20
Viajes de Película 2,50€ Enero 2017 nº 0 R O MA Entrevista Sorrentino Reportaje Roma Mapa de peliculas Gran Belleza vs Dolce Vita Noticias

Zion, Viajes de película

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Zion is a magazine about the most mythical cities in cinema

Citation preview

Viajes de Película

2,50€ Enero 2017 nº 0

ROMA

Entrevista Sorrentino

Reportaje Roma

Mapa de peliculas

Gran Belleza vs Dolce Vita

Noticias

2

EDITORIAL

STAFF

Directora General de Revistas

Ana Hernández Moreno

Editor de Contenidos

Ricardo Manjarres

Editor Internacional

Alfonso García

Editora de Moda/Belleza y

Proyectos Editoriales

Sofía Burgueño

Editor de Ediciones

Extraordinarias

Juan Antonio García

Director de Arte

Teonás Torres

Periodistas

José Carlos de Celis

Manuel Romero

José Luis Giménez

Asistente de Dirección de Arte

Miguel Pardo

Diseñadores Gráfico

Jorge Juan Escobar

Pablo García

Jorge Yubero

Columnistas y Colaboradores

José Luis de la Cruz

Marcos Lopez

David Santacruz

Camillo de Marco

Isabel Sergio

Almudena Dorado

Yaiza Gómez

Fotógrafos

Álvaro Yubero

María González

Hector Martín

Directora Digital

Irene Díaz

Editor Digital

Javier Nombela

Laura Palomo

Jefa de Documentación

German Tenorio

Corrección literaria

Alberto Martín

Coordinador

General de

Producción

Ana Toribio

Llega el verano y con él los días de descanso que aprovechamos para viajar, visitar otros lugares diferentes a los que solemos frecuentar y hacer otras actividades que nos sacan de la rutina. Pero el viaje no es un paréntesis en nuestra vida. Forma parte de ella. Es una forma de conocer y aprehender mediante la experiencia y la vivencia de cada momento. Por eso, si apostamos por la sostenibilidad en nuestro día a día, los momentos de viaje y vacaciones no pueden quedar al margen. Viajar se convierte en algo que necesita de nuestros cinco sentidos. Y al mismo tiempo, en una magnífica oportunidad para ayudar a transformar nuestro modelo económico y social.

Desde el punto de vista personal, debemos tener presente que viajar debe convertirse en una experiencia vital, y eso implica ser consciente de nuestros actos y de sus consecuencias. No consiste en dejar de hacer aquello que nos gusta, sino hacerlo de forma que comprendamos las consecuencias, maximizando lo positivo y minimizando lo negativo.

En todo el mundo existe ya una red de personas, empresas y entidades que apuestan por un tu-rismo responsable y más sostenible: alojamientos, actividades culturales o de naturaleza, agen-cias que preparan recorridos de forma distinta, etc. Iniciativas todas ellas que buscan ayudarnos a disfrutar de estos momentos de descanso y descubrimiento mientras ayudamos a desarrollar la economía local, ponemos en valor el patrimonio natural y cultural o potenciamos un modelo de consumo más responsable.

En el plano internacional, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, el incremento del sector turístico para el 2014 se eleva un 4,3%, con una aportación de 7 trillones de dólares (5 trillones de euros) a la economía mundial. En términos de empleo, prevé que la actividad turística mundial genere 265,8 millones de puestos de trabajo, el 8,9% del total del empleo mundial, incluyendo empleos directos e indirectos. Es, por tanto, un sector estratégico para el modelo de desarrollo y por consiguiente, toda una oportunidad de cambio.

En este número que saluda la llegada del verano, hemos querido difundir una serie de experiencias trabajadas desde el proyecto de innovación empresarial.

3

SUMARIO

04

18

0811

14

16

Reportaje: Roma

Zionenses

Mapa: La ruta de Woody Allen

Entrevista: Paolo Sorrentino

Noticias

Dolce Vita vs La Gran Belleza

Siguenos en:

4 ROMA

5ROMAconquista la gran pantalla

Roma es una ciudad de cine, con mayúscula, con minúscula y también con cursiva. Ha servido como telón de fondo de varios centenares de películas, aunque sólo algunas de ellas han

sido capaces de seducirnos de forma apasionada. Esta es nuestra selección, absolutamente personal y subjetiva.

