LA ABEJA Y LA FLOR
Había una vez una abeja llamada Poli que vivía en una
colmena en un árbol. Un día tenía mucha hambre y fue a
una pomarada a comer polen, primero a una flor, y después se
fue a otra flor.
Al poco tiempo, la flor no estaba se transformó en un pequeño
fruto, ¡había una manzana! Las flores de los manzanos se
convertían en manzanas gracias a las abejas que transportaban
el polen de una flor a otra, las polinizaban.
Al final el apicultor Jorge hizo una tienda para vender la sidra
natural que sacaba de las manzanas y ganó mucho dinero
gracias a las abejas.