3. ANáLISIS DE LA ESTRUCTURA AGRÍCOLA DE MÉXICO
Como consecuencia del (TLCAN) se han agudizado las desigualdades en el
campo, al competir México en forma desigual con la producción agrícola de
nuestros socios comerciales, en cereales y granos forrajeros. Estados Unidos y
Canadá obtienen mayores rendimientos por hectárea, producen grandes
excedentes en relación con su demanda interna y por lo tanto, exportan
grandes volúmenes de granos subsidiados.
Los grandes perdedores del TLCAN son los productores de granos básicos y
oleaginosos que representan 65%, de la producción agrícola nacional y generan
40% del valor de la producción y la mitad de los empleos del sector. Lo anterior,
producto de los precios bajos que han alcanzado sus productos en el mercado
debido a la competencia desleal que el gobierno ha permitido y la falta de
aplicación de normas negociadas en el Tratado.
A partir de 1995 el gobierno permitió la importación de alimentos sin aranceles
por encima de las cuotas fijadas por el (TLCAN). Otros productores afectados
han sido los de café, caña de azúcar y la gran mayoría que se dedica a producir
frutas y hortalizas. Los grandes beneficiarios del tratado son un pequeño grupo
de productores de frutas y hortalizas que ha podido acceder al mercado
norteamericano y canadiense (Cámara de Diputados; 2001).
México tiene una superficie total de 196.4 millones de hectáreas, 94.2% de las
cuales son tierras rústicas; 39.2% es propiedad privada y 55.4% propiedad
social. De los 24 millones 800 mil hectáreas de labranza, sólo poco más de 6
millones son de riego, y de los 18 millones restantes menos de 30% son de
buen temporal y el resto de mal temporal y bajos rendimientos (INEGI-
SAGARPA, 2000 Indicadores de Desarrollo Sustentable:147).
El promedio de la parcela para cultivo es de 26 hectáreas, pero poco más de
48% de los campesinos, (un millón 300 mil), no tiene más de dos hectáreas,
mientras que 6 687 productores, 0.3% del total, tienen superficies superiores a
las 100 hectáreas.
La agricultura representa más del 70% del sector primario de la economía, el
cual está conformado además por la selvicultura, ganadería, caza y pesca.
Desde la década del sesenta, el lento crecimiento de la producción del sector
ha llevado a la disminución de su aportación al PIB nacional. De acuerdo con
cifras del INEGI, de 1995 a 2003 la participación proporcional del sector
agropecuario en el Producto Interno Bruto descendió hasta llegar a representar
sólo 3.5% (INEGI, Sistema de Cuentas Nacionales de México, 2004).
3.1 Perspectiva agrícola actual
Con la perspectiva económica actual, estos modelos de producción basados en
nuevas tecnologías más concientes con el medio ambiente e inocuas para el
ser humano, tienden a ser caras en el corto y mediano plazo. Esta situación
restringe a nivel nacional el mercado a los segmentos de población de mayores
ingresos ya que son los que pueden pagar por el precio de un producto de
mayor calidad y dotado de una certificación de inocuidad.
Bajo este panorama, la agricultura protegida se dedica básicamente a producir
en cierta medida productos de exportación en algunos meses del año y en otros
los productos se quedan para satisfacer la demanda interna es por ello una de
las principales problemáticas que enfrentan los productores a campo abierto la
competencia que se da cuando no se exporta el producto.
La eficiencia en el uso de agua para riego es una prioridad, no obstante, se
continúa privilegiando el uso de la misma para cultivos de baja densidad. Dado
que los países desarrollados no van a retirar los subsidios a la producción de
granos básicos en el corto plazo, es necesario llevar a cabo una intensa
campaña de promoción para que los agricultores incorporen las ventajas que
conlleva la reconversión de cultivos, sobre todo en aquellos que presentan una
alta demanda exterior. De esta forma, se propiciará la utilización más eficiente
del agua en favor de productos de mayor densidad (Cámara de Diputados,
2000).