Roma, la ciudad eterna. Levantada sobre siete colinas y según cuenta la leyenda fundada por Rómulo. En ella se encuentra la mayor concentración

de bienes históricos del mundo. Desde allí los romanos dominaron y dieron for-ma a Europa durante siglos. Su poder fue tal que su influencia se extendió por casi todo el continente dejando su hue-lla en la cultura, el arte, la arquitectura, la religión, el derecho... Además es la única ciudad del mundo que alberga en su interior un estado extranjero, la Ciudad del Vaticano, donde reside el Papa.

Desde siempre la ciudad ha sido es-cenario de numerosas películas ¿quién no recuerda a la hermosa Anita Ekberg dentro de la Fontana di Trevi? Sucedía en una escena de "La Dolce Vita" obra inmortal de Federico Fellini. La ciudad

era un personaje más dentro de la his-toria. Una ciudad caótica que se encon-traba en plena transformación y que se abría al futuro a través de los nuevos túneles del metro pero una y otra vez, se topaba con su pasado en forma de olvidadas ruinas que ansiaban salir a la luz. Roma es caos y vida, velocidad y calma, pasado y futuro, realismo y su-rrealismo. Una ciudad auténtica y única que sirve de marco incomparable para todo tipo de historias.

Los clásicos nos mostraron la cara más dura y amarga de la otrora ca-pital imperial, Vittorio de Sica en "La-drón de Bicicletas" o Rossellini com "Roma, Cittá Aperta"o Ettore Scola con "Una giornata Particulare". Nadie como los propios italianos para llevar-nos de la mano y presentarnos su ca-pital. Sin embargo cineastas de todo el mundo se han sentido atraídos por Roma. La comedia "Roman Holiday"

de William Wyler con Gregory Peck y Audrey Hepburn regaló al cine alguna de las escenas más recordadas de su historia como la de ambos intérpretes ante la Bocca de la Veritá. Escena que muchos años más tarde fue repetida/homenajeada en la comedia romántica "Only You" con Marisa Tomei y Robert Downey Jr.

En “The Talented of Mr. Ripley” pode-mos ver la turística Piazza Spagna y en películas como “The American”, “Eat Pray Love” o “Jumper” podemos ver diversas zonas de la ciudad. Ya sea el espectacular Coliseum, las calles em-pedradas del Trastevere o Piazza Na-vona. Pasear a orillas del Tíber o cruzar la Plaza de San Pedro para llegar a la Basílica y descubrir dentro La Piedad de Miguel Ángel. Sentarnos frente al Panteón o admirar las ruinas del Foro Romano. Recorrer en una vespa sus calles y rotondas, esperar durante ho-

Manuel Romero

6

ras en la cola de los Museos Vaticanos, entrar en las termas de Adriano o Ca-racalla o admirar maravillas pictóricas de Rafael, Miguel Ángel, Caravaggio... ¿Quién no querría pasarse unas sema-nas en Roma descubriendo todos sus secretos?

Woody Allen, el director que retrató como nadie la ciudad de Nueva York y que ha hecho pequeñas incursiones cinematográficas en algunas urbes europeas rueda su próxima película, “Bop Decameron” en Roma. Seguro que sabrá captar las pequeñas idio-sincrasias de una ciudad del siglo XXI que no puede ni quiere olvidar su rico y variado pasado.

Pero Roma es mucho más que sus edificios y sus ruinas. Roma hay que degustarla, comer pizza y pasta, buen vino y gelato, un capuccino y vuelta a empezar porque la comida termina cuando empieza la hora de pasear o de echarse una siesta. Descansar, re-lajarse y caminar mientras tomas otro

gelato y así hasta encontrar un peque-ño restaurante en una plaza, con sus manteles a cuadros blancos y rojos, su vela y su camarero, todo sonrisas que te ofrece asiento. Y disfrutas de una cena entretenida con música de fondo, con risas y de nuevo vino y pizza y pas-ta y un amaretto para digerir el festín.

