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ARTÍCULOS: Terremoto de L'Aquila. Observaciones sobre el comportamiento estructural de los edificios - Aplicaciones del confinamiento del hormigón - Determinación analítica de las longitudes de anclaje y solape según la Instrucción EHE-08
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Nº 21 • SEPTIEMBRE 2009
ENTREVISTAAniceto Zaragoza Ramírez
Presidente de EUPAVE y Director General de Oficemen
REPORTAJEEl terremoto de L’Aquila
SUM
AR
IO
· SEPTIEMBRE · Nº 21 1
Sumario
Zuncho es una revista técnica especializada
en la fabricación, investigación, transforma-
ción y uso del acero para estructuras de hor-
migón, que se edita cuatro veces al año.
DIRECTOR DE LA PUBLICACIÓN:
Julio José Vaquero García
COORDINADORA EDITORIAL
Raquel Martín-Maestro Arranz
ASESORES:
Juan Jesús Álvarez Andrés
Ignacio Cortés Moreira
Antonio Garrido Hernández
Enric Pérez Plá
Valentín Trijueque y Gutiérrez de los Santos
Luis Vega Catalán
EDICIÓN:
CALIDAD SIDERÚRGICA, S.L.
C/ Orense 58, 10º C
28020 Madrid
DISEÑO, PRODUCCIÓN Y PUBLICIDAD:
Advertising Label 3, S.L. (ALCUBO)
Tel.: 91 553 72 20
Fax: 91 535 38 85
IMPRESIÓN:
MEDINACELI PRINTER, S.L.
Depósito legal: M-43355-2004
ISSN: 1885-6241
Las opiniones que se exponen en los artículos
de esta publicación son de exclusiva respon-
sabilidad de sus autores, no refl ejando nece-
sariamente la opinión que pueda tener el edi-
tor de esta revista. Queda terminantemente
prohibido la reproducción total o parcial de
cualquier artículo de esta revista sin indicar su
autoría y procedencia.
REPORTAJES
• Terremoto de L'Aquila. Observaciones
sobre el comportamiento estructural
de los edifi cios.
• Aplicaciones del confi namiento del
hormigón.
• Determinación analítica de las
longitudes de anclaje y solape según la
Instrucción EHE-08.
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NOTICIAS
• Ferros Iluro y Técnicas del Hierro
consiguen la marca FerraPlus.
• UNESID solicita ayudas al Gobierno
para mantener la viabilidad del sector.
• Andrés Barceló, nuevo Director General
de UNESID.
• CEPCO pide al Gobierno invertir 10.000
millones de euros en el Plan E de 2010.
• El sector cementero cerrará 2009 con
una caída del consumo de hasta el 35 %.
41
EN PORTADA
• Entrevista a D. ANICETO ZARAGOZA
RAMÍREZ, Presidente de EUPAVE y
Director General de Ofi cemen.
3
EN PORTADA
· SEPTIEMBRE · Nº 21 3
El desarrollo de los pavimentos de hormigón ha vivi-
do etapas punta y etapas valle en nuestro país. ¿Qué
ha motivado este hecho?
Es una larga historia. Durante los años 20, en España y
podríamos afi rmar que en todos los países avanzados,
los técnicos apostaban por los pavimentos de hormi-
gón como la mejor solución para las carreteras. No
obstante, diferentes motivos de tipo cultural, técnico o
económico, dieron lugar a que dicha solución constructiva no se
generalizase en todo el mundo.
De este modo, frente a países que han mantenido la tradición de
construir pavimentos de hormigón de forma permanente, en el
nuestro, dicha tendencia no ha sido constante.
Así, por ejemplo, tras la Guerra Civil, la escasez de cemento fue uno de
los motivos que propició que se no construyeran pavimentos de hor-
Entrevista a:
ANICETO ZARAGOZA RAMÍREZ,
Presidente de EUPAVE y Director General de Ofi cemen.
Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, licenciado en Historia y en Ciencias Económicas y Empre-
sariales, Aniceto Zaragoza cuenta con un interesante currículo. Ex-presidente de la Federación Europea de
Carreteras (ERF) y, durante 17 años, Director General de la Asociación Española de la Carreteras (AEC), es
desde septiembre de 2006 el Director General de Ofi cemen, cargo que compagina con otros, entre los que
fi gura el de Presidente de la Asociación Europea de Pavimentos de Hormigón (EUPAVE) y del Foro de Infra-
estructuras. La docencia es otra de las actividades que desempeña, impartiendo clases como profesor de
Transportes en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid.
Zuncho ha querido hablar con él por su doble vinculación al mundo de la carretera y del hormigón que
se ha visto recientemente reforzada al promover la creación del Foro de Pavimentos de Hormigón en
nuestro país. Cemento, acero y carreteras siempre han tenido una relación estrecha. España comenzó
a realizar pavimentos de hormigón a comienzos del siglo XX, sin embargo, en los años 90 la ejecución
de esta práctica se contrajo y su promoción supone, actualmente, un reto en el que se está trabajando
con empeño desde diferentes instituciones. Hablamos con Zaragoza de la realidad de los pavimentos
de hormigón no sólo en España sino también en Europa, de sus ventajas y desventajas y de las activi-
dades previstas para promover su construcción.
PAVIMENTOS DE HORMIGÓNUNA SOLUCIÓN EFICIENTE Y SOSTENIBLE
EN PORTADA
· SEPTIEMBRE · Nº 214
migón y como consecuencia, la tradición técnica no se desarrolló. En
aquellos momentos, era imprescindible destinar el cemento que se
producía a resolver otras carencias más urgentes, como la edifi cación
y la rehabilitación de estructuras afectadas por la contienda.
Con el lanzamiento de los planes de autopistas de peaje los pa-
vimentos de hormigón fueron una alternativa muy bien valorada,
ya que desde el punto de vista del ciclo de vida siempre han sido
la solución más económica, dando lugar a algunas obras emble-
máticas que todavía podemos disfrutar.
Esta oportunidad supuso que, en los años 80, cuando se comen-
zaron a construir las primeras autovías en el país, esta técnica ya
estuviera consolidada y aunque sus costes de construcción eran
competitivos, su mínimo mantenimiento implicaba que la inver-
sión total requerida a lo largo de su vida útil fuese menor frente a
otras aplicaciones.
En los años 80, en torno al 20 % de las carreteras de
nuestro país se realizaban con hormigón. Salvo su
construcción en aeropuertos o dársenas portuarias,
ya no se construyen pavimentos con este material en
nuestro país. ¿Los errores del pasado pasan factura
hoy a los pavimentos de hormigón?
En España, la construcción de pavimentos de hormigón
no se ha abandonado en ningún momento, siendo sus
principales usos los industriales, portuarios y aeropor-
tuarios. No obstante, su implantación en carreteras dis-
minuyó y ahora estamos trabajando para impulsar esta
aplicación hasta el lugar que realmente merece.
Como todos, nuestro país construye y aprende a mejo-
rar las carreteras al mismo tiempo. La menor ejecución
en hormigón implicó un menor desarrollo de la tecno-
logía que se empleaba y quizás se perdió parte del co-
nocimiento que existía, o simplemente no se avanzó al
mismo ritmo que lo hacían otras soluciones.
Sin embargo, ahora miramos al futuro con optimismo.
Después de los esfuerzos realizados en las dos últimas
"La construcción de
pavimentos de hormigón no
se ha abandonado en ningún
momento"
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· SEPTIEMBRE · Nº 21 5
décadas, hemos mejorado la durabilidad, el confort y
la seguridad, y podemos ofrecer las mejores técnicas
disponibles para la ejecución de pavimentos más sos-
tenibles desde el punto de vista económico, medioam-
biental y social.
Dos tipos de carreteras captan actualmente nuestra
atención, ya que el hormigón es sin duda, la mejor so-
lución para ellas: las vías de alta capacidad de tráfi co,
incluyendo aquellas soluciones especialmente diseña-
das para el transporte público y las vías rurales de baja
intensidad de tráfi co.
Hoy día estamos siendo testigos del incremento del
tráfico tanto en las autovías como en las autopistas
y la necesidad de soluciones más durables, que no
impliquen continuas operaciones de reparación y
refuerzo. Ésta será una de las exigencias más deman-
dadas por las administraciones y por la sociedad en
los próximos años.
De otro lado, también es una solución muy adecuada
para las vías rurales de baja intensidad de tráfi co y ca-
minos agrícolas, donde no se dispone de recursos para
el mantenimiento y en este sentido, la utilización del
hormigón es la solución idónea.
Como nos comenta, van a apostar por introducir los
pavimentos de hormigón en vías de alta capacidad.
La Dirección General de Carreteras recomienda el
empleo de pavimentos de hormigón armado conti-
nuo para este tipo de vías. ¿Van ustedes a promocio-
nar más el hormigón armado?
Para realizar pavimentos de hormigón pueden utilizar-
se dos técnicas principales. Así, en Austria se emplea
principalmente el hormigón en masa con pasadores y
con la tecnología actual se obtienen unos excelentes
resultados. Por otra parte, la escuela belga ha difundi-
do la utilización del hormigón armado continuo que
también ofrece unos resultados absolutamente mara-
villosos desde el punto de vista de la calidad. La diferencia viene
obviamente por el coste, mayor en los pavimentos armados con-
tinuos. Nosotros no apostamos por una solución en concreto, sino
por la utilización de las dos según los técnicos lo consideren más
conveniente en cada proyecto.
Sin embargo, a pesar de ser más cara la ejecución de las carre-
teras de hormigón armado continuo presentan más ventajas.
¿Qué opina usted al respecto?
La ventaja fundamental de las carreteras de hormigón arma-
do continuo es que no tienen juntas, lo que podría aportar
mayor confort a la conducción. Sin embargo, una buena cons-
trucción de hormigón con pasadores puede tener unas juntas
inapreciables para el conductor. Son dos técnicas alternativas.
Una nos da seguridad en su comportamiento, aunque es más
compleja su construcción, y otra, atendiendo a la experiencia
de nuestros colegas austríacos que hacen pavimentos de hor-
migón en masa con pasadores, aporta también una espléndi-
da calidad. Considero que el debate reside en el dominio de
la técnica.
Estamos mirando mucho a Europa, ¿verdad?
Por supuesto, pero no sólo a Europa, sino también a Estados Uni-
dos, que ha sido durante mucho tiempo el país que ha avanzando
más en la ejecución de los pavimentos de hormigón y actualmen-
te, como no puede ser de otra manera, los vincula a las políticas
de sostenibilidad, tanto desde el punto de vista económico, como
social y medioambiental.
Quizás en España se ha primado la idea de construir rápidamente
sin refl exionar sobre el mantenimiento a largo plazo. La realidad es
que todos los proyectos deberían ser evaluados en su conjunto,
teniendo en cuenta los gastos que se comprometen al ejecutar
una carretera desde el principio, pues con el paso del tiempo es
muy complicado encontrar recursos para el mantenimiento. Por
lo tanto, desde el inicio hay que realizar el esfuerzo de evaluar glo-
balmente cada obra, siendo necesario buscar las soluciones que
sean más durables y que exijan menos conservación, optimizán-
dose el coste global.
EN PORTADA
· SEPTIEMBRE · Nº 216
¿Qué hace que ahora sea el momento propicio para promocio-
nar los pavimentos de hormigón?
Hay muchos factores, pero podemos destacar que se está gene-
rando un cambio de mentalidad que prioriza la necesidad de te-
ner en cuenta el coste integral de los proyectos; en este sentido, la
balanza se inclina a favor de los pavimentos de hormigón.
Así, la subida del precio de determinadas materias primas, lide-
radas por el petróleo, ha hecho que soluciones alternativas al
hormigón se hayan encarecido de forma que, en la actualidad, la
construcción de pavimentos de hormigón es igual o más barata
que la realizada con otros materiales.
Por otra parte, actualmente todas las infraestructuras se analizan
desde el punto de vista de la sostenibilidad y en este sentido los
pavimentos de hormigón son la solución más sostenible en la
construcción de carreteras, por múltiples razones.
Los pavimentos de hormigón son una solución constructiva respe-
tuosa con el medio ambiente porque su fuente de materias primas
es inagotable, minimizan el consumo de combustible de los vehí-
culos y además de poder emplear materiales reciclados, pueden
reciclarse. También necesitan menos excavación, por lo que se re-
duce el impacto ambiental de estas labores. Tienen larga duración,
mínimo mantenimiento, y no contaminan en ninguna de sus fases.
Además, son los más duraderos ya que es la única solución con
una vida de servicio de más de 30 años sin precisar rehabilitacio-
nes estructurales ni renovaciones superfi ciales. El mantenimiento
es prácticamente inexistente. Así, aunque lo habitual es establecer
una vida útil de 30 a 40 años, hay pavimentos que tienen una vida
de 60 años e incluso tenemos documentado algún pavimento
excepcional con más de 100 años de vida que todavía sigue en
servicio.
Por lo tanto, desde nuestro punto de vista, actualmen-
te la realización de una carretera debe someterse a un
análisis global, que incluya los parámetros más impor-
tantes y trascendentes para conseguir un desarrollo
sostenible.
No podemos obviar que hace años los pavimentos de
hormigón presentaban un confort general inferior a las
soluciones bituminosas, especialmente en sonoridad y
rodadura. Sin embargo, la tecnología ha avanzado para
eliminar estos inconvenientes y ya se pueden ofrecer
soluciones igualmente confortables para los usuarios,
que difícilmente pueden diferenciar sobre qué tipo de
pavimento están rodando.
De la primera reunión el Foro de Pavimentos de
Hormigón trascendió que uno de sus objetivos era
fomentar la formación pero, ¿cómo lo van a hacer?
¿qué temas se deben abordar?
