshyrras (se ven desmentidas por la derrota de la guerrilla lo que parece llevar incluso a la demencia de la hablante Queda soacutelo esta sangre este dolor enorme en el penuacuteltimo poema Y en el uacuteltimo -Estoy en un hospital para locos El cerebro me estalla- Por otro lado este es uno de los pocos poemarios que en el conjunto Y al igual que lo haraacute la Reina Varela 095) de Sefiales de humo (1983) tematiza la condicioacuten oficinesshyca como esclavitud (Maacutequinas hierros intoxicacioacuten Soy un robot tengo jefe 45 antildeos soy una alienada etceacutetera) oponieacutendole la escritushy

ra como desafiacuteo y liberacioacuten Lo mejor de esta poesiacutea abierta en diversa medida al horizonte socioshy

poliacutetico e histoacuterico lo tendriacuteamos desde finales de los setenta en algushynas de las autoras aquiacute antologizadas la articulacioacuten de la esclavitud domeacutestica con la continental y el anhelo de una utopiacutea integradora en su plenitud en la Maacutergara Russotto (946) de Restos de viaje O 979) YBrasa (979) la historia toda vista como irreversible degradacioacuten en Mustia memoria (983) Y Diario de una momia (989) de Laura Cracco (959) a lo que Sajan Club (1993) agregariacutea la aspereza de un paiacutes que castiga particularmente a las mujeres - sin olvidar el -doctor cardenal teniente coronel- de Cuerpo (985) de Mariacutea Auxiliadora Alvarez (956) una memoria judiacutea heredada que se manifiesta en el recuerdo de los criacutemeshynes nazis en El arte de la peacuterdida (991) YElargo viaje a casa (994) de Veroacutenica Jaffeacute (1957) yen Luba (988) de Jacqueline Goldberg (1966) Y que despueacutes de expresarse como testimonio de acumuladas enancias familiares y personales en su inicial Poemas visibles (1988) lleva a Blanca Strepponi (1952) a la caracterizacioacuten de la historia universal como horror -ligado en su caso al problema del mal y el exilio de Dios- en Diarjo de John Robeton (1990) y El jardiacuten del verdugo (1992) alusiones al paiacutes

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petrolero corrupto y asesino en Guen-ero llevado adentro (1987) de Mhariacutea Vaacutezquez (1958) galeriacutea de mujeres que en Fatal (1989) de Alicia Torres (1960) rechazan las guerras que se llevan a sus hombres

Quizaacutes tambieacuten pudiera sentildealarse una faceta que partiendo de Miyoacute Vestrini pasando por la Maacutergara Russotto de middotPequentildea tragedia sudameshyricana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo (Viola d am01-e 1986) y desembocando -con elaboraciones en La cancioacutenjria (1989) de Yolanda Pantin (1954) en Jaffeacute en la Oympia (1992) de Manoacuten Kuumlbler (1961)- en la Blanca Elena Pantin (957) de Poemas del troacutepico (993) opusiera nuestro paisaje y sentir subdesarrolladosmiddot a la tersa frialdad ajena del primer mundo Por aquiacute seguiriacutea resonando la oposicioacuten Ameacuterica-Europa establecida por Andreacutes Bello soacutelo que ahora feminizada ya veces erotizada

En Poemas detroacutepico una hablante que en una declarada Puesta en escenamiddot se disfraza fantasmalmente para introducir el problema (EI troacutepico pensoacute no existe) inaugura un repertorio de contrastes demashysiado riacutegidos y faacuteciles exagerados por la ironiacutea una Europa casi de tarjeta postal (Lili Marlene soledad en un hotel berlineacutes flores e insistenshyte chocolate nuestro devorado por elos) opuesta a un troacutepico de intensidad y selvas fiebres y plagas sopor y sudor dominado maacutes por la naturaleza que por la historia La distancia define igualmente a la hablanshyte con respecto a una Antaacutertica identificada con un amante posible (Reseacutervame un Iceberg Yo te llevareacute el sol total) lo que quizaacutes postule el eros como siacutentesis En cualquier caso El troacutepico tiene la violencia de la quietudbull

Otros abordajes de lo sociopoliacutetico han resultado desastrosos como Versos de un o sea nopaciacutefico (1985) de Gloria Martiacuten (945) o inmadushyros como Yerba negra (988) de Eddy Godoy (1968) El primero toca un poco todo falsedad democraacutetica lucha armada derrotada el tuacutenel del San Carlos Cantaura el desempleo la guardia civil espailola y Garciacutea Larca etceacutetera PanfletaFio y torpe (middotConozco al cerdo que se siente el amo es tan obvio y grosero que limita con el estieacutercol Siempre ) encuentra su condena en los propios asuntos desarrollados por algunas de estas poetas de manera excelenle como el temor por lo que espera al tijo (comparar middotSi has de estrellarte -hijo- que sea el tuyo un gran ~t)lpe de infinito con versos respectivos de Vestrini y Russotto)

En cuanto a Yerba negra al horror de las guerras el militarismo la bomba nuclear opone imaacutegenes de nintildeos jugando oraciones por la paz dd mundo y su deseo de que no existan armas ni potencias Desde hltgo el miedo tan frecuente en la liacuterica femenina halla aquiacute un marco 111 sto aunque en ninguacuten momento nos lo hagan sentir sus blandos

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poemas Como en Teresa Coraspe la agresioacuten -atoacutemica ahora- se regisshytra en el cuerpo ( Me implico en los tejidos Transito por mis cavidashydes muertas -ya casi todas-) Un final amoroso-maternal (iquesthabriacutea en ello una marca- femenina) nos deja junto a Adaacuten y Eva unieacutendonos para

crear la vida

v

iquestResiduo - formalizado fuera de los moldes subgeneacutericos- de esa heroiacutena melodramaacutetica- cuyas huellas rastrea Maacutergara Russotto en un capiacutetulo de Toacutepicos de retoacute-iexclcajemenina iquestVerdadera condena arquetiacutepishyca como afirma Fernando Riacutesquez en su obra varias veces citada middotCuanshydo Afrodita castiga a alguien lo hace enamorarse perdidamente de alguien que no retoma Hace aparecer a Eros pero no hace aparecer a Anteras Hace aparecer el amor de una sola viacutea que es el que maacutes castiga al ser humano sobre todo a la mujer estar enamorada inuacutetilmente es el maacutes grande de todos los sufrimientos de la feminidad- (p 130) iquestTestimoshynio basado en la experiencia de cada una y casi todas En cualquier caso una poesiacutea del desamor maacutes que del amor con su queja por la ausencia en frecuentes situaciones de encierro con la hablante sufriendo a veces procesos de mutilacioacuten peacuterdida de existencia o de voz y rozando a menudo la locura constituiriacutea el polo opuesto al anterior

En esta misma antologiacutea abundariacutean los ejemplos Malencuentro pero teniacutea otros nombres (975) de Emira Rodriacuteguez Acrimonia (981) y Sombraduras (iquest1988) de Elena Vera (939) Arbol juerte que silba y arrasa o penuacuteltimos boleros (988) de Mariacutea Luisa Lazzaro (950) Treacutebol de la memoria (978) La pasioacuten errante (986) y Autorretrato (993) de Cecilia Ortiz (951) Amor constante maacutes allaacute de la mue1te (1993) de Maritza ]imeacutenez (956) Saja Club de Laura Cracco De miacute lo oscuro (987) de Patriaa Guzmaacuten 01) Olympia de Manoacuten Kuumlbler De un mismo paacutejaro lanzada (983) y Nadie en la madera (991) de Sonia Gonzaacutelez (964) cinco de los poemarios de Jacqueline Goldberg

La mera acumulacioacuten ya sugiere una predominancia cuantitativa de la poesiacutea de la queja que alcanzariacutea en realidad casi a la tercera parte de la produccioacuten femenina Me detendreacute pues soacutelo en algunos tiacutetulos

Asiacute resulta particularmente interesante encontrar una modalidad del encierro y del desamor en una liacuterica tan conceptual como la de Por alto por bajo (974) de Mariacutea Fernanda Palacios (945) adelantando el refushygio entre libros que tematizaraacute Lourdes Sifontes (11) en De coacutemplice y amante (993) La opcioacuten de ocultarse en la omisioacuten y la inasibilidad

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existenciales y en el escudo intelectual no remite menos al cuerpo al miedo al fracaso del amor

Te has salvado en tus libros te has salvado en alguna mirada lenta te has salvado en los gestos que no hiciste en lo que dejaste siempre de decir te has salvado en la inmovilidad de un mieacutercoles Te has salvado en un encuentro prolongado y en la despedida forzada que se repite siempre Te has salvado en las iglesias vaciacuteas y en ese paso apresurado para estar lejos de todo En la carta que nunca escribiste en unos papelitos arrugados y en los verbos que pusiste a secar Te salvaste por preferir las compantildeiacuteas expliacutecitas que no dejan sitio para ti Por preferir lo que tienes a mano lo que no tienes que buscar

TE SALVASTE EL DlA QUE TE ALEJASTE

EL DlA QUE TE VOLVISTE IMPOSIBILIDAD

En contraste con la serenidad de esta desesperanza y maacutes a tono con la liacuterica femenina mayoritaria la Teresa Caras pe de Vuelvo con mis huesos (978) centra la ausencia del amado en el saldo de soledad cenizas cuerpo dolido (No estoy ni existo mis huesos estaacuten sin piel) desnudez amenazada peacuterdida de la propia voz y extraviacuteo de las palashybras- (-No me es dado tener nada soacutelo este silencio-) que hecho carenshycia total produce el desamor El encierro se extrema en Este silencio siempn (991) en una casa caracterizada como la de las sombras y los muertos donde Sangro escupo me como las untildeasmiddot

Coartada (987) de Tamara Rodriacuteguez nos ofreceriacutea un erotismo doloroso el de -un sexo guerreromiddot abrasado Por momentos vilmente sometido- Un sexo casi siglo XXII Espacial en guerra contaminado sin antiacutedoto que es tambieacuten -Un espejo de mi narcisismo venado-o Porque este libro plantea el amor homosexual como conflicto no resuelshylO (iquestPor queacute necesito al hombre ves la mujer el conflictomiddot) cuyas raiacuteces e encuentran en el narcisismo infantil cuando se chupaba la sangre de lls heridas y se autoexploraba ( Me acostumbreacute a los caminos del olor 0 mi cuerpo Quise desdoblarme frente a mis formas l la calidez de los pliegues y recodos que escondo soacutelo para miacute) Por ello middotLa mujer me ncita y me atormenta De la mujer quiero saber todo Hasta quiero ser hombre para como hombre recorrerla y palparme penetrarme descushybrilme- Esta poesiacutea casi -de manualmiddot no debiera hacemos olvidar que si middot1 amor lesbiana es desgarrado en Olympia de Manoacuten Kuumlbler lo es en el

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mismo sentido de carencia del otro que en decenas de poemaJios heteshyrosexuales asiacute como resulta plenitud eroacutetica en la liacuterica homosexual de Veroacutenica Jaffeacute y voluptuosidad vampirescamiddot en la de Yolanda Pamin proponieacutendonos un vampiro que todos necesitamos descubrir dentro de nosotrosll

Un extremado desasimiento existencial lo encontrariacuteamos en Nada que ver (I989) de Claudia Noguera O3) reiterando hasta el sofoco verbos como buscar desesperar destruir ocultar morir enterrar lastishymar violentar tropezar dudar perder y sustantivos como silencio miedo muerte memoria sombra laberinto La hablante se caracteriza como suicida y moribunda ciega- -aterrorizada- enterrada Sus acshyciones consisten en ocultarse dentro de siacute perderse en su propio laberinshyto buscar raiacuteces o retornar a piedras en una sostenida situacioacuten de encierro (habitacioacuten sin muebles en la casa en la colin) en la que tambieacuten se escribe con una poeacutetica similarmente devastada Lo terribleshyque provoca esta serie de experiencias se nos hace algo vago -como en muchos otros poemarios- y atribuiacuterselo al desamor seriacutea acaso reductishyva aunque la hablante proclame pues soy yo la que combate suicida y moribunda por ese corazoacuten tuyo que no cesa de girar- y soacutelo parece encontrar - de nuevo como en muchos otros poemarios- cierta esperanshyza en un erotismo fijado en el pasado He estado allaacute en esa frontera donde la piel se convierte en una sola-o

Con Adicta al miacuteedo(991) de Blanca Baldoacute (952) llegariacuteamos a una dedicacioacuten casi absoluta al miedo y la locura que impregnan parcialmen te unos cuarenta poemariosl 2

bullbullYo estoy adicta al miedo Mi verdadera adiccioacuten es la paranoia Es un mal que estaacute en el aire Muchos lo reconoceraacuten Unos se meten debajo de la cama Otros se esconden en el closet Otros simplemente oyen voces-o Este apunte de colectividad en la demencia no impide que la hablante lo viva de la manera maacutes personal ( Tu prisioacuten es cerebral- Acepta el bantildeo es donde estaacutes proteshygida Aunque tampoco nadie te estaacute persiguiendo sino tuacute misma) Soledad llanto alcohol paso del tiempo (middotSoy la mujer que ve su cara

11 Seacute que Riacutesquez insiste en que -la homosexual idad soacutelo exiSle en los hombres y que no hay homosexualidad femenina Todas las mujeres son middothomosexuales- Cuando nace una nintildea lo prime ro que hace es mamar de los senos de otra mujer de grande se enamora de Olra que llama su hija bull (op Ci p 108 Y muchos otros pasajes del libro) Me falta ciencia -y experiencia- para discutir el punto asiacute que me limito a sentildealarlo

12 Helena Arauacutejo sentildeala como elemento frecuente en la narrativa femenina latinoameshyricana una imagineriacutea alucinada vinculada a lo reprimido y lo traumaacuteticomiddot con insistencia In protagonistas arrasadas por -La neurosis la histeria el desequilibrio mental y emocionalmiddot (Op Cil p 132)

a ratos derretirse en el espejo) se combinan Con una religiosidad exasshyperada que critica a las Iglesias establecidas e incrimina directamente a Dios (iquestHasta cuaacutendo me escondo iquestPor queacute me creaste Escoacutendete de Dios contildeo que no te veamiddot -Quizaacutes eres tan perfecto tan fuerte que necesitas un espejo que se quiebre ) El encierro - en la casa y dentro de la casa en el bantildeo- sentido como insoportable apela a la muerte (-Me canseacute de esconderme Prefiero morir No quiero seguir aquiacute encerrada-) que se vive imaginariamente (recuerdo a todos mis novios llevando mi atauacuted-) sin que se cumpla del todo (hace ailos que me suicido pero no muero iquestCuaacutentas veces he muerto ) El amor ante este -canto de muerte- -que remitiriacutea a Miyoacute Vestrini pero sin su exposicioacuten de motivos- no sirve de gran cosa (No hubo ninguacuten amor que me hizo sentir bien) no obstante se acude a eacutel como remedio ocasional (Un hombre Aunque no se pueda amar Se decreta el amor-)

El rastreo podriacutea seguir amontonando tiacutetulos Premura sagrada (986) de Cristina Falcoacuten O960) Estaciones de miedo (I989) de Miriam Freilich Ruidos (992) de Paula Rivero Ceremonia del horno (993) de Rosana Hernaacutendez Pasquier O 995) La simiente constante O 994) de MarvelIa Correa etceacutetera con diversos grados de encierro dolor por la ausencia miedo Destacariacutea la intensidad sensual de la Ana Mariacutea Oviedo 04) que en De fuego o de ceniza (] 991) y aunque viva por momentos el veacutertigo amoroso se queja del desamor ( Tu lengua olvida mi boca Caigo hecha nudo punta de laacutetigo y sal en las rodillas) adoptando a veces la figura de la esposa (middotLa esposa duerme sola iquestQueacute dolor vela su quietud sino el deseo-) y sugiriendo al menos una vez una relacioacuten homose~al (middotGuiacuteas mis manos en la piel de la muchacha y no puedesabsolverme-)

Desde luego la poesiacutea amorosa femenina no se agota en la queja el encierro o la locura Y habriacutea un polo de esplendorque se opone al que acabo de esbozar Entre las amologizadas la Hanni OSSO[[ (946) de Hasta que llegue el diacutea y huyan las sombras O983) y El reino donde la noche se abre O 987) aunque oscile entre plenitud y carencia en el resto de su obra la Mariela Alvarez CI 947) de Textos de anatomiacutea comparada O987) con su proclamacioacuten de una mujer que funda el mundo a partir de su horizontalidad la Mariacutea Isabel Novillo (1954) de Metaacutelica virtud (1992) cuyas operaciones alquiacutemicas producen sabiduriacutea eroacutetica y lucishydez en el amor la Edda Armas (1955) de Cuerdas de serpiente (1985) Rojo circular O991) y Sable (I 994) capaz de afirmarse en el azar de los encuentros -nada es para siempre aun asiacute tiene el corazoacuten satisfechogt la beligerante Mhariacutea Vaacutezquez de Guerrero llevado adent7U la Alicia Torres de Fatal con su galeriacutea de mujeres desafiantes

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La queja -siempre en el grupo de las seleccionadas aquiacute- puede integrarse en la provocativa actitud de quien se declara -la otra- como en De amantes (1984) de Elena Vera (939) en el rechazo de lo domeacutestico como en toda la obra de Maacutergara Russotto (946) y en Con-eo del coraz6n (985) de Yolanda Pantin puede tambieacuten recurrir a la ironiacutea tal la Reina Varela de Sentildeales de humoy Cantos rodados (993) o mantener la tensioacuten sin rendirse como las hablantes de Fuego de tierra (981) de Mariacutea Luisa Lazzaro y Poemas visibles (988) de Blanca Strepponi

Obviamente tambieacuten en otras autoras cabriacutea detectar una actitud en diversos sentidos distinta de la reduccioacuten a la queja La aparicioacuten de media docena de poemarios de muy joacutevenes escritoras manifestando firmeza desafiacuteo afinnacioacuten o desparpajo junto a la entrega o el lamento por la ausencia me hizo pensar en una posible evolucioacuten epocal o generacional Sin embargo algo de esto habiacutea ya en Nomenclatura cotidiana de Antonieta Madrid mientras que poetas tan joacutevenes como las que me llevaron a creer en el triunfo de un cambio han mantenido el tono predominante Y la de menos edad recogida en libro la Eva Suzzashyrini (972) de quien se incluyen cinco poemas en Antologiacutea de nadie (UCV Caracas 1993) reitera la liacuterica del cuerpo roto el miedo las laacutegrimas la ceniza y la sangre casi como si se cumpliera un programa

En cualquier caso quiero sentildealar el resplandor eroacutetico de En los extremos confines de tu cue1po(991) de Diana Lichy (962) que celebra la brasa del amor explicitando una y otra vez su derretimiento su perdishydoacuten y fusioacuten en el amado praacutecticamente divinizado ( Si me tocas me pierdo oscurezco me precipito como una nueva tonalidad de tu sombraN -Brasa en ti languidezco Reconstruyo mi cuerpo con tus huesos -Te vienes en miacute abrasas mis entrantildeas Me desgarras desatanshydo toda la furia adonnecida encerrada en los pilares de mis huesos Te vas hundiendo en miacutelluminoso como un dios en el primer diacutea de su creadoacuten) aunque el goce alterna con el alejamiento del otro ( Pero tuacute apareces y desapareces me tomas por asalto y te pierdes azaroso Y altivo-) dejaacutendola vaciacutea decidieacutendola a buscar otros amores

Otra faceta la representariacutea la ironizacioacuten de los materiales de cocinamiddot y de lo domeacutestico en general cuyas operaciones trasplantadas a teacutennishynos existendales vehiculan la autoafirmacioacuten de la hablante su serenishydad su exigencia respecto al hombre en Aposento del amanecer(991) de Eunice Escalona (950) Hay una satisfaccioacuten en mis huesos fuertesmiddot en -mi piel maternal definitiva y bellamiddot en la manipulacioacuten exitosa de la carne de las verduras y de la del hombre en la pertenencia a una estirpe femenina (hermana de mis hermanas que en las lejanas hogueras se consumen- iexcly no tenemos miedomiddot)

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En cuanto a la locura tan rozada y temida como deseada y elogiada un planteamiento que prolonga las amargas burlas de Miyoacute Vestrini al psicoanaacutelisis lo tendriacuteamos en el largo texto en prosa - nueve paacuteginasshyque da tiacutetulo a Encuentros del poeta con el psicoanalista (991) de Christiane Dimitriades (956) rechazando su reduccioacuten de las vivencias a esquemas mensurables SLl saber-poder su fundamentacioacuten en la culpa aunque el conflicto de la hablante queda apenas caracterizado

Apunto finalmente el nombre de dos de esas autoras que - vanamenshyte temo- me sugirieron el inicio de una nueva actitud de alguna manera colectiva Adriana Gibbs (966) en Parece otontildeo (993) muestra que si la ausencia marca a la mujer ella misma asume de entrada la posibilidad de irse (su hablante es La que promete habitarte aunque no permanezshycaN) la iniciativa sexual (te besa discretamente abriendo el cierre de los pantalones-) y la eventual bisexualidad de un tipo que la atrae (-Creo que le gustan los hombres Acepto si tambieacuten le gustan las mujeres-) Claudia Hernaacutendez (970) en El humo que me intenta (1993) adopta un agradable desenfado en las cuitas del desamor ( ahora me miras rabioshyso destrozado por el piso mientras que la brisa se lleva tus pedazos) El antoacutelogo se permite brindar por ellas

VI

Si hay un rasgo diferenciador de la escritura femenina maacutes allaacute de un muy estricto repertorio temaacutetico que no abarcariacutea sino tres o cuatro cosas (la obvia maternidad lo domeacutestico iexclen apenas una decena de libros y en general rechazado la figura esencial de la madre e incluso de la abuela de las hablantes y iquestqueacute maacutes) es el radical detallamiento del propio cuerpo acompantildeado de uno algo menor del cuerpo del amado - o de Ia amada Se me dijo un a vez que la poesiacutea masculina tambieacuten se referiacutea al cuerpo femenino sin que lograran esgrimir maacutes que dos ejemplos Antqnio Arraacuteiz y Juan Liscano (regalo otro el siempre olvidado Alfredo Arvelo Larriva) Pero aparte de que los respectivos repertorios sean materialmente limitados no parece haberse percibido -iexclde tan obvia-Ia diferencia fundamental los hombres hablan del cuelpoajeno aludiendo lpenas al que los constituye mientras que las mujeres dibujan en primer lugar el de elas -y por sobreabundanda esbozan tambieacuten el nuestrol3

Mucho hemos avanzado desde que Virginia Woolf confesara su fracashy-lO respecto a -decir la verdad acerca de mis propias experiencias en

13 Otro asumo es que la poesiacutea femenina en los uacuteltimos antildeos haya permeado a la lIIasculina permitiendo a Rafael Arraacuteiz Luca o iexclgor Barrero incorporar un anecdotario de 1lvadoras neveras cocinas granos despanamados o que el primero tematice repetidamenmiddot

27

cuanto a cuerpo Dudo que mujer alguna haya resuelto esta dificultadshy(middotProfesiones para la mujer- Las mujeres y la literatura op cit p 72) Pues por lo menos en la liacuterica femenina venezolana medio centenar de poemarios expone en teacuterminos corporales su goce y su dolor su plenishytud sus carencias sus suentildeos deseos y desgarramientos

Para evitar redundancias adicionales remito a las notas y poemas de las aquiacute antologizadas sin dejar de sentildealar este rol muacuteltiple del cuerpo objeto de las agresiones sociopoliacuteticas del envejecimiento y de las mashyniobras suicidadas en Miyoacute Vestrini degradado por la domesticidad en Maacutergara Russoto y la Pantin de Correo del corazoacuten autosuficiente pero dispuesto a la entrega en Mariela Alvarez voluptuoso en la Elena Vera de De amantes la Hanni OSSO(( de un par de libros en Edda Armas Mariacutea Isabel Novillo Alicia Torres dado con conviccioacuten - y cierta sombra vampiacuterica- al amor lesbiana en Pantin y Jaffeacute arrasado por el desamor la ausencia el encierro la locura las mutilaciones y reducciones pero tambieacuten a veces por el placer en la Elena Vera de dos libros Mariacutea Luisa Lazzaro Cecilia Ortiz Manoacuten Kuumlbler Patricia Guzmaacuten Sonia Gonzaacutelez

te a sus hijas y el segundo asuma o invente al final de Soy el mucbacbo maacutes bermoso de esta ciudad(Fundarte Caracas 1987) middotUn poema de mi esposa Fabiola Vethencourtmiddot O (iexclue el Rafael Castillo Zapata de I-bol que cece rorcido (Traacutefico Caracas 1984) cante la oscura gesta de las mujeres empinadas que sostienen la casa En lo que respecta al tratamiento del cuerpo e l Harry Almela de Cantigas (Monte Avila Caracas 1990) da voz a la amada cantaacutendok al amadc con un erotismo tan lunar y materialmente corporizado como el caracteriacutestico de la poesiacutea femenina mientras que el hablante de Fraacutegil en el alba (Monte AVila Caracls 1993) explicita middotaIcaacutenzame en la mujer que hay en miacute toacutecame all iacute donde no hay nombre bull Tarpbieacuten Alejandro Bruzual en el El jardiacuten de las mujeres (Monte Avila Caracas 1993) detalla el cuerpo femenino canta a la mujer-diosa y acude a una galeiacutea de figuras literarias mitoloacutegicas y biacuteblicas (Dido Beatriz Euriacutedice Salomeacute etceacutetera) Pienso que la impregnacioacuten alcanza igualmente al Luis Alberto Crespo que en Maacutes afuera (Monte Avila Caracas 1993) ofrece el maacutes bello poema autoeroacuteiexclico que haya leiacutedo jamaacutes Yofui tu novio con los labios rojos y me desvestiacutea y me iexcloca ba cuando tUacute no estabas Cuando queriacutea saber de ti Yo era tu mujer si cerraba los ojosy cuidaba nuestra desgracia como una baraja Tuacute me enseilaste a besarme ( ) Nuestro anillo adelgaza iquestCuaacutento tiene que no duele Dicen que eres bella iQueacute soledad bull Hay en todo esto un cambio de sensibil idad en que acaso el discurso masculino esteacute liberaacutendose de rigideces supuestamente viriles permitieacutenshydose sacar a lote un allima antes autocensurada o reprimida Puede que esteacute no menos respondiendo al middotdesafiacuteomiddot representado por un discurso femenino desarrollado a lo largo de los uacuteltimos veinticinco antildeos --ltgt sesenta si contamos desde Mariacutea Calcantildeo-- sin cuyo previo aporte sospecho que tal intlexioacuten de la sensibilidad no hubiera sido posible

En cuanto a un -fdncionalmente disringuible- discurso homosexual masculino (el Arshy

mando Rojas Guardia de lIacia la l10cbe viva FabriArt Caracas 1989 el Rafael Castillo Zapata de Elttacioacutell de traacutemilo Pequentildea Venecia Caracas 1992) seguiriacutea la pauta de la poesiacutea escrita por hOlJlbres casi inexistentes referencias al propio cuerpo discreto detallashymiento del cuerpo d I amado

28

herido por el aborto en Maritza Jimeacutenez por la maternidad en Mariacutea Auxiliadora Alvarez Detallado siempre en mayor o menor grado y detallando el cuerpo que interactuacutea con ellas l4

Del conjunto que pudiera traerse a colacioacuten recordareacute que igualmenshyte en la Teresa Coraspe de Las fieras se dan golpes de pecbo y la Eddy Godoy de Yerba negra la guerra se daba en teacutenninos corporales Como realizaciones peculiares citareacute a la Ondina Fernaacutendez (961) que en Se fueron las edades (991) plantea el conflicto quizaacutes particularmente adolescente de que la enumeracioacuten de los elementos de su cuerpo la lleva al desconcierto de no coincidir con la suma de sus partes (No soy estos ojos estos cabellos esta boca) y la inquietante poesiacutea oniacuterica de Gris intemperie (993) de Ana Coromoto Salas que recupera la sensuashylidad de una naturaleza con la que a veces se identifica la hablante insistiendo en lo erecto femenino (el nenuacutefar seraacute Erectas formas () descansando sobre amables redondeces) y masculino (el grillo erecto y viril) Para detenerme en Aposentos (1985) de Yolanda Blanco

Aquiacute -prolongando segurameme sin saberlo a Mariacutea Calcantildeo- hay como un regusto inaugural en la afirmacioacuten de lo femenino que llega quizaacutes al abuso terminoloacutegico mujer(es) utilizado 36 veces cue1po 17 hijola(s) 17 sangre 12 luna(s) 10 seno(s) 8 hembra(s) 7 sexo(s) 7 estroacutegeno(s) 4 falopio(s) o trornpas de 4 pubis 4 barriga 3 Agregando pechos regla vagina ovarios menopausia uacutetero cliacutetoris preiiez parto genes nalgas trasero caderas muslos etceacutetera encontraJiamos dibujashydo un cuerpo del que se insiste en la sexualidad en su sentido maacutes material Sin embargo no se trata de inventariar goces posibles sino en primer lugar de reivindicar la propia corporeidad con una marcada insistencia en el aspecto maternal y en segundo lugar de denunciar la opresioacuten de dicho cuerpo por el hombre anverso y reverso de una misma actitud

Yolanda Blanco asume imaacutegenes y rasgos tradicionalmente adjudicashydos a lo femenino a veces con ironiacutea otras con rabia acusatoria pero

si siempre con la seriedad de quien descubre en siacute cierta profundidad oIrquetiacutepica Sangre luna tien-a y maternidad son las nociones claves y Itlacionadas prolongaacutendose en dos tipos de asociaciones lo vegetal por una parte (musgo fruta fresa flora silvestre durazno palo de lI t ranjo y azahares mangos cerezos ) lo oculto por la otra (nido

Helena Arauacutejo encuentra un abanico casi similar de posibilidades en la tematizacioacuten 11e rotismo por la poesiacutea femenina latinoamericana middotActo doblemente transgresor como

lC rlt ura al incluir lo que no debe o no puedf decirse el erotismo denuncia la crispacioacuten del IIilrpCgt colonizado pero tambieacuten celebra su gozo y su placer (op cit p 187)

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colmena estratos geoloacutegicos ademaacutes de los mencionados oacuterganos glaacutenshydulas y humores internos) El cuerpo en esta red metafoacuterica tiende a ser paisaje Surja de mis muslos el musgo que calentar pueda la montantildea las dunas Embellezca mi desierto ese agua de cuarzo que escondo Soy de piel la pared Geoacutelogos huellan mis estratos Buscan oro-o

El punto de encuentro entre la floracioacuten y lo oculto es la alquimia de la sangre menstruacioacuten que tintildee los versoS con toda una imagineriacutea en variantes de rojo granate -manantial de felpa- amaranto enrojecido Los poemas registran lo inicialiniciaacutetico de esa primera sangre el miedo el asombro pero tambieacuten el orgullo la potencialidad de los cuatrocientos hijos del cuerpo-casa no menos la preocupacioacuten por la menopausia

como futura marchitez En la autoafirmacioacuten se encuentra lo mejor de un canto a siacute misma que

soacutelo una mujer -pienso- podria escribir En la middotdenunciamiddot (middotCiudadana de segunda buroacutecrata sin rango De repente sortaria de un voto sin bocal A destajo trabajadora proletaria en pleno subdesarrollo Y un largo etceacutetera que incluye lo domeacutestico los abortos obligados por la miseria los nintildeos sin padre pero tambieacuten las ozagaletonas que emperishyfolladas pasan encueradas) lo peor -y no estoy cayendo en los planteashy

mientos virginiawoolfianos

VII

A vuelapluma sentildealareacute algunos rasgos que exigirian una elaboracioacuten pausada y detallada los subrayo en el desorden de estas notas apenas

como pistas Brevedad 58 de los 150 tiacutetulos examinados estaacuten conformados total

o fundamentalmente por poemas breves considerando tales los que no superan las cincuenta palabras Otra quincena de libros contiene numeshyrosos poemas breves - pero siempre menos de la mitad-o Si extendieacuterashymos el liacutemite de la brevedad hasta las setenta palabras legariacuteamos casi al centenar de tiacutetulos Desde luego se trata de una modalidad general de la nueva liacuterica venezolana e incluso en la femenina es maacutes patente la influenda de autores como Luis Alberto Crespo y Reynaldo Peacuterez SOacute que la de por ejemplo Antonieta Madrid o Edda Armas Las peculiaridades que encuentro en el conjunto que nos ocupa vendriacutean a ser dos la brevedad es utilizada mayoritariamente para la exploracioacuten sentimenshytal sobre todo para esa queja amorosa en situaciones de desamor ausencia y encierro como si su caraacutecter tirubeante- sus violencias sinshytaacutecticas sus silencios- fueran idoacuteneos y casi nunca se nos entregan

u

poemas sueltos- sino relacionados con cierto grado de organiddad alcanzando con frecuencia la absoluta coherencia de libros unitariosl5bull

La casa como tema Bastaria remitir a los recieacuten nombrados Crespo y Peacuterez SOacute - entre tantos otros- para tener claro que no es un asunto exclusivamente femenino Sin embargo se lo desarrolla insistentemente en esta liacuterica Habria que distinguir la casa de la infancta siempre nostalgiada siempre perdida y la casa de la adultez con tres variantes principales su rechazo como encierro domeacutestico la identificacioacuten cuershypo-casa devastados ambos en el desamor la casa como refugio y hasta como plenitud ~posibilidad menos tratada Hanni Ossott para lo primeshyro Eunice Escalona para lo segundo-o A la casa de la infancia estaacute ligada la presencia fundamental de la madre y tambieacuten de la abuela -el padre es una figura minoritaria ]affeacute Novillo la Mariacutea Luisa Lazzaro que teme que rediviva en los amantes la Celalba Rivera 07) de Bajo el signo del ctelo (1991) y pocas maacutes- con una sensualidad en la caracterizacioacuten que nos devolveriacutea al cuerpo por otros caminos asiacute en Gris intemperie de Ana Coramoto Salas (Mirar hacia elliacutemite errar en burbujas de vientre en el mullido jugoso de sus senos Beso el rastro de mi madre resbalan manos de alga por mi cuerpo Persisto en curvarme en la blandura antigua- etc) y respecto a la abuela en Ce-emonia del homo de Rosana I-Iernaacutendez Pasquier (middotSus senos son dos mundos redondos melones tiernos-) Obviamente el amor a la madre no excluye el conflicto (Miyoacute Vestrini Gloria Martiacuten Poemas Visibles de StrepponD

Extranjeridad el asunto me ha llamado la atencioacuten en contraste con el subsistema masculino del que estaacute praacutecticamente ausente -habriacutea que remitirse casi a Mi pad~ el inmigrante (Suma Caracas 1945 y reediciones) de Vicente Gerbasi- y con la nueva narrativa donde lo que se destaca es la venezolanidad de los hijos de los inmigrantes En camshybio en la liacuterica femenina por una parte se establece la figura de la ~tranjera - desde Mustia memoria de Laura Cracco quien la tematiza ntralmente hasta Solitario ofiCio de horas desnudas (993) de Diana chy asociaacutendola a la radical soledad de la escritura- y por otra se la