Roma es una de las ciudades del mun-do que más ha sido llevada a la gran pantalla. Ha sido utilizada para infinidad de localizaciones y a menudo recons-truida en los estudios de Cinecittà, por directores italianos y extranjeros, tales como Roberto Rossellini, Vittorio De Sica, Pier Paolo Pasolini, Federico Felli-ni, Joseph Manckiewicz, William Wyler, Peter Greenaway, entre otros muchos.Para empezar a hablar de Roma y el cine habría que hacerlo desde los años del neorrealismo, cuando Vittorio de Sica en su “Ladrón de bicicletas” (1948) describe una ciudad dividida en tres círculos donde se mueven sus ha-bitantes según sus condicionantes so-ciales, más tarde repite su experiencia romana con “Stazione Termini” (1953) donde trabajaban Montgomery Clift y Jennifer Jones, y Umberto D. (1952). Pero remontándose aún más atraás se encontrará a Rossellini con su “Roma, ciudad abierta” (1945) y que un año después dirigirá el episodio de “Paisa”

Momento de la grabación de la famosa escena de la pélicula La

Gran Belleza, donde el personaje de Jed se relaja en la tumbona

de su casa, con vistas al Coliseo

7

para describir la llegada de una de las tropas aliadas a la capital italiana.En la década de los cincuenta, Roma alcanzó su máximo esplendor cine-matográfico y era conocida como el “Hollywood del Tíber”. La ciudad se convirtió en un lugar ideal para locali-zaciones de películas por sus espec-taculares edificios y mano de obra ba-rata. Actores y directores eran atraídos por los hoteles de lujo, los restaurantes de moda y las fiestas nocturnas en Vía Véneto. Entonces se rodaron películas como Quo Vadis? (Mervy Leroy, 1950), Vacaciones en Roma (William Wyler, 1953), Estación Termini (Vittorio de Sica, 1953), Ben Hur (William Wyler, 1959), La dolce vita (Fellini, 1960) o Ac-cattone (P.P. Passolini, 1961).

Sin duda, una de las imágenes más recordadas cinematográficamente de Roma es la de Anita Ekberg dentro de la Fontana de Trevi en la “La Dolce Vita” (1959) de Fellini. En otra secuencia, la cámara acompaña a Marcelo escaleras arriba para ver una formidable vista de Roma desde La Cúpula de Miguel Án-gel, en el lado izquierdo de San Pedro. Uno de los autores que más veces han utilizado la ciudad eterna como mar-co para sus historias: “Roma” (1971) o “Ginger y Fred” (1985). En Roma, Fellini conduce al espectador a través de una

DOLCE VITA

A principios de 2015 moría Anita Ekberg, musa de Fellini y protagonista de La Dolce Vita, película que captó como ninguna otra la Roma de mitad de los 50 y principios de

los 60.

Una Roma que vivía las consecuencias de ser el segundo plató de cine del mundo: los

estudios Cinecittá bullían de actividad y aquí se grabaron producciones como Ben Hur,

Quo Vadis o Vacaciones en Roma. Y esto, cómo no, conllevó el desembarco de actores y de sus vidas de farándula: fiestas hasta la madrugada y una dedicación casi en exclu-

siva al lujo fuera de las horas de trabajo.

José Luis Giménez

En la década de los

cincuenta Roma era conocida

como el “Hollywood del

Tíber”

ciudad en plena transformación: la ex-cavación de los túneles del metro con la aparición constante de ruinas y fres-cos (escena de las catacumbas). En la segunda refleja una ciudad caótica y surrealista.

Y Cineccitá acogió las callejas y casas del Mahattan de mediados del si-glo XIX en Gags of New York. El Pan-teón aparece en la primera escena de la película de Peter Greenaway El Vientre del Arquitecto. Monica Vitti se encuen-tra con Alain Delon en el Templo de Adriano en la película de Michelángelo Antonioni, El Eclip una sombría vista de El Coliseo en El Conformista, que contrasta diametralmente a la visión de Un Americano en Roma de Sordi. Roma ha sido desde los años treinta hasta el presente un paraíso para las localizaciones de películas de cine.