Sin lugar a dudas la mayor dificultad que tenemos
hoy día para la promoción de los pavimentos de hor-
migón en nuestro país es la pérdida de una tradición
técnica, ya que hay pocos equipos humanos y em-
presariales que conozcan las nuevas tecnologías en
la ejecución de este tipo de pavimentos. No obstan-
te, es una barrera que se puede superar aunque no
fácilmente.
Así, por ejemplo, podemos contar con el conoci-
miento experto de los pavimentos de hormigón que
se están aplicando en otras infraestructuras, como
pueden ser las aeroportuarias. Además, las experien-
cias internacionales que se están llevando a cabo
en Europa y Estados Unidos nos sirven de referente
"La mejora de la técnica
permite construir pavimentos
tan confortables como los
bituminosos"
"El coste integral de
los proyectos inclina la
balanza a favor de los
pavimentos de hormigón"
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para crear las herramientas necesarias que formarán
a equipos especializados.
Además, nos gustaría compartir sinergias y experiencias
con las grandes empresas constructoras españolas que
realizan de manera habitual carreteras de hormigón
en otras partes del mundo, aunque actualmente no lo
hagan en nuestro país. Hay que facilitar que ese cono-
cimiento que ya está presente en las empresas fl uya.
Lo que es útil para construir en otras partes del mundo
también lo es para España.
Por último, es necesario preparar programas de for-
mación específicos. Nuestra federación europea,
EUPAVE, está haciendo un enorme esfuerzo en sin-
tetizar el conocimiento disponible y ponerlo a dis-
posición de todos los técnicos que puedan estar
interesados, y entre ellos, los que pertenecen a las
empresas españolas.
En este sentido un hito muy importante va a ser la cele-
bración del 11º Simposio Internacional de Pavimentos
de Hormigón que tendrá lugar en Sevilla en octubre
de 2010. Será una ocasión única para conocer cuáles
son las mejores prácticas y técnicas disponibles para la
realización de pavimentos de hormigón en todos los países del
mundo.
¿Por qué se debe apostar por los pavimentos de hormigón,
frente a los realizados con mezclas bituminosas? ¿Qué ventajas
ofrecen?
Hay toda una serie de ventajas y algunas de ellas ya las he comen-
tado anteriormente, pero no quiero dejar de señalar que son la
alternativa que mayor seguridad proporciona a los usuarios, dado
que poseen espléndidas características superfi ciales, además de
que no arden ni desprenden sustancias tóxicas en caso de incen-
dio, lo que los hace la solución más adecuada para los túneles.
Dentro del modelo de producción sostenible por el que el Go-
bierno apuesta, los pavimentos de hormigón tendrán, sin duda,
un lugar relevante. Los componentes del hormigón constituyen
el 95 % de la corteza terrestre y esto signifi ca que para hacer
cemento y después hormigón tenemos recursos prácticamente
ilimitados. Además, los pavimentos de hormigón son una solu-
"Necesitan una mínima
conservación en un plazo
de 30 a 40 años"
EN PORTADA
· SEPTIEMBRE · Nº 218
ción que podemos reciclar, que es segura porque sus caracterís-
ticas se mantienen durante muchísimo tiempo y que minimiza
los costes de transporte porque están elaborados con un mate-
rial con gran disponibilidad geográfi ca.
Los productos convencionales, basados en el petróleo, tienen una
vida comercial razonablemente limitada. Por otra parte, desde el
punto de vista estratégico, la dependencia exclusiva de un pro-
ducto no es buena, ni para el que lo compra ni para el que lo ofre-
ce, ya que puede suponer un freno a los procesos de innovación.
Aunque los pavimentos de hormigón son una solución barata en
el largo plazo, ante una previsible subida del precio del petróleo,
también será muy competitiva a corto plazo.
Esta mejora de los pavimentos de hormigón ¿ha venido a través
de la innovación de los materiales, de la técnica o de una con-
junción de ambos?
La innovación se ha producido en todas las fases del proceso de
construcción. En la ejecución, donde en lugar de extender una
única capa con el espesor total del pavimento, mejoramos la re-
gularidad del fi rme mediante la extensión de dos capas más del-
gadas. Además hoy podemos dar unas terminaciones
diferentes. Donde antes utilizábamos los tradicionales
ranurados, ahora podemos usar un abanico de termi-
naciones con las que se pueden aportar las mismas
características desde el punto de vista de la seguridad
y de la evacuación del agua, pero que desde la pers-
pectiva de la sonoridad y del confort signifi can gran-
des mejoras.
El menor coste a largo plazo es una de las ventajas.
¿Han calculado económicamente cuánto se ahorra al
construir carreteras de hormigón frente a las asfálti-
cas? ¿Qué factores inciden en ese ahorro?
Los modelos de cálculo existentes, que incluyen los
costes de mantenimiento a largo plazo, obtienen aho-
rros muy signifi cativos, en algunos casos superiores al
20 %, según la solución de pavimento que se adopte.
Con estos datos todos los agentes implicados, que
deben analizar tanto los requisitos iniciales de ejecu-
ción como los futuros, serán conscientes de que no
se puede hipotecar el futuro con las necesidades de
conservación. De igual forma que hemos detectado
que tenemos que cambiar los mecanismos de fi nan-
ciación, también tendremos que modifi car nuestra
forma de construir.
Desde el Foro de Pavimentos de Hormigón ustedes di-
cen que las carreteras construidas con este material
generan ahorro para los usuarios. ¿podría explicar-
nos cómo se produce?
Este es un tema muy importante que queremos valorar a
nivel europeo. Los pavimentos de hormigón minimizan
el consumo de combustible de los vehículos pesados.
Existen investigaciones rigurosas, tanto de la Adminis-
tración canadiense como norteamericana, que avalan
dicha afi rmación. Los resultados permiten constatar que
se consume entre un 3 % y un 9 % menos de combus-
tible lo que representa, sin duda, un importante ahorro
económico y de emisiones de CO2, lo que nos permitiría
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· SEPTIEMBRE · Nº 21 9
tener una nueva herramienta en la lucha contra el cam-
bio climático.
Por otra parte, disminuyen la temperatura de los entor-
nos urbanos por su menor absorción de calor, lo que
se traduce, en épocas calurosas, en un ambiente más
agradable y en una disminución de los costes de refri-
geración de los edifi cios. Los pavimentos de hormigón
pueden ayudar a bajar la temperatura hasta dos grados
en el centro de las ciudades.
Además, al tener una superfi cie más clara, requieren
menos iluminación, con el consiguiente ahorro energé-
tico que ello supone.
Estos son argumentos que, desde el punto de vista de
la sostenibilidad de las infraestructuras, las administra-
ciones públicas están empezando a tener en cuenta.
Concienciar a la Administración
de todas estas ventajas es otro
de los retos del Foro. ¿Cómo van
a trabajar este punto?
Es una de nuestras misiones dar
a conocer las experiencias nacio-
nales e internacionales y los pro-
cesos de innovación que se están
llevando a cabo en la ejecución
de pavimentos de hormigón. Las
administraciones públicas en ge-
neral son receptivas a la innovación, pero también son
cautas a la hora de utilizar técnicas con las que no están
plenamente familiarizadas. La Administración Central
y algunas Comunidades Autónomas están llevando a
cabo proyectos de pavimentos de hormigón a través
de los cuales están comprobando que son una solución
perfectamente razonable, que no presenta más riesgos
que ninguna otra y que, por lo tanto, se pueden aco-
meter sin difi cultades especiales. Se está produciendo
un movimiento del escepticismo a la normalidad que
llevará un cierto tiempo, pero los resultados avalarán la solución
en hormigón.
¿Tienen algún tipo de respuesta por parte de la Administración
sobre su apuesta por este tipo de pavimentos a corto plazo?
En España, la Administración siempre tiene en marcha proyectos
de pavimentos de hormigón, como el recientemente realizado
con hormigón armado continuo en la Autovía del Mediterráneo
en Adra (Almería). Además, actualmente hay otros proyectos en
Andalucía, Castilla y León, Galicia y la Comunidad Valenciana. Es
decir, hay todo un conjunto de actuaciones que se empiezan a
generalizar en nuestro país y que harán de los pavimentos de
hormigón soluciones habituales.
Estoy convencido de que dentro de
unos años el propio mercado será
quien los demande intensamente.
No será necesario explicar todas las
ventajas que ofrece, ni habrá que lu-
char para demostrar que los costes
son mucho menores a largo plazo
porque además su ejecución llega-
rá a ser también más económica.
A un año vista de celebrarse el Sim-
posio de Pavimentos de Hormigón,
¿cree que llegará a constituir un punto de infl exión para este
tipo de soluciones?
Estamos convencidos de ello. Profesionales de todo el mundo
van a presentar sus experiencias en este foro internacional que
pondrá de manifi esto las ventajas de los pavimentos de hor-
migón que ya vienen realizándose en muchos países. Será una
oportunidad para conseguir que en España vuelvan a ser una
práctica habitual. Los pavimentos de hormigón vuelven para
quedarse.
“No podemos hipotecar el
futuro con las necesidades de
conservación”
REPORTAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 21 11
El 6 de abril de 2009 la región de Abruzzo,
situada en la parte central de los Apeninos,
fue sacudida por un terremoto de 5,8 gra-
dos de magnitud en la escala de Richter,
que tuvo consecuencias catastróficas sobre su capi-
tal, L’Aquila, una pequeña ciudad de 73.000 habitan-
tes. Su emplazamiento, en el estrecho valle del río
Aterno, se caracteriza por estar flanqueado por mon-
tañas de más de 2.000 m de altura y localizado sobre
depósitos aluviales de aproximadamente 500 m de
profundidad sobre los que se levanta una pequeña
colina de conglomerado en la que se sitúa el centro
histórico de la ciudad cuya construcción data de mediados del
siglo XIII.
No es la primera vez que un terremoto sacude esta zona y produce
grandes pérdidas. En los años 1462, 1703 y 1915 se registraron mo-
vimientos de magnitud similar al acaecido en el año 2009.
Como ya se ha comentado, la magnitud local (M1) del terremoto fue de
5,8 que en términos de magnitud basada en el momento sísmico (Mw)
supone 6,3 grados. El terremoto puede califi carse como superfi cial ya
que la profundidad del foco se localiza a 8 km, cuyo epicentro se reco-
ge en la Figura 1 en la que también se han destacado en azul las dos
Alex H. Barbat - Catedrático de Mecánica de Medios Continuos y Teoría de Estructuras de la Universidad Politécnica de Cataluña. Presidente de la Asociación Española de Ingeniería Sísmica (AEIS).
Álex Barbat participó en la única misión internacional que a tan sólo diez días del fatídico terre-
moto del 6 de abril, entre el 17 y el 24 de abril, tomó parte activa en la operación de evaluación
de daños en los edifi cios de la zona afectada.
La misión integrada por 8 especialistas europeos fue enviada por el Monitoring and Informa-
tion Centre (MIC) de la Protección Civil Europea, en el marco del Mecanismo Europeo de Protec-
ción Civil, a petición de la Protección Civil de Italia. El resto de los cerca de setecientos expertos
en la zona, organizados en equipos de 2 o tres personas, eran italianos.
Ante las similitudes en el tipo de construcción italiana y española, ZUNCHO ha querido conocer
las conclusiones de este experto de primera fi la sobre los daños del sismo en los edifi cios de
hormigón armado de L’Aquila. El artículo también incluye observaciones sobre el estado de los
edifi cios monumentales de mampostería de piedra (iglesias, palacios, castillos) que se encuen-
tran en el centro histórico de la ciudad y que pertenecen a su herencia cultural.
TERREMOTO DE L'AQUILAOBSERVACIONES SOBRE
EL COMPORTAMIENTO ESTRUCTURAL DE LOS EDIFICIOS
REPORTAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 2112
fallas que pudieron ser el origen
del mismo, así como la aceleración
horizontal de pico registrada en el
momento del terremoto por los
cuatro acelerógrafos situados en
la zona. Obsérvese, que la acele-
ración máxima de pico registrada
en la ladera de la colina sobre la
que se erige el centro histórico de
L’Aquila es de 0,35 g.
La crisis sísmica del mes de
abril no comenzó de repente.
Ya el 1 de diciembre de 2008
se produjeron unos terremotos
de magnitud entre 2 y 3 grados
en la escala Richter y desde el
30 de marzo hasta el choque
principal del día 6 de abril de
2009 se contabilizaron 23 terre-
motos de magnitud entre 4 y
5. Posteriormente, sucedió una
secuencia de réplicas entre las
cuales hubo dos eventos con la
magnitud Mw mayor que 5.
El que la ciudad tuviese locali-
dades cercanas y barrios cons-
truidos en zonas con diferente
profundidad de la capa de se-
dimentos tuvo como resultado
efectos locales de sitio muy pronunciados. Este hecho provocó
que las intensidades macrosísmicas en la escala italiana Mercalli-
Cancani-Sieberg (MCS) de la zona afectada se encontraran en un
amplio rango de valores, entre VI y X. Puede mencionarse que, ini-
cialmente, la intensidad del terremoto había sido estimada entre
VIII y IX grados MCS1. Es interesante señalar que mientras que en
la localidad de Onna, ubicada en el valle del río Aterno sobre un
depósito aluvial de 300 m, se produjeron enormes daños ante una
intensidad en la escala MCS de X, en la cercana localidad
de Monticchio los daños estructurales fueron ligeros.
El terremoto del 6 de abril de 2009 afectó a toda la
ciudad de L’Aquila y, sobre todo, a su centro histórico,
como puede apreciarse en la Figura 2. Entre los efectos
más terribles del sismo se deben mencionar 305 muer-
tos, aproximadamente 1.500 heridos, 15.000 edifi cios
que han quedado no habitables y cerca de 80.000 per-
sonas evacuadas temporalmente. A todo esto se deben
Figura 1.- Zona de L’Aquila afectada por el terremoto.