3.2 Cambios en los patrones de cultivo En este caso se analiza el cultivo de el maíz en grano y el cultivo de las
hortalizas en un nivel general, la estructura agrícola para el año 2000 se
constituía de la siguiente manera en lo que respecta a hortalizas 5,138.75
hectáreas en la superficie sembrada, el volumen de la producción era de
63.026.33 toneladas las cuales generaban un valor de la producción de
148,064.99 miles de pesos. Dentro de la comparativa con los granos básicos un
ejemplo de ello es el maíz en grano para este mismo año presenta una
superficie sembrada de 8,444,794.45 hectáreas con un volumen de la
producción de 17,566,905.24 toneladas, generando un valor de la producción
de 26,471,879.65 miles de pesos.
La estructura en el caso del maíz para el año 2006 presenta cambios en el cual
se ve reflejado en los siguientes indicadores: 7,807,340.16 hectáreas, en lo que
respecta al volumen de la producción también presento un cambio negativo el
cual se tradujo en 21,893,209.25 toneladas con un valor de la producción de
44,017,362.13 miles de pesos. En el año 2006 el caso de las hortalizas
presentó una superficie sembrada de 4,750.1hectáreas, representado un
volumen de la producción 50,142.29 toneladas, con un valor de la producción
156,129.84 miles de pesos.
El cambio en los patrones de cultivo se esta gestando a través de los años en
este caso explico el caso de las hortalizas en general y el caso del maíz en
grano, en este sentido el maíz y los demás granos como el trigo están
disminuyendo en la superficie sembrada y el volumen. En lo que respecta a las
hortalizas, la evolución a campo abierto en un nivel general para México esta
disminuyendo en todos sus indicadores. En lo que respecta a las hortalizas
cultivadas en agricultura protegida están aumentando cada vez mas con el paso
de los años es por ello que se muestra una caída en las hortalizas a campo
abierto.
Como parte de las intenciones gubernamentales de integrar las políticas
sectoriales a la estrategia de la sustentabilidad, la (SAGARPA), elaboró el
programa de Fomento Agrícola, orientado a apoyar la capitalización del sector,
el fortalecimiento de las cadenas productivas, el desarrollo tecnológico y el uso
intensivo y sustentable de los recursos naturales.
Como parte de los objetivos del programa se propusieron acciones para
promover el uso sustentable de los recursos naturales en la agricultura, como el
manejo integral de suelo y agua a través de la tecnificación del riego y del
mejoramiento, conservación y rehabilitación del suelo. Cerca de 80% de las
tierras de cultivo bajo la modalidad de riego en el país utilizan métodos
tradicionales, lo cual ha dado como resultado que la eficiencia del uso del agua
sea sólo de 46 % el uso eficiente del agua en la superficie sembrada.
Los programas dirigidos a la tecnificación del riego lograron en 2004 cubrir una
superficie de 276 mil hectáreas, con un ahorro de 960 millones de m3 de agua.
En 2004, en materia de conservación y rehabilitación de suelo se alcanzó a
cubrir 195.5 miles de ha con acciones de mejora (SAGARPA, 2005).
La globalización ha venido a insertar a la producción agrícola mexicana en un
marco normativo tendiente a garantizar la inocuidad de los productos para su
comercialización. Esta situación no sólo detona una serie de acciones de
vigilancia en todos los estados del país, sino que permite a un reducido número
de productores rurales enfocar sus estrategias de producción hacia otros
sistemas como lo es la agricultura protegida a base de invernaderos.
Esta forma de producción permite una mejor interacción del productor con el
medio ambiente, como lo marcan los nuevos marcos regulatorios que tienen
como finalidad el desarrollo sustentable no nada más en este sistema de
producción sino en todos dentro del sector agrícola.