15 Varias veces he sugerido razones epoca les para explicar no soacutel o el poema breve sino (iexclre todo el desarrollo simultaacuteneo de lo breveen poesiacutea cuemo e incluso cine ademaacutes de

l rorrespondiemes a cada campo Quiti valga la pena antildeadir una observacioacuten de Virginia Xllr middotEllibro tiene que adaptarse en cieno modo al cuerpo y hablando al azar diriacutea que 1 lib ros de las mujeres deberiacutean ser maacutescollos maacutes concemrados que los de los hombres

IIMlruidos de modo que no requie ran largos ralOS de trabajo regular e inimerrumpido 1 lI lue imerrupciuacutel1es siempre las habraacute (Una bahitacloacuten propia op cil p J07)

31

explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

33 32

SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

331

210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 8: Yolanda Pantin

momentos de gran fuerza y de ineacutedito lirismo A Lydda Franco Fariacuteas (943) que en Summarius (Asamblea Legislativa del Estado Falcoacuten Coro 1985) continuacutea la poesiacutea aacutespera provocativa y totalizante de Poeshymas circunstanciales (policrom Caracas 1965) mezclando prosa y vershyso en textos extensos que entrelazan en el mismo rechno la falsedad literaria el trabajo oficinesco la vida inauteacutentica Y un panorama socioshypoliacutetico de injusticia corrupcioacuten y crimen para concentrarse en los liacutericos poemas breves de Recordar a los donnidos (LUZ Maracaibo

1994)Y sobre todo a Mery Sananes (1941) Desde los catorce poemas que

incluiacutea el ya citado Palabra uno (1964) sobresale la puesta en primer plano de las contradicciones soledad y militancia ruptura con el pasado e ingreso a un combate en el que no parece creer del todo con una carga emocional profunda en contra de la violencia Pesa sobre la hablante una condena en cuanto mujelmiddot( Fui juzgada y condenada por todos los hombres que a mi alrededor vivieron no bastoacute nunca posesioacuten ni entrega-) Detalla su cuerpo herido en un contexto de represioacuten y muerte -el paiacutes como celda- en que -aguardar no es maacutes que morir antes de tiempo El miedo en este marco queda plenamente justificado (Me paseo por la calle estoy sola tengo miedo estoy aterrada aterradiacuteshysima quiero regresar miento nunca se debe regresar etceacutetera) regisshytrando las oscilaciones entre cobardiacutea y fortaleza decisioacuten de luchar dada la situacioacuten colectiva y desfallecimientos personales lo que se expresa en teacuterminos corporales (camino se me sangran los pies se me desgarra la piel pero sigo etceacutetera) Una poeacutetica de ordenar el caos de su cabeza es tan coherente con los vaivenes existenciales de la hablante como lo es la poeacutetica testimonial de Tiempo de guerra (Desorden Carashycas 18) Es necesario escribir todo esto antes de que se olvide

Otra vez son razones cotidianas las que llevan a la lucha (_Quisiera un paiacutes (J donde pudiera amar Y tener hijos que vean el sol donde los hijos de mis hijos vean el sol) Se sigue rechazando la violencia -por otro lado inevitable- El amor que ocupa buena parte del libro concenshytra su lirismo (-Mira amor el caujaro produce una fruta muy dulce con ella se pueden atar papagayos mil hombres invadieron hoy falcoacuten iquestno es tiempo ya de que nos encontremos-) Tristeza incomunicacioacuten con unoS padres que no comprenden sus razones dudas sobre la efecshytividad de un combate que acumula heacuteroes muertos delatores y desertoshyres todo esto autentifica la actitud de la hablante que se pemlite inclushyso suacutebitamente un verso de hechicera yo seacute hacer ritoS extrantildeos con

las hierbas- ineludiblemente femenino Su uacuteltimo libro Tierra de expedientes (Desorden Maracay 1975) estaacute

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constituido por tres largos poemas narrativos que con sus 28 o 29 paacuteginas de texto cada uno son otros tantos tiacutetulos El primero y maacutes interesante Parcela 40 relata la muerte velatorio y entierro de la mashydre con el subsiguiente luto siempre seguacuten el ceremonial judiacuteo La hablante sin embargo no saca cl e ello ninguna conclusioacuten en cuanto a su eventual extranjcriclad o doble pe rtenencia - al contrario de lo que veremos en la nueva liacuterica- y al ligar esta muerte familiar a la de los combatientes insertaacutendola en la lucha por la dignidad y la verdadera vicia tampoco hace alusioacuten alguna a la tragedia particular de los judiacuteos -campos de exterminio persecuciones errancia- El resto del libro es lamentable Expediente intenta vanamente extraer el sentido socioposhyliacutetico de UIl banal accidente de traacutensito -Guerra de guerrillasmiddot evacuanshydo la cualidad experiencial de su poesiacutea anterior se abandona al panfleshyto el esquematismo histoacuterico la hagiografiacutea de los revolucionarios muershytos) hasta la cursileriacutea elogiando la lucha armada manclo en la realishydad estaba ya pacificada

IV

El atractIVO de los abordajes -profundos por la viacutea junguiana de Fernando Riacutesquez de Aprori IIwcioacutelI n In femin idad e incluso por la del femenismo virginiawoolfiano de la Helena Arauacutejo de Ln Scberezada Criulld con su insistencia en e siacutembolo brotado del inconsciente no

9 La Scber(rada Cnoa Ensayos sobre Escitum Femenina Latinoamenccl17a Universishyd3d Ntcion1 d ColombiJ Bogotaacute 11)89unque esteacute dedic3do sobre todo a 11 narrativa mencione ll m literJ[url middotde It opresioacute n y sugierJ estudiar b peculiaridad del enfoque femenino ele cienos terms como J violenco liga la buacutesqueda por la mujer de una escritura propil co n lo simb61ico inconsc iente middotPosiblemente haya una cierta relac ioacuten entre el Irecuente empko de b expres ioacuten simboacutelica por p3rte de la mujer que escribe y su necesid~d de hbbr un le nguaje propio Recordemos que el aacutembito femenino s sobre todo subjetivo I irnilicb por su misma marginal iziexcl cioacuten a un medio donde predomin3 lo emocional y lo afectivo Jiexcl muje r debe esiorz1 rse ly a eces hacerse vio lenci3) para 1dapt3r su escritura a un s intax is forjacl por e l hombre Su le ngu3Je aparentemente brota con rmyor facilidad del inconsiente integraacute ndose alliacute donde e l signo y e l siacutembolo se entremezclan en la buumlsquediexcl de un3 coherenc ia que a De nudo se exime de la loacutegica racional Al expresar en lo imaginario su d) roe rsioacuten la m uje r prescinde ademaacutes de la automiddotcensura y se atreve a crear un1 prosa alJeg d3 al de lirio y a la alucinacioacuten Su escriturlt tiene e ntonces mucho que ver con i)iexclublimlcioacuten v COIl el desbordJmientode una sexualidad ignorada o reprimida (p 75)

Confieso qu -iquestcomo hombre- me result1 difiacutecil detectar eS3 resistcncia de la simaxis a la escritura epeciacutetkameme femenina maacutes 1113 de la obviedad de los plurales obligadamenshyte masculino en presencia de los dos seX05 y violenciasmiddot similares En cuanto a la pist1 de lo simboacutelico-inconsc ie nte-irr3cio l1al-de lirare habriacutea que verifiC3r1o en detalle - y creo que en esta misma 3ntologiacutea hay alguacuten materia Por otra rarte e l tema de una sintaxis propia

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deberiacutea recubrir la efectiva diversidad de la escritura de mujeres En tal sentido me siento muy cercano al rechazo de -tipificacioacuten esgrimido

pertenece sin discusioacuten a Virginia Woolf pero no recuerdo - iquestlapsus masculino- que lo asociara necesariamente con el inconsciente En un texto de 1929 (Una habitacioacuten propia Seix Barral Barcelona 1980 2 ed) sentildealaba respecto a las novelistas de principios del XIX la dificultad de que no teniacutean tras de siacute ninguna tradicioacuten o una tradicioacuten tan corta y parcial que les era de poca ayuda mientras que la masculina no les serviacutea middotQuizaacute lo primero que descubrioacute la mujer al coger la pluma es que no existiacutea ninguna frase comuacuten lista para su uso todos los geacuteneros literarios maacutes antiguos ya estaban plasmados coagulados cuando la mujer empezoacute a escribir (pp 104-105) Y en middotLas mujeres y la narrativa tambieacuten de 1929 (Las mujeres y la literatura Lumen Barcelona 1981) middotNos estamos acercando al tiempo si es que no hemos llegado ya en que pocas o ningunas seraacuten las innuencias extrantildeas que perturben la literatura femenin3 c ) Pero a pesar de todo sigue siendo verdad que la mujer para escribir exactamente como quiere escribir tropieza con muchas dificultades Para empezar se encuentra con la dificultad teacutecnica -en apariencia tan sencilla pero en realidad tan desconcertante- consistente en que la forma de la frase en siacute misma no se adapta a la personalidad femenina La frase estaacute hecha por el hombre La frase es demasiado amplia demasiado pesada demasiado pomposa para el uso femenino c ) y esto es algo que la mujer ha de conseguir por siacute misma alterando y adaptando la frase actual hasta formar una que tome la forma natural de su pensamiento sin aplastarlo ni deformarlo- (pp 56-57) 10 maacutes interesante es que esta reivindicacioacuten de un estilo distinto se realiza en paralelo a la propuesta de una superacioacuten de lo sexual mente limitante o maacutes bien de una integracioacuten de ambos sexos (de haber le iacutedo a Jung hubiera hablado de anima y animus) en la escritura la primera leccioacuten importante escribiacutea como una mujer pero como una mujer que ha olvidado que es una mujer de modo que sus paacuteginas estaban llenas de esta curiosa calidad sexual que soacutelo se logra cuando el sexo es inconsciente de siacute mismo- (Una babilacioacuten propia pp 127-128) Y middotes funesto para todo aquel que escribe el pensar en su sexo Es funesto ser un hombre o una mUjer a secas uno debe ser muje r con algo de hombreshyu hombre con algo de mujer-o Es funesto para una mujer subrayar en lo maacutes miacutenimo una queja abogar aun con justicia una causa en fin el hablar conscientemente como una mujer Y por funesto entiendo morul porque cuaruo se escribe con esta parcialidad consciente estaacute conde nado a morirmiddot (p 143) No veo en realidad que la buacutesqueda de una literatura o de un lenguaje androacuteginOo (lo que tambieacuten propugna Helena Arauacutejo middotAsiacute la diferencia sexual se traduciraacute en ritmo variacioacuten placer Sin embargo los teX1OS de mujeres demuestran que el proceso es lento ypenoSOo op cit p 126) debiacutea excluir todo tipo de material testimonial o de denuncia por maacutes que Virginia Woolf insista en ello Asiacute refirieacutenshydose otra vez a las novelas escritas por mujeres en el siglo XIX dice que quedaron afectadas por la presencia -de alguien ofendido por el trato que se da a los miembros de su sexo y que reclama sus derechos Esto aporta a la literatura femenina un elemento totalmente ausente de la literatura de los hombres salvo cuando el autor es un obrero un negro o cualquier otro hombre que por una razoacuten u otra tiene conciencia de ser injustamente tratado Este elemento produce una defocmacioacuten y a menudo es ltAusa de la debilidad de la obra- (-Las mujeres y la narrativa- en Las mUjeres y la literatura p 55) Muchos poemas de esta antologiacutea desmentiriacutean el aristocratiacutezante prejuicio virginiawoolfiano (iobreros negros seshyres concientes de ser injustamente tratados precisamente) La mala literatura no pertenece en exclusiva a lo -social bull

por Maacutergara Russotto en su TOacutepicos de retoacuterica feme1ina (Monte Avila Caracas 1993) afortunadamente esta liacuterica es irreductible a un canon

Sus inicios en los antildeos setenta asiacute como otras tantas muestras en los ochenra y los novema permiten de enrrada desmentir el monopolio de lo iacutentimoraquo lo subjetivo lo amoroso y ni digamos de lo domeacutestico bull Quisiera dibujar el polo alternativo detenieacutendome menos - para evitar repeticiones- en la autoras antologizadas - que cuentan cada una con una nota introductoria a los poemas- que en el resto

La deacutecada se abre con una liacuterica que en su caraacutecter totalizante prolonga las preocupaciones de los sesenta Antonieta Madrid (939) en Nomenclatura cotidiana (971)deg mezcla el amor la literatura y alguna alusioacuten a la poliacutetica Miyoacute Vestrini 0938-1991) con Las bistorias de Giovarma (971) traza la biografiacutea- de una mu chacha sobre la que el contexto sociopoliacutetico arroja una sombra ominosa y al cabo mortal mientras plantea una disyuntiva entre un adolescente emblemaacutetico al que por la viacutea de una violencia liberadora pertenece un futuro iracunshydoraquo y los miembros de la generacioacuten de la hablante condenados al pasado IOl10somiddot el alcohol la burla y la farsa Por lo demaacutes en toda la obra de lvliyo Vestrini el paiacutes ofrece un trasfondo decepcionante y ameshynazador qLle intensifica el desgarramiento suicidario Tambieacuten la Emira Rodriacuteguez (1929) de La cosa de alto (972) se refiere a la historia elaboshyrando una croacutenica se ntimental que en el mismo movimiento traza la gellealogiacute familiar y una eacutepica margariteia que conduce ele la aventura perliacutefera al enraizamiento en la tierra y la fundacioacuten de la casa Finalmenshyte - en lo que respecta a este grupo inicial- el amplio repertorio temaacutetico de La dentellada (1972) ele Irma Salas (944) que va desde a infancia perdida con su clave maacutegica recuperable soacutelo mediante la locura hasta un paisaje espleacutendido y amargo ( En el paiacutes la naturaleza se ha hecho un cuchillo en el alma) pasando por esbozos de poesiacutea fantaacutestica escenashyrios extranjeros homenajes literarios y pictoacutericos -Rimbaud Nerval el Rosco Toulouse Lautrec Chagall etc - reitera una desolacioacuten tan geneshyracional como la Vestrini con esa serie de amigos enloquecidos o muershytos cuya gesta subversiva se pretende olvidar fueron inagotables los hechos desme11lidos No existioacute nunca Vietnam y la revolucioacuten es soacutelo una delgada peliacutecula que nos cubre iquestDoacutende estaacuten Glaclis Oswaldo Liviaiacute apilonados calles casas restaurantes autopistas sacarlos de esa bolsa de objetos perdidos Un guerrillero muerto el racismo la

10- Doy IJ itdu de nacimiemo de las autoras -en caso de saberlo pues auacuten persiste su esca moteo- l de publicacioacute n de los I icros al mencionar a las unas y los otros por primera vez

18 19

bomba sobre Nagasaki la situacioacuten del tercer mundo y otros asuntos desembocan en el alegato contra la civilizacioacuten occidental que represenshyta el poema Ulises en el asfalto y llevan en el texto que cierra el libro a un deseo de disolucioacuten middotmiddotCada noche sobre mis cenizas busco yos desaparecidos de mi vida soacutelo anhelo este desierto que se constnIshyye alIado derecho de miacute Este paraiacuteso de la nadamiddot

Igual saldo de desolacioacuten personal ante el fracaso revolucionario 10 encontramos en Las fieras se dan golpes de pecho (975) de Teresa Coraspe (941) referencias a Biafra Vietnam el imperialismo norteameshyricano centradas (iquestfemeninamenten en la tristeza de los nintildeos y en el cuerpo de las viacutectimas de la guerra y el hambre implicando ademaacutes a un hombre amado al que enaltecen tanto su condicioacuten de combatiente como su ternura Sin embargo las buenas intenciones en forma de aventura imaginaria ( desde el fondo doy oacuterdenes detengan esas gueshyrras (se ven desmentidas por la derrota de la guerrilla lo que parece llevar incluso a la demencia de la hablante Queda soacutelo esta sangre este dolor enorme en el penuacuteltimo poema Y en el uacuteltimo -Estoy en un hospital para locos El cerebro me estalla- Por otro lado este es uno de los pocos poemarios que en el conjunto Y al igual que lo haraacute la Reina Varela 095) de Sefiales de humo (1983) tematiza la condicioacuten oficinesshyca como esclavitud (Maacutequinas hierros intoxicacioacuten Soy un robot tengo jefe 45 antildeos soy una alienada etceacutetera) oponieacutendole la escritushy

ra como desafiacuteo y liberacioacuten Lo mejor de esta poesiacutea abierta en diversa medida al horizonte socioshy

poliacutetico e histoacuterico lo tendriacuteamos desde finales de los setenta en algushynas de las autoras aquiacute antologizadas la articulacioacuten de la esclavitud domeacutestica con la continental y el anhelo de una utopiacutea integradora en su plenitud en la Maacutergara Russotto (946) de Restos de viaje O 979) YBrasa (979) la historia toda vista como irreversible degradacioacuten en Mustia memoria (983) Y Diario de una momia (989) de Laura Cracco (959) a lo que Sajan Club (1993) agregariacutea la aspereza de un paiacutes que castiga particularmente a las mujeres - sin olvidar el -doctor cardenal teniente coronel- de Cuerpo (985) de Mariacutea Auxiliadora Alvarez (956) una memoria judiacutea heredada que se manifiesta en el recuerdo de los criacutemeshynes nazis en El arte de la peacuterdida (991) YElargo viaje a casa (994) de Veroacutenica Jaffeacute (1957) yen Luba (988) de Jacqueline Goldberg (1966) Y que despueacutes de expresarse como testimonio de acumuladas enancias familiares y personales en su inicial Poemas visibles (1988) lleva a Blanca Strepponi (1952) a la caracterizacioacuten de la historia universal como horror -ligado en su caso al problema del mal y el exilio de Dios- en Diarjo de John Robeton (1990) y El jardiacuten del verdugo (1992) alusiones al paiacutes

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petrolero corrupto y asesino en Guen-ero llevado adentro (1987) de Mhariacutea Vaacutezquez (1958) galeriacutea de mujeres que en Fatal (1989) de Alicia Torres (1960) rechazan las guerras que se llevan a sus hombres

Quizaacutes tambieacuten pudiera sentildealarse una faceta que partiendo de Miyoacute Vestrini pasando por la Maacutergara Russotto de middotPequentildea tragedia sudameshyricana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo (Viola d am01-e 1986) y desembocando -con elaboraciones en La cancioacutenjria (1989) de Yolanda Pantin (1954) en Jaffeacute en la Oympia (1992) de Manoacuten Kuumlbler (1961)- en la Blanca Elena Pantin (957) de Poemas del troacutepico (993) opusiera nuestro paisaje y sentir subdesarrolladosmiddot a la tersa frialdad ajena del primer mundo Por aquiacute seguiriacutea resonando la oposicioacuten Ameacuterica-Europa establecida por Andreacutes Bello soacutelo que ahora feminizada ya veces erotizada

En Poemas detroacutepico una hablante que en una declarada Puesta en escenamiddot se disfraza fantasmalmente para introducir el problema (EI troacutepico pensoacute no existe) inaugura un repertorio de contrastes demashysiado riacutegidos y faacuteciles exagerados por la ironiacutea una Europa casi de tarjeta postal (Lili Marlene soledad en un hotel berlineacutes flores e insistenshyte chocolate nuestro devorado por elos) opuesta a un troacutepico de intensidad y selvas fiebres y plagas sopor y sudor dominado maacutes por la naturaleza que por la historia La distancia define igualmente a la hablanshyte con respecto a una Antaacutertica identificada con un amante posible (Reseacutervame un Iceberg Yo te llevareacute el sol total) lo que quizaacutes postule el eros como siacutentesis En cualquier caso El troacutepico tiene la violencia de la quietudbull

Otros abordajes de lo sociopoliacutetico han resultado desastrosos como Versos de un o sea nopaciacutefico (1985) de Gloria Martiacuten (945) o inmadushyros como Yerba negra (988) de Eddy Godoy (1968) El primero toca un poco todo falsedad democraacutetica lucha armada derrotada el tuacutenel del San Carlos Cantaura el desempleo la guardia civil espailola y Garciacutea Larca etceacutetera PanfletaFio y torpe (middotConozco al cerdo que se siente el amo es tan obvio y grosero que limita con el estieacutercol Siempre ) encuentra su condena en los propios asuntos desarrollados por algunas de estas poetas de manera excelenle como el temor por lo que espera al tijo (comparar middotSi has de estrellarte -hijo- que sea el tuyo un gran ~t)lpe de infinito con versos respectivos de Vestrini y Russotto)

En cuanto a Yerba negra al horror de las guerras el militarismo la bomba nuclear opone imaacutegenes de nintildeos jugando oraciones por la paz dd mundo y su deseo de que no existan armas ni potencias Desde hltgo el miedo tan frecuente en la liacuterica femenina halla aquiacute un marco 111 sto aunque en ninguacuten momento nos lo hagan sentir sus blandos

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poemas Como en Teresa Coraspe la agresioacuten -atoacutemica ahora- se regisshytra en el cuerpo ( Me implico en los tejidos Transito por mis cavidashydes muertas -ya casi todas-) Un final amoroso-maternal (iquesthabriacutea en ello una marca- femenina) nos deja junto a Adaacuten y Eva unieacutendonos para

crear la vida

v

iquestResiduo - formalizado fuera de los moldes subgeneacutericos- de esa heroiacutena melodramaacutetica- cuyas huellas rastrea Maacutergara Russotto en un capiacutetulo de Toacutepicos de retoacute-iexclcajemenina iquestVerdadera condena arquetiacutepishyca como afirma Fernando Riacutesquez en su obra varias veces citada middotCuanshydo Afrodita castiga a alguien lo hace enamorarse perdidamente de alguien que no retoma Hace aparecer a Eros pero no hace aparecer a Anteras Hace aparecer el amor de una sola viacutea que es el que maacutes castiga al ser humano sobre todo a la mujer estar enamorada inuacutetilmente es el maacutes grande de todos los sufrimientos de la feminidad- (p 130) iquestTestimoshynio basado en la experiencia de cada una y casi todas En cualquier caso una poesiacutea del desamor maacutes que del amor con su queja por la ausencia en frecuentes situaciones de encierro con la hablante sufriendo a veces procesos de mutilacioacuten peacuterdida de existencia o de voz y rozando a menudo la locura constituiriacutea el polo opuesto al anterior

En esta misma antologiacutea abundariacutean los ejemplos Malencuentro pero teniacutea otros nombres (975) de Emira Rodriacuteguez Acrimonia (981) y Sombraduras (iquest1988) de Elena Vera (939) Arbol juerte que silba y arrasa o penuacuteltimos boleros (988) de Mariacutea Luisa Lazzaro (950) Treacutebol de la memoria (978) La pasioacuten errante (986) y Autorretrato (993) de Cecilia Ortiz (951) Amor constante maacutes allaacute de la mue1te (1993) de Maritza ]imeacutenez (956) Saja Club de Laura Cracco De miacute lo oscuro (987) de Patriaa Guzmaacuten 01) Olympia de Manoacuten Kuumlbler De un mismo paacutejaro lanzada (983) y Nadie en la madera (991) de Sonia Gonzaacutelez (964) cinco de los poemarios de Jacqueline Goldberg

La mera acumulacioacuten ya sugiere una predominancia cuantitativa de la poesiacutea de la queja que alcanzariacutea en realidad casi a la tercera parte de la produccioacuten femenina Me detendreacute pues soacutelo en algunos tiacutetulos

Asiacute resulta particularmente interesante encontrar una modalidad del encierro y del desamor en una liacuterica tan conceptual como la de Por alto por bajo (974) de Mariacutea Fernanda Palacios (945) adelantando el refushygio entre libros que tematizaraacute Lourdes Sifontes (11) en De coacutemplice y amante (993) La opcioacuten de ocultarse en la omisioacuten y la inasibilidad

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existenciales y en el escudo intelectual no remite menos al cuerpo al miedo al fracaso del amor

Te has salvado en tus libros te has salvado en alguna mirada lenta te has salvado en los gestos que no hiciste en lo que dejaste siempre de decir te has salvado en la inmovilidad de un mieacutercoles Te has salvado en un encuentro prolongado y en la despedida forzada que se repite siempre Te has salvado en las iglesias vaciacuteas y en ese paso apresurado para estar lejos de todo En la carta que nunca escribiste en unos papelitos arrugados y en los verbos que pusiste a secar Te salvaste por preferir las compantildeiacuteas expliacutecitas que no dejan sitio para ti Por preferir lo que tienes a mano lo que no tienes que buscar

TE SALVASTE EL DlA QUE TE ALEJASTE

EL DlA QUE TE VOLVISTE IMPOSIBILIDAD

En contraste con la serenidad de esta desesperanza y maacutes a tono con la liacuterica femenina mayoritaria la Teresa Caras pe de Vuelvo con mis huesos (978) centra la ausencia del amado en el saldo de soledad cenizas cuerpo dolido (No estoy ni existo mis huesos estaacuten sin piel) desnudez amenazada peacuterdida de la propia voz y extraviacuteo de las palashybras- (-No me es dado tener nada soacutelo este silencio-) que hecho carenshycia total produce el desamor El encierro se extrema en Este silencio siempn (991) en una casa caracterizada como la de las sombras y los muertos donde Sangro escupo me como las untildeasmiddot

Coartada (987) de Tamara Rodriacuteguez nos ofreceriacutea un erotismo doloroso el de -un sexo guerreromiddot abrasado Por momentos vilmente sometido- Un sexo casi siglo XXII Espacial en guerra contaminado sin antiacutedoto que es tambieacuten -Un espejo de mi narcisismo venado-o Porque este libro plantea el amor homosexual como conflicto no resuelshylO (iquestPor queacute necesito al hombre ves la mujer el conflictomiddot) cuyas raiacuteces e encuentran en el narcisismo infantil cuando se chupaba la sangre de lls heridas y se autoexploraba ( Me acostumbreacute a los caminos del olor 0 mi cuerpo Quise desdoblarme frente a mis formas l la calidez de los pliegues y recodos que escondo soacutelo para miacute) Por ello middotLa mujer me ncita y me atormenta De la mujer quiero saber todo Hasta quiero ser hombre para como hombre recorrerla y palparme penetrarme descushybrilme- Esta poesiacutea casi -de manualmiddot no debiera hacemos olvidar que si middot1 amor lesbiana es desgarrado en Olympia de Manoacuten Kuumlbler lo es en el

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mismo sentido de carencia del otro que en decenas de poemaJios heteshyrosexuales asiacute como resulta plenitud eroacutetica en la liacuterica homosexual de Veroacutenica Jaffeacute y voluptuosidad vampirescamiddot en la de Yolanda Pamin proponieacutendonos un vampiro que todos necesitamos descubrir dentro de nosotrosll

Un extremado desasimiento existencial lo encontrariacuteamos en Nada que ver (I989) de Claudia Noguera O3) reiterando hasta el sofoco verbos como buscar desesperar destruir ocultar morir enterrar lastishymar violentar tropezar dudar perder y sustantivos como silencio miedo muerte memoria sombra laberinto La hablante se caracteriza como suicida y moribunda ciega- -aterrorizada- enterrada Sus acshyciones consisten en ocultarse dentro de siacute perderse en su propio laberinshyto buscar raiacuteces o retornar a piedras en una sostenida situacioacuten de encierro (habitacioacuten sin muebles en la casa en la colin) en la que tambieacuten se escribe con una poeacutetica similarmente devastada Lo terribleshyque provoca esta serie de experiencias se nos hace algo vago -como en muchos otros poemarios- y atribuiacuterselo al desamor seriacutea acaso reductishyva aunque la hablante proclame pues soy yo la que combate suicida y moribunda por ese corazoacuten tuyo que no cesa de girar- y soacutelo parece encontrar - de nuevo como en muchos otros poemarios- cierta esperanshyza en un erotismo fijado en el pasado He estado allaacute en esa frontera donde la piel se convierte en una sola-o

Con Adicta al miacuteedo(991) de Blanca Baldoacute (952) llegariacuteamos a una dedicacioacuten casi absoluta al miedo y la locura que impregnan parcialmen te unos cuarenta poemariosl 2

bullbullYo estoy adicta al miedo Mi verdadera adiccioacuten es la paranoia Es un mal que estaacute en el aire Muchos lo reconoceraacuten Unos se meten debajo de la cama Otros se esconden en el closet Otros simplemente oyen voces-o Este apunte de colectividad en la demencia no impide que la hablante lo viva de la manera maacutes personal ( Tu prisioacuten es cerebral- Acepta el bantildeo es donde estaacutes proteshygida Aunque tampoco nadie te estaacute persiguiendo sino tuacute misma) Soledad llanto alcohol paso del tiempo (middotSoy la mujer que ve su cara

11 Seacute que Riacutesquez insiste en que -la homosexual idad soacutelo exiSle en los hombres y que no hay homosexualidad femenina Todas las mujeres son middothomosexuales- Cuando nace una nintildea lo prime ro que hace es mamar de los senos de otra mujer de grande se enamora de Olra que llama su hija bull (op Ci p 108 Y muchos otros pasajes del libro) Me falta ciencia -y experiencia- para discutir el punto asiacute que me limito a sentildealarlo

12 Helena Arauacutejo sentildeala como elemento frecuente en la narrativa femenina latinoameshyricana una imagineriacutea alucinada vinculada a lo reprimido y lo traumaacuteticomiddot con insistencia In protagonistas arrasadas por -La neurosis la histeria el desequilibrio mental y emocionalmiddot (Op Cil p 132)

a ratos derretirse en el espejo) se combinan Con una religiosidad exasshyperada que critica a las Iglesias establecidas e incrimina directamente a Dios (iquestHasta cuaacutendo me escondo iquestPor queacute me creaste Escoacutendete de Dios contildeo que no te veamiddot -Quizaacutes eres tan perfecto tan fuerte que necesitas un espejo que se quiebre ) El encierro - en la casa y dentro de la casa en el bantildeo- sentido como insoportable apela a la muerte (-Me canseacute de esconderme Prefiero morir No quiero seguir aquiacute encerrada-) que se vive imaginariamente (recuerdo a todos mis novios llevando mi atauacuted-) sin que se cumpla del todo (hace ailos que me suicido pero no muero iquestCuaacutentas veces he muerto ) El amor ante este -canto de muerte- -que remitiriacutea a Miyoacute Vestrini pero sin su exposicioacuten de motivos- no sirve de gran cosa (No hubo ninguacuten amor que me hizo sentir bien) no obstante se acude a eacutel como remedio ocasional (Un hombre Aunque no se pueda amar Se decreta el amor-)

El rastreo podriacutea seguir amontonando tiacutetulos Premura sagrada (986) de Cristina Falcoacuten O960) Estaciones de miedo (I989) de Miriam Freilich Ruidos (992) de Paula Rivero Ceremonia del horno (993) de Rosana Hernaacutendez Pasquier O 995) La simiente constante O 994) de MarvelIa Correa etceacutetera con diversos grados de encierro dolor por la ausencia miedo Destacariacutea la intensidad sensual de la Ana Mariacutea Oviedo 04) que en De fuego o de ceniza (] 991) y aunque viva por momentos el veacutertigo amoroso se queja del desamor ( Tu lengua olvida mi boca Caigo hecha nudo punta de laacutetigo y sal en las rodillas) adoptando a veces la figura de la esposa (middotLa esposa duerme sola iquestQueacute dolor vela su quietud sino el deseo-) y sugiriendo al menos una vez una relacioacuten homose~al (middotGuiacuteas mis manos en la piel de la muchacha y no puedesabsolverme-)

Desde luego la poesiacutea amorosa femenina no se agota en la queja el encierro o la locura Y habriacutea un polo de esplendorque se opone al que acabo de esbozar Entre las amologizadas la Hanni OSSO[[ (946) de Hasta que llegue el diacutea y huyan las sombras O983) y El reino donde la noche se abre O 987) aunque oscile entre plenitud y carencia en el resto de su obra la Mariela Alvarez CI 947) de Textos de anatomiacutea comparada O987) con su proclamacioacuten de una mujer que funda el mundo a partir de su horizontalidad la Mariacutea Isabel Novillo (1954) de Metaacutelica virtud (1992) cuyas operaciones alquiacutemicas producen sabiduriacutea eroacutetica y lucishydez en el amor la Edda Armas (1955) de Cuerdas de serpiente (1985) Rojo circular O991) y Sable (I 994) capaz de afirmarse en el azar de los encuentros -nada es para siempre aun asiacute tiene el corazoacuten satisfechogt la beligerante Mhariacutea Vaacutezquez de Guerrero llevado adent7U la Alicia Torres de Fatal con su galeriacutea de mujeres desafiantes

24 25

La queja -siempre en el grupo de las seleccionadas aquiacute- puede integrarse en la provocativa actitud de quien se declara -la otra- como en De amantes (1984) de Elena Vera (939) en el rechazo de lo domeacutestico como en toda la obra de Maacutergara Russotto (946) y en Con-eo del coraz6n (985) de Yolanda Pantin puede tambieacuten recurrir a la ironiacutea tal la Reina Varela de Sentildeales de humoy Cantos rodados (993) o mantener la tensioacuten sin rendirse como las hablantes de Fuego de tierra (981) de Mariacutea Luisa Lazzaro y Poemas visibles (988) de Blanca Strepponi

Obviamente tambieacuten en otras autoras cabriacutea detectar una actitud en diversos sentidos distinta de la reduccioacuten a la queja La aparicioacuten de media docena de poemarios de muy joacutevenes escritoras manifestando firmeza desafiacuteo afinnacioacuten o desparpajo junto a la entrega o el lamento por la ausencia me hizo pensar en una posible evolucioacuten epocal o generacional Sin embargo algo de esto habiacutea ya en Nomenclatura cotidiana de Antonieta Madrid mientras que poetas tan joacutevenes como las que me llevaron a creer en el triunfo de un cambio han mantenido el tono predominante Y la de menos edad recogida en libro la Eva Suzzashyrini (972) de quien se incluyen cinco poemas en Antologiacutea de nadie (UCV Caracas 1993) reitera la liacuterica del cuerpo roto el miedo las laacutegrimas la ceniza y la sangre casi como si se cumpliera un programa

En cualquier caso quiero sentildealar el resplandor eroacutetico de En los extremos confines de tu cue1po(991) de Diana Lichy (962) que celebra la brasa del amor explicitando una y otra vez su derretimiento su perdishydoacuten y fusioacuten en el amado praacutecticamente divinizado ( Si me tocas me pierdo oscurezco me precipito como una nueva tonalidad de tu sombraN -Brasa en ti languidezco Reconstruyo mi cuerpo con tus huesos -Te vienes en miacute abrasas mis entrantildeas Me desgarras desatanshydo toda la furia adonnecida encerrada en los pilares de mis huesos Te vas hundiendo en miacutelluminoso como un dios en el primer diacutea de su creadoacuten) aunque el goce alterna con el alejamiento del otro ( Pero tuacute apareces y desapareces me tomas por asalto y te pierdes azaroso Y altivo-) dejaacutendola vaciacutea decidieacutendola a buscar otros amores