Figura 2.- Distribución de los daños sísmicos en los edifi cios en L’Aquila.
1 La escala italiana es similar a la escala macrosísmica europea EMS-98.
L'Aquila
REP
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TAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 21 13
añadir los enormes costes indirectos producidos por la interrup-
ción de la actividad económica, sin pensar en las pérdidas de in-
calculable valor por los daños en numerosos edifi cios antiguos y
monumentos que constituyen la herencia cultural de L’Aquila.
OBSERVACIONES SOBRE LAS ESTRUCTURAS DE
HORMIGÓN ARMADO Y SU COMPORTAMIENTO SÍSMICO
La mayoría de los edifi cios de hormigón armado de la zona se cons-
truyeron en diferentes épocas a lo largo de los últimos 60 años.
Muchos de los edifi cios porticados existentes tienen forjados unidi-
reccionales, formados por viguetas apoyadas sobre vigas de canto
y elementos cerámicos similares a los utilizados en España (véase
la Figura 3). En otros casos, los edifi cios constan de losas de hormi-
gón armado apoyadas sobre vigas de canto. Recientemente había
empezado a utilizarse también el forjado unidireccional con vigas
planas como las que se emplean en España (véase la Figura 4).
La vulnerabilidad sísmica y el comportamiento durante los sismos
de los edifi cios de hormigón armado están infl uenciados de un
modo determinante por:
• Los materiales de construcción utilizados.
• Las normas de diseño.
• Las prácticas de diseño y constructivas existentes en el período
de construcción, que pueden conducir a defectos en el diseño
conceptual de los edifi cios.
Es importante señalar que, en términos generales, se ha observado una
mejora del comportamiento sísmico de los edifi cios de hormigón ar-
mado a medida que su fecha de construcción es más reciente. De este
modo, las estructuras posteriores a 2003 se han comportado mejor
que las construidas entre los años 1960 y 1970, o después de 1980.
Pero, sin duda alguna, la ubicación del edifi cio en la zona y, por
tanto, los efectos locales del suelo, han infl uido mucho en el nivel
de daño alcanzado en cada edifi cio.
Materiales de construcción
Respecto a los materiales de construcción, hasta fi nales de los años 70
del siglo pasado se utilizaron de forma habitual armaduras lisas y hor-
migones de baja resistencia y escasa calidad, amasados in situ, lo que
Figura 3.
Figura 4.
Figura 5.- Armaduras lisas y hormigón de baja calidad.
REPORTAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 2114
se ha refl ejado en los pórticos inspeccionados en los que se observan,
además, defectos de ejecución asociados a una escasa compactación
y a una insufi ciencia en los recubrimientos de las armaduras (véase la
Figura 5).
Normas de diseño
En cuanto a las normas de diseño, hasta el año 2003, la acele-
ración horizontal del diseño prevista en L’Aquila había sido de
0,23 g (zona de clase 2) y de 0,25 g a partir de la nueva norma
adoptada ese mismo año. El terremoto de 6 de abril de 2009
tuvo una aceleración pico del suelo entre 0,35 g y 0,68 g, ante
la cual los edificios de hormigón armado necesitaban tener
la ductilidad, rigidez y resistencia adecuadas para asegurar la
condición de diseño de ‘no colapso’.
Prácticas de diseño, de construcción y defectos en el diseño
conceptual
Las prácticas de diseño y las prácticas constructivas utilizadas en
el caso de los edifi cios de hormigón armado de los años 60-80
del siglo pasado hicieron que muchos de ellos tuvieran un mal
comportamiento sísmico y, como consecuencia, sufrieran daños
extensivos llegando algunos de ellos incluso al colapso. Entre di-
chas prácticas pueden citarse: falta de confi namiento, presencia
de nudos débiles, de plantas bajas blandas, de pilares cortos y ele-
mentos no estructurales no confi nados.
La falta de confi namiento de los elementos estructurales tiene una
infl uencia enorme sobre el comportamiento sísmico de las estructu-
ras. En el caso analizado, los edifi cios porticados de hormi-
gón armado no tenían la armadura transversal adecuada
en los pilares (tanto en lo referente al diámetro como al es-
paciamiento), por lo que no se aseguraba el confi namien-
to de los extremos de dichos elementos, tal como puede
verse en la Figura 6. Al mismo tiempo, en muchos casos las
vigas eran más fuertes que los pilares, con lo que el diseño
estructural estaba realizado con base en pórticos con pilar
débil y viga fuerte, contrariamente a los requisitos de las
normas actuales. Debido a este hecho, durante el sismo
las rótulas plásticas se han producido en los extremos de
pilar y no en los extremos de viga. Esta situación también
puede verse en la Figura 6 en un edifi cio de comienzos
de los años 80 del siglo pasado. Aunque la mayoría de los
edifi cios más recientes sufrieron únicamente daños no
estructurales deben señalarse también casos de edifi cios
nuevos e, incluso en construcción, sin armadura transver-
sal adecuada, es decir, con pilar débil y viga fuerte.
En muchos casos se identifi caron también edifi cios por-
ticados con nudos débiles, sin la armadura transversal
necesaria para asegurar el confi namiento del propio
nudo. Un ejemplo de nudo débil puede verse en la Fi-
gura 7. La Figura 8 muestra cómo en un nudo débil falta
la armadura transversal.
Otro defecto de diseño conceptual relevante es la pre-
sencia de planta baja blanda o débil debido, habitual-
mente, a una mayor altura de la misma. Algunas veces,
como consecuencia, se genera el fallo brusco, frágil sólo
de la planta débil, tal como puede verse en la Figura 9. En
otros casos se produce el colapso de toda la estructura. Figura 6.- Falta de confi namiento en el pilar y viga más fuerte.
"Con el tiempo la
vulnerabilidad de los
edifi cios de hormigón
armado ha bajado por el
perfeccionamiento de la
normativa sismorresistente"
REP
OR
TAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 21 15
Durante el proceso de inspección y evaluación de edifi cios también
se encontraron edifi cios con pilares cortos, algunos de ellos en
construcción, que pudieron sufrir daños importantes o incluso fallar
debido al excesivo esfuerzo cortante al que estaban sometidos. En
la Figura 10 puede apreciarse una situación fortuita de varios pilares
cortos en un edifi cio en construcción debido a la pendiente de la
escalera. El caso de la Figura 11 es muy típico: un pilar muy corto
debido a las necesidades de iluminación y ventilación mediante
ventanas del aparcamiento subterráneo de un edifi cio.
Por último, en muchos casos de edifi cios de hormigón armado
cuya estructura no había sufrido daños o había tenido daños me- Figura 7.- Nudo débil.
Figura 8.- Falta de confi namiento de nudo.
Figura 9.- Fallo de una parte de un edifi cio por tener la
planta baja débil. Figura 11.- Pilar corto debido a la ventana de un garaje subterráneo.
Figura 10.- Pilar corto debido a la pendiente de una escalera.
REPORTAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 2116
nores, los elementos no estructurales (cerramientos y tabiques)
sufrieron un daño casi completo. Dichos elementos, realizados
habitualmente mediante ladrillos huecos, no estaban confi nados
por pórticos insufi cientemente rígidos de hormigón armado. De
hecho, los requisitos de las normas más antiguas no incluían el
cumplimiento de esta condición. La norma italiana del año 1996
fi jaba solamente límites de deformación lateral de los edifi cios a
fi n de limitar los daños no estructurales.
Así, se ve en la Figura 12 un edifi cio de este tipo con la estructura
de hormigón armado intacta pero con los cerramientos muy da-
ñados. Obsérvese también que en la misma fi gura el edifi cio de
la derecha tiene un panel de mampostería a punto de volcar por
falta de confi namiento. En comparación, la Figura 13 muestra el
caso de dos edifi cios con los paneles de mampostería confi nados
por los pórticos y sin daño visible.
Un aspecto importante que debe tenerse en cuenta en zonas
sísmicas es asegurar juntas adecuadas entre los edifi cios colin-
dantes para evitar el fenómeno de golpeteo, que puede pro-
ducir enormes daños e, incluso, el colapso de los edifi cios. Se
aprecia en la Figura 14 cómo el edifi cio más alto, de hormigón
armado, ha sido dañado por el edifi cio de mampostería más
bajo pero con mayor rigidez.
Finalmente, es relevante el caso de un edifi cio con cuatro pisos,
construido al comienzo de los años 80 del siglo pasado, que tiene
pórticos solamente en la dirección corta, sin que presente vigas
de canto en la otra dirección. Su planta baja fue dañada hasta tal
punto que el edifi cio tuvo que ser declarado inhabitable y, proba-
blemente, se decidirá su demolición. En ese sentido, atendiendo
a la Figura 15 pueden valorarse los daños sufridos por la planta
baja del mencionado edifi cio. El elemento horizontal que une los
dos pilares no es una viga de hormigón armado sino un elemento
arquitectónico de mampostería.
Figura 12.- Edifi cio con los cerramientos no confi nados y
dañados.
Figura 13.- Edifi cio con los cerramientos confi nados y sin
daño.
Figura 14.- Fenómeno de golpeteo.
"La falta de confi namiento
estructural y la presencia de
nudos débiles provocan daños
fatales ante un sismo"
REP
OR
TAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 21 17
ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE LOS
EDIFICIOS DEL CENTRO HISTÓRICO
En la zona central de L’Aquila empezaron a construir-
se edifi cios de mampostería a partir del siglo XIII por lo
que, obviamente, todos los edifi cios existentes de esta
tipología eran anteriores a las normas de diseño sismo-
rresistente. Los edifi cios construidos en tiempos tan
lejanos y que han llegado hasta nuestros días eran igle-
sias y castillos que habían sido reparados, reforzados e
incluso parcialmente reconstruidos a lo largo del tiem-
po. La mayoría de los edifi cios de viviendas, inclusive los
palacios, eran de mampostería de piedra con diferentes
calidades del material y de la mano de obra. Datan de
los siglos XVIII al XX, es decir, de una época posterior al
terremoto de 1703 que generó unos efectos catastrófi cos en la
ciudad. Muchos de los edifi cios de esta tipología, sin que estuvie-
sen considerados monumentales, formaban parte del patrimonio
cultural y han sido gravemente dañados.
Todas las iglesias de la ciudad han registrado importantes daños.
Así, se han podido observar: colapsos totales o parciales de las
cúpulas y de las bóvedas, grietas en el plano de los muros, vuelco
incipiente fuera del plano de las fachadas y de los otros muros,
grietas en las bóvedas, en los arcos, etc. Asimismo, se han encon-
trado arcos apoyados sobre columnas cuyos apoyos se han des-
plazado hacia fuera produciéndose de esta manera algunos movi-
mientos de las dovelas. Es importante mencionar que en muchas
de las iglesias se habían llevado a cabo intervenciones en diferen-
tes épocas, colocándose tirantes metálicos en las dos direcciones
ortogonales a fi n de limitar los movimientos fuera del plano del
muro. En algunos casos este refuerzo dio buenos resultados.
Sin embargo, los refuerzos que se hicieron probablemente en los
años 60 del siglo pasado, mediante vigas perimetrales de hormi-
gón armado incorporadas en la parte superior de los muros de
algunas iglesias, en un intento de limitar los movimientos fuera
de plano de los muros, no resultaron efectivos. En la iglesia Santa
Maria del Suff raggio, que sufrió daños muy severos (Figura 16), se
observó un intento de refuerzo de la cubierta de la cúpula me-
diante una capa de hormigón débilmente armado con una malla.
Esta solución incluso pudo ser perjudicial por el incremento de
masa en la parte superior de la estructura (véase la Figura 17).
Figura 15.- Edifi cios con pórtico sólo en dirección transversal.
Figura 16.- Santa Maria del Suff raggio. Figura 17.- Refuerzo inefi caz de la cubierta de la cúpula.
REPORTAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 2118
OBSERVACIONES SOBRE LA EVALUACIÓN DEL ESTADO
DE LOS EDIFICIOS
La gestión de la emergencia, a cargo de la Protección Civil
Italiana (PCI), en el período de la visita tenía desple-
gados en la zona afectada por el terremo-
to cerca de 12.000 personas. De ellas,
aproximadamente 800 pertene-
cían a la PCI y 2.300 eran bom-
beros; las demás personas
formaban parte del ejér-
cito, guardias forestales,
policía, "guardia di finan-
za" y voluntarios, entre
otros. La PCI coordinaba
toda la actividad, realizan-
do una gran labor. Entre las
importantes decisiones que
tuvo que tomar figuró una, que
condicionó la actividad de todos los
grupos desplegados en la zona, consis-
tente en evacuar toda la población de la ciudad
de L’Aquila y de otros pueblos afectados. Cerca de 80.000
personas tuvieron que ser realojadas en campamentos de
tiendas de campaña o en hoteles seguros fuera de la zona
del desastre, hasta la realización de la evaluación del estado
de cada edificio.
Afortunadamente, la PCI pudo desplegar personal cualificado
en la zona para realizar dicha evaluación con mucha rapidez.
Entre los especialistas que aún hoy realizan la evaluación se
encuentran ingenieros civiles y arquitectos de todas las regio-
nes de Italia, muchos con experiencia adquirida en anteriores
terremotos.
Inicialmente, la PCI consideró que se tendrían que evaluar entre
40.000 y 50.000 edifi cios, pero a fi nales del mes de junio se ha-
bían evaluado más de 61.000 edifi cios. Las evaluaciones se han
efectuado mediante inspección visual y utilizando los formularios
de la Protección Civil de Italia, lo que ha permitido, de una forma
efi ciente, la toma de decisiones urgentes sobre la habitabilidad a
corto plazo de los edifi cios.