La agricultura en México muestra una tendencia hacia la integración de
cadenas productivas con la demanda del exterior, sobre todo de productos no
tradicionales. De tal forma, que los recursos gubernamentales están enfocados
en atender la situación sanitaria y de calidad de las unidades de producción
rurales comerciales. En esta óptica, se utilizan cada vez menos productos
químicos que degradan al medio ambiente Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económico (OCDE, 2003) y que pueden causar problemas a la
salud del ser humano.
3.3 Tendencias
1.- La demanda de los productos agrícolas aumentará junto con el crecimiento
de la población del país, lo cual exigirá constantes incrementos en la
producción. Sin embargo, esta situación puede verse limitada por el rendimiento
de los cultivos y las posibilidades de expandir las zonas de riego y de cultivo
(OCDE, 2003).
2.- Los programas como el PROCAMPO que se implementaron para que en un
período de 15 años los productores fueran progresivamente reemplazando sus
cultivos, principalmente granos, oleaginosas por frutas y hortalizas, no han
tenido los resultados esperados. La extensión y composición de la superficie de
cultivo, no presenta cambios significativos, ya que ha permanecido
prácticamente intacta (OCDE, 2003).
3.- Las reformas estructurales como la apertura comercial del sector polarizan
su desarrollo, ya que los cultivos en los que el país es competitivo sólo se
obtienen en limitadas regiones, y la mayoría de los campesinos, que producen
maíz enfrentarán la creciente competencia de importaciones subsidiadas. Ello
afectará a los productores medios, no competitivos, mientras que los
productores de subsistencia seguirán marginados de los mercados y tendrán
que migrar del campo (OCDE, 2003).
El total de la superficie sembrada en riego y temporal en el 2004, de acuerdo
con las cifras oficiales, fue de 21 874 168 hectáreas. De ese total, 23.2%
corresponde a superficie bajo riego, es decir, un poco más de cinco millones de
hectáreas se encuentran bajo esta modalidad. En el año 2005, la meta de
superficie de riego a incorporar al programa de tecnificación para el uso racional
del agua fue de 336 mil hectáreas. Sin embargo, en dos años el programa sólo
se cubrió 6.6% de la superficie total de riego del país.
La baja cobertura en la superficie de riego alcanzada por el programa indica
que a ese ritmo, y suponiendo que los recursos y las políticas públicas no
sufrieran modificación alguna, se requerían más de treinta años para cubrir con
tecnificación para uso racional del agua toda la superficie de riego. Como
complemento al impulso de la tecnificación de los sistemas de riego, la
SAGARPA promueve que los productores agrícolas siembren productos que
requieran un menor consumo de agua (SAGARPA, 2005).
En el 2004, cinco del total de productos sembrados bajo la modalidad de riego,
concentraron 46.6% de la superficie cultivable y no son precisamente cultivos
con bajo consumo de agua (maíz grano blanco, sorgo grano, caña de azúcar
industrial, alfalfa verde y trigo grano suave).
3.4 Uso de plaguicidas y fertilizantes en México
En materia de plaguicidas, en México se utilizan en el campo 3. 5 millones de
toneladas de plaguicidas (productos tóxicos) para lograr la producción de
alimentos. De éstos, 22 son considerados como perjudiciales para la salud
humana y el medio ambiente.
Sin embargo, en comparación con los estándares de la OCDE, el consumo de
fertilizantes y plaguicidas en el país es bajo. Lo anterior se debe a diversos
factores entre los que destacan que los subsidios directos a los insumos
agrícolas han sido eliminados; a que se han llevado a cabo esfuerzos
gubernamentales para mejorar los reglamentos sobre el uso de pesticidas; y a
que los pesticidas dañinos a la salud (clordano, DDT) han sido retirados del
mercado.
No obstante, el consumo de bromuro de metilo (bromometano) fungicida que
agota la capa de ozono ha aumentado dramáticamente (OCDE, 2003). Entre los
plaguicidas de mayor venta en el país destaca el uso de herbicidas como
paraquat y glifosato, de fungicidas como ancozeb y clorotalonil y de insecticidas
como metamidofos (Bejarano, 2002).