Otra faceta la representariacutea la ironizacioacuten de los materiales de cocinamiddot y de lo domeacutestico en general cuyas operaciones trasplantadas a teacutennishynos existendales vehiculan la autoafirmacioacuten de la hablante su serenishydad su exigencia respecto al hombre en Aposento del amanecer(991) de Eunice Escalona (950) Hay una satisfaccioacuten en mis huesos fuertesmiddot en -mi piel maternal definitiva y bellamiddot en la manipulacioacuten exitosa de la carne de las verduras y de la del hombre en la pertenencia a una estirpe femenina (hermana de mis hermanas que en las lejanas hogueras se consumen- iexcly no tenemos miedomiddot)

26

En cuanto a la locura tan rozada y temida como deseada y elogiada un planteamiento que prolonga las amargas burlas de Miyoacute Vestrini al psicoanaacutelisis lo tendriacuteamos en el largo texto en prosa - nueve paacuteginasshyque da tiacutetulo a Encuentros del poeta con el psicoanalista (991) de Christiane Dimitriades (956) rechazando su reduccioacuten de las vivencias a esquemas mensurables SLl saber-poder su fundamentacioacuten en la culpa aunque el conflicto de la hablante queda apenas caracterizado

Apunto finalmente el nombre de dos de esas autoras que - vanamenshyte temo- me sugirieron el inicio de una nueva actitud de alguna manera colectiva Adriana Gibbs (966) en Parece otontildeo (993) muestra que si la ausencia marca a la mujer ella misma asume de entrada la posibilidad de irse (su hablante es La que promete habitarte aunque no permanezshycaN) la iniciativa sexual (te besa discretamente abriendo el cierre de los pantalones-) y la eventual bisexualidad de un tipo que la atrae (-Creo que le gustan los hombres Acepto si tambieacuten le gustan las mujeres-) Claudia Hernaacutendez (970) en El humo que me intenta (1993) adopta un agradable desenfado en las cuitas del desamor ( ahora me miras rabioshyso destrozado por el piso mientras que la brisa se lleva tus pedazos) El antoacutelogo se permite brindar por ellas

VI

Si hay un rasgo diferenciador de la escritura femenina maacutes allaacute de un muy estricto repertorio temaacutetico que no abarcariacutea sino tres o cuatro cosas (la obvia maternidad lo domeacutestico iexclen apenas una decena de libros y en general rechazado la figura esencial de la madre e incluso de la abuela de las hablantes y iquestqueacute maacutes) es el radical detallamiento del propio cuerpo acompantildeado de uno algo menor del cuerpo del amado - o de Ia amada Se me dijo un a vez que la poesiacutea masculina tambieacuten se referiacutea al cuerpo femenino sin que lograran esgrimir maacutes que dos ejemplos Antqnio Arraacuteiz y Juan Liscano (regalo otro el siempre olvidado Alfredo Arvelo Larriva) Pero aparte de que los respectivos repertorios sean materialmente limitados no parece haberse percibido -iexclde tan obvia-Ia diferencia fundamental los hombres hablan del cuelpoajeno aludiendo lpenas al que los constituye mientras que las mujeres dibujan en primer lugar el de elas -y por sobreabundanda esbozan tambieacuten el nuestrol3

Mucho hemos avanzado desde que Virginia Woolf confesara su fracashy-lO respecto a -decir la verdad acerca de mis propias experiencias en

13 Otro asumo es que la poesiacutea femenina en los uacuteltimos antildeos haya permeado a la lIIasculina permitiendo a Rafael Arraacuteiz Luca o iexclgor Barrero incorporar un anecdotario de 1lvadoras neveras cocinas granos despanamados o que el primero tematice repetidamenmiddot

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cuanto a cuerpo Dudo que mujer alguna haya resuelto esta dificultadshy(middotProfesiones para la mujer- Las mujeres y la literatura op cit p 72) Pues por lo menos en la liacuterica femenina venezolana medio centenar de poemarios expone en teacuterminos corporales su goce y su dolor su plenishytud sus carencias sus suentildeos deseos y desgarramientos

Para evitar redundancias adicionales remito a las notas y poemas de las aquiacute antologizadas sin dejar de sentildealar este rol muacuteltiple del cuerpo objeto de las agresiones sociopoliacuteticas del envejecimiento y de las mashyniobras suicidadas en Miyoacute Vestrini degradado por la domesticidad en Maacutergara Russoto y la Pantin de Correo del corazoacuten autosuficiente pero dispuesto a la entrega en Mariela Alvarez voluptuoso en la Elena Vera de De amantes la Hanni OSSO(( de un par de libros en Edda Armas Mariacutea Isabel Novillo Alicia Torres dado con conviccioacuten - y cierta sombra vampiacuterica- al amor lesbiana en Pantin y Jaffeacute arrasado por el desamor la ausencia el encierro la locura las mutilaciones y reducciones pero tambieacuten a veces por el placer en la Elena Vera de dos libros Mariacutea Luisa Lazzaro Cecilia Ortiz Manoacuten Kuumlbler Patricia Guzmaacuten Sonia Gonzaacutelez

te a sus hijas y el segundo asuma o invente al final de Soy el mucbacbo maacutes bermoso de esta ciudad(Fundarte Caracas 1987) middotUn poema de mi esposa Fabiola Vethencourtmiddot O (iexclue el Rafael Castillo Zapata de I-bol que cece rorcido (Traacutefico Caracas 1984) cante la oscura gesta de las mujeres empinadas que sostienen la casa En lo que respecta al tratamiento del cuerpo e l Harry Almela de Cantigas (Monte Avila Caracas 1990) da voz a la amada cantaacutendok al amadc con un erotismo tan lunar y materialmente corporizado como el caracteriacutestico de la poesiacutea femenina mientras que el hablante de Fraacutegil en el alba (Monte AVila Caracls 1993) explicita middotaIcaacutenzame en la mujer que hay en miacute toacutecame all iacute donde no hay nombre bull Tarpbieacuten Alejandro Bruzual en el El jardiacuten de las mujeres (Monte Avila Caracas 1993) detalla el cuerpo femenino canta a la mujer-diosa y acude a una galeiacutea de figuras literarias mitoloacutegicas y biacuteblicas (Dido Beatriz Euriacutedice Salomeacute etceacutetera) Pienso que la impregnacioacuten alcanza igualmente al Luis Alberto Crespo que en Maacutes afuera (Monte Avila Caracas 1993) ofrece el maacutes bello poema autoeroacuteiexclico que haya leiacutedo jamaacutes Yofui tu novio con los labios rojos y me desvestiacutea y me iexcloca ba cuando tUacute no estabas Cuando queriacutea saber de ti Yo era tu mujer si cerraba los ojosy cuidaba nuestra desgracia como una baraja Tuacute me enseilaste a besarme ( ) Nuestro anillo adelgaza iquestCuaacutento tiene que no duele Dicen que eres bella iQueacute soledad bull Hay en todo esto un cambio de sensibil idad en que acaso el discurso masculino esteacute liberaacutendose de rigideces supuestamente viriles permitieacutenshydose sacar a lote un allima antes autocensurada o reprimida Puede que esteacute no menos respondiendo al middotdesafiacuteomiddot representado por un discurso femenino desarrollado a lo largo de los uacuteltimos veinticinco antildeos --ltgt sesenta si contamos desde Mariacutea Calcantildeo-- sin cuyo previo aporte sospecho que tal intlexioacuten de la sensibilidad no hubiera sido posible

En cuanto a un -fdncionalmente disringuible- discurso homosexual masculino (el Arshy

mando Rojas Guardia de lIacia la l10cbe viva FabriArt Caracas 1989 el Rafael Castillo Zapata de Elttacioacutell de traacutemilo Pequentildea Venecia Caracas 1992) seguiriacutea la pauta de la poesiacutea escrita por hOlJlbres casi inexistentes referencias al propio cuerpo discreto detallashymiento del cuerpo d I amado

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herido por el aborto en Maritza Jimeacutenez por la maternidad en Mariacutea Auxiliadora Alvarez Detallado siempre en mayor o menor grado y detallando el cuerpo que interactuacutea con ellas l4

Del conjunto que pudiera traerse a colacioacuten recordareacute que igualmenshyte en la Teresa Coraspe de Las fieras se dan golpes de pecbo y la Eddy Godoy de Yerba negra la guerra se daba en teacutenninos corporales Como realizaciones peculiares citareacute a la Ondina Fernaacutendez (961) que en Se fueron las edades (991) plantea el conflicto quizaacutes particularmente adolescente de que la enumeracioacuten de los elementos de su cuerpo la lleva al desconcierto de no coincidir con la suma de sus partes (No soy estos ojos estos cabellos esta boca) y la inquietante poesiacutea oniacuterica de Gris intemperie (993) de Ana Coromoto Salas que recupera la sensuashylidad de una naturaleza con la que a veces se identifica la hablante insistiendo en lo erecto femenino (el nenuacutefar seraacute Erectas formas () descansando sobre amables redondeces) y masculino (el grillo erecto y viril) Para detenerme en Aposentos (1985) de Yolanda Blanco

Aquiacute -prolongando segurameme sin saberlo a Mariacutea Calcantildeo- hay como un regusto inaugural en la afirmacioacuten de lo femenino que llega quizaacutes al abuso terminoloacutegico mujer(es) utilizado 36 veces cue1po 17 hijola(s) 17 sangre 12 luna(s) 10 seno(s) 8 hembra(s) 7 sexo(s) 7 estroacutegeno(s) 4 falopio(s) o trornpas de 4 pubis 4 barriga 3 Agregando pechos regla vagina ovarios menopausia uacutetero cliacutetoris preiiez parto genes nalgas trasero caderas muslos etceacutetera encontraJiamos dibujashydo un cuerpo del que se insiste en la sexualidad en su sentido maacutes material Sin embargo no se trata de inventariar goces posibles sino en primer lugar de reivindicar la propia corporeidad con una marcada insistencia en el aspecto maternal y en segundo lugar de denunciar la opresioacuten de dicho cuerpo por el hombre anverso y reverso de una misma actitud

Yolanda Blanco asume imaacutegenes y rasgos tradicionalmente adjudicashydos a lo femenino a veces con ironiacutea otras con rabia acusatoria pero

si siempre con la seriedad de quien descubre en siacute cierta profundidad oIrquetiacutepica Sangre luna tien-a y maternidad son las nociones claves y Itlacionadas prolongaacutendose en dos tipos de asociaciones lo vegetal por una parte (musgo fruta fresa flora silvestre durazno palo de lI t ranjo y azahares mangos cerezos ) lo oculto por la otra (nido

Helena Arauacutejo encuentra un abanico casi similar de posibilidades en la tematizacioacuten 11e rotismo por la poesiacutea femenina latinoamericana middotActo doblemente transgresor como

lC rlt ura al incluir lo que no debe o no puedf decirse el erotismo denuncia la crispacioacuten del IIilrpCgt colonizado pero tambieacuten celebra su gozo y su placer (op cit p 187)

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colmena estratos geoloacutegicos ademaacutes de los mencionados oacuterganos glaacutenshydulas y humores internos) El cuerpo en esta red metafoacuterica tiende a ser paisaje Surja de mis muslos el musgo que calentar pueda la montantildea las dunas Embellezca mi desierto ese agua de cuarzo que escondo Soy de piel la pared Geoacutelogos huellan mis estratos Buscan oro-o

El punto de encuentro entre la floracioacuten y lo oculto es la alquimia de la sangre menstruacioacuten que tintildee los versoS con toda una imagineriacutea en variantes de rojo granate -manantial de felpa- amaranto enrojecido Los poemas registran lo inicialiniciaacutetico de esa primera sangre el miedo el asombro pero tambieacuten el orgullo la potencialidad de los cuatrocientos hijos del cuerpo-casa no menos la preocupacioacuten por la menopausia

como futura marchitez En la autoafirmacioacuten se encuentra lo mejor de un canto a siacute misma que

soacutelo una mujer -pienso- podria escribir En la middotdenunciamiddot (middotCiudadana de segunda buroacutecrata sin rango De repente sortaria de un voto sin bocal A destajo trabajadora proletaria en pleno subdesarrollo Y un largo etceacutetera que incluye lo domeacutestico los abortos obligados por la miseria los nintildeos sin padre pero tambieacuten las ozagaletonas que emperishyfolladas pasan encueradas) lo peor -y no estoy cayendo en los planteashy

mientos virginiawoolfianos

VII

A vuelapluma sentildealareacute algunos rasgos que exigirian una elaboracioacuten pausada y detallada los subrayo en el desorden de estas notas apenas

como pistas Brevedad 58 de los 150 tiacutetulos examinados estaacuten conformados total

o fundamentalmente por poemas breves considerando tales los que no superan las cincuenta palabras Otra quincena de libros contiene numeshyrosos poemas breves - pero siempre menos de la mitad-o Si extendieacuterashymos el liacutemite de la brevedad hasta las setenta palabras legariacuteamos casi al centenar de tiacutetulos Desde luego se trata de una modalidad general de la nueva liacuterica venezolana e incluso en la femenina es maacutes patente la influenda de autores como Luis Alberto Crespo y Reynaldo Peacuterez SOacute que la de por ejemplo Antonieta Madrid o Edda Armas Las peculiaridades que encuentro en el conjunto que nos ocupa vendriacutean a ser dos la brevedad es utilizada mayoritariamente para la exploracioacuten sentimenshytal sobre todo para esa queja amorosa en situaciones de desamor ausencia y encierro como si su caraacutecter tirubeante- sus violencias sinshytaacutecticas sus silencios- fueran idoacuteneos y casi nunca se nos entregan

u

poemas sueltos- sino relacionados con cierto grado de organiddad alcanzando con frecuencia la absoluta coherencia de libros unitariosl5bull

La casa como tema Bastaria remitir a los recieacuten nombrados Crespo y Peacuterez SOacute - entre tantos otros- para tener claro que no es un asunto exclusivamente femenino Sin embargo se lo desarrolla insistentemente en esta liacuterica Habria que distinguir la casa de la infancta siempre nostalgiada siempre perdida y la casa de la adultez con tres variantes principales su rechazo como encierro domeacutestico la identificacioacuten cuershypo-casa devastados ambos en el desamor la casa como refugio y hasta como plenitud ~posibilidad menos tratada Hanni Ossott para lo primeshyro Eunice Escalona para lo segundo-o A la casa de la infancia estaacute ligada la presencia fundamental de la madre y tambieacuten de la abuela -el padre es una figura minoritaria ]affeacute Novillo la Mariacutea Luisa Lazzaro que teme que rediviva en los amantes la Celalba Rivera 07) de Bajo el signo del ctelo (1991) y pocas maacutes- con una sensualidad en la caracterizacioacuten que nos devolveriacutea al cuerpo por otros caminos asiacute en Gris intemperie de Ana Coramoto Salas (Mirar hacia elliacutemite errar en burbujas de vientre en el mullido jugoso de sus senos Beso el rastro de mi madre resbalan manos de alga por mi cuerpo Persisto en curvarme en la blandura antigua- etc) y respecto a la abuela en Ce-emonia del homo de Rosana I-Iernaacutendez Pasquier (middotSus senos son dos mundos redondos melones tiernos-) Obviamente el amor a la madre no excluye el conflicto (Miyoacute Vestrini Gloria Martiacuten Poemas Visibles de StrepponD

Extranjeridad el asunto me ha llamado la atencioacuten en contraste con el subsistema masculino del que estaacute praacutecticamente ausente -habriacutea que remitirse casi a Mi pad~ el inmigrante (Suma Caracas 1945 y reediciones) de Vicente Gerbasi- y con la nueva narrativa donde lo que se destaca es la venezolanidad de los hijos de los inmigrantes En camshybio en la liacuterica femenina por una parte se establece la figura de la ~tranjera - desde Mustia memoria de Laura Cracco quien la tematiza ntralmente hasta Solitario ofiCio de horas desnudas (993) de Diana chy asociaacutendola a la radical soledad de la escritura- y por otra se la

15 Varias veces he sugerido razones epoca les para explicar no soacutel o el poema breve sino (iexclre todo el desarrollo simultaacuteneo de lo breveen poesiacutea cuemo e incluso cine ademaacutes de

l rorrespondiemes a cada campo Quiti valga la pena antildeadir una observacioacuten de Virginia Xllr middotEllibro tiene que adaptarse en cieno modo al cuerpo y hablando al azar diriacutea que 1 lib ros de las mujeres deberiacutean ser maacutescollos maacutes concemrados que los de los hombres

IIMlruidos de modo que no requie ran largos ralOS de trabajo regular e inimerrumpido 1 lI lue imerrupciuacutel1es siempre las habraacute (Una bahitacloacuten propia op cil p J07)

31

explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

33 32

SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

331

210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 9: Yolanda Pantin

deberiacutea recubrir la efectiva diversidad de la escritura de mujeres En tal sentido me siento muy cercano al rechazo de -tipificacioacuten esgrimido

pertenece sin discusioacuten a Virginia Woolf pero no recuerdo - iquestlapsus masculino- que lo asociara necesariamente con el inconsciente En un texto de 1929 (Una habitacioacuten propia Seix Barral Barcelona 1980 2 ed) sentildealaba respecto a las novelistas de principios del XIX la dificultad de que no teniacutean tras de siacute ninguna tradicioacuten o una tradicioacuten tan corta y parcial que les era de poca ayuda mientras que la masculina no les serviacutea middotQuizaacute lo primero que descubrioacute la mujer al coger la pluma es que no existiacutea ninguna frase comuacuten lista para su uso todos los geacuteneros literarios maacutes antiguos ya estaban plasmados coagulados cuando la mujer empezoacute a escribir (pp 104-105) Y en middotLas mujeres y la narrativa tambieacuten de 1929 (Las mujeres y la literatura Lumen Barcelona 1981) middotNos estamos acercando al tiempo si es que no hemos llegado ya en que pocas o ningunas seraacuten las innuencias extrantildeas que perturben la literatura femenin3 c ) Pero a pesar de todo sigue siendo verdad que la mujer para escribir exactamente como quiere escribir tropieza con muchas dificultades Para empezar se encuentra con la dificultad teacutecnica -en apariencia tan sencilla pero en realidad tan desconcertante- consistente en que la forma de la frase en siacute misma no se adapta a la personalidad femenina La frase estaacute hecha por el hombre La frase es demasiado amplia demasiado pesada demasiado pomposa para el uso femenino c ) y esto es algo que la mujer ha de conseguir por siacute misma alterando y adaptando la frase actual hasta formar una que tome la forma natural de su pensamiento sin aplastarlo ni deformarlo- (pp 56-57) 10 maacutes interesante es que esta reivindicacioacuten de un estilo distinto se realiza en paralelo a la propuesta de una superacioacuten de lo sexual mente limitante o maacutes bien de una integracioacuten de ambos sexos (de haber le iacutedo a Jung hubiera hablado de anima y animus) en la escritura la primera leccioacuten importante escribiacutea como una mujer pero como una mujer que ha olvidado que es una mujer de modo que sus paacuteginas estaban llenas de esta curiosa calidad sexual que soacutelo se logra cuando el sexo es inconsciente de siacute mismo- (Una babilacioacuten propia pp 127-128) Y middotes funesto para todo aquel que escribe el pensar en su sexo Es funesto ser un hombre o una mUjer a secas uno debe ser muje r con algo de hombreshyu hombre con algo de mujer-o Es funesto para una mujer subrayar en lo maacutes miacutenimo una queja abogar aun con justicia una causa en fin el hablar conscientemente como una mujer Y por funesto entiendo morul porque cuaruo se escribe con esta parcialidad consciente estaacute conde nado a morirmiddot (p 143) No veo en realidad que la buacutesqueda de una literatura o de un lenguaje androacuteginOo (lo que tambieacuten propugna Helena Arauacutejo middotAsiacute la diferencia sexual se traduciraacute en ritmo variacioacuten placer Sin embargo los teX1OS de mujeres demuestran que el proceso es lento ypenoSOo op cit p 126) debiacutea excluir todo tipo de material testimonial o de denuncia por maacutes que Virginia Woolf insista en ello Asiacute refirieacutenshydose otra vez a las novelas escritas por mujeres en el siglo XIX dice que quedaron afectadas por la presencia -de alguien ofendido por el trato que se da a los miembros de su sexo y que reclama sus derechos Esto aporta a la literatura femenina un elemento totalmente ausente de la literatura de los hombres salvo cuando el autor es un obrero un negro o cualquier otro hombre que por una razoacuten u otra tiene conciencia de ser injustamente tratado Este elemento produce una defocmacioacuten y a menudo es ltAusa de la debilidad de la obra- (-Las mujeres y la narrativa- en Las mUjeres y la literatura p 55) Muchos poemas de esta antologiacutea desmentiriacutean el aristocratiacutezante prejuicio virginiawoolfiano (iobreros negros seshyres concientes de ser injustamente tratados precisamente) La mala literatura no pertenece en exclusiva a lo -social bull

por Maacutergara Russotto en su TOacutepicos de retoacuterica feme1ina (Monte Avila Caracas 1993) afortunadamente esta liacuterica es irreductible a un canon

Sus inicios en los antildeos setenta asiacute como otras tantas muestras en los ochenra y los novema permiten de enrrada desmentir el monopolio de lo iacutentimoraquo lo subjetivo lo amoroso y ni digamos de lo domeacutestico bull Quisiera dibujar el polo alternativo detenieacutendome menos - para evitar repeticiones- en la autoras antologizadas - que cuentan cada una con una nota introductoria a los poemas- que en el resto

La deacutecada se abre con una liacuterica que en su caraacutecter totalizante prolonga las preocupaciones de los sesenta Antonieta Madrid (939) en Nomenclatura cotidiana (971)deg mezcla el amor la literatura y alguna alusioacuten a la poliacutetica Miyoacute Vestrini 0938-1991) con Las bistorias de Giovarma (971) traza la biografiacutea- de una mu chacha sobre la que el contexto sociopoliacutetico arroja una sombra ominosa y al cabo mortal mientras plantea una disyuntiva entre un adolescente emblemaacutetico al que por la viacutea de una violencia liberadora pertenece un futuro iracunshydoraquo y los miembros de la generacioacuten de la hablante condenados al pasado IOl10somiddot el alcohol la burla y la farsa Por lo demaacutes en toda la obra de lvliyo Vestrini el paiacutes ofrece un trasfondo decepcionante y ameshynazador qLle intensifica el desgarramiento suicidario Tambieacuten la Emira Rodriacuteguez (1929) de La cosa de alto (972) se refiere a la historia elaboshyrando una croacutenica se ntimental que en el mismo movimiento traza la gellealogiacute familiar y una eacutepica margariteia que conduce ele la aventura perliacutefera al enraizamiento en la tierra y la fundacioacuten de la casa Finalmenshyte - en lo que respecta a este grupo inicial- el amplio repertorio temaacutetico de La dentellada (1972) ele Irma Salas (944) que va desde a infancia perdida con su clave maacutegica recuperable soacutelo mediante la locura hasta un paisaje espleacutendido y amargo ( En el paiacutes la naturaleza se ha hecho un cuchillo en el alma) pasando por esbozos de poesiacutea fantaacutestica escenashyrios extranjeros homenajes literarios y pictoacutericos -Rimbaud Nerval el Rosco Toulouse Lautrec Chagall etc - reitera una desolacioacuten tan geneshyracional como la Vestrini con esa serie de amigos enloquecidos o muershytos cuya gesta subversiva se pretende olvidar fueron inagotables los hechos desme11lidos No existioacute nunca Vietnam y la revolucioacuten es soacutelo una delgada peliacutecula que nos cubre iquestDoacutende estaacuten Glaclis Oswaldo Liviaiacute apilonados calles casas restaurantes autopistas sacarlos de esa bolsa de objetos perdidos Un guerrillero muerto el racismo la

10- Doy IJ itdu de nacimiemo de las autoras -en caso de saberlo pues auacuten persiste su esca moteo- l de publicacioacute n de los I icros al mencionar a las unas y los otros por primera vez

18 19

bomba sobre Nagasaki la situacioacuten del tercer mundo y otros asuntos desembocan en el alegato contra la civilizacioacuten occidental que represenshyta el poema Ulises en el asfalto y llevan en el texto que cierra el libro a un deseo de disolucioacuten middotmiddotCada noche sobre mis cenizas busco yos desaparecidos de mi vida soacutelo anhelo este desierto que se constnIshyye alIado derecho de miacute Este paraiacuteso de la nadamiddot

Igual saldo de desolacioacuten personal ante el fracaso revolucionario 10 encontramos en Las fieras se dan golpes de pecho (975) de Teresa Coraspe (941) referencias a Biafra Vietnam el imperialismo norteameshyricano centradas (iquestfemeninamenten en la tristeza de los nintildeos y en el cuerpo de las viacutectimas de la guerra y el hambre implicando ademaacutes a un hombre amado al que enaltecen tanto su condicioacuten de combatiente como su ternura Sin embargo las buenas intenciones en forma de aventura imaginaria ( desde el fondo doy oacuterdenes detengan esas gueshyrras (se ven desmentidas por la derrota de la guerrilla lo que parece llevar incluso a la demencia de la hablante Queda soacutelo esta sangre este dolor enorme en el penuacuteltimo poema Y en el uacuteltimo -Estoy en un hospital para locos El cerebro me estalla- Por otro lado este es uno de los pocos poemarios que en el conjunto Y al igual que lo haraacute la Reina Varela 095) de Sefiales de humo (1983) tematiza la condicioacuten oficinesshyca como esclavitud (Maacutequinas hierros intoxicacioacuten Soy un robot tengo jefe 45 antildeos soy una alienada etceacutetera) oponieacutendole la escritushy

ra como desafiacuteo y liberacioacuten Lo mejor de esta poesiacutea abierta en diversa medida al horizonte socioshy

poliacutetico e histoacuterico lo tendriacuteamos desde finales de los setenta en algushynas de las autoras aquiacute antologizadas la articulacioacuten de la esclavitud domeacutestica con la continental y el anhelo de una utopiacutea integradora en su plenitud en la Maacutergara Russotto (946) de Restos de viaje O 979) YBrasa (979) la historia toda vista como irreversible degradacioacuten en Mustia memoria (983) Y Diario de una momia (989) de Laura Cracco (959) a lo que Sajan Club (1993) agregariacutea la aspereza de un paiacutes que castiga particularmente a las mujeres - sin olvidar el -doctor cardenal teniente coronel- de Cuerpo (985) de Mariacutea Auxiliadora Alvarez (956) una memoria judiacutea heredada que se manifiesta en el recuerdo de los criacutemeshynes nazis en El arte de la peacuterdida (991) YElargo viaje a casa (994) de Veroacutenica Jaffeacute (1957) yen Luba (988) de Jacqueline Goldberg (1966) Y que despueacutes de expresarse como testimonio de acumuladas enancias familiares y personales en su inicial Poemas visibles (1988) lleva a Blanca Strepponi (1952) a la caracterizacioacuten de la historia universal como horror -ligado en su caso al problema del mal y el exilio de Dios- en Diarjo de John Robeton (1990) y El jardiacuten del verdugo (1992) alusiones al paiacutes

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petrolero corrupto y asesino en Guen-ero llevado adentro (1987) de Mhariacutea Vaacutezquez (1958) galeriacutea de mujeres que en Fatal (1989) de Alicia Torres (1960) rechazan las guerras que se llevan a sus hombres

Quizaacutes tambieacuten pudiera sentildealarse una faceta que partiendo de Miyoacute Vestrini pasando por la Maacutergara Russotto de middotPequentildea tragedia sudameshyricana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo (Viola d am01-e 1986) y desembocando -con elaboraciones en La cancioacutenjria (1989) de Yolanda Pantin (1954) en Jaffeacute en la Oympia (1992) de Manoacuten Kuumlbler (1961)- en la Blanca Elena Pantin (957) de Poemas del troacutepico (993) opusiera nuestro paisaje y sentir subdesarrolladosmiddot a la tersa frialdad ajena del primer mundo Por aquiacute seguiriacutea resonando la oposicioacuten Ameacuterica-Europa establecida por Andreacutes Bello soacutelo que ahora feminizada ya veces erotizada

En Poemas detroacutepico una hablante que en una declarada Puesta en escenamiddot se disfraza fantasmalmente para introducir el problema (EI troacutepico pensoacute no existe) inaugura un repertorio de contrastes demashysiado riacutegidos y faacuteciles exagerados por la ironiacutea una Europa casi de tarjeta postal (Lili Marlene soledad en un hotel berlineacutes flores e insistenshyte chocolate nuestro devorado por elos) opuesta a un troacutepico de intensidad y selvas fiebres y plagas sopor y sudor dominado maacutes por la naturaleza que por la historia La distancia define igualmente a la hablanshyte con respecto a una Antaacutertica identificada con un amante posible (Reseacutervame un Iceberg Yo te llevareacute el sol total) lo que quizaacutes postule el eros como siacutentesis En cualquier caso El troacutepico tiene la violencia de la quietudbull

Otros abordajes de lo sociopoliacutetico han resultado desastrosos como Versos de un o sea nopaciacutefico (1985) de Gloria Martiacuten (945) o inmadushyros como Yerba negra (988) de Eddy Godoy (1968) El primero toca un poco todo falsedad democraacutetica lucha armada derrotada el tuacutenel del San Carlos Cantaura el desempleo la guardia civil espailola y Garciacutea Larca etceacutetera PanfletaFio y torpe (middotConozco al cerdo que se siente el amo es tan obvio y grosero que limita con el estieacutercol Siempre ) encuentra su condena en los propios asuntos desarrollados por algunas de estas poetas de manera excelenle como el temor por lo que espera al tijo (comparar middotSi has de estrellarte -hijo- que sea el tuyo un gran ~t)lpe de infinito con versos respectivos de Vestrini y Russotto)

En cuanto a Yerba negra al horror de las guerras el militarismo la bomba nuclear opone imaacutegenes de nintildeos jugando oraciones por la paz dd mundo y su deseo de que no existan armas ni potencias Desde hltgo el miedo tan frecuente en la liacuterica femenina halla aquiacute un marco 111 sto aunque en ninguacuten momento nos lo hagan sentir sus blandos

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poemas Como en Teresa Coraspe la agresioacuten -atoacutemica ahora- se regisshytra en el cuerpo ( Me implico en los tejidos Transito por mis cavidashydes muertas -ya casi todas-) Un final amoroso-maternal (iquesthabriacutea en ello una marca- femenina) nos deja junto a Adaacuten y Eva unieacutendonos para

crear la vida

v

iquestResiduo - formalizado fuera de los moldes subgeneacutericos- de esa heroiacutena melodramaacutetica- cuyas huellas rastrea Maacutergara Russotto en un capiacutetulo de Toacutepicos de retoacute-iexclcajemenina iquestVerdadera condena arquetiacutepishyca como afirma Fernando Riacutesquez en su obra varias veces citada middotCuanshydo Afrodita castiga a alguien lo hace enamorarse perdidamente de alguien que no retoma Hace aparecer a Eros pero no hace aparecer a Anteras Hace aparecer el amor de una sola viacutea que es el que maacutes castiga al ser humano sobre todo a la mujer estar enamorada inuacutetilmente es el maacutes grande de todos los sufrimientos de la feminidad- (p 130) iquestTestimoshynio basado en la experiencia de cada una y casi todas En cualquier caso una poesiacutea del desamor maacutes que del amor con su queja por la ausencia en frecuentes situaciones de encierro con la hablante sufriendo a veces procesos de mutilacioacuten peacuterdida de existencia o de voz y rozando a menudo la locura constituiriacutea el polo opuesto al anterior

En esta misma antologiacutea abundariacutean los ejemplos Malencuentro pero teniacutea otros nombres (975) de Emira Rodriacuteguez Acrimonia (981) y Sombraduras (iquest1988) de Elena Vera (939) Arbol juerte que silba y arrasa o penuacuteltimos boleros (988) de Mariacutea Luisa Lazzaro (950) Treacutebol de la memoria (978) La pasioacuten errante (986) y Autorretrato (993) de Cecilia Ortiz (951) Amor constante maacutes allaacute de la mue1te (1993) de Maritza ]imeacutenez (956) Saja Club de Laura Cracco De miacute lo oscuro (987) de Patriaa Guzmaacuten 01) Olympia de Manoacuten Kuumlbler De un mismo paacutejaro lanzada (983) y Nadie en la madera (991) de Sonia Gonzaacutelez (964) cinco de los poemarios de Jacqueline Goldberg

La mera acumulacioacuten ya sugiere una predominancia cuantitativa de la poesiacutea de la queja que alcanzariacutea en realidad casi a la tercera parte de la produccioacuten femenina Me detendreacute pues soacutelo en algunos tiacutetulos

Asiacute resulta particularmente interesante encontrar una modalidad del encierro y del desamor en una liacuterica tan conceptual como la de Por alto por bajo (974) de Mariacutea Fernanda Palacios (945) adelantando el refushygio entre libros que tematizaraacute Lourdes Sifontes (11) en De coacutemplice y amante (993) La opcioacuten de ocultarse en la omisioacuten y la inasibilidad

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existenciales y en el escudo intelectual no remite menos al cuerpo al miedo al fracaso del amor

Te has salvado en tus libros te has salvado en alguna mirada lenta te has salvado en los gestos que no hiciste en lo que dejaste siempre de decir te has salvado en la inmovilidad de un mieacutercoles Te has salvado en un encuentro prolongado y en la despedida forzada que se repite siempre Te has salvado en las iglesias vaciacuteas y en ese paso apresurado para estar lejos de todo En la carta que nunca escribiste en unos papelitos arrugados y en los verbos que pusiste a secar Te salvaste por preferir las compantildeiacuteas expliacutecitas que no dejan sitio para ti Por preferir lo que tienes a mano lo que no tienes que buscar

TE SALVASTE EL DlA QUE TE ALEJASTE

EL DlA QUE TE VOLVISTE IMPOSIBILIDAD

En contraste con la serenidad de esta desesperanza y maacutes a tono con la liacuterica femenina mayoritaria la Teresa Caras pe de Vuelvo con mis huesos (978) centra la ausencia del amado en el saldo de soledad cenizas cuerpo dolido (No estoy ni existo mis huesos estaacuten sin piel) desnudez amenazada peacuterdida de la propia voz y extraviacuteo de las palashybras- (-No me es dado tener nada soacutelo este silencio-) que hecho carenshycia total produce el desamor El encierro se extrema en Este silencio siempn (991) en una casa caracterizada como la de las sombras y los muertos donde Sangro escupo me como las untildeasmiddot