8

LA RUTA DE WOODY ALLEN

Museos Vaticanos

Ara Pacis

Piazza di Spagna

Via Veneto

Piazza della Pace

Piazza Navona

Fontana di Trevi

Campo dei Fiori

Piazza Mattei

Mercadao de Trajano

“Todos los caminos conducen a Roma”: la popular frase es per-fecta para sintetizarlo que Woody Allen nos regala en su nueva

pelicula, cuatro historias que tienencomo unico punto en cornun a una de las mas bellas y épicas ciudades del mundo. A Roma con amor nos lleva por las calles del Trastevere, el Coliseo y la

Piazza Navona, por nombrar solo alguno de los cientos de paisa-jes idilicos por los que pasean Ios personajes.

Un dialogo hilarante (y delirante) tiene lugar entre la despnpanate Anna (P. Cruz) y los tíos de Antonio (A. Tiberi), mientras recorren las galerías del Museo Vaticano. En realidad, la escena fue filmada en el Palacio Farnese.

Ya consagrado, con una fama incomprensible a cuestas, Leopoldo (R.Benigni) saborea Ias mieles del estrellato, y es invitado a un desfile de alta costura en la pasarela junto al monumento que oonmemora al Imperio Romano.

La película termina como comenzó, con el oficial de policía hablando a cámara a la luz de la luna se asoma por la ventana, a un lado de la luna se asomapor la venta-na, a un lado de la Piazza di Spagna. en las majestuosas escaleras una orquesta interpreta “Nel blu di pinto di blu”.

El homenaje de Woody Allen al cine italiano de la época de oro esta maspresente que nunca en la caminata que Leopoldo y su esposa dan por esta ele-gante avenida, que aparece en “La dolce vita”, de Fellini. La via es todo un simbolo de esos años.

Autos que van y vienen en una toma de 360 grados, donde una policía detránsito detiene su tarea para introducirnos en la ciudad y en los personajes. la escena transcurre en la plaza Venecia coronada por el Moumento a Victor Manuel II.

Los dilemas amorosos aún no han despertado on Jack (J. Eisenberg), quien acep-ta dar un paseo por las atracciones de Roma junto a su novia y Monica (E. Page). De fondo, se ve la magnifica Fuente de los Cuatro Rios, creada por Bemini en 1651.

Un romance que comienza cuando Hayley (A. Pill) busca ayuda para llegar a la mágica fuente llena de monedas y de deseos depositados. Michelangelo (F. Pa-renti) siente el flechazo, dando origena una de las cuatro historias.

Varias escenas transcurren en los alrededores de esta hermosa plaza donde, por la mañana, funciona uno de los mercados de frutas y verduras más pintorescos de Roma. Aquí, Mónica (E. Page) elige los ingredientes para una cena romántica.

Rincón encantador, ubicado en el antiguo gueto, donde confluyen palacios, es-culturas y angostas callejuelas. Una joven de pueblo, Milly (A. Mastronardi), se topa con un estrella del cine (O. Muti) y el galán de sus sueños (A. Albanese).

Cuatro jóvenes emprenden la aventura prohibida de escabullirse en las ruinas romanas, primero en las termas construidas en el año 60 d. C., durante el reinado de Nerón; luego, en el Mercado de Trajano del Foro Imperial.

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

Plano

"De Ro

ma con

amor"

1

5

8

10

2

3

4

6

7

8

9

10

11

VS

GRANBELLEZADOLCE

VITADe ninguna manera se nos ocurriría establecer una comparación cualitativa entre “La Gran Belleza” de Sorrentino y “La Dolce Vita” del maestro, por mucho que en recientes fechas se

haya etiquetado a aquélla como “valedora del Óscar”; y guardamos a buen recaudo las llaves de la vitrina en la que exhibimos nuestra debilidad por la película de Fellini.

Sorrentino también, claro, empuja a Marcello por esa vida intuida en esa escena final llevándolo hasta su senectud (Gambardella) y dan-

do por supuesto que su vida terminó siendo una mezcla entre el nihilismo como resultado de la búsqueda fútil de la belleza (gran tema de la película) y un intelectualismo inoperante, que sin embargo demuestra el potencial de aquel escritor soñado a través de una única obra de cierto valor (“El aparato humano”, lo llama Sorrentino, que ter-mina siendo una obra… fingida… pero deseada, como sucediera en “Jóvenes Prodigiosos” con “Hija de pirómano” y otras novelas inexistentes que muchos espectadores nos quedamos con ga-nas de leer). Como dice su creador, Gambardella es un observador de la vida, como lo era también Marcello, aunque ambos, juntos, a través de la propuesta de Sorrentino, son un ob-servador que se convirtió en perso-

naje de ese teatrillo burlesque de las noches a lo “Via Venetto”. El ático de Gambardella es la evolución madura de las curvas de aquella emblemática calle romana en la que Marcello y Pa-parazzo iban a la busca de famosos que capturar en sus fotos y con los que, sin darse cuenta, o sí, terminaban pasando la noche… en más de un sen-tido. Así, la tentación.