3.5 Nuevas alternativas para la agricultura mexicana
Las alternativas a esta situación han sido los programas basados en la
producción intensiva tecnificada en invernaderos, pero a la fecha no se cuenta
con información de cuántos existen, dónde se ubican y cuánto aportan a la
producción total del sector, a nivel nacional tomando en cuenta que estos
cultivos requieren de una elevada inversión de capital el funcionamiento inicial,
pero los resultados obtenidos hasta el momento los cultivos bajo ambientes
protegidos cada vez están mas cerca de alcanzar la consolidación en todos los
aspectos relacionados con la funcionalidad y las expectativas que se tienen
proyectadas para este nuevo sistema de agricultura protegida.
3.6 Problemática de la agricultura tradicional
La producción agrícola de México se encuentra estancada, prácticamente toda
la superficie agrícola económicamente cultivable se esta usando. Problemas
como topografía accidentada, precipitación errática e insuficiente, heladas,
minifundio y subocupación o desocupación de la gente del campo, hacen difícil
su crecimiento desde una perspectiva de agricultura extensiva. En cambio la
población ha mantenido una alta tasa de crecimiento, ocasionando un aumento
en el número de productores y en el número de predios o parcelas, pero cada
vez con una menor superficie por productor.
Por otro lado, la globalización de la economía, los tratados de libre comercio, y
las demandas de calidad fitosanitaria y de inocuidad alimentaría que están
imponiendo los consumidores de hortalizas están limitando la producción
tradicional de estos cultivos y forzando la búsqueda de nuevas formas de
producción.
Dos problemas ambientales básicos se encuentran relacionados con la
agricultura. Por un lado, la gran mayoría de los avances vinculados con la
productividad ocurren en las zonas agroecológicas más favorecidas y
descansan en el uso intensivo de irrigación, en la utilización de variedades de
alto rendimiento, fertilizante, plaguicida y maquinaria agrícola de punta.
La agricultura intensiva de riego propicia en zonas con poco drenaje
agotamiento de los suelos y una elevación del nivel freático; en zonas áridas o
semiáridas la salinización del suelo. Por su parte, el uso excesivo de
plaguicidas deteriora la calidad del agua y contamina los suelos disminuyendo
su carga bacteriana; plantea peligros para la salud y a la larga hace más
resistente los cultivos a las plagas.
Asimismo, la creciente dependencia de pocas variedades de semillas
contribuye a la pérdida genética y a una mayor vulnerabilidad a riesgos
climáticos y plagas. Finalmente, la pérdida de variedades tradicionales reduce
el acervo de genes disponibles para el cultivo de plantas capaces de resistir
plagas en constante evolución. Este modelo de producción realiza un manejo
ineficiente de los recursos naturales, al propiciar un fuerte desperdicio del agua
de riego, la degradación de los suelos y un alto impacto sobre los ecosistemas
(OCDE, 2003).
3.7 Problemática de la agricultura protegida
En México se cuenta con una tecnología a la cual se le han hecho una serie de
adaptaciones con tecnologías extranjeras, las cuales en el país de origen
presentan una alta eficiencia funcional en lo que concierne a volumen y
rendimientos, pero al implementar esta tecnología en el estado de Sonora, no
funciona de igual manera y opera con resultados muy diferentes a los
esperados por los productores.
La principal problemática de la agricultura protegida (invernaderos) es la visión
estratégica comercial, la cual depende de los conocimientos sobre el mercado
por parte del productor y es fundamental ya que las estrategias de mercado son
las que facilitan la idea de hacer negocio posicionando el producto en el
mercado.4
4 http://www.chapingo.mx/iauia/diplomadoinvernadero/presentacion.html
Por otra parte el crecimiento de los invernaderos lo que conlleva a tener
problemas de mano de obra calificada en esta nueva industria, es decir que se
requiere una gran numero de técnicos capacitados tanto para dirigir y operar las
instalaciones, como también especialistas que tengan un monitoreo constante
de los mercados a los que se quiere llegar. Para ser evidente la problemática de
la agricultura protegida en México, en una muestra de 1,252 proyectos, el 60%
habían fracasado. El 20% se mantenía con dificultad, el otro 20% restante había
obtenido el éxito esperado Bastida (2007).