Si bien la experiencia del envío de una misión interna-
cional a la zona de L’Aquila por parte de la Protección
Civil Europea ha demostrado que en Europa existe un
lenguaje común para la evaluación de los edifi cios
dañados por terremotos, aún deben ha-
cerse esfuerzos hacia la armonización
de los formularios de evaluación
empleados en los diferentes
Estados Miembro. Es más,
partiendo del comporta-
miento sísmico real de los
edifi cios observado du-
rante el último terremoto,
se debería promover la
mejora de los códigos de
diseño sismorresistente, de
los códigos de proyecto de
estructuras de hormigón armado,
así como la actualización de los pará-
metros nacionales de los Eurocódigos.
CONCLUSIONES
L’Aquila se ha convertido en una zona devastada por el
efecto de un terremoto y en una gran escuela para los
especialistas de la que podrán obtenerse unas muy bue-
nas enseñanzas para mejorar en lo posible los códigos
de diseño, las prácticas constructivas y las concepciones
estructurales, lo que redundará en benefi cios futuros
y en una menor vulnerabilidad de los edifi cios ante si-
tuaciones similares que puedan producirse. De hecho,
el análisis efectuado en la zona pone de manifi esto que
los edifi cios más modernos en los que se han aplicado
los conocimientos ya adquiridos han sufrido niveles de
daño muy inferiores a edifi cios de épocas anteriores y,
sobre todo, en relación a los edifi cios históricos.
La tipología de las estructuras de hormigón existen-
tes en la zona es muy similar a la de las utilizadas en
España, lo que incrementa aún más el interés por este
suceso y las conclusiones que podamos extraer del
mismo.
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· SEPTIEMBRE · Nº 21 19
Los daños detectados en las estructuras de hormigón
pueden achacarse, fundamentalmente, a las siguientes
causas: errores en el diseño conceptual de algunos edifi -
cios en los que se ha empleado el concepto de planta baja
débil, o en los que se ha propiciado la existencia de pilares
cortos; y defectos en la ejecución de las estructuras, tanto
en lo referente a la utilización de hormigones de escasa
calidad, como a la disposición de un armado insufi ciente.
Además, se ha podido comprobar el efecto que produce
la falta de confi namiento en las fachadas no estructurales
que han provocado su desplome o su inestabilidad con
grave riesgo para los equipos de emergencia y los equi-
pos de evaluación presentes en la zona.
El patrimonio artístico de esta histórica ciudad ha que-
dado muy afectado en parte como consecuencia de las
actuaciones de rehabilitación y refuerzo llevadas a cabo
en algunos edifi cios de singular importancia, en los que no se ha
resuelto adecuadamente la situación ante un posible sismo.
La evaluación de más de 60.000 edifi cios y la coordinación de
cerca de 12.000 personas desplegadas en la zona no habría sido
posible sin la efi caz labor que ha llevado a cabo la Protección Civil
Italiana conjuntamente con el cuerpo de bomberos, entre los que
se encuentran numerosos expertos en catástrofes de este tipo, así
como la de aquellos otros ingenieros y arquitectos procedentes
de otras regiones italianas que con posterioridad se han incorpo-
rado a los trabajos que se están efectuando en la zona. Nuestra
enhorabuena y felicitaciones para todos ellos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
1. Italy Earthquake 2009, Community Civil Protection Me-
chanism Assessment Mission, Technical Report, April 2009.
http://www.ec.europa.eu/environment/civil/.
2. Página web de la Protección Civil Italiana:
http://www.protezionecivile.it/.
3. Página web del Istituto Nazionale di Geofi sica e Vulcanología,
INGV, Italia: http://www.ingv.it/.
4. Grünthal, G. (editor), European Macroseismic Scale 1998, Cen-
tre Européen de Géodynamique et Séismologie, Cahiers du
Centre Européen de Géodynamique et de Séismologie, Volu-
me 15. Luxemburg, 1998.
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"La tipología de las
estructuras de hormigón
existentes en la zona es
muy similar a la de las
utilizadas en España"
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· SEPTIEMBRE · Nº 21 21
Se dice que un hormigón está confinado
cuando la deformación en las dos direc-
ciones perpendiculares al esfuerzo de
compresión introducido está impedida.
En esas condiciones, el elemento está sometido a
un estado triaxial de carga que aumenta significa-
tivamente su capacidad mediante la mejora de dos
de las propiedades que caracterizan mecánicamen-
te un hormigón:
• Incremento de la resistencia. El hormigón presenta
una carga de rotura superior en los casos en los que
se haya confi nado.
• Incremento del valor de la deformación en rotura,
es decir, el hormigón confi nado es más dúctil.
Confi nar el hormigón es una manera de lograr un mate-
rial de mejores características. Se puede obtener tanto
en el diseño inicial de la estructura como, posterior-
mente, mediante el diseño de refuerzos. En la práctica
según las características de las estructuras existen diver-
sas formas de confi nar el hormigón. Las más habituales
son las siguientes:
• Por medio de la propia geometría de la estruc-
tura, ya que otros elementos pueden coartar la li-
bre expansión del hormigón en las direcciones per-
pendiculares al esfuerzo. Es el caso, por ejemplo de
los nudos de las estructuras de pórticos en las que
las vigas y forjados que acometen al nudo provocan
el confi namiento.
• Mediante armadura. Es el modo más habitual de lograr el
confi namiento de un elemento de hormigón armado. Gene-
ralmente se emplean cercos.
• Con encamisados exteriores. Un método muy empleado en
el refuerzo de estructuras es el encamisado exterior de pilares,
al objeto de provocar el confi namiento del hormigón y me-
jorar así sus características. Las tipologías más usadas son las
camisas de hormigón, las de chapa de acero y las de láminas
o elementos tipo FRP.
APLICACIONES DEL CONFINAMIENTODEL HORMIGÓN
Ramón Vicente Fernández - Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Director de Edifi cación en la U.R. Centro de SGS TECNOS.
Figura 1.- Pilar encamisado.
REPORTAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 2122
CARACTERÍSTICAS DEL HORMIGÓN CONFINADO
Como se ha indicado en la introducción del presente artículo,
un hormigón confi nado es aquel en el que se induce un estado
triaxial de tensiones. Se consigue así una mejora en sus propieda-
des mecánicas.
El ensayo de piezas de hormigón confinado muestra las dife-
rencias en el mecanismo de rotura. Ante los aumentos de carga
axial aparecen fisuras longitudinales, paralelas a la armadura
principal. En consecuencia, cuando está a punto de producirse
la plastificación del acero se desprende el hormigón del recu-
brimiento en las esquinas. La rotura de la pieza ocurre cuando
las barras pandean y los ganchos de los cercos se
abren.
Como principales características del hormigón confi na-
do se pueden citar las siguientes:
• Incremento de la resistencia. El hormigón confi -
nado presenta una carga máxima superior que el
convencional.
• Incremento del valor de la deformación en
rotura, es decir, el hormigón confi nado es más
dúctil. Ello se plasma en los diagramas tensión-
deformación de este tipo de hormigones a través
de una rama descendente con origen en el pun-
to de tensión máxima y fi nal en un punto de de-
formaciones mayor que la de los hormigones sin
confi nar.
Una primera aproximación a la resistencia máxima de
los hormigones confi nados se puede obtener plan-
teando el equilibrio que se presenta en un pilar, igua-
lando los valores de la máxima tracción en los cercos
con el valor de la tensión de confi namiento:
2 · Asw
· ƒyd
= b · st · σ
cd,c
Figura 2.- Pilar zunchado con FRP.
Figura 3.- Diagrama tensión-deformación del hormigón confi nado y sin confi nar.
Hormigón confi nado
Hormigón sin confi nar
Ten
sió
n
Deformación
σ
ε
REP
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TAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 21 23
donde:
σcd.c
= –––––––––––b · s
t
2 · Asw
· ƒyd
σcd
es la tensión de confi namiento del hormigón.
Asw
es la sección transversal de los cercos.
fyd
es el límite elástico de cálculo del acero.
b es la longitud de los cercos.
st es la separación entre cercos.
Introduciendo el concepto de cuantía mecánica vo-
lumétrica de armadura transversal, ww, defi nida por la
siguiente expresión:
ww = ––––––––––––––––––––––––––––––––––
Volumen armadura transversal · ƒyd
Volumen de hormigón · ƒcd
y sustituyendo en la expresión anterior de la tensión de
confi namiento, se obtiene la expresión:
––––– = 0,50 · ww
σcd,c
ƒcd
El profesor J. Calavera [1], tras realizar el cálculo anterior
para diversas geometrías de pilar y confi guraciones de
armadura, obtiene que esta expresión proporciona una
aceptable aproximación al valor de la tensión de confi -
namiento en todos los casos analizados.
Sin embargo, la expresión anterior no es lo sufi cien-
temente precisa para el caso de confi namientos me-
diante armadura transversal, ya que ésta no propor-
ciona un confi namiento uniforme en todo el volumen
de hormigón que queda en su interior. El efecto se
produce por la discontinuidad del armado. En el plano
transversal la separación entre barras atadas por cer-
cos deja zonas sin confi nar. En el plano longitudinal,
la separación de barras transversales también reduce
la sección confi nada. El caso que hemos analizado y
las expresiones obtenidas serían válidas para el caso
de un encamisado mediante tubo circular concéntri-
co, que confi ne de modo uniforme toda la sección de
hormigón.
Para mejorar las expresiones anteriores es necesaria la introduc-
ción de coefi cientes reductores que consideren el porcentaje de
hormigón realmente confi nado, que será función de la confi gu-
ración del armado longitudinal y de los cercos, así como de su
separación. Para ello puede aceptarse que la separación entre el
hormigón confi nado y sin confi nar sea defi nida por unas curvas
parábolicas.
La expresión anterior se transformaría en:
––––– = 0,50 · αe · α
s · w
w
σcd,c
ƒcd
donde los coeficientes αe y α
s reducen el efecto del confina-
miento. Su valor depende de la configuración de armado del
pilar.
MODELOS DE CÁLCULO
Además del método analítico existen muchas otras expresiones
para caracterizar hormigones confi nados. Casi todos ellos se ba-
san en los resultados de campañas experimentales con las cuales
se trata de hallar expresiones que se ajusten a los resultados ob-
tenidos.
El efecto del confi namiento en el hormigón es conocido desde
hace bastante tiempo y las primeras propuestas de modelos teó-
ricos para calcular sus efectos son también antiguas. Carlos Aire
menciona en su tesis doctoral [4] estudios al respecto de 1928. Sin
embargo, es en los últimos años cuando se han publicado más
investigaciones sobre el tema.
El principal factor que debe tenerse en cuenta a la hora de selec-
cionar uno de los métodos es el de la coincidencia entre los mo-
dos de confi namiento que se consideraron en la investigación y
los del caso en concreto que se pretende estudiar. De ese modo se
logra un ajuste aceptable entre la previsión de diagramas tensión-
deformación del modelo teórico y el que se podría obtener en
ensayos de laboratorio. A continuación se resumen las propuestas
efectuadas por algunos investigadores.
"El hormigón confi nado mejora
su resistencia y ductilidad"
REPORTAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 2124
Sheikh y Uzumeri [8] plantearon un modelo que tiene en cuenta
el mencionado hecho de que el volumen de hormigón efectiva-
mente confi nado está determinado por la confi guración del ar-
mado de la pieza.
σ = σcd,c
(2x - x2) para σ ≤ σcd,c
σ = σcd,c
[1 - Zm
(εc - ε
cc)] ≤ 0,2 · σ
cd,c
donde:
Zm
= ––––––––––––––––––––––––––––––––––0,5
–––––––––––––––3 + 0,29 · ƒ
cd
145 · ƒcd
- 1.000+
3
4––– ρ
sh
bc
s––– - ε
cc
Posteriormente, Sheikh y Yeh [11] propusieron otro modelo que
contemplaba los efectos de una carga excéntrica.
Mander et al. [9] presentaron una formulación que tiene en
cuenta las propiedades multiaxiales del hormigón. A diferen-
cia de los anteriores, que proponen distintas expresiones para
las ramas ascendente y descendente del diagrama tensión-
deformación, formulan el comportamiento del hormigón en
una sola expresión. El efecto de la configuración del armado lo
consideran a través de la tensión efectiva de confinamiento
lateral
σ = –––––––––σ
cd,c · m · r
r - 1 + mr
Saatcioglu y Razvi [10] transformaron la propuesta anterior convir-
tiendo los confi namientos parciales que proporcionan los arma-
dos reales en confi namientos constantes equivalentes.
σ = σcd,c
(2x - x2)
1–––––+2k para σ ≤ σ
cd,c
σ = σcd,c
- Z(εc - ε
c2) ≥ 0,3 · σ
cd,c
donde:
3
4––– ρ
sh
bc
s–––
Z = ––––––––––––0,5
Bousalem y Chikh [12] presentaron un nuevo modelo en el que
emplean las fórmulas anteriores junto con la hipótesis de que la
rotura en piezas de hormigón confi nado se produce cuando fallan
los ganchos de los cercos. Su diagrama tensión-deformación pre-
senta una rama fi nal horizontal con una tensión igual al
30 % de la máxima.
σ = –––––––––σ
cd,c · x · n
n - 1 + xn para σ ≤ σ
cd,c
σ = σcd,c
- Edesc
(εc - ε
c2) ≥ 0,3 · σ
cd,c
donde:
Edesc
= ––––––––––4 · ƒ2
co
ke · ρ
sh · ƒ
yh
Como se ha dicho anteriormente, el nivel de ajuste de
cada uno de los modelos expuestos es máximo para
casos parecidos a los de los ensayos que han motivado
cada una de las formulaciones. Por eso es conveniente
conocer las particularidades de cada uno y poder elegir
el más adecuado.
Como característica común a todos ellos, la rama as-
cendente suele presentar un buen ajuste. En realidad,
dicha parte del diagrama tensión-deformación tiene
una baja dependencia del nivel de confinamiento.