Se puede ilustrar este cambio de es-tadio en la trayectoria del personaje, en términos teóricos, por el contraste entre dos escenas, una de cada filme, que aunque no se referencian mutua-mente sí tienen algo que ver entre sí. En el caso de “La Dolce Vita”, Marcello es un tipo joven al que su amigo Steiner (Alain Cuny) le ha de marcar el camino, le instruye sobre las barandillas que le conducirían a ese “alter-ego” soñado, el escritor sencillo en un mundo de letras, y le invita a pasar más tiempo en su casa junto a sus amigos intelectuales. En cambio, en “La Gran Belleza”, es un

ya experimentado Gambardella quién reprende a su compañera hipócrita por exhibir una interpretación inexacta de su vida y negarse a reconocer que, como los demás, sufre “una vita de-vastata”. Marcello, instruido, contrasta con un Gambardella que entiende ya con pesimismo el camino recorrido y su agridulce final. Si Marcello se sentía fascinado por el grupo de intelectua-les que poblaba el salón de su amigo Steiner, Gambardella ha creado SU propio harén de intelectuales en el que ya es capaz de descubrir sus miserias y grietas. Al mismo tiempo, si Marcello era quién lo esperaba todo de aquellos amigos dedicados a la poesía, a la lite-ratura, etc., Gambardella pretende dis-culpar, perdonar, y entender con todo su cariño a sus amigos, aunque sus in-quietudes artísticas les hayan llevado a trabajar en un reality televisivo. Es una visión de madurez, de comprensión mutua, de placidez de un alma reple-to de noches imprudentes que en sus momentos más íntimos valora la com-

José Carlos de Celis

12

La escena en que Ramona y Gam-bardella pasean junto al “hombre que guarda el maletín con las llaves de los lugares más hermosos de Roma”

pañía de sus amigos, mirarlos a la cara y tomarles el pelo sentados alrededor de un sofá. Gambardella agota en falso el consumo del nihilismo del farandu-leo que tanto le cautivó en el pasado

y termina buscando algo más auténtico en sus amigos, y algo más auténtico en la belleza… desprovista de artificios (de ahí que ningunee a la artista conceptual Talia Concept). Así se pone de relieve que la

búsqueda de esa gran belleza no pasa por lo sofisticado, el esnobismo o la pretenciosidad. Gambardella le pide a su amigo que no intente hacer la gran obra, sino la que a él realmente ¡le ape-tece escribir!, que no se deje llevar por las corrientes dominantes para formar parte de ellas, porque son un truco, y tras ellas sólo se esconde el eterno nihilismo de quién no vende más que promesas.

Como bien saben los cinéfilos, esta fór-mula que aquí etiquetamos como “cine sobre cine”, “cine que se construye so-bre otro cine”, no es una invención de Sorrentino y en realidad se encuentra en otras muchas obras que guardan una personal relación con otras obras anteriores. Por citar un ejemplo, deten-gámonos en “Sueños de un seductor” (“Play it again, Sam”, 1972) del ameri-cano Woody Allen (aunque la dirección corrió a cargo de Herbert Ross), en la que Allan (interpretado por el propio Allen) trata de hacer prosperar sus re-laciones con las mujeres, su capaci-dad para seducirlas, incorporando las enseñanzas de un Humphrey Bogart arquetípico tomado de su filmografía más paradigmática y de “Casa Blanca” en particular, (Curtiz, 1942). Como una sombra producida por la imaginación de Allan, Bogart comparece ante su presencia indicándole el mejor camino para seducir a las mujeres, para enten-der cómo debe relacionarse con ellas, etc. Se trata, entonces, de un elemento de ficción en una obra de ficción que salta entre dos películas y cuyos cono-cimientos y capacidades atribuidas en la primera ficción se convierten en una fuente para otro elemento de ficción en una película posterior.