Coartada (987) de Tamara Rodriacuteguez nos ofreceriacutea un erotismo doloroso el de -un sexo guerreromiddot abrasado Por momentos vilmente sometido- Un sexo casi siglo XXII Espacial en guerra contaminado sin antiacutedoto que es tambieacuten -Un espejo de mi narcisismo venado-o Porque este libro plantea el amor homosexual como conflicto no resuelshylO (iquestPor queacute necesito al hombre ves la mujer el conflictomiddot) cuyas raiacuteces e encuentran en el narcisismo infantil cuando se chupaba la sangre de lls heridas y se autoexploraba ( Me acostumbreacute a los caminos del olor 0 mi cuerpo Quise desdoblarme frente a mis formas l la calidez de los pliegues y recodos que escondo soacutelo para miacute) Por ello middotLa mujer me ncita y me atormenta De la mujer quiero saber todo Hasta quiero ser hombre para como hombre recorrerla y palparme penetrarme descushybrilme- Esta poesiacutea casi -de manualmiddot no debiera hacemos olvidar que si middot1 amor lesbiana es desgarrado en Olympia de Manoacuten Kuumlbler lo es en el

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mismo sentido de carencia del otro que en decenas de poemaJios heteshyrosexuales asiacute como resulta plenitud eroacutetica en la liacuterica homosexual de Veroacutenica Jaffeacute y voluptuosidad vampirescamiddot en la de Yolanda Pamin proponieacutendonos un vampiro que todos necesitamos descubrir dentro de nosotrosll

Un extremado desasimiento existencial lo encontrariacuteamos en Nada que ver (I989) de Claudia Noguera O3) reiterando hasta el sofoco verbos como buscar desesperar destruir ocultar morir enterrar lastishymar violentar tropezar dudar perder y sustantivos como silencio miedo muerte memoria sombra laberinto La hablante se caracteriza como suicida y moribunda ciega- -aterrorizada- enterrada Sus acshyciones consisten en ocultarse dentro de siacute perderse en su propio laberinshyto buscar raiacuteces o retornar a piedras en una sostenida situacioacuten de encierro (habitacioacuten sin muebles en la casa en la colin) en la que tambieacuten se escribe con una poeacutetica similarmente devastada Lo terribleshyque provoca esta serie de experiencias se nos hace algo vago -como en muchos otros poemarios- y atribuiacuterselo al desamor seriacutea acaso reductishyva aunque la hablante proclame pues soy yo la que combate suicida y moribunda por ese corazoacuten tuyo que no cesa de girar- y soacutelo parece encontrar - de nuevo como en muchos otros poemarios- cierta esperanshyza en un erotismo fijado en el pasado He estado allaacute en esa frontera donde la piel se convierte en una sola-o

Con Adicta al miacuteedo(991) de Blanca Baldoacute (952) llegariacuteamos a una dedicacioacuten casi absoluta al miedo y la locura que impregnan parcialmen te unos cuarenta poemariosl 2

bullbullYo estoy adicta al miedo Mi verdadera adiccioacuten es la paranoia Es un mal que estaacute en el aire Muchos lo reconoceraacuten Unos se meten debajo de la cama Otros se esconden en el closet Otros simplemente oyen voces-o Este apunte de colectividad en la demencia no impide que la hablante lo viva de la manera maacutes personal ( Tu prisioacuten es cerebral- Acepta el bantildeo es donde estaacutes proteshygida Aunque tampoco nadie te estaacute persiguiendo sino tuacute misma) Soledad llanto alcohol paso del tiempo (middotSoy la mujer que ve su cara

11 Seacute que Riacutesquez insiste en que -la homosexual idad soacutelo exiSle en los hombres y que no hay homosexualidad femenina Todas las mujeres son middothomosexuales- Cuando nace una nintildea lo prime ro que hace es mamar de los senos de otra mujer de grande se enamora de Olra que llama su hija bull (op Ci p 108 Y muchos otros pasajes del libro) Me falta ciencia -y experiencia- para discutir el punto asiacute que me limito a sentildealarlo

12 Helena Arauacutejo sentildeala como elemento frecuente en la narrativa femenina latinoameshyricana una imagineriacutea alucinada vinculada a lo reprimido y lo traumaacuteticomiddot con insistencia In protagonistas arrasadas por -La neurosis la histeria el desequilibrio mental y emocionalmiddot (Op Cil p 132)

a ratos derretirse en el espejo) se combinan Con una religiosidad exasshyperada que critica a las Iglesias establecidas e incrimina directamente a Dios (iquestHasta cuaacutendo me escondo iquestPor queacute me creaste Escoacutendete de Dios contildeo que no te veamiddot -Quizaacutes eres tan perfecto tan fuerte que necesitas un espejo que se quiebre ) El encierro - en la casa y dentro de la casa en el bantildeo- sentido como insoportable apela a la muerte (-Me canseacute de esconderme Prefiero morir No quiero seguir aquiacute encerrada-) que se vive imaginariamente (recuerdo a todos mis novios llevando mi atauacuted-) sin que se cumpla del todo (hace ailos que me suicido pero no muero iquestCuaacutentas veces he muerto ) El amor ante este -canto de muerte- -que remitiriacutea a Miyoacute Vestrini pero sin su exposicioacuten de motivos- no sirve de gran cosa (No hubo ninguacuten amor que me hizo sentir bien) no obstante se acude a eacutel como remedio ocasional (Un hombre Aunque no se pueda amar Se decreta el amor-)

El rastreo podriacutea seguir amontonando tiacutetulos Premura sagrada (986) de Cristina Falcoacuten O960) Estaciones de miedo (I989) de Miriam Freilich Ruidos (992) de Paula Rivero Ceremonia del horno (993) de Rosana Hernaacutendez Pasquier O 995) La simiente constante O 994) de MarvelIa Correa etceacutetera con diversos grados de encierro dolor por la ausencia miedo Destacariacutea la intensidad sensual de la Ana Mariacutea Oviedo 04) que en De fuego o de ceniza (] 991) y aunque viva por momentos el veacutertigo amoroso se queja del desamor ( Tu lengua olvida mi boca Caigo hecha nudo punta de laacutetigo y sal en las rodillas) adoptando a veces la figura de la esposa (middotLa esposa duerme sola iquestQueacute dolor vela su quietud sino el deseo-) y sugiriendo al menos una vez una relacioacuten homose~al (middotGuiacuteas mis manos en la piel de la muchacha y no puedesabsolverme-)

Desde luego la poesiacutea amorosa femenina no se agota en la queja el encierro o la locura Y habriacutea un polo de esplendorque se opone al que acabo de esbozar Entre las amologizadas la Hanni OSSO[[ (946) de Hasta que llegue el diacutea y huyan las sombras O983) y El reino donde la noche se abre O 987) aunque oscile entre plenitud y carencia en el resto de su obra la Mariela Alvarez CI 947) de Textos de anatomiacutea comparada O987) con su proclamacioacuten de una mujer que funda el mundo a partir de su horizontalidad la Mariacutea Isabel Novillo (1954) de Metaacutelica virtud (1992) cuyas operaciones alquiacutemicas producen sabiduriacutea eroacutetica y lucishydez en el amor la Edda Armas (1955) de Cuerdas de serpiente (1985) Rojo circular O991) y Sable (I 994) capaz de afirmarse en el azar de los encuentros -nada es para siempre aun asiacute tiene el corazoacuten satisfechogt la beligerante Mhariacutea Vaacutezquez de Guerrero llevado adent7U la Alicia Torres de Fatal con su galeriacutea de mujeres desafiantes

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La queja -siempre en el grupo de las seleccionadas aquiacute- puede integrarse en la provocativa actitud de quien se declara -la otra- como en De amantes (1984) de Elena Vera (939) en el rechazo de lo domeacutestico como en toda la obra de Maacutergara Russotto (946) y en Con-eo del coraz6n (985) de Yolanda Pantin puede tambieacuten recurrir a la ironiacutea tal la Reina Varela de Sentildeales de humoy Cantos rodados (993) o mantener la tensioacuten sin rendirse como las hablantes de Fuego de tierra (981) de Mariacutea Luisa Lazzaro y Poemas visibles (988) de Blanca Strepponi

Obviamente tambieacuten en otras autoras cabriacutea detectar una actitud en diversos sentidos distinta de la reduccioacuten a la queja La aparicioacuten de media docena de poemarios de muy joacutevenes escritoras manifestando firmeza desafiacuteo afinnacioacuten o desparpajo junto a la entrega o el lamento por la ausencia me hizo pensar en una posible evolucioacuten epocal o generacional Sin embargo algo de esto habiacutea ya en Nomenclatura cotidiana de Antonieta Madrid mientras que poetas tan joacutevenes como las que me llevaron a creer en el triunfo de un cambio han mantenido el tono predominante Y la de menos edad recogida en libro la Eva Suzzashyrini (972) de quien se incluyen cinco poemas en Antologiacutea de nadie (UCV Caracas 1993) reitera la liacuterica del cuerpo roto el miedo las laacutegrimas la ceniza y la sangre casi como si se cumpliera un programa

En cualquier caso quiero sentildealar el resplandor eroacutetico de En los extremos confines de tu cue1po(991) de Diana Lichy (962) que celebra la brasa del amor explicitando una y otra vez su derretimiento su perdishydoacuten y fusioacuten en el amado praacutecticamente divinizado ( Si me tocas me pierdo oscurezco me precipito como una nueva tonalidad de tu sombraN -Brasa en ti languidezco Reconstruyo mi cuerpo con tus huesos -Te vienes en miacute abrasas mis entrantildeas Me desgarras desatanshydo toda la furia adonnecida encerrada en los pilares de mis huesos Te vas hundiendo en miacutelluminoso como un dios en el primer diacutea de su creadoacuten) aunque el goce alterna con el alejamiento del otro ( Pero tuacute apareces y desapareces me tomas por asalto y te pierdes azaroso Y altivo-) dejaacutendola vaciacutea decidieacutendola a buscar otros amores

Otra faceta la representariacutea la ironizacioacuten de los materiales de cocinamiddot y de lo domeacutestico en general cuyas operaciones trasplantadas a teacutennishynos existendales vehiculan la autoafirmacioacuten de la hablante su serenishydad su exigencia respecto al hombre en Aposento del amanecer(991) de Eunice Escalona (950) Hay una satisfaccioacuten en mis huesos fuertesmiddot en -mi piel maternal definitiva y bellamiddot en la manipulacioacuten exitosa de la carne de las verduras y de la del hombre en la pertenencia a una estirpe femenina (hermana de mis hermanas que en las lejanas hogueras se consumen- iexcly no tenemos miedomiddot)

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En cuanto a la locura tan rozada y temida como deseada y elogiada un planteamiento que prolonga las amargas burlas de Miyoacute Vestrini al psicoanaacutelisis lo tendriacuteamos en el largo texto en prosa - nueve paacuteginasshyque da tiacutetulo a Encuentros del poeta con el psicoanalista (991) de Christiane Dimitriades (956) rechazando su reduccioacuten de las vivencias a esquemas mensurables SLl saber-poder su fundamentacioacuten en la culpa aunque el conflicto de la hablante queda apenas caracterizado

Apunto finalmente el nombre de dos de esas autoras que - vanamenshyte temo- me sugirieron el inicio de una nueva actitud de alguna manera colectiva Adriana Gibbs (966) en Parece otontildeo (993) muestra que si la ausencia marca a la mujer ella misma asume de entrada la posibilidad de irse (su hablante es La que promete habitarte aunque no permanezshycaN) la iniciativa sexual (te besa discretamente abriendo el cierre de los pantalones-) y la eventual bisexualidad de un tipo que la atrae (-Creo que le gustan los hombres Acepto si tambieacuten le gustan las mujeres-) Claudia Hernaacutendez (970) en El humo que me intenta (1993) adopta un agradable desenfado en las cuitas del desamor ( ahora me miras rabioshyso destrozado por el piso mientras que la brisa se lleva tus pedazos) El antoacutelogo se permite brindar por ellas

VI

Si hay un rasgo diferenciador de la escritura femenina maacutes allaacute de un muy estricto repertorio temaacutetico que no abarcariacutea sino tres o cuatro cosas (la obvia maternidad lo domeacutestico iexclen apenas una decena de libros y en general rechazado la figura esencial de la madre e incluso de la abuela de las hablantes y iquestqueacute maacutes) es el radical detallamiento del propio cuerpo acompantildeado de uno algo menor del cuerpo del amado - o de Ia amada Se me dijo un a vez que la poesiacutea masculina tambieacuten se referiacutea al cuerpo femenino sin que lograran esgrimir maacutes que dos ejemplos Antqnio Arraacuteiz y Juan Liscano (regalo otro el siempre olvidado Alfredo Arvelo Larriva) Pero aparte de que los respectivos repertorios sean materialmente limitados no parece haberse percibido -iexclde tan obvia-Ia diferencia fundamental los hombres hablan del cuelpoajeno aludiendo lpenas al que los constituye mientras que las mujeres dibujan en primer lugar el de elas -y por sobreabundanda esbozan tambieacuten el nuestrol3

Mucho hemos avanzado desde que Virginia Woolf confesara su fracashy-lO respecto a -decir la verdad acerca de mis propias experiencias en

13 Otro asumo es que la poesiacutea femenina en los uacuteltimos antildeos haya permeado a la lIIasculina permitiendo a Rafael Arraacuteiz Luca o iexclgor Barrero incorporar un anecdotario de 1lvadoras neveras cocinas granos despanamados o que el primero tematice repetidamenmiddot

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cuanto a cuerpo Dudo que mujer alguna haya resuelto esta dificultadshy(middotProfesiones para la mujer- Las mujeres y la literatura op cit p 72) Pues por lo menos en la liacuterica femenina venezolana medio centenar de poemarios expone en teacuterminos corporales su goce y su dolor su plenishytud sus carencias sus suentildeos deseos y desgarramientos

Para evitar redundancias adicionales remito a las notas y poemas de las aquiacute antologizadas sin dejar de sentildealar este rol muacuteltiple del cuerpo objeto de las agresiones sociopoliacuteticas del envejecimiento y de las mashyniobras suicidadas en Miyoacute Vestrini degradado por la domesticidad en Maacutergara Russoto y la Pantin de Correo del corazoacuten autosuficiente pero dispuesto a la entrega en Mariela Alvarez voluptuoso en la Elena Vera de De amantes la Hanni OSSO(( de un par de libros en Edda Armas Mariacutea Isabel Novillo Alicia Torres dado con conviccioacuten - y cierta sombra vampiacuterica- al amor lesbiana en Pantin y Jaffeacute arrasado por el desamor la ausencia el encierro la locura las mutilaciones y reducciones pero tambieacuten a veces por el placer en la Elena Vera de dos libros Mariacutea Luisa Lazzaro Cecilia Ortiz Manoacuten Kuumlbler Patricia Guzmaacuten Sonia Gonzaacutelez

te a sus hijas y el segundo asuma o invente al final de Soy el mucbacbo maacutes bermoso de esta ciudad(Fundarte Caracas 1987) middotUn poema de mi esposa Fabiola Vethencourtmiddot O (iexclue el Rafael Castillo Zapata de I-bol que cece rorcido (Traacutefico Caracas 1984) cante la oscura gesta de las mujeres empinadas que sostienen la casa En lo que respecta al tratamiento del cuerpo e l Harry Almela de Cantigas (Monte Avila Caracas 1990) da voz a la amada cantaacutendok al amadc con un erotismo tan lunar y materialmente corporizado como el caracteriacutestico de la poesiacutea femenina mientras que el hablante de Fraacutegil en el alba (Monte AVila Caracls 1993) explicita middotaIcaacutenzame en la mujer que hay en miacute toacutecame all iacute donde no hay nombre bull Tarpbieacuten Alejandro Bruzual en el El jardiacuten de las mujeres (Monte Avila Caracas 1993) detalla el cuerpo femenino canta a la mujer-diosa y acude a una galeiacutea de figuras literarias mitoloacutegicas y biacuteblicas (Dido Beatriz Euriacutedice Salomeacute etceacutetera) Pienso que la impregnacioacuten alcanza igualmente al Luis Alberto Crespo que en Maacutes afuera (Monte Avila Caracas 1993) ofrece el maacutes bello poema autoeroacuteiexclico que haya leiacutedo jamaacutes Yofui tu novio con los labios rojos y me desvestiacutea y me iexcloca ba cuando tUacute no estabas Cuando queriacutea saber de ti Yo era tu mujer si cerraba los ojosy cuidaba nuestra desgracia como una baraja Tuacute me enseilaste a besarme ( ) Nuestro anillo adelgaza iquestCuaacutento tiene que no duele Dicen que eres bella iQueacute soledad bull Hay en todo esto un cambio de sensibil idad en que acaso el discurso masculino esteacute liberaacutendose de rigideces supuestamente viriles permitieacutenshydose sacar a lote un allima antes autocensurada o reprimida Puede que esteacute no menos respondiendo al middotdesafiacuteomiddot representado por un discurso femenino desarrollado a lo largo de los uacuteltimos veinticinco antildeos --ltgt sesenta si contamos desde Mariacutea Calcantildeo-- sin cuyo previo aporte sospecho que tal intlexioacuten de la sensibilidad no hubiera sido posible

En cuanto a un -fdncionalmente disringuible- discurso homosexual masculino (el Arshy

mando Rojas Guardia de lIacia la l10cbe viva FabriArt Caracas 1989 el Rafael Castillo Zapata de Elttacioacutell de traacutemilo Pequentildea Venecia Caracas 1992) seguiriacutea la pauta de la poesiacutea escrita por hOlJlbres casi inexistentes referencias al propio cuerpo discreto detallashymiento del cuerpo d I amado

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herido por el aborto en Maritza Jimeacutenez por la maternidad en Mariacutea Auxiliadora Alvarez Detallado siempre en mayor o menor grado y detallando el cuerpo que interactuacutea con ellas l4

Del conjunto que pudiera traerse a colacioacuten recordareacute que igualmenshyte en la Teresa Coraspe de Las fieras se dan golpes de pecbo y la Eddy Godoy de Yerba negra la guerra se daba en teacutenninos corporales Como realizaciones peculiares citareacute a la Ondina Fernaacutendez (961) que en Se fueron las edades (991) plantea el conflicto quizaacutes particularmente adolescente de que la enumeracioacuten de los elementos de su cuerpo la lleva al desconcierto de no coincidir con la suma de sus partes (No soy estos ojos estos cabellos esta boca) y la inquietante poesiacutea oniacuterica de Gris intemperie (993) de Ana Coromoto Salas que recupera la sensuashylidad de una naturaleza con la que a veces se identifica la hablante insistiendo en lo erecto femenino (el nenuacutefar seraacute Erectas formas () descansando sobre amables redondeces) y masculino (el grillo erecto y viril) Para detenerme en Aposentos (1985) de Yolanda Blanco

Aquiacute -prolongando segurameme sin saberlo a Mariacutea Calcantildeo- hay como un regusto inaugural en la afirmacioacuten de lo femenino que llega quizaacutes al abuso terminoloacutegico mujer(es) utilizado 36 veces cue1po 17 hijola(s) 17 sangre 12 luna(s) 10 seno(s) 8 hembra(s) 7 sexo(s) 7 estroacutegeno(s) 4 falopio(s) o trornpas de 4 pubis 4 barriga 3 Agregando pechos regla vagina ovarios menopausia uacutetero cliacutetoris preiiez parto genes nalgas trasero caderas muslos etceacutetera encontraJiamos dibujashydo un cuerpo del que se insiste en la sexualidad en su sentido maacutes material Sin embargo no se trata de inventariar goces posibles sino en primer lugar de reivindicar la propia corporeidad con una marcada insistencia en el aspecto maternal y en segundo lugar de denunciar la opresioacuten de dicho cuerpo por el hombre anverso y reverso de una misma actitud

Yolanda Blanco asume imaacutegenes y rasgos tradicionalmente adjudicashydos a lo femenino a veces con ironiacutea otras con rabia acusatoria pero

si siempre con la seriedad de quien descubre en siacute cierta profundidad oIrquetiacutepica Sangre luna tien-a y maternidad son las nociones claves y Itlacionadas prolongaacutendose en dos tipos de asociaciones lo vegetal por una parte (musgo fruta fresa flora silvestre durazno palo de lI t ranjo y azahares mangos cerezos ) lo oculto por la otra (nido

Helena Arauacutejo encuentra un abanico casi similar de posibilidades en la tematizacioacuten 11e rotismo por la poesiacutea femenina latinoamericana middotActo doblemente transgresor como

lC rlt ura al incluir lo que no debe o no puedf decirse el erotismo denuncia la crispacioacuten del IIilrpCgt colonizado pero tambieacuten celebra su gozo y su placer (op cit p 187)

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colmena estratos geoloacutegicos ademaacutes de los mencionados oacuterganos glaacutenshydulas y humores internos) El cuerpo en esta red metafoacuterica tiende a ser paisaje Surja de mis muslos el musgo que calentar pueda la montantildea las dunas Embellezca mi desierto ese agua de cuarzo que escondo Soy de piel la pared Geoacutelogos huellan mis estratos Buscan oro-o

El punto de encuentro entre la floracioacuten y lo oculto es la alquimia de la sangre menstruacioacuten que tintildee los versoS con toda una imagineriacutea en variantes de rojo granate -manantial de felpa- amaranto enrojecido Los poemas registran lo inicialiniciaacutetico de esa primera sangre el miedo el asombro pero tambieacuten el orgullo la potencialidad de los cuatrocientos hijos del cuerpo-casa no menos la preocupacioacuten por la menopausia

como futura marchitez En la autoafirmacioacuten se encuentra lo mejor de un canto a siacute misma que

soacutelo una mujer -pienso- podria escribir En la middotdenunciamiddot (middotCiudadana de segunda buroacutecrata sin rango De repente sortaria de un voto sin bocal A destajo trabajadora proletaria en pleno subdesarrollo Y un largo etceacutetera que incluye lo domeacutestico los abortos obligados por la miseria los nintildeos sin padre pero tambieacuten las ozagaletonas que emperishyfolladas pasan encueradas) lo peor -y no estoy cayendo en los planteashy

mientos virginiawoolfianos

VII

A vuelapluma sentildealareacute algunos rasgos que exigirian una elaboracioacuten pausada y detallada los subrayo en el desorden de estas notas apenas

como pistas Brevedad 58 de los 150 tiacutetulos examinados estaacuten conformados total

o fundamentalmente por poemas breves considerando tales los que no superan las cincuenta palabras Otra quincena de libros contiene numeshyrosos poemas breves - pero siempre menos de la mitad-o Si extendieacuterashymos el liacutemite de la brevedad hasta las setenta palabras legariacuteamos casi al centenar de tiacutetulos Desde luego se trata de una modalidad general de la nueva liacuterica venezolana e incluso en la femenina es maacutes patente la influenda de autores como Luis Alberto Crespo y Reynaldo Peacuterez SOacute que la de por ejemplo Antonieta Madrid o Edda Armas Las peculiaridades que encuentro en el conjunto que nos ocupa vendriacutean a ser dos la brevedad es utilizada mayoritariamente para la exploracioacuten sentimenshytal sobre todo para esa queja amorosa en situaciones de desamor ausencia y encierro como si su caraacutecter tirubeante- sus violencias sinshytaacutecticas sus silencios- fueran idoacuteneos y casi nunca se nos entregan

u

poemas sueltos- sino relacionados con cierto grado de organiddad alcanzando con frecuencia la absoluta coherencia de libros unitariosl5bull

La casa como tema Bastaria remitir a los recieacuten nombrados Crespo y Peacuterez SOacute - entre tantos otros- para tener claro que no es un asunto exclusivamente femenino Sin embargo se lo desarrolla insistentemente en esta liacuterica Habria que distinguir la casa de la infancta siempre nostalgiada siempre perdida y la casa de la adultez con tres variantes principales su rechazo como encierro domeacutestico la identificacioacuten cuershypo-casa devastados ambos en el desamor la casa como refugio y hasta como plenitud ~posibilidad menos tratada Hanni Ossott para lo primeshyro Eunice Escalona para lo segundo-o A la casa de la infancia estaacute ligada la presencia fundamental de la madre y tambieacuten de la abuela -el padre es una figura minoritaria ]affeacute Novillo la Mariacutea Luisa Lazzaro que teme que rediviva en los amantes la Celalba Rivera 07) de Bajo el signo del ctelo (1991) y pocas maacutes- con una sensualidad en la caracterizacioacuten que nos devolveriacutea al cuerpo por otros caminos asiacute en Gris intemperie de Ana Coramoto Salas (Mirar hacia elliacutemite errar en burbujas de vientre en el mullido jugoso de sus senos Beso el rastro de mi madre resbalan manos de alga por mi cuerpo Persisto en curvarme en la blandura antigua- etc) y respecto a la abuela en Ce-emonia del homo de Rosana I-Iernaacutendez Pasquier (middotSus senos son dos mundos redondos melones tiernos-) Obviamente el amor a la madre no excluye el conflicto (Miyoacute Vestrini Gloria Martiacuten Poemas Visibles de StrepponD

Extranjeridad el asunto me ha llamado la atencioacuten en contraste con el subsistema masculino del que estaacute praacutecticamente ausente -habriacutea que remitirse casi a Mi pad~ el inmigrante (Suma Caracas 1945 y reediciones) de Vicente Gerbasi- y con la nueva narrativa donde lo que se destaca es la venezolanidad de los hijos de los inmigrantes En camshybio en la liacuterica femenina por una parte se establece la figura de la ~tranjera - desde Mustia memoria de Laura Cracco quien la tematiza ntralmente hasta Solitario ofiCio de horas desnudas (993) de Diana chy asociaacutendola a la radical soledad de la escritura- y por otra se la

15 Varias veces he sugerido razones epoca les para explicar no soacutel o el poema breve sino (iexclre todo el desarrollo simultaacuteneo de lo breveen poesiacutea cuemo e incluso cine ademaacutes de

l rorrespondiemes a cada campo Quiti valga la pena antildeadir una observacioacuten de Virginia Xllr middotEllibro tiene que adaptarse en cieno modo al cuerpo y hablando al azar diriacutea que 1 lib ros de las mujeres deberiacutean ser maacutescollos maacutes concemrados que los de los hombres

IIMlruidos de modo que no requie ran largos ralOS de trabajo regular e inimerrumpido 1 lI lue imerrupciuacutel1es siempre las habraacute (Una bahitacloacuten propia op cil p J07)

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explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

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SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

331

210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 10: Yolanda Pantin

bomba sobre Nagasaki la situacioacuten del tercer mundo y otros asuntos desembocan en el alegato contra la civilizacioacuten occidental que represenshyta el poema Ulises en el asfalto y llevan en el texto que cierra el libro a un deseo de disolucioacuten middotmiddotCada noche sobre mis cenizas busco yos desaparecidos de mi vida soacutelo anhelo este desierto que se constnIshyye alIado derecho de miacute Este paraiacuteso de la nadamiddot

Igual saldo de desolacioacuten personal ante el fracaso revolucionario 10 encontramos en Las fieras se dan golpes de pecho (975) de Teresa Coraspe (941) referencias a Biafra Vietnam el imperialismo norteameshyricano centradas (iquestfemeninamenten en la tristeza de los nintildeos y en el cuerpo de las viacutectimas de la guerra y el hambre implicando ademaacutes a un hombre amado al que enaltecen tanto su condicioacuten de combatiente como su ternura Sin embargo las buenas intenciones en forma de aventura imaginaria ( desde el fondo doy oacuterdenes detengan esas gueshyrras (se ven desmentidas por la derrota de la guerrilla lo que parece llevar incluso a la demencia de la hablante Queda soacutelo esta sangre este dolor enorme en el penuacuteltimo poema Y en el uacuteltimo -Estoy en un hospital para locos El cerebro me estalla- Por otro lado este es uno de los pocos poemarios que en el conjunto Y al igual que lo haraacute la Reina Varela 095) de Sefiales de humo (1983) tematiza la condicioacuten oficinesshyca como esclavitud (Maacutequinas hierros intoxicacioacuten Soy un robot tengo jefe 45 antildeos soy una alienada etceacutetera) oponieacutendole la escritushy

ra como desafiacuteo y liberacioacuten Lo mejor de esta poesiacutea abierta en diversa medida al horizonte socioshy

poliacutetico e histoacuterico lo tendriacuteamos desde finales de los setenta en algushynas de las autoras aquiacute antologizadas la articulacioacuten de la esclavitud domeacutestica con la continental y el anhelo de una utopiacutea integradora en su plenitud en la Maacutergara Russotto (946) de Restos de viaje O 979) YBrasa (979) la historia toda vista como irreversible degradacioacuten en Mustia memoria (983) Y Diario de una momia (989) de Laura Cracco (959) a lo que Sajan Club (1993) agregariacutea la aspereza de un paiacutes que castiga particularmente a las mujeres - sin olvidar el -doctor cardenal teniente coronel- de Cuerpo (985) de Mariacutea Auxiliadora Alvarez (956) una memoria judiacutea heredada que se manifiesta en el recuerdo de los criacutemeshynes nazis en El arte de la peacuterdida (991) YElargo viaje a casa (994) de Veroacutenica Jaffeacute (1957) yen Luba (988) de Jacqueline Goldberg (1966) Y que despueacutes de expresarse como testimonio de acumuladas enancias familiares y personales en su inicial Poemas visibles (1988) lleva a Blanca Strepponi (1952) a la caracterizacioacuten de la historia universal como horror -ligado en su caso al problema del mal y el exilio de Dios- en Diarjo de John Robeton (1990) y El jardiacuten del verdugo (1992) alusiones al paiacutes

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petrolero corrupto y asesino en Guen-ero llevado adentro (1987) de Mhariacutea Vaacutezquez (1958) galeriacutea de mujeres que en Fatal (1989) de Alicia Torres (1960) rechazan las guerras que se llevan a sus hombres

Quizaacutes tambieacuten pudiera sentildealarse una faceta que partiendo de Miyoacute Vestrini pasando por la Maacutergara Russotto de middotPequentildea tragedia sudameshyricana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo (Viola d am01-e 1986) y desembocando -con elaboraciones en La cancioacutenjria (1989) de Yolanda Pantin (1954) en Jaffeacute en la Oympia (1992) de Manoacuten Kuumlbler (1961)- en la Blanca Elena Pantin (957) de Poemas del troacutepico (993) opusiera nuestro paisaje y sentir subdesarrolladosmiddot a la tersa frialdad ajena del primer mundo Por aquiacute seguiriacutea resonando la oposicioacuten Ameacuterica-Europa establecida por Andreacutes Bello soacutelo que ahora feminizada ya veces erotizada

En Poemas detroacutepico una hablante que en una declarada Puesta en escenamiddot se disfraza fantasmalmente para introducir el problema (EI troacutepico pensoacute no existe) inaugura un repertorio de contrastes demashysiado riacutegidos y faacuteciles exagerados por la ironiacutea una Europa casi de tarjeta postal (Lili Marlene soledad en un hotel berlineacutes flores e insistenshyte chocolate nuestro devorado por elos) opuesta a un troacutepico de intensidad y selvas fiebres y plagas sopor y sudor dominado maacutes por la naturaleza que por la historia La distancia define igualmente a la hablanshyte con respecto a una Antaacutertica identificada con un amante posible (Reseacutervame un Iceberg Yo te llevareacute el sol total) lo que quizaacutes postule el eros como siacutentesis En cualquier caso El troacutepico tiene la violencia de la quietudbull

Otros abordajes de lo sociopoliacutetico han resultado desastrosos como Versos de un o sea nopaciacutefico (1985) de Gloria Martiacuten (945) o inmadushyros como Yerba negra (988) de Eddy Godoy (1968) El primero toca un poco todo falsedad democraacutetica lucha armada derrotada el tuacutenel del San Carlos Cantaura el desempleo la guardia civil espailola y Garciacutea Larca etceacutetera PanfletaFio y torpe (middotConozco al cerdo que se siente el amo es tan obvio y grosero que limita con el estieacutercol Siempre ) encuentra su condena en los propios asuntos desarrollados por algunas de estas poetas de manera excelenle como el temor por lo que espera al tijo (comparar middotSi has de estrellarte -hijo- que sea el tuyo un gran ~t)lpe de infinito con versos respectivos de Vestrini y Russotto)

En cuanto a Yerba negra al horror de las guerras el militarismo la bomba nuclear opone imaacutegenes de nintildeos jugando oraciones por la paz dd mundo y su deseo de que no existan armas ni potencias Desde hltgo el miedo tan frecuente en la liacuterica femenina halla aquiacute un marco 111 sto aunque en ninguacuten momento nos lo hagan sentir sus blandos

21

poemas Como en Teresa Coraspe la agresioacuten -atoacutemica ahora- se regisshytra en el cuerpo ( Me implico en los tejidos Transito por mis cavidashydes muertas -ya casi todas-) Un final amoroso-maternal (iquesthabriacutea en ello una marca- femenina) nos deja junto a Adaacuten y Eva unieacutendonos para

crear la vida

v

iquestResiduo - formalizado fuera de los moldes subgeneacutericos- de esa heroiacutena melodramaacutetica- cuyas huellas rastrea Maacutergara Russotto en un capiacutetulo de Toacutepicos de retoacute-iexclcajemenina iquestVerdadera condena arquetiacutepishyca como afirma Fernando Riacutesquez en su obra varias veces citada middotCuanshydo Afrodita castiga a alguien lo hace enamorarse perdidamente de alguien que no retoma Hace aparecer a Eros pero no hace aparecer a Anteras Hace aparecer el amor de una sola viacutea que es el que maacutes castiga al ser humano sobre todo a la mujer estar enamorada inuacutetilmente es el maacutes grande de todos los sufrimientos de la feminidad- (p 130) iquestTestimoshynio basado en la experiencia de cada una y casi todas En cualquier caso una poesiacutea del desamor maacutes que del amor con su queja por la ausencia en frecuentes situaciones de encierro con la hablante sufriendo a veces procesos de mutilacioacuten peacuterdida de existencia o de voz y rozando a menudo la locura constituiriacutea el polo opuesto al anterior

En esta misma antologiacutea abundariacutean los ejemplos Malencuentro pero teniacutea otros nombres (975) de Emira Rodriacuteguez Acrimonia (981) y Sombraduras (iquest1988) de Elena Vera (939) Arbol juerte que silba y arrasa o penuacuteltimos boleros (988) de Mariacutea Luisa Lazzaro (950) Treacutebol de la memoria (978) La pasioacuten errante (986) y Autorretrato (993) de Cecilia Ortiz (951) Amor constante maacutes allaacute de la mue1te (1993) de Maritza ]imeacutenez (956) Saja Club de Laura Cracco De miacute lo oscuro (987) de Patriaa Guzmaacuten 01) Olympia de Manoacuten Kuumlbler De un mismo paacutejaro lanzada (983) y Nadie en la madera (991) de Sonia Gonzaacutelez (964) cinco de los poemarios de Jacqueline Goldberg

La mera acumulacioacuten ya sugiere una predominancia cuantitativa de la poesiacutea de la queja que alcanzariacutea en realidad casi a la tercera parte de la produccioacuten femenina Me detendreacute pues soacutelo en algunos tiacutetulos

Asiacute resulta particularmente interesante encontrar una modalidad del encierro y del desamor en una liacuterica tan conceptual como la de Por alto por bajo (974) de Mariacutea Fernanda Palacios (945) adelantando el refushygio entre libros que tematizaraacute Lourdes Sifontes (11) en De coacutemplice y amante (993) La opcioacuten de ocultarse en la omisioacuten y la inasibilidad