Además, los productores en invernadero en México enfrentan la problemática
de la inversión la cual es de alto costo sin una fuerte base de información sobre
la industria. Los productores a campo abierto están sintiendo los efectos de la
creciente competencia, pero tienen poca información para determinar el efecto
sobre su empresa.
3.8 Situación actual de la agricultura en Sonora
Para analizar la situación actual y las nuevas perspectivas en el panorama
agrícola de Sonora, fue necesario consultar el (programa de mediano plazo
2004-2009 de desarrollo agrícola de Sonora) en el cual se analizan las nuevas
tendencias de la agricultura y hacia donde esta orientada en materia de nuevos
cultivos y la reducción en los cultivos tradicionales como los granos básicos en
el corto y mediano plazo.
La actividad agrícola de Sonora se caracteriza por ser una de las más
desarrolladas. Con elevados índices de calidad y productividad, se sustenta en
sistemas modernos de riego, en una tecnología adecuada y en una eficiente
sanidad vegetal, que la ha llevado a posesionar algunos de sus productos en
los mercados internacionales, no sólo de EE. UU. Si no incluso en los de
Europa y Asia.
Es una actividad que en la entidad desarrollan 63 000 productores rurales, en
una superficie abierta al cultivo de 710,000 hectáreas. De esta superficie, 660
000 hectáreas son de riego y 50 000 de temporal.
Desde una perspectiva regional, esta actividad presenta un proceso de
especialización en su estructura productiva, al distinguirse 3 zonas agrícolas en
las cuales se ubican 11 Distritos de Desarrollo Rural y 6 Distritos de Riego.
En la zona norte, la agricultura se practica mayormente de tipo intensivo y
comercial, se utilizan sistemas de riego por bombeo y orienta su producción
hacia la exportación de frutales y hortalizas. Tiene una superficie abierta al
cultivo de 210,000 hectáreas.
En la zona sur, la actividad se desarrolla de manera extensiva en un área de
360,000 hectáreas, se utilizan en su gran mayoría sistemas de riego por
gravedad y se orienta la producción a granos y oleaginosas cuyo destino
principal son los mercados nacional e internacional, aunque desde la década
pasada ha incursionado en la producción de hortalizas.
Esta región, en los últimos años, ha visto reducida su siembra por escasez de
agua en las presas, lo que ha obligado a recurrir a la perforación de pozos para
atenuar estas disminuciones.
En la zona sierra, con vocación ganadera, la actividad agrícola se orienta
principalmente hacia la producción de forrajes, en menor medida a la
producción de básicos y hortalizas para el mercado interno y al autoconsumo.
En esta zona, se utiliza riego por bombeo y gravedad, y se ubica aquí la mayor
parte de la superficie de temporal. Se tiene una superficie abierta al cultivo de
90,000 hectáreas de riego, sembrándose una superficie promedio anual de
40,000 hectáreas, esto debido a la escasez del recurso agua.
De esta forma, la agricultura estatal se significa por ser un soporte estratégico
en la estructura productiva del Estado, al situarse en el tercer orden de
importancia con relación al producto interno bruto al participar con el 11% y sólo
ser superado por las ramas económicas del comercio y manufactura y otras.
Con relación a la producción estatal, el grupo de cultivos de granos y
oleaginosas aporta el 50%, las hortalizas el 22%, los frutales el 13%, los
forrajes el 14% y otros cultivos el 1% de las toneladas producidas.
Todo esto, convierte a la actividad agrícola estatal en una proveedora
importante de alimentos para la población, así como de insumos para la
actividad ganadera e industrial. Por esta razón, la agricultura estatal resulta ser
además una actividad estratégica para impulsar el desarrollo rural integral de
las comunidades del campo sonorense.