REP
OR
TAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 21 25
La razón es que en los casos analizados el confina-
miento lo proporciona la tensión en los cercos que
constituyen el armado transversal y no alcanza va-
lores significativos hasta que la carga presenta un
valor elevado. Dicho de otro modo, en los niveles de
tensión presentes en la rama ascendente del diagra-
ma tensión-deformación, la tensión en los cercos es
muy baja como para provocar confinamiento en el
hormigón.
MODELOS DE CÁLCULO EN LA NORMATIVA
ESPAÑOLA Y EUROPEA
Los modelos de cálculo que proponen las normas son mu-
cho más simples que cualquiera de las que hemos analiza-
do hasta ahora. Así, la reciente Instrucción del Hormigón
Estructural EHE-08 incluye la siguiente fórmula para evaluar
el efecto del confi namiento:
ƒck,c
= ƒck
(1 + 1,5 · αe · α
s · w
w)
y como valor del axil último debe tomarse el siguiente:
Nu = max {A
c · ƒ
cd + A
s · ƒ
yd ; A
cn · ƒ
cd,c + A
s · ƒ
yd}
donde:
Ac es la sección neta de hormigón.
Acn
es la sección del nucleo confi nado de hormigón.
ƒcd,c
es la resistencia de cálculo del hormigón confi nado.
Por su parte, el Eurocódigo 2 propone la expresión del
Código Modelo:
ƒck,c
= ƒck
1 + 5 ––––σ
ck,c
ƒck
para σck,c
≤ 0,05 · ƒck
ƒck,c
= ƒck
1,125 + 2,5 ––––σ
ck,c
ƒck
para σck,c
≤ 0,05 · ƒck
Al igual que ocurre con la Instrucción EHE-08, debe ha-
cerse la siguiente comprobación:
Nu = max {A
c · ƒ
cd + A
s · ƒ
yd ; A
cn · ƒ
cd,c + A
s · ƒ
yd}
EFECTO DEL CONFINAMIENTO EN LOS HORMIGONES DE
ALTA RESISTENCIA
El uso de los hormigones de alta resistencia en la construcción
es cada vez mayor, por lo que es importante conocer los efectos
del confi namiento en el caso de que sean distintos a los de los
hormigones de resistencias convencionales. La duda al respecto
es razonable, ya que presentan características diferentes. Parte de
los cambios introducidos en la Instrucción EHE-08 obedecen a la
inclusión de las fórmulas correspondientes a los hormigones de
alta resistencia.
Una de las características de este tipo de hormigones es su
menor ductilidad, es decir, su menor alargamiento en rotu-
ra. Este inconveniente es especialmente relevante en zonas
de alta sismicidad. El confinamiento del hormigón aumenta,
como ya hemos visto, la ductilidad. Cuantificar en qué ma-
nera lo logra en el caso de hormigones de alta resistencia es
importante. Serna Ros el al. [13] publicaron en 2003 un artí-
culo al respecto en el que mostraban los resultados de una
campaña experimental al efecto, al tiempo que proponían un
conjunto de fórmulas para caracterizar el diagrama tensión-
deformación.
Las principales conclusiones del estudio mencionado son las si-
guientes:
• La ductilidad de un hormigón se reduce a medida que au-
menta su tensión máxima.
• El confi namiento de los hormigones de alta resistencia incre-
menta el valor de su tensión máxima y el valor de la defor-
mación bajo carga máxima. Aparte de ello, el confi namiento
achata el pico del diagrama tensión-deformación, reduciendo
la pendiente de la rama descendente del mismo o, lo que es
lo mismo, aumentando la ductilidad.
"El hormigón se confi na
mediante armaduras
transversales, cercos o
encamisados exteriores"
REPORTAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 2126
• Para que los cercos sean efectivos confi nando el hormigón, la
separación entre ellos debe ser menor que el diámetro de la
probeta.
• El modelo propuesto por el Código Modelo [14] para carac-
terizar el efecto del confi namiento es conservador, tanto en
lo que respecta a la tensión máxima como en la deformación
que se produce en ese momento. Predice con buena precisión
la deformación para tensiones iguales al 85 % de la máxima,
por lo que se puede estimar bien el aumento de la ductilidad
con el confi namiento.
APLICACIONES PRÁCTICAS
El hecho de que confi nar un hormigón suponga lograr un aumen-
to de su resistencia y de su ductilidad, abre varias posibilidades de
aplicación práctica en el diseño de estructuras de hormigón, de
las cuales se citan a continuación algunas.
Refuerzo de pilares
Como ha quedado ya establecido, el confi namiento del hormigón
logra fundamentalmente un aumento de la resistencia a compresión.
Puesto que los pilares de edifi cación están fundamentalmente some-
tidos a compresiones, el confi namiento mejora su comportamiento.
Otro factor a tener en cuenta es que en los hormigones de
bajas o medias resistencias el efecto del confinamiento es ma-
yor que en hormigones de altas capacidades. Puesto
que la necesidad de refuerzo de pilares se presenta
normalmente bien en estructuras antiguas, bien en
casos en los que la resistencia del hormigón es me-
nor de la esperada, estaremos normalmente en casos
de hormigones de resistencias a compresión bajas
en las que el confinamiento es más efectivo. En este
sentido, la realización de recubrimientos exteriores
que induzcan estados triaxiales de solicitación supo-
ne un método eficaz de refuerzo y de bajo coste.
Entre los procedimientos para realizar en la práctica ese
confi namiento están los encamisados metálicos, los de po-
límeros reforzados con fi bras o la realización de un nuevo
pilar concéntrico con hormigones de altas prestaciones.
Diseño de estructuras de alta ductilidad
Si bien la ductilidad de las estructuras es una cualidad
deseable en cualquier caso, hay situaciones en las que es
especialmente importante. Es el caso, por ejemplo de las
estructuras situadas en zonas de elevada sismicidad. Las
graves consecuencias que tiene el colapso de una estruc-
tura durante un terremoto, han motivado la inclusión en
las normas de prescripciones que garanticen altas ductili-
dades en las estructuras, es decir, que tengan una elevada
capacidad de absorber energía mediante su deformación.
REP
OR
TAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 21 27
El procedimiento que se sigue en todos los casos
es el de imponer elevadas cuantías de armadura
transversal en determinadas posiciones de las pie-
zas, aquellas que están sometidas a los esfuerzos
mayores, logrando así que en determinadas zonas el
hormigón se encuentre confinado. En concreto, en
el caso de pilares, las zonas en las que se solicitan las
mayores cuantías de armado transversal se sitúan en
sus zonas extremas.
La Instrucción EHE-08 establece las siguientes prescrip-
ciones para garantizar el confi namiento:
1. La separación máxima entre armaduras longitudi-
nales será de 300 mm. En pilares circulares, el nú-
mero mínimo de barras será de 6.
2. La separación mínima entre cercos será el máximo
de los siguientes:
a. 15 veces el diámetro de la barra longitudinal
más pequeña.
b. 30 cm.
c. La menor dimensión transversal de la pieza.
3. El diámetro mínimo de los cercos será mayor que
6 mm ó que un cuarto de la barra longitudinal
mayor. El resultado de esta prescripción puede
reducirse en la misma proporción en la que se re-
duzca la separación entre cercos con respecto a lo
indicado en 2.
El Eurocódigo 2 establece condiciones adicionales para
las zonas más solicitadas. Se enumeran a continuación
algunas de ellas:
1. La separación mínima entre cercos será el máximo
de los siguientes:
a. 20 veces el diámetro de la barra longitudinal
más pequeña.
b. 40 cm.
c. La menor dimensión transversal de la pieza.
2. En zonas de pilar situadas a distancias de un nudo menores que
la mayor dimensión transversal del pilar, las distancias anteriores
deben multiplicarse por 0,60.
3. En zonas de solape de barras longitudinales de diámetro su-
perior a 14 mm, las distancias establecidas en el punto 1 de-
ben multiplicarse por 0,60, colocándose un mínimo de tres
cercos equidistantes a lo largo de la zona de solape.
4. Cada barra debe quedar arriostrada en dos sentidos por ramas
de cerco que formen entre si un ángulo máximo de 135º.
5. Cuando existan barras longitudinales separadas menos de
15 cm, se permite arriostrar con cercos alternativamente una
de cada dos barras consecutivas.
La norma estadounidense ACI 318 incluye en su capítulo 21 con-
diciones a aplicar en estructuras a construir en zonas sísmicas, más
restrictivas que las vistas hasta ahora. Algunas de ellas, citadas a
modo de ejemplo, son las siguientes (cada una es aplicable en
determinados tipos de estructura y zona sísmica):
1. La zona en la que se incrementa la armadura transversal no se limi-
ta a los extremos de los elementos, sino que se establece también
para cualquiera en la que se puedan producir plastifi caciones por
fl exión debidas a desplazamientos laterales inelásticos del pórtico.
2. El primer cerco debe disponerse a menos de 50 mm de la cara
del nudo.
3. Se defi nen los ganchos sísmicos a emplear, que se caracte-
rizan por dos prolongaciones rectas en los extremos de no
menos de seis veces el diámetro del cerco o 75 mm.
4. Si el espesor de hormigón en el exterior del núcleo confi nado
es mayor de 10 cm, se dispondrán cercos adicionales con una
"El confi namiento está
especialmente indicado en
zonas de elevada sismicidad"
REPORTAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 2128
separación menor de 30 cm y de manera que el recubrimien-
to de hormigón exterior a los mismos sea menor de 10 cm.
CONCLUSIONES
Se dice que un hormigón está confinado cuando las deforma-
ciones en las dos direcciones perpendiculares a un esfuerzo
de compresión están impedidas. En esas condiciones, tanto la
tensión de rotura como la ductilidad del hormigón aumentan,
por lo que el confinamiento se revela como un buen procedi-
miento para mejorar las características mecánicas del material.
En el presente artículo se han repasado algunos de los mode-
los que se han propuesto para modelizar los efectos del con-
finamiento.
Se pueden aprovechar las ventajas de confi nar el hormigón tanto
en el diseño de estructuras nuevas como en el refuerzo de las ya
existentes. El medio más habitual de realizarlo en la práctica es
a través de la disposición de armadura transversal. En el caso de
actuaciones sobre estructuras existentes, también es frecuente el
encamisado con elementos metálicos o láminas tipo FRP.
Como se ha visto, las principales aplicaciones prácticas del con-
fi namiento del hormigón son el refuerzo de pilares y el diseño
de estructuras de alta ductilidad. Por ello, para facilitar su cono-
cimiento, se ha realizado un análisis de ambas y un resumen de
las prescripciones que las normas de hormigón armado incluyen
al respecto.
BIBLIOGRAFÍA
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cálculo de pilares zunchados”. Cuadernos INTEMAC nº 67.
[2] RUA E. “Estudio de Refuerzo de Pilares de Hormigón Armado”.
Tesis doctoral, Escuela Técnica Superior de Ingenieros de
Caminos, Canales y Puertos de Madrid, 1977, pp. 82-83.
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conditions”. Tesis doctoral. Universidad de Eindoven, 1984.
[4] AIRE C. “Estudio Experimental del Comportamiento del Hor-
migón Confinado Sometido a Compresión”. Tesis doctoral,
Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Ca-
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de Hormigón Solicitados a Axil Centrado”. Grupo
Hormigón Estructural. Universidad Politécnica de
Madrid, 2007.
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to y Ductilidad de los Edifi cios de Hormigón Arma-
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sistente”. BOE Nº 244. Madrid, 2002.
[8] SHEIKH S.A., UZUMERI S.M, “Analytical model for
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[9] MANDER J.B., PRIESTLEY M.J.N., PARK R. “Theoretical
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Eng. 114, 1988.
[10] SAATCIOGLU M., RAZVI S.R. “Strength and ductility
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[11] SHEIKH S.A., YEH C.C. “Flexural behaviour of confi -
ned concrete columns”. ACI Journal, 1982.
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ned model for rectangular ordinary reinforced con-
crete columns”. Materials and structures, 2007.
[13] SERNA ROS, P.; YAAZAR S.A.; COCA CALVO, A. “In-
fl uence of confi nement on high strength concrete
behaviour”. Materials and structures, 2003.
[14] “High performance concrete. Recommended exten-
sions to the Model Code 90 Research needs”. Bulletin
d’information CEB nº 228, 1995.
REP
OR
TAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 21 29
Uno de los principios básicos en los que se
basa el funcionamiento de las estructuras
de hormigón armado es la adherencia
existente entre los dos materiales que las
componen: el hormigón y el acero. Su conocimiento
permite establecer la longitud necesaria para que una
barra de acero transmita las tensiones a las que está
sometida al hormigón, sin que se produzca su arran-
camiento, o a otra barra con la que se solapa y trabaja
conjuntamente.
El conocimiento de los mecanismos de adherencia ha
ido evolucionando con el tiempo y se ha ido perfeccio-
nando. Quizás esto pueda explicar la razón de la exis-
tencia de discrepancias entre los valores indicados por
la normativa, los prescritos por los proyectistas o los uti-
lizados en la práctica constructiva cuando no se tienen
los valores de cálculo necesarios.
Disponer de una herramienta sencilla puede facilitar la
labor de los agentes que intervienen en la construcción
de estructuras de hormigón, razón por la que en este
artículo se recopilan unas sencillas tablas en las que se
indican las longitudes de anclaje y solapo de las barras
de acero corrugado de acuerdo con los criterios marca-
dos por la vigente Instrucción de Hormigón Estructural
(EHE-08) para aceros en posesión de un certifi cado de
homologación de adherencia. Con ello se busca alcan-
zar los siguientes objetivos:
• Elaborar una herramienta didáctica para los estudiantes
de arquitectura, arquitectura técnica e ingenierías que les
ayude a evaluar los distintos parámetros que intervienen
en el fenómeno de la adherencia y el resultado final de
todo ello.