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existenciales y en el escudo intelectual no remite menos al cuerpo al miedo al fracaso del amor

Te has salvado en tus libros te has salvado en alguna mirada lenta te has salvado en los gestos que no hiciste en lo que dejaste siempre de decir te has salvado en la inmovilidad de un mieacutercoles Te has salvado en un encuentro prolongado y en la despedida forzada que se repite siempre Te has salvado en las iglesias vaciacuteas y en ese paso apresurado para estar lejos de todo En la carta que nunca escribiste en unos papelitos arrugados y en los verbos que pusiste a secar Te salvaste por preferir las compantildeiacuteas expliacutecitas que no dejan sitio para ti Por preferir lo que tienes a mano lo que no tienes que buscar

TE SALVASTE EL DlA QUE TE ALEJASTE

EL DlA QUE TE VOLVISTE IMPOSIBILIDAD

En contraste con la serenidad de esta desesperanza y maacutes a tono con la liacuterica femenina mayoritaria la Teresa Caras pe de Vuelvo con mis huesos (978) centra la ausencia del amado en el saldo de soledad cenizas cuerpo dolido (No estoy ni existo mis huesos estaacuten sin piel) desnudez amenazada peacuterdida de la propia voz y extraviacuteo de las palashybras- (-No me es dado tener nada soacutelo este silencio-) que hecho carenshycia total produce el desamor El encierro se extrema en Este silencio siempn (991) en una casa caracterizada como la de las sombras y los muertos donde Sangro escupo me como las untildeasmiddot

Coartada (987) de Tamara Rodriacuteguez nos ofreceriacutea un erotismo doloroso el de -un sexo guerreromiddot abrasado Por momentos vilmente sometido- Un sexo casi siglo XXII Espacial en guerra contaminado sin antiacutedoto que es tambieacuten -Un espejo de mi narcisismo venado-o Porque este libro plantea el amor homosexual como conflicto no resuelshylO (iquestPor queacute necesito al hombre ves la mujer el conflictomiddot) cuyas raiacuteces e encuentran en el narcisismo infantil cuando se chupaba la sangre de lls heridas y se autoexploraba ( Me acostumbreacute a los caminos del olor 0 mi cuerpo Quise desdoblarme frente a mis formas l la calidez de los pliegues y recodos que escondo soacutelo para miacute) Por ello middotLa mujer me ncita y me atormenta De la mujer quiero saber todo Hasta quiero ser hombre para como hombre recorrerla y palparme penetrarme descushybrilme- Esta poesiacutea casi -de manualmiddot no debiera hacemos olvidar que si middot1 amor lesbiana es desgarrado en Olympia de Manoacuten Kuumlbler lo es en el

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mismo sentido de carencia del otro que en decenas de poemaJios heteshyrosexuales asiacute como resulta plenitud eroacutetica en la liacuterica homosexual de Veroacutenica Jaffeacute y voluptuosidad vampirescamiddot en la de Yolanda Pamin proponieacutendonos un vampiro que todos necesitamos descubrir dentro de nosotrosll

Un extremado desasimiento existencial lo encontrariacuteamos en Nada que ver (I989) de Claudia Noguera O3) reiterando hasta el sofoco verbos como buscar desesperar destruir ocultar morir enterrar lastishymar violentar tropezar dudar perder y sustantivos como silencio miedo muerte memoria sombra laberinto La hablante se caracteriza como suicida y moribunda ciega- -aterrorizada- enterrada Sus acshyciones consisten en ocultarse dentro de siacute perderse en su propio laberinshyto buscar raiacuteces o retornar a piedras en una sostenida situacioacuten de encierro (habitacioacuten sin muebles en la casa en la colin) en la que tambieacuten se escribe con una poeacutetica similarmente devastada Lo terribleshyque provoca esta serie de experiencias se nos hace algo vago -como en muchos otros poemarios- y atribuiacuterselo al desamor seriacutea acaso reductishyva aunque la hablante proclame pues soy yo la que combate suicida y moribunda por ese corazoacuten tuyo que no cesa de girar- y soacutelo parece encontrar - de nuevo como en muchos otros poemarios- cierta esperanshyza en un erotismo fijado en el pasado He estado allaacute en esa frontera donde la piel se convierte en una sola-o

Con Adicta al miacuteedo(991) de Blanca Baldoacute (952) llegariacuteamos a una dedicacioacuten casi absoluta al miedo y la locura que impregnan parcialmen te unos cuarenta poemariosl 2

bullbullYo estoy adicta al miedo Mi verdadera adiccioacuten es la paranoia Es un mal que estaacute en el aire Muchos lo reconoceraacuten Unos se meten debajo de la cama Otros se esconden en el closet Otros simplemente oyen voces-o Este apunte de colectividad en la demencia no impide que la hablante lo viva de la manera maacutes personal ( Tu prisioacuten es cerebral- Acepta el bantildeo es donde estaacutes proteshygida Aunque tampoco nadie te estaacute persiguiendo sino tuacute misma) Soledad llanto alcohol paso del tiempo (middotSoy la mujer que ve su cara

11 Seacute que Riacutesquez insiste en que -la homosexual idad soacutelo exiSle en los hombres y que no hay homosexualidad femenina Todas las mujeres son middothomosexuales- Cuando nace una nintildea lo prime ro que hace es mamar de los senos de otra mujer de grande se enamora de Olra que llama su hija bull (op Ci p 108 Y muchos otros pasajes del libro) Me falta ciencia -y experiencia- para discutir el punto asiacute que me limito a sentildealarlo

12 Helena Arauacutejo sentildeala como elemento frecuente en la narrativa femenina latinoameshyricana una imagineriacutea alucinada vinculada a lo reprimido y lo traumaacuteticomiddot con insistencia In protagonistas arrasadas por -La neurosis la histeria el desequilibrio mental y emocionalmiddot (Op Cil p 132)

a ratos derretirse en el espejo) se combinan Con una religiosidad exasshyperada que critica a las Iglesias establecidas e incrimina directamente a Dios (iquestHasta cuaacutendo me escondo iquestPor queacute me creaste Escoacutendete de Dios contildeo que no te veamiddot -Quizaacutes eres tan perfecto tan fuerte que necesitas un espejo que se quiebre ) El encierro - en la casa y dentro de la casa en el bantildeo- sentido como insoportable apela a la muerte (-Me canseacute de esconderme Prefiero morir No quiero seguir aquiacute encerrada-) que se vive imaginariamente (recuerdo a todos mis novios llevando mi atauacuted-) sin que se cumpla del todo (hace ailos que me suicido pero no muero iquestCuaacutentas veces he muerto ) El amor ante este -canto de muerte- -que remitiriacutea a Miyoacute Vestrini pero sin su exposicioacuten de motivos- no sirve de gran cosa (No hubo ninguacuten amor que me hizo sentir bien) no obstante se acude a eacutel como remedio ocasional (Un hombre Aunque no se pueda amar Se decreta el amor-)

El rastreo podriacutea seguir amontonando tiacutetulos Premura sagrada (986) de Cristina Falcoacuten O960) Estaciones de miedo (I989) de Miriam Freilich Ruidos (992) de Paula Rivero Ceremonia del horno (993) de Rosana Hernaacutendez Pasquier O 995) La simiente constante O 994) de MarvelIa Correa etceacutetera con diversos grados de encierro dolor por la ausencia miedo Destacariacutea la intensidad sensual de la Ana Mariacutea Oviedo 04) que en De fuego o de ceniza (] 991) y aunque viva por momentos el veacutertigo amoroso se queja del desamor ( Tu lengua olvida mi boca Caigo hecha nudo punta de laacutetigo y sal en las rodillas) adoptando a veces la figura de la esposa (middotLa esposa duerme sola iquestQueacute dolor vela su quietud sino el deseo-) y sugiriendo al menos una vez una relacioacuten homose~al (middotGuiacuteas mis manos en la piel de la muchacha y no puedesabsolverme-)

Desde luego la poesiacutea amorosa femenina no se agota en la queja el encierro o la locura Y habriacutea un polo de esplendorque se opone al que acabo de esbozar Entre las amologizadas la Hanni OSSO[[ (946) de Hasta que llegue el diacutea y huyan las sombras O983) y El reino donde la noche se abre O 987) aunque oscile entre plenitud y carencia en el resto de su obra la Mariela Alvarez CI 947) de Textos de anatomiacutea comparada O987) con su proclamacioacuten de una mujer que funda el mundo a partir de su horizontalidad la Mariacutea Isabel Novillo (1954) de Metaacutelica virtud (1992) cuyas operaciones alquiacutemicas producen sabiduriacutea eroacutetica y lucishydez en el amor la Edda Armas (1955) de Cuerdas de serpiente (1985) Rojo circular O991) y Sable (I 994) capaz de afirmarse en el azar de los encuentros -nada es para siempre aun asiacute tiene el corazoacuten satisfechogt la beligerante Mhariacutea Vaacutezquez de Guerrero llevado adent7U la Alicia Torres de Fatal con su galeriacutea de mujeres desafiantes

24 25

La queja -siempre en el grupo de las seleccionadas aquiacute- puede integrarse en la provocativa actitud de quien se declara -la otra- como en De amantes (1984) de Elena Vera (939) en el rechazo de lo domeacutestico como en toda la obra de Maacutergara Russotto (946) y en Con-eo del coraz6n (985) de Yolanda Pantin puede tambieacuten recurrir a la ironiacutea tal la Reina Varela de Sentildeales de humoy Cantos rodados (993) o mantener la tensioacuten sin rendirse como las hablantes de Fuego de tierra (981) de Mariacutea Luisa Lazzaro y Poemas visibles (988) de Blanca Strepponi

Obviamente tambieacuten en otras autoras cabriacutea detectar una actitud en diversos sentidos distinta de la reduccioacuten a la queja La aparicioacuten de media docena de poemarios de muy joacutevenes escritoras manifestando firmeza desafiacuteo afinnacioacuten o desparpajo junto a la entrega o el lamento por la ausencia me hizo pensar en una posible evolucioacuten epocal o generacional Sin embargo algo de esto habiacutea ya en Nomenclatura cotidiana de Antonieta Madrid mientras que poetas tan joacutevenes como las que me llevaron a creer en el triunfo de un cambio han mantenido el tono predominante Y la de menos edad recogida en libro la Eva Suzzashyrini (972) de quien se incluyen cinco poemas en Antologiacutea de nadie (UCV Caracas 1993) reitera la liacuterica del cuerpo roto el miedo las laacutegrimas la ceniza y la sangre casi como si se cumpliera un programa

En cualquier caso quiero sentildealar el resplandor eroacutetico de En los extremos confines de tu cue1po(991) de Diana Lichy (962) que celebra la brasa del amor explicitando una y otra vez su derretimiento su perdishydoacuten y fusioacuten en el amado praacutecticamente divinizado ( Si me tocas me pierdo oscurezco me precipito como una nueva tonalidad de tu sombraN -Brasa en ti languidezco Reconstruyo mi cuerpo con tus huesos -Te vienes en miacute abrasas mis entrantildeas Me desgarras desatanshydo toda la furia adonnecida encerrada en los pilares de mis huesos Te vas hundiendo en miacutelluminoso como un dios en el primer diacutea de su creadoacuten) aunque el goce alterna con el alejamiento del otro ( Pero tuacute apareces y desapareces me tomas por asalto y te pierdes azaroso Y altivo-) dejaacutendola vaciacutea decidieacutendola a buscar otros amores

Otra faceta la representariacutea la ironizacioacuten de los materiales de cocinamiddot y de lo domeacutestico en general cuyas operaciones trasplantadas a teacutennishynos existendales vehiculan la autoafirmacioacuten de la hablante su serenishydad su exigencia respecto al hombre en Aposento del amanecer(991) de Eunice Escalona (950) Hay una satisfaccioacuten en mis huesos fuertesmiddot en -mi piel maternal definitiva y bellamiddot en la manipulacioacuten exitosa de la carne de las verduras y de la del hombre en la pertenencia a una estirpe femenina (hermana de mis hermanas que en las lejanas hogueras se consumen- iexcly no tenemos miedomiddot)

26

En cuanto a la locura tan rozada y temida como deseada y elogiada un planteamiento que prolonga las amargas burlas de Miyoacute Vestrini al psicoanaacutelisis lo tendriacuteamos en el largo texto en prosa - nueve paacuteginasshyque da tiacutetulo a Encuentros del poeta con el psicoanalista (991) de Christiane Dimitriades (956) rechazando su reduccioacuten de las vivencias a esquemas mensurables SLl saber-poder su fundamentacioacuten en la culpa aunque el conflicto de la hablante queda apenas caracterizado

Apunto finalmente el nombre de dos de esas autoras que - vanamenshyte temo- me sugirieron el inicio de una nueva actitud de alguna manera colectiva Adriana Gibbs (966) en Parece otontildeo (993) muestra que si la ausencia marca a la mujer ella misma asume de entrada la posibilidad de irse (su hablante es La que promete habitarte aunque no permanezshycaN) la iniciativa sexual (te besa discretamente abriendo el cierre de los pantalones-) y la eventual bisexualidad de un tipo que la atrae (-Creo que le gustan los hombres Acepto si tambieacuten le gustan las mujeres-) Claudia Hernaacutendez (970) en El humo que me intenta (1993) adopta un agradable desenfado en las cuitas del desamor ( ahora me miras rabioshyso destrozado por el piso mientras que la brisa se lleva tus pedazos) El antoacutelogo se permite brindar por ellas

VI

Si hay un rasgo diferenciador de la escritura femenina maacutes allaacute de un muy estricto repertorio temaacutetico que no abarcariacutea sino tres o cuatro cosas (la obvia maternidad lo domeacutestico iexclen apenas una decena de libros y en general rechazado la figura esencial de la madre e incluso de la abuela de las hablantes y iquestqueacute maacutes) es el radical detallamiento del propio cuerpo acompantildeado de uno algo menor del cuerpo del amado - o de Ia amada Se me dijo un a vez que la poesiacutea masculina tambieacuten se referiacutea al cuerpo femenino sin que lograran esgrimir maacutes que dos ejemplos Antqnio Arraacuteiz y Juan Liscano (regalo otro el siempre olvidado Alfredo Arvelo Larriva) Pero aparte de que los respectivos repertorios sean materialmente limitados no parece haberse percibido -iexclde tan obvia-Ia diferencia fundamental los hombres hablan del cuelpoajeno aludiendo lpenas al que los constituye mientras que las mujeres dibujan en primer lugar el de elas -y por sobreabundanda esbozan tambieacuten el nuestrol3

Mucho hemos avanzado desde que Virginia Woolf confesara su fracashy-lO respecto a -decir la verdad acerca de mis propias experiencias en

13 Otro asumo es que la poesiacutea femenina en los uacuteltimos antildeos haya permeado a la lIIasculina permitiendo a Rafael Arraacuteiz Luca o iexclgor Barrero incorporar un anecdotario de 1lvadoras neveras cocinas granos despanamados o que el primero tematice repetidamenmiddot

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cuanto a cuerpo Dudo que mujer alguna haya resuelto esta dificultadshy(middotProfesiones para la mujer- Las mujeres y la literatura op cit p 72) Pues por lo menos en la liacuterica femenina venezolana medio centenar de poemarios expone en teacuterminos corporales su goce y su dolor su plenishytud sus carencias sus suentildeos deseos y desgarramientos

Para evitar redundancias adicionales remito a las notas y poemas de las aquiacute antologizadas sin dejar de sentildealar este rol muacuteltiple del cuerpo objeto de las agresiones sociopoliacuteticas del envejecimiento y de las mashyniobras suicidadas en Miyoacute Vestrini degradado por la domesticidad en Maacutergara Russoto y la Pantin de Correo del corazoacuten autosuficiente pero dispuesto a la entrega en Mariela Alvarez voluptuoso en la Elena Vera de De amantes la Hanni OSSO(( de un par de libros en Edda Armas Mariacutea Isabel Novillo Alicia Torres dado con conviccioacuten - y cierta sombra vampiacuterica- al amor lesbiana en Pantin y Jaffeacute arrasado por el desamor la ausencia el encierro la locura las mutilaciones y reducciones pero tambieacuten a veces por el placer en la Elena Vera de dos libros Mariacutea Luisa Lazzaro Cecilia Ortiz Manoacuten Kuumlbler Patricia Guzmaacuten Sonia Gonzaacutelez

te a sus hijas y el segundo asuma o invente al final de Soy el mucbacbo maacutes bermoso de esta ciudad(Fundarte Caracas 1987) middotUn poema de mi esposa Fabiola Vethencourtmiddot O (iexclue el Rafael Castillo Zapata de I-bol que cece rorcido (Traacutefico Caracas 1984) cante la oscura gesta de las mujeres empinadas que sostienen la casa En lo que respecta al tratamiento del cuerpo e l Harry Almela de Cantigas (Monte Avila Caracas 1990) da voz a la amada cantaacutendok al amadc con un erotismo tan lunar y materialmente corporizado como el caracteriacutestico de la poesiacutea femenina mientras que el hablante de Fraacutegil en el alba (Monte AVila Caracls 1993) explicita middotaIcaacutenzame en la mujer que hay en miacute toacutecame all iacute donde no hay nombre bull Tarpbieacuten Alejandro Bruzual en el El jardiacuten de las mujeres (Monte Avila Caracas 1993) detalla el cuerpo femenino canta a la mujer-diosa y acude a una galeiacutea de figuras literarias mitoloacutegicas y biacuteblicas (Dido Beatriz Euriacutedice Salomeacute etceacutetera) Pienso que la impregnacioacuten alcanza igualmente al Luis Alberto Crespo que en Maacutes afuera (Monte Avila Caracas 1993) ofrece el maacutes bello poema autoeroacuteiexclico que haya leiacutedo jamaacutes Yofui tu novio con los labios rojos y me desvestiacutea y me iexcloca ba cuando tUacute no estabas Cuando queriacutea saber de ti Yo era tu mujer si cerraba los ojosy cuidaba nuestra desgracia como una baraja Tuacute me enseilaste a besarme ( ) Nuestro anillo adelgaza iquestCuaacutento tiene que no duele Dicen que eres bella iQueacute soledad bull Hay en todo esto un cambio de sensibil idad en que acaso el discurso masculino esteacute liberaacutendose de rigideces supuestamente viriles permitieacutenshydose sacar a lote un allima antes autocensurada o reprimida Puede que esteacute no menos respondiendo al middotdesafiacuteomiddot representado por un discurso femenino desarrollado a lo largo de los uacuteltimos veinticinco antildeos --ltgt sesenta si contamos desde Mariacutea Calcantildeo-- sin cuyo previo aporte sospecho que tal intlexioacuten de la sensibilidad no hubiera sido posible

En cuanto a un -fdncionalmente disringuible- discurso homosexual masculino (el Arshy

mando Rojas Guardia de lIacia la l10cbe viva FabriArt Caracas 1989 el Rafael Castillo Zapata de Elttacioacutell de traacutemilo Pequentildea Venecia Caracas 1992) seguiriacutea la pauta de la poesiacutea escrita por hOlJlbres casi inexistentes referencias al propio cuerpo discreto detallashymiento del cuerpo d I amado

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herido por el aborto en Maritza Jimeacutenez por la maternidad en Mariacutea Auxiliadora Alvarez Detallado siempre en mayor o menor grado y detallando el cuerpo que interactuacutea con ellas l4

Del conjunto que pudiera traerse a colacioacuten recordareacute que igualmenshyte en la Teresa Coraspe de Las fieras se dan golpes de pecbo y la Eddy Godoy de Yerba negra la guerra se daba en teacutenninos corporales Como realizaciones peculiares citareacute a la Ondina Fernaacutendez (961) que en Se fueron las edades (991) plantea el conflicto quizaacutes particularmente adolescente de que la enumeracioacuten de los elementos de su cuerpo la lleva al desconcierto de no coincidir con la suma de sus partes (No soy estos ojos estos cabellos esta boca) y la inquietante poesiacutea oniacuterica de Gris intemperie (993) de Ana Coromoto Salas que recupera la sensuashylidad de una naturaleza con la que a veces se identifica la hablante insistiendo en lo erecto femenino (el nenuacutefar seraacute Erectas formas () descansando sobre amables redondeces) y masculino (el grillo erecto y viril) Para detenerme en Aposentos (1985) de Yolanda Blanco

Aquiacute -prolongando segurameme sin saberlo a Mariacutea Calcantildeo- hay como un regusto inaugural en la afirmacioacuten de lo femenino que llega quizaacutes al abuso terminoloacutegico mujer(es) utilizado 36 veces cue1po 17 hijola(s) 17 sangre 12 luna(s) 10 seno(s) 8 hembra(s) 7 sexo(s) 7 estroacutegeno(s) 4 falopio(s) o trornpas de 4 pubis 4 barriga 3 Agregando pechos regla vagina ovarios menopausia uacutetero cliacutetoris preiiez parto genes nalgas trasero caderas muslos etceacutetera encontraJiamos dibujashydo un cuerpo del que se insiste en la sexualidad en su sentido maacutes material Sin embargo no se trata de inventariar goces posibles sino en primer lugar de reivindicar la propia corporeidad con una marcada insistencia en el aspecto maternal y en segundo lugar de denunciar la opresioacuten de dicho cuerpo por el hombre anverso y reverso de una misma actitud

Yolanda Blanco asume imaacutegenes y rasgos tradicionalmente adjudicashydos a lo femenino a veces con ironiacutea otras con rabia acusatoria pero

si siempre con la seriedad de quien descubre en siacute cierta profundidad oIrquetiacutepica Sangre luna tien-a y maternidad son las nociones claves y Itlacionadas prolongaacutendose en dos tipos de asociaciones lo vegetal por una parte (musgo fruta fresa flora silvestre durazno palo de lI t ranjo y azahares mangos cerezos ) lo oculto por la otra (nido

Helena Arauacutejo encuentra un abanico casi similar de posibilidades en la tematizacioacuten 11e rotismo por la poesiacutea femenina latinoamericana middotActo doblemente transgresor como

lC rlt ura al incluir lo que no debe o no puedf decirse el erotismo denuncia la crispacioacuten del IIilrpCgt colonizado pero tambieacuten celebra su gozo y su placer (op cit p 187)

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colmena estratos geoloacutegicos ademaacutes de los mencionados oacuterganos glaacutenshydulas y humores internos) El cuerpo en esta red metafoacuterica tiende a ser paisaje Surja de mis muslos el musgo que calentar pueda la montantildea las dunas Embellezca mi desierto ese agua de cuarzo que escondo Soy de piel la pared Geoacutelogos huellan mis estratos Buscan oro-o

El punto de encuentro entre la floracioacuten y lo oculto es la alquimia de la sangre menstruacioacuten que tintildee los versoS con toda una imagineriacutea en variantes de rojo granate -manantial de felpa- amaranto enrojecido Los poemas registran lo inicialiniciaacutetico de esa primera sangre el miedo el asombro pero tambieacuten el orgullo la potencialidad de los cuatrocientos hijos del cuerpo-casa no menos la preocupacioacuten por la menopausia

como futura marchitez En la autoafirmacioacuten se encuentra lo mejor de un canto a siacute misma que

soacutelo una mujer -pienso- podria escribir En la middotdenunciamiddot (middotCiudadana de segunda buroacutecrata sin rango De repente sortaria de un voto sin bocal A destajo trabajadora proletaria en pleno subdesarrollo Y un largo etceacutetera que incluye lo domeacutestico los abortos obligados por la miseria los nintildeos sin padre pero tambieacuten las ozagaletonas que emperishyfolladas pasan encueradas) lo peor -y no estoy cayendo en los planteashy

mientos virginiawoolfianos

VII

A vuelapluma sentildealareacute algunos rasgos que exigirian una elaboracioacuten pausada y detallada los subrayo en el desorden de estas notas apenas

como pistas Brevedad 58 de los 150 tiacutetulos examinados estaacuten conformados total

o fundamentalmente por poemas breves considerando tales los que no superan las cincuenta palabras Otra quincena de libros contiene numeshyrosos poemas breves - pero siempre menos de la mitad-o Si extendieacuterashymos el liacutemite de la brevedad hasta las setenta palabras legariacuteamos casi al centenar de tiacutetulos Desde luego se trata de una modalidad general de la nueva liacuterica venezolana e incluso en la femenina es maacutes patente la influenda de autores como Luis Alberto Crespo y Reynaldo Peacuterez SOacute que la de por ejemplo Antonieta Madrid o Edda Armas Las peculiaridades que encuentro en el conjunto que nos ocupa vendriacutean a ser dos la brevedad es utilizada mayoritariamente para la exploracioacuten sentimenshytal sobre todo para esa queja amorosa en situaciones de desamor ausencia y encierro como si su caraacutecter tirubeante- sus violencias sinshytaacutecticas sus silencios- fueran idoacuteneos y casi nunca se nos entregan

u

poemas sueltos- sino relacionados con cierto grado de organiddad alcanzando con frecuencia la absoluta coherencia de libros unitariosl5bull

La casa como tema Bastaria remitir a los recieacuten nombrados Crespo y Peacuterez SOacute - entre tantos otros- para tener claro que no es un asunto exclusivamente femenino Sin embargo se lo desarrolla insistentemente en esta liacuterica Habria que distinguir la casa de la infancta siempre nostalgiada siempre perdida y la casa de la adultez con tres variantes principales su rechazo como encierro domeacutestico la identificacioacuten cuershypo-casa devastados ambos en el desamor la casa como refugio y hasta como plenitud ~posibilidad menos tratada Hanni Ossott para lo primeshyro Eunice Escalona para lo segundo-o A la casa de la infancia estaacute ligada la presencia fundamental de la madre y tambieacuten de la abuela -el padre es una figura minoritaria ]affeacute Novillo la Mariacutea Luisa Lazzaro que teme que rediviva en los amantes la Celalba Rivera 07) de Bajo el signo del ctelo (1991) y pocas maacutes- con una sensualidad en la caracterizacioacuten que nos devolveriacutea al cuerpo por otros caminos asiacute en Gris intemperie de Ana Coramoto Salas (Mirar hacia elliacutemite errar en burbujas de vientre en el mullido jugoso de sus senos Beso el rastro de mi madre resbalan manos de alga por mi cuerpo Persisto en curvarme en la blandura antigua- etc) y respecto a la abuela en Ce-emonia del homo de Rosana I-Iernaacutendez Pasquier (middotSus senos son dos mundos redondos melones tiernos-) Obviamente el amor a la madre no excluye el conflicto (Miyoacute Vestrini Gloria Martiacuten Poemas Visibles de StrepponD

Extranjeridad el asunto me ha llamado la atencioacuten en contraste con el subsistema masculino del que estaacute praacutecticamente ausente -habriacutea que remitirse casi a Mi pad~ el inmigrante (Suma Caracas 1945 y reediciones) de Vicente Gerbasi- y con la nueva narrativa donde lo que se destaca es la venezolanidad de los hijos de los inmigrantes En camshybio en la liacuterica femenina por una parte se establece la figura de la ~tranjera - desde Mustia memoria de Laura Cracco quien la tematiza ntralmente hasta Solitario ofiCio de horas desnudas (993) de Diana chy asociaacutendola a la radical soledad de la escritura- y por otra se la

15 Varias veces he sugerido razones epoca les para explicar no soacutel o el poema breve sino (iexclre todo el desarrollo simultaacuteneo de lo breveen poesiacutea cuemo e incluso cine ademaacutes de

l rorrespondiemes a cada campo Quiti valga la pena antildeadir una observacioacuten de Virginia Xllr middotEllibro tiene que adaptarse en cieno modo al cuerpo y hablando al azar diriacutea que 1 lib ros de las mujeres deberiacutean ser maacutescollos maacutes concemrados que los de los hombres

IIMlruidos de modo que no requie ran largos ralOS de trabajo regular e inimerrumpido 1 lI lue imerrupciuacutel1es siempre las habraacute (Una bahitacloacuten propia op cil p J07)

31

explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

33 32

SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

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331

210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 11: Yolanda Pantin

poemas Como en Teresa Coraspe la agresioacuten -atoacutemica ahora- se regisshytra en el cuerpo ( Me implico en los tejidos Transito por mis cavidashydes muertas -ya casi todas-) Un final amoroso-maternal (iquesthabriacutea en ello una marca- femenina) nos deja junto a Adaacuten y Eva unieacutendonos para

crear la vida

v

iquestResiduo - formalizado fuera de los moldes subgeneacutericos- de esa heroiacutena melodramaacutetica- cuyas huellas rastrea Maacutergara Russotto en un capiacutetulo de Toacutepicos de retoacute-iexclcajemenina iquestVerdadera condena arquetiacutepishyca como afirma Fernando Riacutesquez en su obra varias veces citada middotCuanshydo Afrodita castiga a alguien lo hace enamorarse perdidamente de alguien que no retoma Hace aparecer a Eros pero no hace aparecer a Anteras Hace aparecer el amor de una sola viacutea que es el que maacutes castiga al ser humano sobre todo a la mujer estar enamorada inuacutetilmente es el maacutes grande de todos los sufrimientos de la feminidad- (p 130) iquestTestimoshynio basado en la experiencia de cada una y casi todas En cualquier caso una poesiacutea del desamor maacutes que del amor con su queja por la ausencia en frecuentes situaciones de encierro con la hablante sufriendo a veces procesos de mutilacioacuten peacuterdida de existencia o de voz y rozando a menudo la locura constituiriacutea el polo opuesto al anterior

En esta misma antologiacutea abundariacutean los ejemplos Malencuentro pero teniacutea otros nombres (975) de Emira Rodriacuteguez Acrimonia (981) y Sombraduras (iquest1988) de Elena Vera (939) Arbol juerte que silba y arrasa o penuacuteltimos boleros (988) de Mariacutea Luisa Lazzaro (950) Treacutebol de la memoria (978) La pasioacuten errante (986) y Autorretrato (993) de Cecilia Ortiz (951) Amor constante maacutes allaacute de la mue1te (1993) de Maritza ]imeacutenez (956) Saja Club de Laura Cracco De miacute lo oscuro (987) de Patriaa Guzmaacuten 01) Olympia de Manoacuten Kuumlbler De un mismo paacutejaro lanzada (983) y Nadie en la madera (991) de Sonia Gonzaacutelez (964) cinco de los poemarios de Jacqueline Goldberg

La mera acumulacioacuten ya sugiere una predominancia cuantitativa de la poesiacutea de la queja que alcanzariacutea en realidad casi a la tercera parte de la produccioacuten femenina Me detendreacute pues soacutelo en algunos tiacutetulos

Asiacute resulta particularmente interesante encontrar una modalidad del encierro y del desamor en una liacuterica tan conceptual como la de Por alto por bajo (974) de Mariacutea Fernanda Palacios (945) adelantando el refushygio entre libros que tematizaraacute Lourdes Sifontes (11) en De coacutemplice y amante (993) La opcioacuten de ocultarse en la omisioacuten y la inasibilidad

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existenciales y en el escudo intelectual no remite menos al cuerpo al miedo al fracaso del amor

Te has salvado en tus libros te has salvado en alguna mirada lenta te has salvado en los gestos que no hiciste en lo que dejaste siempre de decir te has salvado en la inmovilidad de un mieacutercoles Te has salvado en un encuentro prolongado y en la despedida forzada que se repite siempre Te has salvado en las iglesias vaciacuteas y en ese paso apresurado para estar lejos de todo En la carta que nunca escribiste en unos papelitos arrugados y en los verbos que pusiste a secar Te salvaste por preferir las compantildeiacuteas expliacutecitas que no dejan sitio para ti Por preferir lo que tienes a mano lo que no tienes que buscar

TE SALVASTE EL DlA QUE TE ALEJASTE

EL DlA QUE TE VOLVISTE IMPOSIBILIDAD

En contraste con la serenidad de esta desesperanza y maacutes a tono con la liacuterica femenina mayoritaria la Teresa Caras pe de Vuelvo con mis huesos (978) centra la ausencia del amado en el saldo de soledad cenizas cuerpo dolido (No estoy ni existo mis huesos estaacuten sin piel) desnudez amenazada peacuterdida de la propia voz y extraviacuteo de las palashybras- (-No me es dado tener nada soacutelo este silencio-) que hecho carenshycia total produce el desamor El encierro se extrema en Este silencio siempn (991) en una casa caracterizada como la de las sombras y los muertos donde Sangro escupo me como las untildeasmiddot

Coartada (987) de Tamara Rodriacuteguez nos ofreceriacutea un erotismo doloroso el de -un sexo guerreromiddot abrasado Por momentos vilmente sometido- Un sexo casi siglo XXII Espacial en guerra contaminado sin antiacutedoto que es tambieacuten -Un espejo de mi narcisismo venado-o Porque este libro plantea el amor homosexual como conflicto no resuelshylO (iquestPor queacute necesito al hombre ves la mujer el conflictomiddot) cuyas raiacuteces e encuentran en el narcisismo infantil cuando se chupaba la sangre de lls heridas y se autoexploraba ( Me acostumbreacute a los caminos del olor 0 mi cuerpo Quise desdoblarme frente a mis formas l la calidez de los pliegues y recodos que escondo soacutelo para miacute) Por ello middotLa mujer me ncita y me atormenta De la mujer quiero saber todo Hasta quiero ser hombre para como hombre recorrerla y palparme penetrarme descushybrilme- Esta poesiacutea casi -de manualmiddot no debiera hacemos olvidar que si middot1 amor lesbiana es desgarrado en Olympia de Manoacuten Kuumlbler lo es en el

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mismo sentido de carencia del otro que en decenas de poemaJios heteshyrosexuales asiacute como resulta plenitud eroacutetica en la liacuterica homosexual de Veroacutenica Jaffeacute y voluptuosidad vampirescamiddot en la de Yolanda Pamin proponieacutendonos un vampiro que todos necesitamos descubrir dentro de nosotrosll

Un extremado desasimiento existencial lo encontrariacuteamos en Nada que ver (I989) de Claudia Noguera O3) reiterando hasta el sofoco verbos como buscar desesperar destruir ocultar morir enterrar lastishymar violentar tropezar dudar perder y sustantivos como silencio miedo muerte memoria sombra laberinto La hablante se caracteriza como suicida y moribunda ciega- -aterrorizada- enterrada Sus acshyciones consisten en ocultarse dentro de siacute perderse en su propio laberinshyto buscar raiacuteces o retornar a piedras en una sostenida situacioacuten de encierro (habitacioacuten sin muebles en la casa en la colin) en la que tambieacuten se escribe con una poeacutetica similarmente devastada Lo terribleshyque provoca esta serie de experiencias se nos hace algo vago -como en muchos otros poemarios- y atribuiacuterselo al desamor seriacutea acaso reductishyva aunque la hablante proclame pues soy yo la que combate suicida y moribunda por ese corazoacuten tuyo que no cesa de girar- y soacutelo parece encontrar - de nuevo como en muchos otros poemarios- cierta esperanshyza en un erotismo fijado en el pasado He estado allaacute en esa frontera donde la piel se convierte en una sola-o