Visto de este modo, este “cine sobre cine” podría ser un mecanismo para extender los límites de una obra, o incluso de encrucijar sus activos cul-turales entre o hacia otras estepas de conocimiento que podían estar a la es-pera en sus inmediaciones reflexivas o incluso ausentes en su totalidad. “La Gran Belleza” aproxima sus reflexiones a las áreas de “La Dolce Vita” ensam-blando sus ideas y conectándolas de tal modo que las nuevas puedan ser percibidas desde la perspectiva de las antiguas. Si formuláramos la relación entre ambas en un diseño dual con-forme al paradigma FONDO – FIGURA (según las leyes de la Gestalt en la es-cuela alemana de psicología), pudiera pensarse que “La Gran Belleza” de So-rrentino adopta un FONDO propio en el que apoyarse, que sería “La Dolce Vita”, y sobre la que se propone como forma o como figura. Lo que capta nuestra atención es Gambardella y sus diatribas, pero el fondo de su historia es un encerado antiguo donde aún se siente el discurrir de “La Dolce Vita”. “La Gran Belleza” se mueve como ac-tivo particular colocado en primer pla-

“La Gran Belleza”, una valiosa

construcción de contenido

incremental sobre “La Dolce

Vita” de Fellini.

13

El personaje de Stefano, el tipo alto y delgado que porta el

maletín con las llaves y que hace de guía para Jep y Ramona, re-

cuerda al personaje del hijo de los nobles propietarios del castillo

por cuyos sótanos siniestros camina nuestro grupo de amigos.

no sobre un fondo general, “La Dolce Vita”, que parece estar tras la figura debido a su faceta histórica, así como a la condición universal de su imagina-rio que casi ha convertido algunas de sus escenas en un símbolo del propio cine (como la escena de la Fontana di Trevi con Anita Ekberg).

Y, como decíamos al principio, también puede dar lugar a una curiosa y eficaz forma de homenaje al cine en general y a una película en particular, en este caso… “La Dolce Vita”.

Tanto si concebimos la relación entre las dos películas desde una perspecti-va vertical de “capa sobre capa” (“cine sobre cine”), como si lo hacemos desde una perspectiva más horizontal como una prórroga fronteriza de la película original por la construcción aditiva que supone la incorporación del imaginario de la segunda película, lo cierto es que entre ambos corpus existen puntos concretos muy particulares de inter-sección. Y los hay. Para el espectador, estos puntos funcionan a modo de gui-ños vocativos que provocan la referen-cia a la película original y que, cuando son bien descodificados por la audien-cia, se convierten no ya en elementos de satisfacción personal para ésta (la satisfacción que produce reconocer un código que consideramos propio), sino incluso en un discurso casi endoxático que sirve para reforzar el mito de “La Dolce Vita” original.

En definitiva, Sorrentino completa su proceso de construcción de “cine so-bre cine” tomando con honestidad y transparencia el imaginario y las ideas de una película cosida en la historia del cine para siempre, y contando, sin embargo, unas historias propias que apuntadas o no en el texto original al-canzan un toque emocional de lo más eficaz. La película se atribuye armas su-ficientes para ahondar en el corazón de la audiencia, especialmente aquella no demasiado joven, y ponerle de nuevo en contacto con esa Belleza Mayúscu-la que aunque no lo sepamos nos mo-tiva cada día para seguir… aunque sea, viendo películas. Una obra de enorme calidad y mejor sabor final cuyo acierto parece improbable asistiendo tan sólo a sus primeras escenas y tras conside-rar lo abigarrado y desproporcionado de su diseño de producción durante la mayor parte del metraje, pero que

termina desenrollando con el discurrir de sus imágenes algunas escenas ver-daderamente hermosas, como la del paseo nocturno de Gambardella y Ra-mona entre las obras de arte de Roma. Equilibra con improbable acierto dosis de magnífico humor, imágenes de pos-modernismo tópico pero hermosas al fin y al cabo, toques nostálgicos, una carga emocional bien calibrada y un generoso final que recoge lo sembrado para dar redondez a una idea agotada y desarrollada durante la película casi sin darnos cuenta. Como espectado-res, regalamos a Servillo todo el cariño que nos inspira su personaje Gambar-della y cuando llegamos al final senti-mos que el viaje bajo los puentes de Roma, su imagen durante la presenta-ción de los títulos de crédito finales, es una metáfora del viaje vital, la subhis-toria lateral de Gambardella. Y es que, como a mí siempre me gusta decir, en el fondo, “La Dolce Vita” era una “road movie” de la noche.