• Proporcionar a los autores de proyectos y/o calculistas unas
tablas para su inclusión directa en los planos de cimentación
y estructura.
• Proporcionar unos datos concretos a los distintos técnicos
con responsabilidad en el control de ejecución que no han
podido profundizar en este tema.
• Entregar unas tablas de consulta a los operarios de ferralla que
faciliten su trabajo.
• “Deshabilitar” la conocida regla de considerar que el solape se
calcula multiplicando el valor del diámetro de la barra por 40,
independientemente de su posición y forma de trabajo.
El método de cálculo que fi gura tanto en la actual Instrucción
de Hormigón Estructural (EHE-08) como en sus ediciones ante-
riores, redactadas por la Comisión Permanente del Hormigón,
tiene una cantidad de variables importante. De este modo, para
realizar el cálculo hay que tener primero claro la diferencia entre
un anclaje y un solape, además de conocer cuando una barra
está en posición I, de buena adherencia, o cuando en posición II,
de adherencia defi ciente.
DETERMINACIÓN ANALÍTICA DE LAS LONGITUDES DE
ANCLAJE Y SOLAPE SEGÚN LA INSTRUCCIÓN EHE-08
Manuel Jesús Carretero Ayuso - Arquitecto Técnico. Presidente de la Comisión de Formación y Cultura y Vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Ofi cial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Badajoz.
REPORTAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 2130
Aunque estos conceptos corresponden a nociones básicas so-
bre el hormigón armado nunca está de más el volver a repe-
tirlos y a recordarlos, dada la relevancia que tienen en el com-
portamiento final de la estructura y la utilidad didáctica que
suponen para estudiantes y técnicos que inicien su andadura
profesional.
En primer lugar hay que conocer las condiciones de adheren-
cia entre la barra de acero y el hormigón. Estas condiciones
vendrán determinadas por la posición de la barra dentro del ele-
mento y, sobre todo, con relación a la dirección según la cual se
efectúe el hormigonado. En el caso de una barra horizontal se
pueden producir peores condiciones de adherencia sobre todo
en la parte inferior de la misma si se produce un cierto asenta-
miento del hormigón. La posibilidad de que se formen “huecos”
bajo la barra aumenta a medida que está más cercana a la su-
perfi cie de la pieza, o de la tongada de hormigonado, por dos
sencillas razones: hay menos peso de hormigón sobre la barra
y hay más peligro de que se produzca un asentamiento plástico
del hormigón.
Por ello, la Instrucción introduce el concepto de ‘posición’ de la
barra de acero dentro de la pieza de hormigón armado, distin-
guiendo el caso de buenas condiciones de adherencia (posición I)
y condiciones de adherencia defi cientes (posición II):
• Posición I: armaduras que durante el hormigonado formen
con la horizontal un ángulo comprendido entre 45º y 90º
o que, en el caso de formar un ángulo inferior a 45º, estén
situadas en la mitad inferior de la sección o a una distancia
igual o mayor a 30 cm de la cara superior de una capa de
hormigonado.
• Posición II: las armaduras que durante el hormi-
gonado no se encuentren en ninguno de los casos
anteriores.
El concepto de anclaje podría ser defi nido como
aquella longitud de barra que permite que quede
asegurada la transmisión de esfuerzos entre ésta y la
masa de hormigón circundante para impedir el fallo o
deslizamiento relativo entre los dos materiales.
Por su parte, el solape sería aquella longitud de empal-
me entre barras que permite que quede asegurada la
transmisión de fuerzas entre ellas sin que se produzcan
daños en el hormigón circundante.
Por lo tanto, si se quisiera anclar una barra por prolon-
gación recta en el hormigón, la longitud necesaria sería
aquella que igualase la tensión a la que está sometida
la barra con la tensión de adherencia entre ésta y el
hormigón. Suponiendo que la tensión de adherencia
es constante a lo largo de toda la longitud de la barra,
tendríamos:
πф2
4––––– ƒ
yd = l
bπфτ
bd
Por lo tanto la longitud resultante, lb, sería igual a:
lb = –––––
фƒyd
4τbd
Siendo:
lb la longitud básica de anclaje, en mm.
ƒyd
el valor de cálculo del límite elástico del
acero, en N/mm2.
τbd
el valor de cálculo de la tensión de adheren-
cia entre el acero y el hormigón, en N/mm2.
Ø el diámetro nominal de la barra, en mm.
Ahora bien, aunque la cuestión parece sencilla no
lo es tanto, puesto que la tensión de adherencia de-
pende de numerosos factores como, por ejemplo:
)
45º - 90º
0º - 45º
Posición I
Posición II
Can
to h1/2
h ó
30
0º - 45º
Figura 1.
REP
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TAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 21 31
el diámetro de la armadura, las características resistentes del
hormigón, la geometría del corrugado, la longitud y forma
del anclaje, etc.
Por esta razón, entre finales de los años 70 y principios de los
años 80 se efectuaron unos intensos e importantes ensayos
experimentales en España por parte del Instituto Eduardo To-
rroja sobre las condiciones de adherencia de las barras corru-
gadas obteniéndose unas sencillas relaciones para calcular las
longitudes de anclaje de las armaduras, que se recogen en
la Tabla 1. El coeficiente “m” que en ellas aparece es precisa-
mente uno de los resultados experimentales obtenidos, razón
por la que este procedimiento está limitado, exclusivamente,
para aquellos aceros que poseen un certificado de homolo-
gación de adherencia. Esto implica que han sido sometidos a
unas condiciones de ensayo similares a las efectuadas en su
momento y cumplen con unos determinados valores de las
tensiones de adherencia.
Como puede verse, estas expresiones tienen en cuenta la posi-
ción de la barra dentro de la masa del hormigón, el diámetro de
la armadura y tiene además una limitación inferior en función
del límite elástico garantizado del acero, fyk
, y del diámetro de
la armadura.
Por lo tanto, para comprobar en obra que las longitudes dispues-
tas son las correctas hay que comprobar que el acero suministra-
do está en posesión de un certifi cado de homologación de adhe-
Resistencia característica del hormigón (N/mm2)
Valor del coefi ciente m
B 400 S
B 400 SD
B 500 S
B 500 SD
25 1,2 1,5
30 1,0 1,3
35 0,9 1,2
40 0,8 1,1
45 0,7 1,0
≥ 50 0,7 1,0
Tabla 1.
Tabla 2.
Barras en Posición I lbl
= m Ø2 ≥ –––– ؃
yk
20
Longitud neta de anclaje
lbl neta
= lb β –––––
As
As,real
β = factor de reducciónBarras en Posición II l
bl = 1,4 m Ø2 ≥ –––– Ø
ƒyk
14
REPORTAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 2132
rencia, que la geometría de sus corrugas cumple las condiciones
indicadas en el mencionado certifi cado, así como el valor del lími-
te elástico del acero. Este último puede verifi carse visualmente de
acuerdo con la disposición de las corrugas, tal y como se recoge
en las Tablas 3 y 4; la primera de ellas con las características de
inclinación de las corrugas de las barras y la segunda con la iden-
tifi cación gráfi ca de las mismas.
Atendiendo a los resultados que arroja la fórmula expresada en la
Tabla 1, se puede comprobar que en la posición II se obtiene un
valor mayor al estar penalizada con un 40 % y dividida por 14, en
lugar de por 20, como en la posición I. Hay que tener en cuenta,
además, que en cualquiera de dichas posiciones la longitud re-
sultante debe incrementarse en 10 diámetros en el caso de que
puedan existir efectos dinámicos, tal y como establece la EHE-08
en su artículo 69.5.1.1.
El anclaje extremo de la barra se puede mejorar empleando una
patilla, un gancho, una barra transversal soldada, etc. Por ello, la
Instrucción permite reducir la longitud anterior, correspondiente
al caso de prolongación recta, mediante la utilización de un co-
efi ciente β cuyos valores se recogen en la Tabla 5. Se comprende
de una forma sencilla e intuitiva que un gancho o una patilla son
efectivos a tracción, y por tanto se permite una reducción de la
longitud de anclaje de un 30 %, mientras que no tienen ningún
efecto si la barra trabaja a compresión. En el caso de una barra
transversal soldada su anclaje es efectivo tanto a trac-
ción como a compresión.
Es importante destacar que la efectividad de un ancla-
je tipo patilla o gancho depende en gran medida del
espesor de recubrimiento en esa zona. Si éste es redu-
cido, inferior a 3 diámetros, existe el riesgo de que las
tensiones que se producen en esa zona produzcan un
desprendimiento del hormigón, con lo que se perderá
la efi cacia del anclaje.
Por último, la longitud de anclaje se puede reducir en
función de la tensión de trabajo de las armaduras. Si la
armadura dispuesta fuese la estrictamente resultante del
cálculo su tensión sería igual a ƒyd
y necesitaríamos toda
la longitud de anclaje. Pero en la práctica la cantidad de
armadura dispuesta es algo superior a la estricta, por lo
que la tensión de trabajo de la armadura, σsd
, es inferior y
TIPO DE ANCLAJE TRACCIÓN COMPRESIÓN
Prolongación recta 1 1
Patilla, gancho y
gancho en U0,7 1
Barra transversal
soldada0,7 0,7
Tabla 5.- Valores de β.
CARA B 400 S B 400 SD B 500 S B 500 SD
De lectura Paralelas Paralelas Paralelas Convergentes-divergentes
Posterior Paralelas Paralelas Convergentes-divergentes Convergentes-divergentes
Separación corrugas (entre caras) Distinta Igual Ángulos diferentes Iguales
TIPO SOLDABLE (S) SOLDABLE-DÚCTIL (SD)
400 N/mm2
500 N/mm2
Tabla 3.- Características de las corrugas en barras corrugadas.
Tabla 4.- Identifi cación gráfi ca de las barras corrugadas.
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TAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 21 33
por tanto la longitud necesaria para anclarse también lo
es. Por dicha razón, la Instrucción permite una reducción
por armadura superabundante que será igual a la relación
existente entre la sección de armadura necesaria por cál-
culo, As, y la realmente existente en la sección, A
s,real.
Con todo ello, la longitud básica de anclaje (en posición
I o II) se transforma en una longitud neta de anclaje que
viene defi nida por la siguiente expresión:
lb,neta
= lb β –––––
As
As,real
Esta longitud neta de anclaje no puede ser tampoco ex-
cesivamente pequeña. Por ello la Instrucción fi ja unos
valores mínimos que en cualquier caso deben respe-
tarse. Este mínimo no puede ser inferior al mayor de los
tres valores siguientes:
• 10 diámetros.
• 150 mm.
• La tercera parte de la longitud básica de anclaje
para barras traccionadas y los dos tercios de dicha
longitud para barras comprimidas.
En el caso de los anclajes por solape las tensiones de
unas barras se transmiten a las barras adyacentes en vir-
tud de su adherencia con el hormigón que las rodea. Para que el
sistema sea efectivo las barras deben estar lo más próximas entre sí
y nunca a una distancia superior a 4 diámetros, tal y como indica la
Instrucción en su artículo 69.5.2.2. La longitud necesaria es igual a la
longitud neta de anclaje afectada por un coefi ciente α (ver Tabla 6)
que tiene en cuenta si las barras trabajan a tracción o a compresión,
el porcentaje de barras solapadas en una misma sección y la distan-
cia transversal existente entre solapes.
ls = α l
b,neta
Para aplicar esta simple fórmula es necesario saber si nuestra barra está
traccionada o comprimida en el punto dado, el porcentaje de barras
solapadas y la distancia entre los empalmes (Figura 3). Este aspecto es
bastante difícil de conocer en muchos elementos constructivos, o en
zonas concretas de ellos, si no tenemos delante los listados de esfuer-
zos de la estructura que nos ha calculado previamente el ordenador.
Distancia entre los dos empalmes más
próximos de una sección
d
≤ 10 Ø
> 10 Ø
Figura 3.
TIPOS NORMALIZADOS
DE ANCLAJES
lb, neta
lb, neta
/< 5 Ø
Ø
Øt /< 0,6 Ø
PROLONGACIÓN RECTA BARRA TRANSVERSAL SOLDADA
lb, neta
lb, neta
/< 5 Ø
lb, neta
PATILLA GANCHO GANCHO EN U
Figura 2.
REPORTAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 2134
Así pues, el resultado de todo este cálculo en cadena nos da 364
posibles resultados por cada resistencia característica del hormi-
gón. Dado que según el artículo 39.2 de la EHE-08 la resistencia
tipifi cada del hormigón es de 25, 30, 35, 40, 45 y ≥ 50 (55, 60, 70,
80, 90 y 100) N/mm2, la posible casuística alcanza 2.184 posibles
valores de anclajes o solapes, recogidos en las cinco tablas anejas
(Tablas 7 a 11) del presente artículo.
Para fi nalizar la comprensión de los errores que pueden come-
terse se expone un ejemplo práctico. Supongamos que llega
a obra una jácena en la que accidentalmente la armadura de
montaje ha quedado corta y no llega al pilar. Habría que hacer
dos cálculos por zonas: una para la de montaje superior y otra
para la de montaje inferior, y dentro de cada una de ellas, para
cada diámetro que hubiera quedado con longitud insufi ciente.
Limitándonos a la armadura superior, supuesta de diámetro de
20 mm, se detalla cada uno de los parámetros que intervienen
en este cálculo:
Empleando la formulación anteriormente descrita la longitud
resultante sería de 168 cm. Un valor muy distinto al que resul-
taría de aplicar el criterio de 40 veces el diámetro (que sería, en
este caso, 80 cm) que se utiliza en algunas obras para cualquier
clase de posición, tipo de acero, resistencia del hormigón, y ya
sea solape o anclaje.