Con Adicta al miacuteedo(991) de Blanca Baldoacute (952) llegariacuteamos a una dedicacioacuten casi absoluta al miedo y la locura que impregnan parcialmen te unos cuarenta poemariosl 2

bullbullYo estoy adicta al miedo Mi verdadera adiccioacuten es la paranoia Es un mal que estaacute en el aire Muchos lo reconoceraacuten Unos se meten debajo de la cama Otros se esconden en el closet Otros simplemente oyen voces-o Este apunte de colectividad en la demencia no impide que la hablante lo viva de la manera maacutes personal ( Tu prisioacuten es cerebral- Acepta el bantildeo es donde estaacutes proteshygida Aunque tampoco nadie te estaacute persiguiendo sino tuacute misma) Soledad llanto alcohol paso del tiempo (middotSoy la mujer que ve su cara

11 Seacute que Riacutesquez insiste en que -la homosexual idad soacutelo exiSle en los hombres y que no hay homosexualidad femenina Todas las mujeres son middothomosexuales- Cuando nace una nintildea lo prime ro que hace es mamar de los senos de otra mujer de grande se enamora de Olra que llama su hija bull (op Ci p 108 Y muchos otros pasajes del libro) Me falta ciencia -y experiencia- para discutir el punto asiacute que me limito a sentildealarlo

12 Helena Arauacutejo sentildeala como elemento frecuente en la narrativa femenina latinoameshyricana una imagineriacutea alucinada vinculada a lo reprimido y lo traumaacuteticomiddot con insistencia In protagonistas arrasadas por -La neurosis la histeria el desequilibrio mental y emocionalmiddot (Op Cil p 132)

a ratos derretirse en el espejo) se combinan Con una religiosidad exasshyperada que critica a las Iglesias establecidas e incrimina directamente a Dios (iquestHasta cuaacutendo me escondo iquestPor queacute me creaste Escoacutendete de Dios contildeo que no te veamiddot -Quizaacutes eres tan perfecto tan fuerte que necesitas un espejo que se quiebre ) El encierro - en la casa y dentro de la casa en el bantildeo- sentido como insoportable apela a la muerte (-Me canseacute de esconderme Prefiero morir No quiero seguir aquiacute encerrada-) que se vive imaginariamente (recuerdo a todos mis novios llevando mi atauacuted-) sin que se cumpla del todo (hace ailos que me suicido pero no muero iquestCuaacutentas veces he muerto ) El amor ante este -canto de muerte- -que remitiriacutea a Miyoacute Vestrini pero sin su exposicioacuten de motivos- no sirve de gran cosa (No hubo ninguacuten amor que me hizo sentir bien) no obstante se acude a eacutel como remedio ocasional (Un hombre Aunque no se pueda amar Se decreta el amor-)

El rastreo podriacutea seguir amontonando tiacutetulos Premura sagrada (986) de Cristina Falcoacuten O960) Estaciones de miedo (I989) de Miriam Freilich Ruidos (992) de Paula Rivero Ceremonia del horno (993) de Rosana Hernaacutendez Pasquier O 995) La simiente constante O 994) de MarvelIa Correa etceacutetera con diversos grados de encierro dolor por la ausencia miedo Destacariacutea la intensidad sensual de la Ana Mariacutea Oviedo 04) que en De fuego o de ceniza (] 991) y aunque viva por momentos el veacutertigo amoroso se queja del desamor ( Tu lengua olvida mi boca Caigo hecha nudo punta de laacutetigo y sal en las rodillas) adoptando a veces la figura de la esposa (middotLa esposa duerme sola iquestQueacute dolor vela su quietud sino el deseo-) y sugiriendo al menos una vez una relacioacuten homose~al (middotGuiacuteas mis manos en la piel de la muchacha y no puedesabsolverme-)

Desde luego la poesiacutea amorosa femenina no se agota en la queja el encierro o la locura Y habriacutea un polo de esplendorque se opone al que acabo de esbozar Entre las amologizadas la Hanni OSSO[[ (946) de Hasta que llegue el diacutea y huyan las sombras O983) y El reino donde la noche se abre O 987) aunque oscile entre plenitud y carencia en el resto de su obra la Mariela Alvarez CI 947) de Textos de anatomiacutea comparada O987) con su proclamacioacuten de una mujer que funda el mundo a partir de su horizontalidad la Mariacutea Isabel Novillo (1954) de Metaacutelica virtud (1992) cuyas operaciones alquiacutemicas producen sabiduriacutea eroacutetica y lucishydez en el amor la Edda Armas (1955) de Cuerdas de serpiente (1985) Rojo circular O991) y Sable (I 994) capaz de afirmarse en el azar de los encuentros -nada es para siempre aun asiacute tiene el corazoacuten satisfechogt la beligerante Mhariacutea Vaacutezquez de Guerrero llevado adent7U la Alicia Torres de Fatal con su galeriacutea de mujeres desafiantes

24 25

La queja -siempre en el grupo de las seleccionadas aquiacute- puede integrarse en la provocativa actitud de quien se declara -la otra- como en De amantes (1984) de Elena Vera (939) en el rechazo de lo domeacutestico como en toda la obra de Maacutergara Russotto (946) y en Con-eo del coraz6n (985) de Yolanda Pantin puede tambieacuten recurrir a la ironiacutea tal la Reina Varela de Sentildeales de humoy Cantos rodados (993) o mantener la tensioacuten sin rendirse como las hablantes de Fuego de tierra (981) de Mariacutea Luisa Lazzaro y Poemas visibles (988) de Blanca Strepponi

Obviamente tambieacuten en otras autoras cabriacutea detectar una actitud en diversos sentidos distinta de la reduccioacuten a la queja La aparicioacuten de media docena de poemarios de muy joacutevenes escritoras manifestando firmeza desafiacuteo afinnacioacuten o desparpajo junto a la entrega o el lamento por la ausencia me hizo pensar en una posible evolucioacuten epocal o generacional Sin embargo algo de esto habiacutea ya en Nomenclatura cotidiana de Antonieta Madrid mientras que poetas tan joacutevenes como las que me llevaron a creer en el triunfo de un cambio han mantenido el tono predominante Y la de menos edad recogida en libro la Eva Suzzashyrini (972) de quien se incluyen cinco poemas en Antologiacutea de nadie (UCV Caracas 1993) reitera la liacuterica del cuerpo roto el miedo las laacutegrimas la ceniza y la sangre casi como si se cumpliera un programa

En cualquier caso quiero sentildealar el resplandor eroacutetico de En los extremos confines de tu cue1po(991) de Diana Lichy (962) que celebra la brasa del amor explicitando una y otra vez su derretimiento su perdishydoacuten y fusioacuten en el amado praacutecticamente divinizado ( Si me tocas me pierdo oscurezco me precipito como una nueva tonalidad de tu sombraN -Brasa en ti languidezco Reconstruyo mi cuerpo con tus huesos -Te vienes en miacute abrasas mis entrantildeas Me desgarras desatanshydo toda la furia adonnecida encerrada en los pilares de mis huesos Te vas hundiendo en miacutelluminoso como un dios en el primer diacutea de su creadoacuten) aunque el goce alterna con el alejamiento del otro ( Pero tuacute apareces y desapareces me tomas por asalto y te pierdes azaroso Y altivo-) dejaacutendola vaciacutea decidieacutendola a buscar otros amores

Otra faceta la representariacutea la ironizacioacuten de los materiales de cocinamiddot y de lo domeacutestico en general cuyas operaciones trasplantadas a teacutennishynos existendales vehiculan la autoafirmacioacuten de la hablante su serenishydad su exigencia respecto al hombre en Aposento del amanecer(991) de Eunice Escalona (950) Hay una satisfaccioacuten en mis huesos fuertesmiddot en -mi piel maternal definitiva y bellamiddot en la manipulacioacuten exitosa de la carne de las verduras y de la del hombre en la pertenencia a una estirpe femenina (hermana de mis hermanas que en las lejanas hogueras se consumen- iexcly no tenemos miedomiddot)

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En cuanto a la locura tan rozada y temida como deseada y elogiada un planteamiento que prolonga las amargas burlas de Miyoacute Vestrini al psicoanaacutelisis lo tendriacuteamos en el largo texto en prosa - nueve paacuteginasshyque da tiacutetulo a Encuentros del poeta con el psicoanalista (991) de Christiane Dimitriades (956) rechazando su reduccioacuten de las vivencias a esquemas mensurables SLl saber-poder su fundamentacioacuten en la culpa aunque el conflicto de la hablante queda apenas caracterizado

Apunto finalmente el nombre de dos de esas autoras que - vanamenshyte temo- me sugirieron el inicio de una nueva actitud de alguna manera colectiva Adriana Gibbs (966) en Parece otontildeo (993) muestra que si la ausencia marca a la mujer ella misma asume de entrada la posibilidad de irse (su hablante es La que promete habitarte aunque no permanezshycaN) la iniciativa sexual (te besa discretamente abriendo el cierre de los pantalones-) y la eventual bisexualidad de un tipo que la atrae (-Creo que le gustan los hombres Acepto si tambieacuten le gustan las mujeres-) Claudia Hernaacutendez (970) en El humo que me intenta (1993) adopta un agradable desenfado en las cuitas del desamor ( ahora me miras rabioshyso destrozado por el piso mientras que la brisa se lleva tus pedazos) El antoacutelogo se permite brindar por ellas

VI

Si hay un rasgo diferenciador de la escritura femenina maacutes allaacute de un muy estricto repertorio temaacutetico que no abarcariacutea sino tres o cuatro cosas (la obvia maternidad lo domeacutestico iexclen apenas una decena de libros y en general rechazado la figura esencial de la madre e incluso de la abuela de las hablantes y iquestqueacute maacutes) es el radical detallamiento del propio cuerpo acompantildeado de uno algo menor del cuerpo del amado - o de Ia amada Se me dijo un a vez que la poesiacutea masculina tambieacuten se referiacutea al cuerpo femenino sin que lograran esgrimir maacutes que dos ejemplos Antqnio Arraacuteiz y Juan Liscano (regalo otro el siempre olvidado Alfredo Arvelo Larriva) Pero aparte de que los respectivos repertorios sean materialmente limitados no parece haberse percibido -iexclde tan obvia-Ia diferencia fundamental los hombres hablan del cuelpoajeno aludiendo lpenas al que los constituye mientras que las mujeres dibujan en primer lugar el de elas -y por sobreabundanda esbozan tambieacuten el nuestrol3

Mucho hemos avanzado desde que Virginia Woolf confesara su fracashy-lO respecto a -decir la verdad acerca de mis propias experiencias en

13 Otro asumo es que la poesiacutea femenina en los uacuteltimos antildeos haya permeado a la lIIasculina permitiendo a Rafael Arraacuteiz Luca o iexclgor Barrero incorporar un anecdotario de 1lvadoras neveras cocinas granos despanamados o que el primero tematice repetidamenmiddot

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cuanto a cuerpo Dudo que mujer alguna haya resuelto esta dificultadshy(middotProfesiones para la mujer- Las mujeres y la literatura op cit p 72) Pues por lo menos en la liacuterica femenina venezolana medio centenar de poemarios expone en teacuterminos corporales su goce y su dolor su plenishytud sus carencias sus suentildeos deseos y desgarramientos

Para evitar redundancias adicionales remito a las notas y poemas de las aquiacute antologizadas sin dejar de sentildealar este rol muacuteltiple del cuerpo objeto de las agresiones sociopoliacuteticas del envejecimiento y de las mashyniobras suicidadas en Miyoacute Vestrini degradado por la domesticidad en Maacutergara Russoto y la Pantin de Correo del corazoacuten autosuficiente pero dispuesto a la entrega en Mariela Alvarez voluptuoso en la Elena Vera de De amantes la Hanni OSSO(( de un par de libros en Edda Armas Mariacutea Isabel Novillo Alicia Torres dado con conviccioacuten - y cierta sombra vampiacuterica- al amor lesbiana en Pantin y Jaffeacute arrasado por el desamor la ausencia el encierro la locura las mutilaciones y reducciones pero tambieacuten a veces por el placer en la Elena Vera de dos libros Mariacutea Luisa Lazzaro Cecilia Ortiz Manoacuten Kuumlbler Patricia Guzmaacuten Sonia Gonzaacutelez

te a sus hijas y el segundo asuma o invente al final de Soy el mucbacbo maacutes bermoso de esta ciudad(Fundarte Caracas 1987) middotUn poema de mi esposa Fabiola Vethencourtmiddot O (iexclue el Rafael Castillo Zapata de I-bol que cece rorcido (Traacutefico Caracas 1984) cante la oscura gesta de las mujeres empinadas que sostienen la casa En lo que respecta al tratamiento del cuerpo e l Harry Almela de Cantigas (Monte Avila Caracas 1990) da voz a la amada cantaacutendok al amadc con un erotismo tan lunar y materialmente corporizado como el caracteriacutestico de la poesiacutea femenina mientras que el hablante de Fraacutegil en el alba (Monte AVila Caracls 1993) explicita middotaIcaacutenzame en la mujer que hay en miacute toacutecame all iacute donde no hay nombre bull Tarpbieacuten Alejandro Bruzual en el El jardiacuten de las mujeres (Monte Avila Caracas 1993) detalla el cuerpo femenino canta a la mujer-diosa y acude a una galeiacutea de figuras literarias mitoloacutegicas y biacuteblicas (Dido Beatriz Euriacutedice Salomeacute etceacutetera) Pienso que la impregnacioacuten alcanza igualmente al Luis Alberto Crespo que en Maacutes afuera (Monte Avila Caracas 1993) ofrece el maacutes bello poema autoeroacuteiexclico que haya leiacutedo jamaacutes Yofui tu novio con los labios rojos y me desvestiacutea y me iexcloca ba cuando tUacute no estabas Cuando queriacutea saber de ti Yo era tu mujer si cerraba los ojosy cuidaba nuestra desgracia como una baraja Tuacute me enseilaste a besarme ( ) Nuestro anillo adelgaza iquestCuaacutento tiene que no duele Dicen que eres bella iQueacute soledad bull Hay en todo esto un cambio de sensibil idad en que acaso el discurso masculino esteacute liberaacutendose de rigideces supuestamente viriles permitieacutenshydose sacar a lote un allima antes autocensurada o reprimida Puede que esteacute no menos respondiendo al middotdesafiacuteomiddot representado por un discurso femenino desarrollado a lo largo de los uacuteltimos veinticinco antildeos --ltgt sesenta si contamos desde Mariacutea Calcantildeo-- sin cuyo previo aporte sospecho que tal intlexioacuten de la sensibilidad no hubiera sido posible

En cuanto a un -fdncionalmente disringuible- discurso homosexual masculino (el Arshy

mando Rojas Guardia de lIacia la l10cbe viva FabriArt Caracas 1989 el Rafael Castillo Zapata de Elttacioacutell de traacutemilo Pequentildea Venecia Caracas 1992) seguiriacutea la pauta de la poesiacutea escrita por hOlJlbres casi inexistentes referencias al propio cuerpo discreto detallashymiento del cuerpo d I amado

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herido por el aborto en Maritza Jimeacutenez por la maternidad en Mariacutea Auxiliadora Alvarez Detallado siempre en mayor o menor grado y detallando el cuerpo que interactuacutea con ellas l4

Del conjunto que pudiera traerse a colacioacuten recordareacute que igualmenshyte en la Teresa Coraspe de Las fieras se dan golpes de pecbo y la Eddy Godoy de Yerba negra la guerra se daba en teacutenninos corporales Como realizaciones peculiares citareacute a la Ondina Fernaacutendez (961) que en Se fueron las edades (991) plantea el conflicto quizaacutes particularmente adolescente de que la enumeracioacuten de los elementos de su cuerpo la lleva al desconcierto de no coincidir con la suma de sus partes (No soy estos ojos estos cabellos esta boca) y la inquietante poesiacutea oniacuterica de Gris intemperie (993) de Ana Coromoto Salas que recupera la sensuashylidad de una naturaleza con la que a veces se identifica la hablante insistiendo en lo erecto femenino (el nenuacutefar seraacute Erectas formas () descansando sobre amables redondeces) y masculino (el grillo erecto y viril) Para detenerme en Aposentos (1985) de Yolanda Blanco

Aquiacute -prolongando segurameme sin saberlo a Mariacutea Calcantildeo- hay como un regusto inaugural en la afirmacioacuten de lo femenino que llega quizaacutes al abuso terminoloacutegico mujer(es) utilizado 36 veces cue1po 17 hijola(s) 17 sangre 12 luna(s) 10 seno(s) 8 hembra(s) 7 sexo(s) 7 estroacutegeno(s) 4 falopio(s) o trornpas de 4 pubis 4 barriga 3 Agregando pechos regla vagina ovarios menopausia uacutetero cliacutetoris preiiez parto genes nalgas trasero caderas muslos etceacutetera encontraJiamos dibujashydo un cuerpo del que se insiste en la sexualidad en su sentido maacutes material Sin embargo no se trata de inventariar goces posibles sino en primer lugar de reivindicar la propia corporeidad con una marcada insistencia en el aspecto maternal y en segundo lugar de denunciar la opresioacuten de dicho cuerpo por el hombre anverso y reverso de una misma actitud

Yolanda Blanco asume imaacutegenes y rasgos tradicionalmente adjudicashydos a lo femenino a veces con ironiacutea otras con rabia acusatoria pero

si siempre con la seriedad de quien descubre en siacute cierta profundidad oIrquetiacutepica Sangre luna tien-a y maternidad son las nociones claves y Itlacionadas prolongaacutendose en dos tipos de asociaciones lo vegetal por una parte (musgo fruta fresa flora silvestre durazno palo de lI t ranjo y azahares mangos cerezos ) lo oculto por la otra (nido

Helena Arauacutejo encuentra un abanico casi similar de posibilidades en la tematizacioacuten 11e rotismo por la poesiacutea femenina latinoamericana middotActo doblemente transgresor como

lC rlt ura al incluir lo que no debe o no puedf decirse el erotismo denuncia la crispacioacuten del IIilrpCgt colonizado pero tambieacuten celebra su gozo y su placer (op cit p 187)

29

colmena estratos geoloacutegicos ademaacutes de los mencionados oacuterganos glaacutenshydulas y humores internos) El cuerpo en esta red metafoacuterica tiende a ser paisaje Surja de mis muslos el musgo que calentar pueda la montantildea las dunas Embellezca mi desierto ese agua de cuarzo que escondo Soy de piel la pared Geoacutelogos huellan mis estratos Buscan oro-o

El punto de encuentro entre la floracioacuten y lo oculto es la alquimia de la sangre menstruacioacuten que tintildee los versoS con toda una imagineriacutea en variantes de rojo granate -manantial de felpa- amaranto enrojecido Los poemas registran lo inicialiniciaacutetico de esa primera sangre el miedo el asombro pero tambieacuten el orgullo la potencialidad de los cuatrocientos hijos del cuerpo-casa no menos la preocupacioacuten por la menopausia

como futura marchitez En la autoafirmacioacuten se encuentra lo mejor de un canto a siacute misma que

soacutelo una mujer -pienso- podria escribir En la middotdenunciamiddot (middotCiudadana de segunda buroacutecrata sin rango De repente sortaria de un voto sin bocal A destajo trabajadora proletaria en pleno subdesarrollo Y un largo etceacutetera que incluye lo domeacutestico los abortos obligados por la miseria los nintildeos sin padre pero tambieacuten las ozagaletonas que emperishyfolladas pasan encueradas) lo peor -y no estoy cayendo en los planteashy

mientos virginiawoolfianos

VII

A vuelapluma sentildealareacute algunos rasgos que exigirian una elaboracioacuten pausada y detallada los subrayo en el desorden de estas notas apenas

como pistas Brevedad 58 de los 150 tiacutetulos examinados estaacuten conformados total

o fundamentalmente por poemas breves considerando tales los que no superan las cincuenta palabras Otra quincena de libros contiene numeshyrosos poemas breves - pero siempre menos de la mitad-o Si extendieacuterashymos el liacutemite de la brevedad hasta las setenta palabras legariacuteamos casi al centenar de tiacutetulos Desde luego se trata de una modalidad general de la nueva liacuterica venezolana e incluso en la femenina es maacutes patente la influenda de autores como Luis Alberto Crespo y Reynaldo Peacuterez SOacute que la de por ejemplo Antonieta Madrid o Edda Armas Las peculiaridades que encuentro en el conjunto que nos ocupa vendriacutean a ser dos la brevedad es utilizada mayoritariamente para la exploracioacuten sentimenshytal sobre todo para esa queja amorosa en situaciones de desamor ausencia y encierro como si su caraacutecter tirubeante- sus violencias sinshytaacutecticas sus silencios- fueran idoacuteneos y casi nunca se nos entregan

u

poemas sueltos- sino relacionados con cierto grado de organiddad alcanzando con frecuencia la absoluta coherencia de libros unitariosl5bull

La casa como tema Bastaria remitir a los recieacuten nombrados Crespo y Peacuterez SOacute - entre tantos otros- para tener claro que no es un asunto exclusivamente femenino Sin embargo se lo desarrolla insistentemente en esta liacuterica Habria que distinguir la casa de la infancta siempre nostalgiada siempre perdida y la casa de la adultez con tres variantes principales su rechazo como encierro domeacutestico la identificacioacuten cuershypo-casa devastados ambos en el desamor la casa como refugio y hasta como plenitud ~posibilidad menos tratada Hanni Ossott para lo primeshyro Eunice Escalona para lo segundo-o A la casa de la infancia estaacute ligada la presencia fundamental de la madre y tambieacuten de la abuela -el padre es una figura minoritaria ]affeacute Novillo la Mariacutea Luisa Lazzaro que teme que rediviva en los amantes la Celalba Rivera 07) de Bajo el signo del ctelo (1991) y pocas maacutes- con una sensualidad en la caracterizacioacuten que nos devolveriacutea al cuerpo por otros caminos asiacute en Gris intemperie de Ana Coramoto Salas (Mirar hacia elliacutemite errar en burbujas de vientre en el mullido jugoso de sus senos Beso el rastro de mi madre resbalan manos de alga por mi cuerpo Persisto en curvarme en la blandura antigua- etc) y respecto a la abuela en Ce-emonia del homo de Rosana I-Iernaacutendez Pasquier (middotSus senos son dos mundos redondos melones tiernos-) Obviamente el amor a la madre no excluye el conflicto (Miyoacute Vestrini Gloria Martiacuten Poemas Visibles de StrepponD

Extranjeridad el asunto me ha llamado la atencioacuten en contraste con el subsistema masculino del que estaacute praacutecticamente ausente -habriacutea que remitirse casi a Mi pad~ el inmigrante (Suma Caracas 1945 y reediciones) de Vicente Gerbasi- y con la nueva narrativa donde lo que se destaca es la venezolanidad de los hijos de los inmigrantes En camshybio en la liacuterica femenina por una parte se establece la figura de la ~tranjera - desde Mustia memoria de Laura Cracco quien la tematiza ntralmente hasta Solitario ofiCio de horas desnudas (993) de Diana chy asociaacutendola a la radical soledad de la escritura- y por otra se la

15 Varias veces he sugerido razones epoca les para explicar no soacutel o el poema breve sino (iexclre todo el desarrollo simultaacuteneo de lo breveen poesiacutea cuemo e incluso cine ademaacutes de

l rorrespondiemes a cada campo Quiti valga la pena antildeadir una observacioacuten de Virginia Xllr middotEllibro tiene que adaptarse en cieno modo al cuerpo y hablando al azar diriacutea que 1 lib ros de las mujeres deberiacutean ser maacutescollos maacutes concemrados que los de los hombres

IIMlruidos de modo que no requie ran largos ralOS de trabajo regular e inimerrumpido 1 lI lue imerrupciuacutel1es siempre las habraacute (Una bahitacloacuten propia op cil p J07)

31

explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

33 32

SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

331

210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 12: Yolanda Pantin

mismo sentido de carencia del otro que en decenas de poemaJios heteshyrosexuales asiacute como resulta plenitud eroacutetica en la liacuterica homosexual de Veroacutenica Jaffeacute y voluptuosidad vampirescamiddot en la de Yolanda Pamin proponieacutendonos un vampiro que todos necesitamos descubrir dentro de nosotrosll

Un extremado desasimiento existencial lo encontrariacuteamos en Nada que ver (I989) de Claudia Noguera O3) reiterando hasta el sofoco verbos como buscar desesperar destruir ocultar morir enterrar lastishymar violentar tropezar dudar perder y sustantivos como silencio miedo muerte memoria sombra laberinto La hablante se caracteriza como suicida y moribunda ciega- -aterrorizada- enterrada Sus acshyciones consisten en ocultarse dentro de siacute perderse en su propio laberinshyto buscar raiacuteces o retornar a piedras en una sostenida situacioacuten de encierro (habitacioacuten sin muebles en la casa en la colin) en la que tambieacuten se escribe con una poeacutetica similarmente devastada Lo terribleshyque provoca esta serie de experiencias se nos hace algo vago -como en muchos otros poemarios- y atribuiacuterselo al desamor seriacutea acaso reductishyva aunque la hablante proclame pues soy yo la que combate suicida y moribunda por ese corazoacuten tuyo que no cesa de girar- y soacutelo parece encontrar - de nuevo como en muchos otros poemarios- cierta esperanshyza en un erotismo fijado en el pasado He estado allaacute en esa frontera donde la piel se convierte en una sola-o

Con Adicta al miacuteedo(991) de Blanca Baldoacute (952) llegariacuteamos a una dedicacioacuten casi absoluta al miedo y la locura que impregnan parcialmen te unos cuarenta poemariosl 2

bullbullYo estoy adicta al miedo Mi verdadera adiccioacuten es la paranoia Es un mal que estaacute en el aire Muchos lo reconoceraacuten Unos se meten debajo de la cama Otros se esconden en el closet Otros simplemente oyen voces-o Este apunte de colectividad en la demencia no impide que la hablante lo viva de la manera maacutes personal ( Tu prisioacuten es cerebral- Acepta el bantildeo es donde estaacutes proteshygida Aunque tampoco nadie te estaacute persiguiendo sino tuacute misma) Soledad llanto alcohol paso del tiempo (middotSoy la mujer que ve su cara

11 Seacute que Riacutesquez insiste en que -la homosexual idad soacutelo exiSle en los hombres y que no hay homosexualidad femenina Todas las mujeres son middothomosexuales- Cuando nace una nintildea lo prime ro que hace es mamar de los senos de otra mujer de grande se enamora de Olra que llama su hija bull (op Ci p 108 Y muchos otros pasajes del libro) Me falta ciencia -y experiencia- para discutir el punto asiacute que me limito a sentildealarlo

12 Helena Arauacutejo sentildeala como elemento frecuente en la narrativa femenina latinoameshyricana una imagineriacutea alucinada vinculada a lo reprimido y lo traumaacuteticomiddot con insistencia In protagonistas arrasadas por -La neurosis la histeria el desequilibrio mental y emocionalmiddot (Op Cil p 132)

a ratos derretirse en el espejo) se combinan Con una religiosidad exasshyperada que critica a las Iglesias establecidas e incrimina directamente a Dios (iquestHasta cuaacutendo me escondo iquestPor queacute me creaste Escoacutendete de Dios contildeo que no te veamiddot -Quizaacutes eres tan perfecto tan fuerte que necesitas un espejo que se quiebre ) El encierro - en la casa y dentro de la casa en el bantildeo- sentido como insoportable apela a la muerte (-Me canseacute de esconderme Prefiero morir No quiero seguir aquiacute encerrada-) que se vive imaginariamente (recuerdo a todos mis novios llevando mi atauacuted-) sin que se cumpla del todo (hace ailos que me suicido pero no muero iquestCuaacutentas veces he muerto ) El amor ante este -canto de muerte- -que remitiriacutea a Miyoacute Vestrini pero sin su exposicioacuten de motivos- no sirve de gran cosa (No hubo ninguacuten amor que me hizo sentir bien) no obstante se acude a eacutel como remedio ocasional (Un hombre Aunque no se pueda amar Se decreta el amor-)

El rastreo podriacutea seguir amontonando tiacutetulos Premura sagrada (986) de Cristina Falcoacuten O960) Estaciones de miedo (I989) de Miriam Freilich Ruidos (992) de Paula Rivero Ceremonia del horno (993) de Rosana Hernaacutendez Pasquier O 995) La simiente constante O 994) de MarvelIa Correa etceacutetera con diversos grados de encierro dolor por la ausencia miedo Destacariacutea la intensidad sensual de la Ana Mariacutea Oviedo 04) que en De fuego o de ceniza (] 991) y aunque viva por momentos el veacutertigo amoroso se queja del desamor ( Tu lengua olvida mi boca Caigo hecha nudo punta de laacutetigo y sal en las rodillas) adoptando a veces la figura de la esposa (middotLa esposa duerme sola iquestQueacute dolor vela su quietud sino el deseo-) y sugiriendo al menos una vez una relacioacuten homose~al (middotGuiacuteas mis manos en la piel de la muchacha y no puedesabsolverme-)

Desde luego la poesiacutea amorosa femenina no se agota en la queja el encierro o la locura Y habriacutea un polo de esplendorque se opone al que acabo de esbozar Entre las amologizadas la Hanni OSSO[[ (946) de Hasta que llegue el diacutea y huyan las sombras O983) y El reino donde la noche se abre O 987) aunque oscile entre plenitud y carencia en el resto de su obra la Mariela Alvarez CI 947) de Textos de anatomiacutea comparada O987) con su proclamacioacuten de una mujer que funda el mundo a partir de su horizontalidad la Mariacutea Isabel Novillo (1954) de Metaacutelica virtud (1992) cuyas operaciones alquiacutemicas producen sabiduriacutea eroacutetica y lucishydez en el amor la Edda Armas (1955) de Cuerdas de serpiente (1985) Rojo circular O991) y Sable (I 994) capaz de afirmarse en el azar de los encuentros -nada es para siempre aun asiacute tiene el corazoacuten satisfechogt la beligerante Mhariacutea Vaacutezquez de Guerrero llevado adent7U la Alicia Torres de Fatal con su galeriacutea de mujeres desafiantes

24 25

La queja -siempre en el grupo de las seleccionadas aquiacute- puede integrarse en la provocativa actitud de quien se declara -la otra- como en De amantes (1984) de Elena Vera (939) en el rechazo de lo domeacutestico como en toda la obra de Maacutergara Russotto (946) y en Con-eo del coraz6n (985) de Yolanda Pantin puede tambieacuten recurrir a la ironiacutea tal la Reina Varela de Sentildeales de humoy Cantos rodados (993) o mantener la tensioacuten sin rendirse como las hablantes de Fuego de tierra (981) de Mariacutea Luisa Lazzaro y Poemas visibles (988) de Blanca Strepponi

Obviamente tambieacuten en otras autoras cabriacutea detectar una actitud en diversos sentidos distinta de la reduccioacuten a la queja La aparicioacuten de media docena de poemarios de muy joacutevenes escritoras manifestando firmeza desafiacuteo afinnacioacuten o desparpajo junto a la entrega o el lamento por la ausencia me hizo pensar en una posible evolucioacuten epocal o generacional Sin embargo algo de esto habiacutea ya en Nomenclatura cotidiana de Antonieta Madrid mientras que poetas tan joacutevenes como las que me llevaron a creer en el triunfo de un cambio han mantenido el tono predominante Y la de menos edad recogida en libro la Eva Suzzashyrini (972) de quien se incluyen cinco poemas en Antologiacutea de nadie (UCV Caracas 1993) reitera la liacuterica del cuerpo roto el miedo las laacutegrimas la ceniza y la sangre casi como si se cumpliera un programa

En cualquier caso quiero sentildealar el resplandor eroacutetico de En los extremos confines de tu cue1po(991) de Diana Lichy (962) que celebra la brasa del amor explicitando una y otra vez su derretimiento su perdishydoacuten y fusioacuten en el amado praacutecticamente divinizado ( Si me tocas me pierdo oscurezco me precipito como una nueva tonalidad de tu sombraN -Brasa en ti languidezco Reconstruyo mi cuerpo con tus huesos -Te vienes en miacute abrasas mis entrantildeas Me desgarras desatanshydo toda la furia adonnecida encerrada en los pilares de mis huesos Te vas hundiendo en miacutelluminoso como un dios en el primer diacutea de su creadoacuten) aunque el goce alterna con el alejamiento del otro ( Pero tuacute apareces y desapareces me tomas por asalto y te pierdes azaroso Y altivo-) dejaacutendola vaciacutea decidieacutendola a buscar otros amores

Otra faceta la representariacutea la ironizacioacuten de los materiales de cocinamiddot y de lo domeacutestico en general cuyas operaciones trasplantadas a teacutennishynos existendales vehiculan la autoafirmacioacuten de la hablante su serenishydad su exigencia respecto al hombre en Aposento del amanecer(991) de Eunice Escalona (950) Hay una satisfaccioacuten en mis huesos fuertesmiddot en -mi piel maternal definitiva y bellamiddot en la manipulacioacuten exitosa de la carne de las verduras y de la del hombre en la pertenencia a una estirpe femenina (hermana de mis hermanas que en las lejanas hogueras se consumen- iexcly no tenemos miedomiddot)

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En cuanto a la locura tan rozada y temida como deseada y elogiada un planteamiento que prolonga las amargas burlas de Miyoacute Vestrini al psicoanaacutelisis lo tendriacuteamos en el largo texto en prosa - nueve paacuteginasshyque da tiacutetulo a Encuentros del poeta con el psicoanalista (991) de Christiane Dimitriades (956) rechazando su reduccioacuten de las vivencias a esquemas mensurables SLl saber-poder su fundamentacioacuten en la culpa aunque el conflicto de la hablante queda apenas caracterizado

Apunto finalmente el nombre de dos de esas autoras que - vanamenshyte temo- me sugirieron el inicio de una nueva actitud de alguna manera colectiva Adriana Gibbs (966) en Parece otontildeo (993) muestra que si la ausencia marca a la mujer ella misma asume de entrada la posibilidad de irse (su hablante es La que promete habitarte aunque no permanezshycaN) la iniciativa sexual (te besa discretamente abriendo el cierre de los pantalones-) y la eventual bisexualidad de un tipo que la atrae (-Creo que le gustan los hombres Acepto si tambieacuten le gustan las mujeres-) Claudia Hernaacutendez (970) en El humo que me intenta (1993) adopta un agradable desenfado en las cuitas del desamor ( ahora me miras rabioshyso destrozado por el piso mientras que la brisa se lleva tus pedazos) El antoacutelogo se permite brindar por ellas

VI

Si hay un rasgo diferenciador de la escritura femenina maacutes allaacute de un muy estricto repertorio temaacutetico que no abarcariacutea sino tres o cuatro cosas (la obvia maternidad lo domeacutestico iexclen apenas una decena de libros y en general rechazado la figura esencial de la madre e incluso de la abuela de las hablantes y iquestqueacute maacutes) es el radical detallamiento del propio cuerpo acompantildeado de uno algo menor del cuerpo del amado - o de Ia amada Se me dijo un a vez que la poesiacutea masculina tambieacuten se referiacutea al cuerpo femenino sin que lograran esgrimir maacutes que dos ejemplos Antqnio Arraacuteiz y Juan Liscano (regalo otro el siempre olvidado Alfredo Arvelo Larriva) Pero aparte de que los respectivos repertorios sean materialmente limitados no parece haberse percibido -iexclde tan obvia-Ia diferencia fundamental los hombres hablan del cuelpoajeno aludiendo lpenas al que los constituye mientras que las mujeres dibujan en primer lugar el de elas -y por sobreabundanda esbozan tambieacuten el nuestrol3