En una agricultura como la que se desarrolla en Sonora, con presencia en los
mercados nacional e internacional y en franca competencia con la agricultura de
varios de los países desarrollados, en este contexto es que resulta de vital
importancia tener definido un programa de desarrollo que nos permita conocer
el rumbo y el camino que se debe recorrer para lograr objetivos y metas
delineadas dentro de un marco de planeación estratégica diseñados para tal
propósito.
3.9 Uso de los Recursos Naturales, Agua y Suelo
El común denominador, en los últimos ocho años, ha sido la presencia de un
régimen de lluvias muy por debajo de lo normal, de tal forma, que se ha
manifestado entre las organizaciones de productores, una conciencia por el uso
más eficiente y productivo del recurso agua.
Pero es preciso reconocer, que debido a la deficiencia en infraestructura de
conducción del agua y a la antigüedad de los equipos de bombeo, ocasiona en
una baja eficiencia en su utilización, la cual se calcula en promedio de un 48%.
Así mismo, se observa un abatimiento de los mantos acuíferos en las regiones
agrícolas por bombeo, a pesar de que los productores han participado en los
programas de regulación de extracciones.
Con respecto al uso del suelo, sólo ha sido posible la apertura de nuevas tierras
al cultivo en la región Fuerte-Mayo, sin embargo, dado la fuerte sequía que se
ha extendido al Estado de Sinaloa, ha generado baja disponibilidad de agua en
sus presas, lo que causa que el escenario para esta región no sea del todo
positivo. De manera generalizada en el Estado, el recurso agua es el que sigue
marcando la superficie a sembrar, de tal forma que todas las regiones agrícolas
han disminuido su superficie.
3.10 Sanidad Vegetal e Inocuidad Agroalimentaria.
La sanidad vegetal, constituye sin lugar a dudas un renglón de vital importancia
para los productores agrícolas. La labor desarrollada en este aspecto por el
Gobierno Estatal y Federal, así como por las organizaciones de productores en
las dos últimas décadas ha permitido obtener un status sanitario muy destacado
a nivel nacional e internacional, que ha influido significativamente en la
exportación de una parte de la producción agrícola.
A mediados de los años 90’s, se operaban 5 campañas fitosanitarias hasta
llegar a 18, en la actualidad, se operan 12 campañas, tanto de interés nacional
como regional. Su disminución se debe a que algunas de ellas se agruparon por
razones de manejo técnico y administrativo; el costo de mantenimiento de las
mismas para el período 1997-2002, ha sido del orden de los 169.2 millones de
pesos.
Sin embargo, hay plagas y enfermedades que están bajo control, pero
constituyen una amenaza si no se toman las medidas preventivas necesarias;
en esta situación se encuentran las del piojo harinoso en vid, arador en cítricos,
barrenador de la nuez, carbón parcial y roya de la hoja en trigo. Además, es
necesario reforzar las medidas de vigilancia en las fronteras del Estado, para
evitar la entrada de plagas y enfermedades exóticas.
Otro aspecto importante en este tema, es el referente a la inocuidad de los
productos agrícolas. Las exigencias de los consumidores están demandando
productos frescos sin contaminantes físicos, químicos o microbiológicos, por lo
que exigen la certificación de prácticas de sanidad confiables que garanticen su
inocuidad.
Tomando en cuenta esta situación, es necesario fortalecer esquemas con
productores, para capacitar a técnicos profesionistas en esta materia, promover
que los productores adopten buenas prácticas agrícolas y de manufactura, así
como la obtención de la certificación y autorización del sello de calidad selecta,
entre otras acciones, lo cual estimulará el aprovechamiento del laboratorio, ya
en operación.