Puede darse el caso de que en obra no dispongamos de
espacio sufi ciente en el cual quepan los 168 cm mencio-
nados o que con la superconfl uencia de barras incumpla-
mos el art. 64.4.1.1 de la Instrucción sobre la separación
de barras aisladas. En esta situación podríamos recurrir a
otros sistemas de empalme que nos permitieran resolver
estas problemáticas. Un modo sería utilizando mangui-
tos roscados y otro efectuando soladuras resistentes, si
bien las limitaciones y condiciones técnico-constructivas
de cada uno de los dos métodos quedan fuera del ámbi-
to de este artículo.
Por último, es preciso hacer constar que lo expresado
anteriormente, así como los valores indicados en las
cinco tablas que se facilitan a continuación –agrupadas
por valores de resistencia del hormigón– es sólo válido
si el acero dispone de un certifi cado de homologación
de adherencia.
MODO: Solape
TRABAJO: Tracción
POSICIÓN: II
HORMIGÓN: HA - 25
DISTANCIA: < 10 Ø
% SOLAPE EN LA SECCIÓN: > 50 %
ACERO: B 500 S
DIÁMETRO: 20 mm
Distancia entre los
empalmes más próximos
(ver Figura 3)
Porcentaje de barras solapadas trabajando a
tracción, con relación la sección total de aceroBarras solapadas trabajando
normalmente a compresión
en cualquier porcentaje20 % 25 % 33 % 50 % > 50 %
a ≤ 10 Ø 1,2 1,4 1,6 1,8 2,0 1,0
a > 10 Ø 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,0
Tabla 6.- Valores de α para calcular la longitud de la barras solapadas.
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· SEPTIEMBRE · Nº 21 35
HORMIGÓN: HA - 25
TIPO ACERO B 400 B 500
DIÁMETRO 6 8 10 12 16 20 25 6 8 10 12 16 20 25
AN
CL
AJE
S
PO
SIC
IÓN
I
RECTO 15 16 21 25 33 48 75 15 20 26 31 41 60 94
PATILLA 15 15 17 20 26 38 58 15 16 20 24 32 46 71
PO
SIC
IÓN
II RECTO 18 23 29 35 47 67 105 22 29 36 44 58 84 131
PATILLA 15 18 22 27 36 51 79 17 22 27 33 44 63 97
SO
LA
PE
S TR
AC
CIÓ
N
PO
SIC
IÓN
I Dis
tan
cia
≤ 1
0 Ø
20 % 18 19 25 30 40 58 90 18 24 31 37 49 72 113
25 % 21 22 29 35 46 67 105 21 28 36 43 57 84 132
33 % 24 26 34 40 53 77 120 24 32 42 50 66 96 150
50 % 27 29 38 45 59 86 135 27 36 47 56 74 108 169
> 50 % 30 32 42 50 66 96 150 30 40 52 62 82 120 188
Dis
tan
cia
> 1
0 Ø
20 % 15 16 21 25 33 48 75 15 20 26 31 41 60 94
25 % 17 18 23 28 36 53 83 17 22 29 34 45 66 103
33 % 18 19 25 30 40 58 90 18 24 31 37 49 72 113
50 % 20 21 27 33 43 62 98 20 26 34 40 53 78 122
> 50 % 21 22 29 35 46 67 105 21 28 36 43 57 84 132
PO
SIC
IÓN
II Dis
tan
cia
≤ 1
0 Ø
20 % 22 28 35 42 56 80 126 26 35 43 53 70 101 157
25 % 25 32 41 49 66 94 147 31 41 50 62 81 118 183
33 % 29 37 46 56 75 107 168 35 46 58 70 93 134 210
50 % 32 41 52 63 85 121 189 40 52 65 79 104 151 236
> 50 % 36 46 58 70 94 134 210 44 58 72 88 116 168 262
Dis
tan
cia
> 1
0 Ø
20 % 18 23 29 35 47 67 105 22 29 36 44 58 84 131
25 % 20 25 32 39 52 74 116 24 32 40 48 64 92 144
33 % 22 28 35 42 56 80 126 26 35 43 53 70 101 157
50 % 23 30 38 46 61 87 137 29 38 47 57 75 109 170
> 50 % 25 32 41 49 66 94 147 31 41 50 62 81 118 183
CO
MP
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N
POSICIÓN I 15 16 21 25 33 48 75 15 20 26 31 41 60 94
POSICIÓN II 18 23 29 35 47 67 105 22 29 36 44 58 84 131
Tabla 7.- Cálculo de longitudes de anclaje y solape para barras de acero corrugado. Hormigón: HA - 25 (medidas en cm).
REPORTAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 2136
HORMIGÓN: HA - 30
TIPO ACERO B 400 B 500
DIÁMETRO 6 8 10 12 16 20 25 6 8 10 12 16 20 25
AN
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AJE
S
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IÓN
I
RECTO 15 16 21 25 33 41 63 15 20 26 31 41 52 81
PATILLA 15 15 17 20 26 33 49 15 16 20 24 32 40 62
PO
SIC
IÓN
II RECTO 18 23 29 35 47 59 88 22 29 36 44 58 73 114
PATILLA 15 18 22 27 36 45 67 17 22 27 33 44 55 85
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I Dis
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cia
≤ 1
0 Ø
20 % 18 19 25 30 40 49 76 18 24 31 37 49 62 97
25 % 21 22 29 35 46 57 88 21 28 36 43 57 73 113
33 % 24 26 34 40 53 66 101 24 32 42 50 66 83 130
50 % 27 29 38 45 59 74 113 27 36 47 56 74 94 146
> 50 % 30 32 42 50 66 82 126 30 40 52 62 82 104 162
Dis
tan
cia
> 1
0 Ø
20 % 15 16 21 25 33 41 63 15 20 26 31 41 52 81
25 % 17 18 23 28 36 45 69 17 22 29 34 45 57 89
33 % 18 19 25 30 40 49 76 18 24 31 37 49 62 97
50 % 20 21 27 33 43 53 82 20 26 34 40 53 68 105
> 50 % 21 22 29 35 46 57 88 21 28 36 43 57 73 113
PO
SIC
IÓN
II Dis
tan
cia
≤ 1
0 Ø
20 % 22 28 35 42 56 71 106 26 35 43 53 70 88 137
25 % 25 32 41 49 66 83 123 31 41 50 62 81 102 160
33 % 29 37 46 56 75 94 141 35 46 58 70 93 117 182
50 % 32 41 52 63 85 106 158 40 52 65 79 104 131 205
> 50 % 36 46 58 70 94 118 176 44 58 72 88 116 146 228
Dis
tan
cia
> 1
0 Ø
20 % 18 23 29 35 47 59 88 22 29 36 44 58 73 114
25 % 20 25 32 39 52 65 97 24 32 40 48 64 80 125
33 % 22 28 35 42 56 71 106 26 35 43 53 70 88 137
50 % 23 30 38 46 61 77 114 29 38 47 57 75 95 148
> 50 % 25 32 41 49 66 83 123 31 41 50 62 81 102 160
CO
MP
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SIÓ
N
POSICIÓN I 15 16 21 25 33 41 63 15 20 26 31 41 52 81
POSICIÓN II 18 23 29 35 47 59 88 22 29 36 44 58 73 114
Tabla 8.- Cálculo de longitudes de anclaje y solape para barras de acero corrugado. Hormigón: HA - 30 (medidas en cm).
REP
OR
TAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 21 37
HORMIGÓN: HA - 35
TIPO ACERO B 400 B 500
DIÁMETRO 6 8 10 12 16 20 25 6 8 10 12 16 20 25
AN
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IÓN
I
RECTO 15 16 21 25 33 41 56 15 20 26 31 41 51 75
PATILLA 15 15 17 20 26 33 44 15 16 20 24 32 40 58
PO
SIC
IÓN
II RECTO 18 23 29 35 47 59 79 22 29 36 44 58 73 105
PATILLA 15 18 22 27 36 45 60 17 22 27 33 44 55 79
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I Dis
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cia
≤ 1
0 Ø
20 % 18 19 25 30 40 49 67 18 24 31 37 49 61 90
25 % 21 22 29 35 46 57 78 21 28 36 43 57 71 105
33 % 24 26 34 40 53 66 90 24 32 42 50 66 82 120
50 % 27 29 38 45 59 74 101 27 36 47 56 74 92 135
> 50 % 30 32 42 50 66 82 112 30 40 52 62 82 102 150
Dis
tan
cia
> 1
0 Ø
20 % 15 16 21 25 33 41 56 15 20 26 31 41 51 75
25 % 17 18 23 28 36 45 62 17 22 29 34 45 56 83
33 % 18 19 25 30 40 49 67 18 24 31 37 49 61 90
50 % 20 21 27 33 43 53 73 20 26 34 40 53 66 98
> 50 % 21 22 29 35 46 57 78 21 28 36 43 57 71 105
PO
SIC
IÓN
II Dis
tan
cia
≤ 1
0 Ø
20 % 22 28 35 42 56 71 95 26 35 43 53 70 88 126
25 % 25 32 41 49 66 83 111 31 41 50 62 81 102 147
33 % 29 37 46 56 75 94 126 35 46 58 70 93 117 168
50 % 32 41 52 63 85 106 142 40 52 65 79 104 131 189
> 50 % 36 46 58 70 94 118 158 44 58 72 88 116 146 210
Dis
tan
cia
> 1
0 Ø
20 % 18 23 29 35 47 59 79 22 29 36 44 58 73 105
25 % 20 25 32 39 52 65 87 24 32 40 48 64 80 116
33 % 22 28 35 42 56 71 95 26 35 43 53 70 88 126
50 % 23 30 38 46 61 77 103 29 38 47 57 75 95 137
> 50 % 25 32 41 49 66 83 111 31 41 50 62 81 102 147
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POSICIÓN I 15 16 21 25 33 41 56 15 20 26 31 41 51 75
POSICIÓN II 18 23 29 35 47 59 79 22 29 36 44 58 73 105
Tabla 9.- Cálculo de longitudes de anclaje y solape para barras de acero corrugado. Hormigón: HA - 35 (medidas en cm).
REPORTAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 2138
HORMIGÓN: HA - 40
TIPO ACERO B 400 B 500
DIÁMETRO 6 8 10 12 16 20 25 6 8 10 12 16 20 25
AN
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AJE
S
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IÓN
I
RECTO 15 16 21 25 33 41 51 15 20 26 31 41 51 69
PATILLA 15 15 17 20 26 33 41 15 16 20 24 32 40 53
PO
SIC
IÓN
II RECTO 18 23 29 35 47 59 73 22 29 36 44 58 73 96
PATILLA 15 18 22 27 36 45 56 17 22 27 33 44 55 72
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I Dis
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≤ 1
0 Ø
20 % 18 19 25 30 40 49 61 18 24 31 37 49 61 83
25 % 21 22 29 35 46 57 71 21 28 36 43 57 71 97
33 % 24 26 34 40 53 66 82 24 32 42 50 66 82 110
50 % 27 29 38 45 59 74 92 27 36 47 56 74 92 124
> 50 % 30 32 42 50 66 82 102 30 40 52 62 82 102 138
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> 1
0 Ø
20 % 15 16 21 25 33 41 51 15 20 26 31 41 51 69
25 % 17 18 23 28 36 45 56 17 22 29 34 45 56 76
33 % 18 19 25 30 40 49 61 18 24 31 37 49 61 83
50 % 20 21 27 33 43 53 66 20 26 34 40 53 66 90
> 50 % 21 22 29 35 46 57 71 21 28 36 43 57 71 97
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II Dis
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≤ 1
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20 % 22 28 35 42 56 71 88 26 35 43 53 70 88 115
25 % 25 32 41 49 66 83 102 31 41 50 62 81 102 134
33 % 29 37 46 56 75 94 117 35 46 58 70 93 117 154
50 % 32 41 52 63 85 106 131 40 52 65 79 104 131 173
> 50 % 36 46 58 70 94 118 146 44 58 72 88 116 146 192
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cia
> 1
0 Ø
20 % 18 23 29 35 47 59 73 22 29 36 44 58 73 96
25 % 20 25 32 39 52 65 80 24 32 40 48 64 80 106
33 % 22 28 35 42 56 71 88 26 35 43 53 70 88 115
50 % 23 30 38 46 61 77 95 29 38 47 57 75 95 125
> 50 % 25 32 41 49 66 83 102 31 41 50 62 81 102 134
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POSICIÓN I 15 16 21 25 33 41 51 15 20 26 31 41 51 69
POSICIÓN II 18 23 29 35 47 59 73 22 29 36 44 58 73 96
Tabla 10.- Cálculo de longitudes de anclaje y solape para barras de acero corrugado. Hormigón: HA - 40 (medidas en cm).