“Cine sobre cine”,una intertextualidad

posmoderna de contenidos incrementales

14

PAOLOSORRENTINO

“No me llaméis el nuevo

Fellini”

Camillo de Marco

¿Qué siente usted por Roma, la ciudad donde has ambientado la película?

Fui a Roma de pequeño desde mi Ná-poles natal y más tarde me fui a vivir allí. A lo largo de todos estos años he coleccionado anécdotas. Pero ha sido el personaje de Jep lo que ha hecho que esos apuntes se convirtiesen en una película, porque hacia falta un tes-tigo que formase parte de ese mundo. Roma aún me sorprende y fascina. La intención era observar una amplia re-presentación de humanidad, con una mirada tierna y afectuosa. Pueden pa-recer insulsos fuera de lugar, pero de-trás de cada uno de esos personajes hay melancolía, sufrimiento, historias personales. No tenemos reparo en decir que en esas también estamos

nosotros, ahí, al borde de las desespe-ración.

Jep no deja de ser de Nápoles y su carácter es muy napolitano.

Si existe la ironía en esta película, se debe seguramente a Nápoles; es algo que me condiciona mucho, una ironía que no veo en ningún otro lugar. El per-sonaje de Toni Servillo está vinculado a un tipo de napolitano en vías de ex-tinción que sabe conciliar con naturali-dad la profundidad y la superficialidad sin ser snob. Es el que antes iba a los cócteles con las estrellas de la televi-sión y luego se veía con Alberto Mo-ravia. Además, hay una larga literatura del desencantado sentimental que va a la gran ciudad y utiliza el cinismo para defenderse de la metrópolis. Pero to-dos los cínicos esconden un lado sen-

A la crítica internacional le ha encantado “La gran belleza”, dirigida por Paolo Sorrentino y presentada a concurso en el

Festival de Cannes, y la comparación más recurrente ha sido con La dolce vita, de Federico Fellini.

15

Paolo Sorrentino durante la grabación de una escena de su oscarizada película

“La gran Belleza”

timental que en el caso del protagonis-ta de mi película se aprecia en la visión del fantasma de la chica de la que es-taba enamorado de joven.

Está el personaje de la “santa” y un retrato del mundo eclesiástico más bien punzante, con cardenales afi-cionados a lo mundano y monjas expertas de botox.

No tengo un conocimiento directo de ese mundo. Hemos usado la ironía en el punto de vista del personaje a todos los niveles de la película, y, por tanto, también ese mundo es visto con ironía. Pero el juego de Jep no funciona con la santa, tan sumamente distante de ese mundo que reduce todo a una charla li-gera. La santa hace que dude de todo. Jep está decepcionado con el mundo, el sexo, las aventuras. La santa le lleva en una dirección inesperada, le abre la puerta a una realidad distinta a través del silencio, la ausencia de ruido; y en-tonces Jep empieza a hacerse pregun-tas. Pero conoce al cardenal, que es más efímero y mundano que él mismo.

¿Qué le une con Toni Servillo?

Creo que trabajamos normalmente jun-tos por una mezcla de sentido de fami-lia y una relación imprevisible y siem-pre nueva. Es mi mejor crítico; no, más bien, es mi único crítico de referencia.

¿Hace diez años habría hecho la misma película?

Sí, habría sido igual, porque lanza preguntas sobre sentimientos que no pertenecen a una edad determinada. Como ha dicho Toni Servillo, la ‘grande bellezza’ es la metáfora de un país que pierde continuamente oportunidades, mientras que Roma, con su belleza, demuestra que hubo una época en que esas oportunidades fueron apro-vechadas por alguien.