3.11 En materia de agricultura protegida
Actualmente, existe la corriente de propiciar una agricultura de conservación, lo
cual implica aplicar técnicas de mínima labranza y de cero uso de maquinaria,
proceso que en su adopción, implica incertidumbre para el productor, así como
altos costos del equipo necesario para poner en práctica este proceso.
En Sonora, el cambio hacia este concepto ha sido mínimo, se hace necesario
impulsar esta tecnología por sus implicaciones positivas en el ambiente,
reducción de costos e incrementos en la producción, sólo que esto es un
proceso que lleva tiempo y deberá ir aparejada a una política de impulso a la
misma, con sus respectivos apoyos fiscales, para no desalentar la adopción de
esta tecnología.
En lo referente al uso de insumos, como agroquímicos, semillas y otros
productos requeridos por la agricultura, se señala que existe una alta oferta de
los mismos, sólo que las dificultades provocadas por el nulo financiamiento,
hacen difícil su adquisición en tiempo y a precios competitivos. Existen ejemplos
en la entidad, que nos muestran que mediante la organización de productores,
se pueden lograr economías de escala en la compra de estos insumos, sólo
que son pocas las organizaciones que han logrado establecer este proceso,
requiriéndose propiciar el que esta práctica se generalice.
3.12 Granos y oleaginosas
La producción de granos y oleaginosas, es de suma importancia para la
agricultura de Sonora, sin embargo, estos cultivos presentan menores
márgenes de rentabilidad que los producidos en Estados Unidos, por el nivel de
apoyos y subsidios que reciben sus productores, y la falta de reconocimiento y
la calidad de los productos de la entidad. Esta situación, frente a la libre
importación de granos contemplada en el (TLCAN), así como el no adoptar
nuevos esquemas para producir que nos lleven a economías de escala, nos
muestran un escenario difícil de enfrentar por el productor local.
Al contrario de lo anterior, algunos cultivos intensivos como las frutas y
hortalizas, que son competitivos a nivel internacional, presentan problemas
propios del desconocimiento de los mercados, falta de posicionamiento en los
mercados, motivado por la escasa integración organizativa, ausencia de
economías de escala, y dificultades para acceder a financiamientos; otras veces
por medidas no arancelarias, implementadas por los gobiernos de los países
desarrollados.
3.13 Comercialización
Por lo anterior, es necesario contar con una Estrategia de Inteligencia
Comercial, que permita obtener información sobre las mejores ventanas de
mercado para nuestros productos; las tecnologías más competitivas; las
mejores opciones de financiamiento; los productos que podemos producir, el
desarrollo del distintivo “CALIDAD SONORA”, crear marcas específicas para
nuestros productos, como la que se pretende con el trigo cristalino “Sonora
Durum”, así como una serie de acciones que nos permitan una agricultura más
competitiva.
3.14 Perspectivas
-Lograr una mayor eficiencia del recurso agua, donde el espectro de la sequía
recurrente no represente una limitante para el desarrollo de una agricultura
sostenible.
-Que el financiamiento se convierta en una palanca para el desarrollo del sector
y no en un obstáculo.
-Que los tratados comerciales que ha firmado México con diversos países y los
que habrá de firmar, se traduzcan en oportunidades para incursionar en nuevos
mercados y mejores perspectivas para la actividad agrícola.
3.15 Problemática por mal uso de los recursos naturales
-Carencia de un programa rector de modernización y redimensionamiento de
los Distritos de Riego.
-No existe una planeación estratégica de largo plazo que permita reconvertir el
patrón de cultivos, de acuerdo a la vocación, tendencias del mercado y el uso
de tecnología, que permita una mayor rentabilidad por metro cúbico de agua
utilizado.
-Insuficiente cobertura de sistemas de riego tecnificado.
-Serios problemas de drenaje, sales y deterioro de los suelos por el mal uso del
agua, sobre todo en los Distritos de gravedad.
-Rezago en la rehabilitación y modernización de la infraestructura hidráulica de
los Distritos y Unidades de Riego (estructuras, canales, drenes y pozos).