REP
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TAJES
· SEPTIEMBRE · Nº 21 39
HORMIGÓN ≥ HA - 50 (55, 60, 70, 80, 90 y 100)
TIPO ACERO B 400 B 500
DIÁMETRO 6 8 10 12 16 20 25 6 8 10 12 16 20 25
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RECTO 15 16 21 25 33 41 51 15 20 26 31 41 51 64
PATILLA 15 15 17 20 26 33 41 15 16 20 24 32 40 50
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II RECTO 18 23 29 35 47 59 73 22 29 36 44 58 73 91
PATILLA 15 18 22 27 36 45 56 17 22 27 33 44 55 69
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I Dis
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≤ 1
0 Ø
20 % 18 19 25 30 40 49 61 18 24 31 37 49 61 77
25 % 21 22 29 35 46 57 71 21 28 36 43 57 71 90
33 % 24 26 34 40 53 66 82 24 32 42 50 66 82 102
50 % 27 29 38 45 59 74 92 27 36 47 56 74 92 115
> 50 % 30 32 42 50 66 82 102 30 40 52 62 82 102 128
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> 1
0 Ø
20 % 15 16 21 25 33 41 51 15 20 26 31 41 51 64
25 % 17 18 23 28 36 45 56 17 22 29 34 45 56 70
33 % 18 19 25 30 40 49 61 18 24 31 37 49 61 77
50 % 20 21 29 35 46 57 71 21 28 36 43 57 71 90
> 50 % 21 22 29 35 46 57 71 21 28 36 43 57 71 90
PO
SIC
IÓN
II Dis
tan
cia
≤ 1
0 Ø
20 % 22 28 35 42 56 71 88 26 35 43 53 70 88 109
25 % 25 32 41 49 66 83 102 31 41 50 62 81 102 127
33 % 29 37 46 56 75 94 117 35 46 58 70 93 117 146
50 % 32 41 52 63 85 106 131 40 52 65 79 104 131 164
> 50 % 36 46 58 70 94 118 146 44 58 72 88 116 146 182
Dis
tan
cia
> 1
0 Ø
20 % 18 23 29 35 47 59 73 22 29 36 44 58 73 91
25 % 20 25 32 39 52 65 80 24 32 40 48 64 80 100
33 % 22 28 35 42 56 71 88 26 35 43 53 70 88 109
50 % 23 30 38 46 61 77 95 29 38 47 57 75 95 118
> 50 % 25 32 41 49 66 83 102 31 41 50 62 81 102 127
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POSICIÓN I 15 16 21 25 33 41 51 15 20 26 31 41 51 64
POSICIÓN II 18 23 29 35 47 59 73 22 29 36 44 58 73 91
Tabla 11.- Cálculo de longitudes de anclaje y solape para barras de acero corrugado. Hormigón igual o mayor a HA - 50 (medidas en cm).
NOTICIAS
· SEPTIEMBRE · Nº 21 41
FERROS ILURO Y TÉCNICAS DEL HIERRO CONSIGUEN LA MARCA FERRAPLUSLa empresa catalana Ferros Iluro, S.L. y la madrileña
Técnicas del Hierro, S.A. (TECROSA) han conseguido el
distintivo FerraPlus para ferralla certifi cada. Con estas
incorporaciones, son ya 42 las instalaciones de ferralla
integradas en FerraPlus.
La posesión de esta marca certifi ca que los productos
de acero para hormigón de estas empresas cumplen las
más altas exigencias del mercado en términos de cali-
dad, de seguridad y de garantía para el usuario.
Ferros Iluro
Afi ncada en Argentona (Barcelona), esta compañía co-
nocida comercialmente como Estructures Iluro, se de-
dica a la construcción de estructuras de hormigón ar-
mado. Entre sus servicios destaca la realización íntegra
de las estructuras con recursos propios. De este modo,
no necesitan subcontratar trabajos a terceros, garanti-
zando la calidad y responsabilidad en su labor.
Para ello, dispone de una amplia plantilla de profesiona-
les, naves industriales destinadas a taller, almacenes, una
treintena de grúas torre, así como una variada fl ota de
vehículos para el transporte de material y personal. Entre su maqui-
naria se encuentran varias estribadoras, dobladoras, carros de corte
y una soldadora/ensambladora. Además de realizar un seguimiento
de la trazabilidad de todos sus productos de forma informatizada.
La calidad siempre ha estado entre sus principios empresariales. Ejem-
plo de ello es su dinámica de trabajo. A través de su departamento
técnico y comercial, integrado por profesionales cualifi cados y con
amplia experiencia que asesoran al cliente antes de iniciar una obra y,
una vez empezada, realizan un seguimiento personalizado para ase-
gurar que su labor cumple con todos los parámetros exigidos.
“La calidad no es casual, es fruto del día a día, a través de la eje-
cución de los proyectos con responsabilidad y garantías, siempre
dentro de los costes y plazos acordados”, explicó su gerente, An-
drés Collado.
Como muestra de calidad de sus productos, Ferros Iluro cuenta
con el certifi cado AENOR para elaboración de ferralla y, desde ju-
lio, con la marca FerraPlus.
Técnicas del Hierro, S.A.
Habiendo trans-
currido cuaren-
ta y cinco años
desde su consti-
tución en 1966, la madrileña Técnicas del Hierro, S.A (TECROSA)
cuenta con una amplia experiencia en la comercialización de
productos de acero para la construcción en, prácticamente, todas
NOTICIAS
· SEPTIEMBRE · Nº 2142
UNESID SOLICITA AYUDAS AL GOBIERNO PARA MANTENER LA VIABILIDAD DEL SECTORTras desplomarse un 54 % el consumo aparente de acero
en el primer cuatrimestre del año, respecto al mismo perio-
do del año anterior, al sector metalúrgico español le cues-
ta ver los brotes verdes que anuncia el Gobierno. Por ello,
en el marco de la Asamblea General de UNESID, su recién
reelegido presidente, Gonzalo Urquijo insistió en la necesi-
dad de que los poderes públicos implanten un programa
de ayudas que contemple medidas fi nancieras, de mejora
de la competitividad y de reforma del mercado laboral.
Según Urquijo, “si se mantiene indefi nidamente una re-
cesión tan extrema, estaría en cuestión la viabilidad de
toda la industria del Metal y su recuperación, incluso en
tiempos de bonanza”.
En ese sentido, la eliminación de las tarifas especiales para
los grandes consumidores de energía centró buena par-
te de las críticas del sector. “Los precios de la electricidad
se han encarecido entre un 50 % y un 100 % al tener que
acudir diariamente al pool de venta energética al no tener
contratos a largo plazo”, explicó el presidente de la patronal
del Metal, “hecho que ocasiona efectos devastadores en la
competitividad y en los planes de inversión”.
Para evitar esta situación, la dirección de UNESID se mos-
tró fi rme con Industria al reclamar que se incremente el
porcentaje de energía nuclear en el mix energético como
medida para reducir los precios de la factura de la luz.
ANDRÉS BARCELÓ, NUEVO DIRECTOR GENERAL DE UNESIDEl hasta ahora Director de Mercados y Estadísticas de
UNESID, Andrés Barceló, es desde 3 de julio de 2009
el nuevo Director General de la Asociación. Sustituye
en el cargo a Juan Ignacio Bartolomé que, tras una lar-
ga trayectoria siderúrgica y dieciocho años al frente
de la asociación del acero español, vuelve al mundo
académico.
sus variedades y en la elaboración de ferralla. En este tiempo la
empresa ha sabido adaptarse a la normativa y al mercado, me-
jorando sus procesos productivos, ampliando sus instalaciones
e incorporando maquinaria de última tecnología para ofrecer la
mejor calidad a sus clientes.
Este interés por la calidad ha llevado a TECROSA a conseguir los
certifi cados de calidad ISO 9001/2000 que otorga AENOR para fe-
rralla en 2004, la certifi cación AENOR de producto para armaduras
pasivas de acero para hormigón estructural en 2008 y, reciente-
mente, la marca FerraPlus.
Hoy en día TECROSA cuenta con unas instalaciones de 45.000 m2,
ubicadas en Torrejón de la Calzada, destinadas a talleres de ferra-
lla, almacenes y ofi cinas, y una fl ota propia de camiones y trailers
que le permiten disponer de un amplio stock para ofrecer en un
tiempo récord material a obras localizadas en cualquier punto de
España.
NO
TICIA
S
· SEPTIEMBRE · Nº 21 43
Barceló ha estado vinculado al sector siderúrgico en el
desempeño de distintos puestos desde el año 1993 y en
2003 se incorporó a la Unión de Empresas Siderúrgicas.
CEPCO PIDE AL GOBIERNO INVERTIR 10.000 MILLONES DE EUROS EN EL PLAN E DE 2010La Confederación Española de Asociaciones de Fabri-
cantes de Productos de Construcción, CEPCO, ha recla-
mado al Gobierno que aumente a 10.000 millones de
euros la inversión del nuevo Plan E para 2010.
En el marco del Encuentro Nacional del Sector Cons-
trucción, al que asistieron el Ministro de Fomento, José
Blanco y la Ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, el Pre-
sidente de la Confederación, Rafael Fernández, explicó
que “la inversión actual prevista, 5.000 millones de euros, es insufi -
ciente para paliar los efectos de la crisis económica actual”.
El impacto del sector de la vivienda en el PIB es muy elevado, por
lo que la paralización de la vivienda residencial, que ha pasado de
las 650.000 viviendas del año 2007 a las 150.000 previstas para este
ejercicio, supondrá la reducción del 4 % de la aportación de este
sector al PIB. Es por ello que la Confederación ve necesario com-
pensar estas pérdidas dedicando un tercio de sus presupuestos de
inversión entre 2009 y 2011 a infraestructuras productivas sociales,
tales como hospitales y centros de salud, centros de enseñanza,
parques tecnológicos, así como a la adaptación de las antiguas in-
fraestructuras para conseguir una mayor efi ciencia energética.
La crisis y la morosidad destruyen 500 empresas
proveedoras de materiales de construcción
Ya son cerca de 500 empresas proveedoras de materiales de cons-
trucción desaparecidas por causa de la crisis y de su devastador
efecto secundario: el incremento de la morosidad. Según explica
CEPCO a través de un comunicado, “alargar de manera excesiva
los plazos de pago a los suministradores” es una práctica que “se
ha intensifi cado durante todo el periodo de crisis. Actualmente,
este plazo se sitúa en más de 220 días lo que pone a este sector
en una situación insostenible”.
Esta industria auxiliar de la construcción, integrada por 25.000 em-
presas, es una de las que mantiene los ratios de estabilidad en el
empleo más elevados y se ha visto abocada a destruir el 20 % de la
plantilla, compuesta por un total de 500.000 trabajadores.
Para evitar unas mayores consecuencias, el Presidente de CEPCO,
Rafael Fernández, expuso soluciones como acortar los periodos de
pago y al mismo tiempo “arbitrar, a través del ICO, sistemas que den
tesorería al circulante de nuestras empresas”. En esta misma línea, la
Confederación solicitó que el aval del Estado fuese sufi ciente para eje-
cutar el descuento o póliza de crédito y caución en obras públicas.
Entre otras medidas destacadas por Fernández para acortar los pla-
zos de pago, fi guró la proposición de ley de CIU que comenzará
a debatirse en el Congreso de los Diputados en septiembre, que
establece un plazo máximo de moratoria en el pago de 60 días. El Presidente de CEPCO, Rafael Fernández.
El Director General de UNESID, Andrés Barceló.
Foto: UNESID.
NOTICIAS
· SEPTIEMBRE · Nº 2144
EL SECTOR CEMENTERO CERRARÁ 2009 CON UNA CAÍDA DEL CONSUMO DE HASTA EL 35 %La Agrupación de Fabricantes de Cemento de España prevé cerrar
el ejercicio con un descenso en el consumo de entre un 33 % y un
35 %, alcanzando niveles similares a los del año 1997. A la vista de
estos datos, el departamento de Estudios de Ofi cemen prevé que
en la segunda mitad del año la tendencia se atenúe ligeramente
ya que la bajada de consumo de cemento en el primer semestre
ha sido del 40,5 % (14,4 millones de toneladas).
La bajada de la demanda ha hecho que la producción de cemento
alcanzara los 14,6 millones de toneladas hasta junio, lo que supone
un descenso del 38 % en comparación con el mismo periodo del
año anterior. Las exportaciones han crecido hasta 1,5 millones de
toneladas de cemento y clínker (un 52 % más que hace un año),
cifra muy similar a las importaciones que vienen de ter-
ceros países, con 1,4 millones de toneladas.
La crisis del sector de la construcción, especialmente en la
edifi cación residencial, que se fraguó en nuestro país en el
segundo semestre de 2008, continúa afectando de forma
muy notable. De hecho, las previsiones apuntan a que el
ejercicio se cerrará con 150.000 viviendas nuevas visadas
frente a las 650.000 del año 2007. Esto, que supondrá la re-
ducción del 4 % de la aportación del sector de la construcción
al PIB, deberá compensarse por el Gobierno con inversiones en
infraestructuras. “Ahora más que nunca –afi rmó el Director Ge-
neral de Ofi cemen, Aniceto Zaragoza– el Ejecutivo debe mar-
carse como una prioridad las inversiones en obra civil y debe
facilitar la fi nanciación privada como mejor aliado para que, en
el medio plazo, no se resienta el défi cit presupuestario”.
DATOS MENSUALES (JUNIO)
2009 2008 % Variación
Producción de clínker 1.849.801 2.135.191 -13,37 %
Producción cemento 2.597.951 3.432.696 -24,32 %
Consumo nacional (cemento) 2.692.757 3.392.008 -20,61 %
Exportaciones (cemento+clínker) 284.705 341.154 -16,55 %
Importaciones (cemento+clínker) 213.684 609.278 -64,93 %
DATOS ACUMULADO AÑO (ENERO-JUNIO)
2009 2008 % Variación
Producción de clínker 10.635.674 15.229.157 -30,16 %
Producción cemento 14.621.237 23.561.097 -37,94 %
Consumo nacional (cemento) 14.364.447 24.132.795 -40,48 %
Exportaciones (cemento+clínker) 1.472.121 971.295 51,56 %
Importaciones (cemento+clínker) 1.392.920 4.890.143 -71,52 %
DATOS AÑO MOVIL (JULIO 2008 / JUNIO 2009)
Año actual Año anterior % Variación
Producción de clínker 22.711.068 31.685.990 -28,32 %
Producción cemento 33.143.549 50.466.736 -34,33%
Consumo nacional (cemento) 32.927.190 51.243.239 -35,74 %
Exportaciones (cemento+clínker) 2.836.021 1.502.789 88,72 %
Importaciones (cemento+clínker) 3.686.982 10.901.772 -66,18 %
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