Mucho hemos avanzado desde que Virginia Woolf confesara su fracashy-lO respecto a -decir la verdad acerca de mis propias experiencias en

13 Otro asumo es que la poesiacutea femenina en los uacuteltimos antildeos haya permeado a la lIIasculina permitiendo a Rafael Arraacuteiz Luca o iexclgor Barrero incorporar un anecdotario de 1lvadoras neveras cocinas granos despanamados o que el primero tematice repetidamenmiddot

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cuanto a cuerpo Dudo que mujer alguna haya resuelto esta dificultadshy(middotProfesiones para la mujer- Las mujeres y la literatura op cit p 72) Pues por lo menos en la liacuterica femenina venezolana medio centenar de poemarios expone en teacuterminos corporales su goce y su dolor su plenishytud sus carencias sus suentildeos deseos y desgarramientos

Para evitar redundancias adicionales remito a las notas y poemas de las aquiacute antologizadas sin dejar de sentildealar este rol muacuteltiple del cuerpo objeto de las agresiones sociopoliacuteticas del envejecimiento y de las mashyniobras suicidadas en Miyoacute Vestrini degradado por la domesticidad en Maacutergara Russoto y la Pantin de Correo del corazoacuten autosuficiente pero dispuesto a la entrega en Mariela Alvarez voluptuoso en la Elena Vera de De amantes la Hanni OSSO(( de un par de libros en Edda Armas Mariacutea Isabel Novillo Alicia Torres dado con conviccioacuten - y cierta sombra vampiacuterica- al amor lesbiana en Pantin y Jaffeacute arrasado por el desamor la ausencia el encierro la locura las mutilaciones y reducciones pero tambieacuten a veces por el placer en la Elena Vera de dos libros Mariacutea Luisa Lazzaro Cecilia Ortiz Manoacuten Kuumlbler Patricia Guzmaacuten Sonia Gonzaacutelez

te a sus hijas y el segundo asuma o invente al final de Soy el mucbacbo maacutes bermoso de esta ciudad(Fundarte Caracas 1987) middotUn poema de mi esposa Fabiola Vethencourtmiddot O (iexclue el Rafael Castillo Zapata de I-bol que cece rorcido (Traacutefico Caracas 1984) cante la oscura gesta de las mujeres empinadas que sostienen la casa En lo que respecta al tratamiento del cuerpo e l Harry Almela de Cantigas (Monte Avila Caracas 1990) da voz a la amada cantaacutendok al amadc con un erotismo tan lunar y materialmente corporizado como el caracteriacutestico de la poesiacutea femenina mientras que el hablante de Fraacutegil en el alba (Monte AVila Caracls 1993) explicita middotaIcaacutenzame en la mujer que hay en miacute toacutecame all iacute donde no hay nombre bull Tarpbieacuten Alejandro Bruzual en el El jardiacuten de las mujeres (Monte Avila Caracas 1993) detalla el cuerpo femenino canta a la mujer-diosa y acude a una galeiacutea de figuras literarias mitoloacutegicas y biacuteblicas (Dido Beatriz Euriacutedice Salomeacute etceacutetera) Pienso que la impregnacioacuten alcanza igualmente al Luis Alberto Crespo que en Maacutes afuera (Monte Avila Caracas 1993) ofrece el maacutes bello poema autoeroacuteiexclico que haya leiacutedo jamaacutes Yofui tu novio con los labios rojos y me desvestiacutea y me iexcloca ba cuando tUacute no estabas Cuando queriacutea saber de ti Yo era tu mujer si cerraba los ojosy cuidaba nuestra desgracia como una baraja Tuacute me enseilaste a besarme ( ) Nuestro anillo adelgaza iquestCuaacutento tiene que no duele Dicen que eres bella iQueacute soledad bull Hay en todo esto un cambio de sensibil idad en que acaso el discurso masculino esteacute liberaacutendose de rigideces supuestamente viriles permitieacutenshydose sacar a lote un allima antes autocensurada o reprimida Puede que esteacute no menos respondiendo al middotdesafiacuteomiddot representado por un discurso femenino desarrollado a lo largo de los uacuteltimos veinticinco antildeos --ltgt sesenta si contamos desde Mariacutea Calcantildeo-- sin cuyo previo aporte sospecho que tal intlexioacuten de la sensibilidad no hubiera sido posible

En cuanto a un -fdncionalmente disringuible- discurso homosexual masculino (el Arshy

mando Rojas Guardia de lIacia la l10cbe viva FabriArt Caracas 1989 el Rafael Castillo Zapata de Elttacioacutell de traacutemilo Pequentildea Venecia Caracas 1992) seguiriacutea la pauta de la poesiacutea escrita por hOlJlbres casi inexistentes referencias al propio cuerpo discreto detallashymiento del cuerpo d I amado

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herido por el aborto en Maritza Jimeacutenez por la maternidad en Mariacutea Auxiliadora Alvarez Detallado siempre en mayor o menor grado y detallando el cuerpo que interactuacutea con ellas l4

Del conjunto que pudiera traerse a colacioacuten recordareacute que igualmenshyte en la Teresa Coraspe de Las fieras se dan golpes de pecbo y la Eddy Godoy de Yerba negra la guerra se daba en teacutenninos corporales Como realizaciones peculiares citareacute a la Ondina Fernaacutendez (961) que en Se fueron las edades (991) plantea el conflicto quizaacutes particularmente adolescente de que la enumeracioacuten de los elementos de su cuerpo la lleva al desconcierto de no coincidir con la suma de sus partes (No soy estos ojos estos cabellos esta boca) y la inquietante poesiacutea oniacuterica de Gris intemperie (993) de Ana Coromoto Salas que recupera la sensuashylidad de una naturaleza con la que a veces se identifica la hablante insistiendo en lo erecto femenino (el nenuacutefar seraacute Erectas formas () descansando sobre amables redondeces) y masculino (el grillo erecto y viril) Para detenerme en Aposentos (1985) de Yolanda Blanco

Aquiacute -prolongando segurameme sin saberlo a Mariacutea Calcantildeo- hay como un regusto inaugural en la afirmacioacuten de lo femenino que llega quizaacutes al abuso terminoloacutegico mujer(es) utilizado 36 veces cue1po 17 hijola(s) 17 sangre 12 luna(s) 10 seno(s) 8 hembra(s) 7 sexo(s) 7 estroacutegeno(s) 4 falopio(s) o trornpas de 4 pubis 4 barriga 3 Agregando pechos regla vagina ovarios menopausia uacutetero cliacutetoris preiiez parto genes nalgas trasero caderas muslos etceacutetera encontraJiamos dibujashydo un cuerpo del que se insiste en la sexualidad en su sentido maacutes material Sin embargo no se trata de inventariar goces posibles sino en primer lugar de reivindicar la propia corporeidad con una marcada insistencia en el aspecto maternal y en segundo lugar de denunciar la opresioacuten de dicho cuerpo por el hombre anverso y reverso de una misma actitud

Yolanda Blanco asume imaacutegenes y rasgos tradicionalmente adjudicashydos a lo femenino a veces con ironiacutea otras con rabia acusatoria pero

si siempre con la seriedad de quien descubre en siacute cierta profundidad oIrquetiacutepica Sangre luna tien-a y maternidad son las nociones claves y Itlacionadas prolongaacutendose en dos tipos de asociaciones lo vegetal por una parte (musgo fruta fresa flora silvestre durazno palo de lI t ranjo y azahares mangos cerezos ) lo oculto por la otra (nido

Helena Arauacutejo encuentra un abanico casi similar de posibilidades en la tematizacioacuten 11e rotismo por la poesiacutea femenina latinoamericana middotActo doblemente transgresor como

lC rlt ura al incluir lo que no debe o no puedf decirse el erotismo denuncia la crispacioacuten del IIilrpCgt colonizado pero tambieacuten celebra su gozo y su placer (op cit p 187)

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colmena estratos geoloacutegicos ademaacutes de los mencionados oacuterganos glaacutenshydulas y humores internos) El cuerpo en esta red metafoacuterica tiende a ser paisaje Surja de mis muslos el musgo que calentar pueda la montantildea las dunas Embellezca mi desierto ese agua de cuarzo que escondo Soy de piel la pared Geoacutelogos huellan mis estratos Buscan oro-o

El punto de encuentro entre la floracioacuten y lo oculto es la alquimia de la sangre menstruacioacuten que tintildee los versoS con toda una imagineriacutea en variantes de rojo granate -manantial de felpa- amaranto enrojecido Los poemas registran lo inicialiniciaacutetico de esa primera sangre el miedo el asombro pero tambieacuten el orgullo la potencialidad de los cuatrocientos hijos del cuerpo-casa no menos la preocupacioacuten por la menopausia

como futura marchitez En la autoafirmacioacuten se encuentra lo mejor de un canto a siacute misma que

soacutelo una mujer -pienso- podria escribir En la middotdenunciamiddot (middotCiudadana de segunda buroacutecrata sin rango De repente sortaria de un voto sin bocal A destajo trabajadora proletaria en pleno subdesarrollo Y un largo etceacutetera que incluye lo domeacutestico los abortos obligados por la miseria los nintildeos sin padre pero tambieacuten las ozagaletonas que emperishyfolladas pasan encueradas) lo peor -y no estoy cayendo en los planteashy

mientos virginiawoolfianos

VII

A vuelapluma sentildealareacute algunos rasgos que exigirian una elaboracioacuten pausada y detallada los subrayo en el desorden de estas notas apenas

como pistas Brevedad 58 de los 150 tiacutetulos examinados estaacuten conformados total

o fundamentalmente por poemas breves considerando tales los que no superan las cincuenta palabras Otra quincena de libros contiene numeshyrosos poemas breves - pero siempre menos de la mitad-o Si extendieacuterashymos el liacutemite de la brevedad hasta las setenta palabras legariacuteamos casi al centenar de tiacutetulos Desde luego se trata de una modalidad general de la nueva liacuterica venezolana e incluso en la femenina es maacutes patente la influenda de autores como Luis Alberto Crespo y Reynaldo Peacuterez SOacute que la de por ejemplo Antonieta Madrid o Edda Armas Las peculiaridades que encuentro en el conjunto que nos ocupa vendriacutean a ser dos la brevedad es utilizada mayoritariamente para la exploracioacuten sentimenshytal sobre todo para esa queja amorosa en situaciones de desamor ausencia y encierro como si su caraacutecter tirubeante- sus violencias sinshytaacutecticas sus silencios- fueran idoacuteneos y casi nunca se nos entregan

u

poemas sueltos- sino relacionados con cierto grado de organiddad alcanzando con frecuencia la absoluta coherencia de libros unitariosl5bull

La casa como tema Bastaria remitir a los recieacuten nombrados Crespo y Peacuterez SOacute - entre tantos otros- para tener claro que no es un asunto exclusivamente femenino Sin embargo se lo desarrolla insistentemente en esta liacuterica Habria que distinguir la casa de la infancta siempre nostalgiada siempre perdida y la casa de la adultez con tres variantes principales su rechazo como encierro domeacutestico la identificacioacuten cuershypo-casa devastados ambos en el desamor la casa como refugio y hasta como plenitud ~posibilidad menos tratada Hanni Ossott para lo primeshyro Eunice Escalona para lo segundo-o A la casa de la infancia estaacute ligada la presencia fundamental de la madre y tambieacuten de la abuela -el padre es una figura minoritaria ]affeacute Novillo la Mariacutea Luisa Lazzaro que teme que rediviva en los amantes la Celalba Rivera 07) de Bajo el signo del ctelo (1991) y pocas maacutes- con una sensualidad en la caracterizacioacuten que nos devolveriacutea al cuerpo por otros caminos asiacute en Gris intemperie de Ana Coramoto Salas (Mirar hacia elliacutemite errar en burbujas de vientre en el mullido jugoso de sus senos Beso el rastro de mi madre resbalan manos de alga por mi cuerpo Persisto en curvarme en la blandura antigua- etc) y respecto a la abuela en Ce-emonia del homo de Rosana I-Iernaacutendez Pasquier (middotSus senos son dos mundos redondos melones tiernos-) Obviamente el amor a la madre no excluye el conflicto (Miyoacute Vestrini Gloria Martiacuten Poemas Visibles de StrepponD

Extranjeridad el asunto me ha llamado la atencioacuten en contraste con el subsistema masculino del que estaacute praacutecticamente ausente -habriacutea que remitirse casi a Mi pad~ el inmigrante (Suma Caracas 1945 y reediciones) de Vicente Gerbasi- y con la nueva narrativa donde lo que se destaca es la venezolanidad de los hijos de los inmigrantes En camshybio en la liacuterica femenina por una parte se establece la figura de la ~tranjera - desde Mustia memoria de Laura Cracco quien la tematiza ntralmente hasta Solitario ofiCio de horas desnudas (993) de Diana chy asociaacutendola a la radical soledad de la escritura- y por otra se la

15 Varias veces he sugerido razones epoca les para explicar no soacutel o el poema breve sino (iexclre todo el desarrollo simultaacuteneo de lo breveen poesiacutea cuemo e incluso cine ademaacutes de

l rorrespondiemes a cada campo Quiti valga la pena antildeadir una observacioacuten de Virginia Xllr middotEllibro tiene que adaptarse en cieno modo al cuerpo y hablando al azar diriacutea que 1 lib ros de las mujeres deberiacutean ser maacutescollos maacutes concemrados que los de los hombres

IIMlruidos de modo que no requie ran largos ralOS de trabajo regular e inimerrumpido 1 lI lue imerrupciuacutel1es siempre las habraacute (Una bahitacloacuten propia op cil p J07)

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explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

33 32

SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

331

210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 13: Yolanda Pantin

La queja -siempre en el grupo de las seleccionadas aquiacute- puede integrarse en la provocativa actitud de quien se declara -la otra- como en De amantes (1984) de Elena Vera (939) en el rechazo de lo domeacutestico como en toda la obra de Maacutergara Russotto (946) y en Con-eo del coraz6n (985) de Yolanda Pantin puede tambieacuten recurrir a la ironiacutea tal la Reina Varela de Sentildeales de humoy Cantos rodados (993) o mantener la tensioacuten sin rendirse como las hablantes de Fuego de tierra (981) de Mariacutea Luisa Lazzaro y Poemas visibles (988) de Blanca Strepponi

Obviamente tambieacuten en otras autoras cabriacutea detectar una actitud en diversos sentidos distinta de la reduccioacuten a la queja La aparicioacuten de media docena de poemarios de muy joacutevenes escritoras manifestando firmeza desafiacuteo afinnacioacuten o desparpajo junto a la entrega o el lamento por la ausencia me hizo pensar en una posible evolucioacuten epocal o generacional Sin embargo algo de esto habiacutea ya en Nomenclatura cotidiana de Antonieta Madrid mientras que poetas tan joacutevenes como las que me llevaron a creer en el triunfo de un cambio han mantenido el tono predominante Y la de menos edad recogida en libro la Eva Suzzashyrini (972) de quien se incluyen cinco poemas en Antologiacutea de nadie (UCV Caracas 1993) reitera la liacuterica del cuerpo roto el miedo las laacutegrimas la ceniza y la sangre casi como si se cumpliera un programa

En cualquier caso quiero sentildealar el resplandor eroacutetico de En los extremos confines de tu cue1po(991) de Diana Lichy (962) que celebra la brasa del amor explicitando una y otra vez su derretimiento su perdishydoacuten y fusioacuten en el amado praacutecticamente divinizado ( Si me tocas me pierdo oscurezco me precipito como una nueva tonalidad de tu sombraN -Brasa en ti languidezco Reconstruyo mi cuerpo con tus huesos -Te vienes en miacute abrasas mis entrantildeas Me desgarras desatanshydo toda la furia adonnecida encerrada en los pilares de mis huesos Te vas hundiendo en miacutelluminoso como un dios en el primer diacutea de su creadoacuten) aunque el goce alterna con el alejamiento del otro ( Pero tuacute apareces y desapareces me tomas por asalto y te pierdes azaroso Y altivo-) dejaacutendola vaciacutea decidieacutendola a buscar otros amores

Otra faceta la representariacutea la ironizacioacuten de los materiales de cocinamiddot y de lo domeacutestico en general cuyas operaciones trasplantadas a teacutennishynos existendales vehiculan la autoafirmacioacuten de la hablante su serenishydad su exigencia respecto al hombre en Aposento del amanecer(991) de Eunice Escalona (950) Hay una satisfaccioacuten en mis huesos fuertesmiddot en -mi piel maternal definitiva y bellamiddot en la manipulacioacuten exitosa de la carne de las verduras y de la del hombre en la pertenencia a una estirpe femenina (hermana de mis hermanas que en las lejanas hogueras se consumen- iexcly no tenemos miedomiddot)

26

En cuanto a la locura tan rozada y temida como deseada y elogiada un planteamiento que prolonga las amargas burlas de Miyoacute Vestrini al psicoanaacutelisis lo tendriacuteamos en el largo texto en prosa - nueve paacuteginasshyque da tiacutetulo a Encuentros del poeta con el psicoanalista (991) de Christiane Dimitriades (956) rechazando su reduccioacuten de las vivencias a esquemas mensurables SLl saber-poder su fundamentacioacuten en la culpa aunque el conflicto de la hablante queda apenas caracterizado

Apunto finalmente el nombre de dos de esas autoras que - vanamenshyte temo- me sugirieron el inicio de una nueva actitud de alguna manera colectiva Adriana Gibbs (966) en Parece otontildeo (993) muestra que si la ausencia marca a la mujer ella misma asume de entrada la posibilidad de irse (su hablante es La que promete habitarte aunque no permanezshycaN) la iniciativa sexual (te besa discretamente abriendo el cierre de los pantalones-) y la eventual bisexualidad de un tipo que la atrae (-Creo que le gustan los hombres Acepto si tambieacuten le gustan las mujeres-) Claudia Hernaacutendez (970) en El humo que me intenta (1993) adopta un agradable desenfado en las cuitas del desamor ( ahora me miras rabioshyso destrozado por el piso mientras que la brisa se lleva tus pedazos) El antoacutelogo se permite brindar por ellas

VI

Si hay un rasgo diferenciador de la escritura femenina maacutes allaacute de un muy estricto repertorio temaacutetico que no abarcariacutea sino tres o cuatro cosas (la obvia maternidad lo domeacutestico iexclen apenas una decena de libros y en general rechazado la figura esencial de la madre e incluso de la abuela de las hablantes y iquestqueacute maacutes) es el radical detallamiento del propio cuerpo acompantildeado de uno algo menor del cuerpo del amado - o de Ia amada Se me dijo un a vez que la poesiacutea masculina tambieacuten se referiacutea al cuerpo femenino sin que lograran esgrimir maacutes que dos ejemplos Antqnio Arraacuteiz y Juan Liscano (regalo otro el siempre olvidado Alfredo Arvelo Larriva) Pero aparte de que los respectivos repertorios sean materialmente limitados no parece haberse percibido -iexclde tan obvia-Ia diferencia fundamental los hombres hablan del cuelpoajeno aludiendo lpenas al que los constituye mientras que las mujeres dibujan en primer lugar el de elas -y por sobreabundanda esbozan tambieacuten el nuestrol3

Mucho hemos avanzado desde que Virginia Woolf confesara su fracashy-lO respecto a -decir la verdad acerca de mis propias experiencias en

13 Otro asumo es que la poesiacutea femenina en los uacuteltimos antildeos haya permeado a la lIIasculina permitiendo a Rafael Arraacuteiz Luca o iexclgor Barrero incorporar un anecdotario de 1lvadoras neveras cocinas granos despanamados o que el primero tematice repetidamenmiddot

27

cuanto a cuerpo Dudo que mujer alguna haya resuelto esta dificultadshy(middotProfesiones para la mujer- Las mujeres y la literatura op cit p 72) Pues por lo menos en la liacuterica femenina venezolana medio centenar de poemarios expone en teacuterminos corporales su goce y su dolor su plenishytud sus carencias sus suentildeos deseos y desgarramientos

Para evitar redundancias adicionales remito a las notas y poemas de las aquiacute antologizadas sin dejar de sentildealar este rol muacuteltiple del cuerpo objeto de las agresiones sociopoliacuteticas del envejecimiento y de las mashyniobras suicidadas en Miyoacute Vestrini degradado por la domesticidad en Maacutergara Russoto y la Pantin de Correo del corazoacuten autosuficiente pero dispuesto a la entrega en Mariela Alvarez voluptuoso en la Elena Vera de De amantes la Hanni OSSO(( de un par de libros en Edda Armas Mariacutea Isabel Novillo Alicia Torres dado con conviccioacuten - y cierta sombra vampiacuterica- al amor lesbiana en Pantin y Jaffeacute arrasado por el desamor la ausencia el encierro la locura las mutilaciones y reducciones pero tambieacuten a veces por el placer en la Elena Vera de dos libros Mariacutea Luisa Lazzaro Cecilia Ortiz Manoacuten Kuumlbler Patricia Guzmaacuten Sonia Gonzaacutelez

te a sus hijas y el segundo asuma o invente al final de Soy el mucbacbo maacutes bermoso de esta ciudad(Fundarte Caracas 1987) middotUn poema de mi esposa Fabiola Vethencourtmiddot O (iexclue el Rafael Castillo Zapata de I-bol que cece rorcido (Traacutefico Caracas 1984) cante la oscura gesta de las mujeres empinadas que sostienen la casa En lo que respecta al tratamiento del cuerpo e l Harry Almela de Cantigas (Monte Avila Caracas 1990) da voz a la amada cantaacutendok al amadc con un erotismo tan lunar y materialmente corporizado como el caracteriacutestico de la poesiacutea femenina mientras que el hablante de Fraacutegil en el alba (Monte AVila Caracls 1993) explicita middotaIcaacutenzame en la mujer que hay en miacute toacutecame all iacute donde no hay nombre bull Tarpbieacuten Alejandro Bruzual en el El jardiacuten de las mujeres (Monte Avila Caracas 1993) detalla el cuerpo femenino canta a la mujer-diosa y acude a una galeiacutea de figuras literarias mitoloacutegicas y biacuteblicas (Dido Beatriz Euriacutedice Salomeacute etceacutetera) Pienso que la impregnacioacuten alcanza igualmente al Luis Alberto Crespo que en Maacutes afuera (Monte Avila Caracas 1993) ofrece el maacutes bello poema autoeroacuteiexclico que haya leiacutedo jamaacutes Yofui tu novio con los labios rojos y me desvestiacutea y me iexcloca ba cuando tUacute no estabas Cuando queriacutea saber de ti Yo era tu mujer si cerraba los ojosy cuidaba nuestra desgracia como una baraja Tuacute me enseilaste a besarme ( ) Nuestro anillo adelgaza iquestCuaacutento tiene que no duele Dicen que eres bella iQueacute soledad bull Hay en todo esto un cambio de sensibil idad en que acaso el discurso masculino esteacute liberaacutendose de rigideces supuestamente viriles permitieacutenshydose sacar a lote un allima antes autocensurada o reprimida Puede que esteacute no menos respondiendo al middotdesafiacuteomiddot representado por un discurso femenino desarrollado a lo largo de los uacuteltimos veinticinco antildeos --ltgt sesenta si contamos desde Mariacutea Calcantildeo-- sin cuyo previo aporte sospecho que tal intlexioacuten de la sensibilidad no hubiera sido posible

En cuanto a un -fdncionalmente disringuible- discurso homosexual masculino (el Arshy

mando Rojas Guardia de lIacia la l10cbe viva FabriArt Caracas 1989 el Rafael Castillo Zapata de Elttacioacutell de traacutemilo Pequentildea Venecia Caracas 1992) seguiriacutea la pauta de la poesiacutea escrita por hOlJlbres casi inexistentes referencias al propio cuerpo discreto detallashymiento del cuerpo d I amado

28

herido por el aborto en Maritza Jimeacutenez por la maternidad en Mariacutea Auxiliadora Alvarez Detallado siempre en mayor o menor grado y detallando el cuerpo que interactuacutea con ellas l4

Del conjunto que pudiera traerse a colacioacuten recordareacute que igualmenshyte en la Teresa Coraspe de Las fieras se dan golpes de pecbo y la Eddy Godoy de Yerba negra la guerra se daba en teacutenninos corporales Como realizaciones peculiares citareacute a la Ondina Fernaacutendez (961) que en Se fueron las edades (991) plantea el conflicto quizaacutes particularmente adolescente de que la enumeracioacuten de los elementos de su cuerpo la lleva al desconcierto de no coincidir con la suma de sus partes (No soy estos ojos estos cabellos esta boca) y la inquietante poesiacutea oniacuterica de Gris intemperie (993) de Ana Coromoto Salas que recupera la sensuashylidad de una naturaleza con la que a veces se identifica la hablante insistiendo en lo erecto femenino (el nenuacutefar seraacute Erectas formas () descansando sobre amables redondeces) y masculino (el grillo erecto y viril) Para detenerme en Aposentos (1985) de Yolanda Blanco

Aquiacute -prolongando segurameme sin saberlo a Mariacutea Calcantildeo- hay como un regusto inaugural en la afirmacioacuten de lo femenino que llega quizaacutes al abuso terminoloacutegico mujer(es) utilizado 36 veces cue1po 17 hijola(s) 17 sangre 12 luna(s) 10 seno(s) 8 hembra(s) 7 sexo(s) 7 estroacutegeno(s) 4 falopio(s) o trornpas de 4 pubis 4 barriga 3 Agregando pechos regla vagina ovarios menopausia uacutetero cliacutetoris preiiez parto genes nalgas trasero caderas muslos etceacutetera encontraJiamos dibujashydo un cuerpo del que se insiste en la sexualidad en su sentido maacutes material Sin embargo no se trata de inventariar goces posibles sino en primer lugar de reivindicar la propia corporeidad con una marcada insistencia en el aspecto maternal y en segundo lugar de denunciar la opresioacuten de dicho cuerpo por el hombre anverso y reverso de una misma actitud

Yolanda Blanco asume imaacutegenes y rasgos tradicionalmente adjudicashydos a lo femenino a veces con ironiacutea otras con rabia acusatoria pero

si siempre con la seriedad de quien descubre en siacute cierta profundidad oIrquetiacutepica Sangre luna tien-a y maternidad son las nociones claves y Itlacionadas prolongaacutendose en dos tipos de asociaciones lo vegetal por una parte (musgo fruta fresa flora silvestre durazno palo de lI t ranjo y azahares mangos cerezos ) lo oculto por la otra (nido

Helena Arauacutejo encuentra un abanico casi similar de posibilidades en la tematizacioacuten 11e rotismo por la poesiacutea femenina latinoamericana middotActo doblemente transgresor como

lC rlt ura al incluir lo que no debe o no puedf decirse el erotismo denuncia la crispacioacuten del IIilrpCgt colonizado pero tambieacuten celebra su gozo y su placer (op cit p 187)

29

colmena estratos geoloacutegicos ademaacutes de los mencionados oacuterganos glaacutenshydulas y humores internos) El cuerpo en esta red metafoacuterica tiende a ser paisaje Surja de mis muslos el musgo que calentar pueda la montantildea las dunas Embellezca mi desierto ese agua de cuarzo que escondo Soy de piel la pared Geoacutelogos huellan mis estratos Buscan oro-o

El punto de encuentro entre la floracioacuten y lo oculto es la alquimia de la sangre menstruacioacuten que tintildee los versoS con toda una imagineriacutea en variantes de rojo granate -manantial de felpa- amaranto enrojecido Los poemas registran lo inicialiniciaacutetico de esa primera sangre el miedo el asombro pero tambieacuten el orgullo la potencialidad de los cuatrocientos hijos del cuerpo-casa no menos la preocupacioacuten por la menopausia

como futura marchitez En la autoafirmacioacuten se encuentra lo mejor de un canto a siacute misma que

soacutelo una mujer -pienso- podria escribir En la middotdenunciamiddot (middotCiudadana de segunda buroacutecrata sin rango De repente sortaria de un voto sin bocal A destajo trabajadora proletaria en pleno subdesarrollo Y un largo etceacutetera que incluye lo domeacutestico los abortos obligados por la miseria los nintildeos sin padre pero tambieacuten las ozagaletonas que emperishyfolladas pasan encueradas) lo peor -y no estoy cayendo en los planteashy

mientos virginiawoolfianos

VII

A vuelapluma sentildealareacute algunos rasgos que exigirian una elaboracioacuten pausada y detallada los subrayo en el desorden de estas notas apenas

como pistas Brevedad 58 de los 150 tiacutetulos examinados estaacuten conformados total

o fundamentalmente por poemas breves considerando tales los que no superan las cincuenta palabras Otra quincena de libros contiene numeshyrosos poemas breves - pero siempre menos de la mitad-o Si extendieacuterashymos el liacutemite de la brevedad hasta las setenta palabras legariacuteamos casi al centenar de tiacutetulos Desde luego se trata de una modalidad general de la nueva liacuterica venezolana e incluso en la femenina es maacutes patente la influenda de autores como Luis Alberto Crespo y Reynaldo Peacuterez SOacute que la de por ejemplo Antonieta Madrid o Edda Armas Las peculiaridades que encuentro en el conjunto que nos ocupa vendriacutean a ser dos la brevedad es utilizada mayoritariamente para la exploracioacuten sentimenshytal sobre todo para esa queja amorosa en situaciones de desamor ausencia y encierro como si su caraacutecter tirubeante- sus violencias sinshytaacutecticas sus silencios- fueran idoacuteneos y casi nunca se nos entregan

u

poemas sueltos- sino relacionados con cierto grado de organiddad alcanzando con frecuencia la absoluta coherencia de libros unitariosl5bull

La casa como tema Bastaria remitir a los recieacuten nombrados Crespo y Peacuterez SOacute - entre tantos otros- para tener claro que no es un asunto exclusivamente femenino Sin embargo se lo desarrolla insistentemente en esta liacuterica Habria que distinguir la casa de la infancta siempre nostalgiada siempre perdida y la casa de la adultez con tres variantes principales su rechazo como encierro domeacutestico la identificacioacuten cuershypo-casa devastados ambos en el desamor la casa como refugio y hasta como plenitud ~posibilidad menos tratada Hanni Ossott para lo primeshyro Eunice Escalona para lo segundo-o A la casa de la infancia estaacute ligada la presencia fundamental de la madre y tambieacuten de la abuela -el padre es una figura minoritaria ]affeacute Novillo la Mariacutea Luisa Lazzaro que teme que rediviva en los amantes la Celalba Rivera 07) de Bajo el signo del ctelo (1991) y pocas maacutes- con una sensualidad en la caracterizacioacuten que nos devolveriacutea al cuerpo por otros caminos asiacute en Gris intemperie de Ana Coramoto Salas (Mirar hacia elliacutemite errar en burbujas de vientre en el mullido jugoso de sus senos Beso el rastro de mi madre resbalan manos de alga por mi cuerpo Persisto en curvarme en la blandura antigua- etc) y respecto a la abuela en Ce-emonia del homo de Rosana I-Iernaacutendez Pasquier (middotSus senos son dos mundos redondos melones tiernos-) Obviamente el amor a la madre no excluye el conflicto (Miyoacute Vestrini Gloria Martiacuten Poemas Visibles de StrepponD

Extranjeridad el asunto me ha llamado la atencioacuten en contraste con el subsistema masculino del que estaacute praacutecticamente ausente -habriacutea que remitirse casi a Mi pad~ el inmigrante (Suma Caracas 1945 y reediciones) de Vicente Gerbasi- y con la nueva narrativa donde lo que se destaca es la venezolanidad de los hijos de los inmigrantes En camshybio en la liacuterica femenina por una parte se establece la figura de la ~tranjera - desde Mustia memoria de Laura Cracco quien la tematiza ntralmente hasta Solitario ofiCio de horas desnudas (993) de Diana chy asociaacutendola a la radical soledad de la escritura- y por otra se la

15 Varias veces he sugerido razones epoca les para explicar no soacutel o el poema breve sino (iexclre todo el desarrollo simultaacuteneo de lo breveen poesiacutea cuemo e incluso cine ademaacutes de

l rorrespondiemes a cada campo Quiti valga la pena antildeadir una observacioacuten de Virginia Xllr middotEllibro tiene que adaptarse en cieno modo al cuerpo y hablando al azar diriacutea que 1 lib ros de las mujeres deberiacutean ser maacutescollos maacutes concemrados que los de los hombres

IIMlruidos de modo que no requie ran largos ralOS de trabajo regular e inimerrumpido 1 lI lue imerrupciuacutel1es siempre las habraacute (Una bahitacloacuten propia op cil p J07)

31

explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

33 32

SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

331

210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 14: Yolanda Pantin

cuanto a cuerpo Dudo que mujer alguna haya resuelto esta dificultadshy(middotProfesiones para la mujer- Las mujeres y la literatura op cit p 72) Pues por lo menos en la liacuterica femenina venezolana medio centenar de poemarios expone en teacuterminos corporales su goce y su dolor su plenishytud sus carencias sus suentildeos deseos y desgarramientos