El sentimiento de las raíces, la nostalgia por un amor perdido, el tiempo que pasa. Al final Jep pare-ce encontrar un centro en torno al cual gravitar.

Para él, las raíces son la nostalgia amo-rosa por aquella chica. Pero la diferen-cia está en volver a encontrar las pala-bras. Quien ha sido escritor no deja de serlo nunca.

El Oscar ha influido en su trabajo sobre esta película?

No. La película la escribí en agosto de 2013, antes del Oscar. Luego no he te-nido tiempo de pensar en lo que signi-fica para mí haberlo ganado.

“La dolce vita es una

obra maestra.

La nuestra es sólo una

película”

16

EL CANON DEL MEDIODIA

EL AGUA POTABLE

Cappuccino “capuchino” en español, es una de las bebidas italianas más famosas del mundo la cual se preparada con café expreso y leche montada con el vapor para crear la espuma (en ocasiones lleva cacao o canela en polvo). En Roma nunca se toma después de comer, sólo en el desayuno. Así que asegúrese de disfrutar de un capuchino por la mañana.

Pocos lugares en Roma permiten un mejor panorama de la Plaza Garibaldi en la colina de Gianicolo. Ade-más, todos los días al mediodía, un cañón dispara una vez en la dirección del Tíber. Que data del siglo 19, la tradición marca la hora exacta y las señales de los campanarios de la ciudad a sonar sus campanas.

No te preocupes por el agua, donde quiera que vayas, no importa si es un pueblito o una gran ciudad, encontraras fuentes de agua potable de las cuales podrás beber agua tranquilamente. En Roma hay aproximadamente 2500 surtidores de agua corriente (o bebederos públicos) en las calles y los parques, los cuales funcionan las 24 horas.

NUNCA BEBAS UN CAPUCHINO DESPUES DE COMER

17

Tal y como pasa en otras ciudades italianas como Venecia, por ejemplo, en Roma también hay el costumbre de tener “estatuas parlantes”. Las más conocidas son el Pasquino i Il Facchino. Estás estatuas servían (y sirven) como punto de crítica contra el poder del estado, iglesia y de cualquier miembro de la ciudad.

ESTATUAS PARLANTES

Gammarelli es, por así decirlo, la tienda oficial de los Papas ya que desde finales del siglo XVIII son los encargados de vestir a los nuevos Pntífi-ces. Tan sólo Pío XII cambió de sastre y lo hizo porque ya ha-bía un sastre en su propia familia.

VIAJAR DA LA FELICIDAD

La ciudad en la cual Ezio Auditore se encuentra al

final de Assassin’s Creed II en la cual pelea con el papa y le deja vivir. vuelve a Monterrigioni en As-sassin’s Creed: Brotherhood ‘’la cual es atacada por rodrigo borgia y ezio vuelve a asesinar a rodrigo borgia a Roma.

LOS ASSASSINSPOR ROMA

TIENDA DE LOS PAPAS La investigación (publicada en la «Journal of

Positive Psychology») afirma que la gratifica-ción instantánea que obtenemos al adquirir objetos como ropa, zapatillas de deporte o joyas caras es únicamente pasajera. Por el contrario, al crear experiencias que perdu-ren para siempre (y podamos recordar y comentar posteriormente) estamos in-virtiendo a largo plazo en un futuro ver-daderamente feliz.

18

Pulp Fiction Familia Adams

Blade Runner

ZIONENSES

American Horror Story

Ed Wood Kill Bill

Si quieres aparecer en nuestra revista puedes enviarnos tus fotografías de película a nuestro co-rreo [email protected] o por algunas de nuestras redes sociales facebook, Twitter, Instagram Google+ o Pinterest. Mándalo y buscate en nuestra revista. ¡¡¡Viva Zion!!!

19

PRoXIMAMENTE

NO te pierdas el siguente número de nuestra revista. Recuerda puedes encontrarla en tu kiosko

o en nuestra web www.zion.com.

Siguenos en:

20 ARQUITECTURA

DESIGN

Catia sce esceri inti, conum poeri sena, con-

vesta opublii con Itam nonst vicon vivilici pro,

quos Cat vis nuntia Satilic ussinte stractur.

Osulabus eo paribus, vernum acierordie nonsum

ocurbefex me conloc fit is.

LOREM IPSUM