Para evitar redundancias adicionales remito a las notas y poemas de las aquiacute antologizadas sin dejar de sentildealar este rol muacuteltiple del cuerpo objeto de las agresiones sociopoliacuteticas del envejecimiento y de las mashyniobras suicidadas en Miyoacute Vestrini degradado por la domesticidad en Maacutergara Russoto y la Pantin de Correo del corazoacuten autosuficiente pero dispuesto a la entrega en Mariela Alvarez voluptuoso en la Elena Vera de De amantes la Hanni OSSO(( de un par de libros en Edda Armas Mariacutea Isabel Novillo Alicia Torres dado con conviccioacuten - y cierta sombra vampiacuterica- al amor lesbiana en Pantin y Jaffeacute arrasado por el desamor la ausencia el encierro la locura las mutilaciones y reducciones pero tambieacuten a veces por el placer en la Elena Vera de dos libros Mariacutea Luisa Lazzaro Cecilia Ortiz Manoacuten Kuumlbler Patricia Guzmaacuten Sonia Gonzaacutelez

te a sus hijas y el segundo asuma o invente al final de Soy el mucbacbo maacutes bermoso de esta ciudad(Fundarte Caracas 1987) middotUn poema de mi esposa Fabiola Vethencourtmiddot O (iexclue el Rafael Castillo Zapata de I-bol que cece rorcido (Traacutefico Caracas 1984) cante la oscura gesta de las mujeres empinadas que sostienen la casa En lo que respecta al tratamiento del cuerpo e l Harry Almela de Cantigas (Monte Avila Caracas 1990) da voz a la amada cantaacutendok al amadc con un erotismo tan lunar y materialmente corporizado como el caracteriacutestico de la poesiacutea femenina mientras que el hablante de Fraacutegil en el alba (Monte AVila Caracls 1993) explicita middotaIcaacutenzame en la mujer que hay en miacute toacutecame all iacute donde no hay nombre bull Tarpbieacuten Alejandro Bruzual en el El jardiacuten de las mujeres (Monte Avila Caracas 1993) detalla el cuerpo femenino canta a la mujer-diosa y acude a una galeiacutea de figuras literarias mitoloacutegicas y biacuteblicas (Dido Beatriz Euriacutedice Salomeacute etceacutetera) Pienso que la impregnacioacuten alcanza igualmente al Luis Alberto Crespo que en Maacutes afuera (Monte Avila Caracas 1993) ofrece el maacutes bello poema autoeroacuteiexclico que haya leiacutedo jamaacutes Yofui tu novio con los labios rojos y me desvestiacutea y me iexcloca ba cuando tUacute no estabas Cuando queriacutea saber de ti Yo era tu mujer si cerraba los ojosy cuidaba nuestra desgracia como una baraja Tuacute me enseilaste a besarme ( ) Nuestro anillo adelgaza iquestCuaacutento tiene que no duele Dicen que eres bella iQueacute soledad bull Hay en todo esto un cambio de sensibil idad en que acaso el discurso masculino esteacute liberaacutendose de rigideces supuestamente viriles permitieacutenshydose sacar a lote un allima antes autocensurada o reprimida Puede que esteacute no menos respondiendo al middotdesafiacuteomiddot representado por un discurso femenino desarrollado a lo largo de los uacuteltimos veinticinco antildeos --ltgt sesenta si contamos desde Mariacutea Calcantildeo-- sin cuyo previo aporte sospecho que tal intlexioacuten de la sensibilidad no hubiera sido posible

En cuanto a un -fdncionalmente disringuible- discurso homosexual masculino (el Arshy

mando Rojas Guardia de lIacia la l10cbe viva FabriArt Caracas 1989 el Rafael Castillo Zapata de Elttacioacutell de traacutemilo Pequentildea Venecia Caracas 1992) seguiriacutea la pauta de la poesiacutea escrita por hOlJlbres casi inexistentes referencias al propio cuerpo discreto detallashymiento del cuerpo d I amado

28

herido por el aborto en Maritza Jimeacutenez por la maternidad en Mariacutea Auxiliadora Alvarez Detallado siempre en mayor o menor grado y detallando el cuerpo que interactuacutea con ellas l4

Del conjunto que pudiera traerse a colacioacuten recordareacute que igualmenshyte en la Teresa Coraspe de Las fieras se dan golpes de pecbo y la Eddy Godoy de Yerba negra la guerra se daba en teacutenninos corporales Como realizaciones peculiares citareacute a la Ondina Fernaacutendez (961) que en Se fueron las edades (991) plantea el conflicto quizaacutes particularmente adolescente de que la enumeracioacuten de los elementos de su cuerpo la lleva al desconcierto de no coincidir con la suma de sus partes (No soy estos ojos estos cabellos esta boca) y la inquietante poesiacutea oniacuterica de Gris intemperie (993) de Ana Coromoto Salas que recupera la sensuashylidad de una naturaleza con la que a veces se identifica la hablante insistiendo en lo erecto femenino (el nenuacutefar seraacute Erectas formas () descansando sobre amables redondeces) y masculino (el grillo erecto y viril) Para detenerme en Aposentos (1985) de Yolanda Blanco

Aquiacute -prolongando segurameme sin saberlo a Mariacutea Calcantildeo- hay como un regusto inaugural en la afirmacioacuten de lo femenino que llega quizaacutes al abuso terminoloacutegico mujer(es) utilizado 36 veces cue1po 17 hijola(s) 17 sangre 12 luna(s) 10 seno(s) 8 hembra(s) 7 sexo(s) 7 estroacutegeno(s) 4 falopio(s) o trornpas de 4 pubis 4 barriga 3 Agregando pechos regla vagina ovarios menopausia uacutetero cliacutetoris preiiez parto genes nalgas trasero caderas muslos etceacutetera encontraJiamos dibujashydo un cuerpo del que se insiste en la sexualidad en su sentido maacutes material Sin embargo no se trata de inventariar goces posibles sino en primer lugar de reivindicar la propia corporeidad con una marcada insistencia en el aspecto maternal y en segundo lugar de denunciar la opresioacuten de dicho cuerpo por el hombre anverso y reverso de una misma actitud

Yolanda Blanco asume imaacutegenes y rasgos tradicionalmente adjudicashydos a lo femenino a veces con ironiacutea otras con rabia acusatoria pero

si siempre con la seriedad de quien descubre en siacute cierta profundidad oIrquetiacutepica Sangre luna tien-a y maternidad son las nociones claves y Itlacionadas prolongaacutendose en dos tipos de asociaciones lo vegetal por una parte (musgo fruta fresa flora silvestre durazno palo de lI t ranjo y azahares mangos cerezos ) lo oculto por la otra (nido

Helena Arauacutejo encuentra un abanico casi similar de posibilidades en la tematizacioacuten 11e rotismo por la poesiacutea femenina latinoamericana middotActo doblemente transgresor como

lC rlt ura al incluir lo que no debe o no puedf decirse el erotismo denuncia la crispacioacuten del IIilrpCgt colonizado pero tambieacuten celebra su gozo y su placer (op cit p 187)

29

colmena estratos geoloacutegicos ademaacutes de los mencionados oacuterganos glaacutenshydulas y humores internos) El cuerpo en esta red metafoacuterica tiende a ser paisaje Surja de mis muslos el musgo que calentar pueda la montantildea las dunas Embellezca mi desierto ese agua de cuarzo que escondo Soy de piel la pared Geoacutelogos huellan mis estratos Buscan oro-o

El punto de encuentro entre la floracioacuten y lo oculto es la alquimia de la sangre menstruacioacuten que tintildee los versoS con toda una imagineriacutea en variantes de rojo granate -manantial de felpa- amaranto enrojecido Los poemas registran lo inicialiniciaacutetico de esa primera sangre el miedo el asombro pero tambieacuten el orgullo la potencialidad de los cuatrocientos hijos del cuerpo-casa no menos la preocupacioacuten por la menopausia

como futura marchitez En la autoafirmacioacuten se encuentra lo mejor de un canto a siacute misma que

soacutelo una mujer -pienso- podria escribir En la middotdenunciamiddot (middotCiudadana de segunda buroacutecrata sin rango De repente sortaria de un voto sin bocal A destajo trabajadora proletaria en pleno subdesarrollo Y un largo etceacutetera que incluye lo domeacutestico los abortos obligados por la miseria los nintildeos sin padre pero tambieacuten las ozagaletonas que emperishyfolladas pasan encueradas) lo peor -y no estoy cayendo en los planteashy

mientos virginiawoolfianos

VII

A vuelapluma sentildealareacute algunos rasgos que exigirian una elaboracioacuten pausada y detallada los subrayo en el desorden de estas notas apenas

como pistas Brevedad 58 de los 150 tiacutetulos examinados estaacuten conformados total

o fundamentalmente por poemas breves considerando tales los que no superan las cincuenta palabras Otra quincena de libros contiene numeshyrosos poemas breves - pero siempre menos de la mitad-o Si extendieacuterashymos el liacutemite de la brevedad hasta las setenta palabras legariacuteamos casi al centenar de tiacutetulos Desde luego se trata de una modalidad general de la nueva liacuterica venezolana e incluso en la femenina es maacutes patente la influenda de autores como Luis Alberto Crespo y Reynaldo Peacuterez SOacute que la de por ejemplo Antonieta Madrid o Edda Armas Las peculiaridades que encuentro en el conjunto que nos ocupa vendriacutean a ser dos la brevedad es utilizada mayoritariamente para la exploracioacuten sentimenshytal sobre todo para esa queja amorosa en situaciones de desamor ausencia y encierro como si su caraacutecter tirubeante- sus violencias sinshytaacutecticas sus silencios- fueran idoacuteneos y casi nunca se nos entregan

u

poemas sueltos- sino relacionados con cierto grado de organiddad alcanzando con frecuencia la absoluta coherencia de libros unitariosl5bull

La casa como tema Bastaria remitir a los recieacuten nombrados Crespo y Peacuterez SOacute - entre tantos otros- para tener claro que no es un asunto exclusivamente femenino Sin embargo se lo desarrolla insistentemente en esta liacuterica Habria que distinguir la casa de la infancta siempre nostalgiada siempre perdida y la casa de la adultez con tres variantes principales su rechazo como encierro domeacutestico la identificacioacuten cuershypo-casa devastados ambos en el desamor la casa como refugio y hasta como plenitud ~posibilidad menos tratada Hanni Ossott para lo primeshyro Eunice Escalona para lo segundo-o A la casa de la infancia estaacute ligada la presencia fundamental de la madre y tambieacuten de la abuela -el padre es una figura minoritaria ]affeacute Novillo la Mariacutea Luisa Lazzaro que teme que rediviva en los amantes la Celalba Rivera 07) de Bajo el signo del ctelo (1991) y pocas maacutes- con una sensualidad en la caracterizacioacuten que nos devolveriacutea al cuerpo por otros caminos asiacute en Gris intemperie de Ana Coramoto Salas (Mirar hacia elliacutemite errar en burbujas de vientre en el mullido jugoso de sus senos Beso el rastro de mi madre resbalan manos de alga por mi cuerpo Persisto en curvarme en la blandura antigua- etc) y respecto a la abuela en Ce-emonia del homo de Rosana I-Iernaacutendez Pasquier (middotSus senos son dos mundos redondos melones tiernos-) Obviamente el amor a la madre no excluye el conflicto (Miyoacute Vestrini Gloria Martiacuten Poemas Visibles de StrepponD

Extranjeridad el asunto me ha llamado la atencioacuten en contraste con el subsistema masculino del que estaacute praacutecticamente ausente -habriacutea que remitirse casi a Mi pad~ el inmigrante (Suma Caracas 1945 y reediciones) de Vicente Gerbasi- y con la nueva narrativa donde lo que se destaca es la venezolanidad de los hijos de los inmigrantes En camshybio en la liacuterica femenina por una parte se establece la figura de la ~tranjera - desde Mustia memoria de Laura Cracco quien la tematiza ntralmente hasta Solitario ofiCio de horas desnudas (993) de Diana chy asociaacutendola a la radical soledad de la escritura- y por otra se la

15 Varias veces he sugerido razones epoca les para explicar no soacutel o el poema breve sino (iexclre todo el desarrollo simultaacuteneo de lo breveen poesiacutea cuemo e incluso cine ademaacutes de

l rorrespondiemes a cada campo Quiti valga la pena antildeadir una observacioacuten de Virginia Xllr middotEllibro tiene que adaptarse en cieno modo al cuerpo y hablando al azar diriacutea que 1 lib ros de las mujeres deberiacutean ser maacutescollos maacutes concemrados que los de los hombres

IIMlruidos de modo que no requie ran largos ralOS de trabajo regular e inimerrumpido 1 lI lue imerrupciuacutel1es siempre las habraacute (Una bahitacloacuten propia op cil p J07)

31

explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

33 32

SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

331

210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 15: Yolanda Pantin

colmena estratos geoloacutegicos ademaacutes de los mencionados oacuterganos glaacutenshydulas y humores internos) El cuerpo en esta red metafoacuterica tiende a ser paisaje Surja de mis muslos el musgo que calentar pueda la montantildea las dunas Embellezca mi desierto ese agua de cuarzo que escondo Soy de piel la pared Geoacutelogos huellan mis estratos Buscan oro-o

El punto de encuentro entre la floracioacuten y lo oculto es la alquimia de la sangre menstruacioacuten que tintildee los versoS con toda una imagineriacutea en variantes de rojo granate -manantial de felpa- amaranto enrojecido Los poemas registran lo inicialiniciaacutetico de esa primera sangre el miedo el asombro pero tambieacuten el orgullo la potencialidad de los cuatrocientos hijos del cuerpo-casa no menos la preocupacioacuten por la menopausia

como futura marchitez En la autoafirmacioacuten se encuentra lo mejor de un canto a siacute misma que

soacutelo una mujer -pienso- podria escribir En la middotdenunciamiddot (middotCiudadana de segunda buroacutecrata sin rango De repente sortaria de un voto sin bocal A destajo trabajadora proletaria en pleno subdesarrollo Y un largo etceacutetera que incluye lo domeacutestico los abortos obligados por la miseria los nintildeos sin padre pero tambieacuten las ozagaletonas que emperishyfolladas pasan encueradas) lo peor -y no estoy cayendo en los planteashy

mientos virginiawoolfianos

VII

A vuelapluma sentildealareacute algunos rasgos que exigirian una elaboracioacuten pausada y detallada los subrayo en el desorden de estas notas apenas

como pistas Brevedad 58 de los 150 tiacutetulos examinados estaacuten conformados total

o fundamentalmente por poemas breves considerando tales los que no superan las cincuenta palabras Otra quincena de libros contiene numeshyrosos poemas breves - pero siempre menos de la mitad-o Si extendieacuterashymos el liacutemite de la brevedad hasta las setenta palabras legariacuteamos casi al centenar de tiacutetulos Desde luego se trata de una modalidad general de la nueva liacuterica venezolana e incluso en la femenina es maacutes patente la influenda de autores como Luis Alberto Crespo y Reynaldo Peacuterez SOacute que la de por ejemplo Antonieta Madrid o Edda Armas Las peculiaridades que encuentro en el conjunto que nos ocupa vendriacutean a ser dos la brevedad es utilizada mayoritariamente para la exploracioacuten sentimenshytal sobre todo para esa queja amorosa en situaciones de desamor ausencia y encierro como si su caraacutecter tirubeante- sus violencias sinshytaacutecticas sus silencios- fueran idoacuteneos y casi nunca se nos entregan

u

poemas sueltos- sino relacionados con cierto grado de organiddad alcanzando con frecuencia la absoluta coherencia de libros unitariosl5bull

La casa como tema Bastaria remitir a los recieacuten nombrados Crespo y Peacuterez SOacute - entre tantos otros- para tener claro que no es un asunto exclusivamente femenino Sin embargo se lo desarrolla insistentemente en esta liacuterica Habria que distinguir la casa de la infancta siempre nostalgiada siempre perdida y la casa de la adultez con tres variantes principales su rechazo como encierro domeacutestico la identificacioacuten cuershypo-casa devastados ambos en el desamor la casa como refugio y hasta como plenitud ~posibilidad menos tratada Hanni Ossott para lo primeshyro Eunice Escalona para lo segundo-o A la casa de la infancia estaacute ligada la presencia fundamental de la madre y tambieacuten de la abuela -el padre es una figura minoritaria ]affeacute Novillo la Mariacutea Luisa Lazzaro que teme que rediviva en los amantes la Celalba Rivera 07) de Bajo el signo del ctelo (1991) y pocas maacutes- con una sensualidad en la caracterizacioacuten que nos devolveriacutea al cuerpo por otros caminos asiacute en Gris intemperie de Ana Coramoto Salas (Mirar hacia elliacutemite errar en burbujas de vientre en el mullido jugoso de sus senos Beso el rastro de mi madre resbalan manos de alga por mi cuerpo Persisto en curvarme en la blandura antigua- etc) y respecto a la abuela en Ce-emonia del homo de Rosana I-Iernaacutendez Pasquier (middotSus senos son dos mundos redondos melones tiernos-) Obviamente el amor a la madre no excluye el conflicto (Miyoacute Vestrini Gloria Martiacuten Poemas Visibles de StrepponD

Extranjeridad el asunto me ha llamado la atencioacuten en contraste con el subsistema masculino del que estaacute praacutecticamente ausente -habriacutea que remitirse casi a Mi pad~ el inmigrante (Suma Caracas 1945 y reediciones) de Vicente Gerbasi- y con la nueva narrativa donde lo que se destaca es la venezolanidad de los hijos de los inmigrantes En camshybio en la liacuterica femenina por una parte se establece la figura de la ~tranjera - desde Mustia memoria de Laura Cracco quien la tematiza ntralmente hasta Solitario ofiCio de horas desnudas (993) de Diana chy asociaacutendola a la radical soledad de la escritura- y por otra se la

15 Varias veces he sugerido razones epoca les para explicar no soacutel o el poema breve sino (iexclre todo el desarrollo simultaacuteneo de lo breveen poesiacutea cuemo e incluso cine ademaacutes de

l rorrespondiemes a cada campo Quiti valga la pena antildeadir una observacioacuten de Virginia Xllr middotEllibro tiene que adaptarse en cieno modo al cuerpo y hablando al azar diriacutea que 1 lib ros de las mujeres deberiacutean ser maacutescollos maacutes concemrados que los de los hombres

IIMlruidos de modo que no requie ran largos ralOS de trabajo regular e inimerrumpido 1 lI lue imerrupciuacutel1es siempre las habraacute (Una bahitacloacuten propia op cil p J07)

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explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

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SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

331

210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 16: Yolanda Pantin

explicita en varias fonnas coincidentes sin embargo en una parcial marginalidad o en una dificultad de integracioacuten social plena para la que Maacutergara Russotto ha suministrado en Ejercicio sobre la Relativishydado la clave de la discriminacioacuten como mujeres La -doble pertenenciashyes tratada -entre las antologizadas- por Miyoacute Vestrini la citada Russotto Manoacuten Kuumlbler Blanca Strepponi Mariacutea Isabel Novillo Veroacutenica Jaffeacute y Jacqueline Goldberg en los cuatro uacuteltimos casos ligada a la herencia judiacutea Ademaacutes la encontrariacuteamos en Gloria Martiacuten - nacida en Madrid-shycomo elemento poliacutetico en Marisol Marrero (946) recreando mitoloacutegishycamente las Islas Canarias de donde procede (Gaacutenicos 1992) en la Beatrice Viggiani que con Talismanes hermeacuteticos adosados a la noche como en un camo (1992) enaltece tanto a su Naacutepoles natal como a la Venezuela que es Playa caacutelida de destinomiddot Desde luego otras autoras no tematizan en absoluto esto Rowena Hill (1938) Hanni OSSO( Mariacutea Luisa Lazzaro -pero siacute en su narrativa- la Ana Anka nacida en Peruacute

Maacutescaras dada su extensioacuten y diversidad seriacutea casi lIna especializashycioacuten femenina que ocupa libros enteros El celacanto (1980) de Elena Vera Diario deJohn Roberton de Blanca Strepponi Poemas del escritor (1989) de Yolanda Pantin Diario de una momia de Laura Cracco Gueshyrrero llevado adeI1lro de Mhariacutea Vaacutezquez la espleacutendida galeriacutea de Fatal de Alicia Torres Oficios de auriga (1992) de Lourdes Sifontes En el caso del vampiro de Pantin atravesaliacutea gran parte de su obra proponiendo un eje de lectura La ficcionalizacioacuten es impecable praacutecticamente en todas -aunque tengo mis dudas respecto al escritor ironizado por Panshytin- e incluye apreciables elaboraciones intenextuales ya veces metalishyterarias Una monja en Mariela Alvarez otro vampiro en Jaffeacute no son tampoco olvidables asiacute como ocasionales figuras dispersas Habriacutea que destacar la serie de personajes- que hablan en primera persona en el infierno de Safari Club

Fuera del conjunto antologizado es preciso nombrar las voces que se alternan en la recreacioacuten medieval de El Sentildeor de la muralla (1991) de Mariacutea Antonieta Flores 00) las hablantes -mujer de Alejandriacutea monja condenada a la hoguera Ester Judith- de Oficios vuelos y constelacioshynes (1992) de Maritza Urdanetl (1952) la judiacutea amante del rey Alfonso VIII de Castilla en Toledana (1992) de Sonia Chocroacuten 01) laJuana la Loca de Euraquiloacuten (1994) de Mariozzi Cannona la ballena de Cola de plata (1994) de Mariacutea Teresa Ogliastri (1952)

Ritualidad como dedicacioacuten plena habriacutea aun menos libros que los

que tematizan la domesticidad Entre las antologizadas destaca Mariacutea Isabel Novillo con sus operaciones alquiacutemicas de Metaacutelica vitud De las otras la Rowena Hill de Celebraciones (1980) e Ida y vuelta (1986) cuya religiosidad sincreacutetica se afirma en la diosa Madre siendo madre - y por ello dadivosa e indestruclible-- Ia propia hablante en un marco natural traspasado de trascendencia y situando la polaridad compleshymentaria del hombre y la mujer ante un trasfondo coacutesmico y la Maritza Urdaneta de OfiCios vuelos y constelaciones herborista hechicera hishydromaacutentica capaz de volar y apelando a los cuatro elementos utiliza sus poderes -como las anteriores- con fines amorosos

En realidad lo detectable es una ritualidad que aparece en numerosos libros desde Malencuentro pero teniacutea otros nombres de Emira Rodriacuteshyguez hasta Amor constante maacutes allaacute de la muete ele Maritza Jimeacutenez pasando por De amantes de Elena Vera en que la mujer asume ocasioshynalmente su potencialidad de bruja o hechicera en general para retener o atraer al amado Hay no menos una celebracioacuten de siacute misma en Mariela Alvarez o en los ritos de sangre y luna de Aposentos de Yolanda Blanco

VIII

El tiacutetulo de esta antologiacutea se me impuso sobre la marcha al descubrir la insoacutelita importancia del espejo en la liacuterica femenina l6 Presente en medio centenar de tiacutetulos los versos en que aparece concentran total o parcialmente el sentido de una treintena de poemarios como si estos fragmentos especulares reflejaran el conjunto En las notas y poemas de algunas autoras antologizadas (Emira Rodriacuteguez Elena Vera Mariela Alvarez Mariacutea Clara Salas Margarjiexcla Arribas Jacqueline Goldberg ) puede seguirse esta pista que implicariacutea igualmente a la Veroacutenica Jaffeacute de un textCi como Tercera Avenida de Los Palos Grandes o Alicia en el paiacutes de las maravillasraquo (El largo viaje a casa) Prefiero ahora entresacar otros ejemplos

16 ESIa lecLUra seriacutea aplicable a la narrariva escrita por mujeres Me limiro a recordar la signiflcariva escena conque se abre Aquiacute llObapasado nadaCSiacutenresis D osmil Caracas 1972 y reediciones) de Angela Zago con la guerrillera probaacutendose su flamanre uniforme ame el espejo de su casa lista para subir al mome y reflexionando sobre su cuerpo mililanneme Ul vesrido

33 32

SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

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Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

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INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

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IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

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193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

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9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

333

MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

335

XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

XJ(VIll

XXIX

Page 17: Yolanda Pantin

SOLO LAS PROPIAS MENTIRAS PUEDEN DECIR COSAS Soacutelo tu variacioacuten cuenta Soacutelo en la diversidad existes

por lo tanto nieacutegate cada diacutea en el espejo buscando la razoacuten que no le dieron

(Mana Femanda Palacios Por altopor bajo)

frente al espejo lloro frente al paiacutes me arrecho

(Gloria Martiacuten Versos de un o sea no pacifico)

los misiles los difuntos

Ambos nuestros espejos

(Eddy Godoy Yerba negm)

Tomo vodka Quiero verme en el espejo Eswy al borde de necesitar una sobredosis de amor

(Blanca Baldoacute Adicta al miedo)

Mirar wcar mi cuerpo antes de que los antildeos vuelvan mi desnudez un acto solitario

antes de que se oculten los espejos de la casa

(Ana Mana Oviedo Defuego o de ceniza)

Cuando estoy frente al espejo pienso Aqueacutella bien pudiera ser yo

Christianne Dimitriades Encuentros del poeta con el psicoanalista)

En la casa imantada la idea de ausentarme me clava en el espejo

(Magaly Salazar La casa del vigiacutea)

La abuela tiene un montildeo regio Trato de repetirlo con horquillas

Por las rendijas se filtra una luz que acentuacutea mi rostro

Me miro y el espejo devuelve su imagen

(Rosan a Hernaacutendez Pasquier Ceremonia del horno)

iquestFuerzo las cosas al pretender que de estos pocos versos pudiera cada vez inferirse lo esencial del libro al que pertenecen una poeacutetica de verdad imposible y de fragmentacioacuten existencial en Palacios una poesiacutea -social que auacutena depresioacuten y denuncia en Martiacuten el miedo a la guerra nuclear en Godoy la paranoia de Baldoacute la sensualidad urgida por el desamor y el paso del tiempo en Oviedo la paciente del sicoanalista con problemas de desdoblamiento en Dimitriades la casa-cuerpo en Salazar la identificacioacuten con la abuela amada cuyo recuerdo centra el fin de la infancia en la casa pueblerina en Hemaacutendez Pasquier

iquestIntentariacutea explicar esto como formalizacioacuten literaria de una situacioacuten cotidiana quizaacutes maacutes frecuente - o mejor explicitada- en las mujeres que en los hombres iquestPor la correspondiente importancia del cuerpo iquestPor la paacutegina-espejo hecha poeacutetica iquestPor el necesario reconocimiento de siacute -acudir a Lacan los que quieran- que conlleva la -toma de la palabra iquestPor lo que sugiere un texto de Mariela Alvarez el deslizamienshyto de lo individual a lo arquetipal frente al espejo

En cualquier caso --en todos los casos- dejo al lector - ya la lectora iquestverdad Calvino- reflexionar y eventualmente prolongar este juego de espejos

34 35

Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

326

INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

327

IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

)191 192

1

193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

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210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

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MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

33middot4

XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

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XXI middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middot

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Miyoacute Vestrini LaS historias de CiO Tiempo Nuevo Caracas 1971 _---- El invierno proacuteximo La Draga Y el Dragoacuten Caracas 1975

_---- Pocas virtudeS UCV Caracas 1986 _---- Todos los poemas Monte Avila Caracas 1994 Betrice Viggin Talismanes benveacutelicas adosadoS a la lOCbe como en

un canto La Espada Rota Caracas 1992

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INDICE

Introduccioacuten

EMIRA RODRIGUEZ (1929)

La casa de alto iquestte acuerdas de las tOIres poniendo el papel carboacuten ya me voy con las plumas de una galna como no estar en ningunapane hagamos un diacutea de color insano tuvo poder la noche danos un rostro danos

MIYO VESTRINI 0938-1991) IX XII XIX En el patio de Anaiacutes Nin Los paredones de primavera Muy poco y muy gris el tiempo que te queda No vuelva maacutes por aquiacute Zanahoria rallada Aranjuez El dolor

ELENA VERA (939) Derrota Koilos Abisal Latimeria Pertenencias Profundo Tiempo lento

1111

5

37 39 41 41 42 42 43 44 44 45

47 50 50 52 52 54 55 55 58 59 59

61 64 64 65 66 66 67 67

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IV

69 70

71 75 83 91 93 94 94

97 100 100 101 101 102 102

103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

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VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

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8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

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193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

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145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

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217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

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VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

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MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

285 287 287 288 288 289 290 291

293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

XXl1 XXIll XXV

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XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

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103 105 109 IlD

113 lIS 115 11 6 11 6

X

VI XXI XXIII XXV

HANNI OSSOTT (1946) De habitacioacuten y alcoba Del paiacutes de la pena Lo regular Mis manos Amor El estanque

MARGARA RUSSOTTO (946) El inocente Trabajo La escena llega cansado el duentildeo ~n~ he alimentado a nintildeos y paacutejaros Pequentildea tragedia suramericana o Producto del cansancio de tanto estudiar Clasicismo Las vacaciones sin Hegel Ejercicio sobre la Relatividad Los antildeos salvajes

MARIELA ALVAREZ (1947) Recuerda Ella se sientafrente a los espejos Tambieacuten yo middotPasen a mi fiesta bull La mujer no necesita La mujer se sienta en sus propias rodillas Como los profetas -Monja superiora de miacutemiddot Posible testamento

68 68 69 69 69

MARIA CLARA SALAS (I947) Bodas 121 Arantildea 123 Contradicciones 123

124La hora que iba a traerte Puente 124 Infancia ~ 125 Playa 125 Palmeras 126

126Muacutesica Un tiempo maacutes bajo los aacuterboles 126 4 127 5

bullbullbull bullbull bullbull bull bullbull bullbullbullbull ]2710 128 11 128

129 REINA VARElA (I951

) Eroacutetica 131

133Sin eacutel eres soacutelo una niiia Ocre 133 Autosuficiente 133 Ejercicio a deshora 133 Lavandera 134

]35Abrazada a mi nevem 135Ella recuerda bistorias 135iquestMOzart ]36

MARIA LUISA LAZZARO (1950) Podeacute la mujer 137 Mis hijos ]39 He vuelto al redil ]39

139Para comenzar a vivir Regreso al fuego Latido de hombre La espera

La memoria de la infancia Crecido estaacute el fuego Desde afuera

Regaacutelame una iquestDoacutende amaneces

140 140

140 ]4]

14 ] ~ HI

1-1

8

Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

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193 195 195 195 195 195 195 I 195 l 196 196 1I 196 196 ji 196 197 197 198 198 199 199 200 200 201 201

111205 207 208 209 209

145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

152

153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

330

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210 211

9 21111 21213 2122 _- - -- 212 mamaacute se ftle _ _ _ - 214 Cuando boya 1Uelto _ _ _ 214 miS piernas _ _ ___ _ _ - - - 215 De su Ostro salen _ _ _ - 215 la gmn familia eS lIn pasillo muy largO 216 mi esposo que (lie el1telrado - - - 216

217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

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MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

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279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

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293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

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XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

BIBLIOGRAFIacuteA 321

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Vitral de mujer sola Oscuridad del amor Los sueiacutelos Elpajsae El cielo de Pariacutes 1 La mujer se acercoacute Bosque Cuerpos Noche No todo estaacute perdido Pastoral

EDDA ARMAS (955) 10 11 41 uno dos cuatro ocho diez Nos traspasa Hoy Culebra de ceniza Vigilado 4 5 7 10 Todos se relacionan Es un CIacuterculo Como puede Mantildeana Espaciomenor Treyoliacute

MARIA AUXlLIADORAALVAREZ (956) 1 2 5 6

180 182 182 183 183 188 189 189 191

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145 147CECILIA ORTIZ (1951)

Esta soledad es un gatillo middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middot middotmiddot middot 147 No tengo ni para ir ~ 147 Encieacuterre1lme ~

XXVIII XXIX La locura Bastarda Naufragio Animo suicida

148 148IV 149XV 149XXV 150 150 151 151

BLANCA STREPPONI (1952) La habitacioacuten propia middotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddot middot Vida real middotmiddotmiddot middot middot middot middot Octubre Noviembre Hoy capturaron a un espiacutea espantildeol middot middot middotmiddot middot

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153 156 157 158 158 159

Cuelgo mi hamaca baJO los aacuterboles 159 Febrero 160 Exilio de los helvecios 161 Carta de Amaud Amalric al Papa ~ 162 El jardiacuten del verdugo 163 el asesino descansa 165

Calcinacioacuten Argent dArgile D 10 Ceremonia Por el humo De azogue Ni con eacutel ni sobre eacutel

yoLANDA PANTIN (1954)

MARIA ISABEL NOVILLO (1954)

Una noche Opio corazoacuten Conversacioacuten en un bantildeo

24 horas en la vida de una mujer

167 169 169 170 171 172 173

175 178 178 179 179

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217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

229

VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

332

243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

_ 274 274 275 276 276 277

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MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

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El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

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Armoniacutea Voz Espejo XX

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XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

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217 219MARITZA J1MENEZ (1956)

Hago la muerte

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VERONICAJAFFE (1957) _ - - 232 Lou Andreas Salomeacute una mantildeana en Caracas _ -_ - - 233 Allegro ma non troppo 234 y ahora habla un vampiro en abstinencia - 234 Cuadro de mujer en otontildeo 235

236Simple pregunta 237Lectura 1 238Lectura 2 -- shy

Autopista NQ 95 direccioacuten Sur New Jersey _ 239 Lectura 5_middotmiddot-_middot_middot- - _ - - - 241 Quinta Avenida de Los Palos Grandes o La Ardilla

t-1HARIA VAZQUEZ (1958) Iniciacioacuten Cazador de luz Cantor de gestas

Goliardo

Alquimia Cuerpo Historias de melancoliacutea TiempO cumplido Historias secretas ele la ciudad Tarde - Estado de sitio

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243 45 245 245 246 246 246 246 247 24 248 24

LAURA CRACCO (959) _ __ _ _ 249 Muerte_ _ _ _ 251 Extranjera _ __ __ __ _ _ _ 251 III _ __ _ _ _ _ 257 VII _ __ _ 258 IX 258 AVI _ _ 259 XVII 259 XXI 259 XXXI 260 XAXII _ 261 Safari Club 261 Erica ____ _ 262 Rosa _ _ _ __ 262 Erica __ 262 Laura _ __ __ _ 263 Rosa 263

PATRICIA GUZMAN (960) __ __ _ __ _ _ _ 265 demasindo (l17drmne _ __ _ _ _ 267 La blelln _ __ _ _ _ _ _ 267 Se me lInce larga la JIUelte _ 267 Respiexclns _ _ _ _ _ _ 267 uumlem la espnlda berida - -_ _ _ 267 Me ofrezco _ __ __ _ _ _ __ 268 Vq) (f m[nrmi animal _ _ _ _ 268 Vuetn a iexcllcita _ _ _ _ 268 ANs bellllllllns _ _ _ __ 268 Se quedoacute el cabnllo _ 269

ALICIA TOHHES (960) __ _ _ 271 Sacerdotisa Caiacuteda Fatal _ __ _ _ __ __ _ Judith _ _ _ _ _ __ _ _ _ __ _ _ Sibila de Cumas __ La mujer del cruzado Mora __ _ _ _ Mujeres de Atenas

273 273 11

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MANON KUumlBLER (961)

1ll IV VI VII vm X XlI XXIV XXXV

LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

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279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

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293 295 295 295 296 296 296

Armoniacutea Voz Espejo XX

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BIBLIOGRAFIacuteA 321

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LOURDES SIFONTES (961)

Nacimiento middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot middotmiddotmiddotmiddot middotmiddot middotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddotmiddot La muerte

Amor de aurigas Iniciacioacuten Comunioacuten Los ocasos Pequentildea represalia

MARGARITA ARRIBAS (1962) Fila india

Recreo La pintildeata Fiesta de disfraces

Tobogaacuten middotmiddot

El espejo

SONIA GONZALEZ (964)

Retrato Distancia

middot

279 281 281 281 282 282 283 283 283 284

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Armoniacutea Voz Espejo XX

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XXXII 307 XXXIII 308

]ACQUELINE GOLDBERG (1966) 309 Tm11Sp01ta el lecho 312 Dejo t1Ympas 312 Veacute1tigos 312 Caes lento 313 IV 313 V 313 VIII 313 XIII 314 XIV 314 XXIII 315 Pet1enezco 31 5 No me hablen de huidas 316 Lo intento 316 Hablo 316 Una 316 IV 317 IX 317 XII 318 XIII ~ 318 XIV 318 xv 319 XXX 319 XXXI 319

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